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2006-001004
Magistrado Ponente: Luís Antonio Ortíz Hernández
SEGUNDA DENUNCIA
Respecto de la denuncia del recurso de casación por falsa aplicación así como
cualquiera de infracción de ley, la Sala ha precisado que el formalizante debe: a)
encuadrar la denuncia en el ordinal 2º del artículo 313 del Código de Procedimiento
Civil; b) especificar qué norma jurídica resultó infringida y ubicarla en la hipótesis
prevista en el referido ordinal; c) expresar las razones que demuestren la existencia de
la infracción, esto es, explicar de forma clara y precisa cómo, cuándo y en qué sentido se
produjo la infracción, la cual debe ser determinante en el dispositivo del fallo, de
conformidad con lo previsto en el único aparte del artículo 313 eiusdem; d) especificar
las normas jurídicas que el tribunal de última instancia debió aplicar y no aplicó para
resolver la controversia, e indicar las razones que demuestren la aplicabilidad de dichas
normas.
Sobre este particular, esta Sala de Casación Civil estableció en sentencia de fecha
13-12-1995, sostenida asimismo en sentencia N° 400 de fecha 21-06-2005 el siguiente
criterio:
“...En este orden de ideas, la Sala aprecia que la frase ‘regla legal expresa
para valorar el mérito de la prueba,’ tiene relación con el tradicional
sistema de tarifa legal, que ha venido siendo desplazado con la
incorporación a los textos legales de las reglas de la sana crítica y de la
libre convicción. Por tanto, la inclusión en las normas jurídicas de las
reglas de la sana crítica, transforma a éstas en un método de valoración
impuesto al Juez por disposición de la Ley, en el que el mérito de la
prueba lo obtiene el Juzgador después de utilizar en su análisis las reglas
de correcto entendimiento humano, como también lo expresa Rengel
Romberg, citado en el texto de la obra de Márquez Añez, ‘El Recurso de
Casación, la Cuestión de Hecho y el Artículo 320 del Código de
Procedimiento Civil.’
Por todos los argumentos expuestos, la Sala abandona la doctrina
imperante desde el 23 de mayo de 1990, estableciendo que a partir del
presente fallo el artículo 508 del Código de Procedimiento Civil debe ser
considerado como regla de valoración de la prueba testimonial. En
consecuencia, es obligatorio para el Juez:
1.-Hacer la concordancia de la prueba testimonial entre sí y con las demás
pruebas, cuando esa concordancia sea posible, pero el resultado de esa
labor corresponde a la soberanía del Juez, quien no podrá ser censurado
en casación sino sólo cuando haya incurrido en suposición falsa y haya
violado una máxima de experiencia.
2.- El Juez deberá desechar la declaración del testigo inhábil o del que
apareciere no haber dicho la verdad. Con respecto a este punto, el Juez
tiene el deber legal de desechar el testigo mendaz, o el que incurre en
contradicciones, y el resultado de esta labor corresponde a su libertad de
apreciación de la prueba, por lo que ésta sólo podría ser censurada en
Casación, cuando el Juzgador incurra en suposición falsa o haya violado
una máxima de experiencia.
3.- En el proceso mental que siga el Juez al analizar y apreciar una prueba
de testigos deberá aplicar las reglas de la sana crítica (artículo 507),
debiendo estimar cuidadosamente los motivos de las declaraciones y la
confianza que merezcan los testigos por su edad, vida y costumbres, por
la profesión que ejerzan y demás circunstancias.
En consecuencia, de lo precedentemente establecido, la denuncia del
artículo 508 del Código de Procedimiento Civil, deberá encuadrarse con
fundamento en el artículo 313 ordinal 2°, en concordancia con el 320
eiusdem, determinado claramente, en cuál de los tres supuestos del
mencionado artículo 320, encuadra su denuncia. Asimismo, debe
especificar la influencia en el dispositivo del fallo, como consecuencia de
una suposición falsa del Juez, lo que permitirá a la Sala descender a
examinar las actas y censurar la apreciación y valoración que de la prueba
de testigos realice el Juez...” (Negritas y subrayados de la Sala).
En virtud del anterior criterio jurisprudencial, se concluye que la fundamentación
hecha por el formalizante no se adecua a la técnica requerida para que la Sala conozca
de la denuncia, ya que, si bien aduce la infracción del artículo 508 del Código de
Procedimiento Civil, norma que regula la valoración de la prueba testimonial, no explicó
claramente porqué y de qué manera fue violada; y aún cuando hace mención al artículo
320 del Código adjetivo, no indica en cual de los tres supuestos de la norma encuadra su
denuncia.
En consecuencia se desecha la presente delación por falta de técnica. Así se
decide.
TERCERA
CASACIÓN SOBRE LOS HECHOS
Ahora bien, luego de una revisión de las actas que conforman el presente
expediente y de la trascripción parcial de la recurrida, se observa que el ad quem a pesar
de no haber trascrito todas las preguntas y respuestas realizadas a los testigos, -lo cual
no es imprescindible- resaltó las que tenían verdadera importancia y relación con el
punto debatido, haciendo un análisis de las mismas, otorgándole valor probatorio a
dichas declaraciones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 508 del Código de
Procedimiento Civil. Asimismo, con la valoración que le dio a las pruebas de informes
evacuadas en el Juzgado a quo, mediante las cuales se evidencia los diversos servicios
públicos que ha venido contratando la actora desde el año 1972, concluyó que
verdaderamente la ciudadana Juana Moro de Gainza ocupaba el inmueble objeto del
presente juicio, operando así la prescripción adquisitiva para la referida actora.
Por otro lado, el hecho de que algunos de los testigos no hayan señalado la
existencia o no del cónyuge e hijos de la actora como cohabitantes del inmueble en
cuestión, en nada cambia el dispositivo del fallo, ya que al estar en presencia de un
juicio por prescripción adquisitiva lo que persigue la parte actora a través de esta acción
es la propiedad del inmueble, lo cual determinó la recurrida sin necesidad de analizar las
demás respuestas de los testigos, que en nada se relacionaban con el hecho
controversial y por ende no influían en el fin perseguido con dicha acción.
Aún sin embargo, se evidencia del acta que contiene la declaración de la testigo
Gloria Rosa Herrera, el conocimiento que ella tiene de que la familia de la ciudadana
Juana Moro de Gainza cohabitaba con ella en el inmueble objeto del presente juicio, lo
cual se desprende de la octava pregunta de dicha declaración, la cual dice: “¿Diga la
testigo, si conoce quien construyó la casa donde vive la ciudadana Juana de Moro de
Gainza? CONTESTÓ:”No, por que cuando ella llegó ya la casa estaba construida, la única
que he visto habitando a esa casa es a ella y a su familia.”
Por otro lado, el hecho de que dos de los testigos no hayan sido repreguntados,
ello tampoco influye en el dispositivo del fallo, por cuanto no puede tomarse en cuenta
dicho alegato ya que el mismo fue traído por el formalizante por primera vez en
casación.
DECISIÓN
Por los razonamientos y consideraciones anteriormente expuestos, este Tribunal
Supremo de Justicia, en Sala de Casación Civil, administrando justicia en nombre de la
República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, declara: SIN LUGAR el
recurso de casación, anunciado y formalizado por el abogado José Rafael Serrano,
apoderado judicial de la parte demandada contra la sentencia dictada por el Juzgado
Superior Cuarto en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del
Área Metropolitana de Caracas, en fecha 16 de junio de 2006.
Presidenta de la Sala,
__________________
YRIS PEÑA ESPINOZA
Vicepresidenta,
___________________
ISBELIA PÉREZ VELÁSQUEZ
Magistrado Ponente,
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LUÍS ANTONIO ORTÍZ HERNÁNDEZ
Magistrado,
_______________________
ANTONIO RAMÍREZ JIMÉNEZ
Magistrado,
____________________
CARLOS OBERTO VÉLEZ
Secretario,
_____________________
ENRIQUE DURÁN FERNÁNDEZ
Exp. AA20-C-2006-0001004.-
El Magistrado Antonio Ramírez Jiménez, aun cuando considera correcta la solución
adoptada, consigna el presente “voto concurrente” al contenido de la presente decisión,
con base en las siguientes consideraciones:
En efecto, la Constitución vigente y el Código adjetivo civil exigen que la justicia sea
completa y exhaustiva, pero no se lograría dicho fin si se omite algún elemento
clarificador del proceso. Esa es la interpretación que se le debe dar al artículo 509 del
Código de Procedimiento Civil, al señalar que los Jueces deben analizar todas las
pruebas producidas en el expediente y emitir su opinión, así sea en forma breve y
concreta.
Por ello, el silencio de prueba debe mantenerse como un vicio denunciable en el ámbito
de un recurso por defecto de actividad, en un todo de conformidad con el ordinal 1º del
artículo 313 del Código de Procedimiento Civil.
Presidenta de la Sala,
__________________
YRIS PEÑA ESPINOZA
Vicepresidenta,
____________________
ISBELIA PÉREZ VELÁSQUEZ
Magistrado Ponente,
____________________________
LUÍS ANTONIO ORTÍZ HERNÁNDEZ
Magistrado,
_______________________
ANTONIO RAMÍREZ JIMÉNEZ
Magistrado,
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CARLOS OBERTO VÉLEZ
Secretario,
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ENRIQUE DURÁN FERNÁNDEZ
Exp. AA20-C-2006-0001004.-