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comprender lo que el niño quiere decir. El comportamiento debe ser absolutamente normal e
indiferente frente a los efectos, pero nunca ante él.
No obedecer a la comunicación gestual del niño, darle tiempo para que además se comunique en
forma oral.
Las conductas positivas vistas por el adulto deben ser reforzadas inmediatamente, para lo cual se le
pueden dar una palabra de aliento, una caricia sincera o algo que el niño anhela. Por lo contrario,
frente a las pataletas o actitudes inadecuadas, debe existir siempre indiferencia absoluta.
Hacer de las situaciones cotidianas (comida, baño, vestimenta, etc.) momentos de aprendizaje para
aumentar el vocabulario del niño, haciéndole preguntas sobre su alrededor.
Conversar mucho y narrar las actividades que usted va realizando mientras está con él.
Leerle cuentos, actuando con gestos y colocando distintas voces a los personajes.
Si su hijo ha escuchado un cuento varias veces, usted puede realizar pausas en momentos
importantes para que el niño complete la frase.
Intente no responder frente al lenguaje gestual del niño. Por ejemplo, si él indica algo con
la mano para que se lo acerquen, dele el tiempo para que señale con palabras lo que
necesita.
Si su hijo pronuncia mal una palabra, respóndale utilizando la misma palabra bien
pronunciada, entregando más información dentro de la oración. Por ejemplo, si su hijo dice:
“un ato”, usted puede responder: “sí, es un auto amarillo muy grande”.
Dele seguridad a su hijo al hablar: no lo corrija o rete delante de personas que no conoce o
que no son cercanas a él. Esta situación lo podría avergonzar y lo puede inhibir para
interactuar con otros.
10. Y muy importante: ¡tenga constancia en los tratamientos iniciados
Someta al niño a un constante “baño de palabras”, este es corregir sus defectos de habla y
lenguaje solo por medio del dialogo y la conversación: para ello, repita la misma palabra
que el niño dijo mal, pero esta vez bien articulada y dentro del mismo contexto. No se debe
dar ritmo, entonación ni volumen especial en el habla.
· Saque a pasear al niño y háblele mucho de las cosas que ve, de lo que sucede en su entorno y de
cómo se llaman los objetos y cuáles son sus características.
· Juegue con el niño, estimulándole la imaginación, haciendo “como si” estuvieran cocinando, como
si tuvieran juguetes en sus manos y actué con gestos y distintos tipos de voz los cuentos que narre.
· Háblele mucho, converse con él y narre las acciones que usted vaya realizando frente a sus ojos
“estoy barriendo, hay mucha basura, ¿ves la basura? …. ¡tráeme la escoba!, eso, eso que esta allá,
la escoba”
· Dedique tiempo para hablarle a su hijo de lo mucho que lo quiere y promueva en el experiencias
positivas, haciéndole sentir que a pesar de las dificultades que el presenta, usted lo quiere por lo
que es, SU HIJO.
· 1. Hablar al niño tan a menudo como sea posible, asociado a actividades agradables.
· 3. Hablar de cosas, personas o hechos que estén presentes en el contexto. Hablar de lo que se
está haciendo.
· 4. Mantener el intercambio comunicativo, usar adecuadamente los turnos de conversación.
Considerar las acciones del niño como acciones comunicativas y encadenar acciones como
conversación.
· 5. Hablar despacio y de forma clara. Repetir cuando sea necesario y si la producción del niño no
es correcta, presentar la forma adecuada sin forzar la corrección. No imitar el habla del bebé ni
abusar de los diminutivos.
· 7. Recordar sucesos divertidos con el niño (mirar fotos, ¿te acuerdas cuando?, ¿qué pasó?…)
· Comprender, aceptar y respetar las diferencias entre los(as) niños(as) en el uso del lenguaje para
poder intervenir más apropiadamente y responder a sus necesidades. Abrir oportunidades para
que hablen, aprendan a utilizar palabras nuevas, diversas expresiones y elaboren ideas más
completas y coherentes. Permitir que narren historias, cuenten un cuento, describan objetos,
personas y lugares. Brindar los tiempos necesarios para conversar acerca de un suceso interesante.
Favorecer el diálogo donde participen los niños y las niñas cuidando que nadie se sienta excluido
y el que hable se sienta escuchado. Propiciar espacios donde los niños y las niñas interactúen con
los textos y se interesen por conocer su contenido. Presenciar y participar en actos de lectura y
escrituran, en donde leer y escribir tengan propósitos explícitos. Contar con un repertorio lo más
rico y variado posible de textos sociales (notas periodísticas, recetas anuncios, poesías, cartas, etc.)
que sean objetos de interacción sistemática tanto para ser leídos como ser escritos. Crear en los(as)
alumnos(as) la necesidad de comunicación a través del lenguaje oral y escrito (comuniquen a sus
papás algún suceso importante de la escuela, registren el material necesario para realizar un
experimento, etc.)
Intenta hablarle poniendo énfasis en las diferentes palabras y sonidos. Exagera las expresiones
faciales, varía el timbre, la entonación y el volumen de tu voz, e intenta incorporar gestos en tus
charlas.
Ofrécele un tiempo determinado de espera, para así darle el espacio necesario para responder a
tus preguntas.
Demuéstrale que le escuchas mirándole cara a cara siempre que intente comunicarte algo.
No uses preguntas cerradas (en las que sólo deba responder sí /no) porque impiden la
comunicación. Bríndale la oportunidad de escoger y responder con un concepto. Por ejemplo: No
utilices preguntas como: “¿Quieres galleta? “. En su lugar, utilizaremos preguntas abiertas como:
“¿Qué quieres?”, “quieres pan, chocolate o galleta?”.
A veces el frenético ritmo al que nos vemos sometidos en nuestro día a día, nos impide disfrutar
de estas pequeñas rutinas, y no somos realmente conscientes del valor que representa es
momento para favorecer la comunicación. Relátale las acciones a medida que van sucediendo,
agrega lenguaje al suyo: alarga sus expresiones añadiendo información, por ejemplo: si dice
“galleta” nosotros diremos “Ah, quieres galleta”. “Toma la galleta” (y se la damos).
Podemos ampliar su vocabulario por ejemplo, nombrando: “es un coche”, explicando: “mamá va
en el coche a trabajar” hablando de sentimientos: “¿te gusta ir en el coche con mamá?”
describiendo: “el coche de mamá es grande”. “El coche de papá es pequeño, haciendo como si…
“vamos a caminar como si fuéramos tortugas” (acompañando el movimiento lento), “ahora como
si fuéramos conejos” (saltando). Hablando en futuro: “mañana iremos con los abuelos a la playa”.
Se trata de no limitarte a realizar una acción sino de interactuar e ir hablándole durante todo ese
proceso, compartir cada instante con él y disfrutarlo al máximo. Este tipo de conversaciones le
proporcionará valiosos ejemplos sobre el tipo de lenguaje que utilizamos en las actividades
cotidianas.
A los niños les motiva y les encanta la música, el ritmo y el movimiento. A través de las canciones
infantiles los niños aprenden sobre el mundo que les rodea y descubren el ritmo del lenguaje.
Cántale canciones con un ritmo divertido y animado, que contengan sonidos o palabras
relativamente sencillas que pueda imitar y que le hagan involucrarse de alguna forma, invitándole
a realizar determinados sonidos o movimientos.
Despierta su curiosidad creando nuevas oportunidades en diferentes contextos para que explore
situaciones y así aparezcan distintas expresiones en su lenguaje. Intenta partir siempre de aquellas
actividades que más le interesen.
No le haremos repetir sus articulaciones, palabras o frases aunque no las haya expresado de
manera correcta. En su lugar, repite sus mismas palabras con la pronunciación o uso adecuado de
la palabra correcta. Es decir, si intenta decir “quiero agua” dice “quede aba” también le ofrecemos
refuerzo por lo bien que lo ha hecho, por tan solo tener la intención de comunicar lo que quiere.
No debemos corregirle diciendo “no así no”, sino que le corregiremos dándole el modelo correcto
para que nos lo oiga y así poco a poco irá integrando las estructuras correctas. Debemos decirle:
“Ah, quieres agua”. “María, quieres agua”. “Muy bien aquí tienes tu agua”. Siempre debes
estimularle a usar un lenguaje más amplio para comunicarse.
No olvides elogiarle y felicitarle por cada uno de sus intentos o esfuerzos de usar el lenguaje con
un aplauso, una sonrisa, un beso, aunque sólo se haya aproximado al modelo correcto.
En la actualidad, donde las nuevas tecnologías nos invaden, debemos aprender a utilizarlas con
cautela. Existen algunas aplicaciones, juegos o programas educativos que quizás pueden
beneficiar alguna determinada área o habilidad en los niños, pero no es el caso del desarrollo del
lenguaje. Principalmente porque dichos programas no les permiten interactuar ni responden a
los niños. Estas dos características resultan esenciales para la adquisición del lenguaje; son los
catalizadores necesarios para aprender una lengua.
Ofrécele experiencias enriquecedoras como una visita al zoo, una granja, al acuario, un museo o
simplemente un paseo por la montaña, que le permitirán acceder a un nuevo mundo lleno de
nuevas sensaciones. Aprovecha esos momentos para hablarle y comentarle todo lo que va
sucediendo.
9. A jugar…
Los niños aprenden el lenguaje en su día a día a través de las rutinas, pero también durante el
juego. El juego es una forma agradable y natural de favorecer la adquisición del lenguaje. Para ello
es preferible prescindir de aquellos ruidosos y luminosos juguetes que se activan prácticamente
solos y optar por otro tipo de juguetes: más básicos que le ofrecerán un juego mucho más abierto
con infinitas posibilidades, en definitiva estimular su creatividad.
A través del juego simbólico los niños empiezan a expresar verbalmente lo que antes sólo
expresaban con acciones, estimulando así el desarrollo del lenguaje, a la vez que la imaginación.
Considera cualquier escenario de juego un buen espacio para el desarrollo de la comunicación.
Evita el uso indiscriminado del chupete y limita su uso a la hora de dormir. Es de esperar que el
niño que usa chupete muestre poco interés en iniciar una conversación o simplemente hablar, ya
que ello implicaría prescindir o deshacerse de tan preciado tesoro. Mientras lo usan no pueden
emitir sonidos articulados para comunicarse y emiten menor cantidad de balbuceos, gorjeos y
canturreos que servirán de ensayo de los sonidos que después necesitarán para hablar. El uso
excesivo del chupete reduce la práctica de los movimientos buco-articulatorios tan necesarios
para el correcto desarrollo del habla.
Además el uso excesivo y prolongado del chupete también puede provocar malformaciones en el
paladar que en un futuro pueden dificultar una correcta articulación y pronunciación de
determinados fonemas y requerir la intervención de un logopeda.
Nuestro deber como padres es compartir tiempo de calidad con nuestros hijos y disfrutando
juntos cada instante de su desarrollo.
Es muy bueno hablar claro con el niño/a para favorecer su comprensión y aprendizaje. Muchas
veces cuando los adultos hablan como guagua para imitarlos, los confunden y no les ayudan a
aprender correctamente.
Mientras realizas alguna actividad hogareña cuéntale lo que hay que hacer y porqué. Es posible
que te quiera ayudar espontáneamente y pregunte más al respecto.
Invítalo y ayúdalo para que te imite en actividades que impliquen un acercamiento al lenguaje. Por
ejemplo: “Mira Paulina, estoy leyendo el diario ¿te gusta? Hay que tratarlo con cuidado, mira
cómo se dan vuelta las páginas. Ahora inténtalo tú. ¡Bien, ya estás leyendo el diario!”
– Muestra avance en …
– Puede …
– Ha mejorado su rendimiento en …
– Necesita apoyo en …
– Está en proceso de ….
– En ocasiones resuelve …
– Algunas veces …
– Ocasionalmente efectúa …
Felicitaciones
Obtuvo un buen rendimiento escolar, ¡Felicitaciones!
Regular rendimiento
Puede obtener mejores calificaciones si se lo propone.
Con mayor esfuerzo podría obtener mejores calificaciones. Es bueno que mantenga el
interéspor mejorar su rendimiento.
PADRES DE FAMILIA
INDICAR AL
ALUMNO CON
ASPECTOS DE CRECIMIENTO- RENDIMIENTO ALUMNO
LENTO COMPORTAMIENTO
PERSONALIDAD MEJORAMIENTO NORMAL SOBRESALIENTE
APRENDIZAJE
O INMADUREZ
Le falta
Necesita mejorar en
Es capaz de un confianza para Frecuentemente
su autocontrol, para Es maduro para
rendimiento participar en olvida sus Es cooperativo
ser aceptado por sus su edad
más alto en actividades materiales.
compañeros.
orales
Le falta
Necesita A veces falta el
Está mejorando responsabilizarse Seguido se
practicar la respeto a las Tiene interés en
en auto- en el ofrece para
expresión oral a opiniones de sus aprender
confianza cumplimiento de ayudar
diario. compañeros.
su tarea
Necesita apoyo
resta…
Trabaja con
Necesita tomar
demasiada Necesita tener un Demuestra
parte más activa Gracias por su Es ordenado y
rapidez y comportamiento más orgullo en su
en actividades apoyo en casa original
descuida mucho aceptable trabajo
grupales.
los detalles.
La mayoría de
Está aprendiendo Rara vez se La atención
sus errores son Sigue Entiende
como escuchar y propone como prestada en casa
debido a instrucciones conceptos muy
compartir, reforzar voluntario para le ha ayudado
descuido o falta adecuadamente avanzados
en casa alguna actividad mucho
de atención
puntualmente. compañeros
Necesita
Tiene dificultad
aprender las
para terminar No siempre utiliza su Trata de
reglas de
sus trabajos de tiempo complacer a
seguridad dentro
manera eficientemente. todos
y fuera de la
individual
escuela.
frecuentemente
deja regados.
Necesita desarrollar
Entiende pero Tiene buenos
un respeto por la
trabaja hábitos de
propiedad del salón
lentamente trabajo
y/o la escuela.
No tiene interés
Es distraído
en
Habla cuando no
debe y no permite
Está trabajando
que otros hablen o
mucho mejor en
expresen sus
opiniones
Necesita
apoyo en pensar
porque se nota
un mejor
rendimiento
desde que le
prestan
atención en su
lectura diaria.
Necesita supervisión
directa
Es muy hábil en
actividades
psicomotoras
Siempre quiere
participar.
Con mayor esfuerzo puede rendir más. Debe mejorar su compromiso con los estudios.
Mal rendimiento
Faltó mayor compromiso personal con el trabajo del aula , puede rendir más.