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El atletismo es un deporte que conjuga disciplinas tales como carreras, saltos, lanzamientos,
pruebas combinadas y marcha; consiste en el arte de superar el rendimiento de los
adversarios en velocidad o en resistencia, en distancia o en altura. Esta disciplina se ha ido
desarrollando a lo largo de los siglos, desde las primeras pruebas hasta su reglamentación.
El propósito del presente trabajo es analizar brevemente los saltos horizontales, tomando en
cuenta algunos de los elementos que lo conforman.
EL ATLETISMO
En el ámbito del deporte, el atletismo posee la singularidad de integrar un conjunto variado de disciplinas
relacionadas con habilidades y aptitudes naturales del cuerpo humano (desde las carreras de velocidad y de
fondo hasta los lanzamientos y los saltos de longitud y altura) y la aureola de ser la más antigua de las
manifestaciones deportivas, con ilustres precedentes en la Grecia clásica.
En su renacimiento moderno, que cabe situar en el siglo XIX, el desarrollo del atletismo ha corrido paralelo
al de los Juegos Olímpicos, en los que ha ocupado una posición central desde su refundación en 1896; junto
a esta cita cuatrienal, sin duda el máximo acontecimiento deportivo de nuestro tiempo, en las últimas décadas
han proliferado encuentros de altísimo nivel como el Campeonato del Mundo (desde 1983) que han captado
también la atención de los medios.
En las últimas décadas, la dedicación profesional y la tecnificación de los entrenamientos ha llevado a las
distintas disciplinas atléticas a niveles inimaginables cien años atrás y a una ininterrumpida superación de los
récords precedentes; si como práctica el atletismo es uno de los deportes favoritos por su naturalidad, como
espectáculo llena de admiración y asombro ante lo que parece una negación a los límites del potencial
humano.
Los principales artífices de este cambio fueron los antiguos griegos (Platón, por ejemplo, elogiaba con
entusiasmo la carrera pedestre), y la plasmación de estas inclinaciones deportivas son los Juegos que, desde
muchos siglos antes de Cristo, se disputaban en la ciudad griega de Olimpia. Los Juegos de Olimpia,
documentados desde el año 776 a.C. con el triunfo del velocista Coroebus, se celebraban cada cuatro años.
Sólo competían hombres (había otras competiciones aparte para mujeres, los Juegos Hereos) y las principales
pruebas eran el estadio (es decir, una vuelta a la pista de cerca de 200 metros), el diaulo (dos estadios) y el
dolico (prueba de fondo), además del salto de longitud y el lanzamiento de disco.
Ruinas de Olimpia
Con el tiempo adquirió mayor preponderancia el pentatlón, prueba combinada que incluía competiciones de
estadio, disco, longitud, jabalina y lucha. Pero el refinado espíritu griego fue degenerando en Roma en
barbarie y sangrientos espectáculos de lucha y combate, muy lejos del ideal de tregua y paz de los Juegos de
la Grecia clásica. En el año 393 d.C., el emperador romano Teodosio I, influido por la Iglesia, los prohibió.
Cronológicamente, y aunque no tuvieran la trascendencia de los Juegos Olímpicos de la antigua Grecia, hay
que citar también los Tailteann Games, que se celebraban en Irlanda ya desde nueve siglos antes de Cristo.
Al parecer, eran competiciones basadas sobre todo en lanzamientos (fundamentalmente uno, precursor del
actual martillo) y saltos, incluyendo el de altura. Pudiera ser que estas raíces atléticas quedasen impregnadas
en el espíritu de esos pueblos, pues no en vano fue en las islas Británicas donde se impulsó el deporte
moderno en general, y en concreto el atletismo, con su posterior influencia en Estados Unidos.
Ciertamente, el atletismo actual se origina en el impulso que se dio a las prácticas deportivas en algunos
centros educativos ingleses. El director del Rugby College, Thomas Arnold (1795-1843), promovió la
práctica de algunas de las actuales modalidades atléticas entre los alumnos, subrayando su valor educativo y
favoreciendo la celebración de competiciones en colegios y universidades. El siglo XIX fue el de los
espectaculares corredores de fondo, que disputaban duelos a veces inhumanos, y el de las primeras
competiciones oficiales realizadas no solamente en Inglaterra, sino también en Estados Unidos (Nueva York,
1868) y Alemania (Hamburgo, 1880); tuvieron lugar asimismo los primeros encuentros internacionales.
Pierre de Coubertin
Animado por este renacer deportivo, el barón Pierre de Coubertin promovió infatigablemente la restauración
de las Olimpiadas de la antigua Grecia; finalmente, en 1896 se celebró la primera edición de los Juegos
Olímpicos modernos, siendo elegida como sede la ciudad de Atenas para simbolizar su continuidad. Desde la
refundación y hasta nuestros días, el atletismo ha sido el deporte olímpico por excelencia.
En 1903 se celebró el primer Cross de las Naciones, precursor del actual Campeonato del Mundo de la
especialidad. En 1912, en Estocolmo, se fundó la Federación Internacional de Atletismo Amateur (IAAF),
para acabar de definir los reglamentos, controlar el amateurismo y establecer una lista oficial de récords del
mundo. Oficialmente, el nacimiento de la IAAF fue ratificado en Berlín un año después. En la actualidad, la
IAAF cuenta con más países afiliados que la ONU o cualquier otra asociación internacional (más de
doscientos), y en torno a ella gira la organización y regulación del atletismo mundial.
Atendiendo a estos factores, las carreras suelen clasificarse en cuatro modalidades: carrera lisa, carrera de
obstáculos, carrera de relevos y carrera de cross. A su vez, las carreras lisas se subdividen en tres grupos: de
velocidad (100, 200 y 400 metros), de medio fondo (800, 1.500 y 3.000 metros) y de fondo (5.000 y 10.000
metros, maratón, marcha atlética). En los países anglosajones se celebran también carreras de distancias
particulares, como la milla. Las carreras de obstáculos se disputan a 110 (100 en las féminas), 400 y 3.000
metros. Las de relevos se corren en las modalidades de 4×100 y 4×400 metros.
En los saltos se compite en las especialidades de salto de altura, salto de longitud, triple salto y salto de
pértiga. Los lanzamientos se subdividen en lanzamiento de peso, disco, jabalina y martillo. Existen,
asimismo, las pruebas combinadas o compuestas como el decatlón o el heptatlón, en las que un mismo atleta
participa en un conjunto de diez o siete de las especialidades antes citadas.
La pista de atletismo
Los estadios de atletismo homologados tienen una pista de 400 metros de diámetro o cuerda (con dos curvas
semicirculares y dos líneas rectas) dividida en ocho calles. Actualmente, todas las pistas importantes son de
un material sintético llamado tartán, una especie de moqueta porosa que facilita el agarre de las zapatillas de
clavos.
Las ocho calles tienen una anchura aproximada de 1,22 metros y, para igualar las distancias, las marcas de
salida de las calles exteriores se avanzan unos 7 metros de forma escalonada en la salida de 400 metros. A
esto se le llama compensación. Los últimos 10 metros de la pista o zona de meta están marcados por diez
líneas transversales. En la salida de las carreras iguales o inferiores a los 400 metros, los velocistas utilizan
los starting-blocks o tacos de salida para darse impulso.
Además de la pista de tartán, la competición de atletismo requiere otros espacios: zona del salto de altura, del
salto con pértiga, rectas de tartán para los saltos de longitud y triple salto, zona de lanzamiento de peso con
arena, un pasillo para la carrera de lanzamiento de jabalina y círculos para los lanzamientos de disco y
martillo. Algunas veces, por seguridad, estos lanzamientos se desarrollan en horario diferente a las carreras
en pista.
Los campeonatos en pista cubierta, que se disputan en invierno, tienen diversas particularidades. La medida
más usual de las pistas es de 200 metros de cuerda, con seis calles y peralte en las curvas, más ocho calles en
el interior para las pruebas de máxima velocidad. En pista cubierta se realizan menos pruebas que al aire
libre. Se disputan las carreras de 50 y 60 metros vallas (en lugar de las de 100, 110 y 400 metros vallas) y de
50 y 60 metros lisos en la prueba de velocidad, en sustitución de los 100 metros lisos. Tampoco se practican
en pista cubierta los lanzamientos de disco, martillo y jabalina ni las carreras de más de 5.000 metros, sean
de fondo o de marcha atlética. El heptatlón sustituye al decatlón en las pruebas masculinas, y el pentatlón al
heptatlón en las femeninas.
Las carreras
Carreras de velocidad
Las carreras de velocidad (100, 200 y 400 metros) han visto a lo largo de su historia una serie de evoluciones
técnicas que han contribuido a una ostensible mejora de las marcas. Atletas norteamericanos potenciaron la
velocidad con inventos como la zapatilla de clavos, utilizada por primera vez por William B. Curtis en 1868,
o la «salida agachada» de Sheril, que no se reconoció hasta 1896. En 1934 se oficializó la sustitución de los
hoyos (excavados en pista para marcar la salida) por los tacos de arranque, que permitían un mejor impulso
al corredor.
Actualmente, todas las carreras de velocidad se disputan en calles. Los 400 metros fueron inicialmente una
prueba de medio fondo en la que los atletas no corrían por calles diferenciadas. En los Juegos Olímpicos de
Londres de 1908, tres norteamericanos encerraron, próximo a la línea de meta, al único británico que
competía con ellos en la final para impedirle la victoria. El caso forzó la modificación del reglamento tras
una decisión del Comité Olímpico Internacional, no exenta de polémica.
Usain Bolt bate el récord de los 100 metros lisos en el Mundial de Berlín (2009)
Los 100 metros lisos son la prueba reina de la velocidad. Para los atletas de esta especialidad, es fundamental
el tiempo de reacción al escuchar el disparo de salida. En esos breves instantes, la técnica es muy importante;
el centro de gravedad de los grandes velocistas no oscila en más de cuatro o cinco centímetros, y el momento
del apoyo es fundamental para aplicar toda la fuerza elástica, en que la superficie se reduce básicamente al
metatarso. El tronco, los brazos y la cabeza deben soportar la tensión y, por consiguiente, han de estar lo más
relajados posible para no gastar un ápice de energía. El físico de un velocista se caracteriza por su gran
fuerza y un sistema nervioso privilegiado, con un porcentaje de fibras musculares rápidas del 70%.
Para los corredores de 200 metros se exige velocidad y resistencia. Es necesario automatizar correctamente
la técnica en la curva y aguantar el esfuerzo máximo pasados los 12-15 segundos iniciales, cuando las
reservas se agotan y se acumula el ácido láctico, residuo de la combustión de energía. En los 400 metros, los
corredores pueden utilizar diversas estrategias, estableciendo un equilibrio de fuerzas entre la velocidad y la
resistencia. Durante la carrera de 400 metros se alcanzan altas concentraciones de ácido láctico en la sangre;
esta acumulación puede provocar la descoordinación de los movimientos, dolores intensos y hasta náuseas y
mareos, de los que el atleta tarda varias horas en recuperarse.
En algunas carreras, especialmente a la hora de batir récords, se utiliza un corredor de referencia, conocido
como liebre, que lleva el ritmo del grupo en las primeras vueltas. Con ello se consigue reducir la resistencia
del aire y, sobre todo, proporcionar un efecto psicológico para los que compiten por la marca final. A grandes
rasgos se pueden diferenciar dos tipos de atletas: el explosivo, con un gran sprint final, y el resistente, que
intentará llevar un ritmo muy alto, con continuos cambios de velocidad y tirones, para descolgar al resto de
los atletas.
Carreras de fondo
En las carreras de fondo (5.000 metros, 10.000 metros y maratón) es sumamente importante la reserva de
energías y la correcta hidratación del deportista. El maratón es una carrera de 42,195 kilómetros que se
instauró en los Juegos Olímpicos de Londres de 1908; tal distancia es la que separa el castillo de Windsor y
el estadio de White City. El lingüista francés Michel Bréal, amigo del barón de Coubertin, propuso incluir el
maratón en los Juegos Olímpicos para rendir homenaje a la hazaña de un soldado llamado Filípides, que
murió de agotamiento tras correr hasta Atenas para anunciar la victoria griega frente los persas (490 a.C.) en
la batalla de Maratón.
Carreras de obstáculos
Los atletas deben superar en estas pruebas una serie de vallas instaladas a intervalos regulares y de distintas
alturas según la modalidad. La principales modalidades son los 110 metros vallas masculinos, los 100 metros
vallas femeninos, los 400 metros vallas masculinos y femeninos, y los 3.000 metros obstáculos masculinos.
En los 110 metros vallas masculinos, los corredores tienen que salvar diez vallas de un metro de altura con
una separación entre ellas de 9,14 metros; la altura y distancia entre los obstáculos es algo menor en los 100
metros femeninos. Las vallas están diseñadas de manera que caigan hacia adelante si un atleta tropieza con
ellas, para evitar lesiones. Estas carreras requieren una gran perfección técnica encaminada a reducir el
tiempo de vuelo. Es fundamental adquirir un buen ritmo de zancada y mantenerlo, intentando que el salto
sobre la valla sea como una zancada más; por lo general, los atletas dan tres zancadas entre valla y valla.
En los 400 metros hay que sortear diez vallas de 0,91 metros de altura colocadas a intervalos de 35 metros.
La especialidad de los 3.000 metros obstáculos es una de las más recientes del programa olímpico. En esta
modalidad es preciso superar veintiocho obstáculos (que, a diferencia de las vallas, no pueden ser derribados)
y siete rías de agua de 3,66 metros de largo.
Carreras de relevos
Los cuatro corredores de las pruebas de relevos se pasan unos a otros, después de recorrer la distancia
correspondiente, un objeto cilíndrico, el «testigo», en una zona de 20 metros delimitada por dos líneas
trazadas en la pista. Existen varios tipos de relevos, pero en los grandes campeonatos se disputan
habitualmente dos: los 4×100 metros y los 4×400 metros. Tales denominaciones indican ya el número de
componentes del equipo y la distancia que cada uno de ellos debe recorrer. En los 4×100 metros, los
corredores no deben salir de su calle, mientras que en la prueba de relevos de 4×400 metros, sólo el primer
recorrido y los 100 primeros metros del segundo recorrido se efectúan dentro de la propia calle.
La coordinación en la entrega del testigo es fundamental para el éxito. En la carrera de 4×100 metros se
produce la entrega a ciegas: el receptor, de espaldas, a una determinada señal, estira el brazo hacia atrás y
recibe el testigo. En los 4×400 metros el relevo se hace a la vista: el receptor se encarga de coger el testigo
del compañero. Si algún corredor sobrepasa la zona delimitada para el relevo, el equipo es eliminado
inmediatamente.
Carreras de cross
Las carreras de cross (o cross-country) suelen practicarse en otoño e invierno, a campo abierto (bosques,
campos) o en diversos terrenos (hipódromos). La distancia a recorrer varía mucho según las competiciones y
países, pudiendo alcanzar los 12 o 15 kilómetros en unos casos y reducirse hasta longitudes propias del
medio fondo en otros. El primer campeonato internacional, el Cross de las Naciones (organizado en Escocia
en 1903), se disputó sobre un circuito de 12,9 kilómetros.
Marcha atlética
La marcha atlética viene a ser un «andar deprisa»: los atletas deben efectuar la progresión paso a paso y de
manera que se mantenga un contacto ininterrumpido con el suelo, sin llegar a correr. El reglamento insiste en
la norma más importante: el atleta no podrá tener los dos pies en el aire al mismo tiempo y deberá mantener
siempre recta (sin flexionar) la pierna de apoyo. Numerosos jueces, situados a lo largo del recorrido de la
prueba, que muchas veces se disputa en ruta, controlan el cumplimiento de las reglas, advirtiendo a los
atletas con dos avisos antes de la descalificación. Las distancias más habituales en los grandes campeonatos
son, en categoría masculina, los 20 y 50 kilómetros, y en categoría femenina, los 10 y 20 kilómetros.
Los saltos
Salto de altura
En el salto de altura, como en el de pértiga, el atleta elige en competición la altura en la que empieza su
participación. Dispone de tres intentos en cada altura, quedando fuera de la competición al fallar el tercer
intento. El listón que marca la altura mide entre 3,64 y 4 metros, y su peso es de unos 2 kilogramos.
En la época gaélica, los irlandeses mostraban su habilidad sobrepasando con sus saltos la altura de otros
hombres. En su historia competitiva, la técnica del salto de altura es la que ha registrado más modificaciones:
«tijera», «tijera con vuelta al interior», «rodillo californiano», «rodillo ventral» y la más extendida hoy en
día, el «estilo Fosbury». Esta técnica, que consiste en saltar el listón de espaldas, en posición dorsal, fue
empleada por vez primera por el norteamericano Dick Fosbury (de quien toma el nombre) en los Juegos
Olímpicos de 1968, en México.
El «salto del siglo» de Bob Beamon en México 68 (8,90 metros) permaneció imbatido durante 23 años
La tradición clásica del triple salto es más que discutible. Parece ser que la modalidad se practicó en limpia o
Delfos, pero bien podría tratarse de tres saltos de longitud afrontados de modo sucesivo. En los inicios del
atletismo moderno, la prueba constaba de un salto de longitud seguido de dos saltos con los pies juntos.
La técnica del triple salto, como se realiza hoy en día, consiste en hacer tres vuelos después de impulsarse
dos veces con cada una de las piernas de forma alternativa; se intenta alcanzar la mayor distancia posible,
impulsándose en una tabla tras la cual se halla un foso de arena, como en el salto de longitud. El triple salto
es de una gran complejidad y riesgo, ya que el peso generado por la inercia del cuerpo en movimiento se
apoya únicamente sobre un pie, que debe volver a despegar; la coordinación es muy importante.
Salto de pértiga
Los precedentes del salto de pértiga hay que buscarlos en Creta y España, donde se utilizó desde épocas
remotas una especie de garrocha o pértiga para saltar por encima de los toros. También entre los acróbatas
circenses del siglo XIX era habitual la utilización de tales artilugios. Los británicos introdujeron esta
modalidad en sus festivales atléticos en 1866. La técnica del salto con pértiga también ha experimentado
grandes cambios desde los tiempos del climbing, práctica posteriormente prohibida en la que el atleta
prácticamente trepaba por la pértiga.
En esta modalidad el saltador debe superar, con ayuda de una pértiga, un listón horizontal situado a la mayor
altura posible. La carrera de impulso se efectúa hasta un «tope», en la vertical del listón, en el que los
competidores apoyan su pértiga. El reglamento de competición prohíbe que durante el salto el atleta cambie
de lugar en la pértiga la mano superior, y que la inferior pase a situarse por encima de la superior. Los
materiales con los que se fabrica la pértiga también han ido perfeccionándose: fresno, bambú, aleaciones de
aluminio o acero, nailon y fibra de vidrio, hasta llegar al actualmente preferido por los profesionales, la fibra
de carbono.
Los lanzamientos
Lanzamiento de peso
Diversos documentos y fuentes nos hablan de los orígenes de la práctica del moderno lanzamiento de peso.
En los remotos tiempos de la guerra de Troya, los guerreros competían entre sí en el lanzamiento de piedras.
Al parecer, la soldadesca de siglos posteriores nunca olvidó del todo tal costumbre, y así, en la Francia de
mediados del siglo XIX, todavía los soldados se entretenían lanzando con las manos balas de artillería. De
ahí que en ciertos lugares, por ejemplo en algunos cantones de Suiza, el lanzamiento de peso se conozca
todavía con el nombre de «lanzamiento de bala».
El lanzamiento de peso consiste en arrojar lo más lejos posible una bola de hierro macizo, latón u otro
material de 7,2 kilogramos en la categoría masculina y de 4 en la femenina. En el momento del lanzamiento,
el atleta sujeta el peso con los dedos y lo sitúa en contacto con el cuello; al lanzarlo, despliega todo el cuerpo
de forma encadenada en un movimiento explosivo del brazo. Existen dos estilos de lanzamiento: el lineal, en
que el lanzador toma impulso y despliega el brazo hacia adelante; y el estilo con rotación, muy parecido al
lanzamiento de disco, pero con un único giro.
En las primeras competiciones, los atletas lanzaban el peso desde el interior de un cuadrado de algo más de
dos metros de lado. Fueron los norteamericanos quienes transformaron en círculo el recinto de lanzamiento,
norma que se oficializó en 1909. Actualmente, también los lanzamientos de disco y de martillo se efectúan
desde un círculo que, por razones de seguridad, se rodea además con una red metálica alta.
Lanzamiento de jabalina
Los países nórdicos incluyeron el lanzamiento de jabalina en pruebas deportivas desde 1870. En el
lanzamiento, los atletas toman carrerilla lenta y controladamente, mientras van colocando la jabalina a la
altura de la cara; finalmente, tras un recorrido de unos cuarenta metros, aceleran el movimiento del brazo
hacia adelante para arrojar la jabalina lo más lejos posible.
Lanzamiento de disco
El lanzamiento de disco ya había sido recuperado por
Vittorino Ramboldini en 1414; esta modalidad atlética era
eminentemente clásica y tradicional en la Giocosa, el
célebre colegio de Mantua fundado por este humanista y
educador italiano. En los Juegos de Atenas de 1896, el
competidor debía lanzar el disco en reposo; la posterior
modificación del reglamento permitió sofisticar la técnica
e incrementar notablemente las distancias.
Actualmente las pruebas combinadas son el decatlón (categoría masculina) y el heptatlón (categoría
femenina). Aspirando como antaño a la gloria de una especie de «pluriperfección», atletas no especializados
en una determinada modalidad compiten en pruebas con requerimientos físicos y técnicos muy variados, en
una admirable emulación de aquel ideal clásico.
Lanzamiento de disco
El decatlón agrupa diez pruebas que se disputan en un orden invariable y se organizan en dos días
consecutivos: el primer día, los 100 metros lisos, el salto de longitud, el lanzamiento de peso, el salto de
altura y los 400 metros lisos; el segundo día, los 110 metros vallas, los lanzamientos de disco y de jabalina,
el salto de pértiga y los 1.500 metros.
El heptatlón consta de siete pruebas que también se celebran siguiendo siempre el mismo orden y se
desarrollan en dos días sucesivos: el primer día, los 100 metros vallas, el salto de altura, el lanzamiento de
peso y los 200 metros lisos; el segundo día, el salto de longitud, el lanzamiento de jabalina y los 800 metros.
En ambos circuitos, cada marca conseguida se corresponde con una puntuación establecida en una tabla;
resulta vencedor el atleta que, habiendo tomado parte en todas las pruebas, totaliza más puntos.
El reglamento internacional obliga a los atletas a correr dentro de los límites de su calle. Éstas se reparten
previamente de acuerdo con las marcas de los atletas; las calles centrales se reservan a los mejores, ya que
tienen cierta ventaja al disponer de una mayor referencia visual de los demás atletas y de la amplitud de la
curva. Un atleta puede ser descalificado por los siguientes motivos: salirse de la calle asignada, molestar a un
contrario o tomar la salida antes del disparo. Dos salidas nulas de un mismo atleta significan su
descalificación inmediata.
En las pruebas de relevos, la entrega del testigo debe efectuarse en cada una de las tres zonas de 20 metros
marcadas en la pista. Si a un corredor del equipo se le cae, debe recogerlo para poder continuar, siempre que
no se salga de su calle. Al llegar a meta, el último corredor de cada equipo debe entregar el testigo a los
jueces.
En los saltos de altura y de pértiga, cada atleta dispone de tres intentos para superar una misma altura; si lo
consigue, puede acceder a una altura superior, para la que volverá a contar con otros tres intentos. No existen
reglas en cuanto a la longitud y el diámetro de las pértigas. El atleta que alcanza la máxima altura sin derribar
el listón es el vencedor; a igualdad de marca, gana quien haya efectuado menos intentos nulos en la última
altura franqueada.
En las competiciones de salto de longitud y triple salto, todos los atletas realizan tres saltos, pero sólo los
ocho mejores tendrán opción a tres más. Un salto se considera nulo si las huellas de los clavos de las
zapatillas del saltador quedan marcadas en la línea de plastilina que se encuentra en la tabla de batida. En las
mediciones se toma como referencia la huella más próxima a la línea de batida que deje cualquier parte del
cuerpo del atleta en la arena. Gana la prueba el que logra el salto válido más largo. Si se produce empate, se
proclama vencedor el que haya obtenido el mejor segundo salto de los otros efectuados. El reglamento para
los lanzamientos determina las dimensiones y los pesos de los artefactos; los atletas pueden utilizar
cualquiera de los pesos homologados.
Desarrollo:
Qué se denomina o se conoce como saltos horizontales?
La posibilidad que tiene el ser humano de realizar un salto hacia adelante con un pie o ambos, esto puede ser
de forma estática o dinámica.
Salto de longitud.
Salto triple.
Salto de longitud.
Atendiendo a la secuencia completa tomaremos en cuenta las fases que lo conforma y en qué consiste cada
una de ellas:
VUELO.- el saltador se prepara para la caída. Se pueden utilizar 3 técnicas diferentes colgado,
caminado y natural.
La fase de vuelo tiene como propósito fundamental prepararse para una eficiente caída. En ella se utilizan
varias técnicas:
Se caracteriza por:
La pierna de despegue se flexiona y es traccionada hacia adelante y arriba casi al final del vuelo.
Técnica de colgado
Buena alternativa para técnica de caminado, ya que son similares los movimientos de la articulación de la
cadera.
Por la característica de los movimientos de la articulación de la cadera. Cuáles son sus características
técnicas?
Técnica de caminado
Para ello se deben de realizar ejercicios de acondicionamiento general, entre los que se proponen:
caminar patito
sentidillas
abdominales
lagartijas
decasaltos
salto cajón
Sucesión de batida con una pase de carrera (unir la carrera de preparación al salto con la batida).
En 3 apoyos de carrera batir, manteniendo la posición hasta la caída (amplitud de la batida, con
máxima extensión de la pierna de impulso).
Con 5-9 apoyos de carrera batir, prolongando el impulso recogiendo luego muy rápido antes de caer
(prolongar la batida y mejorar la amplitud del gesto).
Con 5-9 apoyos de carrera batir sin precipitar el gesto adelantar la pierna de impulso a la libre
cayendo con cambio de pierna (automatizar el paso en el aire).
Con media carrera, movimientos completos para disponer de más tiempo de vuelo se puede batir
desde un votador.
Salto triple
APROXIMACIÓN
REBOTE
PASO
SALTO
En la fase de aproximación el saltador acelera para mantener una velocidad controlable. Su objetivo es
lograr la máxima velocidad y ubicar el cuerpo para el despegue.
En la fase de rebote el saltador ejecuta el movimiento rápidamente y en forma plana, cubriendo alrededor
del 35% de la distancia total, con la finalidad de lograr un vuelo largo y plano con una mínima pérdida de
velocidad horizontal.
La pierna de despegue impulsada hacia adelante y arriba con un movimiento circular, luego
extendida hacia adelante para prepararse para el contacto con el suelo.
Tronco erguido
En la fase de paso el saltador cubre alrededor del 30% de la distancia total, es la parte más crítica del salto
triple. Su intención consiste en igualar la duración del rebote así como lograr su misma altura.
Zarpazo rápido
Tronco erguido
En la fase de salto se despega con la pierna opuesta y se cubre alrededor del 35% de la distancia total. Su
objetivo, despegar potentemente en un óptimo ángulo del despegue.
Cuerpo erguido
saltos de un pie sobre pequeños obstáculos, paulatinamente, más separado (gesto amplio por acción
de batida y ataque para alcanzar la sensación de batida y vuelo)
salto de un pie con flexión de rodilla sobre pequeños obstáculos (aprendizaje del primer salto)
con 3-5 apoyo de carrera dos batidos aparte caja de un pie a otro (encadenamiento de primero y
segundo salto y coordinación de brazos)
en 5-7 apoyo de carrera realizar un salto de un pie al otro y enlazar un salto de longitud (unión de
segundo y tercer salto)
con 5-9 apoyo de carrera, hacer un primer salto a pata coja por encima de un obstáculo bajo,
encadenar en un segundo salto de un pie a otro cayendo con apoyo en un plinto para ejecutar un
tercero, pasando un listón y cayendo en colchones
con media carrera, encadenar los tres saltos procurando respetar marcas señaladas en el suelo de
acuerdo con la distancia prevista (reporte proporcional de los saltos)
Cuáles son los aspectos que debemos tener en cuenta en el triple salto?
Recepción activa
Entre los aspectos que debemos tener en cuenta en el salto de longitud se encuentran:
Acción de brazos
Etapa: especial. Etapa de entrenamiento donde predominan los medios especiales (ejercicios) Objetivo:
técnica de triple salto.
Estiramiento: 15 m
Ejercicios de a.b.c.
Calentamiento especial:
I, I,D D,D,I
I, I, D, D, D, D, I, I
I, I, I, D, D D, D, D, I, I PARTE PRINCIPAL
Abdominales.
Estiramiento y relajación.
Conclusiones:
Es importante que los atletas estén conscientes que siempre que se realiza una sesión de entrenamiento para
salto debe ejecutarse con la mayor calidad posible, donde tienen mucha relevancia la preparación física,
técnica y psicológica.
Las actividades planteadas en el trabajo, contribuyen tanto a la preparación general como especial del atleta,
los cuales garantizan resultados de calidad en su desempeño deportivo. La preparación psicológica, tan
relevante como la física y la técnica, corresponde tanto al entrenador como al psicólogo deportivo, pero por
supuesto que esto es parte de otro trabajo.