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Apoyar o condenar

La polémica en la clonación terapéutica.

Por: Juan Carlos Paste Carrión

Generalmente se conoce a la clonación como el acto de obtener a un individuo con


similares características al original, por medio del material genético que contiene una
célula, algo que ha causado gran controversia en el mundo desde su descubrimiento. Pero
esta no es la única finalidad de este proceso ya que también se desea lograr obtener la
aprobación de parte del mundo para ser usado de forma terapéutica, es decir, que tiene la
finalidad de curar una enfermedad o de aliviar las molestias presentes en el cuerpo
humano.

Los inicios de esta ciencia se remontan desde 1950 año en el cual se clonaron los
primeros animales vivos que fueron los sapos, con el mismo procedimiento en el año
1997 se logra la clonación de la oveja llamada Dolly, para más adelante en el año 2001
mediante un anuncio de Advanced Cell Technologies, un laboratorio biotecnológico, se
confirma la clonación del primer embrión humano el cual fue destruido pocos días
después debido a que todos estos actos eran y aún son cuestionados por investigadores y
rechazados por muchos países, “La utilización de la clonación para la replicación de seres
humanos es éticamente inaceptable y contraria a la integridad humana y la moralidad”
(Asamblea Mundial de la Salud, 1997).

¿Y a qué se debe esta disputa mundial por la clonación?

El proceso de la clonación empieza con la obtención de un óvulo que tras ser desactivado
su núcleo, (parte de la célula que controla la expresión genética) este se fusiona con una
célula adulta, que contiene el nuevo código genético de quien se desea el clon, la cual
absorberá las proteínas provenientes del ovulo y mediante la influencia de un campo
microelectrónico para estimular su actividad estas células fusionadas lograrán lo que se
conoce como división celular, un proceso que propiamente se da en el útero, pero que en
este caso es interrumpido debido al ambiente controlado en el que se lo realiza y se decide
si será usado con fin reproductivo o terapéutico.

Este nuevo producto lleva el nombre de blastocito en el cual microscópicamente se puede


observar una masa que si se encontrara en su ambiente natural (útero) sería el feto rodeada
por una cubierta que vendría a ser la placenta. Esta pequeña masa es el centro de todo este
proceso ya que tiene la capacidad de formar parte de cualquier tejido y de reproducirse
por sí misma, es por ella que existe el debate ético - moral sobre practicar o no la
clonación, (Puente & Serrano, 2006)

Actualmente este proceso se encuentra prohibido y bajo pena de ley por cual sea el motivo
que se lo practique en países como Chile y Perú, sin embargo es aceptada en otros como
Australia e Inglaterra siempre y cuando esta se persigan fines médicos no reproductivos,
pues se corre el peligro de la autodegradación social en casos como la comercialización
de genes, o promover el uso comercial del útero.

Analizando este tema desde el contexto social, es prudente relacionarlo con el ámbito
religioso ya que de esta forma se puede evidenciar cual es la postura que adoptan los
grandes fragmentos mundiales divididos por creencias y posturas sociales.

El Islam la cual aprueba el progreso y la investigación científica reconoce como ser


humano a un embrión 120 días después de ser concebido o implantado en caso de ser
reproducción asistida pues se cree que si un feto aún no tiene ese tiempo de vida este no
tiene alma.

Esta religión tiene una opinión dividida entre sus corrientes chiíes y suníes en una
instancia, se niega rotundamente la clonación reproductiva en ambas debido a los
complejos problemas sociales que esta traería, pero es aceptada con escepticismo sólo la
clonación terapéutica y totalmente aquella practicada en plantas y animales mientras estos
últimos sean tratados de forma adecuada y libre de violencia.

El hacer uso de este método terapéutico en humanos y de investigación en organismos


tanto animales como vegetales no pone en duda su fe debido a que se cree en que si se
tienen la habilidad de hacer o realizar algo, su deidad es quien permitirá que las cosas se
den.

La religión Católica considera como “hombre” a la existencia de un ser clonado desde el


primer día de su concepción y este se encuentre en estado embrional.

“En el método la forma más despótica y, a la vez, en el fin, la forma más


esclavizante de manipulación genética; su objetivo no es una modificación
arbitraria de la sustancia hereditaria, sino precisamente su arbitraria fijación en
oposición a la estrategia dominante en la naturaleza” (Jonas, 1997).

Dice un documento titulado “Reflexiones sobre la clonación”, redactado por el vaticano


defendiendo su postura ante el proceso de clonación humana reproductiva pues acusa a
la clonación de ser un método que de no ser controlado estrictamente este pudiera
realizase fuera de la ley haciendo caso omiso de las prohibiciones mencionadas en el
contexto general antes mencionado, y en cuanto a su rama terapéutica la asimila como
esclavizante pues se impide el nacimiento de una vida y se lo usa como instrumento tanto
al feto que no ha cumplido con su propósito natural, como a la mujer que dio su óvulo
para dicho fin.

“Es la mirada de quien no pretende apoderarse de la realidad” (Evangelium vitae, 83).

La religión católica es muy conservadora, y en cuanto se refiere a la clonación en


humanos condena su investigación y proceder ya que se estaría usando al ser humano
como una fuente de piezas en un estudio dentro de una ciencia que se presume no tiene
valores y que comprende un compromiso moral que debe traducirse también en términos
culturales, sociales y legislativos.

Por lo demás al igual que en la religión del Islam, la clonación tiene un campo abierto en
cuanto se refiere al estudio dentro de plantas y animales, manteniendo la obligación de
respetar la biodiversidad

Religiones como el Judaísmo y el Hinduismo permiten la clonación en plantas o vegetal


para el desarrollo biotecnológico, en forma diferenciada de opinión dentro de cada
religión se acepta también aquella de estudio animal pero ambas siguen mantenido la idea
de que la clonación humana de cualquier tipo es un hecho antinatural.

La clonación es mucho más que la terrible idea antiética y antinatural de jugar a ser Dios
pues en una instancia el fin del embrión clonado es desarrollarse y ser adulto (ser humano
potencial) mientras que en otra este se usará como método terapéutico para lograr mejorar
la calidad de vida de una persona enferma de gravedad o curarla, el objetivo que se
persigue en esta rama de la clonación es obtener células madre de una persona a partir el
embrión clonado para a partir de ellos formar tejidos u órganos usados para el tratamiento
de enfermedades como la diabetes, el Parkinson y las afecciones cardiacas. (Williams,
2004)

El uso de este medio como terapia está orientado a ayudar a métodos diferentes a la
clonación terapéutica pero que persiguen un mismo fin como lo es la terapia basada en
células madre obtenidas de otro ser humano, es decir, se habla se células pertenecientes a
otra persona que hace algunos años no se sabía que estaban presentes también en adultos.

Se pretende que estas células sean donadas sin fin de lucro y solo para uso en tratamiento
de pacientes con grado de consanguinidad del donador para que sigan un proceso y luego
intentar dar paso a la curación de la persona que las recibirá, pero ¿por qué no se usa este
método y se deja de lado la polémica de la clonación?.

El peligro latente en el uso de células madre obtenidas de la medula ósea en un adulto,


corren en mayor parte el riesgo de rechazo por que estas no pertenecen al mismo código
genético al que serán sometidas en su huésped, además de provocar otro tipo de
alteraciones a su receptor como dar origen tumores debido a que estas células no poseen
la facilidad de como asi decirlo amoldarse como la que tienen aquellas de origen
embrionario.

Estos riesgos en teoría puede evitarse (aunque no únicamente) mediante el uso de células
madre embrionarias obtenidas por clonación terapéutica pues estas al ser jóvenes no
presentarán problemas al amoldarse a la hora de formar parte de algún tejido y por ser
producto del mismo código genético que el de su huésped no serán rechazadas por el
cuerpo.

“Uno de los más significativos, que mereció la atención de los medios de


comunicación de todo el mundo, fue el de la obtención de células nerviosas
inmaduras a partir de células madre de médula ósea de seres humanos. Más
reciente, se ha conseguido obtener células óseas y cartilaginosas a partir de células
madre de grasa humana extraída por liposucción.” (González, 2007)

La extracción de células madre en la actualidad ya no es propia del desarrollo


embrionario, los conocidos padres de la reprogramación celular John B. Gurdon
(británico) y Shinya Yamanaka (japonés) ganadores del nobel de medicina en 2012 tras
40 años de investigación lograron descubrir la hoy conocida como reprogramación
celular.

Esta nueva técnica descubierta por el estudio en roedores permite tomar una célula
madura de cualquier tipo y convertirla en una célula madre joven que al igual que una
embrionaria, tiene la capacidad de convertirse en cualquier órgano o tejido, es decir que
en teoría ya no se considera una nueva vida pues esta “implica la manipulación de células
madre adultas, presentes en la médula espinal, en la piel y en distintas mucosas del cuerpo
humano” (Sagols, 2004), dejando de lado el debate moral sobre si se niega o no el derecho
a la vida al hablar de un embrión al pensar que lo humano quedaría reducido a la calidad
de cosa.

Frente a la realidad de los hechos presentados dentro de la moral religiosa y en base a las
justas prohibiciones sociales dentro de la decisión de cada gobierno hechas para no
menoscabar la dignidad del ser humano, se asume que la mayoría del mundo desaprueba
la clonación con fines reproductivos.

Esta podría ser útil en el fin de obtener más conocimientos para heredar a futuras
generaciones pues la idea de obtener otro ser con similares características físicas no es
necesaria ni útil, solo generaría incomodidad.

Como es conocido todas las fases de este proceso llamado clonación en el campo
terapéutico se encuentran aún en estudios para ser mejorado y aunque ya se ha superado
la brecha en cuanto se refiere al principio social-religioso de sacrificar una vida o
someterla a esclavitud, este se ve aletargado en su avance debido a las implicaciones
históricas que el mundo recuerda con un asombro y angustia ya que a lo largo de la
historia se ha probado que el poner demasiado poder mediante el conocimiento en las
manos de los seres humanos podría llevarnos a la autodestrucción (bomba atómica).

Bibliografía
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