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Cuando le preguntamos a las parejas acerca de sus problemas matrimoniales, encontramos que la
falta de comunicación es uno de los más frecuentes. Recordemos que, por naturaleza, el hombre
es menos comunicativo que la mujer. A continuación estudiaremos los diferentes niveles de
comunicación, así podremos identificar dónde estamos nosotros.
3. Comunicar cosas íntimas del corazón. En este nivel, es donde las parejas comparten
sus cosas personales, sus intimidades y sentimientos. Dejan saber lo que sienten acerca de algo,
revelan sus visiones, sus experiencias espirituales, su relación con Dios y más. Éste es el nivel más
alto de comunicación. Lamentablemente, muchas parejas ni siquiera llegan al segundo nivel,
porque entonces empiezan los argumentos y peleas verbales. La frustración es otro aporte hacia el
divorcio, porque ninguno de los dos puede expresar sus sentimientos. Para que podamos llegar a
este nivel, debemos tener una relación íntima con la otra persona. Algunas veces, no hiere tanto lo
que nos dicen, sino cómo lo dicen.
La respuesta suave aplaca la ira, pero la palabra áspera hace subir el furor". Proverbios 15:1
Para que haya buena comunicación en nuestra familia, debemos reconocer el poder que tienen las
palabras. Muchas veces se causan heridas, simplemente por la forma cómo se dicen algunas cosas.
La palabra de Dios enfatiza que, la mujer con su boca edifica. Esto es así, porque la mujer habla
más que el hombre; por lo tanto, ella debe tener más cuidado.
La mujer sabia edifica su casa, pero la necia con sus manos la derriba". Proverbios 14:1
Escuchar, es un arte que todos deberíamos aprender, ya que hoy en día, existen tan pocos buenos
oyentes. La mayoría de personas "sufre de sordera"; pero la Palabra nos enseña que para tener
buena comunicación debemos saber escuchar, antes de aprender a hablar.
"13 Al que responde sin haber escuchado, la palabra le es fatuidad y vergüenza". Proverbios 18:13
· Comprender a la persona. Jesús dijo que, de la abundancia del corazón habla la boca.
Cuando sabemos oír, podemos entender lo que hay en el corazón de la gente. Sólo escuchando a
nuestro prójimo podemos identificar la verdadera raíz de sus problemas.
• Desahogar los problemas. Muchas veces, con el simple hecho de ser escuchada, la
persona se siente aliviada. Esto se debe a que ha logrado soltar una carga, una culpa, una herida,
un sentimiento, una presión, una queja o una confidencia.
Cuando una persona tiene alguien que la escuche, posee uno de los regalos más grandes en la
vida.
Debemos proponernos aprender a escuchar, al hacerlo, es importante que veamos y oigamos las
cosas desde la perspectiva de la persona que habla. Cuando su cónyuge o sus hijos le estén
hablando, no los interrumpa porque eso bloquea la comunicación. Nuestros hijos lo único que
desean es que papi o mami los escuchen. Nuestra pareja lo único que desea es compartir algo
personal. Por tanto, aproveche el momento en que su hijo o su cónyuge se quieren comunicar con
usted. No espere a sentir el deseo de hablar con ellos, porque entonces, es muy probable que ellos
ya no quieran hacerlo.
· Palabras de afirmación. Toda persona necesita ser afirmada en las áreas, espiritual,
emocional y mental. La gente aspira ser afirmada cuando hace las cosas bien; y cuando éstas no
salen como debieran, desean recibir palabras de ánimo. Un verdadero líder continuamente está
afirmando a su gente en el trabajo, en su llamado y en su identidad. Esto produce mejores
resultados que la crítica.
· Toque físico. El contacto físico es una manera de comunicar amor a nuestra familia.
Científicamente se ha comprobado que, los niños que son cargados en brazos, son más estables
emocionalmente que quienes carecen de ese contacto físico. Practicar un deporte o realizar otras
actividades que conlleven contacto físico, son indispensables para la familia.
· Actos de servicio. Es hacer cosas que usted sabe que a su familia le agradan; por ejemplo:
cocinar, preparar carne a la parrilla, servir la mesa, lavar los platos o sacar la basura. Cuando usted
hace un acto de servicio, voluntariamente, su familia se siente apreciada y amada.
· Tiempo de calidad. Una de las formas como se expresa el lenguaje de amor en la familia,
es compartiendo tiempo de calidad. Procure apartar un tiempo para disfrutar, exclusivamente, con
su esposa e hijos. En lo posible, olvídese del celular e internet. En el tiempo de calidad es donde se
logra la comunicación íntima.
Recuerde que, la familia es la base fundamental sobre la que reposa un gran ministerio; por tanto,
si no tiene una familia fuerte, no tendrá un ministerio fuerte. Una de las formas de comenzar a
restaurar la comunicación en nuestro hogar es pidiendo perdón al cónyuge por haberlo
irrespetado. Así que, empecemos a mejorar nuestra relación íntima, ofreciéndole tiempo de
calidad a nuestra familia.
LA ECONOMÍA EN EL HOGAR.
Los expertos han llegado a la conclusión que, la mayoría de personas que tienen problemas
económicos, arriban a esa situación por el mal uso del dinero o por mala administración.
• El hombre. Expliquemos esto: el hombre es el proveedor, el que trae el dinero a la casa; por
tanto, es quien tiene la responsabilidad de manejarlo. Claro, siempre hay excepciones a la regla. Si
el hombre no tiene esa habilidad, ya sea porque desperdicia mucho dinero o por cualquier otra
razón, entonces debe delegar en su esposa la autoridad para manejar la chequera. Sin embargo,
todo debe ser de mutuo acuerdo.
Necesidades básicas. Son aquellas que primero se cubren cuando el dinero llega a
casa.
Todas estas son necesidades básicas que deben ser suplidas antes de gastar en otras cosas.
Carencias. No están comprendidas en el rubro de las necesidades básicas, pero nos gusta
tenerlas y disfrutarlas. Por ejemplo:
Teléfono
Televisión, cable - Carro
Ropa de marca
Deseos. Son aquellas cosas que no precisamos para vivir, sino que son aspiraciones de nuestro
corazón; que las anhelamos porque nos dan placer. Ejemplo:
Vacaciones y viajes Botes
Deportes sofisticados
· Evite la especulación. Busque que sea Dios quien aumente sus finanzas, y no la
especulación ni la falta de ética. No use programas de computadora ilegales, ya que eso es falta de
ética y puede terminar en la pérdida del testimonio, del dinero y de la credibilidad. Recuerde que,
lo que siembre, eso recogerá.
'4No te afanes por hacerte rico: sé prudente y desiste. 5 ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, que
son nada? De cierto se hacen alas como de águila, y vuelan al cielo". Proverbios 23:4, 5
· Mantenga sus finanzas al día. No dé pasos que arriesguen su libertad financiera. Eso
incluye hacer compras o inversiones especulativas. No dependa de ningún evento futuro.
Sacrifique sus caprichos y deseos si es necesario.
"28
¿Quíén de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver
si tiene lo que necesita para acabarla?". Lucas 14:28
· Regale, en lugar de prestar. Un regalo será mejor testimonio para una persona. Evite
prestar cosas. ¡Comparta con otros lo que Dios le ha dado!
· Evite ser aval. Un aval es un "fiador", un garante de otros. La Biblia prohíbe ser aval o
fiador de otros.
'"Hijo mío, si has salido fiador por tu amigo o le has empeñado tu palabra a un extraño, 'te has
enredado con las palabras de tu boca y has quedado atrapado en los dichos de tus labios. 3Haz
esto ahora, hijo mío, para librarte, ya que has caído en manos de tu prójimo: Ve, humíllate,
importuna a tu amigo, 4no des sueño a tus ojos ni dejes que tus párpados se cierren; escápate como
una gacela de manos del cazador, como un ave de manos del que tiende trampas". Proverbios 6:1-
5
"ISEI hombre falto de entendimiento estrecha la mano para salir fiador en presencia de su amigo
Proverbios 17:18
Cada vez que usted sirve de fiador a alguien, está desobedeciendo la palabra de Dios.
· Evalúe las compras: basándose en las necesidades, carencias y deseos. Cada vez que
vaya a comprar algo, evalúelo, para que pueda invertir su dinero con sabiduría.
· Si no tiene paz, no compre. Hay personas que toman decisiones a la ligera y como
resultado, fracasan. El sentir paz es un método por medio del cual Dios nos habla y nos hace saber
si lo que estamos comprando es una buena decisión o estamos equivocados. La falta de paz, es
una señal que Dios nos hace para que sepamos que Él no está de acuerdo con la acción a tomar.
La forma bíblica para que una pareja prospere, es por medio del diezmo y la ofrenda. Si no
practicamos este principio, sólo tendremos problemas financieros.
• Establecer prioridades en nuestra vida. La familia debe ser una prioridad; por eso,
debemos separar el tiempo para compartir con ella. Hay personas que tienen muchos
compromisos y trabajan tanto que incluso cuando se sientan a la mesa, no disfrutan ese tiempo
con la familia ni la comida.
Si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guarda la ciudad, en
vano vela la guardia. 'Por demás es que os levantéis de madrugada y vayáis tarde a reposar, y que
comáis pan de dolores, pues que a su amado dará Dios el sueño". Salmo 127:1, 2
Vivimos en una sociedad muy afanada, ocupada, turbada, que se levanta de madrugada y se
acuesta tarde; que no disfruta lo que trabaja ni disfruta de su familia. En realidad, esas personas
terminan perdiendo sus hogares.
· Nuestra relación con la familia. Después del Señor, debemos tener tiempo de calidad
para compartir con nuestro cónyuge e hijos. Si la relación con ellos no se cultiva, difícilmente
podremos sostener nuestro matrimonio.
· La iglesia. Cuando hayamos cumplido con las dos prioridades anteriormente mencionadas –
Dios y la familia–, la siguiente prioridad es la iglesia. Debemos asistir, servir y contribuir con dones,
talento y dinero.
PLANIFICACIÓN DE LA FAMILIA
Planeamiento de la familia. Ello implica visualizar a la esposa como mujer, como compañera con
sus esperanzas, objetivos y metas; asimismo al hombre como persona y compañero con los mismos
sueños que ella. Aquí no se enfatiza en hijos o en el número de ellos. Se le da prioridad a la pareja
como esposos, pues al final del camino cuando los hijos se casan y se van, ellos quedan solos
apeltrechados, únicamente, del encuentro humano, emocional, social, cultural y espiritual que hayan
logrado. No se unieron para tener hijos, como tarea prioritaria, más bien para construir un hogar; no
es cuestión de procreación, sino de apropiarse de Juan 10.10 en su última parte: "... para que tengan
vida y la vivan con entera satisfacción".
La aplicación de esos principios bíblicos nos lleva a preguntarnos: ¿Qué deseamos para la pareja y
para nosotros mismos como mujer y como hombre? ¿Terminaremos nuestros estudios? ¿Qué
negocio tendremos? ¿Dónde viviremos? ¿De qué fuente sufragaremos los gastos y haremos las
inversiones? ¿Cuál será nuestra relación con las familias paterno-maternas, con los amigos? ¿Qué
importancia tendrá el trabajo y cuánto tiempo le dedicaremos? ¿Cómo evitaremos el maltrato entre
nosotros y cómo superaremos diferencias? ¿Cuáles son nuestros gustos y nuestros disgustos?, y si
los del uno se oponen a los del otro, ¿qué haremos?
¿Qué tipo de persona somos ahora y qué tipo deseamos ser en los próximos cinco, diez o veinte
años? ¿Nos ayudaremos a lograrlo? ¿Cuántos hijos deseamos tener a fin de brindarles todo el
cuidado y la atención que se merecen como seres humanos e hijos de Dios? ¿Cada cuánto esperamos
un embarazo a fin de dar oportunidad a que el útero y la vida emocional se recuperen? Todo esto es
planeamiento de la familia sujeto a la recomendación bíblica, empezando por la pareja: base y
columna del hogar... "Y serán una sola carne" (Gn 12.24). Recordemos que el secreto para tener un
hogar feliz es pensar en el bien de las otras personas antes que en el bien propio (Fil 2.3-4); nuestro
"sacerdocio" es contribuir a que todos en el hogar seamos felices como Dios quiere y no demandar
que "me hagan feliz"; nos damos en amor, por eso planeamos con inteligencia, diligencia y
dedicación.
Sabra decir que muchas parejas se casan para legalizar su deseo sexual y poder copular. Eso vendrá
después y es grato, pero ¡el planeamiento familiar es responsabilidad en acción; es bendición que se
siembra y promesa que se arrebata!. Construir un hogar y no sólo un grupo que vive bajo el mismo
techo es glorificar a Dios en nuestras decisiones, en nuestro sojuzgar y en nuestra aplicación del
planeamiento recomendado por Jesús en Lucas 14. Conviene planear para lograr el éxito. Jesús
planeó su venida y el costo de su ministerio: "beber la copa que el Padre le dio a beber". El sabía a
dónde iba, pues quien no sabe a dónde va, cualquier camino lo lleva y el fracaso lo abraza.
CONTROL Y LA ENSEÑANZA A HIJOS.
Así como las maldiciones son transmitidas a través de nuestros padres, las bendiciones también lo
son. Como padres, nuestra meta es dejar una generación más fuerte en todos los aspectos.
"Bienaventurado el hombre que teme a Jehová y en sus mandamientos se deleita en gran manera.
'Su descendencia será poderosa en la tierra; la generación de los rectos será bendita. 'Bienes y
riquezas hay en su casa, y su justicia permanece para siempre. 4Resplandeció en las tinieblas luz a
los rectos; es clemente, misericordioso y justo. 'El hombre de bien tiene misericordia y presta;
gobierna sus asuntos con justicia. 'Por lo cual no resbalará jamás en memoria eterna será el justo".
Salmo 112:1-6
"'...que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, pero que
de ningún modo tendrá por inocente al malvado, que castiga la maldad de los padres en los hijos y
en los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación ". Éxodo 34:7
La palabra instruye, en el hebreo se traduce como chanak, que significa: adiestrar, enseñar, dedicar,
consagrar, instruir y disciplinar. Como padres, estamos llamados a instruir, disciplinar y guiar a
nuestros hijos.
¿Cuáles son los errores que los padres cometen en la instrucción y disciplina de sus hijos?
"4Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y
amonestación del Señor". Efesios 6:4
A continuación vamos a estudiar algunas actitudes de los padres hacia los hijos, y la
respuesta del niño como resultado de esa actitud. Los padres, la mayoría de veces, somos
culpables por las actitudes negativas de nuestros hijos. Veamos un ejemplo:
¿Cuáles son las evidencias que presenta un niño con el espíritu herido?
· Falta de comunicación
· Mal agradecido
· Torpeza (cerrado en sus ideas)
· Rebelión pasiva
· Rebelión activa
· Justificación de su conducta
· Depresión
· Llama la atención
La causa principal de rebelión en los hijos, durante la adolescencia, se debe a que tienen un
espíritu herido. En este caso, la mejor solución es ministrarle sanidad interior y liberación.
Las actitudes erróneas de los padres, que suelen dañar a los hijos
emocionalmente, son:
Sobre protección - Cuando los padres son posesivos, sobre protectores y siempre quieren
controlar a sus hijos, no los dejan pensar ni les permiten tomar sus propias decisiones. Entonces,
los niños crecen con sentimientos de rechazo y rebeldía.
Sobre indulgencia - Los premios y regalos continuos. Hay hijos que reciben muchas cosas
materiales, pero no reciben amor; como resultado, se sienten heridos.
Hipocondría – Cuando los padres no les dan suficiente atención ni tiempo a los hijos, hacen
que los niños busquen llamar su atención. Todo el tiempo se quejan de dolores y exageran
cualquier signo de enfermedad.
Rechazo - Algunos niños fueron rechazados, incluso desde el vientre de su madre; luego esto
sigue durante su niñez; por consiguiente, cuando crecen, todo lo que el niño hace lleva la marca
del rechazo.
Falta de disciplina: Ésta es la forma más cruel; el niño aprende por los golpes de la vida,
porque en la casa nunca lo disciplinaron. El niño sin disciplina desarrolla un sentimiento que lo
aparta de la familia. La Biblia dice que el hijo que no es disciplinado, es un bastardo.
"Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos,
no hijos". Hebreos 12:8
Exceso de disciplina: Algunos padres disciplinan en exceso y llegan a la agresión física. Esto
provoca que el niño tema a la autoridad y se sienta rechazado.
Castiga a tu hijo mientras haya esperanza, pero no se excite tu ánimo hasta destruirlo". Proverbios
19:18
Falta de reforzar la autoridad: Cuando los padres amenazan con disciplinar a los hijos,
pero no lo hacen; esto causa que ellos les falten al respeto. Un consejo importante para los padres
es que, nunca le quiten autoridad al cónyuge cuando ha dado una orden a sus hijos; porque eso
acarreará conflictos en el hogar y en sus propios hijos.
1. La instrucción. Para corregir a sus hijos, primero debe instruirlos. Usted no puede castigar a
un hijo sin antes haberle instruido y dado las pautas correctas a seguir.
"Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él". Proverbios 22:6
Nosotros, como padres, no podemos pedir algo a nuestros hijos si antes no les hemos enseñado
qué es lo correcto e incorrecto.
Hay dos tipos de instrucción:
· Por medio del ejemplo; comportándonos como un modelo digno de imitar.
- Corrección: Esta es responsabilidad de los padres; pero Dios tiene la última palabra en
autoridad.
La instrucción establece los patrones de conducta, los pensamientos y actitudes, que luego van a
gobernar sus actos. Es importante que padre y madre conozcan el temperamento de sus hijos.
3. La corrección. Enséñele al niño a rendir cuentas por lo que hace. Pregúntele: "Jú hiciste
eso?" Felicítelo en público, pero corríjalo en privado. El padre es quien debe disciplinar; en su
ausencia debe hacerlo la madre.
C. Disciplina emocional. En esta corrección –como en todos las otras–, no se puede hacer
sentir culpable al niño por su falta, sino que se apela a su conciencia para que sea Dios quien trate
con él. Por ejemplo: "Julio, contestar mal a las personas es una falta de respeto, y al Señor no le
agrada eso".
Disciplina física. La palabra de Dios enseña que a un niño se le debe disciplinar con
vara. Nunca castigue a su hijo con rabia. El castigo que se implementa en amor, aun cuando use la
vara, siempre dará resultados positivos.
"73No rehúses corregir al muchacho, porque si lo castigas con vara, no morirá". Proverbios 23:13
"IsCastiga a tu hijo mientras haya esperanza, pero no se excite tu ánimo hasta destruirlo".
Proverbios 19:18
Comencemos desde hoy a disciplinar a nuestros hijos para que, el día de mañana, no sean
personas difíciles para nosotros ni para nuestra familia. Como padres, debemos aprender a
instruirlos, corregirlos y disciplinarlos, sin olvidar lo que dice la palabra de Dios:
"24El que no aplica el castigo aborrece a su hijo, mas el que lo ama, lo corrige a tiempo". Proverbios
13:24