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La Prensa (Perú)

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La Prensa

Tipo Diario

Formato Gran formato

País Perú

Sede Lima

Fundación 23 de septiembre de 1903

Fundador(a) Pedro de Osma y Pardo

Fin de publicación 27 de julio de 1984

Ideología política Liberalismo económico

Idioma Español

Circulación Nacional

Propietario(a) Pedro de Osma y Pardo


Augusto Durand Maldonado
Familia Miró-Quesada
José Quesada Larrea
Pedro Beltrán Espantoso

Director(a) Enrique Castro Oyanguren


Pedro de Osma y Pardo
Alberto Ulloa Cisneros
Luis Fernán Cisneros Bustamante
Augusto Durand Maldonado
José Quesada Larrea
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La Prensa fue un diario peruano, editado en Lima, cuyo primer número salió a la venta
el 23 de septiembre de 1903. Conocido también como el "diario de Baquíjano", por haber
estado su sede en la calle Baquíjano 745, actual cuadra 7 del Jirón de la Unión, en Lima.

Índice

 1Historia
o 1.1Primera etapa
o 1.2Vocero del Oncenio
o 1.3La Prensa y Beltrán
o 1.4Declive
o 1.5Resurrección como sitio web
 2Bibliografía
 3Véase también
 4Referencias
 5Enlaces externos

Historia[editar]
Primera etapa[editar]
Su fundador fue Pedro de Osma y Pardo y su primer director Enrique Castro Oyanguren.
Estuvo respaldado por una cuantiosa inversión. Inicialmente sirvió para las orientaciones
del Partido Demócrata y hacer una oposición sustantiva al gobierno civilista. Tras un breve
periodo de suspensión por problemas de personal y técnicos, fue relanzado el 16 de
enero de 1904. En 1905 se fusiona con El Tiempo, que desde 1898 era de propiedad
de Alberto Ulloa Cisneros, quién asumiría la dirección del diario hasta 1915. Durante su
gestión se modernizaron con linotipos traídos desde Estados Unidos y la rotativa adquirida
en Alemania siendo instaladas en 1906 y operaron a partir de 1907.
El 29 de mayo de 1909, el local sufre un asalto por parte de la policía, como consecuencia
del fallido golpe de Estado que los hermanos de Nicolás de Piérola intentaron
contra Augusto B. Leguía. Durante la sacapela sus redactores fueron arrestados y los
talleres destruidos por la plebe.
El diario apareció de nuevo el 2 de agosto de 1910, pese a su línea de oposición al
gobierno de Leguía. En las elecciones de 1912, La Prensa y El Comercio apoyaron
a Guillermo Billinghurst, que finalmente sería elegido presidente. El nuevo presidente fue
nombrado «Primer Obrero del Perú», lo que provocó que los grupos de poder le declararan
la guerra. Finalmente, en 1914, Billinghurst fue derrocado pot Óscar R. Benavides,
apoyado por los hermanos Jorge y Manuel Prado Ugarteche (más tarde Presidente del
Perú) y los partidarios demócratas. Benavides se revolvió luego contra los conspiradores, y
Alberto Ulloa, debido a una persecución por conspiración, huyo del Perú en julio de 1914.
Vocero del Oncenio[editar]
En 1915, Augusto Durand se hace cargo de la dirección del diario, apoyando al
civilista José Pardo. Durand luego fue elegido diputado de Lima, y más tarde embajador
del Perú en Argentina. Se hizo cargo de la dirección del diario el diplomático Carlos Rey de
Castro, en enero de 1917. En las elecciones de 1919, que dieron el triunfo a Augusto B.
Leguía, La Prensa y El Comercio apoyaron al candidato opositor, Ántero Aspíllaga. Ambos
diarios luego pagaron las consecuencias después del cuartelazo que depuso a José
Pardo. El 10 de septiembre, las autoridades de Leguía denunciaron una conspiración
golpista y se ordenó el arresto de los implicados. Ese mismo día, grupos armados
asaltaron las sedes de La Prensa y El Comercio. Al poco tiempo, volvió a circular bajo la
dirección de Luis Fernán Cisneros, pero ya en ese momento Leguía prohibía toda
información contraria a su régimen, con lo que se decidió su venta y adquisición. El 23 de
enero de 1921 la policía desalojo la sede de donde se publicaba el diario y capturó luego al
director y a otros políticos opositores como Víctor Andrés Belaúnde, quienes fueron
deportados a Panamá. Un amigo de Leguía, el colombiano Forero Franco asumió la
dirección editorial y Leopoldo Cortés asumió la dirección política. Durante el gobierno de
Leguía llamado el Oncenio el diario se convirtió en el vocero incondicional de la «Patria
Nueva» del presidente. Durand renunció al cargo de embajador después del golpe y
regresó al país. En 1923 fue apresado y perseguido, muriendo repentinamente a bordo del
barco de guerra que lo trasladaba a Lima.
La cuestión de la propiedad fue resuelta por el gobierno recién en noviembre de 1927 con
una resolución legal que aprobó un contrato de compraventa de La Prensa, S.A. con la
familia Durand por S/. 250.000 y una suma similar por reclamaciones que el diario tenía
pendientes antes de 1921.
La Prensa y Beltrán[editar]
Pedro Beltrán Espantoso,12 propietario de una hacienda relativamente pequeña pero de
alto rendimiento al sur de Lima (Montalván en Cañete) figuró públicamente por primera vez
cuando fue elegido presidente de la Sociedad Nacional Agraria en 1930. Más tarde fue
promotor del Partido Nacional Agrario. Sin embargo, fue apenas un grupo más de los que
surgieron después de una década políticamente abarrotada, y no logró éxito inmediato.
Mientras tanto, el nuevo gobierno de Luis Sánchez Cerro devolvió a los herederos de
Durand la empresa editora La Prensa, S.A. que era, al final del Oncenio de Leguía, un
diario casi agotado ideológicamente. Ignacio Brandariz, un profesional del periodismo
escrito, se hizo cargo del diario en 1931. Varios círculos políticos intentaron revivir el diario.
Fueron los herederos del Partido Civil quienes compraron sus acciones a los Durand.
El diario reapareció el 20 de julio de 1934 con la intención de participar en las elecciones
de 1936 que debían elegir al reemplazante de Óscar Raimundo Benavides. Beltrán lideró
el Partido Nacional Agrario, con Manuel Villarán como candidato presidencial. El APRA, el
partido de mayor fuerza electoral, apoyó la candidatura de Luis Antonio Eguiguren. Las
elecciones dieron el triunfo a Eguiguren, sin embargo, el Congreso, en su mayoría de
antiapristas, decidieron anular los comicios mediante ley N° 8459. Beltrán y su grupo se
retiraron del diario. El Comercio vendió sus acciones a José Quesada Larrea, quien se
postuló como candidato presidencial en 1939, su único rival era Manuel Prado Ugarteche.
Finalmente, resultó elegido Prado.
La dirección fue encargada sucesivamente a Guillermo Hoyos Osores y Eduardo Marisca.
Hoyos apoyó la candidatura de Eloy Ureta en las elecciones presidenciales de 1945, en las
que finalmente salió elegido su rival, José Luis Bustamante y Rivero. Luego de la elección
de Bustamante, Francisco Graña Garland se hizo de la dirección del diario.
El 7 de enero de 1947, Francisco Graña Garland fue asesinado, presuntamente por
fanáticos apristas. Eudocio Ravines dirigió el diario interinamente y desató una campaña
junto con El Comercio y el bisemanario Vanguardia, en contra del régimen pro-aprista.
Beltrán, diputado opositor del régimen, organizó la Alianza Nacional con el intento de
frenar el avance de las reformas emprendidas por el gobierno de Bustamante. La
Prensa se había convertido en el medio que denunciaba la corrupción y el nepotismo en
los cuales el partido aprista (entonces denominado «Partido del Pueblo») estaba
involucrado. Por ello, el gobierno intentó censurar las constantes acusaciones a través de
un proyecto de Ley de Imprenta, que fue finalmente rechazado por Beltrán. Beltrán apoyó
el golpe militar de Manuel Odría en octubre de 1948, lo que confirmó su liderazgo dentro
de la clase agro-exportadora. Beltrán se comprometió con Odría y fue nombrado como
Presidente del Banco Central de Reserva del Perú. El diario, había quedado virtualmente
sin director, aunque Beltrán lo manejaba directamente. Ravines, quien había regresado a
Lima luego de su deportación por el gobierno de Bustamante. En abril de 1950, el gobierno
de Odría detuvo a Ravines nuevamente con el pretexto de una caricatura ofensiva. Beltrán
renunció a la presidencia del Banco Central.
El diario era dirigido aún por Ravines, hasta que finalmente fue reemplazado brevemente
por Carlos Rizo Patrón y finalmente el diario quedaría definitivamente al mando de Pedro
Beltrán, quien logró enviar al personal del diario a capacitación en Nueva York e impuso
una severa disciplina laboral. El novedoso diagramado, los titulares distintos y la excelente
redacción eran una innovación en el periodismo peruano. Beltrán puso en práctica un
sistema de premios agregados al sueldo y de acuerdo a las cifras de ventas. Los
periodistas que trabajaban para el diario ya eran los más pagados del medio. Se atribuye a
Beltrán la introducción al Perú del estilo objetivo y las técnicas de la pirámide invertida,
popularizadas por la Associated Press.
La renovación del diario y su consolidación continuó activamente durante la década de
1950, con la creación del diario vespertino Última Hora que introdujo un léxico vulgar
aunque solamente se usó en los titulares.
Tuvo un suplemento dominical denominado Siete días del Perú y el mundo, que se publicó
separadamente a partir de 1974.
Declive[editar]
En el gobierno de Juan Velasco Alvarado el 27 de julio de 1974, se promulgó el decreto de
expropiación de los diarios. La Prensa debía ser manejada por las comunidades laborales,
pesqueras, mineras, etc. Sin embargo, los diarios eran dirigidos por directores allegados al
gobierno militar. El 28 de julio de 1980, su propiedad fue transferida a los trabajadores
allegados a Pedro Beltrán. Sin embargo, la crisis económica y la competencia con otros
nuevos diarios lo llevó a su cierre.
Su última edición salió a la venta el 27 de julio de 1984, siendo su director Arturo Salazar
Larraín y con apenas cuatro páginas.
El local del diario La Prensa posteriormente fue vendido a la cadena de supermercados
Monterrey en 1986. Tras el colapso de Monterrey en 1993, el local fue vendido a la
indumentaria Topitop, que lo ocupa hasta el día de hoy.
Resurrección como sitio web[editar]
En el año 2012 el nombre y logo de La Prensa comenzaron a ser usados para un sitio web
de noticias, parte del portal Perú.com

Bibliografía[editar]
 Juan Gargurevich Regal, Historia de la prensa peruana, Lima, 1991.
 Alberto Tauro del Pino, Enciclopedia Ilustrada del Perú, Lima 2000.

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