Sei sulla pagina 1di 5

MINIFUNDIO

La agricultura peruana constituye una economía de parceleros en la cual el 85% de los


agricultores tiene parcelas con menos de 10 hectáreas predominando las unidades productivas
con un área entre 3 y 10 hectáreas (33%) (. Existen 5.7 millones de predios rurales de los cuales
figuran inscritos en registro públicos solamente un tercio (1.9 millones). Lo más grave es que el
minifundio sigue creciendo.

El fraccionamiento de las parcelas en pequeños minifundios y su gran dispersión representan un


límite a la eficiencia productiva al tiempo que eleva los costos del transporte.

La tierra es el principal activo que posee el agricultor por lo que sus derechos de propiedad
deben estar claramente definidos a fin de que ese reconocimiento legal les proporciones
respaldo a la producción.

Minifundio y concentración de tierras en el agro peruano: la


verdad de a verdad

La última entrada del blog Lampadia.com http://www.lampadia.com/economia/la-verdad-


sobre-la-concentracion-de-la-tierra se titula "La verdad sobre la concentración de la tierra",
que arranca con la siguiente afirmación "Continuamente la izquierda peruana le cuelga al
agro el sambenito de que existe concentración de la tierra en pocas manos. Nada más
falso. Así lo demuestran repetidamente los censos agrarios. Los resultados del último
censo entregan una serie de resultados interesantes sobre el sector: un importante
crecimiento del área agrícola y del volumen y diversificación de la producción, no están
aumentando los minifundios, los propios minifundios no se empequeñecen y, por
supuesto,no existe un proceso de concentración de la tierra." (subrayados nuestros).
Lo curioso es que el artículo no entrega evidencia real del censo que sustente las siguientes
dos afirmaciones: (i) que el minifundio no ha seguido avanzando; (ii) que no hay un proceso
de concentración de tierras agropecuarias en pocas manos. En este análisis de los censos
1994 y 2012 miramos ambos temas y, lamento decirle a los amigos de Lampadia.com que
la evidencia es totalmente contraria a sus afirmaciones.

1. El tema del minifundio

Para saber si el minifundio se ha incrementado en la estructura agraria debemos partir por


alguna definición de éste. En una realidad muy heterogénea cualquier definición puede ser
desafiada pero sustento que unidades con menos de 2 hectáreas corresponden
mayoritariamente a minifundios en el caso peruano. En el cuadro siguiente se consigna la
evolución del número de agricultores de acuerdo al tamaño de sus tierras entre 1994 y 2012.

Cuadro 1. Estructura agraria 1994-2012

Fuente: III y IV CENAGROs (INEI)

Se puede ver que para el año 2012 se han incrementado fuertemente las unidades de menos
de 2 hectáreas, que pasaron de 771 mil a 1.3 millones, representando el 58% del total de
unidades en 2012. De dónde saca Lampadia.com que el minifundio no ha aumentado?. En
el propio artículo no hay una definición de minifundio y por ende no se entiende cómo pueden
decir que no ha aumentado. La verdad directa y certera es que el minifundio ha aumentado
en forma vertiginosa entre 1994 y 2012, periodo en el que las unidades con menos de dos
hectáreas casi se han duplicado (de 770 mil a 1.3 millones). Los minifundios han pasado de
representar el 44% de unidades al 58%.

Con respecto a otros tamaños, el segmento entre 2 y 5 hectáreas tuvo un ligero incremento
entre ambos censos, pero cayó en importancia (del 27 al 22%). Los segmentos de más de
5 hectáreas tuvieron caídas absolutas y relativas en la estructura, salvo las comunidades
(campesinas y nativas) que aumentaron de 6,872 a 7,599 entre ambos censos (aunque su
peso bajó de 0.4 a 0.3% del total de unidades entre ambos censos). En conjunto, la
evolución de la estructura agraria entre ambos censos indica un importante aumento en la
fragmentación de la tierra y del minifundio, con una cantidad muy importante (casi 80%) de
unidades agropecuarias con menos de 5 hectáreas de superficie agropecuaria.

2. El asunto de la concentración de la tierra

Al igual que para el minifundio, el tema de la concentración de la tierra requiere de alguna


definición operativa. En ninguna parte del artículo en mención aparece tal definición, aunque
pareciera que deducen que no ha aumento la concentración porque cae el número de
unidades con más de 100 hectáreas. Pero aún si esto ocurriera, es posible (y probable) que
la concentración de tierras haya aumentado porque lo que se debe analizar es cuánto de la
tierra total está bajo el control de las unidades agropecuarias, que es lo que hacemos a
continuación.
Debido a que existe una gran heterogeneidad en la calidad y potencial productivo de la tierra
en el país es preciso generar algún tipo de patrón de comparación entre unidades en función
a la distinta capacidad productiva de ésta. Para esto tomaremos en cuenta en dónde se
encuentra la superficie agropecuaria y cuál es el uso de esa tierra, para convertir toda la
superficie agropecuaria a "tierra equivalente bajo riego en costa". Para esto se usarán los
siguientes coeficientes[1]:

Cuadro 2. Equivalencia en distinto tipo de tierras agropecuarias[2]

La estructura de distribución de la superficie agropecuaria general y luego de la conversión


en superficie bajo riego de la costa en 1994 y 2012 se presenta en el gráfico siguiente.

Gráfico 1. Distribución de la tierra entre ambos censos

Fuentes: Censos agropecuarios 1994 y 2012, INEI

Se puede ver que la distribución de la superficie agropecuaria sin ajustar es extremadamente


desigual, con el 1% de unidades concentrando más del 70% del total mientras el 50% de
agricultores sólo tiene un 2.5%. Además, dicha concentración aumentó entre 1994 y 2012,
pasando el 1% de unidades de tener 70% de la tierra a 76.4%, mientras el 50% inferior
redujo su participación de 2.5% a sólo 1.5%. Cabe señalar que esta imagen no refleja bien
el nivel de concentración de la tierra por el tema de la distinta calidad.

Cuando se aplican los coeficientes de conversión a la superficie agropecuaria descritos


anteriormente, la imagen cambia en forma importante en cuanto a concentración extrema
(del 1% superior), como se puede ver en el gráfico de la derecha, donde se "aplana" un poco
la distribución. No obstante, también se observa un fuerte aumento en la concentración de
la tierra equivalente entre 1994 y 2012, ya que el 1% pasó de poseer el 26% al 48% del
total de tierra equivalente, mientras que el 50% con menos tierra bajó de 8.1% a sólo 4% del
total de tierra equivalente.

Una variante importante para evaluar la distribución de la tierra es considerarla sin las
unidades colectivas (comunidades campesinas y nativas). En el gráfico siguiente se
presenta la distribución excluyendo a las unidades colectivas.
Gráfico 2. Distribución de la tierra excluyendo tierras colectivas

Fuentes: Censos agropecuarios 1994 y 2012, INEI

Se puede ver (izquierda) que en cuanto a tierra agropecuaria sin ajustar, la distribución es
mucho menos desigual que al excluir a las tierras de unidades colectivas, aunque con un
aumento de la participación del 1% superior desde 17 a 25% entre 1994 y 2012 y caída para
el 50% inferior. No obstante, cuando se ajusta la superficie a tierra equivalente (derecha)
se puede ver que entre 1994 y 2012 se ha generado un fuerte proceso de concentración en
el 1% superior, que ha pasado a controlar el 40% (versus 20% en 1994). Igualmente, el
50% inferior ha tenido una caída de 9 a 4.8% entre ambos periodos, y el grupo entre 50 al
90% tuvo una fuerte caída desde 38.5 a 26.5%, denotando un mayor desigualdad en el
acceso a tierra equivalente entre ambos periodos censales.

En cuanto a las formas jurídicas del 1% superior de tierra equivalente, en el gráfico siguiente
se puede ver que son las sociedades anónimas (SAC y SAA, sociedades anónimas cerradas
y abiertas respectivamente) las que más se han incrementado en superficie en este
segmento, especialmente aquellas ubicadas en la costa peruana (panel de la derecha en
siguiente gráfico).

Gráfico 3.

Fuentes: Censos agropecuarios 1994 y 2012, INEI


3. En conclusión: aumentó el minifundio y la concentración de tierras

En conjunto, la evidencia de la evolución de la estructura agraria en el Perú en las últimas


dos décadas indican que se ha generado un proceso de polarización en el acceso a la tierra
en los dos extremos: minifundios y latifundios. Al margen de la posición política o ideológica
de los que analizan esta realidad, lo cierto es que bajo cualquier definición razonable de
ambos términos el proceso está claramente en curso. Lo importante es iniciar un debate
serio sobre si deseamos que este proceso se siga profundizando o pensamos medidas y
reformas que reviertan una tendencia que ya anteriormente en nuestra historia terminó en
tomas de tierras, lucha campesina y reforma agraria. De nada sirve hacer como el avestruz
que no quiere ver la realidad.

Potrebbero piacerti anche