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Conocimiento y Ciencias de la Salud

Ciclo lectivo 2019

Equipo docente:
Grisel Adissi
Daniel Albano
Gabriela Assalone
Melisa Borturo
Florencia Calcagno
Felicitas Fonseca
Marisel Hartfield
Nadia Percovich
María Pozzio
Florencia Rispoli
Aldana Romano
Mariana Saraceno
María Cecilia Scaglia
Magalí Turkenich
Martín Urtasun
Diego Zavalía
Cronograma de la asignatura (*)
Las clases comienzan el lunes 3 de abril.
Semana 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
Fecha 3-5/4 8-12/4 15-19/4 22-26/4 29/4-3/5 6-10/5 13-17/5 20-24/5 27-31/5 3-7/6 10-14/6 17-21/6 24-28/6 1-5/7
Clase 1 2 3 4 5 6 CR 7 F 8 9 CR 1ºP 10 11 12 TP 13 14 15 16 17 18 2ºP TP Calif CR R
Evaluaciones y TP CR 1ºP Calif TP 2ºP TP Calif CR R
entregas

Referencias:

F: Feriado.

TP: Entrega de Trabajo Práctico.

P: Parcial.

R: Recuperatorio

CR: Clase de Repaso.

PARCIALES:

1º Parcial: Primera clase de la semana del 13 al 17 de mayo.

2º Parcial: Segunda clase de la semana del 17 al 21 de junio.

Recuperatorio: A convenir con los docentes.

(*) Dicho cronograma es tentativo y puede estar sujeto a modificaciones y/o ajustes que puedan surgir durante el desarrollo de la asignatura, las
que serán informadas oportunamente.

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Objetivos generales de la materia:


• Distinguir las bases sobre las cuales se produce el conocimiento científico.

• Comprender la construcción del conocimiento científico en términos de necesidad de respuesta a problemas


y demandas sociales, entendiendo las condiciones que permiten la estabilidad y superación de modelos,
paradigmas y teorías.
• Distinguir la presencia de preconceptos, opiniones y conocimiento basados en evidencias.

• Poder vincular la construcción del conocimiento científico con el desempeño de las profesiones del campo
de la salud; caracterizando el peso de intereses económicos, académicos, políticos, culturales que puedan
estar pesando sobre los modelos explicativos en uso.

Instancias de aprendizaje:
Las actividades están planificadas en función de identificar y definir conceptos, problematizarlos y reafirmarlos al
hacerlos extensivos al uso en el campo específico de competencia de los estudiantes como futuros profesionales.
En función de esto las clases tomarán una dinámica teórica-práctica en la que se fortalecerá la exposición
dialogada de los docentes con los estudiantes y el trabajo grupal.

Evaluación:
El desarrollo de la asignatura contempla evaluaciones periódicas del trabajo grupal y evaluaciones individuales.
Estas últimas, comprenden dos pruebas parciales, una al promediar el cursado de la asignatura y otra al
finalizar la misma, y una instancia recuperatoria para cada una al finalizar la cursada. La nota final será el
promedio de los dos parciales.
La instancia grupal consiste en un Trabajo Práctico que se entregará al finalizar la cursada, pero que tendrá
dos entregas parciales a lo largo de la cursada. Este Trabajo Práctico es de carácter obligatorio y podrá ser
calificado como: Rehacer (R), Aprobado (A), Aprobado Muy Bien (AMB).
Para aprobar la asignatura el alumno deberá cumplimentar con el 75% de asistencia a las clases, aprobar
las dos evaluaciones previstas y el trabajo práctico. Además, los estudiantes deberán acreditar la participación
en algún evento científico, se dará prioridad a los que organice la UNAJ, en su defecto podrán asistir a algún
otro que organice otra institución académica previa consulta con el docente.
La asignatura se puede aprobar de dos formas:
1. Promoción: Asistencia al 75% de las clases; aprobación de las dos evaluaciones parciales con promedio
igual o mayor a 7 (siete) sin ninguna nota menor a 6 (seis). Tener aprobado el trabajo práctico.

2. Examen final: Asistencia al 75% de las actividades; aprobación de las dos evaluaciones parciales con 4
(cuatro) o más sin llegar al promedio necesario para promocionar. Tener aprobado el trabajo práctico y
aprobación de un examen final con 4 (cuatro) o más.
Conocimiento y Ciencias de la
Salud

Módulo III
Módulo I Módulo II
Mapa de la materia:

Relación Objeto de las


Conocimiento Positivismo Paradigma
sujeto/objeto ciencias de la salud

Ciencia normal – Complejidad del El cuerpo como


Tipos de Crisis – Revolución objeto de las ciencias objeto de trabajo Biomedicina y
conocimiento autoatención
científica de la salud médico

Características del
conocimiento Historicidad Abordajes Experiencia de la
científico interdisciplinarios enfermedad
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Módulo 1

Contenidos
Teoría del conocimiento. El conocimiento como problema y como proceso. Relación objeto y sujeto de
conocimiento. Tipos de conocimiento. Conocimiento Natural vs Conocimiento Científico. Características
del conocimiento científico. El quehacer científico: los hechos, la observación, mediaciones, condicionamientos.
Problematización de la realidad.

OBJETIVOS
• Reconocer los diferentes procesos de definición del objeto (de conocimiento, estudio, trabajo), analizar
cómo se coloca el científico frente a un eventual objeto, qué operaciones se realizan para delimitarlo, la
mirada desde diferentes disciplinas, diferencias entre conocimiento científico y sentido común.

• Comprender que el conocimiento es una actividad social y colectiva. Reconocer la actividad científica
como una práctica colectiva, en equipo, inclusiva de diferentes miradas orientadas a la construcción de
diferentes interrogantes vs la concepción del trabajo del científico individual y aislado.
• Comprender la construcción del conocimiento científico y las características que lo diferencian de otros
tipos de conocimiento. Entender el error como algo intrínseco al proceso de construcción del conocimiento.
Comprender qué significa la problematización de la realidad.
• Conocer las principales corrientes históricas y teorías del pensamiento científico.

BIBLIOGRAFÍA
• Chalmers, A. (2000): Introducción y fragmentos de capítulo 1. En: Chalmers (2000): ¿Qué es esa cosa
llamada ciencia? Madrid: Siglo XXI Editores.
• García, Enio (2017). Ciencia y Soberanía. En: Soberanía Sanitaria, Año 1, Número 0, pp. 14-16.

• Sabino, Carlos (1996). El proceso de investigación. Buenos Aires. Editorial Lumen/Humanitas. Cap. 1
y Cap 2.
• Scaglia, Maria Cecilia y Florencia Rispoli. (2017). Notas sobre positivismo. Material para la asignatura
CCS, UNAJ.
• Apostar a la Ciencia. Entrevista a Gabriel Rabinovich (2017) Ciencia y Soberanía. En: Soberanía Sani-
taria, Año 1, Número 1, pp. 46-50.

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CLASE 1
Tema: Presentación de la asignatura
Objetivos:
• Comprender el contenido general de la asignatura.

• Reconocimiento grupal.

Actividades:
• Presentación de la asignatura.
• Reconocimiento grupal.

• Exploración de ideas previas.

LECTURA Y ESCRITURA
Lectura en clase en VOZ ALTA:

Estamos en una época donde es habitual es escuchar que vivimos en la era de la información y en la sociedad
del conocimiento... y como tantas cosas que se repiten una y otra vez, es bueno detenerse a pensar qué significan
esas dos palabras. ¿Es lo mismo la información que el conocimiento? Y mejor, aún, preguntarse: ¿Qué es el
conocimiento? Pues bien, en esta materia, intentaremos responder a esa pregunta.
La primer cuestión que surge es que el conocimiento es una actividad constitutiva de lo humano, es
decir, somos humanos porque conocemos y necesitamos conocer para sobrevivir: desde los primeros tiempos, en
que la humanidad se preguntaba por el cambio del día y la noche, de las estaciones y del comportamiento de las
estrellas y los animales; desde el inicio de la vida, cuando un bebé toca y observa lo que lo rodea y más tarde,
pregunta ¿Por qué? Así, lo primero que debemos tener claro es que el conocimiento es una actividad vital de la
humanidad, de todas y todos y que cualquier persona puede producir conocimiento.
La segunda cuestión que nos interesa resaltar es que el conocimiento se produce por las preguntas,
por las curiosidades, las ignorancias que tenemos. Un alma inquieta, un persona con sed de conocer, alguien
que pregunta y pregunta y no se queda con la primera respuesta, ésa es la persona que busca el conocimiento.
El conocimiento no es algo que unos tienen y otros no; no es algo que se obtiene de una vez y para siempre; el
conocimiento no es la cantidad de respuestas que uno puede obtener o recordar; el conocimiento es un camino
que empieza en las preguntas y nunca termina: mientras más conocemos, más sabemos todo lo que nos queda
por conocer. Pero no por esto es una empresa inútil, sino todo lo contrario: es una actividad que tiene que ver
con nosotros, pero nos trasciende, una empresa vital, contradictoria y hermosa, que nos hace libres.
La última cuestión que es importante remarcar es que existen muchos tipos de conocimiento, igual-
mente válidos, respuestas disimiles a las mismas preguntas o respuestas parecidas a preguntas diversas. Es
importante entender y respetar los distintos conocimientos; dentro de los muchos conocimientos que existen, la
sociedad occidental ha producido uno de los conocimientos más perfectibles y críticos, que es el conocimiento
científico. Éste conocimiento, al que llamamos simplemente CIENCIA, es la ciencia moderna, surgida en el
seno de las sociedades occidentales en la emergencia de lo que se llama Modernidad. Producto de la Revolución
Científica del siglo XV, en un lapso corto de tiempo en términos históricos, la ciencia moderna ha cambiado
nuestras vidas y la vida misma del planeta. Entender cómo es, cómo funciona, cómo cambia y cómo, nosotros
mismos, podemos hacer ciencia, es uno de los desafíos de esta asignatura. En esta materia entonces lo que
buscamos es que se entienda lo que es el conocimiento científico entendiendo lo que hacen los científicos y apren-
diendo a producir conocimiento de manera científica. ¿Queremos que sean científicos? Quizá sí, quizá no. Pero
los profesionales de la salud -las y los enfermerxs, médicxs, bioquímicxs, kinesiólogxs y demás- saben que lo que
ellos hacen, su ejercicio profesional está basado en gran medida en el conocimiento científico, y es por ello, que
deben poder reconocerlo e identificarlo. Pero que también, hay muchos otros conocimientos que importan en
la práctica profesional y esos conocimientos tienen que ver con lo humano, porque las profesiones de la salud,
son profesiones científicas pero también humanísticas, donde es importante saber reconocer e identificar otros
saberes, para enriquecer la práctica, que es también un arte y un modo de intervención en el mundo social.
Y volviendo al principio, en estos tiempos donde tanto se habla de la información, donde la información nos
bombardea desde distintos dispositivos todo el tiempo, queremos revalorizar el conocimiento, que es el que nos
dará las herramientas para distinguir la información veraz e importante de la que no lo es; el conocimiento
genuino, producto de una pregunta genuina, de la circulación de datos sin ton ni son. Porque mientras que el
exceso de información nos adormece y atonta, el conocimiento, las dudas, las preguntas, la inquietud intelectual,
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nos hace libres. Ya lo dijo un famoso pensador francés llamado Michel Foucault: el saber es poder.

Actividad:
A partir de la lectura en voz alta, escribe un pequeño ensayo (una carilla) donde describas cuáles son
tus saberes, cuáles son las preguntas que quisieras poder responder algún día y tu idea sobre lo que es el
conocimiento.
PARA ENTREGAR.

CLASE 2
TEMA:
Objetivos:
Comprender algunas nociones respecto del trabajo científico: ciencia como producción social, ciencia e historia,
las ciencias de la salud y la tecnología, ciencia y políticas.

Actividades:
• Exploración de ideas previas.
• Lectura y discusión de textos.

Bibliografía obligatoria:
• García, Enio (2017). Ciencia y Soberanía. En: Soberanía Sanitaria, Año 1, Número 0, pp. 14-16.

• Apostar a la Ciencia. Entrevista a Gabriel Rabinovich (2017) Ciencia y Soberanía. En: Soberanía Sani-
taria, Año 1, Número 1, pp. 46-50.

Actividades:
Lee atentamente los artículos. Luego resolvé las siguientes actividades:
1. Identificá las palabras que no conozcas.
2. Subrayá la o las ideas principales del texto.

3. Realizá anotaciones marginales que te sirvan de guía de lectura y de síntesis del texto.
4. En grupo explicá con tus palabras de qué se trata el articulo y porqué es importante para tu
formación, teniendo en cuenta:
• ¿qué ideas de ciencia tienen los autores?
• ¿qué hace la ciencia en relación a la salud?
• ¿Cómo considera cada uno de los autores la relación entre ciencia, sociedad y política?
Ciencia y soberanía

Apostar a la ciencia
Reconocido en el mundo de la medicina por sus descubrimientos en materia de lucha con-
tra el cáncer, después de décadas de trabajo científico en el sistema público argentino, Ra-
binovich repasa, en una charla en su oficina ubicada en el predio del Instituto de Biología
y Medicina Experimental (IBYME), su paso por la universidad pública, el rol del investi-
gador, la pasión y el compromiso por mejorarle la vida a la gente.

¿Qué es ser un investigador? Creo que hoy en día el científico es


una persona que sale mucho más de
Hoy en día el concepto de investiga- su lugar tradicional de trabajo, an- Gabriel Rabinovich
dor es muy amplio. Existen muchos tes estaba muy metido en sí mismo
tipos de investigadores. Los que tratando de resolver preguntas. Pero Es bioquímico y doctor en
quieren resolver problemas cotidia- especialmente en medicina y bio- Ciencias Químicas por la Uni-
nos y toman para eso conceptos de química, que es en lo que yo trabajo, versidad Nacional de Córdoba
la ciencia básica, y otros que les inte- las preguntas que deben alimentar (UNC), investigador en el CO-
resa hacer una ciencia un poco más nuestra investigación son aquéllas NICET y profesor en la Facultad
disruptiva en el sentido de contribuir que impactan en los pacientes. Es im- de Ciencias Exactas y Naturales
con conceptos nuevos, la curiosidad portante tener un “feedback” cons- de la UBA.
por el universo y por las preguntas tante, que vaya desde la mesada has-
más fundamentales, que en el futuro ta la clínica y desde la clínica hasta la
van a contribuir seguramente a pro- mesada de nuevo. Siempre basadas droga, a un medicamento, a un anti-
yectos de ciencia aplicada. en una comprensión acabada de los cuerpo monoclonal, a una proteína
mecanismos biológicos asociados. recombinante es estar seguros del
Pero fundamentalmente, y con in- Es necesaria esta retroalimentación mecanismo molecular a través del
dependencia de los tipos de investi- constante teniendo al paciente como cual funciona, y que, además, no so-
gadores, más pragmáticos otros más foco, pero probablemente, aun así, lamente lo hayas visto vos o tu grupo,
asociados a abordar conceptos fun- las respuestas que uno busca no sean sino que también lo hayan visto otros
damentales, el punto en común que encontradas a corto plazo. Para mí la grupos independientes en el mundo.
creo que tiene que tener la ciencia verdadera ciencia da respuestas más
y los investigadores son el compro- a largo plazo. El cortoplacismo gene- Sos bioquímico egresado de la
miso y la pasión. Me parece que en ra que la ciencia siempre esté cues- Universidad Nacional de Córdo-
un mundo donde esas dos palabras tionada. ba y también hiciste el doctorado
están un poco perdidas y olvidadas, allí. Además, desarrollaste todo tu
la responsabilidad que tenemos de Es importante hacer ciencia al ritmo trabajo dentro de la universidad
hacer ciencia, para poder compren- necesario, como para poder con- pública, estás en la Facultad de
der nuestra existencia, cambiar los firmar sólidamente los hallazgos y Ciencias Exactas y Naturales de la
paradigmas del conocimiento pero que otros científicos en el mundo Universidad de Buenos Aires. Con
también como oportunidad para también puedan confirmarlos. Para toda esta trayectoria que tenés
superarnos, evolucionar y mejorar mí ésta es una de las cosas más im- ¿cuál es la valoración que haces so-
nuestra vida y de las futuras genera- portantes que te pueden pasar como bre la universidad pública?
ciones en el planeta, demandan un científico, que vos puedas hacer un
compromiso muy grande de honesti- experimento y que éste luego pue- Nunca tuve ninguna duda sobre que
dad, de ética y también de una com- da ser reproducible. Especialmente yo quería hacer mi carrera tanto de
prensión de las necesidades sociales. hoy en día que existe una gran crisis grado como de doctorado en la uni-
Tenemos que nutrirnos de lo que la de reproducibilidad de resultados. versidad pública. A mí básicamente
gente necesita, tener mayor compro- La única forma de llegar en forma me parece que es la mejor opción
miso social. rigurosa a un nuevo fármaco, una porque la universidad pública, gra-

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Ciencia y soberanía

tuita, laica, tiene la posibilidad de profesional en el exterior, ¿cuáles


abarcar a toda la población, con la son los motivos por los cuales ele-
diversidad que esto implica, y esto “ Hacer ciencia para giste quedarte en Argentina?
abre muchísimo el abanico de posi-
bilidades de crecer, de comprender
mejorar nuestra vida y la Yo siempre he realizado pasantías,
el mundo y de aportar. de las futuras generaciones, cursos, intentando estar un tiempo
afuera. Tengo muy buena relación
Realmente creo que todos tienen que demanda un compromiso con colegas de otros países, pero la
tener la posibilidad de estudiar. Me verdad es que me siento muy bien
parece que no debe existir ninguna muy grande de honestidad, cuando un descubrimiento surge acá
sectorización, que la riqueza para en mi país con recursos humanos
poder hacer ciencia está justamente
de ética y comprensión de nuestros. Cada logro que tuvimos en
en la diversidad. las necesidades sociales. Argentina siento que tiene como do-
ble valor. Si estos mismo logros y es-
Cuando no hay pluralismo de ideas y Nutrirnos de lo que la gente tas mismas publicaciones que logra-
diversidad se restringe mucho la po- mos acá las hubiese tenido en otros
sibilidad de investigar de una forma necesita, tener mayor instituto donde me ofrecieron posi-
amplia. En este sentido, siempre me ciones, no me hubiera dado las mis-
sentí muy cómodo, ni hablar de lo
compromiso social.” mas satisfacciones Yo soy fruto de la
que me abrió la cabeza conocer gen- universidad pública, estoy contento
te de tantos lugares diferentes, creo Sabemos que muchos de los cientí- y muy orgulloso de poder decir esto.
que mi carrera hubiera sido comple- ficos argentinos que son reconoci- Todo este trabajo que desarrollamos
tamente distinta si no hubiese toma- dos internacionalmente como vos ha trascendido muchos gobiernos.
do este camino. decidieron desarrollar su carrera Yo siento un gran compromiso para

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Ciencia y soberanía

con la gente que vive en mi país. Por Siempre planteo lo mismo: es impo- ción, justamente en este momento
supuesto que estamos investigado sible lograr un descubrimiento con tan particular para la inmunoterapia
sobre temas mundiales, como son el utilidad si no se ha investigado en que ha revolucionado con el descu-
cáncer y las enfermedades autoin- forma rigurosa un fenómeno desde brimiento de ciertos mecanismos
munes, con lo cual, deseamos que lo más básico y esencial. Las pregun- propios que tiene el cáncer el trata-
también pueda impactar en la salud tas tienen que ser arriesgadas y salir miento para esta enfermedad.
mundial. Pero, como decía Houssay, de la zona de confort para respon-
“la ciencia es mundial pero el cientí- derlas con todas las técnicas posi- Justamente estamos organizando
fico es de su país”. bles, salir del laboratorio, colaborar, un simposio en la facultad que se
generar lazos con otros laboratorios, va a llamar “la revolución de la in-
arriesgarse. Los científicos argenti- munoterapia en el tratamiento del
nos tenemos esa tradición justamen- cáncer”.
“La verdadera ciencia te ahí, en poder construir ciencia
paso por paso. Hemos construido
da respuestas más a largo ladrillo por ladrillo y eso ha permi- “Lo que nos falta un poco es
tido que muchos investigadores en el
plazo. El cortoplacismo mundo puedan construir hipótesis valorarnos entre nosotros.
genera que la ciencia nuevas sobre la base de las nuestras.
Me parece que inclusive en
O sea, hay mucha solidez en nuestra
siempre esté cuestionada.” ciencia básica y por esto los cientí-
la comunidad
ficos del mundo respetan la ciencia
argentina. científica, que en sí misma
¿Qué cosas se mantuvieron y cuáles
fueron cambiando en las condiciones Entonces lo que nos falta un poco es somos tan pocos, lo que
para hacer ciencia en nuestro país a lo valorarnos entre nosotros. Me pare-
largo de todos estos años de trabajo? ce que inclusive en la comunidad tenemos que hacer es
científica, que en sí misma somos tan
Creo que no hay duda de la tradición pocos, lo que tenemos que hacer es
cuidarnos un poquito más,
científica que tiene la Argentina. La cuidarnos un poquito más, indepen- independientemente de las
ciencia y la formación académica dientemente de las distintas ideolo-
que tienen los científicos de acá es gías que podamos tener. ideologías.”
reconocida mundialmente desde
la época de los premios Nobel, en ¿Cómo caracterizarías la actual eta-
muchos temas. A mí me da mucho pa de tu trabajo? Vamos a traer a muchos investigado-
orgullo cuando viajo y escucho ha- res de diferentes países porque noso-
blar de mis colegas. Escuchar lo bien Estamos trabajando en conjunto tros encontramos un mecanismo es-
que trabaja esta persona en plantas, con el CONICET, con la dirección pecífico pero otros investigadores, en
aquella persona en dengue, en bio- de vinculación tecnológica y con el otros países, han encontrado otros
logía molecular, en glicobiología, en Ministerio de Ciencia, Tecnología mecanismos que han llevado a trata-
nanotecnología, etc. A veces trato de e Innovación Productiva para en- mientos muy exitosos en cáncer. En
salir de mis temas porque los cientí- contrar la mejor forma de transferir este sentido, los tumores tiene una
ficos queremos hablar siempre de lo nuestros resultados a la clínica. Lo gran variedad de armas para defen-
que estamos trabajando, de nuestras que hicimos fue generar anticuerpos derse y hasta ahora vamos identifi-
temáticas, porque entre otras cosas monoclonales neutralizantes de la cando solamente algunas y la idea
somos muy apasionados, pero me proteína que estamos investigando sería que en el futuro podamos decir
da muchísimo orgullo saber que hay en cáncer y estamos también viendo “este paciente tiene este arma en par-
tanta creatividad acá en nuestro país la mejor forma de vehiculización de ticular, aquel paciente tiene aquella
y en Latinoamérica en general esta molécula para el tratamiento de otra...” Y tenemos forma de neutrali-
enfermedades autoinmunes. Básica- zarlas, de contraatacar para estimu-
Un cambio que siento es que con el mente la idea es que con las patentes lar el sistema inmune y mejorar la
tiempo se fue adquiriendo el respeto que presentamos, el CONICET pue- calidad de vida de los pacientes. A lo
de la sociedad por el científico. Eso es da liderar la mejor forma de llegar que nos acercamos, de esta manera,
lo que espero que no se pierda cuan- a los pacientes a través del licencia- es a la medicina de precisión, que
do aparecen esos focos, como a fines miento de las mismas. aunque muchos crean que va a ser
del año pasado por el conflicto de las más cara, en realidad va a ser más ba-
becas del CONICET, que intentan Hay propuestas que estamos anali- rata. Va a permitir tratar al paciente a
subestimar el trabajo científico. zando. Haber llegado a esta transi- partir del tumor que éste tiene y no

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Ciencia y soberanía

INMUNOPATOLOGÍA. Un becario trabajando en uno de los laboratorios del Instituto de Biología y Medicina Experimental,
dirigido por Gabriel Rabinovich, que es además vicedirector de la institución.

a partir de un algoritmo matemático uno decide hacer el Brainstorming, el círculo del descubrimiento y la
que dice: “todo paciente tiene que que tiene la idea, que se van hacien- transferencia en una “sola vida”. A
ser tratado con una terapia general, do los experimentos y que son repro- partir de las 30 personas que traba-
universal”. Nosotros creemos en las ducibles (confirmados por otros la- jamos en nuestro laboratorio inten-
combinaciones de distintos fármacos boratorios), es algo muy importante. tamos motorizar ambos aspectos de
o estrategias terapéuticas de acuerdo nuestra labor.
a la resistencia que ofrezca un deter-
minado tumor a cada tratamiento Un proceso importante es el de pro-
individual. Y en ese sentido lo que “Apostar a la ciencia es tección intelectual o patentamiento.
aportamos son anticuerpos mono- El CONICET, en los últimos años,
clonales que reconocen la molécula
generar, en un mediano y tuvo una política de fomentar esto,
que describimos y que pueden ayu- largo plazo, una soberanía así como también la Fundaciones
dar a ese paciente con ese tumor que Sales que tanto nos ayudó. Ambos
expresa esa molécula o sus ligandos. en la construcción del nos enseñaron que es importante
Es un diagnóstico más preciso. De cuidar la propiedad intelectual del
alguna manera un mismo tumor, en propio conocimiento. Si no país frente a un potencial invento.
su propia historia, puede adquirir
distintos mecanismos de escape in-
estaremos subordinados al Una vez que el descubrimiento se ha
munológico. conocimiento que surja de patentado viene la época donde apa-
rece el interés de los distintos con-
¿Cuáles son los pasos en el proceso otros países.” sorcios, hay muchas formas de poder
desde que uno empieza con la in- transferir a la clínica los resultados
vestigación básica y descubre de- de la ciencia. Tenemos lo público, los
terminada cosa importante hasta Una vez que sucede todo esto, que consorcios público-privado y tam-
que se empiezan a desarrollar insu- es evaluado y contrastado por toda bién está la posibilidad de licenciar
mos estratégicos como los medica- la comunidad científica y que a nivel a una o más empresas farmacéuticas.
mentos? mecanístico se conoce íntimamente Son todas posibilidades, sobre las
es que se puede proceder a la trans- cuales trabaja la dirección de vincu-
Como ya lo mencioné el camino des- ferencia, que también es un proceso lación tecnológica del CONICET y el
de una determinada idea hasta su largo y complejo. MINCYT.
transferencia es largo y debe respe-
tarse a los fines de que dicha transfe- En algunos casos lo hace el mismo Luego cuando el producto está ma-
rencia tecnológica sea sólida y rigu- investigador, en otros lo hacen otros nufacturado y se hicieron los en-
rosa. El tiempo, el periodo en el cual investigadores. Cuesta mucho cerrar sayos preclínicos correspondientes

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Ciencia y soberanía

CELL. Gabriel Rabinovich junto a una portada de la prestigiosa revista científica, especializada en biología molecular, que
ha publicado artículos de su autoría.

y habiendo cumplido con todas las generar soberanía y conocimiento en lo mío, pero tenía sueños a cumplir.
fases clínicas de la biomedicina, el otros lugares del mundo, lo cual es Por eso, volviendo a tu primera pre-
producto estaría listo para llegar al importante para la ciencia universal gunta, yo pienso a la ciencia como
paciente. pero nosotros necesitamos desde ese una construcción colectiva donde
lugar cuidar a nuestra gente joven. cada uno aporta desde su lugar. La
ciencia tiene que ser una construc-
¿Cuál es la importancia del sector ción colectiva donde cada uno en
de la ciencia y la técnica para el de- el equipo pone su granito de arena.
sarrollo del país? ¿Y cómo te ves a “Pienso a la ciencia como Tratamos de ayudar a que los otros
vos mismo siendo parte de ese sec- grupos también construyan, porque
tor? una construcción colectiva si a tu colega le va bien te va a ir bien
donde cada uno aporta a vos porque así el país crece. Me pa-
Pienso que es fundamental que los rece que esto genera unidad y es más
países que están en desarrollo apues- desde su lugar.” importante que cerrarse en el propio
ten a la ciencia. Apostar a la ciencia laboratorio y alejarse de la comuni-
es generar, en un mediano y largo dad. Una de las cosas que más felices
plazo, una soberanía en la construc- Así como yo pude desarrollar mi ca- ha sido poder colaborar con grupos
ción del propio conocimiento. Si no rrera cuando era joven, y hubo algu- científicos de todo el país (no solo de
siempre estaremos subordinados nas personas que confiaron en mí, yo Buenos Aires, también de Córdoba,
al conocimiento que surja de otros quisiera que los jóvenes tengan las San Luis, Mendoza, Rosario, Neu-
países. Hay una cantidad de gente mismas o más oportunidades para quén, Corrientes) y de toda latinoa-
que está generando ideas que si no desarrollarse en el país que las que mérica. Esta ha sido una de nuestras
la protegemos y la dejamos ir van a yo tuve. Yo no sabía si la ciencia era mayores alegrías.

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CLASE 3
Tema: El conocimiento. Distintos tipos de conocimiento. Características del
conocimiento científico
Objetivos:
• Comprender el carácter problemático del conocimiento.
• Incorporar la noción de distintos tipos de conocimiento.

• Reconocer las características del conocimiento científico.


• Diferenciar el conocimiento científico del natural e identificar cómo se relacionan.
• Comprender los conceptos de sujeto, objeto y objetividad.

Actividades:
• Lectura y comprensión de texto.
• Exposición dialogada de los conceptos objeto de la clase.
• Actividad práctica en clase: Hipérico.

Bibliografía obligatoria:
• Sabino, Carlos (1996). El proceso de investigación. Buenos Aires. Editorial Lumen/ Humanitas. Cap. 1
y 2.

Actividades de lectura
A partir de la bibliografía obligatoria, responda las siguientes preguntas:
1. ¿Por qué Sabino considera que existe un problema alrededor de lo es el conocer?

2. ¿Qué significa que el conocimiento es un proceso?


3. ¿Por qué Sabino dice que los seres humanos tenemos muchas maneras distintas de aproximarnos a
nuestros objetos de interés?
4. ¿Cuáles son las características principales de la ciencia según Sabino?

5. ¿Qué es el conocimiento natural? ¿Cómo se adquiere?


6. ¿Cuál es la relación entre el conocimiento natural y el conocimiento científico?
7. ¿Cómo define Sabino al sujeto?

8. ¿Cómo define Sabino al objeto?


9. ¿Qué significa que la relación entre sujeto y objeto es dinámica y variable?
10. ¿Qué quiere decir que “el sujeto investigador debe ‘salir de si’ ”?
11. ¿Cómo relaciona lo anterior con el concepto de objetividad?

12. ¿Por qué Sabino afirma que siempre hay subjetividad en el conocimiento?
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1. El Conocimiento científico
No creemos conveniente comenzar a tratar el tema de la metodología científica
sin situar al lector, previamente, en el contexto en que la misma adquiere su
sentido. Porque la metodología es en definitiva un instrumento dirigido a validar
y a hacer más eficiente la investigación científica y ésta, a su vez, es parte de
un singular tipo de conocimiento que llamamos ciencia. Por esta razón, para
dar una perspectiva razonada de la materia que tratamos, abordaremos en los
dos primeros capítulos de este libro – aunque sucintamente- ciertos problemas
relativos al conocimiento en general y a la ciencia en particular. De este modo,
esperamos que los problemas metodológicos que se desarrollan más adelante se
comprendan mejor en su auténtico significado.

1.1. El conocimiento como problema


En nuestra vida cotidiana, en el trabajo, los estudios o la constante interacción
social, adquirimos y utilizamos una inmensa cantidad de conocimientos, tan vari-
ados como el universo mismo: sabemos de qué color es el perro de nuestro vecino
y reconocemos el semblante de la persona que amamos, aprendemos cuántos elec-
trones orbitan en un átomo de helio o la fecha en que fue fundada nuestra ciudad.
El conocimiento se nos presenta como algo casi natural, que vamos alcanzando con
mayor o menor esfuerzo a lo largo de nuestra vida, que normalmente aceptamos
sin discusión, especialmente cuando lo adquirimos en la escuela o a través de medios escritos de comunicación.
Pero en algunas ocasiones percibimos que las cosas no son tan simples, que hay afirmaciones discutibles o
sencillamente falsas. Encontramos que, en una conversación cualquiera o en una polémica determinada, hay
aseveraciones que tienen diverso valor, que son más o menos confiables que otras y que dicho valor depende –en
buena medida- del modo en que se ha llegado hasta ellas. Esto puede ocurrir, por ejemplo, cuando descubrimos
que una persona relata hechos que no ha tenido ocasión de comprobar o cuando comprendemos que se han
sacado inadvertidamente conclusiones erradas, ya sea por haberse confundido los términos de un problema o
por basarse en datos incompletos, aproximados o directamente equivocados.
Si reflexionamos sobre estos casos, encontraremos que es posible hacerse una pregunta, una pregunta tal
que cambia por completo nuestra actitud ante los conocimientos que tenemos: ¿cómo sabemos esto o aquello?
–podemos inquirir-, ¿en qué nos basamos para afirmar o para aceptar la afirmación de otros?, ¿cómo sostener
que algo es verdad, si no hemos podido comprobarlo directa y personalmente? Y más todavía, aún cuando
nuestros sentidos parezcan indicarnos claramente una respuesta, ¿podremos estar seguros de lo que vemos,
oímos y sentimos? Porque el Sol parece girar alrededor de nuestro planeta, y sabemos que eso no es cierto;
la materia presenta un exterior inerte, y sin embargo está cargada de una tremenda energía, y así podríamos
seguir, casi hasta el infinito.
Al llegar a este punto podemos entonces vislumbrar que existe un problema alrededor de los que es el
conocer, el saber algo acerca de los objetos que nos rodean o de nosotros mismos. Y este problema radica
fundamentalmente en que los seres humanos utilizan, para desarrollar su vida y realizar sus actividades, un
conjunto amplio de conocimiento pero, por otra parte, la verdad no se muestra directa y llanamente a nuestra
percepción, debe ser buscada, encontrada por medio de un trabajo indagatorio sobre los mismos objetos que
intentamos conocer.
Surge entonces una primera distinción que es preciso resaltar, particularmente para los estudiantes: no
debemos confundir una afirmación respecto a un hecho o a un objeto, con el proceso mediante el cual se ha
obtenido el conocimiento cuyo resultado es dicha afirmación. En otras palabras, aquello que dice un profesor o
que dice un libro o un periódico –digamos, por ejemplo, que la economía de un país crece a un ritmo del 4% anual-
es una afirmación que, cierta o falsa, nosotros podemos recordar y utilizar; es, por tanto, un conocimiento, que
recibimos si se quiere de un modo pasivo, y que incorporan y relacionamos con otros que poseemos de antemano.
Pero resulta evidente que alguien, una o más personas son los responsables de esa afirmación; alguien, de algún
modo, en algún momento, ha estudiado la economía a la que nos referimos y ha determinado por algún medio
que su crecimiento anual es del 4% y no del 3% o del 5%. ¿Cómo lo ha hecho?, ¿de qué recursos se ha valido
para saberlo? Éste es el punto que nos interesa destacar.
Cuando comenzamos a preocuparnos acerca del modo en que se ha adquirido un conocimiento, o cuando
intentamos encontrar un conocimiento nuevo, se nos presentan cuestiones de variada índole, muchas de las cuales
integran el campo de estudio de la metodología. Algunos de estos problemas, los más generales, serán apenas
esbozados en las páginas siguientes, por cuanto son tema de la epistemología y de la filosofía del conocimiento
en general; otros, más específicos, son los que abordaremos a partir del capítulo 3 de este libro.
17

1.2. El conocimiento como proceso


El hombre parece haber estado siempre preocupado por entender y desentrañar el mundo que lo rodea, por
penetrar en sus conexiones y en sus leyes, por atisbar hacia el futuro, descubriendo las relaciones y el posible
sentido de las cosas que existen a su alrededor. No podemos aquí discutir por qué ocurre esto, ni resumir
tampoco las varias teorizaciones que existen al respecto. Puede resultar útil, sin embargo, intentar una breve
digresión.
Desde que la especie humana empezó a crear cultura, es decir, a modificar y remodelar el ambiente que la
rodeaba para sobrevivir y desarrollarse, fue necesario también que comprendiera la naturaleza y las mutaciones
de los objetos que constituían su entorno. Tareas que a nuestros ojos resultan tan simples como edificar una
vivienda precaria, domesticar animales o trabajar la tierra, sólo pudieron ser emprendidas a la luz de infinitas
y cuidadosas observaciones de todo tipo; el ciclo de los días y las noches, el de las estaciones del año, la
reproducción de animales y vegetales, el estudio del clima y de las tierras y el conocimiento elemental de la
geografía fueron indudablemente, preocupaciones vitales para nuestros remotos antecesores, por cuanto de esta
sabiduría dependía su misma supervivencia.
El conocer, entonces, surgió indisolublemente ligado a la práctica vital y al trabajo de los hombres, como
un instrumento insustituible en su relación con un medio ambiente que procuraban poner a su servicio. Pero,
según las más antiguas narraciones que poseemos, el pensamiento de esas lejanas épocas no se circunscribió
exclusivamente al conocimiento instrumental, aplicable directamente al mejoramiento de las condiciones mate-
riales. Junto con éste apareció simultáneamente la inquietud por comprender el sentido general del cosmos y
de la vida. La toma de conciencia del hombre frente a su propia muerte originó una peculiar angustia frente al
propio destino, ante a lo desconocido, lo que nos se puede abarcar y entender. De allí surgieron los primeros
intentos de elaborar explicaciones globales de toda la naturaleza y con ello el fundamento, primero de la magia,
de las explicaciones religiosas más tarde, y de los sistemas filosóficos en un período posterior.
Si nos detenemos a estudiar algunos de los libros sagrados de la antigüedad, y hasta los mitos de los pueblos
ágrafos o las obras de los primeros filósofos, veremos, en todos los casos, que en ellos aparecen sintéticamente,
pero sin un orden riguroso, tanto razonamientos lúcidos y profundos como observaciones prácticas y empíricas,
sentimientos y anhelos junto con intuiciones, a veces geniales y otras veces profundamente desacertadas. Todas
estas construcciones del intelecto –donde se vuelcan la pasión y el sentimiento de quienes las construyeron-
pueden verse como parte de un amplio proceso de adquisición de conocimientos que muestra lo dificultoso que
resulta la aproximación a la verdad: en la historia del pensamiento nunca ha sucedido que alguien haya de pronto
alcanzado la verdad pura y completa sin antes pasar por el error; muy por el contrario, el análisis de muchos
casos nos daría la prueba de que siempre, de algún modo, se obtienen primero conocimientos falaces, ilusiones
e impresiones engañosas, antes de poder ejercer sobre ellos la crítica que luego permite elaborar conocimientos
más objetivos y satisfactorios.
Lo anterior implica decir que el conocimiento llega a nosotros como un proceso, no como un acto único donde
se pasa de una vez de la ignorancia a la verdad; y es un proceso no sólo desde el punto de vista histórico que
hemos mencionado aquí, sino también en lo que respecta a cada caso particular, a cada descubrimiento, teoría
o hipótesis que se elabora.
A partir de lo anterior será posible apreciar con más exactitud el propósito de nuestro libro: presentar una
visión de conjunto del proceso mediante el cual se obtiene conocimiento científico, es decir, de la investigación
científica.

1.3. Diferentes tipos de conocimiento


Hemos hecho alusión, en líneas anteriores, a sistemas religiosos y filosóficos, al pensamiento mágico y a otras
creaciones culturales del hombre que no se pueden desestimar pese a sus posibles errores, puesto que deben ser
comprendidas como parte de un proceso gradual de afirmación de un saber más riguroso y confiable. Pero no
se trata sólo de distinguir entre los aciertos y los errores: existe también una diferencia entre el pensamiento
racional y las emociones, las intuiciones y otros elementos no racionales del discurso.
Si concebimos al hombre como un ser complejo, dotado de una capacidad de raciocinio pero también de
una poderosa afectividad, veremos que éste tiene, por lo tanto, muchas maneras distintas de aproximarse a los
objetos de su interés. Ante una cadena montañosa, por ejemplo, puede dejarse llevar por sus sentimientos y
maravillarse frente a la majestuosidad del paisaje, o bien puede tratar de estudiar su composición mineral y
sus relaciones con las zonas vecinas; puede embargarse de una emoción definida que le haga ver en lo que tiene
ante sí la obra de Dios o de un destino especial para sí y el universo, o también puede detenerse a evaluar sus
posibilidades de aprovechamiento material, contemplándola como un recurso para sus fines.
El producto de cualquiera de estas actitudes será, en todos los casos, algún tipo de conocimiento. Porque
un buen poema puede decirnos tanto acerca del amor o de la soledad como un completo estudio psicológico,
y una novela puede mostrarnos aspectos de una cultura, un pueblo o un momento histórico tan bien como el
mejor estudio sociológico. No se trata de desvalorizar, naturalmente, el pensamiento científico, ni de poner a
18

competir entre sí diversos modos de conocimiento. Precisamente lo que queremos destacar es lo contrario: que
hay diversas aproximaciones igualmente legítimas hacia un mismo objeto, y que lo que dice el poema no es
toda la verdad, pero es algo que no puede decir la psicología porque se trata de una percepción de naturaleza
diferente, que se refiere a lo que podemos conocer por el sentimiento o la emoción, no por medio de la razón.
Lo anterior tiene por objeto demostrar que el conocimiento científico es uno de los modos posibles del
conocimiento, quizás el más útil o el más desarrollado, pero no por eso el único, o el único capaz de propor-
cionarnos respuestas para nuestros interrogantes. Y es importante, a nuestro juicio, distinguir nítidamente
entre estas diversas aproximaciones para procurar que ningún tipo de conocimiento pueda considerarse como
el único legítimo y para evitar que un vano afán de totalidad haga de la ciencia una oscura mezcla de deseos y
de afirmaciones racionales. Porque, cuando el campo del razonamiento es invadido por la pasión o la emoción,
éste se debilita, lo mismo que le sucede a la intuición religiosa o estética cuando pretende asumir un valor de
saber racional que no puede, por su misma definición, llegar a poseer. Por este motivo es que resulta necesario
precisar con alguna claridad –aún cuando lo haremos someramente- las principales características de ese tipo
de pensar e indagar que se designa como científico.

1.4. El conocimiento científico y sus características


La ciencia es una vasta empresa que ha ocupado y ocupa una gran cantidad de esfuerzos humanos en procura
de conocimientos sólidos acerca de la realidad. Tratar de elaborar una definición más precisa sería tarea
evidentemente ardua, que escapa a los objetivos de estas páginas. Pero interesa señalar aquí que la ciencia
debe ser vista como una de las actividades que el hombre realiza, como un conjunto de acciones encaminadas y
dirigidas hacia determinado fin, que no es otro que el de obtener un conocimiento verificable sobre los hechos
que lo rodean1 .
Como toda actividad humana, la labor de los científicos e investigadores está naturalmente enmarcada por
las necesidades y las ideas de su tiempo y de su sociedad. Los valores, las perspectivas culturales y el peso de la
tradición juegan un papel sobre toda actividad que se emprenda y, de un modo menos directo pero no por eso
menos perceptible, también se expresan en la producción intelectual de una época el tipo de organización que
dicha sociedad adopte para la obtención y transmisión de conocimientos y el papel material que se otorgue al
científico dentro de su medio2 . Considerando estos factores, será preciso definir la ciencia como una actividad
social y no solamente individual, para no correr el riesgo de imaginar al científico como un ente abstracto, como
un ser que no vive en el mundo cotidiano, con lo que perderíamos de vista las inevitables limitaciones históricas
que tiene todo conocimiento científico.
Entrando más de lleno en la determinación de las características principales del pensamiento científico
habremos de puntualizar que éste se ha ido gestando y perfilando históricamente, por medio de un proceso que
se acelera notablemente a partir de la época del Renacimiento. La ciencia se va distanciando de lo que algunos
autores denominan “conocimiento vulgar” 3 , otros "conocimientos prácticos" y otros "el mundo del manipular"4 ;
se va estableciendo así una gradual diferencia con el lenguaje que se emplea en la vida cotidiana, en la búsqueda
de un pensamiento riguroso y ordenado.
Al igual que la filosofía, la ciencia trata de definir con la mayor precisión posible cada uno de los conceptos
que utiliza, desterrando las ambigüedades del lenguaje corriente. Nociones como las de "crisis económica",
"vegetal" o " estrella", por ejemplo, que se utilizan comúnmente sin mayor rigor, adquieren en los textos
científicos un contenido mucho más preciso. Porque la ciencia no puede permitirse designar con el mismo nombre
fenómenos que, aunque aparentemente semejantes, son de naturaleza bien diferente; si llamamos "crisis" a toda
perturbación que una nación tiene en su economía sin distinguir entre los diversos tipos que se presentan, nos
será imposible construir una teoría que pueda describir y explicar lo que son precisamente las crisis: nuestro
modo de emplear el lenguaje se convertirá en nuestro principal enemigo. De allí la necesidad de conceptualizar
con el mayor riesgo posible todos los elementos que componen nuestro razonamiento, pues ésta es la única vía
que permite que el mismo tenga un significado concreto y determinado; de allí también la aparente oscuridad
de algunos trabajos científicos, que emplean conceptos específicos, claramente delimitados, utilizando palabras
que confunden al profano.
Otras cualidades específicas de la ciencia, que permiten distinguirla con bastante nitidez del pensar cotidiano
y de otras formas de conocimiento (según veíamos en 1.3), son las que mencionaremos a continuación:

1 Ver Bunge Mario, La ciencia, su método y su filosofía, Buenos Aires, Siglo Veinte, 1972; Ferrater Mora, José, Diccionario de

filosofía; Kedrov M. y Spirkin A., La Ciencia, México, Grijalbo, 1968; Nagel, Ernest, La estructura de la ciencia, Barcelona, Ariel,
1978, y nuestro ya citado Los caminos de la ciencia, entre la mucha bibliografía existente.
2 Ver, entre otros, a Bernal, John D., Historia social de la ciencia, Barcelona, Península, 1976; Merton, Robert K. , La sociología

de la ciencia, Madrid, Alianza, 1977; Geymonat, Ludovico, El pensamiento científico, Buenos Aires, Eudeha, 1972, y Kuhn,
Thomas, La estructura de las revoluciones científicas, Madrid, FCE, 1981.
3 Nos referimos a Bunge, op. cit.
4 Kosic, Karel, Dialéctica de lo concreto, México, Grijalbo, 1967, pp. 26 a 37, passim.
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Objetividad. La palabra "objetividad" se deriva de objeto es decir, de aquello que se estudia, de la cosa
o problema sobre la cual deseamos saber algo5 . Objetividad significa por lo tanto, que se intenta obtener un
conocimiento que concuerde con la realidad del objeto, que lo describa o lo explique tal cual es y no como
nosotros desearíamos que fuese. Ser objetivo es tratar de encontrar la realidad del objeto o fenómeno estudiado,
elaborando proposiciones que reflejen sus cualidades. Lo contrario es la subjetividad, las ideas que nacen del
prejuicio , de la costumbre o de la tradición, las meras opiniones o impresiones del sujeto.) Para poder luchar
contra la subjetividad, es preciso que nuestros conocimientos puedan ser verificados por otros, que cada una de
las proposiciones que hacemos sean comprobadas y demostradas en la realidad, sin dar por aceptado nada que
no pueda sufrir este proceso de verificación.
Si una persona sostiene "hoy hace más calor que ayer" y otra lo niega, no podemos decir, en principio,
que ninguna de las dos afirmaciones sea falsa o verdadera. Probablemente ambas tengan razón en cuanto a
que sienten más o menos calor que el día anterior, pero eso no significa que en realidad, objetivamente, la
temperatura haya aumentado o decrecido. Se trata de afirmaciones no científicas, no verificables, y que por eso
deben considerarse como subjetivas. Decir, en cambio, "ahora la temperatura es de 24 °C" es una afirmación
de carácter científico, que puede ser verificada, y que –en caso de que esto ocurra- podemos considerar como
objetiva.
El problema de la objetividad no es tan simple como podría dar a entender el ejemplo anterior, sacado del
mundo físico. En todas nuestras apreciaciones va a existir siempre una carga de subjetividad, de prejuicios in-
tereses y hábitos mentales de los que participamos muchas veces sin saberlo. Este problema se agudiza cuando
nos referimos a los temas que más directamente nos conciernen, como los de la sociedad, la economía o la
política, en todos los cuales puede decirse que estamos involucrados de algún modo, que somos a la vez los
investigadores y los objetos investigados. Por eso, no debemos decir que la ciencia es objetiva, como si pudiese
existir un pensamiento totalmente liberado de subjetividad, sino que la ciencia intenta o pretende ser objetiva,
que trata de alcanzar un fin que, en plenitud, es inaccesible.

Racionalidad. Es otra característica de suma importancia para definir la actividad científica; se refiere
al hecho de que la ciencia utiliza la razón como arma esencial para llegar a sus resultados. Los científicos
trabajan en lo posible con conceptos, juicios y razonamientos, y no con sensaciones, imágenes o impresiones.
Los enunciados que realizan son combinaciones lógicas de esos elementos conceptuales que deben ensamblarse
coherentemente, evitando las contradicciones internas, las ambigüedades y las confusiones que la lógica nos en-
seña a superar. La racionalidad aleja la ciencia de la religión, y de todos los sistemas donde aparecen elementos
no racionales o donde se apela a principios explicativos extra o sobrenaturales; y la separa también del arte
donde cumple un papel secundario, subordinado a los sentimientos y sensaciones.

Sistematicidad. La ciencia es sistemática, organizada en sus búsquedas y en sus resultados. Se preocupa


por construir sistemas de ideas organizadas coherentemente y de incluir todo conocimiento parcial en conjuntos
cada vez más amplios. No pasa por alto los datos que pueden ser relevantes para un problema sino que, por el
contrario, pretende conjugados dentro de teorías y leyes más generales. La sistematicidad está estrechamente
ligada a la siguiente característica que examinaremos.

Generalidad. La preocupación-científica no es tanto ahondar y completar el conocimiento de un solo ob-


jeto individual, sino lograr que cada conocimiento parcial sirva como puente para alcanzar una comprensión de
mayor alcance. Para el investigador, por ejemplo, carece de sentido conocer todos los detalles constitutivos de
un determinado trozo de mineral: su interés se encamina preponderantemente a establecer las leyes o normas
generales que nos describen el comportamiento de todos los minerales de un cierto tipo, tratando de elaborar
enunciados amplios, aplicables a categorías completas de objetos. De este modo, tratando de llegar a lo general
y no deteniéndose exclusivamente en lo particular, las ciencias nos otorgan explicaciones cada ves más valiosas
para elaborar una visión panorámica de nuestro mundo.

Falibilidad. La ciencia es uno de los pocos sistemas elaborados por el hombre donde se reconoce explíci-
tamente la propia posibilidad de equivocación, de cometer errores. En esta conciencia de sus limitaciones es
donde reside su verdadera capacidad para autocorregirse y superarse, para desprenderse de todas las elabora-
ciones aceptadas cuando se comprueba su falsedad6 . Gracias a ello es que nuestros conocimientos se renuevan
constantemente y que vamos hacia un progresivo mejoramiento de las explicaciones que damos a los hechos.
Al reconocerse falible, todo científico abandona la pretensión de haber alcanzado verdades absolutas y finales
y, por el contrario, sólo se plantea que sus conclusiones son "provisoriamente definitivas", válidas solamente
mientras no puedan ser negadas o desmentidas. En consecuencia, toda teoría, ley o afirmación está sujeta, en
todo momento, a la revisión y la discusión, lo que permite perfeccionarlas y modificarlas para hacerlas cada vez
5 Ver infra, 2.1
6 Recomendamos, para todo este punto, consultar Mario Bunge, La investigación científica, su estrategia y su filosofía, Barcelona,
Ariel, 1969, así como Popper, Karl, La lógica de la investigación científica, Madrid, Tecnos, 1980.
20

más objetivas, racionales, sistemáticas y generales.


Este carácter abierto y dinámico que posee la ciencia la aparta considerablemente de cualquier dogma o
verdad con pretensiones de infalibilidad, y es la que le proporciona una nítida ventaja para explicar hechos
que esos dogmas no interpretan o explican adecuadamente. Es, de algún modo, la diferencia crucial que la
distingue de otros modelos de pensamiento, sistemáticos y racionales, en verdad, pero carentes de la posibilidad
de superarse a sí mismos.

1.5 Clasificación de las ciencias


Siendo tan basto el conjunto de fenómenos que nos rodea, tan polifacéticos y diversos, y teniendo en cuenta
que la actividad científica tiende por diversas razones a especializarse -pues cada tipo de problema requiere el
empleo de métodos y técnicas específicas, y el investigador individual no puede abarcar una gama muy amplia de
problemas-, es posible que se hayan ido constituyendo, a lo largo de la historia, diferentes disciplinas científicas.
Las ciencias que se ocupan de objetos ideales, y en las que se opera deductivamente, como las matemáticas
o la lógica, son llamadas ciencias formales. Las ciencias que se ocupan de los hechos del mundo físico, en
cualquiera de sus manifestaciones, son las que llamamos ciencias fácticas para distinguirlas de las anteriores,
incluyéndose entre ellas a la física, la química, la biología, la sociología, etc. Las ciencias que tratan de los
seres humanos, de su conducta y de sus creaciones son, en principio, también ciencias fácticas; entre ellas,
cabe mencionar a la psicología, la historia, la economía, la sociología y muchas otras. Pero, como cuando
estudiamos las manifestaciones sociales y culturales necesitamos utilizar una conceptualización y unas técnicas
de investigación en parte diferentes a las ciencias físico-naturales, se hace conveniente abrir una nueva categoría
que se refiera particularmente a tales objetos de estudio. Se habla por eso de ciencias humanas o de ciencias
de la cultura, como una forma de reconocer lo específico de tales terrenos de estudio y para distinguirlas de
las que suelen llamarse ciencias naturales.
Conviene aclarar que la clasificación de las ciencias, así como la existencia misma de disciplinas separadas,
posee siempre algo de arbitrario. Se trata de distinciones que se han hecho para una mayor comodidad y
facilidad en el estudio de la realidad, pero no porque ésta se divida en sí misma en compartimientos separados.
Por eso, históricamente, han aparecido nuevas ciencias, y se han modificado también las delimitaciones que se
establecen corrientemente entre las mismas.
Se comprenderá, por ello, que toda clasificación es apenas un intento aproximado de organizar según ciertas
características a las disciplinas existentes, y que muchos problemas reales no admiten un tratamiento unilateral
sino que sólo pueden resolverse mediante un esfuerzo interdisciplinario. Así, el tratar de determinar el “sistema
socio-económico” de una sociedad es tarea a la vez sociológica, histórica y económica; los problemas de la genética
requieren un abordaje doble, químico y biológico, y las matemáticas, por otra parte, resultan un componente
indispensable en muchas investigaciones que desarrollan las ciencias fácticas.
Por otra parte, según el tipo de interés que prevalece en la búsqueda de conocimientos, éstos pueden dividirse
asimismo en puros y aplicados, hablándose en consecuencia también de ciencias puras y ciencias aplicadas.
Las primeras son las que se proponen conocer las leyes generales de los fenómenos estudiados, elaborando
teorías de amplio alcance para comprenderlos y desentendiéndose -al menos en forma inmediata- de las posibles
aplicaciones prácticas que se puedan dar a sus resultados. Las segundas, por su parte, concentran su atención
en estas posibilidades concretas de llevar a la práctica las teorías generales, encaminando sus esfuerzos a resolver
las necesidades de los hombres. De estas últimas ciencias surgen las técnicas concretas que se utilizan en la vida
cotidiana. Así tenemos, por ejemplo, que de las ciencias físicas, que son puras, surgen las ramas de la ingeniería
mecánica, electromecánica, etc.; de la biología y la química deriva la medicina, y así en todos los casos. No hay
ciencia aplicada que no tenga detrás un conjunto sistemático de conocimientos teóricos “puros”, y que todas las
ciencias puras son aplicadas constantemente a la resolución de dificultades concretas.
La división entre ciencias puras y aplicadas no debe entenderse como una frontera rígida entre dos campos
opuestos y sin conexión. Una ciencia es pura solamente en el sentido de que no se ocupa directamente de
encontrar aplicaciones, pero eso no implica que sus logros puedan disociarse del resto de las inquietudes humanas.
Entre ciencias puras y aplicadas existe una interrelación dinámica, de tal modo que los adelantos puros nutren y
permiten el desarrollo de las aplicaciones, mientras que éstas someten a prueba y permiten revisar la actividad
y los logros de las ciencias puras, proponiéndoles también nuevos desafíos.

2. Conocimiento y método
La ciencia: cinco por ciento de inspiración,
noventa y cinco por ciento de transpiración
(atribuido a Albert Einstein)

Hicimos alusión, en el capítulo anterior, al proceso mediante el cual se van obteniendo los diversos conocimientos
que poseemos. Nos toca ahora examinar, ya más detenidamente, la forma en que se desarrolla este proceso, en
21

especial en lo que se refiere al ámbito particular de la ciencia. Comenzaremos por retomar el problema de la
objetividad, no ya en términos generales, sino en la forma en que más interesa desde el punto de vista de la
metodología científica.

2.1. Sujeto y objeto


El proceso de conocimiento puede concebirse como una relación, de singular complejidad, entre estos dos ele-
mentos, sujeto y objeto. Para comenzar diremos que entendemos por sujeto a la persona (o equipo de personas)
que adquiere o elabora el conocimiento. El conocimiento es siempre conocimiento para alguien, pensado por
alguien, en la conciencia de alguien. Por eso no podemos imaginar un conocimiento sin sujeto, sin que sea
percibido por una determinada conciencia. Pero, de la misma manera, podemos decir que el conocimiento es
siempre conocimiento de algo, de alguna cosa, ya se trate de un ente abstracto-ideal, como un número o una
proposición lógica, de un fenómeno material o aún de la misma conciencia. En todos los casos, a aquello que es
conocido se lo denomina objeto de conocimiento.
La relación que se articula entre ambos términos es dinámica y variable: lo primero, porque no se establece
de una vez y para siempre, sino a través de sucesivas aproximaciones; lo segundo, porque resulta diferente según
la actitud del sujeto investigador y el objeto estudiado.
En el proceso de conocimiento, es preciso que el objeto se sitúe frente al objeto como algo externo a él,
colocado fuera de sí, para que pueda examinarlo. Hasta en el caso de que quisiéramos analizar nuestras propias
sensaciones y pensamientos deberíamos hacer esa operación, es decir, deberíamos objetivarnos – “desdoblarnos”,
en una actitud reflexiva -para poder entonces colocarnos ante nosotros mismos como si fuésemos un objeto
más de conocimiento. La necesidad de objetivar elementos propios del sujeto para poder conocerlos hace que
desde luego, resulte más compleja toda investigación que se desenvuelva dentro de las ciencias sociales y de
la conducta. Esta delimitación o separación no es más que el comienzo del proceso pues, una vez producida,
el sujeto debe ir hacia el objeto, acercarse al mismo, para tratar de captar y asimilar su realidad. Es decir
que el sujeto investigador debe “salir de si”, abandonar su subjetividad, para poder concretar su propósito de
comprender como es el objeto, de aprehenderlo. De otro modo permanecería encerrado en el límite de sus
conceptos previos, de sus anteriores conocimientos, y no tendría posibilidad de ir elaborando un conocimiento
más objetivo, pues no podría asimilar los datos de la realidad externa.
El acercamiento del investigador hacia su objeto puede considerarse como la operación fundamental, la
esencia misma de la investigación, pues es lo que lo vincula con la realidad, lo que le da acceso a conocerla.
Pero para que todo el proceso se complete el investigador debe, finalmente, volver otra vez hacia sí mismo a fin
de elaborar los datos que ha recogido, concibiendo ahora el objeto, mentalmente, a la luz de su contacto con él.
Sujeto y objeto quedan así como dos términos que sucesivamente se oponen y compenetran, se separan y
se acercan, en un movimiento que se inicia por la voluntad del investigador que desea el conocimiento y que en
realidad continúa repetidamente, porque el sujeto debe acercarse una y otra vez hacia lo que está investigando
si se propone adquirir un conocimiento cada vez más profundo y completo sobre ello.
Desde este punto de vista debemos enfocar entonces el problema de la objetividad. Para que nuestro
conocimiento fuera en realidad objetivo debería suceder que el sujeto de la investigación se despojara a sí
mismo completamente de toda su carga de valores, deseos e intereses, que se convirtiera en una especie de
espíritu puro, liberado de toda actitud personal o subjetiva. Como el lector puede comprender fácilmente, esto
no es posible. El sujeto de la investigación es siempre un sujeto humano, y no puede dejar de serlo. Se puede
llegar, en el mejor de los casos, a utilizar instrumentos, máquinas y otros dispositivos como complementos
tecnológicos en la investigación; tales instrumentos serán capaces de recoger datos precisos, de ordenarlos y
de procesarlos. Pero lo que no serán capaces de efectuar son las operaciones propiamente epistemológicas de
plantearse un problema, seleccionar el tipo de datos capaces de resolverlo e interpretar el valor y el sentido de los
mismos. Y es más, podríamos decir que una cierta dosis de subjetividad no sólo es inevitable en un trabajo de
investigación, sino que es además indispensable. Porque para plantearse un problema de conocimiento, es decir,
para querer saber algo, se necesita de una voluntad –de una preocupación por conocer la verdad y esclarecer la
duda- que no puede ser sino subjetiva.
Por esta razón es que no concebimos la existencia de un conocimiento lisa y llanamente objetivo y es que
afirmamos que todo el conocimiento no deja de ser el producto de una cultura, de una época y de hombres
concretos. De allí que resulte algo pedante afirmar que el conocimiento científico es objetivo, y que sea más
adecuado sostener que la ciencia se preocupa constantemente por ser objetiva, por tratar de llegar a serlo, sin
que se pueda plantear nunca que se haya arribado a la total objetividad. De otro modo estaríamos negando
su propio carácter falible, su posibilidad de cometer errores, pretendiendo tener un conocimiento absoluto,
completamente cierto y válido hasta el fin de los tiempos, con lo cual nos alejaríamos del pensamiento científico
y caeríamos en el dogmatismo.
Insistimos en lo anterior no solo porque creemos necesario remarcar el carácter falible del conocimiento
científico sino porque además esto es necesario para comprender plenamente la naturaleza dinámica y procesal de
la misma actividad cognoscitiva. Este carácter procesal implica evidentemente que ningún conocimiento puede
22

concebirse como definitivo; pero aquí es preciso advertir sobre otro problema –opuesto en esencia al anterior-
que es necesario abordar para no caer en el extremo contrario, en una posición completamente escéptica7 .
Porque si bien rechazamos que puedan hallarse verdades definitivas, eso no significa afirmar, por supuesto, que
ninguna de nuestras proposiciones pueda comprobarse o demostrarse. Si dijésemos que todo es subjetivo, que
ningún conocimiento puede obtenerse por cuanto en todos aparece jugando un cierto papel la subjetividad y el
error, arribaríamos también a una posición parecida a la del dogmatismo, aunque de signo inverso. Rechazar
de plano todo conocimiento por falaz es lo mismo, en el fondo, que aferrarse a todo conocimiento obtenido
y revestirlo con el atributo de verdad suprema. Nuestra posición implica entonces recursar ambos términos
extremos, aceptando la falibilidad de toda afirmación, pero sin por eso negar que, a través de conocimientos
falibles, limitados, precisamente se va llegando a la verdad, nos vamos aproximando a ella.

2.2. Abstracción y conceptualización


El conocimiento puede ser considerado como una representación conceptual de los objetos, como una elaboración
que se produce, por lo tanto, en la mente de los hombres; es una actividad intelectual que implica siempre una
abstracción.
Si decimos que todo conocimiento es conocimiento para un sujeto, admitimos entonces que en dicho sujeto
el conocimiento se presenta bajo la forma de pensamiento, es decir, bajo una forma que en un sentido amplio
podemos llamar teórica. Su contraparte son los fenómenos de la realidad, los objetos exteriores o exteriorizados
(ver supra 2.1) sobre los cuales se detiene el pensamiento.
Puede establecerse de algún modo, por ello, que entre teoría y práctica se presenta una interacción del mismo
tipo que la que observábamos entre sujeto y objeto. El pensamiento se concibe como pensamiento de alguien,
y la teoría no es otra cosa que el pensamiento organizado y sistemático respecto de algo. El objeto, por otra
parte, es siempre un conjunto de hechos (entendidos éstos en un sentido amplio, que incluye hasta los mismos
pensamientos), de objetos que se sitúan en el exterior de la conciencia. Por este motivo, la relación entre teoría
y hechos va a ser la expresión, en otro plano diferente, de la misma relación que examinábamos anteriormente.
Pero no debe pensarse que tal relación es de tipo mecánico o simple. Ciertas vertientes epistemológicas, en
sus formulaciones más extremas, han sostenido que los hechos se reflejan directamente en la conciencia y que, por
lo tanto, todo el trabajo intelectual consistía en organizar y sistematizar tales percepciones para poder elaborar
la teoría correspondiente. Esto no es así: el proceso de conocimiento no es una simple y pasiva contemplación de
la realidad; esta misma realidad sólo se revela como tal en la medida en que poseemos un instrumental teórico
para aprehenderla, en que -en otras palabras- poseemos los conceptos capaces de abordarla. Parece evidente,
por ejemplo, que si tomamos un trozo de hierro y lo manipulamos de diferentes maneras, podemos obtener una
variada gama de conocimientos sobre dicho mineral, o que si estudiamos la historia de las instituciones de un
país conseguiremos también una comprensión de su evolución política y social. Pero no hay que perder de vista
aquí que podemos realizar dichas investigaciones, en primer lugar, porque ya tenemos un concepto de hierro o
de instituciones políticas sin el cual sería imposible detenerse en su estudio y, en segundo lugar, porque hemos
intervenido -directa o indirectamente- sobre tales objetos, ya sea manipulándolos físicamente o comparándolos
con otros, de diversas épocas y lugares.
Por ello, lo que llamamos teoría -los conocimientos abstractos que obtenemos al investigar los objetos de
estudio- no es una simple representación ideal de los hechos; es algo más, es el producto de lo que elabora
nuestro intelecto. Un hecho sólo se configura como tal a la luz de algún tipo de conceptualizacioṕon previa,
capaz de aislarlo de los otros hechos, de la infinita masa de impresiones y fenómenos que lo rodean. Esta
operación de aislamiento, de separación de un objeto respecto al conjunto en que está integrado, resulta en
verdad imprescindible. Sólo teniendo un concepto claro de hierro podemos hablar de la composición de un
mineral concreto o determinar las propiedades físicas de dicho metal.8
La abstracción, en primer lugar, se aprecia claramente en lo que llamamos análisis, la distinción y de-
scomposición de las partes de un todo para comprenderlo mejor. Pero la abstracción es también decisiva en la
operación lógica contraria, la síntesis, que consiste en la recomposición de ese todo a partir de los elementos que
lo integran. Porque ninguna síntesis puede efectuarse si no tenemos un criterio que nos indique qué elementos
parciales debemos integrar, si no definimos previamente sobre qué bases habremos de organizar los múltiples
datos que poseemos. Y tal cosa, desde luego, es imposible de realizar al menos que hayamos abstraído y
jerarquizado las diversas características que poseen los objetos que estamos estudiando; de otro
modo, la síntesis no sería tal, sino una simple copia de la primera impresión que tenemos del objeto, es decir
algo muy poco racional y pertinente más bien al mundo del conocimiento cotidiano.
7 Cf. J.Hessen, Teoría del conocimiento, Buenos Aires, Losada, 1975, cap I y II.
8 Ver al respecto Ferrater Mora, op. cit.
23

2.3. Método y metodología


Dijimos que la ciencia es un tipo particular y específico de conocimiento, caracterizado por una serie de cualidades
que expusimos ya, de un modo sumario, en el capítulo anterior (ver1.4). Para lograr un conocimiento de tal
naturaleza, o sea, para hacer ciencia, es preciso seguir determinados procedimientos que nos permitan alcanzar
el fin que procuramos: no es posible obtener un conocimiento racional, sistemático y organizado actuando de
cualquier modo; es necesario seguir un método, un camino que nos aproxime a esa determinada meta9 .
El método científico, por lo tanto, es el procedimiento o conjunto de procedimientos que se utilizan para
obtener conocimientos científicos, el modelo de trabajo o pauta general que orienta la investigación. El estudio
del método –o de los métodos, si se quiere dar al concepto un alcance más general- se denomina metodología,
y abarca la justificación y la discusión de su lógica interior, el análisis de los diversos procedimientos concretos
que se emplean en las investigaciones y la discusión acerca de sus características, cualidades y debilidades. Sin
embargo, en el lenguaje cotidiano, y aun en la terminología que se sigue frecuentemente en el mundo académico,
la palabra “metodología” se utiliza también muy extensamente en sentidos diferentes, opuestos a veces al anterior:
se habla así de “metodología de la investigación” para hacer referencia a los pasos y procedimientos que se han
seguido en una indagación determinada, para designar modelos concretos de trabajo que se aplican en una
disciplina o especialidad y también para hacer referencia al conjunto de procedimientos y recomendaciones que
se trasmiten al estudiante como parte de la docencia en estudios superiores. También suelen designarse como
métodos los estilos de trabajo peculiares de cada disciplina-cómo cuando hablamos de “método antropológico”- y
las formas particulares de investigación que se utilizan para resolver problemas específicos de indagación, como
cuando aludimos al “método cualitativo”, el “método experimental” o el “método estadístico”.10
El lector advertirá, sin mayor dificultad, lo confuso que todo esto resulta. Pero es en vano que nos lamente-
mos de esta curiosa situación, de que no se emplee una conceptualización clara y precisa en el campo de lo que
–precisamente- la requeriría con mayor necesidad: hay usos aceptados del lenguaje que, por la amplia extensión
que poseen, son casi imposibles de modificar. Desde estas páginas recomendamos asignar al concepto de método
el significado general de modelo lógico que se sigue en la investigación científica; en cuanto al de metodología,
pensamos que lo más adecuado es considerarla como el estudio y análisis de los métodos, reservando los términos
técnicas y procedimientos para hacer alusión a los aspectos más específicos y concretos. Pero esta recomen-
dación general, tomando en cuenta la observación anterior, deberá siempre seguirse con bastante flexibilidad,
adecuándola a las circunstancias de cada caso: o tiene mayor sentido entablar discusiones, que suelen tornarse
interminables, pos simples problemas terminológicos. Lo importante, como se comprenderá, es que asignemos
a cada término un significado preciso en cada ocasión.
El método, en el sentido que acabamos de mencionar, se refiere entonces directamente a la lógica interior
del proceso de descubrimiento científico, y a él le corresponde no solamente orientar la selección de los instru-
mentos y técnicas específicos de cada estudio sino también, fundamentalmente, fijar los criterios de verificación
o demostración de lo que se afirme en la investigación. Si quisiéramos ahora ser más concretos, debiéramos
dedicarnos a responder una pregunta crucial: ¿Cuál es, o cómo es, el método de la ciencia? Pero aquí nos en-
contraríamos con una seria dificultad: no investigan del mismo modo el astrónomo y el economista, el historiador
y el químico; el antropólogo y el bioquímico. La experiencia histórica muestra, además, que los procedimientos
de la ciencia cambian con alguna frecuencia, porque son distintos los problemas que se van planteando en el
desarrollo de las disciplinas, y porque también las técnicas y los instrumentos concretos evolucionan, a veces
con gran rapidez.
La historia de la ciencia permite afirmar que el método, como camino que construye el pensamiento cien-
tífico, se va constituyendo en realidad, junto con ese mismo pensamiento, indisolublemente unido. Es falsa la
imagen que nos presenta el método como un todo acabado y cerrado, como algo externo a la práctica cotidiana
de los investigadores, por cuanto él está estrechamente único a los aportes, teóricos y prácticos, que se van
realizando. La ciencia no avanza por medio de un proceso mecánico, como si se bastara formular un problema
de investigación, aplicar el método correcto y obtener el resultado apetecido. La investigación es un proceso
creativo, plagado de dificultades imprevistas y de asechanzas paradójicas, de prejuicios invisibles y de obstáculos
de todo tipo. Por ello, la única manera de abordar el problema del método científico, en un sentido general, es
buscar las orientaciones epistemológicas –los criterios comunes- que guían los trabajos de investigación.
Uno de los elementos más significativos en todo el pensar científico (aunque no exclusivo de él) es el esfuerzo
por la claridad en la conceptualización, tal como lo veíamos en el anterior capítulo. Decíamos que, sin un trabajo
riguroso en este sentido, era imposible formular con precisión hasta la más simple observación que pudiera ser
base para elaborar cualquier desarrollo teórico. Pero este es sólo un primer elemento. El análisis del pensamiento
científico permite afirmar, además, que el método de la ciencia se asienta en dos pilares fundamentales: por
una parte, en un constante tomar en cuenta la experiencia, los datos de la realidad, lo que definitivamente
podemos constatar a través de nuestros sentidos; por otro lado, en una preocupación por construir modelos
9 Precisamente, la palabra “método” deriva del griego y significa literalmente “camino para llegar a un resultado”.
10 La mayoría de los métodos deben considerarse, en propiedad, como modelos o diseños típicos de investigación. Para una
explicación mayor sobre el tema, ver infra, capítulo 6.
24

teóricos, abstracciones generales capaces de expresar las conexiones entre los datos conocidos (ver ca.5). Entre
estos dos elementos debe existir una concordancia, una adecuación, de modo tal que el modelo teórico integre
sistemáticamente los datos que poseen en un conjunto ordenado de proposiciones. Esto nos remite, como
enseguida veremos, al decisivo concepto de verificación.
Como forma general, toda investigación parte de un conjunto de ideas y proposiciones que versan sobre la
realidad –sobre hechos y fenómenos- y sus descripciones y explicaciones; el científico, por más que esté persuadido
de la verdad de estas proposiciones, no las podrá sostener hasta que, de algún modo puedan ser verificadas en
la práctica. Ello supone entonces que todo problema de investigación debe ser explicitado en términos tales que
permitan su verificación, es decir, su comprobación o rechazo mediante la prueba de los hechos. Dicho de modo
más concreto, una proposición es verificable cuando es posible encontrar un conjunto de hechos, previamente
delimitados, que sean capaces de determinar si es o no verdadera. Así, si sostenemos que el peso específico del
mercurio es 13,6 veces mayor que el del agua, estamos en presencia de una proposición verificable, por cuanto
es perfectamente factible, por medio de una sencilla experiencia, determinar que la afirmación se cumple. En
cambio, al decir “Dios creo al mundo”, no estamos frente a una afirmación científica, por cuanto no es posible
refutar o corroborar lo dicho mediante datos de la experiencia.
Un tercer elemento que creemos preciso incluir como interrogante, en todos los casos, del proceso científico,
es el uso sistemático de la inferencia, o razonamiento deductivo. Inferir significa sacar consecuencias de un
principio o supuesto, de modo tal que dichas conclusiones deban ser asumidas como válidas si el principio
también lo es. Así, por ejemplo, si se conocen algunas características generales de la disposición ósea de los
vertebrados, es posible reconstruir totalmente el esqueleto de un ictiosaurio a partir de algunas pocas piezas, o
es factible deducir la hipótesis de la expansión del universo por el corrimiento de las franjas espectrales de la
luz de las galaxias hacia el rojo, según una analogía con lo que ocurre a otros cuerpos observados en la Tierra.
La inferencia opera durante la investigación, por lo general, de la siguiente manera: una vez formulada una
hipótesis (ver cap. 4), se deducen de ella posibles consecuencias prácticas que son luego, a su vez sometidas a
verificación. La hipótesis en sí misma no se prueba, no se confirma, sino las consecuencias deducibles de ella.
A este tipo de razonamiento operacional se le llama “modelo hipotético deductivo” ”.11
No creemos oportuno, en un trabajo introductorio como éste, hacer un análisis más exhaustivo de los
problemas metodológicos de la ciencia. Pero no podemos concluir este capítulo, sin agregar dos cosas: la
primera, bastante obvia, es que el lector se remita a la bibliografía especializada -sobre filosofía, epistemología
e historia de la ciencia- cuando tenga dudas sobre estas complejas materias; no es posible adquirir un posible
dominio sobre ellas si no se las estudia con paciencia, consultando la amplia variedad de ideas ya expresada
por tantos autores. La segunda observación, tiene más bien la forma de una advertencia, y está especialmente
dirigida a los estudiantes y a quienes se inician en el camino práctico de la investigación científica.
Existen docentes y autores que tratan de presentar el método, quizás con la mejor intención pedagógica,
como una especie de camino seguro y cerrado, como un conjunto de pasos sucesivos de obligatorio cumplimiento.
Esta manera de ver las cosas, como dijimos líneas más arriba, queda automáticamente refutada al hacer el
más somero repaso de la historia de la ciencia o al comparar el modo, a veces bastante divergente, con que
investigadores de diversas disciplinas encaran en la práctica su trabajo. Pero existe otro argumento que permite
apreciar la falacia lógica que encierra ese modo de concebir el método científico: si existiese un método único, que
pudiese definirse como verdadero de una vez y para siempre, habría que aceptar que el mismo nos garantizaría la
resolución automática de todos los problemas; no habría entonces ninguna dificultad metódica y el conocimiento
progresaría en linea recta, haciéndose ociosa toda discusión acerca de su carácter y de su validez. Pero esto,
evidentemente, no se corresponde con la realidad.
Ello no es así, en última instancia, porque el método, en sí mismo no es -ni puede ser- demostrable o
verificable. Sostener lo contrario derivaría en un razonamiento circular, en un obvio sinsentido lógico pues,
si el método nos garantiza un pensar científico, ¿Qué método garantizaría, a su vez el mismo método? Nos
encontraríamos, pues, en una regresión hasta el infinito. De modo que la postura más razonable parece ser
la de aceptar que el método científico no puede ser, intrínsecamente, demostrado científicamente. Por este
motivo, la metodología no es, estrictamente, una disciplina o ciencia particular que posea un cuerpo propio
de conocimientos. Debe considerarse, en cambio, como una reflexión sistemática, útil, sin duda, pero cuyos
productos no pueden equipararse a los de las afirmaciones verificables de la propia ciencia.
11 Ver Popper, Karl, op.cit.
25

Actividad 2
Objetivo:
Comenzar a distinguir entre los diferentes tipos de conocimientos (el conocimiento de sentido común de
aquel que es producido científicamente).

Dividir en 3 grupos al curso, los cuales trabajaran con diferentes textos sobre el mismo tema/problema.
Los textos se encuentran al finalizar la bibliografía obligatoria de la clase.

Texto 1 Texto 2 Texto 3


Describa el tipo de texto. a
a
a
a
a
a
a
¿Cuál es y cómo es
llamado el objeto descrito
en el texto? a
a
a
a
a
a
a
¿Con qué evidencia/
recurso/ fuente se
sostienen las afirmaciones
del texto? a
a
a
a
a
a
a
Concluya y justifique:
qué tipo de conocimiento
fundamenta lo dicho en el
texto. a
a
a
a
a
a
a
Textos para la actividad 2. (clase 3)

Texto 1:
Hipérico
El hipérico que se encuentra en las obras de Plinio y de Dioscórides, era
ya utilizado en la antigüedad como remedio a todos los males somáticos y
psíquicos. Entró a formar parte de la panacea universal que el emperador Nerón
tenía de su médico Andrómaco, como antídoto contra el veneno. El hipérico,
jugaba un rol importante en los antiguos pueblos germánicos, que practicaban el
culto del solsticio. Comparaban la forma y el color amarillo intenso de la flor con el
sol y la consideraban como planta portadora de luz. Creían que esta planta era capaz de expulsar
cohortes enteras de demonios.
En la Edad Media alcanzó un gran protagonismo. Paracelso escribió entusiasmado: "es
imposible que se encuentre un remedio mejor para las heridas en ninguno otro país".
El nombre de "hierba de San Juan" hace alusión al hecho de que esta planta se encuentra en
plena floración el día de San Juan. El 24 de junio, es cuando los principios activos de la planta son más
elevados y después de la cristianización, el solsticio de verano y sus plantas fueron consagradas a San
Juan Bautista. Dice una leyenda popular que el jugo rojo de la planta simboliza la sangre del martirio de
San Juan. En otros textos de la Edad Media, llamaban a la planta "Corona Regia", corona real, por el
parecido de sus flores a una aureola celeste.
El hipérico es utilizado desde tiempos remotos para el tratamiento de las llagas y los dolores. Se
empleaba para exorcizar los demonios, por eso su apodo de "Fuga daemonum". En 1525, Paracelso
volvía a escribir que "Dios ha dotado a esta planta de grandes arcanos, que serían las causas de los
espíritus y de los maleficios que empujan al hombre a la desesperación".
El origen del nombre griego de la planta es incierto. Existe una versión según la cual derivaría
de hyper eikon, que quiere decir "más allá de la imaginación", en alusión a las grandes virtudes de la
planta. También podría derivar del nombre del titán Hyperion "el Superior", quien se unió a Theia para
engendrar a Helios, el dios del sol. Helios era nombrado también Hyperion, con la cabeza coronada de
rayos se le nombraba el "Luminoso". Perforatum, el nombre de la suerte, significa "perforado" y se
refiere a las flores y a las hojas que parecen perforadas por múltiples agujeritos

Texto 2:
Hipax Forte
Extracto de Hipérico
300 mg

Expendio bajo receta


Industria Argentina
FORMULA:
Cada gragea contiene: Extracto de Hipérico (Hypericum perforatum) 300 mg (equivalente a hipericina total 900 g).
Excipientes: almidón de maíz, lactosa, povidona, aerosil 200, polietilenglicol 6000, talco, gelatina, azúcar, carbonato
de calcio, propilenglicol, eudragit E 100, laca de amarillo de quinolina, laca de azul brillante, c.s.p. 1 gragea.
ACCION TERAPEUTICA:
Timoléptico, modificador del humor depresivo.
INDICACIONES:
Distimia. Depresión de intensidad leve o moderada, incluso la asociada a síntomas neurovegetativos.
ACCION FARMACOLOGICA:
La evidencia disponible sugiere que la hipericina, uno de los componentes activos del extracto de hipérico, inhibe la
recaptación de las mo- noaminas serotonina y noradrenalina. El efecto antidepresivo aparece aproximadamente
dos semanas después del comienzo de la administración de la droga.
POSOLOGIA Y FORMA DE ADMINISTRACION:
Dosis recomendada: 1 gragea 2-3 veces al día con las comidas. Ingerir sin masticar.
CONTRAINDICACIONES:
Hipersensibilidad a cualquiera de los componentes de la fórmula. Embarazo. Lactancia. Pacientes bajo tratamiento
con antidepresivos del tipo IMAO. Pacientes que reciben psoralenos o retinoides.
CONTRAINDICACIONES).
Se desaconseja su utilización conjunta con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.
PRECAUCIONES:
La duración del tratamiento debe ser evaluada por el médico. Se deberá prestar particular atención a los pa- cientes
que reciban otras drogas concomitantemente conhipéricum. Se desaconseja la exposición solar de los pacientes
mientras reciben hypericum. Si la misma no pudiera ser evitada, se sugiere el uso de pantalla solar (factor de
protección 60). El Hypericum perforatum es un inductor enzimático, por lo cual no se aconseja la suspensión brusca
del mismo. Las concentraciones plasmáticas alcanzadas por la medicación concomitante, especícamente warfarina y
anticonvulsivantes, cuando ya no está presente el medicamento -toterápico, pueden alcanzar niveles tóxicos.
Interacciones medicamentosas: Interacción con medicamentos antirretrovirales, por lo que se desaconseja la
asociación con inhibidores de la proteasa (indinavir, nelnavir, ritonavir y saquinavir) por
disminuir el Hypericum perforatum la efectividad de estos antirretrovirales. Asimismo se desaconseja la asociación
coninhibidores de la transcriptasa reversa no nucleósidos (efavirenz y nevirapina).
No se aconseja su utilización con drogas simpaticomiméticas (descongestivos nasales, solos o en preparados
antigripales).
REACCIONES ADVERSAS:
Los efectos adversos más frecuentemente asociados al uso de extracto de hipérico son los siguientes: náuseas,
vómitos, diarrea, constipación, mareos, dolor abdominal, ansiedad, sequedad de boca, confusión, sedación y
decaimiento. El efecto más grave (aunque infrecuente) asociado al uso del extracto de hipérico es la
fotosensibilización (aumento de la sensibilidad de la piel a la exposición solar). Este efecto podría ser responsable de
la aparición de quemaduras en pacientes expuestos al sol que no lo hacen en forma adecuada (con protectores
solares y en horarios adecuados -antes de las 11:00 horas y después de las 15:00 horas-), sobre todo en pacientes
de piel clara.

Texto 3:
http://foro.enfemenino.com/forum/f487/__f126_f487-Hiperico.html
- Alguien ha probado el hipérico? sabe decirme si funciona, si ayuda en algo? Gracias chicas
- Hola wapisima....no lo he probado pero puedo asegurarte q va genial pq tengo un herbolario y
lo vendo muxo...la gente está encantada...tarda un pelín en hacer efecto pero es
efectivo...OJALA TE SIRVA
- Te cuento, he empezado a tomar hipérico, hace aproximadamente 2 semanas que lo tomo pero
no noto los efectos. me gustaría si por favor me podrías decir cuánto tarda en hacer efecto y
siesta contraindicado con algunos medicamentos. me llamo Bea.
- Yo he probado el hipérico.
- En mi caso no ha funcionado en absoluto, quizás porque mi depresión era bastante importante.
De todas formas los psiquiatras no lo aconsejan.
- Funciona...
- El Hipèrico en gotas funciona.......para la depresión... es natural y no tiene contraindicaciones.
Saludos.

- Yo tomé hipérico una vez, tomaba tb ansiolíticos y antidepresivos, y me puse fatal, está
totalmente contraindicado con medicación. Tb se le llama hierba de San Juan, y si leéis
prospectos con la mayoría de medicamentos, no se puede tomar, tener cuidado, a mi me dio
un chungo increíble.
28

CLASE 4
Tema: ¿Ver para creer? La naturaleza de los hechos en la producción del conocimiento
científico
Objetivos:
• Problematizar la noción de ciencia como “derivada de los hechos”.
• Analizar la objetividad de la práctica de la observación en la producción del conocimiento científico.

Actividades:
• Lectura y comprensión de texto.
• Exposición dialogada de los conceptos objeto de la clase. Actividades prácticas: La Acidez y La Lección
de Anatomía.

Bibliografía obligatoria:
• Chalmers, Alan (2000). ¿Qué es esa cosa llamada ciencia? México, Madrid. Siglo XXI editores. Intro-
ducción y fragmentos capítulo 1.
• Rossler, R. y Young, P. (2011) La lección de anatomía del doctor Nicolaes Tulp: el comienzo de una utopía
médica en Rev Med Chile; Nº 139, pp 535 a 541.

Actividad de lectura
En grupo, leer y contestar las consignas a partir del texto Chalmers, A.
1. ¿Por qué la ciencia posee una importante valoración y autoridad en la sociedad?
2. ¿Cuál es su especificidad? ¿Por qué?

3. ¿Qué papel tiene la observación y la experimentación durante el nacimiento de la Ciencia Moderna?


¿Por qué?
4. ¿Cuál es la problemática que Chalmers propone en el acto de ver?
5. Reflexione en torno a la frase de Chalmers: “uno tiene que aprender para llegar a ser un observador”.
Chalmers, Alan (2000). ¿Qué es esa cosa llamada ciencia? México, Madrid. Siglo XXI
editores. Introducción y fragmentos capítulo 1

INTRODUCCIÓN

La ciencia goza de una alta valoración.


Aparentemente existe la creencia
generalizada de que hay algo especial en
la ciencia y en los métodos que utiliza.
Cuando a alguna afirmación,
razonamiento o investigación se le da el
calificativo de "científico", se pretende dar
a entender que tiene algún tipo de mérito
o una clase especial de fiabilidad. Pero,
¿qué hay de especial en la ciencia, si es
que hay algo? ¿Cuál es este "método
científico" que, según se afirma, conduce a
resultados especialmente meritorios o
fiables? Este libro constituye un intento
de elucidar y contestar preguntas de este
tipo.
Tenemos muchísimas pruebas
procedentes de la vida cotidiana de que se
tiene en gran consideración a la ciencia, a
pesar de que haya cierto desencanto con
respecto a ella debido a las consecuencias
de las que se le hace responsable, tales
como las bombas de hidrógeno y la contaminación. Los anuncios publicitarios afirman
con frecuencia que se ha mostrado científicamente que determinado producto es más
blanco, más potente, más atractivo sexualmente o de alguna manera preferible a los
productos rivales. Con esto esperan dar a entender que su afirmación está
especialmente fundamentada e incluso puede que más allá de toda discusión. De
manera similar, un anuncio de la Ciencia Cristiana aparecido recientemente en un
periódico se titulaba: "La ciencia habla y asevera que se ha demostrado que la Biblia
cristiana es verdadera", y luego seguía contando que "incluso los propios científicos lo
creen hoy en día". Aquí tenemos una apelación directa a la autoridad de la ciencia y de
los científicos. Bien podríamos preguntar: "¿en que se basa esa autoridad?". El gran
respeto que se tiene por la ciencia no se limita a la vida cotidiana y a los medios de
comunicación populares. Resulta evidente también en el mundo académico y
universitario. Muchos campos de estudio son descritos por quienes los practican como
ciencias, presumiblemente en un intento de hacer creer que los métodos que usan
están tan firmemente basados y son potencialmente tan fructíferos como una ciencia
tradicional como la física o la biología. La ciencia política y la ciencia social son ya
tópicos. Los marxistas insisten con entusiasmo en que el materialismo histórico es una
ciencia. Además, han aparecido en los programas universitarios Ciencia de la
Biblioteca, Ciencia Administrativa, Ciencia del Habla, Ciencia Forestal, Ciencia Láctea,
Ciencia de los productos cárnicos y animales e incluso Ciencia Mortuoria* [La cita esta
tomada de un informe hecho por C. Trusedell, citado en J. R. Ravetz (1971, p. 387n)].
Todavía está activo el debate acerca del rango de la “ciencia de la creación” y es de
señalar en este contexto que los participantes en ambos lados del debate suponen que
existe una cierta categoría especial de ciencia . En lo que no están de acuerdo es en la
cuestión de si la ciencia de la creación llena o no los requisitos de una ciencia.
Muchas de las llamadas ciencias sociales o humanas subscriben un razonamiento que
reza aproximadamente como sigue: "Se puede atribuir el éxito indiscutible de la física
en los últimos tres siglos a la aplicación de un método especial. el 'método científico'.
Por consiguiente, para que las ciencias sociales y humanas puedan emular el éxito de
la física será preciso primero comprender y formular este método y aplicarlo después
a ellas." Este razonamiento suscita las dos preguntas fundamentales siguientes: ¿qué
es este método científico que se supone sea la clave de este éxito de la física? y ¿es
lícito transferir este método de la física y aplicarlo en otros campos?
Todo esto hace resaltar el hecho de que las cuestiones concernientes a la especificidad
del conocimiento científico, en cuanto opuesto a otros tipos de conocimiento, y a la
identificación exacta del método científico, aparecen como fundamentalmente
importantes y cargadas de consecuencias. Sin embargo, como veremos, no es en
absoluto sencillo dar respuesta a las preguntas suscitadas. Un buen intento por
resumir las intuiciones que por lo general se tienen respecto de las res- puestas a
estas preguntas es, quizás, la idea de que lo específico de la ciencia es que se deriva de
hechos, en vez de basarse en opiniones personales. Puede ser que así se recoja la idea
de que, mientras que pueden darse opiniones personales distintas sobre los méritos
relativos de las novelas de Charles Dickens y D. H. Lawrence, no hay lugar a
diferencias similares acerca de los méritos relativos de las teorías de la relatividad de
Galileo y de Einstein. Se supone que los hechos determinan la superioridad de la
innovación de Einstein sobre visiones anteriores de la relatividad y que,
sencillamente, está en un error quien no lo aprecie así.
Como veremos, la idea de que el rasgo específico del conocimiento científico es que se
deriva de los hechos de la experiencia puede sostenerse sólo en una forma muy
cuidadosamente matizada, si es que en verdad puede sostenerse. Tropezaremos con
razones para dudar de que los hechos obtenidos en la observación y en la
experimentación sean tan directos y seguros como se ha supuesto tradicionalmente.
Encontraremos también que hay fuertes argumentos favorables a la afirmación de que
el conocimiento científico no puede ser probado ni rechazado de forma concluyente
por una referencia a hechos, aun en el caso de que se disponga de esos hechos.
Algunos de los argumentos que apoyan este escepticismo se basan en un análisis de la
naturaleza de la observación y en la del razonamiento lógico y sus capacidades. Otros
tienen su origen en una mirada detenida a la historia de la ciencia y a la práctica
científica contemporánea. Un rasgo característico de los desarrollos modernos en las
teorías de la ciencia es que se ha ido prestando una atención creciente a la historia de
la ciencia. Para muchos filósofos de la ciencia, uno de los embarazosos resultados de
este hecho es que los episodios de la historia de la ciencia que, por lo general, se
consideran más característicos de los principales adelantos, ya sean las innovaciones
de Galileo, Newton, Darwin o Einstein, no se corresponden con lo que las típicas
concepciones filosóficas de la ciencia dicen que debieran ser.
Una reacción ante la constatación de que las teorías científicas no pueden ser
probadas o refutadas de manera concluyente, y de que las reconstrucciones de los
filósofos tienen poco que ver con lo que en realidad hace progresar a la ciencia,
consiste en renunciar completamente a la idea de que la ciencia es una actividad
racional que actúa de acuerdo con un método especial. Una reacción en cierto modo
parecida llevó al filósofo Paul Feyerahend (1975) a escribir un libro titulado Against
method: Outline of an anarchistic theory of knowledge (En contra del método: Esbozo
de una teoría anarquista del conocimiento). De acuerdo con la tesis más radical que se
puede leer en los escritos más recientes de Feyerabend, la ciencia no posee rasgos
especiales que la hagan intrínsecamente superior a otras ramas del conocimiento tales
como los antiguos mitos o el vudú. El elevado respeto por la ciencia es considerado
como la religión moderna, que desempeña un papel similar al que desempeñó el
cristianismo en Europa en épocas anteriores. Se insinúa que la elección entre distintas
teorías se reduce a una elección determinada por los valores y deseos subjetivos de
los individuos.
El escepticismo de Feyerabend respecto de los intentos de racionalizar la ciencia es
compartido por otros autores de tiempos más recientes que escriben desde un punto
de vista sociológico o desde la perspectiva llamada “posmoderna".
Este libro se resiste ante este tipo de respuesta a las dificultades que encuentran las
concepciones tradicionales de la ciencia y del método científico. Intenta aceptar lo que
hay de válido en los desafíos de Feyerabend y muchos otros, pero dando una
justificación de la ciencia que recoja sus rasgos específicos y característicos a la vez
que responda a dichos desafíos.

1. LA CIENCIA COMO CONOCIMIENTO DERIVADO DE LOS HECHOS DE LA


EXPERIENCIA
UNA OPINIÓN DE SENTIDO COMÚN AMPLIAMENTE COMPARTIDA SOBRE LA
CIENCIA
Me aventuré a sugerir en la Introducción que la concepción popular del rasgo
distintivo del conocimiento científico es captada por el lema “la ciencia se deriva de
los hechos”. Esta idea es sometida a un escrutinio crítico en los cuatro primeros
capítulos de este libro. Encontraremos que no se puede sostener gran parte de lo que
comúnmente se supone que está implicado en dicho lema; no obstante, veremos que
no está del todo descaminado e intentaré formular una versión defendible de él.
Cuando se afirma que la ciencia es especial porque se basa en los hechos, se supone
que los hechos son afirmaciones acerca del mundo que pueden ser verificadas
directamente por un uso cuidadoso y desprejuiciado de los sentidos. La ciencia ha de
basarse en lo que podemos ver, oír y tocar y no en opiniones personales o en la
imaginación especulativa. Si se lleva a cabo la observación del mundo de un modo
cuidadoso y desprejuiciado, los hechos establecidos de tal manera constituirán una
base segura y objetiva de la ciencia. Si, además, es correcto el razonamiento que nos
conduce desde esta base fáctica a las leyes y teorías que forman el conocimiento
científico, podrá suponerse que el propio conocimiento científico resultante está
establecido con seguridad y es objetivo.
Las observaciones anteriores son la esencia de un relato bien conocido y que se refleja
en gran parte de la literatura que versa sobre la ciencia. “La ciencia es una estructura
asentada sobre hechos", escribe J. J. Davies (1968, p. 8) en su obra sobre el método
científico, tema que ha sido elaborado por H. D. Anthony (1948, p. 145):
No fue tanto las observaciones y experimentos realizados por Galileo lo que originó la
ruptura con la tradición, como su actitud hacia ellos. Para él, los hechos extraídos de
ellos habían de ser tratados como hechos y no relacionados con una idea
preconcebida... Los hechos observacionales podían encajar o no en un esquema
admitido del universo, pero lo importante, en opinión de Galileo, era aceptar los
hechos y construir una teoría que se ajustara a ellos.
Aquí, Anthony no sólo da expresión clara a la opinión de que el conocimiento
científico se basa en los hechos establecidos por la observación y el experimento, sino
que da un sesgo histórico a la idea, algo en lo que no es en absoluto el único. Un
aseveración extendida dice que es un hecho histórico que la ciencia moderna nació a
comienzos del siglo XVII al adoptarse, por primera vez, la estrategia de tomar en serio
los hechos observacionales como base de la ciencia. Quienes aprueban y explotan esta
historia mantienen que los hechos observables no habían sido tomados en serio como
fundamento del conocer antes del siglo XVII. En vez de esto, así reza el conocido
recuento, el conocimiento se basaba en la autoridad del filósofo Aristóteles y en la de
la Biblia. La ciencia moderna se hizo posible sólo cuando esta autoridad fue desafiada
con una llamada a la experiencia por precursores de la nueva ciencia como Galileo.
Capta bellamente esta idea la siguiente versión de las muchas veces contada historia
de Galileo y la torre inclinada de Pisa, debida a Rowbotham (1918, pp. 27-9),
La primera prueba de fuerza entre Galileo y los profesores de la Universidad estaba
relacionada con sus investigaciones sobre las leyes del movimiento ilustradas por la
caída de los cuerpos. Un axioma aceptado de Aristóteles decía que la velocidad de los
cuerpos en caída era regulada por sus pesos respectivos: así, una piedra que pesara
dos libras caería dos veces más rápida que una que sólo pesara una libra, etc. Nadie
parece haberse cuestionado lo correcto de esta regla hasta que Galileo la negó.
Declaró que el peso no tenía nada que ver en el fenómeno, y que... dos cuerpos de
pesos distintos... alcanzarían el suelo en el mismo momento. Cuando los profesores se
mofaron de la declaración de Galileo, éste decidió someterla a una prueba pública.
Invitó como testigos del experimento que iba a efectuar desde la torre inclinada a toda
la Universidad. La mañana del día fijado, Galileo, en presencia de las gentes de la
Universidad y de la ciudad subió a la cima de la torre llevando consigo dos bolas, una
que pesaba cien libras y la otra sólo una. Balanceando cuidadosamente las bolas en el
borde del parapeto, las rodó hasta que estuvieron juntas; se las vio caer por igual, y al
instante siguiente, con un fuerte ruido, golpearon juntas el suelo. La vieja tradición era
falsa, y la ciencia moderna, en la persona del joven descubridor, había reivindicado su
posición.
Empiristas y positivistas forman las dos escuelas que han intentado formalizar lo que
he llamado visión común de la ciencia, la que afirma que el conocimiento científico se
deriva de los hechos. Los empiristas ingleses de los siglos XVII y XVIII, en particular
John Locke, George Berkeley y David Hume, sostenían que todo el conocimiento debía
derivarse de ideas implantadas en la mente por medio de la percepción sensorial. Los
positivistas tenían una visión algo más amplia y menos orientada hacia lo psicológico
de lo que significan los hechos, pero compartían la opinión de los empiristas de que el
conocimiento debía derivarse de los hechos de la experiencia. Los positivistas lógicos,
una escuela filosófica que se originó en Viena en los años veinte de este siglo, retomó
el positivismo introducido por Auguste Comte en el siglo XIX e intentó formalizarlo,
prestando mucha atención a la forma lógica de la relación entre conocimiento
científico y los hechos. Empirismo y positivismo comparten el punto de vista de que el
conocimiento científico debe de alguna manera derivarse de los hechos alcanzados
por la observación.
Hay dos aspectos bastantes distintos involucrados en la afirmación de que la ciencia
se deriva de los hechos. Uno concierne a la naturaleza de esos “hechos" y cómo los
científicos creen tener acceso a ellos. El segundo atañe a cómo se derivan de los
hechos, una vez que han sido obtenidos, las leyes y teorías que constituyen el
conocimiento. Investigaremos estos dos aspectos por separado, dedicando éste y los
dos capítulos siguientes a una discusión de la naturaleza de los hechos sobre los que,
se alega, se basa la ciencia, y el capítulo 4 a la cuestión de cómo pudiera pensarse que
el conocimiento científico se deriva de ellos.
Se pueden distinguir tres componentes en la postura adoptada por el punto de vista
común respecto de los hechos que se supone son la base de la ciencia. Estos son:
(a) Los hechos se dan directamente a observadores cuidadosos y desprejuiciados por
medio de los sentidos.
(b) Los hechos son anteriores a la teoría e independientes de ella.
(c) Los hechos constituyen un fundamento firme y confiable para el conocimiento
científico.
Como veremos, cada una de estas afirmaciones se enfrenta con dificultades y, en el
mejor de los casos, sólo puede ser aceptada de forma muy matizada.

VER ES CREER
En parte porque el sentido de la vista es el que se usa de un modo más extenso en la
práctica de la ciencia, y en parte por conveniencia, restringiré mi análisis de la
observación al dominio de la visión. En la mayoría de los casos no será difícil ver cómo
se podría reformular el argu- mento presentado de manera que fuera aplicable a la
observación mediante los otros sentidos. Una simple concepción popular de la vista
podría ser la siguiente. Los seres humanos ven utilizando sus ojos.
Los componentes más importantes del ojo humano son una lente y la retina, la cual
actúa como pantalla en la que se forman las imágenes de los objetos externos al ojo.
Los rayos de luz procedentes de un objeto visto van del objeto a la lente a través del
medio que hay entre ellos. Estos rayos son refractados por el material de la lente de
tal manera que llegan a un punto de la retina, formando de este modo una imagen del
objeto visto. Hasta aquí, el funcionamiento del ojo es muy parecido al de una cámara.
Hay una gran diferencia, que es el modo en que se registra la imagen final. Los nervios
ópticos pasan de la retina al córtex central del cerebro. Éstos llevan información sobre
la luz que llega a las diversas zonas de la retina. El registro de esta información por
parte del cerebro humano es lo que corresponde a la visión del objeto por el
observador. Por supuesto, se podrían añadir muchos detalles a esta sencilla
descripción, pero la explicación que se acaba de ofrecer capta la idea general.
El anterior esquema de la observación mediante el sentido de la vista sugiere dos
cuestiones que forman parte de la visión común o empirista de la ciencia. La primera
es que un observador humano tiene un acceso más o menos directo a algunas
propiedades del mundo exterior en la medida en que el cerebro registra esas
propiedades en el acto de ver. La segunda es que dos observadores que vean el mismo
objeto o escena desde el mismo lugar “verán" lo mismo. Una combinación idéntica de
rayos de luz alcanzará el ojo de cada observador, será enfocada en sus retinas
normales por sus lentes oculares normales y dará lugar a imágenes similares. Así
pues, una información similar viajará al cerebro de cada observador a través de sus
nervios ópticos normales, dando como resultado que los dos observadores “vean" lo
mismo. En secciones subsiguientes veremos por qué este tipo de representación es
seriamente engañoso.

EXPERIENCIAS VISUALES QUE NO ESTÁN DETERMINADAS SÓLO POR EL OBJETO


VISTO
En su expresión más fuerte, la opinión común mantiene que los hechos del mundo
exterior nos son dados directamente a través del sentido de la vista. Sólo tenemos que
ponernos frente al mundo y registrar lo que hay en él para ver. Puedo constatar que
hay una lámpara sobre mi escritorio o que mi lápiz es amarillo con simplemente mirar
lo que hay delante de mis ojos. Como hemos visto, una opinión tal puede apoyarse en
la descripción de cómo funciona el ojo. Si esto fuera todo, lo que se ve estaría
determinado por la naturaleza de lo que se mira, y todos los observadores tendrían la
misma experiencia visual al enfrentarse a la misma escena. Sin embargo, hay muchas
pruebas que indican que, sencillamente, esto no es así. Dos observadores normales
que vean el mismo objeto desde el mismo lugar en las mismas circunstancias físicas
no tienen necesariamente idénticas experiencias visuales, aunque las imágenes que se
produzcan en sus respectivas retinas sean prácticamente idénticas. Hay un sentido
importante en el que no es necesario que los dos observadores “vean" lo mismo. Como
dice N. R. Hanson (1958), “hay más en lo que se ve que lo que describe el globo
ocular". Algunos ejemplos sencillos ilustrarán la cuestión.
La mayoría de nosotros, cuando miramos por primera vez la figura 1, vemos el dibujo
de una escalera en la que resulta visible la superficie superior de los escalones. Pero
no es éste el único modo de poderlo ver. También se puede ver sin dificultad como
una escalera en la que resulta visible la parte inferior de los escalones. Además, si se
mira el dibujo durante algún tiempo, por lo general se encuentra, involuntariamente,
que cambia la visión frecuentemente de una escalera vista desde arriba a una escalera
vista desde abajo y viceversa. Y, no obstante, parece razonable suponer que, puesto
que el objeto que contempla el observador sigue siendo el mismo, las imágenes de la
retina no varían.

FIGURA 1
El hecho de que el dibujo se vea como una escalera vista desde arriba o como una
escalera vista desde abajo parece depender de algo más que de la imagen que hay en
la retina del observador. Sospecho que ningún lector de este libro ha puesto en duda
mi afirmación de que la figura 1 parece una escalera de algún tipo. Sin embargo, los
resultados de los experimentos realizados con miembros de varias tribus africanas,
cuyas culturas no incluyen la costumbre de dibujar objetos tridimensionales mediante
dibujos bidimensionales con perspectiva, indican que los miembros de estas tribus no
habrían considerado que la figura 1 es una escalera sino una disposición
bidimensional de líneas. Presumo que la naturaleza de las imágenes formadas en las
retinas de los observadores es relativamente independiente de su cultura. Además,
parece seguirse que las experiencias perceptuales que los observadores tienen en el
acto de ver no están especialmente determinadas por las imágenes de las retinas.
Hanson (1958, capítulo 1) contiene otros ejemplos fascinantes que ilustran sobre este
aspecto.
Un rompecabezas infantil nos proporciona otro ejemplo; el problema consiste en
encontrar el dibujo de una cara humana entre el follaje en el dibujo de un árbol. Aquí,
lo que se ve, esto es, la impresión experimentada por una persona que ve el dibujo
corresponde en principio al árbol, con su tronco, sus hojas y sus ramas. Pero una vez
que se ha encontrado la cara humana, esto cambia. Lo que antes se veía como follaje y
partes de las ramas se ve ahora como una cara humana. De nuevo, se ha visto el
mismo objeto físico antes y después de la solución del problema, y presumiblemente
la imagen que hay en la retina del observador no cambia en el momento en que se
encuentra la solución y se descubre la cara. Y si se ve el dibujo un poco después, un
observador que ya haya resuelto el problema podrá ver rápidamente y con facilidad la
cara. Pareciera como si, en cierto sentido, lo que ve un observador resulta afectado
por su conocimiento y su experiencia.
Se puede sugerir la siguiente pregunta: “¿Qué tienen que ver estos ejemplos
artificiales con la ciencia?". La respuesta es que no resulta difícil proporcionar
ejemplos procedentes de la práctica científica que ilustren la misma cuestión, a saber,
que lo que ven los observadores, las experiencias subjetivas que tienen cuando ven un
objeto o una escena, no está determinado únicamente por las imágenes formadas en
sus retinas sino que depende también de la experiencia, el conocimiento y las
expectativas del observador. Este aspecto está implícito en la constatación
indiscutible de que uno tiene que aprender para llegar a ser un observador
competente en ciencia. Cualquiera que haya vivido la experiencia de tener que
aprender a mirar a través de un microscopio no necesitará que nadie le convenza de
este hecho. Es raro que el principiante discierna las estructuras celulares apropiadas
al mirar al microscopio el portaobjeto preparado por el instructor, mientras que éste
no encuentra ninguna dificultad en distinguirlas cuando mira el mismo portaobjeto en
el mismo microscopio. Es significativo, en este contexto, que los microscopistas no
tropezaban con grandes impedimentos a la hora de observar cómo se dividen las
células bajo circunstancias adecuadamente preparadas, una vez que sabían qué tenían
que buscar, mientras que, antes de este descubrimiento, la división celular
permaneció no observada, aunque sabemos ahora que ha tenido que estar allí en
muchas de las muestras examinadas al microscopio, con la posibilidad de ser
observada. Michael Polanyi (1973, p. 101) describe los cambios efectuados en la
experiencia perceptual de un estudiante de medicina cuando se le enseña a
diagnosticar mediante el examen por rayos X.
Pensemos en un estudiante de medicina que sigue un curso de diagnóstico de
enfermedades pulmonares por rayos X. Mira, en una habitación oscura, trazos
indefinidos en una pantalla fluorescente colocada contra el pecho del paciente y oye el
comentario que hace el radiólogo a sus ayudantes, en un lenguaje técnico, sobre los
rasgos significativos de esas sombras. En un principio, el estudiante está
completamente confundido, ya que, en la imagen de rayos X del pecho sólo puede ver
las sombras del corazón y de las costillas, que tienen entre sí unas cuantas manchas
como patas de araña. Los expertos parecen estar imaginando quimeras; él no puede
ver nada de lo que están diciendo. Luego, según vaya escuchando durante unas
cuantas semanas, mirando cuidadosamente las imágenes siempre nuevas de los
diferentes casos, empezará a comprender; poco a poco se olvidará de las costillas y
comenzará a ver los pulmones. Y, finalmente, si persevera inteligentemente, se le
revelará un rico panorama de detalles significativos: de variaciones fisiológicas y
cambios patológicos, cicatrices, infecciones crónicas y signos de enfermedades agudas.
Ha entrado en un mundo nuevo. Todavía ve sólo una parte de lo que pueden ver los
expertos, pero ahora las imágenes tienen por fin sentido, así como la mayoría de los
comentarios que se hacen sobre ellas.
Frente a una misma situación, un observador versado y experimentado no tiene
experiencias perceptuales idénticas a las de un novato. Esto choca con una
comprensión literal de la afirmación de que las percepciones se dan directamente a
través de los sentidos.
Una respuesta usual a lo que estoy diciendo acerca de la observación, apoyado por la
clase de ejemplos que he utilizado, es que los observadores que ven la misma escena
desde el mismo lugar ven la misma cosa, pero interpretan de diferente modo lo que
ven. Deseo discutir este punto. En cuanto a lo que se refiere a la percepción, con lo
único que el observador está en inmediato y directo contacto es con sus experiencias.
Estas experiencias no están dadas de modo unívoco ni son invariantes, sino que
cambian con las expectativas y el conocimiento. Lo que viene unívocamente dado por
la situación física, y estoy dispuesto a admitir esto, es la imagen formada en la retina
del observador, pero el observador no tiene contacto perceptual directo con la
imagen. Cuando los defensores de la opinión común suponen que hay algo
unívocamente dado en la percepción, que puede interpretarse de diversas maneras,
están suponiendo, sin argumentarlo y a pesar de las muchas pruebas en contra, que
las imágenes en la retina determinan por si solas nuestras experiencias perceptuales.
Están llevando demasiado lejos la analogía de la cámara.
Una vez dicho esto, trataré de aclarar lo que no pretendo afirmar en esta sección, para
que no se piense que estoy defendiendo algo diferente de lo que pretendo defender.
En primer lugar, no afirmo en absoluto que las causas físicas de las imágenes en
nuestras retinas no tengan ninguna relación con lo que vemos. No podemos ver
precisa- mente lo que queremos. Sin embargo, mientras que las imágenes de nuestras
retinas forman parte de la causa de lo que vemos, otra parte muy importante de esa
causa está constituida por el estado interno de nuestras mentes o cerebros, el cual
dependerá a su vez de nuestra educación cultural, nuestro conocimiento y nuestras
expectativas. y no estará determinado únicamente por las propiedades físicas de
nuestros ojos y de la escena observada. En segundo lugar, en una gran diversidad de
circunstancias, lo que vemos en diversas situaciones sigue siendo bastante estable. La
dependencia entre lo que vemos y el estado de nuestras mentes o cerebros no es tan
sensible como para hacer imposible la comunicación y la ciencia. En tercer lugar, en
todos los ejemplos que se han citado aquí, los observadores ven en cierto sentido la
misma cosa. Yo acepto, y presupongo a través de todo este libro, que existe un solo y
único mundo independiente de los observadores. De ahí que, cuando unos cuantos
observadores miran un dibujo, un trozo de un aparato, una platina de microscopio o
cualquier otra cosa, en cierto sentido todos ellos se enfrentan y miran la misma cosa y,
por tanto, ven la misma cosa. Pero de esto no se sigue que tengan experiencias
perceptuales idénticas. Hay un sentido muy importante según el cual no ven la misma
cosa y en él se basan algunas de mis reservas respecto de la opinión de que los hechos
se dan, directamente y sin problemas, al observador a través de los sentidos. Queda
por ver en qué medida esto socava la idea de que los hechos adecuados para la ciencia
puedan ser establecidos por los sentidos.
38

Actividad 1
Actividad en pequeños grupos.
Considerando lo trabajado con el texto de Chalmers reflexione sobre el siguiente caso:
“Las entrevistas a médicos mostraron que es frecuente ellos aprendan que al diagnosticar educan la
percepción del paciente, una vez educados, esos pacientes perciben síntomas que antes habían estado, pero
que no fueron convertidos en conocimiento. Hay pacientes, por ejemplo, que sufren trastornos gastroin-
testinales. El médico les pregunta si tienen reflujo, pero estos, en la medida en que asociaban el reflujo a
sensaciones de acidez o de ardor en el esófago, dicen que no, que en esa parte del aparato gástrico todo
está bien. Sin embargo, el médico insiste y pregunta si no sienten gases subiendo por el esófago; el paciente
vuelve a negar, pero se queda con la pregunta y luego percibe gases que antes no percibía: reconstruyendo a
posteriori, podríamos decir que no los percibía porque siempre habían estado allí y formaban parte de lo
que él consideraba la forma típica de funcionamiento de un cuerpo humano y no una enfermedad; ahora,
conceptualizados como problema, los percibe: se da cuenta que están; antes, aunque dichos gases hubiesen
estado, no formaban parte de su autoimagen corporal, como, normalmente tampoco forman parte de esa
autoimagen procesos tales como el correr de la sangre u otros procesos normales del funcionamiento
corporal.”
Discuta en el grupo primero y luego en la clase: ¿Cómo se produce la percepción en el ejemplo visto?
¿cómo cambia la experiencia con las expectativas y el conocimiento aportado por el médico?

Actividad 2
Actividad en pequeños grupos.
Considerando lo trabajado con el texto de Chalmers y lo visto en el texto de Rossler y Young analice
la imagen del cuadro.
Discuta en el grupo primero y luego en la clase: ¿Cómo se produce la percepción? ¿cómo cambia la
experiencia con las expectativas y el conocimiento aportado por el médico? qué observan distintos sujetos
de acuerdo distintos intereses?

“La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp”, Rembrandt, 1632.


HISTORIA DE LA MEDICINA
Rev Med Chile 2011; 139: 535-541

La lección de anatomía del doctor


Nicolaes Tulp:
el comienzo de una utopía médica

Roberto Rosler1, Pablo Young2


1
Servicio de Neurocirugía.
2
Servicio de Clínica Médica,
Hospital Británico de
Buenos Aires, Argentina.
The Anatomy Lesson of Dr. Nicolaes Tulp:
The beginning of a medical utopia Recibido el 2 de septiembre
de 2010, aceptado el 25 de
enero de 2011.
The Anatomy Lesson of Dr. Nicolaes Tulp was painted by Rembrandt Harmen-
szoon van Rijn at the early age of 26 years. In the XVII century these paintings were Correspondencia a:
Pablo Young
very popular in the Netherlands, and in this country the cities flourished as cultural
Hospital Británico.
centers searching the anatomy knowledge. Nicolaes Tulp was one of the persons in Perdriel 74 (1280) Buenos
the center of Amsterdam’s scene during XVII century. In 1632 Tulp was 39 years old, Aires, Argentina.
and he was an anatomist and a surgeon. Rembrandt masterly shows an autopsy Tel 5411 43096400
performed by Dr. Tulp. This picture is the description of the beginning of a medical Fax 5411 43043393
E-mail: pabloyoung2003@
intellectual utopia: the absolute visibility of the disease. Unfortunately this utopia
yahoo.com.ar
is blind to the complete visibility of the psycho-socio-cultural dimensions of the ill.
(Rev Med Chile 2011; 139: 535-541).
Key words: Anatomy; Portraits; History of medicine.

Rembrandt el pintor y los retratos económicamente. Además era socialmente bien


visto aparecer en compañía de gente poderosa.

R
embrandt Harmenszoon van Rijn pintó Por este motivo, ¡muchas personas pagaban para
este cuadro (Figura 1) a la temprana edad aparecer en estos retratos! Para comprender esto
de 26 años. Nació el 15 de julio de 1606 en hay que entender que salir en estos retratos era
Leyden, una de las “cunas” de la educación médica. como salir en la actualidad (anacronismo median-
Fue a la universidad pero rápidamente se aburrió te) en la tapa de una revista de novedades sobre el
y solicitó a sus padres abandonarla para dirigirse ambiente artístico2. Esto convertía a este tipo de
a Amsterdam y dedicarse al estudio de la pintura. cuadros en una difícil tarea para los pintores ya
En 1631 se casó con Saskia van Uylenburgh, que que debían cumplir con las pretensiones de todos
era la prima de uno de los vendedores de arte los participantes que habían pagado y que querían
más exitosos de Amsterdam. Este matrimonio estar ubicados en un lugar de privilegio.
le proporcionó importantes conexiones sociales
para conseguir pedidos de retratos y pinturas de
la alta sociedad holandesa. Es justamente su cu- Contexto histórico
ñado quien lo recomienda a Nicolaes Tulp, quien
deseaba encargar un retrato grupal1. Amsterdam pertenecía a las Provincias Uni-
En el siglo XVII estos tipos de retrato eran muy das cuya religión era el Calvinismo y que venía
populares en las Provincias Unidas o Países Bajos, de lograr su independencia de España luego de
y se habían convertido en una verdadera institu- treinta años de guerra. Dicha independencia les
ción social. El retrato grupal se transformó en el permitió ganar el derecho a comerciar libremente.
símbolo de una clase media que ascendía social y Las Provincias Unidas tuvieron un golpe de suerte,

535
HISTORIA DE LA MEDICINA
La lección de anatomía - R. Rosler et al

centros culturales en la búsqueda del conocimien-


to anatómico5. Esto no le generó conflictos con la
Iglesia Calvinista. Recordemos que en esta misma
época, Galileo Galilei, de no haberse retractado de
sus afirmaciones, hubiera sido condenado por la
Inquisición en Italia.
Mientras que en el sur de Europa la Iglesia no
quiso ver por el telescopio de Galileo, en el norte de
Europa se abrieron los ojos a los descubrimientos.
En 1668 Anton von Leeuwenhoek inventó el
microscopio en las Provincias Unidas6. En 1664,
en la Inglaterra protestante, Thomas Willis disecó
cerebros y afirmó que el sistema nervioso es el
asiento del alma7.
Figura 1. "La Lección de Anatomía del Doctor Tulp" de El mismo Descartes huyó de Francia y buscó
Rembrandt.
refugio en Leyden, para poder tener libertad de
pensamiento.
ya que su principal competidor comercial, Vene- Estos hechos revelan un “matrimonio” entre
cia, había sido destruido por la plaga al no querer revoluciones científicas y teológicas. ¿Si Lutero se
ejecutar la cuarentena y el cordón sanitario para atrevió a desafiar a la Iglesia, cómo los médicos de
no entorpecer su comercio. Esta miopía le costó la época no a iban a atreverse, luego de 1.500 años,
la muerte de un tercio de su población adulta y su a desafiar a Galeno?8.
desaparición como potencia marítima3. El 16 de enero de 1632 llegó la oportunidad
Durante el siglo XVII el 50% del comercio para pintar el cuadro. Un reo, acababa de ser col-
europeo era transportado en barcos holandeses. gado por robo y con ello se logró la oportunidad
Las Provincias Unidas tenían puertos en el Océano de tener un cadáver para ser disecado.
Índico, Formosa, Japón, Java, las Indias Orientales En el siglo XVII, a diferencia del sur de Italia
y Occidentales, Guayana, Brasil y Nueva Amster- donde la muerte era un proceso súbito, en el
dam (la actual Nueva York)3. norte de Europa la separación entre el cuerpo y el
alma se veía como un proceso gradual. Los ajus-
ticiados eran condenados a la disección porque
El arte y la religión precisamente la práctica anatómica se conside-
raba un castigo añadido sobre el cuerpo, todavía
Siguiendo su ascenso meteórico los burgueses portador de una cierta identidad de la persona9.
de Amsterdam vivían bien y deseaban verlo refle- Vemos entonces que el criminal es la víctima de la
jado en el arte. justicia y de una triple violencia médica, corporal
El protestantismo fue desde su inicio icono- y espiritual.
clástico, dándole la autoridad a la palabra sobre En las lecciones de anatomía los cuerpos enani-
la imagen. Sin embargo, fue indulgente con el zados por una perspectiva despiadada, parecen
placer visual de sus clases altas, en especial si le muñecos descuartizados e inmolados ante un
era ideológicamente útil. saber tan nuevo como inclemente. El médico no
Nicolaes Tulp era una de las personas que ocu- se siente interpelado por ningún deber especial
paba el centro de la escena en Amsterdam durante de compasión ante ese cuerpo exánime que ya no
el siglo XVII4. En 1632 tenía 39 años. Tulp era un tiene acceso a ninguna curación10.
estudioso, un anatomista y un cirujano. Se había
hecho famoso por un tratado sobre monstruos y
por haber descubierto la válvula ileocecal. Pero, Análisis del cuadro
por sobre todo, Tulp era un “animal político”. Fue
ocho veces tesorero de la ciudad de Amsterdam. El fondo en sombras es poco visible (Figura 1).
En el siglo XVII las Provincias Unidas en gene- Vemos dos libros. El que está colocado en el ángulo
ral, y Ámsterdam en particular, florecieron como inferior derecho probablemente sea el “best seller”

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HISTORIA DE LA MEDICINA
La lección de anatomía - R. Rosler et al

de anatomía del momento, “De humani corporis intrínseca. En la lección de anatomía la luz pro-
fabrica” de Andreas Vesalio (1543)11. El que tiene viene, paradójicamente, del cadáver15. Este doble
en sus manos el asistente que se encuentra a la contraste lumínico genera un “degradé” de vida
derecha de Tulp se supone que es la lista de los (muerto-vivo, inferior-superior) y un “degradé”
presentes en la disección. La lección no es sólo para de poder psicológico (el que tiene el saber y los
los observadores de la pintura. Tulp mira hacia que no lo tienen, derecha-izquierda). Las posturas
la audiencia sentada en el anfiteatro rodeando la y las expresiones faciales de los atentos oyentes de
mesa de disección. Tulp se asemejan a aquellos que escuchan a Jesús.
Para estudiar el estilo pictórico habitual de una El carácter litúrgico del anatomista como un
lección de anatomía debemos analizar la “Lección sacerdote se repite en la segunda “Lección de Ana-
de Anatomía del Doctor Sebastián Egbertsz” (Fi- tomía del doctor Joan Deyman de Rembrandt”
gura 2) pintada en 1619 por Thomas Keyzer12. En (Figura 3), en la cual el cuerpo se parece al Cristo
esta pintura la línea media está demarcada por muerto del cuadro de Mantegna16,17. Temáticamen-
el esqueleto y las figuras están ordenadas en dos te también existe una semejanza entre la ciencia y
triángulos perfectamente simétricos13. Esta pintura la religión. Ambas ofrecen una visión autoritaria
estaba en la mente de Rembrandt cuando pintó de hechos “subterráneos” que están fuera del al-
“su” “Lección de Anatomía del doctor Nicolaes cance de nuestra mirada.
Tulp”, dispuesto a romper con esta uniformidad La ciencia como religión es una tendencia que
estática. El Profesor Tulp es la persona que controla se transformó en ideológicamente prominente
el evento. Está a la derecha del cuadro dentro de por primera vez en la Europa del siglo XVII y que
una pirámide que culmina en su sombrero negro, ha llegado hasta nuestros días18. La medicina en
símbolo de su alto status social. Son necesarios to- esta nueva época conjugaba la teoría y la práctica.
dos los observadores para contrabalancear la figura En el cuadro vemos plasmada la aceptación del
todopoderosa de Tulp14. El cadáver en el centro doctor Tulp de que el conocimiento se basa en la
parece una cuña entre los cuerpos vivientes. Por necesidad de la confirmación empírica a través
esta composición los dos protagonistas principales del hecho de que el profesor está dando una clase
de esta pintura son el doctor Tulp y el cadáver. En la y simultáneamente disecando sin la necesidad de
pintura de Keyzer el esqueleto cumple sólo la fun- leer ningún libro19.
ción de agrupar los participantes de la disección, Por el contrario, las lecciones de anatomía
en cambio el cadáver en la obra de Rembrandt es medievales (Figura 4), bajo el influjo de la sabi-
el centro de la pintura y aumenta su dramatismo duría de Aristóteles y Galeno, separaban ambas
psicológico. En las pinturas de Rembrandt, las funciones20. El médico se distanciaba del “trabajo
figuras suelen ser fuentes de luz con luminosidad sucio” de la disección, que se dejaba en manos de

Figura 2. "Lección de Anatomía del Doctor Sebastián Eg- Figura 3. "La Lección de Anatomía del Doctor Joan Deyman"
bertsz". de Rembrandt.

Rev Med Chile 2011; 139: 535-541 537


HISTORIA DE LA MEDICINA
La lección de anatomía - R. Rosler et al

un cirujano-barbero, mientras que el profesor se rior, a un simple y burdo instrumento didáctico


concentraba en la lectura del texto de Galeno. Si y señal clara del camino de las enfermedades que
se descubrían discrepancias entre el dogma ana- lo habían devastado.
tómico galénico y el cadáver, se zanjaban como un Los cuadros de Rembrandt traducen con exac-
defecto, o una “broma”, de la naturaleza. titud esa mezcla de horror y fascinación que hubo
Las lecciones de anatomía (Figura 4) eran de envolver las primeras lecciones de anatomía24.
eventos tanto científicos como políticos, presen- Un ejemplo de esto es que Luis XIV encargó a su
ciados no solamente por estudiantes de medicina cirujano personal (Pierre Dionis) que realizara
y académicos sino también por prominentes re- lecciones de anatomía en el Jardín del Rey en
presentantes de la vida política de la ciudad21. El Versailles. Este espectáculo que estaba de moda,
teatro anatómico estaba centrado en la tabla de se transformó en un éxito arrollador, debieron
disección y alrededor de ella había círculos con- dar invitaciones numeradas para una multitud de
céntricos de asientos, en los cuales los visitantes burgueses elegantes que, de toda Europa, venían
estaban asignados según su rango social y no tan a ver las disecciones25. Simultáneamente Molière
sólo su conocimiento científico. Lo que vemos ironizaba en “El Enfermo imaginario”26: “Están
aquí es una nueva forma de mostrarse, de mirar, aquellos que le dan una comedia a sus amantes,
de verse y de ser visto. El agente de esta nueva pero darle una disección es algo mucho más ga-
forma de mirar es la ciencia en si misma22. Los lante”. Sugiriendo así que los motivos de Luis XIV
espectadores estaban dispuestos a pagar más por no eran en realidad “científicos”.
ver una mujer desnuda, podemos inferir que estas, No todos en la pintura “ven” lo mismo27. Un
en teoría, disecciones anatómicas, eran en realidad participante dirige su mirada hacia el texto de
actos de voyeurismo23. anatomía para verificar si lo que el doctor Tulp
Entregado a la mirada implacable de doctos y está diciendo es correcto. Otro mira hacia los ob-
discípulos, y también a la de un público que no servadores de la pintura y dirige nuestra atención
ocultaba su afán voyeurista de sensaciones morbo- hacia la disección anatómica.
sas, el cadáver (palabra cuya raíz latina es cadere, La pintura expresa un combate latente: la fasci-
caer) descendía desde su condición de ciudadano nación e interés de los observadores pero también
digno, protegido por honores y mortajas en su su miedo, ansiedad e incomodidad al descubrir los
destino de viajero a un mundo espiritual supe- misterios del cuerpo. Hecho comprensible ya que
sólo dos de los siete participantes eran médicos. Sin
embargo, sentimos que preside una mirada unifi-
cada, la del triunfo de la ciencia sobre la muerte.
Esta pintura no es una lección de anatomía
común28. Habitualmente se comenzaban las di-
secciones por las vísceras abdominales, ya que
eran las que más rápidamente se descomponían.
A continuación se disecaban el tórax y la caja
craneana, quedando para el final las extremidades.
En la segunda Lección de Anatomía de Rembrandt
(Figura 3) podemos observar este orden de disec-
ción29. Pero en este cuadro vemos al doctor Tulp
comenzando la disección por el miembro superior
izquierdo. Evidentemente Tulp quería mostrar
algo en especial sin pasar por todos los pasos de
una disección habitual. Tulp está señalando un
músculo (el flexor digitorum superficialis) con un
Figura 4. Lec- fórceps30. Esto es inusual ya que habitualmente se
ción de Anato-
mía de la escue-
utilizaban punteros para señalar las estructuras
la italiana (siglo anatómicas (Figura 5). La utilización del fórceps
XV). Autor anó- significa que el doctor Tulp no está mostrando una
nimo. estructura sino una función. Su mano izquierda

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HISTORIA DE LA MEDICINA
La lección de anatomía - R. Rosler et al

400 aniversario del nacimiento de Rembrandt,


un equipo de especialistas disecó un miembro
superior para confirmar si existían errores anató-
micos en la pintura de Rembrandt. Luego de dicha
disección confirmaron algunos errores menores y
la inexactitud de la inserción del flexor digitorum
superficialis30. Sin embargo, diferentes autores se
resisten a aceptar que Rembrandt haya pintado
esta anomalía por error.
De Lint33 afirma que Rembrandt, un buen ana-
tomista, expresamente tergiversó el origen de este
músculo para darle un mayor equilibrio artístico
a la pintura. No sin justificación Hove y col.34
afirman que el doctor Tulp, famoso anatomista, al
ver la pintura debió reconocer el error y aceptarlo
por algún motivo sino jamás le hubiera permitido
retratar la anatomía en forma incorrecta. Hecks-
cher sugiere que Rembrandt malinterpretó una
imagen de Vesalio confundiendo la anatomía del
brazo derecho con la del brazo izquierdo35. Final-
mente, varias de las observaciones realizadas por
Figura 5. Utilización de puntero. Grabado en el equipo de especialistas de miembro superior
madera de una disección anatómica del siglo XVII, han sido refutadas30,36.
autor anónimo. Rembrandt falleció en Amsterdam el 4 de oc-
tubre de 1669. Se lo considera uno de los mayores
maestros barrocos de la pintura y el grabado,
está sostenida en una forma extraña, seguramente siendo con seguridad el artista más importante
mostrando la acción del músculo señalado. de la historia de las Provincias Unidas. Habiendo
Por lo tanto, la pintura describe dos acciones alcanzado el éxito en la juventud, sus últimos años
que están sucediendo en paralelo: Tulp muestra estuvieron marcados por la tragedia personal y
con el fórceps la acción del músculo en el cadáver la ruina económica. Entre los mayores logros
mientras que con su mano izquierda muestra la creativos de Rembrandt están los magistrales
acción del músculo “in vivo”. Este hecho se re- retratos que realizó para sus contemporáneos, sus
fuerza porque mientras un asistente mira hacia autorretratos y sus ilustraciones de escenas bíblicas.
el antebrazo del cadáver, el otro mira hacia a la Para finalizar podemos decir que este cuadro
mano izquierda del doctor Tulp31. No estamos pre- es la descripción del inicio de una utopía inte-
senciando una lección de anatomía estática, sino lectual médica: la de la completa visibilidad de la
una de anatomía funcional32. Esto muestra una enfermedad37.
cualidad esencial de las pinturas de Rembrandt Foucault afirma en su provocativo capítulo
que es el movimiento. La preocupación de Rem- “Abrid algunos cadáveres”37 que la lección de
brandt por el movimiento también hace que esta anatomía será la plataforma que posibilitará a
pintura personifique el pensamiento europeo del Xavier Bichat (1771-1802), un siglo más tarde,
siglo XVII: el movimiento era central en las ideas el desarrollo de esas dos formas de saber yuxta-
de Descartes, Gassendi, Galileo, Leibniz y Newton. puestas que son la anatomía patológica y la clínica
Un tema de debate es la inserción del flexor basado en un principio de desciframiento del
digitorum superficialis que en el cuadro tiene como espacio corporal. Al igual que en la pintura es el
origen el epicóndilo lateral del húmero cuando ojo de Bichat (su “ojo clínico”) el que le otorga un
sus inserciones reales son el epicóndilo medial principio epistemológico absoluto para el análisis
del húmero, la apófisis coronoides del cúbito y la anátomo-patológico.
diáfisis del radio. Con la constitución del saber anatómico
En 2006, relacionado con la celebración del (retratado por Rembrandt) nace una diferencia

Rev Med Chile 2011; 139: 535-541 539


HISTORIA DE LA MEDICINA
La lección de anatomía - R. Rosler et al

implícita dentro de la episteme occidental entre Desde la antigüedad, hablando de medicar y


el hombre y su cuerpo. Allí se encuentra el origen de médicos, alternan dos conceptos: ¿el punto de
del dualismo contemporáneo que, como afirma partida es el enfermo o la enfermedad?
David le Breton38, “le otorga al cuerpo el privilegio En el primer caso, el médico es la persona que
de ser interrogado científicamente por el médico con cuida, que cura, que se pre-ocupa por el bienestar
preguntas específicas con indiferencia de cualquier de quien está a su cuidado, en el segundo es el
otra referencia” (el alma, la sociedad, las emociones, especialista que arregla desperfectos orgánicos.
los afectos y un largo etcétera)38. Lamentablemente la utopía de la completa
El resultado de esto es la mayor contradicción visibilidad de la enfermedad suele ser ciega a la
de toda medicina que no se ocupa de la persona: completa visibilidad de las dimensiones psico-so-
¿Quién está enfermo, el hombre o alguna víscera? cio-culturales de los enfermos y está sesgada hacia
¿A quién hay que curar, al enfermo o a la enfer- el especialista que arregla desperfectos orgánicos
medad? porque predomina el Medeor sobre el Therapeuo.
Los impactantes avances en biología molecular, Por este motivo creemos que la medicina positi-
genética y neuro-imágenes son las causas de la gé- vista comienza en los siglos XVI y XVII, con su
nesis de un renacimiento de la idea de encontrar en bagaje de conocimientos anatómicos, su lento
el cuerpo humano los secretos del hacer humano39. alejamiento de la mirada propuesta por Platón en
Es interesante recordar que desde el punto de “El Banquete”: “Me atrevo a asegurar que el amor
vista lexical quienes ejercían la curación entre los preside a la medicina”39.
griegos eran equiparados con aquellos fieles ser-
vidores guiados por el afecto hacia la persona. A
este grupo se vincula el verbo therapeuo (servir). Referencias
Therapeuo designa al encargado de cuidar
al enfermo como servidor. Si therapeutés pudo 1. Rosenberg J. Rembrandt, life and work. Cornell Univer-
llegar a designar al médico fue porque en su raíz sity Press editors, Ithaca, New York, USA; 1980.
estaba la de “encargado de cuidar” y esta noción de 2. Mccall GH. Paintings By The Great Dutch Masters Of The
cuidar consistía la esencia del servir. En therapeuo Seventeenth Century. Kessinger Publishing Co editors,
las confluencias de sentido son evidentes ya que London, UK; 2005.
significa tener cuidado de, tener solicitud por, 3. Praak M. The Dutch Republic in the seventeenth century:
servir, prestar cuidados médicos40. the golden age. University Press editors, Cambridge, UK;
La raíz med (medicar, médico, medicamento) 2005.
puede definirse como medida, no de medición sino 4. Simpson D. Nicolaes Tulp and the golden age of the
de moderación, apta para reinstaurar el orden en Dutch Republic. ANZ J Surg 2007; 77: 1095-101.
un organismo enfermo40. 5. Burke P. Formas de historia cultural. Alianza editores,
El hombre que “sabe los medea”, no es un pen- Madrid, España; 2000.
sador, sino uno de los moderadores que sabe to- 6. Miranda CM. [Johannes Vermeer and Anthon van
mar las medidas que necesariamente se imponen. Leeuwenhoek: Delft Art and Science together during
Medeor, del latín, significa tratar una enfermedad the golden Dutch century] Rev Med Chile 2009; 137:
según las reglas. La noción no es hacer recobrar la 567-74.
salud a un enfermo sino someter a un organismo 7. Zimmer C. Soul Made Flesh: The Discovery of the Brain-
alterado a las reglas. and How it Changed the World. Free Press editors, New
Las distintas palabras que en las lenguas indo- York, USA; 2004.
europeas representaban el verbo curar llevaban 8. Porter R. The Greatest Benefit to Mankind. A medical
exclusivamente un complemento de persona, no history of humanity from antiquity to the present. Fontana
se curaba algo sino que se curaba a alguien. editors, London, UK; 1997.
El latín medeor representa un cambio ya que el 9. Ariés P. Morir en occidente. Adriana Hidalgo editora,
objeto de atención del médico ya no es el paciente Villa Ballester, Argentina; 2000.
sino la enfermedad, que se presenta ante sus ojos 10. Porzecanski T. El cuerpo y sus espejos. Estudios antropoló-
junto con el conjunto de reglas para tratarla. La gico-culturales. Planeta editores, Montevideo, Uruguay;
relación ya no es médico-paciente sino médico- 2008.
enfermedad. 11. Fenster J. Mavericks, miracles and medicine. Barnes and

540 Rev Med Chile 2011; 139: 535-541


HISTORIA DE LA MEDICINA
La lección de anatomía - R. Rosler et al

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Rev Med Chile 2011; 139: 535-541 541


46

CLASES 5 y 6
Tema: Surgimiento de la ciencia moderna: el positivismo
Objetivos:

• Problematizar la noción de ciencia como “derivada de los hechos”.


• Comprender el impacto que tuvo el positivismo en la historia de la ciencia.

• Identificar el papel de la evidencia empírica y de la teoría en las visiones positivistas de la ciencia (em-
pirismo y falsacionismo).
• Reflexionar sobre el significado y los alcances que tuvo el positivismo en las Ciencias de la Salud.

Bibliografía obligatoria:
Scaglia, Maria Cecilia y Florencia Rispoli. (2017). Notas sobre positivismo. Material para la asignatura CCS,
UNAJ.

Actividad de lectura
A partir de la bibliografía obligatoria responda las siguientes preguntas:
1. ¿Cómo construyen el conocimiento científico los positivistas?
2. ¿Qué importancia le dan a la naturaleza en su reflexión?

3. Por qué se afirma que es un pensamiento “dicotómico” y “mecanicista”?


4. ¿En qué consiste el llamado “modelo especular”? Explique sobre que supuestos se erige.
5. ¿Qué importancia tiene para ellos la observación?

6. ¿Qué lugar tiene la teoría?


7. ¿Qué críticas realiza K. Popper a la visión más tradicional del positivismo?
8. ¿Cómo conciben los falsacionistas, a la ciencia?
9. ¿Cuál es el punto de partida del quehacer científico para los falsacionistas? ¿Qué lugar ocupa la
teoría y la evidencia empírica?
10. Describa cómo se concibe para las vertientes del positivismo (inductivismo, falsacionismo) los si-
guientes rasgos asociados al conocimiento científico: objetividad, progreso y verdad.
11. ¿Qué aspectos del pensamiento positivista han tenido mayor influencia en la medicina moderna?

12. Describa las concepciones ontológicas y dinámicas de la enfermedad para Canguilhem y analice la
influencia del positivismo en estas concepciones.
13. Analice las consecuencias de entender la enfermedad como “anormalidad”.
14. En sus propias palabras comente ¿a qué se llama positivismo? ¿cuáles son sus principales rasgos?
¿cuáles son los problemas que deja sin resolver?
47

Notas sobre el positivismo


María Cecilia Scaglia y Florencia Rispoli

La generación de conocimiento científico supone un proceso que se inicia en una o varias preguntas para
intentar dar con respuestas que sean superadoras del punto de partida inicial. Como resultado de este proceso
aparecen los “datos” que habrán de conformar el nuevo conocimiento. La forma en que se entiende el “cómo” estos
datos son construidos y usados durante la producción del conocimiento científico marca diferentes posiciones
respecto de cómo produce aquel conocimiento que se llama científico y aquel que no, en otras palabras, delimita
qué es y qué no es conocimiento científico.
El pensamiento moderno surge en el siglo XVI en oposición a las ideas respecto del origen religioso del
conocimiento, propias del medioevo, poniendo en el centro el ser humano, su razón y sus sentidos para conocer
el mundo. Como una proyección de estos supuestos se desarrolla y extiende a partir de la segunda mitad del siglo
XIX un pensamiento filosófico, el positivismo, que propugna que el conocimiento verdadero es el conocimiento
científico.

La inversión del origen: la naturaleza como fuente de conocimiento


El pensamiento moderno que se instala a partir del siglo XV fue la piedra fundamental de toda la filosofía
occidental, incluyendo una reflexión sobre el origen del conocimiento. Los filósofos de la época analizaron los
principios del conocimiento humano a partir de repensar el lugar de la naturaleza y del ser humano. Uno de
sus principios centrales era que la naturaleza se regía por leyes estables, y que estaba en permanente equilibrio.
Así, la vida de los seres humanos debía regirse por las leyes de la naturaleza, y estas leyes podían descubrirse y
hacerse inteligibles a los seres humanos a partir del uso de la razón para desentrañar el sentido de las mismas.
Así, la producción del conocimiento debería orientarse hacia el descubrimiento de la lógica de funcionamiento
del mundo natural, utilizando la razón y el método científico. Las ciencias básicas, la física fundamentalmente
proporcionaron los modelos explicativos para todos los ámbitos de producción de conocimiento (la economía,
la sociología, y otras ciencias sociales se valieron incluso de estas argumentaciones y metáforas para explicar y
legitimar el funcionamiento de la sociedad capitalista).
Según Alicia Stolkiner, el positivismo constituye no solamente una concepción de la ciencia sino además una
ideología que complementa desde el nacimiento del capitalismo el desarrollo de la modernidad. El positivismo
responde a dos demandas sociales: por un lado a la necesidad de liberar las ciencias de la metafísica y para
sentar una nueva razón de legitimidad del poder, allí donde la razón divina había dejado un espacio vacante. Es
decir, que la legitimidad de un determinado orden social – económico – y político, el capitalismo, debía fundarse
en una nueva razón, la razón de la ciencia que viene a reemplazar a la razón de Dios, como fuente de legitimidad
del poder.
El positivismo toma como modelo para explicar la sociedad el modelo de las ciencias naturales, de ahí que
se habla de la naturalización de lo social, es decir que se explica el funcionamiento de la sociedad a partir
de las leyes de la física y se supone que existe un orden de la naturaleza que la sociedad debe respetar en
su ordenamiento institucional. Así el positivismo sirvió para justificar la explotación y la dominación. El
positivismo fue la justificación racional de la dominación colonial, basándose en supuestas leyes de la naturaleza
que categorizaban a los seres humanos en superiores e inferiores en virtud de la geografía en la que había nacido
y de las características de su anatomía. Las ideas darwinistas de selección natural de las especies fue la fuente de
legitimidad de la dominación colonial. El cientificismo fue otra de las características del pensamiento positivista,
es decir que se asumió que la ciencia occidental era la única forma válida de explicar la realidad.
Uno de los aportes fundamentales a la modernidad fue el que realizó Descartes, con su concepción dicotómica
del mundo real. Este filósofo planteó el dualismo entre la mente y la materia, y que la mente era la fuente de
la razón a partir de la cual se podían conocer las leyes de funcionamiento de la naturaleza. Descartes concibe
la dicotomía entre naturaleza y sociedad, o naturaleza y humanidad como dos entidades –dos sustancias en la
terminología de Descartes– totalmente distintas e independientes una de otra, tal como sucede con la dicotomía
cuerpo-alma, y construye sobre esa base todo un sistema filosófico que supuso una innovación revolucionaria en el
pensamiento. El dualismo naturaleza-sociedad, en razón del cual la humanidad es algo totalmente independiente
de la naturaleza y ésta es igualmente independiente de la sociedad, es de tal manera constitutivo del modo de
pensar el mundo y de nuestra presencia e inserción en él en la cultura occidental, que pensar de modo alternativo
hoy nos resulta casi imposible (Boaventura de Sousa Santos, 2018).
Sin embargo, actualmente podemos afirmar que no es posible imaginar ninguna actividad humana sin la
participación de algún tipo de naturaleza, comenzando por la propia capacidad y actividad de imaginar, dado
su componente cerebral, neurológico.
48

“La única verdad es la realidad” o de cómo se empezó a pensar que el conocimiento


científico es el único conocimiento verdadero
El cartesianismo, y con él la modernidad, inauguran una tradición en la que el conocimiento científico se
constituye en la vía regia para acceder a la verdad, sin que para ello el sujeto deba ser alterado o modificado.
Si anteriormente la noción de verdad estaba ligada a una revelación divina, desde este planteo la verdad pasará
a estar dada por la correspondencia con el objeto. Poder captar, reproducir la realidad -que se asume externa e
independiente al sujeto cognoscente- sin deformaciones se vuelve una obsesión que perdura hasta nuestros días
y que marcará durante mucho tiempo el criterio de demarcación de qué es científico. Si se trata de hacer más
objetivo el conocimiento, la exclusión del sujeto resulta no solo posible, sino necesaria: se suprime el sujeto y
se lo sustituye por el método (Restrepo, 2011). Así, se plantea la objetividad como condición necesaria para
el conocimiento verdadero, y se deposita la confianza en la utilización de un método (siempre el mismo, para
todos los campos del conocimiento), racional y replicable como la principal herramienta para alcanzar a conocer
la verdad del objeto y develar las leyes de funcionamiento del mundo natural.
Para el pensamiento moderno la explicación se erige como la forma más adecuada de dar cuenta de relaciones
de causa – efecto, en las que a cada acción le corresponde una reacción; la explicación constituye la pretensión de
dar cuenta del mundo en términos de leyes que establezcan relaciones entre causas y efectos para la predicción y
el control de los fenómenos (naturales o sociales). Así entendida, la explicación se refiere a una realidad objetiva,
material, determinada por leyes susceptibles de ser expresadas lógicamente, que existe con independencia del
sujeto y que constituye el “mundo natural” (Restrepo, 2011).
Para el positivismo el conocimiento se inicia a partir de un conjunto de sensaciones cuya pureza y fidelidad
no se ponen en duda. En este proceso perceptivo, los sentidos actúan como una especie de conductos a través de
los cuales se implantan, sin alteraciones que provengan de la estructura de esos conductos, las impresiones del
mundo exterior. Así, el dato corresponde a una construcción lógico conceptual. Las categorías representan las
impresiones sensibles y los instrumentos conceptuales no agregan nada a lo obtenido mediante la experiencia.
Esta concepción acerca de la forma en que se produce ciencia es la que Martínez Miguelez (2004) denomina
“modelo especular”. Según este autor esta forma de pensar la ciencia sostiene que existe una realidad fuera de
nosotros, externa, que está plenamente acabada y que a través de nuestro aparato cognitivo podemos reflejarla
tal cual es. Desde esta perspectiva, ser “objetivo” es copiar bien la realidad sin deformaciones, y la “verdad”
sería la correspondencia entre nuestra imagen interior con la realidad que representa.
Los positivistas en los últimos tres siglos se propusieron lograr plena objetividad (en este sentido), absoluta
certeza y verdades incuestionables, y para ello se apoyaron en el análisis de las percepciones de origen senso-
rial como fuente de conocimiento verdadero; por ello se los denominó también empiristas. Estos filósofos del
conocimiento consideraban que solamente aquellos postulados verificables empíricamente serían aceptados en el
cuerpo de la ciencia, que la única relación verificable sería la de causa y efecto, y que los términos fundamen-
tales de la ciencia debían representar entidades concretas, tangibles, mensurables y verificables; de lo contrario
estaríamos frente a palabras sin sentido y conceptos vacíos. Esto explica también el énfasis del positivismo en
los sistemas de medición y en las formas de cuantificación para la medición de los datos (Martínez Miguelez,
2004).
El modelo especular parte del supuesto de que nuestro aparato cognoscitivo es fundamentalmente pasivo,
como si fuera una cámara fotográfica que copia imágenes del mundo exterior, así como el ojo forma una pequeña
imagen del objeto exterior en la retina y el nervio óptico se encargaría de transmitirla al cerebro. Este enfoque,
basado fundamentalmente en el poder de la observación y la experimentación para la producción de conocimiento
científico constituyó el paradigma de la ciencia en los últimos tres siglos, pero fue a finales del siglo XIX y la
primera mitad del XX cuando asume la denominación de positivismo lógico.
A modo de síntesis podríamos señalar que esta perspectiva privilegia y promueve la objetividad del conocimiento,
el determinismo de los fenómenos, la experiencia sensible, la cuantificación, la lógica formal y la verificación
empírica. El objetivo del conocimiento para el positivismo es explicar causalmente los fenómenos por medio de
leyes generales y universales, y a ello se llega siguiendo un método que es único (monismo metodológico).
Pasemos a problematizar la relación que puede establecerse entre conocimiento científico y verdad. La
cuestión de la verdad refiere a la posible congruencia entre el objeto de conocimiento y su referente en el
mundo real. Entre los positivistas tradicionales el concepto de validez tiene como soporte la idea de verdad
como correspondencia (entre el fenómeno o sea lo real, y el concepto o enunciado). Uno de los principales
cuestionamientos a esta noción tiene que ver con que no llegó a encarar adecuadamente la cuestión de la
participación subjetiva en la construcción del conocimiento.

Inductivismo / Falsacionismo: ¿dos caras de una misma moneda?


Dentro del positivismo, una de las principales corrientes fue el empirismo lógico y tuvo su principal preocupación
en establecer los preceptos metodológicos del trabajo científico, que en sus términos se basaría en la utilización
del método inductivo, por ello también se los llamó “inductivistas”. Esta corriente de pensamiento se ocupó
49

de analizar la relación lógica entre el conocimiento científico y los hechos del mundo de la experiencia (datos)
asumiendo que estos constituían el punto de partida de las explicaciones del mundo. Se distinguieron del conjunto
de los positivistas por el uso del método inductivo, este método se basaba en ir de lo particular (concreto) a
lo general (teórico). Su principal característica consiste en que las teorías debían ser formuladas a partir de
la acumulación de evidencias empíricas, realizando un pasaje del dato empírico individual a la formulación de
teorías generales. Estas ideas acerca de la producción del conocimiento científico se enmarcan en un momento
histórico y social en el que dominaban las ideas de progreso humano indefinido a partir del uso de la razón
para dominar los fenómenos de la naturaleza. Así los datos adquieren un protagonismo central, puesto que
constituyen la principal fuente de descubrimiento teórico.
Frente a esta concepción tradicional positivista de la ciencia, se presentan los planteos de Karl Popper
como superador de la visión ingenua del inductivismo, rechazando la posibilidad de crear leyes generales a
partir de la observación y acumulación de casos particulares. El conocimiento científico no puede operar sin
un conocimiento previo, implicando esto que toda observación está teóricamente cargada. Popper pone en
cuestión la validez lógica de las formulaciones de los inductivistas y sustenta su propuesta en el pensamiento
deductivo. A partir del método hipotético deductivo el primer paso está constituido por el planteamiento de
problema de investigación y la generación de hipótesis. El origen de la ciencia, entonces para Popper está en
los problemas, y la teoría tiene prioridad por sobre la observación. En su propuesta de cómo debe funcionar la
ciencia, a diferencia de las visiones anteriores incluye un lugar para lo subjetivo o ideológico ya que no bastan
ni las reglas ni la pura racionalidad para proponer teorías. Sin embargo, aunque Popper reserva un lugar de
creatividad para el momento de la formulación de las teorías, su criterio de demarcación de qué es y qué no es
científico estará regido ya no por cómo son formuladas las teorías sino por el modo en que estas son sometidas
a prueba. Entonces, en términos popperianos “la ciencia consiste en proponer hipótesis sumamente falsables,
seguida por intentos deliberados y tenaces de falsarlas” (Chalmers, 1988: 66). En esta propuesta, los datos
tienen el poder de refutar o falsar una hipótesis/teoría, ya que los enunciados singulares sí pueden establecer
la falsedad de enunciados generales. Esta propuesta no se aparta de los principales supuestos del positivismo
ya que el plano de lo fáctico tiene del poder de validar o descartar una teoría. En esta concepción “nunca una
teoría es verdadera, pero sí una teoría actual es superior en el sentido de que es capaz de superar pruebas que
falsaron sus predecesoras” (Chalmers, 1988: 69), por eso el carácter hipotético. Las teorías se pueden falsar de
modo concluyente pero nunca se pueden establecer como verdaderas.
Entre las principales críticas que se realizaron a esta postura se destaca que no puede haber falsaciones con-
cluyentes de teorías. Las teorías no se pueden falsar de modo concluyente porque los enunciados observacionales
que sirven de base a la falsación pueden resultar falsos a la luz de posteriores progresos (Chalmers, 1998: 97).
Por ejemplo, cuenta Chalmers: en los primeros años de su vida, la teoría gravitatoria de Newton fue falsada por
las observaciones de la órbita lunar. Llevó casi 50 años desviar esta falsación hacia causas distintas de la teoría
newtoniana. Al final de su vida se sabía que la misma teoría era incompatible con los detalles de la órbita del
planeta Mercurio, si bien los científicos no abandonaron la teoría por esta razón. Resultó que nunca fue posible
explicar la falsación de tal manera que la teoría de Newton quedara protegida. Otra de las críticas fuertes radica
en que desde esta postura la ciencia es concebida como un proceso sin sujeto, en la que la evidencia descarta
teorías.
Si los nuevos conceptos -por ejemplo, de física e inercia- no surgieron como resultado de una observación
y una experimentación cuidadosas. Tampoco surgieron de la falsación de conjeturas audaces y del continuo
reemplazo de una conjetura por otra. Entonces, ¿Cómo progresa la ciencia? Como veremos en el próximo
módulo a partir de la propuesta de Kuhn, existen otras formas de concebir el progreso científico en el que los
avances no se dan por verificación ni por falsación de teorías a partir de los datos empíricos. Las posteriores
visiones relativizan el papel asignado a los datos empíricos para sustentar o refutar teorías.

El pensamiento positivista en el campo de las ciencias de la salud


Desde tiempos inmemoriables las comunidades y sociedades humanas se han ocupado del bienestar y la salud de
sus miembros de diferentes formas. Agunos de estos modos se han consolidado como cuerpos de conocimientos
específicos. Esta preocupación -acompañada de una consiguiente ocupación por mantener o reestablecer la salud-
trasciende el espacio de lo que llamamos “científico” y cuenta con una mística que le confiere un enorme poder:
el poder de curar, controlar los cuerpos de los seres humanos y dominar laspectos vitales para los humanos.
En Occidente, durante la segunda mitad del siglo XIX en el campo de la biología, se consolidan cambios
que la perfilan como una ciencia que se constituye como tal con un aparato conceptual que dará cuenta de los
problemas fundamentales de la vida y lo viviente y que no está ligada específicamente con la salud. A medida
que se va dando el proceso de constitución de la biología y emergen sus conceptos fundamentales se inicia
un proceso de apropiación de ellos por parte de ciertos sectores de la comunidad médica, lo que produce una
biologización de la medicina (Ledesma Mateos, 2010). La medicina hace suyos los descubrimientos de Pasteur
(químico) por vía del higienismo y con el establecimiento de la teoría de germen se consolida en las ciencias
de la salud un modelo de causalidad que reproducía el de la física, y en el que un solo efecto es resultado de
50

una sola causa, siguiendo conexiones lineales. De este breve modo podemos recuperar cómo la medicina pasa a
estar ligada al campo de lo biológico y científico preponderante en la época; conexión marcará el subsiguiente
desarrollo y consolidación del campo de la salud tal como hoy lo conocemos.
En este sentido, el positivismo se constituyó en el paradigma dominante en la medicina moderna -como de
otras disciplinas-, instituyendo los límites respecto de lo que se considera digno de la ciencia, fundamentalmente
quedaron incluídos en el campo del pensamiento científico todos aquellos fenómenos susceptibles de medición y
control experimental. Bajo esta perspectiva, la medicina moderna ha asumido la salud y la enfermedad como
fenómenos relativos a un organismo mecánico, ahistórico, analizable y que puede ser explicado mediante leyes que
permitan establecer relaciones causa-efecto. Desde la perspectiva positivista, la salud queda entonces reducida
a la enfermedad, al plano de lo individual, y de los fenómenos empíricamente observables y a la simplicidad
unidimensional de un orden mecánicamente determinado (Breilh, 2003).
Inscripta entonces en el campo de las ciencias naturales, la salud es un fenómeno determinado por condi-
ciones que, estando fuera o dentro del organismo, se encuentran, en todo caso, por fuera del sujeto. Entonces
para el positivismo las realidades naturales, pueden reducirse a explicaciones causalistas, objetivas, de carácter
determinista (Restrepo, 2011).
Pero, cuando hablamos de salud parece ser Descartes quien se ha convertido en una referencia obligada,
desde el momento en que se le atribuye la “invención de una concepción mecanicista de las funciones orgánicas”
(Canguilhem, en Caponi, 1997). Canguilhem12 será uno de los principales críticos del siglo pasado que cuestionó
la visión mecanicista del cuerpo fundada en la visión cartesiana. Este médico y filósofo francés construirá su
argumentación planteando que es imposible e inaceptable pensar la salud, y por ende el cuerpo humano, como
una mecanismo, como una máquina. La salud, dirá, no es un concepto científico, es un concepto vulgar. Esto
no quiere decir trivial sino simplemente común, al alcance de todos”. Podemos decirlo de otro modo, la salud
no pertenece al orden de los cálculos, no es el resultado de tablas comparativas, leyes o promedios estadísticos
y, por lo tanto, no pertenece al ámbito de los expertos. Es, por el contrario, un concepto que puede estar al
alcance de todos, de ahí la denominación de “vulgar” (Canguilhem, en Caponi, 1997).
Este autor cuestiona la asociación cuerpo-mecanismo ya que para él el funcionamiento de una máquina no
representa su salud, así como su desregulación nada tiene que ver con la enfermedad, entonces debería excluirse
del concepto de salud las exigencias de cálculo (Caponi, 1997).
Canguilhem propone tres concepciones para comprender la noción de enfermedad: la ontológica, la dinámica
y la social. La concepción ontológica considera al enfermo como un hombre al que le ha penetrado o se le ha
quitado algo. La enfermedad es entendida como un “morbo”, como una entidad con existencia independiente
capaz de provocar un mal. Este concepción toma fuerza en la segunda mitad del siglo XIX con el enfoque
biologista e individual predominante aún hoy en la medicina occidental. Con el desarrollo de la microbiología
se hace irresistible el modelo unicausal de la enfermedad. Los investigadores se dan a la búsqueda del agente
patógeno productor de cada enfermedad y se establece una unidad entre “la causa” y la bacteria, visión que
responde a la interpretación ontológica de la enfermedad (Moreno Altamirano, 2007).
La concepción dinámica de la enfermedad propone un equilibrio entre el organismo y el ambiente. Se trata
de una concepción de tipo naturista de la enfermedad, que contempla la salud como el resultado de una relación
armoniosa entre el hombre y su ambiente. El equilibrio entre el organismo y el medio es, quizás, el modo más
antiguo de conceptualizar la salud. La crítica más frecuente dirigida a este concepto dirá que aun cuando se
hable de equilibrio dinámico y de respuesta activa, se restringe pura y exclusivamente al ámbito de lo biológico,
de lo orgánico y así acaba reduciendo el fenómeno de la salud a un mecanismo adaptativo sin detenerse a
problematizar el hecho de que muchas veces es el propio medio el que determina y condiciona la aparición y la
distribución social de las enfermedades (Caponi, 1997).
Podemos decir que en el positivismo coexisten y se combinan la concepción dinámica (naturista) de la salud y
la concepción ontológica (bacteriológica) de la enfermedad. La visión de la medicina que predomina actualmente
es herencia directa de la llamada medicina occidental, que a partir del siglo XIX se ha venido alimentando de
diversas ciencias.
Los principales exponentes del pensamiento positivista en medicina fueron John Snow, Claude Bernard,
Joseph Lister, Louis Pasteur, Robert Koch quienes contribuyeron sustancialmente a sustentar las bases científicas
de la medicina. Esta manera de abordar los problemas médicos estuvo acompañada de grandes éxitos en el
área terapéutica y abrió camino a la investigación de numerosas medidas de control y de fármacos que hicieron
posible el tratamiento individual del enfermo. Sin embargo, ayudó poco a descifrar enteramente las causas de
la enfermedad. En la actualidad a quedado demostrada la insuficiencia del modelo unicausal para explicar y
resolver los grandes problemas de salud (cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares o mentales, etc.), en
los cuales resulta estéril seguir buscando “la causa”.
Otro de los aspectos a considerar especialmente fueron las consecuencias que tuvo la concepción de la
naturaleza como el ámbito de lo permanente e inmutable. Si la naturaleza estaba en equilibrio, todo aquello
que alterara ese equilibrio era considerado algo pernicioso, maligno. En el campo de la salud, se empezó a
12 Georges Canguihem (1904-1995) fue un médico francés, filósofo (epistemólogo) e historiador de las ciencias biológicas y médicas.
51

pensar que todo lo que alterara el “normal” funcionamiento del cuerpo era algo “patológico” que había que
erradicar para restablecer el equilibrio del funcionamiento del organismo. Estas ideas, que además permearon
todo nuestro sentido común, llevaron a pensar como patológico todo lo que se desviara del funcionamiento
“normal”. Lo normal, por una parte puede definirse como la normalidad estadística: la de la mayoría; obviando
que la naturaleza es variada y que los casos poco frecuentes son una característica de las poblaciones y no
necesariamente representan patología. Por otro lado, la llamada normalidad puede definirse en función de un
“deber ser” expectativas o parámetros esperados (en los que suelen permearse los valores imperantes de aquellos
sectores sociales que están participando de la definición de los criterios de normalidad). El problema fue que
además se agregó un componente moral a estas apreciaciones, se le asignó una valoración negativa a todo aquello
que se desviaba de lo “normal”, y por ende se lo trató como una enfermedad.
Además se amplió el campo de aplicación de estas concepciones a los comportamientos de los seres humanos,
fue así que aquellos comportamientos que se desviaban de “lo normal”, es decir de las normas, eran objeto de
control por parte de los profesionales de la salud mental. Fue así como se empezaron a tratar como enfer-
medades todos los comportamientos que eran considerados anormales. Este fue el fundamento de un proceso de
patologización del comportamiento humano, y de la utilización de la medicina como una institución de control
social (Conrad, 1982).
El positivismo en salud se expresa en un modelo de pensamiento biomédico que se caracteriza por ser asocial,
individualista, biologicista, centrado en una medicina del órgano y monocausal. El saber biomédico se erige
como una forma de control social. El cuerpo es entendido como una máquina. El desarrollo tecnológico y
farmacológico como garantía de eficacia terapéutica y formas preponderantes de restituir la normalidad.

Bibliografía de referencia
• Breilh, J. (2003) Epidemiología crítica: ciencia emancipadora e interculturalidad. Argentina: Lugar Edi-
torial.
• Caponi, S. (1997) “Georges Canguilhem y el estatuto epistemológico del concepto de salud”. En História,
Ciências, Saúde — Manguinhos, IV (2):287-307, jul.-out.
• Chalmers, A. (1988) ¿Qué es esa cosa llamada ciencia?. Siglo XXI eds. Buenos Aires, Argentina.
• Conrad, P. (1982) “Sobre la medicalización de la anormalidad y el control social”, en: Psiquiatría Clínica.
La política de la salud mental, Barcelona, Crítica-Grijalbo.

• Ledesma Mateos, I. (2010) “Biología, medicina y biomedicina: de híbridos, fetiches y factiches”. En Redes,
vol. 16, Nº 31, pp. 45-60. Universidad Nacional de Quilmes, Buenos Aires.
• Martinez Miguelez, M. (2004) “El proceso de nuestro conocer postula un nuevo paradigma epistémico”.
En: Polis. Revista Académica Universidad Bolivariana V(3) 8. Chile.
• Moreno-Altamirano, L. (2007) “Reflexiones sobre el trayecto salud-padecimiento-enfermedad-atención:
una mirada socioantropológica”. En Salud Publica Mex ; 49:63-70.
• Restrepo, D. A. (2011) “La salud pública como ciencia social: reflexiones en torno a las condiciones de
posibilidad de una salud pública comprensiva”. En Rev. Fac. Nac. Salud Pública; 29(1): 94-102.
• Stolkiner A. (1987) La influencia del positivismo en las prácticas y acciones en salud. Mesa Redonda.
52

Actividad 1
En grupo, lean y respondan las preguntas a continuación de cada texto:

“Los primeros médicos griegos y romanos se preguntaron si la enfermedad era comunicable o hereditaria
y durante muchos siglos se especuló sobre las dos teorías.
El año de 1874, Armauer Hansen, natural de Bergen (Noruega), país donde la lepra era epidémica
descubrió el bacilo productor de la enfermedad y demostró como lo había sospechado que la enfermedad
era de carácter infeccioso. Sin embargo la manera como se trasmitía estaba aún muy oscura.
¿Por qué razón, se preguntaban los investigadores, la lepra se trasmite a unas pocas personas y la
mayoría permanecen indemnes a ella? Solo hasta el año de 1923 el investigador japonés Mitsuda encontró
la explicación que dio la respuesta a un problema que no había podido ser resuelto. Mitsuda empezó a
trabajar con pacientes que presentaban las formas más graves de la enfermedad, (Iepromatosas) y los que
cursaban con las más benignas (tuberculoides) y tomó como controles los sujetos normales y los enfermeros
que habían permanecido en los leprocomios, sin que se hubieran contagiado con la enfermedad.
Para el efecto preparó una suspensión de bacilos de Hansen obtenida de lepromas y esterilizada por el
calor a la que se añadía ácido fénico. Luego inyectaba 0,05 ml de la preparación por vía intradérmica. A
los 21 días observó que en los pacientes de forma lepromatosa la reacción era negativa y solo se producía un
pequeño edema, pero sin eritema o papula. En los sujetos normales y los enfermeros que no se contagiaban
y en los que padecían de la forma tuberculoide, la reacción fue de mayor intensidad.
El descubrimiento aclaró en gran parte la manera como algunos pacientes adquirían la enfermedad y
otros no. Había sujetos con muy pocas defensas inmunológicas contra el bacilo de Hansen, que se conta-
giaban con gran facilidad y desarrollaban las formas graves y los que tenían mejores defensas desarrollaban
las formas más benignas. El resto de la población tenía excelentes defensas y no se contagiaba. Entre los
que se contagiaban había un 20% de formas malignas y 80% de formas benignas.
Posteriormente aparecieron, ya bien entrado el siglo XX los medicamentos” (pág. 33).*

Preguntas:
1. ¿Cómo se ve en el ejemplo la relación entre datos (hechos) y teoría?

2. En este caso: ¿Cuál es el lugar que adquiere la observación y la experimentación en la elaboración


del conocimiento? ¿Cómo se vincula con los supuestos del modelo especular?

“Un ejemplo de la aplicación del método [inductivo] se da a través de la puesta en práctica de las recomen-
daciones de la medicina basada en la evidencia. En la actualidad contamos con una gran cantidad de
parámetros clínicos, que fueron establecidos a partir de investigaciones en las que se evaluó muestras de la
población, no la población total, y de hecho fueron en su mayoría ejecutadas en países desarrollados. No
obstante, estos parámetros han sido adoptados por la comunidad científica global como regla universal.
De este modo se considera que si el elemento analizado, de un individuo en cualquier parte del mundo,
se encuentra por fuera de tales medidas habrá un estado de “anormalidad”. Es así como a partir de estu-
dios en muestras poblacionales, aplica decir de lo particular, se han establecido los valores “normales” de
la glicemia, el colesterol, la creatinina, la hemoglobina, el hematocrito, la presión arterial, entre muchos
otros. Con base en estos valores “normales” los clínicos confrontan a sus pacientes considerando que si
pertenecen al conjunto de individuos normales se hallará en ellos los mismos valores prefijados de sus
analitos, aplicando aquí de lo particular a lo general.
(. . . ) En línea con el ejemplo presentado admitiríamos que pueden existir en nuestra población individ-
uos con niveles de glicemia superiores a 110 mg/dL o colesterol total superior a 200 mg/dL que también
podrían ser individuos con valores clínicos “normales”, pues quizá estos valores correspondan a su partic-
ular estado saludable en términos de su componente biológico. Desde este enfoque consideraríamos que
las conclusiones de investigaciones con datos obtenidos a partir de muestras poblacionales solo podrían
circunscribirse a su misma muestra (pág.126).**

Preguntas:
1. ¿Qué forma de razonamiento lógico/método están utilizando los científicos para establecer, por ejem-
plo, los valores normales del colesterol?
2. ¿Qué papel asume la evidencia empírica en la formulación de la regla (teoría)?
53

3. ¿Qué problemas o críticas considera que puede presentar este enfoque en la práctica medida?

“En epidemiología es notoria la concordancia del falsacionismo con el diseño de los estudios analíticos y sus
respectivas conclusiones. Algunos autores han deducido que el agrado de los epidemiólogos por los aportes
filosóficos de Popper se deben a que este describe la realidad práctica de la epidemiología y a la vez su
capacidad de proporcionar una explicación coherente y teóricamente consistente de lo que pasa (4). Los
estudios analíticos de casos y controles y de cohortes para contrastar sus hipótesis y generar conclusiones
seleccionan y comparan dos grupos muéstrales de individuos; en los primeros con base en la presencia o
no del evento y en los segundos con base en la presencia o no de la exposición. Se cuantifica la diferencia
entre los grupos y se determina si esta fue significativa o no. Para dar un ejemplo H. Dean Hosgood III
y colaboradores quisieron evaluar la exposición a polvo de carbón y su relación con cáncer de pulmón en
los trabajadores de minas de carbón en Xuanwei, China. Para contrastar sus supuestos tomaron hombres
con cáncer de pulmón y un grupo control de hombres sanos. En ambos grupos evaluaron la variable
de interés principal, exposición a polvo de carbón, además de otras variables como el uso residencial de
combustibles, forma de cocinar, hábito de fumar, entre otros. Al hacer el análisis comparativo los autores
concluyen que los mineros de carbón de Xuanwei experimentaron un riesgo elevado de cáncer de pulmón y
definieron como título de su estudio “La minería de carbón está asociada con riesgo de cáncer de pulmón
en Xuanwei, China” (5). Siguiendo la lógica Popperiana en este estudio los investigadores conocían por la
literatura científica los problemas de salud derivados de la exposición al polvo de carbón pero ignoraban
como se daba esta relación en los trabajadores de su población. Con estos datos a la mano se preguntaron
o hipotetizaron la posibilidad de riesgo para cáncer de pulmón en los mineros locales, realizaron un diseño
de casos y controles para observar el contraste y con los resultados concluyeron que se corroboraba su
hipótesis. Si la metodología del estudio fue llevada a cabo con rigurosidad el resultado de su investigación
probablemente será tomado como cierto por sus colegas y servirá de base para investigaciones adicionales
(pág.127).**

Preguntas:
1. ¿Cuál es el punto de partida de la investigación?
2. ¿Qué papel asume la teoría y la evidencia empírica en el planteo de la investigación?
3. Explique qué forma de razonamiento o método utilizaron los investigadores para desarrollar su
investigación.

Fragmentos extraídos de:


*Zubiría Conseugra, Roberto; Rodriguez Rodríguez, Germán (2003). “Historia de la Lepra. Ayer, hoy
y mañana”. En Revista MEDICINA. Vol. 25 Nº1, pp 33-46.
**Quirós Gómez, Oscar Iván (2013). “Inductivismo y falsacionismo en epidemiología”. Revista CES
Salud Pública Vol. 4 Nº2, pp 125-128.

En Sintesis
Si usted vuelve sobre el mapa conceptual de la materia, para cerrar la comprensión del módulo 1 es
central tener en claro a grandes rasgos qué es el positivismo y cuáles son sus características principales.
Para poder expresar esto con sus propias palabras es central que tenga claro en el positivismo:
• cómo es la relación entre sujeto-objeto.
• cómo es la relación entre hechos y teoría para cada una de sus corrientes (Inductivismos-falsacionismo).

• qué es la ciencia, qué la define, y qué es la verdad.


• qué idea de lo social, qué idea de la naturaleza, qué idea del progreso y del conocimiento acumulativo
tiene esta corriente de pensamiento.
• qué rasgos que del positivismo iremos viendo en el campo de la salud.
Módulo 2

Fundamentos
Una asignatura denominada Conocimiento y Ciencias de la Salud debe, en principio, describir
y analizar qué es el conocimiento y qué son las ciencias. Así, en esta unidad nos proponemos
dar cuenta de lo que son las ciencias a partir de su historia y su funcionamiento, es decir:
entender qué es la ciencia a partir de entenderla como una producción histórico-social, fruto de
ciertas condiciones históricas y culturales, de cierto desarrollo cognitivo y tecnológico; entender
la ciencia a partir de lo que hacen los científicos y científicas de las diferentes disciplinas,
cómo piensan sus objetos de estudio, le hacen preguntas, cómo crean hipótesis y teorías, con
qué métodos y metodología intentan comprobarlas. Pero también entender las ciencias en sus
cambios, en su dinámica interna, en cómo los cambios del mundo han influido en la ciencia
y cómo los cambios científicos han cambiado nuestro mundo y nuestra vida cotidiana. Por
todo ello es que, en este módulo, hay dos conceptos articulados: el concepto de Paradigma
(con todo un entramado de conceptos que lo acompañan, como crisis, anomalía, revolución,
ciencia normal) y el concepto de Historicidad. La comprensión cabal de estos dos conceptos
nos permitirá abordar, en el próximo módulo, el funcionamiento, complejidad e historicidad
de un grupo de ciencias cuyo objeto es la salud. A su vez, algunos de los temas, contenidos y
actividades de este módulo pueden integrarse con aquellos vistos en otras asignaturas del ciclo
inicial.

Temas
La historicidad en la actividad científica: la historia influye en la ciencia, la ciencia influye
en la historia. La dinámica y el cambio en las ciencias. Conceptos de paradigma, revolución
científica, ciencia normal. Las ideas científicas, la salud, las prácticas de salud, enfermedades y
epidemias a lo largo de la historia.

PRIMERA PARTE
OBJETIVOS
• Conocer y comprender los conceptos de paradigma científico, ciencia normal, revolución científica.
• Reconocer quehacer científico como una construcción dinámica, sujeta al cambio.

• Identificar argumentos y tomas de posición.

54
55

INTRODUCCIÓN: ¿cómo entender el desarrollo del conocimiento cien-


tífico?
Sabino nos interpela con la pregunta ¿cómo conocemos? ¿Cómo sabemos aquello que conocemos y cómo se
construye ese conocimiento?
Suele sostenerse que hay algo especial en la ciencia y en los métodos que ella utiliza. Cuando a una afirmación,
razonamiento o investigación se lo denomina “científico” se pretende dar a entender que ese conocimiento tiene
algún tipo de mérito o una clase especial de fiabilidad. Entonces nos preguntamos ¿de dónde proviene esa
fiabilidad?, ¿en qué se basa esa autoridad que se le atribuye a la ciencia?, ¿cómo construye o genera conocimiento
la ciencia?, ¿qué tipo de relación se establece entre “la realidad” y la “teoría científica”? La “calidad” que se le
atribuye a la ciencia radica, entre otras cosas, en el método, en la forma en que se construye esta particular
forma de conocimiento. Sobre estos temas es que debaten los filósofos de la ciencia o epistemólogos –aquellas
personas que tienen por trabajo reflexionar sobre la naturaleza del conocimiento científico- y han propuesto
diferentes modelos para dar cuenta de cómo es la producción de conocimiento científico, o sea cómo es que se
llega a la formulación de teorías científicas que dan cuenta, describen y explican la realidad en la que vivimos.
Según Thomas Khun “las nuevas teorías científicas no nacen por verificación ni por falsación, sino por
sustitución de paradigmas” y con ello introduce una distinción, un giro radical con las formas previas (el
inductivismo, el falsacionismo) de pensar, describir y normativizar el quehacer científico. Esto significa que el
cambio que se produce al interior de la ciencia no ocurre por acumulación de conocimientos, ni porque teorías
“más verdaderas” se impongan a las anteriores, sino por simple sustitución.
Focalizado en la historia de la ciencia, propone un modelo que pone de relevancia dos factores que hasta su
momento habían sido desestimados: la historia y la comunidad científica. No es posible comprender los cambios
en la ciencia si no se analizan ambas dimensiones. La mirada de Kuhn obliga a poner en perspectiva a la ciencia
como producto histórico. Si los cambios no responden a los preceptos del inductivismo o el falsacionismo ¿cómo
se producen los paradigmas? ¿cómo se sostienen en el tiempo? ¿Cómo se desarrollan las crisis? ¿cómo emergen
los nuevos paradigmas? Cada uno de estos interrogantes nos habla del tiempo y de la comunidad científica.
Para entender y pensar la noción de paradigma hay que poner énfasis en el lugar que ocupa tanto el tiempo
como la gente que lleva adelante la actividad científica.
Con este giro cambia también la forma en que es concebido el progreso científico: cuando un paradigma es
sustituido por otro, suele decirse que la ciencia avanza, y lo importante es que este avance no se da por una
mera acumulación de datos (a esto lo llama desarrollo de la ciencia normal) sino por una total reconfiguración
de la forma de pensar y de entender el mundo. En este sentido, la noción de progreso dista notoriamente de
los enunciados positivistas. Kuhn indica con claridad que los paradigmas no son equiparables entre sí. Los
paradigmas rivales son inconmensurables. No pueden establecerse comparaciones ni valoraciones. No hay forma
de determinar si uno resulta más válido que otro. Sencillamente son diferentes.
No obstante, si bien no hay razones lógicas que demuestren la superioridad de un paradigma sobre otro eso
no significa que cualquier modelo o teoría pueda erguirse y sostenerse como un paradigma. Es justamente la
comunidad científica la que adopta y adhiere a un modelo determinado, legitimándolo como paradigma. El valor
de tomar como referencia la adhesión no de un científico sino de toda la comunidad científica a un determinado
paradigma, constituye la clave de la legitimidad de la ciencia. Da cuenta de la importancia de los consensos
en la búsqueda de los modelos explicativos, aunque no desestima la existencia de luchas por asignar o imponer
sentidos durante el desarrollo de la misma.
Al tiempo que los paradigmas proponen una guía de observación e interpretación de los fenómenos, permi-
tiendo el desarrollo de la ciencia normal; por otra parte todos los paradigmas son en alguna medida inadecuados
en su compaginación con la naturaleza o los fenómenos que intentan explicar. No existe ninguna teoría que
no presente en su propio seno anomalías. Es justamente este propio carácter de los paradigmas que permiten
siempre el surgimiento de nuevos paradigmas. Cuándo y cómo en períodos de crisis emergen nuevos paradigmas
obliga a poner en perspectiva especialmente la historia y la comunidad científica.
Por todo esto incluir la dimensión temporal y el trabajo de la comunidad científica en la noción de paradigma
lleva a replantear nociones como la de progreso, verdad, objetividad, adecuación con la realidad, entre otras.
56

LA ESTRUCTURA DE LAS REVOLUCIONES CIENTÍFICAS.


Thomas Kuhn. Buenos Aires, Paidós, 2002. Pp. 33-34
II. EL CAMINO HACIA LA CIENCIA NORMAL (p. 33-34)
En este ensayo, ’ciencia normal’ significa investigación
basada firmemente en una o más realizaciones cien-
tíficas pasadas, realizaciones que alguna comunidad
científica particular reconoce, durante cierto tiempo,
como fundamento para su práctica posterior. En la
actualidad, esas realizaciones son relatadas, aunque
raramente en su forma original, por los libros de texto
científicos, tanto elementales como avanzados. Esos li-
bros de texto exponen el cuerpo de la teoría aceptada,
ilustran muchas o todas sus aplicaciones apropiadas
y comparan éstas con experimentos y observaciones
de condición ejemplar. Antes de que esos libros se
popularizaran, a comienzos del siglo XIX (e incluso
en tiempos más recientes, en las ciencias que han
madurado últimamente), muchos de los libros clásicos
famosos de ciencia desempeñaban una función similar.
La Física de Aristóteles13 , el Almagesto14 de Tolomeo,
los Principios y la óptica de Newton15 , la Electricidad
de Franklin16 , la Química de Lavoisier y la Geología
de Lyell17 –estas y muchas otras obras sirvieron im-
plícitamente, durante cierto tiempo, para definir los
problemas y métodos legítimos de un campo de la in-
vestigación para generaciones sucesivas de científicos.
Estaban en condiciones de hacerlo así, debido a que
compartían dos características esenciales. Su logro
carecía suficientemente de prece- dentes como para
haber podido atraer a un grupo duradero de partidar-
ios, alejándolos de los aspectos de competencia de la
actividad científica. Simultáneamente, eran lo bas-
tante incompletas para dejar muchos problemas para
ser resueltos por el redelimitado grupo de científicos.
Voy a llamar, de ahora en adelante, a las realizaciones
que comparten esas dos características, ’paradigmas’, término que se relaciona estrechamente con ’ciencia nor-
mal’. Al elegir- lo, deseo sugerir que algunos ejemplos aceptados de la práctica científica real –ejemplos que
incluyen, al mismo tiempo, ley, teoría, aplicación e instrumentación– proporcionan modelos de los que surgen
tradiciones particularmente coherentes de investigación científica. Ésas son las tradiciones que describen los
historiadores bajo rubros tales como: ’astronomía tolemaica’ (o ’de Copérnico’), ’dinámica aristotélica’ (o ’new-
13 El filósofo griego Aristóteles (384 a.C. – 322 a.C.) desarrolló muchas teorías sobre la naturaleza de la física. Estas teorías

comprendieron lo que Aristóteles describió como los cuatro elementos (tierra, aire, agua, fuego). Se refirió con gran detalle a las
relaciones entre estos elementos y a su dinámica.
14 Es el nombre árabe del tratado astronómico Hè megalè syntaxis (‘composición matemática’ en español), escrito en el siglo II

por Claudio Ptolomeo de Alejandría (Griego-Egipto). Contiene el catálogo estelar más completo de la antigüedad, que fue utilizado
ampliamente por los árabes y luego los europeos hasta la alta Edad media, y en el que se describen el sistema geocéntrico y el
movimiento aparente de las estrellas y los planetas.
15 Isaac Newton (1643-1727 d.C.) fue un físico, filósofo, teólogo, inventor, alquimista y matemático inglés. Es autor de los

Philosophiæ naturalis principia mathematica, más conocidos como los Principia, donde describe la ley de la gravitación universal
y estableció las bases de la mecánica clásica mediante las leyes que llevan su nombre. Entre sus otros descubrimientos científicos
destacan los trabajos sobre la naturaleza de la luz y la óptica (que se presentan principalmente en su obra Opticks) y el desarrollo
del cálculo matemático.
16 Benjamin Franklin (1706 - 1790 d.C.) fue un político, polímata, científico e inventor estadounidense. Es considerado uno de los

Padres Fundadores de los Estados Unidos. Enunció el Principio de conservación de la electricidad. De sus esfuerzos nace su obra
científica más destacada, Experimentos y observaciones sobre electricidad. En 1752 llevó a cabo en Filadelfia su famoso experimento
con la cometa.
17 Charles Lyell (1797-1875 d.C.), fue un abogado y geólogo británico, uno de los fundadores de la Geología moderna. Lyell fue

uno de los representantes más destacados del uniformismo y el gradualismo geológico. Según la tesis uniformista, ya formulada
por James Hutton, el padre de la geología moderna, la Tierra se habría formado lentamente a lo largo de extensos períodos de
tiempo y a partir de las mismas fuerzas físicas que hoy rigen los fenómenos geológicos (uniformismo): erosión, terremotos, volcanes,
inundaciones, etc.
57

toniana’), ’óptica corpuscular’ (u ’óptica de las ondas’), etc. El estudio de los paradigmas, incluyendo muchos
de los enumerados antes como ilustración, es lo que prepara principalmente al estudiante para en- tras a formar
parte como miembro de la comunidad científica particular con la que trabajará más tarde. Debido a que se
reúne con hombres que aprenden las bases de su campo científico a partir de los mismos modelos concretos,
su práctica subsiguiente raramente despertará desacuerdos sobre los fundamentos claramente expresados. Los
hombres cuya investigación se basa en paradigmas compartidos están sujetos a las mismas reglas y normas para
la práctica científica. Este compromiso y el consentimiento aparente que provoca son requisitos previos para
la ciencia normal, es decir, para la génesis y la continuación de una tradición particular de la investigación
científica.

III. NATURALEZA DE LA CIENCIA NORMAL (p. 51-53)


¿Cuál es pues la naturaleza de la investigación más profesional y esotérica que permite la aceptación por un
grupo de un paradigma único? Si el paradigma representa un trabajo que ha sido realizado de una vez por todas,
¿qué otros problemas deja para que sean resueltos por el grupo unido? Estas preguntas parecerán todavía más
apremiantes, si hacemos notar ahora un aspecto en el que los términos utilizados hasta aquí pueden conducir a
errores. En su uso establecido, un paradigma es un modelo o patrón aceptado y este aspecto de su significado me
ha permitido apropiarme la palabra ’paradigma’, a falta de otro término mejor; pronto veremos claramente que el
sentido de ’modelo’ y ’patrón’, que permiten la apropiación, no es enteramente el usual para definir ’paradigma’.
En la gramática, por ejemplo, ’amo, amas, amat’ es un paradigma, debido a que muestra el patrón o modelo
que debe utilizarse para conjugar gran número de otros verbos latinos, v.gr.; para producir ’laudo, lau- das,
laudat’. En esta aplicación común, el paradigma funciona, permitiendo la renovación de ejemplos cada uno de
los cuales podría servir para reemplazarlo. Por otra parte, en una ciencia, un paradigma es raramente un objeto
para renovación. En lugar de ello, tal y como una decisión judicial aceptada en el derecho común, es un objeto
para una mayor articulación y especificación, en condiciones nuevas o más rigurosas. Para comprender cómo
puede suceder esto, debemos reconocer lo muy limitado que puede ser un paradigma en alcance y precisión en el
momento de su primera aparición. Los paradigmas obtienen su status como tales, debido a que tienen más éxito
que sus competidores para resolver unos cuantos problemas que el grupo de profesionales ha llegado a reconocer
como agudos. Sin embargo, el tener más éxito no quiere decir que tenga un éxito completo en la resolución
de un problema determinado o que dé resultados suficientemente satisfactorios con un número considerable de
problemas. El éxito de un paradigma –ya sea el análisis del movimiento de Aristóteles, los cálculos hechos
por Tolomeo de la posición planetaria, la aplicación hecha por Lavoisier de la balanza o la matematización
del campo electromagnético por Maxwell– es al principio, en gran parte, una promesa de éxito discernible en
ejemplos seleccionados y todavía incompletos. La ciencia normal consiste en la realización de esa promesa, una
realización lograda mediante la ampliación del conocimiento de aquellos hechos que el paradigma muestra como
particularmente reveladores, aumentando la extensión del acoplamiento entre esos hechos y las predicciones del
paradigma y por medio de la articulación ulterior del paradigma mismo. Pocas personas que no sean realmente
practicantes de una ciencia madura llegan a comprender cuánto trabajo de limpieza de esta especie deja un
paradigma para hacer, o cuán atrayente puede resultar la ejecución de dicho trabajo. Y es preciso comprender
esos puntos. Las operaciones de limpieza son las que ocupan a la mayoría de los científicos durante todas sus
carreras. Constituyen lo que llamo aquí ciencia normal. Examinada de cerca, tanto históricamente como en el
laboratorio contemporáneo, esa empresa parece ser un intento de obligar a la naturaleza a que encaje dentro de
los límites preestablecidos y relativamente inflexibles que proporciona el paradigma. Ninguna parte del objetivo
de la ciencia normal está encaminada a provocar nuevos tipos de fenómenos; en realidad, a los fenómenos que no
encajarían dentro de los límites mencionados frecuentemente ni siquiera se los ve. Tampoco tienden normalmente
los científicos a descubrir nuevas teorías y a menudo se muestran intolerantes con las formuladas por otros. Es
posible que sean defectos. Por supuesto, las zonas investigadas por la ciencia normal son minúsculas; la empresa
que está siendo discutida ha restringido drásticamente la visión. Pero esas restricciones, nacidas de la confianza
en un paradigma, resultan esenciales para el desarrollo de una ciencia. Al enfocar la atención sobre un cuadro
pequeño de problemas relativamente esotéricos, el paradigma obliga a los científicos a investigar alguna parte
de la naturaleza de una manera tan detallada y profunda que sería inimaginable en otras condiciones. Y la
ciencia normal posee un mecanismo interno que siempre que el paradigma del que proceden deja de funcionar
de manera efectiva, asegura el relajamiento de las restricciones que atan a la investigación. En ese punto, los
científicos comienzan a comportarse de manera diferente, al mismo tiempo que cambia la naturaleza de sus
problemas de investigación. Sin embargo, mientras tanto, durante el periodo en que el paradigma se aplica con
éxito, la profesión resolverá problemas que es raro que sus miembros hubieran podido imaginarse y que nunca
hubieran emprendido sin él. En lugar de ello, la investigación científica normal va dirigida a la articulación de
aquellos fenómenos y teorías que ya proporciona el paradigma.
58

Para contextualizar:
Thomas Kuhn

(1922-1996)

Físico

Historiador de la ciencia

La estructura de las revoluciones científicas (1962)

Cuando analiza la historia de la ciencia encuentra que los científicos frecuentemente mantienen teorías a
pesar de la existencia de contra ejemplos.
Problema: ¿qué criterio tienen los científicos para mantener o abandonar una teoría? ¿cómo cambia el
conocimiento científico? Personas que se dedican a una misma especialidad científica. Han tenido una formación
e iniciación profesional similar. Tienen acceso a la misma bibliografía y comunican al resto de la comunidad su
trabajo científico.
Comunidad Científica: Personas que se dedican a una misma especialidad científica. Han tenido una forma-
ción e iniciación profesional similar. Tienen acceso a la misma bibliografía y comunican al resto de la comunidad
su trabajo científico.
Paradigma (1962): Realización científica exitosa e incompleta. Incluye: teorías, modo de aplicación e
instrumental.
Paradigma (1969). Kuhn distingue dos sentidos:
1) Matriz disciplinar: Línea de investigación adoptada por la Comunidad Científica. Compromisos com-
partidos por la comunidad. Incluye: Leyes y definiciones; Creencias metafísicas, Valores compartidos (episte-
mológicos y metodológicos); ejemplos compartidos.
2) Ejemplos compartidos: son modelos que le permiten al investigador resolver problemas de su campo. Son
ejemplos del modo en que la teoría debe ser aplicada para producir conocimientos.
Ciencia normal: Investigación de la comunidad basada en el paradigma aceptado por la comunidad científica.
La ciencia normal completa y articula el paradigma. El conocimiento durante la ciencia normal es acumulativos.
Anomalía: problemas o conjunto de problemas que no se logran resolver durante al práctica de la ciencia
normal. En términos de Popper, serían contraejemplos. La aparición de anomalías no implica el abandono del
paradigma.
Crisis: la acumulación o persistencias de anomalías hacen que el paradigma entre en crisis. En la crisis
aparecen preguntas fundamentales, las reglas del paradigma se relajan. En este contexto pueden aparecer
nuevos paradigmas que entren en competencia con el vigente. El período de crisis se asemeja al período de Pre-
Ciencia: el período anterior a que la comunidad científica de una disciplina adopte un paradigma por primera
vez.
Paradigmas en competencia: son incomensurables. Se pueden comparar pero no existe criterio válido para
los dos paradigmas que permita determinar cuál es mejor.
Revolución científica. Sucede cuando un nuevo paradigma reemplaza a uno anterior. Esto es cuando, la
mayoría de la comunidad científica adopta un nuevo paradigma y abandona el anterior.

¿Cómo aplicamos los conceptos de Kuhn? Semmelweis y Lister


Para realizar esta actividad se utlizó: Gillies, Donald. “Hempelian and Kuhnian approaches in the philosophy
of medicine: the Semmelweis case”. Studies in History and Philosophy of Science Part C: Studies in History
and Philosophy of Biological and Biomedical Sciences, vol. 36, núm. 1, marzo de 2005, pp. 159–81.
Entre 1846 y 1847, el médico húngaro Semmelweis se ocupó de indagar las causas de la diferencia existente
entre las tasas de fiebre puerperal de las Salas 1 y 2 del Hospital de Viena. La sala 1, atendida por estudiantes
de medicina que también trabajaban en la morgue, presentaba entre las parturientas tasas de mortandad por
fiebre puerperal mucho más altas que la Sala 2, atendida por parteras. Semmelweis llegó a la conclusión de
que la fiebre puerperal era trasmitida por partículas cadavéricas que trasladaban los estudiantes de medicina
de la Morgue a la parturientas. Esta explicación contradecía a las dos teorías predominantes en la época sobre
trasmisión de enfermedades, que resultaban inútiles para explicar el fenómeno. La teoría de las miasmas, según
la cual las enfermedades se generan a partir del aire contaminado, no se podía aplicar al caso porque el aire de
las dos Salas era similar. La teoría del contagio, que sostenía que la enfermedad se transmitía por pacientes que
la sufrían, tampoco resultaba adecuada, puesto que los muertos con los que tuvieron contacto los estudiantes
de medicina no habían tenido fiebre puerperal. Además, la fiebre no se contagiaba de manera directa entre
pacientes. A partir de su explicación, Semmelweis aplicó medidas higiénicas (el lavado de manos exhaustivo
59

con cal clorurada) que disminuyeron notablemente las tasas de esta enfermedad en la Sala 1 y también en la
Sala 2. A pesar de este éxito, cuando Semmelweis escribió a otros hospitales para que aplicaran estas medidas
asépticas, su propuesta no fue bien recibida. La mayoría de los médicos de la época rechazaron sus posturas.
En 1865 (año de la muerte de Semmelweis) Lister probó su sistema antiséptico para las cirugías. Este
sistema se basaba en la teoría germiniana de Pasteur, y consideraba que las infecciones quirúrgicas se debían a
la existencia de bacterias en el instrumental utilizado, que, por la tanto, debía ser esterilizado. La propuesta
de Lister primero encontró el rechazo de sus colegas, pero finalmente logró su aceptación y en 1895 su autor
fue honrado con la presidencia de la Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural, cargo que
ejerció hasta 1900. No se puede separar la adopción del método antiséptico de Lister de la aceptación de la
teoría del origen germinal de las enfermedades sostenida por Pasteur y Koch.
En estos ejemplos, vemos las distintas actitudes de la comunidad científica: Tras un rechazo inicial, la
comunidad científica aceptó la prácticas propuestas por Lister, como se puede observar en su nombramiento
como presidente de la Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural. En cambio, la comunidad
científica rechazo las prácticas de Semmelweis, que no fueron incorporadas en muchos de los hospitales a los que
escribió.
Con la teoría de Kuhn podemos entender estas diferencias en la aceptación de una u otra teoría: Kuhn
postula que un paradigma incluye no sólo a las teorías, sino también al modo en que los científicos practican
ciencia. La prácticas de Semmelweis, por mejores resultados que tuvieran, no resultaron ser un motivo suficiente
para abandonar los paradigmas predominantes en la época. En cambio. la aceptación de las prácticas de Lister
se da en el marco de una sustitución de paradigmas. Estas prácticas son adoptadas en el marco de la creciente
adopción de la comunidad científica del paradigma de los gérmenes de las que forman parte.
El ejemplo nos muestra también la importancia de la comunidad científica para explicar el cambio
en el desarrollo de la ciencia, ya que como ésta es una activad realizada por sujetos , por lo tanto siempre
va a tener aspectos subjetivos. Ningún hecho por si sólo sirve para derribar o probar una teoría. La validez
de una teoría o de las prácticas científicas depende, entonces, de la aceptación de la comunidad científica. En
el ejemplo se observa que los hechos destacados por Semmelweis no tuvieron la aceptación de la comunidad
científica y por lo tanto la manera de practicar medicina no sufrió cambios En cambio, presentados en un marco
diferente, los hechos expuestos por Lister sí fueron aceptados por la comunidad científica. Así, una explicación
del cambio en ciencia que no de cuenta de la comunidad científica y su subjetividad y que se refiera únicamente
a descubrimientos supuestamente objetivos no va a resultar históricamente correcta.
Ahora bien, aceptando que la eficacia del método aséptico de Semmelweis contradice tanto a la teoría de
las miasmas como a la teoría del contagio, este ejemplo nos sirve para explicar las críticas de Kuhn al
método hipotético deductivo de Popper en casos históricos. Popper propone que al objetivad del
método científico se debe al existencia de criterios objetivos para descartar una teoría. Si los hechos contradicen
las predicciones hechas por la teoría, lógicamente esta es falsa y debe ser abandonada. Un contrajemplo sirve
para falsear una teoría y descartarla. Sin embargo, como se observa en el ejemplo de Semmelweis los científicos
tienden a sostener la teoría a pesar de los contraejemplos. No desconocen que la teoría no se ajusta por
completo a la realidad, pero tienen la esperanza de hacer los ajustes necesarios para poder reconciliar una con
otra. Para dar cuenta de este fenómeno Kuhn introduce el concepto de anomalía. Hechos que contradicen
al paradigma pero que no son suficientes para su abandono. Los hechos señalados por Semmelweis, serían,
entonces anomalías.
60

ACTIVIDAD 1
El párrafo describe el funcionamiento de una investigación. . . . ¿se trata de ciencia normal o de una
ciencia/paradigma en crisis? Fundamente su respuesta subrayando frases del texto. Este texto tiene
temas que se integran y pueden dialogar con físico química.

PRESTEL, CÉSAR, EL SENSOR FLUIDO. LA NARRATIVA DE UNA ETNOGRAFÍA DE


LABORATORIO ATHENEA DIGITAL. REVISTA DE PENSAMIENTO E INVESTIGACIÓN
SOCIAL [EN LINEA] 2011, pp. 11.

El trabajo cotidiano de la mayor parte de los investigadores del grupo está ligado al proyecto concreto
por el que han sido contratados. El grupo GSOLFA se ha especializado en el desarrollo de sensores ópticos
y fotoquímicos, por lo que típicamente el objetivo de un investigador recién llegado consistirá en crear,
modificar, perfeccionar, validar o aplicar al análisis químico algún tipo de sensor específico.
Esta tarea se apoya en el trabajo previo realizado por otros miembros del grupo, lo que ha permi-
tido al Grupo disponer de un amplio repertorio de materiales, documentos y técnicas a disposición de los
investigadores.Un sensor es un dispositivo diseñado para detectar la presencia de alguna sustancia especí-
fica. Los sensores que diseña el grupo GSOLFA se centran en las propiedades fotoquímicas, fotofísicas o
espectroscópicas de algunas sustancias fotolumiscentes que son cuidadosamente diseñadas y sintetizadas
en el Grupo. El funcionamiento del sensor está basado en la variación detectable de la luminiscencia que
se produce en presencia del analito que se quiere detectar. Por esta razón, el proceso de trabajo suele
comenzar estudiando cuál podría ser la molécula luminiscente más adecuada para detectar la sustancia que
nos interesa. Este estudio en ocasiones debe comenzar desde el principio, diseñando una molécula sobre el
papel o por ordenador mediante técnicas de Química Computacional. Pero, en otras ocasiones, la elección
se basa en otras moléculas que ya son conocidas dentro del grupo y que, a juicio de los investigadores,
podrían ser modificadas para detectar la sustancia que se desea cuantificar. Muchos de los sensores de-
sarrollados por el grupo emplean complejos orgánicos del metal Rutenio, una familia de sustancias cuyas
características y propiedades son bien conocidas por los miembros de GSOLFA y que han demostrado
tener un excelente comportamiento en una gran variedad de sensores distintos.
Una vez identificado el complejo luminiscente que podría servir para fabricar el sensor, los investigadores
deben prepararlo en el laboratorio de química orgánica. Este proceso de síntesis puede ser largo y engorroso,
especialmente por lo difícil que en ocasiones resulta purificar la sustancia una vez sintetizada. El siguiente
paso consiste en comprobar si el indicador luminiscente que ha sido creado en el laboratorio sirve en la
práctica para detectar el analito de interés. Estas pruebas se realizan diluyendo el complejo en presencia
del analito y analizando en diferentes instrumentos el modo en que la cantidad de analito modifica la
luminiscencia del complejo. Si los resultados en disolución son satisfactorios, el investigador trata a
continuación de elaborar una película sensora que contenga al complejo embebido de algún modo en ella.
La eficacia de esta película debe ser comprobada realizando numerosas pruebas y modificaciones hasta
que los resultados experimentales pueden ser considerados satisfactorios. Posteriormente el investigador
tratará de incorporar esta película en un dispositivo físico que permita conectarla a un aparato electrónico
de medida. Esta fase también suele requerir un trabajo de adaptación y ajuste hasta que los resultados se
corresponden con lo esperado. Finalmente, si todo el proceso ha sido llevado a cabo satisfactoriamente, el
sensor puede ser transferido a la empresa para su incorporación en un dispositivo comercializable.

“EL ESTADO ACTUAL DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES COMO CIENCIA SOCIAL:


¿CRISIS O PLURALISMO PARADIGMÁTICO?” KEPA SODUPE , EN REVISTA DE ESTUDIOS
POLÍTICOS (NUEVA ÉPOCA) NUM. 75, ENERO-MARZO 1992. Fragmento.

Es posible afirmar que las Relaciones Internacionales constituyen una de las ramas más jóvenes de
las ciencias sociales. Quizá por ello pueda justificarse, en gran medida, el hecho de que la disciplina esté
dominada por grandes debates internos. Estos debates no se refieren a cuestiones secundarias, sino a
problemas esenciales, que condicionan el modo de entender el estudio de las Relaciones Internacionales.
Entre distintas corrientes académicas se discute con intensidad acerca de la auténtica razón de ser de este
nuevo campo del saber.
61

Para aquellos que han hecho de la profundización en el conocimiento de las Relaciones Internacionales
su profesión, la presencia de grandes debates posee un enorme interés. No cabe duda de que las discusiones
que afectan a aspectos como el objeto, es decir, qué estudiar, y el método, es decir, cómo estudiarlo, ambos
tan básicos para esbozar una definición de la disciplina, resultan para el especialista verdaderamente
apasionantes. Hay que subrayar que tales discusiones son tan relevantes que el núcleo fundamental de las
Relaciones Internacionales está centrado en torno a las mismas.
Sin embargo, la ausencia de acuerdo sobre cuestiones de tanta trascendencia ha sido, con frecuencia, mo-
tivo de desaliento en medios académicos. Tal ausencia de acuerdo ha generado una excesiva fragmentación
de este campo del saber, en detrimento de las posibilidades de acumulación del conocimiento.
La sensación de desconcierto que puede provocar esta situación se acrecienta cuando alguien se acerca
por primera vez a la disciplina y observa un número de polémicas cuyo alcance y significación no le es posible
apreciar con exactitud. El panorama de cierta confusión que caracteriza a las Relaciones Internacionales
ha conducido, a menudo, a personas, en principio interesadas en la materia, al desánimo y al abandono
de su estudio.

ACTIVIDAD 2
Utilizar los conceptos PARADIGMA, CIENCIA NORMAL, REVOLUCIÓN, CRISIS, ANOMALÍAS para
describir la idea central de cada artículo, los grupos/actores sociales/comunidades académicas que discuten,
los temas de discusión y las diversas posturas. ¿A qué campo de la ciencias/disciplinas científicas refieren
los artículos? a
LA INFANCIA NO ES UNA PATOLOGÍA. ALTERNATIVAS A LA MEDICALIZACIÓN DE LOS
PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO. ARTÍCULO PERIODÍSTICO.

Un simposio reunió a más de mil trescientos profesionales de la salud y la


educación que creen que un niño no puede ser un “trastorno” y que consideran
que el sufrimiento no puede ser catalogado mediante siglas. Cierra hoy con
una conferencia de Estela de Carlotto.
El eje es tener en cuenta los derechos universales de niños, niñas y adolescentes.
Con el objetivo de impulsar el debate sobre la medicalización de los problemas de comportamiento de
niños y adolescentes, se lleva a cabo desde el jueves la cuarta edición del “Simposio sobre Patologización
de la Infancia”, un encuentro que cerrará hoy con la conferencia magistral de la presidenta de Abuelas
de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, sobre “Derecho a la identidad y subjetividad”. Realizado con el
auspicio del gobierno nacional, el Ministerio de Salud, el Inadi, el Ministerio de Educación porteño, la
Dirección General de Escuelas bonaerense, la OPS/OMS, la OEI y la Universidad de Buenos Aires, entre
otros organismos e instituciones, el simposio fue declarado de interés nacional. Fue convocado por el Forum
Infancias y organizado por la Fundación Sociedades Complejas.
En el simposio se presentaron más de cien experiencias de equipos profesionales de hospitales, escue-
las y centros de atención barrial, en el marco del debate sobre la patologización de la infancia. Allí,
profesionales del campo de la salud y la educación cuestionaron las etiquetas que con frecuencia se uti-
lizan para diagnosticar algunos problemas de comportamiento y reflexionaron sobre formas alternativas
de intervención.
Problemas como falta o pérdida de atención en el hogar o en la escuela están vinculados muchas veces
con la cada vez mayor presencia de las nuevas tecnologías: juegos electrónicos, chateos, redes sociales
y música. Estas situaciones de dispersión han sido abordadas por las llamadas neurociencias: desde esa
perspectiva, la causa radica en las neuronas o, más bien, en las terminales que segregan neurotransmisores.
Desde este punto de vista, el mal funcionamiento del cerebro es el que hace padecer al chico y a su entorno.
Otra perspectiva, en cambio, tiende a considerar la situación global del niño, su familia y su época: el
problema no está en el cerebro, sino en los vínculos con las personas y las instituciones y en la representación
del mundo que tienen los chicos. Para esta corriente, las nuevas “etiquetas” con la que se patologiza a los
niños constituyen “clasificaciones empobrecedoras”.
Se trata de una tendencia que tiene su fundamento teórico en el Manual de la Academia de Psiquiatría
(DSM) de los Estados Unidos, que en pocos días dará a conocer al mundo su quinta edición. Desde esta
perspectiva, han ido surgiendo y multiplicándose diferentes clasificaciones encabezadas por el mal llamado
ADD o ADHD, Trastornos Generalizados del Desarrollo, Trastornos Oposicionistas o el Trastorno Bipolar
Infantil.
62

“Estamos ante un caso de clasificación ‘chatarra’ que, como esa comida, trae consecuencias en el
organismo y en la vida de los niños. Pues el DSM y las clasificaciones en general reducen las prácticas
sociales complejas como criar, educar, diagnosticar y curar a procedimientos ‘técnicos’ ”, sostiene Juan
Vasen, psiquiatra infanto-juvenil y psicoanalista. El profesional advierte que “la técnica es encantadora,
casi mágica: miles de padres, docentes y profesionales creen que están contribuyendo, a través de ella y
sus fármacos, al control sobre fenómenos de nuestra ‘naturaleza’ ”.
El simposio reunió a más de mil trescientos profesionales de la salud y la educación, que trabajan
con niños y adolescentes, docentes, psicólogos, pediatras, psicopedagogos, trabajadores sociales y de la
cultura que creen que un niño no puede ser un “trastorno” y que consideran que el sufrimiento no puede
ser catalogado mediante siglas como ADD, TGD, TOC o TEA.
“En los últimos años, ha aumentado de modo alarmante la cantidad de niños rotulados y el avance de
las formas tecnocráticas de ‘diagnóstico’ (screenings y tests reduccionistas y masivos) aplicados a diferentes
cuadros”, advierten los organizadores. Por eso, el objetivo de los profesionales es “el cuestionamiento de
algunos diagnósticos que, con mucha facilidad, se endosan a niños y a adolescentes, sin tener en cuenta
su singularidad ni la época, así como tampoco la complejidad del funcionamiento psíquico en la infancia
y en la adolescencia”.
“Al objetivar así el padecer –sostienen–, se termina por considerar el comportamiento como algo es-
tático: un trastorno endógeno y atemporal. Si, en cambio, consideramos que todo niño es un sujeto en
devenir, que está transitando momentos de la vida que se definen por la transformación, entonces nuestras
prácticas deberán tomar nota de esto a la hora de intervenir para paliar su sufrimiento.”
De ese modo, en el encuentro se trabajó en los recursos y estrategias para implementar en las aulas y
en la clínica, con niños, niñas y adolescentes y con sus familias. “No sólo se trata de considerar las acciones
individuales, sino de tener en cuenta el nivel de las políticas públicas, porque ellas pueden generar una
mayor inclusión social y propiciar diferentes impactos en la salud física y mental”, argumentaron.
Se trata de tener en cuenta los derechos universales de niños, niñas y adolescentes, con particular
atención en aquellos que atraviesan situaciones de mayor vulnerabilidad social y exclusión, cuyas mani-
festaciones se confunden frecuentemente con patologías psíquicas a las que se le suele atribuir una causa
orgánica.
En definitiva, el eje del encuentro transitó sobre la contradicción entre intervenciones que clasifican y
patologizan a los niños, fomentando la creciente medicalización, frente a otras basadas en una “escucha
comprensiva” de las múltiples dimensiones en juego de los síntomas y trastornos.
“No es lo mismo clasificar que diagnosticar, reconocer sufrimiento que patologizar, prescribir medica-
mentos con criterio científico y pertinente, que medicalizar la vida”, definen. Es que, advierten, la presencia
crecientemente naturalizada de los psicofármacos en la vida diaria y el avance de una mercantilización,
apunta a “ampliar un mercado de medicamentos en permanente expansión y a reducir la infinita riqueza
de las relaciones sociales a relaciones mercado-consumidor/cliente”.

LA VERDAD, LAS PERSONAS Y EL H UNO Y MEDIO 0. ARTÍCULO PERIODÍSTICO EN


PÁGINA/12, SABADO 18 DE AGOSTO DE 2012, POR JORDANA DORFMAN.

Pseudociencia no es ciencia. Una diferencia fundamental se centra en los procedimientos utilizados para
la búsqueda de la verdad, o “la verdad” o La Verdad (después de todo, aún no hay consenso sobre cómo
definirla), o con más humildad, para la búsqueda de respuestas que merezcan cierto grado de confianza,
que permitan construir teorías que expliquen parte del mundo que describen, mientras esa parte del
mundo parece funcionar según esas teorías que lo describen. Y respuestas que den lugar a la aplicación de
resultados a cuestiones prácticas, como la curación de cierta enfermedad o el aumento de la velocidad de
un microprocesador.
En los comienzos del siglo XX, la ciencia era considerada un instrumento objetivo y “puro”. Sin
embargo, la ciencia, como el conjunto total de las actividades, organizaciones y personas vinculadas, es
una institución social afectada en su dinámica por políticas de Estado, intereses económicos, por el valor
que la sociedad le asigna.
Entonces cobra más fuerza uno de los pilares de la investigación científica: la práctica, por parte
de los investigadores, de exponer los resultados de sus trabajos para ser analizados por colegas; además
los experimentos realizados deben poder reproducirse de modo que se corroboren –o no– los resultados
publicados. Esto permite que esos trabajos sean revisados tantas veces como resulte necesario para verificar
su veracidad, su falsedad o para realizar ajustes. Esta práctica es poco conocida, y este desconocimiento
refuerza la creencia de que las teorías científicas históricas o aquellas que ameritan un titular en un diario
explican con absoluta certeza el fenómeno que describen; algo así como verdades absolutas e irrefutables.
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Pero la revisión de teorías y experimentos es parte de la investigación en ciencia, una especie de autocrítica
constante, aunque el proceso lleve años.

Un ejemplo vigente: ¿H2 O o H1,5 O?


A mediados de la década de los 90, el Prof. Aris Dreismann, del Instituto de Química de la Universidad
Tecnológica de Berlín, comenzó a realizar una serie de experimentos en la instalación ISIS del Laboratorio
Rutherford Appleton (Inglaterra), cuyos resultados, según las interpretaciones del investigador y su equipo,
indican que bajo determinadas condiciones la composición del agua sería H1,5 O, en vez de su conocidísima
fórmula H2 O (que le adjudica a cada molécula 1 átomo de oxígeno y 2 de hidrógeno).
Tuvo y tiene repercusión en el ámbito científico. La técnica que utilizaron lleva menos de tres décadas
de aplicación, y se denomina Dispersión Inelástica Profunda de Neutrones (DINS, según sus siglas en
inglés). El método consiste en “disparar” neutrones –partículas subatómicas de carga neutra– contra los
átomos de la sustancia que se estudia. Debido a su pequeño tamaño y carencia de carga, en algunas
ocasiones los neutrones son “desviados” por algunos núcleos atómicos del material que están atravesando
y, de este modo, no salen en la misma dirección en la que llegaron, sino que son dispersados (difractados)
por el átomo que traspasan, y las diversas direcciones en las que emergen de ese medio permiten obtener
información sobre la composición de la sustancia en cuestión.
Según concluyó el equipo de Dreismann, el análisis de los resultados que obtuvieron al realizar estos
experimentos indica que por apenas unos atosegundos (¡y un atosegundo es 0,000000000000000001 segun-
dos!) los neutrones vieron a las moléculas de agua estudiadas conteniendo 1 átomo y medio de hidrógeno
en vez de 2. Consideran que la explicación se encuentra en el entrelazamiento cuántico, un fenómeno
que se verifica en el mundo subatómico, y que sería el responsable de que los átomos de hidrógeno (que
desde el punto de vista de la mecánica cuántica se pueden comportar como ondas) resulten parcialmente
“borrados” por otras “partículas-ondas” circundantes. Algo similar al fenómeno de interferencia de ondas
de luz.
Sin embargo, estos trabajos son criticados por otros científicos, y en particular la interpretación de
resultados plasmados en ellos es refutada por un equipo de investigadores argentinos.

Voces de la controversia
El Dr. Jerónimo Blostein y el Dr. Javier Dawidowski son físicos del Centro Atómico Bariloche y docentes
del Instituto Balseiro. Hace ya diez años, los investigadores se toparon con el trabajo de Dreismann
cuando analizaban la técnica DINS con el fin de llevarla a su laboratorio. Se quedaron sorprendidos. La
interpretación de los resultados publicada por Dreismann contradice el modelo teórico que al día de hoy
explica la interacción de neutrones con núcleos atómicos. También se encontraron con diversos grupos de
científicos que apoyaban los trabajos de Dreismann, mientras otros los cuestionaban. Decidieron investigar.
Ante la imposibilidad de aplicar en ese momento la DINS en Argentina, el equipo realizó un experi-
mento con otro método, que permitiría corroborar si existe el H1,5 O. Utilizaron una técnica (Trasmisión
de Neutrones) con la que podrían detectar los neutrones que los núcleos de las moléculas de agua bom-
bardeadas dejaban pasar sin afectarlos, en vez de los dispersados como en DINS. Y dado que hay una
correlación cuantitativa entre los dispersados y los transmitidos, si los neutrones se topaban con agua “anó-
mala” (H1,5 O) deberían dispersarse menos que lo que el modelo teórico actual predice. Y así, de existir el
H1,5 O, estos neutrones se transmitirían en más cantidad. El resultado fue inverso. El agua seguía siendo
H2 O, aun durante atosegundos.
Un tiempo después, con un instrumento de DINS construido en Bariloche, repitieron el experimento de
Dreismann y los resultados indicaron que allí seguía habiendo agua de lo más tradicional. En diciembre de
2009, en la instalación ISIS, los investigadores argentinos asistieron personalmente a un nuevo experimento
que mejoraría el anterior. En este momento, Dawidowski y equipo analizan los resultados.

Los unos, los otros y una misma pregunta


Dreismann asegura que varios investigadores del laboratorio ISIS llegaron a los mismos resultados que su
equipo, así como un destacado grupo de la Universidad de Uppsala (Suecia) y otros de Australia y Canadá
encontraron anomalías en el hidrógeno de otros compuestos, no sólo del agua, utilizando un método por
dispersión de electrones en vez de neutrones.
Mientras, los investigadores argentinos sostienen que existen errores importantes en el método que
aplica el grupo europeo para procesar los resultados de sus experimentos, que estos resultados anómalos
sólo aparecen en el instrumento utilizado en ISIS y que quienes llegaron a conclusiones similares, pero con
otra técnica, también fueron cuestionados por la metodología que aplicaron. Sumado a que investigadores
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independientes del ISIS, C. Stock, R. A. Cowley y equipo, realizaron una crítica abierta a ese instrumento,
y aplicaron otra técnica experimental donde tampoco se observaron anomalías.
Las controversias en ciencia, tanto aquellas que se resuelven como las que no, tienen consecuencias sobre
la comprensión del mundo, sobre los investigadores, sus trabajos y las posibles aplicaciones tecnológicas
de los resultados. Y Futuro se comunicó con Dreismann (vía correo electrónico) y charló con Dawidowski
y Blostein para conocer cómo analizan ellos esta controversia.
–¿Qué implicancias tendría la existencia del H1,5 O dentro de la física básica como en la aplicada?
Dreismann: Algunas consecuencias serían de largo alcance debido a la escala de tiempo en la que ocurre
el fenómeno. Por ejemplo, en cada reacción química y bioquímica ocurren procesos de reorganización de
electrones en un lapso de atosegundos. En otras palabras, el fenómeno que estamos considerando se aplica
y/o afecta la teoría básica cobre reacciones químicas y bioquímicas, también.
Blostein: La realidad física de las anomalías reportadas por Dreismann tendría serias implicancias
tanto para la física básica como para la aplicada. Desde el punto de vista básico obligaría a reformular y/o
restablecer el límite de validez de la teoría existente. Y desde el aplicado, tendría implicancias en la física
de reactores nucleares, que funcionan principalmente por las interacciones y reacciones de los neutrones
dentro de éstos. Si la anomalía fuera real, probablemente ninguno de los reactores existentes funcionaría.
–Usted y su equipo trabajan desde hace años en este tema. Si se concluyera que sus resultados y análisis
son incorrectos, ¿cuáles serían los pasos formales a seguir y cómo cree que reaccionaría personalmente?
Dreismann: Si encontrara que mis conclusiones son incorrectas, intentaría convencer a todos los colegas
que hoy acuerdan conmigo de que sus conclusiones también son incorrectas, charlaría y decidiría con todos
los involucrados.
Blostein: En tal caso, tendríamos que reconocer el error, de lo cual nadie está exento. Además,
sería imperioso analizar los motivos por los cuales con ninguna de las técnicas utilizadas en Bariloche
(transmisión de neutrones y DINS) fue posible observar dichas anomalías. Lo mismo ocurriría con otro
instrumento de ISIS dedicado a la dispersión de neutrones que no detectó las anomalías, así como también
con otras técnicas basadas en dispersión de luz (Raman) y electrones que (luego de analizar cuidadosamente
los resultados) tampoco mostraron evidencia alguna de dicho fenómeno anómalo.
Dawidowski: Hay que reconocer que meternos en este problema nos hizo aprender muchísimo de
diferentes aspectos de esta técnica. Quizás haber trabajado con espíritu hipercrítico nos hizo progresar
mucho más en el entendimiento de lo que estamos haciendo. En ese sentido siempre va a quedar esto
como un resultado positivo para nosotros. En esto estamos de acuerdo con nuestros adversarios, en las
conversaciones que tuvimos con un colaborador de Dreismann en Inglaterra coincidimos plenamente en
esto. Aunque se revelara que nuestros resultados son erróneos, creo que nuestro aporte está en la mejora
de la técnica experimental que empleamos.
–¿Y si sus conclusiones resultan correctas?
Dreismann: Extenderé mis investigaciones hacia el campo de dispersión de rayos X y otros. También
la teoría básica de dispersión debería ser reformulada, incluyendo el entrelazamiento.
Blostein: Personalmente creo que, cualquiera sea el caso, todas las técnicas antes mencionadas deberían
continuar operativas, ya que los resultados experimentales que proporcionan (siempre y cuando sean bien
interpretados) son en muchos casos el único modo de tener un conocimiento más próximo de la realidad.
Dawidowski: Si nuestros resultados fueran correctos, serían los resultados más insípidos que pudieran
considerarse, indignos de ser publicados en un diario serio como Página/12. Sería como dar la noticia de
que 1+1 es 2. Lo que hicimos tiene relevancia sólo para poner a salvo la consistencia de todo lo que se
viene conociendo hasta ahora.
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a Tenga en cuenta que los conocimientos de las asignaturas de Físico-química y Biología pueden colaborar en la comprensión
de este artículo.
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SEGUNDA PARTE

OBJETIVOS
• Comprender la historicidad de las ciencias, especialmente en el modo en que la historia, la sociedad, la
cultura, la economía y la política condicionan las preguntas, la construcción de objetos científicos y las
teorías. Y a su vez, cómo el desarrollo científico puede modificar aspectos cruciales de la vida social.
• Comprender la dinámica científica en el tiempo a partir de un caso puntual vinculado a las ciencias de la
salud.
• Problematizar histórica y socialmente la investigación científica en torno del surgimiento del surgimiento
del Banco Argentino de Datos genéticos.
66

Materiales de trabajo
Actividad de lectura.
Recuperando lo trabajado en la primer parte con Kuhn acerca del lugar de la historia para entender
la ciencia, responda con sus palabras qué es la historia, y a qué nos referimos con historicidad a partir de
la siguiente lectura.

Notas sobre la historicidad del conocimiento científico


Diego de Zavalía
El concepto de historicidad se refiere al carácter histórico que tiene la humanidad y, por lo tanto, sus productos
y actividades (incluyendo al conocimiento). Este carácter histórico se debe al hecho de que cada uno de nosotros
es consciente de la dimensión temporal de sus acciones y toma en cuenta esta dimensión cuando realiza una
acción. Conscientes de su pasado y de que tienen un futuro, los humanos realizan acciones que son contrarias a
sus intereses inmediatos en función de un bien futuro. Existen innumerables ejemplos de esto, entre ellos, tomar
un medicamento desagradable por los beneficios que traerá a la salud, o realizar una acción para en un futuro
poder contar la anécdota.
Este punto del programa de la materia Conocimiento y Ciencias de la Salud tiene por finalidad analizar
la historicidad propia del conocimiento científico y su producción y, como parte de este análisis, identificar los
distintos vínculos que existen entre la ciencia y otras esferas de la sociedad, en particular, el sistema de atención
y cuidado de salud. Para comprender mejor el concepto de historicidad, podemos analizar algunos rasgos de la
historia, en tanto disciplina académica que se ocupa de estudiar, reconstruir, explicar y analizar el pasado de
la humanidad. De la misma manera que las ciencias naturales buscan explicar los fenómenos de la naturaleza
a través de leyes que den cuenta de relaciones causales (así, por ejemplo, la caída de los cuerpos se explica por
las leyes de gravedad), uno de los objetivos de la historia es explicar causalmente los acontecimientos históricos.
Ahora bien, la explicación histórica tiene algunas peculiaridades. Una manera de explicar un acontecimiento
sería reconstruir todos los acontecimientos previos necesarios previos para que suceda. Así, por ejemplo, para
explicar los dos goles de Maradona en el partido contra la selección inglesa habría que relatar todos los hechos
de la vida de todos jugadores y de la terna arbitral presentes en el estadio en ese día, así como todas las
modificaciones en el fútbol hasta ese momento, y una infinidad de detalles más. Pero una reconstrucción de
estas características donde se narra todo lo que sucedió antes del hecho no sólo es imposible, sino que carece de
poder explicativo.18 En este sentido, uno de los trabajos de los historiadores es proponer una reconstrucción de
los hechos donde se señalen los principales elementos y actores que produjeron ese hecho.19 En éste contexto,
el término actor social se refiere a los individuos, grupos, organizaciones que son relevantes para explicar cierto
proceso histórico o para analizar determinado problema social. Respecto de una determinada problemática los
actores sociales serán sujetos activos con una identidad propia que defenderán intereses y posturas específicos.
Por otra parte, es necesario señalar que los cambios y transformaciones que se producen en la humanidad y en
las sociedades no son homogéneos. Si bien los diferentes ámbitos y esferas de las sociedades están necesariamente
interrelacionados, cada una de estas esferas tiene cierto nivel de autonomía que implica que las transformaciones
se produzcan de manera diferenciada de acuerdo a la estructura propia de la esfera. En consecuencia, las distintas
esferas pueden, en cierta medida, ser estudiadas por separado analizando los factores y actores específicos que
explican su evolución histórica. Por ejemplo, Kuhn propone una teoría que explica la estructura que tienen los
cambios en la ciencia tomando en cuenta sólo elementos de este ámbito.20
18 La inutilidad de la identidad entre la producción del conocimiento humano y lo que se quiere conocer es un tema recurrente

en la obra literaria de Jorge Luis Borges. En “Funes el memorioso” (Ficciones, 1944) imagina un hombre capaza de percibir y
recordar el más mínimo detalle del mundo experimentado, y considera que esta percepción y memoria prodigiosas le impedían al
protagonista de la historia pensar. El problema también es abordado brevemente en un texto titulado justamente “Del rigor en las
ciencias” (El Hacedor, 1960): “. . . En aquel Imperio, el Arte de la Cartografía logró tal Perfección que el mapa de una sola Provincia
ocupaba toda una Ciudad, y el mapa del imperio, toda una Provincia. Con el tiempo, esos Mapas Desmesurados no satisfacieron
y los Colegios de Cartógrafos levantaron un Mapa del Imperio, que tenía el tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él.
Menos Adictas al Estudio de la Cartografía, las Generaciones Siguientes entendieron que ese dilatado Mapa era Inútil y no sin
Impiedad lo entregaron a las Inclemencias del Sol y de los Inviernos. En los desiertos del Oeste perduran despedazadas Ruinas del
Mapa, habitadas por Animales y por Mendigos; en todo el País no hay otra reliquia de las Disciplinas Geográficas.
Suárez Miranda: Viajes de Varones Prudentes, Libro Cuarto, Cap. XLV, Lérida, 1658.
19 Uno de los elementos que distingue a las distintas escuelas de historiadores es qué aspectos de la realidad consideran más

relevante para explicar los hechos: la economía, la política, la cultura, la religión, etc. Las ciencias de la naturaleza también buscan
determinar que variables son determinantes para causar un determinado fenómeno. Sin embargo, estas ciencias cuentan con la
ventaja de que la regularidad de la naturaleza es mayor que en la historia, de manera que resulta más fácil corroborar las teorías.
Además, en la investigación de la naturaleza, en muchos casos, se pueden reproducir las condiciones para producir determinado
fenómeno, y modificar artificialmente las variables para determinar cuáles tienen relación directa con el fenómeno a ser explicado.
Esto es imposible en la historia.
20 La capacidad de explicar internamente la dinámica del cambio en la ciencia no excluye que otras esferas afecten el desarrollo
67

Entonces, un primer sentido en el que las acciones y producciones de los hombres son históricos es que se
dan en determinado contexto histórico que permite explicar estos hechos, y a su vez producen efectos, nuevas
acciones y producciones. Es decir que las acciones y producciones del hombre siempre forman partes de procesos
históricos.
Chalmers distingue, respecto de la mirada, la percepción (u observación) de la imagen que tenemos de la
retina. Señala que lo que analíticamente se puede llamar la interpretación de esa imagen, en tanto se produce
inmediata e irreflexivamente, forma parte de la percepción. X no ve un montón de líneas, sino una escalera. Y, en
todo caso, a posteriori puede distinguir la imagen de las líneas de su interpretación como una escalera vista desde
arriba o desde abajo. De la misma manera, un hecho no puede suceder sin una atribución inmediata de sentido.
Si X profesa una religión y un conocido (Z) le ofrece una comida prohibida, X tal vez decline amablemente
el ofrecimiento o tal vez se enoje ante éste.21 En el primer caso supondrá que recibió un ofrecimiento sincero
y que Z había olvidado que no ingería el alimento ofrecido, en el segundo caso supondrá que Z recuerda sus
hábitos alimentarios y que el ofrecimiento consiste en una ofensa deliberada a su religión. La atribución de
sentido de X, así como su reacción, es inmediata. Sólo después de haber reaccionado puede reflexionar que el
ofrecimiento de Z tenía otros sentidos posibles que el atribuido. Ahora bien, los distintos sentidos que se le dan
a un hecho generan consecuencias y efectos distintos. Por ello, en las sociedades, más allá de que cada actor da
inmediatamente un sentido a un acontecimiento, cuando hay diversas interpretaciones sobre el acontecimiento,
éstas entran en pugna. El sentido que tiene un hecho no se discute únicamente cuando ocurre el hecho, sino que
constantemente se le dan nuevos sentidos a acontecimientos del pasado, modificando nuestro conocimiento de
estos hechos y produciendo nuevos efectos en el presente. Por ejemplo, no es lo mismo afirmar que Colón llegó
a las Indias Orientales, que afirmar que descubrió un nuevo continente, que afirmar que llegó a un continente
desconocido para la sociedad occidental pero conocido para otra parte de la humanidad.
En este punto, podemos encontrar un aspecto del carácter histórico de los conocimientos. El sentido de
un conocimiento depende del sistema de conocimientos en el que se encuentra. Así, si cambia este sistema, el
conocimiento se va a transformar, aunque parezca el mismo. Por ejemplo, el sistema axiomático de Euclides (325
a.c. – 265 a. c) es el mismo desde que escribió los Elementos. Sin embargo, podemos afirmar que el conocimiento
de la geometría euclidiana sufrió grandes transformaciones. Primero fue considerada la única geometría posible
y, en tanto tal. una fiel representación de la naturaleza (asimilándola a una física). Esta pretensión de verdad
se sostenía en que la verdad de sus cinco axiomas era evidente. Sin embargo, a los matemáticos cuestionaban la
evidencia del quinto axioma y durante siglos trataron de deducirlo de los otros cuatro axiomas sin éxito. En esta
búsqueda crearon, en el siglo XIX las geometrías no euclidianas, es decir, geometrías cuyos axiomas difieren de la
euclidiana. Para su asombro, lograron demostrar que si la geometría euclidiana era consistente entonces varias
de las geometrías no euclidianas también lo eran. Además, en el siglo XX, las ciencias naturales empezaron a
utilizar geometrías no euclidianas para estudiar y analizar fenómenos de la naturaleza. De esta forma, hoy en
día la geometría euclidiana no es la única lógicamente posible, ni la única verdadera, en el sentido de ser una
herramienta adecuada para explicar el funcionamiento de la naturaleza. Los nuevos conocimientos cambian el
sentido de los conocimientos anteriores que persisten y, en consecuencia, los transforman. Los conocimientos
que creemos independientes de la historia e inmutables, en realidad han mutado y sufrido transformaciones.22
Si en la primera parte del módulo 2 estuvo destinada a pensar el carácter histórico del conocimiento científico
desde una perspectiva (la teoría de Kuhn) que se centraba en la estructura misma de la ciencia, el objetivo de
esta segunda parte es analizar la historicidad de la ciencia en su vinculación con la sociedad y los sistemas de
atención y cuidado en salud.23
Un primer modelo sobre estas vinculaciones, considera que lo sociedad le plantea a la ciencia problemas
relevantes para que analice y resuelva, y que los sistemas de atención serán los encargados de aplicar estas solu-
ciones. Por ejemplo, la sociedad considera que X enfermedad (como el VIH/sida, el cáncer o el Mal de Chagas)
de la ciencia. Kuhn escribe en el Prefacio a La estructura de las revoluciones científicas (p. 16): “. . . no he dicho nada, excepto
en breves comentarios colaterales, sobre el papel desempeñado por el progreso tecnológico o por las condiciones externas, sociales,
económicas, e intelectuales, en el desarrollo de las ciencias. Sin embargo, no hay que pasar de Copérnico y del calendario para
descubrir que las condiciones externas pueden contribuir a transformar una simple anomalía en el origen de una crisis aguda.
El mismo ejemplo puede ilustrar el modo en que las condiciones ajenas a las ciencias pueden afectar el cuadro disponible de
posibilidades para el hombre que trata de poner fin a una crisis proponiendo alguna reforma revolucionaria.”
21 Por ejemplo, X puede ser cristiano y no comer carne vacuna en Viernes Santo, o puede ser judío y no comer cerdo, o ser

musulmán y no ingerir alcohol.


22 Este aspecto del carácter histórico de los conocimientos ya había parecido cuando se estudió a Kuhn. El sentido de un

conocimiento depende del paradigma en que se encuentra. Así, cuando cambia el paradigma, aunque parece que existen conocimien-
tos que se mantienen, en realidad, estos conocimientos son afectados por el nuevo paradigma y adquieren nuevos sentidos. Es por
esto que los paradigmas son inconmensurables: en tanto que el sentido de los conocimientos y qué constituye un fenómeno observable
depende del paradigma, no se puede establecer un denominador común para comparar dos paradigmas.
23 Esta distinción tiene fines expositivos y no se puede realizar de manera tajante. Los científicos y los profesionales de la salud

son actores sociales de relevancia. Por otra parte, muchos científicos son profesionales de la salud. O, dicho de otra manera,
muchos profesionales de la salud realizan tareas de investigación. Sin embargo, en tanto que la sociedad excede ampliamente a estos
actores, y que los sistemas de producción científica y atención de la salud son sistemas diferentes (aunque con puntos coincidentes)
con estructuras, prácticas y tradiciones diferentes, resulta una distinción pertinente para comprender el carácter histórico de la
producción de conocimientos científicos en salud.
68

son problemas sociales relevantes, la ciencia se encarga de analizar las enfermedades y elaborar tratamientos, y
los sistemas de salud se ocupan de aplicar estos tratamientos. En este modelo ya se observa el carácter histórico
de la producción de conocimiento científico: si las ciencias de la salud se ocupan de intentar resolver problemas
de la salud establecidos por la sociedad, su producción de conocimiento va a responder a lo que la sociedad
considera un problema relevante y a lo que considera tratamientos válidos. Es decir, que la determinación
de qué investiga la ciencia es afectada por el contexto socio histórico. Y, por lo tanto, surge un interrogante
fundamental para comprender la vinculación de la ciencia con la sociedad: ¿qué actores sociales son capaces de
establecer un fenómeno como un problema que debe ser resuelto por los científicos? Distintos actores sociales
(asociaciones profesionales, asociaciones de pacientes, organizaciones políticas, instituciones militares, etcétera)
intentan establecer sus preocupaciones como problemas sociales relevantes que deben ser abordados por la cien-
cia. La palabra de científicos y profesionales de la salud tienen un peso específico en la determinación de qué es
un problema en tanto que sus conocimientos científicos legitiman sus opiniones. Cabe destacar, entonces, que el
lugar de la ciencia y de los sistemas de atención no sólo se encuentran en la búsqueda y aplicación de soluciones,
sino también en la determinación de qué es un problema. Por último, un aspecto central de la investigación cien-
tífica contemporánea es que es muy costosa.24 Así, los actores qué tienen mayor peso para determinar qué es un
problema y qué se investiga son aquellos con capacidad de financiar la investigación científica: a nivel mundial,
en primer lugar, las grandes empresas privadas, en segundo lugar los Estados y por último, organizaciones sin
fines de lucro (ONGs).25
Una vez que se reconoce que existe una problemática que debe ser abordada por la investigación científica,
podemos señalar algunas cuestiones respecto al modo en qué investiga la ciencia. De acuerdo a la teoría de
Kuhn, el problema va a ser abordado por la comunidad científica de acuerdo al paradigma propio de esa
comunidad. Esto puede ocasionar que este modo de abordaje sea exitoso desde la perspectiva de completar
los conocimientos del paradigma, pero menos exitosos para dar una solución en los términos que la sociedad
plantea el problema. Por ejemplo, Kreimer y Zabala critican que la investigación realizada en los últimos
cuarenta años el área de la biología molecular sobre Chagas ha sido exitosa para los científicos argentinos en
tanto que han producido conocimientos relevantes para la comunidad científica internacional (publicando en
prestigiosas revistas internacionales y vinculándose con equipos extranjeros), pero poco exitosa para lograr
mejoras en el tratamiento del mal de Chagas.26 En segundo lugar, en muchas ocasiones el lugar de dónde
proviene el financiamiento, no es ajeno a la investigación científica. Si ésta es financiada por un laboratorio
privado que quiere desarrollar una nueva droga, puede suceder que los científicos utilicen una metodología o
presten más atención a los resultados que validan la nueva droga.27 En este procedimiento, no debe suponerse
la existencia de mala fe por parte de los investigadores, sino que como analiza Sabino, no existe ninguna
aproximación al objeto completamente objetiva. Este hecho permite explicar por qué durante la década de los
60 los estudios científicos avalaban y algunos médicos alentaban el uso de fórmulas infantiles (leche maternizada)
para alimentar a bebés menores de seis meses.28
24 Algunos ejemplos para analizar estas problemáticas:
El Mal de Chagas es una enfermedad que afecta endémicamente vastas regiones de América Latina hace siglos, sin embargo, su
existencia recién fue descubierta en 1909 por Carlos Chagas. Por su parte la investigación liderada por Salvador Massa permitió
conocer las características de la forma crónica de la enfermedad y la extensión de la enfermedad en el noroeste argentino. Así tanto
la existencia del Mal de Chagas como su carácter endémico fueron descubiertos por la ciencia. Esto constituyo la condición de
posibilidad para que el Estado argentino considera a partir de 1950 al Mal de Chagas como un problema social relevante y asignará
fondos para su investigación y tratamiento. Para un análisis detallado de la relación compleja entre la emergencia de problemas
sociales relevantes y la producción de conocimiento científico orientados hacia ellos en el caso de Chagas, consultar Pablo Kreimer,
Juan Pablo Zabala “¿Qué conocimiento y para quién? Problemas sociales, producción y uso social de conocimiento científicos sobre
la enfermedad de Chagas en Argentina”, Redes, vol. 12, nº 23, 2006, pp. 49-78.
La fiebre amarilla y sus síntomas eran ampliamente conocidos en 1900 (entre las epidemias que produjo en el siglo XIX se
encuentra la de Buenos Aires en 1872 y la de Memphis en 1978). Sin embargo, el hecho que motivo la realización de la cuarta
Comisión Médica estadounidense a Cuba con la misión de estudiar la etiología de la fiebre amarilla fue que durante la guerra de
independencia cubana (en la que Estados Unidos intervino en apoyó a Cuba) murieron más soldados estadounidenses a causa de
esta enfermedad que de enfrentamientos armados. Esta Comisión logro un conocimiento cabal de la enfermad y su modo de contagio
que permitió erradicar la enfermedad de La Habana en 1901 y que llevaría en 1937 a la producción de una vacuna contra esta
enfermedad. Es necesario destacar que el descubrimiento fundamental para obtener estos resultados no fue hecho por la Comisión,
sino con anterioridad por el médico cubano Carlos J. Finlay. Finlay descubrió en 1881 que el vector necesario para el contagio
de Fiebre Amarilla era el mosquito Aedes Aegypti. Sin embargo, su teoría no fue tenida en cuenta por la comunidad científica
hasta que 1900 fue adoptada y corroborada por la Comisión Médica estadunidense (que también intentó atribuirse a sí misma el
descubrimiento de Finley). Para más información sobre este tema véase: Laura Sacchetti, Mario Rovere, La salud pública en las
relaciones internacionales: cañones, mercancías y mosquitos, EL Agora, Córdoba, 2011
25 Una de las consecuencias de la importancia de la financiación para la investigación científica es el hecho de que “. . . los eventos

que representan más del 90% de la carga mundial de enfermedades reciben menos del 10% de los gastos mundiales en investigación
en salud.” (Enío García, “Ciencia y Soberanía”, Soberanía Sanitaria, nº 0, p.16).
26 Véase Pablo Kreimer, Juan Pablo Zabala “¿Qué conocimiento y para quién? Problemas sociales, producción y uso social de

conocimiento científicos sobre la enfermedad de Chagas en Argentina”, Redes, vol. 12, nº 23, 2006, pp. 49-78, pp. 73-75.
27 Se ha mostrado que investigaciones financiadas por instituciones con fines de lucro recomendaban en un mayor porcentaje el

uso de drogas que la investigaciones financiadas por instituciones estatales u organización sin fines de lucro. Véase Als-Nielsen B,
Chen W, Gluud C, Kjaergard LL, “Association of Funding and Conclusions in Randomized Drug Trials A Reflection of Treatment
Effect or Adverse Events?”, JAMA.;290(7), 2003, pp. 921-928.
28 Véase Sandra Nora Blasi, Karina Inés Ramacciott “Disponibilidad y usos de las formulas infantiles en la argentina en el siglo
69

Por último, se pueden reseñar algunas de las cuestiones acerca de cómo el contexto histórico puede afectar
la aplicación de los descubrimientos de la ciencia por parte del sistema de salud (esta problemática va a ser
tratada con mayor detalle en el módulo 3). En primer lugar, cabe destacar que la aplicación del sistema de
salud en muchos casos ha sido muy exitosa, permitiendo extender la expectativa de vida de los humanos y
erradicar algunas enfermedades. Un ejemplo, ampliamente conocido de estos logros, lo constituyen las vacunas.
En segundo lugar, se puede señalar que en ocasiones los sistemas de salud no incorporan los conocimientos
producidos por la ciencia a sus prácticas. Esto se debe a los profesionales de la salud tienen sus propias
prácticas y tradiciones adquiridas que no resultan fáciles de modificar. Un ejemplo paradigmático de esto es la
utilización de camillas en los partos, cuando es ampliamente sabido que la posición de acostada no beneficia el
trabajo de parto. En tercer lugar, se debe señalar que la soluciones que produce la ciencia a un determinado
problema no siempre son aplicables universalmente. Ya sea por costos, razones ambientales o razones culturales,
hay tratamientos que son muy exitosos en ciertas comunidades e impracticables en otras.
En esta breve exposición se puede observar cómo la historicidad afecta al conocimiento científico, cómo los
contextos socio históricos son fundamentales para determinar qué se investiga, cómo se investiga, qué sentido
se le da a los conocimientos y cómo se aplican los conocimientos producidos.

Bibliografía
• Als-Nielsen B, Chen W, Gluud C, Kjaergard LL, “Association of Funding and Conclusions in Randomized
Drug Trials A Reflection of Treatment Effect or Adverse Events?”, JAMA.;290(7), 2003, pp. 921-928.
• Sandra Nora Blasi, Karina Inés Ramacciott “Disponibilidad y usos de las formulas infantiles en la argentina
en el siglo XX”, Medicina Infantil, Vol. XVIII N° 3, 2011, pp. 251-259
• Jorge Luis Borges, Obras Completas, Buenos Aires, Emecé, 1989.
• Alan Chalmers, ¿Qué es esa cosa llamada ciencia? México, Madrid. Siglo XXI, 2000.
• Enío García, “Ciencia y Soberanía”, Soberanía Sanitaria, nº 0, pp. 14-16.

• Pablo Kreimer, Juan Pablo Zabala “¿Qué conocimiento y para quién? Problemas sociales, producción y
uso social de conocimiento científicos sobre la enfermedad de Chagas en Argentina”, Redes, vol. 12, nº
23, 2006, pp. 49-78.
• T. S. Kuhn, La estructura de las revoluciones científicas, México D. F., Fondo de Cultura Económica,
1971.
• Laura Sacchetti, Mario Rovere, La salud pública en las relaciones internacionales: cañones, mercancías y
mosquitos, Córdoba, EL Agora, 2011.
• Carlos Sabino, El proceso de investigación, Buenos Aires, Editorial Lumen/ Humanitas. 1996.

XX”, Medicina Infantil, Vol. XVIII N° 3, 2011, pp. 251-259.


70

Actividad 1
A partir de la reflexión sobre la historia de la ciencia, ponga en práctica las nociones de historicidad,
teniendo como guía los siguientes gráficos.
Observe las “explicaciones disponibles” sobre lo que es el cuerpo, sus problemas y prácticas de cuidar-
curar. ¿Cómo se explican los cambios en la producción de conocimiento? ¿por qué cambia la ciencia?
¿Avanza?

Antigüedad Medioevo Modernidad/contemporánea


(600 AC - 400 DC) (400 DC - 1500DC) (1500-2000 DC)
Cuerpo Teoría de los humores. Hecho a semejanza de Máquina que funciona.
Dios.
Mente Alma. Modelo cartesiano mente/cuerpo.
Varones y El cuerpo femenino es Modelo diferencial de dos sexos.
mujeres una versión
incompleta y
degradada del
masculino.
Explica-ción Desequilibrio de los Castigo de Dios. Daño/malformación en un órgano,
de las humores. presencia de un agente patógeno,
enferme- herencia genética.
dades
71

Actividad de lectura.
Lea atentamente el fragmento de Armus y reflexione sobre los cambios en las ciencias de la salud.
-¿Cómo influenció el contexto histórico en estos cambios?
-Enumere los actores sociales, las demandas, las problematizaciones que encuentra y los modos de
intervención que reconoce.

El descubrimiento de la enfermedad como problema social


DIEGO ARMUS. - FRAGMENTO
http://historiapolitica.com/datos/biblioteca/medicosXIX_armus.pdf

La epidemia de fiebre amarilla de 1871 sacudió a Buenos Aires. No tanto por la novedad, sino por el lastre
de muerte que trajo y la desarticulación de la vida comunitaria e institucional. En 4 meses, murieron más de
trece mil personas -algo así como el 8% de la población total- una cifra terrorífica comparada con las muertes
ocasionadas por epidemias anteriores. Como nunca antes, la gente y las autoridades acusaron el impacto. No
sólo se debió habilitar un nuevo cementerio, sino que más de 50000 personas abandonaron temporariamente la
ciudad, sino también que se aceleró el definitivo traslado de la élite porteña de la zona sur a la zona norte de la
ciudad, un éxodo que había empezado en la década del cincuenta.
La epidemia marcó la memoria colectiva de la ciudad. 1871 se recorta entonces como un parteaguas simbólico:
la gran aldea y sus recurrentes azotes epidémicos debían quedar atrás si se quería construir una ciudad y una
nación modernas. En las sesiones del poder legislativo de ese año, el entonces presidente Domingo Faustino
Sarmiento anunció las líneas más gruesas del proyecto modernizador que en materia de salud pública dominaría
el último tercio del siglo XX y los comienzos del siglo XX. Con un tono casi amenazante indicó que la ausencia
de ciertas obras públicas exponía a las ciudades “a las más serias catástrofes” y que el “hecho histórico” de
la reciente epidemia destacaba la necesidad de que el Estado no sólo respondiera a las urgencias traídas por
el veloz crecimiento urbano, sino también que jugara un activo rol propagando los nuevos ideales de higiene
definitivamente instalados en la modernidad. Así, y aun cuando las enfermedades epidémicas no fueran una
novedad de fines del siglo XIX y comienzos del XX, es evidente que en estos años se cargaron de hasta entonces
una desconocida significación social, cultural y política.
El triunfo de la higiene.
El descubrimiento de la enfermedad como un problema social fue parte de una suerte de ideología urbana
articulada en torno a los temas del progreso, la multitud, el orden, la higiene y el bienestar. Esta ideología
ganó terreno a comienzo de la segunda mitad del siglo XIX cuando se acallaron las guerras civiles y se comenzó
a buscar formas de convivencia dentro de un nuevo sistema institucional. En el entresiglo, el gran tema de
reflexión fue el futuro recientemente urbano y en menor medida, industrial. Las ciudades que se expandían
de modo acelerado en el litoral ofrecían la cambiante realidad traiga por el progreso moderno y también la
del azote epidémico y la ausencia de equipamientos colectivos. En las del interior, los cambios fueron menos
espectaculares y las ilusiones del progreso menos evidentes pero, allí también, tarde o temprano, se hizo presente
esa ideología urbana.
Entre fines del siglo XIX y comienzos del XX, la vida en estas ciudades estuvo cíclicamente marcada por
las epidemias. Así, las enfermedades -en particular, las infectocontagiosas- devinieron en problema social, no
porque antes no existieran sino porque fue hacia finales de siglo que se las relacionó con otras urgencias y con
una nueva convicción que indicaba que era necesario y en algunos casos posible hacer algo que las evitara.
En efecto, todo lo largo de los siglos XVII, XVIII y la primera mitad del XIX las epidemias recordaban con
puntualidad la esencia colectiva del mundo urbano. En el XVII se hablaba de tabardillo, charolando, viruela,
pestilencias, mal de Luanda, males de peste, fiebres pútridas, calenturas y calenturas pútridas. Muchas de estas
denominaciones siguieron presentes en el siglo XVIII. Otras, como fiebre lenta nerviosa, tifus, fiebre petequial,
el tenesmo, disenterio o la angina gangrenosa comenzaron a aparecer en la lista de males que periódicamente
aparecían en la ciudad. En el XIX fueron las epidemias de calenturas dinámicas, disentería y pústulas malignas y
de modo cada vez más ostensible a medida que el siglo avanzaba, las de cólera, fiebre amarilla, peste bubónica,
gripe, sarampión, fiebre tifoidea, escarlatino, coqueluche, crup, difteria, viruela y tuberculosis. En las dos
últimas décadas del siglo la bacteriología moderna impuso exitosamente el uso de las denominaciones de las
enfermedades infecciosas, que durarán hasta bien entrado el siglo XX, desechando las que hacían referencia a
una cierta sintomatología o al lugar del cuerpo afectado por el mal. Como sea, tanto las nuevas denominaciones
como las viejas, fueron “creaciones” del saber médico, es decir, desórdenes y manifestaciones que cobraban
entidad como un fenómeno -una enfermedad específica- a la que la medicina terminaba asignando una existencia
independiente del enfermo en tanto individuo particular.
Exógenas o no, endémicas o epidémicas, crónicas o agudas, en el entresuelo las enfermedades concitaron una
hasta entonces desconocida atención. En el corazón mismo de estos cambios debe situarse el creciente rol de
72

la higiene tanto en sus contenidos preventivos como disciplinadores. En verdad, la higiene como instrumento
de intervenciónn es anterior a su triunfante presencia finisecular. Por décadas, tal vez por siglos, sólo aspiró a
incidir en el poder. Pero a mediados del siglo XIX, cuando en Europa el proceso de reproducción de la riquezaa
se vio amenazado por las condiciones sanitarias comenzó a prestarse una creciente atención a la educación de los
trabajadores, las obras de saneamiento, el aire puro, los espacios verdes y la atención médica. Los higienistas
fueron figuras clave en la temprana formulación de políticas destinadas a responder a estas urgencias. En
Argentina, estas preocupaciones eran patrimonio de un grupo muy heterogéneo de individuos y fue a comienzos
de la segunda mitad del siglo y al calor del proceso de constitución de ciertas agencias administrativas del Estado
y de la propia profesión médica, que la higiene terminó fuertemente asociada a los médicos. Absorbiendo con
mayor o menor imaginación los avances y las novedades provenientes de Europa y, haciendo gala de un gran
eclecticismo, la higiene criolla comenzó oscilando entre vagas nociones de saneamiento urbano y meros juicios
morales. Ofrecía consejos, sugería regulaciones y puesto que sus nociones de enfermedad suponían un sinfín de
causas, se preocupaba casi de modo indiscriminado por todo. Ganaba presencia pública luego de cada epidemia,
y entre el pánico y los lamentos reinantes, acusaba a los gobernantes de imprevisión. Una vez finalizada la crisis,
la fatalidad y la impotencia volvían a ser la norma. Más allá de estas espasmódicas reacciones, la higiene también
se había transformado en un tema vinculado a cuestiones mucho más generales como el progreso y la civilización.
En este contexto, devino un asunto al que recurrían muchos, no sólo quienes aspiraban a definirla como su área
de incumbencia profesional específica. Hacia finales de la década de 1860, Sarmiento planteaba la urgencia de
dar “aguas corrientes al pueblo, luz a las ciudades, templos al culto, leyes a la sociedad, constitución a la Nación”.
Y algo más tarde, en la década de 1880, la higiene también proveería argumentos y razones que legitimaban
la arremetida secularizadora del Estado en áreas tradicionalmente controladas por la Iglesia, la educación, el
matrimonio civil, las prácticas funerarias y de bautismo, la caridad y la filantropía.
Fue en el último tercio del siglo XIX, cuando el ideal de la higiene -y con él, la consolidación del grupo
de higienizas y sus iniciativas- ganó en detalle y sofisticación y quedó definitivamente instalado en el proyecto
modernizador. En 1877 Eduardo Wilde enmarcaba los problemas de salud como una cuestión pública. [...]
La agenda del grupo higienista fue cambiando con el tiempo, en gran medida como reflejo de los cambios que
tenían lugar en el mundo urbano. Pero hubo un núcleo perdurable en el tiempo. Se trataba de la ciudad, como
artefacto y como trama social. La ciudad estuvo siempre en el centro de las preocupaciones del higienismo
y fue el blanco de un sinnúmero de empeños armados en torno de la idea de progreso. Mientras dominaron
las enfermedades infecciosas, hubo un marcado énfasis en la lucha antiepidémica que, como ocurrió en otros
lugares, mezclaba los temores generalizados al contagio, la moralización de las masas, la preocupación por el
equipamiento urbano y la pobreza. Cuando la construcción de las obras de salubridad facilitó el control de los
ciclos epidémicos, la higiene destacó más directamente la problemática de la pobreza y la necesidad de levantar
una red de instituciones de asistencia. Estos cambios de énfasis sobre un mismo núcleo, aparecen con claridad
en la obra del más prolífico de los higienistas criollos: Emilio Coni. [...]
En 1870-1880 se trataba de un obstinado esfuerzo de construcción de redes de agua potable; en 1920, en
cambio, en la creación de una red de instituciones de asistencia, prevención, moralización y bonificación social
destinadas a contener y acomodar los desajustes que los cambios modernizados habían traído consigo.
Esta agenda de intervención y reforma en el mundo urbano tuvo buena recepción en grupos políticos de muy
diverso origen ideológico. Reformadores liberal-conservadores, católicos sociales, socialistas e incluso anarquistas
participaron con entusiasmo del credo higiénico. Podían enfatizar en este eu otro punto, divergir en los modos
de llevar adelante tal o cual proyecto. Pero el indudable que el ideal de la higiene, por estar en el centro mismo
de la experiencia de la modernidad fue patrimonio de prácticamente todos los grupos. Esta suerte de consenso
fue, en gran medida, facilitada por la convergencia de una serie de factores que permitió la transformación de los
débiles y tímidos escarceos de la higiene de antes de 1870 en una suerte de programa moderno. Durante los años
del entresiglo, y en el marco del acelerado crecimiento urbano del litoral, la higiene criolla se instaló exitosamente
en la sociedad argentina porque se identificó con los avances de la bacteriología moderna, el desarrollo de la
estadística como disciplina, la consolidación de instituciones estatales con agendas específicamente abocadas a
cuestiones de la salud pública, la creciente presencia de la profesión médica en la sociedad y el Estado y las
conferencias internacionales empeñadas en dar una respuesta coordinada frente a la rápida propagación de las
epidemias.
(fragmentos de páginas 511-514)

Actividad de lectura: Ciencia para Todxs.


Busque explicar cómo el desarrollo de la genética se fue generando por cuestiones internas de la ciencia
(adelantos, teorías, etc) y por cuestiones externas (demandas sociales). Para ello tenga en cuenta los
siguientes puntos:
¿Quiénes son los actores sociales? ¿Cuáles sus demandas?
¿Qué formas de intervención sobre el mundo social/jurídico/político/económico se producen?
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Módulo 3

Contenidos
El objeto y el campo del conocimiento de las ciencias de la salud. La complejidad del objeto del conocimiento en
salud. Distintas concepciones del cuerpo en el abordaje de los problemas de salud. Modelos, saberes y formas
de atención de la salud. Las prácticas de autoatención. La carrera del enfermo. Intervención en problemas de
salud: abordajes interdisciplinarios e interprofesionales.

OBJETIVOS
Identificar el objeto de estudio de las ciencias de la salud y su complejidad.
Analizar la importancia del cuerpo en el desarrollo de las ciencias de la salud y sus diferentes conceptualiza-
ciones.
Reconocer el lugar de la historia y la sociedad en la construcción del objeto de trabajo de las profesiones de
la salud.
Conocer y caracterizar los distintos modelos, saberes y formas de atención.
Reflexionar y poder identificar prácticas de autoatención y la carrera del enfermo.
Reconocer y analizar la necesidad de un abordaje interdisciplinario e interprofesional para la intervención
en problemas complejos.

Introducción
Hasta ahora hemos buscado entender qué es el conocimiento, qué características particulares tiene el conocimiento
científico, cómo cambia y cómo en esos cambios influyen los tiempos históricos, las sociedades, la economía, la
política, etcétera. En este módulo vamos a enfocarnos en un grupo especial de ciencias: las ciencias de la salud.
Y si como vimos, todo conocimiento parte de la relación entre sujeto y objeto de conocimiento, ¿Cuál es el
objeto de las ciencias de la salud? Darle respuesta a esta pregunta es el desafío de este último módulo. ¿Las
ciencias de la salud qué estudian? ¿Estudian la salud? ¿la enfermedad? ¿el cuerpo? ¿los sistemas de atención?
¿la relación entre profesionales de la salud y los pacientes o usuarios de servicios de salud? SÍ y NO. O, todo
eso y más.

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86

Clase 1
Tema: Salud-enfermedad como objeto de estudio.
Objetivos:
• Brindar una estructura de comprensión sobre el objeto de estudio y sus cambios.
• Destacar la complejidad del objeto de estudio y la necesidad de admitir diferentes perspectivas.

• Promover articulaciones con otras disciplinas.

Introducción:
A la hora de abordar el objeto de estudio e intervención de las Ciencias de la Salud cabe resaltar el carácter
complejo del mismo. Históricamente el énfasis fue puesto en la “enfermedad” y luego dicha categoría fue revisada
y sujeta a críticas. Si bien desde hace casi cincuenta años se ha tratado de descentrar este campo de estudios de
la “enfermedad” y se propuso considerar como objeto el proceso salud-enfermedad-atención (P S/E/A), esto aún
no se ha logrado totalmente. Como veremos en el primer texto, co-existen en las ciencias de la salud distintos
paradigmas sobre lo que es, finalmente, eso que llamamos SALUD.
Uno de los principales objetivos de la Salud Pública ha sido conocer, a través de observaciones e investi-
gaciones las etapas y componentes del P S/E/A con el propósito de intervenir lo más tempranamente posible
evitando contraer enfermedades y/o reduciendo sus secuelas. Históricamente se han propuesto diferentes mod-
elos de causalidad para describir y analizar el desarrollo de las enfermedades. El primero de estos modelos se
denominó Historia Natural de la Enfermedad y describe los acontecimientos que ocurren en el organismo humano
desde la etapa previa al desarrollo de la enfermedad, la consecuente evolución y desenlace. La Historia Natural
de la Enfermedad focaliza el proceso de enfermedad en un solo individuo, de manera aislada, sin intervenciones
que la modifiquen, ni contexto social que ayuda a comprender el paso de un estado al otro.
Posteriormente fueron surgiendo distintos modelos que intentaron explicar que las enfermedades son el emer-
gente de múltiples dimensiones que trascienden los aspectos estrictamente biológicos e individuales -explicaciones
multicausales. Se fue incorporando entonces el concepto de multicausalidad que tiene en cuenta dimensiones
sociales, económicas, ambientales, entre muchas otras, para explicar el P S/E/A. Dentro de estos modelos mul-
ticausales, existen distintos paradigmas acerca de lo que es la salud, cómo alcanzarla, cuidarla, mantenerla,
promoverla; qué es la enfermedad, cómo curarla o prevenirla, qué es el padecimiento; qué es el cuerpo humano,
cuáles son sus múltiples dimensiones, si es abstracto, concreto, de mujer, de varón, individual, social, etcétera;
qué es la atención de la salud, de qué muchas formas las personas atienden sus padecimientos, sobre qué tipos
de conocimiento se asientan esas formas de atención. Ir recorriendo todos estos aspectos a lo largo del módulo,
nos permitirá entender la complejidad de nuestro objeto de estudio, las muchas facetas que estudiamos, que
requiere entonces ser investigado, comprendido, aprehendido desde distintas disciplinas -eso que llamaremos
Interdisciplina- y que, por lo tanto, a la hora de las intervenciones en salud, requerirá, necesariamente, de un
abordaje interprofesional e integral.

Actividad de inicio:
1. En pequeños grupos discutir y responder las siguientes consignas:
Piensen en alguien que conozcan que esté muy sano.
Describan la persona en quién pensando (amigo/familiar, etc.)
Digan qué edad tiene.
Digan qué es o qué les hace decir que es una persona sana.
Digan qué sienten cuando están sanos.
¿Qué aspectos privilegia cada uno?

2. Retomando lo trabajado, relacione con las propuestas de paradigmas que propone la autora.
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Salud: Opciones y Paradigmas


Débora Ferrandini

(Este texto forma parte de un clase de la especialización en medicina general de la UNR).

1. La salud como ausencia de enfermedad


Desde el siglo XIX en adelante fue consolidándose como hegemónico un modo de concebir la salud como ausencia
de enfermedad. La enfermedad es el efecto de la invasión de un enemigo externo. El trabajo en salud consiste
fundamentalmente en eliminarlo.
La epidemiología tiene en este modelo la función de identificar al enemigo para lo que buscará aislar una
variable que vinculará a través de una relación causa efecto con la enfermedad. Dicha variable es el agente
enemigo a eliminar. El complejo entramado de fenómenos de la realidad se reduce a la relación de dos variables
relacionadas entre sí de un modo simple: la causa y el efecto.
Así llegamos a decir sin ruborizarnos que el mosquito anopheles gambiae es responsable de millones de
muertes en África cada año. El enemigo es el mosquito. El objeto del trabajo en salud es eliminarlo. La
compleja realidad por la que la población entera del continente africano sobra en un mundo que no la necesita
para producir ni para consumir, los desastres políticos, ecológicos y culturales con los que el África paga su larga
historia de sometimiento a los países centrales no entran en este esquema. Se trata de eliminar un mosquito al
que se le asume responsabilidad, expiándola de los sujetos políticos que toman decisiones, cosa que los mosquitos
no hacen.
El enemigo puede ser un microbio, un gen, una sustancia: el paco, por ejemplo. La epidemiología argumen-
tará su condición de tal relacionando su frecuencia con la de una enfermedad, aislando la visión del resto de
los fenómenos de la realidad. Y esto se da al punto tal que si tal agente no se identifica, la tal enfermedad no
existe.
Durante años, a partir del brillante desempeño del CDC de Atlanta, se conocieron las manifestaciones
clínicas y los modos de transmisión y las consecuentes estrategias de prevención del SIDA, pero no fue hasta el
aislamiento del retrovirus que el problema entró en la agenda del mundo, ya pandemia que en algún momento
muy previo hubiera sido evitable. Curioso en un mundo que en el siglo XVIII pudo comprobar como John Snow
logró frenar la epidemia de cólera en Londres sin tener idea de qué cosa fuera un vibrión, pero estudiando en
detalle la vida cotidiana de los londinenses.
La política en salud se diseña en función de negar el carácter política de la producción de la enfermedad
y este reduccionismo biologicista es la base de las políticas focalizadas. Para los organismos multilaterales de
crédito, por ejemplo, las metáforas de este paradigma les permiten aconsejar a los países del tercer mundo -a la
vez que la imposición de feroces programas de ajuste estructural- intervenciones focales para reducir sus efectos.
Un ejemplo es la recomendación del Banco Mundial de invertir en escuelas primarias para mujeres a fin de
aumentar el peso al nacer de los niños. La relación estadísticamente significativa entre el analfabetismo materno
y el bajo peso al nacer se convierte en una observación más valiosa para los decisores que la obvia vivencia de
las poblaciones excluidas por los programas de ajuste, para quienes la exclusión del aparato productivo, la
pobreza, la falta de acceso a servicios educativos y de salud explican la desnutrición y el sufrimiento en todas
sus dimensiones.
Si el objeto del trabajo es la eliminación del enemigo, lo que se necesita es un ejército. Y será su estado
mayor quien planifique y defina la acción. Planificación normativa para un problema estructurado, reducido.
Para proveer la obediencia debida a la normativa, el ejército necesita de soldados, y convertir a los trabajadores
de salud en tales se constituye en el objeto de las estrategias de gestión . Se trata de capturar su autonomía en
un proceso que los objetualiza al obligarlos a operar sobre otros humanos como si fueran objetos.
En el nombre de la “necesaria objetividad” se aprende a reducir, a descontextualizar, a desimplicarse de los
sujetos e implicarse con la norma, emanada de un sujeto tácito y omnímodo.La desequilibrada carga inicial que
las ciencias básicas o la anatomía cadavérica tienen al inicio de la formación de profesionales de la salud da
cuenta de este objetivo de la gestión, del mismo modo que los innumerables rituales de sometimiento al sinsentido
que constituyen el currículo no tan oculto (suele ser el único) de los programas de residencias médicas. O la
estratificada organización militar de la enfermería. Dispositivos que enseñan a obedecer y a exigir obediencia,
a separar el pensamiento de la acción, el saber del hacer.
Así se “entrena” para la clínica, entendiendo por tal la sucesión de intervenciones sobre un objeto asumido
como suma de partes, sobre las que se actúa para eliminar al enemigo. Si en la tarea sufre o se pierde el
hospedero, el prisionero del enemigo, su rehén: el enfermo, Se trata de un daño colateral. Legítimo, necesario
de asumir: es una guerra, dudar es inadmisible (una jactancia intelectual, diría Aldo Rico) para el soldado:
sobre todas las cosas debe actuar y eliminar.
Tal vez así se expliquen fenómenos como el encarnizamiento terapéutico del intensivismo o la oncología y
la increíblemente baja utilización de tecnologías analgésicas, no curativas, que caracterizan la práctica. Se-
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guramente podrán Uds. identificar en los escenarios que cotidianamente transitan en los servicios de salud,
expresiones de este paradigma. Les agradeceré las registren para el intercambio.

2- La salud como completo bienestar.


Tal vez haya sido el concreto real de la segunda guerra mundial lo que haya empezado a hacer la precedente
metáfora bélica algo insoportable de enunciar. Lo cierto es que la OMS, surgida en el seno de la ONU, la
organización surgida con el objetivo de sostener la paz en el mundo, elaborará otra definición de salud, que se
repite como una letanía entre los trabajadores del sector. La OMS se referirá a la salud como completo bienestar
físico, psíquico y social.
El profesor de psiquiatría con quien cursé la materia en el grado, el Dr. Oubiñas, solía decir que conocía una
persona que vivía en ese estado: se trataba de un paciente con una esquizofrenia paranoide que estaba alojado
en el hospital psiquiátrico de Rosario.
Cierta vez, ante la pregunta con la que yo solía provocar a mis alumnos de grado en términos de si alguno
de ellos se sentía así, una jovencita levantó la mano, con absoluta inconciencia del abrumador desconcierto que
provocó entre el resto de sus compañeros. Me apuré a explicar la situación: “Está enamorada, ya se le va a
pasar, no se preocupen: se trata de un estado de alienación transitoria, autolimitado, que genera inmunidad
mas o menos permanente”. Sólo alienado puede uno vivir en ese estado, y aún una condición agradable, como
la del enamoramiento, puede hacerse incompatible con la vida si uno persiste en ese estado en que no come, no
duerme, y los problemas de la vida no lo convocan a la acción.
De hecho, creo que fue a José Carlos Escudero a quien le escuché decir que más que una definición de salud,
la de la OMS se parece a una de orgasmo. Situación que prolongada en el tiempo se convierte en priapismo,
entidad dolorosa si las hay. Es que creo que a esta altura los lectores merecen reírse un poco. Los franceses se
refieren al orgasmo como pequeña muerte, y a veces el término bienestar se sustituye en la definición por el de
equilibrio. Recuerdo de mis iniciales estudios de biología que el equilibrio se alcanzaba cuando a uno y otro lado
de una membrana plasmática la concentración de iones era la misma, es decir, cuando en la membrana dejaba
de funcionar la bomba de sodio potasio que al desequilibrar la concentración de iones definía la existencia de
vida. ¿Por qué una definición de salud se parece tanto a la locura y la muerte?
No sé cómo definen la paz las Naciones Unidas, pero si intentamos saberlo por lo que se ve en la realidad
internacional desde su creación, se trata de algo que seguramente no existe. La Mafalda de Quino se habría
referido a las Naciones Unidas como “esos simpáticos inoperantes”. Así suena la definición de salud de la OMS:
simpática e incapaz de convocar a la acción. La salud como un estado que no existe, un ideal inalcanzable.
El texto completo dice “la salud es el estado de completo bienestar físico, psíquico y social y no sólo la
ausencia de enfermedad” con lo que niega la primera definición y sigue incólume, aunque maquillado, el primer
paradigma. Veamos cómo este maquillaje opera en los distintos campos.
¿Cómo se construye el problema epidemiológico cuando la salud es un concepto referido a algo que no existe?
Deberá construirse un artefacto que refiera a algo que no exista. Y a esos fines calza perfectamente el concepto
de “factor de riesgo”. El riesgo es por definición la diferencia entre la distribución que un determinado fenómeno
tiene en la realidad y la distribución que le hubiera dado el azar. Una distribución que no existe: la aleatoria, es
la referencia con la que se contrasta la realidad. Cualquier otro fenómeno del que se pruebe según significación
estadística una variación similar en su frecuencia puede asumirse como “factor de riesgo”. La relación entre
ambos fenómenos es probabilística, de ningún modo causal, pero termina aplicándose de modo causaloide,
según lo señala Almeida Filho. Decimos que el tabaco es causa de cáncer de pulmón, aunque sabemos que si
todos fumáramos la causa del cáncer de pulmón sería claramente genética. (Ver G. Rose)
En nombre del riesgo se van estructurando normativas de comportamiento social que en aras de un inalcan-
zable estado de bienestar pueden llevar a convertir la existencia concreta en un infierno inmovilizador. Es que
el mejor modo de no correr riesgos es estar muerto. Así también es sencillo culpabilizar a las víctimas: quienes
enferman, algo habrán hecho. Eligieron un estilo de vida incorrecto.
Nuevamente se soslaya lo político, como si la capacidad de elegir tuviera una distribución homogénea entre
los individuos que conforman una sociedad y no estuviera determinada por su inserción en el aparato pro-
ductivo, las representaciones sociales y las estrategias del grupo social al que pertenecen. El hábito de fumar
tiene un marcado diferencial por clase: evidentemente los más pobres tienen menos capacidad de elegir entre
gratificaciones. Su universo de opciones es menor.
Recuerdo mi trabajo con obreros de frigorífico: frecuentemente obesos, hipertensos, dislipémicos. Yo in-
tentaba trabajar sobre sus “estilos de vida”, a ver si reducían la ingesta de grasas; me explicaban que cobraban
en productos de frigorífico la mitad de su sueldo, que iban obteniendo por adelantado. Seguía entonces yo con
el ejercicio aeróbico: permanecían en el mismo punto de depostaje trabajando 12 horas diarias por regímenes
a destajo, volvían a sus casas con dolores articulares, imposible salir a caminar; ingenuamente recomendaba
yo la bicicleta para aliviar del peso las rodillas “usted quiere que me degüellen, a la noche, por mi barrio, en
bicicleta?!!!!!” El infarto que les llegaba a los cuarenta, ¿se explica por su opción por un estilo de vida poco
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saludable? ¿O se trata del modo de vida que pudieron conseguir en el marco de determinaciones socialmente
construidas?
Este paradigma permite simplificar las explicaciones considerando a los sujetos en el tejido social como algo
que no existe: individuos aislados y homogéneamente libres Gestionar el proceso de trabajo en salud con el
objeto de alcanzar la nada a través de artefactos ideales, imponiendo normativas de conducta materialmente
inaplicables para la mayoría de los que más sufren requiere de un tipo especial de agentes cuya formación es el
objeto de la gestión en este paradigma: los tecnócratas. Sujetos capaces de escribir acerca de lo que debería
suceder, recomendar lo que habría que hacer, alimentar con extensos planes y manuales los cajones y estantes de
cada oficina ministerial, y adjudicar a la realidad, por portarse mal (según diría Mario Róvere) la responsabilidad
del fracaso de tanta enjundia. Su quehacer no tiene nada que ver con la política ni con el mundo real. Hablan
casi exclusivamente en voz pasiva y en potencial y reescriben el Taylorismo en clave de la Teoría General de
Sistemas. Cobran mucho, eso sí. Su discurso es muy útil para justificar la selección adversa y la medicalización
de la sociedad.
A esta altura mis cautivos lectores estarán pensando algo así como “a ésta no le viene nada bien”, algo que
no voy a ocuparme en negar en relación a otros órdenes de la vida, no así en el que nos ocupa.

3. La salud como capacidad de lucha.


En un barrio de La Matanza, hace más de veinte años surgió de la producción colectiva de un equipo de salud
y la comunidad la siguiente definición de salud, que a mi entender implica un genuino quiebre paradigmático en
relación con las previamente analizadas. Para ellos, la salud es la capacidad de lucha individual y social contra
las condiciones que limitan la vida. Imposible no evocar en esas palabras el pensamiento de Floreal Ferrara y
a su través el de Pichon Riviere y el de Canguilhem.
La salud como capacidad de lucha para cambiar el estado de cosas. Una tarea que requiere sujetos. Aún
el problema epidemiológico existe si hay un actor que lo produce al identificarlo en la distancia entre lo que
vive y lo que desea. No hay modo entonces de construir un problema sin el deseo, el interés transformador de
un actor sobre su propia realidad. La categoría poder, implícitamente unidireccional en los modelos hasta aquí
descriptos, asume un rol central en la explicación del problema de salud.
Al respecto los remito en este momento a la lectura del texto “Análisis de la situación de salud” de Pedro
Luis Castellanos. Castellanos desarrolla así la construcción estratégica del análisis de situación de salud como
un momento de la planificación estratégica. Explicado el problema en sus dimensiones generales, particulares
y singulares, la pregunta del sujeto de la práctica es ¿quién soy yo y qué puedo hacer en relación con este
problema? ¿Qué puedo llegar a poder, es decir cuál es mi/nuestra potencia, en la medida que mi interés pueda
sumarse al de otros actores?
Cualquier instancia de intervención, aún la clínica singular, es una acción en que se definen, interpelan o rat-
ifican relaciones de poder, se acumulan o desacumulan potencias, y la sucesión de hechos produce acumulaciones
capaces en algún momento de la historia de cuestionar, cambiar o legitimar reglas de juego.
Toda práctica en salud, la construcción del problema, la planificación, la gestión y la clínica como prácticas
políticas. La clínica, lejos de concebirse como la intervención sobre un objeto, es una construcción intersubjetiva
de un proyecto terapéutico que niegue la inevitabilidad del status quo, que se inscriba en la búsqueda de
autonomía. Tal vez la única práctica que merezca llamarse clínica es la que reconoce la condición de sujetos de
sus protagonistas. Y es ante los problemas que construyen en la distancia entre sus circunstancias y su deseo
que se inclinan (de allí el origen etimológico del término) los saberes y poderes de los terapeutas.
La gestión que conciba de este modo la salud tiene como propósito la constitución de sujetos: sujetos de
los verbos que dirigen sus deseos sujetados en proyectos de compromisos con otros, para construir la potencia
capaz de defender la vida transformando el mundo, desequilibrándolo en la búsqueda de crecientes grados de
libertad.
Las metodologías que construyen autonomía no son las mismas que las que la sujetan. Existe una gestión
para transformar y existe una gestión para reproducir. Cada una con sus herramientas y sus modos de explicar
la realidad. Cada una útil a distintos actores. Cada una surgida en su historia en función de una peculiar
ideología. Es necesario optar, y no confundirse.
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Clase 2
Tema: Distintas concepciones del cuerpo en el abordaje de los problemas de salud.
El cuerpo como objeto de trabajo y el cuerpo como signo.
Objetivos:
• Analizar la importancia del cuerpo en el desarrollo de las ciencias de la salud y sus diferentes conceptual-
izaciones.
• Reconocer el lugar de la historia y la sociedad en la construcción del objeto de trabajo de las profesiones
de la salud.

Bibliografía obligatoria:
TESTA, Mario y otros (1993) “Enseñar Medicina” en Pensar en Salud (2a edición). Lugar Editorial, Buenos
Aires. (Selección de fragmentos del texto relevantes para el desarrollo del tema).

Guía de Lectura
1. ¿Cuáles son los debates en torno del objeto del trabajo médico?
3. ¿Es posible aislar el cuerpo enfermo como objeto del trabajo médico? Desarrolle los argumentos del
autor al respecto.
4. Analice los postulados del autor y sus implicancias cuando se refiere a que el cuerpo humano está
en estado permanente de cambio.
5. Analice los postulados del autor y sus implicancias cuando analiza el cuerpo como signo.
6. ¿Cuál es el verdadero objeto del trabajo médico? ¿Por qué postula que es preciso superar el
particularismo y que es un error considerar al cuerpo individual como objeto del trabajo médico?
7. ¿Cuáles son los riesgos de que la medicina se transforme en pseudociencia?
8. Analice los roles del enfermo y el médico si se considera la enfermedad como desviación social

Ejes a tener en cuenta en la lectura:


• Problematizar el objeto de las ciencias de la salud.
• La salud-enfermedad como conceptos/ideas; el cuerpo enfermo como objeto de trabajo.

• El proceso de mercantilización del cuerpo enfermo: la medicina en el capitalismo


• El cuerpo como ejercicio de abstracción, descontextualizado; la necesidad de recontextualizar el
cuerpo enfermo para producir conocimiento científico.
• Contextualizar significa inscribir el cuerpo en coordenadas específicas de tiempo y lugar; historizar.

• La concepción mecánica del cuerpo como expresión del pensamiento positivista en salud.
• El cuerpo como signo ya resume y expresa muchas cosas. Cuando el autor plantea que el cuerpo
significa amor y también lucha está incorporando las dimensiones de la política y de la ideología; el
cuerpo entendido como una máquina refiere a la dimensión económica del cuerpo. Estos tres niveles
los toma del marxismo.

• El cuerpo en relación significativa con otros para trabajar, para amar y para combatir.
• El rol del enfermo y la función de controlador social del médico.
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ACTIVIDAD 1
Las imágenes a continuación dan cuenta de diferentes concepciones del cuerpo. Analice dichas imágenes
considerando si el cuerpo es tomado como signo o como máquina. Fundamente qué significa en cada caso.
Reflexione si suponen un cuerpo individual; un cuerpo colectivo. Justifique en todos los casos en base a
los argumentos del autor.

Figura 1

Figura 2
111

Figura 3

Figura 4
112

Figura 5

Figura 6
113

Clase 3
Tema: “Experiencia de enfermedad”, la carrera del enfermo, la dimensión subjetiva
del proceso salud - enfermedad.
Objetivos:
• Identificar el concepto de “experiencia de la enfermedad” en el abordaje de los problemas de salud.
• Considerar la importancia del sujeto y su subjetividad.
• Reflexionar cómo se expresan estas nociones en la relación médico - paciente.

Bibliografía obligatoria:
CORTES, BEATRIZ (1997) “Experiencia de enfermedad y narración: el malentendido de la cura” en Revista
Nueva Antropología, agosto, año/vol. XVI, número 53-52, Nueva Antropología A.C., México, D.F., México.

Actividad
Recuperación de experiencias / conocimiento previo:
Reunidos en pequeños grupos, realizar una entrevista a un compañero e indagar acerca de un episodio
imaginario de enfermedad teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
Construir una breve descripción de la enfermedad.
Identificar quiénes intervinieron en las instancias de diagnóstico. ¿Qué hicieron para realizar el diag-
nóstico?
¿Quiénes intervinieron en las instancias de atención? ¿Qué hicieron para atender el padecimiento?
¿Alguna otra persona que no nombró antes ayudó/colaboró en algo más durante todo este proceso?
¿Cómo ayudó?
Plenario y puesta en común.
141

Clase 4
Tema: Modelos, saberes y formas de atención de la salud. Las prácticas de autoa-
tención. Pluralismo médico.
Objetivos:
• Analizar el concepto de saber en salud, relacionando representaciones y prácticas profesionales.
• Identificar distintos tipos de saberes y formas de atención de la salud.
• Analizar el saber biomédico y sus vínculos con otros saberes y formas de atención de la salud.

Bibliografía obligatoria:
Menéndez, Eduardo L.; (2003). Modelos de atención de los padecimientos: de exclusiones teóricas y articula-
ciones prácticas. Ciência & Saúde Coletiva, . 185-207. http://www.redalyc.org/pdf/630/63042995014.pdf

Guía de Lectura
1. ¿Por qué el autor propone describir las formas de atención a través de la descripción de “lo que
hacen, usan y dicen los sujetos y conjuntos sociales”?
2. Identifique la clasificación que el autor plantea sobre las diferentes formas de atención. ¿Por qué el
autor habla de un proceso dinámico de atención? Ejemplifique.

3. Identifique y explique rasgos estructurales principales de la bio-medicina. Relacione con el pluralismo


médico.

Ejes para tener en cuenta en la lectura:


• Pluralismo médico: distintos tipos de saberes en torno de los padecimientos.

• Carrera del enfermo.


• Autoatención como primer nivel de atención.
• Principales características de la biomedicina. Proceso de medicalización de la vida cotidiana.

• Articulaciones entre la biomedicina y la autoatención: autoatención no es lo mismo que autocuidado.


La automedicación es solamente una parte de la autoatención.
185

Modelos de atención de los padecimientos:


de exclusiones teóricas y articulaciones prácticas

Care illness models: theoretical exclusions


and practice articulations

Eduardo L. Menéndez 1

Abstract In many Latin American societies – Resumen En las sociedades latinoamericanas


especially in Mexico – there is a diversity of existen diversos modelos de atención de los pa-
care illness models, which are considered in an decimientos que son considerados en forma ais-
isolated and even antagonistic way by state lada y hasta antagónica por el sector salud, en
health sector. This happens by living out the lugar de observar las estrechas relaciones que
observation of individual and group practices se dan entre esos modelos a través de las prác-
which shows the narrow and continual rela- ticas y representaciones de los sujetos que los
tionship between this models. This paper de- utilizan. En este trabajo se describen las rela-
scribes particular relations between biomedi- ciones que existen entre la biomedicina y la
cine and selfcare to show the constant trans- autoatención, para evidenciar el continuo pro-
action process between them. In first place some ceso de transacciones que operan entre las mis-
basic biomedical and selfcare characteristics mas. Primero se describen algunas caracterís-
are considered, then we observe the transac- ticas básicas de la biomedicina y de la autoa-
tion between them with special attention to tención, para luego observar las transacciones
drugs prescription and selfmedication. Trans- que existen entre ambas, especialmente a tra-
action process is usually ignored by biomedi- vés de la prescripción de fármacos y de la auto-
cine and selfmedication process specially crit- medicación. Este proceso transaccional tiende
icised by it. We are in the presence of a para- a ser ignorado por la biomedicina, que critica
dox because biomedicine and state health sec- los procesos de automedicación, lo que resulta
tor constantly promotes selfcare process which paradojal dado que la biomedicina y sobre to-
involves selfmedication. We notice that this do el sector salud impulsan procesos de autoa-
takes place without a reflection on articula- tención que incluyen la automedicación, sin
tion and consequences of this transactions on reflexionar sobre la articulación y sobre las
health/illness/care process. We propose to think consecuencias que estas transacciones tienen
about this process in view of its intentional use para el proceso salud/enfermedad/atención. Se
by health services. propone la necesidad no sólo de reflexionar so-
1 Centro de Investigaciones Key words Sefcare, Biomedicine, Transac- bre estos procesos transaccionales, sino de uti-
y Estudios Superiores tions, Relational approach lizarlos intencionalemnte desde el sector salud.
en Antropología Social. Palabras-claves Autoatención, Biomedicina,
Calle Juarez 87,
Tlalpan centro, Tlalpan
Transacciones, Enfoque relacional
14000, México DF
emenendez1@yahoo.com.mx
186

Cuando desde una perspectiva antropológica das y analizadas por los investigadores a través
hablamos de modelos de atención, nos referi- de las representaciones sociales e ideológicas, y
mos no sólo a las actividades de tipo biomédi- mucho menos en el nivel de las prácticas socia-
co, sino a todas aquellas que tienen que ver con les, es decir de las actividades desarrolladas con
la atención de los padecimientos en términos respecto a los padecimientos por los grupos que
intencionales, es decir que buscan prevenir, dar usan las diversas formas de atención, lo cual re-
tratamiento, controlar, aliviar y/o curar un pa- fuerza una concepción dominante de antago-
decimiento determinado, lo cual implica asu- nismos más que de articulaciones transaccio-
mir una serie de puntos de partida que contex- nales entre las diferentes formas de atención.
tualizan nuestro análisis de los modelos de aten- Más aun considero que el reconocimiento de
ción, aclarando que el material empírico que estas oposiciones suele darse sobre todo a través
apoya los análisis y conclusiones de este texto de las representaciones técnicas y sociales de los
surgen de nuestras investigaciones sobre saber curadores de las diferentes formas de atención,
médico y alcoholismo (Menéndez, 1990a; Me- pero mucho menos a nivel de las prácticas de
néndez y Di Pardo, 1996; 1999) y sobre saber los conjuntos sociales a través de las cuales ob-
médico y saber popular referidos a diferentes servamos una tendencia a integrar las diferen-
procesos de salud/enfermedad/atención (Me- tes formas de atención más que a antagonizar-
néndez, 1981; 1982; 1984; Menéndez y Ramí- las, excluirlas o negar unas en función de otras.
rez, 1980). Lo que domina en las sociedades actuales,
En primer lugar asumimos que en las socie- dentro de los diferentes conjuntos sociales es-
dades latinoamericanas actuales existen muy tratificados que las constituyen y más allá de la
diferentes formas de atención a la enfermedad situación de clase o de la situación étnica, es lo
que suelen utilizar diversas técnicas diagnósti- que se conoce como pluralismo médico, térmi-
cas, diferentes indicadores para la detección del no que refiere a que en nuestras sociedades la
problema, asi como variadas formas de trata- mayoría de la población utiliza potencialmente
miento e inclusive diferentes criterios de cura- varias formas de atención no sólo para diferen-
ción. Pero además de reconocer esta diversidad, tes problemas, sino para un mismo problema
cuando nos referimos a estas formas de aten- de salud.
ción no las pensamos principalmente en térmi- En las sociedades latinoamericanas, y espe-
nos de eficacia, de eficiencia y/o de calidad, si- cialmente en las sociedades capitalistas más de-
no en términos de reconocer su existencia, da- sarrolladas se estarían incrementando actual-
do que frecuentemente desde la perspectiva del mente las denominadas medicinas alternativas
Sector Salud (SS) y de la biomedicina, toda una o paralelas, y si bien dicho incremento sería, en
serie de actividades de atención a los padeci- cierta medida, una reacción a determinadas ca-
mientos es negada, ignorada y/o marginada, racterísticas de las orientaciones biomédicas,
pese a ser frecuentemente utilizada por dife- éste no es sin embargo el factor decisivo, por lo
rentes sectores de la población. menos respecto de determinados procesos. Pa-
Las diversas formas de atención que actual- ra dar un ejemplo; se suele decir que el desar-
mente operan en una sociedad determinada tie- rollo de ciertas medicinas alternativas es debi-
nen que ver con las condiciones religiosas, ét- do en gran medida al tipo de relación médi-
nicas, económico/políticas, técnicas y cientí- co/paciente que ha ido configurando e impo-
ficas que habrían dado lugar al desarrollo de niendo la biomedicina, el cual excluye, niega o
formas antagónicas o por lo menos fuertemen- subordina la palabra del paciente. Si bien esta
te diferenciadas especialmente entre la biome- afirmación es en parte correcta, debe subrayar-
dicina y la mayoría de las otras formas de aten- se que varias de las medicinas alternativas y de
ción. Según algunos autores las formas de aten- las denominadas “tradicionales” se caracterizan
ción de la medicina tradicional americana se por ser tan asimétricas en términos técnicos o
opondrían a determinadas concepciones y has- excluyentes de la palabra del paciente como la
ta valores de la biomedicina, y lo mismo sus- biomedicina, y algunas mucho más. Para varias
tentarían representantes de la denominada me- de estas medicinas la asimetría – inclusive en el
dicina científica con respecto a mayoría de los uso de la palabra – es condición necesaria para
usos populares y especialmente de ciertas ac- ejercer la ocupación de atender los padeci-
tividades de autoatención (Menéndez, 1981; mientos y por lo tanto de “curar”.
1990b). Si bien dichas diferencias existen, ge- El incremento constante de las denomina-
neralmente las mismas tienden a ser registra- das medicinas alternativas y la recuperación de
187

formas de la medicina popular no constituyen educar para la salud, y otras formas de atención
sólo reacciones contra la biomedicina. Si bien promueven el desarrollo de una salud equili-
no niego la existencia de procesos reactivos ha- brada o inclusive se propone la búsqueda de
cia la medicina alopática, éstos no constituyen mecanismos para impulsar una salud positiva;
los únicos ni frecuentemente los principales lo real es que la casi totalidad de las actividades
factores de este desarrollo, ya que intervienen de las diversas formas de atención actúan bási-
una pluralidad de factores incluyendo la indus- camente respecto de los padecimientos y enfer-
tria químico/farmaceútica, que como sabemos medades y no sobre la promoción de salud. Y
constituye uno de los pilares de la intervención esto no sólo porque lo proponen e impulsan
y expansión biomédica. Así por ejemplo en el los curadores, sino porque lo solicitan los suje-
caso de las formas de atención denominadas tos y grupos sociales, ya que éstos demandan
tradicionales y populares (Menéndez, 1994), acciones sobre sus padeceres más que sobre su
observamos que algunas de sus actividades han salud. Lo señalado no ignora que, especialmen-
sido resignificadas en sus usos no sólo en el me- te en las sociedades capitalistas de más alto
dio rural, sino especialmente en el medio urba- grado de desarrollo, se incrementa la población
no tanto de los países periféricos como desar- que realiza diferentes tipos de acciones en bus-
rollados. Un caso típico es el de la medicina her- ca de mejorar y/o promover su propio estado
bolaria que ha sido especialmente impulsada de salud a nivel individual, aunque frecuente-
en los últimos veinte años por una parte de la mente a través de una noción sumamente me-
industria químico/farmacéutica, dado el incre- dicalizada del mismo pese al uso de formas al-
mento del consumo de estos productos por los ternativas.
sectores sociales de mayores ingresos. En cada
sociedad los diferentes grupos utilizan formas
específicas de atención tradicionales/popula- Los conjuntos sociales como eje
res, pero me interesa subrayar que la mayoría de la atención de los padecimientos
de las mismas están dejando de ser patrimonio
exclusivo de determinados sectores sociales, La identificación y descripción de las formas de
económicos o étnicos. atención la iniciamos a través de lo que hacen y
Otro proceso importante a considerar es la usan los sujetos y grupos sociales para atender
presencia en las sociedades denominadas occi- sus padecimientos, y no a partir de los curado-
dentales de formas de atención a la salud que res biomédicos, tradicionales o alternativos. En
corresponden a saberes académicos de otros términos metodológicos iniciamos la descrip-
sistemas muy distintos del occidental. Los ca- ción a través de los sujetos y los conjuntos so-
sos más conocidos son los de la acupuntura y ciales porque a partir de los mismos, especial-
de la digitopuntura, pero debe subrayarse que mente de la trayectoria de la “carrera del enfer-
en varios países europeos y latinoamericanos se mo” o “carrera del paciente” podemos identifi-
han asentado y desarrollado la medicina man- car todas o, por lo menos, la mayoría de las for-
darina o la medicina ayurvédica en contextos mas de atención que intervienen en un contex-
donde previamente no existían estas tradicio- to determinado, lo cual sería difícil de obtener –
nes académicas. Si bien una parte de este desar- por muy diversas razones – si partimos inicial-
rollo se debe a procesos migratorios de masa, mente de los curadores. Pero además, a través
que implican el asentamiento no sólo de traba- de los conjuntos sociales podemos observar el
jadores migrantes, sino también de sus siste- uso articulado de las diferentes formas que usa
mas de atención; en otros casos son debidos a cada grupo y no los usos excluyentes. Si noso-
un proceso de apropiación generado por deter- tros partiéramos de cada curador, de cada for-
minados sectores sociales de los propios países ma de atención, lo frecuente sería la ignorancia
“occidentales”. o exclusión de las otras formas de atención o un
Estos y otros procesos han impulsado una reconocimiento crítico y frecuentemente estig-
constante diversidad de las formas de atención matizado de las mismas, así como la tendencia
a la enfermedad, que por supuesto adquiere a focalizar la descripción en la forma específica
una dinámica y diferenciación específica en ca- que cada curador representa. Pero además es a
da contexto. Ahora si bien casi todas estas for- través de las perspectivas y de los usos de los
mas de atención, incluida la biomedicina, se diferentes actores significativos (Menéndez,
preocupan por la salud, dado que en el caso de 1997) que podemos detectar la variedad de ar-
la biomedicina por ejemplo busca prevenir y ticulaciones que estos realizan respecto de las
188

diferentes formas de atención que potencial- en ciertas prácticas la posibilidad imaginaria y


mente pueden utilizar en un contexto determi- momentánea de lograrla; pasando por la adhe-
nado, porque la mayoría de esas articulaciones sión a prácticas religiosas que proveerían de un
se generan a través de las acciones que los suje- “equilibrio” al sujeto que va más allá de la en-
tos y grupos realizan para poder reducir o so- fermedad inmediata que padece. Las carencias
lucionar sus problemas. económicas, la existencia de enfermedades in-
Considero que si el sector salud quiere co- curables o si se prefiere todavía no curables, asi
nocer y/o implementar el sistema de atención como la búsqueda de soluciones a pesares exis-
real que utilizan los sujetos y conjuntos socia- tenciales conducen a la búsqueda y frecuente
les, debería identificar, describir y analizar las creación o resignificación de formas de aten-
diferentes formas de atención que los conjun- ción. Frente a determinadas formas de alcoho-
tos sociales manejan respecto de la variedad de lismo para las cuales la biomedicina tiene una
padeceres reales e imaginarios que reconocen eficacia limitada, los propios conjuntos socia-
como afectando su salud. Por supuesto que es- les desarrollaron grupos de autoayuda como
to no supone que reduzcamos la identificación Alcohólicos Anónimos (AA), forma de aten-
de los padeceres ni de las formas de atención ción que evidencia la mayor eficacia compa-
sólo a los que reconocen los conjuntos sociales, rativa con cualquier otro tipo de atención es-
sino que este es el punto de partida para esta- pecífica respecto de este problema. Pero otros
blecer la existencia de los padeceres y de las for- grupos han creado respecto del “alcoholismo”
mas de atención que los grupos no sólo reco- otras estrategias como son “los juramentos a la
nocen sino que sobre todo utilizan. virgen” en el caso de México (Menéndez y Di
Esta aproximación implicaría detectar y Pardo, 1996) o el uso de la brujería en el suroes-
construir los perfiles epídemiológicos y las es- te de los EEUU (Trotter y Chavira, 1981), que
trategias de atención que desarrollan en forma también tienen resultados en el control del con-
particular el saber biomédico, el saber de los cu- sumo patológico de alcohol, y en la diminución
radores tradicionales, el saber de los curadores de los daños generados por dicho consumo.
alternativos y/o el saber de los grupos sociales, Si nosotros partimos de los comportamien-
lo cual posibilitaría observar no sólo las con- tos de los sujetos y grupos respecto de sus pa-
vergencias y divergencias en la construcción del deceres, y cuando propongo esto pienso en con-
perfil epidemiológico dominante, sino el tipo juntos sociales estratificados y/o diferenciados
de atención utilizada en situaciones específicas. a través de condiciones ocupacionales, econó-
Este tipo de aproximación, que aplicamos en el micas, étnicas, religiosas, etc., que operan en di-
análisis de comunidades rurales y urbanas en ferentes contextos latinoamericanos, nos en-
Yucatán (Menéndez, 1981; Menéndez y Rami- contramos con que los mismos utilizarían po-
rez, 1980) y en Guanajuato (Menéndez, 1984) tencialmente las siguientes formas de atención:
contribuiría a producir una epidemiologia de a) de tipo biomédica referidas a médicos del
los comportamientos respecto del proceso s/e/a primer nivel de atención y del nivel de especia-
(salud/enfermedad/atención), que posibilita- lidades para padecimientos físicos y mentales
ría comprender la racionalidad de las acciones que la biomedicina reconoce como enfermeda-
desarrolladas por los sujetos y grupos sociales, des. Estas se expresan a través de instituciones
asi como también la racionalidad de los dife- oficiales y privadas. Dentro de esta deben reco-
rentes tipos de curadores, lo cual permitiría de- nocerse formas antiguas, y comparativamente
sarrollar estrategias que articulen dichas racio- marginales en la biomedicina como son la me-
nalidades. dicina naturista, la balneoterapia o la homeo-
Procesos sociales, económicos y cultura- patía, asi como la inclusión de formas deveni-
les posibilitan el desarrollo de diferentes for- das de otras concepciones como es el caso de la
mas de atención a partir de las necesidades y quiropracia. Aquí también deben incluirse las
posibilidades de los diferentes conjuntos socia- diferentes formas de psicoterapia individual,
les. Y cuando decimos esto pensamos en las es- grupal y comunitaria gestadas por lo menos en
trategias de supervivencia desarrolladas por parte desde la biomedicina;
personas ubicadas en situación de marginali- b) de tipo “popular” y “tradicional” expresadas
dad y extrema pobreza, o que están cayendo en también a través de curadores especializados
situación de pobreza; hasta sujetos que dada su como hueseros, culebreros, brujos, curanderos,
búsqueda de una suerte de eterna juventud fre- espiritualistas, yerberos, shamanes, etc. Aquí
cuentemente homologada a salud, encuentran debe incluirse el papel curativo de ciertos san-
189

tos o figuras religiosas tanto cristianas como de El otro nivel refiere a la integración de dos o
otros cultos, asi como el desarrollo de activida- más formas de atención por sujetos y grupos
des curativas a través de grupos como los pen- que tienen algún padecimiento, lo cual puede
tecostales o los carismáticos; ser sobre todo observado a través de la deno-
c) alternativas, paralelas o new age que inclu- minada carrera de enfermo, y constituyéndose
yen a sanadores, bioenergéticos, nuevas religio- este tipo de articulación en el más frecuente,
nes curativas de tipo comunitario, etc.; dinámico y expandido.
d) devenidas de otras tradiciones médicas aca- Por supuesto que otras fuerzas sociales ope-
démicas: acupuntura, medicina ayurvedica, ran en este proceso de relación entre las dife-
medicina mandarina, etc.; rentes formas de atención de la enfermedad, co-
e) centradas en la autoayuda: Alcohólicos mo es el caso de ciertas organizaciones no gu-
Anónimos, Neuróticos Anónimos, Clubes de bernamentales en el campo de la salud repro-
Diabéticos, padres de niños con síndrome de ductiva o el de la propia industria químico/far-
Down, etc., cuya característica básica radica en macéutica impulsando cada vez más los me-
que están organizadas y orientadas por las per- dicamentos de origen herbolario. Pero desde
sonas que padecen o co/padecen algún tipo de nuestro punto de vista son las actividades im-
problema. pulsadas por los sujetos y grupos sociales las
Esta clasificación de las formas de atención, que generan la mayoría de las articulaciones
que podría ampliarse y/o modificarse, no su- entre las diversas formas de atención a través
pone que las consideremos como formas está- de sus usos, y superando frecuentemente la su-
ticas y aisladas cada una en si misma, dado que puesta o real diferencia o incompatibilidad que
asumimos la existencia de un proceso dinámi- puede existir entre las mismas, dado que dichas
co entre las actividades devenidas de diferentes incompatibilidades y diferencias son secunda-
formas de atención; es decir que las mismas no rizadas por la búsqueda de una solución prag-
funcionan siempre excluyentemente sino tam- mática a sus problemas. Lo cual no niega que
bién a través de relaciones entre dos o más for- haya diferencias significativas y hasta incompa-
mas de atención. Dicha dinámica opera en por tibilidades entre las diferentes formas de pen-
lo menos dos niveles, el que refiere a las rela- sar y actuar sobre el proceso s/e/a, pero dichas
ciones establecidas entre las diversas formas de diferencias deben ser observadas siempre en las
atención a través de uno de los diferentes ope- prácticas sociales y técnicas, dado que es a tra-
radores de las mismas; y así vemos como la bio- vés de éllas que podremos evidenciar las dife-
medicina por lo menos en determinados con- rencias, pero también el uso articulado de, por
textos se apropia de la acupuntura o de la qui- lo menos, una parte de las mismas. Dichas arti-
ropracia, y en otros retoma la tradición herbo- culaciones se desarrollan a través de diferentes
laria o incluye grupos de Neuróticos Anónimos dinámicas transaccionales dentro de relacio-
como parte de los tratamientos. Por lo cual se nes de hegemonía/subalternidad (Menéndez,
genera algún tipo de articulación entre diferen- 1981; 1983; 1984). Si bien, como lo señalamos,
tes formas de atención, inclusive entre algunas algunas articulaciones se generan a través de
que en determinados momentos aparecían co- los propios curadores, estos tratan de mantener
mo antagónicas como es el caso de la actitud su propia identidad como curadores, y desde
biomédica inicial hacia Alcohólicos Anónimos, esa perspectiva más que articular se genera una
ya que en América Latina, y en particular en apropiación de técnicas pero manteniendo la
México, la biomedicina y el sector salud recha- diferencia, hegemonía y/o exclusión a través de
zaron inicialmente en forma tácita o explícita a seguir proponiendo su forma de curar como la
los grupos de Alcohólicos Anónimos; algunos más idónea. Esta es la manera dominante de
epidemiólogos y psiquiatras sostenían que di- actuar de la biomedicina, que si bien en gran
chos grupos de AA no se expandirían por Lati- medida puede ser analizada en términos de un
noamérica debido a razones de tipo cultural, mercado competitivo de saberes y técnicas, no
especialmente religiosas. Sin embargo a partir sólo por supuesto es una cuestión de mercado,
de la década de los 60', pero sobre todo de los sino que incluye procesos ideológicos, sociales
70' se genera una notable expansión de estos y técnicos que tienen que ver con el manteni-
grupos, que condujo a que países como Hon- miento y desarrollo de la identidad profesional
duras y México sean de los que tienen un ma- y de su hegemonía.
yor número de grupos a nivel mundial (Menén- Este proceso podemos observarlo en uno de
dez, 1990; Menéndez y Di Pardo, 1996; 1999). los campos menos legitimados dentro del saber
190

biomédico, es decir el referido a la salud men- radores tradicionales; fue el sector salud el que
tal, el que actualmente se caracterizaría por una adiestró a parteras empíricas de tal manera que
actitud ecléctica según la cual y en función del estas utilizaron una síntesis de elementos tradi-
objetivo terapeútico, la psiquiatría utilizaría to- cionales y biomédicos; fue el sector salud el que
das aquellas estrategias y orientaciones que de- enseñó a sujetos de las comunidades a cortar
muestran cierto grado de eficacia, pasando por nódulos de personas con oncocercosis o que se-
lo tanto a segundo plano la fundamentación leccionó personas de la comunidad como agen-
teórica de las caracteristicas diferenciales de ca- tes de salud. Fue el sector salud y un número
da una de las mismas. Pero debe subrayarse que cada vez más amplio de ONG las que formaron
sólo una pequeña parte de la psiquiatría – y su- y siguen formando cientos de promotores de
brayo lo de psiquiatría – recurre a formas de salud que suelen utilizar una mezcla de técni-
atención desarrolladas desde perspectivas no cas populares y biomédicas.
médicas, ya que el eclecticismo se reduce a las Este proceso complejo, dinámico y diferen-
diferentes técnicas desarrolladas desde la bio- ciado podemos observarlo y detectarlo de con-
medicina y campos afines. Esto no ignora por junto sobre todo si lo registramos a través de
supuesto la existencia de numerosas experien- las acciones de los grupos sociales, dado que
cias que han incluido desde técnicas shamáni- desde la perspectiva de las diferentes formas de
cas hasta rituales sociales urbanos de curación atender – y no sólo de la biomedicina – sólo re-
en varios países latinoamericanos, pero esta no gistraremos una parte de dichas formas de aten-
ha sido la línea dominante especialmente en el ción y generalmente en forma no relacionada.
caso mexicano (Menéndez y Di Pardo, 1996; Desde las diferentes formas de atención, y es-
1999). pecialmente desde el saber e instituciones bio-
El proceso de apropiación y eclecticismo médicas, sólo se tenderá a reconocer algunas de
podemos observarlo no sólo a través de la bio- las formas de atención, y no las más diversas y
medicina sino de otras formas de atención; en a veces impensables actividades curativas o
América Latina hay un proceso constante se- sanadoras. Pero además tiende a generarse una
gún el cual una parte de los curadores popula- visión estigmatizada y excluyente de por lo
res y tradicionales además de prescribir y/o menos algunas formas de atención, colocando
realizar sus tratamientos tradicionales, recetan el eje de la eficacia, de la eficiencia y de la legi-
también antibióticos o vitaminas como parte timidad exclusivamente sobre el propio que-
de su forma de atención. En el caso de las par- hacer y no sobre el conjunto de las formas de
teras llamadas empíricas se observa la utiliza- atención. Este proceso, y lo subrayo, también
ción de técnicas de inducción del parto de tipo ocurre con las otras formas de atención que no
biomédico. Debe subrayarse que este proceso fundamentan su legitimidad e identidad en la
de apropiación obedece a varias dinámicas en- racionalidad científica sino en la religiosa y/o
tre las cuales subrayo dos: la desarrollada a par- étnica, proponiendo una eficacia comparati-
tir de los propios curadores en busca de mayor va inherente al uso exclusivo de estas dimen-
eficacia, lo cual conduce, en determinados ca- siones.
sos, a que las medicinas generadas por la indus- Si el eje lo colocamos en los diferentes con-
tria químico/farmacéutica sean incluidas y usa- juntos sociales no sólo registraremos todas o
das en las concepciones culturales tradiciona- por lo menos la mayoría de las formas de aten-
les como las de la oposición y complementa- ción que se usan realmente, sino que no tendre-
ción entre lo frío y lo caliente como ocurre con mos una visión unilateral de las formas de aten-
el uso de las aspirinas, penicilina o alka-zelzer ción que pretenden su exclusividad a través de
en numerosos grupos étnicos mexicanos. Y otra lo científico, de lo religioso o de lo étnico, dado
impulsada por la propia biomedicina o si se que las registramos a través de los diferentes
prefiere por el sector salud a través de los pro- puntos de vista que operan en una comunidad
gramas de atención primaria que viene apli- y que incluyen no sólo las perspectivas de la
cando desde por lo menos los años 20’ (Me- población estratificada, sino la de los diferentes
néndez, 1981). De tal manera que por ejemplo tipos de curadores (Menéndez, 1990b; 1997).
en México fue el sector salud el que enseñó a Pero el aspecto central, que luego desarrollare-
parte de la población de las comunidades rura- mos, es que los sujetos y grupos sociales cons-
les a dar inyecciones dado que no existían re- tituyen el agente que no sólo usa las diferentes
cursos humanos locales para hacerlo, y parte de formas de atención, que las sintetiza, articula,
este personal que aprendió a inyectar eran cu- mezcla o yuxtapone, sino que es el agente que
191

reconstituye y organiza una parte de estas for- litaría además observar cuales son las formas
mas de atención en actividades de “autoaten- de atención más usadas y las que tienen ma-
ción”, dado que la autoatención constituye no yor eficacia para abatir, controlar o disminuir
sólo la forma de atención más constante sino el determinados daños en términos reales o ima-
principal núcleo de articulación práctica de las ginarios. Al igual que también podríamos re-
diferentes formas de atención, la mayoría de las gistrar cuales son los factores de tipo económi-
cuales no puede funcionar completamente si- co, técnico e ideológico que se oponen o facili-
no se articula con el proceso de autoatención. tan la articulación de las diferentes formas de
Este señalamiento es obvio, pero tiende a ser no atención, a través de las prácticas cotidianas de
sólo olvidado, sino excluido del analisis de los los conjuntos sociales.
servicios de salud. Una cosa es hablar de con- Pero en este trabajo no podemos desarro-
valescencia y otra asumir que el papel decisivo llar el análisis integral de las diferentes formas
en gran parte de las actividades de convalescen- de atención, sino que a modo de ejemplo nos
cia están a cargo del sujeto y su grupo a través concentraremos en los que consideramos las
de acciones de autoatención. dos formas dominantes de atención a los pa-
Un análisis integral de las formas de aten- decimientos en un contexto como el mexicano
ción que operan en un contexto determinado actual, me refiero a la biomédica y a la autoa-
supondría obtener el perfil epidemiológico de tención; asumiendo que en la sociedad mexica-
los padecimientos dominantes y sus formas de na encontraremos distintas formas de articula-
atención en una comunidad determinada, se- ción entre biomedicina y autoatención en fun-
gún son formulados por los diferentes cura- ción de las características socioeconómicas, ét-
dores y por los conjuntos sociales (Menéndez, nicas, religiosas, educacionales, de localización,
1984; Menéndez y Ramirez, 1980). Esta infor- etc. de los diferentes grupos y sujetos sociales.
mación nos daría algo así como un diagnóstico Lo que haremos primero es describir algunas
de situación sobre como atiende la gente real- características básicas de la biomedicina, ha-
mente sus padeceres, incluída la articulación de ciendo hincapié en aquellas que limitan la po-
las diferentes formas de atención generadas por sibilidad de una articulación mayor y más efi-
la población, y más allá de los antagonismos caz con la autoatención, y luego haremos lo
existentes a niveles profesionales e institucio- mismo con la autoatención para concluir pro-
nales en términos económicos, técnicos e ideo- poniendo algunos mecanismos de articulación
lógicos. En varios trabajos realizados en dife- posibles.
rentes contextos mexicanos (Menéndez y Ra-
mirez, 1980; Menéndez, 1984; 1990b; Osorio,
1994) se describe como, durante la carrera del Biomedicina: algunos rasgos
enfermo, los sujetos demandan inicialmente y limitaciones
un tipo de atención en función del diagnóstico
presuntivo que manejan y de otros factores co- En principio recordemos que la biomedici-
mo la accesibilidad física y económica a las di- na en tanto institución y proceso social se ca-
ferentes formas de atención que operan en su racteriza por su constante aunque intermiten-
contexto de vida, pero si dicha atención no re- te modificación y cambio y no por su inmovili-
sulta eficaz la reemplazan rapidamente por la dad, y cuando señalo esto no me refiero sólo a
atención de otro tipo de curador, implicando cambios técnicos y científicos, sino a cambios
este cambio una transformación en el diagnós- en sus formas dominantes de organizarse e in-
tico y tratamiento. Este proceso puede agotarse tervenir no sólo técnica sino económica, social
en esta segunda instancia o dar lugar a la de- y profesionalmente. Por lo cual el análisis que
manda de otras formas de atención, que puede estamos realizando en este texto no refiere a la
implicar una nueva demanda de atención a los biomedicina que se practicaba en 1850, en 1920
primeros curadores consultados. Los indicado- o 1950, sino a las tendencias que se desarrollan
res diagnósticos que los grupos manejan posi- desde los 60’ y 70’ hasta la actualidad.
bilitan una articulación práctico/ideologica en- Quiero subrayar que para ciertas miradas
tre las diferentes formas de atención estable- a-históricas, estos cambios – o por lo menos al-
ciendo una conexión entre las mismas a través gunos de éllos – suelen ser leídos en términos
de la carrera del enfermo. de crisis, generando en algunos casos la idea
Este tipo de aproximación epidemiológi- que la biomedicina estaría en una situación de
ca – que denominamos sociocultural – posibi- crisis permanente; más aun para algunas ten-
192

dencias habría un casi constante derrumba- la orientación profesional de la biomedicina


miento de la misma, augurándose su reempla- pero sin que éllo implique la reducción de la
zo más o menos inmediato por algunas formas expansión de la misma.
de atención “alternativas”. Otras tendencias bio- Lo señalado no significa negar que existen
médicas por el contrario están en una suerte de situaciones conflictivas, cuestionamientos e in-
exitismo cientificista, que sólo concibe el cam- clusive desarrollos de formas de atención que
bio en términos de progeso técnico más o me- parcialmente reemplazan o complementan a la
nos infinito, pero que demuestra escasa sensi- biomedicina, sino que significa asumir la exis-
bilidad para detectar y explicar los cambios tencia de procesos de cambio que afectan a las
institucionales, culturales y económico/políti- instituciones y profesiones, incluido el sector
cos que afectan el saber médico. Estas orienta- salud y respecto de los cuales se generan modi-
ciones – y por supuesto otras – simplemente las ficaciones que deben ser analizadas en su real
señalamos pero sin analizarlas, ya que lo que lo significación. Tampoco negamos que algunos
que buscamos es, por una parte, subrayar que de estos procesos adquieren el carácter de cri-
los cambios y modificaciones no tienen que ver sis, pero para asumirlo habría que definir que
necesariamente con crisis ni con progresos tec- se entiende por crisis, cuales son sus indicado-
nológicos, y por otra que uno de los aspectos res y cuales son sus consecuencias tanto para la
más significativos de las modificaciones y cam- biomedicina como para los conjuntos sociales.
bios que observamos en biomedicina, son las Desde esta perspectiva frente a situaciones de
que se expresan a través de su proceso de ex- conflicto y/o de cambio o – si se pretende – de
pansión. En los contextos desarrollados y sude- crisis, la biomedicina hasta ahora ha encon-
sarrollados denominados occidentales, y pese trado siempre “soluciones” que siguen asegu-
al incremento de medicinas paralelas y alterna- rando su expansión, y donde reiteradamente el
tivas, la forma de atención que más se expande eje de su impulso y justificación está centrado
directa o indirectamente sigue siendo la bio- en la biologización de su enfoque profesional y
médicina. Lo cual además nos conduce a reco- técnico. Posiblemente la mayor crisis operada
nocer, que si bien en algunos países occidenta- dentro de la biomedicina, por lo menos a nivel
les se están estableciendo y desarrollando acti- de los críticos, se dio entre mediados de los 60’
vidades correspondientes a otras tradiciones y fines de los 70’. Las criticas iban dirigidas ha-
médicas académicas, sin embargo en los países cia la pérdida de eficacia de la biomedicina, ha-
que han originado dichas tradiciones como Ja- cia el desarrollo de una relación médico/pa-
pón, India o China está expandiéndose e inclu- ciente que no sólo negaba la sujetividad del pa-
sive pasando a ser hegemónica la biomedicina, ciente sino que incrementaba la ineficacia cu-
siendo ésta la que subalterniza y/o desplaza a rativa, al desarrollo de una biomedicina centra-
las medicinas académicas locales. da en lo curativo y excluyente de lo preventi-
Es el conjunto de estos procesos, que alcan- vo, en un énfasis de las actividades asistencia-
za su expresión más notoria en la expansión del les que incrementaba constantemente el costo
consumo de medicamentos producidos por la económico de la atención de la enfermedad, a
industria químico/farmaceútica, el que respal- las constantes situaciones donde se registraban
da nuestro análisis. En países como México di- transgresiones a la ética médica, etc., etc., etc.
cha industria en forma directa o a través del Varias de estas criticas están a la base de las
sector salud ha conseguido colocar algunos de propuestas de Atención Primaria Integral de-
sus productos en los lugares más remotos y ais- sarrolladas desde los 60’, pero que luego de un
lados del país siendo actualmente parte de las primer impacto redujeron las expectativas de
estrategias de atención de los diversos grupos sus propuestas, asi como disminuyeron tam-
étnicos mexicanos. Pese a la evidencia de esta bién las críticas. Pero en los 80’ y sobre todo en
tendencia se prefiere afirmar la pérdida de im- los 90’ reaparecen las críticas, tal vez menos
portancia de la biomedicina a través de lo que ideologizadas que en los 60’, denunciando otra
ocurre en algunos campos como el psiquiá- vez la ineficacia de la biomedicina puesta de re-
trico, dado que en varios países se observa un lieve en el retorno de la morbimortalidad por
constante descenso en el número y/o porcenta- tuberculosis broncopulmonar, cólera o dengue,
je de psiquiatras. En los EEUU desde hace unos en la imposibilidad de curar la mayoría de las
veinte años decrece constantemente el número enfermedades crónicas ya que hasta ahora sólo
de estudiantes de medicina que eligen la orien- es posible controlarlas; en el incremento cons-
tación psiquiátrica, lo cual indica cambios en tante de la desnutrición, en la persistencia de
193

problemas éticos, etc., etc., etc. Pero nueva- do previamente sólo eran aconteceres ciudada-
mente estas críticas están disminuyendo, y el nos. Este proceso implica no sólo que los suje-
eje estrutucturador sigue estando colocado en tos y grupos vayan asumiendo dichos aconte-
el biologicismo de la manera de pensar y actuar ceres ciudadanos en términos de enfermedad y
biomédica. La biomedicina sigue depositando no de lo que tradicionalmente han sido, es de-
sus expectativas en el desarrollo de una inves- cir conflictos y padeceres, sino que pasen a ex-
tigación biomédica que da lugar al surgimien- plicarlos y atenderlos, en gran medida a través
to de explicaciones biológicas de los principa- de técnicas y concepciones biomédicas. Esta
les padecimientos y de soluciones basadas en la medicalización supone no sólo convertir en
producción de fármacos específicos, así como problema de salud determinadas situaciones
incide en la constante biologización de las re- cotidianas – como fue y es el caso de la hiperki-
presentaciones sociales del proceso s/e/a (Me- nesis infantil (Conrad, 1976; Conrad y Schnei-
néndez, 2002). der, 1980), sino convertir en problema quirúr-
Más allá de críticas y crisis, lo que observa- gico la situación de parto a través de la genera-
mos es una continua expansión de la biome- lización de la cesárea en países como México,
dicina que afecta su relación con las otras for- donde un alto porcentaje de los partos en las
mas de atención. Dicha expansión se caracte- instituciones oficiales y privadas se hacen a tra-
riza por un proceso de continuidad/disconti- vés de cesáreas innecesarias (Cárdenas, 2000).
nuidad, donde la continuidad está dada por el Si bien respecto del proceso de medicalización
constante aunque intermitente proceso de ex- existe actualmente una concepción menos uni-
pansión basado en la investigación biomédica, lateral y mecanicista que la dominante en los
en la producción farmacológica y en la medica- 60’ y 70’, que inclusive ha conducido a algunos
lización no sólo de padeceres sino de compor- autores a negar dicho proceso, no cabe duda
tamientos; y la discontinuidad por las orien- que el mismo no sólo existió sino que sigue vi-
taciones críticas surgidas al interior y fuera de gente. Lo que las investigaciones y reflexiones
la propia biomedicina, así como por las activi- actuales han cuestionado es la visión omnipo-
dades y representaciones impulsadas por las tente y unilateral con que eran – y todavia son
otras formas de atención y especialmente por observados por algunos autores – estos proce-
las prácticas de los diferentes conjuntos socia- sos, según la cual la biomedicina podía impo-
les para asegurar la atención y solución real y/o ner casi sin modificaciones y oposiciones sus
imaginaria de sus padecimientos. maneras de explicar y atender los padeceres, y
Este proceso de expansión se da básicamen- sin tomar en cuentra las resignificaciones, reac-
te en dos niveles; por una parte a través de las ciones y acciones de los sujetos y grupos sobre
actividades profesionales que se realizan y que los cuales actuaba.
refiere a los niveles de cobertura de atención al- Son estas tendencias las que operan en las
canzados, al número de profesionales, al núme- relaciones de la biomedicina con los conjuntos
ro de camas de hospitalización, al número de sociales y con los otros saberes médicos; siendo
partos atendidos institucionalmente, al núme- especialmente la medicina alopática la que es-
ro de cesáreas, a la cobertura de inmunización, tablece las condiciones técnicas, sociales e ideo-
etc., etc., etc., comparados – o no – con los in- lógicas dentro de las cuales se desarrollan las
dicadores de las otras formas de atención. Estas relaciones con los otros saberes. El análisis de
tendencias han sido y son estudiadas para po- algunas de las características estructurales de la
sibilitar la planificación de los recursos, para biomedicina nos permitirá observar lo que es-
elevar la calidad de los servicios o para redu- tamos señalando. La biomedicina actual se ca-
cir costos, pero también pueden ser utilizadas racteriza por una serie de rasgos técnicos, pro-
como indicador que puede evidenciar el des- fesionales, ocupacionales, sociales e ideológicos
plazamiento o suplantación de otras formas de que hemos analizado en varios trabajos (Me-
atención por la biomedicina, o viceversa. néndez, 1978; 1979; 1981; 1983; 1984; 1990a;
Pero además la expansión opera a través de Menéndez y Di Pardo, 1996; 1999), y que no
lo que se denomina proceso de medicalización, sólo expresan la orientación dominante de la
es decir un proceso que implica convertir en medicina alopática, sino que algunas de dichas
enfermedad toda una serie de episodios vitales características evidencian el tipo de relación
que son parte de los comportamientos de la vi- que la biomedicina establece con los conjuntos
da cotidiana de los sujetos, y que pasan a ser ex- sociales estratificados asi como con las otras
plicados y tratados como enfermedades cuan- formas de atención.
194

A nivel de lo que denomino Modelo Médi- al campo de investigación que es el que genera
co Hegemónico (MMH) he descripto y anali- las explicaciones y el tipo de fármaco específico
zado alrededor de unas treinta características a utilizar por los clínicos. El paso a primer pla-
estructurales, de las cuales sólo comentaré al- no de la investigación genética en los últimos
gunas que nos permitan especialmente obser- veinte años ha reforzado aun más esta tenden-
var ciertas tendencias que orientan las relacio- cia (Menéndez, 2002).
nes de la biomedicina con las actividades de Quiero subrayar, para evitar equívocos, que
autoatención, aclarando que cuando hablo de al señalar el peso del biologicismo no ignoro
MMH referido a la medicina alopática, lo hago obviamente sus aportes; ni tampoco niego el
en términos de una construcción metodoló- uso por parte del personal de salud de relacio-
gica manejada en un alto nivel de abstracción, nes personales, incluida la dimensión psico-
de tal manera que como todo modelo constitu- lógica, no sólo en la relación afectiva con el pa-
ye un instrumento heurístico para la indaga- ciente sino en la estrategia curativa y hasta diag-
ción de la realidad, pero no constituye la reali- nóstica, pero estas habilidades personales apa-
dad (Menéndez, 1990a). Es como construcción recen como secundarias desde la perspectiva de
metodológica que considero que las principa- la biomedicina en términos de institución y de
les caracteristicas del MMH son las siguientes: formación profesional.
biologismo, a-sociabilidad, a-historicidad, a- El biologicismo inherente a la ideología mé-
culturalismo, individualismo, eficacia pragmá- dica es uno de los principales factores de exclu-
tica, orientación curativa, relación médico/pa- sión funcional de los procesos y factores histó-
ciente asimétrica y subordinada, exclusión del ricos, sociales y culturales respecto del proceso
saber del paciente, profesionalización forma- salud/enfermedad y de las otras formas de aten-
lizada, identificación ideológica con la racio- ción consideradas por la biomedicina como
nalidad científica, la salud/enfermedad como formas culturales, y en consecuencia excluidas
mercancía, tendencia a la medicalización de los o por lo menos subalternizadas. Pero un aspec-
problemas, tendencia a la escisión entre teoría y to importante a recordar, es que el médico no
práctica (Menéndez, 1978; 1981; 1983; 1990a). tiene formación profesional sobre los factores y
El rasgo estructural dominante de la bio- pocesos sociales y culturales que inciden en el
medicina es el biologicismo por lo menos a ni- desarrollo y mantenimiento de los padecimien-
vel ideológico/técnico, dado que es el factor tos; salvo en el campo salubrista donde puede
que no sólo refiere a la fundamentación cien- haber formación sistemática, el resto del perso-
tífica del diagnóstico y del tratamiento, sino nal de salud incluye estos aspectos, si es que le
que constituyen el principal criterio de dife- interesa, a través de sus posibilidades y habili-
renciación con las otras formas de atención. Si dades personales y no de una formación técni-
bien el saber biomédico, especialmente en algu- ca específica. No obstante no es el factor que
nas de sus especialidades y orientaciones, toma más me interesa analizar, ya que para mi el más
en cuenta los niveles psicológicos y sociales de decisivo es observar si el personal de salud con-
los padecimientos, la biomedicina en cuanto sidera estos factores como importantes de ma-
institución tiende a subordinarlos o excluirlos nejar a nivel de su acto médico, y de ser impor-
respecto de la dimensión biológica. La dimen- tantes ¿cómo los utilizaría para contribuir a ali-
sión biológica no es meramente un principio viar, controlar o curar el padecimiento? Y fren-
de identificación y diferenciación profesional, te a este interrogante debemos reconocer que
sino que es el núcleo de la formación profesio- en el nivel de la intervención la mayoría de los
nal del médico. El aprendizaje se hace a partir médicos dejan de lado dichos aspectos; una co-
de contenidos biológicos, donde los procesos sa es reconocer que la situación de extrema po-
sociales, culturales y psicológicos son anecdóti- breza y marginalidad incide en la desnutrición,
cos, y donde no hay información sistemática y otra poder operar con dichos factores en la
sobre otras formas de atención. Es de la inves- intervención clínica más allá de un proceso de
tigación biológica, bioquímica, genética que la rehabilitación que no puede evitar la recidiva,
biomedicina extrae sus principales explicacio- a menos que existan programas de alimenta-
nes y sobre todo sus principales instrumentos ción complementaria. Prácticamente ningun
de curación. Esta afirmación no ignora la im- médico ignora esta influencia, aunque una par-
portancia del trabajo médico cotidiano, incluí- te prefiera hablar de malnutrición y subrayar
da la investigación clínica, pero el mismo apa- ciertos aspectos de ésta más que los de desnu-
rece como un campo aplicativo y subordinado trición, lo cual en función de lo que venimos
195

desarrollando es sin embargo secundario. Si rias que en el plano de los servicios de salud,
bien el personal médico puede asumir la im- los cuales – por lo menos en algunos aspectos
portancia de factores como la extrema pobreza significativos – suelen orientarse en un sentido
en el desarrollo y mantenimiento de proble- inverso de lo recomendado por los que anali-
mas de salud, a nivel técnico e institucional su zan y reflexionan sobre la relación médico/pa-
manejo de estos aspectos es, por decirlo suave- ciente y su papel dentro de los servicios de sa-
mente, limitado. Y esta limitación la podemos lud oficiales y/o privados. Si observamos siste-
observar a través de los aspectos más decisivos mas de salud como el británico o el mexicano
del trabajo médico. ¿qué es lo que econtramos? Encontramos que
Desde por lo menos la década de los 50’ di- pese a reconocer las criticas señaladas respecto
ferentes tendencias de la psicología, de la socio- de las características dominantes en la relación
logía, de la antropología y de la misma biome- médico/paciente y la necesidad de revertir la
dicina vienen señalando la importancia de la orientación de los servicios, lo que se desarro-
relación médico/paciente, para el diagnóstico lla en los hechos es una tendencia a reducir ca-
y para el tratamiento, y en consecuencia la ne- da vez más el tiempo de la relación médico/pa-
cesidad de mejorarla, de hacerla más simétri- ciente y especialmente el tiempo dado a la pa-
ca, de incluir no sólo la palabra del paciente si- labra del paciente. Es decir se potencian la ten-
no sus referencias socioculturales, dado que las dencia histórica de la biomedicina para esta-
mismas tienden a ser excluídas por la mayoría blecer una relación asimétrica y las dinámicas
de los médicos. De allí que parte del mejora- institucionales actuales que tienden a reforzar
miento de la calidad de los servicios médicos dicha orientación de la biomedicina más allá
está depositada justamente en la modificación de los discursos y reflexiones de los científicos
de aspectos de la consulta. De esto son concien- sociales y de las propias autoridades sanitarias.
tes gran parte de los médicos, y reiteradamente Asi por ejemplo en el Instituto Mexicano del
se propone la necesidad de mejorar dicha rela- Seguro Social (IMSS), que da atención a cerca
ción, incluyendo dar más tiempo a la palabra del 50% de la población mexicana, la media ac-
del paciente. Dentro del campo antropológico tual del tiempo de consulta es de cinco minu-
se ha desarrollado una corriente liderada por tos (Menéndez, 2000). Estas conclusiones no
médicos de formación antropológica que des- ignoran que existen tendencias que proponen
de la década de los 70’ y sobre todo desde los 80’ otras formas de relación médico/paciente, o por
vienen proponiendo la necesidad de que el mé- lo menos modalidades que posibilitan una ma-
dico no sólo posibilite que el paciente narre su yor expresión de la palabra y de las acciones del
enfermedad, sino que el facultativo aprenda a paciente.
decodificar cultural y medicamente el significa- La relación médico/paciente se caracteri-
do de dichas narrativas. Esta propuesta tiene za especialmente en el primer nivel de atención
sus dos principales centros de influencia en las pero también a nivel de especialidades por la
escuelas de Medicina de Harvard y de Berkeley duración cada vez menor del tiempo de la con-
donde trabajan respectivamente Kleinman sulta, por reducir cada vez más la palabra del
(1988a; 1988b) y Good (1994; Good y Del Vec- paciente, pero también por reducir cada vez
chio Good, 1993), que en el caso de este último más la palabra del propio médico. En la mayo-
ha implicado el desarrollo de un programa es- ría de las instituciones médicas oficiales ya no
pecial de formación de médicos dentro de esta se realizan historias clínicas en el primer nivel
concepción. Estos, pero también autores perte- de atención o han sido reducidas a enumerar al-
necientes a otras tendencias como la denomi- gunos datos económico/demográficos y algu-
nada antropologia médica crítica, proponen la nas carácterísticas del tratamiento – general-
articulación de las distintas formas de atención mente la enumeración de los tipos de fármacos
como parte de la intervención biomédica o si – consignándose muy escasa información de ti-
se prefiere de los servicios de salud. po diagnóstica y de evolución del padecimien-
Pero debemos recordar que, más allá de al- to, etc. La anamnesis médica casi ha desapare-
gunas particularidades, esta propuesta reite- cido pese al reconocimiento técnico de su utili-
ra lo señalado por diferentes corrientes desde dad; es interesante al respecto observar como
por lo menos la década de los 20' (Menéndez, por ejemplo uno de los principales especialis-
2002), y subrayo lo de la reiteración, porque di- tas mexicanos en alcoholismo (Velazco Fernán-
cha propuesta opera más en el plano de la re- dez, 1980; 1981), asi como uno de los más des-
flexión teórica y de las experiencias universita- tacados clínicos mundiales especializados en
196

este padecimiento (G. Edwards, 1986; 1988) cripción de determinados fármacos para el aba-
consideran decisiva la profundización de la in- timiento o control de determinados padeci-
dagación clínica especialmente para el paciente mientos, pero también los efectos negativos de
con alcoholismo crónico y/o dependiente, se- los mismos, tanto en términos de un uso inme-
gún lo cual hablan inclusive de la necesidad de diato que evidencia una determinada eficacia,
desarrollar habilidades clínicas y existencia- como en términos de un uso prolongado que
les especiales, para terminar asumiendo que ya evidencia que dicha eficacia es momentánea, o
no es posible realizarlas, pese a reconocer, so- que su aplicación podría generar más proble-
bre todo en el caso de Edwards, que la misma mas que los de su no utilización. Estos proce-
es decisiva para establecer un buen diagnóstico sos no aparecen incluídos en la formación pro-
y orientar eficazmente el tratamiento. Antes de fesional ni en la práctica médica como aspec-
seguir con este análisis quiero indicar que no tos reflexivos de su intervención, de tal manera
estoy proponiendo ningun lamento por formas que se genera un efecto interesante en la rela-
perdidas de “humanismo médico”, sino señalar ción médico/paciente, según el cual el personal
algunas tendencias actuales de la biomedicina, de salud suele achacar a la ignorancia, falta de
que desarrollan aspectos contrarios o divergen- educación y/o desidia de la población, lo que
tes a los que la propia biomedicina y tambien por lo menos en determinados casos fué con-
las ciencias sociales consideran como óptimos secuencia de un determinado uso médico ori-
en términos de la calidad de la atención. ginal que la gente aprendió en forma directa o
Por lo tanto observamos la reducción del indirecta a través del propio personal de salud.
tiempo de la relación médico/paciente a través Una simple y no demasiado profunda indaga-
de la propia trayectoria histórica de la biome- ción histórica posibilitaría observar que algu-
dicina, trayectoria que además indicaría que el nas formas incorrrectas de utilizar los antibió-
médico ha ido abdicando de su propia posibili- ticos, el disulfirán o el clorofenicol durante las
dad de detectar y analizar síntomas respecto de décadas de los 50' y 60' los pacientes lo apren-
los padecimientos al referirlos cada vez más a dieron del personal de salud; que el amaman-
indicadores objetivos. Actualmente la posibili- tamiento al seno materno fue cuestionado por
dad de establecer diagnósticos y tratamien- parte del equipo de salud durante las mismas
tos no se depositan en el análisis de los sínto- décadas sobre todo por razones de higiene e in-
mas, ni en los signos detectados por el “ojo” y fluyó junto con otros factores en el reemplazo
“mano” clínicos, sino en los signos producidos de la leche materna por las fórmulas lácteas,
por los diferentes tipos de analisis, es decir por o que el consumo de ciertas drogas psicotrópi-
pruebas objetivas, lo cual ha tenido consecuen- cas actualmente consideradas adictivas fueron
cias no sólo para la relación médico/paciente impulsadas por los tratamientos médicos in-
sino para la identificación profesional del mé- clusive desde la primera infancia respecto de
dico consigo mismo (Reiser, 1978). Subrayo una notable variedad de padecimientos que
nuevamente que no niego ni rechazo la impor- van desde las respiratorias agudas a la hiper-
tancia de contar con indicadores diagnósticos kinesis. La aplicación de la dimensión histórica
objetivos, sino que estoy analizando las im- posibilitaría observar la gran cantidad de éxi-
plicaciones que el desarrollo de determinados tos farmacológicos generados desde la biome-
procesos pueden tener para la biomedicina y dicina, pero también la cantidad de usos incor-
para la relación médico/paciente, las cuales no rectos que la población aprendió directa o in-
pueden ser observadas sino se incluye la dimen- directamemnte de la intervención médica, en-
sión histórica, que sin embargo aparece exclui- tre ellos el de la polifarmacia. Si bien este as-
da frecuentemente de la reflexión y de la acción pecto lo retomaremos luego al hablar de la au-
médica. Esta situación de exclusión de la di- tomedicación, me interesa subrayar la exclu-
mensión histórica del saber médico adquiere sión de la dimensión histórica porque dicha
características especiales si la referimos a lo que exclusión cumple varias funciones, entre ellas
actualmente es el núcleo de la relación médi- la omisión de los efectos negativos no sólo de
co/paciente, es decir la prescripción del trata- la prescripción médica, sino de su notoria in-
miento, que en gran medida es la prescrición fluencia en el uso de la automedicación por la
de medicamentos. población. Lo cual, y lo recuerdo, no es un he-
Desde la perspectiva que estamos desar- cho del pasado, sino que sigue vigente, como es
rollando la inclusión de la dimensión histórica el caso del mal uso de anitibióticos por parte
posibilitaria observar los beneficios de la pres- del personal de salud en los tratamientos de
197

gastroenteritis como ha sido observado reitera- ciales y no los culturales, aun en el caso del Sida
damente a través de estudios realizados recien- o de las adicciones. En las décadas de los 50’ y
temente en países subdesarrollados y desarrol- 60’ toda una corriente epidemiológica se preo-
lados. cupó por detectar y establecer en América Lati-
Tal vez los aspectos más excluídos por la na cuales eran los patrones culturales de con-
biomedicina son los que corresponden al cam- sumo de las sustancias adictivas, que en aquella
po cultural; si bien el personal de salud suele época se centraba básicamente en el alcohol, lo
hablar de la significación de la pobreza, del ni- cual contrasta con las tendencias epidemioló-
vel de ingresos, de la calidad de la vivienda o gicas actuales respecto de las adicciones donde
del acceso al agua potable como factores que esta preocupación ha desaparecido y no ha si-
inciden en el proceso salud/enfermedad/aten- do reemplazada por ninguna otra búsqueda de
ción (proceso s/e/a), sobre todo en los últimos factores y procesos culturales. De tal manera
años ha disminuido no tanto el reconocimien- que por una parte los especialistas hablan de la
to sino la inclusión de los factores religiosos o importancia de los comportamientos cultura-
de las creencias populares respecto del proceso les para la prevención de determinado proble-
s/e/a por parte de la biomedicina. Mientras ha- ma, pero no se generan las investigaciones para
ce unos cuarenta o cincuenta años, sobre todo obtener este tipo de información, y menos aun
la orientación salubrista, reparaba en la impor- la aplicación de acciones de tipo cultural (Me-
tancia de los factores culturales generalmente néndez y Di Pardo, 1996; 1999).
como mecanismos negativos o como procesos Pero tanto hace cuarenta años como en la
que indicaban determinadas tendencias pato- actualidad el sentido fuerte de cómo la biome-
logizantes en un grupo social determinado, di- dicina utilizó y utiliza la dimensión cultural es
chos factores han sido cada vez más excluidos. de tipo negativo, es decir se observa sobre todo
En las décadas de los 40’, 50’ y 60’ una parte del como dichos factores favorecen el desarrollo de
salubrismo reconocía que ciertas creencias cul- padecimientos o se oponen a prácticas biomé-
turales podían oponerse a la expansión biomé- dicas que podrían abatirlos, pero no se inclu-
dica, idea que opera en la actualidad por ejem- yen las formas de atención “culturales” que po-
plo respecto de los programas de planificación drían ser utilizadas favorablemente para abatir
familiar o respecto del uso de protecciones en los daños. Si bien el uso de algunas de estas for-
las relaciones sexuales, pero mientras en dichas mas de atención, sobre todo las consideradas
décadas se pensaba como modificar cultural- “tradicionales”, fue propuesta por las estrate-
mente los saberes populares, actualmente se gias de atención primaria y se han generado in-
piensa a través de que mecanismos administra- vestigaciones al respecto, las mismas han sido
tivos y médicos puede generarse esta modifica- escasamente impulsadas por el sector salud,
ción, para lo cual se proponen diferentes estra- salvo en determinados contextos y sobre todo
tegias que van desde la estimulación económi- en función de una concepción de ampliación
ca al equipo de salud para elevar el número de de cobertura a bajo costo y para poblaciones
mujeres “controladas”, que incluye la aplicación marginales rurales.
de esterilizaciones femeninas y en menor fre- Es a través de tomar en cuenta los procesos
cuencia masculinas frecuentemente sin con- y factores culturales, que podemos observar la
sentimiento informado; pasando por la aplica- existencia de otras formas de atención de la en-
ción de programas contra la pobreza donde la fermedad, cuyas principales diferencias radican
planificación familiar aparece como uno de los no sólo en el tipo de técnicas utilizadas sino en
objetivos básicos de la solución de la misma o el sentido y significado cultural con que se las
por lo menos de reducción de algunas caracte- utiliza, residiendo en éllo gran parte de su fun-
rísticas consideradas simultáneamente como ción cultural más allá de su eficacia específica.
efecto/causa de la misma. Es decir que el equi- Podríamos seguir enumerando otros rasgos
po de salud y/o el de desarrollo social más que a través de los cuales observar procesos que ex-
actuar sobre las condiciones culturales opera a plicarían el distanciamiento, subordinación o
través de acciones médicas o de estimulación negación de otras formas de atención por parte
económica de la biomedicina, pero para concluir con esta
La dimensión cultural es cada vez menos revisión sólo nos referiremos al último de los
utilizada salvo respecto de ciertos padecimien- rasgos enumerados, es decir el que refiere a los
tos, aunque debe subrayarse que los que más criterios a través de los cuales la biomedicina
suelen tomarse en cuenta son los procesos so- se diferencia de la mayoria de las otras formas
198

de atención. Si bien hay varios indicadores, el Ortega, 1999) parten de considerar la autoa-
decisivo es el que refiere dicha diferenciación a tención a través de toda una serie de caracterís-
principios de racionalidad científica, expre- ticas que analizaré más adelante, pero sobre to-
sados sobre todo a través de la dimensión bio- do de observarla como proceso, lo cual se dife-
lógica. Y es en este rasgo donde se sintetizan a rencia de las investigaciones generadas desde la
través de la autoidentificación profesional con biomedicina que la consideran como una enti-
“la ciencia”, la exclusión de las otras formas dad en sí y sólo referida a actividades muy es-
identificadas justamente con criterios no cien- pecíficas, lo cual conduce a un notorio subre-
tíficos y con la dimensión cultural. Si bien la gistro de las actividades de autoatención inclu-
eficacia, la eficiencia o las condiciones de aten- sive en sus investigaciones específicas, y a no
ción constituyen criterios importantes, el crite- captar su papel constante y frecuentemente de-
rio decisivo refiere a la racionalidad científi- cisivo en el proceso de articulación de las dife-
co/técnica. rentes formas de atención y especialmente con
El conjunto de estas y otras características la biomedicina.
del MMH, y no cada característica en si misma
(Menéndez, 1990a) tiende a establecer una re-
lación de hegemonía/subalternidad de la bio- Autoatención como proceso estructural
medicina respecto de las otras formas de aten-
ción no biomédicas, de tal manera que tiende a La autoatención constituye una de las activi-
excluirlas, ignorarlas o a estigmatizarlas aun- dades básicas del proceso salud/enfermedad/
que también a una aceptación critica o inclusi- atención, siendo la actividad nuclear y sinteti-
ve a una apropiación o a un uso complementa- zadora desarrollada por los grupos sociales res-
rio sobre todo de ciertas técnicas, pero siempre pecto de dicho proceso. La autoatención cons-
con carácter subordinado. tituye una actividad constante aunque intermi-
Aclaro que no niego la importancia de la in- tente desarrollada a partir de los propios suje-
vestigación biomédica, ni los aportes de la far- tos y grupos en forma autónoma o teniendo co-
macología, ni la capacidad de detección diag- mo referencia secundaria o decisiva a las otras
nóstica a través de pruebas e indicadores obje- formas de atención. La autoatención puede ser
tivos, si no que lo que me interesa señalar es parte de las acciones desarrolladas por las otras
que éstas y otras características e instrumentos formas, dado que frecuentemente es un paso
contribuyen a excluir, negar o secundarizar las necesario en la implementación de las mismas.
otras formas de atención no biomédicas a tra- Por autoatención nos referimos en este tra-
vés de criterios que sólo refieren a la dimensión bajo a las representaciones y prácticas que la
científica del proceso s/e/a. población utiliza a nivel de sujeto y grupo so-
Este proceso adquiere un cariz especial en cial para diagnosticar, explicar, atender, con-
el caso de las relaciones que se establecen entre trolar, aliviar, aguantar, curar, solucionar o pre-
la biomedicina y la autoatención de los pade- venir los procesos que afectan su salud en tér-
ceres, debido a que éste se ha ido convirtiendo minos reales o imaginarios, sin la intervención
en uno de los campos relacionales más frecuen- central, directa e intencional de curadores pro-
tes, asi como aquel respecto del cual se generan fesionales, aun cuando estos pueden ser la refe-
tal vez más relaciones conflictivas tanto a nivel rencia de la actividad de autoatención; de tal
de la relación médico/paciente como de la rela- manera que la autoatención implica decidir la
ción sector salud/conjuntos sociales. Esto ocur- autoprescripción y el uso de un tratamiento en
re, como analizaremos de inmediato, por dos forma autónoma o relativamente autónoma. Es
razones básicas; porque la autoatención es la decir que la autoatención refiere a las represen-
forma de atención a la enfermedad más fre- taciones y prácticas que manejan los sujetos y
cuente utilizada por los grupos sociales, y por- grupos respecto de sus padeceres, incluyendo
que la autoatención es parte de la mayoria de las inducidas, prescriptas o propuestas por cu-
los usos de las otras formas de atención, y en radores de las diferentes formas de atención,
particular de la atención biomédica. pero que en función de cada proceso específi-
Estas afirmaciones que sustento a través de co, de las condiciones sociales o de la situación
nuestras propias investigaciones y de estudios de los sujetos conduce a que una parte de di-
desarrollados por otros investigadores orienta- cho proceso de prescripción y uso se autono-
dos por este enfoque (Menéndez, 1981; 1982; mice, por lo menos en términos de autonomía
1983; 1984; 1992; Mendoza, 1994; Osorio, 1994; relativa.
199

Pero la autoatención puede ser pensada en autoatención, y el haber reducido la autoaten-


dos niveles, uno amplio y otro restringido; el ción a automedicación es justamente un efecto
primer nivel refiere a todas las formas de au- del saber biomédico como veremos luego. En
toatención que se requieren para asegurar la cosecuencia debe subrayarse que la automedi-
reproducción biosocial de los sujetos y gru- cación no refiere sólo a la decisión de utilizar
pos a nivel de los microgrupos y especialmente determinados tipos de fármacos desarrollados
del grupo doméstico. Formas que son utiliza- por la industria químico farmaceútica (IQF),
das a partir de los objetivos y normas estableci- sino a todas las sustancias(infusiones de hier-
dos por la propia cultura del grupo. Desde esta bas, alcohol, marihuana, etc.), y para algunos
perspectiva podemos incluir no sólo la aten- autores actividades de muy diferente tipo (ca-
ción y prevención de los padecimientos, sino taplasmas, ventosas, masajes, etc.), que son de-
las actividades de preparación y distribución cididas y usadas por los sujetos y microgrupos
de alimentos, el aseo del hogar, del medio am- con autonomía relativa para actuar respecto de
biente inmediato y del cuerpo, la obtención y sus padeceres o para estimular determinados
uso de agua, ertc., etc., etc. Son parte de la au- comportamientos. La biomedicina casi sólo
toatención el aprendizaje de la relación con la piensa la automedicación a través de los fárma-
muerte en los diferentes términos prescriptos cos producidos por la IQF, pero si bien ésta es
por cada cultura, que pueden incluir el cuida- actualmente la forma más extendida de auto-
do del sujeto moribundo, el ayudar a morir, o medicación en numerosos grupos sociales, no
el manejo del cadaver en función del sistema por éllo la automedicación refiere exclusiva-
de creencias. La autoatención tal como la esta- menmte a éstos, sino que forma parte de las di-
mos definiendo, más allá de que ciertos actos ferentes actividades de autoatención.
se expresen fenoménicamente a través de indi- Otro término que se utiliza como equiva-
viduos, refiere a microgrupos y especialmente lente de autoatención es el de “autocuidado”,
a aquellos que más inciden en los procesos de desarrollado desde la biomedicina y desde el
reproducción biosocial y que incluyen sobre salubrismo especialmente a partir del concepto
todo al grupo doméstico, pero tambien al gru- estilo de vida, de tal manera que por autocui-
po de trabajo, al grupo de adolescentes, etc., dado se suelen entender las acciones desarrol-
etc., etc. ladas por los individuos para prevenir el desar-
La definición restringida refiere a las repre- rollo de ciertos padecimientos y para favorecer
sentaciones y prácticas aplicadas intencional- ciertos aspectos de salud positiva. El uso de es-
mente al proceso s/e/a. Por supuesto que es di- te concepto por el sector salud es marcadamen-
fícil establecer un claro corte entre algunas ac- te individualista, y se diferencia del de autoa-
tividades de la autoatención en sentido amplio tención cuyo carácter es básicamente grupal y
y en sentido restringido, pero debemos asumir social, pero lo importante a considerar aquí es
que este corte – como casi todo corte de tipo que el concepto de autocuidado constituye una
metodológico – opera como un mecanismo de variante del de autoatención impulsado a tra-
ordenamiento de la realidad, y que en conse- vés de determinadas ideologías no sólo técni-
cuencia dicho corte excluye – por supuesto que cas sino sociales. En consecuencia las activi-
metodológicamente – determinados hechos, dades de automedicación y autocuidado son
como por ejemplo la permeabilidad entre dife- parte del proceso de autoatención, pero no son
rentes tipos de actividades. El corte metodoló- equivalentes ya que autoatención constituye el
gico posibilita concentrarnos justamente en la concepto y proceso más inclusivo.
autoatención de tipo restringida, pues es la que Aclaro que para algunos autores el autocui-
nos interesa analizar, pero a partir de asumir dado tendría implicaciones básicamente pre-
que en los procesos concretos aparecerán in- ventivas o de potencializar la salud en términos
cluidos aspectos de la autoatención ampliada. de la denominada “salud positiva”, y la autoa-
La autoatención suele ser confundida o tención referiría a acciones de tipo asistencial;
identificada por la biomedicina exclusivamente mientras que para nosotros tanto la autoaten-
con la automedicación, es decir con la decisión ción como el autocuidado pueden desarrollar
más o menos autónoma de utilizar determina- ambos tipos de actividades, y la diferencia ra-
dos fármacos para tratar determinados padeci- dica en el énfasis en lo individual impulsado
mientos sin intervención directa y/o inmediata por las políticas de autocuidado, mientras el
del médico o del personal de salud habilitado concepto de autoatención refiere a la concep-
para éllo. La automedicación sólo es parte de la ción de salud colectiva. Para esos autores sería
200

el estilo de vida basado en el autocuidado indi- cotomizante respecto del proceso de autoa-
vidual el que posibilitaría reducir o eliminar tención, dado que por una parte lo cuestiona
conductas de riesgo respecto de fumar, beber en términos de automedicación, mientras por
excesivamente alcohol o comer carnes rojas en otra impulsa constantemente actividades de
abundantes cantidades, pero esta concepción autocuidado y de otras formas de autoatención.
de autocuidado y de estilo de vida suelen ex- El análisis de estos procesos implica prime-
cluir en la práctica las condiciones de vida que ro precisar algunos aspectos del proceso de au-
hacen posible que dichas actividades de auto- toatención. A partir de los aspectos señalados
cuidado y estilos de vida fracasen o sean exito- consideramos a la autoatención como un pro-
sas (Menéndez, 1998). ceso estructural, constante aunque en continuo
Dados nuestros objetivos me interesa recu- proceso de modificación. El caracter estructu-
perar lo ya señalado, que la biomedicina desar- ral de la autoatención, que implica que la mis-
rolla sus críticas y oposiciones respecto de la ma se constituye como un proceso necesario en
autoatención casi exclusivamente en términos toda cultura a través de las acciones de los pe-
de automedicación. El personal de salud consi- queños grupos para contribuir a asegurar el
dera casi unanimemente que la automedica- proceso de reproducción biosocial, deviene de
ción es negativa o perniciosa; que es produc- algunos hechos básicos. Todo pequeño grupo,
to de la falta de educación o de la ignorancia, y y en particular el grupo doméstico se caracteri-
tiende a identificarla como el comportamiento za por la frecuencia, recurrencia y continui-
de los estratos sociales más bajos. Dicha eva- dad de episodios de enfermedades, padeceres,
luación surge generalmente de la propia expe- daños y/o problemas que afectan la salud de
riencia clínica o de la tradición oral institucio- uno o más miembros de dichos microgrupos.
nal, asi como de la posición del sector salud La mayoría de estos episodios son leves, agudos
frente a la automedicación, pero no de investi- y transitorios, y pueden hallar solución o por
gaciones sistemáticas sobre lo negativo o bene- lo menos alivio a través de las acciones de los
ficioso de la automedicación. En América Lati- miembros del grupo. Junto a estos padecimien-
na contamos con muy escasas investigaciones tos siempre han existido enfermedades cróni-
al respecto. cas que para que no se traduzcan en muerte
En general la biomedicina y el sector salud prematura requieren que el sujeto y su micro-
sólo han señalado los efectos negativos de la grupo se constituyan en partes activas del pro-
automedicación, denunciando recurrentemen- ceso de atención, dado que sobre todo para al-
te su papel en el desarrollo de resistencias al gunos padecimientos la autoatención es deci-
efecto de ciertos medicamentos sobre los vec- siva.
tores de determinados padecimientos o a las El núcleo de la existencia y continuidad de
consecuencias cancerígenas – o de otro tipo – la autoatención refiere a la frecuencia de pade-
debido al uso indiscriminado de sustancias co- ceres agudos de muy diferente tipo, a la exis-
mo el clorofenicol. Si bien la crítica a la auto- tencia e incremento de enfermedades cróni-
medicación es relativamente antigua, la misma cas físicas y mentales, a la búsqueda de estimu-
se ha incrementado en las últimas décadas de- laciones con diferentes objetivos, de tal manera
bido a que habría aumentado la automedica- que toda sociedad necesita desarrollar saberes
ción con fármacos, y a que una parte de éstos específicos a nivel de los grupos donde emer-
tendrían consecuencias más negativas que los gen estos padecimientos o estos objetivos de vi-
fármacos antiguos dadas las características da, estableciendo inclusive una división del tra-
“más agresivas” de las sustancias que los cons- bajo especialmente en el grupo familiar donde
tituyen, a la especificidad del medicamento y a la mujer en su rol de esposa/madre es la que se
un uso cada vez más indiscriminado. hace cargo del proceso s/e/a de los miembros
Pero más allá de que los cuestionamientos del grupo. La mujer en dicho rol será la encar-
biomédicos sean o no correctos, me interesa su- gada de diagnosticar el padecimiento, de ma-
brayar la visión unilateralmente negativa de la nejar por lo tanto indicadores diagnósticos, de
biomedicina hacia la automedicación, asi co- establecer una evaluación de la gravedad o le-
mo la noción de que la misma se ha incremen- vedad del mismo; tendrá alguna noción de la
tado; lo cual contrasta con las numerosas acti- evolución de los padeceres, asi como frecuente-
vidades de autoatención que ha impulsado el mente una noción de la variedad estacionaria
sector salud. Para nosotros la biomedicina ha de determinadas enfermedades. Será ella la que
desarrollado una relación contradictoria y es- implemente los primeros tratamientos, asi co-
201

mo decidirá por su cuenta o de acuerdo con la carrera del enfermo articulen, a partir de las
otros miembros del grupos familiar la deman- caracteristicas de cada grupo y de cada pade-
da de atención, que puede inciar por la consul- cer, las diferentes formas de atención pero en
ta con personas de su inmediato espacio social, función de esta experiencia. Es el proceso de
y continuar con el tipo de curador considerado autoatención el que articula las formas exis-
más adecuado, y cuya consulta dependerá de tentes, más allá de que éstas tengan interaccio-
los recursos económicos y culturales del grupo, nes directas entre sí. La mayoría de las formas
y de la infraestructura de servicios existentes de atención, incluida la biomédica, permanece
(Menéndez, 1982; 1984; 1990b; 1992; 1994). frecuentemente ignorante de una carrera del
Para evitar equívocos, recuerdo que lo que des- enfermo que articula diferentes formas y hasta
cribo es la fenomenología de la autoatención al sistemas de atención con el objetivo de hallar
interior del grupo doméstico, según la cual en una solución a sus problemas. Esto es en gran
todos los contextos culturales la autoatención medida debido a que la realidad social es pen-
de los padecimientos se desarrolla básicamente sada y analizada como acto y no como proceso;
a través de la mujer en su rol de esposa/madre, la autoatención es potencialmente siempre par-
sin por éllo considerar ninguna perpetuación te de un proceso que incluye no sólo los actos
de esta situación, sino subrayar que eso es lo de los sujetos y microgrupos, sino de los dife-
que seguimos encontrando en nuestras socia- rentes curadores que intervienen en dicho pro-
des actuales. ceso. La tendencia a-relacional que ha domi-
La autoatención casi siempre es la primera nado el estudio del proceso salud/enfermedad/
actividad que el microgrupo realiza respecto de atención tiende a colocar el acento sobre cada
los padeceres detectados, y esa actividad no in- actor en sí, en lugar de colocarlo sobre el pro-
cluye inicialmente ningun curador profesional, ceso relacional que incluye todos los actores
aun cuando pueda inicialmente consultar a al- significativos que intervienen en el mismo.
gun miembro de los espacios familiares y so- El conjunto de las actividades y articulacio-
ciales inmediatos, pero que no desempeña nin- nes que estamos señalando se dan potencial-
guna actividad como curador profesional. mente en todo grupo y sujeto más allá de su ni-
Es a partir de lo que acontece en la autoa- vel educacional y económico, aunque éstos y
tención y por supuesto en la evolución del pa- otros factores – como ya vimos – inciden en las
decimiento, asi como en función de las condi- características específicas que tendrá el proceso
ciones sociales y culturales ya señaladas, que el de atención. No cabe duda que la gravedad o
sujeto y su microgrupo deciden consultar o no agravamiento de una enfermedad, la comple-
a curadores profesionales de una de las formas jidad de la misma, la necesidad de aplicar tec-
de atención que reconocen y aceptan. La deci- nologías sofisticadas, la existencia o no de co-
sión de ir a consultar a un curador profesio- bertura de las diferentes formas de atención, la
nal, y una parte de las actividades que se reali- pertenencia a algún sistema de seguridad social
zan luego de la consulta constituyen tambien incidirán en el tipo de atención y autoatención
parte del proceso de autoatención. Luego de la desarrollado. Pero un aspecto decisivo es que la
primera consulta puede decidirse la consulta autoatención se constituye estructuralmente
inmediata o postergada con otro curador del no sólo por las razones señaladas, sino porque
mismo tipo o de otra forma de atención, y esta implica la acción más racional, en términos
decision, al igual que lo que ocurre luego de la culturales, de estrategia de supervivencia e in-
consulta también son parte de este proceso. clusive de costo/beneficio no sólo ecónómicos,
La decisión de consultar curadores profe- sino de tiempo por parte del grupo, en la me-
sionales se hace desde determinados saberes y dida que asumamos en toda su envergadura la
determinadas experiencias que van a incidir en incidencia y significación que tienen para su
el tratamiento y en la relación curador/pacien- vida cotidiana la frecuencia y recurrencia de los
te. El sujeto y su grupo pueden consultar uno o diferentes tipos de padeceres que amenazan real
más curadores y servicios, pero siempre a par- o imaginariamente a los sujetos y microgrupos.
tir del núcleo de autoatención. De allí que la Desde esta perspectiva y para tener no-
autoatención no debe ser pensada como un ac- ción cabal de lo que estamos proponiendo, de-
to que los sujetos y grupos desarrollan aislada y bo precisar que cuando hablamos de padece-
autónomamente, sino como un proceso tran- res nos estamos refiriendo a una extensa varie-
saccional entre éstos y las diferentes formas de dad que va desde dolores episódicos de cabeza,
atención que operan como sus referentes. Más dolores musculares leves, temperaturas poco
aun será el sujeto y su grupo los que a través de elevadas, resfrios o escozores transitorios, pa-
202

sando por dolores del alma, estados de tristeza, Pero la autoatención y la automedicación
ansiedades, o pesares momentáneos. Toda una no refieren sólo a la intervención sobre los pa-
serie de dolores devenidos de golpes, acciden- deceres, sino también deben ser referidas a la
tes o relaciones sociales operan durante parte aplicación de tratamientos, al consumo de sus-
del día o la semana en algunos de nosotros. Es tancias o a la realización de actividades que, se-
decir que hay toda una serie de padeceres que gún los que las usan, posibiltarían un mejor de-
el sujeto experimenta y autoatiende de alguna sempeño deportivo, sexual o laboral. Son sus-
manera a través de cada día. Respecto de estos tancias y acciones que no sólo posibilitarían sa-
padeceres, puede no hacer nada, o sólo hablarlo lir de la angustia, de la depresión o del dolor,
con alguién, dejando que el trascurso del tiem- sino que permitirían ciertos rendimientos y go-
po lo solucione, lo cual también es parte de las ces. Desde esta perspectiva las diferentes for-
acciones de autoatención. Todos estos padece- mas de adicción pueden ser consideradas parte
res son atendidos y solucionados a través de la del proceso de autoatención (Menéndez, 1982;
autoatención, a menos que se agraven o que su 1990b; Romani y Comelles, 1991; Szasz, 1979a;
reiteración y/o continuidad preocupe al sujeto 1979b). Más aun toda una serie de actividades
y su grupo. Debemos recordar que en la prime- impulsadas sobre todo en los últimos años y
ra infancia algunas enfermedades gastrointes- relacionadas con el desarrollo de ciertos estilos
tinales y respiratorias agudas, así como algu- de vida, tratan de obtener determinados bene-
nos padecimientos populares y tradicionales ficios físicos y mentales a través de correr todas
son constantes, y también tienden a ser atendi- las mañanas, o todas las tardes – dados que las
dos al interior del grupo, y solo se pasa a con- noches se han tornado peligrosas –, de ir dia
sulta con un curador cuando cobra determina- por medio al gimnasio, de beber entre tres y
do nivel de gravedad establecido por el propio cuatro litros de agua diario, de practicar yoga o
grupo. de realizar ciertos ejercicos zem.
Pero además de estos padecimientos el paso Desde la perspectiva que estamos desar-
a primer plano de las enfermedades crónicas y rollando la automedicación refiere no sólo al
de las invalideces ha conducido a que parte del consumo autónomo de asprinas, antibióticos o
tratamiento de las mismas sea implementado psicotrópicos en calidad de fármacos, sino que
por el enfermo y/o por su grupo, dado que si refiere al consumo de anabólicos, de infusio-
no lo hace se reducirá singnificativamente su nes de boldo o de tila o del consumo de alcohol
esperanza de vida. De tal manera que la mayo- en determinadas situaciones. Será la intencio-
ría de las acciones respecto de los padecimien- nalidad con que se utilice cualquiera de estas
tos agudos y crónicos se realizan en forma au- sustancias las que le de el carácter de automedi-
tónoma o articulada con otras formas de aten- cación.
ción, a través de la autoatención. Hay toda una serie de procesos sociales,
El conjunto de estas acciones supone la exis- económicos e ideológicos que han impulsado
tencia de un saber respecto del proceso s/e/a determinadas formas de autoatención en las
dentro de los microgrupos y especialmente de sociedades actuales. Generalmente se sostiene
los grupos domésticos, que más allá de lo erró- que el desarrollo de la industria químico/far-
neo o correcto de sus explicaciones causales, maceútica y la publicidad tienen que ver cen-
diagnósticos provisorios o tipo de tratamien- tralmente con esta tendencia al consumo de
to, implica sobre todo la existencia de este sa- determinados productos; también se ha señala-
ber, que se ejercita constantemente a través de do que el desarrollo de determinadas ideolo-
diferentes tipos de padeceres, y es a partir de gías en busca de una salud y juventud más o
este saber que se establecen las relaciones tran- menos permanente, o de ciertos equilibrios psi-
saccionales con las otras formas de atención. cofísicos ligados o no a concepciones religiosas
Cuando un sujeto va al médico, a un quiroprác- y/o consumistas han impulsado determinadas
tico, a una curandera o a un sanador new age formas de autoatención y automedicación. Pe-
va generalmente con un diagnóstico provisio- ro también toda una serie de grupos organiza-
nal del padecimiento por el cual recurre a di- dos a partir de un padecimiento (Alcohólicos
cho curador. Y lo que subrayo, más allá de lo Anónimos, Neuróticos Anónimos, Clubes de
equivocado o certero del diagnóstico asi como Diabéticos, etc.) o desarrollados a partir de rei-
de lo preciso o difuso del mismo, es la existen- vindicar su identidad diferencial (movimiento
cia de esta actividad diagnóstica ejercida por el feminista, movimiento gay) ha impulsado pro-
propio sujeto y su microgrupo. cesos y técnicas de autoatención, de tal manera
203

que debemos reconocer la existencia de muy sibilitaria una intervención médica más eficaz.
diferentes sectores sociales y de objetivos per- Por lo tanto se sugiere o induce a que los varo-
sonales que potencian la autoatención, inclui- nes se hagan cada seis meses o un año medi-
da la automedicación. ción del antígeno prostatico, y las mujeres rea-
licen papanicolau u otras formas más sosfisti-
cadas de detección de determinados padeci-
La biomedicina como generadora mientos. El SS y sobre todo determinadas ONG
de autoatención promueven que las mujeres aprendan a palpar
sus senos, para detectar tambien problemas que
Hemos tratado de demostrar en este trabajo posibiliten una intervención oportuna. En el
que hay una intensa y constante relación entre caso de ONG de orientación feminista han en-
las actividades biomédicas y las de autoaten- señado a las mujeres a usar el espejo vaginal, asi
ción a partir de procesos impulsados sobre to- como el uso de otros instrumentos y saberes
do por las necesidades, objetivos y/o deseos de que les permita proteger su cuerpo.
los sujetos y grupos. Si bien cada grupo inclu- Es la propia biomedicina la que para deter-
ye en sus actividades de autoatención explica- minadas enfermedades crónicas ha impulsa-
ciones y sobre todo prácticas y productos de- do las acciones autónomas de los pacientes, de
venidos de diferentes fuentes, debe asumirse tal manera que aprendan a leer glucosa en ori-
que la biomedicina constituye actualmente una na y/o sangre a través de técnicas sencillas, así
de las principales fuentes, según algunos auto- como a aprender a autoinyectarse insulina. Des-
res la principal, de las actividades de autoaten- pues de que durante años la biomedicina cues-
ción. tionara o ignorara el papel de los grupos de Al-
Hemos señalado además que la biomedici- cohólicos Anónimos, actualmente en numero-
na cuestiona y/o ve negativamente a la auto- sos contextos el SS ha reconocido a los grupos
medicación, a la que considera responsable de de AA como parte central del tratamiento con-
toda una serie de consecuencias negativas, pero tra el alcoholismo, y aconseja a los “alcohólicos
que simultáneamente la biomedicina conside- rehabilitados” su permanencia en dichos gru-
ra positivamente el autocuidado y genera toda pos como principal mecanismo de control de
una serie de actividades que impulsan no sólo dicho padecimiento, dada la alta frecuencia de
el autocuidado sino tambien la automedica- recaidas que caracterizan no sólo al consumo
ción. Y asi observamos que en la mayoria de los de alcohol, sino al conjunto de los comporta-
países de América Latina el sector salud de- mientos adictivos.
sarrolla programas de planificación familiar, o Es decir que por un lado la biomedicina y
si se prefiere de salud reproductiva, que tratan el sector salud cuestionan la automedicación, y
de que el grupo familiar y sobre todo la mujer por otro impulsan, favorecen, incluyen o acep-
aprenda a planificar, utilice varios métodos y tan formas de autoatención, incluidos ciertos
especialmente la píldora anticonceptiva, y que tipos de automedicación. Más aun varias de las
sobre todo los utilice autonomamente. actividades señaladas evidencian que la propia
El sector salud y toda una variedad de or- biomedicina es conciente de las actividades de
ganizaciones no gubernamentales (ONG) han articulación que se generan sobre todo en el ca-
difundido el uso autónomo de la rehidratación so de las enfermedades crónicas. En consecuen-
oral, enseñando inclusive a preparar dicha so- cia domina en la biomedicina una especie de
lución, dado el papel decisivo que cumple en el escotomización respecto del proceso de autoa-
control y abatimiento de diversos tipos de gas- tención, en términos de escindir la autoaten-
troenteritis. El objetivo es lograr también que ción considerada “buena” de la “mala”, no asu-
las personas autonomicen la preparación o la miendo que ambas son parte de un mismo pro-
compra y su uso. El SS y otros grupos han pro- ceso, y que tienen los mismos objetivos desde
movido intensamente el uso del condón no só- las decisiones y acciones de los grupos sociales.
lo como técnica anticonceptiva, sino como me- Esta manera de pensar la autoatención por el
canismo preventivo respecto de enfermedades SS contribuye por una parte a seguir respon-
de transmisión sexual, que los sujetos deberían sabilizando a la “víctima” de los problemas que
decidir autónoma y/o relacionadamente. la aquejan, pero en este caso la responsabiliza
En algunos países el SS está tratando que la negativamente de las soluciones que ha ideado
población pueda detectar determinados pro- a través de las diferentes formas de autoaten-
blemas, dado que una detección oportuna po- derse.
204

El sector salud debe asumir que la autoa- Lo que acontece en torno a la precripción mé-
tención no sólo es la principal forma de aten- dica y el cumplimiento de la misma se constitu-
ción desarrollada por los propios conjuntos so- ye en uno de los principales campos de crítica
ciales, sino que es a través de ella que los suje- de la biomedicina hacia el comportamiento de
tos y grupos se relacionan con las otras formas la población, concluyendo reiteradamente que
de atención, incluída la biomedicina. Es a tra- la población no comprende la prescripción, no
vés de la autoatención que los sujetos se apro- la cumple o la cumple mal. Constantemente se
pian de las otras formas y las relacionan, y es señala que el paciente no completa la totalidad
en este proceso que se generan consecuencias del tratamiento, ya que por decisión propia lo
negativas y positivas para la salud. Cuando no- interrumpe frecuentemente cuando él decide
sotros recuperamos como básica la autoaten- que ya ha sido eficaz, que ya se ha solucionado
ción, no supone que pensemos que la misma es su problema.
siempre acertada y eficaz; por el contrario pen- La mayoría de estos señalamientos pueden
samos que una parte sustantiva de la misma – ser correctos, y existen varias explicaciones al
no sabemos cuanto por falta de investigaciones respecto, pero me interesa recuperar un tipo de
específicas – tiene consecuencias negativas o comportamiento caracterizado por el no cum-
por lo menos resultados ineficaces. plimiento de la prescripción, el cual se ha ido
Pero la autoatención no implica sólo la po- evidenciando en los últimos años y que se co-
sibilidad de consecuencias negativas o positi- noce como el caso del “paciente bien informa-
vas para la salud, sino que es el medio a través do” (Donovan y Blake, 1992). Este se caracteri-
del cual los sujetos y sus grupos evidencian su za por no cumplir la prescripción, pero no por
capacidad de acción, de creatividad, de encon- ignorancia de las consecuencias negativas que
trar soluciones, y en consecuencia es un meca- puede tener la suspensión o modificación del
nismo potencial – y subrayo lo de potencial – tratamiento o por no entender la prescripción
de afianzamiento de ciertos micropoderes, asi recetada, si no debido a dos hechos básicos, por
como de la validez de sus propios saberes. Su- una parte a la cantidad de información técni-
brayo lo de potencial, porque algunos autores ca que posee este tipo de paciente y por otra a
colocan en el ejercicio de estos micropoderes la que su modificación del tratamiento obedece a
posibilidad de un desarrollo más global del po- la experiencia de su propio cuerpo con el trata-
der, que por lo menos es dudoso. miento recetado. De tal manera que el paciente
El proceso de autoatención se desarrolla ac- decide aumentar, reducir la dosis o espaciarla
tualmente en gran medida a través de la rela- según su conocimiento y su propia experien-
ción directa e indirecta con la biomedicina. Es- cia; acciones que el paciente no oculta sino que
te es un proceso dinámico y cambiante, que discute con el médico. Este paciente, y lo subra-
permite observar que procesos de autoatención yo, no cuestiona el “poder médico” ni la efica-
que durante un tiempo fueron cuestionados cia de la biomedicina; todo lo contrario es un
ahora son aceptados como comportamientos partidario de la misma; a este paciente no le in-
“naturales”. ¿Quién se asombra o cuestiona ac- teresa discutir el poder en la relación médico/
tualmente que las personas utilicen el termó- paciente, sino mejorar su salud, controlar lo
metro para medir su temperatura? El termó- mejor posible su padecimiento crónico. Este
metro forma parte del equipamiento básico nuevo tipo de paciente – que por supuesto no
de gran parte de la población de determina- es tan nuevo – se caracteriza por su saber y no
dos países “occidentales”, pero este uso es parte por su ignorancia, pero además por una infor-
de un proceso de apropiación ya olvidado. Sin mación que refiere a su propia experiencia de
embargo actualmente otras apropiaciones tec- enfermedad y atención.
nológicas por los sujetos y grupos son cuestio- Actualmente este tipo de situaciones cons-
nadas en nombre de la complejidad técnica y tituye una de las mejores expresiones de la re-
científica. lación dinámica que opera entre la biomedici-
El tipo de relación dinámica, complemen- na y el proceso de autoatención a partir de las
taria, pero tambien simultáneamente conflic- acciones impulsadas por los sujetos y grupos
tiva y contradictoria entre biomedicina y los en función de su propia enfermedad, lo que es-
sujetos y grupos sociales, puede observarse es- tá dando lugar al desarrollo de propuestas de
pecialmente a través de uno de los principales co-atención.
actos médicos, el del tratamiento y especial-
mente el de la prescripción de medicamentos.
205

Propuestas relacionales ciente, aun dentro del reducido tiempo que ca-
racteriza la consulta médica actual. Gran parte
A lo largo de este texto hemos querido subra- del mayor y profundo aprendizaje opera en el
yar no sólo el peso decisivo de la autoatención, momento clínico, pues es el momento en que
sino la existencia de relaciones de diferente ti- se constituyen aperturas afectivas y cognitivas
po entre ésta y las actividades biomédicas, y para poder asumir lo prescripto de una manera
que en consecuencia y más allá del reconoci- experiencial.
miento de los aspectos potencialmente negati- En consecuencia el SS debería impulsar in-
vos de la autoatención, en lugar de cuestionarla tencionalmente la articulación entre los servi-
constantemente, de estigmatizarla, de negarla e cios de salud y el proceso de autoatención, de
inclusive de intentar prohibir la adquicisión de tal manera que se constituyera en parte central
medicamentos, el SS debería tratar intencio- de sus estrategias. Por supuesto que en la prác-
nalmente de utilizarla, no sólo por su potencial tica el SS ha ido impulsando algunas articula-
eficacia, sino porque dicha forma de atención ciones como hemos visto, pero conjuntamente
puede ser prohibida pero no eliminada, debido sigue manteniendo una crítica a determinadas
a las características descriptas previamente, y formas de autatención, y sigue estigmatizando
especialmente al papel que cumple en el proce- la automedicación. Lo que nosotros propone-
so de reproducción biosocial (Menéndez, 1982; mos no es eliminar la crítica, sino fundamen-
1983; 1990b; 1992). tarla; pero lo más importante para nosotros es
Ya hemos señalado que la autoatención tratar de mejorar los comportamientos de au-
constituye el primer nivel real de atención, y toatención, que los conjunto sociales casi ine-
que dicho proceso cuestiona algunos de los vitablemente desarrollarán a través de una reo-
principales estereotipos que maneja el SS res- rientación de las acciones de educación para la
pecto de los conjuntos sociales. La autoaten- salud, pero no sólo de las acciones que especifi-
ción evidencia que si bien los sujetos y grupos camente se denominan así, sino de lo que se
se equivocan, usan incorrectamente los me- procesa en la relación médico/paciente. El SS
dicamentos, etc., también evidencia que los debería enseñar a automedicarse bien a la po-
mismos aprenden, modifican, resignifican blación y no sólo a “autocuidarse”, lo cual im-
sus prácticas, y que una parte de esa automedi- plica el desarrollo de una relación médico/pa-
cación ha sido decisiva para abatir o contro- ciente más simétrica y complementaria. Para
lar determinados padecimientos. Y esto no só- éllo deberían modificarse varias prácticas y re-
lo por un efecto mágico o de micropoder de la presentaciones profesionales e instituciona-
relación médico/paciente o del fármaco, sino les, y en particular que el sector salud y el per-
por una apropiación y uso que evidencia en la sonal de salud asumieran que la autoatención
propia experiencia del sujeto y su grupo que el no es un proceso aislado u opuesto al quehacer
fármaco consumido es eficaz o por lo menos médico, sino que es parte integral del proceso
más eficaz que otros productos. El hecho de que s/e/a que incluye a ambos. En consecuencia de-
la población utilice estos fármacos e inclusive bería abandonar una actitud escotomizante de
autonomice su uso, evidencia que reconoce su la realidad, a partir de impulsar un saber rela-
eficacia y además, y es lo que me interesa su- cional de la misma.
brayar, que en gran medida aprende dicha efi- Por último quiero aclarar que nuestro énfa-
cacia a través de la relación directa o indirecta sis en la autoatención no supone eliminar ni
con el personal de salud. Esta conclusión no menguar la responsabilidad del Estado respec-
niega, por supuesto, que en la relación médi- to de las acciones contra la enfermedad; no su-
co/paciente se desarrollen efectos de micropo- pone reducir las inversiones en el campo de la
der, ni que el fármaco y el propio médico ten- s/e/a, ni implica reducir el papel de los servi-
gan una eficacia simbólica que va más allá de la cios de salud para colocarlos exclusivamente en
eficacia intrínseca del fármaco. la sociedad civil, que es una forma elegante de
El proceso de autoatención evidencia no pensar la privatización por lo menos por algu-
sólo que la gente se apropia y aprende, sino que nas tendencias. Si bien ésta ha sido la manera
el SS, el personal de salud, el médico enseñan a en que algunos sistemas de salud han impul-
autoatenderse más allá de la intencionalidad de sado su reforma a través de la privatización di-
hacerlo. Los sujetos y grupos aprenden cons- recta o indirecta de los servicios de salud, que
tantemente el uso de indicadores diagnósticos en algunos casos supone darle un papel espe-
y de fármacos a través de la relación médico/pa- cial a las ONG, en función de una relación cos-
206

to/beneficio que posibilita abaratar costos de tre sí. Frente a éllo nuestra actitud epistemoló-
atención a la enfermedad, y arguyendo que esta gica no debe ser incluir dentro de un mismo
orientación reconoce el peso de la sociedad ci- bloque social a todas las tendencias que utili-
vil, nuestra propuesta obviamente no va en esa zan conceptos similares, se preocupan por los
dirección. Proponemos la inclusión protagóni- mismos problemas y trabajan sobre ciertos su-
ca de los grupos y sujetos sociales a través de la jetos sociales, sino por el contrario debemos
autoatención – y por supuesto de otros proce- producir un análisis teórico y práctico que acla-
sos y mecanismos –, pero articulada con los ser- re la especificidad, orientación y dinámica de
vicios de salud biomédicos y con las otras for- las diferentes propuestas. Este proceso se con-
mas de atención, lo cual implica incluir la res- vierte en necesario, cuando observamos que en
ponsabilidad económica y social del Estado el caso de la autoatención, y más aun en el de la
tanto respecto de los servicios de salud como autogestión, se desarrollan tendencias que im-
hacia los grupos y sujetos, pero con el objetivo pulsan dichos conceptos y procesos a través de
de impulsar la articulación intencional de un lo que se denomina autocuidado en un sentido
proceso que hasta ahora está básicamente de- opuesto o por lo menos diferente del que esta-
positado en los sujetos y grupos sociales, así co- mos proponiendo. Como lo hemos señalado en
mo para incrementar la eficacia del mismo y de otros trabajos (Menéndez, 1981; 1982; 1983;
ser posible reforzar la capacidad y autonomía 1990a; 1994), la inclusión de las diferentes for-
de dichos grupos sin abdicar de la responsabi- mas de atención dentro de las relaciones de he-
lidad del Estado, y sin encontrar en esta pro- gemonía/subalternidad que operan en un con-
puesta ninguna contradicción en sus términos texto determinado posibilita analizar dinámi-
como sostienen algunas tendencias neolibera- camente las transacciones que se desarrollan
les y no tan liberales. entre los diferentes actores sociales, y en conse-
Lo que debemos asumir en términos críti- cuencia encontrar en sus prácticas el sentido y
cos de tipo epistemológico y en términos lo más la orientación de sus saberes. El papel de la bio-
claro posible de acciones técnicas y sociales es medicina, de la autoatención o de la herbolaria
que determinados conceptos, procesos y suje- no se define a priori en función de las caracte-
tos sociales pueden ser apropiados y/o utiliza- rísticas de cada saber tomado en forma aislada,
dos por tendencias técnico/ideológicas que sos- sino a través de las consecuencias de sus sabe-
tienen concepciones muy diversas, que impul- res en las condiciones de salud y de vida de los
san propuestas diferentes y hasta opuestas en- conjuntos sociales estratificados.

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medicina tradicional? Alteridades 4(7):71-83. Velazco Fernández R 1981. Esa enfermedad llamada alco-
Menéndez EL 1997. El punto de vista del actor. Homoge- holismo. Trillas, México.
neidad, diferencia e historicidad. Relaciones 69:237-
271. Artigo apresentado em 23/8/2002
Aprovado em 25/10/2002
Versão final apresentada em 5/12/002
165

Clase 5
Tema: Integralidad. Interdisciplina. Responsabilidad profesional
Objetivos:
Conocer el significado de Sistema de cuidados, para los profesionales de la salud.
Reconocer y analizar la necesidad de un abordaje interdisciplinario e interprofesional para la intervención
en problemas complejos.
Aproximarse al concepto de responsabilidad de los profesionales involucrados con el “cuidar”.
Desarrollar en concepto de integralidad en las prácticas de salud.
Reconocer el texto presentado como un texto científico.
Relacionar estos conceptos con los otros textos presentados en el Módulo 3.

Bibliografía obligatoria:

Interprofesionalidad: La división del trabajo en ciencias de


la salud
Nadia Percovich

Cualquier observador puede fácilmente reconocer diferentes profesiones que trabajan en ciencias de la salud. Sin
embargo, no siempre resulta sencillo delimitar las incumbencias de cada una de estas profesiones. Para comenzar
con esa tarea, tomaré una distinción que realiza Gastão Wagner de Sousa Campos: núcleo y campo de compe-
tencias, donde lo específico o singular de cada profesión corresponde al núcleo, mientras que el campo abarca
otra serie de conocimientos y competencias necesarias para los profesionales de la salud, pero no específicas de
ninguna profesión. Dentro del campo de competencias, podemos poner como ejemplo, todas las relacionadas a
la gestión de los servicios de salud, que el mismo autor rescata como fundamentales para poder cumplir con los
objetivos nucleares de las profesiones, es decir, organizar los servicios adecuadamente para defender la vida.
Es importante preguntarse cómo se fueron delimitando los núcleos profesionales, por qué históricamente
se adjudicaron ciertas tareas de campo a algunas profesiones de forma exclusiva dejando de lado a otras que
también estaban potencialmente formadas para esa tarea. Sin pretender hacer una historia exhaustiva, señalaré
algunas dimensiones para tener en cuenta, especialmente porque el proceso de división del trabajo en salud no se
ha detenido, y las tensiones con relación a las incumbencias o competencias específicas continúan apareciendo.
Eliot Freidson (1978), uno de los autores clásicos de la sociología de las profesiones, señala que, si bien
la medicina no es un cuerpo de conocimiento erudito, es una profesión en el sentido de que se ha construido
como una ocupación que implica prestigio, autonomía funcional – ninguna otra profesión realiza un control
técnico sobre su tarea– y legitimidad. Esta legitimidad está dada por la confianza pública de quienes utilizan
sus servicios, pero también por los mecanismos estatales que le han dado reconocimiento. Señala que el rol de
las corporaciones profesionales ha sido fundamental para ocupar esa posición de poder y prestigio dentro de la
organización del trabajo en salud. El autor va a nombrar al resto de las profesiones de la salud como paramédicas,
principalmente en el sentido de que no contarían con autonomía funcional –sus tareas son supervisadas por
médicos-, pero también, en relación a cierta falta de prestigio relacionada por la diferencia en el origen social y
en el género29 .
Parte de este análisis que realiza Freidson sigue teniendo consecuencias en la actualizad, por ejemplo, en
mayo de 2017 el Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires, emitió un comunicado pidiéndole a
sus colegiados que impugnaran los concursos a jefaturas de servicio en los que se presentaran no médicos,
pretendiendo mantener esa exclusividad marcada por la tradición y no necesariamente por los conocimientos
para llevar a cabo las tareas de gestión propias de una jefatura.
La descripción que hace Freidson, según las observaciones realizadas en Estados Unidos de los años 70, deja
de tener sentido ante los problemas que atravesamos en los servicios de salud en la actualidad. En primer
29 Con relación al género, podemos señalar que en la antigüedad las tareas de curar y cuidar se adjudicaban tanto a hombres

como a mujeres. En la Edad Media, con la Santa Inquisición, las mujeres que se dedicaban a curar fueron acusadas de brujería,
perseguidas y asesinadas, impidiendo realizar intervenciones curativas y quedando su función relegada al cuidado. La tarea del
cuidado será entonces, llevada a cabo como caridad por parte de las mujeres religiosas. Recién en el siglo XIX a través de la figura
de Florence Nightingale – considerada la pionera de la enfermería moderna, en Inglaterra – se comienza a profesionalizar el cuidado,
quitando la caridad y la impronta religiosa del mismo. La enfermería como profesión será laica y femenina, reforzando la identidad
de las mujeres de la época: “La enfermera Nightingale era la mujer ideal trasplantada del hogar al hospital y libre de obligaciones
reproductivas. Esta mujer ofrecía al médico la obediencia absoluta, virtud de una buena esposa y al paciente la altruista devoción
de una madre” (Ehrenreich, citado en González Gil, 2005).
166

lugar, porque esta caracterización se basa en el ejercicio liberal de la profesión y en este momento casi muy
pocos profesionales se pueden dedicar exclusivamente a la práctica de consultorio privado, quedando su tarea
supervisada por superiores que no siempre son médicos. Un ejemplo claro es el recorte del tiempo de consulta,
realizado por motivos económicos, el trabajo profesional queda subordinado a las decisiones de quienes gestionan
los servicios de salud tanto públicos como privados.
Emilio Tenti Fanfani (1989), señala la presencia de una crisis de las profesiones. El acelerado desarrollo del
conocimiento hace que el profesional no llegue a saber todo lo que es necesario para enfrentar los problemas de
su quehacer cotidiano. La realidad, además, es cada vez más compleja, no habiendo una correspondencia clara
entre problema y especialidad o profesión que lo pueda resolver. Esto lo lleva a depender de otros, de su misma
profesión o de otras. La respuesta será pensar entre diferentes disciplinas el mejor modo de intervención. No
se trata sólo de dialogar desde los aportes específicos de cada núcleo profesional, dividiendo al problema – o
a la persona - en las áreas de competencia de cada disciplina o profesión, sino pensar en modos de abordaje
conjunto, es decir trabajar de forma interdisciplinaria.
La lógica de la organización de servicios de salud marca que, a mayor complejidad, mayor es la especialización,
lo que se ve claramente en el caso de los hospitales especializados o de tercer nivel. Sin embargo, esto ha llevado
a consecuencias negativas, la super-especialización trajo aparejada la fragmentación del paciente, la atención en
la medicina de órgano, saliendo del foco en resolver las necesidades de las personas. En el caso de la psiquiatría,
por ejemplo, los intentos de explicación únicamente biológica de la enfermedad mental justificaron prácticas
aberrantes como las lobotomías y el electroshock.
Por otra parte, la epidemiología nos muestra una presencia cada vez mayor de enfermedades crónicas, lo
que conlleva a repensar los servicios de salud para dar respuesta a estos problemas. El cuidado será central
en las intervenciones con personas que padecen este tipo de enfermedades. Un padecimiento crónico implica
la modificación en muchas áreas de la vida de una persona, quien deberá, al menos, cambiar su rutina, su
alimentación o necesitará de apoyos para desenvolverse e insertarse en la sociedad si padece algún tipo de
discapacidad.
Entendiendo que la complejidad está en la de la vida cotidiana, las intervenciones de los profesionales de
la salud deberán ser otras, alejadas de los protocolos estrictos, de acuerdo a lo que cada persona necesita,
entendiendo que el objeto de trabajo de las ciencias de la salud no se reduce sólo a lo biológico, sino es la
persona inserta en un medio social. El abordaje, entonces no puede reducirse a lo que propone el núcleo de cada
profesión, es necesario trabajar desde la interdisciplina para poder dar respuesta a cada una de las situaciones
con las que nos sorprende la tarea de la atención en los servicios de salud.

Bibliografía:
• FREIDSON E. La profesión médica.1978, Península, Barcelona.

• TENTI FANFANI E. Universidad y profesiones. 1989, Miño y Dávila editores, Buenos Aires.
• ROVERE, M y SACCHETTI, L. Surgimiento de la enfermería moderna. Mitos victorianos, tecnologías
de poder y estrategias de género. 2015, El ágora, Buenos Aires.
• DE SOUSA CAMPOS, G. W., Gestión en salud: En defensa de la vida. 2009, Lugar, Buenos Aires.

Actividad: Equipo de salud


Reconstruya una carrera del enfermo - real o imaginaria - en donde intervengan varios profesionales de la
salud.
¿Qué profesionales intervinieron? ¿Cómo fue su forma de trabajar? ¿Se logró el trabajo interdisci-
plinario? ¿O se trató de un abordaje multidisciplinario? Justifique su respuesta. A partir de lo reflexionado
en el punto anterior, debatan en grupo: ¿qué condiciones son necesarias para que se produzca la interdis-
ciplina?
167

Para recordar:
Este módulo, aborda de manera integral todos los contenidos trabajados en los módulos previos y nos propone
nuevas conceptualizaciones que debemos tener presentes a la hora de aplicar los conceptos teóricos a nuestros
objetos de conocimiento.
COMPLEJIDAD: consiste en el reconocimiento de las tramas o redes de relaciones, y la imposibilidad
humana de agotarlas en el conocimiento de una sola disciplina. Esta relación de antagonismo y complemen-
tariedad debe considerarse también con respecto a las clasificaciones de lo complejo, y los intentos de “medir” o
cuantificar la complejidad30 .
DISCIPLINA: llamamos disciplinas a los distintos campos de conocimiento científico. Por ejemplo: la
biología -y dentro de ésta, una subdisciplina como la biología molecular-, la economía - por ejemplo, la
micro-economía, la economía política-, la paleontología - paleobotánica-, las ciencias médicas -la fisiología o
la endrocrinología-, la psicología -la psicometría o la psicología cognitiva-, la sociología -la sociología del trabajo
o de la cultura-, etcétera.

DADA LA COMPLEJIDAD DEL OBJETO DE ESTUDIO DE LAS CIENCIAS DE LA SALUD, INSI-


STIREMOS CON LA NECESIDAD DE UN ABORDAJE/COMPRENSIÓN/ESTUDIO DEL MISMO QUE
SEA INTERDISCIPLINARIO.

INTERDISCIPLINAR: un abordaje de este tipo, implica el diálogo y cooperación de dos o más disciplinas
para la comprensión y respuesta de un problema.
INTEGRALIDAD: UN ABORDAJE INTEGRAL DE LA SALUD, IMPLICA UNA INTERVENCIÓN
SOBRE UNA PROBLEMÁTICA DE SALUD QUE BUSCA DAR CUENTA/RESPUESTA DE TODAS SUS
DIMENSIONES, INTEGRANDO CONOCIMIENTOS Y PERMITIENDO LA COOPERACIÓN-COORDINACIÓN
DE MUCHOS SABERES Y MÚLTIPLES PROFESIONALES.

Actividad Integradora del Módulo 3


A partir del caso presentado, responda:

1. ¿Cuál son los problemas que atraviesan la enfermedad y muerte de Luis?


2. Establezca prioridades y elija dos para analizar. (Debe elegir problemas complejos, es decir que no
se resuelvan ante una sola acción. Por ejemplo, que el Centro de Salud no cuente con ambulancia
es un problema que se resuelve sólo con la llegada de ese recurso, en cambio se puede plantear un
problema complejo en relación a la misma dificultad, y es la dificultad en el acceso a la salud por
parte de la población).
3. ¿Qué actores intervienen en los problemas?
4. ¿Qué disciplinas considera que deberían intervenir en el caso?
5. Describa la carrera del enfermo en Luis. ¿Qué saberes, formas y modelos intervienen?

6. Analice el caso según las categorías illness y desease.


7. ¿Cuál es la concepción de cuerpo en juego? Ejemplifique y describa según los conceptos de Mario
Testa.

30 http://www.multiversidadreal.edu.mx/que-es-el-pensamiento-complejo
168

LA HISTORIA DE LUIS.

Veamos el caso de Luis, un niño de 7 años que murió de tétano. Luis vivía con su familia en las
afueras del pequeño pueblo El Destierro, a 50 km del pueblo de Fortín Lavalle en Chaco. En
Fortín Lavalle hay un centro de salud que tiene un médico y dos enfermeras para atender a las
700 personas del lugar. Durante un tiempo también atendió a la población cercana de Fortín
Lavalle un equipo móvil que se radicaba en el Hospital de Pampa del Indio, a 50 kilómetros de
Fortín, que constaba de un enfermero y una bioquímica que se encargaban de diagnosticar y
atender a la población con Mal de Chagas de zonas aledañas, equipo que era financiado por el
Ministerio de Salud de Nación y que al momento de la muerte de Luis había sido desarmado. En
ocasiones en las que era necesario, ese equipo móvil, llevaba a cabo un programa de vacunación,
pero el programa de vacunación llegó a los pueblos cercanos sólo de vez en cuando. Una vez
ese equipo empezó a vacunar en El Destierro, pero después de poner la primera vacuna de la
serie no volvió nunca. Tal vez se desanimaron porque muchas familias se negaron a cooperar.
Además, hay mucho polvo y hace bastante calor en el camino a El Destierro. El acceso no era
el único problema, más allá de la buena predisposición de las personas, el trabajo en relación
a tratamiento del Mal de Chagas era mucho como para dividir tareas con otros programas.
Cuando esos profesionales no regresaron, una curandera del pueblo fue a Fortín Lavalle y se
ofreció a llevar las vacunas y completar la serie de vacunación. Les explicó que ella sabía
inyectar. Pero el médico dijo que no. Dijo que si las vacunas no eran administradas por
personas que tuvieran entrenamiento formal, sería demasiado peligroso. Tres años después,
el niño Luis llevó un balde de desperdicios al chiquero donde su familia criaba cerdos. En el
camino, pisó un clavo oxidado con el pie descalzo. Luis acostumbraba llevar alpargatas, pero
se le habían roto hacía 3 días y estaban demasiado gastadas para arreglarlas. El papá de Luis
era un campesino sin tierra que tenía que pagar la mitad de su cosecha de maíz en renta por
la tierra que cultivaba. Era demasiado pobre para comprarle calzado nuevo a su hijo. Así que
Luis andaba descalzo. El niño se sacó el clavo del pie y rengueó hasta la casa. Nueve días
después, a Luis se le pusieron tiesos los músculos de la pierna y tenía dificultad en abrir la
boca. Al día siguiente, empezó a tener espasmos en los que todos los músculos del cuerpo se le
apretaban y la espalda y el cuello se le doblaban hacia atrás. La curandera del pueblo primero
llamó congestión a su enfermedad y recomendó un té de hierbas. Pero cuando empeoraron los
espasmos, sugirió que los padres de Luis lo llevaran al centro de salud de Fortín Lavalle. La
familia le pagó a uno de los chacareros de El Destierro para que los llevara a Fortín Lavalle en su
camión. En Fortín Lavalle, la familia esperó 2 horas en la sala de espera del hospital. Cuando
por fin les llegó su turno para ver al médico, éste de inmediato diagnosticó la enfermedad como
tétano. Explicó que Luis estaba en peligro mortal y que necesitaba inyecciones de la antitoxina
titánico. Dijo que él no las tenía y que como la vacuna del tétanos está indicada en el calendario
obligatorio, esta medicación es rara y difícil de conseguir, que no estaba en las farmacias del
pueblo. Tendrían que llevar a Luis a la ciudad de Pampa del Indio a 50 km de distancia. Los
padres se desesperaron. No les quedaba dinero para pagar el traslado de su hijo a esa ciudad
y el centro de salud no contaba con ambulancia – recordemos que el equipo móvil había sido
desarmado luego de un cambio en la política del Ministerio de Salud. Si su hijo muriera, ¿cómo
llevarían su cuerpo a Fortín Lavalle al cementerio familiar? Así que le dieron las gracias al
médico, y regresaron esa misma tarde en el autobús a El Destierro. Dos días después, tras
mucho sufrimiento, murió.

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