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Verónica Patricia García Torres

3. Los planos epistemológicos del saber antropológico (resumen)

a) El plano empírico positivo

En este plano se han desarrollado todas las ciencias positivas tanto si estudian la
constitución biológica del hombre como si consideran el orden cultural (los
diversos estilos de vida). Estas ciencias se integran en la antropología física y la
sociocultural; en ellas se consideran hechos y relaciones entre hechos, es decir, una
ciencia positiva pretende explicar los hechos o datos enunciando las leyes generales
que los subsumen, considerándolos casos de una ley general. Por lo tanto, la
pretensión de la ciencia positiva es establecer las leyes que regulan cómo se
relacionan entre sí, o cómo interactúan, bien los fenómenos biológicos, bien los
socioculturales, bien ambos entre sí. Al punto de vista de las ciencias positivas se le
puede llamar punto de vista de la exterioridad objetiva porque los hechos empíricos
no son solo exteriores al sujeto, sino también exteriores entre sí. En la perspectiva
de las ciencias positivas, el hombre es visto exclusivamente como objeto de la
ciencia. En las diversas ciencias humanas el hombre es estudiado como un
organismo, como un sistema, como un objeto. En definitiva, es tematizado como
una cosa entre las cosas o como un ser entre los seres. Pero, el hombre es siempre
más que lo que las ciencias humanas dicen porque es su sujeto y no sólo su objeto.
Las ciencias son un producto del hombre; es él quien hace la ciencia: por ello, la
zoología, la antropología física, la psicología, la sociología o la antropología
sociocultural no pueden agotar la realidad humana.

b) El plano lógico-reflexivo

El hombre es el ser capaz de hacer ciencia, capaz de saber acerca del mundo en que
vive y de sí mismo. En consecuencia la pregunta ¿Qué es el hombre? Debería poder
formularse así: ¿Cómo tiene que estar hecho el hombre para que sea posible la
ciencia? El planteamiento reflexivo-trascendental considera al hombre como sujeto
de la ciencia. ¿Cómo es posible la ciencia como saber acerca de hechos? La ciencia
estudia los hechos, pero ella misma no es un objeto. La pregunta por la ciencia está
consiguientemente en un nivel de interrogación por los hechos. Este es, como es
sabido, el itinerario que llevó a Kant a la inauguración del punto de vista
trascendental. Aparece así ya en Kant una antropología filosófica que es la
antropologización de toda filosofía, pues la pregunta en que se contienen todas las
cuestiones filosóficas es la que versa sobre el hombre. Lo que caracteriza al hombre
frente a los demás seres es el ser un yo. El planteamiento reflexivo-trascendental
permite, considerar al hombre como sujeto, y no sólo como un objeto de la ciencia.
El hombre no es ya un objeto más, sino el sujeto que hace posible a todo objeto.

c) El plano fenomenológico-existencial

La consideración del yo trascendental como sujeto del saber y la investigación de la


realización de la subjetividad humana en la historia dejan fuera el yo como
singularidad irrepetible. El enfoque fenomenológico-existencial tematiza la
subjetividad humana de un modo distinto al enfoque reflexivo-trascendental. Este
planteamiento podría denominarse también punto de vista de la interioridad
subjetiva porque analiza mediante la reflexión la subjetividad humana, el estar dado
para sí del hombre, es decir, su punto de mira es precisamente la existencia
individual. Kierkergaard plantea esto en la pregunta ¿Quién soy yo? La única
existencia que para Kierkergaard podemos captar en su realidad misma es la
existencia propia. Se trata, pues, de comprenderse a sí mismo y de comprenderse
existiendo. No obstante, señala el autor, que la autoconciencia humana no es
absoluta; el hombre no es su saber de sí, sino que éste es limitado.

d) El plano fenomenológico-ontológico

El planteamiento fenomenológico-ontológico es más amplio que todos los anteriores


pues la pregunta por la realidad es menos restrictiva que la interrogación por los
hechos o los fenómenos humanos, que la consideración del hombre como sujeto de
la ciencia, que el estudio de la subjetividad incomunicable o que el análisis de la
autoconciencia. El enfoque fenomenológico-ontológico es cronológicamente el
primero que se desarrolla en antropología. Es en este planteamiento donde se sitúa
toda la psicología racional (tal como fue concebida y desarrollada desde Aristóteles
a Wolff) con las inflexiones y diferencias de la ontología fenomenológica y el
análisis lógico del lenguaje. La fenomenología inspirada por la obra de Husserl se
ha relacionado con la ontología clásica desde sus comienzos, porque su punto de
partida “vuelta a las cosas mismas” apela a una noción originaria, abarcadora y
confusa como la noción de “ente”. En Heidegger, la antropología es desplazada en
cuanto que saber no suficientemente radical, siendo sustituida por la analítica
lógico-existenciaria con la pretensión de fundar, desde su más original génesis, los
saberes empíricos, la reflexión trascendental y el análisis fenomenológico
existencial. La pregunta más radical de cuantas cabe hacer es aquella que interroga
por el sentido del ser, pero para responderla es preciso analizar la estructura del ente
en donde acontece la pregunta misma. Así pues, el existente humano es
comprendido por su referencia al ser y el ser es comprendido por un acontecimiento
entrañado al existente humano.

También muchos desarrollos del análisis lógico del lenguaje pueden situarse en este
plano. No se trata de establecer la génesis psicológica de las ideas, sino considerar el
uso lógico de los enunciados. Una de las regiones más difíciles y enmarañadas del
lenguaje es nuestro modo de hablar de nosotros mismos y de los fenómenos
mentales.

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