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Existe una tarea primordial en el desempeño y misión del maestro, el fin último es
enseñar, educar, trasformar vidas, construir personalidades y cambiar la vida de
sus estudiantes, quienes buscan en la educación desarrollar su capacidad para
trasformar su vida y mejorar el entorno en que vive.
Esta tarea no puede ser lograda sin el ejercicio inteligente y creativo del maestro,
quien asume su rol con un estilo personal, es como si reconociera que existen
particularidades en su modo de ser y de pensar desde allí puede construir su
particular estilo de enseñar de llevar a sus estudiantes por el apasionante mundo
del conocimiento y el desarrollo de su personalidad; cada maestro debe identificar
como tarea principal conocerse a sí mismo, es la manera de afinar su capacidad
de desempeño, saber sus fortalezas sus limitaciones de tal manera que ese
conocimiento de sí mismo le permite desarrollar un estilo personal.
Para poder encontrar ese estilo debe reconocer lo que es propio de sí mismo de
su manera de ser y de pensar y lo que ha aprendido de sus maestros, en este
sentido podrá integrar las dos experiencias la suya propia y la que pudo aprender
de sus maestro, pero en ultimas cada maestro debe construir su rol propio. Para lo
cual es muy importante conocer a sus estudiantes, su hábitat cultual, su modo de
vivir, sus expectativas y sus problemas cotidianos, de igual manera es importante
conocer la experiencia de los padres de sus estudiantes y de sus colegas
docentes, este conocimiento permite realmente construir una gran experiencia
como maestro.
Debe tratar a cada niño desde su individualidad, como persona única, el maestro
debe guiar de manera directa o indirecta, es decir puede dar las orientaciones
directas sobre una actividad en clase o puede interferir en una situación de la
clase para que surjan nuevas actividades de aprendizaje entre los niños de su
curso, puede influir en el comportamiento de los niños hablando, enseñando,
demostrando guiando acciones directas para logros específicos.
Los medios verbales son efectivos para la intervención directa, para ello se
recomienda uso eficaz de voz, hablar lenta y claramente, dar pocas órdenes y que
estas sean claras y breves, dar opciones y redirigir con eficacia cuando observa
que no se hacen las acciones adecuadas.
Respecto a los medios físicos para intervenir pueden ser técnicas tales como
ayudar, guiar, apoyar, castigar, muy efectivas para el desarrollo lingüístico de los
niños pequeños.
No podemos pasar por alto los medios afectivos, son guías de valor significativo
porque generan vínculos afectivos entre el maestro y el estudiante, son detalles
como una sonrisa, gestos de aprobación, elogios o todas las acciones que puedan
generar un vínculo directo con aspectos emocionales guiados por las
interacciones entre estudiante y docente.
Todo niño que ingresa al sistema educativo, sobre todo en el preescolar, enfrenta
una ruptura con su cómoda vida familiar, pues en casa sus padres lo protegen, lo
escuchan, lo consienten y le brindar una cierta seguridad propia de padres
cuidadosos y protectores de sus hijos, sin embargo el ingreso al preescolar
supone una ruptura traumática para los niños a temprana edad, y justo en este
momento es que se requiere maestros atentos y muy hábiles para entender los
cambio que el niño enfrentará, pues representa una nueva experiencia en su vida
y un cambio del ambiente cotidiano que vive en su casa con su familia; aquí es la
oportunidad para un trato amable, generador de confianza y muy comprensivo
para los niños recién llegados a un nuevo mundo de interacciones con sus nuevos
amigos y sus maestros. En esta etapa es clave que el maestro o maestra estén
atentos a las actitudes del niño, lo que le permite ir ajustando sus actividades para
dar seguridad y crear un ambiente más ameno para sus estudiantes que acaban
de ingresar a una nueva experiencia de interacciones y de aprendizaje.
Los de construcción, pueden ser los bloques y rompecabezas con los cuales los
niños pueden descubrir el equilibrio, peso, altura y profundidad de los objetos. Con
los bloques se inician en el cálculo del espacio, distancia y gravedad, aquí el rol
del maestro es sencillo, solo debe garantizar que haya suficientes y sean bien
usados por los niños para evitar conflictos por el acceso a los bloques y cubos.
También caben aquí los rompecabezas como materiales de construcción.
El nuevo entorno del niño supone una organización y unas reglas básicas para
garantizar la convivencia y el orden en el grupo, tal vez los niños vienen de recibir
una disciplina propia de su hogar, en algunos casos puede ser más estricta que en
otros, pero aquí en el nuevo ambiente deben ser reglas estándar para todos, de
cumplimiento obligatorio, pues es el inicio de la formación para la convivencia y la
ciudadanía, en ese sentido el maestro debe ser muy equilibrado a la hora de
definir unas reglas básicas de comportamiento, pues además de definirlas, debe
hacerlas cumplir por todos. Aquí el rol del maestro es atender a las reacciones de
los niños frente a las normas y reglas y dialogar con ellos para identificar la
importancia de cumplir con esas normas, estos lo que conocemos como disciplina
cuestión de gran interés para los primeros años de la vida escolar.
Es necesario conocer a los niños, saber sus reacciones, sus intereses sus
particularidades, eso permitirá que el niño pueda resolver sus conflictos y no crear
conflictos nuevos. Debe planear cuidadosamente para lograr un espíritu de
autoevaluación y cooperación grupal.