Primer misterio gozoso: La Encarnación del Hijo de Dios.
«El ángel pronunció las siguientes palabras: No tengas miedo, María, porque tienes la gracia de Dios: criaras en tu seno y darás a luz, un hermoso hijo, al cual llamarás Jesús. Poco después María dijo: He aquí la esclava del Señor, se haga en mi según la palabra de Dios».
Segundo misterio: La Visitación de Nuestra Sra. a su Prima Santa Isabel
«En el momento que Isabel escuchó el saludo de María, el niño saltó de alegría, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y diciendo en voz alta, exclamo: ¡Bendita seas entre todas las mujeres y bendito sea el fruto dentro de tu vientre! ¿De dónde merezco yo tanta gratitud, que me visita la madre de mi Señor?».
Tercer misterio: El Nacimiento del Hijo de Dios en Belén
«Ya en Belén, llegó a María la hora de traer al mundo a su Hijo; lo recubrió con pañales y lo colocó en un pesebre, porque no había espacio dentro de la posada».
Cuarto misterio: La Presentación del Niño Jesús en el Templo
«Al cumplirse los días de la purificación, llevaron al Niño Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor, y también para hacer una pequeña ofrenda: dos tórtolas, según la Ley del Señor».
Quinto misterio: Jesús Perdido y Hallado en el Templo
«Todos los años José y María van a Jerusalén por la festividad de la Pascua. Cuando Jesús tuvo doce años, fue con ellos a la fiesta y al volver, pasados unos días, en Jerusalén, se quedó el Niño Jesús. Sus padres desconocían donde se encontraba su hijo. A los tres días, le localizaron en el Templo, situado en medio de los maestros, él se limitaba a escuchar y a preguntar; todos los sabios, se quedaron sorprendidos por su inteligencia y sus respuestas».
Misterios Dolorosos (martes y viernes)
Primer misterio: La Oración de Nuestro Señor en el Huerto Jesús se dirigió a un huerto, llamado Getsemaní, y pronunció a sus discípulos las siguientes palabras: «Sentaos aquí hermanos mientras voy a rezar». Ahí mismo tomando la mano de Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, empezó a sentir pena y preocupación. Poco después les dijo: «Mi alma está muy triste hasta el punto de morir; quedaros conmigo y velad». Se adelantó un poco y suavemente puso su rostro sobre la tierra, y suplicando: «Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú».
segundo misterio: La Flagelación del Señor
Entonces Poncio Pilato agarró a Jesús y ordenó azotarle. Los soldados tejieron una corona de espinas, se la colocaron en la cabeza y le cubrieron con un manto de color púrpura; la multitud se acercaba a él, diciéndole: «Salve, Rey de los judíos». mientras le pegaban bofetadas».
Tercer misterio: La Coronación de Espinas
Los soldados del procurador trasladaron a Jesús al palacio, poco después toda la cohorte se congregó alrededor de él. Fue desnudado y le pusieron encima un manto color púrpura con una corona de espinas trenzada sobre su propia cabeza, con una caña en la mano derecha, mientras doblaba la rodilla. La gente se burlaba de él diciendo: «Salve, Rey de los judíos».
Cuarto misterio: El Camino del Monte Calvario
«Y a uno que pasaba por allí lo obligaron, a Simón de Cirene, que volvía de trabajar del campo, el padre de Alejandro y de Rufo, para cargar con su cruz. Lo llevaron al sitio del Gólgota, que significa de la Calavera».
Quinto misterio: La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor
«Más llegar a la «La Calavera», fue crucificado al lado de dos ladrones, uno a su derecha y el otro a su mano izquierda. Jesús Cristo decía: «Padre, perdónales, no saben lo que hacen» … Era mediodía cuando, el sol se eclipsó, la oscuridad duró hasta la media tarde. El velo del Santuario se rompió por el medio y Jesús, dijo gritando: «Padre, mi espíritu lo pongo en tus manos» y una vez dicho esto, murió».
Misterios Gloriosos (miércoles y domingo)
Primer misterio: La Resurrección de Nuestro Señor «Hubo un gran terremoto, desde el Cielo descendió un ángel de nuestro Señor, se acercó, movió la piedra y se posó sobre la misma. Los guardias se quedaron paralizados con mucho miedo. El mismo ángel dijo a las mujeres: Vosotras no tengáis miedo; ya sé que estáis buscando a Jesús, que fue crucificado. Nuestro Señor ha resucitado, por eso no lo vais a encontrar aquí».
Segundo misterio: La Ascensión de Jesús a los Cielos
«Fueron muy cerca de Betania, levantó las manos bendiciendo a todos. Poco a poco se fue alejando mientras ascendía al Cielo. Ellos volvieron a Jerusalén con gran alegría y a partir de entonces empezaron adorarle».
Tercer misterio: La Venida del Espíritu Santo
«Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos los discípulos de Jesucristo reunidos y de repente hubo un ruido como un fuerte viento, llegado del Cielo, que entró por la toda la casa. Unas lenguas de fuego salieron y se posaron sobre cada uno de los discípulos, todos fueron bendecidos por el Espíritu Santo; allí mismo, empezaron a hablar en diferentes lenguas inspirados por el mismo Espíritu Santo».
Cuarto misterio: La Asunción de Nuestra Madre a los Cielos
«Me llamarán bienaventurada por todos los pueblos porque grandes obras ha creado el Señor en mí». «La Santísima Virgen María, una vez que alcanzó el curso de su vida y plenitud en la tierra, a la gloria del Cielo fue llevada en cuerpo y alma, en donde ella ayudó en la gloria de la Resurrección de su Hijo, participando en la resurrección de todos los miembros de Cristo».
Quinto misterio: La Coronación de María como Reina de los Cielos
«Desde el Cielo llegó una gran señal: una mujer, vestida como un sol, debajo de sus pies había una luna, y sobre su cabeza una bonita corona con doce brillantes estrellas». «Al final la Virgen inmaculada, se liberó de todo pecado, una vez que acabó el curso de su vida terrenal, alcanzando la gloria del cielo y como Reina del universo fue al trono junto al Señor, para ser conformada más plenamente a su Hijo Jesucristo, Señor de los Señores y del pecado y de la muerte vencedor».
Misterios Luminosos (jueves)
Primer misterio: El Bautismo en el Jordán «Jesús fue Bautizado, poco después salió del agua; se entreabrió el Cielo y observó como el Espíritu de Dios descendía en forma de tórtola o paloma , se acercaba hacia él. Una voz que venía desde el Cielo decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco».
Segundo misterio: La Autorrevelación de Jesús en las Bodas de Caná
«Al tercer día hubo una boda en un pueblo de Galilea conocido como Caná. La madre de nuestro señor, con Jesús y sus discípulos también estaban invitados a la celebración. El vino se terminó, y María dijo: «Ya no queda más vino». Jesús respondió: «Mujer, ¿por qué me lo dices a mí? Aún no ha llegado mi hora». Así que María le dijo a los que estaban sirviendo: «Haced lo que Jesús os diga». «Allí mismo había 6 tinajas, con agua que los judíos usaban para hacer ceremonias de purificación. Cada tinaja tenía entre sesenta y setenta litros de capacidad. Jesús les dijo a los sirvientes: «Llenar completamente estas tinajas con agua». Todas se llenaron hasta arriba, y les dijo: «Ahora saquen un poco y denselo al responsable de la fiesta». Así lo hicieron, y el encargado de la fiesta comprobó que el agua que había transformado en vino, sin saber como. Lo único que sabían los sirvientes es que habían sacado agua de la tinaja». «El responsable de la boda llamó al mismo novio y le dijo: «Primero se reparte el mejor vino, y después que los invitados hayan bebido mucho, se reparte vino corriente. Pero te has guardado el mejor vino hasta ahora». Este fue el primer milagro que realizó Jesús en el pueblo de Caná en Galilea. Demostrando su gloria, desde entonces sus discípulos creyeron en Jesús».
Tercer misterio: El Anuncio del Reino de Dios Invitando a la Conversión
«El tiempo ha terminado y está próximo el Reino de Dios; convertiros y creer en el Evangelio».
Cuarto misterio: La Transfiguración
«Después de seis días, Jesús habló con Pedro, Santiago y Juan en un monte alto. Y delante suya el rostro de Jesús se tornó deslumbrante como el sol y su vestimenta se volvió blanca como la misma luz».
Quinto misterio: La Institución de la Eucaristía
«Durante la cena, Jesús tomó un pan en sus propias manos, y mientras lo estaba partiendo dio gracias a Dios ofreciendo una parte a cada uno de sus discípulos, diciendo: «Tomad, comed, esto es mi cuerpo». Después con sus manos alzó una copa, y dando gracias a Dios fue pasando por cada uno de ellos, diciendo: «Bebed todos de esta copa, porque es mi sangre, con la que se confirma el pacto, la cual en favor de muchos es derramada para que sus pecados sean redimidos».