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FMC – Protocolos

Pautas de actuación
diagnóstico-terapéuticas
en urgencias pediátricas en
atención primaria (parte I)

1. Reanimación Vía aérea (tablas 1 y 2)


cardiopulmonar
avanzada La apertura se realizará inicialmente mediante la
en pediatría maniobra frente-mentón (una mano abierta sobre la
frente, mientras las puntas de los dedos de la otra
mano se colocan debajo del mentón y lo elevan); en
cambio, en los pacientes traumatizados se optará
La parada cardiorrespiratoria es la interrupción brus- por la tracción mandibular. La cánula orofaríngea
ca, inesperada, y potencialmente reversible de la evita la caída de la lengua, lo que permite abando-
respiración y la actividad mecánica del corazón. Sin nar la tracción, pero nunca debe emplearse en pa-
embargo, en los niños ésta no siempre se presenta cientes conscientes o agitados (aumentaría el riesgo
de forma súbita e inesperada, sino que, con frecuen- de vómito y broncoaspiración). Se empleará el tipo
cia, es el resultado de un deterioro progresivo de la adecuado a la edad del niño (tabla 1). En los lactan-
función respiratoria y/o circulatoria. Así, según los tes se introduce directamente con la convexidad ha-
signos clínicos encontrados en la evaluación urgen- cia arriba para evitar dañar el paladar blando; en los
te, podemos clasificar a los pacientes en diferentes niños se realiza igual que en los adultos (convexidad
estadios, desde estables hasta parada cardiorrespi- hacia abajo). A continuación se aspiran las secrecio-
ratoria (fig. 1). nes de boca, nariz, faringe y tráquea con una pre-
La reanimación cardiopulmonar es el conjunto de sión de 80-120 mmHg.
técnicas y maniobras cuyo objetivo es restaurar Para la intubación se debe alinear al paciente con la
definitivamente la circulación y la respiración es- cabeza en una extensión moderada, menor cuanto
pontáneas, minimizando la lesión cerebral anóxi- más pequeño sea el niño. En menores de 2 años no
ca en el paciente que ha presentado una parada es necesaria la extensión del cuello, ya que la larin-
cardiorrespiratoria. Los resultados mejoran mu- ge se sitúa en una posición más anterior que en los
cho cuando la reanimación básica se inicia pre- adultos. Debemos recordar que el masaje cardíaco
cozmente y las maniobras avanzadas antes de no debe interrumpirse durante más de 30 s. Se intro-
los 8 min (fig. 2). ducirá el tubo endotraqueal con la mano derecha

Tabla 1. Optimización de la vía aérea

Edad Recién nacidos- 6 meses- 1-2 años 2-5 años 5-8 años > 8 años
6 meses 1 año

Cánula orofaríngea 0 1 2 3 4 4-5


Mascarilla facial Redonda Triangular Triangular Triangular Triangular Triangular
o redonda
Bolsa autoinflable 500 ml 500 ml 500 ml 1.600-2.000 ml 1.600-2.000 ml 1.600-2.000 ml
Tubo endotraqueal 3,5-4 4 4-4,5 4 + edad / 4 4 + edad/4 4 + edad / 4
N.º en comisura 10-12 12 13-14 14-16 16-18 18-22
Sonda aspiración 6-8 8-10 8-10 10-12 12-14 12-14


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Dificultad repiratoria Shok compensado


1. Taquipnea moderada 1. Taquipnea moderada
2. Ventilación disminuida o anormal 2. Ligera alteración de la perfusión cutánea
3. Aumento del trabajo respiratorio (tiraje 3. Relleno capilar normal
subintercostal, supraclavicular, aleteo nasal) 4. Presión arterial normal
4. Color de piel normal o cianosis ligera 5. Consciente u obnubilado
5. Consciente u obnubilado

Fracaso respiratorio Shok descompensado


1. Taquipnea intensa o bradipnea 1. Taquicardia intensa o bradicardia
2. Ruidos disminuidos o anormales 2. Mala perfusión cutánea
3. Excesivo trabajo respiratorio 3. Relleno capilar alargado
4. Piel pálida, cianótica o moteada 4. Hipotensión
5. Estuporoso o en coma 5. Estuporoso o en coma

Insuficiencia cardiorrespiratoria
1. Taquipnea > 60 rpm o bradipnea
2. Hipoventilación
3. Taquicardia > 60-180 o bradicardia
4. Pulsos centrales disminuidos o ausentes
5. Coma o convulsiones

Parada cardiorrespiratoria

Figura 1. Reconocimiento de signos previos a la parada cardiorrespiratoria en pediatría.

de aire sea igual en ambos hemitórax. Una vez con-


Tabla 2. Mascarilla laríngea firmada la posición correcta, es importante marcar el
Peso (kg) Tamaño Volumen máximo tubo en los incisivos anteriores y fijarlo a la comisura
(cm) de hinchado (ml) bucal para evitar su desplazamiento.
La mascarilla laríngea puede ser una alternativa
< 5 1 4 aceptable en casos de intubación difícil (traumatis-
5-10 1,5 7 mos o quemaduras faciales, anomalías anatómi-
10-20 2 10
cas, reanimador inexperto), aunque no proporciona
20-30 2,5 15
30-70 3 20 un aislamiento completo de la vía aérea (riesgo de
> 70 4 30 aspiración pulmonar si se produce un vómito). Se
> 90 5 40 debe elegir el tamaño adecuado, comprobar el
manguito (hinchar y deshinchar) y lubricar su parte
posterior para introducir la mascarilla con la apertu-
ra orientada hacia delante; se usa el dedo índice
por la comisura labial ipsilateral hasta la desapari- como guía hasta notar una resistencia (esfínter
ción de la marca negra (o balón, si el tubo lo tiene) a esofágico superior), y después se hincha el man-
través de las cuerdas vocales. Si se sospecha una guito para sellar la hipofaringe. Hay que comprobar
intubación en el bronquio principal derecho (auscul- que la línea negra que tiene el tubo en su parte
tación y movimientos torácicos asimétricos), se reti- posterior coincide con la mitad del paladar (masca-
rará el tubo de 0,5 en 0,5 cm hasta que la entrada rilla centrada).


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Comprobar inconsciencia ¿Responde? Sí: observar

Pedir ayuda

Apertura vía aérea


Maniobra frente-mentón
Tracción o elevación mandibular

Comprobar respiración (ver, oír, sentir) ¿Respira?: Sí: posición lateral de seguridad

Ventilar:
Recolocar vía aérea y dar máximo de 5 insuflaciones
5 insuflaciones de rescate (al menos 2 eficaces)

Valorar signos vitales: ¿Tiene pulso? Sí:


tos, movimientos respiratorios y pulsos seguir ventilando 15-20 insuflaciones/minuto
(máximo 10 s)

Masaje cardíaco: Cada 2 minutos:


30 masajes/2 insuflaciones abrir vía aérea y comprobar signos vitales

Activar sistema de emergencias

Figura 2. Secuencia de reanimación cardiopulmonar básica en pediatría.

La cricotiroidotomía se empleará únicamente si re- aunque si el paciente está intubado no será necesa-
sulta imposible intubar y ventilar al paciente (cuer- ria la sincronización.
po extraño, traumatismo facial). Si se trata de un
lactante, se usará un angiocatéter de calibre 14
(adaptable a la conexión de un tubo endotraqueal Acceso vascular
del número 3,5).

Si no se canaliza rápidamente una vía venosa pe-


Masaje cardíaco riférica (como mucho tras tres intentos, o transcu-
rridos 90 s) se intentará una vía intraósea (en la
extremidad proximal de la tibia en menores de
Se deben realizar 100 compresiones por minuto con 8 años y en el maléolo tibial interno en niños ma-
una o dos manos en el tercio inferior del esternón (a yores). Si ésta tampoco se consigue y el paciente
una profundidad igual a un tercio del tórax). En lac- está intubado, puede utilizarse el tubo endotra-
tantes se puede abrazar el tórax con las dos manos queal para administrar adrenalina (0,1 mg/kg),
y realizar el masaje con ambos pulgares. La relación atropina (0,03 mg/kg), lidocaína (2-3 mg/kg) o na-
compresiones/ventilación será de 30/2 (15/2 en el loxona (cuya dosis óptima por esta vía se desco-
caso de lactantes y con 2 reanimadores sanitarios), noce).


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1 Ventilación con 1 Vía venosa periférica en 90 s


mascarilla facial + bolsa

2 Intubación orotraqueal Sí
No

Sí No Líquidos y fármacos
en vía periférica 2 Intubación orotraqueal

Ventilación por Ventilación con


tubo endotraqueal mascarilla + bolsa
Fármacos en vía
endotraqueal Sí No

3 Mascarilla laríngea

3 Vía intraósea

Sí No

Líquidos y fármacos
en vía intraósea Sí No
Ventilación con Ventilación con
mascarilla laríngea mascarilla + bolsa

Vía venosa central 4 Vía venosa central


4 Plantear durante la RCP en la Percutánea
cricotiroidotomía fase de estabilización Ventotomía

Figura 3. Manejo de la vía aérea y canalización de accesos vasculares en reanimación cardiopulmonar pediátrica
avanzada.

Protocolos de actuación (figs. 3-6) Actitud diagnóstica


1. Valoración primaria (fig. 7)
En la mayor parte de los casos, la parada cardíaca
en los niños es de origen respiratorio. Los ritmos A. Vía aérea e inmovilización cervical. Es necesario
cardíacos que provocan la parada cardiorrespiratoria conseguir una vía aérea permeable valorando la posi-
se dividen en dos grupos: no desfibrilables (asistolia, bilidad de lesión de la columna cervical. Para ello hay
bradicardia grave y actividad eléctrica sin pulso) y que mantener la cabeza en posición neutra, inmovili-
desfibrilables (fibrilación ventricular y taquicardia zar el cuello (bimanual, collarín o tablero rígido), aspi-
ventricular sin pulso). rar secreciones, limpiar la cavidad orofaríngea y abrir
la vía aérea. La intubación está indicada en caso de
apnea, respiración ineficaz, bradicardia grave, Glas-
2. Atención inicial al gow < 9, gran inestabilidad hemodinámica o shock.
B. Ventilación y oxigenación. Una vez abierta la vía
politraumatizado pediátrico aérea hay que comprobar que la función respiratoria
es adecuada. El oxígeno debe administrarse a todo
niño politraumatizado hasta confirmar que no lo nece-
Un paciente politraumatizado es el que presenta 2 sita. La ventilación debe ser correcta, amplia y simé-
o más lesiones traumáticas graves, de las cuales trica; si está afectada, hay que descartar la presencia
al menos una puede poner en peligro su vida. de neumotórax, hemotórax o fracturas costales.

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Atragantamiento

Tos o respiración ineficaces Consciente y respirando

Inspección cavidad oral Animar a toser con fuerza

Cuerpo extraño visible Cuerpo extraño no visible

Extracción cuerpo extraño


5 golpes en espalda Lactantes
5 compresiones torácicas Niños

5 maniobras de Heimlich

Inspección cavidad oral

Cuerpo extraño visible y accesible Cuerpo extraño no visible

Extracción cuerpo extraño Apertura de vía aérea

No respira Respira espontáneamente

Sigue vía aérea obstruida Ventilación (5 de rescate) Posición lateral de seguridad

Vía aérea permeable

Maniobras reanimación
cardiopulmonar (RCP)

Figura 4. Algoritmo de actuación en la obstrucción de la vía respiratoria.

C. Control hemodinámico. Es importante conseguir 2. Valoración secundaria (fig. 7)


una adecuada perfusión tisular lo antes posible. Se
precisa una valoración hemodinámica rápida (pulso, A. Optimizar las medidas ya tomadas.
frecuencia cardíaca, presión arterial, relleno capilar, B. Anamnesis amplia: alergias, medicamentos, en-
color de la piel y nivel de conciencia), un control de fermedad previa, ambiente y eventos relacionados
las hemorragias, estimar las pérdidas, e instaurar una con el accidente.
vía venosa para la infusión de volumen. Si no fuera C. Examen físico. Desde la cabeza a los pies, sis-
posible una vía venosa, hay que valorar un acceso in- temático y detallado de cada región corporal para
traóseo. identificar las posibles lesiones no reconoci-
D. Examen neurológico básico. Es importante para das.
evitar una lesión cerebral secundaria a la hipoxia o
hipovolemia y descartar lesiones subsidiarias de
tratamiento quirúrgico.
3. Procedimientos complementarios
E. Exposición/evitar pérdida de calor. Desvestir total- A. Analgesia, después del reconocimiento primario.
mente al paciente, examinar y volver a tapar para Se debe tener en cuenta en extricaciones comple-
evitar la hipotermia. jas, maniobras cruentas, reducción de fracturas y

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Asistolia Bloqueo AV completo < 1a 1-8 a 1-8 a > 8 a

Actividad Bradicardia
eléctrica sin pulso severa

Fémur
RCP básica: 30/2 < 8 a Distal
Periférica (90 s)
A + B: ventilar con O2/intubar Intraósea Tibia proximal Fémur
Intratraqueal
C: vía venosa periférica en 90 s > 8 a Cara interna
Central de la rodilla
Si hay fracaso: vía intraósea Puntos de punción

– Adrenalina i.v. o v.o.: (1:10.000) 0,1 cc/kg/adrenalina i.t.: (1:1.000) 0,1 cc/kg
– Bradicardia severa: atropina 0,02 mg i.v. o i.t.
(dosis mínima 0,1 mg: dosis máxima 0,5 mg en adolescentes)

Descartar causas reversibles (4H + 4T):


Continuar RCP básica 30/2 Hipoxia Neumotórax a tensión
Repetir dosis de adrenalina Hipovolemia Taponamiento
cada 3 min Hipotermia Tóxicos
Hiper/hipokaliemia Tromboembolia
A los 10 min:
BIC 1M: cc/kg (al medio)
Repetir cada 10 min
Si hipovolemia: carga de cristales (20 ml/kg)
Si hipocalcemia, hiperpotasemia o hipermagnesemia:
Cloruro cálcico 10%: 0,2 cc/kg (al medio)

Figura 5. Algoritmo de actuación en arritmias de ritmos lentos.

luxaciones, en la adaptación al respirador de trans- Actitud terapéutica


porte o en caso de agitación.
B. Monitorización. Se monitorizará la frecuencia car-
díaca y respiratoria, se realizará un electrocardiogra- A. Traumatismo abdominal. Tras la estabilización ini-
ma, se medirá la presión arterial, la saturación de cial, el tratamiento tiende a ser conservador, salvo
oxígeno y la diuresis, y se efectuará un control de signos de inestabilidad hemodinámica (fig. 8).
drenajes. B. Traumatismo pulmonar. En función de la mecáni-
C. Procedimientos diagnósticos: ca ventilatoria será suficiente mantener con medidas
de soporte una actitud expectante, o intervenir, en
— Pruebas de laboratorio: análisis de sangre (gru- distinto grado según el tipo de lesión torácica o pul-
po y Rh, pruebas cruzadas, hemograma, gasome- monar que se haya producido (fig. 9).
tría, coagulación, amilasa, transaminasas…) y de C. Traumatismo craneoencefálico. Se precisan medi-
orina. das generales: sonda orogástrica, control de la tem-
— Pruebas de imagen: radiografía de cráneo y late- peratura, sedación, analgesia-relajación, seguimien-
ral de la columna cervical (C1-C7), radiografía an- to y control de las convulsiones. Es necesario man-
teroposterior de tórax, abdomen y pelvis, tomogra- tener una situación de normoventilación y asegurar
fía computarizada (TC) craneal (indicada en trau- la estabilidad hemodinámica (combatir la hipoten-
m a s c r a n e o e n c e fá l i c o s , c o m a , d e t e r i o r o sión con coloides, inotrópicos…).
neurológico, convulsiones…), ecografía (indicada D. Traumatismo medular. Es preciso realizar una co-
sobre todo en caso de traumatismo abdominal gra- rrecta inmovilización, considerando que todo politru-
ve), resonancia magnética (RM) si se sospecha matizado presenta un traumatismo raquimedular
una lesión medular, urografía intravenosa (UIV) (si mientras no se demuestre lo contrario. Si se confir-
hay fractura de pelvis, hematuria o sospecha de le- ma, se deben administrar esteroides en dosis altas
sión de la vía urinaria... (metilprednisolona 30 mg/kg en bolo i.v., seguido de

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FV
Fibrilación ventricular

TVSP
Taquicardia ventricular sin pulso

(1) Desfibrilar 4 J/kg (modo asincrónico)


Palas pequeñas (4,5 cm de diámetro) < 1 año
Palas grandes (8-10 cm de diámetro) > 1 año

RCP básica (30/2) 2 min


A + B: ventilar con O2, intubar
C: vía venosa en 90 s
o vía i.v.

(2) Desfibrilar 4 J/kg

RCP básica (30/2) 2 min

Adrenalina i.v. o i.o.: (1:10.000) 0,1 cc/kg / adrenalina i.t. (1:1.000) 0,1 cc/kg
Repetir dosis cada 3 min

(3) Desfibrilar 4 J/kg

RCP básica (30/2) 2 min

Amiodarona 5 mg/kg (máximo de 3 dosis)


*Alternativa: lidocaína 1 mg/kg

Figura 6. Algoritmo de actuación en ritmos desfibrilables.

perfusión continua de 5 mg/kg/h). La descompresión mortales se asocian principalmente a accidentes


quirúrgica, si está indicada, debe realizarse de for- de automóvil en los que el niño no lleva ningún dis-
ma precoz. positivo de retención.

3. Traumatismo Clasificación
craneoencefálico
Clásicamente el TCE se clasifica según la puntua-
ción obtenida en la escala de Glasgow (tablas 3 y
El traumatismo craneoencefálico (TCE) es toda le- 4): leve (Glasgow 15-14), moderado (Glasgow 13-8)
sión orgánica o funcional del contenido craneal y grave (Glasgow < 8). El traumatismo más fre-
causada por un impacto violento. Constituye la pri- cuente es el leve (en un 60-80% de los casos), en
mera causa de muerte en la infancia, y los casos el que el nivel de consciencia de los pacientes es

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1 Valoración primaria en AITP Tabla 3. Escala de Glasgow


A: Vía aérea con control cervical
B: Ventilación y oxigenación Actividad Mejor respuesta
C: Control hemodinámico shok y hemorragia
D: Valoración neurológica 1. Apertura de ojos:
Espontánea 4
E: Exposición evitando pérdidas de calor
Al hablarle 3
Al dolor 2
Ausencia 1
Identificación del riesgo Resucitación A-B-C-D-E
2. Verbal:
Orientado 5
Confuso 4
Estabilización del paciente Palabras inadecuadas 3
Sonidos inespecíficos 2
Ausencia 1
3. Motora:
Determinación de la gravedad
Obedece órdenes 6
Localiza el dolor 5
Retirada al dolor 4
Flexión al dolor 3
2 Valoración secundaria en AITP Extensión anormal 2
Reevaluación clínica Ausencia 1
Historia clínica detallada
Exploración física sistemática

Tabla 4. Escala de Glasgow modificada para lactantes


Procedimientos diagnósticos Actividad Mejor respuesta

1. Apertura de ojos:
Espontánea 4
Tratamiento definitivo Al hablarle 3
Al dolor 2
Figura 7. Valoraciones primaria y secundaria en atención Ausencia 1
inicial al politraumatizado pediátrico (AITP). 2. Verbal:
Balbuceo 5
Irritable 4
Llanto al dolor 3
normal, sin focalidad neurológica, pero pueden pre- Quejidos al dolor 2
Ausencia 1
sentar síntomas inespecíficos, como vómitos o ce-
3. Motora:
falea. El riesgo de lesión intracraneal (LIC) en el Movimientos espontáneos 6
TCE leve oscila entre < 1 y un 5% si ha experimen- Retirada al tocar 5
tado pérdida de consciencia, amnesia, vómitos o Retirada al dolor 4
convulsiones. La presencia de déficit neurológico Flexión al dolor 3
es el único dato con valor predictivo de LIC común Extensión anormal 2
en todos los estudios publicados. Ausencia 1

Valoración clínica 2. Exploración física

1. Anamnesis. Es muy importante obtener — Constantes vitales. La secuencia de actuación


la mayor información posible respecto a las más aceptada es la de ABC (vía aérea, ventilación y
características del traumatismo (hora y lugar del circulación).
accidente, mecanismo de producción, si hubo o no — Exploración neurológica. Evaluación del estado
pérdida de conciencia, si el niño presenta alguna de conciencia (escala de Glasgow), capacidad fun-
enfermedad neurológica, gravedad de las lesiones cional del tronco cerebral (pupilas, movimientos
de los acompañantes…). oculares, fondo de ojo, fuerza muscular), explora-

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Paciente inestable Paciente hemodinámicamente estable

Valorar unidad TCE importante No TCE


cuidados intensivos Abdomen dudoso TCE leve
pediátricos (UCIP) Hematuria Abdomen normal
Cristaloides
Coloides
Hemoderivados
Soporte del shock ECO abdominal
TC cráneo/abdomen

Observación
Paciente inestable Hospitalización
Valoración UCIP

Intervención quirúrgica Tratamiento conservador

Figura 8. Algoritmo de actuación en el traumatismo abdominal.

ción neurológica más detallada (reflejos osteotendi- Contusión pulmonar leve


nosos [ROT], pares craneales…). Vigilancia clínica
— Exploración general, de forma ordenada, de to- Neumotórax asintomático
dos los aparatos. La exploración de la cabeza inclu-
ye la palpación del cráneo, la fontanela y los huesos Contusión severa (50-80%)
faciales, así como la inspección de las heridas del Ventilación mecánica
cuero cabelludo en busca de fracturas, y de un trau- Hipoxemia
matismo oral o mandibular.
Neumotórax a tensión Drenaje pleural
Con aguja fina
3. Pruebas complementarias Neumotórax abierto
Cierre con gasa/vaselina
— Indicación de radiografía de cráneo: en lactantes Hemotórax Exploración quirúgica
con sospecha de maltrato infantil, cefalohematoma
en niños menores de 2 años, crepitación o depre- Figura 9. Algoritmo de actuación en el traumatismo
sión craneal, en pacientes con pérdida de concien- pulmonar.
cia breve con buena recuperación, sin olvidar que no
puede sustituir, independientemente del resultado,
un período de observación intra/extrahospitalario de
al menos 6 h. Pautas de actuación
— Indicaciones de TC craneal: depresión del ni-
vel de conciencia (Glasgow < 13, o 14 manteni- 1. TCE leve
do), signos clínicos de sospecha de fractura de
la base del cráneo o fractura deprimida, presen- Niños asintomáticos o con sintomatología leve inme-
cia de heridas penetrantes, mecanismo de pro- diata al traumatismo (vómitos, cefalea, obnubilación
ducción violento, signos neurológicos focales, leve), con una puntuación de Glasgow de 15, sin fo-
convulsiones tras el TCE, vómitos persistentes, calidad neurológica. La mayoría de ellos se pueden
cefalea persistente, signos de hipertensión intra- remitir a observación en el domicilio, adjuntando al
craneal, fontanela abombada y diástasis en sutu- informe clínico una hoja de recomendaciones, don-
ras del lactante. de se detalle la información necesaria para un co-

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FMC – Protocolos

rrecto control de los síntomas. Los pacientes con un — Indicaciones de TC craneal: depresión del
Glasgow de 13-14, o los que presentan una pérdida nivel de conciencia (Glasgow < 13, o 14 mante-
de conciencia superior a 5 min, amnesia, vómitos y/ nido), sospecha de fractura, heridas penetran-
o cefalea intensa, mecanismo violento de produc- tes, mecanismo de producción violento, signos
ción, caídas de altura superior a 1 m, accidente de neurológicos focales, convulsiones, vómitos y/o
tráfico o bicicleta, requieren un ingreso hospitalario, cefalea intensa persistentes, signos de hiper-
y pueden ser dados de alta a las 24 h si la TC es tensión intracraneal (fontanela abombada,
normal. diastasis en suturas del lactante).
— Indicaciones de observación hospitalaria:
cualquiera de las indicaciones de realizar prue-
2. TCE moderado o grave bas complementarias implica la observación
Los niños incluidos en este grupo deben ser trasla- hospitalaria durante al menos 4-6 h.
dados a una unidad de cuidados intensivos pediátri-
ca para su control por parte de un equipo multidisci-
plinario; por tanto, nuestra actuación deberá ir enca-
minada a mantener la vía aérea, la ventilación y la
circulación; se debe administrar fármacos si el caso
4. Convulsiones
lo requiere.

Crisis epiléptica. Todo fenómeno de aparición brus-


Traumatismo ca, transitorio, de tipo motor, sensitivo, sensorial, au-
tonómico o de la conciencia, que se produce como
craneoencefálico resultado de una descarga excesiva e hipersincróni-
ca de un grupo de neuronas hiperexcitables.
— La mayoría de los traumatismos en la cabeza
Convulsión. Descarga paroxística de neuronas
de los niños son leves (en un 60-80% de los ca-
corticales, que origina alteraciones motoras (en el
sos) y no producen daños.
tono muscular o en forma de movimientos anorma-
— Lo más importante en su valoración es reali-
les). Por extensión, incluye todo fenómeno de ori-
zar una adecuada anamnesis y una exploración
gen cerebral, que de forma brusca provoca una al-
física detallada. Los golpes mínimos es muy ra-
teración del nivel de conciencia, la reactividad o la
ro que produzcan lesiones.
conducta, aunque no se acompañe de semiología
— Si el niño mantiene un nivel de conciencia
motora pura.
normal, sin focalidad neurológica, generalmente
Epilepsia. Afección crónica caracterizada por crisis
se trata de un traumatismo banal. Los síntomas
epilépticas recurrentes.
inespecíficos, como llanto, vómitos o cefalea en
Estatus epiléptico. Actividad convulsiva prolonga-
las primeras horas no siempre implican grave-
da, definida como una sola crisis o como varias cri-
dad. La presencia de un déficit neurológico es el
sis recurrentes que duran más de 30 min, en los
único dato con valor predictivo de lesión estruc-
cuales no llega a recuperarse el conocimiento. Se
tural común en todos los estudios publicados.
habla de estatus epiléptico refractario cuando dura
— La mayoría de los casos leves pueden remi-
más de 60 min.
tirse a observación en el domicilio adjuntando,
Período poscrítico. Es el que sigue a una convul-
al informe clínico una hoja de recomendaciones,
sión, en el que el paciente está confuso, letárgico o
donde se detalle la información necesaria para
somnoliento, o irritable. Puede presentar mialgias,
un correcto control de los síntomas. Si el pacien-
vómitos o cefalea. En general, su duración e intensi-
te presenta dolor de cabeza, puede tomar anal-
dad es proporcional a las de la crisis.
gésicos en las dosis habituales.

Criterios de derivación al hospital: Etiología y clasificación


— Indicaciones de radiografía de cráneo: lactan-
tes con sospecha de maltrato infantil; niños me-
En el origen de las crisis convulsivas se implican
nores de 2 años con cefalohematoma, crepita-
múltiples etiologías, como resultado de la acción de
ción o depresión craneal, pérdida de conciencia
factores prenatales, perinatales o posnatales. Sin
breve con buena recuperación.
embargo, en la infancia, un alto porcentaje de las

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convulsiones responde a causas desconocidas, por Tabla 5. Causas más frecuentes de convulsiones
lo que deben clasificarse como idiopáticas (síndro- en relación con la edad
mes epilépticos en relación con una predisposición
genética y de origen multifactorial) o criptogénicas Neonatos Encefalopatía hipóxico-
(de causa desconocida). En la tabla 5 se resumen   isquémica
las causas más frecuentes de las convulsiones, en Infección sistémica o del SNC
Alteraciones hidroelectrolíticas
relación con la edad.
Déficit de piridoxina
Para la orientación de nuestra actitud diagnóstica y Errores congénitos
terapéutica, es importante saber si la convulsión es   del metabolismo
sintomática, como expresión de una enfermedad Hemorragia cerebral
aguda autolimitada, o de una enfermedad crónica, Malformaciones del SNC
progresiva y con secuelas (tabla 6). Lactantes y niños Convulsión febril
Infección sistémica y del SNC
Alteraciones hidroelectrolíticas
Intoxicaciones
Actitud diagnóstica Epilepsia
Adolescentes Supresión o valores sanguíneos
1. Anamnesis   bajos de anticonvulsivantes
Traumatismo cerebral
El diagnóstico correcto de un episodio convulsivo Epilepsia
en el niño depende de la realización de una historia Tumor intracraneal
Intoxicaciones (alcohol
clínica minuciosa, ya que hay numerosos trastor-   y drogas)
nos paroxísticos no epilépticos propios de la infan-
cia, que se pueden confundir con una convulsión SNC: sistema nervioso central.
(tabla 7):

— Características de la crisis: dónde estaba el niño, Tabla 6. Clasificación etiopatogénica


qué estaba haciendo, qué ocurrió antes de la crisis de las convulsiones (Fejerman)
(traumatismo previo, pródromos de síncope, aura, ma-
lestar…), qué movimientos hizo el niño (parcial, gene- 1. Convulsiones por agresión actual (exógena
ralizada, tónica, tonicoclónica, atónica…), si hubo pér- o endógena):
1.1. Sintomáticas de encefalopatía aguda:
dida total o parcial de conciencia, anomalías respirato- tóxica, metabólica, infecciosa, isquémica…
rias (cianosis, apnea…), ruidos guturales, cambio de 1.2. Sintomáticas de encefalopatía subaguda:
coloración (palidez, cianosis, rubicundez…), alteracio- infecciosa, postinfecciosa, degenerativa,
nes vegetativas (pérdida de control de esfínteres, náu- metabólica…
seas, vómitos…), duración del episodio, características 2. Convulsiones asociadas a enfermedad crónica
o progresiva o con el antecedente de agresión
y duración del período poscrítico.
cerebral pasada: crisis epilépticas sintomáticas/
— Factores precipitantes de la crisis: traumatismo epilepsias secundarias
previo, fármacos, tóxicos, fiebre, procesos infeccio- 2.1. Secundarias a enfermedad cerebral
sos previos, estímulos sensoriales, cansancio… crónica o progresiva: hidrocefalia,
— Antecedentes familiares: epilepsia, metabolopa- tumores…
tías, procesos degenerativos… 2.2. Secundarias a lesión cerebral no
evolutiva: secuelas de daño cerebral
— Antecedentes personales: embarazo, parto, perío-
perinatal (malformaciones, isquemia,
do posnatal y desarrollo psicomotor detallado. infecciones, facomatosis…)
3. Convulsiones en las que no se puede demostrar
una agresión actual o pasada del sistema
2. Exploración física nervioso central:
— Constantes: frecuencia cardíaca, presión arterial, 3.1. Como expresión de epilepsias idiopáticas
3.2. Como expresión de epilepsias
temperatura y saturación de oxígeno. Es siempre criptogénicas
obligatoria la determinación de glucemia capilar.
— Exploración neurológica detallada: descartar fo-
calidad; observación de pupilas, signos meníngeos,
alteraciones del nivel de conciencia. 3. Pruebas complementarias
— Exploración general: observar signos de enferme- — Analítica general (hemograma, bioquímica,
dad sistémica o traumatismo. reactantes de fase aguda, gasometría). Se debe

17
FMC – Protocolos

Tabla 7. Trastornos paroxísticos no epilépticos (TPNE)

Crisis anóxicas Trastornos motores paroxísticos


Espasmos del sollozo: Fenómenos motores normales exagerados
  Cianóticos, pálidos, mixtos   Mioclonías fisiológicas
Síncopes:   Bruxismo
  Reacción vagotónica Alteraciones benignas y transitorias
  Origen cardíaco: arritmias, obstrucción flujo   del movimiento:
  Mioclonías benignas del sueño neonatales
Crisis psíquicas y seudocrisis    o del lactante
Ataques de pánico   Distonía paroxística transitoria
Crisis de rabia   Tortícolis paroxístico benigno
Crisis histéricas   Reacciones adversas a fármacos
Crisis de hiperventilación    (neurolépticos, antiepilépticos)
Seudocrisis Episodios de autoestimulación/hábitos:
  Estereotipias motoras
Trastornos paroxísticos del sueño   Onanismo-masturbación
Terrores nocturnos.   Movimientos de afirmación/negación
Pesadillas   Movimientos laterales con la cabeza
Sonambulismo Movimientos anormales sintomáticos:
Narcolepsia   Síndrome opsoclonus-mioclonus.
Apnea obstructiva del sueño   Síndrome de Bobble-Head Doll
Movimientos anormales:   Mioclonías no epilépticas en encefalopatías
  Mioclonías fisiológicas del sueño
  Movimientos autoestimulatorios Otros trastornos con síntomas paroxísticos:
  Mioclonus neonatal benigno Vértigo paroxístico benigno
Síndrome de Sandifer
Migrañas y síndromes periódicos Coreoatetosis paroxística familiar
Migraña confusional Tics
Migraña hemipléjica   Hemiplejía alterna
Migraña basilar   Hiperekplexia
Vómitos cíclicos Apneas no epilépticas (centrales u obstructivas)

indicar si hay afectación del estado general poste- — Electroencefalograma. Es la prueba fundamental
rior a la crisis, signos sépticos, vómitos o clínica para el estudio de las crisis epilépticas; sin embar-
gastrointestinal previa, no hay recuperación total go, en general, no es necesario hacerlo de forma
tras el episodio o es prolongado, o el niño es me- urgente.
nor de 6 meses. Es obligatorio determinar las pau-
tas de fármacos anticonvulsivantes si el niño está
en tratamiento. Tratamiento de la fase aguda
— Determinación de tóxicos si hay posibilidad de in-
toxicación.
— Punción lumbar. Está indicada si se sospecha Se trata de una emergencia, ya que cuanto más pro-
una infección del sistema nervioso central (SNC) (si longada sea la crisis más difícil será su reversibilidad
persiste la alteración del nivel de conciencia, signos y peor su pronóstico. Inicialmente se debe estabilizar
meníngeos positivos, crisis repetidas en intervalos al niño, e insistir en una correcta oxigenación (con
cortos o estatus). Si se acompaña de focalidad neu- oxígeno al 100%) y la realización de las medidas bá-
rológica o clínica de hipertensión endocraneal, debe sicas de reanimación. Se debe canalizar un acceso
ir precedida de neuroimagen. venoso cuanto antes, a pesar de que pueden em-
— TC craneal urgente. Está indicada si hay signos plearse vías alternativas para administrar fármacos,
de hipertensión endocraneal, si persiste un déficit como la rectal o la intranasal, ya que la vía intrave-
neurológico focal prolongado tras la crisis, en el con- nosa es de elección. En la figura 10 se describe la
texto de un TCE (siempre que la crisis no sea inme- secuencia de tratamiento recomendada.
diata con recuperación completa), si presenta varias En el caso de identificarse anomalías electrolíticas o
crisis en intervalos cortos o en estatus, y en niños hipoglucemia, el tratamiento será el específico en
afectados. cada caso.

18
FMC – Protocolos

¿Crisis convulsiva?

¿Qué estaba haciendo? ¿Dónde estaba? Observar características de la crisis


¿Qué lo ha desencadenado?
¿Cómo ha sido? ¿Cuándo ha durado? Antecedentes familiares
¿Cómo estaba luego? Historia perinatal. Desarrollo psicomotor
Traumatismo previo
Fiebre
Exluir trastornos paroxísticos
no epilépticos (TPNE) Oxígeno 100% Crisis febril
Monitorizar, ABC, vía venosa No más estudios
Glucemia capilar
Hipoglucemia Hemograma + PCR
1.er episodio Bioquímica + iones
Glucosa 0,5-1 g/kg i.v. Tóxicos
Neuroimagen (TC)
Diazepam i.v. (0,3-0,5 mg/kg) o
Punción lumbar
Diazepam rectal (5 mg < 3 años; 10 mg < 3 años)
5 min
Diazepam i.v. (0,3-0,5 mg/kg). Máximo 10 mg
5 min
Ácido valproico i.v. 20 mg/kg (en 10 min)
10 min
Fenitoína i.v. 20 mg/kg (en 10 min)
10 min
3.ª dosis: diazepam i.v. (0,3-0,5 mg/kg)

5 min
Fenobarbital i.v. (20 mg/kg) UCIP

Figura 10. Algoritmo de actuación ante una convulsión.

Criterios de derivación lógicamente normal, y que no ha presentado previa-


mente una convulsión afebril.
Tras una primera crisis deben ingresar los niños me- — Son crisis típicas o simples las generalizadas, de
nores de un año, con afectación del estado general, menos de 15 min de duración, que no recurren en
presencia de signos de hipertensión endocraneal, 24 h.
signos de focalidad neurológica persistente, crisis de — Son crisis atípicas o complejas si son focales,
más de 15 min de duración o recurrentes en poco prolongadas o recurrentes en 24 h, o asociadas a
tiempo y crisis focales. anomalías tras crisis prologadas, con más riesgo de
En los demás casos, se puede planificar la deriva- complicarse.
ción del niño a la consulta de neuropediatría de for- — Habitualmente son crisis tonicoclónicas, gene-
ma preferente. ralizadas la mayoría, y en el 90% de los casos los
pacientes llegan a urgencias en un período pos-
crítico.
Convulsiones febriles — La causa más frecuente son las infecciones vira-
— Son convulsiones producidas en niños de entre les de las vías respiratorias, si bien es necesario
3 meses y 5 años de edad relacionadas con la pre- descartar, sobre todo en un primer episodio, que se
sencia de fiebre, sin infección del SNC, sin lesiones trate de una infección del SNC (encefalitis, meningi-
o anomalías neurológicas previas, en un niño neuro- tis, abscesos…).

19
FMC – Protocolos

— No está indicada la realización de estudios com- y 5 años de edad relacionadas con la presencia
plementarios sistemáticos en casos de crisis típicas, de fiebre, sin infección del SNC, sin lesiones o
salvo los necesarios para llegar al diagnóstico de la anomalías neurológicas previas, en un niño neu-
causa de la fiebre. Sólo es obligada la determinación rológicamente normal, y no ha presentado pre-
de la glucemia capilar. Es recomendable la realiza- viamente una convulsión afebril.
ción de una punción lumbar en los menores de 12 — La causa más frecuente son las infecciones
meses con una primera crisis febril, en casos sospe- virales de vías respiratorias.
chosos de infección del SNC, crisis complejas, foca- — No está indicada la realización de estudios
lidad neurológica o estado poscrítico prolongado. complementarios sistemáticos en casos de cri-
Las indicaciones de neuroimagen son las mismas sis típicas, salvo los necesarios para llegar al
que en las demás crisis. diagnóstico de la causa de la fiebre. Sólo es
— La secuencia de tratamiento es igual a las crisis obligada la determinación de glucemia capilar.
convulsivas de cualquier origen.
— El riesgo de recidiva depende de la edad (meno-
res de 12 meses), de las características de la crisis Criterios de derivación al hospital
(complejas) y de la presencia de antecedentes fami- — Primera crisis febril en menores de un año.
liares. El riesgo de presentar un episodio de epilep- — Niños con afectación del estado general, sig-
sia posteriormente (2-5%) es ligeramente superior al nos sépticos o sospecha de infección del SNC.
de la población general (0,5-1%), en relación gene- — Signos de hipertensión endocraneal o focali-
ralmente con la historia familiar del paciente y las dad neurológica persistente.
crisis complejas. — Crisis de más de 15 min de duración o recu-
— Los niños con crisis febriles simples no requieren rrentes en poco tiempo.
una derivación al servicio de neuropediatría, salvo — Crisis focales.
en casos de crisis complejas, prolongadas o recidi-
vantes. El tratamiento profiláctico en las crisis febri-
les, en general, no está indicado.
5. Cefalea

Convulsiones Es el dolor o malestar referido a la cabeza, originado


en las estructuras craneales, o bien irradiado a éstas.
— Las convulsiones suponen la urgencia neuro-
lógica más frecuente en niños.
— El diagnóstico correcto de un episodio con-
vulsivo en el niño depende de una historia clíni- Clasificación
ca minuciosa, ya que hay numerosos trastornos
paroxísticos no epilépticos propios de la infan- — Etiopatogénica. La publicada por la Internacional
cia, que se pueden confundir con una convul- Headache Society en 1988 es la referencia obligada,
sión. En general, no son crisis convulsivas los aunque a veces resulta de difícil adaptación a la in-
procesos que se desencadenan en situaciones fancia (tabla 8).
concretas (durante la extracción de sangre, en — Clínica. La de Rothner es más práctica para enfo-
lugares cerrados concurridos, tras una rabie- car el tema en urgencias (tabla 9).
ta…). Tampoco los movimientos que ceden con
maniobras mecánicas, como sujetar un miem-
bro o cambiando de posición al niño.
— Tras yugular la crisis, la exploración debe di- Actitud diagnóstica (fig. 11)
rigirse a descartar signos de alarma, como fo-
calidad neurológica o signos de hipertensión
1. Anamnesis correcta y detallada. Es el
intracraneal.
elemento fundamental del proceso diagnóstico. Va
— El tratamiento de una crisis convulsiva es una
dirigida a buscar signos y síntomas de alarma que
emergencia: no hay que retrasarlo. La secuencia
sugieran causas de cefalea secundaria:
es igual sea cuál sea su origen (algoritmo).
— Las convulsiones febriles son las más frecuen-
— Antecedentes personales: vómitos, dolor abdomi-
tes: son convulsiones en niños de entre 3 meses
nal cíclico, fiebre recurrente, mareos, cuadros cata-

20
FMC – Protocolos

Tabla 8. Clasificación etiopatogénica de la cefalea (International Headache Society)

1. Migraña:
1.1. Migraña sin aura
1.2. Migraña con aura:
1.2.1. Con aura típica 1.2.4. Basilar
1.2.2. Con aura prolongada 1.2.5. Aura migrañosa sin cefalea
1.2.3. Hemipléjica familiar 1.2.6. Con aura de inicio agudo
1.3. Migraña oftalmopléjica
1.4. Migraña retiniana
1.5. Síndromes periódicos en la infancia (precursores posibles):
1.5.1. Vértigo paroxístico benigno de la infancia
1.5.2. Hemiplejía alternante de la infancia
1.6. Complicaciones de la migraña: estatus e infarto
1.7. Trastorno migrañoso que no cumple criterios de los anteriores
2. Cefalea tensional:
2.1. Episódica
2.2. Crónica
2.3. Cefalea tensional que no cumple criterios de las anteriores
3. Cefalea en acúmulos y hemicránea paroxísitica benigna
4. Miscelánea de cefalea no asociada a lesión estructural
5. Cefalea asociada a traumatismo craneal
6. Cefalea asociada a trastornos vasculares
7. Cefalea asociada a trastornos intracraneales de origen no vascular
8. Cefalea asociada a la ingesta de sustancias o a sus supresión.
9. Cefalea asociada a infección no cefálica
10. Cefalea asociada a trastornos metabólicos
11. Cefaleas o dolor facial asociados a alteraciones de cráneo, cuello, ojos, nariz, senos, dientes,
    boca u otras estructuras faciales y craneales
12. Neuralgias craneales, dolor de tronco nervioso y por desaferenciación

rrales crónicos, epilepsia, desarrollo psicomotor, ren-


dimiento escolar… Tabla 9. Clasificación clínico-evolutiva
— Antecedentes familiares: cefalea y sus caracterís- de la cefalea (Rothner)
ticas, epilepsia… 1. Cefaleas agudas:
— Características del dolor: localización (holocra-   Duración inferior a 5 días, y sin antecedentes
neal o hemicraneal, en qué zona), tipo (pulsátil,    de cefalea previa
opresivo, irradiado, pinchazos), tiempo de evolución, 2. Cefaleas agudas-recurrentes:
periodicidad (recurrente, constante, imprecisa), sín-   Recurren periódicamente, con intervalos libres
tomas acompañantes (náuseas, vómitos, foto o foto-    de síntomas
3. Cefaleas crónicas no progresivas:
fobia, mareos, dolor abdominal) y relación con el do-
  Duración superior a 15-30 días, con frecuencia
lor (prodrómicos, coincidentes, poscríticos), ritmo    e intensidad de los episodios similares,
horario, duración, respuesta a la analgesia.    sin signos neurológicos anormales
— Factores desencadenantes (ansiedad, alimentos, 4. Cefaleas crónicas progresivas:
como cafeína, chocolate, conservas enlatadas o as-   Duración superior a 15-30 días, con frecuencia
partamo, ejercicio físico, menstruación, viajes…);    diaria-semanal, intensidad creciente y signos
qué lo empeoran (ruido, luz, frío, tos, estornudos…)     neurológicos anormales
5. Cefaleas mixtas
o lo mejoran (reposo, sueño, analgésicos…).
— Fenómenos asociados: anomalías del campo vi-
sual, fosfenos, escotomas o distorsiones del campo
visual asociados al aura; síntomas vertebrobasilares,
síntomas sensitivos…. 2. Exploración física. Además de la exploración
— Clínica neurológica acompañante: ataxia, debili- sistemática detallada por aparatos y una exhaustiva
dad muscular… exploración neurológica (destinada, sobre todo, a
— Otros síntomas acompañantes: vómitos, mucosi- descartar focalidad neurológica), es imprescindible
dad o clínica catarral, fiebre… medir la presión arterial y realizar un fondo de ojo.

21
FMC – Protocolos

Sospecha de organicidad Migraña

Muy sugestivos A. Sin aura


Síntomas y/o signos neurológicos C. aguda recurrente con ataques (al menos 5)
Alteraciones visuales persistentes que duran de 2 a 48 horas
Edema de papila Con al menos 2 caraterísticas: unilateral, pulsátil,
Sugestivos moderada-severa (impide actividades diarias) o
Cefalea intensa de aparicion súbita agravada por el movimiento
Cefalea progresiva Con al menos 1 síntoma asociado: náuseas, vómitos,
Cambio características de cefalea crónica fotofobia o fonofobia
Dolor que despierta del sueño Se descarta cefalea secundaria
Dolor con los cambios posturales, el esfuerzo o la tos B. Con aura
Cefalea matutina Al menos 2 ataques que cumplan por lo menos
Edad menor de 5 años 3 características
Náuseas o vómitos sin otra causa evidente Uno o más síntomas del aura es reversible del todo
Cambios del carácter Uno o más síntomas se desarrollan en 4 min
Alteraciones del rendimiento escolar Dos o más síntomas ocurren sucesivamente
Alteración de la velocidad de crecimiento Los síntomas del aura duran de 4 a 60 min
La cefalea sigue al aura antes de 60 min
Se descarta cefalea secundaria

No
Remitir
a neuropediatría

TC/RM Descartar: Hipotensión arterial


urgente Procesos ORL: sinusitis, SAOS
Alteraciones de agudeza visual
Valorar
Cefalea tension episódica
Cefalea punzante idiopática
Cefalea en racimos
Hemicránea paroxística crónica
Cefalea refleja (con tos, ejercicio, frío, ayuno)

Figura 11. Algoritmo de actuación en la cefalea.

3. Pruebas complementarias. Rara vez es- Tratamiento


tán indicadas, salvo en presencia de signos de alar-
ma, que descartan cefaleas primarias:
1. Fase aguda. Se debe instaurar cuanto antes y
— Neuroimagen (TC y/o RM), en cefaleas agudas, de forma individualizada:
intensas y progresivas; alteraciones de la conduc-
ta, cambio de carácter; dolor que despierta por la A. Farmacológico:
noche; aumento del dolor con maniobras como la
de Valsalva, estornudos o cambios posturales; fo- — Primera línea (vía oral): ibuprofeno (10 mg/kg/
calidad neurológica; edema de papila; cefaleas 6 h), paracetamol (15 mg/kg/4 h), metamizol (25-40
persistentes que no responden a tratamientos ha- mg/kg/6 m).
bituales; portadores de válvulas ventriculoperito- — Segunda línea: sumatriptán intranasal (en niños
neales. mayores de 7 años, 5, 10 o 20 mg, según la edad),
— Hemograma, proteína C reactiva (PCR), pun- asociaciones con codeína o cafeína, o analgesia por
ción lumbar ante la sospecha de procesos infec- vía parenteral.
ciosos. Es necesaria una TC previa a la punción — Antieméticos: domperidona (5-10 mg/kg/8 h) o
lumbar, salvo si hay una clara sospecha de menin- metoclopramida (0,2 mg/kg/dosis).
gitis aguda.
— Radiografía craneal: ante la sospecha de sinusitis B. No farmacológico: reposo en ambiente tranquilo,
o mastoiditis. sin ruidos, oscuro. Si no cede, en medio hospitala-
— Electroencefalograma: no indicado sistemática- rio se puede emplear oxígeno al 100% durante 15-
mente. 30 min.

22
FMC – Protocolos

2. Preventivo edema de papila; cefaleas persistentes que no


responden a tratamientos habituales; portadores
A. Farmacológico: en cefaleas migrañosas; más de de válvulas ventriculoperitoneales.
dos crisis al mes; resistencia al tratamiento en las cri- — Ingreso: cefaleas acompañadas de fiebre sin
sis agudas; crisis muy duraderas y/o incapacitantes. otro foco aparente o si hay otros signos de foca-
Los fármacos más empleados son los antidepresivos lidad neurológica o hipertensión craneal acom-
tricíclicos (amitriptilina 1 mg/kg/día); bloqueadores pañantes, así como el estatus migrañoso o la
beta (propanolol 1-2 mg/kg/día), antiinflamatorios no cefalea que no cede.
esteroideos (naproxeno, etc.) y neuromoduladores — Consulta especializada (neuropediatría): ca-
(gabapentina, etc.). sos refractarios al tratamiento habitual o los que
B. Medidas generales: aconsejar una vida ordenada, afecten a las actividades diarias del niño por su
evitando el estrés, la falta de sueño, ciertos alimen- frecuencia o intensidad.
tos y los desencadenantes que se identifiquen.

6. Síndrome febril sin foco


Criterios de derivación en niños menores
de 3 años
— Ingreso: en cefaleas acompañadas de fiebre sin
otro foco aparente o en presencia de otros signos de
focalidad neurológica o hipertensión craneal acom- Fiebre sin foco. Fiebre (temperatura rectal superior
pañantes, así como el status migrañoso o la cefalea a 38 oC) de duración inferior (según la Asociación
que no cede. Española de Pediatría, si se supera, generalmente
— Consulta especializada (neuropediatría): casos se consulta con clínica focal acompañante) a 72 h
refractarios al tratamiento habitual o los que afecten de evolución, en la que no se descubre la fuente de
a las actividades diarias del niño por su frecuencia o ésta, a pesar de una historia y una exploración cui-
intensidad. dadosas.
Bacteriemia oculta (BO). Situación clínica peculiar del
niño menor de 3 años, caracterizada por fiebre de corta
evolución, sin foco aparente, con el estado general con-
Cefalea servado; parece una infección viral banal, pero se aísla
un microorganismo en el hemocultivo, habitualmente un
— Una anamnesis correcta y detallada, y una germen encapsulado, que puede causar posteriormente
exploración neurológica detallada son los ele- una infección bacteriana potencialmente grave.
mentos fundamentales del diagnóstico en las Infección bacteriana potencialmente grave (IBPG).
consultas por cefalea, dirigidas a buscar signos Se incluyen en este concepto los siguientes procesos:
y síntomas de alarma de cefalea secundaria. BO, sepsis, meningitis bacteriana, infección del tracto
— Las pruebas complementarias rara vez están urinario, neumonía lobar, artritis séptica, osteomielitis
indicadas: sólo si hay signos organicidad. aguda y gastroenteritis en menores de 3 meses.
— El tratamiento farmacológico en la fase agu-
da se debe instaurar cuanto antes, de forma in-
dividualizada. Los fármacos de primera línea
son los analgésicos habituales: ibuprofeno (10
Actitud diagnóstica
mg/kg/6 h) y paracetamol (15 mg/kg/4 h). Se 1. Anamnesis. Registrar la edad (en menores
pueden asociar antieméticos en casos graves. de 3 meses hay un alto riesgo de IBPG, y entre 3
y 36 meses de BO); la temperatura se correlaciona
Criterios de derivación al hospital directamente con el riesgo de bacteriemia, que
aumenta por encima de 39 oC rectal; el tiempo de
— Realización de neuroimagen (TC y/o RM): evolución (importante en la interpretación de las
cefaleas agudas, intensas y progresivas; altera- pruebas complementarias); el tratamiento recibido
ciones de la conducta, cambio de carácter; dolor (antibiótico, antitérmico, tratamientos crónicos…),
que despierta por la noche; aumento del dolor teniendo en cuenta que la respuesta a antitérmicos
con maniobras como la de Valsalva, estornudos no es indicativa de la gravedad del cuadro, y la
o cambios posturales; focalidad neurológica; situación entre los picos de fiebre y síntomas

23
FMC – Protocolos

acompañantes.
Tabla 10. Escala de Observación Clínica de Yale

Parámetro clínico Normal (1) Afectación moderada (2) Afectación grave (3)

Coloración Sonrosado, caliente Acrocianosis Moteado, ceniza, palidez


  o palidez distal   o cianosis
Respuesta social Sonríe, alerta Sonrisa breve, No sonríe, inexpresivo
  menos alerta   o ansioso
Reacción al estímulo Enérgica, se calma Llanto intermitente Llanto continuo o débil
Calidad del llanto Fuerte, normal Lloriqueando Débil, quejoso, estridente
Hidratación Normal Mucosa seca Piel seca, pliegue,
  ojos hundidos
Nivel de conciencia Despierto, Ojos cerrados, Tendencia al sueño,
  despierta fácil   le cuesta despertar   no despierta

Niños de 2 meses a 2 años, con temperatua rectal ≥ 38 ºC.


Bajo riesgo: ≤ 10; riesgo moderado 11-15; alto riesgo ≥ 16.

2. Exploración física se relacionan con un probable origen bacteria-


no.
— Escalas de observación clínica: aplicables en la — Sedimento de orina/urocultivo: en niños menores
valoración del estado general e identificación de sig- de un año y niñas menores de 2 años.
nos de alerta (tablas 10 y 11). — Radiografía de tórax: si hay síntomas respirato-
— Exploración por aparatos, buscando signos de rios o fiebre de más de 72 h de evolución.
alerta o localizadores del foco. — Líquido cefalorraquídeo: en niños con mal estado
general o criterios de alto riesgo.
3. Pruebas complementarias:

— Hemocultivo: diagnóstico de bacteriemia; tarda Tratamiento


entre 24 y 48 h.
— Hemograma: son marcadores de bacteriemia una 1. Fármacos antipiréticos
leucocitosis superior a 15.000, una neutrofilia con
número superior a 7.000, o una relación cayados/ — De elección: paracetamol (10-15 mg/kg/4-6 h) o
segmentados mayor de 0,2. ibuprofeno en mayores de 6 meses (5-10 mg/kg/6-
— PCR. Se eleva a partir de 6-12 h de evolución. 8 h). La vía oral es la preferente.
Valores por encima de 70 mg/l indican una probable — No se obtiene beneficio del empleo de forma alternan-
infección bacteriana. te de varios antitérmicos. Se debe explicar que a veces la
— Procalcitonina (PCT): es más específica, y se fiebre se controla mal en las primeras 24-48 h del proce-
eleva a las 3-4 h. Valores superiores a 2 ng/dl so, y que las medidas físicas son parte del tratamiento.

Tabla 11. Escala de Observación Clínica de Yale modificada, o del lactante pequeño

Parámetro clínico Normal (1) Afectación moderada (2) Afectación grave (3)

Coloración Sonrosado, caliente Moteado, frío Pálido, shock


Respuesta social Sonríe, tranquilo Irritable, consolable Inconsolable
Nivel actividad Activo Actividad disminuida Sin actividad espontánea
Nivel alerta Alerta, se despierta Letárgico No se despierta
  fácilmente
Esfuerzo respiratorio Normal Distrés leve-moderado Esfuerzo inadecuado/apnea
Tono muscular Fuerte Disminuido Débil
Patrón alimentario Succión vigorosa Succión débil No come
Niños menores de 2 meses, con temperatua rectal ≥ 38 ºC.
Bajo riesgo: < 10; alto riesgo: perfusión periférica + respuesta social + esfuerzo respiratorio > 7 o total ≥ 10.

24
FMC – Protocolos

2. Medidas físicas pletará con estudio de radiografía de tórax y pun-


ción lumbar.
— Mantener una nutrición y una hidratación adecua- — El ingreso es obligado en todos los menores de
das, aportando líquidos azucarados. un mes, y en los niños de hasta 3 meses que pre-
— Evitar el exceso de ropa, y refrescar con compre- senten una afectación del estado general o criterios
sas o baños tibios. Son desaconsejables los baños de Rochester de alto riesgo (tabla 12), para observa-
con agua fría o las friegas con alcohol. ción y antibioterapia empírica. Los demás serán
controlados a las 24 h.

Actitud diagnóstico-terapéutica 2. Fiebre en niños de 3 meses a 3 años


(fig. 13)
1. Fiebre en menores de 3 meses
(fig. 12) — Los anticuerpos de origen materno han descen-
dido, se ha producido la colonización bacteriana de
— La capacidad de localizar la clínica y la respuesta la nasofaringe, y se establece contacto con otros ni-
febril son escasas, por lo que habitualmente los sín- ños. La capacidad para localizar la clínica y la res-
tomas y signos son muy inespecíficos. En niños me- puesta inflamatoria es mayor.
nores de un mes, hay que descartar ciertas causas, — En niñas menores de 2 años, en los niños meno-
como la deshidratación, las fórmulas hiperconcen- res de 12 meses, o con antecedente de uropatía, se
tradas o el sobreabrigo. realizará un estudio de orina si la temperatura rectal
— En todos los casos se deben realizar estudios es igual o superior a 39 oC.
completos de sangre (hemograma, PCR y hemo- — En todos los casos en que no se encuentre un fo-
cultivo) y orina (sistemático y sedimento, y uroculti- co de la fiebre se realizará un estudio completo,
vo), y en los menores de un mes además se com- además de un análisis sanguíneo, cuando la tempe-

Lactante menor de 3 meses + fiebre ≥ 38 °C

Menores de 1 mes Mal estado general Buen estado general

Hemocultivo + Hemograma + Proteína C Reactiva y/o procalcitonina


Urocultivo + sistemático y sedimentación de orina
Valorar radiografía de tórax
Valorar estudios de LCR

Criterios de Rochester
Ingreso
Bajo riesgo Alto riesgo
Antibioterapia i.v.
ITU: cefotaxima
LCR: cefotaxina + ampicilina
Cefotaxina Ingreso
Ingreso
ITU
Antibioterapia i.v. Alta Tobramicina
Con buen estado general: Cefotaxima
ampicilina + gentamicina
Control en 24 h Valorar AB empírico:
Con mal estado general:
ampicilina + cefotaxina Valorar AB empírico: Ceftriaxona
Si afectación del LCR Ceftriaxona Amoxicillina
valorar añadir vancomicina Amoxicillina

Figura 12. Algoritmo de actuación en un lactante menor de 3 meses con fiebre.

25
FMC – Protocolos

Niño de 3 a 36 meses + fiebre sin foco + buen estado general

Temperatura Temperatura Temperatura ≥ 39,5 °C


< 39 °C ≥ 39 °C

Hemograma + proteína C reactiva/procalcitonina

Sistemático/sedimento de orina

Urocultivo Leucos ≥ 20.000 Leucos ≥ 15.000


Neutros ≥ 10.000 Neutros ≥ 7.000
Niña < 2 años PCR ≥ 90-10 mg/l PCR ≥ 70 mg/l
Niño < 1 año
Uropatía b. Alto riesgo a. Riesgo

Infección bacteriana potencialmente severa (IBPS)

Normal Alterado Radiografía de tórax Hemocultivo + urocultivo

Alta b. Recomendable ingreso a. Alta

Tratamiento antitérmico Sí alta AB empríca: Control en 24 h


Control en 24 h Ceftriaxona Recomendable AB:
Amoxicilina Ceftriaxona
Control en 24 h Amoxicilina

Figura 13. Algoritmo de actuación en un niño de 3-36 meses de edad con fiebre sin foco.

ratura rectal supere los 39,5 oC. Si se identifican fac- — Los lactantes de menos de 3 meses presentan
tores de alto riesgo de IBPG, se indicará el ingreso, un gran riesgo de IBPG, que rara vez se muestra
valorando en cada caso la pauta de antibioterapia como un foco claro de fiebre. Después, hasta los 3
empírica. Si no, se debe controlar de forma ambula- años, hay un riesgo aumentado de presentar una
toria a las 24 h. bacteriemia oculta en los casos de fiebre sin foco
(menor a mayor edad).
— La gran mayoría de los casos se va a tratar de
infecciones virales banales.
— El diagnóstico va destinado a identificar las ca-
Síndrome febril sin foco en racterísticas que indican un mayor riesgo de que
niños menores de 3 años el niño presente una IBPG. La edad (sobre todo
— La mayoría de las veces los niños que con- en menores de 3 meses) y la temperatura rectal
sultan por fiebre presentan foco generalmente superior a 39 oC son marcadores de riesgo.
como procesos de las vías respiratorias. Identifi- — En menores de 3 meses, en todos los casos se
carlo es lo más importante. deben realizar estudios completos de sangre (he-
— Cuando realmente no hay un foco, el diag- mograma, PCR y hemocultivo) y orina (sistemáti-
nóstico va destinado a identificar las caracterís- co y sedimento, y urocultivo), y en los menores de
ticas que indican un mayor riesgo de que el niño un mes además se completará con un estudio de
presente una IBPG. La edad (sobre todo meno- radiografía de tórax y punción lumbar. El ingreso
res de 3 meses) y la temperatura rectal superior es obligado en todos los menores de un mes, y en
a 39 oC son marcadores de riesgo. los niños de hasta 3 meses que presenten afecta-

26
FMC – Protocolos

ción del estado general o criterios de Rochester Tabla 12. Criterios de Rochester
de alto riesgo (tabla 12), para observación y an-
tibioterapia empírica. Los demás serán controla- Tiene buen aspecto general
dos a las 24 h. Ha estado previamente sano, definido por:
Nacimiento a término (≥ 37 semanas)
— En niños de entre 3 meses y 3 años, cuando No recibió tratamiento antimicrobiano perinatal
realmente no se encuentre el efoco para la fie- No estuvo hospitalizado más tiempo que la madre
No tratado por hiperbilirrubinemia inexplicada
bre, se realizará un estudio completo, además
No recibió ni está recibiendo agentes
de sangre, cuando la temperatua rectal supere   antimicrobianos
los 39,5 oC. Si se identifican factores de alto No haber estado hospitalizado previamente
riesgo de IBPG se indicará el ingreso, valorando No presentar enfermedades crónicas ni subyacentes
en cada caso la pauta de antibioterapia empíri- No presenta indicios de infección de piel, tejidos
ca. Si no, se debe controlar de forma ambulato- blandos, articulaciones u oído en el examen físico
ria a las 24 h. Tiene los siguientes valores analíticos:
Leucocitos en sangre periférica: 5.000-15.000/ml
Formas en banda < 1.500/ml (recuento absoluto)
Sedimento de orina: ≤ 10 leucocitos por campo
7. Dolor abdominal   ×40)
En heces (si diarrea): ≤ 5 leucocitos por campo
  (×40)
Lactantes menores de 60 días con temperatura rectal ⩾ 38 ºC.
El dolor abdominal, uno de los síntomas que con Bajo riesgo: si cumplen todos los siguientes criterios.
más frecuencia origina consultas en un servicio de
urgencias pediátricas, precisa un diagnóstico pre-
coz, dirigido a discernir si el tratamiento debe ser que puede darse en casos de apendicitis por irrita-
quirúrgico o no. ción de la serosa), fiebre (más asociada a
La etiología más frecuente varía según la edad del problemas infecciosos, hay que pensar en una en-
paciente (tabla 13). fermedad con opción quirúrgica si se une a afecta-
ción del estado general), síntomas urinarios (infec-
ción de orina, cólico renal o pielonefritis, aunque
Actitud diagnóstica pueden aparecer en casos de apendicitis cercana
al uréter), historia menstrual (no hay que olvidar los
1. Anamnesis síntomas ginecológicos en adolescentes), síntomas
respiratorios (descartar neumonía localizada en ló-
— Edad y sexo del paciente: algunas enfermedades bulos inferiores).
son características en ciertas edades.
— Inicio: brusco (perforación, invaginación), gradual
(apendicitis, pancreatitis) o crónico (estreñimiento,
2. Exploración física
enfermedad inflamatoria intestinal). — Inspección: actitud general del paciente, adopción
— Carácter: constante en pacientes con peritonitis, de posturas antiálgicas comprobando si el dolor au-
cólico en lesiones de víscera hueca o aumento del menta con los movimientos; distensión abdominal o
peristaltismo. peristaltismo visible; presencia de hernias.
— Localización: epigastrio (hígado, páncreas, vías — Auscultación: ruidos hidroaéreos aumentados
biliares, estómago y porción proximal del intestino en la gastroenteritis, frente a la disminución (inclu-
delgado), periumbilical (porción distal de intesti- so abolición) del peristaltismo propias de la perito-
no delgado, ciego, apéndice, colon proximal) o su- nitis.
prapúbico (parte distal del intestino grueso, vías uri- — Palpación. Si el paciente colabora, se le indicará
narias, órganos pélvicos), generalizado (dolor referi- que localice con la punta del dedo la zona más dolo-
do de otros órganos no abdominales). rosa. Se inicia la palpación siempre en el punto más
— Síntomas acompañantes: vómitos (orientan la alejado. Las maniobras probablemente dolorosas
opción quirúrgica, si son persistentes, biliosos, fe- (signos de Blumberg o Murphy) se deben realizar en
caloideos o posteriores al dolor), diarrea (se debe último lugar. El tacto rectal no debe realizarse de for-
investigar la presencia de sangre roja, sangre ne- ma sistemática (sólo en casos de fecaloma, duda
gra o moco en las heces; asociada a un dolor ab- diagnóstica, sospecha de apendicitis retrocecal o
dominal tipo cólico sugiere una gastroenteritis, aun- enfermedad anexial).

27
FMC – Protocolos

3. Exploraciones complementarias Tratamiento


— Hemograma. La leucocitosis con neutrofilia se Tras la evaluación inicial y las exploraciones comple-
encuentra en casi todas las apendicitis, y también mentarias oportunas, hay que decidir si se realiza
en algunas gastroenteritis (aproximadamente en el una interconsulta urgente al cirujano de guardia. En
45% de los casos). La presencia de anemia indica todo caso, no deben retrasarse las normas genera-
un riesgo de sangrado (traumatismo, divertículo de les de estabilización médica: monitorización, suero-
Meckel). El examen de células periféricas puede po- terapia si lo precisa, analgesia y reposo intestinal
ner de manifiesto una déficit de hematíes, lo cual, (sonda nasogástrica abierta con aspiración).
asociado a trombopenia, hará sospechar un síndro- Está indicado el ingreso si se sospecha una enferme-
me hemolítico-urémico. dad que requiere un tratamiento quirúrgico, la presen-
— Bioquímica y gasometría venosa. Nos ayudarán cia de una masa abdominal, signos de deshidratación
en caso de deshidratación y para valorar la función e intolerancia oral o gran afectación del estado general.
renal, hepática y pancreática. Los reactantes de fase En cambio, se podrá indicar observación domiciliaria
aguda (PCR) tienen un valor relativo en el diagnósti- si se descarta una enfermedad quirúrgica u orgánica,
co de los síndromes inflamatorios causantes de do- se comprueba la tolerancia oral, y se ha descartado
lor abdominal. una infección urinaria en lactantes y niños pequeños.
— Coagulación: ante la sospecha de una enferme-
dad que requiere tratamiento quirúrgico.
— Urinoanálisis sistemático. En el diagnóstico di-
ferencial, la bacteriuria o piuria establecerá el Dolor abdominal
diagnóstico de infección de orina. La hematuria, — El dolor abdominal es uno de los motivos
además, puede indicar una litiasis (asociada a más frecuentes en las urgencias pediátricas.
proteinuria puede indicar una púrpura de Schon- — La etiología varía según la edad (cólicos del lac-
lein-Henoch). La glucosuria aislada puede obser- tante, gastroenteritis, apendicitis, invaginación intes-
varse en pacientes sépticos y la cetonuria en los tinal, infección urinaria, adenitis mesentérica…).
deshidratados. Ambos hallazgos juntos, en cam- — El diagnóstico se basa en una anamnesis y
bio, serán signos de diabetes. No hay que olvidar una exploración adecuadas (síntomas acompa-
realizar un test de embarazo en adolescentes ñantes, palpación abdominal) y en las exploracio-
sexualmente activas. nes complementarias, sobre todo ante la sospe-
— Radiografía simple de abdomen. Se realizará en cha de una enfermedad quirúrgica (analítica, ra-
bipedestación, decúbito supino o decúbito lateral diografía simple, ecografía).
derecho. Se valora la localización y el tamaño del — Se podrá indicar una observación domiciliaria si
hígado, el bazo y los riñones. La borrosidad de los no se sospecha una enfermedad quirúrgica u orgá-
bordes del psoas indicará un proceso inflamatorio o nica, se comprueba una adecuada tolerancia oral,
un tumor retroperitoneal. La presencia de calcifica- y se descarta una infección urinaria en lactantes y
ciones puede indicar una litiasis en las vías biliares niños pequeños.
y las vías urinarias, un apendicolito, un ganglio cal-
cificado o un tumor. En las vísceras huecas se va-
lorará la existencia de niveles hidroaéreos, asas di-
Criterios de derivación al hospital
latadas o engrosadas, ausencia de aire distal o — Sospecha de una enfermedad quirúrgica.
neumatosis intestinal en caso de síndrome perfora- — Palpación de una masa abdominal.
tivo. — El paciente presenta una gran afectación de
— Ecografía abdominal. Es altamente sensible y es- su estado general.
pecífica. Se ha comprobado su buena relación cos- — Signos de deshidratación e intolerancia oral.
te/eficacia en la evaluación de los pacientes con
apendicitis y es imprescindible en el diagnóstico de
invaginación intestinal. También es muy útil para va- 8. Deshidratación aguda.
lorar la presencia de hidronefrosis, torsiones testicu-
lares o anexiales, o epididimitis.
Gastroenteritis aguda
— TC. No se realiza de forma sistemática, sino en
casos de dudas diagnósticas, en pacientes politrau-
matizados estables, lesiones de vísceras macizas, La deshidratación aguda es un trastorno metabólico
tumores y algunas apendicitis. debido a la pérdida de agua y electrolitos, que com-

28
FMC – Protocolos

porta un afectación más o menos grave de las prin- sed intensa y alteraciones del SNC. Analíticamente,
cipales funciones orgánicas, generalmente secunda- el sodio plasmático es > 150 mEq/l y la osmolaridad
ria a diarrea, vómitos o cualquier otra circunstancia > 310 mosm/l.
patológica que origine un balance hidrosalino nega- — Deshidratación isotónica de mecanismo mixto. Es
tivo. la más frecuente.

Clasificación etiopatogénica Valoración clínica


(tabla 13)
Es importante la valoración de los datos clínicos de
— Deshidratación hipotónica o extracelular. Se pro- deshidratación, que van a orientar las características
duce una mayor pérdida de sodio que de agua, que- etiopatogénicas del proceso (tabla 14), además de
dando el líquido extracelular hipotónico. Clínicamen- establecer la gravedad del cuadro para poder calcu-
te, hay una tendencia a la hipotensión, ojos y fonta- lar la reposición hidroelectrolítica necesaria.
nela hundidos, pliegue intenso y mucosas poco
alteradas. Analíticamente, el sodio plasmático es 1. Anamnesis. Características de los vómitos y
< 130 mEq/l y la osmolaridad < 280 mosm/l. deposiciones (frecuencia, tipo, volumen…), cantidad
— Deshidratación hipertónica o intracelular. Se pier- y tipo de ingesta reciente, estimación de la diuresis
de más agua que sodio, por lo que el líquido extra- en las últimas 24 h, ambiente epidémico, síntomas
celular es hipertónico. Clínicamente, la presión arte- acompañantes (fiebre, dolor, síntomas respirato-
rial se mantiene, suele haber fiebre, sequedad de rios…), posible ingesta de alimentos contaminados,
piel y mucosas, irritabilidad al estimular al paciente, peso último conocido.

Tabla 13. Causas más frecuentes de dolor abdominal en niños

Edad Causas frecuentes Causas infrecuentes

0-1 mes Sepsis Enterocolitis necrosante


Infección de orina Íleo meconial
Cólico del lactante Atresia yeyunal
Gastroenteritis aguda Enfermedad de Hirschprung
Intolerancias alimentarias Malformaciones intestinales
1-12 meses Gastroenteritis aguda Malformaciones intestinales
  y urinarias
Cólicos del lactante Invaginación intestinal
Intolerancia a alimentos Fibrosis quística
Infección urinaria Torsión testicular/ovárica
Hernia inguinal incarcerada
2-4 años Gastroenteritis aguda Neumonía lóbulo inferior
Apendicitis aguda Cólico nefrítico
Estreñimiento Síndrome hemolítico-urémico
Foco ORL Hepatitis
Trastornos alimentarios Divertículo de Meckel
Infección urinaria Tumores
4-11 años Gastroenteritis aguda Colecistitis aguda, colelitiasis
Estreñimiento Litiasis renal
Apendicitis aguda Torsión testículo/ovario
Foco ORL Enfermedad inflamatoria intestinal
Infección urinaria Cetoacidosis diabética
Púrpura de Schonlein-Henoch Cefalea/migraña
Adolescente Apendicitis Colecistitis aguda, pancreatitis
Enterocolitis Úlcera péptica
Ovulación/menstruación Diabetes mellitus
Enfermedad inflamatoria intestinal Embarazo ectópico
Enfermedad inflamatoria pélvica Funcional o psicosomático

29
FMC – Protocolos

Tabla 14. Clasificación clínica de la deshidratación

Criterios clínicos Deshidratación leve Deshidratación moderada Deshidratación grave

Peso < 5% 5-10% > 10%


Pliegue (–) (+) (+)
Mucosas Húmedas/pastosas secas Muy secas
Ojos Normal Hundidos Muy deprimidos
Sensorio Alerta-agitado irritable Somnoliento-coma
Piel Fría Fría, miembros moteados Fría, todo moteado
Recapilarización < 2 s 2-4 s >4s
Pulso Normal Taquicardia/débil Débil, no se palpa
Respiración Normal Profunda Profunda-rápida
Presión arterial Normal Normal-baja Indetectable
Diuresis Normal Disminuida Anuria-oliguria
Lágrimas Normal Ausentes Ausentes
Fontanela Normal Deprimida Muy deprimida

2. Exploración física. Peso actual, valoración La realimentación está indicada tras el período de
sistémica detallada para hacer una estimación del rehidratación con alimentos de fácil absorción, evi-
grado de deshidratación y el tipo. tando los ricos en grasas y azúcares simples.
B. Rehidratación intravenosa. Está indicada siempre que
3. Pruebas complementarias. Se solicitará esté contraindicada la técnica de rehidratación oral, y en
analítica si clínicamente la deshidratación es grave, los casos en que se compruebe el fracaso de ésta:
se sospecha una deshidratación hipernatrémica y si
se va a realizar una rehidratación intravenosa, que — Se debe calcular el déficit aproximado de las pér-
incluya un hemograma, el equilibrio ácido-base, y didas, según las características clínicas o la pérdida
una bioquímica en sangre y orina (incluida la osmo- de peso documentada (3, 5 o 10%), que se repondrá
laridad y la determinación de la creatinina). añadido a las necesidades basales de líquidos co-
rrespondientes a cada peso y edad.
— Inicialmente se administra la fase de emergencia,
Actitud terapéutica (fig. 14) consistente en 20 ml/kg, a pasar en una hora o me-
nos, en forma de suero fisiológico (y se restará del
déficit calculado).
A. Rehidratación oral. Siempre que sea posible la re- — Después se pasará el resto del déficit añadido a
hidratación será oral, mediante las soluciones de las necesidades basales, en un plazo de 8-72 h se-
rehidratación oral. Son válidas para cualquier tipo de gún las características de la deshidratación (isotóni-
deshidratación, en grado leve y moderado. Entre las ca y moderada más rápido, hipernatrémicas hasta
contraindicaciones absolutas están el shock hipovo- en 48-72 h). El suero elegido dependerá del de-
lémico, la disminución o la pérdida de conciencia, la sequilibrio electrolítico existente: en caso de hipotó-
deshidratación grave (pérdida estimada superior al nica o isotónica, con suero glucosalino 1/2 o 1/3, y si
10%), el íleo paralítico, las pérdidas fecales intensas es hipernatrémica, con suero glucosalino 1/5, siem-
y el aspecto séptico, en cuyo caso la rehidratación pre con aporte de potasio a necesidades basales si
se realizará de forma intravenosa. la función renal está conservada. En casos de aci-
La técnica de rehidratación oral consiste en la admi- dosis grave (pH < 7,10), se corregirá empleando
nistración de pequeñas cantidades de líquidos en in- sueros glucobicarbonatados.
tervalos de 5 min según el déficit. Los vómitos aisla-
dos y de poca intensidad no justifican el cambio de la
terapia oral a intravenosa. En la fase de mantenimien-
to se deben cubrir las necesidades basales y las pér- Deshidratación aguda
didas mantenidas (20-50 ml/kg/h). Por cada deposi-
ción hay que añadir 5-10 ml/kg y 2 ml/kg por cada vó- — La causa más frecuente de deshidratación en
mito, hasta un máximo aporte de150 ml/kg/día. En niños son los procesos que cursan con vómitos
esta fase se puede reintroducir la alimentación. y/o diarreas, generalmente de etiología viral. Sin

30
FMC – Protocolos

Vómitos +/- diarreas

Exploración: estado de hidratación

Deshidratación
Normal

Leve/moderada Severa

Valorar riesgo de deshidratación


1. Bolo SSF 20 cc/kg i.v.
Edad en 20 min-1 h
1. Rehidratación oral 4-6 horas 2. Sueroterapia i.v.
Características de los vómitos
2. Reevaluación
Número de vómitos 3. Considerar rehidratación oral
Características de las deposiciones al mismo tiempo
Frecuencia de las deposiciones 4. Inicio precoz alimentación

Bajo Alto Mejoría

1. Alimentación a demanda Advertir riesgos


2. SRO a demanda 1. Inicio alimentación a demanda
Mejoría
2. Rehidratación/tolerancia v.o. (SRO)
3. Reponer 10 ml/kg por cada deposición

Figura 14. Algoritmo de actuación en la gastroenteritis aguda.

embargo, generalmente los casos de vómitos y — Los vómitos aislados y de poca intensidad no
diarreas no implican ningún grado de deshidra- justifican el cambio de la terapia oral a intrave-
tación. El riesgo es mayor cuanto menor es la nosa. La realimentación precoz está indicada
edad. tras el período de rehidratación con alimentos
— Es importante la valoración de los datos de fácil absorción, evitando los ricos en grasas y
clínicos de deshidratación, que van a orientar azúcares simples.
las características etiopatogénicas del proce- La rehidratación intravenosa está indicada cuan-
so. do fracase la rehidratación oral, y en casos de
— Hay que establecer la gravedad del cuadro, rehidratación grave.
para poder calcular la reposición hidroelectrolíti-
ca necesaria. El mejor parámetro para valorar el
grado de deshidratación es la pérdida de peso.
Criterios de derivación al hospital
— Se solicitará una analítica (hemograma, bio-
(rehidratación intravenosa)
química en sangre y orina, y equilibrio ácido- — Signos clínicos de deshidratación grave o
base) si clínicamente la deshidratación es gra- pérdida de peso documentada superior al 5-
ve, se sospecha una deshidratación hiperna- 10%.
trémica y si se va a realizar una rehidratación — Alteración del nivel de conciencia o irritabili-
intravenosa. dad intensa (sospecha de deshidratación hiper-
— Siempre que sea posible, se debe recomen- natrémica).
dar la rehidratación será oral con soluciones de — Intolerancia oral o pérdidas fecales intensas
rehidratación oral, válidas para cualquier tipo de mantenidas.
deshidratación, en grado leve y moderado. — Aspecto séptico.

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FMC – Protocolos

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