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RECLUTAMIENTO DE NIÑOS Y

ADOLESCENTES DURANTE EL
CONCLICTO ARMADO INTERNO

Integrantes:
DAVILA VARGAS, Andrés Felipe …………. U18101307
PAZ REATEGUI, Stephanie Francine ………… U17306837
DIAZ GATTY, Valeria Milagros …………. U18103604
HUAMAN TUMIALAN, Ángela Roselyn ………. U17207573
BUSTAMANTE DELGADO, Rosita Nildabet …………. U17213566

Profesor:
CARRILLO URETA, Gonzalo

Sección:
4065

2019
INTRODUCCION

En el presente trabajo tiene como finalidad analizar de manera ética las


consecuencias del reclutamiento de niños y adolescentes durante el conflicto
armado durante los años 80 hasta 90 en el Perú. Para ello, utilizaremos
diferentes fuentes bibliográficas de reconocidos autores e instituciones como
artículos académicos, tesis y libros. Además, se ha tomado en cuenta el
informe final de la comisión de la verdad y la reconciliación donde uno de sus
capítulos trata sobre la violencia contra los niños. Este informe detalla la
participación forzada de menores como soldados del grupo subversivo sendero
luminoso y el MRTA.
Varios autores han señalado que Sendero Luminoso aumento su simpatía en el
departamento de Ayacucho. Señalan que fue como una “lluvia buena” para la
comunidad dándoles una proyección de mejor vida; pero cuando se empezó a
convertir en un partido violento y autoritario, el SL empezó a perder apoyo de
sus simpatizantes. Por ello, comenzó a reclutar forzadamente a los niños de los
pueblos aledaños a su zona. Ahí es donde los entrenaban con el uso de armas
para que peleen en sus filas.

“De acuerdo con los datos recogidos por la CVR, de los actos del PCP-
SL dirigidos contra niños y niñas, el reclutamiento forzado y el secuestro
representan el 42.34%. La utilización de niños en las hostilidades es una
práctica generalizada y sistemática que SL usó desde el inicio del
conflicto armado haciéndose más aguda entre los años 1983 a 1990.
Las zonas más afectadas fueron Ayacucho, Huancavelica, Huánuco y
Junín.” (Taipe, N. (2014)

A continuación, se dará un análisis ético acerca de los derechos que fueron


violados durante el conflicto armado de Sendero Luminoso, haciendo una
comparación con lo sucedido en el conflicto armado de Colombia. Además, se
hablará de las consecuencias que trajo el usar a los niños soldados y las
repercusiones que trajo esto en sus vidas. Po ultima se darán conclusiones
acerca del tema y las soluciones dadas por algunas instituciones
gubernamentales.
ANALISIS ETICO
El mismo caso lo vemos en Colombia, donde paralelamente sucedía el mismo
caso de reclutamiento en el conflicto armado que tenía dicho país. La FARC
reclutaba a la fuerza niños y adolescentes para usarlos como soldados, ya que
podían cargar armas livianas que eran más baratas para ellos, además de
usarlos también como cocineros o en los cultivos de coca.

“Al contrario de las viejas armas (pesadas y difíciles de manejar), niños


de muy corta edad pueden manejar las nuevas armas livianas con gran
facilidad, como el AK47 soviético y el M16 norteamericano. Esta
disponibilidad de armas pequeñas y municiones ligeras es la
consecuencia de un “armamento abundante y barato, traficado
ilegalmente” (…)” (Serra; 2010; pp. 80)

El utilizarlos de este modo vulnero muchos de los derechos que ellos poseen.
Uno de los principales que se violo fue el derecho a la vida, ya que eran usados
como armas sin impórtales lo que pudieran sufrir, lo que ocasiono que en el
futuro estos niños vivieran con temor y rencor a este tipo de luchas. Otro
derecho que fue vulnerado fue el derecho a la familia, debido a que se les
aparto de ella ya sea cuando la FARC los reclutaba a la fuerza o sus familiares
eran asesinados por ella. Similar hacia Sendero luminoso en el Perú con las
familias de la sierra.

“Niño (2012) identificó que el vivir en medio del conflicto armado puede
vulnerar, en niños y niñas, sus derechos a la vida, a la libertad y al
trabajo, entre otros, que generan sentimientos como temor y la
sensación de inseguridad.” (Valencia-Suecún, Ramírez, Fajardo, Ospina-
Alvarado; 2015; pp 1042)

Asimismo, los derechos de supervivencia, como el de salud y alimentación


fueron transgredidos también por estos grupos guerrilleros. En el aspecto de
salud, no se les brindaba a los niños y adolescentes las condiciones medica
necesarias para tratar sus heridas hechas en los conflictos bélicos o algunas
veces ni se les otorgaba ya que los grupos armados no les permitían ser
atendidos por el miedo que proporcionaban a los médicos como explica el
siguiente testimonio de una niña en la FARC: “…ahí estaban los médicos en
frontera y la guerrilla los amenazaba o sea los guerrilleros a cargo… ellos
ayudaban y entonces los amenazaban” (Valencia-Suecún, Ramirez, Fajardo,
Ospina-Alvarado; 2015; pp 1040). En el caso de alimentación, se les daba
alimentos de baja calidad, puesto los sembríos habían sido contaminados por
los terroristas con veneno y pesticidas para que las familias de estos niños solo
cultivaran coca que sería comercializada en el VRAE. Aparte de ello, tampoco
se les brindaba la cantidad de agua necesaria. La mayoría era dada a los
adultos debido a que los consideraban más importantes.

“Es evidente en las narraciones que las familias han configurado las
relaciones económicas a partir del cultivo de coca, como lo relata un niño
de 15 años: “Mi papá…así era agrícola… antes ganadería (…), ahora
cultiva coca porque eso sí da platica… porque como la fumigaron, le
fumigaron un veneno muy duro que esterilizó la tierra, entonces lo único
es la coca”” ( Valencia-Suecún, Ramirez, Fajardo, Ospina-Alvarado;
2015; pp. 1040)

También, el derecho a la educación fue atropellado. Los niños fueron apartados


de las actividades escolares, debido a que estaban dentro de estos grupos
rebeldes. Cuando termino el conflicto armado, se les fue difícil integrarse a las
actividades académicas, ya que eran discriminados por sus compañeros y eso
hacia que no tuvieran ánimos de estudiar. Además, muchos de ellos tenían
familias en estado de pobreza por culpa de lo que los grupos bélicos habían
hecho en los cultivos de ellas. En consecuencia, los jóvenes pensaban que
volver al estudio era algo absurdo y que mejor era dedicarse a trabajar.

“Los relatos de los agentes educativos vinculados con los niños y niñas
nombran los impactos psicológicos de la guerra y la falta de motivación
de sus estudiantes para iniciar una nueva vida. Una de las docentes
expresa: “el estudio para ellos no significa nada, ellos piensan que todo
es ridículo y le parece bobo… hasta que dura un tiempo aquí y se da
cuenta que la sociedad le puede brindar cosas diferentes a la guerra””
(Valencia-Suecún, Ramírez, Fajardo, Ospina-Alvarado; 2015; pp. 1041)

Como vemos, aquellos niños reclutados por Sendero Luminoso y La FARC


sufrieron violaciones a sus derechos principales quedando incluso con daños
físicos y psicológicos, debido a que viven temerosos de aquellos conflictos y se
les hace difícil retornar a sus vidas pasadas. Si bien esta práctica ya no se
hace en nuestro país, en algunos países como Siria y Afganistán se sigue
haciendo, dando un gran atropello a los derechos de estos jóvenes.
El ejecutamiento de los derechos del niño y de los adolescentes en el Perú ha
sufrido particulares afectaciones por la expansión de grupos armados
terroristas como Sendero Luminoso o el MRTA en los años de crisis en el país
por mediados de los 80’ a 90’. En la actualidad la transgresión que se ejecuta
contra los derechos de niños y adolescentes es un tema de interés social y
político. En el mundo se conoce cada vez mas casos de la violación de estos
derechos; en muchos países se crean conflictos armados, que poco o nada
tienen que ver los niños, pero aun así los niños son afectados por diversos
tipos de violencia, como lo explica la autora Machel:

“…Algunos caen víctimas de un ataque indiscriminado contra civiles;


otros mueren como parte de un genocidio calculado. Otros niños sufren
los efectos de la violencia sexual o las múltiples privaciones propias de
los conflictos armados, que los exponen al hambre o a las
enfermedades. Igualmente, chocante resulta el hecho de que miles de
jóvenes son explotados cínicamente como combatientes.”
(Machel (1996) p. 9)

En todo aspecto, la violencia que representa la utilización de niños en los


conflictos armados es de las más denigrantes, pues es un problema que daña
los derechos de niños y adolescentes de forma fundamental. Por ellos se
estaría quebrantando su integridad psicológica, física y moral, afectando su
desarrollo armonioso, anulando todo tipo de libertad y esperanza de vida de los
menores.
De acuerdo con datos recogidos por la CVR hubieron más de 2,952 casos de
contravención a los derechos del niño y adolescente durante los conflictos
armados donde el principal derecho que se viola es el derecho a la vida. Así
mismo el derecho a la educación, la salud, etc.; por parte de Sendero Luminoso
y el MRTA. Los departamentos que presentan más intensidad de violación de
derechos fueron Huánuco, Ayacucho, Ucayali y Apurímac; ya que eran las
zonas más cercanas a los lugares de concentración de los grupos armados
terroristas.
Como repercusión de todo lo que ha pasado con Sendero Luminoso y el MRTA,
los menores que son secuestrados de sus hogares para participar en
actividades del terrorismo o narcoterrorismo de SL; al pasar de los años, siguen
en las mismas filas, y van ascendiendo de cargo a “camaradas” y ellos mismos
se encargan en la actualidad de reclutar a más niños para que trabajen en los
cultivos de droga que tienen en el VRAEN, por lo cual se hace necesaria una
rápida intervención del Estado peruano a efectos de evitar consolidar su
responsabilidad internacional frente a estos hechos.

Como análisis ético por lo leído antes, el terrorismo repercutió en toda una
generación y todavía hasta la actualidad queda las secuelas de dicha violencia,
que vemos hasta hoy en día por que sigue habiendo casos de reclutamiento en
zonas altas y violación a los derechos de los niños. Cada recalcar que todo
conflicto armado causa repercusiones en la sociedad y más aún en los niños,
ya que por medios de comunicación observan el ámbito violento en que se
enfrentan no solo un grupo terrorista, sino que también el estado.SL afecto
moralmente al país ya que hubo huérfanos, familias disfuncionales, niños que
crecieron en un ámbito violento y se convirtieron en grandes sicarios,
delincuentes, narcotraficantes; quienes hoy en día tienen familia a quienes les
enseñan el mismo tipo de vida que tuvieron. Y deja que no haya respeto por los
derechos del niño y adolescente ya que ellos son la población más vulnerable.

Desde el punto de vista ético en el caso de los niños que fueron reclutados
para ser soldados en le la época del terrorismo, sendero luminoso y el
narcotráfico son unas victimas que sufren un daño por culpa de otra persona, lo
cual al pasar el tiempo se adaptan a lo que son sometidos y terminan
cometiendo crímenes que generan una dinámica de victima a victimario, siendo
participes de un conflicto ante la sociedad por inducir a la violencia infantil.

“Los niños soldados son víctimas porque son reclutados o alistados y


son forzados a participar en conflictos armados, pero al mismo tiempo
cometen crímenes; es decir, son victimarios. Por esto es muy difícil
darles un trato especial debido a que por más que se les exima de toda
responsabilidad durante su minoría de edad, apenas cumplan la mayoría
de edad pasarían a ser delincuentes (…) es por ello que se crean
programas de reinserción y reparación para ex niños soldados. Lo que
se busca con estos programas es que los niños obtengan las
herramientas necesarias para tomar decisiones en su vida que
contribuyan a la paz”. (Cambridge. Pág. 2 – 3)

El abuso y explotación de los derechos de los niños fue demasiado aberrante,


sobreexponiendo su vulnerabilidad y usándolos como objetos, de tal manera
que no tenían opción a decidir ellos mismos, estos fueron sometidos a distintas
actividades ilícitas que no eran apropiadas para su edad, el aislamiento que
tuvieron les produjo ciertas consecuencias que a lo largo de su vida terminaron
convirtiéndose en uno más del grupo que los reclutó.

Dilemas que se presentan al cuestionar la responsabilidad de los actos


cometidos por niños recluidos por grupos subversivos.

El reclutamiento de niños y su participación en conflictos armados es una de


las mayores violaciones de los derechos humanos. El informe final de la CVR
señala que el 40% de las víctimas de reclutamiento forzado era menor de edad.
De acuerdo a los testimonios, los senderistas ingresaban a las escuelas y
seleccionaban a los niños más altos, fuertes y estudiosos para reclutar los. En
el caso que las familias o la comunidad se negara a entregar a los menores,
eran asesinados por los senderistas y los menores llevados a la fuerza.

“ El 24 de diciembre de 1986 (Pascua sangrienta) fueron asesinatos


doce jóvenes que se negaron a formar parte del Ejercito Guerrillero
Popular. Los jefes senderistas exigían una nueva “cuota” de doce
muchachos de entre 10 y 13 años. Los padres se opusieron. Los
muchachos se negaron. De pronto terminó la discusión. Sonaron varios
disparos [..] habían quedado en el suelo ocho muchachos muertos [...]
llevándose a la fuerza seis de los muchachos sobrevivientes”.(Valencia
1992:54)

Los reclutamientos se dieron por medio de coacción, engaños y en medio de


violencia. Los menores bajo presión y por temor a las represalias eran llevados
a los campos de concentración de los grupos subversivos donde los
adoctrinaban y los entrenaban para permanecer en sus filas. En ese sentido, se
presenta un dilema a la hora de cuestionar la responsabilidad que tienen estos
menores en sus actos. Es importante entender el contexto en que llegaron a
cometer tales actos, tal como lo señala la CVR estos menores eran obligados a
dejar sus hogares y crecieron en un entorno influenciado por la doctrina que les
imponían los subversivos, de esta manera tenían una visión y mentalidad
confusa dado que se formaron bajo el pensamiento de estos grupos.
Dentro de una perspectiva ética es necesario tomar una actitud reflexiva y
analizar todos los escenarios que llevaron a estos niños a verse envueltos en
actos terroristas. Asimismo, nos debemos preguntar si la sociedad peruana
tiene alguna responsabilidad, recordemos que mientras se daban los primeros
casos de reclutamiento forzado en las zonas más pobre dónde se inició el
terrorismo, el estado y la sociedad en general eran ajenos o se hacían de la
vista gorda, lo que permitió que estos grupos operen libremente y sigan con el
reclutamiento de menores.

Por ello, se forma un conflicto social a la hora de establecer el grado de


responsabilidad de los niños reclutados que participaron en el conflicto armado
como nos soldados. Por un lado, se les considera víctimas del terrorismo, pues
fueron forzados a dejar sus casas y los alistaron como parte de su ejército y
estos seguían sus órdenes por miedo a las represalias que podrían cometer,
teniendo en cuenta los niveles y estadios del razonamiento moral de Kohlberg
podemos deducir que estos menores reclutados se encuentran en el nivel
preconvencional, específicamente en el estadio1, dado que seguían órdenes
por miedo al castigo. Por otro lado, la mayoría de reclutados era entrenado
para fines de guerra, los menores eran enviados a patrullar y portaban armas lo
que los llevaban a cometer actos terroristas, lo cual los convierte en
victimarios.

Por ello, se forma un conflicto social a la hora de establecer el grado de


responsabilidad de los niños reclutados que participaron en el conflicto armado
como niños soldados. Por un lado, se les considera víctimas del terrorismo,
pues fueron forzados a dejar sus casas y los alistaron como parte de su ejército
y estos seguían sus órdenes por miedo a las represalias que podrían cometer,
teniendo en cuenta los niveles y estadios del razonamiento moral de Kohlberg
podemos deducir que estos menores reclutados se encuentra en el nivel pre
convencional, específicamente en el estadio1, dado que seguían ordenes por
miedo al castigo. Por otro lado, la mayoría de reclutados era entrenado para
fines de guerra, los menores eran entrenados en el manejo de armas de fuego
y construcción de bombas por lo que muchos de ellos se convirtieron en
victimarios.
Para poder entender esta situación es necesario tener en cuenta las diferentes
formulaciones de Kan que resumen el mandato moral detrás del
imperativo categórico, preguntarnos si estos menores tenían otras
posibilidades, si actuaban porque creían que lo que hacían era bueno, si eran
capaces de diferenciar entre lo correcto y lo incorrecto, etc.

En el caso de Colombia se han hecho trabajos en donde se hace un análisis


psicosocial del panorama del reclutamiento forzado y los rasgos marcados que
presentan los niños soldados.

“En el caso de los niños soldado los rasgos marcados de


desensibilización, desarraigo, comportamiento agresivo y alteración de la
percepción de los roles de agresor y víctima los diferencian; como lo
señalan las investigaciones realizadas en el año 2014 en NNA
desvinculados del conflicto armado, donde un 68 % de la
población presentaban distorsiones de pensamiento, el 65% episodios
de depresión y ansiedad, y un 61% problemas de atención relacionados
con episodios de miedo”.(Capacho, 2017, p.7)

En ese sentido, es importante entender el perfil psicológico de estos niños a


consecuencia de la formación que se vieron forzados a llevar y que la sociedad
y el estado se preocupe en adoptar medidas para rescatar a los niños victimas
del terrorismo y posteriormente reinsertarlos a la sociedad, pues no debemos
olvidar que la ética se trata de buscar el bienestar común y la convivencia
humana. Desde una perspectiva ética, es indispensable preocuparnos primero
en el bienestar psicosocial de estos niños y después ya serán las entes
judiciales internacionales la que determinarán como se les debe juzgar.
Conclusiones y recomendaciones

El reclutamiento forzado por parte del Sendero Luminoso fue una práctica
antiética en la cual se violaron los derechos de los niños y muchos vivieron bajo
presión de los enfrentamientos bélicos y durante su reclutamiento pasaron por
ataques, masacres, secuestros y en casos extremos algunos murieron frente a
Sendero Luminoso por estos tratos crueles e inhumanos. Según UNICEF
señala que:

“el Protocolo Facultativo relativo a la participación de niños en conflictos


armados, prohíben el involucramiento y utilización de niños, niñas y
adolescentes en acciones de esta naturaleza tanto por parte de grupos
armados como de fuerzas armadas.” (UNICEF: 2009)

Por lo tanto, los grupos armados como Sendero Luminoso u otros grupos
belicosos y revolucionarios no están autorizados para el reclutamiento obligado
de menores, ya que actuarían en contra y viola la Convención de los Derechos
del Niño en el cual afecta a nivel social, físico y cognitivo.

En conclusión, actualmente el Estado debe organizarse y a través de las


fuerzas armadas, con diversos operativos poder rescatar a niños que hou en
dia siguen a cargo de “camaradas” de Sendero Luminoso, puesto que que esos
niños siguen sufriendo la trangersion a sus derechos y por ende debe
solucionarse. El Estado esta en la obligación de ayudar a estos niños y darle
una mejor esperanza de vida; a su vez poner una normativa para los niños
secuestrados por grupos terrorista y que no vuelvan a cometerse los atropellos
a sus derechos.

Solucion
Los niños y adolescentes a la larga después del reclutamiento pueden sufrir
secuelas psicológicas y físicas. A nivel legal, los menores de 18 años no
cuentan con una madurez física ni mental en la que decidan las circunstancias
en las que estarán expuestas. La convención de derechos de niños busca la
protección y amparo, primero desligar de del escenario y los daños
psicológicos y físicos que pasaron durante su reclutamiento en la que minimiza
aquellos daños, luego lograr que no puedan revictimizarse de modo que
después busquen y encuentren una nueva visión de su futuro en la vida.
Biliografia:
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de http://www.gazeta-antropologia.es/?p=4405
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Pp. 51-58. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?
id=80646457009
 Valencia-Suescún, M. I., Ramírez, M., Fajardo, M. A. & Ospina-Alvarado,
M. C. (2015). De la afectación a nuevas posibilidades: niñas y niños en el
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 Serra, M. (2010). Hacia una protección efectiva de los derechos
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 Machel, G. (1996) Impact of armed conflict on children. Unicef.
Recuperado de: http://www.unicef.org/graca/a51-306_en.pdf
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 Hinestroza-Arenas, V. (2008). Reclutamiento de niños y niñas:
fenómeno invisibilizado, crimen manifiesto. Oasis, (13), 45-60.
 Valencia A (1992). Los Crímenes de Sendero Luminoso en Ayacucho.
Lima, PUCP.
 Gelvez, J (2017). Panorama del reclutamiento forzado :puntos de partida para la
atención psicosocial. Recuperado
de http://repository.ucc.edu.co/handle/ucc/1862
 UNICEF.(2009) UNICEF CONDENA EL USO DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES EN
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de https://www.unicef.org/peru/spanish/nino_soldado.pdf

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