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¿Qué es el conductismo?

El conductismo es una corriente de la Psicología que se centra en el estudio de


las leyes comunes que determinan el comportamiento humano y animal. En su
origen, el conductismo tradicional deja de lado lo intrapsíquico para
focalizarse en la conducta observable, es decir, prioriza lo objetivo por encima
de lo subjetivo. Esto opone el conductismo a planteamientos previos como
los psicodinámicos y los fenomenológicos. De hecho, desde la perspectiva
conductista aquello que solemos entender como "mente" o "vida mental" es tan
solo una abstracción de lo que realmente debería estudiar la psicología: los
vínculos entre estímulos y respuesta en contextos determinados.
Los conductistas tienden a concebir a los seres vivos como “tabulas rasas”
cuya conducta está determinada por los refuerzos y castigos que reciban más
que por predisposiciones internas. El comportamiento, por tanto, no depende
principalmente de fenómenos internos, como los instintos o los pensamientos
(que no dejan de ser, por otra parte, conductas encubiertas) sino más bien del
entorno, y no podemos separar ni la conducta ni el aprendizaje del contexto en
que tienen lugar.
De hecho, aquellos procesos que ocurren en el sistema nervioso y que para
muchos otros psicólogos son la causa de cómo actuamos, para los conductistas
no son más que otro tipo de reacciones generadas a través de nuestra interacción
con el entorno.

El concepto de "enfermedad mental" visto por los


conductistas
Los conductistas a menudo han sido vinculados al mundo de la psiquiatría por su
utilización del método experimental para obtener conocimientos, pero esta
asociación no es acertada, ya que en muchos aspectos, los conductistas se
diferencian claramente de los psiquiatras. Una de estas diferencias es la oposición
del conductismo al concepto de enfermedad mental.
Desde esta filosofía aplicada a la psicología, no pueden existir conductas
patológicas, ya que estas son juzgadas siempre según su adecuación a un
contexto. Mientras que las enfermedades deben tener causas biológicas
relativamente bien aisladas y conocidas, los conductistas señalan que no hay
suficiente evidencia a favor de la existencia de estos biomarcadores en el caso de
los trastornos mentales. Por consiguiente, se oponen a la idea de que el
tratamiento de problemas como las fobias o el TOC deba centrarse en
psicofármacos.

Conceptos básicos del conductismo


A continuación definimos los principales términos de la teoría conductista.

1. Estímulo
Este término se refiere a cualquier señal, información o evento que produce una
reacción (respuesta) de un organismo.

2. Respuesta
Cualquier conducta de un organismo que surge como reacción a un estímulo.

3. Condicionamiento
El condicionamiento es un tipo de aprendizaje derivado de la asociación entre
estímulos y respuestas.

4. Refuerzo
Un refuerzo es cualquier consecuencia de una conducta que aumenta la
probabilidad de que ésta vuelva a darse.

5. Castigo
Opuesto al refuerzo: consecuencia de una conducta que disminuye la
probabilidad de que vuelva a darse.

Wundt: el nacimiento de la Psicología


Experimental
Wilhelm Wundt (1832-1920), considerado por muchos “el padre de la
Psicología”, sentó las bases de lo que acabaría siendo el conductismo. Creó el
primer laboratorio de Psicología científica y utilizó de forma sistemática
la estadística y el método experimental para extraer reglas generales sobre el
funcionamiento de los procesos mentales y la naturaleza de la conciencia.
Los métodos de Wundt dependían en gran medida de la introspección o
autoobservación, técnica en la que los sujetos experimentales proporcionan datos
sobre su propia experiencia.

Watson: la Psicología vista desde el conductismo


John Broadus Watson (1878-1958) criticó el uso de la metodología
introspectiva de Wundt y sus seguidores. En una conferencia en 1913 que se
considera el nacimiento del conductismo, Watson afirmó que para ser
verdaderamente científica la Psicología debía centrarse en la conducta
manifiesta en lugar de en los estados mentales y conceptos como “conciencia” o
“mente”, que no podían ser analizados de forma objetiva.
Watson también rechazaba la concepción dualista que separaba el cuerpo y la
mente (o el alma) y planteaba que la conducta de las personas y la de los
animales debía ser estudiada del mismo modo ya que, si se dejaba de lado el
método introspectivo, no había una diferencia real entre ambas.
En un conocido y controvertido experimento Watson y su ayudante Rosalie
Rayner consiguieronprovocar una fobia a las ratas a un bebé de nueve meses
(“el pequeño Albert”). Para ello emparejaron la presencia de la rata con sonidos
fuertes. El caso del pequeño Albert demostró que la conducta humana no sólo es
predecible sino también modificable.

 Artículo relacionado: “Los 10 experimentos psicológicos más perturbadores


de la historia”

La caja negra
Para Watson los seres vivos somos “cajas negras” cuyo interior no es
observable. Cuando los estímulos externos llegan a nosotros damos respuestas en
consecuencia. Desde el punto de vista de los primeros conductistas, si bien se dan
procesos intermedios dentro del organismo, al ser inobservables deben ser
ignorados al analizar el comportamiento.
Sin embargo, a mediados del siglo XX los conductistas matizaron esto y, sin
desdeñar la importanca de los procesos no onservables directamente que ocurren
en el interior del cuerpo, señalaron que la psicología no necesita dar cuenta de
ellos para aportar explicaciones sobre las lógicas que rigen la conducta. B. F.
Skinner, por ejemplo, se caracterizó por dar a los procesos mentales exactamente
el mismo estatus que la conducta observable, y por concebir el pensamiento
como conducta verbal. De este autor hablaremos más adelante.
Algunos neoconductistas como Clark Hull y Edward Tolman sí incluyeron
procesos intermedios (o variables intervinientes) en sus modelos. Hull incluía el
impulso o motivación interna y el hábito, mientras que Tolman afirmaba que
construimos representaciones mentales del espacio (mapas cognitivos).
Watson y el conductismo en general fueron influidos de forma clave por dos
autores: Ivan Pavlov y Edward Thorndike.

Condicionamiento clásico: los perros de Pavlov


Ivan Petrovich Pavlov (1849-1936) era un fisiólogo ruso que se dio cuenta,
mientras realizaba experimentos sobre secreción de saliva en perros, de que los
animales salivaban de forma anticipada cuando veían u olían la comida, e
incluso simplemente cuando se acercaban los encargados de darles de comer.
Posteriormente consiguió que salivaran al oír el sonido de un metrónomo, de una
campana, de un timbre o de una luz por asociar estos estímulos con la presencia
de comida.
A partir de estos estudios Pavlov describió el condicionamiento clásico, un
concepto fundamental en el conductismo, gracias al cual se desarrollaron las
primeras intervenciones basadas en las técnicas de modificación de la conducta
en seres humanos. Ahora bien, para entender cómo funciona el condicionamiento
clásico primero hay que saber con qué estímulos se trabaja en él.
Un estímulo incondicionado (es decir, que no requiere aprendizaje para provocar
una respuesta) provoca una respuesta incondicionada; en el caso de los perros, la
comida causa salivación de forma espontánea. Si se empareja repetidamente el
estímulo incondicionado (la comida) con un estímulo neutro (por ejemplo la
campana), el estímulo neutro acabará produciendo la respuesta
incondicionada (salivar) sin necesidad de que esté presente también el estímulo
incondicionado.
Para Pavlov no es necesario el concepto de mente ya que conceptualiza las
respuestas como reflejos que se dan después de la aparición de estímulos
externos.
El experimento del pequeño Albert de Watson y Rayner es otro ejemplo de
condicionamiento clásico. En este caso la rata es un estímulo neutro que se
convierte en un estímulo condicionado que provoca la respuesta de miedo por
asociación con el ruido fuerte (estímulo incondicionado).

Los animales en el conductismo


Los conductistas clásicos empleaban frecuentemente animales en sus estudios.
Los animales son considerados equivalentes a las personas en cuanto a su
conducta y los principios de aprendizaje extraídos de estos estudios se
extrapolan en muchos casos a los seres humanos; eso sí, siempre procurando
respetar una serie de presuposiciones epistemológicas que justifiquen esta
extrapolación. No hay que olvidar que entre especies hay muchos aspectos del
comportamiento que varían.
La observación sistemática de la conducta animal daría paso a la Etología y
la Psicología Comparada. Konrad Lorenz y Niko Tinbergen son dos de los
representantes más importantes de estas corrientes.

Condicionamiento instrumental: los gatos de


Thorndike
Edward Lee Thorndike (1874-1949), contemporáneo de Pavlov, realizó diversos
experimentos con animales para estudiar el aprendizaje. Introdujo gatos en
“cajas-problema” para observar si conseguían escapar de ellas y de qué modo.
En las cajas había varios elementos con los que los gatos podían interactuar,
como un botón o una anilla, y sólo el contacto con uno de estos objetos podía
hacer que se abriera la puerta de la caja. Al principio los gatos conseguían salían
de la caja por ensayo y error, pero a medida que se repetían los intentos cada vez
escapaban con más facilidad.
A partir de estos resultados Thorndike formuló la ley del efecto, que afirma
que si una conducta tiene un resultado satisfactorio es más probable que se
repita, y que si el resultado es insatisfactorio esta probabilidad disminuye.
Posteriormente formularía la ley del ejercicio, según la cual los aprendizajes y
hábitos que se repiten se ven reforzados y los que no se repiten se debilitan.
Los estudios y las obras de Thorndike introdujeron el condicionamiento
instrumental. Según este modelo el aprendizaje es consecuencia del
reforzamiento o el debilitamiento de la asociación entre una conducta y sus
consecuencias. Esto sirvió como base para formular propuestas más tarde, en el
surgimiento del verdadero conductismo, tal y como veremos.

El conductismo radical de Skinner


Las propuestas de Thorndike fueron el antecedente de lo que conocemos como
condicionamiento operante, pero este paradigma no se desarrolló de forma
completa hasta la aparición de las obras de Burrhus Frederic Skinner (1904-
1990).
Skinner introdujo los conceptos de refuerzo positivo y negativo. Se denomina
refuerzo positivo al hecho de premiar una conducta dando algo, mientras que el
refuerzo negativo consiste en la retirada o la evitación de un evento desagradable.
En ambos casos, la intención es la de aumentar la frecuencia e intensidad de
aparición de una conducta determinada.
Skinner defendía el conductismo radical, que mantiene que todo el
comportamiento es resultado de asociaciones aprendidas entre estímulos y
respuestas. El enfoque teórico y metodológico desarrollado por Skinner se
conoce como análisis experimental de la conducta y ha sido especialmente eficaz
en la educación de niños con discapacidad intelectual y del desarrollo.

 Artículo relacionado: “Las 37 mejores frases de B. F. Skinner y el


conductismo”

Desarrollo del conductismo: la revolución


cognitiva
El conductismo entró en declive a partir de los años 50, coincidiendo con el auge
de la psicología cognitiva. El cognitivismo es un modelo teórico que
surgió como reacción al énfasis radical del conductismo en la conducta
manifiesta, dejando de lado la cognición. La inclusión progresiva de variables
intervinientes en los modelos conductistas favoreció en gran medida este cambio
de paradigma, conocido como “revolución cognitiva”.
En la práctica psicosocial, las aportaciones y principios del conductismo y el
cognitivismo acabarían confluyendo en lo que conocemos como terapia
cognitivo-conductual, que se centra en encontrar los programas de tratamiento
más avalados por la evidencia científica.
Las terapias de tercera generación desarrolladas en los últimos
años recuperan parte de los principios del conductismo radical, reduciendo la
influencia del cognitivismo. Algunos ejemplos son la Terapia de Aceptación y
Compromiso, la Terapia de Activación Conductual para la depresión o la
Terapia Dialéctica Conductual para el trastorno límite de la personalidad.
Iván Pávlov: biografía de este
referente del conductismo
Iván Petrovich Pávlov fue un fisiólogo ruso muy conocido por sus
experimentos con perros, que dieron lugar a lo que hoy en día se conoce como
condicionamiento clásico. El condicionamiento clásico o pavloviano es el tipo de
aprendizaje asociativo más básico, en el que un organismo responde a un
estímulo ambiental, originariamente neutro, con una respuesta automática o
refleja.
Los descubrimientos de Pávlov se estudian en todas las universidades de
psicología y ciencias de la educación, pues es uno de los temas más
introductorios de ambas carreras, y es uno de los principios básicos del
aprendizaje. En este artículo podrás encontrar la biografía de esta célebre figura
histórica y la explicación de por qué es considerado uno investigadores más
importantes de todos los tiempos. Ganó el Premio Nobel 1904 de Fisiología o
Medicina por sus experimentos con perros.

 Artículo relacionado: "El condicionamiento clásico y sus experimentos más


importantes"

¿Quién era Iván Pávlov?


Iván Pávlov nació Ryazan, Russia. Su padre, Peter Dmitrievich Pávlov, fue un
sacerdote del pueblo, y su madre, Varvara Ivanovna, una ama de casa. De niño,
Pávlov siempre fue un chico activo al que le gustaba pasar horas y horas en el
jardín o pedaleando con su bicicleta. Siempre tuvo una mente curiosa, y le
gustaba el contacto con la naturaleza y los animales. A Pávlov no le importaba
realizar tareas domésticas y cuidar de sus hermanos. De 11 hermanos era el
mayor.
A medida que iba creciendo, se planteó seriamente el hecho de convertirse en
sacerdote y formarse en la carrera de teología. Pero durante su adolescencia,
Pávlov comenzó a interesarse por las obras de Charles Darwin e Iván
Sechenov, lo cual le motivó a estudiar ciencias naturales.
En 1870 se matriculó en la Universidad de San Petersburgo para estudiar
física, matemáticas y ciencias naturales. Durante sus años de universidad, fue
influenciado por su profesor de fisiología y decidió que ese era el camino que
quería seguir en la vida. Pávlov siempre fue un estudiante excepcional y en 1875
se graduó. Después continuó sus estudios de Doctorado en la Academia de
Cirugía Médica para seguir su educación en fisiología.

Los experimentos de los perros


Iván Pávlov es conocido por sus experimentos con perros. Y aunque hoy en día
es una de las figuras célebres de la psicología y la educación, su primera
intención no era la de estudiar el aprendizaje, sino la salivación de los canes.
Durante sus experimentos, lo que le llamó la atención era que, tras repetidos
ensayos, los perros segregaban la saliva incluso ante su presencia (la de Pávlov),
independientemente de que le diera de comer o no. Esto ocurría porque los
animales habían aprendido que cuando Pávlov entraba por la puerta iban a recibir
comida en cualquier momento.
A partir de este descubrimiento, el fisiólogo ideó una serie de experimentos en
los que hacía sonar una campana justo antes de entregarle la comida al
perro para medir la producción de la saliva. Pávlov descubrió que una vez que
los canes eran entrenados para asociar el sonido de la campana con los alimentos,
producirían saliva aunque no estuviera presente el alimento. Es decir, que la
campana hacía que se produjera la salivación igual que cuando la comida estaba
presente. El experimento demostró que la respuesta fisiológica de los perros, la
salivación, se había asociado al estímulo de la campana.

Nacimiento del condicionamiento clásico


Pávlov no solo empleo como estímulo la campana, sino que más adelante utilizó
otros estímulos, tanto auditivos como visuales, para producir lo que llamaba la
respuesta condicionada. Sus experimentos son un ejemplo del condicionamiento
clásico, que forma parte de la teoría conductista y, por tanto, las ideas de Pávlov
dejan de lado los procesos mentales para darle especial importancia a la conducta
observable y medible. Y es que sus experimentos tienen gran importancia para el
desarrollo del método científico en psicología, y permitieron el desarrollo de uno
de los modelos teóricos del aprendizaje más conocidos.
El condicionamiento clásico también es conocido como aprendizaje estímulo-
respuesta (E-R). Para que se produzca el aprendizaje por asociación,
inicialmente se presenta el estímulo incondicionado (EI), que es un estímulo que
de manera automática provoca una respuesta del organismo. En el caso del
experimento de Pávlov, era la comida. La respuesta que este estímulo provoca en
el organismo recibe el nombre de respuesta incondicionada (RI). La respuesta
incondicionada era la cantidad de saliva que el perro de Pávlov segregaba.
Después es necesario presentar un estímulo neutro (EN), es decir, la campana
en el caso del experimento, que antes de ocurrir el aprendizaje no produce
ninguna respuesta. Ahora bien, cuando este estímulo se presenta en repetidas
ocasiones junto al EI, el estímulo neutro se convierte en estímulo condicionado
(EC), que provoca por sí solo una respuesta similar a la del estímulo
incondicionado. En este caso, lo que ocurre al escuchar la campana recibe el
nombre de respuesta condicionada (RC).

 Artículo relacionado: "Condicionamiento operante: conceptos y técnicas


principales"

Watson hizo popular a Pávlov en Occidente


Pávlov fue pionero en sus descubrimiento del condicionamiento clásico; sin
embargo, sus hazañas tardaron algún tiempo en llegar al mundo occidental, pues
éstos se realizaron en la antigua Unión Soviética. Fue gracias a John B. Watson
que las ideas iniciales de Pávlov se popularizaron en Europa y América, y dieron
pie al desarrollo posterior del condicionamiento operante o instrumental.
Ambas teorías conforman la teoría conductista, que es considerada un de las
corrientes más destacadas de la psicología. Watson introdujo el condicionamiento
clásico en Estados Unidos donde tuvo gran importancia en el sistema educativo
americano y en la psicología mundial.
Si quieres saber más sobre este autor, puedes visitar este artículo: “John B.
Watson: vida y obra del psicólogo conductista”

Aportaciones para el conductismo


Lógicamente, no hay que menospreciar el trabajo de Watson, que fue importante
porque desarrolló las ideas iniciales de Pávlov y las aplicó a los seres humanos.
De entre las implicaciones más importantes del condicionamiento clásico es
posible destacar:

 Importancia en el desarrollo y tratamiento de algunas patologías: fobias,


ansiedad, etc.
 Ayudó a comprender los procesos de aprendizaje asociativo.
 Gran influencia en el método científico en Psicología.
 Generación hábitos de conducta mediante el refuerzo al ayudar a desarrollar el
condicionamiento instrumental.
 Potenciador de la generalización de los aprendizajes.

V
Pávlov y el condicionamiento clásico
El experimento de Iván Pávlov y sus perros es uno de los más
conocidos y notables (por lo que supuso) de la historia de la psicología.
Gracias a este pequeño descubrimiento accidental, se empezó a
construir una teoría psicológica del aprendizaje. Los estudios de Pávlov
nos han ayudado a comprender el aprendizaje asociativo a través
del condicionamiento clásico.
El condicionamiento clásico consiste en la asociación de un
estímulo inicialmente neutro con un estímulo significativo. De esta
manera, cuando se presente el estímulo neutro, en ausencia del otro
estímulo, se dará una respuesta similar a la que se produciría si se
presentara el estímulo significativo. Esta capacidad de asociar estímulos,
por muy dispares que sean los mismos, nos ayuda en multitud de
situaciones diarias.
A continuación, para aproximarnos a la comprensión del
condicionamiento clásico, vamos a tratar dos aspectos. En primer lugar,
hablaremos del experimento de Pávlov y de su investigación y en
segundo lugar hablaremos de los componentes que conforman este
tipo de condicionamiento.

El experimento de Pávlov
Iván Pávlov, fisiólogo ruso, investigó la salivación de los perros en
presencia de la comida. En este contexto, un día se percató de que los
perros empezaban a salivar antes de presentarles la comida. Solo el
hecho de someter a los perros a las condiciones del experimento les
provocaba la respuesta de salivación.
La deducción a la que llegó Pávlov fue que sus perros de alguna
manera habían asociado el experimento con la presentación de la
comida. Así, para desentrañar los misterios de ese aprendizaje, Pávlov
empezó a diseñar una serie de experimentos. Su objetivo era contrastar
su hipótesis de que cuando dos estímulos son presentados de manera
contingente, estos quedan asociados.
El experimento que demostró la existencia del condicionamiento clásico
fue la asociación de un sonido de una campana con comida. Para lograr
esto, Pávlov colocó a una serie de perros unos medidores de
salivación. El procedimiento consistía en que Pávlov tocaba una
campana y después se les presentaba la comida. Y obviamente,
después de presentar la comida, los medidores indicaban salivación en
los perros.
Ahora bien, tras una serie de presentaciones de los dos estímulos
(campana y comida) de manera contingente, Pávlov logró que estos
quedaran asociados. Esto quedó demostrado porque la presentación
del sonido de la campana en solitario lograba provocar la salivación en
los perros. Eso sí, es importante matizar que esta era menor que la
salivación que se producía ante la presentación de la comida.
Este experimento demostró que un estímulo inicialmente neutro
puede provocar una respuesta totalmente nueva a través de la
asociación de este a un estímulo significativo. Esto es lo que se
conoce como condicionamiento clásico.
Los componentes del condicionamiento clásico
A la hora de analizar el condicionamiento clásico podemos decir que se
compone de cuatro componentes principales. Estos componentes
son el estímulo incondicionado y condicionado, y la respuesta
incondicionada y condicionada. Entender las relaciones y formación de
estos componentes nos va a ayudar a entender el condicionamiento
clásico.
A continuación explicamos brevemente cada uno de estos componentes
y la relación entre ellos:

 Estímulo incondicionado: es aquel estímulo que ya posee un carácter


significativo para el sujeto. Es decir, un estímulo que es capaz de
provocar una respuesta por sí solo. En el experimento de Pavlov, el
estímulo incondicionado sería la comida.
 Respuesta incondicionada: es la respuesta que emite el sujeto ante el
estímulo incondicionado. En el caso del experimento, la respuesta
incondicionada sería la segregación de saliva a causa de la presentación
de la comida.
 Estímulo condicionado: este sería el estímulo inicialmente neutro, que
no genera ninguna respuesta significativa en el sujeto. Pero, a través de
la asociación con el estímulo incondicionado, este es capaz de emitir una
nueva respuesta. En el caso del experimento de Pávlov sería el sonido
de la campana.
 Respuesta condicionada: es la respuesta que se emite tras la
presentación del estímulo condicionado. En el caso del experimento sería
la salivación de los perros tras escuchar el sonido de la campana.

El condicionamiento clásico consiste en la interacción de estos


componentes. La presentación de un estímulo neutro junto con
un estímulo incondicionado en multitud de ocasiones va a
transformar el estímulo neutro en un estímulo condicionado. Y por
esta razón el estímulo condicionado dará una respuesta condicionada,
similar a la respuesta incondicionada. Creando de esta manera un nuevo
aprendizaje a través de la asociación de dos estímulos.
La multitud de estudios que surgieron a raíz del condicionamiento
clásico nos han ayudado a comprender en gran medida muchos
aspectos del aprendizaje humano. Gracias a él conocemos la aparición
de las fobias o la vinculación de emociones a nuevos estímulos. Pávlov
encendió la chispa para entender mucho de lo que hoy sabemos
alrededor del aprendizaje y el condicionamiento.
John B. Watson: vida y obra del
psicólogo conductista
John B. Watson, junto a Iván Pávlov, fue uno de los personajes importantes
del condicionamiento clásico y fue clave para el desarrollo posterior
del Condicionamiento Operante que se hizo famoso gracias a B.F. Skinner.
Tanto el condicionamiento clásico como el condicionamiento operante o
Instrumental forman parte del conductismo, una de las corrientes más destacadas
de la psicología.
Pese a que el condicionamiento clásico nace gracias los experimentos del
fisiólogo ruso Iván Pávlov, que se interesó por los reflejos de salivación en
perros, Watson lo introdujo en Estados Unidos donde tuvo un gran impacto en el
sistema educativo americano.

Biografía de John Broadus Watson


John Broadus Watson nació en Greenville (Carolina del Sur, Estados Unidos) en
1878 y falleció en Nueva York en 1958.
Estudió en la Universidad de Chicago y se graduó en 1903. Escribió muchos
artículos científicos, uno de los primeros llamado “Educación animal: un estudio
experimental sobre el desarrollo psíquico de una rata blanca, en correlación con
el crecimiento de su sistema nervioso”. En este artículo describe la relación entre
la mielinización del cerebro y la capacidad de aprendizaje en los roedores.
Watson trabajó en la Universidad John Hopkins durante 14 años, y allí realizó
una gran cantidad de experimentos sobre el aprendizaje de las aves. En 1920 dejó
su empleo en la Universidad por culpa de unos rumores acerca de una relación
sentimental con su asistente Rosalie Reyner, con quien realizó su famoso
experimento con “el pequeño Albert". Entonces pasó a trabajar como psicólogo en
la empresa Thompson, y se interesó por el campo de la publicidad.

Uno de los psicólogos más influyentes del s.XX


Como profesor de Psicología en la Universidad John Hopkins (Estados Unidos)
entre 1908 y 1920, Watson fue considerado una de las figuras más influyentes y
decisivas del siglo pasado. Su trabajo se estudia hoy en día en todas las facultades
de psicología alrededor del globo, y es una de las bases del aprendizaje y del
tratamiento de algunas psicopatologías como las fobias. Por tanto, sus
conclusiones no pueden faltar en cualquier libro de introducción a la psicología.
Aunque su carrera como académico fue corta, su legado ha sido muy debatido
durante casi un siglo. Watson ayudó a definir el estudio del comportamiento y la
psicología como ciencia, y enfatizó en la importancia del aprendizaje y la
influencia del contexto en el desarrollo de los seres humanos.

Watson popularizó el Conductismo


Fue un conductista radical, un antimentalista, y, como tal, criticó a Sigmund
Freud y el psicoanálisis, ya que afirmaba que el estudio de la conciencia y la
introspección no tenían cabida en la psicología como ciencia. La psicología
según Watson, solo tenía sentido a través de la conducta observable y medible, y por
eso, sus experimentos se realizaban en el laboratorio, donde podía manipular el
entorno y controlar el comportamiento de sus sujetos.
El objetivo del conductismo es hacer de la psicología una ciencia natural, y por
tanto, debe tener unos métodos que permitan observar, medir y predecir
variables. John B. Watson siempre será recordado como la persona que acuñó y
popularizó el conductismo gracias a sus publicaciones y sus investigaciones.

El condicionamiento clásico
Las aportaciones de Watson al conductismo se deben a sus experimentos de
condicionamiento clásico, un tipo de aprendizaje que implica respuestas
automáticas o reflejas, y que se caracteriza por la creación de una conexión entre
un estímulo nuevo y un reflejo ya existente. Es decir, es un tipo de aprendizaje
según el cual un estímulo neutro, que no provoca una respuesta, llega a poder
provocarla gracias a la conexión asociativa de este estímulo con el estímulo que
normalmente provoca dicha respuesta.
John Watson se inspiró en las investigaciones del psicólogo ruso Ivan Pavlov,
pero, además,pensó que el condicionamiento clásico también explicaba el aprendizaje
en los humanos. Watson tenía claro que que las emociones también se aprendían
mediante la asociación condicionada, por lo que las diferencias en el
comportamiento entre humanos eran causa de las distintas experiencias que cada
uno vivía.
Si quieres saber más sobre el Condicionamiento clásico y los experimentos de Iván Pávlov, te
invitamos a que leas nuestro artículo: “El condicionamiento clásico y sus experimentos más
importantes”

El experimento con el “pequeño Albert”


Para poner a prueba su hipótesis de que las emociones podían aprenderse por la
asociación condicionada, Watson utilizó a un niño de 11 meses llamado Albert como
sujeto experimental. Hay que mencionar que este estudio no podría llevarse a cabo
en la actualidad por incumpir la ética científica.
Albert fue llevado al laboratorio donde se le presentaba una rata blanca. Cuando
el pequeño se acercaba para tocarla, Watson golpeaba una barra metálica con un
martillo. Como consecuencia del fuerte golpe, el bebé se alteraba y fruto del
miedo se ponía a llorar. Watson repitió este proceso media docena de veces, y
observó que, tras distintos ensayos, el pequeño Albert se asustaba simplemente por el
hecho de ver la rata blanca. Albert había aprendido que cada vez que la rata
aparecía, el martillo golpearía la tabla metálica. Es decir, que anticipaba el fuerte
golpe.
Aquí te dejamos un vídeo para que puedas visualizar el experimento:
Según el científico, esto ocurría por condicionamiento clásico. El Estímulo
Incondicionado (EI) es un estímulo que automáticamente causa una respuesta del
organismo. En el experimento de Watson, haría referencia al golpe con el
martillo. La Respuesta Incondicionada (RI), es decir, la respuesta que ocurre por
la presencia del EI, sería el sentimiento de miedo. La rata blanca sería el Estímulo
Neutro (EN), porque no produce ninguna respuesta en el organismo.
Ahora bien, cuando el EN (rata blanca) se presenta en varias ocasiones junto con
el EI (golpe de martillo) que provoca una RI (miedo), el EN (rata blanca) se
convierte en un Estímulo Condicionado (EC). Entonces, la presencia del EC (es
decir, la rata blanca) provoca una Respuesta Condicionada (RC). La Respuesta
Condicionada es igual a la RI (sentimiento de miedo).

El condicionamiento clásico y las fobias


Este es el mecanismo más frecuente de adquisición de fobias, un fuerte miedo
irracional que sufren algunas personas como consecuencia de que asocian
experiencias negativas a la presencia de alguna cosa (volar en avión, arañas,
payasos, entre otras muchas
El experimento del pequeño Albert
A John B. Watson se le conoce como uno de los padres del conductismo. Su
principal referente intelectual fue Pavlov, el fisiólogo ruso que hizo los
primeros descubrimientos acerca del “condicionamiento”. Watson, por su
parte, realizó un famoso estudio, conocido como el experimento del
pequeño Albert.
Vayamos por partes. Iván Pavlov realizó un famosísimo experimento con
perros. Se podría decir que fue una de los párrafos más importantes del
capítulo introductorio de lo que después sería la psicología como
ciencia. Descubrió los aspectos básicos del funcionamiento del estímulo-
respuesta y estableció los principios de lo que se llamó “el
condicionamiento clásico”.
Lo que Pavlov hizo con los perros, Watson intentó replicarlo en el
experimento del pequeño Albert. En otras palabras, experimentó con seres
humanos. En este caso, con un bebé al que manipuló para probar sus
tesis.
“La ciencia nunca resuelve un problema sin crear otros 10 más”.

-George Bernard Shaw-

Los experimentos de Pavlov


Iván Pavlov fue un gran investigador de la naturaleza. Después de
estudiar varias disciplinas, se interesó por la fisiología. Y fue
precisamente un elemento fisiológico el que le permitió descubrir el
condicionamiento a partir del esquema estímulo-respuesta.
Pavlov notó que los perros salivaban antes de que se les diera el alimento.
En otras palabras, descubrió que estos animales se «preparaban» para
comer cuando llegaba el momento. Reaccionaban al estímulo. Esa
observación le dio pie para comenzar a experimentar. Fue así como
introdujo diferentes estímulos antes de servirles el alimento, en forma de
anuncio.
El gran descubrimiento de Pavlov fue la capacidad de que una campana
pudiera predecir la presencia de comida. A pesar de que parezca simple,
nadie había tomado nota de este hecho. Pero, ¿cuál es la explicación
científica? La campana de por sí no tiene valor de predicción, por lo que
en términos psicológicos, en este caso, se le considera un estímulo
neutro. La comida provoca una respuesta innata de salivación en el
perro. La comida se considera estímulo incondicionado (provoca una
respuesta natural) y la salivación es una respuesta incondicionada.
Cuando se presenta la comida (estímulo incondicionado) junto con el
sonido de la campana (estímulo neutro), el perro asocia el sonido de la
campana con la presencia de comida. Así pues, cuando el perro saliva
ante el sonido de la campana se considera que este sonido ha pasado a ser
un estímulo condicionado, es decir, se ha producido un condicionamiento.
La respuesta de salivación del perro a la campana se trata de una
respuesta condicionada.
Los antecedentes del experimento del
pequeño Albert
John B. Watson era un positivista radical. Pensaba que la conducta
humana debía estudiarse exclusivamente con base en los comportamientos
aprendidos. Para él no tenía sentido alguno hablar de elementos
genéticos, inconsciente o instintos. Lo suyo era estudiar únicamente el
comportamiento observable.

Watson era un investigador de la Universidad Johns Hopkins, en


Baltimore (Estados Unidos). Partió de la idea de que en el ser humano todo,
o la mayor parte de nuestro comportamiento, se puede explicar por nuestra
historia de aprendizaje basada en el condicionamiento. Así, le pareció
que era una buena idea intentar demostrar que las conclusiones a las
que había llegado Pavlov también se podían aplicar al ser humano.
Fue así como junto con su ayudante, Rosalie Rayner, fue a un orfanato y
eligió a un bebé de tan solo 8 meses. Él era hijo de una de las nodrizas del
orfanato. Vivía básicamente ignorado, en un entorno donde primaba la
frialdad. Se mostraba excesivamente tranquilo. Se decía que apenas si
había llorado en su corta vida. Así nació el experimento del pequeño
Albert.
Un experimento polémico
En la primera fase del experimento del pequeño Albert se le presentaron
diferentes estímulos. El objetivo era observar cuáles de ellos le
generaban miedo. Se comprobó que solo manifestaba temor cuando
escuchaba ruidos fuertes. Era algo común a todos los pequeños. Por lo
demás, no mostró ningún signo de miedo frente a los animales o el
fuego.
La prueba continuó induciendo un temor por condicionamiento. Al bebé se
le presentó una rata blanca y él quiso jugar con ella. Sin embargo, al tratar
de hacerlo, se hacía sonar un ruido muy fuerte que lo asustaba. Después de
repetir varias veces el mismo ciclo, el bebé terminó sintiendo miedo por
la rata. Después se introdujeron otros animales como conejos, perros e
incluso abrigos de piel. En todos los casos, el pequeño terminó
condicionado. Sentía miedo al ver esos elementos.
El bebé estuvo mucho tiempo sometido a las pruebas. El experimento del
pequeño Albert duró casi un año. Al final, el bebé había pasado de ser muy
tranquilo a estar prácticamente en un estado de continua ansiedad. Llegó a
sentir temor por una máscara de Santa Clauss. Le obligaron a tocarla y el
niño presentó un llanto incontenible. Finalmente, la universidad expulsó a
Watson por lo polémico de su experimento. También por haber iniciado
un romance con su asistente.
La segunda parte del experimento consistía en revertir el
condicionamiento; es decir, en «descondicionar» los miedos
previamente condicionados. Sin embargo, esto nunca se realizó. No se
sabe qué pasó con el bebé después del famoso experimento del
pequeño Albert. Sin embargo, una publicación aseguró que el niño murió
a los 6 años de una hidrocefalia congénita. De ser así, los resultados de
tal macabro experimento podrían cuestionarse.
En cualquier caso, el experimento del pequeño Albert es uno de los más
famosos de la historia de la psicología. Por lo alto de sus pretensiones, por
sus conclusiones y violar muchas de las normas que hoy tiene que
respetar cualquier investigador que quiera llevar a cabo un experimento.
La teoría de B. F. Skinner y el
conductismo
Burrhus Frederic Skinner no es solo una de las figuras históricas más importantes de
la psicología; es, en muchos aspectos, el responsable de que esta se haya afirmado
como ciencia.
Sus aportaciones a este ámbito no son solo metodológicos, sino también
filosóficos, y su conductismo radical, a pesar de no ser ni mucho menos
hegemónico actualmente, permitió entre otras cosas que en la segunda mitad del
siglo XX se fuese perfeccionando una herramienta tan útil como la Terapia
Cognitivo Conductual, muy inspiradas por este investigador. Veamos cuáles
fueron las principales claves de la teoría de B. F. Skinner.

Un giro hacia el condicionamiento operante


Cuando B. F. Skinner empezó sus estudios, el conductismo se fundamentaba
básicamente en el condicionamiento simple heredado del fisiólogo ruso Iván
Pavlov y popularizado por John B. Watson.
Explicado muy por encima, este primer enfoque de la psicología conductista
proponía modificar el comportamiento haciendo que estímulos agradables o
desagradables que se presentaban a la vez que otros estímulos a los que se quería
que el individuo desarrollase aversión o agrado. Digo "individuos" y no
"personas" porque el condicionamiento simple era tan rudimentario que
funcionaba incluso con formas de vida con un sistema nervioso tan simple como
el de los reptiles o moluscos.
Por ejemplo, en los famosos experimentos de los perros de Pavlov, este fisiólogo hacía
que los animales empezasen a salivar al oír un cierto sonido, ya que este había sido
asociado con la comida en anteriores ensayos. La clave del condicionamiento
simple estaba en asociar estímulos entre sí.
Skinner admitía que el condicionamiento simple podía ser útil en ciertos casos,
pero descartaba la posibilidad de que la conducta pudiera ser explicada solo a
través de este mecanismo, entre otras cosas porque las condiciones para que se
produzca raramente se dan fuera de un laboratorio. Sin embargo, sí creía que
nuestro comportamiento (y el de muchas otras formas de vida) puede ser entendido
como un proceso de adaptación a experiencias agradables y desagradables, útiles y
no útiles.
El cambio que supuso la teoría de B. F. Skinner fue en otro sentido: en vez de
poner el foco en el modo en el que se asocian entre sí los estímulos, se fijó en la
manera en la que quedan asociadas las acciones que se realizan y las
consecuencias de estas acciones. Lo que nos ocurre a causa de algo que hemos
hecho es, en sí, un estímulo del cual tomoamos nota. Así, Skinner tiene en cuenta
el bucle percepción-acción-percepción.

El condicionamiento operante
Para Skinner, el aprendizaje a partir de las consecuencias que tiene el modo en el
que se interactúa con el mundo era el principal mecanismo de modificación de la
conducta. Tanto los seres humanos como los animales estamos realizando
siempre todo tipo de acciones, por insignificantes que sean, y estas tienen
siempre una consecuencia para nosotros, que recibimos en forma de estímulos.
Esta asociación entre lo que hacemos y lo que notamos que son las consecuencias
de nuestras acciones son el fundamento del condicionamiento operante, también
conocido como condicionamiento instrumental, que según Skinner era la forma
básica de aprendizaje en buena parte de las formas de vida.
Pero que los mecanismos del condicionamiento operante fuesen básicamente los
mismos en muchos tipos de organismos no significa que los contenidos sobre los
que se producen fuesen a ser iguales independientemente de si somos un ratón o
un ser humano. Los miembros de nuestra especie tenemos la capacidad de crear
conceptos abstractos y generar memoria autobiográfica, pero para Skinner la
aparición de estas formas refinadas de pensamiento eran la punta de la pirámide
de un proceso que empezaba aprendiendo de nuestros aciertos y de nuestros
errores en tiempo real.
Además, la metodología a la que normalmente recurrían los psicólogos
conductistas se basaba en los modelos animales (experimentación con ratas,
palomas, etc.), lo cual en cierto modo es una limitación.

La caja negra y Skinner


Los conductistas siempre han sido muy conocidos por su conceptualización de
los procesos mentales como fenómenos que ocurren dentro de una "caja negra",
metáfora que sirve para indicar la imposibilidad de observar desde fuera lo que
ocurre en la mente de las personas. Sin embargo,la caja negra de la teoría de
Skinner no era la misma que la de los primeros conductistas. Mientras que
psicólogos como John B. Watson negaban la existencia de un mundo mental,
Skinner sí creía que el estudio de los procesos mentales podría ser útil en
psicología.
Eso sí, para B. F. Skinner, a la práctica no era necesario hacer eso, y bastaba con
partir del análisis de las relaciones entre acciones medibles y directamente
observables y las consecuencia de estas acciones. El motivo de su postura en este
tema era que no consideraba que nuestra mente fuese algo más que una parte del
trayecto que va desde la realización de la acción hasta el registro de los estímulos
que son (o parecen ser) consecuencia de estas acciones, aunque con la dificultad
añadida de que es prácticamente imposibles de estudiar de manera objetiva.
De hecho, el mismo concepto de "la mente" era engañoso para Skinner: lleva a
pensar que hay algo dentro de nosotros que hace aparecer de la nada
pensamientos y planes de acción, como si nuestra vida psíquica estuviese
desconectada de nuestro entorno. Es por eso que en la teoría de B. F. Skinner el
objeto de estudio de la psicología es la conducta, y no la mente o la mente y la
conducta a la vez.
Según este conductista, todo aquello a lo que se le suele llamar "proceso mental"
era en realidad una forma de conducta más, algo que se pone en marcha para
hacer que el ajuste entre nuestras acciones y las consecuencias esperadas sea
óptimo.

El legado de la teoría de B. F. Skinner


El legado teórico del padre del conductismo radical supuso un rechazo total a los
métodos de investigación especulativos propios del psicoanálisis y una propuesta de
investigación al margen de la introspección y centrada solo en variables objetivas
y fáciles de medir.
Además, indicó el riesgo de transformar constructos teóricos muy abstractos
(como "mente" o "desmotivación") en elementos causales que expliquen nuestros
comportamientos. Por decirlo de algún modo, para Skinner decir que alguien ha
cometido un crimen a causa de su sentimiento de soledad es como decir que una
locomotora avanza a causa del movimiento.
Al estar tan apoyada en el condicionamiento operante, la obra de
Skinner reivindicaba la experimentación con animales como una fuente útil de
conocimiento, algo que ha sido muy criticado tanto por psicólogos de la corriente
cognitivista como por varios filósofos, según los cuales hay un salto cualitativo
entre la vida mental de los animales no humanos y los miembros de nuestra
especie. Sin embargo, los modelos animales siguen siendo muy utilizados en
psicología para realizar aproximaciones a tipos de comportamientos presentes en
nuestra especie.

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