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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE INGENIERÍA EN GEOLOGÍA,


MÍNAS, PETRÓLEOS Y AMBIENTAL

ESCUELA DE GEOLOGÍA
CÁTEDRA DE GEOLOGÍA DEL ECUADOR

TEMA:
PROBLEMÁTICA SOBRE LA
NATURALEZA Y EL MARCO
GEODINÁMICO DE LA DIVISIÓN SALADO

DOCENTE:

Ing. Jorge Bustillos. MSc.

PERÍODO:

Octubre 2018 – Febrero 2019

QUITO – ECUADOR
INTRODUCCIÓN

Este trabajo trata de explicar la naturaleza y el marco geodinámico de la división


SALADO, perteneciente a la sección oriental de la Cordillera Real del Ecuador, ubicada
en 1 ° N y 2° S. Sus límites son; Norte colinda con la Cordillera Central de Colombia, al
Sur se limita con el Norte de Perú, al Este se encuentra en contacto conforme con la
Región Sub Andina y al Oeste se limita con la Deflexión de Huancabamba al Sur y al
Norte con el Valle Interandino (Litherland et al. 1994).

La Cordillera Real o Cordillera Oriental, comprende cinco divisiones lito-tectónicas


siendo de occidente a oriente: División Guamote, División Alao, División Loja, División
Salado y División Zamora. Cada una de ellas limitada por importantes evidencias
tectónicas o fallamientos que son parte de eventos regionales que permitieron la
naturaleza metamórfica que comprende a la Cordillera (Litherland et al. 1994).

El grado de metamorfismo comprende desde rocas de facie phrenyta-pumpellyta


(División Guamote) hasta facie Anfibolita (División Salado), intruida por varios plutones
de edad Mesozoica, con firmas espectrales que los caracterizan en granitos de tipo S
(Unidad Tres Lagunas-División Loja) y granitos tipo I (Batolito de Abitagua-División
Zamora), que sugieren diferentes eventos térmicos-magmáticos y edades diferentes de
formación. (Aspden et al. 1992a).

La explicación de la ya mencionada naturaleza de SALADO, comprenderá el uso


bibliográfico de publicaciones científicas de varios autores que han dedicado gran parte
de su carrera a investigar los procesos tectónicos y geodinámicos implicados en la
formación de esta División.
OBJETIVOS

Objetivo General:

 Analizar la naturaleza y evolución geodinámica del terreno salado desde su pre


formación hasta su estado actual correlacionando sus estructuras,
deformaciones y litologías a los eventos que dieron origen a su formación para
poder generar un modelo detallado de la division salado.
Objetivos específicos:

 Analizar la litología de cada una de las unidades que conforman la división


Salado y realizar un cuadro comparativo entre ellas.
 Identificar las diferentes estructuras tectónicas que afectan la División para poder
asociarlas al grado metamórfico que las caracteriza.
 Presentar los resultados en clase, para generar una discusión e intercambio de
ideas acerca de esta problemática.
JUSTIFICACIÓN

Salado comprende una sub division plutónica Azafràn que se encuentra parcailmente
deformada cuyos afloramientos son visibles enb la carretera del rio Pastaza que fue
observada previamente por (Sauer , 1958, Kennerley , 1971) el registro en mapas
anteriores muestran un pequeño afloramiento a lo largo del rio Pastaza pero los estudios
actuales han extendido la fase plutónica al norte de la frontera con Colombia a una
distancia de 250 Km al sur del Rio Upano.
A esta unidad se le atribuye un volcanismo Jurásico después de la cancelación de la
reapertura del rift en el sistema de subducción se da inicio a la formación del arco
continental de salado cuya problemática inicia desde la formacion del arco teniendo asi
como resultado las siguientes carateristicas tectónicas
Se observan foliaciones fuertes NNE-SSO con buzamientos al este y oeste.
Debido a la dificultad que representa para mí la obtención de los recursos económicos
suficientes para realizar trabajo exhaustivo de campo, investigativo, geoquímico e
incluso de laboratorio (edades/reconstrucciones paleomagnéticas) y por el complicado
acceso hacía la Cordillera Real del Ecuador ya sea por su complicada morfología, falta
de vías de acceso, clima y riesgo personal, explicar la naturaleza de la división salado
con la recaudación de datos bibliográficos basado en la opinión de varios autores de tal
manera que se pueda correlacionar conocimientos y poder entender el origen de su
formación generando un modelo que explique pasó a paso la evolución tectónica de la
misma este trabajo relacionara la tectónica de placas centrada en Sudamérica y en el
Ecuador, informes de la British Geological Survey acerca del cinturón metamórfico que
representa la Cordillera Real, nuevos modelos geológicos publicados en la última
década y estudios varios enfocados en redactar la evolución de la Cordillera Real del
Ecuador.
DESARROLLO

La reconstrucción de la tectónica global en base a datos paleomagnéticos centrados en


la placa de Nazca y Sur América de Pardo-Casas & Molnar. (1987), les ha permitido
calcular las posiciones relativas y la historia de convergencia para la latitud de Perú y
que también afectó a la zona de Ecuador. Se centra principalmente en los eventos
terciarios conocidos como el Incaico del Eoceno tardío y fases quechuas del Mio-
Plioceno, pero los datos obtenidos por el autor, también le permitieron reconstruir
periodos anteriores al Terciario, evidenciando el desplazamiento de la entonces placa
de Farallón, las diferentes velocidades y direcciones de la zona que se estuviera
subduciendo.

El trabajo de Spikings et al. 2014, es un trabajo completo de los diferentes eventos


geológicos que tuvieron lugar en la placa Sudamericana tomándola como un relicto
occidental de la fractura de Gondwana a inicios del Triásico que tuvo cabida durante la
apertura del paleo-Atlántico. Para el período Jurásico los datos registrados en el trabajo
de Spikings sugieren que verdaderamente existió un período de rifting, que permitió la
formación de Yucatán en la placa norteamericana y la extrusión de un proto-plateau del
Caribe.

Los resultados paleomagnéticos indican que aproximadamente en el intervalo de 70 a


35 Ma., las placas del Pacífico y Farallón eran rígidas y que ambas placas eran
simétricas, su dirección de desplazamiento era el mismo, su velocidad y tasa de
convergencia también, hasta el punto de ruptura en el Oligoceno producto según ellos
de la acción del centro de expansión de Galápagos que venía generando actividad
desde el Triásico-Jurásico (Pardo-Casas & Molnar. 1987).

El evento tectono-metamórfico fue el principal que afecto durante todo el Jurásico-


Cretácico Inferior que también fue parte de la colisión/acreción del terreno Piñón-
Pallatanga (Hughes & Pilatasig, 2002) en el Cretácico Superior, por lo que todas las
fallas que se han encontrado en el cinturón metamórfico pertenecen a este evento y se
las ha interpretado como “suturas” que evidencian complejos ofiolíticos pertenecientes
al evento acrecionario del Plateu Caribe contra el margen continental que permitió la
rápida exhumación de la Cordillera, cada una de estas fallas o suturas evidencian un
desplazamiento dextral. (Aspden & Litherland., 1992)

Además, los grandes esfuerzos extensionales a lo largo de las estructuras formadas en


la División Salado en el Jurásico se correlacionan con la acreción de Peltetec, este
evento es el posible desencadenante de los Nappes encontrados en la Unidad Cuyuja,
que muestran una mezcla de rocas de diferentes terrenos alargados, con láminas de
serpentinita y Skarn que generalmente se encuentran cerca de la zona tectónica.

Los datos geoquímicos obtenidos por Spikings, demuestran que un arco continental
enriquecido en K y de naturaleza calco-alcalina se formó (Granitos tipo I) hace 200 Ma.
Producto de una subducción de la litósfera oceánica de la Placa de Farallón bajo el
occidente de Sudamérica acompañado de la creación de un arco volcánico hace 194
Ma., que es enriquecido en elementos LILE y LREE. Aproximadamente a los 190 Ma. el
eje del arco magmático migró hacia el Oeste debido a la migración relativa de la trinchera
por la subducción del Slab que se extendía hacia el Oeste.

Para Litherland et al. 1994, durante el periodo Jurásico-Cretácico Inferior la subducción


a lo largo del margen de Sudamérica permite la apertura de un proto-plateu Caribe y
una apertura del mar de Tethys.

En Ecuador esta fase de subducción produjo batolitos tipo I con la intrusión del batolito
de Zamora que también tuvo sus similares cadenas al Oeste que son de composición
similar y son la cadena Azafrán-Chingual, y eventos de acreción permitieron la formación
de arcos volcánicos como lo es el arco de Upano equivalentes al arco de Misahuallí al
este

Naturaleza y Marco Geodinámico de División El Salado

Los granitoides y todas las intrusiones dentro de Cordillera Real tienen edades menores
a 240 Ma. En estas rocas el índice de saturación del aluminio de los granitos cálcicos y
alcalinos que cristalizaron durante 290-240 Ma se encuentra dentro los campos que
presentan valores de dO18 dentro de 14-17% lo que sugiere que estás rocas se formaron
por fusión parcial de rocas sedimentarias [Spikings et al 2014]. Una característica muy
peculiar de estas es que la abundancia de elementos traza les encaja dentro de eventos
magmáticos relacionados con subducción, y que se interpretan como plutonismo
formado en una subducción profunda al E del Pacífico bajo el entonces continente
Pangea [Spikings et al 2014].
La reconstrucción de Pangea occidental durante el Permo-Triásico, yuxtapone a Centro
América contra el bloque occidental de Sudamérica, ya que se encuentran relaciones
concordantes de U-Pb con rangos de edades entre 289-255 Ma, entre el bloque Maya
en el centro y sur de México, Cordillera Real de Ecuador y Cordillera Central de
Colombia. Por lo que en base a sus características Geoquímicas muy parecida, el autor
determina que estás intrusiones formaron parte de un gran arco continental que se formó
en el mismo régimen tectónico extensivo y que son la continuación de un cinturón
Pérmico que se expuso en el S de México y llegó hacía Colombia y Ecuador [Spikings
et al 2014].
Anactitas de la Cordillera Real de Ecuador que se formarón durante 240-225 Ma
muestran una menor cantidad en la saturación de aluminio, esto es indicativo de un
incremento en la fusión parcial de rocas pelíticas después de 240 Ma, permitiendo
formar rocas metamórficas. Es evidente según [Spikings et al 2014], que se incrementó
el volumen de magmatismo comparado con el principal de 240 Ma. Los elementos traza
hallados dentro de diques toleíticos son característicos de una cuenca tras-arco o de
características MORB y de una progresiva tendencia en la composición isotópica hacia
un manto poco desarrollado, combinado a eso un progresivo decaimiento en elementos
incompatibles durante 240-225 Ma que sugieren que allí se emplazó una litósfera muy
delgada.
El esparcimiento de diques coetáneos anfibolíticos y anactitas continentales argumenta
un ambiente tectónico extensivo que probablemente se formó dentro de una región
donde incrementó el flujo de calor, que es la característica de una cuenca tras-arco
sugiriendo que el período entre 240-225 Ma estuvo dominado por un acortamiento de la
litósfera continental durante un rifting y un desarme del occidente de Pangea. Es así que
[Spikings et al 2014] interpreta que el proceso de rifting inició hace ~240 Ma lo que es
consistente con la geocronología y la geoquímica de granitos de alta peraluminosidad y
tobas volcánicas que se recolectaron en el E de la Cordillera Real y sugieren evidencias
que se interpreta como un rift de cuenca tras-arco que dominó en Ecuador y Colombia
en el Triásico.

Figura 1. Arco continental Permo-Triásico y subducción de la placa oceánica en el


triásico
Fuente: Spikings et al 2014
Fig.2 Caracterización de rocas, edad y ambiente tectónico de formación del triásico.
Fuente: Spikings et al 2014

Geocronología del Triásico Tardío-Jurásico


Intrusión de granitoides
Los datos Geoquímicos para granitoides de edad Triásica - Cretácico inferior,
demuestran que dentro de Cordillera Real, Central y el masivo de Santander (Colombia),
son metaluminosos y se encuentran dentro del campo calco-alcalino, alcalino-cálcico
con anomalías negativas de Nb, Ta y Ti, combinado con el enriquecimiento de LILE,
LREE y un relativo aumento de HREE lo que sugiere que estás rocas se formaron en
un evento de subducción y son registros de intrusiones de un arco continental. La más
joven de las intrusiones (Azafrán), está localizada hacia el W de los granitoides más
antiguos, y presenta composiciones isotópicas más juveniles. Está tendencia sugiere
que las intrusiones de los granitoides son juveniles, con edades aproximadas de 194 y
189 Ma y 143 Ma para Azafrán. Este proceso puede ser interpretado como una
extensión a lo largo del margen de la placa o se generó la migración del eje del arco
volcánico hacia la trinchera o la combinación de ambos [Spikings et al 2014].
¿Qué característica tectónica domino durante este periodo?
Mediante la combinación de estudios en relaciones geoquímicas, datos de U-Pb y datos
isotópicos [Spikings et al 2014], nos demuestra que el arco continental formado al NW
de Sudamérica de edad 209 Ma, contiene intrusiones magmáticas tipo I de alto K a
químicas un poco más calco-alcalinas, esto por la subducción de la placa Pacífico bajo
el W de Sudamérica.
Para 194 Ma se extiende un arco magmático a lo largo del masivo de Santander y dentro
del complejo Quebrada Grande (Colombia) y que se considera como un margen
continental. Las rocas de este arco continental presentan enriquecimiento en LILE,
LREE e isotopos radiogénicos de Nd y Hf.
Para 189 Ma, ocurre una migración del eje del arco hacia el occidente [Spikings et al
2014], entregando arcos más calco-alcalinos que se encuentran definidos por los
batolitos Rosa Florida, Abitagua, Azafrán, Chingual y Zamora y varias formaciones
volcánicas (Misahuallí), con intrusiones que muestran mayor composición radiogénica
de isotopos de Hf y Nd.
La migración de los ejes de los arcos, puede deberse a una migración relativa de la
trinchera y la subducción del slab hacia el W que extendía el margen y daba lugar a la
intrusión [Spikings et al 2014]. Las cuencas extensionales del Jurásico están
reconocidas por ser zonas de formación de Grabbens dentro un ambiente netamente
marino [Spikings et al 2014].

Fig. 3 Evidencias químicas de arcos continentales en Ecuador y Colombia.


Fuente: Spikings et al 2014

Los límites para la división Salado, son al Norte su límite oriental parece ser de transición
con la división Zamora en gran parte sin deformar y coincide regionalmente con las fallas
Cosanga y Méndez, se considera que estas fallas representan el límite occidental del
frente cratónico (Aspden & Litherland, 1992).

Esta división Lito-tectónica comprende rocas metamórficas máficas, esquistos verdes y


rocas metasedimentarias de Upano, Cuyuja y Cerro Hermoso. También se intruyen
rocas plutónicas del Batolito de Azafrán (Litherland et al. 1994).

Unidad Upano: Rocas verdes andesíticas y rocas metasedimentarias asociadas, estas


rocas afloran en la vía de Guamote-Macas y en el occidente de Baeza. Y se han
correlacionado con formaciones de la Cuenca Oriente erróneamente. La edad no se
encuentra bien definida, muchos autores aseguran que es de edad Cretácica pero esta
información no empata por la obtenida por Litherland 1994, para él la unidad es de edad
Jurásica media ya que se correlaciona con el Plutón de Azafrán. La unidad Upano se la
considera como un pequeño cinturón metamorfoseado volcanosedimentario con fuente
del granito Tres Lagunas mezclado con rocas volcánicas calco-alcalinas del Arco
volcánico de Misahuallí y Granitoides de Azafrán (Litherland et al. 1994).

Unidad Cuyuja: Subdivisión de composición metasedimentaria, esquistos pelíticos con


evidencias de metamorfismo progrado. No se tiene una edad exacta para esta
subdivisión, pero también se relaciona con edad Jurásica, nappes producto de esfuerzos
compresivos son evidenciados en esta unidad (Litherland et al. 1994).

Unidad Cerro Hermoso: Son secuencias carbonáticas y puede representar un facie


más distal occidental de la secuencia volcanosedimentaria de Upano o la extensión
superior de esta. También se asume una edad Jurásica (Litherland et al. 1994).

Granitoides Azafrán: Comprende un cinturón de granitoides metamorfoseados, que


conjuntamente con Cerro Hermoso, Cuyuja y Upano forman toda la división Salado.
Quizá el afloramiento observado por Litherland 1994, sea parte de una cadena de
batolitos extruidos de manera tectónica hacía la superficie (Litherland et al. 1994).

Evento Peltetec:

El evento tectono-metamórfico principal que afecto durante todo el Jurásico-Cretácico


Inferior fue la acreción de Peltetec que también fue parte de la colisión/acreción del
terreno Piñon (Litherland et al. 1994). Todas las fallas que se han encontrado en el
cinturón metamórfico pertenecen a este evento y se las ha interpretado como “suturas”
que evidencian complejos ofiolíticos pertenecientes al evento acrecionario del Plateu
Caribe contra el margen continental que permitió la rápida exhumación de la Cordillera
(Vallejo et al. 2009), cada una de estas fallas o suturas evidencian un desplazamiento
dextral. Los grandes movimientos extensionales a lo largo de las fallas formadas en la
cuenca del Salado en el Jurásico se correlacionan con la acreción de Peltetec, este
evento es el posible desencadenante de los Nappes encontrados en la Unidad Cuyuja,
que muestran una mezcla de rocas de diferentes terrenos alargados, con láminas de
serpentinita y Skarn que generalmente se encuentran cerca de la zona tectónica.

El modelado de (U-Th)/He en la apatito recurre a datos obtenidos de los terrenos


yuxtapuestos Paleozoico-Mesozoico Alao, Loja y Salado en la Cordillera Real del Norte
del Ecuador, los cuales han mejorado las historias térmicas de AFT anteriores a 9 Ma.
Los terrenos de Alao y Loja forman un bloque estructural que residía a temperaturas
superiores a 70–80 o C hasta aprx. 3.3–2.8 Ma y luego se enfrió rápidamente a menos
de 40 oC a tasas de >15 oC/My. Las variaciones intraterranas en los historiales de
enfriamiento y exhumación en el área de Salado sugieren que las fallas no limitantes de
las grietas desempeñaron un papel importante durante su evolución reciente del
Plioceno. El área de Salado conserva una historia más antigua que revela tasas
elevadas de enfriamiento durante 22–19 y 18–15 Ma.

Posteriormente, el terreno se enfrió rápidamente de más de 90 ªC a menos de 40 ªC


durante 11–8 y 5,5–3,5 Ma a tasas de >8 oC / My. La reactivación vertical de la falla de
Llanganates, que separa los terrenos de Salado y Loja, durante el Plioceno-Reciente
coincide con las etapas principales de formación de la Depresión Interandina
yuxtapuesta, que proporciona restricciones adicionales en las fases de crecimiento de
la depresión y la Cordillera.

Las reconstrucciones de la historia térmica de fragmentación de apatita (AFT) a lo largo


de los segmentos norte, centro y sur de la Cordillera Andina han identificado el
enfriamiento que comenzó hace 9My, y continuó hasta el presente a lo largo de todo el
orógeno (Crough, 1983; Shagam et al., 1984; Laubacher y Naeser, 1994; Coughlin et
al., 1998; Spikings et al., 2000). El inicio del enfriamiento coincide con la bien establecida
fase quechua 2 del tectonismo andino y generalmente se atribuye a la exhumación
erosiva y tectónica; las tasas promedio de enfriamiento y exhumación reportadas son
generalmente inferiores a 1,4 km / My. las tasas de enfriamiento y exhumación
posteriores a los 9 Ma; debido a la falta de sensibilidad del método AFT a temperaturas
inferiores a 60 ªC.

Las edades (U – Th) / He de los terrenos de Alao, Loja y Salado definen dos tendencias
diferentes, aproximadamente lineales, las edades de los terrenos de Alao y Loja son
notablemente más jóvenes que las de muestras en los estudios del terreno Salado. La
muestra de granito de Azafrán de la frontera colombiana no se encuentra en ninguna de
estas tendencias.

Se han generado modelos de historia térmica para tres muestras del área de Salado a
lo largo del tramo Baños – Puyo. Las muestras de granitos jurásicos producen edades
de AFT de 11 (+-)2 y 21 (+-)3 Ma, respectivamente, aunque se registraron muy pocas
longitudes de AFT para generar modelos T – t a través del APAZ, que podrían usarse
para restringir las rutas T – t a través del HePRZ (Spikings et al., 2000). Por lo tanto, las
mejores soluciones de ajuste se encontraron al satisfacer las edades (U – Th) / He y
AFT (Laslett et al., 1987; Gallagher, 1995). El enfriamiento ha sido continuo desde al
menos 18 Ma, aunque los períodos más rápidos de enfriamiento ocurrieron desde un
tiempo anterior a 18 Ma hasta 15 Ma a una tasa promedio de 17 ªC / Ma, que no se ha
reconocido en el mismo batolito al sur. Un segundo período de enfriamiento rápido
comenzó a las 5.5–4.5 Ma y continuó a velocidades de 6 ªC/ My hasta el presente. El
momento en que se inicia el enfriamiento derivado al modelar los datos de AFT satisface
la edad (U – Th) / He, aunque los modelos AFT de mejor ajuste y (U – h) / He producen
diferencias menores en la cantidad de enfriamiento en un momento determinado. Esta
diferencia puede deberse a variaciones en el comportamiento de difusión de He en
apatito en escalas de tiempo geológicas en relación con escalas de tiempo de
laboratorio o imprecisiones en el modelo.

La exhumación y el enfriamiento de la zona de Loja comenzaron en algún momento


entre los 11 y 9 de Ma y continuaron hasta 3.2 Ma a tasas de 0.2 km / Mi (Fig. 4), que
son comparables con las derivadas de los datos de AFT durante el Mioceno tardío –
Reciente (Spikings et al., 2000). Sin embargo, las tasas de exhumación en el área
occidental de Salado fueron significativamente más altas durante 11–9 Ma y pueden
haber excedido 1 km / Ma. En contraste, esas regiones en el área de Salado al este
eran térmicamente estables y probablemente tectónicamente inactivas durante el
Mioceno tardío.

La evidencia estructural y sedimentológica en los Andes ecuatorianos sugiere que en el


Mioceno tardío ocurrieron distintos períodos de compresión tectónica. Steinmann et al.
(1999) reconocen la deformación compresiva sintetimentaria en la transición entre la
etapa costera del Pacífico de la sedimentación (marina) y la etapa intermontana
continental de la sedimentación en 10–8 Ma en los Andes del sur de Ecuador. La
exhumación durante el Mioceno Tardío también se correlaciona con el inicio de la
sedimentación gruesa delta / abanico aluvial en la cuenca del Amazonas (Formación
Chambira Inferior; Ruiz, 2002; Fig. 4), que a su vez sugiere un levantamiento de la
Cordillera Real hacia el oeste.

Las trayectorias de la historia térmica de los bloques de fallas dentro de los terrenos de
Loja y Salado en la Cordillera Real central, derivadas de los datos de AFT utilizando un
modelo de recocido monocompositivo (Laslett et al., 1987), sugieren que se enfriaron
de forma continua y lineal desde 9 (+-)1 Ma hasta el presente (Spikings et al., 2000). La
mayoría de las unidades muestreadas se enfriaron desde temperaturas de% 80-8ªC a
la superficie, lo cual, suponiendo una temperatura de superficie promedio y un gradiente
geotérmico de 20 ªC y 30 ªC / km, corresponde a tasas de exhumación (0.2 km / My)
que son significativamente más bajas que los valores máximos derivados por el método
(U – Th) / He. Esta discrepancia se debe a la menor sensibilidad de la técnica AFT a
temperaturas inferiores a 60 ° C en comparación con la técnica (U-Th) / He.

La falta de un evento de enfriamiento y exhumación del Plioceno en el registro de la AFT


del Ecuador central es consecuencia de menores cantidades de enfriamiento y
exhumación de la corteza en esa región en comparación con el norte. En consecuencia,
las tasas de exhumación más bajas derivadas de la técnica AFT en el centro de Ecuador
representan tasas promedio de más de un evento en un período que es más largo que
el tiempo acumulado de los eventos individuales.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES.

Durante el periodo Triásico la apertura del rifting generada en el mar de Tethys dio lugar
al acortamiento de la corteza continental ubicada en el NW de la placa Sudamericana y
ascensos magmáticos de composición máfica y ultramáfica se generaron, los mismos
se enriquecieron en K, Sr, Ti y P, y datos geoquímicos obtenidos por Litherland et al
1994, indican que las rocas graníticas son de tipo S, y pertenecen al Granito de Tres
Lagunas, este evento geotérmico importante es la evidencia principal de Aspden &
Litherland 1992, para teorizar que el rifting afectó principalmente a la zona NW del actual
continente Sudamericano.

Para el Triásico tardío Jurásico temprano, la apertura continuó y las intrusiones de


granitos dentro del flanco este de la Cordillera Real actual se producen, las cuales no
se encuentran metamorfizadas.

Durante el Jurásico Cretácico Inferior, se intruyeron grandes cantidades de batolitos de


firma espectral tipo I al este del Ecuador. Estos batolitos fueron producto de movimientos
convergentes de la placa de Farallón y eventos de acreción permitieron la formación de
arcos volcánicos como lo es el arco de Upano equivalentes al arco de Misahuallí al este.

Litherland analizó meta-andesitas y la relación espacial de la cadena de Azafrán con


Zamora y sugieren que estás fueron formadas en una cuenca marginal ubicada sobre
la corteza continental posiblemente de allí provienen los volcánicos metamorfoseados
que se hallan en la formación Upano añadido a eso las deposiciones de
volcanosedimentos procedentes de los batolitos y el arco magmático de Misahuallí,
siendo las rocas metamorfoseadas de Cuyuja la evidencia de esta deposición.
Tras el evento de acreción de Peltetec, la posible colisión del basamento procedente del
Plateu Oceánico Caribe generó gran esfuerzo en la pronta exhumación de la Cordillera,
así lo registró Litherland 1994, el autor asevera que este evento de acreción regional,
fue el causante de los Nappes de Cuyuja que son más evidentes en la parte superior de
la deposición de la unidad, lo que nos da entender que la deformación afectó a los
depósitos más tardíos de la unidad.

Los datos de apatito (U – Th) / edad de la Cordillera Real central y norte revelaron un
registro de historial térmico de alta resolución y baja temperatura que anteriormente no
fue reconocido por el análisis de AFT. Los modelos de historia térmica del Mioceno
temprano-medio derivados por el método de AFT corroboran los datos (U-Th) / He, y el
estudio actual no restringe aún más estos modelos. Sin embargo, los modelos de
historia térmica AFT anteriores identifican un solo período de enfriamiento en la
Cordillera Real central durante 9 (+-)1 - 0 Ma, en contraste con los modelos de historia
térmica (U-Th) / He aceptables, que resuelven el período e identifican los períodos de
enfriamiento específicos que comenzaron durante 5.5–3.3 Ma.

La exhumación pliocena ocurrió en épocas progresivamente más jóvenes en una


progresión hacia el sur a lo largo de la Cordillera Real, lo que corrobora las tendencias
en el momento del inicio de las cuencas que residen en la Depresión Interandina. Por lo
tanto, es probable que la reactivación dentro de la Cordillera Real esté vinculada
íntimamente con la evolución estructural de la Depresión Interandina durante el
Plioceno. La tendencia hacia el sur en las edades de exhumación es totalmente
consistente con Winkler et al. (2002), quienes proponen que la Depresión Interandina
se abra progresivamente de norte a sur como parte de un complejo sistema
transcurrente ubicado a lo largo de una curva de restricción. Las relaciones entre la
altitud y la edad (U – Th) / He, combinadas con variaciones laterales en las historias de
exhumación de los bloques de fallas individuales, sugieren que los territorios de Alao y
Loja de Litherland et al. (1994) formaron un bloque único, coherente y con fallas en el
centro de Ecuador durante el Mioceno Medio - Plioceno, limitado al este por la falla de
Llanganates. En contraste, durante el Mioceno-Plioceno tardío, en el Salado, a escala
intraterrana, se produjo una falla inversa propagada en la parte delantera, lo que pudo
haber provocado la ampliación de la Depresión Interandina.

BIBLIOGRAFÍA:

Litherland, M., Aspden, J., & Jemielita, R.A., (1994). THE METAMORPHIC BELTS OF
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Aspden J. Harrison S.H. Rundle C.C. (1992). NEW CHRONOLOGICAL CONTROL FOR
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