Sei sulla pagina 1di 147

ÚJ- , 3»,

M eW H
ì

Î 1 SWJ < 'S--.

1 r
it-
3hkf- J
jtös ' , T*
i/V

O
J
-"V
/M '
À-Vl

7 Hr

5r
w * X'

M Wλ
- V- s

»
SUhp&jf tv«

M
• - « •

m
m Wi '^f'jEZ ^ -

«
m&Y

1
m m

\ » >I
•i
kr: 5».
ir-

Ì
7 ê
i

i
ri >
Sü Í H K s
• » » . *
W
i
£
»
«
(te

«
àf
ï
r
\
m

m
m
mm
-su -i' 4 ty.
V 4
W à V S El

1
m
a* • Vxt*5T I
m m • A
a: I • I M «
'¿h
ï x & m m i ' *
m

ISBËU
'.''v-ff 4 P
m r:^ v. a f ye
m Kj - h ' V
«a
"SA/
fiet^^ir.,.. • ^

ß l - i — — ¿ Í Q z g i -

t f ~ / t >J W r f ^ ' j ¿-1 f ^ ^ À ^ H ^ ^ y i


' 1 * /^f /¿¿ri/tfrv — ^
v v !
' ' .» * J ¿co sto ¿¿e*

¿/Pf
¿A^-yH» / ^ / c ^ t r U ¿ â ^ ^ ^ .

. J m t i - ü i -

¿ O '
\ //"t M - t ¡ ¿

¿fivnb »Ai-
0 O i
•^mmJH
DE LA DOCTRINA MÉDICA HOMEOPATICA:

ORGANON
D E L A R T E DE C U R A R .

mmmi &atóiH3K3n:[fSJM.R]0

Lilde J.J ííarlinez Madrid


ESP0SIC10N

DE LA DOCTRINA MÉDICA HOMEOPÁTICA:

ORGANOiN
DEL ARTE DE CURAR
POR
/*
£4^44 && €4
SAMUEL HAHNEMANN.

TRADUCIDO

DE I,A SESTA EDICION A L E M A N A , BAJO I.A DIRECCION

MEDICO NOMEOPATA.

MADRID.

IMPRENTA DE JULIAN PEÑA, EDITOR, CALLE DE S. BEMARDINO, N. 1 8 .

t
1853.
Ut ;
u

( , / f - f
f i

MIWISfBAB K HSEVS
BIBLIOTECA UNIVEKSJTAM
... . • y t * *
"ALFONSO REYES" I
Wt.1425 •MTaBEr.&SSC®

f
\ — - ~r •
i ' . *f r .
¿*& /iA-t"k Ti r r ^ h ^ Á &U- ^ $ j t

•i»
•• -r r • i

f
n
SÍ Ir "

•ì

OaN^ ib
FONDO
A.& PUSUCA DEL ESTADO
AL EXCMO. SR. D. JOAQUÍN DE HYSERN Y MOLLERAS,
Caballero G r a n Cruz d e l a Real O r d e n E s p a ñ o l a -
Americana d e Isabel la Católica, Comendador d e
n ú m e r o d e l a Real y distinguida E s p a ñ o l a d e C a r -
los I I I , Oficial d e l a Legión d e Honor d e F r a n c i a ,
condecorado con la Cruz d e Mérito y Distinción d e
Epidemias, y con la Medalla Regia d e O r o d e los
antiguos y Reales Colegios d e Cirujía Médica d e E s -
p a ñ a , Doctor e n Medicina y C i r u j í a , Vocal del Real
Consejo d e Instrucción P ú b l i c a , Catedrático d e t é r -
mino d e l a F a c u l t a d d e Medicina d e l a Universidad
Central del R e i n o , Médico Honorario d e C á m a r a
de S . M . C . y primero con ejercicio d e S . A . R . el
S e r m o . S r . Infante d e E s p a ñ a D. Francisco d e P a u l a
Antonio, Académico d e n ú m e r o d e l a Real d e M e d i -
• ciña y Cirujía d e Castilla la N u e v a , d e Honor y M é -
rito d e l a Sociedad H a h n e m a n n i a n a , y d e Mérito d e
Quirúrgica Matritense, Director d e la
la A c a d e m i a
de Esculapio, Corresponsal d e las R e a l a s Academias
Nacionales d e Medicina y Cirujía d e Sevilla, B a r c e -
lona la C o r u ñ a , P a l m a , Cádiz, Valladolid y G r a
n a d a , y de la Sociedad Médica d e Emulación, de Rar*
S18U0TECA UÜLYESSIMÜ
"ALFONSO mñ" •
^ . 1 4 2 5 eesiBt&t/sa«*
c e l o n a ; Socio d e l a Real Económica Matritense d e l
P a i s , y Corresponsal d e l a Gerundense-, Socio d e l
Instituto Industrial d e E s p a ñ a , y del Ateneo cientí-
fico, literario y artístico d e M a d r i d ; Corresponsal
de l a Sociedad d e F o m e n t o d e la Ilustración d e B a r -
celona , y d e l a s Academias y Sociedades científicas
e s t r a n j e r a s d e Medicina d e P a r í s , d e Tolosa de F r a n -
cia , d e A m b e r e s , d e A t e n a s , d e Lisboa y d e Méji-
PREFACIO.
co, etc., e t c . , e t c .

f y 5

EXCMO. S R . L A medicina antigua, que llamarémos alopatía, supone


siempre para el tratamiento de las enfermedades, ó una
superabundancia de sangre, que nunca existe, ó principios
Acoged benévolo esta débil muestra de respeto, admiración y
y acrimonias morbíficas. Consecuente con su manera de
afecto, que os dedican, como á uno de los mas dignos é ilustra-
considerar las enfermedades, extrae la sangre, que tan
dos intérpretes de la ciencia de Hahnemann, vuestros apasionados
necesaria es á la vida, y se propone por medio de vomiti-
servidores
vos, purgantes, sialagogos, diuréticos, vegigatorios, cau-
terios, e t c . , purifTcar la supuesta materia morbífica, a r -
MIGUEL VALERO. rastrándola al esterior; pero así no logra otra cosa, sino
JUMAN PEÑA.
exagerar los padecimientos del enfermo, privando al or-
ganismo de la fuerza de resistencia y de la integridad de
los líquidos necesarios á la curación. Con fuertes dosis de
medicamentos heroicos, continuadas por largo tiempo y
renovadas ó alternadas frecuentemente, cuyos efectos, harto
duraderos y temibles, la son desconocidos, desorganiza
poco á poco la armonía del cuerpo humano. Queriendo clisi-
c e l o n a ; Socio d e l a Real Económica Matritense d e l
P a i s , y Corresponsal d e l a Gerundense-, Socio d e l
Instituto Industrial d e E s p a ñ a , y del Ateneo cientí-
fico, literario y artístico d e M a d r i d ; Corresponsal
de l a Sociedad d e F o m e n t o d e la Ilustración d e B a r -
celona , y d e l a s Academias y Sociedades científicas
e s t r a n j e r a s d e Medicina d e P a r í s , d e Tolosa de F r a n -
cia , d e A m b e r e s , d e A t e n a s , d e Lisboa y d e Méji-
PREFACIO.
co, etc., e t c . , e t c .

f y 5

EXCMO. S R . L A medicina antigua, que llamarémos alopatía, supone


siempre para el tratamiento de las enfermedades, ó una
superabundancia de sangre, que nunca existe, ó principios
Acoged benévolo esta débil muestra de respeto, admiración y
y acrimonias morbíficas. Consecuente con su manera de
afecto, que os dedican, como á uno de los mas dignos é ilustra-
considerar las enfermedades, extrae la sangre, que tan
dos intérpretes de la ciencia de Hahnemann, vuestros apasionados
necesaria es á la vida, y se propone por medio de vomiti-
servidores
vos, purgantes, sialagogos, diuréticos, vegigatorios, cau-
terios, e t c . , purifTcar la supuesta materia morbífica, a r -
MIGUEL VALERO. rastrándola al esterior; pero así no logra otra cosa, sino
JUMAN PEÑA.
exagerar los padecimientos del enfermo, privando al or-
ganismo de la fuerza de resistencia y de la integridad de
los líquidos necesarios á la curación. Con fuertes dosis de
medicamentos heroicos, continuadas por largo tiempo y
renovadas ó alternadas frecuentemente, cuyos efectos, harto
duraderos y temibles, la son desconocidos, desorganiza
poco á poco la armonía del cuerpo humano. Queriendo clisi-
VIII
IX
mular su ignorancia sobre las virtudes de los medicamentos, propone la medicina antigua con sus heroicos esfuerzos, es
acumula en cada recela muchas sustancias heterogéneas; muy fácil de conseguir, con solo aprender un poco de los
de donde naturalmente procede, que á la enfermedad ya métodos acreditados, y cerrar los oídos á la voz déla con-
existente, vienen á añadirse otras medicinales nuevas, im- ciencia.
posibles las mas veces de curar. Con el objeto de no des- Jamás faltan razones sofísticas al alópata para dejar á
acreditarse, jamás deja la alopatía, cuando puede, de em- cubierto su crédito por los daños que ocasiona : la opinion
plear medios que alcancen á paliar ó suspender por algún de sus maestros y la autoridad de sus libros, son su ga-
tiempo los síntomas, pero dejando detrás de estas paliacio- rantía y su salvaguardia. Siempre encuentra en ellos razo-
nes ó suspensiones, mayor disposición en el organismo, para nes para justificar su conducta y sus procedimientos, por
que la enfermedad se reproduzca ó exaspere. Considerando mas fatales que hayan sido en sus resultados, y aunque
puramente locales, independientes y aisladas todas las afec- aquella y estos se hallen en oposicion declarada con el buen
ciones que ocupan la parte esterior del cuerpo humano, se sentido. Solamente cuando una muy larga experiencia ha
dá por satisfecha, suponiendo que las ha curado, cuando llegado á convencer su razón de los efectos perniciosos de
las ha hecho desaparecer por medio de aplicaciones tópicas, su pretendido arte, se limita, aun en los casos mas gra-
no habiendo en realidad hecho otra cosa, sino retropulsar ves, á la espectacion, aunque disimulada con el uso de be-
la enfermedad esterna á un órgano, ó un aparato mas no- bidas inofensivas; siendo entonces precisamente cuando me-
ble y mas importante á la vida. Y cuando á pesar de esto, nos se agravan sus enfermos y mueren también menos.
ve crecer la intensidad de la afección, no sabiendo ya con Antes de esponer los principios y fundamentos de la
qué hacerla frente, intenta modificarla con el uso de los nueva medicina, que esclusivamente es la única verdade-
alterantes, principalmente los calomelanos, el sublimado r a , examinaré con afguna detención ese funesto arte, que
corrosivo y las demás preparaciones mercuriales. d e s p u e s d e u n a serie de siglos no interrumpida, dispone
De esta manera y por tales medios, hace, si no inme- arbitrariamente de la vida y la salud del género humano,
diatamente mortales, por lo menos incurables, las noventa y que hace perecer diez veces mas enfermos que las mas
y nueve enfermedades de cada ciento que trata, debilitando sangrientas guerras, y mas desgraciados que ya eran á
y atormentando continuamente al enfermo, estenuado ya millones de otros pacientes.

con sus propios males, bien renovando antiguas afecciones, Lo contrario justamente hace la Homeopatía. Palpable-
ya produciéndole otras nuevas y mas funestas.! El objeto mente demuestra que las enfermedades no son el producto
que en el tratamiento de las enfermedades parece que se de ninguna superabundancia de sangre, ni están sosteni-
2
X xi
das por ninguna acrimonia en los humores, ni por princi- La Homeopatía, pues, se presenta como una doctrina
pio alguno morbífico material, sino que consisten única- médica muy sencilla, proclamando la unidad entre los prin-
mente en la desarmonía dinámica de la fuerza vital, que cipios y los procedimientos, y formando un conjunto inde-
virtualmente vivifica el cuerpo del hombre. Prueba tam- pendiente, que rehusa completamente toda asociación con
bién , que la curación de las enfermedades solo puede al- la perniciosa doctrina de la antigua escuela (*).
canzarse por medio de la reacción de la fuerza vital, ayu-
(*) Alguna vez lie aconsejado, siguiendo la costumbre alopática, aplicar en
dada de la virtual del medicamento apropiado; y que tanto la espalda, en enfermedades psóricas, un emplasto de p e z , que causa prurito
mas segura y pronta es la curación, cuanta mayor ener- incómodo, y otras hacer tijeras descargas eléctricas en las paralisis; pero el
tiempo y la experiencia me ha enseñado la inutilidad de estos medios; por eso
gía conserve la fuerza vital. Por eso sustrae al enfermo
declaro mi retractación y arrepentimiento. Como rarísimas veces pueden ser pro -
de todo lo que pueda debilitarlo, y evita con gran cuidado vechosos estos medios, y la Homeopatía se ha perfeccionado hasta el punto de no
necesitar esos ni otros auxiliares, retiro desde ahora el consejo que antes había
cuanto pueda tender á disminuirle la energía de la fuerza
dado de recurrir á ellos; mucho mas, habiendo pretendido alguno hallar en esto
vital, absteniéndose de escitar el dolor, porque el dolor un motivo plausible para confundir en la práctica los procedimientos alopáticos
con la Homeopatía.
gasta las fuerzas; no hace uso mas que de aquellos medi-
camentos, cuyos efectos conoce con exactitud, por su vir- \

tud de modificar dinámicamente el organismo ; elige entre


ellos aquel cuya virtud modificadora (enfermedad medici-
nal) sea susceptible de dominar la enfermedad por su ana-
logía con ella (similia similibus), administrándolo á dosis
suficientes para producir una reacción saludable, sin esci-
tar dolor, ni causar debilidad. De dónde resulta, que la
enfermedad natural queda extinguida, sin molestia ni tor-
mento para el enfermo, y desde el primer instante en que
el alivio aparece, empieza á recuperar las fuerzas que la
enfermedad le habia quitado. Este trabajo, cuyo objeto en
último término es volver la salud á los enfermos pronta,
suave y completamente, que se presenta, al parecer, tan
sencillo, exige mucho estudio y profundas meditaciones
por parte del médico.
INTRODUCCION.

BREVE RESEÑA DE LOS METODOS ALOPATICO Y PALIATIVO DE LAS


ESCUELAS QUE HASTA AHORA HAN DOMINADO EN MEDICINA.

Desde el origen de l a r a z a h u m a n a , h a n estado los h o m b r e s


e s p u e s t o s , y a colectiva, y a individualmente, á la influencia de
c a u s a s m o r b í f i c a s , físicas y m o r a l e s . E n los tiempos primitivos
de la h u m a n i d a d , u n p e q u e ñ o n ú m e r o de remedios e r a n s u f i -
cientes p a r a d e s t r u i r ó modificar l a acción de aquellas causas
y s u s efectos e n el h o m b r e ; p o r q u e la misma sencillez del m é -
todo de vida, d a b a l u g a r solamente al desarrollo de m u y p o c a s
e n f e r m e d a d e s . Los p r o g r e s o s de la civilización f u é r o n luego
a u m e n t a n d o l a s c a u s a s m o r b í f i c a s , y haciendo t a m b i é n sentir
la necesidad de b u s c a r auxilios contra ellas. Desde entonces,
es decir, desde la época de H i p ó c r a t e s , dos mil quinientos años
h á , m u c h o s h o m b r e s se h a n dedicado á t r a t a r las e n f e r m e d a -
des, cada dia m a s multiplicadas, i n v e n t a n d o , m a s bien que b u s -
cando, remedios q u e oponerlas. De aquí h a n r e s u l t a d o esa mul-
titud de doctrinas a c e r c a de l a n a t u r a l e z a de las e n f e r m e d a -
des y de sus r e m e d i o s , creándose sistemas en contradicción
a b i e r t a los unos con los o t r o s , y m u c h o s consigo mismo. Cada
XIV xv
uno d e estos sistemas y teorías sutiles, q u e a d m i r a b a n al m u n -
Esta medicina antigua se h a persuadido d e s e r la única q u e
I d o p o r su profundidad i n c o m p r e n s i b l e , atraía al r e d e d o r d e s u
m e r e c e el título d e r a c i o n a l , p o r q u e e s , según ella dice, la
a u t o r u n a multitud d e entusiastas prosélitos, á p e s a r d e q u e
única también q u e sabe b u s c a r , conocer y s e p a r a r l a causa d e
n i n g u n a utilidad p r e s t a b a n á los e n f e r m o s , hasta q u e otro
las e n f e r m e d a d e s , y la q u e esclusivamente sigue el impulso d e
nuevo sistema, casi s i e m p r e e n oposicion c o n el precedente,
la n a t u r a l e z a en el tratamiento d e los males que aquejan al g é -
lo hacía olvidar d e l t o d o , llevándose e n pos d e sí el f a v o r y l a
nero h u m a n o .
benevolencia p ú b l i c a . P e r o n i n g u n o d e estos sistemas se h a l l a -
Tolle causara! esclama sin c e s a r ; pero no pasa nunca d e
b a en armonía con la n a t u r a l e z a ni l a experiencia : todos e r a n
esa estéril esclamacion. F i g ú r a s e poder hallar l a causa d e la
u n tegido d e sutilezas f u n d a d a s en ilusorias consecuencias, i n -
e n f e r m e d a d ; p e r o e n realidad no la e n c u e n t r a j a m á s , porque
útiles p a r a aliviar ni c u r a r los e n f e r m o s , p e r o m u y á propósito
no pudiendo, como no p u e d e conocerla, m a l p u e d e e n c o n t r a r -
p a r a servir d e alimento á eruditas a u n q u e v a n a s discusiones.
l a . E n efecto, como la m a y o r p a r t e , p o r n o decir todas l a s
Independientemente d e estas t e o r í a s , pero a c o m p a ñ á n d o l a s e n f e r m e d a d e s , son d e origen y naturaleza d i n á m i c a , s u causa
en la p r á c t i c a , se f u é c r e a n d o u n m é t o d o , q u e consiste e n a d - nos es desconocida. P o r eso l a medicina a n t i g u a , queriendo
ministrar y aplicar diferentes mezclas d e medicamentos d e s c o - d a r r a z ó n d e lo q u e l a e r a desconocido, se veía e n l a n e c e s i -
nocidos á distintas clases d e e n f e r m e d a d e s a r b i t r a r i a m e n t e a d - dad d e inventarlo. Comparando p o r u n a p a r t e el estado n o r -
m i t i d a s , e n contradicción s i e m p r e con la n a t u r a l e z a y la e x p e - mal d e los ó r g a n o s internos del cuerpo h u m a n o despues d e l a
r i e n c i a , y p o r consiguiente sin r e s u l t a d o v e n t a j o s o . A esta a n - m u e r t e ( a n a t o m í a ) , con l a s alteraciones apreciables q u e estas
t i g u a medicina, p u e s , e s á l a q u e l l a m a m o s alopatía. mismas p a r t e s presentan e n l a s personas m u e r t a s d e e n f e r m e -
Apreciando los servicios q u e u n g r a n n ú m e r o d e médicos dades (anatomía patológica); y por otra l a s funciones del cuer-
h a n p r e s t a d o á l a s ciencias auxiliares del a r t e d e c u r a r , á la po vivo (fisiología), con l a s alteraciones q u e se o b s e r v a n e n
físíca, á la química; á la historia n a t u r a l , e n s u s diferentes los diferentes estados m o r b o s o s ( s e m e i ó t i c a ) , y deduciendo
r a m o s , y á l a del h o m b r e e n p a r t i c u l a r , l a a n t r o p o l o g í a , la conclusiones relativas á la m a n e r a visible con q u e tienen l u g a r
fisiológica, la a n a t o m í a , e t c . ; m e o c u p a r é solamente d e l a los cambios e n el interior del h o m b r e e n f e r m o ; llegábase á
p a r t e práctica d e la m e d i c i n a , p a r a d e s m o s t r a r l a imperfección formar u n a i m a g e n ilusoria y f a n t á s t i c a , haciendo á la e n f e r -
con q u e hasta a h o r a se h a n t r a t a d o l a s e n f e r m e d a d e s . Mi o b - m e d a d la causa primordial d e ella misma ( 1 ) , sin considerar
jeto es m u y superior á esta r u t i n a m e c á n i c a , que j u e g a i m p u -
n e m e n t e con l a vida d e los h o m b r e s , t o m a n d o p o r guía c a t á -
(1) Mas conforme á la razón y á la sana filosofía hubiera sido su conducía,
logos d e r e c e t a s , cuyo n ú m e r o , cada día m a s g r a n d e , p r u e b a si para tratar una enfermedad, hubiesen inquirido la causa ocasional próxima ó
c o m p l e t a m e n t e s u ineficacia. Dejo esto á l a plebe médica, remota, y despues de haber confirmado con la experiencia un plan de tratamiento
p a r a o c u p a r m e solamente d e l a medicina r e i n a n t e , que h a l l e - en las enfermedades dependientes de una misma causa ocasional, hubieran podi-
g a d o á creer q u e s u a n t i g ü e d a d la i m p r i m e el carácter d e do despues aplicarlo con buen resultado á otras de igual origen; así c o -
mo, v. g . , el mercurio, q u e conviniendo á las úlceras venéreas, es apropiado
ciencia. también á las úlceras del glande, aunque no procedan de un coito impuro. Si
que es r e p u g n a n t e al b u e n sentido t e n e r como causa de u n a
cosa á la cosa m i s m a . Siendo esto a s í , ¿cómo p r e t e n d í a , como las proporciones relativas de los agentes de la sensibilidad, de
no f u e r a e n g a ñ á n d o s e á sí m i s m a , h a c e r de esta esencia d e s c o - la irritabilidad ó de la nutrición : y estas c o n g e t u r a s , c o n d e -
nocida u n objeto de c u r a c i ó n , prescribiendo contra ella m e d i - c o r a d a s por la escuela con t a n diferentes y pomposas denomi-
camentos c u y a v i r t u d c u r a t i v a , al menos en el m a y o r n ú m e r o , naciones, según la causa que á cada enfermedad se atribuía,
era desconocida t a m b i é n , y a c u m u l a r m u c h a s de estas s u s t a n - e r a n tenidas como la única racionalidad posible en medicina-,
cias en lo que l l a m a n f ó r m u l a s ? pero en la práctica e r a n demasiado hipotéticas y falaces p a r a
El p l a n sublime de e n c o n t r a r a priori la causa interna é i n - servir de utilidad alguna á los enfermos. Incapaces de a r r o j a r
visible de la e n f e r m e d a d , e s t a b a r e d u c i d o , al menos por los luz a l g u n a s o b r e el remedio m a s adecuado p a r a este ó el otro
m a s célebres médicos d e la a n t i g u a e s c u e l a , á b u s c a r a t e n t a - caso determinado, lisonjeaban g r a n d e m e n t e el amor propio del
mente aquello que p o d i a p r e s u m i r s e q u e e r a el c a r á c t e r g e n é - q u e , á fuerza de sutilezas metafísicas, las habia dado á luz ; pero
rico de la e n f e r m e d a d ; p e r o en realidad t o m a b a n p o r b a s e los en su aplicación p r á c t i c a , no solo e r a n estériles, sino que i n -
síntomas mismos ( 1 ) . P r e t e n d í a s e inquirir si e r a el espasmo, ducían en g r a v e s errores al que t r a t a b a de o b r a r con arreglo
la debilidad ó la p a r a l í s i s , la fiebre ó la inflamación, la i n d u - á ellas. P o r ostentación de lujo erudito, m a s bien que por con-
ración ó la obstrucción de tal ó cual ó r g a n o ó a p a r a t o ; el d e - vicción ó esperanza de alcanzar con ellas la v e r d a d e r a indica-
fecto ó esceso de o x í g e n o , de c a r b o n o , de h i d r ó g e n o ó de ázoe ción c u r a t i v a , se h a n e n t r e g a d o muchos médicos célebres á
en los h u m o r e s ; la exaltación ó disminución de la contractili- f u n d a r teorías y á establecer hipótesis.
d a d del sistema a r t e r i a l , venoso ó c a p i l a r u n desquilibrio en ¿ C u á n t a s veces no sucedía que el espasmo ó la p a r a l i s p a -
recía que se a p o d e r a b a n de una p a r t e del o r g a n i s m o , m i e n t r a s
hubieran comprendido que t o d a s las enfermedades crónicas no venéreas recono- q u e la inflamación era ostensiblemente dueña de o t r a ?
cen por causa predisponente, y en algunas circunstancias ocasional, la infección
¿Cuáles e r a n los remedios que debían emplearse contra cada
antigua ó reciente del miasma p s ó r i c o , y hubiesen encontrado luego un método
curativo c o m ú n , modificado solamente por consideraciones terapéuticas relativas uno de estos opuestos c a r a c t é r e s generales? Solamente los e s -
á cada caso particular, que les permitiera curarlas t o d a s ; entonces hubieran p o - pecíficos, es decir, aquellos cuyos efectos fuesen análogos á la
dido afirmar que conocían la causa de las enfermedades crónicas no venéreas, y forma morbífica ( 1 ) . Pero la escuela antigua los desechaba
que esta causa era muy atendible p a r a tratarlas con buen resultado. P e r o como
no ha sido así, y los médicos hasta hoy no han sospechado la existencia del mias-
como peligrosos ( 2 ) , p o r q u e habia en efecto demostrado la ex-
ma psórico, cuyo descubrimiento pertenece á la Homeopatía, claro es que no han periencia, que las dosis e l e v a d a s , cuyo uso habia sancionado el
podido curar las innumerables afecciones crónicas que afligen al género humano. t i e m p o , comprometían la vida' en aquellas enfermedades, que
Sin e m b a r g o , lisonjéanse de ser los únicos que poseen un tratamiento racional di-
por su semejanza con los síntomas que el medicamento p r o d u -
rigido contra la causa primera d e las enfermedades, sin sospechar siquiera que
todas proceden de un origen psórico, y que no pueden curarse con sus medios de
tratamiento. (1) Llamados hoy homeopáticos.
(1) E l médico que trata las enfermedades por sus caractéres generales, no (2) En los casos en que la naturaleza habia dado á conocer la virtud curati-
puede llamarse homeópata, p u e s no es mas que un alópata generalizador, p o r q u e va d e los medicamentos obrando d e una manera homeopática, la antigua escue-
es imposible concebir la Homeopatía sin la mas absoluta individualización. la, que no podia esplicar esto, declaraba específicos á estos a g e n t e s ; y esta pala-
b r a , que hablando con propiedad, carecía completamente de sentido, dispensaba
3
g u r a curación, obrando sobre las causas. De aquí su prescrip-
cia, d a b a n ocasion á producir otra enfermedad h o m o g é n e a . Por
ción de h a c e r v o m i t a r , con el objeto de e v a c u a r la bilis, causa
esto decia, que no se podia ni debia c u r a r por la vía directa y
de l a s fiebres biliosas (1); su método de administrar vomitivos
m a s n a t u r a l , cual es la de emplear remedios específicos, pues-
en las afecciones del estómago (2); su conato en espeler la p i -
to que la mayor p a r t e de los efectos producidos por los m e d i -
tuita y los v e r m e s indicados en l a palidez de la c a r a , en la
camentos q u e d a b a n desconocidos; y a u n q u e así no fuese, p o r q u e
nunca se podría con semejante c o s t u m b r e de generalizar, l l e -
(1) R a u , cuando no estaba perfectamente instruido de la Homeopatía, pero
g a r á conocer con exactitud la sustancia que debia e m p l e a r s e . que abrigaba la convicción profuuda del carácter dinámico de la causa de estas
Sin e m b a r g o , como la antigua escuela comprendía bien, que calenturas, las curaba con una ó dos dosis muy pequeñas d e un medicamento
mejor es seguir el camino recto que estraviarse en senderos homeopático, sin administrar ningún e v a c u a n t e , d e lo cual cita dos casos muy
concluventes. (Rau, Über d . homeopath. Heilberf. Ilekklberg. 1 8 2 4 , p. 176).
m a l conocidos, todavía a b r i g a b a la pretensión de c u r a r las en- (2) * En una afección gástrica, que se presenta d e una manera repentina con
fermedades d i r e c t a m e n t e , eliminando su pretendida c a u s a m a - eruptos continuos de alimentos indigestos, y generalmente con abatimiento mo-
terial. Y como la era imposible renunciar á estas ideas g r o s e - ral , frió en los piés y en las manos, e t c . , la medicina ordinaria solo se ocupa de
lo contenido en el estómago. Según e l l a , debe administrarse un fuerte vomitivo
r a s , hacia u n a i m a g e n de e n f e r m e d a d , ó figurábase descubrir
para procurar la espulsion de las materias alteradas. Las mas veces se cumple
indicaciones c u r a t i v a s , p o r m a s que no le f u e r a posible r e c o - esta indicación por medio del tártaro estibiado, mezclado ó no con la ipepacuana.
nocer la n a t u r a l e z a , á u n tiempo espiritual y m a t e r i a l , del or- P e r o , ¿recobra el enfermo la salud despues de haber vomitado? N o . Estas afec-
g a n i s m o , en sus alteraciones vitales y sensitivas, q u e es lo q u e • ciones gástricas, de origen dinámico, ordinariamente derivan de alguna revolución
moral (contrariedad, disgusto, e s p a n t o ) , de un enfriamiento, d e un trabajo
constituye las e n f e r m e d a d e s , resultado único de las modifica-
mentel ó corporal, al cual uno se ha entregado despues de haber comido. El
ciones dinámicas. emético y la ipepacuana no son propios para hacer cesar este desacuerdo diná-
mico , y ' m u c h o menos con el vómito revolucionario que determinan. Además, los
En r e s ú m e n , la escuela alopática suponía á la materia a l t e -
síntomas morbosos particulares, son una ofensa mas á la salud, y la secreción
r a d a por la e n f e r m e d a d , y a estuviese en el interior del o r g a - biliar se resiente de este desórden; de manera, que si el enfermo no es de una
nismo, y a fuese a r r o j a d a al esterior, como la causa p r o d u c - constitución muy r o b u s t a , debe resentirse por muchos dias de este tratamiento,
tora de la e n f e r m e d a d misma, ó al menos, la que, en virtud de dirigido contra la pretendida c a u s a , por mas que se haya espulsado de un mo-
do violento lo contenido en el estómago. Pero , si en lugar d e estos evacuantes,
su pretendida reacción, la sostenía. E s t a última opinion es la que tantos perjuicios acarrean, se hace tomar al enfermo una sola vez un glóbu-
q u e hoy domina en la escuela. lo de azúcar, del volúmen de un grano de mostaza, embebido del jugo muy d i -
F u n d a d a en esta r a z ó n , hacía todos los esfuerzos posibles latado d e pulsatila, la que infaliblemente devuelve el órden y la armonía á la
economía entera y en el estómago en particular, se encontrará curado al cabo
p a r a espulsar del cuerpo enfermo las q u e ella suponía sel-
de dos horas. Si. hay todavía algunos eruptos, son únicamente de gases sin sabor
las causas m a t e r i a l e s , p o r q u e así se figuraba q u e producía s e - ni o l o r ; lo contenido en el estómago no está ya alterado, y á la próxima comi-
da el sugeto ha recobrado su apetito habitual, y se halla en perfecta salud. H e
aquí lo que debe llamarse una verdadera curación, que ha destruido la causa.
reilexionar ni buscar la razón de por qué y cómo,- eslos medicamentos c u r a b a n .
La otra no tiene este título, sino por usurpación; no hace mas que fatigar al e n -
Mucho tiempo hace que estos estimulantes homogéneos, alterantes ó específicos,
fermo y perjudicarle.
-es d e c i r , homeopáticos, se los mira con prevención por la antigua medicina,
p o r q u e ejercen una influencia e s t i m a d a m e n t e peligrosa. ( R a u , líber d . homeo- Los medicamentos vomitivos jamás convienen á un estómago lleno de alimen-
p a t í a Heilberf. Heidclberg. 1 8 2 4 p. 1 0 1 , 1 0 2 ) .
bulimia, en los retortijones y a b u l t a m i e n t o de vientre en los
neas de toda especie, como la principal indicación que h a y q u e
niños ( 1 ) ; su c o s t u m b r e ^ s a n g r a r en las h e m o r r a g i a s ( 2 ) , y
llenar en las inflamaciones ( 1 ) . O b r a n d o de esta m a n e r a , cree
grincipalmenfe la importancia que dá á las emisiones s a n g u í - '
obedecer á las v e r d a d e r a s indicaciones, deducidas de la causa,
t o s , aunque sean de difícil digestión. E n este caso, la naturaleza sabe desem- y t r a t a r las enfermedades de u n modo racional. T a m b i é n se
barazarse completamente por vómitos espontáneos, que ella misma escita, y que
cuando mas, pueden ayudarse con titilaciones mecánicas, ejercidas en el velo del
paladar y en la garganta. Así se evitan los efectos accesorios que resultarían d e sangrías para desembarazar al cuerpo de esta supuesta plenitud. L a s consecuen-
la acción de los vomitivos, y una corta cantidad d e infusión de café basta enton^ cias fatales que de ello r e s u l t a n , la falla de fuerzas y la t e n d e n c i a , ó aun la
ees para hacer pasar á los intestinos las materias que aun quedaban en el estó- transmisión al tifus, las coloca en la misma enfermedad, de la cual entonces n o
mago. Pero si despues d e haberse llenado otra vez el estómago no retuviese el puede triunfar. En una p a l a b r a , cuando el enfermo n o mejora, c r e e , que con
alimento, ó si habiendo perdido la irritabilidad necesaria para la manifestación haberse conducido en conformidad al adagio «eausam tolle» ha cumplido, h a -
del vómito espontáneo, y si el enfermo atormentado d e vivos dolores en el epi- blando en su lenguaje, con todo cuanto podia hacerse, sin tener que arrepentirse
gastrio, no experimentase el menor deseo d e p r o v o c a r ; en esta paralisis de la del procedimiento.
viscera gástrica, el efecto del vomitivo sería determinar una inflamación peligro- (1) Aunque no h a y a ni una sola gota de sangre de mas en el cuerpo humano
sa, ó mortal, de las vias digestivas, al paso que una infusión de café, dada á muy vivo , no por esto la escuela antigua deja de considerar la plétora y la super-
cortas y repetidas dosis, reanimaría dinámicamente la debilitada escítabilidad del abundancia d e sangre como la causa material prinoipal d é l a s inflamaciones, que
estómago, y le pondria en estado de espulsar por sí solo por arriba ó por aba- debe combatir con sangrías, ventosas escarificadas y sanguijuelas. A e s t o , pues,
j o , los materiales contenidos en su interior, por grande que fuese la cantidad. es lo que llama ella obrar de un modo racional, y dirigir el tratamiento contra
Equivócanse también en esto los médicos ordinarios, queriendo dirigir el t r a t a - la causa. En las fiebres inflamatorias generales, y en las pleuresías a g u d a s , con-
miento contra la causa. sidera la linfa coagulable, que existe en la sangre, ó lo q u e se llama costra, c o -
mo la materia pecante, y se esfuerza cuanto le es posible por hacerla salir p o r
Cuando el ácido gástrico es muy abundante y refluye á la b o c a , lo que no es medio de reiteradas sangrías, por mas que dicha costra se vuelve mas espesa y
r a r o , la práctica hasta hoy admitida, aun en las enfermedades crónicas, exige la mas densa á cada nueva emisión de sangre. Si la fiebre inflamatoria n o quiere
administración de un vomitivo para desembarazar el estómago. Pero al dia si- ceder , derrama sangre hasta el punto de matar al enfermo, con el fin d e h a -
guiente, ó algunos dias despues, la viscera contiene otro t a n t o , si no m a s , d e cer desaparecer la c o s t r a , ó la supuesta plétora, sin sospechar siquiera que
los mismos materiales que poco antes se habían expulsado. L a s accedías ceden la sangre inflamada no es mas que un producto de la fiebre a g u d a , de la irrita-
al contrario por sí mismas, cuando se ataca su causa dinámica con una muy cor- ción inflamatoria morbosa, inmaterial ó dinámica, y que esta última es la única
ta dosis de ácido sulfúrico muy d i l a t a d o , ó mejor a u n , de un remedio anlipsó- causa del gran trastorno que tiene lugar en el sistema v a s c u l a r , y que se p u e d e
rico, homeopático á los demás síntomas. destruir con una dosis mínima de un remedio homeopático; por ejemplo, con un
Así es como en muchos tratamientos, que según la escuela antigua sé dirigen glóbulo de azúcar embebido d e jugo d e acónito al decillonésimo g r a d o de dilu-
contra la causa morbífica, su objeto favorito es espeler con dificultad y con de- ción, evitando los ácidos vegetales; de tal suerte, que la fiebre pleurítica mas vio-
trimento del enfermo el producto material del desacuerdo dinámico, sin indagar l e n t a , con todos los síntomas alarmantes que la acompañan, se cura completa-
en lo mas mínimo el origen dinámico del m a l , y todo lo que de él dimane, p a - mente en el espacio d e veinte y cuatro h o r a s , cuando m a s , sin ninguna emisión
ra combatirlo homeopáticamente, y t r a t a r de este modo las enfermedades de un sanguínea, sin ningún antiflogístico; de modo que si se saca un poco d e sangre
modo racional. d e la vena para hacer una p r u e b a , no se cubre ya d e costra inflamatoria, mien-
(1) Síntomas que dependen únicamente de un miasma psórico, y que ceden tras que otro enfermo, en un todo semejante, que haya sido t r a t a d o según el
fácilmente á los antipsóricos (dinámicos), sin vomitivos, ni purgantes. pretendido método racional de la escuela a n t i g u a , si se escapa de la muerte des-
(2) Aunque casi todas las hemorragias morbosas dependen únicamente de un pues de copiosas sangrías y d e crueles sufrimientos, padece muy comunmente
desacuerdo dinámico de la fuerza v i t a l , sin embargo, la escuela antigua les s e - meses enteros, enflaquecido y agotadas sus fuerzas, antes d e poderse tener en
ñala como causa la superabundancia de sangre, y no puede dejar de prescribir p i é , y aun en muchos casos sucumbe á consecuencia d e una fiebre tifoidea, d e
figura, que ligando u n pólipo, estirpando u n a g l á n d u l a e n g u r -
g i t a d a , ó destruyéndola por la supuración producida por m e - a n o , a m p u t a n d o u n pecho canceroso, ó u n m i e m b r o , cuyos
dio de irritantes locales, disecando u n quiste esteatomatoso ó huesos estén c a r i a d o s , h a curado la enfermedad radicalmente,
melicerítico, operando u n a n e u r i s m a , u n a fístula lacrimal ó de porque h a destruido la c a u s a . La misma creencia a b r i g a cuando
aplica los repercusivos y seca las úlceras a n t i g u a s de las pier-
n a s con los a s t r i n g e n t e s (óxidos de plomo, cobre ó zinc), a s o -
una leucoflegmasia, ó d e una tisis ulcerada, consecuencia demasiado frecuente d e
semejante tratamiento.
ciados á los p u r g a n t e s , que no disminuyen en n a d a el mal pri-
El que ha podido apreciar el pulso tranquilo del sugeto una hora antes del es- mitivo, p e r o que en cambio debilitan al enfermo y le d e s t r u -
calofrío que precede siempre á la pleuresía a g u d a , no puede dejar de sorprender- y e n la f u e r z a de reacción y resistencia; cuando cauteriza los
se dos horas despues, cuando se ha declarado el calor, persuadiéndole que la c a n c r o s , l a s v e r r u g a s y los g r a n o s , ó r e p e r c u t e la s a r n a de la
enorme plétora que existe reclama reiteradas sangrías, y admira por qué milagro
se han podido infundir las libras d e s a n g r e , cuya emisión se r e c l a m a , en los
piel con los u n g ü e n t o s de a z u f r e , de p l o m o , zinc ó mercurio;
mismos vasos del enfermo que dos horas antes ha visto latir con un movimiento cuando h a c e , en fin, d e s a p a r e c e r u n a oftalmía con las disolu-
tan lento. ; P u e d e , sin e m b a r g o , no h a y a en sus venas una onza d e sangre ciones irritantes y a s t r i n g e n t e s , ó calma los dolores en los
de mas de la que habia dos horas antes cuando el sugeto estaba en perfecta
m i e m b r o s con el b á l s a m o de O p o d e l d o k , las p o m a d a s a m m o -
salud!
niacales, ó las fumigaciones de á m b a r ó cinabrio. E n todos e s -
A s í , cuando el partidario d e la medicina alopática practica sus emisiones san-
guíneas, no es una sangre supèrflua la que quita al enfermo afectado de una fiebre tos casos supone h a b e r extinguido la e n f e r m e d a d , y empleado
a g u d a , puesto que este líquido jamás existe en esceso ; le priva s í , d e la cantidad u n tratamiento racional dirigido contra la c a u s a . Pero ¡qué
de la sangre, normal é indispensable á la vida y al restablecimiento de la salud, fatales consecuencias no se d e r i v a n de ese t r a t a m i e n t o ! Mas
pérdida enorme que ya no e s t á en su poder el reparar. Sin embargo, cree haber
t e m p r a n o ó m a s t a r d e a p a r e c e n infaliblemente o t r a s e n f e r m e -
obrado según el axioma causan tollc , al cual dá una falsa interpretación, mien-
tras que la sola y verdadera causa de la e n f e r m e d a d e s , no una superabundancia d a d e s , que se consideran como n u e v a s , no siendo en realidad
d e sangre que en realidad jamás existe, sino una irritación inflamatoria dinámica sino aquellas m i s m a s p r i m i t i v a s , a u n q u e d e s f i g u r a d a s y con
del sistema s a n g u í n e o , como lo prueba la curación que en semejante caso se o b - m a s g r a v e carácter que las p r i m e r a s . Esto, que tan alto h a b l a
tiene por' la administración, á dosis extremadamente f r a c c i o n a d a s , del jugo d e
acónito, que es homeopático á esta irritación.
c o n t r a la m a n e r a de considerar l a s e n f e r m e d a d e s la escuela
L a escuela antigua no escasea tampoco las emisiones sanguíneas parciales, y
a n t i g u a , debería a b r i r l a los ojos y convencerla que la e n f e r -
sobre todo aplicaciones copiosas de sanguijuelas en el tratamiento d e las inflama- m e d a d es de n a t u r a l e z a i n m a t e r i a l , que su origen es d i n á m i -
ciones locales. E l alivio paliativo que de ello resulta en los primeros momentos, c o , y que solamente p u e d e destruirse por u n poder dinámico
n o va coronado de una curación ràpida y completa : lejos d e e s t o , la debilidad
/ también.
y el estado valetudinario -á que queda siempre espuesta la parte que d e esta m a -
nera se ha t r a t a d o , y á veces también todo el resto del c u e r p o , demuestran cuán E n t r e todas las hipótesis que h a n reinado en las escuelas, la
mal se habia atribuido la inflamación local á una plétora l o c a l , y cuán tristes son m a s g e n e r a l m e n t e adoptada en los tiempos modernos h a sido
los resultados de las emisiones s a n g u í n e a s , mientras que esta irritación inflama-
toria , d e apariencia local, que es puramente d i n á m i c a , puede destruirse de una la de las acrimonias y principios morbíficos, y de la necesidad
manera pronta y duradera con una corta dosis d e acónito, ó , según las circuns- d e d e s e m b a r a z a r los vasos sanguíneos y linfáticos por medio
tancias , de belladona , medio á favor del cual la enfermedad se cura sin necesi- de las glándulas salivales y los ó r g a n o s u r i n a r i o s ; el pecho,
d a d d e recurrir á las sangrías, que ninguna utilidad tienen.
por el intermedio de los ganglios traqueales y b r o n q u i a l e s ; el
BIBLIOTECA M M

"imm m -
1425 FISHRITL.
estómago y tubo intestinal, p o r el vómito y l a s deposiciones
por vómitos ó p o r c á m a r a s los materiales contenidos e n el tubo
a l b i n a s ; no creyéndose autorizados los médicos p a r a decir q u e
intestinal; p o r q u e e n todos tiempos los esfuerzos del médico s e
el cuerpo estaba purificado d e la causa material q u e escita l a
h a n dirigido principalmente á espeler del cuerpo enfermo l a s
e n f e r m e d a d , ni que s e habia efectuado u n a curación radical,
acrimonias y principios morbíficos m a t e r i a l e s , considerados
con a r r e g l o al principio tolle causam, si antes n o se habia e s -
como causa d e l a s e n f e r m e d a d e s .
pelido la causa p o r a l g u n o d e esos emuntorios.
P e r o todo esto n o e r a m a s q u e el resultado d e sueños vanos,
Haciendo a b e r t u r a s en la piel, q u e despues convierte en úl-
de g r a t u i t a s suposiciones, d e hipótesis desprovistas d e f u n d a -
c e r a s crónicas la presencia habitual de u n cuerpo estraño (cau-
mento, hábilmente i n v e n t a d a s p a r a comodidad d e la t e r a p é u t i -
terios, sedales), cree e x t r a e r del cuerpo l a materia pecante, á
c a , q u e se envanece d e llenar cumplidamente su misión, c u a n -
la m a n e r a que s e h a c e salir el poso d e u n a vasija, haciéndola
do t r a t a d e combatir los principios morbíficos materiales.
u n taladro en el f o n d o . Con los vegigatorios sostenidos p o r
Mas la n a t u r a l e z a d e l a s e n f e r m e d a d e s , s u esencia íntima
m u c h o tiempo, está t a m b i é n persuadida d e a r r a s t r a r al e s t e -
y su c u r a c i ó n , n o se sujetan á nuestros caprichos ni á l a s i n -
rtor los malos h u m o r e s , sin considerar q u e con todos estos
venciones d e nuestra i g n o r a n c i a . P o r c o n f o r m a r s e con n u e s t r a s
procedimientos a b s u r d o s y contrarios á la n a t u r a l e z a , no logra
ilusorias hipótesis, l a s e n f e r m e d a d e s no pueden d e j a r d e s e r
m a s que debilitar los e n f e r m o s , y hacerlos completamente i n -
a b e r r a c i o n e s dinámicas q u e e x p e r i m e n t a n u e s t r a vida i n m a t e -
curables.
rial e n s u m a n e r a d e sentir y d e o b r a r ; es d e c i r , e n los c a m -
Suponer u n principio morbífico m a t e r i a l , es u n a cosa m u y bios inmateriales d e n u e s t r a existencia.
c ó m o d a , no solo p o r q u e el entendimiento lo concibe bien, sino Las c a u s a s d e n u e s t r a s e n f e r m e d a d e s no son materiales : la
p o r q u e los e n f e r m o s , exigentes siempre respecto á la causa y p r u e b a e s , q u e cualquiera sustancia material e s t r a ñ a i n t r o d u -
naturaleza d e su m a l , se d á n p o r satisfechos con la esplicacion cida e n los v a s o s s a n g u í n e o s , p o r m a s inocente q u e p a r e z c a ,
del médico, f u n d a d a e n esta hipótesis. E n efecto, u n a v e z s u - al instante es repelida p o r l a f u e r z a v i t a l , y si no p u e d e s e r
puesta esa t e o r í a , solamente debía t r a t a r s e d e elegir u n a serie espeiida, ocasiona l a m u e r t e ( 1 ) . Introdúzcase el m a s pequeño
de medicamentos q u e s i r v i e r a n p a r a purificar l a s a n g r e y los c u e r p o e s t r a ñ o en n u e s t r a s p a r t e s sensibles, y el principio vi-
otros h u m o r e s , escitar el sudor, p r o m o v e r l a espectoracion y tal , q u e a n i m a todo n u e s t r o s e r , no descansa h a s t a h a b e r l o
limpiar el estómago é intestinos. Y por ésto se comprende bien, eliminado p o r medio del d o l o r , la f i e b r e , l a supuración ó la
el p o r q u é todas l a s m a t e r i a s médicas que desde Dioscórides se g a n g r e n a . Y este principio v i t a l , t a n activo y t a n vigilante,
h a n escrito, g u a r d a n el m a s absoluto silencio acerca d e la a c -
ción propia y peculiar d e cada m e d i c a m e n t o , limitándose, des- (1) La vida cesó d e repente por la inyección d e u n poco d e agua pura e n una
pues d e h a b e r e n u m e r a d o sus pretendidas v i r t u d e s contra tal ó vena (Mull, Ilistory, of royal societij, v o l . iv). E l aire atmosférico introducido
cual e n f e r m e d a d nominal de la p a t o l o g í a , á decir que p r o m u e - en las v e n a s , ha causado la muerte ( J . H . Y o i g t , Magazin fuer den ncuesten Zus-
land der Naturkende , t . n i , p . 2 5 ) . Los líquidos, aun los mas s u a v e s , introdu-
v e la secreción d e l a orina ó el sudor, la espectoracion ó el cidos en las v e n a s , han puesto la vida en peligro ( A u l e n r i e t h , Fisiología, n .
flujo m e n s t r u a l , y s o b r e todo que posee la virtud d e e v a c u a r §. 7 8 4 ) .
XXVI XXVII
¿sufriría con paciencia, en u n a e n f e r m e d a d de la piel que c o n - circunstancias a d m i t a m o s con f u n d a m e n t o u n principio material
tase veinte a ñ o s , u n principio exantemático material en n u e s - morbífico, q u e h a y a ido á o b r a r sobre l a s a n g r e ? Muy frecuen-
tros h u m o r e s , un v i r u s h e r p é t i c o , escrofuloso y gotoso? ¿ Q u é t e m e n t e se h a observado que c a r t a s escritas en la habitación
nosólogo h a visto n u n c a estos principios m o r b í f i c o s , de q u e de u n e n f e r m o , h a n trasmitido al q u e l a s leia la misma e n f e r -
h a b l a n con tanta seriedad y a p l o m o , y s o b r e los cuales p r e t e n - m e d a d m i a s m á t i c a . ¿ S u p o n d r é m o s de aquí que h a p e n e t r a d o
de f u n d a r u n p l a n de conducta m é d i c a ? ¿Quién p o d r á d e m o s - en los h u m o r e s a l g u n a cosa material? P u e s concedamos q u e h a
t r a r j a m á s , ni poner á la vista u n principio gotoso, u n v i r u s sucedido a s í , y p r e g u n t e m o s a u n : cuando u n a p a l a b r a i n j u -
escrofuloso ? riosa ó u n a a f r e n t a c u a l q u i e r a , p r o d u c e en la persona á quien
Aunque la aplicación de u n a sustancia m a t e r i a l s o b r e la piel, v a dirigida u n a fiebre biliosa, q u e pone en peligro la vida-,
ó su introducción en una ú l c e r a , h a y a p r o p a g a d o e n f e r m e d a d e s c u a n d o u n a profecía fatal ó u n emplazamiento, causa la m u e r t e
por infección, ¿quién podría p r o b a r , como t a n f o r m a l m e n t e afir- en la época a n u n c i a d a ; cuando u n a s o r p r e s a a g r a d a b l e ó d e s -
man n u e s t r a s p a t o g e n i a s , que la menor p a r t í c u l a material d e a g r a d a b l e , s u s p e n d e i n s t a n t á n e a m e n t e el curso de la vida,
esta sustancia sea absorvida y p e n e t r e en n u e s t r o s h u m o - ¿ d ó n d e está el principio morbífico material, q u e se h a i n t r o d u -
res? ( 1 ) . Por m a s q u e se l a v e n y limpien las p a r t e s genitales cido en sustancia en el c u e r p o , y que h a producido la e n f e r -
m e d a d y que la sostiene?
con la m a y o r prontitud y esmero posible despues de u n coito
i m p u r o , estas precauciones no p r e s e r v a n de la infección de las Los sectarios de la falsa hipótesis de los principios m o r b í f i -
úlceras v e n é r e a s . El aliento de u n a persona afecta de v i r u e l a s , cos deberían a v e r g o n z a r s e de desconocer, hasta ese e s t r e m o ,
es suficiente p a r a p r o d u c i r esta t e r r i b l e e n f e r m e d a d en u n niño la n a t u r a l e z a espiritual de n u e s t r a v i d a , y el poder dinámico
sano y r o b u s t o . de l a s c a u s a s m o r b í f i c a s , y m u c h o m a s de su criminal p r o c e
¿ Q u é cantidad de este principio material d e b e p e n e t r a r en el d e r , q u e p o r satisfacer su teoría de limpiar y a r r a s t r a r al es-
tertor la m a t e r i a m o r b í f i c a , c u v a existencia es u n a quimera,
organismo p a r a d e t e r m i n a r en el p r i m e r caso u n a e n f e r m e d a d
m a t a n á los enfermos en l u g a r de c u r a r l o s .
(sífilis), que si no se t r a t a específicamente, d u r a r á quizás h a s t a
Los esputos a n o r m a l e s que se o b s e r v a n en ciertas e n f e r m e -
los últimos dias de la vida, y que ni la m u e r t e p o d r á ocultar ni
b o r r a r sus huellas-, y e n el s e g u n d o , una afección ( v i r u e l a s ) ,
enfermedades, y poder presentar estas sustancias como la causa que produce y
que con t a n t a frecuencia a p a g a la vida en medio de u n a s u p u r a - sostiene el estado m o r b o s o , aunque en el momento de la infección nada de mate-
d o n casi g e n e r a l ? ( 2 ) . ¿ E s posible q u e en estas y o t r a s a n á l o g a s rial se haya visto penetrar en el c u e r p o , se ha imaginado otra hipótesis, que
consiste en admitir, que ciertos principios contagiosos muy sutdes, obran en el
cuerpo como fermentos, comunicando su mismo grado de corrupción á los humo-
(1) Habiendo sido mordida una niña de ocho años por un perro rabioso, en Glas- r e s , v convirtiéndolos de este modo en un fermento común que sostiene y ali-
c o w , un cirujano escindió al momento toda la parte herida ó señalada por los dien- menta la enfermedad. Pero ¿por medio d e qué tisanas depurativas se espera des-
tes , lo que no impidió que á los treinta y seis dias despues, se desarrollase la r a b i a , embarazar el cuerpo de un fermento que renace sin cesar, y separarlo tan com-
d é l a q u e murió á los dos dias. ( N e d . coment. of. Edinb. dec. n , vol. n , 1 7 9 3 ) . pletamente de la masa de los humores, para que no quede la menor partícula,
(2) P a r a esplicar la producción de la cantidad tan considerable de materias feca- la c u a l , según la hipótesis admitida, habria debido corromper todavía estos bu-
les pútridas y de materias acres ulcerosas, que se observan frecuentemente en las
d a d e s , ¿ s e r á n , p o r v e n t u r a , la m a t e r i a que l a s p r o d u c e y sos-
h o m b r e sensato los métodos d e tratamiento que reconocen c o -
tiene? ( 1 ) . ¿No s o n siempre p r o d u c t o s d e l a e n f e r m e d a d , e s
mo b a s e la espulsion ( 1 ) d e este principio imaginario, que n i n -
decir, d e la alteración p u r a m e n t e dinámica q u e la vida h a e x -
g ú n resultado bueno p u e d e n producir e n l a s m a s c o m u n e s y
perimentado ?
principales e n f e r m e d a d e s , l a s crónicas, sino q u e h a n d e p e r -
Con estas ideas e r r ó n e a s a c e r c a d e la exencia y origen m a -
judicar g r a n d e m e n t e ? Ninguna enfermedad existe que reconoz-
terial d e l a s e n f e r m e d a d e s , n o e s e s t r a ñ o q u e e n todos tiempos
ca p o r causa u n principio material : p o r el c o n t r a r i o , todas
los médicos m a s distinguidos, lo mismo q u e los m a s medianos,
son siempre y esclusivamente el resultado d e u n a alteración
y a u n los hábiles inventores d e l a s m a s sublimes teorías y s i s - especial, dinámica y virtual d e la salud.
t e m a s , h a y a n dirigido todos s u s e s f u e r z o s á espulsar la preten-
L a s m a t e r i a s d e g e n e r a d a s y las i m p u r e z a s apreciables e n las
dida materia m o r b í f i c a , y q u e la indicación m a s constante h a y a
e n f e r m e d a d e s , no son otra c o s a , sino p r o d u c t o s d e l a s e n f e r -
sido siempre l a d e a r r o j a r del c u e r p o esta m a t e r i a morbífica, m e d a d e s m i s m a s , d e l a s cuales el organismo s a b e d e s e m b a r a -
p r o c u r a n d o s u salida p o r medio d e la saliva, l a espectoracion, zarse a l g u n a s veces d e u n a m a n e r a demasiado e n é r g i c a , sin el
el sudor y la orina ; d e limpiarla d e l a s acrimonias ó i m p u r e - a u x i l i o ' d e l a medicina e v a c u a n t e , p e r o que no dejan d e r e p r o -
z a s , que j a m á s existieron; d e a r r a s t r a r al esterior l a causa ducirse m i e n t r a s d u r a ' l a e n f e r m e d a d . Estas m a t e r i a s se p r e -
i m a g i n a r i a d e la e n f e r m e d a d con a y u d a d e los c a u t e r i o s , seda-
les y vegigatorios p e r m a n e n t e s ; y h a c e r , e n fin, salir l a ma- (1) E n las enfermedades verminosas, la expulsión d e los vermes tiene cierta
teria pecante p o r el tubo intestinal, impelida p o r los laxantes apariencia d e necesidad. Hállanse lombrices en algunos niños, y ascárides en m u -
chos d e ellos; pero estos parásitos dependen d e una afección general, unida a u n
y p u r g a n t e s , condecorados, p a r a darles m a y o r i m p o r t a n c i a ,
régimen insalubre. Mejórese este régimen y cúrese homeopáticamente la p s o r a ,
con el pomposo título de aperitivos desostruentes y disolventes. siempre mas fácil en esta edad que en cualquiera otra época d e la v i d a , y no
A h o r a bien : si a d m i t i m o s , como n o p o d e m o s menos d e a d - h a b r á y a g u s a n o s , y los niños tendrán una salud completa; al paso que reapa-
recen en gran número despues del uso d e purgantes, solos ó asociados al semen-
mitir, q u e esceptuando l a s e n f e r m e d a d e s producidas p o r l a i n - contra.
troducción d e sustancias nocivas e n los ó r g a n o s digestivos y P e r o s e dirá tal vez, q u e es menester n o descuidarse ni dejar nada por hacer
d e m á s v i s c e r a s h u e c a s , p o r la d e c u e r p o s estraños al t r a v é s para espulsar del cuerpo el vermes s o l i t a r i o , este monstruo creado para tormen-
de la piel, e t c . , ¿ q u é perniciosos y fatales n o d e b e n p a r e c e r al t o del género humano.
Cierto e s q u e se hace salir algunas veces el ténia. ¡ Pero á costa d e cuán-
t o s sufrimientos consecutivos y d e cuántos peligros para la v i d a ! N o quisiera te-
m o r e s , y r e p r o d u c i r , como antes, nuevos principios morbíficos? ¡ A q u é grose- ner sobre mi conciencia la muerte d e todos aquellos que han debido sucumbir á
ras inconsecuencias conducen las hipótesis, aun las mas sutiles, cuando descansan la violencia d e los purgantes dirigidos contra este vermes, y los años d e langui-
en u n e r r o r ! Según esta escuela, sería imposible el curar estas enfermedades. L a dez que han sufrido los q u e han escapado d e la muerte. ¿Y cuántas veces s u -
sífilis m a s m a r c a d a , despues d e separada la psora que comunmente l a complica, cede , que despues d e haber repetido por muchos años consecutivos estos p u r -
se cura con la sola influencia de una ó d o s dosis muy pequeñas d e la trigésima gantes, destructores d e la salud y d e la v i d a , el animal no sale, ó si sale s e re-
disolución del mercurio metálico, y la alteración sifilítica general d e los humores produce? ¿ Q u é s e r í a , p u e s , si no hubiese la menor necesidad d e expulsarlo y
se estingue para siempre d e una manera dinámica. matarlo por medios violentos y crueles, que t a n frecuentemente comprometen la
(1) Si así fuese, bastaría sonarse bien los mocos p a r a curarse infalible y r á - v i d a d e l enfermo? L a s diversas especies d e ténias solo se encuentran en sugetos
pidamente cualquier coriza, aun el mas inveterado. p s ó r i c o s , y desaparecen siempre que se cura la psora. Hasta el momento d e la
«rmsroío K LECS
x
IIBLIOTECA üieiVEKSdAttt

XXXI U2:[ ¿ , ^ ,
sentan al médico en m u c h a s ocasiones como síntomas m o r b o - medio de la salivación, ó por metástasis ó abcesos, que d e t e r -
sos, y le a y u d a n á completar el c u a d r o de la e n f e r m e d a d , q u e mina en o t r a s p a r t e s distantes del m a l .
le sirve luego p a r a b u s c a r u n a g e n t e homeopático, propio p a r a F u n d a d o s e n e s t o , c r e e n , q u e o b r a n d o así, imitan á la n a -
la curación, y ' turaleza , pero no reflexionan que siguen caminos m u y e s -
P e r o los a c t u a l e s sectarios de la antigua e s c u e l a , a d e m á s de traviados en el tratamiento de la m a y o r p a r t e de las e n f e r m e -
la teoría de expulsión de los principios morbíficos materiales, d a d e s . Teniendo presentes l a s indicaciones de la f u e r z a vital
reconocen otro m é t o d o , q u e l l a m a n d e r i v a t i v o , y consiste en e n f e r m a , a b a n d o n a d a á sí m i s m a , proceden de una m a n e r a
e m p l e a r evacuaciones a b u n d a n t e s y v a r i a d a s , pretendiendo con indirecta ( 1 ) , produciendo irritaciones m a s f u e r t e s p e r o de í n -
esto imitar á la n a t u r a l e z a , que en sus esfuerzos espontáneos dole distinta, en o t r a s p a r t e s distantes del sitio de la e n f e r m e -
p a r a restablecer la salud del o r g a n i s m o e n f e r m o , quita la fie- d a d , promoviendo y sosteniendo evacuaciones por los ó r g a n o s
b r e p o r medio del sudor ó la secreción de la o r i n a ; la p l e u r e - q u e m a s difieren de los tegidos afectos, con el objeto de a t r a e r
sía, por epistasis, sudores y esputos mucosos -, o t r a s e n f e r m e - el mal hacia este nuevo ó r g a n o ó a p a r a t o .
dades, por el vómito, la d i a r r e a y las hemorragias-, los dolores
E s t a derivación h a sido, y a u n es h o y , uno de los m a s u s u a -
articulares, p o r ulceraciones en l a s p i e r n a s ; las a n g i n a s , p o r
les y acreditados métodos c u r a t i v o s de la escuela alopática.
Imitando así á la n a t u r a l e z a medicatriz, según l a e s p r e -
curación viven sin incomodar mucho al h o m b r e , n o en inmediato contacto con los sion usada por a l g u n o s , p r o p ó n e s e escitar e n é r g i c a m e n t e en
intestinos, sino envueltos en el residuo d e los alimentos, ó sumidos como en un
las p a r t e s menos e n f e r m a s y q u e pueden resistir mejor la enfer-
mundo propio p a r a e l l o s , donde viven tranquilos, y encuentran lo necesario pa-
ra su nutrición. D u r a n t e estas circunstancias, no tocan á las paredes del intesti- m e d a d medicinal, nuevos sintonías, q u e b a j ó l a apariencia de
n o , ni causan ninguna incomodidad ni daño á la persona que los contiene. P e r o crisis y en forma de e v a c u a c i o n e s , h a g a n d e r i v a r , s e g ú n ellos,
si se spodera del sugeto alguna enfermedad a g u d a , el contenido en los intestinos la e n f e r m e d a d primitiva ( 2 ) , con el objeto de q u e las f u e r z a s
se vuelve insoportable al animal, que se revuelve incesantemente, i r r i t á n d o l a s medicatriees de la n a t u r a l e z a p u e d a n efectuar despues la r e -
p a r e d e s sensibles del t u b o alimenticio, y escitando una especie de cólico espas-
módico, q u e no contribuye poco á acrecentar los sufrimientos del enfermo. D e la
solución ( 3 ) .
misma m a n e r a , el feto no se a g i t a , ni se mueve en la m a t r i z , sino cuando la Los medios que e m p l e a n p a r a conseguir este o b j e t o , son el
madre está e n f e r m a , y permanece tranquilo en el agua en que n a d a , mientras
que aquella está b u e n a .
(1) En lugar d e estinguir el mal con prontitud y sin agotar las f u e r z a s , como
E s muy digno d e notar q u e los síntomas que se observan en esta época en los
hace la Homeopatía, con el auxilio de potencias medicinales dinámicas, dirigidas
que tienen un vermes solitario, son de tal n a t u r a l e z a , que la tintura de helecho
contra las partes afectas del organismo.
macho, á la dosis mas p e q u e ñ a , los hace desaparecer rápidamente d e una m a -
(2) ¡Como si lo inmaterial pudiera derivarse! Siempre es una materia morbífi-
nera homeopática, p o r q u e hace cesar lo que en la enfermedad ocasionaba la agi-
c a , por sutil q u e se la suponga.
tación del parásito. Hallándose despues el animal á su g u s t o , continúa viviendo
(3) Las enfermedades medianamente a g u d a s , son las únicas que acostumbran
tranquilamente en medio de las materias intestinales, sin incomodar sensiblemente
á t e r m i t a r s e d e una manera tranquila cuando han llegado al término de su cur-
al enfermo, hasta que el tratamiento antipsórico esté bastante a d e l a n t a d o , p a r a so n a t u r a l , ya empleando remedios alopáticos que no tengan mucha energía, ya
q u e el vermes ya no encuentre en el contenido del canal intestinal las sustancias absteniéndose de todo medio terapéutico; la fuerza vital, reanimándose, susti-
q u e le puedan servir d e a l i m e n t o , y desaparezca para siempre, sin necesidad d e tuye poco á poco el estado normal al a n o r m a l , que desaparece gradualmente.
p u r g a n t e alguno.
XXXII XX XLLL
uso de sustancias que p r o m u e v e n el s u d o r y la o r i n a , l a s emi- y altamente perniciosos; pero que se puede m u y bien a p a r e n -
siones s a n g u í n e a s , los sedales y c a u t e r i o s , dando siempre la tar con ellos que se amortiguan ó desvian las enfermedades,
preferencia á los irritantes del t u b o digestivo, q u e tienen la a u n q u e sustituyendo en realidad á la enfermedad a n t i g u a , otra
cualidad de p r o v o c a r vómitos ó d e t e r m i n a r c á m a r a s , h a b i e n d o n u e v a , m a s peligrosa. Y á semejante r e s u l t a d o , ¿puede con
condecorado á estos últimos con los n o m b r e s de aperitivos y fundamento d a r s e el n o m b r e de c u r a c i ó n ?
disolventes ( 1 ) .
Concretándose á imitar la m a r c h a de la naturaleza en los
Este método derivativo t r a e á su lado otro con el que tiene esfuerzos que esta h a c e , y que son seguidos de u n resultado
g r a n a f i n i d a d , y consiste en la aplicación de e s t i m u l a n t e s a n - bastante mediano (1) en las enfermedades a g u d a s poco e s -
t a g o n i s t a s , así como los tegidos de l a n a s o b r e la piel, los p e - t e n s a s , no se hace m a s q u e imitar á la fuerza vital conser-
diluvios, los n a u s e a b u n d o s , los t o r m e n t o s del h a m b r e i m p u e s - v a t r i z , a b a n d o n a d a á sí m i s m a , que fundada ú n i c a m e n t e en las
tos al e s t ó m a g o , y todos los medios que escitan d o l o r , infla-
mación y supuración de las p a r t e s donde se a p l i c a n , como los (1) La medicina ordinaria considera los medios que la naturaleza emplea pa-
ra rehacerse, en aquellos enfermos que no hacen uso de medicamento alguno,
sinapismos, los v e g i g a t o r i o s , el t o r b i s c o , los sedales, cauterio, como modelos perfectos, dignos de imitar. Los miserables y estremadamente in-
m o x a s , hierro c a n d e n t e , a c u p u n t u r a , e t c . Con esto se c r e e completos esfuerzos que la fuerza vital hace para auxiliarse á sí misma en las en-
t a m b i é n seguir las m i r a s de la n a t u r a l e z a , que a b a n d o n a d a á fermedades a g u d a s , son un espectáculo que debe escitar al hombre á no conten-
tarse con una estéril compasion, y á desplegar todos los recursos de su inteli-
sí misma, quiere d e s e m b a r a z a r s e de la e n f e r m e d a d dinámica
gencia, para conseguir una curación radical, poniendo término á estos tormentos
p o r medio de dolores en p a r t e s distantes de la e n f e r m a , p o r que la naturaleza se impone á sí misma. Si la fuerza vital no puede curar ho-
metástasis, a b c e s o s , erupciones c u t á n e a s ó ú l c e r a s en s u p u - meopáticamente una enfermedad ya existente en el organismo, produciendo otra
enfermedad nueva y semejante á esta (§. 4 3 - 4 6 ) , lo que en efecto es muy raro
r a c i ó n , cuyos e s f u e r z o s bajo este concepto son todos inútiles
que esté en su poder (§. 5 9 ) ; y si el organismo, privado de todos los socorroses-
cuando se t r a t a de u n a e n f e r m e d a d c r ó n i c a . teriores , está,por sí solo encargado de triunfar de una enfermedad que acaba de
Lo que h a h e c h o p r o d u c i r estos métodos indirectos de la an- aparecer (su resistencia es del todo impotente en las afecciones crónicas), no vemos
mas que esfuerzos dolorosos, y muchas veces peligrosos, para salvarse; esfuerzos
tigua e s c u e l a , lo mismo el derivativo que el a n t a g o n i s t a , n o
que no es raro vayan sucedidos de la muerte.
h a sido u n razonamiento l ó g i c o , sino u n a imitación r u t i n a r i a , No sabiendo lo que pasa en la economía del hombre sano, con menos razón
que la h a conducido á procedimientos i n e f i c a c e s , debilitantes podrémos ver lo que sucede cuando la vida está alterada. Las alteraciones q u e
se verifican en las enfermedades, no se anuncian sino por los cambios percepti-
P e r o en las enfermedades m u y agudas y en las crónicas, que forman la inmensa bles, por los síntomas, único medio por el que nuestro organismo puede espre-
mayoría de aquellas á que el hombre está sujeto, este recurso falta, tanto á la sar las alteraciones sobrevenidas en su interior; de suerte, que en cada caso da-
naturaleza medicatriz como á la escuela antigua; a q u í , los esfuerzos espontáneos d o , ni siquiera sabemos cuáles son, entre los síntomas, los debidos á la acción
de la fuerza vital y los procedimientos imitadores de la alopatía son impotentes primitiva de la enfermedad, y los que derivan de las reacciones, por medio de
para conseguir la revolución; y cuando mas, puede alcanzarse una tregua de c o r - las cuales la fuerza vital propura evitar el peligro. Unos y otros se confunden
ta duración, durante la cual el enemigo reúne sus fuerzas, para tarde ó tempra- entre sí á nuestra v i s t a , y no nos ofrecen sino una imágen reflejada al esterior
no reaparecer mas temible que nunca. de todo el mal interior, puesto que los esfuerzos infructuosos, por los cuales, la
vida, abandonada á sí misma, trata de hacer cesar la enfermedad , son también
(1) Esta espresion anuncia que se suponía también la presencia de una m a t e - sufrimientos del organismo entero. Hé aquí por qué las evacuaciones que la na-
ria morbífica para disolver y expulsar.
leyes que rigen el o r g a n i s m o , no obra sino en virtud de es-
colocar en su n a t u r a l posicion la cabeza de u n hueso dislo-
t a s leyes, sin r a z o n a r ni reflexionar sus actos. Conduciéndose
cado por consecuencia de u n a lujación, y que impide en m u y
así, se ha imitado, es cierto, á la naturaleza-, ¿pero qué es
poco tiempo que el cirujano p u e d a reducirlo, por causa de la
la naturaleza por sí sola, sin la m a n o inteligente del c i r u j a -
inflamación que determina en su alrededor -, que p a r a desem-
no , p a r a reunir los labios separados de u n a h e r i d a , y aproxi-
b a r a z a r s e de u n cuerpo estraño violentamente introducido en
marlos por p r i m e r a intención? ¿ Q u é , en u n a f r a c t u r a , p o r
la c ó r n e a t r a s p a r e n t e , d e s t r u y e el ojo por supuración-, que
m a s materia ósea que a c u m u l e , p a r a unir los dos estremos
e n u n a hernia e s t r a n g u l a d a , no s a b e r e m o v e r el obstáculo si-
del hueso f r a c t u r a d o ? La n a t u r a l e z a , q u e no pudiendo l i g a r
no por la g a n g r e n a y la muerte-, y q u e ú l t i m a m e n t e , en las
una arteria h e r i d a , deja m o r i r completamente d e s a n g r a d o u n
e n f e r m e d a d e s dinámicas, e x a s p e r a con frecuencia el mal por los
h o m b r e lleno de robustez y de v i d a ; q u e ignora el modo de
cambios de f o r m a que le i m p r i m e , ¿es digna de imitación en
turaleza ordinariamente promueve á la terminación de las enfermedades, cuya
estos y otros casos análogos? ¿ E s suficiente por sí misma p a r a
invasión ha sido repentina, que es lo que se llama crisis, sirven mas bien de per- obtener la curación? Aun h a y m a s : esta fuerza vital no inte-
juicio que de alivio. ligente, está sufriendo siempre la presencia de los g é r m e n e s de
Lo que la fuerza vital hace en sus pretendidas crisis, y el modo como las rea- las m a s g r a v e s , l a r g a s y dolorosas enfermedades que afligen al
liza, son misterios para nosotros, del mismo modo que todos los actos interio-
género h u m a n o tantos siglos h á , la p s o r a , la sífilis, la sicosis,
res que se efectúan en la economía orgánica del hombre. Lo que sin embargo hay
de cierto, es, que durante estos esfuerzos, hay mas ó menos partes que padecen sin h a c e r n a d a p a r a d e s e m b a r a z a r s e de ellos. Lejos de esto,
y se encuentran sacrificadas para salvar lo restante. Estas operaciones de la fuer- ni a u n tiene el poder de m o d e r a r sus e s t r a g o s , ni suspender ó
za v i t a l , como que combaten una enfermedad aguda, según las leyes de consti- neutralizar los terribles ;efectos de esas t r e s p l a g a s miasmáti-
tución orgánica del cuerpo, y no según las inspiraciones de un cálculo reflexivo,
las mas veces no obran sino de un modo alopático. Con el objeto de desembara- cas, y los m i r a , por el c o n t r a r i o , impasible", ir destruyendo poco
zar por una crisis los órganos primitivamente afectados, aumenta la actividad á poco la organización de los p o b r e s e n f e r m o s , hasta que la
de los órganos secretorios, hácia los cuales deriva la afección de los primeros; m u e r t e viene á poner término á sus crueles sufrimientos.
sobrevienen vómitos, diarreas, flujos de orina, sudores, abcesos, etc., y la fuer-
za nerviosa, atacada dinámicamente, trata en cierto modo de descargarse p o r ¿Cómo en u n asunto de tanta i m p o r t a n c i a , como es la cura-
medio de productos materiales. ción, en u n a cosa que exige tanta meditación, juicio y d i s c e r -
La naturaleza del hombre, abandonada á sí misma, no puede librarse de l a s nimiento, la antigua escuela, que p r e t e n d e el título de r a c i o -
enfermedades agudas sino por la destrucción y el sacrificio de una parte del or- nal , se h a determinado á tomar como modelo, guía y n o r m a ,
ganismo, y si á esto no se sigue la muerte, la armonía de la vida y de la s a -
á esta fuerza vital, imitando, sin reflexión ni criterio, los giros
lud no puede restablecerse sino de una manera lenta é incompleta.
La grande debilidad, el enflaquecimiento, e t c . , que los órganos que han es-
indirectos y revolucionarios que ejecuta en las enfermedades,
tado espuestos á los ataques del mal, y aun el cuerpo entero, padecen, despues d e c u a n d o se h a concedido al h o m b r e l a r a z ó n , este don precioso
una curación espontánea, prueban muy exactamente lo que acaba de sentarse. de la Divinidad, p a r a s u p e r a r á la naturaleza, b u s c á n d o l o s so-
En una palabra, toda la marcha de las operaciones, por las cuales el organis- corros' que d e b e p r e s t a r á sus semejantes?
mo por sí solo trata de desembarazarse de las enfermedades que padece, no hace
ver al observador mas que un tegido de sufrimientos, y nada le muestra que Cuando la escuela médica r e i n a n t e , aplicando, como a c o s -
pueda ó que deba imitar, si quiere realmente ejercer el arte de curar. t u m b r a , sus métodos antagonista y d e r i v a t i v o , que se apoyan
esclusivamente en la imitación de los actos ejercidos por la
f u e r z a vital, a b a n d o n a d a á si m i s m a , automática y desprovista E N F E R M O S Y
de inteligencia, ataca la integridad de ó r g a n o s sanos y los colma
S I F R . Í F ™ - ' ^MEREZCA P™-
3 61 t l t a l
de dolores m a s agudos que los que p r o d u c e la enfermedad m i s - f « ^ curación. Si se hubiesen evitado estos toas-
m a , contra la cual v a n aquellos dirigidos, ó los o b l i g a , como e s taques, d . n g i d o s á la vida del resto del o r g a n i s m o , se
f r e c u e n t e m e n t e sucede, á evacuaciones que a g o t a n las f u e r z a s y h a b n a podido ver m u y frecuentemente desvanecerse la e n f e r -
medad por s. sola de u n a m a n e r a m a s r á p i d a , dejando en pos
los h u m o r e s del enfermo-, su objeto e s , s e g ú n dice, a r r a s t r a r
de si m u c h o s menos padecimientos, y sin producir t a n g r a n
la actividad morbífica que la naturaleza a c u m u l a b a en los ó r -
p e r i d a de f u e r z a s . A d e m á s , ni el p r o c e d i m L t o de la n a t u r a
g a n o s primitivamente afectados, quitando así, de u n a m a n e r a a,i3
! " í o n a ( l a a ® P i p í a s f u e r z a s , ni su imitación a l o p á -
violenta, la enfermedad n a t u r a l , p e r o produciendo otra m a s fuer-
t i c a , pueden c o m p a r a r s e con el tratamiento homeopático, diná-
te, de distinta especie, en u n órgano que hasta entonces habia
mico y directo, que no atacando ni d e s t r u y e n d o las f u e r z a s del
estado libre : es d e c i r , sirviéndose de medios indirectos que reSt
d e s t r u y e n la resistencia, a g o t a n las f u e r z a s , y las m a s veces inmediato "Uye SÍ Ud
" * "" m
°d° pr0nt0
' Parífico é

p r o d u c e n g r a v e s dolores ( 1 ) . Pero en la inmensa m a y o r í a de las e n f e r m e d a d e s , en las


Cuando estos indirectos y falsos a t a q u e s se dirigen á u n a e n - RRRLT1TRATAM?T°SDELA ANTIGUA ESCUELA
-
f e r m e d a d a g u d a , y por consiguiente de curso r á p i d o , se t r a s - 68 é m d i r e C t 0 S Cas¡ n u n c a
ak, ™ f f ' P">d»cen beneficio
porta, es v e r d a d , m u c h a s veces el foco del mal á otros p u n t o s SC r e d U M á SUSpe,lder r
distantes del que primitivamente o c u p a b a ; pero no por eso se e te „ el m m k S P°«> s ««as
q ü e r e a a r e c eP °d e s
o 1 1 7 7 '° • P Pues- ta° P ™ -
ha logrado la curación. Y n a d a h a y en este tratamiento r e v o - nl c T o 7 7 S e a C ° S t U m b r a á l a a c c i ™ del estimulo
lucionario que se refiera de una m a n e r a directa é inmediata á fermelV d S l a i e S d e l S¡,i d e l m a l
' p yo req' u»e «los
« se p r e s e a' doblemente
" °
enérgica, c s dolores
la en-

(1) La experiencia prueba diariamente la imperfección de este procedimiento t ener, ' J f e v a c u a c i 0 M S ^ p r u d e n t e s , h a n disminuido
para curar : muy poeas veces se efectúa así una curación perfecta. ¿Podria uno
la energía de la f u e r z a vital ( 1 ) .
lisonjearse de haber ganado una victoria, si en lugar de atacar á su enemigo ca- v. Mientras q u e la m a y o r p a r t e ' d e los a l ó p a t a s , imitando de
ra á cara y con armas iguales, y terminar el combate por la muerte, se limítase
una m a n e r a general los esfuerzos y movimientos críticos de la
á incendiar el país que deja tras sí, á corlarle toda retirada, y á destruirlo todo
en derredor suyo? Con tales medios se conseguiría irritar y acrecer el valor de
su adversario, pero no se consigue el objeto deseado; el enemigo no está anona- mente taVWab e
' 'enil10 i a m á s e s t e <=>"
dado, aun existe, y cuando haya podido proveer otra vez sus almacenes, ergui- " ¿ j * 7 esos
Si en los primeros quince dias,
rá de nuevo la cabeza, mas temible que antes. Entre tanto el pobre pais, ino- m entras causan muelos dolores, parecen disminuir, por su antagonismo la en
cente en la cuestión, queda destruido de tal modo, que solo con el tiempo po- ermedad cron.ca, mas tarde, cuando el cuerpo se ha habituado doíor no
drá recobrar su antiguo esplendor. Hé aquí lo que sucede á la alopatía en las e n otro efecto que debilita, al enfermo y abrir asi nn campo mas v ,'o °
enfermedades crónicas, cuando sin curar la enfermedad, arruina y destruye el la afección crin.ca. ¡Seria posible que en el siglo m hubiese S ü Z J u Z n
organismo por ataques indirectos contra órganos inocentes, distantes del sitio
del mal. Cree 10 aSÍ M V¡Sla d e la
emplean! ' * ' ' Pr°W°» « "
XXXVIII XXXIX
evacuaciones. A s í , cuando la n a t u r a l e z a , abandonada á s u s
n a t u r a l e z a , a b a n d o n a d a á s u propia y esclusiva e n e r g í a , i n -
propios recursos e n l a s e n f e r m e d a d e s crónicas, q u e compro-
troducían en l a práctica estas l l a m a d a s derivaciones, e n las que
meten l a v i d a , n o sabe a y u d a r s e sino p o r l a espresion d e sín-
ellos hacían l a s variaciones que l e s s u g e r í a n sus p r o p i a s ideas-,
t o m a s locales e s t e m o s , c o n el objeto d e r e t i r a r el peligro d e
o t r o s , proponiéndose á u n objeto m a s elevado, p r o c u r a b a n favo-
los ó r g a n o s nobles é indispensables á la v i d a , trasladándolo
recer d e todas m a n e r a s las tendencias d e l a fuerza vital, cuan-
por metastasis á los q u e n o lo son tanto -, estos esfuerzos d e la
do esta indica q u e v a á espeler l a enfermedad p o r medio d e
fuerza vital, e n é r g i c a , pero sin inteligencia, sin reilexion, ni
evacuaciones y m e t a s t a s i s , y se dirigían á sostener y activar es-
cálculo, ni criterio, j a m á s producen u n a curación radical y com-
tas derivaciones y evacuaciones, p o r q u e siguiendo esta c o n d u c -
pleta : 110 son otra cosa, sino paliaciones y plazos cortos d e
t a , estaban persuadidos q u e m e r e c í a n con razón el título d e
suspension concedidos á la e n f e r m e d a d i n t e r n a , á espensas d e
ministros de la naturaleza.
u n a cantidad e n o r m e d e h u m o r e s y de f u e r z a , sin q u e p o r
-í Gomo sucede con m u c h a frecuencia, que en las e n f e r m e d a d e s esto h a y a perdido n a d a d e su g r a v e d a d la enfermedad primi-
crónicas, l a s evacuaciones que l a naturaleza espontáneamente tiva. Sin el auxilio d e u n t r a t a m i e n t o homeopático apropiado,
d e t e r m i n a , p r o d u c e n a l g u n a remisión d e ciertos síntomas dolo- p o d r á en algunos casos r e t a r d a r s e l a terminación-, p e r o al fin,
r o s o s , l a antigua escuela infirió d e aquí l a conveniencia d e sos- la m u e r t e es inevitable.
t e n e r , escitar, f a v o r e c e r ó a u m e n t a r estas evacuaciones : p e - No satisfecha l a a n t i g u a escuela alopática con imitar e x a -
ro no tuvo en cuenta q u e todas estas pretendidas crisis d e la g e r a d a m e n t e los esfuerzos d e la naturaleza, a b a n d o n a d a á s u
naturaleza a b a n d o n a d a á sí m i s m a , t a n solamente ofrecen u n propia e n e r g í a , dábales a d e m á s u n a interpretación falsa v a b -
alivio paliativo demasiado f u g a z , y que lejos d e contribuir á l a s u r d a . F i g u r á n d o s e que aquellos esfuerzos e r a n v e r d a d e r a m e n -
v e r d a d e r a y radical c u r a c i ó n , a g r a v a n , p o r el contrario, el m a l te s a l u d a b l e s , p r o c u r a b a favorecerlos p o r todos los medios p o -
interior primitivo, y a g o t a n l a s f u e r z a s del e n f e r m o . J a m á s se sibles, y a u n a u m e n t a r l o s e x a g e r a d a m e n t e con la esperanza y
h a visto el restablecimiento completo y d u r a d e r o d e l a salud l a u d a b l e , pero erróneo objeto, d e destruir radicalmente la e n -
por estos esfuerzos de l a n a t u r a l e z a : n u n c a estas evacuaciones f e r m e d a d , y p r o c u r a r u n a curación completa. Cuando e n u n a
escitadas e s p o n t á n e a m e n t e p o r el organismo h a n curado r a d i - e n f e r m e d a d c r ó n i c a , l a f u e r z a vital parecía que d o m i n a b a este
calmente e n f e r m e d a d crónica a l g u n a ( 1 ) . P o r el c o n t r a r i o , en ó el otro síntoma interior molesto p o r medio d e u n exantema
todos los casos d e esta índole se h a observado q u e despues d e h ú m e d o , el ministro de la naturaleza, aplicaba u n epispástico,
u n alivio insignificante, c u y a duración v a siendo m a s corta, se- ú otro exutorio cualquiera sobre la superficie e n supuración,
g ú n que l a s evacuaciones se v a n repitiendo con m a s frecuencia, p a r a e s t r a e r por la piel u n a m a s g r a n d e cantidad de h u m o r , a y u -
se a g r a v a d e u n a m a n e r a m u y ostensible y significativa, y los dando así á la n a t u r a l e z a e n l a c u r a c i ó n , sacando p o r allí del
accesos se r e p r o d u c e n á m a s cortas distancias, y cada vez de u n cuerpo el principio morbífico. P e r o cuando e r a m u y a n t i g u a la
modo m a s a l a r m a n t e , a u n q u e y a se h a g a n continuas l a s existencia del h e r p e s , el enfermo m u y i r r i t a b l e , y l a acción
del estímulo aplicado demasiado violento, la afección esterna
(1) Ni las evacuaciones producidas por el arte la lian conseguido tampoco.
aumentaba mucho, sin t r a e r beneficio alguno á la primitiva
por vómito ó e s p e c t o r a c i o n , e t c . , c o n el objeto d e r e t i r a r el
enfermedad; se hacían los dolores m a s violentos y l a s incomo-
p e l i g r o . d e u n a afección interna g r a v e , c o a d y u b a b a e n é r g i c a -
didades mas constantes; se quitaba el sueño al e n f e r m o , d i s -
mente estos pretendidos esfuerzos s a l u d a b l e s d e la n a t u r a l e z a ,
minuían sus fuerzas y se d e t e r m i n a b a , con b a s t a n t e frecuencia, y estraia s a n g r e d e l a s v e n a s abundantemente-, lo q u e no i m -
una erisipela de mal c a r á c t e r , a c o m p a ñ a d a d e c a l e n t u r a . O t r a s pedia q u e s o b r e v i n i e r a n g r a v e s a c c i d e n t e s , q u e si la n a t u -
v e c e s , cuando el remedio o b r a b a m a s suavemente s o b r e l a raleza l o g r a b a r e h a c e r s e s o b r e ellos, s i e m p r e dejaban t r a s si
afección local, y esta no e r a m u y a n t i g u a , ejercía u n a especie u n a debilidad p r o f u n d a .
de homeopatismo e s t e r n a s o b r e el síntoma local q u e l a n a t u r a -
Bajo el p r e t e s t o d e s e c u n d a r l a s m i r a s d e la naturaleza,
leza había traído á la piel, p a r a aliviar la e n f e r m e d a d interna, c u a n d o u n e n f e r m o padecía f r e c u e n t e s n á u s e a s , s e le p r o d i g a -
reproducía esta ú l t i m a , d e donde r e s u l t a b a u n peligro m a y o r , b a n sustancias c a p a c e s d e éscitar el vómito-, lo q u e en v e z
y esponia á la f u e r z a vital, p o r l a supresión d e este sistema de producir r e s u l t a d o s satisfactorios, t r a i a consecuencias p e -
local, á u n nuevo y m a s inminente riesgo e n u n a p a r t e m a s l i g r o s a s , serios'accidentes y a u n l a m u e r t e .
noble y mas indispensable á l a vida. P o r esta causa se p r o d u - En a l g u n a s ocasiones, la fuerza vital p r o d u c e engurgitacio-
cían en sustitución oftalmías r e b e l d e s , s o r d e r a s , espasmos d e nes en l a s g l á n d u l a s l i n f á t i c a s , situadas e s t e r i o r m e n t e , c o n el
estómago, convulsiones epilépticas, accesos d e sofocacion, a t a - objeto d e acallar los gritos d e la e n f e r m e d a d i n t e r i o r . E l mi-
ques d e apoplegía, lesiones m e n t a l e s , e t c . ( í ) . nistro de la naturaleza, supone que sirve bien á su ídolo, p r o -
Igual pretensión d e f a v o r e c e r el impulso curativo del p r i n - c u r a n d o l a s u p u r a c i ó n d e estos t u m o r e s , p o r medio d e friccio-
cipio vital conducía al ministro de la naturaleza, cuando l a nes y aplicaciones e s t i m u l a n t e s , é introduciendo luego el
enfermedad hacía afluir la s a n g r e hacia l a s v e n a s del recto ó bisturí e n e l a é c e s o y a m a d u r o , p a r a h a c e r salir la materia pe-
del ano hemorroides ciegas), á echar m a n o d e l a s aplicaciones cante. Pero l a experiencia, u n millón d e veces r e p e t i d a , nos h a
de sanguijuelas, o r d i n a r i a m e n t e e n crecido n ú m e r o , p a r a d a r d e m o s t r a d o l a s g r a v e s consecuencias, los interminables males
salida á la sangre p o r este sitio. L a emisión s a n g u í n e a , es q u e esta p r á t i c a a b o r t i v a p r o d u c e .
cierto u n alivio, t a n p a s a j e r o l a s m a s v e c e s , q u e no debiera Como los a l ó p a t a s h a n podido o b s e r v a r m u c h a s v e c e s , q u e
h a b e r s e fijado la atención e n é l ; p e r o e n c a m b i o , s i e m p r e t r a i a los sudores e s p o n t á n e a m e n t e p r o d u c i d o s , ó ciertas deposicio-
consigo el aumento d e l a debilidad, y d e t e r m i n a n d o u n a c o n - nes n a t u r a l e s d e materiales líquidos, aliviaban los padecimien-
gestión, m a s fuerte hacía la estremidad del tubo intestinal, sin tos e n a l g u n o s casos d e e n f e r m e d a d e s c r ó n i c a s , se h a n creído
r e b a j a r p o r eso en n a d a l a e n f e r m e d a d primitiva. o b l i g a d o s , siguiendo estas indicaciones de l a n a t u r a l e z a , á e s -
Siguiendo el mismo r u m b o , e n casi todos los casos e n q u e citar en l a s m i s m a s e n f e r m e d a d e s el s u d o r y l a s evacuaciones,
la fuerza vital e n f e r m a p r o c u r a b a e v a c u a r u n poco d e s a n g r e prescribiendo u n tratamiento sudorífico completo y el uso con-
tinuado p o r muchos meses y a u n a ñ o s d e lo q u e l l a m a n l a -
(1) Estas son las consecuencias naturales d e la supresión de los síntomas lo-
x a n t e s s u a v e s , con el fin d e c u r a r c o n s e g u r i d a d y d e u n a
cales de que se trata, consecuencias que el médico alopático mira muchas veces
como enfermedades nuevas y del todo diferentes. m a n e r a directa. Pero esta conducta tiene u n resultado c o n t r a -
G
rio siempre al que se p r o p o n e n : en todos los casos, estos m e - t e r m i n a d o s por su acción en el h o m b r e sano, en una p a l a b r a ,
dios agravan: la enfermedad p r i m i t i v a . u n medicamento homeopático.
Cediendo á la influencia de esta t e o r í a , que h a a d o p t a d o Como todo lo que la n a t u r a l e z a a b a n d o n a d a á sí misma
sin e x a m e n y sin criterio, y á p e s a r de no existir f u n d a m e n t o ejecuta con el fin de r e h a c e r s e s o b r e las e n f e r m e d a d e s a g u d a s ,
en q u é a p o y a r l a , el a l ó p a t a , p r e t e n d i e n d o siempre s e c u n d a r y especialmente s o b r e las c r ó n i c a s , es b a s t a n t e imperfecto,
los esfuerzos de la naturaleza ( 1 ) , e x a g e r a el método de e v a - c l a r o es, que si el a r t e t r a b a j a en la misma dirección, p e r j u d i -
c u a r y d e r i v a r , q u e j a m á s conduce al objeto d e s e a d o , sino ca al e n f e r m o , y tal vez p r o d u c e otra n u e v a e n f e r m e d a d . Üe
q u e acelera la terminación de la e n f e r m e d a d por la m u e r t e , 110 n i n g u n a m a n e r a p u e d e r e m e d i a r s e lo que tienen de defectuoso
considerando q u e todas las e n f e r m e d a d e s l o c a l e s , e v a c u a c i o - los esfuerzos de la n a t u r a l e z a , en el tratamiento de las e n f e r -
nes y derivaciones a p a r e n t e s , son efectos p r o d u c i d o s y s o s t e - m e d a d e s a g u d a s , supuesto que no hallándose el médico con
nidos p o r la fuerza vital a b a n d o n a d a á sí misma, con el objeto medios suficientes p a r a seguir las vias o c u l t a s , p o r l a s cuales
de aliviar y distraer la e n f e r m e d a d p r i m i t i v a , y q u e h a c e n la fuerza vital d e t e r m i n a sus actos c r í t i c o s , no p u e d e tampoco
p a r t e del conjunto de síntomas de la e n f e r m e d a d , c o n t r a c u y a o b r a r m a s q u e al e s t e r i o r , con medios enérgicos, c u y a acción,
totalidad no p u e d e h a b e r otro m e d i c a m e n t o eficaz, m a s q u e el no siendo e n t e r a m e n t e análoga á la acción de la n a t u r a l e z a ,
q u e h a y a sido elegido, teniendo en cuenta los fenómenos d e - sus efectos son t a m b i é n m a s p e r t u r b a d o r e s y f u n e s t o s . El i n -
completo alivio que la n a t u r a l e z a l o g r a a l g u n a vez por d e r i -
vaciones y crisis, 110 p u e d e ser completamente imitado por el
(1) N o deja de ser frecuente, sin e m b a r g o , q o e la antigua escuela se p e r - m é d i c o , siguiendo este igual camino-, y á p e s a r de todos sus
m i t a una marcha inversa, es decir, que cuando los esfuerzos de la energía vital esfuerzos, quédase aun m u y a t r a s , en proporcion con el escaso
que tienden á aliviar el mal interno por las evacuaciones ó por la producción de
socorro que le p r e s t a la fuerza vital a b a n d o n a d a á sí p r o p i a .
síntomas locales al e x t e r i o r , perjudican notablemente al e n f e r m o , entonces d e s -
plega contra ellos todo el aparato de sus repercusivos: combate también los do- Escitando la m e m b r a n a p i t u i t a r i a , se h a pretendido d e t e r -
lores crónicos, el insomnio y las diarreas antiguas, con el opio á grandes minar evacuaciones de s a n g r e por las n a r i c e s , imitando las
dosis; el vómito, con las pociones efervescentes; los sudores fétidos d e los pié?,
epistasis n a t u r a l e s , con el objeto de c a l m a r , v . g . , los accesos
con los pediluvios frios y fomentos a s t r i n g e n t e s ; los exantemas, con las p r e p a r a -
ciones d e plomo y de z i n c ; las hemorragias uterinas, con inyecciones de v i n a g r e ; de u n a cefalagia c r ó n i c a . De esta m a n e r a se ha l o g r a d o , es
los sudores colicuativos, con el suero aluminoso; las poluciones nocturnas, con c i e r t o , estraer u n a cantidad de s a n g r e , b a s t a n t e p a r a debili-
una gran cantidad d e alcanfor; los accesos de calor en el cuerpo y en J a cara, con tar al enfermo -, p e r o el alivio q u e se h a c o n s e g u i d o , es m u c h o
el nitro, los ácidos vegetales v el ácido sulfúrico; las epistasis, con el tapona-
miento d e las narices, con torundas embebidas de alcool ó de líquidos astringentes;
m e n o r y m a s p a s a j e r o , que el alcanzado p o r la fuerza vital,
las úlceras d e los miembros inferiores, con los óxidos de zinc y d e p l o m o , e t c . c u a n d o esta p o r su propio i m p u l s o , d e t e r m i n a la salida de a l -
Pero millones de hechos atestiguan lo perjudicial que son los resultados de se- g u n a s g o t a s de s a n g r e por l a s n a r i c e s .
mejante práctica. El partidario d e la escuela a n t i g u a , asegura de palabra y p o r
escrito, que ejerce una medicina racional y que busca la causa d e las enferme-
Los s u d o r e s ó d i a r r e a s críticas, que la f u e r z a vital en su a c -
dades para curarlas siempre radicalmente, cuando en verdad no combate mas ción p e r m a n e n t e , d e t e r m i n a p a r a n e u t r a l i z a r los efectos p e r -
que un síntoma aislado, y siempre con gran perjuicio del enfermo. niciosos de u n a incomodidad repentina , p r o d u c i d a p o r el
XLIV XLV

m i e d o , el t e m o r , u n enfriamiento, u n cansancio, e t c . , son m a s lable y q u e es su resorte m o t o r , 110 h a sido creada p a r a s e r -


eficaces p a r a c a l m a r i n s t a n t á n e a m e n t e los sufrimientos a g u d o s virnos de guía y auxilio en l a s e n f e r m e d a d e s , ni p a r a e j e r c e r
del e n f e r m o , que todos los sudoríficos y p u r g a n t e s de u n a b o - u n a medicina d i g n a de imitación. N o : la v e r d a d e r a medicina,
tica , que no l o g r a n otra c o s a , cuando se a d m i n i s t r a n en estos o b r a del juicio y la r e f l e x i ó n , es u n invento del ingenio h u m a -
c a s o s , q u e a g r a v a r al e n f e r m o , como nos acredita todos los no , q u e c u a n d o la e n e r g í a automática de la fuerza vital h a
dias la experiencia. sido impelida á ejercer actos a n o r m a l e s p o r la e n f e r m e d a d ,
Sin e m b a r g o , la f u e r z a v i t a l , sin i n t e l i g e n c i a , sin reflexión, s a b e imprimirla u n a modificación m o r b o s a , a n á l o g a , p e r o algo
sin discernimiento, q u e n o p u e d e o b r a r por sí misma, sino con- m a s f u e r t e , por medio de u n m e d i c a m e n t o homeopático; p o r
f o r m á n d o s e á la disposición material de n u e s t r o o r g a n i s m o , m a n e r a , que la e n f e r m e d a d n a t u r a l , no p u e d a y a influir s o b r e
no se nos ha concedido p a r a q u e la t o m e m o s por la mejor y e l l a , y q u e d e s p u e s de h a b e r desaparecido la e n f e r m e d a d n a -
única guía que d e b a s e g u i r s e en el t r a t a m i e n t o de las e n f e r - t u r a l , por la acción del m e d i c a m e n t o , la f u e r z a vital r e c o b r a
m e d a d e s , y mucho m e n o s p a r a q u e imitemos servilmente los su primitivo estado n o r m a l , y v u e l v e de nuevo á presidir al
incompletos esfuerzos q u e ejecuta p a r a r e h a c e r s e s o b r e ellas. sostenimiento de la s a l u d , sin q u e d u r a n t e estas t r a s f o r m a c i o -
Si c i e g a m e n t e nos p r o p o n e m o s imitar los actos de la n a t u r a - nes h a y a sufrido n a d a que sea capaz de h a b e r l a debilitado. E s -
leza, nos e s c u s a r é m o s , es cierto, los t r a b a j o s de inteligencia y tos son p r e c i s a m e n t e los resultados q u e p o d e m o s conseguir con
reflexión; p e r o en c a m b i o no l l e g a r e m o s al descubrimiento del los medios q u e nos enseña la medicina h o m e o p á t i c a .
v e r d a d e r o a r t e de c u r a r , y d a r é m o s u n l u g a r p r e f e r e n t e á A l g u n o s enfermos, t r a t a d o s con a r r e g l o á los principios que
esa m a l a copia de los poco eficaces auxilios, que la n a t u r a l e z a , a c a b a m o s de e n u m e r a r , patrimonio de la a n t i g u a escuela,
a b a n d o n a d a á sus p r o p i a s f u e r z a s , se proporciona p a r a sacudir c u r a b a n , es c i e r t o , de sus e n f e r m e d a d e s , a u n q u e no en los
las e n f e r m e d a d e s . casos crónicos, no v e n é r e o s , sino en los casos a g u d o s , q u e
¿ Q u é h o m b r e racional p r e t e n d e r í a i m i t a r los e s f u e r z o s con- ofrecen m e n o s p e l i g r o . Sin e m b a r g o , solamente p o r medio de
s e r v a d o r e s de la n a t u r a l e z a , cuando estos son p r e c i s a m e n t e r o d e o s penosos, solían a l c a n z a r s e estas c u r a c i o n e s , y de una
la e n f e r m e d a d m i s m a , ó la f u e r z a vital m o r b o s a m e n t e a f e c t a - m a n e r a , las m a s veces, t a n imperfecta, q u e n o p o d i a decirse con
da ? El a r t e , p u e s , d e b e n e c e s a r i a m e n t e a u m e n t a r el m a l , r a z ó n , q u e f u e s e n debidas á u n a r t e benéfico y suave en sus
c u a n d o imita los procedimientos de la n a t u r a l e z a , a b a n d o n a d a procedimientos. E n las ocasiones en que no se p r e s e n t a b a u n
á sí m i s m a , y s u s c i t a r p e l i g r o s m a s g r a v e s cuando c o a r t a sus inminente p e l i g r o , d á b a n s e p o r satisfechos los a l ó p a t a s , u n a s
esfuerzos. El alópata h a c e lo u n o y lo o t r o , y á estos p r o c e - veces con r e p r i m i r las e n f e r m e d a d e s a g u d a s con las emisiones
s a n g u í n e a s , ó p r o c u r á n d o l a supresión de cualquiera de sus prin-
dimientos quiere d a r s e el n o m b r e de medicina r a c i o n a l !
cipales síntomas , ó bien por medio de un paliativo enantiopático;
N o : esa f u e r z a vital, i n n a t a en el h o m b r e •, q u e preside la
o t r a s veces, suspendiendo por medio de irritantes y revulsivos,
vida de u n a m a n e r a p e r f e c t a m i e n t r a s d u r a la s a l u d ; c u y a
aplicados á p u n t o s distantes del ó r g a n o e n f e r m o , hasta h a b e r -
presencia se deja sentir u n i f o r m e m e n t e en todas l a s p a r t e s
se t e r m i n a d o el c u r s o de su revolución n a t u r a l ; es d e c i r , que
del o r g a n i s m o , lo mismo e n la fibra s e n s i b l e , que en la i r r i -
IISLIOTECA M M N

XI. VI XI, Vil


se les oponían medios indirectos, q u e sin a t a c a r la c a u s a de la ca , prescribiendo, como esta escuela a c o s t u m b r a r e í uso del
e n f e r m e d a d , t r a í a n consigo la p é r d i d a de h u m o r e s y de f u e r z a s , vino del Rliin ó de Tokay? N u n c a : y como este método no
necesarias p a r a la completa c u r a c i ó n . Conduciéndose de esta podía c u r a r la e n f e r m e d a d c r ó n i c a , origen de la d e b i l i d a d , l a s
m a n e r a , todo lo q u e e r a necesario p a r a t r i u n f a r de la e n f e r - f u e r z a s del enfermo decaían tanto m a s , c u a n t o mas vino se le
m e d a d , q u e d a b a á cargo de la f u e r z a c o n s e r v a d o r a de la hacía t o m a r , p o r q u e teniendo la f u e r z a vital q u e oponer su
v i d a , y esta es la que d e b i a , 110 solamente oponerse á la e n - reacción n a t u r a l á estas oscitaciones artificiales, la consecuen-
f e r m e d a d n a t u r a l a g u d a , sino t a m b i é n á las consecuencias de cia forzosa era la p é r d i d a de f u e r z a , y la producción de u n a
u n tratamiento m a l dirigido. E s c e p t u a n d o u n p e q u e ñ o n ú m e r o m a y o r debilidad.
de casos debidos á la c a s u a l i d a d , la f u e r z a vital, sin m a s auxi-
¿Ha podido l o g r a r s e j a m á s , que la quina ó las diferentes
lio que su p r o p i a e n e r g í a , era la que debia devolver á su
sustancias clasificadas con el n o m b r e colectivo de tónicos
ritmo n a t u r a l las funciones a l t e r a d a s , lo que hacía de u n a
a m a r g o s , dén f u e r z a s en estos c a s o s , p o r d e s g r a c i a d e m a s i a -
m a n e r a incompleta las m a s v e c e s , siempre venciendo g r a n d e s
do f r e c u e n t e s ? Estos p r o d u c t o s v e g e t a l e s , considerados como
dificultades, y no sin p r o d u c i r t e r r i b l e s accidentes de distinta
tónicos y fortificantes en toda circunstancia, ¿ n o poseían lo
naturaleza.
mismo q u e las p r e p a r a c i o n e s marciales , la p r e r o g a t i v a de
Por esto es m a s q u e d u d o s o , q u e la medicina actual con sus a ñ a d i r males n u e v o s á los a n t i g u o s , por consecuencia de su
procedimientos p a r a t r a t a r las e n f e r m e d a d e s a g u d a s , a y u d e acción m o r b í f i c a , sin poder estinguir p o r eso la debilidad d e -
r e a l m e n t e á la n a t u r a l e z a en su t r a b a j o p a r a l o g r a r la c u r a - pendiente de u n a a n t i g u a e n f e r m e d a d desconocida?
ción, supuesto que ni la alopatía ni la n a t u r a l e z a p u e d e n o b r a r ¿Los u n g ü e n t o s n e r v i n o s y los tópicos espirituosos y b a l -
de u n a m a n e r a d i r e c t a , y los métodos derivativo y a n t a g o - sámicos, h a n disminuido j a m á s , ni d u r a d e r a , ni m o m e n t á n e a -
nista de la a n t i g u a e s c u e l a , no poseen m a s v i r t u d , que la de mente la paralisis incipiente de u n brazo, ni de u n a p i e r n a , q u e
d e s a r m o n i z a r la n o r m a l i d a d del o r g a n i s m o , y p r o d u c i r m a y o r p r o c e d a , como o r d i n a r i a m e n t e s u c e d e , de u n a e n f e r m e d a d cró-
debilidad de f u e r z a . n i c a , sin que esta se h a y a c u r a d o a n t e s ? ¿ L a s conmociones
La escuela a l o p á t i c a , c u e n t a t a m b i é n con otro método c u - eléctricas y g a l v á n i c a s , han tenido j a m á s otro r e s u l t a d o en
r a t i v o , al q u e apellida escitante y fortificante ( 1 ) , y q u e circunstancias a n á l o g a s , q u e a g r a v a r poco á poco la paralisis
consiste en el uso de sustancias l l a m a d a s t ó n i c a s , escitantes, de la irritabilidad m u s c u l a r , y de la escitabilidad n e r v i o s a , y
n e r v i n a s , confortativas y fortificantes. Admiración causa v e r l a h a c e r l a , al fin, c o m p l e t a ?
e n v a n e c e r s e con este m é t o d o ! Los escitantes y afrodisiacos t a n a l a b a d o s , el á m b a r , la t i n -
¿.Se h a l o g r a d o j a m á s d e s t r u i r la debilidad que p r o d u c e , tura de c a n t á r i d a s , el c a r d o - s a n t o , la canela y la vainilla, ¿no
concluyen g e n e r a l m e n t e por convertir en una a b s o l u t a i m p o -
sostiene ó a u m e n t a , p o r r e g l a g e n e r a l , u n a e n f e r m e d a d c r ó n i -
tencia la debilidad g r a d u a l de l a s f a c u l t a d e s virilis, c u y a causa
es siempre u n miasma crónico no a p r e c i a b l e ? —
(1) P r o p i a m e n t e . h a b l a n d o , es enaritiopático, del cual me ocuparé en el ¿ Cómo puede lisonjearse la escuela antigua de p r o d u c i r
texto del O r g a n o n , . (§. o 9 ) .
X L VIII
una fuerza y u n a escitacion, q u e solamente d u r a a l g u n a s h o r a s ,
radicalmente. Gomo estas e n f e r m e d a d e s r e a p a r e c e n por a c c e -
c u a n d o el resultado q u e siempre se sigue c o n d u c e al estado sos periódicos, y la escuela antigua 110 v e en ellas otra cosa
c o n t r a r i o , según la ley de la n a t u r a l e z a de todos los p a l i a - m a s q u e el tipo, y no conoce ni quiere conocer otros f e b r í f u -
tivos ? gos m a s que la q u i n a , s u p o n e , que p a r a c u r a r las c a l e n t u r a s
El p a s a j e r o y escaso alivio que los escitantes y fortificantes intermitentes, le basta estinguir el tipo, administrando repetidas
p r o c u r a n , según el método a n t i g u o , á las p e r s o n a s q u e p a d e - veces g r a n d e s dosis de quina ó de quinina. El e n f e r m o , e n g a -
cen e n f e r m e d a d e s a g u d a s , n a d a es en comparación de los i n - ñ a d o por este tratamiento f a l a z , dirigido, no contra su mal,
convenientes que r e s u l t a n de su uso en las e n f e r m e d a d e s c r ó - sino contra el tipo q u e este p r e s e n t a , supone que se ha curado
nicas. p o r q u e el tipo se h a destruido, y los n u e v o s sufrimientos que le
^ , f

Guando la medicina a n t i g u a no s a b e y a q u é h a c e r s e , ni c ó - a q u e j a n por consecuencia del e x a g e r a d o uso de la q u i n a , los


mo a t a c a r á u n a e n f e r m e d a d crónica q u e no cede á n i n g u n o de a t r i b u y e á u n a e n f e r m e d a d n u e v a , independiente de la fiebre
los métodos e s p u e s t o s , y q u e se h a a g r a v a d o con ellos, echa ó de su t r a t a m i e n t o antitípico. El e n f e r m o , t r a t a d o por estos
m a n o , á ciegas, de los m e d i c a m e n t o s d e s i g n a d o s con el n o m - medios, no tiene y a fiebre, pero se pone pálido y a s m á t i c o ; u n a
f u e r t e l i g a d u r a p a r e c e que oprime c o n s t a n t e m e n t e sus hipocon-
b r e de alterantes , como son los m e r c u r i a l e s . Los calomelanos,
drios •, pierde el apetito • su sueño es s i e m p r e a g i t a d o ; decae
el sublimado corrosivo, el u n g ü e n t o m e r c u r i a l , c u y a s v i r t u d e s
su fuerza y su v a l o r ; hínchansele con frecuencia las piernas,
tanto ensalza en el t r a t a m i e n t o de las e n f e r m e d a d e s crónicas,
el v i e n t r e , y a u n la cara y m a n o s ; y de esta m a n e r a sale c u -
a u n las no v e n é r e a s , y q u e con t a n t a p r o d i g a l i d a d usa,
rado, s e g ú n p r e t e n d e n , del hospital, y c o m u n m e n t e se necesita
haciéndolos o b r a r p o r t a n l a r g o tiempo en el organismo del
un l a r g o y entendido t r a t a m i e n t o homeopático, no y a p a r a res-
e n f e r m o , v e r d a d es que p r o d u c e n g r a n d e s cambios, pero n u n c a
tablecerle c o m p l e t a m e n t e la s a l u d , sino p a r a l i b r a r l e de la
en sentido f a v o r a b l e ; g e n e r a l m e n t e a c a b a de a r r u i n a r s e la sa-
m u e r t e q u e de cerca le a m e n a z a .
lud por la acción de u n metal t a n pernicioso, cuando no se em-
La escuela a n t i g u a . s e gloría de disipar con el uso de la va-
plea o p o r t u n a m e n t e , y q u e t a n g r a n d e s servicios p r e s t a , c u a n d o
leriana , el estupor p r o f u n d o q u e a c o m p a ñ a á ciertas fiebres
se usa en dirección h o m e o p á t i c a .
n e r v i o s a s , y como el resultado que por este medio obtiene es
Guando en las fiebres intermitentes endémicas de ciertos
siempre de corta d u r a c i ó n , se vé obligado á a u m e n t a r p r o g r e -
países, y q u e a t a c a n u n n ú m e r o considerable de p e r s o n a s ,
sivamente la dosis de esta r a i z , p a r a r e a n i m a r al enfermo por
p r e s c r i b e n altas dosis de q u i n a , q u e solo c u r a h o m e o p á t i c a -
a l g u n o s m o m e n t o s , y no t a r d a en convencerse que las m a s altas
mente l a v e r d a d e r a fiebre p a l ú d i c a , y esto suponiendo q u e la
dosis no p r o d u c e n el efecto que e s p e r a , al paso q u e la reac-
p s o r a no se o p o n g a á ello, d á n u n a p r u e b a de su inconsiderada
ción , d e t e r m i n a d a por una s u s t a n c i a , cuya acción estimulante
y lijera c o n d u c t a , supuesto que estas fiebres afectan u n carác-
no es m a s que un simple efecto primitivo, paraliza e n t e r a m e n t e
ter distinto y u n tipo diferente cada vez que se p r e s e n t a n , y r e -
la f u e r z a v i t a l , y e n t r e g a al enfermo á una m u e r t e s e g u r a ,
c l a m a n por consiguiente u n nuevo remedio homeopático, el cual que este t r a t a m i e n t o , supuesto r a c i o n a l , h a c e inevitable. Sin
b a s t a en u n a dosis c o r t í s i m a , única ó r e p e t i d a , p a r a c u r a r l a
e m b a r g o , n o queriendo l a antigua escuela convencerse d e q u e hallado m u d a n d o d e médico, p o r q u e l a instrucción d e todos
en semejante caso,- m a t a á golpe s e g u r o , a t r i b u y e l a m u e r t e ellos procedía del mismo manantial i m p u r o .
del enfermo á l a malignidad d e la e n f e r m e d a d . La causa f u n d a m e n t a l d e l a s e n f e r m e d a d e s c r ó n i c a s , no v e -
La digital p u r p ú r e a , es quizá entre los paliativos el m a s t e - n é r e a s , y los medios apropiados p a r a c u r a r l a s , e r a n d e s c o n o -
mible y con el que m a s a r r o g a n t e , sin e m b a r g o , se p r e s e n t a cidos d e los p r á c t i c o s , q u i e n e s , sin e m b a r g o , hacían o s t e n t a -
l a escuela alopática, cuando quiere h a c e r q u e b a j e el n ú m e r o ción d e s u s c u r a c i o n e s , d i r i g i d a s , según ellos a f i r m a b a n , con-
y la fuerza d e los movimientos de sístole y diástoie del c o r a z o n . t r a l a s c a u s a s , y del cuidado q u e a p a r e n t a b a n tener en b u s c a r
La p r i m e r a dosis d e este poderoso m e d i c a m e n t o , que o b r a aquí el o r i g e n d e l a s e n f e r m e d a d e s , p a r a f o r m u l a r s u diagnóstico
de u n a m a n e r a e n a n t i o p á t i e a , disminuye s e g u r a m e n t e el n ú - razonado ( 1 ) . ¿ C ó m o h u b i e r a n podido c u r a r el inmenso n ú m e -
m e r o d e l a s pulsaciones a r t e r i a l e s p o r a l g u n a s horas-, p e r o n o ro d e e n f e r m e d a d e s crónicas c o n s u s métodos indirectos, imi-
t a r d a m u c h o el pulso e n r e c o b r a r s u a n t i g u a v e l o c i d a d . Si s e taciones peligrosas é imperfectas del impulso d e l a f u e r z a vital
a u m e n t a l a dosis con el fin d e a m a i n a r d e n u e v o el impulso a u t o m á t i c a , impulso q u e no está destinado á servir como m o -
del c o r a z o n , t o d a v í a s e logra p o r a l g u n a s horas-, p e r o a u n e s delo d e la conducta que d e b e seguirse e n medicina?
m a s f u e r t e luego l a reacción. E n t o n c e s dobla el alópata las d o - Los que creían que l a c a u s a d e l a e n f e r m e d a d podía d e d u -
sis d e digital y a c o r t a las distancias d e su administración-, p e r o cirse d e los síntomas que esta e s p r e s a b a , dirigían s u s p r e t e n -
. y a n o solamente l a v i r t u d d e esta p l a n t a es c o m p l e t a m e n t e in- didas curaciones radicales c o n t r a el e s p a s m o , la inflamación,
eficaz p a r a contener l a frecuencia d e los latidos del c o r a z o n , la p l é t o r a , l a f i e b r e , la debilidad parcial ó g e n e r a l , l a pituita,
sino que el n ú m e r o d e l a s pulsaciones c r e c e h a s t a el p u n t o d e las o b s t r u c c i o n e s , l a p u t r i d e z , etc.-, figurándose q u e iban
no p o d e r l a s c o n t a r , y el e n f e r m o , q u e h a p e r d i d o y a el apetito á s e p a r a r la causa d e l a e n f e r m e d a d con sus antiespasmódicos,
y l a s f u e r z a s , se e n c u e n t r a í r a s f o r m a d o e n u n v e r d a d e r o c a - antiflogísticos, fortificantes, escitantes, antisépticos, f u n d e n -
d á v e r . Los pocos e n f e r m o s , q u e , t r a t a d o s c o n l a digital, e s - t e s , resolutivos, derivativos, e v a c u a n t e s y otros medios a n t a -
c a p a n d e l a m u e r t e , caen infaliblemente e n u n a m a n í a i n c u - gonistas, cuyos efectos no conocían, sino m u y superficialmente.
rable (1). P e r o estas v a g a s indicaciones n o son suficientes p a r a b u s c a r
A Estos son ios tratamientos empleados p o r los a l ó p a t a s . y ^ n c o n t r a r remedios q u e lo s e a n v e r d a d e r a m e n t e p a r a el e n -
Los enfermos h a s t a h o y , se v e í a n obligados á s u j e t a r s e á e s - fermo , y menos a u n p a r a hallarlos e n l a materia médica d e la
tos desastrosos p r o c e d i m i e n t o s , p u e s n i n g ú n alivio h u b i e r a n a n t i g u a e s c u e l a , q u e , como he. demostrado e n otro l u g a r ( 2 ) ,

(1) E n vano Huffeland quiere honrar á su antigua escuela, diciendo, que ella
(1) Uno d e los jefes d e la escuela a n t i g u a , Huffeland, ensalza, n o o b s t a n t e se entrega á e s t a investigación; porque se sabe q u e antes de la publicación d e
la digital p a r a llenar esta indicación: "Nadie negará, d i c e , qne la escesiva ener- mi Tratado de las enfermedades crónicas, la alopatía había ignorado durante vein-
t e y cinco siglos el verdadero origen de estas afecciones.
gía de la circulación puede apaciguarse con la digital.» L a experiencia diaria y
constante niega, sin e m b a r g o , á este remedio enantiopático líeróico semejante (2) Véanse los prolegómenos d e mi Tratado de materia médica pura, t . ¡, p á g i -
na 1 , cap. Fuentes de la materia médica ordinaria.
efecto.
se a p o y a , l a s m a s veces, en simples c o n g e l u r a s y e n conclusio-
pensamiento del médico le h a s e ñ a l a d o , sin dejarse p e r t u r b a r
nes deducidas de los efectos obtenidos d e l a aplicación de esos
por los d e m á s q u e le a c o m p a ñ a n . El b u e n sentido se opone á
medios en l a s e n f e r m e d a d e s .
admitir que los medicamentos así mezclados, se conduzcan s i -
De u n a m a n e r a m a s irracional y a r r i e s g a d a se procedía a u n ,
m u l t á n e a m e n t e e n el c u e r p o del enfermo d e la m a n e r a q u e el
c u a n d o dejándose g u i a r p o r indicaciones todavía m a s hipotéti-
médico l e s h a m a n d a d o . U n o d e estos medicamentos d e s t r u y e
c a s , se dirigía la medicación contra l a s u p e r a b u n d a n c i a ó falta
al otro total ó p a r c i a l m e n t e e n su modo d e o b r a r , ó le i m p r i -
de oxígeno, d e c a r b o n o , d e ázoe ó d e hidrógeno e n los h u m o -
me , lo mismo que á los d e m á s d e la m e z c l a , u n nuevo modo
r e s ; c o n t r a la exaltación ó disminución d e la i r r i t a b i l i d a d , d e de a c c i ó n , q u e no se h a b í a p r e v i s t o ; d e m a n e r a q u e el efecto
la sensibilidad, de l a n u t r i c i ó n , de l a v a s c u l a r i d a d , d e l a a s t e - que se e s p e r a b a d e su administración no h a podido p r o d u c i r s e .
n i a , e t c . ; sin conocer medio alguno que poseyera l a virtud d e . E l inesplicable e n i g m a d e l a s mezclas d e m e d i c a m e n t o s , t r a e
alcanzar objeto t a n fantástico. P e r o esto no impedia q u e se hi- consigo m u c h a s veces u n a modificación d e la e n f e r m e d a d , q u e
ciera ostentación d e estos medios c u r a t i v o s , q u e n i n g u n a v e n - no podía e s p e r a r s e , y q u e á veces no puede distinguirse bien
taja r e p o r t a b a n al e n f e r m o . en medio del conjunto d e s í n t o m a s ; d e donde m u c h a s veces
P e r o toda apariencia de t r a t a m i e n t o racional de las e n f e r m e d a - p r o c e d e , que no a t r i b u y é n d o s e esta modificación al uso d e los
d e s , desaparecía al fijar l a atención s o b r e l a c o s t u m b r e c o n s a - medicamentos a d m i n i s t r a d o s , se continúa haciéndolo d e la r e -
g r a d a por el tiempo, y a u n f o r m u l a d a como ley, d e asociar dife- c e t a , hasta d e t e r m i n a r u n a n u e v a e n f e r m e d a d artificial p e r m a -
rentes sustancias medicinales p a r a componer lo q u e se l l a m a nente. De cualquiera m a n e r a , ó se a ñ a d e u n a e n f e r m e d a d a r -
u n a receta ó fórmula. P é n e s e á l a cabeza d e esta f ó r m u l a c o n tificial á l a e n f e r m e d a d o r i g i n a r i a , ó se a g r a v a l a afección p r i -
el n o m b r e d e base u n m e d i c a m e n t o , c u y a esfera medicinal es mitiva. Si el enfermo n o usa por m u c h o tiempo los medicamen-
c o m p l e t a m e n t e d e s c o n o c i d a , p e r o al cual se le supone la v i r t u d tos d e u n a m i s m a receta y se le d a n los componentes d e o t r a s
de combatir el c a r á c t e r principal q u e el médico a t r i b u y e á l a distintas y v a r i a d a s , con frecuencia resulta por lo m e n o s el a u -
e n f e r m e d a d ; ú n e n s e a l a b a s e , como ayudantes, u n a , dos ó m a s mento de la debilidad, p o r q u e l a s sustancias que se p r e s c r i b e n
s u s t a n c i a s , c u y a m a n e r a d e afectar al organismo no es m e n o s p a r a cumplir con esa indicación, g e n e r a l m e n t e tienen poca ó
desconocida q u e la b a s e , p e r o q u e v a n destinadas p o r el m e - n i n g u n a analogía con l a e n f e r m e d a d p r i m i t i v a , y no hacen m a s
dico á llenar a l g u n a indicación a c c e s o r i a , ó á d a r m a y o r ener- que a t a c a r l a integridad del o r g a n i s m o , sin utilidad a l g u n a p a -
g í a á l a v i r t u d c u r a t i v a d e la p r i m e r a ; a ñ á d e s e luego u n cor- r a el e n f e r m o .
rectivo , c u y a s p r o p i e d a d e s medicinales no se conocen mejor A u n q u e fuese conocida-la acción d e los medicamentos s o b r e
q u e l a s d e los a g e n t e s a n t e r i o r e s ; se mezcla t o d o , haciendo el o r g a n i s m o h u m a n o (y el médico q u e pone u n a r e c e t a , la
e n t r a r u n a s v e c e s u n j a r a b e c u a l q u i e r a , ó u n a g u a destilada, m a y o r p a r t e d e l a s veces, n o conoce ni la centésima p a r t e d e
que t a m b i é n posea s u s v i r t u d e s medicinales, y se supone q u e los que formula ) , mezclando m u c h o s d e e l l o s , algunos d e los
cada u n o d e los i n g r e d i e n t e s de esta mezcla, u n a v e z introduci- cuales s o n y a c o m p u e s t o s , y cada u n o difiere m u c h o d e los
dos y a e n el c u e r p o d e l e n f e r m o , d e s e m p e ñ a r á el papel q u e el otros r e l a t i v a m e n t e á su energía especial , y o r d e n a n d o q u e el
enfermo tome esta mezcla incalificable á g r a n d e s dosis y f r e - b a r g o , la escuela a n t i g u a no s a b e oponer á la m a r c h a de las
c u e n t e m e n t e r e p e t i d a s , p r e t e n d i e n d o u n efecto c u r a t i v o , c o - e n f e r m e d a d e s crónicas, m a s que medios propios p a r a martirizar
m e t e r i a u n a b s u r d o , que no p u e d e menos de reconocer todo á los e n f e r m o s , a g o t a r las f u e r z a s , e s t r a e r los h u m o r e s y
h o m b r e que no a b r i g u e prevenciones y q u e esté a c o s t u m b r a d o a c o r t a r la v i d a ! ¿Cómo p u e d e salvarse d e s t r u y e n d o ? Y si la
á reflexionar ( 1 ) . El resultado de esta medicación es n a t u r a l - medicina a n t i g u a , d e s t r u y e n d o p r e t e n d e s a l v a r , ¿ m e r e c e el t i -
m e n t e opuesto al que se e s p e r a . Con ella se p r o d u c e n cambios, tulo con r a z ó n de a r t e de c u r a r ? O b r a n d o artis, de la m a -
es v e r d a d , pero 110 h a y uno solo que v e n g a f a v o r a b l e , ni sea nera m a s opuesta á su objeto, y haciendo lo contrario de lo que
conforme al objeto que se desea. seria conveniente e j e c u t a r , y esto de u n a m a n e r a , que casi se
halla uno inclinado á creer que es con intención decidida de
Si y o p r e g u n t a r a a h o r a , á cuál de estas m a n i o b r a s , e j e c u t a -
h a c e r daño -, ¿es posible q u e d e b a m o s tolerarla y la dejemos p r e -
d a s á ciegas en el c u e r p o del h o m b r e enfermo, se podría l l a m a r .
conizar t r a n q u i l a m e n t e sus curaciones racionales?
c o n f u n d a m e n t o curación, ¿ q u é se m e r e s p o n d e r í a ? Que n i n g u -
na seguramente. E n estos últimos tiempos se ha e x a g e r a d o tanto en su c r u e l -
d a d p a r a con los e n f e r m o s , y en lo a b s u r d o de sus métodos de
La curación solo d e b e e s p e r a r s e de la reacción de la f u e r z a
t r a t a m i e n t o , que todo o b s e r v a d o r imparcial lo lia llegado á co-
v i t a l , despues que esta f u e r z a h a r e c o b r a d o su r i t m o n a t u r a l
nocer', y hasta los médicos salidos de su propio s e n o , movidos
de actividad, en v i r t u d de u n m e d i c a m e n t o a p r o p i a d o . E n v a n o
por su conciencia, como K r u g e r - H a u s e n , se h a n visto o b l i g a -
se e s p e r a r í a conseguirla estenuando el c u e r p o , s e g ú n los p r e -
dos á confesarlo p ú b l i c a m e n t e .
ceptos de lo q u e se h a llamado el a r t e de c u r a r . ¡Y sin e m -

(1) H o m b r e s ha habido en la escuela ordinaria que han reconocido lo absur- »composicion. A la v e r d a d , en nuestras fórmulas establecemos doctoralmenle
do de las mezclas d e medicamentos, aun cuando ellos mismos siguiesen esta eter- »una gerarquía entre los medios, y llamamos lase á aquel á quien propiamente
n a r u t i n a , condenada por su razón. Ilerz, se espresa d e la manera siguiente: » h a b l a n d o confiamos el e f e c t o , dando á los otros el nombre d e ayudantes, cor-
(Journal de Huffeland, n . pág. 33.) «Si se t r a t a de hacer que cese el estado inflama- »rectivos, etc. P e r o es evidente-, que esta clasificación es en gran p a r t e arbitraria.
»torio, no empleamos solamente el nitro, ni la sal amoniaco, ni los ácidos ve- »Los a y u d a n t e s contribuyen también al efecto t o t a l como la b a s e , aunque no
»getales, sino que ordinariamente mezclamos muchos antiflogísticos, ó bien los h a - »podemos determinar su grado d e acción. La influencia d e los correctivos sobre
»cemos alternar los unos con los otros. Si se t r a t a d e resistir á la p u t r i d e z , n o »las virtudes d é l o s dichos medios, tampoco 5 puede ser indiferente; deben a u -
«nos basta p a r a alcanzar este o b j e t o , administrar en gran cantidad d e cualquiera »mentarlas, disminuirlas, ó imprimirlas otra dirección. E l cambio saludable q u e
« d e los antisépticos conocidos, la quina, los ácidos minerales, el á r n i c a , la ser- »determinamos con la a y u d a d e s e m e j a n t e f ó r m u l a , debe siempre ser considera-
» p e n t a r i a , e t c . ; m a s bien reunimos muchos d e ellos, esperando mejores resultados ndo como el resultado de la reunión de su contenido, sin que d e ello p o d a m o s
»de su acción combinada, ó b i e n , ignorando lo que mas convendría en el caso »deducir n a d a relativo á la actividad especial de cada uno de los medicamentos
« p r e s e n t e , acumulamos muchas sustancias, y dejamos á la casualidad el cuidado »de que se compone. Sabemos m u y poco para conocer lo que h a y d e esencial
» d e hacer que se produzca por unas ó por otras, el alivio que deseamos. Así es raro »en todos los medicamentos, y nuestros conocimientos son muy limitados p a r a
« q u e s e escite el s u d o r , que se purifique la s a n g r e , que se resuelvan obstruc- » saber las afinidades que se desplegan, quizá por centenares, cuando se mezclan
» c i o n e s , que se p r o v o q u e la espectoracion, y aun que se p u r g u e , con la ayuda »los unos con los o t r o s , para que podamos decir con certeza cuáles son el modo
» d e un solo medio. P a r a obtener este resultado, nuestras fórmulas son siempre » v el grado de energía de una sustancia, aun la mas indiferente en apariencia,
»complicadas, casi nunca son simples y p u r a s ; no podemos considerarlas como »cuando esté introducida en el cuerpo humano, combinada con las otras.»
»experimentos relativos á los efectos de las diversas sustancias que entran en su
Tiempo e r a y a d e que l a eterna sabiduría del Criador y con-
s e r v a d o r d e los h o m b r e s , pusiese término á estas a b o m i n a c i o -
n e s , y que hiciese a p a r e c e r u n a m é d i c i p . c o n t r a r i a , que e n v e z
de a g o t a r los h u m o r e s y l a s f u e r z a s , p o r medio d e vomitivos, EJEMPLOS Í CURACIONES HOMEOPATICAS,
p u r g a n t e s , b a ñ o s ' c a l i e n t e s , sudoríficos y sialagogos-, d e d e r -
VERIFICADAS I N V O L U N T A R I A M E N T E
r a m a r á t o r r e n t e s la s a n g r e indispensable á l a vida-, d e a t o r -
mentar „con toda clase d e medios dolorosos-, d e a ñ a d i r i n c e s a n - POR MÉDICOS DE LA ESCUELA ANTIGUA
temente n u e v a s e n f e r m e d a d e s á las a n t i g u a s , y d e h a c e r i n c u -
fe ; ;
r a b l e s á estas ú l t i m a s p o r el uso prolongado d e m e d i c a m e n t o s
h e r o i c o s , desconocidos e n s u m a n e r a d e obrar-, e n u n a p a l a -
b r a , d e colocar los b u e y e s d e t r a s d e l a r a d o , y d e a l l a n a r s i n
piedad a n c h o camino á la m u e r t e , economiza todo lo posible l a
f u e r z a d é l o s e n f e r m o s , y l e s lleve con suavidad y p r o n t i t u d á La observación, el estudio, la meditación y la experiencia
u n a curación d u r a d e r a , c o n el auxilio d e u n corto n ú m e r o » d e m§ h a n e n s e ñ a d o , q u e la m a r c h a q u e d e b e seguirse p a r a o b -
a g e n t e s simples, bien conocidos e n su acción, elegidos con d i s - t e n e r v e r d a d e r a s curaciones, s u a v e s , p r o n t a s , s e g u r a s y d u -
cernimiento y administrados á dosis f r a c c i o n a d a s . ¡ Tiempo e r a r a d e r a s , consiste e n elegir con acierto p a r a c a d a caso indivi-
y a d e que se descubriese la H o m e o p a t í a ! ¡ dual d e e n f e r m e d a d , u n medicamento, capaz d e producir p o r
su propia virtud u n a afección semejante á la q u e se p r e t e n d e
c u r a r , que es precisamente lo contrario d e lo que enseñan los
preceptos alopáticos.
Este nuevo método d e t r a t a r l a s e n f e r m e d a d e s , nadie antes
q u e y o lo h a e n s e ñ a d o , ni puesto en práctica. P e r o si este m é -
todo e s él único q u e está en a r m o n í a con la v e r d a d , d e lo q u e
p o d r á adquirirse entero convencimiento leyendo este l i b r o , te-
nemos derecho á e s p e r a r , q u e , a u n q u e desconocido p o r t a n
l a r g a série d e siglos, cada u n o d e estos nos o f r e z c a , sin e m -
b a r g o , p r u e b a s decisivas d e su existencia ignorada ( 1 ) . Esto
en efecto es lo q u e s u c e d e .

(1) La verdad es eterna, como la misma Divinidad, y los hombres, aunque


pueden olvidarla por mucho tiempo, llega por fin el día , en que cumpliendo los
altos designios de la Providencia, sus rayos penetran la nube d e las preocupacio-
nes y derraman una claridad benéfica, que nada es capaz de estinguir en adelante.
Tiempo e r a y a d e que l a eterna sabiduría del Criador y con-
s e r v a d o r d e los h o m b r e s , pusiese término á estas a b o m i n a c i o -
n e s , y que hiciese a p a r e c e r u n a m é d i c i p . c o n t r a r i a , que e n v e z
de a g o t a r los h u m o r e s y l a s f u e r z a s , p o r medio d e vomitivos, EJEMPLOS Í CURACIONES HOMEOPATICAS,
p u r g a n t e s , b a ñ o s ' c a l i e n t e s , sudoríficos y sialagogos-, d e d e r -
VERIFICADAS I N V O L U N T A R I A M E N T E
r a m a r á t o r r e n t e s la s a n g r e indispensable á l a vida-, d e a t o r -
mentar „con toda clase d e medios dolorosos-, d e a ñ a d i r i n c e s a n - POR MÉDICOS DE LA ESCUELA ANTIGUA
temente n u e v a s e n f e r m e d a d e s á las a n t i g u a s , y d e h a c e r i n c u -
fe ; ;
r a b l e s á estas ú l t i m a s p o r el uso prolongado d e m e d i c a m e n t o s
h e r o i c o s , desconocidos e n s u m a n e r a d e obrar-, e n u n a p a l a -
b r a , d e colocar los b u e y e s d e t r a s d e l a r a d o , y d e a l l a n a r s i n
piedad a n c h o camino á la m u e r t e , economiza todo lo posible l a
f u e r z a d é l o s e n f e r m o s , y l e s lleve con suavidad y p r o n t i t u d á La observación, el estudio, la meditación y la experiencia
u n a curación d u r a d e r a , c o n el auxilio d e u n corto n ú m e r o » d e m§ h a n e n s e ñ a d o , q u e la m a r c h a q u e d e b e seguirse p a r a o b -
a g e n t e s simples, bien conocidos e n su acción, elegidos con d i s - t e n e r v e r d a d e r a s curaciones, s u a v e s , p r o n t a s , s e g u r a s y d u -
cernimiento y administrados á dosis f r a c c i o n a d a s . ¡ Tiempo e r a r a d e r a s , consiste e n elegir con acierto p a r a c a d a caso indivi-
y a d e que se descubriese la H o m e o p a t í a ! ¡ dual d e e n f e r m e d a d , u n medicamento, capaz d e producir p o r
su propia virtud u n a afección semejante á la q u e se p r e t e n d e
c u r a r , que es precisamente lo contrario d e lo que enseñan los
preceptos alopáticos.
Este nuevo método d e t r a t a r l a s e n f e r m e d a d e s , nadie antes
q u e y o lo h a e n s e ñ a d o , ni puesto en práctica. P e r o si este m é -
todo e s él único q u e está en a r m o n í a con la v e r d a d , d e lo q u e
p o d r á adquirirse entero convencimiento leyendo este l i b r o , te-
nemos derecho á e s p e r a r , q u e , a u n q u e desconocido p o r t a n
l a r g a série d e siglos, cada u n o d e estos nos o f r e z c a , sin e m -
b a r g o , p r u e b a s decisivas d e su existencia ignorada ( 1 ) . Esto
en efecto es lo q u e s u c e d e .

(1) La verdad es eterna, como la misma Divinidad, y los hombres, aunque


pueden olvidarla por mucho tiempo, llega por fin el día , en que cumpliendo los
altos designios de la Providencia, sus rayos penetran la nube d e las preocupacio-
nes y derraman una claridad benéfica, que nada es capaz de estinguir en adelante.
58
Los enfermos q u e e n cualquiera época h a n sido c u r a d o s d e
59 y v*«i
e s c u e l a , c u y a interpretación, clara y precisa, se e n c u e n t r a en la
una m a n e r a p r o n t a , d u r a d e r a , positiva y manifiesta p o r el doctrina médica hoy reconocida con el n o m b r e d e Homeopatía,
auxilio d e a l g ú n medicamento y n o p o » circunstancia a l g u n a sin que p o r esto sea necesario tenerlos como a r g u m e n t o s en fa-
f a v o r a b l e , ó p o r q u e l a e n f e r m e d a d a g u d a h u b i e s e llegado á su v o r d e esta ú l t i m a , supuesto q u e 110 tiene necesidad d e apoyo
resolución n a t u r a l , ó p o r q u e l a s f u e r z a s del enfermo h a y a n ni sosten ( 1 ) .
r e c o b r a d o , e n fin, poco á poco su r i t m o n o r m a l , d u r a n t e u n El autor del Tratado de las epidemias, que se a t r i b u y e á Hip-
tratamiento alopático, ó antipáiico ( p o r q u e s e r c u r a d o d i r e c - p ó c r a t e s ( 2 ) , h a b l a de u n cólera m o r b o , rebelde á todos los re-
t a m e n t e , dista mucho d e serlo p o r una via i n d i r e c t a ) , estas e n - medios , y q u e se c u r ó ú n i c a m e n t e con el lieleboro blanco, plan-
f e r m e d a d e s h a n c e d i d o , a u n q u e ignorándolo el médico, á l a ac- ta que p o r sí misma produce el c ó l e r a , como h a n o b s e r v a d o
ción v i r t u a l d e u n r e m e d i o h o m e o p á t i c o ; e s d e c i r , á l a acción F o r e e s t , L e d e l , R a i m a n n y otros m u c h o s ( 3 ) .
virtual d e u n a g e n t e q u e poseia la facultad d e producir p o r si La sudeta inglesa q u e se p r e s e n t ó e n 1 8 4 5 , y q u e , m a s
mismo u n estado m o r b o s o , semejante á aquel p a r a c u y a d e s - mortífera que la misma p e s t e , m a t a b a , según W i l l i s , noventa
aparición se e m p l e a b a . y n u e v e enfermos d e cada cien a t a c a d o s , no pudo s e r d o m i n a -
Hasta en l a s v e r d a d e r a s c u r a c i o n e s , o b t e n i d a s e n virtud d e da hasta q u e se administraron sudoríficos á los enfermos. Des-
la acción d e m e d i c a m e n t o s c o m p u e s t o s , c u y o s ejemplos 110 son de aquella época m u r i e r o n m u y pocas p e r s o n a s , según o b s e r -
m u y f r e c u e n t e s , se o b s e r v a , que l a acción del remedio que d o - va Sennert ( 4 ) . 1 •
m i n a b a á l a d e los d e m á s d e l a m e z c l a , e r a s i e m p r e d e índole- U n flujo d e v i e n t r e , q u e d a t a b a d e m u c h o s a ñ o s y q u e a m e -
homeopática.
Aun se nos presenta m a s evidente esta v e r d a d e n ciertos ca- (1) Si en los casos que voy á referir, las dosis d e los medicamentos han sido
superiores á las que prescribe la medicina homeopática, naturalmente d e esto se
sos, e n que los médicos, olvidando la p r á c t i c a rutinaria d e m e z - sigue, el peligro que en general ocasionan las altas dosis de agentes homeopáticos.
clar m u c h o s m e d i c a m e n t o s e n cada r e c e t a , h a n conseguido Sin e m b a r g o , en diversas circunstancias, q u e no siempre e s fácil descubrir, c o -
p r o n t a s curaciones c o n el auxilio d e u n m e d i c a m e n t o simple. munmente se observa, que dosis m u y considerables de remedios homeopáticos, cu-
ran sin causar perjuicio notable, y a porque la sustancia medicinal ha perdido su
Entonces, se veia con s o r p r e s a q u e r r á debida á u n a sustancia e n e r g í a , y a porque sobrevienen evacuaciones a b u n d a n t e s , teniendo p o r resulta-
medicinal, capaz d e p r o d u c i r por sí m i s m a u n a e n f e r m e d a d s e - do destruir la mayor parte del efecto del remedio, ya en fin, porque el estómogo
m e j a n t e á l a que c u r a b a , a u n cuando el médico n o supiera lo ha recibido al mismo tiempo otras sustancias capaces d e neutralizar el poder d e
las dosis por su acción antidotarla.
que hacía, y no o b r a s e de esta m a n e r a , sino olvidando los t e r -
(2) Al principio del lib. v .
minantes preceptos d e su escuela. Administrando u n m e d i c a - (3) P . F O R E E S T . xvni. obs. 4 4 . L E D E L , Mise. nat. cur. dee. ni, ann.í, obs. 6 5 .
mento contrario al q u e s u terapéutica le s e ñ a l a b a , p o r esta úni- R É I M A N N , Brest, Samm, 1 7 2 4 , p . 5 3 3 . — En este ejemplo y en todos los demás, n o
ca r a z ó n destruía l a e n f e r m e d a d y restablecía la salud d e su he querido citar mis propias observaciones, ni las d e mis discípulos, acerca d e
las propiedades especiales d e cada medicamento, sino solamente las d e los m é -
enfermo. dicos de los tiempos pasados. Mi objeto ha sido probar, q u e la medicina homeo-
Yoy á citar algunos ejemplos d e estas curaciones h o m e o p á - pática podria haberse descubierto antes. , ^
ticas ,• verificadas i n v o l u n t a r i a m e n t e p o r médicos d e l a a n t i g u a ( í ) D e f e b r i b u s , iv. cap. 1 5 .
nazaba y a u n a m u e r t e inevitable, despues d e h a b e r usado g r a n
e s t ó m a g o p r o d u c i d o s p o r esta s u s t a n c i a , y P . Foreest ( 1 ) , c ó -
n ú m e r o d e medicamentos, todos ineficaces, f u é curado con g r a n
licos violentos p r o d u c i d o s p o r la acción de este líquido. Si F . H o f f -
sorpresa d e Fischer ( 1 ) , d e u n a m a n e r a p r o n t a y d u r a d e r a , p o r
m a n n preconiza la v i r t u d d e l a yerba de san Juan, ó ciento en
medio d e u n p u r g a n t e , administrado p o r u n empírico.
rama contra m u c h a s h e m o r r a g i a s ; si G . E . S t a h l , B u c h w a l d
La experiencia diaria, y M u r r a y , á quien cito como p u d i e r a
y Loeseke h a n reeococidq útil este v e g e t a l contra el flujo h e -
citar á muchos o t r o s , colocan entre los síntomas principales que m o r r o i d a l a b u n d a n t e ; si Q u a r i n y los r e d a c t o r e s d e l a coleccion
produce el tabaco, al v é r t i g o , l a s n á u s e a s y la ansiedad p r e - d e B r e s l a u , refieren curaciones d e hemoptisis p o r esta planta-,
cordial. Pues Diemerbroech se c u r ó d e los v é r t i g o s , n á u s e a s y y si T h o m a s i u s , s e g ú n refiere H a l l e r , l a h a empleado con feliz
ansiedad precordial ( 2 ) , con el uso d e l a p i p a , cuando se v i ó éxito e n la metrorragia-, estas curaciones se refieren evidente-
atacado d e estos síntomas en medió d e los socorros q u e su d e b e r m e n t e á la v i r t u d q u e goza la y e r b a d e s a n J u a n , d e producir
le obligaba p r e s t a r á l a s victimas d e las e n f e r m e d a d e s epidémi- flujos d e s a n g r e , y la h e m a t u r i a , como lo h a o b s e r v a d o
cas d e Holanda. G . H o f f m a n n ( 2 ) , y s o b r e t o d o de producir epistasis, como B o c -
Los perjudiciales efectos q u e a l g u n o s a u t o r e s , .Georgi ( 3 ) , k l e r ( 3 ) lo h a c o n f i r m a d o .
entre o t r o s , a t r i b u y e n a l agaricus muscarias, que usan los h a - Scevolo ( 4 ) , e n t r e otros m u c h o s , h a c u r a d o u n a emisión d e
bitantes d e K a m t s c h a t k a , y q u e consisten e n t e m b l o r e s y con- orina p u r u l e n t a y dolorosa p o r medio d e la gayuba, y esto n o
vulsiones epilépticas, s e h a n convertido e n efectos saludables h u b i e r a tenido l u g a r , si esta planta no hubiese poseído l a v i r -
en manos d e G . - G . W h i s t l i n g ( 4 ) , que h a empleado este h o n g o tud d e p r o v o c a r p o r sí misma a r d o r e n el acto d e o r i n a r , y e m i -
con éxito feliz contra las convulsiones a c o m p a ñ a d a s d e t e m b l o r , sión d e orina v i s c o s a , como lo h a reconocido S a u v a g e s ( 5 ) .
y e n l a s d e J . G . B e r n h a r d t ( 5 ) , q u e t a m b i é n se h a s e r v i - A u n q u e los e x p e r i m e n t o s n u m e r o s o s d e S t o e r c k , M a r g e s ,
do d e él v e n t a j o s a m e n t e contra u n a especie d e epilepsia. Planchón, Dumonceau, F . G. Junker, Schinz, Ehrmann y
La observación recogida p o r M u r r a y ( 6 ) , d e q u e el aceite de o t r o s , no h u b i e s e n d e m o s t r a d o q u e el colchico c u r a u n a e s p e -
anis mitiga los dolores d e v i e n t r e , y c u r a los cólicos gaseosos, cie d e h i d r o p e s í a , debería y a h a b e r s e esperado q u e f u e r a así,
ocasionados p o r los p u r g a n t e s , no d e b e s o r p r e n d e r n o s , c u a n - atendida l a v i r t u d especial que tiene d e disminuir l a secreción
do sabemos que J . P . A l b r e c h e t ( 7 ) h a o b s e r v a d o dolores d e r e n a l , al mismo tiempo q u e escita los deseos d e orinar y d e -
t e r m i n a l a espulsíon d e u n a corta cantidad d e este líquido, d e
(1) H U F F E L A N D ' S Journal fuer, praktische Heilkumde, x, I V , p . 1 2 7 . u n color rojo encendido, como lo h a n visto S t o e r c k ( 6 ) y d e
(2) Tractatus de peste. Amsterdam. 1 6 6 5 , p . 2 7 3 .
(3) Beschreibung aller Nationen desrussischen Reiches, p . 7 8 , 2 6 7 , 2 8 1 , 3 2 1 . •
329, 332. (1) Observat. et eurationes. l¡b. 2 1 7 .
Diss. de virt. agar. muse. l e n a , 1 7 1 8 , p . 1 3 . (2) De medican, officinal. L e y d . 1 7 3 8 .
(5) Chyen. Yers. und Erfahrungen. Leipsick, 1 7 5 4 ; obs. 5 ; p . 3 2 4 . — G r u n e r ; (3) Cynosura mal. med. cont. p . 5 5 2 .
De viribus agar. mus. l e n a , 1 7 7 8 , p . 1 3 . (4) GiRARDi.De üvaursi. P a d . 1 7 6 4 .
(6) Appar. medie. 1 , p . 4 2 9 , 4 3 0 . (5) Nossolog., 1 1 1 ; p . 2 0 0 .
(7) Mis. nat. cur., dec. TI. aun. 8 , obs. 1 6 9 . (6) Lib. de colchico. Yien. 1 7 6 3 , p . 1 2 .
B e r g e ( 1 ) . T a m b i é n e s e v i d e n t e q u e la curación d e u n asma uterino ( 1 ) , y q u e esto 110 e r a sino e n v i r t u d d e la facultad que
hipocondriaco, c o n s e g u i d a p o r Goerilz ( 2 ) con auxilio del poseía esta planta d e c u r a r l e u c o r r e a s c r ó n i c a s , d e lo que l l e -
colchico, y la d e u n a s m a con h i d r o t o r a x , alcanzada p o r gó á convencerse, administrando el díctamo en los flujos v a g i -
Stoerck ( 3 ) con el uso d e dicha p l a n t a , estriban e n la facultad nales c r ó n i c o s ( 2 ) .
homeopática que posee el colchico d e producir el a s m a y la Stoerck h u b i e r a t a m b i é n debido a d m i r a r s e d e h a b e r c u r a d o
d i s n e a , como h a c o m p r o b a d o B e r g e ( 4 ) . u n e x a n t e m a g e n e r a l , crónico, h ú m e d o y fajadénico, c o n i a cle-
La raiz d e jalapa, s e g ú n Muralto ( o ) h a o b s e r v a d o , c a u s a , matide derecha ( 3 ) , despues d e h a b e r reconocido, q u e esta plan-
independientemente d e l o s cólicos, u n a g r a n d e inquietud y agi- ta tiene la virtud d e p r o d u c i r u n a erupción psórica e n todo el
tación. E l médico, f a m i l i a r i z a d o con l a s v e r d a d e s de la H o m e o - cuerpo ( 4 ) .
p a t í a , e n c u e n t r a m u y n a t u r a l y lógica la propiedad q u e G . W . Si l a eufrasia h a c u r a d o , s e g ú n observación d e M u r r a y (5)
W e d e l ( 6 ) a t r i b u y e con r a z ó n á l a j a l a p a d e c a l m a r los dolo- u n a especie de o f t a l m í a , ¿cómo h a podido h a c e r l o sino e n v i r -
res d e vientre, que h a c e n g r i t a r á los niños, poniéndolos e n a g i - t u d d e la facultad inherente á este v e g e t a l , o b s e r v a d a p o r L o -
tación c o n t i n u a , y p r o c u r a r l e s u n sueño t r a n q u i l o . bel ( 6 ) , d e escitar cierta f o r m a d e inflamación d e los ojos?
M u r r a y , Hillary y S p i e l m a n a t e s t i g u a n , y l a experiencia S e g ú n J . H . L a n g e ( 7 ) , la nuez moscada se h a m o s t r a d o
diaria lo c o n f i r m a , q u e l a s hojas del sen p r o d u c e n cólicos, y m u y eficaz en los vértigos histéricos. P u e f la causa d e este f e -
según G. Hoffmann (7) y F . Hoffmann (8), determinan"tam- nómeno e s p u r a m e n t e h o m e o p á t i c a , p o r q u e administrada la
bién flatos y agitación e n l a s a n g r e ( 9 ) , causa ordinaria d e l i n - nuez moscada á g r a n d e s dosis á u n h o m b r e en e s t a d o d e b u e n a
s u m i ó . P u e s D e t h a r d i n g (10), se h a a p r o v e c h a d o de esta v i r t u d s a l u d , d á l u g a r , s e g ú n Schmid (8) y Cullen ( 9 ) , á la pérdida
homeopática del s e n , p a r a c a l m a r "violentos cólicos y l i b r a r á d e los.sentidos v á u n a insensibilidad g e n e r a l .
los enfermos del insomnio. La c o s t u m b r e antiquísima d e e m p l e a r el a g u a d e rosas al es-
S t o e r c k , h o m b r e d e g r a n talento y p e n e t r a c i ó n , c o m p r e n - terior contra ciertas o f t a l m í a s , p a r e c e s e r u n testimonio d e la
propiedad curativa d e ciertos males de los ojos, q u e l a s flores
dió, q u e el dictamo p r o d u c í a f r e c u e n t e m e n t e u n flujo mucoso
del rosal tienen la v i r t u d d e p r o d u c i r , efecto q u e E c h l i u s (10),

(1) Journal de Medicine, X X I I .


(1) Lib. de flamm. Jovis. Vien. 1769. c a p . 2.
(2) A.-E. Buechener, Miscell. phis med. mathem, a n n . 1 7 2 8 . jul.p. 1212
1213. Erfurt, 1732. (2) Ibid., cap. 9.
(3) I b i d . , cap. 13.
(3) I b i d . cas. 1 1 , 1 3 . C o n t . c a s . 4 , 9 .
(4) I b i d . , cap. 33.'
(4) I b i d . , loe. c i t .
(5) Appar. medie., II, p . 221.
(5) Miscell. nat. cur. cap. d e c . n , a . 7 , obs. 1 1 2 .
(6) Slirp. Adversar., 219.
(6) Opiolg., l i b . l , p . l , . i , p . 3 8 .
(7) Domest. Brvnswic. 136.
(7) De medicin. officin., l i b . i .
(8) Mise. nat. cur., dec. II; ann. 2 , obs. 120.
(8) Diss. de malina, §. 16.
(9) Arzneimittllehre, II. p . 233.
(9) MURRAY, l o e . c i t . II, p . 5 0 7 .
(10) A D A M I , Vita medie, p. 7 2 .
(10) Ephem. nat. cur. cent. 1 0 , obst. 7 6 .
Ledet (1) y Rau (2) h a n visto y c o m p r o b a d o m u c h a s v e c e s .
vulsiones, y De Ilaen ( 1 ) ha c o m p r o b a d o el mismo efecto, a c o m -
Si el zumaque venenoso, s e g u n d e Rossi ( 3 ) , V a n Möns (4),
p a ñ a d o d e defino. Pues delirio y convulsiones se h a n c u n d o
J . Monti (5), Sybel (6) y otros, tiene l a p r o p i e d a d d e producir
p o r este último médico con dosis m u y pequeña^ d e d l a m a r a
unos pequeños g r a n o s e n la superficie del cuerpo hasta cubrirla
E n v a n o se buscaría e n el campo d e l a s hipótesis la razón, p o r
poco á poco, fácilmente se c o m p r e n d e la virtud que tiene el m i s - la cual la d u l c a m a r a se h a y a mostrado t a n eficaz en la c u r a -
mo z u m a q u e d e c u r a r homeopáticamente a l g u n a s especies d e ción d e u n a f o r m a d e h e r p e , e n presencia d e C a r r e r e ( 2 ) d e
herpes, como Dufresnoy y Y a n Möns nos lo d e m u e s t r a n . ¿A qué Fouquet ( 3 ) y d e P o u p a r t (4); pero l a observación filosófica
d e b e atribuirse l a curación d e u n a paralisis d e los m i e m b r o s que la Homeopatía reclama p a r a c u r a r c o n s e g u r i d a d , nos h a
inferiores, a c o m p a ñ a d a de debilidad d e las facultades i n t e l e c t u a - d e m o s t r a d o la virtud que tiene esta y e r b a d e p r o d u c i r u n a e s -
les, como cita Alderson ( 7 ) , obtenida por el uso del z u m a q u e pecie d e h e r p e . C a r r e r e h a visto, q u e la administración d e la
v e n e n o s o , sino á l a propiedad q u e esta p l a n t a tiene d e p r o - d u l c a m a r a dió origen á u n a erupción herpética, que llegó á cu-
ducir u n g r a n decaimiento d e f u e r z a s m u s c u l a r e s , p e r t u r b a n - b r i r en quince días toda la superficie del c u e r p o (o)- otra a u e
do l a s facultades intelectuales del individuo, hasta el p u n t o tuyo su asiento e n l a s m a n o s (6), y o t r a , p o r último, q u e se
de persuadirle q u e v á á m o r i r , como lo h a visto Zadig (8)? lijo en los labios d e la v u l v a ( 7 ) .
La dulcamara h a c u r a d o , s e g ú n G a r r e r e ( 9 ) , m u y g r a v e s R u e c k e r (8) h a visto u n a hidropesía g e n e r a l debida al uso de
e n f e r m e d a d e s , c a u s a d a s p o r u n enfriamiento. P u e s esto consiste lal escrofilam. G a t a q u e r (9) y Cirillo (10) h a n c u r a d o h o m e o -
en q u e la d u l c a m a r a tiene la v i r t u d d e d e t e r m i n a r , e n épocas páticamente a n o s a r c a s con el uso d e esta y e r b a
f r í a s y h ú m e d a s , molestias semejantes á l a s q u e r e s u l t a n d e u n Boerhaave ( 1 1 ) , S y d e n h a m (12) y Radcliff ( 1 3 ) K a n c u r a d o
e n f r i a m i e n t o , como el mismo C a r r e r e ( 1 0 ) y S t a r c k e h a n v i s - una especie d e hidropesía, administrando l a s flores del saúco.
to ( 1 1 ) ; Fritze ( 1 2 ) h a o b s e r v a d o que la d u l c a m a r a p r o d u c e con-

(1) Ratio medendi, t . iv, p . 2 2 8


(1) Mise. nat. curios., dec. n , ann. 2 , obs. 1 4 0 . (2) Ibid. p . 9 2 .
(2) Uber den Werth des homeop. H e i l b e r f , p . 7 3 . (3) R A Z O U Z , tablas nosológicas, p . 2 7 5 .
(3) Obs. de nonnullis plantis queepro venenalis habentur. Pise. 1 7 6 7 . (4) Traite des dartres. París 1 7 8 2 p 1 8 4 1 9 2
(4) D U F R E S N O Y , Uber den wurzelnden Sumaeh, p . 2 0 6 . (5) Ibid. p . 9 6 .
(5) Acta Inst. Bonon.se. et a r t . ni. p . 1 6 5 . (6) I b i d . p . 1 4 9 .
(6) En med. Annalen., 1 8 1 1 , julio. (7) I b i d . p . 1 6 4 .
(7) En Samm. I. aus. Abh. f . pr. Aertzte, x v m , 1 , (8) Commerc. liter. Noric., 1 7 3 1 , p. 372.
(8) H U F F E L A N D ' S Journal der prak. Heilk. v, p . 3 . 95, ( 0 98 VmUChemBemerck
- derEdinb
- Cesellschaft. Altenbourg, 1 7 6 2 . Vn, p.
(9) C A R R E R E Y S T A R C K E , Abhandl. ueberdie Eigenschaft des Nachtschattens oder
Bittersuesse. Yena, 1 7 8 6 , p . 2 0 2 3 . (10) Consult. medichi, t . m , Naples, 1 7 3 8
(10) Ibid. (11) Historia plantarum, P . 1 , p . 2 0 7 .
( 1 1 ) C A R R E R E ibid.
(12) Opera, p . 4 9 6 .
(12) Annalen des klinischen Instituts, n i . p . 4 5 . (13) I I A L L E R , ArzneimiUellehere, p . 349.
60 6 7

Halleí (1) nos enseña q u e ei saúco, d e t e r m i n a u n a hinchazón s e - Boerhaave y Lobstein hau o b s e r v a d o . Sciienck, entre m u c h o s
rosa en toda l a superficie del cuerpo, p o r s u sola aplicación. o t r o s , h a c o m p r o b a d o la facultad q u e el estramonio tiene d e
De H a e n (2) Sarcone, (3) y P r i n g l e ( 4 ) , respetando la v e r - estinguir l a memoria-, p o r lo q u e no d e b e m o s a d m i r a r n o s q u e
dad y la experiencia, confiesan q u e h a n c u r a d o p l e u r e s í a s Schinz y S a u v a g e s , h a y a n c u r a d o lesiones c e r e b r a l e s , con pér-
con l a escita, raiz c u y a g r a n d e a c r i t u d debía h a c e r l a p r o s c r i - dida d e l a m e m o r i a . P o r último, si Schmalz (1) h a c u r a d o c o n
birse e n u n a e n f e r m e d a d , p a r a cuyo t r a t a m i e n t o no admite l a el uso d e esa y e r b a u n a melancolía m a n i a c a , es p o r q u e ella
escuela r e i n a n t e , m a s q u e remedios r e f r e s c a n t e s , antiflogís- posee, e n t r e sus v i r t u d e s , l a d e p r o v o c a r u n estado análogo en
ticos y d e m u l c e n t e s . P e r o n o p o r eso h a dejado d e desapa- el h o m b r e sano, s e g ú n Da Costa ( 2 ) .
recer el dolor d e c o s t a d o , b a j o l a influencia d e esta p l a n t a , Percival, Stahl y Q u a r i n , entre otros m u c h o s médicos, h a n
en virtud d e l a l e y homeopática, p o r q u e J . G, W a g n e r (o) ha- c o m p r o b a d o e n la quina, l a virtud de p r o d u c i r pesadez d e e s t ó -
bía y a observado, q u e su acción d e t e r m i n a b a u n a especie d e m a g o . M o r t o n , F r i b o r g , Bauer y Quarin, h a n visto p r o v o c a r á
pleuresía v d e inflamación del p u l m ó n . esta planta el vómito y la diarrea-, D . C r u g e r y el mismo M o r -
D. C r u g e r , R a y , Ivellner, K a a u - B o e r h a a v e y m u c h o s otros ton, el síncope; T h o m s o n , R i c h a r d , Stahl y C . E . Fischcz,
prácticos (6),' h a n observado q u e el daturas Iramomum, produ- u n a g r a n debilidad y u n a especie d e itericia-, Quarin y F r i s -
ce convulsiones con g r a n delirio. P u e s m u c h o s médicos, p r e c i - c h e r , a m a r g o r d e b o c a y tensión del b a j o v i e n t r e . P r e c i s a m e n -
s a m e n t e p o r esta propiedad, l a h a n u s a d o p a r a c u r a r l a d e m o - te e n los casos en que estos síntomas se e n c u e n t r a n , es en los
q u e Tortí y Cleghorn recomiendan solamente r e c u r r i r á l a qui-
nomania ( 7 ) , delirio fantástico a c o m p a ñ a d o d e espasmos en los
n a . Los b u e n o s resultados obtenidos del u s o d e esta corteza en
miembros, Sidren (8) y W e d e m b e r g (9). Si por el auxilio de es-
ese estado d e languidez, c o n digestiones laboriosas y falta d e
t a p í a n t a h a podido Siden (10) c u r a r dos casos de corea, p r o d u -
apetito, que vienen en pos de l a s fiebres a g u d a s , especialmente
cido el uno p o r ei miedo y otro p o r el v a p o r d e l m e r c u r i o , h a
cuando h a n sido t r a t a d a s con s a n g r í a s y otros medios e v a c u a n -
sido justamente p o r l a v i r t u d q u e el estramonio posee d e esci-
tes y debilitantes, se f u n d a n en la propiedad inherente á este
tar movimimientos involuntarios e n los m i e m b r o s ; como K a a u -
a r b u s t o d e producir u n estremo abatimiento d e f u e r z a s , q u i t a r
la e n e r g í a á todas l a s funciones o r g á n i c a s y morales, h a c e r
(1) Y I C A T , Planlesvéneneuses, p. 125. penosas l a s digestiones y suprimir el a p e t i t o , como lo han o b -
(2) Ratio medendi, P . i, p . 1 3 . s e r v a d o repetidamente C l e g h o r n , F r i b o r g , C r u g e r , R o m b e r g ,
(3) Geschichte der Krankh. in Neapel, t . i, 1 7 5 .
S t h a l , Thomson y otros m u c h o s .
(4) Obs. on the diseases of the army, e d . 7 , 1 4 3 .
(5) Observationcs clinicce, Lubeck, 1 7 3 7 . ¿Cómo h u b i e r a n podido contenerse los flujos d e s a n g r e , c o n
(6) C Cruger, Mise. nat. cur., dec. m a n n . 2 . obs. 8 8 . K a a u - B o e r h a a v e , la ipecacuana, t a n t a s veces como los h a n contenido Baglivio,
impetum faciens. L e y d . 1 7 4 5 , p . 2 8 2 , Kellner, Bresl. Samm. 1 7 2 .
B a r b e y r a c , Gianella, D a l b e r g , Bergiris y o t r o s , si este m e d i -
(7) Veckoskrift for Lvkare, vi, p . 4 8 .
(8) Diss. de stramonii usu in malis convulsis. Upsal, 1 7 7 3 . (1) Chir. und mediz-in. Vorfaelle. Leipzic, 178Í, p . 178.
(9) Diss. destramonii usu. Upsal., 1 7 7 3 . (2) SCIIENCK, 1 , o b s . 1 3 9 .

(10) Diss. morborum casus, spec. i . Upsal., 178o."


camento no poseyera la cualidad de producir h e m o r r a g i a s , c o -
mo h a n manifestado t e r m i n a n t e m e n t e M u r r a y , Scott y Geoffroy? L a s p e r s o n a s q u e h a n recibido g o l g e s c o n t u n d e n t e s , e x p e r i -
¿Cómo podría s e r t a n beneficioso su uso e n el a s m a , y s o b r e m e n t a n dolores d e c o s t a d o , conatos á vomitar . p u n z a d a s y a r -
dor e n los hipocondrios, c o n a n s i e d a d , t e m b l o r e s y sobresal-
todo en el asma espasmódico, como lo enseña Ákenside (1), Me-
tos involuntarios, semejantes á los que d e t e r m i n a n l a s c o n m o -
y e r § ) , - B a n g ( 3 ) , Stoll ( 4 ) , Fouquet (5) y R a n o e ( 6 ) , s i n o
ciones eléctricas; y tanto en el estado d e sueño como en el d e
tuviese en sí misma la facultad d e producir el a s m a e n g e n e r a l
vigilia, se siente h o r m i g u e o en l a p a r t e a f e c t a , etc. Como el
y el a s m a espasmódico e n p a r t i c u l a r , sin escitar evacuación
armca montana tiene la v i r t u d d e p r o d u c i r en el h o m b r e sano
a l g u n a , como el mismo M u r r a y ( 7 ) , Geoffroy (8) y Scott (9)
u n estado a n á l o g o , como a t e s t i g u a n l a s observaciones d e M e -
h a n observado q u e d e t e r m i n a e n la economía h u m a n a ? Y e n
z a , Y i c a t , Crichthon, Collin, A a s k o w , S t o l l y J . - C . L a n g e , f á -
vista d e estas p r u e b a s , p u e d e n exigirse, ni desearse o t r a s m a s
cilmente s e c o m p r e n d e que esta p l a n t a , c u r e los accidentes q u e
concluyentes, de que p a r a la curación d e l a s e n f e r m e d a d e s , de-
resultan d e u n g o l p e , d e u n a c a í d a , d e u n a contusíon, como
b e n s e r administrados los medicamentos, en razón d e los efec-
lo h a n e x p e r i m e n t a d o u n a multitud de médicos y pueblos e n t e -
tos morbosos que p r o d u c e n ?
ros, desde la m a s r e m o t a a n t i g ü e d a d .
No sería fácil c o m p r e n d e r , cómo el haba de S. Ignacio h a - E n t r e l a s alteraciones q u e la belladona p r o d u c e e n el h o m -
y a podido m o s t r a r s e t a n eficaz e n u n a especie d e convulsión b r e e n estado d e s a l u d , se h a l l a n síntomas, cuyo g r u p o c o m -
c o m o H e r r m a n n ( l O ) , Y a l e n t i n ( l l ) y u n escritor anónimo (12) pone u n cuadro parecido á la hidrofobia, c a u s a d a por la m o r d e -
a s e g u r a n , si no tuviese e n sí m i s m a la facultad d e producir d u r a d e u n p e r r o r a b i o s o , e n f e r m e d a d q u e M a y e r n e (1),
cpjyulsiones s e m e j a n t e s , como Y e r g i n s ( 1 3 ) , Camelli (14) y Munch "(2), Buchholz (3) y Neimike (4) h a n curado perfecta y
Durius (15) h a n c o m p r o b a d o . completamente con esta planta ( 5 ) . Lo mismo los q u e padecen
la hidrofobia, q u e los que h a c e n uso d e la belladona, están p r i -
(1) Medical Trans., i. n.° 7 , p . 3 9 .
(2) Diss. deipecac. rafracta dosi usu, p . 3 4 . (1) Praxeos in morbis internis syntogma allerum. Vien., 1 6 9 7 , p. 1 3 6 .
(3) Praxis méd., p . 3 4 6 . (2) Beobachtungen bey angewendeter Belladone beyden Mebschen Stendal, 1 7 8 9 .
(4) Prcelectiones, p . 2 2 1 . (3) Heilsame Wirkungen der Belladone in ausgebrochener Wuth. E r f u r t , 1 7 8 o .
(4) J . H . M U N C H ' S Beobachtungen, t. 1 , p. 7 4 .
(5) Journal de medicine, t . 6 2 , p . 1 3 7 .
(6) Act. reg. soc. med. Hafn. n, p . 1 6 3 . ID, p . 3 6 1 . (o) Si con frecuencia ha sucedido que la belladona n o h a y a tenido b u e n r e -
(7) Med, pract. Bibl. p . 2 3 7 . sultado en la rabia declarada, no s e debe olvidar que solo p u e d e curar aquí, por
la facultad que tiene d e producir síntomas semejantes á los d e la e n f e r m e d a d , y
(8) Traite de Matren medicale, u, p . 1 5 7 .
q u e p o r consiguiente solo debiera emplearse á l a s m a s cortas dosis posibles, c o -
(9) Med. comment. of. Edirib. iv, p . 7 4 .
m o todos los remedios homeopáticos, lo que s e demostrará en el Organon. P e r o
», p . 2 3 1 .
las mas veces se ha dado á dosis enormes, d e manera que los enfermos morían
inevitablemente, no d e la e n f e r m e d a d , sino d e l remedio. Sin embargo, puede
muy bien suceder, q u e exista una especie d e hidrofobia y d e rabia en el alto
g r a d o , y que por consiguiente, según la diversidad d e síntomas, el remedio h o -
meopático mas conveniente sea unas veces el beleño y otras el estramonio.
vados d e s u e ñ o ; s u respiración e s difícil; devórales u n a sed de c u r a r s e u n a e n f e r m e d a d con el auxilio d e medios que p r o -
a r d i e n t e , a c o m p a ñ a d a d e a n s i e d a d ; cuando se les p r e s e n t a n l í - duzcan síntomas análogos á los d e la e n f e r m e d a d m i s m a , y
quidos, los r e c h a z a n i n m e d i a t a m e n t e ; tienen encendido el r o s - q u e l a b e l l a d o n a , según la l e y inmutable d e l a n a t u r a l e z a , no
t r o y los ojos'fijos y centellantes ( F . G . Griuim); e x p e r i m e n t a n podía menos d e c u r a r h o m e o p á t i c a m e n t e , supuesto que - s e g ú n
Buchholz (1) y Sauter ( 2 ) , escita p o r sí misma u n a especie d e
sofocacion, c u a n d o se les h a c e b e b e r (E. G a m e r a r i u s y Sauter);
a m a u r o s i s con m a n c h a s a b i g a r r a d a s en los ojos, antes h u b i e r a
g e n e r a l m e n t e no p u e d e n t r a g a r cosa a l g u n a ( M a y , L o t t m g e r ,
elegido la b e l l a d o n a , y antes también h u b i e r a curado al e n -
Sicelins, B u c h a v e , D ' H e r i n o n , M a n e t t i , Y i c a t , C i d l e n ) ; s i e n -
fermo.
t e n a l t e r n a t i v a m e n t e t e r r o r y deseos d e m o r d e r á l a s p e r s o n a s
El beleño, h a c u r a d o , s e g ú n testimonio d e M a y e r n e (3),
que l e s r o d e a n ( S a u t e r , D u m o u l i n , M u c h a v e , M a r d o r f ) ; e s c u -
S t o e r c k , Collin y o t r o s , espasmos que tenían g r a n semejanza
p e n á s u alrededor ( S a u t e r ) ; quieren h u i r (Dumoulin, E . G m e -
con l a epilepsia. E n l a s o b r a s d e E . G a m e r a r i u s , C. Seliger,
l i n , B u e h o z ) , y están afectados d e u n a continua agitación
H u n e r w o l f , A . H a m i l t o n , P l a n c h ó n , Da Gosta y o t r o s , s e lee,
(Goucher, E . Gmelin, S a u t e r ) . T a m b i é n la belladona h a c u r a d o
q u e el beleño tiene la propiedad d e escitar movimientos c o n -
a l g u n a s especies d e m a n í a y d e m e l a n c o l í a , d e lo q u e h a y mu-
vulsivos análogos á l a epilepsia, y esta e s l a razón p o r qué el
chos casos citados p o r E v e r s , S c h m u c k e r , S c h m a l z , M u n c h ,
b e l e ñ o h a c u r a d o espasmos epileptiformes.
p a d r e é hijo, y otros-, y esto h a sido, por l a v i r t u d q u e la b e l l a -
F o t h e r g i l l ( 4 ) , S t o e r c k , H e l w i g y O f t e r d i n g e r , h a n emplea-
dona posee d e p r o d u c i r d e m e n c i a s , t a l e s como l a s s e ñ a l a d a s
do el beleño e n ciertas f o r m a s d e enagenacion m e n t a l , c o n
p o r R a u , G r i m m , H a s e n e s t , M a r d o r f , H o y e r , Dillenius y
b u e n resultado ; y m u c h o s b u e n o s efectos m a s se h u b i e r a n con-
otros. seguido del uso del b e l e ñ o , si los médicos n o h u b i e r a n hecho
Despues d e h a b e r t r a t a d o H e n n i n g (1) inútilmente por e s p a - aplicación d e esta planta á o t r a s f o r m a s de enagenacion m e n t a l ,
cio d e t r e s meses u n a a m a u r o s i s c o n m a n c h a s a b i g a r r a d a s e n que las que tienen analogía con la especie d e l o c u r a estúpida,
los o j o s , con m u c h o s y diferentes m e d i c a m e n t o s , c r e y ó que es- descrita p o r Y a n - H e l m o n t , \ Y e d e l , J . - G . Gmelin, L a s e r r e ,
t a e n f e r m e d a d podia s e r m u y b i e n r e s u l t a d o d e l a g o t a , sin H u n e r w o l f , A . H a m i l t o n , K i e r n a n d e r , J . S t e n d m a n n , Tozzetti,
e m b a r g o d e que el enfermo n u n c a se h a b i a quejado d e esta e n - j . F a b e r y W e n d t , como efecto d e la administración del b e -
f e r m e d a d , y se decidió á prescribirle l a b e l l a d o n a (2), l a q u e leño.
p r o d u j o u n a curación pronta y e s e n t a d e inconvenientes. Si A g r u p a d o s los síntomas que h a n visto estos últimos o b s e r -
H e n n i n g , h u b i e r a sabido, al elegir este r e m e d i o , q u e solo p u e - v a d o r e s producir al b e l e ñ o , constituyen el cuadro d e u n h i s t e -
rismo en el m a s alto g r a d o . P u e s en l a s Actas de los curiosos

(1) HUFFJELAKD'S Journal, xxv, i v , p . 7 , 7 4 . (1) Mem. ofthemed. soc. ofLondon, 1 , p. 310, 314.
(2) Solo p o r conjetura se h a honrado á la .belladona, colocándola en el n ú m e - (2) HLFFELASD'S v , i, p . 2 5 2 . v % m m

r o d e los remedios, apropiados para la curación d e l a gota. L a e n f e r m e d a d q u e (3) Ibid.t.x,.


podria tener todavía el derecho d e apropiarse el nombre d e g o t a , no puede, n ^ (4) Prax. med. p . 2 3 . ,
podrá curarse jamás con la belladona. • «H^SS prrES" -
Jé?? mc
de la naturaleza (1), y en l a s o b r a s d e J . A . P . Gessner y Sto-
e r e k se e n c u e n t r a n observaciones d e histerismo en el m a s alto W i t h e r i n g (1) solamente p u d o triunfar d e u n a constricción
g r a d o , c u r a d o con esta p l a n t a . espasmódica d e la f a r i n g e con imposibilidad d e t r a g a r c u r -
S c h e n k b e c h e r (2) n u n c a hubiera logrado c u r a r u n vértigo, do echo mano del b e l e ñ o , c u y a virtud especial consiste
que d a t a b a d e veinte a ñ o s , si el beleño n o poseyera e n m u y e n d e e r m m a r constricción espasmódica d e la g a r a n t a con
alto g r a d o l a virtud d e p r o d u c i r g e n e r a l m e n t e u n estado p a r e - imposibilidad d e d e g l u t i r , c o m o Tozzetti, H a J l t o n ! B e r n i -
cido, como afirman H u n e r w o l f , B l o m , N a v i e r , Planchón, Slo- g a n S a u v a g e s y H u n e r w o l f h a n visto p r o d u c i r al beleño
a n e , S t e d m a n n , Greding, W e p f e r , Yicat y B e r n i g a u . ¿ b e n a t a n s a l u d a b l e m e n t e eficaz el alcanfor en l a s fiebres
M a y e r A b r a m s o n (3), a t o r m e n t ó p o r espacio de m u c h o t i e m - entas, l l a m a d a s n e r v i o s a s , como p r e t e n d e Huxliam (2) en
po á u n h o m b r e poseído d e l a m a n í a d e los celos, haciéndole las cuales es t a n poco elevado el c a l o r , t a n e m b o l a d a la sen-
t o m a r i n f r u c t u o s a m e n t e g r a n n ú m e r o d e m e d i c a m e n t o s , hasta sibilidad, y l a s f u e r z a s g e n e r a l e s t a n considerablemente d i s -
q u e p o r ú l t i m o , le administró el beleño, como soporífico, y pro- m i n u i d a s , si el r e s u l t a d o d e su acción inmediata e n el o r g a -
dujo con él, u n a curación p r o n t a y r á p i d a . Si h u b i e r a podido nismo n o fuera e n u n todo s e m e j a n t e á aquel e s t a d o , como
sospechar q u e el uso del beleño determina la aparición d e la lian podido o b s e r v a r G . A l e x a n d e r , Cullen y Hoffmann?
m a n í a d e los celos e n u n a persona s a n a , y hubiese conocido la Los vinos g e n e r o s o s , t o m a d o s á p e q u e ñ a s d o s i s , c u r a n
ley h o m e o p á t i c a , única b a s e s e g u r a d e l a t e r a p é u t i c a , d e s d e el homeopáticamente la fiebre inflamatoria simple. C . Crivella-
principio h u b i e r a administrado a l enfermo el b e l e ñ o , y le h u - ü ( 3 ) , H Augenius ( 4 ) , A . Mundella ( o ) , y dos a u t o r e s a n ó -
b i e r a c u r a d o con s e g u r i d a d , evitándole l a s molestias de los r e - nimos (6 , nos h a n dejado e n s u s libros testimonios d e esta
medios , q u e n o siendo h o m e o p á t i c o s , n i n g ú n beneficio podían v e r d a d . Antes h a b i a c u r a d o Asclepiades (7) u n a inflamación del
c e r e b r o , con u n a pequeña cantidad d e vino. U n delirio febril
producirle.
con respiración e s t e r t o r o s a , parecido á l a e m b r i a g u e z que p r o -
L a s complicadas f ó r m u l a s que H e c k e r (4) empleó con r e s u l -
d u c e el v i n o , se curó en una sola noche, en que R a d e m a c h e r (8)
tado feliz e n u n caso d e contracción espasmódica d e los p á r p a - desesperado d e no aliviar con n i n g ú n medio á u n enfermo que
d o s , h u b i e r a sido completamente i n ú t i l , si l a casualidad no h u - t e m a con estos s í n t o m a s , le hizo t o m a r u n a corta cantidad d e
biese h e c h o e n t r a r e n ellas al b e l e ñ o , q u e según W e p f e r (4), vino. Y ¿dejarémos d e reconocer en esto el poder d e u n a i r r i t a -
p r o d u c e u n a afección a n á l o g a en l a s p e r s o n a s s a n a s . ción a n a l o g a medicinal?

(1) Edimb. med, comment, , dec. 11, B , v i , p . 2 6 3 .


(2) Opera t . i , p . 1 7 2 ; 1.11, p . 8 4 . '
(1) Memf. the med. soc of London, i v , obs. 8 .
(3) Tratalto deW uso e nwdo]di dure el vino nelle febri acute. Roma, 1 6 0 0
(2) Von der Kinkina, Schierling, Bilseukraut, u. s. W. Riga, 1 7 6 9 , p . 1 6 2 ,
(4) Epist. t . i i , lib. 2 e p . 8 .
Anh a n g .
(5) Epist. 1 4 . B á l . , 1 5 3 8 .
(3) H O F F E L A N D ' S Journnl, xix, n , p. 60.
(6) Ehf.nat. cur., dec. n , ann. 2 , obs. 53,-GazzeUe d e s a n t é , 1 7 8 8 .
(4) I b i d . i . p . 3 5 4 . (7) Cml. Aurel. Acul. 1 . 1 , c . 1 6 .
(5) De cicuta aquatica. Bai. 1 7 1 6 , p . 3 2 0 . (8) H D F F E L A N D ' S Journal, XVI, P . 9 2 .
c u a n d o á estos a c o m p a ñ a g r a n calor en la piel y dificultad d e
Una infusión f u e r t e d e the, causa palpitaciones d e corazon y t r a s p i r a r ; p e r o Liug i g n o r a b a que este efecto saludable del opio,
ansiedad á las personas no a c o s t u m b r a d a s á s u uso, p e r o t o m a - e r a debido á la facultad que e n sí mismo tiene esta sustancia de
do el the á p e q u e ñ a s dosis, e s u n excelente remedio contra l a producir e n el h o m b r e , en perfecta salud, síntomas morbosos
ansiedad y las palpitaciones, c u a n d o estas p r o c e d e n de o t r a s p a u - análogos, á despecho d e los a x i o m a s de la escuela alopática.
s a s , como lo h a c o m p r o b a d o G . L . Rail ( 1 ) . H a n existido, sin e m b a r g o , médicos, p o r c u y a imaginación h a
U n estado parecido á l a a g o n í a , e n el cual el e n f e r m o e x p e - pasado esta v e r d a d como u n r e l á m p a g o , p e r o 110 p o r eso h a n
r i m e n t a b a convulsiones q u e le p r i v a b a n del conocimiento, a l - s o s p e c h a d o , siquiera, la l e y homeopática. Alston ( 1 ) , dice que
t e r n a n d o con accesos de d i s n e a , suspiros e n t r e c o r t a d o s y e s t e r - el opio e s u n medio calefaciente, pero q u e no p o r eso deja d e
tores, con frío glacial e n todo el c u e r p o , lividez de los piés v; d e s e r apropiado p a r a m o d e r a r . e l c a l o r .
las m a n o s , y debilidad del pulso; conjunto d e accidentes a n á l o - De la G u e r e n n e ( 2 ) , hizo uso del opio e n u n a fiebre, a c o m -
go al que S c h w e i k e r t y otros h a n o b s e r v a d o , que resulta de l a p a ñ a d a d e violenta cefalalgia, c o n tensión y d u r e z a del pulso,
acción del opio, f u é t r a t a d o sin b u e n éxito al principio, p o r s e q u e d a d y dureza d e la piel, calor ardiente y sudores debili-
Stiitz (2), c o n el álcali, p e r o d e s p u e s c u r ó d e u n a m a n e r a p r o n - t a n t e s , i n t e r r u m p i d o s cada momento p o r la agitación contíuua
ta y d u r a d e r a con auxilio del opio. ¿Quién no v e a q u í el m é - en q u e el enfermo se h a l l a b a . Aquí el opio le dió u n resultado
todo homeopático p u e s t o en p r á c t i c a , a u n q u e ignorándolo el m u y f a v o r a b l e , pero i g n o r a b a que este ventajoso éxito, h a b i a
mismo que lo e m p l e a ? E l o p i o , s e g ú n Y i c a t , J . G . G r i m m , sido debido á la propiedad q u e el opio posee d e p r o d u c i r u n
y o t r o s , escita u n a g r a n d e y casi irresistible tendencia al s u e - estado febril a n á l o g o , e n l a s personas dotadas d e b u e n a salud,
ño con sudores a b u n d a n t e s y delirio comatoso. P u e s este f u é como lo h a n c o m p r o b a d o m u c h o s o b s e r v a d o r e s . E n u n a c a l e n -
el motivo principal p a r a q u e Osthoff ( 3 ) n o lo a d m i n i s t r a s e e n t u r a soporosa, en que el enfermo se h a l l a b a tendido, con los ojos
una fiebre epidémica, que p r e s e n t a b a síntomas m u y p a r e c i d o s a a b i e r t o s , r í g i d a s l a s e s t r e m i d a d e s , el pulso intermitente y p e -
estos, p o r q u e l a doctrina q u e este médico p r o f e s a b a l e prohibía queño , estertorosa y difícil la r e s p i r a c i ó n , h a b i e n d o también
perdido el uso d e la palabra-, síntomas todos p e r f e c t a m e n t e
t e r m i n a n t e m e n t e h e c h a r m a n o d e l opio e n semejantes c i r c u n s -
análogos á los que el mismo opio tiene l a v i r t u d d e p r o v o c a r ,
t a n c i a s . Sin e m b a r g o , a p u r a d o s i n f r u c t u o s a m e n t e todos los r e -
s e g ú n atestiguan Delacroix, R a d e m a c h e r , C r u m p e , Pyl, Yicat,
medios conocidos, y p e r s u a d i d o d e q u e i b a á m o r i r el e n f e r m o ,
S a u v a g e s y otros muchos-, esta sustancia fué la única que p r o -
adoptó el partido d e darle u n poco d e opio, cuyo efecto f u e t a n
dujo b u e n o s r e s u l t a d o s , y á l a que debió G . - L . H o f f m a n u (3),
saludable como debia s e r l o , s e g ú n l a l e y e t e r n a h o m e o p á t i c a .
la curación homeopática del e n f e r m o . W i r t h e n s o n ( 4 ) , S i d e n -
J . Lind ( 4 ) , declara q u e el opio q u i t a los dolores d e cabeza,

(1) Uber den Werth des homceopalhischen Heüf. Heidelberg, 1 8 2 4 , p . 7 5 . (1) Edimb. Versuchen, v . P . l , a r t . 1 2 .
(2) R Ó E M E » , Annalender Arsueimittellher, i, u , p . 0 .
(2). I I Ü F F E L A K D ' S Journal,-x, i v . (3) VonScharboch, Luslseuche, u . s . w . Munster, 1 7 8 7 , p . 2 9 5 .
(3^ En Salzb. med. ckirurg. Zeitung , 1 8 0 5 , n i , p . 1 1 0 .
(4) Opii vires fibra: cordis debilitare, etc. Munster, 1 7 7 5 .
(4) Vers. ueber die KraMeiten denen die Europagr in hcisen Iilimalen unlemor-
íen, sind. R i g a .
h a m (1) y M a r c u s (2) h a n l o g r a d o t a m b i é n c u r a r con el opio
m u c h a s fiebres letárgicas g r a v e s . La curación que o b t u v o De e n t r e todas l a s sustancias v e g e t a l e s , la q u e e n m a s pequeña do-
Meza (3) d e u n l e t a r g o , con el auxilio del opio, despues d e h a - sis p r o d u c e la constipación m a s f u e r t e y d u r a d e r a , f u e s e , sin
b e r inútilmente p r o b a d o otros m u c h o s medios, pudo alcanzarse, e m b a r g o , u n o d e los remedios m a s poderosos q u e p u e d e n u s a r -
en virtud de la p r o p i e d a d q u e esta sustancia tiene de p r o d u c i r el se e n l a s constipaciones, q u e p o n e n en g r a n riesgo la vida si-
l e t a r g o , en cuyo caso claro es q u e o b r ó h o m e o p á t i c a m e n t e . no f u e r a e n virtud d e la l e y homeopática t a n desconocida ' es
Despues d e m u c h o tiempo d e h a b e r m a r t i r i z a d o c o n remedios decir , si la n a t u r a l e z a no nos hubiese concedido medicamentos
inconducentes, es decir, no homeopáticos, á u n e n f e r m o , a t a c a - especiales, que por su propia acción de p r o d u c i r e n f e r m e d a d e s
do d e u n a afección nerviosa r e v e l d e , cuyos m a s culminantes artificiales, venciese las n a t u r a l e s a n á l o g a s ? El opio, cuya pri-
síntomas eran la insensibilidad y entorpecimiento de los b r a z o s , m e r a impresión es t a n eficaz p a r a constipar el v i e n t r e , f u é
de los m u s l o s , y d e l v i e n t r e . G . - C . Mathsei ( 4 ) , consiguió al también el único medio d e salvación q u e Tralles (1) encontró
fin su curación con el opio, q u e s e g ú n S t u f e , J . Y o u n g y otros, p a r a c u r a r u n a constipación, r e b e l d e hasta e n t o n c e s , á todos
los medios aconsejados p o r los A . A . , d e que v a habia echado
tiene l a virtud d e p r o d u c i r p o r su propia a c c i ó n , accidentes se-
m a n o inútilmente. Lentilius ( 2 ) , G . W . Wedel ( 3 ) , W i r t h e n -
mejantes d e g r a n i n t e n s i d a d ; de donde se d e d u c e e v i d e n t e m e n -
s o n , Bell, Heister y Richter ( 4 ) , h a n confirmado t a m b i é n la
t e , q u e en esta ocasion c u r ó e n v i r t u d de la ley homeopática. ¿A
eficacia curativa del opio en esta e n f e r m e d a d , a u n administra-
q u é d e b e atribuirse l a c u r a c i ó n del l e t a r g o , q u e c o n t a b a m u -
do solo. Bolín había aprendido, que-los opiados p o r sí solos p o -
chos d i a s , obtenida p o r Huffeland ( 5 ) , con la administración
• dian determinar l a evacuación d e los materiales coníenidos en
del opio, sino es a l a ley que r i g e l a Homeopatía, hasta h o y des-
los intestinos, en el cólico llamado miserere ( 5 ) ; y el g r a n d e
conocida ? U n a epilepsia q u e s e manifestaba solamente m i e n t r a s
H o f f m a n n a d m i n i s t r a b a , en los casos m a s peligrosos de esta e n -
dormia el enfermo, y De H a e n conoció q u e no e r a s u e ñ o n a t u r a l ,
f e r m e d a d , solamente el opio, unido á su licor anodino (6). ¿ Y
sino u n a especie d e epilepsia l e t á r g i c a , con respiración e s t e r t o -
podrían esplicarnos racionalmente este hecho y otros s e m e j a n -
rosa, semejante e n u n todo á la que el opio p r o d u c e e n l a s
t e s , todas l a s teorías que a b r i g a n los doscientos mil v o l ú m e n e s
p e r s o n a s s a n a s , cedió ú n i c a m e n t e á la administración d e este q u e pesan s o b r e l a tierra-, e l l o s , q u e no reconocen d e n i n g u n a
m e d i c a m e n t o , q u e t r a s f o r m ò el l e t a r g o e n sueño v e r d a d e r o y m a n e r a la l e y terapéutica d e la Homeopatía? ¿ S o n acaso s u s
r e p a r a d o r , librando a l e n f e r m o d e la epilepsia ( 6 ) . ¿Cómo h u - doctrinas l a s que p u e d e n llevarnos al descubrimiento d e esta
b i e r a podido suceder q u e el o p i o , q u e e s , como todos s a b e n ,

(1) Opii usus et abusus, sect. n , p . 2 6 0 .


(1) Opera, p . 6 5 4 . (2) Eph. nat. cur., dec. m , ann, 1 . A p p . p . 1 3 1 .
(2) Magazin fuer Therapie, 1.1, p . 7 . (3; Opiologia, p . 1 2 0 .
(3) Act. reg. soc. med. Hafn. n i , p . 2 0 2 .
(4) Anfangegruende der Wundarzneikunde, v, §. m.-Chronische Krankhexten.
(4) S T R Ü V E ' S Triumph. derHeilk, n i . Berlín, 1 8 1 6 , II, p . 2 2 0 .
(5) H U F F E L Á N D ' S Journal, xii, 1 . (5) De officio medici.
(6) Ratio medendi, v , p . 1 2 6 . (6) Medicin. ral. system. t . iv, t . II, p . 2 9 7 .
- ... % •/;79 ¿ fc .....
ley n a t u r a l , t a n ostensiblemente e s p r e s a d a e n todas l a s c u r a - lev n a t u r a l , d e b e coincidir con la semejanza homeopática, p a r a
ciones r e a l e s , p r o n t a s y d u r a d e r a s ? ¿ P u e d e n esas teorías c o n - que l a curación p u d i e r a verificarse (§. 1 5 2 ) . Considerada l a va-
ducirnos á administrar medicamentos p a r a c u r a r las e n f e r m e d a - cuna como medio h o m e o p á t i c o , no p u e d e s e r eficaz sino cuan-
d e s , tomando p o r guía la semejanza d e efectos e n el h o m b r e do se emplea antes d e q u e a p a r e z c a n las viruelas, q u e son m a s
sano con l o s síntomas q u e aquellas p r e s e n t e n ? De n i n g u n a enérgicas que ella. E m p l e a d a d e esta m a n e r a l a v a c u n a , p r o -
manera. duce u n a e n f e r m e d a d m u y análoga á la v i r u e l a , siéndola p o r
La sabina, administrada p o r R a v e (1) y W e d e k i n d ( 2 ) , h a consiguiente h o m e o p á t i c a ; y como el cuerpo h u m a n o n o p u e d e ,
coibido m e t r o r r a g i a s m u y graves-, y público es e n t r e los médi- g e n e r a l m e n t e h a b l a n d o , s e r atacado p o r segunda v e z d e u n a
cos, q u e este a r b u s t o p r o d u c e h e m o r r a g i a s u t e r i n a s y determi- enfermedad d e esta clase, se e n c u e n t r a p a r a e n adelante p r e -
n a el aborto en l a s m u j e r e s s a n a s . ¿ Q u i é n n o v e aquí l a l e y cabido del contagio d e la v i r u e l a ( 1 ) .
h o m e o p á t i c a , q u e m a n d a t r a t a r l a s e n f e r m e d a d e s similia si- Público e s , que la retención d e orina es uno de los sínlomas
milibus? m a s constantes que p r o d u c e la administración ó aplicación d e
¿El almizcle sería p o r v e n t u r a el ejercicio d e l a s v a r i a s c l a - las cantáridas, como h a sido suficientemente demostrado p o r
ses d e a s m a e s p a s m ó d i c o , c o m p r e n d i d a s b a j o l a denominación J . C a m e r a r i u s , B a c c i u s , Fabricio d e Hilden, F o r e e s t , J . L a n -
de a s m a d e M i l l a r , si no t u v i e r a e n sí m i s m a esta sustancia la z o n i , Y a n d e r Wiel y Werlhoff (2). P o r consiguiente, l a s c a n -
p r o p i e d a d d e escitar sofocaciones espasmódicas, sin tos , como t á r i d a s , administradas al interior y con ciertas precauciones,
h a o b s e r v a d o J . H o f f m a n n ? (3) deben ser u n remedio homeopático m u y precioso en los casos d e
Si l a l e y h o m e o p á t i c a n o f u e r a cierta y positiva, ¿cómo h a - retención dolorosa d e o r i n a . Y esto es lo q u e sucede efectiva-
m e n t e . Sin hacer mención d e los médicos g r i e g o s , q u e en v e z
bía l a vacuna d e p r e s e r v a r d e l a s v i r u e l a s ? E s t a s e n f e r m e d a -
de n u e s t r a s c a n t á r i d a s , emplean el melce cichorii d e F a b r i -
des tienen d e c o m ú n , sin c o n t a r c o n o t r a s relaciones d e s e m e -
cios, Capo di Y a c c a , Fabricio d e A q u a p e n d e n t e , Riedlin.
janza q u e l a s u n e n e n t r e s í : q u e n o se manifiestan m a s q u e
T . Bartholin ( 3 ) , Y o u n g ( 4 ) , Smitli ( 5 ) , R a y m o n d ( 6 ) , D e M e -
u n a vez e n el curso d e l a vida-, que d e j a n cicatrices i g u a l m e n t e
p r o f u n d a s ; que l a s dos p r o d u c e n l a tumefacción d e l a s g l á n d u -
las a x i l a r e s , u n a fiebre m u y parecida; l a rubicundez inflama-
(1) Posible nos parece también en algunos otros casos esta curación profilácti-
toria, como aureola d e c a d a grano, y ú l t i m a m e n t e , l a oftalmía y
ca ó preservadora. Los trabajadores en l a n a , creemos que pueden preservarse d e
las convulsiones. A u n l a v a c u n a destruiría l a v i r u e l a recien la sarna, llevando consigo azufre pulverizado; y la fiebre escarlatina, hallar su pre-
d e s a r r o l l a d a , es d e c i r , q u e c u r a r í a esta e n f e r m e d a d y a e x i s - servativo en la administración d e una pequeñísima dosis d e belladona.
t e n t e , si no la s u p e r a s e e n i n t e n s i d a d . P a r a d e t e r m i n a r este (2) Fragmenta deviribus medicamentorum jtositivis. H A I I X E M . Leipsick, 1 8 0 5 , i,
p. 8 3 .
efecto, no le falta m a s q u e u n g r a d o d e e n e r g í a , q u e , s e g ú n la (3) Epist. 4 , p . 3 4 5 .
(4) Phil. trans., n . 2 8 0 .
(1) Beobachtungen mil Schluesse, n , p . 7 .
(5) Medie, communications, ii, p . 505.
(2) Ü U F F E L A S D ' S , Journal, x , 1 , p . Ti.
(6) Auserles. Abhaudl. fuer jn'act. Acrzt., M,P. 300.
(3) .1Icd. ration, systcm., III, p . 9 2 .
za ( 1 ) , Brisbane ( 2 ) , y otros m u c h o s , h a n curado perfectamen-
W a l t e r (1). Pues en v i r t u d d e esta propiedad del azufre, es c o -
te con auxilio d e l a s c a n t á r i d a s , iscurias m u y dolorosas q u e n o mo h a podido c u r a r esta sustancia afecciones disentéricas ( 2 )
e r a n el resultado d e u n obstáculo mecánico. S i d e n h a m h a visto y u n tenesmo h e m o r r o i d a l , según Werlhoff ( 3 ) , y cólicos p r o -
p r o d u c i r s e los mejores efectos p o r este medio en casos a n á l o - ducidos p o r h e m o r r o i d e s , según R a v e ( 4 ) . Todo el m u n d o sabe
gos ; lo alaba m u c h o , y lo h u b i e r a usado de m u y b u e n a voluntad, q u e l a s a g u a s d e Toeplitz, como todas las sulfurosas templadas
si l a s tradiciones d e la e s c u e l a , que suponiéndose m a s sabia que y calientes, ocasionan la aparición d e u n exantema m u y p a r e -
la n a t u r a l e z a , o r d e n a demulcentes y relajantes e n s e m e j a n t e s cido á la s a r n a , q u e ataca á los t r a b a j a d o r e s e n l a n a . P u e s j u s -
c i r c u n s t a n c i a s , n o le h u b i e s e prohibido, contra su propia c o n - j u s t a m e n t e , p o r esta virtud homeopática de las a g u a s sulfurosas,
vicción, usar el remedio especifico homeopático ( 3 ) . Werlhoff, es p o r lo que son útiles p a r a la curación d e m u c h a s erupciones
p r i m e r o , y despues S a c h s d e L e w e n h e i m , Haíinaeus, B a r t h o - psoricas. ¿ H a b r á u n medio m a s sofocante que el v a p o r del azu-
lin y Lister h a n a d m i n i s t r a d o l a s cantáridas, á m u y cortas d o - f r e en combustión? P u e s Rouquet ( o ) tiene á este v a p o r como
sis, logrando con ellas h a c e r q u e d e s a p a r e c i e r a n síntomas m u y el medio m a s eficaz y s e g u r o p a r a volver la vida á las p e r s o n a s
manifiestos y g r a v e s q u e e m p e z a b a n á d e c l a r a r s e ( 4 ) . Este r e - asfixiadas p o r cualquiera otra c a u s a .
sultado lo h a n determinado l a s cantáridas, en v i r t u d de l a p r o - Los médicos ingleses, h a n hallado en el ácido nítrico, s e g ú n
piedad que g o z a n , según lo atestiguan casi todos los o b s e r v a - leemos en los escritos d e Beddoes y o t r o s , u n poderoso' r e m e -
dores , d e producir u n a iscuria dolorosa c o n a r d o r e n l a orina dio contra la salivación y l a s úlceras de la boca, producidas por
é i n f l a m a c i ó n d é l a u r e t r a ( W e n d t ) , y a u n p o r la sola a p l i c a - el uso del m e r c u r i o . E l ácido nítrico no h u b i e r a sido útil en
ción al e s t e r i o r , u n a especie d e g o n o r r e a inflamatoria ( W i c h - este c a s o , si e n sí mismo no tuviera la facultad d e producir la
mmann) (5). salivación y úlceras en la boca-, y esto no solo en virtud d e su
El uso interno del azufre, p r o d u c e m u y f r e c u e n t e m e n t e , e n administración al i n t e r i o r , sino aplicándolo en b a ñ o á la s u p e r f i -
l a s personas irritables, u n t e n e s m o , a c o m p a ñ a d o m u c h a s veces cie del c u e r p o , como h a n demostrado Scott (6) y Blair ( 7 ) .
de f u e r t e s dolores e n el hipogastrio y v ó m i t o s , como a f i r m a Alyon ( 8 ) , L u k e ( 9 ) , J . P e r r i a r ( 1 0 ) y G . Kellie ( 1 1 ) , h a n

(1) Prog. de sulphure et marte. Leipzick, 1 7 4 3 , p . o .


(1) Act. reg. soc. med. Hafn.,u, p . 302. (2) Med. National-Zeilung, 1798, p . 1 5 3 .
(2) Auserles. Fwlle, A l t e n b . 1 7 7 6 . (3) Observat. defebribus, p . 3, 6 .
(3) Opera, ed. Reichel, t . n , p . 1 2 4 . (4) H U F F E L A N D ' S , Journal, vii, n, p . 1 6 8 .
(4) Digo los síntomas m a s graves que empiezan á declararse, p o r q u e el e s - (o) Edimb. med. comment., ix.
t o del tratamiento exige otras consideraciones; p u e s , aun cuando h a y a gonorreas (6) H U F F E L A N D ' S Journal, iv, p . 353.
tan tijeras, que luego desaparezcan p o r sí mismas, y casi sin ningún auxilio, se (7) Acueste Efahrungen, G l o g . , 1 8 0 1 .
encuentran otras d e mas g r a v e d a d , principalmente aquellas que han venido á ser (8) Mém. déla Soc. d'emulation, i, p . 1 9 5 . '
t a n comunes desde las campañas de los franceses, y que se comunican por el coito, (9) Beddoes.
como la síGlis, aunque sean d e una naturaleza completamente distinta. (10) Sammlung auscrks. Abhandl. fuer pract, A e r z t . , n .
(5) Auswahl ausden Nurnberger gelehrten ünterhaltungen. i, p . 2 4 9 . (11) Ibid. x.x, i.
visto producirse ú l c e r a s en la b o c a , a c o m p a ñ a d a s de salivación,
plasto, magnético ó arsenical, de Angel Sala (1), contra los bubo-
como resultado del uso interior del ácido nítrico.
n e s pestilenciales y el c a r b u n c o , si el mismo arsénico 110 tuvie-
Fritze ( 1 ) h a visto p r o d u c i r s e u n a especie d e tétanos, p o r
se la propiedad d e c a u s a r t u m o r e s inflamatorios, con m a r c a d a
efecto d e un b a ñ o da potasa cáustica, y A . d e H u m b o l d t h a l o - tendencia á l a g a n g r e n a , según h a n vistoDegner (2) y Pfann (3),
g r a d o , con auxilio d e la sal d e t á r t a r o f u n d i d a , q u e es u n a es- y c a r b u n c o s y p ú s t u l a s m a l i g n a s , como h a n c o m p r o b a d o V e r -
pecie d e potasa semicáustica, a u m e n t a r s e l a irritabilidad y con- zascha (4) y Pfann ( 5 ) . ¿De dónde p r o c e d e la virtud curativa
tractilidad de los m ú s c u l o s , hasta el p u n t o d e ocasionar l a r i - del arsénico en a l g u n a s f o r m a s d e fiebres intermitentes-, v i r t u d
gidez tetánica ( 2 ) . L a virtud curativa q u e la potasa cáustica q u e atestiguan millares d e ejemplos, pero que a u n no se tiene
posee c o n t r a l a s v a r i a s clases d e t é t a n o s , e n l a s q u e Stutz y precaución b a s t a n t e en su aplicación práctica, y q u e p r e c o n i -
o t r o s m u c h o s l a h a n hallado t a n v e n t a j o s a , ¿podria esplicarse zada y a hace m u c h o s siglos p o r Nicolás M y r e p s u s , ha sido p l e -
de u n a m a n e r a m a s sencilla y v e r d a d e r a q u e p o r la v i r t u d q u e n a m e n t e c o m p r o b a d a despues p o r S l e v o g t , Molitor, Jacobi,
tiene este álcali d e producir esos efectos homeopáticos? J . C. B e r n h a r d t , F a u v e , Brera, D a n v i n , M a y , J a c k s o n J u n g k e n
El arsénico, c u y a influencia p o d e r o s a en el o r g a n i s m o d á lu- y F o w l e r , si n o estuviera f u n d a d a e n l a v i r t u d d e producir la
g a r á creer que p u e d e s e r mas t e r r i b l e en m a n o s d e u n i g n o - fiebre, que todos los o b s e r v a d o r e s , principalmente A m a t u s L u s i -
r a n t e , q u e útil y saludable e n l a s d e u n sabio-, el arsénico, t a n u s , D e g n e r , B u e h h o l z , H e u n y K n a p e h a n señalado entre
p u e s , n o h u b i e r a podido efectuar t a n t a s y t a n s o r p r e n d e n t e s los inconvenientes de. l a administración d e esta sustancia? Pare-
curaciones d e c á n c e r e s , s e g ú n testimonio d e i n n u m e r a b l e s m é - ce i n d u d a b l e que el arsénico es u n remedio eficacísimo c o n t r a í a
dicos, e n t r e los que citaré solamente á Falopio ( 3 ) , B e r n h a r - a n g i n a d e p e c h o , c o m o E . Alexander (6) a f i r m a , si se atiende á
di (4) y Roennow ( o ) , si este óxido metálico no gozase d e la que Tachenius, Guilbert, Preussius, Thilenius y Pyl lian visto que
virtud homeopática d e c a u s a r en l a s personas s a n a s , t u b é r c u l o s este óxido d e t e r m i n a b a u n a fuerte opresion de pecho, Griselius ( 7 )
m u y dolorosos y difíciles d e c u r a r , s e g ú n A m a t u s Lusita- u n a disnea sofocante, y Majault ( 8 ) , e n fin, accesos súbitos d e
nus ( 6 ) ; p r o f u n d a s ulceraciones d e m a l c a r á c t e r , s e g ú n H e - a s m a , a c o m p a ñ a d o s d e u n a g r a n postración de f u e r z a s . A
inreich ( 7 ) y K n a p e ( 8 ) , y ú l c e r a s c a n c e r o s a s , según í l e i n - L a s convulsiones que p r o d u c e el cobre, y , s e g ú n Tondi, R a m -
ze ( 9 ) . No estarían los a n t i g u o s t a n contestes e n elogiar el e m - s a y , F a b a s , Pyl y Cosmier, la ingestión d e alimentos ó bebidas

(1) HUFFELAND'S, Journal, x a . i, p . 1 1 6 . (1) Anatom. vitrioli, t r . JI. In Opp. med cliym., Francf., 1647, p. 3 8 1 ,
(2) Versuch ueber die gereizte MascM und Nervenfaser. Posen Berlin, 1 7 9 7 . 463.
(3) Deulceribus et tumoribus, lib. 2 . Yenec. , 1 5 6 3 . (2) Act. nat. cur., vi.
(4) Journal de méd., chir. et pharm,, L V I I , 1 7 5 2 . (3) Annalem der Staatsarzneykunde , loe. c i t .
(5) Konigl. vetensk. Handl. f . a. 1 7 7 6 . (4) Obs. medt. cent. B á l . , 1 6 7 7 , obs. 6 6 .
(6) Obs. etcur., cent, n , cur! 3 4 . (5) Sammlung merktcuerd. Fcelle. N u r e m b e r g . 1 7 5 0 , p . 1 1 9 - 1 3 0 .
(7) Act. nat. cur., H, obs. 1 0 . (6) Med. comm. ofEdimb'., dec. ii, t . i, p . 8 5 .
(8) Annalem der Staatsarztíeyk, i. i. (7) Mise. nat. cur., dec. i, an. 2 , p . 1 4 9 .
(9) H U F F E L A D ' S , Journal, 1 8 1 3 , setiembre, p . 4 8 . (8) Sammlung auserles. Abhandl. , va, i.
c a r g a d a s d e partículas cobrizas-, los ataques repetidos de e p i -
plomo tiene la facultad d e p r o d u c i r , como h a n podido o b s e r v a r
lepsia , q u e en presencia d e J . L a c e r n e ( 1 ) , lia determinado l a I h u m b e r g , Wilson, Luzuriaga y o t r o s , ¿no nos dice c l a r a m e n -
permanencia d e una moneda d e cobre introducida en el e s t ó m a - te q u e este metal posee l a virtud de c u r a r esas mismas afeccio-
go , y a l a vista d e Pfundel ( 2 ) , p o r la ingestión d é l a sal a m o - nes? P o r q u e este, lo mismo q u e todos los m e d i c a m e n t o s , d e b e n
niaco cobriza en l a s viás digestivas, esplican m u y c l a r a m e n t e su v i r t u d c u r a t i v a á l a facultad q u e poseen d e producir e n l a s
á los médicos q u e se tomen l a molestia d e r e f l e x i o n a r , p o r q u é personas dotadas de b u e n a s a l u d , síntomas análogos á los q u e
el cobre h a podido c u r a r l a corea , s e g ú n atestiguan R . \ \ i - presentan l a s e n f e r m e d a d e s que pueden c u r a r . P o r esta razón
lan ( 3 ) , W a l c k e r ( 4 ) „ Tliessink ( 5 ) y Delarive ( 6 ) ; p o r q u é e s , por lo q u e Angel Sala (1) h a c u r a d o con el plomo u n a especie
las preparaciones cobrizas h a n c u r a d o t a n f r e c u e n t e m e n t e de epi- de ileo, y J . Agrícola ( 2 ) , u n a constipación, q u e p o r su tena-
lepsia , según confirman los hechos citados por B a t t y , Baumcs, cidad comprometía m u y seriamente la vida del e n f e r m o . L a s
Bierling, B o e r h a a v e , C a u s l a n d , C u i t e n , D u n c a n , Feuerstein, pildoras s a t u r n i n a s , con las que m u c h o s médicos, C h i r a c , Van-
Hevelius, Lieb, M a g e n n i s , C . - F . Michaelis, R e i l , R u s s e l , Sti- Helmont, Naudeau, Pererius, Rivinus, Sydenham, Zacutus
s e r , Thilenius, W e i s s m a n n , W e i z e n b r e y e r , W h i t h e r s y o t r o s . L u s i t a n u s , Bloch y otros m u c h o s , h a n podido v e n c e r c o n s t i p a -
Si con el estemo h a n podido c u r a r P o t e r i u s , W e p f e r , F . ciones o b s t i n a d a s y la pasión iliaca, no o b r a b a n d e una m a n e r a
H o f f m a n n , R . A . B o g e l , T h i e r r y y Albrecht u n a forma d e ti- mecánica e n razón d e su peso, p o r q u e si este h u b i e r a sido el
sis, u n a fiebre héctica, u n asma mucoso y c a t a r r o s crónicos, motivo d e su eficacia, el o r o , cuyo peso específico es m a y o r
es p o r q u e esté metal posee la facultad cíe p r o d u c i r u n a especie que el del plomo, h u b i e r a sido preferible en estos casos-, sino q u e
de tisis, como Stahl (7) h a c o m p r o b a d o . Si el estaño no produje- o b r a b a n solamente como r e m e d i o , e n razón d e su cualidad s a -
r a en las p e r s o n a s s a n a s , dolores g a s t r á l g i c o s , como h a n o b s e r - t u r n i n a , y c u r a b a n homeopáticamente. Si Otton Tachenius y
vado Slhal (8) y Geischlaeger ( 9 ) , ¿ cómo h u b i e r a este último S a x t o r p h , h a n curado con el plomo hipocondrios epidémicos,
curado los violentos dolores d e estómago, q u e h a curado c o n preciso es r e c o r d a r que este metal tiende p o r sí mismo á p r o -
el auxilio d e este metal? ducir afecciones hipocondriacas , como p u e d e c o m p r o b a r s e en l a
descripción q u e hace Luzuriaga (3) d e s u s efectos p e r j u -
La obstinada y tenaz constipación, y la pasión iliaca q u e el
• .
diciales.

(1) Le morlis int. capitis. A m s t e r d . , 1 7 5 8 , p . 2 5 3 . No d e b e s o r p r o n d e r n o s que h a y a M a r c u s ( 4 ) curado e n p o -


(2) H Ü F F E L A N D ' S , Journal, n, p . 2 6 4 ; Burdacb, System, der Arzneien. i, Leip- co tiempo u n a hinchazón inflamatoria d e l a l e n g u a y f a r i n g e
zick, 1 8 0 7 , p . 2 8 4 .
con el mercurio, remedio, q u e , según la experiencia diaria y
(3) Samrnl. auserles. Ahhandl., x n , p . 6 2 .
(4) I b i d . xi, 3 , p . 6 7 2 .
(5) Waarnemingen, n.° 1 8 .
(6) R U I I N ' S , phys. med, Journal, 1 8 0 0 , enero p . 5 8 . (1) Opera, p . 2 1 3 .
(7) Mat. med., cap. 6, p . 8 3 . (2) Comment. in J. Poppiichym. med., Leipzick, 1 6 3 8 , p . 2 2 3 .
(8) Ibid. . (3) Recueil, period. de litterature, i, p . 2 0 .
(4) Magazin, n, n.
(9) Ü U F F E L A K D ' S , Journal, x, m , p . 1 6 5 .
de l a s m a s molestas ( 1 ) . ¿ N o ha logrado S a u t e r (2) la c u r a -
mil veces repetida p o r todos los médicos, tiene tendencia es- ción homeopática d e u n a inflamación ulcerosa de la b o c a , acom-
pecifica á p r o d u c i r la inflamación d e l a s p a r t e s i n t e r n a s d e la p a ñ a d a d e aftas y de u n a fetidez d e l aliento, parecida á la q u e
b o c a , no solamente en virtud de su administración a l interior, s i - se observa en el tialismo, prescribiendo u n a disolución d e s u -
no por sola s u aplicación, b a j o l a f o r m a d e u n g ü e n t o ó emplas- blimado corrosivo en g a r g a r i s m o s ? ¿No es u n a curación h o -
to , s o b r e cualquiera p a r t e d e l a superficie del c u e r p o , c o - meopática también la conseguida p o r Bloch ( 3 ) , haciendo des-
mo lian e x p e r i m e n t a d o D e g n e r ( 1 ) , F r i e s e ( 2 ) , Alberti (3), a p a r e c e r con p r e p a r a c i o n e s mercuriales l a s aftas b u c a l e s , s u -
Engel ( 4 ) y otros m u c h o s . La debilidad d e l a s facultades inte- puesto que dicha sustancia tiene entre sus propiedades especia-
lectuales ( S w e d i a n e r ) ( o ) ; l a estupidez ( D e g n e r ) (6) y l a e n a - les, la d e p r o v o c a r una especie particular de a f t a s , como a f i r -
genacion mental ( L a r r e y ) ( 7 ) , q u e s e h a n d e c l a r a d o como r e - m a n Schlegel (4) y T h . A c r e y ? (5)
sultados del u s o del m e r c u r i o , unidas á l a p r o p i e d a d casi e s p e - H e c k e r ( 6 ) h a usado con resultado feliz contra u n a caries
cífica q u e tiene este metal d e p r o d u c i r l a salivación, esplican por consecuencia d e l a s v i r u e l a s , m u c h a s mezclas d e m e d i c a -
cómo G . P e r f e t ( 8 ) h a c u r a d o d e u n a m a n e r a p e r m a n e n t e y m e n t o s , e n l a s que, p o r f o r t u n a p a r a el e n f e r m o , e n t r a b a el
radical con el m e r c u r i o , u n a p r o f u n d a melancolía, que a l t e r n a - m e r c u r i o , al que se c o m p r e n d e bien q u e cedió la e n f e r m e d a d ,
b a con u n flujo d e saliva a b u n d a n t e . ¿ P o r qué h a n dado t a n b u e n supuesto que el mercurio es u n o d e los pocos medicamentos
r e s u l t a d o los m e r c u r i a l e s á Seelig (9) e n l a a n g i n a , a c o m p a - q u e tienen la facultad d e producir la c a n e s , como desgraciada-
ñ a d a d e p ú r p u r a , y en o t r a s esquinencias d e c a r á c t e r g r a v e á mente lo acreditan tantos tratamientos mercuriales e x a g e r a d o s ,
Hamilton ( 1 0 ) , H o f f m a n n ( 1 1 ) , M a r c u s ( 1 2 ) , R u s h ( 1 3 ) , G o l - bien contra la sífiles, bien contra o t r a s e n f e r m e d a d e s ; entre
den (14), Railey y Michaelis? ( 1 5 ) . P o r q u e este metal evidente- muchos, los de G. P . Michaelis ( 7 ) . Este a g e n t e medicinal, t a n t e -
mente p r o d u c e e n l a s p e r s o n a s s a n a s u n a especie d e a n g i n a mible cuando se prolonga s u uso p o r m u c h o t i e m p o , ó en d o -
sis e x a g e r a d a s , y que llega á constituirse en causa d e t e r m i n a n -
(1) Act. nat. cur., vi, a p p .
(2) Geschichte und Versuche einer chirurg. Gesellschaft. Copenhag., 1 7 7 4 . (1) Se lia querido también curar el croup por medio del mercurio, pero casi
(3) Jurisprudentia medica, v, p . 6 0 0 . nunca s e lia conseguido; p o r q u e este metal n o e s capaz d e producir por sí mis-
(4) Specimina medica, Berlin, 1 7 8 1 , p . 9 9 . m o , en la membrana mucosa d e la traquea, u n cambio análogo á la modificación
(8) Traite des maladies vénér., H, p . 3 6 8 . particular que esta enfermedad imprime en ella. E l hígado de azufre calcáreo, q u e
(6) Loc. cit. escita la t o s , impidiendo la respiración, y mejor aun, como lo lie experimentado,
(7) Descript. de l'Egypte, 1 . 1 . la esponja tostada, obran d e una manera homeopática en sus efectos especiales, y
por consiguiente son muy eficaces, sobre todo en dosis muy fraccionadas.
(8) Amalen einer Austalt fuer Wahnsinnige. H a n o v . , 1 8 0 4 .
(9) H Ü F F E L A M > ' S , Journal, xvi, i, p . 2 4 . (2) H Ü F F E L A N D ' S , Journal, XII, N .

(10) Edimb. med. comment., ix, i, p . 8 . (3) Medie. Bemerk., p . 1 6 1 .


(4) H Ü F F E L A N D ' S , Journal, VII, 1 4 . ^ I F A R T IEQ*
(11) Medie. Wochenblatt, 1 7 8 , núm. i .
(12) Magazin fuer specielle Therapie, II, p . 3 3 4 . (5) Lond. med. journ., 1 7 8 8 . / .
(13) Medie, inquir, and observ., n ú m . 8 . (6) fluFFELAXD s, Journal, i, p . 3 6 2 .
(7) Ibid., 1 8 0 9 , VI, junio, p . 5 7 . "i ''
(14) Med. obs. and. inquir., n ú m . 1 9 , p . 2 1 1 .
(15) R I C H T E R S , chirurg. Biblioth., v, p . 7 3 7 - 7 3 9 .
te d e la caries, ejerce, sin e m b a r g o , una beneficiosa influencia
homeopática e n aquellas caries q u e suceden á las lesiones m e - ella u n a fiebre terciana, y Zetzel (1) y Willermoz (2), también
cánicas d e los h u e s o s , d e lo q u e nos h a n legado m u y terminan- h a y a n podido l o g r a r con su uso la curación radical d e fiebres
tes ejemplos J . Schlegel (1) , Foerdens (2) y J . M . Muller (3). c u a r t a n a s . Público es, que l a electricidad escita en los músculos
Las curaciones de caries, no v e n é r e a s , q u e h a n conseguido con contracciones, semejantes á los movimientos convulsivos. P u e s
el mercurio J . F . G . Neu ( i ) y J . D . Metzger (5) ', nos d a n una i>e S a u s ( 3 ) , producía p o r medio d e ella, t a n t a s veces como lo
p r u e b a concluyente d e la virtud curativa homeopática que g o - i n t e n t a b a , convulsiones d u r a d e r a s en el brazo de u n a joven q u e
za esta sustancia. se sometía al e x p e r i m e n t o . E n virtud d e esta facultad', que goza
Leyendo l a s o b r a s que t r a t a n d e l a electricidad, con aplica- la electricidad, De S a u s ( í ) y Francklin ( 5 ) , la h a n aplicado
ción á la t e r a p é u t i c a , sorprende, c i e r t a m e n t e , l a g r a n analogía con éxito feliz al tratamiento d e las convulsiones, v T h e d e n (6)
q u e existe entre l a s incomodidades y accidentes m o r b o s o s q u e h a conseguido con ella volver l a voz y la p a l a b r a / r e s t a b l e c i e n -
h a determinado este a g e n t e , y los síntomas del todo s e m e j a n - do t a m b i é n l a s d e m á s f u n c i o n e s , á una niña d e diez a ñ o s
tes, q u e h a curado homeopáticamente d e u n a m a n e r a p r o n t a y a la q u e u n r a y o h a b í a dejado m u d a , con parálisis del b r a z o iz-
q u i e r d o , movimiento continuo oscilatorio involuntario d é l a s
d u r a d e r a . Inmenso es el catálogo d e los a u t o r e s q u e h a n o b s e r -
piernas, y contracción espasmódica d é l o s dedos d e la otra ma-
v a d o , entre los efectos primitivos d é l a electricidad positiva, la
n o . T a m b i é n determina la electricidad u n a especie d e ciática
aceleración del pulso-, y Sauvages (6), Délas (7) y B a r i l l o n ( 8 ) ,
como h a n o b s e r v a d o Jallabert (7) y otro (8) -, p o r cuva razón
h a n visto accesos completos d e fiebre, causados por la electrici-
h a podido c u r a r homeopáticamente este imponderable* la r e f e -
d a d . La facultad q u e este imponderable tiene d e producir la
rida n e u r a l g i a , como lo h a n comprobado H i o r t b e r g , Lovet,
fiebre, es la causa á q u e debe atribuirse, el q u e Gardini (9),
A r r i g o n i , Daboueis, M a u d u y t , S y m e y W e s l e y . Muchos m é -
Wilkinson ( 1 0 ) , S y m e (11) y Wesley ( 1 2 ) , h a y a n curado con
dicos h a n curado una especie de oftalmía p o r medio d e la elec-
t r i c i d a d , es decir, p o r medio d e la virtud q u e esta posee d e
(1) H U F F E L A S D ' S , Journnl, v, p . 605-610. p r o d u c i r inflamaciones en los o j o s , como atestiguan l a s o b s e r -
(2) Ibid. s , ii. vaciones d e P . Dickson 9) y Bertholon ( 1 0 ) . P o r ú l t i m o , si la
(3) Obs. med chir., n , cas. 1 0 . . .. * i
( í ) Diss. med.pract. Gffittin., 1 7 7 6 .
(1) Berth. de St. Lazare, Medicinische Electricilal, Leipzvck, 1 7 8 8 , 1 . 1 , p. 5 2 .
(5) Adversaria, P . n , sect. 4 .
(2) Ibid. p . 250.
(6) Bertholon de St. Lazare, Medicinische Elektricilcet. Leipzick, 1 7 8 8 , t . i,
(3) Ibid. p . 274.
p. 239,240.
(4) Ibid.
(7) Ibid. p . 2 3 2 .
(5) Recueil sur l'clecl. medie, u, p . 386.
(8) Ibid. p . 2 3 3 .
(6) Neue Bemerkauger und Erfahrungen, m .
(9) Ibid. p . 2 3 2 .
(7) Experiences et observations sur, Uleclncité..
(10) Ibid. p . 2 5 1 .
(8) Philos. trans., v o l . 63.
(11) Ibid. p . 2 5 0 .
(9) BERTHOLON, loe. cit., p . 466.
(12) Ibid. p . 2 í 9 .
. (10) Loe. cit,, p . 296.
electricidad, aplicada p o r F u s h e l , h a curado v a r i c e s , esto lia miento homeopático ( 1 ) , pero sin conocer la lev en virtud d e
sido en virtud del poder q u e tiene p a r a d e t e r m i n a r l a aparición la cual se verifican y deben verificarse estas c ú r a l a
de t u m o r e s varicosos, como h a . c o m p r o b a d o J a l l a b e r t ( 1 ) . J » . pues d e la m a y o r importancia p a r a el bien del g é n e r o
Cuenta A l b e r s , que u n b a ñ o caliente á cien g r a d o s del t e r - h u m a n o , i n d a g a r cómo se h a n verificado, propiamente h a b l a n -
m ó m e t r o d e F a h r e n h e i t , hizo disminuir considerablemente el d o , estas curaciones, t a n notables por su r a r e z a , como por s ^ s
calor d e u n a fiebre a g u d a , y b a j a r al pulso veinte latidos p o r fectos sorprendentes. E l p r o b l e m a es d e g r a n d e Ínteres! Éf c
minuto. Lœffler lia r e c o n o c i d o , que los fomentos calientes s o n ivamente e n c o n t r a m o s , y los ejemplos que a c a b a n d e citarse
m u y útiles en l a s encefalitis, c a u s a d a s por l a insolación ó el ca- o d e m u e s t r a n suficientemente, que estas curaciones solo se h a n
lor d e l a s estufas ( 2 ) ; v Callisen (3) dice, q u e l a s afusiones d e hecho p o r medio d e medicamentos homeopáticos; esto es d e
a g u a caliente s o b r e l a c a b e z a , son el remedio m a s eficaz d e medicamentos que poseen la facultad d e producir u n es'tado
m o r b o s o , analogo á la enfermedad q u e s e t r a t a b a d e c u r a r
todos los que conoce, p a r a c u r a r las inflamaciones del c e r e b r o .
E s t a s curaciones se h a n hecho d e u n a m a n e r a pronta y d u r a -
• Haciendo abstracción d e aquellos casos, e n q u e los médicos
d e r a , p o r medio de medicamentos elegidos p o r casualidad en
ordinarios h a n llegado á conocer, n o p o r s u s propias i n d a g a -
contradicción con todos los sistemas y todas l a s terapéuticas d e
ciones, sino p o r el e m p i r i s m o d e l v u l g o , el remedio específico
de u n a e n f e r m e d a d , q u e s i e m p r e s e p r e s e n t a con los mismos
0 Creen
c a r a c t è r e s , p o r consiguiente, a q u e l c o n cuyo auxilio podían J t L ^ l t ^ ' Tler d e ,a piel l a materia d e , a
traspiración,
membrana
del frío d e l a f i p h r Á l ' ™ f * > Por enfriamientos, cuando en medi
c u r a r l a d e u n a m a n e r a d i r e c t a , como el m e r c u r i o en l a s enfer- del n o d e la fiebre dan a beber una infusión d e (lores d e saúco, planta q u e lie-
medades v e n é r e a s , el á r n i c a e n los d e s ó r d e n e s producidos pol- ne la facultad h o m e o p a t í a d e hacer que cese una fiebre semejante y d e réstabl -
c al enfermo cuya curación es tanto m a s pronta y mas segura, y sin sudor,
las contusiones, l a quina e n l a fiebre intermitente d e los p a n - c o a r t o menos beba d e esta infusión, y sin tomar otra cosa. Cubren muchas vece
t a n o s , los polvos d e a z u f r e e n l a sarna recien d e s a r r o l l a d a , etc.; d e cataplasmas calientes, y renovadas frecuentemente, los tumores, cuya inflama-
e s c e p t u a n d o , r e p i t o , estos c a s o s , v e r e m o s , casi sin escepcion, ción escesiva acompañada d e insoportables dolores, n o permite q u e la s u p u r a -
ción s e establezca : bajo la influencia d e este tópico, la inflamación n o tarda en
que los tratamientos d e l a s e n f e r m e d a d e s c r ó n i c a s , e m p r e n d i - c e d e r , los dolores d.sminuyen, y e l a b e e s o s e manifiesta, como se conoce por el
dos con t a n g r a n d e s a p a r i e n c i a s d e sabiduría p o r los p a r t i d a - aspecto reluciente, el tinte amarillo y la blandura que presentan. Creen entonces
r i o s d e l a escuela a n t i g u a , n o h a n tenido m a s resultado q u e haber reblandecido el tumor por la humedad, mientras que n o han hecho otra co-
sa mas que destru.r homeopáticamente el esceso d e inflamación, por el calor mas
a t o r m e n t a r los e n f e r m o s , a g r a v a r s u e s t a d o , y conducirlos en
uerte d e la cataplasma, y hacer posible, d e este modo, la pronta manifestación de
•último término al s e p u l c r o , imponiendo gastos ruinosos á s u s Ja supuración. ¿ P o r qué emplean con.ventaja, en algunas oftalmías, el óxido rojo
familias. (le mercurio, q u e constituye la base d e la pomada d e Saint-Ives, v q u e si s e
concede a alguna sustancia el poder d e inflamar el o j o , debe esta necesariamente
A l g u n a s veces, u n a p u r a casualidad l e s conducía al t r a t a - poseerle. ¿Es difícil conocer que obran aquí homeopáticamente? ¿Cómo u n poco'
de jugo d e perejil procuraría un alivio instantáneo en la disuria, tan frecuente
en los niños, y en la gonorrea ordinaria; principalmente t a n notable en los vanos
(i) Loe. cit. y dolorosos esfuerzos para orinar que la acompañan, si este jugo no posevese
(2) IIÜFPELANU'S, Journal M , p . 6 9 0 . por si mismo la facultad d e escitar, en los sugetos s a n o s , conatos dolorosos para
(3) Act. soc. med. I l a f n . , i v , p . 4 1 0 .
su tiempo-, m u c h a s veces sin saber lo que h a c í a n , ni por qué El cocinero que se q u e m a una m a n o , la presenta al fuego,
o b r a b a n de este m o d o , confirmando por los h e c h o s , y contra á cierta distancia, sin a t e n d e r al aumento de dolor que r e -
sulta al principio; p o r q u e la experiencia le h a e n s e ñ a d o , que,
su v o l u n t a d , la necesidad de la sola l e y n a t u r a l en terapéutica,
obrando así, p u e d e en m u y poco tiempo, y á veces en pocos
la de la H o m e o p a t í a ; ley á cuya investigación no h a n p e r m i -
m i n u t o s , c u r a r perfectamente la q u e m a d u r a y h a c e r que
tido e n t r e g a r s e h a s t a a h o r a las p r e o c u p a c i o n e s m é d i c a s , á p e -
sar del n ú m e r o infinito de hechos y de indicios q u e deberían
bre de Isopatia, y que algunas cabezas escéntricas miran .como el nec plus ultra
h a b e r inducido á su descubrimiento.
del arte de c u r a r , sin saber cómo podrán realizarlo.
La misma medicina doméstica, ejercida por p e r s o n a s e s t r e - Pero la cuestión toma otro a s p e c t o , si se juzgan concienzudamente estos ejem-
n a s á n u e s t r a p r o f e s i o n , a u n q u e d o t a d a s de u n juicio sano y de plos. Las fuerzas puramente físicas, son de una naturaleza diferente de las fuerzas
u n espíritu o b s e r v a d o r , h a b í a h a l l a d o , q u e el método h o m e o - dinámicas d e los medicamentos, en su acción en el organismo viviente.
E l calor y el frió del aire ambiente, del agua ó de los alimentos y b e b i d a s , no
pático era el m a s s e g u r o , el mas racional y el menos espuesto ejercen por sí mismos una influencia absolutamente perjudicial en un cuerpo sano.
á fatales equivocaciones. Una de las condiciones del sostenimiento d e la salud, es, que el frió y el calor a l -
Aplícase l a colicostra helada en los m i e m b r o s que a c a b a n de ternen , pero por sí solos no obran como medicamentos. Cuando en las enferme-
dades se conducen como medios c u r a t i v o s , no es en virtud de su esencia, ó por-
c o n g e l a r s e , ó b i e n se los frota con nieve (1). que sean sustancias por sí mismas perjudiciales, como lo son los medicamentos,
aun en las dosis mas fraccionadas, sino únicamente por razón de su cantidad, mas
orinar v casi imposibles d e satisfacer, y si por consiguiente, no curara homeopá-
ó menos considerable, es decir, por su grado d e temperatura; del mismo modo,
ticamente? La raiz d e saxífraga m a y o r , que promueve una abundante secreción
q u e , valiéndome d e un ejemplo de fuerzas puramente físicas, una masa de plomo
d e mucosidades en los bronquios y en la laringe, sirve p a r a combatir .con ex.to la
aplasta dolorosamente mi m a n o , no porque sea plomo, puesto que una lámina
angina llamada m u c o s a ; y también se detienen algunas metrorragias con una delgada d e plomo no produciría este e f e c t o , sino porque encierra mucho metal y
corta dosis de las hojas de s a b i n a , que poseen por sí mismas la propiedad de d e - es muy pesada.
terminar hemorragias u t e r i n a s ; en una y otra circunstancia se obra sin conocer a
Si pues el frió y el c a l o r , son útiles en ciertas afecciones del c u e r p o , tales c o -
lev homeopática. E l opio, q u e á c o r t a s dosis estriñe el vientre, se ha encontrado
mo las congelaciones y las q u e m a d u r a s , es solamente por razón del grado ; así
ser uno de los principales y mas seguros medios contra la const.pacion q u e acom-
t a m b i é n , solamente cuando llegan á un grado estremo, es cuando atacan la salud
paña á las hernias estranguladas y al Íleo, sin que este descubrimiento h a y a con-
del cuerpo.
ducido al d e la ley homeopática, cuya influencia era, sin embargo, en semejante
Una vez esto bien establecido, encontramos, que en los ejemplos sacados de la
caso t a n sensible. Se han curado úlceras n o venéreas de la g a r g a n t a , con cortas
práctica doméstica, no es la aplicación prolongada del grado del frió que ha con-
dosis d e m e r c u r i o , que entonces obraba homeopáticamente. Muchas veces se ha
gelado el miembro, el que le restablece isopálicaraeníe, puesto que muy lejos de
detenido la diarrea por medio del ruibarbo, que determina evacuaciones albinas.
e s t o , extinguiría la vida irremisiblemente, sino la de un frió aproximado tan solo
S e h a curado la rabia con la b e l l a d o n a , , q u e ocasiona una especie de hidrofobia. (homeopáticamente), y llevado poco á poco á una temperatura soportable. Así,
S e ha hecho cesar, como por encanto, el coma, t a n peligroso en las fiebres agudas, l a colicostra h e l a d a , que dentro de una habitación se aplica sobre un miembro
por medio de una corta dosis d e opio, sustancia dotada de virtudes calefacientes congelado, no t a r d a en deshelarse, en tomar por grados la temperatura de la h a -
v estupefacientes. ¡ Y despues d e tantos ejemplos que tan alto h a b l a n , se ven t o - bitación, y en curar también el miembro de una manera física homeopática. Igual-
davía médicos que persiguen la Homeopatía con un encarnizamiento, q u e solo de- m e n t e , una q u e m a d u r a , hecha en la mano con agua hirviendo, no cura volvien-
muestra una conciencia atormentada de remordimientos, en un corazon incapaz d o á aplicar agua h i r v i e n d o , sino solamente por medio de la acccion de un calor
d e enmendarse! , . .. , un poco menos v i v o , sumergiendo el miembro en un líquido calentado á sesenta
(1) M . L u x ha establecido sobre estos ejemplos, sacados d e la practica do- grados, cuya temperatura disminuye á cada instante, hasta nivelarse con la del
méstica , su método curativo per Ídem (wqualia aqualibm) que designa con el nom-
desaparezca c o m p l e t a m e n t e el dolor y la rubicundez (1).
la esencia de trementina ( 1 ) , y se c u r a n también en pocas h o -
O t r a s personas o b s e r v a d o r a s , p e r o i g u a l m e n t e e s t r a ñ a s á la
r a s , sabiendo b i e n , q u e los u n g ü e n t o s llamados r e f r e s c a n -
m e d i c i n a , por e j e m p l o , los b a r n i z a d o r e s , aplican s o b r e l a s q u e -
tes no producirían el mismo resultado en igual n ú m e r o de
m a d u r a s una sustancia que por sí m i s m a escita u n a sensación
de a r d o r semejante-, v . g . , el espíritu de vino (2) caliente, ó surgery, 1 7 8 9 ) respeta igualmente la experiencia, que indica los remedios h o -
meopáticos como los únicos eficaces. H é aquí el modo como se espresa: «El a l -
b o h o l es uno d é l o s mejores remedios contra las quemaduras d e todo género.
aposento. Del mismo m o d o , p a r a presentar otro ejemplo d e acción física, el do- »Cuando se aplica, parece, al principio, acrecentar el dolor (véase mas ade-
lor y la tumefacción, causados por un golpe recibido en la f r e n t e , disminuyen »lante, 1 6 4 ) , pero e s t e n o tarda en apaciguarse, y en ser reemplazado por un senti-
homeopáticamente cuando se apoya sobre dicha p a r t e , con energía al principio, y »miento agradable de calma. Nunca es tan poderoso este método como cuando
luego con una fuerza siempre decreciente, mientras que un golpe semejante al »se sumerge la parte en el alcohol; pero si no puede practicarse la inmersión , es
que los ha ocasionado, lejos de c a l m a r l o s , los aumentaríaisopáticamente. »menester tener la quemadura continuamente cubierta d e una compresa empapa-
P o r lo que respecta á los hechos que M . L u x refiere como curaciones isopáti- » d a en dicho líquido.» Yo a ñ a d o , que el alcohol caliente, y aun muy caliente,
c a s , tales como unas contracturas en el h o m b r e y una parálisis de los riñones alivia de una manera m a s pronta y mas cierta, porque es mas homeopático que
en un p e r r o , ocasionadas unas y otras p o r un enfriamiento, y que cedieron en el alcohol frió. Esto es lo que la experiencia confirma.
poco tiemqo al baño frió, no pueden esplicarse por la isopotía. Los accidentes (1) E . K e n t i s h , que tenia que curar obreros quemados , comunmente d e u n
que designan bajo el nombre de e n f r i a m i e n t o s , son atribuidos impropiamente al modo horrible , en las minas de ulla, por la esplosion d e gases inflamables, les
f r i ó , puesto que muy comunmente se ven s o b r e v e n i r , en los sugetos predispues- hacía aplicar esencia de trementina caliente ó alcohol, como el mejor medio que
tos , despues de la acción de una corriente rápida de a i r e , aun cuando ni siquie- se podia emplear en las quemaduras graves (Essay on burus, Londres, 1 7 9 8 ) .
ra fuese fresco. Los diversos efectos del b a ñ o frió en el organismo vivo en el es- Ningún tratamiento puede ser mas homeopático que e s t e , ni hay tampoco o t r o
tado de salud y d e e n f e r m e d a d , no pueden tampoco mirarse bajo un solo punto q u e sea mas eficaz.
d e vista, .para que sobre ellos pueda fundarse un sistema arriesgado. Que el m e - R e i s t e r , cirujano hábil y hombre de buena fé, recomienda también esta prácti-
dio mas seguro p a r a curar la mordedura d e las serpientes venenosas, sea el apli- ca, según su propia experiencia (Inslit. chirurg., 1.1, p. 3 3 3 ) ; ensalza la aplica-
car en la úlcera porciones de estos animales, como lo dice L u x , es una aserción ción d e la esencia d e trementina, de alcohol y d e cataplasmas, tan calientes como
que merece colocarse entre las fábulas que nos han trasmitido nuestros padres, pueda el enfermo soportarlos.
hasta que se haya confirmado por experimentos que no admitan d u d a . E n fin, P e r o nada demuestra mejor la admirable preeminencia del método homeopático,
q u e un hombre hidrófobo haya sido c u r a d o en Rusia, según se dice, administrán- es d e c i r , de la aplicación en las parles quemadas de sustancias que esciten por
dole la saliva d e un perro r a b i o s o , no es suficiente para inducir á un médico sí mismas una sensación de calor y de a r d o r , sobre el método paliativo, que
concienzudo á repetir semejante p r u e b a , ni p a r a justificar la adopcion d e un sis- consiste en hacer uso de medios refrigerantes y frigoríficos, como los experimen-
tema, tan poco verosímil, como el d e la isopatía. tos puros en q u e , para comparar los resultados de estos dos procedimientos con-
(1) Fernel ( T h e r a p . , lib. vi, c a p . 2 0 . ) consideraba ya la esposicion d e la trarios, s e h a n aplicado simultáneamente en un mismo s u g e l o y en quemaduras d e
parte quemada al f u e g o , como el medio m a s á propósito para hacer cesar el do- igual g r a d o .
lor. J . Hunter (on the blood, p . 2 1 8 ) cita los graves inconvenientes que resultan J . B e l l , teniendo que curar á una señora que se habia quemado ambos b r a -
del tratamiento de las quemaduras con el a g u a f r i a , y prefiere mucho el método zos con c a l d o , cubrió el uno con la esencia d e t r e m e n t i n a , y el otro le hizo s u -
d e aproximar las partes al fuego. En esto se separa de las doctrinas médicas tra- mergir en el agua fria. E l primero no causaba ya ningún dolor á la media hora,
dicionales, que prescriben los refrigerantes en la inflamación (contraria contrariis); mientras que el segundo continuó todavía doloroso por espacio de seis horas;
desde que lo separó del agua, experimentaba en él dolores mas agudos, y la c u -
porque la experiencia l e h a b i a enseñado, q u e un calor homeopático (similiasimi-
ración de este brazo exigió mucho mas tiempo que la del otro.
libus) era el medio mas saludable.
(2) Sydenham (Opera, p . 2 7 1 . ) d i c e , q u e las reiteradas aplicaciones del al- J . Anderson (en Kentish., loe. cit., p : 4 3 ) ha curado también una mujer q u e
cohol, sou preferibles á todo otro medio en las q u e m a d u r a s . B . Bell. (System, of se habia quemado la cara y brazos con manteca hirviendo. «Algunos minutos des-
meses, y que el a g u a fria no b a r i a m a s q u e e m p e o r a r el
medicamentos c u r a b a n las e n f e r m e d a d e s , por la virtud que «ro-
mal (1) "
zan de producir síntomas morbosos análogos (1)
Por poco a c o s t u m b r a d o q u e el s e g a d o r esté á los licores
Así el autor del libro f f c / í t o ' ™ ™ (2) que
f u e r t e s , j a m á s b e b e a g u a fria cuando el a r d o r del sol y la f a -
hace p a r t e de la coleccion de las o b r a s c o m p r e n d i d a s baio el
tiga del t r a b a j o le h a n ocasionado u n a fiebre a r d i e n t e : el p e -
n o m b r e de Hipócrates, dice estas notables p a l a b r a s : A I ¿ T ¿ Í ^ x
ligro de o b r a r a s í , le es bien conocido, y b e b e u n poco de
cualquier licor escitante, u n sorbo de a g u a r d i e n t e . La e x p e - VOU505 ^érat J V T ¿ i f M M ^poe(pe^eya ^

riencia, f u e n t e p u r a de t o d a ' v e r d a d , le h a convencido d é l a s v f n a t m r a i h ¿ r ó é p ì t n '¿fieT$ a s o v i p r á .

ventajas y de la eficacia de este procedimiento h o m e o p á t i c o ; y Médicos menos antiguos h a n conocido y p r o c l a m a d o la v e r -


el calor y el cansancio q u e e x p e r i m e n t a , no t a r d a en dismi- dad del método homeopático. Boulduc (3) llegó á comprender
que la propiedad p u r g a n t e del r u i b a r b o , era la causa de la f a -
nuirse (2).
cultad que esta raiz tiene de contener la d i a r r e a .
Médicos lian existido t a m b i é n , que h a n sospechado, que los
Detharding ha descubierto ( 4 ) , que la infusión de sen ali-
via los cólicos en los a d u l t o s , en virtud de la propiedad que
» p u e s , se cubrió la cara, que estaba muy roja y dolorosa con aceite d e tremen- tiene de producir cólicos e n las personas que gozan de b u e n a
»tina; en cuanto al b r a z o , la enferma lo habia ya sumergido en el agua f r i a , y salud.
»manifestó deseos d e esperar el efecto' de este t r a t a m i e n t o . Ál cabo d e siete llo-
Bertholon (5) dice, que la electricidad disminuye v a c a b a
a r a s , el rostro estaba mejor y la enferma muy aliviada. P o r lo que respecta al
»brazo, al r ; d e d o r del cual seliabia renovado continuamente el líquido, t e n i a e n
por hacer que desaparezca u n dolor m u y análogo al q u e ella
»él dolores vivos desde que lo sacó del a g u a , y la inflamación se habia aumenta - misma p r o d u c e .
»do manifiestamente. Al día s i g u i e n t e , supe que la enferma tenia grandes dolo- T h o u r y (6) a s e g u r a que la electricidad positiva acelera por
» r e s , la inflamación se habia estendido por encima del c o d o , se habian reven- si misma el pulso-, pero que también lo hace lento, cuando la
»tado muchas y g r a n d e s ampollas, y se habian formado gruesas escaras en el
»brazo y m a n o , que se cubrieron entonces con una cataplasma caliente. La cara
aceleración es escesi va p o r causa de la e n f e r m e d a d .
»no causaba la menor sensación dolorosa; mas fué preciso emplear los emolientes Stoerck (7) ha sospechado, q u e teniendo el estramonio l a p r o -
»por espacio de quince d i a s p a r a conseguir la curación del brazo.»
¿Quién no vé aquí la inmensa ventaja del tratamiento homeopático, es decir,
de un agente productor de los efectos semejantes á los del mismo m a l , sobre el (1) Al citar los siguientes pasajes d e escritores que han presentido la Homeo-
método antipático que prescribe la escuela antigua? patía, mí intención no es la d e probar la excelencia de este m é t o d o , que por sí
(1) J . Hunter no es el único q u e señala los graves inconvenientes del trata- mismo se establece, sino la d e evitar que me se acuse d e haber pasado en si-
lencio estas especies d e presentimientos, p a r a apropiarme la propiedad de la
miento de las q u e m a d u r a s por medio del agua fria. f a b r i c i o d e Hilden (De
idea.
combustmíbus libellus, Bal., 1 6 0 7 , cap. v, p . n.) asegura i g u a l m e n t e , que los
fomentos frios son muy perjudiciales en estos casos, puesto que producen efec- (2) Bal. 1 5 8 8 , p . 7 2 .
tos muy d e s a g r a d a b l e s , como la inflamación, supuración y á veces la gan- (3) Meni, de V Ac. roy., 1 7 1 0 .
grena. (í) Eph. nat. cur., cent. x. obs. 7 6 .
(2) Zimmermann (De l'Experiénce, t. n . ) nos enseña, que los habitantes de (5) Medicinische Elecktricitast, » . p . 1 5 y 2 8 2 .
(6) Mem. leída en la Aead. de Caen.
países cálidos lo usan con el mas feliz é x i t o ; y que acostumbran beber una corta
(7) Libell. de stramon, p. 8 .
cantidad de licor espirituoso cuando se sienten muy acalorados.
piedad d e d e s a r r e g l a r la moral y d e producir l a manía en l a s
personas s a n a s , se podría m u y bien administrar á los m a n i a -
cos , p a r a devolverles la r a z ó n , determinando u n cambio e n
sus ideas.
P e r o d e todos los médicos, aquel c u y a convicción b a j o este
p u n t o d e vista s e encuentra espresada d e u n modo m a s formal,
es la d e Danés Stlial ( 1 ) , q u e s e esplica e n los términos s i - O R G A M DE LA MEDICINA.
guientes : «La r e g l a admitida e n medicina, d e t r a t a r l a s e n f e r -
m e d a d e s p o r medios contrarios ú opuestos á los efectos q u e
»estas p r o d u c e n (contraria contrariis), es completamente falsa
»y a b s u r d a . Estoy persuadido, p o r e l contrario, q u e las e n f e r -
» m e d a d e s ceden á los agentes que Oéterminan u n a afección s e -
m e j a n t e (similia similibus); l a s q u e m a d u r a s , p o r medio del
»calor del fuego á q u e se a p r o x i m a l a parte-, l a s congelacio- 1 . La p r i m e r a , la esclusiva misión del médico, es la d e
» n e s , p o r l a aplicación d e nieve y d e a g u a f r i a ; l a s i n f l a m a - volver la salud á los enfermos ( 1 ) : esto es lo q u e se llama
»ciones y l a s contusiones, p o r medio d e los espirituosos. D e curar.
»este modo h e conseguido h a c e r d e s a p a r e c e r la disposición á La perfectibilidad del a r t e , consiste en restablecer la s a -
»las accedías con cortas dosis d e ácido sulfúrico, en casos en lud d e u n a m a n e r a p r o n t a , s u a v e y d u r a d e r a , s e p a r a n d o y
»que inútilmente se habían a d m i n i s t r a d o u n a multitud d e p o l - d e s t r u y e n d o totalmente la e n f e r m e d a d , d e l modo menos p e r j u -
»vos absorventes.» dicial , y por el camino m a s corto y s e g u r o , conduciéndose en
v i r t u d de inducciones fáciles d e c o m p r e n d e r .
A s í , p u e s , m a s d e u n a v e z se h a estado cerca d e l a g r a n
v e r d a d ; pero n u n c a se h a fijado bien l a atención e n ella-, y d e
(1) S u misión no e s , como h a n creido tantos médicos , que h a n gastado s u
este m o d o , l a precisa r e f o r m a q u e l a antigua terapéutica de- tiempo y sus fuerzas para alcanzar celebridad, la d e inventar sistemas, combinan-
bía sufrir p a r a d a r entrada al v e r d a d e r o a r t e d e c u r a r , á la do teorías y vanas hipótesis acerca d e la esencia íntima d e la v i d a , y la p r o d u c -
medicina positiva y c i e r t a , n o ha podido establecerse definitiva- ción d e las enfermedades en el interior invisible del c u e r p o ; ó la d e querer espli-
car incesantemente los fénomenos morbosos y su causa p r ó x i m a , que siempre
mente h a s t a nuestros dias. se nos ocultará, enredado todo esto en un laberinto d e abstracciones ininteligi-
bles, cuya pompa dogmática impone á los ignorantes, al paso que los enfermos
suspiran en vano por socorros. Bastantes desvarios científicos t e n e m o s , á los que
(1) J . H U M M E L , Conmment. de artliritide larri tartana, quam scorbutica, seu po-
se dá el nombre d e Medicina teórica ,' y p a r a los q u e se han instituido c á t e -
Aagra et sc.orbuto. B u d i n g . , 1 7 3 8 , p . 4 0 - 4 2 .
dras especiales. Tiempo es y a de q u e todos los que s e llaman médicos, cesen a l
fin d e engañar á la pobre humanidad con palabras q u e n a d a significan, y d e
que empiecen á obrar racionalmente, esto es, á consolar y curar en realidad á los
enfermos.
piedad d e d e s a r r e g l a r la moral y d e producir l a manía en l a s
personas s a n a s , se podría m u y bien administrar á los m a n i a -
cos , p a r a devolverles la r a z ó n , determinando u n cambio e n
sus ideas.
P e r o d e todos los médicos, aquel c u y a convicción b a j o este
p u n t o d e vista s e encuentra espresada d e u n modo m a s formal,
es la d e Danés Stlial ( 1 ) , q u e s e esplica e n los términos s i - O R G A M DE LA MEDICINA.
guientes : «La r e g l a admitida e n medicina, d e t r a t a r l a s e n f e r -
m e d a d e s p o r medios contrarios ú opuestos á los efectos q u e
»estas p r o d u c e n (contraria contrariis), es completamente falsa
»y a b s u r d a . Estoy persuadido, p o r e l contrario, q u e las e n f e r -
»medades ceden á los agentes que Oéterminan u n a afección s e -
m e j a n t e (similia similibus); l a s q u e m a d u r a s , p o r medio del
»calor del fuego á q u e se a p r o x i m a l a parte-, l a s congelacio- 1 . La p r i m e r a , la esclusiva misión del médico, es la d e
» n e s , p o r l a aplicación d e nieve y d e a g u a f r i a ; l a s i n f l a m a - volver la salud á los enfermos ( 1 ) : esto es lo q u e se llama
»ciones y l a s contusiones, p o r medio d e los espirituosos. D e curar.
»este modo h e conseguido h a c e r d e s a p a r e c e r la disposición á La perfectibilidad del a r t e , consiste en restablecer la s a -
»las accedías con cortas dosis d e ácido sulfúrico, en casos en lud d e u n a m a n e r a p r o n t a , s u a v e y d u r a d e r a , s e p a r a n d o y
»que inútilmente se habían a d m i n i s t r a d o u n a multitud d e p o l - d e s t r u y e n d o totalmente la e n f e r m e d a d , d e l modo menos p e r j u -
»vos absorventes.» dicial , y por el camino m a s corto y s e g u r o , conduciéndose en
v i r t u d de inducciones fáciles d e c o m p r e n d e r .
A s í , p u e s , m a s d e u n a v e z se h a estado cerca d e l a g r a n
v e r d a d ; pero n u n c a se h a fijado bien l a atención e n ella-, y d e
(1) S u misión no e s , como h a n creido tantos médicos , que h a n gastado s u
este m o d o , l a precisa r e f o r m a q u e l a antigua terapéutica de- tiempo y sus fuerzas para alcanzar celebridad, la d e inventar sistemas, combinan-
bía sufrir p a r a d a r entrada al v e r d a d e r o a r t e d e c u r a r , á la do teorías y vanas hipótesis acerca d e la esencia íntima d e la v i d a , y la p r o d u c -
medicina positiva y c i e r t a , n o ha podido establecerse definitiva- ción d e las enfermedades en el interior invisible del c u e r p o ; ó la d e querer espli-
car incesantemente los fénomenos morbosos y su causa p r ó x i m a , que siempre
mente h a s t a nuestros dias. se nos ocultará, enredado todo esto en un laberinto d e abstracciones ininteligi-
bles, cuya pompa dogmática impone á los ignorantes, al paso que los enfermos
suspiran en vano por socorros. Bastantes desvarios científicos t e n e m o s , á los que
(1) J . H U M M E L , Conmment. de artliritide larri tartarea, quam scorbutica, seu po-
se dá el nombre d e Medicina teórica , " y p a r a los q u e se han instituido c á t e -
Aagra et scorbuto. B u d i n g . , 1 7 3 8 , p . 4 0 - 4 2 .
dras especiales. Tiempo es y a de q u e todos los que s e llaman médicos, cesen a l
fin d e engañar á la pobre humanidad con palabras q u e n a d a significan, y d e
que empiecen á obrar racionalmente, esto es, á consolar y curar en realidad á los
enfermos.
3 . Cuando el médico d e s c u b r e lo que h a y digno d e c u r a r s e
en l a s e n f e r m e d a d e s , esto e s , en cada caso m o r b o s o individual revoluniones s o b r e v e n i d a s en su génio y c a r á c t e r , s u s o c u p a -
(indicación, conocimiento de la enfermedad)-, cuando adquiere ciones, s u método d e v i d a , s u s h á b i t o s , s u s relaciones d o m é s -
un conocimiento exacto y preciso del p o d e r curativo de los me- ticas y sociales, su e d a d , s e x o , e t c .
dicamentos, es decir, d e la v i r t u d de cada medicamento en par- 6 . El o b s e r v a d o r , atento y libre d e preocupaciones, c u a l -
ticular (conocimiento de las virtudes medicinales)-, c u a n d o quiera q u e sea el g r a d o d e talento d e q u e se halle dotado
guiado p o r lógicos y seguros razonamientos, s a b e elegir la s u s - conociendo la futilidad d e l a s indagaciones metafísicas, no
tancia, que p o r su virtud especial, es l a m a s a p r o p i a d a á cada acreditadas p o r la experiencia, no v e en cada enfermedad s i -
caso (elección del medicamento), adoptando p a r a ella la m a s no modificaciones en el estado del organismo del enfermo, a c c e -
conveniente forma d e p r e p a r a c i ó n , y aprecia l a dosis á q u e d e - sibles a los s e n t i d o s , señales d e e n f e r m e d a d , s í n t o m a s , a c c i -
b e a d m i n i s t r a r s e , decidiendo oportunamente e n qué c i r c u n s t a n - dentes, es decir, declinaciones del estado d e salud anterior
sentidas p o r el mismo e n f e r m o , y observados p o r el médico v
cias d e b e repetirse esta dosis-, en u n a p a l a b r a , c u a n d o h a c e
por las personas q u e le r o d e a n . E l g r u p o d e estos síntomas
aplicación tal d e lo que h a y d e curativo e n los medicamentos, á
a p r e c i a b l e s , r e p r e s e n t a la e n f e r m e d a d e n toda s u latitud v
lo que h a y ostensiblemente d e a n o r m a l e n el e n f e r m o , q u e d e -
constituye l a v e r d a d e r a y única f o r m a q u e d e ella puede con-
b a seguirse la curación-, y cuando e n cada caso especial, cono-
cebirse ( 1 ) .
ce á fondo los obstáculos que s e oponen al restablecimiento d e
la salud, y sabe destruirlos y separarlos, p a r a q u e este restable-
cimiento sea duradero-, entonces y solo entonces, se conduce d e (1) Yo no comprendo cómo h a podido suceder q u e en el lecho del enfermo
u n a m a n e r a racional en a r m o n í a con el objeto que se propone, s.n observar con cuidado los síntomas, y dirigiendo el tratamiento en s u conse-
y m e r e c e el título d e v e r d a d e r o médico. cuencia , s e h a y a creído que n o era preciso buscar, y que ni aun se sabria hallar
lo que en una enfermedad h a y que c u r a r , sino en el interior del organismo, q u é
4 . También el médico tiene l a misión d e c o n s e r v a r l a s a - es inaccesible a nuestros sentidos. N o concibo cómo se ha podido tener la ridi-
l u d , c u a n d o , conociendo l a s c a u s a s q n e la d e s a r r e g l a n , y p r o - cula pretensión d e conocer el cambio sobrevenido en este interior invisible, sin
atender a los s í n t o m a s ; d e volverle á las condiciones del órden normal p o r m e -
d u c e n y sostienen l a s e n f e r m e d a d e s , sabe s e p a r a r l a s del h o m - dio d e medicamentos desconocidos, y d e presentar este método como el solo
b r e sano. fundado y racional L o que se manifiesta á los sentidos por medio d e los síntomas,
5 . Guando se t r a t a d e l o g r a r la curación d e u n e n f e r m o , el ¿ n ó es pues para el médico la enfermedad en sí misma, puesto q u e jamás puede
verse el ser espiritual, la fuerza v i t a l , que crea esta e n f e r m e d a d , q u e nunca s e
médico d e b e hacer uso d e todo cuanto pueda i l u s t r a r l e , y a r e - tiene necesidad d e v e r l a , bastando para poder curarla la intuición d e sus efectos
lativamente á la causa ocasional m a s p r o b a b l e d e la e n f e r m e - morbosos? ¿ P u e s q u é mas quiere la escuela antigua con esta prima causa, q u e
d a d a g u d a , y a sobre l a s principales fases d e l a e n f e r m e d a d busca en el m t e n o r donde nuestros sentidos no alcanzan, mientras q u e despre-
cia la parte sensible y apreciable d e la e n f e r m e d a d , es d e c i f , los síntomas q u e
c r ó n i c a , q u e le p u e d a n conducir á e n c o n t r a r l a c a u s a f u n d a - nos hablan un lenguaje tan claro? «El médico que se entretiene en indagar co-
m e n t a l d e e s t a , debida s i e m p r e á u n m i a s m a crónico. E n estas r s a s ocultas en el interior del organismo, está espuesto á engañarse todos los
i n d a g a c i o n e s , d e b e tener m u y presente l a constitución física »días. Fero el homeópata, trazando con cuidado el cuadro fiel del grupo entero
» d e síntomas, se proporciona una guia, c o n q u e puede c o n t a r ; y cuando ha conse-
del enfermo, especialmente si se t r a t a de una afección crónica-, l a s
»guido hacer que desaparezcan todos los síntomas, ha destruido también con to-
7 . Gomo en u n a e n f e r m e d a d en q u e no h a y a q u e s e p a r a r u n a medios que su a r l e le p r o p o r c i o n a , p a r a c u r a r { ^ e n f e r m e d a d ,
causa, q u e ostensiblemente la h a y a producido, ó l a sostenga frasformándola en s a l u d .
[causa ocasional) ( 1 ) , no p u e d e a p r e c i a r s e otra cosa m a s q u e 8 . Ningún experimento es c a p a z , no solamente d e p r o b a r ,
los síntomas; así t a m b i é n es necesario no desatender, e n c u a n t o p e r o ni a u n de h a c e r s o s p e c h a r , que despues d e l a completa des-
nos sea posible, l a presencia d e u n miasma y l a s circunstancias aparición d e los síntomas a p r e c i a b l e s , q u e d e ó p u e d a q u e d a r
accesorias, ni q u e los síntomas solo nos sirvan d e n o r t e p a r a otra cosa m a s que la salud, y q u e no se h a y a destruido c o m p l e -
la elección de los medios curativos. E l conjunto d e los síntomas, t a m e n t e la forma m o r b o s a , que existia e n el interior del o r g a -
esta i m á g e n apreciable de l a esencia íntima d e l a e n f e r m e d a d , nismo ( 1 ) .
es d e c i r , d e l a lesión d e l a f u e r z a v i t a l , d e b e s e r el p r i m e r o y 9 . E n el estado d e s a l u d , l a fuerza vital que dinámicamen-
principal medio que nos indique el m e d i c a m e n t o necesario, y e l te a n i m a la p a r t e material del c u e r p o , tiene u n poder ilimitado,
único q u e determine la elección del remedio m a s conveniente sosteniendo todas las p a r t e s del organismo en u n a a r m o n í a h a -
p a r a destruir l a e n f e r m e d a d . E n u n a p a l a b r a , lo único d e q u e bitual , a d m i r a b l e , tanto r e l a t i v a m e n t e á los movimientos como
el médico d e b e o c u p a r s e e n cualquier caso particular d e e n f e r - á la sensibilidad; d e m a n e r a , q u e el espíritu dolado d e razón
m e d a d , e s d e l a totalidad de los síntomas q u e esta e s p r e s a ( 2 ) ; q u e reside e n nosotros, p u e d e e m p l e a r l i b r e m e n t e estos instru-
p o r q u e esto es t a m b i é n lo único que tiene q u e combatir con los m e n t o s ágiles y sanos p a r a cumplir con el objeto elevado d e
n u e s t r a existencia.
»»da seguridad la causa interna y oculta d e la enfermedad.»» ( R a u . l o e . c i t ,
»»p. 1 0 3 . ) perjudicial, cuanto que a t a c a n d o á u n síntoma aislado, únicamente se le comba-
(1) Público e s , que todo médico que raciocina, empieza siempre por separar tía con u n remedio opuesto (es d e c i r , d e una manera enantiopática y paliati-
la causa ocasional, d e manera que la enfermedad cede ordinariamente por sí mis- v a ) ; d e suerte que despues d é un alivio d e corta duración , s e le veia reaparecer
m a . P o r eso se quitan las flores demasiado olorosas, que causan el síucope y a c - mas grave q u e nunca.
cidentes histéricos; se estrae d e la cornea el cuerpo estraño; que produce u n a (1) Cuando un enfermo ha sido curado p o r un verdadero m é d i c o , d e m o -
oftalmía ; se levanta el apósito m u y a p r e t a d o , q u e amenaza la gangrena d e un do que n o quede la menor s e ñ a l , ni el sintonía mas lijero d e la enfermedad, y
miembro, para aplicarlo mejor d e n u e v o , s e pone á descubierto y se liga la arte- cuando lodos los signos d e la salud h a y a n reaparecido d e un modo duradero,
ria , cuya herida ha ocasionado una hemorragia alarmante ; s e trata d e d a r salida ¿puede s u p o n e r s e , sin ofender la inteligencia humana , que todavia la enfermedad
por medio d e l vómito á las b a y a s d e belladona introducidas en el e s t ó m a g o ; s e existe en el interior ? Esto e s , sin embargo , lo que pretende uno d e los princi-
estraen los cuerpos estraños introducidos en l a s aberturas del c u e r p o , la nariz, pales jefes d e la escuela a n t i g n a , I t u f f e l a n d , cuando dice q u e «la Ilomeopatía
la faringe, el oido, la u r e t r a , el recto, la vagina; se tritura la piedra en la vegi- p u e d e bien quitar los sintonías, pero que la enfermedad persiste.» ¿ O b r a así por
g a , se abre el ano imperforado del recien n a c i d o , e t c . despecho de los progresos que la Homeopatía hace para felicidad del género hu-
(2) N o sabiendo muchas veces la antigua escuela á qué otro medio recurrir, mano , ó porque todavía tiene u n a idea grosera d e la e n f e r m e d a d , y la c o n -
ha intentado combatir y suprimir con varios medicamentos uno solo d e los sín- sidera , n o como una modificación dinámica del organismo, sino como una
tomas producidos p o r las enfermedades. Este método conocido bajo el nombre d e cosa material, capaz d e quedar o c u l t a , despues d e c u r a d a , en algún rincón del
medicina sintomática, h a escitado con razón el desprecio g e n e r a l , n o solo p o r q u e interior del c u e r p o , y d e tener algún dia el capricho d e presentarse aun en m e -
no procura ninguna ventaja positiva, sino también porque d e ella resultan graves dio d e la salud mas floreciente? ¡ H a s t a donde llega la ceguedad d e la patología
inconvenientes. Un síntoma por sí solo, no constituye la enfermedad, á la mane- antigua! Con tales-antecedentes, n o es d e admirar que solo h a y a producido una
ra que una sola pierna, no constituye el hombre entero. E s t e método, era tanto mas terapéutica, cuyo único objeto es b a r r e r el cuerpo del pobre enfermo.
I — Y > -I J A^/T . V
< 1 ¿-C4 /ZJ3-S '- Af-'-'-f. MI- ' c •'
IOS
1 0 . El organismo material, destituido de la f u e r z a vital, n o
cambios apreciables, incompatibles con el estado n o r m a l de la
p u e d e sentir, ni o b r a r , ni ejecutar acto a l g u n o p a r a su propia
Aída, o la cesación de todo el a p a r a t o morboso apreciable s u -
conservación (1). Al ser inmaterial q u e le vivifica en el estado
pone , n e c e s a r i a m e n t e , y tiene como condicion precisa el r e s -
de salud y de e n f e r m e d a d , es ú n i c a m e n t e á quien debe el s e n -
tablecimiento de la fuerza vital á su integridad completa v la
timiento y el cumplimiento de sus funciones animales.
vuelta entera del organismo á la s a l u d .
11. Cuando u n a e n f e r m e d a d se a p o d e r a del h o m b r e , esta
fuerza v i t a l activa p o r sí m i s m a , y manifiesta en todas las p a r - 1 3 . Dedúcese de a q u í , que la e n f e r m e d a d , inaccesible á los
tes del c u e r p o , es la p r i m e r a q u e se resiente de l a intluencia procedimientos mecánicos de la cirujía, no es cosa distinta del
dinámica del a g e n t e hostil á la salud y á la v i d a . U n a vez des- todo viviente del organismo, y de la f u e r z a vital, inmaterial v
armonizada esta fuerza v i t a l , ella sola es la q u e p u e d e escitar oculta en el interior del c u e r p o , cualquiera q u e sea el g r a d o
al organismo las d e s a g r a d a b l e s sensaciones que experimenta, y de sutileza que p r e t e n d a atribuírsele. Esta idea solo p u e d e s e r -
minar en las. cabezas i m b u i d a s en las doctrinas del materialis-
determinarlo á e j e c u t a r las acciones a n o r m a l e s , que conocemos
mo Ella es la que por el espacio de m u c h o s siglos h a ido lle-
con el n o m b r e de e n f e r m e d a d . Siendo esta fuerza inaccesible
v a n d o . a la medicina por falsos y tortuosos c a m i n o s , s e p a r á n -
por sí m i s m a , y s o l a m e n t e a p r e c i a b l e por los efectos que p r o -
dola de su v e r d a d e r o destino.
d u c e en el organismo , no espresa ni p u e d e espresar su d e s a r -
monía , sino p o r la manifestación a n ó m a l a e n la m a n e r a de sen- 1 4 . E n t r e todos los cambios morbosos invisibles que t i e -
tir y de o b r a r de la p a r t e de l a organización accesible á los n e n l u g a r en el i n t e r i o r del c u e r p o h u m a n o , y c u y a curación
sentidos del o b s e r v a d o r y del médico, q u e es á lo que l l a m a m o s puede v e r i f i c a r s e , ninguno h a y que deje de insinuarse al o b -
síntomas. s e r v a d o r atento por medio de señales y síntomas bien a p r e c i a -
bles. La bondad infinitamente sabia del S u p r e m o C r e a d o r v
12. La f u e r z a v i t a l desarmonizada es l a que p r o d u c e las
conservador de la vida de los h o m b r e s , así lo ha dispuesto. '
enfermedades (2). Los fenómenos m o r b o s o s apreciables s o l a -
1 5 . El desacuerdo de la f u e r z a vital, que rige el o r g a n i s -
m e n t e por nuestros sentidos, nos d a n r a z ó n del cambio interno,
mo h u m a n o , a u n q u e invisible p a r a nosotros, no constituye en
ó mejor dicho, e s p r e s a n la totalidad del desacuerdo interior, en
efecto, m a s que una e n t i d a d , con el conjunto de síntomas que
u n a p a l a b r a , nos p o n e n de manifiesto toda la e n f e r m e d a d . P o r
produce esta fuerza en la organización, que hieren nuestros
consiguiente, la c u r a c i ó n , esto e s , la desaparición de todos los
sentidos y r e p r e s e n t a n la enfermedad existente. Aunque el o r -
ganismo es el instrumento material de la v i d a , no se le podría
(1) E s t á m u e r t o , y sometido desde entonces al ¡Dllujo del mundo físico es- concebir, si no fuese animado por la f u e r z a vital que lo rige de
t e r i o r ; se p u t r e f a c e , y se resuelve en sus elementos químicos. la misma m a n e r a que tampoco puede comprenderse esta fuerza
(2) D e ninguna utilidad sería al médico saber, y siempre lo 'ignorará, cómo
la fuerza vital determina al organismo á producir los fenómenos morbosos, es de-
vital aislada é independiente del o r g a n i s m o . Los dos no f o r m a n
cir, cómo produce la enfermedad. El Criador d e la vida no ha hecho accesible á m a s que un sér, a u n q u e nuestro entendimiento los divida p a r a
nuestros sentidos, mas que lo q u e es necesario conocer en la enfermedad, p a r a comodidad, en dos entidades distintas y s e p a r a d a s .
poderla curar. 1 6 . Siendo nuestra fuerza vital un poder dinámico, la i n -

fluencia sobre el organismo sano de los a g e n t e s hostiles, q u e hacer que simultáneamente desaparezca el estado morboso y el
vienen á p e r t u r b a r la armonía del juego de la v i d a , no p u e d e d e s a c u e r d o de la f u e r z a vital; esto e s , p a r a estinguir toda la
tampoco afectarla, sino de u n a m a n e r a p u r a m e n t e dinámica. e n f e r m e d a d misma (1). Destruir la e n f e r m e d a d , es restablecer
P o r esto, el médico puede solo r e m e d i a r estos desacuerdos (en- la s a l u d , única y esclusiva misión del médico, cuando está p e -
fermedades)-, valiéndose de sustancias que posean también f u e r - netrado de sus d e b e r e s , que consisten en socorrer á su p r ó j i -
. zas ó v i r t u d e s modificadoras d i n á m i c a s , ó v i r t u a l e s , cuya i m - mo , y no en disertar d o g m á t i c a m e n t e sobre lo que no es c o m -
presión p e r c i b e por medio de la sensibilidad n e r v i o s a , p r e s e n t e prensible p a r a el e n f e r m o , ni p a r a él m i s m o .
en todas p a r t e s . Por esto también, los medicamentos no pueden 1 8 . De esta eterna v e r d a d , q u e n a d a h a y en las e n f e r m e -
restablecer, y no restablecen la salud y la a r m o n í a de la v i - dades que deba atenderse p a r a su curación m a s que los sínto-
d a , sino o b r a n d o sobre ella d i n á m i c a m e n t e , despues que la ob- m a s , se infiere l ó g i c a m e n t e , que p a r a la elección del remedio
servación atenta de los cambios a p r e c i a b l e s por los s e n t i - no p u e d e h a b e r en ellos otra indicación m a s que el conjunto de
dos en el estado de la persona (conjunto de síntomas), h a s u - síntomas o b s e r v a d o s en cada caso p a r t i c u l a r .
ministrado al médico nociones tan completas de la e n f e r m e d a d , 1 9 . No siendo las e n f e r m e d a d e s m a s q u e cambios en el
como le son necesarias p a r a poder e m p r e n d e r con acierto la estado g e n e r a l del o r g a n i s m o , q u e se anuncian por medio de
curación. señales m o r b o s a s , y no pudiendo efectuarse la curación m a s
1 7 . El estado que sucede á la c o m p l e t a desaparición de lo- que por la conversión del estado de e n f e r m e d a d al de salud,
dos los síntomas y accidentes perceptibles de la e n f e r m e d a d , y concíbese, sin dificultad, que los medicamentos no podrían c u -
que coincide siempre con la estincion de las a n o m a l í a s i n t e r n a s r a r las e n f e r m e d a d e s , si no tuviesen la facultad de c a m b i a r el
en que se f u n d a b a la dolencia, es decir, la total destrucción de estado general del h o m b r e , q u e consiste en sensaciones y a c -
la enfermedad (1), p r u e b a , de u n a m a n e r a m u y t e r m i n a n t e , ciones, y en cuya única facultad se f u n d a su virtud c u r a t i v a .
que el médico solamente tiene q u e d e s t r u i r los s í n t o m a s , p a r a '20. P o r los solos esfuerzos de la inteligencia es imposible
reconocer en sí misma esta f a c u l t a d , oculta en la esencia ínti-
• . ma de los medicamentos- esta aptitud v i r t u a l , p a r a modificar
{1) Un sueño, un presentimiento, una visión fantástica, percibida por una
imaginación supersticiosa, una profecía solemne de una muerte infalible, á cierto
(1) El Soberano conservador de los hombres no podia manifestar su sabidu-
dia, á cierta hora, muchas veces han producido todos los síntomas de una en-
ría y su bondad en la curación de las enfermedades que les afligen, sino hacien-
fermedad incipiente y progresiva, las señales de una muerte próxima y la misma
do ver claramente al médico lo que tiene que quitar á estas enfermedades, para
muerte en el momento indicado; lo que no hubiera tenido lugar, si en el interior
destruirlas, y de este modo restablecer la salud. ¿Qué deberíamos pensar de su
del cuerpo no se hubiera verificado un cambio correspondiente al estado que se
Sabiduría y de su bondad, si, como lo pretende la escuela dominante, que supone
espresaba al esterior. Por la misma razón , en casos de esta naturaleza, á veces
llevar su mirada adivinadora á la esencia íntima de las cosas, lo que necesita cu-
se ha llegado, bien engañando al enfermo, ya persuadiéndole, en contra de su
rarse en las enfermedades, estando envuelto en una mística oscuridad, y encer-
creencia, á disipar todos los signos morbosos que anunciaban la aproximación cié
rado en el interior oculto del organismo, el hombre se viese por esta misma ra-
la muerte, y á restablecer la salud; lo que no hubiera podido suceder, si el re-
zón reducido á la imposibilidad de reconocer el mal, y por consiguiente de cu-
medio moral no hubiese hecho cesar los cambios morbosos internos y estemos,
rarlo?
euvo resultado debia ser la muerte.
fluencia sobre el organismo sano de los a g e n t e s hostiles, q u e hacer que simultáneamente desaparezca el estado morboso y el
vienen á p e r t u r b a r la armonía del juego de la v i d a , no p u e d e d e s a c u e r d o de la f u e r z a vital; esto e s , p a r a estinguir toda la
tampoco afectarla, sino de u n a m a n e r a p u r a m e n t e dinámica. e n f e r m e d a d misma (1). Destruir la e n f e r m e d a d , es restablecer
P o r esto, el médico puede solo r e m e d i a r estos desacuerdos (en- la s a l u d , única y esclusiva misión del médico, cuando está p e -
fermedades)-, valiéndose de sustancias que posean también f u e r - netrado de sus d e b e r e s , que consisten en socorrer á su p r ó j i -
. zas ó v i r t u d e s modificadoras d i n á m i c a s , ó v i r t u a l e s , cuya i m - mo , y no en disertar d o g m á t i c a m e n t e sobre lo que no es c o m -
presión p e r c i b e por medio de la sensibilidad n e r v i o s a , p r e s e n t e prensible p a r a el e n f e r m o , ni p a r a él m i s m o .
en todas p a r t e s . Por esto también, los medicamentos no pueden 1 8 . De esta eterna v e r d a d , q u e n a d a h a y en las e n f e r m e -
restablecer, y no restablecen la salud y la a r m o n í a de la v i - dades que deba atenderse p a r a su curación m a s que los sínto-
d a , sino o b r a n d o sobre ella d i n á m i c a m e n t e , despues que la ob- m a s , se infiere l ó g i c a m e n t e , que p a r a la elección del remedio
servación atenta de los cambios a p r e c i a b l e s por los s e n t i - no p u e d e h a b e r en ellos otra indicación m a s que el conjunto de
dos en el estado de la persona (conjunto de síntomas), h a s u - síntomas o b s e r v a d o s en cada caso p a r t i c u l a r .
ministrado al médico nociones tan completas de la e n f e r m e d a d , 1 9 . No siendo las e n f e r m e d a d e s m a s q u e cambios en el
como le son necesarias p a r a poder e m p r e n d e r con acierto la estado g e n e r a l del o r g a n i s m o , q u e se anuncian por medio de
curación. señales m o r b o s a s , y no pudiendo efectuarse la curación m a s
1 7 . El estado que sucede á la c o m p l e t a desaparición de lo- que por la conversión del estado de e n f e r m e d a d al de salud,
dos los síntomas y accidentes perceptibles de la e n f e r m e d a d , y concíbese, sin dificultad, que los medicamentos no podrían c u -
que coincide siempre con la estincion de las a n o m a l í a s i n t e r n a s r a r las e n f e r m e d a d e s , si no tuviesen la facultad de c a m b i a r el
en que se f u n d a b a la dolencia, es decir, la total destrucción de estado general del h o m b r e , q u e consiste en sensaciones y a c -
la enfermedad (1), p r u e b a , de u n a m a n e r a m u y t e r m i n a n t e , ciones, y en cuya única facultad se f u n d a su virtud c u r a t i v a .
que el médico solamente tiene q u e d e s t r u i r los s í n t o m a s , p a r a '20. P o r los solos esfuerzos de la inteligencia es imposible
reconocer en sí misma esta f a c u l t a d , oculta en la esencia ínti-
• . ma de los medicamentos- esta aptitud v i r t u a l , p a r a modificar
{1) Un sueño, un presentimiento, una visión fantástica, percibida por una
imaginación supersticiosa, una profecía solemne de una muerte infalible, á cierto
(1) El Soberano conservador de los hombres no podia manifestar su sabidu-
dia, á cierta hora, muchas veces han producido todos los síntomas de una en-
ría y su bondad en la curación de las enfermedades que les afligen, sino hacien-
fermedad incipiente y progresiva, las señales de una muerte próxima y la misma
do ver claramente al médico lo que tiene que quitar á estas enfermedades, para
muerte en el momento indicado; lo que no hubiera tenido lugar, si en el interior
destruirlas, y de este modo restablecer la salud. ¿Qué deberíamos pensar de su
del cuerpo no se hubiera verificado un cambio correspondiente al estado que se
Sabiduría y de su bondad, si, como lo pretende la escuela dominante, que supone
espresaba al esterior. Por la misma razón , en casos de esta naturaleza, á veces
llevar su mirada adivinadora á la esencia íntima de las cosas, lo que necesita cu-
se ha llegado, bien engañando al enfermo, ya persuadiéndole, en contra de su
rarse en las enfermedades, estando envuelto en una mística oscuridad, y encer-
creencia, á disipar todos los signos morbosos que anunciaban la aproximación de
rado en el interior oculto del organismo, el hombre se viese por esta misma ra-
la muerte, y á restablecer la salud; lo que no hubiera podido suceder, si el re-
zón reducido á la imposibilidad de reconocer el mal, y por consiguiente de cu-
medio moral no hubiese hecho cesar los cambios morbosos internos y estemos,
rarlo?
euvo resultado debia ser la muerte.
el estado del cuerpo h u m a n o , y p a r a c u r a r las e n f e r m e d a d e s .
Solo por medio de la experiencia, y de la observación de los tural que se quiere c u r a r . Sigúese también de e s t o , q u e p a r a
efectos que p r o d u c e , influyendo en el estado general de la eco- estinguir la totalidad de síntomas de una e n f e r m e d a d es m e -
n o m í a , se puede c o n o c e r l a , y tener u n a idea c l a r a , no de su nester b u s c a r u n medicamento que tenga tendencia á p r o d u c i r
esencia, pero sí de su v i r t u a l i d a d . síntomas semejantes, ó contrarios, según cual sea el medio que
2 1 . Siendo, p u e s , imposible a p r e c i a r en sí misma la esen- la experiencia nos enseñe que es el m a s fácil, m a s cierto v m a s
cia curativa de los m e d i c a m e n t o s , cosa que nadie se a t r e v e r í a d u r a d e r o de quitar los síntomas de la enfermedad, va el dé opo-
á d u d a r , y no pudiendo tampoco los experimentos hechos en ner a ellos síntomas medicinales semejantes, ó contrarios (1).
personas s a n a s , a u n los ejecutados por o b s e r v a d o r e s los m a s 2 3 . Todos los e n s a y o s , hechos-con c u i d a d o ; todos los e x -
hábiles y perspicaces, d a r n o s á conocer en los medicamentos p e r i m e n t o s , ejecutados con proligidad y e x a c t i t u d , nos d e -
otra cosa, m a s que la facultad que poseen de producir ciertos m u e s t r a n , q u e los síntomas m o r b o s o s continuos, lejos de p o -
cambios en el estado g e n e r a l de la e c o n o m í a , sobre todo en el d e r ser vencidos y estinguidos por los síntomas medicinales
h o m b r e s a n o , en el que p r o d u c e n m u c h o s síntomas m o r b o s o s opuestos, como los que escita el método antipático, e n a n t i o p á -
bien c a r a c t e r i z a d o s ; d e b e m o s inferir de a q u í , q u e al o b r a r los t ' c o , o paliativo, r e a p a r e c e n , por el contrario, m a s intensos
medicamentos como r e m e d i o s , no p u e d e n ejercer su virtud cu- que a n t e s , y se a g r a v a n de un modo m u v manifiesto, despues
rativa , sino en virtud, de la facultad que poseen de modificar el que habían parecido c a l m a r s e por a l g ú n tiempo (§. 5 8 , 6 2 y 6 9 ) .
estado g e n e r a l del o r g a n i s m o , dando origen á síntomas e s p e - No q u e d a , p u e s , otro medio de e m p l e a r los m e d i c a -
ciales propios. Por consiguiente, es necesario fijar la atención mentos con criterio y seguridad de b u e n r e s u l t a d o , m a s que el
tan solo en los accidentes m o r b o s o s que los medicamentos p r o - método h o m e o p á t i c o , q u e e n s e ñ a , p a r a dirigirse con acierto
ducen en el h o m b r e s a n o , como la única manifestación posible contra ía universalidad de los sistemas de cada caso morboso
de la virtud curativa que g o z a n , si se quiere saber cuáles e n - p a r t i c u l a r , b u s c a r , entre todos los m e d i c a m e n t o s , aquel c u y a
fermedades p u e d e cada medicamento c u r a r .
(1) El otro m o d o , diferente de estos d o s , de emplear los medicamentos con-
2 2 . Como en las e n f e r m e d a d e s no a p a r e c e n a d a que sea
as enfermedades, es el método alopático, aquel que administra remedios, que
necesario destruir, m a s que el g r u p o de los síntomas que la producen síntomas sm ninguna relación directa con la enfermedad, no siendo se-
e s p r e s a n ; como n a d a tampoco se d e s c u b r e en los m e d i c a m e n - mejantes, ni opuestos, s.no absolutamente heterogéneos. Ya he demostrado en la
tos , m a s que la facultad de producir síntomas morbosos en los introducción, que este método es una imitación grosera y nociva de los esfuer-
zos imperfectos del impulso ciego y puramente instintivo que la fuerza vital, per-
h o m b r e s sanos, y de hacerlos d e s a p a r e c e r en los enfermos-, de- turbada por alguna fatal influencia, promueve, para salvarse, escitando y soste-
dúcese de a q u í , que los medicamentos no t o m a n el c a r á c t e r de niendo una enfermedad en el organismo; pues la fuerza vital solo ha sido creada
r e m e d i o s , v que solo estinguen las e n f e r m e d a d e s , escitando para sostener la armonía en el organismo, mientras dura la salud; pero una vez
desarreglada, no es ya apta para restablecerse en el estado normal. Sin embar-
ciertos accidentes ó s í n t o m a s ; ó , p a r a espresarnos m a s c l a r a -
go, y a pesar de sus inconvenientes, la escuela actual se sirve de este método
m e n t e , produciendo una e n f e r m e d a d artificial, que d e s t r u y a hace tantos siglos, que el verdadero médico no puede callar las opresiones que
los síntomas y a existentes, que constituyen la enfermedad n a - ha sufrido el género humano, durante millares de años, b a j o l o s gobiernos abso-
lutos y despóticos.
acción se conozca con precisión y exactitud e n el h o m b r e sano,
sido el f u n d a m e n t o d e toda v e r d a d e r a c u r a c i ó n . Esta l e y puede
y que esté dotado d e la facultad d e producir u n a enfermedad
f o r m u l a r s e a s í : una enfermedad dinámica en el organismo vi-
artificial, semejante á la n a t u r a l q u e se tiene á la vista.
viente , se vence y destruye de un modo duradero por otra mas
2 5 . La única guía infalible del a r t e d e c u r a r , la e x p e r i -
fuerte, siempre que esta, sin ser de la misma especie que ella,
mentación p u r a ( 1 ) , nos enseña, e n todos los ensayos v e r i f i c a -
se le asemeje mucho en la manera de manifestarse (1).
dos con esmero y e x a c t i t u d , q u e el medicamento, que o b r a n d o
2 7 . El poder curativo de los m e d i c a m e n t o s , se deriva
en h o m b r e s e n estado d e completa s a l u d , ha producido sínto-
(§. 1 2 - 2 6 ) de la virtud q u e ellos tienen en sí mismos de producir
m a s semejantes á los q u e presenta l a enfermedad q u e se i n -
sintomas semejantes á los d e la e n f e r m e d a d , y d e u n a energía
tenta c u r a r , goza t a m b i é n en realidad la v i r t u d , cuando se
s u p e r i o r á la d e estos. De donde se sigue, q u e la enfermedad
emplea e n dosis suficientemente a t e n u a d a s ; d e destruir d e u n a
no p u e d e ser d o m i n a d a , destruida y c u r a d a d e u n a m a n e r a se-
m a n e r a p r o n t a , d u r a d e r a y r a d i c a l , la universalidad d e l o s
g u r a , p r o n t a , d u r a d e r a y r a d i c a l , sino p o r medio d e la virtud
síntomas del presente caso m o r b o s o , e s decir (§. 6 - 1 6 ) , la
de u n medicamento, que sea capaz d e producir u n g r u p o de sín-
e n f e r m e d a d toda entera; t a m b i é n nos enseña, q u e todos los me-
t o m a s , semejante á la totalidad d e los d e a q u e l l a , y dotado al
dicamentos c u r a n l a s e n f e r m e d a d e s q u e presentan síntomas que
mismo tiempo d e u n a e n e r g í a superior á la que ella t e n g a .
se asemejen en lo posible á los q u e ellos tienen la facultad d e
escitar, y q u e cuando e s completa l a s e m e j a n z a , no h a y enfer-
m e d a d que no ceda á su acción. (1) Asi es como se tratan los males físicos y morales. ¿Por qué desaparece el
brillante Júpiter en el crepúsculo d e la m a ñ a n a , de los nervios ópticos del q u e
2 6 . Este fenómeno se f u n d a e n la ley. n a t u r a l que rige l a le comlempla ? P o r q u e un poder s e m e j a n t e , pero mas fuerte, los primeros albores
H o m e o p a t í a ; l e y desconocida h a s t a h o y , a u n q u e a l g u n a vez se del di.a, obra entonces en sus órganos. ¿ Q u é se hace para calmar los nervios ol-
h a y a sospechado y entrevisto, y a u n q u e en todos tiempos h a y a fatorios, ofendidos por olores desagradables? Tomar t a b a c o , que afecta la nariz
de un modo semejante, pero mas fuerte. Ni con la música, ni con cualquiera e s -
pecie d e dulces, se podría curar el disgusto del o l f a t o , porque estos objetos son
(1) N o hablo d e una experimentación, semejante á la que tanto lisonjea á relativos á los nervios d e otros sentidos. ¿ P o r qué medio se sofocan en el oido
nuestros prácticos vulgares, despues que por espacio de tantos años han combatido compasivo d e los concurrentes, los lamentos del infeliz condenado al suplicio d e
con una porcion d e recetas complicadas, una multitud d e enfermedades, que j a - los azotes? Con el agudo sonido del p i t o , unido al ruido del t a m b o r . ¿Con q u é
más se han tomado la pena d e examinar con atención, pero q u e fieles á los e r - medio se modera el ruido lejano del cañón e n e m i g o , q u e causaría terror en el
rores d e la escuela, lian creido que eran suficientemente conocidas con solo saber alma del soldado ? Con el eco d e los tambores, las trompetas y los clarines. Esta
e l nombre que la patología las señalaba, y creyendo ver en ellas u n principio compasion y este terror no hubieran podido reprimirse con las arengas , ni con
morbífico imaginario, ó alguna otra anomalía interna, n o menos hipotética. A la la distribución d e uniformes brillantes. A s í también la tristeza y los pesares se
v e r d a d , ven siempre en ellas alguna cosa, pero n o saben lo que v e n , y llegan á estinguen con la noticia, a u n q u e sea f a l s a , d e un peligro mas graude, sobreveni-
resultados que solo Dios podría desenredar en medio d e un t a n gran concurso d e do á otra persona querida. Los inconvenientes d e una alegría muy viva se evitan
fuerzas como hacen obrar sobre un objeto desconocido; resultados que no pueden con el café, q u e por si mismo dispone el alma á impresiones agradables, n a sido
conducir á ninguna inducción. Cincuenta años d e semejante experiencia son como preciso que los alemanes, sumidos despues d e muchos siglos en la apatía y en
cincuenta años pasados e n mirar por u n kaliscopio, q u e lleno d e cosas descono- la esclavitud, fuesen arruinados bajo el yugo tiránico d e los e s t r a n j e r o s , para
cidas y variadas, girara continuamente sobre s í : se habrían visto millares d e fi- que s e despertára en ellos el sentimiento de la dignidad d e hombre, y levantasen,
g u r a s , cambiando á cada momento, sin poder hacerse cargo d e ninguna d e ellas. en fin, la cabeza por primera vez.

' . , • . • ' r y
•'Si muoteca vm

"ALFONSO i
2 8 . Como esla regla terapéutica de la n a t u r a l e z a se e s p r e - m a n e r a q u e , como p r i m e r o habia sido librada de la e n f e r m e -
sa evidentemente en todos los e x p e r i m e n t o s y ensayos bien di- dad n a t u r a l , queda despues libre t a m b i é n de la enfermedad
rigidos, y sus resultados nos manifiestan siempre, que el hecho medicinal artificial, que sustituyó á a q u e l l a , y por consiguien-
es cierto, nada importa s a b e r ó i g n o r a r su teoría y esplicacion te se restablece la salud en la vida del o r g a n i s m o . E s t a ° h i p é -
científica. Yo por mi p a r t e doy poca i m p o r t a n c i a á las e s p i r a - tesis, que es m u y verosímil, está f u n d a d a en las siguientes
ciones que de este hecho pudieran i n t e n t a r s e ; sin e m b a r g o , la proposiciones.
que voy á esponer, me parece, e n t r e t o d a s la que pueden s u - 3 0 . Los m e d i c a m e n t o s , i n d u d a b l e m e n t e p o r q u e depende
ponerse, la mas verosímil, porque se f u n d a esclusivamente. en de nosotros v a r i a r su dosis, parecen t e n e r u n a facultad de des-
pruebas derivadas de la experiencia. a r m o n i z a r el c u e r p o h u m a n o , m u y superior á la de las i r r i t a -
2 9 . En toda e n f e r m e d a d , q u e no siendo del esclusivo domi- ciones morbíficas naturales-, p o r q u e las e n f e r m e d a d e s n a t u -
rales se c u r a n y se vencen por medio de medicamentos a p r o -
nio de la cirujia, proceda solamente d e u n d e s a r r e g l o p a r t i c u -
piados.
lar de la fuerza que dinámicamente r i g e el organismo, relativa-
mente á la satisfacción de l a s acciones y sensaciones, el r e m e - 3 1 . Las potencias e s t r a ñ a s , t a n t o . físicas como morales,
dio homeopático t r a e á esta f u e r z a u n a e n f e r m e d a d medicinal, ó que afectan nuestra v i d a , á las que d a m o s el n o m b r e de i n -
artificial, a n á l o g a , pero algo m a s f u e r t e , q u e reemplaza á la fluencias m o r b í f i c a s , no poseen de u n modo absoluto la f a c u l -
enfermedad n a t u r a l . Cediendo entonces al impulso del instinto, tad de a l t e r a r la salud ( 1 ) , nosotros solamente e n f e r m a m o s
la fuerza vital, que y a no está e n f e r m a m a s que d é l a afección bajo su influencia, cuando nuestro organismo está suficien-
medicinal, pero que es afectada m a s f u e r t e m e n t e que a n t e s , se temente predispuesto á resentirse de la acción de las c a u s a s
ve obligada también á desplegar m a s e n e r g í a con esta n u e v a morbíficas, y á dejarse conducir por ellas á u n e s t a d o , en que
enfermedad ; pero la acción del p o d e r medicinal que la d e s a r - las sensaciones que experimenta y las acciones que ejecuta, son
moniza, siendo de poca duración ( 1 ) , n o t a r d a en t r i u n f a r ; de diferentes de las que se efectúan en el estado n o r m a l . Estas po-
tencias no p r o d u c e n siempre la e n f e r m e d a d en todos los h o m -
(1) Lo fugaces que son en su acción las p o t e n c i a s , capaces de producir e n - b r e s , ni en un mismo h o m b r e en todas circunstancias.
fermedades artificiales, que conocemos con el n o n b r e de medicamentosas, hace,
q u e , á pesar de su superioridad sobre las e n f e r m e d a d e s n a t u r a l e s , la fuerza vital del medicamento ( ó el curso de la enfermedad determinada por é l ) dura muv
triunfe con mas facilidad de ellas que de estas ú l t i m a s . Como que las enfermeda- poco La curación de enfermedades que contaban ya muchos años, obtenida
des naturales tienen una duración larga , y á v e c e s t a n estensa como la misma ( i : 4 6 ) por la aparición d e la viruela y del sarampión ( q u e una y otra solo
vida (psora, sífilis, sycosis), jamás la fuerza vital p u e d e por sí sola vencerlas. duran algunas s e m a n a s ) , es un fénomeno del mismo género.
E s menester, pues, que el médico la afecte con m a s energía por medio de un (1) Cuando digo que toda enfermedad es una a b e r r a c i ó n , ó un desacuerdo
agente, capaz de producir una enfermedad muy a n á l o g a , pero dotado de una p o - del estado de s a l u d , no pretendo dar una esplicacion metafísica d e la naturaleza
tencia superior (remedio homeopático). I n t r o d u c i d o este agente en el estómago intima de las enfermedades en general, ó de algún caso morboso particular. Solo
ó respirado por la nariz, hace violencia, en c i e r t o modo á la ciega é instintiva qu.ero designar con esto , que las enfermedades no son, ni pueden s e r , mas que
fuerza vital, y su impresión se coloca en el lugar d e la enfermedad natural hasta cambios mecánicos ó químicos de la sustancia material del cuerpo , y que no d e -
entonces existente, de tal modo, que la fuerza v i t a l solo queda afectada d é l a e n - penden de un principio morbífico m a t e r i a l , sino que únicamente son alteracio-
nes espirituales ó dinámicas de la vida.
fermedad medicamentosa, y muchas veces por m u y poco tiempo, porque la acción
3 2 . Cosa muy distinta es lo que sucede con las potencias posible entre la enfermedad n a t u r a l y la artificial que el medi-
morbíficas artificiales, q u e l l a m a m o s medicamentos. E n efecto, c a m e n t o tiene la facultad de producir en el organismo h u m a n o ,
u n v e r d a d e r o medicamento, o b r a siempre de la misma m a n e r a , p a r a que esta misma semejanza dé l u g a r , en razón de la m a y o r
en todos tiempos y circunstancias, sobre todos los h o m b r e s intensidad que v i r t u a l m e n t e posee, s o b r e la que tiene la e n f e r -
q u e se someten á su acción, y escita en ellos los síntomas que m e d a d n a t u r a l , á q u e se verifique la sustitución, quitando á
le son propios; produciendo t a m b i é n algunos apreciabies á esta última su influencia s o b r e la f u e r z a vital. Y tanttr es esto
nuestros sentidos, cuando se a d m i n i s t r a n á dosis f u e r t e s . De cierto, q u e la naturaleza por sí m i s m a , no puede c u r a r una e n -
modo, que todo el o r g a n i s m o h u m a n o v i v i e n t e , d e b e , en todos fermedad y a existente, añadiendo á ella otra n u e v a desemejante,
tiempos y de u n modo a b s o l u t o , ser a t a c a d o , y en cierto modo por intensa que esta s e a , y que el médico no tiene igualmente
infectado por la enfermedad medicinal; lo q u e , como he dicho el poder de obtener curaciones, cuando emplea medicamentos
a n t e s , no sucede con respecto á las e n f e r m e d a d e s n a t u r a l e s . que no son susceptibles de producir, en el h o m b r e s a n o , un e s -
3 3 . Resulta, p u e s , incontestablemente de todas las o b s e r - tado morboso semejante á la e n f e r m e d a d que v a á t r a t a r .
vaciones ( 1 ) , que el o r g a n i s m o h u m a n o tiene m u c h a y m a s 3 o . P a r a d e m o s t r a r m a s p a l p a b l e m e n t e estas v e r d a d e s ,
g r a n d e propensión á d e j a r s e desarmonizar por las potencias fijemos la atención en la m a r c h a de la n a t u r a l e z a , cuando dos
medicinales, que por las influencias morbíficas y los miasmas e n f e r m e d a d e s n a t u r a l e s d e s e m e j a n t e s , se e n c u e n t r a n reunidas
contagiosos; ó lo que es lo mismo, que las influencias morbíficas en u n mismo individuo, y en el resultado del t r a t a m i e n t o , s e -
tienen u n poder muy s u b o r d i n a d o , y a u n con frecuencia m u y g ú n los procedimientos ordinarios de la medicina alopática, in-
condicional, de escitar e n f e r m e d a d e s , m i e n t r a s q u e las p o t e n - capaces de producir u n estado morboso artificial, semejante
cias medicinales lo tienen a b s o l u t o , directo é infinitamente s u - al que se desea c u r a r . Este e x á m e n d e m o s t r a r á , por una
perior. p a r t e , que la n a t u r a l e z a no tiene el poder de c u r a r una e n f e r -
m e d a d y a existente por medio de otra enfermedad desemejante
3 4 . El esceso de intensidad, q u e por medio de los m e d i c a -
a u n q u e sea m a s f u e r t e , y por o t r a , que los m e d i c a m e n t o s , a u n
m e n t o s , se produce en las e n f e r m e d a d e s artificiales, no es la
ios.mas enérgicos, jamás pueden curar una enfermedad cual-
ú n i c a y esclusiva condicion p a r a q u e p u e d a n aquellos c u r a r las
q u i e r a , c u a n d o no son homeopáticos.
e n f e r m e d a d e s naturales. P a r a que tenga l u g a r una curación,
es necesario, en primer l u g a r , q u e exista la m a y o r semejanza 3 6 . I.—Si las dos e n f e r m e d a d e s desemejantes q u e se r e ú -
nen en u n h o m b r e , tienen u n a fuerza i g u a l , ó si la antigua es
.(1) H é aquí un hecho notable de este género : cuando despues del año 1 8 0 1 , m a s enérgica q u e la nueva , esta es r e c h a z a d a del cuerpo por la
la liebre escarlatina lisa de S y d e n h a m reinaba todavía d e vez en cuando, d e una que existia y a a n t e s , y no p o d r á establecerse en él. Así un
manera epidémica entre los niños, atacaba sin escepcion los que no la habian pa-
decido en otra epidemia p r e c e d e n t e ; pero en la epidemia , d e que yo fui testigo h o m b r e , afectado y a de u n a e n f e r m e d a d crónica g r a v e , no se
en K m n i g s l u t t e r , todos los niños que tomaron por algún tiempo una muy corta resentirá de los ataques de u n a disenteria o t o ñ a l , ni de otra
dosis d e belladona, no padecieron esta enfermedad, eminentemente contagiosa. epidemia m o d e r a d a . . S e g ú n L a r r e y ( 1 ) , la peste de Levante no
P a r a que los medicamentos puedau preservar de uua enfermedad epidémica, es
menester, que su poder de modificar la fuerza v i t a l , sea superior al d e esta. (1) Mém. y obsenat., Description de l'Egyplc, 1.1.
3 2 . Cosa muy distinta es lo que sucede con las potencias posible entre la enfermedad n a t u r a l y la artificial que el medi-
morbíficas artificiales, q u e l l a m a m o s medicamentos. E n efecto, c a m e n t o tiene la facultad de producir en el organismo h u m a n o ,
u n v e r d a d e r o medicamento, o b r a siempre de la misma m a n e r a , p a r a que esta misma semejanza dé l u g a r , en razón de la m a y o r
en todos tiempos y circunstancias, sobre todos los h o m b r e s intensidad que v i r t u a l m e n t e posee, s o b r e la que tiene la e n f e r -
q u e se someten á su acción, y escita en ellos los síntomas que m e d a d n a t u r a l , á q u e se verifique la sustitución, quitando á
le son propios; produciendo t a m b i é n algunos apreciabies á esta última su influencia s o b r e la f u e r z a vital. Y tanttr es esto
nuestros sentidos, cuando se a d m i n i s t r a n á dosis f u e r t e s . De cierto, q u e la naturaleza por sí m i s m a , no p u e d e c u r a r una e n -
modo, que todo el o r g a n i s m o h u m a n o v i v i e n t e , d e b e , en todos fermedad y a existente, añadiendo á ella otra n u e v a desemejante,
tiempos y de u n modo a b s o l u t o , ser a t a c a d o , y en cierto modo por intensa que esta s e a , y que el médico no tiene igualmente
infectado por la enfermedad medicinal; lo q u e , como he dicho el poder de obtener curaciones, cuando emplea medicamentos
a n t e s , no sucede con respecto á las e n f e r m e d a d e s n a t u r a l e s . que no son susceptibles de producir, en el h o m b r e s a n o , un e s -
3 3 . Resulta, p u e s , incontestablemente de todas las o b s e r - tado morboso semejante á la e n f e r m e d a d que v a á t r a t a r .
vaciones ( 1 ) , que el o r g a n i s m o h u m a n o tiene m u c h a y m a s 3 o . P a r a d e m o s t r a r m a s p a l p a b l e m e n t e estas v e r d a d e s ,
g r a n d e propensión á d e j a r s e desarmonizar por las potencias fijemos la atención en la m a r c h a de la n a t u r a l e z a , cuando dos
medicinales, que por las influencias morbíficas y los miasmas e n f e r m e d a d e s n a t u r a l e s d e s e m e j a n t e s , se e n c u e n t r a n reunidas
contagiosos; ó lo que es lo mismo, que las influencias morbíficas en u n mismo individuo, y en el resultado del t r a t a m i e n t o , s e -
tienen u n poder muy s u b o r d i n a d o , y a u n con frecuencia m u y g ú n los procedimientos ordinarios de la medicina alopática, in-
condicional, de escitar e n f e r m e d a d e s , m i e n t r a s q u e las p o t e n - capaces de producir u n estado morboso artificial, semejante
cias medicinales lo tienen a b s o l u t o , directo é infinitamente s u - al que se desea c u r a r . Este e x á m e n d e m o s t r a r á , por una
perior. p a r t e , que la n a t u r a l e z a no tiene el poder de c u r a r una e n f e r -
m e d a d y a existente por medio de otra enfermedad desemejante
3 4 . El esceso de intensidad, q u e por medio de los m e d i c a -
a u n q u e sea m a s f u e r t e , y por o t r a , que los m e d i c a m e n t o s , a u n
m e n t o s , se produce en las e n f e r m e d a d e s artificiales, no es la
ios.mas enérgicos, jamás pueden curar una enfermedad cual-
ú n i c a y esclusiva condicion p a r a q u e p u e d a n aquellos c u r a r las
q u i e r a , c u a n d o no son homeopáticos.
e n f e r m e d a d e s naturales. P a r a que tenga l u g a r una curación,
es necesario, en primer l u g a r , q u e exista la m a y o r semejanza 3 6 . I.—Si las dos e n f e r m e d a d e s desemejantes q u e se r e ú -
nen en u n h o m b r e , tienen u n a fuerza i g u a l , ó si la antigua es
.(1) H é aquí un hecho notable de este género : cuando despues del año 1 8 0 1 , m a s enérgica q u e la nueva , esta es r e c h a z a d a del cuerpo por la
la fiebre escarlatina lisa de S y d e n h a m reinaba todavía d e vez en cuando, d e una que existia y a a n t e s , y no p o d r á establecerse en él. Así un
manera epidémica entre los niños, atacaba sin escepcion los que no la habian pa-
decido en otra epidemia p r e c e d e n t e ; pero en la epidemia , d e que yo fui testigo h o m b r e , afectado y a de u n a e n f e r m e d a d crónica g r a v e , no se
en K r e n i g s l u t t e r , todos los niños que tomaron por algún tiempo una muy corta resentirá de los ataques de una disenteria o t o ñ a l , ni de otra
dosis d e belladona, no padecieron esta enfermedad, eminentemente contagiosa. epidemia m o d e r a d a . . S e g ú n L a r r e y ( 1 ) , la peste de Levante no
P a r a que los medicamentos puedau preservar de uua enfermedad epidémica, es
menester, que su poder de modificar la fuerza v i t a l , sea superior al d e esta. (1) Mém. y obsenat., Description de l'Egyplc, 1.1.
s e presenta en los l u g a r e s en q u e reina el escorbuto, ni t a m - sis con lodos s u s s í n t o m a s ; pero la e n f e r m e d a d del pulmón r e -
poco sufren su infección l a s p e r s o n a s q u e p a d e c e n h e r p e s . E l nace y m a t a al enfermo, s í cesa l a enagenacion menlal (1).
raquitismo, según J e n u e r , impide que la v a c u n a se desarrolle. Cuando el sarampión y la viruela reinan j u n t o s , y c u a n d o a m -
Hildenbrand a s e g u r a , q u e los tísicos no se resienten d e l a s c a - b a s afecciones a t a c a n á u n mismo n i ñ o , r e g u l a r m e n t e el s a -
lenturas epidémicas, á n o s e r q u e estas sean m u y intensas. r a m p i ó n , y a d e c l a r a d o , es detenido p o r la v i r u e l a , q u e e m -
3 7 . De la misma m a n e r a , u n a e n f e r m e d a d crónica a n t i - pieza á manifestarse -, y no v u e l v e á seguirse su curso hasta
g u a n o puede s e r vencida p o r el método ordinario alopático, q u e esta esté c u r a d a . Sin e m b a r g o , Muget h a visto también (2)
es d e c i r , por la acción d e medicamentos que n o p r o d u z c a n en s u s p e n d e r s e p o r espacio d e cuatro dias u n a v i r u e l a , completa-
el h o m b r e sano u n estado análogo al q u e aquella p r e s e n t a ; y mente d e s a r r o l l a d a , á consecuencia d e l a inoculación, p o r u n
generalmente resiste á t o d o s los tratamientos d e este género, sarampión q u e s o b r e v i n o , y despues d e c u y a descamación vol-
a u n q u e se continúen ó v a r í e n p o r años e n t e r o s , á menos q u e vió aquella á r e v e r d e c e r s e , p a r a luego r e c o r r e r s u s periodos
110 sean demasiado violentos, p o r q u e e n este caso la m u e r t e hasta el fin. Se h a visto t a m b i é n á la erupción del s a r a m p i ó n ,
pone u n término anticipado á l a e n f e r m e d a d . Esta aserción se en el sesto día d e inoculado, detener el t r a b a j o inflamatorio d e
halla todos los dias c o m p r o b a d a por l a p r á c t i c a , y n o necesita esta ú l t i m a , y la viruela no p r e s e n t a r s e hasta que el otro e x a n -
ejemplos que l a a p o y e n . t e m a h u b o cumplido su período septenario ( 3 ) . E n u n a e p i d e -
3 8 . II.—Si la e n f e r m e d a d n u e v a desemejante de la a n t i g u a , mia r u b c ó l í c a , el s a r a m p i ó n se declaró e n m u c h o s inoculados
es m a s fuerte que e s t a , l a s u s p e n d e , hasta que aquella h a t e r - c u a t r o ó cinco dias despues d e la inoculación, y hasta su e n t e -
minado su curso y se h a curado-, entonces vuelve á r e a p a r e c e r r a desaparición, no se p r e s e n t ó la erupción d e la v i r u e l a , q u e
la antigua. Tulpius nos d e m u e s t r a ( 1 ) , que habiendo contraído emprendió d e nuevo la m a r c h a y la siguió de una m a n e r a r e g u -
dos niños la t i ñ a , c e s a r o n d e e x p e r i m e n t a r accesos d e epilep- lar ( 4 ) . L a v e r d a d e r a fiebre escarlatina d e S i d e n h a m ( o ) -
sia , á los cuales h a b í a n estado sujetos h a s t a e n t o n c e s , p e r o a c o m p a ñ a d a d e a n g i n a , desapareció al cuarto día d e su c u r s o ,
que estos accesos se p r e s e n t a r o n n u e v a m e n t e , despues d e l a por la manifestación d e l a v a c u n a , la q u e continuó su m a r c h a
desaparición del e x a n t e m a d e l a c a b e z a . Schoepf h a visto estin-
guirse l a s a r n a , manifestándose el e s c o r b u t o , y r e n a c e r d e s -
(1) Manía ptkisi superveniens eam cum ómnibus suis phmomenis aufert, ve-
pues d é l a curación d e esta e n f e r m e d a d ( 2 ) . U n tifus violento rum mox redit phthisis et occidit, abeunle mania. R e i l , Memor, f a c s . , III v
ha suspendido los p r o g r e s o s d e u n a tisis p u l m o n a r u l c e r o - p. 171.

sa . q u e siguió la m a r c h a t a n pronto como cesó l a afección . (2) Edimb. med. comment., t . i, i .


(3) J. H U . N T E R . Traite des maladiesvénériennes.
tifoidea (3). La m a n í a q u e se declara en u n tísico, oculta la ti- (4) R A I N A Y , Med. comment. of. Edimb., ra., p . 4 8 0 .

% :
>. ¿V (o) W i t h e r i n g y Plenciz h a n descrito m u y exactamente esta forma de escar-
l a t i n a , que s e diferencia mucho d e la miliar purpúrea ( R o o d v o n k ) , n o obstan-
(1) Obs., lib. i, obs. 8 . t e que á esta última se le pretendía llamar también escarlatina. Solamente en es-
(2) HUFFELAKD'S , Journal, x v , n . tos dos últimos años, se han presentado con alguna semejanza los síntomas d e es-
(3) C H E V A L I E R , Nuevos anales de la medicina francesa de Huffeland, 11, p . 1 9 2 . tas dos enfermedades.
r e g u l a r hasta la terminación, reapareciendo entonces d e n u e v o
la escarlatina. Pero como estas dos e n f e r m e d a d e s p a r e c e q u e la naturaleza p a r a c u r a r una enfermedad c u a l q u i e r a , si otra
tienen con poca diferencia la misma e n e r g í a , t a m b i é n se h a ob- llegaba á unirse á la p r i m e r a , y la e r a desemejante-, y á p e s a r
s e r v a d o , q u e la v a c u n a h a suspendido su curso en el día octavo, de e s t o , no h a dejado d e continuar tratando l a s e n f e r m e d a d e s
desapareciendo su areola r o j a , p a r a h a c e r l u g a r á la e r u p - crónicas con los medios alopáticos, es decir, c o n a g e n t e s q u e
ción d e u n a v e r d a d e r a e s c a r l a t i n a , q u e continuó hasta comple- no e s t a b a n dotados con la v i r t u d d e producir u n a afección a r -
t a r s u m a r c h a o r d i n a r i a , en cuyo instante continuó aquella l a tificial, a n á l o g a á la n a t u r a l , q u e se intentaba c u r a r , sino q u e
s u y a , hasta t e r m i n a r l a completa y r e g u l a r m e n t e ( 1 ) . U n a v a - por el c o n t r a r i o , poseían la facultad d e provocar u n a m u y d e -
cuna e n el octavo día estaba próxima á su completo desarrollo, semejante. ¿ Y q u é juicio debemos f o r m a r d e la escuela médica
c u a n d o ' a p a r e c i ó el s a r a m p i ó n , q u e en el momento la hizo e s - q u e así se conduce? Y a u n q u e los médicos no h u b i e r a n puesto
tacionaria , y solo despues d e s u descamación concluyó su m a r - la atención como d e b i a n , e n la m a r c h a d e la n a t u r a l e z a , ¿ n o
cha-, d e m a n e r a q u e s e g ú n K o r t u m ( 2 ) , al décimo seslo dia te- h u b i e r a n debido reflexionar, .por los funestos resultados d e
nia el aspecto que ordinariamente presenta al décimo. Se h a visto sus procedimientos, q u e se h a l l a b a n en u n camino estraviado,
q u e d a r inoculada l a v a c u n a e n medio d e u n s a r a m p i ó n d e - q u e los alejaba cada v e z m a s del término d e su viaje y del o b -
c l a r a d o , sin e m p e z a r á r e c o r r e r sus períodos, hasta q u e h a pa- jeto d e su misión? ¿No debian h a b e r considerado, q u e r e c u r -
sado la otra afección, lo q u e igualmente nos d e m u e s t r a el mis- riendo p o r c o s t u m b r e á los medios alopáticos violentos, en los
mo K o r t u m (3). Yo mismo h e tenido ocasion de ver una angina casos d e e n f e r m e d a d e s c r ó n i c a s , no hacían sino producir u n a
p a r o t i d e a , que desapareció p o r h a b e r s e establecido l a acción e n f e r m e d a d artificial, desemejante á la p r i m i t i v a , y que si la
de la v a c u n a , y solo cuando esta a c a b ó s u c u r s o , y h u b o d e s - t u e r z a d e a q u e l l a , oscurecía por algún tiempo á l a n a t u r a l , ó la
• aparecido la areola roja d e los g r a n o s , s e manifestó e n l a s obligaba á suspender su curso mientras d u r a b a su acción p r o -
g l á n d u l a s p a r ó t i d a s y maxilares u n a n u e v a inflamación, a c o m - pia , había luego de r e a p a r e c e r esta con doble violencia? Así es
p a ñ a d a d e liebre , y recorrió su período ordinario de siete dias. como limpian real y visiblemente los p u r g a n t e s enérgicos y r e -
Esto e s lo que t a m b i é n sucede e n todas l a s e n f e r m e d a d e s d e s e - petidos, cualquiera e x a n t e m a psórico de la piel-, pero cuando
m e j a n t e s ; la m a s f u e r t e suspende l a m a s débil, á no suceder el enfermo no p u e d e y a sufrir la acción continuada d e estos
q u e se compliquen, lo q u e r a r a vez o c u r r e en l a s afeccio- medios, y h a y u r g e n t e y perentoria necesidad d e a b a n d o n a r
n e s a g u d a s , p e r o sin q u e p o r esto j a m á s se c u r e n r e c í p r o c a - el empleo d e los p u r g a n t e s , entonces la erupción cutánea
mente. r e a p a r e c e , tal como antes existia, ó bien la psora interna se
manifiesta p o r u n síntoma cualquiera a l a r m a n t e , supuesto q u e
3 9 . La escuela médica o r d i n a r i a , h a presenciado estos h e - a d e m a s d e no h a b e r disminuido en nada la afección primitiva
chos p o r el espacio d e m u c h o s siglos -. h a visto la impotencia de se desarreglan las digestiones y se aniquilan las fuerzas del e n f e r -
m o . Asi t a m b i é n , c u a n d o los médicos ordinarios, p r o d u c e n y
(T) JENNER, Medizinische Amalen, 1 8 0 0 , a g o s t o , p . 7 4 7 .
sostienen ulceraciones en la superficie del c u e r p o , c r e y e n d o
(2) HUFFELASD'S, Jownal, xx, m , p . 5 0 .
(3) Loe. cit. destruir p o r medio d e ellas una afección c r ó n i c a , j a m á s consi-
g u e n el objeto q u e se proponen, es d e c i r , qfie j a m á s curan-,
p o r q u e estas ú l c e r a s facticias, son e n t e r a m e n t e e s t r a ñ a s y alo- fuerte como la s a r n a , se a m a l g a m a n con el tiempo las dos a f e c -
páticas al mal i n t e r n o . Sin e m b a r g o , como la irritación causa- ciones la una con la otra (1), de modo que cada una se apodera
da por muchos c a u t e r i o s , es las m a s veces u n a e n f e r m e d a d m a s ú n i c a m e n t e de las p a r t e s del organismo q u e le son propias v el
e n é r g i c a , a u n q u e d e s e m e j a n t e al estado morboso primitivo, sugeto se pone m a s enfermo y m a s difícil de c u r a r .
suele á veces r e d u c i r al silencio á este por a l g ú n tiempo-, pero Concurriendo dos e n f e r m e d a d e s a g u d a s contagiosas d e s e -
solo se logra s u s p e n d e r l e , debilitando por g r a d o s al e n f e r m o . mejantes entre sí, como, v . g . , el sarampión y la viruela
Una epilepsia, s u p r i m i d a d u r a n t e m u c h o s años por medio de f r e c u e n t e m e n t e la u n a suspende el curso de la o t r a , s e s u n t e -
cauterios, r e a p a r e c í a c o n s t a n t e m e n t e , y m a s violenta que nun- n e m o s dicho a n t e s . Sin e m b a r g o , se h a n visto epidemias vio-
ca , cuando se t r a t a b a de suprimir el e x u t o r i o , como lo atesti- l e n t a s , en las q u e , dos e n f e r m e d a d e s desemejantes h a n invadi-
g u a Pechlin ( 1 ) y o t r o s . P e r o no son m a s alopáticos los p u r - do simultáneamente á u n mismo individuo, complicándose así la
g a n t e s , respecto de la s a r n a , ó los cauterios, respecto de la e p i - u n a y la otra por cierto espacio de tiempo. E n una epidemia, en
lepsia , que las mezclas de ingredientes desconocidos, que se que las viruelas y el s a r a m p i ó n r e i n a b a n á la v e z , hubo t r e s
usan en la práctica v u l g a r , lo son r e l a t i v a m e n t e á las o t r a s i n n u - cientos casos en que una de estas e n f e r m e d a d e s suspendió á la
m e r a b l e s f o r m a s d e e n f e r m e d a d . E s t a s mezclas no h a c e n m a s otra , de m a n e r a que el sarampión no empezó á salir hasta vein-
que debilitar al e n f e r m o y suspender la e n f e r m e d a d por m u y te días despues de la erupción de la v i r u e l a , y la viruela diez v
corto espacio de t i e m p o , sin poder curarle-, a d e m a s de que su siete o diez y ocho dias despues de la del s a r a m p i ó n , es decir
empleo repetido, n u n c a deja de a ñ a d i r al antiguo u n nuevo e s - despues del curso total de la p r i m e r a e n f e r m e d a d . Pero h u b o
tado morboso. uno de ellos en el que P. Russel (2) encontró simultáneamente
estas d s e n f e r m e d a d e s desemejantes en el mismo sugeto. R a i -
4 0 . I I I . — T a m b i é n p u e d e suceder, que la n u e v a e n f e r m e - n e y (3) ha o b s e r v a d o la viruela y el s a r a m p i ó n á la v e / en
dad , despues de h a b e r m i n a d o p o r espacio de m u c h o tiempo el dos ninas. J Maurice ( 4 ) . d i c e , q u e no ha e n c o n t r a d o mas que
o r g a n i s m o , c o n c l u y a p o r u n i r s e con la afección a n t i g u a , á p e s a r dos hechos de este «género en toda su p r á c t i c a . E n c u é n t r a l e
de su d e s e m e j a n z a , y que r e s u l t e de aqui u n a e n f e r m e d a d c o m - ejemplos s e m e j a n t e s en EtmuIIer (5) y en a l g u n o s otros autores.
plicada , pero de t a l m a n e r a , sin e m b a r g o , que cada u n a ocupe
su región especial e n el o r g a n i s m o , y q u e se instale en los órga- (1) Experimentos exactos y curaciones que he obtenido de esta especie de
AS
nos que le c o n v e n g a n , a b a n d o n a n d o los d e m á s á la q u e no se le
T S S ! ' " " " C ° DVENCÍD0 QUE D ° RESU,TAN DE -
a s e m e j a . Asi, u n a persona sifilítica p u e d e t a m b i é n hacerse s a r - I d o c T , ' Sm
° q H C e S t 3 S 6 X 1 S t e n s i r a u l t á « " t e en la economía, c a -
pando cada una las partes que están en armonía con ella. E n efecto la c u n d o , ,
nosa , y r e c í p r o c a m e n t e -, p u e s siendo a m b a s e n f e r m e d a d e s d e -
semejantes, no p o d r í a n destruirse y c u r a r s e la una á la o t r a . m e d ^ o ? n a manera T P l e t a ' a,terDand0 el me'rcur o
medios propios para curar la sarna , administrados todos según
0
las dosis yv eell mmo
o
Cuando la erupción psórica e m p i e z a , los síntomas venéreos se d o de preparación convenientes. ~
(2) Tmmctions ofsoc. forthe improvem. ofrnd. and. Mr. Itnowl „
oscurecen; pero c o m o la enfermedad v e n é r e a , es al menos tan (-*} Med. comment. of. Edimb. m , p . 4 8 0 .
(4) Med. and phys.journal, 1705.
(1) Obs.phys. med., [ib. 2, obs. 3 0 .
(o) Opera , ii , p. i, cap. 1 0 .
Zencker (1) h a visto á la v a c u n a seguir su curso r e g u l a r , e n
complicación m o n s t r u o s a , designada con el n o m b r e d e sífilis
unión con la fiebre miliar p u r p ú r e a y el sarampión -, y J e n n e r h a l a n a d a , q u e s i n o es absolutamente i n c u r a b l e , solo á fuerza d e
visto t a m b i é n r e c o r r e r á la v a c u n a sus períodos ordinarios, e n tiempo, constancia y medicamentos homeopáticos apropiados
medio d e u n tratamiento m e r c u r i a l , dirigido contra la infección p u e d e ser v e n c i d a .
sifilítica. 4 2 . La naturaleza m i s m a , como y a h e m o s dicho, tolera,
4 1 . La coexistencia simultánea, y l a s complicaciones d e en a l g u n a s circunstancias, la coincidencia d e dos ó m a s e n f e r -
m u c h a s e n f e r m e d a d e s e n u n mismo individuo, q u e p r o c e d e n medades e n u n mismo individuo. Pero también es necesario no
de la acción m u y p r o l o n g a d a d e los medicamentos no a p r o - p e r d e r d e v i s t a , que esta misma complicación, tiene l u g a r s o -
piados que en mal hora u s a la medicina alopática, son infinita- lamente e n e n f e r m e d a d e s desemejantes, q u e , según l a s leyes
m e n t e m a s frecuentes q u e los ocasionados p o r la n a t u r a l e z a . d é l a n a t u r a l e z a , n o pueden destruirse y c u r a r s e r e c í p r o c a -
Repitiendo con frecuencia el empleo d e remedios i n c o n v e n i e n - mente. Esta complicación se verifica, según p a r e c e , d e tal ma-
tes , se concluye o r d i n a r i a m e n t e p o r a ñ a d i r á l a e n f e r m e d a d n e r a , q u e las dos ó m a s enfermedades, se r e p a r t e n , p o r decirlo
n a t u r a l q u e se intenta c u r a r , otros n u e v o s estados m o r b o s o s , a s í , el o r g a n i s m o , y cada u n a de ellas, v a á establecerse en las
casi siempre m u y - r e b e l d e s , resultado inmediato y natural d e p a r t e s que m a s le convienen -, distribución q u e p u e d e hacerse
las v i r t u d e s y propiedades especiales d e aquellos m e d i c a - sin p e r j u d i c a r á la unidad d e la v i d a , p o r la desemejanza q u e
m e n t o s . No pudiéndo estos estados c u r a r p o r u n a irritación tienen e n t r e sí m i s m a s .
a n á l o g a , es d e c i r , h o m e o p á t i c a m e n t e , u n a afección crónica, con
4 3 . • P e r o c u a n d o dos e n f e r m e d a d e s s e m e j a n t e s , se encuen-
la que no tienen n i n g u n a s e m e j a n z a , se asocian poco á poco
t r a n r e u n i d a s en un mismo o r g a n i s m o , e s decir, cuando á la
con esta ú l t i m a , y a ñ a d e n así una n u e v a enfermedad facticia á
enlermedad y a existente, se a ñ a d e otra q u e la e s semejante
la antigua -, d e m a n e r a , q u e el individuo , se h a c e m u c h o m a s
entonces es distinto el resultado. Así la curación p u e d e verificarse
e n f e r m o y difícil d e c u r a r , y a u n m u c h a s veces i n c u r a b l e . M u - por la via d e la naturaleza ; así es como el médico d e b e c o n d u -
chos h e c h o s consignados e n los diarios y . e n los t r a t a d o s d e cirse para c u r a r .
m e d i c i n a , a p o y a n esta aserción. S e e n c u e n t r a también u n a 4 4 . Dos e n f e r m e d a d e s diferentes, pero s e m e j a n t e s , q u e in-
p r u e b a d e e s t o , en los casos frecuentes en q u e l a s úlceras s i - v a d e n u n mismo o r g a n i s m o , no pueden rechazarse m ù t u a m e n -
filíticas, s o b r e t o d o , cuando v a n complicadas con la afección t e , como e n la p r i m e r a de l a s hipótesis a n t e r i o r m e n t e s u p u e s -
p s ó r i c a , y a u n con la g o n o r r e a y l a sicosis, lejos d e c u r a r s e t a s , ni suspenderse la una á la o t r a , como en la s e g u n d a , d e
por medio d e tratamientos l a r g o s ó repetidos, con dosis consi- m a n e r a , q u e la antigua reaparezca despues d e la curación d e
d e r a b l e s d e p r e p a r a c i o n e s m e r c u r i a l e s , mal elegidas, s e colo-
can en el o r g a n i s m o al lado d e la e n f e r m e d a d m e r c u r i a l c r ó n i - medad venérea, que le permiten curar homeopáticamente esta última el m e r -
ca , que poco á poco se desarrolla (2) , y forma con ella u n a cur.o produce también muchos otros, q u e no se asemejan á los d e la sífilis y
que cuando se administra á altas dosis, s o b r e lodo en la complicación tan co-
mún con la psora, engendran nuevos males y ejercen grandes estragos en el o r -
(1) :
Í1CFFELAKD'S , Journal x v n . ganismo.
(2) P o r q u e , independientemente d e los síntomas análogos á los d e la enfer- ^ m m i t o m n i m
ÍÜLIOTEa UMirarMíA

trJ
" A M S O MYES" i
' '¿25 ESBT&22Y. KOTCt
Zencker (1) h a visto á la v a c u n a seguir su curso r e g u l a r , e n
complicación m o n s t r u o s a , designada con el n o m b r e d e sífilis
unión con la fiebre miliar p u r p ú r e a y el sarampión -, y J e n n e r h a l a n a d a , q u e s i n o es absolutamente i n c u r a b l e , solo á fuerza d e
visto t a m b i é n r e c o r r e r á la v a c u n a sus períodos ordinarios, e n tiempo, constancia y medicamentos homeopáticos apropiados
medio d e u n tratamiento m e r c u r i a l , dirigido contra la infección p u e d e ser v e n c i d a .
sifilítica. 4 2 . La naturaleza m i s m a , como y a h e m o s dicho, tolera,
4 1 . La coexistencia simultánea, y l a s complicaciones d e en a l g u n a s circunstancias, la coincidencia d e dos ó m a s e n f e r -
m u c h a s e n f e r m e d a d e s e n u n mismo individuo, q u e p r o c e d e n medades e n u n mismo individuo. Pero también es necesario no
de la acción m u y p r o l o n g a d a d e los medicamentos no a p r o - p e r d e r d e v i s t a , que esta misma complicación, tiene l u g a r s o -
piados que en mal hora u s a la medicina alopática, son infinita- lamente e n e n f e r m e d a d e s desemejantes, q u e , según l a s leyes
m e n t e m a s frecuentes q u e los ocasionados p o r la n a t u r a l e z a . d é l a n a t u r a l e z a , n o pueden destruirse y c u r a r s e r e c í p r o c a -
Repitiendo con frecuencia el empleo d e remedios i n c o n v e n i e n - mente. Esta complicación se verifica, según p a r e c e , d e tal ma-
tes , se concluye o r d i n a r i a m e n t e p o r a ñ a d i r á l a e n f e r m e d a d n e r a , q u e las dos ó m a s enfermedades, se r e p a r t e n , p o r decirlo
n a t u r a l q u e se intenta c u r a r , otros n u e v o s estados m o r b o s o s , a s í , el o r g a n i s m o , y cada u n a de ellas, v a á establecerse en las
casi siempre m u y - r e b e l d e s , resultado inmediato y natural d e p a r t e s que m a s le convienen -, distribución q u e p u e d e hacerse
las v i r t u d e s y propiedades especiales d e aquellos m e d i c a - sin p e r j u d i c a r á la unidad d e la v i d a , p o r la desemejanza q u e
m e n t o s . No pudiéndo estos estados c u r a r p o r u n a irritación tienen e n t r e sí m i s m a s .
a n á l o g a , es d e c i r , h o m e o p á t i c a m e n t e , u n a afección crónica, con
4 3 . • P e r o c u a n d o dos e n f e r m e d a d e s s e m e j a n t e s , se encuen-
la que no tienen n i n g u n a s e m e j a n z a , se asocian poco á poco
t r a n r e u n i d a s en un mismo o r g a n i s m o , e s decir, cuando á la
con esta ú l t i m a , y a ñ a d e n así una n u e v a enfermedad facticia á
enlermedad y a existente, se a ñ a d e otra q u e la e s semejante
la antigua -, d e m a n e r a , q u e el individuo , se h a c e m u c h o m a s
entonces es distinto el resultado. Así la curación p u e d e verificarse
e n f e r m o y difícil d e c u r a r , y a u n m u c h a s veces i n c u r a b l e . M u - por la via d e la naturaleza ; así es como el médico d e b e c o n d u -
chos h e c h o s consignados e n los diarios y . e n los t r a t a d o s d e cirse para c u r a r .
m e d i c i n a , a p o y a n esta aserción. S e e n c u e n t r a también u n a 4 4 . Dos e n f e r m e d a d e s diferentes, pero s e m e j a n t e s , q u e in-
p r u e b a d e e s t o , en los casos frecuentes en q u e l a s úlceras s i - v a d e n u n mismo o r g a n i s m o , no pueden rechazarse m ù t u a m e n -
filíticas, s o b r e t o d o , cuando v a n complicadas con la afección t e , como e n la p r i m e r a de l a s hipótesis a n t e r i o r m e n t e s u p u e s -
p s ó r i c a , y a u n con la g o n o r r e a y l a sicosis, lejos d e c u r a r s e t a s , ni suspenderse la una á la o t r a , como en la s e g u n d a , d e
por medio d e tratamientos l a r g o s ó repetidos, con dosis consi- m a n e r a , q u e la antigua reaparezca despues d e la curación d e
d e r a b l e s d e p r e p a r a c i o n e s m e r c u r i a l e s , mal elegidas, s e colo-
can en el o r g a n i s m o al lado d e la e n f e r m e d a d m e r c u r i a l c r ó n i - medad venérea, que le permiten curar homeopáticamente esta última el m e r -
ca , que poco á poco se desarrolla (2) , y forma con ella u n a cur.o produce también muchos otros, q u e no se asemejan á los d e la sífilis y
que cuando se administra á altas dosis, s o b r e lodo en la complicación tan co-
mún con la psora, engendran nuevos males y ejercen grandes estragos en el o r -
(1) :
Í1CFFELAKD'S , Journal x v n . ganismo.
(2) P o r q u e , independientemente d e los síntomas análogos á los d e la enfer- ^ m m i t o m n i m
ÍÜLIOTEa UMirarMíA

trJ
" A M S O MYES" i
' '¿25 ESBT&22Y. KOTCt
la n u e v a , ni existir en íin, como en la t e r c e r a , la una al lado Las oftalmías violentas que a m e n a z a n la pérdida de la vista,
de la o t r a , f o r m a n d o u n a e n f e r m e d a d doble ó complicada. son uno de los accidentes m a s comunes de las viruelas P u e s
4 5 . i N o ! Dos e n f e r m e d a d e s que se diferencian en cuanto Dezoteux (1) y Leroy ( 2 ) , refieren cada uno u n caso de o f t a l -
al género (§. 26 y su n o t a ) , p e r o que se a s e m e j a n m u c h o en mía c r ó n i c a , que fué c u r a d a por medio de la inoculación de
cuanto á sus efectos, es d e c i r , en cuanto á los síntomas y p a - una m a n e r a perfecta y d u r a d e r a . Una c e g u e r a , q u e , ' s e -
decimientos que determinan, se d e s t r u y e n m u t u a m e n t e , cuando g ú n Klein ( 3 ) , d a t a b a de dos a ñ o s , y que habia sido c a u -
reunidas se encuentran en u n mismo individuo. La m a s f u e r t e sada por la r e p e r c u r s i o n de la t i n a , cedió c o m p l e t a m e n t e á la
d e s t r u y e á la m a s débil. Este fenómeno no es difícil de c o n c e - viruela.
b i r . La enfermedad m a s f u e r t e que s o b r e v i e n e , teniendo analo- ¿ C u á n t a s veces no ha sucedido q u e la viruela ocasione la
gía con la antigua en su modo de o b r a r , i n v a d e , y a u n con s o r d e r a y la disnea? J . - F . Closs (4) la ha visto c u r a r estas dos
p r e f e r e n c i a , las p a r t e s que h a b í a a t a c a d o hasta entonces esta afecciones, c u a n d o llegó á su m á x i m u n de intensidad. La t u -
ú l t i m a , la que m a s débil q u e ella, se e s l i n g u e , sin e n c o n t r a r mefacción de los testículos, a u n q u e sea m u y considerable, es
dónde ejercer su actividad (1). E n otros términos', c u a n d o la uno de los síntomas f r e c u e n t e s de la v i r u e l a . S e g ú n Klein ( 5 )
f u e r z a vital, desarmonizada p o r u n a potencia m o r b í f i c a , llega este e x a n t e m a h a c u r a d o h o m e o p á t i c a m e n t e u n a entumecencia
á ser afectada por u n a n u e v a potencia a n á l o g a , p e r o de m a y o r voluminosa y d u r a del testículo izquierdo, que habia r e s u l t a -
e n e r g í a , no siente y a m a s que la impresión de e s t a ; y r e d u c i - do de u n a contusion-, y con ella se c u r ó t a m b i é n un infarto a n á -
da la precedente á la condicion de una simple f u e r z a sin m a t e - logo del testículo, á la vista de dicho o b s e r v a d o r (6).
ria , s o b r e que ejercer su influencia m o r b í f i c a , deja por consi- En el n ú m e r o de los accidentes que determina la viruela
guiente de existir. cuentase una especie de disenteria-, por c u y a r a z ó n esta enfer-
4 6 . Muchos ejemplos podrían citarse de e n f e r m e d a d e s que m e d a d ha c u r a d o h o m e o p á t i c a m e n t e la disenteria, s e g ú n refie-
la naturaleza ha curado h o m e o p á t i c a m e n t e , por o t r a s enferme- re F. Wendt (7).
dades que determinan síntomas a n á l o g o s y s e m e j a n t e s . P e r o si Todo el m u n d o s a b e , q u e c u a n d o i n v a d e la v i r u e l a , d e s p u e s
se desean hechos exactos é i n d u d a b l e s , preciso es limitarse al de inoculada la v a c u n a , en el momento d e s t r u v e á esta homeo-
escaso n ú m e r o de e n f e r m e d a d e s , s i e m p r e s e m e j a n t e s entre sí, p á t i c a m e n t e , y no le permite seguir su curso-, tanto p o r q u e tie-
que tomando su origen en la existencia de u n m i a s m a p e r m a - ne m a s fuerza que e l l a , como p o r q u e se le a s e m e j a m u c h o . P o r
nente , merecen por esta r a z ó n , designarse con u n n o m b r e p a r -
(1) Traite de l'inoculation, p . 1 8 9 .
ticular. E n t r e estas e n f e r m e d a d e s , p r e s é n t a s e en p r i m e r térmi-
(2) Heilkunde fur Mutler, p . 3 8 4 .
no , la v i r u e l a , t a n rica en el n ú m e r o é intensidad de sus s í n - (3) Interpres clinicus, p . 2 9 3 .
t o m a s , y que h a curado u n a multitud de afecciones c a r a c t e r i -
Ji]18NeUé Heikrt der
Kinderpoclten. Ulm., 1 7 6 9 , p . 6 8 ; y Specim., obs.
z a d a s por síntomas análogos á los s u y o s .
(.')) Interpres clinicus.
(1) De la misma manera que la luz de una b u g i a , deja d e afectar el nervio (6) Not. act. nat. cur., yol. i, obs. 2 2 .
óptico, cuando los rayos del sol, cuya luz es mas v i v a , vienen á herir la vista. (7) Nachricht ton dem Krankenistitut zu Erlangen. 1783.
la misma r a z ó n , cuando la v a c u n a se a c e r c a al término d e la r a r la observación hecha p o r J . H u n t e r ( 1 ) , q u e dos fiebres ó
m a d u r e z , s u grande semejanza con la v i r u e l a , h a c e q u e h o - e n f e r m e d a d e s semejantes no p u e d e n existir á la v e z unidas e n
meopáticamente disminuya y suavice b a s t a n t e á esta última, un mismo individuo ( 2 ) .
cuando llega á d e c l a r a r s e , y la i m p r i m e u n c a r á c t e r m a s b e - La coqueluche y el sarampión tienen, r e l a t i v a m e n t e á la fie-
nigno, como lo afirman M u h r y (1) y otros m u c h o s autores. b r e y al c a r á c t e r d e la t o s , m u c h a semejanza e n t r e s í . P u e s
La v a c u n a , además d e l a s p ú s t u l a s p r e s e r v a t i v a s d e l a s v i - Iiosquillon (3) ha o b s e r v a d o en u n a e p i d e m i a , en que estas dos
r u e l a s , p r o d u c e también u n a erupción cutánea g e n e r a l d e otra afecciones r e i n a b a n á la vez y u n i d a s , q u e muchos niños q u e
n a t u r a l e z a . Este exantema consiste e n g r a n o s cónicos, o r d i n a - tuvieron el s a r a m p i ó n , n o fuéron atacados d e la coqueluche. Y
riamente p e q u e ñ o s , r a r a vez g r u e s o s y s u p u r a n t e s , secos, r o - todos s e g u r a m e n t e s e hubieran librado d e e l l a , y p a r a siempre,
deados d e u n a areola roja poco e s t e n s a , m u c h a s veces mezcla- así como t a m b i é n h u b i e r a n en adelante quedado inaccesibles al
das con p e q u e ñ a s m a n c h a s r e d o n d e a d a s d e u n color r o j o , y contagio del s a r a m p i ó n , si la coqueluche no fuese u n a e n f e r -
a c o m p a ñ a d a s á veces d e u n vivo p r u r i t o . E n m u c h o s niños, este m e d a d , q u e solo se asemeja en parte al s a r a m p i ó n , es decir, si
exantema precede algunos dias á l a aparición d e la areola roja tuviese u n e x a n t e m a análogo al de esta última lié aquí por qué
de la v a c u n a , pero lo m a s c o m u n m e n t e se d e c l a r a d e s p u e s , y el s a r a m p i ó n no pudo p r e s e r v a r homeopáticamente d e la coque-
desaparece al cabo de a l g u n o s dias, dejando en l a piel p e q u e - l u c h e , sino á cierto n ú m e r o d e n i ñ o s , y solo d u r a n t e la e p i -
ñas m a n c h a s rojas y d u r a s . Solo e n razón d e su analogía con demia .
este e x a n t e m a , es como la v a c u n a , luego como h a prendido, Pero cuando el sarampión e n c u e n t r a u n a e n f e r m e d a d s e m e -
hace d e s a p a r e c e r homeopáticamente d e u n modo completo y j a n t e á su síntoma p r i n c i p a l , el e x a n t e m a , p u e d e sin c o n t r a -
d u r a d e r o las erupciones c u t á n e a s , c o m u n m e n t e m u y a n t i g u a s dicción estinguiiia y c u r a r l a homeopáticamente. Así e s como se
é i n c ó m o d a s , que existen en ciertos n i ñ o s , como lo atestiguan (1) Trailé de la maladie venerienne, P a r í s , 1 7 8 7 .
g r a n n ú m e r o de observadores ( 2 ) . (2) E n las ediciones anteriores del Organon, he citado en este lugar ejemplos
de afecciones crónicas, curadas p o r la s a r n a , q u e , según los descubrimientos que
La v a c u n a , cuyo síntoma especial e s l a tumefacción del b r a -
lie presentado en el primer tomo d e mi Tratado de las enfermedades crónicas, solo
zo (3), h a curado, despues d e su e r u p c i ó n , u n b r a z o que esta- pueden considerarse, b a j o cierto punto d e vista, como curaciones'homeopáticas.
ba t u m e f a c t o y medio paralizado ( 4 ) . Los grandes males vencidos d e este modo (asmas sofocantes y tisis ulceradas)
eran ya desde el principio d e origen p s ó r i c o ; eran síntomas d e una psora antigua
La fiebre d ¿ la vacuna q u e coincide con l a formación d e la
completamente desarrollada en el interior, que llegaban á poner la vida en peli-
areola r o j a , h a curado h o m e o p á t i c a m e n t e dos fiebres i n t e r m i - g r o , y que la aparición d e una erupción psórica, determinada p o r una nueva in-
t e n t e s , c o m o manifiesta H a r d e g e ( 5 ) ; lo q u e viene á c o r r o b o - fección , la reducía á la forma simple d e una enfermedad psórica primitiva , con
lo que s e lograba hacer desaparecer el mal antiguo y los síntomas alarmantes.
La vuelta d e la enfermedad á la forma primitiva , no puede considerarse como
. (1) Robert Wülam. un medio curativo homeopático d e los síntomas desarrollados d e una psora anti-
(2) C L A V I E R , HCREL DESORMEAUX, 1808, x v , 206.
g u a , en una situación, infinitamente mas favorable, d e poderse curar con m a s
(3) Balhorn, HOFFELASD'S , Journal, x, 11. facilidad con el uso d e los medicamentos antipsóricos.
(í) S T E V E N T O N , Amales of medicine, D u n c a n , vol. i , p . n , n . 0 9 .
(3) Cuu.EN, Elemcnt, o medicin. pract. p . ir, i . c a p . 7 .
(O) I T L ' F F E L A N D S , JoWllUl, X X , 111.
curó u n h e r p e s crónico, ó al menos desapareció su principal
síntoma ostensible de un modo p r o n t o , perfecto y duradero, 5 0 . La naturaleza misma casi n o puede disponer de otros
por la erupción del s a r a m p i ó n , como lo ha observado K o r - medios homeopáticos m a s q u e las enfermedades m s n ^ t s
t u m (1). Una erupción miliar, que hacía seis años q u e cubria poco n u m e r o s a s , q u e se presentan siempre s m i t i
la c a r a , el cuello y el b r a z o , causando u n ardor insoportable, mismas como la s a r n a , el sarampión y l Á i r u e l a P r d
y que se renovaba e n todos los cambios atmosféricos, se r e d u - estas potencias morbíficas, l a s u n a s , como la viru la Y sa

jo p o r la aparición del sarampión, á u n a simple tumefacción de l a m p ó n , son m a s peligrosas y mas a l a r m a n t e s q u e la nf -


la p i e l : despues de cesado el s a r a m p i ó n , s e curó l a erupción medad que podrían curar-, y la o t r a , la s a r n a , exige ella Z
miliar, y no volvió á reproducirse j a m á s ( 2 ) . . m a despues d e h a b e r efectuado la curación, 1 uso d e „ !
4 7 . Todos estos ejemplos, enseñan al médico, en l e n g u a j e : i X C e S Para á
" V G Z ' - c o n s t a n c i a s ue : a
claro y persuasivo, d e qué m a n e r a d e b e h a c e r l a elección e n - otra h a c e n su u s o como medios homeopáticos, difícil i n -
t r e los agentes ó potencias capaces d e producir enfermedades cierto y peligroso. Y a d e m á s , ¡ c u a n pocas enfermedades se
artificiales, como son los medicamentos, p a r a c u r a r de un m o - encuentran que pudieran tener u n remedio h o m e o p l t c o t a
do s e g u r o , pronto , y d u r a d e r o , á imitación de l a naturaleza. ó r n e l a , el sarampión y la s a r n a ! La n a t u r a l e z a , pues Cól -
4 8 . Estos mismos, e j e m p l o s , d e m u e s t r a n terminantemente, mente puede c u r a r u n corto n ú m e r o de enfermedade c o f e s l
que j a m á s l o s esfuerzos de la energía v i t a l , n i el a r t e del m é - medms a r r i e s g a d o s , no pudiendo servirse de e l l o s ^ o
dico , pueden curar u ñ a enfermedad cualquiera con una p o t e n - C ; P ,AS DOSIS DE ESTAS
c f n o so I ; R , T ¡
cia morbífica, que no la s e a análoga y s e m e j a n t e , p o r m a s nL Z ' m ° a S d e l 0 S « l e n t o s ' susceptibles de s e r
enérgica que esta sea-, y q u e solamente puede v e r i f i c á r s e l a a t e n u a d a s en razón de las circunstancias-, y p a r a cura - la a
curación, por medio de u n a potencia m o r b í f i c a , apta p a r a de- Hgua enfermedad a n á l o g a , de que un h o m b r e e Z c t ^ l
terminar síntomas semejantes, y algo m a s f u e r t e s . La causa y afectado le a b r u m a n con la pesada y peligrosa car "a de a
razón de esto, se f u n d a en las leyes fijas é irrevocables d e l a eu ermedad e n totalidad, variólica, Vubeóííca 6 psórfea N o
n a t u r a l e z a , leyes hasta a h o r a desapercibidas y a u n d e s p r e - ob tan te, s e ha visto q u e su concurso h a producido al g n a ' s ve
ciadas p o r los médicos. ees brillantes curaciones homeopáticas, q u e son otras t i n t a s
p r u e b a s irrecusables en apoyo de esta g r n d e T ú n a 1 J v te
4 9 . Mucho mayor n ú m e r o de estas curaciones h o m e o p á t i - • g t o * ^ la naturaleza 5 * * *
cas naturales encontraríamos, si los o b s e r v a d o r e s , p o r u n a dios que produzcan síntomas semejantes á los de aquellas.
p a r t e , hubiesen puesto m a s g r a n d e atención 'en ellas, y l a n a -
o í . Estos hechos serían ya suficientes p a r a revelar al m é
t u r a l e z a , p o r otra , dispusiese de m a s considerable n ú m e r o de
toh J r w acaba de enunciarse. ; C u á n L s u ^ £ t
enfermedades, capaces de c u r a r y c u r a r s e homeopáticamente.
m en estos casos que tiene el genio del h o m b r e sobre lá n a -
turaleza g r o s e r a , que o b r a sin reflexión! ¡Y cuánto n a s e m u t -
(1) HCFFELAND'S, Journal, x x , 111, p . 5 0 .
(2) RAU, loe. cit., p . 8 5 . (1) Y el miasma exantemático d e la vacuna que existe en la linfa vacúnica.
17
isnrasfMB t? tüjpr t m .
. t&UQTECI ÜJmSíTSite
131

tiplican l a s potencias m o r b í f i c a s h o m e o p á t i c a s , p o r medio d e p r i m i t i v a , lejos d e c u r a r s e , s i e m p r e s e a g r a v a . De*la a p l i c a -


l o s m e d i c a m e n t o s esparcidos e n t o d a la c r e a c i ó n , d e l a s q u e
ción d e este método p o d r á n r e s u l t a r e n t o n c e s t r e s efectos : 1
p u e d e d i s p o n e r el médico p a r a alivio d e l a s dolencias d e s u s Si el t r a t a m i e n t o a l o p á t i c o , a u n q u e m u y l a r g o , e s s u a v e , la
h e r m a n o s ' E n ellas e n c u e n t r a l o s m e d i o s p a r a d e t e r m i n a r e s - e n f e r m e d a d n a t u r a l p e r m a n e c e r á e n eí mismo e s t a d o , y e l
e n f e r m o solo h a b r á p e r d i d o p a r t e d e s u s f u e r z a s , p o r q u e ,
t a d o s m o r b í f i c o s t a n v a r i a d o s , c o m o v a r i a d a s son l a s e n f e r m e -
c o m o h e m o s v i s t o , l a afección a n t i g u a q u e y a existia e n el o r -
d a d e s n a t u r a l e s , á l a s q u e d e b e n servir d e r e m e d i o s h o m e o p a - .
g a n i s m o , n o p e r m i t e q u e s e e s t a b l e z c a e n él u n a afección d e -
ticos. S o n potencias m o r b í f i c a s c u y a f u e r z a s e e x t i n g u e p o r si
s e m e j a n t e m a s d é b i l . 2-.° Si los r e m e d i o s alopáticos a t a c a n l a
m i s m a d e s p u e s de e f e c t u a d a l a c u r a c i ó n , y q u é no e x i g e n , co-
m o l a s a r n a , otros medios p a r a d e s t r u i r l a á su v e z . S o n i n - e c o n o m í a c o n v i o l e n c i a e l m a l primitivo p a r e c e r á q u e cede
por algún tiempo, pero reaparecerá con igual fuerza cuando
fluencias q u e el médico p u e d e a t e n u a r a l infinito, y c u y a dosis
m e n o s , l u e g o q u e s e i n t e r r u m p a el tratamiento-, p o r q u e , c o m o
p u e d e d i s m i n u i r hasta r e d u c i r l a s á u n a f u e r z a u n poco s u p e r i o r
h e m a n i f e s t a d o y a , siendo la n u e v a e n f e r m e d a d m a s f u e r t e ,
á l a b l e la enfermedad natural semejante, en cuya curación
acalla y s u s p e n d e p o r a l g ú n tiempo á la m a s débil y d e s e m e -
d e b e n e m p l e a r s e . Con t a n preciosos r e m e d i o s , n o s e necesitan
j a n t e , q u e existia a n t e s d e ella. 3 . ° E n fin, si l a s ' p o t e n c i a s
a t a q u l violentos dirigidos al o r g a n i s m o p a r a e s t i r p a r u n m a l
a l o p á t i c a s s e p o n e n e n uso á dosis e l e v a d a s y p o r m u c h o t i e m -
a n t i g u o y p e r t i n a z ; y el paso d e l estado d e e n f e r m e d a d a l d e
p o , este t r a t a m i e n t o , sin c u r a r la e n f e r m e d a d p r i m i t i v a , no .
s a l u d d u r a d e r a , se h a c e d e u n m o d o s u a v e é i n s e n s i b l e , y c o n
h a r á m a s q u e a ñ a d i r n u e v a s e n f e r m e d a d e s artificiales, y h a r á
frecuencia bastante rápido.
la c u r a c i ó n m a s difícil d e o b t e n e r , p o r q u e , c o m o s e h a visto
52 Despues de e j e m p l o s d e u n a evidencia t a n p a l p a b l e ,
t a m b i é n , c u a n d o l l e g a n á e n c o n t r a r s e d o s afecciones c r ó n i c a s
p a r e c e imposible q u e todo m é d i c o q u e r a c i o c i n e , insista t o d a -
d e s e m e j a n t e s y d e i g u a l i n t e n s i d a d , s e colocan la u n a al lado d e
v í a e n la aplicación del m é t o d o a l o p á t i c o o r d i n a r i o y e n el e m -
la o t r a e n el o r g a n i s m o , y s e e s t a b l e c e n e n él s i m u l t á n e a m e n t e .
p l e o d e m e d i c a m e n t o s , c u y o s efectos n o tienen n i n g u n a r e l a -
5 3 . L a s c u r a c i o n e s v e r d a d e r a s y s u a v e s solo s e verifican
ción d i r e c t a ú homeopática con l a e n f e r m e d a d , y q u e a t a c a n e l
p o r medio d e la H o m e o p a t í a . E s t e p r o c e d i m i e n t o , como y a lo
c u e r p o e n s u s partes m e n o s e n f e r m a s , p r o d u c i e n d o e v a c u a c i o -
h e m o s reconocido a n t e r i o r m e n t e ( § . 7 - 2 3 ) , c o n s u l t a n d o la e x -
n e s contra-irritaciones, d e r i v a c i o n e s , e t c . E s imposible q u e periencia y a y u d á n d o n o s el raciocinio, e s el único con el c u a l
p e r s i s t a e n l a adopcion d e u n m é t o d o , q u e consiste e n p r o d u - p u e d e el a r t e c u r a r l a s e n f e r m e d a d e s d e un m o d o m a s cierto,
cir á e s p e n s a s de l a s f u e r z a s d e l e n f e r m o , l a manifestación d e mas rápido y mas duradero , porque se funda en una lev eterna
u n estado morboso d e l todo diferente d e l a afección p r i m i t i v a , é infalible d e la n a t u r a l e z a .
c o n dosis elevadas de m e z c l a s e n l a s q u e e n t r a n m e d i c a m e n -
5 4 . Y a h e m o s notado a n t e r i o r m e n t e ' ( § . 4 3 - 4 9 ) , q u e el p r o -
tos í a m a y o r parte desconocidos. E l u s o d e s e m e j a n t e s m e z c l a s
c e d e r h o m e o p á t i c o e s el único v e r d a d e r o , p o r q u e d e los t r e s e s -
n o p u e d e t e n e r otro r e s u l t a d o q u e el q u e d i m a n a d e l a s l e y e s
clusivos m o d o s con q u e p u e d e n e m p l e a r s e los m e d i c a m e n t o s con-
g e n e r a l e s d e la n a t u r a l e z a , c u a n d o u n a e n f e r m e d a d d e s e m e -
t r a l a s e n f e r m e d a d e s , solo a q u e l e s el que c o n d u c e en línea recta
j e s e u n e á otra e n el o r g a n i s m o h u m a n o , e s decir, q u e la
isnrasfMB t? tüjpr t m .
. t&UQTECI ÜJmSíTSite
131
tiplican l a s potencias m o r b í f i c a s h o m e o p á t i c a s , p o r medio d e p r i m i t i v a , lejos d e c u r a r s e , s i e m p r e s e a g r a v a . De*la a p l i c a -
l o s m e d i c a m e n t o s esparcidos e n t o d a la c r e a c i ó n , d e l a s q u e
ción d e este método p o d r á n r e s u l t a r e n t o n c e s t r e s efectos : 1
p u e d e d i s p o n e r el médico p a r a alivio d e l a s dolencias d e s u s Si el t r a t a m i e n t o a l o p á t i c o , a u n q u e m u y l a r g o , e s s u a v e , la
h e r m a n o s ' E n ellas e n c u e n t r a l o s m e d i o s p a r a d e t e r m i n a r e s - e n f e r m e d a d n a t u r a l p e r m a n e c e r á e n eí mismo e s t a d o , y e l
e n f e r m o solo h a b r á p e r d i d o p a r t e d e s u s f u e r z a s , p o r q u e ,
t a d o s m o r b í f i c o s t a n v a r i a d o s , c o m o v a r i a d a s son l a s e n f e r m e -
c o m o h e m o s v i s t o , l a afección a n t i g u a q u e y a existia e n el o r -
d a d e s n a t u r a l e s , á l a s q u e d e b e n servir d e r e m e d i o s h o m e o p a - .
g a n i s m o , n o p e r m i t e q u e s e e s t a b l e z c a e n él u n a afección d e -
ticos. S o n potencias m o r b í f i c a s c u y a f u e r z a s e e x t i n g u e p o r si
s e m e j a n t e m a s d é b i l . 2-.° Si los r e m e d i o s alopáticos a t a c a n l a
m i s m a d e s p u e s de e f e c t u a d a l a c u r a c i ó n , y q u é no e x i g e n , co-
m o l a s a r n a , otros medios p a r a d e s t r u i r l a á su v e z . S o n i n - e c o n o m í a c o n v i o l e n c i a e l m a l primitivo p a r e c e r á q u e cede
por algún tiempo, pero reaparecerá con igual fuerza cuando
fluencias q u e el médico p u e d e a t e n u a r a l infinito, y c u y a dosis
m e n o s , l u e g o q u e s e i n t e r r u m p a el tratamiento-, p o r q u e , c o m o
p u e d e d i s m i n u i r hasta r e d u c i r l a s á u n a f u e r z a u n poco s u p e r i o r
h e m a n i f e s t a d o y a , siendo la n u e v a e n f e r m e d a d m a s f u e r t e ,
á l a b l e la enfermedad natural semejante, en cuya curación
acalla y s u s p e n d e p o r a l g ú n tiempo á la m a s débil y d e s e m e -
d e b e n e m p l e a r s e . Con t a n preciosos r e m e d i o s , n o s e necesitan
j a n t e , q u e existia a n t e s d e ella. 3 . ° E n fin, si l a s ' p o t e n c i a s
a t a q u l violentos dirigidos al o r g a n i s m o p a r a e s t i r p a r u n m a l
a l o p á t i c a s s e p o n e n e n uso á dosis e l e v a d a s y p o r m u c h o t i e m -
a n t i g u o y p e r t i n a z ; y el paso d e l estado d e e n f e r m e d a d a l d e
p o , este t r a t a m i e n t o , sin c u r a r la e n f e r m e d a d p r i m i t i v a , no .
s a l u d d u r a d e r a , se h a c e d e u n m o d o s u a v e é i n s e n s i b l e , y c o n
h a r á m a s q u e a ñ a d i r n u e v a s e n f e r m e d a d e s artificiales, y h a r á
frecuencia bastante rápido.
la c u r a c i ó n m a s difícil d e o b t e n e r , p o r q u e , c o m o s e h a visto
52 Despues de e j e m p l o s d e u n a evidencia t a n p a l p a b l e ,
t a m b i é n , c u a n d o l l e g a n á e n c o n t r a r s e d o s afecciones c r ó n i c a s
p a r e c e imposible q u e todo m é d i c o q u e r a c i o c i n e , insista t o d a -
d e s e m e j a n t e s y d e i g u a l i n t e n s i d a d , s e colocan la u n a al lado d e
v í a e n la aplicación del m é t o d o a l o p á t i c o o r d i n a r i o y e n el e m -
la o t r a e n el o r g a n i s m o , y s e e s t a b l e c e n e n él s i m u l t á n e a m e n t e .
p l e o d e m e d i c a m e n t o s , c u y o s efectos n o tienen n i n g u n a r e l a -
5 3 . L a s c u r a c i o n e s v e r d a d e r a s y s u a v e s solo s e verifican
ción d i r e c t a ú homeopática con l a e n f e r m e d a d , y q u e a t a c a n e l
p o r medio d e la H o m e o p a t í a . E s t e p r o c e d i m i e n t o , como y a lo
c u e r p o e n s u s partes m e n o s e n f e r m a s , p r o d u c i e n d o e v a c u a c i o -
h e m o s reconocido a n t e r i o r m e n t e ( § . 7 - 2 3 ) , c o n s u l t a n d o la e x -
n e s contra-irritaciones, d e r i v a c i o n e s , e t c . E s imposible q u e periencia y a y u d á n d o n o s el raciocinio, e s el único con el c u a l
p e r s i s t a e n l a adopcion d e u n m é t o d o , q u e consiste e n p r o d u - p u e d e el a r t e c u r a r l a s e n f e r m e d a d e s d e un m o d o m a s cierto,
cir á e s p e n s a s de l a s f u e r z a s d e l e n f e r m o , l a manifestación d e mas rápido y mas duradero , porque se funda en una lev eterna
u n estado morboso d e l todo diferente d e l a afección p r i m i t i v a , é infalible d e la n a t u r a l e z a .
c o n dosis elevadas de m e z c l a s e n l a s q u e e n t r a n m e d i c a m e n - 3 1 . Y a h e m o s notado a n t e r i o r m e n t e ' ( § . 4 3 - 4 9 ) , q u e el p r o -
tos í a m a y o r parte desconocidos. E l u s o d e s e m e j a n t e s m e z c l a s - c e d e r h o m e o p á t i c o e s el único v e r d a d e r o , p o r q u e d e los t r e s e s -
n o p u e d e t e n e r otro r e s u l t a d o q u e el q u e d i m a n a d e l a s l e y e s clusivos m o d o s con q u e p u e d e n e m p l e a r s e los m e d i c a m e n t o s con-
g e n e r a l e s d e la n a t u r a l e z a , c u a n d o u n a e n f e r m e d a d d e s e m e - t r a l a s e n f e r m e d a d e s , solo a q u e l e s el que c o n d u c e en línea recta
j e s e u n e á otra e n el o r g a n i s m o h u m a n o , e s decir, q u e la
á u n a c u r a c i ó n s u a v e , sin que p o r otra p a r t e p e r j u d i q u e ni d e -
bilite al e n f e r m o . E l método homeopático p u r o , e s t a m b i é n s e - 5 7 . E l médico ordinario que quiere p r o c e d e r s e g ú n el m é -
todo a n t i p a t i c e , n o atiende m a s que á u n solo s í n t o m a , aquel
g u r a m e n t e e l único por el cual puede él a r t e efectuar curaciones,
de q u e m a s se q u e j a el e n f e r m o , y olvida todos los d e m á s p o r
del mismo m o d o que e s cierto que no s e p u e d e tirar m a s q u e u n a
n u m e r o s o s que s e a n . P r e s c r i b e contra este síntoma u n remedio
linea .recta d e u n punto á otro.
conocido p a r a p r o d u c i r el efecto d i r e c t a m e n t e contrario -, p o r -
5 5 . El s e g u n d o m o d o d e e m p l e a r los medicamentos en l a s
q u e , s e g ú n el a x i o m a contraria contrariis, p r o c l a m a d o p o r e s -
e n f e r m e d a d e s , al que llamo alopático ó heteropático, e s el q u e
pacio d e m a s d e mil y quinientos años p o r la a n t i g u a escuela
se h a e m p l e a d o m a s g e n e r a l m e n t e hasta el d i a . Sin a t e n d e r ,
este remedio es d e l q i ^ e d e b e e s p e r a r el auxilio (paliativo)
p r o p i a m e n t e h a b l a n d o , lo q u e h a y d e e n f e r m o e n el organismo,
m a s p r o n t o P o r esta r a z ó n , administra g r a n d e s dosis d e opio
a t a c a l a s p a r t e s que la e n f e r m e d a d m a s h a r e s p e t a d o , p a r a de-
c o n t r a los dolores d e toda especie, p o r q u e esta sustancia e m -
r i v a r ó a t r a e r el m a l hacia ellas. No h a b l a r é aqui d e este m é -
bota r á p i d a m e n t e la sensibilidad. P r e s c r í b e l a misma d r o g a con-
t o d o , p o r q u e y a h e m o s t r a t a d o d e él en l a Introducción. tra teJarrcM. p o r q u e en poco tiempo detiene el movimiento
5 6 . E l t e r c e r o y último modo d e e m p l e a r los m e d i c a m e n - peristáltico d e l canal intestinal, al que priva d e su sensibilidad
tos c o n t r a l a s e n f e r m e d a d e s (1), es el a n t i p á t i c o , enantiopático Le propina i g u a l m e n t e c o n t r a el insomnio, p o r q u e , p r o d u « i n -
ó paliativo. E s t e método es d e l q u e m a s s e h a n servido hasta m e d i a t a m e n t e u n estado d e estupor y d e e n t o r p e c i m i e n t o E m -
a h o r a los m é d i c o s p a r a h a c e r c r e e r que aliviaban los e n f e r m o s , plea p u r g a n t e s c u a n d o el enfermo está a t o r m e n t a d o p o r m u c h o
y con el c u a l m a s h a n contado p a r a g a n a r s u confianza, e n - lempo por el e s t r e ñ i m i e n t o . H a c e poner en a g u a fría la m a n o
g a ñ á n d o l o s c o n u n alivio i n s t a n t á n e o . Y a m o s á d e m o s t r a r c u á n e s c a l d a d a , c u y a f r i a l d a d p a r e c e q u e quita d e pronto v como
poco eficaz e s , y h a s t a q u é p u n t o e s nocivo e n l a s e n f e r m e d a - por e n c a n t o , los dolores a g u d o s d e la q u e m a d u r a . C u a n d o u n
des que n o t i e n e n u n curso m u y r á p i d o . A l a v e r d a d , es lo enfermo s e queja d e frío y d e falta d e calor vital, le h a c e e n -
único q u e e n l a ejecución d e l plan del t r a t a m i e n t o d e los a l ó - t r a r e n u n b a ñ o c a l i e n t e , q u e le r e a n i m a a l instante. Al que s e
p a t a s , t i e n e relación con u n a p a r t e d e los padecimientos c a u - queja d e u n a debilidad h a b i t u a l , le aconseja b e b e r vino que a l
sados p o r l a e n f e r m e d a d n a t u r a l . P e r o , ¿ e n q u é consiste esta m o m e n t o p a r e c e r e s t a b l e c e r l e l a s f u e r z a s . Algunos otros m e -
relación? E x a m i n é m o s l a , - y l a v e r é m o s a p a r e c e r t a l , q u e es dios antipatices, es d e c i r , contrarios á los síntomas, están pues-
p r e c i s a m e n t e lo que m a s d e b e r í a e v i t a r s e , si n o s e quisiera en- os en uso -, pero q u e d a n , sin e m b a r g o , m u y pocos d e s p u e s d e
g a ñ a r á los e n f e r m o s , ni b u r l a r s e d e ellos. los e n u m e r a d o s , p o r q u e el médico ordinario solo conoce los
{1) Aun po-dria admitirse un cuarto modo d e emplear los medicamentos con- efectos propios o primitivos d e u n cortísimo n ú m e r o d e m e d i -
tra las e n f e r m e d a d e s , á s a b e r : el m é t o d o isopático, q u e consiste en tratar una camentos.
enfermedad p o * el mismo miasma q u e la ha producido. P e r o , aun suponiendo 5 8 . N o insistiré en d e m o s t r a r el vicio, q u e afecta á este
que esto fuera p o s i b l e , descubrimiento que á la verdad sería muy precioso, como
método d e limitarse á u n solo s í n t o m a , y p o r consiguiente á u n a
no s e a d m i n i s t r a r í a el miasma á los enfermos sino despues d e haberle modificado
hasta cierto p u n t o p o r las preparaciones q u e se le hacen s u f r i r , la curación solo p e q u e ñ a p a r t e del t o d o , d e c u y a conducta n a d a debe e s p e r a r s e
se verificaría esa este caso oponiendo simillimuni simillimo. p a r a el alivio del conjunto d e l a e n f e r m e d a d , que e s lo único á
que el médico d e b e a s p i r a r . P r e g u n t a r é , sin e m b a r g o , á la ex- p a s a d o , la propensión al sueño reaparecía mas f u e r t e que a n t e s .
periencia p a r a s a b e r de e l l a , si e n t r e los casos en q u e se h a C u a n d o u n h o m b r e padecía insomnio, sin a t e n d e r p a r a n a d a á
hecho así u n a aplicación antipática de medicamentos c o n t r a u n a los otros síntomas de su e n f e r m e d a d , se le hacía t o m a r el opio,
e n f e r m e d a d crónica ó continua,, podría citarnos uno solo, en el que en virtud de su acción p r i m i t i v a , le p r o c u r a b a d u r a n t e la
c u a l , el alivio d e corta d u r a c i ó n q u e por medio de él se o b t i e - noche u n sueño de entorpecimiento y e s t u p o r ; pero el insomnio
n e , no h a y a sido seguido de u n a a g r a v a c i ó n manifiesta, no solo se hacía m a s pertinaz las noches siguientes. Se oponía el opio
del síntoma paliado al principio, sino de toda la e n f e r m e d a d . á las d i a r r e a s c r ó n i c a s , sin tener en consideración los otros s í n -
P u e s todos los q u e h a n o b s e r v a d o a t r i t a m e n t e , c o n v e n d r á n t o m a s , p o r q u e su efectpprimitivo es el estreñimiento de vientre-,
q u e en este lijero alivio antipático de corta d u r a c i ó n , el estado p e r o despues de h a b e r l o suspendido p o r a l g ú n t i e m p o , la d i a r -
del e n f e r m o e m p e o r a s i e m p r e sin escepcion, a u n q u e el médico r e a reaparecía m a s molesta q u e a n t e s . Los dolores v i v o s , que
v u l g a r intente p o r lo c o m ú n esplicar esta a g r a v a c i ó n m u y e v i - se r e p r o d u c í a n por accesos f r e c u e n t e s , se c a l m a b a n m o m e n -
d e n t e , a t r i b u y é n d o l a á la m a l i g n i d a d de la e n f e r m e d a d p r i m i t i - t á n e a m e n t e , es cierto, b a j o la influencia del opio, que e m b o t a b a
v a , ó á la manifestación de u n a n u e v a (1). la sensibilidad -, p e r o j a m á s d e j a b a n de r e n o v a r s e con m a y o r
5 $ . J a m á s s e h a t r a t a d o n i n g ú n síntoma g r a v e de u n a e n - i n t e n s i d a d , y a u n m u c h a s veces en u n g r a d o insoportable", ó
f e r m e d a d c o n t i n u a con tales r e m e d i o s , contrarios ó paliativos, bien e r a n r e e m p l a z a d o s por otro accidente m u c h o p e o r . El mé-
sin q u e al c a b o d e a l g u n a s h o r a s h a y a dejado de r e a p a r e c e r el dico v u l g a r no conoce n a d a mejor q u e el opio contra la tos a n -
m a l , e v i d e n t e m e n t e m a s g r a v e . A s í , p a r a disipar u n a tendencia t i g u a , c u y o s accesos se p r e s e n t a n principalmente d u r a n t e la
habitual á a d o r m e c e r s e , se a d m i n i s t r a b a c a f é , cuyo efecto n o c h e , puesto q u e su efecto primitivo es extinguir toda especie
primitivo es c a u s a r v i g i l i a ; p e r o luego q u e esta acción h a b í a de i r r i t a c i ó n ; p u e d e m u y bien s u c e d e r , q u e el e n f e r m o e x p e r i -
mente alivio en la p r i m e r a noche-, pero en las noches s i g u i e n -
t e s , la tos r e a p a r e c e r á m a s intensa que n u n c a ; y si el médico
(1) A u n q u e los médicos no se h a y a n , como d e b i a n , dedicado hasta ahora á
la o b s e r v a c i ó n , sin e m b a r g o , n o h a n podido dejar de apercibirse de que el e m - se obstina e n c o m b a t i r l a por medio del mismo paliativo, a u -
pleo d e los paliativos va seguido infaliblemente de u n a agravación del mal. E n - mentando g r a d u a l m e n t e la dosis, se unen á ella la fiebre v los
cuéntrase un ejemplo sorprendente, de este género en J . H . Schulz. (Diss. qua sudores n o c t u r n o s . Se h a creído disipar la debilidad de la v e g i -
corporis humani momentanearum alterationum specimim quídam expenduntur.
ga y la retención de la o r i n a , que es su consecuencia, adminis-
Hall., 1 7 4 1 , 2 8 ) . U n a cosa semejante nos testifica W i l l i s . (Pharm.rat., sed. 7
cap. i , p. 298) : opiata dolores atrocissimos plerumque seiknt atque indolentiam t r a n d o la tintura de c a n t á r i d a s que estimula las vías urinarias-
procurant, eamque..... aliquamdiuetpro statu quodam tempore continuant, quo spatio pero si en -verdad r e s u l t a n al principio a l g u n a s e v a c u a c i o n e ¡
elapso, dolores mox recrudescunt et brevi adsolitam ferociam augentur. I b i d . p . 2 9 5 : t o r z a d a s , la v e g i g a se h a c e despues menos i r r i t a b l e , menos s u s -
Exactis opii viribus illico redeunt tormina, nec atrocitatem suani remittunt, nisi dum ceptible de c o n t r a e r s e , y está m a s espuesta á u n a parálisis. Se
ab eodem pharmaco rursiis incautantur. Así t a m b i é n , J . Hunter (Tratado de las e n -
fermedades v e n é r e a s ) d i c e , q u e el vino aumenta la energía en las personas débi-
a l a b a n de poder combatir u n a disposición inveterada al e s t r e -
les, sin comunicarles u n v e r d a d e r o v i g o r , y que las fuerzas se rebajan despues en ñimiento , con p u r g a n t e s á dosis a l t a s , q u e p r o d u c e n a b u n d a n t e s
la misma proporcion q u e habían sido escitadas; de manera, q u e n a d a gana el en- y frecuentes d e y e c c i o n e s ; pero el efecto s e c u n d a r i o de este tra-
fermo con su u s o ; a n t e s al c o n t r a r i o , pierde la mayor p a r t e d e sus fuerzas.
lamienlo, es estreñir a u n m a s el v i e n t r e . U n médico v u l g a r acon-
seja b e b e r vino con el fin de liacer q u e desaparezca u n a debili- que se c o n o c e n ; pero no h a n observado que la esciiacion p r o -
d a d c r ó n i c a ; pero como este liquido solo estimula m i e n t r a s d u r a ducida por la valeriana es u n p u r o efecto primitivo, v que d -
su efecto primitivo; el r e s u l t a d o de la reacción es disminuir a u n
de o b r a r ^ f ^ T ™ ' * * i-posibilidad
m a s las f u e r z a s . Se q u i e r e calentar y fortificar u n estómago frió
de o b r a r , es d e c i r , la parálisis del c u e r p o v la d e b i l i d a d de e s -
y perezoso, con el uso de los a m a r g o s y de las e s p e c i a s ; pero
píritu a u m e n t a n infaliblemente ; no h a n notado*; que los e n f e r -
el efecto secundario de e s t o s paliativos, q u e solo escitan m i e n - mos , a quienes se administra la valeriana en semejante caso
t r a s d u r a su acción p r i m i t i v a , es a c r e c e n t a r todavía la iuaccion opuesto o antipático, son precisamente á los que la m u e r t e a r
de l a viscera g á s t r i c a . S e h a i m a g i n a d o q u e los b a ñ o s calientes r e b a t a casi con s e g u r i d a d . Cuando en las c a q u e x i a s , el pulso
convenian p a r a r e m e d i a r la falta h a b i t u a l de calor v i t a l ; p e r o es pequeño y a c e l e r a d o , los médicos de la antigua escuela ( 1 )
al salir del a g u a , los e n f e r m o s están todavía m a s a b a t i d o s , m a s consiguen hacerle lento por espacio de m u c h a s h o r a s con u n a
difíciles de c a l e n t a r s e y m a s sensibles al frió q u e a n t e s . La i n - p r i m e r a dosis de digital p u r p ú r e a , cuyo efecto primitivo es p r o -
mersión en el a g u a fría alivia i n s t a n t á n e a m e n t e los dolores cau- c u r a r lentitud en la c i r c u l a c i ó n ; pero no t a r d a luego el pulso
sados por u n a f u e r t e q u e m a d u r a ; pero luego este dolor se a u - en r e c o b r a r la misma velocidad que antes t e n i a ; dosis repetida •
m e n t a h a s t a u n g r a d o i n c r e í b l e , la inflamación se estiende á y sucesivamente m a s f u e r t e s de digital p r o d u c e n cada vez m e
l a s p a r l e s vecinas y a d q u i e r e m a y o r intensidad. Se p r e t e n d e no es r e s u l t a d o s , y a c a b a n por ser i m p o t e n t e s ; el n ú m e r o de
c u r a r u n romadizo a n t i g u o con los e s t o r n u t a t o r i o s , p o r q u e e s - pulsaciones llega á ser incalculable d u r a n t e la reacción, e h u e ñ o
citan la secreción de l a s m u c o s i d a d e s n a s a l e s ; y en último r e - se pierde con el apetito y las f u e r z a s , y es inevitable u n a m u e r t e
sultado se o b s e r v a , q u e e s t e método a c a b a s i e m p r e p o r a g r a v a r p r o n t a , si no se declara la m a n í a . E n una p a l a b r a , la a n i g u a
escuela j a m a s lia tenido en c u e n t a , que m u c h a s veces el efec
el a c c i d e n t e , p a r a c u y a c u r a c i ó n se h a b í a creído ú t i l . La e l e c -
secundario de los medicamentos antipáticos, es a c r e c e n t a r el
tricidad y el g a l v a n i s m o , potencias que e n su principio ejercen
m a l , y a u n d e t e r m i n a r a l g u n a cosa todavía p e o r : la experiencia
g r a n d e influencia e n el movimiento m u s c u l a r , restituyen con
nos suministra b a s t a n t e s p r u e b a s de esto capaces d e " !
prontitud la movilidad á m i e m b r o s l a r g o tiempo debilitados y
zarnos. ""
casi p a r a l i z a d o s : p e r o su efecto secundario es la estincion total
de la irritabilidad m u s c u l a r y u n a parálisis c o m p l e t a . La s a n - 60 Cuando llegan á manifestarse estos resultados fatales
g r í a se dice ser m u y á p r o p ó s i t o p a r a h a c e r q u e cese el aflujo que d e b e n n a t u r a l m e n t e esperarse de los medicamentos a n t i p a s
habitual de s a n g r e á la c a b e z a ; p e r o de su uso s e s i g u e , q u e tos el medieo v u l g a r espera salir del conflicto administrando
,1a s á n g r e s e dirige con m a s a b u n d a n c i a á las p a r t e s s u p e r i o r e s . una dosis m a y o r , cada vez que el mal se a g r a v a . Pero de esto
La generalidad de los m é d i c o s tan solo s a b e oponer al a n i q u i l a - tampoco se sigue sino un alivio de corta d u r a c i ó n ; v de la n -
miento casi paralítico d e l o físico y de lo m o r a l , q u e es uno de cesidad en que se e n c u e n t r a de a u m e n t a r incesantemente la do-
los síntomas p r i n c i p a l e s del t i f u s , la v a l e r i a n a á altas dosis; sis del paliativo, resulta u n a s veces que se declara una e n f e r -
p o r q u e esta planta es u n o de los m a s poderosos estimulantes
(1) HIFFEI.AND : Die homeeopatie, p. 2 0 .
raedad m a s g r a v e , o t r a s que la vida se pone en peligro , y m u - por otra , los felices resultados que p o r el contrario p r o d u c e el
c h a s q u e el enfermo s u c u m b e . J a m á s se obtiene d e este modo método h o m e o p á t i c o , lo h e conseguido p o r medio d e las consi-
la curación d e u n m a l q u e date d e a l g ú n t i e m p o , y menos a u n deraciones siguientes, q u e se d e r i v a n d e hechos n u m e r o s o s , y
si e s i n v e t e r a d o . q u e nadie h a encontrado antes que y o , a u n q u e se hubiesen t e -
6 1 . S i l o s médicos hubiesen querido reflexionar s o b r e los nido , p o r decirlo a s í , en la m a n o , y fuesen d e u n a evidencia
tristes resultados d e la aplicación d e los r e m e d i o s antipáticos, tan perfecta y d e u n a importancia infinita p a r a la medicina.
h u b i e r a n h a c e m u c h o tiempo encontrado esta g r a n d e v e r d a d : 6 3 . Toda potencia que obra s o b r e la v i d a , todo m e d i c a -
q u e solo siguiendo una mar cha opuesta á la que hasta ahora han m e n t o , desarmoniza m a s ó menos la fuerza vital, y p r o d u c e
seguido, es como se puede alcanzar un método de tratamiento, en el h o m b r e cierto c a m b i o , q u e p u e d e d u r a r m a s corto ó mas
que produzca curaciones reales y duraderas. H u b i e r a n conocido l a r g o tiempo. L l á m a s e este cambio efecto primitivo. A u n q u e
q u é , así como u n efecto medicinal contrario á l o s síntomas d e producido á la v e z p o r l a f u e r z a vital y p o r la fuerza medici-
la e n f e r m e d a d , remedio a d m i n i s t r a d o a n t i p á t i c a m e n t e , n o p r o - n a l , p e r t e n e c e , sin e m b a r g o , m a s á la potencia, c u y a acción
porciona m a s q u e u n alivio d e corta d u r a c i ó n , d e s p u e s del se ejerce s o b r e nosotros. P e r o n u e s t r a fuerza vital tiende siem-
cual el m a l e m p e o r a c o n s t a n t e m e n t e ; del mismo modo el m é - p r e a desplegar su energía contra esta influencia. E l efecto que
todo i n v e r s o , es d e c i r , l a aplicación homeopática d e los m e d i - de aquí r e s u l t a , q u e pertenece á n u e s t r a f u e r z a vital d e c o n -
c a m e n t o s , s u administración , f u n d a d a e n la analogía entre los s e r v a c i ó n , y q u e depende d e su actividad a u t o m á t i c a , lleva el
síntomas q u e p r o d u c e n y de los d e la e n f e r m e d a d , d e b e propor- n o m b r e d e efecto secundario ó d e reacción.
cionar u n a curación perfecta y d u r a d e r a , con tal q u e se t e n g a 6 4 . Mientras d u r a el efecto priniftivo d e las potencias
cuidado q u e l a s dosis e n o r m e s d e q u e h a c e n uso se s u s t i t u y a n morbíficas artificiales ( m e d i c a m e n t o s j % b r e u n c u e r p o sano, la
tuerza vital p a r e c e q u e desempeña u n papel p u r a m e n t e pasivo
p o r o t r a s , t a n débiles como sea posible. Mas á p e s a r d e l a s
como si estuviese obligada á s u f r i r l a s impresiones d e la p o -
poquísimas dificultades q u e p r e s e n t a esta serie d e raciocinios;
tencia esterior y á d e j a r s e modificar p o r ella. Pero m a s tarde,
á p e s a r d e q u e n i n g ú n médico h a obtenido u n a curación v e r -
p a r e c e que s e despierta e n cierto modo. E n t o n c e s , si h a y a l -
d a d e r a d e e n f e r m e d a d e s c r ó n i c a s , á no s e r que p o r casualidad
g ú n estado d i r e c t a m e n t e contrario al efecto primitivo ó á la
p r e d o m i n a r a e n sus f ó r m u l a s u n medicamento h o m e o p á t i c o ; á
impresión que h a recibido, manifiesta u n a tendencia á p r o d u -
p e s a r d e este otro h e c h o , no menos positivo, q u e l a naturaleza
cirle,, en relación con su propia e n e r g í a y con el g r a d o de i n -
j a m á s h a conseguido u n a curación r á p i d a y completa sino p o r
fluencia ejercida p o r la potencia m o r b o s a artificial ó medicinal:
medio d e u n a e n f e r m e d a d s e m e j a n t e , que h a a ñ a d i d o á l a a n -
si en la naturaleza no existe u n estado d i r e c t a m e n t e opuesto á
tigua (§. 4 6 ) ; á p e s a r d e todo e s t o , no h a n podido . d u r a n t e
este efecto primitivo, intenta establecer su propia p r e p o n d e r a n -
t a n l a r g a serie d e siglos, l l e g a r á u n a v e r d a d , l a única e n la
cia, b o r r a n d o el cambio que s e h a producido e n ella p o r u n a
que se e n c u e n t r a l a salud d e los enfermos. acción esterior, la del m e d i c a m e n t o , y sustituvendo á él su
6 2 . Queriendo esplicarme á m í m i s m o , por u n a p a r t e , los propio estado n o r m a l .
perniciosos resultados del tratamiento antipático ó paliativo,
6 5 . Los ejemplos del p r i m e r caso son m u y sencillos y n u - 6 6 . Pero el c u e r p o sano no presenta, ningún signo de reac-
merosos. U n a m a n o que h a estado s u m e r g i d a en el a g u a c a - ción en sentido c o n t r a r i o , despues de la acción de una dosis
liente, tiene en los p r i m e r o s m o m e n t o s m u c h o m a s calor q u e débil y homeopática de las potencias q u e cambian el modo de
la otra que no h a sufrido la inmersión .(efecto primitivo) ; p e r o su vitalidad. V e r d a d e s , que u n a corta dosis de cualquiera de
a l g ú n tiempo despues de h a b e r l a r e t i r a d o del a g u a y secado estos a g e n t e s p r o d u c e efectos primitivos a p r e c i a b l e s , c u a n d o
b i e n , llega á ponerse m u c h o m a s fria q u e la del lado opuesto p a r a ello se emplea la atención n e c e s a r i a ; pero la reacción
(efecto secundario). El g r a n calor que proviene de u n ejercicio que luego ejerce el organismo viviente, j a m á s escede al g r a d o
violento (efecto primitivo), es seguido de escalofrios y de frió necesario p a r a el restablecimiento del estado n o r m a l .
(efecto secundario). El h o m b r e que a y e r se habia calentado, 6 7 . E s t a s v e r d a d e s incontestables, que por sí m i s m a s se
b e b i e n d o vino a b u n d a n t e (efecto primitivo), hoy es sensible á nos presentan cuando p r e g u n t a m o s á la n a t u r a l e z a y á la e x -
la m e n o r corriente de aire (efecto s e c u n d a r i o ) . U n b r a z o que periencia, esplícan por u n a p a r t e los ventajosos resultados del
h a p e r m a n e c i d o por m u c h o tiempo en a g u a de n i e v e , está m a s método homeopático, y por otra d e m u e s t r a n lo a b s u r d o que
pálido y m a s frió que el otro (efecto p r i m i t i v o ) ; p e r o retíresele es t r a t a r las e n f e r m e d a d e s con medios antipáticos v p a l i a t i -
luego del a g u a y séquesele con c u i d a d o , y se p o n d r á , no solo vos ( 1 ) . •
m a s caliente que el o t r o , sino a u n q u e m a n t e , rojo é inflamado 68. E x a m i n a n d o lo que sucede en las curaciones h o m e o -
(efecto secundario). El café f u e r t e , n o s estimula al principio
páticas , vemos á la v e r d a d que las dosis i n f i n i t a m e n t e , p e q u e -
(efecto p r i m i t i v o ) ; p e f b luego nos deja u n a pesadez y t e n d e n -
cia al sueño (efecto s e c u n d a r i o ) , q u e d u r a n m u c h o t i e m p o , si ñ a s , que bastan p a r a v e n c e r y destruir las e n f e r m e d a d e s n a -
no las h a c e m o s desapaníí&r de nuevo p o r a l g ú n tiempo y de u n cí) Solamente en casos muy apremiantes, en que el peligro que corre la vida
modo p u r a m e n t e paliativo, repitiendo el uso del café. Despues y lo inminente de la muerte no diesen tiempo á un medicamento homeopático para
obrar, y no admitiesen dilación de algunas horas ni aun minutos en enfermedades
de h a b e r s e p r o c u r a d o el s u e ñ o , ó m a s b i e n , u n entorpecimiento
sobrevenidas de repente en sugetos que poco antes estaban sanos, como las as-
p r o f u n d o por medio del opio (efecto p r i m i t i v o ) , el sueño es m a s fixias, la fulguración, la sofocacion, la congelación, la sumersión, e t c . , solo en
difícil en la noche siguiente (efecto s e c u n d a r i o ) . Al e s t r e ñ i - estos casos es permitido y aun conveniente empezar, á lo menos para reanimar la
miento producido por el opio (efecto primitivo), sucede la diar- irritabilidad y la sensibilidad, con la ayuda de los paliativos, tales como lijeras
conmociones eléctricas, lavativas de café muy cargadas, olores escitantes, la ac-
r e a (efecto s e c u n d a r i o ) ; y á las evacuaciones d e t e r m i n a d a s por ción progresiva del calor, etc. Luego que la vida física se halla r e a n i m ó l a , eí
los p u r g a n t e s (efecto p r i m i t i v o ) , sucede una constipación y un juego de los órganos que la sostienen recobra otra vez su curso r e g u l a r , puesto
estreñimiento de vientre q u e d u r a m u c h o s dias (efecto s e c u n - que aquí no habia enfermedad (*), sino suspensión ó depresión de la fuerza vital,
dario). Así es como al efecto primitivo de las altas dosis de ( * ) La nueva secta ecléctica de los insuficiencistas se apova , pero en vano
en estas palabras, para admitir por todas partes escepciones de la regla en las
una potencia que modifica p r o f u n d a m e n t e el estado de un enfermedades, y poder aplicar á su gusto los paliativos alopáticos : parece que
cuerpo s a n o , la f u e r z a vital, por su r e a c c i ó n , j a m á s deja de solo obra asi para ahorrarse el trabajo de buscar el remedio homeopático nue
conviene exactamente á cada caso morboso, ó mas bien para no obrar romo e!
oponer un estado d i r e c t a m e n t e c o n t r a r i o , con tal que se halle medico homeópata, al mismo tiempo que se da e,l carácter de t a l ; pero sus hp~
«líos corresponden a sus principios, y se reducen á muv poca co*a
en disposición de p r o d u c i r a l g u n o .
t u r a l e s , por la analogía que existe e n t r e los síntomas de e s t a s
o b r a precisamente en el punto enfermo del o r g a n i s m o , del mis-
últimas y los de los medicamentos, dejan al principio en el or-
mo modo que lo haria un remedio h o m e o p á t i c o , se limita á
g a n i s m o , despues de la extinción de la e n f e r m e d a d primitiva, c u b r i r en cierto modo el síntoma morboso n a t u r a l , y á hacerlo
una lijera afección medicinal, que sobrevive á aquella. P e r o la insensible por cierto espacio de tiempo. En el p r i m e r m o m e n t o
exigüidad de las dosis h a c e esta e n f e r m e d a d tan sencilla, pasa- de la acción del paliativo, el o r g a n i s m o no siente ninguna
jera y susceptible de disiparse p o r si m i s m a , que el o r g a n i s m o afección d e s a g r a d a b l e por p a r t e del síntoma m o r b o s o , ni por
no tiene necesidad de desplegar contra ella u n a reacción s u p e - la del síntoma m e d i c i n a l , que p a r e c e n d e s t r u i r s e r e c í p r o c a -
rior á la que es necesaria p a r a elevar el estado p r e s e n t e al mente y n e u t r a l i z a r s e de un m o d o , por decirlo a s í , dinámico.
g r a d o habitual de la s a l u d , es d e c i r , p a r a r e s t a b l e c e r comple- Esto es lo q u e sucede p r e c i s a m e n t e con el dolor y la facultad
tamente á esta última ; p u e s extinguidos todos los síntomas de estupefaciente del opio ; puesto que en el p r i m e r m o m e n t o , el
la enfermedad p r i m i t i v a , n o necesita g r a n d e s esfuerzos p a r a organismo p a r e c e h a l l a r s e s a n o , no e x p e r i m e n t a n d o ni s e n s a -
conseguir este objeto (§. 0 5 ) . ción dolorosa ni entorpecimiento. Pero no pudiendo el síntoma
6 9 . Precisamente sucede todo lo contrario con el método medicinal opuesto o c u p a r en el o r g a n i s m o el mismo sitio de la
antipático ó paliativo. El síntoma medicinal, q u e el médico enfermedad y a e x i s t e n t e , como sucede por el método h o m e o -
opone al síntoma morboso (como el entorpecimiento que c o n s - pático, en que el remedio p r o d u c e una e n f e r m e d a d artificial
tituye el efecto primitivo del opio, opuesto á u n dolor a g u d o ) , semejante á la e n f e r m e d a d n a t u r a l , solamente q u e es u n poco
no es del todo estraño y alopático á este último. H a y entre es- m a s f u e r t e q u e e l l a , no pudiendo por consiguiente ser afectada
tos dos síntomas u n a reacción e v i d e n t e , p e r o i n v e r s a . La d e s - la fuerza v i t a l , p o r el medicamento que se e m p l e a , de u n a
trucción del síntoma morboso debería efectuarse en esté caso n u e v a e n f e r m e d a d semejante á la que le afectaba hasta e n t o n -
por u n síntoma medicinal opuesto. P u e s h é aquí lo que es i m - c e s , no p u e d e extinguirse esta ú l t i m a . La n u e v a e n f e r m e d a d
posible ; p o r q u e a u n q u e sea cierto q u e el remedio antipático pone c i e r t a m e n t e insensible al o r g a n i s m o en los p r i m e r o s m o -
m e n t o s , por u n a especie de neutralización dinámica ( 1 ) , si debo

que por otra parte se encontraba por sí misma en el estado de salud. Aquí se co-
locan también diversos antídotos en los envenenamientos repentinos : los álcalis, (1) Las sensaciones contrastantes ú opuestas, no se neutralizan de un modo
contra los ácidos minerales; el hígado de azufre, contra los venenos metálicos; el permanente en el cuerpo del hombre vivo, como las sustancias dotadas de pro-
café, el alcanfor y la ipecacuana, contra los envenenamientos por el opio, etc. piedades opuestas lo hacen en un laboratorio químico , donde se v e , por ejemplo
Aunque algunos de sus síntomas solo correspondan antipáticamente á algunos unirse el acido sulfúrico y la potasa, formando un cuerpo muy diferente de ellos
sintonías morbosos de mediana ó de poca importancia, no debe inducirnos á creer una sal neutra, que ni es ácido ni álcali, y que no se descompone por el fuego
que el remedio homeopático haya sido mal elegido. Con tal que los otros sínto- l a l e s combinaciones, que producen alguna cosa de estable y de neutro, jamás
mas de Ja enfermedad, los que son mas fuertes y mas marcados, los q u e , en fin, se efectúan en nuestros órganos sensitivos, relativamente á las impresiones diná-
la caracterizan, encuentren en el remedio síntomas que los cubran y los destru- m.cas de naturaleza opuesta. Al principio hay ciertamente una apariencia de neu-
yan , los síntomas antipáticos poco numerosos que han podido manifestarse, des- tralización ó de destrucción recíproca ; pero las sensaciones opuestas no se des-
aparecen por sí mismos luego que ha cesado de obrar el remedio, efectuándose truyen la una á la otra de un modo duradero. Una persona afligida, solo suspende
muy en breve la curación. por un instante la espresion de su dolor á la vista de un espectáculo alegre; pero
e s p r e s a r m e a s í ; p e r o no t a r d a en extinguirse por sí misma,
7 0 . Despues de lo q u e a c a b a de e s p o n e r s e , no se p o d r á n
como toda afección m e d i c i n a l ; y entonces, no solamente deja
poner en d u d a las v e r d a d e s siguientes :
á la e n f e r m e d a d e n el mismo estado en q u e se h a l l a b a anterior-
1 . ' El médico solo tiene que c u r a r los sufrimientos del e n -
m e n t e , sino que t a m b i é n , como solo p u e d e n a d m i n i s t r a r s e los
f e r m o y las alteraciones del ritmo n o r m a l que son apreciables
paliativos á g r a n d e s dosis, p a r a p r o p o r c i o n a r u n alivio a p a r e n - p o r los sentidos, es d e c i r , la totalidad de los síntomas po m e -
t e , obliga á la f u e r z a vital á escitar u n estado o p u e s t o . ( § . 6 3 l o de los cuales la e n f e r m e d a d indica el medio m a s apropiado
á 6 5 ) al q u e h a b i a producido el medicamento paliativo, y á d e - p r a s o c o r r e r l a ; todas las causas internas que p r e t e n d a n a t r i -
t e r m i n a r u n efecto c o n t r a r i o ál del r e m e d i o , es d e c i r , á d a r b u i r s e á esta e n f e r m e d a d , todos los c a r a c t é r e s ocultos que quie-
origen á u n e s t a d o a n á l o g o á la e n f e r m e d a d n a t u r a l , todavía r a n c o n c e d é r s e l a , todos los principios materiales de q u e se
no d e s t r u i d a . P r o v i n i e n d o , p u e s , esta adición de la misma supusiera h a c e r l a d e p e n d e r , serian otros tantos sueños v a n o s .
fuerza vital ( l a r e a c c i ó n c o n t r a el p a l i a t i v o ) , no p u e d e d e j a r
t i desacuerdo a que nosotros d a m o s el n o m b r e de en-
de a u m e n t a r la intensidad y la g r a v e d a d del m a l (1). A s í , el
f e r m e d a d , no p u e d e t.rasformarse en s a l u d , sino p o r otro d e s -
síntoma m o r b o s o ( p a r t e de la e n f e r m e d a d ) se a g r a v a luego que
a c u e r d o producido p o r medio de medicamentos. La v i r t u d c u -
h a cesado el e f e c t o del paliativo, y tanto m a s cuanto m a y o r e s
ativa de estos últimos consiste ú n i c a m e n t e en el cambio q u e
h a n sido las dosis de q u e se h a hecho u s o . P a r a no salir del
ejemplo de que n o s h e m o s servido y a , cuanto m a y o r es la can- s i n r m n ^ r i T n l a r d h 0 D ? r e ' 68 d e d r ' Ia
Pro<Inccion dYf
tidad de opio a d m i n i s t r a d o p a r a mitigar el d o l o r , tanto m a s síntomas morbosos específicos. Los experimentos hechos en
este se a c r e c i e n t a , d e s p u e s q u e el opio h a dejado de o b r a r ( 2 ) . personas s a n a s es el medio mejor y m a s p u r o de reconocer esta

muy pronto olvida las distracciones, y sus lágrimas corren con mas abundancia 3.* S e g ú n todos los hechos conocidos, es imposible c u r a r
que antes. la enfermedad n a t u r a l p o r medio de medicamentos que posean
(1) Por clara que sea esta proposicion, ha sido, no obstante, mal interpre- p o r si mismos la facultad de producir en el h o m b r e sa'no „
t a d a , y se ha opuesto contra ella, que un paliativo debe también curar p o r su
efecto consecutivo, q u e se parece á la enfermedad existente, de la misma manera UN T O M A ARTIFICIAI D E S E N I E J A N T E E I
que un remedio homeopático lo hace per su efecto primitivo. P e r o , al esponer esta
S S R A - ^
J p r r a u n a Curaci0n real La nat
objecion, no se ha tenido p r e s e n t e , que el efecto consecutivo nunca es un p r o -
r °f - ™ l e z a por
1 sola tampoco produce la c u r a c i ó n , cuando una e n f e r m e d a d
ducto del medicamento, y que siempre resulta de la reacción que la fuerza vital
ejerce en el organismo ; que por consiguiente, cuando se emplee un paliativo, esta e « t a g n e por medio de una s e g u n d a enfermedad desemejante
reacción es un estado semejante al síntoma de la enfermedad, que ha quedado añadida a la o t r a , por f u e r t e que sea esta n u e v a afección. '
intacto por el medicamento, y que aun se encuentra aumentado por el mismo. 4. l o d o s los hechos se r e ú n e n también p a r a d e m o s t r a r
(2) Así en el oscuro calabozo en que el prisionero apenas distingue los cuer- que un m e d i c a m e n t o , susceptible de dar o r i g e n , en el h o m b r e
pos que le rodean, si s e enciende un poco de alcohol, se esparce alrededor de él
sano , a un síntoma morboso opuesto á la enfermedad que se
una claridad tanta m a s resplandeciente, cuanto mayor era la oscuridad; pero,
cuando se extingue la llama, cuanto mas brillante esta ha sido, mas oscuras p a - t r a t a de c u r a r , no p r o d u c e m a s que un alivio p a s a j e r o en la
recen al infortunado l a s tinieblas que le envuelven, y con mucha mayor dificul- enfermedad a n t i g u a , n u n c a p r o c u r a la c u r a c i ó n , y la de a r !
tad distingue lo que l e rodea. a p a r e c e r s i e m p r e , al cabo de cierto tiempo, m a s g r a v e de lo
19
i
11
i iI
que era a n t e s . El método antipático y p u r a m e n t e paliativo e s , a l g u n a s consideraciones g e n e r a l e s . Las e n f e r m e d a d e s del h o m -
pues, del todo contrario al objeto que s e p r o p o n e en las e n f e r - b r e f o r m a n dos clases. L a s u n a s son operaciones r á p i d a s d e la
H
medades antiguas y de a l g u n a i m p o r t a n c i a . f u e r z a vital salida d e s u ritmo n o r m a l , que t e r m i n a n e n u n
5 / E l tercer m é t o d o , el único que queda á que p o d e r n o s tiempo m a s ó menos l a r g o , pero siempre d e mediana duración.
fifi Estas se l l a m a n e n f e r m e d a d e s agudas. L a s o t r a s , poco m a n i -
dirigir, el h o m e o p á t i c o , q u e calculando bien la dosis, emplea
contra la totalidad d e los síntomas d e u n a e n f e r m e d a d n a t u r a l , fiestas y a u n m u c h a s veces imperceptibles e n su principio. se
É L u n medicamento capaz de p r o d u c i r , e n el h o m b r e s a n o , sínto- a p o d e r a n del o r g a n i s m o c a d a u n a á su m o d o , le desarmonizan
m a s t a n semejantes como sea posible á los q u e s e o b s e r v a n en d i n á m i c a m e n t e , y poco á poco le alejan d e tal modo del estado

II1 el enfermo, es el único e n r e a l i d a d s a l u d a b l e , el único q u e des-


truye las e n f e r m e d a d e s , ó las a b e r r a c i o n e s p u r a m e n t e d i n á m i -
de s a l u d , que la automática energía vital destinada al m a n t e n i -
miento d e e s t a , q u e se llama fuerza vital, n o p u e d e oponerlas
cas de l a f u e r z a v i t a l , d e u n modo fácil, completo y d u r a d e r o . sino una resistencia i n c o m p l e t a , m a l dirigida é inútil, y que en
La misma naturaleza n o s lo enseña en ciertos casos fortuitos, la impotencia e n que se encuentra d e extinguirlas por sí misma,
en que, añadiendo á u n a e n f e r m e d a d existente u n a e n f e r m e d a d se v e obligada á dejarlas a u m e n t a r , hasta que p o r fin ocasio-
4 ^ / L u f ^ s . u e v a q u e se le a s e m e j a , l a c u r a con prontitud y p a r a s i e m p r e . n a n l a destrucción del o r g a n i s m o . Estas se conocen con el nom-
Como
b r e d e e n f e r m e d a d e s crónicas, y provienen d e la infección
W «*an0 s e p u e d e d u d a r q u e l a s e n f e r m e ( l a d e s d e l u n m i a s m a crónico t a m b i é n . ^
U - hombre no consisten m a s que e n g r u p o s d e ciertos s í n t o m a s , y
7 3 . Las e n f e r m e d a d e s a g u d a s p u e d e n dividirse e n dos c a -
que la posibilidad d e destruirlas p o r medio d e medicamentos,
tegorías. L a s u n a s a t a c a n á h o m b r e s a i s l a d o s , espueslos á l a
es decir, d e volverlas á l a s a l u d , objeto d e toda v e r d a d e r a cu-
influencia d e causas perjudiciales. Los escesos en b e b e r y co-
ración, depende ú n i c a m e n t e d e l a facultad inherente á l a s s u s -
m e r , la falta d e alimentos necesarios, l a s violentas impresiones
tancias medicinales de p r o d u c i r síntomas m o r b o s o s semejantes
físicas, el enfriamiento, el escesivo c a l o r , l a s f a t i g a s , los e s -
á los de la afección n a t u r a l , l a m a r c h a q u e d e b e seguirse en el
f u e r z o s , e t c . , ó las .estilaciones, l a s afecciones m o r a l e s , son
tratamiento se r e d u c e á los t r e s p u n t o s s i g u i e n t e s :
f r e c u e n t e m e n t e su c a u s a . Pero l a s m a s veces dependen d e r e -
1.° ¿ P o r qué via llega el médico á a v e r i g u a r lo que n e c e - crudecencias p a s a j e r a s d e una psora l a t e n t e , q u e vuelve á ocul-
sita saber r e l a t i v a m e n t e á la e n f e r m e d a d , p a r a poder e m p r e n - t a r s e y á q u e d a r s e i n a c t i v a , c u a n d o la e n f e r m e d a d crónica no
der su curación? es violenta, ó cuando h a sido c u r a d a c o n m u c h a prontitud.
' 2.° ¿Cómo d e b e estudiar los i n s t r u m e n t o s destinados á la O t r a s a t a c a n á m u c h o s individuos á la v e z , y se desarrollan
curación d é l a s e n f e r m e d a d e s n a t u r a l e s , es d e c i r , l a potencia a c á y acullá (esporádicamente), b a j o el imperio d e influencias
morbífica de los medicamentos ? telúricas é h i g r o m é t r i c a s , c u y a acción se e n c u e n t r a n dispues-
3.° ¿Cuál es el mejor modo d e aplicar estas potencias mor- tos á sentir u n corto n ú m e r o d e h o m b r e s . A esta clase p e r t e -
bíficas artificiales (los medicamentos) p a r a l a curación de l a s necen t a m b i é n , con poca diferencia, l a s que a t a c a n á m u c h o s
enfermedades?
h o m b r e s á la vez -, y si dependen entonces d e u n a misma c a n -
n . El p r i m e r punto exige que entremos desde luego en
s a , se manifiestan por medio d e síntomas m u y análogos ( e p i -
demias) , y se vuelven c o n t a g i o s a s c u a n d o o b r a n en m a s a s cer- z a d a s , q u e los a l ó p a t a s ocasionan con el nso p r o l o n g a d o de
r a d a s y compactas de i n d i v i d u o s . E s t a s e n f e r m e d a d e s ó fie- medicamentos heroicos á crecidas dosis y siempre en a u m e n t o
b r e s (1) son todas de u n a n a t u r a l e z a especial, y como los c a - con el a b u s o de los c a l o m e l a n o s , del sublimado corrosivo del
sos individuales que se m a n i f i e s t a n tienen igual o r i g e n , p o n e n u n g ü e n t o m e r c u r i a l , del nitrato de p l a t a , del iodo, del opio
t a m b i é n constantemente á l o s q u e las p a d e c e n en u n estado de la v a l e r i a n a , de la quina y de la quinina, de la digital del 9
m o r b o s o idéntico en t o d o , q u e a b a n d o n a d o á sí m i s m o , termina acido p r ú s i c o , del a z u f r e y del ácido sulfúrico, de los p u r g a n - *
en poco tiempo por la m u e r t e ó la c u r a c i ó n . La g u e r r a , las tes p r o d i g a d o s d u r a n t e a ñ o s e n t e r o s , de s a n g r í a s y s a n g u i j u e -
inundaciones y el h a m b r e s o n c o n frecuencia las causas de e s - las de los cauterios, de los s e d a l e s , etc. Todos estos medios
debilitan sin compasion l a f u e r z a v i t a l , y si es que esta no s u -
t a s e n f e r m e d a d e s ; pero p u e d e n d e p e n d e r t a m b i é n de m i a s m a s
c u m b e poco á poco y de u n modo particular á la acción de cada
a g u d o s que r e a p a r e c e n s i e m p r e b a j o la m i s m a f o r m a , y á los
sustancia, a l t e r a n á lo menos su ritmo n o r m a l de tal modo q u e
q u e p o r consiguiente se d a n n o m b r e s p a r t i c u l a r e s . De estos
p a r a g a r a n t i r la vida de los agentes hostiles, se ve obligada á
m i a s m a s , los unos no a t a c a n a l h o m b r e sino u n a sola vez en
modificar el organismo, á extinguir ó exaltar la sensibilidad ó la
el curso de su v i d a , como la v i r u e l a , el s a r a m p i ó n , la c o q u e -
escitabilidad en u n p u n t o cualquiera, á dilatar ó e s t r e c h a r e n -
l u c h e , la fiebre escarlatina ( 2 ) de S y d e n h a m , e t c . , y los otros
d u r e c e r o r e b l a n d e c e r ciertas p a r t e s , á p r o v o c a r acá y allá l e -
p u e d e n afectarle repetidas v e c e s , como la peste de L e v a n t e , la
siones o r g a m c a s , en una p a l a b r a , m u t i l a r el c u e r p o , tanto en
fiebre a m a r i l l a , el cólera m o r b o asiático, etc.
su interior como en su esterior (1).
7 4 . Desgraciadamente t o d a v í a d e b e m o s c o n t a r en el n ú - Tó Estos t r a s t o r n o s de la s a l u d , debidos á la fatal p r á c -
m e r o de enfermedades c r ó n i c a s , estas afecciones t a n g e n e r a l i - tica de la a l o p a t í a , de la que se han visto los m a s tristes e j e m -
plos en los tiempos m o d e r n o s , constituyen las m a s peligrosas é
(1) El homeópata, que no participa de las preocupaciones de la escuela i n c u r a b l e s de todas las e n f e r m e d a d e s crónicas. Mucho siento
médica ordinaria, es decir, que no asigna como ella áestas fiebres un número de-
terminado , del cual la naturaleza no p u e d e p a s a r , ni les impone nombres que v e r m e en la necesidad de decir, que p a r e c e imposible d e s c u b r i r
obliguen á seguir tal ó cual marcha trazada en el tratamiento , no reconoce tam- o i m a g i n a r u n medio p a r a c u r a r l a s , cuando l l e g a n á cierto
poco las denominaciones de fiebre de l a s cárceles, fiebre biliosa, tifus, fiebre pú- grado.
trida, fiiebre nerviosa, fiebre mucosa : cura todas las enfermedades, tratando á
cada una según lo que presenta de particular. 7 6 . El T o d o p o d e r o s o , al c r e a r la H o m e o p a t í a , solo nos h a
(2) Despues de 1 8 0 1 , los médicos han confundido una miliar purpúrea ve- dado a r m a s contra las e n f e r m e d a d e s n a t u r a l e s . En cuanto á
nida del Oeste (roodvonli) con la fiebre escarlatina, aunque los signos de estas estos desórdenes que u n falso a r t e h a f o m e n t a d o , m u c h a s veces
dos afecciones son del todo diferentes, aunque el acónito es el medio curativo y
preservativo de la primera, y la belladona el de la segunda, y por fin, aunque
siempre la primera afecta la forma e p i d é m i c a , mientras que la otra las mas veces f ¡ P ° r í ' ¡ i m o e n f e r m o » b e , el que lo ha t r a t a d o , descubriendo
es esporádica. Ambas afecciones parece q u e en estos últimos tiempos se han con- en la autops.a del cadáver los desórdenes orgánicos que son el resultado de su
fundido, en algunas localidades, con u n a fiebre eruptiva de una especie particu- Z T t ' i v o e J
T ^ FeSentarl0S 4 l0S ¡nC DS0,ables
° P " * - ~ u n m a
dC
lar , contra la cual estos remedios no h a n sido perfectamente homeopáticos. ~ « a contienen los productos
s a , se manifiestan p o r medio d e síntomas m u y análogos ( e p i -
demias) , y se vuelven c o n t a g i o s a s c u a n d o o b r a n en m a s a s cer- z a d a s , q u e los a l ó p a t a s ocasionan con el nso p r o l o n g a d o d e
r a d a s y compactas de i n d i v i d u o s . E s t a s e n f e r m e d a d e s ó fie- medicamentos heroicos á crecidas dosis y siempre en a u m e n t o
b r e s (1) son todas d e u n a n a t u r a l e z a especial, y como los c a - con el a b u s o d e los c a l o m e l a n o s , del sublimado corrosivo del
sos individuales que se m a n i f i e s t a n tienen igual o r i g e n , p o n e n u n g ü e n t o m e r c u r i a l , del nitrato d e p l a t a , del iodo, del opio
t a m b i é n constantemente á l o s q u e l a s p a d e c e n e n u n estado de la v a l e r i a n a , d e la quina y d e la quinina, d e la digital d e l 9
m o r b o s o idéntico en t o d o , q u e a b a n d o n a d o á sí m i s m o , termina acido p r ú s i c o , d e l a z u f r e y del ácido sulfúrico, d e los p u r g a n - *
en poco tiempo p o r l a m u e r t e ó la c u r a c i ó n . L a g u e r r a , l a s tes p r o d i g a d o s d u r a n t e a ñ o s e n t e r o s , d e s a n g r í a s y s a n g u i j u e -
inundaciones y el h a m b r e s o n c o n frecuencia l a s causas d e e s - las d e los cauterios, d e los s e d a l e s , e t c . Todos estos medios
debilitan sin compasion l a f u e r z a v i t a l , y si es que esta no s u -
t a s e n f e r m e d a d e s ; pero p u e d e n d e p e n d e r t a m b i é n d e m i a s m a s
c u m b e poco á poco y d e u n modo particular á la acción de cada
a g u d o s que r e a p a r e c e n s i e m p r e b a j o l a m i s m a f o r m a , y á l o s
sustancia, a l t e r a n á lo menos su ritmo n o r m a l d e t a l modo q u e
q u e p o r consiguiente se d a n n o m b r e s p a r t i c u l a r e s . D e estos
p a r a g a r a n t i r l a vida d e los agentes hostiles, s e v e obligada á
m i a s m a s , los unos no a t a c a n a l h o m b r e sino u n a sola v e z e n
modificar el organismo, á extinguir ó exaltar la sensibilidad ó la
el curso d e su v i d a , como l a v i r u e l a , el s a r a m p i ó n , l a c o q u e -
escitabibdad e n u n p u n t o cualquiera, á dilatar ó e s t r e c h a r e n -
l u c h e , la fiebre escarlatina ( 2 ) d e S y d e n h a m , e t c . , y los otros
d u r e c e r o r e b l a n d e c e r ciertas p a r t e s , á p r o v o c a r acá y allá l e -
p u e d e n afectarle repetidas v e c e s , como l a peste d e L e v a n t e , l a
siones o r g a m c a s , en una p a l a b r a , m u t i l a r el c u e r p o , tanto e n
fiebre a m a r i l l a , el cólera m o r b o asiático, e t c .
su interior como e n su esterior ( 1 ) .
7 4 . Desgraciadamente t o d a v í a d e b e m o s c o n t a r e n el n ú -
7 5 . Estos t r a s t o r n o s d e l a s a l u d , debidos á la fatal p r á c -
m e r o d e enfermedades c r ó n i c a s , estas afecciones t a n g e n e r a l i -
tica d e l a a l o p a t í a , d e la que se han visto los m a s tristes e j e m -
plos en los tiempos m o d e r n o s , constituyen l a s m a s peligrosas é
(1) El homeópata, que no participa de las preocupaciones de la escuela
médica ordinaria, es decir, que no asigna como ella áestas fiebres un número d e -
i n c u r a b l e s d e todas l a s e n f e r m e d a d e s crónicas. Mucho siento
terminado , del cual la naturaleza no p u e d e p a s a r , ni les impone nombres q u e v e r m e en la necesidad d e decir, que p a r e c e imposible d e s c u b r i r
obliguen á seguir tal ó cual marcha trazada en el tratamiento , no reconoce tam- o i m a g i n a r u n medio p a r a c u r a r l a s , cuando l l e g a n á cierto
poco las denominaciones de fiebre de l a s cárceles, fiebre biliosa, tifus, fiebre p ú - grado.
trida, fiiebre nerviosa, fiebre mucosa : cura todas las enfermedades, tratando á
cada una según lo que presenta de particular. 7 6 . E l T o d o p o d e r o s o , al c r e a r la H o m e o p a t í a , solo nos h a
(2) Despues de 1 8 0 1 , los médicos han confundido una miliar purpúrea ve- dado a r m a s contra l a s e n f e r m e d a d e s n a t u r a l e s . E n cuanto á
nida del Oeste (roodvonli) con la fiebre escarlatina, aunque los signos de estas estos desórdenes q u e u n falso a r t e h a f o m e n t a d o , m u c h a s veces
dos afecciones son del todo diferentes, aunque el acónito es el medio curativo y
preservativo de la primera, y la belladona el de la segunda, y por fin, aunque
siempre la primera afecta la forma e p i d é m i c a , mientras que la otra las mas veces f ¡ P ° r í ' ¡ i m o ¿ e n f e r m o » b e , el que lo ha t r a t a d o , descubriendo
es esporádica. Ambas afecciones parece q u e en estos últimos tiempos se han con- en la autops.a del cadáver los desórdenes orgánicos que son el resultado de su
fundido, en algunas localidades, con u n a fiebre eruptiva de una especie particu- Z T t ' i v o e J
T ^ FeSentarl0S 4 l0S¡nC DS0,ables
° P " * - ~ u n m a
lar , contra la cual estos remedios no h a n sido perfectamente homeopáticos. de anatomía patoiógica i o s
«
A r a n t e años e n t e r o s , en el interior y el esterior del organismo a u m e n t o hasta el término de su existencia. Estos son los t o r -
h u m a n o , con medicamentos y tratamientos nocivos, solo p e r -
mentos m a s numerosos y m a s g r a n d e s de la especié h u m a n a *
puesto que el vigor de la constitución, la r e g u l a r i d a d del g é -
tenece á la fuerza vital el r e p a r a r l o s , cuando no h a sido d e -
nero de vida y la e n e r g í a de la fuerza vital, n a d a p u e d e n c o n -
masiado debilitada, y cuando p u e d e , sin que n a d a la t u r b e ,
t r a ellos.
! c o n s a g r a r años enteros á u n a o b r a tan laboriosa. Todo lo mas,
P q u e puede h a c e r s e , es auxiliarla con medios dirigidos contra 7 9 . E n t r e estas e n f e r m e d a d e s miasmáticas c r ó n i c a s , q u e
cuando no se c u r a n , solo se extinguen con la v i d a , la sífilis e^
a l g ú n miasma crónico que pudiera m u y bien e n c o n t r a r s e toda-
la sola que se h a conocido hasta el día. La s i c o s i s , d é l a que
vía oculto. No h a y ni puede h a b e r medicina h u m a n a que pueda
tampoco p u e d e t r i u n f a r la fuerza vital por sí s o l a , no h a sido
conducir al estado normal estas i n n u m e r a b l e s a n o m a l í a s , tan
considerada como u n a e n f e r m e d a d miasmática crónica interna,
comunmente e n g e n d r a d a s por el método alopático.
f o r m a n d o u n a especie a p a r t e , y se la creia c u r a d a despues de
7 7 . Se dá m u y impropiamente el dictado de crónicas á l a s
la destrucción de las escrecencias de la p i e l , sin a t e n d e r á que
enfermedades que padecen los h o m b r e s que e s t á n sometidos
su foco ó manantial existia s i e m p r e .
incesantemente á influencias nocivas, de l a s que podrían s u s -
8 0 . Pero la p s o r a es u n m i a s m a crónico i n c o m p a r a b l e -
traerse-, que h a c e n habitualmente uso de alimentos ó bebi-
mente m a s i m p o r t a n t e que esos dos. Aquellos r e v e l a n la afección
das perjudiciales á la e c o n o m í a ; que se e n t r e g a n á escesos rui-
i n t e r n a ó específica de donde p r o v i e n e n , el uno por medio de
nosos p a r a la s a l u d ; . que c a r e c e n á cada instante de las cosas
ú l c e r a s , y el otro por escrecencias en forma de coliflores. Des-
necesarias á la v i d a ; que viven en p a r a j e s mal s a n o s , y sobre
pues que la psora h a infectado todo el o r g a n i s m o , anuncia su
todo, en sitios p a n t a n o s o s ; que no h a b i t a n m a s que cuevas ú
miasma crónico interno por u n a erupción cutánea particular, á
otros l u g a r e s estrechos y sin ventilación; que c a r e c e n de aire
la que a c o m p a ñ a n u n p r u r i t o voluptuoso i n s o p o r t a b l e y u n olor
y de movimiento; que se debilitan por t r a b a j o s escesivos de especial. Esta psora es la sola y v e r d a d e r a c a u s a f u n d a m e n t a l
cuerpo ó de espíritu, y que se e n c u e n t r a n c o n t i n u a m e n t e d e - y productora de las i n n u m e r a b l e s f o r m a s m o r b o s a s (1) que
v o r a d o s por el p e s a r , etc. E s t a s e n f e r m e d a d e s , ó m a s bien,
estas privaciones de salud, q u e uno mismo se ocasiona, desapa-
(1) Doce años de investigaciones me han sido necesarios para encontrar el
recen por el solo hecho de u n cambio de r é g i m e n , á m e n o s origen de este increíble número de afecciones crónicas, descubrir esta grande ver-
que no exista a l g ú n miasma c r ó n i c o , y no se les p u e d e dar el dad, desconocida de todos mis-predecesores y contemporáneos, establecer las b a -
n o m b r e de enfermedades crónicas. ses de su demostración, y reconocer al mismo tiempo los principales medios cu-
rativos propios para combatir todas las formas de esta hydra de mil cabezas. Mis
7 8 . L a s v e r d a d e r a s enfermedades crónicas n a t u r a l e s , son observaciones relativas á este punto están consignadas en el tratado de las enfer-
aquellas que d e b e n su origen á u n miasma c r ó n i c o , q u e p r o - medades crónicas, que he publicado en 1 8 2 8 . Antes de haber profundizado esta
g r e s a n incesantemente, cuando no se les oponen medios c u r a - importante materia, solo podia enseñar á combatir todas las enfermedades cróni-
cas como entidades aisladas, por medio de sustancias medicinales, conocidas hasta
tivos específicos, y q u e , á pesar de todas las precauciones
entonces por sus efectos en el hombre sano, de modo que mis discípulos trataban
i m a g i n a b l e s , relativamente al régimen de cuerpo y espíritu, cada caso de afección crónica, como una enfermedad independiente, como un
a b r u m a n al h o m b r e con padecimientos, q u e siempre v a n en
bajo los n o m b r e s de debilidad n e r v i o s a , histerismo, hipocon-
d r í a , m a n í a , m e l a n c o l í a , d e m e n c i a , f u r o r , epilepsia y e s p a s -
mos de toda especie-, r e b l a n d e c i m i e n t o de los huesos ó r a q u i - S t o ™ ' w ' d e , a f e f W s crónicas secundarios
de la p s o r a ) s,n contar la variedad infinita de complexiones
tismo , scoliosis y cifosis, c a r i e s , c á n c e r , f u n g u s h e m a t o d e s ,
ndiv, „ales. Asi, p u e s , no debe sorprendernos que o r g a d s m
tegidos accidentales, g o t a , h e m o r r o i d e s , ictericia y cianosis;
tan diferentes, penetrados del miasma psórico v sometídTs 4
A h i d r o p e s í a , a m e n o r r e a , g a s t r o r r a g i a , epistaxis, hemoptisis, tantas influencias nocivas estertores é interiores, L m o con Ü
h e m a t u r i a , m e t r o r r a g i a , a s m a y supuración de los pulmones, c u e n c a o b r a n sobre ellos de un modo p e r m a n e n t e , ofrezcan
impotencia y e s t e r i l i d a d , h e m i c r á n e a , s o r d e r a , c a t a r a t a y ambien un n u m e r o incalculable de afecciones, de alteraciones
a m a u r o s i s ; mal de p i e d r a , parálisis, abolicion de u n sentido, J de ma es, que la antigua patología (1) hasta ahora ha citado
dolores de toda especie, e t c . ; figuran en las patologías como
otras t a n t a s e n f e r m e d a d e s p r o p i a s , distintas é independientes
u n a s de o t r a s . ^
8 1 . El paso de este m i a s m a al t r a v é s de millones de o r g a -
nismos h u m a n o s en el c u r s o de a l g u n o s c e n t e n a r e s de g e n e r a -
ciones, y el e s t r a o r d i n a r i o desarrollo que con este motivo h a
debido a d q u i r i r , esplican h a s t a cierto p u n t o , cómo p u e d e a h o -
r a m a n i f e s t a r s e - b a j o f o r m a s tan d i f e r e n t e s , s o b r e t o d o , si se
tiene en consideración el n ú m e r o infinito de circunstancias ( 1 )
que ordinariamente c o n t r i b u y e n á la manifestación de esta
w ^ a S S S S
grupo distinto de síntomas, lo q u e no impedia el q u e las aliviaran con frecuen-
cia lo bastante, para que la humanidad doliente pudiera felicitarse de los benefi-
cios de la nueva medicina. ¡ Cuánto mas satisfecha no debe estar la escuela mo-
derna, ahora que se ha aproximado mucho mas á la razón , y que para la cura-
ción de los males crónicos, debidos á la p s o r a , ha encontrado remedios mas
homeopáticos aun (los antipsóricos), entre los cuales el verdadero médico elige
aquellos, cuyos síntomas medicinales corresponden mejor á la enfermedad crónica
que quiere curar!
(1) Algunas de estas c a u s a s , que modificando la manifestación de la psora,
le imprimen la forma de enfermedades crónicas, dependen evidentemente, ya
del clima y de la constitución individual, ya de la influencia especial del sitio ^ S & R & E S T T S S T T «
que se habita, ya de las diversidades que presenta la educación física y moral de
la juventud, en unas partes d e s c u i d a d a , en otras retardada por mucho tiempo, y
en otras llevada al esceso; del abuso que se hace de ella en las relaciones de la ^ g a s n s a S S ^
" d e las cárceles, de ios campamentos; de las liebres m t Z Z wl P CS
'

vida, del réjimen, de las pasiones, de las costumbres; de los usos y de los
hábitos.
154 155 v é J S :,<:.:...
dualizar cada caso particular de un modo riguroso y absoluto.
8 2 . Aunque el descubrimiento de este g r a n m a n a n t i a l de
Solamente es menester distinguir, si la enfermedad es a g u d a ó
afecciones crónicas b a y a hecho dar á la medicina algunos p a s o s
c r ó n i c a , porque en el p r i m e r caso, los síntomas principales se
m a s hacia el de la n a t u r a l e z a del m a y o r n ú m e r o de e n f e r m e -
manifiestan con m a s r a p i d e z , el cuadro de la enfermedad se
dades que se p r e s e n t a n al médico p a r a su t r a t a m i e n t o , sin e m -
traza en mucho menos tiempo, y hay m u c h a s menos p r e g u n t a s
b a r g o , en cada e n f e r m e d a d crónica ( p s o r a ) que el médico
q u e h a c e r , presentándose por sí mismos la m a y o r p a r t e de los
h o m e ó p a t a es l l a m a d o , no d e b e cuidar menos que antes de o b -
signos á los sentidos del observador ( 1 ) .
s e r v a r bien los síntomas preciables y todo lo que tienen de
8 3 . Este exámen de un caso p a r t i c u l a r de enfermedad,
p a r t i c u l a r , porque no es m a s posible en estas e n f e r m e d a d e s
que tiene p o r objeto presentarla bajo las condiciones de la i n -
que en las o t r a s , obtener una v e r d a d e r a curación sin indivi-
dividualidad, solo e x i g e , por p a r t e del médico, u n espíritu sin
p r e v e n c i ó n , sentidos p e r f e c t o s , atención al o b s e r v a r , y fideli-
» versas uno de los nombres que han sido introducidos en la patología, y arreglar
»despues su conducta médica según el nombre d e que se hubiera de este modo dad al trazar el r e t r a t o de la e n f e r m e d a d . Contentarémonos
»abusado. Svdenham es el único que ha comprendido esta verdad (opp. cap. 2, con esponer aquí los principios generales de la m a r c h a que d e -
..de M o r b . Épid. p. 4 3 ) , porque insiste en que no se debe creer jamás en Ja be s e g u i r s e , y solo, se a d o p t a r á n aquellos que son aplicables á
«identidad de una enfermedad epidémica con otra que ya se ha manifestado, y
cada caso especial.
»tratarla en consecuencia d e esta semejanza, porque las epidemias que se han
»declarado en tiempos diversos, siempre han sido diferentes unas d e o t r a s : Ani- 8 4 . El enfermo hace la relación de lo que e x p e r i m e n t a ; las
.. mum admiratione percellit, quam discolor ct sui plañe dissimÜis morborum epide- personas que le r o d e a n refieren de qué se ha quejado, cómo
»micorum facies; auce tam aperta horum morborum diversitas tum propriis ac sih
»peculiaribus symtomatis, tum ctiam medendi raime quam hi ab illis disparem sibi
se ha c o m p o r t a d o , y lo que han observado en é l ; el médico
»uindieant, satis illuscescit. Ex quibus constat, morbos epidémicos, utut externa v é , e s c u c h a ; en u n a p a l a b r a , observa con todos sus sentidos
»quatantenus specie et symptomatis aliquot utrisque pariter convenire paulo incaulio- lo que h a y de a n o r m a l y estraor dina rio en el enfermo. Lo e s -
»ribus videantur, ne lamen ipsa, sibene adverteris animum, aliena esse admodum cribe todo en el p a p e l , aun con las mismas p a l a b r a s de qué
»indolis et distare ut aera lupinis.» este último y los asistentes se han servido. Los deja a c a b a r sin
E s claro, por consiguiente, "que estos nombres inútiles de enfermedades, de que interrumpirlos (2), á menos que no se pierdan en digresiones
tanto se a b u s a , no deben tener ninguna influencia en el plan del tratamiento
inútiles, y solamente tiene cuidado de prevenirles al empezar,
adoptado por un verdadero médico, que s a b e n o deberse juzgar y tratar las en-
fermedades según la semejanza nominal de un síntoma aislado, sino según el con- que h a b l e n con lentitud, p a r a poderles seguir escribiendo lo
junto d e todos los signos del estado individual d e cada e n f e r m o ; pues su deber que crea necesario a n o t a r .
es indignar escrupulosamente los males, y no el darles importancia con hipótesis 8 5 . A cada n u e v a circunstancia que el enfermo ó los asis-
gratuitas. Sin e m b a r g o , si se cree necesitar algunas veces nombres para darse a
entender al vulgo en pocas p a l a b r a s , cuando se habla d e un enfermo en particu-
tentes r e f i e r a n , el médico empieza otra línea, á fin de que los
l a r , no deben al menos emplearse mas que palabras colectivas. Debe decirse por
ejemplo, el enfermo tiene una especie de c ó r e a , una especie de hidropesía una (1) Por consiguiente, la marcha que voy á trazar para la investigación de los
especie d e fiebre nerviosa, una especie de fiebre'intermitente. Pero no se debe síntomas, solo conviene en parte á las enfermedades agudas.
decir j a m á s , tiene la córea, la hidropesía, la fiebre nerviosa, la fiebre intermi- (2) Toda interrupción rompe el enlace de ideas del que h a b l a , y no le vuel-
t e n t e , etc.; porque seguramente no existen enfermedades permanentes y siempre ven despues á la memoria del mismo modo que 'quería espresarlas al principio.
semejantes á sí mismas que merezcan estas denominaciones.
v
sintonías estén escritos s e p a r a d a m e n t e los unos debajo de los 1ot 7
otros. Procediendo a s i , s e r á .fácil a ñ a d i r á cada UDO de ellos, f e r m e d a d , y por consiguiente una mala elección de los medios
además de las noticias v a g a s que le h a y a n comunicado al prin- curativos.
cipio, las nociones e x a c t a s q u e p u d i e r a adquirir despues. 8 8 . Cuando el médico e n c u e n t r a , q u e , en esta relación es-
8 6 . Cuando el enfermo y las p e r s o n a s que le r o d e a n h a n p o n t a n e a , no se ha hecho mención, ya de m u c h a s p a r t e s ó
concluido su relación e s p o n t á n e a , el médico se informa con funciones del c u e r p o , ya de las disposiciones del espíritu p r e -
mas precisión de cada s í n t o m a , y p r o c e d e p a r a esto del modo g u n t a si tienen todavía algo que decir con respecto á tal p a r t e
siguiente. Vuelve á leer t o d o s cuantos le h a n s e ñ a l a d o , y al o tai función, ó tal ó cual disposición m o r a l (1)- pero t e n d r á
tratar de cada uno en p a r t i c u l a r , p r e g u n t a , por ejemplo,' ¿ á g r a n cuidado de sujetarse á términos g e n e r a l e s , con el fin de
qué época se verificó tal a c c i d e n t e ? ¿ F u é antes del uso de los que la persona que le suministre las aclaraciones, se vea o b l i -
medicamentos que el e n f e r m o h a tomado hasta a h o r a , ó m i e n - g a d a a esplicarse de una m a n e r a categórica.
tras los t o m a b a , ó s o l a m e n t e a l g u n o s dias despues de h a b e r 89 Cuando el enfermo ( p o r q u e á escepcion de las e n f e r -
dejado su uso? ¿Qué dolor, q u é sensación, e x a c t a m e n t e descri- medades s i m u l a d a s , á él es á quien debemos referirnos con fre-
tos, se ha manifestado en t a l p a r t e del cuerpo? ¿ Q u é sitio ocu- cuencia en todo lo que tiene relación con los síntomas que e x -
paba con exactitud? ¿ Se b a c í a sentir solamente el dolor por perimenta) h a suministrado por sí mismo todas las noticias n e -
accesos, ó bien era continuo y sin cesar? ¿Cuánto tiempo du- c e s a r i a s , y completado bien el cuadro de la enfermedad el
medico p u e d e h a c e r a l g u n a s p r e g u n t a s especiales, si no está
raba? ¿A qué época del día ó de la n o c h e , y en qué situación
suficientemente enterado (2).
del cuerpo era m a s v i o l e n t o , ó cesaba del todo? ¿Cuál era el
carácter exacto de tal a c c i d e n t e , de tal c i r c u n s t a n c i a ?
(1) P o r ejemplo: ¿ rige de vientre el enfermo? ¿Cómo orina ? Cómo es el sue-
8 7 . El médico h a c e q u e le precisen de este modo cada u n o no d u r a n t e e l d,a y la noche? 6 C u á l es la disposición de su espíritu v de h„_
de los indicios que le h a b í a n dado al principio, sin que j a m á s uu) 6 H a s t a que punto es dueño de sus sentidos? ¿ D ó n d e siente la s e d ' ¿ Q u é
sus p r e g u n t a s estén c o n c e b i d a s de s u e r t e que dicten en cierto g experunenta en la boca? ¿Cuáles son los alimentos y bebidas que mas

modo la respuesta (1), ó p o n g a n al enfermo en el caso de no T l l ^ l ? l 0 § ^ m a S lG r e P u § n a n - ¿Encuentra á cada alimento a


cada bebida, el sabor que debe t e n e r , ú otro gusto estraño? ¿Cómo se ¡ente
tener que responder m a s q u e sí ó n ó . O b r a r de otro modo* se-
I7.a,T a Tus m > i " C O moÍ da° ?su ^ vientre?
sus miembros, ^ a , g D n a C°Sa q ü e * * " l a t i v a m e S X
ría esponer al p r e g u n t a d o á n e g a r ó a f i r m a r , por indiferencia
02) Por ejemplo: ¿cuántas veces ha obrado el enfermo? ¿De qué naturaleza
ó por complacer al m é d i c o , una cosa f a l s a , ó s o l a m e n t e v e r -
eran as „ a t e r í a s ? ¿Las deyecciones blanquecinas eran mucosas ó f e c a l e s ? £ -
dadera á medias, ó del t o d o diferente de lo que r e a l m e n t e bda de los escrementos iba acompañada de dolores ó no? ¿De qué naturaleza son
sucede. Así, p u e s , de esto r e s u l t a r í a u n c u a d r o infiel de la e n - precisamente estos dolores y dónde se hacen sentir? ¿Q„é es lo que el enfermo a
echado por a r n b a ? ¿El mal gusto que tiene en la boca es pútrido' amargo, 2 2
u otro? ¿Se hace sentir a n t e s , durante ó despues d e comer* ¿Á qué época d l l Í a
lo expetimenta particularmente? ¿ Q u é gusto tienen los erupíos? ¿La orina e t
(1) P o r ejemplo, el médico no d e b e d e c i r , ¿tal ó cual cosa ha sucedido de Ó
este modo? Dar semejante giro á s u s p r e g u n t a s , es sugerir al enfermo respuestas f e | D , " r b , a , a c a l >o ^ algún tiempo de estar en reposo? ¿Qué color « ,
falsas é indicaciones engañosas. momento de su sa da? ¿Cuál es el color d e su sedimento? ¿Cómo se com rt
enfermo «„entras duerme? ¿Se q u e j a ? ¿ J i m e ? ¿Habla? ¿ G r i t a ? ¿Se d i s ^ c m
9 0 . Despues q u e el médico ha concluido de escribir todas 9 1 . Los síntomas que existen y lo que el médico observa
las respuestas, a n o t a a d e m á s lo que él mismo o b s e r v a en el en- m i e n t r a s h a c e uso de un medicamento, ó poco tiempo despues.
fermo (1), y t r a t a de s a b e r si lo que el v é , existia ó no m i e n - no d a n la i m á g e n p u r a de la e n f e r m e d a d . Por el c o n t r a r i o , los
tras que el enfermo gozaba todavía de s a l u d . síntomas y las incomodidades que se han manifestado antes del
sobresaltos? ¿Ronca al inspirar ó al espirar? ¿Está siempre echado de espaldas, ó uso de los medicamentos, ó m u c h o s dias despues q u e se ha ce-
de qué lado? ¿Se cubre bien con la r o p a , ó no la puede aguantar? ¿Se dispierta sado de administrarlos , dan una v e r d a d e r a nocion de la forma
fácilmente, ó tiene el sueño profundo? ¿Cómo se encuentra al despertarse? ¿Se
originaria de esta e n f e r m e d a d . Estos s o n , p u e s , los que con
manifiesta comunmente tal ó cual incomodidad? ¿Y en qué ocasion? ¿Es cuando
el enfermo está sentado, echado, en pié ó andando? ¿Es solamente en ayunas por preferencia d e b e a n o t a r el médico. Cuando la afección es c r ó -
la mañana temprano, ó solamente por la n o c h e , ó despues de la comida? ¿Cuán- nica y ha hecho ya uso el enfermo de remedios, p u e d e dejárse-
do se ha presentado el frió? ¿ Ha sido solamente una sensación de frió, ó tenia a' le algunos dias sin administrarle n i n g u n o , ó al menos sin a d -
mismo tiempo un frió verdadero? ¿Tenia la piel caliente mientras se quejaba de
frió? ¿Experimentaba solamente una sensación de frió sin escalofrios? ¿Tenia calor
ministrarle otra cosa q u e sustancias no medicinales, y se difiere
sin que tuviera encendida la cara? ¿Qué partes del cuerpo se advertían calientes e n t r e tanto el e x á m e n riguroso-, p o r q u e este es el medio de ob-
al tacto? ¿Se quejaba el enfermo de calor sin tener la piel caliente ? ¿Cuánto t e n e r los síntomas p e r m a n e n t e s en toda su p u r e z a , y de poder
tiempo ha durado el f r i ó , y cuánto el calor? ¿Cuando se ha presentado la sed? f o r m a r s e u n a i m á g e n fiel de la e n f e r m e d a d .
¿Durante el frió, el calor, antes ó despues? ¿Era muy intensa? ¿ Q u é deseaba be-
ber el enfermo? ¿Cuándo se ha presentado el sudor? ¿Ha sido al principio ó al fm 9 2 . Pero cuando se trata de u n a enfermedad a g u d a , que
del calor? ¿Cuánto tiempo ha pasado entre uno y otro ? ¿Ha sobrevenido durante presenta inminente peligro, y cuando el médico n a d a puede
el sueño ó estando despierto? ¿Cuál era su abundancia? ¿Era caliente ó frió? ¿En
a v e r i g u a r con respecto al estado que h a precedido al uso de los
qué partes del cuerpo se presentó? ¿Qué olor tenia? ¿De qué se quejaba el enfer-
mo ante? ó durante el frió, durante ó despues del calor, durante ó despues del remedios, entonces se contenta con o b s e r v a r el conjunto de
sudor, etc.? síntomas tal como estos últimos lo h a n modificado, para com-
(1) Por ejemplo: ¿cómo se ha conducido el enfermo durante la visita? ¿ E s - prender el estado presente de la e n f e r m e d a d ; es decir, de p o -
taba de mal h u m o r , irritado, brusco, lloroso,tímido, desesperado; ó triste, tran- der a b r a z a r en u n solo cuadro la afección primitiva y la a f e c -
quilo ó confiado, etc.? ¿Se hallaba sumido en el e s t u p o r , ó en general no estaba ción medicinal a d j u n t a , q u e , habiéndose hecho ordinariamente
en su sano juicio? ¿Está ronco? ¿Habla muy bajo? ¿Dice cosas fuera de propósito?
m a s g r a v e y m a s peligrosa que la o t r a , con medios las m a s
¿Se observa algo de insólito en su conversación? ¿ Q u é color tiene su c a r a , sus
ojos ó su piel en general? ¿Cuál es el grado de espresion y de vivacidad del rostro veces contrarios á los que hubieran debido a d m i n i s t r a r s e , r e -
y de sus ojos? ¿Cómo están la lengua, la respiración, el olor del aliento y el oí- clama con urgencia auxilios prontos y la aplicación inmediata
do? ¿Las pupilas están dilatadas ó muy contraidas? ¿Con qué prontitud y basta del remedio homeopático apropiado, p a r a que el enfermo no
qué grado se mueven en la luz y en la oscuridad? ¿Cuál es el estado del pulso
y del vientre? ¿La piel está madorosa ó caliente? ¿Fria ó seca? ¿En tal ó cual par- perezca á consecuencia del tratamiento irracional q u e ha s u -
te del cuerpo ó en todo él? ¿Está echado el enfermo con la cabeza doblada hacia sufrido.
atrás, con la boca medio ó enteramente abierta, ó con los brazos cruzados por
9 3 . Si la enfermedad a g u d a ha sido ocasionada poco tiem-
encima de la cabeza? ¿Está acostado de espaldas ó en cualquiera otra posicion?
¿Le cuesta mas ó menos trabajo el incorporarse en la cama? Eñ una palabra, e^ po a n t e s , ó si la enfermedad crónica lo ha sido h a c e m a s ó me-
médico tiene en cuenta todo lo que ha podido observar y que le'parece digno de nos tiempo, por un acontecimiento n o t a b l e , que el enfermo ó
ser anotado. sus p a r i e n t e s , p r e g u n t a d o s en secreto, no quieren descubrir,
será menester que el médico use de destreza y circunspección
d a d e s son m a s p r o n u n c i a d o s , se asemejan menos á las afeccio-
p a r a llegar á conocer esta circunstancia ¡1).
nes a g u d a s , y exigen ser estudiados con m a s cuidado si se
9 4 . Al enterarse de la e n f e r m e d a d c r ó n i c a , es necesario quiere q u e el tratamiento t e n g a feliz éxito. Por una p a r t e los
t o m a r bien en cuenta las circunstancias p a r t i c u l a r e s en que ha enfermos se h a n a c o s t u m b r a d o de tal modo á sus l a r g o s s u f r i -
podido encontrarse el e n f e r m o respecto á sus ocupaciones o r d i - mientos, que fijan poco ó n a d a la atención en pequeños sínto-
n a r i a s , á su género de v i d a h a b i t u a l , y á sus relaciones d o - m a s , que m u c h a s veces c a r a c t e r i z a n y a u n deciden la elección
mésticas. Se examina si h a y algo en estas circunstancias q u e del r e m e d i o , m i r á n d o l o s , por decirlo a s í , como enlazados de
h a y a podido originar ó q u e sostenga la enfermedad , p a r a que un modo necesario á su estado físico, como f o r m a n d o p a r t e de
en la curación pueda s e p a r a r s e todo lo q u e e n c o n t r á r e s o s p e - la s a l u d , c u y a v e r d a d e r a sensación h a n olvidado despues de
choso (2). q u i n c e o veinte a ñ o s q u e hace q u e p a d e c e n , y respecto de los
9 o . El e x á m e n de los síntomas p r e c e d e n t e m e n t e e n u m e r a - cuales ni a u n i m a g i n a n q u e p u e d a existir la m e n o r conexion en-
dos y de todos los otros signos de la e n f e r m e d a d , d e b e , pues, tre ellos y la afección principal.
en las afecciones crónicas, s e r tan r i g u r o s o como sea p o s i b l e , y 96 P o r otra p a r t e , los mismos enfermos tienen u n h u m o r
descender a u n á minuciosidades. E n efecto, en estas e n f e r m e - de tal modo diferente del que tenían en estado de salud q u e
a l g u n o s , n o t a b l e m e n t e los hipocondriacos y o t r a s p e g o n a s
(1) Si las causas de la enfermedad tienen algo de humillante, y los enfermos sensibles é i m p a c i e n t e s , describen sus sufrimientos con colores
ó los que les rodean vacilan en confesarlas, ó al menos en declararlas espontánea- demasiado v i v o s , y se sirven de espresiones e x a g e r a d a s p a r a
mente , el médico debe descubrirlas con preguntas hechas con circunspección, q u e el médico les s o c o r r a con prontitud ( 1 ) .
por medio de informes tomados en secreto. En el número de estas causas se colocan
las tentativas de suicidio, el onanismo, el abuso de los placeres del a m o r , los 9 7 . O t r o s , al c o n t r a r í o , y a por indolencia, va por u n pu-
desórdenes contra-naturales, los escesos en la comida ó bebida, el abuso de ali- dor mal e n t e n d i d o , y a en fin p o r u n a especie de a p a c i b i l i d a d ó
mentos , la infección venérea ó p s ó r i c a , un amor desgraciado, los celos, las con- de t i m i d e z , g u a r d a n silencio en m u c h o s de sus males no los
trariedades domésticas, la indignación, la tristeza debida á las desgracias de fami- indican sino con p a l a b r a s o s c u r a s , ó los señalan como de m u v
lia, los malos tratamientos, la imposibilidad de vengarse, un espanto supersticioso,
poca i m p o r t a n c i a .
el hambre, una deformidad en las partes genitales, una hernia, un prolapso, etc.
(2) En las enfermedades crónicas de las mujeres es menester tener particular
cuidado con el embarazo, la esterilidad, la propensión al acto venéreo, á los • ( 1 ) , E J 5 ¡ P 0 C 0 D d r i a C 0 ' a u n e l «MS ¡"soportable, jamás imagina accidentes é
partos y abortos, la lactancia y al estado del flujo menstruo. P o r lo que respecta mcomod.dades que en realidad no sienta. Puede uno asegurarse de esto, compa-
á este último, jamás se olvidará p r e g u n t a r , si viene á épocas muy aproximadas rando los queg.dos del enfermo en épocas diferentes, al paso que el médico no le
ó distantes, cuánto tiempo d u r a , si la sangre huye sin interrupción ó solamente -ta nada o al menos no le administra ninguna sustancia medicinal. Unicamente «e
por intervalos, cuál es la cantidad de flujo, si la sangre es de color subido, si debe rebajar un poco la importada de sus lamentos, ó al menos atribuir la ener-
antes ó despues de este se presenta la leucorrea; pero se cuidará sobre todo gía de las espresiones de que se sirve, á una escesiva sensibilidad. Bajo este con
de averiguar cuál es el estado físico y moral, qué sensaciones y qué dolores se c e p t o , la misma exageración que hace del cuadro de sus sufrimientos é un sín-
manifiestan antes, durante ó despues de las reglas; si la mujer es atacada de flujo toma importante en la serie de aquellos que componen la imagen de la enfermedad
blanco, de qué naturaleza es, q u é sensaciones le acompañan, en fin, en qué cir- El caso es enteramente diferente en los maniacos, y en los que fingen estar enfer-
cunstancias y en qué ocasiones ha parecido. mos por malicia ó por otra causa.
8«STOK?9AD K XEH8 INI
SilLIOTKA UHIVERSITtóU
"ALFONSO REYES"
163
9 8 . Pues si es cierto que se debe tener presente, s o b r e U m m m m , ^
t o d o , lo que el mismo enfermo diga de sus males y de sus sen- necesaria en este caso, cuanto que toda epidemia reinante es
saciones, y preferir las espresiones de que se sirve p a r a p i n - bajo muchos aspectos, un fenómeno de especie particular que
t a r l a s , p o r q u e las p a l a b r a s casi siempre se modifican p a s a n d o cuando se examina con atención, se vé diferir mucho d¿ las
por la boca de los que le r o d e a n , no lo es menos que en t o d a s otras epidemias antiguas á las que se habia dado inmotivada-
las enfermedades, y especialmente en aquellas q u e tienen u n mente el mismo n o m b r e . Preciso e s , sin e m b a r g o , esceptuar
carácter crónico, el médico debe estar dotado de una g r a n las epidemias que provienen de un miasma siempre semejante á
circunspección, tacto, conocimiento del corazon h u m a n o , p r u - si m i s m o , como la v i r u e l a , el s a r a m p i ó n , etc.
1 0 1 . Puede suceder q u e el médico q u e t r a t a por primera
dencia y paciencia, p a r a llegar á formarse una i m a g e n v e r d a -
vez a un h o m b r e afectado de enfermedad epidémica no e n -
dera y completa de la enfermedad y de todos sus detalles.
cuentre inmediatamente la imágen perfecta de la afección
99* El estudio de las e n f e r m e d a d e s a g u d a s y de las recien-
puesto que solo despues de h a b e r observado muchos casos e¿
t e m e n t e d e c l a r a d a s . es en general m a s fácil, p o r q u e el e n f e r -
cuando se llega á conocer bien la totalidad de los síntomas v
mo y los q u e le rodean observan m u y bien la diferencia e n t r e
los signos de estas enfermedades colectivas. Sin e m b a r g o un
el estado actual y la salud q u e h a c e poco se h a p e r d i d o , c u y a
medico ejercitado, podrá muchas veces, desde el primero ó s e -
i m á g e n conservan todavía reciente en la m e m o r i a . El médico
gundo e n f e r m o , a p r o x i m a r s e de tal modo al verdadero estado
en este caso debe igualmente saberlo todo, pero no necesita de la e n f e r m e d a d , que conciba una imágen característica de
anticiparse á los indicios, que la m a y o r p a r t e se presentan por ella, y q u e posea aun los medios de determinar el remedio h o -
sí mismos. meopático á que se debe r e c u r r i r p a r a combatir la epidemia.
1 0 0 . Por lo que toca á la investigación del conjunto de 1 0 2 . Si se tiene cuidado de escribir los síntomas o b s e r v a -
síntomas de enfermedades epidémicas y esporádicas, es m u y dos en m u c h o s casos d e esta especie, el cuadro que se ha t r a -
indiferente que haya ó no existido y a en el m u n d o , una a f e c - zado de la enfermedad vá siempre perfeccionándose. No será
ción semejante bajo tal ó cual n o m b r e . La novedad ó el c a r á c - ni m a s e s t e n s o , ni m a s v e r b o s o , sino mas e x a c t o , mas c a r a c -
ter de especialidad de u n a afección de este g é n e r o , no induce terístico, y a b r a z a r á mejor las particularidades de la e n f e r m e -
n i n g u n a diferencia, ni en el modo de estudiarla, ni en el de dad colectiva. Por una p a r t e , los síntomas generales ( p o r
t r a t a r l a . E n efecto, si se quiere ser v e r d a d e r o médico, debe e j e m p l o , falta de apetito, pérdida del sueño, e t c . ) adquieren
m i r a r s e siempre la imágen p u r a de cada enfermedad q u e domi- un g r a d o m a y o r de precisión; por o t r a , los síntomas que mas
na a c t u a l m e n t e , como u n a cosa n u e v a y desconocida, estudiar- s o b r e s a l e n , especiales, r a r o s , aun en la epidemia, v propios
la á fondo en sí m i s m a , es decir, no atender j a m á s á la hipó- tan solo de un corto n ú m e r o de afecciones, se dan á ¿ o m o r e n -
tesis en l u g a r de la observación, ni tampoco m i r a r u n caso der y f o r m a n el c a r á c t e r de la enfermedad (1). Todas las per-
d a d o de enfermedad como conocido, ya en su totalidad, y a sola-
m e n t e en p a r t e , sino despues de h a b e r profundizado con cuida- (1) Entonces es cuando el estudio de los casos subsiguientes de mostrar al
do todo lo que ella manifieste. Esta conducta es tanto mas medico q u e , con el auxilio de los primeros, ha encontrado ya un remedio apro-
sanas a t a c a d a s de epidemia tienen c i e r t a m e n t e una e n f e r m e d a d 1 0 4 . Una vez escrita la i m á g e n de la e n f e r m e d a d , ó en
del mismo o r i g e n , y p o r consiguiente i g u a l ; pero la estension otros t é r m i n o s , la totalidad de los síntomas que caracterizan el
toda entera de u n a afección de este g é n e r o y la totalidad de sus caso presente (1), está hecho lo m a s difícil. El médico d e b e des-
s í n t o m a s , cuyo conocimiento es necesario p a r a f o r m a r s e u n a pues t e n e r s i e m p r e á la vista esta i m á g e n , que sirve de base al
i m á g e n completa del e s t a d o m o r b o s o , y elegir según esto el t r a t a m i e n t o , s o b r e todo en las e n f e r m e d a d e s crónicas. Puede
remedio homeopático q u e m a s c o n v e n g a con el conjunto de a c - considerarla en todas sus p a r t e s y h a c e r sobresalir los signos
cidentes , no pueden o b s e r v a r s e en u n solo e n f e r m o : p a r a con- c a r a c t e r í s t i c o s , á fin de oponer á estos s í n t o m a s , es decir, á
seguirlo , es m e n e s t e r d e d u c i r l o s por abstracción del c u a d r o de la e n f e r m e d a d m i s m a , u n remedio e x a c t a m e n t e homeopático
padecimientos de m u c h o s e n f e r m o s dotados de una constitución cuya elección h a y a sido determinada por la n a t u r a l e z a de l o ¡
diferente. accidentes morbosos que él mismo ocasiona en su acción p u r a .
1 0 3 . Este método, q u e es indispensable seguir en l a s e n - Durante el curso de este tratamiento, es menester o b s e r v a r los
fermedades epidémicas, a g u d a s la m a y o r p a r t e , he debido efectos del remedio y los cambios sobrevenidos en el estado del
e n f e r m o , p a r a b o r r a r del cuadro primitivo de síntomas los que
aplicarlo t a m b i é n , de u n m o d o m a s r i g u r o s o de lo que hasta
y a no existen en totalidad, a n o t a r los que no han desaparecido
a h o r a se h a b i a h e c h o , á l a s e n f e r m e d a d e s crónicas p r o d u c i d a s
mas que en parte, y a ñ a d i r todo cuanto h a y a podido s o b r e v e n i r .
por u n m i a s m a , q u e en el fondo s i e m p r e es semejante á sí mis-
m o , y p a r t i c u l a r m e n t e á l a p s o r a . E s t a s afecciones r e c l a m a n (1) Los médicos de la escuela antigua están muv atrasados en este punto No
en efecto que se estudie el conjunto de s u s s í n t o m a s , p o r q u e solo se entregan á u n a investigación rigurosa de todas las circunstancias de la
enfermedad, smo que con frecuencia interrumpen al enfermo en la relación deta-
cada enfermedad no p r e s e n t a sino a l g u n o s , no o f r e c e , por d e -
llada que quiere hacer de sus sufrimientos, para apresurarse á escribir una receta
cirlo a s í , m a s que una p o r c i o n de fenómenos m o r b o s o s , cuya compuesta de ingredientes, cuyo verdadero efecto no conocen. Ningún médico
coleccion entera forma el c u a d r o completo de la enfermedad alópata se mforma con precisión de todas las particularidades de la enfermedad
que tiene a la vista, y mucho menos ninguno de ellos ha pensado ponerlas por
considerada en su c o n j u n t o . Solo o b s e r v a n d o u n g r a n n ú m e r o
escrito. Cuando vuelve á ver al enfermo al cabo de muchos dias, ha olvidado en
de personas afectadas de e s t a s especies de afecciones, es como gran parte ó del todo las lijeras nociones que le habian dado, v que han borrado
uno p u e d e e n t e r a r s e de l a totalidad de los síntomas que p e r t e - de su memoria las visitas multiplicadas que ha hecho á otras personas. Todo ha
necen á cada m i a s m a c r ó n i c o , al de la p s o r a en p a r t i c u l a r , entrado por un oido y salido por el otro. En su nueva visita, se reduce igual-
mente a algunas cuestiones generales, aparenta que toma el pulso, mira la len-
condicion indispensable p a r a llegar al conocimiento de los m e - g u a , y al momento, sin motivo racional, escribe otra receta, ó hace continuarla
dicamentos que siendo a p r o p i a d o s p a r a c u r a r h o m e o p á t i c a m e n t e antigua. Despues, despidiéndose con aseo, corre á ver los otros cincuenta ó se-
la caquexia entera , son al mismo tiempo los v e r d a d e r o s r e m e - senta desgraciados entre los cuales tiene que dividir la mañana, sin que su inte-
ligencia se fatigue por el menor esfuerzo. Hé aquí como lo que hay de mas serio
dios de todos los males crónicos individuales, de que ella es en el mundo, el exámen concienzudo de cada enfermo y el tratamiento fun-
el origen. dado en esta esploracion, es tratado por hombres que se llaman médicos, que
pretenden ejercer una medicina racional. El resultado es casi generalmente malo,
como es regular, y sin embargo, los enfermos se ven obligados á dirigirse á e s t o ¡
rimadamente homeopático, si la elección fué b u e n a , ó si debe recurrir á un me- hombres, ya porque no hay otros mejores, ya por seguir la costumbre.
dio mas apropiado aun.
1 0 5 . El segundo punto del d e b e r del v e r d a d e r o médico e s 2 7 ) , toda la virtud c u r a t i v a de los medicamentos está fundada
el e x a m i n a r los instrumentos destinados á la curación de l a s únicamente en el poder que tienen de modificar el estado del
e n f e r m e d a d e s n a t u r a l e s , estudiar la potencia morbífica de los H o m b r e , y p r o c e d e de la o b s e m c i o n de los efectos q u e r e s u l -
m e d i c a m e n t o s , p a r a que c u a n d o se trate de c u r a r , p u e d a e n - tan del ejercicio de esta f a c u l t a d .
contrar uno, cuya serie de síntomas constituya u n a e n f e r m e d a d 1 0 9 . He sido el p r i m e r o que he seguido este camino con
facticia, t a n semejante como sea posible al conjunto de los prin- una p e r s e v e r a n c i a que no podía n a c e r y sostenerse (1) sino de
cipales síntomas de la e n f e r m e d a d n a t u r a l que se quiere h a c e r la intima convicción de esta g r a n v e r d a d , tan preciosa p a r a
desaparecer. el g é n e r o h u m a n o , q u e la administración homeopática de los
1 0 6 . Se necesita conocer en toda su estension la potencia medicamentos es el solo método cierto de c u r a r las e n f e r m e -
morbífica de los medicamentos. E n otros t é r m i n o s , es preciso dades ( 2 ) .
que todos los síntomas y cambios que son susceptibles de s o -
ha sospechado, en el curso de veinte y cinco siglos, este método tan natural, tan
brevenir por la acción de cada uno de ellos en la e c o n o m í a , h a - absolutamente necesario, y tan únicamente v e r d a d e r o , de observar los efeclos
y a n sido o b s e r v a d o s , todo lo posible, antes de poder uno e n - puros y propios de cada medicamento, para de aquí deducir cuáles son las en-
t r e g a r s e á la esperanza de e n c o n t r a r e n t r e ellos remedios h o - ermedades q u e podría c u r a r . Solo H a l l e r , antes que yo, ha comprendido la ne-
cesidad de seguir esta marcha. (Prefacio de su P h a r m a c o p a * H e l v e t . , Bale 1771
meopáticos contra la m a y o r p a r t e de las e n f e r m e d a d e s n a -
tn fot., p . 1 2 ) : Nempepnmum incorpore sano medela tentanda est, sine peregrina
turales. mSCella; odoro( ue et s
l «P°re eJ™ exploralis, exigua illius dosis úgerenda et ad
1 0 7 . Si para conseguir este objeto no se administrasen mnesquw inde conlingunt, affecciones, quis pulsus, quis calor, qum respiratio aua
los medicamentos m a s q u e á p e r s o n a s e n f e r m a s , a u n c u a n d o nam excrehones, attendendum. Inde ad ductum phwnomenorum, in sano obviorum
iranseas ad experimenta in corpore cegroto, etc. P e r o ningún médico se ha aprové-
se prescribiesen simples y uno p o r u n o , se vería m u y poco ó c h e l o de este precioso a v i s o , ni siquiera se ha fijado en él la atención.
nada de sus efectos p u r o s , p o r q u e mezclándose los síntomas de (1) H e colocado los primeros frutos de mis t r a b a j o s , tales como podían ser
la enfermedad natural y a existente con los que producen los en un opusculo titulado : Fragmenta de viribus medicamentorum positivis, sive in
sano corpore humano observatis, p. i, „ , Leipzick, 1 8 0 5 , en 8." Otros mas m a d u -
agentes medicinales, sería m u y r a r o q u e se p u d i e r a n apercibir ros lo han sido en las diversas ediciones d e mi Materia médica pura y en mi Tra-
estos últimos de u n modo bien claro. tado de las enfermedades crónicas.
1 0 8 . No h a y , p u e s , medio m a s s e g u r o y m a s n a t u r a l , pa- (2) N o p u e d e haber otro verdadero medio de curar las enfermedades dinámi-
r a encontrar infaliblemente los efectos propios de los m e d i c a - cas (es decir, no quirúrgicas) que la Homeopatía, del mismo modo que no es p o -
sible tirar mas que una línea recta entre dos puntos dados. E s menester, pues,
mentos en el h o m b r e , q u e ensayarlos s e p a r a d a m e n t e los u n o s haber profundizado m u y poco el estudio d e la Homeopatía, no haber visto jamás
de los otros y á dosis m o d e r a d a s , en personas s a n a s , y n o t a r ningún t r a t a m i e n t o homeopático bien motivado, no haber sabido juzgar hasta qué
los cambios que de ello r e s u l t a n en lo físico y en lo m o r a l , es punto los métodos alopáticos están destituidos d e fundamento, é ignorar qué con-
secuencias, las unas malas, las otras aun espantosas, ocasionan, p a r a querer ha-
d e c i r , los elementos de e n f e r m e d a d que estas sustancias son cer marchar estos detestables métodos á la par con la verdadera medicina, y pre-
capaces de producir ( 1 ) ; p o r q u e como h e m o s visto y a (§. 2 4 , sentarlos como hermanos necesarios á esta. La Homeopatía p u r a , que nunca falta
á su objeto, que obtiene feliz é x i t o , casi siempre rechaza toda asociación de es-
t e género.
(1) Ningún médico, que yo s e p a , á escepcion del grande é inmortal Haller,
* IRJ
• •'»uorfCA unimsimt

1 1 6 . Estudiando l o q u e los a u t o r e s h a n escrito s o b r e los


de una v e r d a d e r a y p u r a materia médica , ciencia q u e d e . d e
efectos nocivos d e s u s t a n c i a s medicinales, q u e p o r descuido,
su origen hasta el dia, no ha consistido m a s que en u n c ú m u l o
intención criminal, ó d e otro modo, h a b í a n llegado e n g r a n can-
de c o n g e l a r a s y d e ficciones, ó q u e , en otros t é r m i n o s , no h a
tidad al estómago d e p e r s o n a s s a n a s , h e visto cierta coinciden-
tenido todavía u n a existencia real ( 1 ) .
cia e n t r e estos hechos y l a s o b s e r v a c i o n e s q u e habia recogido
1 1 1 . La conformidad d e mis observaciones s o b r e los e f e c -
en mí mismo y en o t r o s , c u a n d o hacía e x p e r i m e n t o s con el ob-
tos p u r o s d e los m e d i c a m e n t o s con estas a n t i g u a s a d v e r t e n c i a s
jeto d e reconocer el m o d o d e o b r a r d e l a s m i s m a s sustancias
hechas con intenciones m u y d i f e r e n t e s , y a u n la d e estos ú l t i -
en el h o m b r e sano. S e h a n citado como casos d e e n v e n e n a -
mos tiempos con otras del mismo g é n e r o q u e se e n c u e n t r a n
miento y como p r u e b a d e los efectos perniciosos inherentes al e s p a r c i d a s e n los escritos d e diversos a u t o r e s , nos convencen
uso d e estos agentes e n é r g i c o s , creyéndose satisfechos con s e - fácilmente q u e l a s sustancias medicinales, d a n d o origen á u n
ñ a l a r u n peligro. A l g u n o s los a n u n c i a n también p a r a ostentar cambio morboso en el h o m b r e s a n o , siguen l a s leves n a t u r a l e s
la habilidad q u e h a n d e s p l e g a d o , e n c o n t r a n d o medios p a r a positivas y e t e r n a s , y q u e en virtud d e estas l e v e s , p r o d u c e n
restablecer poco á p o c o l a salud d e los q u e la h a b í a n perdido cada una, e n razón d e su individualidad, cierto^ síntomas m o r -
de u n modo t a n v i o l e n t o . M u c h o s , e n ñ n , p a r a d e s c a r g a r su bosos q u e j a m á s dejan d e escitar.
conciencia d e l a m u e r t e d e los e n f e r m o s , a l e g a n l a malignidad 112 En l a s descripciones que los a u t o r e s antiguos nos han
de estas sustancias, q u e entonces l l a m a n v e n e n o s . Ninguno h a dejado d e l a s consecuencias f r e c u e n t e m e n t e f u n e s t a s q u e a c a r -
sospechado siquiera, q u e los síntomas en los q u e solo querían r e a n los medicamentos tomados á dosis t a n e x a g e r a d a s se o b -
v e r p r u e b a s d e la a c c i ó n tóxica d e los c u e r p o s capaces d e p r o - s e r v a n también síntomas que n o se lian mostrado al principio
ducirlos, e r a n indicios ciertos q u e r e v e l a b a n l a e x i s t e n c i a , e n de estos tristes acontecimientos, sino solamente hacia el fin v
estos mismos c u e r p o s , d e la facultad d e e x t i n g u i r , á título d e q u e s o n d e n a t u r a l e z a del todo opuesta á los d e l período inci-
remedio , los s í n t o m a s s e m e j a n t e s d e e n f e r m e d a d e s n a t u r a l e s . piente. Estos síntomas, contrarios al efecto primitivo (§ 6 3 ) ó
Nadie h a pensado q u e l o s m a l e s q u e estilan son el anuncio d e a la acción p r o p i a m e n t e dicha d e los m e d i c a m e n t o s s o b r e 'el
su homeopaticidad s a l u d a b l e . N a d i e h a c o m p r e n d i d o q u e la o b - c u e r p o , son debidos á la reacción d e la fuerza vital del o r g a -
servación de los c a m b i o s á que d a n l u g a r los medicamentos e n nismo. Constituyen el efecto secundario (§. 6 2 , 6 7 ) del q u e
los sugetos sanos, s e a el único medio d e reconocer l a s virtudes r a r a s veces se o b s e r v a n señales c u a n d o se e m p l e a n á dosis mo-
curativas d e que e s t á n d o t a d o s , p o r q u e n o se p u e d e llegar á d e r a d a s á título d e ensayo , y del que n u n c a ó casi nunca que-
da vestigio a l g u n o cuando las dosis son débiles, p o r q u e , en l a s
este r e s u l t a d o , ni p o r r a z o n a m i e n t o s á priori, ni p o r el olor,
curaciones h o m e o p á t i c a s , la reacción del o r g a n i s m o viviente no
el s a b o r ó el aspecto d e l a s sustancias medicinales, ni p o r el
escede d e lo que e s r i g u r o s a m e n t e necesario p a r a r e s t a b l e c e r
análisis químico, ni p o r la administración á los e n f e r m o s d e
el estado n o r m a l d e la salud (§. 6 7 ) .
recetas en l a s q u e s e asocian u n m a y o r ó m e n o r n ú m e r o d e
d r o g a s . N a d i e , en fin, h a presentido q u e estas relaciones d e
enfermedades m e d i c i n a l e s suministrarían u n día los elementos (1) Prolegómenos á mi M A T E R I A MEDICA P L U A , t . i.
1 1 3 . L a s sustancias narcóticas son tas ú n i c a s q u e e n esto
s o b r e tal ó cual persona , no es m a s que a p a r e n t e . En efecto
se e s c e p t u a n . Gomo en su efecto primitivo extinguen tanto la
como a producción de cualquier cambio morboso supone en
sensibilidad y la sensación como la i r r i t a b i l i d a d , sucede con
la sustancia medicinal facultad de o b r a r , y en la fuerza vital
b a s t a n t e frecuencia , c u a n d o se las e n s a y a en p e r s o n a s s a n a s ,
que a n i m a el o r g a n i s m o la aptitud de ser afectada por ella las
a u n á dosis m o d e r a d a s , que se o b s e r v a en la reacción u n a exalta-
alteraciones manifiestas de la salud q u e tienen l u g a r en' las
ción de la sensibilidad y u n a c r e c e n t a m i e n t o de irritabilidad.
idiosincrasis, no pueden atribuirse ú n i c a m e n t e á la constitución
1 1 1 . P e r o , á esccpeion de los n a r c ó t i c o s , todos los m e d i -
p a r icular del sugeto. Se vé uno obligado al mismo tiempo á
c a m e n t o s q u e se e n s a y a n á dosis m o d e r a d a s en sugetos sanos,
atribuirlas a las cosas que las h a n o r i g i n a d o , y en las que
solo dejan percibir sus efectos p r i m i t i v o s , es d e c i r , los sínto-
d e b e residir la facultad de ejercer la misma influencia en todos
m a s q u e indican modificar el r i t m o h a b i t u a l de la s a l u d , y e s -
;Os h o m b r e s e u n e s t a sola diferencia, q u e entre los sugetos q u e
citar un estado m o r b o s o p o r m a s ó m e n o s tiempo.
gozan de b u e n a s a l u d , no se e n c u e n t r a m a s q u e u n corto n ú -
1 1 5 . E n t r e los efectos primitivos de a l g u n o s m e d i c a m e n -
m e r o q u e tenga tendencia á dejarse p o n e r por ella en un e s t a -
t o s , se e n c u e n t r a n m u c h o s ' q u e e s t á n opuestos en p a r t e , ó al
do morboso tan evidente. Lo que p r u e b a q u e estas potencias
menos bajo ciertos aspectos a c c e s o r i o s , á otros síntomas q u e
impresionan en realidad á todos los h o m b r e s , es que c u r a n
a p a r e c e n a n t e s ó d e s p u é s . E s t a circunstancia no b a s t a , sin e m -
h o m e o p á t i c a m e n t e , en todos los e n f e r m o s , los mismos sínto-
b a r g o , p a r a considerarlos como efectos consecutivos p r o p i a -
m a s m o r b o s o s q u e aquellos c u y a manifestación parece- que ellas
m e n t e d i c h o s , ó como un simple resultado de la reacción de
m i s m a s tan solo p r o d u c e n en las personas de ciertas idiosincra-
la fuerza vital. F o r m a n s o l a m e n t e u n a alteración de diversos sis ( 1 ) •
p a r a s i s m o s de la acción primitiva , á los cuales d a m o s el nom-
1 1 8 . Cada medicamento p r o d u c e efectos p a r t i c u l a r e s en
b r e de afectos a l t e r n a n t e s . v-"/v •'
el c u e r p o del h o m b r e , y n i n g u n a otra sustancia medicinal
1 1 6 . Algunos síntomas son p r o d u c i d o s f r e c u e n t e m e n t e por p u e d e dar origen á otros q u e sean e x a c t a m e n t e semejantes (2).
los medicamentos en u n g r a n n ú m e r o de personas sometidas ai 1 1 9 . De la misma m a n e r a que cada especie de p l a n t a d i -
e n s a y o ; otros se manifiestan r a r a v e z , y a l g u n o s solamente en
ciertos individuos.
e n f e r m e d a d e s , á veces alarmantes, despnes de haber comido almejas, cangrejos
1 1 7 . A esta última categoría pertenecen las idiosincrasis. ó huevos de b a r b o , ó despues de haber tocado las hojas de ciertos zumaque,, etc
P o r e s t a s , se entiende u n a s constituciones p a r t i c u l a r e s , que, (1) Asi es como la princesa María P o r p h y r o g é n é t e , en presencia de su tía
a u n q u e s a n a s , tienen u n a tendencia á dejarse poner en u n e s - Ludoxia h a c a volver en s í , r o d á n d o l e con agua de rosas, á su hermano el em-
p e r a d o r Alexis, q u e padecía frecuentemente síncopes. (Ilisl. hjz. Alexias, lib 1 3
tado m a s ó menos pronunciado de e n f e r m e d a d por ciertas co- p . 5 U á , ed P o s s e r ) . Horstius ( O p p . ,„. p. 3 9 . ) ha encontrado muy eficaz en el
sas q u e parecen no h a c e r n i n g u n a i m p r e s i ó n , ni producir c a m - s i n c o p e , el vinagre rosado.
bios en m u c h a s o t r a s p e r s o n a s (1). Pero esta falta de acción (2) E s t a v e r d a d habia sido reconocida también P o r Haller (prefacio d e su
tus. slvp Helv.J Latet inmensa virium diversitas in üt ipsis plantis, quarumfacies
externas dudum novimus, animus quasi el quodeumque ecelestius habenl, nondum
(1) El olor de las rosas p r o d u c e desmayos á algunas p e r s o n a s ; otras contraen peí speximus.
fiere d e todas las d e m á s en su c o n f i g u r a c i ó n , su modo propio que no h a y m a s que u n remedio bien elegido que p u e d a d a r al
de v e g e t a r y c r e c e r , su sabor y s u o l o r ; de la misma m a n e r a e n f e r m o , de un modo p r o n t o y d u r a d e r o , el m a y o r de los b i e -
q u e cada mineral difiere de los o t r o s r e s p e c t o á sus c u a l i d a d e s nes de la t i e r r a , la salud del c u e r p o y la tranquilidad del a l m a .
esteriores y sus propiedades q u í m i c a s , circunstancia q u e por
1 2 1 . Cuando se estudian los efectos de los medicamentos
si sola h u b i e r a debido ser b a s t a n t e p a r a evitar toda confusion, en el h o m b r e s a n o , no se d e b e p e r d e r de vista que basta a d -
así también todos estos cuerpos difieren entre sí r e s p e c t o á sus • ministrar las sustancias l l a m a d a s heróicas á dosis poco e l e v a -
efectos m o r b í f e r o s , y por consiguiente á sus efectos c u r a t i - das, p a r a que p r o d u z c a n cambios a u n en la salud de las personas
vos ( 1 ) . Cada sustancia ejerce en la salud del h o m b r e u n a i n - r o b u s t a s . Los medicamentos de n a t u r a l e z a menos f u e r t e , deben
fluencia particular y d e t e r m i n a d a , q u e n o p e r m i t e se la c o n - a d m i n i s t r a r s e á dosis m a s e l e v a d a s , si se quiere t a m b i é n e x p e -
f u n d a con n i n g u n a otra (2). r i m e n t a r su acción. En fin, c u a n d o se trata de conocer la de las
1 2 0 . E s menester , p u e s , d i s t i n g u i r bien los m e d i c a m e n - sustancias m a s d é b i l e s , no se pueden elegir p a r a s u j e t a r s e á la
tos unos de o t r o s , puesto q u e de ellos d e p e n d e n la vida y la experiencia, sino p e r s o n a s que a d e m á s de estar exentas de enfer-
m u e r t e , la enfermedad y la salud d e los h o m b r e s . P a r a esto, es m e d a d , t e n g a n una constitución d e l i c a d a , irritable y sensible.
necesario h a c e r con c u i d a d o e x p e r i m e n t o s p u r o s , teniendo p o r 1 2 2 . E n las experiencias de este g é n e r o , de las que d e -
objeto el manifestar las f a c u l t a d e s que les p e r t e n e c e n y los p e n d e la certeza del a r t e de c u r a r y la conservación de todas
v e r d a d e r o s efectos q u e p r o d u c e n e n las p e r s o n a s s a n a s . Proce- las generaciones v e n i d e r a s , solo se e m p l e a r á n medicamentos
diendo. a s í , se a p r e n d e á c o n o c e r l o s bien y á evitar toda e q u i - q u e se conozcan bien, y respecto de los q u e se tenga la c o n -
vocación al aplicarlos al t r a t a m i e n t o de l a s e n f e r m e d a d e s , por- vicción de que están p u r o s , q u e no son falsificados y que p o -
seen toda su e n e r g í a .
(1) El que sabe que la acción de cada sustancia en el hombre se diferencia d e
la de todas las demás, y aprecia la importancia de este hecho, comprende sin di-
ficultad, q u e , médicamente hablando, no p u e d e haber sucedáneos, es d e c i r , me- curan jamás una curación completa, pronta y d u r a d e r a , de otro modo sino con
dicamentos equivalentes 6 capaces de reemplazarse mutuamente. Solo el que n o el auxilio de un medio homeopático. A s í , pues," ningún médico puede evitar en
conoce ios efectos puros y positivos de las sustancias medicinales, es el que p u e d e adelante entregarse á estas indagaciones, sin las cuales tampoco podria adquirir
ser bastante insensato para hacernos c r e e r , que un remedio puede reemplazar á respecto a los med.camentos, los conocimientos indispensables al ejercicio de s J
o t r o , y produciré! mismo efecto saludable e n un caso dado de enfermedad. Así profesion, que han sido descuidados hasta el dia. La posterioridad creerá difícil-
es como los niños, en su simpleza, c o n f u n d e n las cosas mas esencialmente dife- mente que hasta ahora los prácticos se hayan limitado á administrar á ciegas, en
rentes , porque apenas las conocen mas q u e p o r su esterior y no tienen l a menor las enfermedades, remedios c u y o valor ignoraban, y cuyos efectos puros y diná-
idea de sus propiedades íntimas, ni d e su v e r d a d e r o valor intrínseco. micos jamás se habian estudiado en el hombre sano; que hayan tenido la costum-
(2) Si esta es exactamente la verdad, c o m o no hay d a d a , ua médico deseoso bre de asociar muchas de estas sustancias desconocidas, cuva acción es tan diver-
d e pasar por hombre r a z o n a b l e y detener t r a n q u i l a su conciencia, no puede pres- sificada , y que hayan abandonado despues al azar el cuidado de arreglar todo fo
cribir en lo sucesivo mas medicamentos que aquellos cuyo verdadero valor conoz- que de esto podía resultar al enfermo. Así es como un insensato entraben el taller
ca perfectamente, es decir, euvá acción baya-estudiado en hombres sanos, cou de un artista, y coge con ambas manos todas las herramientas que se le presentáis
bastante cuidado, para estar persuadido q u e tal ó cuál de entre ellos es el que a Ja vista, y se figura qne con su auxilio podrá concluir una obra que vé bosque-
puede producir un estado morboso mas a n á l o g o á la enfermedad natural que se jada. ¿Quién duda que la echará á perder por su ridículo modo de trabajar v
trata de curar; porque, como hemos visto y a , ni el hombre, ni la n a t u r a l e z a p r o - también que acaso la mutilará irreparablemente?
1 2 3 . Cada uno de estos medicamentos d e b e t o m a r s e b a j o
a forma simple y exenta de todo artificio. P o r lo que toca á enn^rvL198 Prepara1CÍ00eS*Culinarias ^ e x p e r i m e n t a d o ,
c o n s e r v a n siempre a l g ú n poco de energía medicinal, que t u r -
las plantas i n d í g e n a s , se e s p r i m e su j u g o , q u e se mezcla con b a r í a la acción del m e d i c a m e n t o . La bebida será la misma que
un poco de alcohol p a r a impedir q u e se c o r r o m p a . Respecto á se usa d i a r i a m e n t e , p r o c u r a n d o tan solo q u e sea todo lo m e n o s
los vegetales exóticos, se los p u l v e r i z a , ó bien se p r e p a r a con e s t i m u l a n t e posible (1). eumenos
ellos una tintura alcohólica, q u e se mezcla con cierta cantidad
1 2 6 . La persona sujeta á la experimentación d e b e evitar
de a g u a , antes de a d m i n i s t r a r l a . P o r ú l t i m o , las sales y las
m i e n t r a s ella d u r e , el e n t r e g a r s e á t r a b a j o s penosos de c u e r p o
gomas no d e b e n disolverse en a g u a hasta el m o m e n t o mismo
y de e s p í r i t u , a escesos y á pasiones d e s o r d e n a d a s . Es m e n e s -
en que se v a n á t o m a r . Si no se p u e d e p r o p o r c i o n a r la p l a n t a ter q u e n i n g ú n negocio u r g e n t e le impida el o b s e r v a r con c u i -
m a s que en el estado s e c o , y tiene al mismo tiempo virtudes d a d o , q u e por sí mismo p o n g a una atención escrupulosa en
poco enérgicas, se la e n s a y a b a j o la forma de infusión, es d e - todo c u a n t o suceda en su i n t e r i o r , sin que n a d a le distraiga en
cir , que d e s p u e s de h a b e r l a hecho pedazos m e n u d o s , se vierte fin, q u e una á la salud del c u e r p o el g r a d o de inteligencia n e -
sobre ella a g u a hirviendo, en la q u e se deja por a l g ú n tiempo; cesario p a r a poder designar y describir c l a r a m e n t e las s e n s a -
la infusión d e b e b e b e r s e i n m e d i a t a m e n t e despues de su p r e p a - ciones q u e e x p e r i m e n t a .
ración y m i e n t r a s está caliente; p o r q u e todos los jugos de plantas
1 2 7 . Los medicamentos deben ser e x p e r i m e n t a d o s tanto en
y todas las infusiones v e g e t a l e s , á las q u e no se a ñ a d e alcohol,
n o m b r e s como en m u j e r e s , p a r a evidenciar todos los cambios
pasan r á p i d a m e n t e á la f e r m e n t a c i ó n , á la corrupción, y p i e r - relativos al sexo q u e son a p t o s á p r o d u c i r .
den asi su virtud m e d i c i n a l .
1 2 8 . L a s observaciones m a s recientes h a n d e m o s t r a d o que
124. Cada sustancia medicinal q u e se somete á e n s a y o s de as sustancias medicinales no m a n i f i e s t a n , ni con m u c h o , la
este género , d e b e e m p l e a r s e sola y p e r f e c t a m e n t e p u r a . Es totalidad de las f u e r z a s o c u l t a s , c u a n d o se t o m a n en estado
preciso g u a r d a r s e bien de asociar á ella n i n g u n a sustancia e s - g r o s e r o , o tales como la n a t u r a l e z a nos las p r e s e n t a . No d e s -
t r a ñ a , y de t o m a r n i n g ú n m e d i c a m e n t o , y a el mismo dia , ya a r r o l l a n c o m p l e t a m e n t e sus virtudes sino d e s p u e s de h a b e r
menos todavía en los s i g u i e n t e s , si es q u e se quiere o b s e r v a r sido llevadas á u n alto g r a d o de dilución por medio de la t r i -
los efectos que es c a p a z de p r o d u c i r . turación y de la s u c c u s i o n , modo m u y sencillo de manipular
125. El r é g i m e n h a de ser m u y m o d e r a d o m i e n t r a s d u r a que desarrolla á u n g r a d o increíble y pone en plena acción sus
la experiencia. Es preciso a b s t e n e r s e todo lo posible de e s p e - f u e r z a s ocultas hasta entonces, y hasta cierto p u n t o s u m i d a s
cias, y contentarse con alimentos simples, que solo sean n u t r i - en el s u e n o . Está reconocido en el d i a , que el mejor modo de
tivos. evitando con cuidado las l e g u m b r e s v e r d e s ( 1 ) , l a s r a i - e n s a y a r u n a s u s t a n c i a , a u n q u e sea r e p u t a d a por d é b i l , consis-
ces, las e n s a l a d a s y las sopas de y e r b a s , alimentos q u e , á tí (1) La persona que se somete á las experiencias no debe estar acostumbrada
a so de v.no puro del aguardiente, del c a í e ó del té, ó al menos ha de hacer
(1) Se puede permitir el uso de guisantes, de las judias verdes y aun de las t P q U e ha abandonado
U l £ 'r °, ^ t a s bebidas nocivas, de las cuales las unas
zanahorias, por ser legumbres verdes que tienen menos virtudes medicinales. son escitantes v las otras medicinales.
te en t o m a r d u r a n t e m u c h o s días s e g u i d o s , c u a t r o ó seis g l ó -
bulos e m p a p a d o s en su trigésima dilución, q u e se disuelven con 1 3 1 . Cuando p a r a adquirir solamente a l g u n a s nociones se
un poco de a g u a y se t o m a n en a y u n a s . ve uno precisado á d a r por espacio de muchos dias seguidos
1 2 9 . Si esta dosis p r o d u c e m u y débiles e f e c t o s , se p u e d e , P a s i v a m e n t e m a y o r e s del medicamento á u n a misma
p a r a hacerlos m a s p r o n u n c i a d o s y m a s sensibles, a u m e n t a r p e r s o n a , se a p r e n d e m u y bien de este modo á conocer los V
cada dia a l g u n o s g l ó b u l o s h a s t a que el c a m b i o sea apreciable- versos estados morbosos que por lo g e n e r a l esta sustancia pue-
porque un medicamento no afecta á todos los s u g e t o s con la de p r o d u c i r , pero no se adquiere n i n g ú n indicio acerca de su
misma f u e r z a , en cuyo p u n t o reina u n a g r a n d i v e r s i d a d . Se vé sucesión p o r q u e la dosis siguiente c u r a m u c h a s veces uno ú
otro de los síntomas provocados por la p r e c e d e n t e , ó p r o d u c e
a l g u n a s veces que u n a p e r s o n a , q u e p a r e c e d e l i c a d a , a p e n a s
en su l u g a r u n estado opuesto. Los síntomas de esta naturaleza
se afecta por u n m e d i c a m e n t o q u e se conoce por m u y e n é r g i -
d e b e n ser anotados entre dos paréntesis, como equívocos has-
co , y que se le habia a d m i n i s t r a d o á dosis m o d e r a d a s , mientras
a que nuevas experiencias m a s p u r a s h a y a n decidido si se d e b e
q u e lo es m u y f u e r t e m e n t e p o r o t r a s sustancias m u c h o m a s dé-
*er en ellos u n a reacción del o r g a n i s m o , ó u n efecto a l t e r n a n t e
biles. Asimismo, h a y p e r s o n a s m u y r o b u s t a s q u e e x p e r i m e n -
del medicamento.
t a n síntomas morbosos, c o n s i d e r a b l e s por p a r t e de a g e n t e s me-
dicinales, s u a v e s en la a p a r i e n c i a , y que p o r el contrario sienten 1 3 2 . P e r o cuando el único objeto es i n d a g a r los síntomas
poco los efectos de otros m e d i c a m e n t o s m a s f u e r t e s . P e r o , como que una sustancia medicinal, débil, s o b r e todo, puede producir
j a m á s se sabe a n t i c i p a d a m e n t e cuál de estos dos casos t e n d r á l u - por S 1 m i s m a , sin atender á la sucesión de estos síntomas v á
g a r , es m u y del caso que se empiece por una dosis p e q u e ñ a , y que la duración de la acción del m e d i c a m e n t o , es preferible a u -
despues se a u m e n t e de dia en dia, si es q u e se j u z g a necesario. mentar diariamente la dosis por m u c h o s dias seguidos. El efecto
del medicamento todavía desconocido, a u n el mas s u a v e se
1 3 0 . Si desde el p r i n c i p i o , y p o r p r i m e r a v e z , se h a dado
manifestará de esta m a n e r a , sobre todo si se le ensaya en una
u n a dosis demasiado f u e r t e , resulta u n a v e n t a j a , y e s , q u e la
persona sensible.
p e r s o n a que se somete á la e x p e r i m e n t a c i ó n , a p r e n d e cuál es el
ó r d e n con que se s u c e d e n los s í n t o m a s , y p u e d e a n o t a r con 133. Cuando la persona que se somete á la e x p e r i m e n t a -
exactitud el momento en q u e cada u n o a p a r e c e ; cosa m u y i m - ción siente una incomodidad por parte del medicamento es útil
p o r t a n t e p a r a el conocimiento del c a r á c t e r de los medicamentos, y a u n necesario p a r a la determinación exacta del síntoma que
p o r q u e el órden de los e f e c t o s primitivos y el de los efectos a l - tome sucesivamente diversas posiciones y observe los cambios
ternantes se manifiesta d e l modo m e n o s e q u í v o c o . Así también que de ellas resulten. De esta m a n e r a o b s e r v a r á si por los mo-
u n a débil dosis b a s t a m u c h a s v e c e s , c u a n d o el s u g e t o en quien vimientos comunicados á la parte afecta, a n d a n d o en la habita-
se hace la experiencia está dotado de u n a g r a n sensibilidad , y ción o al aire libre, manteniéndose en pié, sentada ó echada
c u a n d o se o b s e r v a con m u c h a atención. La d u r a c i ó n de la a c - el síntoma a u m e n t a , disminuye ó se disipa, y si vuelve ó no
ción de un medicamento solo se p u e d e s a b e r c o m p a r a n d o entre tomando la primera posicion, si cambia bebiendo ó comiendo
sí los resultados de m u c h a s experiencias. h a b l a n d o , tosiendo, estornudando ó cumpliendo cualquiera otra
í u n c o n del c u e r p o . Debe o b s e r v a r igualmente á qué hora del
23
te en t o m a r d u r a n t e m u c h o s días s e g u i d o s , c u a t r o ó seis g l ó -
bulos e m p a p a d o s en su trigésima dilución, q u e se disuelven con 1 3 1 . Cuando p a r a adquirir solamente a l g u n a s nociones se
un poco de a g u a y se t o m a n en a y u n a s . ve uno precisado á d a r por espacio de muchos dias seguidos
1 2 9 . Si esta dosis p r o d u c e m u y débiles e f e c t o s , se p u e d e , P a s i v a m e n t e m a y o r e s del medicamento á u n a misma
p a r a hacerlos m a s p r o n u n c i a d o s y m a s sensibles, a u m e n t a r p e r s o n a , se a p r e n d e m u y bien de este modo á conocer los V
cada dia a l g u n o s g l ó b u l o s h a s t a que el c a m b i o sea apreciable- versos estados morbosos que por lo g e n e r a l esta sustancia pue-
porque un medicamento no afecta á todos los s u g e t o s con la de p r o d u c i r , pero no se adquiere n i n g ú n indicio acerca de su
misma f u e r z a , en cuyo p u n t o reina u n a g r a n d i v e r s i d a d . Se vé sucesión p o r q u e la dosis siguiente c u r a m u c h a s veces uno ú
otro de los síntomas provocados por la p r e c e d e n t e , ó p r o d u c e
a l g u n a s veces que u n a p e r s o n a , q u e p a r e c e d e l i c a d a , a p e n a s
en su l u g a r u n estado opuesto. Los síntomas de esta naturaleza
se afecta por u n m e d i c a m e n t o q u e se conoce por m u y e n é r g i -
d e b e n ser anotados entre dos paréntesis, como equívocos has-
co , y que se le habia a d m i n i s t r a d o á dosis m o d e r a d a s , mientras
a que nuevas experiencias m a s p u r a s h a y a n decidido si se d e b e
q u e lo es m u y f u e r t e m e n t e p o r o t r a s sustancias m u c h o m a s dé-
*er en ellos u n a reacción del o r g a n i s m o , ó u n efecto a l t e r n a n t e
biles. Asimismo, h a y p e r s o n a s m u y r o b u s t a s q u e e x p e r i m e n -
del medicamento.
t a n síntomas morbosos, c o n s i d e r a b l e s por p a r t e de a g e n t e s me-
dicinales, s u a v e s en la a p a r i e n c i a , y que p o r el contrario sienten 1 3 2 . P e r o cuando el único objeto es i n d a g a r los síntomas
poco los efectos de otros m e d i c a m e n t o s m a s f u e r t e s . P e r o , como que una sustancia medicinal, débil, s o b r e todo, puede producir
j a m á s se sabe a n t i c i p a d a m e n t e cuál de estos dos casos t e n d r á l u - por S 1 m i s m a , sin atender á la sucesión de estos síntomas v á
g a r , es m u y del caso que se empiece por una dosis p e q u e ñ a , y que la duración de la acción del m e d i c a m e n t o , es preferible a u -
despues se a u m e n t e de dia en dia, si es q u e se j u z g a necesario. mentar diariamente la dosis por m u c h o s dias seguidos. El efecto
del medicamento todavía desconocido, a u n el mas s u a v e se
1 3 0 . Si desde el p r i n c i p i o , y p o r p r i m e r a v e z , se h a dado
manifestará de esta m a n e r a , sobre todo si se le ensaya en una
u n a dosis demasiado f u e r t e , resulta u n a v e n t a j a , y e s , q u e la
persona sensible.
p e r s o n a que se somete á la e x p e r i m e n t a c i ó n , a p r e n d e cuál es el
ó r d e n con que se s u c e d e n los s í n t o m a s , y p u e d e a n o t a r con 133. Cuando la persona que se somete á la e x p e r i m e n t a -
exactitud el momento en q u e cada u n o a p a r e c e ; cosa m u y i m - ción siente una incomodidad por parte del medicamento es útil
p o r t a n t e p a r a el conocimiento del c a r á c t e r de los medicamentos, y a u n necesario p a r a la determinación exacta del síntoma que
p o r q u e el órden de los e f e c t o s primitivos y el de los efectos a l - tome sucesivamente diversas posiciones y observe los cambios
ternantes se manifiesta d e l modo m e n o s e q u í v o c o . Así también que de ellas resulten. De esta m a n e r a o b s e r v a r á si por los mo-
u n a débil dosis b a s t a m u c h a s v e c e s , c u a n d o el s u g e t o en quien vimientos comunicados á la parte afecta, a n d a n d o en la habita-
se hace la experiencia está dotado de u n a g r a n sensibilidad , y ción o al aire libre, manteniéndose en pié, sentada ó echada
c u a n d o se o b s e r v a con m u c h a atención. La d u r a c i ó n de la a c - el síntoma a u m e n t a , disminuye ó se disipa, y si vuelve ó no
ción de un medicamento solo se p u e d e s a b e r c o m p a r a n d o entre tomando la primera posicion, si cambia bebiendo ó comiendo
sí los resultados de m u c h a s experiencias. h a b l a n d o , tosiendo, estornudando ó cumpliendo cualquiera otra
í u n c o n del c u e r p o . Debe o b s e r v a r igualmente á qué hora del
23
dia ó de la noehe se manifiesta de preferencia. Todas estas par- su constitución física como por sus disposiciones morales sin
ticularidades d e s c u b r e n lo que h a y de peculiar y caracterísco e m b a r g o no es menos cierto que una ley eterna é inmutable
en cada síntoma. de a naturaleza le ha dado una tendencia de producir estos
1 3 4 . Todas l a s potencias esteriores, y principalmente los síntomas en lodos los h o m b r e s (§. 1 1 0 ) . Por esta razón, c u a n -
medicamentos, tienen la propiedad de producir-, en el estado do se d a a u n enfermo afectado de males semejantes á los que
nacen de él, p r o d u c e todos sus efectos, a u n aquellos que r a r a
del organismo viviente, cambios p a r t i c u l a r e s que v a r í a n p a r a
vez ocasiona en las personas sanas. Administrado entonces a u n
cada una de ellas. Pero los síntomas propios de u n a sustancia
á dosis las m a s d é b i l e s , produce en el e n f e r m o , si ha sido e l e -
medicinal c u a l q u i e r a , no se manifiestan en la misma persona,
gido homeopáticamente, u n estado artificial parecido á la e n f e r -
ni simultáneamente, ni en el curso de u n a misma experiencia;
m e d a d n a t u r a l que la c u r a de un modo rápido y d u r a d e r o
por el c o n t r a r i o , se vé á u n a misma persona sentir de p r e f e r e n -
cia v a e s t e , y a a q u e l , en u n a segunda ó t e r c e r a experiencia, 1 3 7 . Cuanto m a s m o d e r a d a sea la dosis del medicamento
q u e se quiere e n s a y a r , sin p a s a r m a s allá de ciertos límites
de manera que en la c u a r t a , o c t a v a , d é c i m a , e t c . , quizás r e a -
tanto m a s pronunciados serán también los efectos primitivos'
parecerán m u c h o s de los síntomas q u e se manifestaron y a en la
que son los que principalmente importa c o n o c e r ; no se v e r á n
segunda, s e s t a , n o v e n a , etc. Los síntomas tampoco se p r e s e n -
m a s q u e estos, ni h a b r á ninguna señal de reacción. S u p o n g a -
tan á t a s mismas h o r a s .
mos por otra p a r t e que la persona á quien está confiada la e x -
1 3 5 . Solo por medio de observaciones multiplicadas, en un
periencia, a m a la v e r d a d , q u e es m o d e r a d a bajo todos c o n c e p -
gran n ú m e r o de individuos de a m b o s sexos, convenientemente
tos, q u e tiene u n a sensibilidad m u y d e s a r r o l l a d a , v que se
elegidos y tomados de todas constituciones, es como se llega á
observa con toda la atención de que es capaz. Al contrario si
conocer de u n modo casi completo el conjunto de todos los e l e -
la dosis es escesiva, no solamente se manifestarán m u c h a s reac-
mentos morbosos que u n medicamento tiene el poder de p r o -
ciones entre los s í n t o m a s , sino que también los efectos primiti-
ducir. Unicamente se tiene la certeza de estar al corriente
vos se p r e s e n t a r á n de u n modo tan precipitado, tan violento y
de los síntomas que u n a g e n t e medicinal p u e d e p r o d u c i r , e s tan confuso, que será imposible hacer n i n g u n a observación
decir, de las facultades p u r a s que posee p a r a modificar y a l t e - precisa. Añádese a d e m á s el peligro que de ello puede resultar
rar la salud del h o m b r e , cuando las p e r s o n a s que h a c e n u n a e x p e r i m e n t a d o r , peligro que no p u e d e m i r a r con indiferencia
segundo ensayo observen pocos accidentes nuevos, y casi s i e m - e que respeta á sus semejantes y ve un h e r m a n o hasta en el
pre los mismos síntomas que habían observado otras antes que ultimo h o m b r e del pueblo.
ellas.
1 3 8 . Suponiendo que h a y a n sido satisfechas todas las c o n -
1 3 6 . ' Aunque u n medicamento sometido á la experiencia
diciones que precedentemente hemos asignado (§. 124 127)
en u n h o m b r e sano no p u e d a , como a c a b o de decir, manifestar
p a r a que la experimentación p u r a sea v á l i d a , las incomodida-
en una sola persona todas las alteraciones de salud que es c a -
des, los accidentes y las alteraciones de la salud que se m a n i -
paz de p r o d u c i r , y no las p o n g a en evidencia m a s que en c i e r -
heslen mientras d u r a la acción de un m e d i c a m e n t o , dependen
íe número de sugetos diferentes los unos de los otros, tanto por
de esta sustancia s o l a , y d e b e n s e r anotadas como p e r t e n e -
cientes esclusivamente á e l l a , a u n cuando m u c h o tiempo antes
el experimentador hubiese notado espontáneamente síntomas
semejantes. La reaparición d e estos síntomas e n el curso d e l a
experiencia, p r u e b a solamente, que e n virtud de su constitución enmendado m a s arriha u SÍ GG\ „ . H
propia, esta persona tiene u n a predisposición especial á q u e se sahW , ¿ a r r i n a (§. 8 4 , 99), como precauciones indispen-
manifiesten en é l . E n el caso presente, son efectos del m e d i c a - s a b l e s , cuando se toman los informes q u e se n e c e s i t a n !
mento, porque no se p u e d e admitir q u e se produzcan p o r sí W el cuadro d e las enfermedades n a t u r a l e s " ^
1 4 1 . I ero todas las experiencias p u r a s , relativas á los cam
mismos e n el momento e n q u e u n poderoso agente médico d o -
mina toda l a economía. ^TiTT**simples producen en

1 3 9 . Cuando el médico n o h a experimentado el remedio en


si mismo, y lo h a hecho e n s a y a r p o r otra p e r s o n a , e s m e n e s - n o m b r e , y a los síntomas morbosos q u e pueden producir en
ter que esta escriba las s e n s a c i o n e s , incomodidades, accidentes Í D Í X *s aBn Ua sE, Nl aAs mejores
c sa personas S A , U D sEeXrEáNnT siembre a q u e l
' ° q u ;n
y cambios que experimente en el momento en que l a s sienta. capaz de analizar s u s sensaciones, h a g a e n sí mismo c o n l a s
Es menester también que indique el tiempo que s e h a pasado a C a t o de
S T « « i r s e . Nunca ^ e e s t T m a s
desde que h a tomado el m e d i c a m e n t o hasta l a manifestación d e q
2 1 ^ } ' °e CUaDd
° 86 h a e x
P — a d o en uno
cada síntoma, y q u e h a g a conocer l a duración d e e s t e , si se
prolonga m u c h o . E l médico l e e esta relación e n presencia del
que h a hecho la experiencia inmediatamente despues d e c o n - 1 E n cuanto al modo d e s a b e r conducirse e n l a s e n f e r -
cluida-, ó si dura mucho t i e m p o , l a lee cada d i a , p a r a que el
e x p e r i m e n t a d o r , teniendo a u n la memoria fresca , p u e d a r e s - e (1) Las experiencias hechas en uno mismo tienen todavía una ventaja mi*
0 lener primer lugar
ponder á l a s p r e g u n t a s q u e será del caso dirigirle r e l a t i v a m e n - I TZ EZN tT ZT ZL ÍT ;*QUE , T - C 7 ATIVA DE L0S' R E M E D I 0 S ' S E FUNDA
de
q U eg0Zan d e
, T P r o d u c i r ^ m b i o s en el estado físico y moral
te á l a naturaleza precisa d e cada s í n t o m a , y ponerle e n estado, del hombre E n segundo lugar, enseñan á comprender sus propias s e n s l i o n
su moral, origen de toda verdadera sahiduriaf y hacen^d S
y a d e a ñ a d i r los nuevos detalles que r e c o j a , y a d e h a c e r l a s 6 a 0bservac,0n
Z : : , ' ' t a n «ecesario al médico. Las observaciones he-
rectificaciones y modificaciones necesarias ( 1 ) . cnas en otros, no son tan exactas como la que uno hace en sí mismo. El que ob-
1 4 0 , Si la persona q u e experimenta n o sabe escribir, será erva a ios otros, s.empre debe temer que no experimenten precisamente lo que
menester que cada dia el médico le p r e g u n t e , p a r a s a b e r d e dicen o que no espresen de un modo conveniente lo que sienten. Jamás está
cierto de no haber sido engañado, á lo menos en parte. Este obstáculo para el
ella lo que h a e x p e r i m e n t a d o . P e r o este e x á m e n debe limitarse conocimiento de la verdad, que no puede evitarse enteramente cuando uno se
mlorma de los síntomas morbosos producidos en otro por la acción de los medi-
(1) E l que comunica al público los resultados de semejantes experiencias, es camentos, no existe en los ensayos que hace uno en sí mismo. El que se somete
responsable del carácter de la persona que se ha sometido á ellas y de las aser- a la experiencia sabe con exactitud lo que siente, y cada nuevo ensayo que hace
ciones que emite con respecto á la misma. Esta responsabilidad es de derecho, en su propia persona, es para él un motivo de estender mas todavía sus investi-
puesto que se trata del bienestar d e la humanidad doliente, gaciones, haciéndolas con otros medicamentos. Cierto, como está, de no enga-
m e d a d e s , en particular las c r ó n i c a s ; que m u c h a s sou s e m e -
mentos de las e n f e r m e d a d e s artificiales, con c a v o auxilio se
jantes á sí m i s m a s , p a r a d e s c u b r i r , entre los síntomas d é l a
c u r a r á n algún dia m u c h a s e n f e r m e d a d e s n a t u r a l e s semejantes
afección p r i m i t i v a , a l g u n o s de los q u e pertenecen al m e d i c a -
Estos son tos únicos v e r d a d e r o s instrumentos homeopáticos es
mento simple aplicado á la curación (1), es u n objeto de i n -
d e c i r , específicos, capaces de producir curaciones ciertas v
vestigaciones q u e exige u n a g r a n d e capacidad de juicio, y q u e duraderas.
es preciso confiar á los maestros en el a r t e de o b s e r v a r .
1 4 4 . Debe esciuirse s e v e r a m e n t e de esta materia médica
1 4 3 . Cuando despues de h a b e r experimentado de este m o - todo lo que sea c o n g e t u r a , aserción g r a t u i t a ó ficción. En ella
do u n g r a n n ú m e r o de medicamentos simples en el h o m b r e sa- no se d e b e encontrar m a s que el l e n g u a j e p u r o de la n a t u r a l e -
n o , se h a n anotado cuidadosa y fielmente todos los elementos za , examinada con cuidado y de b u e n a fé.
de e n f e r m e d a d , todos los síntomas que pueden producir por sí 1 4 o . Se necesitaría s e g u r a m e n t e un n ú m e r o m u y conside-
m i s m o s , como potencias morbíficas artificiales, entonces sola- r a b l e de medicamentos, c u y a acción p u r a en las personas s a -
mente se t e n d r á u n a v e r d a d e r a m a t e r i a m é d i c a , es decir, un nas fuese bien conocida, p a r a q u e nos hallásemos en estado de
cuadro de los efectos p u r o s é infalibles (2) de las sustancias encontrar contra cada una de las i n n u m e r a b l e s e n f e r m e d a d e s
medicinales simples. De este modo se poseerá u n código de la n a t u r a l e s q u e afectan al h o m b r e , u n remedio homeopático,
n a t u r a l e z a , en el que e s t a r á n escritos u n n ú m e r o considerable es d e c i r , u n a potencia morbífica artificial que fuese a n á -
de s í n t o m a s , propios á cada uno de los a g e n t e s , que se h a y a n loga ( 1 ) . Sin e m b a r g o , gracias á la multitud de elementos
sometido á la experiencia. Estos síntomas, p u e s , son los e l e - morbosos que cada uno d é l o s medicamentos enérgicos q u e
hasta el dia se h a n ensayado en sugetos sanos h a n permitido
ñarse, se hace por lo mismo mas hábil en el arte tan importante de observar, y
o b s e r v a r , solo queda en el dia u n corto n ú m e r o de e n f e r m e -
redobla al mismo tiempo su celo, porque este le enseña á conocer el verdadero dades contra las que no se puede e n c o n t r a r , entre estas s u s -
valor d e los recursos del arte, cuya escasez es todavía tan grande. N o se crea tancias, u n remedio homeopático r a z o n a b l e , que restablezca
tampoco que las pequeñas incomodidades que se contraen ensayando los medi- la salud de u n modo s u a v e , s e g u r o y v e r d a d e r o , es decir, con
camentos sean jerjudiciales á su salud. Al contrario, la experiencia prueba que
u n a certeza infinitamente m a y o r q u e la q u e se tendría r e c u r -
hacen al organismo mas apto para rechazar todas las causas morbosas, naturales
ó artificiales, y le endurecen contra su influencia. La salud se hace mas sólida y riendo á las terapéuticas generales y especiales de la medicina
el cuerpo mas robusto.
(1) Los síntomas que en el curso de toda enfermedad solo se habian notado
mucho tiempo antes, ó que ni aun habian sido observados jamás, son por con-
(1) Al principio yo solo estudié los efectos puros de ios medicamentos, la
siguiente nuevos y pertenecen al remedio. principal y mas importante de mis ocupaciones; despues me han ayudado algu-
(2) E n estos últimos tiempos se ha confiado el cuidado de experimentar los nos médicos jóvenes, cuyas observaciones he examinado escrupulosamente. Pero,
medicamentos á personas desconocidas y distantes, que se hacian pagar para ¡qué no se conseguirá hacer en materia de curaciones, en el inmenso dominio de
cumplir este encargo, y cuyas observaciones se publicaban despues. Pero este enfermedades, cuando numerosos observadores, de cuya exactitud podamos estar
método parece que priva de garantía moral, de certeza y de todo valor real, á seguros, hayan contribuido, con investigaciones hechas en sí mismos, á enrique-
este importante trabajo ¿'sobre el que deben fundarse las bases de la única me- cer esta materia médica, la única que puede ser verdadera! Entonces el arte de
dicina verdadera. curar se aproximará, en cuanto á su certeza, á las ciencias matemáticas.
r K s i
«fttBO g ¡ n
alopática, cuyas mezclas de medicamentos desconocidos n o m e n t ó , de modo q u e sen , w f , »«fe. Hll

hacen mas que desnaturalizar y a g r a v a r las enfermedades c r ó - enfermedad natural a g u 7 a a l ™ m e h 0 m o ^ ¡ c o m ,


P W
nicas, y r e t a r d a n mas bien q u e aceleran l a curación de las e n - p o r o s a q u e pueda s e r ^ d ' ^
si
^ fermedades a g u d a s . ¿r* ' e . y en un corto n ú m e r o de d a s * « recien-
P C m a s ant
1 4 6 . El tercer punto del deber de u n v e r d a d e r o médico, Toda señal de malestar d e s a p a r e c e - ñ „ ° ° ¡8ua
es emplear del modo mas conveniente l a s potencias morbíficas J > ™ g u n resto d e la e Z í Z 'ar ifi ^ T " ' ¿
Ó medicinal
artificiales ( m e d i c a m e n t o s ) , cuyos efectos p u r o s h a y a n sido se restablece p o r una t m s Í 0 n . t h
P ÍDSeDsible
confirmados e n el h o m b r e s a n o , p a r a p r o c u r a r la curación ho- 'o que toca i los m i l e s c r « c o S v „ r ? ' - >
meopática de las enfermedades n a t u r a l e s . complicados, exigen mas T e n J ^ q u e £
6 aS e a b n
1 4 7 . E n t r e estos medicamentos, aquel cuyos síntomas c o - dades medicinales crónicas q u e la l ^ ,' »'
nocidos tienen m a s semejanza con la totalidad d e los q u e — t e determina a , l a d o V í ^ ¡ ¡ J
caracterizan u n a e n f e r m e d a d n a t u r a l d a d a , debe ser el r e -
medio m a s a p r o p i a d o , el m a s ciertamente homeopático q u e se
pueda emplear contra esta e n f e r m e d a d ; es su remedio espe-
cífico.
1 4 8 . Un medicamento q u e posee l a facultad d e producir
^ s r i t t a t W r
i
m m i a , e s
una enfermedad artificial t a n semejante como sea posible á l a «.»Cha circunspección, y „ „ n a d a Z 7 " " ' 1»= » P ™ e d T
r W . u d de circunstancias diversas L , T ¡-?°, * * ^ "
enfermedad n a t u r a l contra l a q u e se e m p l e a , y q u e se a d m i - =ber cumplido fielmente sus debe e s 7 ' ^ e
« « ™ . 4 a de
nistre en dosis conveniente, afecta p r e c i s a m e n t e , e n su acción <!el que s e e m r e g a á este estudio c ^ ^ T » b
» bella r e c o ^
mi
dinámica sobre la fuerza vital morbosamente desarmonizada, v sin embargo el único para curar las enferma e s * T ""d°S0' P™%
á
ríos d e la nueva secta b a s t a r d a , , „ e „ „ T ' i d a
las partes del organismo q u e hasta entonces habían estado s u - q e
res de l Homeopatía, prescribe
(qu^uü » buccairt „ ,J , y qae 2 2 , ? ^
a s m e d c me f " ^ "
decWo asi
- «¡» 'eHexil
jetas á la enfermedad n a t u r a l , y p r o m u e v e e n ellas l a e n f e r -
medad artificial que puede producir p o r su naturaleza. S i g ú e -
R ° • E C L A
; L A
- < E , E 5 I D 0
rAL™ - - ~
S D
que acusan d e imperfecta? Estos hombre ' °« ia m ™ > «beW»,
se de aquí, que desde este momento l a fuerza vital automática « b a s t a n t e , atribuyen el mal faite S W m r f t ó 7 S ' °
no sufre y a p o r esta ú l t i m a , y q u e solo está afectada de l a « " P l e a u , y recurren en seguida á \l ZnZ ' P e " a $ h w M ° P t e < * .>®ie
d<1 h a l o a l ¡ a
son mas familiares, como a l g i a s d o e e u l d B P • q5fa
otra. P e r o , siendo m u y débil l a dosis del r e m e d i o , l a e n f e r - * «che onzas, etc. Si el enfermo Z l 3 Í ' P>
medad medicinal desaparece luego p o r sí misma. Vencida, c o - salvarle con n i „ g „ „ 0 [ r o m é í 0 l ) d " ^ « » n , u e no hubieran podido
mo lo es toda afección medicinal moderada p o r l a energía t mados sin gran trabajo d e la rutina d a a „ ° 1 - i''°e ^ me,Iios
>
el honor d e la curación. Si s u c u m b e , « ¿ f f i L T ? ' ' — « *
desarrollada de la f u e r z a vital, deja el cuerpo libre de todo
se ha descuidado nada d e todo cuanto l ! ° " l l a s í n d o l e s < m no
sufrimiento, es d e c i r , e n u n estado de salud perfecta y d u - le- ¡ Q u i é n querrá h o n r a d ¿ I J S i ^ ^ f p0<Ma
para s i ar
radera. »los entre los adeptos d e í W ^ f S S ? * " J admita
me P
d i c i n a homeopática ? ' P W 0 toeíc0' 4 »e dá el nombre
1 4 9 . Guando h a sido bien hecha la aplicación del medica-
r K s i
«fttBO g ¡ n
alopática, cuyas mezclas de medicamentos desconocidos n o m e n t ó , de modo q u e sen , w f , »«fe. Hll

hacen mas que desnaturalizar y a g r a v a r las enfermedades c r ó - enfermedad natural a g u 7 a a l ™ m e h 0 m o ^ ¡ c o m ,


P W
nicas, y r e t a r d a n mas bien q u e aceleran l a curación de las e n - p o r o s a q u e pueda s e r ^ d ' ^
si
^ fermedades a g u d a s . ¿r* ^ y ^ ^ o ' e . y en un corto n ú m e r o de d a s * « recien-
P C m a s ant
1 4 6 . El tercer punto del deber de u n v e r d a d e r o médico, Toda señal de malestar d e s a p a r e c e - ñ „ ° ° ¡8ua
es emplear del modo mas conveniente l a s potencias morbíficas J > »ingun resto d e la e Z í Z 'ar ifi ^ T " ' ¿
Ó medicinal
artificiales ( m e d i c a m e n t o s ) , cuyos efectos p u r o s h a y a n sido se restablece p o r una t m s Í 0 n . t ta
P ÍDSeDsible
confirmados e n el h o m b r e s a n o , p a r a p r o c u r a r la curación ho- 'o que toca i los m i l e s c r « c o S v „ r ? ' - >
meopática de las enfermedades n a t u r a l e s . complicados, exigen mas T e n J ^ q u e £
6 aS e a b n
1 4 7 . E n t r e estos medicamentos, aquel cuyos síntomas c o - dades medicinales crónicas q u e la l ^ ,' »'
nocidos tienen m a s semejanza con la totalidad d e los q u e — t e determina a , l a d o V í ^ ¡ ¡ J
caracterizan u n a e n f e r m e d a d n a t u r a l d a d a , debe ser el r e -
medio m a s a p r o p i a d o , el m a s ciertamente homeopático q u e se
pueda emplear contra esta e n f e r m e d a d ; es su remedio espe-
cífico.
1 4 8 . Un medicamento q u e posee l a facultad d e producir
^ s r i t t a t W r
i
m m i a , e s
una enfermedad artificial t a n semejante como sea posible á l a «.»Cha circunspección, y „ „ n a d a Z 7 " " ' 1»= » P ™ e d T
r W . u d de circunstancias diversas L , T ¡-?°, * * ^ "
enfermedad n a t u r a l contra l a q u e se e m p l e a , y q u e se a d m i - =ber cumplido fielmente sus debe e s 7 ' ^ e
« « ™ . 4 a de
nistre en dosis conveniente, afecta p r e c i s a m e n t e , e n su acción <!el que s e e m r e g a á este estudio c ^ ^ T » b
» bella r e c o ^
mi
dinámica sobre la fuerza vital morbosamente desarmonizada, v sin embargo el único para curar las enferma e s * T ""d°S0' P™%
á
ríos d e la nueva secta b a s t a r d a , , „ e „ „ T ' i d a
las partes del organismo q u e hasta entonces habían estado s u - q e
res de l Homeopatía, prescribe
(qu^uü » buccairt „ ,J , y qae 2 2 , ? ^
a s m e d c me f " ^ "
decWo asi
- «¡» 'eHexil
jetas á la enfermedad n a t u r a l , y p r o m u e v e e n ellas l a e n f e r -
medad artificial que puede producir p o r su naturaleza. S i g ú e -
R ° • E C L A
; L A
- < E , E 5 I D 0
rAL™ - - ~
S D
que acusan d e imperfecta? Estos hombre ' °« ia m ™ > «beW»,
se de aquí, que desde este momento l a fuerza vital automática « b a s t a n t e , atribuyen el mal faite S W m r f t ó 7 S ' °
no sufre y a p o r esta ú l t i m a , y q u e solo está afectada de l a « " P l e a u , y recurren en seguida á \l ZnZ ' P e " a $ h w M ° P t e < * .>®ie
d<1 h a l o a l ¡ a
son mas familiares, como a l g i a s d o e e u l d B P • q5fa
otra. P e r o , siendo m u y débil l a dosis del r e m e d i o , l a e n f e r - * «che onzas, etc. Si el enfermo Z l 3 Í ' P>
medad medicinal desaparece luego p o r sí misma. Vencida, c o - salvarle con n i „ g „ „ 0 [ r o m é í 0 l ) d " ^ « » n , u e no hubieran podido
mo lo es toda afección medicinal moderada p o r l a energía t mados sin gran trabajo d e la rutina d a a „ ° 1 - i''°e ^ me,Iios
>
el honor d e la curación. Si s u c u m b e , « ¿ f f i L T ? ' ' — « *
desarrollada de la f u e r z a vital, deja el cuerpo libre de todo
se ha descuidado nada d e todo cuanto l ! ° " l l a s í n d o l e s < m no
sufrimiento, es d e c i r , e n u n estado de salud perfecta y d u - le- ¡ Q u i é n querrá h o n r a d ¿ I J S i ^ ^ f p0<Ma
para s i ar
radera. »los entre los adeptos d e í W ^ f S S ? * " J admita
me P
d i c i n a homeopática ? ' P W 0 toeíc0' 4 »e dá el nombre
1 4 9 . Guando h a sido bien hecha la aplicación del medica-
ha podido d e s t r u i r , exigen s o b r e todo u n tiempo muy l a r g o ,
y a u n con frecuencia se hacen i n c u r a b l e s p o r l a s sustracciones cion está en p r o b l e m a , es menester s o b r e todo, y casi esclusi
de líquidos y d e f u e r z a v i t a l , q u é son el resultado d e los m e - v a m e n t e , atenerse á los síntomas p r e d o m i n a n t e s , singulares
dios d e tratamiento á q u e t a n aficionados se m u e s t r a n los ^ o r d i n a r i o s y característicos (1); p o r q u e á estos e s á l o ¡
partidarios d e esa medicina. q u e principal mente deben c o r r e s p o n d e r los síntomas s e m e j a n -
tes en la s e n e d e los q u e n a c e n del medicamento que se busca
1 5 0 . Si a l g u n o se queja d e u n o ó d o s síntomas poco m a -
p a r a que este último sea el remedio q u e mejor convenga p a r a
nifiestos , que h a notado h a c e poco t i e m p o , el médico no debe
e m p r e n d e r la curación. P o r el c o n t r a r i o , los síntomas g e n t -
v e r en esto u n a e n f e r m e d a d p e c f e c t a , q u e r e c l a m e seriamente
es y v a g o s , como la falta d e a p e t i t o , el dolor d e cabeza la
los auxilios del a r t e . U n a p e q u e ñ a modificación en el régimen
l a n g u i d e z , el sueño a g i t a d o , el m a l e s t a r g e n e r a l , e t c m e -
y e n el género d e v i d a , b a s t a o r d i n a r i a m e n t e p a r a disipar t a n recen poca a t e n c i ó n , p o r q u e casi todas las e n f e r m e d a d e s y casi
lijeras indisposiciones. todos los medicamentos p r o d u c e n fenómenos a n á l o g o s .
1 5 1 . Pero c u a n d o los s í n t o m a s , poco n u m e r o s o s , d e q u e
1 5 4 . Cuantos m a s síntomas a b r a c e la c o n t r a - i m á g e n f o r -
se queja el e n f e r m o , tienen m u c h a violencia, el médico o b s e r -
m a d a con la serie d e los del m e d i c a m e n t o , q u e p a r e c e m e r e c e r
v a d o r descubre ordinariamente m u c h o s otros todavía , que. son
a p r e f e r e n c i a , y cuanto m a s s e m e j a n t e son á los síntomas e s -
menos m a r c a d o s y q u e le d a n u n a i m a g e n completa d e l a e n - u a o r d m a r i o s , p r o n u n c i a d o s y c a r a c t e r í s t i c o s , d e la e n f e r m e -
fermedad. dad n a t u r a l , tanto m a y o r será la semejanza d e u n a v otra
1 5 2 . Cuanto m a s intensa es la e n f e r m e d a d a g u d a , m a s p a r t e , y con t a n t a m a s razón este m e d i c a m e n t o será c o n v e -
numerosos y manifiestos son o r d i n a r i a m e n t e los síntomas q u e n i e n t e , homeopático y específico e n esta circunstancia U n a
la componen, y m a s fácil es t a m b i é n e n c o n t r a r u n remedio e n t e r m e d a d q u e no d a t a d e m u c h o s dias cede o r d i n a r i a -
que le c o n v e n g a , con tal q u e los m e d i c a m e n t o s conocidos e n m e n t e , sin g r a v e s i n c o m o d i d a d e s , á la p r i m e r a dosis d e este
su acción positiva, entre los cuales se d e b e e l e g i r , sean en n ú - remedio.
m e r o suficiente. E n t r e l a s series d e síntomas d e u n g r a n n ú -
1 5 5 . Digo sin graves incomodidades, p o r q u e , c u a n d o u n
m e r o d e medicamentos, no es difícil e n c o n t r a r u n o q u e c o n -
remedio p e r f e c t a m e n t e homeopático o b r a e n el organismo solo
tenga elementos m o r b o s o s , d e los cuales se p u e d a componer
son eficaces los síntomas c o r r e s p o n d i e n t e s á los d e la e n f e r m e -
u n conjunto d e síntomas m u y a n á l o g o á la totalidad d e los s í n -
d a d , q u e t r a b a j a n e n extinguir estos ú l t i m o s , poniéndose e n su
tomas de la enfermedad n a t u r a l q u e s e tiene á la v i s t a . P u e s
l u g a r . L o s otros s í n t o m a s , c o m u n m e n t e n u m e r o s o s , q u e la
este medicamento es j u s t a m e n t e el remedio q u e se d e s e a .
sustancia medicinal p r o d u c e , y q u e n o corresponden á la e n -
1 5 3 . Cuando se b u s c a u n remedio homeopático específico,
f e r m e d a d p r e s e n t e , casi no se d a n á c o n o c e r , al paso q u e el
es decir, cuando se c o m p a r a el conjunto de signos d e la e n f e r -
enfermo se m e j o r a p o r m o m e n t o s . La razón d e esto e s , q u e la
medad natural con las series d e síntomas d e los medicamentos
bien conocidos, p a r a e n c o n t r a r e n t r e estos últimos u n a p o t e n -
cia morbífica artificial, semejante al m a l n a t u r a l , c u y a c u r a - (1) M . d e Bcenninghausen ha hecho un gran servicio á la Homeopatía, con su
hsposiem de los síntomas que caracterizan, los medicamentos anlipsóricos.
dosis d e u n m e d i c a m e n t o q u e s e quiere u s a r h o m e o p á t i c a m e n t e ,
necesitándose s e r m u y p e q u e ñ a , dicha sustancia se e n c u e n t r a ñ a a g r a v a c i ó n q u e d e tal modo se p a r e c e á la afección p r i m i -
m a s débil p a r a m a n i f e s t a r aquellos s í n t o m a s q u e no son h o - t i v a , q u e el mismo enfermo la toma p o r u n a u m e n 1 1
meopáticos en las p a r t e s del c u e r p o exentas d e e n f e r m e d a d . No propia e n f e r m e d a d . Pero en realidad n o m i n a s " i t Z
d e j a , p u e s , o b r a r m a s q u e á s u s síntomas homeopáticos s o b r e medicinal, m u y a n á l o g a al m a l primitivo, q1 u e la escede un
eüe u n
ios p u n t o s del o r g a n i s m o que e s t á n y a a t a c a d o s de la irritación poco e n intensidad.
que resulta d e l o s s í n t o m a s análogos d e la e n f e r m e d a d n a t u - 1 3 8 . Esta p e q u e ñ a a g r a v a c i ó n homeopática del m a l en l a ,
r a l , p a r a escitar á l a f u e r z a vital e n f e r m a á producir u n a p r i m e r a s h o r a s , presagio feliz, q u e l a s m a s veces a n u n i l q u
afección a n á l o g a , p e r o m a s f u e r t e , q u e extinga l a e n f e r m e d a d I e n f e r m e d a d a g u d a cederá á la p r i m e r a dosis, es co a a
natural. o esta a e r a d e lo r e g u l a r ; p o r q u e la e n f e r m e d a d m e d t e S
1 5 6 . Sin e m b a r g o , casi n o h a y remedio homeopático a l - d e b e n a t u r a l m e n t e s e r u n poco m a s f u e r t e que el m a l T a r a C l
g u n o , p o r bien e l e g i d o q u e h a y a sido, q u e , p a r t i c u l a r m e n t e y a extinción se destina , si s e quiere que la supe™ y a u r "
dado á u n a dosis m u y a t e n u a d a , n o p r o d u z c a a l m e n o s , d u - de uusmo modo que u n a e n f e r m e d a d n a t u r a l n o p u e d e dest ^
r a n t e su a c c i ó n , i n c o m o d i d a d e s t i j e r a s , ó a l g ú n p e q u e ñ o s í n - y hacer cesar otra q u e se le a s e m e j a , sino cuando t^ene m
t o m a n u e v o , e n l o s e n f e r m o s irritables y m u y sensibles. E s f u e r z a e intensidad q u e ella ($. 4 3 , 4 8 ) .
casi i m p o s i b l e , e n e f e c t o , q u e los síntomas del m e d i c a m e n t o 1 5 9 . Cuanto m a s débil es la dosis del remedio homeopático
c u b r a n t a n e x a c t a m e n t e los d e la e n f e r m e d a d , como u n t r i á n - auto m a s h j e r o y d e corta duración es t a m b i é n el a u m e n 0
g u l o p u e d e h a c e r l o c o n r e s p e c t o á otro q u e t e n g a á n g u l o s y a p a r e n t e d e la e n f e r m e d a d en las p r i m e r a s h o r a s
l a d o s iguales á los s u y o s . P e r o esta a n o m a l í a , insignificante e n 6 0 . Sin e m b a r g o , como es casi imposible a t e n u a r b a s -
u n caso f a v o r a b l e , s e e x t i n g u e sin t r a b a j o p o r l a e n e r g í a p r o - tante l a dosis d e u n remedio homeopático p a r a q u e este n o s e a
pia del o r g a n i s m o v i v i e n t e , y el enfermo no lo a p e r c i b e , á n o susceptible d e a l i v i a r , d e esceder y c u r a r p e r f e c t a m e l h
ser q u e esté dotado d e u n a sensibilidad escesiva. Y n o p o r eso
p r o g r e s a m e n o s el restablecimiento d e l a s a l u d , á n o s e r q u e dos» d e este m e d i c a m e n t o , que no es la m a s p e q u e ñ a posible
a l 0 d a
lo i m p i d a n influencias e s t r a ñ a s , e r r o r e s d e l r é g i m e n ó p a - P f o c a s i o n a r una agravación homeopática
siones. qUG traSCUrre deSpUeS q u e d e n f e I a
t o m " ) ™
1 5 7 . P e r o , a u n q u e s e a cierto que u n remedio h o m e o p á t i -
co, a d m i n i s t r a d o a c o r t a dosis, extingue, t o t a l m e n t e l a e n f e r -
m e d a d a g u d a q u e e s a n á l o g a , sin manifestar s u s otros s í n t o -
boíl n a t l f P l d e r a n f a Ud Me ,e0xSa Ss í n et 0r amca¡s medicina,es sobre los
d o r n a s mor-

1 Son Z2°7;álcos' Tnd0,acasua,idad Ieshacía ** - -el


vada tamü ' * P ^ ^ la enfermedad, ha sido obser
m a s n o h o m e o p á t i c o s , es d e c i r , sin escitar n u e v a s y g r a v e s
i n c o m o d i d a d e s , s e o b s e r v a , sin e m b a r g o , q u e casi siempre
p r o d u c e , poco d e s p u e s d e h a b e r l o t o m a d o el e n f e r m o , al c a b o de que seTe aumenta ' d ? U C S d e h a b e r t o m a d o e l a z u f r e > * queja
erUPCI D
consuela d ciéndole 1 ° ' * ^ 0 0 Sabe la causa d e
de u n a ó m u c h a s h o r a s , s e g ú n l a dosis, u n a especie d e p e q u e - poderse curar npni E6 8 m e DS e S l e r qUN
U 6 Salga al esterior toda Ja s a
m a
^ S Í T ? F P r o d a c i d o P°r e l ™ ante, d e
panencia d e una exasperac.on de la sarna. Leroy asegura que el pen-
1 6 1 . Si refiero á la primera ó á las p r i m e r a s h o r a s la agí-a- cuya acción p u r a y v e r d a d e r a se conozca con exactitud s u c e -
g r a v a c i ó n h o m e o p á t i c a , ó m a s bien la acción primitiva del r e - de a l g u n a s veces q u e solo se e n c u e n t r a n en la serie de'sínto-
medio homeopático, q u e p a r e c e que a u m e n t a u n poco los s í n - m a s del m e d i c a m e n t o m a s h o m e o p á l i c o , u n a porcion de los
t o m a s de la enfermedad n a t u r a l , esto es aplicable solamente á síntomas de la e n f e r m e d a d que se tiene q u e c u r a r , y q u e p o r
las afecciones a g u d a s y sobrevenidas r e p e n t i n a m e n t e (1). P e r o consiguiente se vé el médico obligado á e m p l e a r esta iniper
cuando los m e d i c a m e n t o s , c u y a acción se prolonga m u c h o , tecta potencia morbífica artificial, á falta de otra que lo sea
4 d
menos.
tienen que combatir u n mal antiguo ó m u y a n t i g u o , q u e por
consiguiente una dosis d e b e o b r a r por espacio de m u c h o s dias 1 6 3 . E n este caso no d e b e e s p e r a r s e del remedio una c u -
s e g u i d o s , entonces se v é salir de tiempo en t i e m p o , d u r a n t e ración completa y exenta de inconvenientes. D u r a n t e su uso se
los seis, ocho ó diez p r i m e r o s d i a s , a l g u n o s de los efectos p r i - ven s o b r e v e n i r a l g u n o s a c c i d e n t e s , q u e no se o b s e r v a n a n t e s
mitivos de estos medicamentos, a l g u n a s de estas exasperaciones en la e n f e r m e d a d , y que son síntomas accesorios dependientes
aparentes de los síntomas del mal p r i m o r d i a l , q u e d u r a n u n a de u n medicamento i m p e r f e c t a m e n t e a p r o p i a d o . Este i n c o n v e -
ó m u c h a s h o r a s , mientras que el alivio g e n e r a l se efectúa de n i e n t e , no impide, es v e r d a d , q u e el remedio extinga u n a
u n modo sensible en los intervalos. Pasado este corto n ú m e r o g r a n p a r t e del m a l , es d e c i r , los síntomas m o r b o s o s s e m e j a n -
de d i a s , el alivio producido por los efectos primitivos del m e - tes a los síntomas medicinales, y q u e de aquí resulte un p r i n -
dicamento continúa todavía m u c h o s dias sin q u e n a d a lo t u r b e . cipio de curación bien pronunciado-, p e r o no se o b s e r v a m e n o s
la provocacion de a l g u n o s males accesorios, q u e tienen la v e n -
162. Siendo m u y limitado el n ú m e r o de medicamentos, t a j a de s e r s i e m p r e m u y m o d e r a d o s cuando la dosis es c o n v e -
nientemente atenuada.
Sarniento (viólala tricolor] empezó por empeorar una erupción de la c a r a , c u y a
1 6 4 . El corto n ú m e r o de síntomas homeopáticos q u e se
curación produjo despues; pero no sabia que este aumento aparente del mal p r o -
viniese únicamente de que se habia administrado á muy fuerte dosis el medica- e n c u e n t r a e n t r e los del m e d i c a m e n t o , al que h a c e r e c u r r i r t a
m e n t o , que en este c a s o , era homeopático. Lysons (Med. trans., vol. u , L o n - falta d e otro m a s a p r o p i a d o , j a m á s p e r j u d i c a á la curación
dres, 1 7 7 2 ) , dice que las enfermedades d e la piel que mejor ceden á la corteza c u a n d o se compone en g r a n p a r t e de los síntomas e s t r a o r d í -
del roble, son las que esta sustancia hace aumentar al principio. Si él no hubiese n a n o s , q u e distinguen y c a r a c t e r i z a n la e n f e r m e d a d ; v no por
administrado, según acostumbra la medicina alopática, la corteza del roble á
dosis enormes, sino q u e , como lo exija su carácter homeopático, la hubiese he-
eso deja de e f e c t u a r s e la curación sin g r a v e s incomodidades.
cho tomar á dosis e s t i m a d a m e n t e débiles, los e x a n t e m a s , contra los cuales la 1 6 o . P e r o c u a n d o , e n t r e los síntomas del medicamento
prescribía, hubieran curado sin experimentar este aumento d e i n t e n s i d a d , ó al e l e g i d o , no se e n c u e n t r a n i n g u n o p e r f e c t a m e n t e semejante á
menos hubiera sido muy poco pronunciado. los s í n t o m a s m a s m a r c a d o s y característicos de la e n f e r m e d a d ,
(1) Aunque el efecto d e los medicamentos que están dotados por si mismos
v el m e d i c a m e n t o no c o r r e s p o n d e á esta ú l t i m a , m a s q u e r e s -
de la acción mas prolongada, se disipa rápidamente en las enfermedades a g u d a s ,
d u r a largo tiempo en las crónicas (que proceden d e la psora), y d e aquí provie- pecto á los accidentes g e n e r a l e s y v a g o s (desfallecimiento, lan-
ne que los medicamentos antipsóricos no producen muchas veces esta exaspera- g u i d e z , dolor de c a b e z a , e t c . ) , y c u a n d o , e n t r e los m e d i c a -
ción homeopática en las primeras h o r a s , pero la determinan m a s tarde y á horas mentos conocidos, no se p u e d e elegir otro m a s homeopático,
diferentes en los ocho ó diez primeros dias.
el médico no debe prometerse un resultado ventajoso inmediato I9.T
de la administración de un remedio tan imperfecto,
1 6 6 . Este caso e s , sin e m b a r g o , m u y r a r o , p o r q u e el n ú -
m e r o de m e d i c a m e n t o s , Cuyos efectos p u r o s se c o n o c e n , h a otro. Sin e m b a r g o , no es a d m t i l ? """ m a s Para
a u m e n t a d o mucho en estos últimos t i e m p o s , y c u a n d o se e n - P ' e a d o entre estos d , , s ; : ; , r j : u 5 U e S de * * »
J zsue m a s
cuentra , los inconvenientes que de él d i m a n a n , disminuyen si v e n i e n t e , se dé luego el otro „ Z " «m-
5 6 ab endo
desde luego p u e d e emplearse u n remedio cuyos síntomas se c i r c u n s t a n c i a s , este no „ f i " ' las
asemejen m a s á los de la e n f e r m e d a d . todavía s o s t e n t e . . ^ T r í ^ ^ r e S ' ° d e ' ° S S Í " 1 ' ™ -
1 6 7 . En e f e c t o , si el uso del remedio i m p e r f e c t a m e n t e e x a m i n a r de n u e v o el e J o H ? ? !• C a S ° ' S e r í a a m s » ™
homeopático, que se emplea al p r i n c i p i o , a c a r r e a males a c c e - * m la i m á g e n t l í ^ ^JU?gar'
sorios de a l g u n a g r a v e d a d , no se a g u a r d a , en las e n f e r m e d a - P a t — t e , 0 1 . cfirivcndn'j
des a g u d a s , á que la p r i m e r a dosis h a y a cumplido del todo su
acción : antes que esto s u c e d a , se e x a m i n a de n u e v o el estado
<°do el resto de los síntom y e t t ' „ „ r T 6 ' Í n d a r
^
modificado del e n f e r m o , y se u n e lo q u e q u e d a de los síntomas remed 0 lan C M r e
mente como sea posible al r , ' , , L , ' -
primitivos á los síntomas recientemente a p a r e c i d o s , p a r a f o r -
a t e n d e r en n a d a al m e d am 1 ° PreSeBfe deI mal •
m a r una n u e v a i m a g e n de la e n f e r m e d a d .
empleado p o r h a b e r p a r e c e " t SU ° r í g e u s e h a b i a
1 6 8 . Entonces se e n c u e n t r a m a s f á c i l m e n t e , e n t r e los me-
q u e el s e g u n d o de o 2 1 a-™*"' P°Cas veces s » ^ e r á
dicamentos conocidos, un remedio a n á l o g o , del que b a s t a r á
j u z g a d o convenien c S ¡ ^ * Pr¡"CÍpi° 88 h a b i a °
h a c e r uso u n a sola v e z , si no p a r a d e s t r u i r e n t e r a m e n t e la e n - CD 6 S t c m o m e i
^ después de un nuevo e J l » ° - l'ero
f e r m e d a d , al menos p a r a h a c e r la curación m a s fácil. Si este eafermo
centraseq„e ^ '
nuevo medicamento no b a s t a p a r a restablecer completamente
C QVe,M Se este
la s a l u d , se v u e l v e á e x a m i n a r lo q u e q u e d a del estado m o r b o - Para darle la p r e f e r í * ° ' ™ " « "»»¡vo
s o , y se elige luego el remedio homeopático m a s apropiado á
la i m á g e n que se o b t e n g a . De este modo se continúa hasta h a - P o r l i g ^ I Í S S ~ " -„éreas, ,as que

ber conseguido el o b j e t o , es decir, h a s t a volver al e n f e r m o el i l w i dl! la


pleno goce de la s a l u d . süa nar, P s o r a , m u c h a s veces se nece

sT Rf 0™m^rtT ^s .::r c u i i s ' d e b e ser


1 6 9 . Puede s u c e d e r , q u e , e x a m i n a n d o por p r i m e r a vez
una e n f e r m e d a d , y eligiendo t a m b i é n por p r i m e r a vez el r e m e - S^solaa^ dosis I R '
7 ,' S U
) a

T Ó E
^ 'le él una
80 a d a l i n i s t r e

DESPUES
dio, se encuentre q u e la totalidad de los síntomas no esté s u f i -
cientemente cubierta por los elementos morbíficos de u n solo mio desínlTl 6
í1^10"^ <W demasiado corto n ü -
a e crmedad circHsianda
m e d i c a m e n t o , lo q u e esplica el corto n ú m e r o de estos cuya a c -
ción pura es bien conocida,.' y que dos remedios rivalizan en Aíata I - ««*«
el médico no debe prometerse u n resultado ventajoso inmediato I9.T
de la administración d e u n remedio t a n imperfecto,
1 6 6 . Este caso e s , sin e m b a r g o , m u y r a r o , p o r q u e el n ú -
m e r o d e m e d i c a m e n t o s , Cuyos efectos p u r o s se c o n o c e n , h a otro. Sin e m b a r g o , no es a d m t i l ? " " "m a s Para
a u m e n t a d o mucho e n estos últimos t i e m p o s , y c u a n d o s e e n - P ' e a d o entre estos d , , s ; : ; , r j : u 5 U e S de * * »
J zsue m a s
cuentra , los inconvenientes que d e él d i m a n a n , disminuyen si v e n i e n t e , se d é luego el otro „ Z " «m-
5 6 ab end rarabia
desde luego p u e d e emplearse u n remedio cuyos síntomas se c i r c u n s t a n c i a s , este no „ w " ' ° do l a s
asemejen m a s á los d e la e n f e r m e d a d . todavía subsistentes " e » .L i l ? reS'° d e '°S SÍDtomas
1 6 7 . E n e f e c t o , si el u s o del remedio i m p e r f e c t a m e n t e c a m i n a r d e n u e v o el e J o H ? ? !• C a S ° ' S e r í a n c c e ® ¡ < >
homeopático, que s e emplea al p r i n c i p i o , a c a r r e a males a c c e - * m la i m á g e n t l í ^ ^JU?gar'
sorios d e a l g u n a g r a v e d a d , n o se a g u a r d a , en l a s e n f e r m e d a - P a t — t e , 0 1 . convendría ^
des a g u d a s , á que l a p r i m e r a dosis h a y a cumplido del todo s u
acción : antes que esto s u c e d a , se e x a m i n a d e n u e v o el estado
<°do el resto d e los síntom ye t t ' „ „ r T 6 ' Índa^r
modificado del e n f e r m o , y s e u n e lo q u e q u e d a de los síntomas remecl 0 t a n conv
mente como sea posible al r , ' , , L , ' e-
primitivos á los síntomas recientemente a p a r e c i d o s , p a r a f o r -
a t e n d e r e n n a d a al m e d a m 1 ° PreSMle ** m l •sin
m a r una n u e v a i m a g e n d e la e n f e r m e d a d .
empleado p o r h a b e r p a S T ^ ^ " t SU ° r í g e u s e h a b i a
1 6 8 . Entonces se e n c u e n t r a m a s f á c i l m e n t e , e n t r e los m e -
q u e el s e g u n d o d e o 2 1 •",eJ°r- P ° C a s v e c e s s » ^ e r á
dicamentos conocidos, u n remedio a n á l o g o , del q u e b a s t a r á
j u z g a d o convenien c S ¡ ^ * Pri"CÍpi° 88 h a b i a °
h a c e r uso u n a sola v e z , si n o p a r a d e s t r u i r e n t e r a m e n t e l a e n - Cn estc mo e 1
^ después d e u n nuevo " » " « - l>ero
f e r m e d a d , al menos p a r a h a c e r l a curación m a s fácil. Si este eafermo
contraseque ^ ' ca-
nuevo medicamento n o b a s t a p a r a restablecer completamente C QVe,M Sería este
p a r a darle la p r e f e r í * ° ' " « '"'"¡vo
la s a l u d , se v u e l v e á e x a m i n a r lo q u e q u e d a del estado m o r b o -
s o , y se elige luego el remedio homeopático m a s apropiado á
por S S S f ; ~ " venéreas, las p e
la i m á g e n que se o b t e n g a . D e este modo se continúa hasta h a - i l w i dl! la sor
süa nar, P a , m u c h a s veces se nece
ber conseguido el o b j e t o , es decir, h a s t a v o l v e r al e n f e r m o el
pleno goce d e la s a l u d . )a 80 adlninislre d
sola dosis f ™ T ' e ol una
1 6 9 . Puede s u c e d e r , q u e , e x a m i n a n d o p o r p r i m e r a v e z M S CUII S D E B E SER
una e n f e r m e d a d , y eligiendo t a m b i é n p o r p r i m e r a vez el r e m e - S a S 0 RT .::R 7 ,' ^
dio, se encuentre q u e la totalidad d e los síntomas no esté s u f i - ^ ^ T R ^ ^ I R 1
cientemente cubierta p o r l o s elementos morbíficos d e u n solo 6 M C e ,lel
mio desinlTl f"''"'^ ^ m a s i a d o corto n ü -
m e d i c a m e n t o , lo q u e esplica el corto n ú m e r o d e estos cuya a c - a e crmedad circHsianda
ción p u r a e s bien conocida,.' y q u e d o s remedios rivalizan en Aíata I - ««*«
«filiOTKA UKimsiTA&l

de los remedios homeopáticos c o n o c i d o s , pueda p r e s e n t a r el


m a s perfecto de todos los métodos c u r a t i v o s . y m a s característicos son los síntomas d e la e n f e r m e d a d n a -
1 7 3 . L a s únicas e n f e r m e d a d e s q u e p a r e c e n tener pocos
síntomas, p o r c u y a razón s e p r e s t a n m a s difícilmente á l a c u - 1 7 9 . P e r o lo q u e m a s c o m u n m e n t e s u c e d e , es que no c o n -
ración, son las q u e se podrían l l a m a r p a r c i a l e s , p o r q u e no v e n g a m a s q u e en p a r t e á la e n f e r m e d a d , y que no se a d a l
tienen m a s que uno ó dos s í n t o m a s principales y p r e d o m i n a n - ser ff uu nn dd aa dd a1 1 ^ ^ h
^ " *7br d
tes que ofuscan á casi todos los d e m á s . La m a y o r p a r t e d e e s - e n u n n ú m e r o suficiente d e síntomas
180 No o b r a n d o entonces el m e d i c a m e n t o s o b r e u n a e n -
t a s enfermedades s o n c r ó n i c a s .
f e r m e d a d á la que no c o r r e s p o n d e m a s q u e en p a r t e , p r o d u c i -
1 7 4 . Su síntoma principal p u e d e s e r , ó u n mal interno, p o r
r á m a l e s accesorios, como en los casos ( § . 1 6 2 y siguientes)
ejemplo, u n a cefalalgia q u e d u r e m u c h o s años, u n a d i a r r e a in-
en q u e la elección del remedio h a sido imperfecta p o r la e s c a -
v e t e r a d a , una antigua c a r d i a l g í a , e t c . , ó u n a lesión e s t e r n a .
sez d e los remedios homeopáticos, y d a r á origen á m u c h o s a c -
Estas últimas afecciones son l a s q u e m a s p a r l c u l a r m e n t e s e
cidentes pertenec,entes á la serie d e s u s propios síntomas P e -
llaman enfermedades locales. ro estos accidentes son i g u a l m e n t e síntomas propíos d e la e n -
1 7 5 . Con respecto á l a s e n f e r m e d a d e s parciales d e la p r i - f e r m e d a d m i s m a los q u e hasta entonces el enfermo no había
m e r a especie, l a falla d e atención p o r p a r t e del m é d i c o , e s notado, o no había e x p e r i m e n t a d o sino m u v r a r a v e z y n U e
comunmente la sola causa q u e impide percibir l o s otros s í n t o - no h a c e m a s q u e desarrollarse e n m a y o r g r a d o . S e m a n i f e s t a -
m a s , con cuyo auxilio podria c o m p l e t a r el c u a d r o d e l a e n f e r - r a n o s e e x a s p e r a r á n a c c i d e n t e s , q u e poco tiempo a n t e s el
medad. enfermo n o p e r c i b í a , ó q u e no sentía sino d e u n modo m u y
\ago.
1 7 6 . Hay sin e m b a r g o u n corto n ú m e r o d e e n f e r m e d a d e s ,
q u e á pesar de todo el cuidado con que se l a s e x a m i n a al prin- 1 8 1 . S e o b j e t a r á quizás q u e los males accesorios y los
cipio (§. 8 4 , 9 8 ) , no manifiestan m a s q u e u n o ó dos síntomas nuevos s í n t o m a s d e l a e n f e r m e d a d q u e entonces a p a r e c e n d e -
constantes y v i o l e n t o s , existiendo lodos los d e m á s solo e n u n ben a t r i b u i r s e al remedio q u e a c a b a d e a d m i n i s t r a r s e . Tal es
g r a d o poco pronunciado. en efecto su o r i g e n ( 1 ) . Sin d u d a provienen d e este remedio
1 7 7 . Para t r a t a r con b u e n éxito este c a s o , q u e p o r otra (§. 1 0 a ) . Pero p o r eso no son m e n o s los síntomas q u e la e n -
p a r t e se presenta r a r a v e z , se empieza p o r e l e g i r , s e g ú n la f e r m e d a d podía producir p o r sí misma e n el e n f e r m o , y el m e -
indicación de los síntomas poco n u m e r o s o s que s e o b s e r v a n , el dicamento e n su calidad d e p r o v o c a d o r d e accidentes s e m e j a n -
medicamento que p a r e c e s e r m a s h o m e o p á t i c o . t e s , solamente los h a hecho m a n i f e s t a r , los ha obligado á
1 7 8 . Podrá suceder q u e este r e m e d i o , elegido s e g ú n todas a p a r e c e r . E n u n a p a l a b r a , la totalidad d e los síntomas q u e
las exigencias d e l a l e y h o m e o p á t i c a , ofrezca la e n f e r m e d a d entonces s e p r e s e n t a n , d e b e ser considerada como p e r t e n e c i e n -
artificial que su analogía con l a e n f e r m e d a d n a t u r a l h a c e a p r o -
(1) A menos que no sean debidos á un gran esceso en el régimen, á una n a -
piada para verificar l a destrucción d e esta ú l t i m a ; y esto es sion violenta ó a un movimiento tumultoso en el organismo, como el estableci-
tanto m a s posible, c u a n t o m a s n o t a b l e s , m a s p r o n u n c i a d o s miento o cesación d e las reglas, la concepción, el p a r t o , e t c .
196
-: 7 ! t C A MVBtsr r u u
te á la e n f e r m e d a d m i s m a , como siendo su v e r d a d e r o estado
a c t u a l , bajo cuyo punto de vista se la d e b e considerar p a r a el
tratamiento.
1 8 2 . Así e s , q u e la elección de los m e d i c a m e n t o s , casi
inevitablemente imperfecta á c a u s a del c o r t o n ú m e r o de sínto-
Par,eS C8te
m a s p r e s e n t e s , hace, sin e m b a r g o , el servicio de c o m p l e t a r el ™ r e s , y que el resto del e u e r o n o t o t h 'f -
,a Mfer
conjunto d e síntomas de la e n f e r m e d a d , y facilita de este modo m e d a d ; proposicion a b s u r d a en eo í vt T ' " -
4
la investigación d e u n s e g u n d o r e m e d i o m a s h o m e o p á t i c o . a P caciones terapéuticas las * *
1 8 3 . A m e n o s , p u e s , q u e la violencia de los accidentes 1 « 6 - Aquellas e n f e r m e d a d e s l l a m a d a ! i ,
n u e v a m e n t e d e s a r r o l l a d o s n o exija p r o n t o auxilio, lo q u e d e b e g e n es r e c i e n t e , y q u e proceden * • cuyo o r í -
É na caus
s e r m u y r a r o á causa d e la exigüidad de las dosis h o m e o p á t i - t e n o r , parecen ser las únicas n i l í l " » es-
c a s , p a r t i c u l a r m e n t e e n las e n f e r m e d a d e s m u y crónicas', es - e nombre. Pero e n *
q u e la lesion
n e c e s a r i o , c u a n d o el p r i m e r m e d i c a m e n t o no p r o d u c e y a n a d a poco g r a v e : p o r q u e si es de a l , » muy
1 ,0d
v e n t a j o s o , t r a z a r u n n u e v o c u a d r o de la e n f e r m e d a d , s e g ú n el ganismo v i v i e r e a t o , & T C * ' °
cual se elige u n s e g u n d o r e m e d i o homeopático que esté bien ® u j í a es á la que pertenece d os „ S f d' e l C " * ' a
conforme á su estado a c t u a l . Esta elección s e r á tanto m a s f á - socorros mecánicos á las p a r t e s afectada ! /
rar d fin d e s e a
cil , cuanto m a s n u m e r o s o y m a s completo es el n ú m e r o de y extinguir los obstáculos t . " P -
meCánÍC S Dc 8e
síntomas ( 1 ) . - oponen á la c u r a c i ó n , la «le soló d c h e ° «
1 8 4 . Despues del efecto completo de cada d o s i s , se c o n t i - vital. Aquí se colocan, p o T j e í o 1 I T * * ^ ^
8 ,a reu
n u a a u n o b s e r v a n d o el estado de lo que q u e d a de e n f e r m e d a d , "ion de los b o r d e s de las heridas l e , "T® ' "
raCC1
e s t r a ñ o s , que h a n peneTrado e „ l - °" '°S CUerPos
s e ñ a l a n d o los s í n t o m a s t o d a v í a s u b s i s t e n t e s , y la i m a g e n q u e
h
de aquí r e s u l t a , sirve p a r a e n c o n t r a r u n n u e v o r e m e d i o t a n ' « r a de J ^ ^
homeopático c o m o sea posible. Esta m a r c h a es la q u e es m e - po q u e p e r j u d i c a á la economía J a p a r a 1
a derra
nester, s e g u i r h a s t a la c u r a c i ó n . m e s ó colecciones de líquidos la ,,„¡„„ 2 i ~

18o. E n t r e las e n f e r m e d a d e s p a r c i a l e s , las q u e se l l a m a n " r «do, ¿ ^


d>o de un vendaje a p r o p i a d o , etc. P e r o cuando 1
(1) U n caso mny raro en las enfermedades crónicas, pero que se encuentra lesiones el o r g a n i s m o entero r e c l a m é „ r ( , s d i ! t I f *
con bastante frecuencia en las a g u d a s , es a q u e l en q u e , á pesar d e la exigüidad vos p a r a q u e pueda cumplir la obra de h n ,
d e los síntomas, el enfermo se siente m u y mal, de manera que este estado p u e d e Por ejemplo, se necesita L r r i r f m e d t a m e Z ' T ^
atribuirse al entorpecimiento de la sensibilidad, que no permite al sugeto perci-
p o n e r fin á una fiebre violenta p r o c e d í d e 2 T ' " ° S
bir con claridad los dolores y las incomodidades. E n semejante caso, el opio hace
cesar este e s t a d o de estupor del sistema nervioso, y los síntomas d e la enferme- - n , de u n a dislaceracion de las ^ ¿ • ¡ Z ^ T "
dad se demuestran con claridad d u r a n t e la reacción del organismo. dones y v a s o s , c u a n d o es menester comba fr e d o L ? ' T
Por una q u e m a d o r a ó p o r una
d e n t e y s i m u l t á n e a m e n t e no h a y a a l g ú n d e s a r r e g l o en el i n t e -
las funciones del médico d i n á m i c o , y s e h a c e n necesarios los rior del o r g a n i s m o .
auxilios d e l a H o m e o p a t í a . 190 Todo v e r d a d e r o t r a t a m i e n t o médico d e u n m a l s o -
1 8 7 . P e r o es m u y diferente lo q u e sucede c o n respecto á brevenido e n l a s p a r t e s esteriores del c u e r p o sin violencia e s -
los m a l e s , c a m b i o s y sufrimientos q u e sobrevienen e n l a s u - erior d e b e pues, t e n e r p o r objeto la extinción y la curación
perficie d e l c u e r p o sin t e n e r p o r c a u s a u n a violencia esterior, a beneficio d e remedios internos, del m a l general q u e sufre el
ó al m e n o s á consecuencia d e u n a lesión esterior casi insignifi- o r g a n i s m o e n t e r o . Solo d e este modo p u e d e s e r racional s e -
cante. E s t a s e n f e r m e d a d e s tienen su origen en u n a afección in- guro y radical.
t e r n a . E s , p u e s , t a n a b s u r d o como peligroso el considerarlas 1 9 1 . E s t a proposicion está puesta f u e r a d e d u d a por la e x -
c o m o síntomas p u r a m e n t e l o c a l e s , y t r a t a r l a s esclusivamente, p e r i e n c i a , q u e d e m u e s t r a q u e todo remedio interno enérgico
ó con corta diferencia, p o r medio de aplicaciones tópicas, como p r o d u c e i n m e d i a t a m e n t e , despues d e h a b e r sido a d m i n i s t r a d o
si s e t r a t a s e d e u n caso q u i r ú r g i c o , s e g ú n lo h a n h e c h o h a s t a c a m b i o s considerables e n el estado general d e l e n f e r m o v e n
a h o r a los médicos d e todos los siglos. particular e n el d e l a s p a r t e s esteriores a f e c t a d a s , q u e la m e -
1 8 8 . S e d á á estas e n f e r m e d a d e s el epíteto d e locales, dicina v u l g a r mira como a i s l a d a s , a u n c u a n d o estas p a r t e s e s -
p o r q u e se c r e e q u e son afecciones esclusivamente fijadas e n l a s tén situadas e n l a s estremidades d e l c u e r p o . Estos cambios son
p a r t e s esteriores, en l a s q u e el o r g a n i s m o t o m a poca ó n i n g u - de u n a naturaleza la m a s s a l u d a b l e ; consisten en l a curación
na p a r t e , como si en cierto modo i g n o r a s e su existencia ( 1 ) . del h o m b r e todo entero, q u e h a c e d e s a p a r e c e r al mismo tiempo
el m a l l o c a l , sin q u e sea necesario e m p l e a r n i n g ú n remedio
1 8 9 . Sin e m b a r g o , b a s t a l a m e n o r reflexión p a r a c o n c e -
e s t e r i o r , con t a l q u e el remedio interior q u e s e dirige contra
bir , que u n mal e s t e r n o , q u e n o h a sido ocasionado p o r u n a
el conjunto d e la enfermedad h a y a sido bien elegido y p e r f e c t a -
g r a v e violencia ejercida e n el e s t e r i o r , n o p u e d e n a c e r , ni
mente homeopático.
persistir, ni m e n o s a u n e m p e o r a r , sin u n a c a u s a i n t e r n a , sin
la cooperacion del o r g a n i s m o e n t e r o , sin q u e , p o r c o n s i g u i e n - 1 9 2 . El mejor modo d e a l c a n z a r este o b j e t o , consiste en
t e , este último esté e n f e r m o . No podría m a n i f e s t a r s e si l a salud t o m a r en consideración, c u a n d o se examina u n caso d e e n f e r -
general n o estuviese d e s a r m o n i z a d a , si l a fuerza vital d o m i - m e d a d , n o solamente el c a r á c t e r exacto d e la afección local,
n a n t e , si todas l a s p a r t e s sensibles é i r r i t a b l e s , todos los ó r - sino t a m b i é n todas l a s d e m á s alteraciones q u e s e observan en
el estado del e n f e r m o sin que se l a s p u e d a a t r i b u i r á la acción
ganos vivientes d e l c u e r p o no t o m a s e n p a r t e . S u producción
de los m e d i c a m e n t o s . Todos estos s í n t o m a s deben estar r e u n i -
no podría concebirse, s i n o fuese el r e s u l t a d o d e u n a alteración
dos e n u n a i m á g e n c o m p l e t a , á fin d e q u e s e p r o c e d a á la i n -
de la vida e n t e r a ; t a n í n t i m a m e n t e e s t á n e n l a z a d a s l a s p a r t e s
vestigación d e u n remedio homeopático c o n v e n i e n t e , entre l o s
del cuerpo las u n a s con l a s o t r a s , y f o r m a n u n todo indivisible,
m e d i c a m e n t o s , c u y o s síntomas morbosos sean bien conocidos
atendido el modo d e sentir y d e o b r a r . No p u e d e , p u e s , sobre-
p o r la experimentación fisiológica.
venir u n a e r u p c i ó n e n los l a b i o s , u n p a n a d i z o , sin q u e p r e c e -
193. Este r e m e d i o , administrado ú n i c a m e n t e al interior,
(1) Este es uno d e los infinitos absurdos perniciosos de la antigua escuela.
y del cual una sola dosis bastará si el mal es de origen recien-
te, cura simultáneamente la enfermedad general del cuerpo y
la afección local. Semejante efecto por parte del medicamento
debe probarnos, que el mal local dependía únicamente de una o r d
enfermedad de todo el cuerpo, y que es menester conside- experiitab a Í s S r * ^ n amienl

Mti
e n t e
interno es el L c o n e c e Í r i " ° Psó™
rarle como una parte inseparable del todo, como uno de los
síntomas mas considerables y mas predominantes de la enfer- .q» - son ,ocaies

medad general.
0 d e eslas
1 9 4 . E n las afecciones locales a g u d a s , q u e se h a n d e s a r - (les se e f e c t a r h T 2 " " ^ ^"i " ^rmeda-

SSHápS
rollado r á p i d a m e n t e , y e n l a s q u e existen y a d e l a r g a fecha,
no conviene h a c e r l a aplicación de n i n g ú n tónico e n l a p a r t e
e n f e r m a , aunque este s e a la misma sustancia q u e t o m a d a i n t e -
riormente fuese homeopática ó especifica, y a u n cuando s e a d -
ministrase simultáneamente este agente medicinal al interior.
Pues las afecciones locales a g u d a s , como inflamaciones, erisi-
p e l a s , e t c . , que h a n sido p r o d u c i d a s , n o p o r lesiones esternas
de una violencia proporcionada á l a d e aquellas, sino p o r c a u -
sas dinámicas ó i n t e r n a s , ceden ordinariamente á los remedios
interiores susceptibles de p r o d u c i r cierto estado interno v e s -
tenio semejante al q u e existe en la actualidad (1). Si con estos
rnrnsm
medios no desapareciesen del t o d o , si á p e s a r d e la r e g u l a r i -
dad del género de v i d a , queda a u n a l g ú n vestigio d e e n f e r m e - hacer c r e e r .„justamente q u e la curación es completa ó J R
d a d , que l a fuerza vital no h a podido volver á l a s condiciones
del estado n o r m a l , entonces la afección local a g u d a e r a , como S
riorment ' "'tla P
° r 61 r ™ d i
° adrainistrad
°
con frecuencia sucede, el p r o d u c t o de l a animación de l a psora
hasta entonces adormecida e n el interior del o r g a n i s m o , q u e . 1 9 8 - Igual motivo debe hacer q u e se desprecie ta áulica
se halla e n disposición de manifestarse b a j ó l a forma d e una en- c-on p u r a m e n t e local, á los síntomas esteriores n a e -
fermedad crónica.
R : ™ ; C A
- D E I O
R E D
— - * i
1 9 5 . E n estos casos, q u e n o son r a r o s , p a r a o b t e n e r u n a . m a , cuando se administran al interior P o r m . e
c u r a r e s t a ulli

curación radical, es menester dirigir u n tratamiento a n t i p s ó r i - s. nos limitamos á suprimir ¡ocalmente esto om ¿ s e ¿
tade inmediatamente una oscuridad impenetrable en el tra -
(1) P o r ejemplo, el acónito, el rhus, la belladona, el mercurio, e t c . mterno
' Para el restablecimiento perfe o e
(1) La erupción psórica reciente, tas úlceras, las verrugas.
y del cual una sola dosis b a s t a r á si el mal es de origen recien-
t e , cura simultáneamente la enfermedad g e n e r a l del cuerpo v
la afección local. Semejante efecto por p a r t e del medicamento
debe p r o b a r n o s , que el mal local dependía únicamente de una o r d
enfermedad de todo el c u e r p o , y q u e es menester conside- experiitab a Í s S r * ^ ™ e n t e
r a r l e como una p a r t e inseparable del t o d o , como uno de los interno es el to¡LÍIi°ÍT'fel n
"amiento a
« e o
no son — únicas.
síntomas m a s considerables y m a s predominantes de la e n f e r -
medad g e n e r a l .
des A f e c t a ™ T 2 "UC 'a CUraCÍ n
° de CSlas

1 9 4 . E n las afecciones locales a g u d a s , q u e se han d e s a r -

SSHápS
rollado r á p i d a m e n t e , y en las q u e existen ya de l a r g a fecha,
no conviene h a c e r la aplicación de n i n g ú n tónico en la p a r t e
e n f e r m a , aunque este sea la misma sustancia que t o m a d a i n t e -
riormente fuese homeopática ó especifica, y a u n cuando se a d -
ministrase simultáneamente este agente medicinal al interior.
Pues las afecciones locales a g u d a s , como inflamaciones, erisi-
p e l a s , e t c . , que h a n sido p r o d u c i d a s , no por lesiones esternas
de una violencia proporcionada á la de aquellas, sino por c a u -
sas dinámicas ó i n t e r n a s , ceden ordinariamente á los remedios
interiores susceptibles de p r o d u c i r cierto estado interno v e s -
tenio semejante al q u e existe en la actualidad (1). Si con estos
rnrnsm
medios no desapareciesen del t o d o , si á p e s a r de la r e g u l a r i -
dad del género de v i d a , queda a u n a l g ú n vestigio de e n f e r m e - hacer creer .„justamente q u e la curación es completa ó J R
d a d , que la fuerza vital no h a podido volver á las condiciones
del estado n o r m a l , entonces la afección local a g u d a e r a , como S t l a P r 61 r
riorment ' "' ° ™ d i ° adrainistrad°
con frecuencia sucede, el p r o d u c t o de la animación de la psora
hasta entonces adormecida en el interior del o r g a n i s m o , que . 198- Igual motivo debe hacer q u e se desprecie la anlica
se halla en disposición de manifestarse b a j ó l a forma de una en- c-on p u r a m e n t e local, á los síntomas esteriores e u a en
fermedad crónica. d ™ a t t C a ' de l 0 r e d — que tienen el poder
1 9 5 . E n estos casos, q u e no son r a r o s , p a r a o b t e n e r una . c u r a r e s t a u 1 1 ™ , cuando se administran al interior P o r m . e
curación radical, es menester dirigir un tratamiento a n t i p s ó r i - s. nos limitamos á suprimir ¡ocalmente esto om ¿ 7 1
tade m m e d l a , á m e n t e una oscuridad impenetrable en el t a -
mterno
' " » * * > Pa>'a el restablecimiento perfe o e
(1) Por ejemplo, el acónito, el rhus, la belladona, el mercurio, etc.

(1) La erupción psórica reciente, las úlceras, las verrugas.


t v m s m M M B8ÍTC lESfi

II8LI0TÉCA UHIVEBSITAm
;
> • ' "MF0ÉS5O RETES"
203 . !£25 iOíTTSclY f ••••'
la s a l u d ; desaparece el síntoma principal, la afección l o c a l , y ¡ar en cierto modo la enfermedad d e u n lugar á otro v •„ r
no quedan mas que los otros s í n t o m a s , mucho menos signifi- - un mal estenio á otro interno. La afecc o 1 c ' h a c e r a 'r
cativos y constantes, m u c h a s veces poco característicos para e este modo la enfermedad m t e r i o r , pero sin pod „ S
que d e ellos se p u e d a f o r m a r u n a imagen clara y completa d e d sra
; ™ rla
esencialmente (1). Sin e m b a r g o , el m 1
la e n f e r m e d a d . es otra cosa q u e una parte de la enfermedad gener pe, o ""
1 9 9 . Si el remedio homeopático d e l a enfermedad no s e parte q u e la fuerza vital orgánica ha aumentado mucho v
hubiese encontrado todavía ( 1 ) , cuando ha sido destruido el a trasportado á la superficie esterior del c u e r p o , d o n d e ' "
síntoma local p o r la cauterización, la escisión o l a s aplicaciones g r o es m e n o r , con el fin de disminuir la afección Ínter o
desecantes, el caso se hace mucho mas embarazoso, por causa e ono por ,,t.ma; a[ progresa
se esla
de la incertidumbre y d e l a inconstancia d e los síntomas q u e poco a poco, de modo que la naturaleza se vé o b l i g a b a n
quedan todavía-, p o r q u e el síntoma esterno, q u e es el que mejor « a r y a g r a v a r también el síntoma local, á fin de que c
que cualquiera otra circunstancia hubiera podido guiar en la
S S Í ^ r f r , 0 P M l 0 - * procurándola u n a
elección del remedio, é indicar cuánto tiempo se debe emplear especie de alivio. As. las ulceras antiguas d e l a s piernas se
al interior p a r a extinguir enteramente la enfermedad , se halla hacen mayores con tal que no esté c u r a d a la p s o r a L e r n a y
sustraído de la observación. ulceras venereas a u m e n t a n mientras n o se cure la sífilis i n -
2 0 0 . Si todavía este síntoma existiese, y se hubiera podi- t e r n a , a medida q u e con el tiempo la enfermedad total se
dido encontrar el remedio homeopático conveniente al conjunto desarrolla y adquiere m a s intensidad.
de la e n f e r m e d a d ; u n a vez descubierto este remedio, la p e r - m Si el médico, imbuido de los preceptos d e la escuela
sistencia d e l a afección local anunciaría q u e l a curación no e r a ordinaria destruye el mal local p o r remedios esteriores p e r -
aun p e r f e c t a , mientras q u e s u desaparición probaria q u e se suadido de c u r a r así la enfermedad entera, la naturaleza reem-
ha estirpado el mal en su r a í z , y que la curación es absoluta, plaza este síntoma , despertando los padecimientos interiores v
ventaja q u e j a m á s se apreciaría debidamente. - los demás s í n t o m a s , q u e aunque y a existían, parecían habel-
2 0 1 . E s evidente q u e l a fuerza vital, afectada de una e n - estado adormecidos hasta entonces, exasperando la enferme-
fermedad c r ó n i c a , de l a q u e n o puede triunfar por su. propia dad interna. E s pues f a l s o , q u e , como se acostumbra decir
energía, n o se decide á originar una afección local en una p a r - los remedios e s t e m o s h a y a n hecho e n t r a r entonces el mal local
te c u a l q u i e r a , sino con el fin d e apaciguar u n mal interno que en el c u e r p o , ó que le h a y a n repercutido sobre los nervios.
amenaza estrellar los resortes esenciales de su vida, y destruir
la vida m i s m a , abandonándole órganos cuya integridad no es (1) Los cauterios de los médicos d e la antigua escuela producen alguna c o s l
absolutamente necesaria á l a existencia. Su objeto es t r a s p o r - « l o g a . Estas úlceras, q u e el arte produce en el esterior, a p a c i g u a n L v b e
muchas enfermedades crónicas internas, pero solo tas redncen al silencio m ,
espacio de tiempo muy corto, sin poderlas curar: por otra parle, debilitan el
(1) Como sucedia antes d e mí respecto á los remedios antipsóricos y antisi- organismo, y le causan una impresión mucho mas profunda <,ue la q u e hariac la
«J sicos". mayor parle de las metástasis producidas instintivamente por la fuerza vital
20 i
2 0 3 . Todo t r a t a m i e n t o esterno de un síntoma l o c a l , -cuyo
g u i e r a n en el organismo con remedios homeopáticos internos
objeto es extinguirle en la superficie del c u e r p o sin c u r a r la
s m a t a c a r sus síntomas locales por medio de tópicos.
enfermedad miasmática i n t e r n a , como p o r e j e m p l o , p r o p o n e r -
se descubrir la erupción sarnosa de la piel p o r medio de u n - h meÓpata jan ás trata los sínt
mitivnJ H ° ' ° ™ s Pri-
mitivos de los miasmas crónicos, ni los males secundarios q u e
t u r a s , h a c e r que se cicatrice u n a ú l c e r a v e n é r e a c a u t e r i z á n d o -
resultan de su desarrollo con medios locales que obren v a
la , separar u n a vegetación por medio de la l i g a d u r a ó del
uu modo dinámico ( 1 ) , y a mecánico. Cuando los uno's ó l o s
hierro rusiente-, este pernicioso m é t o d o , tan g e n e r a l m e n t e e m -
otros a p a r e c e n , se limita ú n i c a m e n t e á c u r a r el g r a n miasma
pleado hoy d i a , es el principal origen de las i n n u m e r a b l e s e n -
que constituye su b a s e , y de este modo los síntomas primiU-
f e r m e d a d e s crónicas, q u e llevan n o m b r e ó que no lo tienen,
vos y los síntomas secundarios desaparecen p o r sí mismos Pe-
b a j o cuyo peso gime la h u m a n i d a d e n t e r a . E s t a es u n a de l a s ro , como comunmente no era este el método que se seguía a n -
acciones m a s criminales de q u e h a podido h a c e r s e culpable la tes de el, y como d e s g r a c i a d a m e n t e las m a s veces encuentra
medicina. Sin e m b a r g o , se h a o b r a d o asi hasta a h o r a , y no se los síntomas primitivos ( 2 ) y a b o r r a d o s del esterior por los m é -
enseña todavía en l a s escuelas otra r e g l a de conducta (1). dicos que le han p r e c e d i d o , por lo r e g u l a r tiene que o c u p a r s e
2 0 4 . Si se esceptuan los m a l e s crónicos que dependen de c e l o s síntomas s e c u n d a r i o s , d é l o s m a l e s producidos por el
la insalubridad del g é n e r o de vida h a b i t u a l , y estas i n n u - desarrollo de los m i a s m a s , y s o b r e todo de las e n f e r m e d a d e s
m e r a b l e s e n f e r m e d a d e s medicamentosas (§. 7 4 ) , que son p r o - crónicas originadas por u n a p s o r a i n t e r n a . Acerca de este pun-
ducidas por falsos y peligrosos métodos de t r a t a m i e n t o , c u y o
uso gusta tanto prolongar á los médicos de la antigua escuela,
]n,l1,)/°r C0D
y!en^J° 110
Pued0 aconse
j a r , por ejemplo, la destrucción
en las afecciones c o m u n m e n t e t i j e r a s , todas las d e m á s e n f e r - local del cáncer de los lab.os ó de la cara (¿fruto de «na psora muy desarrolla-
medades c r ó n i c a s , sin escepcion, dependen de un miasma cró- da?) con la pomada arsenical de Fray Cosme, no solo porque este método es
muy doloroso y falla muchas veces, sino también, y sobre todo porqne semejante
nico, de la sífilis, de la sicosis, y s o b r e todo de la psora , que medio dinámico, aunque libre localmente el cuerpo de la úlcera cancerosa no
se e n c o n t r a b a posesionada del o r g a n i s m o entero y p e n e t r a b a disminuye en nada la enfermedad fundamental, de modo que la fuerza vital con-
todas sus p a r t e s , a u n a n t e s de la aparición del síntoma local servadora de la vida se vé obligada á trasladar el foco del gran mal que existo
en su interior, a una parle mas esencial (como sucede en todas las metástasis)
primitivo , erupción p s ó r i c a , ú l c e r a ó b u b ó n , ó v e g e t a c i ó n , y y a producir de este modo la ceguera, la sordera, la demencia, el asma sofoca-
q u e c u a n d o se le quita este s í n t o m a , estalla i n e v i t a b l e m e n t e t.vo, la hidropesía, la apoplegía, etc. Pero la pomada arsenical tampoco llega á
t a r d e ó t e m p r a n o , d a n d o origen á u n a multitud de afecciones, destruir la ulcera local, sinocuaudo noes muy estensa, y la fuerza vital conserva
grande energía; pues en tales casos, todavía es posible curar enteramente el
de las cuales n i n g u n a sería tan f r e c u e n t e si los médicos s i e m - mal primitivo. La estirpacion del cáncer, ya en la cara, va en el pecho, y la de
pre c u r a r a n r a d i c a l m e n t e los mismos m i a s m a s , y los e x t i n - los tumores enquistados, dan absolutamente igual resultado. La oper'arion es
seguida de un estado un poco mas peligroso todavía, ó á lo menos se ha antici-
pado la época de la muerte. Estos efectos.han tenido lugar en un sin número de
(1) Porque todos los medicamentos que se prescribían al interior en semejan-
casos; pero la antigua escuela no por esto persiste siempre menos en su ce-
tes casos, solo servían para agravar el mal, porque 110 poseian la virtud especi- guedad.
fica de curarle en su totalidad, pero que, sin embargo, atacaban el organismo, le
debilitaban v le ocasionaban otras enfermedades medicinales crónicas. (2) Erupción psórica, úlceras, bubones, vegetaciones.
»

to, remito á mi Tratado de las enfermedades crónicas, en el


que y a h e indicado la m a r c h a q u e se d e b e seguir d e u n modo De S Í L f ' ' f q U e P r e C , e d e 6 8 C i e r l ° ' e l n i é d i c o homeópata de-
tan riguroso como e r a posible á u n h o m b r e solo h a c e r l o d e s - b e también informarse d e los tratamientos alopáticos á l o s 1
pués d e l a r g o s años d e o b s e r v a c i ó n , d e experiencia y m e d i - enfermo crónico h a podido estar espuesto hasta en ton e M
tación. s medicamentos que usó d e preferencia y m a s frecue e l e
to; de l a s a g u a s minerales á que h a r e c u r r i d o v de los efectos
2 0 6 . Antes d e e m p r e n d e r la curación d e u n a e n f e r m e d a d
q u e d e su uso h a r e p o r t a d o . Estas nociones le "son
c r ó n i c a , es necesario i n d a g a r con el m a y o r cuidado ( 1 ) si el
p a r a concebir hasta qué punto la e n f e r m e d a d h a d e g e n T d T d
enfermo h a sido infectado d e la sífilis ó d e la gonorrea-, p o r q u e
su estado primitivo corregir en p a r t e estas a l t e r a d o n e s a r -
si así fuese, el tratamiento debería recibir u n a impulsión e s p e -
faciales .si es posible c o n s e g u i r l o , ó al menos evitar los m e d i -
cial en este sentido, y a u n n o tener otro o b j e t o , si solo existie-
c a m e n t o s de q u e se h a a b u s a d o hasta entonces
sen señales de sífilis ó d e sicosis, lo q u e e n el día es m u y r a r o .
P e r o , a u n e n el caso q u e se tuviese que c u r a r la p s o r a , es p r e - de T n J l f T * q U e , h a y q U C h 3 C e r d e s p u e s e s ¡ A m a r s e
d e la edad del e n f e r m o , d e su género d e v i d a , d e su régimen
ciso i g u a l m e n t e a v e r i g u a r si h a habido u n a infección d e este
de sus ocupaciones, d e su situación d o m é s t i c a , d e sus relacio-
g é n e r o , puesto que entonces h a b r í a complicación d e dos e n f e r -
nes s o c a l e s , etc. Se examina si estas diversas circunstancias
m e d a d e s , lo q u e sucede c u a n d o los signos no son bien puros-,
contribuyen a a c r e c e n t a r el m a l , y hasta qué punto pueden f a -
p o r q u e s i e m p r e , ó casi s i e m p r e , c u a n d o el médico c r e e tener
vorecer el tratamiento ó serle desfavorables. No se olvidará
á la vista u n a a n t i g u a e n f e r m e d a d v e n é r e a , es m a s b i e n u n a
tampoco d e investigar si la disposición de espíritu y el modo de
complicación d e la p s o r a y d e la sífilis lo q u e s e le p r e s e n t a ,
pensar del enfermo ponen obstáculo á la curación si es m e
por s e r el miasma psórico interno la causa f u n d a m e n t a l m a s nester imprimirlos otra dirección, favorecerlos ó modificarlos
f r e c u e n t e d e l a s e n f e r m e d a d e s c r ó n i c a s , q u e m u c h a s veces l a s
2 0 9 . Solo despues d e m u c h a s conferencias c o n s a g r a d a s
a v e n t u r a d a s m a n i o b r a s d e la -alopatía d e s f i g u r a n y e x a s p e r a n
p a r a p r o c u r a r s e todos los indicios p r é v i o s , e s c u a n d o el m é d i -
monstruosamente.
co p r o c u r a t r a z a r , según l a s r e g l a s precedentemente e s p u e s -
t a s , u n cuadro t a n completo como sea posible de la enferme-
(1) Cuando se toman informes d e este género, es preciso no dejarse engañar d a d , p a r a poder a n o t a r los síntomas principales y c a r a c t e r í s t i -
con las aserciones de los enfermos y de sus parientes, que asignan por causas d e
c o s , según los cuales elige el p r i m e r remedio antipsórico ú
las enfermedades crónicas, aun las mas graves é inveteradas, un enfriamiento
sufrido muchos años a n t e s , un susto recibido en otro t i e m p o , un esfuerzo, un o t r o , tomando p o r g u i a , al principio del t r a t a m i e n t o , la a n a -
pesar, etc. Estas causas son demasiado tijeras para engendrar una enfermedad logia t a n g r a n d e como sea posible d e los síntomas.
crónica eo un cuerpo s a n o , para sostenerla aüos enteros, y hacerla mayor cada 2 1 0 . A la psora se refieren casi todas l a s e n f e r m e d a d e s
a ñ o , como sucede en todas las afecciones crónicas procedentes d e una psora que otras veces h e llamado parciales, y que parecen m a s difíci-
desarrollada. Causas mucho mas importantes que estas deben haber presidido al
nacimiento y progresos d e un mal crónico, grave y pertinaz, y las q u e acaban
les d e c u r a r e n razón d e este mismo c a r á c t e r , que consiste en
de enumerarse son propias cuando mas para sacar un miasma crónico de su ador que todos s u s d e m á s accidentes desaparecen a n t e u n g r a n sín-
mecimiento letárgico. toma p r e d o m i n a n t e . Aquí se colocan l a s enfermedades del e s -
w
™ » J l 8 K Wmo IES»
•anona u a m m m

píritu y de la moral. Estas afecciones no f o r m a n , sin e m b a r g o ,


u n a clase a p a r t e y del todo s e p a r a d a de las d e m á s , p o r q u e el ¡ . 1 sin loma del „ „ i ¡ „ « ,1
estado de la moral y del espíritu cambia en todas las e n f e r m e -
dades l l a m a d a s corporales ( 1 ) , y se le debe c o m p r e n d e r e n t r e
los síntomas principales que importa a n o t a r , cuando se quiere
trazar una imágen fiel de la e n f e r m e d a d , s e g ú n la cual se la
p u e d a luego combatir h o m e o p á t i c a m e n t e con éxito. -ü. Lo que tengo que decir acerca del tratamiento de las
2 1 1 . Es tal su importancia , que el estado n o r m a l del e n - afecciones del espíritu y d é l a m o r a l , se r e d u c i r á p u e s á po
fermo , es m u c h a s v e c e s el que decide p a r t i c u l a r m e n t e la e l e c - p a l a b r a s p o r q u e no se pueden c u r a r de otro m o d o d fer
de todas as d e m á s e n f e r m e d a d e s , es d e c i r , q u e en c a d a ca o
ción del remedio homeopático-, p o r q u e este estado es un s í n t o -
m d m d u a l , es menester o p o n e r u n r e m e d i o , c u y a potencia m o r
m a c a r a c t e r í s t i c o , y u n o de los que menos debe olvidar u n
sea s e m
médico habituado á h a c e r observaciones e x a c t a s . f l o posible á la e n f e r m e d a d m i s m a
2 1 2 . El criador de los a g e n t e s medicinales, h a atendido on respecto al efecto que produce en el c u e r p o y en e ma
de las personas s a n a s .
t a m b i é n s i n g u l a r m e n t e á este elemento principal de todas las
e n f e r m e d a d e s : al cambio del estado de la moral y del espíritu, 215 Casi todas las e n f e r m e d a d e s , que se llaman afeccio-
n e s del espíritu y de la m o r a l , no son otra cosa m a s que enfer-
p o r q u e no existe u n solo medicamento heroico que no p r o d u z c a
medades del c u e r p o en las q u e la alteración d é l a s facultades
u n cambio notable en el h u m o r y en el modo de p e n s a r del su-
morales é intelectuales se ha hecho superior á los otros síntomas
geto sano á quien se a d m i n i s t r a , y cada sustancia medicinal
c u y a disminución se verifica m a s ó menos r á p i d a m e n t e , q u ¿
produce uno diferente.
a c a b a por t o m a r el c a r á c t e r de una enfermedad parcial y casi
2 1 3 . J a m á s se c u r a r á de u n modo conforme á la n a t u r a l e - de una afección local.
za, es d e c i r , de u n m o d o h o m e o p á t i c o , mientras que en cada
caso individual de e n f e r m e d a d , a u n la m a s a g u d a , no se atien-
% 2 1 6 . No son r a r o s los casos, en las e n f e r m e d a d e s l l a m a -
das corporales, que a m e n a z a n la existencia, como la supuración
(1) j u c h a s veces se encuentran enfermos q u e , á pesar de estar sujetos h a - del p u l m ó n , la alteración de cualquier otra viscera esencial, la
ce muchos años á males muy dolorosos, han conservado, sin embargo, un humor fiebre p u e r p e r a l , e t c . , en los que a u m e n t a n d o r á p i d a m e n t e ' d e
apacible y complaciente, de manera que escitan toda nuestra compasion y res-
intensidad el síntoma m o r a l , la e n f e r m e d a d degenera en u n a
peto. Pero cuando se ha triunfado del mal, lo que con frecuencia es posible por
el método homeopático, se vé presentarse á veces un cambio de carácter el mas especie de m a n í a , de melancolía ó de f u r o r , lo que a p a r t a el
terrible,' y reaparecer la ingratitud, la dureza de corazon, la maldad refinada, peligro de la m u e r t e que hasta eutonces resultaba de los s í n -
los caprichos repugnantes, que formaban el carácter del sugeto antes d e q u e
cayese enfermo. Otras veces, un hombre, que cuando bueno era pacífico, se (1) El acónito rara vez ó nunca produce una curación rápida y duradera
hace atolondrado, violento, caprichoso, insoportable ó impaciente y desespera- cuando el humor del enfermo es igual y apacible; ni la nuez vómica, cuando eí
do cuando cae enfermo. No es raro que la enfermedad embrutezca al hombre de caracter es suave y flemático; ni la pulsatila, cuando es alegre, sereno y obsti-
talento, que haga de un ingenio débil otro de mas capacidad, y de un ser apá- n a d o ; ni el haba de S. Ignacio, cuando el humor es invariable y poco impresio-
tico un hombre lleno de presencia de espíritu y resolución. nable á las penas, ni á los sustos.
w
™ » J l 8 8í Wmo IES»
IIllIOTEa WEISIT^SA

píritu y de la moral. Estas afecciones no f o r m a n , sin e m b a r g o ,


u n a clase a p a r t e y del todo s e p a r a d a de las d e m á s , p o r q u e el ¡ . 1 sin loma del „ „ i ¡ „ « .1
estado de la moral y del espíritu cambia en todas las e n f e r m e -
dades l l a m a d a s corporales ( 1 ) , y se le debe c o m p r e n d e r e n t r e
los síntomas principales que importa a n o t a r , cuando se quiere
trazar una imágen fiel de la e n f e r m e d a d , s e g ú n la cual se la
p u e d a luego combatir h o m e o p á t i c a m e n t e con éxito. -ü. Lo que tengo que decir acerca del tratamiento de las
2 1 1 . Es tal su importancia , que el estado n o r m a l del e n - afecciones del espíritu y d é l a m o r a l , se r e d u c i r á p u e s á po
p a l a b r a s p o r q u e no se pueden c u r a r de otro m o d o d fer
fermo , es m u c h a s v e c e s el que decide p a r t i c u l a r m e n t e la e l e c -
de todas as d e m á s e n f e r m e d a d e s , es d e c i r , q u e en c a d a ca o
ción del remedio homeopático; p o r q u e este estado es un s í n t o -
m d m d u a l , es menester o p o n e r u n r e m e d i o , c u y a potencia m o r
m a c a r a c t e r í s t i c o , y u n o de los que menos debe olvidar u n
M e a sea semejante en todo lo posible á la e n f e r m e d a d m i s m a
médico habituado á h a c e r observaciones e x a c t a s . on respecto al efecto que produce en el c u e r p o y en e ma
2 1 2 . El criador de los a g e n t e s medicinales, h a atendido de las personas s a n a s .
t a m b i é n s i n g u l a r m e n t e á este elemento principal de todas las
e n f e r m e d a d e s : al cambio del estado de la moral y del espíritu, 215 Casi todas las e n f e r m e d a d e s , que se llaman afeccio-
nes del espíritu y de la m o r a l , no son otra cosa m a s que enfer-
p o r q u e no existe u n solo medicamento heroico que no p r o d u z c a
medades del c u e r p o en las q u e la alteración d é l a s facultades
u n cambio notable en el h u m o r y en el modo de p e n s a r del su-
morales é intelectuales se ha hecho superior á los otros síntomas
geto sano á quien se a d m i n i s t r a , y cada sustancia medicinal
cuya disminución se verifica m a s ó menos r á p i d a m e n t e , q u ¿
produce uno diferente.
a c a b a por t o m a r el c a r á c t e r de una enfermedad parcial y casi
2 1 3 . J a m á s se c u r a r á de u n modo conforme á la n a t u r a l e - de una afección local.
za, es d e c i r , de u n m o d o h o m e o p á t i c o , mientras que en cada
caso individual de e n f e r m e d a d , a u n la m a s a g u d a , no se atien-
% 2 1 6 . No son r a r o s los casos, en las e n f e r m e d a d e s l l a m a -
das corporales, que a m e n a z a n la existencia, como la supuración
(1) j u c h a s veces se encuentran enfermos q u e , á pesar de estar sujetos h a - del p u l m ó n , la alteración de cualquier otra viscera esencial, la
ce muchos años á males muy dolorosos, han conservado, sin embargo, un humor fiebre p u e r p e r a l , e t c . , en los que a u m e n t a n d o r á p i d a m e n t e ' d e
apacible y complaciente, de manera que escitan toda nuestra compasion y res-
intensidad el síntoma m o r a l , la e n f e r m e d a d degenera en u n a
peto. Pero cuando se ha triunfado del mal, lo que con frecuencia es posible por
el método homeopático, se vé presentarse á veces un cambio de carácter el mas especie de m a n í a , de melancolía ó de f u r o r , lo que a p a r t a el
terrible,' y reaparecer la ingratitud, la dureza de corazon, la maldad refinada, peligro de la m u e r t e que hasta eutonces resultaba de los s í n -
los caprichos repugnantes, que formaban el carácter del sugeto antes d e q u e
cayese enfermo. Otras veces, un hombre, que cuando bueno era pacífico, se (1) El acónito rara vez ó nunca produce una curación rápida y duradera
hace atolondrado, violento, caprichoso, insoportable ó impaciente y desespera- cuando el humor del enfermo es igual y apacible; ni la nuez vómica, cuando eí
do cuando cae enfermo. No es raro que la enfermedad embrutezca al hombre de caracter es suave y flemático; ni la pulsatila, cuando es alegre, sereno y obsti-
talento, que haga de un ingenio débil otro de mas capacidad, y de un ser apá- n a d o ; ni el haba de S. Ignacio, cuando el humor es invariable y poco impresio-
tico un hombre lleno de presencia de espíritu y resolución. nable á las penas, ni á los sustos.
m a s físicos. Estos se alivian hasta el punto de volver casi al es- m e d a d corporal con las señales q u e de ella todavía subsisten
tado de s a l u d , ó m a s bien disminuyen de tal modo que y a no en la actualidad , pero casi b o r r a d a s , y q u e , aun en esta é p o -
p u e d e percibirse su presencia sino poniendo u n a p e r s e v e r a n t e c a , se hacen a veces bastante sensibles cuando h a v a l g ú n m o -
atención en las observaciones. De este m o d o , d e g e n e r a n en u n a mento lucido, ó cuando la e n f e r m e d a d mental experimenta una
e n f e r m e d a d parcial, y por decirlo así l o c a l , en la q u e el sínto- disminución p a s a j e r a , d a n u n pleno convencimiento de que
m a m o r a l , antes m u y l i j e r o , h a t o m a d o tal p r e p o n d e r a n c i a q u e a u n q u e e n c u b i e r t o s , j a m á s h a n dejado de existir.
se ha hecho el m a s n o t a b l e de todos-, que o c u p a en g r a n p a r t e 2 2 0 . Si á todo esto se a ñ a d e el estado de la m o r a l y del e s -
el l u g a r de los d e m á s , y q u e a p a c i g u a su violencia, o b r a n d o p í r i t u , q u e las personas colocadas al rededor del enfermo y el
s o b r e ellos á la m a n e r a de u n paliativo. En u n a p a l a b r a , el médico mismo h a n o b s e r v a d o con la m a y o r atención , se tiene
mal de los ó r g a n o s materiales de n u e s t r o c u e r p o , h a sido t r a s - una imagen completa de la e n f e r m e d a d , y se p u e d e desde luego
p o r t a d o á los ó r g a n o s espirituales del a l m a , q u e n i n g ú n anató- proceder a la indagación del medicamento homeopático propio
mico h a podido tocar todavía ni t o c a r á j a m á s con su e s c a l - p a r a curarla-, es decir, si la afección mental tiene y a a l g ú n
pelo. tiempo de d u r a c i ó n , de aquel de e n t r e los medios antipsóricos
que tengan la propiedad de producir síntomas semejantes v
2 1 7 . E n las afecciones de este g é n e r o , es necesario p r o c e -
principalmente u n desorden análogo en las facultades m o l
der con un cuidado m u y p a r t i c u l a r en la investigación del c o n -
rales.
junto de los s i g n o s , tanto con r e s p e c t o á los síntomas c o r p o r a -
les , como n o t a b l e m e n t e con respecto al síntoma principal y ca- 2 2 1 . Sin e m b a r g o , si b a j o la influencia del miedo, del p e -
r a c t e r í s t i c o , el estado del espíritu y de la m o r a l . Este es el s a r , de las bebidas e s p i r i t u o s a s , e t c . , el estado de calma y
solo medio de e n c o n t r a r , e n el n ú m e r o de m e d i c a m e n t o s c u y o s tranquilidad ordinario del enfermo h a sido r e e m p l a z a d o súbita-
efectos p u r o s son conocidos, un remedio h o m e o p á t i c o , q u e ten- mente por la demencia ó por el f u r o r , ofreciendo t a m b i é n el
c a r á c t e r de u n a enfermedad a g u d a , no se p u e d e , a u n q u e casi
g a la potencia de extinguir la totalidad del mal á la vez-, es de- ,
siempre la afección p r o c e d e de u n a psora i n t e r n a , combatir
c i r , cuya serie de síntomas propios contenga los que se aseme-
desde luego con el uso de los remedios antipsóricos. Es m e n e s -
j a n todo lo p o s i b l e , no solamente á los sintonías c o r p o r a l e s del
ter que en p r i m e r l u g a r se le o p o n g a n los apsóricos, por e j e m -
caso p r e s e n t e de e n f e r m e d a d , sino t a m b i é n , y s o b r e t o d o , á
p l o , el acónito, la b e l l a d o n a , el e s t r a m o n i o , el beleño, el
s u s síntomas m o r a l e s .
m e r c u r i o , e t c . , á dosis e s t i m a d a m e n t e débiles, á fin de dismi-
2 1 8 . P a r a llegar á poseer la totalidad de los s í n t o m a s , es
nuirla lo suficiente p a r a volver la psora á su anterior c o n -
m e n e s t e r en p r i m e r l u g a r escribir e x a c t a m e n t e todos los que dición l a t e n t e , lo que h a c e q u e el enfermo parezca r e s t a -
ofrezca la e n f e r m e d a d corporal antes del momento en q u e p o r blecido.
el predominio del síntoma m o r a l h a d e g e n e r a d o en afección del
espíritu y del a l m a . E s t a s nociones l a s s u m i n i s t r a r á n las p e r - 2 2 2 . Pero es menester g u a r d a r s e m u y bien de considerar
sonas q u e r o d e a n al e n f e r m o . como c u r a d a á la persona que se ha librado así de u n a e n f e r -
medad a g u d a de la m o r a l ó del espíritu por remedios apsóricos.
2 1 9 . C o m p a r a n d o estos síntomas p r e c e d e n t e s de la e n f e r -
B«ftEtSíMB K.HEV6 t f M
I1BL1GTECA á r a s I T A l U ;
m i "ALFONSO REYES"
Lejos de e s t o , es menester a p r e s u r a r s e á e m p e z a r u n t r a t a -
miento antipsórico p r o l o n g a d o , p a r a d e s e m b a r a z a r l e del m i a s -
m a crónico, que a u n q u e h a vuelto á su estado l a t a n t e anterior,
no está m e n o s dispuesto á r e a p a r e c e r de n u e v o (1). P e r o , no

s^ntcsásSr
h a y q u e t e m e r u n acceso semejante al q u e se h a hecho cesar,
c u a n d o el enfermo sigue e x a c t a m e n t e el g é n e r o de vida q u e se
le h a p r e s c r i t o .
2 2 3 . M a s si no se r e c u r r e al tratamiento a n t i p s ó r i c o , se
p u e d e e s t a r casi s e g u r o que b a s t a r á u n a causa, a u n q u e sea m a s brío, m a s a b a t i d o y m a s inconsolable, el maniaco m a s m a l
l i j e r a q u e la que h a producido la p r i m e r a aparición de la m a - c o s o y exasperado, el demente m a s imbécil (1) " "lah-
nía, p a r a ocasionar u n s e g u n d o acceso m a s g r a v e y m a s p r o - ¿ Í S . También e x i s t e n , como a c a b a m o s de v e r a l e , , ™ ,
longado , d u r a n t e el cual la psora se d e s a r r o l l a r á p o r lo r e g u - ™ ' d e . l a , ^ g e n e r a c i ó n de nna enfermedad corporal y
l a r de u n a m a n e r a c o m p l e t a , y d e g e n e r a r á en u n a e n a g e n a - que, estando el cuerpo poco a f e c t a d o , tienen su origen en J a l
cion m e n t a l periódica ó c o n t i n u a , c u y a curación será m a s d i -
fícil de o b t e n e r p o r medio de los antipsóricos. c a c o n e s , el despecho, las ofensas g r a v e s , y sobre todo el
miedo y d t e r r o r . Estas también influyen con d £ „
2 2 4 . E n los casos en q u e la enfermedad m e n t a l no e s t u -
salud del cuerpo , y m u c h a s veces la c o m p r o m e t e n en alto
viera t o d a v í a d e s a r r o l l a d a , y en que se d u d a r a de si en r e a l i -
dad r e s u l t a de u n a afección c o r p o r a l , ó si es m a s bien la c o n -
secuencia d e u n a educación m a l dirigida, de h á b i t o s viciosos, 226 Solo en las e n f e r m e d a d e s m e n t a l e s , e n g e n d r a d a s de
este modo y alimentadas por el a l m a m i s m a , es en las que se
de u n a m o r a l i d a d p e r d i d a , de u n espíritu d e s c u i d a d o , de la
p u e d e c o n t a r con los remedios m o r a l e s , pero con tal que sean
superstición ó de la i g n o r a n c i a , el siguiente medio p o d r á h a -
todavía recientes y que no h a y a n alterado m u c h o el estado del
c u e r p o . En este caso es posible que la confianza que se inspira
(1) S u c e d e , aunque muy raramente, que una afección del espíritu ó de la al e n f e r m o . las exhortaciones bienhechoras que se le prodigan
m o r a l , que dura ya algún tiempo., cesa por sí misma por el trasporte de la en-
los discursos sensatos que se le dirigen, y m u c h a s veces u n
fermedad interna á órganos del cuerpo menos importantes. En estos casos poco
comunes es e n los que se vé á algunos hombres salir de los establecimientos de e n g a ñ o disfrazado con a r t e , restablezcan p r o n t a m e n t e la salud
locos, en apariencia curados. Fuera de estos casos, dichos establecimientos que- del alma , y mediante un r é g i m e n conveniente, vuelva también
dan siempre llenos, y los nuevos enagenados no pueden entrar en ellos hasta que el c u e r p o á las condiciones del estado n o r m a l .
l a muerte h a y a establecido algunas vacantes. ¡ Ninguno sale curado de un modo
real y d u r a d e r o ! Prueba evidente, entre otras t a n t a s , de la nulidad de la medi-
cina, á la q u e ridiculamente dan el apellido de racional. ¿Cuántas veces, por el (1) Parece que el espíritu siente, i p e s a r suyo, la verdad de estas representa-
contrario, la pura y verdadera medicina, la H o m e o p a t í a , no ha conseguido res- ciones , y obra sobre el cuerpo como si quisiera restablecer la armonía destruida-
pero este se rehace por su enfermedad en los órganos del espíritu y del alma y
tablecer la s a l u d del cuerpo y del espíritu á los enagenados, restituyéndolos al
m u n d o , del cual y a estaban separados? aumenta el d e s i r d e n , que ya reina en ellos, rechazando sobre estos mismos sus
propios sufrimientos.
2 2 7 . Pero como estas e n f e r m e d a d e s se originan igualmen-
to m a s fácil de cumplir, cuanto que el uso de los medios c o e r -
te de u n miasma p s ó r i c o , q u e no e s t a b a en disposición de d e s -
arrollarse de u n a m a n e r a c o m p l e t a , la p r u d e n c i a exige q u e se D a r t a ° , H n d e G S C T r S e C ° n k r e P » a d e «os e n f e r m o s
someta al enfermo á u n t r a t a m i e n t o antipsórico r a d i c a l , si se p a r a t o m a r los remedios-, p o r q u e , con el método homeopático
las dosis son t a n débiles, que las sustancias m e d i c m a l e s S
quiere evitar q u e se r e p r o d u z c a la misma e n f e r m e d a d mental,
se d e s c u b r e n por el g u s t o , pudiéndolas h a c e r t r a g a r al X -
lo que sucede f r e c u e n t e m e n t e . mo en su bebida sin q u e lo a d v i e r t a .
2 2 8 . E n las e n f e r m e d a d e s del espíritu y de la m o r a l p r o -
2 2 9 . La contradicción, las amonestaciones demasiado v i -
ducidas por u n a afección del o r g a n i s m o , cuya curación se o b -
v a s , las exhortaciones m u y a c e r b a s y la violencia, son tan
tiene únicamente p o r un m e d i c a m e n t o homeopático a n t i p s ó r i -
poco oportunas como una condescendencia débil y tímida v
c o , ayudado de u n g é n e r o de vida s a b i a m e n t e calculado , es
no perjudican menos en el tratamiento de las e n f e r m e d a d e s
bueno, sin e m b a r g o , unir á estos medios u n cierto r é g i m e n , al
mentales. Pero sobre t o d o , la ironía y el e n g a ñ o que pueden
que debe estar sujeta el a l m a - Es m e n e s t e r , q u e b a j o este as-
o b s e r v a r s e o adivinar por el s e m b l a n t e , irritan á los maníacos
p e c t o , el médico y los q u e le r o d e a n al e n f e r m o , o b s e r v e n y a g r a v a n su estado. El médico y el que los v i g i l a , s i e m p r e
escrupulosamente, r e s p e c t o á él, la conducta q u e se h a y a creído han de hacerles creer que gozan de su r a z ó n . Deben t a m b i é n
la m a s conveniente. Al m a n í a c o f u r i o s o , se opone la c a l m a y alejar de ellos todos los objetos esteriores que pudieran t u r b a r
la s a n g r e fria de u n a v o l u n t a d firme é inaccesible al temor -, al sus sentidos ó su a l m a . P a r a su espíritu envuelto en u n a n u b e
que se desahoga d e sus sufrimientos con l á g r i m a s y p a d e c i - no h a y distracciones. P a r a su alma s u b l e v a d a ó lánguida bajó
mientos, se le m u e s t r a u n a m u d a compasion con la espresion de el y u g o de u n cuerpo e n f e r m o , no h a y ni recreos saludables
las facciones y el c a r á c t e r de la m í m i c a ; se oye en silencio la ni medios de i l u s t r a r s e , ni posibilidad de c a l m a r s e con p a l a -
habladuría del i n s e n s a t o , sin d a r l e á e n t e n d e r , sin e m b a r g o , b r a s , l e c t u r a s ú otro medio. Nada p u e d e infundirles la c a l m a ,
que no se tiene n i n g u n a a t e n c i ó n , y lo contrario se h a c e con si no es la curación. La tranquilidad y el bienestar solo se a p o -
aquel cuyos actos ó discursos son r e p u g n a n t e s . Por lo que toca d e r a n de su a l m a cuando el organismo ha r e c o b r a d o la s a l u d .
á los estragos q u e podría c o m e t e r el m a n í a c o , basta t a n solo 2 3 0 . Si el remedio antipsórico que se ha elegido p a r a u n
prevenirlos é i m p e d i r l o s , sin r e p r e n d e r l e j a m á s , y es m e n e s t e r caso dado de enagenacion m e n t a l , afección q u e , como es s a -
disponerlo todo de m a n e r a , que no se r e c u r r a j a m á s á los cas- bido, se e n c u e n t r a diversificada al infinito, es p e r f e c t a m e n t e
tigos y tormentos c o r p o r a l e s ( 1 ) . Esta última condicion es tan- homeopático á la imágen fiel del estado de la e n f e r m e d a d , con-
formidad tanto m a s difícil de e n c o n t r a r , c u a n t o m a s conside-
(1) Escandaliza realmente y subleva á las almas sensibles la crueldad y la
dureza que desplegan en muchas casas de locos en Inglaterra y en Alemania, se hacen inferiores á los carceleros de las casas de corrección; porque estos se
los médicos, que sin conocer el único verdadero método de curar las enfermeda- portan así con los criminales y por razón de la misión que se les ha conferido,
des mentales, los remedios antipsóricos que contra ellas se emplean, se dan por mientras que aquellos, demasiado ignorantes ó perezosos para buscar un método
satisfechos con torturar y postrar á fuerza de golpes á los séres mas dignos de conveniente de tratamiento, ejercen esa bárbara crueldad sobre enfermos ino-
compasion entre lodos los desgraciados. Valiéndose de tan escandalosos medios, centes, indignados de no poderlos curar.
r a b i e es el n ú m e r o de los medicamentos bien conocidos, c u a n -
to m a s intenso sea el síntoma p r i n c i p a l , es d e c i r , el estado complicada con un miasma sifilítico, por cuya razón se curan
moral del e n f e r m o , entonces la m a s pequeña dosis b a s t a con
frecuencia p a r a p r o d u c i r en poco tiempo un alivio m a s p r o n u n -
ciado, q u e el q u e se h u b i e r a podido obtener de todos los d e -
más medios alopáticos, administrados á dosis las m a s f u e r t e s ó típicas s L o n S ! f T e d a d f i n t e r m t a t e s P u e n t e dichas
y p r o d i g a d a s , casi hasta el punto de producir la m u e r t e . Puedo eme I n t * * l a S q u e r e a P a r e c e u n e s t * d o morboso
a f i r m a r despues de una l a r g a experiencia, que la superioridad semejante al que exist.a anteriormente, despues de un interva-
de la Homeopatía sobre todos los otros métodos curativos i m a - lo bas ante r e g u l a r de bienestar aparente y se e x t i n g u e de
ginables, en ninguna p a r t e se presenta con tanta brillantez c o - nuevo negó que ha durado un espacio d e / t i e m p o d e t m l
mo en las enfermedades mentales a n t i g u a s , q u e deben su o r í - nado Este fenómeno se verifica, no solamente en las n u m e r o -
gen á afecciones corporales, ó que se h a n desarrollado al mismo sa variedades de fiebres intermitentes, sino también en las
tiempo que ellas. enlermedades eu apariencia apirécticas que se presentan v d e s -
aparecen en épocas fijas.
2 3 1 . H a y todavía una clase de e n f e r m e d a d e s que merece
234. Los estados morbosos, en apariencia apirécticos que
u n e x á m e n m u y p a r t i c u l a r , y son, no solamente las que r e a p a -
atectan un tipo bien pronunciado, es decir, que r e a p a r e c e n á
r e c e n á épocas fijas, como las i n n u m e r a b l e s fiebres i n t e r m i -
épocas tijas en un mismo s u g e t o , y q u e , en g e n e r a l , no se
tentes y las afecciones en apariencia no febriles q u e afectan la manitiestan de una m a n e r a esporádica ó epidémica, pertenecen
misma f o r m a , sino t a m b i é n aquellas en las que ciertos estados todos a la clase de las enfermedades crónicas. La m a y o r p a r t e
morbosos a l t e r n a n con otros á épocas i r r e g u l a r e s . dependen de una afección psórica p u r a , r a r a m e n t e complicada
2 3 2 . Estas ú l t i m a s , las enfermedades a l t e r n a n t e s , son con la sifiles, y se combaten con éxito con el género de t r a t a -
igualmente m u y diversificadas ( 1 ) , pero todas pertenecen á la miento que exige esta enfermedad. Sin e m b a r g o , algunas v e -
g r a n d e serie de las crónicas. La m a y o r p a r t e son un resultado ces es necesario emplear como medio intercurrente una corta
del desarrollo de la psora-, a l g u n a s v e c e s , pero r a r a m e n t e , v a dosis homeopática de q u i n a , p a r a extinguir completamente su
tipo intermitente.
(1) También es muy posible que alternen juntos dos ó tres estados diferen-
tes. Puede s u c e d e r , por ejemplo, por lo que toca á la alternativa de dos estados ceder
. ^ ^ m e n t e un humor sombrío y melancólico, una insoportable dispo-
diferentes, que se manifiesten ciertos dolores en las estremidades inferiores luego
sición a la hipocondría, con alteración de muchas funciones vitales, de la diges-
que desaparece una oftalmía, y que en seguida vuelva esta apenas hayan cesado
tión, del sueño, e t c . , y que á este segundo estado suceda, de un modo mas ó
los dolores; ó que los espasmos y las convulsiones alternen inmediatamente con menos pronto, la sensación del mal estar que el sugeto experimenta habitualmen-
otra cualquiera afección, ya de todo el c u e r p o , ya de alguna de sus partes. P e - te. l o r lo común no queda el menor vestigio del estado anterior, cuando se res-
ro también es posible, en casos de una triple alianza de estados alternativos en tablece el nuevo; pero muchas veces quedan todavía algunas señales. En ciertas
una enfermedad continua, que á una superabundancia aparente de s a l u d , á una circunstancias, los estados morbosos que alternan juntos, son, por su naturaleza,
exaltación de las facultades del cuerpo y del espíritu (alegría insólita, viveza es- enteramente opuestos el uno al otro, como por ejemplo, la melancolía v la lo-
cesiva, sensación exagerada de bienestar, apetito inmoderado, e t c . ) , se v e a s u - cura alegre, ó el furor.
2 3 5 . Con respecto á las fiebres intermitentes ( 1 ) que r e i -
la a p i r e x i a , son los que principalmente deben servir de guia
n a n esporádica ó epidémicamente, y no las que son endémicas
p a r a elegir el medicamento homeopático (1).
en sitios p a n t a n o s o s , v e m o s con frecuencia q u e cada uno de
sus accesos ó paroxismos está compuesta igualmente de dos es- 2 3 6 . El método m a s conveniente y m a s útil en estas enfer-
tados a l t e r n a n t e s contrarios, frió y calor, ó calor y frió-, pero lo m e d a d e s , consiste en dar el remedio inmediatamente ó á lo
menos poco tiempo despues de h a b e r cesado el acceso. A d m i -
m a s f r e c u e n t e es de t r e s , f r i ó , calor y s u d o r . Por esto se n e -
nistrado de este modo, tiene tiempo de producir en el o r g a n i s -
cesita q u e el remedio q u e se elige contra ellas, y q u e en g e n e -
mo todos los efectos que dependen de él p a r a restablecer la
r a l se t o m a de la clase de los apsóricos experimentados, pueda
salud s m violencia y sin desorden-, al paso que si se hiciere
i g u a l m e n t e , que es lo m a s s e g u r o , e s c i t a r , en las p e r s o n a s
tomar antes del paroxismo, aun cuando fuese homeopático ó
s a n a s , dos ó t r e s estados alternantes s e m e j a n t e s , ó á lo m e n o s
especifico en el m a s alto g r a d o , su efecto coincidiría con la r e -
q u e t e n g a la facultad de producir por sí mismo con todos s u s
novación natural de la e n f e r m e d a d , y p r o v o c a r í a en el o r g a -
síntomas accesorios, aquel de los dos ó t r e s estados a l t e r n a n -
nismo u n combate t a l , una reacción t a n v i v a , que el enfermo
t e s , f r i ó , calor y sudor , q u e sea m a s f u e r t e y mas p r o n u n c i a -
perdería á lo menos mucho de sus f u e r z a s , y su vida podría
d o . No obstante , los síntomas del estado del enfermo d u r a n t e
también c o r r e r peligro ( 2 ) . Pero cuando se dá el medicamento

(1) Hasta ahora la patología, que aun no ha salido de su infancia, no cono-


grado d e sed, al género de dolores que se sienten en el cuerpo y miembros, al sue-
c e mas que una fiebre intermitente, á la q u e también denomina algida. N o ad-
no al d e l i r i o , á las alteraciones del h u m o r , á los e s p a s m o s , e t c . , que se ma-
mite otra diferencia que la del tiempo en que se r e p r o d u c e n los accesos, en lo
nifiestan durante ó despues del f r i ó , durante ó despues del calar, d u r a n t e ó des-
que se fundan las denominaciones, de fiebre c o t i d i a n a , terciana, cuartana, e t c .
pues del s u d o r ; todo esto sin contar con multitud d e variedades. Estas son se-
P e r o , además de la diversidad que ofrecen relativamente á sus épocas de r e a p a -
guramente fiebres intermitentes muy diversas unas de o t r a s , de las cuales, cada
rición , las fiebres intermitentes presentan todavía otras diferencias mas i m p o r -
una reclama un método de tratamiento homeopático que le sea apropiado! Ver-
t a n t e s . E n t r e estas fiebres , hay muchas á las que no se p u e d e dar el nombre d e
dad es, y debemos confesarlo, que casi todas pueden ser suprimidas (lo que
a l g i d a s , porque sus accesos consisten únicamente en calor; otras que no están
sucede muy á m e n u d o ) , p o r grandes y enormes dosis de quina ó de sulfato de
caracterizadas mas que por el frió, seguido ó no d e sudor; en otras todo el c u e r -
quinina, es d e c i r , que-estas sustancias impiden su reaparición periódica y des-
po del enfermo está helado, y sin embargo, experimenta una sensación de calor,
truyen su tipo; pero cuando el medicamento se ha usado contra fiebres intermi-
ó bien escitan en él la sensación d e f r i ó , a u n q u e su cuerpo parezca m u y caliente
tentes á las que n o c o n v e n i a , el enfermo no se ha c u r a d o , sino porque se ha
c u a n d o se le t o c a ; en m u c h o s , uno d e los paroxismos se limita á escalofríos ó á
extinguido el tipo-de su afección; está enfermo d e otro m o d o , y comunmente
f r í o , que reemplaza inmediatamente el bienestar, y el que viene despues no con-
mucho mas que antes; está sujeto á una enfermedad químíca especial y crónica,
siste mas q u e en c a l o r , seguido ó no de s u d o r ; aquí el frió y el calor ceden á
que la verdadera medicina cura sin dificultad en corto espacio de tiempo. ¡ I á
una apirexia completa, mientras que el paroxismo siguiente, que comunmente
esto se quiere dar el nombre d e c u r a r !
solo tiene lugar al cabo de muchas h o r a s , está marcado únicamente por s u d o -
r e s ; en ciertos c a s o s , no se observa ninguna señal de s u d o r ; en o t r o s , el a c - (1) M. Boenninghausen ha sido el primero que ha discutido este objeto tan
ceso se c o m p o n e únicamente de sudor, sin frió ó sin c a l o r , ó d e sudor solamen- v a s t o , y el que ha facilitado con sus investigaciones la elección del remedio que
te d u r a n t e el calor. E x i s t e n todavía una infinidad de diferencias relativas, sobre conviene en las diversas epidemias de fiebres intermitentes.
t o d o á los síntomas accesorios, al carácter particular del dolor d e cabeza, al mal (2) Se tiene la prueba de esto en los c a s o s , por desgracia demasiado fre-
gusto de b o c a , al dolor de estómago, al v ó m i t o , á la d i a r r e a , á la falta ó al cuentes , en que una dosis moderada de o p i o , administrada durante el frió que
precede á la calentura, ha causado de un modo pronto la muerte,del,enfermo.
»lliñMB K Mffnñ icsc

"muso ms"
fe*. 1*25
"iiigtka mmmZ
220 L F m
después d e cesado el acceso, y a n t e s q u e el paroxismo p r ó x i - m ,; J ^ ES"

|f
mo se p r e p a r e , a u n d e lejos, á r e a p a r e c e r , el organismo se ellos eficaces contra estas afecciones, entre el corto n u m e r o d e
halla en la mejor disposición posible p a r a dejarse modificar ^ a m e n t o s que h a n sido ensayados hasta el día e n »
tranquilamente p o r el remedio y volver asi al estado d e $
salud. . 4 C U a n d 0 S
r ^ r e C ° n 0 C Í d 0 q u e 11,1 A c á m e n l o es ho-
2 3 7 . Si el tiempo d é l a apirexia es muy c o r t o , como en
ml L
Z T n l eSPeClfiC° e ü U M 6 p Í d e m Í a " de
i -
I
a l g u n a s calenturas g r a v e s , ó si es m a r c a d o p o r accidentes
erm tente,, y se e n c u e n t r a , sin e m b a r g o , a l g ú n enfermo q u e •;.]• i
que s e refieren al paroxismo p r e c e d e n t e , entonces es m e n e s t e r
no s e cura d e u n modo completo, sin q u e se oponga á la
administrar el remedio homeopático t a n pronto como el sudor m
uracion la influencia d e u n a comarca p a n t a n o s a ' entonces M
ó los otros síntomas que indican el fin del acceso empiecen á
U obstáculo procede constantemente d e u n miasma p s ó r i -
disminuir.
co oculto, y p o r consiguiente se deben u s a r los remedios a n - i:
2 3 8 . Solo cuando el medicamento conveniente h a e x t i n - hasta s
e ^ y a restablecido p e r f e c t a m e n t e la
guido con u n a sola dosis m u c h o s síntomas y h a vuelto m a n i -
2 4 1 . L a s fiebres intermitentes que se declaran epidémica-
fiestamente la s a l u d , r e a p a r i c i e n d o , sin e m b a r g o , al cabo d e
mente en lugares en que p o r otra parte no son epidémicas, son
a l g ú n tiempo indicios d e u n n u e v o a c c e s o , es cuando se p u e d e
enfermedades crónicas compuestas d e accesos a g u d o s aislados
y se debe repetir el mismo r e m e d i o , con tal q u e sea la misma
Cada epidemia especial tiene su c a r á c t e r propio c o m ú n á todos
la totalidad d e los síntomas. M a s esta reaparición d e la m i s m a
los individuos que a t a c a , y q u e , cuando se h a reconocido con
c a l e n t u r a , despues d e u n intervalo ele s a l u d , n o es posible sino
arreglo al conjunto de síntomas comunes á todos los enfermos,
cuando la causa que h a producido í a e n f e r m e d a d p o r p r i m e r a
indica también el remedio homeopático ó específico que convie-
vez continúa todavía ejerciendo su influjo s o b r e l a misma p e r -
ne en todos los casos. E n efecto, este remedio c u r a casi g e n e -
s o n a , como sucede e n los l u g a r e s pantanosos. E n s e m e j a n t e
ralmente los enfermos q u e antes de la epidemia gozaban d e
caso, no se llega m u c h a s veces á o b t e n e r u n a curación d u r a -
una salud soportable, es decir, q u e no e s t a b a n atacados de
dera , sino alejando al sugeto d e esta causa o c a s i o n a l ; p o r u n a afección crónica debida al desarrollo d e la p s o r a .
ejemplo, aconsejándole q u e v a y a á h a b i t a r u n pais m o n t a ñ o s o , Pero si en u n a epidemia de fiebres intermitentes se han d e -
si es que la fiebre que padecía e r a producida p o r los efluvios d e jado p a s a r los primeros accesos sin c u r a r l o s , ó si los enfermos
los p a n t a n o s . han sido debilitados p o r falsos tratamientos alopáticos, e n t o n -
2 3 9 . Como casi todos los m e d i c a m e n t o s , ejerciendo s u a c - ces la p s o r a , que d e s g r a c i a d a m e n t e existe en u n t a n g r a n n ú -
ción p u r a , escitan u n a c a l e n t u r a p a r t i e u l a r , y a u n u n a especie mero d e i n d i v i d u o s , a u n q u e en estado d e l e t a r g o , se d e s a r r o -
de fiebre intermitente, q u e difiere d e todas l a s d e m á s p r o d u - lla , reviste aquí el tipo intermitente, y hace en apariencia el
cidas p o r otros m e d i c a m e n t o s , la g r a n lista d e sustancias m e - papel d e fiebre intermitente e p i d é m i c a ; de s u e r t e q u e el m e d i -
dicinales nos ofrece los medios d e combatir homeopáticamente camento que h u b i e r a sido saludable en los primeros p a r o x i s -
todas l a s fiebres intermitentes n a t u r a l e s . Ya encontramos rnu- m o s , y que r a r a m e n t e pertenece á la clase d e los antipsóricos.
deja de convenir, y ya no p u e d e ser de n i n g ú n auxilio. Desde
psórico (1). Si este sugeto a b a n d o n a al momento el l u g a r p a n -
entonces y a no se tiene á la vista m a s que una fiebre i n t e r m i -
tanoso , p a r a habitar en otro montañoso y seco, sucede a l g u -
t e n t e psórica, de la que ordinariamente se triunfa con u n a c o r - nas veces que r e c o b r a en él la s a l u d , y la fiebre le a b a n d o n a
ta cantidad de azufre ó de hígado de a z u f r e , que r a r a vez h a y cuando a u n no habia echado p r o f u n d a s raices, es decir que la
necesidad de repetir. psora pasa otra vez á su estado latente, p o r q u e no habia llega-
2 4 3 . E n las fiebres i n t e r m i t e n t e s , comunmente m u y g r a - do todavía a su último g r a d o de d e s a r r o l l o ; pero j a m á s se c u -
v e s , que afectan á u n individuo aislado, exento de toda influen- r a , ni goza nunca de una salud p e r f e c t a , si no se somete al uso
cia de emanaciones p a n t a n o s a s , se debe, como en las e n f e r m e - de los remedios antipsóricos. ^
d a d e s a g u d a s en g e n e r a l , á las que se asemejan bajo el punto £ - 2 4 5 . Despues de h a b e r visto la consideración que merecen
de vista de su origen psórico, empezar ensayando, por espacio en los tramientos homeopáticos, las variedades principales de
de a l g u n o s dias, un remedio no antipsórico, homeopático al c a - las enfermedades, y las circunstancias particulares q u e pueden
so q u e se p r e s e n t a ; p e r o , si t a r d a en conseguirse la curación, ofrecer, p a s a r e m o s á los remedios mismos, al modo de servirse
esto p r u e b a que se trata' de u n a psora que está en el m o m e n t o de ellos, y al género de vida que el enfermo d e b e o b s e r v a r
de d e s a r r o l l a r s e , y q u e los antipsóricos son desde entonces los mientras está sometido á su acción. Todo alivio en las enferme-
.únicos medios de q u e se p u e d e e s p e r a r u n éxito feliz. dades a g u d a s ó crónicas, que se manifiesta f r a n c a m e n t e , y h a -
2 4 4 . L a s fiebres intermitentes endémicas en las c o m a r c a s ce progresos continuos, es un estado q u e , por mucho tiempo
p a n t a n o s a s y en los paises sujetos á las inundaciones, e m b a r a - que dure, prohibe formalmente la repetición de un medicamen-
zan mucho á los médicos de la escuela reinante. Sin e m b a r g o , to cualquiera; porque aquel que el enfermo h a tomado continúa
u n h o m b r e p u e d e a c o s t u m b r a r s e en su j u v e n t u d á la influencia todavía produciendo el bien que de él puede e s p e r a r s e . Toda
de u n pais cubierto de p a n t a n o s , y vivir sano en él, con tal nueva dosis de un remedio c u a l q u i e r a , a u n del q u e se ha d a -
q u e g u a r d e u n género de vida r e g u l a r , y que no esté sujeto á do últimamente , que hasta en este momento se ha mostrado
la miseria, las fatigas ó las pasiones deprimentes y d e s t r u c t o - s a l u d a b l e , no haria m a s que alterar el t r a b a j o de la c u -
r a s . Las fiebres intermitentes endémicas le a t a c a r á n cuando ración.
m a s á su llegada al pais-, p e r o u n a ó dos cortas dosis de quina, 2 4 6 . Sucede a l g u n a s veces, cuando la dosis del m e d i c a -
p r e p a r a d a según el método h o m e o p á t i c o , b a s t a r á n p a r a l i b r a r - mento homeopático es m u y p e q u e ñ a , que si n a d a t u r b a la a c -
le d e ella con p r o n t i t u d , si no se separa de la r e g u l a r i d a d en su ción de este r e m e d i o , continúa lentamente el alivio del e n f e r -
m o d o d e v i v i r . Pero cuando u n h o m b r e que h a c e bastante e j e r - m o , y llena en c u a r e n t a , cincuenta ó cien dias, todo el bien
cicio y que sigue u n r é g i m e n conveniente en todo lo relativo al que se puede e s p e r a r de él en la circunstancia en que se le em-
espíritu y al c u e r p o , no c u r a de u n a fiebre intermitente de los
p a n t a n o s por la influencia de este solo medio, se d e b e estar (1) Dosis considerables y frecuentemente repetidas de quina y de sulfato de
quinina, pueden muy bien librar al enfermo de los accesos típicos de la fiebre
cierto que existe en él una psora próxima á d e s a r r o l l a r s e , y intermitente de los pantanos, pero no por esto queda menos e n f e r m o , aunque
q u e su fiebre intermitente solo cederá á un tratamiento a n t i - de otro m o d o , mientras no se le administren remedios antipsóricos.
m
plea. Pero por u n a p a r t e , este caso es m u y r a r o , v por otra,
importa m u c h o al médico como al enfermo q u e este largo p e -
riodo se r e d u z c a á la m i t a d , á una c u a r t a p a r t e ó a u n m a s si
p u e d e ser, á fin de obtener u n a curación m u c h o m a s p r o n t a .
Observaciones h e c h a s recientemente y repetidas u n g r a n n ú m e -
ro de v e c e s , n o s h a n demostrado que se p u e d e llegar á esle
r e s u l t a d o , con t r e s condiciones-, p r i m e r a m e n t e , que la elección
del medicamento h a y a sido\perfectamente homeopática bajo t o -
dos aspectos; en s e g a n d o l u g a r , que se dé á la dosis m a s p e - g m v e s , no inherentes á la afección que se quiere c u r a r no es
q u e n a , que es la m e n o s susceptible de d e s o r d e n a r la f u e r z a v i - el conveniente p a r a producir una v e r d a d e r a curación i ) n o
tal , c o n s e r v a n d o con todo bastante energía p a r a modificarla
E
convenientemente-, en fin, que esta débil p e r o eficaz dosis del menester T f " ^ » * S e
medicamento elegido con u n cuidado escrupuloso, se repita en menester, si la agravación es c o n s i d e r a b l e , a p r e s u r a r s e á r e -
c u r r i r al a n t i d o t o , p a r a extinguirla en p a r t e , a n t e s de elegir un
los intervalos q u e la experiencia enseña q u e conviene mejor p a - medicamento, cuyos síntomas se asemejen m a s á los de fa e n -
r a a c e l e r a r c u a n t o sea posible la c u r a c i ó n , sin q u e por eso la
™ ° °r a c c i d e n t e s n ° 8 0 , 1 m u y g r a v e s , d a r en s e -
fuerza vital, q u e d e b e c r e a r por .medio de él u n a afección m e - guida otro remedio que tenga m a s homeopaticidad con el estado
dicinal a n á l o g a á la e n f e r m e d a d n a t u r a l , p u e d a sentirse o b l i - actual de la e n f e r m e d a d .
g a d a á producir reacciones c o n t r a r i a s al objeto que se quiere
. m \ Esta
conducta d e b e r á seguirse m a s estrictamente t o -
conseguir.
davía si en un caso u r g e n t e , el médico o b s e r v a d o r , q u e i n v e s -
2 4 7 . Bajo estas condiciones, las dosis mínimas de u n r e - tiga con cuidado todo cuanto o c u r r e , advierte al cabo de seis
medio p e r f e c t a m e n t e homeopático pueden ser r e p e t i d a s , con un ocho o doce h o r a s que se ha e n g a ñ a d o en la elección del ú l t i -
éxito manifiesto, y á veces increíble, á distancias de catorce, d o - mo r e m e d i o , porque el estado del enfermo e m p e o r a un poco de
c e , diez, ocho y siete dias. Se las puede todavía a p r o x i m a r m a s Hora en hora, y porque se manifiestan nuevos síntomas. En s e -
en las e n f e r m e d a d e s crónicas q u e difieren poco de las afecciones
a g u d a s , y q u e piden p r o n t o auxilio. Los intervalos pueden d i s - (1) Habiendo probado la experiencia que es casi imposible atenuar la dosis
minuir t a m b i é n en las e n f e r m e d a d e s a g u d a s , y reducirse á ue un remedio perfectamente homeopático, sin que baste á producir un alivio
veinte y c u a t r o , d o c e , ocho y c u a t r o h o r a s . En fin, pueden ser pronuncado en la enfermedad contra la que se dirige ( 1 6 1 , 179), sería obrar en
sentido inverso al objeto propuesto, y querer perjudicar al enfermo, el imitarla
de u n a hora y a u n de cinco minutos solamente en las afeccio- medicina vulgar, q u e , cuando no obtiene alivio, ó ve empeorar la enfermedad
nes m u y a g u d a s ; y por ú l t i m o , se a t e n d e r á á la rapidez m a s repite el mismo medicamento, doblando la dosis, en la persuasión que no habia
o menos g r a n d e del c u r s o de la enfermedad y de la acción del producido su efecto por haberle dado en corta cantidad. Si el enfermo no ha co-
medicamento q u e se e m p l e a . met.do ningún estravío en el régimen, ya físico, ya moral; todo aumento, toda
agravación que se anuncia por síntomas nuevos, demuestra solamente que el re-
medio elegido no era homeopático al caso presente, pero nunca prueba que la
248. La dosis de u n mismo medicamento, se repite m u -
dosis haya sido demasiado débil.
m e j a n t e c a s o , le es p e r m i t i d o , y a u n e s t á o b l i g a d o á r e p a r a r
la falta q u e h a c o m e t i d o , eligiendo o t r o r e m e d i o h o m e o p á t i c o encuentra m a s ' T s ¿ ^ O r n ó se
e n c u e n t r a m a s á su g u s t o , e s t á m a s t r a n q u i l o , tiene m a s líber
q u e no solo c o n v e n g a al e s t a d o a c t u a l d e la e n f e r m e d a d , s i n o
a d ele espíritu r e n a c e en él el v a l o r , y t o d a ¿ s u s u n e t n e s ¡
q u e sea t a m b i é n el m a s a p r o p i a d o p o s i b l e (§. 1 6 1 ) .
h a c e n p o r decirlo así m a s n a t u r a l e s . Lo contrario sucede s e
251. Hay algunos medicamentos, por ejemplo, el haba de i e r m o e m p e o r a , a u n q u e sea m u y l i j e r a m e n t e ; e perdbt
San Ignacio, el zumaque venenosoy q u i z á s t a m b i é n la bryonia,
c u y a f a c u l t a d de m o d i f i c a r el e s t a d o del h o m b r e consiste p r i n - zíñurel
7 ¡ i m
? i r i t u dei e n f e r r a ° ' e n iodas
geSt0S
' e ü l ° d a S l 3 S P ° s i c i 0 1 i e s <* ue t ( ) m a , al-
c i p a l m e n t e e n efectos a l t e r n a n t e s , especie d e s í n t o m a s d e a c -
go d e msolito q u e no se escapa á u n o b s e r v a d o i a t e n t o p e r o
ción p r i m i t i v a q u e son en p a r t e o p u e s t o s los u n o s á los o t r o s . q u e se e n c u e n t r a m u c h a dificultad en d e s c r i b i r ( 1 ) '
Si d e s p u e s d e h a b e r p r e s c r i t o u n a d e e s t a s s u s t a n c i a s , en con- 2o4 Si se a ñ a d e a d e m á s , bien la a p a r i c i ó n d e n u e v o s s i u -
secuencia d e u n a elección r i g u r o s a m e n t e h o m e o p á t i c a , el m é - o m a s , bien la e x a s p e r a c i ó n d e los q u e existían a n t e s , ó al c o n -
dico no v i e s e s o b r e v e n i r n i n g ú n alivio, u n a s e g u n d a dosis , t a n t i a n o , la disminución d e los s í n t o m a s p r i m i t i v o s , sin q u e se
a t e n u a d a c o m o la p r i m e r a , y q u e p o d r í a a d m i n i s t r a r s e y a al ca- h a y a n m a n i f e s t a d o o t r o s nuevos-, el médico d o t a d o d e u n e s p í -
b o d é a l g u n a s h o r a s , si la e n f e r m e d a d f u e s e a g u d a , le c o n - ritu o b s e r v a d o r y a t e n t o , y a no p o d r á d u d a r si la e n f e r m e d a d
d u c i r í a p r o n t a m e n t e a L o b j e i o en la m a y o r p a r t e d é los c a - se h a m e j o r a d o ó a g r a v a d o , a u n q u e se e n c u e n t r e n a l g u n o s e n -
sos ( 1 ) . f e r m o s i n c a p a c e s d e d e c l a r a r si están m e j o r ó peor, v otros
252. P e r o si r e l a t i v a m e n t e á los d e m á s m e d i c a m e n t o s , se t a m b i é n q u e no q u i e r e n d e c i r l o .
viese en u n a e n f e r m e d a d c r ó n i c a (psórica), q u e el r e m e d i o m a s 255. Sin e m b a r g o , a u n en este último caso, se p u e d e t e -
h o m e o p á t i c o ( a n t i p s ó r i c o ) , a d m i n i s t r a d o á la dosis c o n v e n i e n t e n e r uua p l e n a y e n t e r a convicción, volviendo á t o m a r d e n u e v o
(la m a s p e q u e ñ a p o s i b l e ) , no p r o p o r c i o n a s e n i n g ú n a l i v i o , e s t o todos l o s . s í n t o m a s q u e se h a n a n o t a d o eu el c u a d r o d e la e n f e r -
s e r i a u n a señal c i e r t a q u e la c a u s a q u e sostiene la enfermedad m e d a d , y r e v i s á n d o l o s uno d e s p u e s d e o t r o d e a c u e r d o con el
s u b s i s t e t o d a v í a , y q u e en el g é n e r o d e vida del e n f e r m o , ó en
(1) Los signos d e alivio relativos al humor y al espíritu del enfermo s e ma
lo q u e le r o d e a , h a y a l g u n a c i r c u n s t a n c i a q u e d e b e s e p a r a r s e ,
niuestan poco tiempo despues que ha tomado el remedio, cuando la dosis'ha sido
si se q u i e r e q u e la c u r a c i ó n sea d u r a d e r a . convenientemente atenuada, es d e c i r , t a n pequeña como sea posible. Una dosis
253. E n t r e los s i g n o s q u e en t o d a s l a s e n f e r m e d a d e s , s o b r e mas fuerte d e la que la necesidad e x i g e , aun del remedio mas homeopático obra
con demasiada violencia, y produce en seguida una alteración muv grande y pro
todo e n a q u e l l a s c u y o e a r á c t e r es a g u d o , a n u n c i a n u n lijero
longada en las facultades intelectuales y morales, para que se pueda reconocer
principio d e alivio ó d e a g r a v a c i ó n , q u e á c u a l q u i e r a sea d a d o el alivio en el estado d e estas últimas. Haré observar a q u í , q u e esta regla tan
o b s e r v a r , los m a s m a n i f i e s t o s y s e g u r o s se d e d u c e n d e l h u m o r importante, es una d e aquellas contra las que mas pecan los homeópatas princi-
piantes y los médicos que pasan d e la antigua escuela á la nueva. Alucinados es-
del e n f e r m o y del m o d o c o m o se c o m p o r t a b a j o t o d o s c o n c e p t o s .
tos por las preocupaciones, temen en semejante caso recurrir á las mas pequeñas
dosis de las mas altas diluciones, y s e privan también d e las grandes ventajas,
que d e ellas se han obtenido mil y mil veces reiteradas; no pueden hacer lo que'
(1) Como lo lie demostrado en los Prolegómenos del articulo consagrado al
reclama la verdadera H o m e o p a t í a , y se creen sin embargo sus adeptos.
haba d e S . Ignacio (Tratado de materia médica pura).
mejanle c a s o , le es p e r m i t i d o , y a u n está obligado á r e p a r a r
la falta q u e h a cometido, eligiendo otro remedio homeopático encuentra m a s ' T s ¿ ^ ^ r m o se
encuentra m a s á su g u s t o , está m a s tranquilo, tiene m a s líber
que no solo convenga al estado actual d e la e n f e r m e d a d , sino a d ele espíritu renace en él el v a l o r , y toda¿ sus u n e t n e s ¡
que sea también el m a s apropiado posible (§. 1 6 1 ) . hacen p o r decirlo así m a s n a t u r a l e s . Lo contrario s u c e d e s e
2 5 1 . H a y algunos m e d i c a m e n t o s , p o r ejemplo, el haba de iermo e m p e o r a , a u n q u e sea m u y l a m e n t e ; e p e r d b t
San Ignacio, el zumaque venenosoy quizás t a m b i é n la bryonia,
EL PIRITU DEI E N F E M EN
c u y a facultad de modificar el estado del h o m b r e consiste p r i n - R
geSt0S e ü l daS l3S
° '
sici01ies
¿ 5 I
cipalmente e n efectos a l t e r n a n t e s , especie d e síntomas d e a c - 7 ¡ i m ' ° P° <*ue al-
go d e msolito q u e no se escapa á u n o b s e r v a d o i atento pero
ción primitiva que son en p a r t e opuestos los u n o s á los o t r o s . que se e n c u e n t r a m u c h a dificultad en describir ( 1 ) '
Si despues d e h a b e r prescrito una d e estas s u s t a n c i a s , en c o n - 2o4 Si se a ñ a d e además, bien la aparición d e n u e v o s s m -
secuencia d e u n a elección r i g u r o s a m e n t e h o m e o p á t i c a , el m é - omas, bien la exasperación d e los q u e existían antes, ó al c o n -
dico no viese sobrevenir n i n g ú n alivio, u n a s e g u n d a dosis , t a n t i a n o , la disminución d e los síntomas primitivos, sin q u e s e
atenuada como la p r i m e r a . y que podría a d m i n i s t r a r s e y a al ca- h a y a n manifestado otros nuevos-, el médico dotado d e u n e s p í -
bo d é a l g u n a s h o r a s , si la enfermedad fuese a g u d a , l e c o n - ritu o b s e r v a d o r y atento , y a no podrá d u d a r si la enfermedad
d u c i r á p r o n t a m e n t e a l j o b j e t o en la m a y o r p a r t e d é los c a - se h a mejorado ó a g r a v a d o , a u n q u e se encuentren algunos e n -
sos ( 1 ) . fermos incapaces d e declarar si están mejor ó p e o r , v otros
2 5 2 . Pero si relativamente á los d e m á s m e d i c a m e n t o s , se también que no quieren decirlo.
viese en u n a enfermedad crónica (psórica), que el remedio m a s 2 5 5 . Sin e m b a r g o , a u n en este último caso, se puede t e -
homeopático (antipsórico), administrado á la dosis conveniente ner una plena y entera convicción, volviendo á tomar d e nuevo
(la m a s pequeña posible), no proporcionase ningún alivio, esto todos los.síntomas que se h a n anotado eu el cuadro d e la e n f e r -
seria u n a señal cierta q u e la causa que sostiene la e n f e r m e d a d m e d a d , y revisándolos uno despues d e otro d e a c u e r d o con el
subsiste t o d a v í a , y q u e en el género d e vida del enfermo, ó en i l'-i'í'; •
lo que le r o d e a , h a y a l g u n a circunstancia que d e b e s e p a r a r s e , (1) Los signos d e alivio relativos al humor y al espíritu del enfermo s e ma
niliestan poco tiempo despues que ha tomado el remedio, cuando la dosis'lia sido
si se quiere que la curación sea d u r a d e r a . convenientemente atenuada, es d e c i r , t a n pequeña como sea posible. Una dosis
2 5 3 . E n t r e los signos q u e en todas l a s e n f e r m e d a d e s , s o b r e mas fuerte d e la que la necesidad e x i g e , aun del remedio mas homeopático obra
todo e n aquellas cuyo e a r á c t e r es a g u d o , anuncian u n lijero con demasiada violencia, y produce en seguida una alteración muv grande y pro
longada en las facultades intelectuales y morales, para que se pueda reconocer
principio d e alivio ó d e a g r a v a c i ó n , que á cualquiera sea dado el alivio en el estado d e estas últimas. Haré observar a q u í , q u e esta regla tan
o b s e r v a r , los m a s manifiestos y seguros se deducen d e l h u m o r importante, es una d e aquellas contra las que mas pecan los homeópatas princi-
del enfermo y del modo como se comporta b a j o todos conceptos. piantes y los médicos que pasan d e la antigua escuela á la nueva. Alucinados es-
tos por las preocupaciones, temen en semejante caso recurrir á las mas pequeñas
dosis de las mas altas diluciones, y s e privan también d e las grandes ventajas,
(1) Como lo he demostrado en los Prolegómenos del articulo consagrado al que d e ellas se han obtenido mil y mil veces reiteradas; no pueden hacer lo que'
haba d e S . Ignacio (Tratado de materia médica pura). reclama la verdadera H o m e o p a t í a , y se creen sin embargo sus adeptos.
enfermo. C u a n d o este último no a c u s a m a s síntomas de los q u e
q a e las dosis sean m u y p e q u e ñ a s , fácilmente se concibe que es
y a se t e n í a n ; c u a n d o ninguno de los accidentes se lia a g r a v a -
preciso s e p a r a r del régimen y del género de vida de W
do-, en fin, c u a n d o se h a notado y a cierto alivio en las f a c u l t a -
des morales é intelectuales, es indispensable que el medicamen- SObre eIl S ¡
medlrin > ^ ^ ^ * * * ° '^ncia
to h a y a producido una disminueion esencial de la e n f e r m e d a d ,
medicinal c u a l q u i e r a , p a r a que el efecto de dosis tan p e q u e ñ a s
ó si todavía h a t r a s c u r r i d o poco tiempo desde su a d m i n i s t r a -
ción , que esté p r ó x i m o á p r o d u c i r l a . P e r o si habiendo sido bien Ó tUrbado riin un
extraño*"¡f) T * ^ Amulante
e l e g i d o , t a r d a r á el alivio en manifestarse, d e b e r á atribuirse á 2 0 0 . En las e n f e r m e d a d e s crónicas es en donde ¿ o r l a
a l g u n a falta c o m e t i d a p o r el e n f e r m o , ó á la escesiva duración s e p a r a r con cuidado todos los obstáculos de este género p u e s -
de la a g r a v a c i ó n homeopática (§. 157) p r o d u c i d a p o r la s u s - to que ordinariamente ya son a g r a v a d a s por ellos, ó por otros
tancia m e d i c i n a l , en cuyo último caso d e b e r e m o s concluir que errores del régimen m u c h a s veces desconocidos (2).
la dosis 110 ha sido b a s t a n t e p e q u e ñ a . 2 6 1 . El régimen que m a s conviene en las e n f e r m e d a d e s
¿ 5 6 . P o r o t r a p a r t e , si el e n f e r m o aqueja a l g ú n síntoma c r ó n i c a s , mientras se hace uso de m e d i c a m e n t o s , consiste en
importante r e c i e n t e m e n t e d e s a r r o l l a d o , q u e a n u n c i e que el m e - s e p a r a r todo lo que puede contrariar ó impedir la curación v
dicamento no h a sido bien h o m e o p á t i c o , p o r m a s que diga en p r o p o r c i o n a r , según la n e c e s i d a d , condiciones inversas,
que se siente m e j o r , el médico, lejos de creerlo, d e b e al c o n - prescribiendo, por ejemplo, las distracciones inocentes, el e j e r -
trario considerar su estado como m a s g r a v e que a n t e s , y m u y cicio activo al g r a n d e aire y sin a t e n d e r al tiempo, los a l i m e n -
luego se c o n v e n c e r á de ello p o r sus propios ojos. tos convenientes, nutritivos y privados de virtudes medicina-
les, etc.
2 5 7 . El v e r d a d e r o médico se g u a r d a r á m u y bien de a f i -
(1) El dulce sonido de la llauta que de lejos y en el silencio de la noche,
cionarse á ciertos remedios que la casualidad le ha p r o p o r c i o - dispone un corazon sensible al entusiasmo religioso, en vano hiere el aire cuando
nado con f r e c u e n c i a o c a s i o n d e e m p l e a r con feliz resultado. Es- va acompañado de gritos y ruidos disonantes.
ta predilección m u c h a s veces le h a r í a olvidar otros que serían (2) Por ejemplo, el café, el té y la cerveza, que contienen sustancias vegetales
m a s homeopáticos y p o r consiguiente m a s eficaces. dotadas de propiedades medicamentosas, que 110 sean apropiadas al estado del
enfermo; los licores preparados con aromas medicinales, todas las clases de pon-
2 5 8 . I g u a l m e n t e p r o c u r a r á no t o m a r prevención contra r e - che, el chocolate con especias, las aguas de olor y perfumes de todas clases, los
medios que le h a y a n h e c h o sufrir a l g ú n r e v é s por h a b e r l o s ramilletes de flores muy olorosas, las preparaciones dentífricas, pulverizadas ó
elegido m a l , e s d e c i r , p o r su propia f a l t a . T e n d r á siempre líquidas, en que entran sustancias medicinales, las perfumadas, los manjares
muy codimentados, las pastas y sorbetes aromatizados, las legumbres, que con-
presente en su m e m o r i a esta g r a n d e v e r d a d : que, de todos los sisten en yerbas, raices ó renuevos medicinales, el queso añejo, las carnes sala-
medicamentos c o n o c i d o s , uno solo m e r e c e la p r e f e r e n c i a , y es das ó ahumadas, el tocino y la manteca de puerco, de ganso y de p a t o , la ter-
aquel cuyos s í n t o m a s t e n g a n m a s semejanza con la totalidad de nera muy jóven, los alimentos ácidos. Todas estas sustancias ejercen una ac-
ción medicinal accesoria, y debe abstenerse de ellas el enfermo. Se prohibirá tam-
los que carazterizan la e n f e r m e d a d . No d e b e e s c u c h a r n i n g u n a
bién el abuso de los placeres de la mesa, aun del azúcar y de la sal. Tampoco
pasión mezquina en u n a s u n t o tan serio. se permitirán las bebidas espirituosas, el calor escesivo de las habitaciones, los
2 5 9 . Como en la práctica de la Homeopatía es necesario vestidos de franela sóbrela piel, que deben reemplazarse en verano con vestidos
2 6 2 . Por el c o n t r a r í o , en las e n f e r m e d a d e s a g u d a s , e s -
de la habitación y el n ú m e r o de cubiertas deben igualmente
ceptuando la e n a g e n a c i o n m e n t a l , el instinto c o n s e r v a d o r de la
r e g u l a r s e según los deseos del e n f e r m o , en las e n f e r m e d a d e s
vida habla con t a n t a claridad y precisión, que el médico solo
a g u d a s . Se c u . d a r á de evitar todo lo que pudiera causarle una
tiene que r e c o m e n d a r á los asistentes q u e no contraríen la n a - tuerte emocion de espíritu, ó q u e b r a n t a r su moral.
turaleza , r e h u s a n d o al enfermo lo que pide con i n s t a n c i a , ó
264. El v e r d a d e r o médico no puede contar con la virtud
persuadiéndole á t o m a r cosas q u e r e p u g n e .
curativa de los m e d i c a m e n t o s , sino cuando los posee tan p u -
2 6 3 . La m a y o r p a r t e de los alimentos y bebidas q u e deben
r o s y tan perfectos como es posible. Necesita, p u e s , s a b e r
darse á una persona a t a c a d a de una e n f e r m e d a d a g u d a , no son,
apreciar su p u r e z a en él inferno.
es v e r d a d , mas que medios paliativos y aptos á lo m a s p a r a 2 6 o . P a r a el médico, es un caso de conciencia tener la
proporcionar un alivio m o m e n t á n e o , pero no t i e n e n , p r o p i a - intima convicción de q u e el enfermo toma siempre el remedio
mente h a b l a n d o , c u a l i d a d e s medicinales, y corresponden s o l a - que en realidad le conviene.
mente á una especie de necesidad. Con tal que la satisfacción 2 6 6 . L a s sustancias que proceden del reino animal y del
que bajo este aspecto s e proporciona al enfermo no salga de los reino v e g e t a l , no gozan plenamente de sus virtudes medicina-
justos límites, los débiles obstáculos que podría oponer á la les sino cuando son c r u d a s (1).
curación radical de la e n f e r m e d a d (1) son c u b i e r t o s , v con 2 6 7 . El modo m a s perfecto y s e g u r o de a p o d e r a r s e de la
esceso, por la potencia del remedio homeopático, por la l i b e r - virtud medicinal de las plantas i n d í g e n a s , que pueden o b t e -
tad en que queda la f u e r z a vital, y por la calma q u e sigue á la nerse f r e s c a s , consiste en esprimir el j u g o , que se mezcla en
posesion de un objeto a r d i e n t e m e n t e deseado. La t e m p e r a t u r a
(1) Las sustancias animales y vegetales crudas tienen mas ó menos virtudes
medicinales, y pueden modificar el estado del hombre, cada una á su modo. Las
primero de algodon y d e s p u e s de lienzo, la vida sedentaria en lugares n o venti- plantas y los animales d e que se alimentan los pueblos civilizados tienen sobre
lados , el abuso del ejercicio p u r a m e n t e pasivo, á caballo , en c o c h e , ó en c o - las demás la ventaja de contener la mayor cantidad de partes nutritivas, y de te-
lumpio, la lactancia d e m a s i a d o p r o l o n g a d a , el hábito d e acostarse por la siesta, ner virtudes medicinales menos enérgicas, q u e todavía disminuyen por ías pre-
el dormir mucho t i e m p o , los placeres n o c t u r n o s , la falta de limpieza, los pla- paraciones que se las hace s u f r i r , como la espresion del jugo nocivo (el cazabe
ceres sexuales contra n a t u r a l e s , las lecturas eróticas. S e evitarán los motivos d e en América), la fermentación (la pasta de que se hace el p a n , la de la colicos-
cólera, de pesar y de d e s p e c h o , el juego tomado con pasión, los t r a b a j o s cor- t r a , etc.), las fumigaciones, la coccion, la torrefacción, etc., que destruyen ó
porales ó intelectuales f o r z a d o s , la permanencia en sitios pantanosos, el habitar disipan las partes á q u e se adhieren estas virtudes medicinales. La adición de la
lugares en que no se r e n u e v a el aire, la represión, las necesidades urgentes, etc. sal (salazón) y del vinagre (salsas, ensaladas), p r o d u c e también este efecto, p e -
T o d a s estas influencias deben evitarse ó alejarse en lo posible, si se quiere o b - ro resultan de ello otros inconvenientes.
tener la curación, que estos obstáculos harian difícil ó quizás imposible. Algunos Las p l a n t a s dotadas de virtudes njedicinales mas enérgicas, se despojan igual-
de mis discípulos parece q u e quieren hacer un régimen mas difícil de observar, mente d e ellas en todo ó en p a r t e , cuando se las trata del mismo modo. Las rai-
prohibiendo todavía otras cosas bastante diferentes, lo q u e no m e r e c e a p r o b a r s e . ces del lirio cárdeno, de rábano silvestre, d e peonía y de aro seguino , se hacen
(1) Sin e m b a r g o , este c a s o sucede muy rara vez. A s í , por e j e m p l o , el en- casi inertes p o r la desecación. El jugo de los vegetales mas violentos, se r e d u c e
fermo nunca tiene sed mas q u e de agua pura en las enfermedades francamente en una masa del todo i n e r t e por la acción del c a l o r , que sirve para preparar los
inflamatorias, que tan imperiosamente reclaman el a c ó n i t o , c u v a acción s e des- e s t r a d o s ordinarios. Basta dejar en reposo por algún tiempo el jugo d e la planta
truiría introduciendo en el organismo bebidas con ácidos vegetales. mas p e l i g r o s a , para que pierda todas sus propiedades; por sí mismo pasa rápi-
K KKV0 Uffll
I I W O T K A UMIYEISITílU

seguida exactamente con partes iguales de alcohol. Se deja en


reposo la mezcla por espacio de veinte y cuatro h o r a s , en un 2 6 8 . En cuanto á las plantas, cortezas v raices exóticas
frasco tapado, y despues de h a b e r decantado el líquido claro, q u e no pueden obtenerse en su estado fresco", un médico p r u -
en cuyo fondo se encuentra un sedimento fibroso y. albuminoso, dente j a m a s se fiará de otro para proporcionárselas en forma de
polvo. Antes de usarlas en su práctica, p r o c u r a r á tenerlas ente-
se le conserva p a r a el uso medicinal (1). El alcohol que se ha
ras, y no p r e p a r a d a s , p a r a poderse convencer de su pureza (1).
añadido al jugo se opone al desarrollo de la fermentación q u e
ya en adelante no puede efectuarse. Se conserva este líquido 2 6 9 . Por un procedimiento que le es propio y que no h a -
bía sido ensayado antes de e l l a , la medicina homeopática
al abrigo de los rayos del sol, en frascos de vidrio bien t a p a -
desarrolla de tal modo las virtudes medicinales dinámicas de
dos. De este modo, la virtud medicinal de las plantas, se c o n -
sustancias g r o s e r a s , que les dá á todas una acción de las m a s
serva e n t e r a , perfecta y sin la menor alteración (2).
< -.,.->. ¡ ,¡.;i ..... „,. . .
penetrantes, aun á aquellas que antes de h a b e r sido t r a t a d a s
de este modo no ejercían la menor intluencia medicinal sobre
d a m e n t e á la fermentación vinosa, cuando la temperatura es moderada ; luego el cuerpo del h o m b r e .
despues se a g r i a , y en seguida se p u d r e , lo que acaba de destruir toda su vir-
tud medicinal; el sedimento que entonces se deposita en el fondo no es mas que
acción de la p r e n s a ; pero pueden también triturarse estas plantas secas con azú-
una fécula inerte. L a s yervas verdes, que se ponen en m o n t o n e s , pierden tam-
car de leche, hasta el millonésimo g r a d o de atenuación, disolver entonces un
bién la mayor parte de lo que tienen de medicinal por la especie de exudación grano d e este p o l v o , y servirse d e la disolución para obtener las diluciones si-
ó de sudor que experimentan. guientes (§. 2 7 1 ) .
(1) Bucholz (Taschenbuch fuer Scheidehiemtter und Apotheker , 1 8 1 o , i. vi) ase-
(1) P a r a conservarlas en forma de p o l v o s , se necesita una precaución no
gura á sus lectores, y el q u e ha dado cuenta de su libro, en la Leipziger Litera- usada hasta el dia en las b o t i c a s , donde no pueden g u a r d a r s e , sin que se alte-
turseilung, 1 8 1 6 , núm. 8 2 , n o lo c e n s u r a , que este modo d e preparar los me- ren , ni aun los polvos bien desecados d e sustancias animales v vegetales. Esto
dicamentos se d e b e á la campaña d e la Rusia (1812), de donde ha venido á Ale- consiste en que las materias vegetales, aunque sean perfecamente s e c a s , retie-
mania. P e r o refiriéndole en las propias palabras d e la primera edición de mi Or- nen todavía cierta cantidad de h u m e d a d , condiciou indispensable para la cohe-
yanon, se olvida decir que soy y o el inventor; ya lo habia yo publicado dos años rencia d e su tegido, que no impide que la droga permanezca incorruptible mien-
antes d e la campaña de Moscou (en 1 8 1 0 ) . ¡Se prefiere mas bien fingir que un tras se conserva toda entera, pero que se hace perjudicial luego que se la pul-
descubrimiento ha venido de los desiertos del Asia, que h o n r a r con él á u n c o m - veriza. De aquí se sigue, que una sustancia animal v vegetal, que estaba bien
patriota! Verdad es que en otro tiempo se mezclaba el alcohol con el jugo d e las seca cuando e n t e r a , dá un polvo lijeramente h ú m e d o , que no t a r d a en alterarse
p l a n t a s , con el fin, por e j e m p l o , d e conservarlas algún tiempo antes d e p r e p a - y enmohecerse en los f r a s c o s , aunque estén bien t a p a d o s , si antes no se ha t e -
rar eon ellas e s t r a d o s ; pero esta adición jamás se ha hecho con la mira de ad- nido el cuidado de privarles de toda su humedad. El mejor modo d e conseguirlo
ministrar despues esta mezcla como remedio. consiste en estenderle sobre un plato de hoja d e l a t a , de b o r d e s e l e v a d o s , que
(2) A u n q u e partes iguales de alcohol y d e jugo recientemente exprimido, se calienta en un baño d e arena. Desecados de este modo y conservados en fras-
sea generalmente la proporcion que mejor conviene para precipitar la materia cos bien tapados y sellados, quedan inalterables, y conservan completamente sus
fibrosa y la albúmina , sin e m b a r g o , h a y plantas m u y cargadas de mucosidades, virtudes primitivas, sin enmohecerse j a m á s , ni criar mitas. Se debe tener cui-
como la consuelda, el pensamiento, e t c . , que exigen ordinariamente doble canti- dado de poner los frascos al abrigo de la l u z , en cajas ó g a b e t a s . Cuando
dad d e alcohol. E n cuanto á las plantas poco ricas en j u g o , como el oleandro, el aire penetra en los frascos, estando estos espuestos á la acción d e los r a y o s del
el boj, la sabina, el galo, el ládano, e t c . , es preciso empezar p o r machacarlas sol ó d é l a luz d i f u s a , las sustancias animales \ vegetales pierden cada dia m a s
hasta que formen u n a pasta homogénea y h ú m e d a , á la que luego se a ñ a d e d o - sus virtudes medicinales, lo que sucede cuando están en g r a n d e s porciones, v
ble cantidad de a l c o h o l , que se une al jugo v e g e t a l , y permite obtenerle por la principalmente bajo la forma de polvo.
2 7 0 . Se t o m a n dos gotas de la mezcla de p a r l e s iguales d e vegetales, á fin de elevarlas al trigésimo g r a d o de desarrollo de
u n jugo vegetal fresco y a l c o h o l , se las h e c h a en n o v e n t a y n u e - s u potencia ( 1 ) .
v e gotas de a l c o h o l , y se d a n dos f u e r t e s sacudidas al f r a s c o 2 7 2 . E n n i n g ú n caso es necesario emplear mas de un m e -
q u e contiene el líquido. Se tienen en seguida otros veinte y n u e - dicamento á la vez ( 2 ) .
v e frascos llenos en sus t r e s c u a r t a s p a r t e s con noventa y n u e - 2 7 3 . No se concibe que pueda q u e d a r la menor d u d a r e s -
v e gotas de alcohol, y en cada uno de los cuales se echa una pecto á si es m a s r a z o n a b l e y mas conforme á la naturaleza no
gota del líquido contenido en el precedente, cuidando siempre de emplear á la v e z , en una e n f e r m e d a d , m a s que una sola s u s -
dar dos sacudidas á cada frasco ( 1 ) . El último ó el trigésimo tancia medicinal bien conocida, ó prescribir una mezcla de m u -
contiene la dilución al decillonésimo g r a d o de potencia ( x ) , la chos medicamentos diferentes.
que se emplea con m a s f r e c u e n c i a . 2 7 4 . Cuando el v e r d a d e r o médico e n c u e n t r a en los medi-
2 7 1 . Todas las d e m á s sustancias destinadas á los usos de camentos simples y no mezclados todo lo que p u e d e d e s e a r , es
la medicina homeopática , como los metales p u r o s , los óxidos decir, potencias morbíficas artificiales que, por su facultad ho-
y súlfuros metálicos, las o t r a s sustancias m i n e r a l e s , el petró- meopática, c u r a n completamente las e n f e r m e d a d e s n a t u r a l e s ,
leo, el f ó s f o r o , las p a r t e s y j u g o s de las plantas q u e solo y como es un p r e c e p t o m u y p r u d e n t e no e m p l e a r n u n c a m u c h a s
pueden proporcionarse en el estado s e c o , las sustancias a n i - fuerzas p a r a lo q u e se puede cumplir con u n a s o l a , j a m á s d e -
males , las sales n e u t r a s , e t c . , se llevan al millonésimo g r a - b e r á dar á la vez como remedio m a s que u n solo medicamento
do de atenuación p u l v e r u l e n t a , p o r medio de una trituración simple. P u e s s a b e , q u e , a u n cuando se hubiesen estudiado en
q u e d u r a tres h o r a s ; d e s p u e s de la cual se disuelve un g r a n o el h o m b r e sano los efectos específicos y puros de todos los m e -
del polvo, y se t r a t a la disolución en veinte y siete frascos s u c e - dicamentos simples, no podríamos por eso e n c o n t r a r n o s en e s -
sivos , del mismo m o d o que se h a hecho respecto de los j u g o s tado de p r e v e r y calcular el modo con que estas sustancias
mezcladas entre sí pueden c o n t r a r i a r s e y modificarse r e c í p r o -
camente e n sus efectos. Tampoco ignora que un medicamento
simple, administrado en una e n f e r m e d a d , cuyo conjunto de
( 1 ) F u n d á n d o m e en experiencias multiplicadas y observaciones exactas, y síntomas se asemeja perfeclamcnte á los s u y o s , basta por sí
queriendo fijar un término preciso y medio al desarrollo de la virtud d e los
solo p a r a c u r a r l a de una m a n e r a perfecta. Está bien convenci-
medicamentos l í q u i d o s , h e prescrito que no se d e n m a s que dos sacudidas á
cada f r a s c o , en lugar d e dar m a s , como antes lo hacía, lo q u e desarrollaba
demasiado la potencia d e los r e m e d i o s . H a y homeópatas q u e llevan consigo los ( 1 ) Como se ha dicho con mas estension todavía en los discursos que p r e -
medicamentos homeopáticos en forma liquida, mientras hacen sus visitas, y ceden á la exposición d e los síntomas d e los medicamentos que comprende el
pretenden que por este medio y con el tiempo sus virtudes no adquieren mas primer tomo del Tratado de materia médica pura.
desarrollo. Sostener semejante t é s i s , es p r o b a r que no s e posee un espíritu d e ( 2 ) Algunos homeópatas han e n s a y a d o , en los casos en que un medicamento
observación bien riguroso. H e disuelto un grano d e anatron en media onza d e convenia á una p a r t e d e los síntomas y un segundo á otra p a r t e , dar los dos
agua mezclada con un p o c o d e a l c o h o l , y p o r espacio de media hora h e sacu- medicamentos á la vez ó casi á un mismo tiempo; pero prevengo seriamente que
dido sin interrupción, el frasco lleno en sus dos t e r c e r a s p a r t e s , y he encon- es menester guardarse d e este proceder, que nunca es necesario a u n q u e á vece«
trado que esta mezcla igualaba en energía á la trigésima dilución. parezca que podria ser útil.
2 7 0 . Se t o m a n dos gotas de la mezcla de p a r l e s iguales d e vegetales, á fin de elevarlas al trigésimo g r a d o de desarrollo de
u n jugo vegetal fresco y a l c o h o l , se las h e c h a en n o v e n t a y n u e - s u potencia ( 1 ) .
v e gotas de a l c o h o l , y se d a n dos f u e r t e s sacudidas al f r a s c o 2 7 2 . E n n i n g ú n caso es necesario emplear mas de un m e -
q u e contiene el líquido. Se tienen en seguida otros veinte y n u e - dicamento á la vez ( 2 ) .
v e frascos llenos en sus t r e s c u a r t a s p a r t e s con noventa y n u e - 2 7 3 . No se concibe que pueda q u e d a r la menor d u d a r e s -
v e gotas de alcohol, y en cada uno de los cuales se echa una pecto á si es m a s r a z o n a b l e y mas conforme á la naturaleza no
gota del líquido contenido en el precedente, cuidando siempre de emplear á la v e z , en una e n f e r m e d a d , m a s que una sola s u s -
dar dos sacudidas á cada frasco ( 1 ) . El último ó el trigésimo tancia medicinal bien conocida, ó prescribir una mezcla de m u -
contiene la dilución al decillonésimo g r a d o de potencia ( x ) , la chos medicamentos diferentes.
que se emplea con m a s f r e c u e n c i a . 2 7 4 . Cuando el v e r d a d e r o médico e n c u e n t r a en los medi-
2 7 1 . Todas las d e m á s sustancias destinadas á los usos de camentos simples y no mezclados todo lo que p u e d e d e s e a r , es
la medicina homeopática , como los metales p u r o s , los óxidos decir, potencias morbíficas artificiales que, por su facultad ho-
y súlfuros metálicos, las o t r a s sustancias m i n e r a l e s , el petró- meopática, c u r a n completamente las e n f e r m e d a d e s n a t u r a l e s ,
leo, el f ó s f o r o , las p a r t e s y j u g o s de las plantas q u e solo y como es un p r e c e p t o m u y p r u d e n t e no e m p l e a r n u n c a m u c h a s
pueden proporcionarse en el estado s e c o , las sustancias a n i - fuerzas p a r a lo q u e se puede cumplir con u n a s o l a , j a m á s d e -
males , las sales n e u t r a s , e t c . , se llevan al millonésimo g r a - b e r á dar á la vez como remedio m a s que u n solo medicamento
do de atenuación p u l v e r u l e n t a , p o r medio de una trituración simple. P u e s s a b e , q u e , a u n cuando se hubiesen estudiado en
q u e d u r a tres h o r a s ; d e s p u e s de la cual se disuelve un g r a n o el h o m b r e sano los efectos específicos y puros de todos los m e -
del polvo, y se t r a t a la disolución en veinte y siete frascos s u c e - dicamentos simples, no podríamos por eso e n c o n t r a r n o s en e s -
sivos , del mismo m o d o que se h a hecho respecto de los j u g o s tado de p r e v e r y calcular el modo con que estas sustancias
mezcladas entre sí pueden c o n t r a r i a r s e y modificarse r e c í p r o -
camente e n sus efectos. Tampoco ignora que un medicamento
simple, administrado en una e n f e r m e d a d , cuyo conjunto de
( 1 ) F u n d á n d o m e en experiencias multiplicadas y observaciones exactas, y síntomas se asemeja perfeclamcnte á los s u y o s , basta por sí
queriendo fijar un término preciso y medio al desarrollo de la virtud d e los
solo p a r a c u r a r l a de una m a n e r a perfecta. Está bien convenci-
medicamentos l í q u i d o s , h e prescrito que no se d e n m a s que dos sacudidas á
cada f r a s c o , en lugar d e dar m a s , como antes lo hacía, lo q u e desarrollaba
demasiado la potencia d e los r e m e d i o s . H a y homeópatas q u e llevan consigo los ( 1 ) Como se ha dicho con mas estension todavía en los discursos que p r e -
medicamentos homeopáticos en forma liquida, mientras hacen sus visitas, y ceden á la exposición d e los síntomas d e los medicamentos que comprende el
pretenden que por este medio y con el tiempo sus virtudes no adquieren mas primer tomo del Tratado de materia médica pura.
desarrollo. Sostener semejante t é s i s , es p r o b a r que no s e posee un espíritu d e ( 2 ) Algunos homeópatas han e n s a y a d o , en los casos en que un medicamento
observación bien riguroso. H e disuelto un grano d e anatron en media onza d e convenia á una p a r t e d e los síntomas y un segundo á otra p a r t e , dar los dos
agua mezclada con un p o c o d e a l c o h o l , y p o r espacio de media hora h e sacu- medicamentos á la vez ó casi á un mismo tiempo; pero prevengo seriamente que
dido sin interrupción, el frasco lleno en sus dos t e r c e r a s p a r t e s , y he encon- es menester guardarse d e este proceder, que nunca es necesario a u n q u e á vece«
trado que esta mezcla igualaba en energía á la trigésima dilución. parezca que podria ser útil.
d o , en fin, de q u e , a u n en el caso m a s f a v o r a b l e , aquel en
d e semejante medicamento d a ñ a r á mucho m a s que una dosis
q u e el remedio no estuviese e n t e r a m e n t e en a r m o n í a con el mal,
igual de sustancia medicinal a l o p á t i c a , es decir, sin relación
respecto á la semejanza de los s í n t o m a s , produciría al m e n o s
ninguna de conveniencia con la e n f e r m e d a d , p u e s entonces la
a l g ú n p r o v e c h o á la m a t e r i a m é d i c a , p u e s los n u e v o s síntomas
a g r a v a c i ó n homeopática (§. 1 5 7 . 1 6 0 ) , es decir, la e n f e r m e -
q u e en semejante caso escitaria, c o n f i r m a r í a los q u e había p r o -
d a d artificial, m u y a n á l o g a á la e n f e r m e d a d n a t u r a l que el
ducido anteriormente, en las experiencias h e c h a s en p e r s o n a s
remedio ha escitado en las p a r t e s m a s afectadas del o r g a n i s -
s a n a s , v e n t a j a de que se priva usando medícantos c o m p u e s -
m o , llega h a s t a el p u n t o de d a ñ a r , m i e n t r a s q u e , si h u b i e r e
tos^).
sido en justos limites, h u b i e r a curado con s u a v i d a d . El e n f e r -
2 7 5 . La apropiación de un medicamento á u n caso d a d o m o , á la v e r d a d , no s u f r e y a n a d a de enfermedad primitiva
de e n f e r m e d a d , no se f u n d a solamente en la elección p e r f e c t a - q u e ha sido destruida h o m e o p á t i c a m e n t e ; sino que p a d e c e m u -
mente homeopática, sino también en la precisión, ó m a s bien cho m a s de la enfermedad medicinal, que ha sido m a s f u e r t e
en la exigüidad de la dosis á q u e se d á . Si se a d m i n i s t r a u n a y d e j a debilidad qufie es su consecuencia.
dosis demasiado fuerte de 1111 r e m e d i o , a u n q u e sea p e r f e c t a -
m e n t e homeopático, p e r j u d i c a r á infaliblemente al enfermo, p o r 2 7 7 . Por la misma r a z ó n , y p o r q u e u n remedio dado á
m a s que la sustancia medicinal sea saludable por su n a t u r a l e - dosis b a s t a n t e débil se m u e s t r a de una eficacia tanto m a s m a -
z a ; p o r q u e la impresión que de ella resulta es m u y f u e r t e , y ravillosa, cuanto m a s homeopática se ha hecho la elección- un
tanto m a s vivamente s e n t i d a , cuanto q u e en v i r t u d de su c a - m e d i c a m e n t o , cuyos síntomas propios estén p e r f e c t a m e n t e en
rácter homeopático, el remedio obra precisamedte en las p a r - a r m o n í a con los de la e n f e r m e d a d , d e b e r á ser tanto m a s s a l u -
tes del organismo que m a s h a n sentido los efectos de u n a e n - d a b l e . c u a n t o m a s se a p r o x i m e su dosis á la exigüidad á q u e
fermedad natural. necesita r e d u c i r s e p a r a producir suavente la curación.
2 7 6 . P o r esta razón es por la que un m e d i c a m e n t o , a u n - 2 7 8 . T r á t a s e a h o r a de s a b e r cuál es el s r a d o de e x i g ü i -
que sea homeopático, p e r j u d i c a c o n s t a n t e m e n t e cuando se dá á d a d que conviene mejor p a r a d a r á la vez el c a r á c t e r de
m u y alta dosis, y es tanto m a s nocivo cuanto m a s f u e r t e es la exactitud y de suavidad á los benéficos efectos q u e se quiere
dosis. P e r o la misma elevación de la dosis ocasiona tanto m a s p r o d u c i r , es d e c i r , c u a n t o se d e b e disminuir la dosis del r e m e -
perjuicio al e n f e r m o , cuanto m a s homeopático es el remedio, y dio homeopático en un caso dado de e n f e r m e d a d p a r a o b t e n e r
m a s desarrollada su potencia dinámica (2); y una fuerte dosis la mejor curación posible de esta ú l t i m a . Fácilmente se c o n c i -
b e , que no es menester dirigirse á las c o n g e t u r a s teóricas p a -
r a obtener la solucion de este ploblema , p o r q u e por medio de
( 1 ) El médico que raciocina se contentará con dar al interior, el remedio
que habrá elegido tan homeopático como sea posible; dejará á los rutineros las ellas no p u e d e e s t a b l e c e r s e , con respecto á cada m e d i c a m e n t o
tisanas las aplicaciones de saquitos de y e r b a s , los fomentos con cocimientos ve-
getales, lavativas, fricciones con tal ó cual especie de ungüento. d e que habian elegido las primeras diluciones del medicamento, como vo mismo
( 2 ) Los elogios que algunos homeópatas, poco numerosos en verdad, han 10 bacía, con corta diferencia, hace veinte años, cuando todavía la experiencia
prodigado en estos últimos tiempos á las fuertes dosis, dependen por una parte, no me había .lustrado, y por otra, de que los medicamentos elegidos por ello*
no eraB perfectamente homeopáticos.
sfliratsiisAD k m¿iQ i m
IIIUOTECA UK1VERSITAI1A
"ALFONSO m ñ "
239 Xm ¿, Iá25 ESaTmfYJIfSKi
en particular, á qué dosis basta darlo p a r a producir el efecto nes deben cesar cuando la infalible experiencia ha pronunciado
homeopático y p r o c u r a r una curación tan p r o n t a como s u a v e . su fallo.
Todas las sutilezas imaginables, de n a d a sirven en este caso. 2 8 1 . Todos los enfermos t i e n e n , principalmente en lo r e -
Solo por medio de experimentaciones p u r a s y de observaciones lativo á su e n f e r m e d a d , u n a tendencia increíble á sentir la a c -
exactes se puede alcanzar este objeto. Sería u n a b s u r d o o b j e - ción de las potencias medicinales homeopáticas. No h a y un
t a r con las g r a n d e s dosis que emplea la práctica alopática v u l - h o m b r e , por robusto que s e a , q u e afectado de una e n f e r m e -
g a r , cuyos medicamentos no se dirigen á las mismas partes dad c r ó n i c a , ó de lo q u e se llama un mal l o c a l , no perciba
a f e c t a s , sino solo á las q u e no son atacadas por la e n f e r m e d a d . luego un cambio favorable en la parte e n f e r m a , despues de
Nada puede concluirse de esto contra la debilidad de las dosis,
que se divida una sustancia, cada una sin embargo contiene todavía una corta
cuya necesidad en los tratamientos homeopáticos demuestran porcion de e l l a , q u e , por consiguiente, la mas pequeña partícula que se pueda
las experiencias p u r a s . imaginar no deja de ser alguna c o s a , y n o se convierte en nada! ¡Que a p r e n -
dan los físicos que h a y inmensas potencias que no tienen peso como el calórico,
2 7 9 . Estas experiencias p u r a s establecen de un modo a b s o -
la luz. e t c . , y que por esto m i s m o , son infinitamente aun mas lijeras que el
luto, que cuando la enfermedad no depende manifiestamente de contenido medicinal d e las mas pequeñas dosis de la Homeopatía! Q u e pesen si
u n a alteración profunda de un ó r g a n o i m p o r t a n t e , a u n q u e sea p u e d e n , las palabras ofensivas q u e p r o d u c e n una fiebre biliosa, ó la noticia
de la misma clase de las crónicas y de las c o m p l i c a d a s , y aflictiva d e la m u e r t e d e un hijo ú n i c o , que hace perecer á una m a d r e cariñosa!
Qué t o q u e n , por espacio d e un cuarto d e hora solamente, un imán capaz d e
cuando se tiene cuidado de s e p a r a r de la enfermedad toda i n - sostener cien libras, y los dolores que experimentarán Ies demostrará que las
fluencia medicinal e s t r a ñ a , la dosis del remedio homeopático influencias imponderables pueden también producir sobre el hombre los efectos
j a m á s sería bastante débil para hacerle inferior en fuerza á la medicinales mas violentos! Q u e los que d e entre ellos sean de una complexión
enfermedad n a t u r a l , que puede extinguir y c u r a r esta última, débil, se hagan aplicar suavemete á la boca del estómago durante algunos mi-
nutos la estremidad del pulgar d e un magnetizador que ha fijado su voluntad, v
mientras conserve la energía necesaria p a r a p r o v o c a r , i n m e - las sensaciones desagradables que experimentarán, les harán arrepentirse bien
diatamente despues de h a b e r sido t o m a d a , síntomas s e m e j a n - pronto d e haber querido asignar límites á la actividad de la naturaleza.
tes á los suyos y un poco mas intenso. (§. 1 5 7 - 1 6 0 ) . El a l ó p a t a , que ensayando el método homeopático, no se atreva á administrar
dosis tan débiles y a t e n u a d a s , solo tiene que preguntarse ¿qué arriesga prescri-
2 8 0 . Esta proposicion sólidamente establecida por la e x - biéndolas? Si en ellas no hubiese nada mas de real que lo que tiene d e peso, si
periencia , sirve de regla p a r a a t e n u a r la dosis de todos los me- todo lo que hubiese debiera juzgarse igual á cero, una dosis que le parece no
dicamentos homeopáticos, sin escepcion, hasta un g r a d o tal, ser nada no podría tener otro resultado peligroso mas que el no producir ningún
q u e despues de h a b e r sido introducidos en el c u e r p o , no p r o - efecto, lo q u e al menos es mucho mas inocente que los resultados á que condu-
cen las fuertes dosis de medicamentos alopáticos. ¿Por qué quiere creer á su
duzcan m a s q u e una agravación casi insensible. Poco importa inexperiencia llena de preocupaciones, mas competente que una experiencia de mu-
entonces q u e la atenuación llegue hasta el punto de p a r e c e r ehos años que se apoya en hechos? P o r otra p a r t e , el medicamento homeopático,
imposible á los médicos v u l g a r e s , cuya imaginación solo se en cada división ó dilución, adquiere un nuevo grado de potencia por la agitación
que se le imprime, medio desconocido antes de mí, de desarrollar las virtudes
alimenta con ideas materiales y groseras ( 1 ) . Las declamacio-
inherentes á las sustancias medicinales, y que es tan enérgico, que en estos últimos
tiempos, la experiencia me ha obligado á reducir á dos el número de sacudidas,
(1) ¡Que aprendan los matemáticos que en cualquier número de p a r t e s en en lugar de diez que prescribia antes á cada dilución.
h a b e r lomado el remedio homeopático c o n v e n i e n t e , á la m a s m e n t ó , en las preparaciones homeopáticas. Ocho g o t a s de tin-
pequeña dosis p o s i b l e , que en u n a p a l a b r a no experimente, t u r a . tomadas de una v e z , no producen en el c u e r p o h u m a n o
por efecto de esta s u s t a n c i a , una impresión superior á la q u e un efecto c u a t r o veces m a y o r que u n a dosis de dos g o t a s , y
p r o d u c i r í a en un niño de veinte y cuatro h o r a s que estuviese solo lo p r o d u c e n doble con corta diferencia. Del mismo modo",
s a n o . ¡Cuán ridicula e s , p u e s la incredulidad p u r a m e n t e t e ó r i - u n a gota de la mezcla de una gota de tintura con diez gotas de
ca . que r e h u s a s u j e t a r s e á la evidencia de los hechos! u n líquido sin propiedades medicinales, no p r o d u c e u n efecto
2 8 2 . Por débil q u e sea la dosis de u n r e m e d i o , con tal q u e décuplo del de u n a gota diez veces m a s dilatada, sino solamen-
produzca la m a s lijera a g r a v a c i ó n h o m e o p á t i c a , con tal q u e te u n efecto a p e n a s d o b l e . La p r o g r e s i ó n continúa así, según la
pueda dar origen á síntomas semejantes á los de la e n f e r m e d a d misma ley , de m a n e r a que u n a gota de la dilución m a s dilata-
primitiva, pero un poco mas f u e r t e s , a t a c a con preferencia, d a , debe todavía p r o d u c i r , y produce en r e a l i d a d , u n efecto
y casi esclusivamente, las p a r t e s y a afectas del o r g a n i s m o q u e m u y considerable (1).
están fuertemente i r r i t a d a s y m u y dispuestas á recibir u n a i r r i - 2 8 5 . Se a t e n ú a t a m b i é n la fuerza del medicamento d i s m i -
tación semejante á la s u y a . De este modo s u s t i t u y e á la e n f e r - n u y e n d o el v o l ú m e n de la d o s i s , es d e c i r , q u e c u a n d o en vez
m e d a d n a t u r a l otra e n f e r m e d a d artificial, q u e se la p a r e c e m u - de h a c e r t o m a r u n a gota entera de una dilución c u a l q u i e r a , se
cho y q u e solamente es un poco m a s f u e r t e . El organismo v i - d á u n a pequeñísima fracción de esta gota (2), se consigue p e r -
viente no sufre y a m a s que de esta última a f e c c i ó n , q u e , s e - (1) Supongamos que una gota de una mezcla que contiene un décimo de
g ú n su naturaleza y la exigüidad de la dosis por la cual ha grano de sustancia medicinal, produce un e f e c t o = a ; una gota de otra mezcla,
sido p r o d u c i d a , cede luego á los esfuerzos q u e hace la f u e r z a que contenga solamente un centésimo de grano de esta misma sustancia, solo
producirá poco mas ó menos un e f e c t o , = 3 | 2 ; si contiene un diez milésimo de
vital p a r a restablecer el o r d e n n o r m a l , y deja a s í , c u a n d o la
grano del medicamento, el efecto s e r á = 3 [ 4 ; si contiene un diez millonésimo, el
afección era a g u d a , el c u e r p o exento de s u f r i m i e n t o s , es decir, efecto sera 3|8, y así sucesivamente en igual volúmen de dosis. E l efecto del r e -
sano. medio sobre el cuerpo humano, solo se debilita la mitad con corta diferencia, ca-
da vez que su cantidad disminuye las nueve décimas partes de lo que era antes. Yo
2 8 3 . P a r a p r o c e d e r de un modo conforme á la n a t u r a l e z a , he visto muchas veces á una gota de tintura de la nuez vómica, al decillonésimo
un v e r d a d e r o médico, no administra el r e m e d i o homeopático grado de dilución, producir exactamente la mitad del efecto, que otra al quin-
sino á la dosis e x a c t a m e n t e necesaria p a r a e s c e d e r y extinguir tillonésimo grado, cuando las administraba una y otra á una misma persona y en
ia e n f e r m e d a d p r e s e n t e , de m a n e r a , q u e , si por uno de estos las mismas circunstancias.

e r r o r e s p e r d o n a b l e s á la debilidad h u m a n a , se hubiese elegido (2) Lo mejor que para esto puede hacerse, es emplear pequeños glóbulos ó
confites de azúcar del tamaño de un grano de la semilla d e adormidera. Uno de
un medicamento inapropiado , el daño q u e de ello resultaría se- estos glóbulos, impregnado del medicamonto é introducido en el vehículo, forma
ría tan lijero, que p a r a r e p a r a r l e sería suficiente la e n e r g í a una dosis que contiene cerca de la trescentésima parte de una g o t a ; porque tres-
de la f u e r z a vital y la administración de o t r o remedio m a s h o - cientos glóbulos de este tamaño se empapan lo suficiente cou una gota de a l -
cohol. Poniendo en la lengua uno de estos glóbulos, sin beber nada despues, se
meopático , dado t a m b i é n á la m a s pequeña dosis posible.
disminuye considerablemente la dosis. Pero si, siendo mas sensible el enfermo,
2 8 4 . El efecto de l a s dosis tampoco se debilita en la m i s - hay necesidad de emplear la dosis mas débil posible, y obtener no obstante el
ma proporcion que disminuye la cantidad material del m e d i c a - mas pronto resultado, se sirve tan solo de una simple y única inspiración.
31
c o n t e n g a n una cantidad de medicamento proporcioualmente
rectamente el objeto que se p r o p o n e , que es h a c e r su efecto
igual á la q u e exista en todas las d e m á s . E n efecto, la mezcla
menos pronunciado. La razón de eslo es fácil de c o n c e b i r : h a -
tiene u n a potencia medicinal m u c h o m a y o r en el s e g u n d o caso
biendo disminuido el v o l u m e n de la d o s i s , se sigue q u e d e b e
q u e en el p r i m e r o . De aquí p u e d e n deducirse las r e g l a s que se
ponerse en contacto con m e n o s n e r v i o s , y q u e aquellos quienes
deben seguir en la administración de las dosis, cuando sea ne-
ella se pone en contacto , c o m u n i c a n i g u a l m e n t e la v i r t u d del
cesario debilitar todo lo posible el efecto de los r e m e d i o s , p a r a
remedio al o r g a n i s m o e n t e r o , p e r o en g r a d o m u c h o m a s
q u e p u e d a n soportarlos los e n f e r m o s mas sensibles. (1).
débil. , . . 2 8 8 . La acción de los medicamentos líquidos s o b r e el hom-
••86 P o r la misma r a z ó n , el efecto de u n a dosis h o m e o p á - b r e es t a n p e n e t r a n t e , se p r o p a g a con tanta rapidez y de un
tica se a u m e n t a en proporcion de la m a s a del liquido en que modo t a n g e n e r a l , desde el punto irritable y sensible que ha
se disuelve p a r a h a c e r l a t o m a r al e n f e r m o , a u n q u e la cantidad recibido p r i m e r o la impresión de la sustancia medicinal, á t o -
de la sustancia medicinal sea la m i s m a ; y e n t o n c e s , encontrán- d a s las d e m á s p a r t e s del c u e r p o , que casi se ve uno incli-
dose el medicamento en contacto con u n a superficie m a s . e s t e n - nado á d a r l e el n o m b r e de un efecto e s p i r i t u a l , dinámico ó
sa el n ú m e r o de n e r v i o s que sienten su efecto es m u c h o m a s virtual.
considerable. A u n q u e p r e t é n d a n l o s t e ó r i c o s , q u e la acción del
2 8 9 . T o d a s las p a r t e s de nuestro c u e r p o , que poseen el
medicamento se debilita dilatándole en u n l i q u i d o , la e x p e r i e n -
sentido del tacto, son igualmente susceptibles de recibir la i m -
cia p r u e b a p r e c i s a m e n t e lo c o n t r a r i o , al m e n o s en lo relativo a
presión de los medicamentos, y de p r o p a g a r l a á las otras p a r -
los medios homeopáticos (1).
tes ( 2 ) . ; .
287 Débese sin e m b a r g o o b s e r v a r q u e h a y una g r a n d e
2 9 0 . Despues del e s t ó m a g o , la l e n g u a y la boca son las
d i f e r e n c i a e n t r e m e z c l a r i m p e r f e c t a m e n t e la sustancia medici- , ,11 -v , , I i'ii i' •"• • '
nal con cierta cantidad de líquido , y h a c e r esta mezcla d e una
activa. Será bueno t a m b i é n , al triturar los p o l v o s , no insistir mucho en la tritu-
m a n e r a tan íntima ( 2 ) , que las m e n o r e s fracciones del liquido ración en el mortero; asi, cuando sea necesario mezclar un grano del medica-
mento con los primeros cien granos de azúcar de leche, solo se triturará con
(1) El vino y el alcohol, los mas simples de todos los escitantes, son los solos
fuerza durante una hora,/espacio de tiempo del que tampoco se debe pasar en las
cuyo efecto estimulante y embriagante, disminuye cuando se cblatan en mucha
atenuacionek siguientes,.para que el desarrollo de la fuerza del remedio no esce-
a S da de sus límites.
S Cuando digo íntma, quiero decir, que sacudiendo una vez la gota de H-
J d medicinal c ¿ cien gotas de alcohol, es d e c i r , qne tomando en la (1) Cuanto mas altas se hacen las diluciones, teniendo cuidado de comuni-
rasco que contiene el t o d o , y sacudiéndolo fuertemente sm mover mas que u car á cada uno dos sacudidas, tanto mas rápida y penetrante parece que se hace
vez el brazo de arriba á abajo con fuerza, obtendré ya su mezcla exacta, pero la acción medicinal, que la preparación ejerce sobre la fuerza vital y el estado
que d o s , tres ó diez movimientos semejantes, harán la mezcla mas toa toda- del sugeto. P o r este medio la fuerza disminuye muy p o c o , aunque se aumente
vía es decir, desarrollará mas la virtud medicinal, desplegaran en cierto modo demasiado la dilución, y en lugar de detenerse, como de ordinario sucede, en
la potencia del medicamento, y harán mucho mas penetrante su a c c o n sobre los la x, que casi siempre es bastante, se llegue á l a xx, L, c ó mas; solo la dura-
nervios. Así pues, cuando se procede á la dilución de las s u s t a n c a s me,bc,nale ción d é l a acción es la que en este caso parece disminuirse.
« muv prudente no dar mas qne dos sacudidas á cada uno de los veinte o rem (2) La falta del sentido del olfato no impide que los medicamentos que hue-
frascos sucesivos, cuando solo se quiere desarrollar moderadamente la potencia le el enfermo ejerzan completamente sobre él su acción medicinal y curativa.
c o n t e n g a n una cantidad de medicamento proporcioualmente
rectamente el objeto que se p r o p o n e , que es h a c e r su efecto
igual á la q u e exista en todas las d e m á s . E n efecto, la mezcla
menos pronunciado. La r a z ó n de esto es fácil de c o n c e b i r : h a -
tiene u n a potencia medicinal m u c h o m a y o r en el s e g u n d o caso
biendo disminuido el v o l u m e n de la d o s i s , se sigue q u e d e b e
q u e en el p r i m e r o . De aquí p u e d e n deducirse las r e g l a s que se
ponerse en contacto con m e n o s n e r v i o s , y que aquellos quienes
deben seguir en la administración de las dosis, cuando sea ne-
ella se pone en contacto , c o m u n i c a n i g u a l m e n t e la v i r t u d del
cesario debilitar todo lo posible el efecto de los r e m e d i o s , p a r a
remedio al o r g a n i s m o e n t e r o , p e r o en g r a d o m u c h o m a s
q u e p u e d a n soportarlos los e n f e r m o s mas sensibles. (1).
débil. , . . 2 8 8 . La acción de los medicamentos líquidos s o b r e el hom-
••86 P o r la misma r a z ó n , el efecto de u n a dosis h o m e o p á - b r e es t a n p e n e t r a n t e , se p r o p a g a con tanta rapidez y de un
tica se a u m e n t a en proporcion de la m a s a del liquido en que modo t a n g e n e r a l , desde el punto irritable y sensible que ha
se disuelve p a r a h a c e r l a t o m a r al e n f e r m o , a u n q u e la cantidad recibido p r i m e r o la impresión de la sustancia medicinal, á t o -
de la sustancia medicinal sea la m i s m a ; y e n t o n c e s , encontrán- d a s las d e m á s p a r t e s del c u e r p o , que casi se ve uno incli-
dose el medicamento en contacto con u n a superficie m a s e s t e n - nado á d a r l e el n o m b r e de un efecto e s p i r i t u a l , dinámico ó
sa el n ú m e r o de n e r v i o s que sienten su efecto es m u c h o m a s virtual.
considerable. A u n q u e p r e t é n d a n l o s t e ó r i c o s , q u e la acción del
2 8 9 . T o d a s las p a r t e s de nuestro c u e r p o , que poseen el
medicamento se debilita dilatándole en u n l i q u i d o , la e x p e r i e n -
sentido del tacto, son igualmente susceptibles de recibir la i m -
cia p r u e b a p r e c i s a m e n t e lo c o n t r a r i o , al m e n o s en lo relativo a
presión de los medicamentos, y de p r o p a g a r l a á las otras p a r -
los medios homeopáticos (1).
tes ( 2 ) . ; .
287 Débese sin e m b a r g o o b s e r v a r q u e h a y una g r a n d e
2 9 0 . Despues del e s t ó m a g o , la l e n g u a y la boca son las
d i f e r e n c i a e n t r e m e z c l a r i m p e r f e c t a m e n t e la sustancia medici- , ,11 -v , , I i'ii i' • '
nal con cierta cantidad de líquido , y h a c e r esta mezcla d e una
activa. Será bueno t a m b i é n , al triturar los p o l v o s , no insistir mucho en la tritu-
m a n e r a tan íntima ( 2 ) , que las m e n o r e s fracciones del liquido ración en el mortero; así, cuando sea necesario mezclar un grano del medica-
mento con los primeros cien granos de azúcar de leche, solo se triturará con
(1) El vino y el alcohol, los mas simples de todos los escitantes, son los solos
fuerza durante una hora,/espacio de tiempo del que tampoco se debe pasar en las
cuyo efecto estimulante y embriagante, disminuye cuando se dilatan en mucha
atenuacionek siguientes,,para que el desarrollo de la fuerza del remedio no esce-
a S da de sus límites.
S Cuando digo íntma, quiero decir, que sacudiendo una vez la gota de lí-
(1) Cuanto mas altas se hacen las diluciones, teniendo cuidado de comuni-
qu d medicinal c ¿ cien gotas de alcohol, es d e c i r , que tomando en la mano e
car á cada uno dos sacudidas, tanto mas rápida y penetrante parece que se hace
rasco que contiene el t o d o , y sacudiéndolo fuertemente sm mover mas que u
la acción medicinal, que la preparación ejerce sobre la fuerza vital y el estado
vez el brazo de arriba á abajo con fuerza, obtendré ya su mezcla exacta, pero
del sugeto. P o r este medio la fuerza disminuye muy p o c o , aunque se aumente
que d o s , tres ó diez movimientos semejantes, harán la mezcla mas toa toda-
demasiado la dilución, y en lugar de detenerse, como de ordinario sucede, en
vía es decir, desarrollará mas la virtud medicinal, desplegaran en cierto modo
la x, que casi siempre es bastante, se llegue á l a xx, L, C Ó mas; solo la dura-
la potencia del medicamento, y harán mucho mas penetrante su a c c o n sobre los
ción d é l a acción es la que en este caso parece disminuirse.
nervios. Así pues, cuando se procede á la dilución de las s u s t a n c a s me,bc,nale
(2) La falta del sentido del olfato no impide que los medicamentos que hue-
« muv prudente no dar mas que dos sacudidas á cada uno de l o a n t e o rem
le el enfermo ejerzan completamente sobre él su acción medicinal y curativa.
frascos sucesivos, cuando solo se quiere desarrollar moderadamente la potencia
p a r t e s del cuerpo m a s susceptibles de recibir las influencias me- n o m b r e de su a u t o r , de c u y a r e a l i d a d solo p u e d e n d u d a r los
dicinales. Sin e m b a r g o , el interior de la n a r i z , el recto, los insensatos, y q u e la v o l u n t a d firme de un h o m b r e de voluntad
ó r g a n o s genitales y todas las p a r t e s d o t a d a s de u n a g r a n sen- decidida h a c e afluir en el c u e r p o de u n e n f e r m o , por medio de
sibilidad , tienen casi la m i s m a aptitud p a r a sentir la acción de tactos, o b r a de u n a m a n e r a h o m e o p á t i c a , escitando s í n t o m a s
los medicamentos. I g u a l motivo hace que estos últimos se i n - semejantes á los de la enfermedad-, objeto que se consigue á
t r o d u z c a n en el c u e r p o por la superficie de las h e r i d a s y de las beneficio de un solo p a s e ejecutado con v o l u n t a d firme, y p a -
ú l c e r a s , casi con tanta facilidad como por la b o c a ó l a s vias sando l e n t a m e n t e la p a l m a de las m a n o s s o b r e el c u e r p o , d e s -
aéreas. de el vértice de la cabeza hasta la p u n t a de los pies (1). De
2 9 1 . A u n los ó r g a n o s que h a n perdido el sentido á q u e es- este modo el m e s m e r i s m o conviene, por e j e m p l o , en las h e -
pecialmente e s t a b a n d e s t i n a d o s , p o r ejemplo , la l e n g u a y el m o r r a g i a s u t e r i n a s , a u n en su último p e r i o d o , c u a n d o están
p a l a d a r p r i v a d o s del g u s t o ; la nariz p r i v a d a del olfato-, c o m u - p r ó x i m a s á c a u s a r la m u e r t e . O b r a t a m b i é n repartiendo la
nican á todas las d e m á s p a r t e s del c u e r p o el efecto de los r e - f u e r z a vital con uniformidad en el o r g a n i s m o , c u a n d o se e n -
medios q u e solo o b r a n inmediatamente s o b r e ellos de u n m o d o c u e n t r a en esceso en u n p u n t o y falta en o t r o , como c u a n d o la
t a n perfecto como si poseyesen su propia f a c u l t a d . s a n g r e se a c u m u l a en la c a b e z a , c u a n d o u n a persona debilita-
2 9 2 . La superficie del c u e r p o , a u n q u e cubierta de piel y da e x p e r i m e n t a u n insomnio a c o m p a ñ a d o de agitación y de
de e p i d e r m i s , no es tampoco inútil p a r a recibir la acción de m a l e s t a r . e t c . E n este caso se p r a c t i c a u n solo pase semejante
los m e d i c a m e n t o s , s o b r e todo si son l í q u i d o s . Sin e m b a r g o , al p r e c e d e n t e , p e r o un poco m a s f u e r t e . E n fin, o b r a c o m u -
las p a r t e s m a s sensibles de esta cubierta son t a m b i é n las que nicando i n m e d i a t a m e n t e fuerza vital á u n a p a r t e debilitada ó á
la sienten con m a s facilidad (1). todo el o r g a n i s m o , efecto que n i n g ú n otro medio p r o d u c e de
2 9 3 . T a m b i é n creo necesario h a b l a r aquí del m a g n e t i s m o u n a m a n e r a t a n cierta y menos espuesta á t u r b a r el resto del
a n i m a l , cuya n a t u r a l e z a tanto difiere de los otros r e m e d i o s . tratamiento médico. Esta tercera indicación se c u m p l e h a c i e n -
Esta f u e r z a c u r a t i v a , que debería l l a m a r s e mesmerismo por el do una*voluntad fija y bien p r o n u n c i a d a , y aplicando las m a -

(1) Parece que la frotación únicamente favorece la acción de los medicamen- (1) E s muy f r e c u e n t e , que los médicos incompletamente homeópatas, crean
tos, porque hace la piel mas sensible y la fibra viviente mas a p t a , no solo para parecer mas sabios, prescribiendo á los enfermos atacados de afecciones graves
sentir en cierto modo la virtud medicinal, sino también para comunicar á lo res- dosis muy aproximadas de medicamentos diferentes, por otra parte elegidos h o -
tante del organismo esta sensación modificadora del estado general, en que aquel meopaticamente, y empleados á altos grados de dilución. De este modo los po-
se encuentra. Cuando se empieza por frotar la parte interna de los muslos, basta nen en un estado tal de sobreescitacion, que la vida y la muerte se contrabalan-
despues aplicar simplemente en ella la pomada mercurial para producir el mismo cean , y basta despues la mas pequeña dosis de cualquier medicamento para acar-
resultado medicinal que si se hubiera frotado directamente con el ungüento. rear una muerte inevitable. En semejante caso, solo un lijero pase magnético,
A.un se ignora todavía si esta última operacion , tiene ó no por resultado, ya el o la aplicación poco prolongada de la mano de un hombre bien intencionado en
hacer penetrar el metal en el cuerpo , ya el que lo absorvan los vasos linfáticos. Ja parte que sufre mas especialmente, basta para restablecer la armonía en la
Sin embargo, la Homeopatía no necesita, para curar, recurrir al uso de ningún distribución de la fuerza v i t a l , y producir de este modo descanso, sueño y
medicamento en fricciones. curación.
* » * * «*¡ftRSn>AB & RBEW IESB
Pg ; • 8SIII0TECA UStVEISITA&sA
; , ¿ * * " a r e a s o mér'
Me. 1625 tsBTEL,At, B&Xt
nos ó las p u n t a s d e los dedos s o b r e la p a r t e debilitada, en la m e r e c e el d e m e s m e r i s m o negativo, p o r q u e p r o d u c e el efecto
que la enfermedad crónica h a fijado su síntoma local principal, inverso. A este refieren los pases q u e s e usan p a r a h a c e r salir
como p o r ejemplo, en l a s ú l c e r a s a n t i g u a s , l a gota s e r e n a , la á u n a persona del estado d e s o m n a m b u l i s m o , y todas l a s
parálisis d e u n m i e m b r o , e t c . ( 1 ) . Aquí se colocan ciertas c u - operaciones m a n u a l e s d e que se c o m p o n e n los actos d e calmar
raciones hechas en todos tiempos p o r los m a g n e t i z a d o r e s d o - y d e ventilar. E l modo m a s s e g u r o y m a s sencillo d e d e s c a r -
tados d e una g r a n d e f u e r z a d e v o l u n t a d . Pero el resultado m a s g a r , p o r el mesmerismo n e g a t i v o , la f u e r z a vital a c u m u l a d a
brillante d e la comunicación del magnetismo á toda la o r - en esceso e n u n a p a r t e del cuerpo del sugeto q u e h a sido d e b i -
ganización, e s el h a b e r vuelto á l a vida p o r la sola v o l u n - l i t a d o , consiste e n m o v e r r á p i d a m e n t e l a m a n o d e r e c h a e s t e n -
t a d firme y decidida d e u n h o m b r e lleno d e vigor y salud (2), dida á u n a p u l g a d a d e distancia del c u e r p o , desde el vértice d e
á personas sumidas p o r m u c h o tiempo en u n estado d e m u e r - la cabeza hasta la estremidad d é l o s piés ( 1 ) . C u a n t o m a s r á -
te a p a r e n t e , d e cuya especie d e resurrección la historia r e - pido es este p a s e , tanto m a s f u e r t e e s l a d e s c a r g a q u e p r o d u -
fiere m u c h o s ejemplos incontestables. ce. P u e d e , p o r e j e m p l o , cuando una m u j e r , antes sana (2), h a
2 9 4 . Todos estos métodos d e practicar el m e s m e r i s m o , s e caido e n u n estado d e m u e r t e a p a r e n t e , p o r l a supresión de l a s
f u n d a n e n el aflujo d e u n a m a y o r ó menor cantidad d e f u e r z a r e g l a s debida á u n a conmocion v i o l e n t a , volverla á l a vida,
vital en el cuerpo del e n f e r m o . P o r esta razón h a recibido el quitándola l a f u e r z a v i t a l , p r o b a b l e m e n t e a c u m u l a d a en la r e -
n o m b r e d e mesmerismo positivo ( 3 ) . Pero existe o t r o , q u e gión p r e c o r d i a l , y restableciendo el equilibrio e n todo el o r -
'Tt g a n i s m o (3). Del mismo modo u n lijero p a s e negativo, m e n o s
»'

(1) Aunque la operacion de acumular locamente la fuerza vital, o p e r a d o 11


que es menester reiterar de cuando en c u a n d o , no pueda procurar una curación duce en sugetos cuyos nervios son débiles, este enorme trastorno de toda la eco-
duradera cuando la afección local, siendo antigua, depende, como siempre sucede, nomía humana que se llama somnambulismo, estado en que el h o m b r e , sustraído
de un miasma interno general,'sin e m b a r g o , esta corroboracion positiva, esta sa- al mundo de los sentidos, parece pertenecer mas al d e los espíritus; estado con-
turación inmediata de fuerza vital que no es tan paliativa, como el,¿cerner y el trario á la naturaleza, y estremadamente p e l i g r o s o , por medio del cual mas d e
beber, lo es respecto del hambre y la sed , no deja de ser de alguji a ú x i l ^ en el una vez se ha tenido la pretensión d e querer q u e se curen las enfermedades
tratamiento real de la afección entera por los medicamentos homeopáticos. crónicas.
(2) Principalmente d e uno de estos hombres, de los que hay pocos por des- (1) E s una regla muy admitida, que la persona que se quiese magnetizar po-
gracia , que con una constitución robusta y una grande bondad de alma, tienen sitiva ó negativamente, no debe llevar seda en ninguna parte de su cuerpo.
poca propensión á los placeres del amor, y aun pueden, sin mucha dificultad, (2) Por consiguiente, un pase negativo , sobre todo muy r á p i d o , sería muy
imponer silencio á sus deseos, en los q u e , por consiguiente, todos los espíritus perjudicial á una persona atacada de debilidad crónica y e n l a q u e la vida tuvie-
vitales , empleados en los demás á la secreción del esperma, están dispuestos á ra poca energía.
comunicarse á los demás hombres p o r efecto del tacto acompañado de una v o - (3) Un niño aldeano, d e edad de diez a ñ o s , fué magnetizado á causa de una
luntad firme. Algunos d e los magnetizadores dotados del poder d e c u r a r , que he ligera incomodidad por una m u j e r , que practicó sobre él muchos y muy fuertes
tenido ocasion de c o n o c e r , se hallaban en este caso. pases con la estremidad de los dos pulgares, en la región precordial por debajo
(3) Tratando aquí de la virtud curativa , cierta y decidida del mesmerismo las costillas; al momento cayó el niño pálido y como u n cadáver, en un estado tal
positivo, no hablo del abuso q u e tan comunmente se h a c e , cuando repitiendo de inmovilidad é insensibilidad, que fueron inútiles todos los medios que se em-
estos pases por espacio de medias horas, d e horas enteras y aun de dias, se pro - plearon para volverle la vida, y se creyó que había muerto. Mandé á su hermano
1' h
Jhj, •1 H u / u -
:
¿fe,
/—-
-7
, ì h
i
ñ&Á

^>2 t i
m * - • ' - ; * |

u
•\0, »
fflJíhm-w^
/ 7 'in- i
v
i

• u n
y
\ f ' '
A. fm J
rápido, calma la a g i t a c i ó n , c o m u n m e n t e m u y g r a n d e , y el i n -
, ¡ í\Í'
somnio molesto que resulta de un pase positivo m u y f u e r t e rJjA/w&CM
practicado en u n s u g e t o m u v i r r i t a b l e , etc.

primogénito que le hiciese un pase negativo tan rápido como le fuera posible, desde
el vértice de la cabeza hasta la punta d e los p i e s ; y al momento volvió en sí sano
y ágil, como si nada le hubiera sucedido. w ^ r r
f
( K af
_ ' i-¿a 7 -
^VlíVvtM.^^
a ^ j ¿¡ÍÍA'VO
I
v j <f~ "
1 1 (Si-PQ
FIN DEL ORGANON. T Í i & w
• * /' 1 »'
' (j-P&^-v^1 1/1 cvr. UWlM \ ;.

Á c t M A í )/ ¿ V (Ar^ j 'M f , —,
. \ y
s •• f/ / iLí v/ t v•v .
». Ú / )

u j I.
L.&VVV j^W •
, Aé'.BLlOTEGA
8
M . f V ' t íV: -4--.í»
V fe; C/yTíL-'lW

/jam » - ¿ / ' /vHWflhÍA iHAìÒ- : j


"1/ O í €AA;
í
Ov ' . ^ i •;¿) ' /'
1/ (jL.tjiA> 1
• j /
H ; í;< € v íí-

- .
o :>-

Potrebbero piacerti anche