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Convicción
Personajes:
Es así como los padres y madres fueron separados de sus hijos, los soldados babilonios
llenaron la ciudad registrando cada rincón de Jerusalén. En las calles había centenares
de cautivos atados con cadenas. Después de la destrucción de Jerusalén, los judíos que
sobrevivieron fueron preparados para ser transportados al nuevo hogar de ellos en
Babilonia. “Entre estos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá”.
DANIEL: Si, Dios está con nosotros…donde quiera que vayamos…Él no abandonó a nuestro pueblo
en el desierto…tampoco nos abandonará ahora…
MISAEL: Tienes razón…Dios soportó a nuestros Padres aún en sus rebeldías…pero…otra vez le
hemos fallado… (lo dice con tristeza)
ANANÍAS: Si, así como le fallaron nuestros antepasados…aún así preservó a nuestro pueblo…pero
se me hace difícil ver a Dios en esta circunstancia (habla con desesperanza)
AZARÍAS:no nos amedrentemos Ananías, mi madre me enseñó que “Dios pone sus ojos sobre los
fieles de la tierra”…mi madre (da un suspiro)
DANIEL:Como pueblo, quebrantamos los mandamientos de Dios…Él nos mandó que los
cumplamos y que temamos a Jehová nuestro Dios para que nos vaya bien todos los días y para que
nos conserve la vida…amigos…no somos los mejores de entre todos los jóvenes de Judá…aun así
Dios nos ha dado vida hasta hoy…también mi madre me enseñó que Dios es justo…y si nos
arrepentimos en el lugar al que fuéremos arrojados, de todo nuestro corazón, Él nos libertará y
nos hará volver a nuestra tierra…solo nos queda orar…(inclina su cabeza en señal que está orando
en silencio…uno a uno sus amigos hacen lo mismo)
NABUCODONOSOR: ¿ Y la ciudad?
GENERAL BABILONIO: Quemamos sus puertas y vaciamos sus palacios reales, solo los más pobres
del país quedarán atrás para podar los viñedos para mi señor el rey.
GENERAL BABILONIO: Aquellos que sobrevivieron al sitio están en camino a la ciudad real, estarán
en el Eufrates en tres semanas.
NABUCODONOSOR: Mis generales expanden mi reino…cuando lleguen los cautivos serán
recompensados
NABUCODONOSOR: Como siempre, quiero que a los mejores y más selectos los traigan a vivir a la
ciudad real…entrenaré a estos niños y jóvenes en las costumbres babilónicas y unificaré mi reino.
NARRADOR: Después de tres semanas, Daniel, Ananías, Misael y Azarías llegaron con los cautivos
a Babilonia, una de las siete maravillas del mundo antiguo y fueron llevados a la academia real por
Aspenaz jefe de los eunucos.
“
Y les señaló el rey ración para cada día, de la provisión de la comida del rey, y del vino que él
bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos se presentasen delante del rey”.
ASPENAZ: ¡Melsar! Por instrucciones del rey, te presento lo mejor y más hermoso de los hijos de
los hebreos para tu academia.
MELSAR: Material burdo como siempre Aspenaz…pero hasta los más perfectos candelabros se
forman de los robles más torcidos….Llévenlos a las habitaciones en el segundo piso, después que
se vistan se unirán a los otros para la comida.
Escenografía: comedor de la academia real, mesa muy elegante, alimentos, copas y jarros…)
DANIEL: Hay solo una respuesta a eso…NO PODEMOS COMERLA (con tono decidido)
JOVEN 1: Por qué no? Daniel…(en voz baja pero segura)…no estamos en casa…tampoco están aquí
nuestros padres…y tengo mucha hambre y este plato se ve delicioso…
JOVEN 2: Si, además…nosotros no hemos pedido venir aquí, hemos sido elegidos para esto, no
crees que es la voluntad de Dios que estemos aquí con todo lo que eso implica?
AZARÍAS: mmm…será que Dios nos ha traído aquí para morir de hambre… Habiendo abundancia
de alimento ante nuestros ojos?, pero…y qué de los mandamientos de Dios? Y qué haremos con lo
que nos enseñaron nuestros Padres?
DANIEL: Yo también tengo mucha hambre, pero siento temor de ofender a Jehová nuestro
Dios…Ay!..qué difícil!
MISAEL: hace hambre amigos…pero, Dios le dio a nuestros padres alimento en medio del desierto,
cuando ellos pensaron que morirían de hambre, no creen que él también puede proveer para
nosotros el alimento que necesitamos?
JOVEN 2: Ya basta de palabras…no aguanto más…no pedí estar aquí, pensé que estar en Babilonia
sería muy terrible, y mira…estamos elegantemente vestidos, estamos en la academia
real…seremos parte del consejo del rey…NO ESTAMOS SUFRIENDO!!...esto es una bendición de
Dios y no voy a despreciarla…él sabe comprendernos y tendrá misericordia de nosotros (alarga su
mano y empieza a comer)
ANANÍAS: NO, no lo hagas!!! (trata de detenerlo con su mano , pero no puede)…me niego a creer
que hemos guardado en vano la ley de Jehová…
JOVEN 2: (dirigiéndose al JOVEN 1 que está comiendo)…cómo está?
JOVEN 1: Sabe mejor de lo que pensaba…esta riquísimo!!!! (mientras se limpia la boca con una
servilleta de género)
JOVEN 2: Vamos, comamos…todos tenemos mucha hambre (les hace gesto con las manos
invitándolos a servirse…todos alargan su manos para sacar comida…pero Beltsasar se detiene…)
DANIEL: NO!! (todos retiran su mano, excepto el JOVEN 2 que empieza a comer)…la ley de Dios
nos enseña que estos alimentos son inmundos, mis padres me enseñaron que Jehová entregó la
Ley sobre los alimentos para que supiéramos la “diferencia entre lo inmundo y lo limpio, y entre los
animales que se pueden comer y los animales que no se pueden comer”.
AZARÍAS: Jehová, hizo subir a nuestros padres de la tierra de Egipto para ser nuestro Dios…y nos
manda ser santos porque él es santo.
JOVEN 1 y 2: Esto está delicioso (dice 1)….esta exquisito, que buena manera de saciar el hambre
(dice 2)
DANIEL: La ley de Jehová dice: “No hagáis abominables vuestras personas con ningún animal que
se arrastra, ni os contaminéis con ellos, ni seáis inmundos por ellos”…no sé Uds., pero yo…aun
cuando tengo muchísima hambre…no voy a comer esta comida…en mi corazón tengo la certeza
que esta decisión es la correcta y es lo que Jehová mi Dios…nuestro Dios…desea que haga.
MISAEL: Tienes razón Daniel (dice el nombre en voz baja para que no escuche Melsar), me has
convencido…si Dios nos ha preservado la vida hasta hoy, él es poderoso para seguir dándonos
vida…la historia de nuestro pueblo está llena de maravillas y milagros que Jehová Dios hizo para
auxiliarnos…yo no comeré esta comida.
AZARÍAS: Dios es fiel y sus ojos están puestos sobre los fieles de la tierra…no comeré
Los deseos de los ojos: una casa, un auto, la ropa, el calzado, el notebook, etc., atracciones
externas inherentemente buenas, se transforman en una corriente que nos arrastra a la codicia.
“Eva (Génesis 3:6) y Acán (Josué 7:21) sucumbieron a este tipo de tentación cuando codiciaron lo
prohibido”.
Los deseos de la carne: Es todo aquello que apela al apetito carnal o físico: comida, bebida,
sexualidad, música, deporte, etc., que no son inherentemente malos (dentro de sus límites) pero
que se pueden transformar, por la influencia del diablo, en cadenas que esclavizan al hombre.
“Los israelitas sucumbieron a este tipo de tentación cuando se “sentó el pueblo a comer y a beber,
y se levantó a jugar” (1 Corintios 10:7; cf. Éxodo 32:6)”
La Palabra de Dios nos enseña y advierte: “Todas las cosas me son lícitas, mas no todas
convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna”. (1 Corintios
6:12)
Escenografía: comedor de la academia real, mesa muy elegante, alimentos, copas y jarros…)
NARRADOR: Los jóvenes hebreosBeltsasar, Sadrac, Mesac y Abed-nego, durante tres días se
resistieron a comer la comida del rey; y Melsar, el xxxxxx, estaba preocupado por el
comportamiento de ellos porque podría traer consecuencias fatales para Él.
ANANÍAS: Solo espero que hacer lo correcto no nos mate de hambre…es demasiada el hambre
que siento.
DANIEL: Oremos a Dios por ayuda, sólo Él nos puede dar una salida…(inclinan su cabeza en señal
de oración mientras los otros jóvenes comen)
GUARDIA BABILONIO: (al final de la comida) Todos los estudiantes pueden retirarse (todos se
levantan de la mesa y empiezan a irse), quédense los hebreos que no han comido, Melsar desea
verlos.
ASPENAZ: Son estos de los que me hablaste? (hablando al lado con Melsar)
MELSAR: Si, los más educados de todos los que trajimos de la invasión, pero la causa de mayor
preocupación. (se dirige a los jóvenes) Ustedes no han comida nada en los últimos tres días;
¿ustedes se dan cuenta de lo que me puede pasar si el rey ve que están más débiles que los
demás?
DANIEL: Pero no podemos comer su comida o beber su vino, han sido sacrificados a sus dioses, no
podemos participar en idolatría
MELSAR: Es solo comida!! ¿cuál es la diferencia? Si su Dios se enoja, Él puede venir y defenderse a
si mismo. ¡El rey se enfurece rápidamente y no tolera a los siervos que fallan en sus
tareas!...¡¡podría perder mi cabeza!!
DANIEL: Tenemos una propuesta para ti, para poder obedecer a nuestras leyes judías respecto a
los alimentos y…para que puedas conservar tu cabeza.
MELSAR: Escucho
DANIEL: Pruébanos por diez días…déjanos comer lentejas, verduras y vegetales, y danos solo agua
para beber
ASPENAZ: ¿Y?
DANIEL: Después de diez días, ve si no estamos tan saludables como aquellos que comen tu
comida
ASPENAZ:Hmmm…(se acerca a Daniel, al lado) hay sabiduría en tus palabras, solo por diez días.
Aun así no sé porque debería hacerlo…Melsar! Que así sea.
MELSAR: Muy bien! ¡Comenzando mañana daremos a estos hebreos solo vegetales y
agua!...espero que si dios los sustente (lo dice en voz baja para sí)
(Cierre de telón)
NARRADOR: Melsar, “Consintió, pues, con ellos en esto, y probó con ellos diez días. Así, pues,
Melsar se llevaba la porción de la comida de ellos y el vino que habían de beber, y les daba
legumbres.Y al cabo de los diez días pareció el rostro de ellos mejor y más robusto que el de los
otros muchachos que comían de la porción de la comida del rey”.
ASPENAZ: Melsar, tus estudiantes se ven muy bien…especialmente los cuatro hebreos! ¡Son
perfectos ejemplos físicos e intelectuales de lo que el rey desea ver!
MELSAR: Tienen lo que querían y yo he conservado mi cabeza
AZARÍAS: (Se dirige a sus compañeros) Esta noche es nuestro turno en el observatorio
MISAEL: Me siento tan mal, al andar entre nuestra gente para llegar allá…ellos viven en pobreza y
opresión, mientras nosotros comemos en abundancia.
AZARÍAS: Nuestra gente no puede poseer nada y solo pueden trabajar para los terratenientes y
campesinos
MISAEL:¿No te perturba esto, ver que nuestra gente sufre mientras que a nosotros no nos falta
nada? (dirigiéndose a Daniel)
DANIEL: No, y Dios no se ha apartado, y es bueno que nosotros andemos entre ellos…Dios no nos
olvidó, Dios no los olvidó a ellos y al mirar sus sufrimientos, no podemos olvidar las consecuencias
de olvidar a Jehová nuestro Dios…todavía podemos orar…tal vez eso es lo que más necesitamos.
NARRADOR:
MISAEL: Yo nunca miro a las estrellas. Esfuerzo mi vista para mirar al horizonte y Jerusalén
MISAEL: Todavía veo a la multitud en las calles, la suave mano de mi madre mientras me guía en
los escalones del templo…el sabor de los dátiles
DANIEL: Misael, no creó que Jehová abandonó a Israel…en realidad fue nuestro pueblo quien
abandonó a Jehová, el profeta lo anunció
DANIEL: ¿Por qué no los paganos babilonios? Dios tiene un propósito que no podemos ver
DANIEL: “Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la
justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad”.
NARRADOR:
MELSAR:Hoy es mi día de suerte, ¡las estrellas se han alineado para mí! Hebreos (habla
emocionado) el rey quiere entrevistarlos para ver su progreso. No entiendo, Ustedes no comen la
mejor carne ni beben el vino de los dioses, y aun así se ven más saludables que todos mis
estudiantes.
AZARÍAS: Algún consejo final antes de que nos presentemos ante el rey?
(se levantan de la mesa toman sus rollos y equipamientos y se dirigen al palacio del rey)
MELSAR: Recuerden todo lo que han aprendido…que su Dios esté con ustedes.
NARRADOR:“A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras
y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños”. “Pasados, pues, los días al fin de
los cuales había dicho el rey que los trajesen, el jefe de los eunucos los trajo delante de
Nabucodonosor”; Cada uno de ellos demostró todo lo que había aprendido en la academia….“Y el
rey habló con ellos, y no fueron hallados entre todos ellos otros como Daniel, Ananías, Misael y
Azarías; así, pues, estuvieron delante del rey”.
(Mientras el narrador habla, los jóvenes hebreos le muestran al rey Nabucodonosor lo aprendido
quien escucha maravillado)
REY NABUCODONOSOR: Estoy maravillado…de todos los cautivos que han sido educados en mi
academia, ninguno iguala la sabiduría y conocimiento que Uds poseen…ni siquiera mis más
avezados consejeros tienen su sabiduría!!!...Aspenaz, en todo asunto de sabiduría e inteligencia
que les he consultado, estos muchachos son diez veces mejores que todos los magos y astrólogos
que hay en mi reino.
(cierre telón)
CONCLUSIÓN:
“Mientras lidiamos diariamente con las atracciones de este mundo, recordemos que “el mundo
pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (1 Juan 2:17),
entendiendo que la voluntad de Dios para nosotros es nuestra santificación.
La poderosa y eterna Palabra de Dios dice: “Los que miraron a Jehová fueron alumbrados y sus
rostros no fueron avergonzados”, nunca los que confían en Jehová y soportan la tentación han
gustado la amargura del fracaso de la fe, porque “junto con la tentación, Dios siempre nos da una
salida”.
Propongamos al igual que estos jóvenes hebreos, no contaminarnos con la ‘comida del rey’ eso es
vivir con convicción; entonces, roguemos pues al Señor: “Abre mis ojos y miraré las maravillas de
tu ley”.