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Memoria operativa o memoria de trabajo

¿Qué es la memoria de trabajo?

La memoria de trabajo (MT), también conocida como memoria operativa, se puede definir
como el conjunto de procesos que nos permiten el almacenamiento y manipulación
temporal de la información para la realización de tareas cognitivas complejas como la
comprensión del lenguaje, la lectura, las habilidades matemáticas, el aprendizaje o el
razonamiento. La memoria de trabajo es un tipo de memoria a corto plazo.
Definición de memoria de trabajo según el modelo de Baddley y Hitch
Características de la memoria de trabajo:
 Su capacidad es limitada. Solo almacenamos 7 ±2 elementos .
 Es activa. No solo almacena la información, sino que la manipula y la transforma.
 Sus contenidos se actualizan permanentemente.
 Está modulada por el córtex frontal dorsolateral.
Ejemplos de memoria de trabajo
La memoria de trabajo (o memoria operativa) se refiere a la capacidad que nos permite
mantener en la mente los elementos que necesitamos para realizar una tarea mientras la
estamos ejecutando. Gracias a la memoria operativa o memoria de trabajo podemos:
 Integrar dos o más cosas que ha tenido lugar en estrecha proximidad temporal, por
ejemplo recordar y responder a los datos que se han dicho en una conversación.
 Asociar un conocimiento nuevo con conocimientos que ya conocíamos. Nos permite
aprender.
 Mantener en la mente una información mientras prestamos atención a otra cosa,
por ejemplo podemos preparar los ingredientes que vamos a necesitar para hacer la
comida mientras hablamos por teléfono con alguien.
Utilizamos nuestra memoria de trabajo (o memoria operativa) diariamente en todo tipo de
tareas. Cuando intentamos recordar un teléfono antes de apuntarlo. Cuando estamos
inmersos en una conversación: necesitamos mantener en la mente lo que se acaba de decir,
para procesarlo y poder responder con nuestra opinión. Cuando en el colegio o la
universidad tomamos apuntes: necesitamos mantener en nuestra mente lo que ha dicho el
profesor para luego escribirlo con nuestras palabras en los apuntes. Cuando hacemos
cálculos mentales en el supermercado para ver si nos llega con el dinero que tenemos.
Trastornos en los que se ve afectada la memoria de trabajo
La memoria de trabajo es básica para la toma de decisiones y para el correcto
funcionamiento de las funciones ejecutivas. Por eso, su alteración está detrás de los
síndromes disejecutivos y de muchos de los trastornos del aprendizaje como el TDAH y
la dislexia o discalculia. Muchos diagnósticos psicopedagócicos necesitan de una evaluación
neuropsicológica que mida de forma precisa las funciones ejecutivas. También
enfermedades como la esquizofrenia o las demenciascursan con alteración de la memoria de
trabajo.
¿Cómo medir y evaluar la memoria de trabajo?
La memoria de trabajo es una capacidad cognitiva presente en la mayoría de las actividades
de nuestro día a día. Por tanto, evaluar nuestra memoria de trabajo y conocer su estado
puede ser de gran ayuda en diferentes ámbitos de la vida: en ámbitos escolares (nos
permitirá saber si un niño tendrá dificultades para hacer cálculos matemáticos o leer), en
ámbitos médicos (para saber si los pacientes podrán continuar su vida de manera
independiente, o si necesitarán ayuda para las actividades básicas) o en ámbitos
profesionales (la memoria de trabajo nos permiten recordar y responder a los datos de una
conversación, esencial durante una reunión o un debate).
Es posible valorar las diferentes funciones cognitivas, como la memoria de trabajo, de una
manera fiable y eficaz mediante una evaluación neuropsicológica completa. Los tests que
ofrece CogniFit para evaluar la memoria de trabajo están inspirados en las pruebas de
Dígitos directos y Dígitos indirectos de la WMS (Wechsler Memory Scale), en el CPT
(Continuous Performance Test), en el TOMM (Test of Memory Malingering), en la Visual
Organisation Task (VOT) y en el Test of Variables of Attention (TOVA). Además de la memoria
de trabajo, estos tests también miden memoria auditiva a corto plazo, memoria a corto
plazo, tiempo de reacción, velocidad de procesamiento, reconocimiento, escaneo visual y
percepción espacial.
 Test Secuencial WOM-ASM: En la pantalla aparecen una serie de bolas con diferentes
números. Se tendrán que memorizar la serie de números para poder repetirlos
posteriormente. En primer lugar, la serie estará compuesta por un solo número, pero
irá incrementando progresivamente hasta que se cometa algún error. Habrá que
reproducir cada serie de números tras cada presentación.
 Test de Reconocimiento WOM-REST: Aparecen tres objetos en la pantalla. Primero
habrá que recordar el orden de presentación de los tres objetos tan rápido como sea
posible. Posteriormente, aparecerán cuatro series de tres objetos, algunos de ellos
diferentes a los presentados, y habrá que detectar la secuencia inicial en el mismo
orden.
¿Cómo rehabilitar o mejorar la memoria de trabajo?
La memoria de trabajo, al igual que las demás habilidades cognitivas, puede ser entrenada y
mejorada. En CogniFit ofrecemos la posibilidad de hacerlo de manera profesional.
La rehabilitación de la memoria de trabajo se basa en la plasticidad cerebral. CogniFit
ofrece una batería de ejercicios clínicos diseñados para rehabilitar los problemas en la
memoria de trabajo y otras funciones cognitivas. Al emplear nuestra memoria de trabajo con
los programas de entrenamiento cognitivo de CogniFit, el cerebro y las conexiones
neuronales implicadas en esta capacidad cognitiva se fortalecen. Así, cuando necesitemos
hacer uso de la memoria de trabajo, las conexiones serán más rápidas y eficientes,
mejorando nuestra capacidad.
El equipo de CogniFit está formado por un completo equipo de profesionales especializados
en el estudio de la plasticidad sináptica y procesos de neurogénesis. Esto ha permitido la
creación un programa de estimulación cognitiva personalizado para las necesidades de
cada usuario. Este programa da comienzo por una completa evaluación de la memoria de
trabajo y otras funciones cognitivas fundamentales. En base a los resultados de la
evaluación, el programa de estimulación cognitiva de CogniFit ofrece de forma automatizada
un entrenamiento cognitivo personalizado para fortalecer la memoria de trabajo y otras
funciones cognitivas que se consideren necesarias según la evaluación.
Un entrenamiento constante y adecuado permite mejorar la memoria de trabajo. Para una
correcta estimulación son necesarios 15 minutos al día, dos o tres días a la semana. Se
puede acceder al programa de estimulación cognitiva de CogniFit mediante internet. Hay
gran variedad de actividades interactivas, en forma de divertidos juegos mentales, que
pueden realizarse mediante ordenador. Al finalizar cada sesión, CogniFit mostrará un
detallado gráfico con el avance del estado cognitivo
La Corteza Prefrontal y su relación con la Memoria de Trabajo
La corteza o córtex prefrontal es un área
cortical localizada en el lóbulo frontal
anterior. Su función principal es el control
cognitivo (por ejemplo, planificación, atención,
resolución de problemas, control de errores,
toma de decisiones, cognición social y memoria
de trabajo)

Partes de la corteza prefrontal


Dentro de la corteza prefrontal existen varias subdivisiones, el córtex prefrontal lateral, el
prefrontal ventromedial y el cingulado anterior. Cada una de estas subdivisiones parece
estar asociada a diferentes funciones. El lateral es el que se relaciona principalmente con la
memoria de trabajo, mientras que el ventromedial parece representar el enlace entre las
cogniciones y las emociones. El cingulado anterior se relaciona con la atención.

Una de las diferencias anatómicas más obvias entre los primates (especialmente los
humanos) y otros mamíferos es que los primates tienen un gran lóbulo frontal. La parte más
anterior del lóbulo frontal, el córtex prefrontal se encuentra especialmente desarrollado en
humanos.
Comparando las funciones de las áreas corticales sensoriales y motoras, las funciones de la corteza
prefrontal son mucho menos conocidas. Debido a su gran desarrollo en los humanos, se asume a
menudo que la corteza prefrontal es la responsable de las características que nos distinguen de otros
animales, como por ejemplo la autoconciencia y la capacidad de planificación compleja y resolución
de problemas.

Una razón para pensar que la corteza prefrontal se relaciona con el aprendizaje y la memoria es que
está interconectada con el lóbulo temporal y estructuras diencefálicas (hipotálamo y núcleos del
tálamo) muy implicadas en estos procesos. Por otra parte los estudios de lesiones y de registro
apoyan su papel en la memoria.

Lesiones de la corteza prefrontal

Los lóbulos frontales son extremadamente vulnerables a las lesiones debido a su ubicación en la
parte frontal del cráneo, la proximidad al ala esfenoidal y su gran tamaño.

El daño del lóbulo frontal parece tener un impacto en el pensamiento divergente, o la flexibilidad y la
capacidad de resolución de problemas. También hay evidencia que muestra persistente interferencia
con la atención y la memoria, incluso después de una buena recuperación de una lesión cerebral
traumática.

Los pacientes con lesiones prefrontales presentan una paradoja: en su conducta diaria es difícil de
detectar un trastorno neurológico. No muestran trastornos obvios en su capacidad de percepción, el
lenguaje, la inteligencia, etc. Pero cuando se utilizan test más sensibles y específicos, se ve
claramente cómo estas lesiones alteran la cognición normal y se producen muchos problemas en la
función memorística.

Experimentos en humanos muestran que la corteza prefrontal está involucrada en la memoria de


trabajo para la resolución de problemas y la planificación de la conducta.

En el famoso caso de Phineas Gage el paciente tuvo una lesión del lóbulo prefrontal causada por
una barra de hierro y mostraba, entre otros problemas, dificultades para mantener el curso de la
conducta que estaba realizando, para planificar y organizar sus comportamientos, empeño por
realizar conductas que no eran adecuados, etc.

Una tarea en la que se muestran problemas asociados al daño de la corteza prefrontal es el test de
elección de cartas de Wisconsin. A la persona se le pide que ordene una baraja de cartas que tienen
un número variable de formas geométricas de colores. Las cartas pueden ser ordenadas según tres
criterios: el color, la forma o el número de símbolos que contienen. Al inicio del test no se le dice al
sujeto qué criterio seguirá. No obstante, el sujeto aprende cuál es la categoría de ordenación que se
está siguiendo en cada ensayo cuando, ordenando las cartas poniéndolas en pilas, es informado
cuando comete un error. Cuando pone 10 cartas correctamente, el criterio cambia y la rutina
comienza de nuevo.

El test de Wisconsin. Las cartas contienen varios números de símbolos coloreados y se ordenarán
siguiendo diferentes criterios. Tras una serie de respuestas correctas, la categoría de ordenación
cambia.

Esta tarea contiene un componente claro de memoria de trabajo: los sujetos deben mantener en
mente el criterio actual, actuar de acuerdo con él, y luego seleccionar y mantener uno nuevo.

Las personas con lesiones prefrontales tienen gran dificultades cuando se cambia el criterio de
ordenación de las cartas; continúan perseverante y aplicando una regla que ya no es válida. Parece
como si tuvieran dificultades para utilizar la información reciente para cambiar su conducta.

En otro tipo de tareas también se observa un déficit similar. Por ejemplo, se pide a una persona con
lesión prefrontal que trace un camino a través de un laberinto dibujado en un papel. El paciente
prefrontal entiende la tarea pero comete los mismos errores muchas veces, volviendo a las calles
sin salida. Es decir, estos pacientes no son flexibles para aprender a partir de su experiencia reciente.

Los pacientes prefrontales también muestran problemas de memoria en tareas en las que tienen que
recordar el orden temporal de acontecimientos recientes

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