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Leyes, Rodolfo
Sartelli, Eduardo
2013
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Índice
Dedicatoria
Agradecimientos
Introducción.
A modo de presentación
La Historia y la historiografía obrera de la década del treinta.
Justificación del orden de la tesis.
El trabajo de fuentes.
Palabras finales.
Parte I
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2-Los caminos.
3-El proceso en marcha.
3.1-Del campo a la ciudad: Obreros y pequeña burguesía rural.
3.2-Cruzando el río: Éxodo obrero.
Parte II
Capítulo VII. Bajo los pliegues de nuestra roja enseña: Ascenso y estancamiento
del crecimiento sindical, 1935-1943.
Introducción
1-Ruptura y reorganización de las fuerzas sindicales entrerrianas: El proletariado busca
su camino, 1935-1937.
2-La hegemonía sindicalista y el crecimiento sindical de los partidos de izquierda, 1937-
1943.
Balance del período analizado
Parte III
Capítulo VIII. Sindicatos de izquierda, obreros radicales. Las alianzas políticas del
movimiento gremial entrerriano: 1926-1943.
Introducción
1-Los radicales entrerrianos: Del Liberalismo al bonapartismo en tiempo de crisis.
2-¿Qué es un obrero? Según los radicales.
3-Vinculo político y la disputa por los votos obreros.
4-Radicales y comunistas.
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5- Lucha interburguesa y lucha de clases como orígenes de la legislación obrera
entrerriana durante los gobiernos radicales. (Viale, 1937)
La alianza sindical-radical sale a la luz.
Capítulo IX. Cuando la clase mira para otro lado. Los partidos de izquierda en
Entre Ríos, 1931-1943.
Introducción general.
1-Los respetables reformistas, el Partido Socialista, 1931-1940.
1.1-Estrategia de construcción. Reformismo a secas.
1.2-Electoralismo.
1.3-Oposición “popular”.
1.4- Un balance de la actividad provincial del Partido Socialista.
2-¿La salida es por Izquierda?: El Partido Socialista Obrero de Entre Ríos, entre
comunistas y socialistas.
2.1-El origen del PSO.
2.2-Los límites del Partido Socialista Obrero.
2.3-¿Una política de clase?
2.4-La intervención electoral del Partido Socialista Obrero.
2.5-Los Socialistas Obreros de Entre Ríos.
En conclusión.
3-Un espectro se cierne sobre Entre Ríos: un primer acercamiento a la acción de los
comunistas en la provincia de Entre Ríos, 1931-1943.
3.1-¿Comunistas entrerrianos?
3.2-El período de la estrategia de Clase contra Clase en entre Ríos, 1931-1935.
3.3- El Frente Popular anti-fascista y la búsqueda de la integración institucional (1935-
1943).
Balance a los comunistas.
Introducción.
1-Sindicato y apoliticismo. ¿Prescindencia política o gremialismo a ultranza?
2-A las puertas del Estado. En búsqueda de una intervención.
3-Las banderas del movimiento obrero: primeros de mayos y nacionalismo popular.
4-Sindicatos anti-fascistas y la defensa de “la libertad”.
5-Marzo de 1943: De encarcelamientos, elecciones y la consolidación del reformismo.
Conclusión
Conclusión
Índice
Índice de cuadros
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Índice de Cuadros.
Cuadros capítulo II
Cuadro capítulo IV
Cuadro capítulo V
Cuadro capítulo X
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Dedicatoria.
A los trabajadores conscientes de que esta realidad debe ser cambiada.
A los que luchan por el Socialismo.
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Agradecimientos.
Es bien sabido que la naturaleza social de las personas nos genera vínculos con
otros que nos permiten avanzar posiciones. Entre los beneficios de la vida social, se
encuentra que alguien pueda darte una mano, un consejo, unos pesos e incluso, una
fuente que no conseguís. La vida social permite la existencia de algunos que nos
dediquemos a reconstruir la historia de todos.
En primer lugar agradecer a mis afectos personales. Mi madre ocupa un lugar
destacado. A pesar de nuestra propia relación. En segundo lugar a las personas cercanas
con las que compartí tiempo, y compartieron mis ánimos. Finalmente, a mis
compañeros de militancia de Razón y Revolución, que me enseñaron que la historia
debe ser útil. Que debe ser subversiva. A mis compañeros en Buenos Aires: Eduardo
Sartelli, Marina Kabat, Damián Bil y Ianina Harari se merecen mis más sinceros
reconocimientos. Y mis compañeros de Entre Ríos. A éstos últimos les debo agradecer
más que el apoyo, porque me ayudaron en repetidas ocasiones en el trabajo de archivo.
En particular a Camilo Robin, Juan Schroeder y Agustín Aizaga. Gracias.
Por último, agradecer a algunas personas que de una forma u otra, siempre
desinteresadamente, me dieron apoyo. Pienso en una treintena de nombres propios, pero
quiero destacar algunos. A Clara Vuotto de Paraná con quién formamos un “club de
intercambio de fuentes”, a Jorge Villanova, el Gringo para los conocidos, que a pesar de
comulgar diferentes escuelas del socialismo, siempre me fue grato cruzar datos de la
historia entrerriana. Finalmente a dos protectores de la historia obrera entrerriana:
Adriana Ortea de Liebig y Carlos Fagnoni de Concepción del Uruguay. Partes de este
trabajo es suyo. Gracias.
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Introducción
Federico Engels1
A modo de presentación.
1
Engels, Federico: La situación de la clase obrera en Inglaterra, Buenos Aires, Ediciones Diáspora,
1974, p. 23.
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iníciales con las que un estudiante se acercó al objeto de estudio que se le presentó tan
escurridizo.
El segundo obstáculo con el que nos encontramos, pero ayudó a conocer la
provincia en su estructura y geografía, fue la dispersión demográfica. En efecto, estudiar
la clase obrera entrerriana es un trabajo de recorrer ciudades y pueblos. Alejarse de la
provincia y volver al ruedo con nuevas preguntas. Los elementos con los que un
historiador de la clase obrera construye la historia no son tan fáciles de encontrar. Un
objeto negado por la historiografía es muchas veces negado por los propios
contemporáneos. Por ello, encontrar el periódico, el documento oficial o la estadística
que dé cuenta de los movimientos que estos sujetos colectivos vivieron, no fueron
fáciles de hallar. Para esto debí recorrer en el mismo terreno las particularidades locales
o sub-regionales.
Otra dificultad que encontré en este trabajo fue, que muchas de las preguntas que
realizaron los historiadores de la clase obrera argentina no contemplaban las realidades
sociales del interior. Interior que no es la caricatura de región atrasada en todos los
aspectos sociales, sino, regiones donde el sistema social capitalista aún estaba en
expansión. La Argentina cuenta con una rica tradición de historiadores de la clase
obrera y su movimiento obrero. Y con las críticas consabidas a limitar el estudio al
desarrollo de las instituciones proletarias, cuando nos acercamos al interior, las
preguntas se enriquecen por las particularidades locales. No preguntaremos como fue la
llegada de los migrantes, sino, porque se fueron. No habrá preguntas sobre la
confrontación de las luchas entre socialistas y comunistas, sino, sobre el gremialismo
rural de los anarquistas y los sindicalistas puros. Con esto, creemos, que realizamos un
aporte al conocimiento de la clase obrera argentina desde una perspectiva provincial.
Nuestra propuesta de estudio general es estudiar las condiciones económico-
sociales y políticas que permitieron el desarrollo del movimiento obrero entrerriano y su
grado de integración al Estado durante los gobiernos radicales anteriores al surgimiento
del peronismo. Para poder avanzar en este estudio tomamos tres ejes sobre los que a
posteriori dividiremos las partes de la tesis: primero, identificar las principales
transformaciones estructurales que sufrió la clase obrera entrerriana entre 1925-1943. El
segundo objetivo será reconocer el grado de desarrollo y extensión del movimiento
sindical entrerriano, los gremios más dinámicos, sus principales luchas y tendencias
ideológicas entre 1925-1943. Por último, examinar las transformaciones político-
ideológicas que llevan a que las centrales sindicales provinciales pasen de la defensa de
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la prescindencia ideológica a una alianza explícita con el radicalismo, cuya campaña
electoral de marzo de 1943 apoyan en forma abierta y activa.
La tesis se desarrolló utilizando las herramientas conceptuales y metodológicas
provistas por el materialismo histórico, algunos de cuyos lineamientos centrales
reseñamos aquí muy brevemente. La “elección” del marco teórico es la yuxtaposición
del interés por hacer de la historia una herramienta útil al cambio social y a la
construcción de una sociedad socialista y por otro, de contar con un cúmulo teórico e
interpretativo para poder visualizar, ordenar y explicar elementos tan dispares en una
historia que por ser social, analiza elementos disimiles. Por ello, consideramos al
marxismo como el mejor método para alcanzar ambos fines.
A nivel estructural, comprender el grado de desarrollo del capitalismo desde los
procesos de trabajo en base a los conceptos marxistas –cooperación simple, manufactura
o gran industria- nos permite acercarnos a los espacios de trabajo, a las ramas más
avanzadas, conocer los procesos tecnológicos, de gestión y racionalización que moldean
en forma estructural a la clase obrera determinando su número, su división en capas y
fracciones y su nivel de calificación laboral.2 Pero no nos interesa sólo reconocer la
existencia de una clase en sí, sino el grado en que esta logra desarrollarse en clase para
sí. Por ello, estudiamos también la forma en que, sobre la base de estas condiciones
materiales de producción, a partir de una experiencia histórica determinada, brotan las
organizaciones para la defensa corporativa de los trabajadores.3 El sindicato, como
organización propia de la lucha económica que la clase obrera despliega, tiene límites
claros cuando la clase trabajadora pretende superar las luchas netamente económicas y
comenzar a enfrentarse al aparato estatal, ya sea, en búsqueda de reformas o de su
cambio completo.4 En la medida que el Estado es una organización que defiende los
intereses de la clase dominante, las relaciones del movimiento obrero con el Estado
contienen siempre un elemento de tensión, que atraviesa tanto los mecanismos
consensuales como coactivos de la dominación.5
2
Marx, Carlos: El Capital, México D. F., Fondo de Cultura Económica, 2001, Tomo I.
3
Gramsci, Antonio: Notas sobre Maquiavelo, sobre la política y sobre el Estado moderno, Buenos Aires,
Ed. Nueva Visión, 2003, p. 57.
4
Anderson, Perry: “Alcances y limitaciones de la acción sindical” en VV.AA.: Economía y política en la
acción sindical, Buenos Aires, Siglo XXI, 1973.
5
Gramsci, Op. cit., p. 125.
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La tesis fue pensada en tres partes que estructuran problemas que están
interrelacionados entre sí, ordenadas en función de las determinaciones jerárquicas y
niveles de análisis planteados por el materialismo histórico. De esta manera, la primera
parte aborda aspectos estructurales de la sociedad entrerriana en el período estudiado.
Se examina la estructura económica provincial, el desarrollo de actividades agrarias y
manufactureras y el nivel de empleo que generan. También se estudian los procesos de
trabajo propios de estas actividades y su transformación a través de la mecanización. Se
examinan las consecuencias de este proceso: el desempleo y la emigración.
La segunda parte de la tesis se ocupa del desarrollo sindical al que dividimos en
dos etapas a las que corresponden sendos capítulos. En ellos analizamos tanto las
huelgas como el proceso de organización sindical. Estudiamos tanto la historia de los
gremios individuales como el desarrollo de Federaciones provinciales que los
nuclearon. A su vez, examinamos las diferencias ideológicas que enfrentaron a
organizaciones rivales.
En la tercera y última parte abordamos la actuación política de los sindicatos, es
decir aquellas acciones en las trascienden la defensa específicamente corporativa de los
obreros para pasar actuar en un plano más general. Para comprenderlas estudiamos no
solo las acciones de los organismos gremiales, sino la del Estado y de los partidos
políticos que interactuaron con ellos.
En el primer capítulo, se presentan las características del desarrollo capitalista en
Entre Ríos, 1920-1943. Se analiza el desarrollo de la crisis económica en clave local, ya
que la crisis del `30 en esta provincia fue agravada por factores climáticos y otros
eventos coyunturales (plaga de langosta). Se estudia el desarrollo local de las
manufacturas. Encontramos que, a diferencia de lo que ocurre en Buenos Aires, las
manufacturas previamente establecidas no experimentan mayores cambios y, sobre todo
no se instalan nuevas fábricas de importancia. Por otra parte, la obsolescencia de
algunas de sus actividades –del carbón o de la producción de carros- frente a nuevos
mercados productores generó otro factor negativo que gravitó sobre la economía
provincial.En este capítulo también estudiamos los procesos de trabajo en las
principales producciones locales (en base a los conceptos marxistas de cooperación
simple, manufactura y gran industria) y las condiciones laborales en las que los obreros
son empleados. Para esto último relevamos y examinamos un conjunto de variables
como jornada de trabajo, salarios, vivienda y niveles de de ocupación. Nos detenemos
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en particular a examinar la evolución del desempleo, por ser este un fenómeno de
especial gravitación en la provincia.
En el segundo capítulo se estudia el proceso de mecanización y una de sus
consecuencias principales: la desocupación. Analizamos el proceso de mecanización en
la agricultura a partir de la introducción y/o expansión del uso de las máquinas
cosechadoras, el tractor, las máquinas esquiladoras, las ordeñadoras mecánicas, las
bombas de agua mecánicas que permitieron la explotación de arroz en grandes
superficies. También estudiamos la adquisición de máquinas que seleccionaban los
cítricos por sistemas automatizados en las grandes explotaciones frutícolas del noreste
provincial. A su vez, en las grandes manufacturas de la provincia, en particular en los
frigoríficos y fábricas de extracto de carne, mostramos como las máquinas
“cuereadoras”, máquinas enlatadoras, norias y sistemas de transporte del producto
reemplazaron a miles de obreros. Este proceso es simultáneo a la introducción del
vulcanizado del calzado, las máquinas armadoras de cigarros, las amasadoras en las
panaderías, y las máquinas mezcladoras en las obras públicas. Finalmente, en el
transporte, la llegada del camión aceleró el proceso de circulación de los productos
agrarios principalmente, y de las grúas y los elevadores de granos, liquidaron miles de
puestos ocupados por los estibadores en las estaciones de trenes y puertos. Todos estos
cambios técnicos afectaron el mercado de trabajo, reduciendo los niveles de ocupación.
Este proceso fue agudizado por el ingreso local, la llegada de producciones más
eficientes desde otros centros de producción: como es el caso de la industria del
automóvil en detrimento de la construcción de carros y el reemplazo del carbón vegetal
por el combustible fósil.
El tercer capítulo aborda el problema de la emigración obrera que sufre la
provincia como consecuencia dela desocupación estudiada en el capítulo dos. A nivel
cuantitativo reconstruimos las dimensiones del fenómeno. Por una parte reconstruimos
en forma aproximada la magnitud de la población expulsada de la provincia. Por otra
parte, identificamos los departamentos afectados en mayor medida por este proceso.
Reconstruimos el circuito migratorio seguido por obreros y pequeños patrones rurales
empobrecidos. El destino extra-provincial de los emigrados, fue Buenos Aires –ciudad y
provincia-, Santa Fe y también, en menor medida, Chaco y a Misiones.
El cuarto capítulo analiza las distintas medidas tomadas por el Estado para paliar
el problema de la desocupación. En ese sentido, encontramos una fuerte expansión de la
intervención estatal. Este creciente intervencionismo estatal recibió un amplio consenso
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que trascendía las diferencias partidarias y la inscripción de clase. El punto de acuerdo
entre los distintos sectores era el común reconocimiento de la necesidad de intervención
estatal para evitar que la desocupación generase un clima de protesta social. Los
llamados de los diferentes sectores encontraron eco en el Estado provincial
administrado por los radicales, quienes desarrollaron una serie de medidas tendientes a
sacar de la desocupación a miles de obreros. La primera medida fue institucionalizar y
sostener económicamente a las comisiones pro-desocupados que se habían ido
formando de un modo espontáneo. En segundo lugar, cobró gran trascendencia la obra
pública, muchas veces gestionada con recursos nacionales. Esa actividad generó trabajo
y logró mejorar el deficitario sistema caminero provincial lo que, indirectamente,
benefició la circulación de las mercancías y la competitividad del capital provincial.
En tercer lugar, tanto el Estado provincial como el nacional facilitaron el éxodo
hacia otras provincias. En efecto, el Estado Nacional a través de la Junta Nacional para
Combatir la Desocupación dispuso de recursos para transportar a los obreros que
estuvieran dispuestos a desplazarse al Chaco. Esta medida fue secundada por el Estado
provincial que gestionó rebajas en los pasajes de trenes y e hizo gestiones con la
Marina para facilitar la migración fuera de la provincia. En cuarto término, también se
estudiaron nuevos planes de colonización estatal. Es decir, relanzar el parcelamiento y
la entrega de tierras. Esto fue importante, porque el proyecto original de
Transformación Agraria –tal era el nombre de la ley- planteó un modelo agrario basado
en la granja de autoconsumo, en oposición a la agricultura de corte chacarero para
producción cerealera de exportación. Con esto no se buscaba potenciar el desarrollo
agrícola local, sino tan solo asegurar el sustento de miles de trabajadores en el campo,
da tal forma de que dejaran de demandar empleo en las ciudades.
En el quinto capítulo, partimos de una reseña del período de reflujo de luchas
obreras en la provincia entre 1921-1927 (que estudiamos en nuestra anterior tesis de
licenciatura). Examinamos las dos únicas huelgas que encontramos en este lapso que
tienen lugar, no por casualidad hacia el cierre de esta etapa de reflujo. La primera de ella
es la huelga de los obreros del ferrocarril en enero de 1925, por pedidos de aumentos
salariales y mejoras laborales. Si bien la huelga fue efectiva en buena parte de la
provincia, las ciudades de Concepción del Uruguay y Basavilbaso fueron los centros de
agitación. La huelga enfrentó una severa y violenta represión tanto por parte de la
patronal como del Estado y fue derrotada. La segunda gran huelga del periodo, también
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de 1925, tuvo, en cambio, un resultado favorable: los obreros de obras públicas de
Concepción del Uruguay obtuvieron mejoras.
Hacia 1927, comenzó un lento y sostenido proceso de recuperación de las luchas
en algunos lugares centrales para el futuro organizativo. En particular, se destacan en
Concepción del Uruguay los obreros panaderos y marítimos que motorizan la lucha y
organización zonal. Produjeron por aquellos años la huelga general contra las
ejecuciones de los anarquistas Sacco y Vanzetti y se empezaron las primeras giras de
organización de la Unión Sindical Argentina. Aquel núcleo de militantes y
organizadores fue alcanzado en el año 1929 por los estibadores de Diamante quienes,
fraternalmente, acompañaron y emularon la tarea de los uruguayenses. En este período,
dirigentes sindicales organizan los sindicatos del interior provincial. Estos mismos dos
grupos que impulsan la organización gremial en el conjunto del territorio provincial
terminarán conformando la Unión Obrera de la Provincia de Entre Ríos (UOPER) en
1932.Este agrupamiento de las fuerzas obreras organizadas redundó en un gran
crecimiento de los sindicatos en nuevos lugares de la provincia, pero también en una
creciente tensión entre los dos centros de sindicales. En un balance del periodo,
debemos destacar la participación de los obreros rurales como la principal fracción
obrera movilizada. Por otra parte, y con respecto a los medios de lucha, debemos
señalar el boicot, la huelga, la cual con frecuencia era acompañada por piquetes de
obreros armados. Las principales luchas del período tenían por objeto el reconocimiento
de los sindicatos, mejoras laborales y la constitución de bolsas de trabajo.
En el sexto capítulo analizamos las luchas obreras y los avatares de la
organización gremial entre 1935 y 1943. El inicio de este segundo período está dado por
la ruptura en marzo de 1935 se produjo entre los obreros de Diamante y los de
Concepción del Uruguay. La base de estas disputas giró en torno a la posición
ideológica de los uruguayenses, quienes hicieron gala de un gran pragmatismo, al
vincularse con el Estado Provincial y al Departamento Provincial del Trabajo, lo que
generó la ruptura con los obreros diamantinos, anarquistas declarados. En el primer
Congreso Ordinario de la UOPER del año 1935, fueron expulsados once sindicatos de
la zona de influencia de los diamantinos.
La lucha por la hegemonía del movimiento sindical hizo que los dos polos
continuaran activando sindicalmente. Los diamantinos agregaron a su nombre la
proyección provincial: Federación Obrera Comarcal Entrerriana (FOCE) e intentaron,
dando la espalda a sus ex camaradas, relanzar el crecimiento sindical con apoyo del
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anarquismo de la otra costa del Paraná, en particular de Villa Constitución, Rosario y
Santa Fe. Obtuvieron algunos éxitos parciales, entre ellos la organización de la primera
huelga de hacheros que se tiene registro en la historia provincial hasta el momento. En
cambio, los uruguayenses, se concentraron en la organización de los trabajadores de
comercio que cristalizó en la Federación Entrerriana de Empleados de Comercio, con
sede en Concepción del Uruguay.
A finales de 1936 e inicios de 1937, los estibadores de Diamante se prestaron a
lanzarse a una gran agitación. Sin embargo, se reconoce por las fuentes que, las fuerzas
obreras estaban en desventaja, incluso se organizó un sindicato paralelo en el propio
puerto de Diamante que disputó la representación de los estibadores. Es decir, sus
propias bases comenzaron a alejarse de la organización y sus métodos. Cuando llegó la
cosecha y estiba de trigo, el ambiente era desfavorable. Los grandes medios de prensa
de Buenos Aires reclamaron por una fuerte represión y poner fin a la presencia sindical
en los lugares de trabajo en nombre de la “libertad de trabajo”. La presión patronal hizo
lo suyo y el Estado provincial actuó. En los primeros días de febrero los diamantinos
llamaron en pedido de solidaridad a los miembros de la UOPER quienes aceptaron
mediar con el gobierno, solicitar a la CGT su intervención y finalmente, aportar con
boicots y pecuniariamente. Los anarquistas rechazaron todo, menos el aporte de dinero
para sostener la huelga. La intransigencia ideológica atentó contra el experimento
anarquista, que desapareció después de estos sucesos y con ellos, varios sindicatos de su
área de influencia.
La situación obligó, una vez pasado el vendaval represivo y en la etapa
descendente de las luchas, a relanzar la organización obrera. Durante 1938, los
sindicalistas de Concepción del Uruguay volvieron a las giras de organización por toda
la provincia y con ellas, al renacimiento de los sindicatos rurales. Pero ya no serán
tiempos de grandes luchas obreras rurales, algo había cambiado en la matriz estructural
de la clase obrera entrerriana.
La crisis de desocupación, transformaciones en el aparato productivo, las
migraciones y elementos coyunturales pero agresivos como sequías, cosechas perdidas,
conspiraron contra la otrora fuerte clase obrera rural. Otros cambios, como el desarrollo
sindical de partidos como el Comunista imprimieron una nueva forma organizativa y a
Paraná, como un nuevo polo de vida sindical en la provincia. También otras fracciones
obreras comenzaron a despuntar en el horizonte gremial, como el caso de los obreros
canteristas o el crecimiento de los trabajadores del Estado en torno a la Asociación de
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Trabajadores del Estado. La última característica que muestra el cambio en la situación
fue, la creciente participación del Departamento Provincial del Trabajo en los
conflictos. Esta es la situación imperante en Entre Ríos al momento del golpe militar de
junio de 1943: un sindicalismo que se ampliaba, que se fortalecía en sus organizaciones
y que encontró en la negociación un mecanismo eficaz para obtener beneficios.
En la tercera parte del trabajo analizaremos las relaciones políticas de la clase
obrera. Es decir, su relación con la política y el Estado. En este sentido resulta
interesante mostrar como la clase obrera entrerriana trazó relaciones con sectores del
poder, incluso participó de partidos de trabajadores. También nos interesó, mostrar al
sindicalismo puro, aquel representado por la UOPER en su participación e intervención
en la vida política provincial desde los sindicatos como arma de presión y estructura
organizativa que permitió dirigir fuerzas en búsqueda de mejoras para los trabajadores.
El desarrollo de la conciencia política-reformista al decir de Gramsci6 es el ángulo de
problematización de esta tercera y última parte.
El séptimo capítulo, trató la alianza tácita trazada entre los sindicalistas puros de
la Unión Obrera de la Provincia de Entre Ríos y los miembros del partido Unión Cívica
Radical en su variante antipersonalista. Allí reconstruiremos algo fundamental para la
tesis, que es la importancia que la UCR provincial dio a los trabajadores organizados en
sindicatos, a partir de una concepción paternalista de la práctica política, que convivió
favorablemente para los radicales como puente hacia un electorado que se le podía
presentar díscolo. Pero lo más importante y característico es que, Entre Ríos y San Luis
fueron las únicas dos provincias que escaparon a la intervención federal del golpe de
1930. En entre Ríos, esto les permitió a los radicales gobernar continuadamente durante
casi treinta años, hasta que el golpe de 1943 finalmente dictó la intervención. Al
conservar en la década del treinta la gobernación, los radicales pudieron tejer alianzas
que se fortalecieron en el tiempo. Incluso, terciaron cuando la dictadura de Uriburu
intentó imponer el Estado de Sitio con brutalidad. En aquella instancia, el mismo
gobernador Etchevehere solicitó se reviera la situación de algunos obreros sindicalistas
encarcelados. Es decir, el estado provincial – y los radicales- se erguían como
defensores de los intereses y derechos obreros frente a la represión desencadenada por
el Estado Nacional, lo que reforzó esta alianza previa.
6
Gramsci, Op. cit., p. 57.
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También nos interesó mostrar la relación con los sindicalistas reformistas y los
radicales favorable para ambas partes: los sindicalistas obtuvieron reconocimiento y
apoyo a los sindicatos, mientras los radicales consiguieron un puente hacia las masas y
la contención de los sectores más radicales. En la construcción de esta estrategia, los
radicales fueron amonestados repetidas veces por los conservadores para los que,
cualquier alianza con sectores obreros era muestra de actitudes “comunizantes”, según
el lenguaje de la época.
En el octavo capítulo se investigó la participación de los partidos obreros,
haciendo foco en tres de ellos: El partido Comunista, el Socialista y el Socialista
Obrero. La historiografía con mayor o menor grado de profundidad ha demostrado la
vida política de los partidos políticos de izquierda en la vida social argentina y en
especial vinculada al movimiento obrero. Sin embargo, es poco lo que conocemos de su
práctica en las provincias. El Partido Socialista fue un partido de larga existencia en la
provincia, y si bien su fuerte fueron algunos departamentos de la costa del Uruguay –
Concordia, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay-, durante los años `20 y `30 creció
en otros departamentos. Su política no difirió de lo que hicieron sus camaradas en el
resto del país, es decir, un reformismo consciente y militante. Pero en el año 1937, los
socialistas sufrieron una gran crisis con la ruptura y expulsión de los Socialistas
Obreros. Esa fracción izquierdista en su ruptura logró hacerse de la Federación
Socialista de la Provincia de Entre Ríos. Esta Federación fue uno de los bastiones del
socialismo obrero hasta su desaparición a fines de los años treinta.
Ambos socialismos se desarrollaron en la práctica del reformismo, aunque, el
Socialismo Obrero hizo gala de un discurso izquierdista que criticaba al imperialismo
como principal problema local. Ninguna de las dos vertientes del socialismo se
convirtió en un partido de masas. Incluso, en la práctica electoral, ambos partidos
apoyaron a los radicales electoralmente. Por lo tanto, no mostraron una gran
delimitación frente al partido radical provincial.
Por su parte, el Partido Comunista se desarrolló desde la temprana década del
treinta, con una política clasista, al enfrentarse con el Estado y la patronal a través de la
línea de Clase contra clase. Estas intervenciones no le redundaron más que en un
desarrollo semi-clandestino, debiendo resistir una represión constante por parte del
Estado. Cuando en 1935 el partido cambió su estrategia a la conformación de Frentes
Populares intentó, en vano la mayoría de las veces, acercarse a los radicales y
socialistas. Sin embargo, lograron algún desarrollo territorial, aunque su fuerte fue la
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ciudad de Paraná. La participación política de los comunistas fue permanentemente
impugnada por los conservadores e incluso por algunos radicales. Aún así, los
comunistas intentaron participar de las elecciones, en la mayoría de los casos apoyando
a candidatos radicales, tales como Alvear o los gobernadores radicales de la provincia.
Nuestra hipótesis de trabajo general para el capítulo es que, la práctica política de
los partidos de izquierda se acercó fuertemente al centro y con ello, quedó diluida en la
política de los radicales que tuvieron la iniciativa de desarrollar algunas reformas. Dicho
de otro modo, la falta de una política independiente no les permitió delimitarse en la
práctica de los radicales a los que incluso apoyaron en todos sus frentes.
En el noveno capítulo estudiamos la organización del proletariado entrerriano en
torno a la UOPER, y el desarrollo de una estrategia de corte reformista. Pero aquí
analizamos el proceso ya no a partir de las prácticas estrictamente sindicales (es decir, la
lucha económica y por mejoras en las condiciones de trabajo), sino que examinaremos
la actuación política: su posición frente a los partidos políticos y la defensa doctrinal de
la prescindencia política. Esta prescindencia permitió a los sindicalistas establecer lazos
con los radicales de un modo inorgánico. También analizamos su posición frente al
golpe militar de 1930 y al avance de grupos reaccionarios filo-fascistas en la provincia.
Frente a éste último hecho, resulta de interés porque se trata de un suceso que reforzó la
alianza con los radicales y otros partidos en un débil equilibrio entre la integración y la
prescindencia partidaria en la constitución de una posición política de lo que
denominamos sindicatos anti-fascistas. Creemos que a partir del estudio de situaciones
que no eran estrictamente de lucha económica, podremos delinear el posicionamiento
reformista, es decir, buscar que la situación concreta cambie, sin que ello significara un
cambio de sistema social. Al final del capítulo, incluimos un apartado en el que damos
muestras de los vínculos entre obreros y radicales como una alianza que surge a la
opinión pública por el encarcelamiento de un destacado dirigente sindical de la época.
El sindicalista fue apresado en la provincia por fuerzas nacionales y su libertad fue
reclamada por los radicales en el gobierno provincial. A partir de allí, los sindicalistas
de la UOPER pidieron abiertamente a los obreros que votaran por los radicales en las
elecciones de marzo de 1943.
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El trabajo de fuentes.
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relevamiento de archivos, téngase en cuenta que he realizado hasta ahora el único
relevamiento de varios diarios y periódicos tales como: Crónica de Diamante; Debate
de Gualeguay; Diario Del Pueblo de Colón; El Censor de Gualeguaychú; El Diario de
Paraná; El Entre Ríos de Colón; El Litoral de Concordia; El Pueblo de Villaguay; La
Acción de Paraná; La Juventud de Concepción del Uruguay; La Lucha de Paraná; La
voz de Entre Ríos de Paraná y Los principios de Concepción del Uruguay. La mayor
parte de estos periódicos son una novedad para la historiografía.
También hemos realizado importantes aportes a partir del relevamiento de
documentos oficiales hasta ahora no analizados en forma sistemática, tal el caso de los
Boletines del Departamento de Trabajo provincial (1940-1943). También examinamos
la totalidad de los discursos de los gobernadores en la inauguración de las sesiones de
las Cámaras Legislativas correspondientes a la totalidad del período estudiado. También
consultamos de diversas colecciones del Archivo General de la Nación que nos
acercaron a material valiosísimo producido para el Ministerio del Interior, así como los
informes de evaluación sobre posibles intervenciones federales a la provincia, así como
documentos destinados a mantener informados respectos a la realidad provincial a los
presidentes Uriburu, Justo o Castillo. Estos documentos pertenecen al Fondo Uriburu,
Agustín P. Justo y al fondo Ministerio del Interior, expedientes confidenciales, secretos
y reservados (éste último del Archivo Intermedio).
Los repositorios, archivos y bibliotecas consultadas han sido:
Archivo del Museo Regional de la Colonización, Villa San José, Entre
Ríos.
Archivo General de la Nación, Buenos Aires.
Archivo General de la Provincia de Entre Ríos, Paraná, Entre Ríos.
Biblioteca del Colegio Nacional del Uruguay, C. del Uruguay, Entre Ríos.
Biblioteca del Partido Socialista “Juan B. Justo”, Buenos Aires.
Biblioteca Popular “Carlos Mastronardi”, Gualeguay, Entre Ríos.
Biblioteca Popular “El Porvenir”, C. del Uruguay, Entre Ríos.
Biblioteca Popular “Fiat Lux”, Colón, Entre Ríos.
Biblioteca Popular “General Urquiza”, Villa San José, Entre Ríos.
Biblioteca Popular Diamante, Diamante, Entre Ríos.
Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas en la
Argentina (CEDINCI), Buenos Aires.
Confederación General del Trabajo - Instituto Jauretche (Centro de
Documentación Eva Perón), Buenos Aires.
Hemeroteca del Diario “El Entre Ríos”, Colón, Entre Ríos.
Hemeroteca del Instituto Magnasco, Gualeguaychú, Entre Ríos.
21
Hemeroteca del Museo “Casa de Delio Panizza” de Concepción del
Uruguay, Entre Ríos.
Hemeroteca del Museo Histórico de Entre Ríos "Martiniano Leguizamón",
Paraná, Entre Ríos.
Hemeroteca del periódico El Debate-Pregón, Gualeguay.
Hemeroteca del Profesorado de Concordia, Concordia, Entre Ríos.
Palabras finales.
Por algún motivo esta tesis aún no tiene un nombre que logre sintetizar el pedazo
de historia colectiva que se quiere contar. Sospecho que haber llegado a las puertas del
peronismo y no haber ingresado explica parte de la dificultad. Este trabajo es la antesala
de otro trabajo más amplio que buscará internarse con las mismas preguntas a un
periodo más amplio, que fue el cambio de la situación histórica que aquí se relata. Allí
encontraremos probablemente el fin de los elementos de continuidad y espero que el
título a la obra en conjunto.
22
Parte I
23
Capítulo I
Estado de cuestión y problemáticas historiográficas
Introducción
24
1-Capitalismo y crisis.
7
Di Tella, Guido & Zymelman, Manuel, Las etapas del crecimiento económico argentino, Buenos Aires,
Ed. EUDEBA, 1967, Cap. IV.Peralta Ramos, Mónica: Etapas de la acumulación en la Argentina (1930-
1970), Buenos Aires, Ed. Siglo XXI Editores, 1972, pp. 35-47. O‟Connell, Arturo: “La Argentina en la
Depresión: los problemas de una economía abierta” en Desarrollo Económico, Nº 92, volumen 23, enero–
marzo de 1984, pp. 487-489. Pucciarelli, Alfredo: El capitalismo agrario pampeano, 1880-1930, Buenos
Aires, Hyspamérica, 1986, pp. 79-82.
8
Ferrer, Aldo: La economía argentina, Buenos Aires, Editorial de Belgrano, 1977.
9
Ortiz, Ricardo: Historia económica de la Argentina: 1850-1930, Buenos Aires, Ediciones Pampa y
Cielo, 1964. Sartelli, Mecanización y conflicto social...Op. cit.
25
En el ámbito estrictamente provincial, la obra de Filiberto Reula presenta un
cuadro de la situación, más que una explicación profunda. Reula, sostiene que la crisis
profundizó los problemas económicos que se arrastraban desde los últimos tres años de
la década de 1920. La dificultad de la colocación de los productos ganaderos y las malas
cosechas empeoraron por el cierre comercial de aquel momento de crisis comercial.
Asimismo, Reula describe cómo operaron la desvalorización creciente, el cierre de los
mercados, el alto costo de la producción local dependiente de insumos extra-
provinciales, leyes que protegían la industria antes que la producción rural, crisis
financiera del Estado y los gastos superfluos –según su opinión- como automóviles.10
Sin dudas, estos problemas pueden ser manifestación de una forma u otra de la crisis,
pero no explican qué la generó.
Para la provincia, la obra más completa en materia económica del periodo es la de
Rogelio Biasizo: Economía de Entre Ríos en el periodo de intervencionismo
conservador. El autor reconoce la situación de crisis, aunque como es de esperar, lo
entiende como un fenómeno exógeno del desarrollo capitalista local. Su principal aporte
es su examen de las políticas que los radicales aplicaron para sostener el capitalismo al
mayor resguardo del contexto de crisis general. El autor propone algunas
consideraciones de valor. Por ejemplo, plantea que no es la ISI (Industrialización
Sustitutiva de Importaciones) la política favorable para Entre Ríos, sino la ASI
(Agriculturación Sustitutiva de Importaciones). Las políticas de diversificación de la
agricultura provincial.
Como se ve, los diferentes autores mostraron la situación de crisis, pero
argumentaron desde diferentes ángulos la naturaleza de la misma. Finalmente, la crítica
por parte de los autores se inclinó a indicar este hecho como un fenómeno venido de
afuera del capitalismo nacional.
Por nuestra parte partimos de los estudios de Eduardo Sartelli sobre la relación
entre cambios productivos y los efectos en la mano de obra en la región pampeana. 11
Estos trabajos muestran cómo la adopción de nuevos implementos rurales impulsó una
serie de cambios en la actividad agrícola, dejando a miles de chacareros quebrados y
otros tantos obreros desempleados. La tesis de Sartelli, pronta a publicarse presenta un
10
Reula, Filiberto: Historia de Entre Ríos, Santa Fe, Ed. Castellví, 1971. Tomo III, p. 130.
11
Sartelli, Eduardo: “Mecanización y conflicto social en la llanura pampeana: Santa Fe y la huelga de los
braceros de 1928” en Ascolani, Adrián (Comp.): Historia del Sur Santafesino, Rosario, Ediciones Platino,
1993. Sartelli, Eduardo: “Del asombro al desencanto: La tecnología rural y los vaivenes de la agricultura
Pampeana”, en: Andrea Reguera y Mónica Bjerg (comp.): Sin estereotipos ni mitificaciones. Problemas,
métodos y fuentes de la historia agraria, IHES, Tandil, 1995. Reedición electrónica.
26
debate con Ascolani al respecto de la relación entre conflictividad y mecanización, en la
cual se retoma la discusión de comienzo de los años `90 respecto del origen de los
conflictos del año 1928-1929.12 A este núcleo de estudios, se suman trabajos propios, en
los cuales mostramos que la mecanización en Entre Ríos, tanto en actividades urbanas
como rurales, fue más extendida de lo que se cree, incluyendo tareas tan disimiles como
son el trabajo en panaderías hasta los grandes frigoríficos, pasando por el transporte y la
esquila.13 En estos trabajos, señalamos la mitad de la década del `20 como un momento
de gran impulso del proceso de mecanización e indicamos que el mismo tuvo como
consecuencia un crecimiento de la desocupación en la provincia. El caso entrerriano, en
este sentido, también aporta evidencia a favor de la existencia de una industria temprana
más extendida y con un mayor grado de mecanización de lo que la historiografía
tradicional consideraba.14
12
Ascolani, Adrián: El Sindicalismo rural en la Argentina, Bernal, Universidad Nacional de Quilmes,
2009.Sartelli, Eduardo: La Sal de la Tierra, Buenos Aires, RyR Ediciones. En prensa.
13
Leyes, Rodolfo: “Detrás de las crisis: Inversiones de capital, mecanización y desocupación en Entre
Ríos, 1928-1946” en PAMPA- Revista Interuniversitaria de Estudios Territoriales, Santa Fe-Montevideo.
En prensa. Estudiamos con mayor profundidad el caso de la industria cárnica provincial: Leyes, Rodolfo:
“Del saladero a la fábrica de extracto de carne: Transformaciones de los procesos de trabajo en la
industria de la carne, Entre Ríos, 1864‐1935”, en Trabajo y Sociedad. Sociología del Trabajo-Estudios
culturales- Narrativas sociológicas y literarias, Santiago del Estero, Nº26, Verano 2016.
14
Para un balance sobre la discusión de la industria temprana en la Argentina ver: Sartelli, Eduardo:
“¿Cómo se estudia la historia de la industria? Una crítica y una propuesta desde el estudio de los procesos
de trabajo” en Anuario CEICS: 2007, Buenos Aires, Ediciones RyR, 2007. Autores que desarrollaron en
este campo una investigación similar a la mía, con el mismo marco teórico y similar bibliografía, pero que
en vez de un recorte geográfico orientaron su estudio a una rama industrial son: Tarditi, Roberto: “Los
frigoríficos ¿Manufacturas o fábrica?”, Documento de Trabajo nº 52, PIMSA, Buenos Aires, 2005;
Morgenfeld, Leandro: “La industria cervecera en Buenos Aires (1870-1920). La centralización y su
vínculo con la revolución en los procesos de trabajo y la mecanización.”, ponencia presentada a las VIII
Jornadas Interescuelas y Departamentos de Historia, Salta. Setiembre de 2001; Monsalve, Martín:
“Mecanización y procesos de trabajo en la industria petrolera Argentina de 1910 a 1930”, ponencia
presentada a las VIII Jornadas Interescuelas y Departamentos de Historia, Salta. Setiembre de 2001; y
Sartelli, Eduardo, “Procesos de trabajo y desarrollo capitalista en la agricultura”, en Revista Razón y
Revolución, nro. 6, otoño de 2000, reedición electrónica.
27
.15 Casi como prueba de sus dichos, en una conferencia reciente, Daniel James afirma
que la respuesta de Halperin Donghi a Germani,16 había cerrado los análisis sobre los
migrantes internos, dando un giro en la historiografía sobre el peronismo. No es cierto
que se haya cerrado, sino que las posiciones contrarias a Germani se han convertido en
nuevas máximas, a pesar de existir preguntas por hacerse.
El texto inaugural de la historiografía sobre el peronismo fue el ya clásico de Gino
Germani, Política y sociedad en una época de transición, de 1962. En aquella obra, el
autor intentó dar una explicación sobre el proceso de modernización que atravesaba la
sociedad argentina. Así se dispuso al análisis del fenómeno peronista, que solo siete
años antes había sido derrocado del poder estatal, pero que había conmovido la base
social de la Argentina.17Germani señaló que entre los años 1936-1947, se dio un
proceso de migración interna masivo “elevadísima” -para respetar la palabra utilizada
por el autor-. Según Germani, este flujo migratorio de grandes masas trasplantadas de
manera rápida del campo a la ciudad, compuesto por jornaleros especialmente, no
encontró en el nuevo ambiente urbano, canales institucionales para su absorción dentro
del sistema democrático-burgués. Tampoco los partidos obreros, pudieron representar a
estos migrantes porque no supieron proporcionar una expresión adecuada a sus
demandas. Los valores primitivos de los recién llegados, tampoco habían facilitado este
proceso.
El golpe de 1943, abrió, según Germani, las puertas a un tipo de gobierno
totalitario específicamente americano, un gobierno “nacional-popular”, que se habría
convertido en vehículo de aquellas demandas no reconocidas. A su vez, los migrantes
internos, serían masas disponibles, útiles a los planes de los uniformados. Patrones
psico-sociales comunes habrían hecho que aquellas masas disponibles reconocieran en
el Coronel Perón, la fuerza carismática de los viejos caudillos con los que estaban
emparentados desde sus lugares de origen. Esa relación es la que explicaría los éxitos
del peronismo.18 Pocos años más tarde, uno de sus discípulos más conspicuos, Torcuato
15
Di Tella, Torcuato: Perón y los sindicatos, Buenos Aires, Ariel, 2003, p. 12.
16
James, Daniel: “Los orígenes del peronismo y la tarea del historiador” en Revista Archivos de historia
del movimiento obrero y la izquierda, Buenos Aires, Año II, Nº3, septiembre de 2013, pp. 140-141. Se
refería a Halperin Donghi, Tulio: “Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y
los migrantes internos” en Mora y Araujo Manuel & Llorente, Ignacio: El voto Peronista. Ensayos de
sociología electoral argentina, Buenos Aires, Ed. Sudamericana, 1980, pp. 219-250.
17
Germani aclara que el grueso de la reflexión sobre el peronismo fue escrita en 1956 y de allí continuó
reflexionando sobre dicho fenómeno, cfr.:Germani, Gino: Política y sociedad en una época de transición,
Buenos Aires, Paidos, 1962, p. 233.
18
Ídem, pp. 230-252.
28
Di Tella, publicaba El sistema político argentino y la clase obrera.19 Dicha obra, y su
reedición,20 mantienen la hipótesis de Germani sobre un crecimiento repentino y la
formación de nuevos grupos de dirigentes obreros, originarios de un ambiente rural y su
falta de vinculación con el sistema asociativo de las urbes del litoral.21
La publicación en 1969 de “El movimiento obrero en los orígenes del peronismo”,
segunda parte del trabajo más conocido cómo: Estudio sobre los orígenes del
peronismo, de Miguel Murmis y Juan Carlos Portantiero fue la piedra fundamental de lo
que se llamó “Tesis revisionista” a la explicación Germaniana.22 El centro de su ataque
no era otro que romper con la supuesta división entre una “vieja” y una “nueva” clase
obrera a la cual ya consideraban amalgamada o con una experiencia acumulada por
algunas décadas de vida en las grandes ciudades. El trabajo de los críticos pone el
acento en la continuidad de muchos de los viejos sindicatos y dirigentes en la
conformación del sindicalismo peronista. Mostrando así que no fueron los nuevos
sindicatos industriales –supuestamente compuestos de por los migrantes recientes- los
primeros en recibir a Perón, sino que habían sido muchos de los viejos
sindicatos.23Conclusión final: no hay una relación diferencial en el apoyo a Perón, entre
los “viejos obreros” y “nuevos obreros”.
A las críticas mencionadas se le sumó Peter Smith, quien estudió a los votantes
del primer peronismo. La publicación de “La base social del peronismo”24 en 1972
hacía el foco en el resultado de las elecciones e indicaba que, en los pueblos y pequeñas
ciudades, la base votante era policlasista, mientras en las grandes ciudades, se apoyaba
19
Di Tella, Torcuato: El sistema político argentino y la clase obrera, Buenos Aires, EUDEBA, 1964.
20
Se volvió a publicar en 1983 por editorial CEAL con el nombre de Política y Clase Obrera, Buenos
Aires, CEAL, 1983. Edición en la que nos basamos.
21
Ídem, pp. 13-14; 82-84. El caso de Di Tella reviste interés en cuanto el autor sostiene y problematiza
desde la posición Germaniana. En su Sociología de los procesos políticos de 1986, vuelve sobre la rápida
industrialización, el proceso de desplazamiento y la incapacidad de absorber esa mano de obra migrante.
Redobla la apuesta cuando critica a Murmis, Portantiero y Torre diciendo que el derrotero de los viejos
dirigentes dentro del peronismo es por lo menos dudoso, y que, además de las cúpulas sindicales, no se ha
estudiado a los dirigentes regionales, provinciales y de base. Hipótesis desarrollada con mayor énfasis en
uno de sus últimos libros. Cfr.: Di Tella, Torcuato: Sociología de los procesos políticos, Buenos Aires,
EUDEBA, 1986, pp. 365-367. Di Tella, Torcuato: Perón y los sindicatos…Op. cit.
También, en el ámbito de las universidades norteamericanas éstas posiciones fueron defendidas desde un
ángulo weberiano y su concepto de “carisma” por David Butler en: “Charisma, migration and elite
coalescence” en Comparative Politics, New York, Vol. 1, No. 3, abril 1969.
22
El estudio se publicó unificado con el título que se indicaba arriba en 1971, junto con otro artículo
llamado “Crecimiento industrial y alianza de clases en la Argentina (1930-1940)”. Murmis, Miguel
&Portantiero, Juan Carlos: Estudio sobre los orígenes del peronismo, Buenos Aires, Siglo XXI Editores,
2006.
23
Ídem, pp. 113-186.
24
Smith, Peter: “La base social del peronismo” en Mora y Araujo Manuel & Llorente, Ignacio: Op. cit.,
pp. 57-86.
29
mayormente en el proletariado fabril. Germani no se mantuvo incólume a las críticas, y
publicó uno de sus últimos trabajos: “El surgimiento del peronismo: El rol de los
obreros y de los migrantes internos”25, donde reafirmaba sus dichos y cuestionaba las
críticas, señalando que el peso de obreros urbanos era mayor que el que Smith les
otorgaba. Por otro lado acusaba al autor de realizar un mal manejo de los datos.
También se refirió a la proporción de los migrantes internos, retomando el cuerpo de su
tesis original sobre las formas asociativas y al contraste entre “viejos” y “nuevos”,
destacando la supuesta ignorancia de los obreros migrantes.26
La discusión había alcanzado a nuevos investigadores, y otras latitudes. Con la
publicación en 1975 de “Interpretación ortodoxas y revisionistas del apoyo inicial del
peronismo”, el norteamericano Eldon Kenworthy realizaba uno de los primeros
balances sobre lo discutido y acuñaba los nombres que luego serían de uso corriente
entre los estudiosos del fenómenos peronista.27Kenworthy no solo se dedicó al racconto
historiográfico, sino que retomaba parte de sus propios estudios.28Indicó que el peso de
los migrantes internos en la estructura total de la clase obrera de Buenos Aires y su
conurbano no era mayoritario y, finalmente, se volcó por los estudios revisionistas. En
el mismo número de la revista Desarrollo Económico –que sirvió de tribuna para el
debate sobre el surgimiento del peronismo- se publicó la crítica de Halperin Donghi a la
que hacía mención Daniel James al comienzo de éste apartado. La canadiense Louis
Doyon opinaba en su tesis de 1978 con respecto al debate, que era por lo menos
exagerado el tamaño que se les daba dentro del movimiento obrero sindicalizado, dado
que el sindicalismo de la época, si bien había crecido en cantidad de sindicatos, pero no
tanto en su número de afiliados. En efecto, los datos concretos indicaban que se había
pasado de 356 sindicatos en 1941 a 969 sindicatos en 1945 (un 175% más), sin
25
Germani, Gino: “El surgimiento del peronismo: El rol de los obreros y de los migrantes internos” en
Mora y Araujo Manuel- Llorente, Ignacio: Op. cit., pp. 87-163. En una publicación póstuma, escrita en
1973, Germani matizaba la participación casi exclusiva de los “nuevos obreros” afirmando que: “…para
las clases populares de formación urbana y moderna y con experiencia sindical, se trataba de una
adhesión condicionada por las circunstancias, el único camino viable para expresar las necesidades de la
clase obra en las condiciones dominantes en esa época.”, ver: Germani, Gino: “Peronismo, 1973”, en
Jorrat, Jorge &Sautu, Ruth (Comp.): Después de Germani, Buenos Aires, Paidos, 1992, pp. 80 y 83.
26
Smith respondió a las críticas de Germani, amplió los aspectos metodológicos criticados, defendiendo
su forma de trabajo. Ver: Smith, Peter: “Las elecciones de 1946 y las inferencias ecológicas” en Mora y
Araujo Manuel- Llorente, Ignacio: Op. cit., pp.165-189. Hoy día contamos con nuevos estudios sobre el
peso de los migrantes en las elecciones de 1946 en Buenos Aires, ver: Cantón, Darío- Acosta Luis
&Jorrat, Jorge: Una hipótesis rechazada: el rol de los migrantes internos según Gino Germani en los
orígenes del peronismo, Buenos Aires, Buenos Aires, Hernández Editores, 2013.
27
Kenworthy, Eldon “Interpretación ortodoxas y revisionistas del apoyo inicial del peronismo” en Mora y
Araujo Manuel- Llorente, Ignacio: Op. cit., pp. 191-218.
28
Kenworthy, Eldon: “The function of the little known case on theory formation, or what peronism
wasn't”, en Comparative Politics, Nueva York, vol.6, no.1, octubre de 1973, pp. 17-45.
30
embargo, el número concreto de obreros se había elevado desde 441.412 en 1941 a
528.523 obreros en 1945, el crecimiento era de 19.73% más.29
Es probable, creo, que la muerte en 1979 de Gino Germani haya sido el motivo de
la interrupción del debate, más que los argumentos de Halperin Donghi. Sin embargo,
no podemos dejar pasar por alto algunos elementos importantes que Halperin señalaba,
a saber: los inmigrantes extranjeros son diversos en su comportamiento, derrotero social
y forma de sociabilidad y adaptación a la Argentina de la primera mitad del siglo XX,
por lo cual no puede establecerse un tipo ideal. Algo análogo sucedió con los migrantes
internos, no solo que no eran del origen que Germani señaló, sino que las características
de estos eran más complejas de lo que se creía. Otra de las críticas de Halperin apuntaba
a las bases materiales que empujaron a la migración, sobre las que nos referiremos en el
próximo apartado, asimismo, y tal vez lo más importante, registraba el origen provincial
de los primeros migrantes, no en la periferia de la pampa húmeda, sino en su corazón.30
Hugo Del Campo e Hiroshi Matsushita comparten, además del año de publicación
de sus obras (1983), la idea de sintetizar las posiciones entre los “ortodoxos” y los
“revisionistas”. Si bien, Del Campo participa de la opinión de la falta de tradición
sindical de los recién llegados, se matiza cuando plantea que provienen de las provincias
más “modernas”, es decir, de las provincias agro-pampeanas.31 Aunque el autor
finalmente se incline por los elementos de continuidad en el surgimiento del
peronismo.32Es verdad que para los tiempos que Del Campo escribió, no se conocían las
investigaciones que disponemos hoy día sobre los conflictos obreros previos al
peronismo en la región pampeana, sacudida por centenares de huelgas desde principio
del siglo XX. Solo a forma de mención, las investigaciones del grupo reunido por
Ansaldi, del que se destacaron posteriormente Eduardo Sartelli y Adrián Ascolani, dan
cuenta de los conflictos en el área pampeana y muestran la experiencia de lucha y
organización del proletariado rural extra-capitalino, golpeando el corazón del argumento
sobre un paternalismo patronal-caudillista.
Por su parte, el japonés Matsushita plantea que las diferencias entre ambas
explicaciones no son grandes y, como Del Campo, apoya la tesis de la continuidad.
29
Doyon, Louise: Perón y los trabajadores: Los orígenes del sindicalismo peronista, 1943-1955, Buenos
Aires, Siglo XXI Editores, 2006, pp. 118-127.
30
Halperin Donghi, Tulio: “Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y los
migrantes internos” en Mora y Araujo Manuel & Llorente, Ignacio…Op.cit.
31
Ver:Ansaldi, Waldo (comp.): Conflictos obreros rurales pampeanos, 1900-1937, Buenos Aires, CEAL,
1993. 3 tomos. Sartelli, La Sal de la Tierra…Op. cit. Ascolani, El Sindicalismo rural en la Argentina…
Op. cit.
32
Del Campo, Hugo: Sindicalismo y peronismo, Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2005, pp. 58-62.
31
Señala que, además de la imposibilidad de saber a ciencia cierta el peso en el voto de los
nuevos o de los viejos obreros, estaría fuera de discusión que el voto mayoritario a
Perón fue de la clase obrera.33 Hacía fines de la década del ochenta y comienzo de la
siguiente, los trabajos de Juan Carlos Torre y Roberto Korzeniewicz,34 no hacían más
que continuar y profundizar las líneas revisionistas, en especial sobre el carácter de
continuidad entre el movimiento obrero anterior al 17 de octubre y el posterior. La
referencia al debate sobre la nueva y la vieja clase obrera era un paso inevitable pero en
el marco del estado del problema. La “nueva ortodoxia” se estaba imponiendo, no sin
razón.
En el caso de los militantes contemporáneos al surgimiento del peronismo, las
opiniones sobre los migrantes internos no guardan una mirada común, ni siquiera dentro
de miembros de un mismo partido o tendencia ideológica. Entre los militantes del
Partido Comunista, es José Peter quién da lugar a interpretar la presencia de los
migrantes, se refiere a ellos a mediados de la década del „20, cuando él mismo migró
desde Entre Ríos, ocupado en la industria de la carne, compartió espacio de trabajo con
santiagueños, tucumanos, otros entrerrianos, correntinos, polacos, rusos y alemanes.
Peter reconoce aportes de experiencia de los obreros europeos frente a los criollos.35
Otro historiador del mismo partido, en este caso dirigente del sindicato de la
construcción, Rubens Iscaro, solo incluye una mención superficial a los migrantes en
una lámina ilustrativa, en la que se refería a las villas miserias.36 Que en una obra de
cuatro tomos, solo dedique el membrete de una imagen a mencionar a los migrantes es
por lo menos llamativo. La memoria de otro dirigente comunista de la construcción,
Pedro Chiarante, posee un agregado a los primeros tiempos peronistas, 37 y señala que el
33
Matsushita, Hiroshi: Movimiento obrero argentino, 1930-1945, Buenos Aires, Ediciones RyR, 2014, pp.
33-36.
34
Torre, Juan Carlos: “Interpretando (una vez más) los orígenes del peronismo” en Torre, Juan Carlos:
Ensayos sobre movimiento obrero y peronismo, Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2012, pp.171-174.
Editado por primera vez en Desarrollo Económico, 1989, vol. 28, nº 112. Y Torre, Juan Carlos: La vieja
guardia sindical y Perón, Buenos Aires, Ediciones RyR, 2011. La primera edición es de 1990. El trabajo
de Korzeniewicz complementa las críticas de Halperin Donghi, desarrollando tres puntos fundamentales y
contrarios a Germani, a saber: A) El tamaño de la migración, en particular los errores de cálculos por
parte de Germani. B) La composición de origen de los migrantes, continuando la línea de Halperin sobre
el origen de los migrantes y, C) El papel político de los migrantes internos, en particular su peso. Cfr.:
Korzeniewicz, Roberto: “Las migraciones internas en los orígenes del peronismo: tres observaciones
empíricas” en Ciclos, Buenos Aires, Año III, Vol. III, Nº5, 2do. Semestre de 1993.
35
Peter, José: Op. cit., pp. 19 y 27-28.
36
Iscaro, Rubens: Historia del movimiento sindical, Buenos Aires, Editorial Ciencias del Hombre, 1974,
Tomo IV, entre pp. 88-89.
37
La obra se interrumpe en 1946, pero se le agregan “Notas complementarias” post-mortem, tomando
unos apuntes que aquel había dejado. Ver: Chiarante, Pedro: Ejemplo de dirigente obrero clasista,
Buenos Aires, Editorial Fundamentos, 1976, pp.108-111.
32
ascenso de Perón se debió a las políticas represivas sobre el movimiento obrero que
orbitaba al comunismo, más que a un acercamiento entre el movimiento obrero y las
posibilidades por aquel abiertas. De los migrantes internos, nada…
Más conocida es la posición de los historiadores nacionales-populares. La
mayoría de ellos, retomaban las posiciones germanianas sin decirlo, como
oportunamente lo señaló Doyon.38
Ideológicamente en la vereda de enfrente, Silvio Frondizi, en su obra de 1955
sobre La realidad argentina, caracteriza al peronismo como bonapartismo, aunque no se
refirió a ninguna particularidad especial de la clase obrera.39En la misma línea,
Milcíades Peña, para la época de la primera publicación de Masas, caudillos y elites en
1965, se valió de los argumentos de Germani para explicar al peronismo.40Llama la
atención que obras claramente contemporáneas al primer peronismo producida por
miembros del Partido Socialista, como Enrique Dickmann, Jacinto Oddone o Alfredo
López41 no mencionen a los “nuevos trabajadores” si es que estos fueran reconocibles
en el momento histórico. El carácter de ensayo de las obras de los militantes citadas, da
cuenta de la percepción del pasado histórico, por eso no deja de ser llamativo que
personajes observadores, fuertemente empiristas, dejaran pasar el peso, si es que
existiera, de los migrantes internos dentro del movimiento obrero en ascenso y, en los
casos que se mencionara el peso de los migrantes -si se pone atención- se da en las
obras posteriores a la publicación de la obra de Germani, por lo cual, existe la
eventualidad de que se trate de una reproducción de su tesis.
En los últimos años, el debate ha vuelto a ser retomado. Nunca mejor dichas las
palabras de Nicolás Quiroga cuando afirma que el objeto “migrante interno” vuelve a la
escena historiográfica con nuevas preguntas y enfoques, siempre relacionados a las
38
Doyon, Louise: Op. cit., p. XVII.Puiggros, Rodolfo: El peronismo: Sus causas, Buenos Aires, Carlos
Pérez Editor, 1971, pp. 35-56. En la misma línea de Puiggros, y profundizando, se encuentra el filósofo
José Pablo Feinmann que elevó al migrante interno a la categoría –nada menos- que de “nuevo sujeto
político”, ver: Feinmann, José Pablo: Peronismo, Buenos Aires, Planeta, 2013, Tomo I, pp. 25-27
39
Frondizi, Silvio: La realidad argentina, Buenos Aires, Praxis, 1957, T. I, pp. 278-303.
40
Peña, Milcíades: Historia del pueblo argentino, Buenos Aires, Emecé, 2012, pp. 470-514.
41
Dickmann, Enrique: Recuerdos de un Militante Socialista, Buenos Aires, La Vanguardia, 1949.
Oddone, Jacinto: Gremialismo proletario argentino, Buenos Aires, Libera, 1975 [Primera edición 1949].
Y López Alfredo: La clase obrera y el 4 de junio, Buenos Aires, Ediciones de Juan Pueblo, 1945. Otro
autor vinculado al Partido Socialista, José Luis Romero, caracterizó al peronismo como fascismo, de
apoyarse en “conciencias poco politizadas” y que utilizó al “lumpenproletariat” como masa de presión,
ver: Romero, José Luis: Las ideas políticas argentinas, Buenos Aires, FCE, 2005, pp. 247-253. [Primera
edición 1956].
33
elecciones de 1946 y sorprendentemente –dirá- para ser nuevamente refutado.42
Efectivamente, nos referiremos a dos trabajos, de destacados investigadores que
reanudan el estudio del objeto con perspectivas disimiles. Por antigüedad de la
publicación nos ocupamos primero del trabajo de Omar Acha. El trabajo estudia la
conformación de las familias a través de las actas de matrimonio que mostraban el
origen de los cónyuges y su ocupación. Con esto mostró el peso de las mujeres en
determinadas colectividades provinciales y algunas de las pautas de sociabilidad. En el
caso de las mujeres entrerrianas que migraron, obreras en su mayoría, eligieron en sus
matrimonios compañeros que le permitan mejorar su condición social.43 Su obra,
cumple en este sentido con las palabras de Quiroga, nuevas perspectivas para seguir el
estudio de un objeto que continúa abriendo preguntas. En este sentido, el reciente
trabajo de Amaral desarrolla explora el interrogante sobre ¿a quién votaron los
migrantes internos en febrero de 1946? Apoyado en el trabajo de Cantón y otros, 44parte
del entrecruzamiento de los inscriptos a las elecciones y el crecimiento vegetativo. Así
muestra qué departamentos o partidos (el artículo está centrado en la provincia de
Buenos Aires) fueron los que perdieron población y cuáles tuvieron un saldo favorable.
La crítica que se le puede hacer a este método es que deja afuera las mujeres migrantes
y a los inmigrantes transatlánticos no nacionalizados. Es decir, quedan afuera los
migrantes no-votantes. Sin embargo, los resultados generales a los que llega son
coherentes con otras investigaciones.45
Para finalizar el repaso de los trabajos y aportes, no puedo omitir el único trabajo
disponible sobre las migraciones internas específicamente desde Entre Ríos. Me refiero
al trabajo de Marcos Henchóz, docente de la Universidad Autónoma de Entre Ríos,
quién publicó “La migración interna en el sudeste entrerriano hacia 1940”.46 La obra
explica la crisis y la migración por un problema del reparto de la tierra, quizás debido a
un empleo de bibliografía desactualizada. Parece confundir la estructura agraria
entrerriana con la santafecina, ofrece datos que no tienen origen documentado y en los
42
Quiroga, Nicolás: “Mezclando cosas. Migrantes internos, peronismo y temperamentos regionales” en
Avances del Cesor, V. XIII, Nº14, Primer semestre, 2016, p. 179.
43
Acha, Omar: “Migración interna y formación de parejas en Buenos Aires en los años del primer
peronismo: Una perspectiva de historia social sobre una zona popular” en Anuario IEHS, Nº 23, Tandil,
2008, p. 424.
44
Cantón, Darío- Acosta Luis &Jorrat, Jorge, Op.cit.
45
Amaral, Samuel: “Los migrantes recientes y el voto peronista: los nuevos inscriptos en las elecciones
del 24 de febrero de 1946” en Pasado Abierto. Revista del CEHis, Mar del Plata, julio-diciembre, 2015,
p. 87.
46
Henchóz, Marcos: “La migración interna en el sudeste entrerriano hacia 1940” en revista Tiempo de
Gestión, Gualeguaychú, Nº 15, julio de 2013, Facultad de Ciencias de la Gestión, UADER.
34
casos que lo hace se destaca el uso de las Síntesis estadísticas de la provincia de Entre
Ríos, que poseen proyecciones estimativas y no relevamientos anuales de la
población.47
Desde la perspectiva que nos interesa rescatar a nosotros queda mucho por
conocer sobre la relación entre los migrantes internos y los trabajadores que se
quedaron. La debilidad de los sindicatos provinciales cuando su base está siendo
exiliada por motivos económicos. En este caso, nuestro trabajo trata de mostrar la razón
estructural, el tamaño de la expulsión y realizar aportes en el conocimiento histórico del
proceso durante el periodo elegido. Esto nos obliga a realizar el análisis desde la
provincia expulsora y no la receptora como normalmente se ha tratado.
Durante los años treinta la intervención del Estado fue cada vez mayor en tareas
que hasta el momento le habían sido vedadas. El discurso historiográfico hegemónico
da cuenta de la intervención como una manifestación del proceso de modernización
estatal. Para esta corriente, las prácticas estatales se dieron por elites administrativas,
conservadoras en la mayoría de los casos, preocupados por el devenir de un Estado
atrofiado por años de mala administración y postrado por la crisis económica. En ese
contexto, la crisis capitalista es la situación que obliga a la toma de medidas.
Agregamos que esta concepción es claramente institucionalista, es decir, centrada en la
vida del Estado y sus administradores.
Para el caso entrerriano, tenemos tres obras enmarcadas con ciertos matices,
dentro de este marco explicativo. La obra más antigua es la de Filiberto Reula. Ya
47
La provincia de Entre Ríos, realizaba anualmente una serie de estadísticas que abarcaban un verdadero
estado de la provincia. Sin embargo, en materia de la evolución demográfica, se limitaba a una estimación
matemática. Para tener una idea del “margen” de error, podemos presentar para la comparación, la
proyección para 1945, que era de 892.208 entrerrianos, divididos entre 330.643 que habitarían las
ciudades y 561.565 en el campo. Un año más tarde, cuando se realizó el cuarto censo nacional, los
resultados relevados en el terreno eran otros: la provincia de Entre Ríos poseía una población de 787.362
habitantes (104.846 personas menos que las estimaciones provinciales. Indirectamente habla del tamaño
del éxodo) De los cuales 421.314 eran habitantes urbanos y los restantes 366.048 en el ambiente rural, es
decir, inversamente a la ubicación otorgada por la proyección del estado provincial. Como se ve, las
estimaciones estaban muy equivocadas como para ser consideradas útiles para la reconstrucción histórica.
Cfr.: Provincia de Entre Ríos, Ministerio de Hacienda, Dirección General de Estadística, Síntesis
Estadística: Año 1944-1945, Paraná, Imprenta de la Provincia, 1946, p. 9. República Argentina.
Ministerio de Asuntos técnicos del Estado, Dir. Gen. Del Serv. Est. Nacional, IV Censo General de la
Nación: Censo Agropecuario de 1947, Tomo I, Buenos Aires, Dirección Nacional del Servicio
Estadístico, 1947, p. LXIX.
35
hemos mencionado en el primer acápite de este capítulo cómo este historiador radical,
explica la crisis por fenómenos coyunturales. Reula destacó al año 1933, como aquel en
el que la crisis tocó su punto más profundo y a partir del cual se tomaron una serie de
medidas para contener la recesión. Destacó la creación del Banco de la Provincia, la ley
de Transformación Agraria que permitió la expropiación y compra de tierras para la
constitución de colonias agrícolas, la ayuda a los frigoríficos de Concordia y
Gualeguaychú, entre otras medidas. Todo esto, propuesto por Bernardino Horne,
Ministro de Hacienda de la provincia en aquella época.48 Al respecto del empleo estatal
de mano de obra y otras medidas para dar ocupación es realmente poco lo que refiere.
Incluso, la desocupación –fenómeno más visible del periodo- ocupa solo referencias
marginales.49
Silvia Lázzaro ha escrito un artículo específico sobre la política propuesta por
Horne. Destacado miembro del Partido Radical, Horne tuvo una fuerte impronta
modernizadora, de ser Ministro de Hacienda entrerriano, pasó a Diputado nacional y
llegó a ser Ministro de Agricultura de Frondizi. La propuesta intervencionista de
Horneen Entre Ríos se centra en las tareas agrarias y fundamentalmente, en la idea de
reemplazar las chacras por la producción de tipo granjera, a lo que él llamó
Transformación Agraria.50
La última obra a la que nos vamos a referir es la de Rogelio Biasizo, docente de la
UNER. El autor, especialista en cuestiones económicas, produjo un interesante libro
titulado Economía de Entre Ríos en el periodo de intervencionismo conservador, 1930-
1945.51 Sin embargo, Biasizo tiene una mirada excesivamente economicista, pierde de
vista el contexto general, la crisis parece un proceso comercial, y no de un modelo de
acumulación. Por esto, el autor muestra la intervención estatal como una necesidad para
que la provincia sea ordenada y progrese. Olvida por completo las relaciones políticas y
de clase al interior provincial. En tanto, la clase obrera no existe, salvo como variable
económica muy general.
Las obras descriptas poseen un déficit a nuestro entender. Las clases sociales, por
tanto sus intereses, están fuera del análisis. Son intereses altruistas los que empujan a
48
Reula, Op. cit., pp. 130-132.
49
Cfr.: Ibídem, pp.191-192.
50
Lázzaro, Silvia: “Bernardino Horne: política, legalidad y resignificación de la cuestión social agraria”
en Graciano, Osvaldo & Gutiérrez, Talía: El Agro en cuestión, Buenos Aires, Ed. Prometeo, 2006, pp.
161-162.
51
Biasizo, Rogelio: Economía de Entre Ríos en el periodo de intervencionismo conservador, 1930-1945,
Paraná, Universidad Nacional de Entre Ríos, UNER, 2015.
36
los administradores del Estado a intervenir para modernizar sus prácticas (Reula y
Lázzaro) o es la necesidad de sacar la economía de la atrofia (Biasizo).
52
Excepciones son Tcach, César: Sabbatinismo y Peronismo: Partidos políticos en Córdoba, 1943-1955,
Buenos Aires: Ed. Sudamericana, 1991. Y Macor, Darío & Tcach, César (Editores): La invención del
peronismo en el interior del país, Santa Fe, UNL, 2003/2012. Tomos 1 y 2. En las tres obras, la de
propiamente dicha y sus compilaciones junto a Macor, dan cuenta de la existencia de la aparición grupos
radicales y su relación con los obreros. También es cierto que en las obras, aparece de un modo y otro,
una reivindicación del radicalismo como movimiento popular previo al peronismo. Hemos realizado una
crítica historiográfica en: Leyes, Rodolfo: “Describe mucho, explica poco” en Revista Razón y
Revolución, Número 26, Buenos Aires, 2do. Semestre 2013.
53
Horowitz argumenta que este cambio se produjo recién hacia mediados de 1921. Ver: Horowitz, Joel:
“Argentina´s failed General Strike of 1921: A critical moment in the Radicals´ relations with Unions”, en
The Hispanic American Historial Review, Vol. 75. Nº1, Feb. 1995
54
Rock, David: El radicalismo argentino, 1890-1930, Buenos Aires, Amorrortu editores, 2001, pp.130-
137 y, Capítulos 6 y 7.
55
Ver: Bilsky, E. La semana trágica de 1919. Buenos Aires: CEAL, 198 y Godio, Julio. La semana
trágica: de enero de 1919. Hyspamerica, 1972.
37
Otro autor que indicó la relación del gobierno radical –también realizó su
investigación observando el gobierno radical de Rosario- fue Ricardo Falcón. El autor
señaló, en discusión con Rock, la idea del vínculo electoral entre el movimiento obrero
y el radicalismo como una política de modernizar el Estado a partir de ampliar la base
social que lo componía, reconociendo a los sindicatos como instituciones intermedias y
necesarias.56 Situación que en el caso entrerriano se puede llegar a constatar, sin que
esto signifique, que no existieran otras razones que contribuyeran al desarrollo de estas
políticas. Quién más ha trabajado la relación entre los radicales y los obreros fue Joel
Horowitz. Una de sus obras más recientes57 sintetizó parte de sus estudios anteriores.
Para Horowitz, los radicales poseían algo denominado “obrerismo”, utilizando
conceptualmente lo que era una palabra de uso de la época. El obrerismo sería su
política particular para los trabajadores basados en el paternalismo estatal. Los
sindicalistas puros se presentaban como excelentes aliados de Yrigoyen porque, en
primer lugar, se apoyaban en el Estado cuando era necesario, pero no querían que el
gobierno los controlara. A su vez, los radicales obtenían de estos la cooperación para
mantener el orden (en contra de socialistas, anarquistas y posteriormente, comunistas)
todo esto, sin mediar una estructura que lo organizara: “Los trabajadores nativos podían
sin inconveniente alguno adherir al sindicalismo revolucionario y votar la UCR”, según
Horowitz.58
Para el caso entrerriano carecemos de estudios particulares. Dentro de la obra del
historiador radical Filiberto Reula aparecen menciones a los vínculos entre los radicales
y los obreros.59Se ha publicado una reconstrucción de la masacre de Gualeguaychú en
1921, escrita por Darío Carraza60 y aparecen unas pocas menciones aisladas en la obra
de Adrián Ascolani.61De tal forma, el tema amerita un tratamiento más amplio.
56
Falcón Ricardo: “Políticas laborales y relación Estado-sindicatos en el gobierno de Hipólito Yrigoyen
(1916-1922)” en Suriano, Juan: La cuestión social en Argentina, 1870-1943, Buenos Aires, Ed.
Colmegna, 2000, pp. 111-125.
57
Horowitz, Joel: El radicalismo y el movimiento popular (1916-1930), Buenos Aires, Edhasa, 2015.
58
Ibídem, pp. 14; 31-32; 70-71; 149-151.
59
Reula, Op. cit., pp. 184-185.
60
Carraza, Darío: Gualeguaychú 1921, Apuntes sobre la cuestión social, Concepción del Uruguay,
Imprenta de la UTN, 1987, pp. 29; 50
61
Ascolani, Op. cit., p. 226.
38
La historia de la izquierda argentina es amplia por ello nos basaremos solo en los
dos partidos que tuvieron algún grado de intervención real en la provincia: El partido
Socialista y el Partido Comunista.62
Sobre el Partido Socialista, Jacinto Oddone, militante político y sindical del
partido, escribió la Historia del Partido Socialista Argentino en 1934. 63 Esta obra clásica
repasa una gran variedad de temáticas desde la fundación del Partido en la década de
1890. Para nuestro caso particular tiene validez por datos que aporta referentes a la
presencia de los socialistas en la provincia de Entre Ríos tan temprano como 1904.
Luego existe una historiografía vinculada a los estudios sobre el movimiento obrero
donde en uno y otros casos se destacó la participación de los socialistas.64Sin embargo,
estos trabajos no tienen mención de la participación de sus militantes en la vida de la
provincia.
Desde mediados de los años noventa, la historiografía sobre el socialismo se ha
ido complejizando en torno a nuevas problemáticas como fue la práctica parlamentaria,
los posicionamientos ideológicos y prácticos del partido65 y desde luego, la relación que
se estableció con el fenómeno peronista.66 En nuestra opinión sigue siendo un déficit
una historia del Socialismo en el interior del país. La tarea no es sencilla, pero mostrar
la participación de un partido tan particular en el ámbito provincial nos puede ilustrar
sobre diversas situaciones poco conocidas, como pueden ser los vínculos con los
62
Excluimos de este estado de cuestión al Partido Socialista Obrero, dado que, tanto su trascendencia
política como historiográfica fue pequeña. Sin embargo, citamos a continuación algunos pocos trabajos
disponibles: Iñigo Carrera, Nicolás: “Alternativas revolucionarias en los 30: la Alianza Obrera Spartacus
y el Partido Socialista Obrero” en Bignani, Hugo & Roig, Arturo: El pensamiento alternativo en la
Argentina del siglo XX. Obrerismo, vanguardia, justicia social (1930-1960), Buenos Aires, Editorial
Biblos, 2006. Martínez, Ilana: “Un acercamiento a la izquierda del Partido Socialista a través de su prensa
periódica. La revista Izquierda. Crítica y Acción Socialista, 1934-1935” en Papeles de trabajo. Revista
electrónica del Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional de General San Martín.
Año 2, nº 3, Buenos Aires, junio de 2008.
63
Odone, Jacinto: Historia del Socialismo argentino, Buenos Aires, CEAL, 1983. 2 tomos. También
podemos incluir aquí la obra biográfica de Dickmann: Dickmann, Enrique: Recuerdos de un Militante
Socialista, Buenos Aires, La Vanguardia, 1949.
64
Del Campo, Hugo, Sindicalismo y Peronismo… Op.cit. Del Campo, Hugo, El sindicalismo
revolucionario (1905-1945), Buenos Aires, Ed. CEAL, 1986. Godio, Julio, El movimiento obrero
Argentino (1910-1930), Buenos Aires, Ed. Legasa, 1988. Matsushita, Op. cit., Horowitz, Los sindicatos,
el Estado y el surgimiento de Perón…Op. cit., Kabat, Marina: “Socialistas y anarquistas frente a la
racionalización industrial, 1926- 1932”, en Razón y Revolución, nro. 6, otoño, 2000, reedición electrónica.
65
La compilación de Camarero y Herrera concentran buena parte de estas nuevas perspectivas sobre la
participación del Partido Socialista y sus cambios. Ver: Camarero, Hernán & Herrera, Carlos (Ed.): El
Partido Socialista en Argentina. Sociedad, Política e ideas a través de un siglo, Buenos Aires, Prometeo
Libros, 2005.
66
Herrera, Carlos: ¿Adiós al proletariado? El Partido Socialista bajo el peronismo (1945-1955), Buenos
Aires, Imago Mundi, 2016.
39
sindicatos, la representación legal de los obreros y las permanentes disputas con los
partidos de la “política criolla”.
Los estudios sobre el PC son antiguos y diversos. El caso más conocido es su
propia historia oficial, Esbozo de historia del Partido Comunista de la Argentina de
1948. Signada por la pluma estalinista que construye una historia teleológica y frente al
ascenso del peronismo, el esbozo se vuelve un documento de propaganda con un valor
relativo frente a la construcción de la Historia.67 Esta historia oficial del partido no tardó
en ser respondida por varios autores y perdió su valor histórico, más allá de la
polémica.68 Desde entonces hasta los años ochenta, el PC no fue centro de atención de
los historiadores hasta los trabajos de Oscar Arévalo, Emilio Corbiére y Alberto Plá.69El
primero realiza una simple actualización oficial de la historia del PC.70 En uno y otro, se
retoma el estudio del periodo de organización del Partido, desde la ruptura de los
Socialistas Internacionales hasta el viraje a la estrategia de Clase contra clase. La
reconstrucción sigue estrictamente la vida del partido por su desarrollo institucional.
Dentro de este grupo no debiéramos olvidar a todos los estudios que discutiendo el
surgimiento del peronismo, han mostrado el desarrollo del comunismo en el ámbito
gremial industrial, lo que dio lugar a un debate en los años setenta.71
A comienzos de los años noventa, como sucedió con el conjunto de los estudios
sobre el movimiento obrero, comenzaron a ser publicados nuevos estudios. El primero
que debemos mencionar es el trabajo de Camarero y Schneider sobre la polémica –
como ellos mismo la llamaron- entre las posiciones del sindicalismo comunista
67
Partido Comunista, Esbozo de historia del Partido Comunista de la Argentina, Buenos Aires, Editorial
Anteo, 1947. Dentro de este grupo, pero más erudito y amplio se destacan las investigaciones sindicales
de Rubens Iscaro: Origen y desarrollo del movimiento sindical argentino, Buenos Aires, Anteo, 1958. E
Iscaro, Rubens: Historia del movimiento sindical, Buenos Aires, Editorial Ciencias del Hombre, 1974, IV
Tomos.
68
Ver: Oriolo, Jordán: Antiesbozo de la historia del Partido Comunista (1918-1928), Buenos Aires,
CEAL, 1994, 2 Tomos. Ramos, Abelardo: Historia del Stalinismo en la Argentina, Buenos Aires,
Editorial del Mar Dulce, 1969.Ramos, Abelardo: Breve historia de las izquierdas en la Argentina, Buenos
Aires, Editorial Claridad, 1990. Ramos, Abelardo: La era del peronismo, 1943-1976, Buenos Aires,
Ediciones del Mar Dulce, 1981.
69
Arévalo, Oscar: El Partido Comunista, Buenos Aires, CEAL, 1983. Corbiére, Op. cit. Plá, Alberto: “La
internacional comunista y el Partido Comunista de Argentina (1918-1928)”, Cuadernos del Sur, Nº7
Buenos Aires, 1988.
70
Cfr.: Arévalo, Op.cit., pp.7-8.
71
Ver: Durruty, Celia: Clase obrera y peronismo, Buenos Aires, Pasado y Presente, 1969. Murmis,
Miguel &Portantiero, Juan Carlos: Estudio sobre los orígenes del peronismo, Buenos Aires, Siglo XXI
Editores, 2006. Doyon, Louise: Perón y los trabajadores: Los orígenes del sindicalismo peronista, 1943-
1955, Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2006. Del Campo, Sindicalismo y peronismo…Op. cit.,
Matsushita, Op. cit. Y Torre, Juan Carlos: “Interpretando (una vez más) los orígenes del peronismo” en
Op. cit. Y Torre, La vieja guardia sindical y Perón…Op. cit.
40
encarnado en José Penelón y el sindicalismo “revolucionario” de Sebastián Marotta.72
Se debe destacar de este trabajo, por más que sea un estudio introductorio al debate
citado, es que los autores rompen con la sola reconstrucción institucional del PC y
muestra una de sus aristas más importantes y de la mano de un díscolo del partido.73
Pocos años después, el PC volvió junto al proletariado rural, de la mano de los estudios
inaugurales de Ascolani, Ansaldi y Sartelli.74 Estas investigaciones fueron un paso
adelante por investigar uno de los ámbitos menos conocidos de la clase obrera
pampeana.
La verdadera revolución de los estudios sobre el PC se dio después del cambio de
siglo. Dos trabajos marcaron por su profundidad y novedad de enfoque el ritmo: La
estrategia de la clase obrera de Nicolás Iñigo Carrera y A la conquista de la clase
obrera de Hernán Camarero.75 El primero de estos estudios mostró a partir de la gran
huelga de albañiles de 1936 y la consiguiente huelga general de enero, el desarrollo de
una “estrategia” que tendió a la integración al Estado capitalista y no su lucha frontal.
este trabajo debemos agregar uno más reciente donde trata La otra estrategia. La
voluntad revolucionaria (1930-1935).76 En esta obra que parece complementaria de la
primera, Iñigo reconstruye la participación de las organizaciones de tipo revolucionarias
en la lucha del primer quinquenio de la década del`30. Donde justamente, el Partido
Comunista mostró su estrategia de mayor confrontación. La otra obra que es mojón
obligado de todos los estudios sobre el comunismo vernáculo es la de Hernán
Camarero. La investigación de Camarero tiene un doble fin, retoma la reconstrucción
“institucional” del Partido, pero a ello, le agregó una interpretación de las tácticas
72
Camarero, Hernán & Schneider, Alejandro: La polémica Penelón-Marotta. Marxismo y Sindicalismo
Sorealiano, Buenos Aires, CEAL, 1991.
73
En efecto, José Penelón fue uno de los impulsores de la ruptura con el Partido Socialista. Dentro de la
nueva estructura fue un representante del frente sindical y fue más tarde elegido concejal de la ciudad de
Buenos Aires. Finalmente fue expulsado en 1928. Ver: Tarcus, Horacio: Diccionario biográfico de la
izquierda argentina, Buenos Aires, Emecé Editores, 2007, pp.498-500.
74
Me refiero a las obras compiladas por Ansaldi, Conflictos obreros rurales pampeano…Op.cit. Los
estudios de Sartelli fueron ampliados en su tesis de doctorado: La Sal de la Tierra…Op. cit., y lo mismo
con Adrián Ascolani, en: Ascolani, Op. cit.
75
Iñigo Carrera: La estrategia de la clase obrera: 1936, Buenos Aires, Ediciones Madres de la Plaza de
Mayo, 2004. [2000 Primera edición] Camarero, Op.cit. También podríamos agregar a este grupo el
trabajo de Campione, Op. cit., en el cual trata la época de formación del Partido. Y Lobato, Mirta: “Rojos.
Algunas reflexiones sobre las relaciones entre los comunistas y el mundo del trabajo en la década de
1930” en Prismas, Bernal, Nº6, 2002, en el cual destaca la militancia sindical de los comunistas en la
industria frigorífica del sur de Buenos Aires.
76
Iñigo Carrera, Nicolás: La Otra estrategia. La voluntad revolucionaria (1930-1935), Buenos Aires,
Imago Mundi, 2016.
41
desplegadas por el PC. Se destaca en su investigación la actuación de los comunistas en
la organización de los sindicatos por rama de industria, su faceta cultural.77
Estas dos obras han sido inaugurales y otros tantos trabajos han surgido después
de ellas analizando aspectos hasta el momento omitidos de la historia del Partido
Comunista. Quiero centrarme en tres, porque de una y otra forma, resultan de interés
para nuestra propuesta. La obra de Mariana Mastrángelo78 es tal vez el trabajo más
acabado en torno a estudiar la intervención del PC en el mundo rural pampeano, en
particular, a partir de su experiencia de organización en Río Cuarto y San Francisco,
provincia de Córdoba. La dificultad de la obra de Mastrángelo es su afán por sostener
historiográficamente la existencia de una “cultura de izquierda” que ayudó al desarrollo
positivo de aquel Partido. Dicho de otro modo, los aciertos del PC serían obra de la
cultura pre-existente y no de su capacidad política de comprender y expresar los
intereses de la clase obrera en la que desarrollaban su accionar. La otra obra es Rusos y
Rojos de Daniel Kersffeld.79 El mérito es mostrar la participación judía en el PC, con la
consecuente explicación de que no era patrimonio de los comunistas la participación
hebrea. Con fuentes novedosas muestra los vínculos con colonos judíos entrerrianos,
nexo no percibido por otros estudios pese a su importancia.80 Pero es también, el
tratamiento un poco enciclopédico del objeto, lo que hace de esta obra un estudio que
puede profundizarse con otra óptica y mayor profundidad. Un tercer trabajo, aunque
desvinculado de la historia académica, y más vinculado al relato literario, es La
Internacional entrerriana del Licenciado en Letras, Agustín Alzari.81 Ese pequeño
trabajo da cuenta de la experiencia de un grupo de militantes comunistas y poetas de la
localidad de Gualeguay que desarrollaron su accionar en oposición a la actividad
clerical reinante en el ambiente de la cultura. El trabajo de Alzari, escrito con brillantez
y con un buen entrecruzamiento de fuentes, es opacado por su desconocimiento del
contexto histórico y la falta de contrastación de la información en distintos tipos de
fuentes. De tal modo, queda pegado al discurso de las fuentes que consulta y asume –
77
Algunas de las críticas más sistematizadas a su obra fueron expuestas en: Sartelli, Eduardo: “Acerca de
éxitos y fracasos. reseña de "a la conquista de la clase obrera. los comunistas y el mundo del trabajo en la
argentina, 1920-1935", Buenos Aires, Siglo XXI, de Hernán camarero” en Revista Razón y Revolución,
Nº 24, Buenos Aires, 2do semestre 2012.
78
Mastrángelo, Mariana: Rojos en la Córdoba obrera, 1930-1943, Imago Mundi, Buenos Aires, 2011.
79
Kersffeld, Daniel: Rusos y rojos. Judíos comunistas en los tiempos de la comintern, Buenos Aires,
Capital Intelectual, 2012.
80
Cfr.: Freidenberg, Judith: La invención del gaucho judío. Villa Clara y la construcción de la identidad
argentina, Buenos Aires, Prometeo Libros, 2013.
81
Alzari, Agustín: La Internacional entrerriana, Rosario, Editorial Municipal de Rosario, 2014.
42
erróneamente- que toda vez que un diario de extrema-derecha calificaba a alguien o
algo de “comunista” este en realidad lo era.
6-Reformismo y sindicalismo.
82
Arnaiz, María del Carmen, “Un Oasis en el desierto: La Unión Obrera Departamental de Concepción
del Uruguay 1920-1943”en Di Tella, Torcuato (Comp.): Sindicatos como los de antes…, Buenos Aires,
Ed. Biblos, 1993.Gilbert, Jorge &Balsechi, Elisa: Voces del sindicalismo entrerriano: memorias de la
Unión Obrera Departamental de Concepción del Uruguay, 1918-1943, Ediciones del zorrito, Bs. As.,
2008.
83
Arnaiz, Op. cit.
84
Matsushita, Op. cit.
85
Ibídem, pp. 251 y ss.
86
Sartelli, La Sal de la Tierra, Op.cit., Cap. XI.
87
Ascolani, Op.cit., pp. 208-227. Villena, César: La Lucha de Clases en el Puerto de Buenos Aires: La
Federación Obrera Marítima 1920-1921.Tesis de Licenciatura en Historia, FFyL/UBA, 2009, p. 221.
43
Capítulo II
El capitalismo en tiempo de crisis, 1920-1943.
Introducción.
88
Provincia de Entre Ríos. Boletín del Departamento de Trabajo, Nº 16, Paraná, Abril de 1941, p.1. En
adelante: BDT.
89
Gramsci, Antonio: Notas sobre Maquiavelo, sobre la política y sobre el Estado moderno, Buenos Aires,
Ed. Nueva Visión, 2003, p.56.
90
Se pueden consultar: Barsky, Osvaldo & Djenderedjian, Julio: Historia del capitalismo agrario
pampeano: La expansión ganadera hasta 1895, Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2003. Tomo I.
Schmit, Roberto: Ruina y resurrección en tiempo de guerra: sociedad, economía y poder en el Oriente
entrerriano posrevolucionario 1810-1852, Buenos Aires, Prometeo Libros,
2004.Schmit, Roberto: Historia del capitalismo agrario: Los límites del progreso: expansión rural en los
orígenes del capitalismo rioplatense, Entre Ríos 1852-1872, Buenos Aires, Siglo XXI, 2008.
44
expansión en el periodo 1857-1910 a partir de la fundación de colonias agrarias y del
surgimiento de 14 saladeros en las ciudades costeras, actividad que se complementó con
la producción lanar que mantuvo en alza el desarrollo provincial. La Primera Guerra
mundial generó un renacimiento de algunas actividades que aprovisionaron a las
potencias beligerantes –caso de las fábricas de extracto de carne- mientras el resto de la
economía era conmocionada. Finalmente, la primera mitad de la década de 1920,
apresuró los cambios, los buenos precios agrarios, en especial de los cereales, brindaron
la posibilidad de mejorar los ingresos y aumentar la composición orgánica del parque
productivo adquiriendo nuevas maquinarias.91Con la llegada de la crisis del año 1929,
todo el sistema se trastocó. La frágil economía de miles de pequeños chacareros se
destruyó y muchos caminaron rumbo a la proletarización definitiva. En tanto, miles de
obreros que durante los meses de verano se dirigían al campo a trabajar, no encontraron
ocupación. Ya sea por la falta de contratistas como por su reemplazo por maquinarias.
La ciudad no ofreció un mejor ambiente para la ocupación, la producción no podía
competir con la de otras regiones del país. La industrialización sustitutiva tuvo un
escaso desarrollo. En 1943, en los albores de la Revolución de Junio, el gobernador
Enrique Mihura, enumeró los problemas que tenía el aparato productivo de la provincia:
“1º) La falta de bolsas para envase de las cosechas tendrá como resultante que los
cereales quedarán en rastrojos o en los silos, cuya construcción se aconseja, eliminando
toda la mano de obra del transporte, clasificación y removido, que ocupan ordinario una
apreciable cantidad de obreros. 2º) La falta de precios remunerativos para los productos
agrícolas ha determinado el consiguiente retraimiento en la contratación de brazos,
siendo éstos suplidos en las faenas por familiares de los colonos. 3º) La tendencia
generalizada entre los propietarios rurales de dedicar sus campos a la ganadería, con el
inevitable desalojo de colonos y el menor empleo de brazos. 4º) La limitación o falta de
combustibles líquidos, incidirá en todas las ramas de la producción de la Provincia. 5º)
En la industria de la construcción, es previsible una mayor desocupación, determinada
por la falta de materiales y el encarecimiento de los existentes. 6º) Factores de carácter
permanente y de acción progresiva, relativos a las condiciones económicas y técnicas de
la producción que determinan el paulatino decaimiento de las industrias transformadoras
locales sustituidas por la producción industrial de los grandes centros fabriles.”
Por si todo esto fuera poco, terminó su balance con la siguiente proyección: “Por
las causas enunciadas, cabe prever que el número de desocupados o semi-parados, que
según el último censo efectuado a mediados de 1942 era de poco más de 25.000, se
91
Barsky, Osvaldo &Gelman, Jorge: Historia del agro argentino, Buenos Aires, Mondadori, 2005,
pp.238-241.Sartelli, Eduardo: “Del asombro al desencanto: La tecnología rural y los vaivenes de la
agricultura Pampeana”, en: Andrea Reguera y Mónica Bjerg (comp.): Sin estereotipos ni mitificaciones.
Problemas, métodos y fuentes de la historia agraria, IHES, Tandil, 1995. Reedición electrónica.
45
elevara posiblemente al doble.”92 Las perspectivas presentadas eran crudas, pero
realistas. Una crisis de larga duración había comenzado en los últimos años de la década
del veinte.93
1- La crisis y su explicación.
92
BDT, Enero de 1943, pp.19-20.
93
Hemos desarrollado con mayor amplitud la situación de crisis en la tesis de licenciatura: “Trabajo,
sudor y sangre: la conformación de la clase obrera entrerriana, 1858-1947”, aprobada en la Facultad de
Humanidades, Artes y Ciencias Sociales, pertenecientes a la Universidad Autónoma de Entre Ríos
(UADER) en marzo de 2013.
94
La obra de Harry Braverman, preocupada por la racionalización, el control patronal y las
transformaciones de la clase obrera asociado a los cambios en el proceso de trabajo, sigue siendo uno de
los principales y más claros trabajos sobre estos aspectos. Ver: Braverman, Harry: Trabajo y capital
monopolista, México D.F., Ed. Nuestro Tiempo, 1987, Partes I y II.
95
Marx, Carlos: El Capital, México D. F., Fondo de Cultura Económica, 2001, Tomo I, p.426.
46
productivos, quiebran y son absorbidos por los capitales más grandes. En cada proceso
de quiebra, se libera mercado que es ocupado por los capitales más productivos, los que
tienen las mayores inversiones. En paralelo a este proceso, crecen los contingentes de
obreros desocupados. Mientras, la producción continúa expandiéndose gracias a las
inversiones de capital orgánico.
Y lo que llamamos “crisis”, no es más que la generalización de esta tendencia en
las ramas centrales, en las cuales se genera la mayor acumulación de capitales en un
mercado determinado.96 Dicho más claramente, la crisis del `30 fue la consecuencia
lógica de las inversiones de capitales en las décadas precedentes, cuando la competencia
llevó a grandes inversiones, pero se había agotado la capacidad expansiva de los
mercados, lo que generó una lucha frontal entre los capitales.97
Vale decir que las inversiones no se detuvieron, y que el llamado “cierre del
ascenso social” en los años `30 del siglo XX, está estrechamente asociado a la necesidad
de mayores desembolsos de inversiones de capital orgánico. Quienes no pudieron
acumular el suficiente capital para sostenerse, comienzan un proceso de proletarización
que no se detuvo. Pero a lo que nosotros importa, la relación con la desocupación,
veremos que la perspectiva de una creciente mecanización nos permite entender porque
ese mal no fue coyuntural, sino lo contrario, y porqué la provincia de Entre Ríos se
convirtió en una expulsora crónica de población, en creadora de población obrera
sobrante.
El origen de la crisis no se encuentra en la especulación financiera, tampoco en la
mala administración del Estado, ni mucho menos en la naturaleza. Sino, en la sumatoria
de todas aquellas acciones que son comunes al sistema de mercado, junto a la
fundamental necesidad de mantener la competencia a través de una lucha inter-
burguesa, que a cada inversión orgánica de capital, expulsa trabajadores y presiona más
a sus competidores. La competencia es el origen del dinamismo del sistema capitalista,
pero también, la causa de sus males.
96
Shaikh, Anwar: Valor, acumulación y crisis, Buenos Aires, Ediciones RyR, 2006.
97
Villanueva, Javier: “El origen de la industrialización argentina”, en Desarrollo Económico, Buenos
Aires, Vol. 12, Nº 47, Octubre-noviembre, 1972, p.458 y ss. Y Sartelli: “Del asombro al
desencanto...”Op.cit.
47
A principios de la década del treinta, cuando la crisis era manifiesta y estaba a la
vista de todos, el periódico del Partido Socialista de Concepción del Uruguay presentó
un cuadro general de la situación:
“Nunca hemos creído que Entre Ríos sea un mirlo blanco. Desde el punto de vista
demográfico se ha mantenido atrasada respecto al progreso general del país, acusando
sólo un aumento de 45% en su población, en tanto la población total de la república ha
crecido en un ciento por ciento. Una alta proporción de hijos conceptuados ilegítimos
sobre el total de nacimiento está indicando, por otra parte, su atraso social. El nivel de la
clase trabajadora es tan bajo como en otras provincias y más que en algunas de
ellas…”98
98
Periódico El Trabajo, Órgano del Partido Socialista-Seccional Concepción del Uruguay. Octubre de
1931.
99
Situación económica de la Provincia de Entre Ríos. Informe sobre la gira realizada por losSrs.
Directores don Pedro Benegas y don Pedro Etchegaray y gerente de Sucursales don Manuel Gómez, los
días 19, 20 y 21 de enero de 1933, en Archivo General de la Nación. Sala VII. Fondo Agustín P. Justo.
Caja Nº42, documento Nº 25, p.1.
100
El Debate, Gualeguay, 19/01/1933.
48
toneladas.101 El Diputado provincial Carlos Quinodoz, haciendo una presentación del
plan de colonización oficial, decía:
“Las modernas máquinas al facilitar los medios del trabajo incitaron con más
vehemencia y menos reflexión a la siembra alocadamente extensiva. Las compras de
esas herramientas y los gastos generales cada vez mayores solo pudieron realizarse
merced al crédito dispensado por demás generosamente y las deudas aumentaban solo
respaldadas por las contingencias climatéricas determinantes del resultado definitivo
(…) La fiebre del cultivo en gran escala llegó hasta el paroxismo durante la guerra
mundial y los años subsiguientes, consecuencia implícita de los altos precios, del afán
desmedido de las casas introductoras por colocar sus modernos tractores y sus corta-
trilla que aparecieron como una fuente de ahorros en el fantástica espejismo de una
abundancia paradisíaca. Sin embargo todo era una ficción, desgraciada ficción: el
enardecimiento de las actividades sin precedentes, los elevados arrendamientos, fletes y
salarios, el exceso de máquinas carísimas y de rápido desgaste (…) no dejaban traslucir
la verdad, ocultando las deudas engrandecidas por la suma de tantos errores, mientras la
naturaleza como queriéndoles probar la resistencia moral, los castigaba con fenómenos
destructivos. El crédito tan liberalmente ofrecido, de la noche a la mañana, se contrajo
repentinamente (…) Las ejecuciones aumentaron los expedientes en los Tribunales; los
comerciantes apilaron en sus corralones las máquinas de trabajo a los chacareros. Los
campos hipotecados, cayeron bajo la bandera de remate y la desvalorización corrió por
la curva descendente hasta lo increíble. Este es el cuadro del presente, patético y
sombrío.”102
“Informaciones que nos llegan desde zonas agrarias de los departamentos de La Paz y
Villaguay, coinciden en señalar la grave situación que atraviesan los pobladores de la
101
El Censor, Gualeguaychú, 26/01/1933.
102
Quinodoz, Carlos: Colonización Oficial: Informe ante la H.C. de Diputados, Paraná, Talleres de La
Acción, 1934, pp.33-34.
103
Provincia de Entre Ríos. Mensaje del Gobernador de Entre Ríos, Dr. Enrique Mihura, 82º Periodo
ordinario de sesiones de la Honorable Legislatura, Paraná, Imprenta de la provincia, Julio de 1941, p.9.
49
campaña. Un indicio de las angustiosas circunstancias actuales lo ofrecen los aludidas
informaciones en la parte que revelan que se han producido numerosos casos de
`carneadas´ y `cerdeadas´ de animales ajenos, lo que es propio de épocas de gran
extenuación económica en los medios rurales (…) Las pésimas condiciones climáticas,
cuya consecuencia ha sido el exiguo rinde de los cultivos; la incidencia de factores
económicos desfavorables y la desocupación causada por algunas medidas oficiales
como el estatuto del peón y el estatuto y salario mínimo de los peones de trilla (…)
Debe prevenirse, por parte de las autoridades, el éxodo de habitantes del campo hacia
las ciudades, fomentando ocupaciones remunerativas para aquellos en sus zonas de
trabajo y suspendiendo la vigencia de perjudiciales medidas. Es impostergable hacerlo,
porque de lo contrario la plétora urbana aumentará y con ella la desocupación de los
centros poblados.”104
3-La agricultura.
104
El Diario, Paraná, 15/01/1945.
105
El periódico de la Unión Sindical Argentina, Bandera Proletaria, desarrollo durante marzo y abril de
1930 una análisis sobre la crisis en el agro y su relación con las máquinas, en particular las deschaladoras
de maíz, el tractor, el camión y las cosechadoras. Aunque, prácticamente todas las corrientes ideológicas
del movimiento obrero de la época hicieron lo propio y en la misma sintonía. Ver: Bandera Proletaria en
los meses citados y, para el resto de las corrientes obreras en interesante el resumen de Graciano,
Osvaldo: “Las izquierdas ante la crisis del capitalismo agrario argentino. Producción de saber para la
acción política” en Balsa, Javier &Lázzaro, Silvia (Coord.): Agro y política: El modelo agrario en
cuestión, 1930-1943, Buenos Aires, Ed. Ciccus, 2012, Tomo I, pp.119-202.
50
que comprendía desde aguadas artificiales y alambrados, pasando por alfalfares o
galpones de esquila. Ambas actividades se complementaban como el motor de toda la
economía provincial.106
Las colonias, habían sido en muchos casos obra de terratenientes hacendados, que
a través de su fundación valorizaron sus campos, haciendo un excelente negocio
inmobiliario, y como consecuencia las constituciones de capas burguesas inferiores,
semi-proletarias y proletarias. Los primeros fueron aquellos que ante la posibilidad del
acceso a la tierra, lograron acumular capital y continuar creciendo. Los semi-proletarios
los que con poco capital, intentaron, viviendo todo el tiempo al borde de la
proletarización, trabajar su chacra y complementar sus ingresos asalariándose para el
hacendado en las tareas camperas o en los chacras de sus vecinos. Finalmente, los
proletarios, aquellos que no llegaron siquiera a poder acceder a la tierra, y debieron
trabajar como peones. Obviamente, este desarrollo agrario fue diferenciado, no fue el
mismo en las colonias fundadas por la Jewish Colonization Association, que las
fundadas por estancieros cómo Julián Herrera, el mismísimo J. J. Urquiza o la
Compañía Colonizadora Entrerriana.
En la relación entre la colonia agrícola y la estancia ganadera, se puede reconocer
lo que creemos es más importante de cara a la situación vivida en el agro-entrerriano: el
desarrollo agrícola necesitaba a principio de siglo de mucha mano de obra por periodos
relativamente cortos, seguido por tiempos muertos hasta la siega y trilla. Así el negocio
del hacendado, estaba en asumir otros roles: el hacendado no sólo era un mercader en
los almacenes de ramos generales que tenían la exclusividad en la campaña, sino que
era el propietario de la trilladora que se alquilaba a los colonos, además de suministrar
parte de la fuerza de trabajo asociada a esta, que era contratada en la misma colonia.
Además, el hacendado se encargaba del acopio personificando en sí también la figura
del cerealista.107
Llegada la década del `20, la difusión de las máquinas agrícolas, el aumento de los
salarios de los obreros, los vaivenes de la ganadería, entre otros factores, empujaron a
los hacendados a convertirse en productores agrícolas cerealeros, comenzando a
106
A la fecha, el trabajo más completo sobre las colonias agrícolas pampeanas es: Djenderedjian, Julio y
otros: Historia del capitalismo agrario pampeano: Expansión agrícola y colonización en la segunda
mitad del siglo XIX, Buenos Aires, Teseo-Editorial de la Universidad de Belgrano, 2010. Tomo 6 (2
volúmenes).
107
República Argentina- Anales del Ministerio de Agricultura. Sección agricultura, botánica y agronomía,
T.1, nº 4, Investigación agrícola en la República Argentina: provincia de Entre Ríos; informe presentado
por Raña, Eduardo, Buenos Aires, Impr. M. Biedma, 1904, p.153.
51
cambiar las relaciones sociales que habían tejido con los colonos más acomodados.
Estos últimos buscaron refugio en las cooperativas para continuar con la acumulación.
Mientras, los semi-proletarios vieron su frágil situación empeorar, ya que la
disminución del trabajo en las estancias ganaderas, por un lado, y el ingreso de los
grandes propietarios a la producción cerealera por el otro, los acercó cada vez más a la
proletarización definitiva. En tanto los obreros, ya proletarizados, viendo crecer la oferta
de la fuerza de trabajo, la mecanización creciente que prescindía de sus brazos, se
movieron en búsqueda de trabajo.
Un dato que no se puede dejar de analizar, porque es una particularidad
entrerriana es que la provincia se destacó por tener una mayor proporción de
explotaciones agrarias dirigidas por sus mismos propietarios, que el resto del país.
Nemirovsky indica que entre 1925-1926, la provincia de Entre Ríos contaba con un
45,89% de propietarios y 54,11 de arrendatarios. Por lo que era la provincia con mayor
cantidad relativa de propietarios en el país. Comparativamente, Santa Fe, el otro gran
centro colonizador de la pampa húmeda poseía 36,94% de propietarios y 63,06% de
arrendatarios. En este sentido, un régimen de propiedad y uso de la tierra similar a La
Pampa (35,99% propietarios y 64,01% arrendatarios) y más bajo que Buenos Aires
(39,01% propietarios y 60,99% arrendatarios) y Córdoba (38,06% propietarios y
61,94% arrendatarios).108 Con respecto a la propiedad de la tierra, el Censo Nacional
Agropecuario de 1947 mostró que de 36.969 propiedades existentes en la provincia
(6.533.411 hectáreas), 15.137 (2.939.747 hectáreas. 40,9%) eran explotadas por
propietarios y 11.129 (1.658.428 hectáreas. 30,1%) por arrendatarios. Esta estructura
social estaba vinculada con el proceso colonizador en la provincia.109
Sin embargo, el problema no pasaba por la propiedad de la tierra, sino por la
superficie disponible. Con 25 a 50 hectáreas en promedio, poco era lo que podían hacer
los propietarios. No alcanzaba ni con alternar el trabajo de la chacra con la ocupación
para un estanciero o en otras chacras vecinas. Según el ingeniero Ortiz, para 1912 se
necesitaba una chacra de 130 hectáreas para poder subsistir y acumular capital para
invertir. Pero, como se puede comprobar en el siguiente cuadro, la mayoría de los
establecimientos entrerrianos -exactamente el 59,8% - estaban debajo de la propiedad
108
Nemirovsky, Lazaro: Estructura económica y orientación política de la Agricultura en la República
Argentina, Buenos Aires, Casa editora de Jesús Menéndez, 1933, pp. 94-95.
109
Ministerio de Asuntos técnicos del Estado, Dir. Gen. Del Serv. Est. Nacional, IV Censo General de la
Nación: Censo Agropecuario de 1947, Buenos Aires, Dirección Nacional del Servicio Estadístico, 1952,
pp.10-11.
52
mínima para ser productivo. Por eso Ortiz, señala: “Entre Ríos había sido mucho más
castigado, porque la extensión media de sus chacras quedaba debajo del mínimo vital
aun en años de buenos precios”.110 No era el latifundio el problema del capitalismo, sino
el minifundio improductivo.
110
Ortiz, Ricardo: Historia económica de la Argentina: 1850-1930, Buenos Aires, Ediciones Pampa y
Cielo, 1964, T. II, pp. 118-119.
111
Hay casos aislados de nuevas colonias en la década del veinte. Como fue por ejemplo la disposición de
un campo llamado “La pampa” de 20 mil hectáreas, perteneciente a Flora Urquiza de Soler, en el
departamento de Concordia, donde se instalaron colonos alemanes. Un dato interesante de cara a la
argumentación que sostenemos, es que, los lotes de la nueva colonia rondaban las 50 a 100 hectáreas.
Ver: Diario del Pueblo, 18/06/1925.
53
y que en el último año no se había fundado ninguna. En tanto, se lamentaban porque
algunos colonos estaban pensando cambiar su producción a la cría de ganado buscando
un refugio a las dificultades de la agricultura.112 Efectivamente, para el colono, el
traspaso efectivo de la propiedad de la tierra significó en muchos casos, el gasto del
único capital en la compra sin dejar dinero disponible para otras inversiones. Así fue
que la ganadería se convertía en una alternativa, aunque también en esta actividad la
superficie resultaba insuficiente. Con aquellas superficies tan pequeñas, estaban
irremediablemente sometidos a una creciente insolvencia, más, cuando llegó la hora de
hacer inversiones.
Pero la crisis del agro se manifestó con el cierre de la posibilidad de adquirir
tierra. En efecto, como ya se mostró, la provincia de Entre Ríos contaba con una gran
cantidad de pequeños propietarios. La dificultad de ampliar la tierra con la que se
iniciaron fue un problema clave a la hora de lograr escalas de acumulación
adecuadas.113 No en vano Entre Ríos es una provincia pionera en el cooperativismo
agrario y otros mecanismos de asociación de pequeños capitales, dada la necesidad de
supervivencia de las chacras, es decir, una respuesta para superar las dificultades en el
marco de la competencia capitalista.114
La principal actividad agrícola era la producción de cereales finos. En
importancia, trigo y lino, respectivamente. Luego, los cereales gruesos, en realidad, el
maíz. El calendario aproximado del cultivo fino era: Entre abril y mayo se preparaba la
tierra y se producía la siembra. Para los primeros días de diciembre hasta mediados de
febrero se producía la cosecha, el emparve y la trilla –hasta que llegaron las
cosechadoras y unificaron los pasos-. El maíz era similar pero se extendía hasta marzo,
aproximadamente.115
112
Entre Ríos. Ministerio de Gobierno. Dirección General de Estadística, Síntesis de la memoria anual:
año 1916, Paraná, La Acción, 1917, p 26.Varini, César: Las Colonia Oficiales del departamento
Federación, Chajarí, Publicaciones del Museo Regional “Camila Quiroga” Nº 11, 1991, p. 13 y ss.
113
Djenderedjian, Julio y otros…Op. cit., Vol. II, pp. 665, 727-728 y especialmente pp. 754-755.
114
Ver: Molina, Florencio: La colonización Argentina y las Industrias Agropecuarias, Buenos Aires,
Imprenta Molinari, 1910, p. 139. Etcheverry, Víctor: Las cooperativas agrícolas en Entre Ríos, La Plata,
Librería del Colegio, 1914. (Tesis). López, Celia: La Fuerza de un Ideal. Historia del Cooperativismo
Agrario Entrerriano y su proyección nacional 1900-1970, Entre Ríos, Ed. Del Autor, 2008.
115
Raña, Op.cit., pp.93-182. Vale agregar que la cosecha de maíz se hizo por mucho tiempo a mano, ver:
Sartelli, Eduardo: “El nivel tecnológico de la agricultura pampeana, 1880-1940. A propósito del "atraso"
de mecanización de la cosecha maicera”, en: Estudios Sociales (Revista Universitaria Semestral), Santa
Fe, 1993. Reedición electrónica. Para una descripción del proceso de trabajo por un colono: Gallay,
Omar: Esperanzas, corazón y tierra: narrativa histórica de la Colonia San Cipriano, C. del Uruguay, E.
/A., 2008, pp. 36-38.
54
El siguiente cuadro muestra la evolución de la producción agraria de estos tres
cultivos:
116
La “Cuenca Arrocera” como se le llama a la región comprendida entre Colón, Concordia y
especialmente, el departamento de San Salvador.
117
IV Censo…, op. cit., p. 421.
55
provincial. Parte de estos planes era informar a los chacareros de los nuevos tipos de
plantíos. Decía el órgano del Partido Comunista en referencia a Colón:
“Los diarios, estaciones y las paredes del pueblo están plagadas de carteles y avisos
aconsejando a los chacareros cultivar tártago, mirasol. Todos los carteles y los avisos
los firma el gobierno (...) Las palabras abundan. Se quiere ilusionar al colono que su
situación miserable puede cambiar si cambia el cultivo de la tierra (…) Se quiere
solucionar el hambre del campo con promesas. Pero las promesas no son más que
promesas. El gobierno no quiere que los chacareros conduzcan al verdadero culpable de
su situación de miseria.”118
El proceso total de trabajo terminaba la estiba de las bolsas de cereal al galpón del
cerealista. Este transporte se realizaba desde las chacras a los carros o camiones del
colono, y desde allí al galpón o barco dónde otro grupo de obreros estibadores se
encargaban de la descarga y la estiba del producto. La tarea de estos obreros era de lo
más peligroso, ya que debían luego de bajar las bolsas de 70 o más kilos, cargarlas hasta
la pila caminando por un tablón, llamado burro, y alcanzarla a otros obreros que las
ordenaban. Los movimientos de la producción, los rindes de la cosecha y desde luego,
los cambios tecnológicos –la llegada del elevador de granos y la adopción creciente de
grúas- conspiraban contra la ocupación de esta fracción de trabajadores, que tal vez, por
ocupación, haya sido la más numerosa de la provincia.
4-La ganadería.
118
Quincenario La Internacional, Órgano del Partido Comunista, Buenos Aires, primera quincena de
noviembre, 1935.
119
Macchi, Manuel: Urquiza, el saladerista, Buenos Aires, Ediciones Macchi, 1971. Sobre el proceso de
trabajo y los conflictos obreros en los saladeros de Urquiza ver: Leyes, Rodolfo: Destellos de un nuevo
sujeto: Los conflictos obreros en los saladeros y la formación de la clase obrera entrerriana (1854-
1868), en Mundo Agrario, UNLP, vol. 15, nº 30, diciembre 2014.
56
Cuadro Nº3.Reses vacunas*sacrificadas para consumo interno y
exportación, Decenio 1934-1943
Año Consumo Interno Exportado Total de
reses
sacrificadas
Mataderos Frigoríficos Carnicerías Establecimientos Totales
de campaña particulares de
campo
1934 114.999 872 98.143 17.523 231.537 157.822 389.359
1935 115.908 1.073 108.587 15.672 241.240 207.541 448.781
1936 108.115 1.095 98.694 20.286 228.190 165.002 393.192
1937 107.010 2.291 112.894 16.348 238.543 240.528 479.071
1938 108.160 4.118 103.585 18.167 234.030 180.055 414.085
1939 114.363 8.173 106.412 22.612 251.560 319.780 571.340
1940 104.214 20.473 111.358 21.895 257.940 221.084 479.024
1941 93.451 13.891 100.522 16.968 224.832 348.618 573.450
1942 89.141 17.619 84.154 18.763 209.677 324.152 533.829
1943 96.985 14.835 73.585 16.951 202.356 296.056 498.412
Fuente: Provincia de Entre Ríos, Ministerio de Hacienda, Dirección General de Estadística, Síntesis
Estadística: Año 1943, Paraná, Imprenta de la Provincia, 1944, p.73.
*Del cuadro solamente hemos tomado las reses vacunas por ser el principal producto ganadero.
Del análisis del cuadro se desprende que, el total de las reses faenadas mantuvo en
el período estudiado, una relativa estabilidad, exceptuando tal vez, el punto más
profundo de la crisis, 1934. Como valor de referencia, la media anual de vacunos
faenados fue de 478.054. También en término promedio, el 51,4% del producto
resultante era consumido en el país, mientras el restante 48,5% era exportado. En una
mirada más particular, se destaca el despegue creciente de la producción de los
frigoríficos en 1940, que coincide con un aumento de las exportaciones. Esta
reactivación pasajera estuvo vinculada con los embarques para la Segunda Guerra.
También el cuadro muestra cómo, desde 1940, los frigoríficos comienzan restarle del
mercado a dos formas de faena que competían: los mataderos y las carnicerías de
campaña. En tanto los establecimientos rurales particulares mantuvieron cierta
estabilidad, pese a ciertas oscilaciones.
La opinión del gobernador Mihura, del año 1941, confirma el impacto favorable
que implica la guerra para la ganadería entrerriana:
120
Mensaje del Gobernador de Entre Ríos, Dr. Enrique Mihura, 82º Periodo ordinario...Op. cit., p.11.
57
El siguiente cuadro muestra la situación de la ganadería en el periodo:
121
República Argentina, Censo Agropecuario Nacional. La ganadería y la agricultura en 1908: La
Ganadería, Buenos Aires, Talleres de Publicaciones de la Oficina Meteorológica, 1909. Vol. I, p.57.
122
Censo Agropecuario Nacional. La ganadería y la agricultura en 1908: La Ganadería…Op. cit., pp.283,
378.
123
Giberti, Horacio: Historia Económica de la Ganadería Argentina, Buenos Aires, Solar, 1986, p. 195.
124
Barcón Olesa, op. cit., pp. 61 y 67.
58
Decía Ripoll, responsable del Departamento de Estadística de la provincia: “saber
elegir el capataz es para el estanciero la mitad del buen éxito”. Daireaux indicó que la
función del capataz de campo era ocupada por criollos, sabedores de domas, enlaces,
baqueanos de los campos, y conocedores de los hábitos de la peonada.
Lamentablemente no tenemos fuentes cuantitativas que nos indiquen de cuantos
capataces estamos hablando, pero debemos suponer que hay por lo menos uno por cada
establecimiento ganadero. El pago del capataz incluía, además de dinero, también
ganado que este criaba en las propiedades del patrón, razón por la cual, es de creer que
aumentaba la “lealtad” hacia este. Como decía Daireaux, “no ver más que un máximum
de animales cuidados por un mínimum de gente”, sería el sueño de todo estanciero. El
trabajo de la estancia era realizado por peones y jornaleros.125
Se calculaba que para 1909 se ocupaban permanentemente en la ganadería unos
47.436 obreros, de los cuales, 22.001 eran hombres, 12.986 eran mujeres y 12.449 eran
niños. Lo primero a remarcar es la preeminencia de hombres, algo normal en el trabajo
ganadero, pero la cantidad de mujeres y niños en las tareas resulta llamativa. Sus tareas
eran acompañar como auxiliares las tareas de los hombres. Así, la división del trabajo
rural, dejaba a las mujeres espacio en las cocinas de campaña y en las épocas de zafra
también serán ocupadas, junto a los niños. El censo, además de los trabajadores
permanentes y los estacionales, indica la existencia de 9.463 obreros ocupados para
otras tareas estacionales durante el año. Aquí debemos imaginarnos tareas tales como el
tendido de un alambrado, la construcción de algún galpón, y tareas extraordinarias a la
cuestión productiva.126En 1919, con motivo al Tercer Censo Nacional, se indicaba que
la cantidad de obreros ocupados permanentemente era de 34.302 trabajadores, divididos
entre 18.599 hombres, 6.457 mujeres y 9.246 niños.127Para 1937, año en que se realizó
el Censo Nacional Agrícola, se brindaba el dato que, en 6.932 explotaciones, eran
ocupados un total de 16.704 obreros permanentes de los cuales, 12.520 eran hombres,
2.566 mujeres y los restantes, 1.618 niños. Es interesante destacar que de aquellos
trabajadores permanentes, 7.949 corresponden a peones, y a su vez, 6.703 obreros no
superaban los $40 por mes que, como se verá a lo largo de la tesis, era poco más que
125
Ripoll, Cayetano: La provincia de Entre Ríos, Paraná, La Opinión, 1888, Vol. II, p.74. Godofredo
Daireaux, “La Estancia Argentina”, en República Argentina, Censo Agropecuario Nacional, la ganadería
y la agricultura en 1908: Monografías, Daireaux, Godofredo, Martínez, Alberto, Latzina, Francisco,
Suárez, José León &Lahitte, Emilio, Buenos Aires, Talleres de Publicaciones de la Oficina
Meteorológica, 1909. Vol. III, p.16.
126
Censo Agropecuario Nacional. La ganadería y la agricultura en 1908: La Ganadería…Op. cit., p. 378.
127
República Argentina, Tercer Censo Nacional, Tomo V, Explotaciones Agropecuarias, Buenos Aires,
Talleres Gráficos L. J. Rosso y Cía, 1919, p.576.
59
una miseria. En tanto, el personal transitorio constaba de 21.851 obreros que eran
ocupados en 5.975 establecimientos rurales. La división por género y edad era la
siguiente: 19.994 hombres, 1.199 mujeres y 658 niños.128Como se puede ver, la
tendencia era a la disminución del personal ocupado. Esto llevó a que en 1941, el
gobernador de la provincia, en su balance sobre el año se lamentara:
Las tareas del peón de campo eran rudas: arriar el ganado y cuidarlo era lo
esencial, pero también revisar los alambrados, marcar la hacienda, realizar las rondas
nocturnas, siempre a caballo y a la intemperie. Se necesita una capacidad no menor para
comprender el medio con el que trabaja, las características propias del ganado y la
estrecha relación con el caballo. Sin dudas, la pericia se lograba por la práctica, por
pertenecer a aquel ambiente productivo desde una edad muy temprana, y dónde se
combinan las capacidades individuales, pero también la coordinación del trabajo
colectivo con otros peones.130 Nada diferencia al arriero del simple peón de campo, pero
la especialización en el conocimiento de la ruta, del trabajo con el ganado, de los pasos
en los arroyos, etc., son las razones que lo hacían diferente, o dicho de otro modo, más
especializado.
Sobre la jornada de trabajo, la alimentación y las condiciones habitacionales
encontramos la clásica jornada de sol a sol, aunque son comunes los relatos de obreros
trabajando sin horario de finalización. El alimento lo daba el patrón, y consistía en mate
cocido, café con leche o carne asada, siempre con galleta de desayuno; los almuerzos
podían ser puchero, fariña y galleta o locro de maíz o de trigo, finalmente de cena,
asado o guiso con galleta. Dormían los peones permanentes y ocasionales en las mismas
instalaciones operativas de la estancia, los mismos galpones donde se guardaban las
herramientas de trabajo. Incluso, Juan Pisano, quien en 1907 escribe una tesis sobre el
128
Ministerio de Agricultura, Censo nacional agropecuario: 1937, Buenos Aires, Guillermo Kraft Ltda.,
1940, pp.153, 167, 186.
129
Mensaje del Gobernador de Entre Ríos, Dr. Enrique Mihura, 82º Periodo ordinario…Op. cit., pp.11-
12.
130
Monzón, Julián: Recuerdos del pasado: vida y costumbres de Entre Ríos en los tiempos viejos, Buenos
Aires, L. J. Rosso, 1929, p. 106.Barsky, Osvaldo &Djenderedjian, Julio: Historia del capitalismo agrario
pampeano: La expansión ganadera hasta 1895, Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2003. Tomo I, p. 159.
60
proletariado rural, afirma que en verano los trabajadores dormían al aire libre. El
contrato guardó formas paternalistas y verbales.131
En 1935, delegados de la Federación de Empleados de Comercio de Concepción
del Uruguay siguieron las vías del ferrocarril hacía el interior provincial para organizar
a su gremio. Relataron a su vuelta la realidad del proletariado rural:
Tales parecen las condiciones de los trabajadores rurales. Pero aún se podía
descender más en precariedad y explotación, hablemos de los trabajadores estacionales,
aquellos que de acuerdo a nuestro marco teórico hemos denominado “infantería
ligera”.La infantería ligera es una capa que atraviesa muchas ramas dado su permanente
movilidad geográfica en búsqueda de trabajo.133La estacionalidad del trabajo era una de
las principales características del capitalismo agrario entrerriano y de su clase obrera,
por lo cual, la infantería es mayor de lo que se puede pensar. En efecto es aquella masa
flexibilizada que busca día a día el jornal, se encuentra en casi todas las actividades
económicas. Muchas veces, cuando se refieren a “peones” son en realidad jornaleros,
que durante algún tiempo ejercen tareas en los picos de demanda. Lo mismo pasa con
los estibadores, y en la esquila, en algunos talleres, durante la construcción de algún
ramal nuevo o puerto, en las faenas de las fábricas de extracto y conservas de carnes y,
131
Pisano, Juan: El proletariado rural, Buenos Aires, “La victoria”/UBA- Fac. de Derecho- Tesis, 1907,
pp. 41-42. Alsina, Juan: El Obrero en la República Argentina, Buenos Aires, Tomo I, Imprenta S/N,
1905, p.290.
132
Periódico Nuestro Derecho, Órgano de la Federación Entrerriana de Empleados de Comercio,
Concepción del Uruguay, 31/01/1935, p.2.
133
Más adelante daremos más elementos conceptuales al respecto de esta capa tan particular de la clase
obrera. Ver: Marx, Op.cit., p.563.
61
obviamente, en la trilla. El censo los denomina: “personal de fatiga que no tienen
trabajo fijo” (Sic), y los describe como “todas estas personas y las que de ellas
dependen, soportan una existencia precaria no teniendo asegurado su pan de cada día,
que esperan de las eventualidades de un trabajo remunerado que puede o no
presentarse.”134
Para medir la importancia de esta capa de la clase obrera hay que señalar por
ejemplo, que la mano de obra ocupada en la ganadería hacia 1908 era en total de
104.083 obreros, de los cuales, 47.184 trabajadores se ocupaban de las tareas
estacionales; en la agricultura, de 75.012 obreros ocupados, 36.602 corresponden a
trabajadores estacionales, es decir, la mitad de la mano de obra ocupada.135 Como
conclusión, podemos afirmar que casi la mitad de la mano de obra agrícola estaba
compuesta por la infantería ligera, con una fuerte composición masculina,
especialmente en la ganadería, aunque con una fuerte presencia de mujeres y niños,
como se mostró más arriba.
La esquila era, tal vez, la tarea ganadera que ocupó la mayor cantidad de
infantería ligera en la ganadería. Es el equivalente ganadero de la trilla, tanto por la
estacionalidad como por el volumen de mano de obra contratada. El trabajo aún para la
década del veinte, se realizaba con tijeras, aunque pronto las máquinas de esquilar
llegarían para desplazar a los obreros y acelerar el proceso de trabajo. La otra de la
actividad estacional era la yerra. Es decir, la acción de marcar el ganado vacuno y
equino con un hierro candente –la “Hierra”- y dejar estampado la marca de la estancia a
la que pertenecía el animal. Por la naturaleza de las tareas, el trabajo en el mundo de la
ganadería, continuó estando marcado por la cooperación simple, a lo sumo formas muy
elementales de manufactura.136 El dominio subjetivo de estos procesos de trabajo
permitía la continuidad de formas verdaderamente ancestrales de oficios que se
modificaron muy poco para los trabajadores permanentes.
5-La industria.
134
Segundo censo… Vol.2, op. cit. p. CXLIV.
135
Censo 1908, tomo I, op. cit., p. 378. Y tomo II, op. cit., p. 386.
136
Entendemos por cooperación simple la forma de organización del trabajo donde varias personas
trabajan al mismo tiempo realizando las mismas tareas, es decir: sin una división del trabajo. En cambio,
la manufactura implica un trabajo que mantiene su base técnica manual, pero cuya organización se
transforma por la introducción de una división de tareas permanente. Ver: Marx, Op.cit., Cap. VIII, X, XI
y XII.
62
La industria137, en el sentido convencional del término, era en la provincia de
Entre Ríos representada por dos tipos de establecimientos. En primera instancia, por su
importancia, los grandes establecimientos manufactureros de las materias primas, en
particular, los “frigoríficos” –más adelante explicamos por que las comillas- y los
molinos harineros, fundamentalmente. Estas dos actividades, asociadas a las “industrias
madres” a su vez, tienen estrecha vinculación con la exportación.
El otro núcleo de trabajos manufactureros eran los pequeños establecimientos
vinculados a la vida interna de los poblados. Ordenados en cierta jerarquía son:
panaderías, carpinterías, imprentas, herrerías, zapaterías, cigarrerías, etc. Se trata de
actividades para las que, todo pueblo tenía uno o dos talleres y existían varios en las
grandes ciudades. Todas estas actividades estarán sujetas a procesos de concentración y
centralización del capital y experimentarán transformaciones en los procesos de trabajo.
En el siguiente cuadro se muestra la evolución de los establecimientos, obreros
ocupados y finalmente, la fuerza motriz en HP, que usaremos como medida de la
mecanización.
137
Omitiendo que la ganadería y la agricultura se explotaban de modo industrial o por lo menos como
modernas manufacturas.
63
de la obvia retracción ocupacional de la coyuntura post-crisis (año 1935), la
paralización del crecimiento de la industria y del proletariado fabril, así como el
aumento exponencial de la fuerza motriz instalada, en tanto y, como decíamos más
atrás, la cantidad de obreros ocupados se mantiene. Un cálculo promedio nos indica 0,7
HP por obrero en 1914 mientras en 1946 había más de 5 HP por cada trabajador
ocupado.
Tampoco se debe perder de vista que en 1914, la población entrerriana alcanzaba
los 425.373 habitantes, mientras que, para 1946, la población era de 787.362
habitantes.138O sea, mientras la población total de la provincia aumentó un 85%, la
cantidad de obreros fabriles permanece estancada. Esta situación nos presenta un
escenario de aumento de la composición orgánica de capitales en la industria sin que
aumente la contratación. En 1943, celebrando la apertura de una fábrica de Nestlé en la
ciudad de Nogoyá, el periódico conservador de Gualeguaychú, vinculado al Partido
Demócrata Nacional decía:
138
República Argentina, Tercer Censo Nacional, Tomo I, Antecedentes y comentarios, Buenos Aires,
Talleres Gráficos L. J. Rosso y Cía, 1916, p.65. República Argentina, Ministerio de Asuntos técnicos, IV
Censo General de la Nación, Censo Poblacional, Tomo I, Dirección del Servicio Estadístico, Buenos
Aires, 1949, p. 227.
139
El Censor, 19/05/1943.
140
Reula, op cit., pp.141 y ss.
64
un extracto, una “reducción” de la carne, que se enviaba procesada en latas selladas
herméticas para su conservación.
La base de estas industrias fue la manufactura decimonónica más importante: los
saladeros. Entre Ríos llegó a ser, después de Buenos Aires, la de mayor cantidad de esas
141
manufacturas y su último reducto. Esto sirvió de base para que, después de la
transformación técnica necesaria, se convirtieran en Fábricas de Extracto de carne. En
esta actividad se destacaron dos, Liebig extract of meat company, más conocida como
Liebig Colón142 y el “Frigorífico Santa Elena” o Bovril143, a pocos kilómetros de La
Paz.144
Hubo también un intento de relanzar la actividad saladeril, que duró relativamente
poco. Desde principios del siglo XX, la industria de la carne entrerriana, se desarrollaba
hacia la fábrica de conservas. Pero, a principios de la década del veinte, vio renacer
parcialmente tres saladeros: uno en la ciudad de Concordia, otro en Gualeguay y el
último en Gualeguaychú.145Al parecer este movimiento estuvo encabezado por algunos
hacendados, que ante la permanencia de stocks de vacunos criollos, buscaron
anacrónicamente fundar saladeros donde faenar su producción y prescindir de las ventas
a los invernadores o “conserveros”. En palabras de Emilio Coni, quién en referencia a la
Cooperativa Saladeril de Concordia y con reminiscencias marxistas apuntaba: “la
emancipación de los estancieros debía ser obra de los estancieros mismos”. Es decir,
esta refundación de la vieja industria fue un reflejo de la competencia al calor de la
141
Richelet, Juan: Industria Saladeril en la Argentina (Extracto del Boletín del Min. de Agricultura),
Buenos Aires, Talleres de publicaciones de la Oficina Meteorológicas Argentina, 1912.Ortiz, op. cit. T. 1,
pp. 174 y 179.
142
Leyes, Rodolfo: Del saladero a la fábrica de extracto de carne: Transformaciones de los procesos de
trabajo en la industria de la carne, Entre Ríos, 1864‐1935, en Trabajo y Sociedad. Sociología del
Trabajo-Estudios culturales- Narrativas sociológicas y literarias, Núcleo Básico de Revistas Científicas
Argentinas (Caicyt-CONICET), Santiago del Estero, Nº26, Verano 2016. Y Biasizo, Rogelio:
“Particularidades de la evolución de la ganadería bovina en la provincia de Entre Ríos, en las tres
primeras décadas del siglo XX. Incidencia de la fábrica Liebig´s”, ponencia presentada en las XXIV
Jornadas de Historia Económica, organizadas por la AAHE, FHA y la FCEyE de la UNR, Rosario, 1, 2 y
3 de octubre de 2014.
143
La empresa Bovril le dio su nombre a la manufactura, y también a la parada de tren en una de sus
estancias, “pueblo Bovril”, por eso, utilizaremos Santa Elena para referirnos a la procesadora de carne y
Bovril para el poblado.
144
Barreto, Ignacio: Liebig´s: fábrica y pueblo, C. del Uruguay, Artes Graficas Yuste, 2003. Ortea,
Adriana: Memorias Obreras de La Liebig, Pueblo Liebig, Ed. De la Autora, 2012. Sobre Santa Elena
existe el somero trabajo de Leiva, Lindolfo: Santa Elena, Cien años, 1871-1971, Santa Elena, Selplast
Gráfica, 2000.
145
En un comienzo habían sido dos en Concordia, pero luego uno cerró y se abrió el de Gualeguay.
65
crisis ganadera del 1921, y la necesidad de dar salida al stock de ganado criollo o
mestizo desvalorizado.146
Al margen del proceso coyuntural, estos saladeros, fueron incorporando a su
planta permanente a cientos de obreros. La Sociedad Anónima de Abastecimiento
Urbano, Saladeril y Frigorífico Gualeguaychú, fundada en 1924, ocupaba 130
trabajadores, el Saladero San José de Gualeguay, ocupaba 100 trabajadores
diariamente. Los procesos de trabajo no diferían de las formas en que se habían hecho
hasta ese momento, lo que muestra el carácter extemporáneo del intento de
refundación.147
Las fábricas de conservas eran las industrias más grandes de la provincia. Por
ejemplo la Liebig Colón, durante el final de la Primera Guerra Mundial, llegó a emplear
4.000 obreros, de los cuales 700 eran mujeres, 200 menores de edad, que se ocupaban
en una jornada de 9 horas. Aún en 1924 ocupaba más de 3.500 trabajadores.148 Llegado
el final de nuestro recorte cronológico, los cuatro establecimientos que existían en la
provincia, apenas alcanzaban los 2.957 obreros, junto a 356 empleados jerárquicos,
aunque otras fuentes nos indican una media de unos seis mil cuatrocientos obreros para
toda la industria cárnica, seguramente por la fluctuación acostumbrada de la
contratación en época de faenas.149 El trabajo de los saladeros y de las fábricas de
conservas y extracto de carne, siempre fue estacional. Pasaba de ocupar miles obreros
en las faenas, a solo unos pocos encargados de mantenimiento, faenas menores de
yeguarizos, ovinos o preparando el material de enlatado para el próximo año. Además
de esto, siempre, existía la posibilidad de que sobre la marcha se produjera un
imprevisto que, o extendiera la faena o la redujera, así lo refleja el periódico El Entre
Ríos:
146
Ver: Coni, Emilio: La cooperativa saladeril de Concordia, Buenos Aires, Tall. Gráf. Caracciolo y
Plantié, 1924, p. 11. Esta obra además ofrece una detallada lista de los precios que pagaban unos y otros.
Reula, op. cit., T. III, p. 157.
147
Argentine Republic, Theprovince of Entre Rios, Economical Political and Geographical synthesis, S/L,
S/E, 1925, pp. 11-12.Según la estadística provincial de 1927, no existe más el saladero de Gualeguay. Sin
embargo se suma otro saladero en Concordia con el nombre de “Sociedad Anónima Pastoril-Industrial
Concordia”. Esos tres saladeros exportaban 5.123.174 kilos, ver: Síntesis estadística: año 1927…, op. cit.
148
La Organización Obrera, 28/12/1918. p. 1.
149
Theprovince…, op. cit., p. 15. Para esa época, la misma fuente indica 1.300 para la fábrica Santa Elena
–llamado desde 1909 “BovrilCompany”. D.L.V. de Paraná, 23/12/1918. República Argentina, Ministerio
de Asuntos técnicos del Estado, IV Censo, p.106. Censo Industrial de 1946, Provincia de Entre Ríos,
Ministerio de Hacienda, Dirección General de Estadística, Síntesis Estadística: Año 1944-1945, Paraná,
Imprenta de la Provincia, 1946, p. 52.
66
“Obreros desocupados: La reducción de las faenas en la Fábrica Liebig´s ha traído como
consecuencia la reducción del número de sus obreros, calculándose en cerca de mil los que han
sido despedidos. La cantidad es demasiada crecida y tiene forzosamente que hacer meditar
seriamente en la situación de verdadera angustia que se crea en tantos hogares, con la
suspensión del trabajo a un número tan crecido de obreros. Hay que pensa[r] que esta gente en
los dos o tres meses que ha trabajado, no ha podido ahorrar nada, pues no se lo ha permitido en
primer lugar la carestía de la vida y en segundo los bajos salarios jornales que se pagan en el
mencionado establecimiento…”150
150
El Entre Ríos, 13/04/1926. También en 1924, el periódico El Pueblo de Villa San José, informaba
sobre la posibilidad de que se cierre la planta por la coyuntura de crisis que se presentaba para la industria
cárnica. Ver El Pueblo, Villa San José, 02/02/1924.
151
Siguiendo a Marx, entendemos por gran industria, el régimen de trabajo donde la base subjetiva del
trabajo ha sido remplazada por un sistema de máquinas, lo que no impide la continuidad de algunas tareas
periféricas realizadas en forma manual. Ver: Marx, Op.cit., Cap. XII, XIII.
152
República Argentina, Tercer Censo Nacional, Tomo VII, Censo de las Industrias, Buenos Aires,
Talleres Gráficos L. J. Rosso y Cía, 1917, pp.267 y 333.En adelante: República Argentina, Tercer Censo
Nacional, Tomo VII, Censo de las Industrias…Op. cit. En 1913 se había realizado un censo parcial de
industrias, y el número 17 correspondía a los molinos y la producción harinera, sin embargo, las cifras
difieren bastante de tan sólo un año después, cuando se realiza el Censo Nacional, citado. Por ejemplo,
computan 29 molinos, 361 obreros y 1.299 HP. Cfr.: Ministerio de Agricultura- Censo Industrial de la R.
A. Boletín nº 17, La Industria Harinera, Buenos Aires, 1913, p. 15.
153
Reula, op. cit., T. III, p. 161.
154
IV Censo op. cit., pp. 131, 107.
67
Fuentes: III Censo op. cit. p. 333. Ministerio de Agricultura,
Estadística comercial e industrial de la Provincia de Entre
Ríos, Boletín Nº 26, 1917, pp. 26-27, 29. Censo Industrial de
1935…, op. cit., p. 244. IV Censo op. cit., p. 111.
Vemos que esta industria mantiene el mismo camino que el resto que la economía
capitalista entrerriana en cuanto al crecimiento, estancándose hacia la década del „20,
acrecentándola presencia de fuerza motriz en mayor proporción que la ocupación de
trabajadores. El aumento de los establecimientos hacia mediados de la década del „40,
se puede deber al aumento de la población urbana. El promedio de empleados por
establecimiento disminuye de 7,6 en 1914 a 4,2 en 1947. Recordemos que para este
último censo hemos tomado la cifra incluyendo a los “empleados”, lo que puede generar
una distorsión, si se considerara solamente a los obreros sometidos a la producción, que
es dónde se han producido las transformaciones más fuertes, con las amasadoras,
sobadoras, etc. En cambio, tomando nuevamente los dos extremos del recorte,
encontramos que la evolución de fuerza mecánica utilizada por obrero se había elevado
de 0,28 HP por cada obrero ocupado en 1914 a 1,3 HP por cada trabajador en 1947.
Pasemos ahora a analizar la ocupación en otros talleres, comenzando por las
imprentas y actividades asociadas. En 1914, existían 43 establecimientos de imprentas y
litografías, que eran puestos en marcha con el trabajo de 349 obreros, en su mayoría
hombres argentinos. La fuerza motriz instalada era de 25 HP. Para 1935, existían 65
establecimientos con 138 empleados, y 252 obreros, con 148 HP instalados. Llegado
1946, existían, 31 imprentas de diarios con 58 empleados y 217 obreros, y 56 imprentas
en general con 22 empleados y 268 obreros, sumando un total de 469 obreros, 158
empleados, que contaban con 276 HP instalados.155
El mundo del calzado está atravesado por dos tipos de actividades predominantes,
el primero es la producción del calzado, dónde se debe incluir, además de la fabricación
de zapatos, la producción de alpargatas y otros calzados populares; la segunda es la
reparación del calzado. Hacía 1914 existían 16 establecimientos que producían calzado
popular, que ocupaban 448 obreros, entre ellos 128 mujeres y 55 niños.
Las carpinterías, aún mantenían una fracción importante de obreros, aunque los
cambios en esta actividad se daban a la misma velocidad que en otras ramas. Hacía
1890 las carpinterías impulsadas a vapor, con sierras mecánicas y obreros trabajando
coordinadamente eran casi una excepción. Predominaba, en cambio, el pequeño taller
155
Tercer Censo op. cit. p. 336. Censo Industrial de 1935…, op. cit., p. 243. IV Censo Industrial de
1946…, op. cit., pp.129-130.
68
dónde el patrón trabajaba aún con sus aprendices y oficiales –en los mejores casos-.
Desde mediados de la segunda década del siglo veinte se reconoce que aquellos
adelantos estaban presentes en la mayoría de los establecimientos. Esto llevó a que en el
Censo industrial de 1914 computara en forma separada las “carpinterías de obra de
mano”, (122 establecimientos con 376 obreros ocupados, 16 HP) y las “carpinterías
mecánicas”, (70 establecimientos, con 500 obreros, en su mayoría hombres argentinos,
408 HP). Las carpinterías mecánicas con menos establecimientos, concentran mayor
cantidad de obreros y mayor fuerza motriz instalada.156
Pasada la mitad de la década del `40, las estadísticas industriales muestran un
panorama complejo, dónde parece haber disminuido tanto la cantidad de
establecimientos dedicados a la carpintería y actividades contiguas, como el número de
operarios que empleaban.
156
Tercer Censo op. cit. pp. 264, 334. Aunque veremos más adelante, que los carpinteros relevados por el
mismo censo, indicaba a 2.177 trabajadores que se declaraban incluidos dentro de estas ocupación.
69
monte entrerriano. Sin embargo, superada aquella coyuntura, se volvió a la explotación
anterior produciendo para leña, como postes o carbón complementario.157Los hacheros
vivieron durante estos años, un momento de resurgimiento, protagonizando incluso una
huelga en 1935.158 Para 1947, la industria estaba en franca desaparición y con ella la
otrora vigorosa fracción de hacheros y carboneros. Los 43 establecimientos que existían
ocupaban a penas 266 obreros y 4 empleados. También se mantenían 35 obrajes
abiertos, con 18 empleados y 336 obreros.
Una industria que había crecido lentamente, era la de fibras textiles, especialmente
las de palmera caranday –extraídas del Montiel,- que ocupaba, en 13 establecimientos,
unos 20 empleados con 390 obreros. Esta actividad poseía una capacidad motriz de
1.031 HP,159 pero desconocemos su localización, aunque, por el material natural
utilizado podemos imaginar que se encontraría concentrada en la costa norte del Paraná
entrerriano.
157
Reula, op. cit., T. III, pp. 162-163.
158
Avance, Diamante, 31 de octubre de 1935, p. 3.
159
IV Censo, op. cit., pp. 123, 125, 114.
160
Gallay, op. cit., pp. 84-85. La descripción de la vida de los ladrilleros deGallay es muy similar a la
realizada por David Gorskin, hasta en los detalles secundarios como el aroma que desprendían los
ladrillos en su cocción. Cfr.: Gorskin, David: Reflejos Entrerrianos, Rosario, Entre Ríos, 1973, Tomo I,
pp. 97-98.
70
muchos peones transitorios, que en la espera de la trilla o cosecha de maíz, trabajaban
ocasionalmente allí. Ángel Borda confirma la idea cuando recuerda su paso por un
horno ladrillero a los catorce años. También él refiere a la presencia de trabajadores
itinerantes en la actividad.161
El censo industrial de 1914 contabiliza 85 hornos ladrilleros, que ocupaban 624
obreros, más de 550 de ellos hombres y predominantemente argentinos, pero unos 40
niños también. Para 1947 existían 211 establecimientos que producían ladrillos, pero
ocupaban sólo un empleado y 370 obreros. Es decir, nuevamente encontramos una
disminución de los puestos de trabajo, no se puede argumentar que se deba a un
aumento de la productividad por el reemplazo de brazos por máquinas, porque todos
esos establecimientos apenas suman 2 HP instalados. También, en la misma línea de
producción de bienes y revestimiento de construcción había, hacia 1947, unos treinta y
cuatro establecimientos de mosaicos, con 10 empleados y 223 obreros. Estos
establecimientos ocupaban una media de 6,8 obreros, lo que hace de estos espacios, una
menor concentración obrera que otras actividades.162
Una novedad es la explotación de cantos rodados y arena. Estas actividades se
sumaban a la actividad minera más antigua de la provincia, las caleras. Sobre estas
últimas, al final de nuestro recorte, sobrevivían sólo tres establecimientos, donde se
ocupaban 8 empleados y 81 obreros. Fue una producción que tardó en mecanizarse.
Para 1947, sólo tenía instalados 50 HP en los tres establecimientos existentes. La gran
industria avanzó, en cambio, en la producción de cantos rodados y venta de arena de la
costa del río Uruguay. La actividad constaba de dos momentos productivos: el primero
era la extracción, que por la naturaleza del producto se hacía con máquinas similares a
las retroexcavadoras, y en algunos casos, para la arena, con dragas. La segunda
instancia de la producción era el transporte, que se hacía completamente por agua, su
mayor parte, con destino a Buenos Aires. En 1947 517 obreros trabajaban en las 23
canteras de canto rodado.163
La industria del armado de cigarros, rapé y otras formas de manufacturas del
tabaco, experimenta un proceso de concentración y centralización. Pasa de 47
establecimientos en 1917 a 37 en 1947, proceso que se acompaña de una caída del
número de obreros empleados.
161
Ibídem, p. 84. Borda, Ángel: Perfil de un libertario, Reconstruir, Buenos Aires, 1987., p. 13.
162
Tercer Censo, op. cit. pp. 334. Censo Industrial de 1946…, op. cit., pp. 142-143.
163
Censo Industrial de 1946…, op. cit., p. 100.
71
Cuadro Nº 9, Evolución de manufacturas
de tabaco* y trabajadores ocupados,
Entre Ríos, 1914-1946.
Año Est. Obreros Empleados
1917 47 832 -----
1935 19 934 20
1947 37 724 37
*Incluimos las denominadas cigarrerías,
producciones de rapé, toscano, etc.
Fuentes: Tercer Censo…, op. cit. pp. 337. Censo
Industrial de 1935…, op. cit. p. 244. Censo
Industrial de 1946…, op. cit., p. 113.
72
6-Los trabajadores entrerrianos y sus condiciones generales.
“Es este un pequeño pueblo, constituido por obreros en su casi totalidad. (…) Al llegar a
Curtiembre, pueblo perdido entre las barrancas del Paraná, y contemplar la explanada
cubierta de „ranchos‟ nos da la impresión de que allí vive algo tradicionalmente criollo.
Y es así. Entre aquel grupo de hombres, que podríamos llamar una familia, existe un
elevado concepto de la solidaridad, adquirido en la lucha. Como el trabajo escasea, se
turnan rigurosamente, para que todos por igual puedan ganarse el sustento. Entusiastas y
leales en grado sumo, constituyen los trabajadores de estos pequeños pueblos
ejemplares de la especie humano a los cuales aún no contaminó ese montón de
hipocresías que la burguesía denomina „civilización‟.”164
Casi diez años más tarde, llegando a la década del treinta, nuevamente, los
cuadros sindicales de la Unión Sindical Argentina, hacían referencia a las condiciones
de los trabajadores del extremo noroeste provincial:
“Es desastrosa la situación de los trabajadores de La Paz (…) Entre los trabajadores de
la ciudad de La Paz (Entre Ríos) se han iniciado trabajos tendientes a reorganizar sus
cuadros sindicales, destruidos a raíz de la violenta reacción producida años atrás en la
provincia de Entre Ríos. Desapareciendo la organización, las condiciones de vida de los
obreros de todos los oficios e industrias sufrieron un rudo golpe, llegando en los
momentos actuales a un grado inconcebible de miseria. En general, y en todos los
órdenes, son los obreros escandalosamente explotados, cosa que resalta a primera vista
cuando se contempla el aspecto mísero de los niños proletarios (…) Las familias obreras
viven en repugnante promiscuidad en chozas miserables (…) Como un ejemplo de lo
que decimos, citaremos el jornal de los obreros en algunos oficios: los estibadores –
tanto en el puerto de La Paz como en Puerto Márquez. Que es una localidad vecina-
ganan 4$ por día y están obligados a proveerse en las casas de los patrones (Groisman y
Cía. Y Tellarini Hnos.) que como se comprenderá fácilmente, no lo hacen con el
propósito de beneficiar a los obreros, pues los precios son muy superiores a los del
comercio local, que ya son de por sí bastante prohibitivos…”165
164
La Organización Obrera, 12/06/1920, p. 3.
165
Bandera Proletaria, Órgano de la Unión Sindical Argentina (USA), Buenos Aires, 20/07/1929. Sobre
las condiciones de los marinos de Santa Elena ver: La Organización Obrera, 28/09/1918, p.2.
73
La crisis, llevó a muchos obreros a tomar medidas más extremas. Por ejemplo, en
1938 se informó de una madre que robó una gallina para salvar de la hambruna a sus
hijos: “….acosados por la necesidad ante el abandono de su propio concubino y la
imposibilidad de encontrar sustento para aquellos, uno de los cuales debió ser internado
enfermo en el hospital.”166 Situación similar sucedió con otra mujer de Federación que
robó una oveja.167 En ambos casos, fueron absueltas. Lo que indirectamente nos habla
de cómo el poder judicial veía la situación de miseria imperante. Por esos días, también
se hacían desembarcos de maíz en el puerto de Colón para repartir entre los pobres
locales.168Un periódico relata el caso de la familia compuesta por una pareja de la cual,
el padre, mozo de oficio, por encontrarse desocupado, marchó junto a sus cinco hijos a
pie desde Concordia a Paraná –más de doscientos cincuenta kilómetros- donde terminó
viviendo a la intemperie en el puerto nuevo.169A días del golpe del 4 de junio de 1943,
el periódico conservador de Gualeguaychú decía:
“Hay que asomarse al suburbio, para ver cómo viven, si eso se llama vivir, la gente
pobre. A la carestía de la vida, de una la desocupación, que cada vez se acentúa más. No
hay trabajo y hay necesidad de vivir. La reclamación se vuelve más urgente, ante la
demanda de niños que para mayor desventura abundan en las clases necesidades (sic) y
faltos de trabajo. No sabe la gente que vive en los barrios afirmados, la tragedia del
suburbio (…) con la concurrencia a los teatros que pareciera desvirtuar el estado de
pobreza del pueblo, pero acerquémonos al rancho inhóspito y veremos cuadros de una
profunda tristeza.”170
166
La Juventud, 15/02/1938.
167
La Juventud, 23/07/1940.
168
El Entre Ríos, 05/08/1941 y 07/08/1941.
169
El Diario, 20/12/1944. El Diario, 24/12/1944.
170
Periódico El Censor, 29/05/1943.
171
Diario La Acción, 25/07/1928.
74
“En María Grande, departamento de Paraná siendo aproximadamente las 17 horas del
día 15 del corriente, el peón Juan Barbagelata, de 22 años de edad, se encontraba en el
establecimiento que allí posee su señor padre, ocupado en trabajos de trilla, cuando fue
informado que una de las máquinas trilladoras había sufrido un desperfecto. Se dirigió
entonces hacia el lugar en que la misma estaba emplazada para dirigir su compostura
(...) Los peones, que se hallaban abstraídos en sus respectivos trabajos, oyeron de pronto
un grito en demanda de socorro. Al recapacitar de la impresión que ello les produjera,
se precipitaron dentro de la máquina, encontrando allí a Juan A. Barbagelata que se
debatía dolorosamente. Su pierna derecha había sido cogida entre dos piezas de la
máquina trilladora (...) Tras grandes esfuerzos pudieron sacarle de tan triste lugar. Sin
pérdida de tiempo fue transportado en un automóvil hasta la casa de su familia en
Paraná. La asistencia médica no demoró en hacerse presente, pero ya era tarde. Al
médico sólo le cupo certificar la muerte de Juan A. Barbagelata.”172
172
El Entre Ríos, 20/01/1931. Para conocer las condiciones de trabajo de los obreros trilladores ver:
Sartelli, Eduardo: “Hombres y mujeres cuyos nombres ignórase”. El trabajo rural y el mito de la Pampa
pródiga, 1880-1930”, en Revista Razón y Revolución, nro. 14, primavera de 2005, reedición electrónica.
173
D.L.V. de Paraná, 19/02/1918.
174
Periódico El Pueblo, Villa San José, 2/07/1926. De hecho, tenemos una listado de accidentes de
diverso tipo durante los trabajos de la Liebig Colón: Accidente de un obrero que pierdo unos dedos y
muere por la infección, Diario Del Pueblo, 29/04/1930. Obrera quemada, Diario del Pueblo, 02/04/1932.
Caída de un andamio, se desgarra un brazo y quiebra algunos dedos, El Entre Ríos, 12/05/1932. Obrero
muerto, Diario del Pueblo, 31/05/1932. Accidentes varios, Diario del Pueblo, 05/05/1934. Obrera pierde
dos dedos trabajando con un cuchillo, El Entre Ríos, 11/02/1937. Obrero yugoslavo que vivía en una
carpa, se le incendia y muere, El Censor, 20/05/1941. El obrero Cándido Barreto, fue atropellado por una
zorra y muere, El Entre Ríos, 27/04/1939. Son algunos de los que tenemos para “ilustrar” la situación
general del trabajo en aquella manufactura.
75
“…llegué al primer puerto el 17 de corriente con el propósito de iniciar la organización
de los obreros del saladero, que son en total tres mil. No pude realizar mi propósito
debido a que dicho establecimiento había cerrado sus puertas por falta de material; no
obstante esto, pude constatar, con el mayor agrado, que la generalidad de los obreros
que trabajan en esa factoría inglesa, desean organizarse para mejorar su situación por
demás precaria, pues hay obreros que por una jornada brutal de 11 horas perciben un
salario de un peso y ochenta centavos.”175
Como se ve, la jornada excedía por mucho las ocho laborales y los jornales
estaban por debajo de los de un obrero trillador.176En 1939 los 2200 obreros ocupados
en la empresa recurrieron a la huelga. El pliego firmado entre la Unión Obrera
Provincial y la gerencia, nos muestra cuáles eran las características del trabajo: “La
compañía garantizaba a sus obreros en lo posible la jornada mínima de OCHO HORAS
de labor, en caso que esta jornada no sea posible cumplirse la Cía. dará a los obreros
que lo soliciten las explicaciones del caso…”. Aquí se mezclaba el problema
permanente en la industria de ocupar en ocasiones muchas más horas que las
reconocidas legalmente o menos cuando faltaba producción. Visto a la distancia, las
condiciones no habían cambiado demasiado de las dos décadas precedentes.177Ignacio
Barreto, contador de aquel establecimiento y que había trabajado como mensajero en el
mismo cuando niño, recordaba:
“Eran épocas muy duras, ésas que recuerdo lejanas, cincuenta años atrás en mi pasado.
El frigorífico, entonces fábrica de carnes conservadas, trabajaba por temporadas,
variables de acuerdo a la demanda. Podrían ser periodos de cuatro, cinco o seis meses y
luego… receso. Lo que se ganaba en ese breve periodo, tenían que alcanzar para el resto
del año. ¡Qué ingente sacrificio el de nuestros padres! ¡Qué malabares habrían de hacer
para simplemente subsistir!...”178
175
La Organización Obrera, 26/01/1918.
176
Debe ser por ello, que durante la Huelga de diciembre/enero de 1918/1919, muchos obreros, cuando se
declaró la huelga, abandonaron su lugar de lucha y se fueron al campo, hacer el jornal en la trilla. Ver
Diario Del Pueblo, 24/12/1918. Para un acercamiento aquella huelga se puede consultar: Leyes, Rodolfo:
“Conflictos obreros en la etapa de toma de conciencia corporativa de clase: El caso de la huelga del
frigorífico Liebig´s Colón en 1918.”en las “XII Jornadas Interescuelas de Departamento de Historia”, en
la Universidad de Comahue, durante los días 28, 29, 30 y 31 de octubre de 2009, en la ciudad de San
Carlos de Bariloche, Prov. De Río Negro.
177
El Despertar, Órgano de la Unión Obrera Departamental, C. del Uruguay, 1º de Mayo de 1939.
178
Barreto, op. cit., p. 3.
76
son casi todas las familias de obreros”, decían. Se consideraban artículos de primera
necesidad, vestimenta y alquiler. El cálculo daba $85.50 agregaban que su salario era
normalmente de unos $57.179
El pago con especias y vales era una constante, por lo tanto, las autoridades y los
sindicatos luchaban contra esa práctica.180 Aunque, en algunos casos, la propia quiebra
del Estado hizo que se pagase con vales (“bonos”) y que la especulación de los
comerciantes los rebajara a un 50% de su valor nominal. Estas eran las quejas de los
obreros que trabajaban para el Comité Pro-Desocupados de Nogoyá en el control de la
plaga de langosta.181En otros casos, el pago era en especias. En 1933, un grupo de
vecinos de Lucas Sud, zona rural del departamento Villaguay se quejaba de que en un
campo se les pagaba a los hacheros con leña: “Como no pueden negociar esa pobre
gente tiene que robar para comer; y así, en un periodo de pocos meses, según los
denunciantes, se han perdido más de 400 ovejas”.182El reconocido sindicalista Sebastián
Marotta, señaló que en Conscripto Bernardi los trabajadores se les pagaba en vales,
hasta que la organización sindical cambió la forma de pago.183
Otro mecanismo que imponía la burguesía era el trabajo a destajo. Al respecto,
con motivo a la reciente re-constitución del sindicato de cigarreros en Paraná, informaba
un periódico sindical de 1938:
“Demás está decir que los salarios que se pagan a las compañeras y compañeros son por
demás bajos, tal es así, que las cigarreras perciben por el ciento de cigarros de hoja la
mísera suma de $0,25, paga que hace un tiempo se les quiso reducir a $0,23, alegando
los patrones carestía de tabaco, los compañeros que trabajan en la fabricación del
cigarrillo en la fábrica del cigarrillo armado, perciben la suma de $1,10 por mil de
cigarrillos armados y empaquetados. Comparando lo que puede producir una obrera,
término medio 500 cigarros tenemos que el jornal término medio, (otras hacen menos)
[es de] $1,25 por día, los hombres que trabajan en los cigarrillos (los ligeros) llegan a
fabricar 3.000 a 3.500 cigarrillos por jornada, lo que equivale a un jornal de $3,85, con
estos jornales deben alimentarse y vestir una familia en su mayoría compuesta de 4 a 6
personas, da esto la pauta para pensar que con razón los obreros de esta industria tienen
la gran necesidad de constituir su sindicato, sumando a los bajos jornales se deben de
agregar que las mismas condiciones naturales del manipuleo del tabaco carga en forma
pronunciada la labor, ya que los obreros absorben el tóxico del polvillo; veneno seguro
que va poco a poco destruyendo la vida, más de las obreras por su natural débil
constitución.”184
179
Diario El Día, Gualeguay, 16/12/1937.
180
El Debate, 03/06/1933.
181
El Debate, 16/09/1933 y 25/09/1933.
182
El Censor, 04/02/1933.
183
CGT, 19/04/1935.
184
El Despertar, Octubre de 1938, p.4.
77
En efecto, el trabajo a destajo fue la forma por las empresas tabacaleras
controlaron la velocidad de trabajo, en un medio aún no mecanizado. Otra fuente
sindical, en este caso del Centro de Empleados de Comercio de Gualeguaychú, se
quejaba de la contratación de fuerza de trabajo infantil en estas manufacturas:
185
C.E.C.A., Gualeguaychú, Vocero del Centro de Empleados de Comercio y Anexos de Gualeguaychú,
Octubre de 1935, p.2. En adelante: C.E.C.A.…
186
El artículo 2 de esta ley, explicaba que se prohibía, entre otras cosas, el trabajo nocturno. Ver
Departamento Nacional del Trabajo: Informe sobre la reglamentación del trabajo de las mujeres y los
niños, Buenos Aires, Imprenta S/N, 1907. Art. Nº 2. Panettieri, op. cit., p. 103.
187
El Pueblo, Villa San José, 5/01/1926. Barreto, Ignacio: Op. cit., p. 3.
78
del Uruguay, que además de gestionar el dinero frente el gobierno provincial, ayudaría a
disminuir la desocupación con las obras.188
7-Desocupación.
Para la provincia de Entre Ríos, la desocupación fue persistente. Si bien hubo por
lo menos dos picos de desocupación -1931/1933 y 1940/1941- esta se mantuvo alta a lo
largo del periodo de estudio. La desocupación, es decir, la falta de una ocupación
remunerada del obrero, es un hecho común en el capitalismo, pero sumamente complejo
ya que comprende varias situaciones diferentes. En 1931, el periódico de Concordia, El
Litoral, informó que el Ministerio de Gobierno de la provincia se había dirigido a los
jefes de policía para solicitar información sobre la situación de los desocupados. El
medio enumeraba algunas de sus causales:
188
La Juventud, 05/08/1939.
189
Periódico El Litoral, Concordia, 14/08/1931.
79
ejército de reserva está relacionado a la posibilidad de ser reincorporado a la ocupación.
La existencia de este ejército industrial de reserva permite al capitalista aprovecharse de
esta oferta excedente de trabajadores, para intensificar la explotación, contar con
trabajadores disponibles en caso de la necesidad de quebrar un conflicto o responder a
aumentos abruptos de la demanda. El ejército industrial de reserva también sirve como
factor de disciplinamiento de los obreros en activo.
Así es que reconoce cuatro formas de sobrepoblación: Flotante, latente,
intermitente y pauperismo consolidado.190La primera es la flotante o fluctuante, se trata
de los obreros que por su edad son despedidos. En realidad, no es su edad lo importante,
sino el desgaste sobre su fuerza física ocasionada por la actividad productiva realizada.
En el caso entrerriano, se ve con claridad en las actividades de las manufacturas de
carne y el trabajo en las máquinas trilladoras, donde, obreros de edad media, estaban al
borde de la desocupación por la imposibilidad de sostener el ritmo productivo. El
segundo tipo de desocupados eranlos latentes, aquí se refirió a trabajadores asalariados
o pequeños labriegos cuya productividad está por debajo de la media, cuyo carácter
sobrante se actualiza y se torna visible en el momento de las grandes migraciones
rurales-urbanas. En el caso entrerriano entran en esta categoría los miles de proletarios
con tierra, así como las capas más empobrecidas de la pequeña burguesía que debieron
migrar cuando quedaron sin ocupación. La tercer forma de desocupación es la
denominada intermitente, dirá Marx: “….forma parte del ejército obrero en activo pero
con una base de trabajo muy irregular (…) su nivel de vida desciende por debajo del
nivel normal medio de la clase obrera (…) Sus características son: Máxima jornada de
trabajo y salario mínimo.”191 Aquí sin lugar a dudas, para nuestro estudio de caso, son
los jornaleros que denominaremos –siguiendo nuevamente Marx- Infantería ligera del
capital. El último tipo de desocupación que se reconoce es el pauperismo consolidado,
es decir, aquellos trabajadores que supieron ser ocupados pero, ya sea por invalidez,
vejez, vagancia no se encuentran en condiciones de ser empleados. .
La infantería ligera del capital fue la forma de la sobrepoblación que más gravitó
sobre los trabajadores entrerrianos, debido a la base agraria del capitalismo entrerriano.
El desarrollo capitalista con su base en la actividad agro-pecuaria, generaba muchos
tiempos muertos en la actividad productiva. La desocupación por fin de faenas era
190
Marx, Op.cit., pp.531-545. Para una profundización del análisis ver: Kabat, Marina: “La
sobrepoblación relativa. El aspecto menos conocido de la concepción marxista de la clase obrera” en
Anuario CEICS 2009, Año 3, Número 3, Buenos Aires.
191
Marx, Op. cit., pp.544-545.
80
noticia cada vez que uno de los grandes establecimientos se detenía. Así lo informaba el
diario El Pueblo de Villaguay, en ocasión del cierre de la Fábrica Liebig decía: “La
medida ha afectado a millares de trabajadores que ahora deberán agregarse al cada vez
más grueso grupo de desocupados que gravitan con peso de plomo sobre la economía
general de la provincia.”192De un modo similar, frente a la clausura de las actividades
del frigorífico Santa Elena en febrero de 1936, un diario de la capital provincial
señalaba:
“La clausura de los establecimiento de Santa Elena plantea un grave problema. No solo
se ven perjudicados los intereses comerciales y ganaderos, sino lo que es más grave aún,
la desocupación obligada de 2.000 obreros se suman a la larga caravana de desocupados
que continuamente deambulan por las extensiones del país en procura de trabajo.”193
“La recolección de las cosechas han venido a demostrar contornos más precisos la
importancia que la desocupación tiene en la Provincia. Siguiendo una vieja costumbre,
apenas iniciadas las tareas de la recolección desde las ciudades afluyeron a la campaña
numerosos jornaleros buscando encontrar ocupación como la encontraron años
anteriores. Desgraciadamente no ha sucedido así (…) La consecuencia ha sido que por
todas las estaciones se vean merodear numerosos jornaleros que no saben el rumbo que
tomar en la situación en que los colocaban la falta absoluta de trabajo. Los que por
algún asunto tienen ocasión de recorrer la campaña, regresan hondamente
impresionados por el espectáculo doloroso que presentan tantos desocupados que
perdida la esperanza de ocuparse asumen una actitud que evidencia un quebrantamiento
completo de sus fuerzas.”194
192
Diario El Pueblo, Villaguay, 11/07/1941.
193
El Tiempo, 22/02/1936.
194
El Entre Ríos, 22/12/1931.
81
problema de la desocupación se agrava en Entre Ríos con la pérdida de las
cosechas…”195
“El gobierno tiene en sus manos recursos sobrados, que pueden conducir a la
factibilidad de continuar esas obras ferrocarrileras, de que depende, en gran parte el
sosiego, la tranquilidad y hasta la vida de mucha gente pobre, que vive prediciendo la
cercanía de una hora en que todo esto debe terminar de una vez, y no muy tarde, al paso
que vamos marchando…”196
195
El Entre Ríos, 03/12/1932.
196
Periódico La Provincia, Paraná, 24/04/1931.
197
El Censor, 21/06/1941.
198
Periódico El Orden, Victoria, 02/12/1930.
199
La Juventud, 18/06/1939.
200
El Censor, 03/09/1941. El Censor, 14/04/1943.
82
la producción en los embarques rumbo a los países en lucha bélica, y por defecto, a las
industrias locales, como fue el caso de la Liebig de Colón que debió suspender sus
actividades por dificultades.201
“Esperanzas esfumadas. Un diario de Colón hace resaltar la nota de honda tristeza que
pone en el escenario lugareño, el espectáculo de los obreros que habiendo ido de los
distintos puntos de la provincia a Fábrica Colón [Fábrica Liebig] en busca de trabajo, no
lo han encontrado. Esa pobre gente que esperanzada en hallar ocupación dejaron sus
hogares, se resistían a volver, tal vez ante la visión desesperante de tornar a sus casas,
vacías las manos, sin un mendrugo de para sus hijos y con la ingrata nueva de haber
sido inútil toda tentativa de poder ganarlo. La policía ha tenido que proceder a
disolverlos, y sólo así cada uno ha tomado su camino, triste, desilusionado, mascullando
en sus labios en vez de saborear el trozo de pan buscada, una amarga protesta…”203
“Esta noticia vuelve a dar oportunidad a la advertencia que se hizo hace pocos días, por
pedido de la misma Fábrica, a los trabajadores que todos los años se dirigen a ella en
procura de trabajo. Se dijo entonces que el establecimiento de Colón disponía allá de un
número de obreros quizá excesivo con respecto a las necesidades manuales de su
próxima zafra, circunstancia que excluía la posibilidad de ocupar trabajadores de otros
201
El Entre Ríos, 15/06/1940.
202
Iñigo Carrera, Nicolás: La Otra estrategia. La voluntad revolucionaria (1930-1935), Buenos Aires,
Imago Mundi, 2016, cap.6.
203
El Censor, 03/02/1933.
83
departamentos. La advertencia tiene por objeto evitar a los postulantes de esta zona un
viaje inútil, con sus gastos y molestias consiguientes.”204
204
El Diario, 13/01/1934.
205
El Censor, 03/02/1933.
206
El Debate, 30/01/1932.
207
La Juventud, 26/03/1942.
208
El Diario, 15/01/1945.
209
El Debate, 31/01/1933 y 08/04/1933.
84
Ese mismo año se informó que se había echado de la provincia a 300 desocupados
que habitaban los galpones de la Sociedad Rural de Paraná. Se trataba de desocupados y
comunistas, por lo tanto, potenciales creados de desmanes.210Decía un diario
conservador con el titular “Hay desocupados que se les debe vigilar”:
“La policía de Paraná observaba los reiterados robos de aves de corral y otros efectos
que se producían en locales cercano al que ocupaban los desocupados. La policía fue en
investigación al punto donde se alojaban los desocupados. Conducidos a la policía a
ninguno le faltaba sus buenos pesos en el bolsillo y a no pocos, pésimos antecedentes
registrados en las policías de otras provincias (…) Unos fueron alojados en la policía y
otros debieron oblar la multa correspondiente consiguiendo su libertad. La policía no
podía hacerse cargo de esa gente que, echada de otras partes, sin ningún espíritu de
trabajo, ha resuelto hacer vida de gitanos y vivir en la mejor forma sin tener que
emplear sus fuertes brazos para ganar un peso; para ellos la caridad constituye una
ocupación productiva (...) No hace mucho tiempo, dice un diario de Paraná, no faltó en
esa ciudad, quién les ofreciera casa y comida a cambio de pocas horas de trabajo, y con
el permiso de poder abandonarlo en determinadas horas de mañana y la tarde para
buscar ocupación en la ciudad (...) Tal invitación fue aceptada pero a los tres días
optaron por una vida más cómoda; volver a la vagancia”211
Días más tarde, el mismo medio, reproduciendo la noticia del diario capitalino La
Prensa, afirmaba:
“Aparace así un tipo de linghera perfeccionado, pero los de hoy piden limosna y la
complementan con el robo. Casi todos son extranjeros y en una gran proporción
polacos, comprobación que entristece y apena pues evidencia que Polonia después de
sus grandes esfuerzos para conquistar su libertad, envía los indeseables, elementos
maleantes y es preciso reconocer que esa inmigración procede de cualquier país, plantea
un interrogante, de si ha llegado el momento de fiscalizar bien la entrada de extranjeros
a nuestro país y que ha llegado el momento, de devolver a sus países de origen a los
ladrones, jugadores, comunistas e indeseables de cualquier especia y si los países de
donde proceden los rechazan, siempre les abrirán los brazos sus camaradas del soviet
ruso.”212
Conclusión.
210
El Debate, 02/02/1933.
211
El Censor, 26/01/1933.
212
El Censor, 30/01/1933.
85
Todos coinciden en que la década del treinta encontró a la provincia sumida en
una crisis, no así, en el origen de aquella situación, que se inclinarán, preferentemente
por asociarlo a la crisis comercial y las consecuencias de la caída de la bolsa. Por
nuestra parte, hemos mostrado como el capitalismo entrerriano, de base agrícola y
ganadera, constituido en el periodo de gran expansión decimonónica hasta 1910, por lo
menos, entró en otra etapa, no ya de desarrollo extensivo, sino en profundidad. Es decir,
ya no era tiempo de continuar incorporando establecimientos y nuevas tierras, sino de
mejorar sus producciones, lo que fundamentalmente se hizo en base a la renovación
técnica.
Este proceso tuvo como mayor efecto para la clase obrera entrerriana un proceso
creciente de expulsión, primero del aparato productivo y luego de la provincia, en
búsqueda de nuevos lugares de trabajo. En efecto, la creación de una sobrepoblación
obrera es “natural” del régimen capitalista, sin embargo, cuando el salto se realiza en el
conjunto de las ramas de producción o por lo menos, en sus ramas centrales, como fue
este caso, la sobrepoblación es demasiado numerosa. Más, si a esta sobrepoblación
sumamos los desocupados latentes, es decir, los proletarios con tierra y pequeños
burgueses que se proletarizaron, e invadieron un mercado de fuerza de trabajo ya
saturado.
La situación de desocupación aumentó la pauperización de los trabajadores
entrerrianos que, como se mostró, vivían en un estado de pobreza y miseria que no
escapaba a ningún contemporáneo. Pero la desocupación, generó un dramatismo
novedoso, ya que se produjeron situaciones angustiosas, y se volvió más frecuente que
trabajadores violaron la propiedad burguesa en búsqueda de alimento. Como veremos
en el capítulo 4, el Estado debió cambiar sus prácticas a fin de contener a la clase
dominada en este nuevo contexto. La otra consecuencia, el abandono del terruño.
86
Capítulo III
Detrás de la crisis: inversiones de capital, mecanización y desocupación en
Entre Ríos, 1928-1943.
Introducción
1. La magnitud de la desocupación.
213
Semanario Unión Sindical, Órgano de la Unión Sindical Argentina, Buenos Aires, 15/05/1938.
87
Todo análisis sobre la desocupación debería responder dos preguntas. La primera
de orden cuantitativo: “¿Cuántos eran los desocupados?” La segunda de orden
cualitativo: “¿Qué fracciones de la clase obrera son las afectadas?”
En 1932, se levantó el primer censo de desocupados de la Argentina a fin de dar
cuenta de cuál era el alcance del problema. El censo presentó déficits en la metodología
del relevamiento (se dejó a los propios desocupados auto-relevarse, auxiliados por
algunas personas que quisieron servir de censistas).214 Además los criterios censales no
discriminaban el trabajo estacional, sino, la ocupación o no al momento del censo.
Tanto fuentes contemporáneas como historiadores actuales consideran que el censo por
la metodología aludida presenta distorsiones que tienden a subestimar el número de
trabajadores desocupados.215
Solo para ejemplificar, a modo de las posibles distorsiones, exponemos algunos
casos. En Concepción del Uruguay, el Censo nacional contabiliza 1.089 desocupados,
mientras que la Unión Obrera Departamental releva un total de 1.505 desocupados. Es
decir, casi un 50% más que los computados en el censo estatal. 216 Sin embargo, la
contrastación con otros censos a veces arroja el resultado inverso: en la ciudad de
Victoria, la municipalidad local realizó un censo de desocupados. El resultado fue de
280 obreros sin ocupación, el censo nacional le había asignado 1.260. En Gualeguay el
comisario local había realizado un censo que arrojaba la cifra de 600 desocupados,
mientras el censo nacional computaba 939 obreros sin trabajo.217 Creemos que es
probable que los censos locales, organizados por la Policía o por la municipalidad
tuvieran problemas metodológicos similares a los del censo nacional, lo que explicaría
214
Al respecto de las fichas censales y circulares informativas decía: “Asimismo, estableció dicho decreto
[se refiere a la ley 11.590 que autorizaba el censo] que estas circulares informativas debían entregarse
personalmente a los presuntos desocupados o, según los casos, a los dueños, inquilinos principales,
gerentes de establecimientos, encargados o cualquier otra persona a cuyo cargo o bajo cuya vigilancia se
encontrase los locales (...) el Departamento Nacional de Trabajo requirió la colaboración, no tan sólo de
las personas que se encontraran sin ocupación, sino de cuantos ciudadanos estuviesen en condiciones de
aportar datos acerca de la existencia de desocupados. Por ello, al pie de la circular [que informaba el
funcionamiento del Censo] se dejó espacio suficiente para que los interesados indicar el número de
desocupados que habitaban en el mismo domicilio, hotel, pensión, etc., o concurrían al establecimiento de
modo habitual….” La cursiva es nuestra. Cfr.: Ministerio del Interior. Departamento Nacional del
Trabajo, Figueroa, José: La desocupación en la Argentina: 1932, Buenos Aires, Departamento Nacional
de Trabajo, 1933, pp. 10 y 14. También se puede consultar a Girbal-Blacha, Noemi: “La Junta Nacional
para Combatir la Desocupación. Tradición y modernización socioeconómica en la Argentina de los años
treinta” en Estudios del Trabajo, Nº25, enero-febrero, Buenos Aires, 2003.
215
Periódico El Entre Ríos, Colón, 03/12/1932; Ascolani, Adrián: El sindicalismo rural en la Argentina,
Bernal, Universidad Nacional de Quilmes, 2009, p. 138 y Girbal-Blacha, Op. cit. Iñigo Carrera, siguiendo
la opinión de los socialistas en los debates parlamentarios, dice que la desocupación real era del 18,76%
en todo el país. Ver: Iñigo Carrera, La Otra estrategia…Op.cit., pp. 2 y 136.
216
Los Principios, 08/04/1932. El Entre Ríos, 12/04/1932.
217
Diario La Acción, Paraná, 09/07/1932. El Debate, 31/03/1932. Cfr.: Figuerola, Op. cit., pp. 55 y 53.
88
estas variaciones en los resultados (además que el carácter estacional del empleo,
generaba de por sí una gran variación por lo que estos distintos censos no resultan
estrictamente comparables).
El censo identificaba las profesiones afectadas por la desocupación. Desde nuestro
ángulo teórico, advertimos que la mayoría de las profesiones afectadas corresponden a
la capa de obreros denominada como “Infantería ligera”. Por esto es que al referirse a la
desocupación decía, el diario Del Pueblo, cercano a la UCR de Colón:
“En todo el país existe una cantidad regular de personas que podríamos llamar los
desocupados `crónicos´. (…) Se da el caso, sin embargo, que si uno necesita un buen
obrero, es difícil que lo halle. Lo que abunda es el hombre que no tiene ningún oficio y
que se ofrece para trabajos más livianos posibles, el hombre típico que manifiesta
invariablemente que `saber hacer cualquier cosa´ y luego resulta que no sabe hacer
nada. [¿]A que se debe este exceso de personas sin arte ni parte en nuestro país?...”218
El resultado del primer censo de desocupados para Entre Ríos fue de 20.230
trabajadores sin trabajo, lo cual parece, una cifra por lo menos conservadora. El censo
divide a los desocupados en cuatro categorías: desocupados permanentes,
circunstanciales, parciales y de temporada. La composición era: 4.664 trabajadores
permanentes, 7.927 desocupados por la crisis, 4.314 desocupados parciales y por
último, unos 3.325 trabajadores temporales.219 Estos datos nos muestran que la gran
mayoría de los desocupados no pertenecen al grupo de los casi ocho mil desocupados
“circunstanciales”, sino a las otras formas de desocupación. Más significativas son estas
cifras cuando nos acercamos a las ocupaciones que fueron afectadas por la
desocupación. En primer lugar, los peones y jornaleros que sumaban 6.538 trabajadores,
divididos en dos grupos: de ocupación permanente con 4.346 desocupados y con
ocupación transitoria, con 2.192 desocupados. Le seguía otro grupo, los trabajadores
vinculados a la ganadería y a la agricultura. Se destacan dos subgrupos en particular, los
peones de campo con 2.066 trabajadores y los peones de granja, con 2.765 obreros.
Todo este gran agrupamiento pertenece a la misma fracción y capa, que son los
trabajadores descalificados rurales. Sólo ellos suman 11.369, es decir más de la mitad
de los desocupados de la provincia. El siguiente grupo, son los trabajadores de
albañilería, con 1.011 obreros y unos 444 peones albañiles, nuevamente, una porción de
la infantería ligera ocupada en aquella actividad.
218
Diario Del Pueblo, 25/05/1939.
219
Figuerola, Op. cit., pp. 52-55.
89
Para el año 1940, la desocupación obrera seguía al orden del día, y se informaba
que a la par de las medidas tomadas por el Estado –obra pública especialmente- aún se
mantenían sin ocupación unos 10.000 jornaleros, la causa de esta desocupación radicaba
en los trastornos ocasionados por la Segunda Guerra mundial y las lluvias
persistentes.220La desocupación persistía y distintos factores coyuntura eran señalados
como los causales. En 1942, el Boletín del Departamento del Trabajo provincial se
refería al “problema de la desocupación”, como un hecho asociado al fin de la guerra.221
Cuando la Dirección de Estadística Social de la Revolución del 4 de junio solicitó
a los interventores de Entre Ríos datos referentes a los desocupados, estos informaron
que había por lo menos 15.800 desocupados en la provincia y que en las ciudades era
dónde más se sentía la falta de trabajo. Los motivos –según los funcionarios- no eran
novedosos para nuestro análisis: las sequías, la falta de diversificación agrícola-
industrial, falta de obra pública, el mal estado de los caminos y la escases de
combustibles. Un ítem aparte se merece el hecho de que muchos patrones rurales habían
despedido a sus peones por la aplicación del Estatuto del Peón, en octubre de
1944.222Llegado al año 1946, Héctor Maya, primer gobernador peronista en su discurso
de juramento ante las Cámaras legislativas, no pudo más que afirmar:
“En nuestras ciudades, especialmente en sus suburbios, vive una población pauperizada
que no tiene donde trabajar, en su gran mayoría, la mitad de los días hábiles del año y
que, muchas veces, debe buscar transitoriamente su sustento en otras provincias,
viéndose obligada abandonar material y moralmente sus familias con los graves
problemas sociales consiguiente. Obedece esto a la escasez de trabajo”223
Esta opinión no era exclusiva de Maya, sino que era compartida por buena parte
del arco político, sindical y del periodismo entrerriano: desocupación o éxodo parecían
las únicas alternativas, sin embargo, el Estado, también tomó cartas en el asunto para
tratar de atenuar un proceso que no se detuvo, porque el origen de la desocupación
excedía su voluntad intervencionista.
220
Ministerio del Interior. Departamento Nacional del Trabajo, La desocupación en la Argentina: 1940,
Buenos Aires, Departamento Nacional de Trabajo, 1940, p. 38.
221
Provincia de Entre Ríos. Boletín del Departamento de Trabajo, Paraná, marzo de 1942, p.1. En
adelante: BDT
222
República Argentina. Dirección de Estadística Social: Investigaciones Sociales, 1943-1945, Buenos
Aires, 1946, p. 86.
223
Maya, Héctor: Mensaje del Gobernador de Entre Ríos al prestar juramento ante la Asamblea
Legislativa, 22 de mayo de 1946, Paraná, Imprenta de la Provincia, 1946, p. 8.
90
2-La causa estructural de la desocupación: El caso de Entre Ríos.
En Julio de 1918, la revista Caras y Caretas publicó las palabras del Ingeniero
Gambarele, encargado de los talleres navales de la ciudad de Paraná: “Con un solo
hombre y en un día se hace un trabajo que antes requería por lo menos tres empleados y
tres o cuatro días.”224 Palabras elocuentes que avalan nuestra hipótesis central: el
proceso de desocupación comenzó antes que la crisis económica del año 1929 y, su
origen se vincula con la llegada del régimen de moderna manufactura y gran industria a
diferentes ramas de la producción. En Entre Ríos, como en casi toda la pampa húmeda,
el proceso de mecanización de las tareas se presentaba de forma desigual. Trabajos
como la trilla o la faena en las fábricas de conservas, eran propias del régimen de
moderna manufactura, en tanto, una pequeña zapatería –la media de todas las
zapaterías- aún mantenía los procesos de trabajo en los primeros pasos de la
cooperación simple.
Hasta este momento histórico, cada vez que un obrero era reemplazado por una
máquina, el trabajador se movía hacia otra rama de la producción. Así, estos obreros
desempleados por los avances tecnológicos eran incorporados a otras ramas que, o
estaban en plena expansión, o bien aún no habían comenzado las grandes inversiones de
capital constante. Pero a mediados de la década del `20 el proceso de mecanización se
acelera. No hablamos entonces de la desocupación estacional, sino de una nueva etapa
de expulsión de la población de ramas enteras de la producción. Se trata de una
desocupación de tipo estructural, que da lugar a la constitución de una población obrera
sobrante permanente. No es un dato menor que hayan sido justamente los militantes
obreros los primeros en reconocer el origen de la desocupación en la mecanización,
incluso jerarquizarla como la principal causa, entre otros factores concomitantes. Un
dirigente de la Unión Obrera Departamental de Uruguay decía:
91
3.1-La mecanización de las tareas agropecuarias.
226
Barsky & Gelman, Op.cit., pp. 177-194.
227
Ibídem: 241. Sartelli, Eduardo: Los años veinte en la economía argentina: Cambios y transformaciones
agrarias en la crisis del mercado mundial, presentada en 1ras. Jornadas de Historia Económica del Río de
la Plata, Montevideo 3 y 4 de junio, 1995. Reedición electrónica.
228
Semanario CGT, Buenos Aires, 31/08/1934.
92
Cuadro Nº10. Evolución cuantitativa de las maquinarias para actividades
agro-pecuarias en la provincia de Entre Ríos, 1909-1947.
1909 1914 1937 1947
Arados 23.639 35.741 58.346 57.881
Camiones, chatitas y coches 3.037 ---- 3.922 ----
Carros y carretas 9.619 30.634 33.976 ----
Cosechadoras 89 43 2.453 3.367
Desgranadoras 4.141 7.608 13.335 14.744
Enfardadoras ---- ---- 666 801
Espigadoras 1.400 4.179 3.071 2.877
Máquina esquiladora 139 395 370 1.086
Rastras 17.968 24.334 88.640 132.288
Segadora atadora ---- 5.601 8.943 6.709
Segadoras 4.449 1.727 ---- 10.179
Sembradoras 2.620 6.035 19.641 19.409
Tractores ---- ---- 2.604 3.015
Trilladoras 480 936 1.174 595
Fuentes: República Argentina. Censo Agropecuario Nacional, la ganadería y la agricultura en 1908: La Ganadería,
Buenos Aires, Talleres de Publicaciones de la Oficina Meteorológica, 1909. Vol. I, p. 413. República Argentina. Tercer
Censo Nacional, Tomo V, Explotaciones Agropecuarias, Buenos Aires, Talleres Gráficos L. J. Rosso y Cía, 1919, p. 585.
Ministerio de Agricultura. Censo nacional agropecuario: 1937, Buenos Aires, Guillermo Kraft Ltda., 1940, p. 189.
República Argentina. Ministerio de Asuntos técnicos del Estado, Dir. Gen. Del Serv. Est. Nacional, IV Censo General de
la Nación: Censo Agropecuario de 1947, Tomo II, Buenos Aires, Dirección Nacional del Servicio Estadístico, 1947, pp.
486-491.
“…[el] problema que se les plantea a los obreros agrícolas es el del tractor y la cosechadora,
para las faenas primitivas del trigo, que absorbían gran cantidad de obreros, la atadora y la
espigadora resultaron ser un trastorno, eliminando muchos brazos, privándolos del sustento
diario, hoy, con la introducción del poderoso tractor y la cosechadora de granos, especialmente
la última, que corta trilla y entrega el grano listo para embolsar y ser llevado a la estación,
eliminando alrededor de veinticinco obreros cada una, es de prever las consecuencias que traerá
su generalización -y concluía visionariamente- La crisis se avecina y se hará sentir antes de lo
que muchos suponen (…) Son problemas que residen en la propia estructura de la sociedad
capitalista, en sus mismas entrañas, y de naturaleza tal que no pueden ser abolidas sino junto
con el mismos que los genera…”229
229
Semanario Bandera Proletaria, Órgano de la Unión Sindical Argentina, Buenos Aires, 05/10/1929.
93
Estas palabras fueron escritas unos quince días antes del crack de Wall Street, sin
embargo, como señala el autor de la nota, la consecuencia social más característica, la
desocupación, había comenzado mucho antes. Veamos primero las dos maquinarias
mencionadas por el periódico sindical, el tractor y la cosechadora. El tractor, hizo su
aparición con fuerza después de 1930.230Conseguir un tractor para la familia chacarera
significaba varias cosas, pero tres ventajas se vislumbran: por un lado, la posibilidad de
arar la misma superficie sin bueyes, reducir el tiempo contratación y el pago de peones,
y por última, la posibilidad de ampliar la producción agregando las antiguas tierras para
el pastoreo de los animales de labranza que ya no eran necesarios.231
Sin embargo, la principal transformación que imprimió la llegada del tractor fue
un ataque al tiempo de trabajo en que se realizaba la preparación de la tierra. El
Ingeniero Eduardo Raña, calculó a principio del siglo XX, el uso de un arado en Entre
Ríos en casi cien días al año. Con la aparición del arado asociado al tractor esos tiempos
se habrá reducido considerablemente. Hacia 1937 alcanzaban los 647 arados para
tractores.232
La maquinaria rural más importante que se adoptó fue la cosechadora. Las
antiguas trilladoras, fueron desplazadas –aunque no del todo como se ve en el cuadro-
por modernas máquinas cosechadoras. Estas, en un comienzo eran tiradas por caballos y
luego lo serían por tractores, hasta que llegaron a ser automáticas. Las cosechadoras
modificaron las partes más importantes del proceso productivo cerealero, la cosecha y la
trilla.233Como recordaba David Gorskin, antiguo colono de la Jewish Colonization:
230
Ortiz, Ricardo: Historia económica de la Argentina: 1850-1930, Buenos Aires, Ediciones Pampa y
Cielo, 1964, Tomo 2, p. 72. Sartelli, Eduardo, “Ríos de oro y gigantes de acero. Tecnología y clases
sociales en la región pampeana”, en Revista Razón y Revolución nro. 3, invierno de 1997, pp. 13-14,
reedición electrónica.
231
Parece que en algunas regiones de la provincia, en los momentos más profundos de la crisis, se
abandono su uso por los costos del combustible y ante la posibilidad de alguna rotura. Ver: El Debate,
Gualeguay, 31/01/1933.
232
Raña, Op.cit., 116. Ministerio de Agricultura. Censo nacional agropecuario: 1937, Buenos Aires,
Guillermo Kraft Ltda., 1940, p. 191.
233
Gallay, Omar: Esperanzas, corazón y tierra: Narrativa histórica de la Colonia San Cipriano, C. del
Uruguay, E. /A., 2008, pp. 40-41.
234
Gorskin, David: Reflejos Entrerrianos, Rosario, Entre Ríos, 1973, Tomo I, p. 123.
94
Otro relato relacionado al mundo chacarero recordaba la disminución de los
trabajadores con la adopción de las cosechadoras:
235
Guiffrey, Carlos: Villa Elisa: Segunda gesta colonizadora regional (1880-1940), Colón, Birkat
Elohym, 2005, p. 98.
236
El Entre Ríos, 21/02/1929.
237
Censo Agrícola de 1937…Op. cit., p. 195. En este censo se corrobora lo que la estadística provincial
relevaba, existen más cosechadoras que trilladoras: 1.445 trilladoras.
238
Entre Ríos. Ministerio de Gobierno. Dirección General de Estadística, Síntesis estadística: Año: 1930,
Paraná, Imprenta Oficial, 1931, p. 43. Censo Agrícola de 1937…Op. cit., p. 195. República Argentina.
95
Por fuera de las actividades agrícolas centrales, podemos mencionar el cultivo del
arroz y la producción citrícola. El cultivo del arroz comenzó a presentarse con fuerza a
partir de los primeros años de la década de 1930, lo que podía ser un refugio para los
desocupados, pero pronto alcanzó los niveles productivos de los otros cultivos. Esta
actividad comenzó como cooperación simple, donde jornaleros zafreros, se internaban
en los arrozales con la hoz en la mano para cosechar, apilando la cosecha sobre las
taipas –ondulación artificial sobre el terreno, necesarias para contener los niveles del
agua- y luego en un carro o trineo se levantaba la cosecha y se llevaba a la trilladora
instalada en un lugar alto y firme.
En un campo de 300 hectáreas en el departamento de Gualeguay se llegó a ocupar
unos 200 trabajadores que cosechaban a hoz.239Al parecer, los primeros trabajadores
fueron traídos desde Corrientes, porque contaban con la experiencia. Sin embargo, a los
pocos años, cuando se pudo disponer de más agua gracias a bombas subterráneas y se
ampliaron las superficies, se desplazó buena parte de la mano de obra, adaptaron las
cosechadoras con ruedas de goma y más tarde, con orugas, así se evitaba el
estancamiento por el suelo fangoso.240
Luego de cosechado, el proceso pasaba al “secadero”, donde se vertía la cosecha
sobre grandes encerados, y se los dejaba secar al sol y al viento. Más tarde también se
mejoró con el uso de secaderos mecánicos, con hornos a leña que optimizaban el
rendimiento y claro, simplificaban el proceso de trabajo eliminando etapas que
ocupaban a obreros que repartían con ayuda de una pala los granos. 241 La agricultura
arrocera, que podría haber sido refugio de los desocupados de la agricultura triguera,
terminó en una nueva expulsión del sistema productivo, porque pronto alcanzó un alto
grado de mecanización.
La actividad citrícola de los departamentos de Concordia y Federación, que fue
pensada en buena medida como un reemplazo de la producción cerealera, era alcanzada
por la mecanización en las tareas posteriores como la calificación de la fruta. Un
periódico de Concordia informaba en 1931 que en esa ciudad se había instalado un
sistema de embalaje de frutas en un galpón de 850 metros cuadrados con máquinas
Ministerio de Asuntos técnicos del Estado, Dir. Gen. Del Serv. Est. Nacional, IV Censo General de la
Nación: Censo Agropecuario de 1947, Tomos I y II, Buenos Aires, Dirección Nacional del Servicio
Estadístico, 1947, pp. 487, 490
239
El Diario, 07/05/1934.
240
Poy Costa, Antonio: Problemas actuales de mecánica agrícola en la República Argentina, Buenos
Aires, Imprenta de la Universidad, 1940, p. 11.
241
Guiffrey, Op. cit., pp. 86-87.
96
norteamericanas clasificadoras de frutas, igual a las “Packinghouse”. El sistema según
se informaba era sencillo pero efectivo: Al llegar el camión con la producción desde los
naranjales, se colocaban las frutas en la cinta y los obreros quitaban las que tenían
rasgos visibles de defectos por forma y color, luego, las frutas en buen estado
continuaban por la cinta “clasificadora”:
“Esta cinta conduce las mandarinas por una serie de trampas accionadas por balanzas
delicadas, de modo que una fruta de deseado tamaño, al pasar por la balanza
correspondiente, deprime por su propio peso el brazo de la misma, lo que le permite
caer en la trampa para ser distribuida en seguida a su respectivo recipiente. De esta
manera y arreglando de antemano las balanzas en escala descendente se puede efectuar
la clasificación de una partida de fruta en cuantos tipos distintos se quiera desde los
pesados que caen en la primera trampa, sucesivamente hasta los más livianos. Cojinetes
de goma y tejidos elásticos asegura la protección de la fruta y evitan caídas o
movimientos violentos.”242
“Estas maravillosas máquinas que tratan la fruta con más suavidad que la mano del
hombre al mismo tiempo que la clasificación más exactitud que el ojo humano, traban
con una rapidez superior a la de cualquier obrero por hábil que se sea; así que el
fruticultor no sólo puede realizar el despacho de su cosecha en menos tiempo que antes,
sino también aumentar, por la uniformidad de su clasificación y embalaje, su valor
comercial.”243
242
Periódico El Litoral, Concordia, 22/05/1931.
243
El Entre Ríos, 07/04/1931.
244
El Entre Ríos, 11/08/1945.
97
una nueva, ya que el tiempo corría y se debía esquilar toda la lana entre octubre y
noviembre.
A partir del centenario las cosas comenzaron a cambiar. La disminución de los
stocks de lanares, ayudó a la retracción de la cantidad de peones puesteros y jornaleros
esquiladores. Esta disminución del empleo en el sector fundado en la retracción de stock
se agravó con la introducción de máquinas esquiladoras. Se calculaba que cada obrero
por día, con estas máquinas realizaba la esquila de 70 ovejas. Alegaban los hacendados
que el trabajo era más descansado, por lo cual los obreros podían soportar mejor
jornadas de entre diez y doce horas, tampoco perdían tiempo en afilar las tijeras, como
sucedía en el sistema manual. Para los estancieros representaba un adelanto porque la
tarea era más fácil de aprender y en solo una semana el obrero usaba correctamente la
máquina, incluso si nunca había esquilado con el sistema de tijeras manuales. Entre
otros beneficios que se contaban para el capitalista es el ruido que producía la máquina,
dificultando la charla y los obreros estaban obligados a concentrarse en el trabajo.245
Toda la vigilancia del trabajo era realizaba por un capataz que recorría la playa
dónde estaban ubicadas las ovejas. Un obrero agarrador alcanzaba el ovino al esquilador
que, con la máquina en una mano, realizaba los cortes de la lana al ras, mientras con la
otra sujetaba el animal. El único obrero especializado era el encargado del motor a
combustión interna que generaba la energía para las máquinas. Un estudio presentado
por la Comisión de Ganadería del Uruguay señalaba que la reducción del personal era
del orden del 57%, según sus cálculos basados en una encuesta nacional. Agregaba que
si los esquiladores eran buenos este porcentaje podía aumentar porque menos obreros
realizaban, gracias a las máquinas, el mismo trabajo. Por otro lado, se destacaba la
ocupación de mujeres en la esquila mecanizada.246 La llegada del régimen de moderna
manufactura a la esquila ayudó a liquidar los puestos de trabajo de los jornaleros.
245
República Oriental del Uruguay. Comisión de Ganadería, Ramos Montero, Alfredo: La esquila con
máquina: Resultados que ha producido en el país, Montevideo, Talleres Barreiro, 1910, pp. 15-24, 39.
246
Barcón Olesa, José: El estado de Entre Ríos. Álbum gráfico y exposición sintética de sus elementos de
progreso, Paraná, S/E, 1912, p.30. República Oriental del Uruguay. Op. cit. Curiosamente en estos
cálculos se asignan unas 80 ovejas por jornada a 0,03 ctvs. Es decir, muy cercano al pago al occidente del
Uruguay. Lo que se puede suponer facilitaría la migración de obreros de aquella margen a esta como
sucedía con los saladeros y fábricas de extractos de carnes.
98
En el caso de las manufacturas urbanas, el proceso de cambio productivo que
Entre Ríos transitó se caracterizó por una embestida doble: por el cambio del proceso de
trabajo, en algunas ramas manufactureras autóctonas; y por el desarrollo de la gran
industria en otras provincias o países, que provocarán la ruina de las manufacturas
entrerrianas por su menor productividad. En ambos casos, la consecuencia será la
apertura de un proceso de desocupación estructural. Trataremos de mostrar los efectos
en algunas de las producciones más importantes. Comenzaremos por la actividad de las
fábricas de conservas. En esta rama de la producción se dio el paso de la manufactura a
la manufactura moderna.247 La aparición de las máquinas en algunos puntos neurálgicos
del proceso de trabajo comenzó a imponer ritmos más acelerados y uniformes, pero aún,
persiste el trabajador calificado y semi-calificado como articulador final del proceso
productivo.
Las fábricas de conservas, como se dijo en el capítulo anterior, eran las industrias
más grandes de la provincia. El trabajo de las fábricas de conservas y extracto de carne
siempre fue estacional. Pasaba de ocupar miles obreros en las faenas, a unos cientos de
trabajadores permanentes que estaban encargados de mantenimiento, faenas menores de
yeguarizos, ovinos o en la preparación de las latas para el próximo año. Recuerda un
obrero que trabajó allí desde 1914, con apenas 7 años:
“…si entraban 1.400 animales por la mañana, para la tarde ya estarían enlatados (…)
Todo se hacía aquí. Tenía enormes calderas que usaban carbón de piedra y en ocasiones
leña, generadores de energía eléctrica con turbinas a vapor, bombas de agua, gasógenos,
compresores para cámaras frías y fábrica de hielo, fábrica de latas, cajones, cascos de
madera, talleres mecánicos, de electricidad, fundición, carpintería y hojalatería, fábrica
de clavos y de llavecitas abrelatas. Grandes muelles con guinches de vapor y eléctrico;
una red ferrovial para zorras a tracción a sangre, cuadrillas de limpieza y movimientos
de cargas, estibadores, etc.”248
247
Existe un debate abierto hace unos años en torno a la caracterización de la industria de la carne como
estudio de caso, en la cual, se discutía si se trataba de “taylorismo” (Mirta Lobato) o “fordismo” (Adolfo
Dorfman). El debate se cerraba en sí mismo, en cuanto, cada uno ofrecía elementos que no terminaban de
ser del todo convincentes, a saber: Fordismo y taylorismo se refieren a formas que asumió la moderna
manufactura o la gran industria, donde elementos generales –por ejemplo, la cinta transportadora para
uno, la organización empresarial para el otro- eran las formas manifiestas de aquellos procesos de
trabajos, y no determinantes. Ver: Dorfman, Adolfo: “Taylorismo y fordimos en la industria argentina de
los `30 y `40” en Realidad Económica, nº 132, Buenos Aires, 1995. GCA: “Taylorismo, fordismo y
posfordismo en la Argentina: ¿la consolidación Del régimen de gran industria?”, Investigación, em Razón
y Revolución, nro. 4, otoño de 1998, reedición electrónica. También, para conocer el proceso de trabajo,
no podemos dejar pasar el texto de Tarditti, un estudio pormenorizado sobre aquella rama, aunque
específicamente sobre el proceso dentro de los frigoríficos, que eran diferentes con la “fábrica de extracto
de carne” que era un trabajo completamente manufacturero. Ver Tarditi, Roberto: “Los frigoríficos
¿Manufacturas o fábrica?”, Documento de Trabajo nº 52, PIMSA, Buenos Aires, 2005.
248
Rodríguez, José Luis: Vivencias, Concepción del Uruguay, Talleres Yusti, 1988, p. 36.
99
Desde 1924, las condiciones objetivas de la producción en la Fábrica Liebig,
comenzaron a cambiar. En aquel año, se instaló una noria, que regulaba el movimiento
de los vacunos enganchados, así se lograba una mayor explotación del tiempo
productivo de cada operario. La instalación constaba de una noria principal por dónde
corría la media res. Luego, se repartía hacia otras dos norias, una por dónde circulaban
colgadas las cabezas, y por otra las vísceras. Braverman, en su clásico sobre las
transformaciones de los procesos de trabajo, señaló que la primera industria donde se
incluyó la cinta de transporte fue en la industria de la carne norteamericana que, por el
grado de división del trabajo alcanzado, obligó a los capitalistas a buscar formas de
transporte más racionales, que articulaban el trabajo de todos los obreros parciales.
Opinión compartida para el caso argentino por Adolfo Dorfman.249
También se utilizó a partir de aquellos años una máquina que quitaba el cuero al
animal antes de ser cortado en dos, y que era manejada por un solo obrero. La
consecuencia fue la desaparición de los cuereadores, y parte de las tareas accesorias
desarrolladas por los peones descalificados ocupados en el transporte. Había comenzado
una nueva fase de la manufactura moderna. En 1927, uno de los medios de prensa local
bajo el título “Se necesitan obreros” decía:
“Obreros sin trabajo: Debido a que en Fábrica Colón se emplea este año un número
menor de trabajadores que en las faenas de los anteriores, existe en nuestra ciudad un
249
Cfr.: Braverman, Harry: Trabajo y capital monopolista, México D.F., Ed. Nuestro Tiempo, 1987,
pp.102, 246. Dorfman, op. cit., pp. 90 y ss.
250
Diario Del Pueblo, Colón, 05/07/1927.
100
crecido número de obreros desocupados, que en su mayor parte son personas de otras
partes que han venido al iniciarse las tareas del establecimiento, creyendo encontrar
fácilmente trabajo, como ha ocurrido hasta el año anterior. La reducción de obreros en
las tareas de Liebig se debe a que las maquinarias del establecimiento han sido
aumentadas con otras modernas, que hacen mayor trabajo con menos personal. Por esta
causa actualmente no se trabaja de noche, como en los años anteriores.”251
“Se nos había dado, anoche, una información desasosegante para nuestros círculos
proletarios. Según ella, la Compañía Liebig´s habría despedido a centenares de obreros,
haciéndose ascender ese número a una cifra alarmante. Nos informamos, hoy, que
solamente habían quedado 400 obreros sin trabajo, y se nos explicó que la disminución
producida obedecía al hecho de haberse puesto en funcionamiento las máquinas para el
envasado de 6 libras, las cuales exigen un menor número de operarios (…) Sería
sensible que, en los actuales momentos, se confirmaran otras versiones graves sobre las
labores de esa Compañía, de cuya veracidad no es posible informarse pero a las cuales
no conviene aún darles importancia.”252
251
El Entre Ríos, 24/01/1929.
252
El Entre Ríos, 24/06/1941.
101
cual se pegaba la etiqueta del producto. En esta sección se instaló una máquina que vino
a hacer la misma tarea más rápido y con menos personal.253
Llegada la Segunda Guerra Mundial, ante la dificultad para conseguir piedras de
carbón, se tuvieron que transformar los motores generadores de electricidad, para ser
alimentados con fuel oil nacional. Esto liquidó el trabajo de los obreros “descargadores”
o carboneros, que no vieron la mecanización de su trabajo, sino su reemplazo de plano
por un sistema alternativo de combustible más eficiente. También hubo que cambiar las
latas donde se envasaba el producto por “latas sanitarias” que, en vez de ser soldabas
con estaño, eran pegadas. La adaptación a las nuevas latas impuso cambios en el taller
de latería, donde estas eran manufacturadas. Rodríguez habla de cambios en la playa de
faena, pero no especifica cuáles, aunque se puede tratar de los ya mencionados en el
proceso de cuereado.254
El impulso mecanicista de la segunda mitad de los años `20s alcanzó a la mayoría
de las manufacturas de carne de la provincia. En septiembre de 1927, se informó que el
frigorífico Gualeguay había adquirido a través de una fábrica en Bradford, Inglaterra,
maquinarias por un valor de 30.000 libras esterlinas.255 El mismo año, el Frigorífico
Gualeguaychú compró equipos para derretir en seco que eliminaban parte de los olores
de la producción y permitían aprovechar los sub-productos. También compraron
motores eléctricos para las norias instaladas en el sector grasería y matanza.256En 1938,
la compañía Saladeril de Concordia comenzó su pasaje a la producción frigorífica, para
lo cual se ordenó la construcción de nuevos galpones, techados para las cámaras.257
Otra de las industrias que continuaba su proceso de mecanización fue la
fabricación de harina. La molienda de trigo fue una de las primeras actividades en
alcanzar el régimen de gran industria.258Así y todo, no dejaba de impactar a los
contemporáneos su tremendo y continuo avance. En 1927, el diario La Juventud daba
cuenta del crecimiento del molino Lucienville, de Basavilbaso: se trataba de un
complejo industrial que combinaba una usina eléctrica que le daba energía al molino
253
Barreto, Ignacio: Liebig´s: fábrica y pueblo, C. del Uruguay, Artes Graficas Yuste, 2003, pp. 131-132.
Rodríguez, Op. cit., p. 39.
254
Rodríguez, Op. cit., p. 60.
255
Diario del Pueblo, 13/09/1927.
256
Ferrari de Bértora, Ángela & Bortairy de Rébori, Rene: “Antecedentes de fundación del Frigorífico
Gualeguaychú S.A.”, trabajo premiado en el concurso: “Historia Viva de Gualeguaychú”, Gualeguaychú,
1987, pp.46-47. Un dato es que, al momento de presentar los pliegos de condiciones de compras de las
maquinarias, se presentaron, una norteamericana y una inglesa. Se eligió a la última por la disponibilidad
de libras esterlinas por parte del directorio del Frigorífico.
257
El Tiempo, Paraná, 31/05/1938.
258
Kornblihtt, Juan: Crítica al marxismo liberal, Buenos Aires, RyR Ediciones, 2008, p. 97.
102
harinero, el cual además, brindaba harina para una fábrica de fideos que estaba asociada
a este. Entre las máquinas modernas que esta industria poseía, se destaca una que
cargaba automáticamente las bolsas con harina, siendo dos los obreros encargados de
colocar las bolsas en la boca que dispensaba la harina y abriendo una palanca de la que
se descargaba la medida de la bolsa.259 Esto había modificado el proceso de envasado de
la harina reduciendo el tiempo y los obreros necesarios para aquella operación.
259
La Juventud, C. del Uruguay, 09/08/1927.
260
Diario del Pueblo, Colón, 24/01/1932.
261
El Diario, 04/04/1928.
262
El Despertar, C. del Uruguay, Enero de 1936. Mayúsculas en el original.
103
rumbo al régimen de gran industria. La simplificación del trabajo fue producida por la
adopción de este nuevo sistema que prescindía de oficios y miles de peones. Asimismo,
la arquitectura racionalista, eliminó buena parte de los oficios vinculados a la
ornamentación del edificio.263Tampoco hay que olvidar la aparición de la mezcladora de
cemento. También en diferentes localidades abrían fábricas de ladrillos mecanizadas:
“Dentro de pocos días, nuestra ciudad contará con una importante fábrica de ladrillos la
que será montada con todas las maquinarias modernas que sean necesarias para la
elaboración de este importante materia de contracción –agregaba que los patrones- están
dispuestos a no omitir esfuerzos hasta obtener un material de primera clase que pueda
competir en precios y calidad con los que actualmente se elaboran. No hay duda alguna
que la elaboración de los ladrillos con maquinarias modernas ha de mejorar este
material de construcción y en consecuencia será un elemento más que facilitará el
progreso…”264
263
Iñigo Carrera, Op. cit., pp. 75-76.
264
Diario Del Pueblo, 20/08/1927.
265
Harari, Ianina: “Tracción a sangre: Proceso de trabajo y clase obrera en la industria del carruaje” en
Revista Razón y Revolución, Nº 15, Buenos Aires, 1ºer semestre de 2006, pp. 134-136.
266
Para 1947 existirán en la provincia de Entre Ríos, 229 talleres mecánicos para automóviles, ómnibus y
camiones, que ocupaban a 102 empleados y 591 obreros, junto a 871 caballos fuerza instalados, a la par
que aún persistían 152 talleres constructores de carros, con 4 empleados y 106 obreros, y una cantidad de
812HP instalados, Cfr.: República Argentina. Ministerio de Asuntos técnicos del Estado, Dir. Gen. Del
Serv. Est. Nacional, IV Censo General de la Nación: Censo Industrial de 1947, Tomo III, Buenos Aires,
Dirección Nacional del Servicio Estadístico, 1952, pp. 152, 154.
104
en franca desaparición y, con ella, la otrora vigorosa fracción de hacheros y carboneros.
Los 43 establecimientos que existían ocupaban a penas 266 obreros y 4 empleados.
También se mantenían 35 obrajes abiertos, con 18 empleados y 336 obreros. Fueron
desplazados y su actividad destruida frente a las capacidades energéticas de los nuevos
combustibles.267
En las zapaterías, uno de los cambios esenciales se venía dando desde mediados
de la década de 1920 fue el vulcanizado. Este era un método de fabricación nuevo que
permitía la unión de la suela con el resto del calzado a través de un sistema mecánico, y
por el cual se eliminaban unos 30 obreros. Con sólo dos operarios se podían hacer hasta
dos mil pares en ocho horas de trabajo. Al parecer el vulcanizado comenzó a surgir en
nuestra provincia al mismo tiempo que en el resto del país. 268 Sin embargo, el retroceso
se produjo en la provincia por la competencia, ya que el desarrollo de la rama se estaba
dando en Buenos Aires, que exportaría su producción a Entre Ríos. De este modo, la
producción local ocupó un lugar cada vez más marginal. Los zapateros entrerrianos se
quedarían sólo con la reparación del calzado. A diferencia de las actividades anteriores,
en el calzado se producía la extinción de la producción local por su atraso tecnológico,
más que una transformación productiva de envergadura que la mantuviera en la
competencia nacional.
Las cigarrerías fueron del tipo de industrias que se vieron afectadas por la
competencia a escala local y nacional. En 1934, el diario El Debate de Gualeguay, con
el título de “Nacionalismo y trabajo” decía:
“No hemos de reeditar las consabidas protestas contra el desarrollo del maquinismo,
causante de la desocupación de grandes masas de trabajadores. Ese desarrollo parece un
hecho fatal, o poco menos, dentro de la organización económica y del progreso técnico
de la industria moderna; pero es también evidente que sin necesidad de recurrir a
medidas violentas para evitar la suplantación del trabajo humano por la labor de la
máquina, los perniciosos efectos del fenómeno se atenuarían si en las fábricas se apelara
a la máquina únicamente cuando su empleo es indispensable. De esa suerte, el despido
de obreros, por no ser necesarios sus servicios, sería menos frecuente y no se crearía las
legiones de desocupados sino en proporción mucho más reducida que la que se verifica
ahora. Creemos conveniente recordar que si la falta de trabajo para los obreros
industriales se debe en gran parte a la depresión económica actual, que ha obligado a
tantas y tantas fábricas a cerrar sus puertas, y a otras a reducir su producción, no ha de
267
Cfr.: República Argentina, Tercer Censo Nacional, Tomo IV, Población, Buenos Aires, Talleres
Gráficos L. J. Rosso y Cía, 1917, pp. 237-238. IV Censo General de la Nación: Censo Industrial de
1947…Op. cit., pp. 123, 125, 114.
268
Kabat, Marina: Del taller a la fábrica, Buenos Aires, Ediciones RyR, 2005, p. 155. Periódico El
Pueblo, Villa San José, 18/10/1926.
105
ser menor la parte que corresponde al perfeccionamiento de la maquinaria, que permite
mantener, con menos obreros, un nivel dado de rendimiento.”
Y luego, objetaba:
“En nuestro país, que no es un país industrial y cuyas industrias, excepto las básicas,
entran en la categoría de industrias protegidas, los fabricantes no se ven presionados por
la necesidad de abaratar la producción; por eso es doblemente lamentable la presteza
con que, seducidos por la perspectiva de ganancias mayores, muchos de ellos recurren a
la máquina, dejando sin trabajo, por lo tanto, a una porción más o menos numerosa de
su antiguo personal. Más no todos proceden así, afortunadamente; hay quien ha
comprendido que debe obrar como estrechamente solidario con sus obreros, y así
prefiere aminorar los beneficios probables de su industria, y mantiene el trabajo manual,
no por espíritu de rutina y resistencia al progreso, sino porque entiende hacer obra de
verdadero nacionalismo, el evitar en los posible, que aumente el número de
desocupados.”
“El industrial que en estos momentos da tal ejemplo, don Fernando Sanjurjo, conocido
hombre de negocios, bien merece que su nombre sea propuesto a la consideración
pública. En su gran fábrica de cigarrillos, se practica todavía el empaquetamiento a
mano, que da ocupación a centenares de obreras –son todas mujeres quienes trabajan en
esa sección. Utilizando máquinas de empaquetar, como lo hacen otros fabricantes, el
señor Sanjurjo obtendría una economía importante; pero sus obreros quedarían sin
trabajo. Ha preferido que merme el beneficio. Señalamos esta conducta como un
ejemplo sobre el cual podrían meditar un poco los industriales del país.”269
3.4-Acelerar el transporte.
269
El Debate, Gualeguay, 22/01/1934.
106
“Un factor importantísimo que a diario se introduce en la vida del campo,
empobreciéndola, es la maquinaria. Los primero en palpar sus efectos son los
conductores. Estos trabajadores, que se han dedicado toda la vida a transportar el cereal
a los puntos de concentración, estaciones de ferrocarril, etc., se ven ahora desplazadas
de ese medio de vida por el camión, que al gran poder de desplazamiento la velocidad,
aventajando en mucho al primitivo carro. Los trabajadores de esta rama, tendrán que
contemplar forzosamente esa situación, tratando de poner a tono a la época, pues
pretender oponerse al progreso de la maquinaria sería una aberración, además de
resultar inútil todo esfuerzo en tal sentido…”270
270
Bandera Proletaria, 05/10/1929.
271
Censo Agrícola de 1937…Op. cit., p. 206.
272
Guiffrey, Op.cit., p.132. Este autor, presenta una lista de carreros que se ocupaban en la región interna
del departamento Colón, destacando algunos de ellos convertidos en camioneros.
273
Ortea, Adriana: Memorias Obreras de La Liebig, Pueblo Liebig, Ed. De la Autora, 2012, p.52.
Gorskin, Op. cit., T.I, pp.79-81. Barreto, Op.cit., pp. 42, 128.
274
Repossini, José: Los elevadores de granos en la República Argentina, Buenos Aires, “La Ingeniería”,
Órgano Oficial del Centro de ingenieros, 1936, pp. 7-9. En este punto coincidimos con Ascolani en que el
elevador no tuvo, por lo menos para Entre Ríos de este período, una difusión tan extensa, aunque eso no
significó que no existiera desocupación para los trabajadores de los puertos en los cuales fueron
instalados (Diamante y C. del Uruguay).
107
referencias sobre las consecuencias en diarios gremiales, por ejemplo, en 1932, El
Despertar, se refería a los elevadores en un artículo llamado “La máquina triunfa, y la
miseria esclavizará más aún”:
“Posiblemente, para el año 1933, en los Puertos de Uruguay, Diamante y Santa Fe, las
casas cerealistas habrán construido esa enorme red de elevadores, los cuales suplantarán
a miles de trabajadores de la estiba. No puede ser más grave el problema de la
desocupación para el gremio portuario en este caso y a esa enorme falange de
desocupados, harapientos y llenos de miseria que existe, se sumarán otros miles más del
gremio de la estiva.”275
“El gobierno, para `amenguar la desocupación´ según sus declaraciones, acaba de votar
la suma de 200 millones de pesos, para construir en todos los puertos del país, una vasta
red de elevadores de granos. En el puerto de Diamante, se debe de construir, para
`amenguar´ la desocupación un elevador de 20 mil toneladas –y agregaban- Si se tiene
en cuenta, que en este, como en otros puertos sin elevadores, un barco de 7 mil
toneladas, con 40 hombres a bordo y 130 en tierra se lo carga en 8 días más o menos, y
que el elevador con la alluda (Sic) de 3 hombres solamente, al mismo barco lo carga en
12 horas, fácil es comprender en que `buena´ forma el gobierno se propone `amenguar´
la desocupación.”276
108
decadencia del propio comercio, que va muriendo lentamente, y se hallan en la
necesidad de emigrar buscando nuevos horizontes, esto no es una simple profecía, ya
que en todas las estaciones que hasta ayer fueron progresistas y donde se notaba intensa
actividad, hoy se puede ver la mayor miseria y tanto los trabajadores como el comercio
deben de huir corriendo por estos males.”277
Los cálculos presentados pueden ser pauta efectiva de los perjuicios que los
elevadores significaron para los obreros ocupados, y la preocupación enunciada es
muestra que los elevadores atacaban los puestos de trabajos, lo que era claramente
reconocido por las organizaciones sindicales. Incluso, el gobernador Mihura en 1942
informó al Ministro del Interior que la falta de bolsas para envase sumado a los silos
que se recomendaba construir eliminaba “la mano de obra del transporte, clasificación y
removido, que ocupan de ordinario una apreciable cantidad de obreros”.278
277
El Despertar, enero de 1936.
278
Boletín del Departamento del Trabajo de Entre Ríos, enero de 1943, pp. 19-20.
109
Capítulo IV
Caravanas de hombres marchaban: El éxodo obrero en Entre Ríos.
1925-1943.
José Peter,
Dirigente comunista del sindicato de la carne.279
Introducción
279
Peter, José: Crónicas proletarias, Buenos Aires, Esfera, 1968, p. 10.
110
proceso de migración, quéclases o fracciones fueron las más afectadas por el proceso de
expulsión, los motivos y una posible periodización.
También para el estudio de la historia particular de la provincia de Entre Ríos, es
de destacar su distribución poblacional particular. A diferencia de la mayoría de las
provincias argentinas, esta provincia mesopotámica tiene una gran distribución
poblacional a lo largo y ancho del territorio. No se destaca ninguna ciudad en particular,
sino las “cuatro grandes”: Concordia, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú, sobre
la costa del río Uruguay y, Paraná, en la costa opuesta, sobre el río homónimo. Mientras
en casi todas las provincias, las capitales sobre salen por su vida política y económica,
en Entre Ríos, la ciudad de Paraná, concentra la administración pública mientras que las
otras tres ciudades mencionadas actúan como focos del poder económico y político.
Esto tiene múltiples consecuencias, para anticipar un ejemplo que trataremos luego, en
una provincia que su población no está concentrada y que tiene una tendencia secular a
la emigración la organización sindical adquiere ribetes particulares.
280
República Argentina. Primer Censo de la República Argentina, verificado en los días 15, 16 y 17 de
1869, Buenos Aires, Imprenta El Porvenir, 1872, pp. 152-153.
281
Bialet Massé, Juan, [1905]: Informe sobre el estado de la clase obrera, Buenos Aires, Hyspamerica
Ediciones, 1985, T. I, p. 153.
282
Recchini de Lattes, Zulma & Lattes, Alfredo: Migraciones en la Argentina, Buenos Aires, EIDT, 1969,
pp. 128-129.
111
la mayoría de los casos- volvía a sus lugares de origen a ocuparse en sus tareas o
mantenerse desocupados hasta el próximo ciclo de cosecha o faena.283
El proceso de expulsión, diferente a la migración estacional, comenzó en la
década del centenario, pero se profundizó en la década de 1920. Es significativo que en
1914 el presidente de la Comisión encargada de relevar el Tercer Censo nacional,
Alberto Martínez, señalaba a Entre Ríos como una provincia de emigración:
112
afuera equivalían al 16% de sus habitantes, es decir, había aumentado en un 3,7% la
expulsión.287
Hay que agregar que los censos –de los cuales se valieron Lattes y Recchini de
Lattes para su informe- indican solo a los nacidos en la provincia y censados fuera de
ella. Por lo cual, todos los inmigrantes ultramarinos -que eran el 17,04% de la población
en Entre Ríos de 1914 y el 5,29% para 1947- que se hubieran asentado en esta provincia
y luego hubieran sido expulsados quedan fuera del cálculo de la población expulsada de
aquella provincia, aunque hubieran vivido muchos años en esta.288
La provincia de Entre Ríos tiene una temprana expulsión de personas. La clase
social a la que masivamente pertenecen son obreros, aunque el peso de la pequeña
burguesía rural no debería ser subestimado como trataremos de demostrar a
continuación.
2-Los caminos.
287
Una cifra menor, la ofrece Pio Isaac Monteagudo, trabajando con datos del Cuarto censo nacional,
aunque sin referenciar páginas. En su caso señala que la población entrerriana para aquel censo era de
787.362 habitantes –número oficial vertido por aquel censo- mientras fuera de la provincia habitaban
76.648 entrerrianos, basado en el total de entrerrianos censados en el país. Ver: Monteagudo, Pio Isaac:
Migraciones internas en la Argentina y utopías revolucionarias de Lisandro de la Torre, Buenos Aires,
Com. Nac. De Homenaje a Lisandro de la Torre, 1956, p. 55.
288
Ver: República Argentina, Tercer Censo Nacional, Tomo I…Op. cit., p.202. República Argentina,
Ministerio de Asuntos técnicos, IV Censo General de la Nación, Censo Poblacional, Tomo I…Op. cit., p.
LXIII.
289
Sin dudas esta hipótesis se merece un estudio en sí mismo, pero es viable que dado que el proceso de
expropiación no se concreta en un cien por cien de una vez, es posible que el abandono de la chacra se
deba a su inviabilidad en términos productivos, sin que signifique su pérdida, aunque deje de ser su
principal medio de vida. La realidad del agro-pampeano se puede consultar en: Barsky, Osvaldo &
Gelman, Jorge: Historia del agro argentino, Buenos Aires, Mondadori, 2005. Cap. VIII. Y Sartelli,
Eduardo (Dir.): Patrones en la ruta, Buenos Aires, Ediciones RyR, 2008.
113
Veinte años después, el cuarto censo nacional informaba que, 434.029 entrerrianos
vivían en la ciudad (56%) contra los 342.251 que aún permanecían en el campo.290
Con las fuentes disponibles no es posible identificar con certeza cuáles fueron los
principales departamentos o localidades que expulsaron población. Esta pregunta no
puede hoy ser respondida con los datos disponibles.291 Para poder realizar el cálculo
sería necesario sumar los nacimientos, la inmigración y la población establecida, para
luego descontar las defunciones, así tendríamos el cálculo de cuantos se han ido. Otro
método, más sencillo, para el cual tampoco tenemos la información necesaria, sería
revisar los orígenes de las poblaciones de otras provincias o naciones y descontar a los
nacidos en la provincia de estudio.292 Este método, es deficitario en dos sentidos, en
primera instancia porque sería una tarea titánica conocer a través de las partidas de
nacimiento, a los que se movilizaron internamente, o sea, dentro de la misma provincia
ya que los censos no reflejan los movimientos internos. El segundo problema que brota
de este método es el de los habitantes que no han nacido en la provincia, que han vivido
un tiempo en ella y luego han vuelto a migrar. En una provincia como Entre Ríos, con
grandes contingentes de migrantes transatlánticos, es más que probable que haya
pobladores que vivieron un tiempo en ella para luego volver migrar.293
290
Entre Ríos. Ministerio de Gobierno. Dirección General de Estadística, Síntesis estadística: año 1927,
Paraná, Imprenta Oficial, 1928. S/N. República Argentina, IV Censo General de la Nación, Censo
Poblacional, Tomo I…Op. cit., p. LXIX.
291
En efecto, existe una gran dificultad en el método de medición por la disponibilidad de fuentes. Ciro
Cardoso muestra la dificultad de utilizar métodos europeos para el estudio de las migraciones en América,
donde la migración y la permanente movilidad de las poblaciones. Por ellos, se nos coloca frente a una
situación dinámica que contrasta con los estudios clásicos sobre migración para los países donde el
capitalismo comenzó a desarrollarse. Por otro lado, la utilización de fuentes como las actas parroquiales o
censos municipales permitían establecer patrones de movilidad, mientras en los estudios de sociedades de
migrantes trasatlánticos es dificultosa. Ver: Cardoso, Ciro & Pérez Brignoli Héctor: Los métodos de la
historia, Barcelona, Crítica, 1984, p. 101. También recomendamos: Y García Abad, Rocío: “Un estado
de la cuestión de las teorías de las migraciones”, Historia Contemporánea 26, Universidad del País
Vasco, 2003.
292
Martínez, Úrsula & Gómez García, Juan: “¿Cómo medir los flujos migratorios?” en Papers, Barcelona,
Nº66, 2002.
293
El caso del socialista Enrique Dickmann, nacido en Lituania, vivió en ER y luego migró a BA, es un
caso conocido de estos. Pero la colectividad judía, a la que Dickmann pertenecía en un sentido laxo,
puede ser un ejemplo paradigmático de poblaciones que volvieron a migrar luego del viaje transatlántico.
Ver: Dickmann, Enrique: Recuerdos de un Militante Socialista, Buenos Aires, La Vanguardia, 1949, pp.
17-51.
114
Cuadro Nº11, Evolución demográfica y urbana/rural, 1914-1947.
Departamento 1914 1947
Urbano Rural Total Urbano Rural Total
Pobl. % Pobl. % Pobl. % Pobl. % Pobl.
Colón 10.744 43,5% 13.921 56,5% 24.665 22.062 53,5% 19.123 46,5% 41.185
Concordia 22.577 54,8% 18.557 45,2% 41.134 61.371 70,7% 25.395 29,3% 86.766
Diamante 6.662 33,9% 12.965 66,1% 19.627 16.571 47,8% 18.076 52,2% 34.647
Federación 4.347 26,7% 11.892 73,3% 16.239 17.076 51,9 15.788 49,1% 32.864
Feliciano 1.974 21,8% 7.074 78,2 9.048 7.643 44,2% 9.611 55,3% 17.254
Gualeguay 12.646 44% 16.030 56% 28.676 26.122 61.2% 16.531 38,8% 42.653
Gualeguaychú 22.267 47,8% 24.238 52,2% 46.505 44.193 52,9% 39.307 47,1% 83.500
La Paz 5.504 20,8% 20.833 79,2% 26.337 25.598 43,6% 33.072 56,4% 58.670
Nogoyá 3.637 13,3% 23.523 86,7% 27.160 15.826 33,8% 30.973 66,2% 46.799
Paraná 34.346 47,8% 36.332 52,2% 71.848 99.451 67,1% 48.655 32,9% 148.106
Tala 4.183 23,4% 13.654 76,6% 17.837 12.768 41,4% 18.014 58,6% 30.782
Uruguay 15.748 38,7% 24.878 61,3% 40.626 37.315 52% 34.380 48% 71.695
Victoria 12.618 51,3% 11.961 48,7% 24.579 17.711 50,9% 17.061 49,1% 34.772
Villaguay 7.066 22,7% 24.026 77,3% 31.092 17.607 30,5% 40.062 69,5% 57.669
Total provincial 164.319 38,6% 261.054 61,4% 425.373 421.314 53,5% 366.048 46,5% 787.362
% Medio 35% 65% 50,1% 49,9%
Fuentes: República Argentina, Tercer Censo Nacional,Tomo II, Población, Buenos Aires, Talleres Gráficos L. J. Rosso y Cía, 1916,
pp.238-249. Ministerio de Asuntos técnicos, IV Censo General de la Nación, Censo Poblacional, Tomo I, Dirección del Servicio
Estadístico, Buenos Aires, 1949, p. 232.
Nota: Los valores fueron redondeados, para evitar los decimales.
115
Con respecto a los departamentos con la mayor población rural, se destacan
algunas, como es el caso de Villaguay, Tala y La Paz. Si se observa con más atención,
se verá que Diamante, Nogoyá, Tala y Victoria, todos departamentos de la región sur-
oeste de la provincia son también los que menos crecimiento poblacional han tenido, a
los que tendríamos que sumar Gualeguay, para completar aquella región, lindante con el
río Paraná y las provincias de Santa Fe y Buenos Aires.295 Surge así la pregunta
respecto a la posibilidad de que sean los departamentos que mantenían mayor población
rural los que más población perdieron.296
Esta posibilidad surge de la comparación con los departamentos en los cuales la
población urbana creció y parecería que lo hizo en detrimento del campo, aunque, está
claro que las ciudades no alcanzaron a contener esa mano de obra sobrante. Algunos
casos particulares, como son Gualeguay o La Paz tienen por común la existencia de
explotaciones industriales vinculadas específicamente a la industria de la carne, lo que
brindaba alguna forma de contención estacional de la mano de obra. Si cruzamos esta
hipótesis con los datos del censo de desocupados realizado en 1939 para el gobernador
Mihura, vemos que los departamentos donde más se destacó la participación de las
comisiones Pro-desocupados fueron justamente aquellos que parecen los más afectados
por la desocupación: Gualeguay, Victoria, Diamante, Nogoyá.Incluso, se muestra que
los departamentos no guardan una relación estricta entre mayor población y mayor
desocupación. Casos de departamentos como Victoria o Gualeguay tienen más
desocupados que Concordia o Gualeguaychú, que casi duplican su población.297
Lo aquí aportado son solo indicios útiles para construir la hipótesis, pero la misma
no puede ser testeada por ausencia de la información necesaria a tal efecto.
295
Y dicho sea de paso, departamentos cerealeros por excelencia, por lo tanto, dónde más debe haber
penetrado la mecanización de las tareas rurales favoreciendo la desocupación, y de los cuales, el único
que guardaba algún grado de industrialización urbana era Gualeguay. Los que explicaría por qué es el
único que tiene mayoría de población urbana.
296
Cabe señalar que la migración por escalas agrega complejidad al problema. Entendiendo por migración
por escalas, los migrantes que al momento de censar se encuentran fuera de su lugar de origen sin que
este sea su lugar definitivo. Ver: Ravenstein, E.G.: “The Laws of Migration”, Journal of the Statistical
Society, Londres, 1885, p. 186. .
297
Mihura, Enrique. Mensaje del Gobernador de la provincia de Entre Ríos Dr. Enrique Mihura al
iniciarse el 82º periodo ordinario de sesiones de la Honorable Legislatura. Julio 1941, Paraná, Imprenta
de la Provincia, 1940, p. 8.
116
3. El proceso en marcha.
“La terrible depresión económica que se deja sentir desde 1930, y que persiste, aunque
con menor intensidad, provocó, entre sus diversas derivaciones, un movimiento
migratorio acentuado, aumento en forma extraordinaria la desocupación y los linyeras
se vieron cruzar en todas direcciones. Las gentes, en busca de mejoramiento para su
situación o en procura de trabajo, evolucionaban de un lado a otro. La necesidad impuso
andanzas y adioses y se entreveraron los oficios (…) hubo activas evoluciones internas
y corrientes que se proyectaron fuera de los límites provinciales. Trabajadores, y hasta
familias enteras, abandonaban su pago con el anhelo de ver mejorada su suerte. Muchos
campesinos buscaron refugio en las ciudades, mientras de los suburbios de las ciudades
caravanas de hombres marchaban al campo…”298
Este recorte guarda en buena medida una impresión realista de los cambios
demográficos que historiamos en estas páginas. La fecha citada, marca la casi insoluble
relación entre la crisis, la desocupación y la migración. También habla de las
direcciones tomadas y las clases afectadas. Como se verá a continuación, el éxodo
afectó a dos grupos sociales: por un lado, amplias fracciones de la clase obrera, en
especial, al proletariado rural, con un fuerte peso de la infantería ligera del capital, y
por otro, a las fracciones más empobrecidas de la pequeña burguesía rural y al semi-
proletariado con tierra, que habitaba en las colonias agrícolas y pequeñas propiedades
rurales, mal llamados “campesinos” por el medio citado.
Las formas en las que una clase y la otra concretaron el éxodo muestran
diferencias. Mientras los obreros parecen migrar solos en un principio, los trabajadores
con tierra y los chacareros lo hicieron con toda su familia. Decía al respecto de los
obreros el órgano de la Federación Libertaria Argentina: “DIAMANTE. Existe gran
desocupación por causa del fracaso de dos cosechas en la Provincia de Entre Ríos. La
mayor parte de los compañeros han debido emigrar a la zona maicera para poder
encontrar trabajo.”299Mientras, relatos como el siguiente se suceden en buena parte de
los periódicos locales provinciales, hablando de los chacareros empobrecidos:
298
Periódico El Tiempo, Paraná, 12/03/1938.
299
Acción Libertaria, Órgano de la Federación Libertaria Argentina, Buenos Aires, abril de 1936.
Mayúscula en el original.
117
“Cuadro de miseria. Días pasados tuvimos la dolorosa oportunidad de observar la
presencia de una familia compuesta por los padres y cuatro hijos, que se trasladaban a
pié en dirección a esta ciudad, de la que se encontraban a pocos kilómetros (...) El
aspecto de miseria de los infortunados caminantes nos conmovió hondamente. Sus
rostros denotaban hambre y sus cuerpos, apenas cubiertos por unas pocas y rotosas
ropas, ponían de manifiesto la enorme tragedia que pesaba sobre sus destinos. Para
completar el cuadro desgarrador de esa familia, la madre llevada en brazos un niño de
meses quien amamantaba mientras seguía su camino.
Cuadros como este abundan en nuestra provincia y en el país en general (…) El pueblo
que sufre demasiado cruel y seguramente sin culpa ninguna, tiene derecho a que se le
atienda. Si se le desconoce ese derecho, puede muy bien llegar el día que se canse y,
entonces, las consecuencias de su reacción podrían ser muy perjudiciales.”300
118
palabras se refería el Ingeniero Eduardo Raña en 1903 a las relaciones sociales que se
desarrollaban en las colonias agrarias entrerrianas:
Durante la década del `20, los buenos precios de los cereales y las
transformaciones tecnológicas facilitaron el acceso a las cosechadoras (“corta-trilla”) a
los tractores y a otros nuevos implementos como se explicó más arriba. Por este motivo,
buena parte de las relaciones sociales que se habían desarrollado con el estadio
tecnológico anterior se transformaron. El chacarero que pudo hacer las inversiones
correctamente, que logró arrendar campos y ampliar la superficie para sembrar,
prosperó. Pero aquellos que su economía era más sensible a los cambios, que
complementaban sus ingresos con la venta de su propia fuerza de trabajo o vivían en un
estado de endeudamiento tal que no les permitía acumular capital, cayeron bajo el peso
de las deudas que consumían sus ganancias. Finalmente, la competencia capitalista
realizó la tarea de limpieza de los capitales menos eficientes. Se siguieron las quiebras,
las hipotecas y con ellas la pérdida de los campos, las migraciones y la proletarización
de miles.302 Todos efectos de las crisis capitalistas. Como era informado por El Diario
en febrero de 1934 al respecto de los “Colonos sin tierra”, tal era el título:
“Informaciones que llegan del interior de la Provincia, dan como evidente lo penosa que
resulta la situación de algunos colonos que, obligados a desocupar determinadas
extensiones de tierra cuyo alquiler no han podido pagar por factores ajenos a su buen
deseo (…) Se trata de gente apta en su mayoría para las faenas agrícolas. A ellas se han
consagrado durante años y si una sucesión de fracasos los ha puesto en situación de no
poder proseguir en sus labores no es seguramente por una determinación caprichosa,
301
Raña, op. cit., p. 153.
302
Esta explicación la hemos desarrollado con mayor amplitud en mi tesis de Licenciatura en Historia,
“Trabajo, sudor y Sangre: Génesis y transformaciones de la clase obra vinculada al desarrollo agrario y
manufacturero en Entre Ríos, 1858-1946”, defendida en Febrero de 2013, en la Facultad de
Humanidades, Artes y Ciencias sociales de la Universidad Autónoma de Entre Ríos.
119
sino porque las circunstancias adversar, se han sucedido hasta agotar el caudal de
resistencia de que podían disponer en capital y en fuerzas…”-terminaba la nota en un
tono de justificar la acción de los bancos, pero reclamando una intervención: “Es
indudable que las instituciones bancarias que han ido dando crédito a estas empresas o
pueden echar indefinidamente sobre sí responsabilidades que por ser individuales solo
pueden compartir en casos de excepción, pero acaso haya para la masa verdaderamente
útil que se ve afectada por estas responsabilidad, algún recurso extraordinario a emplear
que salve al colono de su momentáneo fracaso y lo coloque en condiciones de reanudar
sus faenas, siquiera sea para evitar que emigre o ambule sin trabajo…”303
Los lamentos de la pequeña burguesía rural se hicieron escuchar más fuerte en las
bocas de los dirigentes radicales que gobernaron la provincia desde la ley Sáenz Peña
hasta el golpe de 1943. Bernardino Horne,304que llegó a ser Ministro de Hacienda y
diputado escribió:
“Las mejores colonias, como las de Chajarí y San José no encontraban expansión,
debiendo muchos hijos de esos colonos extranjeros, que cimentaron nuestro progreso,
trasladarse a otras regiones y aun abandonar la provincia, para encontrar tierras donde
trabajar, haciéndolo como arrendatarios en casi todos los casos.”305
“Ningún hombre –y el campesino menos aún que otros- abandona su propio ambiente,
el de su nacimiento y formación espiritual, ni cambia la ocupación en que tiene
experiencia, por puro gusto y caprichosamente, si no cuando ese también no le es
propicio y encuentra más alicientes en otro. La causa de la despoblación rural es, pues,
necesario buscarla en el campo y es allí donde debemos poner remedio al mal (…) Las
explotaciones extensivas, reclaman relativamente poca mano de obra permanente y aun
los trabajos estables, en general, no son bien retribuidos; en cambio, ellos requieren
grandes contingentes de obreros estacional y periódicamente, y estos trabajos son mejor
remunerados. Las explotaciones intensivas, a la inversa, emplean más personal estable y
menos estacional. El problema de la población campesina gira alrededor de este
hecho…”306
La opinión del ex gobernador, el solo hecho de que el más alto funcionario del
Estado provincial haya reparado en la situación de los migrantes, posee un valor en sí
303
El Diario, Paraná, 20/02/1934.
304
Bernardino Horne, fue un verdadero intelectual orgánico de la pequeña burguesía rural, ver: Lázzaro,
Silvia: “Bernardino Horne: política, legalidad y resignificación de la cuestión social agraria” en Graciano,
Osvaldo & Gutiérrez, Talía: El Agro en cuestión, Buenos Aires, Ed. Prometeo, 2006.
305
Horne, Bernardino: Nuestro problema agrario, Buenos Aires, Librería y Editorial “La facultad”, 1937,
p. 15.
306
Laurencena, Eduardo: Debemos salvar nuestras industrias rurales, Santa Fe, Talleres Colmegna,
Edición del Autor, 1949, p. 158. La cursiva es nuestra.
120
mismo. Más fundamentada parecía la opinión vertida por el Departamento provincial
del Trabajo:
“El campo se despuebla. Los motivos del problema son muchos. Introducción de la
máquina en diversas labores agrarias, la pérdida de sus lotes de muchas familias de
deudores hipotecarios vencidos por los malos años, la atracción irresistible de las
ciudades con sus placeres superficiales y confort generalizado, la propaganda
estimulante de diarios y radiotelefonía alrededor de los menores hechos ocurridos en las
ciudades, la legislación social de privilegio para el trabajador urbano, la llegada al país
de fuertes masas de inmigrantes sin oficio, residuos de viejos burgos europeos, etc.(…)
El amontonamiento de gente desconcertada y desalentada en las puertas de las ciudades,
sin la costumbre ni condiciones para vivir en las urbes há creado a nuestros gobernantes
el serio problema de una desocupación atípica, claramente artificial en este país
ubérrimo (...) El campesino llegado a la ciudad en busca de trabajo pronto se convierte
en un vencido por su inexperiencia y falta de adaptación a la dura realidad de las noches
sin techo y los días sin pan.”307
Lo cierto es que más allá de las perspectivas de vida en las ciudades (factor de
atracción), lo que primó fue la falta de prosperidad de la actividad agrícola de los
colonos (factores de expulsión).308 En muchos casos los factores de expulsión y
atracción operan en forma simultánea: por ejemplo, en 1932, se daba cuenta de que
algunos colonos de Federación estaban por migrar a Brasil, dónde se les prometía un
mejor futuro, por lo que abandonaban sus campos hipotecados.309 Este proceso fue
acelerado por el propio Estado a través de las entidades bancarias que hipotecaban
campos y desalojaban aquellos que no pudieran pagar sus créditos.
En 1940 el órgano comunista La Hora, informaba el desalojo de más de
doscientos colonos desalojados en Villaguay, sobre los cuales intercedió la Sociedad
Rural de Gualeguay y otras instituciones agrarias solicitando una revisión de la
decisión.310Un cuadro similar presentaba La Juventud de Concepción del Uruguay que
hablaba de centenares de familias que no tenían tierra donde establecerse luego que los
desalojos terminaran de consumarse: “Se trata en consecuencia de un problema social
307
Boletín del Departamento provincial del Trabajo, Año I, Núm. 2, Paraná, Febrero de 1940.
308
En este sentido, creemos que primó la idea clásica de las teorías de las migraciones de Ravenstein,
quién señaló en la migración por motivos económicos la principal causa. Ver: Ravenstein, Op. cit., pp.
198-99. Entendemos que no todas las migraciones se deben a motivos de orden económico, hay que
pensar en las persecuciones políticas, por étnicas y otras para comprender que la migración se nutre de
diferentes fuentes. Por ello, el ángulo planteado por Lee quien enumera cuatro factores que priman a la
hora de migrar –cuestiones personales, factores de origen, factores de destino y obstáculos para alcanzar
el destino- deben ser considerados para la construcción de un modelo analítico y de investigación. Ver:
Everett Lee: “A Theory of Migration”, Demography, Vol. 3, No. 1, 1966, pp. 47-57.
309
Periódico El Entre Ríos, Colón, 06/09/1932.
310
Diario La Hora, Órgano del Partido Comunista, Buenos Aires, 08/05/1940.
121
de gran trascendencia, cuya solución interesa a todos porque sus consecuencias han de
pesar no solamente sobre los afectados sino sobre la producción y el comercio…”311
Años más tarde, el proceso migratorio se mantenía visible:
“El fracaso de la actual cosecha ha ahondado en forma muy sensible el mal estado
reinante entre la población rural, que viene manifestándose desde hace varios años
como consecuencia de la permanente desvalorización de los productos agrícolas y de la
serie de inconvenientes de todo orden (…) En esa forma, y como consecuencia lógica
del proceso de desgaste que se ha venido operando, las reservas del poblador rural están
agotadas. Los que tuvieron algo lo han hipotecado o vendido, y los que apenas contaban
con su capacidad personal han perdido el crédito por no haber podido satisfacer las
obligaciones contraídas (…) Sin perspectivas de mejoramiento, ya que por el contrario,
todo hace suponer que las consecuencias del desastre serán mayores por la indudable
pérdida de la cosecha [de] maíz, cuya suerte ya está desgraciadamente echada, la
población rural se halla atribulada frente el porvenir y mucha parte de ella por toda
solución abandona el campo y se encamina a las ciudades, creyendo encontrar en ellas
la tabla de salvación, es decir, el trabajo que les ofrezca la seguridad de la subsistencia
material, aunque esta tenga que mantenerse en las más precarias condiciones.
La emigración a que nos referimos no solo no ofrecerá las soluciones anheladas sino
que creará nuevas dificultades a la población urbana, no solamente por abultar
demasiado el eterno problema de la desocupación obrera, sino porque las ciudades no
pueden ofrecer las comodidades necesarias a un núcleo demasiado crecido de gentes
que llegan a su seno sin recursos y hasta sin los elementos propicios de uso personal.”312
La noticia refleja el estado de la época, donde los factores coyunturales (la pérdida
de las cosechas) se entremezclan con otros como son las deudas acarreadas por malos
años, la desocupación persistente y la falta de capacidad de las ciudades de ordenar a los
recién llegados en tareas productivas.En el caso entrerriano, para muchos el proceso
migratorio continuó fuera de la provincia, se trataría del campo al pueblo, del pueblo a
la ciudad. La ciudad se encontraba en otro espacio administrativo diferente a la
provincia en cuestión, como con admirable percepción, había declarado el ingeniero
Ricardo Ortiz:
“En la misma medida en que el proceso de evasión del campo cobraba densidad, estos
pueblos y pequeñas ciudades se hallaban prontamente saturados de mano de obra; pero
el ferrocarril ponía al alcance fácil de ciudades más favorecidas y entonces el
movimiento continuaba y se detenía allí donde podían hallarse ciertas condiciones de
estabilidad”313
311
La Juventud, 07/02/1942.
312
La Juventud, 13/01/1945.
313
Ortiz, Ricardo: Historia económica de la Argentina: 1850-1930, Buenos Aires, Ediciones Pampa y
Cielo, 1964, T. II, p. 177. Primera edición 1955.
122
De tal manera se produce la migración en escala de la que hemos hablado antes.
El destino definitivo y la promesa de estabilidad, estaba fuera de la provincia, o eso
parecía.
Si entre la pequeña burguesía rural y los trabajadores con tierra operó un proceso
de proletarización acelerado por las innovaciones tecnológicas, la depresión de los
precios, la pérdida de las cosechas, sobre la clase obrera, otra era la consecuencia. Los
obreros entrerrianos, cada vez en mayor número pasan a engrosar la sobrepoblación
obrera. La emigración es la vía por la cual estos trabajadores, sobrantes para el capital –
al menos en el ámbito provincia- buscan reinsertarse en el proceso productivo en otros
territorios.
Las migraciones obreras que nos ocupan, comenzaron en el preludio de la gran
crisis económica de 1929. Estas migraciones, a diferencia de los movimientos
poblacionales anteriores, están empujadas por una desocupación estructural (no
intermitente. Hasta ese momento, como se dijo más atrás, la migración de los obreros
entrerrianos trataba de un proceso estacional:
314
El Tiempo, 12/03/1938.
123
el periodista. Lo cierto es que el movimiento aún, para muchos, distaba de haber
finalizado. Uno de estos migrantes ha dejado un rico relato de aquel momento que
marcó a una parte de la clase trabajadora. Nos referimos al relato de José Peter,
dirigente comunista del sindicato de la carne. Originario de Estación Lazo, a pocos
kilómetros de Gualeguay, donde su familia poseía una pequeña chacra. Peter, en su
relato muestra que era obrero temporario al no poder subsistir de la producción de esta
chacra como sus padres. Luego de un tiempo como obrero transitorio en diferentes
ramas de la producción, decidió marcharse poco antes de la mitad de la década de 1920:
“En Zárate nos relacionamos con algunos obreros de mi provincia, quienes nos
facilitaron albergue y ayuda hasta que nos ubicáramos y encontráramos trabajo. Nos
hicieron dar crédito en el bolichito de la villa Angus…”317
315
Peter, op. cit., pp. 14-15.
316
Ver: Reyes, Cipriano: Yo hice el 17 de octubre, Buenos Aires, CEAL, 1984, T. I, pp. 64-66
317
Peter, op. cit., p. 19.
124
Aquí la solidaridad de otros comprovincianos sirvió como carta de entrada y el
desarrollo de una vida que continuó fuera de Entre Ríos. 318 Existen otros casos
particulares, de conocidos entrerrianos, obreros que debieron irse. José Font, más
conocido como “Facón Grande”, uno de los personajes centrales de los sucesos de la
Patagonia trágica, hacía décadas se había mudado a la Patagonia en búsqueda de
trabajo.319Augusto Vandor, ícono de lo peor de la burocracia sindical peronista, era
originario de la pequeña localidad de Bovril, en el interior entrerriano. Había migrado
en los años cuarenta.320Otro referente gremial, Ángel Borda, dirigente anarquista de la
Federación Obrera Comarcal Entrerriana y uno de los fundadores de la Federación
Libertaria Argentina, quién migró a Buenos Aires a principio de la década de 1940,
después de años de luchas sindicales y el fracaso de la Comarcal. 321 Otros casos de
migraciones asociadas a la búsqueda de un espacio de militancia, como era el caso de
Antonio Aguilar, migrante de principio de los treinta a Buenos Aires, originario de
Gualeguaychú, destacado miembro de la Seccional de la Federación Obrera Marítima
(FOM) y luego secretario administrativo de aquella durante el periodo 1945-1947,
previo a la unificación en el Sindicato de Obrero Marítimo Unidos (SOMU).322
También el militante comunista Marcos Kanner, originario de Concepción del
Uruguay.323 Como resulta lógico, fueron miles los emigrados anónimos de los cuales no
sabemos más que lo dicho por los medios periodísticos o las estadísticas, en el mejor de
los casos.
La reconstrucción histórica muestra que cuando la desocupación comenzó hacerse
notar, los medios periodísticos burgueses, bregaron por la migración. Nótese la
318
En este caso parece que funcionan claramente aquello que Massey denominó “Redes migratorias”, es
decir: “…conjuntos de vínculos interpersonales que conectan a migrantes, antiguos migrantes y no
migrantes en su área de origen y de destino a través de los lazos de parentesco, amistad y comunidad de
origen compartida. Se sostiene como hipótesis que la existencia de estos lazos aumentan la verosimilitud
de la emigración al bajar los costes, elevar los beneficios y mitigar los riesgos del movimiento
internacional. Las conexiones de la red constituyen una forma útil de capital social que la gente utiliza
para acceder al empleo de extranjeros y a salarios altos”, en: Massey, Douglas y Otros: “Una evaluación
de la teoría de la migración internacional: el caso de América del Norte”, en Malgesini, Graciela
(comp): Cruzando fronteras. Migraciones en el sistema mundial, Madrid, Icaria-Fundación Hogar del
Empleado, 1998, p. 229.
319
Bayer, Osvaldo: La Patagonia rebelde, Buenos Aires, Editorial La Página, 2009, Tomo I. Tarcus,
Horacio: Diccionario biográfico de la izquierda argentina, Buenos Aires, Emecé Editores, 2007, p. 207.
320
Para una brevísima biografía de Augusto Vandor y un hecho que lo tuvo como protagonista, no
podemos dejar de citar a Walsh, Rodolfo: ¿Quién mató a Rosendo?, Buenos Aires, Ediciones de la flor,
2004, p.38.
321
Borda, Ángel: Perfil de un libertario, Buenos Aires, Editorial Reconstruir, 1987, p. 212.
322
Citado por Di Tella, Torcuato: Perón y los sindicatos…Op. cit., pp. 252 y ss.
323
El Entre Ríos, 26/02/1931. Martínez Chas, María Lida: Liderazgo Social y Militancia Comunista en la
Provincia de Misiones: Una aproximación a la vida política e intelectual de Marcos Kanner, Centro de
Estudios Avanzados (C.E.A), Universidad Nacional de Córdoba, 2009.
125
diferencia comparado a la situación de los chacareros a los cuales se buscaba contener
en el campo frente a los obreros que se buscaban su ubicación fuera de la provincia. En
un temprano 1925, el diario radical Del Pueblo, de Colón informaba:
“Al angustioso llamado de los desocupados de Puerto Nuevo acudió una empresa
particular. Hace unos días acampó en los alrededores de P. Nuevo, un número
considerable de desocupados. El propósito de estos hombres, colocados en situación tan
aflictiva, era el de trasladarse a Santa Fé con la esperanza de encontrar trabajo, pero la
carencia absoluta de recursos los obligó a permanecer en ese lugar, a plena intemperie,
ofreciendo un espectáculo de miseria alarmante (...) Toda clase de gestiones realizaron
estos hombres para lograr fueran trasladados. Recurrieron a las autoridades provinciales
primero, y luego la subprefectura, pero nada consiguieron, empeorándose cada día la
situación lastimosa en que se encontraban. Pero, como un contraste a la indiferencia de
los poderes públicos, una empresa de transporte marítimo –Lahargue y Colobij,- acudió
al llamado y puso a la disposición de los desamparados sus embarcaciones,
efectuándose el viaje esta mañana. Hace más simpático este gesto de solidaridad
324
DiarioDel Pueblo, Colón, 03/03/1925.
325
El Entre Ríos, 13/04/1926.
126
humana de los señores Lahargue y colobig [Sic] el haber obsequiado a los mismos con
comestibles diversos para que se alimenten durante el viaje”326
326
El Tiempo, 09/03/1933.
327
Periódico El Debate, Gualeguay, 26/04/1934.
328
El Diario, Paraná, 14/03/1934.
127
“Tenemos entendido que en la becina [Sic] provincia por estas épocas, hay empleo para
todos los brazos que se ofrezcan en el levantamiento de la cosecha de maíz, pero, es
indispensable pensar, que una vez terminadas esas labores, toda esa gente retornará de
nuevo a Entre Ríos y su desocupación planteará un serio problema.
Hoy mismo, ya se nota en la ciudad la presencia de campesinos jóvenes y fuertes, que
atan al transeúnte y piden de puerta en puerta, con que satisfacer sus más apremiantes
necesidades. Cuando en Santa Fé hayan terminado las tareas del maíz y cuando el alivio
momentáneo que ellas proporcionan al trabajador, hayan también desaparecido, será
necesario pensar en la condición de estos hombres, que carecerán de trabajo en la
campaña de Entre Ríos y por fuerza se vendrán a las ciudades.”
“Durante los últimos meses la escasez de trabajo en esta región no alcanzó a adquirir
contornos alarmantes porque un gran porcentaje de la población proletaria emigró en
busca de mejores posibilidades rumbo a los centros industriales del país. No se trata,
verdaderamente, de una solución deseable la del éxodo de familias enteras de
trabajadores corridas por la necesidad; lo conveniente hubiera sido retenerlas creando en
este mismo ambiente posibilidades para su subsistencia, pero infortunadamente nuestra
provincia ha quedado en ese aspecto en un lamentable retraso. El agudo problema habrá
de presentarse, sin embargo, cuando muchos de los actuales y ocasionales emporios
manufactureros del país deban clausurarse una vez terminando el conflicto bélico
mundial, porque entonces la mayor parte de los obreros que hoy se han establecido en
329
Diario La Acción, Paraná, 11/03/1936.
330
El Censor, 08/03/1937. El Censor, 17/03/1937.
128
esas zonas populosas habrán de regresar a estos lares sin que existan posibilidades
económicas que brindarles.”331
Nueve años distaba una noticia de la otra. La clase dominante se preguntaba qué
hacer cuando los emigrados volvieran. Sin embargo no lo hicieron. Tanto en las
ciudades del litoral como en las provincias del interior la intervención estatal para
mantener el empleo fue un rasgo distintivo. Después del 17 de octubre de 1945 el
Ministro del Interior recibe informes de los interventores provinciales respecto a la
situación provincial, en Entre Ríos como en otras provincias el principal problema a
resolver era el desempleo. Por eso mismo se consideraba necesario para que el
oficialismo (el movimiento encabezado por Perón) ganara las futuras elecciones que en
Entre Ríos se mantuvieran las obras que la campaña tendría. En ese sentido se indica
que habría dificultades si se suspendieran las obras que empleaban entonces a 5.000
obreros, si aumentaran los precios de los productos de primera necesidad o estos no se
pudieran conseguir y si no se pudiera crear más empleo.332 Esto no muestra, por un
lado, la persistencia del problema que venimos analizando, pero también que, al menos
desde el punto de vista obrero, los problemas planteados en las provincias no ofrecen
rasgos tan particulares. A lo sumo, observamos un mayor énfasis en el problema del
desempleo. En este sentido, en 1946 frente a la Asamblea Legislativa, el gobernador
Héctor Maya, juraba a la gobernación y señalaba:
“En nuestras ciudades, especialmente en sus suburbios, vive una población pauperizada
que no tiene donde trabajar, en su gran mayoría, la mitad de los días hábiles del año y
que, muchas veces, debe buscar transitoriamente su sustento en otras provincias,
viéndose obligada abandonar material y moralmente sus familias con los graves
problemas sociales consiguientes. Obedece esto a la escasez de trabajo. Crearlo ha de
ser una de nuestras preocupaciones esenciales.”333
331
El Entre Ríos, 03/04/1945.
332
Archivo General de la Nación. Archivo Intermedio-Fondo Ministerio del Interior, Caja 51, Doc. 498, p.
122.
333
Maya, Héctor: Mensaje del Gobernador de Entre Ríos al prestar juramento ante la Asamblea
Legislativa, 22 de mayo de 1946, Paraná, Imprenta de la Provincia, 1946, p. 8.
129
Destacándose la población que había migrado a Buenos Aires –ciudad y provincia- y a
Santa Fe.334
334
La población provincial era entre 800 mil a un millón de habitantes, por lo que estamos hablando de
entre el 25 al 30% de sus nacidos fuera de la provincia. Ver: Felquer, José & Moreira Bahler, Laura:
Geografía Física, biológica, humana de Entre Ríos, Paraná, Ed. Nueva Impresora, 1962, p. 129.
130
Capítulo V
El Gran Patrón: Intervención estatal y contención social en un contexto
de crisis, 1932-1943.
Introducción.
“La crisis reinante ha producido una paralización completa, casi absoluta en todas las
actividades. Ello, como es lógico ha aumentado la desocupación que todos los años en
esta estación, da un porcentaje crecido (…) Los hogares pobres de la ciudad –quizás la
mitad de la población- sufre una miseria espantosa. No hay trabajo y los pocos centavos
que se consiguen en extraordinarios quehaceres, no alcanzan para hacer hervir un
pachero. (Sic) Porque todo está caro (…) Y la Municipalidad considera que es una
función indigna de ella, procurar alimentar al que sufre hambre.”336
335
Situación económica de la Provincia de Entre Ríos. Informe sobre la gira realizada por losSrs.
Directores don Pedro Benegas y don Pedro Etchegaray y gerente de Sucursales don Manuel Gómez, los
días 19, 20 y 21 de enero de 1933, en Archivo General de la Nación. Sala VII. Fondo Agustín P. Justo.
Caja Nº42, documento Nº 25, p. 6.
336
Diario El Censor, Gualeguaychú, 20/05/1931.
131
¿Cómo explicar esta nota a través de la cual un diario conservador reclamase por
la intervención estatal? Al revisar los medios de la época, encontramos que no se trata
de una excepción, sino, de la regla. La crisis golpea con fuerza y los trabajadores están
desocupados. Darles asistencia es la prioridad. Los argumentos giran en torno a dar
ayuda por humanismo o para mantener el orden social. Pero estas propuestas recorren
todo el arco político.
Cierto es que la década del `30 fue un cambio en materia de intervención estatal.
Doctrinalmente, el liberalismo niega la intervención del Estado en muchas áreas de la
vida social, pero la crisis de aquella década, impulsó a los estados burgueses a
intervenir. Desde la creciente política social, su intervención en las relaciones capital-
trabajo, la creación de las Juntas reguladoras de carnes y granos, el impulso a las
economías regionales, las discusiones sobre proteccionismo, nacionalizaciones, etc.337
La década del `30 marcó la participación del Estado en una serie de tareas que hasta el
momento le estaba vedadas.
Nuestra propuesta busca mostrar cómo el Estado provincial y en menor medida, el
nacional, desarrollaron a lo largo de la década del `30 una serie de medidas que
buscaron contener la desocupación. Nuestra hipótesis de trabajo es que, la ocupación de
mano de obra por parte del Estado responde a la necesidad de contener la desocupación
como hecho persistente. La contención de la desocupación a través del Estado contó con
consenso de buena parte del arco político. A su vez, las obras públicas que brindaron
empleo a los desocupados estuvieron dirigidas a actividades que mejoraban el desarrollo
capitalista, en especial, obra pública vinculada a la red vial y caminera provincial.
132
período analizado el empleo público tiene un aumento exponencial y su principal
función es contener la desocupación mediante la realización de obras públicas.
Sin embargo, la estructura del personal permanente también fue conmovida: en
1914 la cantidad de empleados del Estado ascendía a 3.902 empleados (sin contar a los
docentes), en 1947, según el censo poblacional de aquel año, en la provincia de Entre
Ríos se ocuparon entre el Estado nacional, provincial y municipal, la suma de 25.810
personas. Mientras el crecimiento de la población fue del 85%, la ocupación estatal
había aumentado un espectacular 661%. Sin considerar, a los docentes, policías y varias
industrias que cuantificaremos a continuación.338 La ocupación de los trabajadores
dentro del Estado también generó cambios en la estructura de la clase obrera ocupada.
En ese nivel de análisis, los trabajadores estatales pasaron del 2,59% del total de la mano de
obra activa en 1914 al 10,3% en 1947.
Una de las actividades donde el Estado tiene una clara presencia, es en materia
educativa. En ella, la provincia de Entre Ríos, desde sus orígenes organizativos se jactó
de mantener una gran cantidad de escuelas públicas. Así, para 1919, la Instrucción
Pública, era beneficiaria del 19,35% de la renta provincial.339 El Censo de 1914 mostró
la existencia de 597 escuelas, con una matrícula de 59.746 estudiantes, y 1.548
docentes; para 1945 la cantidad se había duplicado casi en todo. Según creemos, se
condice con la proporcionalidad del aumento de la población. Así, existían 830 escuelas
provinciales, 198 escuelas responsabilidad del gobierno nacional y sólo 3 pertenecientes
a Municipios, en tanto, el personal docente se distribuía en 2.801 para las provinciales,
981 en las nacionales, y 9 en las municipales.340
Otras reparticiones del Estado ocuparon trabajadores abocados a tareas de
mantenimiento y producción. El censo industrial de 1935 indicó que entre las
actividades industriales del Estado, existían 13 establecimientos con 245 empleados
jerárquicos, y ocupaban un total de 2.481 obreros. Hacia 1946, los talleres navales del
Ministerio de Obras Públicas, ocupaban a 1.071 obreros y 60 empleados
administrativos. A todos estos trabajadores se les debería agregar los 12
338
República Argentina, Tercer Censo Nacional, Tomo IV, Población, Buenos Aires, Talleres Gráficos L.
J. Rosso y Cía, 1917, p. 243. República Argentina. Ministerio de Asuntos técnicos del Estado, Dir. Gen.
Del Serv. Est. Nacional, IV Censo General de la Nación: Censo Agropecuario de 1947, Tomos II,
Buenos Aires, Dirección Nacional del Servicio Estadístico, 1947, p. 245. Ministerio de Hacienda.
Comisión Nacional del Censo Industrial, Censo Industrial de 1935, Buenos Aires, DGEN- Casa Jacobo
Peuser, 1938, p. 247.
339
Entre Ríos, Las Finanzas de Entre Ríos: 1914-1920, Paraná, Est. Gráf. “El Diario”, circa 1921, p. 6.
340
República Argentina, Tercer Censo Nacional, Tomo IX, Instrucción Pública- Bienes del Estado,
Buenos Aires, Talleres Gráficos L. J. Rosso y Cía, 1917, p. 81. Síntesis Estadística: Año 1944-1945…,
op. cit., p. 23.
133
establecimientos de tipo penales o escuelas de oficios, en los cuales 13 empleados
controlaban a 161 obreros, presos o estudiantes, que por su condición de reclusión son
invisibilidades.
En diciembre de 1942, el periódico La Juventud reproducía una nota publicada en
La Prensa de Buenos Aires con un título elocuente: “Entre Ríos, provincia sin caminos
pero con muchos empleados nacionales”. Luego de hacer un largo pasaje por las
condiciones geográficas y climáticas el autor de la nota critica a las autoridades
provinciales y nacionales que ubicaron a su personal “adicto” en las reparticiones
estatales. La conclusión es sencilla, el dinero que debe ir en dirección de mejorar los
caminos va los salarios públicos de empleados improductivos. Concluye literalmente
“¡Qué mal que gasta la Nación el dinero en Entre Ríos!”.341 Sin embargo, la clase
dominante usaba a los desocupados para arreglar los caminos como reclamaban, y como
se mostrará a continuación.
341
Periódico La Juventud, Concepción del Uruguay, 29/12/1942.
342
Ver: El Entre Ríos, desde junio a diciembre de 1931. Ver, sobre la ocupación de obreros en las obras
públicas de Colón: El Entre Ríos, 27/06/1931. Sobre la necesidad de intervención e Federal por la
desocupación de 800 hacheros: El Entre Ríos, 30/07/1931. Nota general sobre la necesidad de
preocuparse por “la gente sin trabajo”, El Entre Ríos, 11/08/1931. Nota general sobre desocupación y la
necesidad de un empréstito de 25 millones: El Entre Ríos, 27/08/1931. Ayuda a los desocupados en
134
“En casi todos los pueblos donde se ha prestado alguna atención a la desocupación, se
ha encarado el problema con medidas elementales: ollas populares, suministros, reparto
de víveres. Actitudes generosas, pero insuficientes, y que más bien sirven para dilatar el
mal, en lugar de contenerlo” –y continuaba: “En Alemania, en cambio, se ha optado,
muy cuerdamente, por un recurso que ha de resultar de excepcional eficacia: hacer que
los propios desocupados se procuren sustento” -¿Y cómo lo harían?: “…el gobierno
alemán ha resuelto radicar a 100.000 desocupados, con sus respectivas familias, en
pequeños lotes de media hectárea cada uno, ubicados en tierras fiscales…” –agregando
que esto era un beneficio: “…afincando siquiera a medias a esos menesterosos y
desplazarlos de la congestionada atmósferas de las grandes ciudades. Doble beneficio,
del que se deriva otro no menor; alejar a tantos desesperados de la válvula peligrosa de
las ideas subversivas, a las que suelen aferrarse como último recurso.”343
Hay que retener esta idea, porque contener la desocupación es uno de los motivos
subterráneos de los futuros planes de colonización oficial, desarrollados pocos años más
tarde, como veremos en más adelante en este mismo capítulo.
El periódico del Centro de estudiantes de Filosofía de Gualeguaychú, Antorcha,
decía en octubre de 1931 que los patrones no debían cerrar sus fábricas por la falta de
producción, que los trabajadores ya han aguantado mucho con “estoicismo” salvo
excepciones, cuando empujados por la necesidad dan “paso a la jauría, que se esconde
en cada oprimido, el yugo denigrante que le impone el egoísmo…” 344 Otro caso era el
diario de Paraná, La Provincia, un medio que normalmente se presentaba moderado a
las controversias y cercano a los radicales, decía:
135
penosa situación por que atraviesa esa pobre gente, heroica en su perseverancia de salir
a rodar tierra, sin rumbo ni esperanza, constituyéndose así la hermandad de los que
vagan por los caminos o se refugian en los recodos de los callejones, formando una
especie de trincheras de hambrientos, sin patria y sin pan.”345
“De los asuntos que deben gravitar preeminentemente sobre la atención de los poderes
públicos, no existe, hoy, ninguno que ceda en importancia al de la desocupación. Por
sobre ser cosas que impresionan al sujeto de sentimientos más exiguos. La
desocupación es un magnífico venero de ideas desorbitantes, anárquicas, como que el
hambre con sus sombrías ulterioridades, dispone la mente y el brazo hacia
especulaciones pesimistas y arbitrarias. Así cuaja el comunismo y sus sectas
congéneres”346
345
Periódico La Provincia, Paraná, 25/11/1931.
346
El Debate, Gualeguay, 05/03/1932.
347
Diario La Acción, Paraná,21/05/1932.
348
Semanario Momento, Nogoyá, 08/12/1932.
136
“Concitamos pues, una vez más a nuestras autoridades a contemplar y resolver el asunto
que nos ocupa, que representa en los actuales momentos todo un problema social del
cual tal vez hasta dependa la propia tranquilidad pública, dada los graves caracteres que
va adquiriendo la situación económica aquí como en todas partes.”349
Con un tono menos apocalíptico, decía un informe producido por delegados del
Banco Nación en 1933 al Presidente de la Nación Agustín P. Justo sobre la
desocupación en Entre Ríos:
“Este problema que, si bien no con caracteres que pudieran alarmar existía en Entre
Ríos –igual que en el resto del país- ya a mediados del año pasado, se ha acentuado
mucho en los últimos meses en esa provincia, a causa del mal resultado de la cosecha y
falta de recursos de los agricultores. Que han llevado a éstos, en su afán de alcanzar el
máximo de economía en sus gastos, a recurrir a los peones únicamente en casos
extremos, lo que ha motivado que los pocos que se utilizaron fueran tomados por solo
tres o cuatro días durante todo el período del levantamiento de la cosecha y
abonándoseles jornales bajísimos.” –páginas más adelante afirma: “Hacer conocer al
Poder Ejecutivo de la Nación el presente informe y solicitar la colaboración del Estado
en la solución del problema planteado, mediante su participación en los quebrantos que
puedan producir los prestamos a realizarse y la adopción de las medidas que se juzguen
pertinentes para procurar atenuar los efectos de la desocupación sin perjuicio de otro
arbitrio extraordinario que se estime conveniente. La intervención del Estado en la
forma insinuada precedentemente, u otra concordante, no solo corresponde por el
problema de carácter social que la situación imperante puede llegar a plantear, sino
también porque en las condiciones actuales la percepción de los impuestos fiscales ha
de sufrir seriamente….”350
“En Villaguay los desocupados han dado muestra de ser gente resuelta. En efecto: una
información de esa ciudad dice que, un buen número de esa gente, unos a caballos y
otros a pié llegaron a ella y dirigiéndose a la casa de un político del radicalismo
antipersonalista le exigieron el cumplimiento de las promesas que les hiciera antes de la
última elección, de que les daría trabajo (…) El legislador “acorralado” agrega la
noticia, pidió ayuda a la policía y con las palabras don Martin se consiguieron apagar
los ánimos que no era para chiste. Luego se realizó una reunión en la Municipalidad,
tratándose la situación de esa gente, habiéndose tomado algunas medidas para
resolverla.”351
349
Diario El Debate, Gualeguay, 15/01/1932.
350
Situación económica de la Provincia de Entre Ríos. Informe sobre la gira realizada por los Srs.
Directores don Pedro Benegas y don Pedro Etchegaray y gerente de Sucursales don Manuel Gómez, los
días 19, 20 y 21 de enero de 1933, en Archivo General de la Nación. Sala VII. Fondo Agustín P. Justo.
Caja Nº42, documento Nº 25, pp. 6 y 9.
351
La Acción, 16/02/1933. Noticias de este tipo, donde son los desocupados los que toman la iniciativa se
encuentran en varios periódicos, por ejemplo, en 1939, es un grupo de desocupados de Paraná, los que
peticionan frente a la Cámara de diputados el pedido de dinero para obras. Ver: La Juventud, 21/09/1939.
137
De este modo, frente a la urgencia, creció un consenso cada vez más amplio
respecto a la necesidad de intervención estatal. En 1935, una decena de organizaciones
vinculadas a la vida social de Concepción del Uruguay –desde los periódicos y
sociedades de socorro hasta las Damas Vicentinas y el Intendente Municipal- enviaron
una nota telegráfica al Presidente de la Nación, solicitando que reconsidere la situación
de centenares de obreros del Ministerio de Obras Públicas que fueron cesanteados. La
solicitud estaba fundada tanto en criterios solidarios como en la necesidad de evitar una
mayor miseria de aquellos sin trabajo. En agosto de ese año, algunos de esos obreros
volvieron al trabajo.352Por su parte,el pasquín eclesiástico La Acción dijo:
“… ¿Qué garantía se le ofrece al pueblo de que ese dinero será invertido exclusivamente
para combatir la desocupación? En la forma que lo ha presentado el Poder Ejecutivo,
aprobarlo sería un craso error. El fin sería desvirtuado, por cuanto nada se arreglaría.
Solo obtendrían trabajo un grupo reducido de obrero y se corre el riesgo de que las
obras sean explotados solamente por contratistas adictos al partido oficial (...) El
problema de la desocupación en nuestra provincia existe, y lo peor con caracteres que
cada día adquiere mayor gravedad. Es deber de los legisladores esforzarse por
solucionarlo. No es posible como lo harán los conservadores, cerrar los ojos y hacer un
derrotismo al final de cuentas no perjudica al gobierno sino que sus consecuencias
recaen directamente sobre el pueblo, sobre la masa proletaria. Cruzarse de brazos es
antipatriótico. Hay que buscar los medios de resolver esta situación, ya sea mediante un
recurso como el que propicia el gobierno, pero bien reglamentado y asegurado, o bien
indicando otro. Hay que solucionar la desocupación en forma tal que la provincia no
sufra nuevas deudas y tampoco el pueblo cargue con más impuestos…”354
352
La Acción, 25/06/1935.La Acción, 21/08/1935.
353
La Acción, 11/03/1936.
354
Periódico El Tiempo, Paraná, 18/03/1933.
138
“El próximo invierno será duro para los trabajadores rurales y jornaleros urbanos. La
pérdida de la cosecha con la secuela de factores negativos que engendra y la
disminución de las obras públicas y edificación incidirá sobre las actividades generales,
repercutiendo así mismo en las finanzas provinciales. Ese paro forzoso debe evitarse a
todo evento. La caída de brazos, como lo hemos sostenido, y lo seguiremos machando
hasta formar conciencia en los hombres de gobierno, no ejerce una influencia moral
malsana sobre el espíritu de las masas proletarias, obligándolas a la holganza, viviendo
de la caridad pública o de los subsidios del estado. Partiendo de la base que el
ciudadano tiene el derecho al trabajo, los poderes públicos, especialmente la Nación,
poseedora de grandes reservas y posibilidades financieras debe arbitrar los medios más
eficaces y urgentes para plantear la construcción de obras imprescindibles y productivas
que a la par de acrecentar al acervo material. Tomando el desarrollo de las actividades
útiles y crear trabajo en circunstancias difíciles para el obrero cuyo único capital lo
constituye la fuerza de sus brazos.”
La nota continúa con una crítica al subsidio por considerarlo una dádiva
corruptora. Explicó que la capacidad de compra de los obreros era el motor del
comercio, del transporte, la industria y las actividades bancarias. Sentenció: “Nuestro
país descansa sobre el músculo de sus obreros. Verdaderos creadores de riquezas
nacional…”355 Días más tarde, el mismo medio se hizo eco del dramático cuadro social
en momentos que se procuraba levantar un nuevo censo de desocupados:
“El mal de la desocupación que aqueja al país entero ha adquirido entre nosotros
caracteres de marcada gravedad. El paro de las faenas de Fábrica Liebig y el fracaso de
355
Periódico Los Principios, C. del Uruguay, 15/01/1940.
356
Los Principios, 20/01/1940.
139
las cosechas son circunstancias que han gravitado notablemente en esta zona para hacer
de la desocupación un problema agudo e inquietante. Hasta este momento, fuera de la
labor conocida de nuestra municipalidad para combatir ese mal y sus graves efectos con
medidas de innegable beneficio para la clase obrera,357 nada se ha hecho en otros
órdenes para coadyuvar a esa obra de alta finalidad social. Entendemos que tanto o más
que la Municipalidad, incumbe a la Nación y a la Provincia el deber de contribuir a
atenuar la desocupación en Colón y es fuerza reconocer que desde hace muchos años en
nada se ha hecho sentir la acción provincial o nacional en tal sentido…”358
La nota concluía en que no solo la falta de trabajo era un problema, sino que era
necesario buscar un mejoramiento en la calidad de vida y regular los precios de los
alimentos: “Es pues imprescindible que la preocupación de los poderes públicos no se
concrete exclusivamente a crear trabajo, sino que se aplique también en el sentido del
establecimiento de salarios convenientes, capaces de cubrir las necesidades de los
hogares obreros…”359
En el capítulo 10 estudiamos la práctica institucionalizada de solicitar empleo al
Estado por medio de los sindicatos. Pero, al margen de esa práctica sindical también
registramos repetidos casos en los cuales obreros sin mayor organización que la que
357
La Municipalidad de Colón había comenzado un plan asistencialista que comprendía desde los
servicios fúnebres gratuitos y la atención odontológica hasta la entrega de 10 mil pesos para generar
empleo en el mejoramiento de los caminos y el dispendio de víveres a los más necesitados. Ver: Periódico
El Entre Ríos, 17/08/1940, 07/09/1940 y 12/09/1940.
358
El Entre Ríos, 24/09/1940.
359
La Juventud, 19/09/1942.
140
espontáneamente se pudieran dar, salieron en pedido de trabajo al Estado. Tal era el
caso de los desocupados de Villaguay mencionados más atrás o los 300 obreros de Villa
Federal que elevaron un pedido al gobierno de la provincia con la propuesta de arreglar
caminos.360También en 1933, los obreros de la ex fábrica de Fósforos se acercaron a las
autoridades para solicitar que se ayude abrir el establecimiento que se encontraba
cerrado.361
A través del recorrido realizado por las fuentes, se puede reconocer, cómo desde
diversas posiciones ideológicas e incluso, geográficas, la intervención estatal era
visualizada como una necesidad a la hora de generar empleo.Este consenso fue lo que
permitió al Estado abarcar funciones antes negadas, pero también, acrecentar su poder
en la vida social.
3-“Comités Pro-desocupados”
360
El Debate, 22/04/1932. Estos obreros de Villa Federal, recibieron por intermedio del jefe de la policía
local, una respuesta del Gobernador Etchevehere que se reuniría con una delegación de ellos cuando
visitara la ciudad en los días siguientes. La nota da cuenta del estado de quebranto generalizado, de la
falta de crédito y la imposibilidad de inventar nuevos impuestos para suplir la falta de dinero para hacer
frente la situación. Ver El Debate, 27/04/1932.
361
La Acción, circa 22/03/1933.
362
El Censor, Gualeguaychú, 12/05/1931.
363
Para un resumen histórico de la Junta Nacional para Combatir la Desocupación y los debates consultar:
Girbal-Blacha, Noemí: “La Junta Nacional para Combatir la Desocupación. Tradición y modernización
socioeconómica en la Argentina de los años treinta” en Estudios del Trabajo, Buenos Aires, nº25, enero-
junio, 2003.
364
La Acción, 29/10/1932. Y Ministerio del Interior. Departamento Nacional del Trabajo, Figuerola, José:
La desocupación en la Argentina: 1932, Buenos Aires, Departamento Nacional de Trabajo, 1933, pp. 52-
55.
141
fuente siguiente muestra la preocupación de buena parte de la burguesía con respecto a
la desocupación y como el Estado provincial trató de concentrar la iniciativa para
generar trabajo:
365
El Entre Ríos, 12/07/1932.
366
La Juventud, 17/09/1932.
142
del trabajo nocturno en las panaderías) 2070 y 2937 (descanso dominical y
hebdomadario) y 11278 (sobre el pago en dinero efectivo en moneda nacional).”367
El hecho de que de esta reunión con los comisarios surgieran las políticas a
desarrollar en relación con los desocupados muestra hasta qué punto estas medidas
estaban asociadas al control social y la prevención de problemas que los desocupados
pudiesen generar.A partir de aquella orden, surgieron en los diferentes departamentos,
pueblos y ciudades, las comisiones de trabajo. Por ejemplo, en Gualeguay, la
constitución de la Comisión se dio poco días después de la reunión de los jefes de
Policía. Para su constitución, el comisario local invitó al Intendente de la ciudad, al
presidente de la comisión de Puentes y caminos, el presidente de la Sociedad Rural de
Gualeguay y al presidente de la Comisión de intereses Departamentales.368 En ella
además se tomaron las disposiciones para organizar las sub-comisiones de los diferentes
distritos del departamento. La nota que se dirigía a los futuros miembros recalcaba la
necesidad de participar:
“La Comisión central espera de su reconocido patriotismo y buena voluntad, que asuma
esta tarea, que reconocemos ímproba pero al mismo tiempo necesaria para la defensa,
no solamente de las millares de familias que se encuentran en la indigencia, sino
también de los intereses generales de los vecindarios cuya integridad podría llegar a
peligrar por imperio de la misma necesidad, que, como es fácil presumir, puede afectar
las buenas costumbres y atacar los derechos a la propiedad privada, cosa que todos
tenemos el deber de evitar.
Esta observación no es una alarma infundada puesto que cada día se va apreciando más
el crecimiento de esta tendencia, pudiéndose contemplar en muchas partes, el
espectáculo desagradable de personas que, no consiguiendo trabajo, se deciden,
apremiadas por la pobreza, hacer uso de procedimientos poco edificantes como ilícitos.”
367
El Censor, 28/01/1933.
368
El Debate, 07/02/1933. Destacando el carácter predominantemente burgués de las comisiones, la de
Paraná se reunía en el salón del Centro Comercial de la ciudad. Ver: El Tiempo, 14/06/1933.
143
recursos permitieran, 6º-La sub-comisiones podían recibir donaciones en efectivo que se
debía rendir a la Comisión Central y se utilizara para pagar salarios. 7º-Los jornales
serían fijados en $1,20 y $1,50 –el salario medio por día de un obrero estibador era de
$5-369 ya sea en efectivo o en especie, propuso incluso, el valor de referencia de la
carne. 8º-La comisión deberá procurar el alojamiento de los desocupados.370 Este
modelo fue el que se aplicó en la mayor parte de la provincia con variantes.
La mayor dificultad era el financiamiento. En algunos casos recibieron dinero de
los municipios, aunque, al principio predominó la donación y la compra de bonos para
contribuir. Esta financiación tan informal generaba problemas. En junio de 1933, se
informaba que la Comisión Pro-Desocupados de Paraná había hecho circular un pedido
de donación para contribuir a la tarea. Recordaba que existían cuatro mil hogares en
aquella ciudad para la época, todo aporte, por pequeño que fuera, sería importante. En
octubre los periodistas de La Acción de Paraná se quejaron: “Pensamos que quienes han
ofrecido sus contribuciones pensaron cumplir este compromiso, y es preciso que así
ocurra, que la comisión cuenta con estas en sus cálculos para llevar adelante el fin que
persigue.”371 Esta comisión daba trabajo a 100 obreros que rotaban de semana en
semana, para dar ocupación a otros trabajadores en igual número. Estos obreros habían
construido escaleras en la zona del Puerto Nuevo, desviado un arroyo que amenazaba el
cementerio local, pintado el hospital de la ciudad y mejorado el Parque Urquiza.372 La
comisión llegó incluso a conseguir que se done el dinero de la recaudación de los cines,
un día a la semana, para financiar a la Comisión.373 En Gualeguay, El Debate se quejaba
que una vez finalizados los recursos, hubo que despedir a las dos cuadrillas que
trabajaban en el enripiado de la ciudad. Recriminaban que en otras ciudades de la
provincia los donantes eran muchos, e incluso los bancos aportaban, mientras en esa
ciudad, ni el Jockey Club, ni el Club Social o la Sociedad Rural podían desoír los
pedidos, como lo estaban haciendo.374 Esta comisión llegó hacer una rifa para conseguir
fondos.375 Incluso en 1940, cuando los desembolsos oficiales eran la principal fuente de
369
BCGT, 25/12/1933, p.2. Salario de los obreros estibadores de Diamante aumentado a través de una
huelga de $3 a$5. Incluso, para 1941, cuando los salarios, por acción de la lucha sindical, había
aumentado, los obreros contratados por la Comisión Pro-desocupados de Gualeguaychú se quejaron por
sus salarios de $1.50. ver: El Censor, Gualeguaychú, 16/09/1941.
370
El Debate, 18/02/1933.
371
La Acción, 27/06/1933 y 28/10/1933.
372
El Tiempo, 18/05/1933.
373
El Diario, Paraná, 04/08/1933.
374
El Debate, 06/09/1933.
375
El Debate, 30/06/1933.
144
recursos, el semanario Crónica de Basalvilbaso decía: “Los altos fines humanitarios de
esta obra deben ser apoyados por todos y por ello, se solicita de todos los vecinos se
sirvan hacernos llegar su adhesión pecuniaria en forma de cuotas mensuales fijas, por el
término de dos a tres meses, es decir hasta que se normalice esta irregular situación.”376
Asimismo, no hay que creer que la llegada de fondos de la Nación regularizó la
situación con los pagos. Eran repetidos los reclamos de las autoridades, medios de
prensa y lógicamente, de los obreros por los atrasos de los pagos. Por ejemplo, en 1933
se informaba que obreros encargados de los caminos en la estación Irazusta,
departamento de Gualeguaychú reclamaban por dos meses sin pago, el medio decía:
“Nos es la primera vez que esto ocurre, afirman y reina malestar entre los obreros que
amenazan con un paro. Llaman a la policía a cumplir con su deber y levantar las actas
de reglamento para enviarlas y solicitar la intervención de la Oficina Nacional de
Trabajo. No es cosa que después, si ocurren hechos desagradables se acuse a los obreros
de comunismo, cuando reclaman con energía lo que legítimamente les corresponde.”377
“La carne fue donada por fuertes hacendados y la galleta se adquirió con el producto de
donaciones en efectivo. La preocupación del señor jefe de la policía para que el
problema de la desocupación fuera combatido en esa forma, ha causado buena
impresión en los vecindarios por cuanto merced de esa dedicación ha podido
solucionarse en parte la situación desesperante de numerosas familias afectadas por la
real escasez de trabajo”378
376
Semanario Crónica, Basavilbaso, 31/08/1940.
377
El Debate, 11/08/1933.
378
El Diario, Paraná, 15/07/1933.
145
caminos a otros 50 desocupados. La Comisión se jactó de dar ocupación a 285 obreros
sobre los 353 desocupados inscriptos.379 En Rosario del Tala, la comisión donó 500
kilos de carne, 250 galletas y 650 kilos de maíz pisado y harina de maíz entre 1.400
inscriptos para recibir comida.380
Por junio de 1933, el Diario del Pueblo, de Colón ironizaba sobre el accionar la
Comisión, y cómo la disputa por los recursos obtenidos eran motivo de un escándalo
entre el Intendente y los miembros de la Comisión:
Aquí vemos que la falta de un plan sistemático y, sobre todo, la falta de recursos
permitieron que los políticos burgueses utilizaran la situación para sus fines, pero
también, que la conformación de comisiones con personal civil era un freno para el
funcionamiento de tipo asistencialista. Se hacía de las Comisiones espacios de disputa.
Algo similar pasaba en Gualeguay donde se denunciaba que la comisión había
comenzado sus actividades entre aplausos para después no volver a reunirse. Pregonaba:
“Las clases pudientes no pueden mostrarse reacias a la contribución en pro del trabajo
para los desocupados; lo impone así un deber de solidaridad social y
humanitarismo…”382 Como fue denunciado por Tribuna Socialista de Basavilbaso:
379
El Diario, 16/09/1933.
380
El Debate, 30/03/1933.
381
Diario del Pueblo, Colón, 08/06/1933.
382
El Debate, 25/08/1933.
146
“Hace ya varios meses que dista desde la última campaña política, muchos ciudadanos
ilusos, soñaban con la prebenda consabida por sus sacrificios partidarios: los
demócratas nacionales prometían puestos en las reparticiones nacionales, Banco de la
Nación, Ministerio de Obras Públicas, etc.; los radicales antipersonalistas lo hacían a su
vez dentro de la provincia…”383
Para los “beneficiarios” de las comisiones la situación no era más sencilla. En
Nogoyá, el Periódico El Parque se quejaba de las largas colas que debían soportar,
incluso por la noche los obreros desocupados para cobrar su trabajo: “Aún estaban ahí
gran número de obreros. Pues señor, ahora no se quejarán de que no tienen algo en que
ocuparse. Por lo menos, tienen trabajo para que trabajen y luego…tienen trabajo para
cobrar.” Ironizaba.384 Con la última derrota de los conservadores contra los radicales, en
las elecciones de marzo de 1943, los perdedores señalaban que el millón de pesos
aprobado para combatir la desocupación en verdad se había utilizado para apuntalar el
proselitismo:
“El trabajo debía otorgarse exclusivamente a los desocupados inscriptos en los registros
oficialistas, debiendo contribuir todos ellos con la tercera parte de sus jornales para la
`caja del partido´ (…) llegó el momento de la elección y los desocupados debían
permanecer en sus campamentos, bajo riguroso contralor policíaco, entregando sus
libretas cívicas debiendo votar exclusivamente aquellos que no ofrecieran dudas y
siempre bajo la implacable presión policial (…) ¿Es o no el hecho que comentamos una
despiadada mofa de las clases humildes?...”385
El camino de las comisiones no estuvo sembrado de flores, sino más bien, de los
escollos de un Estado quebrado dentro de un sistema en crisis. La falta de recursos dejó
a cada uno de las comisiones al libre albedrío y las posibilidades de sostenimiento por
parte de las comunidades directamente afectadas. Incluso, el gobernador elevó pedidos
de fondos a la Junta Nacional para Combatir la Desocupación, solicitudes que fueron
rechazados.386 Hacía 1939 se aprobó la ley 3234, en la cual se autorizan partidas de
dinero para las Comisiones por un total de 100 mil pesos moneda nacional,387 lo que de
facto implicaba su reorganización. A partir de septiembre de ese año se reorganizan las
Comisiones de Gualeguay, Tala, Nogoyá, Victoria, Gualeguaychú, Diamante y
383
Tribuna Socialista, Basavilbaso, Órgano del Centro Socialista “José Ingeniero”, Mayo de 1934.
384
Periódico El Parque, Nogoyá, 21/10/1940.
385
El Entre Ríos, 01/04/1943.
386
Junta Nacional para Combatir la Desocupación: Memoria elevada al Ministerio del Interior, 1937,
Buenos Aires, 1937, p. 192.
387
Reula, Op. cit., p. 98.
147
Colón.388 En todas las localidades las comisiones estaban en manos de los jefes de
policía con la participación de los intendentes municipales, senadores o diputados,
según dispusieran las localidades.389
388
El Diario, 26/09/1939.El Entre Ríos, 25/10/1939.
389
La Juventud, 23/09/1939.
390
Mihura, Enrique. Mensaje del Gobernador de la provincia de Entre Ríos Dr. Enrique Mihura al
iniciarse el 82º periodo ordinario de sesiones de la Honorable Legislatura. Julio 1941, Paraná, Imprenta
de la Provincia, 1941, p. 8.
148
medidas de reorganización, capitalizando las Comisiones de desocupados y un plan
provincial de obras públicas.391 En 1941, la crisis laboral, que como se explicó en otro
capítulo era un problema estructural, mantenía en funcionamiento 113 comités pro-
desocupados en Entre Ríos, que recibieron durante todo el periodo la suma de 150.900
mil pesos M/N. Decía Mihura frente a las Cámaras Legislativas en la apertura de
sesiones de 1942:
4- Políticas de Estado.
“De acuerdo al cuestionario formulado (…) nuestra opinión puede concretarse en los
siguientes términos: A) y B) Siendo esta Provincia esencialmente agrícola, la mayor
391
Ministerio del Interior. Departamento Nacional del Trabajo, La desocupación en la Argentina: 1940,
Buenos Aires, Departamento Nacional de Trabajo, 1940, pp. 12 y 38.
392
Mihura, Enrique. Mensaje del Gobernador de la provincia de Entre Ríos Dr. Enrique Mihura al
iniciarse el 83º periodo ordinario de sesiones de la Honorable Legislatura. Julio 1942, Paraná, Imprenta
de la Provincia, 1942, p. 19.
393
La Juventud, 22/08/1942.
394
El Censor, 19/04/1943.
149
desocupación de braceros se produce entre los meses de marzo a junio, en que los
mismos se trasladan a las provincias vecinas en procura de inmediata ocupación, que
obtienen en la recolección del maíz.
En el corriente año, su número ha ascendido aproximadamente a veinte mil personas.
C) La única forma de evitar esas emigraciones, sería intensificar la producción agrícola
y crear nuevas industrias que permitieran la ocupación permanente de esos braceros,
que por los sistemas actuales de producción deben, necesariamente, esperar la época en
que se intensifican las tareas. El Gobierno de la Provincia procura en la actualidad la
solución parcial de ese problema, con la creación de colonias agrícolas oficiales y con el
fomento de la granja del cultivo variado e intensivo. D) Por la naturaleza de su suelo, su
clima y su situación geográfica, puede afirmarse, sin temor a dudas, que en esta
Provincia puede desarrollarse provechosamente cualquier industria, aunque
preferentemente las que derivan de la agricultura.”395
En este apartado mostramos lo que creemos son las tres acciones más efectivas
que desarrolló el Estado entrerriano para combatir la desocupación: La ocupación en la
obra pública, planes de colonización desde el Estado y finalmente, facilitar el éxodo de
la mano de obra desocupada. El tenor de las medidas nos muestra el tamaño del
problema. Mientras dar ocupación en obra pública facilita el combate contra la
desocupación, porque ofrece trabajo casi de inmediato, consigue consenso social
rápidamente –sobre todo en una provincia siempre deficitaria en su infraestructura vial-
y favorece el movimiento del capital, tanto por la inyección de dinero al mercado como
por el fin de las obras a realizarse.
Decíamos más atrás que existía un “consenso interventor” entre las diferentes
fuerzas sociales. Lo expresamos en una selección –por lo tanto parcial- de opiniones en
diferentes diarios y órganos de opinión de las partes en cuestión. Como se afirmó en su
lugar, las primeras medidas estatales comenzaron a escala local. Así lo informó el
diputado Miguel Parente, sobre un hecho sucedido en Diamante sobre hechos sucedidos
en aquella cuando finalizaron las tareas portuarias:
“Cientos y cientos de obreros, inclusive sus esposas y sus hijos, apremiados por
necesidades elementales de la vida invadieron las calles de dicha ciudad y las del Ejido,
solicitando la ayuda del vecindario no ya para conseguir trabajo, cosa casi menos que
imposible dado la difícil situación por que se atravesaba, sino sencillamente para
obtener los alimentos más indispensables para su subsistencia (...) Frente a este triste
395
Junta Nacional para Combatir la Desocupación: Memoria elevada al Ministerio del Interior, 1937,
Buenos Aires, 1937, p. 98.
150
cuadro, capaz de conmover las fibras menos sensibles, las autoridades municipales se
creyeron en el deber de invitar al comercio a los vecinos más pudientes (…) a los
efectos de buscar la forma de arbitrar algún recurso para combatir fatales efectos de la
enorme desocupación apuntada.”
Así fue el nacimiento del Consorcio Diamante, encargado del arreglo de las calles
céntricas y los accesos de la ciudad.396En esa coyuntura de falta de trabajo, el Estado
sale en ayuda de los desocupados y de los capitalistas, interviene como la gran caja para
las obras públicas. En 1932, se informaba:
Según Adrián Ascolani para el caso entrerriano, las obras públicas serían
especialmente edificios escolares y policiales.398 Sin embargo, la mayoría de las obras
públicas que hemos encontrado en las fuentes, apuntaron a la mejora y construcción de
puentes y caminos. Incluso, algunas municipalidades, como el caso de Concepción del
Uruguay, pensaron en la construcción de casas para los empleados u obreros
municipales, pero estas medidas no prosperaron.399Otras municipalidades, como fue el
caso de Gualeguay, se inclinaron por el arreglo de calles.400
Meses antes de la convocatoria del Gobernador, el director provincial de Vialidad
había redactado un proyecto de mejora de caminos, financiados por la Nación, que
sumaban los 2.150 Km de caminos.401 El proyecto presentado fue rechazado por la
cámara de diputados lo que generó un gran malestar en las esferas oficiales. 402 La ayuda
para la construcción llegó de la Nación, pero, como parte de su propio plan de obras en
396
Entre Ríos, Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados, Año 1933, 74º Periodo Legislativo, Sesión
del 26 de septiembre de 1933, Paraná, Imprenta de la Provincia, 1934, p. 222.
397
El Entre Ríos, 12/07/1932.
398
Cfr.: Ascolani, Adrián: El sindicalismo rural en la Argentina, Bernal, Universidad Nacional de
Quilmes, 2009, p. 147.
399
La Juventud, 12/01/1939 y 05/08/1939.
400
El Debate, 14/06/1932; 17/06/1932 y 21/06/1932.
401
La Acción, 22/02/1933.
402
El Diario, 28/03/1933.
151
enero de 1934: “La aplicación de este plan en las actuales circunstancias económicas,
está llamada a influir favorablemente sobre el problema de la desocupación obrera, uno
de los más graves que nos ha traído la crisis económica.” El monto aportado por la
Nación sería de 4 millones de pesos M/N.403 Como referencia se puede indicar que con
500.000 de pesos M/N se proyectaba la reparación del ramal Gualeguaychú-Parera, en
la que se ocuparían 180 obreros por ocho meses. Siendo los contratados de los pueblos
circundantes.404 Con motivo a una visita del Presidente Justo, en mayo de 1937, el
intendente de Concordia le informó las obras a realizarse con estos fondos nacionales:
403
El Diario, 20/01/1934, 26/01/1933 y 27/01/1933.
404
La Acción, 24/02/1934.
405
Informe del Intendente de Concordia Domingo Larocca al Presidente Agustín P. Justo, Concordia, 16
de mayo de 1936, en Archivo General de la Nación. Sala VII. Fondo Agustín P. Justo. Caja Nº96,
documento Nº 332.
406
J.N.C.D.: Memoria elevada al Ministerio del Interior, 1937, Op. cit., p.192.
407
Los Principios, 05/02/1937.
408
Ya habían utilizado a los desocupados en la lucha contra la langosta, ver: La Acción, 16/08/1934.
152
fundamentalmente, en la obra pública, ya sea en la reparación de edificios como en la
construcción de caminos.409 Una política similar planteaba la Nación cuando se
reconoció la pérdida de la cosecha de maíz en el verano de 1943.410
En el año 1934, los radicales de Entre Ríos intentaron su plan más ambicioso para
la luchar contra el despoblamiento rural –una de las formas fenoménicas en las que se
expresaba la crisis- y contener a la fuerza de trabajo en el ámbito rural. 411 Se buscó a
través de un plan de ventas de lotes a precios arreglados y 15 años de cuotas la
constitución de “Colonias oficiales”, diferentes a las colonias agrícolas clásicas,
formadas desde mitad del siglo XIX y la primera década del siglo XX.412
El modelo de colonización agrícola planteado pretendía imponer una nueva forma
de vida rural, centrado en el trabajo cooperativo, el desarrollo de la técnica, escuelas
rurales que capaciten a los hijos de los colonos, la actividad productiva de estilo
granjera, la constitución de un Consejo Agrario para dirimir los pleitos y políticas a
seguir en las colonias. En el artículo 8 de la ley de Colonización Oficial se expuso la
prioridad por los trabajadores de la provincia, los colonos sin tierra y los hijos de
colonos a la hora de otorgar las tierras.413El plan mayor fue llamado de Transformación
Agraria.414 En un extenso editorial de El Diario, de Paraná, que vale recordar que
funcionó durante mucho tiempo como vocero del oficialismo, se decía:
“Cada kilómetro cuadrado de tierra inculta que en las zonas fértiles de la provincia
exhibe el porten enmarañado de la maleza, que multiplica estérilmente sus
frondosidades, es una acusación permanente a la queja del hombre de la ciudad que se
lamenta de falta de trabajo. Porque todos los hombres desocupados de todas las
ciudades o villas y aldeas de la Provincia no bastan a satisfacer las exigencias que
409
El Parque, 21/07/1941. Periódico Actualidad, Nogoyá, 06/07/1942 y 23/07/1942.
410
El Censor, 06/03/1943.
411
Hasta ese momento, las medidas que se destacaron para contener a los colonos agrícolas eran buscar
facilitar el crédito y sobre todo, aprovisionar de semillas para la siembra: El Censor, 30/01/1933,
31/01/1933, 12/01/1933, 21/01/1933, 10/02/1933 y 08/04/1933. El Diario, 04/05/1934 y 27/05/1934. Con
la situación de las semillas entregadas, sucedió que algunos colonos de Basavilbaso, vendieron las
semillas que habían sido entregadas por el Banco de la Nación, por lo cual, fueron procesados, ver: La
Acción, 01/04/1933.
412
Djenderedjian, Julio y otros: Historia del capitalismo agrario pampeano: expansión agrícola y
colonización en la segunda mitad del siglo XIX, Buenos Aires, Teseo-Editorial de la Universidad de
Belgrano, 2010. Tomo 6. 2 volúmenes.
413
Quinodoz, Carlos: Colonización Oficial: Informe ante la H.C. de Diputados, Paraná, Talleres de La
Acción, 1934, pp. 33-34.
414
Ver: Biasizo, Op. cit. Y Lázzaro, Op. cit.
153
reclaman las zonas incultas donde la reja del arado no sepultó jamás su abrillantado filo
(...) El sistema de colonizaciones ha cambiado fundamentalmente en consonancia con
las necesidades de las épocas que no son de falta de braceros como en tiempos más
venturosos sino de exceso de ellos y que no son de falta de producción, sino de exceso
de ella. El maquinismo desplazó al obrero e hizo en una hora lo que diez hombres no
hacen en un día. La técnica al aplicarse a los cultivos conquistó con los de carácter
intensivo al máximo de producción y esta en vez de atender a la necesidad de la
demanda la excedió y al excederla provocaba automáticamente la desvalorización del
producto.”415
“En los centros rurales y en los alrededores de las ciudades, vegetan hombres aptos
deseosos de emplear sus energías que carecen de ocupación útil. Muchos de ellos se
trasladan a las provincias vecinas en busca de trabajo. Y nada mejor que iniciar un plan
racional de explotación intensiva de las tierras fiscales apropiadas para el fomenta de la
chacra de subsistencia que facilite la estabilización de nuestros jornaleros, mejore el
estándar de vida y transforme la fisonomía de los alrededores de las ciudades.”416
Las primeras cuatro colonias que se fundaron en 1934 fueron: Colonia Oficial Nº1
Chajarí de 4.605 hectáreas, Colonia Oficial Nº2 Raíces de 5.656 hectáreas, Colonia
Oficial Nº3 Tacuara de 2.600 hectáreas y Colonia Oficial Nº4 de María Grande con
12.663 hectáreas. Al año siguiente se agregó la Colonia Oficial Nº5 de Yeruá con 4.097
hectáreas. Finalmente, en 1936 se compran 5.814 hectáreas en el departamento Uruguay
y se funda la Colonia Oficial Nº6.417 Este hecho fue celebrado por el periódico radical
de Concepción del Uruguay, Los Principios, que bajo el título de “Ocaso del
Latifundio”, decía:
415
El Diario, 23/05/1934.
416
El Diario, 28/04/1937. El destacado es nuestro.
417
Reula, Op.cit., pp. 140-141.
154
“El parcelamiento de los latifundios, que ahogaban el progreso del Departamento
Uruguay, traerá aparejado ventajas de orden económico y social. Constituyó un acierto
indiscutible del gobierno provincial adquirir una importante fracción de campo
perteneciente a unos de los grandes terratenientes [La familia Unzué] para entregarlos
en propiedad a los colonos, quienes han transformado el aspecto del mismo bajo la
acertada dirección técnica de un profesional encargado de su orientación agronómica.
De todas las divisiones geográficas de la Provincia, nuestro Departamento fue el más
azotado por las grandes extensiones en manos de encargados vinculados
comercialmente con la Capital Federal o centros europeos donde residen sus dueños
ociosos, preocupados de obtener mayores rentas a costa de una explotación deficiente
de la tierra y de los sueldos reducidos y salarios injustos (…) Esa subdivisión tan
anhelada será el mejor paliativo del excesivo urbanismo y de la abigarrada burocracia.
Abrirá horizontes a la juventud vinculándola con la tierra y los hombres que en el
campo forjan el progreso…”418
Para 1942, vivían en las Colonias Oficiales 4.127 personas de 496 familias. En su
gran mayoría argentinos, pero también ruso-alemanes, italianos, polacos y alemanes. En
1943 la población de las colonias había descendido a 3.443 personas a pesar de
aumentar a 520 las familias.419 Esta estrategia estatal buscó contener en el campo a
fracciones pauperizadas de la pequeña burguesía rural, con economías de subsistencia, y
a los obreros desocupados. Si la tendencia a perder población continuó fuera del periodo
de estudio, se puede considerar un fracaso.
418
Los Principios, 26/12/1939.
419
Biasizo, Op. cit., pp. 89-92.
155
enviándolos luego fuera de la Provincia (…) La enérgica actitud policial produjo una
sensación de desahogo: nos habíamos sacado de encima una verdadera lacra social.
Pero, desgraciadamente, parece que el mal no ha sido extirpado de raíz, pues en los
últimos días hemos visto ambular nuevamente por las calles algunos de esos individuos.
Conviene pues que la policía continúe su acción purificadora, ya que a poco que se
muestres benévola, nos avanzará otra nueva falange de `desocupados´ y nos
encontraremos en la misma situación de hace un mes.”420
Pero existió una organización que mejoró con creces los métodos de
desplazamiento de la mano de obra sobrante. La Junta Nacional para Combatir la
Desocupación fue una repartición del Estado nacional que nació al calor de la crisis
económica, en sintonía con otras reparticiones que buscaban la intervención estatal en
espacios vedados anteriormente. Su creación se remonta a 1932 y estaba compuesto por
miembros del Congreso (3 senadores y 5 diputados).424 Entre sus planes se destacaban
420
Diario La Acción, 12/02/1933.
421
El Debate, 02/02/1933.
422
El Censor, Gualeguaychú, 03/02/1933.
423
La Acción, 03/04/1936.
424
Para un resumen histórico de la Junta Nacional para Combatir la Desocupación y los debates consultar:
Girbal-Blacha, Noemí: “La Junta Nacional para Combatir la Desocupación. Tradición y modernización
socioeconómica en la Argentina de los años treinta” en Estudios del Trabajo, Buenos Aires, nº25, enero-
junio, 2003.
156
la asistencia a los desocupados en estado de indigencia, calificar y mejorar la
calificación de los obreros desocupados, proponer al ejecutivo medidas para combatir la
desocupación, concentrar en campos especiales a los obreros sin calificación y
lógicamente, facilitar el traslado de obreros a los lugares donde existiera trabajo, que de
hecho era el segundo punto de las propuestas.425
En febrero de 1935 el diario conservador Debate se informaba que 150
desocupados entrerrianos habían sido enviados al Chaco a la construcción de un ramal
ferroviario y que, en breve, otro contingente igual se les uniría. Casi dos meses más
tarde, en Gualeguay se publicitaba que en el Chaco se necesitaban obreros recolectores
de algodón, y que los gastos de los desocupados interesados corrían por la Junta
Nacional para Combatir la Desocupación: veintitrés obreros se esa localidad fueron
embarcados rumbo al Chaco.426El mismo diario el día de la partida, en una editorial hizo
una elegía de aquellos obreros que se iban, lamentando que dejarían sus familias por la
falta de trabajo y denunciando que los comerciantes locales discriminaban por
considerarlos haraganes. Poco más de un mes después comenzó el periódico publicó
una crónica de los avatares sufridos por estos “muchachos flor, llenos de
427
entusiasmo” enviados al Chaco:
“Han vuelto algunos de los que se enviaron al Chaco a la recolección algodonera. Desde
Paraná empezaron sus sufrimientos. En Santa Fe dos días de escases y luego…el Chaco
(…) Policianos engestados los arrinconaron como bestias bajo un árbol en Sáenz Peña,
donde fueron registrados brutalmente como delincuentes y de allí sin rumbo la selva
brutal hosca, llena de inconvenientes: `más allá, cinco o seis leguas encontrarán
trabajo´. Y allá fueron nuestros muchachos animosos. Con fé y esperanza. Encontraron
negreros. La primera recolección del algodón ya había terminado. Los obreros de allá
sólo trabajan en la primera recolección que es la que rinde. Llegaban, pues, a la
segunda, de capullo reducido (…) Los muchachos, medios hambrientos, se pusieron a
trabajar y trabajaban de sol a sombra. Rinde: 15 kilos!-$1.05- y había que pagar la
comida; y los fósforos (…) Resolvieron escapar de la férula terrible del hombre que los
explotaba y escaparon por montes, a pié, sin comer; ¡tres días a mate y galleta dura!
Como malhechores espiaron un tren y se treparon a él. La policía los persiguió y más
allá fueron apaleados, a sablazo limpio. Hambre muchas leguas a pié, palos, malos
tratos, amarguras e impotencia: he ahí el saldo de su aventura (...) Aún quedan allá
muchos muchachos enterrados y sometidos a los negreros y a las policías de sable duro
y alma torva…”428
425
Ídem, p. 29.
426
El Debate, 04/02/1935, 29/03/1935 y 08/04/1935.
427
El Debate, 25/04/1935.
428
El Debate, 15/05/1935. Más relatos sobre la situación de los obreros de gualeguay que fueron al Chaco
en: El Debate, 10/06/1935.
157
Aún en 1942, se podían leer noticias de este tipo, invitando a los obreros a la
aventura de dejar Entre Ríos rumbo al Chaco.429 En la Memoria de la Junta Nacional
para Combatir la Desocupación de 1936 se daba cuenta de la tarea de traslado indicando
que 1.032 braceros, compuestos por entrerrianos, santafecinos y bonaerenses habían
sido trasladados al Chaco. Entre las gestiones desarrolladas por la Junta se destaca la
centralización de la demanda de trabajo430 y la facilidad para el traslado con tarifas
reducidas –con descuentos de hasta un 89,5% del costo del pasaje-.431 En 1937 la JNCD
envió a los gobernadores una encuesta para dar cuenta del estado de situación. El
correspondiente a la provincia de Entre Ríos fue respondido por el presidente del
Departamento de Trabajo provincial, Acevedo Recalde, qué informó que la
desocupación ascendía a unos 20 mil trabajadores, particularmente trabajadores rurales
que se dirigían a Buenos Aires y Santa Fe en procura de trabajo, además agregaba que
el gobierno provincial comenzaba tareas de “colonización oficial” para contener a la
mano de obra y que el desarrollo industrial era una necesidad para contener a la
población.432
El año 1938 encontró al Estado en plena tarea de movilizar a la mano de obra
sobrante entrerriana. Con el elocuente título de “Una buena iniciativa” una de las
prensas burguesas de la época decía:
“Una iniciativa sin duda oportuna, acaba de tomar el Departamento del Trabajo de la
provincia, que ha de favorecer a no pocos obreros. Conocido es el éxodo de braceros,
que en esta época del año, se inicia hacia las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, con
el propósito de la cosecha de maíz (...) Hasta ahora, ese éxodo se ha ido haciendo, sin
intervención de las autoridades, mediante la sola iniciativa de los interesados que
iniciaban todos los años su larga peregrinación por los caminos hasta llegar a los puntos,
que creían más oportunos para conseguir el propósito buscado (...) En esta forma,
llegados al lugar elegido y cuando creían haber alcanzado la meta deseada, muchos no
429
Periódico Actualidad, Nogoyá, 07/04/1942.
430
La centralización de las tareas de traslado y colocación de los asalariados es una muestra de los
cambios que operaban en el seno de la clase dominante, que buscó superar las situaciones anteriores
dónde esas medidas eran realizadas por empresarios privados. Ver: Bialet Massé, Juan, [1905]: Informe
sobre el estado de la clase obrera, Buenos Aires, Hyspamerica Ediciones, 1985, T. II, p. 723. En julio de
1943, a poco más de un mes del golpe de Junio de aquel año, con el número de decreto 2.928, se organizó
el Registro Nacional de Colocaciones con el objeto de articular la demanda de fuerza de trabajo a nivel
nacional. Ver: Secretaria de Trabajo y Previsión. Revista de Trabajo y Previsión, Buenos Aires, Año I,
Nº1, Enero-Marzo, 1944, p. 129.
431
Junta Nacional para Combatir la Desocupación: Memoria elevada al Ministerio del Interior, Buenos
Aires, 1936, pp. 18-23. También ver apéndice Nº2.
432
Junta Nacional para Combatir la Desocupación: Memoria elevada al Ministerio del Interior, Buenos
Aires, 1937, p. 98.
158
lograban conseguir el trabajo anhelado, empezando nuevamente el peregrinaje, faltos de
recursos, hacia otros puntos que presumían más propicios para el fin perseguido (...) A
poner fin a esta situación anómala, tiende la resolución arbitrada por el Departamento de
Trabajo. Mediante ella, se busca organizar, en forma racional ese éxodo de braceros,
indicándoles los lugares donde puedan encontrar ocupación y proveyéndolos al mismo
tiempo de los pasajes necesarios para llegar al sitio elegido (...) Con el fin de llevar a
feliz término este propósito, se ha requerido la cooperación de la Junta Nacional para
combatir la Desocupación y de los departamentos del trabajo de las provincias de
Buenos Aires y Santa Fe.
Mediante esta feliz iniciativa de la repartición que nos ocupa, se pondrá término a una
situación poco edificante y se dispensará la ayuda necesaria, a todos aquellos que
buscan emplear sus energías, en esas actividades”433
Esas actividades eran nada menos que conseguir el pan de cada día, y lo que se
aplaudía era la incapacidad de la burguesía local de crear las condiciones para la
reproducción de la vida de la masa de los productores directos de la riqueza social. El
cambio de gobierno producto de la Revolución de Junio no cambió el destino de la
fracción sobrante del proletariado. En 1944, se publicaba:
5-Para finalizar.
159
de ejecución, fundamentalmente el Estado y sus reparticiones, sino que, facilitó un
consenso inter-clases sobre la intervención.
El Estado, en su sentido más amplio, sin distinguir Nacional del Provincial,
siempre ocupó mano de obra. Es decir, la explotación de la fuerza de trabajo, ya sea
bajo la forma de personal policial, educativo, burocrático o en las diferentes
reparticiones. Diremos que es parte de su forma de existencia. Mostramos que en el
periodo comprendido entre 1914 y 1947, la mano de obra ocupada por el Estado
nacional y provincial era el 10% de toda la clase obrera ocupada. Pero lo que interesa,
además de indicar esta función de creciente ocupación por el Estado, eran las medidas
que se tomaron para el proletariado que no fue absorbido como parte del aparato estatal,
sino, aquel que fue ocupado para ocultar la crisis.
En un principio, se pensó campear la mala situación económica con una fuerte
intervención monetaria-financiera –tal era el motivo de la visita de los delegados del
Banco Nación a la provincia en 1933- pero se descartó de cara a la falta de recursos
necesarios en cantidad para tal fin. Aunque estos delegados defendieran la necesidad de
intervenir fuertemente.435La intervención tuvo como eje la búsqueda de contener a la
mano de obra, más allá de la variedad de argumentos esgrimidos: motivos humanitarios,
incluso económicos, pero la idea de que desocupación y conflicto estaban asociadas era
omnipresente. El gobernador Tibiletti afirmó:
435
Situación económica de la Provincia de Entre Ríos. Informe sobre la gira realizada por losSrs.
Directores don Pedro Benegas y don Pedro Etchegaray y gerente de Sucursales don Manuel Gómez, los
días 19, 20 y 21 de enero de 1933, en Archivo General de la Nación. Sala VII. Fondo Agustín P. Justo.
Caja Nº42, documento Nº 25.
160
medio, exóticas o prematuras, sino para remediar e impedir los tormentos de la miseria a
título de una comprensión...”436
436
Tibiletti, Eduardo: Mensaje del Gobernador de la provincia de Entre Ríos Dr. Eduardo Tibiletti al
iniciarse el 77º periodo ordinario de sesiones de la Honorable Legislatura. Julio 1936, Paraná, Imprenta
de la Provincia, 1936, p. 6.
437
El Censor, Gualeguaychú, 30/01/1933. No hemos encontrado más información al respecto, por lo que
suponemos que la iniciativa no prosperó.
161
antes que mejorar el estándar de vida de los trabajadores. Predominaron los intereses
burgueses por encima de los obreros. Incluso estos obreros trabajaron en condiciones
extremas en las que se les llega a adeudar dos meses de salario.
El segundo tipo de intervención tuvo un carácter más experimental y ambicioso.
La ley de Transformación Agraria, fue un intento de crear nuevas colonias agrícolas
con una matriz granjera. El objetivo era desarrollar un modelo de producción que se
auto-sustente y contenga al proletariado sin tierra y la pequeña-burguesía quebrada en el
campo. Era el método para prevenir la migración a la ciudad y, por otro lado, ensayar un
modelo alternativo a la producción chacarera, agro-cerealista y de exportación. Los
resultados son variados, si se considera que en su momento más alto llegó a contener
casi cinco mil personas, se puede considerar un éxito habida cuenta de que los
desocupados totales eran unos veinte mil. Pero a de considerarse que en las cifras de los
colonizadores no se cuenta solo a los jefes de familia, sino a familias enteras con niños
y ancianos, la incidencia de las colonias para absorber el desempleo se matiza. Además,
las fuentes presentadas por quienes han estudiado directamente el experimento granjero
muestran que estas tendieron a perder población en poco tiempo, tendencia que se
mantuvo en las décadas siguientes.438
No podemos dejar de mencionar que la intención de otorgar tierra tiene una
relación directa con el abasto de fuerza de trabajo, por ello, las intenciones de un plan
granjero pone énfasis en el carácter auto-subsistente de la explotación y no, en la
proyección para la explotación de tipo chacarero decimonónica y mercado
exportadora.439 Es decir, funciona como un anclaje de mano de obra, sin que haya una
intención de crear una pequeña burguesía rural.
La tercera estrategia estatal para lidiar con la desocupación fue facilitar el éxodo
de la mano de obra sobrante. El acuerdo tácito se dio con el Estado Nacional a través de
438
Biasizo, Op. cit., pp. 89-92.
439
“La pequeña explotación ya no vende cuando se desarrolla a su lado la gran explotación capitalista. Se
convierte de vendedora en compradora del „excedente de productos‟ de la gran explotación, y la
mercancía que ella produce en exceso es precisamente el medio de producción que necesita la gran
explotación: la fuerza de trabajo”, ver: Kautsky, Karl: La cuestión agraria, México, Ediciones de cultura
popular, 1978, p. 175. “El otro tipo nuevo es el proletariado rural, la clase de los obreros asalariados con
nadiel [pequeña propiedad de tierra]. Entran aquí los campesinos pobres, incluidos los que carecen de
tierra en absoluto, pero los representantes más típicos del proletariado rural ruso son el bracero, el
jornalero, el peón, el obrero de la construcción, o de otra clase con nadiel. Una proporciones
insignificantes de la hacienda basada en un poco de tierra, hacienda que, además, se halla en plena
decadencia, la imposibilidad de subsistir sin vender la fuerza de trabajo.”en Lenin, Vladimir: “El
desarrollo del capitalismo en Rusia”, en Obras Completas, Tomo III, Buenos Aires, Ed. Cartago, 1957,
p.176. También el texto del que tomamos la expresión “semi-proletario”: Dobb, Maurice: Estudios sobre
el desarrollo del capitalismo, Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 1974, pp.287 y ss.
162
la Junta Nacional para Combatir la Desocupación. Pero también se alentó el éxodo de
modo más informal, se les ofreció a los desocupados pasajes baratos para que se
marcharan. En efecto, la provincia de Entre Ríos perdió miles de trabajadores en el
periodo estudiado, como se demostró en el capítulo IV.
163
Parte II
164
Capítulo VI
La semilla de la organización: reconstrucción sindical y lucha obrera
en un periodo de crisis, Entre Ríos, 1927-1935
Bandera Proletaria,
16/11/1929.
Introducción.
165
El presente capítulo trata del crecimiento gremial en la provincia de Entre Ríos, en
lo que fue, la tercera gran oleada organizadora de sindicatos rurales después de de las
que tuvieron lugar a principio de siglo y, luego la más grande de 1917-1921. En una
entrevista realizada por el periódico de la Unión Sindical Argentina en 1927 a Juan
Balsechi, secretario histórico de la Unión Departamental de Concepción del Uruguay,
este reseñaba el derrotero vivido por la organización sindical entrerriana hasta ese
momento:
440
Bandera Proletaria, Órgano de la Unión Sindical Argentina, Buenos Aires, 25/06/1927. En adelante:
BP.
441
Ansaldi, Waldo &Sartelli, Eduardo: “Una conflictividad débil: los conflictos obreros rurales
entrerrianos, 1918-1921”, en Waldo Ansaldi (comp.): Conflictos obreros rurales pampeanos, 1900-1937,
CEAL, Bs. As., 1993. T. II.
166
Durante este tiempo renacieron los sindicatos y las fuerzas acumuladas por los obreros
empujaron a la organización de una central de alcance provincial. El segundo período,
de 1932 a 1935, se corresponde con un aumento de las luchas y la conquista de la
hegemonía dentro del movimiento por parte de los sindicalistas de Concepción del
Uruguay.
Esta primera etapa de las luchas comprendida entre 1927-1932, se caracterizó por
el proceso de reorganización que vivió la organización gremial. Los sindicatos
destruidos luego de las fuertes represión de comienzo de la década del `20, las fuertes
luchas intestinas que vivió la organización gremial a escala nacional, dificultaron la
persistencia de los sindicatos. Hacia 1927, a partir de las resoluciones del Segundo
Congreso de la Unión Sindical Argentina (USA)442 volvieron a realizarse giras de
organización por el interior del país. Destacados dirigentes sindicales recorrían diversas
zonas del país organizando a su paso a los obreros de pueblos y ciudades. De este modo,
el proceso de organización recibe el impulso que llega a través de dos corrientes
distintas que influyen en diferentes áreas, con eje en las dos costas de la provincia. Por
la costa del río Paraná irradiaban su influencia las organizaciones con base en Santa Fe,
mientras que en la costa del río Uruguay se hacía sentir el ascendiente de las centrales
afincadas en Buenos Aires.
El proceso de organización interior, fue vitalizado por estos “catalizadores
externos” que aportaron impulso, recursos y, especialmente, cuadros sindicales para
realizar la tarea. Así, poco a poco, dirigentes llegados de afuera fueron recorriendo la
provincia y reorganizando los viejos sindicatos, para lo cual reclutaron de nuevo para la
acción a los militantes del quinquenio `17-`21. Luego, estos militantes de la provincia,
asentados en los dos grandes nodos gremiales (Concepción del Uruguay y Diamante)
replicaron en los pueblos de campaña el mismo procedimiento. Llegado el año 1930, se
comenzó a discutir la posibilidad de unificar a todos los sindicatos en una Federación
provincial, idea que se concretó en 1932. La creación de la Unión Obrera de la
Provincia de Entre Ríos resultó en un gran impulso para la organización y, de alguna
manera, independizó a los sindicatos entrerrianos del resto del país. A partir de este
momento, el movimiento entrerriano cobra una dinámica propia dada, en parte porque al
no encontrarse la provincia intervenida, a diferencia de lo que ocurre en el resto del
país, los gremios tuvieron una mayor libertad y margen de acción. Sin embargo, no todo
442
Marotta, Sebastián: El movimiento sindical argentino, su génesis y su desarrollo, Buenos Aires, Ed.
Lacio, 1961, p. 218. T. III.
167
fueron luces. Las diferencias entre los dos nodos o polos sindicales provinciales, se
fueron tensando hasta que en 1935 se produjo la expulsión de una decena de sindicatos
que orbitaban en torno a Diamante.
1-Desde el subsuelo.
“El movimiento huelguístico ferroviario toca a fin, no porque los obreros hayan
desistido de su propósito, sino porque la empresa ha conseguido normalizar su servicio
de trenes, con el personal que no se adhirió al movimiento, ayudado por elementos
nuevos, ingresados a raíz de éste.”445
443
BP, 17/01/1925.
444
Periódico La Juventud, Concepción del Uruguay, 15/01/1925.
445
La Juventud, 29/01/1925.
168
ordenado al secretario de policía de Uruguay salga para Basavilbaso a ponerse al frente
de las fuerzas policiales allí existentes.”446
446
El Entre Ríos, 29/01/1925.
447
BP, 07/02/1925.
448
BP, 14/02/1925.
449
BP, 04/07/1925.
450
La Juventud, 08/09/1925. BP, 26/09/1925.
451
BP, 10/10/1925.
169
han proferido algunas amenazas, según consta en denuncias hechas a la policía.”452 Más
de diez días después, cuando la huelga continuaba, los obreros realizaron un acto con
una concurrencia bastante numerosa, según indican los medios, en la cual hicieron uso
de la palabra varios militantes instando a mantener la huelga, que parecía haber entrado
en un impase por la intransigencia de la empresa.453 A pesar de las sanciones de la
empresa, con despidos y presión a los capaces, así como el intento de coima a los
miembros de la Unión Obrera Departamental, los obreros vencieron.454 A comienzos de
noviembre, el turno fue de los obreros que construían los tanques de combustible en el
puerto de la ciudad. La solución se alcanzó rápidamente y favorable a los obreros. 455 El
sindicato de oficios varios era el responsable de todas las luchas de los obreros de la
construcción.
Sin embargo, lo que podía parecer una salida del reflujo no fue más que un
ascenso de las luchas en una sola ciudad, núcleo de militantes combativos y
voluntariosos. Hemos comprobado que el año 1926 fue el más bajo en luchas. Bandera
Proletaria prácticamente no dedica artículos a Entre Ríos, ni a luchas algunas. Sólo se
menciona algún acto de solidaridad de los panaderos de Concepción del Uruguay con
los ladrilleros de Río Cuarto,456 o de los marítimos de esa misma ciudad con los
carpinteros de Mar del Plata.457 Ese año también se registra el atentado al dirigente
uruguayense Juan Balsechi, producido por el ataque de un “enemigo de la clase obrera”
vinculado a la Liga Patriótica quién le clavó un chuchillo en el brazo, por lo cual
debieron amputárselo –por el cual recibiría el apodo del “Manco rojo”-.458 Se deduce un
ambiente más caldeado por las luchas intestinas entre las fracciones ideológicas en
disputa, que por las disputas económica con las diversas patronales.
452
La Juventud, 08/10/1925.
453
La Juventud, 20/10/1925.
454
BP, 24/10/1925. BP, 31/10/1925.
455
BP, 21/11/1925.
456
BP, 11/09/1926.
457
BP, 07/08/1926.
458
BP, 12/06/1926.
170
Para el Segundo Congreso de la Unión Sindical Argentina, sólo cuatro sindicatos se
hicieron presente: La Federación Obrera Marítima (FOM) de panaderos y representantes
del Sindicato de Oficios Varios de Concepción del Uruguay, y homónimos de
Gualeguaychú.459 A estas fuerzas debemos agregar algunos sindicatos menores como el
de Oficios Varios de Colón, algunas secciones del ferrocarril y no mucho más. El 1º de
mayo de 1927, fecha que siempre sirve para medir el grado de organización efectiva nos
muestra un desierto. Las noticias hablan que en Colón, el mismo fue prohibido por
carecer del permiso policial para realizar la reunión. Por ello se quejaba la prensa
radical de la ciudad:
“Esta medida restrictiva de la libertad de reunión, no tiene razón de ser entre nosotros
donde el elemento obrero desarrolla sus actividades en forma tranquila a tal punto que la
celebración del día del trabajo se viene realizando entre nosotros, y desde hace años en
un ambiente familiar.”460
459
Unión Sindical Argentina. Memoria y Balances del Comité Central presentados al 2º Congreso
Ordinario, Buenos Aires, Febrero de 1926, pp. 43-45.
460
Diario del Pueblo, Colón, 05/05/1927.
461
BP, 03/09/1927.
462
BP, 01/10/1927.
171
En los días siguientes García trató reorganizar la seccional de la FOM en el puerto
de esa ciudad, sin embargo, la recepción fue “regular” según informaba Bandera
Proletaria. Las condiciones para la organización aún no eran del todo propicias. Para
fin del mes de julio, las actividades de propaganda continuaban, aunque se mantenían
dentro de la misma ciudad. En un nuevo acto, los militantes locales de la Unión Obrera
Departamental, Martín García y Juan Balsechi con la presencia de José Paz, se
explayaron frente a una multitud de unos 1.800 concurrentes en la plaza Ramírez, centro
de la vida social de dicha ciudad. Los organizadores proclamaban que la Unión Obrera
Departamental se mantenía en lo más alto como autoridad moral del proletariado.463 A
la moral le faltaban sus herramientas… días más tarde, los organizadores optaron por la
presentación del cuadro filo dramático “Nuevos Horizontes” en el local de la
Departamental, la presentación de la obra a cargo de éste, sirvió para que Paz interpele a
la mujer obrera para que se organizara y reflexionara sobre su rol en la sociedad
capitalista. También, se recaudaron fondos para las empobrecidas arcas de la Unión
Sindical. La organización tampoco se concreta. A fines de agosto, en el marco de la
huelga general por la libertad de Sacco y Vanzetti464 en las puertas del local de la Unión
Obrera Departamental:
“El acto, desarrollado dentro de un marco de absoluto respeto, fue de larga duración
habiendo usado de la palabra en el transcurso de él numerosos oradores, todos los cuales
coincidieron en expresiones condenatorias contra la persistencia yanqui, ante el
clamoreo universal que solicita clemencia para los condenados.”465
“La indignación de los compañeros conscientes del riel se dejó entonces traducida
cuando la comisión les explicó el motivo de la entrevista y muchos trabajadores, la
mayoría, abandonaron el trabajo, protestando enérgicamente contra los que teniendo la
463
BP, 10/09/1927.
464
Los días 22 y 23 de agosto se realizó un paro general en pedido de libertad de los anarquistas
norteamericanos. La Central Obrera Argentina, de extracción socialista, no acompañó la medida. Ver:
Marotta, Op. cit., pp. 244-245. T. III.
465
La Juventud, 25/08/1927.
172
dirección de la organización traicionaban tan vilmente las aspiraciones de los
trabajadores.”466
466
BP, 03/09/1927.
467
Se puede rastrear hasta 1895 la primera huelga donde aparece esta demanda. Ver: Poy, Lucas: Los
orígenes de la clase obrera argentina, Buenos Aires, Imago Mundi, 2014, pp.141-143.
468
BP, 01/10/1927. Los militantes de la Unión Obrera Departamental tenían cuatro compañeros
presos: Benito Sayes, preso desde febrero de 1920, condenado a once años por homicidio, Pedro Abreu,
preso desde diciembre de 1920, condenado a veinticinco años por homicidio, Francisco Polletti, preso
desde diciembre de 1926 por homicidio a diez años y Pascual Bollero, condenado desde 1913 por
homicidio a doce años pero continuaba preso. En todos los casos, los homicidios se habían producido en
enfrentamientos con rompe-huelgas. Ver: Memoria y Balances del Comité Central presentados al 2º
Congreso Ordinario…Op. cit., p.10.
469
BP, 07/01/1928. BP, 28/01/1928. BP, 04/02/1928. BP, 18/02/1928.
173
explosivos –“petardos”- que estaban instalados para producir un incendio. Coincidía
que en la misma zona, hacía unas semanas se había producido un incendio de parva.470
Por su parte, se informaba que en Ibicuy se volvía a reorganizar el sindicato de
oficios varios: “Con la reorganización del Sindicato de Ibicuy se habrá iniciado una
nueva era para nosotros: la de poder vivir más libres y en mejor situación económica.
Iniciamos, pues, esa era; demostraremos de qué somos capaces.” 471 A fines de febrero,
se comunicaba la continuidad de la huelga de los gastronómicos: “Muchos han debido
alejarse de la localidad a fin de buscar trabajo antes que someterse a los patrones
gastronómicos. Solamente algunos ex milicos y otros inconscientes pudieron prestarse
al miserable oficio de traidor.” Enumerando en cuatro las deserciones de las fuerzas
huelguistas.472
En marzo de 1928, los miembros del Consejo Federal de la USA y de la Unión
Obrera Departamental, elevaron una nota al gobernador solicitando la libertad de cuatro
obreros presos en la cárcel de Gualeguaychú por motivos gremiales.473 A fines de marzo
Polleti, unos de los presos desde el año 1920, obtuvo su libertad. También Benito Sayes
consiguió la libertad condicional en septiembre, luego de cumplir dos tercios de su
pena.474 A mediados de marzo se logró la reorganización de la F.O.M. de Colón, su
secretario sería José Batisteza, un veterano dirigente de la gran oleada de 1917-1921.475
A fines de abril, el delegado de la USA, López Coaraza, llegó a Concepción del
Uruguay con el plan de ayudar a la reorganización de sus núcleos sindicales, de los
cuales, solo el de la FOM estaba activo. El día 26 de ese mes, realizaron un acto en el
puerto en el que compartió palco con García de la FOM local y Juan Balsechi, de
panaderos. Unos cuatrocientos obreros se acercaron a la actividad de agitación. En la
víspera del acto del 1º de Mayo, realizaron una actividad cultural en el local de la Unión
Obrera Departamental con la participación del grupo teatral de la misma. El día de los
trabajadores, por la mañana se aprovechó la presencia del delegado proveniente de
470
Diario del Pueblo, Colón, 14/01/1928.
471
BP, 11/02/1928.
472
BP, 25/02/1928.
473
BP, 03/03/1928. La Juventud, 08/03/1928.
474
BP, 24/03/1928. La Juventud, 18/09/1928. Benito Sayes se encontraba detenido por la muerte de un
miembro de la Liga Patriótica al servicio de la patronal portuaria que le disparó tres veces, por lo que
Sayes se defendió hundiendo un cuchillo en el pecho del atacante, ver: BP, 22/09/1928. Más información
sobre las actividades de Sayes al momento de su liberación en BP, 29/09/1928. BP, 06/10/1928.
475
BP, 31/03/1928. Leyes, Rodolfo: “Conflictos obreros en la etapa de toma de conciencia corporativa de
clase: El caso de la huelga del frigorífico Liebig´s Colón en 1918.”en las “XII Jornadas Interescuelas de
Departamento de Historia”, en la Universidad de Comahue, durante los días 28, 29, 30 y 31 de octubre de
2009, en la ciudad de San Carlos de Bariloche, Prov. De Río Negro.
174
Buenos Aires, para realizar la reorganización de los panaderos con la participación de
más de sesenta obreros. A las dos y media de la tarde se realizó la concentración de los
obreros en el local de la Unión Obrera Departamental para marchar hacia la plaza
Ramírez de la ciudad. Encabezada por cincuenta jinetes, la columna era precedida por
una banda que tocaba La Internacional e Hijos del Pueblo, detrás la bandera roja del
sindicato de panaderos y la bandera de la FOM. También portaban carteles alusivos,
destacándose uno que decía: “El Sindicato Obrero es la única fuerza capaz de redimir al
trabajador de la esclavitud capitalista”. La columna era la más grande de muchos años
se calculaba en unos cuatro mil obreros. En la plaza hicieron uso de la palabra varios
oradores obreros y un estudiante.476
En mayo, el activo grupo de Concepción del Uruguay, logró la reorganización del
sindicato de oficios varios locales y con la clara intención de acercar trabajadores a las
organizaciones, realizó una conferencia sobre la necesidad de la organización sindical,
la necesidad de conquistar las ocho horas laborales y la necesidad de aumentar los
salarios. El día 20, realizaron un acto público de protesta por la represión en Santa
Fe.477También, a mediados de mayo, se reconstituyó el Sindicato de Oficios Varios de
Colón con la concurrencia de 35 afiliados de diferentes gremios, agregaba Bandera
Proletaria:
“Este hecho es otro síntoma del resurgimiento que se opera en el proletariado del país,
máxime si se tienen en cuenta que esa localidad ha carecido siempre de organización
sindical, pues es sabido que a excepción de la F. O. Marítima, los trabajadores han
permanecido al margen de las organizaciones de clase”
Entre los artículos del estatuto del Sindicato de Oficios Varios se destacaba
además de la acción educativa, la lucha por las mejoras y la emancipación del
proletariado, la lucha contra la infiltración imperialista.478 Posiblemente, este último
punto, atípico para los estatutos corrientes, se debiera a que los militantes tenían puesta
la mirada en el establecimiento Liebig, de propiedad inglesa. La reorganización del
sindicato para luchar contra “el feudo inglés” fue el eje del acto realizado a mediados de
476
BP, 19/05/1928.
477
La Juventud, 12/05/1928. BP, 26/05/1928. BP, 02/06/1928.
478
BP, 30/06/1928. Este hecho no es real, en cuanto, el Sindicato de Oficios Varios de Colón se rastrea
por lo menos hasta el año 1918, cuando el fracaso de una huelga en el establecimiento Liebig generó
fuertes bajas en sus miembros activos. Y se retomó la reorganización en 1920. Ver: Carta de Sebastián
Marotta a Juan Sosa (Secretario de la F.O.L. Colón), Buenos Aires, 26/12/1919, Copiador de Cartas de
la F.O.R.A. IXº (02-12-1919--31-01-1920) hoja 371.
175
julio en Colón con la participación de miembros de la Unión Obrera Departamental
uruguayense.479
Efectivamente se vivía un ambiente favorable a la reorganización, así fue que los
panaderos de Rosario del Tala, solicitaron a los miembros de la Unión Obrera
Departamental de Concepción del Uruguay, una delegación para reorganizar el
Sindicato de Oficios Varios local. Balsechi estuvo a cargo de la actividad organizativa,
y luego de dos conferencias, una con panaderos y otra con obreros varios se los citó en
el local de los panaderos para el domingo 26 de junio. Ese día, con la concurrencia de
carpinteros, herreros, albañiles y los obreros panaderos, se dio fundación al Sindicato de
Oficios Varios local.480
Durante agosto, las actividades versaron en torno al aniversario de la muerte de
Sacco y Vanzetti. Por lo cual se realizó un acto en la plaza principal de Concepción del
Uruguay: “Trabajadores, la más elocuente manifestación del espíritu solidario de los
productores asalariados, hacia aquellos nuevos mártires de la noble causa del
Trabajo…”481 Por su parte, los miembros del Sindicato de Oficios Varios de Rosario del
Tala y los panaderos de esa localidad, adhirieron a la campaña por la liberación de los
presos políticos, impulsada en conmemoración por la muerte de los anarquistas
norteamericanos. Para ello realizaron un acto en la plaza principal del pueblo.482
Durante septiembre, los panaderos de Concepción del Uruguay solicitaron al jefe
de policía local –encargado de la observancia de las leyes laborales- que hiciera cumplir
la ley de trabajo nocturno. Lo que generó la protesta de los patrones que se reunieron
para exponer argumentos en contrario.483 Por su parte, Manuel Morales, un delegado de
la USA que se encontraba en Gualeguaychú por cuestiones familiares se dio la tarea de
reorganizar el Sindicato de Oficios Varios, dijo:
“Mi primer trabajo fue dar con los camaradas que pudieran secundarme en la labor que
debía realizar, o sea dejar constituido un sindicato de oficios varios. Poco trabajo me
costó dar con ellos, pues no había desaparecido aún el fruto de la organización obrera de
la que en otros tiempos fue la Federación Obrera Departamental…”
176
para reunirse fue el local del Centro Socialista, decía Morales: “Ningún compañero
ignora la labor criminal de la Liga P. Argentina que culminó con la tragedia de los
sucesos del 1º de Mayo de 1921 y cuyos principales responsables directos son Sixto
Vela, Morro [gh] Bernar[d]…” Los obreros realizaron un manifiesto convocando a los
trabajadores para una gran asamblea. En esos momentos se sumó a la actividad Antonio
Aguilar, que, como efectivamente señaló el relato, era un cuadro conocido en
Gualeguaychú. Finalmente, con una concurrencia “…número que sobrepasó nuestros
deseos y cálculos.” Se dejó constituido el Sindicato de Oficios Varios de Gualeguaychú.
Dos días después, fue despedido un obrero que había estado en la repartición de
volantes.484 La oposición patronal había comenzado.
Mientras tanto, los obreros portuarios y embarcados de Concordia, aprovechando
el conflicto de la FOM con la empresa Mihanovich,485 realizaron una asamblea con
delegados del FOM de la Capital Federal y de la seccional FOM de Concepción del
Uruguay con la presencia de ciento cincuenta obreros y dejaron constituido la seccional
de Concordia. Por su parte, los trabajadores de la FOM de Concepción del Uruguay,
detuvieron el puerto y la empresa pretendió levantar la medida recurriendo al uso de
carneros, pero los obreros se resistieron y los empresarios debieron levantar la medida.
Reintentaron la maniobra con obreros del Ministerio de Obras Públicas local, que
también se negaron a secundar la acción patronal, por lo que debieron requerir un
remolcador desde Buenos Aires para funcionar en aquel puerto.486 El día 13 de octubre
se realizó un acto en Gualeguaychú en apoyo a la FOM. También en Colón, con la
visita de un delegado de la FOM de Buenos Aires se realizó un acto con la concurrencia
de doscientos cincuenta obreros. Además por esos días, con ayuda de la Unión Obrera
Departamental de Concepción del Uruguay se daba organización al Sindicato de Oficios
Varios de Maciá.487 El primer sindicato en el corazón geográfico de la agitación obrera
rural.
A mediado de noviembre, el sindicato de portuarios uruguayense, hacía un
llamado a los estibadores tomando como referencia los resultados obtenidos por sus
pares de Rosario y Santa Fe, decían:
484
BP, 15/09/1928.
485
Un relato de la huelga de la FOM y las relaciones tendidas con el gobierno de Alvear se encuentra en:
Horowitz, Joel: El radicalismo y el movimiento popular (1916-1930), Buenos Aires, Edhasa, 2015, pp.
202-212.
486
BP, 27/10/1928.
487
BP, 03/11/1928.
177
“Las condiciones de trabajo que actualmente rigen en el puerto no llegan a nuestras
aspiraciones de obreros asalariados. Si nuestra misión es mejorar nuestra situación
económica, debemos también mirar muchas otras cosas que son necesarias para nuestro
propios bienestar (…) Los portuarios de C. del Uruguay gozan sólo el jornada diario de
$8, esto es lo único que tienen los estibadores. No hay control, no hay extras. Si el río
está crecido, se realizan las operaciones con el agua que da hasta el pecho. ¡Es claro! Se
dirá: ¡Son pechos entrerrianos! Miremos nuestras condiciones de trabajo. Si
reflexionamos al respecto, nos dará vergüenza constatar las pésimas condiciones que
nos impone el patrón.” –Y continuaba: “Si se hiciera estadística, veríamos que estibador
del puerto de C. del Uruguay era la máquina que realizaba todas las operaciones; hoy la
mecánica releva al obrero; la cinta eléctrica le roba muchos jornales. Entonces,
trabajadores, es necesario organizarnos para controlas las condiciones de trabajo, y que
la máquina no sea nuestra reemplazante, sino la cooperadora que nos permita conserva
las energías para prolongar nuestra existencia.”488
488
BP, 17/11/1928.
489
BP, 01/12/1928. BP, 22/12/1928.
490
La Juventud, 22/12/1928.Cfr.: BP, 22/12/1928.
491
BP, 22/12/1928.
178
Lavanderas y Anexos, del cual se decía que era la primera vez que aparecía uno de este
tipo en esa localidad:
“La forma en que estas obreras son explotadas realizando un trabajo ímprobo; de baja
remuneración en dicha labor hacía sentir, ineludiblemente, la necesidad de que
rompiendo con todos los prejuicios de su sexo, organizaran ellas también sus cuadros
sindicales (…) donde podrán aprender a defender sus derechos, exigiendo de las
ensoberbecidas burgueses de esta región un poco más de respeto para ellas y un poco
más de pan para sus hijos.”
492
BP, 29/12/1928.
493
BP, 12/01/1929.
494
BP, 02/02/1929.
495
BP, 23/03/1929.
179
sindicato.496 Para el 22 de marzo, el delegado porteño Elcura, llegó al puerto de Colón,
se realizó una asamblea con la mayoría de los obreros organizados. Existía el viejo
sindicato de oficios varios, el sindicato de Lavanderas y la seccional de la FOM. La
seccional de la FOM destacaba por su novel reorganización que comprendía al personal
embarcado de barcos y dragas y a los estibadores, y se jactaba de que sólo tres o cuatro
individuos no estaban afiliados. Dos días después se organizó un nuevo acto. Habló
Zaponaro, secretario del sindicato de Oficios Varios quién desarrolla las posiciones que
debía asumir la clase obrera frente a los capitalistas. Luego lo hizo Elcura, quién agitó
por la organización obrera sindical y explicó las razones del resurgir sindical. Al final
habló José Batisteza, quién cerró el acto.497
El 1º de mayo de 1929 se organizaron actos en Colón, Concordia, Concepción del
Uruguay, Maciá y Gualeguaychú. A Colón, Gualeguaychú y Maciá también llegarían
delegados de C. del Uruguay. El grupo de militantes uruguayenses se fue convirtiendo
poco a poco en el polo sindical de la costa del Uruguay.498El acto de Gualeguaychú
comenzó con el depósito de flores en las tumbas de los trabajadores caídos en los
sucesos de 1921, luego, se realizó una marcha hasta la plaza Independencia “flameando
la histórica bandera de 1921” –aquella que los liguistas quisieron quitar y costó la vida
de una decena de obreros- el acto, contó además de los clásicos poemas revolucionarios
y con el canto de “Hijos del Pueblo” realizado por un coro de niños. Los delegados de
C. del Uruguay, se despacharon sobre los planes de unificación entre la USA y la
Confederación Obrera Argentina (COA) también hicieron, según sus palabras, un
amplio análisis de la situación sindical nacional: “…dónde por doquier resurge el arma
especifica de los trabajadores imponiéndose al capitalismo” y agregaban a modo de
consideraciones finales:
“Aunque no fueron muy concurridos los actos, podemos afirmar que el espíritu
combativo de los trabajadores de Gualeguaychú resurge; prueba de ello es el entusiasmo
que reinaba una vez terminado el acto (…) Hay una serie de factores que han
contribuido a la desorganización que se nota en los trabajadores, pero creemos que
perseverando, mediante una propaganda tenaz, se lograría el resurgimiento de la misma,
pues ya están organizados los Stos. de Panaderos y Oficios Varios, los que
paulatinamente van afianzándose, pero se choca con la falta de compañeros activos,
pues todo el peso de la actividad recae sobre pocos compañeros…”499
496
BP, 30/03/1929.
497
BP, 06/04/1929. En Colón se logró conformar un Sindicato de Oficios Varios, pero meses después se
disolvió. Ver: BP, 05/07/1930.
498
BP, 27/04/1929.
499
BP, 11/05/1929.
180
En tanto, en Concepción del Uruguay, los actos tuvieron una concurrencia de
4.000 trabajadores. En Colón, los actos habían comenzado un día antes. El 30 de abril
por la noche se realizó una asamblea en el local del sindicato de Oficios Varios, al que
concurrió Balsechi. En el misma se explicó la situación de los trabajadores de la zona y
la necesidad de organizarse, también habló una militante local, Julia Arévalo, del
sindicato de Obreras Lavanderas quién apuntaló lo dicho por el delegado uruguayense.
Se dejó en firme la invitación al acto en la plaza principal el día siguiente. Al acto del 1º
de mayo concurrieron unos 1.500 trabajadores, lo que despertó el asombro de los
organizadores que no esperaban tal número. Al acto habían llegado de Concepción del
Uruguay, además de Balsechi que estaba desde día anterior, dos camiones con
militantes y los dirigentes García y Pereyra, ambos vinculados a la FOM. Según el
diario radical El Tiempo de Paraná, en aquella ciudad, la organización del acto había
convocado a un gran número de trabajadores, se habían leído obras de Jaurés, Marx,
Bakounine (sic) y Engels, también se habían entonado La Internacional e Hijos del
Pueblo. Finalmente, el vespertino se quejaba que ante la falta de medio de transporte,
varios oportunistas habían dispuesto de sus medios de transporte para llevar a los
trabajadores a los actos, tildándolos de crumiros por cobrar hasta el triple del boleto.500
A fines de julio, las tareas de reorganización alcanzaban la ciudad de La Paz en el
norte entrerriano, sobre la costa del Paraná:
500
Diario El Tiempo, Paraná, 01/05/1929.
181
“…los viejos militante de la organización y la juventud proletaria se apresten a activar a
fin de que pronto cuente esa importante ciudad entrerriana con una fuerte organización
sindical (...) La experiencia recogida en estos años de desorganización, debe hacer
reflexionar a los compañeros sobre la urgente necesidad de organizarse y decidirlos a
trabajar con decisión para ese fin.”501
“Somos optimistas en razón de que los salarios que los constructores pagan son
miserables y pésimas las condiciones de trabajo. Por eso los trabajadores creemos que
501
BP, 20/07/1929.
502
BP, 24/08/1929. La organización definitiva se alcanzó en febrero de 1930 cuando se conformó la
Comisión Administrativa: BP, 08/02/1930.
503
En este sentido, contrasta con los obreros de Diamante que formaron un sindicato de “albañiles”.
504
La Juventud, 31/08/1929.
182
muy breve tendremos una grandiosa organización sindical, puesto que la misma abarca t
todo el ramo, como ser albañiles, cloaquistas, plomeros, pintores, etc.”505
505
BP, 14/09/1929.
506
BP, 28/09/1929.
507
BP, 26/10/1929.
508
BP, 09/11/1929. BP, 16/11/1929.
509
BP, 05/10/1929.
510
BP, 16/11/1929.
511
BP, 30/11/1929.
183
los primeros momentos la U.O.L. de Santa Fe. Luego los camaradas de Diamante, entre
ellos el compañero A. BordaRamírez y otros continúan activa y entusiastamente la
agitación por la provincia, habiendo organizado el sindicato de estibadores de Strobel.
En estos momentolos trabajos de organización y propaganda obra agitan al proletariado
de las localidades de Aranguren, Viale, Seguí, M. Grande, Crespo y Victoria, y no
dudamos que se extenderá a otras localidades. ¡Ojalá sea en toda la provincia! ¡Adelante
camaradas! (…) No hay que olvidar que en la provincia de Entre Ríos hubo 130
sindicatos obreros organizados los que libraron regias luchas contra el capitalismo
escribiendo una página brillante en la historia del movimiento obrero del país.”512
“Este gremio, que en un tiempo fue uno de los más batalladores, en estos momentos en
que todos los demás gremios sienten un despertar saludable, se muestra remolón y
reacio a los llamados de su comisión (…) resulta un punto débil de los trabajadores de
Diamante. El jueves 12 tuvieron reunión y sólo se presentaron diez o doce; frente a esta
indiferencia, los compañeros más activos tomaron la resolución de invitar al gremio por
tercera vez, y en caso de no conseguir mayoría para sesionar se tomarían resoluciones
512
BP, 07/12/1929, p.3.
513
BP, 14/12/1929.
514
El Entre Ríos, 12/12/1929.
515
BP, 07/12/1929, p.4.
184
de minoría que tendieran al afianzamiento del gremio, aunque para ellos fuese necesario
tomar medidas disciplinarias.”516
516
BP, 21/12/1929, p.1. Sobre la conformación del Sindicato de Clasificadores de Diamante, BP,
01/01/1930.
517
BP, 21/12/1929, pp. 5-6.
185
“Esta victoria es valiosa, porque evidencia la importancia del resurgimiento del
proletariado de Entre Ríos, la potencialidad de los organismos reorganizados y la
conciencia de esos obreros, que hará que ocupen uno de los puestos de avanzada entre
los trabajadores organizados del país.”518
518
BP, 18/01/1930, p. 1.
519
BP, 11/01/1930.
520
BP, 18/01/1930, p. 3.
186
reglas del juego, sobre todo, en lo referente a los apoyos externos a la provincia. Al no
ser intervenida, la provincia de Entre Ríos no sufrió el peso de la dictadura del mismo
modo que el resto del país. Finalmente, la creación de la Confederación General del
Trabajo, constituirá un nuevo centro de gravitación sindical.
A mediados de enero, los estibadores de Concepción del Uruguay bregaron en un
acto público al que concurrieron mil quinientos trabajadores, por continuar el camino
fijado por los estibadores de Diamante. Para el día 19 de enero se convocó otro acto
para tratar la presentación de un pliego, unos ochocientos estibadores se hicieron
presentes. En Ibicuy, los estibadores se plantearon la misma tarea, tomando como
ejemplo a seguir la victoria de los obreros diamantinos: “Ocho días hace que se
constituyó el sindicato ¡poco tiempo y mucha labor!” exclamaba el corresponsal para la
prensa de la Unión Sindical Argentina (USA). A fines de ese mes, obreros estibadores
se cruzaron a tiros con elementos contrarios a la organización gremial en el centro de la
ciudad de Uruguay.521 El pliego presentado en Diamante, referente a las horas de trabajo
y el sueldo de los estibadores fue aceptado por Mihanovich, no así en otros puertos,
generando una huelga de estibadores en Paraná.522
Mientras tanto, los obreros estibadores de la Estación Tabossi, en la misma línea
ferroviaria de Diamante se declararon en huelga. Ante el conflicto, los diamantinos
enviaron a Borda, a dar aliento y organización a los obreros en lucha. Llegado a
Estación Tabossi y frente a la intransigencia patronal y la presencia de esquiroles, Borda
se dirigió a Paraná a tratar directamente con las gerencias de las casas acopiadoras, que
se comprometieron en tratar de solucionar el problema y despedir al personal
advenedizo. Sin embargo, cuando Borda volvió a Tabossi, los carneros seguían
ocupados y el dialogo cerrado. Por lo cual, los estibadores de Diamante y Strobel
declararon el boicot a los vagones cargados por rompe-huelgas y paralizaron las tareas
en los galpones de la firma Jarolasky del puerto de Diamante. Frente a este movimiento
de las fuerzas obreras, los patrones intentaron en tres oportunidades arreglar la disputa,
pero no se llegó a un acuerdo. En tanto, los carneros trabajaban en los galpones
boicoteados bajo la custodia policial.523
Día y medio después de la huelga y el boicot, los patrones firmaron el pliego: “La
fuerza da mayores resultados que las gestiones amistosas” titulaba Bandera Proletaria,
521
La Juventud, 25/01/1930.
522
El Entre Ríos, 23/01/1930
523
BP, 25/01/1930.
187
celebrando el triunfo de los estibadores de Tabossi. El efecto contagio impulsó la
reorganización del Sindicato de Oficios Varios de Aranguren –pequeño poblado cercano
a Nogoyá-. Allí con la presencia de un diamantino los trabajadores lograron superar
conflictos internos que los mantenían separados y declarar en forma inmediata la huelga
contra las casas cerealistas. Situación similar se daba en Ramírez, donde también con la
presencia del mismo delegado del Sindicato de Estibadores de Diamante, Eduardo
Juárez, se organizaba un sindicato análogo y se declaraba la huelga. También desde
Villaguay se escribía agitando a los obreros y llamando a la reorganización.
A fines de enero los estibadores de Ibicuy habían presentado el pliego a las casas
cerealistas y a las autoridades del Ferrocarril de Entre Ríos. Lidiaban con la acción de la
policía que buscaba amedrentar a los obreros. Además, antiguos miembros del sindicato
expulsados de la organización se prestaron a servir de carneros. En tanto, el jefe de la
policía de Gualeguaychú había dado la orden de expulsar al delegado de la USA.Desde
Buenos Aires, el secretario general de la USA, Plescia, solicitó al Gobernador por su
intervención, ante él: “…incalificable abuso puesto que en otros lugares de la provincia
ese gobierno mantiene garantías [de] propaganda a nuestros representantes y demás
trabajadores, que ejercen un derecho constitucional al organizarse sindicalmente.”
Seguramente la respuesta telegráfica del secretario del gobernador los dejó
desconcertados:
Mientras tanto, los estibadores del puerto de Concepción del Uruguay, a través de
una delegación de la FOM, del sindicato de obreros de Diques y Dársenas, presentaron
un pliego a las casas Dreyffus, Bunge y Born, y Van Barremen, en sus oficinas centrales
en la Capital Federal.525 Y en la otra costa de la provincia, sus análogos diamantinos
celebraban la firma del pliego presentado a la compañía Mihanovich, después de treinta
y cinco días de huelga y boicot solidario de los estibadores de Santa Fe, Rosario y
Paraná. En Ramírez, los estibadores habrían logrado sus demandas, mientras en
Aranguren, el delegado de Diamante, Eduardo Juárez, había sido expulsado del pueblo,
524
BP, 01/02/1930, p. 3.
525
BP, 01/02/1930, p. 1.
188
por lo que días más tarde un nuevo delegado se hacía presente y lograba la firma de la
mayoría de las casas, que por cierto, no habían conseguido carneros, pero se negaban a
aceptar la abolición del “capataz tantero”.526Los puntos más destacables del pliego
firmado en Ramírez, ante la presencia de Acebedo Recalde del Departamento Provincial
del Trabajo y Ángel Borda fueron, además de los ajustes salariales solicitados (de $8 a
$9) en el primer punto se reconocía un delegado por lugar de trabajo, la abolición del
trabajo a destajo, quedaba prohibido el trabajo de personas ajenas al lugar de trabajo, los
feriados se pagarían dobles y las horas extras un 50% más, los capataces recibirían un
sueldo mensual de $180, no se tomarían represalias contra los obreros en conflicto, se
prohibiría trabajar alcoholizado como el ingreso de bebidas alcohólicas al lugar de
trabajo, las bolsas no superarían los 70 kilos. El undécimo punto indicaba que, en caso
de conflicto, patrones y obreros designarían un delegado. Estos delegados discutirían el
problema junto con el Departamento Provincial del Trabajo.527 En forma progresiva, el
movimiento obrero entrerriano reconocería el rol del Departamento Provincial de
Trabajo, como se ve en este y el próximo capítulo.
Los estibadores de Ibicuy, se plantean la necesidad de presentar un pliego, pero el
delegado de la USA que encabeza la reorganización plantea que es: “…un momento
incierto para una resolución de fuerza. En este puerto no hay trabajo que paralizar –
dice- y abandonar el poco que hay, sería entregarse al elemento traidor que cuenta con
el incondicional apoyo policial. No debemos hacerle el caldo gordo a nuestros
detractores.”528 Por lo que se resuelve agotar todos los recursos antes de la huelga. El
contexto de crisis comenzaba a mostrar la retracción en la movilización de mercancías,
por otro lado, la burguesía respondía a la reorganización sindical con la presencia
policial. Sin embargo, los sindicalistas continuaban su campaña de organización. Ahora
el objetivo era Colón y la titánica fábrica Liebig. El día 9 de febrero se organizó un
mitin obrero cuyo objetivo era impulsar la sindicalización de los obreros de la Liebig y
otros sindicatos menores locales.529
526
En Bandera Proletaria se publican los conflictos, pero surge una situación particular que nos puede
ilustrar el momento. A la noticia de conflictos resueltos normalmente se le suman otros de los cuales no
se había informado pero en estaciones o pueblos cercanos a los que nos informan. Lo que se puede
explicar como parte del plan de reorganización. Por ejemplo, en el número correspondiente al 15 de
febrero de 1930, junto a la noticia de que los estibadores de Ramírez habían vencido, se les agrega los
trabajadores de Estación Camps, del que no se había nombrado nada. Ver: BP, 15/02/1930, p. 1.
527
BP, 22/02/1930, p. 1.
528
BP, 08/02/1930, p. 3.
529
El Entre Ríos, 08/02/1930.
189
A fines de febrero, se había logrado la reorganización de los ladrilleros de
Diamante y junto a la concentración de fuerzas obreras, había comenzado el conflicto,
presentando a los patrones un pliego que fue desoído, razón por la cual, se declaró la
huelga. En Crespo se habría logrado la organización de los estibadores de los galpones
cerealeros y se habría emprendido un boicot contra una de las casas de acopio de Lucas
González, por la contratación de personal no federado. También los delegados de la
USA se dirigieron a Gualeguaychú para comenzar las tareas de reorganización,
siguiendo los pasos marcados por la Unión Obrera Departamental: “…la necesidad
ineludible de organizar a la brevedad, los distintos gremios locales, hoy totalmente
destruidos, más por la negligencia de los propios trabajadores, que por la acción de los
burgueses.” Mientras los delegados de la Unión Obrera Departamental de C. del
Uruguay fueron a un nuevo acto público en Maciá, dónde se presentó la nueva
conformación de la Comisión Administrativa del Sindicato de Oficios Varios local.
En Concepción del Uruguay, se declaróuna huelga a la casa Van Waveren hasta
que se despidiera a todo el personal no federado, que había reemplazado a obreros del
sindicato despedidos. El día que se presentó el pliego de condiciones se produjo un
tiroteo entre los miembros del sindicato y el capataz de la firma. Las consecuencias del
enfrentamiento fueron que el capataz y un miembro del sindicato resultaron heridos de
gravedad y otro obrero fue apresado. La medida de fuerza era apuntalada por los
trabajadores de la FOM que realizaron un boicot solidario, al igual que los estibadores
de Santa Fe. Días después se logró el despido de los carneros que, por otra parte,
solicitaron el ingreso al sindicato, que les denegado para dar un escarmiento.También
habían logrado el triunfo contra la Dreyffus y Mihanovich, sólo restaba la casa Tavella
Hermanos.530 También los obreros enviaron una nota al Ministerio de Marina a fin de
solicitar que se retiraran los efectivos policiales que vigilaban en los galpones.531Por su
parte, un diario patronal decía: “Es indudable que en la mayor parte de los puertos no se
está conforme con las condiciones de trabajo exigidas últimamente por algunas
entidades obreras, y que hay el propósito decidido de resistirlas.”532
530
BP, 15/03/1930. BP, 22/03/1930.
531
La Juventud, 27/02/1930.
532
El Entre Ríos, 28/02/1930.
190
El conflicto en Aranguren continuaba por la presencia de carneros.533 Por lo tanto,
y a forma de mantener el conflicto, los obreros de Diamante realizaron un acto
novedoso, la llamada “changa solidaria”:
“Hace unos días el Sindicato de Estibadores de Diamante tomó una resolución que
esperamos sea imitada, que ella obedece al deseo de dejar realmente sentada la
solidaridad práctica. Y fue en el sentido de traer al puerto grupos de diez o más
compañeros y darles 5 o 6 días de trabajo para que los compañeros huelguistas pudiesen
hacer frente a apremiantes necesidades en sus hogares. Frente a esto no dudamos que se
sentirán reconfortados en la lucha y los explotadores tendrán forzosamente que doblar la
cerviz ante la unidad de los trabajadores”
191
personal no federado. Para vencer, se contó con la ayuda de los estibadores de Diamante
que se habían plegado en boicot solidario.538 Con esta victoria se logró el control
sindical sobre todas las casas cerealistas que trabajaban en ese puerto.
Semanas después se hizo un llamado a la reorganización de los estibadores de
Bajada Grande -puerto cercano a Paraná- y en Victoria se logró reorganizar al Sindicato
de Oficios Varios local, con la presencia de los delegados de Diamante, Ángel Borda y
Antonio Villagra.539El 1º de mayo de aquel año, llegaba con la noticia de que
finalmente, los obreros de Aranguren habían logrado vencer la resistencia de las casas
cerealistas después de noventa y cinco días de huelga, y habían logrado hacer firmar un
pliego de condiciones muy parecido al de los estibadores de Ramírez, reproducido más
atrás. También los estibadores de Paraná habían logrado mejoras, luego de algunas
disputas con las casas cerealeras.540
Las conmemoraciones por el día de los trabajadores se celebraron en Maciá,
Lucas González, Concepción del Uruguay, donde se marchó con una banda musical y
encabezada por cincuenta jinetes. Balsechi, había perdido orden para no ser confundidos
con una “banda de forajidos” y para demostrar el papel “educador” del sindicato.541En
Colón, el mitin se realizó en la Plaza 25 de Mayo –hoy San Martín- con el patrocinio de
la FOM y la participación de delegados de Concepción del Uruguay y de la ciudad
uruguaya de Paysandú. Entre los oradores se destacó José Batisteza, veterano militante
de la gran oleada huelguística de 1917-1921.542En Diamante y Paraná el acto se realizó
con la presencia de militantes de Santa Fe.
En Victoria se contó con la presencia de un delegado de la Unión Obrera Local de
Rosario. Resulta interesante el relato del acto. En primer lugar, el delegado del cual
desconocemos su nombre, comentó la falta de experiencia de los obreros en materia de
organización, segundo relató que el paro por el 1º de mayo no había sido tan
contundente como se esperaba, a juzgar por él, por la falta de agitación y de compañeros
con capacidad organizativa y oratoria. El acto central se realizó en un atrio levantado en
la plaza San Martín de aquella ciudad, y además del delegado, dirigieron la palabra el
secretario del Sindicato de Oficios Varios y un “viejo militante obrero de la localidad”,
llamado Álvaro Salcedo. Entre los diferentes temas desarrollados, Salcedo hizo:
538
BP, 12/04/1930; La Juventud, 07/04/1930.
539
BP, 19/04/1930.
540
BP, 01/05/1930. BP, 05/07/1930.
541
BP, 31/05/1930.
542
Diario del Pueblo, Colón, 29/04/1930. El Entre Ríos, 03/05/1930. Ver: Leyes, Rodolfo: Conflictos
obreros…Op.cit.
192
“…alusión a la ley de las ocho horas, y cita el curioso caso de los obreros panaderos
locales, diciendo que a estos trabajadores, los había tenido que obligar a reunirse el jefe
de policía para exigirles que se ajustaran al cumplimiento de la ley.”543
Los ladrilleros de Diamante, también en conflicto, plantearon la posibilidad de
realizar una cooperativa para poder campear la falta de trabajo y la intransigencia
patronal. Por la falta de material, los albañiles de la ciudad debieron comenzar a migrar
a otros pueblos para poder trabajar.544 Por su parte, los dirigentes de la Unión Obrera
Departamental, habían congregado un importante número de obreros en el local de la
Unión Ferroviaria de Basavilbaso, para tratar de reorganizar el Sindicato de Oficios
Varios de aquella localidad, obra que finalmente se logró.545 A fines de mayo, los
trabajadores ladrilleros de Diamante habían logrado vencer después de semanas de
huelga. También se llamaba a los trabajadores de Lucas González y Maciá a mantener
sus organizaciones en crecimiento. Desde Victoria, dos delegados se dirigieron al
pueblo de Puerto Esquina e incitaron a los obreros, estibadores a formar su sindicato.546
A fines de julio, surgió un nuevo sindicato en Concepción del Uruguay, se trataba del
Sindicato de Obreros Petroleros y Anexos, compuesto por los obreros que trabajaban en
los depósitos de la West Indian y la Anglo-Mexican.547 También los estibadores de
Victoria decidían organizar su propio sindicato, separado del Sindicato de Oficios
Varios pero “en la más estrecha solidaridad”.548En agosto se logró reorganización la
seccional de Concordia de la FOM y reorganizar el sindicato de panaderos de esa misma
ciudad.549 Para mediados de septiembre se logró la conformación del Sindicato de
Oficios Varios de San Salvador.550
193
Concepción del Uruguay. La influencia que irradiaba de Santa Fe se canalizó a través de
un núcleo de militantes vinculados a la ex F.O.R.A., con un fuerte sesgo anarquista
apoyados por la Alianza Libertaria Argentina (ALA) en la ciudad de Diamante.551
Desde 1927 a 1930 se mostró un constante crecimiento de la organización gremial, con
algunos reflujos por faltas de militantes y con la lenta, pero sólida conformación de dos
polos de organización con sus áreas de influencia.
Durante julio de 1930, comenzó un cruce de notas publicadas en Bandera
Proletariaque mostraba como los dos polos imaginaban el porvenir del sindicalismo
entrerriano. La discusión giró en torno a la necesidad de realizar un congreso de todos
los sindicatos de la provincia a fin de afianzar las estrategias y potenciar las energías, tal
como explicitaba el delegado González del Sindicato de Oficios Varios de
Aranguren.552 A la semana siguiente se publicó la respuesta de un anónimo que firmó
como “Yo”, descartando la propuesta, insistía en que, de hacerse tal congreso, se
debería hacer en Basabilbaso la sede permanente debería fijarse en Concepción del
Uruguay. Además, objetó que solo había una docena de sindicatos por fuera de los
nueve que estaban adheridos de una forma u otra a la Unión Obrera Departamental de
Concepción del Uruguay. Proponía, que recién cuando se alcanzara la treintena de
sindicatosse pensara en una Federación Provincial, pues consideraba que hacerlo antes
equivaldría a desperdiciar energías. Por la misma razón proponía postergar la
organización de un congreso para el verano siguiente.553Sin embargo, los cambios en la
realidad política y económica cambió el ritmo en el que se venían realizando la
organización entrerriana.
A mediados del año 1930, el proceso de reorganización sindical tiende a
estancarse, posiblemente, debido a los efectos de la crisis554 y de los cambios políticos.
A pocos días del golpe de septiembre de 1930, la U.S.A. redactó una circular en la
que se instaba a los sindicatos afiliados a no prestarse a acciones políticas frente al
551
Borda, Op.cit., p. 35.
552
BP, 09/08/1930.
553
BP, 16/08/1930, p.1.
554
Uno de los síntomas de la crisis es el hecho denunciado por los estibadores diamantinos, de una fuerte
presencia policial en el puerto, prohibiendo la pesca –por pasatiempo o subsistencia, según aclaraban.
BP, 12/07/1930.
194
golpe, respetando su mandato de prescindencia absoluta frente a los asuntos políticos.555
Sin embargo, quince días más tarde, la Unión Obrera Departamental realizó un acto
para solicitar al Poder Ejecutivo Nacional el cese de la ley Marcial. Esto es un indicador
que la represión no alcanzó en entre Ríos la misma intensidad que en el resto del país.
En Buenos Aires, las primeras manifestaciones tardaron casi un mes.556 El telegrama
decía: “La Unión Obrera Departamental, en asamblea popular, ante S. E. expresa el
anhelo de que cese territorio provincia la ley marcial por reinar absoluta tranquilidad.
Será justicia. Martín S. García.” Un telegrama idéntico se envió al Gobernador
Laurencena.557
No podemos dejar de mencionar que el cambio de régimen político en septiembre
de 1930 debe haber hecho más cauteloso a los sindicalistas entrerrianos, así como la
constitución de la Confederación General del Trabajo (CGT)558 en aquel septiembre,
seguramente detuvo el proceso hasta que se reorganizaron las fuerzas internas. Las
vinculaciones del movimiento obrero entrerriano con sus pares santafesinos, rosarinos y
porteños fue fundamental en la organización, y si bien parece cierto lo que señala
Sartelli de que, en Entre Ríos se contó con mayor libertad que en otras lugares de la
pampa húmeda, está claro que la represión uriburista dificultó la solidaridad de aquellos
con los entrerrianos, un claro ejemplo es el apresamiento del destacado militante Ángel
Borda, puesto en libertad por la intervención del gobernador Etchevehere.559
Es posible que, al no existir condiciones políticas represivas como en el resto del
país y descansar sobre las espaldas de los obreros el peso de la crisis, las empresas –en
particular las más concentradas- hayan esperado hasta que las condiciones objetivas de
la economía, con la desocupación como rasgo sobresaliente, permitieran imponer
condiciones que beneficiaban a los empresarios.
Al nacimiento de la CGT se tardó un tiempo –dos años para ser preciso- para que
los medios de prensa sindicales retomen su frecuencia. Asimismo, los medios
555
La Juventud, 16/09/1930.
556
La Juventud, 20/09/1930, Cfr.: Matsushita, Hiroshi: El Movimiento obrero argentino, 1930-1945,
Buenos Aires, Ediciones RyR, 2014, Cap. III. Iñigo Carrera, Nicolás: La Otra estrategia. La voluntad
revolucionaria (1930-1935), Buenos Aires, Imago Mundi, 2016. Cap. III.
557
La Juventud, 23/09/1930.
558
Recordemos que la CGT nació de la unificación de la USA de tendencia marcadamente sindicalista,
junto a la Confederación Obrera Argentina, vinculada al Partido Socialista. La unificación que dio
nacimiento a la Confederación General del Trabajo (CGT) se realizó el 27 de septiembre de 1930, pocas
semanas después del golpe de Uriburu. Para el contexto ver: Matsushita, Op.cit., Cap. III.
559
Sartelli, Eduardo: “Rehacer todo lo destruido. Los conflictos obreros-rurales en la década 1927-1937”
en Waldo Ansaldi (Comp.): Conflictos obreros rurales pampeanos, 1900-1937, Buenos Aires, CEAL,
1993, p. 281. T. III. Borda, Ángel: Perfil de un libertario, Reconstruir, Buenos Aires, 1987, p. 39.
195
partidarios vivieron una fuerte represión. Por su parte, los medios de prensa locales no
dan muestra de la existencia de conflictos, es decir, la manifestación exterior del
proceso de organización gremial. Recién a mediados de enero de 1931 encontramos
noticias de luchas. En este caso, los estibadores diamantinos se declararon en huelga
luego que uno de sus camaradas fuera muerto por un obrero no sindicalizado. Por tal
motivo, se solicitó a la firma Bunge y Born que despidiera a todos los obreros no
sindicalizados. La empresa se negó y comenzó un paro con la solidaridad de los
estibadores de Santa Fe.560 Mientras tanto, en el puerto de Concepción del Uruguay, los
carreros que se ocupaban del transporte desde el Molino Concepción hasta los barcos, se
declararon en huelga por el precio que la empresa quería pagar, disminuyendo el
anterior de $1,50 por carrada a $1. A un día de comenzada la huelga, sólo dos o tres los
carreros no se habían plegado a la medida. Por su parte la policía se dispuso a mantener
una mayor vigilancia para evitar desmanes.561
En junio de 1931 comenzó a publicarse Acción Obrera, órgano de los obreros
portuarios de Concepción del Uruguay. Desconocemos la vida del periódico del cual
sólo poseemos algunos números.562 Sin embargo, es sintomático el hecho que sean los
obreros de la FOM y, específicamente de Concepción del Uruguay, los responsables de
esa hoja de agitación. La reorganización sindical general ponía a lo más avanzado de la
lucha gremial a la cabeza. En la presentación de la hoja decían que esperaban hacer de
ella una herramienta para desterrar la ignorancia de los compañeros, que la misma no
estaba reservada en forma exclusiva a los marinos y estibadores –aún pertenecían al
mismo sindicato- sino que pretendía informar también al resto de los trabajadores sobre
las acciones de la Unión Obrera Departamental. En efecto, dedican una columna a
informar la refundación del sindicato de Carreros de Uruguay.563
Por un lado, los marítimos de Uruguay daban aviso a los estibadores que
necesitaban además de la libreta entregada por la Prefectura, el carnet sindical. Este
último, documento vinculante a la posibilidad de trabajar o no, porque: “…el Sindicato
y las casas cerealistas tenemos un convenio por el cual se establece la exclusividad del
trabajo para el personal organizado…”. Mientras, informaban que en Diamante la
organización se mantenía con fuerza, que luego de una huelga habían logrado desplazar
a un grupo de carneros que se ocupaba de la carga y descarga de carbón de los
560
La Juventud, 13/01/1931.
561
La Juventud, 27/01/1931.
562
Acción Obrera, Órgano del Sindicato de Obreros Portuarios, Concepción del Uruguay.
563
Acción Obrera, junio de 1931.
196
Ferrocarriles del Estado, asimismo, gracias al control de la Bolsa de Trabajo mantenían
el control del empleo con obreros sindicalizados.564
Durante el mes de julio, los obreros portuarios uruguayenses lucharon por
efectivizar el control en el puerto. El conflicto giró en torno a la figura de un capataz
impopular que la gerencia de la compañía Dreyffus insistía en contratar. El día que se
efectivizó esa decisión, los obreros abandonaron el trabajo y en asamblea propusieron el
reemplazo del capataz, la intervención de la prefectura para que realice un sumario
convocando a quince obreros a testificar por las quejas contra el capataz, su re-
contratación como peón común y el despido de los obreros “libres”. La patronal aceptó
el acuerdo:
“Por la mañana concurrieron los obreros federados a ocupar honrosamente sus puestos
de trabajo. También se presentó el capataz Casales con todo el rebaño que lo
acompañara en su aventura, pero cuando el capataz general les comunicaba a los
carneros que tenía orden de la gerencia de no ocupar más a ninguno de ellos y que por
consiguiente debían retirarse, y al oír también de boca del capataz general, que él podía
entrar a trabajar, si quería pero que debía hacerlo de peón y no como capataz, este
carnero optó por seguir la majada…”565
564
Ídem.
565
Acción Obrera, Julio de 1931, pp. 2-3. Destacados en el original.
566
Ídem.
567
Boletín de la CGT, Órgano de la CGT, Buenos Aires, enero de 1932. En adelante: BCGT.
568
El Debate, Gualeguay, 30/01/1932.
197
Mientras, en el primer número de El Despertar, órgano de la Unión Obrera
Departamental de Uruguay, de enero de 1932, se notifica la existencia de sindicatos en
Villa Clara y la intensión de organizar a los obreros Domínguez, Urquiza y Las Moscas.
Ese mismo enero se había logrado la reorganización del sindicato de estibadores de
Viale y de Sauce de Luna, ambos, bajo la órbita organizativa de Diamante.569Estas
acciones parecen las últimas de la serie realizadas bajo el impulso organizador anterior,
que pronto amenguaría.
El escenario de crisis, imprimió cambios en la organización sindical, en especial,
en el tenor de sus demandas que paulatinamente abandonan demandas más ambiciosas y
se orientan a garantizar la subsistencia en el período de crisis. Por ejemplo, durante los
primeros meses de 1932, los sindicalistas de Diamantes buscaban imponer las Bolsas de
Trabajo como método para mermar la desocupación, por su parte, los uruguayenses
comenzaban una campaña para abaratar el costo de los artículos de primera necesidad –
del que hacemos un mejor relato en otro capítulo-. También el contexto político hacía –
siempre en el marco de las luchas corporativas- exigir el fin de la ley marcial y de la
aplicación de la ley de Residencia.570
En un cruce de cartas entre el secretario de la Unión Obrera Departamental,
Martín García y el Secretario de la CGT, Luis Cerruti, el primero le pedía al Secretario
de la CGT, tres cuestiones: la primera era un plan de reorganización para poner en pie a
los cuadros sindicales que habían sido desmovilizados, lo segundo, que se intimara a la
Unión Ferroviaria a participar de la Unión Obrera Departamental, por pertenecer a la
misma central sindical, lo tercero, proponían una huelga general de 48 para rematar el
proceso de organización. Todos los puntos obtuvieron una respuesta negativa. Frente a
lo primero, Cerruti respondió que era la tarea “moral” de todo militante, pero que la
CGT no estaba en condiciones de apoyar el proceso de reorganización, sobre el paro
que no entendía la utilidad y sobre el punto referente a la Unión Ferroviaria, respondió
que cada sindicato obraba de la forma que consideraba pertinente a sus necesidades.571
Vale agregar que Cerruti era dirigente de la UF.572
569
ED, enero de 1932.
570
ED, abril de 1932, p.4.
571
ED, abril de 1932, p.3.
572
CGT, Órgano de la Confederación General del Trabajo, Buenos Aires, 25/05/1934. En adelante: CGT.
“CGT” se llamó a partir de 1934 la prensa oficial de la central en remplazo del “Boletín de la CGT”.
198
4-Septiembre de 1932. Un quinquenio de crecimiento y luchas.
El suceso más destacable del año 1932 fue que se logró la organización de la
Unión Obrera de la Provincia de Entre Ríos (UOPER). La unificación de las fuerzas
obreras organizadas sindicalmente ya se daba de hecho, a través de la solidaridad
mutuamente prestada, como se mostró en los diferentes conflictos. Sin embargo, la
constitución de una organización centralizada de alcance provincial era un paso
adelante, tanto por su valor organizacional, como por lo que significaba en el desarrollo
de la conciencia de los trabajadores. Como anticipamos, la intención de crear una
central provincial existía por lo menos desde 1930, pero los avatares socio-económicos
de aquel bienio postergaron los planes. Como vimos, la idea de reorganizar una central
provincial se remontaba por lo menos a 1930.
En 1930 el contexto económico y político no había favorecido el desarrollo de tal
iniciativa. Asimismo, pesaba sobre los dirigentes el recuerdo de la mala experiencia
realizada en 1921. Sobre el cierre del ciclo huelguístico de 1917 -1921 en enero de este
último año, se había creado una central provincial vacía de contenido.573 Pero la
situación era diferente en 1932, cuando en forma tímida comienza a esbozarse el cierre
del reflujo y el inicio de un proceso ascendente de las luchas. A su vez, el hecho de que
el pedido de ayuda a la CGT para reorganizar los sindicatos hubiera tenido una
respuesta negativa habría motivado la decisión de contar conun organismo capaz de
centralizar las fuerzas provinciales para continuar una tarea que se mostraba alentadora.
En agosto de 1932 se publicó en El Despertar, un proyecto de Carta Orgánica. El
mismo se expresaba a favor de la lucha de clases, de la independencia del Estado y de
los partidos políticos, finalmente declaraba que la “emancipación de los trabajadores no
puede ser más que la obra de los mismos trabajadores” en analogía al principio de la
Primera Internacional.574El 11 de septiembre se realizó el congreso constituyente en la
ciudad de Concepción del Uruguay:
199
conveniente esperar un tiempo más para dar lugar a la creación o reorganización de
otros sindicatos más y salvar ciertos inconvenientes que planteara la dictadura de
Uriburu (…) Pasad ese periodo y a indicación de Estibadores de Diamante, la U.O.
Departamental de C. del Uruguay consultó nuevamente a los sindicatos existentes en la
provincia; pronunciándose estos de acuerdo…”575
575
ED, septiembre de 1932.
576
Ídem, pp.3-4. BCGT, 25/11/1932, p.3.
577
La historia de la Unión Ferroviaria ha sido estudiada por Joel Horowitz en diferentes trabajos y bajo
distintos ángulos. Se puede consultar: Horowitz, Joel: “Los trabajadores ferroviarios en la Argentina
(1920-1943). La formación de una elite obrera”, Desarrollo Económico, nº99, Octubre-diciembre, 1985.
También ver: Horowitz, Joel: Los sindicatos, el Estado y el surgimiento de Perón, 1930-1946, Buenos
Aires, Universidad Nacional de Tres de Febrero, 2004. Horowitz, Joel: El radicalismo y el movimiento
popular…Op.cit.
578
ED, septiembre de 1932, p.4.
579
BCGT, 25/11/1932, p.3.
200
En octubre de 1932, llegó el conocido descuento en los sueldos al personal
ferroviario.580 A los trabajadores entrerrianos de los Ferrocarriles de Entre Ríos y
Nordeste Argentino, se les descontó el 10% de sus sueldos.581A fines de noviembre de
1932, los obreros de A.T.E. de Concepción del Uruguay realizaron un mitin en la plaza
principal de la ciudad. El motivo era apoyar el petitorio de A.T.E. nacional a favor de la
normalización de las tareas que estaban suspendidas, dejar sin efecto los descuentos que
se venían efectuando, cumplir la ley de salario mínimo y la abolición del trabajo a
destajo.582
Durante el año 1933, la UOPER tomó una actitud defensiva. A fines de febrero,
los panaderos de Paraná comenzaron una disputa con sus patrones por el respeto de la
ley de descanso dominical y en solidaridad con los panaderos de Diamante, quienes
estaban en conflicto con uno de los establecimientos más grandes de la zona.583 Con la
intervención del gobierno provincial, se realizaron modificaciones en la ley en base a un
acuerdo entre las partes y el conflicto se zanjó. 584 También, a principio de aquel año,
continuó la negociación con las compañías ferroviarias se aceptaron descuentos
salariales (bajo la forma de días descontados) para evitar despidos. El promedio de los
días no pagos para cada obrero sería entre tres y cuatro por mes. 585 Esta medida de
urgencia será tema de varias querellas años más tarde.
En marzo de 1933, el Centro de Empleados de Comercio de Concordia, convocó a
otros centros provinciales a constituir la Federación de Empleados de Comercio. La
reunión se realizaría en Rosario del Tala a fines de abril.586En abril de 1933, por un
conflicto gremial, la Policía capturaavarios obreros que luego fueron remitidos a Paraná.
La información dice que fueron conducidos en total incomunicación y agregaba:
580
Horowitz, Los trabajadores ferroviarios en la Argentina…Op. cit., p. 433. Del contexto general de los
ferrocarriles ver: García Heras, Raúl: “Las compañías ferroviarias británicas y el control de cambios en la
Argentina durante la Gran Depresión”, Desarrollo Económico, Nº116, 1990. Hay que agregar que la
política de disminución de los salarios alcanzó a todos los ferrocarriles independientemente de su
propietario. Tal era el caso de los Ferrocarriles del Estado, propiedad del Estado entrerriano que impuso
las mismas pautas salariales.
581
Diario La Acción, Paraná, 29/10/1932.
582
La Juventud, 22/11/1932.
583
El Diario, 13/01/1933.
584
El Tiempo, 09/03/1933.
585
El Censor, 19/01/1933. Cuadro de los costos totales que le representan al capital, El Censor,
25/01/1933.
586
El Censor, 15/04/1933.
201
barbarie, sino que ha apañado a los delincuentes de uniforme. Están aquí los que
sintieron sobre sus carnes el látigo brutal del polizonte indígena y los que sufrieron el
`hábil interrogatorio´ de los más civilizados…”,
“No puede haber sido más satisfactorio el resultado de los actos realizados en la
provincia, y si los trabajadores rurales no hubieran sufrido un rudo golpe por la pérdida
total de la cosecha, la Unión Obrera Provincial hubiera tenido que realizar una obra
gigantesca para atender todos los pedidos de delegados, dado que el año pasado inició
587
Diario La Provincia, Paraná, 15/04/1933.
588
ED, Mayo de 1933. En el Boletín de la CGT, se hacía una explicación de cómo sería la forma para
demandar a las diferentes autoridades, ver: BCGT, 01/05/1933. Es interesante la defensa que realizan de
la Bolsa de Trabajo en el ejemplar del 1º de mayo de 1934 del periódico El Despertar, en el cual, señalan
que prefieren esta medida a la “platónica espera de la revolución social”, ver: ED, 01/05/1934.
202
su obra en el mejor de los ambientes para organizar totalmente al proletariado de Entre
Ríos.”589
589
Informe del Director General de Correos y Telégrafos, Dr. Carlos Risso Domínguez al Presidente
Justo, Buenos Aires-Informe sobre el 1º de Mayo en 1933 en AGR-MI, Sala VII. Fondo Agustín P. Justo.
Caja Nº45, Doc. 96. BCGT, 25/05/1933.
590
La Juventud, 22/08/1933.
591
BCGT, 25/10/1933.
592
La Acción, 13/12/1933.
593
BCGT, 25/12/1933.
203
publicaron un comunicado en el que se declaraban en boicot contra los productos de la
granja San Marcelo, propiedad de Rodolfo Solanas Pacheco, el financista de la aventura
carneril:
Durante el mes de febrero, se realizó una gira siguiendo la línea del Ferrocarril del
Estado por el interior entrerriano. Desde allí, se resuelven conflictos favorables a los
obreros en María Grande, Sosa, Tabossi, Viale Seguí y Villa Crespo, en todo se
imponen las Bolsas de Trabajo como paliativo y algunos aumentos salariales. También
se logra organizar a los trabajadores de Mansilla y Galarza, el Boletín de la CGT, no
indica de que sindicatos, estimamos que se trata de estibadores. El corresponsal se
lamentó la falta de organización en Solá, Nogoyá, Hernández y Victoria. Se agregó que
en Basavilbaso, los estibadores y panaderos se organizaban gracias a la ayuda de los
ferroviarios. Pocos días después, los panaderos de esa ciudad presentaron un pliego que
fue rechazado, razón por la cual se declaró la huelga hasta que la intervención del DPT,
solucionó el conflicto. Durante la gira se visitó las localidades de Lucas González y
Maciá, en ésta última, se había concretado el local propio.595A fines de marzo, los
obreros de Concepción del Uruguay realizarían un boicot y acompañarían con su
solidaridad a la lucha contra la casa Tavella, que no aceptaba los delegados
gremiales.596
El 1º de mayo de 1934 mostraba el crecimiento de las organizaciones. En el sur
provincial, en Ibicuy y Estación Holt, unas doscientas personas se congregaron para
celebrar el día. Los sindicatos que facilitaron la organización fueron la Unión
594
La Vanguardia, 19/01/1934. La Vanguardia, 23/03/1934. En el mismo número, la Unión Obrera
Departamental, publica un documento contra los sindicatos financiados por los conservadores para
romper-huelgas. También, La Juventud, 18/01/1934.
595
BCGT, 28/02/1934. Sobre el conflicto de los panaderos de Basavilbaso: El Debate, 26/02/1934.
596
La Juventud, 22/03/1934.
204
Ferroviaria y La Fraternidad: “…teniendo en cuenta que son estos los sindicatos obreros
mejor organizados y que tienen mayor comprensión y conocimiento de la lucha de
clases, tienen la obligación de guiar y marcar rutas a otros trabajadores.” Decía Tribuna
Socialista de Basavilbaso.597También hubo actos en Concepción del Uruguay,
Basavilbaso, Rosario del Tala, Gualeguaychú, Nogoyá, Victoria, Gualeguay, La Paz,
Maciá, Lucas González, Urdinarrain y Diamante.598
También en mayo se da una curiosa noticia. En Diamante, Esteban Medina, un
obrero “libre” ocupado por Dreyffus se despertó una noche por ruidos en el exterior de
su casa. Cuando observó por la ventana, oyó detrás de él un ruido y vio unas chispas en
el suelo, al alumbrar, descubrió que se trataba de una bomba colocada en el interior dela
casa. El diario destacó que se trataba del mismo cuarto donde dormía con su familia. 599
La noticia misma parece desproporcionada y mal intencionada, pero no deja de ser
muestra de la asociación que hacen los medios entre sindicato y violencia.
Por su parte, en Basavilbaso, criticaron la negativa a la agremiación de los
choferes.600 Aunque, en la misma línea del FFCC de Entre Ríos, se logró organizar a los
trabajadores de Villa Mantero, en un sindicato de Oficios Varios.601En julio, los obreros
de Domínguez organizan su biblioteca, “La Unión del Obrero”, anexo al local del
Sindicato de Oficios Varios.602 A fines de mes, miembros de la dirección de la UOPER
se hicieron presentes en Gualeguaychú para tratar la situación del despido del presidente
del Centro de Empleados de Comercio de aquella ciudad.603Durante agosto, la nota
gremial la dieron los miembros de ATE de Concepción del Uruguay, quienes luego de
un acto, se manifestaron contra la rebaja de sueldos entre los trabajadores estatales.604
Para septiembre, la organización obrera, seguramente producto de una leve
mejoría en la situación económica comenzó a mostrarse activa. Durante las primeras
semanas los militantes de Diamante y Strobel, desarticulan una maniobra de las casas
cerealistas Bunge y Born y Dreyffus, para desconocer los arreglos de las Bolsas de
Trabajo. Luego de algunas entrevistas se logró la marcha atrás de la medida y se dio
aviso a todos los sindicatos de la región diamantina a mantenerse atentos e inflexibles
597
Tribuna Socialista, Basavilbaso, Órgano del Centro Socialista “José Ingeniero”, Mayo de 1934.
598
Nota de la Dirección General de correos y telégrafos al presidente Justo -Informe sobre el 1º de Mayo
en 1934, Paraná en AGR-MI, Sala VII. Fondo Agustín P. Justo. Caja Nº46, Doc. 72.
599
La Acción, 03/05/1934.
600
Tribuna Socialista, Mayo de 1934.
601
CGT, 11/05/1934.
602
CGT, 06/07/1934.
603
CGT, 27/07/1934.
604
La Vanguardia, 06/08/1934.
205
en defensa de la Bolsa de Trabajo.605Por aquellos hechos, fueron encarcelados Ángel
Borda y Miguel Torres, ambos dirigentes de Diamante, por agresión con armas, lesiones
y atentado contra la libertad de trabajo. En un tironeo judicial, los implicados fueron
liberados después que un juez les otorgara la libertad, el Supremo Tribunal de Justicia
rechaza el fallo. Al defender a los obreros, el abogado Francisco Perette argumenta que,
ante la falta de una legislación que contemple sus derechos, la acción directa era la
herramienta al alcance de los obreros.606
También durante ese mes se reorganizó el Sindicato de Oficios Varios de Villa
Federal607, días más tarde se informó que los trabajadores de Domínguez habían
confeccionado un pliego que pretendían presentar cuando las condiciones lo
ameritaran.608En Federal se dio una huelga en el molino harinero de Seghesso Hnos.,
por tal motivo, la policía había tomado medidas precautorias, también se habían alzado
en huelga las lavanderas de aquel poblado, aunque no se informa el motivo.609Para
octubre, la Unión Obrera de la Provincia de Entre Ríos hizo circular un comunicado a
todos los sindicatos adheridos que se estaba por dar una nueva gira de organización,
teniendo en cuenta las cosechas perdidas del año anterior y a la desocupación resultante.
También se aprovechó la misiva para señalar que estaban faltando a su responsabilidad
los sindicatos que no se encargaban de organizar a todos los trabajadores de sus pueblos
y zonas de influencia.610
La campaña de organización fue, verdaderamente maratónica. Decía el periódico
de la CGT:
“Con todo éxito viene realizando una campaña de organización sindical por todo el
territorio de la provincia el Consejo del a U.O.P., aprovechando la situación de miseria
por que atraviesan los trabajadores a consecuencia de la crisis reinante, la que es
utilizada por los capitalistas para pagar salario de hambre a cambio de tareas realmente
penosas (…) Con fecha 9 del corriente [noviembre] se inició la primera jira que abarcó
un recorrido de mil doscientos kilómetros desde Uruguay hasta Nogoyá y desde ésta a
Seguí, continuando hasta Federal, visitándose Puerto Brugo, Curtiembre y Cerrito, en
605
CGT, 07/09/1934.
606
El Tiempo, 11/09/1934.
607
En Federal sucedió un hecho que vale rescatar para comprender la diversidad de situaciones y la falta
de cuadros con la que se reorganizaba el proletariado entrerriano. A la que se refería el periódico de la
CGT: “…les tocó la desgracia de elegir un secretario que se creyó que frente a los camaradas mandaba un
pelotón de reclutas (porque él fue cabo del ejército), llegando al colmo de hacerse tirar flores cuando
terminaba de hablar en algún acto o asamblea. Frente a esta situación, los compañeros, con un alto
concepto de la organización, lo expulsaron del Sindicato por su actitud…”, en CGT, 07/12/1934.
608
CGT, 21/09/1934.
609
La Acción, 27/09/1934. El Debate, 15/10/1934.
610
CGT, 12/10/1934.
206
cuyas localidades se constituyeron sus respectivos sindicatos. La línea del F.C. del E.
desde Seguí hasta Villa Federal fue visitada dos veces. De regreso, se organizó el
sindicato de General Campos. La segunda jira se inició el 20 del actual por la línea a
Gualeguay y centro, hasta Hernández y Maciá, Victoria e Ibicuy. La tercera se inició el
21 a los efectos de visitar Clarita, Jubileo, S. Salvador, Barú, Ubajay, San Antonio y
otras localidades cercanas.”
Se agregan casi una treintena más de localidades visitadas611 para luego, dar
cuenta de una asamblea de delegados realizada en María Grande, con la presencia de
delegados de Crespo, Seguí, Viale, Alcaráz, Tabossi, Sosa, Hasenkamp, Las Garzas,
Bovril, Sauce de Luna, Conscripto Bernardi, Federal, María Grande, Diamante, Strobel
y Cimarrón, dónde se había conformado recientemente el sindicato. Se llegaron a
unificar los pedidos en los pliegos: el primer punto era el pedido de las ocho horas, el
salario de los hombreadores será de $7,el de los estibadores de $8, los costureros $5, las
bolsas no pesarían más de 70 Kl. ni se transportarían por más de 60 metros, abolición
del trabajo a destajo, y la contratación se realizaría a través de la Bolsa de Trabajo que
se instituiría dónde todavía no funcionaba, el pago se realizaría en moneda nacional –lo
que entrelineas nos dice que aún existían sistema distorsivos con vales- el 1º de mayo
no se trabajaría. Seguían algunos pedidos relacionados a las horas extras y los horarios
de trabajo. También se realizaron algunos actos durante la campaña, especialmente
contra aquellos que agitaban la imagen de que “Entre Ríos es un foco de comunismo” y
recordando las jornadas de 1921 y el accionar de la Liga Patriótica. Sobre el accionar de
bandas denunciadas como fascistas, se informó se pensaba crear una milicia obrera de
autodefensa. El pasado de organización y reacción capitalista había dejado alguna
experiencia en los obreros.
Los frutos de la gira no tardaron en llegar. Pronto surgieron sindicatos dónde
nunca habían existido o se reorganizaron los que se perdieron en el reflujo de la década
del `20. En Victoria, los panaderos, luego de una huelga, lograron obtener un aumento
salarial y una disminución de la jornada de trabajo: “Pero para llegar a ellos los patrones
aumentaron el precio del pan en 10 centavos el kilo”, decía La Acción.612 Mientras en
Crespo los obreros se declararon en huelga por pedido de aumento salarial. Ante la
611
Se especifican: Villa Mantero, Basavilbaso, XX de Septiembre, Colón, Solá, Lucas González, Maciá,
Mansilla, Galarza, Crespo, Strobel, Diamante, Paraná, Urquiza, Urdinarrain, Las Moscas, Villa Clara,
Villaguay, Concordia, Domínguez, Libaros, Gualeguaychú, Santa Fe –gira de solidaridad con la lucha de
los marítimos de ese puerto- Tala, Racedo, Cazes, Ramírez, Victoria, incluso la fuente indica “otras”.
CGT, 07/12/1934.
612
La Acción, 04/11/1934.
207
negativa y la persistencia del conflicto, el gobierno envió tropas para mantener el
orden.613
La organización de los obreros portuarios de Puerto Ruíz y Victoria, imitaban a
los estibadores de Concepción del Uruguay, buscando la creación de un sindicato
propio, diferente a la FOM, de la cual se iban delimitando por la naturaleza de los
trabajos y por los conflictos que cada uno traía acarreado. En Paraná se logró conformar
un sindicato que concentrara a los obreros cigarreros.614A fines de diciembre de 1934
los trabajadores de la sección ATE de Concepción del Uruguay lograron detener el
descuento salarial que se les quería aplicar en virtud de la división territorial de los
salarios que había establecido el Estado. También se habían logrado constituir
sindicatos en Gualeguaychú, Tala, Urdinarrain, Jubileo, Villa Clara, Arroyo Barú,
Domínguez y Las Moscas.615 En tanto, sobre la banda del Paraná, los obreros
estibadores de Hasenkamp, Las Garzas, Alcaráz, Bovril, Sauce de Luna, Conscripto
Bernardi, Cimarrón y Federal habían vencido presentando el pliego descripto más atrás.
Sin embargo, diecisiete obreros habían sido encarcelados en el proceso de presentación
de pliegos.616 Pronto se le sumaron casi todas las localidades donde se habían
organizado los sindicatos.617
Lo más atrasado de la clase dominante, su sector eclesiástico, se manifestaba por
el crecimiento de las organizaciones obreras con el clásico argumento del “infiltrado
externo”, que lógicamente, debía ser extranjero:
613
El Tiempo, Paraná, 21/11/1934.
614
CGT, 30/11/1934. CGT, 07/12/1934. CGT, 14/12/1934.
615
CGT, 21/12/1934.
616
CGT, 28/12/1934. CGT (Catamarca) 28/08/1936, p. 4.
617
CGT, 18/01/1935.
208
aquella localidad y se descubrirán los autores, promotores y factores de esa propaganda
netamente comunista y revolucionaria.”618
618
La Acción, 29/11/1934.
619
El Debate, 22/12/1934.
620
El Debate, 03/01/1935. El Diario, 04/01/1935.
621
El Diario, 01/01/1935.
622
Diario La Mañana, Gualeguay, 05/01/1935.
209
entre las casas cerealistas beneficioso para los obreros, solo los reclamos vinculados con
la organización sindical fueron rechazados por la patronal. Una situación para destacar
es que, la negociación estuvo a cargo de uno de los cerealistas, a pedido de los
ferroviarios de Gualeguay y la firma del pliego acordado se realizó en la comisaría
local. Ese convenio alcanzó a las localidades vecinas de Estación Lazo y Puerto Ruíz. El
diario local, El Debate se defendió de las acusaciones de ser “un diario burgués”, por
señalar que era necesario suprimir la mediación entre los obreros y los patrones.623
La segunda quincena de enero de 1935, encontró conflictos por resolverse en
Villa Federal, dónde la Cooperativa agrícola desconoció el pliego propuesto. Otro
conflicto se mantenía en Estación Urquiza, por ello tomó participación el DPT. También
en Villaguay comenzó un conflicto entre los estibadores y las casas cerealistas, lo
curioso del caso fue que pronto una organización llamada “Asociación Nacionalista”
distribuyó por la ciudad panfletos acusando a los dirigentes de la UOPER de agitadores.
Ante los cual, estos últimos enviaron un telegrama al Ministro de Gobierno para que
tomara intervención por el caso. Recibieron una respuesta afirmativa y la promesa de
una investigación.624Por otra parte, conflictos en Estación Lazo y Puerto Ruíz se habían
solucionado en forma favorable a los obreros.625La huelga de las obreras cigarreras de
Rosario del Tala alcanzó los 45 días de conflicto, por lo cual, se le declaró el boicot para
vencer la resistencia patronal.626En un comunicado de la UOPER se informó que el
Doctor Roberto Lanús había logrado la libertad de 16 de los 21 detenidos en Conscripto
Bernardi.627 Mientras que en Villa Federal y Estación Urquiza continuaban las huelgas,
se agregaba que: “La intervención del Departamento de Trabajo fracasó por la
intransigencia de los cerealistas. Antes de tomar medida de fuerza en estos dos
conflictos se agotan los recursos con la intervención del Departamento de Trabajo y de
ésta Unión Obrera.”628
623
El Debate, 05/01/1935, 07/01/1935, 09/01/1935 y 11/01/1935. La Mañana, 08/01/1935 y 10/01/1935.
También, El Diario, 06/01/1935.
624
El Diario, 27/01/1935. El Debate, 30/01/1935.
625
El Diario, 10/01/1935.
626
CGT, 25/01/1935. CGT, 01/02/1935. Sobre la huelga de las cigarreras: El Debate, 15/01/1935. La
Juventud, 13/01/1935.
627
Marotta daba cuenta de la muerte de Alejandro Cherkoff, un agitador patronal que buscaba organizar
tropas de rompe-huelgas y hombres de acción para enfrentar a los obreros sindicalizados. En Conscripto
Bernardi, este agitador tuvo un altercado con un grupo de obreros en huelga que terminó en un tiroteo en
el que este fue muerto y los obreros apresados. Ver: Marotta, Op. cit., T. III, p. 352. También: CGT,
18/01/1935.
628
El Debate, 22/01/1935.
210
También por esos días se dio la noticia que los canillitas de Gualeguay estaban en
huelga. La fuente no habla de sindicato y no hemos encontrado referencia alguna a la
conformación del mismo. Se comentaba que los huelguistas reclamaban un aumento de
salario y que habían arremetido a golpes contra algunos otros canillitas que no se habían
unido al movimiento. También se menciona que la huelga contó con el apoyo de la
comunidad que había regalado frutas y otras comidas para mantener el espíritu
combativo. Asimismo, que en ocasión que una persona se quiso imponer, fue sujetado
por los muchachos (sic) que lo desarmaron, entregando el revólver al comisario. Una
situación similar se vivió con otra persona que quiso imponerse con un garrote pero
también fue desarmado. Días después se informaba que los canillitas habían vencido:
Para terminar ese enero caluroso en luchas, se habían organizado los obreros
portuarios de La Paz y pronto presentaron un pliego de condiciones. La actividad de los
sindicalistas no pasaba desapercibida para la burguesía que pronto utilizó a sus propias
organizaciones gremiales para presionar. El Centro Comercial e Industrial de La Paz
elevó una nota al Ministerio del Interior:
629
El Debate, 23/01/1935 y 24/01/1935.
630
Nota del Presidente del Centro de Comercio e Industria de La Paz, Vignale Angel-Secretario,
Malvasio, Juan al Ministerio del Interior, La Paz, 28/01/1935, en AGR-MI, Intervenciones Nacional,
Entre Ríos, Doc.612.
211
embargo, el conflicto obrero se solucionó en forma favorable a los estibadores y con la
intervención “…amigable de la Jefatura de Policía Departamental y del jefe de la
subprefectura marítima de aquella ciudad.”631
Por aquellos días, se informó que la huelga de dos días de Estación Urquiza se
había levantado con un saldo a favor de los obreros a través de la mediación de
inspectores del DPT que establecieron una comisión vecinal que coordinaría el trabajo
de los obreros federados y “libres”.632Por último, se enviaron delegados a Raíces,
Pueblo Brugo, Lucas González y Curtiembre a presentar pliegos de condiciones.633
Durante febrero, se logró reorganizar a los panaderos de La Paz, quienes pronto
presentaron un pliego de condiciones y después de un solo día de conflicto lograron
imponerse.634Aún continuaba después de 50 días, la huelga de las obreras cigarreras de
Rosario del Tala y se amenazaba con el boicot a los productos de la casa Solari y
Pascarini. Asimismo, continuaba la huelga de los estibadores de Villaguay, mientras sus
camaradas de Lucas González vencieron con apoyo de la UOPER.635En la ciudad de
Paraná, las obreras cigarreras, organizadas en la Unión de Obreros del Tabaco,
organización de la rama a escala nacional, produjeron una huelga en pedido de mejoras
al ser rechazado el pliego en el que solicitaban aumento de salarios, reconocimiento del
sindicato, disminución de la jornada, responsabilidad frente a los accidentes, y un punto
llamativo: que el trabajo realizado fuera exclusivamente el vinculado con la
manufactura del tabaco –aclaraban que no se podía pedir limpieza de patios ni otras
tareas de ese estilo. Agregaba La Lucha, órgano de la Federación Socialista de Entre
Ríos:
“Si alguien ha dado muestras de decisión y energía en este movimiento, ellas son las
mujeres. Mujeres heroicas que han peleado a brazo partido contra la policía y que han
debido pasar largas horas en las comisarías por el delito de defender el interés de los
humildes (…) ¡Mujeres heroicas! Ellas serán las que en un mañana no lejano
empuñaran la piqueta de la revolución social…”
631
El Diario, 31/01/1935.
632
El Diario, 25/01/1935.
633
El Debate, 25/01/1935. El Diario, 27/01/1935.
634
CGT, 15/02/1935.
635
El Debate, 04/02/1935.
636
La Lucha, Órgano de la Federación Socialista de Entre Ríos, Paraná, 10/02/1935.
212
pacífica hasta la aparición de “4 o 5 extremistas agenos (Sic) al movimiento lo trocaron
violento” y se desató una refriega con la policía. Días más tarde se informó que una
obrera “libre” apuñaló a otra que trató de impedirle que rompiera la huelga: “Se protesta
contra la policía que permite que esas mujeres anden armadas y por haber golpeado a
algunas huelguistas.”637
Esta situación, sumada a una huelga solidaria encabezada por los canillitas de
Paraná y una columna de 70 obreros estibadores de Diamante que marcharían a la
capital provincial a dar su apoyo –finalmente detenidos por la policía- generaron un
gran malestar con el jefe de policías que terminó con una misiva del primer mandatario
provincial amenazando al jefe: “Es necesario que se ponga los pantalones, sino tendré
que intervenir yo y afrontar las responsabilidades asumiendo la policía”, dijo
Etchevehere.638 Días más tarde, los gráficos de Paraná se plegaron a un boicot
solidario.639 Finalmente, las obreras vencieron con la intervención del DPT.640
También se informaba la constitución del sindicato de estibadores de La Paz. Se
decía que, luego de una breve huelga en la que intervinieron Balsechi y González de la
UOPER y miembros del Partido Socialista local, habían obtenido el triunfo.641
En abril, los panaderos de Paraná entraron en conflicto con sus patrones. La
solución se alcanzó con la presencia de los miembros de la UOPER, la dirección del
sindicato afectado, los patrones y el director del Departamento Provincial del Trabajo.
El pliego acordado daba cuenta de aumentos salariales, un límite a la harina trabajada
por cada obrero, se reconocía la changa solidaria, al sindicato de panaderos y, el 1º de
mayo como día no laborable, cualquier incumplimiento sería penado con una multa de
cien pesos que sería depositado en el fondo del Sindicato, las partes aceptaban al DPT
como mediador de los conflictos.642 Por su parte, los empleados de Comercio de
Gualeguaychú, habían logrado que se cobrara una multa a una tienda por infligir las
leyes laborales y que se diera marcha atrás a un descuento salarial a un empleado de
más de doce años. En ambos casos, esto se logró sin medida de fuerza y con la
presencia de miembros del Centro de Empleados y las autoridades del DPT.643
637
El Debate, 09/02/1935, 11/02/1935.
638
El Debate, 15/02/1935.
639
El Debate, 25/02/1935.
640
El Debate, 26/02/1935 y 27/02/1935.
641
La Lucha, Órgano de la Federación Socialista de Entre Ríos, Paraná, 10/02/1935. La Juventud,
09/02/1935.
642
ED, mayo de 1938.
643
Periódico C.E.C.A., Órgano del Centro de Empleados de Comercio y Anexos de Gualeguaychú,
Gualeguaychú, Abril de 1935.
213
Balance del período analizado.
El periodo analizado muestra un proceso que, con reflujos parciales, muestra una
tendencia ascendente en la organización y luchas obreras. Durante estos años, hasta
comienzo de la década del treinta, se van perfilando dos núcleos de militantes que hacen
de puente con las organizaciones nacionales, en las localidades de Diamante y
Concepción del Uruguay. En ambos casos, los obreros estibadores portuarios tienen un
papel fundamental, aunque en Concepción del Uruguay, la FOM y los panaderos son
quienes dirigen el movimiento.
Estos dos núcleos, una vez establecidos en sus propios territorios, toman en sus
manos la organización del proletariado de los pueblos vecinos y más allá. Estos pueblos
poseen fundamentalmente, obreros estibadores que son ocupados por grandes casas
cerealistas durante la temporada de cosecha para luego ser despedidos. Es decir, trabajo
estacional. La ya mencionada infantería ligera del capital. El obrero rural es el principal
partícipe de las luchas del periodo, seguido por los carreros, panaderos, marítimos y
comenzó a despuntar poco a poco, el obrero de la construcción. Por su parte, la
organización de las trabajadoras comienza lentamente a partir de las lavanderas y
tabacaleras.
El contexto inmediato de crisis ocupacional, puede ser sobrellevado merced al
control sindical de los espacios de trabajo y la imposición de Bolsas de Trabajo, que
favorecen el control y reparto de las horas de trabajo entre los obreros federados. En
este contexto, estar en el sindicato favorecía la ocupación del afiliado. Aunque la misma
no estaba asegurada.
Entre los dos polos comienzan aparecer diferencias. El uso de la violencia, la
imposición por la fuerza del sindicato convive con una creciente participación del
Estado como mediador, aunque, sin perder su papel de gendarme. Progresivamente se
acepta al Departamento Provincial del Trabajo y a los comisarios locales como
mediadores. Asimismo, las patronales responden con las mismas armas. Por su parte,
los titulares de la UOPER apostaron a una estrategia que rendía: Golpe, mediación
estatal y negociación. Las condiciones materiales de los obreros eran tales, que
normalmente, la mediación estatal favorecía sus demandas. Por lo cual, era un estrategia
mucho más efectiva a los fines de mejorar la calidad de vida de los obreros por
214
intermedio del sindicato, como se verá en el próximo capítulo cuando esa estrategia se
desarrolle completamente.
215
Capítulo VII
Bajo los pliegues de nuestra roja enseña: Ascenso y estancamiento
del crecimiento sindical, 1935-1943
Introducción
216
patronal, la fuerza organizada, la acción directa. El resultado fue la pérdida del control
de los sindicatos y una brutal represión en el primer trimestre de 1937.
Pero detrás de estas luchas, que por aquellos años llevarían a un nuevo retroceso
organizativo, se levantaban poco a poco otros sindicatos con otras tácticas. Solo para
mencionar dos casos: los empleados de comercio, con una táctica ultra-legalista, que
buscó la incorporación plena a los derechos burgueses, y la militancia comunista más
soterrada, pero activa en el Sindicato Único de la Construcción de Paraná. Estos
sindicatos, incorporan nuevo métodos y nuevas fracciones a las luchas. También nuevas
actividades económicas, como la explotación del canto rodado, hizo surgir una fracción
de obreros de las canteras, desconocidas hasta entonces.
La UOPER será durante todo este periodo la principal organización del
proletariado entrerriano, pese a no pertenecer a la CGT. La UOPER fue una de las
fuerzas que refundaronla sindicalista Unión Sindical Argentina, en su segunda época.644
Pero, llegada la década del cuarenta, la organización sindical tiende a estancarse. Años
de malas cosechas, la continuación de la mecanización y el desplazamiento de la mano
de obra, todo conspiró contra el desarrollo del gremialismo.
217
la discusión de su Carta Orgánica.648También hubo una disputa en el congreso de
delegados de María Grande, durante diciembre de 1934, en la cual, los diamantinos
habían propuesto la creación de una comisión de análisis de los conflictos que evaluara
si era necesario acatar los llamados a la solidaridad dictados por la UOPER.649 En este
caso, la maniobra fue desarticulada por los delegados en gira, que imputaron un choque
de intereses entre la dirección de la UOPER y la “Comisión”.650 Los militantes de
Diamante, cursaron una invitación a los sindicatos que estaban de su área de influencia
con la excusa del conflicto en Villa Federal. Una vez convocados, dieron fundación a la
Federación Obrera Comarcal Entrerriana (FOCE),651 una organización paralela a la
UOPER.652
Finalmente, la expulsión se produjo en el marco del Primer Congreso Ordinario
de la UOPER, en marzo de 1935, cuya convocatoria fue acelerada debido al conflicto
con los sindicatos de Diamante. Al Congreso concurrieron 58 delegados, de los cuales,
y descontando a los expulsados, quedaron 47 representantes sindicales de buena parte
de la provincia.653 Sin embargo, los miembros de la UOPER propusieron la readmisión
648
Durante la fundación de la UOPER se dio un interesante debate doctrinal que giraba en torno a la
política que se debía asumir con los miembros del sindicato que tuvieran actividad político-partidaria.
Diamante proponía la completa separación de quienes estuvieran en esta situación, mientras Uruguay era
más tolerante. Finalmente venció la posición de Diamante. Curioso es que en el debate no se nombre a
qué partidos se refieren: ¿PS? ¿PC? ¿UCR…? ver: ED, septiembre de 1932.
649
Borda testimonia en su libro: “Nuestro argumento era el siguiente: si ustedes [por la UOPER] van a
terminar pidiendo la intervención y la definiciones de los organismos oficiales de Trabajo, por qué
tenemos que movilizar todas nuestras fuerzas, perder jornales, desgastarnos, en suma, en un esfuerzo
estéril, que no pone de relieve el poder del Sindicato y no le da valor a su presencia en la lucha; si el
sindicato se va a convertir en una oficina de reclamos, que se establezca así, se nombre un árbitro y los
que estén de acuerdo con el procedimiento que lo sigan”, ver: Borda, Op. cit., p.41. En efecto, se trataba
de otra estrategia.
650
CGT, 07/12/1934.
651
Componían la Federación Obrera Comarcal Entrerriana: Diamante, Strobel, Puerto Alvear,
Crespo, Hernández, María Grande (Estibadores y el sindicato de personal doméstico.) Seguí, Tabossi,
Sosa, Hasemkamp, Cimarrón y Federal. Ver: Avance, Órgano de la Federación Obrera Comarcal
Entrerriana, Diamante, Agosto de 1935. La constitución de la Federación Obrera Comarcal Entrerriana
fue saludada por Abad de Santillán y los miembros de la Federación Anarco Comunista Argentina
(FACA), ver: AL., marzo de 1935
Estrictamente, aún no eran la FACA sino la CRRA (Comisión Regional de Relaciones Anarquistas): Ver:
López Trujillo, Fernando: Vidas en Rojo y negro. Una historia del Anarquismo en la “Década Infame”,
Buenos Aires, Letra Libre, 2005.
652
Las acusaciones cruzadas, tratando de “Quintistas” (por la FORA Vº, anarquista) no se hizo esperar
sobre la Federación Obrera Comarcal Entrerriana, mientras el rotulo de “reformistas” y de tener buenas
relaciones con el gobierno provincial se imputaron a la UOPER. ED, Julio de 1935.
653
Los presentes fueron: Estibadores de Viale, Panaderos de Uruguay, Oficios Varios de Ubajay, ATE
seccional Uruguay, Oficios Varios de Tala, Obreros Portuarios de Uruguay, Oficios Varios de Mantero y
Jubileo, Camioneros de Uruguay, Oficios Varios de Maciá y Lucas González, Centro de Empleados de
Comercio de Uruguay y Gualeguaychú, Oficios Varios de General Campos, Oficios Varios de Sauce de
Luna, Domínguez, Solá, Villa Clara, San Salvador, Mansilla, Basavilbaso, Empleados de Comercio de
Basavilbaso, Oficios Varios Pueblo Brugo, Estibadores de La Paz, Estibadores de Gualeguay, Oficios
Varios de Villaguay, Urquiza, Las Moscas, Bovril, Urdinarrain, FOM Uruguay, Oficios Varios de
218
de los sindicatos expulsados a cambio de que se retractaran de los dichos vertidos en un
panfleto, los expulsados solicitaron discutir esta proposición fuera del recinto, para
luego no volver.654 De tal manera, la escisión se concretó.
En mayo, se reunieron en la localidad de Rosario del Tala representantes de los
centros de empleados de comercio a celebrar el segundo congreso de la entidad
provincial, la Federación Entrerriana de Empleados de Comercio (FEEC). En ella se
declaró a Concepción del Uruguay como la sede permanente de la Federación, se creó
una carta orgánica y se decidió comenzar una campaña para lograr una ley de
jubilaciones de empleados de comercio y gestionar antes la legislatura provincial una
ley respecto al funcionamiento del Departamento Provincial de Trabajo que facilitar el
control del cumplimiento de las leyes obreras. También se resolvió que la Federación
apoye y acompañe las actividades de la UOPER en la constitución de comités “anti-
guerreros” y anti-fascistas y en consonancia, luego de una discusión, se facultó a la
Mesa Directiva a convocar acciones contra el fascismo y las acciones de la reacción.
Por su parte, los empleados de comercio de Gualeguaychú hacían un llamado a los
empleados que no se habían vinculado al Centro correspondiente y, en especial, a las
mujeres empleadas. Por otro lado, celebraron la multa que se le había cobrado a un
comerciante y a la empresa de electricidad, propietaria de la usina local, por infligir el
“sábado inglés”. La empresa es tildada como “pulpo cuyas garras tienen aprisionado
todo el territorio nacional…”655 En ambos casos, la autoridad de aplicación fue el
Departamento Provincial del Trabajo.
En julio, los mozos de Paraná comenzaron las tareas de organización con una
asamblea.656 En agosto, los albañiles de Concepción del Uruguay imponen aumentos
salariales a las empresas constructoras, además de lograr las ocho horas laborales entre
otros puntos. Aclaran que en caso que las empresas no respetaran el pliego aceptado, el
Galarza, Alcaráz y Conscripto Bernadi. Se agrega además, que de los sindicatos presentes hubo otros
dieciséis que por diferentes motivos no pudieron estar presentes: Oficios Varios y el de Carreros de
Concepción del Uruguay, Oficios varios de Las Garzas, de Estación Raíces y Puerto Ruíz, estibadores y
panaderos de Victoria, estibadores y panaderos de La Paz, estibadores de Curtiembre, estibadores de
Gualeguaychú, FOM de Concordia y Colón, Oficios Varios de Arroyo Barú, de Desvío Clé y los obreros
del Tabaco de Paraná. CGT, 12/04/1935.
654
En el panfleto insultaban a los miembros de la Unión Obrera Departamental de Uruguay y que la
UOPER enviaba dinero a la CGT para que estos se la entreguen a la policía de Buenos Aires, en CGT,
12/04/1935.
655
C.E.C.A., Junio de 1935.
656
El Tiempo, Paraná, 23/07/1935.
219
Departamento Provincial del Trabajo se haría cargo y velaría por su aplicación.657
También se organizaron los gráficos de Concepción del Uruguay y de Gualeguay. 658
Mientras tanto, la dirección de la Federación Obrera Comarcal Entrerriana
solicitaba un informe del estado de las organizaciones a sus adherentes. Las respuestas
no eran promisorias, incluso, el delegado de Hernández indica: “la falta de trabajo ha
perjudicado a los compañeros han tenido que alejarse a otras localidades.” Parece haber
cundido la desorganización nuevamente, por lo cual, los diamantinos proponen
comenzar con giras por el interior y la compra de un camión para poder hacer mejor esa
tarea.659 Lo cierto es que la Federación Obrera Comarcal Entrerriana pareció retroceder
un par de años, volvió a las giras de organización, a las relaciones con las
organizaciones extra-provinciales, a la militancia por los presos políticos –presos de
Bragado- y a los debates doctrinales con un claro sesgo libertario. A su vez en las
páginas de su prensa, los grupos pro-FORA y los del Comité de Relaciones Anarquistas,
disputaban entre sí, en el contexto de la lucha contra la desocupación.
Tal vez, lo más importante de su militancia en ese momento fue la huelga de los
hacheros, la primera de esta fracción obrera que tenemos información en la provincia de
Entre Ríos. La huelga fue dirigida por el Sindicato de Oficios Varios de Hasenkamp y
no se permitió el ingreso del Departamento Provincial del Ttrabajo. Los obreros fueron
derrotados.660 A fines de septiembre, se realizó el Primer Congreso Extraordinario de la
Federación Obrera Comarcal Entrerriana, concurrieron diez sindicatos y entre las
resoluciones, se destaca la adopción de la declaración de principios de la FORA.661 En
materia de organización habían logrado la constitución de un sindicato en Maciá
“Oficios Varios Campesinos y Obreros Rurales”.662 Meses después, cuando el fracaso
de la experiencia anarquista era manifiesto, desde el órgano de la CGT se aprovechó
para ironizar:
657
CGT, 23/08/1935.
658
El Debate, 17/08/1935.
659
Avance, Agosto de 1935.
660
Avance, septiembre de 1935. AL, octubre de 1935. Ángel Borda, en su compilación de cuentos, realiza
una ficción donde se lee entrelineas la descripción “desde abajo” del conflicto de los hacheros y el fracaso
de la huelga, cfr.: Borda, Op. cit., pp.71-78.
661
De la declaración de la FORA tomaban las resoluciones de aquella central adoptados en el IVº y Vº
Congresos de esa entidad. Se pueden resumir en la idea de un sindicalismo revolucionario, que busca el
Comunismo Anárquico y la acción directa. Ver: Avance, enero de 1936. Cfr.: Abad de Santillán, Op. cit.,
pp. 142-151.
662
Avance, 31/10/1935.
220
“…a lo que prometían los divisionistas al formar esta organización, las condiciones de
sus adherentes se elevarían hasta las nubes por la simple liberación de la U.O.
Provincial que, según los autores del engendro, estaba vendida al capitalismo e
imposibilitaba a los trabajadores para las acciones heroicas. Sin embargo, transcurrido
vino a demostrar que las cosas han ocurrido en forma muy distinta a la preconizada,
convirtiéndose los ascensos prometidos en descensos, las victorias en derrotas (…) El
disgusto que esto produjo en las propias filas es de imaginarse.”663
663
CGT, 22/11/1935.
664
Ídem.
665
C.E.C.A., Julio de 1935.
221
un paro de dos días.666 En Gualeguaychú seguía la lucha contra Bozzano y Cía., que
había despedido a un obrero y con ello, despertado la ira de los federados. El propietario
de dicha firma había sido diputado radical y los obreros denunciaron que habiendo
firmado en el pasado leyes que los beneficiaron, ahora se oponía a la sindicalización de
sus trabajadores.667 Por su parte, ATE de Concepción del Uruguay, realizó una
conferencia y un mitin multitudinario contra la disminución de los salarios de los
trabajadores.668
Mientras, el Centro de Empleados de Comercio de Basavilbaso comenzó un
boicot contra una casa comercial por el despido de un compañero, con el apoyo de la
UOPER, de la Unión Obrera Departamental, el Sindicato de Oficios Varios local, Unión
Ferroviaria y La Fraternidad. En el ámbito gremial general, se informaba que la Unión
Obrera Departamental de Concepción del Uruguay había ayudado a los obreros de la
construcción, encargados de la construcción de los silos del Molino Fabiani y de la
pavimentación de la ciudad citada a presentar un pliego a la empresa Waiss y Freytag y
luego de dos y diez días de huelga, respectivamente, lograron su objetivo de mejoras.
Asimismo, se daba cuenta de la reorganización de los sastres y de los gráficos. 669
También La Vanguardia informaba sobre la huelga de los marítimos contra El Vizcaino:
“A consecuencia de la huelga fueron procesados 30 obreros marítimos y puestos a la
orden del juez federal de C. del Uruguay por las autoridades marítimas de Colón, y
después de 10 días fueron puestos en libertad.”670En octubre de aquel año, se daba el
nacimiento de un nuevo sindicato, el de Oficiales y Sastres de Concepción del Uruguay
y pronto entregaron un pliego.671 Por su parte, los responsables de la Federación
Entrerriana de Empleados de Comercio, marcaban la llegada de esa fracción obrera a las
luchas sindicales diciendo:
“Hasta ayer una parte considerable de hombres que aunque no quieran pertenecer a ese
conjunto de los productores asalariados, permanecían alejados de esta realidad, es decir,
sin colocarse en el lugar que nos viene señalando el procesos de la economía capitalista
en su rápida evolución. Hasta ayer los empleados del comercio considerábamos con
suicida apatía el movimiento sindical que vienen realizando los demás trabajadores, y
666
Periódico Nuestro Derecho, Órgano de la Federación Entrerriana de Empleados de Comercio,
Concepción del Uruguay, 31/08/1935.
667
C.E.C.A., Agosto de 1935.
668
La Juventud, 04/08/1935.
669
Nuestro Derecho, 30/09/1935. Según un diario de Paraná, fueron 6 días de huelga para los obreros
pavimentadores. Cfr.: El Tiempo, Paraná, 10/09/1935.
670
La Vanguardia, 19/09/1935.
671
La Juventud, 01/10/1935.
222
muchos, hasta con desprecio. Pero como apuntamos al principio, los hechos económicos
nos han impulsado hacia la senda en la que estamos. Nuevos horizontes se van
vislumbrando para los esclavos del mostrador…”672
672
Nuestro Derecho, 31/10/1935.
673
Ídem.
674
Ídem.
223
sindicato de oficios varios con la ayuda de la UOPER y del CEC local. Entre los
oradores se desatacó Balsechi, cuyo discurso a favor de la organización sindical fue
interrumpido varias veces por las ovaciones de los presentes. Decía el periódico del
Sindicato de Oficios Varios de Gualeguaychú:
“En las conversaciones tenidas con obreros panaderos del puerto, carreros, en fin de
todo orden que estaban ahí presentes, hemos notado la enorme miseria emergente ella
de los miserables salarios y los horarios desastrosos que tienen, que hay gremios entre
ellos como los panaderos que trabajan hasta 17 horas diarias, recibiendo en cambio un
salario, que ni les alcanza para mantenerse miserablemente.”675
675
C.E.C.A., Octubre de 1935.
676
C.E.C.A., noviembre de 1935.
677
Matsushita, Op. cit., p. 205.
678
ED, enero de 1936. La posición de la Unión Obrera de la Provincia de Entre Ríos dentro de la CGT
Catamarca era tan destacada que Juan Balsechi conformó parte del Comité Confederal que discutió las
medidas a seguir tras la toma de la dirección por parte de los ferroviarios. Ver: Marotta, op.cit., pp.419 y
423.
224
Comercio, respondió doctrinalmente, a favor de la prescindencia política, en rechazo de
los sucesos y reproducía las adhesiones en esa misma línea: Concepción del Uruguay,
Concordia, Basavilbaso y Gualeguaychú. El único Centro que pretendía otra línea era –
también esperable- el de comercio de Paraná, vinculado al socialismo y acusado de
“divisionismo” y con intenciones de crear una nueva Federación, bajo su control. Desde
el Centro de Empleados de Comercio de Gualeguaychú lo consideraban un centro
“aburguesado y pituco” y tachaban a sus dirigentes de “borregos bien vestidos”.679
Paraná en septiembre de ese año Paraná recibió la visita de miembros de la Unión
Obreros Municipales de la Capital, delegación encabezada por Pérez Leirós. En un acto
realizado en el local de la Unión Ferroviaria, dónde funcionó también la secretaria
general de los obreros municipales de Paraná, se habló de la necesidad de la lucha, de
prepararse para ser avanzada de las batallas por venir. Se argumentó en el sinsentido de
vivir en un país rico naturalmente como la Argentina pero con miles de desocupados:
“La desocupación aumenta, la tracción mecánica desplaza a la de sangre y por ende
aumenta el número de obreros sin ocupación y por ello se debe tratar de conseguir la
implantación de la semana de 40 horas.”680 La llegada de la delegación fue anticipada
por el decreto del Intendente de Paraná ordenando a los jefes de cuadrillas que los
obreros fueran liberados de sus tareas el sábado a la tarde para poder recibir a los
invitados.681 Otro síntoma de las fuerzas que impulsaban la colaboración entre clases.
En Concepción del Uruguay, el sindicato de Sastres –uno de los gremios donde el
comunismo tenía militantes- se había unificado hacía poco tiempo y logró un triunfo
con pocos días de huelga: “Este magnífico ejemplo deben imitarlo todos los obreros de
la localidad: de unirse y organizarse en los sindicatos para mejorar sus pésimas
condiciones de vida.”682, concluía La Internacional, órgano del Partido Comunista.
En diciembre, la UOPER logró reorganizar el sindicato de obreros molineros de
Nogoyá, entidad que no existía desde los años veinte. Mientras tanto, la situación con
los sindicatos de la Federación Obrera Comarcal Entrerriana aún se estaba dilucidando.
679
Mientras estas disputas tenían lugar, los empleados de Comercio de Villaguay y Diamante, recurrían al
Departamento Provincial del Trabajo a solicitar su intervención en el cumplimiento del Sábado Inglés y
las vacaciones pagas, respectivamente. Nuestro Derecho, 31/12/1935. C.E.C.A., diciembre de 1935.
680
El Obrero Municipal, Órgano de la Asociación Unión Obreros Municipales, Buenos Aires, 16/09/1935.
681
El Obrero Municipal, 29/08/1935. Días después del recibimiento Pérez Leirós envió una nota de
agradecimiento al Intendente municipal al respecto del: “…generoso e inmerecido recibimiento que se
nos ha hecho por disposición del primer mandatario de la comuna de la ciudad de Paraná…”, ver: El
Diario, 10/09/1935.
682
Quincenario La Internacional, Órgano del Partido Comunista, Buenos Aires, primera quincena de
noviembre, 1935.
225
Los obreros de Alcaráz se alejaban de aquella y los de Sauce de Luna se declararon
autónomos, eufemismo para mantenerse al margen de la disputa.683
El año 1936 llegó lleno de incertidumbres por los conflictos intestinos. Sin
embargo, la tarea organizativa no se detuvo. Tampoco las luchas por mejoras. Así lo
manifiesta el pedido del sindicato de Obreros portuarios (estibadores) de Concepción
del Uruguay: exigieron la reducción de los embarques por granel a un 50% de lo
exportado. Con esa demanda, los embarques debían hacerse a bolsa dando ocupación a
los estibadores. Las tareas de organización de los obreros de las canteras de arena y
canto rodado se llevaban con firmeza. En tanto, el sindicato de Metalúrgicos y Anexos
de Concepción del Uruguay, había logrado, luego de una huelga, las ocho horas,
aumentos salariales, abolición del trabajo a destajo, pago doble los días feriados y
reconocimiento del sindicato y gestión del empleo por este, así como el reconocimiento
de la ley de accidentes de trabajo. Después del éxito obtenido, se dispusieron a la tarea
de organizar a todos los metalúrgicos de la ciudad. Por su parte, los anarquistas de
Diamante decían:
“…no pueden confundirse los obreros con los jefes, damos el ejemplo del enorme valor
que tiene el movimiento del proletariado entrerriano, que estaba en la C.G.T. y fue
obligado a formar una Federación aparte, integrada por cerca de 20 sindicatos potentes y
combativos, alma y nervio del movimiento obrero de Entre Ríos, que se rigen
actualmente por normas federalistas y tienen por arma de lucha la acción directa.”684
683
ED, diciembre de 1935.
684
AL, enero de 1936.
685
Periódico Crónica, Diamante, 21/01/1936.
686
La Lucha, 01/02/1936.
226
“ganarle” los sindicatos a la Federación Obrera Comarcal Entrerriana. También
procuraban conseguir la adhesión a la CGT Catamarca de los diferentes sindicatos.687
Los militantes de la UOPER se hicieron presentes en la localidad de Viale para ayudar a
destrabar un conflicto que los estibadores traían con las casas cerealistas. Se señaló que
existían tres elementos adversos a los obreros: La mala cosecha, la actividad de los
capitalistas decididos a desconocer al sindicato, apoyado por los colonos y la policía y,
finalmente, la política errada de los “Comarcales”, que no prestaron solidaridad
mientras desaparecían los sindicatos de Sosa, Tabossi, María Grande y otras localidades
cercanas –que no son mencionadas por la fuente- y que estaban en su órbita:
“Con satisfacción comprobar que los camaradas de Viale, están clavados en el puesto de
lucha pese a la ponzoña destilada por los elementos que hablan mucho de revolución
pero que todos los días dejan que los capitalistas destruyan los sindicatos que tuvieron
la mala hora de separarse de la Provincial.”688
También entre la campaña realizada, lograron que los obreros del Sindicato de
Empleados y Obreros Municipales de Paraná se declararan a favor de la CGT
Catamarca y desactivar una maniobra de miembros del Partido Socialista (PS)
paranaense, que buscaban que éstos dejaran de cotizar a la central nacional. La
prescindencia política fue la carta jugada por los miembros de la UOPER. Con los
panaderos de esa misma ciudad pasó algo similar, pero su situación era más complicada
porque el sindicato se reunía en un local del PS dónde, además, los diarios de la CGT
sindicalista y El Despertar –órgano de la UOPER- habían sido “saboteados”. También
los socialistas exigían que se prohibiera el ingreso a miembros de la Unión provincial.
Frente a esta situación, los panaderos rompieron con los socialistas y alquilaron su
propio local, declarándose favorables a la CGT Catamarca. La campaña de propaganda
también recorrió Pueblo Brugo y La Paz, obteniendo la adhesión a la CGT sindicalista
por parte de los estibadores de aquellos poblados.689 Sin embargo, los Municipales de
Paraná se retiraron de la UOPER. Decía el órgano de prensa de la Federación Socialista
de Entre Ríos:
687
Los dirigentes de la UOPER se apuraron a enviar una circular a todos los sindicatos adheridos para que
se declaren a favor o en contra de los hechos del “golpe obrero”, ver: CGT (Catamarca) 17/01/1936.
688
ED, enero de 1936.
689
En todas las localidades, los delegados de la UOPER explicaron cómo había sido el “asalto” a la CGT.
Esto nos indica, indirectamente, la falta de una comunicación fluida por fuera del lazo que los unía con la
UOPER. CGT (Catamarca), 31/01/1936.
227
“Por esta decisión queda pues desligada este importante sindicato de nuestra ciudad, de
la vieja comisión de la C.G.T. o sea, la que tiene su sede en la calle Catamarca de la
Capital Federal” –y explicaba con respecto a la afiliación a la C.G.T. Independencia-
“…comprenden que no pueden aislarse del resto de los trabajadores del país y menos de
las importante agrupaciones gremiales como la Unión Ferroviaria, La Fraternidad.
Trabajadores del Estado, Unión Obreros Municipales de Buenos Aires…”
690
La Lucha, 01/02/1936.
691
ED, enero de 1936. CGT (Catamarca) 21/02/1936.
228
Acto seguido este sindicato presentó un pliego de condiciones que fue rechazado
por los patrones. Por lo cual, se desató una huelga en todas las panaderías. Para vencer,
los delegados se movilizaron a Fray Bentos (ROU), Gualeguay y Urdinarrain, para
pedir a los trabajadores que no se presten de rompehuelgas. Se usó las “changas
solidarias” que sirvieron como fondo de huelga de los obreros en conflicto. A los pocos
días se impuso el pliego. A pesar de ello, los obreros tuvieron algunos compañeros
apresados por la policía. La Acción informó que algunas panaderías habían cerrado
definitivamente por no poder sostener la lucha con el sindicato y que el motivo que
mantenía el conflicto era la negativa de los patrones a despedir a los rompehuelgas, pero
confiaban en que la intervención del Departamento Provincial del Trabajo resolvería el
conflicto.692También en Concordia los panaderos se declararon en huelga. Pero a
diferencia de sus pares de Gualeguaychú, la intransigencia de los patrones impidió la
intervención del Departamento Provincial del Trabajo. Además, los patrones aceptaron
recibir a los obreros que quisieran volver al trabajo, pero bajo nuevas pautas de
producción establecidas por las panaderías. Por último se decía: “A pesar del tiempo
que dura la huelga, recién se ha notado en Concordia un poco de escasez de pan.”693
Mientras tanto, los estibadores de Las Garzas mantuvieron una huelga por algunas
semanas hasta que tomó intervención la policía. Se involucraron rompehuelgas pero,
después de algunos días de trabajo, estos también abandonaron las tareas, lo que obligó
a la patronal y a la policía a un cambio de estrategia. Se presionó a los obreros federados
para que volvieran al trabajo. Este proceder llevó a un tumulto en el cual, el sub-jefe de
policía de aquel poblado dio muerte a un obrero y se encarcelaron varios más.694
En mayo, se produjo un conflicto entre los obreros panaderos y sus casas
patronales en el poblado de General Campos. A poco de comenzar el conflicto, los
obreros solicitaron la intervención del Departamento Provincial del Trabajo.695 La
FOM, continuó con su lucha de más de seis meses contra El Vizcaíno. En un conflicto
tan trabado, la FOM solicitó que el sindicato de la construcción de la Capital Federal
hiciera un boicot solidario.696Poco tiempo después, en el puerto de Colón, durante un
altercado entre los obreros en huelga y unos rompehuelgas, uno de estos últimos recibió
692
ED, febrero de 1936. CGT (Catamarca) 20/03/1936. La Acción, 25/02/1936. El Diario, 19/02/1936.
693
El Diario, 24/02/1936.
694
Avance, enero de 1936. La lucha, 01/02/1936.
695
La Acción, 03/05/1936.
696
ED, febrero de 1936. CGT (Catamarca) 31/01/1936.
229
un tiro de muerte, por lo que fueron encarcelados dos obreros de la FOM de Concepción
del Uruguay.697
Ese mayo también fue el mes en que los militantes de la Federación Obrera
Comarcal Entrerriana salieron al cruce de las empresas cerealistas con un pliego
unificado: 50% del embarque en bolsa, la disminución de la bolsa a 50 kl., jornada de
seis horas y control sindical de la organización del trabajo.698 Por su parte, el Centro de
Empleados de Comercio de Gualeguaychú celebró una multa aplicada a Dreyfus por no
cumplir las leyes laborales, y decía el C.E.C.A., órgano oficial de quien: “Estas grandes
empresas imperialistas no se conforman con esquilmarnos, llevándose todo el oro
fabricado con el sudor y la vida del eterno explotado agricultor, sino que aún le
arrebatan unas horas semanales…”699 Nótese el tono nacionalista del comentario
elaborado por los empleados de comercio.
Resulta destacable que en el acto de 1º de mayo en Villa Domínguez, participaron
juntos el Centro Socialista local, el Centro de Empleados de Comercio, el Sindicato de
Oficios Varios, la UCR y la Liga Pro Palestina Obrera.700 Mientras, en Concepción del
Uruguay, a pesar de los pedidos del Partido Comunista local701, las actividades se
realizaron en un ambiente claramente sindicalista –en su sentido doctrinal- en el cual,
además de las organizaciones locales como los obreros portuarios, obreros panaderos, la
FOM, camioneros, el Centro de Empleados de Comercio, la Unión Ferroviaria, La
Fraternidad y ATE estuvo presente Luis Gay, de los Telefónicos de Buenos Aires “en
nombre de la C.G.T. con sede en la calle Catamarca…”702
En junio de 1936, desde Diamante se hizo llegar la nota de queja de parte de los
desocupados que reclamaban ser contratados por la Compañía Pavimentadora que
empleaba, fundamentalmente, obreros de otras localidades.703 Estas quejas son
preludios de los próximos conflictos con dicha empresa. Para fines de julio, los obreros
de la Pavimentadora presentaron un pliego en la que reclamaban por la cuota de obreros
locales y el despido de trabajadores “libres”: “…en vías de hecho, los obreros trataron
de suplantarlos, produciéndose varios disparos de revólver, resultando un obrero con
697
CGT (Catamarca) 28/08/1936. CGT (Catamarca) 12/03/1937. El obrero agresor, Vicente Poco recibió
veinte años de prisión por el hecho. ED, julio de 1938.
698
Avance, mayo 1936.
699
C.E.C.A., Junio-Julio de 1936.
700
La Vanguardia, 06/05/1936.
701
La Juventud, 21/04/1936.
702
La Juventud, 28/04/1936.
703
Crónica, Diamante, 13/06/1936.
230
heridas leves.” La intervención de la policía terminó con el saldo de algunos estibadores
apresados, quienes eran señalados como los instigadores del movimiento.704
La noticia destacada de agosto era el éxito obtenido por los miembros del Centro
de Empleados de Comercio de Basavilbaso:
“Después de una lucha tenaz y constante, que duró once meses, con la colaboración de
los demás gremios locales, este Centro ha conseguido arreglar el conflicto con la casa
Cortiñas Díaz, triunfando ampliamente, consiguiendo nuestro Centro que se dejara
cesante al que traicionó nuestra causa en el movimiento y pagando la casa Cortiñas los
gastos e indemnización a los compañeros en conflicto, comprometiéndose, a la vez, a
ajustarse en lo sucesivo al convenio en vigor con anterioridad al conflicto y tomando un
empleado en el acto.”705
704
Diario del Pueblo, Colón, 22/07/1936.
705
La Vanguardia, 25/07/1936.
706
El Debate, 26/08/1936, 31/08/1936 y 01/09/1936. Crónica, Diamante, 21/08/1936.
707
Ver: Crónica, Diamante, 23/07/1936, 25/07/1936 y 28/07/1936.
231
manejo de la Bolsa de Trabajo, contratación de personal residente y aumentos salariales.
Esas novedades fueron notificadas al Intendente de la ciudad.708 En Paraná, el conflicto
con la empresa citada se volvió abrir cuando esta se negó al control sindical. El
gobierno aseguró que defendería el derecho al trabajo. El día 9 de septiembre se
reanudaron las tareas sin que se aceptara al sindicato.709
A partir de la ruptura en la CGT, las tensiones entre los sindicalistas y los
socialistas entrerrianos aumentaron. Esto se sentía en los pocos sindicatos organizados
por rama en la provincia. Tal era el caso de los telefónicos, dónde los socialistas querían
hacer pié, lo que era impedido por los sindicalistas. Otra repercusión fue la renuncia del
secretario del sindicato de panaderos de Paraná al Partido Socialista, presentada cuando
los socialistas se desvincularon de la CGT “Catamarca”.710 En septiembre se declaró la
huelga de los trabajadores de la construcción en Paraná y Gualeguay, al parecer,
dirigidos por personal del PS y del Partido Comunista (PC).711
Mientras tanto, el experimento libertario de Diamante continuaba su labor. En
noviembre se realizó el congreso de la Federación Obrera Comarcal Entrerriana:
“La labor realizada, en los diversos ordenes de la lucha diaria, la solidaridad, la acción
cultural, etc., es altamente alentadora y permite esperar grandes resultados para un
futuro próximo. Se ha trabajado con un espíritu de realización efectivo, irradiando en
una extensa zona de la provincia un modo de organización y de lucha profundamente
libertario que a la vez armoniza con la idiosincrasia de los trabajadores de esa región.”
Tal vez, la reivindicación de tareas por fuera de las estrictamente sindicales, era
una táctica adoptada ante la falta de crecimiento en términos gremiales. En principio no
se observa un crecimiento, ya que al acto concurrieron los mismos sindicatos que
formaron la Federación Obrera Comarcal Entrerriana.712 De hecho, a principios de
diciembre, un grupo de obreros portuarios de Diamante decidieron separarse del
sindicato por estar contra las formas que los anarquistas llevaron los conflictos.713 Al
Ministerio del Interior de la Nación le llegó la siguiente información en carácter
confidencial:
708
AL, 06/10/1936. Crónica, Diamante, 30/07/1936.
709
El Debate, 04/09/1936 y 09/09/1936.
710
CGT (Catamarca) 28/08/1936. CGT (Catamarca) 23/10/1936.
711
La Lucha, 10/09/1936.
712
Estaban presentes: Estibadores de Diamante, estibadores de Strobel, estibadores de Crespo,
conductores de carros de diamante, estibadores de Seguí, estibadores de Sosa, estibadores de María
Grande, estibadores de Hasenkamp, estibadores de Sauce de Luna, estibadores de Cimarrón, estibadores
de Villa Federal y estibadores de Hernández. Ver: AL, noviembre de 1936.
713
Periódico Crónica, Diamante, Diciembre 1936. (La fuente posee la fecha borrada)
232
“El personal de obreros portuarios, que se ha emancipado del Sindicato se manifiesta
dispuesto a reanudar las tareas, afrontando las consecuencias que les puede traer su
actitud. Es posible que se produzcan disturbios, pues los obreros pertenecientes a la
Confederación tratarán de mantener el principio de autoridad y disciplina de la
agrupación. Según la misma información el mencionado sindicato posee armas cortas de
fuego.”714
Este hecho, mostraba como las fuerzas de los anarquistas se iban desperdigando.
El año 1937 fue definitivo para los anarquistas entrerrianos y su experiencia sindical.
Los estibadores Viale y Crespo se lanzaron a la huelga y esta se replicó en solidaridad
por toda la zona de influencia de Diamante.715 La presentación del pliego de
condiciones de los estibadores generó el rechazo de los cerealistas:
“La huelga se inició en la estación Seguí. Como la firma cerealista que acopia en esa
localidad, Jaroslasky, se negara a arreglar con los obreros, se le paralizo
Inmediatamente el trabajo en otros puntos donde la misma tiene sucursales: Tabossi,
María Grande, Sosa y Diamante. En Diamante se han boicoteado rigurosamente todos
los vagones cargados por crumiros, y en todas partes la solidaridad se ha hecho efectiva.
El Departamento Provincial del Trabajo ofreció sus servicios, los que fueron
rechazados. Bunge y Born y Dreyfus amenazaron con romper con la organización
obrera, pero el conflicto se extendió más, incluso a la estación Viale. Desde Paraná
fueron enviados, para resguardar a los crúmiros de la organización radicalfascista,
quince cosacos a Viale, cinco a M. Grande, cinco a Sosa, siete a Crespo, etc., además de
los policías de campaña”716
233
especialmente la concentración de granos a los galpones de embarque, se pronuncian
estos fenómenos (….)El derecho de petición está perfectamente determinado en nuestra
legislación y bien que lo ejercitan, con toda libertad, los obreros individualmente o por
intermedio de los organismos constituidos (…) En la generalidad de los conflictos
producidos en la Provincia por causas de esta naturaleza –conflictos que se han
desarrollado con toda tranquilidad y respeto ha intervenido el gobierno con resultados
francamente satisfactorios, pues ha conciliado los intereses en juego sin que se haya
resentido el ritmo del trabajo.”
La nota del periódico radical, es decir del diario oficialista dado que la provincia
era gobernada por la UCR, presenta algunos de los elementos más destacados del
escenario huelguístico, a saber: los conflictos se producen con una gran extensión
territorial y con fuerza en el momento del acopio de los granos, lo cual nos indica a los
estibadores y carreros como la fracción obrera en conflicto. Luego, da cuenta de la
intervención del Estado en búsqueda de mediación, el cual resolvería “equitativamente”
las demandas, siempre que estas se dieran en el marco de respeto hacia los patrones. El
diario también alude a la presencia de agitadores profesionales a quienes se recomienda
reprimir dado que estos intentarían conducir a las organizaciones gremiales por otros
caminos menos conciliadores.
El director del Departamento Provincial del Trabajo se hizo presente en Viale,
buscando destrabar la situación. Convocó a una reunión a las casas cerealistas y a los
miembros del sindicato, incluso a representantes de la UOPER. Estos fueron detenidos
al llegar a Viale para ser liberados al día siguiente, lo que muestra la fuerte dualidad que
717
El Diario, 08/01/1937.
234
mantenía el accionar del Estado respecto a los gremios. El periódico radical de
Concepción del Uruguay, Los Principios declaró: “La intransigencia patronal se ha
puesto de manifiesto nuevamente en Viale, al fracasar las gestiones iniciadas por el
Director del D. P. del Trabajo, doctor Acebedo Recalde. Los patrones significaron una
vez más que no tenían ningún interés en solucionar la huelga”. 718 Por su parte, Crónica
de Diamante informó el 14 de enero: “Los obreros portuarios de nuestra ciudad han
levantado una vez más su voz en solidaridad con sus compañeros de las Estaciones de
Seguí y Viale, defraudadas sus esperanzas de obtener un insignificante aumento de
salarios.” Para continuar su perorata contra las empresas extranjeras que enviaban
afuera del país sus riquezas “después que sus especuladores no solo se aprovecharon del
sudor del colono sino también de la necesidad del obrero…”719 Según La Nación de
Buenos Aires, las firmas cerealistas no tuvieron que parar su actividad porque contaban
con suficientes trabajadores “libres”.720
En ese momento, el inspector de policía, Ingeniero Giandana convocó
nuevamente a las partes y pidió se confeccionara una lista de obreros habilitados para
trabajar, lo que indirectamente era un reconocimiento del sindicato. Asimismo, los
obreros se dispusieron a enviar delegaciones al interior para discutir si se aceptaba un
acuerdo con las casas cerealistas. Al parecer, estas intervenciones estatales fueron
rechazadas. Las negociaciones terminaron en un fracaso por la fuerte oposición
patronal.721 Para el 20 de enero, eran mil los estibadores en huelga solidaria en el puerto
de Diamante, en apoyo a los obreros de Seguí y Viale:
“El presidente del sindicato de estibadores diamantinos declaró que dicha entidad no
tienen ningún problema, pero que sus mil afiliados se han cruzado de brazos en
solidaridad con sus camaradas de la mencionadas localidad. El movimiento se
desenvuelve dentro del mayor orden y tranquilidad. Las casas cerealistas de Diamante
están trabajando desde antes de ayer, con personal libre, pero en muy escaso número por
lo que no pueden casi desenvolverse. Por ello los obreros federados confían en el éxito.
Por su parte el ministro de gobierno Dr. Mundani ha declarado que el gobierno de la
provincia garantiza la libertad de trabajo habiendo impartido precisas instrucciones a las
dependencias policiales de las localidades que tienen conflictos.”722
718
Los Principios, 15/01/1937.
719
Crónica, 14/01/1937.
720
La Nación, 15/01/1937.
721
El Diario, 15/01/1937. AL, febrero de 1937.La Nación, 16/01/1937.CGT, 29/01/1937.
722
Los Principios, 20/01/1937.
235
Resulta interesante de la información que se reconozca la “libertad de trabajo” y
que esto vaya de la mano de que se dio “instrucciones a las autoridades policiales de las
localidades en conflicto”, porque coincide con los dichos de los anarquistas de la
Capital Federal, que informaron que la policía protegía a los rompe-huelgas: “Desde
Paraná fueron enviados para resguardar a los crúmiros de la organización radical
fascista, quince cosacos a Viale, cinco a M. Grande, cinco a Sosa, siete a Crespo, etc.
además de policías de Campaña.”723
El 21 de enero, los obreros realizaron una asamblea en la cual se decidió continuar
con la huelga y estar a la espera de una nueva respuesta patronal. Según el semanario
de la CGT, la continuidad del conflicto fue decisión unánime, además recordaba que
eran seiscientos los implicados en la huelga si se incluían las familias de los huelguistas.
A su vez, se refería a la práctica coercitiva de la policía “a pesar de haber reconocido el
ministro de gobierno de la provincia la legitimidad de la huelga y la discreción del
petitorio…”. Acusaban a la policía de proteger a los crúmiros, de prohibir transitar
determinadas zonas de la ciudad, citar a los obreros a la comisaría y tratar de
convencerlos de abandonar la huelga, incluso, detener por 24 horas a los más
convencidos. Por último, la CGT indicaba que la UOPER había delegado a Juan
Balsechi -destacado miembro de aquella organización- a Viale de modo permanente,
para hacer seguimiento al conflicto, quien además, había llevado un aporte de $505 de
diferentes sindicatos de la Unión Provincial en carácter de aporte solidario.724
El día 26 de enero, la UOPER distribuye un comunicado a la prensa en el que se
indica que los obreros se mantenían en lucha y que la intransigencia patronal era
alentada por elementos reaccionarios de dentro y fuera de la provincia. Mientras que por
parte de los trabajadores, se había aceptado la intervención del Departamento Provincial
del Trabajo y del mismo gobernador “actitud esta que viene a desautorizar la campaña
insidiosa de ciertos diarios”, finalmente solicitaba:
“Teniendo en cuenta la duración del conflicto y las perspectivas de una larga lucha, es
que muchos camaradas saldrán al interior de la Provincia con el propósito de hacer
algunos jornadas y regresar nuevamente a Viale, es que la Mesa Directiva de la U.O.P.
solicita a los camaradas de esa organización que presten todo el apoyo posible y de
acuerdo con el trabajo de esa localidad, a todo camarada huelguista que se presente con
su correspondiente documento y credencial de la organización de Viale. Los jornales
723
AL, febrero de 1937.
724
CGT, 29/01/1937.
236
solidarios deben manifestarse en toda la oportunidad que se presente para los
compañeros de Viale.”725
“Informa nuestro dependencia de DIAMANTE, que esta mañana a las 6.30 horas,
obreros federados en huelga, agredieron con armas de fuego a un automóvil en el que
viajaban Encargado y varios empleados de la casa Bunge y Born, resultando ilesos.
Autoridades Provinciales y Nacionales tomaron intervención. Los autores de la agresión
fueron individualizados y detenidos. Se sigue trabajando con obreros libres.”727
El autor del hecho confesó que lo hizo “…acosado por la necesidad y por no
haber conseguido su reingreso al trabajo”.728 La Nación, informaba que el atacante era
miembro del sindicato y que había sido apresado junto a otros obreros federados. Por
este hecho, la sede del sindicato fue clausurada.729
En los primeros días de febrero se informó que en el puerto de Diamante trabajaba
normalmente con trescientos obreros, muchos de ellos federados que abandonaron la
huelga y que se presentaban de modo espontáneo. En tanto la policía se mantenía en
alerta vigilando los lugares de reunión, mientras el local de la Federación Obrera
Comarcal Entrerriana seguía clausurado. También insistían con la idea de sujetos
extraños. Se denunciaba que el atacante del empleado de Bunge y Born, tenía 26 años,
que provenía del interior de Entre Ríos y que había migrado recientemente a Diamante
luego de una estadía en Viale.730 El perfil, sin embargo, se ajusta más a un obrero
desocupado y migrante. El día 15 de febrero, se informó que los sindicatos de la
UOPER habían donado $1.200 para los obreros de Viale.731
725
Los Principios, 26/01/1937.
726
Parte mensual del Jefe del 15º Distrito de Correos y telégrafos, correspondiente al mes de enero de
1937 al Presidente Justo, 29/01/1937, en AGR-MI, Sala VII. Fondo Agustín P. Justo. Caja Nº55, Doc.
23.
727
Nota telegráfica del Jefe del 12º Distrito de Correos y Telégrafos al Presidente de la Nación, Agustín
P. Justo, Paraná, 04/02/1937, en AGR-MI, Sala VII. Fondo Agustín P. Justo. Caja Nº55, Doc. 26.
Mayúsculas en el original.
728
Los Principios, 05/02/1937.
729
La Nación, 06/02/1937.
730
La Nación, 07/02/1937
731
Los Principios, 15/02/1937. CGT, 19/02/1937.
237
A pesar de la negativa de la Federación Obrera Comarcal Entrerriana, la CGT, se
reunió con el Presidente de la Nación para informar la situación de los ciento cincuenta
estibadores de Viale. Llamativamente, los popes de la Central obrera creían que la
huelga era de un sindicato adherido a la UOPER: “Los camaradas de Estación Viale,
hechos a esta brega al calor de la combativa Unión Obrera Provincial”, decían. En
reunión con el Presidente Justo comentaron la característica del pliego, insistieron en
que el pedido era avalado por el Departamento Provincial del Trabajo y se negaba toda
actuación de intereses políticos en el conflicto.732
A mediados de marzo, los trabajadores de Viale vencidos decidieron volver al
trabajo.733 Pero no era esta la única huelga que se estaba desarrollando, otra, sobre la
costa del Paraná estaba también trabada. Era llevada a cabo por los estibadores de
Diamante y Strobel. Frente a este escenario, pero sin la fuerza de la UOPER o de una
central nacional como la CGT, los dirigentes de la Federación Obrera Comarcal
Entrerriana no pudieron más que dejar de lado el orgullo y la doctrina para solicitar, a
través de correspondencia, ayuda a la UOPER. Este hecho, empujado por las difíciles
circunstancias, podía haber constituido la ocasión para la reunificación sindical
entrerriana. Sin embargo, los uruguayenses aceptaron enviar ayuda, aunque en términos
que forzaron a los diamantinos a rechazarla: les propusieron llevar el conflicto a la CGT
para que esta se presentara en su representación ante las casas cerealistas y el gobierno
nacional. Al cerrar su misiva decían:
“Si los camaradas consideran oportuna esta inteligencia y nuestra intervención sincera,
quedamos a la espera de vuestra contestación para iniciar las gestiones, y aprovechamos
la oportunidad para expresar a los trabajadores en huelga nuestra más amplia solidaridad
moral y son nuestros deseos más fervientes que el triunfo sea la aureola de vuestros
sacrificios.”734
Desde luego que los anarquistas esperaban más que la “solidaridad moral”, la
intervención de la CGT o del gobierno nacional.735 Rechazaron la propuesta, en un
telegrama del 02 de marzo:
732
CGT, 12/02/1937, p.3. Sobre la mención del sindicato de Viale como adherente a la UOPER/CGT ver:
CGT, 26/02/1937, p.4.
733
CGT (Catamarca) 29/01/1937. CGT (Catamarca) 12/03/1937.
734
CGT (Catamarca) 19/02/1937.
735
“No podemos extendemos en más detalles. Solo haremos presente dos aspectos importantes: La U. O.
P. (C.G.T.), a pesar de que los trabajadores querían un acercamiento con la Federación Obrera Comarcal
Entrerriana, han maniobrado para impedirlo, y no han adoptado ninguna actitud con respecto a la huelga.
238
“De lo que proponéis vosotros, tal como dirigirse al gobierno nacional y a la C.G.T.
para que éstos en eso traten de arreglar el conflicto en las gerencias de Buenos Aires,
como por vuestra parte hacer gestiones ante el gobierno de la provincia. Este
secretariado, por el momento, no hace más que agradecer vuestra buena intención y
buena voluntad en todo lo que proponéis para la solución del conflicto pero debemos
manifestaros que esta Federación ha encausado su lucha hacía otros puertos, y para ello
está desplegando una mayor actividad en el sentido de que los puertos de Santa Fe,
Zárate y Villa Constitución llegaron a un entendimiento con nosotros (…) por otra
parte, es idea y es intención de los trabajadores de la F.O.C.E. estar en todo momento
estrechamente relacionados con ese cuerpo, tal es el consejo de la U.O.P. como norma
invariable de nuestro movimiento en todos los tiempos…”736
La otra es que nos llegan noticias de la ciudad de Santa Pe, que Indican que existe predisposición de
lanzarse a una huelga solidaria con los camaradas da Entre Ríos.”, ver: AL, febrero de 1937.
736
CGT (Catamarca) 12/03/1937. Arnaiz, María del Carmen: Aires libertarios, Op. cit, p.35. Borda,
Op.cit., p. 212.
737
AL, 23/04/1937.
738
Parte mensual del Jefe del 15º Distrito de Correos y telégrafos, correspondiente al mes de enero de
1937 al Presidente Justo, 7 de enero de 1937, en AGR-MI, Sala VII. Fondo Agustín P. Justo. Caja Nº55,
Doc. 16.
239
tanto, los marítimos de Concepción del Uruguay, además de realizar la donación de
$200 para la huelga de los obreros diamantinos, declararon el boicot a los vagones de la
empresa Perice de Urdinarrain y Lipovesky de Basavilbaso, en huelga con los
estibados.739Finalmente, luego de quince días de conflictos, los obreros de Molinos Río
de la Plata vencieron con la intervención del Departamento Provincial del Trabajo.740
Con respecto a los obreros de la construcción sabemos que el Sindicato Único de
ese gremio, en Paraná era comandado por los comunistas, por lo cual, durante aquellos
meses de fuerte agitación política y gremial fue foco de atención por los métodos que
desplegaba. Decía el corresponsal del diario La Nación:
La referencia a las filiales incluye a la de Concordia citada más atrás. Luego hizo
referencia al estado de los conflictos generales que se vivían en diferentes gremios e
indicó algunas empresas de su propio gremio que pagaban salarios bajos. El
corresponsal decía que el comunicado de los obreros de la construcción era antesala de
un conflicto obrero por venir. Y se refería a la forma en que estos se manifestaban:
739
Información del Jefe del 15º Distrito de Correos y telégrafos, correspondiente al mes de enero de 1937
al Ministerio del Interior, en AGR-MI, Sala VII. Fondo Agustín P. Justo. Caja Nº55, Doc. 17. Los
Principios, 15/01/1937.
740
La Juventud, 27/02/1937.
741
La Nación, 12/02/1937.
240
al pliego presentado.742 El día 4 de febrero, a cinco días del comienzo de la huelga, los
obreros realizaron un acto en la plaza principal de la ciudad, mientras los patrones –
dieciséis- se congregaron en el salón del Centro Comercial local a fin de armar una
contrapropuesta. Los obreros habían solicitado reconocimiento del sindicato, aumentos
salariales y otros beneficios como el pago de los pasajes cuando tuvieran que trabajar
fuera de la ciudad. Los patrones, por su parte, requirieron la intervención del
Departamento Provincial del Trabajo.743 El 11 de febrero, se informaba que la huelga
continuaba y que la intervención del Departamento Provincial del Trabajo no había
alcanzado buenos resultados.744 El sábado 13, se volvieron a reunir las partes, ahora con
la presencia del inspector del Departamento Provincial del Trabajo y el jefe de la policía
local y lograron “suavizar asperezas y encontrar la deseada solución, la que según
parece ha satisfecho a todos.”745 Después de quince días, se daba por finalizada la
huelga.
742
Los Principios, 29/01/1937. Los Principios, 29/01/1937.
743
La Juventud, 04/02/1937. Los Principios, 05/02/1937.
744
La Juventud, 11/02/1937. Los Principios, 13/02/1937.
745
La Juventud, 16/02/1937. Los Principios, 15/02/1937.
746
Actualidad, 03/04/1937.
241
Durante el Primero de mayo de 1937, el gobernador radical Tibiletti, prohibió el
uso de la bandera roja, por lo cual, en acto de protesta, los sindicalistas eligieron no
hacer actos públicos y hacerlos en los locales de los sindicatos.747 Notificaron desde la
Dirección de Correos al Ministerio del Interior sobre los actos en la provincia:
747
Actualidad, 29/04/1937.
748
Nota de la Dirección General de correos y telégrafos al presidente Justo, Paraná-Informe sobre el 1º de
Mayo en 1937 en AGR-MI, Sala VII. Fondo Agustín P. Justo. Caja Nº55, Doc. 48.
749
Crónica, Diamante, 05/06/1937.
750
Actualidad, 08/06/1937.
242
general de mañana confirmará su resolución”. Días después se notificó que la medida se
realizó entre las 07:30 y las 08:30 AM.751
En Paraná, los obreros del Sindicato Único de la Construcción de Paraná –centro
de la militancia comunista provincial- enviaron un pliego a sus patrones haciendo una
defensa del gremio de pintores que estaba actuaba dentro de dicho sindicato. Las
notificaciones reclamaban el pedido del carnet sindical para trabajar en las obras y que
se cumplan los salarios acordados el año anterior. Se explicitaba que de no hacerlo,
habría huelga.752 La información destacada sobre actividades gremiales es la creación de
una Federación de Obreros de la Construcción de la provincia, a partir del congreso de
sindicatos de este gremio en Paraná los días 14, 15 y 16 de agosto.753Si bien es notable
el crecimiento de este gremio en ese momento, no hemos encontrado menciones a la
Federación por fuera de este informe oficial.
En el transcurso del año, algunos conflictos menores fueron llevados adelante. En
Nogoyá, los panaderos, comenzaron a fines de septiembre un conflicto con sus patrones.
El pliego, además de aumento de salarios, solicitaba el reconocimiento del sindicato y
derecho a retirar un kilo de pan diario. Solamente una panadería no firmó, por lo cual se
le declaró un boicot contra sus productos. Fue fundamental la participación del
Departamento Provincial del Trabajo que se hizo presente después de varios días de
huelga. Por su parte, la repartición recibió la aceptación del acuerdo de ambas partes en
calidad de órgano de arbitraje.754 La única organización sindical nueva fue la de
obreros de la cantera Fressone. Guarda una especial importancia por ser la constitución
gremial de una fracción obrera hasta entonces desorganizada. La constitución del nuevo
sindicato corrió por cuenta de los miembros del Sindicato de Oficios Varios de la Unión
Obrera Departamental. Pronto, estos trabajadores presentaron un pliego solicitando el
pago de salarios atrasados, el cumplimiento de la jornada de 8 horas, el respeto de los
feriados y el sábado inglés, así como la reducción del horario de trabajo para el sereno a
12 horas y la ocupación de personal sindicalizado, que no se tomaran represalias por la
751
Parte del Jefe de Correos y telégrafos al Presidente Justo, Paraná, 14/07/1937, AGR-MI, Sala VII.
Fondo Agustín P. Justo. Caja Nº55, Doc. 85. Y Doc. 87.
752
El Tiempo, Paraná, 19/07/1937.
753
Parte mensual del Jefe del 12º Distrito de Correos y telégrafos correspondiente al mes de agosto,
Paraná, 01/09/1937, AGR-MI, Sala VII. Fondo Agustín P. Justo. Caja Nº55, Doc.160.
754
Actualidad, 01/10/1937 y 05/10/1937. U.S.A., Órgano de la Unión Sindical Argentina, Buenos Aires,
14/10/1937. Y ED, enero de 1938.
243
presentación del pliego y finalmente, que en caso de suspensión estacional de las tareas,
los sindicalizados tendrían prioridad.755
En Urdinarrain no se pudo avanzar por la desorganización del Sindicato de
Oficios Varios. En Lucas González, lograron desbaratar el intento de reemplazo de los
obreros federados por “trabajadores libres”, aunque reconocían que el sindicato estaba
en estado calamitoso. En Maciá, se denunciaba la dirección de un arribista en la
conducción del sindicato, que había permitido la ocupación de “libres” en la estiba,
finalmente se solucionó con una de las casas cerealistas, mientras que con otra, se había
desconocido al sindicato y lo firmado con el Departamento Provincial del Trabajo. En
Viale se intentó reorganizar al sindicato destruido después del conflicto de principio de
aquel año, iniciativa bien recibida.756 En Clé, sucedió lo mismo con la formación de una
organización de trabajadores libres, con la intervención de la UOPER se pudo
desbaratar la organización y reponer a los trabajadores del sindicato de estibadores
locales. Por su parte, el responsable del Correo, devenido en espía para el Ministerio del
Interior, informó:
755
La Juventud, 26/10/1937.
756
U.S.A., 25/11/1937.
757
Parte mensual del Jefe del 12º Distrito de Correos y telégrafos correspondiente al mes de noviembre,
Paraná, 09/12/1937, AGR-MI, Sala VII. Fondo Agustín P. Justo. Caja Nº55, Doc.308.
244
Como momento de balance, los miembros de la UOPER realizaron una
caracterización sobre la falta de organización de la fracción más grande del proletariado
entrerriano:
“La desorganización de los obreros agrícolas, los condenan a la más inicia explotación,
abonándole salarios de hambre en pago de brutales jornadas de trabajo y con una pésima
comida para reponerse de las grandes fatigas del día. Mientras los gobiernos se
preocupan del colono dándoles semillas, créditos para salvar situaciones de apremio en
los momentos de crisis; al paria del campo se le abandona de manera y no se tiene en
cuenta que son los propulsores de la riqueza de la Provincia. La Unión Obrera
Provincial, no puede permanecer indiferente a este problema del campo someterá al
próximo Congreso un plan de acción para lograr que los obreros del campo dejen de ser
huérfanos del apoyo de la organización, frente a la falta de una legislación social del
Gobierno que regule los salarios y otras condiciones de vida de los obreros
agrícolas.”758
758
ED, enero de 1938.
759
U.S.A., 16/12/1937.
760
U.S.A., 30/12/1937. Y ED, enero de 1938.
245
Durante el tercer Congreso de la UOPER, en marzo de 1938, se hizo un análisis
específico de la situación planteada con un título elocuente, “Sobre la disminución de
los efectivos de la U.O.P.”:
“Sobre este particular se dio un ámplio [sic] informe, detallando las causas que han
motivado que hayan disminuido nuestros efectivos y señala el caso de los sindicatos de
la línea del F.C. del Estado, que en su oportunidad se separaron de la U.O.P. y después
que con motivo de las huelgas del año 1937, han desaparecido por completo. Significa
también el informe que otros sindicatos han desaparecido por la propia indolencia de los
trabajadores y cita a los siguientes: Urdinarrain, Ubajay, La Paz, Pueblo Brugo,
Hernandarias, Curtiembre y otras localidades y que por el motivo, el consejo tendrá una
gran labor de reorganización que realizar en el futuro, y que es de esperar que sus
militantes se dispongan a trabajar sin cansancio hasta lograr levantar a estos cuadros
sindicales.”761
761
ED, mayo de 1938. Estuvieron presentes veintiún organizaciones: Sindicato de Sastres de Uruguay,
Portuario de Uruguay, Camioneros de Uruguay, Centro de Empleados de Comercio de Uruguay,
Constructores de Carros de Uruguay, Metalúrgicos de Uruguay, FOM de Uruguay, Oficios Varios de
Uruguay, Basavilbaso, Clé, Conscripto Bernardi, Rosario del Tala, San Salvador, Jubileo, Villa Clara,
Solá, Villa Domínguez, La Capilla, Maciá, Lucas González y Molineros de Nogoyá. Ver: U.S.A.,
21/04/1938.
762
Ídem. Entre los días feriados no se encontraba solamente el 1º de mayo, sino el 1º de enero, el 3 de
febrero, jueves y viernes de semana santa, 25 de mayo, 9 de julio, 12 de octubre y 25 de diciembre.
763
En esta localidad, como parte de las tareas sindicales se había logrado a fines del año 1937, una tarifa
fija para las consultas médicas, también se había convenido en la necesidad de aportar a un fondo para
ayuda en los obreros cuando se enfermen. Todo esto, de alguna manera son los antecedentes a las obras
sociales. Ver: U.S.A., 18/11/1937.
764
ED, marzo de 1938.
246
panaderos de Paraná, que estando bajo órbita de los comunistas de aquella ciudad, no
habían logrado organizar un sindicato fuerte, lo que sirvió de excusa para la admonición
de los sindicalistas “puros” de la UOPER: “El comité ha sustituido al sindicato”,
concluían.765
También en Paraná, los obreros de los talleres del Ferrocarril de Entre Ríos se
declaraban en huelga el 2 de marzo contra de la medida de la empresa de continuar con
el prorrateo de los salarios.766 El 7 de abril de ese año, 200 obreros que construían el
ramal ferroviario entre María Grande y estación El Pingo, se declararon en huelga.
Dijeron que, su salario era de $1.70 por día y se les descontaba $1 por día para cubrir
gastos de comida. Por lo cual, su salario era mísero. Al declararse la huelga, tomó
participación el Departamento Provincial del Trabajo.767
El primero de mayo de 1938 se realizaron actos por toda la provincia. En La Paz y
Santa Elena, los miembros del Partido Socialista Obrero (PSO) compartieron tribuna
con los radicales, algo parecido sucedió en Concordia donde, además, estuvo presente la
Unión Ferroviaria, el sindicato de obreros de la Construcción, Panaderos, cocineros,
Mozos y Anexo y miembros del Partido Comunista. El Partido Socialista, realizó un
acto propio en su local partidario para no compartir palco con el PSO. En Paraná la
totalidad del arco gremial y del arco político de izquierda estuvo presente: Juventud
Socialista Obrera, Unión Ferroviaria, Federación Libertaria, Sindicato único de obreros
de la construcción, Partido Socialista, Sociedad de Vendedores de diarios, UCR en
presencia de Silvano Santander y el diputado Osinalde, el sindicato de Alimentación en
figura del comunista José Peter. La policía había prohibido carteles con leyendas, se
cantó el Himno Nacional y La Internacional “…coreada por la concurrencia con los
puños en alto.”768 En Concepción del Uruguay, Sebastián Marotta fue el principal
orador.769
También a fines de mayo, se constituyó un Sindicato de Pescadores, palanquistas
y anexos en Paraná. Era la primera vez en la historia del proletariado entrerriano que esa
fracción alcanzaba la organización económica. Pero lamentablemente no tenemos
referencias sobre su ulterior desarrollo. Debemos suponer pues, que se trató de una
experiencia fugaz. Sus autoridades fueron Horacio Coronel, como Secretario General,
765
U.S.A., 17/03/1938.
766
La Lucha, 02/03/1938.
767
El Tiempo, Paraná, 09/04/1938.
768
La Lucha, 10/05/1938.
769
La Juventud, 30/04/1938.
247
Vicente Aranda, Vicente Dorca y Gregorio Ledesma sus vocales. Asimismo, una pista
de su origen brota de que solicitaron la información necesaria para participar en la
Federación Nacional de Obreros de la Alimentación y del hecho de haberse reunido en
el local del Sindicato de la Construcción de Paraná, ambos sindicatos mencionados eran
dirigidos por los comunistas.770
Entre junio y principios de agosto, a través de un cruce de telegramas y
presentaciones oficiales, la Unión Obrera Departamental consigue la personería jurídica.
En un principio, el Ministro de Gobierno Carulla objetó que la Unión Obrera
Departamental utilizaba métodos como la huelga, el boicot “y aún la coacción
personal”, pero luego de una respuesta de la Departamental, destacando que su fin eran
las mejoras económicas de la clase trabajadora, el Gobernador Tibiletti, aprobó el
otorgamiento de la personería jurídica.771 También en junio, la sección Paraná de la UF,
comandada por un Socialista Obrero, envió al Concejo Deliberante local una nota
solicitando que se adhiera al proyecto de asociar la Municipalidad local a la Cooperativa
de Electricidad.772
Hacía agosto, la UOPER prometía organizar a los estibadores de los poblados
rurales, y ya había vuelto a organizar a los panaderos de Colón. El Sindicato de Oficios
Varios de San Salvador había organizado a los panaderos de General Campos. Desde
Rosario del Tala llegaron noticias sobre los estibadores de Mansilla, que se habían
reorganizado y preparaban pliegos de reivindicaciones para la próxima cosecha. En
Paraná se había organizado espontáneamente y se mantenía autónomo un sindicato de
Mozos, los sindicalistas lo celebraban en tanto, no se acercaban a la CGT,
responsabilizando a los comunistas y socialistas por las desgracias sufridas en el gremio
panadero y de la construcción, respectivamente.773 Decían los dirigentes de la UOPER:
“La Unión Obrera Provincial, siempre, atenta y celosa de los intereses de la clase
Obrera, se apresta en estos momentos a iniciar una vigorosa campaña de reorganización
en toda la Provincia. El plantel de organizaciones adheridas serán con su apoyo, será lo
suficiente para materializar estos propósitos. Es necesario que todos y cada uno de
nuestras organizaciones aporten su grano de arena para la bandera de la organización
sindical en toda la línea del F.C. del Estado desde Crespo a Villa Federal. Los
trabajadores de esta línea, saben perfectamente, que la acción de la Unión Obrera
Provincial, que fecunda é eficaz en todo momento y que su obra sindical fue límpida y
770
La Lucha, 20/05/1938.
771
ED, octubre de 1938.
772
La Lucha, 10/06/1938.
773
ED, agosto de 1938.
248
sana, y saben también los trabajadores, que bajo el control de la U.O.P., supieron
triunfar los trabajadores de esta línea, como otras tantas organizaciones del interior.”
Ante las intenciones de reconstruir los sindicatos caídos junto con la Federación
Obrera Comarcal Entrerriana, los sindicalistas decían:
“El Consejo Provincial, se ha propuesto cumplir con el deber de clase, iniciando una
nueva cruzada, para organizar al proletariado de Entre Ríos y a tal efecto recuerda a
todos y cada uno de sus militantes y organizaciones adheridas que ha llegado el
momento una vez más, de cumplir una nueva consigna, es decir no escatimar ningún
sacrificio hasta materializar los propósitos de la Unión Obrera Provincial:
ORGANIZAR AL PROLETARIADO DE ENTRE RÍOS.”774
774
ED, octubre de 1938. Mayúsculas en el original.
775
La Lucha, 10/06/1938.
776
Ídem. U.S.A., 03/08/1938. Unión Sindical, periódico quincenal de la Unión Sindical Argentina,
20/10/1938. En adelante: U.S.
777
U.S., 05/11/1938.
249
presencia del jefe de policía local, Isidoro Neyra,778 los obreros pensaron resuelto el
problema, pero de un momento a otro, cerró la obra y cuando la retomó lo hizo con
obreros no sindicalizados, por lo cual, se declaró una nueva huelga. La huelga contaba
con el apoyo de los camioneros, carreros, portuarios y marítimos de Uruguay. 779 Los
obreros de las canteras de Colón y Villa San José presentaban sus pliegos, en las
mismas localidades, se habían organizado los panaderos y vencido luego de algunos
conflictos parciales. En Gualeguaychú, se estaba en vías de organizar a los estibadores,
en el transcurso de las próximas semanas, se organizaron con la ayuda de los delegados
de la UOPER, los conductores de carros, los camioneros, a los obreros del Molino San
Pablo y la filial de ATE.780
En una mirada retrospectiva, el año 1938 fue de los más activos en tareas de
organización, ya que se debió levantar los sindicatos caídos por las luchas de principios
de 1937. El peso de la UOPER se hacía extensivo a toda la provincia y mantenía el
control sobre los sindicatos más importantes.
Enero de 1939 tuvo como epicentro de la lucha al Sindicato de Oficios Varios de
Maciá. Sus estibadores presentaron un pliego a las firmas Jarolasky y Loybery, ante su
negativa a aceptarlo, se declaró en huelga. La llegada de obreros rompehuelgas produjo
un cambio en la actitud de los trabajadores, que exigieron la contratación de obreros
federados y que los crumiros se organizaran en el seno del sindicato. Ante la
intransigencia patronal, la UOPER declaró el boicot a todas las mercancías que llegaran
desde Maciá.781 Tres semanas después se dijo que el boicot había sido la medida
necesario para destrabar la situación a favor de los obreros.782Por su lado, los obreros
del pequeño poblado de Jubileo presentaron un pliego de condiciones rechazado de
plano por la cooperativa agrícola local. Los obreros lamentaron que la “cooperativa de
trabajadores de la tierra” se hubiera negado a la práctica de los principios de la
“asociación de los productores”. La solución fue la natural dentro de los conflictos
obreros-patronales, es decir, la huelga. Algunos obreros fueron encarcelados por la
policía local, y tuvo que intervenir el Departamento Provincial del Trabajo, que
favoreció a las demandas gremiales.783 En tanto, los obreros de ATE realizaron en enero
un pic-nic para juntar fondos para las familias de obreros militantes fallecidos. En este
778
La Juventud, 10/11/1938.
779
La Lucha, 01/12/1938.
780
U.S., 03/12/1938. U.S., 05/01/1939. E.D., 01/05/1939.
781
La Juventud, 09/02/1939.
782
U.S., 22/02/1939.U.S., 16/03/1939.
783
E.D., 01/05/1939.
250
punto, se destacó que frente a la falta de un sistema te previsión debieron recurrir a
sistemas de solidaridad horizontal.784
En febrero, los obreros de los talleres del Ferrocarril de Entre Ríos de Paraná
realizaron un paro por el cierre de parte de los talleres. Por la persistencia del conflicto,
llegaron delegados de la Unión Ferroviaria desde Buenos Aires, reuniéndose con la
gerencia. Por su parte, la empresa había despedido al obrero mecánico que estaba a
cargo de los talleres, informando además, al conjunto de los trabajadores, que de aceptar
las medidas, se reabrirían los talleres que en ese momento estaban clausurados por el
lock-out y la huelga.785 Decían desde La Lucha:
“Este procedimiento sale de lo normal, más aún si se tiene en cuenta que el asunto
estaba radicada en la comisión asesora, en carácter general y habiendo la Unión
Ferroviaria declarado que daría preferencia al F.C.E.R. Pero el señor administrador,
lejos de atender, como era su deber estas justas razones, lanza un manifiesto donde
comunica que rebajaría el 10% sobre los contratos de talleres…”786
A fines de febrero, por primera vez desde 1918-1919, los más de dos mil obreros
de la Fábrica Liebig, se declararon en huelga. Después de ocho días de huelga, con la
participación del Departamento Provincial del Trabajo, la empresa firmó un pliego
favorable a los trabajadores, con algunos aumentos salariales menores, pero con el
reconocimiento del sindicato y de dos delegados por sección de la fábrica. De tal modo
se organizó el sindicato de aquel establecimiento.787 En marzo, después de gestiones
varias, los estibadores de Maciá decidieron realizar un boicot a las casa Jaroslavsky y
Loyber por contratar personal libre.788 Meses después, en Colón se conformó el
sindicato de albañiles, mientras en General Campos y Concordia se había conformado el
sindicato de panaderos.789
El 1º de mayo, se celebró en Colón con delegados de Concepción del Uruguay. Se
discutió sobre la disminución de la jornada de trabajo, la elevación del salario, la
derogación de la Ley de Residencia, el boicot a productos de países totalitarios y sobre
la infiltración nazi en la República.790
784
Volante Asociación de Trabajadores del Estado. Seccional Uruguay, “Gran Pic-Nic a la canasta”,
15/01/1939.
785
El Entre Ríos, 18/02/1939.
786
La Lucha, 10/02/1939.
787
El Entre Ríos, Colón, 18/02/1939. Diario Del Pueblo, 23/02/1939. El Entre Ríos, 25/02/1939.
788
La Lucha, 01/03/1939.
789
E.D., 01/05/1939.
790
Diario del Pueblo, 02/05/1939.
251
El 1º de julio se registró el paro de los obreros de la construcción de Paraná, “…el
gremio más denso de la ciudad capital” según decía el Boletín del Departamento
Provincial del Trabajo. Fue una huelga de veintitrés días que afectó a 1.200 obreros. Se
cerró por la mediación del Departamento Provincial del Trabajo que estableció mejoras
para los obreros, por lo cual las labores fueron reanudadas “con entusiasmo y sin
inconvenientes.”791
En agosto, luego del congreso ordinario de la USA –realizado en junio- se decidió
organizar un boicot a los productos de origen fascista (de Italia, Alemania y España), así
como, el pedido al gobierno nacional de permitir la libre entrada a los refugiados de la
guerra civil española. La organización de la Comisión pro-boicot y la publicación de
una circular a todos los asociados, fueron las medidas tomadas por la dirección de la
UOP.792 Al mes siguiente, los albañiles de Concepción del Uruguay presentaron un
nuevo pliego, solicitando aumentos salariales, mejoras en las condiciones laborales,
reconocimiento del sindicato y de un delegado y, “cumplimiento de todas las Leyes
Obreras.” En la misma línea, la dirección de la UOPER, envió al senador Isidoro Neyra
su apoyo por una minuta presentada en la Cámara de Senadores buscando regular las
actividades de las dos industrias de la carne más grandes de Entre Ríos, la Fábrica
Liebig de Colón y Bovril, cercano a Santa Elena.793 Diciembre de 1939, se produjeron
dos huelgas cortas de obreros de la construcción del Colegio Nacional de Concepción
del Uruguay por pagos atrasados, pero se resolvieron a los pocos días.794
En la primera quincena de enero de 1940, miembros de la UOPER con la ayuda
del Departamento Provincial del Trabajo lograron que los obreros de las panaderías de
San Salvador consiguieran mejoras.795 En marzo, los obreros de los pueblos del interior
comenzaron a presentar pliegos, pero en este caso, no serán los estibadores, sino los
panaderos de La Capilla, también los harán, los obreros canteristas –de reciente
constitución- en Colón y los pintores de Concepción del Uruguay.796
En mayo, el órgano del Partido Comunista, La Hora, denunciaba la situación de
los obreros panaderos de Gualeguay con salarios de hambre, con abusos patronales y
una disminución de los salarios del 30% desde la desaparición del sindicato, así como,
791
Provincia de Entre Ríos. Boletín del Departamento de Trabajo, Nº 8, Paraná, Agosto de 1940, p.2. En
adelante: BDT
792
U.S.,20/08/1939.
793
U.S., 10/09/1939. U.S., 02/10/1939.
794
Los Principios, 08/11/1939. 07/12/1939.
795
Los Principios, 15/01/1940.
796
U.S., 15/03/1940.
252
el aumento de la jornada de trabajo. Finalmente se lamentaba la falta de controles desde
el Departamento Provincial del Trabajo.797 Hacia junio, las noticias sindicales se
referían a luchas parciales en la Fábrica Liebig, buscando reponer obreros expulsados
sin motivo, una huelga contra un contratista en Concepción del Uruguay y el reclamo a
los albañiles de esa ciudad a no abandonar la organización.798
Exceptuando tal vez, el caso de los obreros de las canteras de Concepción del
Uruguay, que vencieron en la disputa a los patrones, con algunas mejoras,799 la mayoría
de los trabajadores de los pueblos de campaña estaban afectados por la pérdida de una
nueva cosecha y la desocupación, que tuvo un pico ese año. Los obreros del poblado de
Villa Domínguez, llamaban a “hacer patria” disponiéndose, pala en mano, a arreglar los
caminos a cambio de un jornal que se le solicitaba a la Junta de Fomento local, para de
esa forma combatir la desocupación y mendicidad, luego de meses de lluvias y cosechas
perdidas: “Esta obra no durará mucho, es transitorio, hasta mientras se componga el
tiempo y se aproxime el verano, fecha en que cada trabajadores buscará trabajo en
donde mejor le convenga.”800
El caso de los obreros de Domínguez no era el único. Desde Villa Clara, uno de
los enclaves sindicales más firmes del interior provincial, informó un corresponsal al
periódico Unión Sindical:
253
unos 120 obreros. Asimismo, dirigieron cartas al gobierno nacional y provincial.
Semanas más tarde, con la presencia de miembros de la UOPER, se trató de alcanzar la
armonía interna del sindicato y resolver las disputas internas.802 La actividad sindical se
había reducido a su mínima expresión. Era, tal vez, el momento más bajo de luchas
desde por lo menos una década.
En enero de 1941, obreros de la “Cantera de Viuda de Crespi”, aplicaron un paro
por tiempo indeterminado por pedido de sus salarios atrasados. Por ese motivo,
miembros de la UOP intervinieron a través de una entrevista con la propietaria, quién
prometió ponerse al día con los salarios. Situación que se logró.803 También en enero,
los Gráficos de Concepción del Uruguay, presentaron un pliego de condiciones a las
imprentas locales.804
En febrero de ese año se realizó el IV Congreso de la UOPER. No se han hallados
fuentes de este periodo, pero hemos podido reconstruir parcialmente lo sucedido en base
a relatos algo posteriores. De ellos se desprende que se había resuelto, abolir toda forma
de contratación de a destajo y por el otro lado, la intensión de constituir un Sanatorio
Sindical.805 En marzo, se informó la constitución de un gremio nuevo el sindicato de
obreros gráficos de Colón, que rápidamente firmó la adhesión a la UOPER, y con ella, a
la U.S.A. También se informó un conflicto entre los panaderos de los Gualeguaychú y
una panadería local La Catalana:
“Esta casa violó los convenios firmados con el Sindicato de Obreros Panaderos con la
intervención de la Oficina del Departamento Provincial del Trabajo, demostrando a las
claras su propósito de romper con la organización de los obreros, del D.P.T. y del
propio jefe de policía de la ciudad de Gualeguaychú.”806
802
U.S., 10/10/1940. U.S., 31/10/1940.
803
U.S., 07/01/1941.
804
La Juventud, 23/01/1941.
805
U.S., 15/03/1941.
806
U.S., 15/03/1941.
807
El Censor, 01/04/1941. El Censor, 15/04/1941. BDT, nº16, abril 1941, p. 7.
254
contó con el apoyo de los obreros del Sindicato Único de Obreros de la Construcción de
Paraná. Finalmente, los obreros obtuvieron la victoria que significó un aumento
salarial.808 Situación análoga fue la del Sindicato de Colocadores de Mosaicos,
Azulejos, Lustradores y Anexos de Concepción del Uruguay contra la empresa
Sincomaco, siendo el saldo favorable para los obreros, luego de una breve huelga que
contó con el apoyo de la UOPER, de la Unión Obrera Departamental de Uruguay y del
Sindicato de Albañiles.809 En julio, se reconstituyó el Sindicato de Obreros Panaderos
de Rosario del Tala. Pronto, la novel organización se afilió a la UOPER y a la USA.810
En noviembre de 1941, por primera vez, tenemos noticias de una huelga de los
obreros del frigorífico Yuquerí de Concordia. Los obreros de los departamentos de
picada y de la playa de matanza, que sumaban unos 300 trabajadores se habían
declarado en huelga por pedido de aumento del 10%. La empresa accedió rápidamente y
se retomaron las actividades.811
El año 1942 continuó con luchas de gráficos en las dos costas. En lo que para esa
época eran los dos centros sindicales de la provincia: Concepción del Uruguay y Paraná.
En esta última, los gráficos se declararon en huelga luego de que su pliego no fuera
reconocido por los patrones.812 El movimiento contó con el apoyo de la Federación
Argentina de Trabajadores de Imprenta de tendencia sindicalista. Después de tres
semanas y con la participación del director del Departamento Provincial del Trabajo se
firmó un acuerdo.813 Así fue, según decía un medio de prensa, que los obreros de
Concepción, a fines de ese mes se plegaron al movimiento en solidaridad y enviando
sus propios reclamos presentaron un pliego en el que solicitaban un aumento de 25%.
Como ninguna de las empresas respondió, estos se declararon en huelga. Informaba La
Juventud:
808
El Censor, 29/05/1941. El Censor, 11/06/1941. El Censor, 26/06/1941.
809
U.S., 10/04/1941.
810
U.S., 10/07/1941.
811
El Entre Ríos, 13/11/1941.
812
El Entre Ríos, 22/01/1942.
813
BDT, Paraná, Abril de 1943, p. 29.
814
El Entre Ríos, 27/01/1942. La Juventud, 10/02/1942.
255
El jefe de policía reunió a las partes a fin de que arreglasen sus desacuerdos, no
logrando que se alcanzara un acuerdo. Luego de tres días de huelga, lograron una
victoria. Decían desde las páginas de El Despertar:
“Después de activas gestiones del Jefe de Policía, Sr. Luis Briand, ante las empresas
afectadas por la huelga afectadas las reuniones pertinentes en el despacho del Sr. Jefe,
con la intervención de las delegaciones de la U.O.D. y del Sindicato, se logró llegar a un
arreglo satisfactorio, que contempló las aspiraciones de los obreros gráficos.”815
También daban cuenta de una huelga de los panaderos de Tala, que con la
solidaridad de los sindicatos de la UOPER fueron a la lucha por mejoras. Otros casos
fueron las gestiones realizadas por el Jefe de policía de Colón junto a los miembros de
la UOPER frente a las casas cerealistas de Villa Elisa, logrando mejoras sin lucha. Una
situación análoga se produce en San Salvador donde, con la participación del Jefe de
Policía y los miembros de la UOPER, se consiguió el respeto del control sindical y la
contratación de los obreros a través del sindicato, que seguía un criterio rotativo por la
desocupación. También se informó que los albañiles de Tala, quisieron presentar un
pliego por mejoras, pero la falta de trabajo hacía de ellos presa de la explotación
desmedida y el desánimo de los compañeros.816 En Villaguay, los obreros de la
construcción comenzaron un movimiento huelguístico contra la empresa Pavimentadora
por aumento de salarios. Rápidamente intervino el Departamento Provincial del Trabajo
favoreciendo las demandas obreras.817
El 12 de agosto se informó que los patrones de la construcción de Concepción del
Uruguay habían aceptado un pliego de condiciones, que además de los aumentos de
salarios y el respeto de las horas de trabajo legales, establecía la contratación exclusiva
de obreros afiliados: “La aceptación por parte de los patrones de esta cláusula del
referido contrato de trabajo, lo es, implícitamente, la de la organización sindical de los
trabajadores y la implantación del control sindical…” afirmó Unión Sindical.818
La noticia más destacada de octubre, fue la constitución de una comisión mixta de
los conductores de carros y conductores de camiones, a fin de unificar criterios frente a
la patronal.819 La necesidad y el cambio tecnológico, llevó a estos sectores obreros a
815
El Despertar, febrero de 1942.
816
Ídem.
817
BDT, Junio de 1942, p.17. Una nota interesante es que la representación del Departamento Provincial
del Trabajo estuvo a cargo de una inspectora, Celia A. S. de Vico.
818
U.S., 12/08/1942.
819
U.S., 20/10/1942.
256
acercarse. La línea descendente de las luchas continúa. El proletariado rural está
ausente, y los obreros gráficos y obreros de la construcción parecen ser los únicos
activos.
A fines de enero de 1943, los obreros del Molino Concepción, de la ciudad de
Concepción del Uruguay, se encontraban en conflicto desde hacía varios días. Por lo
cual, tomó cartas en el asunto el Departamento Provincial del Trabajo. Sin embargo, la
empresa se negó a modificar su posición, lo que generó una solicitada de la Unión
Obrera Departamental, donde se decía, entre otras cosas, que no era comprensible por
qué el molino se negaba a solucionar el problema y aprovechaba para sacar a relucir
concepciones e influencias:
“A pesar de las entrevistas mantenidas en el despacho del Sr. Jefe de Policía con un
representante de la empresa en conflicto y los Sres. Balsechi y Pereyra, representantes
de la Unión Obrera Departamental, aún no se han podido finiquitar los detalles para dar
por terminado este entredicho; peso dado el espíritu conciliador de los obreros, las
perspectivas de la solución se acercan cada día más…”820
El día 10 de febrero se informó que después de ocho días de huelga, los obreros
del Molino Concepción lograron la vuelta al trabajo de los compañeros despedidos, la
constitución de una comisión de gestiones y el respeto de un convenio firmado en 1942.
La fuente decía: “Debemos reconocer sinceramente, que la intervención del
representante del D.P. del Trabajo, ha sido ampliamente reconocida por la Unión Obrera
820
Los Principios, Circa 10/02/1943.
257
Departamental y por los trabajadores en huelga.”821 Para el día 6 de enero, la huelga
había finalizado gracias a la aceptación de dos delegados por secciones, la no represalia
por parte de la empresa y el acuerdo de que, si se producían desacuerdos, se concurriría
al Departamento Provincial del Trabajo.822 Había sido una victoria obrera.
En tanto, los panaderos de Gualeguaychú comenzaron una nueva huelga por el
rechazo al pliego por parte de los patrones. La huelga general de la rama fue
acompañada por un pedido de solidaridad a los panaderos de la provincia a no aceptar
trabajo en esa ciudad.823 También, desde el 7 de febrero, los panaderos de
Gualeguaychú se declararon en huelga. Luego de doce días de huelga, el conflicto
finalizó con la intervención del Departamento Provincial del Trabajo.824 El 25 de abril
se dieron cita, en un paraje agreste, camino a la Fábrica Liebig, los obreros del sindicato
para comenzar una fuerte agitación a fin de sumar afiliados.825
Durante las actividades del 1º de Mayo en Concepción del Uruguay se mantenía
vigente el lenguaje clasista, sin embargo, los tiempos habían cambiado. De las duras
jornadas donde la lucha se realizaba por la fuerza y el resultado era inesperado, en ese
momento se reclamaban mayores intervenciones estatales.826
En mayo también se declararon en huelga los obreros de la construcción de
Nogoyá, encargados de la pavimentación de una de las arterias de la ciudad.827 Un mes
después de aquella huelga, con el golpe de junio de 1943, el panorama sindical
cambiaría para siempre en Entre Ríos y en la Argentina. Se cerraría una etapa de luchas,
de construcciones, de concepciones políticas e ideológicas.
821
Actualidad, 10/02/1943.
822
La Juventud, 09/02/1943.
823
La Juventud, 04/02/1943. Actualidad, 10/02/1943.
824
El Censor, 10/02/1943. La Juventud, 18/02/1943.
825
U.S., 30/06/1943.
826
Los Principios, 30/04/1943.
827
Actualidad, 05/05/1943.
258
experiencia fructificase. La caída de la Comarcal de Diamante en 1937 arrastró consigo
a los sindicatos que estaban bajo su órbita. Cuando en febrero de 1937 los comarcales
pidieron ayuda a la UOPER, esta brindó un apoyo pecuniario y la colaboración de sus
dirigentes, pero la suerte ya estaba echada. Con la desaparición de los anarquistas del
arco gremial, desapareció también Diamante como centro de atracción de la militancia.
Lo que demuestra el peso que sus concepciones y prácticas tuvo para el proletariado de
la región sudoeste de la provincia de Entre Ríos.
El sindicalismo puro y pragmático de los uruguayenses disfrutó de una renovada
hegemonía. Aceitados los lazos con el partido radical este les brindó apoyos e
intervenciones en momentos oportunos. Este acercamiento que ya puede adivinarse
atrás de las publicaciones de los medios oficialistas o del accionar de autoridades
provinciales, se analizará en más detalle en el próximo capítulo. En este segundo
periodo de las luchas se reconoce la creciente participación del Estado a través del
Departamento Provincial del Trabajo. En muchos casos, su participación no llegó a ser
solicitada, pero la voluntad estatal de regular la actividad de los sindicatos cumplió un
papel fundamental en el periodo. Esto es la antesala del proceso que más profundamente
desarrolló el peronismo. La fórmula gremial ya fue enunciada: Golpe, mediación estatal
y negociación. Sin ella no se puede comprender los éxitos de los sindicalistas
uruguayenses.
Los partidos de izquierda -el Partido Socialista, el Partido Socialista Obrero y el
Partido Comunista- desplegaron su actividad con fuerza y disciplina. Pero no rompieron
en la táctica con esa forma de construir éxitos para los sindicatos. Dicho de otro modo,
la táctica reformista no fue cuestionada por los nuevos gremios que pretendían disputar
a la UOPER la dirección del movimiento provincial. Otro elemento particular de este
periodo es que, las luchas no las encabeza el proletariado rural como ocurre hasta, por lo
menos, 1937. Son otras las fracciones obreras las que actúan como vanguardia. Es
posible que los elementos señalados en los capítulos precedentes como la mecanización
de las tareas agrarias, la desocupación constante, el éxodo, las pérdidas de cosechas,
todo, haya ayudado a que los obreros rurales pierdan peso y sean otras fracciones las
más activas y dinámicas.
259
Cuadro-Anexo Nº13, Nómina de sindicatos en 1926-1943 en la provincia de
Entre Ríos.
Localidad 1926 1934 1943
Sindicato Sindicato Sindicato
Basavilbaso Sindicato de Oficios Varios
(SOV)
CEC
Barú SOV
Carbó Sindicato de Obreros
Estibadores
Colón FOM Gráficos Unidos
Sindicato Obreros Panaderos
Colonia Sindicato de Obreros
Alvear Estibadores
Concepción Federación Obreros FOM FOM
del Uruguay Marítimos (FOM) Sindicato de Obreros ATE
Sindicato de Obreros Panaderos CEC
Panaderos SOV SOV
SOV Centro de Empleados de Sindicato de Obreros Panaderos
Comercio (CEC) Sindicato de Obreros Portuarios
Sindicato de Obreros (Estibadores)
Portuarios (Estibadores) La Fraternidad
Asociación Trabajadores del Sindicato de Carreros
Estado (ATE) Sindicato de Obreros Carniceros
Sindicato de Carreros Sindicato Femenino de Oficios
Camioneros Varios
Sindicato de Obreros de la
Construcción
Sindicato de Albañiles
Sindicato de Obreros Gráficos
Sindicato de Obreros Canteristas
Sindicato de Obreros Mecánicos
Sindicato de Camioneros
Sindicato de Obreros Sastres
Unión Ferroviaria
Concordia FOM CEC
Sindicato de Obreros Panaderos
Sindicato Femenino
Centro de Chauffers Unidos de
Alquiler
Sindicato de Mozos, Cocineros
y Anexos
Sindicato de Obreros de la
Construcción
Sindicato de Obreros Gráficos
Conscripto SOV
Bernardi
Curtiembre SOV
Desvío Clé SOV
Diamante Sindicato de Obreros CEC
Estibadores SOV
Sindicato de Obreros Sindicato de Obreros
Panaderos Estibadores
Sindicato de Obreros Panaderos
Estación SOV SOV
Alcaráz
260
Estación Sindicato de Obreros
Almada Estibadores
Estación SOV
Aranguren
Estación SOV
Betbeder
Estación SOV
Bovril
Estación SOV SOV
Domínguez CEC
Estación SOV
Echagüe
Estación El SOV
Cimarrón
Estación SOV CEC
Galarza Sindicato de Obreros
Estibadores
Estación SOV Sindicato de Obreros
Hasenkamp Estibadores
Estación Sindicato de Obreros
Hernández Estibadores
Estación Sindicato de Obreros
Irazusta Estibadores
Estación SOV SOV
Jubileo
Estación Sindicato de Obreros
Larroque Estibadores
Estación Las SOV SOV
Garzas
Estación Las SOV SOV
Moscas
Estación SOV SOV
Maciá
Estación SOV Sindicato de Obreros
Mansilla Estibadores
Estación SOV SOV
María
Grande
Estación SOV SOV
Raíces
Estación SOV Sindicato de Obreros
Sauce de Estibadores
Luna
Estación SOV Sindicato de Obreros
Seguí Estibadores
Estación Solá SOV SOV
Estación Sosa SOV SOV
Estación Sindicato de Obreros Sindicato de Obreros
Strobel Estibadores Estibadores
Estación SOV SOV
261
Tabossi
Estación SOV SOV
Urquiza
Estación SOV SOV
Viale CEC
Sindicato de Obreros
Estibadores
Estación XX Sindicato de Obreros
de Estibadores
Septiembre
General SOV SOV
Campos Sindicato de Obreros
Estibadores
Sindicato de Obreros Panaderos
Gilbert SOV
Gualeguay Sindicato de Obreros SOV
Estibadores La Fraternidad
Unión Ferroviaria
262
Eléctrica del Este Argentino
Unión General de Mozos y
Anexos
Pueblo Brugo SOV SOV
Villa SOV
Hernandaria
s
Villa SOV
Mantera
Villaguay SOV SOV
Sindicato de Obreros Panaderos
Sociedad de Chauffers Unidos
Totales 4 55 128
Fuentes: Los datos de 1926 son los publicados en: Unión Sindical Argentina. Memoria y Balances del Comité
Central presentados al 2º Congreso Ordinario, Buenos Aires, Febrero de 1926, pp.43-45. Los datos
correspondientes a 1934 se tomaron en base a los sindicatos afiliados a la Unión Obrera de la Provincia de Entre
Ríos, publicados en la Memoria Balance de septiembre de aquel año en Gilbert, Isidoro & Balsechi, Elisa: Voces
del sindicalismo entrerriano: Memorias de la Unión Obrera Departamental de Concepción del Uruguay, 1918-
1943, Buenos Aires, Ediciones del Zorrito, 2008, pp.119-120. Y los datos de 1943 corresponden a: Provincia de
Entre Ríos. Boletín del Departamento de Trabajo, Nº 39, Paraná, Marzo de 1943, pp.27-31. Provincia de Entre
Ríos. Boletín del Departamento de Trabajo, Nº 39, Paraná, Abril de 1943, pp.25-26.
Fueron excluidos los Centros de Obreros Católicos –Villa Elisa, Federación, Chajarí, Villa Crespo y el Sindicato
de Obreras Católicas Costureras de Concordia- y los “Obreros libres” –Diamante-.
263
Parte III
264
Capítulo VII
Sindicatos de izquierda, obreros radicales, las alianzas políticas del
movimiento gremial entrerriano: 1926-1943.
No se dejen engañar
Por esa gente maldita
Voten entera la lista
Del Partido Radical…”
NicacioAlbornoz
Al Pueblo Trabajador828
Introducción
828
Periódico Actualidad, Nogoyá, 27/01/1943.
265
todo entre sus dirigentes, las doctrinas socialistas y anarquistas, aunque políticamente
muchos son radicales y aún conservadores.”829
829
Reula, Filiberto: Historia de Entre Ríos, Santa Fe, Ed. Castellví, 1971. Tomo III, pp. 184-185.
830
Carraza, Darío: Gualeguaychú 1921, Apuntes sobre la cuestión social, Concepción del Uruguay,
Imprenta de la UTN, 1987, pp. 29; 50.
831
A partir de la década del `30 llamado Partido Demócrata Nacional.
832
Concentración Popular: La Concentración Popular de Gualeguaychú ante el Senado de la Provincia
peticiona se niegue al Señor Lahitte la investidura de Senador, Gualeguaychú, Tip. “La Rápida”, 1922, p.
6.
833
Anderson, Perry: “Alcances y limitaciones de la acción sindical” en VV.AA.: Economía y política en la
acción sindical, Buenos Aires, Siglo XXI, 1973.
266
radical, no se limitó a Yrigoyen, sino que implicó al conjunto del partido. El caso
entrerriano, donde gobernaron furibundos anti-yrigoyenistas muestra que esto fue así.
Los únicos dos trabajos que tratan la vida de la UCR en la provincia son los de
Argachá y Pereira y no cumplen la tarea de responder a problemas históricos complejos,
por ser fundamentalmente descripciones ordenadas cronológicamente con un marcado
sesgo partidario.834 En segundo lugar, existe la idea general que, al ser Entre Ríos una
provincia gobernada por antipersonalistas, esta se convirtió en un férreo opositor,835 lo
que es parte del sentido común historiográfico como lo han demostrado trabajos
novedosos.836 En tercer lugar, la situación de los radicales y el golpe de 1930 no produjo
un apoyo masivo y mecánico –por eso estamos contra la caricatura que ofrece el sentido
común- sino que generó varios movimientos internos de la propia UCR que aparecen,
en un contexto de crisis, volcada a no romper lanzas con el gobierno nacional en pos de
los recursos nacionales que se pudieran girar, pero que tensionaron la relación política
que los radicales consideraron innecesaria. Ergo, los radicales estaban mayoritariamente
contra Yrigoyen, pero eso no los puso a favor de un golpe de Estado y sus herederos de
la década infame. Entonces ¿Cómo eran los radicales entrerrianos? Y en particular
¿Cómo eran en los años treinta?
Nicolás Repetto en su libro Mi paso por la política, recordó un debate
parlamentario en 1938, dónde interpeló alos diputados radicales citando el caso de sus
correligionarios entrerrianos quienes reconocieron que, entre ellos y los conservadores,
no existían diferencias, en palabras de Mihura y Sanmartino. 837Existieron elementos
para creer que eran similares en términos históricos y políticos. En primera instancia, en
Entre Ríos la Liga Patriótica Argentina, reclutó en la UCR buena parte de sus
cuadros.838Segundo, sería falso decir que ningún radical se alegró del golpe de 1930.
834
Argachá, Celomar: Origen y fundación de la Unión Cívica Radical en Entre Ríos, Paraná, La Causa,
1998. Y Pereira, Enrique: Mil nombres del radicalismo entrerriano. Vivencias de un partido centenario,
Santa Fe: Universidad Nacional del Litoral, 1992.
835
Rock, Op.cit., p.128.
836
Piñeiro, Elena: Creyentes, herejes y arribistas. El radicalismo en la encrucijada 1924-1943, Rosario,
ProHistoria, 2014.
837
Repetto, Nicolás: Mi paso por la política, Buenos Aires, Santiago Reda Editor, 1957, p. 133 y ss.
838
En este sentido el trabajo de caso de Panizza sobre la Liga de Concepción del Uruguay es sumamente
interesante: Panizza, Nicolás: La Liga Patriótica Argentina en Concepción del Uruguay, Concepción del
267
Para argumentar a favor, cabe citar la carta de un histórico radical de Gualeguay, quién
se auto tituló como uno de los padres del radicalismo cuando saludó a Uriburu por la
labor que emprendió:
Por palabras como estas es que, tiempo después se mantuvo la brecha que separó
a la UCR hasta 1934-1935.840El posicionamiento de la UCR entrerriana era favorable al
desplazamiento de Uriburu y esto generó las tensiones internas del primer quinquenio
de la década del treinta. Como les recordó el semanario Momento de Nogoyá, filo-
personalista, al respecto de una protesta que realizarían personalidades de la UCR
oficial contra el gobierno: “Nosotros afirmamos: No tienen derecho de protestar,
quienes con el fin de conseguir migajas en el presupuesto nacional, una vez triunfante el
general Justo, se humillaron a éste solicitando puestos para sus correligionarios y ahora,
cuando se ven desatendidos, protestas ¡Ridículos!”841
Carraza, el historiador de la masacre del Primero de Mayo de 1921, señaló al final
de su investigación que existió en la provincia de Entre Ríos un radicalismo enemigo de
los obreros –omite claro, las masacres de la Patagonia, de la Semana Trágica, para
mencionar los casos más resonantes donde Yrigoyen estaba al tanto- y en tono
justificador afirmó:
“…la existencia del alvearismo como corriente interna de gran poder, que se hacía
llamar Antipersonalista por oposición a la Yrigoyenista. En realidad se trataba de los
grupos conservadores que se habían infiltrado en el movimiento que, so pretexto de
combatir el caudillismo, persiguen el vaciamiento ideológico del radicalismo…”842
Tamaña justificación contrasta con la realidad. Por empezar que los radicales
entrerrianos, estaban estrechamente vinculados al Alvearismo, como lo llama el autor en
Uruguay, UADER, 2008, (Inédito). Para una imagen general de la Liga, sus vínculos y la clase social que
representó, el clásico: McGee Deutsch, Sandra: Contrarrevolución en la Argentina. La Liga Patriótica
Argentina, 1900-1932, Bernal, UNQ, 2003, en especial el capítulo 3.
839
Nota telegráfica de Francisco Barroetaveña al General Félix Uriburu, Gualeguay, 19/05/1931, en
Archivo General de la Nación. Sala VII. Fondo Gral. José F. Uriburu. Legajo 11, Documento 1.
840
Piñeiro, Op.cit, pp. 98 y 101-102.
841
Semanario Momento, Nogoyá, 08/12/1932.
842
Carraza, Op. cit., p. 29. La cursiva es nuestra
268
cuestión, sin que eso signifique abandonar su condición de caudillos provinciales. En
definitiva, queda este dilema pendiente. ¿Qué eran los radicales entrerrianos?
En 1971, Luis Alberto Romero entrevistó a Silvano Santander, el destacado
periodista, ex gremialista telegráfico y diputado entrerriano que encabezó la Comisión
de Investigación de Actividades Anti Argentinas. Pregunta obligada de aquella
entrevista fue que Santander explique porque se había separado la UCR en Entre Ríos.
Romero repitió la conocida idea de que los “anti-personalistas” eran “conservadores”, a
lo que, Santander, yrigoyenista y contemporáneo respondió: “Sí, en cierto modo sí, pero
era de origen radical…”843 Nuevamente, ¿Qué quiso decir Santander?
Los radicales entrerrianos fueron representantes durante tres décadas sin
interrupción de su grupo de poder y sin que eso significara abandonar algunas de las
consignas radicales históricas, como se vio capítulos atrás. Su lucha contra Yrigoyen no
los ubicó automáticamente en el terreno de los septembrinos. En enero de 1931, a unos
meses del golpe de septiembre del `30, Eduardo Laurencena le escribió al radical
mendocino Carlos Gallego Moyano al respecto del golpe: “El 6 de setiembre sólo fue el
entierro del irigoyenismo (sic), con todos los honores de ordenanza: formación de
tropas, marchas militares, pueblo. No hubo más que dos cosas inusitadas: el regocijo del
público y la ausencia de los deudos.” Al respecto del método golpista para oponerse al
Yrigoyenismo, dijo que no se podía convencer que marchar con cinco mil hombres bien
armados y el apoyo popular era más meritorio que luchar por largos años contra un
partido que había perdido todo escrúpulo moral y legal:
“Los hombres de Entre Ríos podemos hablar con libertad y hacer plena justicia, porque
fuimos actores del 6 de septiembre –aunque acompañamos de alma la revolución- (…)
Tuvimos la suerte o la desgracia de detener el malón a tiempo, sin llegar al sacrificio ni
a la heroicidad. Y digo que no sé si es por suerte o por desgracia, porque creo que los
pueblos necesitan, como los individuos sentir en carne propia ciertos males para
adquirir experiencia. Y Entre Ríos no ha sufrido directamente, en el orden provincial,
las consecuencias del régimen irigoyenista. (Sic)”844
843
Entrevista a Silvano Santander por Luis Alberto Romero, 29/03/1971, Programa de Historia Oral-
Instituto Di Tella, p.8.
844
El Censor, Gualeguaychú, 17/01/1931.
269
con levantamiento militares armados, como el de Pomar o los Kennedy que tuvieron a
Entre Ríos como teatro de operaciones y apoyo.845
Los radicales entrerrianos, fueron ideológicamente liberales, se presentaban como
lejanos a los extremismos. El periódico Renovación, de la ciudad de La Paz poseía
como epígrafe “Sostiene los principios de la Unión Cívica Radical.” Y remataba con
una frase que se popularizaría adaptada en los años `70s: “Ni comunistas, ni fascistas:
Argentinos, nada más”846 Algo similar sucedió sobre su concepción de ser
representantes del pueblo. En estrecha discusión con los conservadores a los que se
culpó de la pésima situación en la que se encontraban los trabajadores. Criterio que fue
explicitado en la contienda electoral como veremos a continuación.
La caracterización de liberales reformadores a los radicales sería correcta en tanto,
estos buscaron modificar la realidad de la provincia, a diferencia de los conservadores
que prefirieron mantener el orden establecido a fuerza de no dar concesiones. La figura
de Bernardino Horne, Ministro de Hacienda en el momento más profundo de la crisis y
su ambicioso plan de Transformación Agraria con su casi política agrarista de creación
de colonias agrícolas centradas en la producción granjera para el autoconsumo, surge
como una respuesta al contexto de crisis ocupacional y a su predisposición de reformar
el capitalismo en sus aspectos más superficiales, coaccionados por la coyuntura.847 Sin
embargo, si se considera el tipo de cambios se ve claramente que estos favorecían a la
clase dominante y los intereses secundarios de la clase trabajadora. Finalmente, el
radicalismo entrerriano fue conducido por abogados, docentes e intelectuales, pero en su
seno se encontrarían también, trabajadores calificados incluso, grandes terratenientes,
como eran los Mihura.
845
Llamativamente aún no contamos con trabajos históricos de aquellos sucesos, sino, diferentes
remembranzas de participes o militantes que por uno u otro motivo reivindican aquellas gestas.
846
Periódico Renovación, La Paz, 08/11/1939.
847
Ya nos hemos referido en capítulos anteriores a la Transformación Agraria. Pero recomendamos en
especial atención el trabajo de Lázzaro, Silvia: “Bernardino Horne: política, legalidad y resignificación de
la cuestión social agraria” en Graciano, Osvaldo & Gutiérrez, Talía: El Agro en cuestión, Buenos Aires,
Ed. Prometeo, 2006. En una mirada general el trabajo de: Biasizo, Rogelio: Economía de Entre Ríos en el
periodo de intervencionismo conservador, 1930-1945, Paraná, Universidad Nacional de Entre Ríos,
UNER, 2015. Y para un Horne de primera mano ver: Horne, Bernardino: Nuestro problema agrario,
Buenos Aires, Librería y Editorial “La facultad”, 1937.
270
Los radicales entrerrianos, como se dijo más arriba, tuvieron una concepción de
sobre los obreros. Para ellos, el trabajador era un productor. No negaban en ningún caso
la condición de que los obreros generaban la riqueza social. En todo caso se arrogaban
la condición de ser ellos –los radicales- los defensores de las clases populares. Dicho de
otro modo, poseían una actitud paternalista sobre los obreros. Resulta interesante como
de la representación surge la antinomia radicales-pueblo/conservadores-capital foráneo
y fuerzas reaccionarias. Decía un periódico radical de Concepción del Uruguay con el
título “El trabajo y el trabajador”:
Por ser ellos, los radicales, los auténticos defensores de los trabajadores, eran
contrarios a la participación de los partidos obreros en dicha representación. En los
casos que existieron trabajadores que se tomaron la tarea de organizarse
independientemente, fueron catalogados como agitadores y fueron reprimidos. Por eso
recomendaban el gran antídoto anti-socialista, el nacionalismo849:
“Empero, para que ese reconocimiento tenga un contenido concreto que se traduzca en
un mayor bienestar de las clases obreras, la obra común debe inspirarse en un profundo
sentimiento nacionalista, alejando el virus destructor de ideologías anárquicas, para que,
dentro del principismo de nuestro régimen republicano, no puede abrirse una brecha
incendiaria en el seno de la sociedad argentino que no ha de llevar fatalmente hacia la
destrucción del mejor patrimonio moral que podemos ostentar ante todo los
pueblos…”850
848
Los Principios, 16/02/1937.
849
Sartelli, Eduardo: “Celeste, blanco y rojo. Democracia, nacionalismo y clase obrera en la crisis
hegemónica”, en Razón y Revolución Nº 2, primavera de 1996.
850
El Tiempo, Paraná, 01/05/1929.
271
El mismo diario dijo en 1933 con un claro mensaje en el título “El obrero no
puede ser conservador”, denunciando que se estaban secuestrando libretas de
enrolamiento, necesarias para votar y que, todos señalaban era una maniobra del Partido
Demócrata Nacional y su jefe político, el diputado nacional Francisco Morrogh
Bernard.851 Asimismo decía el diario paranaense que si un conservador saludaba a un
obrero era porque buscaba una ganancia, y una vez triunfante lo despreciaría porque lo
considera de una casta inferior, terminaba: “Nos causa pena ver a algunos obreros
entrerrianos defendiendo sus propios intereses. Parecen inconscientes, seres mecánicos
(…) El obrero no puede ser conservador. Esto equivaldría declararse traidor ante sus
hermanos de sufrimiento y miseria.”852Si se analiza lo dicho, se desprende que detrás de
la crítica al partido opuesto, hay un elemento de vinculación clasista. Dicho más
claramente, el obrero se debe reconocer como tal, y luego vincularse al partido que lo
defienda: si el obrero no puede ser conservador, debe ser radical.
Al año siguiente, el mismo medio tituló “Es evidente el cansancio de las Masas”,
en la nota se refirió al descreimiento creciente en las prácticas políticas, afirmó que:
851
Morrogh Bernard fue uno de los responsables de la represión de obreros en Gualeguaychú el 1º de
Mayo de 1921.
852
El Tiempo, Paraná, 26/04/1933.
853
El Tiempo, 04/10/1934.
854
El Debate, 01/02/1935.
272
Un obrero es un productor. Un recurso que se debe cuidar, y que se manifiesta
cuando su explotación se vuelve insoportable, por lo tanto, es un sujeto social
esencialmente pasivo que merece el cuidado que por sí no se da. Ergo, el paternalismo
radical es el mejor remedio contra su incapacidad.
A lo sumo se les reconoce al sindicato como herramienta. En el primer número
del Boletín del Departamento de Trabajo (provincial), apareció un anuncio titulado
“Obrero: Mejore su salario”, en él enumeraban las cosas que se podían hacer para vivir
mejor, esto incluyó desde unirse a una cooperativa o club deportivo, pasando por
administrar mejor la economía hogareña suprimiendo gastos superfluos y estudiar un
oficio, pero el primer punto decía: “Vincularse al correspondiente Sindicato y promover
su mejoramiento integral.”855 En uno de los editoriales, de esta misma publicación se
afirma que:
“El sindicato bien organizado, del que preliminarmente hay que suprimir al dirigente
que pretenda aprovechar la fuerza social para el logro de fines políticos o personales,
tiene un vasto campo de acción que puede empezar con el simple estudio de las
condiciones materiales de mejoramiento de los obrero (…) El sindicato es prenda de paz
en la lucha por las conquistas de los trabajadores. Suprime el entredicho individual entre
patrón y obrero y este último es protegido constantemente por la organización en sus
derechos. La sociedad gestiona de patrones y poderes públicos la sanción y reforma de
los reglamentos del trabajo y, en los casos de conflicto, el diferendo se simplifica por la
categoría de partes que adquieren inmediatamente los patrones y los obreros sindicados
facilitando también la intervención del Estado en función conciliatoria o arbitral.”856
855
Provincia de Entre Ríos. Boletín del Departamento de Trabajo, nº 1, Paraná, enero de 1940, p. 34. En
adelante: BDT
856
BDT, nº3, marzo de 1940, p. 1.
273
La concepción utilitaria del sindicato como herramienta para el mejoramiento de
la vida de los trabajadores parece ir a contra pelo del prejuicio general al respecto de las
concepciones de la clase dominante contraria a la libertad fundamental de la lucha
económica. Pero el autor del editorial continuaba:
“Los sindicatos bregan por el mejoramiento moral y material de sus afiliados. Para
concretar sus aspiraciones se hace imprescindible la lucha cuando los intereses opuestos
se aferran a posiciones intransigentes. Muchas veces son las formas de lucha gremial
conocidas: el boycott, el trabajo a reglamento, la huelga pasiva, la huelga activa, el
sabotaje, etc. Felizmente, en Entre Ríos, la lucha obrera se concreta a gestiones
pacíficas con los grupos patronales e intervención del Departamento del Trabajo…” –
finalizaba: “El derecho a huelga es un atributo de la democracia.”857
Nuevamente, a ese recurso, la mano de obra, hay que darle una herramienta: el
sindicato. Tras ser depurado de las orientaciones subversivas este debía desarrollar la
defensa de los intereses obreros. Pero, en caso que no contar este con la fuerza
suficiente, el Estado debía apuntalar y ayudar a mediar. Siendo los radicales los gestores
del Estado provincial, ellos eran los encargados de velar por los intereses de la clase
obrera. Pero los gestores directos del sindicato –extirpado el virus rojo- serían los
sindicalistas puros, quienes, acotados sus intereses al aumento de salario, no eran un
peligro social. Incluso lo contrario y así la alianza se fortalecía.
Cabe agregar esta posición si bien no era unánime dentro del radicalismo
entrerriano, como lo prueba el hecho de que el reconocimiento legal y jurídico a la
Unión Obrera Departamental, decidido por el gobernador debió ser refrendado por el
ministro de Hacienda, Justicia e Instrucción Pública porque el Ministro de Gobierno
(Casulla) se había excusado de hacerlo.858 Sin embargo, la inclinación a reconocer los
sindicatos fue hegemónica en la práctica.
857
BDT, nº8, agosto de 1940, p. 1.
858
El Despertar, Concepción del Uruguay, Órgano de la UOPER, octubre de 1938.
274
utilizando el Tercer Censo Nacional- encontramos que la mayoría de la población era
nacional, el 82,9% del total. Asimismo, de los 216.105 hombres, que habitaban la
provincia, 173.044 eran argentinos, de los cuales, 80.018 estaban habilitados para las
elecciones.859
La democracia burguesa, con su mecanismo de legitimación a partir del voto,
obligó a los partidos a disputar todos los votos, inclusive los obreros.860Hasta los
conservadores hicieron proselitismo entre los trabajadores. En diciembre de 1934, El
Debate, diario radical de Gualeguay, daba la información de la apertura de un comité
obrero del Partido Demócrata Nacional en esa ciudad: “La concurrencia fue
extraordinaria” afirmaba.861 Incluso, los conservadores intentaron desarrollar una ley de
salario mínimo y tribunales de trabajo. Leyes que también presentaron oportunamente
los radicales.862José Peter, dirigente comunista del sindicato de la Carne, oriundo de
Estación Lazo, cercano a Gualeguay, relata su experiencia con los políticos entrerrianos:
“En cuanto a los problemas políticos, vivía en la más completa ignorancia de todo lo
importante; tenía sólo referencias, generalmente parciales y antojadizas de algunos
caudillos políticos, `radichetas´ si eran radicales, o `tarariras´ si eran conservadores,
quienes por lo general hacíanse simpáticos durante las campañas electorales, pero
pasadas éstas, volvían a ser lo que eran realmente, mandones y explotadores, a quienes
molestaba hasta nuestra presencia, el olor a sudor de nuestros cuerpos baqueteados por
la ruda fagina (Sic), y a los que fastidiaban nuestras rotosas vestimentas y nuestra
hambre perenne.”863
Las palabras de Peter, más allá del contenido que el autor del relato le da a
posteriori a su experiencia de vida, muestra que todos los partidos tenían vinculaciones
con los trabajadores. En este sentido, hay un cambio hacia la clase trabajadora, que se
transforma institucionalmente su representación a “ciudadano” con nuevos derechos.
859
República Argentina, Tercer Censo Nacional, Tomo I, Antecedentes y comentarios, Buenos Aires,
Talleres Gráficos L. J. Rosso y Cía, 1916, p.202. Y República Argentina, Tercer Censo Nacional, Tomo
IV, Población, Buenos Aires, Talleres Gráficos L. J. Rosso y Cía, 1917, p. 484.
860
Miliband, Ralph: El Estado en la sociedad capitalista, México D.F., Siglo XXI Editores, 1977. Ver
especialmente capítulos 7 y 8.
861
El Debate, 22/12/1934. También el periódico conservador El Censor, se publicó una extensa nota al
respecto de la relación entre la clase obrera y el radicalismo: “Los obreros después de 30 años de
gobierno radical”, en el cual acusaban a los radicales de demagogos por su política y promesas
incumplidas. Ver: El Censor, 06/02/1943.
862
Proyecto de ley de salario mínimo por Max Consoli (DN) en 1935, que fue aplaudido por el Centro de
Empleados de Gualeguaychú, aunque menos suerte tuvo otro de sus proyectos, que buscaba crear
tribunales de trabajo para dirimir las disputas entre empleados y patrones. En 1942, el proyecto volvió a
ser presentado. Esta vez de la mano de los senadores nacionales por Entre Ríos Eguiguren y Laurencena.
Ver: Periódico C.E.C.A., Órgano del Centro de Empleados de Comercio y Anexos de Gualeguaychú,
Gualeguaychú, agosto de 1935. C.E.C.A., Octubre de 1935. Actualidad, Nogoyá, 11/08/1942.
863
Peter, José: Crónicas proletarias, Buenos Aires, Esfera, 1968, p.12.
275
Dicho de otro modo, si se quiere ganar elecciones, es necesario el voto de todos los
ciudadanos. En la sociedad capitalista, esto significa disputar el voto obrero. Cómo
movilizarlo es otra cuestión.
El radicalismo entrerriano, como mostramos más arriba, no dudó en repetidas
ocasiones enconvocar a los trabajadores como clase, y no como ciudadanos
individuales. Esto quiere decir que existió una identificación clasista entre ellos que
bajo el proselitismo radical cobró otro sentido. En 1926, un cartel proselitista de la UCR
de Concepción del Uruguay, filo-yrigoyenista, llamaba a no votar al oficialismo,
también radical:
“No olvidéis que el 1º de Mayo de 1922 [1921] la policía del oficialismo de Entre Ríos
con la Liga Patriótica, acorraló a la masa obrera que festejaban el día del trabajo, en
cuya luctuosa jornada cayeron muchos hermanos tuyos y fueron heridos cobardemente
numerosas madres, hijas y hermanas. ¡No voteis a los candidatos de la reacción y el
atropello a los obreros LaurencenaGarayalde!”864
276
proclamó el privilegio de clases, el derecho del fuerte, el reinado de los ricos.”866El
oficialismo radical, desde su órgano de prensa más efectivo, El Diario de Paraná
escribió:
“$160 MENSUALES o $6.40 DIARIOS. Esto es lo que ganarían los obreros del Estado
a no ser por la política antiobrerista del Pdo. Demócrata Nacional por Entre Ríos.
MORROGH BERNARD, RADIO Y LABAYEN votaron en el H. Congreso en contra
de este beneficio justiciero para los trabajadores. ¡OBREROS! Votad por BERTOZZI e
IRIGOYEN y vuestros intereses estarán bien defendidos en el Congreso Nacional.”868
Ese mismo año, desde las páginas del periódico radical El Tiempo se aprovechó
para realizar una reconstrucción cronológica del camino de la ley de salario mínimo
para los trabajadores del Estado. En dicha mención se indicó que por culpa de los
conservadores entrerrianos aliados al Presidente Justo, que derogó dicha ley que no
disfrutaban de los beneficios del salario mínimo. Por lo tanto, los obreros debían votar a
la UCR, único respaldo para el bienestar popular.869
Los radicales en algunos casos prestaron ayuda a los obreros agremiados. Por
ejemplo, en noviembre de 1933, Balsechi y Pereyra, ambos representantes de la UOPER
junto a Isidro Neyra de la UCR de Concepción del Uruguay, tuvieron una reunión con
866
El Tiempo, 18/07/1929.
867
El Diario, Paraná, 03/06/1933. Mayúscula en el original.
868
El Tiempo, 25/02/1938. Mayúsculas en el original.
869
El Tiempo, 03/03/1938.
277
el gobernador Etchevehere. El motivo del encuentro era un pedido de indulto de
numerosos obreros que se encontraban presos por motivos de luchas gremiales y
actividad política.870 También, a comienzos de ese mismo año, los anarquistas de
Diamante recurrieron a un destacado político radical de Paraná para que los
representaran cuando en abril de 1933, unos obreros fueron apresados por un conflicto
gremial y conducidos incomunicados a Paraná:
No era la primera vez que sucedía un contacto entre los anarquistas y los
radicales. Ángel Borda, el dirigente anarquista más importante de la provincia, recordó
que con motivo al golpe de 1930, él y otros tres anarquistas fueron conducidos al
regimiento local, el mismo gobernador Etchevehere –lo que quiere decir que fue
después de 1931, cuando este sucedió al fallecido del Gobernador Quirós- intervino
para ponerlos en libertad, con la condición que concurrieran al juzgado local para que el
juez certificara si eran o no agitadores: “…sin escolta y después de firmar un escrito nos
retiramos”, testificó Borda para agregar: “En tiendo que es de justicia dejar constancia
de esa actitud digna y altiva frente al poder central arbitrario de una dictadura militar
como era la del General Uriburu.”872
Un caso parecido se dio cuando el futuro vice-gobernador de Tibiletti873, Roberto
Lanús, representó a los obreros de Conscripto Bernardi, encarcelados por un choque en
el que resultó muerto un rompehuelgas y un cerealista.874 Roberto Lanús, en su
oportunidad, preocupado por la situación de los trabajadores rurales fue citado en una
nota: “…serán motivo de preferente atención los actuales problemas que inciden sobre
la población rural, por entender que deben llevarse a los trabajadores del campo los
870
El Debate, Gualeguay, 17/11/1933.
871
Diario La Provincia, Paraná, 15/04/1933.
872
Borda, Ángel: Perfil de un libertario, Reconstruir, Buenos Aires, 1987, pp. 39-40.
873
Quién por cierto había sido miembro de la Liga Patriótica de Concepción del Uruguay. Cfr.: Panizza,
Op. cit., pp. 20-22.
874
CGT (Catamarca), Órgano de la Confederación General del Trabajo de la Calle Catamarca, Buenos
Aires,28/08/1936, p.4.
278
mejores estímulos, defendiéndose de este modo una de las principales fuentes de
riqueza de la provincia.”, había declarado.875
Es lógico creer, que esta política y prácticas tuvieran un efecto de acercamiento
entre obreros y radicalismo generando superposición de roles y una corriente de
simpatía pro radical dentro del movimiento obrero, aunque rara vez salió a superficie en
forma abierta. En una oportunidad, Francisco Morrogh Bernard –referente de los
conservadores y uno de los responsables de la masacre de Gualeguaychú en 1921- visitó
la Fábrica Liebig, en Colón. Según informó un diario: “En una de las dependencias de
este establecimiento fue rodeado por los obreros que le hicieron una manifestación
hostil (…) En medio de imprecaciones violentes y fuertes adjetivos el candidato
conservador debió retirarse sin poder proseguir la visita a los demás locales de la
fábrica.”876
En otra ocasión, un informante secreto del Presidente Justo se refirió a los
vínculos en Concordia de los radicales con “comunistas” –entre comillas porque en
algunos casos se trató de socialistas o sindicalistas-. Decía que:
“En esta ciudad, el Comunismo se desenvuelve con más libertad que en la anterior [se
refería a Concepción del Uruguay], son mejor apoyados y alentados por varios de los
principales dirigentes del Partido Radical fusionado, contándose entre otros el actual
Diputado Nacional Dr. Bernardino C. Horne.-quién en la última campaña electoral de
Diputados Nacionales fue acompañado en sus giras políticas por colonias Judías por
destacados dirigentes comunistas que tienen amplio dominio en la colectividad y que
informara oportunamente sus nombres y apellidos.-Otro dirigente comunistas Georges
Itghinzon, actualmente concejal por el radicalismo fusionado (…) En oportunidad de
celebrarse el 1ro. de Mayo en ésta, el Comité comunista había colocado en el frente de
su local dos grandes banderas rojas, visto esto por antiguos vecinos denunciaron el
hecho a la Comisaria de Ordenes, representada por el Sr. Isaias Cerrudo, éste
funcionario se negó en un principio a hacerlas sacar, cosa que hizo más tarde, cuando el
público mas números y ya de calificados vecinos se lo pidió en otros términos; los
Comunistas llevaron su protesta al Jefe de Policía, sin resultado, consiguiendo en
cambio que se les permitiera pasear por las calles céntricas una gran bandera roja,
disolviéndose a poco el mitin que organizaron en medio de gritos e improperios para las
autoridades nacionales.- (…)”877
875
El Debate, 13/05/1935.
876
El Debate, 16/03/1935.
877
Autor Anónimo, destinatario Anónimo, Fecha no figura (Sospechamos cercana a 1937), en Archivo
General de la Nación. Ministerio del Interior. Sala VII. Fondo Agustín P. Justo. Caja Nº55, Documento
13. En Adelante: AGR-MI. S.VII.FAPJ. Caja Nº, Doc. Nº.
En las páginas siguientes el autor afirma que el hermano de Horne está vinculado al contrabando, siempre
haciendo pie en la relación judeo-radicales.
279
El informe tenía todos los elementos del discurso conservador: En primer término,
rojo es igual a comunista. En segundo lugar la confabulación se manifestaba en abrir
puertas mutuas (con mucho prejuicio). De ese modo, los radicales tenían acceso a las
colonias judías (que debían ser comunistas de acuerdo a su concepción) y por su parte,
los comunistas se camuflaban dentro de las listas de concejales radicales locales.
Tercero, el jefe de policía, que aún era un cargo político, facilitaba la acción de los
comunistas y protegía. Y cuarto, el fatalismo. Pero el extenso informe que alcanza a
otras localidades de la costa del Uruguay, continuaba con su marcada exageración:
“Los abogados Dr. Edgardo Bulnes, Radical Irigoyenista y el Abogado Dr. Gualberto
Hourcade, Demócrata Progresistas, convertidos prácticamente en dirigentes comunistas
a pesar de su filiación política siempre, en cualquier momento e inmediatamente que es
detenida una persona tildada de comunista, sea cual sea el delito cometido, se presentan
a la Jefatura de Policía o Juzgado, en procura de la causa de su detención, enseguida
ofrecen su defensa; en consecuencia, los centros de Comunistas, sindicalistas, etc.
tienen en estos señores sus abogados defensores.-Dias pasados los Doctores Bulnes y
Hourcade fueron designados representantes de la U. Ferroviaria. Sec. Concordia-con
motivo de las deliberaciones de la Institución en la Cap. Federal.- (…)”878
“Es evidente que la gran parte de los dirigentes de la Fusión radical de la Provincia, la
prensa de varios Departamentos y Funcionarios de reparticiones provinciales están en
una corriente de opinión tendiente a facilitar las actividades del comunismo; lo expresan
en forma continua en la tribuna pública los Sres. Silvano Santander, Dr. Ernesto
Sanmartino, Dr. Bernardino C. Horne, etc.”879
“Dr. Alvear, abanderado de la democracia y la paz argentina; nos place comunicarle que
cinco mil almas reunidas en emocionante concentración cívica organizada por la
`Asociación jóvenes de Mayo´ para repudiar el fraude, la violencia y el fascismo, con la
participación del centro Hipólito Irigoyen (Intransigente), comité Ferroviario Radical,
partido Socialista Obrero, Sindicato de la Construcción, comité Juventud Radical y
pueblo independiente, con fervor lo aclaman como futuro presidente de los argentinos,
878
Autor Anónimo, destinatario Anónimo, Fecha no figura (Sospechamos cercana a 1937), en Archivo
General de la Nación. Ministerio del Interior. Sala VII. Fondo Agustín P. Justo. Caja Nº55, Documento
13. En Adelante: AGR-MI. S.VII.FAPJ. Caja Nº, Doc. Nº.
879
Ibídem.
280
acompañándolo con la acción y el pensamiento en los instantes difíciles que ha de vivir
exponiendo su tranquilidad en el holocausto de la nación”880
4-Radicales y comunistas.
281
radical provincial como un bonapartismo en el sentido que construyeron su poder
apoyado en las masas populares, sin modificar las estructuras de la sociedad. Sin
embargo, cuando la situación se presentó compleja, desarrollaron una política apoyada
en la otra clase. Calificamos de bonapartistas a gobiernos que pretenden elevarse por
encima de las contradicciones de clase y mediar en los conflictos. Buscando,
equidistantemente de las partes, beneficios para los dos y así transitar el estado de crisis
y la constitución de la gobernabilidad.885 Desde este punto de vista, el “obrerismo
radical” puede considerarse como una política bonapartista hacia los obreros como
clase, como sujetos potencialmente conflictivos y masa de votantes.
Durante el año 1937 se produjo un quiebre en la historia obrera entrerriana con la
represión y eliminación de los anarquistas vinculados a la Federación Obrera Comarcal
Entrerriana, con sede en Diamante.886 Pero hubo otra consecuencia: se puso en
discusión el carácter “comunizante” del gobierno. Las acusaciones venían desde hacía
muchos años.887 Ya en 1933, el diario El Debate de Gualeguay se preguntó por el
comunismo en Entre Ríos. Decía que el comunismo como tal era difícil de encontrar y
que parecía sí, ser un llamado de atención que algunos –los conservadores- hacían
porque aspiraban a sentarse en las sillas que ocupaba el radicalismo: “Como al
radicalismo no lo puedan combatir directamente, porque está en la proporción de mil a
uno, se le disfraza de comunista para espantar a las gente. Esto es otra verdad. Pero en
realidad solo se espantan ellos solos…”888Afirmó. Desde el diario de Silvano Santander
se informaba:
885
La obra clásica y primera conceptualización de lo que es Bonapartismo es el clásico: Marx, Carlos: “El
dieciocho brumario de Luis Bonaparte” en Marx, Carlos & Engels, Federico: Obras escogidas en dos
tomos, Moscú, Editorial Progreso, 1955, Tomo I. Una ampliación del concepto se encuentra en el
Cesarismo de Gramsci: Gramsci, Antonio: Notas sobre Maquiavelo, sobre la política y sobre el Estado
moderno, Buenos Aires, Ed. Nueva Visión, 2003, pp. 71-75. La caracterización de bonapartista para el
gobierno radical entrerriana está en condición de hipótesis, dado que su comprobación amerita mayores
elementos de análisis que exceden esta tesis. Sin embargo, lo fundamental para ser considerado
bonapartista, a saber, estar equidistantes de las posiciones más extremistas en momentos de conmoción
social parece estar presentes.
886
Hemos desarrollado con mayor detalle la situación de los anarquistas diamantinos en: Leyes, Rodolfo:
“La experiencia anarquista de Diamante: Lucha de clases, represión y legislación obrera, 1929-1937”, en
Nieto, Agustín (Comp.) El anarquismo después del anarquismo. Una historia espectral, en prensa.
887
En un temprano 1918, llamaron “comunista” al gobernador Marcó por crear nuevos impuestos. Ver: La
Verdad, Paraná, 19/12/1918.
888
El Debate, 05/08/1933.
282
para eso ha inventado un complot comunista. No hay comunismo en la República. Hay
hambre, hay desocupación, hay miseria. Y nada más.”889
Durante todo el periodo se culpó a los radicales de tener vínculos con los
comunistas. Y estos se defendieron: “¡NI LA UNIÓN CIVICA RADICAL NI EL
GOBIENRO RADICAL DE ENTRE RIOS TIENEN NADA QUE VER CON
PARTIDOS EXTREMISTAS. ES UNA INVENCIÓN CALUMNIOSA DEL
P.D.N.!”890 La base material para la denuncia no era otra que el trato que desarrollaron
los radicales frente al movimiento obrero organizado. Como hemos dicho, los radicales
entrerrianos eran fundamentalmente conservadores que modernizaron el Estado en base
a la mediación y legislación para ordenar y cuidar ese recurso que era la mano de obra.
El obrero por tanto, debía votar a los radicales porque eran sus defensores. A esto, los
conservadores lo percibían y/o denunciaban como comunismo.
Durante febrero de 1937, al calor de las luchas de los anarquistas diamantinos en
la búsqueda de mejores salarios, se dio un fuerte cruce entre los sectores burgueses. Se
afirmaba que el gobierno de la provincia era comunista y apañaba la difusión de ideas
disolventes y contrarias al orden social. La discusión general giró en torno al
crecimiento del Partido Comunista. Circunstancia que estaba en boca de todos los
contemporáneos y, en especial, de los sectores más conservadores. A tal punto que a
nivel nacional a fines de 1936 se discutió una ley para su represión.891 El 31 de
diciembre fue aprobado el proyecto por la cámara de senadores de la Nación, 17 votos
contra 4. Entre los que votaron en contra se incluían los votos de los dos senadores por
Entre Ríos, Eduardo Laurencena y Atanasio Eguiguren y de los Socialistas Palacios y
Bravo.892 La opinión de los medios conservadores se hizo escuchar fuerte por esa
votación. Allí la acusación al gobierno radical de comunizante comenzó a ser de alcance
nacional. El 14 de enero, el corresponsal en Paraná de La Nación informó que existían
en la provincia asociaciones extremistas y elementos extraños a los sindicatos. El
Ministro de Gobierno, Sebastián Mundani desmintió esta versión. En referencia al
conflicto en la zona de influencia de los anarquistas dijo que se daba en el marco de la
889
El Tiempo, 19/12/1934.
890
El Tiempo, 03/03/1938. Mayúsculas en el original
891
Honorable Senado de la Nación: Sánchez Sorondo, Matías: Represión del comunismo: proyecto de ley,
informe y antecedentes, Buenos Aires, Imprenta del Congreso Nacional, 1938, 2 tomos.
892
La Nación, 01/01/1937. Crónica, Diamante, 05/01/1937. Ver el discurso de Laurencena: Laurencena,
Eduardo: Comunismo, fascismo y democracia, Buenos Aires, Claridad/Hechos e Ideas. Revista Radical,
1937.
283
lucha salarial y que la libertad de trabajo estaba asegurada, afirmó: “En esta provincia
no actúa ninguna asociación o sindicato de carácter extremista”.893
El debate tomó nuevos bríos por una nota en el diario La Nación del abogado e
historiador nacionalista José María Rosa quién denunció el crecimiento del comunismo
en la provincia de Entre Ríos. Afirmó que la provincia estaba cubierta de filiales del
Partido Comunista, que cuando empezó la Guerra Civil Española, los comunistas habían
amenazado con incendiar iglesias y se habían propuesto asaltar el convento de la
localidad de Crespo. Gracias a la actitud de “ciudadanos nacionalistas” que tomaron la
tarea de cuidar a las monjas por la inacción policial –dijo- los comunistas habían
desistido. Al respecto de los conflictos obreros aseveró:
893
La Nación, 16/01/1937.
894
La Nación, 20/01/1937.
895
El periódico La Voz de Entre Ríos, nacionalista y de Paraná, es el mejor ejemplo de ésta reproducción
mediática, exagerando los dichos y poniendo el acento en un supuesto proceso de bolchevización de la
provincia. Cfr.: La Voz de Entre Ríos, 04/01/1937; 06/02/1937; 08/02/1937; 15/02/1937; 24/02/1937.
896
La Nación, 26/01/1937.
284
La nota estaba ilustrada con fotos de murales firmados por el Partido Comunista
que un “oficioso colaborador” remitió desde Paraná. Las pintadas llamaban a impedir la
intervención del Ejército en los conflictos de los obreros rurales en Santa Fe, a luchar
contra el fascismo y uno que instaba a pelear contra la prepotencia de un capataz.
El por entonces diputado Silvano Santander fue la voz del radicalismo, en un
extenso informe elevado al Consorcio Periodístico Entrerriano –órgano que centralizaba
la información que luego se reproducía en periódicos locales- dijo:
“Año tras año, se repite el fenómeno con regularidad cronométrica. Fácil ha de ser
constatar esta afirmación recurriendo a las estadísticas y a las memorias del
Departamento Provincial del Trabajo (…) Planteada la cuestión con esta simplicidad
casi evangélica, por más que se pretenda crear una atmósfera artificial, cargada de
iracundia roja ¿hay derecho a calificar esos pronunciamientos, que no tienen el menor
aspecto de lucha de clases, de exageradas contiendas que podrían hacer peligrar la paz
social? Es absurdo y hasta ridículo (…) Admitiendo por vía de hipótesis que el gobierno
inclinara la balanza a favor de los obreros, ¿esto podría ser un síntoma revelador de
inclinaciones comunistas? De ninguna manera. Cuando más, radicado en este plano la
lucha, no haría otra cosa que cumplir con un precepto constitucional que asegura, a
todos los habitantes de la provincia, un mínimo de bienestar.”
Explicó que las demandas eran justas y que:“Contempla con imparcialidad todos
los derechos, trata de conciliar y encuentra las soluciones sin lesionar los interés de
nadie. Patrones y obreros son medidos con la misma vara, y si hay rebeldías, por
legítimas que sean, hace sentir el peso de su autoridad.”897
Santander presentó un cuadro realista de la situación, incluso en la parte final,
cuando afirmó que el Estado hacía sentir el peso de su autoridad. Faltó aclarar que a los
obreros se los apresaba y castigaba físicamente por sus enfrentamientos, mientras a las
empresas cerealistas se les enviaban telegramas requiriendo flexibilidad o algunas
multas del DPT. Otro de los acusados de vínculos con los comunistas fue el Jefe de
policía de Concepción del Uruguay. Las palabras de defensa del uniformado fueron
gráficas y elocuentes:
897
El Tiempo, 02/02/1937.
285
agregó: “Debe tenerse en cuenta que en Entre Ríos hay obreros que no ganan más de
diez pesos por mes y si éstos presentan un pedido de mejora de sueldo, las personas
como el Dr. Rosa los considerarían de inmediato `elementos comunistas´”898
Como se puede ver, las respuestas de Santander y del Comisario eran similares. El
día 2 de febrero, se publicó en una página completa del diario La Nación, un informe
producido por el gobierno de la provincia de Entre Ríos, en el cual se daba constancia
de las actividades gremiales en toda la provincia. Departamento por departamento,
firmada por los jefes de policías locales y de los propietarios de los establecimientos. Se
adjuntó la transcripción del telegrama distribuido a los jefes de la policía con fecha del 5
de noviembre y reiterado el 5 de enero, previendo la acción de agitadores. Asimismo, se
informó que la presencia del comunismo era minúscula, que en las elecciones anteriores
-marzo de 1936- habían alcanzado poco menos de trescientos cincuenta votos.899
La Nación dijo que estaba claro que los conflictos estaban controlados, se celebró
la libertad de trabajo protegida por la acción policial, sin embargo, advertían que el
virus disolvente del comunismo campeaba a pesar de que su peso electoral fuera
mínimo.900 Mientras el diario La Razón, también de la Capital Federal, con el título de
“El comunismo y su acción en Entre Ríos” acusó al informe de vago e inconsistente.
Afirmó que no se negaba la existencia de actividad comunista, señaló también que la
doctrina propuesta por los radicales entrerrianos, de dejar hacer a un partido por ser
electoralmente poco representativo, era un mal precedente de cómo combatir a los
enemigos de la patria. También indicó que al momento de la Revolución Rusa, el
partido bolchevique era el 0,02% del electorado: “Exactamente la misma proporción
que señala el gobernador de Entre Ríos”901 sobre el comunismo entrerriano.
De hecho, La Razón dedicó cinco editoriales continuadas desde el primero de
febrero, a la existencia del comunismo en Entre Ríos.902 El nivel de análisis poco
898
Los Principios, 29/01/1937. Se refiere al historiador José María Rosa quién lanzó las acusaciones de la
existencia de comunismo en Entre Ríos desde las páginas de los diarios capitalinos y nacionalistas de
Buenos Aires y Paraná.
899
La Nación, 02/02/1937
900
La Nación, 03/02/1937
901
Diario La Razón, Buenos Aires, 01/02/1937.
902
Consultar: La Razón, 01/02/1937. 02/02/1937. 03/02/1937. 04/02/1937. 05/02/1937. Incluso, el 8 de
febrero del mismo año hablan de “Subversión moral” en el Colegio Normal de Paraná. Afirmando que si
bien el Colegio no dependía del gobierno de la provincia, los acusados de un crimen que no aparece en la
nota defendían al gobierno provincial, era muestra de la vinculación entre unos y otras, y con ello, el
peligro a las “instituciones” (burguesas). Señalando que era el mismo criterio que se utilizaba en los
conflictos capital/trabajo que tenían a la provincia en un “estado de intranquilidad social que vanamente
se quiere ocultar…”. Ver: La Razón, 08/02/1937. Hubo más editoriales de ese estilo, cfr.: La Razón,
12/02/1937.
286
superaba repetir lo que otros decían, y en la mayoría de los casos, parecía más un
panfleto conservador que la reproducción de una noticia concreta. Por ejemplo, la del 5
de febrero terminaba así:
Por su parte, el gobierno de la provincia remitió a los jefes de policías una nueva
circular solicitando que se retiraran todos los carteles o inscripciones en la vía pública
que tuvieran propaganda extremista, incitación a la violencia y se redoblaran las
precauciones a fin evitar la interrupción del trabajo. La Nación lo tomó como un
reconocimiento a sus dichos sobre la existencia de comunismo, propaganda extremista y
su vinculación con las cuestiones gremiales.904 Una mirada más política tuvieron los
sindicalistas de la UOPER que no dudaron en señalar que todo se trataba de:
“Crear un ambiente favorable en las esferas del P.E.N. para que decretara la
intervención de la Provincia y entrar de derecha [a] izquierda arrasando con todas
nuestras organizaciones sindicales, clausurando locales obreros, poner preso a todo
militante y anular por completo el vasto movimiento obrero de la Provincia con el
cuento de `combatir el peligro comunista´, que podemos afirmar y desafiar a cualquiera
que nos demuestre cual es la potencia del `fantasma comunista´”905
Pero esta no fue la única ni última vez que la discusión sobre los vínculos entre
los radicales y los comunistas fueron puestos en cuestión. En 1941, durante las fuertes
discusiones en torno a la existencia de nazismo, el diputado conservador Rovira lanzó
contra el diputado Girard de Concepción del Uruguay: “No estamos en la panadería del
manco Valsecci [Balsechi], comunista y al que visita el señor diputado”. El diputado
indignado solicitó que se repitiera lo dicho, acción que el conservador acató. Girard
retomó la palabra haciendo la siguiente defensa:
903
La Razón, 05/02/1937. Reproducido también en Diario El Censor, Gualeguaychú, 08/02/1937.
904
La Nación, 06/02/1937.
905
El Despertar, Enero de 1938.
287
“El señor diputado decía que he asistido a reuniones a la panadería de
Valsecci[Balsechi] a quiñen el atribuye la ideología de comunista. No creo que el señor
Valsecci[Balsechi] sea un comunista sino un dirigente de una organización obrera que
actúa en toda la Provincia a la luz pública. En más de una oportunidad he concurrido a
esa panadería y lo he hecho recientemente con motivo de una conferencia que
pronunciara el diputado nacional Sánchez Viamonte906, en ese mismo local donde
funciona una universidad obrera. No tengo por qué ocultar mi concurrencia a ese local y
falta a la verdad el señor diputado, en mi concepto, si cree que tengo alguna otra
vinculación con esa organización obrera o con el comunismo…”
906
Carlos Sánchez Viamonte fue además de diputado por el Partido Socialista, uno de los defensores de
los “presos de Bragado”. Ver: Vuotto, Pascual: El proceso de Bragado. ¡Yo acuso!, Buenos Aires,
Editorial Reconstruir, 1991.
907
Entre Ríos, Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados, Año 1941, 82º Periodo Legislativo, Sesión
del 26 de agosto de 1941, Paraná, Imprenta de la Provincia, 1941, pp. 130-132.
288
En el caso entrerriano, encontramos en diversos discursos y opiniones estatales, el
permanente reclamo de la necesidad de una legislación efectiva para asegurar el control
de los conflictos.908 Pero en los primeros años de la década del treinta, la crisis, llevó a
los radicales que administraban el Estado a postergar la aplicación de las leyes y se
limitaron a poner un coto a la explotación más feroz. Sin ningún prurito en las
Memorias ministeriales de 1934, se reconoció que, a raíz de la crisis económica y la
desocupación, se procedió con “cautelosa moderación en la aplicación de penas, por
cuanto han debido conciliarse las exigencias de la ley con la necesidad y evitar los
enormes perjuicios que habrían resultado de su aplicación rigurosa para los pequeños
industriales y comerciantes”.909 Dicho de otro modo, se utilizó la ley en los casos
extremos y no se sancionó a quienes la incumplían. Llegado el segundo quinquenio de
aquella década, con la creciente conflictividad obrera y cierta mejoría en la situación
general, el escenario cambió y la actualización legislativa estuvo a la orden de nuevo,
pero los proyectos seguían sin efectivizarse. Fueron la gran huelga de los estibadores
diamantinos y la presión de los sectores conservadores los factores que apuntalaron la
adormecida iniciativa oficial.
El primero de febrero, el gobierno de la provincia solicitó a Alejandro Unsain,910
que preparase un proyecto de ley para crear tribunales de arbitraje para resolver los
conflictos obreros. Finalmente el día 10 de marzo, el gobernador de la provincia remitió
a la legislatura provincial un proyecto de ley para tratar los conflictos obreros. El autor
fue el citado Unsain.911 En el fundamento del proyecto, el gobernador Tibiletti se
justificó diciendo que se buscaba una solución a los enfrentamientos gremiales con la
mediación estatal, en procura de asegurar la libertad de trabajo, el entendimiento de las
908
Ver como ejemplos los discursos de los gobernadores: Etchevehere, Luis: Mensaje del Gobernador de
Entre Ríos. Al iniciarse el 73º periodo ordinario de sesiones de la Honorable Legislatura, Paraná,
Imprenta de la Provincia, 1932, p.28. Tibiletti, Eduardo: Mensaje del Gobernador de Entre Ríos. Al
iniciarse el 77º periodo ordinario de sesiones de la Honorable Legislatura, Paraná, Imprenta de la
Provincia, 1936, p.25. Mihura, Enrique: Mensaje del Gobernador de Entre Ríos. Al iniciarse el 81º
periodo ordinario de sesiones de la Honorable Legislatura, Paraná, Imprenta de la Provincia, 1940, p.18.
909
Provincia de Entre Ríos. Memoria presentada a las Honorables Cámaras Legislativas por el Ministro
de Gobierno y Obras Públicas, Ingeniero Alfredo H. Giandana: Año 1934, Paraná, Imprenta de la
Provincia, 1935, p.239.
910
Docente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, especialista en legislación
laboral, delegado argentino en conferencias internacionales vinculadas en la materia. Unsain vivió parte
de infancia y adolescencia en Paraná. Ver: Caterina Luis María: “Alejandro Unsain. Un hombre clave en
la construcción del derecho del trabajo” en Revista de Historia del derecho, no.40 Ciudad Autónoma de
Buenos Aires jul./dic. 2010.
911
El Diario, 11/03/1937.
289
partes y lograr los resultados con “equidad y justicia”.912 Afirmó el gobernador con
respecto a los sindicatos:
Dicho de otro modo, los sindicatos eran tolerados dentro de los márgenes del
derecho burgués, en caso contrario, la policía estaba facultada de reprimir. Sin embargo,
la ley buscó enmarcar la acción en el punto previo de la represión, desarticular el
conflicto a través del consenso. A mediados de año, cuando el proyecto de ley estaba
cómodamente guardado, el Ministro de Gobierno Mundani insistió en la idea de que el
Estado no podía continuar mirando los conflictos sin tener herramientas legales para
intervenir y elevar el nivel de vida de los trabajadores que se reconoció miserable, para
agregar que la ley: “Será también el mejor recurso para combatir e impedir que las
ideologías o tendencias extremistas, enfermen la moral de nuestros trabajadores.”914
La ley de Unsain no llegó a concretarse. Sin embargo, resulta innegable que los
radicales entrerrianos tuvieron intensiones de avanzar hacia una regulación de los
conflictos de trabajo impulsados por los conflictos y por las quejas acusadoras de los
conservadores.
Como corolario, las fuerzas históricas en gestación confluyeron pocos meses antes
del golpe de 1943 sacando a superficie la alianza tácita existida entre radicales y
obreros. Poco tiempo antes de las elecciones de marzo de 1943, los conservadores por
912
Provincia de Entre Ríos, Ministerio de Gob. y Obr. Públ. Comunicado del P.E. sobre conflictos
gremiales y asociaciones extremistas, Paraná, Imprenta de la provincia, 1937, p. 24.
913
Ibídem, p. 26.
914
Provincia de Entre Ríos. Memoria presentada a las Honorables Cámaras Legislativas por el Ministro
de Gobierno y Obras Públicas, Doctor Sebastián Mundani: Año 1936, Paraná, Imprenta de la Provincia,
1937, p. 366.
290
intermedio de una repartición nacional, encarcelaron a Juan Balsechi, el histórico
militante de la Unión Obrera Departamental de Concepción del Uruguay. El
hostigamiento conservador consolidó la relación entre radicales y obreros. Por ello que,
durante las elecciones de marzo de 1943, los radicales contaron con el apoyo abierto de
los obreros sindicalizados. Por su parte, los obreros sindicalistas consideraron su ingreso
a la arena política en defensa de sus derechos sindicales. Todo esto será desarrollado
con mayor amplitud en el capítulo 10.
291
Capítulo VIII
Cuando la clase mira para otro lado. Los partidos de izquierda en
Entre Ríos, 1931-1943.
Introducción general.
El pensador italiano Antonio Gramsci dijo que los partidos políticos surgen
cuando son necesarios para la realidad social. Asimismo señaló que, había tantos
partidos como clases orgánicas existían en un modo de producción. Es decir, un partido
burgués o del orden y un partido obrero o revolucionario, para el caso de un capitalismo
desarrollado. Agregó, cuidadoso de ser mal interpretado, que normalmente conocemos
como partido, en realidad, son partidos nominales, sus denominaciones o
nomenclaturas.916 Bajo esta concepción, el Partido Socialista, Partido Comunista,
Partido Socialista Obrero, Sindicalismo o Anarquismo –para referirnos a los casos
presentes en Entre Ríos- eran parte de un solo partido que representaba en la realidad a
los intereses obreros. Estos partidos nominales, expresión de un único partido orgánico,
915
Parte del Jefe de Correos y telégrafos al Presidente Justo, Gualeguaychú, 06/08/1937, en Archivo
General de la Nación. Ministerio del Interior. Sala VII. Fondo Agustín P. Justo. Caja Nº55, Documento
114.En Adelante: AGR-MI. S.VII.FAPJ. Caja Nº, Doc. Nº.
916
Gramsci, Antonio: Notas sobre Maquiavelo, sobre la política y sobre el Estado moderno, Buenos
Aires, Ed. Nueva Visión, 2003, pp. 28-30.
292
se diferenciaban entre sí por su táctica y estrategia, con el común objetivo de lograr el
socialismo.
Sin embargo, y partiendo de este marco conceptual, ¿Cómo era la política de los
partidos en tiempos de crisis? Dicho de otro modo, como harían los partidos para
diferenciarse entre sí y como lo harían cuando sus políticas empujaban a la
conformación de espacios comunes con otras fuerzas que –según ellos creían-
representaban mismos intereses contra un enemigo común encarnado por el avance
fascista.
El presente capítulo trata de la reconstrucción de la vida política de los tres
partidos de izquierda que tuvieron alguna gravitación en la provincia de Entre Ríos, el
Partido Socialista, el Partido Socialista Obrero y el Partido Comunista. Tomamos como
punto de partida las elecciones de 1931 en las cuales los socialistas obtuvieron la
victoria en varias localidades. Por otra parte,los comunistas, cuya presentación a
elecciones fue impugnada y que, por lo tanto, no participaron de la misma, hicieron una
fuerte agitación entre los conscriptos de Concordia, lo que generó la alarma de las
autoridades que pronto comenzaron hablar de un “complot extremista”.
917
Tarcus, Horacio: Marx en la Argentina: sus primeros lectores obreros, intelectuales y científicos,
Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2013, p.93.
918
Existen algunos pocos ejemplares en la Biblioteca General de la Provincia de Entre Ríos. Los números
corresponden a 1896.
919
Odone, Jacinto: Historia del Socialismo argentino, Buenos Aires, CEAL, 1983, T. I, p. 59.
920
Ibídem, T. II, pp.258-259.
293
la primera huelga de la Fábrica Liebig en 1906.921 De esta manera, el Partido Socialista
(PS) tenía larga data en la provincia. Como en otros aspectos de la vida nacional. Aún
hoy carecemos de una historia generaldel Partido a nivel nacional.
“Los grandes trusts y monopolios tienen siempre a su disposición prensa argentina que
les sirve incondicionalmente para desacreditar toda obra que tienda a la destrucción de
esos monopolios (…) También aquí arreció en estos últimos días la campaña contra la
cooperativa eléctrica. Debió ser así. Lo esperábamos. La cooperativa ha reunido ya casi,
puede decirse, los cien mil pesos de capital…”923
921
Periódico La Juventud, Concepción del Uruguay, 24/03/1906.
922
Tortti, María Cristina: “Crisis, capitalismo organizado y socialismo” en Ansaldi, Pucciarelli &
Villarruel, José (Ed.): Representaciones inconclusas. Las clases, los actores y los discursos de la
memoria, 1912-1946, Buenos Aires, Editorial Biblos, 1995, p. 202.
923
La Vanguardia, 29/09/1935.
294
aquella ciudad. El argumento era que el trust encarecería el precio de la energía y
privaría a la comuna de una fuente de ingresos.924 En el mismo mes, en la localidad de
Basavilbaso, una de las localidades con mayor presencia socialista, inauguraron una
cooperativa mixta de generación eléctrica. En la inauguración de dicha cooperativa,
fueron acompañados por miembros de la dirección de La Fraternidad, la Unión
Ferroviaria pero también de instituciones de la colectividad hebrea local como el Centro
Sionista, las Damas Israelitas, incluso estuvo presente el representante de la Jewish
Colonization Association, Isaac Kaplan.925
El cooperativismo agrario era una de los puntos fuertes de los socialistas. En la
provincia de Entre Ríos se destacó el socialista Miguel Kipen, quién además era
presidente de la Federación Entrerriana de Cooperativas Agrícolas.926
La Federación entrerriana de cooperativas agrícolas procuró la construcción de
almacenajes para no saturar el mercado y vender en los momentos de mejores precios y
favorecer con créditos a los agremiados, además de presionar al Estado para favorecer al
sector.927 El cooperativismo los llevó a un camino que afectaba a los obreros, como fue
el caso de los elevadores de grano de Villa Domínguez, 928 del cual,como ya se
argumentó, aumentaba la desocupación de los estibadores.
1.2-Electoralismo.
Irónicamente, el Partido Socialista tuvo sus mejores días en la primera mitad del
siglo XX, cuando los radicales a nivel nacional fueron vetados de la participación
electoral por el golpe de septiembre de 1930. De todas formas, es necesario recordar que
esta impugnación no afectó a la provincia de Entre Ríos, donde se siguieron postulando.
La conformación de una Alianza Civil a nivel nacional entre el Partido Socialista y los
Demócratas-Progresistas en 1931, hizo que los socialistas entrerrianos comenzaran la
924
La Vanguardia, 07/08/1938.
925
La Vanguardia, 27/08/1938.
926
Para ampliar sobre la Federación y su papel en la provincia se puede consultar: López, Celia: La
Fuerza de un Ideal, Historia del Cooperativismo Agrario Entrerriano y su proyección nacional 1900-
1970, Entre Ríos, Ed. Del Autor, 2008, Cap. VI y VII.
927
La Vanguardia, 19/12/1931.
928
La Vanguardia, 18/12/1931. Esta situación de favorecer a una clase (la pequeña burguesía) que tiene
intereses opuestos a la otra (la clase obrera), y en particular con el apoyo a los elevadores de granos fue
tratado en La Vanguardia, 01/01/1932. Sin embargo, el saldo de la acción fue favorable a la pequeña
burguesía rural.
295
agitación proselitista en diferentes ciudades a favor de la fórmula De La Torre-Repetto.
Así es que, Concepción del Uruguay, Gualeguaychú, Diamante, Concordia, Gualeguay
y La Capilla recibieron su visita.929 En Villa Domínguez, poblado en el centro de las
colonias judías y reducto de militancia izquierdista, los socialistas publicaron un
manifiesto con su plataforma electoral. Prometieron la abolición de los impuestos que
encarecían los productos de consumo, luchar para que hubiera más escuelas y: “Para los
obreros del campo que quedan desocupados, por la aplicación de las máquinas
modernas en el trabajo agrícola, reclamamos que el gobierno les entregue parcelas de
tierra para que puedan formar un hogar para ellos y sus hijos.” 930 En Villa Elisa, se
produjo un choque con elementos clericales, cuando el cura local intentó detener el acto,
interrumpiendo y lanzando discursos en contra de los socialistas:
“El interruptor, que fue invitado a ocupar la tribuna, invitación que se hizo extensiva a
su cuñado, el cura, que aún continuaba poseído por la ira y sin control para sus
ademanes descompuestos y ridículos. Naturalmente, la invitación no fue aceptada. En
resumen, gracias a la colaboración del cura párroco, realizamos en Villa Elisa una
hermosa jornada de propaganda.”931
929
La Vanguardia, 06/10/1931. La Vanguardia, 08/10/1931. La Vanguardia, 16/10/1931.
930
La Vanguardia, 20/10/1931.
931
La Vanguardia, 24/10/1931.
932
Periódico Los Principios, Concepción del Uruguay, 24/10/1931.
933
Los Principios, 28/09/1931. Apoyo a la formula: Los Principios, 28/08/1931.
296
Concepción del Uruguay, la Asociación del Magisterio Entrerriano publicaron
manifiestos de apoyo a los cesanteados.934 Asimismo, el 17 de noviembre se concretó
una movilización en Concepción del Uruguay por el pedido de reincorporación de los
docentes despedidos.935
Aquellas elecciones legislativas de 1931, el Partido Socialista presentó algunos
nombres que nos son conocidos, como el caso del destacado militante Julio Serebrinsky
de Concordia, el marítimo Juan José Elcura936 y el docente Brizuela, ambos por
Concepción del Uruguay. Los resultados de la elección fueron positivos para los
socialistas entrerrianos: dos concejales en Paraná, tres en Concordia y otros dos en
Concepción del Uruguay. En este sentido, la hipótesis sostenida por Iñigo Carrera al
respecto de que el crecimiento de los se debió a la abstención/proscripción de los
radicales. En Entre Ríos, los socialistas no crecieron “gracias” a la proscripción de los
radicales –la provincia no fue intervenida en el golpe de 1930, ni los radicales se
abstuvieron- sino que lo lograron por votos propios. En este sentido se cae en una
generalización que pierde de vista situaciones particulares.937 Sin embargo, el
crecimiento de los socialistas no sería fácil. Pronto, en Concordia se suspendió a
Serebrinsky por su tarea de agitación.938
Para las siguientes elecciones, los socialistas en Entre Ríos recibieron a varios
oradores de la Capital Federal y de otros puntos del país. Al momento de realizar el
escrutinio, los resultados eran alentadores, afirmaron reproduciendo los dichos de otro
medio: “El Partido Socialista ha sorprendido a la opinión pública con un repunte
considerable de votos en el departamento Paraná. Ha aumentado su caudal electoral en
un 100 por 100. Si mantiene su caudal electoral para los comicios de 1935 puede
obtener algunos puestos…”939 Resulta también interesante cómo en las páginas de La
Vanguardia se destacó la novedad que era, para muchas localidades, la existencia de
934
La Vanguardia, 22/11/1931.
935
La Vanguardia, 18/11/1931. Los Principios, 02/03/1932. Los Principios, 12/03/1932. Los Principios,
04/04/1932.
936
BP, 23/03/1929.
937
Cfr.: "Se ha atribuido este éxito electoral [de los socialistas] a la proscripción/abstención radical. Y es
verdad. Incluso en la Capital Federal, donde el PS mantuvo su representación parlamentaria...". Iñigo
Carrera, Nicolás: “La clase obrera y la alternativa parlamentaria (1932-1936): El Partido Socialista” en
Camarero, Hernán & Herrera, Carlos (Ed.): El Partido Socialista en Argentina. Sociedad, Política e ideas
a través de un siglo, Buenos Aires, Prometeo Libros, 2005, pp. 255-256.
938
La Vanguardia, 05/07/1934. También en marzo de 1935, el local del Partido Socialista de Concepción
del Uruguay fue asaltado, producido destrozos y robado material de propaganda electoral. Las denuncias
de los socialistas apuntaban a dos personas afiliadas al conservador Partido Demócrata Nacional. El
Debate, 14/03/1935.
939
La Vanguardia, 23/03/1934.
297
una militancia socialista. Por ejemplo, en acción proselitista por el noroeste de la
provincia visitaron el departamento de La Paz y algunos de sus poblados. Así
describieron la actividad:
“Fue una revelación el entusiasmo provocado entre los trabajadores del `Feudo Ingles´
de Santa Elena, donde por primera vez se escuchó la palabra socialista, estando presente
toda la población trabajadora de ese Feudo (…) En La Paz se realizaron dos actos,
concurriendo especialmente al último más de mil personas que aplaudieron con calor y
entusiasmo a todos los oradores, repudiando a viva voz las torpes amenazas
conservadoras de perturbar el orden para hacer fracasar el acto y que no lo intentaron
por la decisión de los afiliados y simpatizantes dispuestos a hacerse respetar en sus
derechos. Finalizó la serie de actos, una excursión por el campo, difundiendo la
propaganda del partido entre sus pobladores hasta la lejana colonia del pueblo Bovril,
donde fue improvisado un acto que pese a la hora poco propicia congregó una crecida
concurrencia de colonos y peones de las estancias más próximas, las cuales escucharon
con vivas muestras de aprobación los postulados del Partido Socialista.”-concluían: “En
resumen, creemos una realidad muy próxima la expansión del socialismo en esta zona
de Entre Ríos, ya que la sufrida clase trabajadora empieza a comprender cuál es su
puesto de lucha”940
“Anoche [en el] cine Urquiza esta ciudad, proclamase fórmula candidatos presidenciales
socialistas Repetto Orgas. 800 asistentes escuchar discursos, Dr. Repetto dijo programa
Dr. Ortiz es bello por contenido social y político, pero despierta pesimismo posibilidad
llevarlo a la práctica, causa intereses partidarios.- Reunión disolvióse [en]
tranquilidad”943
Algo similar sucedió días antes en Rosario del Tala, donde el tono discursivo fue
más elevado:
940
La Vanguardia, 02/03/1934.
941
La Lucha, Órgano de la Federación Socialista de Entre Ríos, Paraná, 10/02/1935.
942
Diario del Pueblo, Colón, 28/02/1935.
943
Parte del Jefe de Correos y telégrafosal Presidente Justo, Gualeguaychú, 25/07/1937, en AGR-MI.
S.VII. Fondo Agustín P. Justo. Caja Nº55, Doc. Nº.98.
298
“Anoche en Rosario Tala se celebró una reunión socialista en el cine `Sirena´,
pronunciando un discurso el Dr. Enrique G. Broquen, delegado de Buenos Aires, quién
dijo: `Apoyar formula Alvear-Mosca; si Alvear no llega a la presidencia por causa de
fraude, Entre Ríos tendría la obligación de empuñar nuevamente las tacuaras y hacer
otro Caseros´”944
1.3-Oposición “popular”.
944
Información del Jefe del 12º Distrito de Correos y telégrafos al Presidente Justo, Paraná, 17/07/1937,
en AGR-MI. S.VII. Fondo Agustín P. Justo. Caja Nº55, Doc. Nº. 92.
945
Periódico Actualidad, Nogoyá, 18/06/1937.
946
Los Principios, circa, marzo 1943.
947
La Vanguardia, 30/07/1938.
299
relativas al cuidado de los niños que se encontraban en situación de calle, proyecto
presentado por los socialistas Egidio Turco Morandi y Julio Serebrinsky.948
El matiz de los pedidos socialistas siempre mantuvo el mismo tono.En diciembre
de 1932, Julio Serebrinsky se entrevistó con los miembros del Consejo de Educación
provincial a fin de solicitar la apertura de una nueva escuela.949El mismo concejal
presentó un proyecto que fue rechazado de control del precio del pan.950
Otro de sus campañas se asociaba a la lucha por la laicidad del estado. En ese
terreno los socialistas denunciaban la infiltración clerical en la escuela pública, como
sucedió en Concepción del Uruguay o en el hospital de Gualeguay. 951Decía el diario de
la curia de Paraná, La Acción: “La Vanguardia se queja de que los curas entrerrianos
hayan celebrado el 75 aniversario de la Colonia San José. ¿Y quién lo iba a celebrar
sino ellos, porque ahí no ha prendido la mala yerba del socialismo?” finalizaba:
“Invitamos al órgano de Repetto que envíe un corresponsal que recorra los domingos las
varias iglesias de la Colonia y se dará cuenta entonces de la verdad de lo que dijimos
sobre la religiosidad de aquellos colonos.”952
948
La Vanguardia, 14/06/1938. Serebrinsky fue un histórico militante que mantuvo las puertas del
socialismo de Concordia abiertas. Pasó a la plana nacional con los “sucesos de Villaguay” durante febrero
de 1921, antesala de lo que sería la Masacre de Gualeguaychú siendo señalado como el responsable de las
acciones, además de ser apresado y apaleado por miembros de la liga patriótica. Ver, La Vanguardia,
12/02/1921-03/03/1921.
949
La Vanguardia, 30/12/1932.
950
La Vanguardia, 28/08/1934.
951
La Vanguardia, 04/07/1935. La Vanguardia, 16/12/1932.
952
Diario La Acción, Paraná, 13/11/1932. Las cursivas son nuestras.
953
Periódico La Vanguardia, Órgano central del Partido Socialista, Buenos Aires, 01/03/1940.
300
última localidad el centro socialista estaba desorganizado, pero el conocido abogado y
agitador socialista uruguayense, David Tieffenberg954 lo reorganizó. La información
indica que se enviaron boletas a treinta localidades donde residían simpatizantes del
partido.
El Partido Socialista en Entre Ríos existió como portador de las demandas que los
radicales evitaron realizar. Sus aciertos estuvieron especialmente en el campo del
cooperativismo, donde un militante socialista llegó a dirigir la Federación Entrerriana de
Cooperativas Agrarias.955 En contraste, el Partido Socialista tuvo un rol marginal en el
movimiento obrero, pese a haber estado presente en algunas de sus primeras luchas. A
nivel electoral cosecharon cierto éxito, pero el mismo estuvo restringido al plano local.
No se alcanzaron posiciones de relevancia provincial, es decir no se obtuvieron
diputados. Si conquistaron posiciones en ciertas localidades, alcanzando un máximo en
1931con seis concejales simultáneos en las tres localidades principales de la provincia
(dos en Paraná, dos en Concordia y dos en Concepción del Uruguay).
2-¿La salida es por Izquierda?: El Partido Socialista Obrero de Entre Ríos, entre
comunistas y socialistas.
954
Tieffenberg fue un destacado militante socialista, abogado con vinculaciones y representación con en la
Unión Obrera de la Provincia de Entre Ríos. Había nacido en el pequeño poblado judío de Villa
Domínguez en 1909. Tarcus, Horacio: Diccionario biográfico de la izquierda argentina, Buenos Aires,
Emecé Editores, 2007, pp. 650-652.
955
Ver: López, Op. cit., p. 245.
956
Iñigo Carrera, Nicolás: “Alternativas revolucionarias en los 30: la Alianza Obrera Spartacus y el
Partido Socialista Obrero” en Bignani, Hugo & Roig, Arturo: El pensamiento alternativo en la Argentina
301
La ruptura en Entre Ríos se produjo en 1937. Una comunicación de la Federación
Socialista de Entre Ríos informó que, mediante una resolución del Comité Ejecutivo
nacional se había resuelto la suspensión de la afiliación partidaria de la Federación y la
de sus miembros. Así como la intervención del Centro Socialista de Diamante.
Asimismo, reclamaban la propiedad de todos los bienes que pertenecían al Partido en la
instancia provincial y la personería ante la Junta Electoral Provincial. 957 Sin embargo,
los entrerrianos se volcaron en su mayoría a la nueva formación partidaria. La provincia
de Entre Ríos sería uno de los bastiones del novel Partido Socialista Obrero. La
siguiente cita, explica el origen por el partido:
“En Entre Ríos los elementos más activos y entusiastas del Partido se incorporaron
inmediatamente al Partido Socialista Obrera. La ciudad Capital dio el ejemplo
incorporándose los dos centros existentes por medio de resoluciones expresas de
asambleas, al nuevo organismo, así como la Juventud `J. Ingenieros´ en pleno. Tanto es
así que los pocos adeptos que quedaron a la Casa del Pueblo se vieron en la necesidad
de fundar un nuevo centro, de actual vida lánguida y esencialmente administrativa.
En el Interior de la Provincia sucedió algo parecido. Diamante dio la voz de alerta. Le
siguió Tala. Ambos centros resolvieron su incorporación al Partido Socialista Obrero.
También se incorporaron a nuestro Partido los elementos más activos de Concepción
del siglo XX. Obrerismo, vanguardia, justicia social (1930-1960), Buenos Aires, Editorial Biblos, 2006,
pp. 333-334.
957
El Censor, Gualeguaychú, 17/03/1937.
958
La Lucha, 07/01/1938.
302
del Uruguay, Domínguez, Basavilbaso, Concordia, María Grande, La Paz y otras
poblaciones del Interior.”959
Los miembros del Partido Socialista Obrero reprodujeron el principal déficit del
Partido Socialista local, a saber: la falta de una política independiente de la UCR. Al
poco tiempo de comenzada la experiencia Socialista obrera, los entrerrianos se lanzaron
a las actividades proselitistas. Pero lógicamente, no contaban con fuerzas suficientes
para hacerlo por cuenta propia, así que, lo hicieron a través de los radicales. Llegó hasta
la capital de la provincia nada menos que quién era su principal referente, el mendocino
Benito Marianetti.963 Según informó el Jefe del Correo a Justo:
959
Ibídem.
960
La Lucha, 10/10/1938.
961
Iñigo Carrera, Alternativas revolucionarias en los 30…Op. cit., p.337.
962
Cfr.: Tarcus: Diccionario biográfico…Op. cit., p. 390.
963
Tarcus: Diccionario biográfico…Op. cit., pp.389-391.
303
“A las 19 hs. Celebrose una reunión del Pdo. Socialista Obrero con asistencia de 300
personas. Hablaron el Diputado mendocino Benito Marianetti y Francisco J. Moreno
contra el Gobierno Nacional, incitando apoyar a la fórmula radical. Tuvieron
expresiones fogosas contra el capitalismo, fascismo, etc., declarando están prontos a
jugarse enteros por los derechos del pueblo, siendo muy aplaudidos.” 964
Efectivamente, esa información era dada también por uno de los medios radicales,
El Tiempo, que por supuesto reprodujo los dichos de Marianetti sobre el gobierno
provincial, al que consideró como un gobierno “popular” y que aseguraba “libérrimas
expresiones de civismo.”965Los saludos cordiales al radicalismo además de expresar el
plan de constitución un Frente Popular. Esconde la incapacidad de construir el propio
partido.
Al año siguiente el jefe del Correo y Telégrafo informó a Justo sobre la situación
del Partido Socialista Obrero y su decisión de poyar en las elecciones a la UCR:
Sin conocer cuál fue el balance en torno a las medidas de carácter gremial, días
más tarde el jefe del Correo y Telégrafo agregó a esta información sobre el apoyo que:
“Ello no obstante no tienen significación por el escaso número de votantes que
cuentan.”967 Luego de aquella primera conferencia provincial, los Socialistas Obreros
apoyaron a los radicales en las siguientes elecciones de diputados nacionales, sin
embargo, lo hicieron llevando boletas propias. El argumento no era otro que la defensa
de la unidad de las fuerzas democráticas. Se preguntaban: “¿Pueden los socialistas por sí
solos defender la democracia? No, pues que no todo el pueblo es socialista. En la
Argentina la gran mayoría del pueblo, hasta ahora, apoya a la Unión Cívica Radical.” Y
continuaban que los Socialistas Obreros sabían diferenciar entre una Buenos Aires
gobernada por Fresco y una Entre Ríos gobernada por los radicales. Afirmando:
964
Parte del Jefe de Correos y telégrafos al Presidente Justo, Gualeguaychú, 21/07/1937, en AGR-MI.
S.VII.FAPJ. Caja Nº55, Doc. Nº 95.
965
El Tiempo, Paraná, 21/07/1937.
966
Parte Informativo del Jefe del 12º Distrito de Correos y telégrafos correspondiente al mes de junio al
Presidente Justo, Paraná, 31/01/1938, en AGR-MI. S.VII.FAPJ. Caja Nº55, Doc. Nº 293.
967
Parte mensual del Jefe del 12º Distrito de Correos y Telégrafos correspondiente al mes de junio al
presidente Justo, Paraná, 04/02/1938, en AGR-MI. S.VII.FAPJ. Caja Nº55, Doc. Nº 308.
304
“Entonces el socialismo obrero resolvió apoyar al partido que nos garante desde el
gobierno un mínimun de libertad y nos asegura la persistencia del régimen democrático
y aconsejan a todas las fuerzas similares a practicar igual política con el objeto de
derrotar a la reacción.” Y se lamentaban tomando distancia:
Con esto querían delimitarse de un Partido que les daba la espalda por saberse
ganador y, solicitaban la constitución de una herramienta electoral con programa común
en un frente, en el cual, el más grande, ya poseía otro programa. Finalmente, como ya se
dijo más atrás, la participación de los Socialistas Obreros no fue autorizada, a pesar de
ellos, hicieron campaña por los radicales en aquellas elecciones que se elegían
diputados nacionales y senadores provinciales.969
305
intervenir en dirección a llevar los sindicatos hacia la CGT, y que, desde los sindicatos
se debía apoyar la política de constitución de un gran frente popular. Asimismo, exigir a
la CGT una actitud más decidida de la lucha. En referencia a la situación política
provincial, apoyaban, como ya se dijo, al radicalismo, como entidad que respetaba las
mínimas garantías constitucionales. Como es de esperar, criticaban la existencia de
grupos de extrema derecha y denunciaban las escuelas confesionales católicas y las
escuelas germánicas de las colonias alemanas de la provincia, en las que “se enseña más
geografía alemana que argentina”, según afirmaban. A nivel internacional, expresaban
su apoyo al pueblo español en la guerra civil.970
El imperialismo ocupó un lugar central en la lucha política que los Socialistas
Obreros plantearon.En este terreno tuvo importancia la lucha contra las empresas
extranjeras concebida como lucha anti-imperialista. En ese sentido, siguieron la teoría
leninista del imperialismo y no así, su estrategia de lucha contra ese mal.La idea de
combatir el imperialismo con cooperativas era una vieja idea de varias vertientes del
socialismo en su sentido más amplio. En el caso de los Socialistas Obreros en Entre
Ríos, elevaron loas a la iniciativa cada vez que una cooperativa era fundada en la
provincia, pues consideraban al movimiento cooperativista como una avanzada
proletaria. Así, cuando en Rosario del Tala se constituyó una cooperativa para la
generación de electricidad dijeron:
970
La Lucha, 10/01/1938.
971
La Lucha, 01/04/1938.
306
Más que una política de clase, lo que se desprende es una política reformista y
frentepopulistaen un contexto que ellos caracterizaban como de ofensiva capitalista y,
por lo tanto, requería una política defensiva:
972
La Lucha, 10/02/1938.
973
La Lucha, 20/02/1938.
974
La Lucha, 02/03/1938.
975
La Lucha, 10/03/1938.
976
Cfr.: Iñigo Carrera, Alternativas revolucionarias en los 30…Op. cit., p.338.
977
La Lucha, 01/01/1939.
307
partidos compartían una estrategia frentepopulista. Así fue que, por ejemplo, en
Victoria, los miembros de la Alianza Obrera y Democrática, apoyaron a candidatos del
Socialismo: “De esta manera práctica, sobre la base de la realidad, la Alianza integrada
por socialistas obreros y comunistas, demuestra una vez más su espíritu unitario.”978
Al Partido Socialista Obrero la conformación de la Alianza y la presentación de
listas propias en la provincia y en la ciudad de Paraná le generaron conflictos con los
radicales. Así, en marzo de 1939, mientras realizaban un acto proselitista en un barrio
de la capital provincial miembros del radicalismo “concordancista” se ubicaron a pocos
metros del suyo, hicieron uso de la palabra, y luego, cuando los ánimos se calentaron,
por ser minoría, colocaron un alto parlante que emitió música y discursos “…sin
autorización de la policía, puesto que no podemos creer que la policía lo haya
autorizado en tales condiciones…”, según reclamaban desde las páginas de su medio
oficial.979
“Jacob es de esos obreros que han comprendido cabalmente su deber y actúan en los
tres terrenos donde debe actuar un trabajador con conciencia de clase: como
cooperativista es miembro del D. de la Cooperativa de Consumos; como gremialista ya
decimos antes cuan importante es la actuación que le cabe y como militante de un
partido de su clase, el socialismo obrero lo ha llevado a los puestos de más
responsabilidad.”980
Efectivamente, Jacob era parte del Comité Provincial. Además de ello, Jacob
encabezó una huelga en los talleres del ferrocarril en marzo de 1938 por un pedido de
aumento de salarios que fue beneficiosa para los obreros.981
Otra figura del Partido Socialista Obrero fue Elio Leyes, quién además de
referente estudiantil y poeta, desarrolló una prolífica tarea en el frente cultural y pronto
comenzó a destacarse como orador en las intervenciones públicas del partido.Por
978
La Lucha, 01/03/1939.
979
La Lucha, 01/03/1939.
980
La Lucha, 01/06/1938.
981
La Lucha, 02/03/1938.
308
ejemplo, en acto del 3 de marzo de 1938 cuando proclamaron los candidatos de la UCR
a diputados nacionales. Entre los oradores estaban Ramón Arismendi por la Juventud
Socialista Obrera, Francisco Moreno de la Federación Socialista Obrera, Elio Leyes por
el Centro de Estudiantes del Colegio Nacional.982
También, a fines de mayo de 1938 constituyó una agrupación femenina que se
preparaba para capacitar y mejorar la elevación moral y económica de la mujer
trabajadora. Además, constituirían un grupo teatral y un coro permanente.983 Quizás,
como ocurrió con el anarquismo hubo una búsqueda de compensar en el plano cultural
los déficit de la construcción partidaria en otros terrenos.
La invitación a la Primera conferencia del Partido tenía dos imágenes gráficas en
cada esquina, en una de ellas representaba al padre del socialismo argentino, Juan B.
Justo y la otra a Carlos Marx. Esta reivindicación icónica expresa, de algún modo, la
concepción política del novel partido.984 Los socialistas obreros, si bien estaban más a la
izquierda en sus aspectos discursivos y proponían en mayor grado la confrontación, que
el Partido socialista, no llegaron a constituir organismos propios para materializar sus
propuestas programáticas. Se lanzaron a crear un gran Frente Popular anti-fascista y
anti-imperialistas, cuando en la práctica no tenían una entidad plena como partido. Al
menos en el terreno de la provincia de Entre Ríos no llegaron a adquirir contornos
particulares propios.
982
El Tiempo, Paraná, 03/04/1938.
983
La Lucha, 01/06/1938.
984
Ver: La Lucha, 07/02/1938.
985
Autor Anónimo al Presidente Justo, Fecha no figura, Concepción del Uruguay, en AGR-MI.
S.VII.FAPJ. Caja Nº55, Doc. Nº13.
309
3.1-¿Comunistas entrerrianos?
310
La novel fuerza de izquierda denominada Partido Socialista Internacional fue una
fuerza en gestación hasta mediados de la década del `20, cuando, ya bajo la influencia
de las directivas de la III Internacional (Cominter), comenzó su transformación en
sección argentina del Partido Comunista. De tal forma se daba inicio a su
“bolchevización”, es decir, articulación en torno a células partidarias de militantes
profesionales. Cierto es que recién en este momento el Partido comienza a tener cierta
gravitación real en el movimiento obrero y en la vida política de la Argentina. No
casualmente, es durante estos años que comenzamos a encontrar las primeras
referencias al Partido Comunista en la provincia de Entre Ríos. El crecimiento del
Partido Comunista en este momento se realizó en el marco de la estrategia del Frente
Único, que intentó reunir a todas las fracciones ideológicas que intervinieron en el
movimiento obrero. Así fue que los comunistas crecieron en influencia dentro de los
sindicatos, particularmente de la Unión Sindical Argentina (USA), la central
hegemónica en la provincia que estudiamos.990
A fines de 1928, el Partido Comunista comenzó un periodo de ofensiva que
redituó en su crecimiento. En efecto, el denominado periodo de “Clase contra clase” fue
un posicionamiento de crecimiento del partido a partir de una estrategia “ultra-
revolucionaria” y sectaria. Dado el contexto económico y político de la Argentina de los
primeros años de la década del treinta, los resultados de la lucha frontal permitieron dar
al partido un salto de calidad y cantidad. A pesar que los resultados para los argentinos
fueron beneficiosos, la misma estrategia en Europa, sirvió para la división del
proletariado organizado y facilitó el ascenso de las fuerzas fascistas. Por lo cual, la
Cominter revió su política y, a fines de 1935, se abandonó a favor de “Frente populares”
anti-fascistas e imperialistas.
El periodo de los Frentes Populares significa para el Partido Comunista la salida
de las sombras del Partido Comunista. En provincias marginales como Entre Ríos,
implicó fue su aparición pública–con sus consecuencias políticas e ideológicas.
Centrados en Entre Ríos, parece cierto que el avance nazi-fascista era un hecho
destacado, pero ayudó a que los comunistas buscaran un acercamiento a los radicales
que no siempre se sintieron cómodos de sus nuevos aliados. El golpe de Estado de 1943,
990
Camarero, Hernán: A la conquista de la clase obrera, los comunistas y el mundo del trabajo en la
Argentina 1920-1935, Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2007, Cap. I y II.
311
significó un duro golpe al conjunto de las fuerzas progresistas y de izquierdas del país,
suerte a la que no escaparon los miembros entrerrianos del Partido Comunista.991
Por nuestra parte, presentamos un trabajo que busca tres objetivos. En primera
instancia aportar desde la historia regional al estudio general del Partido Comunista en
la historia del movimiento obrero argentino. En segunda instancia, sistematizar una
serie de sucesos en Entre Ríos, que tuvieron a los comunistas como actores y plantear
algunas hipótesis sobre la dificultad de desarrollar una práctica política que le fuera
provechosa. Y tercero y último, dar cuenta de la relación de tensión entre los radicales
entrerrianos y los miembros del Partido Comunista. El recorte se justifica con la propia
realidad que les tocó vivir a los comunistas en la provincia, desde una primera
referencia a sus tareas de agitación en 1931 hasta los meses previos al golpe militar de
1943. Para la reconstrucción nos valemos de una variedad de fuentes que incluyen desde
la prensa partidaria hasta la prensa comercial, pasando por informes estatales que daban
cuenta de los comunistas entrerrianos.
991
Torre, Juan Carlos: La vieja guardia sindical y Perón, Buenos Aires, Ediciones RyR, 2011. Doyon,
Louis: Perón y los trabajadores: los orígenes del sindicalismo peronista, 1943-1955, Buenos Aires, Siglo
XXI editores, 2006 y Matsushita, Hiroshi: Movimiento obrero argentino, 1930-1945, Buenos Aires,
Ediciones RyR, 2014. Y para el caso estrictamente entrerriano: Leyes, Rodolfo: “Represión a la
izquierda en la provincia argentina de Entre Ríos durante la Revolución de Junio, 1943-1945”, Revista
Izquierdas, 32, marzo 2017, Santiago de Chile.
992
La referencia más antigua que disponemos de actividad es en 1926, cuando el periódico La
Internacional, órgano por aquellos años del Partido, informó que en Basavilbaso, MoisesBeckerman,
miembro del partido, realizaría cursos de lectura para “capacitar ideológicamente” a los simpatizantes y
miembros del Partido en aquella localidad. El órgano comunista informó que en la charla se discutió las
diferencias entre la NEP y la economía capitalista, concluyendo que: “…en Rusia, frente a la
descomposición de los países capitalistas se está creando actualmente una sociedad nueva que llegará al
comunismo puro a medida que vaya saliendo de la catástrofe de la guerra y que responda a su llamado el
proletariado internacional.” Ver: Diario La Internacional, Órgano del Partido Comunista, Buenos Aires,
01/07/1926.
312
individuo, León Perichimsky, ruso de 19 años con 16 de residencia en el país, oficial
peluquero, vivía en las cercanías del regimiento al que esperaba ser reclutado.993
Perichimsky fue detenido en las afueras de su casa y luego de unas horas de
incomunicación fue conducido a su residencia en una pensión, donde encontraron más
material propagandístico y algunos ejemplares de un periódico comunista clandestino
de Paraná llamado “El Yunque”. También, durante el interrogatorio denunció a otros
tres comunistas, a un tal Juan Linero, al conscripto Isaac Camirsky o Kamentzky y un
tal Kaplan, que huyó a Salto (República Oriental del Uruguay) antes de ser atrapado.
Por entrevistas a otros conscriptos, estos informaron a las autoridades que hacía días
que se repartían panfletos incitando a la desobediencia en caso de una huelga y que se
habían visto a grupos de conscriptos “…que prestaban servicios en el regimiento 6 de
caballería, en la que uno de estos aconsejaba a sus compañeros no emplear las armas
contra el pueblo si llegaran a producirse disturbios.”994 Los panfletos, según, El Censor
de Gualeguaychú, habían sido remitidos desde Paraná, desde donde se informaría qué
hacer en caso que se declarara una huelga general revolucionaria. Los agitadores tenían
orden de ser distribuidos por las colonias Judías. Villa Clara era el centro de la
agitación. Los panfletos recordaban las masacres que se habían sucedido bajo el
gobierno de Yrigoyen y que en ese momento, se estaba “Bajo la bota militar”.995 El
diario local, El Litoral informó:
993
El Diario, Paraná, 09/01/1931. Según el diario el apellido cambia, para unos es Perichivsky, para otros,
Perichimsky o Pereskinsky. Utilizaremos el primero de los nombres.
994
El Entre Ríos, Colón, 13/01/1931. El Diario, de Paraná dio otros nombres: Además de Perichivsky, a
José Mandell, carpintero y al conscripto José Jamesky. Ver: El Diario, 09/01/1931.
995
El Censor, Gualeguaychú, 09/01/1931. El Litoral, 07/01/1931.
313
comunistas han estado desplegando una sigilosa y paciente campaña de proselitismo en
las filas del ejército.”996
996
Periódico El Litoral, Concordia, 08/01/1931.
997
El Diario, 10/01/1931.
998
Periódico El Entre Ríos, Colón 02/07/1931.
999
La Internacional, 25/03/1932.
1000
El Debate, Gualeguay, 03/08/1932.
1001
Ver: Alzari, Agustín: La Internacional entrerriana, Rosario, Editorial Municipal de Rosario, 2014.
314
confiscó material de propaganda comunista en Paraná. En una nota dirigida a Felipe
Vázquez en Buenos Aires, este le informaba que los comunistas utilizaban el tren como
medio para la distribución de la propaganda, pero que no había alertado al gobernador
Etchevehere porque este, en una discusión con la autoridad denunciante sobre la
apertura de correspondencia le dijo: “yo tengo entendido que sí, pués aquí tengo un
mozo Rodríguez, que por sus ideas a las que no juzgo, se le abren las cartas a
menudo…”. El mencionado Rodríguez era, según la autoridad del correo un destacado
comunista y agregaba: “Dada la idiosincrasia del actual Gobierno provincial –amplio
respeto para todas las leyes-creyendo no representar un peligro social, no ha tomado en
serio estas cosas, y creo prudente no conviene darle material al Comando para que
presione…”1002
Pocos días después se informó: “…se ha descubierto un nido de comunistas. En
Rosario Tala aparecieron panfletos comunistas lo que determinó a la policía a averiguar
de dónde procedían.” Comenzaba una noticia el periódico conservador El Censor, que
continuó con la noticia:
“Bien pronto dio con el nido aprensado a Rafael Jaffkin, Alberto Quemos y Ricardo
Bidón, que son extranjeros; y también se detuvo a los ciudadanos Juan Pedro y Carlos
Carballo, Miguel Acevedo y Daniel Galeano. En el domicilio de Jaffkin la policía se
incautó de una cantidad de impresos en que se incita a los conscriptos a sublevarse. Hay
otros más terribles en que se incita contra las autoridades nacionales especialmente
contra el Presidente de la República, quién está designado en clave como el Nº 4.144.
La policía tálense sigue las investigaciones, pues está en posisión (Sic) de datos que le
permiten asegurar que los afiliados al Comité alcanzan el Nº de 60, y que deben tener
ocultos otros elementos de acción para realizar los planes subversivos en que estaban
empeñados. No ha de ser solo en Tala, donde se hace necesaria esa acción de la
policía.”1003
1002
Nota telegráfica del Jefe del 12º Distrito de Correo y Telégrafo a Felipe Vázquez, Paraná, 14 de enero
de 1933, en AGR-MI. S.VII.FAPJ. Caja Nº 45, Doc. 48.
1003
El Censor, 03/02/1933.
1004
La Sección Especial de lucha contra el Comunismo era una repartición que tenía esa tarea en sus
manos. Conocida por su brutalidad, desarrolló la tarea de combatir punitivamente a las tendencias de
315
comunistas en la zona de Zarate, localidad bonaerense cercana a la provincia de Entre
Ríos y punto de conexión entre ambas provincias. El lugar, vigilado por la policía a la
espera de los activistas que volvieran por aquella ruta de un “Congreso Anti-guerrero”
realizado en Montevideo, sirvió para capturar propaganda: “…en la estación del F.C.C.
de B.A. estaban detenidas desde hace tiempo dos encomiendas, procedentes de
Concepción del Uruguay, conteniendo libros y propaganda comunista.”1005 También,
tres días más tardes era detenido en Zarate a Moises Ladimisky, delegado del comité
central del Procor,1006 oriundo de Villaguay.1007
Para terminar un mes caliente para los comunistas entrerrianos, el viernes 31 de
marzo, se informó que se encontraba abierta la inscripción para clases en la Biblioteca
Carlos Marx en Paraná. Nuevamente, con la misma estrategia de la Biblioteca Claridad
de Gualeguay, los comunistas intervenían en la lucha cultural. En ella se brindarían
cursos para obreros, centrados en aritmética, modelados de sastrería y dibujo
artístico.1008
También en el ámbito cultural, hacia septiembre, se denunció la existencia de
comunistas en las aulas del Colegio Nacional de Concepción del Uruguay, según La
Prensa de Buenos Aires, noticia que fue reproducida por un diario local.1009 Lo cierto es
que el mes anterior, el centro de estudiantes de dicho establecimiento había expulsado a
un grupo de estudiantes que conformaron un grupo llamado “Insurrexit”, haciendo una
“…reafirmación de su fé democrática sin admisión dentro de sus actividades, de
ninguna ideología política o social.”1010 A fines de septiembre, a poco más de un mes de
comenzado “el rumor” sobre comunistas en las aulas del Colegio Nacional, se dieron
los nombres de dos estudiantes, Jacobo Feldman y Felix Fainstein, denunciados por un
docente. El motivo era que estos estudiantes habían sido aprendidos por la policía en
momentos que pegaban carteles invitando a un acto anti-militarista y decía La Prensa
316
de Buenos Aires: “…comprobó además, que distribuían volantes y un periódico
destinados a predicar las doctrinas bolcheviques.”.1011
Un año de fuertes agitaciones terminaba y se percibía el ascenso en la influencia
comunista. El año siguiente, los comunistas volvieron a ser noticia por su intervención
en un mitin en Paraná. Cerca de mil personas se habían convocado cuando un grupo de
comunistas comenzó una polémica pública. Su objetivo eran los socialistas, se los acusó
de abandonar la doctrina marxista y mucho más, se les dijo que apoyaban al gobierno de
Justo y que habían guardado silencio durante el gobierno de Uriburu: “Habiendo los
socialistas demostrado su falta de argumentos para contestar a las acusaciones, el
público aplaudió largamente al orador comunista...”1012 El viejo Partido que los había
expulsado no respondió a la polémica. En Paraná se iba consolidando el Partido
Comunista. En octubre, se informó que miembros del Socorro Rojo Internacional –una
de las organizaciones específicas de los comunistas- se hizo cargo de la representación
de presos con causas pendientes en la cárcel de Paraná.1013
1011
La Juventud, 21/09/1933. La Prensa, Buenos Aires, 08/09/1933.
1012
El Debate, 18/06/1934.
1013
El Tiempo, Paraná, 24/10/1934.
1014
El Tiempo, 18/12/1935.
317
durante Congreso de Avellaneda;1015 le brindó al Partido Comunista la posibilidad de
acercarse a diferentes sectores que hasta ese momento estaban vedados como aliados, en
particular, a partidos burgueses y reformistas democráticos.
Este cambio de estrategia repercutió en una transformación de las prácticas
militantes de los miembros del partido. Así, comenzaron a salir del ostracismo y a tener
una vida pública más alejada de las prácticas vinculadas a la militancia clandestina. Ya
en enero de 1936, se informaba que militantes del Partido realizarían un acto público en
una esquina de la ciudad de Gualeguay a fin de designar desde allí los delegados para la
primera convención provincial del Partido, que se haría a mediados de ese mes en
Paraná.1016 El congreso se publicitaba de una forma positiva:
“El comité local del partido Comunista ha resuelto dirigirse a esa organización
proponiéndole que, para conmemorar el próximo 1º de Mayo se realice una reunión de
delegados de todos los sindicatos que existen en esta ciudad, del partido Socialista y
partido Comunista, en efecto de constituir un comité que correría con todos los trabajos
de preparación y organización”
Y explicaban: “Nuestro deseo es unificar ese día en una sola tribuna, con participación
de oradores de las distintas organizaciones y marchar en una sola y grandiosa
manifestación donde se incorpores todos los trabajadores de Uruguay, sin distinción de
tendencias.” Agregaban que la unidad era la única forma de luchar por mejoras
materiales, impedir la guerra futura y el avance del fascismo, concluyeron: “Todos los
trabajadores y las masas del pueblo argentino quieren unificarse en un poderoso frente
1015
Partido Comunista, Esbozo de historia del Partido Comunista…Op. cit., p.79.Arévalo, Op. cit., pp.31
y 39.
1016
El Debate, 04/01/1936.
1017
El Debate, 09/01/1936.
1018
El Debate, 13/02/1936.
318
popular que rompa las cadenas del imperialismo, y la del pan y la libertad que están
anhelando…”1019 En la información elevada por la UOD de las agrupaciones que
adherían al acto, no aparece el Partido Comunista. Por lo tanto, se debe considerar que
no fue aceptada la invitación.1020
Hacia fines de mayo de aquel año, se le informó al Ministro de Interior (y futuro
Presidente), Ramón Castillo, que los comunistas entrerrianos habían decidido apoyar a
los radicales en las elecciones.1021 En agosto se detuvo en Capital Federal a Jacobo
Cosin, el presidente de las Juventudes Comunistas de Entre Ríos en una redada policial
junto a otros militantes comunistas.1022 Como se ve, el camino trazado por los
comunistas no estaba sembrado de rosas.
El primer escollo que debieron superar para integrarse a la vida institucional fue el
reconocimiento por parte del Estado, y desde luego, del partido que gobernaba.
Debieron demostrar compromiso con la democracia y las libertades burguesas. En un
panfleto titulado “La Intervención de E. Ríos” se dirigieron a sus aliados y al pueblo en
general:
La desconfianza hacía los comunistas y los costos políticos que una alianza con
ellos significaba, generó resistencia en los partidos, a pesar de los repetidos llamados de
los “soviéticos criollos”. Los partidos burgueses y sus aliados reformistas aprovecharon
para imponer sus estructuras y tratar de neutralizar todo intento de unidad. Por otro
lado, los conservadores utilizaron cualquier tipo de acercamiento para asociar a los
1019
La Juventud, 21/04/1936.
1020
La Juventud, 28/04/1936.
1021
Informe secreto al Señor Ministro Ramón S. Castillo, Buenos Aires, 30 de mayo de 1936, AGN-MI,
Intervenciones Federales, Entre Ríos, Caja Nº20, Doc.79.
1022
La Acción, 08/08/1936.
1023
Ibídem, panfleto “La Intervención de E. Ríos”. Mayúsculas en el original.
319
radicales con los comunistas. Situación que se remonta por lo menos a1933 cuando se
comenzó a discutir el proyecto de ley presentado por el senador Sánchez Sorondo.1024
La acusación de convivencia con los comunistas era una forma de hacerles pagar a
los radicales el costo político de estar asociado a un partido que se declaraba
revolucionario. Por lo cual, todo acercamiento entre ellos debía ser medido. A fines de
agosto de ese mismo año, se realizó en el teatro 3 de febrero de Paraná un acto para
homenajear a Sáenz Peña, que funcionó como punto de encuentro de todos aquellos que
defendían la democracia burguesa. Hablaron miembros del Partido Socialista, del
Demócrata-Progresista de Santa Fe, del Comité Nacional de la UCR y finalmente,
Atanasio Eguiguren de la UCR local. Los comunistas eran concurrentes del acto, pero
no aparecen en la lista de oradores. Cuando le tocó hablar a Eguiguren, se despachó
contra los conservadores diciendo que al no existir más el fantasma de los
levantamientos armados de la UCR,1025 ahora inventaban el fantasma del comunismo.
Agregó que dicho sistema social jamás podría ser puesto en práctica en Entre Ríos, que
por su tradición liberal, detestaba toda dictadura, incluyendo la del proletariado. Por
último, sin miedo de herir susceptibilidades:
“Es vergonzoso, hasta produce repugnancia, ver que en nuestro país, libre y grande en
su historia y sus gobernantes, hubiera hombres que levantaran el brazo haciendo el
saludo fascista o enseñaran el puño alto, cuando esto último sólo debía hacerse para dar
una cachetada de frente.”
320
extremistas, tanto por derecha como por izquierda.1028 En una carta del General de la
3ra. División del Ejército, Julio Costa al Presidente de la Nación General Agustín P.
Justo se informa de la situación entrerriana en septiembre de 1936:
“En cuanto al estado social le diré, que si bien el Gobernador es un hombre patriota y de
ningún modo favorecerá al Comunismo; pero como les permiten una propaganda
hablada y escrita sin la menor limitación; vociferan en la forma virulenta y amenazadora
contra gobernantes, instituciones y religión; y como por otra parte los partidos de orden
y las asociaciones nacionalista están bastante inactivas, a pesar de los golpes que a ellos
también les dirigen, no teniendo el pueblo otra voz que escuchar, las filas del
comunismo se engrosan y las gentes se exacerban. Días pasados en Concepción del
Uruguay me vinieron a ver unos señores muy respetables de ideas nacionalistas y les
dije: Udes. Defienden la sana doctrina, tienen numerosos hombres inteligentes capaces
de disertar en la tribuna pública, tienen valor y tienen plata; salgan a la Plaza pública y
hablen al pueblo, y si los comunistas pronuncian dos discursos por semana, Udes.
Pronuncien uno por día. No esperen nada del Ejército, éste saldrá cuando el orden se
altere, pero Udes. Pueden evitarlo y anular su acción; y les dije algo más…”1029
“Creo Señor Presidente que cuanto más pronto se declare fuera de Ley el Comunismo
será mejor; no porque constituyan un peligro serio, sinó porque muy pronto saldrán a la
calle y harán algo, lo que se podría evitar (…) Me permito insinuarle la conveniencia
1028
La Vanguardia, 22/09/1936.
1029
Carta del General Julio Costa al Presidente de la Nación General Agustín P. Justo, Paraná,
02/09/1936, en AGR-MI. S.VII. Fondo Agustín P. Justo. Caja Nº55, Doc. 10.
1030
No da nombre ni lugares…
1031
Ídem.
321
que personal de [la Sección de] orden social, tome contacto con el Comunismo de Entre
Ríos, del Chaco, Formosa y Misiones.”1032
La noticia terminó con la declaración del Partido Comunista, donde afirmaba que
era su anhelo colaborar con todos los hombres de Entre Ríos “cualquiera fuera su matiz
político o religioso y con el gobierno de la Provincia…”1033 Del llamado a la revolución
al colaboracionismo con el gobierno había mediado un año. Los conservadores habían
convertido a los comunistas en el nuevo enemigo público. Por lo tanto, quién estuviera
cercano o vinculado a ellos, pertenecía al campo de los que querían destruir el orden
social establecido. En agosto de 1936, se quejaba desde Colón el Diario del Pueblo, con
el título “Comunismo con careta”, de una agrupación femenina llamada Rosa
Luxemburgo, que había organizado un festival para niños. Decía que el coro de niños no
había cantado el Himno Nacional sino La Internacional, lo que era una herejía. Y
solicitaban una rápida y tenaz represión por parte de las autoridades:
1032
Ídem.
1033
El Tiempo, Paraná, 26/12/1936.
322
entidades socialistas como la sociedad `Rosa de Luxemburgo´ (Sic) deben ser
permanentemente prohibidas y sus dirigentes perseguidos como agitadores
profesionales.”1034
El primer trimestre de 1937 fue el punto más alto de la lucha obrero sindical
entrerriana del periodo. Embanderados bajo la roja insignia, pero comandados por
sindicalistas y anarquistas, los obreros desarrollaron una serie de huelgas parciales que
terminaron en una dura represión contra los anarquistas de la ciudad de Diamante y
zonas aledañas.1035 Pero esta situación llevó a una discusión fuerte entre los miembros
más conservadores de la clase dominante que no dudaron en acusar a los radicales en el
gobierno de ser responsables por lo sucedido por ser aliados de los agitadores, a los
cuales, se los tildó de comunistas. Rápidamente, medios de Buenos Aires tomaron para
si las palabras de los conservadores entrerrianos. El historiador nacionalista José María
Rosa acusó desde las páginas de La Nación al gobierno provincial cuando este aseguró
que en la provincia no había organizaciones extremistas. Rosa afirmó:
“Desde hace tiempo, todo el que va y recorre Entre Ríos sale ingratamente
impresionado por el gran número de filiales del Partido Comunista, que con grandes
letreros ve, no solo en las ciudades, son también en pueblos chicos. ¿Acaso lo ignora el
señor ministro? ¿Acaso el Partido Comunista de Entre Ríos no es extremista? ¿Acaso no
está compuesto y dirigido por elementos extraños al país?”1036
Por su parte, La Razón dijo con el título El comunismo se difunde en Entre Ríos:
“La opinión de cuantas personas más o menos advertidas llegan de Entre Ríos, coincide
con las informaciones cotidianas de los órganos de la prensa, que demuestran la
existencia de una fuerte corriente en aquella Provincia. El gobierno, con más buena fe
que exactitud, afirma lo contrario. Y el gobierno está equivocado (…) En Entre Ríos el
comunismo no conspira solamente. No se limita a infiltración silenciosa y solapada que
le es característica, sino que se muestra en público abiertamente, estimulado, quizás, por
la amplitud de movimiento que le permiten las autoridades. Sin ir más lejos, en la propia
ciudad de Paraná existen sociedades gremiales, en cuya sede, según es de público y
notorio, funcionan comités de filiación comunista. Y sería cerrar los ojos a la evidencia
negar el ascendiente cada vez mayor que el espíritu sectario adquiere sobre los
trabajadores, que se refleja en los medios de propaganda, en la violencia de sus
actitudes, circunstancias todas reveladoras de un estado espiritual que el obrero
entrerriano desconocía, que es absolutamente opuesto a su altivez, su llaneza, su lealtad
1034
Diario del Pueblo, Colón, 06/08/1936.
1035
Hemos desarrollado con mayor detalle la situación de los anarquistas diamantinos en: Leyes, Rodolfo:
“La experiencia anarquista de Diamante: Lucha de clases, represión y legislación obrera, 1929-1937”, en
Nieto, Agustín (Comp.) El anarquismo después del anarquismo. Una historia espectral, en prensa.
1036
Diario La Nación, Buenos Aires, 20/01/1937.
323
y franqueza características, que contraría sus sentimientos nacionalistas (...) Andan,
pues, libremente por Entre Ríos elementos extraños que es necesario individualizar y
dispersar.”1037
“Tome nota de esa advertencia el P.E. de Entre Ríos, y no se ande con paños tibios
cuando se trata de cosas tan claras y tan necesitadas de represión. Por un falso concepto
de libertad, por una interpretación exagerada de los derechos que la ley acuerda al
ciudadano y al extranjero, no puede ponerse en juego el orden, la seguridad y la eficacia
de una acción represiva que los gobiernos de provincia, como agentes naturales del
gobierno federal, tienen el deber de secundar y vigorizar, si cabe, con actos de su propia
iniciativa.”1038
Pocos días después, La Razón volvió con otro editorial titulado La amenaza del
comunismo en Entre Ríos que dijo:
“El gobierno de Paraná no contempló con indiferencia las serias denuncias formuladas,
por el contrario, prestó una atención verdaderamente extraordinaria en los poderes
públicos que no siempre oyen el clamor de la voz popular (...) Prosiguiendo con su
acomodaticia y sofística argumentación, el gobierno de Entre Ríos, que al mismo
tiempo dice que allí no existen conflictos gremiales y que existe plena libertad de
trabajo –luego de referirse a los intentos de organizar la legislación obrera, afirmaban:
“No es un problema de legislación, el mismo gobierno pretende que no existen
conflictos, sino un asunto de gravísimas proyecciones, pues aprovechando la miopía
característica de los gobiernos que se pretenden monopolizadores de la fe democrática,
según lo enseña el triste estado de España, el comunismo desarrolla y extienda cada vez
más sus tentáculos, en su movimiento de zapa que comienza por minar los pilares
tradicionales de la sociedad presente, para conmover y corromper conciencias hasta
llegar el sensualismo destructivo de las masas sin control. Vagos tripulantes del trabajo
no son remedio para el comunismo, éste es un peligro social, un mesianismo seductor
de conciencias débiles e ignorantes, cuya meta definitiva es la sumisión mundial a las
ambiciones de Moscú.”1039
1037
`La Razón´, Buenos Aires.” Reproducido en El Censor, 30/01/1937. Mayúsculas en el original.
1038
Ídem.
1039
Diario La Razón, Buenos Aires, 02/02/1937.
324
sistematizada y reproducida en los diarios –inclusive en La Nación-1040 y bajo la forma
de un folleto: Comunicado del P.E. sobre conflictos gremiales y asociaciones
extremistas.1041
El informe mencionó un comité comunista en Paraná clausurado a fines de 1936,
en Concordia se informó que existía una sola organización de tendencia comunista,
compuesta por un número inferior a cincuenta miembros: “Estos no realizan actividad
pública alguna, no inspiran ningún peligro ni perturban el desarrollo normal de las
actividades del trabajo”, describió el secretario de la comisaría local. Por su parte, se
afirmó que en Colón, Nogoyá, Diamante, Concepción del Uruguay, Gualeguaychú y
Feliciano, no existían organizaciones extremistas1042 El diario La Nación siguió la
polémica:
“La serie de documentos publicados por el gobierno de Entre Ríos revela una
preocupación por garantizar la libertad de trabajo, que es esencial para la vida de la
provincia y del país, no sólo desde el punto de vista económico sino también social.
Deja además, la confianza de que las autoridades locales seguirán en esto una conducta
vigilante y firme y que el fenómeno gremial se desenvolverá contenido dentro de la
reglas elementales...”
“Otra cosa son las afirmaciones respecto al comunismo. No tiene importancia que sólo
trescientos cuarenta y cuatro votos comunistas hayan aparecido entre los ciento diez y
siete mil trescientos cincuenta y seis de la última elección. La cifra no suprime lo
fundamental del peligro que se trata de combatir, sobre todo si se recuerdan los métodos
de infiltración que se practican en nuestros días. Por otra parte, en las naciones donde el
comunismo ha alcanzado algún auge, inclusive Rusia, su situación inmediata anterior
era también de una ínfima minoría electoral. El mismo aspecto tiene lo referente a la
ausencia de organizaciones extremistas, aparte de que, por razón de métodos referidos,
en esta materia ofrecen muy relativo valor las divisas ostensibles con que se presentan.”
1040
La Nación, 02/02/1937.
1041
Provincia de Entre Ríos, Ministerio de Gob. y Obr. Públ. Comunicado del P.E. sobre conflictos
gremiales y asociaciones extremistas, Paraná, Imprenta de la provincia, 1937.
1042
Ibídem, pp.13; 21; 16; 18; 21; 27; 28 y 30.
325
del país. Su represión es la que falta en Entre Ríos.”1043 La nota no tardó en ser tomada
en cuenta por el gobierno. Por ello, el ministro de Gobierno, Dr. Mundani, dirigió una
nota a los presidentes de municipalidades y juntas de fomento de la Provincia para que
eliminen o borren de las paredes de los respectivos municipios, los carteles y letreros
que ostentan propaganda comunista.1044Sin embargo,la opinión del Jefe del Correo y
Telégrafo era la misma que la de los medios conservadores:
1043
La Nación, 03/02/1937.
1044
El Censor, 05/02/1937. En Concepción del Uruguay se “rasparon” (Sic) dieciséis carteles que tenían la
expresión: “Viva el partido comunista”, ver: La Juventud, 23/02/1937.
1045
Información del Jefe del 15º Distrito de Correos y telégrafos al Presidente Justo,
Concordia,11/02/1937,en AGR-MI. S.VII.FAPJ. Caja Nº55, Doc.29.
1046
Los Principios, Concepción del Uruguay, 29/01/1937.
1047
Actualidad, Nogoyá, 05/02/1937.
326
donde se afirmó que la localidad de San Salvador era un centro internacional de
comunistas,1048el comisario lo desmintió diciendo:
1048
Periódico La Voz de Entre Ríos, Paraná, 27/02/1937.
1049
Mensaje telegráfico del Jefe de Policía Juan Lanús al Dr. José María Rosa, Colón, 04/03/1937, en
AGR-MI. S.VII.Fondo Agustín P. Justo.Caja Nº55, Doc. 33. Al parecer Rosa tomó nota de los dichos del
comisario porque pocos días después envió un telegrama a Mario Pignetto, el informante citado de San
Salvador: “Como habrá visto en publicación sobre comunismo en esa localidad poca ha sido la
información de Centro proveniendo (Sic) los datos importante de otras personas residentes en toda la
Provincia, de manera que usted debe contestar la verdad y no responsabilizarse por cosas que usted
ignoraba”, ver: Mensaje telegráfico de Dr. José María Rosa a Mario Manuel Pignetto (informante en San
Salvador), Buenos Aires, 12/03/1937, en AGR-MI. S.VII. Fondo Agustín P. Justo.Caja Nº55, Doc. 38.
Copia reservada para el M.I.
Llamativamente, estas notas que fueron despachadas al Ministerio del Interior, son en un papel de color
amarillo, a diferencia del común que era blanco. Por lo que podemos presuponer que se trata del sistema
de espionaje del gobierno que operó a través del sistema telegráfico.
1050
El Tiempo, 12/03/1937.
327
una unión firme. El cambio de política del Partido Comunista los llevó a apoyar a
miembros del radicalismo que no podemos caracterizar como progresistas. En julio de
1937, el Presidente Justo fue informado con motivo de la visita del candidato a
Presidente Marcelo T. de Alvear a la provincia de Entre Ríos, se distribuyó en la
localidad de Rosario del Tala un manifiesto titulado “Radicalismo al poder. Alvear a la
presidencia” escrito por el comité local del Partido Comunista que se “adhería
calurosamente a los actos democráticos…” e invitaba a todo el pueblo, afiliados y
simpatizantes a participar de los actos: “El Comité local del partido Comunista hace
esta invitación de acuerdo con la resolución aprobada por el Comité Central, de apoyo
al radicalismo en las próximas elecciones presidenciales, como medio que abre grandes
posibilidades para el desenvolvimiento de la democracia y el imperio de la
Constitución.” A su vez aprovechaban para posicionarse contra quienes eran a su
parecer el enemigo real: “…señalamos que solamente la conjunción con el fraude y la
violencia, con los monopolios extranjeros y las minorías oligárquicas a su servicio
unido en potente y amplio frente popular, será la fuerza de asegurar al pueblo argentino
sus libertades democráticas y oponer un dique a las hordas fascistas comandadas por
Fresco y sus secuaces.” Finalizaba el comunicado con una reflexión de los sucesos
españoles, como muestra de lo que eran capaces las fuerzas de la reacción y como lo
único que se le opone es la conformación de un Frente Popular para defender las
“maltrechas” libertades democráticas: “La oligarquía, agente de los monopolios y sus
sirvientes, las hordas del fascismo. La unión hará la fuerza de la democracia y la
democracia salvará al país. Solidaridad con el heroico pueblo español.”1051
Sin embargo, como decíamos más atrás, los radicales no se comportaban como
aliados, sino como alguien que tiene que tratar con un visitante incómodo. El Primero
de mayo de 1938, por resolución del gobierno de la provincia, a los comunistas se les
prohibió el uso de la palabra: “Esta actitud del gobierno fue duramente censurada; no
obstante se leyó una declaración oficial del Partido Comunista fijando su posición frente
a la reacción, en la defensa de la constitución y las libertades públicas y por la unidad de
la clase trabajadora”, decía al respecto La Lucha, órgano del Partido Socialista
Obrero.1052 Sin embargo, no hizo reformular la posición general de los comunistas hacia
los radicales entrerrianos.
1051
Información del Jefe del 12º Distrito de Correos y telégrafos al Presidente Justo, Paraná, 14/07/1937,
en AGR-MI. S.VII. Fondo Agustín P. Justo.Caja Nº55, Doc. 82.
1052
La Lucha, 10/05/1938.
328
El año 1941 fue particularmente hostil para los comunistas entrerrianos. Factores
de diverso orden explican los motivos por los cuales el gobierno tomó la decisión de
reprimir a los soviéticos criollos: La desocupación persistente y la crisis por la guerra se
hicieron sentir, asimismo, la lucha entre el radicalismo y los conservadores acusándose
mutuamente de avalar a comunistas y nazis respectivamente, llevó a la comisión
investigadora de Actividades Anti-Argentinas, presidida por el diputado nacional por
Entre Ríos, Silvano Santander, a poner en mira a la provincia durante los meses de
agosto y septiembre. Por lo tanto, los ánimos estaban por demás caldeados.
El primero de abril de 1941, la policía allanó un local del partido, en el que se
detuvo a tres militantes y secuestró propaganda comunista. El jefe de policía dio un
comunicado al respecto de las actividades que se realizaban en el local: “…en ningún
momento se dio el espectáculo visible y chocante de popularidad totalitaria (…) Durante
el gobierno actual se han negado todos los permisos para reuniones patrocinadas por
elementos comunistas” afirmaba.1053 A mediados de mayo solicitaron a la justicia a
través de un recurso de amparo la habilitación del local, medida que fue rechazada por
una treta burocrática que impugnaba a uno de los demandantes como Secretario del
Partido.1054 A fines de agosto, la provincia prohibió la realización de un congreso del
Partido Comunista. En medio de las investigaciones sobre Actividades anti-argentinas,
que señalaban focos nazis por toda la provincia, la realización de aquel congreso era un
costo que el gobierno de Mihura no quiso pagar: “…se prohibirá el desarrollo de
actividades que conspiren contra la libertad y la tranquilidad pública.”1055
Pero esto no fue todo. En medio de una serie de fuertes cruces entre los radicales
y los conservadores por la investigación de la Cámara de Diputados de la Nación sobre
Actividades Anti-Argentinas –que implicó el encarcelamiento y toma de declaración a
una centena de presuntos nazis entrerrianos-1056 se realizó en la Cámara de Diputados
provincial dos sesiones que serían informativas, pero terminaron en un escándalo
político. El ministro Luis Etchevehere, ex gobernador, relató los procedimientos que el
gobierno realizó contra los nazi-fascistas locales, pero se previno de desarrollar también
la represión a la que tenían sometida la actividad de los comunistas. Así relató que, con
motivo del 1º de Mayo de 1941 se destruyeron carteles “…de visible fisionomía
comunista: un puño en alto y la palabra `Unidad´”, también se había clausurado el local
1053
El Censor, 01/04/1941.
1054
El Censor, 17/05/1941.
1055
El Censor, 23/08/1941.
1056
Ver: El Diario, La Juventud y El Entre Ríos, desde agosto a octubre de 1941.
329
del Partido Comunista y se procedió al secuestro de material de propaganda. Solo en
1941 se había prohibido en Paraná un baile a beneficio del periódico comunista de
Buenos Aires La Hora, se solicitó a la Municipalidad de Basavilbaso quitar los carteles
comunistas de los muros de la ciudad, se detuvo en marzo a un propagandista en
Gualeguay con carteles que reclamaban la reasunción del ex Presidente Ortiz y se
detuvo a dos militantes en Villaguay durante agosto. Concluyó Etchevehere: “Esta
actitud, que yo calificó, señores, de alarde, porque lo es de firmeza, de energía, de
inexorable decisión anticomunista, no ha desperdiciado oportunidad ulterior para
ratificarse…”1057
Los conservadores insistieron en los planes de la izquierda, acusaron al gobierno
quitarle importancia a estos, se citó a Engels y su prédica encendida, El Estado y la
revolución de Lenin, se presentó el balance hecho por el Sexto Congreso de la III
Internacional de 1928 –aquel en el que se aceptó la estrategia Clase contra clase- notas
de La Nación y a Marx. Luego insistieron en que el partido jamás había alcanzado un
grado tan alto de desarrollo, que era dirigido por tres médicos –dos de ellos ocupados
por la intendencia de Paraná- se confirmó que la Biblioteca Carlos Marx de Paraná era
la fachada del Partido Comunista en aquella ciudad, se refirieron a la fundación de una
nueva Biblioteca llamada “Anibal Ponce”. Los conservadores hacían especial hincapié
en la situación económica del partido que estarían mejorando. Finalmente, se dio un
listado completo de “agentes comunistas” de la provincia. Solo en Paraná, Concordia y
pueblos vecinos, serían unos noventa y siete los comunistas activos. Entre ellos volvió
aparecer León Perechinsky, aquel agitador encarcelado por repartir volantes a los
soldados de Concordia en 1931. El militante aún era comunista y peluquero.1058
Por esta sesión de la Cámara de Diputados, en plena discusión se deslizó que Raúl
Uranga –Presidente del Departamento Provincial del Trabajo- fue acusado por los
conservadores de compartir tribuna con los comunistas. El Ministro Etchevehere no lo
desmintió y se desligó diciendo que lo había hecho sin su autorización. Por lo que
Uranga quedó expuesto: “…el comunismo hace una víctima, porque el Dr. Uranga fue
un buen funcionario…” concluyó una nota periodística, que se preguntó si este
alejamiento no significaba su ingreso al partido auspiciado por la Unión Soviética.1059
1057
Entre Ríos, Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados, Año 1941, 82º Periodo Legislativo, Sesión
del 26 de agosto de 1941, Paraná, Imprenta de la Provincia, 1941, pp. 112-113.
1058
Ibídem, pp.122- 164.
1059
El Censor, 04/09/1941.
330
En septiembre de ese año, se denunció actividades comunistas en Colón. El
motivo de las quejas del periódico conservador local era la distribución de volantes
invitando al congreso del Partido Comunista en la provincia. Aprovecharon para
remarcar que las autoridades policiales locales no impidieron la distribución de los
panfletos, e incluso, que la invitación incluía a la UCR.1060 El día 9 de ese mismo mes,
el diario celebró como una victoria el hecho que el Juzgado del Crimen local tomó la
nota del diario como una denuncia y comenzó una investigación en torno a los panfletos
repartidos, agregaban:
Hacia noviembre los comunistas, desde las páginas de su prensa oficial, La Hora,
se preguntaban Qué pasa en Entre Ríos –tal era el título de la noticia-. Se informó que
los conservadores entorpecían el gobierno de la provincia, sin embargo, objetaban que
los conservadores “…explota[n] a su favor algunas debilidades de los gobernantes,
debilidades que si no han alcanzado a crear un sentimiento de frustración en el pueblo,
han llegado con todo a enfriar el ánimo popular. (…) La provincia de Entre Ríos nunca
debe ser conservadora, ni lo será, a poco que el gobierno radical sepa retornar al camino
del pueblo.”1062 Los llamados de los comunistas parecieron caer en sacos rotos cuando,
pocos días después, se informó que en Paraná se había apresado al secretario general del
Partido en la provincia, Ofaldo Núñez y al secretario del Sindicato Único de Obreros de
la Construcción, Lino Parreño. Al momento de ser detenidos, los comunistas poseían
panfletos varios. Pocas horas después fueron liberados.1063
Iniciado el año 1942, los conservadores continuaron con sus reclamos por mayor
represión a los comunistas y claro, señalaban sus vínculos con los radicales:
“La represión del comunismo se pone de manifiesto en todos los puntos del país
mediante frecuentes medidas. En todos menos en nuestra provincia donde las huestes
rojas gozan del paternal afecto de la clase gobernante.” –Y luego de indicar lo efectivo
1060
El Entre Ríos, 02/02/1941.
1061
El Entre Ríos, 09/02/1941.
1062
La Hora, órgano del Partido Comunista, Buenos Aires, 01/11/1941.
1063
El Entre Ríos, 11/09/1941. El Censor, 08/09/1941.
331
de la política represiva bonaerense, dijeron: “…Entre Ríos, foco de propaganda
soviética; lejos de ser perseguidos, los agitadores rojos gozan del favor oficial y actúan
en abierta promiscuidad con los hombres dirigentes del partido gubernista.”1064
“No obstante las declaraciones del señor Ministro de Gobierno, negando la existencia de
toda organización comunista en Entre Ríos, la policía de Paraná no tuvo más remedio
que proceder al allanamiento de un local y a las detención de individuos de esa
tendencia, hace unos pocos días (...) Pero lo curioso del caso es que los detenidos no
alcanzan a franquear el umbral de la prisión que ya obtienen su libertad inmediata.
Causa, en verdad, extrañeza el procedimiento porque recordamos perfectamente que
dignos sacerdotes y honorables personas de esta provincia estuvieron detenidos durante
meses acusados de ilusionarías actividades anti-argentinas”
1064
El Entre Ríos, 03/01/1942.
1065
El Entre Ríos, 28/04/1942.
1066
La Juventud, 05/05/1942.
1067
El Entre Ríos, 27/08/1942.
332
antes sobre la situación de los panfletos lanzados en Colón, consideraban que en la lista
de los concejales radicales había nombres vinculados con los panfletos comunistas en la
suerte de “Frente Popular”.1068
En febrero, cuando los comunistas se acercaron a la Casa Radical de Paraná, en
pleno centro de la ciudad los diarios conservadores no tardaron en criticar el encuentro
“Comunista-Radical”. La delegación de comunistas venidos de diferentes puntos de la
provincia se reunió con Raúl Uranga –que no se había ido del partido después de su
alejamiento del Departamento de Trabajo- y el Senador Eguiguren a fin de coordinar la
propaganda electoral, dado que los comunistas harían campaña por los candidatos
radicales: “…la asamblea comunista y oficialista, a la vez, terminó sin más conclusión
que el pedido suplicante de la junta de gobierno a los comunistas de que les ayuden en
su campaña electoral y vuelquen sus votos a favor de los candidatos oficialistas
A principios de marzo se les reconoció a los comunistas la participación en las
elecciones. La situación despertó, como era de esperar, la crítica de los conservadores,
pero en un punto era real: ¿Cómo podía un partido que se consideraba ajeno al orden
socialser reconocido? Incluso, tiempo antes, se había cesanteado del Hospital de Paraná
a quién, supuestamente era su presidente, el doctor Zorrilla, por tener practicar esa
ideología. Por este motivo, y otros, vinculados a una incompatibilidad entre las
disposiciones del PE Nacional, el Estado de Sitio reinante y la declaratoria del Partido
Comunista como partido disolvente, es que, tal participación fue rechazada.1069
Las acusaciones se hacían más fuertes a días de las elecciones del 24 de marzo de
1943, y desde un periódico conservador aprovecharon para tocar la conciencia más
atrasada en materia social, reproduciendo la intervención de un cura, en la pequeña
población de Irazusta, que se despachó contra el comunismo por ser enemigos de la
Iglesia. La información reproducida decía: “Consideran acaso que es posible
permanecer impasible ante al avance de ideas disolventes acunadas por partidos que
debieran ser más sensatos y no buscar votos entre los enemigos de la sociedad, de la
familia y de la religión?”. Finalizaba la nota diciendo: “Ningún católico puede votar al
radicalismo, mientras ese partido ande en toqueteos deshonestos con agrupaciones
extremistas. El Católico es antes que político, religioso y vota en consecuencia.”1070
1068
El Entre Ríos, 07/01/1943.
1069
El Censor, 04/03/1943.
1070
El Censor, 12/03/1943.
333
Balance a los comunistas.
334
avanzar sobre ese terreno.1071 Finalmente, y no por ello menos importante, los
comunistas apelaban a organizar los sindicatos por rama de industria.1072 Situación que
se le presentaba harto compleja con los obreros rurales en este contexto. Es por esto
que, los comunistas recién comienzan a despuntar en la organización hacía la segunda
mitad de la década, en particular en lo que parece ser su sindicato mejor organizado: el
Sindicato Único de Obreros de la Construcción.
La relación con la UCR, cuando comenzó el periodo de Frentes Populares fue
incómoda para éstos últimos. Los radicales tenían más para perder que ganar con los
comunistas como aliados, dado que estos últimos no movilizaban un electorado
considerable y, peor aún, los herederos de Alem debían cargar con el peso de la hoz y
martillo en sus espaldas, acusados de facilitar la política sediciosa a los agentes
soviéticos, según creían los sectores más conservadores y reaccionarios. Finalmente, la
impresión que da del periodo es que, los conservadores siempre vieron a los comunistas
del periodo Clase contra clase. Es decir, el terror rojo.
Para finalizar, la política comunista en la provincia existió, pero al no no disputar
a la burguesía la representación política de los obreros, sino buscar aliarse a esta,
perdieron la potencia como partido organizado y fueron un elemento vivo de la realidad
social, aunque sobredimensionado.
1071
Una visión general de la situación sindical en la provincia de Entre Ríos ver: Arnaiz, María del
Carmen, “Un Oasis en el desierto: La Unión Obrera Departamental de Concepción del Uruguay 1920-
1943”en Di Tella, Torcuato (Comp.): Sindicatos como los de antes…, Buenos Aires, Ed. Biblos, 1993.
Arnaiz, María del Carmen: “Aires libertarios: la Federación Obrera Comarcal Entrerriana. 1920-1940”en
Anuario IEHS, n 6, Tandil, 1991. Sartelli, Eduardo: “Rehacer todo lo destruido. Los conflictos obrero-
rurales en la década de 1927-1937” en Ansaldi, Op.cit., T. III. Gilbert, Jorge &Balsechi, Elisa: Voces del
sindicalismo entrerriano: memorias de la Unión Obrera Departamental de Concepción del Uruguay,
1918-1943, Ediciones del zorrito, Buenos Aires, 2008.
1072
Camarero, Op. cit., Cap. II. Ceruso, Diego: La izquierda en la fábrica, Buenos Aires, Imago Mundi,
2015, Cap. III y IV.
335
Capítulo IX
El reformismo obrero entrerriano:
La hegemonía sindicalista, 1932-1943
Introducción.
1073
USA, Órgano de la Unión Sindical Argentina, Buenos Aires, 03/06/1937.
1074
Una observación que no debería pasar desapercibida es que, en las mismas siglas de la Unión Obrera
departamental, se agregó la denominación “Provincial de Entre Ríos”.
336
1-Sindicato y apoliticismo. ¿Prescindencia política o gremialismo a ultranza?
1075
Ver: Luxemburgo, Rosa: Espontaneidad y Acción, Buenos Aires, Ediciones RyR, 2015, Primera parte.
Van Der Linden, Marcel & Thorpe Wayne: “Auge y decadencia del sindicalismo revolucionario”,
Historia Social, No. 12, Invierno, 1992.
1076
Del Campo, Hugo, El sindicalismo revolucionario (1905-1945), Buenos Aires, Ed. CEAL, 1986.
Sartelli, Eduardo, “Celeste, blanco y rojo. Democracia, nacionalismo y clase obrera en la crisis
hegemónica”, Razón y Revolución N‟ 2, primavera de 1996. Otros estudios sobre temas particulares de
los sindicalistas en: Belkin, Alejandro: “El sindicalismo revolucionario frente al parlamentarismo” en
Revista Archivos de historia del movimiento obrero y la izquierda, Buenos Aires, Año II, Nº3,
Septiembre, 2013. Y Aquino, Cristian: “Bajo la influencia de la Revolución Rusa. La Federación de
Agrupaciones Sindicalista revolucionarias a través de La Batalla Sindicalista” en Revista Archivos de
historia del movimiento obrero y la izquierda, Buenos Aires, Año IV, Nº7, Septiembre, 2015.
1077
Los comunistas se abrieron de la USA cuando lanzaron el Comité de Unidad Sindical Clasista (CUSC)
en 1929.
1078
Acción Obrera, Órgano del Sindicato de Obreros Portuarios, Concepción del Uruguay, Junio de 1931.
337
descubierto fue cuando se produjo el “Golpe obrero” de 1935.1079 Por ese motivo, el
primero de diciembre de 1935, se dio una asamblea plenaria de la UOPER para discutir
la posición frente al hecho del asalto de la Unión Ferroviaria de Buenos Aires. Según la
fuente, el salón quedó chico para la concurrencia, destacando que sólo de Basavilbaso
habían llegado 150 obreros de diferentes sindicatos, incluso algunos de la Unión
Ferroviaria. En las conclusiones, la asamblea se declaró en contra de las fuerzas de la
reacción que se levantaban, a las que calificaban como fascistas, por otro lado, se
reafirmaba el carácter prescindente de la organización sindical de la ideologías y
partidos: “…confiando en sus propias fuerzas para el logro de sus finalidades sin tener
que marchar atada a ninguna tendencia ideológica o política, sosteniendo que `la
organización sindical se basta a sí misma´.”1080 Por este motivo, tiempo más tarde,
desde el periódico confederal de la CGT-Catamarca, se entrevistó a Eduardo Pereyra, un
histórico militante de la UOD que en ese momento era secretario de la UOPER. Pereyra
respondió a las preguntas sobre la situación de los sindicatos en la Capital Federal y en
el interior. Su opinión era la siguiente:
1079
Ver: Matsushita, Op. cit., Cáp. V.
1080
Nuestro Derecho, 30/10/1935.
1081
CGT (Catamarca), 09/10/1936, p.1.
1082
Ibídem.
338
revolucionarias” que coincidían contra la U.O.P.: “Es doloroso comprobar que tanto los
enemigos naturales de la organización obrera, o sea los capitalistas, como los
adversarios nuestros fundados en supuestas divergencias ideológicas se confunden en el
mismo propósito: combatir la acción honesta de la U.O.P. y sus militantes…”1083
Tiempo después, los sindicalistas escribieron al gobernador Tibiletti explicando
que era imprecisa la nota dirigida a los jefes de la policía sobre la acción de “agitadores
profesionales” e interpretando que esa nota podía dar pie a una mala interpretación que
afectaría la acción de los miembros de la UOPER, que solo eran sindicalistas.1084
El resultado de la política de prescindencia era la necesidad permanente de
delimitarse de los partidos políticos. Por lo que, debieron en más de una oportunidad
hacer públicas las acusaciones de los partidos de hacer campaña electoral. Así en 1934,
los dirigentes de la UOPER solicitaron a sus afiliados, información sobre su
participación en las campañas electorales, para publicar luego un manifiesto en el que
afirmaban: “Para defender los intereses de la clase obrera no hay nadie más capaz que
los propios trabajadores…” Añadían:
339
`anarquistas´, `conservadores´, `radicales´ y `nacionalistas´…en fin, que cada fracción
acusan como mejor les conviene con tal de combatir nuestra independencia sindical, que
no se prestará jamás a los enjuagues turbios de los profesionales de la política, que creen
que la organización obrera es una levadura que la amasarán a su antojo y paladar.”1087
“Está bien que en otros lugares esta gente del `apoliticismo´, del sindicalismo `puro´ y
otras cosas por el estilo, haya pretendido formar entidades para dar la sensación de que
es apoyada por los ferroviarios. Pero en Paraná saben que no tienen nada, absolutamente
nada que hacer. Y ya lo han comprobado los de Concepción del Uruguay en sus repetida
incursiones para formar `sindicatos´. Y ya lo ha comprobado el famoso García, que
sigue manteniendo una hipotética A.T.E. y realizando pic-nics para ver que pica.” –y
concluía remarcando: “A pesar de todo llegaron. Lo primero que hicieron fue pisar las
1087
U.S.A., Órgano de la Unión Sindical Argentina, Buenos Aires, 25/11/1937.
1088
U.S.A. 17/03/1938.
1089
El Despertar, Febrero de 1938.
1090
En junio de 1938 los sindicalistas dieron fundación a un sindicato paralelo a la Unión Ferroviaria,
llamado Federación de Obreros y Empleados Ferroviarios (FOEF). Ver: Horowitz, Joel: Los sindicatos, el
Estado y el surgimiento de Perón, 1930-1946, Buenos Aires, Universidad Nacional de Tres de Febrero,
2004, pp. 204 y ss.
340
alfombras de la Casa de Gobierno, quizás para asegurar a los Ministros su
apoliticismo…”1091
En otra oportunidad, los nacionalistas habían tenido una reunión con Balsechi en
la Capital Federal. Llenaron de elogios al dirigente, incluso, según parece por las
aclaraciones posteriores, exageraron y tergiversaron sus palabras. Desde las páginas de
la prensa obrera, El Despertar, se hicieron aclaraciones pertinentes.1092 Mientras, desde
uno de los diarios radicales que siempre se inclinó a favor de los obreros no se dudó en
titular: “Dirigentes obreros entregados al Fascismo.” Luego de reproducir las supuestas
palabras de Balsechi en contra del comunismo –al que decía aborrecer- y a favor del
nacionalismo laborista, el diario se despachaba: “Hay pues, que estar alerta u no dejarse
engañar con los falsos pastores…”1093Ante esto, Balsechi debió explicar que se reunió
con José María Rosa sin saber que era el apoderado del Partido NacionalismoLaborista.
Días más tarde de las aclaraciones, desde las páginas del órgano del Partido Socialista
Obrero, saludaron como acertada la aclaración de Balsechi.1094
Era verdad que habían sido manipuladas las palabras de Balsechi, sin embargo, la
situación muestra como los trabajadores organizados estaban en la mira de distintos
partidos que disputaban entre sí para volcarlos a su favor.
Durante los años treinta, la clase obrera argentina transitó fuertes cambios. No
solo en su constitución estructural, sino en su capacidad de crear organizaciones propias
y desde allí, presionar y convertirse en un factor de poder. En el presente apartado
mostramos la posición de los sindicalistas entrerrianos sobre dos problemáticas –el
respeto de las leyes obreras y la necesidad de obtener trabajo- que los obligaron a
discutir ya no con capitalistas individuales sino, con el representante de los intereses
generales de la clase dominante: el Estado.
La defensa sindical de la legislación que favorecía a los obreros fue uno de los
rasgos más fuertes del cambio ideológico que había operado en la clase obrera
1091
La Lucha, Órgano del Partido Socialista Obrero, Paraná, 01/10/1938.
1092
El Despertar, Enero de 1938.
1093
El Tiempo, Paraná, 22/07/1937.
1094
La Lucha, 20/04/1938.
341
organizada de la Argentina. Los entrerrianos no escaparon a esta transformación.
Existen antecedentes por lo menos de 1931 donde los sindicalistas locales favorecieron
una discusión sobre la reforma constitucional provincial y sus implicancias en la vida
obrera.1095 Pero será a mediados de la década de 1930 cuando algunos sindicatos
tendrán un posicionamiento más abierto a favor de las leyes laborales y la intervención
estatal en los problemas gremiales.
En 1935, elevaron una solicitud al gobierno provincial para que constituya un
Ministerio de Trabajo, afirmaron que:
“Frente a los múltiples derechos que se van codificando en la legislación del trabajo en
nuestra provincia, se hace sentir como una necesidad la creación de un organismo de
aplicación de los mismos, que tenga las facultades necesarias, ejecutivas para que las
leyes de carácter social sean en la práctica una realidad.”1096
En tono crítico añadieron: “Nuestra oficina del Trabajo, según se desprende de los
decretos, actitudes, etc. no puede llenar realmente las funciones que debería para que los
beneficiarios de las leyes que apuntamos se sientan protegidos por las mismas.”1097
En octubre de 1935, cuando el diputado Demócrata Nacional Max Consoli
presentó un proyecto para crear Consejos de Trabajo, es decir, tribunales para dirimir
las disputas obrero-patronales, los empleados de comercio de Gualeguaychú se
opusieron al proyecto por tres problemas: El primero la representatividad en los
consejos, compuestos por dos representantes patronales, dos concejales, un
representante del Departamento Provincial del Trabajo, un maestro y dos representantes
obreros. Decían, que los patrones contarían con seis representantes y los obreros sólo
dos. El segundo problema era la intensión del proyecto de regular la huelga, afirmando
que, era un arma obrera que ayudaba a la contención de los embates patronales y un
derecho reconocido por todos los tribunales existentes. Finalmente, la tercera protesta
brotaba de la intención legal de que se agregara a todos los estatutos de las
organizaciones sindicales la obligatoriedad de someter todos los conflictos a los
tribunales. Lo que, concluían, implicaba renunciar al derecho a huelga y a dirimir por la
lucha los conflictos, finalizaba: “Sirvan por hoy nuestras palabras como una seria
advertencia a todos los trabajadores de la Provincia a fin de que esté en guardia y listos
para reaccionar en caso de que se pretenda sancionar dicho proyecto de hechora
1095
Los Principios, 11/07/1931.14/07/1931.
1096
Nuestro Derecho, 30/09/1935.
1097
Ibídem.
342
netamente burguesa.”1098 El proyecto nunca se sancionó y hubo que esperar hasta 1937
para que el gobernador Tibiletti presentara uno análogo, que sufrió la misma suerte. Sin
embargo, se muestra en aquella oposición la tensión entre obtener el reconocimiento
sindical que demandaban y la autonomía sindical.
En 1936, los sindicalistas elevaron una nota al Departamento Provincial de
Trabajo pidiendo que se imprimieran como folletos las leyes laborales en vigencia y
fueran repartidas entre los trabajadores: “…en cantidad suficiente para fomentar el
conocimiento público mediante su distribución entre los interesados en su
aplicación.”1099 Claramente había una intensión de que los obreros aprendieran sobre
sus derechos en términos de la legalidad del orden social establecido. Lo que de alguna
manera nos habla del consenso en torno a la existencia de una legislación obrera. Los
sindicalistas interpretaban que el problema era el desconocimiento de las leyes por parte
de los obreros.
El Primero de mayo de 1939 se celebró en Colón, con la concurrencia del
telefónico de la Capital Federal y futuro fundador del Partido Laborista, Modesto
Orozco y de Juan Balsechi de la UOD/UOPER. En ella, los disertantes hablaron de las
condiciones laborales, de la situación de pobreza y desocupación. Pero Balsechi dedicó
parte de su discurso al reclamo de los obreros de la Liebig Colón por el cumplimiento
de la Ley 11.544 sobre las ocho horas laborales. De la cual, como una concesión a las
empresas, el Estado nacional había eximido a los frigoríficos con el argumento de la
“naturaleza” de la producción estacional.1100Meses después, cuando el senador radical,
cercano a los sindicalistas, Isidoro Neyra presentó una minuta que fue aprobada para
derogar la excepción a la ley de ocho horas de trabajo, encontró rápidamente el apoyo
de los sindicalistas que saludaron la medida y declararon:
“[Se] apoya calurosamente en todas sus partes de vista la minuta sancionada porque
vienen a contemplar y satisfacer un viejo anhelo de esta entidad y de los trabajadores de
la Fábrica Liebig y Bovril.-Más adelante decían: Que a apoyar la U.O.P. la minuta del
señor Senador Neyra y aprobada por el Senado, vería con honda y justiciera satisfacción
esta entidad que el Poder Ejecutivo de la Provincia, que contemplará con un alto espíritu
de comprensión de los problemas obreros en general y en particular el caso especial de
los obreros de la Fábrica Liebig y Bovril; dejará sin efecto la excepción contenida en el
1098
Periódico C.E.C.A., Órgano del Centro de Empleados de Comercio y Anexos de Gualeguaychú,
Gualeguaychú, Octubre de 1935.
1099
El Diario, 25/03/1936. La Juventud, 26/03/1936.
1100
Unión Sindical, 15/05/1939.
343
art. 3 del decreto reglamentario de la Ley 11544, por el cual se exime a estas empresas
del cumplimiento de la misma.”1101
“Este dato es ilustrativo, pues demuestra que en general, las huelgas, como recurso
extremo, han perdido casi totalmente la violencia que las caracterizaba en el pasado. Esa
impresión se afianza al poner también de manifiesto que muchos desacuerdos han
podido zanjarse sin ocasionar daños irreparables, gracias al entendimiento directo entre
las partes o a las decisiones adoptadas por la Dirección del Departamento Provincial del
Trabajo”1103
Claro que esto no era así, es decir, las huelgas no pudieron ser erradicadas ni
controladas por completo. Pero el peso de la intervención estatal había crecido bajo el
auspicio de los sindicalistas. En el transcurso de la tesis logramos en los capítulos VI y
VII una reconstrucción en profundidad de los conflictos obreros del periodo 1925-1943.
La tarea de historiar los conflictos iba más allá de dar cuenta del enfrentamiento.
Tratamos en todo el relato de destacar la participación de tres actores: Los obreros, los
patrones y el Estado. Este último actor nos parecía importante dado que, una de nuestras
preguntas de investigación e hipótesis de trabajo era sobre los cambios que pudiera
tener la participación del Estado en los conflictos obreros. A su vez, en la etapa inicial
de la investigación, durante el repaso de la bibliografía se destacaba la participación del
Estado a través del Departamento Nacional del Trabajo.1104 Por lo tanto, nos
preguntamos por el lugar ocupado por el Departamento Provincial del Trabajo en el
1101
Unión Sindical, Órgano de la Unión Sindical Argentina, Buenos Aires, 10/09/1939.
1102
Provincia de Entre Ríos. Boletín del Departamento de Trabajo, Nº 9, Paraná, Septiembre de 1940,
p.21. En adelante: BDT.
1103
Ibídem.
1104
Gaudio, Ricardo & Pilone, Jorge: “La negociación colectiva durante la etapa de modernización
industrial en la Argentina, 1935-1943”, Desarrollo Económico, v. 23, Nº90, julio-septiembre, Buenos
Aires, 1983. Gaudio, Ricardo & Pilone, Jorge: “Estado y relaciones laborales en el periodo previo al
surgimiento del peronismo, 1935-1943”, Desarrollo Económico, v. 24, Nº 91, julio-septiembre, Buenos
Aires, 1984. Korzeniewicz, Roberto: “Los conflictos laborales entre 1930 y 1943” en Desarrollo
Económico, v. 33, Nº131, octubre-diciembre, Buenos Aires, 1993.
344
contexto entrerriano. Nos interesó relevar los casos de represión, de mediación
solicitada por los trabajadores, por los patrones y la mediación espontánea del
Departamento Provincial de Trabajo. Para ello, sistematizamos la información relvada
en el siguiente cuadro:
1925 Si 1 Derrota
1926
1927
1928 Sí No hay datos
1929 Sí 1 Victoria
1930 Sí
1931
1932
1933 Sí No hay datos
1934
1935 Sí Victoria
1936 1 Victoria
1937 Sí 1 1 3 Victoria
1938 3 Victoria
1939 2 Victoria
1940 1 Victoria
1941 1 Victoria
1942 1 Victoria
1943 Sí 1 Victoria
*Por tener la tesis datos sobre aquellos años, decidimos incluirlos en el cuadro a pesar
que el capítulo toma someramente esas fechas y se concentra en el periodo posterior a
1927.
**Hemos considerado como hechos represivos diferentes acciones perpetradas por
fuerzas estatales contra el movimiento obrero como fueron apaleamientos,
enfrentamientos armados, encarcelamientos, clausuras de locales sindicales y otras
formas de coacción que atentaban contra la acción sindical que los trabajadores
desarrollaban.
Fuentes: Cuadro construido a partir de las fuentes presentes en el capítulo VI y VII.
345
intervino espontáneamente un juez.1105 En contraste, durante el mismo período hubo
siete acciones de las fuerzas del orden (excluimos en esta contabilidad los tiroteos entre
obreros sindicalizados y rompehuelgas). De esto surge que durante el período 1925-
1936 en la manera de tratar los conflictos por parte del Estado aún predomina el
componente represivo.
Sin embargo, el año 1937 implica un cambio. Como hemos dicho, fue el punto
más alto de aquel crecimiento gremial y de las luchas del proletariado rural y como
hemos relatado, terminó en la represión de los anarquistas de Diamante. Por ello, el
cuadro marca ese año la última represión de importancia del periodo. 1106 Pero también
es el año que mayor cantidad de intervenciones del Departamento Provincial del
Trabajo hubo: una pedida por los obreros, una a pedido de los patrones y finalmente,
tres espontáneas. No deja de resultar significativo que el año en el cual el Estado se ve
obligado a desarrollar un despliegue represivo mayor, sea también el año que comienza
una verdadera acción interventora y mediadora en el conflicto obrero. De nuevo,
coerción y consenso son dos facetas complementarias de la misma realidad social: el
avance represivo hacia un sector del movimiento obrero debe ser acompañado por el
afianzamiento de los dispositivos consensuales dirigidos al sector reformista del
movimiento.
En una mirada de conjunto del período 1937-1943, de las 23 huelgas que hemos
relevado, hubo 12 intervenciones espontáneas del Departamento Provincial del Trabajo.
Además en otros dos casos interviene a solicitud de una de las dos partes (una vez a
pedido obrero y otra a pedido de los empresarios). Resulta, entonces, queel
Departamento Provincial del Trabajo intervieneen más de la mitad de los conflictos del
segundo periodo (14 sobre 23), la gran mayoría de las veces por iniciativa propia. Si
bien la actuación estatal es ofrecida en forma espontánea por el Departamento
Provincial de Trabajo en la mayoría de los casos, su acción es reconocida y aceptada por
las partes. Dicho de otro modo, el Estado se ha vuelto en este proceso un interlocutor
válido y reconocido como justo para los actores en conflicto. Por ello es que
consideramos al año 1937, un rompe aguas. Este curso se afianza a partir de la represión
que redunda en la eliminación de la escena política provincial del principal grupo que
1105
Bandera Proletaria, Órgano de la Unión Sindical Argentina, Buenos Aires, 14/12/1929. El Entre Ríos,
Colón, 12/12/1929
1106
Como se verá en el último apartado de este capítulo, en 1943, fueron encarcelados algunos
sindicalistas de Concepción del Uruguay. Acción que estaría considerada dentro de las formas coactivas
del Estado contra el movimiento obrero.
346
rechazaba esa intervención Estatal (los anarquistas de diamante). De tal forma la
intervención estatal se afianza a partir de la represión de aquellos que la cuestionaban.
Es sintomático que después de 1937 no encontramos casos en que la mediación estatal
ofrecida por el Departamento Provincial del Trabajo sea rechazada por los obreros. De
hecho, el comunismo, nueva fuerza que operara en la provincia y que ocupó el espacio a
la izquierda dejado libre con la eliminación del anarquismo, no cuestiona la
intervención estatal.1107
Esta aceptación de las partes de la intervención y mediación estatal era clave para
el accionar del Departamento del Trabajo provincial así lo reconocía en su boletín:
1107
Este hecho se vio con claridad durante la huelga de los obreros de la construcción en Paraná de abril
de 1941. Ver: El Censor, 01/04/1941. El Censor, 15/04/1941. BDT, nº16, abril 1941, p. 7.
1108
BDT, Abril de 1940, p.1.
1109
La Juventud, 10/12/1942. Charlas de este tipo se habían desarrollado en Paraná en el local del Centro
de empleados Municipales. Ver: BDT, Junio de 1940, p.2. En Concordia, en el Centro de Empleados de
Comercio: BDT, Diciembre de 1942, p.11. En Gualeguay, también en el CEC: BDT, febrero de 1943, p.9.
347
Charlas de este tipo se habían desarrollado también en Paraná en el local del
Centro de Empleados Municipales. En Concordiay Gualeguay, en los locales de sus
respectivos Centros de Empleados de Comercio.1110 Si la vinculación con el Estado para
incorporarse al aparato legal, parece fuerte, el acercamiento para solicitar trabajo fue
mucho mayor. En efecto, como hemos mostrado en capítulos anteriores, la
desocupación fue uno de los problemas estructurales que se había establecido en la
realidad de los trabajadores entrerrianos. La fortaleza de los sindicatos es sensible a los
niveles de contratación. Si hay desocupación, normalmente, pierden su base social y
poder de presión y negociación. Hiroshi Matsushita, señaló que la desocupación fue uno
de los elementos objetivos para los cambios de política de los sindicatos en aquel
momento histórico.1111Conclusión con la que coincidimos.
Cuando la desocupación comenzó a ser notada por los sindicalistas la apelación
al Estado fue una de sus estrategias. También intentaron comenzar la disputa por la
reducción de la jornada de trabajo a seis horas,1112 incluso instaurar nuevas demandas
para los trabajadores como fueron las bolsas de trabajo, que eran más útiles que la
“platónica espera de la revolución social”, en una confesión ideológica interesante.1113
Por último, fue más tímido el intento de organizar a los sin trabajo en Comités de
desocupados y no tuvo en la provincia resultados conocidos.
Ya en 1932 a poco de ser fundada la UOPER –con los anarquistas en su interior-
sus dirigentes se presentaron ante el gobernador de la provincia por un pedido de trabajo
a través de obras públicas.1114 Un periódico conservador de Colón informó:
“Dicen de Paraná que una delegación de la Unión Obrera de Entre Ríos se entrevistó
con el gobernador, haciéndole entrega de un memorial, en el que se contempla el
problema de la desocupación, para cuya atenuación se pide al mandatario la preparación
de un plan de obras públicas. El gobernador reunió a sus ministros por este asunto el 1º
se ha enviado una nota al secretario de aquella entidad, en la que el mandatario dice,
entre otras cosas, que ha elevado a la Legislatura un proyecto tendiente a los fines que
persigue esa institución.”1115
1110
Ver: BDT, Junio de 1940, p.2; BDT, Diciembre de 1942, p.11; BDT, febrero de 1943, p.9,
respectivamente.
1111
Matsushita, Op. cit., p.374.
1112
El Despertar, Agosto 1932, p. 2.
1113
El Despertar, 01/05/1934. La puesta en práctica de las bolsas de trabajo y la “changa solidaria” fueron
saludados el periódico radical, El Diario, 25/01/1934. Sin dudas ellos también preferían las bolsas a la
revolución social…
1114
BCGT, 25/11/1932, p.3.
1115
El Entre Ríos, 03/12/1932, p.1.
348
En esa oportunidad, el gobernador no favoreció el pedido. La respuesta de
Etchevehere fue en tono comprensivo a las demandas, pero concluyó:
“En general estoy conforme con los demás sugerimientos (sic) de ustedes sin
desconocer que, antes que en el anhelo de propender al amejoramiento (sic) económico
general de la provincia, están inspiradas en el deseo de obtener mejoras gremiales muy
respetables, pero que no abarcan la integridad del problema económico-social que nos
ha planteada la crisis. Entre nosotros, la base única de todo el recurso está en la
producción agraria; y seguirá estando en ella mientras no sobrevenga el fabrilismo
(sic)…”1116
349
encuentra en los periódicos gremiales la vieja discusión en torno a la reducción horaria
o medidas similares. La medida excluyente que se discute es el pedido de fuentes
laborales al Estado.
El siguiente párrafo de 1940, publicado por la USA dentro de un balance de la
situación de los sindicatos y la clase obrera entrerriana, expone las posiciones al
respecto del programa político real que defendían los sindicalistas:
“Sostenemos que son los poderes públicos los que en los momentos más críticos deben
asumir la responsabilidad de afrontar la situación que crea la desocupación, no podemos
entonces aceptar que por los acontecimientos de orden internacional, los proyectos
presentados el año ppdo. no se hayan ejecutado, pensando de que así convenía por
1121
Semanario Unión Sindical, Órgano de la Unión Sindical Argentina, Buenos Aires, 10/10/1940.
1122
La Juventud, 31/08/1940.
350
razones de interés exclusivamente económico, pero no pensando en el hambre del
pueblo.”1123
Enero de 1941, fue uno de los meses más duros en mucho tiempo.La
desocupación que era más corrienteen los meses de invierno, no en plena época de
cosecha, afectó también entonces por la pérdida de las cosechas a hogares obreros que
ya no tenían resto por la prolongación inusitada del problema. Por esto, y frente a la
crudeza de la crisis, los miembros de la UOPER se reunieron con el Intendente
municipal de Concepción del Uruguay. La intención principal de la delegación obrera
era solicitar al intendente que acelerara el proceso de construcción de un matadero
municipal, la construcción de cien casas para obreros y empleados y finalmente, que
gestionara el dinero para la construcción de caminos en la zona ejidal de la ciudad. Por
su parte, la UOPER había designado otra delegación para reunirse con el gobernador,
con los mismos fines.El medio consultado indicó: “El jefe de gobierno comunal escuchó
con especial atención a sus visitante y les prometió que haría cuanto estuviera de su
parte para resolver satisfactoriamente el pedido que se le formulaba, ya que entendía
perfectamente bien la magnitud del problema…”1124
A mediados de aquel año, los miembros de la UOPER escribieron en su órgano de
prensa: “Cada día es más agudo el problema de la desocupación.” Entre lamentos por la
situación, la falta de crédito para el obrero y la vergüenza de vivir en un país rico, con
un pueblo pobre dijeron: “Los poderes públicos, tanto Provincial como Nacional, están
en la obligación de contemplar esta crítica situación y la gran desocupación y deben
intervenir de inmediato.” Al finalizar tomaron partido en la discusión política:
En noviembre de ese duro 1941, los sindicalistas votaron el envío de una nota de
solicitud al vice-presidente Castillo, al gobernador, al presidente del Concejo
1123
La Juventud, 14/09/1940.
1124
La Juventud, 23/01/1941.
1125
El Despertar, Junio de 1941. Cursiva en el original.
351
deliberante de Concepción del Uruguay demandando celeridad en la realización de
obras públicas y de vialidad para combatir la desocupación. Además pidieron que se
aplicara con mayor firmeza la ley que debía controlar los precios de los productos
básicos. Finalizaron la asamblea repudiando “los enemigos de nuestro sistema
democrático y republicano.”1126 A quienes se responsabilizaba de agregar un mal
potencial a una realidad de por sí compleja.
Al año siguiente, la falta de trabajo continuaba y la receta de los sindicalistas
continuó su desarrollo. En abril de 1942, los miembros de la UOD volvieron a enviar un
petitorio al Concejo Deliberante de Concepción del Uruguay por el mismo motivo,
generar trabajo para combatir la desocupación, decían: “A tal efecto, solicitamos la
ejecución de las obras públicas sancionadas, en forma inmediata. Por tal medios, se
atenuaría en parte la gravedad del mal, ya que su total solución es preciso buscarla por
otros medios.” Lamentablemente no dice más de cuáles serían esos otros medios, pero
pueden ser la lucha por la reducción de jornada laboral, que ya habían propuesto. Y
continuaban:
La UOPER ingresaba a la década del cuarenta con la idea que el Estado debía
responder a sus demandas de mayor trabajo. En una provincia con un capitalismo
agrario, el Estado era “el Gran patrón” al cual muchos solicitaban trabajo.
1126
U.S., 10/11/1941.
1127
La Juventud, 16/04/1942.
352
Uno de los cambios más destacados durante la década del treinta fue el
surgimiento del nacionalismo obrero como una tendencia ideológica que convivió con
los planteos internacionalistas, sin que los protagonistas percibiesen esto como una
contradicción. Como ya hemos mostrado en otros capítulos, los propios partidos
Socialista, Socialista Obrero y Comunista desarrollaron fuertes campañas contra el
imperialismo y plantearon una dialéctica imperialismo explotador/pueblo explotado.
Esa lógica a nivel local no se diferenció en principio con la trayectoria ideológica y los
debates planteados por parte de estos partidos a nivel nacional.1128Este nacionalismo de
corte popular tomó distancia del nacionalismo de derecha, como era caracterizado por
los contemporáneos. Decía el periódico de la Federación Entrerriana de Empleados de
Comercio, con el título “Para ser buen argentino no se debe matar un judío”:
1128
Matsushita, Op. cit., Cáp. VII.
1129
Nuestro Derecho, 30/11/1935.
353
luchas obreras y las promesas revolucionarias. Pero durante los años treinta se comienza
a notar una transformación de los actos. No fue solamente un día para recordar los
mártires, sino, un día para reclamar por cuestiones conexas a la vida proletaria. Por
ejemplo, en toda la provincia de Entre Ríos, el 1º de mayo de 1938, incluyó además de
la clásica consigna por las ocho horas laborales –legalmente reconocidas en 1928- el
pedido de derogación de la ley de Residencia, un llamado de alerta frente el avance del
fascismo, la solidaridad con los obreros de la España republicana en plena guerra.
Finalmente, aquel llamamiento solo tenía como consigna exclusivamente sindical la
lucha por la inclusión de los obreros industriales en la ley 11.729 de estabilidad laboral
y despido con indemnización.1130
Aquel primero de mayo de 1938 también notamos un cambió en la composición
de los asistentes y los oradores. De una convocatoria sindical a la participación abierta y
no episódica de nuevos aliados que representaban el avance de la conciencia política y
reformista. Por ejemplo, el acto central en Concordia fue celebrado por miembros los
sindicatos de la construcción, ferroviarios, panaderos, cocineros, mozos y anexos, junto
al Partido Comunista y el Partido Socialista Obrero. En Paraná, el acto fue mucho más
variado; el palco fue ocupado por la Juventud Socialista Obrera, Unión Ferroviaria,
Federación Libertaria, Sindicato Único de Obreros de la Construcción, Partido
Socialista, Sociedad de Vendedores de diarios, la UCR con la presencia de Silvano
Santander y el diputado Osinalde, el Sindicato de Alimentación en figura del comunista
José Peter.1131 Que la Unión Cívica Radical favorezca con la presencia de uno de sus
cuadros y de un diputado, es muestra de la intención de este partido de acercarse a los
obreros y viceversa. La participación de los partidos de izquierdas sirvió de puente entre
las dos posiciones.
Como en el resto del país1132 también en Entre Ríos la liturgia y los símbolos que
acompañaban el acto del Primero de Mayo fue objeto de disputa. El uso de la bandera
roja fue permanentemente combatido por la burguesía en toda la Argentina y Entre Ríos
1130
El Despertar, Abril de 1938. El Tiempo, Paraná, 09/04/1938.
1131
La Lucha, 10/05/1938.
1132
Son varios los autores que utilizan los Primeros de Mayo como muestreo de los cambios de posición
política de los trabajadores por nombrar solo tres, la obra de Matsushita que muestra el avance de la
conciencia nacionalista, en la misma línea Baily, que habla de un nacionalismo “liberal”. Y por último y
más compleja, la reconstrucción y lugar que le otorga Iñigo Carrera al Primero de Mayo de 1936, como
manifestación pública de la estrategia de integración al orden social de los obreros. Cfr.: Matsushita, cap.
VI y VII, Baily, Samuel: Movimiento obrero, nacionalismo y política en Argentina, Buenos Aires,
Hyspamérica, 1984. Y Iñigo Carrera, Nicolás: La estrategia de la clase obrera: 1936, Buenos Aires,
Ediciones Madres de la Plaza de Mayo, 2004.
354
no fue la excepción. En la provincia de Entre Ríos se prohibió su uso en dos
oportunidades durante el periodo de estudio: para el primero de mayo de 1933 y el
Primero de Mayo de 1937.1133 En ambos casos la decisión de negar el uso de la bandera
roja despertó protestas y medidas contra la decisión del gobierno:
“En virtud de una notificación policial, que prohibía el uso de la bandera roja en los
actos públicos, la mesa de la U.O.P. resolvió a última hora notificar a todos los
sindicatos adheridos y que realizaban manifestaciones, que debían suspender sus
recorridos como actos de protesta por la arbitraria resolución del gobierno nacional de
resucitar una ley de hace 70 años sobre el uso de emblemas.”1134
Algo análogo sucedió en 1937, año de fuertes luchas a las que ya hicimos
mención, cuando se notificó a las autoridades policiales de todas las localidades la orden
del gobernador para el siguiente primero de mayo que: “…por razones de orden público,
únicamente se permitirá en las mismas el uso de la bandera nacional.”1135 De facto, era
una orden contra la bandera roja. Los dirigentes de la UOPER enviaron una nota crítica
al gobernador Tibiletti. En ella decían:
1133
Nótese como, también en este plano simbólico, 1937 marca un pico represivo por parte del Estado.
1134
BCGT, 25/05/1933.
1135
Actualidad, Nogoyá, 29/04/1937.
1136
El Tiempo, 03/05/1937.
355
Frente a la persistencia de la medida, los sindicalistas de Concepción del Uruguay
decidieron hacer el acto en su local gremial.1137 La bandera roja, en el caso de los
sindicalistas, como bien lo explicitan, es símbolo de los sindicatos y no de Estados
extranjeros (La URSS).Volviendo un par de años atrás. Con motivo a la primera
prohibición del uso de la bandera roja durante 1933, en Villa Clara -enclave en el
corazón de las colonias judías y bastión de los socialistas- sucedió un hecho, que es el
primero de su tipo que hemos registrado: Sin la posibilidad de marchar con la bandera
roja, los obreros optaron por la argentina.1138 Otro caso parecido sucedió, el primero de
mayo de 1938 en Paraná, acto en el que participaron varios partidos de izquierda y los
radicales junto a los sindicatos, como ya hemos mencionado, se cantó el Himno
Nacional y La Internacional “…coreada por la concurrencia con los puños en alto.”1139
Los hechos pueden parecer novedosos, pero el nacionalismo, llamémosle
“popular” era utilizado desde hacía tiempo. Incluso en la propia provincia de Entre
Ríos, cuando se buscó ayuda del Estado contra empresas extranjeras. Por ejemplo,en
1918 cuando los obreros de la Liebig Colón se encontraban en huelga, se comunicaron
por intermedio de Sebastián Marotta con el gobernador y argumentaron: “Empresas
como la que nos ocupa, en su totalidad extranjera, que sustraen el trabajo y a la riqueza
de nuestro país ingente ganancias, con las que generalmente valoran en menos el trabajo
de millares de hombres, mujeres y niños…”1140 Casi veinte años más tarde, la Mesa
Directiva de la UOPER, como ya señalamos, celebró la minuta presentada para derogar
la excepción al cumplimiento de laley de ocho horas de trabajo por parte de las
empresas frigoríficas Liebig y Bovril: “…la U.O.P. ha combatido esa excepción por
considerarla anti social y anti humana, porque sólo otorga un privilegio odioso a
empresas extranjeras que explotan sin medida a los trabajadores de esta Provincia.”1141
Algo similar, en la misma clave del anti-imperialismo economicista, en 1940, el
obrero Tomás Moreira de Villa Domínguez escribió a las páginas de Unión Sindical
diciendo:
1137
Nota de la Dirección General de correos y telégrafos al presidente Justo, Paraná-Informe sobre el 1º
de Mayo en 1937 en AGR-MI, Sala VII. Fondo Agustín P. Justo. Caja Nº55, Doc. 48.
1138
Informe del Director General de Correos y Telégrafos, Dr. Carlos Risso Domínguez al Presidente
Justo, Buenos Aires-Informe sobre el 1º de Mayo en 1933 en AGR-MI, Sala VII. Fondo Agustín P. Justo.
Caja Nº45, Doc. 96.
1139
La Lucha, 10/05/1938.
1140
Carta de Sebastián Marotta al Ministro de Gobierno de Entre Ríos, Luis Etchevehere, Buenos Aires,
31 de enero de 1919, “C.C. F.O.R.A. IXº” (22-01-1919--14-04-1919) Hoja 270/228.
1141
Unión Sindical, Órgano de la Unión Sindical Argentina, Buenos Aires, 10/09/1939.
356
“La guerra europea, desencadena por dos imperialismo en su afán de dominar el mundo,
de rebote viene perjudicando a toda la humanidad y, por consiguiente, a nuestro país, o
mejor dicho a los trabajadores del mismos. Estos están pasando por momentos
sumamente difíciles. Las fábricas, los talleres, los frigoríficos y todos los lugares de
trabajo, van paralizándose paulatinamente y el brazo del obrero, del operario, del
técnico, van quedando sin ocupación”
Luego de hacer una descripción de la situación de los obreros del campo, a los que
él mismo pertenecía, planteó que la situación ponía a los obreros en dos caminos
posibles, o la mendicidad o el robo. No recomendando ninguno de ellos, afirmó: “…yo
llamo hacer patria, le ha tocado, por propia iniciativa a la Junta de Fomento local.”
Había que reclamar por trabajo en el Estado.1142
Como se puede ver, el nacionalismo obrero, analizó la realidad y reclamó al
Estado independencia frente a las potencias mundiales, a las que se acusaba de
responsable de los males argentinos. En este sentido Iñigo Carrera tiene razón en su
caracterización sobre la búsqueda de una integración al sistema, es decir, a la búsqueda
de la reforma del Estado a favor de los intereses proletarios. El nacionalismo obrero es
uno de los barnices bajo el cual se ocultó el reformismo. Y fue observado por varios
historiadores del movimiento obrero como uno de los elementos de continuidad que
heredó el peronismo.1143La evidencia aportada por esta corriente refuta el sentido
común que habla de una “nacionalización” del movimiento obrero, recién con el
advenimiento del peronismo.1144
Este apartado versa sobre la política antifascista, tal como fue encarada por los
sindicatos. En este sentido, queremos destacar otro de los elementos que influyeron en
1142
Unión Sindical, 20/09/1940.
1143
Matsushita, Op. cit. Baily, Op. cit., Cap. 2. E Iñigo Carrera, Nicolás: “Emancipación social y
emancipación nacional en el movimiento obrero argentino”, en Rajland, Beatriz & Cotarelo, María Celia:
La revolución en el bicentenario. Reflexiones sobre la emancipación, clases y grupos subalternos, Buenos
Aires, CLACSO, 2009. El mismo autor, analiza en su estudio de la huelga de 1936 al nacionalismo “anti-
imperialista” como uno de los elementos fundantes de la conciencia obrera que se unificará en torno al
peronismo, cfr.: Iñigo Carrera, La estrategia de la clase obrera: 1936…Op. cit.
1144
Han sido fundamentalmente los apologistas del peronismo quienes hablaron de una “nacionalización”
del movimiento obrero. Ver Puiggros Rodolfo: El peronismo: Sus causas, Buenos Aires, Carlos Pérez
Editor, 1971.Ramos, Abelardo: Breve historia de las izquierdas en la Argentina, Buenos Aires, Editorial
Claridad, 1990.Ramos, Abelardo: Historia del Stalinismo en la Argentina, Buenos Aires, Editorial del
Mar Dulce, 1969.Ramos, Abelardo: La era del peronismo, 1943-1976, Buenos Aires, Ediciones del Mar
Dulce, 1981.
357
la práctica política de los sindicatos: cómo el avance de las fuerzas reaccionarias, llevó a
los sindicatos enrolados en la UOPER a tomar posición activa. Como ellos mismos
explicaron:
1145
El Despertar, Mayo de 1938.
1146
El Despertar, Septiembre de 1932. CGT, 12/04/1935.
1147
Volante de la Unión Obrera Departamental (U.O.P.-U.S.A.), A los trabajadores y al pueblo en
general. Nuestra inconfundible posición frente al paro decretado por el Comercio, la industria y la
producción, Concepción del Uruguay, 13/01/1945.
358
Entre los oradores se destacaron miembros del Partido Socialista, de la UCR y
Balsechi.1148También en la ciudad de Diamante, el otro gran centro de agitación sindical
de la provincia, se realizaron actos contra el fascismo. En ellos se habló contra los
crímenes fascistas y se dio “el toque de alerta frente al avance del fascismo y sus
legiones armadas.”1149
A principios de 1934, la UOD de Concepción del Uruguay publicó un manifiesto
contra las fuerzas de la reacción que, según afirmaban, financiaban la conformación de
grupos de rompe-huelgas. Aclaraban que ellos se destacaban como militantes apolíticos,
pero que no podían permitir el desarrollo de organizaciones políticas que a rostro
descubierto lucharan contra la organización gremial.1150 Tiempo después, los portuarios
de Concepción del Uruguay, publicaron un comunicado en el que se declaraban en
boicot contra los productos de la granja San Marcelo, propiedad de Rodolfo Solanas
Pacheco. Entre los argumentos resaltan que el propietario financiaba un sindicato
amarillo y que, como militante del Partido Demócrata Nacional era simpatizante fascista
y de allí su odio a la organización gremial.1151 Efectivamente, Solanos Pacheco fue
presidente de un partido llamado Unión Cívica Nacionalista y fue, por ello, e
investigado por la Comisión de Actividades Anti Argentinas de la Cámara de Diputados
de la Nación. Como resultado de esta investigación, fue procesado como simpatizante
nazi en 1941.1152Dos años más tarde, sería designado como delegado por la Secretaria
de Trabajo y Previsión a fines de 1943 por la revolución de Junio.1153
A fines de octubre de 1934, el diario de Paraná, El Tiempo, publicó una proclama
de la UOD de Concepción del Uruguay titulado “La palabra obrera contra la reacción
fascista”. En ella se daba cuenta de la actuación de las fuerzas reaccionarias, de sus
ataques a las comunidades judías y de su oposición a la organización obrera. A la hora
de señalar quienes eran los “fascistas criollos”, la proclama apuntó a los grandes
estancieros e industriales de la provincia. Argumentaba que eran los mismos que
pagaban salarios de hambre y finalizaba: “Trabajadores, frente a la reacción Alerta: y de
pie, es hora de defender tu organización y la libertad cueste lo que cueste.”, terminaba la
proclama.1154 En diciembre se publicó un manifiesto más extenso en el periódico de la
1148
La Juventud, 10/06/1933.
1149
El Debate, Gualeguay, 18/11/1933.
1150
La Vanguardia, 10/01/1934.
1151
La Vanguardia, 19/01/1934. La Vanguardia, 23/03/1934.
1152
Los Principios, 27/01/1943.El Censor, Gualeguaychú, 29/08/1941.
1153
Ver: El Litoral, Concordia, meses de noviembre-diciembre.
1154
El Tiempo, Paraná, 26/10/1934.
359
CGT. Plantearon que no se entendía cuál era el objeto de presentar a la provincia en un
estado caótico por el solo de que la UOPER comenzara una campaña para organizar y
elevar la calidad de vida de los trabajadores. Afirmaron:
“…la propia constitución de la provincia contempla el problema que con tanto ahínco
ha encarado la Unión Obrera Provincial, de organizar a miles de trabajadores sometidos
a la más bárbara y logrera explotación, y mientras la Unión Obrera Provincial exige el
fiel cumplimiento de la ley que establece la jornada de ocho horas y la del pago de los
salarios en moneda nacional, violada descaradamente por empresas de origen
extranjero, los chauvinistas y fascistas criollos miran con lentes ahumados la insólita
audacia de las empresas frigoríficas al negarse ser controladas en sus operaciones…”1155
360
tradición liberales. La UOD adhirió a estos actos. Consideraban que los reaccionarios
proponían un sistema de fuerza y oprobio en beneficio del “alto capitalismo
imperialista” y agregaron:
“La Unión Obrera Departamental, consecuente con su tradición de buscar todos los
medios con tal de combatir a la reacción en su mayor acción a la clase obrera
organizada, diezmando sus cuadros sindicales y persiguiendo sus movimientos, hechos
que ya ocurren en este país (la persecución de las organizaciones obreras en la provincia
de Buenos Aires) toma parte en la conjunción de fuerzas liberales que realiza el
mitin…”1159
Juan Balsechi fue el orador designado por la UOD. Días más tarde, se informó
que las agrupaciones que respondían al “Frente Popular” (Sic) habían logrado un acto
con un gran público que alcanzó los 2.000 participantes. Se había iniciado el acto con el
canto del Himno. El primero en hacer uso de la palabra fue el radical uruguayense
Isidoro Neyra. También habló el radical Atanasio Eguiguren y el diputado nacional por
el socialismo, Solari.1160
A fines de abril de 1938, como ya se dijo, se realizó el Tercer congreso de la
UOPER. Dentro de sus resoluciones se decidió la creación de organismos anti-fascistas:
“El congreso encomendó al nuevo Consejo que iniciara los trabajos pertinentes a los
efectos de constituir un organismo que agrupe a todas las fuerzas democráticas y
liberales para combatir al fascismo y al nazismo, organismo que en su oportunidad se
dará el plan de trabajos y fijará su orientación. El propósito de esta importante
resolución, es agrupar a todas los elementos enemigos del fascismo de los diversos
sectores de la opinión pública y sindical”1161
Por otra parte, a mediados de la década del treinta sucedió un hecho mundial que
sacudió el escenario político argentino y entrerriano. En efecto, la Guerra Civil española
fue un gran catalizador de las fuerzas anti-fascistas, democráticas y republicanas. Como
señaló Hobsbawm, la Guerra Civil española fue en muchos sentidos la antesala de la
Segunda Guerra mundial, y no fueron pocos los que vieron que en ella se jugaba más
que la suerte de los revolucionarios españoles contra los fascistas. Se reconocía una
lucha frontal entre los herederos de la Ilustración contra las fuerzas de la reacción.1162
Este hecho aceleró las actividades “anti-fascistas” de los sindicatos de la UOPER. Ni
1159
La Juventud, 10/10/1936.
1160
La Juventud, 13/10/1936.
1161
El Despertar, Abril de 1938.
1162
Hobsbawm, Eric: Historia del Siglo XX, Buenos Aires, Crítica, 2005, Cap. V.
361
bien este hecho sucedió, Pereyra, en carácter de Secretario de la UOPER envió un
telegrama de apoyo a sus pares de la Unión General de Trabajadores en Madrid:
“La gesta heroica de los trabajadores españoles, en su lucha contra la reacción, no debe
ser mirada con indiferencia por que el triunfo del ejército leal, es el triunfo de la clase
obrera del mundo contra la opresión y si el fascismo llegara a triunfar! Guay de los
trabajadores organizados y de sus limitadas libertades sindicales!”1164
1163
El Debate, 04/08/1936.
1164
El Despertar, febrero de 1938.
1165
Ídem.
1166
El Despertar, Junio de 1938.
1167
Unión Sindical, 20/08/1939.
362
y la UOPER no fueron ajenos a la lucha internacional contra el fascismo. El día 4 de
diciembre realizaron un pic-nic para reunir fondos que serían enviados al frente de lucha
en la península ibérica. Decían los organizadores:
“A fin de dar mayor brillo posible a este festival campestre se ha contratado una
excelente orquesta, contándose también con la cooperación de una auténtica gaita
española, que por primera vez, después de muchos años, permitirá que vuelvan a
escucharse en Uruguay sus melodiosos acordes, que harán vivir en los corazones
momentos de realidad de la España, hoy envuelta en llamas por obra del fascismo
internacional.”
Se agregaba que “como siempre” se contaría con una buena cantina y existiría un
servicio de colectivos especialmente organizado para la actividad. Finalizaban el
llamado: “Camaradas trabajadores, residentes españoles, pueblo de Uruguay: los
trabajadores, el pueblo, los niños y ancianos de España republicana reclaman vuestra
solidaridad; contribuid con vuestra presencia al éxito de este pic-nic en beneficio de
todos ellos”1168Días más tarde explicitaban cual era el fin de la actividad:
“….también, frente a los insistentes rumores de un posible golpe de Estado que estarían
preparando las fuerzas coaligadas de la reacción el cual implicaría fatalmente la
anulación de las libertades de que goza el movimiento sindical; la Unión Obrera
Departamental ha resuelto realizar una gran asamblea plenaria de los sindicato obreros
(…) en el cine-teatro Rocamora, en la cual los trabajadores organizados dejarán
1168
La Juventud, 22/11/1939.
1169
La Juventud, 28/11/1939.
363
perfectamente definida su posición frente a la gravedad de las horas de palpitante
inquietud que vivimos.”1170
La nueva área de acción estimuló halagos en las esferas oficiales, que saludaron a
los sindicatos por sus nuevas iniciativas y compromiso manifiesto con el régimen
político:
“Se viene observando, en los últimos tiempos, la acción de las asociaciones gremiales
argentinas en el sentido de aunar esfuerzos para defender las libertades democráticas
públicas y privadas consagradas por nuestra organización jurídica constitucional. Se
trata, como se ve, de una labor no habitual a los sindicatos que, en forma permanente, se
dedican a la lucha por las ventajas típicamente sindical, es decir, mejora de salarios,
cumplimento de las leyes de limitación de las jornada y de descansos semanales (…)”
Para comienzos de la década del cuarenta, con una década de luchas contra los
conservadores, los enfrentamientos eran cada vez más abiertos. Cuando los
conservadores de Concepción del Uruguay atacaron a la UOPER desde sus páginas, los
obreros entrerrianos llevaron su situación al Congreso de la U.S.A., y este se pronunció
contra los “pasquines nazi-fascistas”:
“Si la Unión Obrera Provincial ha tolerado en silencio hasta ahora tan canallesca
campaña periodística, desde hoy declara que sabrá marcar a fuego a los enemigos
declarados de la organización obrera, para que, como ciudadanos argentinos, sepan
oportunamente darles el castigo que merecen, desalojándolos del escenario político de
nuestra provincia.”1172
1170
La Juventud, 27/03/1941.
1171
BDT, septiembre de 1941, p. 1.
1172
Actualidad, Nogoyá, 24/02/1943.
364
La acusación de nazi a unos y comunistas a otros había sido muy usada por las partes
enfrentadas. En ese momento, los ánimos estaban exacerbados. Los conservadores
prepararon un golpe contra los radicales, a través de un ataque dirigido a sus aliados.
Tales eran las palabras del manifiesto alcanzado a Laurencena en persona por un
grupo de delegados obreros en la Casa del Partido radical en Paraná. También los
ferroviarios aprobaron en un congreso en Basavilbaso dar su apoyo a la fórmula
radical.1174Hay un hecho que puede explicar porque finalmente salió a superficie la
alianza entre radicales y obreros. El último desencadenante fue nada menos que un
nuevo encarcelamiento de Juan Balsechi a menos de diez días de las elecciones
provinciales para gobernador. De tención ordenada y gestada por las autoridades
nacionales.
Los sucesos comenzaron por un conflicto en el Molino “Concepción” en el puerto
de Concepción del Uruguay.1175 Por ello, Balsechi y otro miembro de la UOD fueron
citados a la sub-prefectura local. Al presentarse, quedaron detenidos e incomunicados
1173
Actualidad, Nogoyá, 05/02/1943.
1174
Actualidad, 26/02/1943.
1175
Ver: Los Principios, Circa 10/02/1943. Actualidad, 10/02/1943. La Juventud, 09/02/1943.
365
por los delitos de “atentado a la libertad de trabajo y privación de la libertad”,
denunciados por un obrero maquinista del Molino harinero.1176
Ambos detenidos fueron representados por David Tieffemberg –conocido
militante socialista- y Julio Girard –un diputado radical que durante el debate
parlamentario sobre la existencia de fascismo en la provincia fue acusado por los
conservadores de ser amigo de Balsechi-.1177 En la mañana del 12 de marzo se presentó
un habeas corpus. Hecho que no encontró respuesta, por lo que se envió un pedido a la
Cámara Federal en Paraná. Se informó que el pedido de captura era por orden del
Ministerio del Interior.1178
Tres días más tarde, se difundió la información de que se había levantado la
incomunicación, pero era falso. Asimismo, representantes de la UCR, en la figura del
Senador provincial y Presidente del Comité Departamental, Isidoro Neyra, enviaron una
nota telegráfica de quejas al Ministerio del Interior en Buenos Aires. Se informó sobre
dichos de políticos conservadores, quienes se jactaron de encarcelar a Balsechi como
una venganza:
“Desde [la] tribuna conservadora [un] dirigente político [de] segundo orden amenazó
anoche [al] pueblo obrero con [el] confinamiento [del] dirigente obrero prestigioso Juan
Balsechi. Si ellos ocurre, V.E., tendrá responsabilidad [de la] medida injustificada y
provocada [la] pasión y odio político [de] quienes no son capaces de soportar [una]
derrota aplastante [del] libre pueblo [de] Entre Ríos [que] les obsequiará 21
corriente…”1179
El 16 de marzo, Guarina fue liberado por orden del Juzgado Federal. Mientras
Balsechi debió esperar unos días más tras las rejas. La libertad fue solicitada, además de
por sus propios camaradas de la UOD, la UOPER y USA, por el Partido Socialista y el
Partido Radical. Incluso el diputado radical por la Capital Federal, Francisco Turano
visitó a Balsechi mientras se encontraba preso.1180Sin embargo, Balsechi quedó a
disposición del Ministerio del Interior y del Poder Ejecutivo Nacional. Las palabras del
1176
Informe del Prefecto General Marítimo al Ministro de Marina, Buenos Aires, 22/03/1943, en
Argentina-Archivo General de la Nación. Departamento Archivo Intermedio, Ministerio del Interior,
Comisión de Organización de Archivos. Secretos, confidenciales y reservados, Caja 7, Doc. Reservado
82. En adelante: Ar-AGN. DAI. MI. COA. SCR. Caja N° y Doc.
1177
Entre Ríos. Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados, Año 1941, 82º Periodo Legislativo, Sesión
del 26 de agosto de 1941, Paraná, Imprenta de la Provincia, 1941, pp. 130-132.
1178
La Juventud, 13/03/1943.
1179
La Juventud, 16/03/1943.
1180
El Despertar, 18/03/1943. Los Principios, 18/03/1943.
366
Ministro del Interior Miguel J. Culaciati al Juez Federal, Doctor Abelardo Montiel
fueron elocuentes:
“Acuso recibo del telegrama de V.S. por el que me comunica que Juan Balsechi, se
encuentra procesado en el juzgado a su cargo por los delitos de privación de libertad y
atentado a la libertad de trabajo lo que pone en conocimiento del Ejecutivo Nacional a
fin de que se disponga lo concerniente.
En respuesta cúmplame hacer saber a V.S. que se ha oficiado al Ministerio de Marina
pidiéndole quiera dar las órdenes del caso para que en la oportunidad en que V.S. dicte
sentencia en la causa que instruye y si esta dispusiera la libertad del procesado sea
mantenido en detención por disposición del Presidente de la Nación en uso de las
facultades del estado de sitio y por tratarse de un sujeto sindicado como elemento de
acción comunista según lo expresa la comunicación de V.S.”1181
1181
Nota Telegráfica del Ministro del Interior Miguel J. Culaciati al Juez Federal, Doctor Abelardo
Montiel, Concepción del Uruguay, 16/03/1943, en Ar-AGN. DAI. MI. COA. SCR. Caja N° 7 Doc. Res.
82.
1182
La Juventud, 18/03/1943.
1183
El Despertar, 18/03/1943.
1184
Nota del Ministro del Interior Miguel J. Culaciati al Ministerio de Marina, Buenos Aires, 18/03/1943,
en Ar-AGN. DAI. MI. COA. SCR. Caja N° 7 Doc. Res. 82.
367
Balsechi decía el informe secreto brindado por el director del escuadrón de zapadores de
Concepción del Uruguay: “… [Su] presencia fue anunciada por los altoparlantes
instalados en el lugar, siendo saludado entusiastamente por los comensales que, de pie,
dieron vivas por el `camarada mártir de la prepotencia del Partido Demócrata
Nacional´”.1185
En marzo de 1943, tras décadas de política anti-partidaria, aparece una
propaganda electoral en el órgano de la Unión Obrera de la Provincia de Entre Ríos:
“Por el libre desenvolvimiento de los derechos sindicales, todos los hombres libres y los
trabajadores conscientes, cumplan con el deber de votar la fórmula de la libertad y la
democracia. LAURENCENA-GARAY [UCR]”.1186 Se había cerrado definitivamente
una época de negarse al posicionamiento político-electoral y los sindicalistas puros, se
volcaron sin demasiado pudor a favor de los radicales. Como se demostró en las páginas
anteriores, motivos no le faltaban.
El 10 de mayo se realizó una reunión del Consejo Provincial de la UOPER. En
ella se discutió un balance sobre la participación de los sindicalistas en los comicios del
21 de marzo. Por unanimidad respaldaron el apoyo brindado a la fórmula radical “en
defensa de la organización y de nuestras libertades sindicales amenazadas si hubiera
triunfado las fuerzas reaccionarias del Partido Conservador.” Añadían que:
“El Consejo analizó esta situación llegando a la conclusión clara y terminante que
únicamente estableciéndose un Gobierno de carácter democrático, podrán los
trabajadores en general, conquistar el derecho de reunión, de prensa y palabra, porque
viviendo bajo el imperio de la reacción, las organizaciones sindicales se ven trabadas en
el libre juego de sus actividades, por tal razón exhorta a los sindicatos adheridos a que
secunden todo movimiento e iniciativa tendiente a lograr la unidad de todas las fuerzas
democráticas y liberales, con el propósito de luchar contra la reacción y el nazi-
fascismo, e imponer el verdadero régimen constitucional en nuestra República, que hoy
está cercenado por una política anti-democrática y anti-argentina.”1187
1185
Información sintética complementaria de las actividades políticas en la provincia de Entre Ríos, Por
ser un informe secreto no contiene ni autor, ni fecha, ni origen. Estimamos Circa Marzo 1943, en Ar-
AGN. DAI. MI. COA. SCR. Caja N° 7 Doc. Res. 127.
1186
El Despertar, 18/03/1943.
1187
U.S., 31/05/1943.
368
prevalecer los intereses y derechos sindicales.1188De esta manera, con este episodio, la
relación construida los años anteriores con los radicales terminaba de cristalizarse y por
fuin salía a la luz. La máscara de la prescindencia era ,entonces, abandonada.
Conclusión
1188
Gramsci, Op. cit., p. 57.
369
tuvo por fin primario, organizarlos para reclamar trabajo. Como ellos mismos
planteaban, debieron tomar medidas prácticas que resultaron más útiles que la espera de
la revolución.
Para la búsqueda de trabajo, los sindicalistas idearon un mecanismo práctico muy
útil: reclamar al Estado por ocupación. En otro capítulo hablamos de esto como el
“consenso interventor”, con el cual, el discurso y la práctica empalmó sin demasiados
obstáculos con las opiniones de los partidos del régimen capitalista. Nuevamente, hubo
en ello un acuerdo con la clase dominante. Los sindicalistas tuvieron dos momentos de
mayores reclamos por trabajo al Estado. El primero a fue durante el bienio 1932-1933 y
luego,en los primeros años de la década del cuarenta. Para que los planes de obras
públicas reclamados y otras demandas se concretaran, debieron entablar y profundizar
sus relaciones con los políticos del régimen. Ya no sólo con los legisladores
provinciales y nacionales, sino, particularmente, con políticos locales –se destacó
Isidoro Neyra como exponente de este grupo- así como, con los distintos gobernadores
en el poder durante el periodo.
Otro cambio que se vivió durante la década del treinta estaba relacionado con el
contenido de la liturgia obrera y su discurso. En efecto, la década en cuestión vio arribar
a los partidos políticos –y no solo a los de izquierdas- a los actos del primero de mayo,
que se convirtieron en arena de fuertes demandas al régimen social con un peso
creciente de las demandas políticas. Es decir, el primero de mayo fue, poco a poco,
abandonando el carácter de fecha para las demandas por mejoras económicas para
cobrar un mayor rol la discusión sobre cuestiones políticas. También, y en la misma
línea, se desenvolvió con menos tapujos un discurso de corte nacionalista obrero o
popular, que apuntaba contra las empresas extranjeras y los capitales más concentrados
nacionales.. Nuevamente, vimos en ese proceso como la clase obrera tomó
concepciones y representaciones que hasta el momento le eran contrapuestas, tales
como el nacionalismo o la idea de un Estado que representara a todos los habitantes.
Si hubo un hecho que caracterizó la década del treinta fue el avance del fascismo
y la conformación de frentes anti-fascistas. Como demostramos, los sindicalistas
entrerrianos no estuvieron ausentes de ese nuevo frente de lucha. Para ello, los
sindicalistas, desde los primeros congresos de la UOPER y, durante todo el periodo de
estudio del capítulo, se mantuvieron alertas y activos. La oposición al fascismo se basó
en el supuesto –empíricamente comprobado en los países fascistas- que gobiernos de
este tipo atacaban las libertades mínimas para el desarrollo de la actividad sindical. Pero
370
no todo eran extrapolaciones de experiencias. La derecha local insistía en vincular la
acción sindical con el desarrollo del comunismo. Hecho que era falso en buena medida
y que, los sindicalistas puros interpretaron como una posición reaccionaria, que en
verdad ocultaba la oposición a las mejoras obtenidas por los sindicatos. Nuevamente, en
este caso, los sindicalistas de la UOPER fomentaron la unidad práctica con otros
sindicatos y partidos políticos que se consideraban democráticos. Con esto se conformó
un “Frente popular” de hecho. Una alianza entre partidos de izquierda, sindicatos y
partidos burgueses, en el caso entrerriano representado por la UCR.
Finalmente, el suceso que aceleró la toma de posición de los miembros de la
UOPERfue el encarcelamiento del histórico militante de la UOD, Juan Balsechi por
parte de las fuerzas represivas de la Nación, lo que impulsó a la UOPER a votar y hacer
campaña por los radicales. Era la primera vez en los casi veinte años de existencia del
sindicalismo vinculado a la UOD uruguayense y los diez de la UOPER que una entidad
sindical de este nivel se pronunciaba por un partido político en el marco de la disputa
electoral. La maniobra preparada por los conservadores a través de los jueces federales
y las autoridades del puerto de Concepción del Uruguay que respondían al Poder
Ejecutivo nacional facilitaron el encarcelamiento. Pero a raíz de ello, la alianza tácita
que los radicales y obreros de la UOPER que venían tejiendo subterráneamente, salió a
superficie.
Un problema histórico a responder fue ¿cómo sindicatos que eran declarados anti-
partido terminaron llamando a votar por los radicales? La respuesta se encuentra en las
transformaciones del escenario de crisis que se vivió con persistencia durante la década
del treinta. Esta situación los llevó a tomar contacto con los radicales que administraban
diferentes resortes del poder. De este modo, la acción de los sindicatos se construyó en
torno al poder del Estado y los vínculos entre los obreros y el partido en el gobierno.
Por otra parte, el avance del fascismo y los permanentes ataques de los conservadores,
aceleraron las relaciones entre ambas partes. Casualmente la salida a superficie de la
alianza se dio pocos meses antes del golpe de 1943. La preexistencia de una alianza
política donde participaba la vieja guardia sindical entrerriana junto al radicalismo,
dificultó en un primer momento en Entre Ríos la participación obrera de la nueva
alianza peronista. La mayor parte de la vieja guardia sindical entrerriana, mantendrá en
1945 su alianza con el radicalismo apoyando a la Unión Democrática. En cambio, el
peronismo para tener bases obreras propias deberá construir una dirigencia sindical
paralela que termine por desplazar a los viejos sindicalistas locales.
371
Esta situación se reconoce rápidamente a los pocos días de intervenida la
provincia, cuando el Coronel Ernesto Ramírez comenzó las tareas de persecución. Las
medidas alcanzaron tanto a hombres como instituciones. Pero hubo alguien que, por el
momento, es el primero que tenemos registrado en caer en manos de la policía. Ne
nuevo, este dirigente gremial será Balsechi, máximo dirigente del sindicalismo puro,
quien es colocado bajo jurisdicción militar.1189 Medidas como esta se mantuvieron
durante todo el periodo 1943-1945. Por ejemplo, durante 1944 y 1945 se clausuró la
Federación Obrera de Concordia por no querer apoyar a la Secretaria de Trabajo y
Previsión.1190 Es decir, entidades que habían colaborado con el Departamento Provincial
de Trabajo bajo los gobiernos radicales, se negaban a brindar ese apoyo a la Secretaria
de Trabajo y Previsión.
La necesidad de la represión, de la clausura y el encarcelamiento, fue resultado de
la persistencia de un estado de cosas que los viejos dirigentes sindicalistas entrerrianos,
a pesar de los posibles beneficios de los nuevos tiempos, no querían. Por ello, sus
principales referentes tampoco participaron del armado del Partido Laborista. El
desarrollo de este proceso, sin embargo, es un tema que excede el tratamiento posible en
esta tesis.
1189
Telegrama del Interventor Federal Interino, General de Brigada Juan Carlos Sanguinetti al Ministro
del Interior, Coronel Alberto Gilbert, Paraná, 20/06/1943 en Argentina-Archivo General de la Nación.
Departamento Archivo Intermedio, Ministerio del Interior, Comisión de Organización de Archivos.
Secretos, confidenciales y reservados, Caja Nº7, Documento Reservado 82.
1190
El Litoral, 09/11/1944. El Diario, 10/11/1944. El Diario, 01/12/1944. El Diario, 16/11/1944. El
Diario, 02/02/1945.
372
Conclusión
A lo largo de la tesis sostuvimos la década del treinta estuvo marcada por la crisis.
En primer lugar, entendemos la crisis como un momento de reformulación de las
fuerzas de producción capitalista y en tal sentido hemos estudiado su desarrollo en la
provincia de Entre Ríos. Uno de estos cambios fue la expansión del uso de las
máquinas. Algo que parece un simple cambio productivo, generó todo una
reconfiguración del aparato de la estructura productiva: quienes pudieron invertir
aumentaron su productividad y pudieron sortear mejor los malos tiempos. Cabe destacar
que con los factores estructurales de la crisis coincidieron otros factores coyunturales
que la agravaron, en especial en el medio agrario (crisis comercial afectó la colocación
de productos o cuando las plagas y situaciones climatológicas). Quienes no pudieron
invertir, retrocedieron posiciones en la competencia hasta sucumbir en la
proletarización. Esta situación fue especialmente aguda en Entre Ríos por la estructura
de la tenencia de tierra predominante con un mayor número de propietarios, pero que
ocupaban parcelas de menor tamaño y, por ende, en principio menos competitivas. Por
último, miles de obreros empleados todos los años trabajo en tareas rurales, vieron
desaparecer su fuente de ocupación. Las máquinas redujeron el tiempo de trabajo
necesario y limpiaron el campo de los capitales menos productivos.
Un proceso similar se vivió en el medio urbano. Resumen de actividades que se
mecanizan en la ciudad. La llegada de máquinas sobadoras a las panaderías, el sistema
de vulcanizado a las zapaterías, máquinas picadoras de tabaco y armadoras de cigarros.
Habían llegado y desplazado a los trabajadores. Situación más violenta si vivieron en
los grandes establecimientos de manufacturas de carne, donde un arsenal de nuevas
norias, máquinas cuereadoras, enlatadoras, sistemas de propulsión a nafta, trastocaban
los procesos de trabajo y lentamente, el obrero iba siendo corrido. Dejado sin empleo.
¿Cuáles eran las opciones para los desocupados? La década del treinta dio un
nuevo sentido a la idea de migrar en búsqueda de trabajo. Los trabajadores entrerrianos
rurales habían participado de las cosechas y trabajos de las provincias vecinas,
migrando en forma estacional para luego volver a Entre Ríos. A partir de aquellos años,
para muchos, el retorno no era una opción. El éxodo se convirtió en una salida
373
permanente. Miles de trabajadores se marcharon. Fueron los departamentos cerealeros
del suroeste los que más población parecen haber perdido. Sin embargo, hemos visto
que la migración afectó a toda la provincia. Por otra parte, de acuerdo a las fuentes
cualitativas, vimos que los pequeños patrones fundidos se dirigieron normalmente a las
ciudades cabeceras, en algunos casos para continuar camino fuera de la provincia. En
otros, para establecerse. Para los obreros, la emigración de la provincia era la única
opción.
En aquel contexto, la clase dominante preocupada por el peligro que
representaban los desocupados que se agrupaban en puertos y estaciones ferroviarias o
en suburbios urbanos postulan una intervención estatal para resolver la emergencia.
Emerge entonces un “Consenso interventor”: todo el arco político de izquierda –
incluyendo irónicamente a los anarquistas- a derecha, y con sus variantes internas
coincide en la necesidad de una rápida intervención del Estado. Así fue que, junto al
consenso ideológico nació el Gran Patrón. Un Estado que ocupó a miles de
desocupados, que desarrolló planes de infraestructura y obras viales.
Otra línea de intervención estuvo dada por los planes de colonización estatal. Los
mismos, a diferencia de la colonización privada previa, no estaban orientados a
desarrollar la agricultura de exportación. Por el contrario, con el otorgamiento de
parcelas aún más reducidas que en la colonización previa, se procuraba afincar a los
desocupados en el medio rural donde deberían desarrollar actividades de auto-
subsistencia. Por eso, el modelo fue la granja mixta.
La tercer respuesta estatal fue la de facilitar el éxodo obrero. En efecto, luego de
que, en un primer momento grupos de vecinos notables comenzaron a organizar los
primeros comités pro-desocupados, pecuniariamente sostenidos por la caridad pública,
el Estado provincial tomó cartas en el asunto y comenzó a financiar esos espacios. Pero
esto era oneroso y perpetuaba el problema. Por ende, en forma creciente el Estado se
inclinó por facilitar el éxodo de los desocupados, facilitando pasajes económicos e
informando de la demanda de trabajadores en distintos puntos del país, en especial en
Chaco.
También, durante este periodo la clase obrera entrerriana retomó la organización
de un aparato sindical. Desde los primeros intentos de organizarse post-reflujo del
periodo 1921-1927, los trabajadores retomaron la senda de la organización. En esta
tarea fueron auxiliados por militantes provenientes de las grandes urbes vecinas y
extra-provinciales como fueron Buenos Aires y Rosario-Santa Fe, quienes ayudaron a
374
organizar a los obreros de la costa del río Uruguay y Paraná, respectivamente. También
fueron aquellos centros los que influenciaron ideológicamente a los trabajadores de los
respectivos núcleos de militancia provincial. De tal modo, la costa entrerriana del
Paraná con eje en Diamante recibió la influencia anarquista proveniente de Santa Fe;
mientras que la costa del río Uruguay, con Concepción del Uruguay a la cabeza, recibió
la influencia del sindicalismo de Buenos Aires.
Una vez fortalecidos y establecidos estos grupos, la formación de nuevos
sindicatos tomó nuevos bríos.El movimiento de organización se irradió desde las costas
de los grandes ríos hacía el interior. Hacia 1932 había dos núcleos de obreros, que
funcionaron como polos de atracción de la acción gremial y responsables de nuevos
sindicatos: Diamante anarquista y Concepción del Uruguay, sindicalista puro. Ese
esfuerzo confluyó en la constitución de la Unión Obrera de la Provincia de Entre Ríos
en 1932. Sin embargo, la desocupación postergó un tiempo la ofensiva obrera. Desde
1934 a 1937 se vivieron años de fuertes luchas. Encabezado por los obreros estibadores,
la provincia de Entre Ríos vio nacer sindicatos donde nunca antes habían existido. Las
demandas eran sencillas pero necesarias: reconocimiento del sindicato, aumento salarial
y control de las bolsas de trabajo.
En 1937, los trabajadores de la zona de Diamante, vivieron una fuerte represión
que afectó al conjunto de la organización con encarcelamientos, la clausura del local
sindical de los estibadores del puerto de Diamante –centro de la agitación regional- y
numerosos apaleamientos. Con estos sucesos y la derrota de la huelga encarada y
reprimida por los estibadores de 1937, concluye la experiencia sindical anarquista en
Entre Ríos. Por cierto, al menos en Entre Ríos el anarquismo había mantenido su
vitalidad por mucho más tiempo de lo que distintos historiadores consideraban.
El mismo año que se desplegaba esta represión contra los anarquistas
diamantinos, se incrementaba por otra parte la voluntad interventora del Estado. A partir
de entonces esta voluntad interventora del Estado, instrumentalizada a partir del
Departamento Provincial de Trabajo confluyó con la actitud del ahora completamente
hegemónico sindicalismo puro con epicentro en Concepción del Uruguay. El
pragmatismo y la defensa de la prescindencia política funcionaron como fundamento de
la creciente colaboración. Los sindicalistas puros conservaron su hegemonía sobre la
vida gremial provincial pese a que los comunistas comenzaban a despuntar en la ciudad
capital y a tender lazos hacia el interior.
375
La integración al Estado es compleja e intervienen muchos sujetos y situaciones.
En primer lugar, con los partidos políticos de la clase dominante que son los vehículos y
frenos para que se desarrolle una política estatal de integración o rechazo. Para el caso
entrerriano, el primer intento de integración corrió por cuenta de los partidos políticos
burgueses que interpelaron a los obreros arrogándose la representación de los intereses
secundarios de ellos. En este caso, la Unión Cívica Radical tuvo un papel destacado por
varios motivos: al ser los administradores del Estado provincial y evitar las
intervenciones provinciales tras el golpe de Estado de 1930, los radicales tuvieron
tiempo suficiente para relacionarse con los obreros entrerrianos en lo que constituye una
situación en gran medida, excepcional en el país.
Como dijimos esta apertura a la intervención estatal y a cotemplar al menos los
intereses secundarios de la clase obrera por parte del radicalismo en el poder confluyó
con un movimiento concordante por parte de las organizaciones sindicales. En el
proceso de acercamiento al Estado y los políticos que lo administraban, vimos también
cómo ideológicamente los obreros organizados, integraron discursos de corte
nacionalista y por otra parte, cómo se fue haciendo insostenible mantener la
prescindencia política. Cabe destacar que el creciente tono nacionalista no era exclusivo
de los sindicalistas puros, sino que también campeaba entre las intervenciones de los
partidos de izquierda, sea el Partido socialista, El Partido Socialista Obrero, como el
Partido Comunista.
En el proceso se construye y consolida una alianza en principio tácita entre los
sindicalistas puros y el radicalismo. Esta alianza por momentos era más visible.
Especialmente cuando algún diputado o senador radical proponía una ley que favorecía
a los obreros y estos salían a respaldarla, o bien, cuando los conservadores agitaban el
fantasma del comunismo pidiendo la intervención de la provincia y los obreros
sostenían lo contrario. La política de conformar frentes populares por parte del Partido
comunista, así como el desarrollo de campañas antifascistas por parte del Partido
socialista, contribuyeron a impulsar el movimiento en el mismo sentido. De hecho en
1943, los comunistas llaman a votar por el radicalismo, lo mismo hizo el Partido
Socialista Obrero en 1938. Esta alianza tácita también era perceptible a partir de la serie
de actos donde militantes de estos distintos partidos llegaban a compartir palco. Por
ejemplo el 1 de mayo de 1938.
Finalmente en marzo de 1943, el encarcelamiento de uno de los referentes más
conocidos del sindicalismo entrerriano, Juan Balsechi, por parte de fuerzas nacionales
376
vinculadas a los conservadores, precipitó la toma de partido y el llamado abierto a votar
por los radicales. Si a nivel nacional la vieja guardia sindical abandonó su prescindencia
política en 1945 en favor de una alianza con el peronismo. Los sindicalistas entrerrianos
hicieron lo mismo en 1943, pero en favor de una alianza con el radicalismo. Creemos
que la preexistencia de esta alianza, dificulta en un primer momento la construcción de
la alianza peronista, pero la comprobación plena de esta hipótesis que trasciende el
marco temporal de estudio dependerá de futuras investigaciones. En el mismo sentido,
esta tesis abre numerosos interrogantes: hemos estudiado los procesos políticos
abordados desde la perspectiva del análisis de la historia del movimiento obrero
entrerriano. Pero, al hacerlo, aportamos datos significativos sobre el comportamiento en
la provincia de otras fuerzas políticas. Esto naturalmente abre líneas de investigación
que exceden los objetivos de estas tesis. Esta dinámica y esta tensión entre la
investigación que se concluye y las nuevas indagaciones que se habilitan, inherentes a
cualquier tesis o cualquier estudio, es quizás más intenso en nuestro caso por el vacío
historiográfico en lo que respecta a la historia entrerriana. Por eso mismo, tanto por las
preguntas saldadas, como por las fuentes dadas a conocer y por los interrogantes
abiertos esperamos que esta tesis sea un aporte a un mayor desarrollo de la investigación
de la historia del interior del país que, como esperamos haber mostrado tiene mucho por
aportar a la historia nacional y sus debates.
377
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Diarios y periódicos:
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