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ERIE DE ENSAYOS

¿ JORGE BRUCE
NOS HABIÁMOS
CHOLEADO TANTO
Pcecismo

pol TO
2) SAN MARTIN DE PORRES
FONDO EDITORIAL
Para María Laura, en versión original y sin el pluscuamperfecto.

Nos Habíamos Choleado Tanto


Psicoanálisis y racismo
Jorge Bruce
Primera edición
0 2007 Jorge Bruce
0 2007 Universidad de San Martín de Porres
Escuela Profesional de Psicología
Avenida Tomás Marsano 242 Surquillo - Lira
“Teléfono:(511) 513-6300
ISBN: 978-9972-54-172-8:
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Es un grave error, cuando se habla de prejuicio racial y de
prejuicio social, creer que estos solo se ejercen de arriba hacia
abajo; paralelo al desprecio que manifesta el blanco al cholo,
alindio y al negro, existe el rencor del cholo al blanco y al
indio y al negro, y de cada uno de estos tres últimos a todos
los otros, sentimientos pulsiones o pasiones, que se emboscan
detrás de las rivalidades políticas, ideológicas, profesionales,
culturales y personales, según un procesoal quenisiquiera se

entrena
puedellamarhipócrita, ya que rara vez eslúcido y desembo-
zado. La mayoría delas veces es inconsciente, nace de un yo
recóndito y ciego a la razón, se mama conla leche materna y
empieza a formalizarse desde los primeros vagidos y balbu-
ceos del peruano.
Mario Vargas Llosa
Cuando los estudios culturales ignoran lo Realde la experiencia
dlínica, la víctima definitiva no son los propios estudios culturales,
sino la clínica que permanece atrapada en un determinismo pre-
teórico. Y, viceversa, cuando la clínica fracasa (en dar cuenta
de sus presupuestos históricos), la víctima definitiva es la
propia teoría cultural que, separada de la experiencia clínica,
termina por ser un ejercicio ideológico vacío.
OSCERANARAMA

Odiar es una manera de autoconservarse, hasta la destrucción del


otro, mientras que amar es una manera de hacer existir al otro.

Paul-Laurent Assoun

Pero no se podrá erradicar el Mal: ahí está y siempre lo es-


tará. A penas se puede limitar el daño, mediante el humanitario
ejemplo. Las barreras deben ser renovadasy retrabajadas per-
manentemente. El tabú no es suficiente.
JonathanLittell
AGRADECIMIENTOS

Sin el apoyo del Decano Johan Leuridan, este libro, senci.


flamente, nunca hubiese existido. Va: pues para él y sui
fatigable energía de promotorde la producción de libros de
calidad -espero estar a la altura de ese empeño- mi mayor
agradecimiento. Igualmente, claro está, a la Universidad
San Martín de Porres, cuya labor editorial se ha convertido
en una suerte de oasis en el desértico panorama libresco
de nuestro país. Debo a Ismael Pinto la suerte de haberme
puesto en contacto con el decanoy la institución mencio-
nados. Siempre se lo agradeceré. Manuel Femácdez, di-
rector del Instituto de Investigación de Psicología, ha sido
un acompañante atento y vigilante —en el buen sentido
dela palabra- a lo largo de la gestación de este texto. Su
presencia:también ha resultado determinante para llegar a
buen:puerto, Sin esta, es seguro. que habría:naufiagadiien:
el camino. Asimismo,el profesor Ramón León tuvo a bien
hacer una lectura rigurosa de la primera versión, a la que
debo una serie de correccionesindispensables, que aprecio
eh su justo valor. Enel tramofinal,el de la preparación del
libro comoobjeto, me topé con los artistas de la sección
Multimedia de la Universidad, Guillermo Macchiavello,
Orlando Gonzales y Felipe Herrera. Con ellos el trabajo
se hizo más ligero y creativo. A todos, mi reconocimiento
y aprecio.
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN 11
CAPÍTULO:1 Una AlteridadPerturbada 23
CAPÍTULO 2 Racismo y Psicoanálisis 47
CAPÍTULO 3 La Racialización de la Cuestión Estética 65
CAPÍTULO 4 El Afecto Racial 83
EPÍLOGO 107
ANEXO 119
Glosario de Términos psicoanalíticos 123
Caja de Herramientas 130
BIBLIOGRAFÍA 135
INTRODUCCIÓN
LO MÁS RANCIO DEL PERÚ

El Perú está lejos de haber descolonizado su imaginario.

Gonzalo Portocarrero

Durante las últimas elecciones presidenciales se hizo más


evidente que nuncala fractura social de los peruanos. Pero
esa frontera traumática, que rebasa el ámbito de lo geo-
gráfico, estaba acompañada como una sombra por unas
fronteras raciales, viejas e infectadas. Las tensiones propias
de un proceso electoral en donde esas suturas amenazaron
con estallar, hicieron brotar en los medios de comunica-
ción masivos excesos verbales que suelen estar confinados
al ámbito de las agresiones callejeras cotidianas. Así, supi-
mos que un Presidente del Congreso se había opuesto a la
realización de un referéndum en torno al Tratado de Libre
Comercio con los EEUU,alegando que “llamas y alpacas”
no podían votar. Un conocido animadorde televisión ex-
plicó determinada opción electoral de los habitantes de
las comarcas altoandinas, por la falta de oxígenú: propia
de esas regiones montañosas. El entonces presidente del
Consejo de Ministros también aludió al aire enrarecido de
la sierra para referirse tanto a la oposición al TLC como
a los resultados en las encuestas, demostrando que has-
ta en las metáforasel racismo delas elites es consensual!
1£a sanción a la que se hizo merecedor el presidente del congreso que
equiparó con auquénidos a los habitantes de los Andes, con el Gobiemo
electo, fue la de nombrarlo embajador del Perú, nada menos que ante la
OEA. El animador no disminuyó en lo más mínimo el elevado rating de
su programa, Incluidos los sectores presumiblemente concernidos con su
despectivo comentario, es decir los C, D y E. En cuento al presidente del
Consejo de Ministros, continuó su exitosa carrera como Político y lobbysta,
Iimpertérrito.Los tres ejemplos demuestren fehacientemente la carencia de
antidotos sociales poderosos contra la peste racista,
INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN

Ninguna de esas expresiones discriminatorias era nueva ni ción psicoanalítica, tanto en nuestro vínculo social, como
original. Más bien retomaban antiguas convicciones ideo- en las dimensiones más íntimas de nuestro fuero interno,
lógicas —tal como se verá en el siguiente capítulo-, incluso Cholear es algo que los peruanos sabemos y no podemos,
con menor pudor quesus predecesores”, aparentemente, dejar de hacer. Es tan nuestro como el ce-
biche, la cancha, el fútbol o la cultura chicha en cualquie-
A pesar de que esas y otras muchas manifestacionesde dis- ra de sus proteicas manifestaciones. Es parte integrante
criminación racial que se dan a diario en nuestro territo- de nuestra esencia. Pero el hecho de que esté integrado a
nuestra convivencia, no significa que esté exento de costos
rio, cubren una gama muy amplia que responde a diversos
personales y sociales, por no hablar de daños,tan elevados
registros imaginarios, me ha parecido que el peruanismo
como urgentes de erradicar. No obstante, he parafraseado
“cholear”? es el que mejorlos integra a todos en el habla el título de la inolvidable película de Ettore Scola, Nos ha-
de los peruanos. Es una metáfora que funciona como la bíamos amado tanto, en alusión a los componentes afectivos
cifra que condensa todas nuestras discriminaciones racia- del vínculo social peruanoque se encuentran subsumidos
les. De hecho,el sustantivo “cholo”, que da lugar al verbo en el neologismo cholear. No todo lo que integra ese vín-
cholear, puede encontrarse ya en la prosa del Inca Garci- culo corresponde a lo que André Green designa como el
laso*, lo que le confiere una suerte de alcurnia histórica, trabajo de lo negativo: en ese huaype, en ese quipu, en esa
aunque paradójicamente infamante”. De ahí que lo haya trenza, en lo más recóndito del odio y el menosprecio ra-
incluido en el título de este trabajo dedicadoa la explora- cistas, yacen unos afectos cuya complejidad nos compele a
no conformarnos con el signo que Aparece en una primera
lectura. El pretérito pluscuamperfecto —que recuerda a la
2 En su ensayo pionero acerca del racismo peruano, "República sin célebre pregunta de Mario Vargas Llosa en Conversación
Ciudadanos”, el historiador Alberto Flores Galindo (1988) cita a Lorente, en la Catedral- no está puesto ahí por vana retórica gra-
quien toma la precaución de atribuir a otros su cita denigrante: “Alguno ha
dicho:los indios son llamas quehablan”. Tomado de Pensamientos del Perú matical. Nada es estático en el mundode los afectos o las
Republicano del siglo XIX. pulsiones y eso es algo que espero haber tenido en cuenta
3 Esta es una idea tomada de un ensayo de Walter Twanema, al cual se hece
referencia más detallada en el capítulo 2. a lo largo de este libro.
4A los hijos de español y española nacidos allá [en América] dicen criollo
a criola, pordecirque-son nacidos en India. .Es nombre que inventaron
los negros-yasí lo muestra la: obra. Quiere. decir negro nacido en Indias”. No debería: sorprendernos. —pero: sí nos ha sorprendido-
Inventáronlo para diferenciara los que van de: acá, nacidos en Guinea, de
los que nacen allá. Porque se tienen pormás honrados y de más calidad que una de las consecuencias más impactantes del Informe
porhabernacido en la patria, que no sus hijos porque nacieron en la Final de la Comisión de Verdad -y Reconciliación (2004),
ajena. Y los padres se ofenden si les llaman criolos... Los españoles, por la
semejanza, han introducido este nombre en su lenguaje para nombrar a los
nacidos alló, de manera que al español y al guineo nacidos allá les llaman
haya sido la presencia determinante de la desigualdad
erlollos y criollas... Al hijo de negro e india -o de criollo y de negra- dicen racial y émica en el período de veinte años de violencia
mulato y mulata. A los hijos de estos llaman cholo. Es vocablo de las islas de política analizado por la CVR. Es indispensable tener en
Barlovento, Quiere decir 'perro', na de los castizos sino de los muy bellacos
gozcones. Y los españoles usan de él porinfamia y vituperio.” (1991:. 627) cuenta que esta reflexión atañe nosolo a los que partici-
5 Acaso no ses casual que el resentimiento, más específicamente en la paron directamente en el conflicto, sino a todos aquellos
variante del rencor, afecto que suele asociarse como contraparte de la
discriminación, porparte de los discriminados, provenga de la raíz rancio, cuya indiferencia permitió que esto pudiera suceder duran-
vocablo que condensa los sentidos de malogrado y linajudo. El psicoanalista
argentino Luis Kancyper (1992) lo expresa así: "La palabra "resentimiento te tanto tiempo, como si no nos concerniera. En un ensayo
se expresa como el amargo y enralzado recuerdo de una injuria particular, psicoanalítico acerca del Informe de la Comisión corres-
Tee la cual desea uno satisfacerse. Su sinónimo es 'rencor. Rencorproviene
dellatín, rancor (queja, querella, demanda). De la misma ralz latina deriva Pondiente en Sudáfrica (The Sowh Africa Truth and Recon-
rancidus (rencoroso), y de ella, las palabras 'rancio"y 'rengo": (1991: 17). Es
ocurrrente el genio de la lengua: el "rancio abolengo”de los aristócratas y los ciliation Comision), la intelectual inglesa Jacqueline Rose
huachafos tendría la misma raiz que el “rencor”de los excluidos.

12 13
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN

comenta precisamente la apatía de muchos ciudadanos que esa voluntad de exterminio sea predominante, pero
ordinarios en estos términos: “Pero la idea de apatía como sí que existe condiversas graduaciones de intensidad en
meramente pasiva debería hacernos sospechar. Tal como individuos ycolectividades. Una de las modalidade
s más
lo indica Freud en un célebre comentario, se requiere una plásticas que la sociedad ofrece para alojar esa pulsión de
gran cantidad de actividad para alcanzar un fin pasivo.” muerte es el racismo.
(2003: 218. Traducción propia). Podría, entonces, pensar
quese trataba de unapasividad agresiva. El dato que prue- Si bien el trabajo de la CVR abarca dos décadas de la lla.
mada “violencia política”, el hecho es que la sociedad
ruana está recorrida por unas marcas de violencia socipe-
ba esto de manera más contundente, en esta era en donde
los números son sinónimo de concreción, es el de las cifras
de muertos: se pensaba que eran alrededor de 20, 000 y desde su fundación hasta el día de hoy. Tal como lo ve-
descubrimos que fueron unos 70, 000,es decir tres o cuatro remos en el primer capítulo de este trabajo, el racismoes
veces más. Solo que se trataba de los que Giorgio Agamben una de las expresiones más sintomáticas de esas marcas, de
(2005) denomina homo sacer. esa violencia. Por eso mismo, es una de las que más se ha
resistido a evolucionar, pese los sucesivos cambios que ha
Los homo sacer eran los insignificantes del imperio romano, atravesado dicha sociedad a lo largo de los últimos cinco
de cuya vida se podía disponer y a los que ni siquiera era siglos.
preciso enterrar. Aquí, en vez de esclavos se trataba en su
mayoría de campesinos quechuahablantes de las regiones Invitado a participar como ponente en un conversatorio
más pobres del Perú, muchos de ellos indocumentados, organizado por la Mesa de Trabajo para la No Discrimina .
como lo siguen estando hoy, en esta era de grandilocuentes ción, de la Coordinadora Nacional de Derechos
Humanos,
cifras macroeconómicas. Edward Said (2003), en un texto titulado “Discriminación, Racismo y Exclusión
Social”
escrito poco antes de morir, evocaba el concepto de aluci- (2004), inicié mi intervención haciéndome
la siguiente
nación negativa* de Freud, es decir el borrado activo de pregunta: ¿Qué puede decirnosel psicoanálisis acerc
a de
una percepción, para describir la manera en que ciertos las causas de la discriminación, el racismo y la exclu
sión
grupos humanos —en este caso el gobierno de Ariel Sharon social en el Perú, tal como se desprenden:
del informe dela
respecto de! los palestinos, pero: si reemplazamos palesti- CVR? Me parece: una obligación ineludible para: un inte.
nosporindios o cholos será la misma violencia y la misma lectual intentar responder a tan graves interrogantes, desde
demencia- hacen como si otros no existieran, lo cual se su perspectiva particular. En mi caso se trata de la
psicoa-
engarza con el deseo de que no existan, con la presencia nalítica, lo que no implica psicologizar una probl
emática
desimbricada* de la pulsión de muerte*. De un narcisismo que obviamente rebasa el campo dela psicología
o el psi-
de muerte, agregaría yo. Este es un deseo que se manifies- coanálisis. Esta propuesta se inscribe en una perspectiva
ta explícitamente -aunque por ló general acompañado de interdisciplinaria, claro está, pero también en una
suerte
una negación que no hace sino reafirmarlo- en textos de de humildad teórica. Comodice Montaigne, si no
podemos
intelectuales y políticos peruanos de antaño, algunos de estar seguros de la causa maestra, entonces amontonemos
los cuales serán citados en el capítulo dedicado al racismo varias, a ver si resulta queesta se encuentra entre
ellas
y la sociedad peruana. Pero el hecho de que hoy nadie lo
diga en voz alta, no impidió que los hechos lo corrobo- , El racismo y la discriminación son, ante todo,
productos
raran reciente y contundentemente. Lo cual no significa ideológicos que funcionan en una lógica de dominación.
14
15
INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN: ==

Noobstante, en la actualidad hay toda una polémica en en un incesante proceso adaptativo a las diversas matrices
curso alrededor del concepto marxista de ideología. Así, de relaciones sociales que se han sucedido, desde la colonia
Michele Barret (2005) nos llama la atención sobre el he- hasta la actualidad poscolonial. Además,será preciso tener
cho que: en cuenta -y este ha sido uno delos ejes de mireflexión-
desde qué perspectiva hablamos delracismo:la que suele
“los modelos teóricos que intentan reconciliar conflictos primar es la de los discriminadores, pero la otra, la de los
entre las demandas de clase y género, al menos tal y como discriminados no es menos relevante y, en esta sociedad,
emergen en las ciencias sociales, han resultado insuficien- es largamente mayoritaria. Esto último involucra tanto el
tes para tratar con las cuestiones 'más nuevas” (para algu- situarse en la posición del discriminado, con todo lo que
nos) de etnicidad y racismo” (Barret 2005: 285). eso conlleva, y por otro lado,sin cancelar dicha posición, al
mismo tiempo discriminar a otros, a los que se percibe aún
En otras palabras, el clásico concepto de la ideología al más abajo —por así decirlo--en el mapeo*racista, concepto
servicio esencialmente de la lucha de clases, está siendo al que recurriremos con algún detalle más adelante.
cuestionado a la luz de los acontecimientos mundiales.
Señaladamente, observan Laclau y Mouffe (1985: 159), Sin embargo, sea cual fuere su estirpe linaje -el término
noes casual- la impronta del racismo en el mundointerno
a partir de 1945. Para estos autores, la posguerra aporta
y los vínculos humanoses primordial en una sociedad con
nuevos antagonismos sociales, en dondese agrupan luchas
las características de la nuestra, tan marcada en su historia
tan variadas comolas “urbana, ecologista, antiautoritaria,
antiinstitucional, feminista, antirracista, ética, regional o
e identidad por esa ideología y por los afectos* concomi.
tantes. El psicoanálisis, en consecuencia, tiene que decir
la de las minorías sexuales”. El racismo sería uno de esos lo suyo,aportar su mirada y su palabra en respuesta a un
repliegues de la ideología que se sustraen al reduccionismo desafío tan complejo que resulta de suyo, por definición,
de los intereses de clase social. como queda dicho, interdisciplinario. Este reclamo ha sido
efectuado explícitamente por los principales científicos so-
El argentino Carlos Weisse (1988), desde unalectura la- ciales que han abordado en los últimos años la problemá-
caniana, define a la ideología racista como un punto de É
tica delracismo, para quienes la dimensión subjetiva no
capitón* (también llamados puntos nodales, en referencia puede estar ausente de esta indagación, y hasta ahora lo ha
al point: de: capiton: de Lacan): un punto de abrochamien- estado en gran medida. Por ello, el segundo capítulo abor-
toque detiene el deslizamiento de los significantes y fija dará la relación entre el psicoanálisis y el racismo.
un significado determinado; en este caso el que lo fija es
el significante de segregación. Por ello, afirma,la ideolo- Es preciso abordar el racismo en su cotidianeidad, en su
gía racista dependerá de su conexión con otros elementos banalidad, en sus expresiones más familiares, con toda la
ideológicos: puede ser elitista, populista, nacionalista, co- carga polisémica de esta denominación. Los peruanosesta-
lonialista o terrorista. En ese sentido, sugiere, acaso sería mos tan habituados a las codificaciones y decodificaciones
más exacto hablar de racismos. Como lo veremos, tal ha racistas que estas suelen pasarnos desapercibidas, en parti-
sido el caso en la Historia del Perú,recorrida porel racismo cular cuando nolas acompaña una violencia ostensible. Ya
desde el período de la colonia, por lo demás, estas fronteras
6 Para una revisión bastante completa del estado de la cuestión resulta nosolo separan ricos de pobres. Flores Galindo ( 1988)
provechoso el volumen titulado Ideología: Un mapa dela cuestión,
compllado por Slavoj Zitek, FCE de Argentina, 2005. ha observado que también funcionan entre las llamadas

16 17
N INTRODUCCIÓN ———
PTE OC

la doble inscripción”, Esto es lo que abordará el cuarto


clases bajas", enfrentando, afirma, a indios y negros,.por capítulo.
ejemplo:
Unúltimo hito que quisiera mencionar para dar cuenta de
“De esta manera podemos decir que los distingos étic os la génesis de esta reflexión, es el siguiente. Hace tiempo
fueron interiorizados por los propios sectores populares.
un dis-
incitado por mi maestro y amigo,el psicoanalista peruane
En esto radicó precisamente su eficacia, Antes que Max Hernández- que me vengo preguntando acerca delc
curso ideológico,el racismo fue un componente de la vida que los peruanos podemos aportar de propio, de específico,
cotidiana colonial” (1988: 240-241). en el campotanto del psicoanálisis como de la psicotera-
pia en general. Tal como lo han demostradolos científi os
cultu-
Forman parte de nuestro hábitar, de nuestropaisaje erno sociales, con mayorénfasis desde la década de los sesentas
mundoint .
ral y social, de las coordenadas de nuestro en el siglo pasado, nuestro aporte estará necesariamente
que
Una de esas expresiones recurrentes y tan “normaley s”fulmi enlazado con la naturaleza de nuestra sociedad, con lo
-
pasan inadvertidas es la evaluación, instantánea que la caracteriza y diferencia; también, por supuesto, con
el Perú, sobre la base
nante, que hacemos unos de otros en aquello que tiene en común con otras, pero poniendo el
ados a la pro-
de unoscriteriosestéticos íntimamente asoci acentoen aquello que nos singulariza y define como grupc
tivoy de qué ma-
blemática racista. Quién es feo o atrac humano.
el valor quese le
nera es feo o atractivo, así como cuáles Evidentemente, padecemos graves carencias en términos
azo
asigna en una escala personal e intransferible a ese rech a- de oportunidades académicas, en comparación con socie-
o atracción -con más fuerza aun a la hora de elegir parej dades más desarrolladas que la nuestra, para lo cual ni si-
el racismo. De
son criterios infiltrados y determinados por quiera hace falta compararse con las del Primer Mundo
esto trata el tercer capítulo. En cambio, pocas sociedades, incluyendo las de la región,
alcanzan los niveles de complejidad (en el sentido que Ed-
Ahora bien,al reflexionar en tornoa estos componentes
cu gar Morin* da a este concepto) y diversidad de la nuestra
como
dramáticos de nuestra Historia tanto reciente Paradójicamente, en la: magnitud de nuestras dificultades
ar
lar, me ocurrió que, en paralelo a mis esfuerzos por aport de “integración y funcionamiento, radica: tanto un: desafíc
na mirada psicoanalítica.a un ámbi to por lo gener al reser- tiránico como un campode investigación de unainiguala-
vado entre nosotrosal trabajo de historiadores, sociólogos ble riqueza. Este trabajo se inscribe, pues, en un proyecte
y antropólogos, todos aquellos que en sus investigaciones de acercamiento a la especificidad de la cultura peruana
fue 5
privilegian lo colectivo sobre lo individual, se con su esplendor y miserias, parafraseando a Balzac (aun-
ca,
campo en mi mente otro espacio, otra encrucijada teóri que me temo que vamos a partir de las miserias, con la
ligada a lo anterior, pero más específicamente enraizada en esperanza de encontrar sino esplendor, por lo menos algún
el ámbito del psicoanálisis. Esto eslo que estoy llamando dela fulgor, o siquiera esa caja de fósforos que, decía un poeta, se
epto
presencia del afecto racial", recurriendo a un concregio pasa de unageneración a otra en lo más oscurodeltúnel)
Daniel Sibony, en el proceso analítico. En ciertas nes
de su palabra, dice, el sujeto es afectado por una suerte de
La doble Inscripción alude a la coexistencia de una representación mental
en dos registros: el conciente y el inconsciente.
inscripción única que excluye el d spliegue, la distancia, 8 "Necesitamos un método de conocimiento que traduzca la complejidad de
lo real, reconozca la existencia de los seres, se spraximeal misterio de las
cosas”. Para mayores referencias sobre el método del pensamiento complejo,
visitarla página web, en francés, wwwmexapc.org.
19
18
INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN

endo a expresarse en un lenguaje que solo dominan —enprincipio-


Quisiera aclarar de entrada que no meestoy refiri
asumi das por una los iniciados. Lamentaría sobremanera ese sesgo sectario y
aquellas experiencias psicoterapéuticas
mas —y en excluyente, en un trabajo cuyo objeto es precisamente la
serie de colegas, quienes trabajaron con las vícti
política exclusión en una de sus formas más generadoras de sufri-
algunos casos con los victimarios- dela violencia

RR
ión con miento. Porotra parte, espero poderllevar el conocimiento
quese desató durante esos años aciagos, en conex
punto ya exist en trabajos psicoanalítico al alcance de una mayoría de lectores, sin
el trabajo de la CVR. Sobre ese
divers os ángul os viven- sacrificar la riqueza que yace en esa audaz exploración con-
y publicaciones que encaran. desde
dos por el ceptual, que ha sido uno de los rasgos distintivos del psi-
cias y procesos clínicos, con frecuencia marca
me
dolory el horror. Se les puede hallar en el propio infor
coanálisis desde que Freud lo inventara, hace más de cien
colegas años. Fue su fundador quien nos enseñó, incluso con su
dela CVR, por lo demás, en donde un conjunto de
d y senti do de respo nsabi- sitencio y hasta con sus fracasos, que jamás debía cejarse en
aportaron con gran generosida
los camp os del diag- el reto de intentar desbrozar los caminos que conducen a
lidad social su experiencia clínica en
do se trató los lugares más inaccesibles a nuestra comprensión. Sobre
nóstico y la psicoterapia, aun cuando a menu
elo, todo cuandola verdad, como suele ocurrir, se aloja en una
sobre todo de la escucha y eventualmente del consu
conse- zona rodeada por afectos instalados ahí para disuadirnos
enfrentándose a una tragedia inimaginable, con
tador as. Meco nsta porqu e tuve o confundirnos. En el lugar donde, al caer las máscaras y
cuencias psíquicas devas
ón de la redac ción desbaratar los estereotipos y prejuicios a los que nos afe-
la oportunidad de participar en la revisi
es terrib le pero rramos, exhibiendo nuestros actos discriminatorios en su
de esa parte del informe final, cuya lectura
Aquí crudeza pulsional presimbólica, el sueño rosado -para de-
ineludible. Pero esas fueron circunstancias extremas.
más cirlo con las palabras de Julio Ramón Ribeyro en su relato
nos confrontamos con aquellas más banales, y por ello,
Alienación- se despliega en pesadilla infernal.
asolapadamente malas.

En el último capítulo de este trabajo propongo, a modo


en
de conclusión necesariamente provisional-, un texto
ca la
de
el que intento reflexionar acerca de la problemáti
identidad y la otredad, a través del prisma de la experiencia
psicoanalítica. Para ello he utilizado como punto de parti-
lo
da la experiencia de mi propio gremio, específicamente
que he denominado elsíntoma del silencio de los psicoana-
listas peruanos, respecto del racismo en nuestro país. Este
cuya
síntoma se encadena en una serie mucho más vasta
su origen y amasa su destin o:
desembocadura coincide con
es másgr ave, lo que
la falta de democracia y, lo que acaso
Jacques Ranciere (2005) llama el odio de la democracia.
este libro
Terminaréeste prólogo formulandoun deseo; que
ca de
nocaiga enla tradicional deformación psicoanalíti

20 21
CAPÍTULO1
UNA ALTERIDAD PERTURBADA

EA
ERRONEA
1nl MA LOL

su
halINTERMAC.

yin

Las montañas en el repentino horizonte, negras y vividas y


ceñudas como ún palsaje de un orden distinto, cuya verdadera
geología no era la piedra sino el miedo.

Cormac Mc Carthy
la |]
UNA ALTERIDAD PERTURBADA

a escena transcurre duranteel verano del 2007, al atardecer, en un club


exclusivo de un balneario tradicionalmente frecuentado porla clase
alta del Perú. Un grupode jóvenes de ambos sexos toma tragos sentados
a una mesa. El mozo que los atiende, un hombre de cierta edad que
acaso ha atendido a los padres de esos muchachos y muchachas cuando tenían
la misma edad que estos, lleva por nombre de pila Domingo. Conforme avanza el
consumo de licor y el estado de embriaguez consiguiente, una de las bromas que:
surge en la mesa, consiste en solicitar al mozo a gritos para pedirle más trago; solo
que en vez de llamarlo por su nombre, le dicen Viernes,y estallan en carcajadas
(“¡Qué buena, brother!”). Una muchacha fue ella quienmerelatóelepisodio-no
encuentra divertida la chanza, pero no sabe cómo detenerla: Siente una angustia
y un fastidio crecientes. Trata de esgrimir un gesto de desagrado enel rostro, decir
algo que haga reaccionar a sus amigos, pero ellos la ignoran y cubren su protesta
con sus risotadas. Todo indica que el mozo tampoco puede o no le interesa po-
ner un límite a esa situación,a la que quizás ya está “acostumbrado”. Algo me
dice que los bromistas no están aludiendo al personaje primitivo cuya huella en-
cuentra Robinson Crusoe en la isla donde ha naufragado. Y sin embargo -quizás
sin saberlo- lo están haciendo. Sin proponérselo, por la vía de una humillación
abusiva y probablemente inconsciente, están subrayando dos cosas esenciales: la
radical alteridad y su grado de perturbación histórica, cie marcada
por la desigualdad, en la sociedad peruana.

25
UNA ALTERIDAD PERTURBADA
O
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANT

z E so 2005, promovido una aceleración en el dinamismo económico, cultural y social. En


A al publicada el d año 2005,:
uesta a nivel1 nacion
(ONG Demus encargóó una enc opinión de Basadre, dicha migración es el acontecimiento social más relevante
Z como a la discriminación social en el Perú. El 80% de los ps ect> en el siglo XX en el Perú. Esto eslo quela propia investigación reconoce y por
resp
muy negativa de nuestra sociedad
O ello retoma la idea de una ideología individualista del progreso. Lo que configura
nifestó una percepción negativa racismo. Enlo queres-
ít s, en particul j ar conf lictivid
lict ivida:ad, machismoy a una paradoja que podría engendrar unasituación de frustración y violencia. De
de varijos os ítem e
secta a la dis criimin
iscr i la encuesta ta demden uestra Y
acinón raciracal,
minació

al sigu es hecho, Hugo Neira (2006) considera a la anomia como la otra gran consecuen-
dad cul tur
queel origen émico o la identi la aldo así como su vertiente negarión> de ess proceso que ha módilicado tán
a de peruanos perciben acales. Así, unaa may
ma]orí a
inantes en la generación de dis
tancias soci significativamentela fisonomía de nuestras urbes (y por ende la del campo). Este

AAI O TRE
a i el o de
sonas fuertemente limitadas en punto, por lo demás, ha dado lugar a un debate reciente en tomoal racismo, que
aon son per tizos a a e
nos, afrodescendientes y los mes
de derechos. Y que los afroperua el res ponsable e
mencionaré más adelante en este capítulo. Lo cierto es que -acaso debido en
i ulmont,
DavidS
derechos.
limitados en elejercicio de dichos parte a esa condición de substrato- el racismo ha atravesadolas etapas de la His-
investigación, comenta: toria del Perú colonial y republicano, adaptándose con asombrosaplasticidad a
desigualdad hace
las mentalidades hegemónicas en cada uno de esos períodos, hasta llegar a nues-
histórica entre las causas de la
«Pareceexistir una continuidad tro tiempo.Es, como lo decíamosal inicio, una sutura" infectada que recorrelos
14).
dos siglos y las de hoy en día” (2005: contornos de nuestra historia, mimetizándose conesta, ora invisibilizándose, ora
haciéndonoscreer que su presencia es tan natural comosi fuera geológica!!,
exige- algunas precisiones.
Dicha continuidad histórica admite «incluso
No obstante, tal como lo muestra la encuesta arriba citada, los cambios en el
ú: ha dado lugara lecturas equi y vocas. Tall como lo
minada herencia Í: colonial
conocido .
paisaje demográfico y principalmente urbano, no corren parejos con las modifica-
rero (1995), durante el período ciones en el paisaje mental o emocional. De hecho, parece haber unaresistencia
y Ue Gonzalo Portocar E la e Eo
abandona la doctrina racista social generalizada a interiorizar esa evolución en el ámbito de las representa-
= la República Aristocrática se cual res an
te a la república de indios, la
de la república de españoles fren ciones mentales*. Es importante subrayar que dicha resistencia se observa no
obstante, dicha ideología cont e.
acompatible con un proyecto nacional.e No ento il e
solamente en quienes parecerían a primera vista los beneficiarios, es decir, los
invisibl (el concepto de fundam integrantes de las elites socioeconómicas tradicionales, para quienesla pertenen-
E o como un fundamento Cda
vigente hasta hoy Es e
Edo Portocarrero, 1995) que sigue here ncia cs da cia étnica se configura como un referente esencial, el cual debe ser preservado a
ese-raci icano cuestion
ji smo republhe i a: las bases de ladenomjiinada como délugar; pues constituye una condición sine qua non y másallá del texto de
a A
que incorpora, por o
se trata de una ideología propia, la ley. El caso es que esta renuencia a internalizar* las nuevas representaciones
i si Í iales, le añade importaciones de con- que cortesponderían a los cambios en la composición de la sociedad, se observa
n l a las nuevasE
ideoología funciona
vigentes e
e en Europa,gperot, a todo,es 7ide
y domin:
en mayor o menor medida en todos los grupos sociales y émicos. Como si la
la convivencia entre dominantes identificación con el paradigma dominante, en términos de lo que Delal denomi-
o sobre las que se articulaba o con Ñ ocarre-a
Port
científico” que, de acuerd ¡
] Perú. Su base sería el “racismo árqu (1895.
ico
nala racialización*, continuara operando como un ingrediente indispensable en
sustenta el moderno Estado olig
E E diese implícita que .
el funcionamiento del mundo interno de los peruanos, salvando las barreras de
ierno del general Velasco Alvarado
- 1968), el cúal concluye con el Gob clase, género y etnia. Cabe anotar que, si bien este ingrediente puede rastrearse
puede apre- 10 Empleo el término “sutura”, de origen lacaníano, pero trasiadado al ámbito político por Jacques Derrida,
iedad ha cambiado mucho, como en el sentido de intentar cerrarlas huellas de lo pasado que permanecen como depósitos sedimentarios.
Desdeentonces, sin embargo, la soc de los mig rantes de Esta falta original, según Laciau y MoulTe, es precisamente lo que la práctica hegemónica trata de llenar.
ciarse en elpaisaje de las ciudades,
en donde la presencia 11 Er su extraordinaria novela Meridiano de Sangre, en otro contexto pero con unaintuición universal de
- ha
ent -aré ejemplos clínicos sobr esto e
pro ias alejadas más adelante pres
la violencia que subyace a lasrelaciones entre los humanos,el escritor norteamericano Cormac McCarthy
lo expresa con estas imágenes: "las montañas en el repentinohorizonte, negras y vividas y ceñudas como
riminación Social. Lima, 1Demus, 2005. La
¿nal sobre Exclusión y Disc
ació n peru ana de más de 18 años de edad, en los un paisaje de un orden distinto, cuya verdadera geología no era la piedra sino el miedo.” (2006: 65)

1600per
muestra fue de edo
a s deeTepresenitiva dela pobl
personas,
ámbitos urbano y rural. 27
26
y ————————————

NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO UNA ALTERIDAD PERTURBADA A

ja cultura del mundo,es'el coc eficiente. de incidencia


en cualquier x que posee en
€ el Noobstante, sea cual fuere la interpre
funcionamiento de la sociedad,lo que le proporciona su particular relevancia en tación quese le dé, el hecho es que es
de los sentimientos que vibran con mayo uno
el caso peruano. rintensidad en el lazo socialde los pe-
ruanos, loual es coherene con una Historia sign

A RO
ada por la injusticia
yla desigualdad
En la medida queel resentimiento prov
i i al reso
En ese sentido, Nelson Manriqueasigna i una ulibicación nuclear en
e el iene de la envidia, y esta es una manifes-
tación de la pulsión de muerte, se engranae
sostenimiento pS un orden estamental en el Perú. En dicho orden, el racismo n la trampa de la compulsión de la re-
petición
. En dicho esquemase congelanlos afectos,
funciona como un mecanismo fundamental de control: se instala la inercia psíquica,
observa Kancyper en la obra citada, y el tiem
po se estanca. En un artículo propio
citado, comentaba:
“En un orden estamental se supone que una persona nace en una condición y
debe morir en la misma condición, Á diferencia de lo que os en un orden “El Yo y los objetos de sus afectos quedan
apresados enla lógica 'vengativa de una
moderno,un orden democrático,está excluida la movilidad social” (2006:177). agresividad que arde con la tenacidad de
uma candela en el fondo de la basura
(...) Para salir de
ese círculo infernal se requiere, paradójicame
Para el historiador Manrique,el racismo permite que las po ias el dosis de agresividad, pero al servicio de Eros, nte, una fuerte
no de Tánatos. Este esfuerzo es el
orden estamental como uno natural.Él agrega los adjetivos “deseable” y “respe- que perm ite romper la lógica de la fijación obsesiva
table”, lo cual me parece discutible, pero coincido plenamente con su argumento en el mismo objeto de odio
(y amor); es decir, de resentimiento. Ese
tránsito tiene un costo de dolor y de
de la naturalización. En lo que respecta a los otros dos aspectos, = parece que lucha.”
ahí ingresamos enotro terreno,el de la identificación con el agresor", que no im-
plica deseabilidad, no necesariamente. Pero este punto se discutirá más adelante, El racismo noes, en modo alguno, la caus
a única de lo que hemos denominado
A mi entender, dichoorden es percibido como natural a nivel consciente, pero mi resentimientosocial. En última instancia, el
racismo es una de las variantes de la
hipótesis es que tanto en los discriminados como en los discriminadores miña exclusión, pero acaso es la más dolorosa y agravian
te. Es la que produce las peores
un malestar en la cultura*,para recurrir, perafraseándolo, a $ idea de Freud, que injurias narcisísticas, en la medida que
opera no como el producto de unas de-
se expresa de diversa manera: en unos como resentimiento*, en los otros como terminadas relacion es con la generación de la riqueza, sino
“constituye unajustificación ideológica que, al lado de estas,
remordimiento*, grosso modo. —de las que puede luego independizar
Para continuar su trabajo lacerante y deni se
gratorio “por su cuenta”- para la perpe-
il i
de estos afectos suele figurar en los discursos en torno a la discrimina-
di tuación de ese status quo en dondela distribu
ción de los bienes
coincide con unas
po ia E CS a 1 0 categorías estamentales que, a su vez, corr
en parejas con una élasificación. racial,
el Agua, donde se:refiere:a:: Emica o cultural que la “legitima” y “naruraliza""Z. Es
plícito de la superioridad en términos econ
como si al'argumento im.
ómicos —“soy mejor que tú para ganar
“la enfermedad nacional por antonomasia, aquella que infesta todos los estratos y dinero”- se añadiera otro que, tras cuernos
palos, subraya
una jerarquía étnica y
familias del país y en todos deja un relente que envenena la vida de los peruanos: genética: “soy mejor que tú para ganar
dinero porque pertenezco a una raza
el resentimientoy los complejos sociales”. (1993: 11) perior”. En elya citado texto de memorias su-
de Vargas Llosa (1993), el escritor lo
explica con una claridad tanto más desg
arradora, en la medida Que su punto de
Mencioné esta cita eh un artículo (Bruce, 1998), en donde comentaba que la partida sonlos sentimientos de su propio
padre:
expresión “resentido social”, muy común en el habla coloquial de los peruanos,
particularmente en los sectores medios y altos, se me antojaba una cada de “Enla variopinta sociedad Peruana, y acas
o en todas las que tienen muchas razas
la injusticia, uno de los tantos garfios de fijación de un ordensocialinicuo”. Y me Y astronómicas desigualdades, blanco y chol
o son términos que quieren decir más
lo sigue pareciendo. % 12 Esto es lo que Antonio
Michele Barret (2003), ala£rmsc ltecriza con el término amplo de hegemonte..Lo
ón cohesiva (cementino) de la ideología y los modocual remite, observa
Consentimiento sin violenciafunci
o coerción, s en que se obtiene el
S
28 S
29
UNA ALTERIDAD PERTURBADA
77
ÍAMOS CHOLEADO TANTO.
o NOSHAB

miento, en dondeel resentido,el agraviado,es quien fija su tiempo, inmovilizán-


j mente, y estos
ica
úan a la persona socii al y económ dolo enel período traumático, repitiéndolo incesantemente, sin poder acceder
cosas que raza o etnia: ellos sit ació 5 e flex
ifici A ible da
es son muc has vec es los determina ú ntes dela E al tiempo de la elaboración del duelo, única manera de trascender el tiempo del
fac tor de los lestinos p:
cunstanciasy a los vaivenes
cambiante, supeditadaa las cir i. es míoñ ), porque siiempre
énfassis
dolor y la furia narcisistas a las que alude Kancyper. Pero para queello sea posible
holo de alguien (el énfa no es suficiente con que el agraviado se lo proponga y lo consiga, mal que bien.
ie
o menos pobp re O import o : ante, O
-se está mejjor o peor situa : do que Otros, o se . es másA
itua cos ql Hace falta -es indispensable, en realidad- la intervención dela parte agraviante,
os o africanos o asiáti
ales o mestizos O indi

mida
2d
de rasgos más o menos occident Side buena parte S los al injuriante, discriminadora. Ahora bien, esta parte enfrenta sus propias trabas y
enclatura que dec fijaciones en el tiempo, las que no obedecen tan solo a la lógica ideológica de la
otros, y toda esta selvática nom strucción e
ont de prejuicii
les se man tie ne gra cia
i s a una elfervescente con conservación delos privilegios anexados a la posición de superioridad y dominio.
indiviñ dua : n- que e £S,
que
idiaa,, rencor, admiración, emulació
, envidi
entimiús entos -desdééln, desprecioj alores , la 0 0 0 Aquí también entran tallar afectos que es preciso tomar en cuenta para enten-
las ideologías, valores yrdesv » At
Hitos veces, por debajo de a. (19 93: der cabalmente el proceso discriminatorio racista en todos sus extremos.
E funda de los, conflictos y frustracionesde la vida peruan
pro
Llosa puede des- Sibien es cierto que el resentimiento es un afecto que parece, en efecto, corroer
Vargas
snada acertada lucid lez con que contraparte la existencia de grandes cantidades de peruanos, en particular entre quienes se
iedad per uan a,
A no cala en laN
Yire
crib s núcleos purulentoas de la soc
estoa A sienten víctimas de la discriminación, acaso su contraparte, el sentimiento do-
necesariamen te estará RS
de este proceso rencoroso, que amente vinculada a E 'minante a explorar entre los discriminadores -de las clases dominantes en parti-
Pp uesto que la desi
gualdad estaría más direct cular- sea el remordimiento y su correlato, el sentimiento de culpa inconscien-
erva Kancyper:
más, en el resentimiento, obs a
te* y la necesidad de castigo*. Mientras queal resentimiento, observa Kancyper,
4 nte, Una St correspondela identificación con el agresor, el remordimiento corre parejo con
ís cas parti¡culares; manifiestame
|
cteristi
“la temporaliñ dad presenta cara i o ir halla
a la identificación reivindicatoria*, Entre ambos configuran un vínculo que el psi-
i La perspectij va del
prospectiva.
gular relación con su dimensión se . erra el e coanalista Bion podría llamarora fusional*, ora parasitario*, pero no comensal*,
de un pasado “injusto”, del que Es decir que se perpetúa una dialéctica hegeliana de amos y esclavos, que en la
invadida por la reivindicación ás la possici ón de una inoSa
n cen-
ido i r antesíí mismi moy ante los dem
para legaliza ha a Historia peruana ha dado lugar a los más variados intentos de ruptura(y sutura),
por un objeto y/o una situación Ss
aia “maltratado no cesa . E un 2 los cuales no han hecho sino perpetuar la tensión, la inestabilidad y el malestar
la memoria de un dolor que
riado su sentimiento de sí, con: fic ien tem e! en la cultura peruanas.
s que no ha desahogadosu
icular de humillaciones inasimilable poral (...) El a
e vigentes, congelan el fluir tem
ea Dolor y furia, siempr rrado a un pasal La conjunción de ambos sentimientos, el resentimiento y el remordimiento,im-
o no per man ece anc lad o en la temporalidad, sino ama
ad pide quese acceda a unasituación de elaboración del duelo* -característica de
” (1992: 34-35).
cuyas cuentas aún no ha saldado. la culpa depresiva*., a partir de la cual se pueden generar actividades sublimato-
eeE rias* y reparatorias*. Por el contrario, mientras mayores sean la persecución la
de una temporalidad congelada,c
Es interesante cotejar esta noción e ade ca culpa, más complicada resultará la elaboración del duelo. Este entrampamiento
ni, añadiría yo, elaborado o c
pasado que no ha sido saldado se A encasilla a los diversos grupos que conforman la sociedad peruanaen un círculo
ent(| 1991: 5), citadoo por SCallirgo
dó,> con una observaciióón de Nug : ia fundamental y e vicioso marcado porla frustración, el agravio y la violencia. El racismo, en tanto
ió a algo de importanc
indio, “ “ocurrió
is , respecto al indio,
wien
Acientemente estudiado: determinaasdos grupos sia a ideología aglutinante —en el sentido gramsciano antes mencionado-de esta situa»
s justa, en tocante ' ción quese resiste al cambio desde diversas entradas, funciona como unsíntoma
luce
di * Esta observación es a tod ón racista de la que privilegiado que, por eso mismo, es preciso procurar atravesar, como nos insta
en contraste con la denigraci
do glorioso del incanato, dicha exp
a del tie
ulsiónn a mpo Lacan,a fin de abrir el campodela historización.
i ad. Pero es tamilbién útil cotejara
j to enla actualid
es obje
mencionada enla des
histórico social, con aquella
31
30
ARANArtaER
3
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO UNA ALTERIDAD PERTURBADA

Entretanto, el discurso que condensa esta situación inmovilizada, como fijada biológicas, en términos de superioridad e inferioridad, en
donde los indígenas.
en un tiempo deshistorizado,es el del mestizaje. Vale la pena detenernos un mo- particularmentelas mujeres, se encuentran en el lugar
más bajo de la escala me
mento en esa suerte de condensación y desplazamiento de nuestra incapacidad ginaria (dato que se confirmaen la encuesta citada al inicio
de este capítulo y que
para salir del síntoma ideológico de la racialización. El mestizaje funciona como podrá ser “cartografiado” con mayor precisión con ayuda del
concepto de “mapeo
una gigantesca coartada (aunquesu eficiencia esté disminuyendo, en la medida racista”, que se presentará en el siguiente capítulo). Lo relevante,
para los fines de
que la conciencia de la discriminación aumenta,tal como se aprecia en la citada este estudio, es quela interiorización de dicho discurso como “verda
dero”, tanto
encuesta nacional). En primer lugar, alude a la sexualidad, Mestizaje significa por parte de los discriminadores pero sobre todo por parte de
los discriminados,
el resultado de un acercamiento entre personas de grupos étnica o racialmente hacede este un eficaz mecanismo de controlsocial. Este discur
so adopta de ma-
considerados diferentes. En segundo lugar, suponela constitución de un melting nera asolapada un carácter esencialista, que podría constituir una
supervivencia
pot, un entrecruzamiento étnico quedaríaal traste con la existencia del racismo. aggiormata del “racismo científico” importado de Europa, merce
d a las “ideas” de
Al respecto, es usual que los peruanos se definan como mestizos. En cambio, es autores como Gobineau o Le Bon, en el que se inspira la menci
onada República
inusual que se autodefinan como cholos. Mestizo es una categoría aceptada o Aristocrática, según Portocárrero.
incluso valorada, mientras que cholo, desde los tiempos del Inca Garcilaso, ha
conservado su carga de estigma y denigración. Dicha modalidad discriminatoria parte de una supuesta base
genética para expli-
carla desigualdad entre las “razas”, Al respecto, son célebr
es las explicaciones de
En el encuentro aludido en la Introducción —Discriminación, Racismo y Exclu- Clemente Palma en su tesis de bachiller ( 1897), publicada cuand
o tenía 25 años
sión Social-, Guillermo Nugent” sostuvo la tesis de la inexistencia del racismo (citado por Portocarrero, 1995), el hijo del tradicionalista
Ricardo Palma, cuyo
“de la cintura para abajo”, en el Perú,tal como lo comprobaríala existencia, pre- *racismo radical”, según lo denomina Portocarrero, no deja
de reflejar algunas de
cisamente, del mestizaje. Me parece quese están confundiendo dos dimensiones las posturas más recalcitrantes de hoyen día. En su prosase puede
encontrarel
de la experiencia humana que pueden coincidir, eventualmente, pero pueden explícito deseo de ejecutaresa pulsión de muerte que, no obstan
te, el proyecto de
también transcurrir con una escisión menos invisible que escotomizada- de por sociedad republicana hace inadmisible:
medio. Es decir; el hecho de que se produzca un contacto sexual, no implica ne-
cesariamente un encuentro con el otro —de esto la violación es el ejemplo más *(...) raza embrutecida por la decrepicud, es por su innata condición infeio, y
brutalmente elocuente. ni, por ende, es incompatible con la existencia del racis- porlos vicios de embriaguez y lujuria, un factor inútil (+..) Los elemen
tos inútiles
mo. Porel contrario, es habitual que en situaciones de poderla sexualidad sea uti- deben. desaparecer y desaparecen. A medida quela civilización
vaya internán-
lizada como un arma de dominación, que puedeestarfuertemente impregnada de dose en la:Sierra: y las montañas, el elemento indígena
puro irá desapareciendo,
racismo.El Informe de la CVR abunda en casos de sexualidad racista, en donde como sucede en Estados Unidos con los pieles rojas (...)
Habría un medio po
la única manifestación “de la cintura para abajo”es la de una violencia tanática, ayudar a la acción evolutiva de las razas: el medio empleado
en Estados Unidos;
ahí el erotismo es una vaga referencia, más bien una coartada para ejercer una pero ese medio es cruel, justificable en nombre del progre
so, pero censurable en
violencia racial y machista. Del mismo modo queel discurso del mestizaje puede nombre dela filantropía y del respeto a la tradición, algo
arraigados en el espíritu
funcionar como una coartada para encubrir relaciones sociales y sexuales, bajo el peruano: ese medio es la exterminación a cañonazos
de esa raza inútil de ese
signo del racismo y la dominación. Otro caso habitual y análogo al anteriorsería desechoderaza.”
el del abuso sexual practicado con las empleadas domésticas.
Pero ese discurso, que ya en su tiempo fue combatido por
González Prada, re-
Manrique observa, asimismo, queel discurso racista peruano se asienta en bases presenta las actitudes más extremas y, en cierto sentido,
las más ingenuas y des-
provistas de cinismo, como veremos.Es interesante, sin
embargo, subrayar algo
13 Lamentablemente, su intervención fue oral exclusivamente y, porlo tanto, no hubo texto para ser sobre lo que Portocarrero llama nuestra atención, a saber la
publicado en el opúsculo antes citado, en el que figuran las intervenciones de Degregori, Ardito y del apariencia de Palma:
«suscrito. s era mestizo con fuerte ascendencia negra. La iconografía
histórica, tal como ha
32 dl 33
eE
UNA ALTERIDAD PERTURBADA
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO

ado” o al santes que suelen estallar apenas la ocasión lo propicia. El recurso más manido es
ar, ha “blanque
ocurrido con el libertador Simón Bolív el de la educación. Mejor dicho, la carencia de la misma, Pero esta es otra gran
es un síntoma. ideológico elocuente.
tradicionalista y a otros personajes, lo cual si trampa ideológica que es conveniente exhibir. Antes veamos lo que dicen los
a sostener en su tesis sobre! las da que
Contrario sensu, Clemente Palma llega y él ¡cien cia encuestados respecto de los aportes de los diferentes grupos étnicos a la Historia
con el nivel de organización
Manco Cápac pudo fundar un imperio del Perú.
ablemente por sus venas corría e
del incanato,ello se debería a que prob un factor
to puede haber constituido
aria. Dicha apariencia de zambo 0 mula
tesis del joven Palma,así como en SS Así, ante la pregunta “¿Cuál cree usted que ha sido el grupo que ha tenidoelrol
decisivo en el encono quese aprecia en la
r un mecanismo que exploraremos E positivo más importante en la historia peruana?, ¿y el menos importante?”los
delusiones, lo cual nos permite adelanta
tica: el denodado esfuerzo por e sar blancos, indígenas y mestizos son vistos como los grupos que han efectuado los
capítulo dedicado a la clínica psicoanalí
esos rasgos que le proscribían el acceso aportes positivos más importantesen la historia del Perú. Lo cual coincide conlo
de su autorrepresentación todatraza de aprendido en la escuela, respecto del rol del incanato'* y la conquista española,
a las clases privilegiadas. así comoel papel desempeñado posteriormente porlos criollos. Pero lo que ob-
Ss
la fantasía del exterminio, Es las servan los investigadores es que llama la atención que los indígenas figuren, al
Ese desprecio y ese odio que llegan a
imagen. Es como si toda suel Ca lado delos afrodescendientes, como aquellos grupos con el rol menos positivo en
ras, del arraigado conflicto con su propia <A
el grosor de sus labios,el ancl nuestra historia.
destructiva estuviera destinada a borrar mata r en sí
de sus ancestros que quisiera
nariz, el color de su piel, la impronta peor inju ria
sola presencia constituye la
mismo, pero a través de esos otros cuya ajena, pero
A fin de poder ubicar estas opiniones en tornoa la discriminación racial en la
encontrarse en la mirada
narcisística imaginable: aquella que puede experiencia individual de los entrevistados, se les preguntó porla frecuencia
espejo.
resulta aún más desgarradora frente al con la que se habían sentido discriminados ellos mismos. Entre un 10 y un
5 co- 50 % había experimentado concierta frecuencia algunas de las situaciones de
il tamente. . Ahí están las
als ado, cier
únil o nii aisl
de Clemente Palma noes únic discriminación propuesta. Las más respondidas fueron “La gente se comporta
andro O. Deustua, cuyo racismo
pe E del filósofo y pedagogo Alej como si ellos fueran mejor que usted”, “Usted es tratado con menos respeto
del pensamiento hegemónico de -
execraba hasta del mestizaje, acontracorriente que otras personas” y “La gente se comporta como si pensara que usted no
las elites de su época, en la década de 1940: es inteligente.” Este tipo de experiencias fueron designadas por el estudio en

do porelindio en:su período de disolución moralyp orel españolen su cuestión, recurriendo asun término del habla: coloquial, como “ninguneo”.La
«* de
los defectos ambo s y las a escenadescrita al inicio de este capítulo proporciona un ejemplo elocuente de
depeor .. (el mestizo) ha heredado
fatal para nues tra eyttoD nacional... todoel este proceso en el que se juega con el nombre de una persona discriminada,
de ninguno... Esta mezcla ha sido
para purificar la conciencia .. desposeyéndola de su identidad, convirtiéndola en un objeto que puede ser
progreso de la civilización ha sido insuficiente
en completa decadencia.” (Cita nombrado al antojo de quienes se sitúan por encima de la persona en cuestión
na de la infección producida por los gérmenes . (literalmente en cuestión).
por Fuenzalida -1975: 11-2 y por Callirgos, op.cit p. 181)
vancia a las tesis de Palma z
Sin embargo, lo que le confiere particular rele
Delas diversas explicaciones quese ofrecen para entender este comportamiento
a en esa encrucijada de la ot: E
condición de mulato o mestizo, lo cual lo ubic os oper ante s en el
discriminatorio, vamos a retenerla más relevante para los fines de nuestro traba-
para entender los mecanism
que resulta de particular utilidad
ta.
odio a sí mismo quesustentala exclusión racis 14 Es necesario, sin embargo, acotar que esta referencia al aporte indígena alude a lo que Arguedas
-citado porDegregort (2001): llama el indio histórico, para diferenciarto del Indio actual. Degregori
€ cte-
e esa esas cara
tro tiempo no revististe también cita el acertado título de un artículode Cecilia Méndez , "Incas sí, indios no”, como condensación
El paradigma domiúlnante del raciis smo de nues reot ipos bien pen-
de esa percepción.
una serie de este
is Muda: y más bien, se disimula tras
y 35
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO UNA ALTERIDAD PERTURBADA —

jos la relación inversa entre el acceso a mejores niveles educativos y la discrimi- Finalmente, otro aspecto que Manrique destaca
es el fracaso del régimen del gene-
nación o exclusión social y racial!*. * ral Velasco en la destrucción del imaginario oligá
rquico. Pese a que desaparecieron,
enese perío do, las bases sobre las que se asentaba la disti
Retomemos,al respecto, la argumentación de Nelson Manrique. Para el histo- nción racista,las E
talidades y visiones “quedaron intocadas por el carác
riador, la educación es un elemento clave para el mantenimiento de este orden ter vertical y autoritario' de
la revolución velasquista”. No obstante, Manrique const
estamental. En la medida que, gobierno tras gobierno, ese servicio público con- ata =y coincido con él
en este punto- que se están produciendo cambi
tinúa funcionando en condiciones deplorables para la mayoría de la población os, aunque más graduales y acaso
dolorosos, también en el terreno de las representa
discriminada", esto permite mantenersi no incólume, por lo menos vigente el ciones. (Si bien
las represen-
taciones, como los afectos o cualquier ingre
mito dela inferioridad biológica: “son brutos, ignorantes, ociosos, etcétera”. diente del universo mental, nunca
permanecen estáticas y se encuentran
en Permanente mutación, es indudable
que Bay segmentos temporales en donde
Noobstante, este punto también merece ser discutido. Es poco probable =y la ex- la tendencia predominantees la con-
servación del status quo —son las más-, las que se
periencia en varios talleres sobre discriminación en entornos empresariales me lo ven interrumpidas por breves
demuestra- que el discurso de la inferioridad biológica sea creíble en nuestra era períodos en donde se advierte con mayor clari
dad el desmoronamie
nto de los pa.
posmoderna.!” Salvo sectores muyrecalcitrantes o retrógrados, mi impresión es que radigmas. Así, Dalal (2006) observa que cuandose
hizo científicamente E
se trata más bien de una apuesta cínica: sabemos que la mala calidad de la educa- nible la noción de raza para los humanos, se
recurrió a la de cultura. Cuando, a su
ción permite mantener a masas deseres en estado de precaria evolución y por eso vez, esta noción resultó inoperante, surgió la
de etnicidad. Los términos cali
procuramos que permanezca así. Lo cual presenta la ventaja de ser lo más fácil, por pero el proceso de división y exclusión del
identificado como otro, es el lato
lo demás. Está demostrado que modificar la calidad de la enseñanza es una tarea En el caso del machismo, por citar un ejem
plo comparable, se puede observar
muy compleja, que requiere de una concertación de voluntades políticas y econó- cómo, persisten comportamientos y representa
ciones, a pesar de los evidentes
micas, además de ideológicas, extraordinaria. En otras palabras, saben lo que hacen cambios enel discurso público oficial. Además, siemp
y por eso lo hacen (aunque pretendan lo contrario, tal como lo demuestra Juan re en el caso del mach
ismo,
estas transformaciones corren parejas con la
Carlos Ubilluz al plantear su tesis del cinismo y la perversión del mundocriollo al evolución de la composición del
mercadolaboral, en donde las mujeres progr
ingresar en el capitalismo global, basándose en la obra de Zigekc). esivamente asumenroles, actitudes
y sobre todo puestos de trabajo que hace poco
tiempo eran impensables. Es tem-
pe para decir si en lo tocante al racismo
se está produciendo una mutación
15 Una de las voces más adelantados y lúcidas al respecto es la del sacerdotejesulta José de Acosta, aesa RES: Pero esta comparación
puede resultar útil como elemento de
quien en su De Procuranda indorunr salute -Predicación del Evangelio en las. Indiasde-1588, escribe:
"Desistamos de sacar a relucir la dureza y tardo ingenio de los indios... y no osemosafirmar que algún
linaje de hombres está excluido de la común salvación de todos... es cosa averiguada que más influye en el
Indole de los hombres la educación que el nacimiento” (Citado porJuan Carlos Gallirgos, 1993).
16 El especialista en educación León Trahtemberg no ha dudado, en una entrevista en el diario El Acaso fue la percepción de que ese orden
estamental no era natural, lo que fa-
Comercio, en decir que "la educación pública peruana es una estafa”. cilitó el éxito de la insurgencia senderista,
17 Como otra tristemente célebre cita de Alejandro O. Deustua: “El Perú debe su desgradia a esa raza propone Manrique. Esto cum enla
indígena, que ha llegado, en su disolución psíquica, a obtener la rigidez biológica de los seres que han década de los ochenta, pero esa violencia cont
cerrado definitivamente su ciclo de evolución y que no han podido transmitir al mestizaje las virtudes inúa hoy por otros medios, siempre
propias de razas en el periodo de su progreso. Es doloroso reconocereste hecho, pero es necesario enel ámbito de la exclusión étnica. Hoy, ya
en el siglo XXI, se A ¡e ES
reconocerio [..] El indio no es ni puede ser sino una máquina...* (Deustua 1937, en: Degregori y otros serie delocales de la capital y ciudades
1979: 234) Sin embargo, ni el propio José Carlos Mariétegul, ardoroso defensor de la condición indígena, como el Cusco, filtran la pede los
escapa a los prejuicios de la época respecto de otros gruposétnicos, tal como lo demuestra esta cita. consumidores según criterios abiertamente racist
sobre los chinos: El chino,escribe, "parece haberinoculado en su descendencia el fatalismo,la apatía, las as; con una violencia social en
taras del Oriente decrépito. Eljuego, esto es un elemento de relajamiento e inmoralidad, singularmente ao sentido más desembozada. Pero también se observan prote
nocivo en un pueblo propenso a confiarmás en el azar que en el esfuerzo, recibe su mayor impulso de stas, denuncias
la inmigración china” (341). El criollo es presentado como “español bastardeado”y el negro no corre sanciones y un clima polémico al respecto,l
o que en sí mismoes una señal de
mejor suerte: "cuando se ha mezclado al indlo ha sido para bastardearlo comunicándole su domesticidad cambios. Ya no nos encontramos en un orden inmutable y eterno.
2alamera y su psicología exteriorizante y mórbida (334); o bien escribe que la sociedad colonial "absorbió Estamos ingre-
yAsÍmIlÓ a la raza negra, hasta intoxicarse con su sangre tropical y callente” (334).Todas las citas de sando a una era incierta e inestable, en donde
Mariátegui son tomadas de BirgerAngvik (1999). todo puede ocurrir,
18 "La fórmula del cinismo ya no es la marxiana cíásica 'elos na lo saben, pero lo están /; es, en -
cambio, ellos saben muy bien lo que están haciendo, y lo hacen de todos modos”. Slavoj Ze (2005: 15).

36
37
a yea]
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO UNA ALTERIDAD PERTURBADA

De hecho, por estos días tuvo lugar en las playas del kilómetro cien al sur de las dimensiones de nuestro enfoque”. No obstante, me acojo a la hondareflexión
Lima, en la zona denominada Asia, el operativo antirracista denominado “Em- planteada por Max Hernández (2000) en su libro acerca de identidad, diversidad
pleada audaz”. Dicha acción estaba destinada a denunciar tanto los abusos discri- y cambio en el Perú: “Es evidente la permanencia en el tiempo de las estructuras
minatorios de los que serían víctimas las empleadas domésticas, a quienesse les políticas, económicas, sociales y mentales. Ellas corresponden realidades
histó-
uniforma y vedaría el acceso libre al mar, en ese sector de playas exclusivas de los ricas de larga duración. En trazos muy esquemáticos, cada unaes sucesivamente
sectores más pudientes del país, así como la clausura del acceso a las playas para más lenta en su evolución. Así, las estructuras políticas son menos duraderas
que
quienes no sean miembros de esos clubes ad hoc —en realidad se trata de hacer el las económicas; estas, menos que las sociales y estas, a su vez, menos quelas
men-
acceso problemático y disuasivo mediante una serie de medidas tanto materiales tales” (2000: 19) Y más adelante, Hernández nos explica en qué consiste
n las
como simbólicas-, lo que supone una privatización de facto de terrenos públicos. estructuras mentales, las cuáles remiten “a las formas de interpretar y compren

bae
-
Los resultados del operativo han dado lugar a unaserie de discusiones en torno der el mundoy la vida. Una vez cristalizadas, las estructuras mentale
s persisten
tantoa su efectividad comoa la oportunidad del mismo,así como al diagnóstico durante grandes períodos. Se hallan penetradas de concepciones míticas,
con-
en el cual se inspiró. tenidos religiosos, atisbos científicos y referencias ideológicas. Tales estrucruras
tienen profundas raíces inconscientes. Resisten el desgaste y su ritmo de cambio
es muy
Así, el intelectual Martín Tanaka' discrepa conla interpretación del citado Nel- lento.” (El énfasis es mío).2
son Manrique tanto de dicho operativo, como de su diagnóstico general en torno
al problema del racismo en nuestra sociedad. Mientras que para Manriqueeleje En otro de sus ensayos sobre el tema, Manrique plantealo siguiente: “El
racis-
del problema es el desfase entre los cambios introducidos porel General Velasco moes un fenómeno que opera fundamentalmente en la intersubjetivida
d social.
en las estructuras económicas y sociales, en tanto que las mentalidades perma- Los cambios sociales objetivos no tienen la misma velocidad que aquellos que
se
necieron estancadas, para Tanaka la secuencia habría sido la inversa: “Yo creo operan enlas subjetividades. Y cuando se produce un desfase entre unos y
otros
que en el Perú, por el contrario, el cambio de mentalidades ha sido gigantesco, se crea una brecha que se constituye en una fuente potencial de violenci
a social”
de proporciones épicas. El cambio económico y social del que habla Manrique (1999: 26).
empezó con elcambio de mentalidades. Desde mediados del siglo pasado,los
peruanos comenzaron rebelarse en contra de las concepciones racistas y de las Evitemos entraren el debate acerca de las modificaciones las velocid
adesen las
prácticas discriminadoras. Ya que no tenían el poder suficiente para cuestionarlas esferas sociale individual, cuyos límites el psicoanálisis sólo puede fijar de manera
de maneradirecta; lo hicieron indirectamente, a través de la migración, fenóme- hipotética,. más bien: poética (en el sentido de solicitar una licencia para
poder
no masivo que hizo que nuestro país pasara de ser un país rural a uno urbano en continuar avanzando). Lo que definitivamente me parece cuestionable es
lo que
40 años. El Perú se nacionalizó 'cholificándose', como señaló el sociólogo Aníbal Tanaka denomina “rezagos” de racismo. Más bien abundan las evidenc
ias de una
Quijano, en la década de los años sesenta. Si bien podemos encontrar rezagos ideología que infecta a diario una red gigantesca para emplear su adjetiv
o- de
de racismo hasta hoy, creo que nos escandalizan precisamente portratarse de relaciones sociales. El problema surge, a mi parecer, a partir de la contrad
icción
arcaísmos intolerables”,? entre el discurso oficial y legal, por un lado, y las prácticas de la vida
diaria de los
peruanos, por el otro. Esto es aquello a lo que aludía Portocarrero con la idea
del
La polémica planteada por Tanaka es relevante para los fines de este estudio, “fundamento invisible”: una ideología impresentable pero indispensable
para el
desdevarias perspectivas. En primer lugar, el asunto dela secuencia entre cam- mantenimiento de un ordeny una jerarquía con personas de categor
ías diferen-
bios económicos y sociales, por un lado, y las subjetividades o mentalidades, por 21 Nuevamente remito allector interesado en ahondar este debate al volumen compilado por Zitek en
otro. Se advierte el eco de la clásica teoría althusseriana de la infraestructura y torno a la jaeolgía, en donde figura el clásico texto de Althusser
, Ideología y Aparatos Ideológicos de
la superestructura. Este es un debate tan vasto y antiguo que obviamente rebasa
19 Marún Tanaka, Sobre 'Eisha*y la Discriminación, Perú 21, 6 de Febrero 2007.
20 0p. Ci.
38 39
|
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO — UNA ALTERIDAD PERTURBADA

ciadas —lo que Flores Galindo (1988) denomina, en un célebre ensayo sobre el tener que confrontarse con su propio cinismo y adhesión sumisa al autoritarismo.
racismo peruano, añadido a su pbra fundamental Buscando un Inca, Una Repú- Su huida era otra manera deevitar la historización colectiva.
blica sin Ciudadanos.
Lo quedefinitivamente existe es una creciente tensión, producto dela fricción
A mi modode ver, Tanaka confunde el desmoronamiento del paradigma con el ideológica entre quienes se aferran —así sea cínicamente- a los privilegios de una
cambio sustantivo de las subjetividades o mentalidades. La condena del racismo visión en la cual la desigualdadestá legirimada porlas divisiones propias de la “ra-
con su efectiva erradicación. El hecho de queelsíntoma deje de ser egosintóni- cialización” (postura que, precisamente por no estar exenta de contradicciones,
co (es decir aceptado sin conflicto interno aparente) y pase a ser egodistónico implica una cuota de sentimiento de culpa variable según la economía psíquica
(es decir vivido con algún grado de discusión interna), no significa que se haya individual, tal como lo mencionábamos líneas atrás) y, por otro lado, la gama de
producido una revolución gigantesca en las mentalidades, en donde los cambios actitudes impregnadas de diversas calidades de malestar, de quienes se ubican
suelen ser más bien lentos y disparejos, por no decir viscosos, tal como Freud en el amplio espectro de los discriminados -lo:cual no les impide discriminar a
hablaba de la viscosidad* de la libido* que se negaba a abandonar los objetos*. su vez. Este abanico recorre desde la identificación con el agresor, en donde se
Dicha viscosidad, como lo veremos más adelante, es una delas características recogen, incluso conreticencia, los postulados desvalorizantesdel discurso oficial
tanto del resentimiento como del remordimiento, los afectos que se ubican en los (tal como lo veremos en el capítulo dedicado al impacto de las representaciones
dos polos de la constelación afectiva que, a mi entender, signan la problemática publicitarias), hasta quienes se oponen frontalmente al discurso racista, consi-
del racismo enel Perú. derado en efecto, tal como afirma Tanaka, como un “arcaísmo intolerable”, pero-
uno con una presencia determinante en el vínculo social de los peruanos.
Es pertinente, además, recordar aquí el argumento del cinismo que podría estar
sosteniendo el sistema mental de segregación. Por otro lado, no queda claro de Dicha tensión puedeserfácilmente observada enla vida cotidiana,en el tráfico
qué modose puedeasimilar la migración masivaa la capital como un proceso de callejero de las grandes ciudades, por ejemplo, en donde los insultos racistas son
rebeldía contra el racismo. Una urgencia económica puede producir cambios en los predilectos en el repertorio de los conductores que se-engarzan en ese caótico
los sistemas de creencias y prejuicios, pero no necesariamente constituye un acto y anómico espacio público que nos une y separa tan gráficamente.Si esos insultos
de rebeldía. En otras palabras: desesperación no es sinónimo de rebeldía. Puede son tan frecuentes, ello se debe a que son los máshirientes. Y si son los que más
llevar a esta, por supuesto, pero no son pocos los casos en que conduce a la sumi- hieren, entonceses lógico suponer que se encuentran profundamente enraizados
sión más abyecta, tal como se-ha: visto en: el caso del Gobierno corrupto y asesino en el narcisismo y en los intercambios: intersubjetivos de-los peruanos. Esto es lo
de Fujimori y Montesinos, porcitar un'caso reciente: que dos investigadores norteamerícanos, Dovidio y Gartner (1986) han denomi-
nado “racismo aversivo”: “el racismo encubierto inconsciente, que sale a relucir
No obstante,es revelador que en el año 2000, durante las manifestaciones de en situaciones de conflicto, cuando el autocontrol se pierde” (Callirgos, 1993:
rechazo a la dictadura, en el fragor del movimiento opositor que se desata con
159).
ocasión de la difusión de los “vladivideos”, una de las consignas más coreadas
durante un mitin en el Paseo de los Héroes, haya sido esta: “¡Chino maricón, AL respecto,es ilustrativo el testimonio de Adriana Vernuil, esposa de Manuel
ándate al Japón!”Dicha consigna condensaba, con una economía lingúística González Prada, quien cuenta cómo aprendió a defenderse de las burlas en el
admirable, manifestaciones discriminatorias comoel racismo, la homofobia y la” colegio Belén: “(...) yo aprendí a contestarles a medida que me adiestraba en el
xenofobia. Comosi, en realidad, se estuviera proyectandola hostilidad generada castellano,llamándolas chunchas, cholas, zambas”(...) según el encrespado del
porel resentimiento y el remordimiento de haberse sometido a un dictador, el pelo, que pronto supe distinguir. Esta clasificación mía, por supuesto muy anto-
cual había incumplido el pacto no tanto por habersido corrupto, pues ese parecía jadiza, tenía el don de herirlas en el punto más sensible de su vanidad (...) fue
el precio a pagar, sino por haberse dejado atrapar con las manos en la masa. Al el arma de que me valí para vengarme”. Vernuil de González Prada, Adriana, Mi
“final, como sabemos, huyó, actuando acaso el deseo de muchos peruanos, de no Manuel, Lima: Ed. Antártica, 1947: 49. (Citado por G.Portocarrero, 1995).

40 41
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO UNA ALTERIDAD PERTURBADA

Y si dichos apelativos son sentidos comoinsultos puesto que no lo son por deno- Por otro lado, la discriminación, recordémoslo, no es
tan solo un asunto de blan-
tación sino por connotación”, y que porlo tanto podrían ser considerados como _cos pitucos contra cholos, serranos, asiáticos
o negros. Esta se produce en dife-
meras descripciones detipos de cabello-, es porque acarrean una amenazavivida rentes niveles y conjugaciones, existiendo, inclus
o, un racismo antiblanco, ue
como particularmente angustiosa y humillante: la de ser excluido del ámbito de vadesde la célebre frase de González Prada -“Todo
blanco es, más o roenos en
los privilegios reservados a las personas que para ello deben acreditar tanto una Pizarro, un Valverde o un Areche”, (1986: 210); es
decir, un conquistador, e ex
posición socioeconómica como una apariencia física que pasen por el filtro del tirpador de idolarrías o un corregidor, todas formas de violencia ancindios. has
imaginario social. Ahora bien,tal como lo indica Gonzalo Portocarrero (2006) en la más prosaica cantilena: “gringo bachichi, saca
tu pichi para hacer cebiche”.
un ensayo reciente, el imaginario peruanoestá lejos de habersido descolonizado.
Es por eso que la pluma de Clemente Palma hace prodigios para intentar ganarse En estos días la empresa de investigación de opini
ón y mercado Conecta Asocia-
su lugar en una clase social que lo tiene en jaque debido a su apariencia. Y es por dos, ha difundido una encuesta a nivel nacional,
en torno a, precisamente, los
eso que los insultos de Vernuil siguen tan vigentes hoy como lo estuvieron du- nacionalismos en el Perú. Sus resultados, en parti
cular lo referente al bio
rante la colonia. De hecho,en el portal de internet Delawich, reservado a alum- do“nacionalismo radical” (que hace eco al “raci
smo radical” citado por Portoca-
nos de colegios particulares de las clases más favorecidas de Lima, es frecuente rrero, 1995), sonrelevantes para ilustrar lo que aquís
e afirma. Veamos:
encontrarse con ese tipo de descripciones en tono agresivamente despectivo y
racista (Bruce, Somos, 2007). se encontraron cuatro diferentes tipos de nacio
nalistas. Dentro de cadatipo,
se
Esa pericass quese parecen entre sí
porque comparten ciertas dimensiones
Noes tampocosuficiente “cholificar” el paisaje urbano para erradicarel racismo, le nacionalismo que no están presentes en otros
grupos. Se encontraron los
pues este continúa viviendo en un incesante proceso de autoreconstitución -que siguientes tipos:

podría ilustrarse mediante la vieja metáfora de las cabezas de la hidra-, en donde


Nacionalistas Radicales (32%)
los propios migrantes suelen ser los protagonistas de esa reconversión de antiguas
Nacionalistas Reactivos (24%)
estructuras coloniales y aristocráticas, tal como lo hemos visto. En particular, el
Nacionalistas Integrados (24%)
asunto de las empleadas domésticas, que investigadores como Manrique, Por-
Nacionalistas Divergentes (20%)"
tocarrero o Callirgos o activistas como Wilfredo Ardito consideran un aspecto
central en la reconversióndel racismoen el período actual. Los frecuentes abusos En lo que respecta a nuestro objeto de reflexión,
en los:queincurren: sus patrones —incumplimiento de la:ley.en lo que concierne lo más i
los nacionalistas radicales; ca
a horarios de esclavitud, desconocimiento de sus derechos en lo tocantea fe- eras que
riados, vacaciones y seguros, etcétera, cuando no se trata lisa y llanamente de dos Radicales en cambio son los nacionalistas
explotación sexual- parecen provenir de costumbres feudales como el pongaje en étnicos, consideran que el país de-
bería ser manejado por gente “chola"o mesti
la sierra, con esa mezcla de paternalismo y explotación que se ha trasladado del za, piensan que se debe cerrar o mini-
mizar la relación con los extranjeros, quehay empre
campo la intimidad de los hogares urbanos. sas “estratégicas” que deben ser
nacio nalizadas y tienen una fuerte desconfianza hacia paíse
s con los
que histórica-
mente se ha tenido conflictos (Chile, España
y EEUU). Hay una mayor proporción
de personas de niveles D y E. En general el máxi
mo grado de instrucción alcanzado
23 Lo cual remite a una noción de Oswald Ducrot (en Le dire et le dt) que Zitek (2005)comenta en estos es el secundario,” (Conecta Asociados, Lima, Abril
de 2007).
términos ; « La noción básica de Ducrot es que no se puede trazar una clara línea. de separación entre
los niveles descriptivo y argumentativo del lenguaje: no existe el contenido descriptivo neutral; toda 24 El estudio se reallzó en Marzo 2007,A en Limo,, la zona
descripción (designación) ya es un momento de algún esquema argumentativo; los predicados descriptivos Y zona Sur(Cusco, Puno y Arequipa),La Norte delpaiiss (Piura, Lamba)yeque Liberta
mismos son, en definitiva, gestos argumentativos deificados/naturalizados. Esta arremetida argumentativa muestra utlzada fue de 1,454 casos, el plateado
descansa en los topol, en los Yugares comunes” que operan sólo como naturalizados únicamente en
la medida en que los aplicamos de un modo automático, “inconsciente”, una argumentación exitosa
presupone la invisibilidad de los mecanismos que regulan su eficacia.”

2 F a
AS
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO UNA ALTERIDAD PERTURBADA

Es significativo, y por ello debe serresaltado, que este grupo fuera el más numeroso afirmaciones en tomo a la primacía de la llamada
raza cobriza
de los hallados en la encuesta, con el 32 %. No está demás subrayar, por otra parte, clasificación que figuraba en el Diccionario
de la Real Academia En ha ,
queeste sea el grupo con el menornivel educativo. Lo que vendría a confirmar lo edición de 1984- mostraron que se trataba de un
retomo acerbo del
racismo de las
antes expuesto acerca delos estrechos vínculos entre el racismo y la educación. No clases dominantes, incluidos los fantasmas
de segregación y exterminio, pero'esta
solo la pobre calidad educativa es funcional para el mantenimiento de un orden vez,de los blancos, los cuales, en el caso de un
triunfo de su opción electoral nacio-
estamental en el que la ideología racista es un elemento fundamental, sino que e ESpa afirmó en repetidas
oportunidades lsaac Humala,
al mismo tiempo esta ideología genera una “volteada de tortilla”, pero no en el 'a cobriza, tortilla racista, como lo menci
sentido de una situación másjusta y equilibrada, sino que los afectos puestos en había sido volteada il /
con tanto desparpajo en el o o
po
juego contribuyen, a favor de una educación limitada, un racismoa la inversa que
mantiene la vigencia de la espiral negativa y retrógrada. En lo que respecta ya no a la tortilla racista,
o sí a la i Ramón
ha escrito un libro que arroja algunas luces lea Paj
dicha cadoia
Durante el reciente proceso de elecciones presidenciales, tal como lo mencioná- tica indígena en la sierra peruena (TEP/Konra
d Adenauer), este,
según el columnista
bamos en la Introducción, se abrió una puerta comparablea la última puerta de la Mirko Lauer*, ayuda a responder a las interrogan
noche,esa queabre la Judith de Bartok en El Castillo de Barba Azul, a la que Geor- tes que permanecieron flotando.
en el ambiente luego de la llamada votación antis
ge Steiner (1971) ha consagrado un bellísimo ensayo. Steinerintenta nada menos
istema del 2006. Lauer opina que
las respuestas mássintéticas se pueden hallar en las conclusion
queuna redefinición de la cultura que fue pulverizada por el nazismo: Buchenwald es del libro: “lo que
$e encuentra es un escenario sumamente dinám
ico, en pleno proceso de cambio. A
quedaba a pocoskilómetros de Weimar El gran acto trasgresor al que aluden tantos
relatos, el de abrir la puerta prohibida, la caja de Pandora, siempre conduce la
barbarie. Nosotros podríamos decir que esa puerta fue abierta por Sendero-Lumi-
noso. Acaso sería más exacto decir que esta permanece“junta”, es decir, ni abierta
ni cerrada, enel mejor estilo peruano de “ni chicha ni limonada”. De modo quelo Tomando en cuenta todo lo anterior, no se ve
cómosele puede considerar al ra-
que se volvió a abrir en las elecciones fue un discurso racista que fue actuado vio- cismo como un arcaísmo intolerable”. Antes bien,
lentamente durante la llamada “guerra sucia”, con las terribles consecuencias que se le encuentra en ambos ex-
mens del espectro. Porque si bien los orígenes del racismo son
ahora sabemos. Pero lo que sucedió durante las elecciones es que esa violencia se efectivamente
trasladó al lenguaje; al discurso, a la-política; lo cual podría: ser considerado preferi-
ble -así entendía Freud el progreso hacia la civilización, como un proceso gradual
de domesticación de la agresividad- pero no deja de ser sintomático y constituye un reses bien una expresión de wishfid think
ing. Incluso podría hipotetizarse que la
desafío para la democracia. s Presencia del racismo es tan constante en nuest
ra Historia, que resulta factible con-
siderarlo como uno de los ingredientes más
Ya hemos citado ejemplos del racismo de las elites dominantes. Ahora podemos re- característicos de nuestro lazo social.
El cual No se componetan solo, como pued
ferirnos al de los nacionalistas radicales identificados por la encuesta de la empresa e verse, de elementos aglutinantes o,
para decirlo en términos psicoanalíticos, eróti
encuestadora Conecta, seguramente como reacción a la emergencia de ese texto cos (en el sentido que Eros une), sino
00¡én dlsgregantes, disruptivos, violentos, vale
reprimido, cuyasvallas estallaron durantelas elecciones. Así tuvimos las interven- decir tanáticos (en el sentido que
Reis e divide, rompe). Tanaka se preg
ciones del patriarca del clan Humala, cuyos hijos Antauro y Ollanta protagoniza- unta: “¿si el problema no está en las
O ónde está?”. Yo respondería quee
ron una sublevación —algo sospechosa por ciertas coincidencias con la estrategia l problema no hay quebuscarlo, en
, en concienc ia de las personas o los grupos, sino en su
de distracción de Montesinos-, pero cuyo nombre era singularmente elocuente: le Esto inconscien te. De
precisamente trataráel siguiente capítulo.
llamaron a su movimiento “emocacerismo”. Si bien se alude al Mariscal Cáceres, I S :
noes difícil escuchar el sonido de un fantasma de cacería émica. Luego, las diversas 25 « Política indígena de cara al 2011”, diario La República,
14.04.07.
44
45
CAPÍTULO 2
RACISMO Y PSICOANÁLISIS
(YA ERA HORA)

Es interesante que la mayor parte del pensamiento psicoanallt!


co se ha mostradoreticente a permitir que el mundo social ex
terno desempeñe un rol causal en la estructuración de la per
turbación Interna y, en cambio, sea más propenso a explicar las
dificultades en el mundo social externo debido a y causado por
perturbaciones en el mundointerno.

Fharad Dalal
sorasereDcnad
RACISMO Y PSICOANÁLISIS (YA ERA HORA)

n los ensayos psicoanalíticos existe una tradición con visos de ritual-


que consiste en citar, al inicio, las contribuciones medulares de Sigmund
Freud respecto del tema en cuestión. No obstante, en esta oportunidad
nos toca másbien señalar las omisiones flagrantes de la obra freudiana
en lo que respecta al racismo. Digámoslo sin ambages: la carencia viene desde
la raíz. En la obra del fundador del psicoanálisis, el racismo ni siquiera figura en
tanto tal. Algunos psicoanalistas han hecho esfuerzos denodados para hallar en
otras teorías suyas una teoría implícita acerca del racismo o el antisemitismo,
tales como Jacques Ascher y Perel Wilgowicz (2002). Es cierto que se pueden
hacer una serie de inferencias, pero lo medular es laausencia de análisis de esa
manifestación atávica del vínculo con el otro.Y sus aproximacionesal problema
del antisemitismo dejan mucho que desear, sin mencionarel eurocentrismo que
lo caracteriza y que Edward Said (2003) señaló con agudeza, poco antes de morir,
enel texto citado.

La española Enriqueta Moreno (2000) ha observado cómo Freud, a pesar de que


su prominente curiosidad intelectual abarcó, con la profundidad que sabemos,
una gran variedad de asuntos personales y culturales, fue endeble -por no decir
sintomáti mente silencioso- ante hechos que convulsionaban Europa ante sus
propiosojos, y de los cuales él mismo fue tanto testigo comovíctima. Es lamen-
table,afirma Moreno,su artículosobre antisemitismo o una carta a la directora
de Time and Tide (a petición de ella) sobre antisemitismo en Inglaterra. En esa
carta, Freud cita a Jean Sauvé de la Noue:
sx
TO RACISMO Y PSICOANÁLISIS (YA ERA HORA)
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TAN

el hombre honestose vasin palabras a las que recurro cada vez que dudo acerca de la oportunidad de misin
“El ruido es para el fausto, la queja es para el tonto, tervenciones mediáticas: “no veo cómo podría hacer otra cosa en un país como el
decir palabra”. suyo”. No obstante,el propio Green, uno de los mayores cultores del llamadopul
ió en carne propia durante coanálisis aplicado*, ha omitido referirse directamente al problema del racismo
Esofue lo quehizo: callar sobre un asunto que le escoc en su obra, pese a ser, como queda dicho, un judío de origen egipcio radicadoen
incontables puertas, causán-
toda su vida, dado que el antisemitismo le cerró Europa, tal como Moustapha Safouan. Al igual que Freud -comoindicaremos en
tal como puede comprobarse en
dole amargas frustraciones y constante temor, el siguiente párrafo-, sin embargo,sí nos ha proporcionado herramientasvaliosas
ado; señaladamente la de
las biografías más documentadas que se le han dedic para trabajar el fenómeno,tales como su trabajo en tornoal narcisismo de vidi
rencia. Dicho trabajo, ad-
Peter Gay (1991), considerada como una obra derefe y muerte, así como la noción del trabajo de lo negativo, a las que habremos de
las lagunas dejadas poruna
mirablemente documentadoy narrado, vino a llenar recurrir más adelante. Sobre todo en la medida que, a mi entender, el concepto
listas, los cuales, bajo la
lamentable tradición hagiográfica en los predios oficia ger de pulsión de muerte es ineludible si se quiere entender la esencia del racismo.
nálisis, procuraron prote
batuta de Anna Freud, la hija del fundador del psicoa
afía de Emest Jones (1961) es
una imagen filtrada e idealizada, de la cual la biogr Freud noslegó una serie de estudios en torno a las diferencias delos seres, sexos y
un fiel y paradójico reflejo. generaciones. En torno al proceso de hominizacióny socialización,tal comolo se
o en lo concerniente al ra- ñalan Ascher y Wilgowicz en el texto citado, integra la elaboración y sublimación
En. lo que respecta a los seguidores de Freud, nosol de los deseos de matar, parricidio e incesto, de dondesurge, el reconocimiento
s de violencia, los psicoa-
cismo, sino en lo que se refiere a una serie de fenómeno a poco estructurante dela filiación, la alteridad y la civilización. Pero desde 1912, con
excepciones que poco
nalistas parecen haber seguido -salvo distinguidas la publicación de Tótem y Tabú, pasando por su estudio bisagra en dondeintro-
la célebre anécdota del padre
comienzan dejar de serlo- esa máxima, análoga a duce de manerasistemática el narcisismo en 1914, Freud amplía el campodela
, dond e lo ha arrojado un burgués
de Freud, quien recoge su gorro de la acera reflexión individual al de la humanidad como colectividad.
que esta anécdota lo marcó
vienés antisemita, sin decir palabra. Freud refiere
eble parecen haber sido más
a fuego, pero las consecuencias de esa marca indel Luego vendrán sus trabajos sobre la guerra y el malestar en la cultura que nos
palabras, el padre del psicoa-
complejas de lo que parece a simple vista. En otras proporcionan una serie de elementos de gran utilidad para el análisis psicosocial
ocurrido a su propio ee
nálisis se propuso no dejarse humillar como le había —entre los cuales habría que subrayar su trabajo más político, es decir, Psicología
pas coutume- fue llegar al fons
pero lo que nose propuso o no hizo -une fois n'est de las Masas y Análisis del Yo, de 1921..A partir de ahí, sin embargo, debemos
en la literatura analítica
de la cuestión humillante. Si bien puede afirmarse que, ser capaces de reelaborar los nuestros, en función de las exigencias de nuestras
haber sido trabajado de
a nivel mundial, el racismo es un asunto queestá lejos de época y realidad. (Se encontrará en anexo una propuesta de caja de herramientas
os años haido cobrando,
manera exhaustiva, también es cierto que en- los últim psicoanalíticas, seleccionadas por su utilidad para trabajar con el problema del
o ciego de décadas hubiese
progresivamente, mayor relevancia. Gomosi un punt racismo). El texto en donde aparece el concepto del narcisismo de las peque-
difícilmente volverá a 0pa-
comenzado dejar pasar una luz vacilante, pero que ñas diferencias de Freud -El Tabúde la Virginidad- suele ser considerado como
gener ación en generación).
garse (la caja de fósforos que se pasa en el túnel de el punto de partida de la reflexión analítica en torno al racismo. No obstante,
nalista de esta aproximación en donde destaca el concepto del narcisismo de las pequeñas
haberle preguntado a André Green, un connotado psicoa diferencias*, no es de gran utilidad cuando se trata de comprender un racismo
eso de la FEPAL:en el año
o a, Francia, durante-un congr comoel peruano, en el cual no se discrimina a una minoría a fin de utilizarla
nciara acerca de unaserie de
94 en Lima, qué opinaba del hecho de que me pronu como chivo expiatorio sacrificial, por citar algo que suele ser mencionado de
conta ba -y se sigue contando hoy,
asuntos públicos, entre los cuáles a menudo se manera genérica en la mayoría de trabajos analíticos. Aquí, como sabemos, la dis-
a vulnerando la sacrosanta
mientras redacto estas líneas- el racismo: ¿acaso estab criminación transcurre en todas direcciones, pero su mainstream va en contra de
Green me respondió unas
neutralidad analítica? Tras unos instantes de reflexión,

E 51
50
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO RACISMO Y PSICOANÁLISIS (YA ERA HORA) —

una mayoría de peruanos. En cambio, nos hace notar Max Hernández,el citado orientados contra una mayoría. Mayoría que, por
su parte, recoge el modelo dis-
concepto freudiano resulta de utilidad para aproximarse a “la exacerbación de e criminador y lo conjuga de diversas maneras,
como se verá, configurando un
grandes diferericias que llevarían a la independencia” (p. 81). Señaladamente, racismo acimutal o multidireccional. Los perua
nos siempre somos el cholo de
semejanza entre peninsulares y criollos condujo por un canalerizado de descon- alguien, de lo cual nose exceptúan ni quienes ocupa
nlos lugares más elevados de
fianza y temorhacia la obsesión porla diferencia. la pirámide social (no bien cruzan las fronteras nacio
nales). Comosi la choledad
(término acuñado por Guillermo Nugent, queentre
nosotros podría ser,
paradó-
i da “Racismo, antisemitismo y psicoanálisis”, en el, por otra parte, Jicamente, puesto que nos consideramos un país
mestizo, uno de los sinónimos
adds de psicoanálisis dirigido por Alain de Mijolla (en el mo- de otredad) formara parte de nuestra esencia, pero
no necesariamente como un.
mento dela redacción del presente estudio no se dispone todavía de unaversión elemento aglutinante, en el sentido cohesivo grams
ciano; más bien como una
en castellano de dicho diccionario), puede hacerse una idea de SEÓplisa lo que herida supurantey sin cicatrizar, precisamente en
relación a los mecanismos pu-
me refiero: el racismo ha sido tratado como un asunto marginal porla literatura rificadores y los fantasmas subyacentes aludidos en
la última cita.
psicoanalítica dominante, es decir la europea y norteamericana. No obstante,
vale la penarescatar el rastreo de la noción de racismo que puede encontrarse en En los Estados Unidos, en donde ha comenzado a surgir
una creciente cantidad
esa entrada del citado texto: de literatura analítica sobre asuntos raciales durante
la última década, también
suele tratar se del conflicto entre blancos y negros, o con
respecto a los judíos,
“Proveniente de la palabra 'raza' (ital, razza: tipo, especie,siglo XV), el término asiáticos o hispanos; es decir que a pesar de haber
salido de lo que Moss denomi-
“racismo” nació en el siglo XIX del desarrollo de la antropología y de las cien- na un “parroquialismo”, se sigue tratando de minorías.
Curiosamente, lo que se
cias delo viviente, en particular de la genética, Un acercamiento de pretensión encuentra ahí, en trabajos interesantes comolos
de Kim Leary o Donald Moss, no
científica naturalista, zoologizante, ha llevado clasificar y jerarquizar grupos es eurocentrismo sino americanocentrismo. Los autor
es de cultura francesa
como
humanos en función de su historia común y de sus características morfológicas, Kristeva, Green, Castoriadis o Sibony (ninguno es
francés pero todos escriben en
culturales o psicológicas, supuestamente hereditarias. La desviación ideológica esa lengua), por ejemplo, no están representados
de los latinoamericanos ni qué
de la palabra “raza” ha desembocado así en medidas discriminatorias, segregacio- decir. Así, una autora interesante como Lynne
Layton, contrasta la mentalidad
nes, explotaciones, expulsiones y, en el siglo XX, a la organización industrializada asiática con la “Occidental”(Westem), comosi esta
fuera homogénea. ”
de crímenes en masa y campos de exterminio.” (2002: 1376).
Nosé si sería exagerado decir que la siruación
poscolonial se reproduce en: estos
Más adelante, en el mismo texto, se postula que el fenómeno de discriminación marcos teóricos, pero lo cierto es que mientras
que en el centro los trabajos son
entre hombres y subhombres conduce ineluctablemente a “sentimientos de odio autor referidos, en la perif
eria seguimos mirando hacia allá. Ya es hora de que,
rechazo, fantasmas de peligrosidad y de posesión en sí, proyectados sobre el ex por elemental lealtad a la enseñanza analítica,
porrigor y coherencia, miremos
tranjero inquietante”. De donde se desprendela ideología de la purificación de hacia acá -me refiero en particular al asunto del racismo, pues en
aspectos otros
la raza. Los mecanismos de defensa referidos (purificar, depurar, sanar, limpiar, existen unaserie de trabajos relevantes de psico
analistas peruanos', punto que
desinfectar...) traducen un fantasma subyacente de autofundación, Pond Parece estar generando mucha resistencia. El asun
to del racismo siempre la ha
de representaciones violentas y ataques contra las estructuras de parentesco. generado. Pese a los cambios de enfoque que pare
cen estarse produciendo en la
(2002: 1376) mirada analí tica, sigue siendo un tabú. Como si esa inhibición de los
tas hiciera eco al racismo que siguevigente, todos analis- psico
los días, en una gran cantidad
El puntoes, entonces, que en sociedades poscoloniales como la nuestra,el pre- desituaciones cotidianas, que algunos hemos come
ntado y analizado en medios
Juicio* y la discriminación* -que no son lo mismo, pues el primero es ple
io cjemplo,el estudio de Max Hernández (1993) sobre
sentación mental y la segunda supone actos derivados de dicho prejuicio- están el Inca Garcilaso,el de César Rodriguez
panal sobre las ceatrices de la pobreza en zonas urbano margin
Pundo ancino editados por Moisés ales lÍmeñas 0 los estos auge el
Lem (1987) enla editorial Sicez, que él anima,
52 53
7 - RACISMO Y PSICOANÁLISIS (YAERA HORA)
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO.

taminación de redistibuye de Otra manera los procesos primarios y secundarios*. Una


lisis escapar a esta gigantesca con
masivos. ¿Cómopodría el psicoaná de hacerlo es recurriendo a , ra que espropia del trabajo de creación y quees lo que Anzieu intenta prec
manera que pue
de nuestro lazo social? De la única ”,la sar en su trabajo. Mehe permitido esta breve digresión en tornoal trabajo al
logía individual; a saber, la negación
mecanismos análogos a los de la pato vari os retos: con sus crisis, regresiones y resistencias, así como el eventual resultado dios
*. Superar esas barreras implica
alucinación negativa o la escisión a del mismo, para explicar lo que es preciso vencer no solo para formular una teorí:
férica poscolonial, dirigir la mirada haci
enfrentarse al tabú, salir de la órbita peri ucir teor ía interdisciplinaria sobre el racismo, en particular el peruano, sino tambiénel desafo
nen y, sobre todo, atreverse a prod
los asuntos que nos entrampan y defi creativo que supone, como sociedad, el propio racismo como estado perman: E
, insolentemente creativa.
desde una perspectiva propia, original ses que detieneel crecimiento individual y colectivo de todos, pS a
res, supo- E Seo mo los discriminadores terminan siendo sus víctimas. Lo que no
un entramadodeinhibiciones y temo
Esteproceso de rompimiento con 1), en su ega paradoja de que existan verdugos que también son víctimas, ct
uico que, según Didier Anzieu (198
ne la realización de un trabajo psíq - sabilidad nunca será la misma que la de las víctimas-víctimas. MR
Cuerpo de la Obra, es la noción psicoana
gran estudio dela creación titulado El ras: los
esos de las operaciones transformado
lítica que mejor representa los proc entr e las pert urba cio- Salvoel estudio pionero de Bruno Bettelheim y Morris Janowitz (1950) -acerca del
urbaciones psíquicas,
pasajes entre la salud mental y las pert . Para dic ho auto r, los cambio social y el prejuicio contra judíos y negros en la sociedad norteameri
tividadyla creación
nes psíquicas y la curación,entre la crea ifra en el período posterior a la segunda Guerra Mundial-, de los autores del HN
ajo del sueño —tal como Freud lo desc
grandes trabajos del alma “+erfan el trab de 1900-, el trabajo del duelo E quien a mi juicio nos ha dejado los trabajos más ad
magi sente en La Interpretación de los Sueños, Melancolía, de E a= o es Cornelius Castoriadis, precedido por los Mischerlich, quienes
igual maestría en El Duelo y la
—que él mismo autor expusiera Con nálisis, e Ases trazado por Adomo y la escuela de Francfort. Castoriadis
s, el trabajo de la creación. Enpsicoa
1917. y, el menos conocido de todo dio de este últi mo com o Di- ¡mentela cuestión del racismo en diversos textos, en particula:
zado en el estu
tengo para mí que nadie ha profundi en uno que en castellano ha sido publicado bajo el título de El Maa cdo,
i
dier Anzieu”. Pero sus teorías, pese a su enorme utilidad para entender las raíces del odi É
decrisis ejemplo, en donde la mónada psíquica nos remite al odio de sí mismo, e dl
en en común queconstituyen fases
Para él, sueño, duelo y creación tien ón. El trab ajo del modo de ver se emiparenta conel narcisismo de muerte de André ua (198),
ajo opera una transformaci
para el aparato psíquico. Todo trab es modi ficado exigen serlevadas más allá, contrastadas y retrabajadas en función de nuestro PS
en manifiesto, que a su Vez
sueño transforma el contenido latente de todos pio contexto histórico. Esto es lo que voy a intentar sin mayor dilación. A
trabajo psíquico de creación dispone
. por la elaboración secundaria. El dra-
tación de un conflicto en otra escena,
los procedimientos del sueño: represen miento, Poe se rersiteal psiquismo más primario, probablemente influido porlas
de un deseo reprimido), desplaza
matización (es decir, puesta en imágenes ap e su ao la psicoanalista francesa Piera Aulagnier, y postula,
figuración simbólica, transformación en
condensación de cosas y de palabras» creación lucha con la falta, pues , existencia
tene una mónada psíquica.
íqui Se trata de una suerte, de o
duelo, el de la
lo contrario. Tal como el trabajo del amado y na del auna regido por lo que Freud denomina la a Eres
iza la identificación con el objeto
la pérdida, el exilio y el dolor, Real de una A e Es un estado de clausura en donde “nada existe para el sujeto
ejemplo, bajo la forma de personajes
desaparecido que hace revivir, por ión de Se 1AE sujeto,que se vive como fuente de placer y como capaz de reali-
os de la libido y también la puls
novela. Activa los sectores dormid un e placer OCo 244). Esta mónadapercibe la alteridad como
de arte resulta de la elaboración de
autodestrucción. Pero incluso si una obra n de An- nena aun cuan:
menaza, Itro por lo general la madre - sea esencialpas
i
duelo o de un sueño, esta elaborac ión terciaria, para tomar una expresió
ree El hecho es que la mónadase ve forzada a abandonar su pe
br supervisó ri memoria de Ea a , la socialización. Lo cual no sucede sin una ambivalencia* Conside-
27 Tuve el privilegio desidad maestría y fue ademásequien
tenerio como profesor detexto "modelo propuesto porAnzieu
de París, En dicho analc é, Fgul ando , que Melanie Klein describe como una posición esquizo-paranoide*.
eción en la Unver jo creacor, los cuent os de Jullo Ramán Riley. En Hueso
las einco fases del traba iada bajo el tulo De un Belvedere al Otro.
mero de reviste?) se publicó una versión abrev
54 a 55
RACISMO Y PSICOANÁLISIS (YA ERA HORA)
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO

dientes, cuando no Esto último significa que la experiencia racista es universal, en la medida que
Al ser resultado deeste proceso de construcción social a regaña se enraíza en la aceptación problemática de la existencia del otro. Sin embargo,
yacen residuos que se conf-
traumática, en las capas más profundas de la psique dichauniversalidad es modulada, por así decirlo, en función de las características
se vuelve entonces rechazo,
guran como “rechazo encamizado de la realidad, que ella históricas de una sociedad determinada. Tal como la sexualidad la agresividad,
transformado, y que
repulsa, odio del individuo social en queesta mónada se ha el afecto racial es un componente inherentea la experiencia humana,pero su Des
236). De modo
continúa frecuentando, claro está, de manera fantasmal” (2003: tencia e influencia en los vínculos correspondientes dependerá de las condiciones
de su identidad un
que el individuo socializado lleva alojado en lo más profundo desocialización en que se inserte. Esto es precisamentea lo que merefiero, cuan-
contra sí mismo. Dicho afecto
odio contra aquello en que se ha convertido, un odio do aludoa la necesidad de reelaborar lo planteado por Castoriadis en el contexto
incomparible con la propia
no apareceen la existencia cotidiana, pues esto sería de la sociedad peruana.
extrema del racismo, en
vida. Pero sí emerge en lo que Castoriadis llama la punta
que el individuo
el cual se produce un desplazamiento brutal hacia el otro del odio La tesis de Castoriadis, pese a su singularidad en lo que respecta al objeto de
llevar a la inconverti-
lleva dentro y no puede ejercer contra sí mismo. Esto puede estudio —el racismo-, sin embargo se inserta en una línea teórica clásica en el
acepta rlo, así como al deseo o la
bilidad del otro, a la imposibilidad de asimilarlo o psicoanálisis. Antes de ver cuáles esta línea, es necesario decir que el psicoaná-
s activas O pasivas. Entre
consumación de su eliminación, ya sea a través de forma lisis ofrece, de manera esquemática, de acuerdo con Farhad Dalal (2006), cuatro
Betrelheim y Janowitz
las primeras, las activas, se puede citar lo que observaban variantes para explicar el comportamiento humanoen relación a los otros, entre
la Edad Media:
(1950) acerca del antisemitismo, como un retorno a los cuáles se incluye el racismo. Es decir, no propone una explicación específica
a parece ser un de este último fenómeno, por lo cual es preciso insertarlo en las maneras más
«El problema racial suscitado en la Alemania Nacional-Socialist
religi ón. Pero nadie puede generales en que da cuenta de nuestra interacción con los demás.
retorno a la Edad Media, con el racismo en lugar de la debe
e deraza inferior,
ser 'admitido' en esa nueva “religión”:el Infiel, el hombr 1. La primera explicación se refiere a la transferencia* en el sentido postulado
extinguirse” (1950: 272). por Freud: repetir sin recordar. Si en el curso de su desarrollo, estos procesos son
os, las mencionadas experimentados repetidas veces como traumáticos, entonces el adulto se com-
Entre las formas pasivas podemos encontrar, ya entre nosotr
les durante los
enla Introducción, respecto delo que ocurría en los Andes Centra
portará de maneras perturbadas y agresivas, a veces racistas.
Sudáfrica, comentado
años de violencia política. O el caso de los afrikaaners en 2..La segunda explicación se basa:en la dicotomía indiyiduo/grupo. Lo que podría
e acerca de si la apa-
por Jacqueline Rose (2003) en un ensayo en. donde discut decirse aquí es que:el racismo es algún tipo de fenómeno de grupo que arrastra: a
amnistía que podían
tía puede ser considerada un crimen (entrelos pedidos de los individuos en su camino, mediante algún proceso de contagio o algo similar.
que se le amnistiara
solicitarse ante la comisión sudafricana, una mujer pidió
rente a lo queestaba Enesta manera de pensar, cuando están en grupo, los individuos pierden sus sen.
precisamente por haber sido apática y aparentemente indife
ocurriendo. Su pedido fue denegado porque la apatía
no figurabaen la lista de sibilidades civilizadas y regresionan a algún tipo de estado primitivo o salvaje, Lo
la que aborda
crímenes para los que se podía solicitar arunistía. Hay una pelícu queestá sucediendo en muchos estadios europeos durantelos partidos de fácbol
recientemente por la en donde la agresividad racista ha ido in crescendo, exigiendo delas Ad
precisamente el asunto de la amnistía y la apatía, difundida
.
cadena de cable HBO,cuyo título es ln My Own Country). sanciones tan drásticas como la realización de partidos sin público, es una mues-
tra elocuentede esta conducta.
es simplemente
Existe una forma menosextrema, menos radical, en la cual: el otro
os de tolerancia 3. El tercertipo de explicación postula que somos arrastrados a actuar en ciertas
desvalorizado, y esto permite organizarla convivencia en términ
para saber porqué
y reconocimierito. Castoriadis no nos proporciona las claves maneras por nuestra herencia biológica y genética, específicamente por nuestros
, pero podem os intuir que esta línea instintos.
se da la forma extrema o la menos radical
indivi dual comoso cial, en
divisoria está signada porvariables de patología tanto
z
diversas combinatorias.
56 A 57
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO RACISMO Y PSICOANÁLISIS (YA ERA HORA) —

4. La cuarta explicación —de lejos la más común- se refiere a los mecanismos de objetos son alineados de acuerdo a su distancia de lo idealizado y lo devaluado.
escisión, represión y proyección. Este eje exige una determinada medición, en el curso de la cual se determina
cuán hermoso, agradable, adecuado, maternal, etcétera, es el objeto en cuestión.
Esta última es la que nos concierne en relación a la teoría de Castoriadis sobre el En el otro eje, el horizontal, se mide la distancia. Las personas cercanas son ton-
racismo. Consiste en recurrir a los mecanismos de proyección* e introyección* sideradas dentro de nuestro círculo íntimo, interno,similares a nosotros. Las más
como operadores esenciales en el mundo interno. Se introyecta lo que es con- distantes sonvistas como extrañas, extranjeras, externas, disímiles, prohibidas y
siderado positivo y se proyecta lo negativo, para lo cual se buscan depositarios así sucesivamente, De este modo, un objeto puede ser considerado a la vez como
adecuados en el entorno, los que facilitan el proceso de expulsión de todo aquello íntimo y degradado una empleada doméstica, más particularmente lo que en
que es internamente clasificado como inadmisible. Este proceso es constante y re- algunos medios se llama una “mama”, por ejemplo-; pero también, por supuesto,
quiere de parte de cada uno de nosotros un trabajo incesante, a fin de identificar distante y degradado: una mujer quechuahablante de las zonas altoandinas sería,
los elementos y procesos queserán incluidos o excluidos, así como las personas o desde una perspectiva estadística comola planteada por Sulmontenla investiga-
grupos queinteractúan en esta dinámica que no reposa. ción realizada por encargo de DEMUS, un caso típico, Otro puede ser conside-
| tadoa la vez distante e idealizado: una persona a la que se admira porsus logros
Venimos cómo se puede describir dicha dinámica en el caso peruano. y apariencia, pero que se percibe como inalcanzable en la jerarquía social. Un
prospecto de cónyuge ideal -un hombre blanco de clase alta y buena posición so-
La convivencia peruana está organizada, históricamente, en torno a un constante
cioeconómica-, podría ser el caso, que no por casualidad constituye el argumento
y fulgurante mapeo del otro en términos raciales, vale decir imaginarios, pero no
de base de buena cantidad de telenovelas latinoamericanas: Natacha, Simplemen-
por ello menos operantes, como queda dicho, Esta idea del mapeo es tomada de
te María, etcétera. Versiones locales de La Cenicienta, pero con un componente
un ensayodelanalista norteamericano Donald Moss, en dondeplantea la metáfora racial ausente —aunque podría estar implícito- en el cuento clásico.
cartográfica en torno a dos ejes, uno de abscisas —horizontales- y otro de ordenadas
—verticales-, que permiten establecer coordenadasde jerarquía y distancia. Una vez
Es importante agregar que para Moss la metáfora del mapeo funciona tantoa nivel
instaladas las coordenadas, el pensamientoracista comienza a sentirse enraizado en
conciente comoen el fantasma” inconsciente. Ya sea que se desee el objeto o que
suelo natural. De esta manera se consolida la identidad del otro y se genera lo que
se le considere prohibido, estamos necesariamente colocándolo en las coordenadas
ya hemos mencionado,líneas atrás, como un “parroquialismo”.
referidas. Esta: ubicación nos permite acercarnos o alejarnos de dichos objetos,
en los sentidos más diversos, es decir, tanto físicos como afectivos y vinculares.
En elpsicoanálisis norteamericano, porejemplo, esto se traduce en que ha perma- - El lugar central quele asigna a esta función está, para él, relacionado con la de-
necido confinado a su blancura (whiteness). El único grupo, sostiene Moss, cuyo
finición freudianaclásica de pulsión*; “la exigencia de trabajo a la mente como
sufrimiento histórico ha obtenido la atención teórica, clínica e institucional de consecuencia de su conexión con el cuerpo.” Pero reformulada en estos términos:
los psicoanalistas, ha sido el de los sobrevivientes del Holocausto. Esto confirma
“La exigencia de trabajo a la mente como consecuencia de su conexión con los
lo que decíamos antes acerca del silencio psicoanalítico en relación al racismo.
otros”. Debido a esa exigencia, en nuestras particulares condiciones históricas y
También aquí podría aplicarse el adjetivo “partoquialismo”, no vér más allá de sociales, podemos afirmar, entonces, que los niños peruanos reciben un entrena-
tu parroquia o tus parroquianos, vale decir de tus narices, en donde el apéndice
miento“cartográfico” precoz e intensivo, a fin de poder respondera esa imperiosa
nasal es una apropiada metáfora de los puntos ciegos.
exigencia de trabajo, como consecuencia de su conexión con el otro.
Pero veamos más en detalle el funcionamiento de ese mapeo, que puede ser de
Desde una perspectiva más bien sociológica,el intelectual peruano Walter Tiva-
utilidad para comprender el funcionamiento de las relaciones sociales entre los
peruanos. El eje vertical permite leer las diferencias jerárquicas. Dicha jerarquía
nama propone un modelo que puede ser provechosamente cotejado conlatesis
se ancla en los tipos idealizados en un extremo y los desvalorizados en el otro. Los
del mapeo de Moss. Él lo denomina “Un modelo matemático para cholear”, Cho-

58 a 59
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO RACISMO Y PSICOANÁLISIS (YA ERA HORA)

lear lo entiende comola forma paradigmática contemporáneade la discrimina- Dicha letra -del compositor piurano Rafael Otero López- describe con gran pre-
ción racial en el Perú. Para él, dicha modalidad discriminatoria incorpora cuatro k cisión las vicisitudes del proceso de desobjetalización. En este, la indiferencia va
elementos básicos: “los rasgos físicos que consideramos —creemos- características ocupandoel espacio dejado vacío por el amor. Greencita en una entrevista en la
raciales, el nivel socioeconómico, un tercer elemento que se puede denominar revista argentina Zona Erógena* un ejemplo: una persona con la que tuvimos un
“educativo” aunque -suponemos- incorpora también elementos lingúísticos y la vínculo amoroso muy intenso deja de ser nuestra pareja por la razón quefuere.
calidad de migrante”. La tesis de Twanama es que, de acuerdo a este modelo,los Conel correr del tiempo, ese prójimo cuyo destino estaba íntimamente ligado
peruanos nos evaluamos unos a otros, en una suerte de ecuación en la que estos al nuestro, va siendo desinvestida* afectivamente, hasta sumirse en un limbo
cuatro componentes que, especifica, poseen una alta correlación entre sí en el desafectivizado para nosotros. Entonces llega un día en que nos enteramos que se
mundo real, permiten determinar la categoría en la que se ubica el evaluado. ha casado o ha tenido un hijo, y simplemente decimos: “¿y?” Alguien que era el
astro central de nuestra constelación afectiva, ha terminado convertido en una
* Decía que ambos modelos pueden enriquecerse mutuamente O, por qué no, per- estrella muerta de la que solo nos queda una imagen desvitalizada y evanescente.
mitir construir otros análogos. Lo que tienen en común,sin embargo, es la urgen- Unhoyo negro. ;
cia clasificatoria. Esa premura por ubicar al otro, en realidad es la impostergable
necesidad de ubicarnos nosotros, claro está. Pero esa ubicación angustiosa es la Enel funcionamiento racista, los Otros, Ellos, ocupan el lugar de esos objetos
puerta abierta para que intervengan fuerzas profundamente antisociales que ya- desinvertidos, desvitalizados, cuyo destino nos deja enteramente indiferentes o
cen en todos y cada uno de nosotros. Líneas arriba mencionaba el parentesco nos afecta vagamente. Apenas una leve perturbación en la superficie afectiva,
del enfoque de Castoriadis con el concepto de narcisismo de muerte, de André como las ondas dejadas por el impacto de un guijarro en unalaguna, que pronto
Green. Este autor diferencia un narcisismo primario positivo, en la línea de Eros, desaparecen. Pondré un ejemplo del universo corporativo. En una gran empresa
de uno negativo, asimilable a las pulsiones de destrucción, que no se expresa de telefonía, la encargada de personal me contó que estaban buscando a una
mediante un odio del objeto, del otro, sino por la tendencia del Yo a deshacer su persona idónea para un puesto determinado, a la que querían encontrar en el
unidad para tender hacia lo que Green (1983: 248) denomina el Cero. Lo cual se interior de la organización, no fuera de esta. Con la finalidad de obtenerinfor-
manifiesta clínicamente por un sentimiento de vacío. Para este autor, el proceso mación personalrelevante acerca del estilo de trabajo de los eventuales candi-
engendrado por la primacía de la pulsión de muerte se denomina desobjetaliza- datos, decidió recurrir a una fiente insospechada que resultó ser muy útil. Don
ción (ver en el Glosario, en anexo, las entradas función objetalizante, función Panchito -llamémosloasí- es el encargado de la limpieza en ese piso. Consultado
desobjetalizante)*. Más que el impulso de destruir, entonces, lo que la pulsión de sobre la manera detrabajar de los preseleccionados (qué hacen con su:tiempo en
muerte segrega es una progresiva indiferencia hacia la suerte del otro. El odio, la empresa, cómo se comportan con los demás, si son chismosos, bromistas, intri-
después de todo, es un afecto, aun cuando es negativo. Tal como lo señala Dalal gantes, etcétera), Panchito proporcionóinsighis invalorables. Esto se debe a que
(2006), a pesar de parecer tender hacia eldesapego, la necesidad de la existencia los empleados actuaban eñ su presencia como si él no estuviera ahí. Era como un
de un Ellos para sustentar el Nosotros, hace que se mantenga una división y una mueble, un elementoinsignificante,habitual. Al no sentirse afectados en ningún
distancia. Sí, pero también se requiere de su existencia, así sea para excluirlo. No sentido por Don Panchito, hablaban contotal libertad. Así se eligió a la persona
hay manera de sentirse incluidosin tener alguien a quien excluir De modo que quese buscaba,gracias a las consecuencias inesperadas de la desobjetalización.
en un sentido extremo y paradójico, el odio puede ser una modalidad de vínculo
y noexpresa la pulsión de muerte en estado puro. Hay un Eros en alguna medida Esto forma parte de un proceso indispensable para que esas personas, Ellos, pue-
en la composición de ese afecto, pese a la predominancia de Tánatos. Esto es lo dan servir como depositarios de ese narcisismo de muerte que, sin embargo, no
que expresa admirablemente la letra de ese célebre vals peruano: “Ódiame por siempre estuvo enseñoreado. Pero este funcionamiento es todo menos natural,
piedad, yo te lo pido. Ódiamesin medida ni cleméncia. Odio quiero más que Es intensamentecultural. Requiere, por lo tanto, de una preparación cuidadosa
indiferencia, porqueel rencor hiere menos queel olvido.” 28 Femando Urribarri, Entrevista con André Green: Una Metapsicología de la Clínica Cóntamporánea. En
Zona Erógena 1? 49. Buenos Alres, 2001.

60 61
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO RACISMO Y PSICOANÁLISIS (YA ERA HORA
)

y duradera. Hace poco, el intelectual Hugo Neira, en un artículo en el diario desatado las iras de quienes han visto en ese relato una
serie de fantasmasde una
La República”, siempre en relación al operativo Empleada Audaz, enfocaba un yuppie de los barrios privilegiados de Lima. Mientras
quepara sus defensores el
ángulo inédito en el debate. Este era el de los niños de esa burguesía privilegiada filme tiene el valor de una ficción que puede tomarse
las licencias que se le anto-
que son cuidados por esas empleadas. Neira relataba que los observaba en el par- jen con tal de contar bien la historia en imágenes, para sus
detractores funciona
que, mientras paseaba unos perros. Que esos niños aprendían desde temprano no como un documental que refuerza una serie de estereotip
os racistas.
solo a despreciar a seres humanos a quienes consideraban inferiores, sino también
a manipularlos y extorsionarlos: si me acusas con mi mamá, le diré que me has Incluso el viajero y escritor Rafo León, en un artículo publicado en la revist
pegado. De esta manera aprendían desde temprano códigos de clasificación y Somos del diario El Comercio -elocuentemente titula
a
do Madeineisha, en alusión
también de utilización psicopática* (el añadido de este término psicoanalítico es a los balnearios exclusivos en donde transcurrió el
operativo Empleada Audaz-
mío) que los marcaban desde tempranoen la forja de su personalidad. compara desfavorablemente el filme de Llosa con los de
Kusturica, el cineasta
bosnio. Es interesante que Zitek haya recurrido al mismo director
Ela demostrar
Pero lo que se podría añadir al agudo comentario de Neira, es que esos niños con precisamente lo contrario. Para Zizek, el cine de Kustur
ica representa, en lo que
toda probabilidad desarrollan en muchos casos vínculos afectivos cercanos con el llama un racismo inverso%, “que celebra la autenticidad
exótica del Otro bal-
esas empleadas —tal como se indicó en el mapeo de Moss-, pero dichos vínculos cano, comola idea de quelos serbios, en contraste
con los europeos occidentales,
resultan “afectados” con el paso del tiempo. Las exigencias de socialización harán anémicos, inhibidos, todavía muestran un deseo prodig
ioso por la vida. El pa
que esos vínculos sean poco a poco procesados en la dirección de la denigración mo inverso' juega un papel crucial en las películas de Kustur
ica en Occidente”
y desvalorización y, en los casos más extremos, en aquella de la desobjetalización. (p. 3). Pero algunos años después, en un volumen de entrev
istas con Glyn Daly
En donde esas empleadas saldrán dela órbita afectiva en la que rotaban, y pa- (2004), Zizek explica cómo para él lo esenciales la mirad
a occidental, fascinada
sarán a ser subsumidas en el gran hoyo negro de los Otros. En este proceso en con Europa del Este, Para Lacan, nos recuerda, el último objeto
fantasmático no
el que se delimita una dimensión narcisista negativa, la cuestión de la estética, -es tanto lo que se mira, sino la mirada en sí. En
ese sentido, el cine del bosnio
delos rasgos físicos y los patrones de belleza, es fundamental. Por supuesto, hay sería una falsedad porqueestá hecho para que los europ
eos vean lo que quieren
una serie de historias personales en las que esos vínculos afectivos asimétricos ver Nole reprocha tanto ser primitivo o balcánico, sino
estar atrapado en la
sobreviven al trabajo de lo negativo y no sucumben en el maelstrom de la desob- mirad a occidental. Sería interesante someter Madeinusa a esta mirada
crítica,
jetalización. en donde la mirada es el último objeto de la fantasía.
Por ahora nos a
enel próximo capítulo, a examinar las implicancias. de:la:
mirada publicitaria ES
Claudia Llosa, la directora de la película Madeinusa, en torno a la cual se ha términos del racismo. á
desatado una polémica vinculada al racismo, ha contado cómola relación con su
“mama” le fue providencial para poder realizar su filme. No obstante,los ecos de
la polémica han reveladolo lejos que estamos de haberresuelto nuestras visiones
delo exótico, la otredady las relaciones que esos elementos, pasados porel tamiz
dela racialización, tienen con la cuestión estética. Así, mientras que algunos
críticos han visto en ese filme una expresión de libertad artística poco común,
otros han reaccionado a la imagen distorsionada y denigrante que esa obra pre-
sentaría de los habitantes de una comunidad altoandina. En particular, el incesto,
el alcoholismoy la violencia que tienen lugar durante un período de tiempo de
libertinaje “inventado porel guión, irónicamente llamado “tiempo santo”, han

29 Hugo Neira, Niños y Niñeras: La Masacre de Inocentes, La República, Lima, 13.02.2007.

62 e 63
CAPITULO3 —
LA RACIALIZACIÓN DE LA
CUESTIÓN ESTÉTICA

Tuvo que émpezar por matar al zambo que había en él y por


cogeralgo nuevo de cada gringo que conoció. Con el botín se
compuso una nueva persona, un ser hecho de retazos que no
era ni zambo ni gringo, el resultado de un cruce contranatura,
algo que su vehemencia hizo derivar, para su desgracia, de
sueño rosado a pesadilla infernal.
Julio Ramón Ribeyro, Alienación
LA RACIALIZACIÓN DE LA CUESTIÓN ESTÉTICA

ui invitado a intervenir en un panel porla jornada mundial contra-el


racismo. Ese día, en el Colegio de Abogados de Lima, además de las
intervenciones previstas, se entregaron dos antipremios a la publicidad
másdiscriminadora en el medio local. Se trataba de aquella propalada
porlas dostiendas por departamentos que más presencia publicitaria tienen en el
Perú: los grandes almacenes Saga y Ripley. En ambos casos se les señaló la insis-
tencia enrecurrir a modelos en sus catálogos de distribución masiva,los cuales no
resultaban en absoluto representativos de la mayoría de clientes que consumían
en sus locales, o de sus propios empleados. La modelo Valeria Massa, por ejem-
plo, una mujer espectacular deaspecto nórdico, que desde hace años es la figura
emblemática de la publicidad de Saga Falabella. Al lado de ella, la mayoría de
hombres, mujeres y niños quefiguran entelevisión, encartes, carteles y catálogos,
así comoportodas partes en las propias tiendas del emporio, corresponden a un
tipo étnico estrechamente minoritario en el Perú.

Los publicistas han desarrollado una argumentaciónparajustificar esta selección


tan singular (denominada “lo aspiracional”), pero eso lo discutiremos un poco
más adelante en este capítulo, Por ahora quisiera comenzar compartiendo con el
lector una paradoja que acudió a mi mente mientras se entregaban estas distin-
ciones negativas a las mencionadas campañas publicitarias. Entonces pensé:sin
duda, esta es una comuñicación alienante y dañina, que debe causar sufrimiento
a muchos de los consumidores que se ven confrontados conla disparidad entre

67
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO LA RACIALIZACIÓN DE LA CUESTIÓN ESTÉTICA

esas imágenesprivilegiadas, y su propio reflejo en el espejo. Pero por otto lado, suerte de consenso en torno a que la mayorestatura,la piel blanca, el cabello cla-
¿no es el consumo compulsivo y desenfrenado de nuestras sociedades un asunto . ro, los labios finos y la pilosidad facial son reputados de mejor “calidad” y mucho
alienante en sí mismo?Tal como lo analiza, por ejemplo, Jean Baudrillard (1970), más apreciados (1993: 218).”
en su clásico texto acerca de los mitos y estructuras de la sociedad de consumo:
Es cierto que el ensayo citado de Portocarreroes de 1993 y quelas cosas podrían
“Conla sociedad de consumo, hemos entrado al fin solamente en unasociedad haber evolucionadoen esta década y media. En México, por ejemplo, hoy mismo
de competencia generalizada, totalitaria, que juega a todos los niveles, económi- se ha publicado”! una encuesta en la que se pregunta a los mexicanos porlas
co, saber, deseo, cuerpo,signos y pulsiones, todas estas cosas de ahora en adelante personas a quiénes les gustaría que se parezcan sus parejas. En el caso de los hom-
producidas como valor de cambio en un proceso incesante de diferenciación y bres, la mayoría (22%) respondió que la mujer ideal en ese aspecto sería la actriz
sobrediferenciación” (1970: 292) Salma Hayek, una mexicana, seguida por su compatriota Ana Claudia Talancón
(20%) y, en tercer lugar, por la estadounidense Angelina Jolie (19%). En el caso
¿Quées lo que estamos reclamando?(el gerundio no es casual, en su conexión
de las mujeres -y esto es acaso más sorprendentepor la fecha de su fallecimiento
con “reclame” o “reclamo” publicitario); ¿acaso no estaríamos exigiendo el de-
hace varias décadas- el elegido (25%) es el cantante Jorge Negrete, fallecido
recho de todos los peruanos seralienados sin discriminación?; lexiste ese de-
en 1953, seguido por el estadounidense y pareja de la Jolie, Brad Piet (23%) y
recho? Por ahora deberé conformarme con la certeza de que los medios masivos,
el actor mexicano Gael García Bernal (18%). Llama la atención la preferencia
en particular los publicitarios, desempeñan un papel de enormeincidencia en la
poruna serie de personajes nacionales, por encima de íconos mundiales comola
propagación de una ideología racista íntimamente vinculada a la apariencia físi-
pareja Pitt-Jolie (llamados “Brangelina” por la prensa farandulera internacional).
ca. Al punto que los cánones estéticos dominantes aparecen como uningredien-
Es cierto, por otra parte, que algunos actores y actrices del cine mexicano han
te esencial para perpetuar la discriminación racista. Esta constatación me obliga
alcanzado unosniveles de popularidad mundial desconocidos en nuestra precaria
a dejar en suspenso la paradoja alienante. Esa discusión vendrá cuando nuestra
industria cinematográfica. Sin embargo, lo interesante es lo que demuestra en
democracia acceda a ese grado deigualdad... alienante.
términos de preferencias estéticas que se orientan hacia lo que se podría deno-
Pierre Bourdieu, el sociólogo francés (citado por Anne Anlin Cheng en un artí- minar una belleza nacional, por un lado y, en términos regionales y más amplios,
culo sobre Josephine Baker (2006), sostiene que: latina, por otro.

“Los sujetos sociales se distinguen por las distinciones que hacen, entre lo feo y lo Pero porotra parte es probable que en México nos lleven: ventaja en: el! proceso
bonito, lo distinguidoy lo vulgar, en dondesu posición enla clasificación objetiva de valorizar lo propio y autóctono, circunstancia que a menudo ha: resultado
es expresada o traicionada” (1984: 6). Z contrariada en el Perú por una identificación aparentemente sometida a los pa-
trones estéticos heredados de la experiencia colonial. Sería necesario hacer una
Parala autora citada,el juicio estético, siguiendo al autor francés, ha demostrado encuesta análoga para salir de dudasy a lo mejor nos llevaríamos algunas sorpre-
ser una categoría fundamental enla diferenciación social. Esto remitea las dife- sas. No obstante, lo que está claro.es que los medios de comunicación masivos, en
rencias efectuadas en categorías tan amplias como las nacionales y raciales. En particular la publicidad y, dentro de esta, especialmentela televisión, continúan
nuestra situación poscolonial, la cuestión estética aplicada a la belleza física de propalando cánones estéticos marcadamente eurocéntricos en una gran cantidad
los habitantes del Perú,ha estado signada porel predominio estricto de patrones de rubros comerciales. El argumento más socorrido con el que muchos publicistas
eurocéntricos. En palabras de Gonzalo Portocarrero: justifican la utilización mayoritaria de modelos de ambos sexos que corresponden
a los patrones descritos por Portocarrero,es lo que esos profesionales denominan
“En nuestropaís, los rasgos típicos del cholo son desvalorizados. La piel cobriza, la lo “aspiracional”. Vale la pena detenerse en este punto, pues constituye una en-
estatura mediana, el pelo abundante negroy lacio,la ausencia de pilosidadfacial,
los labios gruesos, todas esas características tienen muy pocoprestigio. Hay una 31 El Comercio, La elegida de México, Lima, 16.02.07.

68 3 69
LA RACIALIZACIÓN DE LA CUESTIÓN ESTÉTICA
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO

ideológicos, porun Canto Grande que en toda avenida, esquina y centro comercial nunca ve de
crucijada en la que se encuentran imperativos comerciales e sí un pelo en aquello que los anunciantes dictan como deseable? Una última:
ía implícita de
lado, y todo un sistema de representaciones asociado a una jerarqu ¡Sería demasiado pedir en sus carteles la admisión de un cupo de espléndidos
cánonesestéticos, por el otro, jóvenes mestizos, representantes del nuevo Perú? Quizá no. Quizá haya llegado
r el momentode apartarla previsible jerga de lo “aspiracional” y decirles: ustedes
Dicho argumento consiste, en esencia, en afirmar que el público aspira a alcanza hacen una admirable labor añadiendo valor a sus marcas. Quizá puedan hacer
rasgos físicos
determinados estatus y estilo de vida, encarnados por personas con lo mismo, pero con la satisfacción de estar ayudando a resanar la exclusión de
la excepción
que no corresponden a los de la gran mayoría de peruanos. Con
publicitar nuestro país.”
de comerciales de corte social como los emitidos por el Estado para
a mayoría de tan-
determinados servicios, o las campañas políticas, en la inmens Lo mismo ha hecho el conocido investigador de mercado Rolando Arellano”,
an a los
das comerciales lo que se observa es a hombres y mujeres que se asemej igualmente en el mismo diario El Comercio, desarrollando una argumentación
os, pero en
ideales estéticos propalados por el cine y la televisión norteanierican persuasiva en pro de una ruptura con ese convencionalismo publicitario que, en
ante).
su versión wasp (white, anglosaxon, protestant, blanco, anglosajón, protest suma, so pretexto de marketing, perpetúa patrones estéticos racistas. Su argu-
los tipos cholo, negro o asiático
Es decir que se obvian personajes asociados con mentación es tan convincente, particularmente viniendo de alguien de “aden-
una deter-
'eunndo se traca de publicitar productos asociados a los privilegios de tro”, quevale la pena repetirla in extenso:
imágen es de
minada clase social, la que a su vez viene ligada con determinadas
sobre todo por los
patrones estéticos de origen eurocéntrico, pero promovidos “Sin embargo,esta deseabilidad y aspiracionalidad no está sustentada y, más bien
medios norteamericanos en la versión citada arriba. haytres aspectos que la ponen en duda. El primero es que no se ha probado que
el propio medio pu- la mayoría de peruanos queremos ser castaños o de ojosclaros, y, por el contrario
No obstante, han comenzado surgir voces discordantes en nuestros trabajos muestran que en Lima solamenteel 12% dela población se au-
de Po-
blicitario. Así, en un panel organizado por la Universidad de San Martín todenomina blanca, (aunque por observación solamente el 8% lo sea), mientras
lado de los
tres, en torno al rol de la publicidad, en el que me tocóparticipar del que el 88% restante se denomina (sin ocultarlo) como mestiza, andina, negra o
Balbi),
intelectuales (los otros dos eran los periodistas Mirko Lauer y Mariella asiática. En otras palabras, solamente un 4% de los limeños aspiran a ser blancos
publicistas. El
confrontamos nuestros puntos de vista conlos de tres destacados sin serlo.
único de ellos tres que se ha mostrado —aunque no lo hizo en esa reunión sino
o Rodrí-
posteriormente- crítico del manido argumento, aspiracional fue Gustav
* El segundoreparoa la teoría de la aspiracionalidad es que algunos estudios en-
guez, quien ya ha manifestado por escrito (en un artículo publicado en el diario cuentran quea veces esos mensajes “aspiracionales” son contraproducentes, pues
de atreverse a
El Comercio”), su desacuerdo con esta postura y la importancia
a recurri r a modelo s que no estén se origina un rechazo cuando los modelos son demasiadolejanos a lo que el pú-
evolucionar conceptualmente. Lo que implic
blico objetivo podría aspirar. En efecto, una típica ama de casa de rasgos andinos
exclusivamente encasillados en los moldes estéticos mencionados. El publicista, difícilmente podría imaginarse siendo como la modelo que usa los cosméticos de
escritor y comunicadorlo pone en estos términos:
la publicidad, por más cantidad de esa marca que se ponga encima.
na
“Hagámonos algunas preguntas: los paneles publicitarios que solo muestra
Finalmente, habría que versi la posible tendencia de los peruanos a querer ser
afortunados jóvenes blancos ¿no son también puertas de la exclusión? Así las racialmente blancos, en lugar de ser un resultado natural, más bien se genera y re-
ex-
cosas, ¿no serán los encartes publicitarios «que cuelan a los mestizos- meras fuerza porla insistencia de la publicidad en mostrar que sus personajes deseables
tensiones gráficas de esas detestables discotecasracistas? ¿Quétipo de resenti-
a de tienen rasgos muy diferentes a nuestra raza peruana.Si todos los triunfadores son
miento se irá acumulando día a día, a nivel inconsciente, en una chiquill
33 Rolando Arellano, Nuestro Día del Indio, El Comercio, Lima, 24.06.2005.
32 Gustavo Rodríguez, Queridas Tiendas por Departamentos, El Comercio, Lima, 10.12.2005.
70 zz 71
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO LA RACIALIZACIÓN DE LA CUESTIÓN ESTÉTICA

blancos, la publicidad nosolo estaría vendiendo el deseo por los productos, sino queestá en juego es mucho más que la compravent
a de productos y servicios
también el deseo por parecerse a aquellos que los portan.”* a en el mercado, Retomando la idea citada por Rodríguez, ¿Qué puede sentir
joven pobladora de Lima Norte cuando confronta su
una
imagen con la de la modelo
Es cierto quees cuestionablela idea de “nuestra raza peruana”(¿cuál sería esta). Valeria Massa, representante de los almacenes Saga Falabe
lla en el Perú? Una
Es tan imaginaria como la existencia de una raza europea o norteamericana. A insalvable diferencia, para comenzar. Pero puede que
esto se traduzca también
menos que se trate de ubicar una dominante, blanca, mestiza, negra o asiática. en una sensaciónde inferioridad, porque lo quese está propo
niendo no es solo la
Pero eso sería más de lo mismo: racismo inverso o políticamente correcto. No imagen de una mujer bella, Lo que dicha imagen comun
ica es la representación
obstante, lo que nos interesa destacar en la argumentación de Arellano es cómo, de la belleza. Ahí es donde anida el problema. Si el caso de
esa modelo argentina
desde su perspectiva marquetera, queda claro que es un error estratégico desva- fuera aislado, no habría porqué ponerla de ejemplo tan
solo por ser rubia y de tez
lorizar lo autóctono a todo nivel. Además, considera como un acto de ceguera clara. Esto sería un acto tan discriminatorio comocualqu
ier otro. Al fin y al cabo,
publicitaria el ignorar que los anunciantes se están alienando una parte conside- una modelo negra como Naomi Campbell es mucho más
famosa que ella en el
rable del mercado mediante esa segmentación explícita. Last but notleast, para el mundo.El asunto es que, lejos de ser una de tantas,la
imagen dela argentina es
investigador de mercado no se puede soslayar el daño moral causado a los des- más bien típica de los patrones estéticos predominantes
en el Perú. Y si Campbell
tinatarios de esos comerciales que, tal como observa Rodríguez, los excluyen de algún día modelara para alguna firma peruana, lo más proba
ble es que se enfatiza-
facto. Este doble mensaje conocido en inglés como double bind o doble vínculo, ra su condición de top model extranjera. Jamás se recurr
iría para ese mismo papel
enla teorización de la escuela de Palo Alto, California, donde trabajaba Gregory eventual a una bella morena chinchana,cuyo casting se
limitaría a promocionar
Bateson- tiene un fondo esquizofrenógeno, por lo demás. festivales de música afroperuana, cachina o cocina popula
r, mas no prendas de
alta costura o cualquier producto asociado al lujo y la exclus
ividad.
El argumentoaspiracional”* en realidad pretende imponer una visión ferozmente
reductora dela apariencia física y sus ideales estéticos. En suma, excluye a una Alguna vez he comparado la situación de nuestro merca
do publicitario con lo
mayoría de habitantes, tal como sucede en otros ámbitos de nuestro pacto social. que ocurriría si en Noruega, por ejemplo, el noventa por ciento
de las y los mode-
Se puede evidentemente aspirar a mejorar el nivel socioeconómico -lo queya es los publicitarios fuesen negros. Lo menos que puededecirs
e es que esto causaría
+ bastante difícil en nuestra rígida estratificación- pero lo que definitivamente no una radical disonancia cognitiva en los noruegos, extrañados porel
desfase entre
se puede: hacer es cambiar de piel, tal como-lo demuestra el intento que bien la realidad de las pantallas y la de las calles y fiordos de su país.
podría: considerarse un acto psitótico*- del cantante: Michael Jackson: de con- .
vertirse a punta de cirugía
irugís estética
ji y despigmentación
i il quírmi s
lÍmica, en una persona Pero: en nuestras ricas montañas y hermosas tierras, en donde
la llamada raza
“blanca”. De hecho,la desventura de Jackson podría ejemplificar a la perfección blanca —porque, recordémoslo, tal cosa es una construcción
social es una mino-
el sinsentido del argumento aspiracional. Si por mí fuera, propondría AE $ ría, esta domina elpaisaje publicitario a unos niveles que
ni siquiera se alcanzan
gumento —que en realidad es un síndrome*-lleve precisamente ese nombre: el en Escandinavia, en donde, me consta por haber efectu
ado algunas incursiones
síndrome Jackson. El cual vendría a ser la expresión, en el lazo social, de esa en' contextos profesionales en países como Dinamarca
o Noruega, lo mestizo tie-
patología esquizofrenógena mencionada atrás. re un prestigio y un atractivo —eventualmente exótico-
que acá se rechaza o
niega, cuando no se le denigra (palabra que, por lo demás, viene
de ennegrecer).
Porquelo cierto es que ese bombardeo de imágenes agresivamente descontex- Sin embargo, en nuestro medio, años de machacona insiste
ncia han convertido
tualizadas tiene todas las características de una psicopatología social, cuyas con- esas opciones publicitarias extravagantes en un hábito
delusivo* compartido por
secuencias en el imaginario de las mayorías no deben ser tomadas la ligera. Lo la teleaudiencia, una generación después de otra. Como
si eso fuera lo normal,
mientras el mercado así lo determine. a
cit. di
z pia, Jóvenes científicos sociales como Santiago Alfaro, proponen sustituir el modelo excluyente
de lo "aspiracionalpor el Incluyente del 'reconocimiento”,

n 73
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO LA RACIALIZACIÓN DE LA CUESTIÓN ESTÉTICA

Lejos de ser así, en esa retórica aspiracional se expresa una violencia excluyente Es significativo que mientras se avanza en la toma de
conciencia ecológica res-
que afecta en carne propia, literalmente, a millones de peruanos. Cada vez que pecto de los daños causados al entorno natural, debid
o a la explotación de gran-
esa habitante de la zona norte de Lima se mira al espejo, este le recuerda que no des empresas como las mineras o las petroleras, se presta
poca o ninguna atención
solo no es la muchacha más bonita del reino del Perú, sino que pertenece aun a la agresión contra lo que Batesonllamó una ecología
del espíritu, Así, mientras
grupocuyo principalrasgo unificador es precisamente la no pertenencia. Puede se exige cada vez más responsabilidad social a las empre
sas que operan en medios
ser guapa, “pero”solo bajo ciertas condicionesy en particular en ciertos ámbitos. sensibles como el bosque tropical, las montañas o el
mar, las grandes agencias
En esa dimensión,la publicidad masiva —nosolola dela televisión, pues por do- publicitarias operan como si sus productos no tuvieran impac
to alguno en la sen-
quiera puedenverse carteles, encartes y catálogos con las mismas características sibilidad y el funcionamiento mental de quienes reciben sus
masivos mensajes. La
selectivas- resulta uno de los factores más poderosos en la perpetuación de un razón de este descuido gravísimo está estrechamenteasociada
a lo que venimos
imaginario racista, sobre la base de unos cánones estéticos en donde la belleza es exponiendodesde el inicio de este libro: la ideología racist
a está tan arraigada en
patrimonio de una tipología racial que la mayoría de publicistas y sus clientes se el seno de las relaciones sociales de los peruanos que su
violencia discriminatoria
resisten a revisar, pese a las convincentes exhortaciones de sus colegas Rodríguez suele pasardesapercibida. Así, esos mensajes public
itarios en donde se elimina de
y Arellano. Este último hace,en su citado artículo, una observación análoga a la facto a una mayoría de la población, no sorprenden a nadie, Lo
sorprendente se-
mencionada aquí: ría, por el contrario, que un mestizo representara al geren
te de un banco, una mu-
lata a una clienta de una tienda de productos de lujo o un
niño negro se bañara
“Si tomáramos una muestra al azar de la publicidad que hoy se trasmite en el país en una piscina de un hotel exclusivo. Eso sí causaría un treme
ndo revuelo, en la
y la mostráramos a algún extranjero, probablemente él pensaría que la mayoría de medida que constituiría, precisamente, una revuelta contr
a el orden esablecido,
los peruanos somos como cualquier europeo. Vería así que las peruanas usuarias de
cosméticos y de sopas, los peruanos compradores de trajes y autos, y los Es Alhaber tan poca conciencia y nula evaluación de
los perjuicios causados por
consumidores de yoguresy dulces, son blancos, caucásicos y de ojos azules. ese bombardeo incesante de mensajes excluyentes, la
sociedad —no solo el Esta-
do- se comporta como si no pudiera ser de otra manera. Así
se consolida, minuto
Nuevamentesurge el fantasma dela apariencia de “cualquier europeo” (basta tras minuto de pautas publicitarias, una suerte de
alucinación negativa a escala
mirarel equipo de fútbol de Francia, subcampeón en la última copa del mundo, nacional. Todo esto a vista y paciencia —en la superficie- de
autoridades, anun-
en contraste con el equipo campeón, el de Italia, para advertir que ese aspecto ciantes, publicistas y consumidores. Comosi nadie
reparara en la enormidad de
“europeo” también es una ficción). No obstante, nuevamente el punto es que, lo que está sucediendo hace tantos años en el medio public
itario. De hecho, esto
para justificar esa renuencia, tanto anunciadores como anunciantes se refugian, noes exacto. Ya he citado los antipremios al inicio de
este capítulo, los que no
pues, en criterios de mercado. “Eso es lo que vende”, alegan. Si fuera tan racista son los únicos por lo demás. Existen una serie de inicia
tivas tendientes a cam-
el mensaje, entonces la gente no compraría. Además hay una serie de anuncios biar esta situación intolerable, pero que,paradójicamente,
es tolerada por una
en donde seve a gente mestiza, serrana o chola. Cierto, pero lo que no se dice es mayoría resignada a que las cosas sean así. Hay una tolera
ncia considerable a la
quela gente sigue comprando porquela ideología, tal como lo afirmábamosen la intolerancia, tal como hay una tolerancia mayoritaria
=tal como lo comprueban
introducción de este libro, no es algo que afecte únicamente a sus beneficiarios las encuestas de Proética desde hace cuatro años- a la corrup
ción.
supuestos. Por el contrario, lo que hacela ideología racista tan difícil de erradicar
es su enraizamiento inconsciente,tanto en los que excluyen como en los queson Volviendo al punto de la percepción o no percepción -conc
iente- del otro, Norbert
excluidos. En ese complejo funcionamiento ideológico, el criterio estético viene Elias (citado por Dalal, 2006) describe ese primer momen
to con estas palabras:
a ser un segundo momento complementario de un primer proceso de división, el
“Al discutir problemas “raciales”, se suele Ponerla carret
cual es el de establecer una diferencia con un grupo o grupos de personas. a delante de los bueyes.
Se afirma, como regla, que la gente percibe a otros
como pertenecientes a otro
36 Op. cit. . grupo porque el color de su piel es diferente. Sería
más adecuado preguntarse

75
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO LA RACIALIZACIÓN DE LA CUESTIÓN ESTÉTICA

cómo sucedió en este mundo que uno haya adquirido el hábito de percibir a Ahora vamos a procurar adentrarnos en esta lectura de la problemática estéti-
o

personas con otro color de piel como pertenecientes a un grupo diferente (p. ca, en relación al racismo, con ayuda de los conceptos psicoanalítico. Para ello
xdvii)””. Dalal agrega que espera haber contribuido, por su parte, a ayudar a comenzaremosretomando unade las tesis centrales de Castoriadis, acerca de las
entender cómo ha podido suceder que hayamos adquirido el hábito de percibir a relaciones entre el Psicoanálisis y las Ciencias Sociales: -
un grupo de personas con otro color de piel como pertenecientes a un grupo dife-
rente, y luego pasáramos al hábito de tratar a esas personas de maneradiferente. “El aporte del psicoanálisis para la comprensión del mundo humano,totalmente
Por mi parte, insertaría en esa secuencia el hábito de percibir a personas con otro fundamental, nos muestra claramente que no son consideraciones de interés eco-
color de piel como pertenecientes a un grupo percibido como diferente, pero, nómiconi factores racionales los que dominan las motivaciones de los hombres, y
además, considerados estéticamente inferiores. que permitirían entender su comportamiento. Inversamente, el psiccanálisis sigue
queriendo ignorar el rol fundamental de la institución social en la socializa
ción de
En donde la estética funciona como un elemento superclasificador, que bien po- * los hombres y pretende siempre querer llevar a cabo derivaciones de las instituci
o-
dría insertarse tanto en el mapeo de Moss como en el modelo matemático para nes y de las significaciones sociales a partir de tendencias profundas de la psique, lo
cholear de Twanama. En una cultura dominada por la imagen y su correlato, la que constituye en múltiples aspectos un contrasentido.” (2002; 112)
experiencia narcisista, el factor estético cobra una relevancia mayoren el proceso
de modelarlas identidades, regular los intercambios interpersonales, administrar Una vez establecida la función cultural de la cuestión estética en relación a la
el propio funcionamiento del mercado. Pero desde la perspectiva de la economía percepción del otro, en una sociedad poscolonial en donde el racismo sigue ope-
psíquica se introducen unos criterios de valoración acerca de la aprehensión de la rando activamente, es oportuno hacerse la pregunta acerca de los orígenes del
belleza física quellevan el sello de la exclusión, No únicamente en la dimensión poderdel objeto que odiamos (o amamos) a primera vista. Quien planteala cues-
en que todo canon estético, como toda moda, conlleva una dimensión autorita- tión en estos términos es el psicoanalista Donald Meltzer, en un capítulo titulado
ría. Estamos resaltando ese componentede racialización que se superpone lo Las Primeras Impresiones, de su libro La Aprehensión de la Belleza. Fiel a su estilo,
estético. De ahí que en la contracultura négra de los EEUU, mediantela cual se Meltzer va a la raíz del problema:
pretendía revertir los patrones racistas blancos, uno de los lemas más recordados
sea Black is beautiful. En cambio enla nuestra, lo cholo suele asociarse con cancio- “icómo hace juicios inmediaros el inconsciente? Y si entendiéramos su méto-
nes lastimeras como la de Jorge “Carreta” Pérez: Cholo soy y no me compadezcan. do operativo, ¿seguiríamos queriendo poner nuestra confianza en él más que en
Envez de una reivindicación orgullosa, una súplica —negada- de conmiseración. nuestros pensamientos concientes posteriores?” (1990: 42)

Eleslogande las Panteras Negras pone el dedoenla llaga narcisista. Reivindicar Esos juicios inmediatos a los que hace alusión pueden ser contrastados con el
el acceso a la belleza sin filtros raciales es un objetivo que parece haber avanzado mapeo de Moss y el modelo para cholear de Twanama. Se trata de operaciones
considerablemente en el escenario internacional de la moda. Sin embargo, en el inconscientes, es decir que ocurren sin que podamos advertirlo y, porlo tanto,
Perú, incluso a ese nivel, se observa una renuencia empecinada a evolucionarha- tampoco cuestionarlas. El poeta Keats, citado por Meltzer, compara la mente
cia patrones globalizados, a pesar de que en casi todo lo demás, las agencias publi- iumana con una “Mansión de Muchas Dependencias”,de las cuales dice solo co-
citarias siguen los dictados de las grandes tendencias mundiales. Probablemente nocer dos: el Cuarto Infantil o Irreflexivo y el Cuarto del Pensamiento Inicial. En
lo que sucede es que ese cambio de mentalidad -y por ende de casting- cuestiona el primero es donde permanecemos mientras no pensamos. Á todas luces, es en
un modelo de sociedad del que la clase dominante peruana teme sobremanera ese lugar que ocurren los juicios inmediatos del inconsciente. Meltzer se
desprenderse. Como si este fuera la garantía de una gran cantidad de privilegios pregun-
ta por lo que ocurriría si entendiéramos su modus operandi. Si acaso seguiría
que desapareceríansi dicho modelo y el imaginario correspondiente, colapsaran. mos
confiando en el valor de esos juicios, en este caso losjuicios de valor estético que
37 Norbert Elias, Introduction.In; The Established and the Outsiders, ed. N. Ellas 8 J. Scotson, London: se establecen a gran velocidad en relación a las percepciones raciales.
Sage, 1994,

76 7
=———- LA RACIALIZACIÓNDE LA CUESTIÓN ESTÉTICA
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO

ve quesus actores nuncase cansandesus roles y continúana lo largo de sus vidas


Veamosla respuesta que da Meltzer a la pregunta que él se formulay luego ana- en una interminable “Ratonera”.*
- licemos de qué manera su respuesta nos puede ayudar a aclarar nuestras propias
interrogantes: Esta última cita és oportuna para recordarnos que la mente humana es dinámica
y se encuentre en permanente mutación, así sea una mutación encerrada en una
“Nuestra respuesta debe ser, de manera contundente, esta: El inconsciente elabo- pieza obsesiva como la mencionada por Meltzer. El asunto en la cuestión estética
ra un sueño queinvolucra a la otra persona, el extraño, Pero, ¿cuál es el conteni- del racismo puedevariar individualmente, de acuerdo al proceso de maduración
do de dicho sueño, entonces? Bueno, es nuestro sueño primario de amor (u odio) personal. Pero lo que los psicoanalistas suelen obviar es la impronta cultural que
en el cual incluimos al extraño como protagonista y estimamos su aptitud para el determina las coordenadas —para retomarla metáfora- en el interior de las cuales
papel, del mismo modo en que un director monta su obra el crítico teatral veel esa mente formula sus juicios. Esos cuartos de Keats, entonces, estarán poblados
estreno. Nuestras mentes están llenas de personajes en busca no de un autor, ya de actores cuyas “razas” serán determinantes en los papeles asignados, tal como
que nosotros mismos somos el autor? sino deactores que encajen en los papeles.” hemos visto que sucede en la publicidad peruana. Á menos que, con una buena
(1990: 42) suerte pocofrecuente,esa persona no desaprovechela oportunidad que se le pre-
sente de revisar el funcionamiento de esa maquinaria judicial interna.
El sujeto racializado en las comarcas negativas del mapeo es el extraño por exce-
lencia. Su papel designado es el del personaje-que-sirve-para-ser-odiado, aunque Este último punto nos lleva a confrontarel tema que es materia de este capítulo,
no sea odio lo que percibamos en la superficie de nuestros afectos. Aunquesea con las nociones freudianas de Superyó* e Ideal del Yo*. El Ideal del Yo es una
una combinación de desconfianza, desprecio, rechazo, asco, temor. Al final de instancia que se forma antela renuncia del niño a su narcisismo infantil, como
la serie nos encontraremos con el odio que le da sentido a la concatenación de producto delas presiones recibidas de los padres, educadores y otras personas
los afectos, antes de sucumbir al proceso de desobjetalización. En palabras del relevantes de su medio ambiente. Es una suerte de proyecto futuro, la promesa
psicoanalista francés Paul-Laurent Assoun: “Odiar es una manera de autoconser- —no garantizada- de que algún día podrá llegara ser así, conformea ese ideal que
varse, hasta la destrucción del otro, mientras que amar es una manera de hacer conserva algo de la omnipotencia y la idealización de la infancia, pero adaptado
existir al otro”. E al principio de realidad. En cambio el Yo Ideal, que Freud no siempre diferenció
adecuadamente del anterior, porta más bien la nostalgia de ese ideal perdido
Entonces, los juicios originados en el Cuarto de la Infancia Irreflexiva, ¿pueden de la infancia. En ese sentido, posee una dimensión heroica y triunfante, más
ser considerados juicios? Más específicamente, la apreciación estética racializada, reñida con la realidad. Está más impregnado de la omnipotencia narcisista. El
inoestá irremediablemente contaminada por ese odio primario al extraño por psicoanalista Hermann Nunberg lo definía como la unión entre el Yo* y el Ello*.
excelencia? La respuesta que da Meltzer va a ser preciso interpretarla, en un En la medida que el Superyórepresenta, esencialmente, la interiorización de la
ejercicio hermenéutico un tanto arriesgado pero potencialmentevalioso para los autoridad paterna, es útil recurrir aquí a una referencia de Jacques Lacan(citado
fines de este estudio. Porque su planteamientoes elsiguiente: por Sophie de Mijolla-Mellor) que articula estas tres instancias:

“De ahí que la transferencia pueble la zona íntima de nuestras vidas. Si seguimos “Enlarelación del sujeto con el otro de la autoridad,el Ideal del Yo, siguiendola
- adelante aprendiendo de la experiencia, el drama cambia y puede requerir un ley degustar, lleva al sujeto a disgustarse en la medida de la orden recibida; el Yo
nuevo reparto. Si somos neuróticos, el drama se mantiene fijo y puede exigir un Ideal, a riesgo de disgustar, solo triunfa pese a la orden recibida”.
nuevo reparto, a medida que los actores se van cansando de los papeles que les
Por eso es que el Yo Ideal encuentra una posibilidad desatisfacción en la dimen-
imponen. Con una buena suerte poco frecuente, la persona que va madurando
sión onírica y fantasmática, en la medida que escapa a las exigencias del principio
encuentra un crecimiento similar en sus actores y, entonces, escriben y represen-
tan los nuevos dramasjuntos. Con una malasuerte pocofrecuente, el neurótico 38 Ibidem.

79
78 E
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO

de realidad. Freud, observa Sophie de Mijolla-Mellor, amplió considerablemente,


gracias a este concepto, su comprensión de la psicología colecriva. Tomando la
imagen del hipnotizadory el hipnotizado, define a la multitud como “una suma
de individuos que ponen un mismo objeto en vez de su Ideal del Yo y, en conse-
cuencia, se identifican los unos con los otros”.

Es en este punto que debemos retomar el hilo conductor de nuestra reflexión


acerca de la cuestión estética y la racialización. A la luz de los conceptos expues-
tos, podemos afirmar queesos juicios de valor están multideterminados tanto por
experiencias tempranas, como las que nos ha ayudado a vislumbrar el psicoa-
nalista Meltzer y el poeta Keats, como por la conformación de un Yo Ideal y un
Ideal del Yo que hanrecibido la impronta de un entorno cultural, de un medio
ambiente en el quelos rasgos de una persona serán codificados y decodificados,
de acuerdo a unos cánones de belleza estrechamenteasociados a la valorización
o la desvalorización progresivamente más tajantes. Sin embargo, tal como espero
haber dejado claro, ni las experiencias individuales más primarias, ni el proceso
de socialización porsí solos, permiten aprehender esa “belleza” —parafraseando
la descripción de Meltzer- quela publicidad se encargará de exaltar a su manera
“aspiracional”.

Julia Kristeva (1988) encontró un título inmejorable para nombrar el proceso


subyacente a la reificación del otro, así como a su segregación —por no decir ex-
pulsión- en términos estéticos, que a su vez conllevan una ideología clasificatoria:
Extranjeros a Nosotros Mismos. “La lección del extranjero, nos dice, es que todos
lo somos, no solo ante los foráneos, sino sobre todo ante nosotros mismos”. Es
decir que no somos idénticos a nosotros mismos, ni a los otros de nuestro grupo,
ni al estereotipo engañoso valga el oxímoron- que; colectiva o individualmen-
te, hemos elegido venerar identificatoriamente. Este es el verdadero sentido de
la estrategia aspiracional: aspirar a integrar un grupo que defina una identidad
privilegiada, estilizada, canonizada. Ese es también el sentido de una producción
masiva y sistemática de mensajes de exclusión de las mayorías. Crear, por contras-
te,la ilusión de pertenecer a un universo selecto que suturela falta individualy
colectiva. De estemodo son los demás,ellos, los otros, quienes viven en cuerpoy
alma la escisión que yo procuro evitar enfrentar. Todo este proceso tendrá múlti-
ples consecuencias tanto en el ámbito de las relaciones intersubjetivas, como en
el de lo intrapsíquico. Este último, es decir el campo dela clínica, será el motivo
dereflexión del próximo capítulo.

80 DN
CAPÍTULO 4
EL AFECTO RACIAL

El asunto no es tanto cuándo entra la raza y el racismo en el


consultorio, sino cuándo y cómo nos damoscuenta, porque en
mi expertencia la categorización racial, étnica o cultural siem-
pre está presente, incluso en el encuadre aparentemente más
benigno -porejemplo cuando no haydiferencia racial aparente
entre los dos ocupantes de la habitación.
Henry Smith
EL AFECTO RACIAL.

in necesidad de trabajar como terapeutas o analistas, todos nos encon-


tramos con expresiones que definen la ubicación, ya sea autodefinida o
designada por los.otros, de las personas en el imaginario racial. Desde
niños, los peruanos somos entrenados por diversos medios para efectuar
clasificaciones raciales, las cuales están enlazadas con percepciones socioeconó-
micas, además de estéticas y afectivas, como hemos visto. Dichas clasificaciones
deberán ajustarse a la ubicación de cada cual en las coordenadas cartográficas de
ese imaginario, claro está. Digo imaginario porque una de las características de
las definicionesraciales es su extrema imprecisión y variabilidad, según quién la
emita. De hecho,la propia noción de raza carece de asideros biológicos, pero su
impronta en el nivel de las representaciones sociales es de tal fuerza que tiene el
mismo efecto dela realidad psíquica en el ámbito del trauma. Las razas existen en
+ el imaginario social, pese a que hoy hayan sido descartadas del discurso biológico
e incluso coloquial (en la edición del 82 del DRAE se hablaba de raza cobriza,
negra, asiática o blanca, dignas de las que hacía el naturalista Linneo siglos atrás.
Hoy esas menciones han desaparecido). Y esto da lugar a una serie interminable
de lo que Leary (2000) llama enactments* raciales en el proceso terapéutico, que
a su vez provienen de lo que Bell, citado por Leary, llama microtraumas que se

85
EL AFECTO RACIAL.
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO

ía que “pero además de ser un problema derelaciones interpersonales e intergrupales y


producen ensituaciones cotidianas inadvertidas. Esto incluye esa hipocres una cuestión nacional, lo racial es particularmente espinoso en el fuero íntimo de
esa razón cínica de la que
cada vez más caracteriza a nuestro racismo, inserto en los peruanos; allí donde la historia adquiere una dimensión subjetiva, donde los
hablan tanto Slorerdijkt como Zisek. conflictos irresueltos se pasean, marcando escondida y silenciosamente nuestra
aun-
Así, el escritor peruano Gregorio Martínez, en un texto titulado Mambo n'5,
vida cotidiana.” (1993: 17)
queaclara que no le ofende que le digan “zambo”, observa lo siguiente:
Por lo.menos en el Perú, los sociólogos lo entendieron antes quelos
zam-
«El pretendido afecto que sobrellevarían en el Perú las susodichas palabras, psicoanalistas.
ne-
bito, chinito, cholito, ponjita, aplicadas incluso por amor filial o erótico -mi
sía que Y en la misma línea, el historiador peruano Alberto Flores Galindo (1988), cuya
gra, mi cholita- o por estima y cariño, resulta un subterfugio de hipocre
quiere encubrir sometimiento, dependencia, vituperioy simpatía racista. ¿Simpa-
temprana muertenos privó del resto de una obra que aun en ese corto tiempo
resultó esencial, lo decía así:
tía racista? Habría que preguntarles a los destinatarios del trato, no a quienes se
precisa
atribuyen las piedras filudas de las buenas intenciones.” Y más adelante
da que me “Una de las funciones de la historia es enfrentarnos con nosotros mismos, remon-
Gregorio Martínez: “A mí, personalmente no me ofende ni incomo
tándonos hasta cuandose fueron estructurando concepciones y valoraciones que
digan zambo,pero esto resulta incorrecto y maligno” (2005: 149-151).
después queremos ocultar. En este sentido hay semejanza entre el quehacer de un
Muchos de esos enactments arriba citados se producen, pues, en situaciones inad- psicoanalista y la función social de un historiador”. (1988: 259-260)
condescen-
vertidas, no conscientes, pero no por ello desprovistas de una carga
mencio-
diente y en última instancia, portadora de daño. Esa “simpatía racista”, Lo cierto es que los psicoanalistas peruanos, con las excepciones antes consig-
nadapor Gregorio Martínez, constitu ye un oxímoro n que da cuenta elocuent e de nadas, poco o nada han dicho sobre un problema que, a todas luces, es esencial
ese tipo de intervenciones que, tanto dentro como fuera del consultor io, no han tanto desde una perspectiva histórica como desde la más cotidiana y actual, la
sido debidamente registradas -lo cual no es fortuito- como parte del repertor io más íntima, aquella que no podría, no debería estar ausente eneltrabajo diario
de los
de intercambios en los cuales se tramita el imaginario racial. Ese es uno de los analistas peruanos. En palabras de Max Hernández (2000): “Pensemos en
integrar-
puntos que, de acuerdo a lo que estoy planteando en este texto, debería una sensibilidad formada en un clima en el que aún se mantieneel racismo, el
en el trabajo de los analistas peruano s y, machismo, el autoritarismo y el desconocimiento del otro. Prejuicios surcados
se a los recaudos técnicos indispensables
por supuesto, de todos aquellos terapeutas que, en cualquier sociedad, se topen por abismos en cuyo fondo corren afectos intensos y encontrados: desdén, me-
supuesta
con situaciones análogas a las evocadas. Es decir, aquellas en donde una nosprecio, envidia, resentimiento, soberbia, arrogancia, minusvalía, desconfian-
inmunización contra el racismo, ya sea mediante la aplicación de “suavizantes” za, vergiienza... Las fracturas a que dan lugar son más grandes que las diferencias
como los diminutivos citados por Martínez, o cualquier otra modalidad de nega- culturales, ideológicas o de escalas valorativas.” A esto Hernández le llama “los
en el
ción que no excluye sino, por el contrario, incluye a fortiori, lo que sucede territorios íntimos sobre los que siguen pesando viejas hipotecas”. .
interior de una sesión analítica o terapéutica.
Callirgos (1993) observa que “el horror de la diferencia” no permite dar cuenta
En la Historia del Perú, tal como lo hemos visto en capítulos precedentes, nos cabal de lo que ocurre en nuestra sociedad, en dondeelracismo es multidireccio-
do
* encontramos en una etapa poscolonial, en el sentido que pese a haber termina nal y en particular autodenigratorio. Esto quese da, pues, en situaciones poscolo-
el período colonial los problemas de esa época están lejos de haber sido resueltos. niales, requiere de unos instrumentos de análisis y de un léxico específicos para el
-
Es por ello que la cuestión de las razas y el racismo continúa siendo absoluta caso. Requiere ser estudiado, repito, en su intimidad y en su inserción ideológica,
mente central. En un estudio sobreel racismo, el sociólogo peruano Juan Carlos en su contextohistórico, sobre el que pesanesas viejas hipotecas en los territorios
Callirgos (2003) lo ponía en estos términos: íntimos, mencionadas por Max Hernández enel texto citado. Quisiera recalcar

86 E 87
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO EL AFECTO RACIAL.

aquí, respecto de la propuesta de Hernández,el énfasis que él coloca en la dimen- lidad de un pensamiento hipotético-deductivo. Luego, la aparente discrepancia
sión afectiva, cuya capacidadde fractura considera superior a la que poseerían las que existe entre las dos categorías con las que este hombre se define lo defi-
diferencias ideológicas, culturales o las escalas valorativas, Esto supone colocar nen. Mientras que una —blanco- es cromática strictu sensu,la otra serrano»
a los afectos en un planodiferente delas representaciones aludidas. Como si los es geográfica, tambiénstrictu sensu. Por supuesto que cualquier lector peruáno
afectos discurrieran por un surco propio, más hondo y operante que el mundo -y probablemente muchos latinoamericanos que viven realidades análogas a la
representacional. Queda por aclarar, en cualquier caso, cuáles serían los vasos nuestra- se hace de inmediato una idea de lo que esta persona connota con esas
comunicantes entre esos diferentes niveles de la actividad mental. Vamos a tratar dos definiciones. Todos nos damos cuenta quese trata de metáforas que aluden
de encontrar puntos de articulación que nos permitan responder, por lo menos a una complejidad socioeconómica, histórica y racial. En donde “blanco” con-
parcialmente a esos interrogantes, a través de algunas viñetas clínicas. densa, acolchona una serie de sentidos y “serrano”,otra. La primera es altamente
valorada la segunda no. Más bien resulta denigrada, desvalorizada, generadora
Pongamos un primer ejemplo: de vergilenza, humillación y hasta culpa.

Voy a citar el caso de un paciente, un hombre de 40 años, profesional oriundo de Cuando yo entré en contacto con este señor, él ya llevaba viviendo más de vein-
una ciudad intermedia de la serranía peruana, a la que él llamaba “mi pueblo”. te años en la capital. Sin embargo, no había perdido del todo su acento local y,
En la primera entrevista que tuvimos me dijo que venía por un problemade pa- aunquevestía con el atildamiento que su puesto de trabajo comoespecialista en
reja, pues su relación no andababien y, lo que era más grave, constituía en cierto una institución reconocida requería, algo en su mirada huidiza, en sus maneras
modo una repetición de algo que ya le había pasado antes con otra mujer. De extremadamente formales, en cierta estudiada lentitud de sus movimientos, re-
modo queen apariencia venía por una pena de amor. Bueno,en realidad así era, velaba la impronta de una adaptación complicada y seguramente dolorosa a la en
siemprelo es, pero esa penaera,y eso es lo que él no sabía quesabía, unapena de ocasiones harto inhóspita ciudad de Lima. En la capital, en donde sobre todo los
amor propio. Desdelas primeras entrevistas me dijo, textualmente, losiguiente: extranjeros, en particular los “blancos”, dicen lo contrario a lo que dicen los mi-
grantes de provincia como mi paciente,la vida es blanda y amable para unos en la
En mi pueblo yo era blanco, pues mi padre era el administrador de un banco. medida que es dura y áspera para otros. Si tuviera que mencionarlos afectos que 3
Además me eduqué en el mejor colegio que había allá. Pero cuando terminé la ese conjunto de observaciones me sugirieron de entrada en este hombre,
secundaria y vine a Lima, tuve muchas dificultades para ingresar a una universi- confusamente: miedo, rabia, dolor, tristeza, resentimientoy algo asícomo un odio (
dad privada y, cuando por fin logré pasar el examen, entonces me di cuenta que contra sí mismo. Cuando Castoriadis habla de este odio, por ejemplo, se refiere: )
para los otros alumnos, mis compañeros, yo no era blancosino serrano. Al llegar a al discriminador, no al discriminado. Algo en. la misma línea de un homosexual
Lima dejé de ser blanco y me convertí en serrano.(El énfasis es.mío). homofóbico, de un judío antisemita o de una mujer misógina. Una contradicción
brutal en el corazón de uno mismo,en las inmediaciones de la identificación con
Aquí conviene recordar a Sartre: es la mirada del otro la que te define. De pronto el agresor.
el foco de mi atención se vio desviado de la historia original. Entonces empezó a
emerger otro relato, sincrético con la pena de amor (propio). Intuía que por ahí La segunda observación estaba en el ámbito ya no intrapsíquico sino interperso-
había algo esencial en la historia de esta persona, algo que estaba incidiendo sin- nal. Desde el momento que esta persona pisó mi consultorio, acaso desde el mo-
¡ularmente en su problemaactual. De las muchas cosas que se pueden observar mento en que se decidió a llamarme por teléfono para pedirme una cita porque
en esta viñeta, hay algunas que quisiera comentar ahora. En primer lugar, la ope- había leído algunos de mis artículos en los medios de comunicación, tal vez había
ración lógica que va de serjefe del banco ser blanco. Hasta la cercanía fonética visto mi imagen en alguna foto o enla televisión, se comenzó a establecer un vín-
contribuye a enmascarar la falacia que subyace a ese proceso mental, en donde la culo transferencial entre nosotros. Para resumir, groseramente pero sin ambages,
ecuación jefe = blanco es una equivalencia tan hermética que cancela la posibi-

88 89
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO EL AFECTO RACIAL

Trujillo y la otra del pueblo costeño de Chepén,las señoras Consuelo Cáceres y


diré que desde ese momentoél era el serranoy yo era el blanco” (subrayo esa
condición clausurada del ser que no admite cuestionamiento alguno). Es decir,
Carmen Rojas. Para complicar aún más esa combinatoria, tengo que agregar a
yo representaba a esos compañeros de la universidad, a esos colegas del trabajo, a
miabuelo materno, Lázaro Mitrani, un judío de Constantinopla. Y que de esas
esas chicasde la ciudad, a todas esas personas que de una u otra manerase habían
mezclas improbables habían salido esos rasgos que el ojo del artista había captado
con una lucidez que a mí, y a la gente de mi entorno,se nos había escapado o, más
encargado de hacertrizas la imagen que él se había construido desí mismo en las
alturas de su pueblo dela sierra. Era comosi entre nosotros existiera, de entrada, bien, nos habíamos negado a ver. Esta variante de racismoserá la familiar, que es
la más familiar de todas, pues, como sabemos, en el interior de las familias no solo
unabrecha invisible pero imposible de ignorar, que nos asignaba roles y ubicaba
en ese magma -y en ese mapa- de estereotipos y prejuicios que más arriba hemos se aprendeel racismo, sino quese le practica de muchas maneras, en el interior
llamadoel imaginario racial, ahí donde se abrochael significante dela discrimi- del grupo familiarf, todas funcionales a la perpetuación de ese orden estamental
nacióny se instala el afecto racial. mencionado por Manrique.

Nunca más, desde aquella ocasión en la facultad de Artes, volví a verme de la


A partir de ese momento, supe que tenía que encontrar el momento y la manera
de poner esa constelación de manifiesto entre nosotros. Y eso me fue muy dificil. misma manera enel espejo. La prueba de que ese dibujo funcionó como una in-
Puede habersido el efecto de la identificación proyectiva*, con esos sentimientos terpretación de esas que produceninsights decisivos, fue que acudió en mi auxilio
de vergienza, miedo, dolor y culpa amalgamados a los que aludí antes, que con- tantos años después. Incluso, hace pocotuvela ocasión de sonreír para mis aden-
figuran ese carácter de tabú que rodea a la problemática del racismo. El hecho tros, sentado tras el diván, desde el que una joven paciente que me había visto
es que sentía miedo de hacerlo, me detenía la posibilidad de lastimar aún más el intervenir en un acto público en una universidad -la misma universidad aludida
'magullado narcisismo de este hombre, quien sentía que sus colegas enel trabajo porel recuerdo- se vio en grandes dificultades para poder decirme algo quela
murmuraban a sus espaldas y se burlaban de su acento, modales y sumisión. Ade- avergonzaba, referente a mí. Finalmente, tras una serie de esfuerzos y disfuerzos,
más, él creía que lo consideraban un cornudo. Todas buenas razones para poner se-armó devalory melo dijo; “Eres blanco pero tienes pelo de cholo”.
el asunto sobre el tapete transferencial, sin sequedad pero sin lagrimeo, como
recomienda Green. Yo también melo decía (y hasta me preguntaba cómolo diría Entiéndanmebien, no melas estoy dando de cholo.En el Perú, la inmensa mayo-
el propio Green), pero lo cierto es que me estaba costando mucho trabajo y eso, ría de gente en las encuestas se autodefine como mestizo y casi nadie como cholo.
por supuesto, era algo que debía no solo enfrentar sino antes esclarecer. La ideología del mestizaje, tal como lo hemos visto, aquello del que notiene de
Inga tiene de Mandinga —expresión atribuida sin pruebas al canto al tradiciona-
Entonces, un recuerdo personal acudió en mi:auxilio. lista Ricardo Palma- es el discurso del amo, como diría: Lacan. Lo que necesita-
ba y ese recuerdo me permitió, era liberarme de- mi afecto racial! a: fin de poder
Cuandoyoestudiaba en la universidad, la misma a la que había aludido este se- decirle a ese hombre lo queyo sentía y pensaba de nuestro encuentro analítico.
ñor, un amigo dela facultad de Artes que necesitaba hacer un retrato al carbón Mientras no lo hiciera, estaba atrapado en una lógica de racismo inverso, comoel
como parte de su formación, me pidió que posara en su tallercito de estudiante quedescribe Zizek, en otras latitudes, para referirse a la idealización delo vital y
para él. Grande fue mi sorpresa cuando me mostró el resultado. El rostro que auténtico en pueblos como los bosnios vistos por ciertos integrantes de la Unión
aparecía en el papel era indudablemente el mío, pero los rasgos del mentón,la Europea, lo cual encubre un sentimiento de culpa y una secreta reconstrucción
nariz y los pómulos, siendo los de mi cara, tenían un aire andino que jamás me de las jerarquías raciales y sociales,así como un desprecio a los que supuestamen-
había descubierto en elespejo ni en los ojos de los demás. Entonces me puse a te son los auténticos racistas, como en la conocida frase de una primera dama
pensar que mi aspecto anglosajón se debía al azar genético de un bisabuelo pa- célebre por sus exabruptos: “esos pituquitos de San Isidro y Miraflores”.
terno escocés, pero que mis abuelas eran una de Santiago de Cao,en la sierra de 40 Esto va desde las bromas respecto del hijo o hija "adoptado"por ser mástrigueño que los demás,
39'Más adelante proporciono algunas claves acerca de mi propia combinatoria étnica, que permiten, hasta auténticos secretos familiares cuya incidencia inconsciente ha sido estudiada por autores como
espero, entender mejor esa transferencia racial Inicial. Serge Tisserand.

90 Es 91
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO EL AFECTO RACIAL:

- Eso-no debería impedirnos ver cosas distintas a las que yo escribo, a las que
En mi caso era algo así como “te aprecio porque eres un serrano valiente que ha
usted lee, Esas cosas que pasan cuando uno viene a Limay los otros le tienden
venido a enfrentar los rigores de esta capital racista y discriminadora, pero no
tanto comopara decirte algo que está pasando entre nosotros porque no sé si un espejo diferente.
vas a aguantar y podría hundirte más”. Con lo que estaba no solo subestiman- Él insistió con su perspectiva cortés, disculpándonos a ambos, pero yo sentí que
dola resiliencia que ya había mostrado para poder llegar hasta aquí, sino que, algo estaba sucediendo,algo que se relacionaba con ese padre administrador del
más grave aún, estaba perperuando su autodenigración, permitiendo que esta se banco, blanco que no lo había preparado para el enfrentamiento con los rigores
instalara inmutable en el seno del vínculo transferencial y, por supuesto, en mi de esa Lima blanca, a la que aludía Herman Melville en unacélebrecita de Moby
contratransferencia. Para poder ayudarlo y romperel congelamiento, la clausura Dick*!, No fuefácil para mí lidiar con el sentimiento de que había traicionado su
del sentido,tenía que pasar porel difícil trance de identificarme con ese odio confianza al instalar el fantasma racial entre nosotros, aún sabiendo que eso era
bidireccional: del blanco al serrano y viceversa.
precisamente de lo quese trataba, a fin de desinstalarlo. Aunque por supuesto
noera de lo único que se trataba, pues la manera en la que cada cual procesa el
Cuando escribía estas líneas recordé dos citas, una de Spivak, citada por Portoca- afecto racial va a depender, claro está, de la historia singular y del vínculo trans-
trero et al (2001) y otra de Lutemberg, citado por Julio Woscoboinik (2000), Spi- ferencial, como observa Lutenberg, y no solo de su ubicación social y émica.
vak propone, como parte de los estudios postcoloniales, la necesidad de aprender
el desaprendizaje de los propios privilegios. “Entonces no solo se deviene capaz Diversos autores, Castoriadis, Moreno o Moss, subrayan lo que el primero deno-
de escuchar a los otros sino también de aprender a hablar de una manera en minala clausura del sentido: “La heteronomía y el odio tienen unaraíz común: la
que uno:sea capaz de ser tomado seriamente poresos otros”. Y Jaime Lutemberg casi absoluta imperiosidad,la casi necesidad dela clausura del sentido, que deriva
nos recuerda responsabilidad frentealhombre fre obliga a tor delas tendencias intrínsecas a la institución y de la búsqueda de certezas últi-
conciencia de los prejuicios que impiden sudesarrollo y actualización, que cada mas porparte dela psiquesingular quelleva a identificaciones extremadamente
paciente es una individualidad y que en el interjuego transferencialse irá cons- fuertes, a cuerpos de creencias estancas compartidas y sostenidas por colecti
truyendola verdad deesa pareja psicoanalista-paciente. Ambascitas me habrían dadesreales”. Leary asocia la experiencia racial con la experiencia informulada
sido de gran utilidad entonces, pero las encontré sólo después, ahora, en donde de Stern. En el racismo, subraya Moss, el otro como objeto es transparente y el
también me son de una enorme utilidad, aunque en otro contexto, conocimiento que obtenemos sobre él nos llega vía la revelación. Enla línea de
la clausura del sentido, yo diría que estamos aquí en el ámbito dela regresión
De modoquese lo dije: tópica*, así como dela identidad de percepción*, versus.la identidad de pensa»
miento*. La información racista promete un accesodirecto a la realidad quehace
- Me parece que usted y yo estamos repitiendo unasituación que-a los dos nos del proceso secundario algo superfluo (Moss). Repito: él era el serrano, yo era el
está costando trabajo formular, en donde usted ocupael lugar del serrano deva- blanco. Punto de capitón.
luadoy yoel del blanco sobrevaluado.
Es el silogismo de la amargura que Castoriadis enuncia así: para afirmar el valor
A lo que él me respondió: de A, tengo queafirmarel no valor de no A. Pero en esta, como en la inmensa
41 "Y no es el recuerdo de sus terremotos destructores de catedrales, nl el desborde de su mar
Pero doctor, si he venido a verlo es precisamente porque sé que usted es diferen- enloquecido, ni a crueldad de sus áridoscielos que nunca llueven, alla vista de su inmenso campo
de chapiteles inclinados, cúpulas torcidas, cruces en ángulo (como los mástiles oblicuos de las Notas
te a los otros a los que yo mehereferido. Lo sé por las cosas que usted escribe. ancladas), ni sus calles suburbanas, dondelas paredes se precipitan unas sobre otras como un mazo
de cartas desparramadas, no es nada de eso lo que hace de Lima la ciudad más triste que pueda verse
Porque Lima se ha cublerto con el velo blanco y hay en esa blancura de su dolor un horror más grande. ..
Le agradecí la confianza que me estaba mostrando, pero añadí: “Antigua como Pizarro, esta blancura mantiene stemamente nuevaslas ruinas de Lima: no deja que
penetre en ellas el verde alegre de la ruina absoluta y esparce sobre sus rotos bestiones la rígida palidez
de un cuerpo apoplética que Inmoviliza sus propias distorsiones.” En; Moby Dick o La Ballena Blanca,
1999, Editorial Sudamericana, Buenos Aires (p. 253).

93

NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO


EL AFECTO RACIAL:

smo,la perspectiva los peruanos, podría configurar un cuadro de características particulares -aunque
mayoría de teorizaciónes que he encontrado en torno alraci probablemente nosin ciertos parentescos con otros países de la región, a lo que
es la de los vencedores. En palabras de Wachtel, habría que preguntarse por la
o país*. También por Carlos Monsiváis ha llamado “Aires de Familia” en un lúcido ensayo, aunque
visión de los vencidos, que son la inmensa mayoría en nuestr referido a otras áreas de nuestra común experiencia latinoamericana- que, á mi
ada, me parece,
eso es que el asunto no ha podido ser tratado de manera apropi
l
imiento, devaluación, juicio, es preciso explorar con exhaustividad.
por los psicoanalistas peruanos. Los afectos en juego, resent
y la culpa,
envidia o idealización, asociados con la problemática de la vergúenza Quisiera citar aquí, antes de retomar el caso clínico, algo que me ocurrió durante
rio narcisista en
son de los que se escamotean porque ponen en riesgo el equilib un programa radial en torno al tema del racismo.El programase llamaba “No hay
diaría de los pe-
diversos planos. Pero esto reaparece una y otra vez en la vida derecho” y lo conducían la dirigente política de izquierda, Susana Villarán el
entre los escritores
ruanos. Hoy mismo hay una furiosa polémica en los diarios comunicador Glatzer Tuesta, en la radio Ke Buena, por cuenta de Ideele Radio.
que remonta hasta la
andinos y los criollos, eco de un antiguo malentendido Mientras el actor Rafael Santa Cruzy el suscrito discutíamos acerca del racismo
Los unos llaman a los otros
época del Inca Garcilaso y Huamán Poma de Ayala. con Susana Villarán, empezaron a entrar una gran cantidad de llamadastelefó-
de elitis-
resentidos, acomplejados y envidiosos, mientras que los otros los tildan nicas de oyentes que querían participar, ya sea contando experiencias personales
o en los medios.
tas y sobrevaluados, así como los acusan de apropiarse del espaci o hacer comentarios diversos vinculados a la problemática racista. Pero lo que
Vez. Es también
Es la vieja bronca entre cholos y blancos, que retorna una y Otra quería subrayaracá, es que ninguno de los testimonios presentados,ni unosolo,
aludía mos en el primer capítulo.
el par resentimiento/remordimiento al que era personal, es decir, en primera persona. Siempre se trataba de casos de discri-
to dela problemá- minación racista que les habían ocurrido a otros, acaso cercanos, pero no ellos.
En mi experiencia clínica, la ubicación de las personas respec Por eso, al final del programa me permití recomendarle a los oyentes quetrataran
o analítico.
tica racial o racista, aparece inevitablemente en el interior del proces de hablar, cuando se encontraranensituaciones de confianzae intimidad, acerca
han padecido o
Ya sea queestas introduzcan dicha problemática como algo que de sus propias experiencias, de cómose sentían o habían sentidoellos al respec-
mponente
bien que padecen otras personas en su entorno, el hecho es queco
dad de los to. De hecho, señalé explícitamente esa ausencia de relatos personales como un
racial constituye un elemento ineludible en la formación de la identi síntoma dela problemática racista en el vínculo social de los peruanos. Pues se
de la explor ación
“peruanos. Por ello, de un modo u otro va a gravitar en el curso trata de un racismo hipócrita, solapado, que no dice su nombrey eso le facilita
n en procura de una
de los vínculos de diversa índole de las personas que acude camullarse, alargándolela vida. Es comoel diablo, del cual se dice que su mejor
ayuda terapéutica.
truco consiste en hacer creer que no existe. El diablo viene a ser, por supuesto,
sin in- otro nombre para el mal en cualquiera de sus formas*,
En ocasiones puede que aparezca como un dato aparentemente colateral,
ice en la
-cidencia mayoren la existencia del analizado. Pero a poco quese profund
,cia decisiva que,confrecuencia, laspersonas Aunque no me sorprendió demasiado, pues era una hipótesis que ya manejaba,
materia, suele cobrar una in
habían optado por dejarde lado,mir r o bienescindir, negar: En la medida no dejó de hacerme reflexionar esta evidencia de la dificultad para hablar del ra-
as a afectos cismo en primera persona. En psicoterapia es algo que suelo constatar. A la gente
quelas percepciones respecto del racismo casi siempre están asociad
ia a escamot earse en el le resulta particularmente difícil ubicarse en términos del racismo, ya sea como
como vergiienza o culpa, estas mostrarán una tendenc ve 0, menos aún, como victimarios. Se suele decir “no soy racista, pero”;
curso del proceso terapéutico.
'es morena, pero es guapa” o “es guapa, pero es morena”. En dondela escucha
nea, analítica es atraída por ese hoyo negro al que se ingresa a través del “pero”, Es
De hecho, mucha gente no hace conscientes esos afectos de manera espontá
as de denigra-
con lo que permanecen amalgamados junto a una serie de vivenci
ción, desprecio, dolor y miedo. Así se forma una constel ación que, en el caso de dlpostoverlaelapct
"nazi, Les Blenveillantes: "Pero no se podrá erradicar el mal: está ahí y siempre lo estará. Tarsolo
podemoslimitar el daño, con el ejemplo humanitario. Las barreras deben ser renove ja
los vencidos. permanentemente. El tabú no es suficiente,” (La traducción es mía). IA
42. Por lo demás, la propia palabra provincia viene del latín pro vinci: donde viven
94 ES 95
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO EL AFECTO RACIAL
>=.

ahí quese aloja la inhibición que nos interesa levantar, a in de podernos poner porquele ofrecía ciertas garantías de que eso noiba
a ocurrir, era como volver a
en contacto con esos fragmentos escindidos, negados, lo que el analista inglés caer en la trampa. Sin embargo,y esa es una de las grand
es paradojas del psicoa-
Christopher Bollas llama lo sabido no pensado,the unthought known. nálisis, esa es la única manera de atravesar el sínto
ma, como diría Lacan: iden-
tificándosecon este, metiéndose en el callejón sin salida
y encontrándola. Ésto
Pero del lado delanalista, como lo señala Moss, hay queresistir a la tentación de requería que reviviéramos juntos el escenario de
la segregación.
desidentificarse y llegar incluso a identificarse con esos odios, como vía para su
reconocimiento y análisis y su eventual mutación en el sujeto que se independiza Por mi parte, la dificultad radicaba en que debía ser
capaz de en :rme
deese Yo Ideal plural, sea denigrado o denigrante. Esta operación identificatoria lugar odioso del discriminador, sintiendo ese desprecio,
ps daria y be
es necesaria, entre otras razones, para que sea viable el proponer un proceso de rechazo que esta personallevaba alojados en lo más
protegido de su self*. Esta
reconstrucción*, tal comolo plantea, en un trabajo recientemente presentado en operación es una de las más desagradables en la prácti
ca analítica, pues implica
la Sociedad Peruana de Psicoanálisis, el analista norteamericano Robert Pyles: Ponerse en contacto conlas partes más denigradas de
la persona, con sus relentes
anales sin sublimar Para decirlo crudamente: era precis
o coger la mierda y poner-
“Si recordamos que la raíz latina de la palabra “construir” es “construo”, “apilar la sobre el tapizón. De lo contrario nunca saldríamos
del terrenoprotegido de la
un conjunto”, o “poner junto”, y en consecuencia “reconstruir” es “poner junto empatía, la escucha y la contención. La técnica analít
ica =y el caso del racismo
de nuevo” o reunir, se hace más claro que una interpretación reconstructiva es no tiene por queser una excepción- exige que el analis
ta experimente esos afec-
aquella que la vez reúne al paciente con su experiencia pasada y también lo 6 tos pestilentes, impresentables, excluidos, que
corresponden punto por punto,
la conecta con la experiencia de sentirse conocido y comprendido porel analis- tal comoel lector lo habrá advertido,a lo que venim
os diciendo acerca de la ee
ta, También se aclara porqué el potencial poder curativo de una reconstrucción perien cia de la discriminación racista. Para retomar el hilo
exitosa es tan grande, ya que no solo ayuda a construir una narrativa afectiva útil
de Nuestras hipótesis
iniciales: hacía falta que escenificáramos en el ámbito ad
hoc del consultorio el
y explicativa, sino que también ayuda al paciente a experimentar la diferencia drama delresentimiento y el remordimiento, sin seque
dad ni lagrimeo.
sanadora que puedeexistir entre la relación analítica y la relación con sus objetos
primarios. Entonces, en vista de la discusión previa, podemos plantear que la De modo que le propuse la siguiente reconstrucción:
“reconstrucción” es un recurso técnico a través del cual un paciente es reunido *
(puesto junto) con el pasado, ideacionalmente con respecto a ese pasado y expe- - Acaso usted sabía ya en su pueblo que su “blancura”
, tal como la de su padre,
riencialmente a: través de la relación analítica. "% eran tan relativas como la mía, aquí, frente a usted.

Aunque conocí el trabajo de Pyles bastante tiempo después de haber trabajado


lo que él respondió:
con el citado paciente, su lectura del concepto freudiano de reconstrucción, in-
cluso a posteriori, me fue de suma utilidad para entenderlo que había sucedido en - Siempre he sentido que hablaban de mí a mis espaldas.
Ya se lo he dicho a usted:
el trabajo y en el vínculo transferencial con esta persona. No mefuefácil lidiar lo percibo constantemente en mi trabajo. Lo sentía
en la universidad y Sí, ¿bla
con lasresistencias que poblaban el consultorio desde el instante en que él en- que lo pienso, también me parece quelo sentía allá
en mi pueblo.Solo e lo que
traba y me saludaba ceremoniosamente, tratándome rigurosamente de usted (lo murmuraban en cada caso, en cadasitio, no era
lo mismo.En el trabajo, como ya
que;al cabo de unas cuantas sesiones, suele ser excepcional entre mis pacientes, se lo hedicho, dicen que mi mujer mesacala vuelt
a con unodelos ia
en particular los de esa edad). Cuando digo resistencias, me refiero tanto a las de trabajo. Él mismo me mira de una forma extra
ña, como preguntándose si yo sé.
suyas como las mías, por supuesto. Las de él pueden haberlas intuido:revivir En la Universidad decían: “ahí va el serrano con su
caminar de serrano, su ce
la experiencia dolorosa de la discriminación, con alguien a quien había acudido de serrano (solía usar terno y corbata tódos los días en la
universidad, lo de hasta
cierto punto lo singularizaba y estereotipaba) y
44 El ttulo del trabajo de Robert Pyles, en la traducción provisional efectuada por Rosario de Cárdenas y su acento de serrano”. Y en mi
presentado en la SPP, es: Volviendo a Visitar el Concepto de Reconstrucción.
9 sá
97
po
_ NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO A A ECTS AGA

Incluso decía estar preparando un software muysofisticado que daría cuenta de


los aires que se da.Se cre blan-
pueblo deben haber dicho: “Ahí va fulanito. Miren su expertise y pondría, una vez que se hiciese público, el gran desfase entre sus
.” (El énfasis es mío).
co, como su viejo, solo porque es el administrador del banco conocimientos que integraban los códigos y las interpretacionestradicionales del
ámbito legal, con la más avanzada tecnología. Comprendí que la omnipotencia
nte un hilo conductor hecho
Esta era la primera vez queesta persona unía, media queparecía asomardetrás de ese discurso reiterativo -en donde me era imposible,
iencias de sufrimiento que
de murmullos y risas malévolas a sus expensas, exper y acasoirrelevante en ese período del tratamiento, decir cuánto había de realidad
pero con algo en común que
correspondían a diferentes etapas de su existencia ba y cuántode fantasía- era un refugio que él se había acondicionado para soportar
de que la gente habla
podría asimilarse al rasgo unario* de Lacan: la fantasía los embates continuos, el asedio de cos i histas que
desvalorizante y desir
_deélapenassealejaba,lo hacía siempre manera. encubría un anhelo le llaban desde su infancia. Ánte la magnitud frente que se había abierto como
Sin embargo, esta fantasía, en su estructura paranoide, consecuencia del proceso de reconstrucción, opté por dejar ese aspecto intocado
mente, bajo la modalidad del
reconocimiento, aunqueeste apareciera, paradójica hasta más adelante, pues un remecimiento prematuro de esa estructura defensiva
amín (1988) explica cómo
rechazo: cornudo,serrano, seudo blanco. Jessica Benj parecía entonces contraproducente. Ya llegaría el tiempo de ponerjuntos el par
trasposición del deseo de
el deseo de sumisión puede representar una particular omnipotenciafimpotencia y su relación con la experiencia discriminatoria.
, más bien lo integra,
reconocimiento. Lo cual no excluye el caso del masoquismo
comoprobablementeestaba ocurriendo en este caso. Ahora pongamos un segundo ejemplo:

era la primera vez que reco- Voy a referirles no un caso sino un tipo de historia que he encontrado endiversas
Pero lo más relevante para nuestro trabajo, es que Como
il de ser blanco.
nocía la existencia de una grieta en su convicción infant
ocasiones en mi práctica psicoterapéutica. Se trata exclusivamente de hombres.
o de labores hubieran
si las experiencias traumáticas de la universidad y su centr
“Tengo en este momento en mente a tres en particular, que tenían en común el
reactivado, apres-coup,la dimensión negada de esa
vivencia discriminatoria que manteneruna relación de amantes con mujeres varios años más jóvenes que
sierra, aunque con menor ellos. Dos eran casados con otras mujeres y uno era soltero. Para nuestra pre-
también había estado presente en aquellos años en la
a la fantasía de haber sido
intensidad. Durante todos estos años se había aferrado
sentación, lo relevante es que en todos los casos estas personas se conflicruaban
percepción, que en la asocia- porque sentían que sus amantes eran mujeres muyatractivas pero de otra condi-
“blanco” en esa época. Esta negación de su propia
murmuraban a sus espal- ción socioeconómica racial (subrayo una vez más el “pero” cargado de sentido
ción aparecía en bocade esos grupos 'maledicientes que
que habíamos emprendido racista implícito, disimulado, inconsciente). En todos estos casos, esa diferencia
das, se había resquebrajado durante la reconstrucción
revelado como coros de su resultaba prácticamente invencible para estos caballeros, profesionales exitosos
juntos en el análisis. Y cuando esas voces se habían
emerg ido era un esbozo desu verda- que, no obstante, retrocedían asustados ante el espectro deljuicio social, lo que,
propio universopersecutorio, lo que había
dero self. Frágil, amenazado, inseguro, pero auténtico.
por lo demás, los hacía sentir culpables e infelices.

ese falso self, que D-W.


Lo cual implica que estaba viviendo bajo la primacía de Hay un dato que meparece pertinente mencionar. Todos ellos tuvieron, en algún
ativa, que, tal como
Winnicott describe como una entidad complaciente, adapt
momento de su proceso terapéutico conmigo, la fantasía de traerme a sus aman-
caos aceptando la direc ción y tes al consultorio, para que yo les dijera si tenía algún fundamento su angustia
lo comenta Benjamin, “ha mantenido a raya al
el objeto renunciando ala racial, por así llamarla. Necesitaban colocarme en el lugar de ese Otro a quien
el control del otro, y ha mantenidola conexión con
la traducción es mía). La ellos le otorgaban el poder de decir si lo que estaban sintiendo era real o producto
exploración, la agresión y la separación” (1988, p. 72,
no es casual- de
única excepción que pude encontrar a ese patrón —<l término
de una alucinación, En peruano, lo que querían queyo les diga es si las mujeres
en virtud dela cual sus de las que estaban enamorados, o con quienes tenían un vínculo de amantes,
comportamiento era una suerte de soberbia intelectual,
eran capac es de entenderlas leyes"de eran cholas, término que engloba diversos tipos étnicos que tienen en común la
compañeros de trabajo y de profesión no .
él aseguraba ser capaz
su especialidad con la sutileza y profundidad de las que
particularidad de “no pasarla valla”, para utilizar la expresión de unodeellos.
E e

98 >
99
o E Ñ
"NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO EL AFECTO RACIAL.

Esto nos coloca de frente ante un problema quetiene varias aristás: [quién es Complementariamente a lo anterior, la ideología racista asociada al
mercado y en
cholo?, ¿quién es blanco?, ¿quién es serrano?, ¿quién lo determina? Unas pági- particular a los negocios, propone, sin decirlo explícitamente,
que “el dinero blan-
nas atrás, mencioné que en el encuentro entre mi pacientedela sierra, él era el quea”. Mejorar sustancialmente la posición económica permitiría
un ajtenso hocial
blancoy yo elserrano. Pero esas categorías heterogéneas, tal como señalé, no son (e, implícitamente, “racial”), lo cual demostraría que no hay racismo
alto diféren-
científicas ni verificables. En apariencia son obvias. Pero hay en eso mucho de tes capacidades para desempeñarse en el mercado. Esto, a su vez, se
integra con la
percepción, de contexto, de perspectiva, tal como lo muestra la propia historia de ideología publicitaria aspiracional, tratada en el capítulo anterior.
El director del
ese hombre, que era blanco hasta quellegó a una universidad privada de Lima,y diario “Correo”, Aldo Mariátegui, afirmaba en una de sus columnas
editoriales que
entoncesse descubrió como serrano. la mejor prueba de que en nuestro país no había racismo,y queeste era un
Invento
CÓOGL 4 2 oka Z interesado de los “caviares” de las ONGpara justificar sus financiamien
tos (o algo
Ese otro tiene la aterradora potencia de cuestionar el carácter monolítico de mi así), era el éxito de una serie de personas como los integrantes de las
familins Aña-
identidad, así como la de mi grupo. Es para evitar esa admisión de pertenecer a ños o Rodríguez Banda, dueños de empresas poderosas como “Kola Real" o “Leche
una misma comunidadde seres, que en el Perú nos hemos organizado -y cuando Gloria”, el caso de los Hiraoka, de Jauja, cuyas tiendas son ampliamente
conocidas
digo “nos” meestoy refiriendo a los que hemos impuesto esa segregación» sobre la en nuestro país, o bien el empresario de pinturas Néstor Torvisco,
propietario de
base de unasegregación noescrita, hipócrita, prohibida por la Constitución pero “Anypsa”. Todos ellos tienen en común un origen socioeconómico
de los sectores
puesta en práctica todos los días porlas discotecas de LarcoMar o en infinidad bajos en varios casos provincianos- y una posición económica actual descoll
ante
de otras situaciones, comoel trato que se brinda a las empleadas domésticas o, en la sociedad. La lectura que se hace de estos casos de éxito es que, por
lo menos
tal como me consta por un trabajo que me encargó una municipalidad de Lima, en el mercado, no hay racismo y que, en buena Cuenta, el dinero, como queda
di-
a los serenos delos distritos elegantes de la ciudad (resulta que le temían menos cho, sí blanquea (expresión que tiene un parentesco, a lo mejorno del
todo casual,
a los delincuentes o a los recicladores de basura, que a los vecinos que los vejan con el lavado de dinero. Como si en ambos casos hubiera una marca indeleble que
y maltratan desdela altura de su encumbramientosocial, por tratarse de uno de ningún maquillaje pudiera borrar totalmente).
los distritos más encopetados de la ciudad). Lo cual se complementa con la uti-
lización del otro como depositario'de los aspectos hostiles que el grupo no desea Enmi experiencia clínica con personas que han surgido económicamente
desde
ver en sí mismo. Esto es lo que Zifek. denominael reverso obsceno de la ley. La las capas más desfavorecidas de la sociedad, este discurso se ve, por
decir lo: me-
característica de dicho envés es múltiple: no está escrito, contradice la ley y es nos, matizado y relativizado. El dinero blanquea, hasta cierto punto, con
el cual
más poderoso que esta. A su modo, también encaja con: la idea de cortocircuitos tarde o temprano se- van a topar: Tal como lo señala Walter Tivanama:
del mismo Zigele (2006):
“No es solo que la plata o un título universitario blanqueen —con: cierto límite
“El descentrado inherente del texto interpretado, que trae a la luz su parte “no sino que la pobrezao el lugar de origen también cholean.” (1992: 221)
pensada", sus presupuestos y consecuencias desmentidos” (2006:ix)
Todas las personas con las que he ténido oportunidad de trabajar —pienso
en un
Esa lógica requiere de etiquetas y estereotipos que permitan clasificar al otro:
empresario langostinero oriundo de una zona muy pobre de provincias,un eje
el indio taimado,el cholo arribista, el negro bruto, el judío avaro,el árabe tim- cutivo del más alto nivel de una gran empresa, proveniente de un área
pobre de
una ciudad del Sur, un agente de bolsa salido de un asentamiento humano
bero, el blanco rapaz. Lo cual lleva a organizar, en lo posible, esas diferencias a delsur
voluntad: organizar el arribismo del cholo cerrándolelos espacios sociales; hacer de Lima y un alto asesor empresarial nacido en un barrio tradicional y pobre
de
Lima- evidentemente pudieron accedera una serie de bienes y propiedades
desconfiado al indio, engañándolo; hacer primario al negro, dándole tan solo una que
instrucción primaria y así sucesivamente. antes les estaban vedados por incapacidad de adquirirlos, Incluso sus amistade
s
se diversificaron, incluyendo personas ajenas a sus barrios y mundos
originales.
Pero siempre se toparon con límites de la más diversa naturaleza, puestos ahí
para
100 101
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO EL AFECTO RACIAL.

recordarles que ellos eran eso: ellos, otros. Podían ser tolerados en unaserie de en entornos con características ajenas al predominio de lo gourmet. Asociado
ámbitos, pero ciertos lugares los considerados más exclusivos- permanecerían a ciertas frecuentaciones, decoraciones y tipos de clientela. En lo relativo a las
definitivamente clausurados. personas, sucedía algo análogo. Por su trabajo tenía que relacionarse con gente
de altas esferas, pero “compensaba” esto que representaba un esfuerzo, desatro-
De este modo escuché relatos sobre tratos discriminatorios en restaurantes o disco- llando amistades con gente diferenciada (artistas, intelectuales) y un tanto ajena
tecas, dificultades para acceder a ciertas playas o clubes y, por supuesto, la cuesción al mainstream. En contraste con la anterior, su opción consistía en forjarse una
de las parejas. Incluso el alto ejecutivo merefería cómo se sentía en las reuniones identidadfuerte, con rasgos propios, únicos, que le permitiera interactuar con los
conel directorio de dicha empresa, en donde las conversaciones en torno a cono- grupos dominantes, sin ser asimilado del todo ni perder su rebeldía y disconfor-
cidos y apellidos parecían puestas ahí para excluirlo. Lo mismo ocurría con el trato midad con el estado dela sociedad y su funcionamiento. Esta respuesta es a todas
que se le dispensaba a su pareja una joven procedente de la misma extracción so- luces más sana quela anterior, pero no estaba exenta de sufrimiento. Pero era un
cial que él: por parte delas esposasde los demás directores. Esas marcas sutiles pero padecimiento ético y con una voluntad transformadora, a diferencia de la histo-
inconfundibles que trazan los linderos de la exclusión. Comosi hubiera una valla ria anterior, quese inscribía más en la línea del Jay Gatsby, de Scott Firzgerald y
invisible que indicara hasta donde su dinero podía, pues, “blanquearlos”. Habría, 0 alienado y condenadoalfracaso por mimetizarse con una clase que
entonces, que reformularla frase. A diferencia de los detergentes que en la publici- nuncadejaría de recordarle su condición de advenedizo. No en balde este tópico
dad tradicional “lavan más blanco”,la plata blanquea ma non troppo. recorre la literatura universal, desde Madame Bovary hasta Un mundo para Julius:
el arribismo ladiscriminación, entrelazados en una densa madejade referentes
Noobstante, es interesante notar que, ante un mismo proceso discriminatorio, las sociales y étnicos, ante un telón de fondo de sufrimiento en el que se entretejen
respuestas de estas diferentes personas no fueron las mismas. El negociante hacía el sadismo y el masoquismo.*
esfuerzos denodados por actuar comosi dicho proceso no estuviera ocurriendo,
para lo cual se esmeraba en hacer negocios cada vez másexitosos (y arriesgados El otro ejemplo de esta serie es el del asesor financiero de alto nivel. Estudió en
en más de un sentido), lo cualle permitía tratar “de igual a igual” con personas un colegio público e ingresó a una universidad pública. En el segundo año deesta,
situadas en los escaños más altos de la escalera social, Esto se veía acompañado alguien le sugirió la idea de trasladarse a una de las mejores universidades del país
por la adquisición de unaserie de bienes que funcionaban como anunciadores y, además, una de las más exclusivas desde el punto de vista académico. Cosa que
potentes de su estatus social: el único auto de esas características en la capital, hizo. Pese a enfrentar numerosas dificultades para mantenerse porla exigencia aca-
corbatas muy caras, ternos a la medida, relojes de marca y muchasotras cosas démica —estuvo en más de una ocasión: a punto de serexpulsado por “tricar” en
análogas para la muchacha que saliera con él. Las señales discriminadoras que un curso- logró graduarse; ingresar a: una transnacional y hacer un posprado en los
probablemente recibía y registraba, eran rápidamente encaminadas a algún de- EEUU.La respuesta de esta persona con su success history al desafío discriminato-
pósito cerrado bajo siete llaves y cubiertas con el ritmofrenético de gastos, viajes, rio, ha consistido en una suerte de homeostasis con relación al medio ambiente.
etcétera que formaban parte esencial de'su cotidianeidad. Como diciendo: ¿si Unsistema interno que juntos hemos llamado un ecualizador de sus emociones,le
puedo pagar vuelos privados, limusinas, hoteles de lujo, ropa finay joyas caras, permite no dramatizar y modular sus respuestas ante cualquier presión discrimina-
quién puede afirmar que no pertenezco? toria. De este modo, su modus operando se articula en torno a un evitamiento del
conflicto, tanto en el muñido extemo comoen el interno. Él sabe de dóndeviene y
Elejecutivo había elaborado una estrategia distinta. Por una parte se mantenía “lo quele ha costado llegar hasta ahí (es el único de su familia que lo ha logrado),
relativamente resguardado de los ataques discriminatorios mediante algunos bie» Nolovaa arriesgar porestériles disputas territoriales/raciales. Llevó esta actitud
nes cuidadosamenteelegidos: un auto de una marca sofisticada pero algo excén- hasta el extremo de renunciar a la trasnacionalen la que trabajaba a su retorno
crico, una moto de grancilindrada, ropa fina pero algo marginal al gusto ejecutivo
estándar y la frecuentación de lugares exclusivos dealta cocina, en combinación. 45 El neuropsiquiatra francés Boris Cyrulnik (2006) observa que el exceso de empatía lleva al
con otros más populares donde también se sirve platos de gran “calidad, pero masoquismo, así como el déficit de empatía lleva al sadismo.Sería útil cotejar esta observación con el
mencionado mecanismode identificación con el agresor.

102 a 103
a
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO. —————— y * EL AFECTO RACIAL.

de los EEUU,para no tener que enfrentarse con un competidor muy ambicioso de cista la quela trajo en busca de ayuda, pues sus problemas estaban en apariencia
su empresa, quien probablemente (esto no ha quedado todavía suficientemente relacionados con una profunda inseguridad en su desempeñolaboral como inves»
aclarado en el proceso terapéutico) estaba dispuesto a esgrimir argumentos de esa tigadora y coordinadora de proyectos de desarrollo. Sin embargo, tras un tiempo
índole para acceder al codiciado puesto gerencial que le correspondía a uno de detratamiento, en una sesión medijo lo siguiente: “Mi mamá es más blanca que
ellos dos. Nuestro personaje formó una sociedad con gente con la cual se sentía su hermana,así como yo soy más blanca que mi propia hermana. Claro, dijo con
más cómodo, aunque con menores ingresos que en su posición anterior. Una algo de apresuramiento, soy más blanca que ella pero no soy realmente blanca,
cuestión de ecualización implica un costo económico que él estaba dispuesto a blanca, lo que se dice blanca.” En ese momento se miró la piel del brazo y des-
pagar. Afirmaba: “mi tranquilidad notieneprecio”. pués, con azoramientoen la expresión del rostro, me miró a los ojos. Luego, me
quitó la mirada y sonrió como disimulando lo que acababa de hacer.
Tres historias análogas de surgimiento social. Las barreras que han enfrentado *
son las mismas pero sus estilos adaptativos han variado sustancialmente. El racis- Una vez más, se me hizo evidente que su sufrimiento, sus inseguridades, sus difi-
mo formatea pero no consigue eliminar, en muchoscasos, la esencia individual. cultades de adaptación e identidad estaban estrechamente entrelazadas con una
Estoes particularmenterelevante desde una perspectivapsicoanalítica. Sin dejar constelación de afectos en dondeel racismo ocupaba un lugar importante sin
a un lado, no obstante, lo que puede decirnos la ideología o cualquier proceso queella lo pensara, aunque, comodiría Bollas, síllo sabía. Eso es lo que me había
cultural que nos afecta a todos, es preciso tomar en cuenta la singularidad de las comunicado con esa mirada cargada de significado, de vergúenza, de temor por
historias personalesy sus respuestas particulares al mismo proceso socializador. El | su propia audacia. Ahí radicaba un núcleo inconsciente queera preciso trabajar.
riesgo de referirse al gran Otro como una categoría homogeneizadora universal, En sucaso esto adquirió un giro inesperado cuando pudimos ver juntos cómo ella
es precisamente el de obviar el procesamiento individual de esa experiencia en veía a sus dos hijas en esa serie queiba desde su madrey su tía,ella y su hermana y
común. Los estudios culturales no pueden prescindir, tal comolo afirma Zizek, de ahorasu hija y su hermana. Una vez más, fue clave que nos preguntáramos ambos
lo Real de la experiencia clínica, A cómo nos estábamos mirando el uno al otro.
“Tampoco podemosolvidar que los casos citados como,a fortiori, los ejemplos de Entodos los casos que les he citado, la verbalización e interpretación del afecto
Aldo Mariátegui en el diario “Correo”- son las excepciones que permiten sostener racial contribuyó al trabajo terapéutico de manera decisiva. No siempre fueron
la regla excluyente. En las formas más violentas de racismo hay algo que va más finales felices, claro está. Nuncalo son, aunque en algunas historias las cosas
allá de la utilización del otro como un referente denigrado quesirve de soporte a salieron mejor. El primer hombre que ciré ya dejó de venir a verme, pero cuando
mi autoestimapersonal y grupal. Esta es una modalidad de narcisismo que André nos separamos estaba saliendo con una profesional que provenía: del mismo pue-
Green ha denominado, con mucha propiedad, un narcisismo de muerte*. Lo que blo queél. Participaba cada vez más activamente en las actividades del club de
estoy procurando mostrar acá es que, en una sociedadenferma de racismo como su región en Lima y esto constituía una fuente de alegría y orgullo que a mí me
la nuestra, esta enfermedad -permítanme amarla así para poder avanzar- estará dejó un sabor muy grato. Al mismo tiempo, fue comosi los problemaslaborales
necesariamente presente tanto en la base de la identidad como en los vínculos hubieran perdido importancia, puesto que estaban sirviendo como depositarios
de las personas que están inmersos desde su nacimiento en unacultura cori esas del desplazamiento de una constelación afectiva que encontró un exutorio en el
características. Por eso, en los ejemplos que les he mencionado,el racismo apa- vínculo transferencial. En cambio, de los tres caballeros que mencioné, ninguno
rece inextricablementeligado al sufrimiento más hondo de esas personas y, en continuó conesa relación asimétrica con mujeres que sentían por debajo de su
consecuencia, al vínculo transferencial que establecen conmigo,su terapeuta. estatus social y racial, que no pasaban la valla. Esa diferencia,el significante de la
segregación fue más fuerte que todos ellos, que sin embargo son personas muy te-
Unúltimoejemplo: haces y capaces de hacer cosas arduas y exigentes, que requieren especial coraje,
Esta vez se trata de una mujer, oriunda de una capitalde la sierra, proveniente de
en el terreno de susactividades laborales. Pero no pudieron enfrentar ese botón
la burguesía de esa ciudad. En su caso tampoco fue la problemática racial o ra-
acolchado, que, finalmente, los derrotó. Nos derrotó en el proceso analítico. En

104 E 105
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO

este caso,fueron los vencedores los que resultaron vencidos. Sigo viendo a una
de las personas quecité en relación a la pregunta en torno a si el dinero blanquea.
Con uno deellos hemos conservado una relación amigable, posterapéutica. Este
último es el que mantiene una actitud más combativa en contra de los prejuicios
y la discriminación. Esto contrasta con la actitud de aquelquesiente que solo la
EPÍLOGO
acumulación sostenida y en progresión geométrica de su capital(lo cual lo lleva a UNA INQUIETANTE NEUTRALIDAD
transgredir límites éticos o legales), le permitirá estar relativamente protegido de
los embates del racismoy la exclusión.

Enlo querespecta a la mujer, ella continúa trabajando esos aspectos en su aná-


lisis y cada vez nos damos cuenta más, ambos, de locentral que resultan para
analizar y resignificar una serie de aspectos fundamentales tanto de su historia
como de su problema actual. Esta experiencia continúa haciéndose presente bajo
distintas modalidades en mi trabajo clínico, con frecuencia bajo la forma de la ne-
gación. Hoy mismo, por ejemplo, un hombre que ha surgido de las capas sociales
más desfavorecidas, me lo decía en estos términos: “no hago una gran historia de
eso; soy una persona práctica”. Con lo cual, sin saberlo, ha trazado el camino que
deberemos atravesar a regañadientes.

Merefiero a la convicción de que los procesos psicoterapéuticos, para poderllegar


al fondo de las cosas, no pueden darse el lujo de ahorrarse el paso por esa encru-
cijada de todas las identidades, de todos los vínculos sociales, que es el racismo
en el Perú. Es algo sobre lo que no podemos permitirnos ponernos “prácticos”, so
pena de eludir núcleos esenciales del trabajo analítico. En este país, en donde a
menudo nos tratamos como extraños cuando no como enemigos, dicha idea está
en el núcleo de mi reflexión acerca del afecto racial en el proceso analítico. A
saber, que ni siquiera somos idénticos a nosotros mismos, como me tocó descubrir
tanto en mi análisis, como en elretratoal carbón que me hizo un amigo en el La neutralidad del analista es mera ficción.
local de Artes, hace muchotiempo, y que retornó en mi ayuda apres coup.
Owen Renik

106 E
UNA INQUIETANTE NEUTRALIDAD:

a gran mayoría de autores citados en los capítulos anteriores se inscriben


en una perspectiva en la cual la racialización obedece a construcciones
sociales, por un lado, y a lo que Kim Leary (2006) denominainteligi-
bilidades narrativas, por el otro. No obstante, espero haber subrayado
lo suficiente el hecho de que no porser una ficción (Layton, 2006) la noción de
raza cuando se configura enla dimensión intersubjetiva, deja de tener unos efec-
tos que van desde lo traumático hasta lo letal, en su sentido literal. Es decir que
afecta a las personas en las dimensiones más diversas de su ser (podríamos enri-
queceresta discusión con la noción de realidad psíquica*, pero eso nos llevaría
demasiado lejos en esta: oportunidad), como: si la:racialización: de los: otrosfuese
* algo natural y no íntegramente artificial o:cultural. Lejos de establecer distingos
entre lo más íntimo de la identidad y lo más socializado dela interacción con los
demás, el racismo es un poderoso y omnipresente organizadordela vida -en su
sentido más vasto- de los peruanos. Por eso, uno de los puntos que me interesaba
enfatizar es la flagrante y sintomática ausencia, en la teoría y práctica de los psi-
coanalistas peruanos, de una reflexión en torno a la problemática del racismo.

La mayoría de autores citados coinciden,igualmente, acerca de la universalidad


del fenómenoracista. No obstante, es indiscutible que existen variantes =racis-
mos- propios de cada grupo y subgrupo humano. Hay un racismo peruano que
tiene aspectos en cemún pero otros muy específicos, como sucede,porcitar dos
casos relevantes para nuestro país, en una potencia hegemónica como los EEUU
o un país vecino como Chile. Y al interior de cada sociedad habrá diferentes
109
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO UNA INQUIETANTE NEUTRALIDAD:

modalidades de racismo, aun cuando enmarcadas en unas delimitaciones histó- problemática del racismo. Sobre todo en unpaís en donde,a diferencia de otros
ricas comunes. E incluso,si llevamos este razonamiento hasta el extremo, cada como Sudáfrica o los EEUU, no se ha dado un proceso efectivo de reconocimien-
humano procesará su vinculación con los otros en función de su propia econo-
to de dicha problemática como un ingrediente sustantivo =si bien implícito- de
mía, sociología, antropología, historia, etcétera, psíquica, Pero espero haber sido nuestro vínculo social. Más bien se ha tendido —y se sigue tendiendo, incltiso
convincente respecto del hecho que en el Perú el racismo continúa siendo una en círculos donde se esperaría una reacción menos ambivalente- a minimizarlo
experiencia que contamina las interacciones cotidianas de los peruanos, a unos o negarlo, cuando no encubriéndolo bajo el velo del discurso mixtificador del
niveles acaso más determinantes que en los de otras sociedades con otra historia mestizaje.
y, en particular, con unasinstituciones más sólidas y eficientes en la regulación de
las relaciones interpersonales. De modoqueesta carencia de reconocimiento —es por eso que algunos, me pare-
ce que Max Hernández fue el primero, han dicho que el Perú funciona como una
Poreso me parece indispensable alertar acerca de esta omisión en el trabajo de los Sudáfricasolapa- opera como una coartada al servicio de un proceso masivo de
psicoanalistas. Muchos de ellos, por supuesto, deben haber encontradodiferentes desmentida*. En el sentido que se produce el rechazo de la realidad de una per-
maneras, en su prácticaclínica, de interpretar asociaciones, experiencias o viven- cepción, debido a las significaciones traumáticas que puede comportar*”, Pese a lo
cias identificadas comoracistas en el interior del consultorio. Pero el hecho de que revelan las encuestas comola efectuada por DEMUSa nivel nacional, vista
que nohayan visto la necesidad de otorgarles un carácter particular, incorporán- en el capítulo 1, las elites intelectuales -y no solo estas, por supuesto- del país,
dolas más bien como una más de las múltiples manifestaciones psicopatológicas actúan como si esta percepción no se estuviera efectivamente dando. Lamenta-
repertoriadas en la clínica psicoanalítica, es un dato que no podemos eximirnos blemente,los psicoanalistas no han constituido una excepción, tal comolo revela
de señalar. Porque esa omisión porinclusión, paradójicamente, es la que nos per- sussilencio,tan estruendoso comoel de Freud, citando a Jean Sauvé de la Noue*.
mite observarla penetración dela ideología racista, tanto en el consultorio como Digo esto porquesi, como espero también haberlo dejado claramente asentado,
en la mente del analista. Es precisamente esta infiltración la que opera como un asumimos que nadie en el Perú puede escapara los efectos de la ideología racista,
efectivoinhibidor de la teoría. ¿Para qué ponerse a pensar en algo que puede ser tanto enel plano intersubjetivo como en el de la conformación de su identidad
tratado comoparte de otras manifestaciones psíquicas (tales como sadismo, pul- y, asimismo, en el campo delo intrapsíquico, entonces es evidente que para un
sión de dominio*, narcisismo, proyección, pulsión de muerte, etcétera)? La psi- psicoanalista de estas tierras ese problema debería constituir una prioridad, en el
coanalista norteamericana EthelPerson (2002) describe un: mecanismo análogo ámbito clínico en primerlugar.
en lo que atañe a la relación entre los psicoanalistas y el problema del poder:
Dicha prioridad debería traducirse no solo en su práctica y en su teoría, sino en
“Siguiendo a Freud, la mayoría de analistas han considerado la motivación del la formación de los psicoanalistas peruanos. Afirmoesto tajantemente porque no
poder como un componente relativamente menorde la agresión o el narcisismo, me queda ninguna duda acerca de la poderosa impronta de la ideología racista
o bien comoun derivadode las fantasías infantiles de omnipotencia” (2002: 343, enel establecimiento de los vínculos primarios, objetos internos* e incluso en el
la traducción es mía). nivel pulsional* de los peruanos, tal como lo hemos sugerido en el capítulo 3. De
modo que analizaresta problemática debería constituir un aspectoineludible del
Este razonamiento que,tal como hemos visto en el capítulo 2, para nada es exclu- entrenamiento de un psicoanalista cuyos pacientes, clientes o analizandos sean
sivo de los psicoanalistas peruanos, adquiere, sin embargo, particular relevancia predominantemente peruanos, Por haberme psicoanalizado varios años en París,
en nuestro ámbito,por las características de la sociedad peruana que hemos ex- pese a que mi analista era de origen egipcio, judío y de renombre internacional,
puesto en el capítulo 1. De modoque ese silencio cobra valor de síntoma. Lo que
ese síntoma nos permite vislumbrar corresponde, por un lado, al carácter de tabú 46 La Sudéfica del apartheid, evidentemente. S
47 De acuerdo a la definición propuesta en el Dictionnaire Internacional de Psychar
que, tal como lo hemos mencionado,circunscribe como un escudo de fuerza la entrada deni (de réalté). E
48 Ver capítulo 2.

110 - 11
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO ————————_UMNAINQUIETANTE NEUTRALIDAD:

Hi particular debido al elevadísimo nivel de su conceptualización y sus conside- ciólogo Helmut Dhamerha descrito esa actitud evasiva, en donde la neutralidad
bles aportes a la técnica psicoanalítica, puedo dar fe de lo complejo que resulta malentendida da pie a diversas tergiversaciones, en estos términos:
ranamitir determinadas experiencias y vivencias a quien no solo no es peruano,
Ano que tampocoestá familiarizado con estalínea de pensamiento. “El desarrollo emprendido porel psicoanálisis a partir de la década de 1930 su
reducción a una suave psicotecnia- ha conducido a un encubrimiento de los no-
Lejos de mí el pretender hacer de este espinoso y penoso asunto la piedra de vedosos hallazgos de Freud, que son tan irreconciliables con las ideologías domi-
toque de mi acercamiento a un psicoanálisis peruano, es decir que no se limite nantes sobre el hombrey la cultura como lo eran en 1900.” (2005: 13)
Her notas a pie de página de lo que se produce en las grandes metrópolis del
planeta freudiano. Meresulta familiar e irritante esa tendenciaa leer la realidad El racismo, lo hemos señalado, se da en todo el mundo y en todas las culturas.
¡on el cristal que uno ha sacado, oportunamente, del muestrario. No es pues mi Es, en cierto modo, consustancial a la presencia de los otros. En un libro muy re-
Intenciónracializar este o ningún debate. Lo que sí me propongo es contribuir a ciente, aún no traducido al castellano, el neuropsiquiatra Boris Cyrulnik (2006),
twariumirlesu dimensión estructurante pese a ser una ideología o acaso debido a afirma que: .
ello» en el núcleo de la subjetividad e intersubjetividad de los peruanos.
“Se puede incluso pensar que cada cultura produce relatos placebos o nocebos?
Fl otro punto que ha servido como coartada para el silencio psicoanalítico no en los cuales se bañan los individuos. De esta manera experimentan sentimientos
soloen el Perú, sino en muchos períodos y latitudes de la historia del psicoanálisis de euforia o abatimiento inducidos por lo que es relatado, más queporlo real”
mundial, es esa nebulosa constelación de actitudes analíticas recubiertas por un (2006: 186, la traducción es mía).
Imunto conocido como neutralidad*, La neutralidad del analista también llama-
«la neutralidad benévola- describe una postura que debe adoptarse en el interior Dichos relatos pueden empeorarla calidad de la vivencia, intensificando la cuota
del consultorio, a fin de no perturbar el curso de las asociaciones, así como los de sufrimiento, o bien producir el efecto contrario. Pero lo que aquí nos interesa es
fntasmas y proyecciones del analizando.Es la idea que Freud jamás respetó- del cómo el discurso del mestizaje, tal como lo hemos visto, ha funcionado como un
analista cuya imagen debe ser “opaca comola de un espejo” y que su hija Anna placebo que encubre un efecto “nocebo”(es decir nocivo). Y cómo los analistas,
definiría como un lugar equidistante del Yo, elEllo y el Superyó. Naturalmente, en su gran mayoría, se han coludido con ese discurso, con esa ideología y con esos
eno lugar es una utopía (no hay tal lugar), tal como la recomendación de otro efectos, tanto en su manera de actuar como ciudadanos, que como profesionales
ivan analista, Wilfred Bion, quien recomendabasituarse en la sesión “sin deseo practicantes del psicoanálisis. Esto es congruente con el dato de que una delas
ht memoria” (lo que parece un comentario involuntariamente irónico acerca de características peculiares -en nuestra sociedad- de la ideología racista y su placebo,
lv vejez del analista). el mestizaje, es la de ser tan.insidiosa que parece haberse integrado al paisaje social
con una densidad histórica tan apretada, que ha llegado a parecemos invisible.
Fl anuntoes que aquello que en su inicio fue una recomendación técnica circuns- Precisamente porque la invisibilidad y el ostracismo al que condena a millones de
grita al trabajo clínico en el consultorio, terminó deslizándose hacia una ideología personas tienen la vocación de ser naturalizados hasta el punto de pasar desaperci-
que justificó elsilencio analítico en muchas circunstancias históricas sumamente bidos. Incluso en muchas ocasiones para quienes son sus víctimas.
jraves (las dos guerras mundiales, la persecución nazi contra los judíos, las dic-
tidurns en Latinoamérica, etcétera), si bien ha habido valientes excepciones en De modo que la neutralidad analítica, en este como en otros campos de la vida
todos esos casos. No obstante, la normaha sido la de aislar la práctica psicoana- social, ha constituido otra de esas coartadas que se amoldaba como un velo opa-
lítica del ruido y el furor de la realidad externa, hasta dejarlo desprovisto de esa co a una ideología cuya rancia pertenencia al vínculo social peruano,le permite
pmióncultural que Freud fuera del caso del racismo- supo imprimirle cadavez
con mayorintensidad, a medida que su obra ganaba en solidez y madurez, El so- 49 La palabra "nocebo" (escrita tal cual en francés) es un neclogismo que el autor utiliza por oposición
a placebo: mientras que esta última designa lo que place, la primera alude a Jo que daña, tal como el
término nocivo en castellano.

112 Fe 113
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO UNA INQUIETANTE NEUTRALIDAD.

reclutar complicidades en los círculos más insospechados. Los psicoanalistas, lo racismo,en tanto una delas versiones universales del Mal, nunca podrá
sererra-
hemos visto, no son la excepción. Susilencio se inscribe en una vasta tradición dicado. Y posiblemente asísea. No obstante, lo que podemos y debemos procurar
intelectual que solo ha comenzado a ser cuestionada en los últimos tiempos. Lo es comprenderel fenómeno en todossus extremos, a fin de lograr desarrollar la
que hace de esta omisión una particularmente escandalosa,es la urgencia de la mayor cantidad de antídotos que se encuentren a nuestro alcance. El psicoamá-
intervenciónanalítica en la dimensión más íntima delos vínculos intersubjetivos lisis no es más que uno deestos. Pero acaso uno de los más significativos, en la
e intrapsíquicos de los peruanos. Tal como lo sostienen Bettelheim y Janowitz medida que posee,en principio, la capacidad de introducirse en esas dimensiones
(1950) en su estudio clásico: más segregadas de la personalidad. Precisamente ahí donde se alojan tanto lo que
se ha denominadoaquíel afecto racial, como el significante dela segregación.
“Para planeary analizar este estudio, los autores han utilizado la teoría y las ob-
servaciones de la psicología dinámica y del análisis sociológico. No tiene objeto Pero para conseguirlo es indispensable romper el mito de la neutralidad y sus
plantear la pregunta de quésistemaes el más adecuadopara explicar la intoleran- consecuencias ideológicas. Durante su presentación en la Sociedad Peruana de
cia ética. Está bastante claro, por lo descubierto, que ningúnsistema por sí solo Psicoanálisis, citada en el capítulo 4, Robert Pyles recordaba que los psicoanalis-
habría sido adecuado” (1950: 268). tas tan solo pueden, a lo largo de toda su vida profesional, analizar a un número
limitado de personas. En cambio tienen la posibilidad, tal como Freud esperaba
Y está bastante claro desde hace más de cincuenta años en que se realizó esa in. queocurriera, de llegar a un número mucho más significativo de gente recurrien-
vestigación pionera, queel psicoanálisis es un componente esencial para elucidar do a los medios masivos de comunicación, por un lado,ejerciendola crítica social
lo que esos autores llamaban la “intolerancia ética”. Sin embargo, esto no ha desde una perspectiva psicoanalítica, porel otro. Este es exactamente el desafío
ocurrido. Más bien hemos podido apreciar que han concurrido una serie de fac. que nos planteala ideología racista. A lo que conviene añadir que se requiere,
tores para conseguir neutralizar, si me permitenla paráfrasis, la mirada analítica. simultáneamente, explorarla en la intimidad del vínculo analítico, tanto en lo
Incluso escuelas que en la era actual se han mostrado más proclives al cuestio- transferencial como en cualquier otra de las múltiples facetas de la experiencia
namiento delas estructuras sociales, tales como los diferentes integrantes de la en el trabajo con pacientes.
órbita lacaniana, en particular en sus ramificaciones vinculadas al marxismo de
Zitek, hasta ahora no han investigado las diversasmanifestaciones del racismo Todoesto sin olvidar que estamos trabajando en una sociedad con unas caracte-
rísticas y una ideología, en particular, específicas. Hemos procurado,a lo largo de
este libro, ir enumerando algunas de esas peculiaridades que nos definen, en este
Espero noestar cayendo en la delusión omnipotente de pretender ser el primero en caso máspara mal quepara bien. Sin embargo, es pertinente -y esperanzador- re-
darse cuenta de todo esto. Quisiera retomar, aquí, lo anunciado en la introducción, cordar quela historia y la cultura peruanas poseen unaserie de aspectos entraña-
A lo que nos enfrentamos es a_unaproteica,demostrado su bles, esencialmente aquellos enracimados en torno a una capacidad de disfrutar
capacidadadapta ivalargo.de.todas.las.erapasnuestra” experiencias vinculadas a la sensualidad: la música,el baile, la comida. Lo cual se
historia, Se ha mimetizado de una manera tan eficaz con los usos y costumbres ve acompañado por un humorindeclinable, una frecuentehospitalidad y una ale-
de cada época que nos ha costado y nos sigue costando mucho esfuerzo vencer gría sorprendentes, sí se toma en cuentala dureza de las condiciones de vida para
la resistencia que consiste en considerarla tan ineludible como el Mal,al que se tantos compatriotas. Todos estos signos de vitalidad de ninguna manera deben
refiere Jonathan Littell en el epígrafe citado al inicio de este libro. El escritor ser desechados ni desvalorizados, atribuyéndoles,por ejemplo, esa carga negativa
norteamericano, cuya novela Les Bienveillantes fue escrita en francés,alude la de factores compensatorios que permiten perpetuar unas relaciones sociales mar-
experiencia nazi. Su protagonista, Max Aue, es un oficial de las SS que encarna cadas porla explotación y la inequidad. Ese era el discurso senderista, en donde
a la perfección la célebre apreciación de Hanná Arendt acerca de la banalidad los únicos que tenían derecho a gozar de esos lados más amables de la existencia
del mal. Si aceptamos la premisa de Littell, entonces deberemos concluir queel eran los integrantes de la jerarquía y en particular ese gran Otro obsceno, esa

114 7 115
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO

caricatura de Mao el gran Otro obsceno de todos los Otros obscenos- que fue
Abimael Guzmán cuandoestabalibre y sembrabael terror y la destrucción,sobre
todo entrelos más pobres y desamparados de los campesinos quechuahablantes,
a los que decía defender.

Pero el racismo empaña y limita esa capacidad de vivir una existencia en donde
'Tánatos no sea la potencia dominante, por así decirlo. La tragedia de la violencia
política a la que hemos aludido nuevamente, cerrandoel circulo de fuego abier-
to al inicio, por lo menos tuvola yirtud, gracias al trabajo a contracorriente y a
machamartillo de la CVR —cuyo mensaje la sociedad peruana, sintomáticamente,
se resiste a escuchar y asimilar- de mostrarnosel reverso salvaje de unaideología
racista que habíamos disimulado en un desierto poblado de espejismostan varia-
dos como negaciones,racionalizaciones, diminutivos, chistes y la “mentira blan-
ca”del mestizaje. Ante esa evidencia demencial, todo silencio, toda neutralidad,
toda pasividad, resulta sospechosa. Psicoanalíticamente sospechosa, faltaba más.
En la enormetarea de democratizar una sociedad como la nuestra, en dondelas
instituciones no hacen más quereflejar las precarias condiciones de nuestra con-
vivencia y nuestro pacto social, marcadas por unos afectos comoelresentimiento
y el remordimiento que conspiran para impedirnos acceder a un grado superior de
humanidad, cada cual debe intentar asumir sus responsabilidades. Así, los psicoa-
nalistas peruanos debemos procurar reconocer aquello que nos falta y aquello que
nos corresponde en lo que requiere nuestra cultura para enfrentarse con mejor
pie a la tarea digna deSísifo, es cierto- de procesar su malestar. Y es por eso que,
en ese terreno incierto de lo no dicho, de lo sabido no pensado, cuyos efectos
dejan unos surcos imborrables, el psicoanálisis posee los instrumentos acaso más
adecuados para conducir la exploración y luego liderar ese combate: casa por
casa, cuerpo a cuerpo, mente a mente.

Lima, Junio del 2007

116
ANEXOS
ANEXOS

NOTA

He dividido esta sección deanexos en dos partes. La primera está destinada a


todos aquellos que no se sientan enteramente familiarizados con los conceptos
psicoanalíticos. En la literatura psicoanalítica se suele cometer el pecado de so-
berbia que consiste en asumir que todos los lectores conocen la terminología
especializada. Espero no caer en el exceso contrario y subestimarla cultura de
quienes se hayan dignadoleereste texto.

La segunda es una selección de nociones queresultan, a mi mododever, particu-


larmente relevantes para trabajar con la problemática del racismo,siempre desde
unaperspectiva psicoanalítica. Por eso la he denominado Caja de Herramientas.
Demás está decir que todo aporteserá bienvenido,

Para presentar estas definiciones sucintas, en ambos casos, me he remitido a los


diccionarios más reconocidos en el medio. En algunos casos, al no disponerse de
traducciones de los textos al castellano, me he permitido traducir y adaptar las
definiciones parafacilitar la comprensióndellector no especializado. Para ciertos
términos, me ha parecido oportuno limitarme a la definición del propio Freud. En
ocasiones he proporcionado definiciones de corte más general (psicopatía, psico-
sis), más bien de corte psiquiátrico, únicamente porque suelen ser confundidas
en el uso coloquial. Para algunos conceptos más modernos que aún no han sido
incluidos en ningunodelos diccionarios de referencia, me he remitido directa-
mentea las fuentes concernidas (Green, Sibony, Castoriadis, etc.). Sin embargo,
quienquiera: se interese en profundizar estas acepciones, puede remitirse a la bi-
bliografía, donde figuran las referencias detalladas de las obras citadas.

A saber:

- Vocabulaire de la Psichanalyse, de Laplanche y Pontali.


- Diccionario del Psicoanálisis, de Roudinesco y Plon.
- Dictionnaire International de la Psichanalyse, sous la direction d'Alain de Mijolla.
- Diccionario del Pensamiento Kleiniano, de R. D, Hinshelwood.
- Grand Dictionnaire Larousse de la Psychologie.

121
ANEXOS

GLOSARIO DE TÉRMINOS
PSICOANALITICOS
Afectos
Los afectos son modalidades de expresión delas pulsiones, que manifiestan esta-
dos internos de la vida psíquica a partir de dos polaridades primitivas de placer
y displacer, que desempeñan unrol esencial en el conjunto del funcionamiento
mental y en particular en la organización defensiva del Yo.

Alucinación negativa
La alucinación negativa es el borrado activo de una percepción que conduceal
sujeto a ignorarla, haciendo aparecer una laguna enla realidad o una impresión
más vaga de realidad.

Ambivalencia
Presencia simultánea en la relación con un mismo objeto, de tendencias, actitu-
des y sentimientos opuestos, en particular de amory odio.

Delusión
Concepto, imagen o representación sin verdadera realidad.

Desimbricación
Freud utiliza los términos imbricación-desimbricación de pulsiones para dar
cuenta de la “mezcla” o separación de las pulsiones de vida y muerte en el marco
de su segunda teoría de las pulsiones.

Desinvestidura
Retiro de la investidura (o carga) precedentemente asignada a una representa-
ción, a un grupo de representaciones, a un objeto, a una instancia, etc.

Ello
Unade las tres instancias distinguidas por Freud en su segundateoría del aparato
psíquico. El ello constituye el polo pulsional de la personalidad; sus contenidos,
expresión psíquica delas pulsiones, son inconscientes, por una parte, hereditarios
e innatos, por otra, reprimidos y adquiridos.

123
2 NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO
ANEXOS ——_—_———_—_—__

lón Libido
Mina disociación resultante de un conflicto, que puedeafectar al Yo (escisión
Energía postulada por Freud como substrato de la pulsión sexual en cuanto al
Mo) o 1 nunobjetos (escisión del objeto). Es un proceso intrapsíquico muy ge-
objeto (desplazamiento de las investiduras o cargas), en cuanto al fin (sublima-
Móral-en la medida que funda igualmente la capacidad del aparato psíquico para
ción por ejemplo), en cuanto la fuente de la excitación sexual (diversidad: de
Jeparirao en sistemas (primera tópica: Inconsciente, Preconsciente, Consciente)
las zonas erógenas).
Jam initancias (segunda tópica: Ello, Yo, Superyó).
Narcisismo
Fantasma El término “narcisismo” designa, en referencia a la mitología griega, el amor a
Ha ima producción psíquica imaginaria que presenta la estructura de un escena.
sí mismo. No obstante, el escritor Norman Mailer nos recuerda algo esencial:
Mi, 41 el sentido del teatro o el cinema, al servicio de la realización de un
deseo. el narcisista es aquel que se toma a sí mismo como pareja, lo cual complejiza la
Pijudo tratarse de una producción consciente, de una ensoñación diurna
desarro- noción. André Green ha diferenciado, por otra parte, un narcisismo de vida de
lla por el sujeto, que se procura así imaginariamente una satisfacción erótica,
uno de muerte. El primero es indispensable para las realizaciones humanas,el
Ayrosiva, de amorpropio, de magnificación de sí mismo, etc. En
esta función de segundo es el que las contamina; por ejemplo, el racismo que nos hace sentir
Jtlalncción del deseo, la ensoñación está emparentada con el sueño
nocturno, superiores —o inferiores- a los demás.
puropuede igualmente ser análoga a síntomas o comportamientos con el
mismo
fin De modo que todas estas manifestaciones tienen una fuente común,
el fan- Narcisismo de las pequeñasdiferencias -
ima inconsciente.
“Siempre es posible unir los unos a los otros mediante lazos de amor a una mayor
masa de personas, con la condición que hayan otras fuera de esta para recibir los
Ideal del Yo
golpes. Ya me he ocupado antes de este fenómeno,en virtud del cual justamente
Término utilizado por Freud en el marco de su segunda teoría
del aparato psí- comunidades vecinas e incluso emparentadas se combaten y burlan recíproca-
h gulico (Yo, Ello y Superyó): es una instancia dela personalidad
queresulta de mente; por ejemplo españoles y portugueses, alemanes del norte y del sur, ingleses
Ii convergencia del narcisismo (idealización del Yo) y de las identificacion
es y escoceses,etc.” Sigmund Freud, El Malestar en la Cultura.
1onlos padres, con sus sustitutos y con los ideales colectivos. En
tanto que
Instancia diferenciada, el ideal del Yo constituye un modelo al cual
el sujeto Necesidad de castigo
huso conformarse.
La necesidaddecastigo es una exigencia internadeciertos individuos que buscan
situaciones penosas o humillantes, complaciéndose en estas.. Para Laplanche y
Identidad de percepción, identidad de pensamiento
Términos utilizados por Freud para designar:.eso hacia lo cual
Pontalis (1967), lo que es irreductible en tales comportamientos debería, a fin de
tienden el proce- cuentas,ligarse a la pulsión de muerte.
M0 primario y el secundario, respectivamente. El proceso primari
o se orienta a
| ficontrar una percepción idéntica a la imagen del objeto resulta
nte de la expe- Negación ,
Mancia de satisfacción. En el proceso secundario, la identidad El término “negación”, o “renegación”, designa un proceso psíquico que permite
buscada es la de los
pensamientos entresí, Ñ al sujeto formular negativamente el contenido de un deseo inconsciente, El con-
tenido del deseo encuentra una expresión consciente, pero el sujeto continúa
Internalizar pensando queese deseo nole pertenece.
1) Término utilizado como sinónimo de introyección (ver más
adelante).
bj) En unsentido más específico, proceso mediante el cual relaciones Neutralidad . :
intersubje-
vas son transformadas en relaciones intrasubjetivas (inter
nalización de un con- Los términos “neutralidad” y “neutralidad benévola”. caracterizan la actitud con-
Ilicto, de una prohibición, etc). transferencial que debe adoptar el psicoanalista durante la cura psicoanalítica.
124 > 125
— NOS HABÍAMOS OMOLEADO TANTO

Freud no los utiliza y, más bien, Inslste en el clima de


“abstinencia” en el cual Psicopatía
debe desarrollarse la cura, Owen Renik señala, significativ
amente, que el térmi- Perturbación permanente de la personalidad, que no es del orden de la neuro-
no alemán que Freud emplea para neutralidad es Indifferenz,
literalmente, indi- sis ni de la psicosis y se caracteriza esencialmente por conductas antisociales
ferencia.
impulsivas, por las cuales el sujeto no siente habitualmente sentimientos de
Objeto culpabilidad.
El término “objeto” es polisémico en psicoanálisis. No es una
cosa ni una persona, Psicosis , E.
ni el contenido fantasmático o una zona del cuerpo de
esa persona. El concepto Enfermedad grave que afecta globalmentela personalidad del pacientey justifica
de objeto es un instrumento de compresión para el analista.
Es el elemento in- a menudoun tratamiento terapéutico intensivo, siendo a veces necesaria la hos-
consciente que da una cierta continuidad a la investidura de
las representaciones pitalización en contra de la voluntad del paciente.
de diferentes órdenes.

Omnipotencia mágica del pensamie


Pulsión ó ]
nto “La pulsión nos aparece como un concepto limítrofe entre lo somático y lo psí-
La creencia en la omnipotencia mágica del pensamientoes
típica'del modo de quico, como representante psíquico de los estímulos provenientes del interior del
pensamiento animista pero también del de la neurosis
obsesiva, en donde la mis- cuerpo quellegan al alma, como una medida dela exigencia de rrabajo impuesta
ma conducta mágica se encuentra en el síntoma. Consi
ste en la certeza de ser al alma como consecuencia de su coherencia con lo corporal”. Sigmund Freud,
capaz de transformar o influir en el mundo externo única
mente mediante ideas. Pulsiones y Destinos de las Pulsiones.
Posición esquizo-paranoide
Punto de capitón . y
En la posición esquizo-parancide, las experiencias primarias del bebé se
en dos: a las experiencias totalmente buenas correspond
escinden Noción de Lacan. Es un punto de abrochamiento quedetiene el deslizamiento
e el objeto “bueno”,a de los significantes y fija un significado determinado; puede ser, por ejemplo, el
las experiencias totalmente malas el “malo”. Para prote
gerse contra los objetos significante de segregación.
malos, el Yo recurre a un mecanismo de escisión quese
produceenelinterior del
mismo.
Rasgo unario ]
Procesos primarios y secundarios Según Jacques Lacan,el rasgo unario (trait unaire) es la forma elemental del sig"
t nificante como pura diferencia y soporte de la identificación simbólica. Es, por
Designan dos modos de funcionamiento del aparato
psíquico, antinómicos sin ejemplo, aquello de mí que encuentro —inconscientemente- en todas las parejas
embargo complementarios. Los procesos primarios,
directamente animados por que hetenidoa lo largo de mi vida.
la pulsión, están al servicio del principio del placer y realiz
an un flujo libre de la
energía psíquica; los procesos secundarios, que suponenla
ligazón de esta ener- Regresión tópica ' Z
gía, intervienen como sistemas de control y regulación y están
al servicio del Freud distinguetres tipos de regresión: una tópica, en el sentido del sistema! es
princi pio de realidad. Toda la vida psíquica está regida porel equili
brio de estos quico, una regresión temporal cuandosetrata de retornar a formaciones psíqui-
dos tipos de procesos, variable según los sujetos y los
movimientos. cas anteriores, una regresión formal cuando los modos primitivos de expresión y
Psicoanálisis aplicado figuración reemplazan a los modos habituales. Sin embargo, anota que los tres
Serefiere a lo que concierne al trabajo con ámbitos tipos se unen en la mayoría de los casos, ya que lo más antiguo en el tiempo
diversos del de la cura, en es también lo más primitivo desde el punto de ista formal y está situado en la
particular el análisis de textos literarios, obras de arte
o diversos fenómenos dela tópica psíquica más cercana al extremo de la percepción (o polo perceptivo, por
civilización.
* oposición al polo motor).

126 5
127
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO ANEXOS

Representaciones mentales Transferencia ,


El término “representación” tiene dos acepciones en psicoanálisis: un sentido El término “transferencia” designa la transposición hacia otra persona —y prin-
“A”, el de una evocación consciente o preconsciente en el espacio psíquico in- cipalmente el psicoanalista- de sentimientos, deseos, modalidades relacioríales
terno de un objeto o una persona, o bien de un acontecimiento que pertenece al antes organizadas o experimentadas en relación a personas muy significarivas en
mundoexterno; un sentido “B”, en donde designa una de las dos expresiones (o la vida del sujeto en cuestión.
traducciones) de la pulsión en el nivel de los procesos psíquicos,siendoel otro el
“quantum” o carga, de afecto. Vínculos fusional, parasitario y comensal
WR. Bion es el autorde esta teoría: “Por comensal” entiendo unarelación en que
Sentimiento de culpa inconsciente E dos objetos comparten un tercero para ventaja delos tres. Por 'simbiótica' entien-
Elsentimiento de culpa inconsciente es un estado delYo, resultante del conflicto do unarelación en que uno depende del otro para ventaja mutua. Por “parásita”
inconsciente entre las aspiraciones del Superyó y las del Yo. Este sentimiento denoto una relación en que uno dependede otro para producir un tercero que es
domina todala vida pulsional no solamente evitandola satisfacción de las pul destructivo de los tres.” (Bion, 1970:95)
siones, sino también aumentandola libido y causando así unasatisfacción maso-
quista. El masoquismo moral ha sido igualmente reconocido por el psicoanálisis Viscosidad dela libido
como un sentimiento de culpa inconsciente. Freud evoca una “viscosidad libidinal” como explicación de ciertas dificultades
encontradas en la cura psicoanalítica para el desplazamiento y la calidad de la
Síndrome energía libidinal, agregando que también se puede encontrar el tipo opuesto, es
Conjunto de síntomas característicos de una enfermedad. Conjunto de fenóme- decir personas en quienes la libido posee una movilidad particularmente acen-
nos que caracterizan unasituación determinada. tuada. De este modose lanzan bruscamente hacia nuevas cargas propuestas por
el analista y abandonan las precedentes.
Superyó a
El Superyó constituye una de las tres instancias en la segunda tópica (segundo Yo
modelo del aparato anímico) de Freud (expuesto por primera vez en su trabajo El En 1923(en ElYo y el Ello) Freudatribuye al Yo unlugar de instancia del aparato
Yo y el Ello (1923), Esencialmente proviene de la internalización de la autoridad psíquico, como intermediaria de función reguladora entre el Ello, el Superyó y la
parental: “su rol es asimilable al de un juez o un censor con respecto al Yo” (La- realidad externa, En la actualidad su uso se divide en el interior del movimiento
planche y Pontalis, 1967). psicoanalítico- entre los integrantes de la escuela de la Psicología del Yo, quienes
privilegian sus funciones de adaptación,y quienes prefieren recurrir a nociones
Trabajo de lo negativo tales comoself,sí mismoo sujeto.
André Green propone reconsiderar el concepto de pulsión de muerte como “nar-
cisismo negativo”,es decir que no tiende hacia el Uno, comoen la visión freudia-
na clásica, sino hacia el cero, en donde la psique aspira a'su propia aniquilación
en última instancia, tras el fracaso de las demás soluciones. Lo negativo no es
entendido aquí comola inversa de lo positivo,sino comoel retornoa la nada.El
trabajo de lo negativotiene unaestrecha relación con la alucinación negativa,
en donde parecen estar en juego ciertos funcionamientos regresivos bajo el modo
alucinatorio, más que la alucinación propiamente dicha.

128 rs 129
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO ANEXOS

CAJA DE HERRAMIENTAS Identificación con el agresor


La identificación con el agresor es un mecanismo de defensa descrito por Anna
Freud, utilizado para protegerse de la emergencia de afectos dolorosos: “El sujeto,
Afecto racial confrontado a unpeligro externo(representado típicamente por una crítica" que
Afecto racial, dice DanielSibony (1988), en el sentido en que esa palabra designa emana de una autoridad), se identifica con su agresor, ya sea asumiendo por su
el impase, el bloqueo de los pensamientos inconscientes, con diferentes niveles cuentala agresión tal cual, ya sea imitando psíquica o moralmentea la persona
ciertas
de represión, desde la originaria hasta la represión final del crimen. En del agresor, o bien adoptandociertos símbolos de potencia que lo designan” (La-
regiones de su discurso, dice, el sujeto es afectado por una suerte de inscripción planchey Pontalis, 1967).
única que excluye el despliegue, la distancia, la doble inscripción.
Identificación reivindicatoria
Desmentida ; “La identificación reivindicatoria es producto y consecuencia de la programación
psíquica que consiste en
La desmentida o renegación dela realidad es una acción de un proyecto identificatorio; precedea las relaciones objetales posnatales y se
traumática s
rechazar la realidad de una percepción debido a las significaciones articula con la estructura del sistema narcisista intersubjetivo al servicio de la
que puede comportar. regulación deese “otro' desconocido porel sujeto, y que lo instala en unrol uní-
voco dentro dela circularidad repetitiva de un destino inmutable”. (Kancyper,
Función objetalizante, función desobjetalizante 1992: 97).
“Defino entonces la función objetalizante como la transformación de las 'funcio-
nes' en 'objetos'. La función objetalizante constituye para mí la formulación mo- Introyección
dera de aquello que Freud llamó Eros, pulsiones de vida o amor. Correlativa- La introyección es un proceso psíquico fundamental en el desarrollo psíquico del
es
mente, la función desobjetalizante tiene que ver con la pulsión de muerte y niño, en relación con los fantasmas de incorporación. Sandor Ferenczi insiste
la que desliga, la que desune, la que hacer perderal sujeto las caracter ísticas en las identificaciones con el agresor en los síndromes postraumáticos porintro-
específicas del objeto”. (Arídré Green, 2001: 26) yección del sentimiento de culpa del adulto. “El sujeto hace pasar, en un modo
fantasmático, de “afuera” hacia “adentro” objetos y cualidades inherentes a esos
Discriminación EE objetos” (Laplanche y Pontalis, 1967).
Enel contexto de este estudio porque existen: otras modalida desde discrimi na-
ción ajenas al racismo-la discriminación consiste en clasificar a los seres huma- Malestar en la Cultura
nos en grupos “raciales” distintos. Es el título de un texto de Freud (1930), en el cual mejor defiendee ilustra la ana-
logía e incluso la identidad entre el desarrollo individualy el de la cúltura,siendo
Enactments la familia siempre el medio. Agresión y realidad son integrados en la dinámica de
Es un término quesuele utilizarse en inglés en la lireratura analítica. Se refiere las psicologías individual y colectiva.Para ello identifica pulsión de muertey ten-
a una acción cuyo objetivo, fuerza e intención son llevados a una elevada in- dencia a la destrucción y, casi, cultura y Eros (“la cultura es un proceso al servicio
tensidad. Dicha intensidad le proporciona concreción y actualidad a su impacto de Eros, proceso que tiende a agrupar individuos humanos aislados, más tarde
cuya
sobre la otra persona en el campo de la acción. Se trata, pues, de un acto familias, luego tribus, pueblos, naciones, en una gran unidad,la humanidad”).
se
intención es la de persuadir o forzar al otro a una acción recíproca. El mensaje
transmite mediante palabras, silencio, acciones y también a través del lenguaje Mapeo
corporal. E Donald Moss (2006) utiliza la metáfora del mapéo para ilustrar un fenómeno del
pensamiento racista, que ubica al objeto degradadoa lo largo deejes verticales

130 se 131
NOS HABÍAMOS CHOLEADO TANTO ANEXOS

y horizontales. Estos ejes establecen coordenadas de jerarquía y distancia. Una muertese dirigen secundariamente hacia el exterior, manifestándose, entonces,
vezinstaladaslas coordenadas,el pensamientoracista parece comienza a parecer bajo la forma de la pulsión de agresión o de destrucción.
arraigado en un suelo natural. De este modo se consolida la identidad del otro.
(Moss, 2006: 271) Racialización
“El racismo es la fabricación y utilización de la noción de raza. Es evidente que
Prejuicio esta utilización privilegia la actividad; por lo tanto, diría que más útil que la no-
Opinión previa y tenaz, representación mental en virtud de la cual se confiere ción de racismoes la de racialización: el proceso defabricar y utilizar la noción de
una significación extensa a los signos “raciales”. El color de la piel es considerado raza en cualquiera de sus extremos. Sugiero que el término racialización (con su
comoelsigno de otras diferencias más importantes. Clásicamente,se refieren a énfasis en la actividad, una actividad que requiere nuestra continua cooperación)
cuestiones de capacidades. Las “razas” no blancas son, consideradas inferiores captael sentido del fenómeno en discusión con mayorprecisión que el término
en el plano intelectual y superiores en el plano físico, sexual o musical. Existe racismo (que tiene algo pasivo en sus connotaciones). (Dalal, 2006: 157).
igualmente un prejuicio ligado a un racismo “cultural” que considera a las demás
“razas” no comoinferiores sino como naturalmente diferentes en sus costumbres, Remordimiento
valores y maneras de vivir. Dichasdiferencias producirían entoncesdificultades El remordimiento, “es la inquietud que despierta la memoria de una culpa, cre-
e incluso violencia, si “razas” diferentes intentan vivir juntas. En consecuencia cida clandestinamente en la oscuridad. Culpa singular, repetitiva, que se carac-
deben ser controladas o excluidas. teriza por ser siempre pródiga en "nuevos desquites, revertidos sobre la propia
persona” (Kancyper, 1992; 83).
Proyección
* La proyección es un proceso intrapsíquico que crea o modela una percepción (o Resentimiento
un conjunto de percepciones) referida a un objeto del mundo externo, el que Elresentimiento “es la resultante de humillaciones múltiples, ante las cuales las
no obstante es percibido porel sujeto “objetivamente” según sus características rebeliones sofocadas acumulan sus “ajustes de cuentas', tras la esperanza depreci-
propias; el caso más interesante es aquel en el que este objeto es una personareal pitarse finalmente en actos de venganza” (Kancyper, 1992: 17).
(a veces llamada “objeto externo”). Su función defensiva consiste en expulsar del
espacio intrapsíquico lo que produce displacer, amenaza, etc. Su función deela- Realidad Psíquica
- boración instaura y consolida la indispensable diferenciación adentro/afuera. Si El concepto de realidad psíquica fue forjado por Freud para designar el nivel de
la función defensiva prevalece,la proyecciónestá al servicio del desconocimiento realidad específica de los procesos de la psique. De los tres tipos de realidad; a
y el mundoasí construido se puebla de figuras hostiles. saber, material, biológica y psíquica, esta última es el objeto privilegiado de la psi-
cología. Designa el modo de realidad y la fuerza de la subjetividad, la objetividad
Pulsión de Dominio psíquica de la acción de la subjetividad y su primacía en lo que concierne a la
La pulsión de dominio designa unapulsión orientada a la apropiación del objeto inteligibilidad de los hechos psíquicos.
o su dominación por la fuerza. Es originalmente asexual. Puede serlibidinizada
secundariamente,en alianza con el sadismo.

Pulsión de muerte
La pulsión de muerte es lo que hace que los seres vivos tiendan hacia un estado
sin vida. No puede manifestarse sola; su trabajo se reconoce,en particular, a par-
tir de la compulsión a la repetición, cuando se independiza de Eros. Orientadas
inicialmente hacia el interior y tendientes a la autodestrucción,las pulsiones de

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