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Oraciones al Espíritu Santo

Oraciones a la Divina
Providencia

Rosario al Espíritu Santo


Señor, abrid mis labios.
y mi lengua cantará vuestras alabanzas:
Dios mío, venid en mi ayuda.
Apresuraos, Señor, a socorredme.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.


Así como al principio, ahora y siempre
Por los siglos de los siglos, Amén.

Venid, divino creador, Espíritu Santo, a


Visitar las almas de los vuestros, y llenad
De vuestra gracia celestial los corazones que
habéis criado.

Vos sois, según la Escritura, el consolador


Don de Dios Altísimo fuente de agua viva
Fuego sagrado, caridad, unión espiritual.

Vos sois el dedo de la diestra de Dios;


El padre eterno os había prometido a la Iglesia y
bajando sobre los Apóstoles los
Hicisteis elocuentes.

Iluminad nuestros sentidos, llenad nuestros


corazones y fortificad nuestra debilidad
Como una virtud inalterable.
Aleja de nuestro espíritu al enemigo, danos
sin demora a gustar nuestra paz y siendo
Vos mismo nuestro guía, haced que evitemos
todo lo que nos pueda dañar.

Danos una vivía fe que nos haga creer en un


Dios en tres personas, a saber: El Padre, el
Hijo y Vos, que sóis el Espíritu procedente
del Padre y del Hijo.

Gloria al Padre Eteno, gloria al Hijo que


resucitó de entre los muertos, gloria al
Espíritu Santo. Así sea.

Se reza cincuenta veces la siguiente:

JACULATORIA

Venid Espíritu Santo a mover los corazones


que nos pueden hacer bien.

Se puede hacer uso del Rosario diciendo en cada


decena en lugar del Ave María, la Jaculatoria, Ven
espiritusanto y en lugar de Padre Nuestro, la siguiente
oración:
El Padre lo ordene, el Hijo lo disponga y el
Espíritu Santo aplaque los corazones que
estén en contra nuestra.

VENI SANCTE ESPIRITUS

Ven espíritu Santo, y de tu luz envía al Ala que te


ansía un rayo bienhechor. ¡Padre del desvalido,
dador del bien!, ¡desciende y el corazón
enciende en el plácido fulgor!

Consolador supremo, dulce huésped del alma.


¡Oh venturosa calma! A consolarnos ven.

Descanso a la fatigada templanza en los ardores


y del llanto y los dolores, solaz eres también.

¡Oh llamada bienhechora! ¡Inunda con sus


dones los fieles corazones que anhelan solo a ti!

¿Qué valen sin tu ayuda los débiles mortales?


Sin Ti, miseria y males en ellos siempre vi.
Las manchas viles lava, al árido da riego y sana,
yo te ruego, mi herido corazón.

Mi nieve en fuego torna, doblega mi esperanza,


mis pasos enderezan los que torcidos van.
La gloria de tus dones da a tus fieles, eterna
bendición paterna, rogámoste también.

Inspírales virtudes, sus obras perfecciona y de


inmortal corona circúndales la sien.

ORACIÓN.

Rogámoste, Señor, por el feliz estado de la Santa


Iglesia y prelados de ellas, por las intenciones
del Sumo Pontífice, la exaltación de la Santa Fe
Católica, paz y concordia entre los príncipes
cristianos, conversión de los infieles, herejes y
pecadores, por nuestros parientes, bienhechores,
amigos y enemigos, por los agonizante,
caminantes y navegantes, por las benditas almas
del purgatorio y demás piadosos fines de nuestra
santa madre iglesia. Así sea.

OFRECIMIENTO PARA GANAR LAS


INDULGENCIAS.

Dignaos, Señor, por los infinitos méritos de


vuestra Pasión y Muerte, por los de la Santísima
Virgen María y de todos los Santos, hacedme
partícipe de las gracias con que habéis
enriquecido a vuestra iglesia.
Es mi intención ganar todas las indulgencias
que esta concede, por las oraciones y bunas
obras que haga en este día. Las ofrezco con
la intención de la Santísima Virgen María,
por las necesidades mías y de mis prójimos y
por las benditas almas del purgatorio
AMEN.

ORACIÓN

Que los miembros de la familia del Espíritu


Santo Procuraran rezar cada mañana en
acción de GRACIAS

Oh! Espíritu Santo, has que todos los que


pertenecemos de una manera especial.
Formando tu familia amada, siendo tus
Apóstoles, te amemos cada día más, y te
hagamos amar de miles de almas hasta
nuestro último suspiro.
Amen.

El Itmo. Sr. Dn Simeón Pereira y Castellón concede 40


días de indulgencias al que rezare esta devoción diría.
Obsequio de una devota por un favor recibido

ORACIONES Y LETANÍAS AL LA
DIVINA PROVIDENCIA

ORACIÓN

Divina Providencia, que riges los destinos


del mundo, sin cuya voluntad no se mueve
una hoja del árbol y cuya solicitud viste a
los lirios del campo y no desampara ni al
más pequeño gusano; míranos con ojos de
misericordia y guárdanos c siempre bajo tu
paternal cuidado.

Derrama sobre nosotros y sobre los


nuestros presentes y ausentes, sobre nuestro
hogar, sobre nuestra familia, sobre nuestra
casa, sobre nuestros bienes, proyectos y
trabajos la eficacia de sus bendiciones y
favores.

Danos el pan, el techo, el abrigo y la salud,


provee a todas nuestras necesidades del
cuerpo y del alma.
Conserva la unión, la paz y la tranquilidad
entre nuestra familia, procúranos el trabajo
honrado, suficiente para satisfacer las
necesidades nuestra y las de aquellos que
nos han confiado. Apártanos del mal;
defiéndenos de los peligros, protégenos
nuestro hogar. Presérvanos del pecado.
Asístenos a toda hora, principalmente en el
trance en la muerte. Guanos en la vida y
más tarde en la eternidad.
Amen.

Señor, ten misericordia de nosotros.


Cristo, ten misericordia de nosotros.
Señor, ten misericordia de nosotros.
Cristo óyenos
Cristo atiéndenos.
Dios, padre de los cielos, cuya providencia
todo lo gobierna.
Dios, hijo redentor del mundo, Buen Pastor
de las ovejas.
Dios, Espíritu Santo, aliento de los que
languidecen.
Un solo Dios, Trinidad Santa, Providencia
Invariable.
Divina Providencia, creadora y gobernadora
de todas las cosas.
Divina Providencia, obradora de grandes
maravillas.
Divina Providencia, sumamente buena e
inmensa.
Divina Providencia, por la que vivimos, nos
movemos y existimos.
Divina Providencia, única esperanza y salud
nuestra.
Divina Providencia, fuente e todos los bienes.
Divina Providencia, a quien nada es
imposible.
Divina Providencia, protectora de los
desamparados.
Divina Providencia, que no abandona jamás.
Divina Providencia, fortaleza de los flacos.
Divina Providencia, amparo nuestro
Divina Providencia, reparadora de las
injusticias.
Divina Providencia, vida y protección
nuestra.
Divina Providencia, de donde emana todo
consuelo.
Divina Providencia, auxilio de los
necesitados.
Divina Providencia, piloto de los navegantes.
Divina Providencia, espíritu de vida.
Divina Providencia, pan de los hambrientos.
Divina Providencia, para quien nada hay
oculto.
Divina Providencia, dadora de todas las
cosas.
Divina Providencia, muy suficiente y
consoladora.
Divina Providencia, defensora de los
desvalidos,
Divina Providencia, que calma todas las
angustias.
Divina Providencia, que no desoyes nunca a
los que en ti confían.
Divina Providencia, misericordia infinita.

ANTÍFONIA

No hay Dios semejante a Ti, Señor, y no le


ahí según tus obras; tus ojos están sobre los
justos y sobre aquellos que esperan en tu
misericordia.
V – Deja tus cuidados en el señor y el
mismo te alimentará
R - Y de todas tus tribulaciones te salvara.
Divina Providencia.
V- Del modo que el Padre se compadece de
sus hijos se compadeció e Seños de los que
le temen.
R - Porque el mismo conoció la debilidad
de nuestra naturaleza.

ORACIÓN.

Oh! Dios cuya Providencia en sus


disposiciones no se engañan; te pedimos
confiados que apartes lo que nos ha de
dañar y nos concedas lo que nos ha de
aprovechar. Por nuestro Señor Jesucristo,
Hijo tuyo, que contigo y el Espíritu Santo
vive y reina; Dios por todos los siglos de los
siglos. Amen.

Tu Divina Providencia se extiende a cada


momento para que nunca nos falte Casa,
Vestido y Sustento.
ORACIÓN A LA DIVINA PROVIDENCIA

Providencia de Dios, Providencia del


Eterno Misericordiosísimo, que has
provisto, provees y proveerás; provee por
nosotros, Oh! Santísima Trinidad, en
nuestra común y privada necesidad, OH!
Santísima Trinidad, así lo creo, así lo
espero, así será, cúmplase en todo tu
santísima voluntad.

Gloria al Padre, etc.

Providencia de Dios, ayúdanos, María y


José, socórrenos (Se dicen diez veces).

Se reza cinco credos, diciendo antes de cada credo.

Ave sangre de piedad, todo amor y caridad


por el costado abierto de Jesucristo,
socorredme en esta gran necesidad.
ORACIÓN A JESÚS NAZARENO

Entra Jesús, entra en mi hogar y bendice


uno por uno todos los seres que me son
queridos, y haz que disfruten en la paz
redentora. Aléjanos, con tu santa mirada de
todo cuanto pueda perjudicarnos y
quitarnos la tranquilidad. Derrama tus
fluidos divinos en nuestras almas para que
podamos comer el pan que Tú nos das sin
amargura, y de todo cuento pueda dañarnos
líbranos Jesús con tu grandísimo poder.

Estas son mis súplicas, adorado Nazareno,


así recoge como Padre amoroso la petición
del hijo (hija) que te llama.
Amén.

UN CREDO.

Para que se rece diariamente en todos los


hogares.

(Licencia de la autoridad Eclesiásticas).

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