El reiki es una terapia creada por el practicante budista japonés
Mikao Usui. Se supone que recoge conocimientos ancestrales de Japón que provienen de la conexión entre una persona y su conexión con el universo a través de los chacras [Conectores universales]. Ha sufrido distintas modificaciones en varias tradiciones culturales a nivel mundial. Su principal técnica es la imposición de manos que consiste en transferir desde las palmas una "energía espiritual" hacia el paciente que permite ejercer una curación física. Esta práctica nunca ha podido ser probada usando métodos tradicionales. El reiki se basa en el KI, que es una fuerza que portamos y que nos conecta con el universo. No se ha demostrado clínicamente que el reiki sea un tratamiento médico por lo que la medicina tradicional no la considera seria.