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ASIGNATURA:
Derecho comercial I
TEMA:
Contratos civiles en sus aplicaciones comerciales
FACILITADOR:
A partir de la lectura del tema antes indicado, deberán desarrollar las siguientes ideas:
El Código de Comercio define la figura del comerciante en el artículo 10, según el cual son
comerciantes los que teniendo capacidad para contratar hacen del comercio su profesión
habitual, y las sociedades mercantiles.
Señala Goldschmidt (2009) en su Curso de Derecho Mercantil, que dentro de un régimen con
base objetiva el concepto primario no es el del comerciante sino el del acto de comercio y que
el comerciante es la persona que realiza profesio-nalmente actos de comercio.
Esta es, según el autor citado, por lo menos, la regla para el comerciante individual. En lo que
se refiere a las sociedades mercantiles, desde la reforma de 1955, hay ciertos tipos sociales
cuya comercialidad depende de su forma y no del objeto de sus actividades: artículo 200,
primera parte; así, al menos en principio, las sociedades anónimas y las sociedades de
responsabilidad limitada, y lo mismo puede decirse, por aplicación analógica de la disposición
citada, para la sociedad en comandita por acciones.
2- ¿Cuáles son las obligaciones que les exige la Ley a los comerciantes?
En primer término, el comerciante debe obrar en nombre propio. Por esto, no son comerciantes
los factores que ejercen el comercio en nombre del principal o los administradores de las
sociedades mercantiles que realizan actos de comercio en nombre de la sociedad.
En segundo término, el comerciante debe realizar sus actividades con fines de lucro. No es
necesario que cada acto de comercio se haga con tales fines, pero la actividad profesional debe
perseguir tal finalidad. Verbigracia, puede ser que un comerciante compre bienes muebles con
el ánimo de re-venderlos sin la intención de hacer en el caso concreto una ganancia, así, cuando
todavía no tiene una clientela por lo cual ofrece sus mercancías a precios más bajos que sus
competidores con la esperanza de poder aumentar dichos precios en el futuro.
Finalmente, el ejercicio de los actos de comercio debe ser la base de la pro-fesión de la persona
que los realiza. No es suficiente la realización, aunque continuada de actos de comercio si el
ejercicio de dichos actos no cons-tituye la base de la profesión; verbigracia, no es comerciante
el agricultor aunque emita continuamente letras de cambio.
3-Valorar la situación de la mujer casada comerciante con respecto a la administración
de sus bienes
Un caso especial que regula el Código de Comercio es el de la Mujer casada y las sociedades
mercantiles entre esposos.
En relación con el caso de la mujer casada mayor de edad hay que distinguir entre el ejercicio
separado del comercio por parte de ella y el ejercicio común con el marido.
De conformidad con el artículo 16, del Código de Comercio, la mujer puede ejercer el comercio
sin autorización del marido y obliga a la responsabilidad de sus actos sus bienes propios -lo
que ocurre incluso cuando en el acto intervenga también el marido, por ejemplo, cuando ambos
conjuntamente firman una letra de cambio- y los bienes de la comunidad que ella administra.
Para poder afectar igual-mente a dicha responsabilidad los demás bienes comunes, o sea, los
bienes administrados por el marido, se necesita el consentimiento expreso de éste, el cual, de
acuerdo con el Ni 2 del artículo 19, debe ser anotado en el Registro de Comercio.
Por tanto, los bienes propios del cónyuge empresario siempre quedan afectos a las
responsabilidades nacidas del ejercicio del comercio.
Para que uno de los cónyuges pueda disponer y obligar en el ejercicio del comercio a los bienes
comunes, se requiere, en todo caso, el consentimiento del otro cónyuge, otorgado en escritura
pública inscrita en el Registro Mercantil.
El Código de Comercio, se ocupa del menor comerciante desde distintos puntos de vista. El
artículo 11 de dicho Código se refiere al menor emancipado autorizado para el ejercicio del
comercio. A tal fin el menor emancipado, acerca del cual debe concatenarse con los artículos
382 y siguientes, en particular el artículo 388, Código Civil, necesita una autorización de su
curador y cuando éste no fuere el padre o la madre, también la aprobación del Juez de Primera
Instancia en lo Civil de su domicilio.
La autorización puede ser general o limitada a determinada rama del comercio. El Juez no
acordará la aprobación sino después de tomar por escrito y bajo juramento los infor-mes que
creyere necesarios sobre la buena conducta y discreción del menor. La autorización del curador
y en su caso el auto de aprobación debe registrarse, en primer término, en la Oficina
Subalternadel Registro Público del domicilio del menor y luego en el Registro de Comercio
donde quedarán fijados por seis meses: artículo 11, último aparte, artículo 19, N.º 1. De
conformidad con el artículo 12, los menores autorizados para comerciar se reputan mayores en
el uso que hagan de esta auto-rización y pueden comparecer en juicio por sí y enajenar sus
bienes inmuebles, siempre que tales actos de enajenación se vinculen al ejercicio del comercio.
El menor, aunque tenga autorización general para comerciar, la necesita especial para asociarse
en nombre colectivo: artículo 229. Res-pecto de esta autorización se aplicará el artículo 11.
“El registro mercantil tendrá por objeto llevar la matrícula de los comerciantes y de los
establecimientos de comercio, así como la inscripción de todos los actos, libros y documentos
respecto de los cuales la ley exigiere esa formalidad. El registro mercantil será público.
Cualquier persona podrá examinar los libros y archivos en que fuere llevado, tomar anotaciones
de sus asientos o actos y obtener copias de los mismos”.