Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Facultad de Humanidades
Departamento de Letras
TRABAJO DE DIPLOMA
Santa Clara
2012
La aparente facilidad con que los negros se dejan
catequizar en las otras religiones ya tiene su explicación.
En realidad lo que hacen es asimilar magaras para
dominarlos y usarlos según sus propias necesidades.
CARLO LIBERIO DEL ZOTTI
DEDICATORIA
A aquellos que han ayudado de una forma u otra a que este proyecto
se materializara.
A mis amigos...
AGRADECIMIENTOS
A mi madre, abuelos y mi tío por la sutil presión que ejercieron, ayudó mucho.
(Sin olvidar el apoyo logístico de mi tío)
1
Según sostienen autores como Humberto Lopez Morales, quien afirma que entre los siglos XVI y XVII la
Corona otorgó constantemente licencias para la importación de negros escalvos procedentes de Europa a
Cuba, principalmente de Andalucía. Tomado de El supuesto africanismo del «Español de Cuba»,p.208.
1
al desarrollo del tema con sus trabajos de diploma; sin embargo, nos percatamos de la
existencia de un vacío investigativo que pasaba por alto las características lingüísticas de
los cantos rituales de las religiones afrocubanas como una de las vías principales de
conservación y transmisión de las lenguas africanas y los remanentes en nuestro país.
Por ello, atendiendo a la tradición en el estudio de las lenguas bantúes que caracteriza
el Departamento de Lingüística de nuestro centro de estudios, la (UCLV), surge el proyecto
de desarrollar una investigación que se centrara en el análisis de las fenómenos lingüísticos
que se manifiestan en los cantos religiosos del Palo Monte, ya que esta es una de las formas
principales de conservación de la cultura africana y los restos de sus lenguas en la
actualidad.
2
Lenguaje o lengua ritual: «es un lenguaje usado dentro del dominio de las actividades religiosas de una
comunidad donde la lengua se relaciona con las variables de comportamiento en tales actividades», tomado de
Valdés Acosta (2009)
2
momento, por lo cual no se ha elaborado una metodología que responda a un análisis de
dichos fenómenos.
Puede afirmarse entonces que la presente investigación no cuenta con antecedentes en
el estudio de las características lingüísticas de los cantos religiosos de Palo Monte, y que
carece además de un antecedente teórico-metodológico que permita hacer un análisis sobre
las bases de los resultados previamente alcanzados por otro investigador.
3
Esto será debidamente explicado en el desarrollo del trabajo. Ya que no todos los términos encontrados en la
muestra obedecen a los hechos lingüísticos del español o de las lenguas africanas.
3
influirlas de modo directo—, no se pretende en caso alguno introducir enmiendas, sino
hacer uso del texto natural como reflejo cultural de amplio sentido.4
Hipótesis:
• Las transcripciones a la escritura realizadas por el intérprete-practicante Alberto
Jiménez Lemus, el Corto, de los cantos rituales del Palo Monte presentan una serie
de fenómenos lingüísticos asociados a la conciencia lingüística y al extrañamiento.
• En los hechos lingüísticos del español que se presentan en la muestra están
manifestados los restos de un español africanizado que ha sobrevivido en la lengua
ritual de los cantos.
• En los términos de posible origen bantú que encontramos en los cantos se
presentan una serie de fenómenos lingüísticos que se manifiestan en los tres niveles
de la lengua.
Objetivo general:
Caracterizar los fenómenos lingüísticos presentes en cantos bantúes transcritos a la
escritura por el intérprete-practicante Alberto Jiménez Lemus, el Corto.
Objetivos específicos:
• Describir los fenómenos encontrados a partir de la comparación entre las
diferencias de los remanentes de lenguas bantúes, tal como aparecen en los textos
escritos por el informante, y la transcripción fonética de sus hipotéticos arquetipos,
realizada por el investigador.
4
Es de lamentar concretamente la imposibilidad de certificar de algún modo el grado de autenticidad de los
textos, al no disponer de fuentes previas dentro de la tradición por la que se ha producido su transmisión
textual específica. Esto, sin duda, algún día podrá ser motivo de otra investigación, de índole más filológica.
Por otro lado, los resultados de la investigación que aquí se acomete no tendrán influencias modificadoras en
los textos investigados, para su uso en las prácticas religiosas. No se pretenderá, pues, corregir ni restablecer
los textos.
4
• Analizar los cambios ortográficos que aparecen en las palabras en español
presentes en los cantos escritos.
• Caracterizar los hechos lingüísticos del idioma español que forman parte de estos
cantos.
• Describir los fenómenos lingüísticos presentados por los remanentes de lenguas
bantúes contenidos en los cantos según los tres niveles de la lengua.
5
Tomando por «manuscrita» el significado textual de la palabra dado a las diversas acepciones que tiene el
término en el lenguaje editorial y en otros campos.
6
Según el criterio expresado por H. López Morales en Métodos de la Investigación Lingüística (1994:40).
5
necesarias para desglosar los objetivos trazados para la investigación, así como la
metodología utilizada con este fin, lo que proporcionó un respaldo a la investigación que
expondremos en el desarrollo del presente trabajo de diploma.
En el segundo capítulo fueron realizados tres epígrafes en los que se abordaron
aquellos fenómenos relacionados con: la comparación entre los remanentes de lenguas
bantúes que aparecen en los textos escritos por el informante y la transcripción fonética
hecha de los mismos por el investigador, los cambios ortográficos en las palabras en
español que aparecen en estos textos y el análisis de los hechos lingüísticos del idioma
español que aparecen en los textos.
En el tercer capítulo se realizaron tres epígrafes para recoger en cada uno e ellos el
análisis realizado según cada nivel de la lengua a aquellos términos de posible origen bantú
y a los remanentes bantúes encontrados en la muestra.
Seguidamente se establecieron las conclusiones finales de los resultados obtenidos
con la investigación, las recomendaciones, la bibliografía utilizada para su desarrollo y una
serie de anexos vinculados al estudio realizado.
6
Capítulo 1. MARCO TEÓRICO-METODOLÓGICO
7
música afrocubana, en cinco volúmenes (1952-1955), Glosario de afronegrismos entre
otros de igual importancia. Este autor describe en obras como Los bailes y el teatro de los
negros en el folklore de Cuba (1951) las principales características que identifican las
religiones afrocubanas y con ello las tipicidades de su música y de sus ritos, elementos de
especial importancia para el entendimiento del campo semántico al que se dirigió la
presente investigación.
Su obra, a pesar de las limitaciones propias de su época, fue de gran importancia para
el desarrollo de nuestro trabajo de campo, ya que aún sin abordar el estudio de los cantos
afrocubanos desde el punto de vista lingüístico, logró la recolección de una gran cantidad
de información entre ella, los cantos y rezos utilizados en las ceremonias religiosas
practicadas en aquel momento; datos que de una forma u otra contribuyeron a la
competencia cultural del investigador permitiendo un mejor acercamiento al tema de la
tesis.
Inmediatos a Fernando Ortiz encontramos los estudios de otros autores de igual
importancia para el desarrollo de la investigación, en ellos se destaca la continuidad y la
evolución de los estudios sobre el tema, ya que dan solución a un gran número de
problemas a los que se enfrentaban los estudios realizados por Fdo. Ortiz, sobre todo
estableciendo un vínculo entre los estudios afrocubanos y la lingüística desde una
perspectiva más relacionada con la de los estudios afrolingüísticos en la actualidad. Entre
esta generación de autores podemos citar las figuras de Teodoro Díaz Fabelo con su
Diccionario de la lengua conga residual en Cuba, Lydia Cabrera con sus obras
Vocabulario Congo. El bantú que se habla en Cuba y El monte, Sergio Valdés Bernal
Lengua nacional e identidad cultural del cubano, entre otros.
A partir de esta etapa, ya las bases estaban creadas para la aparición de investigadores
que abordaran con un mayor vínculo con la lingüística actual los temas relacionados a la
influencia de las lenguas subsaharianas en el español. Surgen entonces autores como la Dra.
Gema Valdés Acosta quien dirigiendo sus estudios a las lenguas bantúes realizó
investigaciones como las tituladas: «Restos de lenguas bantúes en la región central de
Cuba» (1978), «Algunos fenómenos semánticos en los remanentes africanos del centro de
Cuba» (1986), «Descripción de remanentes de lenguas bantúes en la ciudad de Santa Isabel
de las Lajas» (1974), «Papel de la religión en la transmisión del legado lingüístico bantú»
8
(2007), «Propuesta metodológica para el análisis de remanentes lingüísticos bantúes en
América» (2001), «Características de la lengua ritual del Palo Monte» (2009), «Propuesta
de metodología para el análisis de remanentes lingüísticos bantúes en América» (2001), así
como la publicación del Diccionario de Bantuísmos en el español de Cuba (2009) en
realización conjunta con la Lic. Myddri Leyva Escobar, entre otras que han sido de mucha
importancia para el desarrollo de la investigación permitiéndonos definir una metodología
afianzada a los objetivos a cumplir. Este conjunto de estudios manifiesta una homogeneidad
en el análisis de los remanentes lingüísticos bantúes, lo cual es de gran relevancia debido a
la multiplicidad de opiniones sobre la metodología idónea para el análisis de los remanentes
de lenguas africanas.
A la par de las investigaciones señaladas anteriormente debemos reparar en las
realizadas por autores como Jesús Fuentes Guerra y Armin Schwegler, dirigidas también a
analizar, a partir de un enfoque actual, las características lingüísticas del Palo Monte.
Otros de los autores tenidos en cuenta fueron Jorge e Isabel Castellanos a partir de su
obra Cultura Afrocubana, de la cual utilizamos los capítulos 4 y 5 titulados «Las lenguas
afrocubanas» (1992) y «El negro en la música cubana» (1994) respectivamente. Las obras
de estos autores fueron de gran importancia para el desarrollo de la investigación, aunque el
carácter de estas no fuera precisamente lingüístico, ya que abordan temas como: las
características del habla bozal, la recopilación de algunos cantos de Palo Monte obtenidos
en un trabajo de campo por ellos realizado en diferentes localidades, así como las
descripciones particulares de muchos de los cultos en los podían ser utilizados los cantos de
Palo Monte que constituían la muestra con la que trabajamos en nuestra investigación.
Por otra parte, consultamos un conjunto de artículos vinculados a algunos de los
fenómenos que se tuvieron en cuenta para la realización de la investigación y que no habían
sido abordados en las obras antes mencionadas. Estos trabajos están dirigidos
principalmente a las deformaciones producidas por las lenguas africanas en el idioma
español y expresan una serie de criterios de especial significación al clasificar algunos de
los fenómenos más usuales que producen los cambios en las palabras de nuestro idioma.
Entre estos trabajos es necesario destacar los siguientes artículos de John Lipski: «El
cambio R en D en el habla afrohispánica» (2007), «Sobre la valoración popular y la
investigación empírica del español» (1999) y el texto «La africanía del español caribeño.
9
Estado de la cuestión» (2001). Así como los criterios expresados por Matthias Perl en su
artículo «Rasgos poscriollos léxicos en el lenguaje coloquial cubano» (1988). Todos ellos
de vital importancia para el cumplimiento del objetivo encaminado a analizar las palabras
en español encontradas en los cantos, ya que al no encontrar una metodología
preestablecida que permita abordar estos tipos de fenómenos, hemos dependido de estos
trabajos para elaborar nuestra metodología.
10
Cuba: los hechos lingüísticos» (2000), donde considera como remanentes de lenguas
bantúes a «todas las formas lingüísticas, rituales o no, cuyo origen está demostrado
lexicográficamente y que han sido transmitidas dentro de la cultura Conga cubana»
(2000:25)
• Para describir los fenómenos en los niveles de la lengua utilizamos los siguientes
autores:
¾ Nivel fónico-fonológico: Fonología española. Alarcos Llorach y Elementos de
fonología general de Gil y Gaya.
¾ Nivel morfosintáctico: empleamos las conceptualizaciones realizadas por autores
como Gema Valdés Acosta en sus artículos «Descripción de remanentes de
lenguas bantúes en la ciudad de Santa Isabel de las Lajas» (1974), «Propuesta
metodológica para el análisis de remanentes lingüísticos bantúes en América»
(2001), «Características de la lengua ritual del Palo Monte» (2009), entre otros, ya
que las categorías allí definidas respondían perfectamente a los intereses de la
investigación.
¾ Nivel léxico-semántico: está amparado por la consulta de obras como Semántica
hispanoamericana, de Charles Kany; Introducción en la lingüística teórica de
John Lyon; Semántica. Introducción a la ciencia del significado, de Stephen
Ullmann; «Las relacionas semánticas internas» y «Las relaciones semánticas
externas», artículos de Vincent Nyckees localizados en Lecturas de semántica I,
de Ana Curbeira Cancela; así como algunos textos de los antes mencionados
pertenecientes a Gema Valdés Acosta, ya que en los mismos estaban contenidas
algunas de las principales características de los remanentes estudiados en
diferentes investigaciones.
• Conciencia lingüística: este concepto fue definido a partir de los criterios emitidos
por la ALA (Association for Language Awareness), asociación que tuvo su origen en Gran
Bretaña en los años ochenta, ya que su definición contenía aquellas características que
pretendíamos tratar en la parte del desarrollo enfocada con este fin. Esta define la
conciencia lingüística como: «el conocimiento explícito acerca de la lengua y la percepción
y sensibilidad conscientes al aprender la lengua, al enseñarla y al usarla» (cfr. CVC, s/f).
11
Otras definiciones de importancia para el desarrollo de la investigación.
• Extrañamiento: «El grado de alejamiento de la lengua ritual de la lengua cotidiana
[…]. Es decir, es la utilización de diversos recursos lingüísticos para alejar el lenguaje ritual
del lenguaje cotidiano» definición dada por la Dra. Gema Valdés en su conferencia titulada:
«Características de la lengua ritual del Palo Monte» (2009), a partir de un concepto
expresado por el antropólogo colombiano Pardo García y que fue reajustado para la
lingüística antropológica actual para explicar ciertas situaciones comunicativas, según nos
expresa esta autora en dicha conferencia
• Habla bozal: en su artículo «Perspectivas sobre el español bozal» (1998: 300) John
Lipski expresa un criterio sobre el habla bozal que creemos el idóneo para nuestra
investigación:
[…] descendiente del habla bozal, empleado por esclavos nacidos en el Caribe, que
vivían en los barracones más aislados y marginados. Este lenguaje tendría poco
impacto a nivel nacional; habría mucha variación entre los brotes criollos aislados.
Esta variedad sería invisible para la mayoría de los escritores y viajeros, que
raramente penetraban en los miserables y remotos tugurios de la población
afroamericana.
12
• Lengua Ritual: este concepto fue tomado del artículo de la Dra. Gema Valdés
Acosta titulado: «Características de la Lengua Ritual del Palo Monte» (2009), en donde
expresa:
Entendemos […] como lengua ritual todas aquellas manifestaciones de la lengua que
se emplean en situaciones religiosas y que son utilizadas por los hablantes con semas
pragmáticos conocidos y transmitidos para y en esos contextos situacionales. Es
decir, un dato lingüístico puede funcionar fuera de esa situación y, por tanto, puede
tener un uso fuera de la lengua ritual pero cuando se emplea en un uso más cerrado,
con rasgos semánticos vinculados al poder de las creencias religiosas al que está
relacionado, aumenta su intensidad y limita su extensión referencial
13
de la investigación y puso a nuestra disposición todo el tiempo y los materiales que fueran
necesarios para llevar a cabo el estudio de los cantos.
Para la obtención de la muestra partimos de los textos manuscritos en tres libretas a
las que habían sido transcritos a la escritura por el informante a partir de la recolección de
cantos por él escuchados cuando fueron interpretados por diversos cantantes en ceremonias
religiosas a las que había asistido. Los cantos encontrados en estas libretas no respondían a
un orden que estuviera en correspondencia con la forma en que se utilizan en las
ceremonias religiosas, ya que para cantarlos, el informante tenía en cuenta su conocimiento
sobre los diferentes tipos de cantos y recurría a ellos de forma aleatoria según la relación de
estos con la parte del culto en que debían ser empleados. No obstante, se encontraban
organizados según el tipo de toque al que estaban destinados: Macuta, Yuca, Garabato y
otras ceremonias religiosas.
En las libretas con las que trabajamos para la obtención de la muestra pudimos
encontrar cantos repetidos incluso en más de dos ocasiones. Esto se debió a que el
informante transcribió los cantos a las libretas en la medida que los escuchaba, lo cual
provocó que cantos que ya estaban recogidos fueran llevados a estas nuevamente. Por ello,
para la selección de una muestra única de aquellos cantos que se encontraban en más de una
ocasión en las libretas, se eligió como parte de la muestra el canto en el que se manifestaba
un mayor número de fenómenos lingüísticos y fueron eliminados todos los cantos repetidos
que no mostraban cambios en su estructura. En el caso de aquellos cantos que eran
similares pero ambos tenían términos en los que se manifestaba(n) algún(os) fenómeno(s)
lingüístico(s), se tomó uno de los cantos similares, se consideró el término encontrado en el
otro canto en el cual se manifestaba(n) el (o los) fenómeno(s) lingüístico(s) para que
pudiera ser analizado en el epígrafe que correspondía al tipo de fenómeno y se omitió el
resto del canto con el objetivo de no cuantificar varias veces los elementos de un canto
repetido en la muestra.
A partir de la recolección de los textos encontrados en las libretas y la selección de los
cantos con los que trabajaríamos,7 la muestra quedó constituida por: un total de 160 cantos
7
Ya que producto del proceso de transcripción de la oralidad a la escritura desarrollado por nuestro
informante nos percatamos que en los manuscritos brindados por el informante se repetían cantos con idéntico
corpus, los cuales debían ser eliminados a fin de establecer un número exacto que permitiera la aplicación de
la perspectiva cuantitativa en el análisis de los mismos.
14
y tres rezos. Estos cantos pertenecían a cuatro tipos de toques diferentes entre los que
encontramos: Macuta (24 cantos), Garabato (14 cantos), Yuca (8 cantos) y los 114 cantos
restantes pertenecían a las ceremonias religiosas de Palo Monte.
8
La presencia de las libretas, tales como de las cuales fueron tomados los cantos, es un fenómeno de reciente
aparición en los estudios sobre las lenguas bantúes, debido a que la existencia de textos escritos por
practicantes de esta religión es el resultado del surgimiento de una nueva generación de creyentes que a
diferencia de los antiguos, sí son capaces de leer y escribir como producto de una serie de transformaciones
sociales acontecidos en nuestro país en el transcurso del último medio siglo. Un proceso de especial
significación ya que tuvo su origen en la religión yoruba y por diversas causas se ha ido trasladando a las otras
religiones afrocubanas, sin embargo deberemos pasarlo por alto en la presente investigación ya que no es uno
de los objetivos que nos hemos trazado para la misma.
15
requieren de una metodología más abarcadora que no se quede simplemente en lo
superficial. Como unos de los elementos de especial significación en estos textos, puede
encontrarse que su elaboración surge a partir de una transcripción hecha por el informante
de los cantos escuchados en diferentes ceremonias, lo cual hace que su escritura esté
permeada de cambios y alternancias ortográficas deliberadas y que la muestra sea «actual»9.
Por otra parte el trabajo con los textos posibilitó un análisis por niveles de los remanentes y
los términos de posible origen bantú, debido a que hay una gran exactitud entre los textos
escritos y la reproducción oral de los mismos hecha por nuestro informante, lo cual
evidenciaba que una serie de fenómenos que pudieran asociarse al nivel fónico-fonológico
pertenecían ciertamente al mismo y no a las particularidades en la escritura de nuestro
informante. No obstante la exactitud encontrada entre oralidad y escritura, es importante
destacar que el grado de «fidelidad» que pueda existir entre las versiones transcritas y los
cantos rituales utilizados en las ceremonias no atañe a la presente investigación, que se
centra únicamente en el estudio del texto escrito.
9
Definimos como «actual» la muestra, ya que la misma, a pesar de no estar enmarcada en un período de
tiempo identificable –pues el informante incorpora a la misma todos aquellos cantos por él escuchados, lo que
hace que en la misma encontremos textos transcritos de una mayor antigüedad que otros – ha sido creada en el
período comprendido desde que el informante se convirtió en practicante de la religión hasta la actualidad. Lo
cual no es un período de tiempo que pueda provocar diferencias considerables entre las palabras que están allí
contenidas y las utilizadas en la actualidad.
16
Por estos motivos, para el desarrollo de la primera parte de la investigación, esta fue
dirigida a la creación de una metodología que permitiera describir las características de los
hechos lingüísticos del español encontrados en la muestra. Dicha metodología se estableció
a partir de la correspondencia entre los hechos lingüísticos del español encontrados en los
cantos y el español africanizado presente en nuestro país como consecuencia de la
introducción al español de algunas las características gramaticales y fonéticas del habla
bozal10. Este tipo de análisis permitiría establecer la pertenencia o no de los fenómenos
lingüísticos manifestados en las palabras en español contenidas en la muestra a las
características del español hablado por los negros descendientes de los bozales en nuestro
país, lo cual establecería la lengua ritual de los cantos religiosos del Palo Monte como una
vía de conservación de los restos del habla bozal utilizada por sus primeros practicantes.
Para continuar con la investigación, esta se centró en escoger la metodología idónea
para el análisis de los remanentes de lenguas bantúes y los términos de posible origen
africano que aparecían en la muestra, debido a la multiplicidad de opiniones sobre el tema.
No obstante, encontrar opiniones autorizadas del panorama lingüístico universal con una
gran diversidad de concepciones, se optó por el análisis por los niveles de la lengua ya que
este tipo de análisis se corresponde con los criterios que han sido emitidos con anterioridad
por miembros del Departamento de Lingüística de la UCLV en investigaciones donde se
han alcanzado resultados satisfactorios en el trabajo con los remanentes de lenguas
africanas.
Para el desarrollo del segundo capítulo de la investigación, nos enfocamos
primeramente en la transcripción de los manuscritos recopilados y utilizamos una primera
entrevista como método para corregir los errores que pudieran haber surgido en el proceso,
ya que muchos de los textos presentaban algunas dificultades para el entendimiento de
algunos de sus términos como producto de la caligrafía del informante.
Una dificultad que debimos enfrentar en esta etapa fue la presencia de una serie de
cantos que no habían sido llevados a las libretas por el informante, sino que fueron
copiados por otra persona mientras él dictaba. Por lo cual, estos cantos debieron ser
cuidadosamente rectificados, con el fin de que en el análisis de los mismos no se fuera a
trabajar con remanentes alterados por una mala transcripción realizada por esa otra persona
10
Esta será debidamente conceptualizada en el Capítulo-2 de la presente investigación.
17
que intervino en la escritura de los textos en las libretas, con otro grado de conocimiento
sobre la religión y otras características en la escritura. No obstante las correcciones
pertinentes fueron resueltas en la primera entrevista que se le realizó al informante, donde
fueron corregidos todos aquellos términos propensos a sufrir alguna alteración.
Con la muestra corregida de los textos escritos en nuestro haber, procedimos al
análisis del primer grupo de fenómenos: los vinculados a las diferencias entre los
remanentes que aparecen en los textos escritos por el informante y la transcripción fonética
realizada por el investigador a su arquetipo hipotético.11 En este epígrafe no era necesaria
todavía la comprobación de los remanentes recopilados, ya que el estudio estaba basado en
un grupo de fenómenos que estaban contenidos en datos que no mostraban dificultad para
ser reconocidos como remanentes de lenguas bantúes y estos fueron confirmados como tal
o como variantes de estos remanentes con una confrontación bibliográfica.12 Para
desarrollar el análisis de los fenómenos que encontramos en los textos escritos acudimos a
una segunda entrevista con el informante para conocer la forma con que eran empleados en
las ceremonias de Palo los remanentes que presentaban las particularidades fonéticas, en
esta ocasión se realizaron grabaciones a sus cantos con el fin de poder realizar una
transcripción fonética correcta de aquellos remanentes que mostraron particularidades en la
transcripción fonética de sus arquetipos hipotéticos. Es importante destacar, que en esta
parte del desarrollo se trabajó sin tener en cuenta una peculiaridad de la muestra utilizada
para la investigación que radicaba en la ausencia de la acentuación a las palabras allí
recogidas, por lo que decidimos pasar por alto la consideración de los posibles fenómenos
que su ausencia pudiera traer consigo. Para la transcripción fonética de los términos que
fueron analizados en este epígrafe establecimos la acentuación a partir de la forma en que la
pronunciara el informante en la entrevista realizada con este objetivo, para llevarla desde la
transcripción fonética realizada del término hasta la transcripción del arquetipo hipotético
que se le realizó al remanente que manifestaba algún fenómeno en el texto.
Una vez hecho el análisis correspondiente al primer epígrafe del desarrollo,
procedimos a analizar los cambios ortográficos presentes en las palabras en español
contenidas en los textos. Para este segundo epígrafe fue necesario extraer de los textos
11
Estas transcripciones fonéticas serán debidamente explicadas en el Epígrafe-2.1.
12
Según el método planteado por la Dra. Valdés Acosta en su artículo: «Conguerías lingüísticas: propuesta de
glosario de bantuísmos en el español de Cuba» (1999).
18
escritos todos los cambios ortográficos que estuvieran asociados al fenómeno del
extrañamiento y a partir de ellas establecer la cuantificación de los datos relacionados con
este fenómeno con el fin de establecer los principales cambios ortográficos y el grado de su
relación con un objetivo dentro de los cantos. Para esta cuantificación se contó el total de
datos propensos a estos cambios debido a la posibilidad de presentar uno de los grafemas
(el correspondiente a la ortografía correcta y el que representa un cambio ortográfico) y se
halló el porciento de palabras que manifestaron el cambio. Con la conclusión de este
epígrafe se hizo un nuevo trabajo con la muestra en el que se unificó la ortografía, criterio
necesario para continuar con el análisis ya que una vez establecidos los cambios
ortográficos asociados al extrañamiento y hechas las correcciones ortográficas a los
cambios que no estuvieran vinculados a este fin, el resto de los fenómenos que mostraran
las palabras en español estarían en correspondencia con la metodología creada para su
análisis. En este epígrafe acudimos al trabajo con la acentuación ya que en la búsqueda de
lograr una buena ortografía de las palabras en español que se presentaban en los textos
decidimos acentuar todos aquellos términos que debían ser corregidos.
En el tercer epígrafe del segundo capítulo se realizó el análisis a los hechos
lingüísticos del español que aparecían en los textos escritos de los cantos, sustentado por
una teoría elaborada a partir de los autores mencionados en la definición de las categorías y
teniendo en cuenta a otros como Matthias Perl y Rosa Valdés Cruz, entre otros
mencionados en el desarrollo, quienes han expresado opiniones sobre las características del
habla bozal y el español africanizado que se desprende de la evolución de dicha variante
diastrática. A partir de las definiciones hechas por estos autores elaboramos un sustento
teórico para el análisis de muchos de los fenómenos manifestados en el nivel fónico-
fonológico y en las estructuras morfosintácticas que mostraban los hechos lingüísticos del
español que aparecían en los textos.
En un tercer capítulo se procedió al análisis de las palabras de posible origen bantú y
los remanentes bantúes según los tres niveles de la lengua de forma independiente, ya que
se elaboró un epígrafe para cada nivel. Para la selección de estas palabras primeramente
acudimos a una tercera entrevista en la que el informante descartó todas aquellas
19
construcciones cuyo objetivo en los textos era lograr «la melodía»13 de una lista que
realizamos al respecto con todos los términos que pudieran constituir una palabra de
procedencia bantú. Una vez que nos cercioramos mediante una revisión bibliográfica de
que las palabras descartadas por el informante como términos sin significado no eran
remanentes de lengua bantúes o palabras de posible origen bantú, procedimos al análisis del
nivel fónico-fonológico y al morfo-sintáctico, ya que ambos niveles podían ser estudiados
sin establecer cuáles términos eran remanentes. Para el análisis del nivel léxico-semántico
procedimos a la identificación de los remanentes a partir de una revisión bibliográfica con
una bibliografía especializada que nos permitiera comprobar si etimológicamente eran
correspondidas por algún término bantú.
Al finalizar los capítulos correspondientes al desarrollo de la investigación, se
procedió a la realización de las conclusiones para establecer los resultados más relevantes
encontrados en el análisis de la muestra escrita y a las recomendaciones para futuras
investigaciones.
13
Para este criterio se tuvo en cuenta la respuesta dada por el informante cuando se le cuestionó sobre la
presencia de estas palabras en la segunda entrevista. Por lo cual, utilizamos su respuesta como patrón para la
explicación de estas construcciones, y nos apartamos de las cuestiones pertinentes a la musicología, ya que no
es objetivo de nuestra investigación comprobar si ciertamente estos términos presentes en los textos se deben
o no al establecimiento de la melodía en los cantos.
20
Capítulo 2. ANÁLISIS DE LOS HECHOS LINGÜÍSTICOS DEL ESPAÑOL
21
escuchados por el informante en las ceremonias, como ya hemos mencionado, su escritura
responde sólo a un fin utilitario que le permitiera en un determinado momento transcribir
los cantos para su posterior utilización en los toques de Palo, según expresó en la segunda
entrevista realizada14. Por lo cual analizamos primeramente aquellos fenómenos que están
relacionados con las palabras que presentan determinados fenómenos en la escritura y la
manifestación de estos en la oralidad. Posteriormente fueron abordados aquellos fenómenos
asociados a la transcripción a la escritura de los cantos, los cuales como producto de la
conciencia lingüística del informante provocan alternancias en la utilización de
determinados grafemas en los textos.
Entre los remanentes y términos de posible origen bantú presentes en la muestra,
pudimos encontrar un grupo de ellos que contienen diversas particularidades en su escritura
que muestran una resistencia por parte del informante ante la asimilación de las
características fonológicas del español. Con ello se manifiesta un patrón histórico en su
actitud en el momento de transcribir a la escritura los cantos escuchados, ya que en los
textos escritos de los cantos se manifiestan una serie de particularidades que de presentarse
en la oralidad romperían con un proceso que se ha venido desarrollando paulatinamente
desde hace siglos tal y como expresa la Dra. Gema Valdés Acosta en su artículo «La
bantuidad lingüística en el español de Cuba»; por lo cual acudimos a analizar si realmente
estos fenómeno se manifestaban en la oralidad.
Dentro de este grupo de fenómenos encontramos como el más relevante el vinculado
a la presencia de la nasal más consonante tras pausa, pues este fenómeno, relacionado
con el extrañamiento, mostraba un mayor acercamiento de los remanentes en los que se
manifestaba a las lenguas africanas que le dieron origen. El fenómeno encontrado consiste
en la presencia de algunos remanentes en la muestra que no mostraron adaptaciones a las
secuencias fónicas del español, adaptaciones que serán descritas detalladamente en el
epígrafe dedicado específicamente al nivel fónico fonológico de la lengua. Entre estos
remanentes bantúes podemos citar los siguientes ejemplos: [mpáŋga]*, [npáŋga]*,
[npémba]*, y [ŋgáŋga]*, en los cuales la nasal aparece en posición inicial de la palabra,
rasgo que ha dejado de utilizarse a partir de los remanentes con el transcurso del tiempo han
14
Ver Anexo 2.
22
terminado por asumir las características fonéticas del español por una causa u otra. Sin
embargo al realizar la entrevista al informante nos percatamos de que los pronunciaba:
[mpáŋga]*---[eŋpáŋga]~[empáŋga]
[ŋgáŋga]*--- [eŋgáŋga]~[gáŋga]
[npémba]* --- [eŋpémba]
Con lo cual se evidencia que si bien la forma de escritura mostraba un acercamiento
consciente a las formas originales de los términos, la pronunciación de los mismos sí se ha
adaptado a las secuencias fónicas correspondientes a las utilizadas por un hablante del
idioma español. No obstante, el hecho de que la nasal más consonante tras pausa se haya
presentado al menos en la transcripción realizada por nuestro informante para escribirlas en
sus notas, muestra que el mismo está consciente de la pertenencia de esta característica a las
lenguas bantúes, evidenciando la presencia de una conciencia lingüística.
Debemos mencionar que los remanentes citados anteriormente no presentan una
homogeneidad en su escritura dentro de la muestra en la que se basa la investigación, ya
que en otros casos encontrados sí presentan algunas de las adaptaciones que ha sufrido la
nasal más consonante tras pausa en la búsqueda de lograr la similitud a las secuencias
fónicas propias del español y son por tanto más fieles a la transcripción de los cantos que
debió haber escuchado en las ceremonias nuestro informante.
Estadísticamente debemos apuntar que se presentó la nasal más consonante tras pausa
en siete oportunidades de un total de 15 ocasiones en que pudo hacerlo, lo cual representa
un 46,66 %. Esto, además de a la conciencia lingüística del informante, apunta también a la
presencia de un patrón histórico en su actitud, porque independientemente que maneje
también las formas adaptadas a las secuencias fónicas del español y que no manifieste en la
oralidad la presencia de tales secuencias fónicas, en sus textos le da un espacio significativo
a la escritura de los remanentes de la forma en que eran utilizados por los hablantes de
lenguas africanas que llegaron a nuestro país y por tanto la correspondiente con las lenguas
bantúes.
El resto de los fenómenos vinculados al patrón histórico en la actitud de nuestro
informante presentan una mayor relación con el idioma español pues a pesar de que la
ortografía utilizada por el mismo para la transcripción de los cantos nuevamente esté en
correspondencia con la forma correcta de escribir el remanente, las secuencias fónicas
23
contenidas en los mismos tienen una mayor correlación con las empleadas por un hablante
de la lengua española. En esta oportunidad el patrón histórico en la actitud del informante,
como en el fenómeno anterior, va a estar relacionado con una forma de escribir el
remanente más cercana a las lenguas bantúes y no a la forma más usual con que puede
transcribir de la oralidad a la escritura un hablante de la lengua española.
Perteneciente a este grupo de fenómenos encontramos el relacionado a la presencia en
los textos escritos de la fricativa palatal sonora / j /, presente en ejemplos como:
[jénjere]* [eŋkúje]*
[jája]* [majombe]*
[gojájaŋgo]* [jokindoja]*
[jajņdoke]* [gwaraņdoja]*
Donde al acudir a la entrevista con el informante nos cercioramos de que este sonido
era pronunciado como una semivocal /j/, tal como se manifestó en las siguientes
transcripciones fonéticas:
[jénjere]*--- [jénjere]
[jája]*--- [jája]
[gojájaŋgo]*--- [gojájaŋgo]
[jajáņdoke]*--- [jajáņdoke]
[jokiņdója]*--- [jokiņdója]
[enkúje]*--- [enkúje]
[majombe]*--- [majombe]
[gwaraņdoja]*--- [gwaraņdoja]
Pero ya que en los cantos copiados por el informante el sonido aparece escrito con el
grafema /j/, a pesar de que las notas tengan como objetivo recoger los cantos escuchados y
servir como guía para su posterior utilización, está obedeciendo una vez más a la grafía
original de estos remanentes de las lenguas bantúes y con ello muestra los restos de la
conciencia lingüística de las lenguas bantúes de que es portador. Lo más relevante en
cuanto a este fenómeno es que en el 100% de los remanentes encontrados con esta
particularidad el sonido fue transcrito por el informante a sus notas en perfecta
correspondencia con la forma correcta de escribir el remanente.
24
En los textos escritos encontramos otro grupo de fenómenos que no se reflejan en el
habla, ya que consisten en alternancias ortográficas en los remanentes que no producen
alteraciones en los fonemas pronunciados por el informante. Al preguntar sobre esto al
informante nos justificó la utilización de determinados grafemas en lugar de los
correspondientes en español por el hecho de que «en las lenguas congas esta era la forma de
escritura de las palabras » por él escritas en sus textos.
Por ello encontramos remanentes y términos de posible origen bantú como:
«yuka» «make»
«Kuye» «makanga»
«koko» «guisakusengüe»
«endoki» «guanakuogüire»
«kara» «kimbansa»
«makuta» «muke»
«kasimambo» «ouko»
«kuenda» «kitinguera»
«kisenguele» «kimbamba»
«yayandoke» «yokindoya»
«kikirimambo» «kimdiambo»
«kikiribaco» «kinimaguaro»
«enkuye» «kanitentente»
«salamalekun» «Saukende»
En las cuales se utiliza el grafema k para representar ortográficamente la oclusiva
velar sorda, tal y como se hace en las lenguas bantúes. Sólo fueron representados con c:
«cuye» «cuenda»
«coco» «cuso la make»
«cachimba» «congo»
«salamalecun» «kikiri baco»
Ninguno de los remanentes o términos de posible origen bantú que aparecen en los
textos fue representado con q. De los mismos encontramos un grupo que se escribe de
ambas formas en los textos:
kuye ~ cuye
25
kuenda ~ cuenda
koko ~ coco
salamalekun ~ salamalecun
Lo cual significa que de 32 remanentes con presencia del fonema oclusivo velar
sonoro 24 se escribieron con k, 4 se escribieron con c, 4 se escribieron de ambas formas y
ninguno se escribió con q, lo que evidencia que en el 75% de los casos los remanentes
fueron representados con la letra k, en el 12,5% se representaron con c, y en el 12,5% de
los casos se representaron de ambas formas.
Otras alternancias en la ortografía asociadas al objetivo de lograr la similitud de las
transcripciones a las lenguas africanas son las que se dan con el grafema y en
representación de la fricativa velar sonora; tal y como se manifiesta en:
«Kuye» «yombe»
«uyere» «mayombe»
«guayando» «yayando»
«mayimbula» «guarandoya»
«yenyere gomba» «yokindoya»
«yayando» «yimbiri»
«briyumbero» «briyumba»
«yaya» «enkuye»
En estos casos la posible transcripción de este fonema en ll queda desplazada por la
relación de la y con las lenguas bantúes. Solamente aparecen escritos con la ll en
representación de la fricativa velar sonora los términos:
«culle»
«guallando»
«gollallango»
Por lo cual de un total de dieciséis remanentes con este fonema, un 100% aparece
escrito con y a semejanza de la escritura de las lenguas bantúes, y solamente tres de ellos
aparecen escritos de ambas formas, para un total de variación en el fonema de 18,75%.
La última alternancia ortográfica que analizaremos en este epígrafe es la relacionada
con el cambio de la consonante española ch por su alófono en otras lenguas: sh. En este
cambio, producido al igual que los anteriores por el interés de lograr la mayor semejanza
26
con la forma de escritura de las lenguas bantúes, se evidencia principalmente el
extrañamiento, ya que el informante en un intento de alejar la transcripción realizada lo más
posible del español y sus grafemas, cambia el correspondiente al idioma español por el
grafema sh. Este es el único caso en que el extrañamiento produjo un error en la
transcripción, ya que las lenguas bantúes carecen de la representación del grafema sh, no
así otras lenguas subsaharianas como la yoruba, pero, no obstante los remanentes yorubas
en nuestro país se escriben con ch, por lo cual, en este caso en pos de lograr un mayor
distanciamiento con el idioma español por todos conocidos se sacrificó la forma más afín a
los remanentes de lenguas bantúes.
El fenómeno explicado anteriormente aparece evidenciado en ejemplos como:
«shenshere guman» «entonshe»
«tonshe» «shola»
«shishinguma» «sholangüengüe»
«mutonshe»
Con la consonante ch solamente apareció escrito el remanente: cachimba. Por lo cual
de un total de ocho palabras en las que se presentaba el fonema, en siete apareció con la
forma afín a la presencia del extrañamiento, lo cual representó el 87, 5 % de los remanentes
con el fonema escritos con sh.
Por último, hemos decidido analizar la presencia de geminación en los textos que
conformaban la muestra, ya que fueron encontrados dos ejemplos en los que se
manifestaba:
[kikirimabbo]*
[lubbe]*
Para la conceptualización de este fenómeno hemos utilizado los criterios expresados
por Manuel Costa Sánchez en su artículo «La geminación de las consonantes en el español
de Cuba» (1984), cuando ve su presencia en el español hablado en Cuba como:
Tradicionalmente, la geminación de las consonantes en el español hablado en Cuba se
entiende como el alargamiento de la segunda consonante que se encuentra en
contacto con las líquidas [r] y [l] al final de una sílaba dentro de una palabra. [...]
Sobre la presencia de este fenómeno en la variante nacional del español hablada en
Cuba, Ruth Goodgall, según expresa Manuel Costa Sánchez en su artículo, considera que:
27
[...] la asimilación de las consonantes en Cuba se relaciona con la influencia africana
en el español hablado en Cuba. Sin embargo, la autora confirma, al mismo tiempo,
que en las lenguas de la costa occidental de África, de donde provenía la mayoría de
los esclavos traídos a Cuba, el encuentro de una líquida con otras consonantes no es
característico. (1984:99)
Con lo cual, se puede establecer que la presencia de dicho fenómeno no obedece a
características de las lenguas bantúes sino a la transcripción de palabras que pudieron haber
sido escuchadas en las ceremonias de la forma en que fueron llevadas a las escritura por
nuestro informante. Lo que permite afirmar que la presencia de dicho fenómeno en los
textos no es una manifestación de la conciencia lingüística del informante, ya que tal y
como describe Manuel Costa en su artículo, este fenómeno se presenta usualmente en los
hablantes del español:
La geminación de las consonantes sonoras [b,d,g] en contacto con la líquida [r],
revela características propias de realización de la consonante geminada vinculada al
cambio de modo de articulación. De acuerdo con la norma española las consonantes
oclusivas [b,d,g] aparecen en posición final absoluta, tras pausa y tras nasales; en las
demás posiciones fonéticas estos sonidos tienen una realización fricativa. [...] Por lo
visto, el modo de articulación de la consonante se subordina a la duplicidad de
vértices, la que a su vez se relaciona con el margen silábico fonético. Es decir, la fase
inicial (primer vértice) culmina en la primera sílaba y es de este modo inicial fuerte,
mientras la fase final (segundo vértice) comienza la segunda sílaba y es final fuerte.
En relación con lo planteado anteriormente, Menéndez Pidal señala que la estabilidad
de la segunda consonante en los grupos de consonantes oclusivas es mayor y se
expone a menor variación, mientras que la primera suele ser más débil. Más adelante
señala que el carácter implosivo o explosivo se debe a que dichas consonantes
finalicen o comiencen sílabas. (1984:102)
En los ejemplos de geminaciones encontrados en la muestra: [kikirimabbo]*y
[lubbe]*, se manifiesta que la oclusiva bilabial sonora aparece en ambos casos en la
posición inicial absoluta de los segundos vértices, por lo cual la consonante que forma el
primer vértice (es decir, la coda de la sílaba anterior) asume la sonoridad de la consonante
28
del segundo vértice y con ello se produce un alargamiento de la consonante sonora
geminada.
A partir de lo cual podemos aseverar que la presencia de la geminación en los textos
de los cantos que conforman la muestra, es el producto del interés de nuestro informante
por reproducir en sus transcripciones a la escritura la forma en que fueron articuladas
dichas secuencias fónicas por los cantantes de las cuales fueron escuchadas.
Como se ha podido analizar en este epígrafe, en la muestra se encuentran
manifestados una serie de cambios que evidencian la presencia de la conciencia lingüística
de nuestro informante a partir de la aparición de formas de escribir los remanentes y los
términos de posible origen bantú de una manera que los asemeja a las lenguas bantúes. Esto
evidencia junto a la presencia de las formas adaptadas a las secuencias fónicas del español
de dichos remanentes que en su escritura se presenta un patrón histórico cuando utiliza las
formas más antiguas de escribir el remanente. La conciencia lingüística lo hace portador del
conocimiento de la forma de escribir el término de forma similar a la africana y el patrón
histórico en su actitud lo hace utilizar la forma más antigua.
15
Debido principalmente a que las religiones Yoruba, Arará y Abacuá conservan un mayor número de
términos de origen africano en sus cultos.
29
son homogéneos en su manifestación, ya que no aparecen en todos los vocablos españoles
contenidos en los cantos, ni consiguen siempre lograr la similitud con las lenguas bantúes,
ya que no todos los grafemas empleados corresponden a los correspondientes a las lenguas
bantúes. Por ello estudiaremos de forma independiente aquellas manifestaciones del
extrañamiento que logran la semejanza de las palabras pertenecientes al español con las
lenguas bantúes en una especie de «mimetismo», y aquellas que no lo hacen pese a
apartarse de la ortografía española y a sus grafemas.
Entre los cambios ortográficos que logran la semejanza con las lenguas bantúes
encontramos los cambios, de y por ll, b por v, k por c y k por q. En dichos cambios se logra
un «mimetismo» con las lenguas bantúes ya que a partir de la manifestación del
extrañamiento, el informante en su transcripción hace una sustitución de algunos de los
grafemas correspondientes al idioma español por aquellos que se corresponden con las
lenguas bantúes.
La sustitución de y por ll la encontramos en el texto en 5 ocasiones, pero sólo en 2
ejemplos: «gando» y «yegué»; sin embargo, en los cantos se presentaron 13 términos que
utilizaban la ll en correspondencia con su ortografía correcta.
Palabras como:
«calla»
«batalla»
«batallando»
«llama»
«llamando»
«lleva»
«coralillo»
«llega»
«llegó»
«potrerillo»
«caballero»
«allá»
No sufren alteraciones de este tipo, por lo cual muestran una ortografía correcta,
mientras que la palabra «llegué» aparece de ambas formas, lo cual representa que sólo el
30
14, 28 % de las palabras propensas a este cambio ortográfico en pos de lograr la semejanza
con las lenguas bantúes lo manifestaron, y el resto conserva su pertenencia al español de
forma inalterada.
También encontramos dos palabras con la manifestación de un fenómeno que no que
no fue detectado en ninguna otra palabra del español de las contenidas en los cantos, la
escritura de la palabra: «gaina» como «gallina» y «elaila» como «el águila». Con su
presencia se evidencia que la escritura de los textos en que basamos la investigación,
obedece a una transcripción hecha de la oralidad, y con el fin de servir como guía para
futuras interpretaciones de los cantos allí contenidos muchas veces (tal y como pasa con los
remanentes y las palabras cuyo fin es lograr la melodía en los cantos) suelen ser
transcripciones que obedecen a la oralidad y no a la ortografía.
Los cambios ortográficos de b por v se manifiestan en tres ejemplos: «bamo»,
«benga» y «bence batalla». Pudiéndose manifestar en un total de 15 palabras:
«va» «viento»
«chivo» «viene»
«vira» «vence batalla»
«verda» «vamo»
«lleva» «gavilán»
«va» «invidia»
«verdad» «venidero»
«ver»
Dos de las cuales fueron escritas de ambas formas: «bamo»~«vamo», «bence
batalla»~«vence batalla». Por lo cual este cambio se vio manifestado en el 20% de las
palabras en las que era posible.
El cambio ortográfico de k por c aparece en algunos ejemplos que se utilizan
reiteradamente en los cantos. Llama la atención sobre los mismos que la mitad aparecen
escritos con una ortografía u otra indistintamente. Como ejemplos de este fenómeno
podemos encontrar cuatro palabras:
31
«kasi» «komo»
«kayó» «koko»
32
«quemando» «quema»
«quien» «quiero»
«aquí» «qui»
Por lo cual, el total de palabras que sufrieron el cambio, representa el 12,5% a lo cual
debemos agregar que la palabra afectada con el cambio ortográfico aparece en los textos de
ambas formas, mostrando incluso un predominio de la forma ortográficamente correcta ya
que aparece 15 veces, mientras que la palabra que manifiesta el cambio ortográfico se
manifiesta en pocas ocasiones y por lo general asociada a otras palabras, como es el caso
de:
«eke»
«yayandoke»
«pake»
En el grupo de los cambios ortográficos que no logran semejanza con las lenguas
bantúes encontramos el cambio de sh por ch, manifestado sólo en dos ejemplos: «noshe» y
«entonshe». No se manifiesta el cambio de grafemas en palabras como:
«chivo» «hacheros»
«cachimba» «chapiando»
«choca» «noche»
«pecho»
Esto muestra que de ocho palabras en que se pudo manifestar, lo hizo en dos y una de
ellas fue escrita con un grafema u otro indistintamente, lo cual significa que se escribieron
con el grafema sh el 25 % de las palabras que podían sufrir este cambio.
Otro grupo de fenómenos asociados con el extrañamiento es el compuesto por
términos que se encuentran «fusionados a otros».16 Este fenómeno lo podemos encontrar
manifestado en ejemplos como:
«pala» en lugar de «para la»
«paque» en lugar de «para que»
«longarra» en lugar de «lo agarra»
16
Este fenómeno, conocido científicamente como aglutinación de componentes, será descrito en el Epígrafe-
3.2, destinado al análisis del nivel morfosintáctico en los remanentes y en los términos de posible origen
bantú.
33
El mismo a pesar de contribuir con la manifestación del extrañamiento es una forma
utilizada por el informante de transcribir lo escuchado, y reproducir por tanto la forma en
que va cantado. Es importante destacar que esta característica no se manifiesta de forma
homogénea en la muestra y al analizar las diferencias entre escritura y oralidad17 nos
percatamos de que tales «fusiones» repercutían solamente en la transcripción de las
palabras a la escritura. A partir de ese análisis, para la continuidad del desarrollo del trabajo
se decidió conservar las características fonológicas de los mismos, pero fueron separados en
una nueva transcripción realizada a la muestra18, teniendo en cuenta que la unión de estas
palabras obedece al extrañamiento de la transcripción realizada por nuestro informante y no
a características del habla ritual que se manifiesta en los cantos.
A partir de lo antes analizado, pudimos constatar que los cambios ortográficos
relacionados al extrañamiento de las palabras en español contenidas en los cantos, no
representan estadísticamente un gran número de fenómenos ya que el porcentaje de sus
manifestaciones en las palabras que pudieran sufrir estos cambios nunca llega a predominar
sobre las palabras que se afianzan a la ortografía correcta. No obstante la manifestación de
este fenómeno en los remanentes y en los hechos lingüísticos del español implícitos en los
cantos muestra que ciertamente esta es una de las características principales de la lengua
ritual del Palo Monte que manejan estos cantos, asociado a la idea de la pervivencia de un
lenguaje que se distancie del cotidiano y al acercamiento a las características de las lenguas
subsaharianas.
Por tanto debemos concluir este epígrafe llamando la atención sobre la manifestación
de diferentes grados de extrañamiento tal y como los describiera la Dra. Valdés Acosta en
su conferencia: «Características de la lengua ritual del Palo Monte» (2009) cuando expresa:
El extrañamiento tiene distintos grados en un continuo que va desde pequeños
cambios dentro de un mismo sistema lingüístico hasta manejo de otras lenguas con
diferentes intensidades y conciencia lingüística. Por ejemplo, el latín en los rituales
católicos, lenguas indígenas americanas en los rituales de los chamanes
indoamericanos, o las lenguas africanas en los rituales afrocubanos […]
17
Para este análisis utilizamos la metodología consistente en la transcripción fonética de arquetipos
hipotéticos.
18
Tema abordado detalladamente en el Epígrafe-2.3.
34
Pues en los textos encontramos un grado de alejamiento de la lengua cotidiana que va
desde los fenómenos antes descritos, consistentes en meros cambios ortográficos en las
palabras del español contenidas en los cantos, a la presencia del extrañamiento en una serie
de hechos lingüísticos del español, que manifiestan la existencia de un español africanizado
en la lengua ritual del Palo Monte contenida en estos cantos, y por último el mayor grado
de manifestación del fenómeno en cuestión: la presencia de los remanentes bantúes que
aparecen en los mismos como el mayor distanciamiento posible de la lengua cotidiana.
Incluso, pudiéramos decir en correspondencia con la definición brindada por la Dra. Valdés
Acosta que en estos remanentes, la muestra del mayor grado de extrañamiento en los cantos
estudiados, se manifiestan en su forma de escritura (como ya hemos analizado en el
epígrafe anterior) los grafemas correspondientes a la forma correcta de escritura de las
lenguas bantúes, fenómeno asociado a la conciencia lingüística de nuestro informante,
rasgo que contribuye a diferenciar los remanentes de lenguas bantúes contenidos en los
cantos de los remanentes manejados fuera de la lengua ritual.
A partir del establecimiento de los principales cambios ortográficos que aparecen en
estos cantos sólo quedan por analizar otros cambios que han sido transmitidos de
generación en generación en el lenguaje ritual, estos están compuestos por fenómenos que
evidencian los restos del habla criolla y bozal que formaron desde un inicio el corpus de las
lenguas rituales utilizadas en las ceremonias religiosas desde las primeras manifestaciones
del sincretismo entre las culturas africanas y la española.
Para el análisis de este nuevo grupo de fenómenos fue realizado un tercer epígrafe en
este capítulo, ya que la muestra se evidencian una serie de fenómenos que no habían sido
estudiados con anterioridad en las lenguas rituales de nuestro país pues todas las
investigaciones que anteceden la presente se han centrado en los remanentes que contiene la
lengua ritual y han pasado por alto las características de los hechos lingüísticos del español
que contiene dicha lengua ritual. Por ello, antes de realizar el análisis de los cantos desde
esa perspectiva se hizo una nueva transcripción de los mismos con la cual se estableció una
ortografía homogénea corrigiendo todos aquellos cambios ortográficos analizados en este
epígrafe ya que estos no se relacionan con el nuevo grupo de fenómenos que estudiaremos,
y una ortografía homogénea permitiría una mejor descripción de los fenómenos
encontrados.
35
2.3. Sobre la presencia de un español africanizado en los cantos de Palo
Monte
Poder contar con documentos que recojan las características de las prácticas y los
textos que han de ser utilizados en los cultos, a contribuido a que algunas religiones
universales de gran antigüedad se conserven en buen estado. Las religiones afrocubanas han
llegado hasta nuestros días por la transmisión oral desarrollada entre generaciones de
practicantes que sin el conocimiento de la escritura o al menos sin el interés de perpetuar
los cultos de manera escrita, como producto de una tradición basada en la oralidad, han
utilizado la vía más perjudicial para su conservación desde que surgieron las mismas.
La aparición de textos escritos que recojan los postulados de la religión y contribuyan
a perpetuarla, no la tuvieron las religiones afrocubanas hasta el pasado siglo – debido a
muchas causas entre las que podemos situar la posición social de sus practicantes, en su
mayoría esclavos u hombres de color libres pero víctimas del rechazo social que traía
consigo una sociedad esclavista y racista – lo cual no se debió precisamente a una manera
concebida por los practicantes con el fin de perpetuar sus creencias, ya que por lo general
los practicantes de mayor sabiduría provenían de las más bajas clases sociales y no tenían la
capacidad de elaborar estos textos. Los textos aparecidos sobre las religiones fueron
principalmente una serie de trabajos elaborados bajo la mirada observadora de
investigadores que intentaban recoger de las religiones afrocubanas todo lo que podía ser
estudiado, sin intentar interrumpir, ni corregir el desarrollo que «sufrían y sufren» las
mismas al permearse en su transmisión de características insertadas por nuevas
generaciones de practicantes que sin un patrón a seguir iban ejerciendo su influencia en las
características de las religiones.
Debido a esta falta de una vía de transmisión común a todos los practicantes, no es
raro que hoy encontremos tantas diferencias entre las características de las ceremonias
religiosas de un lugar y otro, como entre las creencias de un practicante de una cierta edad,
miembro de una generación forjada en la tradición y un adepto que intenta aprovechar los
beneficios que pueda brindar la práctica de dicha religión, sin conocer al menos los
principios básicos que dieron lugar a la misma.
Los cultos del Palo Monte han sido unos de los más involucrados en la transmisión
36
generacional a partir de la oralidad debido a su antigüedad y al aislamiento paulatino que se
ha ido desarrollando entre las prácticas de un lugar y otro debido a la existencia de
múltiples centros de reuniones. Como ejemplo de lo antes mencionado podemos referirnos
al impacto ejercido en la religión por los Cabildos congos, los cuales solían permanecer
apartados de otros centros de prácticas religiosas durante largos períodos, lo cual provocaba
que las características de las ceremonias religiosas utilizadas en los mismos fueran
adquiriendo cada vez una mayor independencia de las utilizadas en otros lugares de
reunión.
Por la vulnerabilidad que trae consigo la transmisión oral y la influencia que ejercen
factores como el tiempo, la diversidad entre las etnias de sus practicantes, entre otros, el
Palo Monte hoy cuenta en sus rituales con una gran presencia de palabras en español, las
cuales fueron incorporándose de manera gradual a la lengua ritual hasta llegar a constituir
una de sus partes esenciales. Ya desde el siglo XIX el escritor cubano Antonio Bachiller y
Morales expresaba sobre los cultos religiosos afrocubanos: «La mayor parte de los negros
conservan los cantares de su tierra, con los aires y lenguas respectivas: pero los congos por
lo común se unían a los criollos y la letra de sus tangos en las fiestas de campo […] era en
el castellano que hablaban» (1883:98-99) en John Lipski: (1998:313) y a partir de una serie
de investigaciones recientes entre las que incluimos la presente nos percatamos de que tales
hechos lingüísticos del español han repercutido significativamente en las características de
estos cantos religiosos llegando a formar una parte indispensable de sus textos.
Los cantos utilizados para conformar la muestra de la presente investigación
provienen en su mayoría de las transcripciones hechas por el informante de los cantos que
utilizaban hace décadas practicantes de mucha antigüedad en la religión e incluso algunos
de ellos de ascendencia directa conga. Esto hace que en los cantos rituales se manifiesten
una serie de variaciones en los términos pertenecientes al español que bien pudieran
constituir restos del habla bozal que fue utilizada en nuestro país, lo cual haría que los
hechos lingüísticos del español que aparecen en los cantos se correspondieran con las
características del español africanizado descrito por John Lipski (1998).
Por ello, existe la posibilidad de que los fenómenos lingüísticos manifestados en las
palabras en español que aparecen en los cantos provengan de la conservación del español
africanizado en la lengua ritual que constituye el corpus de los cantos rituales utilizados por
37
nuestro informante. Lo cual puede tener lugar a partir de: el interés por intentar conservar la
forma ancestral de dichos textos y al afán de diferenciar el español contenido en los cantos
del español hablado en la actualidad, lo cual sería perfectamente comprensible a partir de la
manifestación del ya citado extrañamiento.
Esto haría que los hechos lingüísticos del español que aparecen en los cantos
estuvieran compuestos por: elementos del habla bozal que contribuyeron a la conformación
del ya mencionado español africanizado y por algunos cambios que intentan hacer
semejante el español que aparece en los cantos al español africanizado, pero que debido a
las consecuencias de la transmisión de generación en generación y al interés por el
extrañamiento dejan a un lado las características reales que corresponden al español
africanizado que surgió del habla bozal.
Con el fin de realizar el estudio de los hechos lingüísticos del español estableceremos
en los textos de los cantos las principales características del habla bozal, ya que estas según
la teoría de Lipski y a la cual nos afianzamos para el estudio, fueron de especial
significación para la aparición del español africanizado. Esto nos permitirá establecer los
fenómenos que pertenecen al español africanizado que corresponde a la tradición, y
aquellas deformaciones forzadas en los cantos con el fin de lograr el extrañamiento de la
lengua ritual y que no se corresponden con las características del español africanizado.
Para iniciar el análisis debemos partir del concepto de habla bozal que utilizaremos
debido a las discrepantes opiniones que se expresan sobre el tema. Nuestro criterio al
respecto se ubica en la posición de aquellos autores que han visto la pervivencia del
lenguaje bozal más allá de los negros de procedencia africana, opinión que comparten
investigadores como: Germán de Granda, Matthias Perl, Rafael Lapesa, entre otros.
A partir de la relación expuesta anteriormente entre el habla bozal con el español
africanizado que hablaron los negros como una evolución de la misma en nuestro país y su
posible presencia en la lengua ritual de los cantos que constituyen el material de estudio de
la presente investigación, sólo quedan por definir aquellas características del habla bozal
cuya existencia será verificada en los textos de las canciones en el presente epígrafe.
Para la descripción del habla bozal hemos tenido en cuenta los criterios de autores
como John Lipski, Matthias Perl, Jorge e Isabel Castellanos y Rosa Valdés Cruz. A partir
de los cuales establecimos los principales fenómenos que presenta el habla bozal, para
38
utilizarlos como patrón en el análisis de los textos escritos de los cantos bantúes en los que
se basa esta investigación.
Jorge e Isabel Castellanos ofrecen en Cultura afrocubana (1992) un capítulo dedicado
a la caracterización de la lengua bozal que fue de gran utilidad para la presente
investigación, ya que para la descripción que hacen de la misma, tuvieron en cuenta los
elementos del habla bozal que se manifestó en nuestro país. Entre las características que
definen encontramos:
• Número: Una de las características más claras del habla bozal cubana es la ausencia
de un marcador morfológico del plural y su indicación por medio de determinantes que
señalan cantidad (dó, tré, mucho, tó) o por el contexto. Como los verbos carecen de
inflexiones numéricas, en ocasiones resulta difícil de determinar si estamos ante una
construcción en singular o plural. Dos observaciones: 1) en el bozal hay ausencia casi
categórica de /s/ final, lo que nos puede hacer pensar que la falta de plural obedece a
criterios fonológicos más que morfológicos. 2) La cópula «son» y «lo» dan la impresión de
plural, pero, se trata de formas que no expresan número.
• Género: En el bozal, los modificadores aparecen casi siempre en la forma
correspondiente al masculino español. Además, los artículos y otros determinantes exhiben
rasgos que pueden alterar el análisis específico de la concordancia de género.
• Los artículos: El sistema de artículos del bozal es extremadamente variable. Se
puede encontrar su ausencia (en frases nominales), un artículo indefinido con dos variantes
(uno, un) en frases nominales específicas mas no presupuestas, al igual que ocurre con la
utilización del mismo con sustantivos masculinos y femeninos en igual proporción. Todo
ello nos permite plantear, a manera de hipótesis, que en los estadíos más antiguos del bozal
los determinantes eran formas invariables con respecto a género. En una etapa siguiente se
comienza a establecer la distinción entre «lo» y «la», a la que sigue una muy incipiente
diferenciación entre «un», «uno» y «una». La concordancia de género de determinantes y
sustantivos parece mucho más avanzada que la que ocurre entre el sustantivo y otros
modificadores de la frase nominal.
• Sistema Pronominal: Los pronombres personales exhiben también una considerable
variabilidad.
39
SUJETO:
1ra Persona del Singular Yo 1ra Persona del Plural Nosotros
3ra Persona del Singular Né(é) 3ra Persona del Plural neye(nelle)
OBJETO
1ra Persona del Singular Yo, me, mí
2da Persona del Singular Uté, te, ti
3ra Persona del Singular né, é,lo
40
en el español actual, hemos decidido tomarlos como patrón para la investigación y
apoyarnos de manera auxiliar en el trabajo recogido en Cultura afrocubana (1992).
Entre los fenómenos que menciona Lipski en este artículo están:
«[…] en la dimensión fonética»(2001:14): La reducción de grupos consonánticos en
el ataque silábico y la eliminación masiva de toda consonante final de palabra se da en
todos aquellos dialectos caribeños en que la presencia africana fue más sostenida.
En cuanto a las posibles modificaciones gramaticales ocasionadas por la presencia
africana en el español caribeño, el terreno es más movedizo. En vista de los
poquísimos denominadores comunes gramaticales entre las lenguas africanas
representadas en el Caribe, cualquier influencia africana en la sintaxis del español
caribeño tiene que ser indirecta, por medio del contacto entre el español regional, con
el español bozal, y otras lenguas criollas formadas en distintas islas del Caribe. […]
Los textos afroantillanos aportados como evidencia de la criollización del español
bozal contienen las siguientes características:
1. El empleo de marcadores preverbales en combinación con un verbo invariable. El
elemento más notable es ta, que marca el aspecto progresivo, habitual, o
imperfectivo. Algunos investigadores han sugerido que las palabras va y ya
también funcionaban como partículas aseptuales, aunque es difícil eliminar los
valores normales de estas palabras.
2. La doble negación […].
3. Empleo del pronombre invariable de tercera persona elle/nelle
4. También en los textos bozales se eliminan artículos definidos, preposiciones y el
complementizador «que»; falta la concordancia adjetival y verbal, y predominan
las oraciones simples.
5. Entre las configuraciones sintácticas del español caribeño vernacular, algunos
investigadores han postulado antecedentes afrocriollos para las preguntas no
invertidas, los sujetos pronominales antepuestos a los infinitivos, y el uso
extraordinario de los pronombres de sujeto patentes, que en su mayoría son
gramaticalmente redundantes.(2001:14-16)
Además de estas características antes mencionadas Lipski expone un grupo donde se
incluyen algunas de las mencionadas anteriormente, pero que tienen la peculiaridad de no
41
provienen precisamente de la criollización sino de la penetración de los criollos
extrahispánicos:
1. Realización de la /d/ intervocálica como oclusiva [d]/[r].
2. Uso de mí/amí como pronombre de sujeto.
3. Errores de concordancia sujeto-verbo y nombre-adjetivo.(2001:16-17)
Y por último ofrece un grupo constituido por las características en que influye el
aporte afrocriollo:
1. Preguntas no invertidas.
2. Sujetos pronominales antepuestos a los infinitivos.
3. Uso categórico de los pronombres de sujeto. Algunos investigadores han sugerido
que el empleo cuantitativamente mayor de los pronombres de sujeto en español
caribeño es recompensa por la eliminación masiva de la /s/ final, que marca la
distinción entre la segunda y la tercera persona del singular.(2001:17-18)
Para complementar esta descripción de las principales características del habla bozal
hemos decidido incorporar otros criterios que ofrece Matthias Pearl sobre algunos rasgos
poscriollos y del habla bozal en el habla de los afrocubanos del siglo XIX, ya que muchos
de estos rasgos también se presentan en los hechos lingüísticos del español que
analizaremos en el presente epígrafe. Entre ellos el autor define como un fenómeno
característico del «habla de los bozales»: las reduplicaciones léxicas, sobre las cuales el
lingüista alemán A.F. Pott (según menciona el propio autor en su texto), define dos tipos:
la «Geminación» que sería la repetición de palabras completas, y la «Reduplicación» como
la repetición solamente de palabras reducidas y sílabas. Estas dos definiciones fueron
unificadas en un solo concepto en investigaciones posteriores, por lo cual sólo utilizaremos
«Reduplicación» para nombrar los diferentes tipos de duplicación. Dicha peculiaridad,
según el autor, es característica pero no exclusiva de las lenguas pidgin y criollas. Serán
diferenciadas en dos grupos en correspondencia con los criterios de Matthias Perl: las
reduplicaciones para intensificar el adjetivo o el adverbio, y las reduplicaciones para
intensificar el verbo.
A partir de lo expuesto anteriormente, la metodología elaborada para realizar el
análisis del español africanizado que encontramos en la muestra, se basará en los elementos
brindados en los criterios expresados por los autores mencionados anteriormente. Producto
42
de que no encontráramos en ninguna fuente una descripción del habla bozal que nos brinde
las particularidades del nivel léxico-semántico de la misma, se decidió no realizar un
análisis por niveles de la lengua a los hechos lingüísticos de español que encontramos en
los cantos. No obstante el desarrollo de este capítulo sí será dividido según los dos niveles
de la lengua que encontramos descritos en la bibliografía: el fónico-fonológico y el morfo-
sintáctico, con el fin de estructurar el análisis de los datos de una manera similar a la
metodología seguida para el resto del desarrollo de la investigación.
43
Eliminación de vocales.
Este fenómeno se presenta en todos los casos en la frontera silábica:
[_gwáņta]* por [agwáņta] *19
[_gára]* por [agára]*
[_skriβí]* por [eskriβír]*
[_lúmbra]* por [alúmbra]*
Adición de vocales.
La adición se presenta en algunos casos donde aparece la coda simple final de
palabra, logrando así una semejanza con la sílaba abierta típica de las lenguas bantúes.
[béne] * por [bén]*
[_skriβíri]* por [eskriβír]*
Eliminación de /-s/.
[ađjó_] * por [ađjós]*
[relóe_] * por [relóhes]*
[lá_]* por [lás]*
[sóra_] * por [óras]*
[é_] * por [és]*
[pjé_] * por [pjés]*
[ló_] * por [lós]*
19
Serán escritos en negrita aquellos grafemas, sílabas o palabras en donde se manifiesten fenómenos que
constituyan ejemplos del análisis realizado en cada parte del desarrollo del epígrafe.
44
[bajáma_] * por [bajámos]*
[bámo_] * por [bámos]*
[namá_] * por [nađa/más]*
[móņte_] * por [móņtes]*
[mále_] * por [máles]*
[dó_] * por [dós]*
[liņdéro_] * por [liņdéros]*
[kabajéro_] * por [kabaéros]*
[lého_] * por [léhos]*
45
Adición de consonantes.
En este grupo encontramos cuatro fenómenos. El primero, manifestado en ele
ejemplo: [la/sóra] por [las/oras] consiste en un traslado de la /s/ desde la coda del artículo
hasta el ataque silábico del sustantivo. El segundo de ellos consiste en la adición del
fonema fricativo velar sordo al ataque sílabico tras pausa, quedando [hála]* en lugar de
[ála]*. Los dos fenómenos restantes: [Sáura]* por [aura]* y [láila]* por [áγila]*. Consisten
en la adición de un fonema a cada palabra, estos aparentemente no tienen una explicación,
pero resalta el hecho de que ambos aparecen en cantos que pertenecientes a el toque de
Macuta. Por lo cual, su presencia en los textos probablemente sea el resultado de la
transmisión desde la fuente de donde nuestro informante aprendió dichos cantos, hasta los
textos que constituyen la muestra. Por lo cual posiblemente constituya una peculiaridad en
el habla de una de las personas que han intervenido en la transmisión de dichos cantos.
46
utilizamos el criterio emitido por la Dra. Valdés Acosta cuando expresa:
Tanto la alternancia entre consonantes como la alternancia entre vocales reflejan, ya
tendencias histórica características de la lengua española, ya fenómenos de cambio
fonético que si bien son propios del cambio lingüístico en general, han sido
localizados históricamente en el español y se documentan todos ellos en las distintas
variantes dialectales de esta lengua.(1978:21)
Definición que si bien enmarca la presencia de los cambios en las palabras de origen
bantú, se presenta en el español africanizado que analizamos en este epígrafe.
Alternancias vocálicas.
[iņbídja] * por [eņbídja]*
[bói] * por [bwéi]*
[baiáma] * por [baiámos]*
[bríŋka] * por [bríŋko]*
[kéma] * por [kémo]*
[súbe]* por [súbo]*
[flapjáņdo] * por [flapeáņdo]*
[seré] * por [sérja]*
[bíra] * por [bíro]*
[míra] * por [míro]*
[kí] * por [ké]*
En este grupo resalta el cambio de /o/ por /a/, rasgo que analizaremos más
detalladamente en el epígrafe destinado al nivel morfo-sintáctico, ya que van relacionadas
al cambio descrito como característico de las lenguas bozales por Jorge e Isabel Castellanos
de la 1ra persona del singular por la 3ra del mismo número.
Alternancias consonánticas.
Encontramos cinco ejemplos relacionados con la alternancia en el uso de una
consonante: Dos de ellos consisten en el cambio de /r/ por /l/:
[galopeál]* por [galopeár]*
[alfilél]* por [alfilér]*
El segundo está relacionado con la caracterización que hace Rosa Valdés Cruz del
47
habla bozal presente en El Monte de Lydia Cabrera (1974:93), en el artículo de Lipski:
«Sobre la valoración popular y la investigación empírica del español negro caribeño»
(1999), cuando describe un fenómeno consistente en la confusión de los sonidos /s/ por /l/.
En los cantos analizados encontramos la alternancia entre /s/ y /l/ en la palabra: [pado] *
por [palo]*.
Los otros dos ejemplos están relacionados con la eliminación de dos fricativas cuya
pronunciación en el español tienden a perderse o sustituirse por semivocales. Estos son el
caso de la fricativa velar sonora /γ/ cuando se utiliza [láila] * por [áγila]*, y el caso de la
fricativa palatal sonora /j/ en la sustitución de [ga_ina] * por [gajina]*, en ambos casos se
sustituyen las consonantes por la semivocal que corresponde con las secuencias fónicas de
hablantes cubanos actuales que no se esfuercen en pronunciar la fricativa que corresponde a
estos casos.
No se pudieron apreciar otros ejemplos de alternancias de este tipo en el análisis de
los textos, pues los ejemplos que podían ser concebidos como alternancias, fueron
corregidos en el epígrafe anterior, ya que todas las variaciones en la utilización de las
consonantes eran cambios del grafema que correspondía a un único fonema, por lo cual
fueron concebidos como cambios ortográficos.
48
cuando la resumía como «un español mal hablado, sin concordancia, número, declinación
ni conjugación», pues a pesar de que estudiaremos algunas vemos la pérdida de sílabas y la
unión entre palabras, por lo general artículos, pronombres y adverbios.
Supresión de sílabas.
[_ná] * por [nína]*
[kolorá__] * por [koloráđa]*
[pá__] * por [pára]*
[madrugá] * por [madrugáđa]*
[ná__] * por [náđa]*
[pué__] * por [pwédes]*
[__séna] * por [enséna]*
[__máno]* por [ermáno]*
49
singular, sin embargo encontramos una serie de ejemplos en los que aparece el número
plural, tal es el caso de los que se presentan con las siguientes formas.
El empleo de determinantes que indican cantidad en la ausencia de marcadores
morfológicos con dicha función:
«[…] dos yaya.»
«[…] con do yaya».
«[…] vengan do caballero yo estoy solo.»
«[…] con un pie.»
«[…] con un palo.»
A pesar de que la ausencia de la /s/ final sea vista como un fenómeno fonológico,
encontramos ejemplos en que su ausencia sí repercute en la falta de plural para algunos
términos que dependen del contexto para ser entendidos como tal.
«[…] monte_ tienen garabato_.»
«[…]ganga mira reloe_[…]»
«[…] vamo_ a la guerra sin male_ […]»
En los últimos dos ejemplos, la carencia de la /s/ final parece obedecer a razones
fonéticas ya que si el objetivo de la eliminación de la misma fuera el establecimiento del
número singular las formas que aparecieran fueran: relo en vez de «reloe», y mal en vez de
«male», por lo cual ambas obedecen a la creación de un plural en el que se manifiesta la
ausencia de la /s/ final por razones fonéticas.
También encontramos la presencia de son y lo, en posiciones que parecían expresar
número, pero que realmente no lo hacían. Esta afirmación la hemos dado teniendo en
cuenta la definición dada por Jorge e Isabel Castellanos sobre el tema, cuando expresan
que: los artículos la y lo son unos de los primeros utilizados por los hablantes del habla
bozal, por lo cual eran utilizados para expresar singular o plural indistintamente, incluso sin
que fueran siempre utilizados la para el femenino y lo para el masculino(1992:338); y la
utilización de son la describe cuando habla del sistema verbal como uno de los verbos
copulativos que:
ocurre con predicados nominales y con predicados adjetivos que indican estado o
condición permanente (…) los verbos copulativos son invariables con respecto a
persona y número, aunque en algunos — muy pocos— informantes ocasionalmente
50
hallamos una forma «é» que bien puede ser una reducción de «es». (1992:334-335)
Por lo cual los mismos a pesar de una supuesta indicación de número, no responden al
plural sino a la pervivencia de errores en el habla del español provenientes del habla bozal.
Los ejemplos de este fenómeno en el texto son:
«[…] son lo que es batalla.»
«[…] lo mundele mpanga.»
«[…] son la sora.»
«Lindero son aquí, lindero son allá […]»
«[…] baluan de lo congo»
2.3.1.2.2. GÉNERO. En concordancia con las características expuestas por los autores
que han expresado de una forma u otra algún criterio sobre el tema género en la variante
diastrática social: habla bozal, se evidencia un predominio del género masculino en los
textos analizados. Por ello, sólo analizaremos la relación entre los artículos y otros
determinantes con los sustantivos, así como las parejas de sustantivos y adjetivos:
Entre las parejas de artículos u otros determinantes y los sustantivos o adjetivos
correctamente utilizadas encontramos:
«la sabana» «el viento»
«la loma» «la montaña»
«la batalla» «un pie»
«al lado» «la buena noche»
«la o» «las horas»
«un palo» «los pie»
«los pies» «el año»
«lo congo» «la guerra»
«el laila»
La única pareja que muestra inconcordancia entre el artículo y el sustantivo al que
acompaña es:
«la río»
Por lo cual de un total de 19 parejas de artículos-sustantivo o adjetivo, solamente el
5,26 % mostró inconcordancia de género lo cual apunta a que ese rasgo de la lengua bozal
tiende a desaparecer en la actualidad. Para la concordancia entre estas parejas no hemos
51
tenido en cuenta las parejas entre los artículos y las palabras de posible origen bantú,
debido a que en todas no era posible establecer el género.
Llama la atención también la forma en que las parejas de sustantivos y adjetivos que
aparecen en los cantos muestran la concordancia genérica, característica peculiar, ya que
todos los autores que expresaron su criterio sobre el tema, describían como «rasgo
principal» de la lengua bozal la manifestación de la inconcordancia entre sustantivo-
adjetivo y sustantivo-verbo. Los ejemplos encontrados que manifestaban la inconcordancia
genérica obedecen a un criterio que plantea la deformación verbal, trasladando las formas
verbales de cualquier número y persona a la tercera persona del singular del tiempo
presente del modo indicativo, según expresan Jorge e Isabel Castellanos a partir de su
estudio sobre el tema, y según reafirma lo opinión de Lipski cuando plantea la presencia de
«verbos invariables» que cumplen con estas características (2001:14). Estas características
verbales serán debidamente analizadas cuando tratemos las características de los verbos.
20
En este grupo de ejemplos el guión bajo indicará el lugar donde fue omitido el artículo.
52
«yaya yayita __ buey suelto […]»
«verda verda __monte tienen garabato»
«Sagua __coralillo me lleva»
«no hay yaya sin guayacan __palo yaya»
«Sarabanda subo __loma rebalando Sarabanda»
«Siete Rayo __lindero __lindero __ganga __lindero»
«__cabeza congo»
«Lucero __madruga cambia __colo»
«Mira que __palo esta duro de verdad»
«Maria sube __loma sin poner los pies»
«vamo a ver __ animal que sube __ loma sin poner los pies»
«Maria __linda se me va […]»
«yo jala __ garabato mi congo»
«e que __saura pado qui mayombe __saura»
«__gaina barre sola con un pie»
«e que __Saura coco como llama […]»
«[…] si sarabanda ta sere sere __palo kindiambom resaque»
«Llegó __ buen amigo __ buen amigo llego»
«[…] yo pincha __toro suelto con cinta colora»
«Porque __gavilan tiene invidia __ palomita»
«__alfilel no me inca»
«[…] como corre __riachuelo»
«nganga mira __ reloe»
Resulta significativo que en nuestro análisis encontráramos la manifestación de la
ausencia del artículo en frases nominales donde otro determinante (son, mío) aparecen
después del sustantivo, ya que este fenómeno fue descrito por Jorge e Isabel Castellanos
como perteneciente al habla bozal. Como manifestación de esta omisión del artículo
encontramos los siguientes fenómenos:
«__Lindero son aquí __lindero son allá»
«__mano mío»
Lo cual constituye una cifra significativa, ya que encontramos 37 cantos en los que se
manifestaba la eliminación de los artículos en 48 ocasiones, lo cual representa que de un
53
total de 160 cantos, en el 23,12% se manifestó la ausencia de los artículos. Si tenemos en
cuenta el total de contextos en que apareció un artículo o un fenómeno relacionado con
ellos, la omisión de los artículos significó el 60% de los casos, ya que el total de contextos
fue 80, sin contar las repeticiones de estos contextos que podían existir en cantos similares.
Con esta observación se puede afirmar que existe un predominio de la omisión del artículo.
Los ejemplos de los artículos expresados en los textos ya los hemos tratado en el
análisis de la concordancia genérica de estas parejas. Pero es necesario mencionar otra serie
de ejemplos en los que se utilizan los artículos que no fueron incluidos en esa parte del
trabajo, ya que algunos de los términos de posible origen bantú que acompañan a los
artículos no están comprobados. Estos ejemplos son:
«la kinbanba»
«la makanga»
«la mutonshe»
«lo mundele»
«la muke»
«un poco mayimbula»
«la ganga»
Con ellos son un total de 27 artículos manifestados en los textos. Entre los mismos
predomina la utilización del artículo femenino la pues se presenta en 17 ocasiones, dos de
ellas tomando el lugar de lo ante sustantivos masculinos, caso que no sucede a la inversa
entre lo y sustantivos femeninos. Esto hace concordar nuevamente los datos de nuestro
análisis con los expresados por Jorge e Isabel Castellanos en Cultura cubana. Por ello
pudiéramos establecer que el comportamiento de los artículos en los textos es similar al
comportamiento descrito por dichos autores para el habla bozal por ellos estudiada.
2.3.1.2.4. LOS PRONOMBRES. Es importante mencionar que en los cantos aparecen una
serie de pronombres utilizados de manera similar a las estructuras del español actual. Estos
no serán analizados ya que no aportan datos significativos para la investigación, por lo cual
tendremos en cuenta sólo aquellos pronombres que aporten características significativas del
español africanizado presente en los textos así como aquellos que contribuyan a establecer
algunas especificidades de los cantos analizados.
Una de las características que resalta en los cantos es la utilización del pronombre
54
personal de la primera persona del singular «yo» con función sustantiva. Por otra parte, no
encontramos la utilización de pronombres personales en ninguna persona del plural ni en la
tercera persona del singular. Los ejemplos de pronombres personales con función de sujeto
encontrados en los textos fueron:
55
en primera persona del singular recaigan en el mismo:
«Me ta llamando»
«Maria linda se me va hata mayombe»
«[…] coralillo me lleva»
« brisa que el viento me lleva»
«[…] me prendo sin candela»
«Alfilel no me inca o no me inca»
También podemos encontrar ejemplos en los que ambas acciones, enunciación de la
acción y en quien recaen, están vinculadas dentro de un mismo sintagma a la primera
persona del singular:
«[…] yo me encontre a Sarabanda»
«[…] yo me llamo basurita »
En un solo caso fue encontrada la utilización de un pronombre que no estuviera en
correspondencia con lo antes explicado:
«[…] pa ti nama».
Lo cual concuerda con lo antes planteado cuando nos referíamos al predominio casi
absoluto de la primera persona del singular dentro de los textos. Esto hace que con respecto
al total de los casos en que se utiliza una forma complementaria del pronombre personal
para referirse al complemento indirecto, el 88,9 % de ellos esté constituido por la forma
complementaria del pronombre correspondiente a la primera persona del singular «me».
56
«[…] como lumbra mi ganga […]»
«Erisi lo mio»
«[…] tondele mi congo […]»
««chapiando mi cantero […]»
« si en mi tierra no hay sol […]»
«nonona cayo mi tinta [...]»
«[...]mi congo real»
2.3.1.2.6. LOS VERBOS. Antes de iniciar el análisis de las cuestiones relacionadas con
el comportamiento de las formas verbales y las formas no personales del verbo, es
necesario aclarar que todos los cantos que conforman el cuerpo de la investigación no
cuentan con una estructura sintáctica organizada de la cual se pueda establecer un análisis
de cada una de sus partes. Muchos de los mismos son unidades de significados
independientes que se incorporan a una unidad de significado mayor dentro de las
ceremonias cumpliendo con determinado objetivo que se mueve dentro de las convenciones
de la religión, por lo cual su estructura sintáctica es imposible de determinar debido a la
presencia de palabras de un posible origen africano, a las deformaciones que han sufrido
con el transcurso del tiempo y a las desventajas que lleva consigo la oralidad como forma
de transmisión. A raíz de lo antes mencionado es importante destacar que algunos de estos
cantos han perdido su estructura sintáctica y hoy son un conjunto de palabras agrupadas con
el fin de lograr la sonoridad y el significado global del canto para la ceremonia, por lo que
cada una de sus partes no se corresponden necesariamente con las partes de la oración que
están definidas para la lengua española, de ahí que algunos cantos no presenten formas
verbales.
Con el fin de facilitar el análisis de los verbos, creímos oportuno desechar aquellos
cantos que luego de una selección fueron establecidos como carentes de una estructura
sintáctica, por lo cual no presentan formas verbales que cumplan con su función dentro del
sintagma. Aunque es importante aclarar que en los cantos, que no fueron utilizados en esta
parte de la investigación, se presentan una serie de fenómenos asociados al número, género,
artículos, pronombres, e incluso formas verbales con otras características que fueron
analizadas anteriormente.
Encontramos un total de 42 cantos en los que se imposibilitaba un análisis de las
57
formas verbales pertenecientes a su estructura sintáctica:
«Talambele cuye talambele cuye»
«Talambele cuye cuye cuye»
«Uyere yere gando gando uyere ye gando son lo que batalla»
«Mailele okuo como se juega»
«Mailele arere como se juega»
«Bombo laye bombolaye»
«yayando que Seberina palo yayando que Seberina ae»
«Aquí tambulele arere ulala oko oko ulala»
«Bombe cara bombe cara»
«Yombe bayama yayandoke»
«Goyayango yo siembra berire»
«Que si malembe malembe ya»
«Que si malembe malembe quiquirimabo»
«Mambele mayoral mambele»
«Sarabanda la banda shenshere guman ooo shenshere gumba choca pecho con pecho
y después vamo a ver»
«Si malembe malembe a si malembe malembe shishinguma»
«lindero lindero ganga lindero»
«ganga andile gangandile erisiganga sala malecum»
«ungo garabato ungo garabato»
«ungo garabato ungo»
«soro mellea soro mellea ya con mi ganga soro mellea»
«Eeieieieungarulengo guisakusengüe»
«guanakuogüire»
«Erula la makanga guisakusengüe»
«El aila el aila makongo»
«el aila el aila tiene koko imbe»
«E que Saura pado qui mayombe Saura»
«Entonshe tonshe a la mutonshe (se repite)»
«A mi sholangüengüe a la muke enton erere tonshe»
«Sholangüengüe engüengüen shola»
58
«Tondele tondelewa tondele como tondelewa»
«Dundo dundo managua dundo managua dundo managua»
«Kuendanganga kuenda makana makana ganga gangandile»
«Gangangan baluan de lo congo / pero gangangan buey balua de lo congo»
«Eque saura koko como llama / koko komo llama koko komo llama»
«Bombo kala arere kala»
«Guayando quinto guayando que / Endoki bueno endoki malo cuando yo vira cara yo
mira pa ti nama»
«Coco co maisela maisela maisela»
«Uyere yere casimambo batallando»
«Sarabanda labanda quikiri baco choca hueso con hueso y despue bamo a ver»
«Kanitentente kanimiguaro con su ganga lo oscuro como jala kimdiambo»
Una vez definidos los cantos desechados, procedimos a la realización del estudio de
los verbos y las formas no personales de los verbos, presentes en aquellos cantos que sí
podían ser analizados.
En concordancia con las características ofrecidas por Jorge e Isabel Castellanos sobre
el habla bozal, encontramos en el texto la presencia de dos verbos copulativos: «está», su
forma abreviada «ta», y «son». Estos verbos aparecen de forma invariable con respecto a
persona y número, aunque en los cantos se presenta el verbo «e» como variación, el cual es
descrito como la forma más usada del verbo ser por varios autores.
En predicados adjetivos.21
«Lindero son aquí lindero son alla ya […]»
21
Para la realización del análisis de los verbos copulativos y su presencia en determinados tipos de oraciones,
se tuvieron en cuenta las descripciones de los fenómenos del habla bozal descrita por Jorge e Isabel
castellanos en: «Capítulo-4: Las lenguas afrocubanas», en Cultura Afrocubana (1994), t. 4, pp. 334-336. Por
lo cual, a partir de la correspondencia de los ejemplos encontrados en la muestra con las descripciones dadas
por dichos autores, se estableció la presencia de los verbos copulativos en oraciones de las cuales no fue
encontrada conceptualización alguna en los manuales de gramática española consultados para la
investigación; como es el caso de las oraciones de predicado transitorio y predicado adjetivo.
59
En predicados de estado transitorio.
«Que bueno esta potrerillo»
«Toro ta suelto […] quien lo ngarra»
«Cañaveral está quemando kimbisa»
«[…]esta duro de verdad»
«[…]Ta llamando a siete rayo»
«[…]Ta llamando to a la ganga»
«Meta llamando»
Otro de los fenómenos encontrados fue la ausencia de la cópula, en oraciones de
predicado transitorio:
«Lo mundele__ empanga»
«Tangala buey __suelto […]»
Otra de las características del habla bozal que esta presente en los verbos que
aparecen en los cantos analizados es la tendencia a la simplificación verbal. Los autores
consultados aluden a dos tipos principales: el primero consiste en la simplificación del
infinitivo mediante la omisión de la r final, al cual se le adiciona una de las partículas ta
(indica durabilidad, puede ser usado en el presente o en el pasado), va (referencia a
acciones futuras) o ya (portador de un significado perfectivo) y la segunda es similar a la
tercera persona del singular del modo indicativo. Estas simplificaciones verbales las
podemos encontrar en los textos en ejemplos como:
«[…] pa galopeal, galopea mi ganga galopea»
«Buey suelto lucero viene alumbrando como es»
«Yo llama llama kasimambo»
«Siembra la siguiaraya»
«Aguanta seguro no hay na […]»
«[…]mira que palo[…]»
«Choca pecho con pecho […]»
«Abre camino pa lucero»
«Lucero madruga cambia colo»
«[…] yo amarra a mariangombe […]»
«[…] laguna rio rio la lleva»
«Maria sube loma sin poner los pies / Maria sube loma quien la enseño»
60
«Garabato yo jala garabato mi congo real»
«El aila tiene koko imbe»
«Maria la o ouko uko vive en la montaña»
«[…] barre sola con un pie»
«Gaina barre sola»
«Saura coco como llama»
«[…] kindiambom reza que»
«[…] briyumba viene alumbrando como e»
«Con quien sabe no se juega […] se juega con cuidado siguaguani»
«Cuando yo vira cara yo mira pa ti nama»
«Chivo dice bee carnero guanta y calla»
«Porque gavilan tiene invidia palomita»
«[…] no hay sol yo brinca al lado alla yo quema guano seco […]»
«Alfilel no me inca […]»
«Llego buen amigo»
«Camina chola camina linda»
«Dejalo que venga»
«Coralillo me lleva»
«Choca hueso con hueso […]»
«paque seña awe»
«Yo pincha toro suelto con cinta colora»
«Menga va a correr como corre riachuelo»
«Elewa sumando ifa yo llama sumando ifa»
«Npemba karire lumbra yo […] como lumbra mi ganga lumbra yo»
«Paso a paso llega lejo»
«Nganga mira reloe […]»
«Con su ganga lo oscuro como jala kimdiambo»
61
tenida en cuenta para el desarrollo del epígrafe.
Encontramos 42 ejemplos de la simplificación verbal y en 41 de ellos se manifestó de
la forma similar a la tercera persona del singular del presente del indicativo. Por lo cual, si
atendemos a la cantidad de cantos que contienen alguna forma verbal (de una forma u otra),
la simplificación verbal apareció en el 38,52 % de los cantos. Lo cual evidencia que si bien
este no es el único tiempo verbal en que aparecen las formas verbales en los cantos, es el de
mayor significación porque a pesar de que su presencia provoque en ocasiones la
inconcordancia de número, persona o ambas, es esta la forma que adquiere el verbo de la
oración. Entre los ejemplos de inconcordancia entre sujeto o el artículo que lo acompaña y
el verbo encontramos:
«son lo que batalla»
«Yo vira»
«yo brinca»
«Sarabanda subo»
«yo llama»
Es importante destacar también, que en los cantos hay una mayor riqueza en la
utilización de los tiempos verbales que en el habla bozal, y que producto de esto no todas
las formas verbales se encuentran simplificadas. Aún sin conocer sus causas podemos
afirmar que esta es la razón por la cual aparecen una serie de ejemplos donde se manifiesta
una variedad de conjugaciones y tiempos verbales entre los que destaca la primera persona,
pues ya sea del plural o del singular, esta conjugación permite la correspondencia entre el
sujeto de muchos de estos cantos con el verbo de los mismos. Por ejemplo:
«Vamo ayimbula»
«vamos a la loma […]»
«llegue llegue caminando»
«vamo a la guerra»
«Sarabanda subo loma rebalando»
«Llegue llegue saludando»
«Vamo a ver vamo a ver animal que sube loma sin poner los pies»
«Vamo a la kimbansa»
«[…] yo me llamo Basurita y me prendo sin candela»
«Garabato jalan yo quiero ver garabato jala»
62
«Soy gangulero brisa que el viento me lleva»
«Kisenguele vamo a la rio tangarena»
«Buena noche enkuye saludando enkuye»
«[…]y despues bamo a ver»
«Chapiando mi cantero yo me encontre a Sarabanda»
«Tintero vamo a la mar»
«Nonona traigo mi tinta yo va a scribi paque seña awe»
«Debajo laurel yo tengo mi confianza»
«No quiero jaranita»
«[…]y despue vamo a ver»
«[…]vamo a llorar a Saukende mano mio»
63
en los textos de los cantos se mostró una mayor riqueza en la utilización de los verbos que
muestra un distanciamiento con la precaria utilización de los mismos que se hacía en el
habla bozal y no se presenciaron las «reduplicaciones» de ninguno de los tipos descritos.
Pero también encontramos una serie de características que sí concuerdan con los
elementos del habla bozal descrita por Jorge e Isabel Castellanos, John Lipski y Matthias
Pearl. Entre ellos podemos ver como los más frecuentes: la reducción de consonantes
finales de sílabas, principalmente la /s/ y en menor grado las /d/, /r/ y /n/, la supresión de
sílabas, la ausencia de artículos, la frecuente utilización del pronombre personal yo con
función sustantiva, la preferencia por la utilización de la simplificación verbal similar a la
tercera persona del singular del indicativo para las conjugaciones verbales, entre otros
fenómenos tratados en el desarrollo del epígrafe.
No fue encontrado un número significativo de fenómenos que como manifestación del
extrañamiento forzaran los hechos lingüísticos del español a semejarse a un habla
desconocida para los hablantes del español que no practiquen la religión.
Podemos concluir, que los hechos lingüísticos del español que se presentan en los
cantos, muestran la evolución producida por el paso de los años y la competencia
lingüística adquirida por sus practicantes. Sin embargo, en ellos continúan presentes una
serie de características del español africanizado que tuvo su origen en el habla bozal, lo
cual evidencia el importante papel que juega la lengua ritual como reservorio cultural.
64
Capítulo 3. ANÁLISIS DE LOS REMANENTES Y TÉRMINOS DE
POSIBLE ORIGEN BANTÚ
3.1.1. EL FENÓMENO DE LA NASAL MÁS CONSONANTE TRAS PAUSA. Este fenómeno ya fue
tratado en el Epígrafe-2.1 y hemos decidido tratarlo nuevamente desde el nivel fónico-
fonológico, ya que a partir del análisis de este nivel en la muestra escrita el fenómeno
vuelve a adquirir una nueva significación para el análisis de la muestra.
Los ejemplos de la manifestación de esta secuencia en los textos lo podemos
encontrar en palabras como: [mpáŋga], [mpémba] y [ŋgáŋga]. Pero algo muy interesante
sobre este fenómeno ya ha sido mencionado en otras ocasiones por autores como Valdés
Acosta en muchos de sus artículos entre los que podemos mencionar el citado
anteriormente, Jorge e Isabel Castellanos en su trabajo sobre las religiones afrocubanas
titulado: Cultura Afrocubana, así como varios trabajos de diploma entre los que podemos
mencionar el realizado por Loriet Gómez Mejías titulado «Remanentes de lenguas bantúes
en la ciudad de Ciego de Ávila» (2010), entre otros, y es el establecimiento dos vías para la
adaptación de estas secuencias fónicas a las secuencias correspondientes al español:
65
1. La anteposición de la vocal e a la nasal.
[eņdóki]* en lugar de [ņdóki]
[empáŋga]* en lugar de [mpáŋga]
[eŋkúje]* en lugar de [ŋkúje]
2. La eliminación de la nasal con el fin de facilitar la pronunciación de esta
secuencia fónica extraordinaria para el español.
[gáŋga]* en lugar de [ŋgáŋga]
[gaŋgaņdilé]*en lugar de [ŋgaŋgaņdilé]
A estos datos debemos añadir la presencia de otro fenómeno que no pudimos
constatar se presencia en investigaciones anteriores, el mismo consiste en la adición de una
nueva sílaba al remanente, como es el caso de [mambéle]* en lugar del término [mbéle] el
cual según el informante de la investigación cumple con el objetivo de lograr una mejor
«sonoridad» en el canto22 ya que la sílaba ma adicionada a la palabra «mbéle» está en
correspondencia con la primera sílaba de la palabra «mayoral» en el canto que expresa:
«Mambele mayoral mambele»
Los ejemplos encontrados en la muestra escrita con la presencia de la nasal más
consonante tras pausa fueron tres, estos no fueron escritos en todas las oportunidades de la
manera correspondiente a las lenguas bantúes, y encontramos seis que siempre se
escribieron de la forma adaptada a las secuencias fónicas del español. Esto representa que
en un total de 15 oportunidades en que se pudo manifestar la nasal lo hizo solamente en 7
para un 46,66% de aparición.
22
Criterio expresado a partir de ser «interrogado» sobre las causas del fenómeno.
66
[jénjere]* [gwarjarí]*
[tambuléle]* [ŋgáŋga]*
[jája]* [flolaŋgwéŋgwe]*
[kikirimambó]* [eŋgwéŋgwen]*
[gojájaŋgo]* [nonóna]*
[seibaŋgaŋga]* [sigwáwani]*
[flifliŋguma]* [kaniteņtéņte]
Este fenómeno se presentó en 18 términos de un total de 82, lo cual representa un 22
% de todos los datos.
67
3.1.4. LA ESTRUCTURA SILÁBICA. En el análisis de la configuración de las sílabas en
los remanentes, resalta como rasgo principal el dominio de la vocal sobre la posición final
de las mismas, rasgo que concuerda con la opinión expresada por Mbiavanga Fernando en
«An Analysis of Verbal Affixes in Kikongo with special referente to form and function»
(2008:52) donde expresa:
Most languages through out the world allow two types of syllable structure: the CVC
and CV sequences. When the syllable ends in a vowel sound (without coda) it is
called an open syllable, as is the case in most Bantu languages, and when it ends in a
consonant (with coda) it is called a closed syllable, as in the case of English.
Although words in Kikongo, as in the case of many Bantu languages, are typically
composed of the type CV-CV (…); also syllable structure in this language may vary
from V-to CV-CV.
Por lo cual, en concordancia con las características de la sílaba en las lenguas bantúes
encontramos que casi todos los remanentes y los términos sin comprobar encontrados en los
textos de las canciones terminan en vocal, con las excepciones: «shenshere guman»,
«salamalekun» y «kindiambom». Lo cual evidencia que el dominio de la sílaba abierta que
caracteriza a las lenguas bantúes se ha conservado hasta la actualidad en los remanentes
bantúes presentes en los textos de los cantos utilizados en las ceremonias de Palo.
A raíz de este fenómeno es necesario destacar que en casi todos los remanentes
extraídos de los textos los fonemas consonánticos también se encuentran en la posición en
el ataque silábico, si tenemos en cuenta la estructura silábica descrita para las lenguas
bantúes. Pero, si tenemos en cuenta las características de la división silábica del español23
(ya que esta sería la conocida por aquellos practicantes de la religión que utilizando la
lengua ritual deban acudir a la división silábica, pues como hablantes de la lengua española
la división silábica que deben dominar, es la correspondiente al español), no existe el
predominio de la sílaba abierta, ya que en la muestra podemos encontrar un conjunto de
sílabas cerradas ligadas a una particularidad: palabras en las cuales la división silábica
coincide en la unión de dos consonantes, y queda una coda simple en posición interior
23
Al referirnos a las características de la sílaba española nos referimos al criterio emitido por Saporta y
Contreras (1962), RAE (1973) y Martínez Celdrán (1989), cuando conciben a la misma como: formada por
tres constituyentes: ataque, núcleo y coda, sin que exista una organización jerárquica entre ellos.
68
compuesta por nasales de los tipos: bilabiales [m], dentales [ņ], velares[ŋ] y la palatal
sonora [n,]. Como ejemplos de este fenómeno hemos extraído:
[ajímbula]* [marjaŋgómbe]*
[kimbísa]* [toņdéle]*
[talambéle]* [gaŋgaņdilé]*
[majimbúla]* [erisigáŋga]*
[bómbo]* [gáŋga]*
[bilóŋgo]* [kimbánsa]*
[gómba]* [kirimambó]*
[jajáņdo]* [empáŋga]*
[kasimambó]* [muņdéle]*
[brijumbéro]* [uŋgó]*
[kuéņda]* [taŋgaréna]*
[táŋgala]* [majombe]*
[bómbe]* [gwisakuséngwe]*
[kiséŋgele]* [makáŋga]*
[tóŋga]* [makóŋgo]*
[jombe]* [ímbe]*
[jajáņdoke]* [seibaŋgáŋga]*
[gojájaŋgo]* [eņtón,fle]*
[kasinamambó]* [tón,fle]*
[gwaraņdója]* [mutón,fle]*
[jokiņdója]* [gwéŋgwe]*
[kimbámba]* [kweņdaŋgáŋga]*
[malémbe]* [kitiŋgéra]*
[kikirimambó]* [eņdóki]*
[sarabáņda]* [kimbambóla]*
[mambéle]* [npemba]*
[sambjaŋpúngo]* [flen,fle]*
[enkúje]* [kaniteņteņte]*
[flifliŋgúma]*
69
Con este fenómeno se muestra que a pesar de que se haya conservado una de las
características esenciales de las lenguas bantúes en cuanto al predominio de la sílaba
abierta, la división silábica española hace cobrar una nueva perspectiva para el fenómeno
tratado superficialmente por otros autores. Con ello se muestra que si bien los remanentes
pueden haberse conservado hasta nuestros días con una estructura similar a la que debieron
tener en el momento de su llegada a nuestro país, hoy su utilización se rige por las
características de la lengua española, lo que trae consigo que aunque en su estructura no se
manifiesten cambios, en el nivel fónico-fonológico deben tenerse en cuenta aquellas
características que puedan atentar con una descripción correcta de las mismas. En los
cantos encontramos 57 remanentes o términos de posible origen bantú en los que según la
división silábica del español encontramos sílabas cerradas y según la división silábica a las
lenguas bantúes encontramos solamente sílabas abiertas, los cuales representan el 69,51%
del total de términos de origen (o posible origen) bantú.
70
los transcribió a la escritura, descartando así los posibles errores ortográficos que se
pudieran encontrar en los textos por una causa u otra.
Alternancias vocálicas.
[seibaŋgáŋga]* ~ [seibaŋgóŋgo]*
[bómbe]* ~ [bómbo]*
[erisigáŋga]* ~ [erisigáŋge]*
[kisiŋgéle]* ~ [kiseŋgéle]*
[arére]* ~ [erére]*
[éke]* ~ [óko]*
[jénjere⁄gumá]* ~ [jénjere⁄gombá]*
Alternancias consonánticas.
[jénjere⁄gumá]* ~ [jénjere⁄gombá]* ~ [flén,flere⁄gumán]* ~ [flén,flere⁄gumbá]* ~
[flifliŋgúma]*
[arére] ~ [aléle]
[gaŋguléro] ~ [gaņduléoro]
71
fonológico, pero que lo encontraremos en todos los niveles de la lengua modificando de
manera similar a las unidades correspondientes a cada uno de ellos. El fenómeno de la
adición de sílabas, consonantes y vocales, es una constante en los cantos que está en
estrecho vínculo con el mantenimiento de la «musicalidad» de los textos. Este fenómeno,
sin aparentes precedentes en investigaciones anteriores debido al tipo de muestra que
hemos utilizado para el estudio24, será desarrollado solamente desde su repercusión en los
niveles de la lengua, debido a que es de una mayor amplitud y no se encuentra entre los
objetivos de la investigación.
Adición de vocales.
[ujére] ~ [jére]
[ajimbúla] ~ [jimbúla]
[óko] ~ [ouko]
Adición de consonantes.
[kóko] ~ [óko]
[makána] ~ [makáŋga]
[kiņdiámbom] ~ [kiņdiámbo]
Adición de sílabas.
[jimbúla] ~ [majimbúla]
[toņdéle] ~ [toņdeléwa]
Por lo cual, podemos concluir el análisis del nivel fónico-fonológico de los
remanentes y términos de posible origen bantú expresando que en ellos resalta:
La presencia de las reduplicaciones de sílabas como una característica de los términos
de origen (o posible origen) bantú. El dominio de la sílaba abierta en posición final de
palabra. El predominio de las sílabas con coda simple en posición interior terminadas en
algunos tipos de nasal, como producto de la división silábica de estos términos según la
estructura del español. La presencia de la geminación como un fenómeno que pudo haber
sido transmitido a los textos de los cantos congos desde las características de otras lenguas
24
El trabajo con textos de «cantos» o canciones puede ser enriquecido desde varios puntos afines a la
musicología o a otros estudios que no están precisamente vinculados con los estudios como el de antropología
lingüística que desarrollamos en esta investigación.
72
africanas o en el proceso de transcripción a la escritura. La presencia de las adiciones de
sílabas, sonidos vocálicos y consonánticos con el objetivo de enriquecer la musicalidad de
los textos. Entre otros fenómenos.
Para el análisis de este nivel hemos tenido en cuenta los principales fenómenos
descritos con anterioridad por autores como la Dra. Valdés Acosta, quien e su artículo: «La
herencia bantú en el centro de Cuba: los hechos lingüísticos» (2000) propone dos grupos de
fenómenos: «los que denuncian la pérdida de relaciones gramaticales bantúes, y, por el
otro, los que evidencian (total o parcialmente) la asimilación de los remanentes a las
categorías gramaticales españolas» (:23).
73
como: la nasal en posición inicial tras pausa (en ejemplos como: nganga, mpanga, mpemba)
y el prefijo ma- (presente en remanentes como: macuta, mayombe, malembe) como
indicadores de plural, o el prefijo mu- (en el caso de: mundele)como indicador de
singular25, creemos conveniente confirmar la presencia de la fosilización en los remanentes
y términos de posible origen bantú, antes que hacer una descripción superficial de los
mismos al pasar por alto una serie de morfemas gramaticales bantúes presentes en estas
palabras que son de igual importancia.
Palabras compuestas por términos de origen bantú unidos a otros términos de posible
origen bantú, el cual no tiene significado comprobado etimológicamente.26
talambele: ‘machete’
quiquirimambo: ‘género musical’
tondelewa: ‘estarse tranquilo’
quindiambo: ‘cuestión, saludo amistoso’
guarandoya: ‘relación amistosa’
quinbanbula ‘juego’
25
La función de dichos prefijos fue extraída de: Mbivanga Fernando, «An analisys of verbal affixes in
kikongo with special reference to form and function » p.13
26
En los ejemplos se presentarán en negrita los remanentes de significado comprobado en el Diccionario de
bantuísmos en el español de Cuba de Gema Valdés Acosta y Myddri Leyva Escobar.
74
Palabras compuestas por dos términos de origen bantú con significado comprobado
etimológicamente.27
Sambianpungo: ‘Dios supremo’. Compuesto por: nzambi: ‘Dios’ y mpungo: ‘fuerza
mágica de la naturaleza’
Cholangüengüe: ‘Ochún’. Compuesto por las palabras chola y wengüe. Según el
significado recogido por A. Shwegler y J. Fuentes Guerra, el significado
brindado por nuestro informante coincide con el obtenido por dichos
autores. Esta palabra fue encontrada también con la variantes lexicales:
engüengüenchola y chola güengüe.
Baluan: ‘va cambiando’. Compuesto por balu: ‘en el aire’ y nda: ‘Majestuoso’. Según
A. Shwegler y J. Fuentes Guerra el término se refiere a Yemayá o Virgen
de Regla.
Cuendanganga: ‘tipo de prenda’. Compuesto por cuenda: ‘irse, alejarse, coger
camino’ y enganga o ganga: ‘receptáculo donde se concentran las fuerzas
mágicas de las ceremonias de Palo Monte, también llamado «caldero» o
«prenda»’
27
Para establecer los significados de estas palabras se tuvo en cuenta primeramente el significado conocido
por el informante. Se expresarán los significados de cada remanente que compone la palabra en el mismo
orden que aparecen los remanentes, estos serán establecidos teniendo en cuenta la misma fuente utilizada para
el grupo anterior de ejemplos y la obra de Armen Shwegler y Jesús Fuentes Guerra: Lengua y ritos del Palo
Monte Mayombe.
28
En estos dos grupos de fenómenos se expresarán los significados conocidos por el informante y se
escribirán en Negrita los términos bantúes. Los significados de los remanentes, en caso de no haber sido
mencionados anteriormente, quedarán expresados a continuación del significado conocido por el informante.
75
Palabras compuestas por la unión de un remanente bantú con un morfema
gramatical del español.
yayita: ‘diminutivo de un tipo de planta’. yaya: ‘madre, planta fundamental para
preparar ceremonias de Palo Monte.’
briyumbero: ‘brujero’. quiñumba: ‘brujo, brujería, muerta, calavera, etcétera.’
yayando: palabra sin un significado conocido por el informante.
quinbanbola: ‘juego’.quimbamba: ‘lugar lejando’
gangulero: ‘brujero’
76
Con el análisis del nivel morfosintáctico en los remanentes y términos de posible
origen bantú se puede constatar la presencia de la asimilación que han tenido los mismos a
las características del español y la pérdida de las características de las lenguas bantúes que
han sufrido con el paso del tiempo por diversas causas. Por ello se pueden encontrar
principalmente dos fenómenos: la aglutinación de componentes y la fosilización, este
último, decidimos dejarlo en evidencia y hacer la propuesta para su análisis en futuras
investigaciones debido a la complejidad del fenómeno y a que la magnitud del análisis que
puede ser realizado del mismo no es objetivo de nuestra investigación.
Debido a que en el análisis de los hechos lingüísticos del español no fue realizado el
análisis del nivel léxico-semántico, antes de realizar el estudio de los remanentes bantúes
que encontramos en la muestra hemos tenido en consideración los fenómenos encontrados a
partir de la palabra «mancuerna», la cual pese a pertenecer al español fue identificada por el
informante como ‘palanca’.
Este fenómeno consiste en una resemantización del sustantivo español dentro de la
lengua ritual, lo cual, en nuestra opinión, puede ser el producto de la similitud del término
con los remanentes y términos de posible origen bantú que encontramos en los cantos, ya
que el mismo presenta sílaba abierta en la posición final de palabra y la nasal en la coda
simple en posición interior de la primera sílaba de la palabra, razón por la que pudo haber
sido asumida por nuestro informante como un término de origen bantú. Sin embargo, no
podemos descartar el hecho de que el término «mancuerna» haya sido el resultado de un
error de transcripción a la escritura o de interpretación por el practicante del cual nuestro
informante transcribió a la escritura el canto escuchado. Sin pasar por alto los «cejos» que
trae consigo la entrevista como técnica, los cuales pudieran repercutir en que el significado
expresado por el informante estuviera alterado por factores subjetivos como el
desconocimiento del significado del término, el olvido de su significado en el momento de
la entrevista, el interés por el extrañamiento del término, apartando su significación dentro
del culto del significado conocido por todos (ya que el término pertenece al español), entre
muchos otros. Por lo explicado, la presencia de este fenómeno pone en evidencia las
77
dificultades que encierra el trabajo con los datos brindados por un solo informante para el
estudio del nivel léxico-semántico en los cantos del Palo Monte.
Significado dado
No. Remanente Dato canónico
por el informante
29
Ver el Anexo 3, correspondiente a la tercera entrevista.
30
Para la revisión de bibliografía especializada se tuvieron en cuenta: Diccionario de bantuísmos en el
español de Cuba (2009) de Gema Valdés y Myddri Leyva (V.L.), Lengua y ritos del Palo Mayombe en Cuba
de Jesús Fuentes Guerra y Armen Shwegler (S.G.), Dictionnaire kikongo-français de Karl Laman (K.L),
Diccionario de la lengua conga residual en Cuba de Teodoro Díaz Fabelo (D.F) y el Informe de investigación
terminada de la Dra. Valdés Acosta, «Nuevos bantuísmos comprobados en el español de Cuba (2011-2012)»
el cual será reconocido por (V.A.) y no ubicaremos las páginas donde fueron encontrados los remanentes en el
mismo, ya que hasta la presente fecha el documento puede ser sometido a cambios debido a su actualidad.
78
quimbisa:(V.L.p.216)‘bebida confeccionada
2 quimbisa ‘bebida ritual’ con aguardiente y ají picante ’, ‘variante
del Palo Monte’
‘estarse tran-
8 cuenda cuenda:(V.L.p.40) ‘irse’, ‘alejarse’
quilo’
ganga,
enganga: (V.L.p.70) ‘receptáculo donde se
11 enganga, ‘prenda’
concentran las fuerzas mágicas e las ceremonias’
nganga
79
mambo para la «musica- cubano que contiene partes cantadas’
lidad»)
quinbanbu-
13 ‘juego’ bambula:(V.L.p.5) ‘tipo de tela muy suave’
la
‘deidad conga
Sarabanda:(V.L.p.128) ‘deidad conga de los
15 Sarabanda equivalente a
hierros y los metales’
Ogún’
marian-
19 ‘una prenda’ engombe:(V.L.p.71) ‘ganado vacuno’
gombe
tóndole:(V.L.p.134) ‘!tranquilo!’.
20 tondele ‘estar tranquilo’ También se pudo constatar(V.A): tóndele:
‘gracias’
quimbansa:(V.L.p.119) ‘yerba’. Fue encontrada
21 quimbansa ‘guerra’
también: quimbasa:(V.A) ‘enemigos’
tata: (V.L.p.132) ‘padre del fundamento en el
‘dueño del barra-
22 tata Palo Monte’, ‘forma respetuosa de dirigirse a los
cón’
ancianos, seguida de su nombre’, ‘padre’
80
empanga ampanga:(V.L.p.34) ‘lugar remoto’. También se
23 npanga (desconocido) pudo constatar Mpanga:(K.L.p.575) ‘nombre de
mpanga clan’, ‘nombre de ciudad capital’
npemba
empemba, empemba calile:(V.L.p.62) ‘cilindro
31 carire ‘vela’ de cera, cebo u otra materia grasa con cilindro en
el medio’
menga
32 ‘sangre’ menga: (V.L.p.107) ‘sangre’
81
gangulero:(V.L.p.70) ‘practicante del Palo
Monte’. También fue encontrado: gangulero o
33 gangulero ‘brujo’
ngangu: (D.F.p.121) ‘mago de las religiones del
Palo Monte’,‘figura de gran jerarquía en las
ceremonias de Palo Monte’
82
serán considerados sinónimos si la substitución de uno por otro en un mismo
enunciado nos permite obtener dos enunciados de igual significación.
Constituyen ejemplos de la sinonimia dentro de la muestra:
• canga, endoqui, bilongo, gangulero, briyumba, mayombe: todos pueden ser
utilizados para referirse al palero o brujero, como el sacerdote de mayor rango
dentro de la religión (aunque los significados de macanga y endoki no fueron
reconocidos correctamente por el informante).
• cuye y endoqui: pueden ser utilizados para referirse al espíritu (o fumbi) que
posee a la prenda (o gangulero) cuya función en la ceremonia es precisamente esa.
También encontramos palabras cuyo significado es el mismo, mas tienen
distinción unos de otros debido a que sus semas reflejan ciertas particularidades, en
concordancia con los criterios que expresan que los sinónimos completos no existen, (entre
ellos Vincent Nyckees y Joseph Ullman) por ejemplo, encontramos:
• Macuta y yuca: donde ambos son un tipo de toque (o tambor), pero a la vez, estos
se diferencias entre sí.
• Mariangombe, dundo, encuye y ganga: los cuales son un tipo de prenda, pero
que están diferenciadas entre sí.
Uno de los fenómenos más abundantes en los remanentes encontrados en los textos si
tenemos en cuenta los significados establecidos en la revisión bibliográfica es la polisemia,
ya que el 55,88 % de los datos presentaron más de un significado.
83
«Entonche tonche a la mutonche»
«Tangala boy suelto, tangala buey suelto»
«Yaya yayita […]»
«Vamo ayimbula un poco mayimbula bamos yimbula un poco mayimbula»
«Sarabanda la banda shenshere guman / (se repite) / ooo shenshere gumba choca
pecho con pecho […]»
«gangandile gaagadile erisigangue salamalecun»
«Empanga mpanga mpanga lo mundele mpanga lo mundele mpanga lo mundele»
«yo jala garabato yo jala garulengo»
«Ceibanganga ceiba dame tu sombra»
«Cholagüengüe engüengüen chola»
«Tondele tondelewa tondele como tondelewa»
«Kuendanganga kuenda makana makana ganga gangandile»
«Gangangan baluan de lo congo/ pero gangangan buey balua de lo congo»
«Aguara guarandoya yo kindoya»
Es importante destacar que también es usual que encontremos cantos compuestos por
la repetición inalterada de las palabras que los componen, y estos no forman parte del grupo
de fenómenos al que nos referimos, ya que el fenómeno pasa a ser de la estructura de los
cantos y deja de formar parte de los objetivos de la investigación.
Para concluir este epígrafe es necesario señalar que el trabajo en el análisis de los
fenómenos lingüísticos en el nivel léxico-semántico se dificulta con el trabajo con un solo
informante, ya que no se obtienen una serie de datos con los cuales establecer un
significado afín a la función del remanente dentro de la lengua ritual, ya que al depender de
una sola opinión, el establecimiento de los significados corre el riesgo de ser alterado por
diversos factores subjetivos. No obstante, sí fue realizado un análisis de los fenómenos
lingüísticos que podían ser estudiados. A partir de su realización, nos percatamos de la
correspondencia de más de un 50% de los significados dados por el informante con los
establecidos con una revisión bibliográfica con bibliografía especializada, encontramos que
todos los remanentes están en correspondencia con el nivel de funcionamiento en la lengua
ritual, se destaca la polisemia de algunos de ellos, se encontraron solamente algunos
ejemplos en los que se manifestaba la sinonimia y no fue encontrada la antonimia.
84
CONCLUSIONES
85
practicantes ha llegado hasta sus cantos permeando de una mayor riqueza el español
contenido en la lengua ritual.
• En los remanentes y términos de posible origen bantú hallados en la muestra se
encontraron una serie de fenómenos que se manifestaron en los tres niveles de la lengua
vinculados principalmente a dos grupos: los que muestran la asimilación de las
características del idioma español y los que muestran la pérdida de las características de
las lenguas bantúes. Entre los fenómenos de mayor significación encontrados en los
cantos podemos mencionar la presencia de: las alternancias vocálicas y consonánticas,
la fosilización, la aglutinación de componentes, y la coincidencia en más del 50% entre
el significado conocido por el informante y el encontrado en la bibliografía consultada.
• A raíz del análisis realizado, es necesario mencionar la presencia de una serie de
fenómenos lingüísticos que fueron encontrados en los textos de los cantos con el
objetivo de lograr la «musicalidad». Como la manifestación de estos, encontramos en el
nivel fónico-fonológico: la adición de sílabas, en el morfo-sintáctico: la reiteración de
restos morfológicos y en el nivel léxico-semántico: la presencia de variantes lexicales.
86
RECOMENDACIONES
A partir del análisis realizado sobre los cantos rituales del Palo Monte, han quedado
presentados una serie de temas que creemos que puedan constituir puntos de partida para la
profundización en el estudio de los cantos bantúes. Entre los que recomendamos para ser
desarrollados en investigaciones futuras están:
Hacer un estudio del grado de «fidelidad» que existe entre las versiones transcritas a la
escritura y los cantos rituales utilizados en las ceremonias de Palo Monte, ya que la
presente investigación, se centró en el estudio del texto escrito.
Realizar un análisis de las relaciones morfosintácticas y léxico-semánticas que existen entre
las palabras del español y los remanentes y términos de posible origen bantú encontrados en
los cantos del Palo Monte, ya que la presencia de un español africanizado con elementos
del habla bozal en los cantos, manifiesta la posibilidad de que lo que hoy constituye una
lengua ritual, pudo haber sido una variante distrática hablada por los practicantes de la
religión en siglos pasados. Por lo cual, un estudio de las relaciones entre los hechos
lingüísticos del español y los hoy remanentes y términos de posible origen bantú, permitiría
corroborar el origen de esta lengua ritual, así como describir las principales características
de la evolución sufrida hasta nuestros días por los términos que la conforman.
Por último, recomendamos trabajar en el análisis etimológico de los términos de posible
origen bantú encontrados en la muestra a partir del estudio de las deformaciones que
puedan haber sufrido estas palabras mediante la transmisión oral, con el objetivo de
demostrar o no su pertenencia a las lenguas bantúes.
87
BIBLIOGRAFÍA
88
DÍAZ FABELO, TEODORO (1998): Diccionario de la lengua conga residual en Cuba, Casa
del Caribe/Universidad de Alcalá/ORCALC-UNESCO/ Alcalá de Henares,
Santiago de Cuba. (Sin ISBN)
FUENTES GUERRA, JESÚS Y GRISEL GÓMEZ (2004): Cultos afrocubanos. Un estudio
etnolingüístio, Editorial Ciencias Sociales, La Habana.
______________________ Y ARMIN SCHWEGLER (2005): Lengua y ritos del Palo Monte
Mayombe: Dioses cubanos y sus fuentes africanas, Vervuert-Iberoamericana,
Madrid-Frankfurt am Main.
______________________ (2006): Lydia Cabrera y la bantuidad lingüística, Ediciones
Mecenas, Cienfuegos.
GARCÍA GONZÁLEZ, JOSÉ Y GEMA VALDÉS ACOSTA (1978): «Restos de lenguas bantúes
en la región central de Cuba», en Islas, (59); UCLV, Santa Clara, enero-abril.
______________________, GEMA VALDÉS ACOSTA Y RICARDO REYES PERERA (1993):
«Interferencia lingüística en la tradición literaria oral de origen africano en
Cuba», en Islas, (105); UCLV, Santa Clara, mayo- agosto.
GILI GAYA, SAMUEL (1950): Elementos de fonética general, 5ª ed. corregida y ampliada,
3ª reimpresión, 198 pp., Biblioteca Románica Hispánica; Editorial Gredos,
Madrid, 1978. ISBN: 84-249-1103-2.
___________________ (1968): Curso superior de sintaxis española, 347 pp., Edición
Revolucionaria, Instituto Cubano del Libro, La Habana, 1971. (Sin ISBN.)
GÓMEZ MEJÍAS, LORIET (2010): «Remanentes de lenguas bantúes en la ciudad de Ciego
de Ávila», 87 hh., Trabajo de Diploma, Tutora: Dra. Gema Valdés Acosta,
Departamento de Letras, UCLV, Santa Clara.
GRANDA, GERMÁN DE [s/f]: Transculturación e interferencia lingüística en el Puerto Rico
contemporáneo 1898-1968, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1974.
HERNÁNDEZ SIMÓN, MARÍA EMILIA (2010): «Los remanentes lingüísticos bantúes en la
ciudad de Trinidad», 60 hh., Trabajo de Diploma, Tutora: Dra. Gema Valdés
Acosta, Departamento de Letras, UCLV, Santa Clara.
KANY, CHARLES E (1969): Semántica Hispanoamericana, Aguilar S.A de Ediciones,
Madrid.
89
MBIAVANGA, FERNANDO (2008): «An analysis of verbal Affixes en Kikongo with special
reference to form and function», Tesis en opción al título académico de Master
en Artes, en la especialidad de Lenguas Africanas, Tutor: prof. M. S. Matshine,
Universidad de Sur África.
LAMAN, KARL (1936): Dictionnaire kikongo-français, avec une étude phonetique
decrivant les plus importants de la langue dite kikongo, Librarie Falk fils,
Georges van Camponhout, Bruselas.
LEYVA ESCOBAR, MYDDRI (2007): «Glosario de términos de origen bantú en el español
de Cuba»,123 hh., Trabajo de Diploma, Tutora: Dra. Gema Valdés Acosta,
Departamento de Letras, UCLV, Santa Clara.
LIPSKI, JOHN (1999): «Sobre la valoración popular y la investigación empírica del
español» en Identidad Cultural y Lingüística en Colombia, Venezuela y en el
Caribe hispánico, Actas del Segundo Congreso Internacional del Centro de
Estudios Latinoamericanos, pp.[271]-295, Max Niemeyer verlag Tübingen.
ISBN: 3-484-52915-6.
_____________(2001): «La africanía del español caribeño. Estado de la cuestión», The
Pennsylvania State University.
_____________(2007): «El cambio de R en D en el habla afrohispánica» en Boletín de
Lingüística, (27):94-114; The Pennsylvania State University, enero-junio.
LÓPEZ MORALES, HUMBERTO (1993): Sociolingüística, 2ª ed., 310 pp., Biblioteca
Románica Hispánica, Editorial Gredos, S. A., Madrid. ISBN: 84-249-1406-6.
______________________ (1994): Métodos de investigación lingüística, 194 pp.,
Ediciones Colegio de España, Salamanca. ISBN: 84-86408-37-7.
LYONS, JOHN (1973): Introducción en la lingüística teórica, Editoreial Teide, Barcelona.
MARTÍN VIVALDI, GONZALO (s/f): Del pensamiento a la palabra. Curso de redacción.
Teoría y práctica de la composición y del estilo, 502 pp., Editorial Pueblo y
Educación, La Habana, 1980. (Sin ISBN.)
NYCKEES, VINCENT (2003): «Las relaciones semánticas internas», en Lecturas de
semántica I, de Ana Curbeira Cancela, Editorial Félix Varela, La Habana.
ORAE 1999. Ortografía de la lengua española, cfr. Real Academia Española, 1999.
ORAE 2010. Ortografía de la lengua española, cfr. Real Academia Española, 2010a.
90
ORTIZ, FERNANDO (1922): «Los afronegrismos de nuestro lenguaje», en Revista Bimestre
Cubana, No. 17, La Habana, nov. –dic.
_____________ (1924): Glosario de afronegrismos, Imprenta El siglo XX, La Habana.
____________ (1950): La africanía de la música kolklórica de Cuba, Editorial Letras
Cubanas, La Habana.
________________ (1951): Los bailes y el teatro de los negros en el folklore de Cuba, 602
pp., Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1981.(Sin ISBN)
________________(1952-1955): Los instrumentos de la música afrocubana, 5 tt., Editorial
Letras Cubanas, La Habana.
PERL, MATHIAS (1998): «Rasgos poscriollos léxicos en el lenguaje coloquial cubano», en
Thesaurus t.XLIII, Centro Virtual Cervantes.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA (1973): Esbozo de una nueva gramática de la lengua
española [Esbozo], 592 pp., Espasa-Calpe, Madrid, 1982. ISBN: 84-239-4759-
9.
RODRÍGUEZ ADRADOS, FRANCISCO (1969): Lingüística estructural, 2 tt., Editorial
Gredos, Madrid. (Sin ISBN.)
SWARTENBROECKX, P: Dictionnaire kikongo et kiluba-francais, Ceeba, Zaire, 1973
ULLMANN, STEPHEN: Semántica. Introducción a la ciencia del significado 1, Editorial
Aguilar, Madrid, 1962.
VALDÉS ACOSTA, GEMA (1974): «Descripción de remanentes de lenguas bantúes en
Santa Isabel de las Lajas», en Islas, (48):67-86; UCLV, Santa Clara.
___________________(1978): «Restos de lenguas bantúes en la región central de Cuba en
Islas,(59):2-50; UCLV, Santa Clara, enero – abril.
___________________(1986): «Algunos fenómenos semánticos en los remanentes
africanos del centro de Cuba »en Islas,(85): 104-113; UCLV, Santa Clara, sept.
– dic.
_________________(2000): «La herencia bantú en el centro de Cuba: los hechos
lingüísticos», en Islas ,(124):23-31; UCLV, Santa Clara, abril-junio.
____________________(2001): «Bantuidad lingüística en Cuba», en Islas, (142); UCLV,
Santa Clara, oct.-dic.
91
___________________(2001): «Propuesta de metodología para el análisis de remanentes
lingüísticos bantúes en América», en Islas, (130):59-69; UCLV, Santa Clara,
oct.-dic.
_________________(2007): «Papel de la religión en la transmisión del legado lingüístico
bantú», en Islas, (153):101-107; UCLV, Santa Clara, julio-sept.
_________________(2009): «Características de la lengua ritual del Palo Monte»,
Conferencia entregada por cortesía de la autora.
__________________(2012): «Nuevos bantuísmos comprobados en el español de Cuba
(2011-2012)» Investigación brindada por cortesía de la autora con el objetivo de
ampliar el listado de remanentes comprobados con los que trabajaríamos en la
investigación.
___________________: «Las lenguas vehiculares africanas y el español de Cuba»,
[UCLV], [s/f.].
___________________ Y MYDDRI LEYVA ESCOBAR (2009): Diccionario de Bantuísmos en
el español de Cuba, 160 pp., Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan
Marinello, La Habana. ISBN: 978-959-242-137-0.
VALDÉS BERNAL, SERGIO (1998): Lengua nacional e identidad cultural del cubano, 183
pp., Editorial Félix Varela, La Habana, 2006. ISBN: 959-07-0292-9.
__________________(1978) «Las lenguas africanas y el español coloquial de Cuba»,
Santiago,(31); Universidad de Oriente, Santiago de Cuba.
92
ANEXOS
ANEXO 1
Muestra de los cantos transcritos por el investigador sin ser corregidas con la realización de
la primera entrevista al informante:
Rezo: Erisi balaade
Erisi bamande
Omolode omolode
Va Julian gangule
Va Julian gangule
Erisi lo mio
• Talambele kuye talambele kuye
• Talambele kuye kuye kuye
• Cococo maisela
• Chivo dice ve carnero guanta y calla
• Con el que sabe no se juega siguagua ni
• Uyere yere gando gando uyere ye gando son lo que batalla
• Viento
• Cañaveral esta quemando kimbisa
• Guayando quinto guayando ke ( se repite) éndoki bueno pudo ki malo cuando yo vira cara
yo mira pa ti nama
• Toro ta suelto po la sabana quien lo garra
• Mailele arere como se juega
• Bamo ayimbula un poco mayimbula (se repite)
• Bombo kara (se repite)
• Meta llamando (se repite) campana delailaila meta llamando
• Siembrala siguaraya makuta bilongo
• Cachimba suelta humo pala loma cachimba
• Ña merced no sabe escribi
• Buena noshe (se repite) yenyere gomba (se repite)
• Yayando que seberina palo yayando que sberina qe
• Aquí tambulele arere ulala ono ono ulala
• Dejalo que benga ala batalla quien lo llama
• Yo llama llama kasimambo arriba palo⁄ Yo llama llama kasimambo briyumbero
• Debajo laurel yo tengo mi confianza
• Jaranita no quiero jaranita
93
• Yaya yaylita buey suelto lucero viene alumbrando como es
• Tangala boy suelto tangala buey suelto
• Verda verda monte tienen garabato (se repite)
• Bamos ayimbula un poco mayimbula bamos yimbula un poco mayimbula
• Bombe kara bombe kara
• Eh kisinguele bamo ala vio tonga vene kisinguele bamo ala ………
• Meta llamando meta llamando campana Dade taila meta llamando
• Yombe ballama yayandoke
• Siembra la siguaraya makuta bilongo
• Gollallango yo siembra berire
• Bamos a la loma la…. condos yaya
• Sagua Coralillo me lleva ago coralillo me lleva
• Llego buenamigo buen amigo llego
• Llegue llegue caminando llegue llegue caminando palo
• Uyere yere kasinamambo batallando
• (al lateral de la hoja)Que bueno esta….
• Si en mi tierra no hay sol yo brinca allado alla yo quema quano seco candela colora
• Yayando que soberina palo (se repite) aque
• Aguara guarandoya yokindoya
• Alakinbanba
• No hay yaya sin guayacan palo yaya
• Que si malembe malembe ya
• Que si malembe malembe kikirimabo
• Si malembe malembe kikirimabo
• Sarabanda subo loma rebalando sarabanda
• Bamo a la guerra si male con do yaya
• Mambele mayoral mambele (se repite)
• No hay yaya sin guayacan que palo mas duro
• Yeque yeque saludando yo saludo a sambianpungo
• Yeque yeque saludando
• Buena noshe ankuye saludando ankuye
• Sarabanda la banda shenshere guman (se repite) ooo shenshere gumba choca pesho con
pecho y después bamo a ver
• S. Choca pecho con pecho
• C. y despuesbamo a ver
• S. Si malembe malembe a⁄ si malembe malembe shishinguma
• C. ( repite)
• S. si malembe malembe
• C. Shishinguma
• 7rayo. Lindero lindero lindero ganga lindero
• C. (repite)
• S. Lindero son aquí lindero son alla (se repite) ya yo amarra a mariangombe cosita colora
• C. (repite)
• S. Ta llamando a sieterayo
• C. Cosita colora
• S. Ta llamando a la ganga siete rayo guarirari
• C. Cosita colora
94
• *(Al lateral de la hoja)Tondele yayita⁄ tondele mi congo⁄yo me llamo basurita⁄y me prendo
sin candela
• 32 hacheros pa un pala
• Bengan do caballero yo estoy solo
• E buena noshe la buena noshe andilee
• E buena noshe la buena noshe andilee palo
• Gangandile gaagadile erisigange salamalekun
• Cabeza congo
• Hiounba congo cuso la make
• Abre camino pa lucero o⁄ abre camino pa lucero palo
• Lucero prima lucero
• Lucero madruga cambia colo
• Camina shola camina ⁄ camina shola palo
• Aquantaceguro no hay na⁄ aguantaceguro no hay na
• Mira que pala esta duro de verdad
• Aguanta un palo si tu pue cobalente⁄ aguanta un palo si tu pue cobalente.
• S. Rio rio rio laguna rio rio rio la lleva
• C. (repite)
• S. Maria sube loma sin poner los pies⁄ maria sube loma quien la enseño
• S. Bamo a ver bamo a ver animal que sube loma sin poner los pies
• S. ganga andile gangandile erisiganga sala malecum
• S. uyere yere gando gando uyere yere gando son lo que batalla
• S. Bamo ala kimbansa kimbansa
• C. Bamo a la kimbansa
• S. Quirimambo tata quirimambo yaya ⁄ Quirimambo ganga quirimambo palo
• S. Empanga mpanga mpanga yo mundele mpanga yo mundele mpanga yo mundele
• S. Bence batalla yo mundele palo ganga
Garabato
• S. Ungo garabato ungo garabato
• C. Ungo garabato ungo
• S. Garabato ungo ae garabato yo jala⁄ garabato paque
• C. garabato ungo ae garabato
• S. Kisenquele bamo a la rio tangarena⁄ kisenquele bamo a a la rio tangarena
• C. (repite)
• S. Maria linda se me va hata mayombe
• C. Maria linda se me va
• S. yo jala garabato mi congo mi congo⁄ mi congo real ya jala garabato palo
• C. (Repite)
• S. Yo jala garabato yo jala garuleto
• C.(repite)
• S. Soro soro soro mellea ya con mi ganga soro mellea
• C. Soro soro soro mellea
• S. Garabato jala jalan, yo quiero ver garabato jala
• C. (repite)
• S. Verdad verdad monte tienen garabato⁄ Verdad verdad monte tienen garabato
• *Al final de la hoja: Que bueno esta potrerillo, que bueno esta potrerillo pa galopeal
galopea mi ganga galopea.
95
Makuta
• Eeieieungarulengo guisakusengue
• Guanakuguire
• Erula la makanga guisakusengue
• El laila e laila makongo
• El laila elaila tiene koko imbe
• Hce saura pado qui mayombe Saura
• S. Ceibana ongogo Ceiba dame tu sombra
• C. Ceibangongogo Ceiba
• Entonshe tonshe ala mutonshe⁄ Entonshe tonsche ala mutonshe
• A mi shola guengue a la muke enton erere tonshe
• Sholanguengue enguengue shola shola caminando
• C. sholanguengue enguenguen shola
• S. soy ganduleoro brisa que el viento melleva⁄ brisa que el viento me lleva ( se repite)
• C. Soy ganduleoro brisa que el viento me lleva
• S. chapiando mi canterro yo me encontre asarabanda yo me encontre a sarabanda yo me
encontre a sarabanda ( se repite)
• C. Chapiando mi cantero yo me encontre a sarabanda
• S. Tintero tintero vamo a la mar tintero bamo a la mar gangulero bamo a la mar tintero
• C. tintero tintero bamo a la mar tintero
• S. Tondele tondelewa tondele como tondelewa
• C. tondele tondelewa tondele
• S. Dundo dundo managua dundo managua dundo Managua
• S MAria la o ooko uko vive en la montaña que
• S.Kuendanganga kuenda makana makana ganga gangandile
• * Al lateral de la hoja: Madreagua Lucero
Yuka
• Con un pie nama barre sola con un pie
• Gaina barre sola
• Kiti kitinguera
• Dale mancuerna
• Gangangan baluan de lo congo⁄ pero gangangan buey palua de lo congo
• Nonona kayo mi timba yuka kiniwa⁄ keseña que nonona kuya mi timba mano yo va kinigua
kosenaque
• S. eke Saura koko koma llama⁄ koko komo llama koko komo llama
• C. Oko Saura koko komo llama
.
Rezo: Lubbe lubbe lubbe lubbe la kuendanganga (se repite) si sarabanda ta sere sere palo
kindiambom resaque.
• S.C. Llegue llegue caminando llegue llegue caminando palo.
• S.C. Yaya yayita buey suelto briyumba viene alumbrando como e.
• S.C. Saura coco como llama ( se repite)
• S.C. empanga empanga empanga lo mundele npanga lo mundele empanga lo mundelee
• S.C. Vence batalla lo mundele palo yaya
• S.C. Vamo a la Kimbansa a la kimbansa
• S.C. Aguanta seguro no hay na ( se repite) mira que palo esta duro de verdad
96
• S.C. Quirimambo tata quirimambo yaya ( se repite) quirimambo ganga quirimambo palo
• S.C. Con quien sabe no se juegasiguaguani si se juega con cuidado siguaguani
• S.C.Bombo kala arere kala
• S.C. Uyere yere gando gando yere yegando son lo que es batalla.
• S.C. Viento
• C. Eee
• S.C. Vamo a la oma la mire con do yaya
• S.C. Guallando quinto guayando que (se repite) ⁄Endoki bueno endoki malo cuando yo vira
cara yo mira pa ti nama
• S.C. Coco co maisela maisela maisela
• S.C. Toro ta suelto en la sabana quien longarra
• S.C. Mailele arere como se juega
• S.C. Tangala buey suelto tangala buey suelto
• S.C. Bamo ayimbula un poco mayimbula (se repite)
• S.C.Meta llamando meta llamando campana delailaila meta llamando
• S.C. Siembra la siguaraya makuta bilongo
• S.C. Cachimba suelta humo pala loma ( se repite)
• S.C. Ña merced no sabe escribiri no sabe escribiri no sabe escribiri
• S.C. Sagua Coralillo me lleva ago coralillo me lleva
• S.C. Llego buen amigo buen amigo llego
• S.C. Uyere yere kasinamambo batallando
• S.C. Yayandoke seberina palo yayandoke seberina ae
• S.C. Si malembe malembe aa si malembe malembe kikirimabbo
• S.C. Buena noshe la buena noshe yenyere guma ( se repite)
• S.C. Camina shola camina linda camina shola camina palo
• S.C. Aquita molele arere ulala okoo oko ulala
• S.C. Dejalo que benga ala batalla quien lo llama
• S.C. Yo llama llama kasimambo arribanganga ⁄ yo llama llama kasimambo briyumbero
• S.C. Elewa sumando sumando ifa ( se repite) ⁄ yo llama sumando sumando ifa
• S.C. Debajo laurel yo tengo mi confianza yo tengo mi confianza yo engo mi confianza
• S.C Talambele kuye talambele kuye
• S.C Talambele kuye kuye
• S.C. Sarabanda cuye la buena noshe sarabanda culle ya son las horas
• S.C Jaranita jaranita no quiero jaranita
• S.C.Sarabanda labanda quikiri baco choca hueso con hueso y despue bamo a ver
• S.C. Lindero laonao (se repite) yo pincha toro suelto con cinta colora
• S.C. Porque gavilan tiene invidia palomita ( se repite)
• S.C. Bengando caballero yo toy solo
• S.C. 32 hacheros pa un palo
• S.C. aguara guarandoya yo kindoya
• S.C. chivo dice bee carnero guanta y calla
• S.C. si en mi tierra no hay sol yo brinca al lao alla yo quema guano seco candela colora
• S.C. Alfilel no me inca o no me inca
• S.C. Kuenda paso maria guanlao (se repite) cuenda mundo batalla hoy pr aquí mañana por
alla
• S.C. Menga va a correr como corre riachuelo
• S.C. Kinbanbola kinbanbola buena nochee ⁄ kinbanbola kinbanbolason las sora
97
• S.C. Npemba karire lumbra yo npemba karire lumbra yoo como lumbra mi ganga lumbra
yo
• S. Como lumbra mi ganga
• C. lumbra yo
• S.C. shenshe Maguire bamo allorar a saukende bamo a llorar a saukende mano mio
• S.C. Kanitentente kanimiguaro con su ganga lo oscuro como jala kimdiambo
• C. Con su gangangan
• S.C Bamo a ver bamo a ver animal que sube loma sin poner los pie
• S. Animal que sube loma
• C. Sin poner los pie
• S. Yimbiri yimbiri gendo
• C. Eee
• S. Paso paso llega lejo
• C. Eee
• S. Nganga mira reloe nganga ya son la sora aque
• C. ( repite)
• S. Adio soleda hasta el año venidero
• C. Adio soleda
Esta entrevista fue realizada sin la utilización de cuestionario, ya que su objetivo era
rectificar la transcripción realizada por el investigador, y para ello se interrogó al
informante sobre aquellos términos que habían presentado dificultades en la caligrafía.
Posteriormente a la realización de esta primera entrevista lo cantos fueron corregidos y
finalmente se obtuvo una muestra de 160 cantos y tres rezos.
98
ANEXO 2
99
Fue directo de la casa que yo visitaba, yo voy y los oigo en los (toques de) tambores de
Palo y los copio. Yo iba y me ponía a oír lo que cantaban los más viejos y me ponía escribía
lo que escuchaba.
7. ¿Cuáles son las causas por las que usted utiliza la K por la C, la K por la Q, la SH
por la CH en los cantos escritos en sus libretas?
Porque se escriben así, en congo en vez e decir la C se dice la K y en vez de decir la CH se
dice la SH.
8. ¿Qué función tienen para usted las libretas en las que están copiados los cantos?
Ahí yo he ido copiando los cantos que he escuchando en diferentes lugares, para
aprendérmelos después.
9. ¿Porqué hay cantos que se repiten varias veces en las libretas si usted no los canta
por el orden en que aparecen allí?
Porque los he copiado para allí de las agendas que yo llevaba a las ceremonias, y habían
veces que los copiaba en las agendas y después los pasaba para la libreta repetidos sin
darme cuenta.
100
ANEXO 3
Lista de remanentes y términos de posible origen batú extraidos de los cantos para ser
analizados mediante la realización de la tercera entrevista con el fin de identifiar aquellos
términos cuya función era la «musicalidad» y establecer los significados conocidos por el
informante. Para su escritura se conservó la grafía que tenían los términos en los
manuscritos de los cantos, con el objetivo de que el informante estuviera lo más
familiarizado posible con las palabras, ya que esto facilitaría la obtención de los
significados de los términos.
Talambele Gollallango*
Kuye - cuye - culle Berire
Cococo- koko* Aguara
Maisela Guarandoya
Siguagua - Siguaguani Yokindoya
Uyere - Yere Ganga - nganga
Kimbisa alakinbamba
Guayando - guallando* kikirimambo – quirimambo*
Endoki malembe
Mailele sarabanda
Ayimbula - mayimbula - mambele
yimbula sambianpungo
Bombo - bombe enkuye
Kara* Ganga – nganga
Delailaila Mariangombe
Makuta Guariari
Bilongo Tondele - Tondelewa
Cachimba Andilee
Yenyere gomba - shenshere Gangandile - gaagandile -
guman - shenshere gumba andile
- shishinguma - yemyere Erisigange
guma Salamalekun - sala malecun
Yayando* Kimbansa
Seberina - sberina - soberina Tata
Tambulele Empanga - mpanga - npanga
Kasimambo- - kasinamambo* Mundele
Briyumbero Ungo
Kuenda - Kuendanganga Mayombe
Yaya - Yayita Garuleto
Tangala Soro
Kisinguele - kisenguele Eieiei*
tangarena Guisakusengüe*
Yombe Guanakuogüire
Yayandoke Erula*
101
Makanga* Entonshe - tonshe - mutonshe
Laila Shola
Imbe Guegue
Ceibanganga - ceibangongo Muke
Sholangüengüe molele
Engüengüen ulala*
Gangulero briyumbero
Dundo elewa
Managua ifa
Ouko labanda
Makana quikiribaco*
Kiti – kitinguera* menga
Gangangan* kimbanbola
Baluan npemba
Nonona karire
Awe shenshe
Eke - oko maguire
Lubbe sukende
briyumba kanitentente*
alele – arere kinimaguaro*
endoki kimdiambo - kindiambo
tangala yimbiri
delailaila gendo
ago*
Fueron marcados con un * aquellos términos que fueron identificados por el
informante como palabras sin significado cuya función en los cantos era lograr la melodía.
Es importante aclarar que en esta entrevista no se utilizó cuestionario alguno, ya que
se interactúo de forma natural con el informante, acudiendo a la técnica amplificatoria en
caso de ser necesario indagar sobre algún tema.
102