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TEMA RELEVANTE
La autora concuerda con la reciente modificación del artículo 22 del Código Civil, pues
ello responde a la necesidad de resguardar la unión familiar al momento en que un
cónyuge adopta al hijo mayor de edad de su pareja, ya que ahora, y en consonancia
con un precedente del Reniec, no se pierde el vínculo con el progenitor biológico. Y es
que antes esta solución solo se contemplaba para los menores de edad, lo que
constituía un vacío.
MARCO NORMATIVO:
Ley que modifica el artículo 22 del Código Civil para precisar el nombre en el caso
de que un cónyuge o concubino adopte al hijo del otro, Ley N° 30084 (22/09/2013).
INTRODUCCIÓN
El Código Civil es, sin duda, la norma más relevante en la vida cotidiana de las
personas, regula las relaciones civiles, las que ocurren todos los días; y por ello,
cualquier modificación en él merece ser analizada, comentada y conocida por todos.
Rosa Jiménez Díaz y Juan Gutiérrez Alegre tuvieron a su hijo Jorge, lo reconocieron e
inscribieron como hijo de ambos, pero como ocurre en muchos casos, Juan
desapareció y Rosa se hizo cargo de su hijo. Poco tiempo después, cuando Jorge
tenía un año de edad, Rosa conoció y se casó con Tomás García Celi, quien en los
hechos, asumió la paternidad de Jorge. Luego de que Jorge cumpliera la mayoría de
edad, él y Tomás decidieron formalizar la relación paterno-filial que los unía a través de
un proceso de adopción de mayor de edad por la vía notarial, de conformidad con lo
dispuesto en la Ley Nº 26662, Ley de Competencia Notarial en Asuntos No
Contenciosos2. Rosa suscribió la respectiva minuta, a efectos de cumplir con el
requisito establecido en el artículo 22 de la norma antes citada, que dispone que la
minuta debe contener el asentimiento del cónyuge del adoptante.
Como consecuencia del procedimiento llevado a cabo, Jorge pasó a llamarse Jorge
García Celi, se le extendió una nueva partida de nacimiento en sustitución de su
partida original, y en ella se consignó como declarante a Tomás, eliminándose toda
referencia a sus padres biológicos (su padre y su madre).
La historia de Rosa, Tomás y Jorge no es única y se repitió con frecuencia hasta julio
de 20093. Hoy podemos afirmar que desde el 22 de setiembre de 2013 ningún mayor
de edad adoptado por el cónyuge o concubino de su padre o madre biológico volverá a
perder el apellido y su vínculo de filiación con este último. Ello en razón de la
modificación del artículo 22 del Código Civil, que en virtud de lo dispuesto en la Ley Nº
30084 quedó redactado en la forma siguiente:
El hijo de uno de los cónyuges o concubinos puede ser adoptado por el otro. En tal
caso, lleva como primer apellido el del padre adoptante y como segundo el de la madre
biológica o, el primer apellido del padre biológico y el primer apellido de la madre
adoptante, según sea el caso”(*).
(*) Párrafo final incorporado por el artículo único de la Ley Nº 30084, publicada el 22 setiembre de 2013.
El artículo 377 del Código Civil dispone que por la adopción, el adoptado adquiere la
calidad de hijo del adoptante y deja de pertenecer a su familia consanguínea 4.
Y es que hasta antes de la modificación del artículo 22 del Código Civil, solo el Código
de los Niños y Adolescentes, aprobado por la Ley Nº 27337 (en adelante, el Código de
los Niños y Adolescentes) contemplaba de manera expresa la posibilidad de que el
adoptado (menor de edad) mantuviese los vínculos de filiación con su padre o su
madre biológicos, en el caso de que el adoptante tuviese vínculo matrimonial con
este(a)8.
El caso que fue resuelto en última instancia administrativa por la Resolución Jefatural
Nº 1011-2005 era idéntico al de Jorge, salvo porque en aquel, las partes previendo que
pudiese ocurrirles lo que a Jorge, señalaron expresamente en la escritura pública de
adopción que el adoptado únicamente perdería el vínculo consanguíneo con su padre
biológico y no con su madre biológica (cónyuge del adoptante), cuyo apellido debería
conservar. Se aclaró que la intervención de la madre biológica en la escritura pública
de adopción se restringía a prestar su aceptación, en su condición de cónyuge del
adoptante, en cumplimiento del requisito establecido en el numeral 3) del artículo 378
del Código Civil.
Felizmente para Rosa, Tomás y Jorge, y las demás personas en su situación, en el año
2009 el Reniec modificó el precedente de observancia obligatoria establecido en virtud
de la Resolución Jefatural Nº 1011-2005, dando un claro ejemplo de cómo la actuación
de la Administración Pública debe servir para proteger el interés general, garantizando
los derechos e intereses de los administrados, tal como lo señala el artículo III de la
Ley del Procedimiento Administrativo General, Ley Nº 27444; y, de cómo las entidades
deben adaptarse a los cambios.
Estamos de acuerdo con que la dificultad a la que se enfrentaron Rosa, Tomás y Jorge
no provenía de la interpretación de las normas sustantivas contenidas en el Código
Civil, específicamente los artículos 377 y 22. Como lo hemos señalado anteriormente,
dichas normas no contemplan el supuesto de hecho de la adopción del hijo del
cónyuge o concubino del padre o madre biológico, como sí lo hace el Código de los
Niños y Adolescentes. Ante el vacío legal encontrado en la legislación general,
aplicable a la adopción de personas capaces, correspondía que este fuera suplido por
aquellas normas especiales que regulan la materia; lo contrario hubiese producido una
situación contraria a los principios generales del derecho, a la Constitución y a los
intereses de los particulares intervinientes en el acto de adopción. El Reniec suplió
correctamente el vacío, homogenizando el tratamiento otorgado a los adoptados
mayores y menores de edad mediante la expedición de la Resolución Jefatural Nº 413-
2009; y, fue luego el propio Reniec el que reconociendo la existencia del vacío legal en
las normas generales aplicables a la adopción de mayores de edad, solicitó al
Congreso de la República la modificación del artículo 22 del Código Civil, señalando
expresamente que “a través de este proyecto de ley se pretende atender las
situaciones que regula la Resolución Jefatural Nº 413-2009-JNAC/RENIEC que admitió
la conservación del vínculo consanguíneo de personas capaces” 10.
No podemos terminar sin mencionar que Jorge consiguió restablecer su vínculo filial
con Rosa luego de que el Reniec, a través de su Resolución Jefatural Nº 413-2009,
modificó el precedente de observancia obligatoria establecido en virtud de la
Resolución Jefatural Nº 1011-2005.
1 Aunque se trata de una historia real, los nombres de los personajes son ficticios.
2 La Ley Nº 26662, Ley de Competencia Notarial en Asuntos No Contenciosos, otorga competencia al notario para, entre
otros, tramitar la adopción de personas mayores de edad con capacidad de goce y ejercicio (art. 21).
3 Como explicamos más adelante, el 14 de julio de 2009 se publicó en el diario oficial El Peruano la Resolución Jefatural
Nº 413-2009-JNAC/RENIEC por la que se dispuso que son inscribibles las propuestas registrales de adopción de persona
capaz, cuando el adoptante es cónyuge del padre o madre biológico del adoptado, caso en el cual el adoptado conserva el
vínculo consanguíneo con su padre o madre biológico, cónyuge del adoptante.
4 El artículo 238 del Código Civil reconoce a la adopción como fuente de parentesco.
5 Constitución Política del Perú de 1993
Protección a la familia. Promoción del matrimonio
Artículo 4.- La comunidad y el Estado protegen especialmente al niño, al adolescente, a la madre y al anciano en
situación de abandono. También protegen a la familia y promueven el matrimonio. Reconocen a estos últimos como
institutos naturales y fundamentales de la sociedad.
(...)
6 RUBIO CORREA, Marcial. “Derecho a la Identidad”. En: Los Registros y las Personas. 1ª edición, Dimensiones Jurídicas
Contemporáneas, editado por Reniec, Lima, agosto 2010, p. 36.
7 Sobre los apellidos que debe llevar el adoptado trató la Comisión Reformadora del Código Civil. Recordemos que la
promulgación del Código Civil de 1984 trajo consigo la modificación de la institución de la adopción según había sido
conocida hasta entonces. Como explica Héctor Cornejo Chávez en la exposición de motivos y comentarios del proyecto
del Libro de Derecho de Familia de la Comisión Reformadora del Código Civil, se resolvió que el apellido del adoptado
debe ser modificado, “sea en el sentido de no sobrecargar a aquel con tres y hasta cuatro apellidos, sea en el más
trascendente de sustituir los apellidos de los padres consanguíneos con el o los apellidos de los adoptantes”. La
sustitución de los apellidos de los padres consanguíneos, según Cornejo Chávez, conducía directamente a un problema
mayor, que era determinar si el vínculo generado por la adopción plena debía mantenerse como superpuesta a la
consanguínea o natural, o si debía ser sustituida, de modo que el adoptado rompiese todo vínculo con su familia
consanguínea y se integrase plenamente a la familia del adoptante. La tesis de la sustitución del vínculo habría primado en
razón de que la institución de la adopción se dirige a cautelar el interés del hijo adoptado. REVOREDO DE DEBAKEY,
Delia (compiladora). Código Civil. Exposición de Motivos y Comentarios. Tomo IV, parte III, Lima, 1985, pp. 432-434.
8 Código de los Niños y los Adolescentes
Artículo 128.- Excepciones.-
En vía de excepción, podrán iniciar acción judicial de adopción ante el Juez especializado, inclusive sin que medie
declaración de estado de abandono del niño o del adolescente, los peticionarios siguientes:
a) El que posea vínculo matrimonial con el padre o madre del niño o el adolescente por adoptar. En este caso el niño o
adolescente mantienen los vínculos de filiación con el padre o madre biológicos;
(...)
9 Constitución Política del Perú de 1993
Derechos fundamentales de la persona
Artículo 2.- Toda persona tiene derecho:
1. A la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar. El concebido es
sujeto de derecho en todo cuanto le favorece.
(...)
10 Vale señalar que ya el 3 de diciembre de 2008 se había presentado ante el Congreso de la República el Proyecto de
Ley Nº 02904/2008-CR que proponía modificar el artículo 377 del Código Civil. Según la Exposición de Motivos del referido
proyecto, la iniciativa legislativa tenía por objeto “corregir una indebida interpretación y aplicación de la norma contenida en
el artículo 377 del Código Civil referido a adopciones; y llenar un vacío legal que permite la situación antes referida; que se
presenta cuando al manifestar un mayor de edad su voluntad y aceptación de ser adoptado por el o la cónyuge de su
progenitor(a), le aplican la desvinculación de la familia consanguínea que dispone la última parte del artículo 377 del
Código Civil, lo que resulta a todas luces absurdo pues la adopción la solicita el o la cónyuge del progenitor(a), y no el
progenitor(a) que es padre o madre consanguíneo”.
El Proyecto de Ley Nº 02904/2008-CR proponía que el artículo 377 del Código Civil quedase redactado de la forma
siguiente:
Artículo 377.-
Por la adopción, el adoptado adquiere la calidad de hijo del adoptante y deja de pertenecer a su familia consanguínea.
Cuando el adoptante es cónyuge de uno de los padres biológicos del adoptado, este mantiene el parentesco con
el cónyuge al cual le une el vínculo consanguíneo, y por ende el respectivo apellido en el orden previsto por Ley
(el párrafo en negritas en el que se proponía incorporar).