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Habermas se resiste

“Quiero iluminar las cosas con mi espiritu y proyectar su reflejo a otros espiritus”
Baudelaire

“Me parece que, en lugar de abandonar el proyecto de la modernidad como una


causa perdida, deberíamos aprender de los errores de aquellos programas
extravagantes que trataron de negar la modernidad”.
Habermas

Habermas se resiste: Si bien se manifiesta escéptico acerca del estado de la


modernidad, no solo se niega a asistir a sus exequias sino que a traves de su análisis y
critica y su sistemática deconstrucción de una línea histórica (propia del pensamiento
moderno) halla elementos para afirmar – aún con un tono pesimista - su (¿vital?)
vigencia.
Su vision se trataría, pues, no de condena hacia la razón moderna, sino de recuperar
(revisitar sería un termino mas de moda) el germen liberador social y de reflexión
introspectiva del proyecto moderno presente en ella, que ha ¿fracasado? en el devenir
histórico.
Habermas dice que donde hay una conciencia de un nuevo periodo de la humanidad
aparece la idea de moderno. No es en el posmoderno, en su exacerbado espiritu de
diferencia, en su antimodernidad, en su relativismo, donde Habermas encuentra
salida. Propone recuperar el concepto de ilustración, aún en la diversidad, basado en
la capacidad de crear y transformar el mundo que tenemos los seres humanos, pero
reconoce la complejidad de la encrucijada: la modernización capitalista desarrolla una
crítica de la modernidad cultural en el terreno del arte y la filosofía. La Ciencia, el
Arte y la Moral son estáncos inertes, de lo moderno solo quedan vestigios.
Pero hay un vestigio en la recepción del arte: Por un lado, el lego que gozaba con el
arte debía educarse hasta convertirse en un especialista. Por el otro, también debía
comportarse como un consumidor competente que utiliza el arte y vincula sus
experiencias estéticas a los problemas de su propia vida. En este doble acceso al arte,
cita una enseñanza: en la medida que una experiencia estética sea utilizada para
iluminar una situación de vida y se relaciona con sus problemas no es el saber del
critico quien habla. Se convierte en una operación interpretativa que resignifica todo
lo que conocemos. La reapropiación de la cultura de los expertos desde el punto de
vista de la vida. Y recupera la idea de proyecto. Desde una perspectiva
diferenciadora, Habermas sostiene que el proyecto actual tiende a vincular la cultura
moderna con la práctica cotidiana. Allí existen aún románticos y clasicos, cultores de
lo Nuevo, trasgresores de la norma, revolucionarios y hombres nuevos. Y todos
dispuestos a un consenso simbólico.

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