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Universidad Nacional de Colombia – Facultad de Ciencias Humanas - Trabajo Social

Problemas Sociales 1 – Edgar Malagón Bello


Javier Mauricio Fernández Urrego.
Andrés Felipe Franco García.

-Crítica al texto “Desarrollo y necesidades humanas” (Max – Neef).

1. Ámbito.

“El desafío consiste en que políticos, planificadores, promotores y, sobre todos, los
actores del desarrollo sean capaces de manejar el enfoque de las necesidades humanas
para orientar sus acciones y aspiraciones, es decir, hacer entendible y operativa una
teoría de las necesidades humanas para el desarrollo. El esfuerzo no puede sustentarse
en ninguna disciplina particular por que la nueva realidad y los nuevos desafíos obligan
ineludiblemente a una transinterdisciplinaiedad”p24. Desde la concepción de la teoría de
las necesidades humanas propuestas por el profesor Malagón, podemos decir que esta
teoría fue construida desde una perspectiva meramente disciplinar del trabajo social, es
decir, se toma al trabajo social como productor de conocimiento para poder entender con
mayor claridad conceptos que seguramente en otras áreas tendrán otras significaciones y
otras determinaciones. Por ende sí se puede sustentar una teoría de las necesidades
desde una sola disciplina en este caso el trabajo social. En ese sentido podemos decir
que de fondo se está hablando de un cambio desde lo estructural o cultural pues la idea
no es dejarlo todo solo a una disciplina sino que todos los actores de diferentes disciplinas
puedan influir de manera positiva dentro de cualquier problemática social, teniendo clara
la concepción de las necesidades humanas desde muchas más perspectivas, que
seguramente enriquecerán el proceso de intervención.

Por otro lado podemos ver que el autor se está situado bajo el ámbito individual, pues es
donde Max – Neef realiza casi toda su postura, es decir, solo suple necesidades desde lo
corporal y desde lo fisiológico.
2. Concepto : Necesidad

Si hablamos del concepto de necesidad podemos decir que: “Las necesidades se definen
con respecto a fines relacionados con el mantenimiento, la permanencia y el desarrollo
de un ser humano que emerge de una construcción socio cultural compleja” (Malagón,
2012). p39.Si lo comparamos con Max- Neef vemos que él considera el desarrollo como:
aquel que sea capaz de mejorar la calidad de vida de las personas, que a su vez
dependerá de las posibilidades de satisfacer las necesidades humanas fundamentales. Y
Aquí otro punto de diferencia con Max- Neef y es que él considera que existen
necesidades humanas fundamentales, es decir que unas son más importantes y
relevantes que otras a la hora de intervenirlas, sin embargo, estas necesidades tienen
todas la misma importancia, ninguna está por encima o debajo de otra, por lo tanto todas
requieren de una intervención oportuna sin importar si está en el ámbito corporal,
amoroso o cultural, pues cada uno de estos afecta directamente la calidad de vida de las
personas y por ende impide una vida humana digna.

“Se ha creído, tradicionalmente, que las necesidades humanas tienden a ser infinitas; que
están constantemente cambiando; que varían de una cultura a otra, y que son diferentes
en cada periodo histórico. Nos parece que tales suposiciones son incorrectas, puesto que
son producto de un error conceptual.”p25. Aquí encontramos punto en común que es la
noción que se tiene sobre las necesidades humanas, y es que se cree que las
necesidades humanas tienden a ser infinitas y que están en constante cambio, variando
entre culturas y entre periodos históricos, por lo cual es necesario dejar clara la diferencia
entre necesidades y satisfactores, pues lo que cambia con el tiempo y con las culturas es
la naturaleza de los medios utilizados para su satisfacción. En ese sentido se debe decir
que Las necesidades humanas fundamentales son finitas, pocas, clasificables e idénticas
en todas las culturas y periodos históricos.

“Concebir las necesidades tan solo como carencia implica restringir su espectro a lo
puramente fisiológico, que es precisamente el ámbito en que una necesidad asume con
mayor fuerza y claridad la sensación de “falta de algo”. Sin embargo, en la medida en que
las necesidades comprometen, motivan y movilizan a las personas, son también
potencialidad y, más aun, pueden llegar a ser recursos”. p34. Comparando esta
consideración con lo planteado en clase podemos decir que lo fisiológico, estará
propiamente dicho por el ámbito corporal, donde al no suplir esta necesidad estará
afectando directamente la vida de la persona. Sin embargo el texto nos dice que se puede
ver la necesidad como carencia y como potencia, es decir, el tener una necesidad
también es un aliciente y una motivación más para salir adelante, para no quedarse atrás
y suplir aquellas carencias que le impiden tener una vida digna. Sin embargo hay que
aclarar que aquí se confunde el concepto de carencia, pues esta no puede ser tomada
como igual a una necesidad, es decir, la carencia deber sr concebida como la negación
de la necesidad, que su vez es una demanda de satisfacción por lo cual genera un vacío
conceptual que impide tácitamente la intervención. También estaría confundiendo el
concepto de potencia, pues este seria, más bien la finalidad, pues lo que se busca es
tener una vida humana digna.

2.1. Estados de la Necesidad.

Como la necesidad tiene contradicción con la carencia en Max- Neef, no es posible


determinar la diferenciación de los estados reales, imaginarios y utópicos, lo cual es un
problema, pues para el trabajo social se debe andar en el campo de lo real, pues allí el
estado es la satisfacción o la insatisfacción, que nos genera ciertos consensos sobre lo
digno. Por otro lado esta satisfacción dependerá del sujeto en relación con los otros a
través de interacciones, es decir a lo organizacional, además, si al estar en el estado de lo
real, podemos generar y mostrar el límite que existe dentro del trabajo social para generar
la intervención, pues comúnmente se cree o se consideran a los trabajadores sociales
como omnipresentes y omnipotentes, dejando a un lado los campos de intervención que
allí se generan.

2.2. Satisfactores

También podemos decir que los satisfactores no son solo objetos o bienes económicos,
son relaciones sociales, relaciones con otros las cuales están dadas por grupos sociales,
asociaciones, organizaciones, redes sociales, formas de organización, prácticas sociales,
valores y normas, espacios, contextos, comportamientos y actitudes.
También se está de acuerdo que independientemente de este hecho no se puede
aceptar, en referencia a la moral y la ética predominante en la mayoría del mundo y a la
declaración universal de derechos humanos, que se den actos donde estas necesidades
se vean negadas, independientemente de si se da en otra cultura, cualquier manifestación
en contra de lo que se ha planteado sobre las necesidades es inmoral y por lo tanto
indigna aunque se de en una cultura con valores diferentes a los hegemónicos.

“De la clasificación propuesta se desprende que, por ejemplo, alimentación y abrigo no


deben considerarse como necesidades, sino como satisfactores de la necesidad
fundamental de subsistencia. Del mismo modo, la educación (ya sea formal o informal), el
estudio, la investigación, la estimulación pre coz y la meditación son satisfactores de la
necesidad de entendimiento. Los sistemas curativos, la prevención y los esquemas de
salud, en general, son satisfactores de la necesidad de protección”p26. Esta propuesta
que hace el autor es correcta, según lo visto en clase no se debe confundir las
necesidades con los satisfactores, sin embargo, su clasificación y taxonomía cambia
como lo mostramos a continuación.

Max – Neef plantea que existen 5 tipos de satisfactores: a) violadores, b) pseudo-


satisfactores, c) Satisfactores inhibidores, d) satisfactores singulares y e) satisfactores
sinérgicos. Sin embargo es necesario hacer ciertas aclaraciones y ciertas consideraciones
pues aquí la clasificación se hace, der cierto modo, arbitraria y a su vez su criterio y
finalidad no es muy claro. Inicialmente debido a que solo se basa en el ámbito corporal y
fisiológico deja a un lado los otros dos ámbitos, el estructural y el organizacional. En el
caso de los satisfactores violadores sugiere que el armamentismo es un satisfactor que
imposibilita las necesidades de subsistencia, afecto, participación, identidad, libertad. Sin
embargo esto no es del todo cierto, pues depende el ámbito desde el que se mire, en este
caso este satisfactor supuestamente violador supliría necesidades en el ámbito
organizacional, pues esta protección se da a nivel macro para proteger al estado y a las
instituciones a posibles penetraciones por parte de otras naciones.

Si hablamos de las relaciones satisfactoras mencionadas por Max – Neef podemos aludir
a que solo se enfoca en el mercado y en la familia, dejando totalmente a un lado a las
relaciones de bienestar social: Asistencia social, Autogestión, política social, la seguridad
social, y el bienestar laboral. Siendo estas fundamentales, pues allí, desde el altruismo, es
donde se construyen los campos de intervención del trabajo social.

2.3. Clasificación de las necesidades Humanas

“Sugerimos no hablar de pobrezas, sino de pobrezas. De hecho, cualquier necesidad


humana fundamental que no es adecuadamente satisfecha revela una pobreza humana.
La pobreza de subsistencia; de protección; de afecto; de entendimiento y de identidad.”
P28. Un punto de quiebre sin duda alguna es la concepción del concepto de problema
social o de forma de sufrimiento, pues en el texto propuesto nos hablan de pobreza y
pobrezas como única forma de sufrimiento, y es allí donde existe una clara diferenciación
en cuanto a la clasificación propuesta por Malagón en su libro de fundamentos de trabajo
social. Malagón propone que el concepto de pobreza solo iría ligado al ámbito corporal:
alimentación, protección, inmovilización, movimiento y desplazamiento, es decir las
categorías propuestas en el texto de Max – Neef, de pobreza de subsistencia y de
protección son las únicas que deberían estar anudadas al concepto de pobreza. La
pobreza de afecto iría acompañada o incrustada dentro del problema social de desamor y
la pobreza de entendimiento estaría relacionada directamente con el problema social de
ignorancia. En ese sentido hablar de pobrezas en sentido plural no tendría lugar.

Es necesario tener un criterio y una finalidad claras a la hora de realizar la taxonomía y la


clasificación de cualquier cosa. En el texto de Max- Neef podemos apreciar claramente
esta falta de criterio, principalmente porque él no era un trabajador social, por lo que
dejaba de un lado ciertas consideraciones necesarias para hacer dichas clasificaciones.
3. Conclusiones

Max – Neef considera que cualquier necesidad humana fundamental no satisfecha,


produce una patología, así mismo, dice que nuevas patologías colectivas se originarían si
se continua con enfoques tradicionales y ortodoxos. En este sentido podemos apreciar
que el concepto patología lo confunde con el concepto de problema, pues al hablar de
patología hace referencia a enfermedades que afectan solamente lo individual y lo
corporal. También confunde el término social, refiriéndose solamente a lo social como
interacción, colectividad, asociación, agrupación. Pues este concepto de lo social debe
ser tomado como carencia, es decir, como una negación de las necesidades que nos lleva
a la teorización de las necesidades humanas desde la perspectiva y los límites del trabajo
social, en este sentido lo social debe ser visto como lo individual, organizacional y
estructural.

Desde el análisis generado a partir de la crítica del texto de Max – Neef y teniendo en
cuenta las consideraciones generadas en la clase de problemas sociales podemos decir
que nos ha ayudado a tener más claridad en el concepto de problema social y al
comprender que esto social nos lleva a lo individual, organizacional y estructural, nos
hace preguntarnos qué de todo esto corresponde al trabajo social y como se debe
intervenir cada uno de estos ámbitos de manera adecuada.

Referencias.

 Malagón Bello, Edgar (2012), “Fundamentos de trabajo social”. Universidad


Nacional de Colombia. Facultad de Ciencias Humanas.
 Manfred, Max Neef (1986), “Desarrollo a escala humana”. CEPAUR.

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