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HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL EN COLOMBIA (1812-2016)

Y Rios de Sangre Inundaron Suelo

Colombiano

Joaquin Suarez Espinosa.


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La Historia debe, hoy más que nunca, estudiar


científica y profundamente los problemas sociales,
asumiendo un compromiso social de orientación y
denuncia.

LEY 975 de 2005:

“Artículo 56. El conocimiento de la historia de las causas, desarrollos y consecuencias de la


acción de los grupos armados al margen de la ley deberá ser mantenido mediante
procedimientos adecuados, en cumplimiento del deber a la preservación de la memoria
histórica que corresponde al estado.”

En cumplimiento de este artículo 56 se redacta este resumido trabajo.

La Ley Fundamental de la Historia es:

NO OLVIDAR.
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TABLA DE CONTENIDO

Prologo a la muerte 4

Las Guerras Civiles del siglo XIX 34

De las Guerras Civiles a la masacre de las Bananeras 101

La Violencia desde 1930 116

La Guerra Civil después del 9 de abril de 1948 143

La Guerra Civil desde 1964 285

La nueva violencia para militar desde 1980 435

La Guerra Civil en el nuevo siglo XXI 590

La Profecia 786

Bibliografía Utilizada. 787


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PROLOGO A LA MUERTE.

Colombia es un inmenso cementerio de sus propios hijos.

La guerra en Colombia: una cuestión de semántica lingüística.

En Colombia ha existido una REALIDAD mas allá de palabrerías y de habladurías:

Un grupo de cincuenta familias tomaron el poder el 17 de diciembre de 1817 y en el

Congreso de Angostura declararon fundada una “República democrática” a la que llamaron,

“República de Colombia”. Desde entonces se dedicaron no solo a perpetuarse en el poder,

sino lo que es peor, a enriquecerse fraudulentamente por medio de la Violencia, despojando

al pueblo de la propiedad de sus tierras, sus ganados, sus viviendas, todo. Para ello, se

ingeniaron la estrategia de enfrentar al pueblo contra sí mismo y en su beneficio:

organizaban ejércitos de pobres y los enfrentaban entre sí mismos, mientras ellos, que no

participaban en la contienda, se dedicaban a gobernar y apoderarse de las propiedades de

los que se mataban unos con otros. ¿Cómo se llama eso?: ahí es donde viene el asunto de la

semántica lingüística, de la etiología, de la interpretación y entendimiento de la palabra.

El asunto de la confrontación armada en Colombia ha sido manejado por la burguesía

gobernante a su acomodo y conveniencia, desde el punto de vista etiológico y semántico.

¿Qué ha existido en Colombia desde 1811? La burguesía y sus medios de comunicación se

han negado siempre a manifestar que es una Guerra civil y menos, una guerra civil del

Estado contra su propio pueblo. ¿Entonces, que es?


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En el terreno de la Filología (que es la ciencia que estudia la lengua y la literatura de un

pueblo a través de los textos escritos), se maneja la Palabra. Todo idioma está compuesto

de Palabras –ya escritas, ya habladas- , sometidas a interpretación y entendimiento.

La PALABRA es un fragmento funcional de una expresión, ya hablada, ya escrita; es

un grupo de signos escritos o sonidos pronunciados, que tienen un significado determinado.

Las palabras, significan algo, señalan algo. Por tanto, es preciso saber QUE SIGNIFICA

cada palabra. En los idiomas, sucede con cierta frecuencia que una palabra significa una

cosa, pero puede ser interpretada y entendida de varias o muchas formas diferentes,

contradictorias y hasta opuestas. Es preciso saber interpretar y entender las palabras usadas

en cada circunstancia.

La Semántica lingüística es el estudio del significado de los signos lingüísticos y de sus

combinaciones y ésta ciencia ni siquiera es suficiente a la hora de esclarecer el significado

de una palabra y debe recurrirse entonces a la ETIMOLOGIA, que es el estudio del origen

y de la raíz del significado de la palabra.

Así las cosas, las palabras se interpretan y se entienden de diversa manera. Interpretar es

declarar el sentido de algo; Entender, es percibir y tener una idea clara de lo que se dice, se

hace o descubrir el sentido profundo de algo; es poseer una idea clara y precisa del

significado de una palabra.

El juego de las palabras se presta para engañar, distraer, confundir: se dice algo para

que se entienda cosa distinta o contraria.

La burguesía dirigente colombiana ha utilizado la semántica lingüística y la etimología,

para dar una interpretación a los sucesos violentos acaecidos en Colombia desde 1811.
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La burguesía gobernante nunca ha reconocido esta realidad, tergiversándola

semánticamente. En el siglo XIX la llamaba “guerras civiles” y explicaba que ejércitos del

mismo pueblo se enfrentaban por ser centralistas o federalistas, santanderistas o

bolivarianos; radicales o católicos; radicales o conservadores; conservadores y liberales.

Pero eran famélicos ejércitos de pobres contra pobres, armados y azuzados por sus

dirigentes desde sus curules y ministerios, que en su analfabetismo ni siquiera entendían

porque ideas ni doctrinas es que se mataban, mientras sus jefes gobernaban y se enriquecían

a su costa.

En la primer mitad del siglo XX, la llamaron “La Violencia” y dijeron que se trataba de

bandas de liberales y conservadores enfrentados por sus ideas; en la segunda mitad del

siglo XX señalaron que se trataba de bandoleros descarriados; luego los calificaron como

Bandidos, luego como terroristas, luego como narco-terroristas y dijeron que en Colombia

no había guerra civil ni violencia ni bandolerismo, sino un problema de narco-terrorismo.

Ya a partir del año 2000 y especialmente bajo el gobierno de Juan Manuel Santos (2011),

se empezó a hablar de un “conflicto interno” entre unos guerrilleros y el estado.

En 2016 es común hablar de guerrilleros y de un conflicto interno que desemboca en un

proceso de paz. ¿Sencillamente, un conflicto interno?

La semántica lingüística, la etimología, la interpretación que se ha dado al fenómeno

tratado ha sido engañosa y falsa: guerras civiles del siglo XIX; la violencia; bandolerismo;

terrorismo; narco-terrorismo; guerrilleros; conflicto interno. No, lo que ha existido en

Colombia desde 1811 ha sido una GUERRA CIVIL DEL ESTADO CONTRA SU

PROPIO PUEBLO:
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Un estado burgués privilegiado y arbitrario que organiza, arma, estimula y enfrenta a

bandas y ejércitos de pobres para que se maten unos con otros, mientras ellos se perpetuán

en el poder y se enriquecen apoderándose violenta e ilegalmente de las tierras, propiedades

y riquezas de esos combatientes, llámense como se llamen. El Estado lanza a sus fuerzas

armadas que llama “legitimas” (ejército, policía, aviación, marina, detectivismo), aliadas a

un ejército paramilitar, armado, permitido y patrocinado por el Estado en contra del

ejército del pueblo “ilegitimo” al que llaman bandidos, bandoleros, terroristas, monstruos

del mal: ¿eso no es una Guerra Civil de un Estado contra su propio pueblo?.

Desde el siglo XIX el ejército y la policía del Estado eran quienes asesinaban a los

campesinos para despojarlos de sus tierras, sus casas y sus cosechas y entregarlas a los

hacendados; desde el siglo XX fueron cuadrillas paramilitares, llamadas “Chulavitas” o

“Pájaros” los que asesinaban a los campesinos para despojarlos de sus tierras, cultivos,

ganados y viviendas en beneficio de los terratenientes; para defender esos despojos

violentos y arbitrarios (“La propiedad es robo”) el Estado organizo, patrocino, permitió y

armo un ejército que hacía lo mismo y llamó “Autodefensas Unidas de Colombia, AUC”, el

“paramilitarismo”: y siempre a los campesinos, obreros y estudiantes que tenían el valor y

el arrojo de armarse y defenderse de tal brutalidad salvaje, los llamaron liberales, bandidos,

bandoleros, terroristas, narco terroristas, criminales, los Malos. ¿No es eso una Guerra Civil

del Estado contra su propio pueblo?

El fenómeno rebasa los límites, interpretaciones y entendimientos de lo que puede

llamarse desde el punto de vista semántico o etimológico, “guerra civil de liberales contra

conservadores”, “Bandolerismo”, “Terrorismo”, “Narco-terrorismo” ni “Conflicto interno”.


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Esa axiología (ciencia de los valores) dividió siempre a los colombianos en Malos y

Buenos. En Colombia, una persona o es mala o es buena, más allá de cualquier otro

calificativo. Los Buenos son los clérigos, los militares, los gobernantes civiles, (los llaman

“autoridades eclesiásticas, militares y civiles, en ese orden de jerarquía) y son los ricos, los

detentadores de la riqueza y de los recursos del país. Los Malos son los liberales, que han

ido mutando semánticamente en bandidos, bandoleros, terroristas, narco-terroristas,

simplemente Monstruos Malvados que sin ninguna razón ni causa, por el solo placer de su

odio se dedican a cometer crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra, secuestros,

extorsiones, atentados, homicidios, violaciones, hurtos, secuestros y etc., etc,etc.

Esa ha sido la semántica lingüística, la etiología, el manejo de la palabra, la

interpretación, el entendimiento que se ha dado al fenómeno colombiano: palabras, tan solo

palabras, como reza alguna canción popular.

Cada palabra y cada frase debe ajustarse siempre a su autentico y real significado, a lo

que es, como dice Parmenides, “es o no es”. Una cosa “es o no es”, pero nada más. Un

perro Es un perro o no es un perro, pero no puede mostrarse un perro y decir que es un

barco o un tren o una montaña.

El juego de la semántica gramática no oculta y menos niega la realidad de cada cadáver

descuartizado a machete, abaleado a metralla, degollado, incinerado y arrojado al rio más

cercano bajo la disculpa de tratarse de un Bandido, de un Narco-terrorista que merece

morir, mientras sus ejecutores si merecen vivir y se les llama “héroes de la patria”.

Este libro trata de decir la Verdad de lo que ha sucedido en Colombia desde 1811, con

palabras que concuerden con la realidad de los hechos ocurridos, diciendo las cosas como
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son, “es o no es”. No llamando a un sujeto o a un hecho, por un adjetivo calificativo que no

corresponde a la realidad, tergiversando la historia ni condenando sin defensa a los

vencidos de siempre ni menos ocultando, disfrazando y vanagloriando a los verdaderos

monstruos del odio culpables de la mas indómita y feroz barbarie partidista y materialista,

envenenada del mas horrendo fanatismo fascista.

La de Colombia no ha sido ni siquiera una guerra de ricos contra pobres, sino del

Estado como institución y como poder, contra todos los pobres capaces de defenderse de su

agresión y culpables de pensar por sí mismos y eso más que todo: capaces de PENSAR,

porque en Colombia desde 1811 ha sido el pensar un delito castigado con la pena de

muerte sin juicio previo, aplicado no por jueces ni leyes, sino por soldados y policías del

mismo pueblo en beneficio de los gobernantes burgueses de siempre.

Colombia ha sido un vergonzante estado que califica a sus propios hijos de Bandidos y

los condena a muerte por el capricho, el odio y la ambición de sus gobernantes y todo eso

ha sucedido impunemente, sencillamente porque el mismo pueblo masacrado, explotado y

expropiado lo ha permitido desde la abismal cima de la ignominia.

Es cuestión de semántica e interpretación: todas las personas no interpretan ni entienden

una misma palabra de igual forma: para mí, una persona como Jacinto Cruz Usma, fue un

campesino sencillo, modesto y pacifico. Para los gobernantes de Colombia fue un Bandido.

Colombia, es el único país del mundo donde los pobres se matan unos con otros en

irracional defensa de los ricos que los explotan.

La prensa burguesa – diario “El Tiempo” del 26 de septiembre de 2016- publica que

“Según los registros de la Unidad de Victimas, que incluye hechos ocurridos desde 1958, se
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han registrado 267.162 muertos en medio del conflicto armado. Esos asesinatos fueron

cometidos por todos los actores del conflicto”: esta es una inmensa y descarada

MENTIRA, porque los cadáveres no existen para contarlos. ¿Quién contó los muertos?

Los colombianos fueron asesinados, descuartizados, desmembrados, quemados y arrojados

a los ríos de sangre para borrar y olvidar su existencia. Por lo mismo: tampoco hay

memoria. ¿O es que esos 267.162 son los muertos que se salvaron de ser descuartizados,

desmembrados, quemados y arrojados a los ríos o a la fosas comunes?; la publicación

refiere “hechos ocurridos desde 1958”, ¿y donde están los muertos caídos a manos del

estado entre 1948 y 1958?; ¿esos no cuentan o ya no importaba contarlos?; ¿y los que

cayeron entre 1947 y 1930?; ¿y los asesinados entre 1928 y 1900?; ¿y los que murieron en

las guerras civiles del siglo XIX?, ¿es que esos no cuentan, porque en Colombia hay

muertos de primera, de segunda y de tercera clase????

Un General del Ejército de Colombia (cuyo nombre no se puede mencionar bajo pena

de muerte) ordenó a sus soldados, “Quiero ríos de sangre”…………

…… Y, Ríos de Sangre inundaron suelo colombiano……

Un prologo a este libro, no puede ser más que un prologo a la muerte; porque la historia

de Colombia no es más que un horrendo himno a la muerte y la ignominia.


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Ley Fundamental de la Historia es: NO OLVIDAR.

Por eso, el padre de la historia, Herodoto, (2000) enseña:

“Esta es la exposición de las investigaciones de Herodoto de Halicarnaso, para que no

se desvanezcan con el tiempo los hechos de los hombres, y para que no queden sin gloria

grandes y maravillosas obras, así de los griegos como de los bárbaros y, sobre todo, la

causa por la que se hicieron guerra.”

Por su parte, Le Goff (1995) define así la historia:

“La Historia es la ciencia del pasado.”

Hay pueblos y países con historias Gloriosas, Honrosas, Ejemplares, hasta inolvidables

a pesar de su barbarie y violencia ( como Grecia, Roma, el Imperio Carolingio, Inglaterra,

Francia, Rusia, China, Cuba) pero la Historia de Colombia es simple y sencillamente,

ALGO MONSTRUOSO, abominable, vergonzoso por la impune y desvergozada bajeza de

su criminalidad y brutal salvajismo que desborda cualquier pesadilla de irracionalidad. Su

escudo nacional debía ser uno con el puñal, la pistola y el fusil sobre un ataúd; su bandera,

debería ser la de un rojo charco de sangre sobre un esqueleto y su nombre, República de los

Cafres, como la definió un día Dario Echandia, “Colombia es un país de Cafres”.

Ospina (1996) lo define así:

“Colombia es hoy el país con mayor índice de criminalidad en el planeta y la

inseguridad va convirtiendo sus calles en tierra de nadie.

“Tiene la mitad de la población en condiciones de extrema pobreza y presenta al mismo

tiempo en su clase dirigente unos niveles de opulencia difíciles de exagerar. Muestra uno de
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los cuadros de ineficiencia más inquietantes del continente, al lado de loe buenos índices de

crecimiento económico. Muestra fuertes niveles impositivos y altísimos niveles de

corrupción en la administración. Muestra unas condiciones asombrosas de impunidad y de

parálisis de la justicia y al mismo tiempo una elevada inversión en seguridad, así como

altísimos costos para la ciudadanía en el mantenimiento del aparato militar. Muestra las

más deplorables condiciones de desamparo para casi todos los ciudadanos y sin embargo,

es un país donde no se escuchan quejas, donde prácticamente no existe la protesta y la

movilización ciudadana; una suerte de dilatado desastre en cine mudo. Esto último es

pasmoso. La visible pasividad de la sociedad colombiana alarma a los visitantes.”

Colombia ha sido el único país del mundo que ha vivido una guerra civil de pobres contra

pobres, que ya pasa de los doscientos años sin solución.

“La Guerra, que ha existido desde la aparición de la propiedad privada y las clases, es la

forma más alta de lucha para resolver las contradicciones entre clases, naciones, estados o

grupos políticos, cuando estas contradicciones han llegado a una determinada etapa de su

desarrollo”, señaló Mao Tse Tung desde 1936 en “Problemas estratégicos de la guerra

revolucionaria de China, Obras Escogidas, tomo I.

Una Guerra Civil es un conflicto armado que se desarrolla dentro del territorio de un

mismo país, enfrentando dos o más ejércitos o facciones de un mismo pueblo por motivos

étnicos, religiosos, económicos o políticos, que generalmente buscan tomar o conservar el

poder en esa nación.

Son conflictos armados no internacionales o conflictos armados internos, los que se

desarrollan en el territorio de un Estado entre Fuerzas armadas del estado y fuerzas armadas
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disidentes; fuerzas armadas del estado y grupos armados de particulares y entre grupos

armados de particulares (paramilitares): en estos conflictos se aplican las disposiciones del

Artículo 3° común a los cuatro Convenios de Ginebra y del Protocolo adicional II.

“Artículo 3 común a los convenios de Ginebra. Conflictos armados sin carácter

internacional.

“Artículo 3.En caso de conflicto armado que no sea de índole internacional y que surja

en el territorio de una de las altas partes contratantes, cada una de las partes en conflicto

tendrá obligación de aplicar, como mínimo, las siguientes disposiciones:

“1. Las personas que no participen directamente en las hostilidades, incluidos los

miembros de las fuerzas armadas que hayan depuesto las armas y las personas puestas fuera

de combate por enfermedad, herida, detención o por cualquier otra causa, serán, en todas

las circunstancias, tratadas con humanidad, sin distinción alguna de índole desfavorable

basada en la raza, el color, la religión o la creencia, el sexo, el nacimiento o la fortuna o

cualquier otro criterio análogo.

“A este respecto, se prohíben, en cualquier tiempo y lugar, por lo que atañe a las

personas arriba mencionadas:

“a) los atentados contra la vida y la integridad corporal, especialmente el homicidio en

todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles, la tortura y los suplicios;

b) la toma de rehenes;

c) los atentados contra la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y

degradantes;
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d)las condenas dictadas y las ejecuciones sin previo juicio ante un tribunal

legítimamente constituido, con garantías judiciales reconocidas como indispensables por

los pueblos civilizados.

“2. Los heridos, los enfermos y los náufragos serán recogidos y asistidos.

Un organismo humanitario imparcial, tal como el Comité Internacional de la Cruz Roja,

podrá ofrecer sus servicios a las partes en conflicto.

“Además, las partes en conflicto harán lo posible por poner en vigor, mediante acuerdos

especiales, la totalidad o parte de la otras disposiciones del presente convenio. La

aplicación de las anteriores disposiciones no surtirá efectos sobre el estatuto jurídico de las

partes en conflicto”.

Los historiadores burgueses colombianos suelen llamar a esa guerra civil con otro

nombre, quizá más suave, para que no parezca nada importante: la llaman simplemente,

“La Violencia”. Ya después del año dos mil algunos comenzaron a llamarla, con más

realismo, “el Conflicto interno”.

Lo cierto es que la historia de la Violencia en Colombia no se puede olvidar: para que

no se siga repitiendo. Porque otra ley de la historia dice que un pueblo que no conoce u

olvida su historia, termina repitiéndola. Y la historia no se debe repetir: se tiene que

superar.

En Colombia, el origen de la guerra civil, la violencia o el conflicto interno, ha sido

siempre el mismo: la Tenencia de la Propiedad. Unos han utilizado la violencia para

conquistar y conservar una determinada riqueza, representada generalmente en la


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detentación del poder político que conlleva muchas otras formas de riqueza personal. Otros

la han usado para conquistar esa propiedad. Los demás, para defender lo poco que poseen:

una parcelita de tierra, una casita, un empleo. Y la mayoría ha tenido que asumir la

violencia, simplemente para salvar su propia vida.

El día del comienzo de la violencia en Colombia resulta difícil de precisar y su

búsqueda terminaría en una historia interminable. Puede señalarse que la violencia

comienza en territorio colombiano en el año de 1509, cuando Alonso de Ojeda funda el

Fuerte de Santa Cruz, donde los invasores españoles deciden colonizar la tierra

“descubierta” al encontrar que de un lado esa nueva tierra se encuentra poblada por un

pueblo aborigen que no tiene las mismas armas suyas y de otro, que posee abundantes

riquezas a flor de suelo, especialmente oro. Así, el origen de la “conquista” es la propiedad.

Se trata de arrebatar por la fuerza de armas superiores las riquezas mineras del suelo, de

despojar y apoderarse de las mismas tierras a sus habitantes, para enriquecimiento personal

del invasor español.

Los civilizados descubridores y conquistadores Españoles, hicieron esto con la

justificación de que ellos descubrieron un nuevo mundo salvaje e infiel y su sagrada y justa

misión consistió en civilizarlo, enseñándole para su salvación eterna la verdad de su

religión y para su bienestar terrenal su idioma, sus costumbres, sus valores, sus creencias y

sus leyes.

Los aborígenes que poblaban el territorio hoy conocido como Colombia, se vieron

obligados a enfrentar con Violencia la invasión y conquista española. Alrededor de 1508,


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los nativos de Calamar tuvieron que enfrentarse a la invasión y despojo violento de que los

hizo víctimas Alonso de Ojeda.

La primera masacre genocida que sucede en Colombia, ocurre en la población caribe

de Turbaco, cometida por el “conquistador” español Diego de Nicuesa, gobernador de

Veragua desde 1508. Los aborígenes resistían la brutal y desmedida agresión de Alonso de

Ojeda y Martín Fernández de Enciso, en la desembocadura de Calamar, luchando por

defender a toda costa su territorio, su libertad y sus vidas. A pesar de la enorme desventaja

en armas, los aborígenes obligaron a Ojeda a retirarse derrotado. Diego de Nicuesa,

apoyando a Ojeda, desató una terrible represalia contra los nativos: el pueblo de Turbaco es

atacado, realizándose allí una masacre genocida que arrasó con hombres, mujeres, ancianos

e incluso niños, que a decir del cronista Fernández de Oviedo, “no dejó ni chico ni grande

con vida”, reduciendo el poblado a cenizas. Esta masacre es ignorada por los historiadores

tradicionales colombianos y por tanto, es muy poco lo que se sabe de ella.

No es un error gramatical utilizar unidas las palabras “masacre genocida”, pues desde el

punto de vista etimológico y jurídico, “masacre” significa el asesinato de varias personas,

pero Genocidio específica dar muerte a un grupo de personas, pero con el propósito de

destruir total o parcialmente a una comunidad nacional, étnica, racial, religioso o política,

siendo en Turbaco la finalidad de los invasores españoles, la de destruir totalmente un

grupo o comunidad étnica y racial.

El primer cacique caribe que enfrentó la violenta invasión española en 1511 fue

“Lemaco”, quien se enfrentó al agresor foráneo en el poblado de Tachi, en las cercanías a la

Sierra Nevada de Santa Marta, luchando contra Vasco Nuñez de Balboa, siendo vencido

por la superioridad de armas y recursos y diezmado su ejercito. Tambien los caciques


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Careta, Ponca y Comogre fueron vencidos, sometidos y asesinados por los españoles. En

1528 el español Rodrigo Alvarez Palomino masacro y saqueo las poblaciones aborígenes

en los alrededores de Santa Marta. En 1529, Garcia de Lerma arrasó las tierras y vidas del

cacique Pociguica, incendiando sus ranchos, cultivos y aún a los abogigenes vivos.

Por eso, Casas, (1987) afirma que la violencia agresiva y la resistencia guerrillera comienza

en Colombia desde el período de la invasión española:

“La invasión y conquista de nuestro país no encontró en nuestros indígenas la pasividad

que algunos le han endilgado para justificar la imposición religiosa o cultural. Los

indígenas se levantaron contra el invasor y su agresor. En un comienzo, algunas

comunidades recibieron, sorprendidas al recién llegado y le ofrecieron hospitalidad

creyéndolos, aunque superiores, iguales como seres humanos. Los mitos religiosos

ayudaron a crear en el conquistador la imagen de dioses y de ahí el respeto y la deferencia

con ellos. Pero cuando el conquistador descubre el verdadero objetivo de su presencia y, en

consecuencia, inicia el saqueo del oro de los indios y su destrucción física, estos se

defienden con valor mediante sus rudimentarios instrumentos de defensa y ataque y que no

eran otras cosas que las flechas y las lanzas. Creen los indios que a un agresor de tan pocos

elementos humanos se le podía vencer con oleadas de hombres. Entonces, sus ataques son

masivos: miles de indios se lanzan contra el español, pero éste dispone de las mejores

armas y no se deja vencer fácilmente. Entonces, los indios cambian de táctica y comienzan

a hostigar a su enemigo mediante pequeños grupos: ahí nace la guerrilla.” (op. cit.pag. 39-

40).

En 1509, San Sebastián de Urabá fue fundado por Alonso de Ojeda, no para iniciar el

asentamiento español creando una próspera y pacífica ciudad – como nos cuenta la historia
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tradicional- sino para servir como base militar en la lucha represiva contra los indios Sinú

que ofrecían resistencia armada en defensa de sus vidas y de sus bienes, de su cultura y sus

creencias.

Rodrigo de Bastidas, primer gobernador de Santa Marta, en 1524, debió enfrentar la

resistencia violenta de los indígenas caribes. Vasco Nuñez de Balboa tuvo que reprimir con

ferocidad la resistencia indígena. De él afirma Betancurt Echeverry (1987):

“Balboa fue un caudillo popular, un rebelde que entendió rápidamente las injusticias

cometidas por los conquistadores con los indígenas de las nuevas tierras y por tanto

impulsó una modalidad de conquista menos cruel y más democrática que la ya

generalizada, política no vista con buenos ojos por la corona”. (op. cit)

La invasión y conquista española de Colombia y de casi todo el territorio del nuevo

continente constituyó uno de los mayores, más sanguinarios y vergonzosos actos de

violencia genocida cometidos en el mundo por pueblo alguno contra otro aparentemente

inferior (inferior en armamento y en odio): se trató de destruir totalmente por medio del

ejercicio indiscriminado de la violencia a un grupo étnico, racial y religioso a lo largo y

ancho del continente, con el solo fin de apropiarse por medio del robo y el saqueo de sus

riquezas minerales y vegetales y de convertir a los super vivientes en esclavos para ser

exportados a Europa y el resto del mundo. Pero los historiadores burgueses tradicionales

han CALLADO Y OCULTADO sencillamente esta monstruosa atrocidad genocida, la han

borrado por arte de magia de las páginas de sus libros de historia, de sus archivos y

memorias, haciéndose imposible ahora la reconstrucción de la memoria de cómo fue la

brutalidad del genocidio y la heroica e inútil resistencia de los aborígenes.


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De la resistencia indígena de esta oscura época nos recuerda el cronista Fray Pedro

Aguado en “Conquista del nuevo reino de granada en Historiadores de indias”:

“Había entre la Serranía de Santa Marta, bajando hasta la Ramada y la mar del norte,

muy estrechas angosturas, por las cuales habían forzosamente de pasar los españoles, cuyos

pasos los naturales o indios les tenían tomados con mucha cantidad de flecheros que les

estorbasen el paso; y como a los españoles les era forzoso pasar por aquellas angosturas y

estrechuras cubiertas de monte, iban sujetos a todo el daño que los indios les quisiesen

hacer y ansí pasaron como por contadero. Como iban pasando los iban los indios flechando

y maltratando; y ansí, por asegurar algunos pasos, le era forzoso a don Alonso entretenerse

en algunas partes usando de ardides con los indios para descuidarlos y tener lugar de pasar

con menos daños de los suyos; y en otras eran con continuas arremetidas y acometimientos

de los indios damnificados. Todos estos daños y males causaban la ponzoñosa hierba que

en sus puntas traíanlas flechas que los indios tiraban; porque, como algunas veces habré

apuntado, solamente que la flecha hiciese un pequeño rasguño en la carne de que tocase o

saliese sangre, era irremediable el mal y herida; porque, cundiendo la ponzoña por la sangre

adelante, les llegaba dentro de veinticuatro horas al corazón, donde reinando con más

fuerza la ponzoña de la hierba, causa en los hombres unos temblores y alborotamientos de

cuerpo y privación de juicio que les hacía decir cosas temerarias y espantosas y de fe

dudosa para hombres que se estaban muriendo, y al fin morían con una manera de

desesperación que incitaba a los vivos antes a darse ellos propios la muerte que esperarla de

aquella suerte y es cierto que algunos de estos malvados barbaros han usado o inventado

otro género de hierba que con el vigor de su ponzoña causa que las carnes del propio herido

en vida se le van cayendo a pedazos, dejando los huesos descarnados de todo punto y
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perdiendo la humana carne su propio color, se convierte en otro como azul y morado, que

cuasi no se deja entender”.

Sobre la resistencia que ofreció la Cacica Gaitana refiere Casas (1987):

“La Cacica Gaitana emplea la misma táctica de atacar y replegarse. Esta dirigente

indígena fue capaz de llevar a cabo la confederación de diversas tribus que habitaban las

riberas del Magdalena. Lo interesante de esta confederación consiste en que anteriormente

esas tribus guerreaban entre sí por las tierras que poseían y ante el enemigo externo fueron

unidas por la convicción que la cacica ejerció sobre ellas.

“La táctica de las tribus que unió la Cacica era favorecida por la diversidad de tribus

existentes por esas regiones y por su vida nómada que llevaban aún. Precisamente, la

situación más difícil que encontraron los españoles en su empresa conquistadora, fue con

esas comunidades o tribus que aún no se habían establecido en forma sedentaria. Un

ejemplo de ello lo constituye la conquista de la provincia del guane, en los alrededores de

Velez. Aquí los españoles encontraron tenaz y astuta resistencia de los indígeneas; el

cacique Tiquisoque recibe a los españoles en son de paz y agasajo para dejarlos en su casa

y partir con el pretexto de preparar a los indios a fin de darles un mejor recibimiento

trayéndoles venados y osos (…..) Las estribaciones de la cordillera oriental, tanto hacia el

occidente como hacia el oriente, eran asiento de numerosas tribus guerreras que sostuvieron

incesante hostilización al conquistador causándole innumerables bajas y destrucción de sus

haberes. Estas son las tribus que desarrollan una táctica más ágil en el ataque y a las que

podríamos denominar combatientes guerrilleras de ese entonces. Los ardides utilizados

eran ingeniosos, como el sembrar los caminos con puyas o puntas de palos en los cuales
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tropezaban y pisaban los españoles causándose profundas heridas, muchas de las cuales, al

infectarse, les causaban la muerte”.

Luego de la violenta invasión y conquista armada de España, vino, naturalmente, el

asentamiento colonial. Los historiadores tradicionales burgueses nos han mostrado la época

de la colonia como un período “maravilloso” de nuestro pasado, dibujándonos un cuadro de

paz absoluta, de tranquilidad y sosiego sin límites. Ninguno de ellos nos habla de miseria,

explotación, opresión ni de represión: todo debió ser una paz absoluta, tanto que algunos de

ellos se han atrevido a decir que la Colonia fue la mejor época de nuestra historia.

Tras la violencia del “descubrimiento” vino la de la Colonia. Esta se caracterizó por la

dominación política, cultural y económica de España sobre nuestro territorio. Para

materializar su dominación colonial, España impuso instituciones políticas como la casa de

contratación, el consejo de indias, la real audiencia, el virreinato; y económicas como la

mita, el repartimiento, el resguardo, la minería, el comercio e inclusive introdujo la

esclavitud en “su Nuevo Mundo”. Así mismo impuso una religión y una Iglesia.

Socialmente nuestro pueblo resultó dividido entre señores españoles, criollos y mestizos;

indios; y negros y mulatos: ricos y pobres.

Este modelo socioeconómico no funcionó simplemente por la aceptación y abnegación

de los aborígenes americanos, sino que tuvo que ser sostenido por las armas de los ejércitos

españoles que reprimieron violentamente al aborigen a lo largo y ancho de tres siglos de

dominación: entre 1550 y 1810.

En la hora de la conquista –como ya se dijo- existió una permanente resistencia

indígena que la historia burguesa ha callado y ocultado y así mismo sucedió en la colonia.
22

En 1781, sucedió la llamada Revolución de los Comuneros, que fue una insurrección

popular armada a nivel nacional que encabezada por José Antonio Galán, Manuela Beltrán

y Juan Francisco Barbeo, la cual fracasó no sólo por la superioridad armada de los

españoles, sino por traiciones internas.

Casas (1987) nos relata así la rebelión de los Comuneros:

“En El Socorro, la multitud se amotina contra el edicto real de más y mayores tributos.

Las masas populares, en este caso, predominantemente mestizas, no soportan ya la carga

impositiva y los abusos de las autoridades coloniales. Por tratarse de una multitud, el

fenómeno adquiere características especiales. Es necesario poner al frente una dirección y

ésta es difícil de conseguir dentro de la misma multitud. Se acude, entonces, a quienes se

supone tienen posibilidades para dirigir el levantamiento. En las condiciones históricas del

caso, no pueden ser otros que aquellos que sin ser autoridad colonial, tienen algún poder

económico y cultural y que de una u otra manera se cree tienen contradicciones con ese

poder colonial. Como se trata de un movimiento de tipo fiscal, cualquiera que tenga que

pagar ese tributo puede entrar en el movimiento. Los comerciantes y los propietarios

criollos, sin autoridad del Rey o de las autoridades virreinales, puede ser candidato a jefe.

Así sucede y se nombra, obligatoriamente, por la multitud a Francisco Berbeo y Salvador

Plata, dos acaudalados comerciantes de El Socorro. Principalmente Plata era el menos

indicado y por elo fue el primero en oponerse en las formas que consideró más oportunas, a

la insurrección. En efecto, Plata era uno de los más ricos comerciantes y en él la cuestión

impositiva no tenía mayores incidencias, ya que todo lo cargaba a la clientela y la

insurrección lo que le traía era, precisamente, conflictos.


23

“Al tener carácter multitudinario el levantamiento, su consecuencia en el

enfrentamiento con las autoridades coloniales era el de conformar una especie de ejército

en el que lo cuantitativo era lo predominante. En efecto, se constituye una “junta de

capitanes” con el fin de enfrentar la fuerza militar de Bogotá. Mediante esa fuerza militar,

que en el fondo solo su cantidad podía ser persuasiva ante la debilidad de la fuerza real de

la Corona, se logra la primera y única victoria sobre las autoridades de Santa Fe. En Puente

Real los comuneros toman prisioneros a todos los integrantes del batallón enviado a

detenerlos. Con esta victoria, se constituye un Consejo Supremo de Guerra y a Berbeo se le

nombra Superintendente y Comandante general. Para este momento ya Salvador Plata

había salido de la dirigencia fingiéndose loco a fin de evitar compromiso alguno con el

régimen.

“A partir de la conformación de ese Consejo Supremo de Guerra, la marcha es hacia la

capital, Santa Fe. La marcha se va engrosando con los efectivos de todas las regiones que

se encuentran entre la provincia de Socorro y Zipaquirá y de todos los pueblos van saliendo

los grupos al mando de capitanes. Un Comandante General (Berbeo), cuatro tenientes

generales (José Simón Villareal, Javier Tello, Juan de Azuero y Nicolás de Vezga) y

ochenta y tres capitales de 66 pueblos de los actuales departamentos de Santander, Boyacá

y Cundinamarca, fueron los protagonistas y dirigentes de alrededor de 20.000 hombres que

formaron la fuerza comunera que llegó a los campamentos de Zipaquirá. 121 capitanes más

no concurrieron a Zipaquirá y estaban al frente.

“Como se puede ver, dadas las características del levantamiento, el método de las

partidas que atacan o incursionan dentro del territorio del enemigo no fue necesario ya que

las multitudes colmaban ese territorio y el dominio es absoluto.


24

“Fue ya en Zipaquirá, cuando se supo que la huída del regente, cuando el mismo

Bermeo decidió enviar una fuerza de 150 hombres al mando del capitán José Antonio

Galán, para que le diera captura en la vía por el río Magdalena. Pero Galán,

fundamentalmente se dedicó a sublevar las poblaciones por donde pasaba a fin de darle

mayor fuerza a la rebelión. La táctica de Galán fue organizar en las poblaciones

levantamientos similares a los de las poblaciones en donde la insurrección se inició.

“A pesar de que el enfrentamiento se hizo en la forma relacionada, es de anotar que en

las poblaciones las gentes se levantaban bajo la dirección de pequeños grupos formados por

quienes mayor prestancia tenían sobre ellas. Y esas personas no eran otras que aquellas que

tenían más poder económico. En efecto, la dirección de la rebelión comunera no estuvo

bajo el poder de los más pobres que formaban la mayoría, sino de aquellos que poseían las

mayores extensiones de tierra y los mejores comercios.

“Y esto es natural ya que los enfrentamientos clasistas son dirigidos por lo más

expresivo de la clase que enfrenta a la dominante. En el caso de los comuneros, aunque no

era un movimiento propiamente de clases, quienes lo acaudillaban si iban en proceso de

conformar una clase social. En efecto, los criollos sí tenían ya, para ese entonces, una

estructura económica que exigía la independencia de España. Pero esa estructura necesita

aún liberarse de las cargas impositivas a fin de lograr un mayor nivel. La debilidad de esa

estructura no permitía enfrentar la lucha por la independencia en forma protuberante y es

por ello que si hubo algún germen de intento independentista, éste no tuvo mayor

incidencia en el movimiento comunero. Lo predominante fue la carga impositiva.


25

“La guerra masiva no se gana por la heterogeneidad de intereses que en ella se dan. La

rebelión comunera se gana con el arma de la crítica. Bastó emplear las armas ideológicas

para que el régimen colonial venciera a los comuneros. El Arzobispo Caballero y Góngora

hizo de francotirador eficiente y con el instrumento de la religión, que incluye el engaño, la

mentira, logró dispersar a los veinte mil hombres con sus capitanes y generales. La guerra

terminó con la dispersión de los amotinados bajo el agua bendita de un Te Deum. Lo que

viene luego es su consecuencia: juicios, sentencias, ajusticiamientos y destierros de quienes

participaron en el levantamiento. La triste historia de siempre que se pacta.

“Cuando la situación queda definida a favor del régimen, y éste asume nuevamente su

papel represivo, Galán y algunos compañeros deciden levantarse militarmente, pero ya las

condiciones no les son propicias. Trató de conformar un pequeño grupo militar que

incursionara las regiones propicias para un nuevo levantamiento masivo. Era el pequeño

grupo armado similar a la guerrilla que intentaba crear un foco insurreccional y el

comerciante Salvador Plata se encargó a la manera de una fuerza paramilitar, de terminar

con él”. (op. cit).

Fijémonos cómo es desde entonces cuando aparece el Paramilitarismo, como fuerza

militar utilizada por los gobernantes para reprimir y masacrar al pueblo en defensa de sus

intereses personales: Salvador Plata no sólo es el gran Traidor del pueblo, sino el fundador

del Para-militarismo en Colombia: organizó un grupo armado a sueldo con la misión de

asesinar a los ex comuneros. Desde entonces la historia se repitió una, otra y otra vez y

siempre.
26

La Rebelión Comunera fracasó porque su dirección se confió precisamente a la clase

burguesa aliada del colonialismo a la que no le convenía la caída de éste y menos que el

pueblo tomara el poder; los dirigentes (comerciantes y hacendados) negociaron la rendición

con el Virrey a cambio de su propia seguridad económica. José Antonio Galán fue fusilado

junto a millares de artesanos y campesinos pobres que cayeron bajo las armas de la colonia

y del grupo paramilitar de Salvador Plata.

La liberación del colonialismo español también vino de la mano de la violencia: hubo

toda una guerra, llamada esa sí, la Guerra de Independencia, en la cual tuvo que combatirse

durante muchos años, desde 1811 hasta 1819 y en la cual los hoy llamados Padres de la

patria, Libertadores y Héroes, como Camilo Torres, Antonio Nariño, Simón Bolívar,

Santander, etc., fueron calificados en su tiempo de Bandidos, Bandoleros, Criminales y

Delincuentes apátridas.

No es tema de este trabajo narrar cómo se inició, desarrolló y concluyó esta Guerra de

la Independencia. Lo cierto es que los Criollos (descendientes de los invasores y

colonialistas españoles) quienes detentaban grandes riquezas encabezaron esta guerra y tras

independizarse del colonialismo español, no entregaron el poder al pueblo que combatió y

dio su vida por la independencia, sino que tomó el poder para sí y a ejemplo de la

Revolución Francesa se entronizó en el poder fundando una “república” para pasar ellos a

explotar y oprimir a su propio pueblo, para robarlo, despojarlo y masacrarlo en su

beneficio. Desde entonces esas mismas cincuenta familias son las que doscientos años

después siguen en el poder.


27

Ya nuestra historia, como patria independiente de España, comenzó el 17 de diciembre

de 1817 en el Congreso de Angostura, donde se funda oficialmente la República, cuando se

promulgó la Ley Fundamental de la República de Colombia. Desde entonces ha existido en

Colombia un régimen institucionalizado de opresión y represión sistemáticas de un grupo

social –la burguesía- sobre el resto de la población, con la intención de mantenerse

perpetuamente en el poder político y económico.

Para su conocimiento, análisis e interpretación, se trascribe el texto completo de dicha

Ley Fundamental, tomando como fuentes el texto del Dr. Carlos Restrepo Piedrahita,

“Constituciones Políticas Nacionales de Colombia” (Edición Universidad Externado de

Colombia. Segunda edición, Bogotá, 1995. Pag. 45) que a su vez se remite al libro “Actas

del Congreso de Angostura, febrero 15,1819-julio 31,1821:

“LEY FUNDAMENTAL DE LA REPÚBLICA DE COLOMBIA, 17 DE DICIEMBRE

DE 1819.

El Soberano Congreso de Venezuela, a cuya autoridad han querido voluntariamente

sujetarse los pueblos de la Nueva Granada, recientemente libertados por las armas de la

República y considerando:

1°. Que reunidas en una sola República las provincias de Venezuela y de la Nueva

Granada tienen todas las proporciones y medios de elevarse al más alto grado de

poder y prosperidad.
28

2°.Que constituidas en Repúblicas separadas, por más estrechos que sean los lazos

que las unan, bien lejos de aprovechar tantas ventajas, llegaría difícilmente a

consolidar y hacer respetar su soberanía.

3°Que estas verdades altamente penetradas por todos los hombres de talentos

superiores y de un ilustrado patriotismo habían movido los gobiernos de las dos

repúblicas a convenir en su reunión, que las vicisitudes de la guerra impidieron

verificar.

Por todas estas consideraciones de necesidad y de interés recíproco y con arreglo al

informe de una Comisión Especial de Diputados de la Nueva Granada y de Venezuela, en

el nombre y bajo los auspicios del Ser Supremo, ha decretado y decreta la siguiente

LeyFundamental de la República de Colombia:

Artículo 1. Las Repúblicas de Venezuela y la Nueva Granada quedan desde este día

reunidas en una sola bajo el título glorioso de República de Colombia.

Artículo 2. Su territorio será el que comprendían la antigua Capitanía General de

Venezuela y el Virreinato del Nuevo Reino de Granada, abrazando una extensión de

115.000 leguas cuadradas, cuyos términos precisos se fijarán en mejores circunstancias.

Artículo 3. Las deudas que las dos Repúblicas han contraído separadamente son

reconocidas in solidum por esta Ley como deuda nacional de Colombia, a cuyo pago

quedan vinculados todos los bienes y propiedades del Estado y se destinaran los ramos más

productivos de las Rentas Públicas.

Artículo 4. El Poder Ejecutivo de la República será ejercido por un Presidente y, en su

defecto, por un Vicepresidente, nombrados ambos interinamente por el actual Congreso.


29

Artículo 5. La República de Colombia se dividirá en tres grandes departamentos:

Venezuela, Quito y Cundinamarca, que comprenderán las provincias de la Nueva Granada,

cuyo nombre queda desde hoy suprimido. Las capitales de estos departamentos serán las

ciudades de Caracas, Quito y Bogotá, quitada la adición de santa fe.

Artículo 6. Cada Departamento tendrá una Administración superior y un jefe, nombrado

por ahora por este Congreso con título de Vicepresidente.

Artículo 7. Una nueva ciudad, que llevará el nombre del Libertador Bolívar, será la

capital de la República de Colombia. Su plan y situación se determinarán por el Primer

Congreso General bajo el principio de proporcionarla a las necesidades de los tres

departamentos y a la grandeza a que este opulento país está destinado por la naturaleza.

Artículo 8. El Congreso General de Colombia se reunirá el 1° de enero de 1821 en la

Villa del Rosario de Cúcuta, que por todas circunstancias se considera el lugar más bien

proporcionado. Su convocatoria se hará por el Presidente de la República el 1° de enero de

1820, con comunicación del reglamento para las elecciones, que será formado por una

Comisión especial y aprobado por el Congreso actual.

Artículo 9. La Constitución de la República de Colombia será formada por su Congreso

General, a quien se presentará en clase de Proyecto la que ha decretado el actual y que con

las leyes dadas por él mismo se pondrá, desde luego, por vía de ensayo, en ejecución.

Artículo 10. Las armas y el pabellón de Colombia se decretarán por el Congreso

General, sirviéndose entretanto de las Armas y Pabellón de Venezuela, por ser más

conocido.
30

Artículo 11.El actual Congreso se pondrá en receso el 15 de enero de 1920, debiendo

procederse a nuevas elecciones para el Congreso General de Colombia.

Artículo 12. Una Comisión de seis miembros y un Presidente quedarán en lugar del

Congreso, con atribuciones especiales que se determinarán por un Decreto.

Artículo 13. La República de Colombia será solemnemente proclamada en los Pueblos

y en los Ejércitos, con fiestas y regocijos públicos, verificándose en esta capital el 25 del

corriente diciembre en celebridad del nacimiento del Salvador del Mundo, bajo cuyo

patrocinio se ha logrado esta deseada reunión, por la cual se genera el Estado.

Artículo 14. El aniversario de esta regeneración política se celebrará perpetuamente con

una Fiesta Nacional, en que se premiarán como en las de Olimpia las virtudes y las luces.

La presente Ley Fundamental de la República de Colombia será promulgada

solemnemente en los Pueblos y en los Ejércitos, inscrita en todos los registros públicos y

depositados en todos los archivos de los cabildos, municipalidades y corporaciones, así

Eclesiásticas como Seculares.

Dada en el Palacio del Soberano Congreso de Venezuela en la ciudad de Santo Tomás

de Angostura, a diez y siete días del mes de diciembre del año del Señor mil ochocientos

diez y nueve, noveno de la Independencia.

“El Presidente del Congreso, Francisco Antonio Zea, Juan Germán Roscio, Manuel

Sedeño, Juan Martínez, José España, Luis Tomás Peraza. Antonio M. Briceño, Eusebio

Afanador, Francisco Conde, Diego Bautista, Juan Vicente Cardoso, Ignacio Muñoz, Onofre
31

Basalo, Domingo Alzuru, José Tomás Machado, Ramón García Cadiz. El diputado

secretario, Diego de Vallenilla.

“Palacio del Soberano Congreso de Venezuela.”

Esta Ley es firmada y sancionada por Simón Bolívar como Presidente de la República.

En esta fecha y lugar, formal y jurídicamente quedó constituida una nueva nación

democrática y republicana que recibió el nombre de República de Colombia. (No de “La

Gran Colombia”).

A consecuencia y mandato de dicha ley se reunió, en Villa del Rosario de Cúcuta, un

Congreso nacional constituyente que integrado por militares que ganaron la guerra de

independencia y por civiles criollos dotó a la nueva nación de su primer texto

constitucional en 1821.

Pero, en esos Congresos de Angostura y de Villa del Rosario de Cúcuta (1819 y 1821)

no sólo nacía una nueva “república democrática” sino también las raíces de la Violencia en

Colombia, pues en éstos se legalizó la desigualdad, la injusticia, la iniquidad, la riqueza y la

pobreza, los privilegios y mezquindades personalistas y caudillistas que 200 años más tarde

no se han resuelto. Allí se entronizó la Dictadura de la Burguesía que aún subsiste.

Al respecto, señalaSepúlveda Pino, (1986):

“Las primeras constituciones de nuestro país, como la constitución de Cundinamarca, la

de Cartagena, Tunja, Socorro, Mariquita, Antioquia, Cúcuta, etc., fueron el resultado de

una larga y cruenta lucha de clases entre la aristocracia criolla y el absolutismo monárquico

representado por los reyes de España (Carlos IV y Fernando VII). Esta lucha tuvo por
32

objeto el control, total o parcial, del poder político estatal, donde los criollos pasaron desde

pedir reformas y participación en la administración del aparato colonial español para ocupar

puestos o cargos públicos, hasta la toma directa del aparato estatal por medio de la

revolución política de independencia apoyados por las masas que conformaron el ejercito

patriota popular de liberación comandado por Bolívar, Santander, etc.,

“La clase criolla, ya en el poder, y que había luchado contra todo un sistema abierto de

privilegios en favor de los extranjeros, particularmente de la nobleza y el clero hispano, lo

sustituyó por otro sistema más refinado y oculto de opresión social, enmascarando así el

carácter opresor del Estado criollo cuyo gobierno era “popular representativo” no obstante

la base económico-social feudal y esclavista de dicho estado. Ver artículos 9 y 10 de la

constitución de Cúcuta, por ejemplo. Con esto se hallan relacionadas las contradicciones

irreconciliables del contenido de las constituciones colombianas, que incluían en la frase

general la libertad, la igualdad, la democracia, pero en la práctica anulaba esta libertad, esta

igualdad y esta democracia para las amplias masas del pueblo trabajador, pobre y

analfabeta….”. (op. cit).

Ya desde antes ( constituciones de 1811) estos mismos constituyentes venían divididos

en cuanto a sus ideales de cómo debería ser la nueva nación, si centralista o federalista y

divididos también en cuanto a sus posiciones políticas, pues mientras unos seguían las

orientaciones de Simón Bolívar, otros atendían las de Francisco de Paula Santander

(militaristas y civilistas) y fundamentalmente constituían un grupo de élite social que venía

de heredar las riquezas de los descendientes de los colonizadores españoles, de los

encomenderos y de los altos funcionarios del Virreinato, de modo que frente a sus intereses
33

sociales y económicos desde ese mismo momento comenzaron a disputarse la tenencia del

poder y el manejo del estado, originándose las guerras civiles del siglo XIX.

Nueve años antes de la fundación oficial de la República de Colombia (1812) ya se

había producido la primera guerra civil entre centralistas y federalistas, siendo esta una de

las causas que contribuyó a la reconquista española y el final del primer sueño

independentista con la caída de las Provincias Unidas de la Nueva Granada.

Siendo esto así, se considera que la Violencia en el territorio y el pueblo que hoy se

llama Colombia, tiene su inicio desde el año de 1812, cuando sucede el primer

enfrentamiento civil entre los mismos colombianos.


34

Las Guerras Civiles del Siglo XIX.

De las guerras civiles del siglo XIX afirma Ospina (2000) :

“Las guerras civiles del siglo XIX derrotaron el pensamiento liberal, el radicalismo y la

tradición ilustrada de los sectores democráticos e impusieron finalmente un régimen

aristocrático clerical centralizado, cuya constitución, promulgada en 1886, gobernó al país

durante más de cien años. Este régimen convirtío a Colombia en uno de los países más

conservadores del continente. (……). Esto dio origen a tremendos cuadros de violencia

familiar y de intolerancia social, a un enorme irrespeto por las creencias ajenas y a la

tendencia persistente a considerar toda disidencia y toda rebeldía como un fenómeno

religioso….” (op. cit).

¿Cuáles fueron las Causas de las Guerras Civiles en Colombia?

Las guerras, sean civiles, internacionales o mundiales obedecen, se originan y se

desarrollan de acuerdo a unas causas; no son el producto del azar ni de la

casualidad.Esencialmente, el ejercicio del poder y la acumulación de riqueza han sido

siempre las principales causas de las guerras, no siendo Colombia la excepción a esta regla.

Desde que existen el poder y la propiedad, los hombres han luchado por estos fines.

1°. Regionalismo.

Nunca ha existido en Colombia una Unidad Nacional en cuanto a su geografía física y

humana, existiendo regiones con características propias muy diferentes en su idiosincrasia,

costumbres y desarrollo unas de otras, como Santander, Cundinamarca-Boyacá, Occidente,


35

Antioquia, Nariño-Putumayo, Costa Atlántica, Tolima-Huila, Llanos orientales. Las

rivalidades entre las regiones en el siglo XIX se resolvían por medio de guerras regionales

que a veces, por su magnitud se volvían verdaderas guerras civiles nacionales, las cuales se

originaban por las ambiciones de una región por dominar a otras regiones vecinas.

2°. Caudillismo.

Desafortunadamente, los instintos y sentimientos de los seres humanos se basan en el

egoísmo, la ambición, el odio, la envidia de los unos contra los otros, por lo que quienes

detentan factores reales de poder, como fuerza y riqueza, se convierten en jefes o líderes de

otros congéneres que carentes de estos, se sujetan o someten a los primeros, naciendo así el

caudillismo, que en Colombia tenía y sigue teniendo por fundamento la tenencia de la

propiedad. En el siglo XIX, los grandes hacendados y generales veteranos de la guerra de

independencia se convirtieron en caudillos de sus propios peones y empleados,

convirtiéndose la caprichosa voluntad de cada uno en una ley de ambición en busca de más

poder y de más riqueza.

3°. Vació de poder y orientación luego de la independencia de España.

Luego de la independencia del colonialismo español, la clase dirigente criolla se halló

desorientada y como impotente frente al problema de cómo organizar y gobernar el

naciente estado, pues venían de tres siglos de dependencia y dominación extranjera y

obviamente carecían de experiencia en mando.

Por eso, explica el historiador Ocampo López (1988) en su capítulo sobre “Las Guerras

civiles en Colombia”, en el Tomo 12 de la obra “Historia de Colombia” de Editorial Salvat:


36

“Los caudillos aparecieron en Colombia y en general en Latinoamérica, en el siglo XIX

e influyeron en gran medida en la vida política y en la conformación del Estado. Fueron

hombres de extraordinario poder político y militar, que proyectaron su influencia a nivel

regional y nacional, recibiendo la acogida, entusiasta a veces y otras pasiva, de las mayorías

nacionales. Los caudillos fomentaron el nacionalismo regionalista y se convirtieron en la

fuerza que canalizaba los intereses y problemas de cada una de las regiones (op. cit. pag.

1363).

Su fuente de poder e influencia se basaba, “…en la idea de que el poder existe en la

lealtad personal a hombres y a determinados intereses….”

El origen de las guerras civiles del siglo XIX en Colombia fue y sigue siendo

doscientos años después:

1°. Concentración: de Riqueza y de Poder.

2°. Injusticia y desigualdad social y económica.

3°. Idiosincrasia: Violenta, Vengativa, Intolerante.

El desarrollo de las guerras civiles del siglo XIX en Colombia siguió los siguientes

pasos:

1. Descontento: político, social, económico, religioso.

2. Pronunciamiento: de Caudillos y Generales.

3. Respuesta: de las fuerzas armadas y del Gobierno.

4. Batallas: los enfrentamientos directos de las tropas en pugna.

5. Triunfo en la Guerra.
37

6. Establece Nuevo Orden Constitucional.

Importante es anotar cómo generalmente, después de cada guerra civil, los vencedores,

ya fueran centralistas o federalistas, bolivarianos o santanderistas, liberales o

conservadores, se creaban su propia constitución y sus propias leyes, instaurando modelos

económicos y estatales de acuerdo a sus intereses, lo que explica la permanente

inestabilidad política del país en toda su historia.

Como se dijo antes, a partir de la creación de la República de Colombia, el 17 de

diciembre de 1819 en el Congreso de Angostura, la riqueza y el poder social, político y

económico se concentraron en manos de las mismas cincuenta (50) familias que desde

entonces ocupan el poder en el Palacio de Nariño.

Los llamados Padres de la Patria y grandes Héroes de la Independencia, se retribuyeron

los servicios prestados a la nación usurpando y apoderándose de grandes riquezas por la

fuerza de las armas: despojaron a los campesinos, mestizos e indígenas que decían

defender, de grandes extensiones de las mejores tierras y formaron así los grandes

latifundios que siguieron multiplicando a lo largo de nuestra vergonzosa historia nacional.

Criollos que heredaron las fortunas amasadas irregularmente por los funcionarios de la

Colonia, herederos a su vez de los conquistadores y encomenderos españoles, quienes

ocuparon el poder económico y social enraizándolo en un orden de privilegios seudo

feudales. Todos ellos, desde el primer momento asaltaron el tesoro público en beneficio de

sus riquezas y obviamente monopolizaron el ejercicio del Poder que se han turnado

rigurosamente desde ese 1819.


38

Esta concentración de poder y de riqueza se desarrolló en realidad como una subrepticia

“dictadura burguesa”, bien disimulada bajo la romántica apariencia de un legítimo régimen

democrático de perfiles ejemplares para el continente, cuando en verdad el pueblo raso

siempre se encontró marginado de oportunidades y decisiones en el marco de la vida

nacional, por lo que siempre existió lo que Jorge Eliecer Gaitán definió como dos países

diferentes en uno mismo: el país político y el país nacional.

Esa concentración de riqueza y poder fue y es la primera causa de la violencia en

Colombia. Mientras no se solucione este aspecto, NO habrá paz en Colombia.

Segunda causa es la injusticia social reinante en nuestra patria desde ese mismo 17 de

diciembre de 1819.

Precisamente, la Ley 975 del 2005 se titula “DE JUSTICIA”. ¿Y qué es la Justicia?

En imparcial entender, Justicia es redistribución de riqueza y de oportunidades. Solo

habrá JUSTICIA cuando todos los colombianos sean iguales no ante la letra muerta de la

ley, sino ante la economía. Habrá Justicia cuando todos los colombianos tengan un empleo

que les permita subsistir en forma digna y decorosa; cuando en ese empleo tengan un

salario mínimo adecuado y acorde al costo de vida, que en la actualidad sería por vía de

ejemplo, dos y medio millones de pesos al mes.(US$ 960,o). Cuando todos los colombianos

tengan verdadero acceso gratuito a la salud y a la educación; cuando todos tengan una

vivienda digna y un transporte público gratuito y decoroso. Trabajo, Salario Real, Salud,

Estudio, Transporte, Vivienda y eso no es suficiente: se necesita Igualdad de Oportunidades

para todos.
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Porque sin Igualdad de Oportunidades no hay justicia efectiva. Lo dicho significa que

todos tengan libre acceso a los medios de trabajo, salud, estudio, transporte y vivienda. De

nada sirve que el hijo de un obrero raso se esfuerce y por sus propios medios, estudie y

corone una carrera profesional, si a la hora de salir de la Universidad va a encontrar todas

las puertas cerradas y sencillamente no va a poder desempeñar su profesión porque los

cargos se reservan para los hijos de los patrones de la fábrica. Al hijo de obrero raso que se

gradué de Ingeniero Industrial por ejemplo, nunca lo ascenderán ni nombraran de gerente

de la fábrica donde labora y tal vez ni siquiera lo nombren jefe de taller: en cambio, el hijo

del dueño de la misma fábrica que sin ningún esfuerzo termine aunque sea el bachillerato lo

nombran directamente Gerente de la fábrica o Presidente de la Empresa por el solo hecho

de ser el hijo del Dueño. Por mucho mérito que haga y por mucho que se esfuerce el pobre

nunca escala una posición mejor porque no hay igualdad de oportunidades.

En el marco de tal desigualdad e injusticia social, nuestros jóvenes víctimas de la

violencia y de la miseria, no han encontrado otro camino que vincularse a los grupos

armados ilegales de autodefensas, guerrilleros o narcotraficantes o a la delincuencia común,

para establecer un medio, una forma de vida, oportunidad que no han tenido en las otras

aéreas normales de competencia social.

Tercera Causa de la Violencia en Colombia, desafortunadamente, es la misma

idiosincrasia desarrollada en el pueblo colombiano a lo largo de los siglos de vida

independiente. La misma Violencia fratricida que ha azotado a nuestro pueblo desde 1812

ha hecho de él un pueblo violento, vengativo e intolerante. Somos, porque nos ha vuelto la

vida, Intolerantes: todo lo solucionamos apelando al expediente de la fuerza: gritos, golpes,

puñaladas o balazos, porque en ese ambiente nacimos, nos criamos, vivimos y morimos. La
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violencia contra el congénere lo soluciona todo. La intolerancia es típica de toda

agresividad y tal suma da por resultado, la venganza.

1°. La Guerra Civil de 1812, originada por las divergencias entre los centralistas y los

federalistas.

El 4 de octubre de 1812, el Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva Granada se

reunió en Tunja y eligió presidente al Dr. Camilo Torres, quien declaró la Guerra Civil

entre Centralistas y Federalistas.

Como se dijo atrás, ya antes de la existencia misma de la República de Colombia, en el

territorio y entre el pueblo granadino sucedió su primer enfrentamiento armado. Tras la

liberación parcial de la dominación española, no existía una unidad territorial y ni siquiera

cultural entre las diversas regiones que no todas se liberaron ni se declararon

independientes de la dependencia española, existiendo en cada región o provincia

sentimientos autonomistas y regionalistas, lo que hacía que sus habitantes pensaran en que

su región o provincia podía y debía convertirse por sí misma en una nueva república

independiente.

Así, el 26 de julio de 1810 se declara la autonomía del gobierno santafereño en relación

con el Consejo de Regencia de España y se firmó el Acta de Independencia. El 6 de agosto

del mismo, año la ciudad de Monpós declaró su independencia absoluta de España. El 11

de noviembre de 1811 Cartagena declara su independencia absoluta de España. El 27 de

noviembre de 1811 se reunió el primer Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva

Granada, que proclamó la fundación de una nueva nación formada por la unión de varias

provincias cercanas.
41

De otro lado, el 30 de marzo de 1811, se promulga la constitución realista del Estado de

Cundinamarca. Aparecieron entonces dos estados independientes: Las Provincias Unidas

de la Nueva Granda, conformado por los estados de Antioquia, Cartagena, Casanare,

Choco, Neiva, Pamplona, Socorro y Tunja y de otro lado el Estado de Cundinamarca,

centralista, presidido por el precursor Antonio Nariño.

Los partidarios del Federalismo, acaudillados por Camilo Torres, seguían como

modelo a imitar el federalismo de los Estados Unidos de Norteamérica, viéndolo como el

mejor a seguir para progreso de los nuevos estados liberados de España, mientras los

seguidores del Centralismo, liderados por Antonio Nariño, consideraban que el mejor

modelo a tomar era la instauración de un solo estado nacional para conformar una patria

fuerte para defenderse de cualquier eventual agresión o invasión de cualquier potencia

extranjera.

Antonio Nariño, presidente de Cundinamarca y Líder del Centralismo fomentó la

insubordinación de algunos cantones contra sus provincias: San Gil se sublevó contra

Socorro y Sogamoso contra Tunja. Para apoyar a los cantones disidentes, Nariño ordenó la

creación y aislamiento de batallones que marcharon en favor de los disidentes buscando su

anexión al Estado de Cundinamarca. Antonio Ricaurte salió de Santafé el 12 de enero de

1812 contra Socorro. El 23 de enero de 1812, las fuerzas centralistas derrotaron a las

federalistas en el combate de Mata-redonda, lo que estimuló el levantamiento de San Gil.

Antonio Ricaurte tomó Vélez y Guadalupe.

Ante estos éxitos militares, Antonio Nariño decide atacar Tunja, expedición que

encomienda a Antonio Baraya, quien fue rechazado por tropas federalistas al mando de
42

Juan Nepomuceno Niño en Tunja, ante lo cual Baraya atacó Sogamoso, obteniendo su

anexión a Santafé. Nariño envió otra expedición contra Tunja al mando de José Miguel Pey

quien entró en Tunja el 3 de julio, en donde no encontró resistencia.

El 20 de julio la expedición prosiguió hacia el norte, hasta el Llano de Paja, en donde el

presidente se enteró de la derrota de José Miguel Pey frente a Ricaurte en Paloblanco, cerca

de Charalá y la de la fuerza al mando de Justo de Castro, lo que le obligó a firmar con el

Congreso, el 30 de julio de 1812, en Santa Rosa un tratado por el que aceptó que las fuerzas

de Baraya continuaran hacia el norte ya contra los Españoles.

Ante estos triunfos federalistas, el Congreso de las Provincias Unidas se trasladó de

Ibague a Villa de Leyva, para dirigir los asuntos políticos y militares. El Congreso propone

a Nariño que acepte la derrota y Cundinamarca se una a las Provincias Unidas, cosa que

Nariño rechaza y se dirige el 25 de noviembre a Tunja, obteniendo victorias en los

combates de Hatoviejo.

El ejército federalista, acantonado en Tunja, envía a Ventaquemada una tropa de

quinientos hombres y cinco piezas de artillería al mando de Antonio Ricaurte. Las fuerzas

que se encuentran en Villa de Leyva avanzan en su apoyo por el camino de Samacá, al

mando de Atanasio Girardot y Baraya se fortifica en la quebrada de Barona; las tropas de

Girardot se unen a las de Ricaurte en Casa de Postas cerca al puente de Boyacá; en

Ventaquemada se produce una batalla el 2 de diciembre, donde las fuerzas federalistas

derrotaron a los centralistas, que debieron retirarse hacia Santafé. Nariño regresa a Santafé;

Ricaurte y Baraya también avanzan hacia Santafé con el propósito de tomar la capital de

Cundinamarca y derrotar allí al centralismo.


43

Llegados los federalistas a Santafé, Ricaurte toma posición en el Cerro de Suba; otra

compañía se posiciona en Fontibón y en el Puente de Bosa. Nariño dispone su ejército

centralista en San Victorino para librar allí la batalla decisiva, desde donde puede controlar

las entradas de Fontibón, Usaquén y Monserrate, localizando destacamentos en San Diego

y Puente Aranda. Las fuerzas centralistas cuentan con dos mil hombres.

El federalista Atanasio Girardot toma el 5 de enero a Monserrate, lo que forzó a Nariño

a ofrecer su capitulación, que fue rechazada por Baraya. El 7 de enero Antonio Bailly

venció a los federales en Usaquén. El 8 de enero los centralistas hacen un movimiento

contra Puente Aranda y Baraya y Ricaurte deciden lanzar su ataque definitivo contra San

Victorino, pero el plan inicial falló porque la orden de ataque para Girardot fue interceptada

y cambiada por la de permanecer en su puesto.

Los federales atacan en tres columnas que avanzan por el Paseo del Prado, la huerta de

Jaime y San diego; los centralistas los recibieron con nutrido fuego de cuatro cañones de a

catorce, que al hacer ocho descargas, infundió pánico entre los federales que huyeron

desordenadamente. La fusilería federalista ataca por el frente, pero es derrotada por cargas

de bayoneta y caballería que obtienen la victoria definitiva. Nariño envía a Fontibón varias

compañías en persecución de los federales y ordena a Bailly dar alcance a Girardot, cosa

que no logra.

Esta batalla de San Victorino, del 9 de enero de 1813, selló la victoria definitiva del

centralismo, por lo que de acuerdo con el Congreso federalista, el gobernador interino de

Tunja, José María del Castillo y Rada, convino en establecer un solo gobierno central para

asegurar la independencia y se acordó el intercambio de prisioneros y la suspensión de las


44

hostilidades. Antonio Nariño accede, pero tras largas reuniones no se llega ningún acuerdo

decisivo, aparte de prometerse paz y amistad y reconocer los federalistas a Nariño como

presidente de Cundinamarca.

Pero en lo concreto, las Provincias Unidas de la Nueva Granada siguieron existiendo

como estado federal nacional y Cundinamarca continuó existiendo como un estado

independiente centralista regional, de modo que las cosas continuaron como antes de la

guerra.

2°. La Guerra Civil entre Patriotas y Realistas de 1811.

La situación real de la población granadina en la segunda década del siglo XIII no era de

unánime apoyo y solidaridad con la causa independentista y la creación de una nueva

nación independiente, pues no todos los habitantes del territorio compartían tales

aspiraciones sucediendo que amplios sectores sociales de todas las clases se encontraban de

acuerdo con la existencia del viejo régimen monárquico colonialista que los explotaba y

oprimía, por lo que los llamados “patriotas” encontraron serias oposiciones en varias

regiones del territorio granadino, lo que desembocó en enfrentamientos radicales armados:

en una guerra civil entre realistas y patriotas o monárquicos y nacionalistas.

Los historiadores tradicionalistas burgueses han desconocido esta confrontación como

una Guerra Civil calificándola sencillamente como una continuación de la campaña

libertadora. Ya recientemente, Ocampo López, (1998) habla de “La Guerra Civil entre

Patriotas y Realistas en la Primera República Granadina”. Pero una historiografía crítica

moderna debe observar cómo esa contienda armada no sólo se libró en todo el sur de la

Nueva Granada, sino especialmente que no fue una guerra de patriotas contra Españoles,
45

sino de Patriotas nativos contra Realistas también nativos, lo que la convierte precisamente

en una Guerra Civil.

Lo que sucedió es que después de los hechos del 20 y 26 de julio de 1810, no se logró la

liberación de la totalidad del territorio del Nuevo Reino de Granada, sino sólo de una parte

de ésta: las provincias del centro. El resto del territorio del Nuevo reino de Granada

continuó bajó dominación Española y lo que es peor, estas regiones –como el sur y la costa

atlántica- contaban con muchos defensores del colonialismo español.

La rebelión de independencia de 1810 no contaba como partidarios y defensores A

TODOS los criollos ni a todo el pueblo Granadino: había criollos y pueblo nativo

granadino que no compartía la idea de la independencia y era partidario y defensor de la

Corona Española y del viejo orden Colonial. Así en ciudades como Pasto, Popayán, Cali,

Santa Marta, la mayoría de la población era defensora del viejo orden colonial y opositores

de la independencia, quienes en alianza con las autoridades españolas se enfrentaron

armadas contra los patriotas a quienes en ese tiempo tildaban de Bandoleros, Bandidos,

Insurgentes.

Antonio Nariño consideró indispensable atacar las provincias del sur que se

encontraban en manos de nativos partidarios del colonialismo español, siendo apoyado en

este plan por Camilo Torres, por lo cual tanto las Provincias Unidas como el estado de

Cundinamarca emprenderían una nueva guerra civil en 1811.

El 28 de marzo de 1811 se produce la Batalla del Bajo Palacé, la primera de la guerra

entre patriotas y realistas en el sur, en la cual el coronel Antonio Baraya derrotó al

gobernador realista de Popayán, Miguel Tacón.


46

Nariño partió al mando del ejército patriota hacia el sur con el propósito de llegar a La

Plata, organizar allí su ejército y tomar Popayán, para uniéndose a las tropas del coronel

antioqueño José María Gutiérrez, lanzarse sobre Pasto y Quito. El 13 de julio de 1813

salieron las fuerzas patriotas.

El 20 de diciembre el coronel José Ignacio Rodríguez se desplazó de Ibagué a Cartago.

En el Alto del Obispo la vanguardia patriota entró en combate con las avanzadas realistas;

el 30 de diciembre el ejército se dirigió hacia Popayán, siguiendo por la vía que cruza el río

Palace por un puente de calicanto, en donde el general español Juan Sámano trató de

impedir el paso, lo que obligó a Nariño a ordenar al coronel cabal que lo atacara en el Alto

Palace. Los realistas se retiraron hacia la ciudad, permitiendo la reagrupación de los

fuerzas patriotas y la toma de la capital provincial, objetivo político y estratégico de primer

orden.

El ejército patriota marchó al Bajo Palace, en donde el 2 de enero de 1814 tomó

posiciones a la altura derecha que domina el río, mientras Sámano, realista, siguió por

Popayán a El Tambo, desde donde ordenó al coronel Ignacio Asín, que se le reuniera

ejecutando una operación envolvente sobre los patriotas. Nariño, en posición intermedia

entre los dos jefes españoles, intimó la rendición del realista Asín, quien después de

rechazarla realizó una hábil maniobra con la que logró unirse a Sámano en la hacienda de

Calibio. La concentración de las tropas enemigas y la angustiosa espera de las fuerzas de

Antioquía y del coronel Rodríguez, a quien Asín impedía su reunión con el grueso del

ejército, colocaba a Nariño en difícil situación, por lo cual Rodríguez atacó a Sámano.
47

El 15 de enero de 1813 se produce la batalla de Calibio. El ejército patriota de Cabal se

encuentra a la derecha, al mando de Nariño y su segundo, el brigadier Leiva en el centro y

Pedro Monsalve a la izquierda. El realista Juan Sámano se desconcierta con el ataque de

Cabal y concentra sobre esa columna su fuego de artillería y sus fuerzas de infantería;

Cabal carga a la bayoneta y los realistas en cantidad de más de mil combatientes nativos,

son derrotados, perdiendo más de 400 hombres y al oficial Asín. Nariño no persigue a

Sámano que huye hacia Pasto, sino que entra con su ejército a Popayán, donde permanece

hasta el 22 de marzo, nombrando a José María Mosquera como Gobernador de la provincia;

como jefe militar a Leiva y a Cabal.

Derrotado Sámano, es sustituido por el general realista Melchor de Aymerich, quien en

Pasto reorganiza las fuerzas realistas en el campamento de Matalobos.

El 22 de marzo de 1814 Nariño continúo rumbo al sur, debiendo combatir

continuamente con guerrillas patianas – o sea compuestas por gentes provenientes del río

Patía- al entrar en el valle del río Patía la situación patriota se agrava no solo por la perdida

de hombres en combate sino por ser atacados por diversas enfermedades. Se libró dura

batalla el 29 de marzo en el punto de Santa María, saliendo derrotados los patriotas por las

fuerzas realistas de Aymerich.

El realista Aymjerich localizó sus fuerzas en el cerro de Cebollas, donde esperaba

detener al ejército patriota, ante lo cual éstos se dirigieron rápidamente hacía Pasto objetivo

central de la campaña. Situado en Cebollas, Nariño tomó el rumbo de Tacines para llegar a

Pasto, siendo atacado y derrotado por las tropas realistas. En el cuartel general de

Cachapamba se decidió la continuación de las operaciones, trasladándose los patriotas al


48

Cerro de Panecillo. El 9 de mayo de 1814, los patriotas comenzaron a descender del

Panecillo y tomar posiciones en la base del cerro de Tacines, con formación en tres

columnas, atacando a los realistas con cargas de artillería de obuses de a cuatro que

apoyaba el avance de la infantería, desorganizando la vanguardia realista que abandonó su

posición huyendo hacia Pasto y abandonando toda su artillería que quedó en manos de los

patriotas de Nariño.

A pesar de la victoria, las tropas patriotas de Nariño no recibieron refuerzos desde

Popayán para apoyarlo y afrontaba falta total de recursos, debido a la interceptación de las

líneas de comunicaciones por parte de las guerrillas patianas realistas. Nariño continuó su

avance sobre Pasto, debiendo pasar una noche en una montaña cerca de la ciudad, desde

donde envió al cabildo de dicha población un mensaje de rendición, que fue rechazado por

los realistas.

Frente a esta situación, los habitantes de Pasto se prepararon para la defensa de lealtad

al Rey de España y sus costumbres tradicionalistas. Dirigidos por el Cabildo que presidía el

criollo Tomás de Santacruz, organizaron un ejército al mando de Mariano Cucalón. Nariño

tomó posición en el cerro de El Calvario desde donde atacó a Pasto, siendo rechazado por

tres columnas realistas; los patriotas cargaron contra los pastusos por cuatro veces. Nariño

cayó de su caballo que fue herido; el comandante Monsalve creyó que Nariño había sido

muerto y se retiró por el camino de Tacines, llevando a la retaguardia la falsa noticia de la

derrota patriota.

Cuando Nariño regresó a Tacines en compañía de Cabal, con la intención de volver con

la reserva y la artillería al contra-ataque, solo encontró soldados moribundos, pólvora y


49

municiones abandonados, clavada la artillería, pues la retaguardia se había retirado ante la

falsa noticia de la derrota. Cabal se lanzó al alcance del ejército, permaneciendo Nariño en

la montaña. Pero los realistas se encontraban ya en Tacines, por lo que sintiéndose Nariño

perdido, ordenó a su fiel abanderado que se salvara él y se internó en lo más espeso del

bosque, buscando huir y ponerse a salvo, pero el 14 de mayo, acorralado, tuvo que

entregarse a un soldado y a un niño que buscaban enemigos rezagados. Nariño permanecío

prisionero en Pasto durante tres meses y fue enviado a la cárcel de Cádiz, en España, cuya

prisión padeció hasta 1820.

Los restos del ejército patriota fueron atacados por 40 soldados y 20 indios al mando

del realista Francisco Jiménez, quien persiguió a 200 patriotas hasta llegar a Buesaco. El

coronel Cabal asumió el mando del ejército patriota para dirigir la retirada; después del

cruce del rió Juanambu, se dirigió hacia Popayán, donde llegó el día 22 de mayo.

La victoria de las fuerzas realistas del sur, conformadas por criollos, nativos e indígenas

nacidos en el Nuevo Reino de Granada, que impidió la liberación del sur de la colonia,

demostró la fidelidad de éstos a la Corona Española, a la Iglesia Católica y a las

instituciones de la Colonia, evidenciando que no todos los granadinos eran partidarios de su

independencia, tanto así, que esta guerra civil no solo se libró en los campos del sur, sino

también en el norte, en la costa caribe, en donde ciudades como Santa Marta y Cartagena se

enfrentaron, la primera en defensa del colonialismo español y la segunda en defensa de la

independencia republicana.
50

Santa Marta reconocía las Cortes y a la Regencia de Cádiz y en ella gobernaba una

junta que fue reemplazada por el coronel Tomás Acosta, quien continuó ejerciendo su

autoridad de acuerdo con las leyes coloniales.

Cartagena, desde el 11 de noviembre de 1811 se declaró independiente de la Corona

Española y partidaria de la independencia al punto de declararse estado libre e

independiente, lo cual hizo a través de una Declaración de Independencia que realmente,

representó la fecha y lugar de la Independencia, que los historiadores burgueses

tradicionales continúan ignorando, colocando como fecha de independencia el 20 de julio

de 1810 en Santafe de Bogota, fecha y lugar en que no sucedió ninguna independencia del

colonialismo español.

Por eso, no sobra ni está fuera de lugar trascribir –para recordar y comparar- esa

Declaración de Independencia de Cartagena del 11 de noviembre de 1811:

“ACTA DE INDEPENDENCIA de la Provincia de Cartagena de la Nueva Granada.

En el nombre de Dios Todopoderoso, Autor de la Naturaleza, nosotros los

representantes del buen pueblo de la Provincia de Cartagena de Indias, concretados en Junta

plena, con asistencia de todos los Tribunales de esta ciudad, á efecto de entrar en el pleno

goce de nuestros justos é imprescriptibles derechos que se nos han devuelto por el orden de

los sucesos con que la Divina Providencia quiso marcar la disolución de la monarquía

española, y la erección de otra nueva dinastía sobre el trono de los Borbones: antes de

poner en ejercicio aquellos mismos derechos que el sabio Autor del Universo ha concedido

á todo el género humano, vamos á exponer á los ojos del mundo imparcial el cúmulo de
51

motivos poderosos que nos impelen á esta solemne declaración, y justifican la resolución

tan necesaria que va á separarnos para siempre de la monarquía española.

Apartamos con horror de nuestra consideración aquellos trescientos años de vejaciones,

de miserias, de sufrimientos de todo género, que acumuló sobre nuestro país la ferocidad de

sus conquistadores y mandatarios españoles, cuya historia no podrá leer la posteridad sin

admirarse de tan largo sufrimiento: y pasando en silencio, aunque no en olvido, las

consecuencias de aquel tiempo tan desgraciado para las Américas, queremos contraernos

solamente á los hechos que son peculiares á esta Provincia, desde la época de la revolución

española; y á su lectura el hombre mas decidido por la causa de España no podrá resistirse á

confesar que mientras más liberal y más desinteresada ha sido nuestra conducta con

respecto á los gobiernos de la Península, más injusta, más tiránica y opresiva ha sido la de

éstos contra nosotros.

Desde que con la irrupción de los franceses en España, la entrada de Fernando VII en el

territorio francés, y la subsiguiente renuncia que aquel monarca y toda su familia hicieron

del trono de sus mayores en favor del Emperador Napoleón, se rompieron los vínculos que

unían al Rey con sus pueblos, quedaron éstos en el pleno goce de su soberanía, y

autorizados para darse la forma de gobierno que más les acomodase. Consecuencias de esta

facultad fueron las innumerables Juntas de gobierno quo se erigieron en todas las

Provincias, en muchas ciudades subalternas, y aun en algunos pueblos de España. Estos

gobiernos populares que debían su poder al verdadero origen de él, que es el pueblo,

quisieron sin embargo jurar de nuevo y reconocer por su Rey á Fernando VII, bien sea por

un efecto de compasión hacia su persona, ó bien por una predilección al gobierno

monárquico. El primer objeto de la Junta de España fue asegurarse de la posesión de las


52

Américas, y al efecto se enviaron Diputados á estas Provincias, que procurasen mantener

una unión considerada casi imposible. La orgullosa Junta de Sevilla, que usurpó por

algunos meses el título de u Soberana de Indias, fue la que más se distinguió en darse á

reconocer en estos países. Dos enviados suyos llegaron á Cartagena. Ya les habían

precedido, por algunos días, las noticias de los sucesos que ocasionaron la ruina de la

monarquía española, y en la sorpresa y en el desorden de espíritu que causan los

acontecimientos imprevistos, Cartagena, aunque tuvo bastante presencia de ánimo para

conocer sus derechos, tuvo también bastante generosidad para no usar de ellos en las

circunstancias más peligrosas en que jamás se halló la nación de que era parte. Sacrificólos,

pues, a la unión con su metrópoli, y al deseo de concurrir a salvarla de la más atroz de las

usurpaciones. La junta de Sevilla fue reconocida de hecho, a pesar de la impudente

conducta de sus enviados, que a pesar de las vejaciones e insultos que los agentes del

Gobierno prodigaron al ilustre Cabildo, y á algunos de sus dignos miembros. Este cuerpo

verdaderamente patriótico, sus quejas al Gobierno de España en los términos más sumisos,

y pidió una satisfacción de los agravios que se le habían hecho; pero en cambio de nuestra

generosidad sólo recibimos nuevas injurias, y en recompensa riquezas que les enviamos

para sostener la causa de la nación, vino una orden inicua dirigida al Virrey de este Reino

para hacer una pesquisa á varios individuos del Cabildo, y á otros vecinos.

Tan atroz conducta de parte de un gobierno reconocido sólo por conservar la integridad

de la nación, no fue capaz de desviarnos de nuestros principios: nosotros fieles siempre á

las promesas que habíamos hecho, continuamos manteniendo esta unidad política tan

costosa, y tan contraria á nuestros verdaderos intereses.


53

Entre tanto el desorden, el choque de las diversas autoridades y los males que de aquí

eran de temerse obligaron á las Provincias de España á reunirse en un cuerpo común que

fuese un gobierno general. Instalóse en Aranjuez la Junta central, y desde este momento

comenzaron á renacer nuestras esperanzas de una suerte mejor. Triunfó la razón de las

envejecidas preocupaciones, y por la primera vez se oyó decir en España que los

americanos tenían derechos. Mezquinos eran los que se nos habían declarado; eran sujetos á

la voz de los ayuntamientos dominados por los gobernadores; eran los Virreyes, nuestros

más mortales enemigos, lo tenían influjo en la elección de nuestros representes; pero al fin

la España reconocía que debíamos tener en el gobierno de la nación; y nosotros, olvidan del

carácter dominante de los peninsulares, confiábamos en que nuestra presencia, nuestra

justicia y nuestras reclamaciones, habrían al fin de arrancar al Gobierno de España la

ingenua confesión y reconocimiento de nuestros derechos eran en todo iguales á los suyos.

La suerte desgraciada de la guerra, no dio lugar llegada de nuestros representantes. Los

enemigos entraron en Andalucía, y la Junta central, prófuga, dispersa, cargada de las

maldiciones de toda la nación, abortó bien á su pesar un gobierno monstruoso conocido con

el nombre de Regencia. Dominada por los franceses, casi toda la Península y confinado este

débil gobierno a isla de León, volvió sus ojos moribundos hacia la América, y temiendo ya

próximo el último período de su existencia, oímos de su boca un decreto lisonjero que le

arrancó el temor de perder para siempre estos ricos países, si no lograba seducirlos con las

más halagüeñas promesas. Ofrecíanos libertad y fraternidad, y al mismo tiempo que

proclamaban que nuestros destinos no estaban en manos de los Gobernadores y Vireyes,

reforzaba la autoridad de éstos, dejándolos árbitros de la elección de nuestros

representantes.
54

Eran estas circunstancias muy críticas para Cartagena. El estado lamentable de la

España, sin más territorio libre que Galicia, Cádiz y la isla de León, Valencia, Alicante y

Cartagena, el temor dé ser envueltos en las ruinas que la amenazaban, y de caer en las

asechanzas de Napoleón, el deseo de concurrir á salvarla por una parte; el conocimiento de

nuestros derechos, las esperanzas que veíamos de que éstos se reconociesen los males que

nos acarreaba un gobernador insolente, por la otra, hacían un contraste bien difícil de

decidirse. Quisimos, sin embargo, abundar en moderación y sufrimiento, y aunque

tomamos medidas de precaución para alejar de nosotros los peligros que temíamos, nunca

rompimos la integridad de la monarquía, ni nos separamos de la causa de la nación. Nuestra

seguridad exigió imperiosamente prepararnos de todos modos para no caer en la común

calamidad, y al efecto quisimos que el Cabildo como un cuerpo compuesto de patricios,

interviniese con el Gobernador en la administración del gobierno, cuando ya no bastaba

esta providencia fue preciso deponer á este mismo Gobernador entrando en su lugar el que

las leyes llamaban á sucederle. Las causas que nos movieron á este hecho estaban

legalmente justificadas con todas las turmas jurídicas; el comisionado que la Regencia nos

envió no pudo menos de aprobarlas; y además sometíamos á aquel Gobierno nuestra

conducta. Le ofrecimos fraternidad y unión, le enviamos cuantiosos socorros de dinero para

sostener la guerra contra la Francia, le protestamos sinceramente que nuestros sentimientos

serían inalterables, siempre que se atendiese nuestra justicia, se remediasen nuestros males

y hubiese esperanzas de que se salvara la nación. Nada bastó, nada conseguimos. La

Regencia, orgullosa con un reconocimiento que apenas se atrevió á esperar, mostróse

indiferente á nuestras reclamaciones, y en vez de escucharlas como merecían, dictó órdenes

dignas del favorito de Carlos IV. A nuestras sumisiones, á nuestras protestas de amistad,

correspondió con palabras agrias é insultantes ; y para acallar nuestras quejas, para darnos
55

las gracias por los tesoros que le prodigamos, improbó nuestras operaciones en los términos

más insolentes y nos amenazó con todo el rigor de la soberanía mal reconocida aun en el

mismo recinto de Cádiz. En la corta época que duró el Consejo de Regencia, su conducta

fue en todo consiguiente á los tiránicos principios que había adoptado con nosotros: los

efectos fueron en todas partes casi iguales. Varias Provincias de América declararon su

independencia: la capital de este Reino y muchas de sus Provincias internas siguieron los

mismos pasos. Tan seductor como era este ejemplo, y tan justos los motivos que teníamos

para imitarlo, no pudo sin embargo alterar nuestra conducta, á pesar de que los agentes del

Gobierno de España ponían todo su conato en disgustamos. Las sangrientas escenas de la

Paz y de Quito, los crueles asesinatos de los Llanos pusieron nuestro sufrimiento á la última

prueba: más, á pesar de esto, obró la moderación. Nosotros formamos una Junta de

gobierno para suplir las autoridades extinguidas en la capital, pero no negamos la

obediencia á los gobiernos de España: nuestra Junta tenía, es verdad, facultades más

amplias que las de los Vireyes; pero la Regencia había obstruido todos los canales de la

prosperidad pública, declarando que sólo atendía á la guerra, y era menester que nosotros

mirásemos por nuestra suerte.

Acercóse entre tanto la época en que iban á realizarse nuestras esperanzas y á fenecer

nuestros males. La España, justamente disgustada del ilegal gobierno de la Regencia,

apresuró la instalación de las Cortes generales. Se anunció este cuerpo al mundo con toda la

dignidad de una gran nación, y proclamó principios é ideas tan liberales, cual no las

esperaba la Europa de la ignorancia en que creía sumidos á los españoles. Declarada la

soberanía de la nación, la división de los poderes, la igualdad de derechos entre europeos y

americanos, la libertad de la imprenta y otros derechos del pueblo, nada más nos quedaba
56

que desear sino verlo todo realizado; y seducidos con unas ideas tan halagüeñas, creímos

que empezaba ya á rayar la aurora de una feliz regeneración. Reconocimos, pues, las

Cortes; pero, hechos más cautos con las lecciones de lo pasado, y convencidos por nuestra

propia experiencia de que un gobierno distante no puede hacer la felicidad de sus pueblos,

las reconocimos sólo como una soberanía interina, mientras que se constituían legalmente

conforme á los principios que proclamaban, reservándonos siempre la administración

interior y gobierno económico de la provincia. Más presto conocimos que las mismas

Córtes no estaban exentas del carácter falaz que ha distinguido a los gobiernos

revolucionarios de España. La libertad, la igualdad de derechos que nos ofrecían en

discursos sólo eran con el objeto de seducirnos y lograr nuestro reconocimiento. En nada se

pensó menos que en cumplir aquellas promesas : los hechos eran enteramente contrarios; y

mientras España nombraba un representante por cada cincuenta mil habitantes aun de los

países ocupados constantemente por el enemigo, para la América se adoptaba otra base

calculada de intento para que su voz quedase ahogada por una mayoría escandalosamente

considerable, bien diremos que las inconsecuencias que se cometieron en este particular,

asignando unas veces un diputado por cada Provincia y después veintiocho por toda la

América, indicaban un refinamiento de mala fe respecto de nosotros. Siendo la nación

soberana de sí misma y debiendo ejercer esta soberanía por medio de sus representantes, no

podíamos concebir con qué fundamentos una parte de la nación quería ser más soberana y

dictar leyes á la otra parte, mucho mayor en población y en importancia política; y cómo

siendo iguales en derechos no lo eran también en el influjo y los medios de sostenerlos.

Nosotros no debimos someternos á tan degradante desigualdad. Reclamamos,

representamos nuestros derechos con energía y con vigor, los apoyamos con las razones
57

emanadas de las mismas declaratorias del Congreso Nacional: pedimos nuestra

administración interior fundándola en la razón, en la justicia, en el ejemplo que dieron otras

naciones sabias, concediéndola a sus posiciones distantes aun en el concepto de colonias

que estaba ya desterrado de entre nosotros ; y últimamente ofrecíamos de nuevo, sobre

estas bases, la más perfecta unión para mostrar que no eran vanas palabras enviamos los

auxilios pecuniarios que nos permitían las circunstancias. Los que llamaban diputados de la

América, sostuvieron en las Cortes con bastante dignidad la causa de lo americanos; pero la

obstinación no cedió ; la razón gritaba en vano á los ánimos obcecados con las

preocupaciones y la ambición de dominar; sordos siempre á los clamores de nuestra

justicia, dieron el último fallo á nuestras esperanzas, negándonos la igualdad de

representantes y fue un espectáculo verdaderamente singular é inconcebible ver que al paso

que la España europea con una mano derribaba el trono del despotismo, y derramaba su

sangre por defender su libertad, con la otra nuevas echase nuevas cadenas á la España

americana, y amenazase con el látigo levantado á los que no quisiesen soportarlas.

Colocados en tan dolorosa alternativa, hemos sufrido toda clase de insultos de parte de

los agentes del gobierno español, que obrarían sin duda de acuerdo sentimientos de éste; se

nos hostiliza, se nos desacredita, se corta toda comunicación con nosotros, y porque

reclamamos sumisamente los derechos que la naturaleza, antes que la España, nos había

concedido, nos llaman rebeldes, insurgentes y traidores, no dignándose a contestar nuestras

solicitudes el Gobierno mismo de la Nación.

Agotados ya todos los medios de una decorosa conciliación, y no teniendo nada que

esperar de la nación española, supuesto que el gobierno más ilustrado que puede tener

desconoce nuestros derechos y no corresponde á los fines para que han sido instituidos los
58

gobiernos, que es el bien y la felicidad de los miembros que la sociedad civil, el deseo de

nuestra propia conservación y de proveer á nuestra subsistencia política, nos obliga á poner

en uso los derechos imprescriptibles que recobramos con las renuncias de Bayona, y la

facultad que tiene todo pueblo de separarse de un gobierno que lo hace desgraciado.

Impelidos de estas razones de justicia que sólo hacen un débil bosquejo de nuestros

sufrimientos, y de las naturales y políticas que tan imperiosamente convencen de la

necesidad que tenemos de esta separación indicada por la misma naturaleza, nosotros los

representantes del buen pueblo de Cartagena de Indias, con su expreso y público

consentimiento, poniendo por testigo al ser supremo de la rectitud de nuestros procederes, y

por arbitro al mundo imparcial de la justicia de nuestra causa, declaramos solemnemente á

la faz de todo el mundo, que la Provincia de Cartagena de Indias es desde hoy de hecho y

por derecho Estado libre, soberano é independiente; que se halla absuelta de toda sumisión,

vasallaje, obediencia, y de todo otro vínculo de cualquier clase y naturaleza que fuese, que

anteriormente la ligase con la corona y gobiernos de España, y que como tal Estado libre y

absolutamente independiente, puede hacer todo lo que hacen y pueden hacer las naciones

libres é independientes. Y para mayor firmeza y validez de esta nuestra declaración

empeñamos solemnemente nuestras vidas y haciendas, jurando derramar hasta la última

gota de nuestra sangre antes que faltar á tan sagrado comprometimiento.Dada en el Palacio

de Gobierno de Cartagena de Indias, á 11 días del mes de Noviembre de 1811, el primero

de nuestra independencia.

Firman el Acta:
59

Ignacio Cavero, Presidente-Juan de Dios Amador- José María García de Toledo-Ramón

Ripoll-José de Casamayor-Domingo Granados-José María del Real-Germán Gutiérrez de

Piíiéres-Eusebio María Cañamal-José María del Castillo-Basilio del Toro de Mendoza-

Manuel José Canabal-Ignacio de Nar-váez y la Torre-Santiago de Lecuna-José María de la

Terga-Manuel Rodríguez Tortees-Juan de Arias- Anselmo José de Urreta-José Fernández

de Madrid- José María Benito Rerollo, Secretario.”

Cartagena estableció una aduana, que Santa Marta contrarrestó instalando otra en

Tenerife. La Parroquia de Guáimaro proclamó su adhesión a Cartagena, recibiendo apoyo

en tropas por parte de ésta última. Frente a ello, Santa Marta envió una expedición militar

al mando del coronel realista Pedro Domínguez. Entonces Cartagena atacó el 3 y 4 de

noviembre de 1811 a la población de Tenerife, ocupándola, población que fue recuperada

por las tropas de Pedro Domínguez el 28 de diciembre de 1811, retirándose los

cartageneros a Barranca del rey.

El 19 de febrero de 1812 llegó a Portobelo el nuevo Virrey de Santafé, Benito Pérez, a

quien el consejo de regencia había ordenado someter las provincias rebeldes del virreinato

de la Nueva Granada.

Los patriotas tomaron el puerto de Zambrano en el río Magdalena, siendo contra

atacados el 22 de marzo de 1812 por el Coronel Domínguez, quien la reconquistó

nuevamente. La Junta de Cartagena eligió un dictador, Manuel Rodríguez Torices, quien la

gobernó hasta el 12 de julio de 1812. En Santa Marta fue nombrado como Gobernador José

del Castillo.
60

El comandante realista del Magdalena envió un destacamento de 60 hombres al mando

de Antonio Fernández, a cortar las líneas de comunicación de los patriotas con el Sinú,

envalentonó los pueblos e hizo más difícil la situación de Cartagena. El 20 de agosto, Los

realistas atacaron Pedraza, frente a Barranca vieja, en el que obtuvieron un rotundo éxito,

tras lo cual prepararon una expedición contra Monpóx, al mando de Esteban Fernández, el

19 de octubre de 1812, cuando los realistas desembarcaron y atacaron la batería llamada

Monposina, que los rechazó infringiéndoles grandes pérdidas.

El avance de Fernández Rebustillo en Sabanas obligó al gobierno de Cartagena a lanzar

una fuerza terrestre sobre estos poblados y una marítima en combinación con ella sobre el

Fuerte de Cispata, al tiempo que otra expedición fluvial atacaba las posiciones ribereñas del

río Magdalena. La expedición terrestre, al mando del teniente coronel Manuel Cortés

Campomanes, llegó a Cartagena con más de 700 hombres que lucharon contra Fernández

Rebustillo en Arroyo de Mancomojan quien luchaba con más de 1700 hombres bien

equipados. Los patriotas lograron desalojarlos de su posición el 12 de noviembre y

continuaron hacia Ovejas, que tomaron al día siguiente. Ante ello, Los realistas se retiraron

hacia Arroyo Muchacho y luego hacia Corozal; al conocer tal maniobra los patriotas

siguieron su marcha para separar a los enemigos en Zapote y en Tolú, llegando la caballería

patriota a Corozal, lo que obligó a los realistas a dirigirse hacia San Benito Abad y hacia

Jegua, en el rió San Jorge. Desde Corozal Cortés Campomanes envió partidas a Sincelejo y

tolú y Charco del monte, cerrando la operación que dio triunfo a los patriotas en Sabanas.

La fuerza marítima patriota, comandada por Miguel Carabaño, salió de Cartagena el 22

de noviembre, entró en Tolú y luego en Zapote que tomó por asalto. El coronel Pedro

Labatut, aventurero francés al servicio de los patriotas, el 30 de octubre atacó la población


61

de Sitionuevo, lo que le permitió continuar su avance sobre el Guáimaro y tomar la

población. Lleno de ánimo, el jefe patriota mencionado, lanzó su ofensiva contra Santa

Marta, para lo cual asaltó varias posiciones ribereñas fortificadas, tomando ciénaga y entró

en Santa Marta el 6 de enero de 1813, tomando sin resistencia dicha población realista.

Las fuerzas realistas se unieron al Batallón Fijo de Santa Marta, dirigido por Luis

García Paredes, quien viéndose rodeado y sin comunicación se retiró hacia la plaza de

Maracaibo. Los realistas se dirigieron al río Cauca, donde el patriota Pedro Ramírez los

atacó en Guamal y Loba y obteniendo otros éxitos en Sitionnuevo y en Corozal,

persiguiendo al enemigo realista sobre el citado rió Cauca, atacando en San Fernando y en

Santa Ana, ocupando Magangue,el 19 de noviembre de 1812.

El resultado de las operaciones militares de Cartagena contra Santa Marta fue

extraordinario, pues la actuación de Labatut sobre la ciudad, la de Cortés Campomanes en

Sabanas, la ofensiva de Mompox y la expedición marítima de Carabaño ante el fuerte de

Cispata fueron operaciones coordinadas y ejecutadas, eliminando la resistencia realista en

todos los puntos de la línea del rió Magdalena, situación que fue aprovechada por el

coronel Simón Bolívar para llevar a cabo, sin oposición, la toma de Tenerife, su

desplazamiento hasta Mompox y luego su ofensiva fluvial hasta Puerto Real y su campaña

terrestre sobre Ocaña y Cúcuta.

Hubo un levantamiento de los indígenas de Mamatoco y Bonda, quienes unidos a los

partidarios del Rey Español, marcharon sobre Santa Marta para recuperarla, el 5 de marzo

de 1813; Labatut huyó hacia Cartagena, rindiéndose los patriotas en Santa Marta,

consecuencia de lo cual, Alvaro de Ujueta, gobernador provincial y Rafael Zuñiga


62

comandante militar reconquistaron la ciudad realista y proclamaron su acatamiento a la

Regencia española.

El gobernador de Cartagena trató de solucionar el asunto pacíficamente, siendo

rechazado por los realistas de Santa Marta, cuya población recibió jubilosa la llegada del

nuevo gobernador, coronel Pedro Ruíz de Porras, quien inicio operaciones contra

Cartagena. El 10 de mayo, los patriotas fueron derrotados en la toma de San Juan de la

Ciénaga. Cartagena atacó el 16 de enero de 1814 a Portobelo, pero fracasó, debiendo

regresar a su punto de partida. Luego, los patriotas al mando del coronel Fernando

Carabaño se movilizaron para atacar y tomar Ciénaga y Santa Marta, pero fueron

enfrentados y derrotados por los realistas; frente a ello, el coronel Fernando Carabaño se

insubordinó, siendo destituido por Cortés Campomanes y luego éste por el coronel Manuel

del Castillo y Rada.

Tan negativa situación obligó al gobierno de las Provincias Unidas de la Nueva

Granada a enviar al general Simón Bolívar para que con sus tropas veteranas y los efectivos

y recursos que suministraría Cartagena, lanzara un decisivo ataque contra la realista Santa

Marta y contra Riohacha y Maracaibo. Simón Bolívar salió de Santafé el 24 de enero de

1815, tomó Ocaña, pero sorpresivamente Cartagena negó la ayuda a Bolivar. Los realistas

continuaron presionando contra Magangue, que no consiguieron tomar, pero con esta

acción dominaron la desembocadura del río Cauca.

Simón Bolívar sitió entonces Cartagena, continuándose la guerra civil, pero, conocedor

de la proximidad del general español Pablo Morillo, comandando un Ejército Pacificador


63

de reconquista, declinó el mando en el general Florentino Jiménez y se tuvo que embarcar

para Jamaica.

Cartagena, destrozada por las disensiones civiles, derrotada en las últimas operaciones

militares y debilitada por las inmensas pérdidas, fue fácil presa de la Reconquista Española,

terminando así esta Guerra civil entre realistas y patriotas con la victoria de las fuerzas

realistas, igual que había sucedido en el sur, lo que evidencio la fuerza y apoyo con que

contaban los partidarios del colonialismo español y las dudas y poco apoyo de la población

a las fuerzas patriotas que luchaban con construir una nueva nación libre e independiente

del colonialismo español.

3°. La Guerra Civil de 1840, llamada “De los Supremos”.

Bajo la presidencia de José Ignacio de Marquez, el manejo de la economía beneficiaba a un

reducido grupo de terratenientes, antiguos funcionarios coloniales, letrados y militares que

habían alcanzado altas posiciones por haber participado de alguna forma en la guerra de

independencia.

Al finalizar el período presidencial de Francisco de Paula Santander, el civil José

Ignacio de Márquez, derrotó al candidato oficial de Santander, el general José María

Obando, oriundo de las provincias del sur del país, militarista partidario del autoritarismo,

quien como ha sido norma en la historia de Colombia, no se resignaba a haber perdido el

poder a manos de un civil.


64

La llegada de Márquez el 1 de abril de 1837, representó un cambio en la dirección del

estado, porque tenía posiciones más moderadas y civilistas frente al manejo del estado,

contando con el apoyo de los bolivaristas, dedicándose a tratar de equilibrar la conciliación

partidista entre civilistas y militaristas, bolivarianos y santanderistas, equilibrando los

puestos del gobierno entre la fracción que lo había respaldado y los santanderistas.

El sector reaccionario militarista estaba listo a asaltar el poder por medio de la violencia

y solo esperaba la oportunidad o disculpa para ello, la cual se presentó con un problema

religioso en Pasto, originado en la supresión de varios conventos menores de la iglesia

católica

Ante la noticia de la supresión de los conventos menores, los pastusos, tradicionales

católicos radicales y ex partidarios del colonialismo español, desencadenó incendios,

tumultos y protestas en Pasto, donde se suprimirían los conventos de San Francisco, San

Agustín, Santo domingo y la Merced, cada uno funcionando con menos de ocho religiosos.

El amotinamiento inicial fue liderado por el sacerdote católico Francisco Villota,

superior de la congregación de San Felipe Nerí, quien desde el púlpito se proclamó Jefe de

una Guerra Santa al estilo de las Cruzadas medievales, encontrando acogida entre los

sectores más reaccionarios del catolicismo pastuso.

El general José María Obando, resentido por la derrota electoral y civil sufrida a manos

del civilista Márquez, aprovechó inmediatamente la oportunidad para auto proclamarse

Supremo Director de la Guerra en Pasto y General en Jefe del ejército Restaurador y

Defensor de la Religión del Crucificado, utilizando la disculpa religiosa como medio para

lanzarse a la rebelión armada y tomar el poder.


65

La guerra se generalizó por el resto del país “En nombre de Dios”, tal como había

ocurrido en Las Cruzadas Medievales. En Antioquía se rebeló el general Salvador Córdoba,

en Boyacá lo hizo el general Juan José Reyes Patria, en Panamá el coronel Tomás Herrera y

en la costa atlántica el general Francisco Carmona, quienes proclamándose Jefes Supremos

de la guerra, fueron llamados “Los Supremos”.

De otro lado, el gobierno de José Ignacio de Márquez, contó con el respaldo de los

generales Pedro Alcántara Herrán, Tomás Cipriano de Mosquera y Juan José Neira, con lo

cual se enfrentaban por el poder los generales convertidos en terratenientes y caudillos por

su participación en la independencia y enfrentó en nombre de Dios al pueblo raso que nada

tenía de ganar en la contienda que en el fondo era por ambiciones personalistas de poder.

Los combates más importantes de la guerra fueron: La Polonia, Huilquipamba,

Buenavista, La Culebrera, La Chanca, Honda, Aratoca, Riosucio, Tescua, Riofrío, La

chanca por segunda vez y Ocaña. En las batallas de La Culebrera y Buenavista, se destacó

la acción del general Juan José Neira, vital para el triunfo del gobierno civilista del

presidente Marquez.

Esta guerra dejó al país sumido en la pobreza y tras la victoria del Gobierno civilista se

procedió a la elaboración de otra constitución, proclamada en 1843, la que fortaleció el

carácter centralista del estado y aumentó los poderes conferidos al presidente con relación

al congreso y a las asambleas provinciales, tratando de evitar futuros levantamientos

provinciales.
66

Concluido el gobierno de Marquez en 1841, resultó elegido presidente, para el período

1841-1845, el general Pedro Alcántara Herrán, uno de los vencedores de la guerra de los

supremos, quien desempeño un gobierno de corte liberal moderado.

4°. La Guerra Civil de 1851, entre los enemigos de la revolución socio-económica del

medio siglo y los partidarios de las reformas liberales del presidente José Hilario López.

Esta es la primera guerra civil del siglo XIX que enfrenta directamente a liberales y

conservadores, como partidos que ya habían nacido desde 1848 y 1849.

En su escrito “De cómo el Liberalismo Político colombiano No es Pecado”, Rafael

Uribe Uribe expone quizá la principal causa de las guerras civiles colombianas del siglo

XIX al señalar:

“Luego llamarse alguien Liberal, si por otra parte cumple con la iglesia y da manifiestas

pruebas de piedad y de fe, no tiene mas inconvenientes ni exige más explicaciones que

llamarse Tradicionalista, palabra que canónicamente es tan malsonante como liberal, por

ser expresiva de un error condenado también por la iglesia, y como tal tradicionalista no

entiende ir contra el anatema sino simplemente mostrarse partidario de conservar las

tradiciones políticas, literrias o de costumbres en oposición a los innovadores (……)

“Liberal es, en primer lugar, el dadivoso y pródigo, que tiene la virtud moral de obrar

con generosidad y largueza, con munificencia y desprendimiento; Liberal es, en segundo

lugar, quien profesa ideas favorables a la justa libertad civil del pueblo; liberales son las

artes del ingenio, a diferencia de las mecánicas, liberalismo es amor a la libertad, y

liberalismo y libérrimo son los superlativos de liberal y de libre. (……)


67

“Si el conservatismo fuese un partido exclusivamente religioso, se explicaría el apoyo

incondicional de la Iglesia; pero solo es un partido político con ribetes de religioso para lo

que le conviene; en él lo político no está subordinado a lo religioso, sino al contrario: se

vale de medios religiosos para alcanzar fines políticos; pretende identificarse con la iglesia

sin ser siquiera medio necesario para que ella triunfe.

“Convertido el conservatismo de partido político en una especie de comunión religiosa

militante, pretende que en él figuren de hecho y de derecho todos los católicos

colombianos; de tal suerte que aparezca claramente que quien no está enrolado en el

conservatismo no es católico o falta a sus deberes de tal, o que quien del conservatismo se

aparte, ya para ingresar al liberalismo, ya para formar otro partido, ya sólo para aislarse de

la política, reniega de la fe católica o viola estrictas obligaciones de conciencia.(…….)

“El partido conservador convertido en partido católico por obra y gracia de la nueva

cruzada es un elemento anacrónico, sobremanera peligroso, que ha llevado a su colmo el

fanatismo político y el religioso también.(….)

“El partido conservador no es simplemente que se haya proclamado aliado del

catolicismo; es un verdadero partido Católico, aunque no en la forma recomendada por la

Santa Sede, es decir, no por la identificación de lo religioso con lo político, sino por

absorción de lo segundo que es lo accidental en lo primero, que es lo fundamental. Ese

partido es una mezcla de misticismo que por la exhibición del espíritu devoto le atrae el

clero y la gente piadosa, y de partido guerrero, a toda hora ha resuelto a las apelaciones de

la fuerza; congregación rezandera, muy activa en las manifestaciones externas del culto

católico, y muy bien armada para las de la violencia; penitentes del trabuco, devotamente
68

revolucionarios, que creen que la caridad es intransigencia y consideran lícito ponerle a

Cristo dos pistolas y colgarle a San Juan de Dios un máuser en bandolera. (……)

“La tarea del partido conservador en Colombia ha sido la de reducir a su mínima

expresión la cuestión política, por una excesiva imbibición en la religiosa.(…..).

“Estas consecuencias verdaderamente atroces y absurdas, son las que los liberales no

están dispuestos a admitir, sin protestar. Este interesado monopolio de las creencias

cristianas de la nación es el que los liberales no pueden permitir; este apasionamiento

político, revestido con la capa de excesivo e intolerante celo religioso, para poder erigirse

en defensores de una fe que nadie ataca, es el que los liberales tienen derecho a

rechazar.(…..)

“Puede tener ventajas para los conservadores colombianos el apoyo de la iglesia, pero

también les suscita conflictos. Encajonar sus aspiraciones dentro del cercado confesional es

renunciar a la respiración oxigenada del libre ambiente democrático. Un partido laico como

el liberal, que se bate solo que en su solo esfuerzo finca el triunfo, que no espera deberlo a

otros, ni a manos de otros lo confía, está menos expuesto a repentinos desamparos y

descaecimientos.(…..)

“Que los obispos no expidan pastorales para recomendar los candidatos conservadores

y poner en mal predicamento a los nuestros; que los curas no hagan platicas apasionadas en

favor del conservatismo y en contra del liberalismo; que no impongan a sus feligreses,

como obligación de conciencia, la de ir a recibirles las papeletas para las votaciones; que

ninguno de los dos bandos cuente con el apoyo de la iglesia ni tenga que combatir con su

animadversión; en una palabra, que cada uno de los dos partidos, en lucha laica, utilice
69

nada más que los elementos voluntarios y conscientes que pueda allegar por su propio

esfuerzo, y yo pregunto, cómo le iría al conservatismo en las elecciones, sobre todo si en el

día de ellas se encerrara al Ejército en sus cuarteles y no se ejerciera presión sobre los

funcionarios, sobre los trabajadores en la obras públicas y hasta sobre los enfermos en los

hospitales.(…..)

“¿Podrá o no la iglesia desembarazarse en Colombia de su clientela política

conservadora?. ¿Seguirá creyéndola indispensable para mantener su predominio, se

resolverá a ocupar el puesto que le corresponde, según su propio espíritu, el de las

instituciones democráticas y las exigencias de la vida nacional?.

“En este sentido puede decirse que el porvenir de Colombia está en manos de la Iglesia,

y que dependerá de la actitud tolerante, democrática o reaccionaria que adopte. (…….)

“El nombre Liberal no está condenado: la censura de un error no envuelve siempre la de

la palabra con que se le designa.(….) El liberalismo en Colombia no es escuela filosófico-

religiosa, sino partido político, organizado para realizar fines prácticos de gobierno y de

administración (….) La alianza de la iglesia con los conservadores colombianos es lo que

ha producido la confusión de que, al combatir el Partido Liberal a los segundos, se le haya

hecho aparecer como enemigo de la primera. Quienes en Colombia rompen la unidad

religiosa y moral no son los liberales sino sus adversarios.”. (op. cit).

Sobre el otro punto de vista, recordemos solo un párrafo del primer editorial del

periódico “El Tradicionalista” (1871) de Miguel Antonio Caro, uno de los fundadores del

conservatismo católico colombiano:


70

“Hay en el mundo una escuela que define la civilización diciendo ser la aplicación del

cristianismo a la sociedad; y, al paso que otras escuelas se afanan inútilmente ensayando

combinaciones humanas para fijar la fórmula definitiva de la libertad de los hombres y la

prosperidad de los pueblos, esta escuela confía con firme certidumbre en la eficacia

sobrenatural del cristianismo y con hechos históricos demuestra que la disciplina católica es

la verdadera forma en que Cristo ha querido que se aplique a los pueblos para hacerlos

libres y grandes. Esta es la fórmula, dice esa escuela y nosotros con ella, que resuelve todas

las cuestiones sociales y morales que inquietan las conciencias de los hombres; la iglesia

católica tiene remedios para todas las necesidades y, lo que exclusivamente le pertenece y

la distingue de las escuelas filosóficas y políticas, ella cumple las leyes que promulga y

posee el secreto de regenerarse sin morir nunca, cuando influencias exteriores relajan sus

prácticas y amenazan su existencia.

“Una de las notas características de esta escuela es su religiosa adhesión a las buenas y

antiguas tradiciones. La tradición es anterior a la escritura y a la imprenta, nodriza de la

civilización, maestra de los pueblos.(…..)

“Cuanto favorezca al catolicismo, directamente nos favorece; cuanto lesione y ofenda

enseñanzas y practicas de la verdadera iglesia, como a fieles hijos suyos nos ofende y nos

lesiona. Abogados de la justicia que debe hacerse entre los hombres y de la verdad que

viene de Dios, a su servicio ponemos nuestras escasas luces y nuestras buenas intenciones,

y en esas dos palabras, verdad y justicia, se encierra nuestro programa moral y político…..”

(op. cit).
71

En Colombia, desde su fundación, el partido conservador se identificó y se alió con la

iglesia católica, haciendo creer a la gente que un católico tiene que ser conservador y un

conservador tiene que ser católico; que el conservatismo es el defensor de Jesus

Crucificado y todo lo que se oponga a él es lo Malo y lo Diabólico y que por tanto el

Liberalismo es sinónimo a Ateismo y anarquía y que todo liberal debe ser destruido en

nombre de Dios, porque, como se predicó en la edad media, “Dios lo Quiere”.

Siendo esto así, se sembró en las mentes y actitudes de los colombianos que los

conservadores, defensores de la iglesia de Cristo, tenían el legítimo derecho y sagrado

deber de exterminar a sangre y fuego a los liberales por el solo hecho de ser liberales y los

altos obispos y cardenales desde arriba y los sacerdotes desde los pulpitos proclamaron esta

“verdad divina” por la cual había que exterminar a los liberales. Y con esa mera creencia

los pobres de Colombia se mataron unos con otros a lo largo del siglo XIX y aún hasta

mediados del siglo XX, mientras la burguesía tanto liberal como conservadora se mantenía

en el poder enriqueciéndose cada día más y más.

En 1850, el orden colonial aún se conservaba en todos los aspectos de la Nueva

Granada, situación que comenzó a modificarse cuando los gobernantes liberales, partidarios

de los intereses de comerciantes y terratenientes, impulsaron las reformas necesarias para

trasformar las instituciones vigentes hasta entonces.

Comerciantes y artesanos, quienes constituían la clase criolla burguesa, comenzaron a

exigir reformas políticas y sociales que esperaban desde gobiernos pasados, sector

perteneciente al nuevo partido liberal, que en el fondo no tenía mayores diferencias con el
72

partido conservador, salvo las posiciones respecto de la educación y el papel de la iglesia en

el estado y en la sociedad.

Vinieron entonces las grandes reformas liberales del medio siglo impuestas por José

Hilario López, las cuales, en su momento constituyeron casi una revolución y las que son

así resumidas por Margarita Peña en “Colombia su Historia y Geografía Resumida” de la

serie “Del bachillerato a la universidad” de Editorial Norma, Bogotá, 1985 :

“En 1849 fue elegido para la presidencia el candidato liberal José Hilario López quien

contaba con el apoyo del sector artesanal. Durante su gobierno (1849-1852) se impuso el

libre cambio y se llevaron a cabo reformas liberales de gran importancia para el futuro del

país.

“ Abolición total de la esclavitud: la ley de 1852 suprimió definitivamente en Colombia

el sistema de la esclavitud. Según esta ley los 18.000 esclavos que había en ese momento

trabajando especialmente en las grandes haciendas del sur del país quedaban libres. En la

práctica, esta disposición no se pudo cumplir cabalmente debido a la intensa oposición que

presentaron los terratenientes caucanos a quienes esta medida perjudicaba

considerablemente.

“Reforma Agraria: en 1859 culminó el proceso de disolución de los resguardos

indígenas iniciado desde 1832 cuando se repartieron tierras entre los indios con la

prohibición de venderlas en 10 años. Durante el gobierno de Pedro Alcántara Herrán, se

amplió tal prohibición a 20 años y en 1850 se suprimieron las restricciones y se permitió la

venta de tierra de resguardo, con lo cual se incrementó el latifundio y convirtió a los indios

en campesinos asalariados lo cual dio mano de obra barata para las plantaciones de tabaco
73

de exportación. La supresión de los ejidos fue otra medida de la reforma. Los ejidos eran

tierras comunitarias situadas alrededor de las ciudades y que beneficiaban a las personas

pobres, mediante una organización que hacían los cabildos municipales. Los terratenientes

se apoderaron de los ejidos en 1850 lo cual trajo una fuerte reacción de los desposeídos

especialmente en el Cauca. También se suprimieron los censos que existían desde la

colonia y que consistían en préstamos que hacían los conventos a particulares con hipoteca.

En 1851 se otorgó al poder ejecutivo permiso para disponer de los censos en favor del

tesoro nacional y se abolieron los diezmos.

“Reforma Tributaria: en 1851 se suprimió definitivamente el estanco del tabaco con el

fin de que cualquier persona pudiera cultivarlo libremente. En esta forma se favoreció la

producción tabacalera que además contaba con mano de obra barata por su supresión de la

esclavitud y de los resguardos. Esta medida se impuso con miras a la exportación de este

producto. Por otra parte, se descentralizaron las rentas, es decir, que cada estado cobraría

impuestos según sus necesidades. Se creó también un impuesto directo que n o se pudo

recaudar.

“Leyes contra la Iglesia: se decretó la separación Iglesia-Estado lo cual trajo como

consecuencia la modificación del sistema educativo. Se abolieron los diezmos y fueron

expulsados los jesuitas que habían regresado en 1843. Estas medidas favorecieron la

alianza Iglesia-conservatismo.

“Reforma Estatal: orientada hacia la descentralización administrativa exponiendo la

unidad nacional. Así mismo, sentó las bases para un estado gendarme o policivo, cuya

única función era velar por las libertades individuales y que no podía intervenir en la
74

planeación económica, a excepción de los impuestos y las obras públicas que eran

financiadas y explotadas por los particulares.

“Todas estas reformas, iniciadas desde 1845 y continuadas durante el gobierno de

López, se consignaron en la constitución de 1853…..” (op. cit).

Frente a estas reformas que constituían como se indicó atrás casi una revolución social,

se levantaron los sectores reaccionarios de la iglesia y del conservatismo, de los

terratenientes y esclavistas, partidarios de la continuación del viejo orden neocolonial. En

ella se rebelaron los intereses de los esclavistas contra la ley de la abolición de la esclavitud

y también entraron en jaque los intereses de proteccionistas y librecambistas, unitarios y

federalistas.

El Conservatismo declaró la guerra dirigido por terratenientes esclavistas como Julio

Arboleda, quien dirigió las filas conservadoras del Cauca. En Antioquía se rebeló el general

Eusebio Borrero; también se sublevaron los conservadores en Tunja, Pamplona, Pasto,

Cundinamarca, Neiva y Mariquita. Los combates más sangrientos de esta guerra fueron los

de Buesaco, Tunja, Guasca, Pamplona y Garrapata, en los que vencieron las fuerzas

oficiales del gobierno liberal. Las tropas conservadoras fracasaron por falta de unidad,

estrategias y de recursos, especialmente de armas.

La guerra civil de 1851 culminó con la victoria liberal y con la nueva constitución de

1853 en la que se legalizaron las reformas liberales del medio siglo.

5°. La Guerra Civil de 1854, contra el general José María Melo y la búsqueda de la

llamada normalidad democrática.


75

Habiendo transcurrido tan sólo tres años entre una y otra guerra, (1851 a 1854) esta

confrontación se libró por las mismas causas de la anterior: los enfrentamientos entre

liberales y conservadores, entre golgotas y draconianos, entre comerciantes, artesanos y

librecambistas, por los mismos intereses y especialmente por las ambiciones caudillistas

personales entre los generales José María Obando y José María Melo, quien apoyado por

los artesanos dio un golpe de estado contra el gobierno de Obando, consecuencia de lo cual

José María Obando declaró la guerra en defensa de su gobierno legítimo.

En este momento de reformas socio-económicas y cuando los artesanos o

“draconianos” querían derogar las medidas librecambistas que beneficiaban a los

librecambistas y comerciantes llamados “golgotas”, se desencadenó otra guerra civil por

intereses particulares de la clase dirigente burguesa.

El general José María Melo encarcelo al presidente José María Obando y tomó el poder

instaurando una dictadura militar el 14 de abril de 1854, titulándose como “Comandante en

Jefe del Ejército Regenerador, encargado del Supremo Gobierno provisorio”, ante lo cual el

gobierno, con el apoyo de ex presidentes se trasladó y organizó en Ibagué y desde allí inicio

su lucha armada contra la dictadura de Melo.

Contando con el Ejército oficial al mando del general Tomás Herrera y del vice

presidente Obaldía, José María Obando alcanzó la victoria y retomó el poder; José María

Melo fue depuesto en diciembre de 1854 y sustituido por José Domingo Obaldía, siendo

desterrado a Costa Rica de donde huyó hacia México.


76

Los vencedores de esta guerra impusieron la constitución de 1858 que creó la

“Confederación Granadina” con el conservador Mariano Ospina Rodríguez quien gobernó

entre 1857 y 1861.

6°. La Guerra Civil de 1860, acaudillada por el general Tomás Cipriano de Mosquera,

que influyó en la constitución de 1863.

Para el año de 1860, gobierna la Confederación Granadina, el conservador Mariano

Ospina Rodríguez, habiéndose complicado la situación social y económica del país; las

reformas de 1850 habían bajado el nivel de vida entre los campesinos y los artesanos

tuvieron que emigrar al campo; la guerra de 1854 dejó el campo sin mano de obra y no se

siguió exportando tabaco.

La nueva guerra se inició en 1859 con el pretexto de luchar contra la ley de elecciones

que dividía la Confederación Granadina en distritos y por la creación de las intendencias de

hacienda, encargadas de la súper vigilancia de aduanas.

Tomás Cipriano de Mosquera era dueño de casi todo el estado soberano del Cauca y de

cientos de jornaleros asalariados, así como de una fortuna que le permitía formar y armar su

propio ejército personal, por lo que se sentía con la capacidad y la fuerza suficiente para

crear su propia República independiente con la provincia del Cauca y por tanto, pensó

hacerlo declarando la guerra a la Confederación y separarse de ella, formando su propia

nación neo feudal.

Por eso, a comienzos de 1860, el general Tomás Cipriano de Mosquera, gobernador del

Estado soberano del Cauca, proclamó la separación de dicho estado de la confederación y

al encontrarse con el apoyo de los estados de Santander y Bolívar, con lo que no contaba,
77

pensó que podría apoderarse no de una región como el Cauca, sino de toda la nación, por lo

que se declaró Supremo director de la Guerra y se lanzó contra el gobierno de Mariano

Ospina Rodríguez, comenzando una de las más penosas y devastadoras guerras civiles del

siglo XIX.

Las principales batallas libradas en aras del caudillismo personalista fueron las del

Oratorio, Manizales, Segovia, La Barrigona, Subachoque, El Rosal, Usaquén y Bogotá. En

agosto de 1860 se llevó a cabo en Manizales la Exponsión, mediante la cual el caudillo

Mosquera ofreció someterse al gobierno central, pero casi de inmediato se firmó el Pacto

de Unión entre los rebeldes del Cauca, Bolívar y Santander.

La guerra caudillista militarista de Mosquera abarcó todo el territorio nacional y

Mosquera reconocido caudillo y hábil político, hizo las alianzas necesarias para vencer las

debilitadas fuerzas oficiales de la Confederación. Tras sangrientas batallas en las que como

siempre los campesinos y jornaleros eran los combatientes, los muertos y los heridos. El 18

de julio de 1861, las fuerzas de Mosquera se tomaron Bogotá, haciendo prisionero al

presidente Mariano Ospina Rodríguez y a su hermano Pastor Ospina.

Pero la guerra no terminó del todo con esta victoria del caudillo caucano, pues continuó

en Santander, siendo el jefe de la legitimidad Leonardo Canal; en Antioquía con el general

Braulio Henao y en el Cauca con Julio Arboleda, quienes lucharon con ahínco, siendo

derrotados en las batallas de Los Arboles y Tulcán y tras el asesinato en 1862 del caudillo

conservador Julio Arboleda, capitularon reconociendo la derrota.

Como liberal, Mosquera tomó medidas para profundizar la separación entre la iglesia y

el estado; decretó la libertad de cultos y llevo a realización la desamortización de bienes de


78

manos muertas, dejando en manos del gobierno el nombramiento de obispos y sacerdotes,

así como la disposición de sus propiedades, las de los municipios, colegios y hospitales ;

expulsó la Compañía de Jesús y decretó la extinción de las comunidades religiosas;

convocó la Convención de Rionegro que proclamó la nueva constitución de 1863, que

llamó al país Estados Unidos de Colombia y radicalizaba su estructura federalista.

Consecuencia de esta guerra, el radicalismo liberal gobernó los Estados Unidos de

Colombia, bajo la citada Carta de 1863, desde 1861 hasta 1878, siendo preocupación

esencial de estos gobernantes radicales la construcción de vías de comunicación y

ferrocarriles para facilitar el comercio exterior que era la actividad económica que

predominaba en el país y a la cual estaban asociadas las clases aristocráticas burguesas; los

radicales incrementaron la educación, aunque la falta de recursos no permitío que fuera

gratuita. En 1867 se creó la Universidad Nacional.

Estos mandatarios denominados por la historia como “El Olimpo Radical”, fueron

Tomás Cipriano de Mosquera, Manuel Murillo Toro, Santos Gutiérrez, Eustorgio Salgar,

Santiago Pérez y Aquileo Parra.

7°. La Guerra Civil de 1876 de origen político-religioso, enfrentó a conservadores y

radicales.

A los liberales llamados independientes, que se caracterizaban por una posición política

moderada, les unían principalmente criterios regionalistas y la insatisfacción con los

gobiernos radicales, descontento que se evidenció en las elecciones de 1876.

El presidente Santiago Pérez (1874-1876) apoyaba la candidatura de Aquileo Parra,

mientras que los liberales independientes se inclinaban en favor de Rafael Núñez,


79

embajador en Inglaterra, quien salió derrotado en dichas elecciones. Como acontecía en

toda elección del siglo XIX, la de 1876, fue acusada de fraude y de haber sido manipulada

por el gobierno de turno.

En los primeros meses del mandato de Aquileo Parra (1876-1877) los conflictos que ya

venían dándose en torno a los beneficios de la educación religiosa y laica en las escuelas,

especialmente en el Cauca y Antioquia, así como la evidente debilidad política del gobierno

radical, fueron aprovechados por el partido conservador para levantarse en armas el 15 de

julio de 1876 en la región del Cauca.

Esta guerra civil de 1876 es así relatada por el historiador Ocampo López (1993):

“Tuvo carácter político-religioso y fue la manifestación de los intereses del partido

conservador en oposición al gobierno de los radicales. Su origen fue el descontento de los

conservadores por las medidas laicas adoptadas en la educación de la juventud y por el

espíritu abiertamente anti religioso de los radicales.

“La revolución se inició en el estado del Cauca y se extendió pronto a los de Antioquia

y de Tolima, siendo los dirigentes conservadores Leonardo Canal, Manuel Briceño, Manuel

Casablanca, Sergio Arboleda y Marcelino Vélez. Las tropas liberales estuvieron al mando

de los generales Julián Trujillo, Santos Acosta, Sergio Camargo y Tomás Rengifo, y las

batallas más importantes fueron las de los Chancos, Garrapeta, La Donjuana, Manizales y

Mutiscua. En el combate de Manizales lucharon 5000 conservadores contra 3500

gobiernistas y sucumbieron 275 de los primeros y 140 de los segundos.

“Pero más tarde se llegó al acuerdo de Manizales, con el triunfo del gobierno radical del

presidente Aquileo Parra y de las fuerzas del gobierno, mandadas por el general Julián
80

Trujillo. Sin embargo, terminada la contienda, se produjo la división entre radicales

liberales e independientes. Y entonces el doctor Rafael Núñez, liberal independiente,

canalizó el Movimiento de la Regeneración, que cambió la situación política colombiana a

fines del siglo XIX.”(op.cit.pag1372).

Como consecuencia de esta guerra, para el período presidencial de 1878 a 1880, los

liberales radicales y los independientes se presentaron unidos a las urnas, triunfando el

general Julián Trujillo, héroe de la guerra de 1876, quien acabó por imponer y consolidar la

tendencia del liberalismo independiente.

Desde el mismo momento de la posesión del presidente radical, general Julián Trujillo,

el 1 de abril de 1878 se incubó el denominado Movimiento de la Regeneración, encabezada

por Rafael Núñez, quien en su calidad de presidente del congreso pronunció la famosa

frase: “El país, se promete de vos, señor, una política diferente, porque hemos llegado a un

punto en que estamos confrontado este preciso dilema: regeneración administrativa

fundamental o catástrofe.”

8°. La Guerra Civil de 1885 de la regeneración y los radicales, culmina con la

constitución de 1886.

Los antecedentes económicos de esta contienda se encuentran en el asunto del canal de

Panamá; los ferrocarriles; la reducción de los derechos de importación; la abolición del

estanco del tabaco; la implantación del libre cambio; el descenso de las exportaciones

colombianas; la creación del Banco Nacional; las emisiones de moneda oficial sin respaldo;

Rafael Núñez apoyó el proteccionismo contra el libre cambio.


81

Otros antecedentes fueron el asunto religioso, especialmente con la desamortización de

bienes de manos muertas; la iglesia mantiene el control en la educación e interviene en

asuntos políticos; el liberalismo independiente se une con el conservatismo y con la iglesia;

la devolución de haciendas confiscadas a propietarios conservadores en el Valle durante la

guerra de 1876; la lucha entre colonos y latifundistas por la tenencia de la tierra; la reforma

de la constitución de Rionegro, que ocasionó crisis en el radicalismo y conflictos internos

en los estados; la crisis generalizada del comercio y de la agricultura; el enfrentamiento

entre el radicalismo y Tomás Cipriano de Mosquera; el conservatismo unido y el

radicalismo y el liberalismo divididos; la llegada de Rafael Núñez a la presidencia en 1884,

siendo enemigo del radicalismo.

El segundo mandato de Rafael Núñez confirmó los temores de los radicales, en el

sentido de la alianza entre el presidente y los conservadores. La disputa política entre los

radicales y los independientes y conservadores, que ya se venía dando en cada uno de los

estados de la unión, en el caso de Santander se tornó particularmente crítica, pues allí los

radicales eran mayoría.

Así, en julio de 1884 el gobierno central envío a Santander una fuerza nacional,

acompañada de una comisión de paz, para intentar apaciguar a los radicales y medias en la

nueva elecciones locales.

El 1º de septiembre se llegó a un acuerdo de paz en el “Convenio de El Socorro” que

permitió la creación de una convención para designar al nuevo presidente, pero la

convención, compuesta en su mayoría por radicales, no logró llegar a un acuerdo con las

minorías independientes y conservadoras fue disuelta, pero los radicales siguieron


82

sesionando por su cuenta y designaron como presidente del estado de Santander al general

Sergio Camargo, incumpliendo los acuerdos a los cuales se habían comprometido con el

gobierno central.

El 17 de agosto de 1884, los radicales se rebelaron contra Solón Wilches, gobernador

del estado de Santander con el pretexto de que éste escamoteo las elecciones del 27 de julio

de 1884. Además de eso, Wilches creó nuevos impuestos.

Los radicales estaban comandados por los generales Gabriel Vargas Santos, Ricardo

Gaitán Obeso y Daniel Hernández y los conservadores por los generales Marcelino Vélez,

Leonardo Canal, Manuel Briceño y Rafael Reyes, apoyados por los liberales

independientes.

Se trató de la reacción conservadora-católica en contra del gobierno radical que venía

rigiendo a los Estados Unidos de Colombia, desde 1863, hasta 1880 con la presidencia de

Julián Trujillo, régimen al que llegó Rafael Núñez en 1880, haciéndose pasar por radical

por conveniencias personales y caudillistas, pero que traiciona al radicalismo y concluye

en la segunda presidencia de Núñez en 1885.

Las batallas más sangrientas fueron los de Río sonso, Santa Bárbara de Cartago,

Cartagena, La Humareda y el Salado. La guerra se dispersó por los estados de Boyacá,

Santander, Antioquia, Cauca, la costa atlántica, Panamá, Tolima y Cundinamarca.

La Batalla de La Humareda se libró el 17 de julio de 1885 en el río Magdalena cerca de

El Banco; los liberales perdieron a varios de sus más prestantes jefes, así como el buque

donde trasportaban el parque y la pólvora, acción tras la cual quedaron sin recursos para
83

proseguir la guerra. A fines del mes siguiente se rindieron los últimos jefes liberales y

Rafael Núñez pudo obtener el triunfo de las fuerzas más oscuras y reaccionarias del país.

Vale la pena trascribir el epilogo de las consecuencias de esta guerra de 1885 en la

pluma del historiador Gonzalo España (1985):

“Así, acogidos al imperio de la espada, los cánones clericales del medioevo comenzaron

a regir de nuevo sobre la nación, como fundamental elemento apaciguador. La inquisición

se impuso otra vez en las aulas, se estableció la inspección y vigilancia sobre las

asociaciones científicas y las instituciones docentes, con la autoridad para disolverla cuando

a juicio de los mandatarios fuesen catalogadas como foco de propaganda revolucionaria, y,

como resultado del restablecido poder de la iglesia en todos los órdenes, sus jerarcas

terminaron erigidos enárbitros supremos de la política (…..)

“Núñez y los conservadores se encargaron a su vez de reducir, uno a uno, a los

estorbosos espadones liberales que les habían acompañado durante la batalla del 85.

Wilches estaba vencido y el problema con él se limitó a meros escarceos.(……).

“La Regeneración se encargó de barrer, mediante el más crudo despotismo, las

conquistas democráticas inauguradas por el régimen liberal. Con la aplicación de la llamada

“Ley de los Caballos”, la libertad de imprenta quedó suprimida. “Constituye delito atacar

las instituciones o las leyes; atacar la religión católica, desconocer la autoridad en el orden

civil o eclesiástico, atacar la institución militar; tomar el nombre o representación del

pueblo”, rezaba uno de los decretos punitivos. El destierro, el cadalso, la persecución a los

disidentes, la supresión de los derechos políticos y toda clase de disposiciones bárbaras y


84

regresivas fueron el instrumento con el que los viejos amos, acaballados otra vez en el

poder, consolidaron su reconquista.

“Antes de que se hubieran apagado los últimos fuegos de la revuelta, la Regeneración

ofrendó un sacrificio al ara yanqui. Pedro Prestán, capturado en la costa atlántica, fue

trasladado a Colón y ejecutado en público tras un breve juicio marcial; durante su

juzgamiento y a la hora del martirio, al tiempo de declararse inocente del cargo de

incendiario por el que se le condenaba, Prestán reiteró sus señalamientos contra la

intromisión norteamericana en Panamá y sus propósitos segregacionistas. (……).

“Ahorcado Prestán, a Rafael Nuñez se le ocurrió la idea de que la Regeneración

necesitaba un sacrificio parecido en el interior de la república y señaló la víctima. El

historiador Julio H. Palacio refiere la forma como Núñez expresó estos deseos a su padre, el

general Francisco Palacio: “…como el general Gaitán continuaba prisionero en Bogotá, el

presidente resolvió herir en su cabeza más alta a la temida revancha. Referíame el general

F. J. Palacio –el señor mi padre que de Dios goce- que un medio día de los últimos de

septiembre, el presidente Núñez, con quien almorzaba casi siempre, lo llevó a su escritorio

y háblale muy alarmado de los peligros de la situación, añadiéndole que para consolidar la

paz y acabar con las guerras civiles era necesario hacer un severo escarmiento. Mi padre

preguntole cuál sería éste y el presidente le contestó: hacer un consejo de guerra a Gaitán

Obeso y fusilarlo, concluyendo así, pero inmediatamente, ¿sabe?”.

“Núñez, sin embargo, no logró la unanimidad de los jueces y Gaitán Obeso sólo resultó

condenado a diez años de cárcel. Empero, poco después de la sentencia se le sacó de

Bogotá y se le envío a la penitenciaria de bolívar, de donde luego fue trasladado a Panamá.


85

Empezaron a circular rumores de que corría el peligro de ser envenenado y en tal sentido

fue advertido. La mañana del 12 de abril de 1886, efectivamente, murió en su celda, tras

una breve agonía. Uno de los médicos asistentes a su autopsia comentó que Gaitán Obeso

había sido envenenado con digitalina, un tóxico poderoso”.

“Un omnímodo régimen terrateniente-clerical se apoderó de todos los hilos de la

administración pública e impuso su férula sobre la vida política, cultural y económica del

país. El retroceso en estos aspectos fue enorme”

Y culmina así el Epilogo de Gonzalo España:

“En el curso de la administración de la hegemonía conservadora, deriva da de la

Regeneración, y en las que vinieron después, los Estados Unidos usurparon por completo la

soberanía de Colombia. Durante las primeras décadas del siglo XX el partido liberal,

derrotado una y otra vez en sus intentos por retomar el poder, hizo el tránsito hacia el

campo de la reacción y terminó representando los intereses de una burguesía intermediaria

de la dominación yanqui. En su nuevo estado, tras muchos tropiezos heredados de las

ancestrales contradicciones históricas, la cohorte conservadora acabó siendo su hermana

siamesa y con ella vino a compartir el ajuar ideológico, el poder y la posesión de un país

aherrojado y exhausto. En cierto sentido, ello fue señalado por la derrota de 1885.” (op. cit.

P.193 y ss).

La guerra civil de 1885 arrastró a la República a una época de oscuridad y sectarismo

que no culminó sino con la constitución de 1991, ciento cinco años después.

9°. La Guerra Civil de 1895 por causas de inconformidad con el gobierno de Miguel

Antonio Caro.
86

En las elecciones de 1892, Rafael Núñez ocupó de nuevo la presidencia, siendo elegido

vicepresidente Miguel Antonio Caro. Los conservadores en el gobierno eran mayoría y el

partido nacional era un movimiento de nombre. La arbitrariedad de los conservadores, la

exclusión sectaria de los liberales y las medidas contra la oposición desataron el

inconformismo de los liberales y radicales derrotados en 1885. La aplicación de la ley 61

de 1888, le mostró a todos que la regeneración se excedía en sus abusos contra la prensa y

el libre ejercicio de la actividad política que todos merecían.

Desde 1886 se había impuesto un vergonzoso régimen clerical reaccionario y regresista

enmarcado por la más ominosa extrema derecha que entronizaba la persecución política y

violenta contra los sectores disidentes del gobierno de Núñez, el gran dictador de la

burguesía, por lo que los liberales y radicales decidieron lanzarse de nuevo a la guerra civil

con la esperanza de reconquistar el poder y restablecer la paz y las garantías políticas en la

nación.

La guerra se generalizó en los departamentos de Boyacá, Cundinamarca, Santander,

Tolima, Cauca, costa atlántica y Panamá. El jefe liberal rebelde fue el general Santos

Acosta y el jefe conservador el general Rafael Reyes.

En el sitio de La Tribuna las fuerzas rebeldes radicales, mandadas por el general Siervo

Sarmiento, fueron vencidas por el general Reyes. Luego se libraron las batallas de El

Chocoral, El papayo, Pan de azúcar y Cruz coloroda y en Panamá se combatió en Bocas del

Toro y Baranda.

El 29 de enero de 1985, las fuerzas liberales de Cundinamarca al mando del general

Siervo Sarmiento fueron derrotadas en la batalla de La Tribuna por el ejército conservador,


87

comandado por el general Rafael Reyes, quien también derrotó a los rebeldes liberales el 15

de marzo de 1895 en la batalla de Enciso, lo cual produjo dos días después la entrega en

Capitanejo del ejército liberal del general Pedro Pinzón, llegando esta guerra a su fin, con

una nueva derrota de las fuerzas progresistas a manos de la reacción retardataria de la

regeneración.

Luego de la batalla de Enciso, el presidente Miguel Antonio Caro dimitío y cedió el

mando al general Guillermo Quintero Calderón, que presidió un gobierno de cinco días,

pues Caro reasumió de nuevo la presidencia hasta las elecciones del año 1898, en las que

fue elegido presidente el doctor Manuel Antonio Sanclemente.

Las derrotas del liberalismo radical en 1885 y en 1895, refrendaron el régimen clerical,

latifundista y reaccionario de la regeneración, el cual – como se dijo atrás- sumío al país en

un ámbito de oscuridad, represión, arbitrariedad y abuso en la dictadura de la burguesía

derechista que sobrevivío casi totalmente hasta 1991, cuando cayó con la última

constitución de 1991 que abría la nación a las puertas de un periodo de modernidad,

tolerancia y garantías que constituye un avance en la historia política y económica de

Colombia, sin haber desaparecido al dictadura burguesa ni haberse liberado Colombia del

dominio del imperialismo norteamericano.

10°. La Guerra Civil de los Mil días, 1899 a 1902 entre liberales y conservadores.

La situación social, política y económica, antes, durante y después de la guerra de los

mil días la describen así Villegas y Yunis (1978):

“La Oligarquía lo acapara todo, tierras, minas y selva. Tiene en sus manos el poder

político y controla el ejército y la iglesia. Siendo tan reducido su número, tiene que
88

multiplicarse; son al mismo tiempo tenderos, hacendados, generales, políticos, poetas,

filósofos, escritores,etc….”. (op. cit)

Característica fundamental de estas nueve guerras civiles del siglo XIX es que ninguna

de ellas concluyó definitivamente, quedando todas inconclusas, dejando pendientes sus

disputas y problemáticas, en el marco de una situación real en el que las clases dirigentes se

beneficiaban de los enfrentamientos entre el mismo pueblo liberal y conservador, donde los

ricos se enriquecían más y los pobres ponían los muertos y la miseria. “La guerra continuó

en los espíritus.” (op. cit).

Los antecedentes de la guerra de los mil días los relata así Gómez M., (1985):

“Después del triunfo del gobierno de Miguel Antonio Caro contra los liberales radicales

en la guerra civil de 1895, el ambiente político para otra guerra quedó preparado. Las

medidas que se tomaron, nuevos hechos que aumentaron el dolor de la derrota y los

rencores acumulados en torno al régimen de la Regeneración, incitaron a nuevos

levantamientos armados. Tal es el caso del fraude electoral de 1897 que indignó a los más

radicales líderes liberales, como lo expresa Rafael Uribe Uribe en su primer discurso de

censura política del directorio liberal: “De ahí que cada día pasado en la inercia desde el 5

de diciembre para acá, haya sido una declaración tácita de conformidad con lo sucedido. La

concurrencia a los colegios provinciales de los pocos electores que obtuvimos, no

contribuyó siquiera a levantar una protesta ruidosa contra la legalidad de la elección, sino

sancionarla con su presencia y con sus firmas al pie de las actas de escrutinio, acabó de

consolidar su legitimación; y cada hora transcurrida desde el 2 de febrero, sin alzarnos en


89

armas, ha equivalido a revalidar con nuestra aprobación definitiva el triunfo fraudulento de

los detentadores de nuestro derecho. “

“Otros ingredientes políticos y una situación económica cada vez más critica hacen

depender la guerra de una coyuntura propicia.(……).

“La Regeneración, con sus políticas económicas, condujo al país a una situación de

crisis y originó la fuerte oposición que desembocó en la guerra de los mil días. Tampoco se

siguió la vía clásica de desarrollo capitalista al no romper con la estructura terrateniente. La

utilización política retardataria de la centralización económica produjo el fracaso de los

planes que estimulaban el desarrollo industrial, tales como la protección por medio de

tarifas aduaneras de los productos extranjeros que competían con la incipiente producción

nacional, el banco nacional, el monopolio de la emisión de papel moneda y la construcción

a medias de un sistema de trasporte.(…..)”

“La Regeneración, a pesar de sus pretensiones de centralización del poder, no superó el

exclusivismo. Se conformó un estado que no tuvo todavía la suficiente cobertura para

compartir el poder con todas las clases que dominaban la economía. Más aún, los

nacionalistas en el poder dieron muestra de un desarrollo descomunal en el control de la

maquinaria electoral, empleando abiertamente el fraude y hasta la violencia para

mantenerse en el gobierno.”

“Los partidos tradicionales se fueron formando de manera empírica alrededor de

intereses económicos y sociales muy concretos que tuvieron como punto de referencia la

defensa de los antiguos privilegios heredados de la Colonia, o de nuevos privilegios más

ligados a las trasformaciones económicas y políticas de la época. Es necesario agregar


90

también que no en todos los momentos el comportamiento de cada partido es el mismo

frente a los problemas económicos, ideológicos o políticos.

“Podemos, si, afirmar que el partido conservador se caracterizó siempre por su apego a

las tradiciones coloniales, incluídas en ellas la comunidad de intereses con el clero y la

defensa de la religión. No obstante, es necesario aclarar que la propiedad de la tierra, si bien

era un elemento de identificación con la tradición, nunca fue el único. También los

comerciantes se veían favorecidos con el monopolio comercial de tiempos de la

corona.(…..)

“El pueblo va a la cola: “Con la carne de cañón de los arrendatarios, recogidos a la

brava, alimentados con aguardiente mezclado con pólvora, para que se “emberraquen”, se

tejió toda la “epopeya” de nuestras guerras. Y así van, por los campos, los generales a

caballo y los soldados “voluntarios” a pie, y amarrados con sogas para evitar su fuga”

El movimiento reaccionario y sectario de la Regeneración, vencedor de la guerra civil

de 1885, continúo gobernando al país. Movimiento así definido por Alberto Gómez en su

obra citada (pag.10):

“Movimiento político pluripartidista encabezado por el liberal independiente Rafael

Núñez y el conservador nacionalista Miguel Antonio Caro. Mantuvo el poder

intermitentemente desde 1878 hasta 1909 con las presidencias de Julián Trujillo (1878-

1880) Rafael Núñez (1880-1882 y 1884-1886 y 1886-1892), Miguel Antonio Caro (1892-

1898) y Manuel Sanclemente (1898-1909) y Rafael Núñez (1904-1909).

“Aparece como reacción al federalismo de los gobiernos liberales radicales. En 1878, al

posesionar a Julián Trujillo, RafaelNúñez esboza así el programa de la regeneración: “El


91

orden material fue restablecido, no sin cruentos sacrificios y vos encontráis, señor,

preparado el camino para iniciar los serios trabajos de la evolución salvadora de nuestra

responsabilidad futura como partido gobernante….El país se promete de vos, señor, una

política diferente, porque hemos llegado a un punto en que estamos confrontando este

preciso dilema: regeneración administrativa fundamental o catástrofe”.

“En lo político, la regeneración implantó la constitución de 1886 con un estado central

fuerte y unitario y creó un ejército nacional. En lo económico reorganizó las finanzas

públicas y manejó las emisiones de dinero. En lo ideológico buscó a la iglesia como fuerza

de cohesión y firmó con ella el concordato de 1887. En su conjunto, la Regeneración

expresaba la necesidad de la nueva clase dirigente-terrateniente, agro-exportadora y

comerciante de un Estado Fuerte, centralizado y organizado.”. (op. cit).

La guerra comenzó el 17 de octubre de 1899 y contó entre sus principales batallas el

primer grito de guerra en Socorro, Raquira y Nocaima; la batalla de Piedecuesta, el 11 de

noviembre de 1899, donde los liberales se apoderan de la población al mando de Uribe y

Gómez Neira; el asalto a Bucaramanga, el 12 de noviembre de 1899 que terminó en derrota

de los liberales a manos del conservatismo dirigido ´por el general Villaminzar; Peralonso,

el 15 de diciembre de 1899, donde los conservadores son derrotados por los liberales al

mando de Herrera, Durán y Uribe; el 1 de febrero de 1900, combate en Pamplona, con

triunfo liberal del general Vargas Santos; el 11 de mayo de 1900, batalla de Palonegro, con

derrota liberal a manos de los generales Pinzón y Arboleda; la marcha de la derrota hasta

Ocaña; el 22 de agosto de 1900 la rendición de liberales en San Vicente de chucuri; en

Panamá, el combate en ciudad de Panamá el 21 de julio de 1900, victoria liberal de los

generales Porras y Benjamín Herrera; el 12 de noviembre de 1901, la toma de Colón por los
92

liberales al mando de Benjamín Herrera; el 25 de noviembre de 1901 se produce el

desembarco de tropas norteamericanas en Panamá; el 24 de diciembre de 1901, los liberales

triunfan en ciudad de Panamá el mando del general Benjamín Herrera; el 23 de febrero de

1902 otra victoria liberal del general Herrera en Aguadulce; el 20 de octubre de 1902

desembarcan tropas norteamericanas en Panamá a pedido del presidente Marroquin.

Alberto Gómez M., relata así las batallas más sangrientas de esta guerra:

“Peralonso. El desquite de Bucaramanga fue el triunfo liberal en Peralonso. El 16 de

diciembre, 5000 hombres del ejército liberal bajo el mando de los generales Rafael Uribe y

Benjamín Herrera propinaron una estruendosa derrota al ejército de 8000 hombres que

dirigió el general oficial Vicente Villamizar. Un parte de guerra y de victoria del general

liberal López, describe aspectos de la batalla asi: “El general Uribe, que había estado gran

parte del inspeccionando el movimiento del enemigo y que había llegado a la casa y cerca

de piedra de La Laja, comprendiendo lo oportuno de un nuevo asalto al puente, se puso a la

cabeza, con el sargento Sául Zuleta, ascendido con antelación a capitán y seguido por el

coronel Neftalí Lareamendi, por el capitán Guillermo Páramo y otros, se lanzó sobre el

puente, el cual abandonó el enemigo sin resistencia, dispersándose por las colinas vecinas.

Los fuegos conbimados de la cuarta división del norte y del ejército del general Durán

acabaron de introducir, entre 7 y 8 de la noche, es decir, entre 3 y 4 horas después del paso

del puente, el pánico entre los restos desbandados del ejército de la dictadura”.

“Palonegro. Dice Torres Giraldo: “Y he aquí que la guerra se pierde precisamente a raíz

de la inmensa victoria de Peralonso. Porque ni los jefes vencedores allí, Uribe, Herrera,

Durán, soler, Leal, Hernández, López y Rodríguez persiguen al enemigo y lo aniquilan


93

rápidamente, en ruta hacia Bogotá, ¿por qué suceden las cosas así?. Ah, porque los bravos

generales están ilusionados en un pronto tratado de paz que ha de reconocerle al liberalismo

los puntos esenciales de su programa. Entre el 11 y el 26 de mayo se libra la batalla, 15 días

en que se destrozan ambas fuerzas; 4300 muertos y heridos (2700 de los liberales y 1600

del gobierno)”. Lucas Caballero relata aquel momento: “Aquella batalla fue algo

descomunal, algo inaudito. Las vidas las derrochaban los combatientes sin cuidarse del

instinto. Era increíble que los nervios de los nuestros resistieran quince días de combatir de

día y de noche, sin relevos, casi sin alimentación y sin sueño. De parte del enemigo fue

especialmente admirable la conducta del batallón Artillería que mantuvo el orden de

formación en la acometida nuestra del 13 de mayo en que pereció casi totalmente. La

fetidez de la atmósfera, por el incontable número de cadáveres en descomposición de seres

humanos y de bestias, era tan dominante e intensa, que persistió por semanas seguidas en

las mucosas nasales de los sobrevivientes.”(op.cit.pag 19 ).

En esta guerra, tomaron las armas 105.000 hombres; 70.000 por el conservatismo y

35.000 por el liberalismo; se dieron 218 combates en los cuales perecieron 30.000

colombianos y el estado hizo gastos por mas de 70 millones de pesos.

Sobre el reclutamiento de estas fuerzas habla Bergquist (1981):

“Como en las guerra civiles anteriores, el gobierno dependía en gran manera del

reclutamiento de trabajadores para formar sus ejércitos. Para capturas –son palabras de un

general- buenos indios para el servicio de las armas, escuadrones de hombres armados

descendían a las plazas de mercado, a las tiendas donde vendían bebidas alcoholicas y a

otros sitio de reunión del pueblo …en el campo se capturaba por grupos a los jornaleros
94

que eran atados y conducidos a la guerra sin recurso a procedimientos legales ni tiempo

para arreglar sus asuntos ni para despedirse de sus familias…Los terratenientes tenián el

poder de expulsar de sus tierras a los trabajadores que no colaboraban, perspectiva

aterradora en períodos de guerra civil, especialmente para quienes sostenían una

familia….” (op. cit).

En el Tratado de Paz de Neerlandia, el 12 de junio de 1902, Rafael Uribe Uribe

entregó al liberalismo con el siguiente acuerdo: “ Los que depongan las armas en virtud de

lo convenido en este pacto, no podrán en ningún tiempo ser perseguidos, juzgados ni

penados por considerárseles cabecillas de expediciones organizadas en país extranjero, ni

por actos que en calidad de militares en servicio activo y con el fin de realizar operaciones

militares, hayan ejecutado o mandado ejecutar contra las personas o las propiedades de los

demás.”

Por su parte, Benjamín Herrera firmó el Tratado de Paz a bordo del buque

norteamericano Wisconsin, el 21 de noviembre de 1902 y la guerra de los mil días terminó

en una nueva victoria de las fuerzas más reaccionarias, oscuras, clericales y terratenientes

del país entronizadas desde 1886 con la última constitución política de Colombia. Los

historiadores tradicionales burgueses no han podido explicar por que la guerra civil entre

liberales y conservadores terminó negociándose en Neerlandia y en un barco de guerra de

los EEUU.

Por último, queda recordar que riquezas y pobrezas se movieron en esta guerra de los

mil días ( y en todas las demás del siglo XIX) para lo cual recurro al relato de Villegas y

Yunis (1978):
95

“Las fortunas familiares corren suertes distintas en los vaivenes de la guerra. Algunas

de las tradicionales se arruinan. Otras, especialmente las que logran mantenerse unidas al

poder, sobreviven y se acrecientan: tal es el caso de los Holguin, Reyes, Marroquin,

Zalamea, etc. Finalmente, otros sitúan sus dineros en oro en el exterior, a espera de la paz,

entre ellos los Samper, Uribe y don Pedro A. López. Este oro, al término de la guerra, se

habrá multiplicado en relación con el depreciado papel moneda. Por último, los “hombres

nuevos” los que al calor de la guerra amasaron fortunas surgidas de la nada, tendrán un

peso político decisorio en el nuevo gobierno que surgirá al fin del conflicto. Los más

notables: Pepe Sierra y sus hermanos, Felix Salazar, Nemesio Camacho, el general Victor

M. Salazar, el general Vasquez cobo, etc….” (op. cit).

Pero en cambio (aclaró Ulises Casas) “Al finalizar la guerra, cientos de miles de

guerrilleros que intentaron llevar a la victoria sus ideales, quedan en la mísera cobacha

campesina rumiando el recuerdo de sus combates y batallas. Los grandes jefes quedan con

las glorias de sus derrotas y el suculento plato del poder político y económico”.

Recuérdese aquí el caso de Pedro Pascasio Martinez, el soldado campesino analfabeta que

en la Batalla de Boyaca, del 7 de agosto de 1819, hizo prisionero al jefe del ejército

español, Jose Barreiro, con lo cual se ganó la batalla de la independencia en Colombia: tras

la guerra de independencia, los grandes generales y coroneles alcanzaron la gloria, la fama,

el poder y sobretodo, resultaron enriqueciéndose, pero de este soldado campesino, Pedro

Pascasio Martinez, no volvío a saberse nada más: los historiadores tradicionales no nos

cuentan cómo ni donde termino su vida, porque lo cierto es que no termino enriquecido, ni

exiliado en el extranjero, ni de alcalde ni de gobernador ni menos de presidente en la patria

que él más que nadie ayudó a libertar y crear: es que los pobres siempre pierden y los ricos

siempre ganan…..
96

El enfrentamiento de las fuerzas políticas tras el final de la guerra de los mil días lo

describe Sanín Cano, citado por el Licenciado Baudillo Bello (1985):

“En la guerra, los partidos tradicionales se habían fraccionado y revuelto, por el encono

que consigo habían traído los sangrientos sucesos de esos tres años. Hubo en un mismo

partido opiniones intransigentes sobre si era el caso de prolongar la guerra hasta destruir la

nacionalidad o someterse a rigor de la fatalidad deponiendo las armas. De allí nacieron casi

dos nuevos partidos que se enfrentaron el uno al otro llenos de ceguedad y amargura. Por su

parte, los que sostenían al gobierno se dividían entre los que aspiraban a sanar las heridas

del cuerpo social dando al olvido los recientes agravios y los que pensaban fundarlo todo

en una política de represión”. (op. cit. pag.41).

Mal concluida la llamada Guerra de los mil días, el 21 de noviembre de 1902, la guerra

continúo en los espíritus. Tras la contienda resulto elegido el general Rafael Reyes como

presidente de Colombia para el periodo 1904-1909, quien perteneciendo a la regeneración y

la hegemonía conservadora, se dedicó a intentar un retorno a la paz y a iniciar la

modernización del país, saneando la hacienda pública, estimulando el incipiente desarrollo

agrario e industrial y comercial, tratando de estimular la educación encaminada a instruir a

las masas populares, organizando unas fuerzas armadas modernas, apolíticas y nacionales,

desarrollando la infraestructura vial. Pero como admirador del régimen del general Porfirio

Díaz en Méjico, trato de llevar a cabo sus programas progresistas cerrando el congreso,

gobernando por decreto e imponiendo sus ideales, lo que provocó la reacción de la

burguesía colombiana que urdió su caída antes de cumplir su periodo.


97

Todas estas diez guerras civiles del siglo XIX quedaron – como quedan casi todas las

guerras- inconclusas, porque en primer término, la victoria no es contundente y en segundo,

porque siempre los vencidos no se conforman con su derrota y continúan insistiendo en su

revancha. Cada guerra no alcanzó a satisfacer los intereses personales, caudillistas,

regionalistas y económicos ni de los vencedores ni menos de los vencidos, de modo que

terminada una contienda, queda en tablas, pendiente su continuación: es por eso que se

sucedieron diez guerras civiles en un solo siglo en Colombia y para colmo, todas estas

tampoco quedaron terminadas, sino que continuaron en el siglo XX, con la diferencia de

que los historiadores burgueses tradicionales y la clase dirigente optaron por ocultarlas y

tratar de no darles importancia ni difusión, llamándolas ahora “La Violencia” y después del

año 2000, “el Conflicto interno”, pero la verdadera realidad es que a lo largo de todo el

siglo XX la guerra civil continuó en el marco de un desarrollo que bien podría definirse de

la siguiente manera:

11°. La Guerra Civil de los partidos liberal y conservador, entre 1930 a 1958. (La cual

se relata y analiza en el trascurso de este trabajo) y,

12. La Guerra Civil de los Sistemas, 1960- 2015. Continuación de la anterior enfrenta

ricos y pobres, clases sociales, va degenerando en narcotráfico y terrorismo.(La cual se

relata y analiza en el transcurso de este trabajo).

¿Qué puede esperarse de generaciones que han nacido y crecido en la más atroz

violencia?:

Recordemos para muestra un botón: “Desquite”. Seguramente las nuevas generaciones

no tienen ni idea de quien fue tal sujeto. Me permito recordar que se trató de un llamado
98

“Bandolero” de finales de los años cincuenta y comienzos de los sesentas, a cuya muerte a

manos del Ejército, Gonzalo Arango escribió su “Elegía a Desquite” en donde dijo entre

otras cosas:

“Lo mataron porque era un bandido y tenía que morir. Merecía morir sin duda, pero no

más que los bandidos del poder.(….) “Desquite” era uno de ésos: era uno de los

colombianos que más valía: 160 mil pesos. Otros no se venden tan caro, se entregan por un

voto. “Desquite” no se vendió. Lo que valía lo pagaron después de muerto, al delator.(…..)

Su filosofía, por llamarla así, eran la violencia y la muerte. Me habría gustado preguntarle

en qué escuela se la enseñaron. El habría dicho: Yo no tuve escuela, la aprendí en la

violencia, a los 17 años. Allá hice mis primeras letras, mejor dicho, mis primeras armas.

“Con razón, se había hecho guerrillero siendo casi un niño. No para matar sino para que no

lo mataran, para defender su derecho a vivir, que, en su tiempo, era la única causa que

quedaba por defender en Colombia: la vida. En adelante, este hombre, o mejor, este niño,

no tendrá más ley que el asesinato. Su patria, su gobierno, lo despojan, lo vuelven asesino,

le dan una sicología de asesino. Seguirá matando hasta el fin porque es lo único que sabe:

matar para vivir (no vivir para matar). Sólo le enseñaron esta lección amarga y mortal y la

hará una filosofía aplicable a todos los actos de su existencia. (….).

“Yo, un poeta, en las mismas circunstancias de opresión, miseria, miedo y persecución,

también habría sido bandolero. Creo que me llamaría “General Exterminio”.(…..).

“Por eso le hago esta elegía a “Desquite”, porque con las mismas posibilidades que yo

tuve, él se habría podido llamar Gonzalo Arango, y ser un poeta con la dignidad que

confiere Rimbaud a la poesía: la mano que maneja la pluma vale tanto como la que

conduce el arado. Pero la vida es a veces asesina.(…..).


99

“Por eso, en uno de los ocho agujeros que abalearon el cuerpo del bandido, deposito mi

rosa de sangre. Uno de esos disparos mató a un inocente que no tuvo la posibilidad de

serlo. Los otros siete mataron al asesino que fue.

“¿Qué le dirá a Dios este bandido? Nada que Dios no sepa: que los hombres no matan

porque nacieron asesinos, sino que son asesinos porque la sociedad en que nacieron les

negó el derecho de ser hombres. Menos mal que “Desquite” no irá al infierno, pues él ya

purgó sus culpas en el infierno sin esperanzas de su patria….”

“…..Yo pregunto sobre su tumba cavada en la montaña: ¿No habrá manera de que

Colombia, en vez de matar a sus hijos, los haga dignos de Vivir?

“….Si Colombia no puede responder a esta pregunta, entonces profetizo una desgracia:

Desquite resucitará y la tierra se volverá a regar de sangre, dolor y lágrimas.” (Arango,

Gonzalo. Obra Negra. Editorial Carlos Lohle. Buenos Aires.1974)

Y la amarga profecía de Gonzalo Arango, se cumplió, se sigue cumpliendo y se seguirá

cumpliendo en Colombia de generación tras generación.

Para otro botón de muestra lo que contesto, Teófilo Rojas, alias “Chispas” a Germán

Guzmán en el tomo I del libro “La Violencia en Colombia”:

“¿Que quieres?, le pregunta el escritor y el “bandido” contesta:

“Que si me dejan quieto, yo trabajo. QUIERO APRENDER A LEER. Pero no quieren

sino matarme. A yo no me dejan vivir……yo no he hecho otra cosa que defenderme…”

El “Bandido” solo quería aprender a leer, pero el Gobierno no quería sino matarlo y lo

hizo, sembrando el campo de semillas de odio, venganza y violencia que floreció en la


100

cosecha de los combatientes de los años sesenta, en el ELN, EPL, FARC; que vuelve a

florecer en el surco ensangrentado de los setentas con el M-19 y el ERP; que da otro fruto

aumentando la violencia con el hijo del narcotráfico a partir de los años ochentas; cosecha

que se multiplica en los noventas y no es necesario recordar a nuestros contemporáneos

como ha seguido germinando la semilla del odio en los años dos mil; violencia que será

PEOR en un futuro sin esperanza ni final……


101

De las Guerras Civiles a la Masacre de las Bananeras.

En Colombia no hay un simple y sencillo conflicto armado: Lo que ha existido desde

hace más de 200 años (1812 hasta 2016) es una Lucha de Clases desarrollada ya al grado

de GUERRA POPULAR.

Al respecto señala Tse-tung (1975):

“La guerra, que ha existido desde la aparición de la propiedad privada y las clases, es la

forma mas alta de lucha para resolver las contradicciones entre clases, naciones, estados o

grupos políticos, cuando estas contradicciones han llegado a una determinada etapa de su

desarrollo”. (op. cit. Pag.62).

La Guerra Popular que existe en Colombia NO puede reconciliarse por arte y magia

de la Ley 975 de 2005, sino destruyendo las causas que la originaron, que la siguen

nutriendo y la seguirán engrandeciendo y agravando con el paso del tiempo.

A lo largo de las guerra civiles del siglo XIX, que en el fondo no fueron más que

guerras entre los ricos por el poder y la explotación del pueblo, se formó al colombiano en

la mentalidad del odio partidista y de la sed de venganza, enfrentando a liberales contra

conservadores, en un odio irracional desconociendo todos los ideales inexistentes de las

ideologías de los dos partidos tradicionales. Estas guerras civiles fueron el surco de

sembrado para la futura violencia del siglo XX.

Este periodo de comienzos del siglo XX lo explica así, Carcabed (2011):


102

“Años después en los albores del siglo XX reiniciamos el ciclo de la violencia con el

enfrentamiento entre liberales y conservadores por el manejo del poder del Estado, los

gamonales y terratenientes de esa época se aprovechan de la ignorancia de la mayoría de la

población campesina, lo mismo que de la clase obrera en las ciudades, instigándolos a

tomar bando en cada uno de los partidos con el fin de apropiarse de las tierras más fértiles

asesinando y causando el primer acto de desplazamiento masivo conocido en nuestro país,

miles de familias dejaron todo tirado tratando de salvar sus vidas emigrando a las ciudades,

conformando los primeros cinturones de miseria en las capitales….”(op. cit. pag.8).

Tras el intento reformista y pacificador de Rafael Reyes, sube al poder la burguesía

civil con Carlos E. Restrepo al frente del partido republicano. Bajo su mandato, 1910-1914

hizo lo posible por trasformar al país dentro de un marco de civilidad y paz. Llevo a cabo

una reforma constitucional que abolió la pena de muerte, rebajo de seis a cuatro años el

mandato presidencial, estableció que la Corte Suprema de Justicia tuviera la salvaguarda de

la constitución, reglamento el proceso electoral, respeto a la oposición liberal, de tal forma

que trató de poner las bases para la organización del Estado-Nacional Moderno Civilista

acorde con los cambios que estimulo en la estructura económica del país.

Este gobierno de Carlos E. Restrepo es así resumido por Baudillo Bello (1985):

“El gobierno de Carlos E. Restrepo, iluminado por las tesis del republicanismo e

intérprete del sentimiento de unidad nacional, controlo y ordenó el gasto público y atendió

el equilibrio del presupuesto, factores importantes para el crecimiento de la economía

Volviendo por los fueros de la civilidad y reconocimiento de derechos a los ciudadanos,

organizo la jurisdicción contencioso administrativa. En orden a civilizar las costumbres


103

políticas, depuró las prácticaselectorales y en lo posible, prescindió del voto de la fuerza

armada. Desarrollando el principio de descentralización administrativa, el régimen

republicano de Carlos E. Restrepo concretó un duradero código sobre régimen político y

municipal.” (op. cit).

Viene entonces el gobierno de José Vicente Concha, representante de la reacción

conservadora, quien encarna un retroceso en el proceso civilista de modernización pacífica

y democrática del poder. El sueño republicano había terminado. Puede afirmarse que la

reanudación de la violencia en Colombia, después de un oasis de once años consecutivos de

paz, tiene fecha fija: el 15 de octubre de 1914 cuando es asesinado el líder liberal Rafael

Uribe Uribe.

Al respecto afirma el historiador Rodríguez (1986):

“….La paz social se deterioróabruptamente. La violencia política se acentuó y

reaparecieron los enfrentamientos entre liberales y conservadores; el 15 de octubre de 1914

cuando se dirigía de su casa al senado fue asesinado el General Rafael Uribe Uribe, el

líder más importante del partido liberal (…..) A los enfrentamientos políticos siguió la

Violencia de origen múltiple, pero casi siempre expresada en la lucha partidista tradicional.

Del periodo de la administración Concha, el año de 1917 se destacó por la agudeza de los

conflictos sociales; el primero de enero de 1917 fue asaltada la población de Arauca. EL

periodista Calibán inculpaba de los hechos a un cacique conservador. El gobierno decretó

turbado el orden público en los llanos orientales. El 13 de enero, el obispo de Tunja lanza

una pastoral contra los liberales, declarándolos enemigos de la iglesia y aliados del

demonio. Ejemplos de este tipo caracterizan todo el periodo. El obispo de Chiquinquirá


104

excomulga a los liberales y les prohíbe la entrada a la iglesia por la aparición de un

periódico de esta tendencia.

“El 13 de enero en Campoalegre, Huila, se realizan enfrentamientos entre la población;

se acusa al clero de participar abiertamente estimulando los enfrentamientos y orientando

las elecciones. Barranquilla, Santander y el Tolima fueron los departamentos más

afectados por hechos de violencia. En el mes de diciembre, Piedecuesta y Gramalote en

Santander viven escenas de terror. Igual sucede en el municipio de Líbano, Tolima, durante

los años de 1916 y 1917. (…..). En el sur del país se sintieron igualmente los efectos de la

violencia política y la protesta popular….” (op. cit. pags.77-79).

En 1916, se produjo el primer alzamiento indígena del siglo encabezado por Manuel

Quintín Lame.

El citado historiador Antonio Rodríguez (1986) en la misma obra ya citada relata las

irregularidades de la United Fruit company de este modo:

“….-merecen mención especial los conflictos sociales en la costa atlántica, motivados

por el tipo de relaciones que la compañía norteamericana United Fruit Company implantó

con los productores y cultivadores del banano. La compañía frutera realizaba contratos

leoninos con los campesinos. Un ejemplo de la modalidad de contrato es el que estipulaba

que el productor dejaba de ser dueño de la fruta mientras esta era sometida al proceso de

selección y de medida por la compañía; una vez realizada esta labor, el productor volvía a

asumir sus labores de propietario sin posibilidad de protesta. Además, era la compañía

quien establecía la cantidad y los productos que el campesino podía vender a la institución.

Esta forma de expoliación convirtió a la compañía frutera en el centro de la protesta


105

regional. La compañía no solo explotaba a los campesinos, sino que además tenía su propio

sistema de justicia; poseía su propia colonia penal de fundación; defraudaba las rentas al

estado; importaba maderas, pinturas, clavos, tejas, etc., sin pagar ningún gravamen de

aduana; eludía el pago de impuesto mediante declaraciones acomodadas de sus rentas; se

había constituido en una especie de Estado dentro del estado…”. (op. cit).

Marco Fidel Suarez es elegido presidente para el periodo 1918-1922. Su mandato

constituye en primer término la entrega definitiva del país a los intereses norteamericanos a

través del tratado Urrutia-Thomson, a través de la concesión Barco y la Concesión De

Mares, cuestión que no es asunto de este escrito.

Frente al tema de la violencia en Colombia, sus inicios y desarrollos en el siglo XX, lo

que interesa es recordar que en el mandato conservador de Marco Fidel Suarez se inician

las luchas obreras expresadas a través de sus primeras huelgas, en el periodo 1918-1920.

Ocurre además, la primer masacre oficial: en marzo de 1919 en Bogotá sucedió una

protesta de los artesanos sastres por un asunto de contratar la compra de uniformes para el

ejército, pues el gobierno había decidido importar dichos uniformes quitando este trabajo a

los sastres nacionales.

Los sucesos de marzo de 1919, en que los sastres se reunieron a las puertas del palacio

presidencial son así relatados por el licenciado Renán Vega (1985):

“El capitán Manrique Paramo arengó a los 800 a 1000 obreros que se manifestaban.

Llovía. Se dirigieron a palacio. Suárez salió al balcón. Le hablo Marco Tulio Amorocho,

presidente de la asamblea obrera y le dio gracias por la derogatoria del decreto. Suárez

empezó a hablar. No se oía. La gente gritaba: No se oye, hable más recio. Desagradado
106

Suárez por los gritos se retira del balcón y ordena llamar a su despacho a los líderes de la

manifestación. Ante ellos termina Suarez la lectura de su discurso. La gente afuera continua

gritando y agitándose. Los líderes tratan de calmarlos pero la agitación continúa. Llovía.

Empezó a disgregarse la manifestación. Los últimos en dispersarse lanzan piedras contra el

palacio. Entonces se saca una Ametralladora que se había alistado desde antes. La tropa y la

policía disparan sobre la multitud. Son las cuatro y media de la tarde. La orden, parece, la

dio el min gobierno general Arango y el jefe de la división, Juan Francisco Urdaneta, el

resultado de la jornada según versión oficial, 10 muertos, 15heridos y 300 detenidos….”

“El acontecimiento, que será el primer hecho sangriento de vastas proporciones en la

historia de las movilizaciones obreras contemporáneas, repercutirá hondamente dentro de la

administración Suárez en particular y sobre la posición asumida por el estado en la década

del veinte ante los movimientos reivindicativos, en general. (…..) Igualmente, durante el

gobierno de Suárez se producen protestas y movimientos agrarios, en los que participan

tanto campesinos como indígenas. Los dos lugares más importantes de la agitación rural

son la zona bananera de Santa Marta y las plantaciones cafeteras del Valle bajo del río

Bogotá. Sobresale también el movimiento del departamento de Bolívar, dirigido por el

activista socialista Vicente Admo. Entre las luchas indígenas –iniciadas hace décadas- se

destaca la acción de Manuel Quintin Lame en las regiones del Cauca y Tolima”. (op. cit.

pág. 98).

Marzo de 1919, durante el mandato de Marco Fidel Suarez: una Ametralladora dispara

desde las puertas del palacio de gobierno contra la multitud: mínimo diez muertos y quince

heridos: primer masacre oficial del siglo XX, la cual queda, obviamente, impune.
107

En 1919 se organiza el primer Partido Socialista de que se tenga noticia en Colombia.

Renán Vega cuenta en la misma obra (pag.100) cual era el Programa “Socialista” de 1919

en Bogotá:

“Dentro de esta perspectiva, en 1919 surge el primer Partido Socialista de que se tenga

noticia en Colombia. Esta organización es de composición artesanal y está guiada por una

concepción socialista de tipo cristiano y romántico. Por lo mismo, su plataforma política, a

la luz del presente, no puede aparecer sino como un programa reformista, pero téngase en

cuenta que en la Colombia de comienzos del siglo XX una propuesta como la esbozada por

el Partido Socialista era vista como archi revolucionaria. En esa plataforma se destacan los

aspectos reivindicativos: asistencia pública, prohibición del trabajo infantil, mejores

condiciones de trabajo, erradicación del analfabetismo, descanso dominical remunerado,

jornada laboral de ocho horas, reforma electoral y concordataria, reglamentación de las

huelgas….” (op. cit).

El Partido Liberal se apropió de estas banderas y los ingenuos socialistas de 1919 se

pliegan a las banderas liberales.

El siguiente presidente conservador, General Pedro Nel Ospina (1922-1926) trata de

emprender – igual que sus antecesores- la modernización económica del país, en beneficio

de los incipientes industriales.

En este periodo se consolida la lucha del movimiento sindical, iniciado desde 1913

cuando se funda en Bogotá la Unión Nacional Obrera, desarrollada da en enero de 1916

cuando se publica en Bogotá el “Manifiesto de los Obreros Colombianos” e igualmente se

agudiza la lucha del movimiento campesino estimulado por la concentración de riqueza


108

cafetera, fenómeno asírelatado por el sociólogo Luis Alberto Arias en la obra “Historia de

Colombia. Volumen IV. Capìtulo10, pagina 155 de Editorial Oveja Negra, Bogotá, 1985”:

“Dado que el mayor número de conflictos tuvo lugar en las zonas de explotación

cafetera donde predomina la gran hacienda, estimamos conveniente detenernos un poco en

ello.

“En primer lugar hay que resaltar la concentración de la riqueza cafetera en los

departamentos de Cundinamarca y Tolima. Este hecho es especialmente importante, ya que

en dichas regiones existía una gran masa de campesinos sin tierra, que se ven obligados a

convertirse en arrendatarios, peones, etc. Hacia mediados de los años veinte la

concentración de la riqueza cafetera será el factor que está directamente relacionado con

dos puntos neurálgicos de la lucha agraria”. Cundinamarca y Tolima son hacia los años

veinte los departamentos con una mayor concentración de la riqueza cafetera. De la misma

manera los conflictos agrarios alcanzan especial intensidad en aquellos municipios con un

alto grado de concentración de la economía cafetera”. (op. cit. Pag. 155).

Esta concentración de la riqueza en manos de unos pocos hacendados privilegiados,

desato permanentes conflictos con los arrendatarios, con los colonos, con los indígenas en

la lucha por la tierra, siendo caldo de cultivo de las inconformidades que revivirían

nuevamente los enfrentamientos partidistas violentos, ya bajo el gobierno de Miguel

AbadíaMéndez (1926-1930).

El 6 de diciembre de 1928, bajo el mandato de Miguel AbadíaMéndez, se produce la

masacre de las bananeras: Mil trabajadores asesinados por el estado en defensa de intereses

particulares y extranjeros.
109

El 6 de octubre de 1928 los trabajadores de la United Fruit Company presentaron a la

empresa norteamericana un pliego de peticiones que pedía:

“1). Establecimiento del seguro colectivo obligatorio con base en las leyes 37 de 1921 y

32 de 1922;2) Reparaciones por accidentes de trabajo, según lo establecía la ley 57 de

1915; 3)Habitaciones higiénicas según la ley 46 de 1918 y descanso dominical remunerado

en relación con la ley 76 de 1926, 4) aumento del 50 por ciento de los jornales, 5)

desaparición de los comisariatos, 6) cesación de préstamos por medio de vales y libertad

del trabajador para adquirir los artículos de consumo, 7) implantación del pago por semanas

vencidas, 8)abolición de los contratos individuales y creación de los colectivos con derecho

a figurar cada obrero en la nómina de cada mes y 9) erección de hospitales provistos de

drogas, instrumental quirúrgico….” (op. cit).

El gobierno de AbadíaMéndez dispone, el 12 de noviembre de 1928, la ocupación

militar de la zona enviando un contingente de tropas bajo el mando del general Carlos

Cortes Vargas.

El licenciado Renán Vega (1985) relata así lo ocurrido:

“A las 11 de la noche, Cortes Vargas, investido como jefe civil y militar de la provincia

promulga el decreto número uno que decía así:

“Decreto número 1. El jefe civil y militar de la provincia de Santa Marta, en uso de sus

facultades legales y considerando: que la huelga de los trabajadores en esta provincia ha

degenerado en asonadas, motinesy tumultos que están impidiendo el tráfico de los trenes y

demás elementos de transporte, ejerciendo actos de autoridad, tales como detener, amarrar

y llevar a prisión ciudadanos pacíficos por el mero hecho de no considerarlos afectos. Que
110

han desconocido la autoridad legalmente constituida y apresado a individuos del ejército y

que es menester tomar medidas rápidas y enérgicas como son las que autoriza el imperio de

la ley marcial, Decreta:

Art.1. De conformidad con el decreto legislativo número 1 de 5 de diciembre de 1928,

ordeno perentoriamente la inmediata disolución de toda reunión mayor de tres individuos.

Art. 2. Ordenase a la fuerza pública, que, con las prevenciones legales, dé estricto

cumplimiento a este decreto, DISPARANDO SOBRE LA MULTITUD SI FUERE EL

CASO (mayúsculas propias).

Art.3. Ninguna persona podrá transitar después del toque de retreta.

Publíquese por bando y cúmplase. Ciénaga, 5 de diciembre de 1928. Carlos Cortes

Vargas, jefe civil y militar de la provincia de Santa Marta…Roberto Gómez, secretario ad

hoc.” (op. cit. Pag. 147 y ss).

Continúa el relato de Renán Vega (op.cit.):

“….Hacia la plaza enfila el general al mando de sus tropas. Estratégicamente la rodean.

Eran los albores del 6 de diciembre de 1928. A la una de la mañana suena un toque de

corneta. La gente se arremolina en torno a un capitán del ejército que anuncia la lectura de

un comunicado. Reina el silencio. LA voz destemplada del capital lee: “El jefe civil y

militar, general Carlos Cortes Vargas, ordena que sea disuelta de inmediato toda reunión

mayor de tres personas y AUTORIZA A LOS SOLDADOS Y OFICIALES A DISPARAR

SOBRE LA MULTITUD…tienen cinco minutos para retirarse”.


111

“La gente rechifla la amenaza. No se mueve. Parece desafiar la muerte. Suena un

segundo y tercer toque de corneta. Cortes Vargas en persona anuncia que solo queda un

minuto. Que disparará si la gente no cumple la orden de evacuación. Entre la multitud la

gente grita: “Viva Colombia Libre”. Cortes Vargas da la orden de disparar. Las metralletas

trepidan, relampaguean, vomitan fuego. Ha empezado la carnicería. Posteriormente, Cortes

Vargas recordará su acción así: “ante el tercer toque de corneta aquellos insensatos no

trepidaron, como si se tratara de una burla. La clemencia así, hubiera sido como rendir las

armas. Las multitudes permanecieron impasibles, nadie se movía. Parecía como si

estuvieran prendidos al suelo aquellos hombres que sin osar vociferar estaban sordos a todo

llamado, tenían absoluta confianza en que se dispararía contra ellos”.

“La prensa de Bogotá, entre tanto, fue sometida a censura y en los primeros días

únicamente repitieron los comunicados oficiales: 9 muertos y 27 heridos graves, según el

relato de Cortes Vargas. Sin embargo, el mismo día de la masacre y sin conocerse aún lo

acontecido, con acertada visión y presagiando lo que sucedería, El Espectador de Bogotá,

decía: “El gobierno tiene elementos de guerra suficientes para hacer una carnicería en la

región bananera; todo parece indicar que no desaprovecharán la ocasión, persistentemente

buscada, de ensayar sus efectivos militares contra un grupo anárquico de trabajadores

rebeldes”.

“A medida que pasan los días se van conociendo más detalles y la prensa cambia el

tono acerca de los acontecimientos. El Espectador del 12 de diciembre titula su edición asi:

“La primera descarga se hizo sobre una multitud obrera inerme y pacífica”. El Diario

Nacional, periódico liberal, el día 13 insiste: “En el Magdalena no ha habido otra cosa que

una masacre ordenada por las autoridades como respuesta a la prudencia de los obreros” y,
112

en su interior relata “cómo se efectuó el primer asesinato de los trabajadores en Ciénaga.

Mediante la ametralladora parapetada en la azotea del cuartel; parece que se deseaba

desesperar mucho más a los obreros”. Por su parte, Eduardo Santos, en el editorial de El

Tiempo del 19 de diciembre habla de “la hecatombe del Magdalena”.

Continúa el relato del licenciado Renán Vega (op.cit.pag149)

“…Los acontecimientos de Ciénaga, sobre los cuales ya informamos con anterioridad,

fueron verdaderamente trágicos. Pues la tropa emplazó las ametralladoras frente a la

multitud que permanecía en la plaza en actitud pacífica y después de dar los toques de

corneta a que tanto se ha referido la prensa, hizo varias descargas sobre la multitud.

“En los momentos en que se verificó el abaleo había en la plaza más de mil quinientas

personas y como la metralla que echaban las ametralladoras no cesó inmediatamente,

cayeron en la plaza unos doscientos muertos y un número incontable de heridos.

“Cinco meses después de los sucesos El Espectador del 19 de mayo de 1929,

nuevamente retoma los hechos e informa: “MAS DE MIL LOS MUERTOS DE LA

ZONA”. En su interior en una entrevista al general conservador Pompilio Gutiérrez, este

expresa: ”Tengo pruebas irrefutables de que en las bananeras hubo más de 1000 muertos,

cifra ésta que el gobierno está ocultando. Así lo informa también el representante del

gobierno norteamericano en Bogotá, Jefferson Caffety en carta dirigida al secretario de

estado de su país, la cual reproducimos aquí y cuya traducción dice: “ Tengo el honor de

informar que el representante de la United Fruit Company en Bogotá me dijo ayer (15 de

enero de 1929) que el número de huelguistas muertos por las fuerzas militares colombianas
113

pasa de un mil”. La mayoría de cadáveres son tirados al mar. De esa manera no quedan

huellas de la masacre.

“Inmediatamente después de ésta el terror se enseñorea de la región. Son perseguidos

todos aquellos que se presuma tengan algo que ver con los huelguistas. Ante la persecución

desatada los trabajadores resisten. Se organizan en guerrillas móviles. Algunos marchan

hacia la sierra nevada de Santa Marta, en donde se ocultan entre los indígenas. Cortes

Vargas dicta un nuevo decreto en donde proclama a los trabajadores como cuadrilla de

malhechores.”

“DECRETO NUMERO 4.

“Por el cual se declara cuadrilla de malhechores a los revoltosos de la zona bananera. El

Jefe civil y militar de la Provincia de Santa Marta, en uso de sus facultades y considerando:

“Que los huelguistas amotinados se sabe están cometiendo toda clase de tropelías; que

han incendiado varios edificios de nacionales y extranjeros; que han saqueado, cortado las

comunicaciones telegráficas y telefónicas; que han destruido las líneas férreas; que han

atacado a mano armada a ciudadanos pacíficos; que han cometido asesinatos que por sus

caracteres demuestran un pavoroso estado de ánimo, muy conformes con las doctrinas

comunistas y anarquistas; que tanto de palabra, en arengas, conferencias y discursos, como

por la prensa en el Diario del Córdoba y en hojas volantes, han propagado los dirigentes de

este movimiento, que en un principio fue considerado como huelga de trabajadores

pacíficos; que es un deber ineludible de la autoridad legítimamente constituida dar garantías

efectivas a los ciudadanos, tanto nacionales como extranjeros y establecer el imperio del
114

orden adoptando todas las medidas que el derecho de gentes y la ley marcial contempla,

DECRETA:

“Artículo 1. Declárase cuadrilla de malhechores a los revoltosos, incendiarios y

asesinos que pululan en la actualidad en la zona bananera.

“Artículo 2. Los dirigentes, azuzadores, cómplices, auxiliadores y encubridores deben

ser perseguidos y reducidos a prisión para seguirles las responsabilidades del caso.

“Artículo 3. Los miembros de la fuerza pública quedan facultados para castigar con las

armas a aquellos que se sorprendan en in fraganti delito de incendio, saqueo y ataque a

mano armada y, en una palabra, son los encargados de cumplir este decreto. Publíquese y

cúmplase. Dado en Ciénaga a 6 de diciembre de 1928.

“El Jefe civil y militar de la Provincia de Santa Marta, General Carlos Cortés Vargas. El

secretario, Enrique García Isaza”.

“Ante su inexperiencia, los obreros se convierten en carne de cañon para las tropas del

ejército. Pero siguen resistiendo. Incendian plantaciones, destruyen carrileras, cortas líneas

telegráficas, rompen tendidos eléctricos, es la resistencia contra la opresión……” (op. cit).

En Colombia, el propio estado declara “Cuadrilla de malhechores” a su propio pueblo.

A fines de 1929, Jorge Eliecer Gaitán, en debates en la Cámara de representes denuncio

sobre la masacre de las bananeras:

“…el gobierno se parcializó descaradamente en favor de la Compañía y en contra de

los obreros, por la sencilla razón de que éstos eran colombianos y la compañía era

americana y dolorosamente lo sabemos que en este país el gobierno tiene para los
115

colombianos la metralla homicida y una temblorosa rodilla en tierra ante el oro americano.

El suelo colombianofue teñido de sangre para complacer las arcas ambiciosas del oro

americano. Desgraciada patria aquella cuyos destinos están regidos por gente de tal

índole…”.

El 8 de junio de 1929, cae asesinado bajo el fuego del ejército del gobierno conservador

de Miguel AbadíaMéndez, el estudiante Gonzalo Bravo Páez, en el transcurso de una

manifestación pacífica que adelantaba el estudiantado, siendo entonces director de la

Policía Nacional el mismo genocida, Carlos Cortés Vargas, a quien los historiadores

tradicionales burgueses califican de “Héroe Nacional” en sus libros oficiales de historia de

Colombia.

En 1930, termina la hegemonía conservadora que venía desde 1880 con Rafael Núñez

(la regeneración) y que duró por lo menos cincuenta años, llegando el Partido Liberal al

poder por vía electoral, con Enrique Olaya Herrera en 1930.


116

La Violencia desde 1930.

La Primera Guerra Civil del siglo XX, entre liberales pobres y conservadores pobres

comienza desde 1930, fecha que olvidan o ignoran los historiadores burgueses

tradicionalistas, pero Gutiérrez y Urrego,(1995) lo reconocen en su libro, “1001 cosas

sobre la historia de Colombia que todos debemos saber”:

“La Violencia se inició en 1930. Las consecuencias del fin de la hegemonía

conservadora y del inicio de la República Liberal se hicieron sentir en el gobierno de Olaya

Herrera con el inicio de la Violencia. Se enfrentaron de un lado los liberales con la policía

en un bando y los conservadores con los curas en el otro. En diciembre de 1930 varios

conservadores atacaron a algunos liberales en Tunja. Al año siguiente, la violencia provocó

decenas de muertos y centenares de heridos en todo el país. En ese año hubo

enfrentamientos sangrientos en Cartago, Sincelejo, Medellín, Montería, Mopox, Tunja,

Pacho, Capitanejo, Piedecuesta, Cipenaga, Pamplona, Briceño, Lorica y en varias

poblaciones de Santander. En Bogotá se realizó en febrero de 1931 una manifestación de

más de 10.000 liberales contra la violencia.

“En enero de 1932, en Palmito, turbas conservadoras quemaron 38 casas de liberales;

en García Rovira hubo combates entre liberales y conservadores, los cuales se repitieron en

febrero y en junio, cuando se decretó el estado de sitio. En mayo, en un asalto conservador

a la Casa del Estudiante, en El Pozo, Santander, 9 liberales fueron asesinados. Hasta

septiembre los enfrentamientos continuaron, con gran saldo de muertos y heridos en

Palmira, Gachetá, Sasaima, Arboledas, Chiquinquira, El Rosario, Saboyá, Salazar, Calí,


117

Piedecuesta, Chocontá, Albania y Pijao. Había un estado de guerra incipiente en los

Santanderes y en el norte de Boyacá, al cual puso término la guerra con el Perú de 1932.”

(op. cit. pag.72 ).

Sobre este período (1930) refiere así Ospina (1996):

“La guerra civil de mediados de siglo, conocida como la Violencia, se configuró como

una inmensa guerra religiosa, hecha de fanatismo y ceguera brutal y llegó a extremos

aberrantes, con la reconocida presencia de la Iglesia como uno de sus principales

instigadores. Hacia 1930, al cabo de 50 años, la hegemonía conservadora se vio debilitada

por la inconformidad popular, arreciaron las luchas sindicales, hubo conatos de rebelión, y

finalmente la escandalosa masacre de las Bananeras precipitó el descrédito del régimen

conservador.” (op. cit).

La violencia sectaria y partidista que se desata desde 1930 hasta 1947, durante la

llamada República Liberal, bajo los mandatos de Enrique Olaya Herrera (1930-1934),

Alfonso López Pumarejo (1934-1938), Eduardo Santos (1938-1942), Alfonso López (1942-

1945) y Alberto Lleras Camargo(1945-1946) es así descrita en el libro “La Enciclopedia

del Estudiante. Volumen 20. Geografía e Historia de Colombia, capítulo titulado La

Violencia: una etapa en la historia colombiana. Autores Varios. Editorial Santillana. 2006:

“La Violencia de los años treinta. El ascenso del partido liberal al poder en 1930,

produjo descontento en amplios sectores del partido conservador y la iglesia. En

departamentos como los santanderes, Boyacá y Antioquia, los conservadores decretaron la

desobediencia civil, se opusieron al nombramiento de alcaldes liberales y promulgaron el

desconocimiento al nuevo gobierno.


118

“Los liberales por su parte, iniciaron el desmonte de la maquinaria conservadora hasta

entonces enquistada en los gobiernos locales. Para ello, a través de un proceso de

liberalización, remplazaron a los alcaldes, policías y otros funcionarios de tendencia

conservadora, por miembros pertenecientes al partido liberal. En estas circunstancias, el

temor por la pérdida de los cargos administrativos, la trasformación del poder local en

beneficio del liberalismo, condujeron al enfrentamiento armado.

“Una de las regiones más afectadas durante esta primera etapa de violencia, fue la

provincia santandereana de García Rovira. Allí, la liberalización de los cargos públicos, el

nombramiento de alcaldes liberales en zonas conservadoras, la conformación de guardias

cívicas al servicio del liberalismo, los odios partidistas y otros factores revestidos por la

política , originaron enfrentamientos que, generalmente, culminaron con muertes de lado y

lado.

“Aunque los brotes de violencia de la década del treinta intentaron ser controlados estos

se hicieron continuos, tanto así que el gobierno de Olaya Herrera se vio precisado a

establecer políticas de pacificación que iban desde la recolección de armas, hasta la

militarización de regiones completas….”. (op. cit).

Sobre este periodo de 1930-1947 también anota Casas (1987):

“….Pero una nueva guerra civil era ya imposible de repetirse debido a que los jefes de

los dos partidos ya no están para esos acaeceres; son las masas fanatizadas por ellos que se

lanzan a una lucha fratricida que solo beneficios reporta a esos jefes. Estos no irán más,

jamás, a colocarse al frente de sus “ejércitos” de siervos, jornaleros y arrendatarios para


119

hacer la guerra. Ahora, ellos disfrutaran de los privilegios del poder sin arriesgar sus

pellejos.

“Las noticias periodísticas de la época nos dan a conocer la naturaleza de esta nueva

clase de violencia entre las masas y en la que el gobierno interviene algunas veces, pero en

otras solo ejerce un papel de espectador a través de su policía y ejército. (……)De manera

que los grandes jefes no vuelven a dirigir a sus dependientes. Por el contrario, gozan de

verlos matarse entre sí y sacan sus propias ganancias.” (op. cit. pag.87).

Bajo el gobierno de Enrique Olaya Herrera sigue relatando Ulises Casas:

“El clero asume la violencia como elemento fundamental del partido conservador y de la

reacción nacional e internacional, unas veces instando desde sus pulpitos y otras dirigiendo

bandas de fanáticos. El gobierno responde a la violencia conservadora con la creación de

una especie de milicia partidista a la que dio el nombre de Guardia Civil Liberal al frente de

la cual se colocó al general Juan Castaño, antiguo dirigente militar de la guerra de los mil

días. Este cuerpo armado no solo fue lanzado contra los violentos conservadores, sino que

se utilizó también para agredir y reprimir las manifestaciones populares que exigían al

gobierno liberal el cumplimiento de sus promesas (……) Y para enfrentar dicha Guardia, el

partido conservador también creo sus milicias conservadoras…..” (op. cit).

La violencia partidista y sectaria acrecentada a lo largo de la llamada Republica Liberal,

entre 1930 hasta 1947, es así relatada por Azula Barrera, (1956) conservador:

“…El conservatismo fue objeto, entonces, de despiadada, metódica y persistente

persecución en toda la república. Departamentos enteros quedaron sometidos a implacables

sistemas de terror y diariamente los conservadores regaban con su sangre el suelo de la


120

patria. Verdaderos fusilamientos en masa de campesinos indefensos se sucedieron en

distintas comarcas colombianas. Las propiedades abandonadas eran ocupadas por feroces

tiranuelos rurales o compradas a precios irrisorios bajo la amenaza de muerte. Muchas

iglesias e imprentas católicas fueron incendiadas y destruidas, innumerables centros

políticos de derecha allanados y destacados jefes conservadores asesinados en emboscadas

o en sus propios hogares.

“A la policía nacional y a las guardias departamentales ingresaron delincuentes y

maleantes reconocidos y a multitud de poblaciones, caracterizadas por su fervor

tradicionalista, se llevaron malhechores a sueldo, debidamente armados, verdaderas turbas

amaestradas en el crimen, cuya misión consistía en atacar, perseguir y ultimar, si era

preciso a todas aquellas personas que no comulgaban con su pasión política. La vida se

hizo extremadamente difícil y hasta llegó a ser un acto heroico conservarla en muchos sitios

de Colombia…” (op. cit. pag.30).

De otra parte, Guzmán, Fals y Umaña Luna, (1988) citan a Max Grillo:

“…..Desde la barricada opuesta, Max Grillo, destacado político liberal, describe así el

panorama del país en mayo de 1934:

“Apenas transcurre un día sin que los periódicos den cuenta de un crimen horrendo. Lo

más doloroso es que la sociedad parece haberse familiarizado con la producción en serie del

crimen. Nadie se impresiona ante el atentado criminal. Asesinatos en que los bandidos

ultiman a familias enteras, ancianos y niños; venganzas que recuerdan la vendeta corsa;

actos de crueldad estúpida como desollar a las víctimas y mutilarlas en forma salvaje;

asesinatos de sacerdotes octogenarios, para robarlos; el puñal y el revólver usados en


121

reyertas por centavos; el atraco en pleno día en las calles de la capital; la inseguridad en las

ciudades y en los campos. Tal es el cuadro..” (op. cit. pag.26).

Cuadro que en 2016 sigue siendo aún peor, lo que demuestra la vergonzosa constancia

de la “normalidad” de la violencia y la criminalidad en Colombia.

Y añaden los autores de “La Violencia en Colombia” (op.cit.pag.26):

“….Es bárbaro el momento: hay asesinatos, casas quemadas, gentes incineradas,

exiliados a Venezuela, inculpaciones detonantes, rachas huracanadas, debates en el

Congreso. Sin embargo no se incendia toda la nación. Se habla abiertamente de cuerpos

policivos seleccionados con discriminación política y favoritismo caciquero. Pero, ¿Quién

torna a recontar víctimas?; ¿Quién hace justicia?; ¿Quién se acuerda después, de los

campesinos santandereanos y boyacenses?; ¿Quién se preocupa de los huérfanos párvulos y

de los adolescentes que recibieron lecciones de crimen e insurgencia?”.(op.cit.pag.26).

Para la década de los años 40 del siglo XX descolla en Colombia la figura de un

hombre nacido en la clase media-baja, en el barrio “Las Cruces” de Bogotá, en 1903, hijo

de una profesora de escuela – Manuela Ayala -y de un vendedor de libros viejos, - Eliecer

Gaitán -, Jorge Eliecer Gaitán Ayala.

Con grandes esfuerzos y sacrificios propios y de sus padres, se graduó como Abogado

en la Universidad Nacional de Colombia en 1924, lo que para la época era toda una hazaña,

pues en ese tiempo -1924- la educación estaba cerrada para los pobres. Los hijos de los

campesinos ni de los obreros no llegaban ni siquiera a terminar la escuela primaria; los

hijos de los empleados de oficinas y del gobierno, escasamente terminaban su bachillerato

y solo los hijos de padres de clase media, como pequeños comerciantes y profesionales,
122

podían llegar a una Universidad y sólo algunos de ellos terminaban una carrera

profesional.

El nuevo Abogado pronto adquirió reconocimiento profesional y pudo cumplir otra

hazaña: hacer una especialización en Italia. En 1929 fue elegido a la Cámara de

representantes, donde denuncio los atropellos del gobierno en la masacre de las bananeras,

lo que acrecentó su figuración a nivel nacional.

Gracias a sus propios méritos fue ministro de educación y de trabajo, alcalde de Bogotá,

magistrado de la corte suprema de justicia y senador. Se convirtió en un gran dirigente

popular adscrito al Partido Liberal. Entre 1933 y 1935 se separó de este partido y fundó la

Unión Nacional Izquierdista Revolucionaria UNIR, que no caló en el sentir del pueblo

habituado a los dos partidos tradicionales. En 1944 lanzó su candidatura presidencial,

criticando fuertemente a la burguesía nacional y movilizando grandes masas en las plazas

públicas, donde enarbolaba las ideas Liberales de Izquierda en defensa de las clases

marginadas de las cuales él mismo había salido. En las elecciones de 1946 obtuvo una

votación significativa, detrás de los candidatos oficiales de la burguesía nacional. A raíz de

ello, en 1947 fue nombrado jefe único del Partido Liberal y en 1948 se preparaba para ser

el candidato del pueblo por el partido liberal.

De él refiere Ardila Duarte (1985):

“El Gaitanista constituye uno de los movimientos políticos de masas más importante de

lo que va corrido del presente siglo en Colombia. Organizativamente aparece, en su fase de

ascenso, al interior del partido liberal; ideológicamente se convierte en un proyecto político

diferente y alternativo al definido por las dos colectividades tradicionales. (…..) El


123

proyecto político Gaitanista propone la profundización de las reformas liberales y su

extensión hacia la consolidación de la democracia en los terrenos económicos y social,

como queda formulado nítidamente en el momento del apogeo del gaitanismo: “…hoy

resulta insuficiente e inoperante el concepto de la democracia restringido solo al campo la

organización política del estado y proclama la necesidad de extenderla a las zonas

económica y social, no en razón de la benevolencia o generosidad de los grupos poderosos

para con los desposeídos, sino como deber de justicia y como condición necesaria para el

equilibrio y eficaz desarrollo de la riqueza y el bienestar de los colombianos….” (op. cit.

pag. 329).

Jorge Eliecer Gaitán señalaba que, “Los intereses de las masas liberales no pueden ser

resueltos por quienes los dirigen y hoy detentan el poder, porque esos dirigentes son los

banqueros liberales y los latifundistas liberales, que tienen intereses contrarios a las masas

que los siguen, a pesar de la identidad de rótulo.”

Se atrevió a decir algunas verdades hasta entonces silenciadas o aún desconocidas, tales

como que “El hambre no es liberal ni conservadora”; “El pueblo es superior a sus

dirigentes”; “Ay de Colombia si se poden de acuerdo las oligarquías conservadoras y

liberales”; habló de que había un país político y un país nacional: el país político era el

relativo al mundo de los gobernantes, políticos, empleados del estado, la clase burguesa en

el poder, gobernando para beneficio de sus propios intereses; y el país nacional, era aquel

compuesto “por los demás”, por los que tenían que trabajar para subsistir, campesinos,

obreros, empleados, para quienes la situación de su propia economía era su única

preocupación.
124

Sobre el país político y el país nacional explica el autor Osorio Lizarazo (1979):

“La oligarquía no era, ciertamente, una improvisación de los últimos tiempos, sino un

fenómeno con profunda raigambre histórica, que acentuó su poderío en proporción al

progreso material y al enriquecimiento económico. Las denominaciones políticas, que

surgieron con vigoroso contenido ideológico, acendrado en las guerras civiles, fueron

perdiendo sus esencias pero quedaron inscritas de manera indeleble en el corazón del

pueblo, que permaneció para siempre dividido en dos fracciones irreconciliables, en tanto

que las clases altas fusionaban sus intereses por encima de toda diferencia partidista, se

agrupaban en sociedades comerciales, industriales o simplemente especuladoras, y alzaban

la insuperable muralla que sitúa a todos los hombres de trabajo en círculos inferiores. Y de

esta suerte, la oligarquía se conformó con los siguientes elementos:

“a). Las familias de abolengos españoles que lograron conservar en parte la herencia de

los encomenderos y de los latifundistas de la colonia. El respaldo patrimonial era

imprescindible, porque las familias de este linaje cuyos progenitores lo perdieron todo en

malos negocios o en sacrificios por causas idealistas, se incorporaron al pueblo anónimo.

b) Los descendientes de antiguos terratenientes y comerciantes enriquecidos en los

azares de la guerra o en otras actividades de la paz.

c)Los nuevos ricos de las dos últimas revoluciones, que exasperaron su avidez.

d).Profesionales intelectuales o individuos sin profesión definida, que asumieron la

dirección política bajo la inspiración al servicio del dinero.


125

“La oligarquía en la parte superior, que se apoderó para la defensa de sus intereses de

los altos manejos de la política, y el pueblo en la inferior, que soporta todas las cargas y

desconoce los más elementales goces de la vida, fueron denominados por Gaitán el “país

político” y el “país nacional”. El país político ha asumido la dirección de todas las

funciones de la vida colectiva y se ha reservado el suministro exclusivo de dirigentes, una

de cuyas responsabilidades consiste en impedir las filtraciones de las clases menesterosas y

en abatir o sojuzgar a cuantos pretendan inmiscuirse en la rectoría grande o pequeña, sin

provenir de la clase seleccionada; y si alguno pasa, ha de ser sumiso, obediente e

impersonal, para no lastimar los altos y sagrados intereses.

“La oligarquía vive y prospera sobre la discordia del pueblo. Por esa causa se ha

introducido una urdimbre de artificio en la intensidad de los odios políticos y en sus

expresiones violentas. Los elementos dirigentes, de alta y baja categoría, de los dos

partidos, explotan el genio heroico con que el pueblo colombiano se enfrenta a la vida. Para

gran parte de estos elementos, la política es una industria, en la cual colocan algunas

acciones cuyos dividendos cobran en posiciones electivas y administrativas y su interés

radica en estimular la lucha y en fomentar el ambiente irreconciliable. El público de

algunas ciudades, más consciente que el inmenso pueblo rural, no está libre de esta

influencia perversa, que le llega por conducto de la irresponsabilidad con que proceden casi

todos los periódicos, los oradores y los diminutos politiqueros de barrios, estos últimos

recolectados entre matones y gente de ínfima cultura intelectual y social. Los diarios

publican los sucesos políticos bajo el impulso de su interés partidista; para los

conservadores, todas las víctimas de los encuentros populares pertenecen a su partido y son

exterminadas por el bandolerismo liberal, contra el cual deben defenderse, y para toda
126

publicación liberal los conservadores son grupos feroces de asesinos desalmados. Estas

afirmaciones contradictorias son fundamentales para mantener alerta el sentimiento de la

venganza y el espíritu de la represalia y la consiguiente discordia popular, pero no impiden

ni constituyen obstáculo para la organización de empresas mixtas de especulación, de

compañías constructoras de obras públicas, de sociedades para traficar con la ingenuidad

del pueblo….” (op. cit. Pag. 244).

Y frente a la intensa corrupción de los gobernantes que se enriquecían ilegalmente en el

ejercicio de sus cargos, desde el presidente de la república, hasta el más humilde empleado,

Gaitán sostuvo la tesis de “La restauración moral de la república”.

De esta negra hora de la historia colombiana anota Ospina (1996):

“Como respuesta a la violencia antiliberal, el sector popular del liberalismo emprendió

una defensa de los campesinos perseguidos, que rápidamente fue configurándose como una

enorme rebelión popular bajo la orientación del caudillo Jorge Eliecer Gaitán.(…….)

“La campaña de calumnias y difamaciones desatada por la gran prensa no logró

debilitar al movimiento gaitanista y la vieja casta comprendio que, como el arco de

legendario rey nordico, Noruega se iba a romper en sus manos. La clase dirigente,

encabezada por los jefes políticos y por los grandes diarios sostenedores del poder,

confiaba ya solo en la ignoranca y en la indisciplina de las huestes gaitanistas, el “país de

cafres” al que siempre habián despreciado. Fue entonces cuando Gaitán convocó a la

Marcha del Silencio, para protestar por la violencia en los campos y una impresionante

multitud gaitanista sobrecogío a Bogotá al marchar y concentrarse de un modo disciplinado

y silencioso. Aquel pueblo demostraba que no era una hidra vociferante, que podía ser una
127

fuerza poderosa y tranquila y eso exasperó a los dueños del país. A partir de ese momento

Gaitán era el jefe de la mayor fuerza popular de nuestra historia y de acuerdo con el orden

democrático era el seguro presidente de la República. Llegaría al poder no solo con un gran

respaldo popular sino con una enorme claridad sobre las reformas que requeríamos y sobre

el país que Colombia debía llegar a ser para impedir la perdición de millones de seres

humanos. (….).

“Gaitán tenía clara la necesidad de un proyecto nacional donde cupiera el país entero;

una nación de blancos y mestizos, de negros y de inmigrantes que pudiera reconciliarse con

el espíritu de los pueblos nacidos del territorio y extraer de esa complejidad una manera

singular de estar en el mundo.(…..)”(op. Cit.):

Para conocimiento de las nuevas generaciones (que no conocen a Gaitán) vale la pena

trascribir por ejemplo, La Oración por los Humildes, proclamada por Gaitán en las plazas

públicas, porque no se puede olvidar y porque sigue sucediendo:

“Compañeros caídos en la lucha:

Discurría vuestra existencia de seres buenos, de gente honrada y sencilla sobre las

mansas aguas hacia el destino de todo humano vivir, cuando un golpe aleve de hombres

malos y crueles os arrojó hacia las playas del silencio y de la muerte.

“Verdad que los hombres de ánima helada os arrancaron de nuestro lado, de nuestros

brazos, de nuestras luchas; pero sólo consiguieron multiplicaros en lo último de nuestro

recuerdo y de nuestro afecto.


128

“Verdad que vuestras pupilas ya no se encienden en luz de amor por vuestras madres,

por vuestras novias o por vuestros hijos; hombres malos las apagaron.

“Verdad que vuestras gargantas no serán ya el alegre clarín para cantar los cantos de la

democracia que vuestras huestes cantan; hombres malos las silenciaron.

“Verdad que vuestros corazones no vibrarán más al ritmo de las emociones de los libros

que las ideas liberales alienten; hombres malos las detuvieron.

“Verdad que vuestros brazos y vuestros músculos no modelarán ya sobre la tierra o en

el taller el crecer del fruto y la riqueza de que la patria ha menester; hombres malos lo

impidieron.

“Todo esto es verdad, dolorosa verdad, angustiosa verdad que golpea con golpe de ola

en la noche sobre nuestro corazón atribulado. Pero es verdad a medias: la tiniebla de

vuestras pupilas se ha trocado en luz de estrella conductora de vuestras gentes del pueblo.

“El silencio de vuestras gargantas es ahora grito de justicia en nuestras gargantas; el

desaparecido ritmo de vuestros corazones es ahora indomable raudal de energía para

nuestra fiera voluntad de lucha.

“Vuestros miembros inmovilizados son ahora centuplicadas fuerzas que nos empujan

sin tolerar descansos y que no ha de suspenderse hasta devolver a la república el camino de

la piedad, del bien, de la fraternidad que los hombres de aleve entraña le han robado.

Verdad compañeros de lucha; tronchadas vidas, buenas y humildes, que os lloramos, pero

que nuestro decoro nos impide lloraros hacia afuera. Os lloramos hacia adentro, y en el río
129

interior de nuestro llanto ahogaremos las dañadas plantas que envenenaron el destino de la

patria.

“Compañeros de lucha: sólo ha muerto algo de vosotros, porque del fondo de vuestras

tumbas sale para nosotros un mandato sagrado que juramos cumplir a cabalidad. Seremos

superiores a la fuerza cruel que habla su lenguaje de terror a través del iluminado acero

letal. El dolor no nos detiene sino que nos empuja. Y algo profundo nos dice que al destino

debemos gratitud por habernos puesto a prueba, por habernos ofrecido la sabia lección y la

noble alegría de vencer obstáculos, de domeñar dolores, de mirar en lo imposible nada más

que lo atrayentemente difícil. Vuestras sombras son ahora la mejor luz de nuestra marcha.

“Compañeros de lucha: os habéis reincorporado al seno de la tierra. Ahora con la

desintegración de vuestras células vais a alimentar nuevas formas de vida. Vais a sumaros

al cosmos infinito que desde la entraña oscura e insomne alimentan el árbol y la planta, que

sirven de alegría a nuestros ojos y de pan a nuestro diario vivir. Pero algo más vais a darnos

a través de vuestro recuerdo, ya que la muerte en lo individual no es sino un parpadear de la

vida hacia formas elevadas de lo colectivo y de su ideal.

“Compañeros de lucha: al pie de vuestras tumbas juramos vengaros, restableciendo con

la victoria del pueblo los fueros de la paz y de la justicia en Colombia. Os habéis ido

físicamente pero qué tremendamente vivos estáis entre nosotros.

“Compañeros: vuestro silencio es grito; vuestra muerte es vida de nuestro destino

final.”

En 1946, tras 16 años de violenta república liberal, retorna al poder por vía electoral el

partido conservador, siendo elegido presidente el Dr. Mariano Ospina Pérez. La historia se
130

repetirá: el conservatismo forma milicias cívicas armadas para desalojar a los liberales de

los cargos públicos y los liberales a su vez organizan guardias cívicas armadas para

defenderse, continuando los homicidios, masacres, desplazamientos, torturas,

encarcelamientos ilegales, despojos de bienes y tierras, etc.

Lo mismo de siempre hasta ese entonces: los conservadores asesinando a los liberales

por el simple delito y pecado de ser liberales y éstos, defendiéndose con las armas y

tomando venganza contra los conservadores.

Situación de violencia oficial que llevo a Jorge Eliecer Gaitán a proclamar su “Oración

por la Paz” en febrero de 1948, que 68 años después sigue perfectamente vigente:

“Señor Presidente Mariano Ospina Pérez:

Bajo el peso de una onda emoción me dirijo a vuestra excelencia, interpretando el

querer y la voluntad de esta inmensa multitud que esconde su ardiente corazón, lacerado

por tanta injusticia, bajo un silencio clamoroso, para pedir que haya paz y piedad para la

patria.

“En todo el día de hoy, excelentísimo señor, la capital de Colombia ha presenciado un

espectáculo que no tiene precedentes en su historia. Gentes que vinieron de todo el país, de

todas las latitudes- de los llanos ardientes y de las frías altiplanicies- han llegado a

congregarse en esta plaza, cuna de nuestras libertades, para expresar la irrevocable decisión

de defender sus derechos. Dos horas hace que la inmensa multitud desemboca en esta plaza

y no se ha escuchado, sin embargo, un solo grito, porque en el fondo de los corazones solo

se escucha el golpe de la emoción. Durante las grandes tempestades la fuerza subterránea es


131

mucho más poderosa, y esta tiene el poder de imponer la paz cuando quienes están

obligados a imponerla no la imponen.

“Señor Presidente: aquí no se oyen aplausos: solo se ven banderas negras que se agitan.

Señor Presidente: vos que sois un hombre de universidad debéis comprender de lo que

es capaz la disciplina de un partido, que lograr contrariar las leyes de la psicología colectiva

para recatar la emoción en su silencio, como el de esta inmensa muchedumbre. Bien

comprendéis que un partido que logra esto, muy fácilmente podría reaccionar bajo el

estímulo de la legítima defensa.

“Ninguna colectividad en el mundo ha dado una demostración superior a la presente.

Pero si esta manifestación sucede, es porque hay algo grave, y no por trivias razones. Hay

un partido de orden capaz de realizar este acto para evitar que la sangre diga derramándose

y para que las leyes se cumplan, porque ellas son la expresión de la conciencia general, No

me he engañado cuando he dicho que creo en la conciencia del pueblo, porque ese concepto

ha sido ratificado ampliamente en esta demostración, donde los vítores y los aplausos

desaparecen para que solo se escuche el rumor emocionado de los millares de banderas

negras, que aquí se han traído para recordar a nuestros hombres villanamente asesinados.

“Señor presidente: serenamente, tranquilamente, con la emoción que atraviesa el

espíritu de los ciudadanos que llena esta plaza, os pedimos que ejerzáis vuestro mandato, el

mismo que os ha dado el pueblo, para devolver al país la tranquilidad pública. Todo

depende ahora de vos. Quienes anegan en sangre el territorio de la patria, cesarían en su

ciega perfidia. Esos espíritus de mala intención callarían al simple imperio de vuestra

voluntad.
132

“Amamos hondamente a esta nación y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga

que navegar sobre ríos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable.

“Señor Presidente: en esta ocasión no os reclamamos tesis económicas o políticas.

Apenas os pedimos que nuestra patria no transite por caminos que nos avergüencen ante

propios y extraños. Os pedimos hechos de paz y de civilización.

“Nosotros, señor presidente, no somos cobardes. Somos descendientes de los bravos

que aniquilaron las tiranías en este suelo sagrado. Somos capaces de sacrificar nuestras

vidas para salvar la paz y la libertad de Colombia.

“Impedid, señor, la violencia. Queremos la defensa de la vida humana, que es lo menos

que puede pedir un pueblo. En vez de esta fuerza ciega desatada, debemos aprovechar la

capacidad de trabajo del pueblo para beneficio del progreso de Colombia.

“Señor Presidente: nuestra bandera esta enlutada y esta silenciosa muchedumbre y este

grito mudo de nuestros corazones solo os reclama: que nos tratéis a nosotros, a nuestras

madres, a nuestras esposas, a nuestros hijos y a nuestros bienes, como queráis que os traten

a vos, a vuestra madre, a vuestra esposa, a vuestros hijos y a vuestros bienes.

“Os decimos finalmente, excelentísimo señor, bienaventurados los que entienden las

palabras de concordia y de paz, no deben servir para ocultar sentimientos de rencor y

exterminio. Malaventurados los que en el gobierno ocultan tras la bondad de las palabras la

impiedad para los hombres de su pueblo, porque ellos serán señalados con el dedo de la

ignominia en las páginas de la historia…”. (op. cit)


133

Los sectores reaccionarios del país incitaban abiertamente al asesinato del líder liberal

Jorge Eliecer Gaitán, a tal punto que públicamente la misma prensa conservadora lo hacía.

El semanario conservador “El Deber”, de montería, en su número 363 de diciembre de

1947, instiga al sacrificio del caudillo en los siguientes términos:

“Los gaitanistas de Santander son autores de 54 asesinatos conservadores en el curso de

60 días. Con esto se está cumpliendo la política de terror sembrada en todo el país. Pero por

que no se cobra con la propia vida de Gaitán tantas vidas conservadoras que han sido

eliminadas por su culpa?”.

A esto el diario gaitanista “Jornada” responde:

“Si caníbales conservadores llevaran a cabo criminal atentado, ríos de sangre inundarían

el suelo colombiano….”.

El 9 de abril de 1948, es asesinado por Juan Roa Sierra, el máximo caudillo del pueblo

colombiano, Jorge Eliecer Gaitán, desencadenando la más grande y monstruosa masacre

oficial en la cual el ejército del gobierno de Mariano Ospina Pérez dio muerte a millares y

millares de ciudadanos, hombres, mujeres, niños y ancianos en Bogotá y millares más en el

resto del país, desencadenando además, una sanguinaria persecución en todo el país contra

el Partido Liberal.

Y Ríos de sangre inundaron el suelo Colombiano………………..

Cabe anotar que para ese tiempo – 9 de abril de 1948- ya existián los cuatro Convenios

de Ginebra y su Protocolo Adicional I, pero ni entonces, ni después ni hoy ni nunca nadie


134

ha dicho que el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán fue un Crimen de Lesa Humanidad,

¿entonces, que fue?.

Víctor Aragón, citado por Manrique (2013), relata así el magnicidio fatal que desató

Ríos de Sangre:

“Faltarían 15 minutos para la una de la tarde cuando llegó Plinio Mendoza Neira que,

apenas entrado a la oficina, a guisa de saludo felicitó a Gaitán por el éxito obtenido en la

que habría de ser la última de sus grandes intervenciones de penalista.

“Poco después llegó Jorge Padilla y todos fueron invitados a almorzar por Mendoza. El

edificio estaba en silencio. Antes de salir, Gaitán conversó brevemente con su secretaria y

tres de sus amigos y colaboradores que se hallaban en la sala de espera.…. (….) Al salir del

ascensor recibieron en los ojos la luz un poco cegadora de la calle, que rebozaba de gente y

rumores. Ese fue el último instante de la vida normal de Gaitán. Delante iban él, Plinio

Mendoza; un poco más atrás el profesor Cruz, Vallejo y Padilla. Dieron un paso en la acera

mientras Plinio, inclinándose un poco para que lo oyese el jefe –a quien había cogido por el

brazo- decía:

-Lo que yo quería decirle es muy corto…

“La frase no fue terminada jamás. En una visión alucinante, apenas pisada la acera,

percibieron a un hombre desconocido, que a cosa de dos metros y en un área despejada les

tendía un revólver.
135

“Fue cuestión de segundos. Gaitán comprendió la complejidad de ese instante fatal, la

forma aleve como iba a ser atacado y trató de volver sobre sus pasos para refugiarse en la

puerta del edificio.

“Sonaron rápidamente tres disparos y tres proyectiles se clavaron en la nuca y en la

espalda del caudillo. El doctor Gaitán se había desplomado sin exhalar una queja. Una

figura pálida, siniestra, serena. Y recuerdan que era un hombre joven, más delgado que

macizo, pobremente vestido, con la faz cubierta por la sombra de una barba descuidada. El

hombre que disparó seguía retrocediendo, pero un inmenso grito inarticulado se esparcía

por el ambiente…..”. (op. cit. pag 21,22).

Y Continúa así el relato de Manrique Focaccio en su obra citada (pag. 24 a 27) :

“Con las debidas licencias de su propietario, Guillermo Pérez Sarmiento, gerente de la

United Press, se inserta a continuación la relación más dramática y mejor escrita –se trata

de un maestro de periodistas- de lo que aconteció en seguida:

“Me encontraba en el Bar Tivoli, en la esquina de San Francisco, en compañía de

Alberto Merlino Archila y Armando Moyse, cuando se escucharon, con toda claridad,

cuatro disparos, tres seguidos y el último después de un intervalo. El popular Nepomuceno

Barajas, momentos después, con la faz demudada, entró gritando:

¡Acaban de asesinar el doctor Gaitán ¡

“Olvidando el sombrero salí apresuradamente, seguido por Merino y vi un grupo

numeroso, al pie de la puerta del Edificio Agustín Nieto, a donde de todas partes corrían

también gentes de toda índole. Abriéndome camino y retirando algunas personas pude
136

descubrir a Jorge Eliecer Gaitán, tendido en el suelo: la cabeza desgonzada sobre el

hombro, cubierto el rostro de una palidez de muerte, la mano abierta tendida hacia la acera.

“Me incliné consternado y le grité: “Por Dios, qué ha pasado, Jorge”, tocándole el

rostro, pero no abrió los ojos. Pude ver, al acercarme más, que estaba entre un enorme

charco de sangre. Le heché hacía atrás el mentón de la frente y ayudé a levantarlo cuando,

rompiendo las reglas del tráfico, llegó un taxi negro que cruzó la Avenida Jiménez, hacia el

sur. Al subirlo, probablemente al llegar una oleada de sangre al cerebro, abrió los ojos y

contrajo la boca en una mueca que me pareció una sonrisa. Después volvió a cerrarlos.

“Esa mirada llena de tristeza y dulzura jamás la podré olvidar. (…)

“Acababa de arrancar el taxi, en el cual iba Gaitán en brazos del doctor Cifuentes,

cuando llegó otro taxi que había ido a buscar a Plinio Mendoza Neira, a quien detuve

diciéndole que siguiera al primero por la calle real en dirección a la Clínica Central.

Subieron ese segundo taxi los doctores Mendoza Neira y Pedro Eliseo Cruz y partieron

también en pocos segundos. Era la una y veinte de la tarde; habían pasado ya cinco minutos

desde el atentado.

“Estaba parado sobre un sombrero grasiento. Me agache y lo recogí. Alguien se me

acercó diciéndome: Es del asesino. Me pidió que se lo entregara.

“Ante el charco de sangre varias personas comenzaron a llorar como niños, dando

gemidos. Reconocí al penalista profesor Marino López Lucas, que tenía el rostro bañado en

lágrimas. La emoción del dolor me dominó y se me hizo un nudo en la garganta; pero me

sobrepuse y me dirigí a la puerta de la Droguería Granada.


137

“Allí estaba el asesino entre dos agentes de policía; tenía el rostro verdoso, inclinado y

parecía presa de un terror pánico ante la indignación popular, que crecía a su alrededor,

siempre en aumento, aunque la expresión era todavía de odio y desafío. Vestía pobremente

y me llamó la atención la corbata azul con listas rojas y la enorme cantidad de pelo que

tenía. Vi cuando el vendedor de lotería Eduardo Lozano le descargó un golpe y lo asió del

cabello. Otras personas lo golpearon. Traté de interponerme gritando: No lo maten, es más

útil vivo.

“Otros trataron de hacer lo mismo. Pero pronto la indignación fue mayor y el

hombrecillo insignificante –que me dio la sensación de ser un enardecido- caía al suelo y

todos se disputaban el turno para lanzarle puntapiés. Pronto quedó desgarrado. A mi lado,

un muchacho de quince años se limpiaba con un papel la sangre de la punta del zapato,

después de haberlo pisoteado. Una voz gritó, A palacio y pronto comenzó el macabro

arrastre del agonizante.

“En ese momento tuve la noción exacta de la furia popular, que todo lo justifica y del

irreparable error (la destrucción del asesino) que ante mí se había cometido y que la historia

condenará, aunque posiblemente también justificará. (….) Había sido testigo presencial de

la iniciación de la gran tragedia. Se desencadenaba la tempestad…..”. (op. cit).

En su trabajo, “Los héroes en Colombia si existen, pero son de carne y hueso”, Charles

Carcabed nos relata así estos luctuosos hechos de 1948:

“Esta violencia llega a su máxima expresión con el asesinato del líder político Jorge

Eliecer Gaitán quien encarnaba el anhelo del pueblo de llevar al podio de los presidentes a
138

un hombre ajeno a los intereses de la oligarquía liberal y conservadora. Esta frustración

desencadenó la furia popular que como un rio desbordado se llevó de paso a más de

250.000 colombianos víctimas de las más atroces formas de asesinatos como el famoso

corte de franela, que no era otra cosa que degollar a una persona y sacarle la lengua por la

tráquea y dejársela como una corbata, se llegó al colmo de asesinar niños de brazos

atravesados por machetes o lanzas por el solo hecho de ser hijos de liberales o

conservadores dependiendo de la zona donde se encontraren. A los hombres y mujeres en

algunas poblaciones los amarraban con lazos y posteriormente eran desollados vivos

arrastrados por caballos en zonas empedradas, miles de mujeres fueron violadas y

asesinadas sin importar su edad; fue la primera muestra de la degradación de la violencia a

su máximo nivel, el ser humano retrocede en su mentalidad criminal al estado primitivo o

cavernario; todo esto ocurrió en nuestro querido país. Las muertes eran más terribles en

zonas donde la población era analfabeta o tenían un mínimo grado de formación. Inventos

como que el partido contrario (el liberal) estaba aliado con el Diablo, eran suficientes para

odiar o perseguir a alguien….” (op. cit).

Betancourt Godoy (1985) relata:

“El asesinato del dirigente popular Jorge Eliecer Gaitán, el 9 de abril de 1948, no sólo

parte en dos la historia política de Colombia en el siglo XX, sino que es, además, el

momento crítico que catapulta la denominada Violencia Política, la cual se venía gestando

ya con anterioridad a la muerte del líder. La violencia a comienzos del 48 es la

manifestación externa, social, de la pugna entre dos proyectos políticos que luchan por el

control del poder estatal: por un lado, el movimiento democrático-revolucionario gaitanista,

que accede al control del partido liberal y mantiene su dominación sobre el congreso; de
139

otro lado, la corriente autoritaria encabezada por Laureano Gómez que dirige el partido

conservador, colectividad que busca afianzarse a través del ejecutivo.(…..:)

“La violencia, en su primera fase, aparece en las zonas rurales, manifestándose como

choques entre los grupos políticos opuestos. Aunque el gobierno rechaza oficialmente los

enfrentamientos, no logra detenerlos ante la indiferencia de las autoridades locales. Los

partidarios del liberalismo popular llevan la peor parte, presentándose incluso agresiones

entre las dos fracciones del liberalismo. Una segunda fase cuenta con la participación

misma de las autoridades y de funcionarios oficiales como lo hace notar Gaitán y se

presenta con mayor evidencia cuando el gaitanismo obtiene la mayoría en el liberalismo y

el control del partido; los sucesos violentos comienzan a desplazarse también a las zonas

urbanas. Una tercera fase, donde la violencia adquiere un tinte claramente institucional,

legitimada primero como retaliación por los actos revolucionarios del 9 de abril, pero que

despúes del retiro del liberalismo del gobierno se convierte en una herramienta eficaz del

gobierno.” (op. cit. pag 345 y ss)

Del magnicidio del gran caudillo liberal anota Ospina (1996) :

“Como suele ocurrir con los magnicidiosel asesinato de Gaitán nos ha sido presentado

como el crimen solitario de un enajenado o de un fanático. Lo que no podemos ignorar es el

clima social y político en que se cumplió el hecho, los sectores visiblemente interesados en

la desaparición del líder y los que se beneficiaban con ella. Si la mano que lo mató fue

fanática o fue mercenaria, es algo indiferente: la causa evidente del crimen fue la campaña

de difamación realizada contra él por la gran prensa, que lo mostraba como un peligro para

la sociedad, como alguien que venía a destruir el país y que lo caricaturizaba como un
140

salvaje a la cabeza de una banda de caníbales. El crimen produjo en todo el país un

espontáneo levantamiento hecho de frustración y desesperanza, pero incapaz de grandes

propósitos y aún de trazarse nobles tareas inmediatas. Entre incendios y rapiña y estragos,

el pueblo comprendió que una vez más sus esperanzas habián muerto y tal vez comprendió

también que el poder imperante jamás permitiría una trasformación de la sociedad por las

vías democráticas y pacíficas que Gaitán había escogido.” (op. cit).

Los sucesos del 9 de abril de 1948 no se limitaron a la capital de la república, Bogotá,

sino que el mismo día y los siguientes se desató la rebelión y la represión popular en todo el

territorio colombiano. Por eso, Betancourt Godoy (1985) relata:

“El Bogotazo es el termino con el que se ha designado el 9 de abril en Bogotá; sin

embargo, la magnitud de la revuelta a nivel nacional –la cual se extendió rápidamente por

diferentes municipios y localidades de los departamentos de Cundinamarca, Santander,

Antioquia, Tolima, Viejo Caldas, Valle del Cauca y Atlántico- lleva a considerar que en

realidad en esa fecha se puede hablar de un “colombianazo”, como sugiere el historiador

Gonzalo Sánchez.(……) Las insurrecciones en diferentes capitales departamentales y zonas

rurales del país muestran la aparición de un nuevo poder surgido de la población armada

que refleja conflictos sociales latentes, contradicciones políticas, disputas regionales y la

voluntad de deponer al gobierno constitucional, al cual se consideraba instintivamente

como el responsable del asesinato de Gaitán.

“La insurrección en provincia tiene algunas similitudes con la de Bogotá pero, sobre

todo, muestra grandes diferencias en la medida en que en algunas localidades el gobierno es

depuesto y destituido. Las principales características de la rebelión en provincia son:


141

“1. La constitución de Juntas Revolucionarias que, a diferencia de la de Bogotá, tienen

gran efectividad en la movilización de las fuerzas populares hacia el objetivo de deponer a

las autoridades legales y de constituirse en órganos de poder. Ellas se conforman no solo en

las principales capitales departamentales, sino también en muchos municipios y hasta en

corregimientos y veredas. (…..) 2. La insurrección cataliza conjuntamente conflictos

políticos, sociales y económicos en las comunidades donde se presenta. La revolución se

hace por lo general a nombre del partido liberal con contadas excepciones. Las multitudes

enfurecidas buscan como primer blanco a los miembros del partido de gobierno. En

muchos sitios son encarcelados y perseguidos los conservadores. En otros llegan hasta

ocasionarles la muerte. En Caicedonia son asesinados los principales miembros del

Directorio Conservador; en Pijao es muerto el alcalde RubénMejía Escobar, de la misma

filiación política; en Manizales las oficinas del dirigente conservador Gilberto Alzate

Avendaño quedan reducidas a cenizas. También fueron atacados varios periódicos de ese

partido en diferentes ciudades del país como La Defensa en Medellín, El Derecho en

Ibagué, Diario del Pacifico en Cali, etc. (……).4. Los saqueos. En las principales capitales

como Cali, Medellín, Barranquilla, Ibagué y Armenia se presentan saqueos al comercio.

Los saqueos son frenados precisamente en aquellas ciudades donde las Juntas

Revolucionarias logran el control total de la situación. 5. La fuga de presos. Este hecho que

se presenta en diferentes ciudades es prácticamente generalizado. En Buga los detenidos

son liberados alegando que no se justificaba que hubiera prisioneros de un gobierno

asesino. En Ibagué es asaltado el panóptico y asesinado su director el coronel del

ejércitoEugenio Varón, conservador confeso y uno de los golpistas contra López Pumarejo

en 1944. Donde se muestra más claramente la inversión del orden jurídico es en Honda; allí
142

los presos liberados encarcelan a los funcionarios del penal que momentos antes los

custodiaban. (……).

“La insurrección que contó inicialmente con una ventaja militar de los sublevados sufre

una derrota política en Bogotá, derrota que va a ser determinante para la provincia y por lo

tanto, para la derrota política de la insurrección a nivel nacional. En ella se articulan los

conflictos locales y regionales con los acontecimientos nacionales en un proceso de

complejidad creciente, que contrasta con el proceso de anarquización en la capital de la

republica…..” (op. cit. pag 355 y ss).

Las nuevas generaciones no tienen conocimiento de estos sucesos.


143

La Guerra Civil después del 9 de abril de 1948.

Después del 9 de abril de 1948, se perdió la posibilidad de un cambio justo y

democrático por vías legales y sólo quedo la violencia como único camino como medio de

resistencia para unos y de represión para otros.

A raíz de los hechos del 9 de abril de 1948, aparece la reacción de un campesino

colombiano llamado Pedro Antonio Marín o Manuel Marulanda Vélez, conocido como

“tirofijo”, quien se convertiría en el máximo dirigente de lo que 16 años más tarde serían

las FARC, cuya iniciación en la violencia la narra así Guzmán Campos (1988):

“El 9 de abril de 1948, como ocurrió con los presos en muchas partes, se fuga de la

penitenciaria de Ibagué un elemento que cambia su nombre por el de “Tirofijo”, para

despistar a la justicia y las tropas. El facineroso se ubica en las montañas del Castel,

hacienda del Horizonte, municipio de Aipe (Huila) y con innegable habilidad seduce a José

Leal (“Girardot”), Reinaldo Pérez (“cara sucia”) y Cicerón Murillo (“la hipa”), campesinos

de la región.

“¿de qué les habla? De revolución, de poder cobrar la sangre de Gaitán, de oponerse a

la gente del gobierno, de que los “chulavitas” o policías tomarían la revancha, de que era

necesario prevenirse. Establece contacto con elementos exaltados de la población y el 12

de octubre de 1948 promueve la primera reunión que se efectuó en el norte del Huila para

organizar la lucha que después se convirtió en la violencia. Logra que asistan personas
144

prestantes y colecta cuotas en efectivo desde $ 5 hasta 500. Repite el estribillo: los van a

atacar, la guerra se viene. Ya existe el grupo y tiene armas. (……) El grupo (“Los

muchachos” como se les llama) merodea entre el Castel y Laureles…..”.

“Mientras tanto, en Baraya (Huila) se vive una situación muy delicada debido a que un

cabo Granja, de filiación liberal, recomienda muy mal ante las directivas de su partido a un

sargento Solórzano, conservador, que vino a relevarlo, originándose la hostilidad abierta

contra la policía y el nuevo alcalde, a quien el concejo asigna un insultante sueldo de $10

mensuales. El burgomaestre ordena cerrar las cantinas a las 10 de la noche. El pueblo se

opone. Lo respaldan y azuzan algunos concejales. La policía es apremiada para que cumpla

la disposición del superior. El 7 de septiembre cuando los uniformados llenan su cometido

mediando acciones drásticas e insultos de parte y parte, muere a manos de un agente el

presidente del concejo municipal, señor Calderon, en el forcejeo por desarmar al gendarme.

Es llamada la gente de Laures –los muchachos- que se traba a tiros con los policiales en el

camino real, sin consecuencias. Se intensifica la consigna de hostilizar por todos los medios

a la policía.(……)

“Tirofijo actuará sobre San Luis y Organos; “Girardot” sobre Praga, Santa Rita y Casa

de zinc; Se hacen populares los alias de “pelusa”, “clafan” (de 16 años),”piscasonsa”,

“vencedor”, “llave seca”, “carnaval” y muchos otros, todos trabajadores de haciendas,

manejados a control remoto desde las ciudades por caciques enconados que nunca

lucharon. Luchar….para eso están los campesinos, la gleba campesina, carne de

demagogia, víctima de intransigencias políticas, en cuya muerte oscura se desangra la

patria…..” (op. cit. pag.40).


145

Al final del día 9 de abril de 1948, el pueblo sublevado volvió a caer ingenuamente

engañado por la clase dirigente burguesa: primero se desoriento al pueblo hacia el saqueo

del comercio y la ingesta de licor que degenero en anarquía sin metas; luego la farsa en la

que los dirigentes liberales burgueses llegan al palacio de gobierno para supuestamente,

“negociar” la entrega del poder para el liberalismo que culmino tranquilamente en un

absurdo acuerdo por el cual el gobierno de Mariano Ospina Pérez nombrada algunos

ministros y gobernadores liberales y se comprometía a respetar la vida de los liberales

rasos; al pueblo liberal se le hizo creer que todo se había arreglado, que se había llegado a

un gobierno de Unidad Nacional y se le llamo al orden y a retomar la calma por dirigentes

como Darío Echandia, Carlos Lleras Restrepo y finalmente el mismo cansancio y

desorientación del pueblo lo llevo a refugiarse resignadamente en sus casas.

Sin embargo continuo alguna resistencia por parte de los líderes populares que se

atrincheraron en la Plaza de Toros en Bogotá, pero terminaron rindiendo las armas luego de

la promesa del ministro de gobierno de que no se tomarían represalias contra ellos.

….Y Ríos de Sangre inundaron el suelo Colombiano…………..

Recordemos algunos titulares de prensa del año 1949:

EL TIEMPO. 1949:

“Los jefes de los partidos condenan la violencia política”. Abril 2, página 1.

“En El Dovio se inicia la campaña violenta del partido conservador. Numerosos

muertos de filiación liberal han resultado”. Agosto 6, p. 9.


146

La violencia partidista, aumentada en 1949, es así narrada por German Guzmán

Campos en su obra citada pagina 43:

“Una equivocada estrategia política enfrentó ferozmente los partidos tradicionales al

prosperar la campaña electoral de 1949 basándola en tres factores determinantes:

“a). Estabilización del grupo conservador en el poder, con exclusión del contendor

liberal.

b). Utilización de la policía en una campaña de persecución, innegablemente pensada y

planeada desde altas esferas de gobierno.

c). Declaración de resistencia civil por el partido liberal perseguido, la que pronto se

tradujo en acción de grupos armados.

“Gestado así el conflicto, la afloración lógica, inevitable era el choque, la violencia. ¿El

pueblo, en este caso campesino, inicio la violencia? No pudo ser.”

“¿Gobierno y dirigentes se confabularon involuntariamente por un raro fenómeno de

tangencia para victimar al pueblo? .El morbo abarca todo el país que ve despavorido la

comisión progresiva de delitos no solamente atroces sino inimaginables….(…….)”

“El mes de octubre marca uno de los períodos más nefandos en la historia de la

descomposición colombiana. Es asaltado, incendiado y saqueado el caserio de Ceilán en

Bugalagrande (Valle), donde los bandidos dejan cerca de 150 víctimas, algunas de ellas

incineradas. En seguida masacran en San Rafael a 27 ciudadanos cuyos cadáveres arrojados

al río empurpuraron totalmente las aguas.


147

“El 22 de octubre es asaltada la Casa Liberal de Cali produciéndose el genocidio de

personas que asistían a una conferencia política. Téngase en cuenta que la mayoría de

aquellas gentes eran exiliados de los pueblos ya azotados por la violencia. Nada hay que

añadir a la condenación que hizo el doctor Rafael Escallón, conservador, ex procurador

general de la república: Con el alma profundamente adolorida vengo a Cali, ciudad víctima

de una cruel afrenta por parte de las autoridades encargadas de velar por su bienestar. La

tragedia del sábado 22, que tantas vidas, dolor y sangre le ha costado, no tiene justificación

ni disculpa. Nadie habló en Cali de asonada o ataque a la policía. La hecatombe se consumó

dentro del solar que llaman Casa Liberal…(……)”

Una lamentable figura que no se puede olvidar de este aciago período es la del pájaro

conservador León María Lozano.

Inicialmente, León María Lozano, vendía quesos en la plaza de mercado de Tuluá,

Valle; todos los días iba a misa a las 6 de la mañana y acto seguido leía el periódico El

Siglo, de orientación radicalmente conservadora; Escuchaba una emisora religiosa. Les

cobraba cuotas a los comerciantes de Tuluá para apoyar al directorio departamental

conservador, y, cuando su director fue a dicha población, le llevó a nombre de dicho

partido, dos cajas con carabinas y municiones, aduciendo que el gobernador liberal del

Valle preparaba masacres contra los conservadores. Con tal pretexto se desbocó la matanza

selectiva de liberales por el solo delito de ser liberales.

Casi todos los días, los pájaros conservadores de León María Lozano, llegaban a las

viviendas escogidas, tocaban la puerta, preguntaban por el señor, esposo o dueño de la casa,

en cuanto salía lo sacaban a empujones sin darle tiempo de despedirse de nadie ni sacar

ningún objeto personal y se lo llevaban a bordo de un automóvil de color azul. Al día


148

siguiente tenían el cinismo de avisar a su viuda, hijos, hermanos o padres que se

presentaran al antiteatro a reclamar el cadáver que aparecía abaleado y acuchillado arrojado

cerca del basurero municipal o flotando en el rio vecino a la localidad. El Cóndor nunca

asesinó personalmente a nadie, por lo que no se le podía inculpar de nada, ni siquiera de

una riña o un insulto hacia persona alguna, pero todos sabían que era él y sólo él el autor

intelectual de todos los asesinatos de liberales en Tuluá en los años cincuenta.

Ante las quejas y reclamaciones llegadas a altos oídos en Bogotá, el gobierno central

envió mil soldados que en la realidad servirán para proteger al pájaro y sus sicarios, antes

que a la población.

El 24 de mayo de 1952, León María salió de su casa y al pasar al frente del colegio de

los salesianos, dos hombres lo sorprendieron por la espalda y le dispararon en tres

oportunidades con una escopeta, pero el pájaro no murió.

El 8 de julio de 1955, diez vecinos liberales se atrevieron a redactar, firmar y enviar

una carta en la que denunciaron la persecución a los campesinos liberales al periódico

liberal El Tiempo de Bogotá. Obviamente, uno a uno nueve de ellos terminaron

asesinados, salvándose sólo uno. También se incendiaron casas y almacenes de los

liberales con el propósito de amedrentarlos y desplazarlos de Tuluá. El ejército ni la policía,

presentes en un millar en la población, nada veían. El desplazamiento forzado se inició y

Tuluá se fue quedando sola. Cuando Rojas Pinilla tomó el poder, mandó más soldados a

proteger al Cóndor.

Al hacerse insostenible la situación de impunidad para el pájaro mayor, el gobierno de

Rojas Pinilla, presionado desde todos los costados, ordenó muy cordialmente que León

María Lozano se mudara a una ciudad distante del Valle, escogiendo Pereira para tal
149

efecto, pero desde allí el cóndor prosiguió su labor criminal en defensa del conservatismo y

la iglesia católica.

En la población de Betania, el cóndor ordenó la masacre de por lo menos 300 liberales,

en colaboración directa con el ejército y la policía, hecho que quedó siempre impune.

Además, León María Lozano, el cóndor, ordeno y dirigió la masacre de Ceilán el 21 de

octubre de 1949: 150 personas liberales fueron asesinadas a machetazos, sus casas

incendiadas y los cuerpos tirados a las quebradas.

En Pereira, el 10 de octubre de 1956, un hombre de sombrero y saco negro le disparó

con un revólver, dándole muerte. El Rey de los Pájaros conservadores fue enterrado en

Pereira, pero ahora sus restos reposan nada menos que en una de las criptas de la iglesia

salesiana de Tuluá.

“La violencia alcanzó un nivel desesperante con motivo de la elección para presidente

de la república (1950-1954) del doctor Laureano Gómez Castro. El liberalismo declaró

públicamente al país que se había montado toda una maquinaria fatídica a través de

gobernadores sectarios preseleccionados e impuestos con fines evidentemente aviesos. El

doctor Gómez fue elegido el 27 de noviembre de 1949 y la Dirección Liberal Nacional fijó

su criterio al respecto en la siguiente tesis:

“La elección fue ilégitima, ilegítimos e insólitos sus resultados. Así lo declaramos

desde el 28 de octubre de 1949 y esa declaración que pertenece a la historia ya no puede

ser alterada por nosotros, como no podemos alterar los hechos que la provocaron. Ayer,

hoy y mañana, ha sido, es y será cierto que la autoridad ejercida por Laureano Gómez sobre

el país no se deriva de un título jurídico sino de la iposición de la fuerza”.


150

Continúa relatando German Guzmán Campos (pag.45 op.cit):

“Durante este periodo se suceden masacres como la de Belalcazar (Cauca) en donde

112 personas son fusiladas en un solo día. Los prisioneros son sacrificados sin misericordia

por personal de la tropa, como lo hacía el famoso alférez “Mechabrava”. Se implanta un

férreo sistema de represión en las ciudades y en los campos que produce un estado obsesivo

de persecución en quienes no comparten las ideas políticas del gobierno. Estos se

organizaron en “Comités de Resistencia”. En la persecución intervienen de preferencia

elementos de la policía y del cuerpo de seguridad.(…..)

“A partir del año de 1949 la tremenda ola de barbarie que azotó esta región se estrelló

contra la integridad de las personas prevalidos sus autores del amparo que las autoridades

satélites del régimen de turno les brindaban. A partir de aquel año (1949 en Santa Isabel,

Tolima) se cometió toda clase de fechorías, robos, incendios y asesinatos haciendo la vida

imposible en aquel municipio. Las veredas y los campos quedaron arrasados y regados por

centenares los cadáveres cuyas viudas y huérfanos no encontraron justicia. En un solo

sector del municipio son sacrificados 82 varones adultos, una mujer y cuatro menores de

edad….”

“Las veredas, los campos quedan arrasados día a día. De todos los ilícitos se da cuenta a

las autoridades competentes sin que se preocupen por investigarlos. Con su actitud pasiva,

encubren a los delincuentes, estimulan el crimen y hacen imposible la paz de la región.

Dentro del propio sagrado recinto del cementerio asesinaron a don Carlos González, Isaías

Quintero y Manuel Alvarez.


151

Como respuesta, ….” Se formó una cuadrilla en el páramo integrada por elementos

impresionantemente jóvenes, temibles por su temprana ferocidad, que empezaron a

agudizar la situación social de la región….”

“….(pag.59 op.cit.): Región sur. El eje Chaparral-Rio blanco. Esta es la zona donde

más rápidamente se organizan los grupos de civiles que se destrozan entre sí con locura

incontenible y donde se opera la mayor cantidad de incursiones sobre veredas enemigas. Se

destaca también el atentado contra el honor de las mujeres. Basta mencionar el genocidio

de La Mesa de Limón en Balsillas, donde mueren 13 personas. La cabeza de un niño de tres

meses la dejan sobre una estaca frente a la del padre ensartada en otro poste de la cerca. Fue

la pugna atroz entre las veredas de Balsillas y Malnombre…”

Continúa el relato de German Guzmán en la citada obra (pag. 61 ) :

“Ataco constituye un caso especial dentro del área sur tolimense. Su extensión de 2600

kilómetros cuadrados se caracteriza por zonas boscosas hasta llegar al monte primario de la

parte meridional. Allí funcionó la colonia penal del Sur de Atá y cabe suponer que

elementos liberados al cumplir condena se quedaron en las selvas y constituyeron núcleos

humanos no del todo incorporados a una vida civil organizada.

“En esta área confluyen tres territorios ocupados por moradores de tendencia política

opuesta: los liberales en Planadas, los conservadores en Casa Verde y los comunistas en

Gaitania. La violencia fue iniciada allí por elementos oficiales. Promotores fueron los

alcaldes, corregidores e inspectores de policía. Por acción del fuego desaparecieron total o

parcialmente los caserios del Condor, el Guapo, Pole, Santa rita, Casa de zinc, Santiago

Perez, Bilbao, Campohermoso y Gaitania.” (op. cit.).


152

La violencia sexual de la época es así narrada por German Guzman ( op.cit ):

“La policía política inicia su intervención con vejámenes, golpes e insultos; despúes

roba, incendia y asesina; a la postre viola, estupra y remata en actos nefandos. Primero

actúa en forma reservada; posteriormente afrenta sus víctimas ante progenitores, hermanos

y aún menores de edad. A poco andar violenta chiquillas de ocho (8) y menos años hasta

matarlas, como en El Líbano cuando estuvo la horda, al mando del Mayor Peñaranda, a

quien le correspondió sancionar el crimen. Más tarde se registra el caso monstruoso de

violaciones colectivas cuando una sola mujer es arrojada a la tropa, con abierta incitación al

delito por algunos oficiales síquicamente lesionados.

“Un alto militar en servicio activo en viaje hacia Rovira, ante el gobernador y el

secretario de gobierno (1959) reveló el nombre de cierto oficial que incursionaba para traer

doncellas quinceañeras a la grupa de los caballos y despúes de algunos días entregarlas por

turno y sin honor a la suboficialidad cómplice que las negociaba por precio irrisorio con la

soldadesca sin moral por el ejemplo del jefe.

“Más tarde, al subyugar las regiones, las muchachas debían ser ofrendadas a la

voracidad de la bestia. Cuéntase todavía en Planadas que cierto general guerrillero,

ordenaba traerle de la escuela a las niñas mayorcitas. Después aparecían en poder de

subalternos.

“No me quiero detener en el asalto de Miraflores, donde una paralítica de 18 años de

nombre Eugenia Barreto, fue atropellada por quince bandidos; como no se pudiera

mantener de pies fue amarrada a la columna de la casa y luego quemada viva. Asi mismo el
153

28 de febrero de 1952 en el corregimiento de Regeneración, municipio de Achí (Bolívar),

una niña de 13 años fue violada por los bandidos en presencia de las gentes.

“En El Guarumo, municipio de Caucasia, Antioquia, asesinan una niña de ocho (8) años

y luego le introducen en las partes pudendas, los genitales cercenados de su propio padre.

El autor del relato tuvo ante sus ojos las declaraciones de indagatoria.

“Impuberes de 12 y 13 años aparecen violadas infamemente por cinco, diez y hasta

quince forajidos y cobardes. Las mujeres en miles y miles de casos, debieron pagar con el

honor la cuota que les cobró la violencia, al extremo de que apenas se verificaba asalto o

comisión que las dejara ilesas. (….) Solo quien ha recorrido la comarca, sabe cuán macabro

y abismal es este aspecto de la tragedia, que en Colombia tuvo visos espeluznantes

desconocidos en la historia del crimen.” (op. cit).

Recordemos titulares de prensa del año 1949:

LA JORNADA. 1949:

“Matando liberales, se agrada a Dios, dice un párroco en el Valle hoy”. Julio 5, p.1.

“Os invito a matar más liberales, dice en plena misa el párroco de Chiquinquirá”. Agosto

2, p.1.

Los sacerdotes de la Iglesia Católica “invitando” a “matar más liberales”: esa época ha

sido olvidada por las nuevas generaciones………….

“120 muertos en Ceilán: la policía responsable. Tuluá, riofrío y Bugalagrande han sido

víctimas de ataques continuos en los últimos días”. Octubre, p. 1-8.


154

Sábado 8 de octubre de 1949, la masacre en Betania:

Arturo Alape refiere en su obra “Las vidas de Pedro Antonio Marín, Manuel Marulanda

Vélez, Tirofijo”:

“A las nueve de la mañana, un día gris le correspondió el turno a La Tulia; no hubo

resistencia, no hubo disparos de recibimiento, sorprendieron a la población o la población

ya por inercia o cansancio dejó que lo hicieran. De antemano se sabía que vendrían y no

había posibilidades para una defensa frontal. Entraron disparando, a las once de la noche,

rociando con sus armas las entradas, las salidas, paseándose por la plaza, divirtiéndose y

apuntando a las ventanas, a las puertas, precisando por obra de la casualidad la vida de un

hombre, gritando como solían hacerlo vivas al Partido Conservador, vivas a la Iglesia,

abajo a los liberales, iracundos con furiosa sed de destrucción, como diciendo, es señal y

signo de que estuvimos, para que nadie pueda olvidarlo. Ya se hablaba de “Lamparilla”, se

hablaba de un “Pájaro Azul”, de “El Pollo”, de un “Pájaro Verde”, de un “Pájaro Negro”, lo

más granado de la pajaramenta en vuelo (…..)”

Entre 1949 a 1953 y 1954 los campesinos liberales del sur del Tolima tuvieron que

afrontar la violencia oficial, que los perseguía por aire y tierra, con tropa combinada con

Pájaros conservadores, donde resistieron en El Dovio y El Davis, cerca del río Saldaña y

acosados por el ejército, la policía y los Pájaros conservadores tuvieron que huir a

refugiarse en Marquetalia y Riochiquito en el Nevado del Huila.

Otro período de la Violencia, está constituido por la resistencia campesina contra la

ola de violencia partidista de todos los gobiernos contra los campesinos, el cual se inicia

con las Guerrillas del Llano, lideradas por Guadalupe Salcedo, Eduardo Franco Isaza y
155

Dumar Aljure y va a desembocar en la resistencia de Marquetalía, Rió Chiquito y

Guayabero, en un enfrentamiento entre el estado y los grandes terratenientes contra el

campesinado, que desencadenó tal periodo durante el cual, fuerzas insurgentes,

autodefensas campesinas, grupos armados irregulares (pájaros, chulavitas) , ejército y

policía desarrollaron toda clase de atrocidades que sería interminable enunciar en una

monografía como la presente.

En los Llanos se formó el más amplio movimiento guerrillero popular que haya

conocido hasta entonces el país, pero carente de organización y dirección adecuada.

Guzmán Campos (1988) relata así el inicio de la guerrilla liberal en los llanos:

“Desde el comienzo se perfilan dos tendencias tácitas nítidamente definidas: la de

Eliseo Velásquez, brutal, depredadora; y la de Eduardo Franco, empeñado en una

coordinación de jefes en torno a una problemática social para una acción de positiva

eficacia. Velásquez y Marco Tulio rey, con 450 hombres, piensan en acciones masivas;

Franco en lucha de guerrillas. Al fin se impone este sistema por la fuerza de los hechos.

(…) La desconfianza surge con la noticia de que en Villavicencio se estaba formando una

fuerza militar policial que ocuparía los Llanos, bajo el nombre de Batallón Vargas, para

perseguir a los rebeldes, calificados y condenados de antemano como guerrilleros. (….)

“El 25 de noviembre de 1949 es una fecha que golpetea el alma de todos los llaneros.

Es el día prefijado para la revolución liberal. El Capitán Alfredo Silva se toma

Villavicencio. Entre 10 y 11 de la noche el contingente de Apiay al mando de los tenientes

vaneas (hijo del general Vanegas) y Ardila entran a Villavicencio y copan el cuartel de
156

policía. Son dados de baja un agente frente al Hotel Meta y los dos que vigilaban los

bancos y la bomba de gasolina. A la policía que llega de Cumaral horas después la hacen

desfilar con los brazos en alto. Algunos jefes son conducidos a la cárcel, donde es fusilado

el Chato Rojas. Luego queman los registros electorales…..”( op. cit. pag.66).

Por su parte, González (1985) narra así el inicio de la guerrilla en el llano:

“Los jefes liberales del llano, en su mayor parte ganaderos ricos, decidieron respaldar la

guerrilla de Eliseo Velásquez, quien se autocalificó de General. Un compañero suyo,

Antonio de la Roche, tenía el grado de Coronel. Fue así como surgió la poderosa guerrilla

del llano que se aglutinó alrededor de Eliseo Velásquez, a quien se unió el Capitán Silva

después de su frustrado intento de tomar Villavicencio. Bajo la insinuación de Silva,

Velásquez se toma a Puerto López, continúa luego por el rio Meta, atacando a Cabuyaro,

Remolino, Calvica, Poyatas, San Pedro de Arimena, dejando una huella sangrienta a su

paso. Continúa hasta Moreno, hoy Paz de Ariporo. La guerrilla se había convertido en una

bola de nieve imposible de detener…”

“En Sabanalarga caen 25 personas después de hacinarlas en un rancho. La orden la da

un teniente. Allí muere el viejo Salomón Caro, exponente del llanero bueno. En Aguaclara

la tropa masacra siete mujeres después de poseerlas en forma brutal. Al hundir las

bayonetas en el vientre los esbirros exclaman con locura demoniaca: “ Si tienen hijos

adentro que mueran también”. Dos niños de pecho son lanzados al aire y rapasados por las

siempre sedientas y pervertidas bayonetas….” (op. cit. pag. 411).


157

Libardo González relata así la situación en el llano en “Historia de Colombia, Tomo V.

capítulo 26, editorial Oveja Negra, Bogotá, pag. 413, sobre Tulio Bautista y la guerrilla

popular:

“Otra vertiente importante de la guerrilla que llegó al llano venia de la región de

Aguaclara, Boyacá, en donde la represión policial también había provocado el pánico de la

población mayoritariamente liberal. En efecto, a comienzos de 1950, un destacamento de

policías y civiles comandado por Florentino Burgos había asaltado el Secreto y

Sabanalarga. En El Secreto existía un colegio evangélico a cargo del matrimonio

norteamericano, Edmund Outhouse y Nohemí Koop que había concitado las iras del clero

por la afluencia de campesinos que recibían allí educación agrícola. El cura del lugar exigió

la destrucción del colegio, pero el pueblo se opuso. Posteriormente, el ejército, al mando

del cabo Dumar Aljure, oriundo de Girardot, se tomó el colegio. Jorge Uribe Márquez,

dirigente gaitanista, actuando por cuenta propia, aconsejó a los habitantes organizar la

autodefensa. Los liberales de Sabanalarga y Aguaclara llamaron a Tulio Bautista, hombre

muy respetado por la gente del lugar y al margen de la ley como la mayor parte de los

liberales de la región. Tulio conformó su grupo con 11 hombres, 3 fusiles, 4 grases, 2

carabinas de la U y 2 pistolas 44. Sus tres hermanos, Manuel, Roberto y Pablo, sus primos,

José y Efraín, más Campo Ruiz, Víctor Manuel Mendoza, José Ramírez, Pedro Mendoza y

Aureliano Vaca, eran los miembros de la cuadrilla. A ellos se sumó un grupo de muchachos

de la región y el cabo Dumar Aljure, desertor del ejército. Los motivos reales de la

deserción de Aljure no se conocen. Hay versiones en el sentido de que ésta no fue motivada

por su deseo de pasarse a la guerrilla de inmediato, sino por las amenazas del Coronel

Villamizar de cobrarle la protección que brindaba Aljure a los liberales emigrantes hacia la
158

región opuesta del rio upia. Posteriormente se sumaron los hermanos Fonseca, Jorge,

Eulogio y Eduardo, militares retirados. El Directorio Liberal de Aguaclara dio su

autorización al comando y Pedro Guevara, presidente de la organización se dirigió a los

habitantes el día de mercado para requerir la colaboración de la ciudadanía liberal. Justo

Casas hacen énfasis sobre la raigambre popular de la guerrilla de los Bautista que obedece,

al mismo tiempo, a la necesidad de protección de los liberales del llano y a los anhelos del

pueblo de esta región de llevar a cabo una trasformación social, por difusa e incoherente

que ella fuera. La necesidad de contar con grupos armados de autodefensa determino la

formación de grupos guerrilleros como el de los hermanos Bautista. (op. cit.pag. 413).

Los grupos armados organizados al margen de la ley son llamados en este momento,

“Bandoleros”, y contra ellos el partido conservador y el gobierno conservador organizan

grupos de civiles armados a los que llaman “Pájaros” y “chulavitas”, esto es, los primeros

paramilitares del siglo XX en Colombia.

Al respecto, Guzmán Campos (1988) relata así su fundación y organización en 1949-

1950:

“Todo obedece a un plan que puede sintetizarse en el tesonero esfuerzo del gobierno

para crear a su vez cuerpos de guerrilleros que contrarresten la actividad subversiva de los

llaneros que se denominaron anti-guerrillas o “guerrillas de paz”. Luego se emplearon en

otros sitios. Su proceso organizativo puede concretarse así:

“1. Cabecillas civiles frente a los grupos. 2. Oficiales y suboficiales comandando las

acciones en que participen tropas regulares y antiguerrilleras. 3. Servicio de baquianos

conocedores de la región. 4. Disciplina no estrictamente militar pero si controlada. 5.


159

Adiestramiento sobre el terreno mismo por medio de misiones especiales. 6. Protección de

los elementos que apoyen la antiguerrilla con advertencia de que se exponen a ser

eliminados sin contemplación alguna por los revoltosos. 7. Profunda difusión de informes

favorables. 8. Actos sociales para infundir confianza de los habitantes. 9. Levantamiento

exacto del censo de los habitantes de la región…..” (op. cit. pag. 413).

Citando al Coronel Gustavo Sierra Ochoa en “Las guerrillas de los llanos orientales.

Manizales, 1954.pag.79:

“La antiguerrilla debe caracterizarse por una actitud firme y rigurosa para combatir a

los bandoleros en armas y a sus colaboradores de la población civil. En esta forma

bloquean rigurosamente las zonas y población hostiles, liquidan sin contemplaciones a los

cabecillas guerrilleros o exigen la rendición incondicional….”

Como se ve, es lo mismo el paramilitarismo de 1949 al de 2014. Los mismos con las

mismas, pero con distinto nombre.

Las guerrillas del llano, cuya historia completa se puede consultar en el libro

testimonial de Eduardo Franco Isaza, “Las Guerrillas del Llano”, llegaron a ser la guerrilla

liberal popular más grande y poderosa del país en esa época, 1949 a 1953, dominando y

liberando prácticamente toda la llanura colombiana (lo que equivale casi a medio país) al

grado de constituirse en lo que podría llamarse una “Republica Liberal Independiente” que

constituyó gobierno propio y leyes propias a las que contribuyó el abogado liberal

JoséAlvear Restrepo, pero que desafortunadamente terminaron engañadas por el nuevo

gobierno militar de Gustavo Rojas Pinilla y traicionadas por algunos de sus dirigentes ya
160

divididos entre los auténticos llaneros liberales del pueblo y los hacendados que

antepusieron sus intereses personales a los de la revolución liberal.

En el segundo tomo del libro “La violencia en Colombia”, Eduardo Umaña Luna

trascribe completas la primera y la segunda Ley del Llano, normas jurídicas por las que

durante este periodo se gobernó toda la llanura colombiana, desde Arauca, Casanare, Meta,

la mayor parte de Vichada y parte de Guaviare.

La Primera Ley del Llano tiene fecha del 11 de septiembre de 1952, siendo suscrita,

entre otros por Eduardo Franco Isaza, Guadalupe Salcedo, José Mogollón, Luis Eduardo

Fonseca, Bernardo Giraldo, Plutarco Calderón, Julio Téllez, Gabriel Ruiz y otros, la cual

legisla en forma rudimentaria sobre la jerarquía de los funcionarios del gobierno

revolucionario del llano; el origen de su autoridad; límite y naturaleza de su jurisdicción;

orientaciones genéricas; la administración de las zonas liberadas; normas y disposiciones de

carácter penal y policivo; normas y reglamentación agrícola y ganadera.

El 18 de junio de 1953, se promulga una Segunda Ley del Llano, como un estatuto

mucho mejor elaborado jurídicamente que el anterior, constante de 224 artículos, en su

mayoría redactados por el abogado José Alvear Restrepo, titulada “Ley que organiza la

Revolución en los Llanos Orientales de Colombia”. Por su extensión, se omite su

trascripción completa.

Al respecto señala Eduardo Umaña Luna (1988):

“Cada código, cada ley, cada norma, tiene su espíritu, éste- a su vez- es corolario

obligado de los intereses que buscan defender a la clase que tenga el control del poder

público, sobre bases económicas reales. Los códigos de guerrillas son de una contextura
161

muy diferente a los proyectos conocidos de las reformas judiciales proyectadas. Se podrá

demostrar cómo son másauténticos,más adecuados a un nuevo sistema, más concordantes

con la nacionalidad que todos los proyectos de reforma, a más de que por ciertos aspectos

superan las normas ideales de muchas de las leyes actuales….”(op.cit. tomo II,pag 59):

La Ley del Llano lleva la fecha del 11 de septiembre de 1952 y fue suscrita en algún

lugar del mismo.

En ella se legislo sobre jerarquía de funcionarios, origen de la autoridad, límite y

naturaleza de la jurisdicción, orientaciones genéricas, edificio jurídico de la organización,

normas y disposiciones de carácter penal y policivo, normas y reglamentación agrícola,

normas y reglamentación ganadera.

Volviendo a Eduardo Umaña Luna, señala, sobre la Segunda Ley del Llano:

“Cinco días después del golpe de estado del 13 de junio de 1953 se

Expediatambién…”en algún lugar de los llanos orientales”, un estatuto más vertebrado

que el anterior, de 224 artículos que, para su promulgación, aparece así firmado: “El

Presidente del Congreso, José Alvear Restrepo. El Secretario General, Humberto Paredes.

Sancionada en su fecha para que rija, José Guadalupe Salcedo, Comandante en jefe”, se

titula “Ley que organiza la Revolución en los Llanos Orientales de Colombia”…(op. cit).

La Segunda Ley del Llano comprende un preámbulo, titulo primero, de la población

civil; título segundo, Del gobierno popular; título tercero, autoridades superiores, civiles y

militares.

Vale la pena trascribir por lo menos el preámbulo de la Segunda Ley del Llano:
162

“El Congreso Revolucionario, en uso de las facultades que le confiere la representación

del pueblo y de las Fuerzas Armadas y considerando:

“1. Que es necesario fijar en normas de obligatorio cumplimiento los derechos y

deberes del pueblo civil y de las fuerzas armadas en el territorio controlado por la

Revolución; organizar la administración de justicia y crear las autoridades encargadas de

aplicarlas, así como también formar el Gobierno Revolucionario, a cuyo cargo estará el

mantenimiento del orden, el cumplimiento de las leyes y la personería de los intereses

comunes; 2. Que dichas normas deben regir en todo el territorio de la revolución a fin de

unificar la conducta del movimiento y las garantías, tanto del pueblo como del personal en

armas y, 3. Que al respecto se han puesto de acuerdo los comandantes de los distintos

grupos revolucionarios, los representantes del personal de tropa y los de la población civil:”

(op. cit).

Lo que hubo en el Llano colombiano entre 1949 y 1953 fue por su magnitud, una

verdadera Guerra Civil del siglo XX entre el campesinado y la clase dirigente burguesa. El

ejército revolucionario del llano se llamó, “Fuerzas Revolucionarias de los Llanos

Orientales” y estuvo así comandado: Comandante Supremo, José Guadalupe Salcedo

Unda; Estado Mayor:Jorge González Olmos, Eduardo Franco Isaza, José Alvear Restrepo,

Rafael Sandoval y Carlos Neira.

La desmovilización, entrega, derrota de las guerrillas del llano, producto de la traición y

engaño de los hacendados aburguesados contra los campesinos rasos, que entregaron la
163

lucha a la burguesía, la explica Eduardo Franco Isaza en el últimocapítulo de su libro “Las

Guerrillas del Llano”, del cual vale la pena extractar los siguientes párrafos:

“Esta es la historia sucinta de nuestra famosa conferencia de paz celebrada en Puerto

Carreño. Cuantos deseos no tendrían de hacernos prisioneros y cuanto interés no

pondríamos de nuestra parte para hacerles comprender nuestra voluntad de entregar tan

“inútil”, “azarosa” y “equivocada” lucha por la pequeña causa que le había costado al

partido liberal cien mil muertos y algo más de cuatro años de doloroso viacrucis. Parecía

que una nube de amnesia nos había hecho olvidar el pasado; y las frases, actitudes,

amenazas y designios expresados por los comisionados con plenas atribuciones del alto

comando (…..)El 15 de agosto de 1953 pisaban tierra de Puerto Páez los mayores Padilla

Silva y Ortega Bernal, solicitando nuestra entrega a las autoridades venezolanas. Petición

que no fue satisfecha (……).

“A los pocos días y en forma sorpresiva para nosotros, la prensa anunciaba la entrega y

rendición de las guerrillas en forma fraccionada. Primero los Fonsecas en el Llano, en

seguida, Guadalupe; después en Antioquia; de nuevo en los llanos, grupo aquí y grupo allá.

Luego de comprometerse según la propaganda a perseguir a los grupos que aún se

mantenían en rebeldía; después en Antioquia, de nuevo en los llanos; en el Tolima, en

Magdalena, Santander,etc. Una ruinosa entrega que duro meses.

“¿ Que había pasado?. ¿Aqué se debía aquel desbarajuste después de tantos años de

lucha y sacrificios, cuando todo era propicio para realizar nuestras justas aspiraciones?

¿Cuándo normalmente el Comando Nacional de Coordinación debía estar consolidando la

unión guerrillera y movilizando las representaciones que solicitamos del Tolima,


164

Antioquia, Santander y Cundinamarca, para que reunidas con la nuestra, formáramos el

Comando Nacional Revolucionario, hiciéramos valer la lucha atraves de un pacto

debidamente suscrito y protocolizado y recogiéramos las banderas victoriosas del partido

liberal, renovado y vigorizado con el caudal espiritual del pueblo combatiente?.

“Sencillamente, que el Comando Nacional de Coordinación nombrado por los

comandos guerrilleros llaneros para que hiciera la unificación nacional y propiciara el

Supremo Comando Nacional revolucionario, se arrogaba las funciones de tal y en vez de

hacer los enlaces y pasar los comunicados, negociaba en privado y hacia la primera entrega

en los llanos por intermedio de los Fonsecas, que habían quedado inconformes con el

nombramiento del Comando Llanero, fruto de la gran Asamblea Guerrillera del 10 de junio,

¿con que derecho?. Vaya usted lector a preguntárselo al médico Jorge Santos, el tan a mala

hora nombrado Presidente del Comando Nacional de Coordinación, quien solo había

alcanzado a ser un simple conspirador pero jamás un revolucionario.

“Y sencillamente, también, que alguien, con la aquiescencia del gran jefe guerrillero

Guadalupe Salcedo –con el propósito de hacer méritos ante el poderoso- entregó al general

Duarte Blum, el plan general trazado en la frontera para fijar la posición guerrillera

nacional ante las posibilidades de lograr una paz honrosa y justa; y que por tanto al

gobierno le fue muy fácil, en posesión de este documento clave, estropear nuestros planes y

acabar de ganarnos la partida.

“La actitud de entrega de los jefes guerrilleros se explica: por un lado las amenazas, el

halago y las promesas generosas; por otro lado la actitud negativa del Comando Nacional

de Coordinación; por encima del bloqueo, la escasez de armas y municiones, drogas,


165

vestuario y el hambre y la miseria del pueblo que los rodeo. Pero sobretodo, la presión del

liberalismo decadente que son su prensa y sus intereses personales, los obliga a la

rendición, a cambio de unas fotos en la prensa, un indulto, quizás una amnistía y quizás

también el cumplimiento, muy débil, de unas graciosas promesas de reivindicaciones que ni

siquiera quedaron escritas. En síntesis, a cambio de nada, las guerrillas victoriosas ceden el

terreno conquistado a tan alto precio y sin dejar nada para sí, se entregan tan confiadas

como otras veces fueron al combate y la gran rebelión se apaga para abrir un paréntesis, en

el tan agitado y tremendo drama de la vida colombiana….”. (op. cit).

De otro lado, la posición y actitud de traición e indiferencia de la dirigencia liberal

frente al rendimiento de la guerrilla del llano, la explica así Eduardo Franco Isaza en el

citado libro:

“Mientras tanto, allá lejos, en Londres, un jerarca del partido liberal, Alfonso López, sin

preocuparle poco o mucho la angustiosa situación de Colombia y sin mostrarse siquiera

indignado por el cobarde atentado de que fue víctima, el que dejó como saldo su casa

destrozada y sus archivos e invaluables recuerdos familiares destruidos. Es posible, si, que

el ilustre estadista se haya arrepentido más de una vez de su injustificable conducta del año

1946, cuando con una decidida intervención suya ( y de Santos y Lleras Camargo) se

hubiera puesto fin a la división que dio lugar al traste con el Gobierno Liberal. Tampoco

sería raro que le haya quitado algunas horas al sueño del ex presidente aquella pausa

absurda que motivó el fracaso de su segunda administración, tan distante de la revolución

que puso en marcha en la primera, en la cual si mostro el liberalismo una aguda

sensibilidad social y un constructivo afán de reforma.


166

“Eduardo Santos, desde su tranquila residencia en Paris, haciendo honor a su pacifica

consigna, “Fe y dignidad”.

“Carlos Lleras Restrepo, añorando en México su casa incendiada con la complicidad

oficial y seguramente lamentándose de no haber perseverado en la ideal del gran

movimiento armado que principio a organizarse, que en repetidos discursos llegó a

anunciar y que, por cierto, contaba con excepcionales factores de triunfo.

“Darío Echandia, en su casa de la calle 39, fatigado y satisfecho de haber demostrado

tantas veces la inconstitucionalidad del régimen y la irregularidad de sus procedimientos,

pero quizás arrepentido de haber hecho entregar al partido conservador, una a una, las

posiciones de control (poder electoral, Corte Suprema, Consejo de Estado) que había

conquistado democráticamente el liberalismo, con la cándida esperanza de obtener en

trueque una mínima dosis de libertades y la promesa de restablecer la normalidad

democrática.

“Alberto Lleras Camargo, al margen de los hechos, amparando su silencio con la

investidura de funcionario internacional que le daba el cargo de Secretario de la OEA.

“Otros (Plinio Mendoza Neira, Alberto Jaramillo, Julio Ortiz Márquez, German Zea

Hernandez,etc) en el exilio por haber denunciado valerosamente los desmanes del régimen

o haber cooperado en la organización de una vigorosa resistencia, pero ahora olvidados de

toda lucha, resignados a vivir extrañados de la patria y sin querer siquiera enterarse de los

nuevos y sangrientos hechos.

“Unos pocos, aunque sin simpatizar con la guerrilla y siendo seguramente adversos a

ella, sostuvieron frente al régimen afrentoso una decorosa actitud, haciendo conocer su
167

inconformidad por todos los medios a su alcance. Luis Eduardo Nieto Caballero, Juan

Lozano y Lozano, Alberto Galindo, Delio Encizo, podrían mencionarse entre los más

notorios. Muchos, los más, desvalorizados, disminuidos a sus legítimas proporciones, sin

acciones en pro ni en contra de la tiranía. Los menos arrastrando su dignidad y su traición a

los pies del tirano y revestidos en ocasiones de falsos ropajes de patriotas conciliadores,

pero en realidad prostituidos, degradados hasta en su condición de hombres.

“En fin, toda la oligarquía liberal enemiga de las doctrinas populares de Gaitán, lejos de

la revolución e indiferente a la tragedia del pueblo colombiano.(…….).(op. cit.pag. 373 y

ss).

Más adelante agrega Franco Isaza:

“El doctor Gómez abandona el país y de prisa, entre sus maletas, le empacan todos los

crímenes y violencias que hasta ese momento se habían perpetrado bajo el cielo de

Colombia. Pasajes a Nueva York y maldiciones para el viejo y fiero caudillo de los godos.

Los aviones no volvieron a disparar su metralla contra los “bandoleros” y las gentes de las

regiones donde éstos actuaban. Hojas volantes y boletines oficiales –en vez de bombas y

balas- cubrieron las zonas guerrilleras, ofreciendo paz y exigiendo la entrega inmediata de

las guerrillas.

“La prensa y la radio proclamaron la libertad por todo el país y pusieron el nombre de

Rojas al lado del de Simón Bolívar y el pueblo de Colombia se echó a las calles loco de

alegría, porque el lazo al cuello que lo ahogaba ahora se había aflojado y el aire entraba con

un poco de soltura en los pulmones. ¿A qué precio se pagaría ese “golpe de opinión” que el

partido liberal de arriba se apresuró a consagrar?.(…..).


168

(…….) Por de pronto, de nuestra parte quedaba suspendida la ofensiva, agregando en

todos los comunicados que siguieron, que las guerrillas no debían desintegrarse y más bien

permanecer en actividad vigilante hasta nueva orden….”(pag. 387.op.cit.).

Ante la confusa situación y conformándose con la caída del régimen de Laureano

Gómez, llamado “El monstruo”, los guerrilleros liberales del llano se entregaron y

desmovilizaron a cambio sencillamente de nada, ni siquiera del respeto hacia sus vidas.

Aturdidos por el cambio de situación política, los guerrilleros del llano envían una carta

al nuevo presidente militar del país:

“Es el 22 de junio de 1953. Las fuerzas adversarias se observan recelosas y fatigadas. El

14 de junio ha abierto la posibilidad para que la patria dividida, desde el aciago 9 de abril

de 1948, se unifique.

“En el llano, concretamente desde “Farallones”, Jorge Enrique Fonseca Galán, Eulogio

Fonseca Galán, Carlos Roa Carreño, Gabriel Roa Carreño, Saúl Sarmiento, Luis Obdulio

González, Julio Alberto Téllez, Segundo Antonio Téllez, Juan de Jesús Romero y Eduardo

Vicente Fonseca Galán, le expresan al Presidente Rojas Pinilla:

Excelentísimo Señor:

“Con relación a los acontecimientos sucedidos el día 13 de junio de los corrientes en los

cuales Vuestra Excelencia asumió la Presidencia de la República, los suscritos comandantes

revolucionarios de las Fuerzas que actúan en la zona comprendida entre los ríos Unete y

Chitamena en los llanos y Unete y Túa en el cerro, incluyendo la zona de la carretera de

Sogamoso-Agua azul, manifestamos:


169

“1.Estar de acuerdo con las tesis que Vuestra Excelencia enunció al pueblo colombiano

al asumir la Presidencia de la República.

“2. Estar dispuestos a tratar con el gobierno que preside Vuestra Excelencia, lo

relacionado con la pacificación de esta región sobre las siguientes bases:

“a). Que el gobierno garantice al pueblo de Colombia el pleno goce de los derechos

ciudadanos y colectivos consagrados en nuestra constitución.

b). Que el gobierno decrete una ley de amnistía para los delitos políticos cometidos a

partir del 9 de abril de 1948.

“c) Que el gobierno facilite con plenas garantías el pronto retorno al país de los

exiliados políticos.

a) Que se destine una suma de dinero suficiente para remediar la penosa situación

económica que afronta la totalidad de los habitantes de las regiones afectadas por la

violencia.

“3. Al enterarnos del cambio de gobierno y de las garantías ofrecidas por Vuestra

Excelencia ordenamos suspender hostilidades contra las Fuerzas Armadas del gobierno

que ocupan Tauramena, Recetor, Chameza, Vado-hondo, Rancheria, Corinto, Huerta

Vieja, Pajarito, boquerón y Cupigua.

“Al presentar a Vuestra Excelencia, nuestro respetuoso saludo, hacemos votos porque la

paz, la justicia y la libertad reinen en Colombia cuanto antes, como todos los hombres

de buena voluntad lo deseamos”.


170

“Defensa de los derechos básicos, leyes de amnistía, otorgamiento de garantías,

reestructuración económica, suspensión de hostilidades, paz, justicia y libertad, entre

todas las gentes de buena voluntad”.

(Fuente, “La Violencia en Colombia. Tomo II. Germán Guzmán, Orlando Fals Borda y

Eduardo Umaña Luna. Círculo de Lectores, Bogotá, 1988. Pags.165).

Como documento histórico se transcribe una misiva de Eduardo Franco Isaza dirigida al

comandante Alejandro Chaparro, con motivo de la entrega y desmovilización de la guerrilla

de los llanos (texto tomado del libro “La Violencia en Colombia. Tomo II. Germán

Guzmán, Orlando Fals Borda y Eduardo Umaña Luna. Círculo de Lectores, Bogotá, 1988.

Pags.169):

“Señor Teniente Comandante

Alejandro Chaparro.

Comandante Mochaca.

“Muy de prisa te envío mi saludo revolucionario y mi afecto personal.

“Pintuco lleva la misión de enlace, noticias grandes sobre organización la cual está

bastante bien, pero siempre con la necesidad de perfeccionamiento, disciplina.

“El capitán Rafael Sandoval te enviará detalles e instrucciones.

“Nos interesa la paz y debemos marchar honradamente hacia ella, pero sin precipitación.

Yo pienso que el pueblo se alza en armas entonces cuando se le violan sus derechos,

entonces lucha con las armas, pero cuando se les restituyen sus derechos, pero siempre en

lucha y para ello, es menester mantener una sólida organización.


171

“La mecánica que seguiremos puede ser más o menos la siguiente:

“I. Estado Mayor de las Guerrillas Llaneras Liberales.

II. Estado Mayor Guerrillero Nacional Revolucionario Liberal.

III. Organización de la Dirección Nacional Liberal.

“Dentro de este último organismo quedará ubicada nuestra posición con amplia y legítima

representación.

“Luego intervención nacional y ejecución inmediata del gobierno sobre lo acordado entre

los dos partidos tradicionales.

“Como se ve, nuestra organización no se liquida, se trasforma simplemente.

“De la lucha armada pasamos a la lucha ideológica con nuestras armas a buen recaudo y

vigilantes. Esto es todo. ¿Se podrá? Quizás sí, quizás no, eso depende del gobierno militar.

Lo importante es saber que la lucha continuará para siempre, para beneficio del pueblo y la

grandeza de Colombia.

“Sin lucha sucumbiremos y jamás habrá progreso. La contra revolución es una parte de

nuestro pueblo menos maduro que nuestras mismas guerrillas hacia la Revolución. En ese

sentido es que hay que atender la cuestión, sin alterarnos con odios, egoísmos y todas las

pasiones bajas desatadas.

“La Revolución está adelante y a ella arribaremos todos, tras de duras jornadas

llegaremos a la liberación total. Ese día habrá luz, porque sólo entonces existirá una
172

igualdad (menos desigual). Y dentro de ese plano superior con espíritu cultural, realmente

realizados.

“No obstante lo anterior, mantengamos los puños sobre los fusiles con una actitud de

tregua y en el mayor de los casos no atacaremos; únicamente nos defenderemos en caso de

agresión, mientras se adelantan conversaciones que, en último caso, esas conversaciones

propician un descanso y un aprovisionamiento.

“De la fuerza habrá una cantidad de conferencias y negociaciones al paso que no

dejarán de presentarse choques armados.

“Hemos despachado propio Pasto al lugar donde tenían que llegar Jorge Chaparro o el

que fuera para hacer con todo, el suscrito no puede ir, pero Manuel Villey está haciendo lo

que yo quería llevar a cabo.

“Pintuco despachará a Vergara. Finalmente un abrazo para el Mochacá.

“Te garantizo que la revolución tiene buen futuro dentro de la paz y dentro de la

guerra.

Tengo razones y punto en la boca, así que firmes”.

Millares y millares de guerrilleros liberales del Llano depusieron las armas, se

entregaron y se acogieron a la amnistía del nuevo régimen, creyendo llegada la hora de la

paz nacional, pero día tras día y mes tras mes, la gran mayoría de ellos terminaron

asesinados por la policía o por el ejército o por los paramilitares oficiales en sus fincas, en

sus casas, en sus exilios: fueron traicionados por la dirigencia nacional.

Carlos H. Pareja concluye su novela “El Monstruo” con esta frase:


173

“Desentierren las armas, compañeros, porque vamos a necesitarlas: El Monstruo no ha

muerto; su espíritu sigue mandando todavía……”.

También concluye González (1985):

“El Congreso eligió Comandante en jefe a Guadalupe Salcedo y como jefe del estado

Mayor a Eduardo Franco Isaza. A este congreso le faltó algo. Los dirigentes guerrilleros

habían perdido su orientación y no estaban convencidos de una distinta de la que

presentaba el liberalismo. Fue por eso por lo que al llegar la noticia del golpe de Rojas, los

guerrilleros se entregaron confiadamente. Los Fonseca, tan díscolos en el Congreso y

autores de la muerte de los Bautista y Jorge González Olmos, acudieron de inmediato a

donde Guadalupe Salcedo para convencerlo de la entrega de armas. Después de muchas

escaramuzas, los jefes guerrilleros se comprometieron a entregar las armas en un

documento escrito en monterrey el 8 de septiembre de 1953 exigiendo garantías al

gobierno, una amnistía y un plan económico de rehabilitación. El gobierno solo cumplió lo

correspondiente a la admistia.

“De todas maneras, el movimiento quedó desmovilizado, los jefes más importantes

estaban muertos o en el exilio, Salcedo era partidario del liberalismo, el doctor José Alvear

Restrepo murió ahogado en circunstancias extrañas. El 6 de junio de 1957, a menos de un

mes de la caída de Rojas, Guadalupe Salcedo fue acribillado por la policía, en un lugar de

Bogotá, adonde había llegado para conferenciar con la Dirección Liberal.” (op. cit.

pag.423).

El destino de Guadalupe Salcedo lo narra así, Libardo González (op.cit. pag.415):


174

“Velásquez, quien había llevado la jefatura del movimiento, había sido apresado en

Venezuela y moriría en extrañas circunstancias, en septiembre de 1952. De acuerdo con el

parte oficial, fue muerto en combate cuando regresaba de la vecina república, por un

comando del ejército. Según otras versiones, fue canjeado por una negociación alrededor de

Los Monjes, en la que Colombia cedía gran parte de sus derechos a Venezuela. Según esta

última versión, Velásquez habría sido trasladado a Bogotá y asesinado luego de torturas y

vejámenes por parte de la policía política…”

De acuerdo con otra versión, El 6 de junio de 1957, luego de haber dejado las armas y

haberse acogido a la amnistía de Rojas Pinilla, en horas de la noche, frente al hospicio de

San José, la Policía detuvo el carro en que viajaban varios exguerrilleros liberales.

Guadalupe, envalentonado por los tragos, no quiso parar. Lo siguieron y a pocas cuadras se

le atravesó la radio-patrulla y allí la Policía asesinó a Guadalupe Salcedo cerca de la

estación de bomberos del sur de Bogotá. Presentaba un tiro en la palma de la mano

izquierda, por lo cual se podía deducir que había levantado los brazos para demostrar que

no iba armado. Sin forma de defensa, Salcedo fue acribillado a tiros por agentes de la

policía que lo venían siguiendo. Muchos otros jefes guerrilleros liberales del Magdalena,

Tolima, Huila, Cundinamarca y Santander, corrieron la misma suerte por idéntica época.

Más adelante, terratenientes conservadores y liberales del llano se unen con el propósito de

liquidar lo que consideraban eran los reductos de las guerrillas….

Dumar Aljure, otro gran dirigente liberal del llano, había nacido en 1928, en Girardot,

Cundinamarca; se unió al ejército nacional de Colombia en 1950, al que tuvo que

abandonar por ser liberal. Ante el acoso de los conservadores, en 1952 se unió a las

guerrillas del llano, al grupo de los hermanos Bautista y luego al comandado por Guadalupe
175

Salcedo. En 1955 tras la amnistía de Rojas Pinilla salió del Arari y regreso a San Martin.

En 1957 se retiró a la región de Rincón de Bolívar dedicándose a la ganadería

pacíficamente.

Después de haber dejado las armas y estar viviendo en paz, fue Abatido el 3 de abril de

1968 en un ataque del ejército nacional, a la casa en que se encontraba, en cuya fachada se

conserva una placa que dice: “Aquí murió Dumar Aljure, jefe de las guerrillas liberales del

llano. Prefirió caer de pie ante la fuerza y no de rodillas ante el poder”. Cayó junto a su

compañera y 13 ex guerrilleros más, luego de un combate de doce horas continuas.

Concluye asi el citado historiador Libardo González ( op. Cit.) :

“Pero muchas veces los guerrilleros se preguntaban qué harían con el poder, si lo

obtenían y no veían otra salida que encomendarlo a los jefes liberales, López y Lleras

Restrepo. (…..…) Los dirigentes guerrilleros habían perdido su orientación y no estaban

convencidos de una distinta de la que representaba el liberalismo. Fue por eso por lo que al

llegar la noticia del golpe de Rojas Pinilla los guerrilleros se entregaron confiadamente. Los

Fonseca, tan díscolos en el congreso y autores de la muerte de los Bautista y Jorge

González Olmos, acudieron de inmediato a donde Guadalupe Salcedo para convencerlo de

la entrega de armas. Después de muchas escaramuzas, los jefes guerrilleros se

comprometieron a entregar las armas en un documento escrito en monterrey el 8 de

septiembre de 1953, exigiendo garantías al gobierno, una amnistía y un plan económico de

rehabilitación (…..) El 6 de junio de 1957, a menos de un mes de la caída de Rojas Pinilla,

Guadalupe Salcedo fue acribillado por la policía en un lugar de Bogotá, adonde había

llegado para conferenciar con la dirección liberal…”


176

Como vemos, a la guerrilla del llano le paso lo que le sucedió a Francisco Villa cuando

al triunfar la Revolución Mexicana, llego a México, entro vencedor al Palacio de Gobierno,

pero no supo qué hacer con el poder, qué hacer con la revolución y no encontró más

remedio que entregar el poder a la burguesía liberal que se acreditó la victoria de la

revolución y se entronizó en el poder.

Eduardo Franco Isaza, fue perseguido sin descanso y contra él se dictó en Juicio de

Guerra una condena de 24 años de prisión, la pena máxima que existía en Colombia.

Gómez Martinez, (2000) señaló:

El por qué Salcedo y otros subversivos se entregaron hay que hallarlo en las promesas

que recibieron del gobierno; las amenazas de ser arrasados si seguían combatiendo; el

bloqueo que afrontaban; la limitación de armas, drogas y vestuario en que se encontraban a

mediados de 1953; la dificultad en coordinarse de los diferentes frentes; la situación de

miseria que los golpeaba más y más; y el abandono al que llegaron por parte de los

directorios políticos que antes estaban con ellos desde las urbes, según las versiones de

algunos historiadores. Junto a Salcedo se entregaron otros jefes guerrilleros: Dumar Aljure,

Eduardo Fonseca, Carlos Perdomo y Jorge González. Algo parecido sucedió en escenarios

distintos a los Llanos: en el Tolima, en Santander y en Antioquia.

En este escenario el Jefe Supremo, como llamaban al General Presidente, se apartó de los

gobiernos conservadores de Mariano Ospina Pérez, Laureano Gómez y Roberto Urdaneta

Arbeláez (1946- 1953), que llamaban a los llaneros alzados en armas “bandoleros”

(“delincuentes comunes que actuaban movidos por odios y pasiones para satisfacer sus

deseos personales”), porque los denominó “guerrilleros”, es decir, delincuentes políticos.


177

(Tomado de “La guerrilla liberal” de Eugenio Gomez Martinez, Biblioteca virtual, banco de

la republica, revista credencial historia N° 202.).

Así termino, la que algún día la Historia de Colombia reconocerá como La Guerra Civil

de los Llanos orientales del siglo XX.

Sobre esta oscura época, recuerda Ospina (1996) :

“Entre 1945 y 1965 Colombia vivió una verdadera orgía de sangre que marcó

desalentadoramente su futuro. Más asombroso aún es que quienes precipitaron al país en

ese horror sean los mismos que siguen dirigiéndolo, aquéllos cuyo discurso es el único que

impera en la sociedad, aquellos que se resisten a entender que si bien se han enriquecido

hasta lo insensible, han fracasado ante la historia; que tuvieron el país en sus manos

durante más de un siglo y que el resultado de su manera de pensar y de obrar es esto que

tenemos ante nosotros: Violencia, caos, corrupción, inseguridad, cobardía, miseria y la

desdicha de millones de seres humanos (……) .

“Siempre nos dijeron que la violencia de los años cincuenta fue una violencia entre

liberales y conservadores. Eso no es cierto. Fue una violencia entre liberales pobres y

conservadores pobres, mientras los ricos y los poderosos de ambos partidos los azuzaban y

financiaban su rencor, dando muestras de una irresponsabilidad social infinita. La violencia

no podía ser una iniciativa popular, pues no iba dirigida contra quienes se lucraron siempre

del pueblo. Era más bien la antigua historia de los pobres matándose unos a otros con el

discurso del patrón en los labios. Una persistente y venenosa fuente de odio fluía de alguna

parte y alimentaba la miseria moral del país.” (op. cit).

Traicionados y asesinados los guerrilleros liberales, ¿llegó la Paz?:


178

El país fue asolado por bandas de “Pájaros” y “Chulavitas” o sea paramilitares del

momento, entre los que puede recordarse entre otros nombres los de León María Lozano,

alias “El cóndor”; Efraín González, Teófilo Rojas, alias “Chispas”,; Jesús María Oviedo,

alias “Mariachi”; William Aranguren, alias “Desquite”; Jacinto Cruz Usma, alias

“Sangrenegra”, Conrado Salazar, alias “zarpazo”; Medardo Trejos, alias “Capitán

Venganza”; y otros que se enfrentaron por intereses ajenos e inútiles, cuyos crímenes

pueden encontrarse en varios libros sobre el tema de la violencia en Colombia, por ejemplo

en el libro de Gonzalo Sanchez y Donny Meertens, “Bandoleros, gamonales y campesinos”,

de El Ancora Editores o en “Condores no entierran todos los días” novela de Gustavo

Alvares Gardeazabal, sobre “El Cóndor”, LeónMaría Lozano.

La enciclopedia Wikipedia libre de internet, define asi los términos “Pájaros” y

“Chulavitas”:

“Se denomina pájaros a un grupo armado ilegal en Colombia que existió durante los

años de La Violenciaconformado por campesinos y habitantes de filiación conservadora,

procedentes de pueblos con dicha filiación, principalmente en el Valle del Cauca y sobre

todo en Tuluá, además de hacer contrapeso a los chulavitas, facción de la policía

conservadora que operaba en la región cundiboyacense.1 El objetivo de los "pájaros",

nombre dado en 1953 tras el ascenso de Laureano Gómez a la presidencia y con el poder

definitivamente conservador, era asesinar e intimidar a los residentes y campesinos de

filiación liberal opositores a los gobiernos de Mariano Ospina Pérez y Gómez. Los pájaros

eran pagados con buenas sumas de dinero por los caciques conservadores.

“Se denominan chulavicos o Policía Chulavita a un grupo armado de élite

en Colombia que existió durante los primeros años de La Violencia, conformado por
179

campesinos conservadores procedentes de la vereda "Chulavita" del municipio

de Boavita en el departamento de Boyacá, reclutados por la policía boyacense, la cual era

subordinada al gobierno de turno, con el objetivo de restablecer el orden en Bogotá, la cual

estaba sumida en el caos del Bogotazo propiciado por los liberales enfurecidos debido a la

muerte del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán. Los chulavitas cumplieron su misión con

eficacia, aunque mediante masacres; luego fueron usados como contrapeso a

las guerrillas liberales denominadas también como cachiporros, provenientes de los Llanos

Orientales, razón por la cual algunos historiadores los definen como paramilitares. (op.

cit).

Conviene transcribir una declaración de “bandoleros” liberales del 16 de julio de 1953:

“Al gobierno y al país: Nosotros quienes aquí firmamos, perfectamente convencidos de

que hemos errado en el camino de la vida y que nos hemos equivocado en forma

lamentable para nosotros y para nuestros semejantes, pensando siempre en que nos

habríamos justicia por la que a nosotros no se nos hizo, ya que un día fuimos víctimas

también de la persecución y del exterminio sectario. Convencidos de que somos capaces de

rehabilitarnos y de ser hombres útiles a la sociedad, al bien y a la paz. Convencidos de que

somos factores definitivos del orden, de la tranquilidad, del bienestar, sobre todo de las

clases campesinas y de las clases menos favorecidas. Convencidos de que el gobierno

anhela y desea la paz por los medios tranquilos.

“Manifestamos: Estamos dispuestos de manera sincera, definitiva y rotunda, a dejar el

ejercicio de las armas, ano causar ningún mal a nuestros semejantes ni en sus bienes ni en

sus personas. Estamos dispuestos a colaborar para que nadie en nombre nuestro cause daño

a alguien en cualquier forma y nos comprometemos a castigar muy severamente a quien


180

quisiera hacernos aparecer como violadores de una promesa solemne que hacemos ante el

país y ante las autoridades. A cambio de esto pedimos muy respetuosamente al gobierno

una sola cosa que no se nos persiga por la tropa, para que de esta manera podamos

entregarnos al trabajo honrado, abandonando la vida defensiva y de guerra en que vivimos.

Si se nos permite trabajar, respondemos ante Dios, que teniendo manera de ganarnos la

vida honradamente abandonaremos cualquier intención siquiera de hacer mal o molestar a

nadie. Ponemos a Dios por testigo de nuestra promesa y esperamos como colombianos

extraviados, que el gobierno oiga esta nuestra petición y no dude de que seremos leales a lo

que hoy con deseo de rehabilitarnos y de buscar la paz prometemos solemnemente. Al

menos siquiera por una experiencia, pedimos se nos conceda demostrar nuestras

intenciones, respondemos de la paz y del orden, donde falten puestos de tropas. Firmamos.

Julio 16 de la Virgen del Carmen. Capitán William Ángel Arangueren. Teniente Jacinto

Cruz Usma. Teniente Luis Antonio Goyeneche, Teniente Andrés Agudelo. Teniente

Humberto López.”. (Fuente: “La Violencia en Colombia. Tomo II. Germán Guzmán y

otros. Círculo de lectores, Bogotá, 1988. Pag. 329).

Como puede verse, los llamados “peligrosos bandoleros” liberales se dirigen “Al

gobierno y al país”, pidiendo paz, ofreciendo la desmovilización y dejación de armas para

dedicare pacíficamente al trabajo a cambio “que no se nos persiga por la tropa” y los dejen

rehabilitarse, frenando así la oleada de violencia de comienzos de los años 60.

No puede olvidarse la muerte de Jacobo Prias Alape, “Charro negro”, un campesino que

como casi todos se vio obligado a tomar las armas para defender su vida y su libertad de la

persecución estatal, crimen de estado así narrado por Arturo Alape en su citada obra:
181

“El 11 de enero de 1960, muy a las cinco de la mañana llegó la policía de “Mariachi” a

Gaitania (….) 250 hombres de la policía ya estaban escondidos en los cafetales. Nadie

sospechó cuáles eran sus intenciones.”. “Charro Negro” y Lister tomaron tinto en una

tienda de la plaza, “Charro se levantó del asiento sin prestarle atención a lo que le había

dicho Lister. Tranquilo, dio la vuelta a la plaza y al entrar a una droguería vio a tres

hombres que lo seguían pegados a sus pasos. Charro entró por una puerta y salió por la otra,

antes alcanzó a intercambiar palabras con Sánchez, el dueño del establecimiento, amigo

suyo. Cuando Charro salió a la calle, los otros hombres se habían metido por la otra puerta

y lo acribillaron a bala por la espalda. (….)”: Ese día el gobierno de Alberto Lleras

Camargo no dijo que el asesinato de Jacobo Prias Alape, Fermín Charry o “Charro Negro”,

destacado dirigente liberal del sur del Tolima, fue un Crimen de lesa humanidad ni un

crimen de guerra, sino “un peligroso bandolero dado de baja en defensa de la patria”.

Joaquín Sánchez, el dueño de la droguería donde paramilitares al servicio del Estado

asesinaron a “Charro negro”, narró así el hecho al cronista Pedro Claver Tellez:

“Aquí, en el andén de mi negocio, mataron a ‘Charronegro’; el día del crimen, después

de ver cómo le disparaban por la espalda, Sánchez se inclinó sobre el cuerpo de su amigo y

comprobó que estaba muerto”.

Pero una vez más, la respuesta del gobierno de Guillermo León Valencia, conservador,

(1962-1966) fue la masacre de “La Italia”, sucedida el 5 de agosto de 1963, así relatada por

Germán Guzman en la citada obra (pag. 330):


182

“Quizá aquí deba incluirse una de las causas del multi-homicidio de “La Italia”

(Marquetalia, Caldas), el 5 de septiembre de 1963, que costó la existencia a 42

colombianos”.

Cuando la violencia partidista escapó del control de la mano de la clase dirigente,

especialmente por la guerrilla del llano, ésta buscó desviar la lucha y engañar al pueblo

acudiendo a la maniobra de instaurar un régimen militar que con el General Gustavo Rojas

Pinilla se presentaba como la solución salvadora de la violencia, lo cual trajo como

consecuencia la entrega de las guerrillas del llano y de otros grupos de resistencia liberal

que creyeron en la amnistía del momento. El régimen militar sin embargo no consiguió la

paz y lejos de ello emprendió su propia forma de violencia dictatorial que se manifestó

abiertamente en las masacres de los estudiantes del 8 y 9 de junio de 1954, en la matanza

de la Plaza de Toros de Bogotá y en la continuación de la violencia oficial contra el

liberalismo en todo el territorio nacional.

La masacre estudiantil del 8 y 9 de junio de 1954 es así narrada por Alberto Gómez en

“Historia de Colombia. Tomo V, de editorial Oveja Negra, capítulo 36, pagina 561:

“Las autoridades de la universidad nacionalhabían designado por acuerdo 85 de 1953

celebrar el 1 de abril la Fiesta del Estudiante, en lugar del 8 de junio. Pero ese mismo día de

la celebración a la que asistió el ministro de educación, los estudiantes obtuvieron licencia

para celebrar el carnaval los días 6,7 y 8 de junio (……). Lo ocurrido en la movilización

del 8 de junio de 1954 lo describe de la siguiente manera El Tiempo: A las 3 y 40 minutos

de la tarde de ayer murió en la Ciudad universitaria el estudiante Uriel Gutiérrez Restrepo

de 24 años de edad, alumno de las facultades de medicina y filosofía de la Universidad


183

Nacional, víctima de un disparo de fusil que le hizo un elemento de las fuerzas de policía

en una descarga ordenada por el oficial que comandaba el pelotón.” El día 9 los estudiantes

organizaron una manifestación de protesta y el resultado fue 10 muertos y más de 41

heridos a bala. Los muertos fueron: ÁlvaroGutiérrezGóngora, Elmo Gómez Lucich, Rafael

Chávez Matallana, Hernando Ospina López, Jaime Pacheco Mora,Hernán Ramírez Henao,

Hugo León Velásquez Arroyabe, Carlos J. Grisales, Hernando Morales, Jaime Moore

Ramírez. Según el Ministerio de Justicia, Brigadier General Gabriel Paris, las tropas

obraron en legítima defensa por cuanto se había disparado primero desde un balcón.

Mientras el Brigadier General Duarte Blum culpa de los hechos a “esas gentes, comunistas

y laureanistas, que trabajan en la sombra para lograr el derrumbamiento de este gobierno,

utilizaron hoy a los estudiantes como carnada para dar cumplimiento a sus oscuros

propósitos” (El Tiempo. Junio 10 de 1954)”.

El mismo historiador Libardo González narra así la violencia durante el mandato de

Gustavo Rojas Pinilla (op. Cit. Pag.439) :

“Para afianzarse, el ejércitotenía que liquidar definitivamente a la guerrilla. (…..)

Chaparral fue ocupado literalmente en 1953 y un núcleo considerable de sus habitantes fue

trasladado a la Brigada de Institutos Militares en Bogotá. Los asesinatos, las torturas, las

masacres volvieron a formar parte de la vida cotidiana del Tolima, cuando el resto del país

estaba en calma. El ejército entró a Villarica el 12 de noviembre de 1954, mientras los

campesinos asistían a un bazar organizado por el cura de Villarica, con un contingente de

más de 300 soldados. Después de una operación de exterminio de algunos dirigentes,

saqueo y depredaciones a la población, trasladaron a jefes como Isauro Yosa a un campo de

concentración en Cunday. Los campesinos resistieron por seis meses y se combatió


184

fieramente como en una guerra, contra 1500 efectivos militares, armados de ametralladoras,

carros blindados, tanques y aviones bombarderos, durante tres días.

“El gobierno decretó entonces “Zona de operaciones militares” los municipios de

Villarica, Cabrera, Cunday, Pandi, Icononzo, Carmen de Apicala, Venecia y Melgar. La

acción militar bombadeo poblaciones civiles y afectó a Sumapaz, en donde Juan de la Cruz

Varela organizó la resistencia. El general Navas Pardo y el Coronel Hernando Forero

Gómez dirigían las acciones que concentraron más de 9000 unidades militares, con el

apoyo de 30 aviones. Pero no se obtuvo el aplastamiento de la guerrilla. Por el contrario,

crecieron los grupos de resistencia que tomaban las armas contra el ejército. Al perder las

posibilidades de aplastar a la guerrilla, Rojas Pinilla se hundío aún más y dejó el campo

libre a los partidos políticos…”

Esta masacre genocida en Villarica, Cabrera, Cunday, Pandi, Icononzo, aún permanece

impune y peor aún: en el Olvido……………….

Este periodo del final de la dictadura militar de Gustavo Rojas Pinilla lo relata así

Casas( 1987) :

“Reiniciar la lucha contra la dictadura rojista exigía ya otros elementos y la oligarquía

ya estaba prevenida, de manera que el pueblo tenía que esperar otra oportunidad. (…) El

movimiento guerrillero pierde vigencia liberal en este momento y por eso la siguiente

etapa asume un carácter completamente diferente en todo sentido en lo que se refiere al

movimiento armado. Diríamos que la década del 50 es la sepultura en Colombia, para la

guerrilla liberal y para la guerrilla conservadora. Ahora seguirá una lucha claramente

clasista, así, la guerrilla exprese, unas veces intereses sectoriales de clase y otras intereses
185

campesinos fundamentalmente (….) El primero de enero de 1959 culminaba exitosamente

la lucha del pueblo cubano para derrocar la dictadura de Fulgencio Batista. (…..) La

sorpresa la tiene el imperialismo y las oligarquías latinoamericanas cuando se proclama

como primer Estado Socialista de América. (…..) La juventud en particular, se lanza a la

guerrilla con la ilusión de que a corto plazo era posible derrocar a la oligarquía así como en

Cuba se había derrocado la dictadura. Y como se salía de la etapa de la violencia y la lucha

contra la dictadura Rojista, se hizo contacto con los restos de las guerrillas liberales para

elevarlas al terreno de lo revolucionario.

“Se organiza el Frente Unido de Acción revolucionaria, FUAR, a la cabeza del cual se

encuentra la hija del caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitan y su esposo Luis Emiro Valencia.

Pero como los elementos que entran a formar parte de esa organización venían de las

guerrillas liberales, el experimento tenía que fracasar por no corresponder a ese contenido

político. (…..) El Movimiento Obrero Estudiantil Campesino, MOEC, obtiene mejores

resultados políticos que el anterior debido a que en su composición había personajes de

larga relación con el movimiento guerrillero liberal y además tenían elementos políticos

más acorde con el momento histórico. Sus dirigentes eran estudiantes con nexos familiares

y políticos con guerrilleros liberales. Antonio Larrota es su máximo dirigente.

“La ingenuidad política de Antonio Larrota lo lleva a situarse en el Cauca y reclutar ex

guerrilleros liberales como uno llamado “Aguililla” que fue infiltrado con la misión de

asesinar al revolucionario. Así lo hizo y el movimiento perdió su mejor dirigente. Otro

guerrillero liberal al cual se quiso reclutar para el movimiento fue William Aranguren,

llamado Desquite, pero las condiciones para tratar de revivir la guerrilla liberal y

convertirla en revolucionaria no daban esa posibilidad. (op. cit. pag 54 y ss).


186

Continua relatando González (op.cit.) sobre la represión oficial durante el mandato de

Gustavo Rojas Pinilla, la forma en que se engañó y traiciono a la guerrilla y el final de los

jefes guerrilleros:

“En esta tónica de golpear a los liberales, Rojas permitió la muerte de dirigentes

guerrilleros que habían entregado las armas (….). Los hermanos Borja, que se rindieron

incondicionalmente en Rovira, fueron encerrados por el ejército que los reseñó y elaboro

una lista a partir de la cual fueron eliminados por los “Pájaros”, fueron el caso más claro de

ingenuidad de la guerrilla.

“A algunos de los denominados “pájaros” o “chulavitas”, los asimiló a cargos públicos

en los departamentos y municipios. A otros, sin embargo, los aisló con diplomacia de sus

bases de apoyo. Una de sus primeras medidas fue la de incorporar la policía nacional a las

Fuerzas Armadas, evitando así la convivencia a gran escala que había entre este cuerpo, los

directorios conservadores y las bandas paramilitares. Luego, resolvió algunas diferencias en

zonas problemáticas como la de Tulua (Valle) en donde operaban, aún después de la caída

de Gómez, León María Lozano, El Cóndor y Jaime Naranjo, Lamparilla. Lozano y Naranjo

estaban presos cuando Rojas asumió el poder. Rojas liberó a Lozano que se propuso

liquidar uno a uno a los firmantes de una carta en contra suya donde se daba cuenta de sus

atrocidades, muchos de ellos respetables personajes de la política y los negocios en la

región, pertenecientes al partido liberal. Cuando Lozano había logrado liquidar a tres de

ellos, le llegó la orden de Rojas de trasladarse a otra ciudad, en un destierro benigno que

consistía en abandonar Tuluá. Permaneció un tiempo en Bucaramanga y luego se trasladó a

Pereira, para tener una visión más cercana de su centro de operaciones. En Pereira, un

comando organizado por liberales de la región le dio muerte. Naranjo, mientras tanto,
187

purgaría 25 años como el único preso político del partido conservador, acusado por la

opinión pública pero ausente de cargos concretos; quien perpetró la masacre de Ceilán y

San Rafael lograría salir con vida, mejor librado que Lozano”. (op. cit).

A este período del régimen de Gustavo Rojas Pinilla y el siguiente del Frente Nacional

corresponde reanudar aquí la declaración (relato) que hizo Teófilo Rojas, alias “Chispas”

ante Jesús María Oviedo, alias “General Mariachi” en planadas, Tolima el 16 de julio de

1958, tomada del libro “La Violencia en Colombia, Tomo I, de German Guzmán Campos,

Orlando Fals Borda y Eduardo umaña Luna (Circulo de lectores. Bogotá.1988.pags.187 y

ss) en el cual el “bandolero” liberal relata su experiencia personal durante el citado régimen

militar de 1953-1958, asi:

“……Mi nombre de pila es Teófilo Rojas y voy a contarles entonces la manera como

tuve que vivir, siendo todavía muy muchacho y por allá desde el año 1949 o 50, cuando

vivía al lado de mis padres en una finca que llamábamos “La Esperanza” de propiedad de

mi padre.

“Interrogado. ¿Y a dónde queda dicha finca?. Contesto: Queda en la región o

jurisdicción de Rovira, Tolima, donde trabajábamos y vivíamos muy tranquilos, hasta

cuando, me recuerdo como si fuera ahora, empezaron a llegar gentes uniformadas que en

compañía de unos particulares, trataban muy mal a los que teníamos la desgracia de

encontrarnos con ellos, pues a los que menos nos decían, nos trataban de collarejos

higueputas y otras palabrotas por demás ofensivas, cuando no era que nos pegaban o

amenazaban, lo que nos mantenía llenos de miedo, que aumentó espantosamente cuando

dieron muerte, entre otros, a Tiberio Patiño y Servando Gutiérrez y muchos más que
188

asesinaron tan injustamente y no sólo eso, sino que atropellaban a los niños y violaban a

las mujeres, haciéndoles todo lo que se les antojaba y sin poder chistar palabra, para evitar

mayores tormentos; y me acuerdo especialmente todo lo que hicieron con una prima mía

de nombre Joba Rojas a quien cogieron en presencia de los padres que se llamaban José

Sánchez y Obdulia Rojas y le hicieron cosas que más bien no quisiera recordar, sin tener

en cuenta las súplicas que les hacían; y recuerdo, que casi todos los que hacían esas

atrocidades habitaban en el retén de La Selva: y recuerdo mucho a un tal Ricardo Prieto,

que aprovechando mi pendejada y miedo por lo muchacho, me proponía que me volviera

de cachiporro a godo; me decía que así viviría tranquilo y sin faltarme nada y en cambio si

no aceptaba lo que me proponía que entonces me mataba y que eso lo hacían con todos,

hombres y mujeres, grandes y chicos, y como mataban, quemaban, insultaban, robaban,

violaban y hacían tantas cosas por lo que éramos liberales; y yo que entonces no tenía sino

escasos trece años, a mí me daba mucho miedo y me dolía todo lo que hacían, fue como

me resolví a largarme de cerca de esas gentes tan malas, a ver si así evitaba morir por fin

en sus manos; y como yo nada podía hacer contra tanta cosa, huí de una parte a otra, hasta

que por fin llegue a un lado de los andes adonde estaba Leónidas Borja, quien también

había tenido que huir de esa violencia porque lo perseguían para matarlo, habiéndose

podido instalar en esa región, siendo que por ese entonces pasamos del trabajo y de la paz a

la violencia y persecución por el único pecado de ser liberales. Y como entonces ni

siquiera se hablaba de guerrillas, no sabíamos defendernos ni dónde meternos para

alejarnos de tanta ferocidad, y entonces como siguieron llegando pobres familias a quienes

habían matado a personas queridas para ellas o los habían maltratado o les habían robado

lo que tenían o incendiado sus pequeñas propiedades; y entonces ya en compañía del

amigo Borja, se empezó a organizar la manera de defender esas pobres familias y a los que
189

no teníamos más amparo que el de ellos, y a ver la manera de estar protegidos y lejos de

tanto mal y fue así como por pura necesidad y con grandes sacrificios lograron reunir unas

escopeticas, todas remendadas e inseguras, pues hasta con caucho las tenían que hacer

funcionar, a más que con unos machetes ya se nos facilitaba conseguir carne de monte y

algo de seguridad, como también leña y resolver necesidades urgentes, como la de

favorecernos del agua, del sereno y otras cosas pues como lo he manifestado ya, éramos

muchos los que nos habíamos reunido en busca de refugio y protección, muy

especialmente para los niños, para los ancianos, para las mujeres, y en general, todos los

que habíamos tenido que huir a la persecución sectaria de la policía, del ejército, de los

godos, y pájaros, que eran los mismos godos pero más malos y hasta de los curas que

habían convertido algunos la religión en persecución política.

“Fue entonces como nos siguieron esos malvados hasta donde pensábamos estar sin

tanto peligro, aunque sufriendo hambre, frío y todo lo que la huida nos presentó y puso a

aguantar, y que no contentos con tanto mal nos acorralaron y nos obligaron a contestar el

fuego que nos disparaban, cuando nos considerábamos perdidos ante tanta gente tan mala,

tan armada y tan desamparados que nos encontrábamos, pues ni autoridad ni jefes

políticos, hacían algo a nuestro favor, siendo que éramos campesinos honrados y

trabajadores de Riomanso, Rovira y otras regiones, que habíamos logrado escapar a la

muerte que nos acorralaba donde vivíamos anteriormente ya donde unos dejaban parientes

muertos, otros amigos, otros cenizas de lo que nos pertenecío; y en esa forma querían

acabar con todos los que nos llamaban collarejos; fue así como tuvimos que ir buscando

modos de favorecernos en Riomanso, La Estrella y las montañas de Rivera, pero ya

reunidos con los hermanos Borja y Cantillo, que fueron los que se propusieron a salvar a
190

tantos perseguidos por esos bandidos sin dios ni ley; pero como por las consecuencias que

recaían sobre las familias de los que por allí nos habíamos logrado reunir en la huida,

tuvieron que cambiar sus verdaderos nombres por apodos que conocíamos para

distinguirnos y fue como entonces Leonidas Borja se siguió llamando “El Lobo”, Tiberio

Borja, “Córdoba”, David Cantillo “Triunfante” y tantos otros de los que nos

encontrábamos corriendo por el enemigo que lo era para los que llevábamos el pecado de

ser liberales y que nos perseguía el gobierno de entonces con los godos o pájaros, policía,

ejército y detectives y hasta la misma aviación, que son sus seguidos ataques y bombardeos

y malos procederes. Y siendo ya tan grande el número de familias y los que huimos en

total, resolvieron que nos dividiéramos en dos grupos a ver si se facilitaba más y mejor el

salvamento de tanto inocente, siendo así como de una parte se hizo cargo “El Lobo”, de

otras gentes se encargó “Córdoba” y “Triunfante” siguió con otros en la seguridad de que

así evitarían el asesinato de tantas familias que como antes dije, nos encontrábamos sin el

amparo de los jefes políticos correspondientes, que a sabiendas de que las gentes liberales

estábamos siendo víctimas de tan pavoroso sectarismo demostrando con los asesinatos

cobardes, ultrajes, robos , incendios, violaciones, sin respetar edades ni sexos y el estado

de indefensión en la totalidad de los casos, lo que dio principio a la formación y

organización de guerrillas que se enfrentaron en forma completa a la situación a que nos

llevaron tan incalificables procedimientos, y que con tanto valor y tan obligadamente

nuestros compatriotas orgullosamente actuaban, presentándose casos distintos, como el de

Arsenio Borja que se hacía llamar “Santander”, de quien no puedo olvidar sus famosas

hazañas pues todo lo que cogía por delante lo acababa, pues él nos decía y hacía ver que el

enemigo lo componían los godos, los policías y el ejército y los que llamaba él chulos

godos malparidos, había que acabarlos; y como en realidad era tan valiente y peleador de
191

verdad, unos por miedo y otros porque la necesidad se imponía, y en otros casos por ser

admirador de tan famoso jefe, no se quedaban atrás en las comisiones que llevaba a cabo y

que como nos defendía, nos traía ropa y nos daba lo que en la mayoría de las veces le

pedíamos o necesitábamos, pues como nada le costaba ir a matar y robar godos, todo nos lo

facilitaba.

“Entonces, me acuerdo muy bien fue cuando de los aviones que antes nos aflojaban

fuego, ahora salían hojas volantes y periódicos en los que figuraba o leíamos la caída del

entonces presidente Laureano Gómez, quien por malo y corrompido lo tenían que tumbar,

pero que ahora sí subiría uno muy bueno a la presidencia, que predicaba para todos la paz,

justicia y libertad, que nos haría respetar nuestras personas y bienes, que acabaría con tanta

matanza, y como era él quien mandaba en las fuerzas armadas y que se llamaba Gustavo

Rojas Pinilla, que él si ponía orden en las cosas y que podríamos volver a nuestras tierras y

a trabajar y vivir tranquilos con nuestras familias y que sería el único salvador de la patria.

Fue entonces cuando se les hizo saber a esos guerrilleros que nos defendían, que debían

entregar las armas si querían que nos dejaran tranquilos y que volviéramos al trabajo y a la

paz, pues entregando las armas, el gobierno nos ayudaría y nos daría muchas garantías para

trabajar, nos facilitarían la manera de que volviéramos a recuperar lo perdido; y entonces

bajo todas esas promesas que nunca vimos cumplidas, nuestros buenos defensores

entregaron las pocas escopetas que llevaban por armas de defensa como antes expliqué,

pues así como procedíamos de buena fe, nuestros buenísimos jefes pensaron que nos

dejaran tranquilos y que volveríamos al trabajo y a la paz, pues siendo tan injusta la

persecución contra nosotros, qué más iban a seguir haciéndonos. Así fue como seguros de

que podíamos volver a trabajar tranquilamente, nos repartimos unos que seguían al
192

“Lobo”, quien resolvía irse a establecer a Los Andes y los que seguían a “Córdoba” se

establecieron en Guadualito a donde nos pusimos a trabajar pero de verdad, pusimos

sementeras a medida de nuestros grandes esfuerzos por volver a tener hogar y tranquilidad;

y en cambio “Arsenio” continuó haciendo males por donde quiera que pasaba, iba

terminando con todo lo que encontraba, sobre todo tratándose de policías, ejército y

pájaros; es un consuelo y gran alivio darles como matando culebra y lo decía con tanto

gusto que se saboreaba como cuando hablaban de una buena comida. Pues yo no sé, pero

era que con todo lo malo y condenado que era, no se le podía desconocer su simpatía y

gracia con que hacía las cosas con tanto valor…….”

“Fueron tántos los crímenes, asesinatos, robos, incendios y actos tan espantosos que

cometio “Santander” o Arsenio que ya los mismos hermanos que eran hombres en verdad

buenos, como para salvar su apellido querían hacer de cuenta que era una maleza que había

que acabarla y hasta pensaron que matándolo les agradecerían para limpiar el mundo de

gente de esa clase, pues era tal su espíritu del mal que lo acompañaba, que él no se

contentaba con ver el muerto, sino que hasta le habría hartos agujeros y decía que era para

que le saliera bien la vida a ese condenado godo. Y no solamente era que mataba, sino que

se volvió dañadisimo para robar ganado, mulas y lo que a su paso salía y cuando menos a

machete y puñaladas saciaba las ganas. Por todas estas cosas yo no hallaba qué camino

coger, hasta que me resolví a irme para Guadualito a trabajar en la finca de don Servando

Gutiérrez, con un hijo de éste, en trabajos de agricultura y a donde permanecí como un

año, en que la persecución continuó y yo viéndome en peligro, pues hasta mataron a

“Cordoba”, en el camino del Carmen a inmediaciones de Ibague y Rovira y como también

mataron en esos mismos días a los hermanos David y Gilberto Cantillo, que se encontraban
193

trabajando en su finca de los Andes, hasta donde llegó la policía y los puso presos y se los

llevó y ya por el camino los mataron tan cobarde y cruelmente, que me pasan como frios

por todo el cuerpo tan solo de acordarme de esas vergajadas, pues así hicieorn con tantos

otros liberales que nos acompañábamos en esta terrible persecución, sirviéndonos unos a

otros de consuelo al ver nuestra suerte tan parecida de unos a otros, con el pecado general

de ser liberales, como entre otros casos el ocurrido en Guadualito, donde mataron a mi

propio patrón tan bueno como era, hijo de don Servando Gutiérrez y a unos Morales de

Playa Rica. Fue entonces cuando volvió esa ola de persecución tan horrible para todos los

que no cedíamos a las propuestas de que nos voltiaramos, pues eso no hacían más que

averiguar por los guerrilleros y los que andábamos a su lado en busca de protección como

lo he venido explicado, y entonces los sobrevivientes que quedaban de los Cantillos y de

los Borja tuvieron que nuevamente organizarse para ver cómo se defendían y nos

defendían a los que no estábamos capacitados para coger las armas contra la policía y

contra el ejército y los que llamaban “Pájaros” y a quienes les daban armas, municiones y

dinero para que nos persiguieran a todos los liberales que andábamos de lugar en lugar en

busca de garantía, paz y trabajo, pero que siempre era con la idea de acabarnos, en una

forma total y predicando la paz, justicia y libertad, siendo así que nos obligaron a tener que

buscar refugio en las montañas de las fincas como Puentecito y La Argentina a donde

nuestros protectores se vieron obligados a estar muy atentos nuevamente contra el enemigo

que empezó con mayor con mayor fuerza sus ataques directamente por parte del gobierno

de las Fuerzas Armadas y los tales “pájaros”, que el tiempo me hizo comprender que eran

los mismos godos a sueldo para matar liberales. Y como mi vida se vio nuevamente

amenazada y en peligro, lejos de mis protectores, tuve que volver a buscalos y ponerme

bajo sus cuidados por allá por el año de 1955 más o menos en el mes de noviembre y
194

acompañar nuevamente al “Lobo” en vista del peligro que me amenazaba y de que no me

dejaban trabajar tranquilamente, hasta cuando en el año de 1957, llamaron a otra

Pacificación, en que ya directamente se enfrentaron a prometer los doctores Parga Cortes y

Daniel de la Pava en compañía de otros cuyos nombres no recuerdo por el momento, por

haber sido con el “Lobo” con quien trataron más directamente y por su bondad y fue asi

mismo quien aceptó las conversaciones….

“Muerto el “Lobo” fue cuando volvieron sobre mí los ojos directamente, y como

cuenta que tengo que dar a Dios, yo que hasta entonces no había tenido que actuar, a mí me

empezaron a perseguir espantosamente; me imagino yo ahora que sería por lo que sabían

que yo andaba con todos ellos desde hacía tanto tiempo y se podían suponer que yo les

había aprendido sus maneras defensivas y me pudieron considerar como quien seguiría sus

tácticas a esos buenos hombres que entregaron sus vidas defendiendo tantas familias y

seres inocentes que tan de cerca veíamos nuestra muerte, por el único delito de ser

liberales. Y así fue coo en realidad de verdad, todas esas gentes hicieron confianza en mí,

seguramente por lo que yo me supe manejar con todos bien y era obediente a lo que me

ordenaban y me daba pesar ver que sufrieran esas infelices gentes compañeras de desgracia

y de común acuerdo resolvieron que yo me pusiera al frente de las cosas para que no se nos

cogiera de sorpresa y nos acabaran por fin a todos como desde hacía tanto tiempo se

proponían; y entonces como yo también ví la necesidad de defenderme y defenderlos, y así

mismo me acuerdo y no puedo olvidar, cuánto nos amañábamos con “Santander” porque

hacía tantas cosas, que todo lo que agarraba por delante se lo llevaba y que no dejaba como

decía él, godo bueno que encontrara y robaba, mataba, quemaba y en todo caso le daba

gusto a las ganas, pues como decía, no estaba tranquilo cuando no estaba haciendo aseo al
195

mal, como cuando mató a Victor Chavez en Riomanso y a un sargento y un cabo entre

otros tantos, en el retén de Montebello, estos dos últimos, los que ejecutó a fines de 1955,

cuando por segunda vez estuvimos refugiados en La Argentina, La osera y Pueblecito.

Estando en La Osera salió hasta el guadual y Los Andes y mató un poco de conservadores

y de allí pasó a China Alta bajando de San Bernardo y en La Chapa, nos contaba que mató

a cuanto malparido godo encontró por delante, fuera hombre o mujer, viejo o chico que le

oliera a godo tenía que joderlo para poder quedar tranquilo y que cómo gritaban y hacían

muecas esa malparida tropa que había acorralado cuando viajaban a San Bernardo en un

jeep, que de ahí si se había dado gusto, viéndolos hacer gestos cuando les pasaban por

distintas partes para que fueran muriendo a poquitos y con qué gusto se reía contándolos y

que tanta cosa que les había cogido, después de que lo habían divertido cuando morían,

que llevaban harta munición, armas buenas, joyas y hasta plata y billeticos de números

seguidos, nos decía: y ahí mismo arrancó para Girardot a otro trabajito y allí supimos que

se puso a chiviar y generosísimo regalaba joyas y plata y que sirvieran para todos y esas

mujeres que tenía junto, felices viendo lo bueno que era para gastar, y eso como que fue

rapidito, que aunque era hartica se le acabó y cuando se vió jodido se acordó de los goditos

y fue a conseguir nuevamente la forma tan fácil que tenía para rebuscarse; pero entonces

la estrella de la suerte se le había vuelto de espaldas y lo apresaron en ese tirito cuando

regresaba al trabajo como decía él, y eso sí que lo lamentamos, pues como el condenado

nos daba de todito y algo que nos aliviaba de la dura vida que pasábamos, cuando barría

con lo que por delante cogieran y más cuando se trataba de policías, ejército y chulos como

se llenaba la boca contando; y por eso es que se me hace raro y hasta no creo que se haya

metido a la policía como me lo han contado y asegurado que lo han visto de policía en

Chaparral, pues con el asco que les tenía, que va a ser capaz de vivir entre ellos.
196

“Así terminaron todos los jefes y entonces ya en una forma definitiva me hicieron la

exigencia de que me pusiera al frente de la defensa de tanto inocente que había quedado sin

ayuda ni defensa; y fue así como sintiendo lástima por toda esa gente, huérfanos, viudas y

así sucesivamente no pude menos que aceptar como un deber y una necesidad hasta

defenderme y salvarme a mí mismo y a ellos. Pero como yo falto de experiencia y

conocimientos, edad, en fin, me propuse a buscar contacto con los demás guerrilleros que

sabia estaban por distintas partes especialmente por el Tolima. Así fue que después de

mucho tiempo de buscarlos los encontré en el año 57. Y ya por medio de cartas y

comunicados en general era invitado y sentía deseos de estar en contacto con las guerrillas

del sur del Tolima y como no podía salir porque el ejército y los pájaros aumentaron la

persecución, ya tuve que hacerles frente y defenderme cuando me acorralaban y como

nadie me apoyaba, en cambio todos me perseguían, y por la prensa, por la radio y las

Fuerzas Armadas y dentro de los pajaros y en una forma y otra, no han hecho mas que

cargarme la mano de todas las muertes que se presentan, pueden ser las muertes naturales,

dicen que soy yo y que me tienen que matar. Ya no me podía ni me puedo dejar matar

como oveja amarrada, sino que como la defensa es permitida, yo no he hecho otra cosa que

defenderme y defender a los indefensos, a los menores, a las mujeres y a los ancianos. Y en

tantas idas y venidas después de las elecciones del 16 de marzo me llegaron unas

comisiones y comunicados del general Mariachi; estuve más informado de la situación

política y la de las guerrillas y se me hacía una invitación definitiva, para venir a donde él,

conferenciar como en realidad lo he hecho y por ello es que he llegado a Planadas, a donde

estoy muy satisfecho.


197

“Certifico que esta declaración es auténtica y recibida por el suscrito al capitán

“Chispas” (fdo) Jesús María Oviedo, general Mariachi, planadas, julio 16 de 1958.” (op.

cit. pags.187 y ss).

Este relato verdadero de Teófilo Rojas, alias “Chispas”, es suficientemente claro para

entender y explicar el cómo y por qué aparecen los guerrilleros o “bandoleros” o

“terroristas”, como los llaman en el siglo XXI: que no son criminales, bandidos,

“monstruos” como los pinta la prensa oficial, sino seres humanos sencillos y humildes,

pacíficos, que se vieron OBLIGADOS A DEFENDER SUS PROPIAS VIDAS de las

agresiones del Estado Colombiano.

Agrega Germán Guzman Campos ( op. Cit ) :

“Pero fue de allí, del espectáculo del crimen, de su grupo en lucha a vida o muerte, de

su ambiente, de su frustración, de su ignorancia, de la injusticia, de la impunidad, del

hambre, de la desnutrición que lleva al crimen, de un sentido de defensa del núcleo

familiar, del inicial horror a la muerte y del gozo que produce la venganza, del abandono

de sus jefes y de la explotación por segundones, de su analfabetismo, de su tierra arrasada,

del odio, de la impotencia, de todo esto entremezclado de donde nació “Chispas”, el

adolescente de apenas 13 años a quien sorprendió la violencia en Guadualito.

“Hubo un momento en 1959 cuando quiso regenerarse y volvío al campo, a lo suyo, a

su tierra natal de La Esperanza; pero alguien se empeño en matarlo cuando se había

acogido a la amnistía, cuando estaba entregado”. (op. cit).


198

Durante el gobierno de Alberto Lleras se decretó una nueva amnistía a la que Teofilo

Rojas, alias “Chispas” se acogió en marzo de 1959 en Playarica, municipio de San

Antonio, donde entregó un documento que se trascribe a continuación, tomado del

periódico “Tribuna” del 10 de marzo de 1959 :

“Desde Guadualito, a 8 de marzo de 1959, para tranquilidad de la región y de todos los

conciudadanos, públicamente declaro:

1. Nunca ha sido mi deseo constituir un territorio bajo mi mando exclusivo, pues

comprendo que el gobierno tiene derecho a controlar y vigilar todos los sitios de la

república. Las autoridades pueden recorrer el cañón de Guadualito cuantas veces lo

deseen siempre que no vayan a cometer desmanes contra la honra, vida y bienes de

los campesinos. Hoy Guadualito no es una zona de guerra sino un campo de trabajo

y de paz.

2. Desautorizo expresamente a los que han ido a notificar a conservadores honrados

que desocupen las fincas y fundos que legalmente les pertenecen. Los que así han

procedido han abusado de mi nombre. Yo mismo estuve por la selva en busca de

armonía y de paz y allí hablé con elementos contrarios a mi política. Son testigos

los señores Noe López, Alejandro Ríos, Guillermo Amado y Floro uestes. Nuestro

común acuerdo fue el de vivir en paz para trabajar tranquilos en la reconstrucción

de lo que ayer destruyó la barbarie.

3. Es absolutamente falso que yo esté sembrando intranquilidad y zozobra, violencia y

muerte, desde mi llegada a Guadualito. Es así mismo reñido con toda verdad el que

yo esté exigiendo dinero o parte de las cosechas como tributo a una jefatura

inspirada por el terror, la miseria y la muerte de muchos inocentes. Quienes tales


199

cosas piensan y dicen son los que andan buscando una ocasión propicia para

desatar de nuevo la destrucción de las gentes campesinas. Es posible que muchos

quieran cometer desafueros amparados bajo mi nombre; de ello no soy responsable.

4. Desautorizo a todos aquellos que valiéndose de mi nombre se vienen dedicando al

hurto de ganado, con el ánimo de crearme conflictos con las autoridades. Yo soy el

primero en comprender que con mi conducta correcta le presto como ciudadano un

servicio leal al gobierno que preside el Dr Alberto Lleras Camargo.

5. Advierto que entregaré a las autoridades a quienes sorprenda como culpables de

atentados contra la propiedad o contra la vida de las gentes pacíficas y honradas.

6. Manifiesto enfáticamente que no tengo retenes ni comandos, ni puestos avanzados,

como lo quieren hacer creer mis gratuitos detractores.

7. Una vez más declaro ante el señor Gobernador del Departamento, doctor Darió

Echandia y ante las gentes de uno y otro partido, reunidas hoy en la población de

Playarica, que me acojo al decreto de amnistía y que mi único anhelo y lo deseo

vivamente, es vivir en paz dedicado al trabajo honrado. Por tanto hago un

llamamiento a todos los liberales y a los conservadores para que cesen los odios y

se ponga un dique a la violencia, a fin de que con base en la tranquilidad podamos

amparar con nuestro trabajo a nuestras madres, esposas y nuestros hijos.

8. Formulo una invitación sincera al señor cura párroco de Playarica para que visite la

región y dé testimonio de que en Guadualito se honra a Dios y de que sus

moradores ansían realizar solamente este ideal: Paz y Trabajo para Todos. Firma,

Teófilo Rojas. (Capitán Chispas).” (op. cit).


200

PERO, el 22 de enero de 1963, a las 5,30 pm., una de las patrullas del ejército avistó a

“Chispas” de paso hacia la finca El Porvenir, acompañado de un gurdaespalda y una

mujer. Inmediatamente fue abatido sin voces de alto ni previo aviso en una feroz acción en

que el ejército del gobierno sólo gastó 6 cartuchos de fusil y 9 cartuchos de carabina.

No se debe olvidar tampoco el relato de Rafael Rangel, publicado en el tomo I de “La

Violencia en Colombia” de German Guzman Campos, Orlando Fals Borda y Eduardo

Umaña Luna, Circulo de Lectores, Bogota, 1988 :

“AL hablar de violencia en Santander se debe tomar como punto humano de referencia

a Rafael Rangel Gomez, cuya actuación se inicia el 9 de abril de 1948 al tomarse

Barrancabermeja.

“Desatada la reacción, este caudillo de cierta cultura abre operaciones sobre el río

Magdalena, el Carare y la línea férrea hasta San Vicente de Chucuri. El 27 de noviembre

de 1949, 700 hombres asaltan a San Vicente con saldo de 200 muertos entre varones,

mujeres y niños. Ya el 17 de septiembre habían acaecido encuentros en La Ceiba entre

revolucionarios y policía.

“En 1950 se lucha en El Toboso; en Tona perecen 14 soldados cuyos cuerpos son

despedazados e incinerados; en enero de 1951 es azotada la región de Zambito, donde

al cadáver de Pedro Gil le cercenan las orejas que aparecen colgadas de alambres de

puas; en 1952 son seriamente afectados el Opón y el Carare con el genocidio de 20

labriegos y el asalto en que mueren el subteniente Gonzalo Puerto Ramirez y 20

unidades de tropa; en mayo acaecen los encuentros del paramo El colorado y en junio

se registran depredaciones de vándalos en Tona, Chaca y Cantimplora donde perecen


201

14 soldados en un asalto sorpresivo. En febrero de 1953 caen en El Tagual 13

campesinos a manos de fascinerosos.

“Ni el odio ni el crimen conocen límites. Hacia El Carmen descendieron por las cuestas

policías uniformados, detectives, guardias de rentas y civiles de Pamplona, Hacari y

Teorama. Se identificaron 33 cadáveres. A las víctimas se les obligó a caminar con los pies

descalzos por una calle envidriada. Se les fusiló sobre una fosa común, abierta por ellos

mismos. Hubo saqueo, violaciones y estupro.

“Los que pudieron huir escaparon por bosques y sementeras. Hombres, mujeres,

ancianos y niños formaron el grupo del éxodo, que algunos calculan en tres mil personas.

Algunos tomaron la vía del río Magdalena, saliendo por Gamarra. Otro grupo muy

numeroso, se internó en la selva en busca de la guerrilla de Rangel.

“Pero, ¿Quíen era Rangel?

“Era el comandante de la policía de San vicente (Santander). El 9 de abril de 1948 se

sublevó, como casi toda la policía del país, contra el gobierno partidista. La rebelión fue

dominada por el ejército y Rangel se replegó a la selvática región de La Colorada.

Nombrado alcalde de San Vicente un sujeto llamado Pedro Rueda, avasalló y fusiló a los

oponentes al gobierno. En su obra, fue secundado por el personero. Campesinos honrados,

pacíficos, fueron encarcelados. Sacados por camionadas en las horas de la noche, se les

fusilaba de espaldas, cara a un barranco en cuyo fondo de muchos metros rugía un

quebradón.
202

“En proporción de aquel progrom, aumento la guerrilla de Rangel. Campesinos

honrados viéronse perseguidos y torturados. Dueño de recursos y de armas, Rangel atacó

en varios sitios en la vasta región boscosa, comprendida entre San vicente, chucuri y

Barrancabermeja. Hombres resueltos a vengar sus torturas y sus hogares violados y

saqueados, lo rodeaban. Tomó armas y municiones, masacrando de paso a soldados y

policías. Los sorprendía en mitad de la selva virgen que orilla el río Magdalena y no daba

cuartel. Hízose ducho en pasear su guerrilla por los maniguales, ciénagas y esteros.

“Andando el tiempo la guerrilla de Rangel creció tanto, que extendió sus retenes y

cuerpos de asalto hasta la Dorada y Puerto Wilches. De todas partes de la república le

venía gente desesperada y arrojada de las ciudades y aldeas por la ferocidad hidrófoba de

los uniformados. A él acudieron los fugitivos de Santa Helena del Opón, borrada del mapa

por el incendio y el saqueo. Sus parcelas, sus casas, sus ganados, se vendieron a vil precio

a los nuevos dueños. A Rangel acudieron los despojados del Carare. A él, campesinos y

pequeños rentistas de La Gloria, Gamarra, Carmen de Santander, Ocaña, convención,

Wilches, Barrancabermeja y de todas las poblaciones, villas y aldeas azotadas por la peste

azul. A él, los pequeños propietarios, colonos y mozos de campo de la orilla del río

obligados a vender a precio de remate sus parcelas para el provecho de los enfermos de

hidrofobia.

“A la sombra de Rangel se improvisaron jefes que comandaban grupos guerrilleros

aislados. Estos hundían o incendiaban barcos fluviales y pusieron en grave aprieto a la

navegación del Magdalena. El tránsito fluvial se hizo peligroso. También a la sombra de

Rangel y contra su querer y ordenes, surgieron verdaderos pandilleros que asesinaban y

saqueaban. Protagonizaron los crímenes más atroces, emulando con los lobos uniformados
203

en ferocidad y ausencia de sentimientos. Por esta razón y por la estrategia política,

guerrilleros y bandoleros fueron confundidos en uns sola denominación: la de chusmeros.

“La diferencia la establecíanlas propias víctimas. Cuando se trataba de auténticos

guerrilleros, el barco o la lancha eran obligados al atraque y los asaltantes se limitaban a

exigir alimentos y drogas. Dinero no. Si de buena gana querián darlo, lo recibián, claro es.

(….)

“Un tercer grupo de desesperados, atacaban cuanto encontraban con vida porque ya

odiaban la vida, con odio brutal y encendido. No distinguián entre amigos ni enemigos.

(……)

“Una pregunta, ¿Por qué en Santander, tan tradicionalmente belicoso, no perduró la

violencia?. Porque cierto mandatario seccional utilizó un método que consistía en preparar

en cada pueblo elementos que hubieran prestado servicio militar y fueran partidarios del

gobierno. Hecho esto enviaba un contingente de policía con uniformes y fusiles para dotar

a los hombres preseleccionados. La irrupción sobre poblados y veredas era rápida,

inmediata y bárbara. Las gentes debieron optar por someterse o emigrar. Y prefirieron

someterse. Rangel depuso las armas en 1953. El también soñó con una auténtica

revolución.” (op. cit).

Terminada la guerra en los Llanos, no cesó en el resto del país. Emulando a éstas, los

guerrilleros liberales se dieron sus propias leyes:

El 21 de agosto de 1957, aparece una ley llamada “La Ley del Sur del Tolima”,

promulgada por los guerrilleros liberales de esta región del país, que no se engañaron y no
204

se entregaron a la amnistía de la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla, continuando su

resistencia armada, cuyo texto cabe trascribir aquí como documento histórico:

“Movimiento Nacional Liberal Revolucionario del Sur del Tolima.

“Ley Primera, de agosto veintiuno (21) de 1957.

“El Movimiento Nacional Liberal Revolucionario del Sur y otros sitios del Tolima,

Valle, Cauca, Caldas y Huila, en uso de sus atribuciones legales, DECRETA:

“Artículo 1. Este movimiento y todo su personal, hoy y mañana y siempre, marchará y

profesará una política puramente liberal democrática o sea aquella misma que nos legaron

los próceres del inmarcesible pasado, José Hilario López, Rafael Uribe Uribe, Francisco de

Paula Santander, Jorge Eliecer Gaitán y otros, para no hablar sino de los mártires.

“Artículo 2. Este movimiento admira la política de concordia trazada por el “Frente

Civil” con el eximio hombre de ciencia, ex presidente de la República, Dr. Alberto Lleras

Camargo, a la cabeza, pero a su vez pone en estado de alerta a todo el pueblo colombiano

liberal para que esté a la expectativa de no dejarse engañar por las promesas y halagos de

aquellos gobernantes que han desangrado la patria para beneficio de sus intereses

personales y políticos en contra del derecho creado por el legislador para el bienestar de la

comunidad.

“Artículo 3. Reglamentación interna para el movimiento en general.

a) A partir de la fecha y hasta nueva orden solo habrá un Comandante en Jefe de todas

las guerrillas liberales del Tolima, con grado de “Brigadier General”, a quien todos

los demás comandantes y guerrilleros obedecerán sus órdenes las que serán
205

impartidas de conformidad con el derecho que, para cada caso, está establecido por

la Constitución nacional.

b) A partir de la fecha y hasta nueva orden los grados de oficiales y suboficiales serán

ascendentemente hasta Mayor y Teniente Coronel, de Teniente coronel a Coronel,

de Coronel a General y de General a Brigadier General: sub-oficiales: de Cabo

segundo a Cabo primero y de cabo primero a Sargento Segundo y de sargento

segundo a Sargento primero.

c) El Estado Mayor General del Movimiento quedará integrado por seis unidades así:

Presidente, Coronel Vencedor; vocales, coronel Arboleda, Mariachi, Capitán

Cincel, Capitán Pimienta, General Loaiza y como fiscal, capitán Media vida.

d) Ascensos: a partir de la fecha asciéndase al grado inmediatamente superior: (viene

una larga lista de nombres de combatientes liberales).

“Artículo 4. Nombrase como Comandante en Jefe del Movimiento Guerrillero Liberal

Nacional del Sur del Tolima, al Brigadier General Leopoldo García.

“Artículo 5. A partir de la fecha y hasta nueva orden prohíbase terminantemente la

venta, expendio, fabricación, introducción y consumación de bebidas alcohólicas en todo el

territorio controlado por el movimiento. Quien infrinja lo aquí dispuesto será sancionado

por el comandante de zona respectivo con multa de cincuenta ($50.o) m/c., por cada litro,

convertible en arresto o trabajo en obras públicas de la zona o vereda correspondiente, a

razón de diez ($10,o) m/c., por cada día de trabajo, de ocho pesos en arresto y si fuere

pagado en dinero efectivo irá al fondo de la tesorería de la zona o vereda correspondiente;

en caso de reincidencia, se aplicará el doble.


206

“artículo 6. Toda persona, comandante, guerrillero o civil, que se traslade a otro sitio

distinto al de su residencia, en especial los que vengan sin ocupación lícita, tendrán que ir

provistos de la correspondiente orden emanada y firmada por el correspondiente Comando

de Zona; si la persona sorprendida sin ésta orden, esté ambulando con semovientes, armas o

cosas, sin esa autorización, el Comandante de Zona donde se presente, podrá decomisarle

tanto las armas como los animales a la persona o personas que con sus actos puedan

perturbar el orden social. Segundo: Ladrón. A la persona de quien se tenga conocimiento

que está negociando con sujetos revanchistas queda catalogada como tal y, de consiguiente,

como el primero, debe ser puesto a disposición del superior por el Comandante que haya

conocido o aprehendido al infractor. El superior debe aplicar la pena correspondiente

teniendo en cuenta la cuantía del valor de la cosa hurtada y en estos casos cuando la cosa

sea de un valor mayor de Cien ($100,o), debe ser trasladado al Comando Superior de

Herrera o a donde haya seguridad. Las penas en tales casos pueden ser convertibles en

arresto o trabajo en obras públicas a razón de diez pesos por cada día de trabajo y de ocho

en arresto. En ningún caso debe ponerse la pena capital, “la muerte” sólo en caso de

traición y esto se debe investigar detenidamente para no cometer errores funestos.

“Artículo 7. El arma que sea decomisada por razón de la violación de un acto contrario

a la ley, se entrega a su Comandante superior respectivo, pero ningún comandante podrá

apropiarse de ella y sí dará parte al respectivo Ministro de Guerra.

“Artículo 8. Prohíbase terminantemente el sostenimiento de animales de corral (cerdos)

en soltura, así como también la forma criminal de incendiar los potreros o rastrojos, pues

con esta norma se destruye nuestra economía (las cementeras, etc.). Esta infracción será
207

sancionada conforme a la ley sobre la materia y como medida preventiva debe aplicarse

penas como las contempladas para el maldito vicio de las bebidas.

“Artículo 9. En cada Zona y a partir de la fecha, se debe nombrar por su respectivo

comandante, una tesorería con el objeto de obtener fondos para la libertad de presos

políticos, enfermedades de sus habitantes cuando éstos son pobres de solemnidad,

comisiones ordenadas, construcciones de puentes y escuelas, etc., de la zona

correspondiente. A ese fondo pueden ingresar las multas que el mismos comandante

imponga en conformidad con ésta misma ley.

“Artículo 10. A partir de la fecha, en adelante se autoriza a todos los comandantes a

facilitar que los conservadores puedan vender sus fundos situados en las zonas controladas

por el movimiento. Esta norma debe exigir a las entidades rectoras de los dos partidos

políticos y al Gobierno, esto es, que de igual manera se les facilite a los nuestros (liberales)

el medio de vender sus fundos y su justo y legal precio o sean las ocupadas por los

conservadores o de otras tendencias políticas.

“Artículo 11. El movimiento no se hará responsable de personas que salgan a pueblos a

fomentar escándalos poniendo en desprestigio la organización y lucha que tantos sacrificios

nos ha costado; en caso de tener que actuar con el adversario, se debe dar parte al

comandante más cercano quien impondrá lo más acertado dentro de la táctica.

“Artículo 12.Toda infracción inclusive delitos Contra la Familia se sancionará por el

Comandante de la zona respectiva en conformidad con la Ley vigente sobre la materia; en

estos casos pídase explicación a Junta intelectual. Los menores de edad deben ser vigilados
208

y en manera alguna se les debe permitir las bebidas alcohólicas ni tampoco la consumación

de ninguna clase de infracción o delitos.

“Artículo 13. Autorícese al Jefe Supremo o al Estado Mayor General para entrar en

conversaciones y contactos con otros grupos o comandantes guerrilleros, siempre que los

tales sean de ideales puramente liberal, entre ellos con los Llanos orientales, Urrao,

Villarica, etc.

“Esta Ley rige desde la fecha de su expedición y los comandantes de cada zona la harán

cumplir y conocer de los habitantes, por tres veces, en días feriados, Palmichal, agosto

veintiuno de mil novecientos cincuenta y siete.

“Publíquese y cúmplase. Leopoldo García (Brigadier General Peligro), Gerardo Loaiza

(General), Aristóbulo Gómez (General Santander), Hermosees Vargas (General Vencedor),

Marco Cabrera (Mayor Cincel), (siguen otras firmas)”

(Fuente, “La Violencia en Colombia. Tomo II. Germán Guzmán, Orlando Fals Borda y

Eduardo Umaña Luna. Círculo de Lectores, Bogotá, 1988. Pags.153-161).

Otro testimonio de esta funesta época que es importante trascribir es el del “bandolero”

alias “Murio”, tomado del libro de Sanchez y Meertens (1983):

“Mi papá estaba en Ibague vendiendo unas cargas de cebolla y como a eso de las 10 de

la noche llegó la policía preguntando por mi papá, entonces me amarraron a un palo de

café y ahí mismo mataron a mi mamá porque había llorado el día que mataron a Gaitán.

Cuando yo estaba en Quebradanegra trabajando llegaron unos muchachos amigos mios que

también les habían matado a los papás, que nos fueramos para el monte porque no
209

podiámos trabajar pues si no éramos trabajadores conservadores de todas maneras no nos

dejaban tranquilos y vivíamos amenazados. Nos fuimos para el Remanso que es de Pijao

para arriba, casi llegando a Planadas, Tolima; éramos como unos doscientos armados con

fusil, pistolas, carabinas, revólveres, al mando del general alias “Peligro”; unas veces

peliabamos con la policía que era muy mala en ese tiempo y otras veces trabajábamos la

agricultura. Mi mejor compañero era un pollito que lo llamábamos “Cucaracho”, que se

murió de unas viruelas que le dieron; el comando lo tenía Rioblanco para arriba en el filo

del Tolima, en una planadita. Por la mañana hacíamos orden cerrado al mando del teniente

Arboleda que está en el cañón de las Hermosas y despúes saliámos a comisionar en grupos

de 10 en 10 por las veredas cercanas a Rioblanco, Carco, el Limón, Campohermoso, El

cerro de la estrella, El Davis y La Herrera….

“En marzo hará unos cinco años, como dije antes, me aburí de andar por allá y me vine

a trabajar en la cosecha del café a Quebradanegra; entonces conocí a “Chispas” un día

domingo que bajó de la tierra fría y como él ya me conocía en el Tolima en la guerrilla de

“Peligro” me convidó a que me fuera con él; salimos para Mediacara donde tenía

organizado el comando con unos ciento cincuenta hombres que había traído del Tolima…

Cuando veíamos la necesidad comprabamos la remesa para ocho o diez días y la

llevábamos en bestia para el comando; la munición nos la mandaban de Planadas el

“General Peligro” y el “General Mariachi” en cajas cargadas a lomo de mula… y la

repartián en Mediacara anotando en un libro la cantidad que teniámos que responder. En

esos viajes nunca nos llegamos a encontrar con la policía o la tropa. El camino que

utilizábamos era el de la trocha pasando por Genova, despúes nos mandábamos a

guadualito, Vallecito, cerca a Rovira, el Mango, el alto y despúes del Alto a Planadas;
210

gastábamos entre quince y veinte días de Mediacara a Planadas. Comisioné aquí en Caldas

para los lados de Pijao al mando del cabo Kairuz por Maizena Alta y Las Brisas,

durmiendo en el monte, sin comer en ninguna parte y tomando agua y comiendo panela.

“Cuando regresábamos al puesto comíamos de la remesa comparada en Córdoba y

descansábamos cinco días, sin hacer nada. Cuando teníamos platica veníamos los sábados

y domingos y a veces los lunes a Córdoba, Calarcá, Armenía, especialmente en la zona de

tolerancia…En Quebradanegra nos ayudaba con remesita y platica, NN, NN, Y NN., en

Córdoba el señor de nombre NN., nos fiaba, pero había que pagarle casi todo pues era

buena persona. En Calarcá el dueño de la finca X don NN., le mandaba al Capitán Chispas

giros de mil quinientos pesos en efectivo; don NN., mandó con un administrador un giro

por dos mil trescientos pesos y se los entregaron personalmente a Chispas;….”. (op. cit.

pag. 105).

A esta misma época de la dictadura militar y el comienzo del frente nacional

corresponde también el siguiente relato (fragmentos) del “bandolero” liberal Jaime

Guaraca, publicado por Arango (1985):

“Fueron las circunstancias, la necesidad de defender la vida lo que me obligó a

convertirme en guerrillero, tal como le pasó y le está pasando a miles de colombianos. Lo

importante en ese momento era defender la vida porque los bienes materiales no se podían

defender. En el sur del Tolima quedaron regiones enteras desoladas no solamente de

semovientes y cultivos sino también de gente, porque todas las familias huyeron y muchas

otras fueron asesinadas. Se escapaba más fácil un perro que un niño, porque los
211

conservadores decían que un perro no tenía posibilidad de convertirse en liberal y en

cambio un niño si….”

“Nosotros salimos en comisión hacia el Huila con Charro Negro que era nuestro

comandante en El Davis. Por allá nos sorprendió el golpe militar que llevó a Rojas Pinilla

al poder. Se produjo la amnistía para todos los levantados en armas….”

“Nosotros hemos decidido continuar en la lucha porque sabemos que este no es el

gobierno que necesitamos los colombianos. Son los militares quienes han tomado el poder

y por lo tanto ellos también nos van a seguir persiguiendo. Eso va a suceder en un tiempo

muy corto. La amnistía o indulto es sólo una jugada y una trampa para tratar de acabar con

el movimiento guerrillero, para ver quiénes caen en esa trampa, para acabarnos por medio

del engaño ya que no nos han podido acabar por medio de la persecución y la fuerza. Por

eso nosotros hemos decidido seguir en la lucha y no caer en la trampa…..”

“Por los lados de Gaitania, Planadas, Sur de Atá y Herrera, en el departamento del

Tolima, los directorios políticos y el ejército comenzaron de nuevo a influenciar en los

liberales “limpios” para lanzarlos contra el movimiento de Marquetalia. Los fueron

ubicando como policías del gobierno. Este les suministraba el sueldo, la dotación y los

entrenaba militarmente; los dotaba con armas modernas y abundante munición. Las

poblaciones antes mencionadas, lo mismo de Santiago Perez, La Estrella y Campo

hermoso, se convirtieron entonces en escenarios de toda clase de fechorías de las bandas de

los “limpios” encabezadas por Mariachi, Arboleda y Peligro y sus exguerrilleros liberales.

Andaban con tropas de carabineros buscando todo lo que oliera a guerrillero para no dejar

“ni los huevos”, como se dijo antes…….”


212

“Ya afínales de 1959 y comienzos de 1960, la violencia contra el movimiento arrecia y

se hace más abierta. El 11 de enero de 1960 un grupo de asesinos a sueldo, de esos que

hemos mencionado, llegó a Gaitania, a las cinco y media de la mañana. La gente

comenzaba a levantarse y en el centro del poblado las tiendas abrían sus puertas a los

parroquianos. Iban, los asesinos, en busca de Charro Negro, de Marulanda Velez, de Isauro

Yosa y de otros miembros de la dirección del movimiento agrario de Marquetalia; andaban

en la región adelantando negocios particulares relacionados con el mercadeo de sus

productos agrícolas y comprando productos industriales. La gente vio a la policía regada

por todo el pueblo y entonces le acosejaron a Charro Negro que no saliera porque había

peligro. Charro no atendió la malicia indígena de la masa y se dirigió a la plaza del poblado

después de tomar un café en la casa donde solía alojarse cuando llegaba a la localidad.

Cuando llegó a la calle principal, al cruzar hacia la droguería de Joaquín Sánchez, le

dispararon ráfagas por la espalda y a quemarropa. Charro cayó sin vida en forma inmediata.

Los demás miembros de la dirección del movimiento que estaban en Gaitania, se reunieron

en seguida en un caserio cercano que se llama Jordan y acordaron, después de concluir que

se trataba del inicio de una nueva etapa de la violencia desatada contra el movimiento por

parte de la reacción y el gobierno, comenzar la nueva lucha por denunciar ante las

autoridades y ante la opinión pública este crimen. El propio Marulanda Velez viajó

entonces a Neiva, Ibague y Bogotá en donde sostuvo entrevistas con las autoridades civiles

y militares…..”

“El asesinato de Charro Negro lo habían planeado previa y minuciosamente para tener

un pretexto de volver a meter el ejército a toda la región que había aceptado los resultados

del plebiscito, cambiando el antiguo movimiento guerrillero por el movimiento agrario que
213

estaba dedicado a la pacífica labranza de la tierra. Los ricos querían adueñarse de las

tierras y el gobierno y los mandos militares les hacían el juego y les prestaban todo el

apoyo mediante la política liquidacionista de la organización agraria, por medio de la

violencia sangrienta. El ejército entonces se posesionó en Gaitania y posteriormente en

Planadas. Las provocaciones militares seguían contra el movimiento agrario…..”

“Estábamos trabajando pacíficamente, sin embargo, no nos dejaban en paz. Llegó el

momento en que no podíamos sacar al mercado nuestros productos. El frijol, el maíz, la

madera, los animales de corral, todo se perdía porque nos impedían salir al pueblo a

venderlos. Estábamos encerrados. Entonces optamos por poner otra vez en funcionamiento

nuestra auto defensa regular. Fue así como en 1960 dimos a la auto defensa de Marquetalia

una estructura orgánica. Nos propusimos la tarea de disciplinar y preparar militarmente un

grupo de treinta jóvenes, dotándolos con armas y equipos de campaña y dándoles una

bonificación de cinco pesos mensuales. El propio Manuel Marulanda se encargaba de esa

tarea. Porque si los reaccionarios y el gobierno querían liquidarnos, nosotros estábamos en

pleno derecho a defendernos nuevamente. Así empezó otra vez la pelea………”

“El grupo de treinta jóvenes tenía otros propósitos como estar a la expectativa de lo que

pudiera pasar, y en caso de un cambio brusco en la situación, pasarían de inmediato a

operar como guerrilla profesional, es decir, sin ninguna otra actividad que la de pelear.

Llegó el momento en que el ejército comenzó a emboscarse en los caminos para

hostilizarnos y provocarnos a nosotros los campesinos. En vista de esa situación nosotros

también decidimos salir a emboscarnos y a buscar armas del propio ejército, porque la

verdad es que no teníamos con qué comprarlas. En varias peleas que le hicimos al ejército

les quitamos algunas armas y entonces ellos cambiaron de táctica: comenzaron a organizar
214

ya en el propio territorio de Marquetalia, grupos de provocadores de los de Gaitania. Les

dio armas, nombró como comandante al “pájaro” Alirio Salcedo y a Efraín Valencia como

segundo al mando, con la misión única de realizar incursiones contra Marquetalia. Durante

1960 y 1962 se efectúan numerosas incursiones de estas con asesinatos de campesinos.

Asaltaban los caminos y las casas, incendiaban y robaban. Una vez asaltaron una casa

donde se habían posado ocho mujeres que estaban de regreso de Gaitania adelantando

gestiones mercantiles. En la madrugada fueron sorprendidas por los bandidos, por lo que

tuvieron que huir precipitadamente dejando todo en poder de los maleantes. Estos robaron

todo y prendieron fuego a la casa………….” (op. cit. pag. 138 y ss).

Desde el 9 de diciembre de 1952,bajo el gobierno de Laureano Gómez, a través del

Acto Legislativo N°1 de dicha fecha, se convocó a una Asamblea Nacional Constituyente

para cambiar la carta de 1886. A partir de entonces y durante la dictadura militar de

Gustavo Rojas Pinilla se promulgaron numerosos actos legislativos encaminados a la

organización, funcionamiento y reforma de dicha Asamblea Nacional Constituyente. Uno

de ellos fue el Acto Legislativo N°6 del 14 de septiembre de 1954, “Por el cual se decreta la

prohibición del comunismo internacional”, a través del cual, por ley de la república una

orientación y militancia política contraria al gobierno, quedaba prohibida.

“Acto Legislativo N° 6 del 14 de septiembre de 1954.

Reformatorio de la constitución nacional, por el cual se decreta la prohibición del

comunismo internacional.

La Asamblea Nacional Constituyente, DECRETA:


215

Artículo 1. Queda prohibida la actividad política del comunismo internacional. La ley

reglamentará la manera de hacer efectiva esta prohibición.

Artículo 2. Este acto rige desde su sanción.

Dado en Bogotá a siete de septiembre de mil novecientos cincuenta y cuatro.

El presidente, Mariano Ospina Perez. El Secretario, Rafael Azula Barrera.

República de Colombia. Gobierno nacional. Bogotá, 14 de septiembre de 1954.

Publiquese y ejecutese. Teniente General, Gustavo Rojas Pinilla.”

(Fuente: Diario Oficial N° 28607, Bogotá, octubre 21,1954, p. 291)”.

Desde entonces y en esta forma jurídica se legalizó la persecución y lícito asesinato

de los comunistas y socialistas en Colombia: a partir de entonces, matar un comunista no

era ni delito ni pecado en Colombia. Por eso, el ejército, la policía, el detectivismo y

particulares ajenos a las fuerzas armadas oficiales del estado, tuvieron vía libre y franca

para continuar con la cínica y descarada masacre genocida del pueblo colombiano en real y

verdadera defensa no de la “democracia más perfecta de América”, sino de los sucios

intereses de las cincuenta familias que gobernaban y gobiernan este país desde 1819.

No solucionado el problema de la violencia partidista por el régimen militar (1953-

1958), la habilidosa clase dirigente liberal conservadora se ideo otro plan estratégico para

engañar y derrotar la resistencia popular: el Frente Nacional.

Del Frente Nacional afirma Ospina (1996) :


216

“La verdad es que bastó que Alberto Lleras y Laureano Gómez se abrasaran y pactaran

la alianza para que la vasta violencia colombiana dejara de ser un caos generalizado y se

redujera a la persecución final de unas bandas de asesinos envilecidos. Ahora bien: si la

violencia había sido una guerra, ¿Quién la gano?. Aparentemente nadie. Pero si juzgamos

de la siguiente fase del drama, el resultado es indudable: sobre 300 mil campesinos

muertos, el bipartidismo había triunfado. Como ocurre al final de todas las guerras, sobre

los campos todavía humeantes de la violencia se firmó un pacto y ese pacto fue el llamado

Frente Nacional, por lo cual los dos partidos irreconciliables se convertián en uno solo con

dos colores y la misma ideología y se repartián el poder durante 20 años. En nombre del

bipartidismo el pueblo se había hecho la guerra a sí mismo: ahora se sucederián en el poder

precisamente los representantes de la vieja clase dirigente que había sido la principal

promotora de la violencia.”. (op. cit. pag. 29).

Se presentó un pacto (Benidorm, Stiges, 1957) según el cual para solucionar la

problemática política por vías pacíficas y civilizadas, los dirigentes nacionales de los dos

partidos, liberal y conservador, acordaban alternarse pacíficamente en el poder por mutuo

acuerdo durante 16 años, tras los cuales calcularon que se alcanzaría la madurez civilista y

el pueblo volvería a disputar pacífica y electoralmente el poder político y económico.

La Declaración de Benidorm del 24 de julio de 1956 dice sobre dicho acuerdo

bipartidista:

“Se encuentra enteramente posible y necesario crear un gobierno o una sucesión de

gobiernos de coalición amplia de los dos partidos, hasta tanto que recreadas las

instituciones y afianzadas por el respaldo decidido de los ciudadanos, tengan fortaleza


217

bastante, para que la lucha cívica se ejercite sin temor a los golpes de estado o de la

intervención de factores extraños a ella y por medio de un incorruptible sufragio cuyas

decisiones sean incontrastablemente respetadas. Los partidos desean enteramente para

constituir un gobierno de tales características que ponga en vigor las instituciones abolidas,

manteniéndose unidos para sostenerse hasta que el régimen civil esté libre de

riesgos….”.(op. cit).

En el fondo se trata de una nueva estrategia de engaño al pueblo en la cual se le hace

creer que los dos grandes partidos unidos en nombre de la paz y de la patria derrocan

pacíficamente al dictador militar, ofrecen nueva amnistía a los guerrilleros liberales e

instauran definitivamente el reino de la paz y la concordia, treta en la que vuelve a suceder

una desmovilización de combatientes que se entregan, pero esta vez, otro grupo de

guerrilleros no creen en la nueva farsa y no entregan las armas.

Una vez más la triste historia se repitió: los guerrilleros liberales que se entregaron y

acogieron a la amnistía –igual que los del llano- terminaron asesinados por las fuerzas

armadas del Estado y por sus grupos paramilitares y los sobrevivientes encarcelados.

Dada la importancia de una reforma constitucional que impone que únicamente los dos

partidos políticos de la burguesía (es decir, sus dirigentes nacionales, no su militancia ni

menos su pueblo) concurran a elecciones y compartan el poder, con exclusión completa de

cualquier otro partido o movimiento político, ajeno a sus intereses, se transcribe a

continuación su texto completo, para conocimiento, estudio y análisis.

“DECRETO LEGISLATIVO N° 0247, 4 DE OCTUBRE DE 1957.

Sobre plebiscito para una reforma constitucional.


218

La Junta Militar de Gobierno de la República de Colombia, interpretando la opinión

nacional expresada en los acuerdos suscritos por los partidos políticos, DECRETA:

“Artículo Único. Convocase para el primer domingo del mes de diciembre de 1957, a

los varones y mujeres colombianos, mayores de 21 años, que no estén privados del voto por

sentencia judicial, para que expresen su aprobación o improbación al siguiente texto

indivisible:

“En nombre de Dios, fuente suprema de toda autoridad, y con el fin de afianzar la

unidad nacional, una de cuyas bases es el reconocimiento hecho por los partidos políticos

de que la Religión Católica, apostólica y romana es la de la nación, y que como tal, los

poderes públicos la protegerán y harán que sea respetada como esencial elemento del orden

social y para asegurar los bienes de la justicia, la libertad y la paz, el pueblo colombiano, en

plebiscito nacional; DECRETA:

“La Constitución Política de Colombia es la de 1886, con las reformas de carácter

permanente introducidas hasta el Acto Legislativo número 1 de 1947 inclusive, y con las

siguientes modificaciones:

“Artículo 1. Las mujeres tendrán los mismos derechos políticos que los varones.

Artículo 2. En las elecciones populares que se efectúen para elegir corporaciones

públicas hasta el año de 1968, inclusive, los puestos correspondientes a cada

circunscripción electoral se adjudicarán por mitad a los partidos tradicionales, el

conservador y el liberal. Si hubiere dos o más listas de un mismo partido, y los puestos que

a éste correspondieren, fuesen más de dos, se aplicará para adjudicarlos el sistema del

cociente electoral, pero teniendo en cuenta únicamente los votos emitidos por las listas de
219

tal partido. En las elecciones que se hagan durante el periodo a que se refiere este artículo,

en todas las circunscripciones electorales, se elegirá un número par de miembros de las

corporaciones públicas. Para obtener ese resultado, se observarán las normas

constitucionales que fijan el número de miembros de tales entidades, pero aumentando un

puesto cuando quiera que él sea impar. Ningún departamento con más de un millón de

habitantes podrá tener menos de seis senadores ni menos de doce representantes.

“Artículo 3. En las corporaciones públicas a que se refiere el artículo anterior, la

mayoría para todos los efectos legales, será de los dos tercios de los votos; pero el

congreso, por medio de ley votada por las dos terceras partes de los miembros de una y otra

cámara, podrá señalar, para períodos no mayores de dos años, las materias respecto de las

cuales bastará la aprobación de la simple mayoría absoluta.

Artículo 4. Los ministros del despacho serán de libre nombramiento y remoción del

presidente de la república, quien, sin embargo, estará obligado dar participación en el

ministerio a los partidos políticos en la misma proporción en que estén representados en las

cámaras legislativas.

“Como el objeto de la presente reforma constitucional es el de que los dos partidos

políticos, el conservador y el liberal, colocados en pie de igualdad, dentro de un amplio y

permanente acuerdo, tengan conjuntamente la responsabilidad del gobierno y que éste se

ejerza a nombre de los dos, la designación de los funcionarios y empleados que no

pertenezcan a la carrera administrativa, se hará de manera tal que las distintas esferas de la

rama ejecutiva reflejen equilibradamente la composición política del congreso. Lo anterior


220

no obsta para que los miembros de las fuerzas armadas puedan ser llamados a desempeñar

cargos en la administración pública.

Artículo 5. El presidente de la república, los gobernadores, los alcaldes y en general

todos los funcionarios que tengan facultad de nombrar y remover empleados

administrativos, no podrán ejercerla, sino dentro de las normas que expida el congreso, para

establecer y regular las condiciones de acceso al servicio público, de ascensos por mérito y

antigüedad, y de jubilación, retiro o despido.

Artículo 6. A los empleados y funcionarios públicos de la carrera administrativa les está

prohibido tomar parte en las actividades de los partidos y en las controversias políticas, sin

perjuicio de ejercer libremente el derecho de sufragio. El quebrantamiento de esta

prohibición constituye causal de mala conducta.

“Artículo 7. En ningún caso la filiación política de los ciudadanos podrá determinar su

nombramiento para un empleo o cargo público de la carrera administrativa, o su destitución

o promoción.

Artículo 8. Los miembros del congreso y de las asambleas departamentales no tendrán

sueldo permanente, sino asignaciones diarias durante el término de las sesiones.

Artículo 9. Las primeras elecciones bajo estas normas para presidente de la república,

congreso, asambleas departamentales y concejos municipales, se realizarán durante el

primer semestre de 1958.

“Artículo 10. El presidente de la república tomará posesión de su cargo el 7 de agosto

de 1958, y hasta esa fecha continuará ejerciendo la presidencia de la república, la Junta de


221

gobierno integrada por el mayor general Gabriel París, el mayor general Deogracias

Fonseca, el contraalmirante, Rubén Piedrahita, el brigadier general Rafael Navas Pardo y el

brigadier general Luis F. Ordoñez.

El período del congreso se iniciará el 20 de julio de 1958 y los de las asambleas y

concejos cuando lo determine el congreso.

Artículo 11. A partir del primero de enero de 1958, el gobierno nacional invertirá no

menos del diez por ciento de su presupuesto general de gastos en la educación pública.

Artículo 12. La corte suprema de justicia estará integrada por el número de magistrados

que determine la ley y los cargos serán distribuidos entre los partidos políticos en la misma

proporción en que estén representados en las cámaras legislativas. Los magistrados de la

corte serán inamovibles a menos que ocurra destitución por causa legal o retiro por

jubilación. La ley determinará las causas de destitución y organizará la carrera judicial.

Artículo 13. En adelante las reformas constitucionales sólo podrán hacerse por el

congreso, en la forma establecida por el artículo 218 de la constitución.

“Artículo 14. Esta reforma empezará a regir inmediatamente después de conocido el

resultado oficial de la votación.

Parágrafo del artículo 1. Las votaciones a que se refiere el artículo único de este decreto

se reglamentaran por decreto separado.

Este decreto rige desde la fecha de su expedición.

Comuníquese, publíquese y cúmplase. Dado en Bogotá a 4 de octubre de 1957.


222

Mayor General, Gabriel París. Presidente de la Junta.”

(Fuente. Diario oficial N° 29517, Bogotá, octubre 21,1957.pp 273).

Nótese que este Decreto, no lo expide el congreso ni el presidente de la república, sino

una Junta Militar de gobierno.

Hace parte de esa reforma de 1957, otro Acto legislativo, por lo menos expedido por el

senado de la república, el cual se transcribe en su totalidad, como documento histórico-

político:

“ACTO LEGISLATIVO N° 1, DE 15 DE SEPTIEMBRE DE 1959.

Reformatorio de la constitución nacional (alternación de los partidos en el poder).

El Congreso de Colombia, DECRETA:

“Artículo 1. En los tres períodos constitucionales comprendidos entre el siete (7) de

agosto de mil novecientos sesenta y dos (1962) y el siete (7) de agosto de mil novecientos

setenta y cuatro (1974), el cargo de Presidente de la República será desempeñado,

alternativamente, por ciudadanos que pertenezcan a los dos partidos tradicionales, el

conservador y el liberal; de tal manera que el presidente que se elija para uno cualquiera de

dichos períodos, pertenezca al partido distinto del de su inmediato antecesor. Por

consiguiente, para iniciar la alternación a que se refiere este artículo, el cargo de presidente

de la república en el período constitucional comprendido entre el siete (7) de agosto de mil

novecientos sesenta y dos (1962) y el siete (7) de agosto de mil novecientos sesenta y seis

(1966), será desempeñado por un ciudadano que pertenezca al partido conservador.


223

La elección de presidente de la república que se hiciere contraviniendo a lo dispuesto en

este artículo, será nula.

“Artículo 2. La persona que, de conformidad con los artículos 124 y 125 de la

constitución reemplace al presidente en caso de falta de éste, será de su misma filiación

política.

Artículo 3. En caso de falta absoluta del presidente de la república, el Designado

encargado de la presidencia continuará ejerciéndola hasta el final del período presidencial,

sin convocar a nuevas elecciones.

Artículo 4. Cuando el designado ejerza la presidencia por falta absoluta del presidente

de la república, el congreso elegirá nuevo designado.

Artículo 5. Si el encargado de la presidencia es un ministro o un gobernador, convocará

inmediatamente al congreso para que se reúna dentro de los diez (10) días siguientes con el

fin de elegir designado. En caso de que el ministro o gobernador encargado no hiciere la

convocación el congreso se reunirá por derecho propio dentro de los treinta (30) días

siguientes a la fecha en que se produjo la vacancia presidencial.

Artículo 6. El artículo 2 de la Reforma Constitucional aprobada por el plebiscito de

primero de diciembre de mil novecientos cincuenta y siete, regirá hasta el año de mil

novecientos setenta y cuatro (1974) inclusive. En las corporaciones elegidas conforme a

este artículo, se aplicará la regla del artículo 3 de la misma reforma constitucional

plebiscitaria.
224

“Artículo 7. Quedan en estos términos reformados los artículos 124, 125 y 127 de la

constitución nacional.

Artículo 8. Este Acto Legislativo regirá desde su sanción.

Dado en Bogotá a diez de septiembre de mil novecientos cincuenta y nueve.”

(Fuente: Diario oficial N° 30051, Bogotá, septiembre 18, 1959. P. 553).

Bajo el primer gobierno del Frente Nacional, del Dr. Alberto Lleras Camargo (1958-

1962) a pesar de la nueva amnistía y promesas de paz, esta no llega. González (1985) relata

así la violencia bajo este gobierno:

“Con William Aranguren “Desquite” y Jacinto Cruz Usma, “Sangrenegra” se prolonga

la existencia de la guerrilla liberal, ya incrustada en el periodo del Frente Nacional. Esta

guerrilla, al igual que la de “Chispas”, no solo perdió apoyo moral de las directivas

liberales, sino que tuvo que afrontar la represión militar ejercida desde la presidencia de un

liberal. Ante la ausencia de referencias políticas en su antigua estructura, se ven obligados a

buscar nuevas adherencias y éstas solo se encuentran en el Movimiento Revolucionario

Liberal. No se atreven a romper totalmente con el liberalismo, pero intentan cobijarse bajo

el nombre de revolucionarios, que les aporte el M.R.L.

“Desquite” contaba con 14 años en 1950. “Sangrenegra”, con 18. A esa edad,

“Desquite” vio la muerte de su padre y un hermano en Rovira, Tolima, a manos del alcalde

y la policía. La familia Aranguren dice él, fue perseguida por ser liberal y William se vio

obligado a refugiarse en la guerrilla para salvar su vida y además, proporcionarse un medio


225

de ejercer la venganza. De ahí su nombre guerrillero “Desquite”; después de haber sido

dado de baja de la policía militar en 1956, asaltó al pagador de la Compañía Colombiana de

Tabaco en El Guamo, con 7 integrantes de la banda. Preso por este hecho, se fugó de La

Picota en 1957, para eludir una condena de 23 años. Cuando llegó el Frente Nacional, él

apenas comenzaba su actividad y en 1960, en pleno gobierno de Lleras Camargo, organiza

su propia banda en la zona de Libano. La red de operaciones que establecía incluía a los

mayordomos y agregados de las fincas. Su fuente de ingresos era el boleteo a los

propietarios, su base social eran los campesinos liberales de la región que tenían heridas

muy profundas de la violencia conservadora, provenientes de Santa Isabel y la zona aledaña

con Caldas. El antiguo agente de la policía, José Vicente Yate Gómez, el “Cabo Yate”,

asesino con su cuadrilla conservadora a más de 50 campesinos liberales, en venganza por la

muerte de doce personas conservadoras asesinadas por cuadrillas liberales en el municipio

de Murillo. Entonces el papel de “Desquite”, como nuevo eslabón en la cadena de

retaliaciones, estaba justificado ampliamente y el respaldo del campesinado liberal no se

hizo esperar. “Desquite” se reclamaba del MRL, a tiempo que realizaba sus operaciones de

limpieza. Su adherencia a este movimiento político no significaba, sin embargo, un

compromiso de las directivas del MRL para apoyarlo, como en el caso de las guerrillas

liberales no hubo tampoco un compromiso de la Dirección Liberal Nacional de apoyar las

guerrillas. Más bien se trataba de una razón social que convenía a los grupos enemigos del

Frente Nacional por la vía de afirmarse en las zonas de fuerte influencia liberal.

“Con la persecución que libro el ejército, “Desquite” inició una fase de descomposición

social y política que lo llevó a realizar masacres de pasajeros en los buses asaltados como el

que perpetró en la carretera entre La Italia y Marquetalia (Caldas) en 1963. Anteriormente


226

había realizado otros asaltos en la carretera Libano y Murillo. A su muerte, en marzo de

1964, estaba acompañado por una mujer solamente en los alrededores de El Libano.

“Sangrenegra”, que fue su compañero en algunas ocasiones, aunque contaba con su

propia banda, también se reclamaba del MRL. Al morir “Desquite”, “Sangrenegra” tenía al

ejército pisándole los talones. Se desplazó a la región del norte del Valle, a los municipios

de El Cairo y Versalles. Allí murió en una emboscada del ejército en abril de 1964.” (op.

cit. Pág. 505 y ss).

Continúaasí el relato de Liabardo González sobre la violencia entre 1960 y 1962

(op.cit.pag 506):

“El bandolero de la época frente nacionalista más arraigado en la comunidad, hasta el

punto de convertirse en mito, en héroe, en la personificación del individuo mágico es, del

lado liberal, Medardo Trejos, “Capitán Venganza” y del lado conservador, EfraínGonzález.

“El primero, Medardo Trejos, operó en la región de Quinchia, Belen de Umbria,

quinbaya y circasia, municipios del antiguo Caldas hoy divididos entre Risaralda y

Quindio. En esa región habían operado las bandas de “El Mosco”, Gustavo Espitia

Valderrama, quien había reunido a “La Gata”, “Tista Tabares” y Conrado Salazar,

“Zarpazo” para realizar depredaciones por toda la región quindiana, por la cordillera

central, entre Tolima y Valle. Las masacres en haciendas de propietarios conservadores y la

manera en que practicaban la guerra de guerrillas, combatiendo ocasionalmente para

causar víctimas y luego desaparecer, convirtieron a estas bandas en un peligro permanente.

Sin embargo, ninguno de ellos logró la notoriedad del “Capitán Venganza”, quien no contó

con los liberales, ni estableció una red tan complicada de agentes como “El Mosco”, sino
227

que implantó en la región de Quinchia un régimen solidario en el que los campesinos

colaboraban con la guerrilla, con cuotas. El “Capitán Venganza” estaba en la región, más

que por ejecutar actos de retaliación contra los conservadores, por brindar protección a los

habitantes de la región contra las incursiones de bandas conservadoras. Fiel al Partido

Liberal hasta el fin, estuvo aliado con Roberto González, “Pedro Brincos”, antes de su

muerte en junio de 1961….”

“Conrado Salazar, quien operó en el Norte del Valle con el alias de “Zarpazo”, se

reclamaba del MRL, a pesar de mantener su prestigio sobre la base del castigo a los

conservadores, a veces trabajadores de una hacienda a quienes no perdonaba su filiación

política. Se salvó de la acción del ejército y sobrevivió hasta 1967, cuando murió aislado de

todo en Villavicencio….” (op. cit. Pág. 505 y ss).

Como se viene diciendo, entre 1958 – 1978, se impone el Frente Nacional, mecanismo

que no logró la solución a ese agudo conflicto entre los partidos políticos del momento,

cuyos presidentes fueron Alberto Lleras Camargo del partido Liberal de 1958 – 1962,

Guillermo León Valencia del partido Conservador de 1962 – 1966, Carlos Lleras Restrepo

del partido Liberal de 1966 – 1970; Misael Pastrana Borrero del partido Conservador de

1970 – 1974. De 1974 a 1978, Alfonso López Michelsen continuó al pie de la letra todos

los imperativos del funesto pacto burgues, por lo que éste se prolongó hasta 1978.

El Frente Nacional propuso una amnistía y una reforma agraria como ejes definitivos

para alcanzar la paz. Sin embargo, la amnistía no logró su objetivo, porque luego del

engaño, traición y asesinatos de guerrilleros en la amnistía de Rojas Pinilla, ya no todos los

guerrilleros creyeron ni cayeron en la misma trampa y la reforma agraria no se cumplió,


228

porque los terratenientes no fueron despojados de sus latifundios para parcelarlos a los

campesinos que habían sido víctimas del despojo y robo de sus tierras, lo cual hizo que el

movimiento campesino que se expresaba de alguna forma en las guerrillas liberales

perdiera confianza en el frente Nacional, reactivándose la lucha armada.

Durante el Frente Nacional ( 1958-1978) los partidos liberal y conservador unidos en su

clase dirigente (no en sus bases) no lograron conseguir la paz política ni militar a través del

plebiscito, la paridad y la alternación de los cargos públicos. En la realidad del País

Nacional, los ricos seguían siendo ricos y los pobres más pobres, por eso, contrariamente a

lo esperado, las guerrillas liberales no se acogieron en su totalidad a la amnistía propuesta

por Alberto Lleras Camargo, como no se había logrado tampoco con Rojas Pinilla –como

ya se dijo atrás- ni antes con Urdaneta Arbeláez. Estas guerrillas buscaron acogerse,

ampararse en alguna disculpa política autodefiniéndose como del M.R.L., movimiento

organizado por el hijo de Alfonso López Pumarejo – Alfonso López Michensen- que no

manifestó en ningún momento su apoyo a estos grupos guerrilleros y al parecer no les

brindo ninguna ayuda, pero si se aprovechó de ellos en su beneficio personal.

Por otro lado, las guerrillas o bandas paramilitares conservadoras (amparadas y

protegidas, legalizadas por el Acto Legislativo N° 6 del 14 de septiembre de 1954) no

dejaron de actuar al disimulado amparo de las autoridades y al parecer de algunos

directorios regionales y municipales del partido conservador y tuvieron que ser reprimidas

con ahínco por el ejército porque al estado, ya bajo régimen liberal (Lleras Camargo) o

conservador (Guillermo León valencia) no le convenía ni serbia su accionar.


229

Desde otro aspecto, los problemas sociales y políticos determinaron que el Frente

Nacional tuviera que ampararse y apoyarse en el Ejército y la Policía para sostener el orden

púbico más o menos controlado y para impedir el desbordamiento del movimiento

guerrillero que comenzaba a teñirse de socialista e impedir su conexión con los

movimientos estudiantiles en las ciudades.

Finalmente, con el triunfo de la Revolución Cubana, donde un grupo guerrillero se

tomó el poder en enero de 1959, derrocó la dictadura militar de Fulgencio Batista e instauró

inicialmente una Democracia, los sectores estudiantiles y progresistas de Latinoamérica y

obviamente de Colombia se estimularon al vislumbrar la posibilidad de que una lucha

guerrillera pudiera repetir la hazaña de Fidel Castro y hacer la revolución social, lo cual no

solo reanimó a los últimos guerrilleros liberales sino a muchos estudiantes que iniciaron la

organización de futuros movimientos armados de liberación nacional a partir de 1960,

1961 y 1962.

Cabe recordar aquí cómo “Chispas” en 1962 declara, radicalizando su visión política,

en un comunicado publicado por Germán Guzmán en el tomo II de “La Violencia en

Colombia” lo siguiente:

“….Nuestra lucha será en lo sucesivo de pobres contra millonarios, de oprimidos

contra opresores; lucha social en la cual quedan excluidos todos aquellos infames

atropellos que viene realizando la oligarquía con las fuerzas armadas a su servicio y que la

gran prensa estimula con sus publicaciones; que los dineros que se malgastan

persiguiéndonos se dediquen a aliviar la tremenda miseria a que nos han llevado los
230

indignos gobernantes. Muera la oligarquía de todos los partidos. Viva la revolución social.

Nuestra lucha, es a favor de los explotados…” (op. cit).

De estos grupos e ideas saldría, como se dijo atrás, el MOEC, (1961) Movimiento

Obrero estudiantil y campesino, con Ricardo Otero, Antonio Larrota y Federico Arango

Fonnegra, MOEC, cuna del futuro MOIR con Francisco Mosquera, librando una lucha

pacífica y política, pero “ilegal”, porque sólo los viejos partidos tradicionales eran legales.

Del períodico “Tribuna” de Ibague, del 24 de junio de 1959, trascribo el siguiente

relato de Roberto González Prieto, alias “Pedro Brincos”, otro combatiente popular de los

años sesentas del siglo XX :

“Los meses comprendidos desde el veinte de marzo del año en curso hasta el seis de

junio del presente mes lo pasé en Bogota tramitando un préstamo de Rehabilitación como

damnificado que soy a lo cual tengo derecho. El periódico “La República” al tener

conocimiento de esto se ha venido con las suyas tratando de quitarme el derecho, pero yo

quiero que la opinión pública se dé cuenta de que si tengo derecho a la Rehabilitación por

parte del estado como colombiano que soy. Las pérdidas que he tenido durante los diez

años de violencia son: cincuenta y siete mil pesos ($57.000,o) en casas incendiadas,

semovientes y cosechas; tres hermanos asesinados, más los niños y señora de uno de ellos,

niños entre doce meses y diez años que fueron masacrados y quemados con casa y todo,

fuera de los diez años que llevo deambulando sin poderme estabilizar a trabajar tranquilo

debido a la continua persecución tan injusta. Total que me pregunto: ¿Si tendré derecho a

un préstamo para poderme reorganizar a trabajar? O el derecho lo tendrán quienes me han

perseguido?. Sin embargo yo espero que la opinión pública dé su fallo y estoy dispuesto a
231

sufrir resignadamente lo que mejor le convenga a Colombia para bien de toda la

comunidad…”

Roberto González Prieto, “Pedro Brincos”, junto con Ricardo Otero y otros, organizó

el llamado “Ejército Revolucionario de Colombia (E.R.C.) en 1961, del que se trascribe su

Manifiesto publicado en el periódico “Cordillera Central”:

“Cordillera Central, julio de 1963. De nuevo comenzamos a observar en nuestros

campos y ciudades las frecuentes incursiones de los politiqueros de todos los pelajes

prometiéndole a los campesinos y a todo el pueblo “el cielo y la tierra” para llevarlo como

cabras al abrevadero a las elecciones con el fin de legalizar en el totalitario parlamento la

explotación, el hambre, la penetración de ejércitos mercenarios dirigidos por misiones

norteamericanas y el saqueo de nuestros recursos naturales como el petróleo, el platino,

etc., por parte de compañías norteamericanas. Los campesinos y todo nuestro pueblo debe

entender que las vías pacíficas para lograr la toma del poder político no dejan de ser

ilusiones. Los ricos están sólidamente unidos en el Frente Nacional al cual están

vinculados por el privilegio de los llamados disidentes de “izquierda”, además, los

hacendados de todos los partidos se encuentran organizados en grandes asociaciones: de

agricultores, cafeteros, arroceros, cañeros, etc., y de igual manera los grandes industriales y

comerciantes. Mientras las minorías ricas acumulan y malgastan la riqueza, los campesinos

sienten cómo su jornal sólo les alcanza para toamrse con su familia el agua dulce, ya que el

salario percibido por el jornalero y el arrendatario sólo les alcanza para adquirir el atado de

panela, a la vez, los medianos y pequeños finqueros van aceleradamente hacia la ruina,

especialmente los finqueros cafeteros cuya producción se ha desalentado y el valor de este

producto por consiguiente ha disminuido pero sus deudas se han aumentado. Así, el gran
232

hacendado ha acaparado la mayor parte de las tierras laborales a costa de la violencia y

ruina de los medianos y pequeños propietarios. Los campesinos y todo nuestro pueblo ha

sentido en sus hogares el peso de la ininterrumpida elevación del precio del azúcar, la

manteca y de todos los artículos de consumo popular debido a que los ricos especulan

almacenándolo, elevando sus precios, devaluando nuestra moneda y obteniendo fabulosas

ganancias. Los ricos pueden defender sus privilegios por medio de los matones a sueldo:

las Fuerzas Armadas de represión las cuales masacran pacíficos e indefensos campesinos a

los que posteriormente califican de “bandoleros”. Lo mismo acontece en las ciudades

como le sucedió a los compañeros obreros del cemento en Santa Bárbara (Antioquia) o a

los pacíficos estudiantes en la capital durante los días 8 y 9 de junio. Todos esos hechos

nos indican claramente a seguir: Unidad y Organización para la Acción Armada!. Por esta

circunstancia los campesinos deben organizarse en su lugar de trabajo o en su vereda con

la colaboración de la Guerrilla Revolucionaria. Los obreros y empleados en su sindicato o

sus centros de trabajo. El estudiante de bachillerato y el universitario en sus facultades o en

sus consejos estudiantiles para prepararnos todos unidos a librar grandes acciones armadas

en las ciudades y en los campos, y a la vez, forjar el Frente de Liberación y las Fuerzas

Armadas de Liberación. Nuestra consigna es: ¡Elecciones no!. Insurección Armada si!. El

gobierno de los Ricos trata de amedrentar a los pacíficos campesinos haciendo ostentación

de sus armas modernas disponibles dizque para liquidar los focos guerrilleros

revolucionarios, y de otro lado, trata de penetrar con métodos modernos de engaño como la

acción psicológica y la acción civíco-militar. Creen combatirnos por medio de la

propaganda mentirosa y regalándole la pastilla al campesino o extrayéndole alguna pieza y

por supuesto el consejito de que nos delaten. Un gobierno carente de apoyo de la opinión

pública tiene que sostenerse con las armas y el engaño. Otro método ha sido el soborno de
233

la población campesina ofreciéndole grandes sumas de dinero por nuestro compañero

Roberto González y la liquidación de la Guerrilla Revolucionaria, este método ha sido

puesto en practica por el pelele gobernador del Tolima, Alfonso Jaramillo, sin ningún

resultado.

“Las Guerrillas Revolucionarias son imbatibles porque se apoyan en todo el pueblo y

encabezan su aspiración de acabar para siempre con este sistema de explotación y de

hambre.

Campesinos, obreros, estudiantes, profesionales, ¡Al Combate!.

Comando Guerrillero. Roberto González Prieto. Ricardo Otero H.”

El destino de Roberto González Prieto lo narraron así Sanchez y Meertens (1983):

“En cuanto a “Pedro Brincos”, acusado por el gobernador del Tolima y por la prensa

manizalita de ser el inspirador comunista de los guerrilleros del Tolima, hay que decir que

fue el primero de los tres jefes de cuadrilla en estudio sobre el cual se enfocó la

persecución militar. Fue abatido por unidades del Batallón Colombia en el sitio “La Isla”,

jurisdicción de Lérida, junto con un estudiante de economía de la Universidad Jorge Tadeo

Lozano, el 15 de septiembre de 1963.”.(op. cit.pag.151).

Bajo el gobierno de Alberto Lleras Camargo (1958-1962), también cabe recordar la

figura de Medardo Trejos, alias “Capitán Venganza”, de quien se trascribe el relato que

hacen Sanchez y Meertens (1983):


234

“En el occidente de Caldas, los municipios de Quinchía, Riosucio, apía y Santuario se

destacaban por su larga tradición de enfrentamientos interpartidistas. Especialmente en

aquellas poblaciones donde las fuerzas liberales y conservadoras se encontraban en un

relativo equilibrio, la Violencia se había originado mucho antes del 9 de abril de 1948,

continuándose sin interrupción hasta los años cincuenta, no obstante varios intentos de

pactar la paz, emprendidos por los jefes políticos locales. Ya en 1947 se estaban presentado

fenómenos que en otras partes no surgirián sino después del 9 de abril: Organización de

Bandas Armadas ( en Apía, por ejemplo, los conservadores tenián un grupo llamado “los

Bejucos”) y éxodo de familias campesinas. Todavía a mediados de los años cincuenta, la

policía emprendía la ejecución de su propia violencia, como la sufrida por la población de

Irra, un pequeño caserio en cercanías del río Cauca :

“Puede recordarse la escena en que los policías de Irra (Quinchía) en una manera de

rito, lanzaban los cadáveres a la corriente del río. Una vez ejecutados con fusil o revolver

los llevaba a un muro frente al río Cauca, donde en esa actualidad se construía una obra.

Eran colocados uno sobre otro, luego los arrojaban en el orden cronológico en que habían

sido depositados sobre el muro.

“Aparentemente, no se daban cuenta los criminales gendarmes de la maldad de sus

actos; parecía que se consideraban con derecho a hacerlo en virtud de su cargo oficial. Pero

al día siguiente desde muy temprano, buscaban a posibles testigos para entregarles un plan

de declaración en caso de tener que concurrir a oficinas de investigación. Los testigos

auténticos ya sabían qué les esperaba si no obedecían la voluntad de los feroces policiales:

el mismo tratamiento de aquellas víctimas que habían sido lanzadas al río.


235

“Eso explica que durante casi dos años, contados a partir del 8 de octubre de 1956,

ninguno de los vecinos de Irra y Tapias, ni aún los familiares de las víctimas se hubieran

atrevido a formular denuncia penal por los hechos de que trata este proceso.

“Lo ocurrido en el Cañón de Irra es sólo uno de los múltiples antecedentes políticos a

cuya retaliación alude el remoquete delmás famoso bandolero de la región: “Capitán

Venganza”. (….) La cuadrilla de “Venganza” mantenía en cambio, contactos estrechos con

otros grupos bandoleros y muy especialmente con el revolucionario “Pedro Brincos”, quien

en 1957 se había desplazado desde El Libano (Tolima) para organizar a los campesinos de

Quinchía. En efecto, el primer comando de la cuadrilla en el sitio Santa Helena estaba

dirigido por Pedro Brincos. Cuando éste abandonó la región, el “Capitán Venganza”

asumió el comando general con sede en Opirama. El contacto con Pedro Brincos y otros

militantes del MOEC dejó indudablemente una profunda huella en la orientación

independiente y social del bandolero, aunque no tanto en su filiación política: “Venganza”

siguió siendo liberal. Pero si bien no se conoce el alcance revolucionario de sus ideas

políticas, en materia de organización había logrado imprimir un sello de justicia social

dentro de los límites de su “república”. (…..)

“¿Quién era ese “Capitan Venganza”?. Más que un vengador, como sugiere su

remoquete, era un protector de los campesinos. Fue precisamente bajo el amparo brindado

por él y sus hombres que en 1958 los campesinos de la región de Irra se atrevieron a

denunciar las masacres cometidas por la policía, dos años después de los hechos y cuando

“Venganza” había logrado el nombramiento de un amigo político como inspector de

policía en Irra. El nombre de pila de “Venganza” era Medardo Trejos. Pero también se le
236

conocía con otros nombres y había cierta confusión en cuanto a su existencia real. Porque

“Venganza” era, primero que todo, un mito.

“Para el Gobierno, para la prensa conservadora y en general para los de afuera era el

mito del bandido cruel y además, “comunista”. Fue así como una misión de periodistas que

visitó a Quinchía en 1959 esperaba encontrar en primer lugar, un monstruo moral y en

segundo lugar un réprobo y un renegado de la sociedad colombiana que, como tal, carece

de cualquier tipo de influencia en la conciencia campesina, es decir, de popularidad, y cuyo

nombre en consecuencia despierta una instantánea vituperación donde quiera que se le

mencione.

“Para la población campesina era otro mito, un mito más cercano al típico bandolero

social, generoso y misterioso.

“La caracterización que de él dio el padre Tamayo, quien fuera coadjutor de la

parroquia de Quinchia, capta muy bien esa dimensión de “Venganza”, aunque termina con

las acusaciones oficiales que contra él se sostenían.

“Vengaza es igual a todos. Nada lo distingue y por esta razón por que Venganza es

como un hermano gemelo de cualquier indígena Quinchia, por esto es que nadie conoce a

“Venganza” ni nadie lo ha visto jamás. Hace cuatro meses que ya me vine a esta parroquia.

Los campesinos de la región me recibieron amablemente pero me dijeron, más o menos:

No, señor cura, nosotros lo respetamos mucho a sumerce pero aquí no necesitamos por el

momento autoridades civiles, eclesiásticas o militares. No nos hacen ninguna falta el

alcalde, ni el señor cura, ni el ejército, porque para eso tenemos a “Venganza”. Venganza

si nos respeta, nos defiende y nos quiere. De manera que Venganza había pasado de
237

indiecito rebelde de 22 años, a Institución agraria. Sin dejar vacantes para ninguna

competencia. Es un bandolero. Domina a base del terror. Tiene inclusive un campo de

concentración donde castiga con trabajos forzados a quienes rompen su ley. Venganza ha

promulgado su propio código penal, civil y fiscal; ha organizado un cuerpo de

recaudadores de impuestos. Las gentes le obedecen y temen denunciarlo ante la posibilidad

de quedarse sin su protección. (Tomado de la revista Semana del 2 de junio de 1959, pag

14).

“El mito de “Venganza” invadía, no sólo las instituciones políticas y eclesiásticas, sino

también la justicia. Se le atribuián decenas de asaltos y masacres, pero como declaró el

entonces gobernador de Caldas, ni había ni un expediente contra él. Inclusive las Fuerzas

Armadas cayeron víctimas de una redada, no violenta sino mitica. (…….)

“A pesar de la vinculación que “Venganza” tuvo con Pedro Brincos y con

profesionales de Pereira que más tarde ingresarían al MOEC, el bandolero siguió fiel al

partido liberal. En 1957 bajó al pueblo de Irra para votar el plebiscito por el Frente

Nacional. (…..)

“En el año de 1960, sin embargo, Venganza comprobó su existencia ante la opinión

pública. Salió de la clandestinidad y su nombre apareció en la lista de concejales del

partido liberal, en el municipio de Quinchia, ocupando el tercer renglón en ella.(….) Y

efectivamente ganó una curul en el consejo municipal, al parecer por el oficialismo liberal.

(………..).

“Del “Capitán Venganza” no se conoce más su historia, ni de su trabajo legal, ni de su

vida en el monte. Así como se ignora el origen social del popular bandolero, así también
238

quedan ocultos los propósitos finales de su doble actividad. Sólo se sabe que el 5 de junio

de 1961, a las seis de la tarde, sin ninguna compañía, “Venganza” tomó su última copa en

una cantina de Quinchia, a la cual había llegado a caballo. Allí lo sorprendio una patrulla

del ejército que le exigió rendición sin que “Venganza” opusiera resistencia alguna. Poco

después, en el camino, el jefe bandolero fue dado de baja, o tal vez más conforme a las

prácticas de la época, le fue aplicada la siniestra ley de fuga.

“En la prensa aparecieron contradictorias informaciones según las cuales, en la primera

versión, “Venganza” habría intentado fugarse; y en la segunda versión, la más arreglada,

del día siguiente, habría muerto en combate al enfrentarse su cuadrilla con una patrulla del

ejército.

“Pero el mito de “Capitán Venganza” no murió; nunca se convirtió completamente en

el anti-mito, inculcado por el gobierno y las Fuerzas Armadas en el caso de Chispas,

Desquite, Sangrenegra, cuyas cabezas, una vez caídas, eran exhibidas al pueblo para

horrorizar a las nuevas generaciones campesinas. En Quinchia, en cambio, sobrevivió el

recuerdo del bandolero social que era para los labradores de la región. (….) De hecho, lo

que se había iniciado con el Frente Nacional era una nueva etapa de la violencia…” (op.

Cit. Pag.177 y ss)

El declive, destino y derrota de algunos dirigentes guerrilleros liberales de los años

cincuentas lo relatanasíSánchez y Meertens (1983):

“Pedro brincos, (Roberto González Prieto) que había nacido en la vereda Caoralito

(Libano) el 11 de marzo de 1922 era ya a la muerte de Gaitán un hombre de experiencia,

incluso en el manejo de las armas, puesto que había prestado su servicio militar en el
239

Batallón Ayacucho de Manizales y de allí había pasado luego al Batallón Guardia

Presidencial (….)

“Pedro Brincos, además, no estaba negociando o estableciendo contactos a nombre

personal. Era un militante político y por lo tanto actuaba a nombre de su organización, - el

MOEC- que estaba propiciando desde meses atrás una reunión nacional con el

representante de todos los focos dispersos por la geografía nacional, sin un plan estratégico

y sin una coordinación centralizadora (…..) Pedro Brincos mostraba tener muchísimo más

clara motivación social en sus acciones; era, en realidad un revolucionario. En la segunda

mitad de 1961 había fundado en Turbo, al nordeste de Antioquia y lejos de su tierra, el

Ejército revolucionario de Colombia – E.R.C.-, una frustrada experiencia que fue en todo

caso el germen del promaoista Ejército Popular de Liberación (EPL) fundado en 1966.

Después de este fracaso en la zona de Urabá, se trasladó clandestinamente a Cuba en

donde, según Ramsey, fue recibido por Fidel Castro desde las columnas del periódico

Verde Olivo como un Héroe Revolucionario. Por todas estas razones, si en el curso de 1962

el centro de atención de los debates parlamentarios sobre el orden público era el terror que

ejercía “Sangrenegra”, a partir de 1963 sería el peligro que representaba “Pedro Brincos”.

“En cuanto a “Pedro Brincos”, acusado por el gobernador del Tolima y por la prensa

manizalita de ser el inspirador comunista de los guerrilleros del Tolima, hay que decir que

fue el primero de los tres jefes de cuadrilla en estudio sobre el cual se enfocó al persecución

militar. Fue abatido por unidades del Batallón Colombia, en el sitio “La Isla”, jurisdicción

de Lerida, junto con un estudiante de economía de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, el

15 de septiembre de 1963……”
240

Continúa el relato de Gonzalo Sánchez:

“Así fue localizado “Desquite”, por información de un civil seguida de la actuación de

una patrulla combinada de ejército y policía, el 17 de marzo de 1964 en la finca “El Perú”,

vereda “Rosacruz”, corregimiento de Junín, municipio de Venadillo. (……).

“Sangrenegra”, por su parte, herido en la emboscada que el ejército le había tendido el 25

de enero de 1964, huyó de la zona del Líbano para burlar el cerco militar, con rumbo al

municipio de El Cairo, su tierra de adolescencia….” (op. cit. pag. 118 y ss).

Por su parte, Efraín González Téllez, quien nació el 30 de octubre de 1933, fue

asesinado por el ejército colombiano el 9 de junio de 1965, bajo el gobierno de Guillermo

León Valencia.

El 9 de junio de 1965, informes de inteligencia ubicaron a Efraín González en la

vivienda de la viuda de un suboficial del Ejército, en el barrio San José, de Bogotá. Al

mando del capitán Alirio Rangel Arévalo, se movilizó una tropa de más de 200 soldados de

la Brigada de Institutos militares (BIM) para darle cacería. Se rodeó el sector, mientras una

comisión al mando del mayor Vargas y el sargento Rubio quedó a cargo del allanamiento.

Sobre las 1:30 de la tarde, 4 militares y un agente ingresaron a la casa de la familia Pinilla

para ejecutar una primera inspección. Descubierto, el guerrillero abrió fuego y mato al

detective, José Quirama. El resto de la patrulla retrocedió a la calle, mientras el teniente

Harold Bedoya, quedaba atrapado al interior de la edificación enfrentándose por espacio de

una hora al denominado “bandolero” .

El Coronel José Joaquín Matallana, comandante de la BIM, había tomado el mando de

la operación, y cerca de 1000 soldados adicionales habían cubierto el perímetro. Más de


241

7000 cartuchos y 200 balas de un cañón antiaéreo fueron disparadas contra la improvisada

trinchera del guerrillero que comenzó como un “pájaro” al servicio del conservatismo y por

su experiencia personal fue cambiando sus ideas hacia el liberalismo, primero y hacia el

socialismo después.

Sobre las 6:30 de la tarde, un grupo de gaseadores de la Policía militar lanzaron gases

lacrimógenos al interior de la casa para hacer salir a Efraín González. Este, aprovecho el

caos para escapar de la edificación armado con un revólver 38 largo; avanzo hacia el

potrero que había frente al barrio Quiroga, para desde allí alcanzar la muchedumbre que

observaba el operativo y fundirse entre la multitud. Pero su presencia fue notada por los

uniformados que custodiaban el perímetro. González empezó a disparar con su revolver

sobre los soldados, y el policía militar José Bejarano, abrió fuego impactándole tres veces;

uno de los tiros, mortal, le dio en la quijada. Eran los 8:05 minutos de la noche. A ese

combate de siete horas y media, de mil soldados, tanques, cañones, gases lacrimógenos,

contra un solo colombiano, el diario El Tiempo lo calificó como “una acción valiente,

dedicada y eficiente de las fuerzas armadas”, que salvo la democracia colombiana.

El mandato de Guillermo León Valencia, (1962-1966) segundo presidente del Frente

Nacional, marcó por su agresividad represiva un viraje definitivo que empeoró una

violencia que iría a extenderse a lo largo de más de cincuenta años (1962-2016). Y la

fatídica profecía se vuelve a repetir: Y Ríos de Sangre inundaron el suelo Colombiano….

En 1963, los mismos Anales del Congreso publicaron un Manifiesto del Frente de

Liberación Nacional, firmado por Pedro Brincos y Ricardo Otero, el cual se trascribe

tomado, se repite, de Anales del Congreso, del 22 de junio de 1963, página 1439 y dice así:
242

“Nuestra guerrilla agrupa en un solo frente de lucha a todas las organizaciones, como

las ligas campesinas, sindicatos de obreros y empleados, que luchen por liberar a nuestro

pueblo colombiano, campesinos, obreros, estudiantes y profesionales, sin tener en cuenta su

color político, sexo o religión. Entendemos que los trabajadores sólo podrán probar el poder

político tirando la gran muralla contra la cual siempre se han estrellado: las Fuerzas

Armadas de represión; este objetivo se logrará constituyendo el ejército nacional de

liberación, cuyas formas más simples son las guerrillas revolucionarias, las cuales

colaborarán en estrecha relación de los trabajadores de las ciudades; de otra manera,

seguiremos dando golpes de ciego, porque el ejército de liberación no lo podemos formar

en las ciudades, sino en nuestros campos, así se aferren los dogmáticos a sostener lo

contrario.

“Esta tesis la sostenemos teniendo en cuenta las condiciones de nuestro país, como son

su bajo desarrollo industrial, su clase obrera dividida por medio de las centrales obreras,

CTC y UTC, cuya dirección está en manos de corrompidos dirigentes y asesoradas por

representantes sindicales de la Embajada de los Estados Unidos; además de la feroz

persecución policial.

“En cambio, la mayor parte de nuestra población está localizada en los campos,

sufriendo la más inhumana explotación y siendo las más hambreadas. Al mismo tiempo

nuestros campesinos son los más entrenados y experimentados durante estos últimos 15

años de violencia, provocada a través de los directorios políticos liberales y conservadores.

“Las guerrillas revolucionarias crearán las condiciones para que surja la organización y

dirección de nuestra revolución, constituyéndose en la vanguardia armada más consciente.


243

Entonces la tarea más urgente es organizar a nuestros campesinos, lo cual será un trabajo

muy duro y paciente y sólo podrá realizarse con la ayuda de los fusiles. Esta no es una

actitud guerrillerista sino una interpretación de la realidad.

“Por medio de la organización adquieren nuestros campesinos conocimientos políticos

y generales para que vayan liquidando las luchas de carácter partidista y se unan para

resistir beligerantemente a su peor enemigo, el rico hacendado.

“Podrán vigilar mejor sus veredas de la infiltración de espías y comprenderán

totalmente las maniobras de engaño emprendidas por el gobierno a través de las brigadas

cívico-militares y de las juntas de acción comunal.

“La organización compenetrará a todos los campesinos y su familia con los guerrilleros

revolucionarios, pues estos respetarán y harán respetar sus propiedades, esposas e hijos y

sus vidas, pero procederán sin contemplaciones con los sapos o chivatos o aquellos que

levanten calumnias contra la guerrilla revolucionaria, porque sus bases de operaciones

deben quedar libres de obstáculos para la lucha armada.

“La violencia iniciada por los gobiernos de Ospina Perez, Laureano Gómez, Urdaneta

y Rojas Pinilla, bajo la consigna de sangre y fuego y tierra arrasada, arruinó a centenares y

miles de campesinos. Al abandonar éstos sus propiedades o venderlas por debajo del valor

catastral, los ricos se hicieron más ricos y otros se enriquecieron.

“Este período dejó muchas viudas y huerfános, muchos de los cuales se alzaron en

armas y se vincularon a grupos carentes de organización u orientación, lo que muchas veces

los lleva a cometer actos indebidos, unas veces por el deseo de venganza, otras veces por la
244

desesperación. Por último, la violencia originó en muchos campesinos malas costumbres,

como las de invitar a los guerrilleros revolucionarios al pillaje, lo cual no es correcto”.

Esta Guerra Civil que continua desde 1930 hasta 1964, dejando decenas de millares de

muertos, no tiene trascendencia ni conocimiento fuera del país, desconociendo

completamente todo el Derecho Internacional Humanitario y de los Derechos Humanos que

se proclamó y comenzó a practicarse después de la Segunda Guerra Mundial (1945-1949)

en los cuatro Convenios de Ginebra. Nadie denuncio –ni dentro ni fuera del país- que se

estaban violando esta normatividad internacional ni menos señalando que aquí se estaban

cometiendo toda clase de Crímenes de Guerra y Crímenes de Lesa Humanidad, de

masacres, magnicidios y genocidios: para esta Guerra Colombiana no había reconocimiento

internacional: no había leyes.

El 12 de agosto de 1949, es aprobado el Protocolo Adicional II a los convenios de

Ginebra relativo a los conflictos armados internos, cuyo texto completo es indispensable

conocer para establecer cómo desde entonces, antes, después y hoy, se ha violado en

Colombia esta normatividad internacional dentro de la guerra civil:

“Protocolo Adicional II a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a

la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional.

“Preámbulo.

“Las Altas Partes contratantes, recordando que los principios humanitarios refrendados

por el artículo 3 común a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 constituyen el

fundamento del respeto a la persona humana en caso de conflicto armado sin carácter

internacional; recordando así mismo, que los instrumentos internacionales relativos a los
245

derechos humanos ofrecen a la persona humana una protección fundamental; subrayando la

necesidad de garantizar una mejor protección a las víctimas de tales conflictos armados;

recordando que, en los casos no previstos por el derecho vigente, la persona humana queda

bajo la salvaguardia de los principios de humanidad y de las exigencias de la conciencia

pública, Convienen en lo siguiente:

“Título I. Ámbito del presente Protocolo.

“Artículo 1. Ámbito de aplicación material. El presente Protocolo, que desarrolla y

completa el artículo 3 común a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, sin

modificar sus actuales condiciones de aplicación, se aplicará a todos los conflictos armados

que no estén cubiertos por el artículo 1° del Protocolo Adicional a los Convenios de

Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos

armados internacionales (Protocolo I) y que se desarrollen en el territorio de una Alta Parte

Contratante entre sus fuerzas armadas y fuerzas armadas disidentes o grupos armados

organizados que, bajo la dirección de un mando responsable, ejerzan sobre una parte de

dicho territorio un control tal que les permita realizar operaciones militares sostenidas y

concertadas y aplicar el presente Protocolo.

“El presente Protocolo no se aplicará a las situaciones de tensiones internas y de

disturbios interiores, tales como los motines, los actos esporádicos y aislados de violencia y

otros actos análogos que no son conflictos armados.

“Artículo 2. Ámbito de aplicación personal. 1. El presente Protocolo se aplicará sin

ninguna distinción de carácter desfavorable por motivos de raza, color, sexo, idioma,

religión o creencia, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, fortuna,
246

nacimiento u otra condición o cualquier otro criterio análogo (denominada en adelante,

“distinción de carácter desfavorable”), a todas las personas afectadas por un conflicto

armado en el sentido del artículo 1°.

“2. Al fin del conflicto armado, todas las personas que hayan sido objeto de una

privación o de una restricción de libertad por motivos relacionados con aquél, así como las

que fuesen objeto de tales medidas después del conflicto por los mismos motivos, gozarán

de la protección prevista en los artículos 5 y 6 hasta el término de esa privación o

restricción de libertad.

“Artículo 3. No intervención. 1. No podrá invocarse disposición alguna del presente

Protocolo con objeto de menoscabar la soberanía de un estado o la responsabilidad que

incumbe al gobierno de mantener o restablecer la ley y el orden en el estado o de defender

la unidad nacional y la integridad territorial del estado por todos los medios legítimos.

“2. No podrá invocarse disposición alguna del presente Protocolo como justificación

para intervenir, directa o indirectamente, sea cual fuere la razón, en el conflicto armado o

en los asuntos internos o externos de la Alta Parte Contratante en cuyo territorio tenga lugar

ese conflicto.

“Título II. Trato Humano.

“Artículo 4. Garantías Fundamentales. 1. Todas las personas que no participen en las

hostilidades, o que hayan dejado de participar en ellas, estén o no privadas de libertad, tiene

derecho a que se respeten su persona, su honor, sus convicciones y sus prácticas religiosas.

Serán tratadas con humanidad en toda circunstancia, sin ninguna distinción de carácter

desfavorable. Queda prohibido ordenar que no haya supervivientes.


247

“2. Sin perjuicio del carácter genera de las disposiciones que preceden, están y

quedarán prohibidos en todo tiempo y lugar con respecto a las personas a que se refiere el

párrafo 1:

a) Los atentados contra la vida, la salud y la integridad física o mental de las personas,

en particular el homicidio y los tratos crueles tales como la tortura y las

mutilaciones o toda forma de pena corporal;

b) Los castigos colectivos;

c) La toma de rehenes;

d) Los actos de terrorismo;

e) Los atentados contra la dignidad personal, en especial los tratos humillantes y

degradantes, la violación, la prostitución forzada y cualquier forma de atentado al

pudor;

f) La esclavitud y la trata de esclavos en todas sus formas;

g) El pillaje;

h) Las amenazas de realizar los actos mencionados.

3. Se proporcionarán a los niños los cuidados y la ayuda que necesiten y, en particular:

a) Recibirán una educación, incluida educación religiosa o moral, conforme a los deseos

de los padres o, a falta de éstos, de las personas que tengan la guarda de ellos;

b) se tomarán las medidas oportunas para facilitar la reunión de las familias

temporalmente separadas;

c) los niños menores de 15 años no serán reclutados en las fuerzas o grupos armados y no

se permitirá que participen en las hostilidades;


248

d) la protección especial prevista en este artículo para los niños menores de 15 años

seguirá aplicándose a ellos sí, no obstante las disposiciones del apartado c) han participado

directamente en las hostilidades y han sido capturados;

e) se tomarán medidas, si procede, y siempre que sea posible con el consentimiento de

los padres o de las personas que, en virtud de la ley o la costumbre, tengan en primer lugar

la guarda de ellos, para trasladar temporalmente a los niños de la zona en que tengan lugar

las hostilidades a una zona del país más segura y para que vayan acompañados de personas

que velen por su seguridad y bienestar.

“Artículo 5. Personas privadas de libertad. 1.Además de las disposiciones del artículo 4

se respetarán, como mínimo, en lo que se refiere a las personas privadas de libertad por

motivos relacionados con el conflicto armado, ya estén internadas o detenidas, las

siguientes disposiciones:

a) Los heridos y enfermos serán tratados de conformidad con el artículo 7;

b) Las personas a que se refiere el presente párrafo recibirán, en la misma medida que

la población local, alimentos y agua potable y disfrutarán de garantías de salubridad

e higiene y de protección contra los rigores del clima y los peligros del conflicto

armado;

c) Serán autorizadas a recibir socorros individuales o colectivos;

d) Podrán practicar su religión y, cuando así lo soliciten y proceda, recibir la asistencia

espiritual de personas que ejerzan funciones religiosas, tales como los capellanes;

e) En caso de que deban trabajar, gozarán de condiciones de trabajo y garantías

análogas a aquellas de que disfrute la población civil local.


249

“2. En la medida de sus posibilidades, los responsables del internamiento o la detención

de las personas a que se refiere el párrafo 1 respetarán también, dentro de los límites de su

competencia, las disposiciones siguientes relativas a esas personas:

a) Salvo cuando hombres y mujeres de una misma familia sean alojados en común, las

mujeres estarán custodiadas en locales distintos de los destinados a los hombres y se

hallaran bajo la vigilancia inmediata de mujeres;

b) Dichas personas serán autorizadas para enviar y recibir cartas y tarjetas postales, sin

bien su número podrá ser limitado por la autoridad competente si lo considera

necesario;

c) Los lugares de internamiento y detención no deberán situarse en la proximidad de la

zona de combate. Las personas a que se refiere el párrafo 1 serán evacuadas cuando

los lugares de internamiento o detención queden particularmente expuestos a los

peligros resultantes del conflicto armado, siempre que su evacuación pueda

efectuarse en condiciones suficientes de seguridad;

d) Dichas personas serán objeto de exámenes médicos;

e) No se pondrán en peligro su salud ni su integridad física o mental, mediante

ninguna acción u omisión injustificadas. Por consiguiente, se prohíbe someter a las

personas a que se refiere el presente artículo a cualquier intervención médica que no

esté indicada por su estado de salud y que no esté de acuerdo con las normas

médicas generalmente reconocidas que se aplicarían en análogas circunstancias

médicas a las personas no privadas de libertad.

3. Las personas que no estén comprendidas en las disposiciones del párrafo 1 pero cuya

libertad se encuentre restringida, en cualquier forma que sea, por motivos relacionados con
250

el conflicto armado, serán tratadas humanamente conforme a lo dispuesto en el artículo 4 y

en los párrafos 1 a), c) y d) y 2 b) del presente artículo.

“4. Si se decide liberar a personas que estén privadas de libertad, quienes lo decidan

deberán tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de tales personas.

“Artículo 6. Diligencias Penales. 1. El presente artículo se aplicará al enjuiciamiento y

a la sanción de infracciones penales cometidas en relación con el conflicto armado.

“2.No se impondrá condena ni se ejecutará pena alguna respecto de una persona

declarada culpable de una infracción, sino en virtud de sentencia de un tribunal que ofrezca

las garantías esenciales de independencia e imparcialidad. En particular:

a) El procedimiento dispondrá que el acusado sea informado sin demora delos detalles

de la infracción que se le atribuya y garantizará al acusado, en las actuaciones que

precedan al juicio y en el curso de éste, todos los derechos y medios de defensa

necesarios;

b) Nadie podrá ser condenado por una infracción si no es sobre la base de su

responsabilidad penal individual;

c) Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no

fueran delictivos según el derecho; tampoco se impondrá pena más grave que la

aplicable en el momento de cometerse la infracción; si, con posterioridad a la

comisión de la infracción, la ley dispusiera la imposición de una pena más leve, el

delincuente se beneficiará de ello;

d) Toda persona acusada de una infracción se presumirá inocente mientras no se

pruebe su culpabilidad conforme a la ley;


251

e) Toda persona acusada de una infracción tendrá derecho a hallarse presente al ser

juzgada;

f) Nadie podrá ser obligado a declarar contra sí mismo ni a confesarse culpable.

“3. Toda persona condenada será informada, en el momento de su condena, de sus

derechos a interponer recurso judicial y de otro tipo, así como de los plazos para ejercer

esos derechos.

“4. No se dictará pena de muerte contra las personas que tuvieren menos de 18 años de

edad en el momento de la infracción ni se ejecutará en las mujeres encinta ni en las madres

de niños de corta edad.

“5.A la cesación de las hostilidades, las autoridades en el poder procurarán conceder la

amnistía más amplia posible a las personas que hayan tomado parte en el conflicto armado

o que se encuentren privadas de libertad, internadas o detenidas por motivos relacionados

con el conflicto armado.

“Título III. Heridos, Enfermos y Náufragos. Artículo 7.- 1. Todos los heridos,

enfermos y náufragos, hayan o no tomado parte en el conflicto armado, serán respetados y

protegidos. 2. En toda circunstancia serán tratados humanamente y recibirán, en toda la

medida de lo posible y en el plazo más breve, los cuidados médicos que exija su estado. No

se hará entre ellos distinción alguna que no esté basada en criterios médicos.

“Artículo 8. Búsqueda. Siempre que las circunstancias lo permitan, y en particular

después de un combate, se tomarán sin demora todas las medidas posibles para buscar y

recoger a los heridos, enfermos y náufragos a fin de protegerlos contra el pillaje y los malos
252

tratos y asegurarles la asistencia necesaria, y para buscar a los muertos, impedir que sean

despojados y dar destino decoroso a sus restos.

“Artículo 9. Protección del personal sanitario y religioso. 1. El personal sanitario y

religioso será respetado y protegido. Se le proporcionará toda la ayuda disponible para el

desempeño de sus funciones y no se le obligará a realizar tareas que no sean compatibles

con su misión humanitaria. 2. No se podrá exigir que el personal sanitario, en el

cumplimiento de su misión, dé prioridad al tratamiento de personas alguna salvo por

razones de orden médico.

“Artículo 10. Protección general a la misión médica. 1. No se castigará a nadie por

haber ejercido una actividad médica conforme con la deontología, cualesquiera que

hubieren sido las circunstancias o los beneficios de dicha actividad.

“2.No se podrá obligar a las personas que ejerzan una actividad médica a realizar actos

ni a efectuar trabajos contrarios a la deontología u otras normas médicas destinadas a

proteger a los heridos y a los enfermos o a las disposiciones del presente Protocolo, ni a

abstenerse de realizar actos exigidos por dichas normas o disposiciones.

“3.A reserva de lo dispuesto en la legislación nacional, se respetarán las obligaciones

profesionales de las personas que ejerzan una actividad médica, en cuanto a la información

que puedan adquirir sobre los heridos y los enfermos por ellas asistidos.

“4.A reserva de lo dispuesto en la legislación nacional, la persona que ejerza una

actividad médica no podrá ser sancionada de modo alguno por el hecho de no proporcionar

o de negarse a proporcionar información sobre los heridos y los enfermos a quienes asista o

haya asistido.
253

“Artículo 11. Protección de unidades y medios de trasporte sanitarios. 1. Las unidades

sanitarias y los medios de transporte sanitarios serán respetados y protegidos en todo

momento y no serán objeto de ataques. 2. La protección debida a las unidades y a los

medios de transporte sanitarios solamente podrá cesar cuando se haga uso de ellos con

objeto de realizar actos hostiles al margen de sus tareas humanitarias. Sin embargo, la

protección cesará únicamente después de una intimación que, habiendo fijado cuando

proceda un plazo razonable, no surta efectos.

“Artículo 12. Signo distintivo. Bajo la dirección de la autoridad competente de que

trate, el signo distintivo de la cruz roja, de la media luna roja o del león y sol rojos sobre

fondo blanco será ostentado tanto por el personal sanitario y religioso como por las

unidades y los medios de transporte sanitarios. Dicho signo deberá respetarse en toda

circunstancia. No deberá ser utilizado indebidamente.

“Título IV. Población Civil.

“Artículo 13. Protección de la población civil. 1. La población civil y las personas

civiles gozarán de protección general contra los peligros procedentes de operaciones

militares. Para hacer efectiva esta protección, se observarán en todas las circunstancias las

normas siguientes:

“2.No serán objeto de ataque la población civil como tal, ni las personas civiles. Quedan

prohibidos los actos o amenazas de violencia cuya finalidad principal sea aterrorizar a la

población civil.

“3.Las personas civiles gozarán de la protección que confiere este título, salvo si

participan directamente en las hostilidades y mientras dure tal participación.


254

“Artículo 14. Protección de los bienes indispensables para la supervivencia de la

población civil. Queda prohibido, como método de combate, hacer padecer hambre a las

personas civiles. En consecuencia, se prohíbe atacar, destruir, sustraer o inutilizar con ese

fin los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil, tales como los

artículos alimenticios y las zonas agrícolas que los producen, las cosechas, el ganado, las

instalaciones y reservas de agua potable y las obras de riego.

“Artículo 15.Protección de las obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas.

Las obras o instalaciones que contienen fuerzas peligrosas, a saber: las presas, los diques y

las centrales nucleares de energía eléctrica, no serán objeto de ataques, aunque sean

objetivos militares, cuando tales ataques puedan producir la liberación de aquellas fuerzas y

causar, en consecuencia, pérdidas importantes en la población civil.

“Artículo 16. Protección de los bienes culturales y de los lugares de culto. Sin perjuicio

de las disposiciones de la Convención de La Haya del 14 de mayo de 1954 para la

Protección de los Bienes Culturales en caso de conflicto armado, queda prohibido cometer

actos de hostilidad dirigidos contra los monumentos históricos, las obras de arte o los

lugares de culto que constituyen el patrimonio cultural o espiritual de los pueblos y

utilizarlos en apoyo del esfuerzo militar.

“Artículo 17. Prohibición de los desplazamientos forzados. 1. No se podrá ordenar el

desplazamiento de la población civil por razones relacionadas con el conflicto, a no ser que

así lo exijan la seguridad de las personas civiles o razones militares imperiosas. Si tal

desplazamiento tuviera que efectuarse, se tomarán todas las medidas posibles para que la
255

población civil sea acogida en condiciones satisfactorias de alojamiento, salubridad,

higiene, seguridad y alimentación.

“2. No se podrá forzar a las personas civiles a abandonar su propio territorio por

razones relacionadas con el conflicto.

“Artículo 18. Sociedades de socorro y acciones de socorro. 1. Las sociedades de

socorro establecidas en el territorio de la Alta Parte Contratante, tales como las

organizaciones de la Cruz Roja (Media Luna Roja, León y sol Rojos), podrán ofrecer sus

servicios para el desempeño de sus funciones tradicionales en relación con las víctimas del

conflicto armado. La población civil puede, incluso por propia iniciativa, ofrecerse para

recoger y cuidar los heridos, enfermos y náufragos.

“2. Cuando la población civil esté padeciendo privaciones extremadas por la falta de

abastecimientos indispensables para su supervivencia, tales como víveres y suministros

sanitarios, se emprenderán, con el consentimiento de la Alta Parte Contratante interesada,

acciones de socorro en favor de la población civil, de carácter exclusivamente humanitario

e imparcial y realizadas sin distinción alguna de carácter desfavorable.

“Título V. Disposiciones Finales.

“Artículo 19. Difusión. El presente Protocolo deberá difundirse lo más ampliamente

posible.

“Artículo 20. Firma. El presente Protocolo quedará abierto a la firma de las Partes en

los Convenios seis meses después de la firma del Acta Final y seguirá abierto durante un

período de doce meses.


256

“Artículo 21. Ratificación. El presente Protocolo será ratificado lo antes posible. Los

instrumentos de ratificación se depositarán en poder del Consejo Federal Suizo, depositario

de los convenios.

“Artículo 22. Adhesión. El presente Protocolo quedará abierto a la adhesión de toda

Parte en los Convenios no signataria de este protocolo. Los instrumentos de adhesión se

depositarán en poder del depositario.

“Artículo 23. Entrada en vigor. El presente Protocolo entrará en vigor seis meses

después de que se hayan depositado dos instrumentos de ratificación o de adhesión. Para

cada parte en los Convenios que lo ratifiquen o que a él se adhiera ulteriormente, el

presente Protocolo entrará en vigor seis meses después de que dicha Parte haya depositado

su instrumento de ratificación o de adhesión.

“Artículo 24. Enmiendas. Toda Alta Parte Contratante podrá proponer una o varias

enmiendas al presente Protocolo. El texto de cualquier enmienda propuesta se comunicará

al depositario, el cual, tras celebrar consultas con todas las altas partes contratantes y con el

Comité Internacional de la Cruz Roja, decidirá si conviene convocar una conferencia para

examinar la enmienda propuesta. El depositario invitará a esa conferencia a las altas partes

contratantes y a las partes en los Convenios, sean o no signatarias del presente Protocolo.

“Artículo 25. Denuncia. 1. En el caso de que una Alta Parte Contratante denuncie el

presente Protocolo, la denuncia solo surtirá efecto seis meses después de haberse recibido

el instrumento de denuncia. No obstante, si al expirar los seis meses la parte denunciante se

halla en la situación prevista en el artículo 1, la denuncia no surtirá efecto antes del fin del

conflicto armado. Las personas que hayan sido objeto de una privación o de una restricción
257

de libertad por motivos relacionados con ese conflicto seguirán no obstante beneficiándose

de las disposiciones del presente Protocolo hasta su liberación definitiva. 2. La denuncia se

notificará por escrito al depositario. Este último la comunicará a todas las altas partes

contratantes.

“Artículo 26. Notificaciones. El depositario informará a las altas partes contratantes y a

las partes en los convenios, sean o no signatarios del presente Protocolo, sobre:

“a) las firmas del presente Protocolo y el depósito de los instrumentos de ratificación y

de adhesión, de conformidad con los artículo 21 y 22;

b) la fecha en que el presente Protocolo entre en vigor, de conformidad con el artículo

24.

“Artículo 27. Registro. 1. Una vez haya entrado en vigor el presente Protocolo, el

depositario lo transmitirá a la Secretaría de las Naciones Unidas con objeto de que proceda

a su registro y publicación, de conformidad con el artículo 102 de la Carta de las Naciones

unidas. 2. El depositario informará igualmente a la Secretaria de las Naciones Unidas de

todas las ratificaciones y adhesiones que reciba en relación con el presente Protocolo.

“Artículo 28. Textos auténticos. El original del presente Protocolo, cuyos textos árabe,

chino, español, francés, inglés y ruso son igualmente auténticos, se depositará en poder del

depositario, el cual enviará copias certificadas conformes a todas las partes en los

convenios.”.

Absolutamente todos los crímenes y violaciones al Derecho Internacional Humanitario,

a los Derechos Humanos y al transcrito Protocolo Adicional II a los Convenios de Ginebra


258

–día tras día- se desconocieron y violaron en todo el territorio nacional sin que nadie lo

denunciara, permaneciendo aùn impunes…..

Todos los días y noches se venían cometiendo toda clase de crímenes de guerra, de lesa

humanidad, crímenes de Estado, masacres, genocidios, homicidios, torturas,

desapariciones, desplazamientos, sin que nadie dijera nada…………….

Y es que en esos “viejos tiempos” (1930-1948-1964), aquí en Colombia nadie conocía

esa legislación internacional. Sólo hasta después de la Constitución Política de 1991 y de

1998, con la promulgación del Estatuto de Roma y la creación de la Corte Penal

Internacional, se comenzó a hablar en el país del tema y las universidades empezaron a

dictar cátedras de Derechos humanos y Derecho Internacional humanitario.

Debe recordarse que el Estado Colombiano es parte de los siguientes instrumentos: los

cuatro Convenios de Ginebra de 1949, adoptados mediante la Ley 5 de 1960, lo que

significa que desde 1960 se debieron estar observando estos convenios; el Protocolo

Adicional I de 1977, adoptado por la comisión legislativa el 4 de septiembre de 1991; el

Protocolo Adicional II de 1977, ratificado mediante la Ley 171 de 1994: ninguno de los

cuales se ha aplicado ni respetado en Colombia.

Para cerrar este oscuro capítulo de la violencia en Colombia – el de la guerra civil entre

1948 hasta 1964- escojo “como muestra un botón” al azar, el correspondiente a la vida y

muerte de un campesino víctima de la violencia del estado, obligado a convertirse en

“bandolero liberal”, Jacinto Cruz Usma, apodado por la prensa tradicional burguesa, como

“Sangre negra”:
259

Jacinto Cruz Usma nació en Santa Isabel (Tolima), el 1° de julio de 1932, hijo legítimo

de Telmo Cruz y María Jesús Usma; estudio hasta segundo año de primaria. Se dice que

provenía de una familia conservadora. En Venadillo (Tolima) vio asesinar a dos primos,

jurando vengarse de los bandidos que lo hicieron. Un incidente al parecer circunstancial,

ocurrido en 1951, cambio el curso de su destino: a la salida de una cantina de El Cairo,

asesinó a sangre fría al señor Manuel Hoyos, quien era hijo de un dirigente conservador,

emprendiendo la fuga. Se unió a una cuadrilla de 15 bandoleros en 1960 y para ese

entonces ya era acusado por el ejército y la justicia de haber cometido 223 asesinatos, en el

departamento del Tolima.

Jacinto Cruz Usma se volvió liberal, comenzando su actividad violenta luchando en

nombre y defensa del partido liberal; en El Cairo, en 1964, se presentó como el jefe de las

guerrillas liberales, al mando de 200 hombres; luego de la amnistía de Rojas Pinilla y la

entrega de las guerrillas liberales en casi todo el país, se afilia y lucha en defensa del

Movimiento Revolucionario Liberal (MRL) utilizado por Alfonso López Michelsen para

sus fines políticos y económicos; al descubrir el engaño y traición de López Michelsen,

luchó por el FUAR (Frente Unido de Acción Revolucionaria) y finalmente combatió en

favor del partido comunista.

El más sonado crimen endilgado a alias Sangre negra es la masacre de Totarito y Las

Damas, cometido el 20 de septiembre de 1963, donde dio muerte a 28 personas. El motivo

de la masacre tiene origen en la venganza preparada por Belisario y Francisco Salinas

Aguilar, a su vez tras la masacre cometida en El Placer a finales de 1959, donde los Pájaros

conservadores, comandados por José Vicente Yate, alias “Cabo yate”; Leónidas Millán
260

Espitia alias, Pájaro Azul y Miguel Antonio Arévalo, alias, Marrullas, masacraron a 28

personas liberales en defensa del régimen burgués de Alberto Lleras Camargo.

Este crimen es documentado en el proceso judicial seguido contra alias Sangre negra

por el Juzgado 338 de Instrucción Criminal de Ibagué (folios 151-152) en esta forma: “Los

muertos de las veredas de Totalito y Las damas fueron veintiocho, número igual al de las

víctimas de los abominables hechos de El Bosque en donde en los últimos días de

diciembre de 1959, perdieron la vida la esposa de Francisco Salinas, varios de sus hijos, un

hermano suyo y de Belisario Salinas, varios hijos de este último y numerosos trabajadores.

Esto en principio quizás parezca una casualidad; pero recordemos una parte de la relación

de los hechos del auto de detención proferido por este juzgado con fecha del diez de febrero

del presente año (1964) en donde haciendo referencia a los sucesos de Las damas se dice

textualmente: “No sobra decir que en esta ocasión, el furor de los malvados parecía haber

amainado, ya que, en un raro gesto, de quienes el día anterior habían asesinado sin medida,

fueron puestas en libertad las mujeres cautivas.” Con las luces aportadas a la investigación

decimos que lo que podría aparecer en principio una casualidad ya no lo parece pues nos

atrevemos a pensar que era el objetivo de los forajidos, mandatarios de Belisario y

Francisco Salinas, completar el número de víctimas hasta veintiocho y con ese trágico

simbolismo, hacer completa la venganza de sus mandantes. En el informativo reposan

informes en los cuales se suministra la lista completa de los sindicados por los hechos de El

Bosque y en los cuales perecieron veintiocho personas en total; como sindicados aparecen

allí los nombres de Rigoberto Espitia y Virgilio Hernández, individuos éstos que fueron las

primeras víctimas de la masacre de Totarito, si hemos de creer lo manifestado por

Adalberto García Ibagué en su indagatoria. Ello da más fuerza para pensar que quienes
261

indujeron a Jacinto Cruz Usma para que llevara a cabo la criminal empresa fueron los

hermanos Belisario y Francisco Salinas, los cuales en esta forma rubricaron su venganza.

Debía ser su objetivo causar veintiocho muertes al igual que las sufridas por ellos en El

bosque y eliminar de paso a dos individuos de aquellos que aparecían sindicados de

participar en la matanza en la cual ellos habían sido víctimas. Es más, el mismo Belisario

Salinas en su indagatoria dice tener conocimiento de que Virgilio Hernández estaba

sindicado de la comisión de esos delitos. Nos parece que los indicios se concatenan de tal

forma que no dejan margen para pensar que los hechos denunciados son un mero fruto de

casualidad, o trágica jugarreta del destino”. (Fuente: sumario contra Jacinto Cruz Usma en

el Juzgado 338 de Instrucción Criminal de Ibagué, folios 151 y 152).

La lista de las víctimas de la masacre de Totarito, cometida el 20 de septiembre de

1963 por Sangre negra, en su mayoría, abaleadas, acuchilladas, macheteadas, aplicado el

corte de franela, son: Rigoberto Espitia García y Virgilio Hernández Reyes, de quienes se

afirmó que participaron en la masacre de El Bosque; Rubiel Parra, José Samuel Ríos,

Samuel Ríos Osorio, José Reinero Ríos Osorio, Lubier Ríos Osorio, Ana Judith Ríos

Osorio, Angélica Ríos Osorio, Joel Ríos Osorio, Judith Osorio de Ríos; Humberto NN;

Benjamín Cervera Calderón, Lilia Pinilla de Parra, Luis Jorge Gómez, Guillermo

Betancourt, Pedro nel Betancourt; Blanca Inés Arévalo; Eduardo Arévalo, José Pascual

Rodríguez Rodríguez, Silvano rodríguez; José Daniel Zapata; Efraín Zapata; Oliverio

Cuéllar; Mario Castro Peralta, Eufrasio Reyes, Heriberto Gallego Ardila y Gilberto Sierra

Ardila; la mayoría asesinados con armas corto punzantes y algunos de ellos degollados. Los

últimos nueve de ellos, asesinados en la vereda Las Damas.


262

Otra sonada masacre cometida por Sangre negra fue la de Las Juntas en Alvarado,

Tolima, ejecutada el 9 de febrero de 1962, donde dio muerte a 16 personas.

A Sangre negra se le imputaban 377 homicidios agravados; 150 delitos de lesiones

personales; 270 secuestros; 300 delitos de violación carnal; 147 delitos de extorsión y

chantaje; 107 atracos.Masacre, venganza y contra-masacre es la característica diaria de la

violencia desencadenada entre 1948 y 1960 en todo el país.

En una carta que dirigía al entonces presidente de la República, Guillermo León

Valencia, lo llamó “Presidente de los ricos oligarcas y tirano de los pobres”.

Jacinto Cruz Usma fue abatido por la policía, gracias a la traición de su propio hermano

Felipe, el 26 de abril de 1964 en el municipio de El Cairo, cuando en la casa de Lisandro

Ramírez se encontraba en compañía de cuatro guardaespaldas de su banda. Guiados por el

propio Felipe Cruz Usma, diez policías al mando de Andrés García y Octavio Tangarife,

rodearon y atacaron la vivienda del mencionado Lisandro Ramírez, donde sorprendidos, los

bandoleros resistieron, siendo dados de baja alias Avenegra y Aguilanegra, tras un

combate de media hora. Tras éste, la policía ingresó a la vivienda, pero no halló a Sangre

negra.

En horas de la tarde del 28 de abril, encontraron su cadáver bajo un árbol en el alto de

Paraguas. Según la necropsia practicada más tarde, le encontraron cinco impactos de bala:

uno en la cabeza con orificio de salida por la boca, otro en el pómulo izquierdo cerca de la

oreja, otro en el costado izquierdo cerca de la tetilla, otro en el lado derecho del abdomen y

el quinto en la pierna derecha. La prensa oficial informo que “había sido dado de baja

heroicamente por la policía nacional en defensa de la patria”: pero las circunstancias que
263

envolvieron los impactos encontrados y el lugar del encuentro de Sangre negra, hacen

suponer otra hipótesis: ¿Si Sangre negra tenía dos impactos en la cabeza, ambos mortales,

cómo pudo –aparte de otras tres heridas- haber recorrido casi cuatro kilómetros desde la

casa de Ramírez, hasta el árbol en el Alto de Paraguas, donde fue hallado ya muerto?.

Lógicamente resulta imposible que alguien con tales heridas haya hecho un recorrido de

cuatro kilómetros a través de la montaña y acosado por la policía que lo perseguía. ¿Por qué

presentaba un disparo con orificio de entrada por la cabeza y orificio de salida por la boca?;

¿otro en el pómulo izquierdo cerca de la oreja?. La hipótesis es que Sangre negra fue

hallado herido y rematado y ejecutado por la policía nacional, esto es, asesinado fuera de

combate.

Quienes asesinaron al guerrillero liberal fueron el alcalde de El Cairo, dragoneante de la

policía William Moreno Ramos, los policías Aníbal Roldan, José Laureano Díaz, Marco

Tulio González Ariza, José Barón Rodríguez y José Cuastusa y los civiles Felipe Cruz (el

hermano traidor), Andrés Avelino García, Danilo Gómez, Mario Galvis Cuervo, Mario

Mazo Mazo, Alberto Loaiza y Omar Gómez, quienes fueron condecorados por el presidente

de la República, Guillermo León Valencia por ser “Héroes salvadores de la democracia”. El

cadáver del guerrillero liberal fue expuesto de pueblo en pueblo para escarmiento de la

población liberal.

Por la traición y entrega de Sangre negra el gobierno ofreció una recompensa de

$250.000,o gran suma para la época, pero al parecer ésta nunca fue pagada al traidor.

La prensa oficial y los historiadores burgueses tradicionales califican a Jacinto Cruz

Usma, alias Sangre negra como un “bandolero”, un criminal, “El Atila colombiano”, pero
264

no explican las causas que lo llevaron a ser como fue, un campesino acorralado por las

autoridades, obligado a ejercer la peor violencia para defenderse de la represión del estado,

una víctima de la guerra civil que los burgueses llaman sencillamente, “La Violencia”.

Para conocer cómo era la “política de orden público” de esta trágica época del llamado

Frente Nacional, que según la clase dirigente burguesa iba a “traer la paz” a Colombia,

durante los períodos de Alberto Lleras Camargo y Guillermo León Valencia (1958-1966),

cabe transcribir en su totalidad las “Sugerencias sobre medidas de orden público”

elaboradas y presentadas por el Teniente Coronel Jorge Alfonso Galeano Gómez, al

gobierno de turno en el año de 1961, aceptadas y aplicadas en la guerra del estado contra el

pueblo por estos dos primeros mandatarios del Frente Nacional, tomando como fuente real

el Archivo de la Presidencia de la República, Secretaría General del Ministerio de

agricultura, caja 4, calendada en enero de 1961:

“República de Colombia. Sugerencias sobre medidas de orden público.

Presentadas a la consideración del Sr. Presidente de la República y sus ministros de

Gobierno y de Guerra por el Teniente Coronel Jorge Alfonso Galeano Gómez.

“Contiene ideas que en su mayoría no han sido expuestas hasta hoy, para su estudio y

perfeccionamiento y como un aporte patriótico a la tarea de pacificación en que está

empeñado el gobierno y que la ciudadanía reclama con angustiosa urgencia.

“Medidas prácticas a tomar para el restablecimiento del orden público.

“Preámbulo.
265

“Con alto sentido patriótico y con un vehemente deseo de servir a Colombia y al

gobierno del Frente Nacional, dignamente presidido por uno de sus mas esclarecidos hijos,

sin ánimo de crítica y a título gratuito cumplo gustoso un deber de simple ciudadano

presentando al jefe del estado y a sus ministros de gobierno y de guerra, algunas

consideraciones o puntos de vista que ojalá resulten útiles para el logro del restablecimiento

del orden público, basado este estudio en las experiencias del autor en los años vigentes de

la violencia y en sus 25 años de servicio dentro de las fuerzas armadas.

“El suscrito quiere advertir que está en capacidad de sustentar y también ampliar, con

detalles importantes como útiles, cada uno de los puntos propuestos, declarando a la vez

que la mayoría de ellos fueron presentados a la consideración de sus superiores cuando se

encontraba en servicio activo, observación que se hace para evitar que este trabajo aparezca

o califique de oportunista o como inquietud de última hora.

“Quiere el autor aceptar por anticipado, que no le causará molestia alguna el que su

propuesta se califique de inútil en todo o en parte, pero que sería de gran utilidad que sin

egoísmos resuelta y valerosamente, con espíritu de patria y sin temor a las rectificaciones,

se acepte de que ha habido equivocaciones, falta de evolución de los sistemas de represión

y en sí, de interés en este problema de tanta trascendencia, especialmente por quienes tienen

la obligación de estudiarlo más a fondo dentro de las tres ramas del poder publico.

“RECOMENDACIONES.

“1. Que los oficiales de las Fuerzas Armadas asuman el control directo de las zonas

afectadas por la violencia.


266

“Razones. Es curioso, aunque no aberrante por circunstancias de jerarquía, que los

oficiales de las FFAA., mientras más alto sea el grado que ostentan, más distanciados se

hallan de las zonas afectadas. Las oficinas de los altos y mandos intermedios tienen

abundancia de oficiales de grados superiores, mientras que los subalternos de ínfima

categoría, sin experiencia y puede decirse que sin ninguna madurez, tienen la dirección y

responsabilidad de las acciones contra los bandoleros. En bien del orden público y del

propio prestigio de las FFAA., deben invertirse los factores, esto es, que los subtenientes y

tenientes pasen a los trabajos rutinarios de los escritorios y los capitanes, mayores y

tenientes coroneles, que son los más capaces y diestros, salgan de las oficinas y pasen a las

zonas rurales afectadas por el bandolerismo. La conveniencia de esta medida no puede

tener discusión.

“2.Modificación del sistema, composición y mando de las comunicaciones de orden

público.

“Razones. Es un hecho cierto que la mayoría de las comisiones de la fuerza pública que

salen en persecución de los bandoleros, van comúnmente comandadas por cabos y

sargentos y a veces por soldados o agentes de policía distinguidos como dragoneantes. Por

esta falla de mando, la moral de las tropas es baja, las órdenes son discutidas y las

soluciones mediocres o regularmente afortunadas, dependiendo todo del grado de estupidez

o talento de estos incipientes comandantes. La teoría de que un capitán no puede comandar

una sección porque el reglamento dice que le corresponde una compañía o que un teniente

coronel no puede comandar una compañía porque lo que le corresponde es un batallón, está

bien para una guerra formal, pero no es aceptable y antes bien, está resultando altamente

perjudicial en esta guerra de guerrillas. Nadie que conozca el arte de mandar podría dudar
267

sobre los resultados que ofrecería un pelotón comandado por un capitán o mayor a que vaya

dirigido por un suboficial o un novel subteniente.

“3.Comisiones de orden público y el estado civil de los oficiales, suboficiales y

personal de tropa que la integran.

“Razones. Aunque parezca un detalle simple, resulta de especial y decisiva

importancia, que se escoja para las comisiones de orden público personal soltero, a menos

que determinados hombres casados hayan dado muestras evidentes de eficacia en las

operaciones contra los bandoleros. La mayoría de los hombres casados de las FFAA., por

razones obvias, no son indicados para esta clase de misiones. Es apenas lógico que el

casado piense en el hogar, los hijos, etc., siendo por esto y también por la influencia directa

que ejerce la esposa al salir de comisión y la de los mismos hijos, que el éxito no se logra

plenamente. El casado finge enfermedades, indisciplina a los compañeros, desvía las

comisiones hacia donde no haya peligro, aconseja el regreso, delibera y, en suma, anarquiza

la operación.

“4. Concentración de tropas en los departamentos afectados por la violencia y adecuada

distribución de las mismas.

“Razones. Nadie puede dudar de la estabilidad del actual gobierno, porque este es el

feliz resultado del sistema impuesto por la reforma constitucional y nadie tampoco podría

hacerse cálculos sobre la lealtad de las FFAA. Lo anterior facilita precisamente que sin

temores puedan desguarnecerse, con la debida prudencia, los departamentos no afectados,

para concentrar o llevar tales efectivos a donde exista inseguridad. Y como ésta afecta

especialmente las zonas rurales, es en aquellas donde deben estar las tropas, evitando
268

concentrarlas, como suele ocurrir, en las ciudades y centros poblados para emplearlas tres,

siete o doce horas despúes de que los bandoleros han diezmado a los campesinos y aquellos

ya llevan una ventaja de muchos kilómetros.

“Las gentes no se explican, jamás entenderán razones, así sean valederas, porque los

cuarteles permanecen repletos de soldados mientras que los campos lo están de bandidos.

Se considera de una alta inconveniencia el que se hagan reclutamientos de personal para

instruirlos en cuarteles militares que funcionan en departamentos o zonas afectadas por la

violencia, por dos razones: que la gente no se explique por qué ese gran número de

soldados no sale a defenderlos, o que personal de tropa, apenas instruido inicialmente, sin

ningún dominio de la profesión, etc., salga en emergencias a tomar acciones que no está en

capacidad técnica de afrontar. Lo indicado es que en los cuarteles ubicados en

departamentos no afectados se instruya por diez meses a los reclutas y ya diestros y

entrenados, se los lleve por los ocho meses que les faltan para cumplir el servicio militar, a

los departamentos o regiones de violencia. Así se logrará que tales unidades estén en

permanente condición de atender los menesteres del orden público sin las preocupaciones

de la instrucción militar del soldado, falla que incide gravemente en la solución de este

grave problema. Es de anotar que entre las fuerzas militares y las de policía existen hoy dos

criterios completamente antagónicos: los unos son partidarios de la agrupación o

concentración de las tropas, mientras los otros prefieren la dispersión. Alguna de las dos

debe tener la razón pero no ambas.

“5. Vestuario, equipo, abastecimientos, medios de transporte y comunicaciones.


269

“Razones. Con dos uniformes como dotación, descalzos algunas veces, desprovistos de

recursos monetarios y sin provisión de víveres, carentes de apoyo económico por parte de

algunos gobiernos seccionales, sin equipo adecuado, faltos de colaboración ciudadana, sin

vehículos y medios de comunicación, no es posible mantener la moral y sostener sobre el

terreno una tropa en comisión.

“Los campesinos, con aparente o real simpatía por los bandoleros, facilitan estos

víveres, informaciones, comodidades, etc., o éstos se las toman por la fuerza. La tropa en

cambio no tiene ascendencia sobre los moradores, éstos se muestran indiferentes con la

fuerza pública porque saben que es fugaz su permanencia en la región, mientras que la de

los bandoleros si es persistente; tampoco puede la tropa, “manu militari”, como a veces

tiene que hacerlo, con perjuicio del buen nombre del gobierno y de las propias FFAA.,

tomar a la fuerza lo que necesite porque sería parangonarse con el procedimiento de los

propios bandidos. En este aspecto existen viejas y graves fallas que inciden

desventajosamente en la efectividad de las tropas. Debe revisarse el aspecto logístico para

lograr que la fuerza pública se sostenga en el terreno y evitar así que por falta de recursos y

de medios, tenga que regresar a los cuarteles a esperar una nueva llamada de emergencia

para volver a caer en el mismo círculo vicioso que es, precisamente, el que siempre ha sido

aprovechado ventajosamente por los antisociales. El aspecto de las transmisiones es

fundamental y no debe escatimarse en esto ningún gasto.

“6. Entrenamiento, instrucción y adiestramiento de las tropas para orden público.

“Razones. En el departamento del valle fueron creadas, en cada distrito de policía,

escuadras de orden público. Se constituyeron con hombres rigurosamente seleccionados,


270

escogidos entre los más fuertes físicamente, síquicamente aptos, solteros en un 90%, con

cierto grado de inteligencia, sin vicios, con un record favorable en materia de conducta,

disciplina y servicios y, además, conocedores de la región y probablemente valerosos. Si

ésta selección se impusiera como requisito esencial, se aumentará proporcionalmente su

numero, se les dotará convenientemente y se confiará su mando a los oficiales más diestros

y capaces, es lógico esperar un resultado altamente satisfactorio, como lo obtuvo y lo

siguen dando esas pequeñas patrullas. Todos los hombres de la fuerza pública no cuentan

con las condiciones necesarias e indispensables para enfrentarse a problemas de esta índole.

El rigor la orden militar no puede hacer valerosos al cobarde, veloz al enfermo, inteligente

al ignorante. El orden público requiere mentalidades despiertas, hombres resueltos,

entrenados y diestros, hábiles para hacerse a la confianza de los campesinos, expertos en

interrogatorios, prácticos en medidas y soluciones rápidas, convenientemente estimulados y

en fin, capacitados para una sola misión: imponer el orden.

“7. Razones. Es verdaderamente lamentable como perjudicial, el que no exista un

criterio u orientación definida sobre la actuación de las tropas frente a las diferentes

modalidades de acción de los bandoleros. Obsérvese cómo unos comandantes son

partidarios de un sistema determinado, otros aconsejan modalidades diferentes; los

gobernadores y alcaldes y a veces los simples inspectores de policía tienen, cada cual,

cuando no ninguna, una solución diferente. Los comandantes y las tropas hacen muchas

veces lo que la autoridad civil pide o aconseja, o se apartan por su cuenta de tales criterios

para imponer el propio. La experiencia de doce años de algo debe servir para evitar que

sigamos improvisando sistemas y aplicando caprichosas medidas a un hecho aberrante que

todos conocen de memoria. El estado mayor general, asesorado por oficiales y suboficiales
271

escogidos y por qué no, de simples soldados y policías que se hayan fogueado en

comisiones de orden público, debe redactar una serie de conclusiones y disposiciones

prácticas que sirvan de guía a las tropas en campaña. Se aconseja que los altos oficiales

tengan en cuenta los conceptos de los simples soldados y agentes para la preparación de ese

trabajo, por la circunstancia de que es muy diferente la búsqueda de soluciones en trabajos

de escritorios, a la que puede aportar el soldado raso que ha vivido y sentido lso dolores del

flagelo.

“8. Control de las armas y municiones en poder de las fuerzas armadas.

“Razones. Es indispensable reglamentar con más severidad los controles administrativos

por pérdida y gasto de munición y de armamento. Tales pérdidas y extravió deben ser

investigadas con especial diligencia y seriedad para evitar que miembros de las FFAA., de

baja calidad moral, abastezcan a los antisociales, algunas veces para remediar penurias

económicas.

“9. Nombramiento de alcaldes militares.

“Razones. Donde el gobierno nombra un alcalde militar, de cualquier fuerza militar o

grado, debe entenderse que lo hizo por no existir entre los partidos políticos el necesario

entendimiento para gobernar conforme al mandato constitucional o porque el orden público

no es normal. El alcalde militar en tal situación, no debería, como no debe, estar sometido

al ajetreo y malabarismo político, o sea a orientar o dirigir la acción de los partidos porque

en estos no son expertos los miembros de las Fuerzas Armadas y se sale a su vez de su

misión específica, fuera de que se expone el militar a calificaciones de tipo partidista, como

infortunadamente ha ocurrido y está sucediendo. El nombramiento de un alcalde militar


272

debe considerarse entonces como la incapacidad o el renunciamiento voluntario o forzoso

de las dos colectividades políticas para obrar conforme a los preceptos legales y entonces

ese alcalde debe actuar como mejor convenga al bien público y al restablecimiento de la

tranquilidad, sin pedir conceptos ni anuencias a los directorios que, como ya se sabe, no

obran de acuerdo y por lo tanto, han perdido autoridad política. La autoridad legal que se

precisa en un militar nombrado alcalde, no puede subordinarse entonces a una autoridad

política de directorios en quiebra. El oficial alcalde debe tener para el caso perfectamente

señaladas sus facultades y, como ya se dijo, no exponerlo, muchas veces para desprestigio

de las FFAA., a maniobrar en campos políticos y más expuestos a la equivocación que al

acierto. Es de gran conveniencia para el orden público aclarar esta situación.

“10. Decomiso y venta de armas, bonificaciones y estimulos.

“Razones. Las FFAA., especialmente la policía, están continuamente expuestas al

soborno por parte de personas que portan armas de fuego sin el salvoconducto respectivo.

Ya no se trata de defender solamente el arma sino la propia libertad, desde el momento que

su porte o posesión está elevada a la categoría de delito. Es posible que la disposición haya

hecho objeto de penas a personas honradas y pacíficas porque el decreto no establece

excepciones y si éstas se hacen, es por interpretación voluntaria del comandante o el juez

respectivo. El decreto podría derogarse en lo tocante a las personas que porten armas de

defensa personal y en cambio intensificar su decomiso, con resultados mucho más

prácticos, estableciendo que por cada una de estas armas se reconocerá al subalterno que la

decomisó, una suma determinada. No debe perderse de vista que es bastante probable que

muchos subalternos vengan transándose con los delincuentes a base de dinero, bien para

recobrar la libertad o recuperar el arma y por qué no, también para ayudar a la custodia y
273

transporte de armas en mayor número. Eso es precisamente lo que ocurre con el

contrabando en general y de allí el motivo para que no se logre conjurado gracias al “patrón

dinero”. Con elestímulo que se propone, acompañado de un permiso especial y de una

felicitación por la orden del día, se conjurarán las posibilidades del soborno y en cambio se

lograría que cada miembro de las FFAA., se interesara en hacer el mayor número de

decomisos posible porque el sistema le va a permitir mejorar en todo sentido sus

condiciones. Hecho el decomiso y pagada la recompensa, el comando de brigada respectivo

estaría facultado para vender las armas decomisadas o devolverlas a las personas de bien,

mediante comprobación, a precio conveniente y expidiendo el correspondiente

salvoconducto. Con este sistema se obtendría un verdadero interés de los subalternos por el

desarme y se contribuiría al fortalecimiento de la seguridad.

“11. Adiestramiento de los campesinos para la defensa.

“Razones. Es en extremo desconcertante la falta de capacidad de los campesinos para

asumir su propia defensa. Familias enteras perecen aniquiladas y, lo que es peor, caen entre

las víctimas hombres de edad y capacidad de tomar, en el momento supremo, una actitud

menos cobarde. Parece como si el instinto de conservación se fuera extinguiendo. Pero es

fácil remediar este estado de indefensión aplicando el principio de la acción comunal para

la defensa mutua, por medio del siguiente procedimiento: si las tácticas comunistas se

basan en la formación de células de acción o ataque, se deben formar células y núcleos

humanos de defensa que contrarresten tales acciones. ¿Cómo hacerlo?. En las zonas

afectadas se formalizará un plan de defensa que, por sectores, se encomendarían a oficiales

y suboficiales de las FFAA., diestros y prácticos en estos asuntos, mediante planes

específicos que, en líneas generales comprenderían: manejo y empleo de las armas;


274

patrullaje diurno y nocturno, con limitación de zona o sector; sistema de alarma, de señales

y comunicaciones; fortificaciones, refugios, medios de escape, etc. Hay en este sentido

mucho por hacer. Familias enteras mueren en su propio lecho porque nadie se ha

preocupado de decirles, por ejemplo, que las casas deben tener más de dos puertas de salida

para casos de emergencia y es curioso en cambio, que las residencias de los bandoleros sí

las tienen, a más de túneles de escape, señales que les indican la aproximación de tropas,

etc. Quiere lo anterior decir que la iniciativa ha estado hasta hoy del lado de los bandidos,

lo que impone que este estado de cosas, debe invertirse, o por lo menos, nivelarse, lo que ya

sería bastante.

“12. Informaciones en la prensa escrita y hablada.

“Razones. Para estimular la pacificación del país es indispensable una prudente acción

del gobierno en busca de que un buen número de periódicos y emisoras no continúen

haciendo despliegues y especulaciones con los hechos que afectan el orden público,

especialmente en la provocación de los ánimos y exaltar la filiación política de los muertos.

Esto produce inmediatas reacciones, a la vez que aumenta la desconfianza de los partidos

políticos entre sí, contrariando los principios de convivencia que se han impuesto. El no

entendimiento de tales partidos y sus reacciones violentas, lo mismo que la falta de armonía

interna dentro de los mismos partidos por causa de las divisiones, inciden en que el orden

público continúa alterado y que las Fuerzas Armadas les toque la peor parte. Hacer la paz

que otros alteraron. Se impone entonces dictar una disposición, con base en la constitución

de que “la prensa es libre pero responsable conforma a la ley”, en el sentido de que en

materia de informaciones de orden público, solo puede publicarse lo que esté previamente

autorizado por el gobierno.


275

“13. Problema de rehabilitación.

“Razones. De un estudio pasado por el suscrito a los altos mandos, decía al respecto lo

siguiente: “si la rehabilitación que el gobierno estableció con nobles fines para auxiliar a

los llamados exguerrilleros se sigue otorgando, es equivocado y peligroso hacerlo

permitiendo que estos sujetos continúen concentrados en los lugares por ellos escogidos. En

tales condiciones no podría decirse que han sido rehabilitados sino recompensados, puesto

que en la mayoría de los casos la organización como bandoleros continúa intacta, ya que la

diferencia consiste simplemente en que se halla en receso. Es también un error que no se

exija, como condición previa, la entrega de las armas. El sujeto guerrillero que vaya a ser

rehabilitado, debe escoger para vivir otro departamento que no sea limítrofe de aquel donde

estuvo operando. El dinero no le sería entregado, sino que se le abriría una cuenta en una

institución de crédito de ese departamento, con derecho a retirar cantidades determinadas y

siempre que se presente personalmente con una certificación del pueblo de residencia

firmada por el alcalde, personero, comandante del ejército o de la policía del lugar, donde

conste que está domiciliado en el municipio escogido para vivir”. Podrían establecerse otra

clase de controles.

“14. Contrabando de armas.

“Razones. La introducción de armamentos y municiones a Colombia por parte de los

contrabandistas que comercian con el crimen, necesita de controles severos e inmediatos.

Bastaría establecer mandatos legales que autoricen la confiscación o decomiso de todo

vehículo marítimo, fluvial, terrestre o aéreo, en donde se trasporten armas o municiones

para que los dueños de tales empresas se preocuparan de crear por su propia cuenta los
276

controles necesarios que impidieran este tráfico, sin perjuicio del que debe funcionar por

cuenta del estado. Si el vehículo es de otro país y se presenta problema para la confiscación,

perdería entonces el derecho a usar las rutas nacionales, en forma transitoria o definitiva, o

a pagar una fuerte multa como sanción. Serían responsables igualmente, ante la ley penal,

el dueño, gerente, administrador o arrendatario del vehículo y el que lo maneje, extensiva

esa responsabilidad, así sea disciplinaria, a los funcionarios que por negligencia o

complicidad, hayan permitido el paso por rutas obligatorias determinadas. Esto del

armamento introducido clandestinamente y del contrabando de mercancías y otros artículos

que llegan al país, tiene muchas formas de controlarse. Los planes al respecto serían motivo

de un estudio más detenido. Pero volviendo al caso del comercio de armas, ¿no sería

preciso estudiar la conveniencia de que sea el propio gobierno quien las introduzca para

arrebatarle la iniciativa a los traficantes, una vez que el mismo gobierno decida si debe

armar a las gentes de bien?. Debe consignarse en estas apreciaciones que no todas las armas

van a manos de los bandoleros. Gentes respetables puede que las estén comprando por

razones poderosas de inseguridad. Cabe preguntar: ¿negaría el gobierno la venta de un arma

a persona de reconocida y comprobada solvencia moral que la necesite, en cuyas manos

resulte útil para el gobierno mismo?. Si es así, ¿por qué permite el gobierno que sean otros

los vendedores, eso si haciéndolo sin discriminación y no el estado?. No estoy informado si

esas mismas armas están siendo amparadas con salvoconductos expedidos por las brigadas

militares y el ministerio de guerra, pues en caso de que esto estuviera ocurriendo, querría

decir que el mismo gobierno estaría legalizando lo que ilegalmente se introdujo. Y lo peor

de todo es que tiene que hacerlo cuando se trata de personas que lo merecen. En otro punto

se propone que las armas decomisadas sean vendidas a quienes ofrezcan garantía para su
277

porte. O se arma o se desarma a los colombianos. Este es un punto que debe tener una

definición oficial.

“15. Aplicación de las disposiciones del código penal sobre encubrimiento,

complicidad, falso testimonio y auxiliadores. Reforma del código.

“Razones. Para un elevado número de colombianos es hoy un hecho o actividad de

simple rutina, declarar una falsedad o callar una verdad. Para otros, resulta de mayor

gravedad alojar o presar auxilio a una tropa en campaña, que ayudar económicamente y

por otros medios, a las bandas de forajidos. Hay gentes que a pesar de conocer a los

facinerosos “no saben nada” y otros también que a sabiendas de que determinados hombres

pertenecen a las cuadrillas, declaran para su conveniencia que son personas de bien. Existen

también personajes del pueblo, considerados comúnmente como gamonales, que a más de

dirigir y beneficiarse de la violencia, son los encargados de defender, haciendo declarar

hasta la propia madre si fuere necesario, que X ciudadano es honorable, hasta probar que es

“víctima” del sectarismo político de los agentes del gobierno, jueces y demás funcionarios.

No faltan las intervenciones de los directorios políticos, por aquello de que no hay que

perder votos y hasta de los mismos altos como respetables personajes de los partidos que,

de buena fe, pero hábilmente engañados por sus partidarios, intervienen para hacer cambiar

comandantes subalternos, alcaldes, jueces, investigadores, firmas plebiscitos, etc. ¿cómo

remediarlo?. Proscribir en forma terminante como definitiva, la intromisión política, así sea

justa, en lo relacionado con la administración de justicia, por mandato legal o como

consigna moral de los partidos; selección formal de los jueces de instrucción e

investigadores que intervienen en sumarios relacionados con la violencia; protección

armada, permanente y efectiva de tales funcionarios para evitar coacción, amenazas y aún
278

cobardía que muchos de ellos no se atreven a confesar; modificar la legislación en forma tal

que garantice la reserva sumarial; muchos declarantes que se resuelven a decir la verdad,

mueren asesinados porque el personal o el apoderado, el propio juez o su secretario, cuando

no son funcionarios seleccionados, se encargan de orientar la defensa de loso culpables y

delatar a las personas que con su testimonio honrado quisieron colaborar para el éxito de la

investigación. Que el mismo auto que ordena la detención o en la segunda instancia de los

procesos, se disponga también la detención de los testigos, encubridores, cómplices y

auxiliadores, pues se aprecia que la gran mayoría de autos de detención limitan su acción a

los ejecutores materiales del delito y casi nunca a quienes pretendieron, con su falso

testimonio, burlar la acción de la justicia. Son muy contados los presos en Colombia por

falso testimonio, siendo por lo tanto letra muerta la disposición del código que señala este

acto como delito. Convendría también legislar en el sentido de que los pormenores de

nombre, edad, vecindad y otros generales que identifican a los declarantes, fuera objeto de

un acta secreta, separada del sumario, levantada y mantenida exclusivamente por el juez y

su secretario. En resumen: mientras no exista un sistema que garantice la reserva del

sumario, no podrá esperarse que se conozca la verdad y faltando ésta, los jueces estarán

siempre impedidos para llevar a la cárcel a los bandidos por falta de pruebas.

“16. Cómo podrían desorganizarse las cuadrillas de bandoleros.

“Razones. Aplicando un principio de simple y hasta elemental lógica, resultaría fácil

arrebatarle la iniciativa que hasta hoy han tenido los bandoleros, desorganizando sus

bandas. ¿Cómo lograrlo?. Antes de exponer la idea, conviene decir que éstas cuadrillas ya

no obedecen a una consigna política que proceda de los directorios, sino que sus

componentes son criminales familiarizados con el delito, que hacen por su cuenta y
279

deliberación directa, matanzas de liberales o conservadores, complementando su acción con

el asesinato de niños y ancianos y llevando como estímulo la venganza, el pillaje, etc.

Como lo cierto es que estos criminales están siempre dirigidos por un jefe, regularmente el

más cruel de la banda y que logra, como corresponde a todo el que manda en cualquier

organización, imponer su autoridad a toda costa. Los criminales ejecutan los mandatos del

jefe, posiblemente a veces sin quererlo, porque si no lo hacen, pagan con la vida su

negligencia, mientras que de otro lado no tienen ninguna opción de rehabilitarse, ya que si

quieren desertar, van a caer en manos de las autoridades, bien para irse a la cárcel o para

perder la vida. Ante esta situación, no le queda al bandolero otro camino que continuar

haciendo parte de tales bandas, hecho que precisamente es el que está ocurriendo. Veamos

ahora como podría intentarse, con grandes posibilidades de éxito, desmoralizar y dar un

golpe eficaz a tales cuadrillas: si se fijara un precio determinado pero sugestivo por la

entrega, vivo o muerto, de un jefe de cuadrilla y se garantizara al bandolero o bandoleros

que lo hagan, a más del pago de la recompensa, el indulto o la amnistía y a más de esto la

rehabilitación, facilitándoles vivienda y medios de trabajo en un departamento no limítrofe,

habría interés de los mismos bandoleros por acabar con sus jefes. Ninguna organización

funciona sin una cabeza rectora y nadie para este caso, tendría la osadía de proclamarse

director de una banda si con el sistema propuesto está a todo momento expuesto a ser

eliminado o entregado por sus propios subalternos. Perdida la moral del jefe, se crearía otro

tipo de moral en sus seguidores al ofrecer y estimular su propia y definitiva salvación. Debe

considerarse que por mas criminal que sea un bandido, hay en la mayoría de ellos

sentimientos humanos que por naturaleza los hacen añorar un hogar, un trabajo honesto,

comodidades mínimas, libertad, tranquilidad, servicio médico, mejor suerte para sus hijos,

etc. Organizados como bandoleros saben ellos que no tienen facilidad para disfrutar de los
280

dividendos del pillaje, que carecen de alimentación regulada y nutritiva, que tienen

problemas de salud, de vestuario, que están sometidos al sobresalto y, además, que tarde o

temprano pagarán sus fechorías. Hay que aprovechar hábilmente todas estas circunstancias

en bien de la tranquilidad y seguridad públicas, haciendo necesarias y calculadas

concesiones, ya que la fuerza pública, hay que confesarlo, no logrará el total dominio de

los forajidos a pesar de sus ingentes esfuerzos y frecuentes como dolorosos sacrificios.

Hablar de pena de muerte es un agradable pasatiempo porque el día que se llegara a aplicar,

no faltarían los colombianos en buen número que tomarían como bandera los cadáveres

exaltando las pasiones y afirmando en la tribuna pública que el ajusticiado era un modesto

y meritorio ciudadano que había sido llevado al patíbulo por el “delito” de ser liberal o

conservador.

“Se supone desde ahora que el sistema propuesto, que es un poco atrevido, tendrá

opositores, despertará polémicas de tipo político y también jurídico, etc., pero lo importante

del caso que nos ocupa, es que el enfermo se salve aunque haya que amputarle una parte

del cuerpo y sacrificar un poco las tradiciones y otros respetables principios. Hay que mirar

y analizar el problema desde un punto de vista práctico y realista; la Patria tiene que

salvarse en alguna forma y tendrá que conseguirse en lo que resta del período de nuestro

actual presidente. Después....será más difícil lograrlo porque es bien probable que tengamos

que asistir a la propia disolución de la República.

“17. Comunismo internacional.

“Razones. El partido comunista está proscrito en Colombia. La Iglesia, el estado y el

pueblo en general abominan sus doctrinas, temen sus sistemas de lucha y no olvidan las
281

heridas y males de todo orden que su acción ha causado. Sin embargo, y a pesar de esta

repudiación, sus actividades siguen en creciente aumento, estimulando huelgas, paros,

desórdenes; distribuyendo propaganda, adiestrando nuevos conscriptos, instruyendo

guerrillas, fomentando el descontento, estimulando la subversión y en suma, saboteando la

democracia. No obstante, se precisa un fenómeno inexplicable y hasta curioso. El

comunismo opera en Colombia a sus anchas, pues no existe disposición, orden ni criterio

oficial que señale exactamente qué procedimiento debe seguirse para combatirlo; bastaría

averiguar cuántos agitadores y creadores del desorden están en la cárcel o han sido

sentenciados y se precisará posiblemente que ninguno. Un liberal o un conservador en

cambio viva a su partido o lanza abajos a su adversario y es llevado por esto ante la

autoridad y sancionado. La democracia colombiana no está defendiendo este aspecto y anda

en cambio descuidada, entregada solamente a sus rencillas domésticas, divididos y en cierta

forma anarquizados por partidos que dicen sustentarla y defenderla, mientras el comunismo

avanza con pasos seguros. ¿Cuándo podría empezarse a retener o prohibir las estanterías

repletas de libros de Marx y de Lenin que se hallan levantadas sobre los andenes de la

propia calle real de la capital de la república?. Condenar y tolerar el comunismo no son

ciertamente palabras sinónimas.

“18. Comités de orientación y educación ciudadana.

“Razones. A más de la acción conjunta de los dirigentes políticos que ha pedido a los

directorios nacionales de los partidos el señor ministro de gobierno, sería de gran provecho

la formación de comités municipales que se encargaran de una persistente, planificada y

bien orientada campaña de educación ciudadana, integrados tales comités por gentes

respetables de ambos partidos que gocen del aprecio general de los vecinos y cuenten a la
282

vez con capacidades intelectuales aprovechables. Los trabajos de divulgación y métodos de

propaganda (prensa, radio, vehículos, altavoces, conferencias públicas, hojas volantes,

agasajos populares para labores de acercamiento y adoctrinamiento, etc), podrían depender

de un comité central que, con prestantes figuras del mundo intelectual, funcionaría en la

capital de la república, de donde saldría la literatura y métodos de acción, en coordinación

con comités seccionales que funcionarían en cada capital de departamento y de los cuales

dependerían los organismos municipales. Nadie podría negar que el pueblo colombiano

incurre en muchos errores por ignorancia, siendo la causal el abandono de los dirigentes y

también porque no se utiliza a plenitud la inteligencia de un gran número de preparados

compatriotas que, a título gratuito, jamás se negarían a colaborar en una campaña de

salvación nacional. Los abogados, médicos, ingenieros, literatos y versados, están por ahora

dedicados a explotar sus profesiones, pero son en su gran mayoría valores ociosos que no

aportan nada a favor de la cultura del pueblo porque no se les ha exigido. Estos comités

culturales deberían estatuirse en todos los municipios de Colombia como organismo legal

permanente, aún en épocas normales. La iniciativa del señor ministro de gobierno es

plausible y dará seguramente buenos resultados, pero puede también ocurrir que éstos sean

simplemente transitorios y tenga que esperarse a nuevos y más graves hechos de violencia

que los señores de la política vuelvan a interesarse por estos menesteres.

“Los comités permanentes de orientación y reeducación ciudadana, tendrían por

finalidad restablecer y también enseñar a las últimas generaciones el código de la moral y

buenas costumbres. El organismo central de divulgación cultural, dependería de una

entidad de superior categoría que se propone a continuación como último punto de este

trabajo.
283

“Como lo anotaba en la introducción de este trabajo, deseo repetir y a la vez encarecer,

que se tengan estas sugerencias como una inquietud altamente patriótica, inspiradas en el

afán muy sincero de aportar algo para conjurar el desorden y con un inmenso deseo de

acertar y ser útil al gobierno, como también a todos mis antiguos superiores compañeros y

subalternos”.

(Fuente: Jorge Alfonso Galeano Gómez, “Sugerencias sobre medidas de orden

público”. Archivo de la Presidencia de la República. Secretaría General, Ministerio de

agricultura, caja N° 4, 10 folios, enero de 1961).

Este documento muestra perfectamente la ideología archi fascista que anidaba en el

seno de las fuerzas armadas estatales en estas épocas de la década de los sesentas,

encaminada a la más feroz represión armada del pueblo colombiano y en férrea defensa de

los intereses de la clase burguesa dirigente, guerra en la cual las fuerzas armadas estatales

no ponían sino los muertos al igual que el humilde pueblo del que provenían.

Estas “Sugerencias sobre medidas de orden público” constituyen, como puede verse, el

fundamento ideológico-legal del renacimiento del paramilitarismo en la década de los años

sesenta, que habría de perdurar hasta los años ochentas, en que vino otra oleada mercenaria

aún peor que la anterior. Se recomienda que los altos oficiales de las fuerzas armadas

asuman el control directo del gobierno en las zonas afectadas por la violencia, esto es,

instaurar un gobierno militar en la mayor parte del país, con completa autonomía del estado

“civil-legal”. En el punto 4 se propone la radical militarización de las zonas “afectadas por

la violencia”; en el punto 9, se insiste en el nombramiento de alcaldes militares; pero


284

especialmente el punto 11, habla del “adiestramiento de los campesinos para la defensa”,

señalando que el ejército y la policía deben organizar, armar, entrenar y dirigir grupos de

campesinos armados para que se enfrenten “a los bandoleros”, esto es, formar grupos

paramilitares “legales” contra el pueblo. El punto 12 propone censura de prensa para filtrar

y callar las noticias referentes al orden público; el punto 15 exigue una reforma al código

penal que castigue el encubrimiento, complicidad, falso testimonio, auxiliadores de los

bandoleros, etc. Repasese atentamente la ideología esgrimida en el punto 17, titulado,

“Comunismo internacional”, donde se observa el odio sectario hacia determinado partido

político.

Con semejante marco ideológico archi-fascista, ¿Qué podría esperarse del futuro?. Pues

precisamente lo que ocurrió a partir del año 1964: el recrudecimiento de la violencia, la

continuación de una guerra civil del estado contra el pueblo; un aumento de sed de sangre y

de odio entre los mismos colombianos.


285

La Guerra Civil desde 1 9 6 4

El 27 de mayo de 1964, con la famosa Operación Marquetalia, se inician los últimos

cincuenta años de violencia en Colombia, originándose allí el posterior surgimiento del

grupo guerrillero más antiguo y más grande que se haya conocido al menos en todo el

continente latinoamericano, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC,

cuyos orígenes los relata Carlos Arango en su libro “FARC. Veinte años. Ediciones

Aurora. Bogotá. 1985, a través de relatos directos de los mismos combatientes y dirigentes

que vivieron personalmente estos momentos sangrientos del país, como Jacobo Arenas,

Manuel Marulanda Vélez, Jaime Guaracas, Isauro Yosa y otros.

Relata así Jaime Guaraca la inicial formación de Marquetalia (op.cit.pag.146-147) :

“Ya en 1955 sale Charro Negro ( Jacobo Prias Alape) a echar las bases para la

fundación de Marquetalia. La región se llamaba El Támaro. Era un sector selvático y a la

vez estratégico para la defensa de miles de familias que se refugiaron durante toda la etapa

de la violencia. Entonces cuando se funda allí el comando guerrillero, es cuando el propio

Charro Negro le da el nombre de Marquetalia. Comienza un desarrollo importante de la

zona y a la vuelta de un año Marquetalia se convierte ya en el comando superior de una

importante organización guerrillera que tenía gente de Chaparral, Natagaima y el Quindio.

De todas partes llegaban a pedir ingreso y entonces se convirtió en un movimiento

supremamente grande…..”.

Continúaasí el relato de Jaime Guaraca (op.cit. pag. 155 y ss):


286

“El 18 de mayo de 1964 los mandos militares dan a conocer públicamente la iniciación

oficial de la Operación Marquetalia, en la cual participarán dieciséis mil (16.000) soldados

fuertemente armados y equipados con toda la dotación (….) El 27 de mayo de 1964 se

produce el primer combate. Estuvo comandado, por parte de la resistencia, por Jaime

Guaraca, pero también participaron en la dirección David González y Darío Lozano. Era

apenas un pequeño grupo de ocho combatientes. Con esa acción comenzó la operación

Marquetalia. Después de eso siguieron muchos otros comandados ya por Guaraca, ya por

Isaías Pardo, ya por el propio Marulanda Vélez. Ya se trataba de una guerrilla móvil. No se

dormía, si era que se podía dormir en una situación en una situación como esa, en una sola

parte, sino que se cambiaba cada noche de sitio. Las hostilidades eran minuto a minuto. El

ejército intentaba avanzar y los guerrilleros se lo impedían, le cerraban el paso porque aún

tenían el dominio del terreno. Frente a esa circunstancia, el ejército optó por la aviación,

pues en las peleas en tierra perdían unidades y armas en cantidades importantes. Entonces

sometieron la región a un intenso bombardeo y ametrallamiento aerotransportado. Fue así

como logró el ejército ocupar Marquetalia. Participaron siete aviones caza-bombarderos,

varios a reacción y otro gigantesco que los guerrilleros le dieron el nombre de “el marrano”

por su gran parecido con un cerdo. Durante esta operación los guerrilleros ocasionaron

grandes bajas al ejército, mientras que aquellos solo perdieron al combatiente Luis Salgado,

por un acto de indisciplina de otro guerrillero que dio una contraorden y a Georgina de

Ortiz, cuando ya estaban los campesinos en retirada….”(op.cit.pag.146-147).

En la misma obra “FARC.Veinte Años.” Se encuentra el relato de Jacobo Arenas, así:

“Entonces los mandos militares diseñaron los planes de agresión contra esas regiones

agrarias, entre ellas Marquetalia. Allí estaban Isauro Yosa, Manuel Marulanda velez,
287

Jacobo Prias Alape, Ciro Trujillo y muchos otros dirigentes campesinos. Y ya se sabía que

Manuel Marulanda, Ciro Trujillo, Rigoberto Losada y otros provenían de los comandos

guerrilleros del sur del Tolima y entonces lo lógico era que los reaccionarios se imaginaran

que estos compañeros estaban organizando guerrillas.

“Entonces vino la agresión denominada Operación Marquetalia con un operativo de

dieciséis mil (16.000) soldados del ejército para un área donde los dieciséis mil hombres no

cabían ni parados, porque Marquetalia es un pequeño vallecito y la operación o mejor

dicho, la agresión era para todas las áreas adyacentes a Marquetalia. Entonces comenzó la

pelea de dieciséis mil soldados contra cuarenta y dos (42) campesinos que no eran

guerrilleros sino labriegos que querían vivir en paz con sus mujeres y sus hijos. Pero ante la

agresión tuvieron que levantarse para defenderse y entonces se convirtieron, ahí sí, en

guerrilla móvil al mando de Manuel Marulanda Vélez. Yo llegue a Marquetalia junto con

Hernando González Acosta. Nos reunimos con los jefes de la resistencia. Les dijimos que

la agresión venía para encima y les dijimos además cuantos soldados eran los que iban a

atacar y Marulanda dijo: “Pues aquí estamos. Y no es malo que vengan bastantes porque

entre más vengan, más blanco dan”.

“La operación la fijaron los mandos para el catorce de mayo pero en realidad el primer

combate solo tuvo lugar el veintisiete de mayo. Ese fue el comienzo de esta pelea que se

prolonga ya casi por veinte años. El ejército tuvo que contar muchas bajas en sus filas y

nosotros solo perdimos al compañero Luis Salgado en Marquetalia y a la compañera

Georgina de Ortiz cuando ya íbamos en retirada. Hacía falta mucha gente para que

empuñara todas las armas que le íbamos quitando al enemigo. Después una parte de

nosotros nos trasladamos a Riochiquito. Allá no había movimiento guerrillero sino


288

movimiento agrario y de autodefensa también. Entonces nosotros nos fuimos ahí si a

organizar la guerrilla allá, porque pensábamos que había llegado el momento de ampliar la

lucha ya que la situación nos la habían puesto delicada los militares con su agresión. Se

viene también la agresión contra Riochiquito. El de allí era un movimiento

fundamentalmente indígena. Al calor de la lucha de Marquetalia surgieron entonces otros

grupos guerrilleros, entre ellos El Pato, Riochiquito, Natagaima, Coyaima y Purificación.

Entonces fue cuando celebramos con todos estos grupos la Primera Conferencia de Farc.

No se llamaba Farc, no teníamos todavía la idea de Farc, sino que se le llamó, Primera

Conferencia del Bloque Sur, no del Tolima, sino del sur del país. …” (op. cit).

Más adelante en la misma obra citada, sobre por qué se dio el nombre de FARC al

grupo nacional guerrillero, por qué y para qué fueron creadas, lo explica el mismo Manuel

Marulanda Vélez en los siguientes términos:

“Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia fueron creadas con el propósito de

luchar por la toma del poder para el pueblo, con el propósito de constituirnos en ejército del

pueblo en contraposición al ejército que está al servicio de la burguesía, de las clases

explotadoras. Y le pusimos ese nombre porque es el que se ajusta más a sus objetivos y

principios, a los intereses de la clase que defiende y porque, además, había que ponerle un

nombre para diferenciarnos de otras organizaciones revolucionarias que tienen también sus

denominaciones. En la Conferencia constitutiva de las FARC fue aprobado un programa de

lucha…..”.(op. cit).

Sobre la Operación Marquetalia se recomienda también, consultar el libro de Alfredo

Molano, titulado, “A Lomo de Mula”, publicado por Aguilar Ediciones en 2016, en el cual
289

se relata verazmente cómo fue la mencionada operación, así como los sucesos posteriores

relativos a las agresiones armadas del estado en contra de otras regiones agrarias pacificas

como Pato, Riochiquito y Guayabero, aclarando que la verdadera fecha en que se fundan

las Farc fue entre el 25 de abril y el 5 de mayo de 1966, durante la Segunda Conferencia del

Bloque Sur.

Vale la pena trascribir algunos de los titulares de prensa del diario “El Tiempo” de

1964, referentes a las Operación Marquetalia:

“Comienza Plan de Marquetalia.” Mayo 18, p. 1.13.

“La operación Marquetalia, no hay invasión militar: Ruiz.”. Mayo 20, p.1-6.

“El ejército de Estados Unidos ha cooperado con el colombiano”. Mayo 21, p.16.

“Las “Repúblicas Independientes”, Richard hace su voluntad en El Pato”. Mayo 30,

p.1-6.

“La operación Marquetalia debe generalizarse en todo el Tolima”. Junio 2, p. 25.

“Final de las “repúblicas independientes”. Dominada Marquetalia.”. Junio 15, p.1-13.

“Activa la persecución contra “Tirofijo”. Junio 16. P. 28.

“Se estrecha el cerco”. Junio 17, p.7.

“Más tropa llegará a Marquetalia, dice el comandante de la brigada”. Junio 20,p.1-14.

Alape (1998) relata así la operación Marquetalia de 1964:


290

“Marquetalia antes se conocía como El Támaro, una finca de propiedad de un señor

Bonilla, que por la violencia la abandonó en los años cincuenta, una hacienda profunda,

metida en la montaña, con fincas vecinas, lejos unas de otras. Después de fundados los

comandos de Riochiquito y el Símbola en el Cauca, en reunión de la dirección de la

guerrilla, se acordó crear un nuevo comando en la zona de Marquetalia. El nombre de

Marquetalia lo puso Charro Negro, él fue quien recogió los primeros hombres, reclutó

nuevos combatientes, se instaló con familias en la región de El Támaro, en el año

1955.(……….)”.

“El ejército decidió crear y estimular una banda de Pájaros bien pagados, equipados y

armados y asesorados por oficiales, con el objeto de que fueran eliminando individualmente

a los dirigentes de Marquetalia (….). Un ejército armado hasta los dientes, con todos los

recursos humanos y técnicos organizando una guerra, la guerra en todo sentido, contra un

grupo de hombres sumamente reducidos, acusados por el delito de pensar distinto al

establecimiento (…..)” (op. cit).

Entre tanto, algunos titulares del periódico “Voz Proletaria”:

“Manuel Marulanda no es un bandolero”. Junio 11 p.7.

“La toma militar de Marquetalia”, junio 18, p.4.

“Monstruoso genocidio se adelanta en El Pato”. Mayo 6, p.9.---

“El 14 de mayo de 1964 no hubo choque, sobre la región una atmósfera cargada de

plomo; el 15, el silencio se ha aposentado sobre los pliegues de la cordillera; el 16, el cielo

descubierto es un profuso azul de quietud; el 17, el cielo con señales de atormentarse; el 18,
291

la respiración cortada de hombres confundidos en los sitios de espera; el 25, los dedos

sudorosos sobre los gatillos de viejos fusiles; el 27 de produjo el primer combate, en un

sitio llamado “La Suiza”, a mano derecha de Gaitania, un poco más abajo del filo conocido

como el filo de los socorreños, sobre la margen que seguía el camino de los indígenas y al

otro lado, estaban los colonos de Marquetalia. Ese combate me tocó dirigirlo a mí. Yo

estaba con David González y Darió Lozano. En ese combate el ejército se desplegó

aplicando nuevas técnicas para tomar el filo arriba de La Suiza, filo de donde dirigieron

cuidadosamente el avance. En ese combate se recogieron los tres primeros fusiles, recuerda

Jaime Guaracas. Se había distribuido la tropa en pequeños grupos. En el sitio no había sino

quince hombres, “No estaba claro aún la concepción de la guerrilla móvil. Dominaba en ese

sentido, al comienzo de la operación, la concepción de las avanzadas compuestas por 5 o 7

hombres. Esas avanzadas fueron adquiriendo un carácter distinto en el propio proceso de

confrontación”, precisa Jacobo Arenas. Es la antigua experiencia que venía del Sur del

Tolima, recurrente en la táctica de la emboscada. Un grupo espera, entra la tropa y viene el

combate. La característica determinante, es decir, el movimiento no tiene un carácter

ofensivo que va en busca del enemigo, que ubica a sus hombres, que asalta la tropa.

“En un sitio llamado “El Infierno”, la guerrilla se había distribuido en una especie de

cortina, cuatro o cinco guerrilleros se comunicaban sin dificultad, metidos en la emboscada.

La tropa aprovecha la tarde de neblina densa para colocarse en la mitad del sitio emboscado

por la guerrilla. Jaime Guaracas estaba orinando, al regresar a la trinchera vio por debajo de

la neblina algo parecido al humo. Le informó a Isaías Pardo, el comandante del grupo y le

preguntó si había ordenado prender fuego en esa parte del monte. Isaías dijo que no. Envió

a Pajarito a investigar de qué se trataba y Pajarito volvió con la noticia de que el ejército
292

estaba en la mitad del grupo. La niebla corría como a empujones por lo densa. Isaías Pardo

ordenó retirarse para que transcurriera la noche y no fueran localizados. El mismo Isaías

aprovechó que la niebla no había escapado y a las seis de la mañana, se fue con cinco

guerrilleros y le dieron una sorpresa mayúscula a la tropa. Isaías Pardo lanzó granadas y los

guerrilleros abrieron fuego abierto.

“Arriba de La Suiza, por la margen izquierda del río Atá, se intensifican los combates.

El 3 de junio por la radio escucharon la noticia de un oficial muerto y varios soldados

heridos. El 5 de junio, por indisciplina de un guerrillero, empujado quizá por el miedo, dio

una contra orden y tuvieron el primer contra tiempo. Por su culpa, la guerrilla hizo un

desplazamiento equivocado, lo que permitió que Luis Salgado, un guerrillero, diera blanco

a una emboscada tendida por el ejército. Salgado se batió hasta que una bomba “piña” le

despedazó la cabeza. Ese día, vieron varios aviones de observación. Una emisora, anuncio

la inminencia de bombardeos y el desembarco de paracaidistas sobre la región.

“El 6 de junio, a las nueve de la mañana, se sorprendieron al escuchar un vozarrón que

salía entre las nubes. Localizaron la voz cuando descubrieron a lo lejos, un helicóptero que

llevaba suspendido un potente altoparlante y la voz hacía llamamientos a la población civil,

semejantes a los contenidos en las miles de hojas volantes que habían lanzado sobre la

región; la voz que volaba entre las nubes, anunciaba la proximidad de la caída de los

dirigentes y de los efectivos del movimiento armado. El domingo 7 de junio se produjeron

varias escaramuzas, cañón arriba del río Atá. “Dos aviones de observación realizaron cinco

vuelos para efectos de aerofotografía y filmación. El 13 fue un día intenso en la

observación y el reconocimiento aéreo. El sábado 14 de junio, a las 8:05 de la mañana, los

filos colindantes del altiplano de Marquetalia, sobre puntos analizados por la observación
293

aérea, fueron bombardeados con proyectiles cohetes. Cada filo fue objeto de 30 proyectiles

de alto poder; 8 proyectiles cayeron en el pequeño altiplano, muy cerca del poblado y 15

sobre un pequeño terraplén donde era visible un portón de madera. El bombardeo iba

acompañado de fuero aéreo de ametralladoras punto 50. Diez minutos después, seis

helicópteros dieron comienzo al desembarco de tropas. Once aparatos sobrevolaban la

región en apoyo del desembarco. Ochocientos hombres ocuparon los dos filos en 55

minutos e iniciaron el dominio del altiplano enlazándose con las tropas que avanzaban por

tierra y consolidaban posiciones cañón arriba del Atá”, recuerda Jacobo Arenas. El ejército

había cumplido la fase de la ocupación del poblado de Marquetalia. Apenas comenzaba la

resistencia.(….) Marquetalia había sido copada, no quedaba sino el Alto Trilleras y una que

otra finca, donde no había llegado la tropa oficial.(….). Tres días después aparecieron los

aviones en el cielo, hicieron arabescos y en línea, uno tras el otro, empicados como con

furia, ametrallaron La Hacienda en un ataque tremendo, lanzaron por lo menos unas

setenta bombas gigantescas de 5 toneladas, bombas con 5 compartimentos exclusivos y un

compartimento en el centro que contiene gasolina aceitosa y lanzaron sus ataques sobre el

depósito de máiz(….)”.(op. cit).

Arturo Alape relata así la muerte del campesino liberal Isaías Pardo en el combate de

Alto de Trilleras, en su citada obra “Las vidas de tirofijo” (pag.348 y ss):

“La historia que se cuenta de ese momento de su agonía, es que los soldados querían

aproximarse a él, pero desistieron, porque tenía suficientes granadas, suficiente parque, él

no permitiría que se le acercaran. Se sabe que le dieron un fuerte ataque de granadas y lo

mataron; una granada cayó cerca de su cabeza y como él estaba inmóvil, porque había

recibido una ráfaga de ametralladora en el pecho y en el estómago, la gente dice que saltó
294

maíz y frijol del equipo que llevaba a las espaldas. La balacera lo atravesó, lo perforó y él

seguía lanzando granadas, combatía ya muriéndose y la tropa no podía llegarle para

capturarlo vivo o medio vivo o quizá más muerto que vivo; una granada le desintegró la

cabeza, se la voló. “Sólo hay dos personas que vimos por última vez a Isaías Pardo vivo,

que son Darío Lozano y yo”, recuerda cabizbajo Jaime guaracas.(….) Cuando subimos a un

filito con Lozano, Isaías todavía estaba peleando, se escuchaban los tiros de fusil de Isaías;

tiro a tiro, pero tiros que uno sentía como propios, hasta que el ejército le avanzó, cerraron

fuego sobre Isaías y le lanzaron como 7 granadas, lo remataron finalmente con una

granada; cuando llegaron los muchachos, muchos de ellos llorando, decián: Vamos a

rescatarlo, vamos, si nos matan que nos maten pero lo sacamos, pero era imposible, ya el

ejército se había apoderado del sitio (….) Después de conocer la dolorosa noticia de la

muerte de Isaías Pardo, el Estado Mayor que estaba en Riochiquito organizó y celebró la

Conferencia del Bloque Sur, antecedente orgánico de lo que serían las Farc y consideró que

la guerrilla en Marquetalia haría unos cuantos combates más y más tarde, debía retirarse

para un período de descanso. Se decidió que la presencia de Marulanda en Marquetalia era

necesaria, que tenía una significación inmensa. El se trasladó con otro grupo de

combatientes hacia la región para reforzar el núcleo guerrillero que aún continuaba

combatiendo (…..)”. (op. cit).

Otro gran combatiente, estudiante de derecho de la Libre de la Universidad de Bogotá,

que cayó en Marquetalia, en el combate del filo de los inocentes, fue Hernando Gonzalez

Acosta.

Su muerte la relató así Jacobo Arenas en su Diario de la resistencia en Marquetalia:


295

“En Mazamorra preguntamos por Hernando González. Nos respondieron que se había

despedido de los camarógrafos franceses y había salido con un grupo de compañeros para

Ríochiquito, en busca nuestra. A las 15:00 se oyó un tiroteo en el filo de Los Inocentes.

Eran las tropas oficiales que habían emboscado a Hernando y sus compañeros. Los

muchachos que le acompañaban pudieron salvarse. Hernando cayó. Sin duda, los soldados

apuntaron sobre él sus armas automáticas, pues el camino estaba descubierto; los

muchachos avanzaron por lo menos cincuenta metros hacia la emboscada, al descubierto.

La muerte del querido dirigente de la Juventud Comunista nos dejó atónitos. Ningún otro

muchacho de la ciudad, hasta entonces, se había adaptado tanto a la vida con los

guerrilleros como él. En la guerrilla tuvo el nombre de Leovigildo Rodríguez. Aunque

había sido comisionado para cumplir labores de educación política entre los campesinos,

prontamente aprendió el arte de la guerra y se ganó la amistad y la admiración de todos sus

compañeros, repitiendo en el campo lo que había sido en la ciudad, al frente del

movimiento estudiantil y juvenil. Hernando tenía apenas 24 años. En llamamiento lanzado

por nuestro movimiento armado días después decíamos: "Este comandante de guerrillas,

estudiante de la Universidad Libre, hace año y medio vino a acompañarnos enviado por el

Comité Central de la Juventud Comunista, de la cual era miembro destacado. . . Nuestro

comandante cayó en una emboscada enemiga a la que opuso todo el valor y el coraje que le

caracterizó en sus acciones guerrilleras. Cuando vio en peligro de ser eliminada su

guerrilla, se lanzó adelante para cubrir con el fuego de su arma automática la retirada de la

guerrilla hacia posiciones favorables. Con este acto heroico se llena de gloria el

estudiantado de nuestro país, a quien dirigió desde estas tierras de la resistencia muchas

proclamas y muchos llamamientos a la lucha frontal contra el sistema. No queremos

terminar esta carta, decíamos entonces, sin expresar a los estudiantes de nuestra patria
296

nuestra profunda gratitud por la solidaridad de que hemos sido objeto y solicitarles el envío

de otros estudiantes que, como Hernando González, vengan a acompañarnos, a ayudarnos

con sus luces a orientar y desarrollar esta lucha armada revolucionaria que puede

transformarse en la forma principal de lucha de nuestro pueblo contra nuestros opresores y

verdugos. Compañeros estudiantes: desde hoy el destacamento al que perteneció nuestro

compañero González llevará el nombre de Hernando Gonzalez”.

Como siempre, el gobierno de Guillermo León Valencia, no dijo que se había cometido

un crimen de lesa humanidad ni un crimen de guerra, ni siquiera un homicidio, sino que se

“había dado de baja a un peligroso bandolero para salvar la patria”. En Colombia siempre

salvan la Patria, dando de baja a peligrosos bandoleros liberales y socialistas……

Estos son los nombres de los campesinos liberales que se enfrentaron a la entonces

operación militar más grande de todo el continente, los cuales no pueden quedar en el

olvido: Manuel Marulanda Velez, Isauro Yosa, Isaías Pardo, Luis Pardo, Luis Perdomo,

Andrés Perdomo, Jaime Guaraca, Jesús Medina, Darío Lozano, Miguel Pascuas, Rigoberto

Lozada, Jaime Bustos, Luis Salgado, Germán Romero, Martín Cruz, Javier Gualteros,

Campo Elias Luna, Víctor Luna, Israel Valderrama, Baudelino José Cedeño, Gilberto “el

músico”, Federico Aldana, Jaime Reyes, Juanito, Alfredo, Favorito, Ciprián Alvarez,

Rogelio Díaz, Pedro Ipús, Gamboa Esquivel, Saí Esquivel, Joaquín Ospina, Reynaldo

Avilés, Joaquín, José Bedoya, Secundino Perdomo, Víctor Carrillo, Jaime García, Efraín

Patilludo, Martín Ruiz, “Tarzán”, Indalecio Ruiz, José Bernardo Ruiz, Edilberto Parra, José

Colorado, Alfio Rojas, Roberto López, Desiderio González, David González, Luis

González, Honorio González, Fidel González, Abraham García, Jesús Ortiz, Parménides

Cuenca, Darío Mejía, Vidal Charry y Germán Garzón.


297

Como la violencia genera más Violencia, a raíz de los hechos narrados, el 5 de mayo

de 1966 se fundan las llamadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC,

bajo el gobierno de Guillermo León Valencia.

¿Y contra quién y por qué se inicia esa nueva lucha? lo explica el mismo Manuel

Marulanda Vélez en reportaje de Carlos Arango en su libro “FARC. Veinte Años.

Ediciones Aurora. Pag.100, así:

“para nosotros está claro desde que comenzamos la lucha que el enemigo principal del

pueblo colombiano es el Imperialismo Norteamericano. Y a nivel interno lo es el capital

financiero, los monopolios, los altos mandos militares que no quieren permitir que en el

país haya amplias libertades democráticas. Nuestros enemigos son todos aquellos sectores

reaccionarios que no quieren que en el país haya un proceso de cambio social, económico y

político…..”. (op. cit.).

Carcabed (2011) narra el hecho:

“En Junio de 1964, Marulanda y una docena de hombres, dispersados por la acción

militar, se internaron en la selva y el 20 de julio de 1964 se reunieron para crear

oficialmente el llamado Bloque Sur, la primera insurgencia guerrillera del Partido

Comunista Colombiano, de donde nacerían las FARC, el 5 de mayo de 1966, la segunda

conferencia del Bloque Sur oficializa la conformación de las FARC como brazo armado del

Partido Comunista…”

Continúa así el relato de quien firma como Charles Carcabed (op. Cit. Pag.44) :
298

“Hasta la década de 1980, las FARC crecieron de manera relativamente lenta; además

de sufrir una división por parte de Javier Delgado y Hernando Pizarro Leon Gómez,

antiguos comandantes de las FARC, formando aparte una guerrilla llamada Comando

Ricardo Franco-Frente Sur. Las FARC contaban entonces entre 1000 y 3000 hombres. En

la séptima conferencia del 4 al 14 de mayo de 1982, bajo el mando del líder político Jacobo

Arenas, se plantearon varias directrices estratégicas y se reafirmó el principio de la

combinación de todas las formas de lucha, la política y la armada.

“A partir de ese momento las FARC se nombran “Ejército del Pueblo” (FARC-EP) y se

plantea la política del desdoblamiento de frentes, con el objetivo de duplicar el número de

integrantes y se fijan fechas para una futura toma del poder en los años noventa.

Momento que relatan así Sanchez y Meertens ( op. Cit ) :

“En realidad el curso objetivo de los hechos había puesto a los bandoleros frente a un

abanico de múltiples opciones: romper con el bipartidismo; diseñar una nueva estrategia

con respecto al ejército; transformarse en guerrilla revolucionaria tomando nítidamente el

lado del campesinado; o golpear ciegamente a todos los costados; iniciar una retirada

desorganizada y anárquica; desafiar con cierto fatalismo la muerte; o pasarse al bando

enemigo contra sus antiguos compañeros. Pero los que más claridad hubieran podido tener

para afrontar esta intrincada red de posibilidades, como Chispas y Pedro Brincos,

constituyeron justamente el blanco prioritario de la persecución militar y cayeron. La

mayoría de los restantes no estaban ideologica o políticamente habilitados para entender la

complejidad de la situación y eligieron lo peor: antogonizar también a los campesinos, sus

mas fieles protectores.


299

“Calificar a los bandoleros en tales condiciones de simples agentes de la reacción o de

aliados del ejército, como lo planteara el Partido Comunista en 1964 (en Voz Proletaria del

23 de enero), precisamente en el momento en que se desencadenaba la batida final contra

ellos, era mostrar una total incomprensión del nudo de contradicciones en que éstos se

debatían.(……..)

“Por eso, las disidencias tácticas de los partidos y los gamonales negociaron, sobre la

base del poder que les había dado el mismo bandolerismo, su incorporación al sistema

político nacional y desde las gobernaciones y ministerios planearon la gran cruzada de

exterminio.(…..)

“De paso, este proceso pone en evidencia que el conjunto de enmiendas

constitucionales que culminan con la Reforma de 1968, no significan una cabal

centralización política sino un nuevo pacto, que implica por un lado un reconocimiento de

los gamonales al poder central y por el otro un reconocimiento por parte del poder central

de una relativa autonomía a los gamonales. Sobre esta misma línea de conciliación se

inscribirían otros procesos, como el de la reforma agraria.”

Retomando el hilo cronológico de la violencia, este Periodo de la lucha guerrillera, a

mediados de los años sesentas, la represión oficial, luchas populares y resistencia

campesina derivó ya en una lucha de clases: se cayó la máscara de la guerra civil o

partidista y se esclareció que estábamos ante una lucha de clases entre ricos y pobres,

período que se inicia con la formación del Bloque Sur, (1964), del cual más tarde saldrían

las FARC, (1966), comandadas entonces por Manuel Marulanda Vélez, Ciro Trujillo,

Jacobo Arenas y Jacobo Prias Alape, como se acaba de ver; la fundación del ELN, en
300

1964 con Fabio, Manuel y Antonio Vásquez Castaño, Víctor Medina Morón, Ricardo Lara

Parada, Jaime Arenas y el mismo Camilo Torres; el EPL, (1967), de orientación maoísta,

al frente de Francisco Caraballo, William Calvo y Libardo Toro Mora; el M-19 (1970),

de orientación rojaspinillista inicialmente con Jaime Bateman, Carlos Toledo Plata y Carlos

Pizarro entre otros y el ERP, (1976), grupos con conciencia de clase y formación marxista

leninista en defensa de los intereses del pueblo.

Viene entonces la aparición de otro grupo guerrillero ya de clara tendencia socialista y

urbana, de origen estudiantil: el Ejército de Liberación Nacional (ELN). El 4 de julio de

1964 en la vereda La Fortuna, Municipio de San Vicente de Chucuri (Santander), siendo

su primer jefe Fabio Vásquez Castaño, quien había participado en el grupo de resistencia

Cubana de defensa contra la invasión norteamericana de Bahía cochinos. Así, el 7 de enero

de 1965, el nuevo grupo guerrillero realiza su primer incursión armada con la que se da a

conocer públicamente: la toma de Simacota (Santander). Luego vino la toma a Papayal el 3

de febrero del mismo 1965. El 9 de marzo de 1966, el ELN asalta el tren pagador en Las

Montoyas (Santander), ataque que es filmado por un periodista mejicano, quien lo difunde

al mundo.

Por constituir un documento histórico, se trascribe el Manifiesto de Simacota publicado

clandestinamente por el ELN después de la toma de Simacota:

“La violencia reaccionaria desatada por los diversos gobiernos oligarcas y continuada

por el corrompido régimen Valencia- Ruiz Novoa- Lleras, ha sido un arma poderosa para

sofocar el movimiento campesino revolucionario, ha sido una poderosa arma de

dominación en los últimos quince años.


301

“La educación se encuentra en manos de negociantes que se enriquecen con la

ignorancia en que mantienen a nuestros pueblos.

“La tierra es explotada por campesinos que no tienen dónde caerse muertos y que

acaban sus energías y las de su familia en beneficio de los oligarcas que viven en las

ciudades como reyes.

“Los obreros trabajan por jornales de hambre, sometidos a la miseria y humillaciones

de las grandes empresas extranjeras y nacionales.

“Los intelectuales y profesionales jóvenes demócratas se ven cercados y están en el

dilema de entregarse a la clase dominante o perecer.

“Los pequeños y medianos productores, tanto del campo como de la ciudad, ven

arruinadas sus economías ante la cruel competencia y acaparamiento de los créditos por

parte del capital extranjero y de sus secuaces vendepatrias.

“Las riquezas de todo el pueblo colombiano son saqueadas por los imperialistas

norteamericanos.

“Pero nuestro pueblo, que ha sentido sobre sus espaldas el látigo de la explotación, de la

miseria, de la violencia reaccionaria, se levanta y está en pie de lucha. La lucha

revolucionaria es el único camino de todo el pueblo para derrocar el actual gobierno de

engaño y de violencia.

“Nosotros que agrupamos el Ejército de Liberación Nacional nos encontramos en la

lucha por la liberación nacional de Colombia.


302

“El pueblo liberal y el pueblo conservador harán frente juntos para derrocar la

oligarquía de ambos partidos.

“Viva la unidad de los campesinos, obreros, estudiantes, profesionales y gentes

honradas que desean hacer de Colombia una patria para los colombianos honestos.

“Liberación o Muerte!. Ejército de Liberación Nacional.

Frente José Antonio Galán…..”

Ricardo Lara Parada, uno de los fundadores del ELN narra así los inicios de tal

organización en entrevista a la revista Tropicos N° 3 :

“El día 11 de noviembre de 1962 tiene lugar una reunión memorable en La Habana. Ese

día dimos por construida la Brigada pro-liberación José Antonio Galán. Aquí en Colombia,

cuando aparece la organización con la toma de Simacota ya el nombre era ELN.

“Yo fui el último en llegar a Colombia, en enero de 1964. Fabio regresó a Cuba y me

dijo que teníamos un grave problema. Al grupo de los diez se suman dos “cubanos” – Juan

Martín y otro hermano de Antonio Larrota- que aparecen como cubanos. Dicen que se

vienen con nosotros, a nivel de base. Cuando se vienen todos, aquí descubren que no solo

son colombianos sino que pertenecen al MOEC. Lo que querían era meternos al MOEC

cuando nosotros pensábamos en un trabajo independiente, sentando línea de unidad

revolucionaria. (…..)“El ELN nació por analogía de situaciones entre Cuba y Colombia, así

como la concepción de la guerra foquista. Nosotros fuimos unilaterales, obviamente. Han

pasado 18 años desde entonces. Los hechos han demostrado que estábamos equivocados.

Hoy debemos revisar seriamente esas posiciones. Es cierto que cuando el pueblo se
303

incorpora masivamente al proceso que Fidel dirigía, la bota militar de Batista no era

cualquier cosa parecida. Era una dictadura similar a la de Pinochet y Videla. …” (op. cit).

Al respecto Casas (1987) anota:

“Pero el hecho concreto es que la guerrilla de nuevo tipo hace su aparición y lo que nos

interesa, en este momento, es su existencia en el proceso de las luchas populares elevadas a

otros niveles. Y para el instante histórico esa guerrilla ya no es de tipo liberal, así tenga en

su seno algo, pero no predominante de esa ideología. Sus integrantes venían de familias

liberales, pero su accionar ya no se hace dentro de los marcos partidistas de ese tipo….”(po.

Cit. pag.173).

Ricardo Lara Parada es citado en la misma obra hablando del origen de Fabio Vásquez

Castaño así (op.cit.pag. 174 ):

“Fabio desciende de campesinos, él y su familia, víctimas de la violencia, tienen que

abandonar el campo. Se va para Pereira. Fabio se emplea en un banco. Antonio hace un

curso de contabilidad y Manuel estudios en la Universidad Libre en Bogotá. (es abogado).

Fabio no había participado en luchas políticas. Me dice que solo conoce la historia reciente

de la violencia bipartidista. Que él la sintió en carne propia; que luego tuvo contacto con

campesinos de la zona….”

Continúa así Ulises Casas su relato:

“Lo que caracteriza estos primeros pasos de la guerrilla revolucionaria es su

composición humana: sus dirigentes o jefes pertenecen a los sectores de la llamada Pequeña

Burguesía; son de la misma extracción social de la cual procedían los que formaron el
304

Movimiento 26 de Julio en Cuba. Ya vimos quién era Fabio Vásquez Castaño y sus

hermanos guerrilleros; lo mismo se puede afirmar de Antonio Larreta y su hermano, de

Robinson Jiménez, Armando Valenzuela Ruiz, Efraín García y demás dirigentes del

MOEC; de Gloria Gaitán y su esposo Luis Emiro Valencia se puede decir igual concepto.

(……) La influencia de la Revolución Cubana sigue penetrando entre las masas y viene a

nuestra historia otro personaje parecido a Bayer; Federico Arango Fonnegra, descendiente

de influyentes y poderosas familias de Bogotá, se instala con hombres que habían

pertenecido a las guerrillas liberales en el Territorio Vásquez. Pero Federico era un hombre

idealista, un hombre de universidad que impulsado por la emotividad creyó que abrir un

frente guerrillero era cuestión fácil. Sus guerrilleros habían pertenecido, algunos a la

guerrilla comandada por “Sangrenegra” y otros a las guerrillas del Tolima. Entablado un

enfrentamiento con el ejército por el rescate de un rico hacendado, Federico se entrega y ya

desarmado es asesinado.

“En esa forma van desapareciendo estos primeros brotes foquistas guerrilleros,

motivados por ese ideal libertario de la juventud moderna, honesta y humanista. (….) De

los intentos foqusitas el que ha perdurado es el del ELN. Esta organización ha tenido una

mayor proyección por haber sido la que albergó al sacerdote Camilo Torres Restrepo,

dirigente de masas en momentos en los cuales los partidos políticos tradicionales ya eran

repudiados por ellas. Camilo, con su ejemplo logra interesar a los sectores más progresistas

de la juventud y de más masas populares en la lucha revolucionaria dando un caráctermás

estable a la organización….”

Camilo Torres Restrepo es hijo de eminentes figuras de la clase burguesa de Colombia,

hijo de Calixto Torres Umaña e Isabel Restrepo, clase alta privilegiada, quien se dedica al
305

sacerdocio y viaja a Lovaina a estudiar sociología en Europa, regresando influido por ideas

progresistas, es nombrado capellán de la Universidad Nacional y se impresiona ante el

descubrimiento de la situación de hambre, miseria y explotación que sufre el pueblo

colombiano a manos de su burguesía dirigente entronizada en el poder, lo que lo lleva a

rebelarse ante la injusticia y abrazar ideas de cambio y justicia social con prudente tinte

socialista.

Así en 1965 funda un movimiento político propio llamado Frente Unido, hecho así

relatado por Broderick (2005) :

“La acogida masiva que tuvo el Frente Unido se debió a la carismática imagen de su

director, Camilo y no a sus méritos intrínsecos. A pesar de la mejor voluntad puesta por

Israel Arjona, el periódico era un auténtico batiburrillo. Estaba montado como una especie

de crucigrama irregular, y únicamente el lector más perseverante era capaz de seguir sus

artículos que saltaban de una columna a otra y de una página a la siguiente. Gran parte de

los trabajos eran muy difíciles de entender. A parte de los artículos de Camilo, “Por qué no

voy a las elecciones” (que comenzaba en la primera página y terminaba en la última) y

“Mensaje a los cristianos” en la página 3, el resto estaba escrito en una prosa pesada y

abstracta…..” (op. cit. Pag. 357).

En un discurso ante el Consejo Nacional de la Federación Universitaria Nacional FUN

en Bogotá, el 17 de octubre de 1965, Camilo Torres habló así: (o. Cit. Pag. 373) :

“Estamos en una coyuntura revolucionaria, están cerrados todos los caminos legales,

por cuanto la oligarquía está dispuesta a librar una guerra a muerte contra nuestro pueblo.
306

De ahí que debemos organizarnos para una lucha encarnizada contra el enemigo y para

atacar el sistema utilizando formas superiores de lucha.

“Debemos comprometernos de tiempo completo con nuestra vida, con nuestra sangre,

con nuestros sacrificios y con nuestro trabajo en esta prolongada y difícil lucha por la

definitiva liberación de nuestra patria. Todo cuanto constituya un obstáculo para la lucha

revolucionaria – nuestros estudios, nuestro trabajo, nuestro bienestar, aun nuestra propia

familia- es necesario abandonarlo para entregarnos de lleno a la lucha por la toma del poder

hasta la muerte”.

Camilo Torres Restrepo, ya convertido en un reconocido dirigente revolucionario a

nivel nacional, decide ingresar a las filas del Ejército de Liberación Nacional, ELN y desde

las selvas de Santander lanza una proclama que se publica clandestinamente y que por

constituir un documento histórico en el estudio de la violencia en Colombia se trascribe en

su totalidad a continuación:

“Colombianos :

“Durante muchos años los pobres de nuestra patria han esperado la voz de combate

para lanzarse a la lucha final contra la oligarquía.

“En aquellos momentos en los que la desesperación del pueblo ha llegado al extremo, la

clase dirigente siempre ha encontrado una forma de engañar al pueblo, distraerlo,

apaciguarlo con nuevas fórmulas que siempre paran en lo mismo: el sufrimiento para el

pueblo y el bienestar para la casta privilegiada.


307

“Cuando el pueblo pedía un jefe y lo encontró en Jorge Eliecer Gaitán, la oligarquía lo

mató. Cuando el pueblo pedía paz, la oligarquía sembró el país de violencia. Cuando el

pueblo ya no resistíamás violencia y organizó las guerrillas para tomarse el poder, la

oligarquía intentó el golpe militar para que las guerrillas, engañadas, se entregaran. Cuando

pedía democracia se le volvió a engañar con un plebiscito y un Frente Nacional que le

imponían la dictadura de la oligarquía.

“Ahora el pueblo ya no creerá nunca más. El pueblo no cree en las elecciones. El

pueblo sabe que las vías legales están agotadas. El pueblo sabe que no queda sino la vía

armada. El pueblo está desesperado y resuelto a jugarse la vida para que la próxima

generación de colombianos no sea de esclavos. Para que los hijos de los que ahora quieren

dar su vida tengan educación, techo, comida, vestido y, sobretodo, dignidad. Para que los

futuros colombianos puedan tener una patria propia, independiente del poderío

norteamericano.

“Todo revolucionario sincero tiene que reconocer la vía armada como la única que

queda. Sin embargo, el pueblo espera que los jefes, con su ejemplo y con su presencia, den

la voz de combate.

“Yo quiero decirle al pueblo colombiano que este es el momento. Que no le he

traicionado. Que he recorrido las plazas de los pueblos y ciudades caminando por la unidad

y la organización de la clase popular para la toma del poder. Que he pedido que nos

entreguemos por estos objetivos hasta la muerte.

“Ya todo está preparado. La oligarquía quiere organizar otra comedia de elecciones;

con candidatos que renuncian y vuelven a aceptar; con comités bipartidistas; con
308

movimientos de renovación a base de ideas y de personas que no solo son viejas sino que

han traicionado al pueblo. ¿Qué más esperamos, colombianos?

“Yo me he incorporado a la lucha armada. Desde las montañas colombianas pienso

seguir la lucha con las armas en la mano, hasta conquistar el poder para el pueblo. Me he

incorporado al Ejército de Liberación Nacional porque en él encontré los mismos ideales

del Frente Unido. Encontré el deseo y la realización de una unidad por la base, la base

campesina, sin diferencias religiosas ni de partidos tradicionalistas. Sin ningún ánimo de

combatir a los elementos revolucionarios de cualquier sector, movimiento o partido. Sin

caudillismos. Que busca liberar al pueblo de la explotación, de las oligarquías y del

imperialismo. Que no depondrá las armas mientras el poder no esté totalmente en manos el

pueblo. Que en sus objetivos acepta la plataforma del Frente Unido.

“Todos los colombianos patriotas debemos ponernos en pie de guerra. Poco a poco irán

surgiendo jefes guerrilleros experimentados en todos los rincones del país. Mientras tanto

debemos estar alerta. Debemos recoger armas y municiones. Buscar entrenamiento

guerrillero. Conversar con los más íntimos. Reunir ropas, drogas y provisiones para

prepararnos a una lucha prolongada.

“Hagamos pequeños trabajos contra el enemigo, en los que la victoria sea segura.

Probemos a los que se dicen revolucionarios. Descartemos a los traidores. No dejemos de

actuar, pero no nos impacientemos. En una guerra prolongada todos deberán actuar en

algún momento. Lo que importa es que en ese preciso momento la revolución nos

encuentre listos y prevenidos. No se necesita que todos hagamos de todo. Debemos repartir
309

el trabajo. Los militantes del Frente Unido deben estar a la vanguardia de la iniciativa y de

la acción. Tengamos paciencia en la espera y confianza en la victoria final.

“La lucha del pueblo se debe volver una lucha nacional. Ya hemos comenzado, porque

la jornada es larga.

“Colombianos: no dejemos de responder al llamado del pueblo y de la revolución.

Militantes del Frente Unido, hagamos una realidad nuestras consignas.

“¡Por la unidad de la clase popular, hasta la muerte! ¡Por la organización de la clase

popular, hasta la muerte!. ¡Por la toma del poder para la clase popular, hasta la muerte!.

“Hasta la muerte, porque estamos decididos a ir hasta el final. Hasta la Victoria, porque

un pueblo, desde que se entrega hasta la muerte, siempre logra la victoria. Hasta la Victoria

final, con las consignas del Ejército de Liberación Nacional.

¡Ni un paso atrás, Liberación o Muerte!....”

Muy poco tiempo después, el último gran líder revolucionario del pueblo colombiano

participo en su primer combate contra el régimen y el 7 de febrero de 1966 (gobierno de

Guillermo Leon Valencia) cayó muerto en el combate de Patio Cemento, así relatado por

Broderick en su citado libro :

“Rápidamente Juanito hizo un cálculo. Cuando Fabio abriera fuego, no más de un tercio

del pelotón estaría dentro del área de la emboscada.

“Fabio ignoraba esto. Al segundo tirón de la cuerda se puso en pie, oculto de los

soldados por un grueso tronco de árbol. Camilo se agazapó a su lado. Las cabezas de los

dos primeros soldados aparecieron a la vista. Luego el tercero. Era el comandante del
310

pelotón; se veía por el uniforme. Se detuvo de pronto y parecía escudriñar el bosque con la

mirada. Parecía increíble que no los viera. Un soldado se le acercó. El oficial pareció darle

una orden y luego continuó su marcha hacia aquel tronco.

“Fabio dio un salto adelante y plantándose en medio del camino frente a los soldados,

con su Madsen a la altura de la cadera, vacío el cargador sobre sus rostros. Produjo un

estruendo horroroso. Los otros comenzaron a disparar. Camilo alzó su revólver, lo sujetó

firmemente y disparó los siete tiros en la dirección de los soldados.

“De repente Fabio le hizo tumbarse al suelo. Durante un minuto hubo silencio absoluto.

La selva parecía vacía. Camilo miró entre las matas. A unos pasos vio su trofeo, el fusil de

un soldado caído. Sin vacilar, se lanzó para cogerlo. Sonó un disparo. Camilo sintió

chamuscarse su hombro izquierdo. Se lo agarró, cayendo de bruces. Se puso de rodillas y

comenzó a arrastrarse hacia los árboles. Se mareaba. Por delante, hacia el río, percibió

sombras que se movían De pronto surgió un bulto. Un soldado. Que le apuntaba con su

arma. E hizo fuego. Una terrible quemadura le abrazó el cuerpo. Cayó. Oyó gritos, tiros.

Intentó moverse, pero no pudo. El calor estaba invadiendo su mente. Quería moverse, pero

sus músculos no eran capaces. No respondían. (…..) El monte quedó súbitamente en

silencio. A un extremo del lugar de la emboscada yacían Abel y Delio entre los árboles.

Joaquín estaba tendido en medio del camino con la cabeza destrozada. Ramiro caído en el

lodo y a su lado, en un amasijo de sangre y huesos, el cadáver de Camilito, retorcido sobre

un costado. Debajo de él, cara al suelo, yacía Camilo Torres. Su vida se escapaba como los

sesos de Joaquín. En cuestión de segundos estaba muerto….”(op. cit. pag 418).


311

Así murió Camilo Torres Restrepo, convirtiéndose en un héroe, en un nuevo mártir de

la violencia en Colombia, dejando con su muerte regada otra semilla de más violencia.

Pero ese 7 de febrero de 1966, nadie dijo que la muerte de Camilo Torres había sido un

Crimen de Lesa Humanidad ni un Crimen de guerra, ni siquiera un magnicidio: lo que se

dijo es que se había “dado de baja” a un “peligroso Bandolero”.

CRIMEN DE LESA HUMANIDAD, es el que se comete como parte de un ataque

generalizado o sistemático contra la población y con conocimiento de dicho ataque, como

el Asesinato; CRIMEN DE GUERRA es cuando se asesina intencionalmente a una persona

como parte de un plan o política o como parte de la comisión en gran escala de tales

crímenes. Es claro que el gobierno de Guillermo León Valencia –como todos sus anteriores

y siguientes- tenía un plan y política en gran escala, encaminada a exterminar a cualquier

opositor político.

Una vez más, la misma profecía volvería a repetirse y cumplirse: Y ríos de sangre

inundaron el suelo colombiano……………

En 1965 aparece el Partido Comunista Colombiano (marxista-leninista), que a su vez

dará origen al Ejército Popular de Liberacion EPL de orientación maoísta. Para comprender

con claridad las causas e ideología política de estos grupos protagonistas de cincuenta años

de violencia en Colombia es preciso trascribir el manifiesto publicado clandestinamente por

estos grupos en el citado año de 1965:

Fecha: 1965- 01- 01

Grupo: Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista) / Ejército Popular de


312

Liberación (EPL)

País: Colombia. Categoria : Comunicado por Francisco Garnica.

HACIA UNA POLÍTICA REVOLUCIONARIA EN MATERIA DE

ORGANIZACIÓN

1. EL PARTIDO COMUNISTA (MARXISTA-LENINISTA) EXIGENCIA CENTRAL

DE LA REVOLUCIÓN

Iniciadas en nuestra patria las batallas de clase del proletariado, planteadas por su

propio desarrollo, y en los momentos en que el movimiento obrero mundial alcanzaba

éxitos resonantes, desarrollando invaluables experiencias en su lucha política por su

liberación definitiva, surgió también en Colombia, como imperiosa necesidad la

construcción del Partido de la clase obrera, del Estado Mayor indispensable para la

conquista victoriosa del poder.

Poderosamente influenciados por el triunfo y consolidación de la revolución

bolchevique de octubre, en los años de la década del 20 surgen grupos revolucionarios que

constituyen finalmente, en 1930, el Partido Comunista de Colombia. Este recorre desde

entonces un largo camino repleto de episodios muchas veces heroicos y de notables errores

que conforman un formidable cúmulo de experiencias con un denominador común: La

existencia de una dirección errada, reformista y traidora.

Ayer con la camarilla Duranista y hoy con el grupo que encabeza Gilberto Vieira, al

P.C. se ha intentado convertirlo en simple aparato electorero colocado a la cola de las

disidencias tácticas de la burguesía, empantanado en el más crudo oportunismo reformista,

ajeno a la revolución, es decir, en un obstáculo para que la clase obrera pase de sus luchas

reivindicativas de tipo económico a las batallas por la conquista del poder político.
313

Su estructura organizativa leninista fue reemplazada paso a paso, por la de una simple

agrupación liberal, sin ninguna disciplina, sin militancia seleccionada, con el burocratismo

en su peor acepción como único método de dirección y por consiguiente incapacidad para

aprovechar todas las coyunturas revolucionarias. Ha servido para prolongar el dominio de

la oligarquía y el sufrimiento de las masas.

Tergiversando así los objetivos revolucionarios del Partido Comunista y corrompidas

sus normas organizativas, el proletariado quedó de nuevo huérfano de su vanguardia

política y, desde ese momento, la existencia de su Partido marxista-leninista se presentó

con redoblada urgencia, mayor ahora que nunca, cuando se plantea la tarea de la conquista

del poder político, de la destrucción del actual régimen burgués-proimperialista y el

implantamiento de un nuevo orden popular.

La razón histórica del Partido Comunista Marxista-Leninista, ha sido una poderosa

palanca impulsora para su propio surgimiento.

De ahí que desde el primer instante que aparece la corriente del oportunismo emerge

también la lucha de los cuadros marxistas-leninistas por impedir la adulteración del carácter

revolucionario de la vanguardia política de la clase obrera.

Desde 1940 y quizá desde mucho antes, camaradas honestos y capaces hicieron una sólida

argumentación, planteamientos revolucionarios frente a la orientación claudicante de las

camarillas de turno.

Pero es particularmente a partir de 1959 desde cuando cobra mayor fuerza la tendencia

marxista-leninista. En efecto, aparecen nuevos movimientos políticos revolucionarios como

evidente rechazo a las orientaciones derechistas del grupo de Gilberto Vieira.


314

En el seno del partido aparece la polémica en distintos sectores del país reclamando una

estrategia acertada para la revolución colombiana, planteando la necesidad de organizar la

conquista del poder y señalando el camino armado de la revolución colombiana.

Se multiplican entonces las sanciones disciplinarias contra todos aquellos camaradas

que no comulgan con el contrabando ideológico de los revisionistas. Centenares de

militantes y decenas de cuadros intermedios son expulsados por diferir de la línea política,

las calumnias y los consabidos epítetos de "extremo izquierdistas" ocultan las verdaderas

razones de principios.

Direcciones intermedias como el Comité Regional de Antioquia (1961); regionales

enteros como el del Magdalena y la Guajira (1963); y Bolívar (1964); locales, zonas y

sectores importantes del Partido en el Valle, Santanderes, Bogotá, Cundinamarca, Boyacá,

Huila (1963-64-65); cuadros nacionales del C. C. y el 80% (ochenta por ciento) de la

Juventud Comunista de Colombia representada en los Regionales de Bogotá, Valle,

Santander del Norte, la Costa Atlántica y numerosos locales en todo el país (1964);

numerosos dirigentes sindicales (confederales y federales) y dirigentes de masas a escala

nacional y departamental, se lanzaron al combate contra la traición oportunista,

comprendiendo que no había otra tarea práctica, primera y más urgente, que el rescate de

nuestro partido y su reestructuración dentro de los principios revolucionarios del marxismo-

leninismo para hacerlo capaz de dar a la lucha política de la clase obrera y de los

campesinos la energía y firmeza necesarias.

2. NUESTRO PARTIDO COMUNISTA (M-L) TIENE QUE SER DE TIPO


315

BOLCHEVIQUE

A. El Partido Comunista es un Partido de clase.

El Partido Comunista (marxista-leninista) es ante todo un Partido de clase. Es el partido

de la clase-obrera.

Todas las clases y los estamentos de ellas pueden expresarse políticamente a través de

partidos o grupos: éstos partidos o grupos políticos conforman la avanzada dirigente de las

clases o estamentos de clases y, aun cuando algunos de ellos en su conformación presentan

un carácter policlasista, en esencia su dirección está orientada a la defensa de los intereses

de una clase, como es el caso de los partidos de la burguesía. Así mismo el proletariado en

su lucha política forja su partido de clase.

Por eso todos los miembros del Partido Comunista serán, y tienen que serlo, proletarios

que defienden intransigentemente los intereses de la clase obrera. Para poder pertenecer a

ese Partido los elementos provenientes de otras clases tienen que renunciar a sus intereses y

privilegios de clase y abrazar sin reservas la causa del proletariado.

El Partido es parte inseparable de la clase obrera. Y como la clase obrera —aquí y en

todo el mundo— está llamada a dirigir los destinos de la humanidad, ese partido en cuanto

interprete consecuentemente los intereses del proletariado conlleva innatamente su carácter

dirigente. La existencia universal del proletariado, su concepción como una. sola clase en

su conjunto, hace que el proletariado colombiano sea parte de la clase obrera mundial.

Esto determina que el Partido Comunista (marxista-leninista) esté impregnado de un

profundo contenido internacionalista, generalizado en todos y cada uno de sus militantes y


316

le plantea obligaciones concretas para con los pueblos de los demás países, obligaciones

que superan la simple solidaridad moral, especialmente, en nuestro caso, en relación a los

combatientes populares de la América Latina.

B. El Partido Comunista es la vanguardia esclarecida del proletariado.

Poco a poco, y valiéndose de una altisonante jerga, los revisionistas lograron imponer en

las resoluciones de congresos y plenos su concepción oportunista de "partido de masas",

violando descaradamente uno de los fundamentales principios que caracterizaban al partido

de los bolcheviques como el destacamento de vanguardia de la clase obrera.

Es que el Partido no puede ser confundido con toda la clase. El Partido Comunista, como

destacamento de vanguardia, incorpora en sus filas, no a la clase entera sino a los mejores

elementos de la clase obrera, a los más abnegados, a los más experimentados.

"Olvidar —decía Lenin— la diferencia que existe entre el destacamento de vanguardia y

toda la masa que tiende hacia él; olvidar el deber constante que tiene el destacamento de

vanguardia de elevar a capas cada vez más amplias a su propio nivel avanzado, no significa

más que engañarse a sí mismo, cerrar los ojos ante la inmensidad de nuestras tareas y

empequeñecer éstas".

Ahora bien: "Con sólo la vanguardia es imposible triunfar y la diferencia entre la

vanguardia y las masas no puede llevarnos a convertir al partido en un puñado de

conspiradores aislados de las masas. El carácter de vanguardia significa que el Partido está

adelante de las masas pero un paso solamente; si no puede quedarse atrás de ellas sin

cometer errores de oportunismo de derecha, de seguidismo, tampoco puede adelantarse

hasta aislarse sin caer en el izquierdismo aventurero.

No podrá ser vanguardia el partido que le rinda culto a la espontaneidad, que marche a

la cola de los acontecimientos, que no pueda hacer prevalecer lo consciente sobre lo


317

espontáneo, que no vea más allá de las masas.

Pero no basta titularse vanguardia: Hay que demostrarlo en la práctica y hacer que los

demás movimientos lo reconozcan. Es imposible dirigir a la clase obrera y a las masas sino

se está vinculado a ellas. Hay que elevar a las masas hasta el nivel de los intereses de clase

del proletariado, ganarse la confianza de la clase obrera y del pueblo y esto no es un

problema de deseos ni de decretos: esto sólo es posible mediante una constante labor en el

seno de las masas y con la aplicación de una política acertada- Y aún más: no basta tener

una justa línea política. Es preciso convencer a las masas de lo acertado de esa política.

El Partido Comunista, debe y puede ser la vanguardia esclarecida de la clase obrera

pero a condición de que a su propia experiencia y a la experiencia de los partidos hermanos

añada la más severa y responsable aplicación de la teoría científica del marxismo-leninismo

en el análisis concreto de la realidad nacional.

C. El Partido Comunista debe ser ejemplo de organización, unidad y disciplina.

Tampoco puede el Partido cumplir su papel revolucionario si no se constituye en el

destacamento organizado de la clase obrera. A diferencia de los partidos no proletarios, el

P. C. no se concibe como una suma de miembros, es decir, nadie se afilia en abstracto al P.

Comunista. Cada militante se afilia a una de las organizaciones del Partido, de lo que

resulta que el Partido es una suma de organizaciones o mejor, un sistema único, un

complejo de ellas. Porque es cierto que la organización centuplica las fuerzas, no es

razonable contabilizar militantes sino organizaciones para los planes del Partido. El

principio rector, regulador y unificador de estas organizaciones es el Centralismo


318

Democrático que, en lo fundamental, significa; tener unos solos Estatutos, una sola

dirección (el Congreso y entre Congreso y Congreso el C. C.), una sola disciplina y el

sometimiento de la minoría a la mayoría y de las organizaciones inferiores a las superiores.

En nuestras condiciones, en que el revisionismo a la vez que convertía el centralismo en

garrote disciplinario para preservar sus posiciones burocráticas y estimulaba la práctica del

democraterismo en la base convirtiendo la discusión interna en charlatanería sin principios,

se exige la aplicación estricta, del Centralismo Democrático en la vida del Partido. Mao

Tse-tung, para corregir estas tendencias, recomendaba en el plano organizativo "poner en

práctica la forma democrática de vida, bajo una orientación centralizada, consistente en:

a). La Dirección del Partido debe presentar una correcta línea de orientación y ofrecer

soluciones cuando surgen problemas, a fin de establecerse como centro orientador.

b). La Dirección tiene que entender con claridad las condiciones de los cuerpos

inferiores.

c). Las organizaciones del Partido en todos los niveles no deben tomar decisiones sin

una debida- deliberación. Una vez tomada una decisión, tiene que ser puesta en la práctica

con firmeza.

d). Todas las decisiones de importancia tomadas por la Dirección deben ser transmitidas

en el acto a la base del Partido.

e). Las organizaciones inferiores del Partido deben discutir en detalle las directivas de

los cuerpos superiores a fin de entender a fondo la significación de las mismas y decidir los

métodos necesarios para llevarlas a la práctica".

Es la organización del Partido lo que hace posible la unidad de -acción de todos los

militantes. Si bien es cierto que la unidad no es por la unidad misma sino en tomo a los

principios, y que no es posible ni siquiera tratar de la unidad sin antes deslindar posiciones
319

ideológicas, también lo es que la unidad en cuestiones de programas y de línea es condición

previa indispensable pero así mismo insuficiente para la unificación real del Partido, para la

ejecución del trabajo.

La unidad de acción del Partido presupone la aplicación práctica de los principios de

organización que excluyen todo fraccionalismo y cualquier espíritu de grupo. "La unidad se

realiza —dice Lenin— sólo por una organización única cuyas decisiones se llevan a la

práctica, no por miedo, sino a conciencia de todos los obreros conscientes. Discutir una

cuestión, manifestar y oír las diferentes opiniones, conocer el punto de vista de la mayoría

de los marxistas organizados, expresar esos puntos de vista en la decisión tomada, cumplir

a conciencia esa decisión es lo que en todas partes del mundo y entre personas razonables

se llama unidad".“La unidad se expresa entonces alrededor del trabajo positivo y no de los

errores. Alrededor de los principios y no de las personas".

Consecuencia y presupuesto de la unidad será la férrea disciplina del Partido. Una

disciplina rayana en lo militar aunque consciente, igual para todos los militantes, pero

atendiendo en su aplicación a las diferencias entre los camaradas, a mayor conciencia de los

dirigentes, mayor y más férrea disciplina.

Sólo un Partido que marche como un solo hombre en el cumplimiento de las consignas

podrá garantizar el éxito de sus acciones. Pero la disciplina, al igual que la unidad, exige

condiciones que no será posible si se falta a la fidelidad, a los principios, si no existe una

estrecha vinculación con las masas y si no se desarrolla una acertada dirección política.

La disciplina puede ser férrea en la medida en que sea consciente y voluntaria. De ello

se deduce que, lejos de excluir, reclama la lucha de opiniones, en el seno del Partido. Pero,

una vez tomado un acuerdo, éste será puesto en práctica por todos los organismos y
320

militantes sin vacilaciones de ninguna índole, con toda la firmeza necesaria y superando

todos los obstáculos de cualquier naturaleza que se presenten.

D. El Partido Comunista es el núcleo central que dirige a las demás organizaciones

afines al proletariado.

El Partido Comunista, en cuanto es el destacamento organizado y la vanguardia de la

clase, es la forma superior de organización del proletariado y, en calidad de tal, dirigente y

coordinador de toda esa gama de organizaciones sin partido de la clase obrera y del pueblo,

como los sindicatos, las cooperativas, las organizaciones juveniles, las ligas campesinas y

las demás organizaciones populares que en determinadas etapas de la revolución coinciden

con los objetivos inmediatos del proletariado.

No se trata de que estas organizaciones estén formalmente subordinadas a la dirección

del Partido. De lo que se trata es de que el Partido, a través de sus fracciones o activos

militantes vinculados a esas organizaciones, lleve a ella su influencia y promueva acciones

de masas cada vez más elevadas.

Así el Partido no se verá jamás aislado de las masas, ni podrá ser golpeado por el

enemigo y estas organizaciones responderán a su orientación política.

Precisamente en el grupo revisionista que dirige Vieira, se da el caso de que, con el pretexto

de la teoría oportunista de la "neutralidad" y la "independencia" de estas organizaciones, se

forman parlamentarios "comunistas" que no respetan las orientaciones del Partido, o

gerentes de cooperativas aburguesados, o sindicalistas de mentalidad economista.

De allí que no sólo sea necesario sino obligatorio penetrar en todas las organizaciones

de las masas, teniendo en cuenta que los comunistas no inventan sino que asimilan y
321

desarrollan las formas de lucha y organización que el propio pueblo se da.

E. La condición del fortalecimiento del P. C. es la eliminación de los elementos

oportunistas.

Todas las anteriores características, que determinan la naturaleza del Partido Comunista

(marxista-leninista), no se verán nunca realizadas si se olvida un solo instante del

fundamental principio de que el Partido se fortalece depurándose de los elementos

oportunistas.

Jamás podremos desarrollar el Partido si vacilamos en cuanto a nuestra actitud frente a

los revisionistas. Stalin señala: "La lucha implacable contra estos elementos, su expulsión

del Partido, es la condición previa para luchar con éxito contra el imperialismo". Y Lenin

dice: "No es posible triunfar en la revolución proletaria, no es posible defenderla, teniendo

en las filas propias a reformistas, a mencheviques". Los revisionistas cumplen el papel de

verdaderos agentes de la burguesía dentro del movimiento obrero y como a tales hay que

tratarlos.

3. ASIMILAR UN ESTILO Y UNOS MÉTODOS LENINISTAS DE TRABAJO

Aprender a trabajar correctamente y con efectividad, asimilar un estilo y unos métodos

leninistas de trabajo, derrotar las prácticas del oportunismo y crearse una manera justa de

actuar, son grandes aspiraciones de todos los partidos revolucionarios y condiciones

inaplazables para el desarrollo de partidos como el nuestro, obligados a romper la larga

tradición de un estilo oportunista de trabajo.

A. FUNDIR LA TEORÍA CON LA PRÁCTICA


322

Charlatanes que llaman "intelectuales" y no teóricos de la clase obrera, es lo único que

puede resultar cuando se impone en el Partido el método contrario al marxismo-leninismo

de teorizar sin aplicar. Verdaderos prodigios en el arte de recitar de memoria frases de los

clásicos marxistas abstractos y alejados de un análisis concreto de una situación concreta,

conforme al mandato leninista, es lo que se encuentra entre los burócratas dirigentes del

revisionismo colombiano.

No es esta clase de "teóricos" lo que la revolución demanda. Lo que necesitamos es

cuadros que estudien el marxismo como una guía para aplicar a la práctica revolucionaria.

Hombres que conozcan la historia de Colombia y en ella se basen para estudiar el

desarrollo de la lucha de clases en nuestro país, que sepan más de Colombia que de la

URSS, China, de Roma y de Grecia y no al revés. El Partido necesita dirigentes estudiosos

de la actual situación nacional e internacional que no desenfoquen su análisis de la época y

del momento que vivimos.

Para nosotros el grado de un teórico no lo determina la mayor o menor habilidad para

manejar la "jerga" partidista, sino su capacidad de ver los problemas colombianos a la luz

del marxismo; su capacidad para enfocar claramente estos problemas; su capacidad para dar

respuesta científica a las cuestiones económicas, políticas y militares de Colombia; su

capacidad para descubrir las leyes del desarrollo de nuestra revolución. Esta es la clase de

teóricos que necesitamos.

Miles de tesis y consideraciones teóricas e innumerables consignas, completan los

escritorios de todos los dirigentes revisionistas: tesis como las que aseguraban un carácter

"progresista" en 1958 al capitalismo colombiano; consignas como la tristemente célebre de

la "Constituyente Popular" y muchas más que se quedaron escritas como falsos dogmas sin
323

ninguna aplicación práctica. Miles de conclusiones se amontonan, reunión tras reunión, en

el más grosero olvido del método leninista de mantener viva la unidad entre la teoría y la

práctica. Nuestros postulados teóricos y nuestras consignas políticas serán sometidas al

fuego de la práctica o posaremos también de charlatanes. Para los marxistas no hay otro

criterio de verdad que la práctica, y sólo a él debemos atenemos. Generalizar la práctica en

la teoría y comprobarla de nuevo en la práctica, es el único método acertado de trabajo.

B. CRITICAR NUESTROS ERRORES Y ASIMILAR DE LA EXPERIENCIA.

Si la práctica señala una equivocación, teórica, puede decirse que amarrarse a ese error,

tenerle miedo a reconocerlo, no querer rectificarlo es el camino más corto para la

destrucción del Partido.

La actitud ante los errores es la mejor prueba de la seriedad de un Partido. Jamás se

produce por eso una autocrítica, o un análisis de las causas de los fracasos continuos de la

camarilla que encabeza Vieira. Aunque los resultados sean diametralmente opuestos a lo

que se intentaba, para ellos descarada y cínicamente "todo estaba previsto". De ahí su

constante camino de un error a otro hasta su completo aniquilamiento. Es que la autocrítica

y la crítica no son otra cosa que la ley del desarrollo del Partido, su piedra angular, las

formas de adelantar la lucha interna, de aprender de las experiencias y corregir los errores.

La crítica justa y oportuna que parte de la unidad para llegar a la unidad con el criterio de

mejorar y no de destruir, tiene que dar como consecuencia saludable el aumento

permanente de la capacidad combativa del Partido.

Pero nada más peligroso para la estabilidad del Partido que el uso malicioso de la crítica

como instrumento para aniquilar las perspectivas de desarrollo de honestos y abnegados


324

militantes por parte de ''patriarcales" dirigentes. La experiencia negativa vivida bajo las

camarillas revisionistas no dejan lugar a disculpa alguna en la repetición de errores

semejantes.

Para siempre debe estar abolida la perniciosa práctica de ir anotando como "cabuyas

pisadas” los errores de cualquier camarada con el exclusivo fin de desmoralizarlo con la

lectura de un cúmulo de faltas cronológicamente citadas, reales, falsas y aumentadas, en los

momentos en que dicho camarada critica un error nuestro o se opone a un criterio malsano

u oportunista. Tal proceder, corriente en gentes de mala fe —que por cierto se practica

demasiado entre los revisionistas colombianos— evidencia un criterio de destrucción del

Partido y de complicidad con los errores mientras no perjudiquen oscuros intereses

personalistas.

Error que se comete, error que se critica con el ánimo de ayudar a corregirlo sin esas

extrañas contabilidades. Esta es la norma para los militantes del P. C. C. (marxista-

leninista).

Tampoco es de marxista-leninistas "hacer elefantes de ratones", es decir, exagerar las

faltas de nuestros compañeros, hacer un escándalo de pequeñas equivocaciones,

frecuentemente sobre problemas más personales que políticos o ideológicos, o ser duros —

terriblemente duros— con los camaradas de base o blandos —sorprendentemente

blandos— con los propios y más graves errores de dirección.

Para nosotros, como para todos los marxistas, la crítica del Partido no tiene objetivo

distinto al de educar al Partido y a los camaradas que han cometido errores. Esta lucha

interna es esencialmente una lucha ideológica destinada a robustecer la unidad ideológica

del Partido que no se puede confundir con disputas, peleas o insultos a brazo partido,

pretendiendo mantener la unidad a base del miedo o de absurdas y arbitrarias medidas


325

organizativas. Ni se puede tampoco confundir a los camaradas con los enemigos y aplicar

los mismos métodos de lucha.

Nuestra crítica ante todo es una crítica política, intransigente en las cuestiones de

principios y en materia ideológica, subordinada al principio general del desarrollo de la

lucha del Partido y del proletariado.

C. LA SABIDURÍA DEL PARTIDO ESTA EN LAS MASAS

No de los gabinetes, ni de los escritorios, sino de la práctica diaria al lado de las masas

es de donde puede salir una correcta apreciación de la realidad y una correcta orientación

política.

La teoría marxista del conocimiento —al decir de Mao Tse-tung— enseña a descubrir

la verdad a través de la práctica y a través de la práctica a desarrollar y verificar la verdad.

Esto obliga a conocer la sociedad colombiana sólo mediante la vinculación estrecha a las

luchas sociales del país. Creer en milagrosas inspiraciones de dirigentes burocratizados sin

más práctica que la de ir de la casa a la oficina y de la oficina a la casa es tan ridículo como

confundir un Pleno del Comité Central del Partido con un Concilio Ecuménico.

El problema de una justa dirección es el problema de tener un conocimiento científico

de la realidad nacional y, si en general es cierto que para adquirir conocimientos es preciso

participar en la practica de cambiar la realidad, para adquirir ese conocimiento científico de

la realidad nacional es indispensable fundirse en la lucha de las masas que diariamente

transforman el panorama económico, político y social de la vida del país.

Nadie duda de que el aislamiento de las masas y la falta de fe en la capacidad creadora

del pueblo les impide a los revisionistas poder formular una orientación correcta, ni de que

esto es lo que los ata a una cadena de progresivos errores.


326

Es obvio que quien trabaja corre el riesgo de equivocarse. Pero la experiencia enseña

que quien sabe trabajar yerra menos y menos gravemente. Ir a las masas para volver a ellas,

recoger ideas dispersas en las masas, generalizarlas, llevarlas a las masas de nuevo, recoger

impresiones y opiniones de éstas, hacer una nueva generalización, etc., es el camino del

acierto, el método de los bolcheviques, de los marxistas-leninistas.

Dirigir significa también trabajar. Las cosas no se resuelven nunca con decretos,

circulares o discursos, como creen los apologistas del burocratismo. Dirigir para nosotros

significa combinar lo general con lo concreto, participar también en la aplicación práctica

de las orientaciones generales. En suma: abrir la brecha.

D. LA DIRECCIÓN COLECTIVA ES LA ÚNICA JUSTA

Comités y no individuos dirigen el Partido en todas sus escalas y no habrá dirección

justa si no hay dirección colectiva que elimine los riesgos del caudillismo y garantice en lo

posible un análisis completo de las situaciones y fenómenos, reduciendo al mínimo las

posibilidades de error y de unilateralidad en los juicios.

Empero, no se concibe dirección colectiva sin responsabilidad individual. En cada

organismo de base o de dirección, cada tarea tendrá su principal responsable, aunque el

cumplimiento de la labor sea de conjunto así se consigue repartir las obligaciones

manteniendo la unidad de dirección y la responsabilidad.

Hoy, cuando se tergiversa a menudo la llamada "lucha contra el culto a la

personalidad" es conveniente indicar que la dirección colectiva es un principio de dirección

de los marxistas-leninistas que no puede convertirse en instrumento para destruir la


327

personalidad de los militantes o de los dirigentes.

Antes de gentes mediocres con mentalidad prestada, el Partido exige gentes con

mentalidad propia y desarrollada, militantes y dirigentes que pongan su inteligencia y sus

cualidades personales al servicio de la causa, cuadros que desarrollen sus valores humanos

dentro del espíritu colectivo y unitario del Partido. En lugar de nivelar por lo bajo, tenemos

que estimular el surgimiento de políticos, publicistas, escritores, artistas, oradores y

militantes brillantes en el seno del Partido. Tenemos que aprovechar todas las inteligencias,

aumentar la capacidad de razonamiento del Partido e impedir que algunos se tomen el

derecho de pensar por los demás.

E. AUDACIA REVOLUCIONARIA Y TENACIDAD INQUEBRANTABLE

Los bolcheviques eran conocidos por su extraordinario espíritu creador, por su audacia

para destruir mitos y costumbres rutinarias en el trabajo revolucionario, por su arrojo e

iniciativa para romper viejos dogmas, por su capacidad de asimilar las nuevas situaciones,

utilizando nuevos métodos.

Pero no era simplemente esta franca oposición al servilismo ante las tradiciones lo que

caracterizaba el método de trabajo de los bolcheviques, pues esa asombrosa capacidad de

encontrar siempre la perspectiva revolucionaria se combinaba con una tenacidad en el

trabajo práctico que no desmayaba en el cumplimiento de ninguna tarea por compleja y

difícil que fuera, y realizaba las consignas de no hacer nada a medias, de no vacilar ante los

obstáculos y de alcanzar siempre los objetivos propuestos.

F. TENEMOS QUE SER AUDACES COMO LOS BOLCHEVIQUES - LA MORAL


328

COMUNISTA Y LA FRATERNIDAD MILITANTE.

Cambiar la atmósfera viciada de inmoralidad o enemistad en las relaciones de los

militantes es presupuesto para el progreso del Partido. La vida interna del Partido debe estar

alumbrada por los más elevados conceptos de moral comunista y espíritu de fraternidad

entre los camaradas.

Nuestra ética no es la hipócrita moral de la burguesía que crea falsos valores para

defender sus caros intereses; y es que no hay moral que no sea de clase. Lo bueno para el

explotador es siempre lo malo para el explotado. De allí que el principio que rige nuestra

moral es, y tiene que ser, el de que es moral todo aquello que beneficie a la revolución e

inmoral todo aquello que la perjudique.

Nada más hermoso que la fraternidad de los comunistas. Arma poderosa para la firmeza

de los militantes y fuente de potencia para el Partido. Marx y Engels dieron ejemplo con su

vida de lo que significa la camaradería entre los comunistas. Sin ese espíritu camaraderil y

fraternal no sería posible soportar las difíciles contingencias de la lucha, cuyos sacrificios

aúnan y hermanan a quienes las sufren. Extraño y por demás sospechoso, será para el

Partido el militante déspota, grosero y poco fraternal con sus compañeros, pues tales

características son propias de los policías y no de quienes entregan sus vidas por el triunfo

revolucionario.

4. CARACTERÍSTICAS DEL PARTIDO COMUNISTA COLOMBIANO

(MARXISTA-LENINISTA)

La diferencia con los revisionistas en las formas de organización y en la estructura del

Partido no son casuales sino que responden a las diferencias entre el contenido de la

actividad de los oportunistas y la actividad política de los revolucionarios marxistas-


329

leninistas.

Para la lucha reformista y economista no se requiere ciertamente una organización

disciplinada de revolucionarios. A quienes aspiran aún al camino parlamentario, es obvio

que no les interesa un Partido de militancia seleccionada, sino un "Partido de masas" que

ofrezca un buen número de votos.

Para quienes no aspiran a la toma del poder por los medios revolucionarios no está

planteado el problema de la clandestinidad y del trabajo secreto.

Y es natural que sea así, si se tiene en cuenta que la "estructura de cualquier institución

está natural e inevitablemente determinada por el contenido de su actividad".

Por otra parte, las formas de lucha y de organización como elementos de la táctica,

cambian de acuerdo con el flujo y reflujo del movimiento revolucionario. Según sea el

ascenso o descenso de las fuerzas revolucionarias, la táctica es ofensiva o defensiva y

determina cambios en las formas de organización.

Por lo tanto, es en función de la actual situación política que debemos plantearnos el

problema de la estructura y de la organización del Partido.

Para nosotros, que nos hemos encarado a la cuestión de la toma del poder con tareas

tan claras como las de organizar nacionalmente si Partido como cerebro del movimiento

revolucionario; formar su brazo armado capaz de enfrentar hasta derrotar la violencia del

enemigo; y construir un Frente Único de Liberación que aglutine las fuerzas necesarias para

llevar al pueblo a la victoria, tareas que nos corresponde desarrollar en medio de un

régimen cada vez más represivo, sin más dilema que la dictadura o revolución, tiene que ser

claro que el carácter de nuestra organización es el que hemos definido anteriormente y que
330

la naturaleza de nuestra labor debe llevar el sello de la más cerrada clandestinidad.

Sin casas ni oficinas legales, sin periódicos sometidos a La mordaza de la licencia,

nuestra actividad será esencialmente ilegal y, por consiguiente secreta. El modelo de

nuestra organización deben ser los destacamentos revolucionarios como el Partido

Bolchevique de Lenin y Stalin o el Partido Comunista Chino que dirige Mao Tse-tung. No

se trata de copiar mecánicamente sino de aplicar a nuestra realidad las experiencias

positivas que tengan eficacia universal.

Válido para nosotros es, en las actuales condiciones el mandato leninista que señala

que el "único principio de organización serio a que deben atenerse los dirigentes de nuestro

movimiento tiene que ser el siguiente: La más severa discreción conspirativa, la más

rigurosa selección de afiliados y la preparación revolucionaria de profesionales".

A. EL PARTIDO COMUNISTA ES CLANDESTINO

Puede ser compatible un "Partido de masas" con un régimen estrictamente represivo?

Evidentemente no. Es imposible dotar a una organización amplia del elemento clandestino

indispensable para poder realizar una lucha revolucionaria contra el gobierno.

Aún más: el problema debe ser entendido en sus justos términos o sea: Es a tal punto

esencial el carácter clandestino para nuestro partido, que las demás condiciones

organizativas como el número de militantes, las condiciones de ingreso, etc., están en alto

grado determinadas por este carácter.

Por lo tanto, es claro que el trabajo de nuestro Partido y su cuerpo orgánico serán

absolutamente secretos en las ciudades y en las demás regiones dominadas por el enemigo.

Es imperativo observar todas las precauciones, por innecesarias que parezcan en algunas
331

ocasiones. Es imprescindible crear el hábito de la clandestinidad que nos habrá de librar de

verdaderas desgracias y rotundos fracasos.

En el campo será también clandestino el Partido, salvo en las regiones puestas a la

ofensiva, en las cuales, aun cuando al comienzo se mantengan la discreción y el secreto,

posteriormente se podrá actuar con mayor libertad.

Es elemental que no podremos permanecer siempre a la defensiva —precisamente uno

de los errores de la camarilla revisionistas hay que prepararse para pasar a la ofensiva y en

esas circunstancias el Partido trabajará abiertamente.

Supersecreto, si cabe el término, será el trabajo ejecutado en los centros fundamentales

de producción y dentro de los órganos del poder del enemigo.

B. BENEFICIAR LA CONSTRUCCIÓN DEL PARTIDO

Para constituir nuestro Partido debemos guiamos por un plan, por un criterio que

determine la dirección fundamental de nuestro esfuerzo.

Tenemos que ser en las ciudades un partido fuerte dentro del proletariado industrial.

Concentrar esfuerzos en los centros fundamentales de producción, planificando la

penetración, objetivo por objetivo en las ciudades que aglutinan los principales núcleos

industriales.

A pesar de que por su número el proletariado industrial es un sector pequeño de la

población, por su concentración, su disciplina, su calificación técnica y cultural, y porque

es el más desarrollado políticamente, es indiscutible la fuerza dirigente de la revolución,

cuyo desarrollo y consolidación están condicionados a que el proletariado pueda jugar su

papel. Papel que no podrá jugar si nosotros no desenvolvemos nuestra acción

principalmente en las capas avanzadas de la clase obrera.


332

Con parecida intensidad hay que trabajar en la construcción del Partido en el campo,

entre el proletariado agrícola, los semiproletarios del campo y los campesinos medios.

Si partimos del hecho de que la revolución en nuestra patria será por la vía armada y

que esta lucha se desarrollará en lo fundamental en el campo, y que, por tanto, la

construcción del Partido es indispensable en las regiones campesinas, a tal punto que la

construcción de éste tendrá que confundirse con la organización de la lucha armada, hay

que concluir que es de primordial importancia no escatimar ninguna energía para esta labor.

De hecho surge, como criterio de construcción de Partido, también el de tener en

cuenta la calidad de las regiones campesinas desde el punto de vista estratégico militar.

En Colombia el movimiento, campesino jugará un papel fundamental. Al desencadenar

su potencial revolucionario, asentará los más duros golpes al poder del enemigo y, en

varios sentidos y circunstancias será más potente que el propio movimiento obrero, lo cual

no será de ninguna manera dañino si se conserva la dirección proletaria en la lucha.

La II Declaración de La Habana expone estas consideraciones en general para la América-

Latina y Mao Tse-tung, refiriéndose a China pero en términos que obligan a considerar la

experiencia, dice: "Por consiguiente es un error abandonar las luchas en las ciudades y, en

nuestra opinión, también es un error que cualquiera de los miembros de nuestro Partido

tema que el desarrollo del poder de los campesinos los torne más fuertes que los obreros y,

por lo tanto, nocivos para la revolución. Porque la revolución en la China semicolonial sólo

fracasará si la lucha campesina es despojada de la dirección de los obreros y no sufrirá

porque los campesinos, a través de su lucha, se tornen más fuertes que los obreros".
333

C. PARTIDO SELECTO

El Partido que la revolución colombiana exige no es ese Partido de "decenas de miles

de militantes" con que entusiastamente sueñan los revisionistas. De lo que se trata es de un

partido revolucionario de militantes selectos y probados. Un Partido de verdaderos

comunistas, que eleve de nuevo el concepto de miembro del Partido; que haga realidad en

nuestra patria las palabras de Stalin: "Nosotros los comunistas somos hombres de un temple

especial. Estamos hechos de una trama especial. Somos los que forman el ejército del gran

estratega proletario, el ejército del camarada Lenin. No hay nada más alto que el honor de

pertenecer a este ejército. No hay nada superior al título de miembro del Partido".

Colocar el título de militante en su justo y verdadero lugar, presupone antes la

observancia estricta de las condiciones para la militancia y el sometimiento de cada

aspirante a un estudio individual de sus condiciones de ingreso, estableciendo las

diferencias necesarias, siendo más severas las exigencias para aquellos que no proceden del

proletariado.

Para los antiguos militantes del Partido Comunista, honestos y capaces, que libraron o

libran una lucha contra los revisionistas, están abiertas las puertas del Partido.

Los antiguos militantes de base del P. C. marginados, podrán pertenecer al Partido

luego de una autocrítica y de un proceso de reeducación.

Para los nuevos militantes provenientes de las masas populares, es necesario hacer

efectivo el Círculo de Estudio y Trabajo Revolucionario que los capacite para ser miembro

del Partido, es decir, ingresarán primero en calidad de aspirantes a miembros del Partido.

Para los dirigentes y militantes sobresalientes de otros movimientos políticos, incluso del

viejo P. C., su militancia debe ser tratada especialmente por los organismos regionales y

aprobadas por la dirección central del Partido.


334

Para que la militancia concedida por un organismo sea definitiva, debe mediar la

aprobación del organismo inmediatamente superior.

D. LOS CUADROS DEL PARTIDO

Si extremamos las exigencias para la militancia de base, mucho más severos debemos

ser al conceptuar sobre la calidad de los cuadros del Partido. En cierto sentido es cierto

aquello de que "los cuadros lo dicen todo" y es una verdad comprobada que para guiar la

revolución es preciso que haya un Partido y muchos cuadros excelentes.

Precisamente los hombres pertrechados con la teoría del marxismo-leninismo, con gran

discernimiento político y capacidad para el trabajo, aptos para solucionar problemas con

independencia, leales y abnegados, valientes pero sin jactanciosidad, hombres para quienes

su propia vida está por debajo de los intereses del Partido, del Pueblo y de la patria. Un

grupo tal de dirigentes capacitará al Partido para orientar a las masas y organizar con éxito

la revolución. Nuestros cuadros deben responder a las necesidades de dirección del Partido:

Se ha planteado que el Partido debe dirigir a las masas. Entonces, sólo si se es dirigente

de masas se puede serlo del Partido.

Se ha planteado que el Partido es el destacamento de vanguardia, el jefe político de la

clase obrera, su estado mayor. Entonces, sólo en la medida en que se tenga capacidad

política se puede ser dirigente del Partido.

Se ha planteado que el camino de la revolución colombiana no es pacífico y que la

lucha armada es la forma principal de lucha en estas circunstancias. Entonces sólo en

cuanto se tenga capacidad militar y se sepa dirigir en estas formas de lucha a las masas y al

Partido se puede ser dirigente del Partido.

No sobra señalar que la unidad de medida de la capacidad de nuestros cuadros y


335

militantes es la eficacia, pues es evidente que la capacidad práctica de los militantes está en

relación directa con su capacidad política e ideológica.

La falta de cuadros nos -agobia, y nos agobia porque no entendemos lo que significa

una justa política de cuadros que nos permita el desarrollo de los actuales dirigentes y

encontrar en el vivero de las 'luchas populares hombres capaces y dirigentes de hecho. En

un país como el nuestro en donde masas inmensas se suman al descontento general, en

donde suceden infinidad de luchas, no es posible, quejarse de la carencia de cuadros.

Lo que nos falta es más visión por parte nuestra, más talento organizativo, abrir los

ojos, tener fe en el pueblo y descubrir los jefes que el proletariado y las masas están

haciendo surgir en cada combate. Ser audaces en la promoción de cuadros; que el dirigente

joven vea la mano tendida de los dirigentes más antiguos del Partido, ayudándole con su

experiencia y su mejor desarrollo.

Los cuadros ciertamente no se encuentran en los escritorios ni llegarán milagrosamente,

hay que forjarlos y, sobre todo, ir a buscarlos allí donde sí aparecen en medio de fragor de

las batallas populares.

La revolución no es un hobby o deporte al que se le puede dedicar de vez en cuando

algunos ratos libres. Es una tarea gigantesca que reclama la existencia de numerosos

cuadros cuya única profesión sea la acción revolucionaria. Hombres que no tengan más

objetivo en su vida que el de ser revolucionarios y que por ese objetivo se empeñen sin

reservas.

Todos los dirigentes nacionales tienen que ser revolucionarios profesionales y cada

Comité Regional como aspecto esencial, tienen que contar con un buen núcleo de estos

revolucionarios.
336

E. LA ESTRUCTURA DEL PARTIDO

La estructura organizativa de nuestro Partido, aparentemente similar a la de los grupos

revisionistas, responde sin embargo, a consideraciones concretas de orden político,

económico y social. El Partido es un todo orgánico para el país entero y con una máxima

autoridad, el Congreso Nacional y en su defecto, el Comité Central.

Pero dirigir al Partido es una labor compleja y delicada. Las orientaciones nacionales de

carácter estratégico y táctico válidas para todo el Partido en su conjunto, no son sin

embargo aplicables por igual en todo el territorio nacional, sino que deben corresponder a

las características y particularidades propias de diversos sectores del país.

De allí que el país sea dividido en varias regiones, atendiendo, no a la división político

administrativa que la burguesía se ha dado, sino a las necesidades políticas y

administrativas del Partido, que imponen la creación de grandes Regionales que cobijen

sectores con similares condiciones geográficas, sociales y económicas.

Así se constituyen verdaderas direcciones intermedias con abundantes recursos

materiales y humanos, se garantiza la mejor aplicación de la política del Partido y se crean

potentes auxiliares de dirección. Zonas tan características, como la región cafetera, o los

Llanos, o la Costa Atlántica, etc., son ejemplos claros que llevan a romper el seguidismo de

las divisiones departamentales, para pasar a un concepto más científico de la configuración

de unidades territoriales en la nación.

Los Comités Regionales, organismos de dirección intermedia en estas regiones, se

auxiliarán para el control y orientación del Partido de Comités de Zona que delimitan

sectores característicos de la Región, tales como ciudades importantes o conjuntos urbanos

y campesinos. Y de acuerdo con el desarrollo del Partido se harán necesarias otras

instancias organizativas como los Comités de Distrito, que, dirigen, al Partido en sectores
337

urbanos. Así mismo, la existencia de varias células en un mismo lugar, fábrica, universidad,

colegio, unidad vecinal, etc., crea la necesidad de un organismo dirigente, un comité de

Radio que coordinará la acción de diversas células.

Es la célula el organismo básico del Partido, el más importante y decisivo: Se puede

decir que según sean sus células y como trabajan, así es el Partido y así trabajará. La célula

no es la simple reunión de varios camaradas sino el instrumento del Partido para el trabajo

entre las masas; debe ser un aparato vivo que con iniciativas y audacia desarrolle y lleve a

la práctica las orientaciones de la dirección.

La célula no se organiza por organizarse, sino en función de la acción del trabajo

revolucionario. Falsa hasta el absurdo y tremendamente nociva es la práctica creada bajo la

dirección revisionista, de entender el trabajo de organización como un fin en sí mismo,

como algo muerto, sin perspectiva, desligado de la lucha diaria, según el cual los militantes

asisten a sus células con la misma inercia con que el católico va a misa los domingos.

La vida celular es la fuerza del Partido, y en estas condiciones constituye la forma ideal

de organización para preservar la seguridad del Partido en su trabajo. Nuestras células serán

pequeñas, de sólo 3 a 5 militantes y se conformarán fundamentalmente en consideración al

lugar de trabajo. Pueden crearse también por razón de vivienda y, por último, obedeciendo

a actividades especiales. Huelga decir que la célula de empresa es más importante para el

Partido. Las células del barrio se conciben en función de su ulterior desarrollo hacia células

de empresa.

F. EL NOMBRE DEL PARTIDO

Algunos sectores del Partido han alzado voces encaminadas al cambio del nombre

propuesto para el Partido. Argumentan ellos que el nombre Comunista dificulta la


338

penetración en las masas y que, además debemos diferenciarnos del grupo político que

dirige Vieira.

En primer lugar la experiencia ha derrotado prácticamente a quienes hacen del nombre

un problema para el desarrollo del Partido y un obstáculo para su vinculación con las

masas. Movimientos con más antigüedad y con nombres por demás brillantes, no presentan

un tan rápido fortalecimiento como el de nuestro Partido Comunista Colombiano (marxista-

leninista). El problema no consiste en cómo llamarse, sino en cómo actuar.

Además, para nosotros está abolida en general la práctica de presentamos a las masas con la

etiqueta de "comunistas" e incluso se sancionará el denunciar la propia militancia en el

Partido sin autorización expresa. Lo importante no es proclamarse comunista sino actuar

como tal. Si como tal se actúa aún en caso de que sea descubierto el militante, las masas lo

defienden porque lo han visto luchando por los intereses colectivos.

Por otra parte nuestros militantes serán verdaderos comunistas y aquel que acepte y

entienda nuestros principios ideológicos y nuestra táctica política, es decir, aquel que se

haga comunista, no se asustará de su título, mundialmente honroso.

En segundo lugar, nosotros no debemos renunciar al nombre de comunistas sino

reivindicarlo en nuestra patria. No son Vieira ni su grupo los personeros ni los depositarios

de las luchas, de la historia, ni siquiera de las experiencias negativas del Partido Comunista

de Colombia. Ese importante acopio de experiencias, más negativas que exitosas, es sin

embargo patrimonio de los marxistas-leninistas y no de los agentes de la burguesía. Somos

comunistas y nuestro Partido debe ser el Partido Comunista Colombiano marxista-leninista.

Hasta aquí la trascripción completa (incluido el formato) del citado documento

político que explica el por qué se tuvo que acudir a la vía armada para librar la lucha

popular.
339

Surge entonces, en 1967, un nuevo grupo guerrillero de orientación Maoísta

denominado ahora, Ejército Popular de Liberación, hecho así narrado por Libardo González

en su obra tantas veces citada (pag.510) :

“Las tesis sobre el movimiento campesino como fuerza motriz de la revolución, de la

separación entre partido y guerrilla con predominio del primero y de la toma del poder

como objetivo estratégico, la implantaría el Ejército Popular de Liberación, que surgió en

1967, pero su gestación duró alrededor de cinco años.

“En 1962 se consumó la división Chino-Soviética. Las diferencias tuvieron una

incidencia sobre el partido comunista colombiano, ya que un sector importante, dirigido por

Pedro VásquezRendón, responsable del partido en el Magdalena, adhirió a las tesis chinas,

fundando el Partido Comunista Marxista-Leninista de Colombia, con una gran base social

obrera en Antioquia y algunos destacamentos en los departamentos de Córdoba, Sucre y

bolívar. En esa zona fue donde se fundó el Ejército Popular de Liberación en 1967.

“La creación del Frente Patriótico de Liberación Nacional y las Juntas Patrióticas

indicaba un nuevo objetivo fundamental: el de unificar todas las fuerzas anti-imperialistas y

nacionalistas que estuvieran dispuestas a erradicar el feudalismo y a expulsar a la burguesía

compradora del poder, para establecer un poder basado en el pueblo, un régimen de Nueva

Democracia. A través de la lucha guerrillera, o de la guerrilla total se llegaría finalmente a

unificar a todas las fuerzas patrióticas contra la casta terrateniente y de la gran burguesía

incrustada en el poder. Del Alto Sinú, San Jorge y Bajo cauca, se pretendía abarcar una

zona liberada que se extendería luego por todo el país... En todo caso, dado el carácter
340

feudal de la economía y la sociedad colombianas, la revolución sería democrática o de

Nueva Democracia.

“La estrategia de ligar partido-guerrilla-masas campesinas se circunscribía a una zona

muy restringida, en donde las condiciones del campesinado parecían asimilarse a las del

feudalismo con que el EPL describía el conjunto del país. Sin embargo, en tres años, de

1967 a 1970 el EPL que trasladó a toda la dirección del PC (ML) a la zona, perdió a

dirigentes tan importantes como el jefe máximo, Pedro VásquezRendón y otros dos

comandantes de importancia, Libardo Toro Mora y Gonzalo González, solo quedarían en

pie Pedro León Arboleda y Francisco Caraballo en la cúpula de la dirección.

“Las divisiones eran frecuentes y para 1970 ya había más de tres fracciones que se

habían separado del tronco madre, al que se denominaba el del Comité Central. Algunas

estas divisiones se planteaban el escepticismo respecto de la lucha armada en esa zona del

país, otros se definirán en contra de la lucha armada como tal y otros exigían que el Partido

comunista (M-L) dedicara sus efectivos a educar y organizar la clase obrera y no diera tanta

preeminencia al campesinado dentro de su esquema estratégico…”(op. cit.)

Sobre la fundación e historia del Ejército Popular de Liberacion, EPL, debe

transcribirse el texto titulado “Notas de Comandancia. Historia del EPL”, Escrito por

Ernesto Rojas, uno de sus comandantes fundadores, no solo para apelar a la fuente directa

sino para conocer la orientación e ideología política de dicha guerrilla maoísta colombiana.

Estas notas que lanzamos a la luz pública las elaboró el camarada Ernesto Rojas,

Comandante del EPL vilmente asesinado por el enemigo en febrero de 1987.

La recopilación es trabajo del camarada y comandante Francisco Caraballo, que desde la


341

cárcel de máxima seguridad venció dificultades de sus duras condiciones de reclusión para

enviar este documento como contribución a la celebración del 40 aniversario del EPL.

Los subtítulos los introdujimos para facilitar la lectura y manejo de este documento sobre

una parte importante de “…la historia de la rebeldía de las masas en Colombia”, como diría

el historiador Ignacio Torres Giraldo en su valiosa obra “Los inconformes”.

Comisión de Propaganda del EPL

Secretaría de Prensa y Propaganda del PC de C (m-l)

MARCO HISTÓRICO DE SU FUNDACIÓN

Marxismo-leninismo, revolución cubana, inconformismo social, son conceptos

comunes a varias de las organizaciones revolucionarias de este país. Nosotros no somos la

excepción.

Cuando se sientan las bases para la fundación del EJERCITO POPULAR DE

LIBERACION, EPL, existen dos situaciones: una en el campo internacional y otra en lo

interno, en Colombia. En el exterior están las luchas entre los marxistas-leninistas y los

kruschovistas, que producen una división en el Movimiento Comunista Internacional.

Simultáneamente, en Cuba está la revolución que se convierte en un detonante para toda

América Latina. Su ejemplo de un proceso rápido hacia un desarrollo importante, inspira al

movimiento latinoamericano para impulsarlo a emprender el mismo camino. Este proceso

le daba la razón a los que criticaban a los partidos comunistas de la época, por descartar la

lucha armada y negar la posibilidad la alcanzar la victoria por ese medio.

En este periodo, Colombia sufría la violencia en su última etapa y vivía la experiencia

de una guerrilla que había incorporado a sus filas a un gran contingente de campesinos pero
342

que fue conducida al fracaso por la dirección del partido liberal y por la incapacidad del

Partido Comunista para conducir y orientar ese movimiento. Había entonces una situación

de frustración.

Un grupo de revolucionarios en el interior del Partido Comunista asimila la experiencia

cubana y critica a esa colectividad política que demerita la revolución por la vía de las

armas.

LA RUPTURA DEL PARTIDO COMUNISTA Y EL EPL

Pedro León Arboleda, Pedro Vásquez Rendón, Libardo Mora Toro y otros, se plantean

un rompimiento y deciden canalizar la lucha armada. Por esos años –principios de los

sesenta- hubo contactos con los hermanos Vásquez Castaño y se pudo coincidir en aspectos

políticos que luego motivaron la formación del Ejército de Liberación Nacional.

Pero debido a contradicciones de diverso tipo, no se consolidaron los acercamientos,

sino más bien un distanciamiento. Los Vásquez Castaño consideraron que los Pedros, Mora

Toro y Francisco Caraballo pretendían o capitalizar o hegemonizar el desarrollo del ELN.

El Partido Comunista, ya dividido, va por caminos diferentes. El nuestro, el Partido

Comunista de Colombia, marxista-leninista, decide un camino para el desarrollo de la lucha

armada. La gente era muy joven en ese año 1964 y cometimos errores.

El “foquismo” estaba de moda y nos fue imposible apartarnos de esa influencia.

Intentamos crear varias zonas guerrilleras en el país; hay una que en nuestra historia se

conoce como Zona X, ubicada en los departamentos de Santander y Bolívar, región a la

cual posteriormente entró a trabajar el ELN. En esa zona se creó el primer núcleo

guerrillero del EPL, simultáneamente con otros en el Departamento del Valle del Cauca

(zona Guacarí), en Risaralda y el Chocó. Eran sectores en donde implantábamos un grupo


343

guerrillero, con la participación de revolucionarios que hacían el trabajo entre las masas.

El acento principal estaba en el núcleo, partiendo del criterio de que una vez creado

serviría de detonante para que en esas áreas estallara un movimiento insurreccional. Desde

un principio se impulsó el trabajo de masas.

Esa experiencia condujo al primer fracaso, porque nuestra presencia en Guacarí

permitió que el ejército nos ubicara y ejecutara una operación de cerco, ante la cual no

pudimos responder eficientemente porque no estábamos preparados. Este ó la

desintegración del grupo comandado por el compañero Jesús María Alzate, que

posteriormente fue muerto en el Noroeste de Colombia, formaban parte del mismo grupo

Francisco Garnica, Carlos Alberto Morales y Ricardo Torres. El plan original consistía en

construir una zona fuerte del EPL por la cordillera central, para entrar en la zona cafetera,

pero sin perder contacto con la cordillera occidental.

La acción del ejército se desarrolló en dos partes: por un lado golpeando a los que

desarrollaban el trabajo entre las masas y por el otro, atacando al grupo guerrillero en

formación. Por esta acción cayeron los tres camaradas encargados del trabajo político que,

cuando salían de una reunión fueron detenidos, torturados y luego asesinados. Los tres eran

jóvenes, el mayor de ellos Garnica, tenía veinticinco años, habían sido dirigentes de la

Juventud Comunista, JUCO. Al romper con esa organización pasaron al Partido Comunista

de Colombia (marxista-leninista). Fue sin dudas una pérdida grave para la organización y

para el movimiento revolucionario, pues eran brillantes y de una inteligencia superior.

Por esa época, y teniendo en cuenta la posición del Partido Comunista se intentó un

acercamiento con las FARC, que eran fundamentalmente una organización de autodefensa.

Cuando las acciones de Marquetalia, el Partido Comunista había enviado a un núcleo y dos

de sus integrantes habían sido Jacobo Arenas y Pedro Vásquez.


344

Pedro salió de allí debido a las contradicciones que se presentaron. Pedro afirmaba que no

se podía condenar al movimiento guerrillero y se debía asumir una posición activa de

guerrilla móvil que condujera al desarrollo de la lucha armada y no simplemente esperar a

que ocurriera lo que se veía venir la invasión Marquetalia, Riochiquito, El Pato. Pedro

Vásquez señalaba que el grupo debía prepararse para ello asumiendo una actitud de

iniciativa que le permitiera golpear antes de ser golpeados.

Pasado el tiempo y, comprobadas las teorías de Pedro Vásquez sobre la invasión y la

ineficacia de la actitud pasiva, el Partido Comunista (m-l) planteó la necesidad de renovar

los contactos. Se envió a un médico de Cartago (Valle del Cauca), al camarada Aldemar

Londoño a conversar con las FARC, en el entendido de que él se sentía capacitado para

discutir con la dirigencia de esa organización, ya que contaba con experiencias en ese

sentido.

Lamentablemente perdimos el contacto con él y de esa forma nos vimos privados de un

grandirigente.

Los intentos de establecer relaciones unitarias con el ELN y las FARC así como el

impulso fallido para crear focos insurreccionales, llevaron al Partido a reflexionar, a

racionalizar las nuevas situaciones y a plantear un cambio, por medio del cual se rompió

con el “foquismo” y se decidió ampliar y profundizar el trabajo de masas, entendiendo que

la guerrilla debía ser el resultado de un trabajo político; eso llevó a concentrar la atención

en el Noroeste de Colombia.

El trabajo inicial consistió en penetrar en la región por diferentes medios, por ejemplo

con maestros de escuela. La organización de sindicatos, cooperativas, juntas de acción

comunal, jornaleros, etc., ubicados en áreas del Alto Sinú y el Alto San Jorge.

FUNDACIÓN DEL EPL Y MANIOBRAS DEL GOBIERNO NACIONAL


345

La rectificación iniciada en el año 1965 y desarrollada especialmente en 1966 y 1967,

permitió crear a finales de este año, exactamente el 17 de Diciembre, en medio de

levantamientos campesinos, el primer destacamento guerrillero del EPL comandado por

Pedro Vásquez Rendón y Francisco Caraballo.

Ya en el año 1968 se puso en evidencia la existencia de brotes guerrilleros además de

la consolidación del movimiento campesino. Eso explica que el presidente Carlos Lleras

Restrepo, una vez enterado de la nueva situación, envió a la ministra del trabajo María

Elena de Crovo, aprovechando la presencia de algunos dirigentes que provenían del

Movimiento Revolucionario Liberal (MRL), entre los cuales se destacaba Julio Guerra.

Julio Guerra, viejo líder guerrillero de la región y Luis Manco David, dirigente campesino,

habían tenido contactos políticos con al jefe del MRL Alfonso López Michelsen. Lleras

Restrepo consideró que enviando a su estrecha colaboradora, la destacada “revolucionaria”,

lograría convencer a los dirigentes guerrilleros de cambiar su política y sus proyectos.

En efecto, arribó la doctora María Elena de Crovo con la idea de que el EPL podía

presentar algunas propuestas respetuosas al Gobierno Nacional y que éste a cambio, podría

impulsar créditos a través del Instituto Colombiano de la Reforma Agraria y además tomar

ciertas medidas de carácter social. Las discusiones se desarrollaron en un área de los Llanos

del Tigre. Luis Manco, Francisco Caraballo y una delegación campesina le hicieron

entender a la delegada del Gobierno que esa no era la solución para el problema. Sin lograr

absolutamente nada María Elena de Crovo salió de la zona y luego de entregar el balance

de su gestión al Gobierno Nacional, éste preparó una operación militar de vastas

proporciones, que se conocería como la Primera Campaña de Cerco y Aniquilamiento.

DERROTA DEL PRIMER CERCO DE ANIQUILAMIENTO


346

A comienzos del mes de abril ya se notaba la presencia de gran cantidad de personas

extrañas en la región y el inicio de una labor de inteligencia en las áreas periféricas.

Además iniciaron una acción psicológica sobre el campesinado mediante el vuelo

rasante de avionetas que dejaban caer gran cantidad de volantes con escritos como “fuera

los rojos”, “rechazamos a los comunistas”, que poco a poco podían ir calando entre la

población. Ante esa situación el Partido decidió crear nuevas unidades del EPL y organizar

a las masas campesinas.

Se inició entonces el trabajo político, del cual resultaron las Juntas Patrióticas y las

Guerrillas Locales. Desde comienzos del año, en especial en enero y febrero, nuestro grupo

había luchado ya contra terratenientes y pequeños puestos de policía, pero no habíamos

enfrentado una ofensiva militar planificada.

El ejército oficial llegó y se estableció en Montelíbano, Planeta Rica y Tierra Alta,

penetrando poco a poco: todos los días caminaba un pedazo, otro pedazo y todo el mundo

comenzaba a ver cómo avanzaba y se iba concentrando en los Llanos del Tigre, una región

de colonos pobres que en esa época estaba muy poblada por gentes que habían buscado

refugio, procedentes de áreas de violencia de Antioquia.

Los campesinos, con sus mujeres y niños, además de los ancianos, plantearon su deseo

de irse con nosotros para el monte. Por esa época ya conocíamos la experiencia de

Marquetalia, El Pato y Guayabero y pensamos que era inconveniente lanzar a las familias

en ese tipo de aventuras.

El Partido ordenó entonces que sólo fueran los hombres capaces de empuñar las armas

y que el resto de la población se quedara en sus casas. No fue fácil convencerlos de que eso

era lo justo y las mujeres nos decían además: “¿qué vamos a hacer para defendernos si nos

quedamos solas?” Fueron varios días con sus noches para convencerlos. Nos llevamos a
347

muchos hombres, a los que equipamos con malas armas, escopetas, revólveres y hasta

machetes; había una que otra carabina San Cristóbal, uno que otro fusil de repetición; pero

con lo que había emprendimos la marcha.

Ya para el mes de mayo, el cerco era completo, se había producido el anillo y el

ejército llevó con helicópteros a sus soldados hasta la zona del núcleo guerrillero. La

experiencia era poca, no teníamos dirigentes militares. Algunos como Libardo Mora,

Francisco Caraballo y David Borrás tenían conocimientos teóricos y los que habían pasado

por la violencia de los años cincuenta carecían de conocimientos actualizados para las

nuevas condiciones de lucha.

El cerco duró los meses de mayo, junio, julio y agosto; participaron unos ocho mil

soldados con el objetivo de destruir el movimiento en su nacimiento para evitar su

consolidación y desarrollo.

Después de varios intentos fracasaron y finalmente decidieron replegarse.

Habían concentrado a la población, mujeres niños y ancianos en determinados puntos a los

que llamamos “campos de concentración”, haciendo una labor psicológica para lograr

colaboración. También fracasaron en esa empresa.

No hubo enfrentamientos grandes, porque la táctica que se asumió fue la de dispersión,

es decir, pequeños grupos en toda la región en actitud de hostigamiento para tratar de

dividir y desmoralizar al ejército. Nosotros no estábamos en capacidad de emprender un

real enfrentamiento, ni por la preparación militar ni por las armas.

Lo que hacíamos era acosar todos los días, de día y de noche, para hacerle al ejército

insoportable la situación y obligarlo a retirarse. A pesar de lograr nuestro objetivo, a finales

de agosto la victoria no fue completa: habíamos perdido a compañeros de invaluable

capacidad como Pedro Vásquez Rendón y Bernardo Ferreira Grandet.


348

Pedro Vásquez era nuestro principal dirigente y su muerte, ocurrida en el río Sinú, fue muy

sensible.

La organización siguió adelante. Habíamos perdido veinte combatientes en los tres

meses, contando a guerrilleros locales, pero su recuerdo era para nosotros un nuevo

aliciente de lucha.

EL EPL SE FORTALECIÓ LIGADO A LAS MASAS

Durante un año completo el EPL se fortaleció; le habíamos dado una gran importancia

al trabajo entre las masas y reforzamos las Juntas Patrióticas Regionales bajo la dirección

de Julio Guerra y de Evelio Ramírez. La gente se organizaba en cada vereda y realizaba

reuniones cada ocho días, en las que hasta los niños hablaban sobre sus propios problemas

y hablaban sobre la unidad para la producción, conscientes de que el trabajo individual no

era lo que más rendía. Formaban brigadas de trabajo, iban a las fincas de cada uno para

producir conjuntamente y luego repartir también colectivamente. Las Juntas Patrióticas de

la zona coordinaban todo a nivel veredal y había una Junta Regional que representaba a la

autoridad, conformando los “embriones de poder”.

Los destacamentos guerrilleros de entonces tenían una estrecha relación con los

núcleos organizados de la población. Cuando no había combates estaban junto con la gente

ayudándola en sus labores normales y por las noches enseñaban a leer y escribir en las

escuelas organizadas con ese propósito.

Se elevó en ese período el nivel político de las masas y la producción también

aumentó. La experiencia del Alto Sinú y el Alto San Jorge se extendió hacia el Bajo Cauca

y Urabá. Se creó la misma estructura en las nuevas zonas y se buscó el fortalecimiento de

las guerrillas locales, que eran unidades del EPL pero tenían asentamiento campesino,

pobladores que tenían sus armas y a la vez trabajaban la tierra. Ante cualquier indicio de
349

ingreso del ejército se sumaban al núcleo guerrillero. Eran cabeza de familia, con su familia

y su finca, pero con cierta formación militar.

Apenas se produjo la primera salida del ejército, comenzaron a planear el segundo

cerco de aniquilamiento. En el cerco hay cosas que no cambian: la primera es la fase del

trabajo de inteligencia, el penetrar a la gente para buscar información sobre la ubicación del

grupo guerrillero, sus características, su influencia y demás detalles de su interés. Luego

viene la labor de propaganda sicológica y de intimidación. En estos aspectos el segundo

cerco fue idéntico al primero.

Pero lo militar fue diferente. La primera vez se ubicaron primero en los municipios, en

los poblados y de allí penetraban lentamente en una acción para cerrar el anillo. En esta

nueva ocasión, desde los batallones mandaban helicópteros al corazón, a nuestros centros

de trabajo; depositaban allí su nido y comenzaban una acción combinada con la

penetración. Eso nos tomó de sorpresa, porque esperábamos un cerco gradual como el

anterior. Tuvimos bajas lamentables en las primeras de cambio aunque el núcleo de

colaboradores nos ayudó inmensamente; en pocas horas los campesinos cogieron sus armas

y se vincularon a los destacamentos; las mujeres sabían que les tocaba resistir y esperar. . .

El ejército invasor lo primero que hizo fue concentrar a las mujeres con sus niños y

ancianos en ciertas áreas. Las acciones militares se extendieron hacia Urabá y el Bajo

Cauca; más de diez mil soldados se movilizaron en este operativo que duró seis meses,

desde agosto de 1968 hasta febrero de 1969. Los golpes propinados al ejército invasor

fueron duros y fracasaron nuevamente; le hicimos unas doscientas bajas, aunque

cometimos el error de no aprovechar las condiciones para pasar del hostigamiento hacia

acciones de aniquilamiento, ya que teníamos la posibilidad de concentrar fuerzas para


350

operar.

De todas formas, después de seis meses de enfrentamientos, el ejército invasor se retiró

una vez más, sin lograr sus objetivos.

EL PROBLEMA DEL PODER

El excesivo entusiasmo con los éxitos y los avances logrados, nos llevó a la pretensión

de construir poder popular, con la consolidación de las organizaciones de las masas y el

fortalecimiento de las estructuras militares. Fue un error grave, puesto que no contábamos

con la fuerza y las condiciones apropiadas para lograr ese objetivo. Además se presentaron

problemas internos que debilitaron el trabajo.

Un cambio en la orientación política condujo a proyectar el trabajo hacia otras áreas y

especialmente hacia los principales centros urbanos.

La dirección me ordenó salir con el propósito de desarrollar fuerzas urbanas en 1974.

CORAJE ANTE LAS DIFICULTADES

Cuando avanzaba el cumplimiento de esa misión y estábamos integrando un grupo para

enviarlos al Noroeste como refuerzos, fuimos detenidos; cayeron presos camaradas de

Antioquia, el Viejo Caldas y el Valle del Cauca, unas sesenta personas en total.

En ese período sucedió lo más lamentable y doloroso de todo: la muerte del camarada

Pedro León Arboleda, uno de los más esclarecidos dirigentes del Partido Comunista de

Colombia (marxista-leninista).

Para los detenidos se montó un Consejo de Guerra, del cual resultaron condenas

larguísimas. Yo debía purgar una pena de doce años y fui enviado a la isla de Gorgona con

base en el juicio de primera instancia. Eso fue durante el gobierno de Alfonso López
351

Michelsen que levantó el Estado de Sitio y como no habíamos sido condenados en segunda

instancia, el caso pasó a la Justicia Ordinaria; el Consejo de Guerra fue anulado y salimos

por pena cumplida.

Una vez puestos en libertad regresamos al Noroeste con la intención de reactivar el

trabajo.

En 1978 se realizó un encuentro con los dirigentes del ELN que en ese período

atravesaban una crisis grave de la cual quedaban unos once dirigentes destacados; en una

zona del Noroeste nos encontramos con los comandantes Manuel Pérez, Nicolás Rodríguez

Bautista y otros; también estaba Francisco Caraballo. Hicimos una reunión importante en la

cual se consolidaron las relaciones entre las dos organizaciones y se proyectaron las

acciones unitarias. Posteriormente el ELN avanzó en un proceso de rectificación que le

permitió salir adelante no obstante las enormes dificultades que debió enfrentar.

RUPTURA CON EL MAOISMO Y NUEVAS PERSPECTIVAS

De nuestra parte, de 1978 hasta 1980 se desarrolló una profunda discusión ideológica

en el seno de la organización, un serio cuestionamiento a la historia vivida: como resultado,

en el XI Congreso del Partido realizado en abril, se rompió con el maoísmo y con su

influencia nociva en nuestra actividad. Gracias al correcto trabajo cumplido, primero en la

teoría y luego en la actividad práctica, pudimos superar las situaciones negativas y

proyectarnos en mejores condiciones hacia el futuro.

Tanto cambiamos en se período que nos entusiasmaba el hecho de que se consolidó la

unidad interna y superamos las divisiones y fraccionamientos que habían sido frecuentes en

el Partido y en el EPL. (op. cit.)


352

Muy cerca de once años tras las rejas del oprobioso régimen de la oligarquía

colombiana, Francisco Caraballo continúa siendo el comunista convencido y consecuente

que no se rinde.

Ha soportado el largo proceso penal, manteniendo incólume su estatura de dirigente

marxista-leninista, enfrentando las torturas y presiones de todo tipo, así como el peso de los

fallos de jueces injustos que han violado la propia legalidad para condenarlo a 46 años de

prisión con el cargo de "terrorista", negándole la libertad cuando ya ha cumplido mucho

más de la pena que según el código penal de Colombia, corresponde a su condición de

rebelde enfrentado al Estado.

Desde su juventud, luego de intenso trasegar político, el camarada Caraballo abrazó la

ideología del proletariado y contribuyó decididamente a la reestructuración del Partido

Comunista de Colombia en el marxismo-leninismo, iniciada a mediados de los años sesenta

para rescatarlo de las desviaciones oportunistas de derecha irradiadas desde la cúpula

revisionista de Moscú para poner fin a la construcción socialista que inauguró la

Revolución de Octubre de 1917.

Caraballo, asumió la conducción militar de Ejército Popular de Liberación, EPL,

fundado por el PC de C (m-l) en diciembre de 1967, sin desvincularse de las tareas de su

construcción hasta el momento de su detención en mayo del 94, condición que lo llevó a

participar de la Cumbre de Comandantes de la Coordinadora Guerrillera "Simón Bolívar",

de la cual fue uno de sus inspiradores y defensores.

En 1975, luego de la muerte en combate del Primer Secretario del Partido Marxista-

Leninista de Colombia, Pedro León Arboleda, Francisco asumió la responsabilidad de

sucederlo en ese cargo.

Francisco Caraballo, ha dejado en alto las banderas comunistas en el desempeño de


353

tareas políticas y militares a lo largo de duras décadas de lucha revolucionaria, tanto contra

el enemigo abierto como contra las fracciones como la de los traidores al pueblo y la

revolución de la disgregada “Esperanza, Paz y Libertad”.

Como lo dijo a los jueces, en su “calidad de rebelde consciente, de revolucionario

consecuente y de comunista convencido…” con su trabajo se ha granjeado el respeto y

admiración de la militancia de su Partido y los combatientes del EPL, así como de los

marxista-leninistas del mundo. Ha conquistado la solidaridad de todo el movimiento

revolucionario de Colombia y le rodea un extendido sentimiento de cariño de amplios

sectores del pueblo que lo han visto luchar sin desmayo en más de cuatro

décadas. Francisco también ha sido símbolo de la unidad revolucionaria y antiimperialista,

ejemplo del combatiente internacionalista proletario que con visión y tesón aporta a la

construcción de la organización internacional de los partidos y organizaciones comunistas

marxista-leninistas.

Hoy, junto a muchos centenares de presos políticos y prisioneros de guerra, que han

hecho su aporte a la lucha por acabar la explotación del hombre por el hombre, Francisco

Caraballo recibe la solidaridad internacionalista de la Conferencia de Partidos y

Organizaciones Marxista-Leninistas, que los amantes de la libertad y la justicia manifesta

su repudio al régimen de corte fascista que encabeza el tirano, Alvaro Uribe Vélez y a las

instituciones del Estado que el preside, exigiendo la libertad de los presos políticos y

prisioneros de guerra y rechazando la calificación de "narcoterroristas" que pretende ocultar

el agudo conflicto político, social y armado que sacude a Colombia por más de cuatro

décadas.”

Hasta aquí la trascripción estricta del citado documento político clandestino aun hoy.
354

Las causas que determinaron la fundación del Ejército Popular de Liberación, EPL,

fueron:la discrepancia con la línea política y militar del PCC; el auge de movimientos y

grupos revolucionarios; la radicalización de la Juventud del MRL; el Congreso constitutivo

del PCC ML; la promoción de cinco zonas guerrilleras; la Integración de campesinos

provenientes de las guerrillas liberales; la Influencia en los dinámicos movimientos

campesinos, estudiantiles y obreros del país.

En el X Congreso del Partido comunista marxista-leninista, clandestino, celebrado el

17 de julio de 1965, se definió el programa, línea política y militar, elección del Comité

Central y el Mando Nacional de un Ejercito Popular de Liberacion.

Los fundadores del EPL, fueron: Pedro Vásquez Rendón, Pedro León Arboleda,

Carlos Arias, Aldemar Londoño, Francisco Garnica, Carlos Alberto Morales, Ricardo

Torres, Francisco Caraballo, Libardo Mora Toro, David Borrás, Diego Ruiz, Carlos Aníbal

Cacua, Jesús María Alzate, Julio Guerra y José Pérez.

Las negociaciones y acuerdo de paz comprendieron la realización de la Comisión de

Diálogo y Negociación y subcomisiones temáticas; participación en la Asamblea Nacional

Constituyente, garantías políticas; amnistía e indulto, garantías políticas, programa de

reinserción; DDHH, DIH; programa víctimas; planes de desarrollo regional; veedurías

interna e internacional; desmovilización, desarme; esquemas de seguridad; consejos de

normalización.

La Politica de paz comprendió: una estrategia para enfrentar la violencia, atender de las

víctimas y los desplazados; mantener la estrategia de negociación gobierno-guerrillas; las

condiciones para la reinserción; diálogos regionales con participación de la sociedad civil ;


355

Incursión de las otras guerrillas activas y los grupos paramilitares en las zonas donde actuó

el EPL; definición concertada de planes de desarrollo regional; propuestas de intervención

en Córdoba, Urabá, Antioquia, Eje Cafetero, Catatumbo, Cauca y Putumayo

El EPL, comenzó a llamarse, desarmado y desmovilizado, “Esperanza, Paz y Libertad”

y como tal terminó diezmado y masacrado por el Estado y su paramilitarismo.

En 1970, a raíz de las elecciones presidenciales en las que participaron Misael Pastrana

borrero por el Partido Conservador, Frente Nacional y la Alianza Nacional Popular,

ANAPO, con el ex general Gustavo Rojas Pinilla, luego de aparecer ganando el último,

resultó sorpresivamente ganador el candidato oficial, con lo que se habló de un fraude y los

partidarios del ex dictador militar protagonizaron disturbios y de este hecho hace su

aparición el Movimiento 19 de Abril, M-19 fundado por partidarios del ex dictador, Jaime

Bateman, Carlos Pizarro LeónGómez, Antonio Navarro, Carlos Toledo Plata, entre otros.

Este grupo formado por militantes de clase media y de la pequeña burguesía,

protagonizó actos más que todo propagandísticos como la toma de la espada de Bolívar

sustraída de la Quinta de Bolívar, el robo de armas del Cantón Norte del Ejército, la toma

de la Embajada de la Republica Dominicana y luego emprendió una guerrilla urbana y rural

especialmente en el Cauca, concluyendo con la toma del Palacio de Justicia, cuya contra-

toma por el ejército resultó en otra masacre oficial, resaltando las personas que salieron

vivas del palacio y no volvieron a aparecer, pero terminó acogiéndose a la amnistía que le

ofreció el gobierno de Belisario Betancourt, formando un partido político civil,

participando en elecciones democráticas y llegando con dirigentes como Antonio Navarro y

Gustavo Petro a importantes puestos de elección popular.


356

Como documento histórico y político que muestra la ideología del M-19 se trascribe

una declaración aun clandestina de dicho movimiento:

DECLARACIÓN DEL M-19 ante la retoma del palacio de justicia

Colombianos:

Hoy la nación reclama adolorida una explicación del holocausto en el Palacio de Justicia

el jueves 7 de noviembre de 1985, y hoy -más que nunca- se plantea la necesidad urgente e

inaplazable de lograr la paz para Colombia.

La batalla del Palacio de Justicia tuvo por escenario el corazón político-administrativo

del país, y todos presenciamos las escenas consecuentes a la decisión de tierra arrasada y

aniquilamiento total. Pero la opinión pública no conoce aún toda la verdad y el gobierno

pretende justificar su acción con argumentos ajenos a la realidad y al sentir nacional.

Esta actitud sólo nos enfrenta al abismo de su odio y sinrazón. Y aleja más aún las

posibilidades de construir la paz por caminos distintos a la guerra. Por eso, hoy la

conciencia democrática de nuestra nacionalidad tiene que exigir la verdad, solo la verdad y

nada más que la verdad sobre los hechos sociales, políticos y militares que nos enfrentan

con nuestro destino colectivo.

Por nuestra parte, asumimos la responsabilidad de nuestra acción con mirada limpia,

dignidad, y con el dolor profundo por el sacrificio de hombres y mujeres que no

participaron en el enfrentamiento directo, de nuestros combatientes y de los compatriotas

que pelearon en las filas de la oligarquía. La enfrentamos con la serenidad y firmeza que

inspiró esta demanda armada por los derechos de la nación, de la patria y del ciudadano, y

con la integridad de un comportamiento manifiesto en toda nuestra actuación pública, en

las tomas de pueblos y ciudades, en la Embajada de la República Dominicana y en el


357

respeto inmenso hacia los prisioneros de guerra.

1. Nuestras razones son las de la nación entera. Hoy la patria que vivimos no es la que

soñamos. No es la que anhelamos con claros horizontes de justicia y plenitud, de desarrollo,

libertad y respeto a los derechos de la vida. Padecemos, en cambio, los rigores de esta

guerra que desató la minoría gobernante contra las mayorías, intensificada con la negación

a buscar los caminos de la paz mediante la concertación nacional y el diálogo por el

cambio.

Hoy la paz es camino por andar, bandera grande y limpia y tarea de las mayorías que

necesitan y quieren el cambio democrático. No es argumento para la injusticia, promesa

incumplida, ni excusa para el engaño, la represión y el holocausto.

La incompetencia y la amoralidad de este desgobierno no pueden ser ya jamás motivo

de comentario individual o de la protesta aislada. Hoy es urgente y necesario que la

capacidad creadora, el coraje para mirar de frente la realidad y la decisión mayoritaria de

asumir los retos del presente nos conduzcan al logro de la paz que se fundamenta en la

justicia social, la soberanía y la participación de todos en la conducción del destino

colectivo.

Nuestra patria no merece ni resiste seguir así. Nuestra patria no es tierra de ignominia ni

tierra de prepotencias oligárquicas ni de minorías criminales con políticas de tierra

arrasada. Por eso, y a pesar de la violencia cotidiana que azota a las grandes mayorías, no

salimos del asombro y del dolor por el sacrificio de más de cien colombianos en el Palacio

de Justicia. Por eso, en las luchas y en las demostraciones armadas de la rebeldía se abrazan

los combatientes de la libertad con hombres y mujeres que, sin armas en la mano, levantan

su voz de cordura, su reclamo de reformas sociales y su demanda de replantear a fondo el

proceso de paz.
358

2. Y por eso mismo llegamos ante la Corte Suprema de Justicia, única reserva moral y

democrática de los poderes públicos.

Llegamos ante la Corte Suprema de Justicia para presentar las demandas de una nación

que se desangra y se asfixia, por las políticas de un Ejecutivo y un Legislativo que van en

contravía al logro de la paz.

Buscábamos, ante este tribunal de honor, exponer nuestras

razones y enjuiciar públicamente la violación de los acuerdos de tregua y reformas sociales.

Demandábamos a este régimen por la violación de la Constitución nacional, la entrega de la

soberanía económica y jurídica, y por defraudar la esperanza nacional.

Llegábamos, ante la Corte Suprema de Justicia, para convocar a la nación entera a

participar en este juicio como parte demandante y demostramos nuestra confianza en la

moralidad y el espíritu amplio y democrático de los honorables magistrados y consejeros de

Estado, para que ellos arrojasen luces a este proceso.

Llegamos ante la Corte Suprema de Justicia invocando el derecho que nos rige, porque

como ejército del pueblo abrazamos la defensa del cuerpo constitucional y luchamos por su

vigencia.

Fuimos a la Corte Suprema de Justicia en búsqueda de más amplios horizontes para el

ejercicio de la democracia y con la decisión de abrir nuevos caminos a la posibilidad

irrenunciable de lograr la paz mediante el diálogo, la concertación y la participación de

todos.

3. Y fue una demanda armada porque hoy los derechos del hombre y del ciudadano

tienen que ser garantizados con la fuerza de las armas del pueblo.

Porque los derechos de las mayorías son desconocidos y constantemente violados por

la minoría que nos gobierna. Porque hoy las mayorías tienen que pelear para ejercer la
359

democracia. Porque el Gobierno de Betancur se lanzó al aniquilamiento de fuerzas que son

esperanza del cambio y traicionó la vía más justa y novedosa de buscar la paz para la

nación cual era el Diálogo Nacional.

Por la verdad y la democracia nos tomamos el Palacio de Justicia. No para exigir

prebendas o beneficios propios, no para atacar al tribunal de justicia ni a sus representantes.

Nunca hemos atentado, ni lo haremos jamás, contra los trabajadores de la justicia. Por el

contrario, fuimos ahí como tribunal de honor y de leyes, porque la nación tiene suficientes

razones para enjuiciar política y judicialmente a este Gobierno y porque la Corte Suprema y

el Consejo de Estado habían actuado con conciencia y dignidad. Hace apenas tres meses se

condenó al actual ministro de Defensa y al Estado colombiano como responsables de

torturas y violaciones a los derechos humanos.

4.Los-hechos:

a. Desde el primer momento de la toma, tanto el Gobierno como los honorables

magistrados, conocieron nuestras razones y también nuestra decisión de defender las vidas

de las personas retenidas aun a costa de las propias, ante eventuales asaltos al Palacio de

Justicia. A todos los medios de comunicación y al propio Gobierno llegó nuestra proclama,

pero no se permitió su difusión.

b. Nuestra defensa estaba organizada con base en el enfrentamiento militar y no en la

toma de rehenes. Para ello, los combatientes del M-19 tomaron posiciones en la parte baja

de la edificación y en los pisos segundo, tercero y cuarto, concebidos los dos últimos como

última línea de defensa.

c. De parte nuestra, nunca hubo ultimátum ni amenazas al Gobierno ni a las personas

retenidas. Desde el comienzo buscamos conversaciones, pero en ningún momento

planteamos la disposición a la rendición humillante y vergonzosa. Sin embargo, el


360

Gobierno -amparándose en la desinformación y el engaño- tomó su decisión ciega y brutal,

que no fue ataque contra los combatientes de la columna Iván Marino Ospina que

ingresaron en el Palacio de Justicia, sino una operación de aniquilamiento masivo, de

holocausto total y generalizado.

d. El ingreso de las tanquetas al Palacio, antes de cumplir dos horas de ocupación, aisló

a los combatientes situados en la parte baja de los que sostenían posiciones en los pisos

altos. Sin embargo, la resistencia en los sótanos y en el primer piso se mantuvo hasta el

momento del incendio, mostrando el temple y el heroísmo de los oficiales de Bolívar en

forma jamás vista en este país.

e. La perentoria exigencia del doctor Alfonso Reyes Echandía, presidente de la Corte,

escuchada por Colombia entera, no conmovió al Gobierno; el clamor de las familias de los

magistrados y funcionarios, así como las voces valientes de algunas personalidades que

rompieron el cerco tendido a la libre expresión, tampoco fue atendido por el señor Betancur

ni por sus ministros de despacho. No hubo lugar a nada distinto de la prepotencia y el odio

desplegados ante una nación estremecida con la sucesión de hechos de aniquilamiento

total.

f. En las horas de la noche del 6 de noviembre, el Gobierno en pleno aprobó el

arrasamiento total del Palacio de Justicia, en vista de que el Ejército y la Policía habían

fracasado en sus intentos de asalto. La decisión fue la de incendiar la sede del poder

jurisdiccional, por acción de comandos del GOES, situación que causó numerosas víctimas,

entre ellas, el presidente de la Corte, y que obligó a civiles e insurgentes a buscar refugio en

los baños de los pisos tercero y cuarto.

g. Nuestras fuerzas, así como la mayoría de las personas retenidas en los pisos

superiores de la edificación, sobrevivieron al incendio, lo cual posibilitó enfrentar el asalto


361

de nuevos comandos en la madrugada del jueves 7. Pero esto también dio lugar a una nueva

decisión gubernamental: la de minar el Palacio, como recurso máximo contra la heroica

resistencia de sus ocupantes.

h. Poco antes de las 14 horas del jueves, Betancur decretó la llamada "hora de

reflexión", nada distinto que un llamado perentorio a la rendición, so pena de hacer explotar

las cargas colocadas en diferentes puntos del edificio. El mundo entero presenció el

desenlace fatal y el Gobierno tiene que enfrentar su decisión con la sola verdad. Porque las

siete tanquetas, el empleo indiscriminado de los cañones de 57 mm, el uso de rockets,

granadas y gases, la provocación de incendios y explosiones, fueron la única respuesta a las

diferentes soluciones planteadas. En ningún momento el Gobierno aceptó la fórmula

negociada ni dio lugar a pausas o a minuto alguno para la reflexión.

Tal es la más reciente demostración de una política cuyos efectos sufren a diario

millones de colombianos enfrentados al marginamiento y a la desatención de sus

necesidades como negación de los derechos básicos del hombre. Esta política de

aniquilamiento es la que deja el saldo trágico de desapariciones y asesinatos en todo el país,

así como de bombardeos indiscriminados y despojo en las zonas rurales donde se produce

la confrontación armada. Esta política se traduce hoy en la decisión de arrasar el país en

aras de una institucionalidad que el mismo Gobierno irrespeta y falsea.

5. La nación en armas demandó al Gobierno por el incumplimiento de sus compromisos

ante el país y el propio Gobierno se autocondenó.

El Gobierno no sólo desatendió invocaciones obvias a la aplicación del Derecho de

Gentes -cual es el cese del fuego- como lo planteara el doctor Reyes, sino que arrasó con

todo y con todos los que estaban en el Palacio de Justicia, optando -antes que cualquier
362

solución negociada- por aniquilar el poder jurisdiccional de la República.

Y ahora minimiza su responsabilidad con nuevas muestras de cinismo, mentiras y

actitudes criminales:

a. Como si todavía quedara lugar para el asombro, el Gobierno pretende distorsionar los

objetivos de la Operación "Antonio Nariño por los Derechos del Hombre" y negar su

carácter político, aduciendo falsos compromisos entre la democracia en armas y el

narcotráfico.

b. Desde las guaridas de un imaginación criminal y negando toda lógica, quiere hacer

creer al mundo que provocamos el incendio de nuestro albergue, el cual alojaba también a

otro centenar de personas.

c. Tal vez inspirados por su desprecio a la vida humana, afirman que los guerrilleros se

ataron cargas de dinamita y disfrazan así las explosiones que las Fuerzas Armadas

propiciaron para consumar el holocausto.

d. Su cobardía dicta las infamias con que se proponen manchar el honor de hombres y

de quienes combatieron limpiamente, para adjudicarles -después de su muerte- conductas

inescrupulosas que se riñen con las declaraciones de los sobrevivientes, los propósitos del

operativo y la confianza nacional en la integridad de los héroes de la democracia y la

libertad.

e. El decomiso de materiales grabados y filmados, por parte de las autoridades militares,

sólo busca ocultar las evidencias de los crímenes posteriores a la culminación del operativo.

Pero la nación sabe del secuestro y asesinato de guerrilleros y funcionarios y se pregunta

por la suerte de quienes continúan desaparecidos.

El Gobierno de Betancur tiene que responder por el asesinato del comandante Andrés

Almarales, a quienes los militares sacaron vivo del Palacio de Justicia, para entregar luego
363

su cadáver. El Gobierno tiene que responder por la vida de Alfonso Jacquin, Irma Franco y

Marcela Sosa, apresados vivos y hoy desaparecidos; tiene que dar cuenta de la suerte de

Luis Otero y Guillermo Elvecio Ruiz, también desaparecidos, así como de los siete

combatientes y un número indeterminado de civiles -cuya lista encabezan los nueve

empleados de la cafetería del Palacio- quienes fueron introducidos en las tanquetas que

estaban dentro de la edificación y trasladados a la Brigada de Institutos Militares y a

cárceles clandestinas, donde están siendo brutalmente torturados. Y que también explique

los motivos para dictar la falsa información acerca de la participación, en la toma, de los

compañeros Vera Grabe, Libardo Parra, Afranio Parra y Rafael Arteaga.

6. La nación tiene derecho a exigir responsabilidades y sentenciar al desgobierno de las

minorías.

En el Palacio de Justicia -nuevo símbolo de estos tiempos difíciles- se mantuvo en alto

la bandera nacional. No en vano lucharon y se hermanaron los mártires de la democracia y

los combatientes por ella. Porque existe la posibilidad cierta y alcanzable de mejor vida

para los colombianos, la que impulsan hoy campesinos y obreros, abogados y sacerdotes,

estudiantes y pobladores, guerrilleros y demócratas, que con palabra limpia y acción

justiciera hemos decidido reemplazar el mal gobierno y somos avanzada de las inmensas

mayorías que anhelan el cambio, la democracia, la justicia y la soberanía.

No más prepotencia minoritaria, no más militarismo de tierra arrasada, no más torturadores

en el Gobierno. Enfrentemos todos a los nuevos "pacificadores" con el temple moral de esta

nación cuya historia enlaza la resistencia de los combatientes de la democracia en el Palacio

de Justicia con la de quienes en el sitio de Cartagena prepararon las condiciones de las

armas de libertad de Simón Bolívar.

Y si hoy Belisario Betancur y Vega Uribe ocupan el lugar de los pacificadores de


364

antaño, también se levantan fuerzas vivas, diversas en sus métodos de lucha y en sus

opiniones, pero que se encaminan hacia la construcción de un Gobierno de democracia que

dé paso a un nuevo ordenamiento social en el que la justicia ya no tenga que ser reclamada

con las armas, ni la democracia construida en combates. Y por sobre todo, en el que la vida,

el honor y el respeto a la persona se anteponga al odio y a los intereses pequeños de los

altos poderes.

La Operación "Antonio Nariño por los Derechos del Hombre", realizada por la columna

Iván Marino Ospina del M-19, llevaba una demanda nacional ante los más altos tribunales

de justicia. Hoy la nación le da continuidad, pero no como demanda sino como sentencia

por la decisión política y militar del Gobierno, que arrasó a quienes estaban ahí, y también

a la conciencia moral de la nación, con el golpe mortal a la institución jurisdiccional.

La voz viva del presidente de la Corte, exigiendo al Gobierno el cese del fuego y el

comienzo de conversaciones, permanece como acusación y condena eterna a quienes

ordenaron y ejecutaron el holocausto total. Y en el altar de la patria se levanta la bandera de

la democracia y la dignidad de hombres como el mismo doctor Reyes Echandía, y de todos

nuestros combatientes encabezados por Luis Otero, Alfonso Jacquin, Andrés Almarales,

Guillermo Elvecio Ruiz, Ariel Sánchez, José Domingo Gómez.

Esta dolorosa pérdida de hombres, de conciencias, no será vana. Está en camino la

democracia. Perdió la minoría gobernante la autoridad para seguir dirigiendo los destinos

de la nación. Y como hoy lo hacen los trabajadores de la justicia, Colombia entera ha de

reclamar desde cada localidad, cada sector social, cada gremio, cada color y cada creencia,

por las garantías inaplazables de los sagrados derechos de la vida.

A las naciones del mundo y a los hermanos pueblos de nuestra América les decimos

que Colombia será de otra manera. Porque la conciencia, la fuerza, el heroísmo, vuelven a
365

reencontrarse con nuestra historia, y es destino de los pueblos la dignidad, la libertad y la

victoria. Porque apostamos al futuro y a la vida de este país joven y fecundo. Y porque hoy

reafirmamos ante la nación y ante el mundo que no cejaremos en esta lucha hasta que la

libertad, el bienestar y la felicidad de la patria estén asegurados.

Por la paz haremos hasta lo imposible.

Colombia, 11 de noviembre de 1985”

Pero como siempre, después de la amnistía de Belisario Betancourt, cientos de

militantes y dirigentes terminaron asesinados por efectivos del Estado y/o elementos

paramilitares, como cayó Jaime Bateman en extraño accidente aéreo en Panamá y Carlos

Pizarro León Gómez. A consecuencia de todo ello, el M-19 terminó desapareciendo.

Desde el punto de vista político se trató de un movimiento de origen pequeño burgués

que sostuvo al final unas tesis de socialismo pequeño-burgués, de reformismo moderado,

de ampliación de la democracia y las garantías políticas.

No puede quedar en el olvido la muerte de un campesino liberal de gran importancia

en la lucha del pueblo colombiano: Ciro Trujillo. Luego de la Conferencia de Sumapaz,

unos parten hacía el Pato, otros a la cordillera central, un tercer grupo va al centro del

Tolima y con Ciro Trujillo parte el grupo más numeroso hacia Quindío y Caldas, este grupo

es ubicado por el Ejército y casi aniquilado. Allí cayó Ciro Trujillo en 1967 y los

sobrevivientes regresaron al Pato. Perdieron más de la mitad de sus hombres y sus armas y

municiones.

Hay otra versión, según la cual, en el municipio de Aquitania, unidades del Ejército

Nacional, lo dieron de baja el 5 de octubre de 1968.


366

Bajo el gobierno de Misael Pastrana Borrero (1970-1974) sucede la llamada “Operación

Anorí” , acción militar en la cual casi fue destruido el Ejército de Liberación Nacional,

ELN, operación así narrada por Charles Carcabed (op. Cit. Pag. 70) :

“En 1972, el ejército encontró documentos pertenecientes a Fabio Vásquez Castaño y

detuvo a cerca de 200 personas vinculadas con este grupo. El ejército inició la Operación

Anorí, en el departamento de Antioquia, bajo el mando del Coronel Rincón Quiñonez

entonces Comandante de la Quinta Brigada, con no más de 200 hombres el ejército tiende

un cerco sobre el ELN que pierde una columna de 135 hombres y a sus dos máximos

dirigentes, Manuel y Antonio Vásquez Castaño. En el municipio antioqueño del Bagre, el

sacerdote español Domingo Laín cae abatido en una operación militar el 20 de febrero de

1974. En 1983 asume el mando el sacerdote español Manuel Pérez, con una orientación

más humanista, menos guerrerista y recupera al ELN de una crisis que llevó este grupo

guerrillero a contar con tan solo 30 hombres…” (op. cit).

De la llamada “Operación Anorí”, tampoco nadie dijo que fue una masacre ni un

crimen de lesa humanidad ni un crimen de guerra. Queda claro: cuando los muertos son los

Pobres, no le importa a nadie.

Entre el 7 de agosto y el 18 de octubre de 1973, bajo el gobierno de Misael Pastrana

Borrero, el ejército lanzó la llamada Operación Anorí, contra 84 insurgentes del Ejército de

Liberación Nacional, ELN, en zona rural de la población de Anorí, Antioquia

La operación constaba de 3500 soldados, cincuenta aviones, cincuenta helicópteros al

mando del General, Alvaro Herrera Calderon y los Coroneles Ramón Arturo Rincón
367

Quiñonez; Alvaro Riveros Abella y Hernan Hurtado vallejo, considerados “Heroes de la

Patria” al salvar ésta de caer en las garras del feroz comunismo del ELN.

A finales de 1972, dos columnas del ELN, al mando Manuel Vasquez y Ricardo Lara

Parada, se encontraban al noreste del departamento de Antioquia, donde la organización

venia ejecutando acciones armadas desde hacia algunos meses; la columna de Manuel

Vasquez, con 40 hombres, se desplazó al oeste de su radio de acción habitual. En enero de

1973, el ELN creó un campamento para adoctrinamiento que constituyó un nuevo foco de

rebelión entre los municipios de Amalfi yAnorí.

La columna de Manuel Vasquez que había duplicado sus efectivos de 40 a cerca de 80,

pronto lanzo ataques tipo guerrilla, con golpes de mano y emboscadas contra patrullas del

Ejército.

Dos coroneles, uno de Caballería, Alvaro Riveros Abella a quien sus subalternos

llaman Cara de Piedra, comandante de la IV Brigada, y el otro de Artillería, Calixto

Cascante, su Jefe de Estado Mayor, adelantan la operación de búsqueda del foco

guerrillero, el martes 7 de agosto de 1973, bajo la dirección del Comando Operativo N° 10

del Ejército, cuyo Comandante era el Coronel Hernán Hurtado Vallejo, unidad que

comprendia varios batallones de Ejército, unidades de la Fuerza Aérea, y de la Infantería

de Marina.Durante las primeras semanas la acción del Ejército se centra en tender un cerco,

cerrar las vías de escape y saturar de patrullas el área, forzando la constante movilización

de los guerrilleros, que empiezan a agotar sus bastimentos. Pese a las dificultades, estos

continúan desplegados en dos columnas entre los corregimientos de Charcón y Madre Seca:

una, en vanguardia más reducida y que abre la marcha; la otra en retaguardia con el grueso

de los hombres.
368

A principios de septiembre de 1973, cuando desertan 2 rebeldes, los militares

obtienen información confiable de donde se hallan las unidades del ELN. El día 2 de

septiembre se pone en marcha la ofensiva a gran escala, pero los campesinos no colaboran

con los subversivos y en cambio facilitan el trabajo del Ejercito. Las tropas son movilizadas

rápidamente, utilizando la carretera que une a Medellín con Yarumal, el ferrocarril a Puerto

Berrío, el río Nechí, y la vía aérea, habilitando el aeropuerto de Amalfi y unos helipuertos

construidos en Anorí, Zaragoza, Tamí, Cedeño y Pato. Con todos los medios

helicoportados al alcance y el apoyo de unidades de la Infantería de Marina que bloquean

con patrulleras fluviales los ríos Nechi y Porce, las tropas contraguerrilla de los batallones

Colombia, Rook, Rifles, Bombona, Pichincha, Ayacucho, Ricaurte y Bogotá cercan a la

columna guerrillera que estaba mando de los hermanos Manuel y Antonio Vásquez

Castaño. Son alrededor de 80 rebeldes que quedan atrapados en medio de los ríos ya

citados.

El 11 de septiembre las tropas les asestan el primer golpe de importancia, cuando logran

sorprender a una partida que acampaba a orillas de una quebrada. Pero es después del 21 de

ese mismo mes, cuando durante un combate mueren 6 insurgentes y 10 más son capturados,

que la fuerza guerrillera empieza a disolverse.

Tras un mes de combates, para mediados de octubre las bajas alcanzan las 60 (30

muertos e igual número de detenidos o rendidos). Manuel y Antonio, quedan aislados con

solo 4 acompañantes, logran cruzar el rió Nechi, pero un día después, el 18 de octubre, los

cabecillas son finalmente abatidos tras un tiroteo a las orillas del río Porce, en la finca el

Astillero. Un sargento del Batallón Rook, Miguel Angel Saavedra cae también en la batalla

final.
369

El Ejército aniquilo una columna de 80 guerrilleros, lo que equivalía a un tercio del

total de la fuerza del ELN. Los comandantes Manuel y Antonio eran además dos de los

cabecillas más prominentes de la cúpula de esa organización.Sus cadáveres fueron

expuestos al escarnio público ante la prensa, en el campo de fútbol de la IV Brigada en

Medellín.

Fabio Vásquez logró escapar de la encerrona del Ejército y huyo a Cuba, tras ser

amenazado por sus propios hombres que querían aplicarle el tribunal revolucionario.

La situación de violencia, lucha guerrillera y represión oficial para el año 1975, bajo el

mandato de Alfonso López Michelsen, la describe así la Revista Alternativa N° 63 del 8 al

15 de diciembre de 1975, donde a su vez trascribe un comunicado del órgano Resistencia,

oficial de las FARC:

“El Movimiento Guerrillero de las FARC en su continua lucha política y militar ha

logrado el apoyo de las masas. Es por esto que el crecimiento de las filas guerrilleras se ha

acelerado, su labor política y organizativa ha encontrado eco favorable entre las masas

populares; sus acciones militares son cada vez más fuertes como en: Algeciras (Huila),

Puerto Rico (Caquetá), Mutata (Antioquia), Guadualito (Cundinamarca) y el

ajusticiamiento de Pajaros y servicios de inteligencia en Uraba, Medio Magdalena y

Cordillera Central.

“Es así, como a pesar de la arremetida de las fuerzas reaccionarias contra el

Movimiento Guerrillero, la tortura y el asesinato de cientos de campesinos, el recorte de las

libertades democráticas, etc, las masas continúan dando su apoyo a la política que

desarrolla el Movimiento Guerrillero pues encuentran en ella la realización de sus justas


370

aspiraciones, tales como: la nacionalización de las riquezas nacionales; entrega gratuita de

la tierra a los campesinos que la necesitan y la quieran trabajar en forma organizada, con

ayuda por parte del estado. La existencia del movimiento guerrillero de las FARC en

Antioquia, Boyacá, Caquetá, Cauca, Cundinamarca, Choco, Huila, Córdoba, Santander,

Tolima y Valle demuestra que ha fracasado la campaña de los mandos militares por ocultar

al existencia del movimiento guerrillero ante la opinión pública nacional e internacional…”

(op. cit).

Bajo el gobierno de Julio Cesar Turbay Ayala (1978-1982) se proclama otra amnistía

para los rebeldes alzados en armas. La Ley 37 de 1981 concedía la amnistía en los

siguientes términos: “Artículo 1. Concedese amnistía a los colombianos autores o

participes de hechos que constituyen rebelión, sedición o asonada y delitos conexos con los

anteriores, cometidos antes de la vigencia de la presente ley”.

La amnistía no comprendía los casos en que los delitos de rebelión, sedición o asonada,

fueran conexos con el secuestro, la extorsión, el homicidio cometido fuera de combate, el

incendio, el envenenamiento de fuentes o depósitos de agua y en general, con actos de

ferocidad y barbarie.

Ante esta nueva amnistía ningún grupo guerrillero activo en el momento (FARC, ELN,

M-19, EPL) ni ningún combatiente individualmente se acogió a ella: la experiencia de

viejas amnistías no lo permitió. Y la realidad demostró que los rebeldes tenían razón, pues

con la promulgación del Estatuto de Seguridad Ciudadana, el Estado arremetió de nuevo

con armas “legales” y jurídicas contra el pueblo colombiano, desatando una oleada de

represión.
371

La política de Belisario Betancourt fue una sorpresa para todos los sectores políticos al

propiciar otra Amnistía incondicional que ofreció la libertad de casi todos los presos

políticos. Y el nombramiento de una comisión para entablar conversaciones con los grupos

insurgentes fue el principio de su gestión frente a lo que se denominó “Apertura

democrática” y Tregua.

Señala al respecto Ulises Casas (op.cit.pag.215):

“Pero el hecho concreto es que las FARC entran a la propuesta del gobierno belisarista

y en un comunicado conjunto con la “Comisión de Paz” nombrada por él mismo se plasma

el comienzo de las conversaciones de paz el 30 de enero de 1983. Luego de diferentes

diálogos, se llega al llamado “Acuerdo de la Uribe” el cual es aprobado por el presidente

Betancourt. La concepción política a que obedece este acuerdo puede deducirse de su

simple lectura….”

Se concretó una amplia amnistía y un Acuerdo de Paz que pareció constituir el inicio de

la paz en Colombia, todo parecía indicar que había llegado el final de la guerra civil

permanente que azotaba al país por lo menos desde 1930.

Se trascribe el texto del “Acuerdo de la Uribe” tomado del libro de Jacobo Arenas. Cese

el Fuego.Una historia política de las FARC. Editorial Oveja Negra :

“Con el fin de afianzar la paz nacional, que es pre-requisito indispensable para la

prosperidad general del pueblo colombiano y para lograr el desarrollo de la actividad social

y económica sobre bases de libertad y de justicia, la Comisión de Paz y las Fuerzas

Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP) acuerdan los siguientes puntos:


372

“1. Las FARC-EP ordenarán el cese del fuego y demás operativos militares a todos sus

frentes en el país, a partir del 28 de mayo de 1984 a las 00 horas, fecha que podrá

posponerse, como máximo hasta por dos meses, si fuere necesario.

La orden de que antes se habla se mantendrá indefinidamente si el señor Presidente de

la República, doctor Belisario Betancourt, corresponde a este gesto efectivo de paz con una

orden semejante suya, dada a todas las autoridades civiles y militares bajo su jurisdicción,

en la oportunidad debida.

“2. Las FARC-EP condenarán y desautorizarán nuevamente el secuestro, la extorsión y

el terrorismo en todas sus formas y contribuirán a que termine su práctica, como atentados

que son contra la libertad y la dignidad humanas.

“3. La orden del señor Presidente de la República se cumplirá únicamente respecto de

los grupos y personas que acaten y respeten estas bases y no infrinjan la ley penal.

“4. Una Comisión Nacional amplia y representativa de las fuerzas implicadas en los

enfrentamientos, designada por el señor Presidente de la República, será encargada de la

verificación de todas las disposiciones contenidas en este Acuerdo, con la finalidad de

consolidar el proceso de pacificación. La Comisión creará subcomisiones en Florencia,

Vistahermosa, Barrancabermeja, Saravena, Santa Marta, Medellín, Neiva, Orito y Cali y

podrá asesorarse de personas extrañas a ella para estudiar, con su concurso, en las regiones

o sitios en que fueren conducentes sus servicios, las quejas o reclamos por hechos que

pudieren interferir el anhelo nacional de paz y seguridad. La Comisión funcionará por todo

el tiempo que fuere necesario y podrá acordar sus propios reglamentos.


373

“5. La comisión nacional de verificación funcionará en Bogotá y se trasladará

periódicamente para sesionar, con plenas garantías de acceso y libre tránsito, a una de las

siguientes localidades, a elección del Señor Presidente de la República:San Juan de Arama,

Granada o Vistahermosa en el Meta; San vicente del caguan, Caqueta; Colombia, Huila;

Dolores y Prado, Tolima y La Uribe, Meta.

El gobierno dotará a la Comisión de todos los elementos necesarios de comunicación

para el mejor desempeño de sus funciones y expedirá a sus miembros las credenciales

indispensables para garantizar su libre tránsito y seguridad.

“6. Cuando a juicio de la Comisión Nacional de Verificación, hayan cesado los

enfrentamientos armados, se abrirá un periodo de prueba o espera de un año para que los

integrantes de la agrupación hasta ahora denominada Fuerzas Armadas Revolucionarias de

Colombia, puedan organizarse política, económica y socialmente, según su libre decisión.

El gobierno les otorgará, de acuerdo con la Constitución y las Leyes, las garantías y los

estímulos pertinentes. Durante ese mismo periodo el gobierno tomará las medidas

necesarias para restablecer en las zonas de violencia la normalidad civil.

“7. Los integrantes de las FARC-EP podrán acogerse a los beneficios de la Ley 35 de

1982 y decretos complementarios, cuando llenen las condiciones en ella y en ellos

establecidos. En el Plan Nacional de Rehabilitación el gobierno dará prelación a los

colombianos que han padecido, directa o indirectamente, los estragos de la violencia y

estimulará la creación de los medios jurídicos necesarios para el restablecimiento de

derechos injustamente conculcados como consecuencia de la alteración del orden público y

la seguridad nacional.
374

“8. La comisión de paz da fe de que el gobierno tiene una amplia voluntad de:

a). Promover la modernización de las instituciones políticas, dirigida a enriquecer la

vida democrática de la nación e insistir ante las cámaras en la pronta tramitación de los

proyectos sobre reforma política, garantías a la oposición, elección popular de alcaldes,

reforma electoral, acceso adecuado de las fuerzas políticas a los medios de información,

control político de la actividad estatal, eficacia de la administración de justicia, impulso al

proceso de mejoramiento de la administración pública y nuevas iniciativas encaminadas a

fortalecer las funciones constitucionales encaminadas a fortalecer las funciones

constitucionales del Estado y a procurar la constante elevación de la moral pública.

“b). Impulsar vigorosamente la aplicación de una política de reforma agraria en

reconocimiento a que los problemas de la tierra están presentes en los actuales conflictos

sociales y las demás acciones de las agencias del Estado dirigidas a ampliar

permanentemente los servicios al campesinado para mejorar la calidad de su vida y la

normal producción de alimentos y materias primas para la industria para lo cual dispone del

instrumento jurídico contenido en el art. 32 de la Constitución Nacional, que establece la

dirección de la economía por el Estado.

“c). Robustecer y facilitar la organización comunal de usuarios campesinos y de

indígenas, las asociaciones cooperativas y sindicales en favor de todos los trabajadores

urbanos y rurales, así como sus organizaciones políticas.

“d). Hacer constantes esfuerzos por el incremento de la educación a todos sus niveles,

así como de la salud, la vivienda y el empleo.


375

“e). Mantener su propósito indeclinable de que para la protección de los derechos que

en favor de los ciudadanos consagran la constitución y las leyes para la conservación y

restablecimiento del orden público sólo existan las fuerzas institucionales del Estado, de

cuyo profesionalismo y permanente mejoramiento depende la tranquilidad ciudadana.

9. La comisión de paz estima que los enunciados anteriores representan un notable

mejoramiento de las condiciones objetivas para la acción política y electoral y reitera su

invitación a los sectores comprometidos en acciones disturbado ras del orden público, a que

se acojan a la normalidad y apliquen sus talentos y prestigio a la conquista de la opinión

pública por procedimientos democráticos y pacíficos.

“10. El presente Acuerdo será válido respecto de cualquier otro grupo alzado en armas

que exprese su decisión de acogerse a él, previa manifestación de tal voluntad hecha al

gobierno por intermedio de la Comisión de Paz. Para facilitar la adhesión a este Acuerdo de

los grupos que deseen hacerlo, se realizará una reunión con todos ellos en el lugar y la

fecha que las partes convengan.

“11. Este acuerdo, para su validez, requiere la ratificación del Señor Presidente de la

Republica.

Para constancia se firma el presente documento en La Uribe, municipio de Mesetas,

departamento del Meta, a los 28 días del mes de marzo de 1984…..”

Por ésta época llegaron otros acuerdos de paz:

El 9 de marzo de 1990, se firmó el primer acuerdo de paz contemporáneo en Colombia,

cuando en las montañas del Cauca, Carlos Pizarro, máximo comandante del Movimiento
376

19 de Abril (M-19), dio una orden sin atenuantes: “¡Combatientes, dejad las armas!”. Como

respuesta del Estado, Carlos Pizaro fue asesinado poco tiempo después.

Para el Movimiento 19 de Abril (M-19) siete de los diez puntos del acuerdo fueron

políticos; y, en consecuencia, la acción política fue lo que marcó la pauta de este proceso,

en detrimento de un trabajo más cuidadoso en el tema de la reinserción, que de hecho

significaba un aprendizaje ya que este era un concepto inédito hasta entonces. No hubo

favorabilidad política; sin embargo, los resultados electorales fueron más allá de lo

esperado, e hicieron innecesaria dicha favorabilidad. La Alianza Democrática M-19 grupo

político civil originado del Ex M-19, logró una votación de un millón para la

Constituyente, medio millón para el nuevo Congreso post-constituyente, y luego vivió un

proceso de dispersión política. Pese a los fracasos de la AD M- 19, y al asesinato de la

mayoría de sus miembros a manos del estado y su paramilitarismo, la mayoría de los

militantes no han desfallecido y aportan activamente a la construcción de paz y democracia,

tanto en espacios visibles como en esfuerzos civiles menos protagónicos.

En cuanto al Ejército Popular de Liberación (EPL), el acuerdo final con el Gobierno

Nacional comprendió la participación de dos voceros del EPL en la Asamblea Nacional

Constituyente y facilidades y condiciones para la promoción de su proyecto político. Tal

vez de las cosas más importantes del proceso del EPL fue el proceso político de carácter

democrático para llegar a tomar la decisión de desmovilizarse, lo que significaba una

ruptura con sus posturas políticas ortodoxas originarias. Una parte del grupo se constituyó

como Esperanza, Paz y Libertad, convirtiendo el proyecto armado en proyecto legal y otra

parte participó en la conformación de la Alianza Democrática M-19. En la zona de Urabá,

región histórica para el EPL, se desató la expansión del paramilitarismo con el objetivo de
377

exterminar a los reinsertados de Esperanza, Paz y Libertad, lo cual convirtió al EPL (grupo

civil y desarmado) en blanco de la polarización entre insurgencia y contrainsurgencia. Sus

miembros también han sido sistemáticamente asesinados por el estado a través del

paramilitarismo.

Como respuesta del Estado a la desmovilización y entrega del EPL, ahora convertido

en grupo civil político y pacifista, el 20 de noviembre de 1985 a las 7:12 de la noche, en

una farmacia de Bogotá de la calle 42 con carrera 13 el dirigente político del EPL,ya

desmovilizado, desarmado y en paz, Oscar William Calvo, con apenas 32 años, fue

asesinado por sicarios junto con dos jóvenes líderes de la JRC, Alejandro Arcila y Ángela

Trujillo. Murió también una señora ajena a los hechos. Fue el primero que propuso una

Constituyente para sacar al país de la crisis y llevarlo a la paz.

A ello se agregaba la desaparición forzada y homicidio de Fernando Lalinde en

Antioquia por parte del Ejército, otro joven dirigente de la Juventud Revolucionaria de

Colombia,JRC, y la tortura y asesinato de Bernardo Franco por parte del Ejército en Urabá,

vocero regional del EPL. Estos, entre otros hechos de persecución y ataque contra personas

y organizaciones sociales que participaban en acciones a favor del logro de la paz.

A los nombres de Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo, José Antequera, Carlos Pizarro

y Oscar William Calvo, se sumaron los de miles de hombres y mujeres congresistas,

diputados, concejales, alcaldes, dirigentes sindicales, campesinos, indígenas, de

movimientos cívicos y comunitarios de reconocida y decisiva actuación en todas las

regiones del país.


378

El Movimiento Quintín Lame, se desarmó y desmovilizó a cambio de tener un vocero

en la Asamblea Nacional Constituyente, junto a otros dos representantes del movimiento

indígena. Desde entonces el movimiento indígena ha tenido presencia en los diversos

órganos de representación política. Pero el logro más importante y sin antecedentes ha sido

el reconocimiento, a partir de la Constitución, de su identidad y de los derechos derivados

de su propia cultura. El Movimiento Quintín Lame siempre se asumió como brazo armado

de un movimiento social indígena, y con el proceso de paz se mantuvo esta razón de ser,

expresando ahora la necesidad de una fuerza política como mecanismo de desarrollo del

movimiento indígena. Así aparece la Alianza Social Indígena, ASI, hoy importante fuerza

política.

La Corriente de Renovación Socialista (CRS), grupo que se desprende del ELN, acordó

establecer un mecanismo de favorabilidad política: dos representantes a la Cámara para el

periodo 1994-1998. Uno de los logros de este movimiento es la unión que ha mantenido en

su construcción política, su participación activa en la construcción de fuerzas alternativas,

siendo el movimiento desmovilizado que con mayor dedicación ha trabajado en las

iniciativas civiles de paz.

En esta fecha histórica pareció que la Paz se había logrado. Pero la realidad de los

hechos mostró algo diferente. El citado Acuerdo de Paz no pasó del texto escrito.

Para esta década de los años ochenta, se inicia en Colombia otro capítulo de

paramilitarismo, siendo útil transcribir el análisis que sobre este tiempo hace Ronderos

(2014):
379

“Durante los últimos treinta años Colombia ha sido el escenario de un brutal conflicto

armado. Grupos guerrilleros de diversas ideologías y orígenes han estado enfrentados al

Estado en diferentes momentos. Los dos más viejos y endurecidos, las Fuerzas Armadas

Revolucionarias de Colombia (Farc) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), fundados

en 1964, aún están activos. Grupos paramilitares, con distintos nombres y matices, han

surgido en todo el país y en dos ocasiones, a comienzos de la década de los ochenta y al

finalizar la de los noventa, se expandieron a diversos territorios y aspiraron a unirse en una

poderosa y violenta alianza nacional. En este prolongado estado de guerra, las fuerzas de

seguridad del Estado también han sido responsables por graves violaciones a los derechos

humanos.

“En este sangriento conflicto político, atizado con las arcas infinitas provenientes del

tráfico ilícito de narcóticos desde finales de los años setenta, han creado una de las peores

catástrofes humanitarias que se han visto en el mundo en los años recientes.

“Algunas cifras ilustran la tragedia. Entre 1985 y marzo de 2013, según lo determinó el

Centro de Memoria Histórica en su informe “¡Basta ya!”, sobre la violencia colombiana,

220.000 personas perdieron sus vidas en el conflicto armado colombiano y, de estos,

166.000 eran civiles. En esos últimos 29 años, en promedio, un colombiano fue secuestrado

cada ocho horas y al menos cuatro murieron simultáneamente en una masacre cada semana.

Este horror forzó a unos cinco millones de personas a dejar sus hogares entre 1985 y 2011.

“Para mayo de 2014, la Fiscalía había encontrado los cuerpos de 5.551 personas que

fueron desaparecidas a la fuerza y la Comisión Nacional de Búsqueda de personas

desaparecidas había documentado 68.441 casos. A más de la mitad de estas víctimas,


380

actores del conflicto las llevaron contra su voluntad, las asesinaron y dispusieron de sus

cuerpos en forma clandestina, según lo ha documentado la Asociación de Familiares de

detenidos-desaparecidos (Asfaddes). Nadie sabía qué podríamos tener tantas víctimas de

este crimen como las que tuvo Argentina bajo la dictadura militar. Y aún no se conoce la

mitad de la historia, pues solo si las guerrillas terminan confesando sus crímenes, se sabrá a

cuántos ciudadanos de cuyo paradero sus familiares no tienen noticia sepultaron en la selva.

“Los actores del conflicto se erigieron en el poder del hecho en regiones enteras. Por

períodos largos y en territorios extensos, guerrillas y paramilitares suplantaron al Estado en

sus tareas esenciales: el cobro de impuestos y la provisión de seguridad. Sin quién les

pusiera límites, asesinaron colectiva y masivamente, reclutaron niños, extorsionaron sin

control a cientos de miles de personas, obligándolas a rendirles cuenta de sus ingresos y a

pagar un porcentaje sobre ellos, secuestraron, quemaron pueblos y expulsaron a millones de

campesinos de sus tierras, unos porque se querían quedar con ellas, otros porque las querían

repartir entre sus simpatizantes, o simplemente porque querían desalojar corredores de paso

de la droga. Los auto proclamados liberadores del pueblo fueron sus mayores opresores y la

tranquilidad que prometieron acabó encontrándose solo en los cementerios. El desangre ha

mermado en los últimos años, pero no cesa. En 2012 huyeron de sus hogares para salvar

sus vidas 256.000 personas. Escaparon de combates entre guerrilla y fuerza pública, de

amenazas de las bandas criminales armadas que sobrevivieron después del paramilitarismo

(el 43%) o para salvar a sus hijos del reclutamiento de estos o de aquellos. Y en los

primeros cuatro meses de 2014, los combates dejaron heridos a 659 soldados y policías,

muertos a 107 guerrilleros y se registraron oficialmente cinco matanzas de civiles.”.(op.

cit).
381

Por su parte, quien relata bajo el seudónimo de Charles Carcabed en “Los Héroes en

Colombia si existen, pero son de carne y hueso”, define (pag. 45) la situación en 1984,

bajo el gobierno de Belisario Betancourt, así:

“El 28 de mayo de 1984, tras una reunión de los líderes de los 27 frentes y el Estado

Mayor, se establece un alto al fuego, como parte de los acuerdos firmados con el gobierno

de Belisario Betancourt, conocidos como los acuerdos de la Uribe. Las FARC formaron la

Unión Patriótica (U.P) para liderar un movimiento político.

“Este intento de negociación fracasó debido en gran medida a dos elementos: las

violaciones del cese de hostilidades por las dos partes y la violencia política de sectores de

extrema derecha, entre ellos líderes políticos locales y varios miembros de las Fuerzas

Armadas, así como actores de la izquierda (entre los sectores de las FARC), incluyendo

entre ambas partes algunos mandos importantes y narcotraficantes….” (op. cit)

Sobre el origen de las autodefensas paramilitares del Magdalena Medio, refiere María

Teresa Ronderos, en su citada obra “Guerras Recicladas”, hablando del año 1979, (pag.

34):

“Según explicó Echandia y en eso coincide con los relatos de otros como Henry Pérez y

Nelson Lesmes, ahí los militares finalmente los tomaron en serio, les vendieron armas de

dotación militar con sus respectivas licencias de porte y los ayudaron a organizarse. “A esa

gente se le enseña a disparar, a reunirse con otros campesinos cuando hubiera peligro –dijo

a la justicia Echandia-.(….) Desde 1965, la ley le permitía al estado reforzar a grupos de

civiles que se estuviesen defendiendo del comunismo armado, vendiéndoles armas y con

entrenamiento y coordinación. “Al principio nos tocó solos y después nos ayudó el ejército:
382

el armamento y la instrucción militar mejoraron hasta que por fin pudimos contar con una

fuerza bien organizada”, dijo Ramírez a un visitante, confirmando la versión”.(op. cit).

Conviene retomar aquí el relato de Ulises Casas (op.cit.pag. 219) :

“El desenvolvimiento de los hechos ha venido a confirmar que los pactos solo eran algo

ilusorio, algo utópico como paso al avance de conquistas populares. El régimen exige al

movimiento guerrillero su desarme para luego degollarlo físicamente. El asesinato de

cientos de militantes del movimiento denominado Unión Patriótica así nos lo confirma y

esas muertes son un precio muy elevado que un partido u organización revolucionaria no

deben jamás pagar y menos en aras de la conciliación de clases.

“El régimen no cesará en exigir el desarme del movimiento guerrillero como es natural,

pues le representa una permanente amenaza. Los guerrilleros no están dispuestos a

desarmar sus destacamentos y esto es correcto; pero el equilibrio tiene que desatarse en

cualquier momento: ya ha comenzado el proceso de ruptura de ese equilibrio. Entonces, la

lucha se reanuda: el régimen alega que no puede soportar a la guerrilla y lanza sus

tradicionales campañas de exterminio; el movimiento guerrillero responde enfrentándolas.

La perspectiva no es otra que la de avanzar en la lucha revolucionaria. En manos del

movimiento guerrillero está el próximo capítulo de nuestra historia y él no puede ser otro

que el triunfo de la lucha revolucionaria de nuestro pueblo: la historia siempre va hacia lo

nuevo; hacia lo justo, hacia formas más elevadas de organización social, hacia el

socialismo. La muerte del modo de producción capitalista y de la dependencia comenzó ya

hace algunos años. El futuro es promisorio…..” (op. cit. pag. 219).


383

Esto lo decía y lo soñaba Ulises Casas en 1987: han pasado hasta 2016, veintinueve

(29) años y el triunfo de la lucha revolucionaria no se ha producido; al contrario, la fatídica

profecía continúa cumpliéndose: Y ríos de sangre inundan el suelo colombiano, porque una

aterradora ola de paramilitarismo al servicio del estado azotaría más que nunca al país de la

Guerra sin fin.

La respuesta del estado al acuerdo de paz con las Farc, con el M-19, el EPL y los otros

grupos atrás relacionados fue precisamente el ataque a casa verde, comando nacional de las

Farc., para lo cual se trascribe el texto de Roberto Romero Ospina, tomado del Centro de

Memoria, Paz y Reconciliación, Bogotá, 2015:

“Ataque a casa verde. Centro de Memoria histórica. Por Roberto Romero Ospina,

Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, Bogotá.

El 9 de diciembre de 1990 el país presenció la verdadera puesta en escena de la

combinación de todas las formas de lucha, la vieja táctica casi siempre exitosa que inventó

el establecimiento para mantener su predominio en la vida nacional.

Ese día, cuando millones de ciudadanos convocados por el Estado, incluidos liberales y

conservadores afectos al régimen, acudían a las urnas para elegir los 70 miembros de la

Asamblea Nacional Constituyente destinada a cambiar la Carta de 1886, más de 7000

hombres del Ejército, tomaban a sangre y fuego el emblemático paraje de Casa Verde.

Un asalto semejante no se veía desde el 24 de mayo de 1964 cuando 16.000 soldados y

tras una operación de cerco, se tomó la región de Marquetalia iniciándose la actual etapa de

guerra contrainsurgente que lleva ya 51 años.


384

Por lo menos cuarenta y seis naves de guerra, entre ellas bombarderos K-Fir, Mirage,

aviones AT-37, AC-47, cargados con bombas de 250 libras, helicópteros artillados UH-60

y UH-1H, Bell 212, Hughes y Bell abrirían el camino de la toma.

La llamada Operación Colombia, aprobada por el presidente César Gaviria, iba

destinada a liquidar toda la dirigencia guerrillera asentada en una vasta zona de la cordillera

oriental que bordea el río Duda a través de cinco objetivos de guerra bautizados como

Centauro, Bravo, Espuela, Furia y Águila.

E n ese sitio, colindante con los municipios del Meta La Uribe y Mesetas, se asentaban

varios campamentos guerrilleros con más de dos mil de hombres en armas conocidos como

El Hueco, La Caucha, y el Rincón de los abuelos, entre otros.

Casa Verde solo era solo un rancho en forma de ele, contiguo a los citados

campamentos que se levantó para las conversaciones que se iniciaron en el gobierno de

Betancur tras el acuerdo de Cese al Fuego, Tregua y Paz firmado en mayo de 1984 y de

inmediato se convirtió en un emblema nacional por la esperanza de concordia que

representaba.

El golpe de mano preparado con mucha antelación, apuntaba a que cuando se instalara

la Constituyente, el 4 de febrero de 1991, el movimiento guerrillero agrupado en las FARC,

el ELN y una fracción minoritaria del EPL (el M19, el EPL y el Quintín Lame ya se habían

reintegrado a la vida civil tras acuerdos con el gobierno de Barco), debía estar derrotado o

tan maltrecho que no representara ningún obstáculo a un proceso que debía convertirse en

un nuevo tratado de paz, pero sin ellos.


385

Las pretensiones fallidas de Gaviria

La operación no fue un paseo por el bosque. “Hemos encontrado una resistencia feroz”,

dijo un oficial a El Tiempo que precisó además que en los primeros intercambios de

disparos hubo decenas de bajas de ambas partes. Por lo menos perecieron más de cuarenta

militares entre oficiales y soldados y número similar de guerrilleros. Un helicóptero fue

derribado y cuatro resultaron seriamente averiados.

Sin embargo, mucho antes de ser presidente, Gaviria se había propuesto acabar con la

comandancia de las FARC bajo cualquier pretexto. Tras el atentado a la vida del ministro

de Defensa, general Guerrero Paz, el 22 de noviembre de 1988 y del que salió ileso no así

sus tres escoltas que perecieron por la carga explosiva, Gaviria, ministro de Gobierno de

Barco, propuso que de inmediato se bombardeara al secretariado de las FARC sin tener en

cuenta que no eran responsables del ataque sino una disidencia de esa guerrilla conocida

como “Ricardo Franco”.

El bombardeo tenía el objetivo de impedir cualquier posibilidad de que las FARC, el

ELN y parte del EPL participaran en la Constituyente pues cómo se explica que faltando un

mes para su apertura se llevara a cabo una operación de esa magnitud y en contravía de los

reiterados llamamientos de la insurgencia de querer participar en dicha Asamblea.

Rafael Pardo y Humberto De la Calle entran en escena y la respuesta de las FARC

Rafael Pardo, Consejero Nacional de Seguridad de Gaviria y hoy flamante ministro

Consejero para el posconflicto, los derechos humanos y la seguridad, era de la idea de no

permitir la presencia guerrillera en aquella zona sin que nada le pasara mientras se

continuaba delinquiendo.
386

“Qué tal que las FARC hubieran seguido con una zona de 3000 o 4000 kilómetros

como santuario donde no pudiera entrar la fuerza pública ni el gobierno, eso no tenía

ninguna presentación”, dijo a un medio al cumplirse 20 años justificando aquel ataque que

fue un fracaso estruendoso.

Las FARC respondieron el mismo 9 de diciembre con una ofensiva sin precedentes que

dejó decenas de soldados y policías muertos y daños inmensos en la infraestructura

económica, en especial en la redes eléctricas hasta el punto que el ministro de Gobierno,

Humberto De la Calle, hoy jefe negociador en las conversaciones de La Habana, rogó,

embargado por la angustia, un cese inmediato de la ofensiva y llamar a reanudar las

conversaciones en una improvisada rueda de prensa en la propia puerta del Palacio de

Nariño.

Pardo sería nombrado más tarde como ministro de Defensa de Gaviria y desde allí

dirigió todas las operaciones ofensivas contra las FARC. Una vez posesionado en

septiembre de 1991, fue célebre el plazo que se puso él mismo para acabar con esa

guerrilla: 18 meses exactos. Han transcurrido ya 24 años de aquel lapso perentorio y el

grupo alzado en armas no ha sido derrotado militarmente”. (op. cit)

Mientras tanto, el Partido Comunista de Colombia (Marxista - Leninista) y el Ejército

Popular de Liberación E.P.L., se manifestaban asi ante la situación de violencia en 1999:

“Abordar la cuestión de la paz en cualquier lugar del mundo de hoy, es una tarea

compleja. El caso de Colombia no es la excepción, tanto por la duración de una situación

de violencia oficial y para-oficial generalizada y la respuesta popular a ella, en la que


387

siguen apareciendo y creciendo factores desencadenantes de diversos tipos, como por la

profundidad que ha adquirido ese proceso continuo que se acerca ya a los dos siglos, y que

ha vivido en los últimos 50 años un ritmo acelerado de agravamiento.

El largo y en ocasiones ardoroso debate sobre las causas de la violencia en Colombia le

ha aportado a la historiografía política y social nacional una enorme cantidad de textos

vertidos en ensayos, historias, novelas, poesía, relatos, cuentos, etc. En ellos se evidencian

las dos grandes tendencias del pensamiento universal; las mismas que, en su esencia,

aparecen alumbrando los estudios y análisis en los demás campos de la realidad del país:

- Una tendencia es la que se queda en la superficie de los hechos y fenómenos, desconecta

unos procesos de otros, unos hechos y fenómenos de otros, por lo cual las causas de la

violencia de un período serían necesariamente distintas de las de otros períodos, sin

conexión ninguna o a la que se le atribuye poca significación o esa conexión es

simplemente mecánica. De esta manera, no se puede llegar a entender que todas esas

expresiones de violencia han experimentado un proceso incesante de acumulación, que

impregna el conjunto de la sociedad y que le han dado un perfil concreto en su

desenvolvimiento histórico;

- La otra tendencia, que hunde el bisturí del análisis hasta llegar a las raíces de los

fenómenos económicos, políticos, sociales, ideológicos, culturales, militares, en el

respectivo contexto histórico nacional e internacional, advierte de la concatenación que

tienen en el devenir histórico nacional y lo determinante que resultan ser los factores e

intereses económicos, políticos, ideológicos, sociales, militares, etc. de las diferentes clases

sociales, particularmente los primeros, los económicos.

Es evidente: si se fragmenta la Historia, se atenta contra la integralidad del universo del


388

legado nacional colombiano, que con su riqueza ha edificado la personalidad, sus

características como nación, y moldeado las clases sociales que la constituyen. Sin una

visión así, dinámica, dialéctica, de la vida en la que se mueven fuerzas de clase que se han

forjado en el propio surgimiento y desarrollo de la estructura de la sociedad; sin una

concepción dialéctico-materialista, es muy posible extraviares en ese inmenso mar de

acontecimientos históricos, y no poder desentrañar las causas profundas y el curso del

desarrollo social.

Es, pues, el juego de identidades y lucha de intereses de clase, el contenido y la forma

que adquieren esas luchas, las que se constituyen en el motor del desarrollo social. La

Historia de las sociedades de clases antagónicas, es la Historia de la lucha entre las clases.

La Historia de Colombia no sólo no escapa a esta ley del desarrollo social, sino que ella se

cumple casi que con patetismo.

La lucha de clases, motor de desarrollo

Pero la lucha de clases se libra en todos los terrenos de la vida de la sociedad: en lo

económico, lo político, lo social, lo cultural, lo ideológico, lo militar, etc., y en cada uno de

ellos tienen su forma particular de manifestarse.

La lucha económica ha enfrentado a las clases en razón de los grandes desequilibrios en

la apropiación, la distribución y el disfrute de los bienes materiales producidos por la

colectividad u ofrendados por la naturaleza, hasta llegar a la situación de hoy en la que

grandes legiones de desgraciados mueren de hambre, habiéndose acuñado la indignaste

denominación de la llamada pobreza absoluta, que significa que se posee muchísimo menos

de lo indispensable para poder sobrevivir.

Nada de voluntarismo hay en esto. Es la conformación irrevocable de la estructura


389

económica de la sociedad, heredera de los desequilibrios de la que la antecedió. La

sociedad capitalista, atrasada, dependiente del imperialismo norteamericano, que es hoy

Colombia, desarrolla y afirma los nuevos factores que le dan identidad a la clase burguesa,

única usufructuaría de los nuevos privilegios surgidos del nuevo tipo de explotación del

hombre por el hombre, la esclavitud asalariada.

También la lucha de clases se lleva a cabo en el campo político. Se lucha por los

derechos del ciudadano, por una vida digna, por vivir seguros, en fin, por todos los

Derechos Humanos. Porque el problema esencial en Colombia es que esos derechos han

sido conculcados hasta su casi-desaparición.

La Comunidad Internacional es insustituible testigo de las brutales aberraciones

fascistizantes de la ‘democracia colombiana’; y es este un hecho decisivo para que la

confrontación política, de ideas y programas de cambio haya sido substituida por la

violencia política del Estado, imposible de negar. La violencia oficial en todos los campos

ha sido la madre de la respuesta armada del pueblo, a quien no le dejaron otra alternativa en

la lucha por sus-derechos.

Las luchas ciudadanas – aun libradas en los términos de la Constitución y las Leyes –

están criminalizadas porque se convirtió en delito, que se paga con la vida o la cárcel, el

atreverse a pesar y actuar distinto. Quizás sea una sorpresa para algunos – pero hay que

decirlo desnudamente –, que la era del macartismo sigue vigente en Colombia. El régimen

democrático ha sido desnaturalizado gravemente, hasta convertirlo en una especie de

dictadura civil militarizada. El Estado de Derecho ha dado paso a un Estado Terrorista. El

pueblo quedó sin otra alternativa; surgió, así, la guerra de guerrillas principalmente rural,

primero con la lucha de resistencia durante el martirologio de la década de los años 40-50,

y posteriormente como guerra de guerrillas por el poder político.


390

La guerra en la historia de Colombia

Pero, esta guerra tiene sus antecedentes en la que se había iniciado a partir del comienzo

de la lucha por la independencia. Aquí, queremos pedir al lector que nos permita citar unas

palabras del escritor colombiano, profesor Arturo Alape, en su obra La Paz, la Violencia:

testigos de excepción, donde dice: "Es preciso recordar que no habían pasado muchos días

desde el grito de independencia en 1810, cuando ya los notables criollos se lanzaban en una

larga guerra civil por ocupar el poder que creían suyo definitivamente; guerra que tomó el

disfraz de sofisticados argumentos, de federalistas contra centralistas o de los epítetos con

que siempre se procuró infamar al enemigo, de pateadores y carracos, que solo culminó en

los patíbulos españoles del año 16, como resultado evidente de la miopía de los prohombres

de la primera república. Un poco más adelante, al regresar los ejércitos colombianos del

Perú y Bolivia en 1826 (...) el conflicto estalló para no apagarse durante todo el siglo. En el

año 28 se levantan Obando y López en el Cauca, en el 29 lo hace Córdoba en Antioquia, en

el 30 tras revueltas y revueltas, las oligarquías ecuatoriana y venezolana, disuelven la Gran

Colombia, no sin antes asesinar a Sucre y dar un golpe de Estado, seguido de una guerra

civil en Colombia (...)." (Lo del asesinato del Mariscal Sucre, es tema muy controversial;

no nos comprometemos con la opinión del profesor Alape).

A las guerras entre las facciones descritas, a las que podríamos denominar guerra

sistemática, hay que agregarle otro tipo de acciones violentas ( y la patética dimensión de

éstas), aparentemente sueltas entre sí, sin aparente relación; pero que se producen por las

mismas causas de fondo, como el criminal atentado al Libertador Simón Bolívar en una

noche septembrina de l828, el asesinato aleve del Mariscal Sucre, el asesinato del caudillo

liberal Rafael Uribe Uribe en las escalinatas del Capitolio Nacional en 1914, la masacre de
391

miles de obreros bananeros, inaugurando de este modo el método para resolver los

conflictos laborales y sociales mediante el asesinato y las masacres, que siguen siendo

instrumentos de la predilección de los capitalistas y su Estado, el asesinato del líder popular

Jorge Elieser Gaitán el 9 de Abril de 1948, en momentos en que estaba reunida en Bogotá

la IX Conferencia Panamericana, precursora de la OEA, el asesinato de Luis Carlos Galán

Sarmiento, candidato presidencial liberal, ariete contra la corrupción de los partidos

burgueses y del Estado. Asesinatos todos ellos por razones políticas, y muchísimas más,

imposible de enumerar aquí. Es el asesinato político, selectivo y en masa, convertido en

instrumento, en argumento preferido, para dirimir los conflictos políticos, laborales,

sociales, económicos.

Cuando se afirma que de 1810 en adelante el conflicto armado interno y la violencia

política manifestadas en otras diversas formas no cesaron durante el resto del Siglo XIX, y

que la Guerra de los Mil Días cruzó el Siglo XX, simplemente se está reconociendo una

verdad histórica.

Unas fechas en que hubo guerras y a continuación se enumeran: 1828, 1830, 1832,

1839, 1841, 1851, 1854, 1859, 1867, 1880, 1895, 1899, son solamente hitos de

exacerbación de una violencia que había hecho de los últimos 90 años del siglo XIX un mar

de dolores y sufrimientos del pueblo, que padecía los efectos destructores, morales y

materiales, de una guerra fratricida, que no era su guerra, empujada, planificada,

desarrollada y usufructuada por las clases dominantes. Se trató de una ciega y mezquina

disputa por el poder político y las riquezas materiales en las cuales son feraces los suelos,

mares ríos y cielos Colombianos. Hay autores que cuentan entre 1863 y 1884 más de medio

centenar de guerras promovidas por los héroes de la guerra de independencia y sus

herederos, cada uno dueño de un feudo, que necesitaban crecer, erigidos en reyezuelos de
392

los pequeños Estados Soberanos, surgidos del descuartizamiento de la Patria, justificados

con razones bastardas.

Y prosiguió la historia con nuevas guerras durante el presente siglo, sin solución de

continuidad duradera. Historia salpicada con frecuencia por brotes de barbarie política,

como la masacre de las bananeras, las matanzas durante la guerra de resistencia del 46 al

57, período en el que se producen más de medio millón de muertos atribuidos a un Estado

criminalizado e intolerante.

Con el surgimiento de los dos partidos políticos dominantes – liberal y conservador –

los odios banderizos se alinderaron con mayor nitidez; y sus fuerzas de combate eran como

hordas, principalmente campesinas, que marchaban a la guerra sin mayor conciencia de la

causa por la que iban a sacrificar sus vidas; eran tratadas como maznadas a las que

obligaban a marchar detrás de sus respectivas banderas.

Convienen estas precisiones, porque se suele pensar que la violencia en Colombia se

limita al período que va desde el asesinato de Gaitán el 9 de Abril de 1948 hasta hoy.

Lo que hay que decir de estos últimos 50 años es que la violencia adquirió características

diferentes, en correspondencia con las características de las clases y de la lucha de clases en

la sociedad de la segunda mitad del siglo XX. Mientras en las etapas anteriores la

confrontación comprometió a las fuerzas feudales y las que defendieron por mucho tiempo

rezagos feudaloides, los conservadores, por un lado, y las fuerzas burguesas nacientes, que

empujaban un proceso de desarrollo capitalista, los liberales, por el otro lado. Las

contradicciones más intensas estaban planteadas entre terratenientes y burgueses; y por eso,

los protagonistas y beneficiarios de esa guerra eran ellos.

Ahora, la confrontación fundamental se da entre ricos, el sector dominante en la

sociedad, concentrados en un solo bando, así sigan existiendo los mismos dos partidos
393

políticos oligárquicos, y pobres, así estén afiliados o no a esos mismos partidos políticos.

Por eso, Gaitán repetía con alguna insistencia, que el hambre y el paludismo no eran ni

liberales ni conservadores, que azotaban principalmente a los pobres, corrientemente

desprotegidos de esas plagas por falta tanto de recursos propios, como de la protección del

Estado.

Casi dos siglos de guerra y de toda suerte de manifestaciones de belicosidad, no pueden

pasar inútilmente en la forja de idiosincrasia y de la concepción de la sociedad y de la vida

de los ejecutores de un sistema de conducción del Estado y de la sociedad; idiosincrasia y

concepción basadas en la violencia estatal como sistema de gobierno y método para dirimir

los conflictos en la sociedad.

Esta omnipresencia de la guerra, nervio del acontecer histórico nacional, es

fundamental en la estructuración de la formación económico-social. La colombiana es una

sociedad construida en medio de la guerra desatada y mantenida por las clases en el poder.

La arquitectura económica, política y jurídica de Colombia está determinada por este hecho

incontrastable.

Constitución Política y guerra

Hay que afirmar con toda entereza, porque resulta evidente, que la secular

confrontación entre los dos bandos enemigos, erigió dos instrumentos como sus armas

fundamentales: Guerra y Constitución Nacional. De aquí que en la Historia colombiana

tenga más incidencia que en muchos otros pueblos, el que se sucedan guerras para imponer

una Constitución o que una Constitución haga estallar una guerra o que una Constitución

tuviera como finalidad crear la institucionalidad ad-hoc para favorecer a un bando y eso

haga estallar la guerra.


394

Con la venia del lector, nuevamente citamos al profesor Alape, con la siguiente

afirmación: "Con tales antecedentes nace el Siglo XX. La violencia fue vital para cualquier

orden de procesos en nuestro primer siglo republicano. Mediante ella se garantizó la

acumulación y reproducción del capital, se estabilizó la estructura de la propiedad agraria.

El mismo derecho público colombiano se fue formando al ritmo del hecho violento. En

efecto, las Constituciones de 1821, 1830, 1832, 1843, 1858, 1863 y 1886, nacieron y

crearon nuevas leyes al calor de las guerras civiles." A través de toda la historia

republicana, en Colombia, la llamada Norma Fundamental ha sido utilizada para

institucionalizar las más diversas formas de la violencia económica, política, social,

ideológica y militar.

Estado y violencia

El Estado actual en Colombia (1999) existe para preservar y favorecer los intereses de

quienes son dueños del poder que resumen sus instituciones. Las ramas ejecutiva, judicial y

legislativa, actúan en conformidad con este principio de la sociedad capitalista. Y, cuando

los movimientos y organizaciones de los trabajadores se enfrentan a las injusticias de todo

orden, haciendo uso de los derechos consagrados en la Constitución y las Leyes,

reclamando solución a los graves problemas que se siguen aplazando por centurias, el

gobierno pone en juego toda su artillería jurídica, policial y militar para sofocar – mediante

la violencia institucionalizada – toda manifestación de descontento.

La burguesía, bajo la inspiración de sus orientadores de oficio, la CIA y el Pentágono,

encontró una herramienta que le permitiera ocultar su autoría de gran parte de las

expresiones más bárbaras de la Guerra Sucia. En acción articulada de la Fuerza Pública con

los grandes capos del narcotráfico, y algunos integrantes de otras fracciones del capital,
395

crearon y desarrollaron las bandas fascistas del paramilitarismo a mediados de la década de

los años 80s. Ellas son siniestros instrumentos de matanza que descargan su principal

actividad criminal contra la población civil de campos y ciudades, combinando las

masacres con asesinatos selectivos de líderes obreros y populares progresistas,

democráticos y revolucionarios.

Estas acciones, realizadas mediante los más espeluznantes métodos de exterminio, las

llevan a cabo en combinación con fuerzas del Ejército gubernamental, la Policía y otros

aparatos de represión del Estado. En algunos casos pretenden ocultarse y atribuírselas a la

guerrilla, hasta cuando la evidencia de los hechos descubre a sus verdaderos autores.

Cuando esto se produce, aparece el chivo expiatorio, contra quien se descargan todas las

responsabilidades, "para que la Institución del Estado (el gobierno y las Fuerzas Armadas y

de Policía) sean excluidas de toda responsabilidad y se mantengan en olor de santidad".

Pero no menos cierto es que últimamente también asumen autorías y lanzan amenazas de

masacres y atentados a personas y organizaciones, generalizando el terror y la zozobra.

Con el apoyo y la protección del Estado, estas organizaciones de delincuentes comunes

y perros de presa de los dueños del poder, se han desarrollado y extendido a numerosas y

bastas zonas del territorio nacional, a donde llegan a hacer sus fechorías, ante la vista gorda

de la Fuerza Pública. Esto ha incrementado en los últimos años el fenómeno del

desplazamiento forzado, cuyas víctimas pasan del millón de personas, principalmente

campesinos, que han tenido que abandonar la tierra donde nacieron y han vivido siempre,

huyendo del terror militar-paramilitar. Como es natural, para esta tragedia de centenares de

miles de familias, el Estado no tiene solución. Tácitamente se ha declarado incapaz, cuando

todo el mundo sabe que la solución obligada es acabar con semejante engendro fascista,

que él mismo creó y sigue amamantando.


396

De manera creciente, la gente opina que sin la erradicación de este grave flagelo, hablar

de paz en Colombia es caer en un terreno de arena movediza, donde nadie se puede parar

con firmeza. No obstante, desde distintos ámbitos, oficiales y no oficiales, se dejan rodar

comentarios (algunos generan hechos) que pretenden darles status de fuerzas políticas a las

organizaciones paramilitares y la categoría de líderes políticos a cabecillas como Carlos

Castaño, el ‘gran general’ de las Autodefensas Unidas de Colombia y ‘director supremo’ de

las masacres de Córdoba, Urabá y otras regiones del país. Esto es plenamente

comprensible, cuando la misma Corte Constitucional declaró constitucional la Ley que

legitimó las Convivir, organizaciones paramilitares creadas por el ex-gobernador liberal-

fascista de Antioquía, Álvaro Uribe Vélez, reconocido impulsor del Paramilitarismo en su

departamento y en el país, y ficha de la burguesía para futuras candidaturas presidenciales.

El régimen, la crisis del sistema y la paz

La estructura económica del país y el modelo de desarrollo contenidos en la

Constitución y las Leyes colombianas, consagran los injustos privilegios de la burguesía y

de las multinacionales extranjeras que someten a una cruel explotación a los trabajadores

colombianos, sin ninguna posibilidad de transformar favorablemente su situación por vía

institucional. Por el contrario, en la medida en que se ahonda la crisis del capitalismo y los

destrozos producidos por el Neoliberalismo, la exacción es mayor y más dolorosa, y las

posibilidades de protesta son cada vez más restringidas. Las ramas legislativa y judicial

completan el cinturón de acero puesto al cuello de la gente del pueblo.

Colombia está en un punto crucial de la crisis


397

Esta situación crítica se expresa en la agudización de las contradicciones entre la amplia

mayoría de los colombianos y las castas dominantes; en la profunda crisis del Estado y de

todas sus instituciones; en el desgaste de un régimen político que ahoga las expresiones

verdaderamente democráticas; pero también está presente en los dos proyectos que ellas

representan: de un lado los sectores que defienden el viejo Estado de la democracia

tradicional, cerrada y excluyente; del otro, los que proclaman la ‘modernización’, la

reforma política cosmética o el ‘cambio’ pastranista, equivalente al mayor impulso del

neoliberalismo. Ambos proyectos de esencia burguesa y pro imperialista, conservadora, de

ninguna manera significan opciones de beneficio para el pueblo.

De allí que los proyectos de la insurgencia se hayan convertido en expresión de poder

popular y verdaderas alternativas para el pueblo, en la perspectiva de realizar

transformaciones ciertas en la realidad del país.

Por las causas estructurales prolijamente referidas en este escrito y las políticas del actual

gobierno y de la falsa oposición del partido liberal, el panorama no es alentador. Todo lo

contrario. La aplicación del neoliberalismo seguirá causando creciente desempleo, mayor

envilecimiento de los salarios, incremento de la pobreza y la carestía, pues, como de

costumbre, se sigue descargando sobre los trabajadores el peso de la crisis.

Es así como el pueblo colombiano, justamente, ejerce el derecho a la rebelión y a

emplear diversas formas de lucha y protesta.

Así se explica que a pocos meses de posesionado Pastrana el movimiento obrero y

sindical se hiciera sentir con diversas acciones de protesta, sectoriales y nacionales, que

incluyeron un prologado paro nacional de tres semanas que involucró a cerca de medio

millón de empleados y obreros al servicio del Estado, que concitó importante solidaridad de

otros sectores populares. El gobierno, que tanto habla de paz, respondió con represión y
398

negativa a las peticiones pero el movimiento logró doblegar gran parte de esa arrogancia

inspirada en los probados malos consejos del FMI y los organismos financieros del

imperialismo.

También es claro ante los ojos del mundo el incremento de las acciones y capacidad

militar del movimiento popular armado. La insurgencia ha propinado importantes derrotas

a las Fuerza Pública y el Ejército gubernamental pasa por un difícil momento de

credibilidad entre la clase de los oligarcas que defiende.

Preocupado por sofocar la guerra revolucionaria y ganar masas para su bando en caso

de no lograr ese objetivo, el gobierno, en nombre de la oligarquía y el imperialismo,

propone la paz sin ningún proyecto claro, con más gestos que medidas políticas que

propicien un camino hacia esa meta. La meta es lograr la desmovilización y el desarme de

la guerrilla, o cualquier forma de abandono de sus objetivos de lucha por el poder popular.

Por tanto, la respuesta de la insurgencia debe ser con un alto contenido y sentido político

sin abandonar su condición de organizaciones que desarrollan la lucha militar

revolucionaria.

Es cierto que Pastrana se reunió con los Comandantes Manuel Marulanda y Briceño, de

las Farc, poco antes de su posesión presidencial, que aprobó el despeje de los cinco

Municipios exigido por esta misma organización guerrillera, y que asistió a la instalación

de la mesa de diálogo el 7 de Enero de 1.999, que le dio el visto bueno a los Acuerdos de

Maguncia y a la realización de la Convención Nacional propuesta por el ELN, ya

posesionado, en gestos que no han tenido precedentes en los tiempos recientes; y que ha

hecho referencia en positivo a declaraciones del camarada Francisco Caraballo sobre

posiciones del Partido Comunista de Colombia Marxista-Leninista y del Ejército Popular

de Liberación, organizaciones de las que es Dirigente y Vocero Público. Pero, ya vemos a


399

dónde conduce esta limitada flexibilidad de ciertos aspectos de la política gubernamental,

pues también han quedado a flote diferentes medidas militares, presupuestales y hacia los

habitantes de las zonas de mayor influencia guerrillera, a quienes están entregando algunas

zanahorias pero dejándoles ver el garrote. No se apartan esas decisiones de las doctrinas de

seguridad y de los manuales de contrainsurgencia del Pentágono.

Una respuesta revolucionaria frente al asunto de la paz

Desde la visión de lucha por el poder popular y el socialismo, interesados en lograr nuevas

reivindicaciones políticas, económicas y sociales que mejoren la situación de las masas y

creen mejores condiciones subjetivas para el avance revolucionario, el Partido Comunista

de Colombia (marxista-leninista) y el Ejército Popular de Liberación, hemos planteado

nuestra concepción del Diálogo por la Paz.

Lo entendemos como un gran debate político nacional entre los diversos sectores de la

sociedad y reiteramos nuestra decisión de participar en un proceso de Diálogos que tenga

como principal protagonista a las amplias masas trabajadoras de la ciudad y del campo.

Reconocemos el valor y los méritos de quienes desde buen número de organizaciones

civiles no gubernamentales defensoras de los Derechos Humanos, inclusive al precio de sus

propias vidas, han puesto en juego muchas iniciativas sobre la paz, que han ayudado a

aportar elementos distencionantes del medio ambiente erizado por la violencia estatal y

paramilitar. También ellas han sido blanco de la barbarie oficial y paramilitar. El principal

problema es que algunas de ellas, al partir más de la intención y los deseos perdiendo de

vista los intereses económicos del capital que están en la base del conflicto, facilitan o

permiten al gobierno y a sus agentes enmascararse o utilizarles con prédicas como aquella

de que los violentos son los insurgentes o una presionada ‘neutralidad activa’ para lograr

pronunciamientos de dichas organizaciones humanitarias contra la insurgencia, pues de esta


400

manera no arriesgan ni su libertad ni su vida, tantas veces atropelladas por el Estado y sus

aparatos de seguridad y exterminio,legales e ilegales.

Estamos interesados en conjuntar propuestas con el resto de integrantes de la

Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar. Vemos útil y necesario para el proceso

revolucionario la elaboración de una Propuesta Conjunta, como ocurrió en Caracas y

Tlaxcala en 1991-92. El debate político que proponemos habrá de generar el espacio de

encuentro y unidad de todos los interesados en la paz con justicia social que le abra paso a

una Colombia Nueva, pues desde ya observamos importantes puntos de identidad con

propuestas y algunos procesos de diálogos que han iniciado.

Está suficientemente claro – porque así lo ha dictaminado la larga Historia de la

violencia – que la posibilidad de alcanzar la solución política del Conflicto Interno en

Colombia, es de la responsabilidad principal de la clase en el poder, de sus partidos

políticos y de su Estado. Porque para ello no hay sino un camino: realizar los cambios

reales que resuelvan las causas que le dieron origen al conflicto económico, político, social,

militar, etc.; y otra parte importante de ese camino es que en este proceso no tenga ninguna

intervención el gobierno ni el Estado norteamericano, que, eso sí, debe respetar las

decisiones autónomas de los colombianos.

Un camino cierto en la dirección de la solución política sería la creación de condiciones

necesarias para que curse normalmente, sin presiones ni amenazas de ningún tipo, unos

diálogos, como ya lo anotábamos, protagonizados por las grandes mayorías de la clase

obrera y el pueblo y con la participación de las fuerzas revolucionarias y progresistas,

armadas y no armadas. Por ello nuestra propuesta de Diálogo: una propuesta viable hacia

un dialogo abierto, habrá de ser enriquecida en los amplios debates, en los que el pueblo

exprese con toda claridad qué necesita, qué quiere y cómo debe procederse.
401

Por nuestra parte, para el diseño de grandes transformaciones, ponemos en

consideración los siguientes temas:

1.Soberanía

– Independencia y autodeterminación en las relaciones con otros Estados, sin que haya

campos vedados y el cumplimiento estricto del principio de las relaciones en pié de

igualdad.

–No pago de la deuda externa.

– Revisión de los acuerdos y obligaciones relativos a la protección de los recursos

naturales.

– El examen, cambio y abolición de los convenios económicos y militares lesivos a la

nación.

2.Democracia

En el marco de la lucha por un gobierno democrático y anti-imperialista, proponemos:

– Verdaderos cambios democráticos en la estructura del Estado.

– Libertades democráticas que garanticen la participación de los ciudadanos en la solución

de los problemas del país, el derecho a la vida y el cumplimiento efectivo por parte del

Estado de los derechos humanos del pueblo.

– Abolición de los grupos paramilitares.

– Cambios substanciales en la concepción y en la administración de justicia, comenzando

por la abolición de la justicia sin rostro o de excepción.

– Revisión de las políticas, objetivos, funciones y papel de las fuerzas armadas del

Estado.

– Libertad para los presos políticos.

3.Justicia-social
402

– Se basaría en cambios profundos en la economía del país que toquen con la

apropiación y la distribución de los bienes.

– Se aboliría el neoliberalismo y se reorientaría la economía enfatizado en el desarrollo

con bienestar social, sin la injerencia del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial

y de los monopolios nacionales y extranjeros.

– Se estimularía la industria nacional y la producción en beneficio de las mayorías.

– Reforma urbana y reforma agraria integral.

– Erradicación del narcotráfico con criterios de soberanía nacional y sustitución de

cultivos con base en la inversión social.

Además, destacamos la validez de los siguientes criterios relativos al diálogo:

1. La concepción de que la paz debe fundamentarse en la lucha por un nuevo Estado y

una nueva sociedad, en la transformación democrática del Estado y la sociedad y en el

mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo de las mayorías.

2. La decisión de dialogar en medio de la confrontación, sin condiciones previas y de

cara al-país.

3. La construcción de escenarios que favorezcan el desarrollo de los diálogos con la

mayor amplitud. El diálogo se convertiría en un gran debate nacional; así también se

procederá a elegir sus representantes a las masas regionales y locales de diálogo.

4. La participación activa y permanente de los distintos estamentos de la sociedad. El

pueblo elegirá democráticamente sus representantes a la mesa del diálogo con el gobierno

nacional; así también se procederá a elegir sus representantes a las mesas regionales y

locales de-diálogo.

5. La definición de un proceso integral de construcción de la paz.

6.La elaboración de una agenda abierta.


403

7. La protección por el Estado de los derechos políticos de los ciudadanos.

8. El no reconocimiento político a los grupos paramilitares.

9. La participación internacional, ajena a cualquier injerencia en los asuntos internos de

Colombia.

Al respecto no estamos por la participación de entidades, gobiernos y personas

comprometidas con la guerra sucia en Colombia. En tal sentido, nos oponemos a la

participación del gobierno norteamericano en los diálogos.

Colombia, Febrero de 1999. Partido Comunista de Colombia (Marxista - Leninista)

Ejército Popular de Liberación E.P.L. 1999 (Fuente, documento clandestino de dicha

organización).

Retomando el tema del paramiliarismo, señala Ronderos (2014):

“En junio de 1982 se soltó una ola de matanzas en el nordeste como no se había visto

desde los tiempos de La Violencia. Toda se ha justificado a nombre de la supuesta

retaliación de los Castaño contra los guerrilleros que secuestraron al padre. Carlos Castaño,

quien entonces tenía 17 años y vivía ya en Medellín, dijo que habían matado a un puñado

de guerrilleros, los que entraron a la finca, los carceleros del padre en cautiverio y el

supuesto cerebro del crimen, Gilberto Gallego Copeland, de quien dijo era presidente del

sindicato de la Frontino Goldmines. Asegura que hicieron los crímenes de noche y solos,

sin apoyo del ejército.

“Los hechos registrados por la prensa y en la base de datos de los padres jesuitas desde

el Cinep son bien distintos. En un año largo, hubo cuatro masacres en esa región que

dejaron por lo menos 65 muertos: en junio de 1982 cayeron once asesinados en el caserío
404

El Lagarto (entonces en la vereda El Tigre de Amalfi, que hoy es corregimiento del

municipio de Vegachí); el 18 de julio del mismo año fueron asesinadas la familia Cano y la

familia Gallego en el municipio de Río Bagre, en Remedios (el mismo donde quedaba la

finca El Hundidor); del 4 al 6 de agosto siguiente hubo la tercera matazón, de nuevo en el

caserío El Lagarto y alrededores en El Tigre, en la que fueron muertos 17 campesinos,

incluida la familia García Osorio, marido, mujer e hijo, unos hermanos jornaleros Ramírez

y un viejo y además 150 personas salieron huyendo al caso urbano aterrorizados; y la

cuarta, del 12 de agosto de 1983, en las veredas de Cañaveral y de Manila, Remedios, en la

que se cree que fueron asesinadas otras 30 personas.

“Además en Amalfi, el 17 de junio de 1982, fue acribillado Brigadier Gómez, militante

del Partido Comunista y diez días después también lo fue Francisco Rey, concejal de la

Unión Nacional de Oposición (UNO), alianza de izquierda que estaba creciendo en esos

pueblos liberales. No era casualidad que Rey había venido denunciando la cercanía del

narcotraficante Castaño con la fuerza pública en el pueblo. Exactamente un año más tarde,

el 28 de julio de 1983, fue, en efecto, asesinado Gallego Copeland, el mismo a quien

Castaño le había atribuido la autoría intelectual del secuestro del padre. Gallego era

concejal de la UNO y activo militante del Partido Comunista. Mataron también a un testigo

de la segunda masacre, Cupertino Rojas y a Ana Teresa Madrigal, una jovencita de 19

años, novia de un militar que tuvo la mala suerte de estar presente cuando los compañeros

de tropa de su novio vinieron a reportar parte de victoria después de la cuarta masacre en

agosto de 1983.

“La prensa de esa época registró también una masacre de ocho campesinos el 30 de

julio del 82 en Puerto Berrio, cercano a Segovia y a Remedios, firmada por el MAS; una
405

carta de los concejales de este puerto denunciando la desaparición forzada de tres personas

que habían ido a votar; y el 13 de agosto, registran otra masacre de cinco mineros hallados

decapitados al oriente de Segovia.” (pag 163).

“En marzo de 1984, el presidente Betancourt firmó una tregua con las Farc y

acordaron que estas guerrillas empezarían a incursionar en la vida democrática. Así, en

mayo de 1985, nació un movimiento político llamado Unión Patriótica (UP). Gracias a la

tradición comunista y cívica de varias poblaciones del Magdalena Medio, la UP tuvo buena

acogida, a pesar de la feroz ofensiva paramilitar en la región. En las elecciones de 1986

ganó 14 curules en el Congreso, 351 curules en concejos municipales de distintas partes del

país, muchos de ellos en el Magdalena Medio y eligió a 23 alcaldes, también varios en esta

región”. (…..)

“Leonardo Posada, dirigente de Barrancabermeja, representante a la Cámara por

Santander, elegido en 1986, fue el primer político nacional de la UP en ser asesinado.

Después de él, cerca de 3000 más de sus militantes cayeron abaleados”. (Fuente: María

Teresa Ronderos, “Guerras Recicladas”).

En 1983, en Puerto Boyacá, en la finca “La Paz”, el paramilitarismo de Henry Pérez

fundo su primera “escuela” de violencia cuyo lema aprendían los paramilitares de memoria

y cantaban a diario en sus entrenamientos, según testimonio de Daniel Alfonso Coronel

Castañeda al Juzgado primero de orden público, el 09/08/1989, citado en el libro de María

Teresa Ronderos:
406

“Soy un contra guerrilla y en mi pecho llevo el odio contra las guerrillas comunistas.

Quiero venganza, mucha venganza. Quiero sangre, mucha sangre, para calmar mi sed”. (po.

Cit. pag. 58.).

Las masacres genocidas cometidas por el paramilitarismo en 1988, las denuncia así

María Teresa Ronderos en su citado libro:

“En apenas dos meses, al comenzar 1988 coincidiendo con las elecciones locales, vino

en Urabá y en Córdoba la arremetida de las fuerzas unidas del paramilitarismo Cordobes,

Samario y de Puerto Boyacá contra la izquierda que había brotado en esos pueblos. Usando

nombres terribles, como Los Mochacabezas, o engañosos como Movimiento Obrero

Estudiantil Nacional socialista (MOENS), hombres de los Castaño, de Adán Rojas, de

Henry Pérez y de Hernán Giraldo, solos con su grupo o asociados, cometieron al menos

siete masacres en esas ocho semanas.

“La primera el 17 de febrero de 1988, contra cinco militantes de la Unión Patriótica

que estaban en campaña en el puerto de Turbo sobre el Golfo de Urabá. La segunda arrancó

el 1 de marzo a las siete de la noche en el cerro El Volador, justo al frente de Las Tangas, al

otro lado de río Sinú. Entre heridos y desaparecidos hubo veinte personas, según

documentó la prensa local. Varios eran asociados de la Anuc, la organización campesina

que había luchado para acceder a tierras fértiles en esos valles de inmensos latifundios. Los

fueron recogiendo en sus casas, después los mataron, cortaron en pedazos sus cuerpos y los

echaron el río. Incluso mataron al profesor Carlos Conde, a quien el mismo Castaño le

había encomendado la educación de los niños del caserío. El pueblo quedó desolado. Todos

menos cuatro señores recios salieron huyendo.


407

“La tercera y cuarta fueron una sola larga matazón que arrancó al otro día de las

muertes de El Volador, en la zona rural de Chingorodó, en el Urabá antioqueño, en la cual

acabaron con la vida de seis campesinos a machete y bala y después siguió en las fincas

bananeras de Honduras y La Negra, donde asesinaron a 20 trabajadores. En esas fincas los

campesinos, aupados por el sindicato bananero de Sintagro, a su vez apoyado por el EPL,

habían intentado tomarse tierras y a la vez, la guerrilla presionaba a los dueños con el

boleteo o extorsión. (…..)

“el 3 de abril sucedió la quinta masacre del año a manos de Castaño en Córdoba, en el

caserío La Mejor Esquina, en Buenavista. Allí acabaron con la vida de 27 personas, entre

ellas el niño Oscar Sierra, de nueve años, que estaban en un fandango al son de la música

del grupo 3 de mayo, pagado por Cesar Cura. La fiesta fue una trampa en la que los

hombres de los narcos creyeron que caería Isidro Antonio Martínez, alias “viejo Rafa”, un

jefe guerrillero del EPL que patrullaba por la zona. Pero como no llegó o se había ido ya,

resolvieron asesinar en su lugar al profesor Tomás Wilches, a los que protestaron porque

estaban matando gente inocente y al que se movió de su sitio un centímetro.(….)

“Los Magníficos” habían asesinado el 15 de marzo anterior a Guillermo Alfonso

Pujabante, abogado y profesor, y cabeza de lista de la UP al concejo de Montería que había

obtenido un triunfo sorprendente de más de 2000 votos” (…..)

“La sexta masacre de 1988 en la región fue la que se relata en detalle en el capítulo 2 de

este libro, la de Punta Currulao, Turbo, el 11 de abril. La séptima fue en Valencia, en un

caserío llamado Las Nubes, a donde entraron con lista en mano y asesinaron a siete

personas. Después volvieron a matar a otros y Las Nubes e volvió un infierno. Al señor
408

Solangier Villegas, respetado habitante de Las Nubes, se lo llevaron a la fuerza, diciéndole

que no lo iban a matar, que solo era para un interrogatorio en la XI Brigada (del ejército).

Lo mismo les dijeron a otros cinco vecinos que se llevaron de sus casas entre abril y

diciembre de 1988. Ninguno volvió. “A Las Tangas todo el mundo la llamaba Sarabanda –

recuerda ahora una hija de Villegas- porque esa era una telenovela en la que desaparecían

gente”. (….).

“En el resto del año 88 no se detuvieron las masacres de estos grupos ambiguos, medio

narcos medio estatales. El 30 de agosto de ese mismo año (1988) hubo otra en El Tomate,

Canalete, Córdoba. Un grupo de paramilitares secuestró un bus y obligó al conductor a

llevarlo al pueblito y allí quemó vivo al conductor y las casas de techo de palma de las

víctimas ardieron con facilidad por las granadas que les arrojaron. Diez y seis personas

resultaron muertas, incluido un niño de tres años, Yanio, que dormía entre una de las

chozas. Su madre quedó traumatizada.

“Ahora, por las confesiones ante Justicia y Paz, se sabe que la gente tuvo razón en su

momento y que los autores de la masacre no fueron hombres de Castaño, sino hombres

financiados por Jesús María, “El Mono” López, quien presuntamente resintió que le

robaron los mercados que les había enviado a los trabajadores de su finca en El Tomate. En

el momento de la masacre, López era el alcalde de Montería.

“La juez de Montería que investigaba el caso sufrió un atentado y mientras se

recuperaba de sus heridas en el hospital local fue asesinada. Del crimen fueron sindicados

Castaño y López. Este último fue capturado en abril de 1991, pero luego fue puesto en

libertad. Diez años después, este político resultó elegido Gobernador del departamento, sin
409

problema. Las víctimas, olvidadas. Poco antes de morir en su cama a los 82 años, fue

condenado por la Corte Suprema de Justicia por haber firmado en 2006 el Pacto de Ralito

con el que paramilitares, comandados por los hermanos menores de Fidel Castaño,

cooptaron la política local un lustro después de que Fidel había muerto”.(…..)

“En septiembre del mismo 1988, Fidel Castaño ordenó a 32 de sus hombres salir a

hacer otra masacre de ocho campesinos que vivían en la inspección de Villavicencio, en

Valencia. Entre ellos estuvo “Relámpago”, el joven de Amalfi que después huyó

horrorizado de la organización y le contó todo lo que sabía al Das.

“Al comenzar septiembre, la juez segunda González tuvo que abandonar el país por

amenazas. Aun yéndose no pudo frenar la venganza contra ella por su osadía de haber

desnudado la alianza entre militares, narcos y paramilitares. La tarea de acabar con las

guerrillas estaba pendiente y la poderosa coalición, que tenía padrinos de gran peso en

Bogotá, no podía ser detenida por una simple juez. En mayo siguiente, su padre, Álvaro

González, un prestigioso abogado, fue asesinado. La jueza que reemplazó a González,

María Elena Díaz, confirmó lo actuado por González, y poco tiempo después fue

asesinada” (…..)

“Del otro lado, ese mismo año, las autodefensas y sus aliados mataron a 17 dirigentes

populares de izquierda, seis de la Unión Patriótica y cuatro del Frente Popular, además de

varios sindicalistas. El 1 de junio los paramilitares asesinaron al padre Sergio Restrepo, de

Tierra alta y con eso pusieron en pánico a todos los que los resistían, pues si se atrevían con

un sacerdote, nadie estaba a salvo. En 1990, cayeron 14 líderes sociales a manos de Los
410

Tanqueros y el 25 de octubre, doce personas del barrio Escobar de Tierra alta fueron

decapitados por Los Mochacabezas, sus gemelos idénticos”. (op. cit).

El 6 de noviembre de 1985 sucede la toma del palacio de justicia, que es así narrada por

GómezMartínez (1986):

“El 6 de noviembre de 1985, el Movimiento 19 de Abril se tomó el Palacio de Justicia

después de una serie de antecedentes que ya habían puesto fin a la tregua entre esta

agrupación guerrillera y el gobierno. En el Palacio se encontraban alrededor de unas 350

personas, según el informe oficial, entre ellas los miembros del Consejo de Estado y de la

Corte Suprema de Justicia. El comando guerrillero estaba constituido por 35 miembros de

acuerdo a un comunicado enviado en casete a un noticiero de televisión y firmado por Luis

Otero, Andrés Almarales, Alfonso Jacquin, Ariel Sánchez,, Guillermo Elvecio Ruiz, José

domingo Gómez a nombre del comando mayor de la compañía Iban Marino Ospina en la

operación Antonio Nariño por los derechos humanos y se proponía adelantar un juicio

público al presidente Belisario Betancourt, quien debía hacerse presente personalmente en

el Tribunal o a través de un delegado, por los actos de su gobierno y se hacían algunas

exigencias como base para la negociación de los rehenes. El presidente consideró que no

hay nada que aceptar, no hay nada que negociar. A partir de ese momento vinieron los

enfrentamientos con un saldo de muertos superior al centenar.

“La toma suscitó las más enconadas opiniones sobre la actitud desesperada y terrorista

de la organización guerrillera y la solución armada del conflicto dada por el gobierno….”

El ejército se retomó el palacio a sangre y fuego, masacrando no solo a todos los

magistrados de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo de Estado, sino a centenares de


411

civiles que por algún motivo se encontraban en el palacio del que salieron docenas de

personas civiles, entre hombres y mujeres, quienes fueron vistos y fotografiados y filmados

al salir con vida a manos de los soldados, pero nunca jamás volvieron a aparecer ni vivos ni

muertos. Eso tampoco fue una masacre ni un crimen de lesa humanidad ni un crimen de

guerra: Fue una “heroica operación en la que el Ejército salvo la democracia” .(op. cit.

pagina 548).

William y Olivera Acuña Infante, quienes se formaron en su Escuela de Las Galaxias,

asesinaron el domingo 11 de octubre de 1987 en la tarde a Jaime Pardo Leal, cuando venía

con su familia de una finca a las afueras de Bogotá.

En 1988, los mismos militares colombianos, entre ellos Luis Meneses, alias “Ariel

Otero” en las autodefensas del Magdalena Medio, contrataron a David Tomkins, Yair Gal

Klein, David Borland, Terry Tagney, Eitan Kourian, y otros mercenarios extranjeros para

entrenar a los sicarios de Henry Perez en su guerra contra la “subversión”, capítulo de tal

extensión y monstruosidad que es preferible omitirlo en esta breve historia de la violencia

en Colombia, pues merece volumen aparte.

La masacre de Segovia es así relatada en el libro Guerras Recicladas por María Teresa

Ronderos (pag. 111-112):

“Cinco días antes de que Klein y sus socios visitaran a Antigua, a ver si podían montar

allí una nueva escuela para fuerzas antiterroristas del continente, el 11 de noviembre de

1988, ocurrió la masacre de Segovia. Responsable de diseñar y comandar ese crimen atroz

fue Alonso de Jesús Baquero, alias “Vladimir”, entrenado por los israelís en Puerto Boyacá.

Veinticuatro años después, un magistrado de Justicia y Paz, le preguntó:


412

-¿Se utilizaron técnicas que aprendieron con Klein?-

-Claro que sí, era una zona dura –respondió “Vladimir”- En la preparación apliqué la

táctica de operación de comando que me enseño Klein. Yo utilice camperos con grupos de

siete y también donde salía la carretera central dejé carros que cubrián a los que iban

saliendo. El cien por ciento de la operación fue diseñada con lo que aprendí con Klein.

-¿Del personal que usted pidió para incursionar en Segovia iba personal capacitado por

Klein?- le preguntó el magistrado.

-Sí, claro –dijo el ex paramilitar- “chiquito-pequeño”, “rastrillo” y más pelaos. Cada

muchacho llegó dotado con su armamento, pero no sé- dijo Vladimir- Lo que son los

visores nocturnos que llamamos conejos, eso sí los trajo Klein.

“En Segovia estos y otros paramilitares mataron a 43 personas e hirieron de bala a otras

50. Entraron al pueblo como a las siete y media de la noche y durante hora y media fueron

disparando contra la gente donde estuviera. Luz Marina Restrepo, entrevistada por Verdad

Abierta.com, más de veintiún años después, dijo que los muertos no fueron más porque

empezó a llover. “Se largó un aguacero muy horrible, entonces corrían ríos de sangre, eso

era impresionante”. Tres días más tarde, según recordó “El Espectador” en una nota de

2012, se leyó ante el Congreso una constancia de la alcaldesa del pueblo, Rita Tobón,

elegida por la Unión Patriótica, quien salió huyendo y está exiliada desde entonces:

“Cuando habían transcurrido unos tres cuartos de hora del tiroteo vino a aparecer el

ejército. Uno de ellos lanzó la siguiente explicación: “Ya lo hecho, hecho está”. Y soltó la

carcajada. Si lo que corría por las calles no era agua, sino sangre, ¿qué clase de individuo

tiene ánimos para reír a carcajadas?, ¿estaba satisfecho de la labor cumplida?”.


413

“Ahora, un cuarto de siglo después, en mayo de 2013, el político liberal César Pérez García

fue condenado a 30 años de cárcel por la Corte Suprema de Justicia como autor intelectual

de esa atrocidad. Durante el proceso las víctimas sostuvieron que Pérez resentía que el

pueblo no hubiera votado por sus fichas y hubiera elegido a una alcaldesa de la izquierdista

Unión Patriótica y se quiso vengar”.(op. cit).

Muerte de Luis Carlos Galán : “El principio del fin de las autodefensas de Henry Pérez

comenzó ese 18 de agosto de 1989, cuando sicarios, encabezados por Jaime Eduardo Rueda

Rocha, nacido en Yacopí, Cundinamarca, en el Magdalena Medio y entrenado en las

escuelas de las autodefensas, mataron al candidato presidencial liberal Luis Carlos

Galán”.(op. cit).

La lucha por la paz, sin embargo, continua. Por eso señala Charles Carcabed (op. cit.

Pag 49):

“En 1998, (11 años después del Sueño de La Uribe, paréntesis fuera de texto ) mediante

acuerdos con el gobierno del recién elegido presidente Andrés Pastrana Arango, se creó la

“Zona de Distensión”, una zona desmilitarizada que se extendía en 40.000

kilómetroscuadrados, aproximadamente el tamaño de Dinamarca, entre los municipios de

Mesetas, la Uribe, La Macarena; Vistahermosa, Villavicencio y San Vicente del caguan,

con el fin de llevar a cabo un proceso de Paz con este grupo armado. En dicha zona las

FARC hicieron presencia en los cascos urbanos y se les acusa de efectuar violaciones

permanentes a los Derechos Humanos, de hecho en algunos de estos, se desarrollaron

contra su misma administración armada y en contra de la población civil, a pesar de que

este último no estaba contemplado en los acuerdos…” (op. cit).


414

El 20 de febrero de 2002 terminaron los diálogos de paz tras el secuestro de un avión en

el que viajaba un destacado miembro de la clase dirigente, Jorge Gechem.

Sobre el paramilitarismo de después del año dos mil, refiere Maria Teresa Ronderos

(op.cit):

“Esta fórmula de cuatro ingredientes – poder civil nacional enclenque y dependiente,

con graves ausencias de legitimidad; guerrillas criminalizadas; crimen organizado sometido

a pelear las guerras del Estado; y la Fuerza Pública dejándolo pelearlas- queda preparada en

enero de 1994 cuando murió Fidel Castaño, en los siguientes años se va haciendo densa y

potente, y alimenta vigorosamente la grande expansión paramilitar de la historia

colombiana que alcanzó casi todo el territorio nacional entre 1997 y el 2005 y cuya

herencia fue esa filosofía de ideología confusa, tan propia de la mentalidad mafiosa

colombiana: “Odio al comunismo y a la oligarquía”. Esa ofensiva de las autodefensas causó

un dolor y un sufrimiento a millones de colombianos que, si bien ha sido documentado,

denunciado, gritado, sobre todo en los últimos años, su magnitud aún no termina de calar

en la conciencia urbana. Fue nuestra Era Nazi, pero son pocos aun los que alcanzan a

concebirlo.

“Sobre las cenizas del paramilitarismo del comienzo de los años noventa, Fidel muerto,

los socios del Magdalena Medio en desbandada, los hermanos Castaño, Carlos, pero

sobretodo Vicente, se encargaron de reavivar el fuego paramilitar. Apelaron a los últimos

aliados, aquellos grupúsculos armados por ganaderos desesperados o mafiosos amigos, con

ayuda casi siempre de la fuerza pública, en el Caribe y Antioquia; a los viejos socios de los

tiempos del Magdalena Medio, que habían sobrevivido impunes, Ramón Isaza, Hernán
415

Giraldo, los Rojas; y a sus coterráneos de Amalfi, provenientes de aquellas familias

enormes, como la de ellos, a los Rendón Herrera, a Arroyabe Ruiz, para tomar nuevos

ímpetus y hacer valer el gran poder que habían acumulado después de la caída de Pablo

Escobar”. (op. cit).

El 2 de mayo de 2002, sucede un enfrentamiento “normal” entre fuerzas de las

Autodefensas unidas de Colombia o paramilitares en número de 250 comandados por Fredy

Rincón Herrera, alias El Aleman y el Frente 58 de las Farc-ep al mando de Jover Man

Sanchez Arroyabe, en cantidad no conocida. El combate se libraba en la zona rural del

municipio de Bojaya, Chocó, cuando los paramilitares acosados y vencidos por la fuerza

insurgente entraron al pueblo y buscaron refugio en el interior de la iglesia católica del

lugar en donde se celebraba una misa. EN su afán persecutorio y cometiendo garrafal error,

los insurgentes sin medir las consecuencias de sus actos atacaron la iglesia lanzando

cilindros bomba, los cuales al estallar en el techo e interior de la iglesia ocasionan no solo

la muerte de muchos de los paramilitares sino de 119 civiles ajenos al conflicto, lo que

constituyo inocultablemente un crimen de lesa humanidad y de guerra por parte de las

fuerzas insurgentes de las Farc.

El 6 de mayo de 2002 las FARC asesinaron al gobernador de Antioquia, Guillermo

Gaviria y a Gilberto Echeverry, quienes habían sido secuestrados un año antes. El 18 de

junio de 2007 las FARC asesinaron a once diputados del Valle a quienes habían

secuestrado en 2002. El 7 de marzo de 2008 Ivan Rios, destacado dirigente de las FARC

fue traicionado y asesinado por su guardia personal a cambio de millonaria recompensa

entregada por el gobierno nacional.


416

Frente al paramilitarismo del nuevo siglo se manifestaron las Farc-ep en su Revista

Resitencia N° 36 de octubre de 2006:

“El acuerdo de Ralito, pacto de las tinieblas entre Uribe y sus paramilitares, es una

olla podrida, que a medio destapar, ya ha invadido con su fetidez el ámbito de Colombia.

Contrariando la naturaleza histórico-jurídica y aferrado a una subjetividad arbitraria, el

presidente resolvió elevar al altar sagrado del delito político el accionar criminal del

paramilitarismo. Uribe se ha arrogado hasta el don de la trastocación de lo jurídico. Todo el

mundo sabe que el delito político se refiere al cuestionamiento del ejercicio del poder del

Estado, y también que las motosierras, los machetes y las ráfagas de los paramilitares,

nunca se accionaron para interferir las leyes institucionales. Por obra y gracia de esa

arbitrariedad y abuso de poder, asesinos como Jorge 40, Mancuso, Castaño, Isaza, Don

Berna, Macaco, Vanoy, Báez…, aparecen ahora como mansas palomas. Con esa distorsión,

masacres de horror como las de Mapiripán, El Aro, La Granja, Chengue, Bahía Portete,

Alto Naya, San Onofre, Mingueo…, fueron absueltas y bendecidas sin más ni más por el

señor Uribe. Mucho se ha hablado de la abominable Ley de Justicia y Paz. Pero en realidad

es una amnistía disfrazada concebida por el gobierno, refrendada por el uribismo del

Congreso y avalada por las mayorías sumisas de la Corte Constitucional. No es secreto que

los siniestros cabecillas de Ralito constituyen hoy el más poderoso cartel de las drogas en el

mundo surgido de las cenizas de los carteles de Cali y MedeLos paramilitares del

Presidente. Pero a pesar de ello aparecen muy orondos y sonrientes embutidos en el

uniforme camuflado del delito político que les ha facilitado Uribe. El capo de todos esos

capos es Jorge 40. El mismo que la policía de Barranquilla le devolviera cuatro toneladas

de cocaína incautadas por una extraña equivocación, y que recientemente fuera


417

amablemente conducido por los presidentes de Senado y Cámara, por encargo de Palacio, a

las instalaciones de la policía de Valledupar, que maneja con el dedo meñique. Sin duda es

el hombre de Uribe. El Ministerio de Relaciones Exteriores es cuota suya. Y no hay que

hacer mucho esfuerzo para comprobar que quien maneja los negocios de "Jorge 40", Sergio

Araújo, es hermano de la ministra, quien a su vez asesoraba en asuntos económicos a

Sergio. Sobre el lavado de activos se hace mucha bulla en Colombia, pero ligado a los

"paracos" dicho tema es innombrable. Los paramilitares convirtieron a Panamá en su

paraíso; están bien infiltrados en los negocios y en la banca. La isla de Contadora

prácticamente es de ellos. Y Mancuso ahí…, haciéndose el inocente. Y los otros también.

Como en los tiempos de la Catedral de "cinco estrellas" que Gaviria concediera a Pablo

Escobar, ahora Uribe los "priva" de la libertad, pero en las instalaciones de un exclusivo

club campestre en La Ceja, Antioquia. Mientras Hernán Giraldo veranea allí, sus

escuadrones paramilitares prosiguen intactos en Guachaca y en las alturas de la Nevada, al

igual que los matones de otros huéspedes del club. Nada de esto ve Uribe porque sigue

absorto en el asunto de los "delitos conexos", buscando cómo aplicarlos al sui generis

"delito político" -por él inventado-, para favorecer a sus consentidos. Casi nadie habla de

reparación. Los paramilitares no han devuelto aún la primera finca despojada. El campo

sigue abandonado y los desplazados suman más de 4 millones. Sólo se han destapado las

fosas de Mingueo y San Onofre. Los desparecidos no aparecen. Todavía ronronean las

motosierras y deambulan por la geografía y la memoria decenas de pueblos humeantes. No

cursa investigación alguna por el robo al erario, ni el cobro de porcentajes por contratos, ni

el fraude electoral de Jorge "DAS" y Jorge 40 a favor de Uribe. No se investiga a los

asesinos de dirigentes sindicales y sociales.


418

Nadie habla de la responsabilidad del gobierno. Ningún general de la República, con la

excepción de Uscátegui, ha sido llamado a responder por tanto crimen de lesa humanidad

cometido a nombre del paramilitarismo. En el banquillo de los acusados debe responder el

Estado, como protagonista principal de ese terrorismo. ¿Hasta cuándo la gente de Colombia

tendrá que soportarle tanta carajada a Uribe, polichinela del gobierno de Washington? Algo

tendremos qué hacer entre todos. Los sectores democráticos y patrióticos de la nación

debemos continuar los esfuerzos hacia la construcción de una alternativa antifascista y

antineoliberal, buscando la paz con justicia social, con la mira de acabar la guerra para

siempre. De izquierda a derecha: Carlos Castaño, Vicente Castaño, el presidente de los

“paracos”, Jorge 40 y Salvatore Mancuso Los “positivos” de la infamia

En ejecución de la nueva doctrina gringa de la "seguridad democrática" el gobierno

Uribe está causando irreparables destrozos a Colombia, a sus perspec-tivas como

colectividad. Ya no es sólo la represión brutal y la adopción de leyes draconianas para

humillar o disuadir la inconformidad social a favor de la política neoliberal; ahora las

manos del Estado explotan bombas contra objetivos civiles y militares con la pérfida

intención de inculpar a la insurgencia apuntando a su deslegitimación, y de mostrar

resultados en busca de oxígeno para la desprestigiada seguridad democrática

gubernamental. La mentira y el engaño son consustanciales a esa política de lesa

humanidad y lesa patria. Con falso dolor de corazón el comandante del ejército reconoce

que un coronel, un mayor y un capitán del B-2 del ejército están detrás de los atentados

dinamiteros en Bogotá, y el Presidente, consecuente con su torcida política, parece

exculparlos ante la opinión. No se puede olvidar que fue el mismo Uribe en persona quien

incitó a los militares. Les exigió partes positivos y resultados en litros de sangre. Por eso la
419

captura de más de 120 mil ciudadanos bajo la falsa imputación de guerrilleros. Por eso

tantas muertes de inocentes. Esa indignante estratagema de asesinar civiles para luego

uniformarlos y presentarlos en la televisión y en la prensa como "guerrilleros muertos en

combate" no es una práctica aislada de la IV Brigada del ejército en Antioquia, sino la

práctica cotidiana generalizada en todas las Brigadas militares de Colombia. Los estímulos

y recompensas económicas corren por cuenta de Uribe. ¿Quién alborotó los sapos en este

país con ofertas de dinero? El mismo que incentivó esa emulación criminal de los

"positivos". Varios generales y coroneles fueron echados de la institución por no presentar

resultados. Para evitar ese albur, algunos se dedicaron a montar carros bombas y a

desactivarlos, para ganarse un "positivo". Y "platica", como diría el Führer de Palacio. No

importa que de vez en cuando estalle uno de ellos y mueran transeúntes y soldados. Este es

el gobierno de la mentira. Y para ello tiene al diario El Tiempo de los Santos en el bolsillo,

con Vicepresidente y Ministro de Defensa. Simón Trinidad, vocero de paz de las FARC,

fue extraditado a los Estados Unidos con montajes y argucias para burlar la expresa

prohibición constitucional de extraditar nacionales por razones políticas. ASonia, la

guerrillera, se la llevaron estampándole su huella digital a la cédula de identidad de una

narcotraficante. Montaje y farsa fue la "desmovilización" de 70 supuestos guerrilleros en el

Tolima, orquestada por el señor Montoya, actual comandante del ejército. Montaje

noticioso es el desmantelamiento de laboratorios de cocaína propagandizados torpemente

por algunos generales, como "pertenecientes a la guerrilla". Lo raro, dice la gente, es que

no aparezcan ni siquiera un soldado herido o un Black Hawk derribado. Mentira fue la

muerte de 10 policías "por fuego amigo" en Jamundí, cuando en realidad fue una masacre

perpetrada sin piedad por unos militares al servicio del narcotráfico. Nos sumamos a la

indignación del país y de los buenos soldados de la patria por tanta desinformación y estafa
420

a la opinión proveniente del Estado y del gobierno, y por los crímenes y desafueros de los

montajes y "positivos" de la infamia. La alternativa antifascista clama concreción en

Colombia. Este es el gobierno de la mentira. Y para ello tiene con Vicepresidente y

Ministro de Defensa al diario El Tiempo de los Santos en el bolsillo, Policías acribillados

por unidades del ejército en Jamundí Campesinos asesinados por el ejército presentados

ante los medios como “guerrilleros muertos en combate” Carro bomba activado a nombre

de las FARC por agentes del B-2 del ejército contra un transporte militar en Bogotá

Comerciantes asesinados por el Gaula ejército en Barranquilla, presentados como

guerrilleros. E n el mundo moral, como en el físico, no hay nada más que una ley que

proteja la existencia de los seres, y es aquella que los hace propender a mejorar de suerte

cuan-do se hallan en una situación violenta o mala. Esto nos enseña Bolívar recalcando un

juicio que se ha ido constituyendo en legítima con-ducta de manera universal, para aquellos

pue-blos que padecen “penosa existencia”. El libertador considera el planteamiento como

una de las leyes primitivas de la naturaleza que “ninguna institución humana tiene derecho

a contradecir”, y apunta que “el hombre social puede conspirar contra toda ley positiva que

tenga encorvada su cervíz”, y da “el nombre de insurrección a toda conjuración que tenga

por objeto mejorar el hombre, la patria y el universo”. Estas reflexiones las hace el Padre de

Amé- rica en un preclaro documento publicado en el Correo del Orinoco No. 92, de enero

20 de 1821 y el No. 93 del 27 del mismo mes y año, al que tituló Dogma Filosófico de la

Insurrección. De manera brillante, luego de definir el concepto de insurrección y

otorgárselo al levantamiento americano para significar Cuando el poder es opresor la virtud

tiene derecho para anonadarlo la justeza y legitimidad del mismo, Bolívar establece la

diferencia con los “golpes violentos dados a las leyes de un país por los facciosos”. En

palabras que no dan lugar a equívocos expresa que existe una delimitación entre la
421

resistencia contra la autoridad soberana legítimamente establecida y la resistencia contra los

crímenes del trono y de la inquisición. No se puede confundir “a los hombres generosos

que se han creado una patria con los facciosos que pretenden darle muerte”, dice

textualmente Bolívar, y para diferenciar a unos de otros, explica que “una barrera eterna

separa la insurrección generosa del crimen de la rebeldía”. (La negrilla es nuestra). En

nuestros días las acepciones de cada palabra se asemejan y el concepto de rebeldía no

entraña la acción del faccioso, entendido como el individuo que se rebela para imponer el

despotismo de sus pasiones. De ahí que el rebelde sea asumido con la misma dimensión

altruista que el insurrecto, y que en el lenguaje de los revolucionarios insurrección y

rebelión se enmarquen en el sentido general de la resistencia a las injusticias del régimen.

Indica el Libertador que “en el delirio del despotismo, en el exceso de la opresión, en

ausencia o durante el sueño de las leyes…, el hombre virtuoso se levanta contra la

autoridad opresora e inaguantable para sustituirle… por otra respetada y amable”. Este

pensamiento que tiene plena vigencia en el mundo y la Colombia de hoy, debería llamar la

atención de aquellos que desatendiendo las enseñanzas que dejan los pueblos en su devenir

histórico, enarbolando “doctrinas” necias que engavetan en el mismo oscuro cajón del

terrorismo, aquellas acciones que bien Bolí- var clasificaría entre las que se desenvuelven

“con el espíritu de paz”, entre las que . Los legisladores y gobernantes, el Estado en nombre

de las clases poderosas, se han empeñado en eliminar la rebelión como delito político, han

acabado con la categoría misma de delito político asemejando todo alzamiento, protesta o

desacuerdo con el Estado, a terrorismo, desestimando que – como explica el autor de El

Dogma Filosófico de la Insurrección-, “además de la palanca del poder había otra para

mover al mundo social, es decir la de la razón”. Así, los déspotas del régimen fascista en

nuestra patria, para evitar que los hombres animosos, indignados por las cadenas, se sigan
422

tomando la libertad de oponerse en resistencia, levantándose en armas contra los juguetes

estúpidos o sanguinarios de su imaginación, hacen intervenir ya no al cielo, sino el

omnímodo sujeto militarista yanqui, declarando que su gesta que evoca a Dios no tiene otro

propósito que el de “la defensa de la democracia”. El Estado colombiano encierra “un

poder esencialmente perverso” que ha declarado la guerra al pueblo no dejando otra opción

que la resistencia y la insurrección, así nos consideren terroristas; pues está claro que tal

estigma aplicado a la insurgencia no es sino otro artificio de los tiranos que buscan sostener

códigos y poderes "que no soportan la mirada de la razón e insultan la naturaleza humana”.

Frente al poder tiránico que nos condena a la miseria, al deshonor y a la muerte “es pues, la

insurrección por su naturaleza un acto legitimo”, porque“cuando el poder es opresor, la

virtud tiene derecho para anonadarlo”. La insurrección es un derecho, la insurrección es un

deber, es un digno y legítimo comportamiento que engrandece al hombre”. (op. cit).

En el año 2007, el Estado mayor del secretariado de las Farc-ep se manifestó así frente

al gobierno de Alvaro Uribe Velez y la situación de violencia en el país, documento

clandestino que se trascribe para estudio y conocimiento de las ideas políticas de la

insurgencia en ese momento histórico del país:

“Manifiesto de las FARC, 2007. Compatriotas:

1. La dignidad nos está convocando a la resistencia en unidad frente al gobierno

forajido, ilegítimo e ilegal que se ha tomado el Palacio de Nariño, a la convergencia y al

Acuerdo Nacional para superar la profunda crisis institucional y de gobernabilidad que

abate al país, y para concertar caminos ciertos hacia la paz duradera.


423

Colombia merece respeto. No podemos tolerar más esa mafia narco-paramilitar de

latifundistas y ganaderos, narcotraficantes y empresarios que, con el apoyo militar del

gobierno de los Estados Unidos y el bombo de los medios de información, convirtieron a

Colombia en un infierno de la guerra, las masacres, las detenciones masivas de ciudadanos,

las desapariciones, la miseria y el saqueo, y de todos los desafueros del terrorismo de

Estado.

2. El gobierno de Uribe marcha al compás de las directrices de Washington y de las

exigencias de poderosos capos narco-paramilitares como Salvatore Mancuso, Jorge 40,

Castaño, Cuco Vanoy, Isaza, Báez, Macaco, Don Berna, El Alemán, Giraldo, El Tuso,

Gordo Lindo y otros siniestros personajes de motosierra y cocaína, socios del Presidente.

Esa mafia financió con maletas repletas de dólares las dos campañas presidenciales de

Uribe.

Sí; ellos lo eligieron, y son ellos los que están mandando.

Impusieron a punta de fusil, de terror y de fraudes electorales a decenas de congresistas,

gobernadores y alcaldes que han actuado como peleles del paramilitarismo en la política y

en el gobierno. Como se creían los dueños del país no tuvieron reparo en proclamar con

clarines de victoria que habían logrado elegir el 35% del actual congreso, lo que equivale a

unos 80 representantes y senadores. Esos mismos votos contaminados llevaron a Uribe a la

Presidencia de la República, y por eso y mucho más, su mandato es ilegítimo e ilegal.

Este gobierno está erigido sobre miles de fosas comunes y masacres, sobre tierras

despojadas y millones de desplazados, sobre lágrimas y luto… Nada se hizo sin el visto

bueno o sin la participación de las fuerzas armadas oficiales.


424

Toda la cúpula del Estado, empezando por el propio Uribe, cabecilla principal de los

"paracos", está invadida por el monstruo de la narco-para-política que se tomó a Colombia.

El Vicepresidente fue el inspirador del bloque paramilitar que actuó sobre la capital. La

comandancia del ejército y la policía no puede negar que siempre actuó en concierto para

delinquir con ellos. El Ministro de Defensa conspiró con Carlos Castaño.

La ex canciller Araújo era cuota de Jorge 40. El ex jefe del DAS Jorge Noguera,

además de montar con ellos el conocido fraude electoral a favor de Uribe, les suministraba

la lista de los dirigentes sindicales y populares que debían asesinar.

Al país se lo estaban robando los mandamases paramilitares y Uribe no decía nada. Se

robaron los recursos de la salud. Mordieron cuanto contrato aparecía. Saquearon los

presupuestos departamentales y municipales. Se les permitió cobrar impuestos…El acuerdo

de Ralito, pacto de las tinieblas entre el gobierno y sus paramilitares, fue el pacto de la

impunidad, en el que el gobierno se comprometió a garantizarles penas irrisorias y

simbólicas, participación en política, la no extradición, el respeto a sus riquezas mal

habidas amasadas con el despojo, el narcotráfico y el lavado de activos.

Esa es la razón que ha compelido al Presidente Uribe al desacato y al desafío insólitos

frente a la providencia de la Corte Suprema de Justicia que dictaminó que paramilitarismo

y concierto para delinquir no es sedición. Él entiende que sin el rótulo artificial de delito

político que pretendía colgarle al paramilitarismo para santificarlo, se le cierra la más

importante opción de impunidad con que contaba, no sólo para favorecer a los

paramilitares, sino para exculpar al Estado, genitor de esa inhumana estrategia

contrainsurgente en la que también están involucradas la CIA y la DEA.


425

Es que Uribe se ha merecido el repudio de los pueblos que en sus giras internacionales

lo recibe con gritos de asesino; que renuncie por paramilitar, por ilegítimo y por ilegal.

Cualquier gobierno del mundo en tales circunstancias ya habría caído sin remedio. Y

los colombianos no somos menos para tolerar semejantes gobernantes, así cuenten con el

respaldo del gobierno de los Estados Unidos.

3. Colombia está siendo violentada además por la política de Seguridad Democrática

diseñada por Washington como desarrollo de la vieja Doctrina de Seguridad Nacional y

como estrategia del predominio del imperio sobre los pueblos de Nuestra América. En

esencia esta política-explicada por el general Craddock del Comando Sur busca en el marco

de la recolonización neoliberal, asegurar la inversión y el expolio de las transnacionales

mediante la aplicación de leyes severas y la fuerza, para reprimir y aniquilarla resistencia

de los pueblos y la inconformidad social.

No podemos permanecer impasibles frente a esta política que ya empieza a ser

ejecutada también por otros gobiernos del hemisferio.

Para el caso de Colombia la Seguridad Democrática tiene como componente militar el

Plan Patriota, cuyo objetivo principal es la derrota militar de la guerrilla de las FARC, o en

su defecto, la reducción de su voluntad de lucha para llevarla doblegada a la mesa de

negociaciones. Desde luego no se sienten tranquilos con esta alternativa de poder

construida por el pueblo como resistencia a décadas de violencia estatal y de opresión.

Con ese objetivo de derrotar a la guerrilla movilizaron decenas de batallones y brigadas

móviles hacia el sur y lanzaron grandes y sostenidas operaciones en otras áreas del país.
426

Instalaron puestos de mando con oficiales gringos en Larandia y Tres Esquinas, Caquetá,

en los umbrales de la Amazonía que codician. Activaron satélites espías y aparatos con

tecnología militar de punta.

Desplegaron cercos estratégicos, bloquearon zonas campesinas, desplazaron a la

población, asesinaron y desaparecieron civiles, incendiaron parcelas, robaron ganados,

bombardearon día y noche, trillaron selva y cordilleras, y no han podido en cinco años

mostrar un resultado contundente. Sólo el desgaste inútil y el resquebrajamiento de la

voluntad de lucha de las tropas oficiales que mueren en la selva o salen lisiados de ella,

porque así lo quiere un loco guerrerista que vocifera en Bogotá y echa generales por

ausencia de resultados o partes de victoria.

De la pólvora y el fragor de los combates está surgiendo una fuerza guerrillera de nuevo

tipo, fogueada en las maniobras enemigas y en el choque con las nuevas tecnologías de la

operatividad contrainsurgente, guerrilla que es verdadero poder de fuego político y militar

al servicio de la causa popular.

Pero paralelamente al desarrollo del Plan Patriota en los distintos teatros de

operaciones, el gobierno iba entronizando el delito de opinión, la represión de la

conciencia, hasta llegar a encarcelar a más de 150 mil ciudadanos acusándolos de

simpatizar con la guerrilla. En aras de disuadir el respaldo al proyecto político y social de la

insurgencia se está cercenando a Colombia el derecho universal a la opción política. No le

bastó eliminar físicamente a toda una generación de revolucionarios que se incorporaron a

la Unión Patriótica como alternativa legal de cambio; ahora quieren imponer un

pensamiento, el de la nueva inquisición, de la derecha y el fascismo. Un pensamiento que


427

criminaliza la protesta social con el cuento que detrás de toda movilización popular contra

las políticas del gobierno está la guerrilla. Un autoritarismo que quisiera barrer con la

autonomía y la independencia de las otras ramas del poder público para establecer sin

sobresaltos constitucionales el reino de la tiranía, que solo tolera las oposiciones que no se

propongan el cambio del statu quo, de las estructuras de la opresión.

4. Esa derecha fascista activó el presupuesto de la nación en función de la guerra y el

resultado es el desastre social. Niños que mueren de hambre, crecimiento de la pobreza y

del marginamiento, abandono total de los proyectos de construcción de vivienda popular; la

mayoría de la población sin servicios de agua, luz y alcantarillado.

Indiferencia del gobierno frente a la carencia de escuelas, colegios y maestros porque

optó por la privatización de este servicio, lo mismo que el de la salud. Recorte de las

transferencias que paraliza el desarrollo de las regiones. Venta de empresas rentables del

Estado para allegar más recursos a la guerra. Privatización paulatina de empresas

estratégicas como ECOPETROL. Incremento de los índices de desempleo y subempleo al

impulso de la flexibilización laboral que pisotea los derechos de los trabajadores y dispara

las ganancias de los empresarios. Hambre y alto costo de la vida es lo que general las

políticas del Estado contra la masa popular. Perspectivas de agudización de la crisis social

con la aprobación del TLC que atenta contra la patria, la soberanía y la calidad de vida de

los colombianos.

La perfidia con que actúa el Estado debe ser respondida con la movilización de pueblo

en acciones de calle y bloqueo de carreteras que paralicen el país en demanda de los

derechos conculcados para constatar en la lucha de masas la fuerza de los de abajo y para
428

buscar la convergencia de todos los sectores democráticos bajo una sola bandera política y

social con miras a conformar un nuevo gobierno que trabaje por la paz, la justicia social y

el rescate de la dignidad y la soberanía del pueblo de Colombia.

5. Para la construcción de esta alternativa ponemos a consideración del país, de sus

organizaciones políticas y sociales, de todo el pueblo, la Plataforma Bolivariana por la

Nueva Colombia para abrir la discusión y el intercambio en torno a las banderas y

programa de un nuevo gobierno que sugerimos patriótico, democrático, bolivariano, hacia

un nuevo orden social, comprometido en la solución política del grave conflicto que vive el

país.

Un nuevo gobierno que materialice el proyecto político y social del Libertador, que

conforme un nuevo Ejército Bolivariano para la defensa de la patria y las garantías sociales.

Un nuevo orden edificado sobre la democracia y la soberanía del pueblo, que agregue a las

ramas del poder público los poderes moral y electoral, que instituya el congreso unimercal

y la revocatoria del mandato. Un nuevo sistema de gobierno que castigue con severidad la

corrupción y la impunidad, que ponga fin a la política neoliberal, que estimule la

producción en sus diversas modalidades, que asuma el control de los sectores estratégicos,

que haga respetar nuestra soberanía sobre los recursos naturales y que implemente políticas

eficaces de preservación del medio ambiente. Un gobierno que trabaje por la gratuidad de

la educación en todos los niveles, que instruménte la redención social, la justicia agraria,

que renegocie los contratos con las trasnacionales que sean lesivos para la nación, que deje

sin vigencia los pactos militares, tratados y convenios que mancillen la soberanía de la

patria, que no extradite nacionales, que objete el pago de la deuda externa en aquellos

préstamos viciados de dolo en cualquiera de sus fases. Un gobierno cuya divisa en política
429

internacional sea la Patria Grande y el socialismo y que prioríce las tareas de la integración

de los pueblos de Nuestra América. Por eso la política de fronteras de FARC opta por la

hermanación y no por la confrontación con los ejércitos de los países vecinos. Nuestra

lucha es de resistencia y liberación frente al régimen opresor colombiano.

Es hora de analizar y seleccionar la ruta que nos conduzca a la paz, a la independencia,

la justicia social, la democracia, y la unidad como camino para sobrevivir y enfrentar con

éxito las políticas de los imperios.

6. La paz es un proceso, un bien común que requiere de todos la preparación del terreno

para que germine. No se logra de la noche a la mañana. Necesita nuevas estructuras

económicas, políticas y sociales que la sustenten, cambios como los que sugiere la

Plataforma Bolivariana por la Nueva Colombia.

No habrá paz de los sepulcros. Todos los planes militares de las oligarquías y el imperio

para exterminar a la insurgencia, desde LASO ejecutado en Marquetalia, hasta el Patriota,

han fracasado porque el alzamiento armado por causas sociales, económicas y políticas, no

se derrota ni con bombas, ni con plomo, ni tecnologías recién creadas.

Por chifladura o demagogia electorera, Uribe ha anunciado estar dispuesto a oficializar

una zona de encuentro para firmar la paz en tres meses. 43 años de confrontación no se

superan en tan corto tiempo. La problemática política, económica, social, cultural,

ambiental y de soberanía del país no se puede resolver en 3 meses, a no ser que alguna de

las partes haya derrotado al contendor, y este no es el caso. Uribe no es el hombre para la

paz de Colombia. No está programado por los gringos para eso. Un tipo que ni siquiera

reconoce la existencia del conflicto armado no logrará la paz por ninguna vía. Sólo un
430

nuevo gobierno patriótico y democrático, soberano, podrá lograr la paz negociada, no un

gobierno títere de la Casa Blanca. Se necesitaría un gobierno compenetrado con la

necesidad de la paz, que apoyado en el pueblo y el interés nacional tome la decisión de

regresar las tropas a sus cuarteles, de reducir drásticamente el presupuesto de la guerra a

favor de la inversión social y de exigir la salida del país de las tropas y asesores

estadounidenses entrometidos en el conflicto interno y factor atizador de la guerra, para

darle paso resuelto a los diálogos de paz.

7. La paz merece todos los esfuerzos y sacrificios del país y empieza con el consenso de

sus fuerzas fundamentales, de sus organizaciones políticas y sociales, para crear entre todos

una nueva alternativa política de poder que se convierta en gobierno soberano y digno,

altivo frente a Washington, empeñado en la mayor suma de felicidad posible para el pueblo

según el mandato del Libertador.

Es necesario empezar cuanto antes el intercambio y el reencuentro de todos los actores

de la transformación social y la paz, incluida la guerrilla, en torno a esta perspectiva.

Aquellos que desde la servidumbre del establecimiento pregonan la exclusión de la

insurgencia con rebuscados argumentos, lo hacen para inducir a la formación de una

alternativa enclenque que sea presa fácil de los poderosos explotadores de siempre.

Proponemos despegar lo más pronto posible con los primeros contactos clandestinos,

sin darle importancia al gobierno, para convenir un derrotero y para ir esbozando

colectivamente algunos trazos programáticos para la redención de Colombia.

Invitamos a este diálogo a los dirigentes revolucionarios, a los sectores democráticos de

los partidos, a la gente avanzada del clero, a los militares patriotas y bolivarianos, a los
431

lideres obreros y campesinos, estudiantiles, comunales, indigenas, a las negritudes, a los

educadores, a las mujeres... a todos los liderazgos populares, para juntar anhelos y

emprender juntos el camino hacia la Nueva Colombia.

8. El objetivo es la creación de una alternativa para el cambio, surgida de un Gran

Acuerdo Nacional por la paz, la justicia, la soberanía y el decoro de la nación, que se

proponga un nuevo gobierno para salvar a Colombia del abismo, para recuperar la dignidad

mancillada por el gobierno forajido de fascistas narco-paramilitares bendecidos por

Washington, una nueva conducción de los destinos de la patria que proscriba la represiva y

expoliadora Seguridad Democrática del imperio y la política neoliberal, que rescate la

soberanía del pueblo, reestructure el Estado con el fin de garantizar el bien común y

conforme un Ejército Bolivariano guiado por el amor al pueblo, la justicia social y la

defensa de la patria. En fin, un gobierno que convoque una Asamblea Nacional

Constituyente para darnos una nueva Constitución que refrende los cambios a favor del

pueblo, hacia la paz y la convivencia, la verdadera democracia, la soberanía y la integración

solidaria de los pueblos, como mandatos emanados de ese gran Pacto Social.

No nos queda otra alternativa que buscar unidos el camino para salir de la oscura noche

orientados por la vislumbre de la justicia y la alborada nueva de la Gran Colombia.

Hacia la Nueva Colombia, Acuerdo Nacional por la Paz. Secretariado del Estado Mayor

Central de las FARC

Montañas de Colombia, Septiembre de 2007” (op. cit.) .


432

Pedro Antonio Marín Rodríguez, mejor conocido por su alias de Manuel

MarulandaVélez o Tirofijo – nacido en Génova, Quindío, el 12 de mayo de 1930 – falleció

en las Selvas del Meta, el 26 de marzo de 2008).

El 24 de enero de 2008, el diario brasileño 'Correio Brasiliense', citando documentos

atribuidos a la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIM), señaló que Marín tenía cáncer y

que había una disputa por liderazgo en las FARC.

El 24 de mayo de 2008, la revista colombiana Semana publicó una entrevista con el ex

ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos en la que éste mencionó que los

organismos de inteligencia de Colombia presumían que Marín había muerto el 26 de

marzo a las 18:30, al parecer por causas naturales o por unparo cardíaco. Dicha información

fue confirmada el 25 de mayo en un vídeo, entregado al canal Telesur, donde aparece uno

de los cabecillas, TimoleónJiménez, que ratifica la muerte de Marín.

Más tarde, la llamada “Operación Jaque” realizada mediante engaños por el ejército

nacional liberó a un importante grupo de personalidades que estaban secuestrados o a decir

de las FARC, retenidos, entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancurt.

El 4 de febrero de 2008 el gobierno burgués organizó, dirigió y promovió las llamadas

Marchas contra las FARC, en las cuales en muchas ciudades del país se movilizó millones

de personas bajo la consigna “No más FARC”, quienes marcharon ilusionadas con el

sueño de que su caminata iba a concluir en el final de la guerra por obra y magia de la

buena voluntad de las partes, cosa que no sucedió.

La muerte de Jorge Briceño, “El mono jojoy”, la relata así el seudónimo de Charles

Carcadeb (op. Cit. Pag 57 ):


433

“El 24 de septiembre de 2010 a la una y treinta de la madrugada las Fuerzas Militares

de Colombia en una operación denominada “Sodoma”, en alusión a la bíblica ciudad del

mal, cae abatido el máximo líder militar y miembro del Secretariado de las FARC, Jorge

Briceño, alias “Mono jojoy”, quien murió tras un bombardeo que habría dado de baja a por

lo menos 20 guerrilleros que hacían parte de su anillo de seguridad y que se encontraban en

un bunker a 26 kilómetros al sureste de la Julia, un municipio del Meta, cercano a la sierra

de la Macarena, corazón del centro de operaciones de la guerrilla (….) En esta operación

“Sodoma” fueron utilizados 30 aviones de combate y 27 helicópteros artillados además de

400 hombres especiales del Ejército y la Policía, la Armada y la Fuerza Aérea.” (op.cit).

Guillermo León Sáenz Vargas, alias 'Alfonso Cano', fue abatido el 4 de noviembre del

año 2011, cuando fue alcanzado por un bombardeo de la Fuerza Aérea, del que resultó

herido, para horas después ser abatido por un comando especial del Ejército.

'Cano', quien se convirtió en el máximo jefe de las Farc en 2008 tras la muerte de Pedro

Antonio Marín, 'Manuel Marulanda Vélez' o 'Tirofijo', fue perseguido por cuatro

departamentos del centro y sur del país antes de ser dado de baja. El jefe de las Farc se

encontraba en la cordillera Oriental, en la vereda El Chirriadero. Allí vivía en una casa de

madera con techo de zinc, que fue identificada por las autoridades como la número 14.

Llegado el gobierno de Juan Manuel Santos (2011-2014) se vuelve a hablar de la

posibilidad de la paz en Colombia y el ultimo mandatario de la burguesía nacional da inicio

a las llamadas Conversaciones de Paz que se empiezan a adelantar en La Habana, Cuba,

entre los representantes del gobierno y de las FARC, durante todo el año 2013 habiéndose

fijado un calendario según el cual las conversaciones concluirían en noviembre de 2013

(cosa que no sucedió) con la firma de un Pacto que daría fin al conflicto colombiano.
434

Sin embargo ha sido notoria la actividad de personas, dirigentes, entidades, contrarias a

la paz que propugnan por la continuación de la guerra civil entre el Estado y el Pueblo,

sectores reaccionarios de derecha que sostienen que la paz solo será posible con la derrota

militar de la guerrilla y se oponen a que se llegue a un acuerdo pacífico tras el cual algunos

dirigentes guerrilleros puedan acceder a algunos cargos públicos de representación popular

mediante el camino legal electoral y especialmente se oponen a la realización de reformas y

cambios en el esquema económico tendientes a favorecer al pueblo colombiano en contra

de los exagerados privilegios de la burguesía nacional que detenta el poder por medio de la

violencia desde 1819.

Por eso afirma Ospina, (1996):

“El caso de la sociedad colombiana en los últimos 50 años es el caso de un Estado

criminal que criminalizó al país (….) Un pueblo incapaz de darle la cara a los males se

merece su postración y su angustia (…) vivimos en un país sitiado por guerrilleros,

narcotraficantes, paramilitares, autodefensas, milicias populares y delincuentes

comunes….” (op. cit).

Aquí, sin embargo, no termina un breve resumen de la violencia en Colombia, porque

este conflicto es tan complicado y profundo que no puede ser analizado desde un solo

aspecto, siendo necesario abarcar ahora otro capítulo de la guerra civil en Colombia: el del

Paramilitarismo Moderno, que bien podría iniciarse también desde los años de 1930, de

1940, de 1960, pero que por su cantidad y cualidad, circunstancias de modo, tiempo y

lugar solo puede reseñarse desde tiempos más recientes, cuando al Monstruo le ha salido

otra cabeza que vomita más fuego……


435

La Nueva Violencia paramilitar desde 1980.

Recordemos que el fundador del paramilitarismo en Colombia fue Salvador Plata, en la

época de la Rebelión de los Comuneros, alrededor de 1782, quien organizó el primer grupo

armado a sueldo cuya misión fue ejecutar a los dirigentes comuneros.

Los paramilitares o autodefensas han sido asociados en Colombia, desde sus inicios,

con el narcotráfico y sus formas de resolución de conflictos, con las estrategias

contrainsurgentes de las fuerzas armadas y las tácticas de “GUERRA SUCIA” para

enfrentar a la guerrilla revolucionaria, en donde varios paramilitares que se han acogido a la

ley de Justicia y Paz, han señalado que en los Llanos Orientales tenían alianzas con el

Ejército Nacional para atacar a la Guerrilla de esa zona y lo más triste que escuche por mi

trabajo y labor profesional es que el ejército entregaba listados de personas para que fueran

asesinadas y finalmente que dentro de dicha institución militar existían varios altos

comandantes militares del ejército nacional que hacían parte la nómina de las Autodefensas

Unidas de Colombia, AUC.

El paramilitarismo es hoy en día un gran problema que afecta todos los campos de

nuestro país: su gran crecimiento, sus ajusticiamientos, sus cotidianos hostigamientos,

extorsiones, secuestros, hurtos, torturas (psicológicas y físicas), provocación de

desplazamientos de los campesinos e indígenas, hacen necesaria una denuncia internacional

de este fenómeno en busca de lograr el mejor camino para obtener el restablecimiento de la

seguridad nacional.

Busco en este punto hacer una reseña histórica general sobre por qué se dio el
436

surgimiento del paramilitarismo en nuestro país. Al respecto Alfredo Rangel, ha dicho y

con gran ahínco que el “Estado colombiano ha tenido, frente al fenómeno de la insurgencia,

las posturas más disímiles, que se corresponden casi totalmente con los cambios de

gobierno que se realizan cada cuatro años, sin que se advierta un hilo conductor, ni

claridad de propósitos a largo plazo. En términos generales, el Estado no ha concitado el

apoyo nacional hacia la lucha contrainsurgente, que durante mucho tiempo ha sido

subestimada o cuya naturaleza no se ha comprendido a cabalidad. El resultado es que no se

han logrado unificar los esfuerzos de manera permanente, ni siquiera dentro del mismo

Estado, para no hablar ya de la nación entera. Esta situación ha propiciado el

mantenimiento de unas fuerzas militares muy poco adecuadas para contener y controlar

una insurgencia que se ha desbordado sin freno a lo largo de todo el territorio nacional”.

La expansión paramilitar entre 1999 y 2003 la narra así Valencia (2007).

“En el proceso de expansión de los paramilitares, especialmente entre 1999 y 2003,

logramos documentar su presencia en 223 municipios en la mayoría de los departamentos

del país, pero más intensa y decisivamente en 12 departamentos: Antioquia, Cordoba,

Sucre, Bolivar, Atlántico, Magdalena, Cesar, Guajira, Santander, Norte de Santander,

Arauca y Casanare fueron los más afectados. El énfasis es el norte y el nororiente del país,

pero también se expandieron hacia el sur.

“El modelo de expansión se puso en práctica en la región de Uraba entre 1995 y 1997 y

luego se extendió a todo el país. En Uraba, Carlos Castaño ganó su primera gran guerra y

supo establecer las alianzas necesarias y obtener la licencia pública que le permitiría

dominar la región. Fue una acción envolvente. En corto tiempo acabó con la Unión
437

Patriótica, doblegó a los sindicatos y a las organizaciones sociales e hizo replegar a las

Farc hacia zonas periféricas de la región.

“Un actor que contribuyó al triunfo de Castaño y la toma de la región por los

paramilitares fue el enfrentamiento entre Esperanza, Paz y Libertad y las Farc. A principios

de los años noventa, se había desmovilizado la guerrilla del EPL y se había conformado el

movimiento Esperanza, Paz y Libertad. Esta fuerza tenía una gran influencia en los

municipios del Eje Bananero. También la tenián las Farc y la Unión Patriótica. Una vez

firmado el acuerdo de paz del EPL, empezó una dura disputa entre estas fuerzas. Las Farc

se aliaron con una disidencia del EPL y comenzaron una agresión en cadena contra los

integrantes de Esparanza, Paz y Libertad, que se tradujo en el asesinato de decenas de

militares y llegó hasta el hecho atroz de enviarle un “libro bomba” a Mario Agudelo, líder

del movimiento, que cobro la vida de su hijo. Al principio, los de Esperanza intentaron

organizar su propia defensa y conformaron los “Comandos populares”, pero bien pronto

acudieron a la ayuda de Castaño y su gente. La colaboración entre estos dos sectores fue

decisiva para el control de la región.

“Otro factor importante fue la cooperación de las Fuerzas Armadas, en cabeza del

general Rito Alejo del Rio. Los militares se percataron muy pronto de la eficacia de los

métodos de Castaño para arrinconar a las Farc y para liquidar a los militantes de la Unión

Patriótica. Le dieron vía libre a la tarea, situación que conocío el país en los años

posteriores, cuando este general fue vinculado a procesos penales por los hechos de esa

época.

“Para mediados de los años noventa, ya se presentaba a la región de Uraba como un


438

modelo de pacificación para el país. El costo en vidas había sido inmenso: 1456 asesinatos

en 1996 y 808 en 1997, según el Observatorio de Derechos Humanos de Vice presidencia

de la república, pero la agitación laboral, el predominio de las guerrillas y el control de las

alcaldías por parte de la izquierda habián quedado atrás. Esperanza, Paz y Libertad

mantenía su destacada participación en los gobiernos locales, pero era claro que el

movimiento contaba con la anuencia de Carlos Castaño. ( pag. 16 ).

“Quien mejor ha explicado públicamente la estrategia de expansión paramilitar ha sido

Vicente Castaño. “Tuvimos la avalancha de gente de todo el país pidiendo que lleváramos

las autodefensas, eso causó una oleada que se desbordó en una cantidad de acciones

armadas sin control en todo el país. Todo el mundo comenzó a armar grupos”,dijo. Luego

agregaría: “La primera expansión fue con Mancuso. El formó su frente del Sinú y después

empezó a expandirse por toda la costa atlántica hasta llegar a la frontera con Venezuela.

“Luego se refiere a las responsabilidades que asumieron los demás comandantes y

señala las tareas del Bloque Central Bolivar y de Diego Murillo alias “Don Berna”, en el

centro y sur del país. Posteriormente da detalles de lo que llama “la última expansión”, los

territorios donde sólo había narcotráfico y narcotraficantes. Muestra cómo en Arauca la

tarea quedó en manos de Victor y Miguel angel Mejia, más conocidos como “los

mellizos”. En el Valle y norte del Cauca, en manos de Gabriel Galindo, alias “Gordo

lindo”. En Meta y Casanare, bajo la dirección de Miguel Arroyabe.

“Una versión muy parecida de la expansión la dio Ivan Roberto Duque, alias Ernesto

Baez, a Mauricio Romero y León Valencia en marzo de 2005. Decía Baez que, a lo largo

de 1999 y en los años siguientes, la cúpula de las autodefensas empezó a reunirse con
439

dirigentes políticos regionales, con narcotraficantes, con empresarios, con algunos

militares que acudián a buscar colaboración para establecer fuerzas paramilitares en

múltiples sitios del país. Aportaban dinero, armas, contactos en las regiones. El argumento

que esgrimían para buscar estos acuerdos era el miedo a que se estableciera un pacto

definitivo entre el gobierno del presidente Pastrana y las Farc. Todos estos sectores se

sentían amenazados por tales negociaciones.(………….)

“En el Magdalena, el Bloque Norte llega en el año 2000 y subordina a todas las

estructuras paramilitares ya existentes y, al mismo tiempo somete sin mayor resistencia a

los dirigentes políticos y a los poderes locales, fraguándose una de las más extensas

alianzas políticas de que se tenga noticia. Castaño ya le había ganado un pulso militar a

Hernán Giraldo y en los años precedentes se habían presentado masacres, desapariciones y

desplazamientos. Esto llevó a que en ese momento la ocupación fuera, si se permite el

término, “blanda”.

“En el Norte de Santander la llegada se produce en agosto de 1998 con la ronda de

muerte en la carretera entre el municipio de Tibú y el corregimiento de La Gabarra,

atribuida a fuerzas bajo el mando de Salvatore Mancuso. Luego se acentua en Cucuta,

donde son asesinados Tirso Velez, candidato a la alcandía y el ex alcande Pauselino

Camargo. El control político de la capital y de la mayoría de los municipios se hizo patente

entre el 2002 y el 2003.

“Los paramilitares llegan al Meta en julio de 1998, en dos aviones fletados en Uraba,

repletos de hombres armados, quienes producen la brutal masacre de Mapiripan y desde

allí se extienden a varios municipios, incluida su capital, Villavicencio. En las elecciones


440

de 2002 y 2003 es palpable su influencia en ese departamento. El caso más escandaloso se

presenta en las elecciones regionales. Al principio existían cinco candidatos a la

gobernación, tres de los cuales son obligados a renunciar y luego, después de pasados los

comicios, es asesinado el candidato perdedor que no obedeció la orden de retirada.

“A Arauca los paramilitares llegaron por Tame, el segundo municipio más rico del

departamento, cercano al pie de monte y a la frontera con el Casanare. Por allí ingresó

Victor Manuel Mejía Munera, conocido luego como “Pablo Arauca”, en 2001, al mando

del Bloque Vencedores de Arauca, que hacía parte del bloque central bolívar. A su llegada

los paramilitares se hicieron sentir. Asesinaron a dos congresistas de ese departamento –

Alfredo Colmenares y Octavio Sarmiento- ambos ocurridos en Tame. En el 2000 hubo en

este municipio 43 muertes violentas, en el 2001 la cifra ascendío a 74, en el 2002 a 138, en

el 2003 a 210 y el 2004 se cerró con 202 crimenes. Así mismo, en los últimos cinco años

ocurrieorn 16 masacres en este municipio y más de 7000 personas fueron desplazadas. La

intención política era clara y la incidencia para gobernación y alcaldías en el 2003 fue

decisiva.

“En el Magdalena Medio y el sur de Bolívar los paramilitares le ganaron la guerra al

ELN e impusieron su dominio en la mayoría de los municipios de la región, lo que les

permitío hacer grandes movilizaciones campesinas para impedir las negociaciones de esta

guerrilla con el gobierno del presidente Pastrana. Se tomaron a Barrancabermeja,

influyeron decisivamente en las elecciones parlamentarias en el 2002 y se hicieron a la

alcaldía del municipio. (….)

“Vistas las cosas desde hoy se puede ver que el crecimiento y la expansión fueron
441

realmente asombrosos. En 1998, después de la unidad de los grupos, los efectivos de las

autodefensas eran 6000 según declaraciones del propio Cartaño. En el 2006, cuando

culminó la desmovilización parcial, en el marco de las negociaciones con el presidente

Uribe, se contabilizaron 31.000 efectivos de 37 estructuras que entregaron 17000 armas.”

(op. cit).

En el lenguaje de la ciencia política, esta situación corresponde al surgimiento de un

complejo contrainsurgente, es decir, al desarrollo de diversos recursos y niveles de acción

(legítima o arbitraria, legal o ilegal, oficial o privada) dirigidos a garantizar la eficacia de la

función represiva del poder estatal. En tales circunstancias se está en presencia de una

estructura dual del Estado en la que operan, simultánea y coordinadamente, por una parte

el nivel legal e institucional y, por otra, el nivel ilegal que despliega toda clase de

operaciones encubiertas y acciones criminales”. (op. cit).

Un estadio avanzado del desarrollo de esta duplicación de niveles corresponde a la

distinción - que en el caso colombiano merece ser tenida en cuenta- entre el fenómeno

paramilitar y el mercenarismo corporativo.

Un gran sector determina que el fenómeno paramilitar en Colombia, se debe a que las

clases adineradas de nuestra sociedad al verse perseguidas en su integridad personal y

económica por la insurgencia armada, decidieron unirse para tener un ejército civil que les

generara una protección real y no ficticia como la que recibían por parte del Gobierno.

Se puede recordar como inicio de los grupos paramilitares, varios eventos históricos

que podrían señalar el nacimiento, “durante las guerras del siglo XIX los grandes

latifundistas financiaron estos ejércitos para que protegieran sus tierras y sus privilegios. A
442

partir de los años 40, mientras que la policía armaba los campesinos llamados

“CHULAVITAS “, para atacar a las poblaciones liberales y asegurar el triunfo del partido

conservador, los terratenientes utilizaron a los llamados “PAJAROS O GUERRILLAS

DE PAZ” con el fin de salvaguardar sus propiedades y extenderse territorialmente”.1

“Estas bandas armadas al servicio del partido conservador, llevaron a cabo una persecución

contra los miembros del partido liberal, con complacencia y respaldo del establecimiento”2.

Algunos señalan el año de 1949, como la época que dio origen al fenómeno de las

autodefensas en nuestro país, cuando grupos de campesinos a raíz del conflicto armado

entre liberales y conservadores, que predominio en las zonas rurales de los departamentos

del Tolima, Caldas, Cundinamarca, Boyacá y Santander inicialmente, tuvieron que

organizarse para defenderse de la violencia tanto oficial como partidista, en una guerra

absurda donde poco a poco fueron apoderándose de las diferentes regiones del país.

Las Autodefensas Unidas de Colombia, “han venido presentando en su génesis y

evolución, diferentes etapas que parten de la década de los 50 con la conformación de las

denominadas autodefensas liberales, como primera expresión de este concepto en Colombia

en el marco de la lucha por la tenencia de las tierras y el marco de la violencia política que

caracterizaba la época”3.

Otros dicen que el paramilitarismo surgió como política de Estado en Colombia desde

el año de 1962, cuando una misión militar Norteamericana de la Escuela de Fort Braga,

de Carolina del Norte, realizo un análisis respecto de la estrategia militar de los Estados

1
RESTREPO Alvear, José. Consolidación paramilitar e impunidad en Colombia (En línea). Publicado: 14 Mar.
2006. Descargado de Internet http://www.colectivodeabogados.org.
2
SANCHEZ, Gonzalo y MEERTEN, S. Donny. Bandoleros, Gamonales y campesinos: El caso de la violencia
en Colombia. Bogotá: El áncora editores. 1983.
3
DIAZ, Rubén. Cocalombia [En línea]. Publicado: 02 Jul. 2006. Descargado de Internet http://www.voy.com.
443

Unidos frente a los fracasos de Vietnam, Argelia y Cuba, la que quería implementar una

estrategia de guerra a los pueblos de América.

De este modo se inicia una intervención militar norteamericana en suelo colombiano en

beneficio de la clase dirigente y del sistema socio-económico capitalista.

EL 29 DE FEBRERO DE 1962, durante el gobierno de Alberto Lleras Camargo, Sale

laedición del Manual FM-31-154 del ejército USA traducido como “Operaciones contra

las Fuerzas Irregulares:

“Para disminuir el requerimiento de unidades militares, se ha visto que es de gran

ayuda el empleo de policía civil, de unidades semi-militares y de individuos de la localidad

que sean simpatizantes de la causa amiga” ... “Cuando la política y la situación lo

permiten, los individuos de la localidad de ambos sexos que han tenido experiencia o

entrenamiento como soldados, policías o guerrilleros, deben ser organizados dentro de la

policía auxiliar y dentro de las unidades de voluntarios de cada ciudad. Aquellos que no

posean tal experiencia pueden emplearse individualmente como trabajadores, informantes,

agentes de propaganda, guardias, guías, rastreadores, intérpretes y traductores”... “Las

fuerzas civiles usualmente necesitan ayuda y apoyo de las fuerzas militares. La asistencia

es normalmente necesaria en una capacidad de consejo para la organización, el

entrenamiento y el planeamiento de operaciones. El apoyo es normalmente necesario en el

abastecimiento de armas, munición, alimentos, transporte y equipos de comunicaciones”

(Llaman a los civiles así organizados: “unidades amigas de guerrilleros”) Este manual,

según nota introductoria del Comando del Ejército, es “para la preparación e instrucción de

4
Ejército de Estados Unidos. Manual FM-31-15: Operaciones contra las Fuerzas Irregulares 30 DE FEBRERO
DE 1962.
444

los miembros de la Fuerza”. (op. cit).

De lo anterior se infiere que el paramilitarismo surgió no solo para combatir la

insurgencia armada, sino además, para reprimir una manera de pensar que inspira a grupos

y movimientos de oposición política a un sistema socio-económico, pasando al extremo de

“limpiar” la sociedad de indigentes y población LGTB, para mantener o imponer

conductas seudo-moralistas desbordando su ámbito personal.

Desde siempre el estado ha utilizado las leyes para legitimar, legalizar y reglamentar

la actividad paramilitar, de acuerdo a su conveniencia:

El decreto 3398 de 1965, bajo el gobierno de Guillermo Leon Valencia, convertido en

Legislación permanente con la LEY 48 de 1968, que sirvieron para que la fuerza pública

organizara la “DEFENSA NACIONAL”, “DEFENSA CIVIL”;Con esta ley se

estableció el fundamento jurídico para la conformación de grupos de autodefensa bajo el

auspicio y control de las fuerzas armadas”. (op. cit)

Estas organizaciones fueron inicialmente consolidadas hasta 1975 (gobierno de Alfonso

López Michelsen),en áreas como el Magdalena Medio, (Ramón Isaza) a la altura de

Puerto Boyacá, La Dorada, Puerto Berrio y el área limítrofe entre Urabá y Córdoba, (Fidel

y Carlos Castaño), zonas caracterizadas por el aumento de la subversión para la época.

Fue así como en varias regiones de nuestro país se dieron los primeros pasos en la

conformación de estas organizaciones, canalizadas a través de campesinos cansados de

vivir bajo el régimen de terror, atropellos y arbitrariedades que imponía la guerrilla a sus

familias.
445

EL 24 DE DICIEMBRE DE 1965:Viene el Decreto. 3398 que reorganiza la defensa

nacional5. Entre los considerandos, se encuentra el 5°: “los compromisos que el país tiene

contraídos en el campo internacional requieren la adopción y ejecución de medidas que

fortalezcan su seguridad”- Art. 25 “Todos los colombianos, hombres y mujeres, no

comprendidos en el llamamiento al servicio militar obligatorio, podrán ser utilizados por el

gobierno en actividades y trabajos con los cuales contribuyan al restablecimiento de la

normalidad” - Art. 33, par. 3°: “El Ministerio de Defensa Nacional, por conducto de sus

comandos autorizados, podrá amparar, cuando lo estime conveniente, como de propiedad

particular, armas que estén consideradas como de uso privativo de las Fuerzas Armadas”.

Bajo el gobierno de Carlos Lleras Restrepo, es sancionada la Resolución 005 de 1969,

por el Comandante General de las Fuerza Militares, aprobando el Reglamento de

Combate de Contraguerrillas (Sigla EJC.3-10 Reservado). No. 183.

Es así como el enfrentamiento armado se convierte en guerra civil: porque ya no son dos

bandos claramente definidos: guerrilleros y militares, los que combaten, sino sectores de

población civil justificados como autodefensas que participan en una guerra dentro de un

mismo pueblo.

EL 31 DE DICIEMBRE DE 1979: (Gobierno de Julio Cesar Turbay Ayala), aparece,

impreso por la Ayudantía General del Comando del Ejército, el libro “Instrucciones

Generales para Operaciones de Contraguerrillas”.

Entre los años 1983 y 1984, (gobierno de Belisario Betancourt), se conocen por

primera vez en la historia los nombres de tres personas importantes, hoy en el marco de las

5
Decreto. 3398 - Art. 25 y Art. 33.[24 Diciembre de 1965]. par. 3°:
446

autodefensa: Ramón Isaza, veterano actual de estas estructuras, hoy sometido a la justicia

colombiana en la ley 975 de 2005, quien había sido un militante normal de la organización

que para esa época era dirigida por Henry Pérez, cabecilla de las autodefensas del

Magdalena Medio y Ariel Otero, quienes conservaban dos líneas distintas. El primero afín

con un principio ideal de lucha antisubversiva, pese a los vínculos de su familia con el

narcotráfico y Ariel Otero comprometido con la línea del narcotráfico.

Por su parte, en el departamento de Córdoba, se gestaba el nacimiento de dos estructuras

de autodefensas, dirigidas por los hermanos Fidel y Carlos Castaño Gil, quienes viajaban

constantemente a Medellín para entrevistarse con el jefe del cartel de Medellín Pablo

Escobar Gaviria.

La influencia de estas organizaciones al servicio del narcotráfico trascendió a

escenarios de confrontación internos entre narcotraficantes y paramilitares. Por lo anterior,

debe anotarse que el interés de Rodríguez Gacha, alias “El Mexicano”, por penetrar en la

zona esmeraldífera de Boyacá, buscando la legalización del dinero ilícito a través del

lavado de activos, marco el inicio de un conflicto entre los esmeralderos y las AUC.

Tras el fortalecimiento del narcotráfico comenzó la época denominada del

narcoterrorismo, en donde se identificaron varios aspectos de interés: de un lado, se

ratificó el inició de una campaña de apoyo por parte de Pablo Escoba Gaviria a favor de las

FARC, situación que originó una contraposición de los hermanos Castaño Gil, quienes a

raíz de la muerte de su padre a manos del guerrillero alias Conrado, cabecilla de las FARC

en Amalfi, habían iniciado una guerra frontal contra el citado grupo insurgente; dicha

alianza no gusto y por ello dio origen a los denominados Pepes, sigla que significa
447

perseguidos por Pablo Escobar, en donde se aliaron narcotraficantes, paramilitares y

delincuencia común.

El avance de las autodefensas fue significativo especialmente en las áreas del

Magdalena Medio, Urabá, los Santanderes y el Tolima, hasta el punto de que sus acciones

de defensa, se tradujeron en operaciones generalizadas y sistemáticas, violatorias de los

derechos humanos.

Fue así como en 1980, el gobierno de Julio Cesar Turbay Ayala, decidió derogar las

Leyes que justificaron el fenómeno paramilitar como autodefensas, bajo un marco de

presión internacional, declarando la ilegalidad de estos grupos a partir del momento. Las

estructuras de autodefensas habían alcanzado altos niveles de criminalidad generalizada y

sistemática que comenzaba a ser denunciada por la comunidad ante el Estado.

La transición de ese marco legal a uno ilícito, generó una fuerte reacción al interior de los

sectores del narcotráfico, que capitalizaron el número de hombres en armas de cada

estructura en áreas altamente estratégicas como el Magdalena Medio y Córdoba, para

convertir las denominadas autodefensas en la fuerza militar del narcotráfico.

El año 1982fue denso en acciones del MAS. Grupos de civiles armados en regiones

rurales comenzaron a identificarse con esa sigla, particularmente en el Caquetá y en el

Magdalena Medio. No había duda de que una estrategia de justicia privada y clandestina

había sido montada con participación y apoyo de las Fuerzas Armadas. “El movimiento

nacional e internacional en favor de los derechos humanos comenzó a exigir al gobierno del

presidente Betancourt una toma de posición frente a ese fenómeno y Betancourt terminó
448

solicitando formalmente al Procurador General de la Nación una investigación al

respecto”.6

En 1988, bajo el gobierno de Virgilio Barco Vargas,se conoció por primera vez, la

presencia de mercenarios israelíes en Colombia, cuando el ex tinto narcotraficante Gonzalo

Rodríguez Gacha canceló US$80.000 dólares, a un grupo encabezado por Yaír Gal Klein,

“A los 55 años el coronel retirado Yair Gal Klein, veterano de la guerra de Yom Kippur y

ex instructor de oficiales del ejército israelí, tuvo que retirarse de la vida aventurera que le

dio fama más allá de las fronteras de Israel y no puede volver a salir de su país. Si este

militar de 1,75 metros de altura, 90 kilos de peso, pelo canoso y ojos azules, pone un pie en

el extranjero corre el riesgo de ser extraditado a Colombia. Aquí lo espera la cárcel porque

hace unos meses el Tribunal Superior de Manizales lo condenó a 10 años y ocho meses de

cárcel, más el pago de 22 salarios mínimos, por el fortalecimiento y adiestramiento en

prácticas militares y de terrorismo a grupos paramilitares. Junto con Klein fueron

condenados dos de sus hombres: Tzedaka Abraham y Terry Melnik, quienes actuaron

también como instructores. Klein saltó a la fama en junio de 1989 cuando un noticiero de

televisión mostró imágenes de los cursos que había dictado, junto con sus compañeros, a

las autodefensas que operaban en el Magdalena Medio”.7

Posteriormente no se ha logrado la extradición de este señor, porque en un aparte de una

comunicación del Ministerio del Interior y de Justicia dice; “La Viceministra de Asuntos

Multilaterales del Ministerio de Relaciones Exteriores mediante Nota VAM/DPM/CPD N°

38619 del 25 de julio de 2008, informa que por conducto de la Embajada de Colombia en

6
CENTRO de Investigación y Educación Superior CINEP [En línea]. EL MAS. Descargado de www.arlac.be.
7
Mercenario Condenado. En: Revista Semana. [03-18-2002].
449

Rusia se recibió de manera no formal una solicitud por parte del Delegado de la Fiscalía

General de ese país a cargo del trámite de extradición del ciudadano Yair Gal Klein, “en el

sentido de que las autoridades pertinentes de nuestro país aporten información sobre las

condenas en procesos penales adelantados contra miembros de los grupos paramilitares

entrenados por el señor Klein, y que posteriormente ejecutaron actos de terrorismo

enterritorio colombiano y violaron derechos humanos” y solicita que la información se le

remita a la mayor brevedad posible teniendo en cuenta que el Ministerio de Justicia de

Rusia ha solicitado a la Corte Europea de Derechos Humanos que acelere el trámite

iniciado por la defensa del ciudadano requerido”8.

El fenómeno del Paramilitarismo moderno lo relata asi Charles Carcabed ( op.cit. pag

26 y ss ) :

“Ahora en los años ochenta nuevamente con los mismos objetivos pero con nuevos

actores los narcotraficantes y ricos terratenientes y ganaderos deciden entrenar y armar a

hombres convenientemente estudiados para la nueva guerra sucia y escogieron una región

óptima para ello; el Magdalena Medio, una región rica en pastos y ganadería, región rica en

petróleo y oro y allí nacieron los “Nuevos Pájaros” hoy llamados Paramilitares o

simplemente Paras. Fue precisamente en esta región la escogida para que un mercenario

Israelí, llamado Yair Klein, conformara y entrenara los primeros grupos “paras” entre ellos

a Carlos Castaño quien después se convirtiera en el máximo jefe de las AUC y quien en

esta época estaba bajo el mando de los narcotraficantes Pablo Escobar Gaviria y Gonzalo

Rodríguez Gacha. En esta región fueron entrenados las mayorías de los que posteriormente

8
Carta del Ministerio de interior y de Justicia. Firmada por el Dr. Jhon jairo Morales Alzate (jefe Oficina
Asesoría Jurídica) de julio 29 de 2008.
450

fueron designados comandantes de los numerosos bloques en que se dividió el

Paramilitarismo en todo el país.

“Las organizaciones ganaderas y agrícolas de la región conformados por ricos

terratenientes fueron una de las principales fuentes de financiamiento del Paramilitarismo; a

esto se suman las multinacionales petroleras, el narcotráfico, la mafía de las esmeraldas, el

cartel de la gasolina, las multinacionales bananeras, las empresas del chance, esto sin contar

con las ayudas de los grupos de extrema derecha de América y Europa. Sólo se necesitaron

10 años para conformar un ejército de más de 40.000 hombres dotados de la más moderna

infraestructura bélica en que más de un ejército regular del mundo envidiaría. (…..)

“Los hombres que hacían parte de los diferentes bloques provenían en su mayoría de la

cantera del narcotráfico, del sicariato, de la delincuencia común organizada y del ejército de

desocupados que pululan en los cordones de miseria de las grandes, desde luego utilizan

guerrilleros desertados o amnistiados, lo mismo que algunos ex policías y ex militares que

fueron expulsados de estas instituciones por mala conducta.

“Dentro de los numerosos Bloques que se repartieron el país los Paramilitares citamos

algunos: Autodefensas de Córdoba, comandado por Carlos Castaño; Bloque Bananero,

comandado por Ever Veloza, HH; bloque cacique nutibara, comandado por Don Berna;

Bloque Catatumbo, comandado por Salvatore Mancuso; Bloque Héroes de los Montes de

María, comandado por Rodrigo Mercado; Bloque Central Bolívar, comandado por Ramón

Isaza; Bloque Mineros, comandado por Cuco Valoy; Bloque Helmer Cardenas, comandado

por el Aleman; Bloque Norte, comandado por Jorge 40; Bloque Centauros, comandado por
451

Hernan Giraldo Serna; Bloque Resistencia Tairona, comandado por Miguel Arroyabe;

bloque Héroes del llano, comandado por Manuel de Jesús Piraban.

“Los Paramilitares en un lapso de 10 años (1993-2003) cometieron el genocidio más

espantoso que se tenga noticia en la historia de nuestro país; En Colombia en este lapso de

tiempo se cometieron más de 42000 crímenes que dio como resultado más de 400.000

víctimas y cerca de cuatro millones de desplazados.

“Estos grupos son responsables de monstruosas masacres donde las personas eran

asesinadas con la mayor sevicia y salvajismo; hombres y jóvenes eran torturados de la

manera más infame, les cortaban las orejas, les sacaban los ojos, les cercenaban las manos

una a una o los abrían en canal como se hace con el ganado y eran desangrados lentamente,

ni siquiera en las películas de terror exhibidas en los teatros de loso años 80 se tuvo tanta

creatividad para asesinar a un ser humano; posteriormente eran destazados o desmembrados

a machete o con moto sierra y después le sacaban las vísceras y eran rellenados con piedras

para luego empacarlos en costales y por último eran arrojados a los ríos de donde no

saldrían jamás. (…….)-

“También fueron famosos algunos lagos artificiales donde los Paras tenían tres o cuatro

caimanes a quienes no les daban ningún alimento diferente que la carne humana de las

victimas quienes eran lanzadas vivas y maniatadas para servir de cena a estos saurios, de

ahí que un grupo de madres y viudas organizadas de desaparecidos viajaron a un centro

penitenciario donde se encuentran algunos comandantes paramilitares y le pidieron a uno

de ellos que por favor les dijera donde se encontraban las fosas comunes para así darle

cristiana sepultura a sus seres queridos y la respuesta fue dura y tajante: “no pierdan el
452

tiempo que nosotros no lo perdíamos enterrando a nadie simplemente los desaparecíamos”.

Llegaron a tal extremo que en algunas regiones crearon hornos artesanales donde eran

cremados los restos de las victimas después de ser desmembrados.

“A lo largo y ancho de Colombia se realizaron verdaderas masacres con

decapitamientos públicos como ejemplo para los demás, son famosas las masacres del Aro,

la de San José de Apartadó, el Salado, Chengue, Macayepo, Barrancabermeja, La Jagua, la

Honduras, la Negra, la del _Ariari, Trujillo, Caloto, Rio sucio; Segovia, Puerto Boyaca,

llamada la capital antisubversiva de Colombia, tal como se leia en una valla a la entrada de

esta región y que estaba totalmente perforada a tiros como advertencia.

“El Bloque Norte de las AUC, fue el autor de 497 masacres de las cuales 265

pertenecen al Cesar con un saldo aproximado de 3000 muertes; recordemos la de Santa

Cecilia con un saldo de 15 víctimas asesinadas en la plaza a plena luz del día y como

olvidar una masacre donde tocaban tamboras para ahogar los gritos de dolor de las víctimas

a quienes les colocaban bolsas en la cabeza mientras eran acuchilladas.

“Cientos de mujeres y niñas fueron brutalmente violadas y abusadas sexualmente en

muchas regiones del país; por tratarse de un delito cometido en algo tan privado como es el

cuerpo, la tendencia es que las mujeres guardan silencio por no avergonzar a sus padres,

esposos, compañeros o ellas mismas, solo con el paso de los años se están conociendo

muchos casos de estos vejámenes a pesar de que Salvatore Mancuso uno de los máximos

comandantes de las AUC afirmó tajantemente que el abuso de las mujeres no estaba dentro

de las políticas de las tropas, por eso quienes eran sorprendidos realizando estos actos

execrables eran ajusticiados. Sin embargo a Hernán Giraldo, exjefe del frente resistencia
453

Tayrona del Bloque Norte de las AUC se le conocía con el alias de “El Taladro” debido a la

gran cantidad de niñas a quienes violó sin ninguna consideración; se reportaron casos de

cerca de una veintena de niñas que tuvieron hijos del ex paramilitar, una de ellas cuando

dio a luz solo tenía trece añitos; solo el año pasado la unidad de derechos humanos de la

fiscalía emprendió la investigación por estos casos.

“Después de que Carlos Castaño conformara las AUC, para aumentar su poder, en el

año 2003 estas se aliaron con políticos corruptos a cambio de votaciones elevadas,

estrategias elaboradas públicamente por uno de sus máximo lideres Salvatore Mancuso,

quien aseguró en el año 2007 que controlaban el 35 % del Congreso de la República….”

(op. cit).

Hasta aquí la trascripción de quien firma como Charles Carcabed en “Los Héroes en

Colombia si existen pero son de carne y hueso”, Bucaramanga, 2011.

El paramilitarismo contemporáneo ha cometido día tras día toda clase de crímenes de

lesa humanidad, crímenes de guerra, genocidios, magnicidios, condenados por el Derecho

Internacional Humanitario y por el Derecho Internacional de los Derechos Humanos,

recordándose para ello que de acuerdo con el Estatuto de Roma, aprobado el 17 de julio de

1998 por la Conferencia Diplomática de Plenipotenciarios de las Naciones Unidas sobre el

establecimiento de una Corte Penal Internacional, el genocidio en su artículo 6 se define de

esta forma:

“Artículo 6. Genocidio. A los efectos del presente Estatuto se entenderá por

GENOCIDIO, cualquiera de los actos relacionados a continuación, perpetrados con la

intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional étnico, racial o religioso,


454

como tal: a) Matanza de miembros del grupo; b) Lesión grave a la integridad física o

mental de los miembros del grupo; c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de

existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial; d) Medidas

destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo; e) Traslado por la fuerza de niños

del grupo a otro grupo”.

Según el artículo 7 del Estatuto de Roma, son Crímenes de Lesa Humanidad:

“A los efectos del presente Estatuto, se entenderá por CRIMENES DE LESA

HUMANIDAD, cualquiera de los actos siguientes cuando se cometa como parte de un

ataque generalizado o sistemático contra la población civil y con conocimiento de dicho

ataque: a) Asesinato; b) Exterminio; c) Esclavitud; d) Deportación o traslado forzoso de

población; e) Encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de

normas fundamentales de derecho internacional; f) Tortura; g) Violación, esclavitud sexual,

prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada u otros abusos sexuales de

gravedad comparable; h) persecución de un grupo o colectividad con identidad propia

fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género

definido en el párrafo 3 u otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables con

arreglo al derecho internacional, en conexión con cualquier acto mencionado en el presente

párrafo o con cualquier crimen de la competencia de la Corte; i) Desaparición forzada de

personas; j) El crimen de apartheid; k) Otros actos inhumanos de carácter similar que

causen intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad

física o la salud mental o física.

De acuerdo con el artículo 8 del Estatuto de Roma, son Crímenes de Guerra:


455

“1. La Corte tendrá competencia respecto de los crímenes de guerra en particular

cuando se cometan como parte de un plan o política o como parte de la comisión en gran

escala de tales crímenes.

“2. A los efectos del presente Estatuto, se entiende por CRIMENES DE GUERRA: a)

infracciones graves de los Convenios de Ginebra de 12 de agosto de 1949, a saber,

cualquiera de los siguientes actos contra personas o bienes protegidos por las disposiciones

del Convenio de Ginebra pertinente:

“Matar intencionalmente; someter a tortura o a otros tratos inhumanos, incluidos los

experimentos biológicos; infligir deliberadamente grandes sufrimientos o atentar

gravemente contra la integridad física o la salud; destruir bienes y apropiarse de ellos de

manera no justificada por necesidades militares, a gran escala, ilícita y arbitrariamente;

obligar a un prisionero de guerra o a otra persona protegida a prestar servicio en las fuerzas

de una potencia enemiga; privar deliberadamente a un prisionero de guerra o a otra persona

de sus derechos a un juicio justo e imparcial; someter a deportación, traslado o

confinamiento ilegales; tomar rehenes.

“Otras violaciones graves de las leyes y usos aplicables en los conflictos armados

internacionales dentro del marco del derecho internacional, a saber, cualquiera de los actos

siguientes: dirigir intencionalmente ataques contra la población civil en cuanto tal o contra

civiles que no participen directamente en las hostilidades; dirigir intencionalmente ataques

contra objetos civiles, es decir, que no son objetivos militares; lanzar un ataque

intencionalmente, a sabiendas de que causará pérdidas de vidas, lesiones a civiles o daños a

objetos de carácter civil o daños extensos, duraderos y graves al medio natural que sean
456

claramente excesivos en relación con la ventaja militar general concreta y directa que se

prevea; atacar o bombardear, por cualquier medio, ciudades, aldeas, pueblos o edificios que

no estén defendidos y que no sean objetivos militares; causar la muerte o lesiones a un

enemigo que haya depuesto las armas o que, al no tener medios para defenderse, se haya

rendido a discreción; utilizar de modo indebido la bandera blanca, la bandera nacional o las

insignias militares o el uniforme del enemigo o de las Naciones Unidas, así como los

emblemas distintivos de los Convenios de Ginebra y causar así la muerte o lesiones

graves;(…….)

“En caso de conflicto armado que no sea de índole internacional, las violaciones graves

del artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra de 12 de agosto de 1949, a saber,

cualquiera de los siguientes actos cometidos contra personas que no participen directamente

en las hostilidades, incluidos los miembros de las fuerzas armadas que hayan depuesto las

armas y los que hayan quedado fuera de combate por enfermedad, lesiones, detención o por

cualquier otra causa:

“Actos de violencia contra la vida y la persona, en particular el homicidio en todas sus

formas, las mutilaciones, los tratos crueles y la tortura; los ultrajes contra la dignidad

personal, en particular los tratos humillantes y degradantes; la toma de rehenes; las

condenas dictadas y las ejecuciones efectuadas sin sentencia previa pronunciada por un

tribunal constituido regularmente y que haya ofrecido todas las garantías judiciales

generalmente reconocidas como indispensables; (……)


457

“Otras violaciones graves de las leyes y los usos aplicables en los conflictos armados

que no sean de índole internacional, dentro del marco establecido de derecho internacional

a saber, cualquiera de los actos siguientes:

“Dirigir intencionalmente ataques contra la población civil como tal o contra civiles que

no participen directamente en las hostilidades; dirigir intencionalmente ataques contra

edificios, material, unidades y vehículos sanitarios y contra el personal habilitado para

utilizar los emblemas distintivos de los Convenios de Ginebra de conformidad con el

derecho internacional; (….) reclutar a niños menores de 15 años en las fuerzas armadas o

utilizarlos para participar activamente en las hostilidades; 0rdenar el desplazamiento de la

población civil por razones relacionadas con el conflicto, a menos que así lo exija la

seguridad de los civiles de que se trate o por razones militares imperativas; matar o herir a

traición a un combatiente enemigo; declarar que no se dará cuartel;(……)” (op. cit).

Todos estos Genocidios, Crímenes de Lesa humanidad y Crímenes de guerra, los han

estado cometiendo impunemente tanto los ejércitos paramilitares de derecha como las

fuerzas armadas de Colombia (Ejército, Policía, Aviación, Armada, Das, Cti) no sólo desde

el 17 de julio de 1998, sino desde mucho antes de que fuesen clasificados como tales, desde

1948, desde 1930, desde 1928 (masacre de las bananeras), desde antes de 1900: siempre en

descarada defensa de las cincuenta familias adineradas que gobiernan al país desde 1819 y

en contra del mismo pueblo.

La gran mayoría de dichos crímenes permanecen silenciados: que nadie sepa.


458

Otro Crimen de Lesa Humanidad y de Guerra, contra todos los Derechos humanos es

precisamente el de guardar silencio ante tales crímenes; quedarse indiferentes unos y otros

ante ellos.

El Moderno Paramilitarismo (1980-2013) ha sido el fenómeno ultra criminal más brutal

y salvaje de la sangrienta historia de Colombia, autor de las más horrendas masacres,

asesinatos selectivos, descuartizamientos, incineraciones, desmembramientos,

ahogamientos, etc, multitud de aberrantes crímenes cometidos en defensa de la clase

burguesa y en contra del indefenso pueblo colombiano, bajo la cínica disculpa de estar

“defendiendo la democracia y la libertad” y de estar luchando “contra la subversión”.

En este sentido, puede verse como desde 1980 y hasta 2016 en la Guerra Civil de

pobres contra pobres que sigue azotando a Colombia desde 1930, vienen combatiendo

cuatro ejércitos: Las Fuerzas Militares de Colombia (ejército, policía, armada, aviación),

las fuerzas guerrilleras (Farc, ELN), las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y los

grupos de narcotraficantes: cuatro ejércitos enfrentados en una misma patria luchando por

intereses ajenos (los de la vieja clase burguesa dirigente y las compañías norteamericanas):

pero donde los Muertos siguen siendo los pobres de siempre.

Gracias a esta Guerra fratricida y descomunal es que la Burguesía colombiana sigue

manteniéndose y eternizándose en el poder, motivo por el cual no les interesa la paz. xxxx

En noviembre de 1989, (gobierno de Virgilio Barco Vargas), “la Dijin de Bogotá

interroga a LUIS ANTONIO MENESES BÁEZ, quien ha sido capturado por otras

actividades sospechosas y elabora otro documento profundamente significativo que

contiene sus confesiones. Revela allí Meneses que los Comandantes de Brigada y de
459

Batallón (XIV Brigada y Batallón Bárbula) lo vincularon a las “Autodefensas” de Puerto

Boyacá en 1981, siendo oficial del Ejército.

En dicho interrogatorio, afirmó que “las autodefensas campesinas... son una política

delGobierno para la lucha antisubversiva”. (pg.4) Posteriormente la II Brigada, con sede en

Barranquilla, le encomendó la creación de otras “Autodefensas” en el sur de Bolívar; el B-2

de la Brigada hacía de puente entre Autodefensas y jerarquías militares y las armas las

proporcionaba Indumil (pg.5 y 6). Cuando en 1987, las “Autodefensas” vieron la necesidad

de integrarse a nivel nacional, “la inteligencia militar encabezada por el Batallón Charry

Solano, aglutinó los movimientos de autodefensa campesina bajo su control y para ello

organizó una reunión con los líderes regionales en las instalaciones del Charry, donde

surgió una Junta Nacional de Autodefensa, compuesta por líderes de aproximadamente 8

regionales, cuya función era promover el sistema de Autodefensas y coordinar con el

Ejército operaciones de inteligencia” (pg. 7). Habla de 3 reuniones nacionales: una en el

Batallón Charry Solano en 1986; otra en Santander en 1987; otra en septiembre de 1989 en

el área rural del Caquetá (pg. 10-11). La organización posee un jefe militar, quien

“coordina las operaciones mixtas de tipo militar con las Fuerzas Armadas” (pg.11).

Enumera además, 22 frentes de “Autodefensas”, los que coinciden con reconocidos

focos de paramilitarismo en el país (pg.15-17); en cada Frente, el “Comandante o

Encargado Militar”... “coordina con la Junta de Autodefensas y las Fuerzas Armadas, las

operaciones y actividades a llevar a cabo” (pg. 18). Respecto al patrullaje, afirma que

“normalmente es mixto (Fuerzas Armadas - Autodefensas), con base en las técnicas


460

impartidas por el Ejército... cuando es solitario, se informa de los movimientos a las

unidades militares o de Policía que se pueden enterar de su actividad” (pg.22)9.

Meneses Báez deja constancia, en su confesión, de un cierto viraje que se da en las

relaciones entre Fuerzas Armadas y “Autodefensas” en 1989: “Hasta comienzos de 1989,

los contactos se hacían con el Estado Mayor del Ejército y actualmente se utilizan

intermediarios...” (pg. 24). Cuando en 1989 el Coronel LUIS ARCENIO BOHÓRQUEZ

MONTOYA, comandante del Batallón Bárbula de Puerto Boyacá, fue llamado a calificar

servicios tras el escándalo desatado por la presencia de los mercenarios extranjeros que

entrenaron a los paramilitares, este oficial hizo pública una carta al Ministro de Defensa,

donde se refería a viejas directrices de la más alta oficialidad militar hacia la creación de

autodefensas, directrices que se prolongaron hasta sus últimos superiores jerárquicos. El

oficial no entendía la sanción de que era objeto, pues se había limitado a seguir las

orientaciones de sus superiores jerárquicos.(Cfr. diario “La Prensa”, oct, 15/89, pg. 5)”.10

La confesión deCAMILO ZAMORA GUZMAN11,rendida ante el Juzgado Cuarto de

Orden Público de Villavicencio el 10 y 11 de abril de 1989, es un documento histórico, que

relata la extensa narración de un genocidio cometido en defensa de la Patria:

9
El Paramilitarismo: Una criminal política de Estado que devora el país. [En línea]. Descargado
www.javiergiraldo.org. Ago. 2004.

10
. El Paramilitarismo: Una criminal política de Estado que devora el país. [En Línea] Descargado en www.javiergiraldo.org.
Agosto de 2004.
11
CONFESION CAMILO ZAMORA GUZMAÁ - Juzgado Cuarto de Orden Público de Villavicencio, 10 y 11 Abr. 1989.
461

“A lo largo de 20 páginas se penetra, con la respiración entrecortada, en extensos

territorios del oriente colombiano que configuran el imperio económico de Carranza; se

asiste a numerosas muertes y persecuciones perpetradas con increíble frialdad e impavidez;

a entrenamientos dirigidos por mercenarios israelíes; a movimientos de escuadrones

armados que no temen ninguna intercepción. Por doquier aparece “El Patrón” Víctor

Carranza pronunciando sentencias de muerte y recompensando las ejecuciones de las

mismas; departiendo con gobernadores, alcaldes, líderes políticos y comerciantes”. (op.

cit).

Se multiplican los nombres de Coroneles, Mayores, Capitanes y Sargentos del Ejército,

agentes de la Policía y de los cuerpos de seguridad del Estado, quienes coordinan acciones,

proveen y movilizan cargamentos de armas, despejan los escenarios de los crímenes de

fuerza pública para evitar obstáculos y, cuando por algún “error”, son detenidos los

sicarios, intervienen apresuradamente para “corregir tales errores”. A través de esas 20

páginas se descorre la cortina que cubrió numerosos crímenes del oriente y se puede mirar,

como por un agujero sorpresivo, la maquinaria -aún en plena acción- que da cuenta del

genocidio de la Unión Patriótica”.12

Ya en 1989, bajo elgobierno de Virgilio Barco Vargas, el Estado colombiano le causa la

muerte a Gonzalo Rodríguez Gacha (El Mexicano), en el departamento de Sucre, mientras

el Cartel de Medellín continuaba en una guerra cruel contra del Gobierno Nacional, en

donde el mayor punto de controversia era la extradición de los capos a Estados Unidos.

12
El Imperio Paramilitar de Victor Carranza., [El linea]. Descargado www.calories.com.
462

“En este momento las autodefensas del Magdalena medio se parten en dos: Un grupo de

cercano al cartel de Calí, liderado por Ariel Otero y dispuesto a transar con el Gobierno,

bajar el perfil del grupo y legalizar patrimonios; otro, patrocinado por Victor Carranza y

liderado por Botalón, Nelson Lesmes, Luis Eduardo Cifuentes y Marcelino Panneso, el cual

término por imponerse”.13

Fue una época para no olvidar ya que hubo un incremento en asesinatos y masacres.

En efecto, algunos sectores del M-19, frente a la perspectiva de un tránsito a la vida legal,

encontraron en la interpretación predominante en el Gobierno del artículo 33 de la Ley 48

de 1968, 14 una posibilidad de continuar actuando como grupo armado “dentro de la

legalidad”.

Carlos Castaño cuenta en la entrevista realizada por el periodista Mauricio Aranguren

Molina, “que a finales de 1982, se dio la primera reunión de ganaderos, agricultores y

comerciantes de la región. Cerca de doscientos cincuenta empresarios se organizaron para

defenderse de los atropellos de la guerrilla. Con base en las disposiciones legales de 1965 y

1968, que permitía a los ciudadanos portar armas con salvoconductos. El espíritu de la ley

pretendía que los ciudadanos se organizaran y cuidaran sus predios, con colaboración de

las fuerzas armadas. Como era algo legal, surgió la primera asociación de autodefensas

13
GARZON, Juan Carlos. El Poder Paramilitar. La complejidad Paramilitar: Una aproximación estratégica. Bogota: Editorial
Planeta, 2005.

14
LEY 48 de 1968, artículo 33: El Ministerio de Defensa Nacional por conducto del los comandos autorizados, podrá
amparar, cuando lo estime conveniente, como de propiedad particular, armas que están consideradas como de uso
privativo de las Fuerzas Armadas".Del contenido normativo de este artículo, surgen los siguientes interrogantes, sobre los
cuales se solicita, concepto jurídico: 1. Las armas de uso privativo de las Fuerzas Militares amparadas con anterioridad a la
expedición del decreto y cuyos salvoconductos se encuentran vigentes, pueden continuar siendo portadas por sus
propietarios ? En caso contrario, quienes las posean, qué deben hacer con tales armas? 2. Los salvoconductos que se
venzan con posterioridad a la expedición del Decreto 815 de 1989, pueden ser revalidados para efectos de continuar
portando las referidas armas? En caso negativo, los propietarios, qué harán con tales armas?."
463

colectivas, ACDEGAM, Asociación Campesina de Ganaderos y agricultores del

Magdalena Medio. La reunión se efectuó en Medellín, porque el setenta por ciento de ellos

no podían regresar a las fincas”15.

En noviembre de 1994, bajo el gobierno de Ernesto Samper Pizano, surge la iniciativa

del Ministro de Defensa Fernando Botero de crear las Cooperativas de Seguridad Rural,

llamadas “Convivir”, que eran servicios de vigilancia y seguridad privada, para aquellos

lugares donde el Estado no podía garantizar la seguridad de los ciudadanos, dándose fuertes

debates al interior del gobierno, que evidenciaron falta de unidad de criterios y enviaron

señales contradictorias a la nación.

Su fundamento legal fue el Decreto 356 de 1994, que señaló: “Artículo 1º.- Objeto. El

presente Decreto tiene por objeto establecer el estatuto para la prestación por particulares

de servicio de vigilancia y seguridad privada. Artículo 2º.- Servicios de Vigilancia y

Seguridad Privada.Para efectos del presente Decreto, entiéndase por servicios de vigilancia

y seguridad privada, las actividades de que en forma remunerada o en beneficio de una

organización pública o privada, desarrollan las personas naturales o jurídicas, tendientes a

prevenir o detener perturbaciones a la seguridad y tranquilidad individual en lo relacionado

con la vida y los bienes propios o de terceros y la fabricación, instalación, comercialización

y utilización de equipos para vigilancia y seguridad privada, blindajes y transporte con este

mismo fin”.16

En el año 1997,gobierno de Ernesto Samper Pizano, se lleva a cabo una reunión

nacional de comandantes de las Autodefensas Campesinas y se reorganizan las AUC,

15
Aranguren Molina Mauricio. Mi Confesión. Pag. 96, Editorial Oveja Negra. 2001.
16
DECRETO 356 de 1994.
464

teniendo como modelo lo acontecido en Uraba, que es prácticamente el mismo de Puerto

Boyacá. Alfredo Rangel ha manifestado que “la insurgencia comenzó a poner en práctica

la nueva forma de operar, según la cual dejarían de esperar al enemigo para emboscarlo ya

y que en su lugar irían en pos de él para buscarlo, asediarlo y coparlo”.17 Se intentó

conformar un movimiento nacional unificado bajo el mando de Carlos Castaño, pero

existiendo autonomía de sus respectivos miembros en sus correspondientes zonas.

A esta época se refiere Ronderos (2014) en su citada obra:

“Esa misma comunidad wayuu y por la misma época, fue la que el subalternos de

Vicente Castaño, Rodrigo Tovar, alias “Jorge 40”, un hombre educado en la universidad y

de la alta sociedad del departamento del Cesar, en la región Caribe, ordenó aplastar de la

forma más dolorosa. Entraron el 18 de abril de 2004, como una horda salvaje a las

rancherías de Bahía Portet, en la desértica Alta Guajira, decapitando matronas, se robaron

piedras sagradas, profanaron el cementerio y destrozaron el centro de salud. Y luego fueron

casa por casa, matando a varias mujeres porque sabían que ellas con las figuras de

autoridad en esa cultura indígena. Ahí cayeron Margoth Fince, de 70 años, golpeada y

arrastrada, antes de matarla y Rosa Fince, de 46 años, decapitada y desmembrada, como

escarmiento. Mataron a otras dos mujeres y a una niña, arrastraron a un joven de 18 años

amarrado a un campero hasta que murió delante de todos y forzaron a unas 600 personas de

la comunidad wayuu a huir de pavor a la vecina Venezuela, caminando por horas, descalzos

en el desierto, muertos de sed. “Ese día los wayuus vieron llorar hasta los hombres más

duros” dijo después una testigo.”

17
RANGEL, Alfredo. Las FARC-EP: una mirada actual. En Malcolm Deas y María Victoria Llorente, Reconocer la guerra
para construir la paz. Bogotá: CEREC, Ediciones Uniandes,1999. p. 23.
465

(… ….. ….)

“En el año 2000, para mantener su aparato militar más grande que antes, y poderle

responder a la guerrilla que también estaba en pleno crecimiento, los Castaño tuvieron que

recurrir a los narcos. Su dependencia de ellos se hizo mayor y a la voz de los “narcoparas”

empezó a pesar demasiado. Así, por ejemplo, a “Doblecero”, cuya misión en el

paramilitarismo había siempre seguido la doctrina militar que les enseñaron de lucha contra

el comunismo, y a quien habían enviado los mismos Castaño a Medellín a combatir a las

milicias guerrilleras de los barrios de Medellín con su Bloque Metro, lo dejaron solo en la

guerra que le declaró “Don Berna”, quien en un santiamén transformó la Oficina de

Envigado en Bloque Cacique Nutibara y consiguió que los Castaño lo nombraran Inspector

General de las AUC.”(op. cit. pag, 244).

A estas alturas se estaba preparando la farsa de la “desmovilización paramilitar” con el

gobierno de Alvaro Uribe Velez, a lo cual se refiere así María Teresa Ronderos en su citada

obra “Guerras Recicladas” :

“Carlos ya no se sentía tan seguro del triunfo paramilitar, al contrario, le comentó a un

amigo, “No somos capaces con la guerrilla, la guerrilla acaba con nosotros. Hay que

entregarnos al gobierno, al Estado, someternos y acabar esto; nos hemos enfrentado desde

el 2000 hasta esta fecha y cada que nos enfrentamos militarmente a la guerrilla, acaba con

nosotros, somos 80 o 100 paramilitares y son 50 o 60 guerrilleros y nos matan al 100%”,

Según las cuentas de este amigo habían caído ya por lo menos 5000 paramilitares a manos

de las Farc y el ELN o de luchas intestinas en la misma organización. “Y Carlos, al

contrario de Vicente, sí lo reconocía; los mismo que “Doblecero”; ellos ya sabían que el
466

paramilitarismo no era el camino para desmontar a la guerrilla y trasformar el país, como

ellos querían”. Más adelante, sobre la muerte de Carlos Castaño, indicó (pag. 249):

“El 16 de abril de 2004, al otro día de su visita a Necoclí, un piquete de hombres al

mando del jefe de seguridad de Vicente, alias “monoleche”, entró a Rancho Grande y se

enfrentaron a tiros con los hombres de Carlos y este cayó muerto. El acto fratricida fue

desesperado, dicen algunos. Vicente venía hace tiempos frenando la orden de los otros jefes

paramilitares de eliminar a Carlos y como sacado de un capítulo de la película de “El

Padrino”, cuando no pudo atajarla más, sabía que tenía que ejecutarla él mismo si no quería

despertar las sospechas de los otros integrantes de la mafia. El asesinato de su hermano no

le compró demasiado tiempo a Vicente. Se desmovilizó con el Bloque Centauros de los

Llanos Orientales, pero después de sentirse traicionado por el gobierno en el curso de la

negociación, no se dejó llevar preso y se escapó.

“Un documento anónimo que encontró la justicia asegura que fue muerto el 17 de

marzo de 2007 en una finca en Ayapel, Córdoba, una zona vecina de Caucasía. Pero

Roldán, alias “monoleche”, le dijo a la justicia que había sido asesinado por Daniel Mejia,

alias “Danielito”, en Necchí, Bajo Cauca antioqueño, el 12 de marzo de ese año. Culpó al

gobierno Uribe de haberle pedido a “Danielito” que lo matara y otros jefes paramilitares

extraditados en Estados Unidos avalaron esa declaración, en una carta pública. No obstante,

“HH” contó a la justicia que Vicente le había dicho un día “que si el proceso se rompía, él

se escondería como las ratas en las alcantarillas y nunca más le volvería a dar la cara al

país”. Como en el caso de su hermano Fidel, la muerte de Vicente a los 50 años quedó

envuelta en un misterio, pero si en efecto murió, como es lo más probable, a diferencia de


467

aquél, será difícil encontrar su cuerpo porque, dijeron los que relataron su muerte, que

murió como muchas de sus víctimas, su cuerpo a pedazos echado al río”.(op. cit. pag, 244).

Cabe anotar que la muerte de Carlos Castaño no se encuentra plenamente demostrada y

mucho menos la de su hermano, Vicente de quien ni siquiera se ha encontrado el cadáver,

siendo lo más posible que tanto Carlos como Vicente Castaño se encuentren vivos y

perfectamente sanos, viviendo a todo lujo en algún país europeo con nuevas identidades

con la complicidad del Estado al que tanto defendieron.-xxxx

Respecto de la desmovilización paramilitar del gobierno de Uribe Velez, las Farc-ep

se pronunciaron de la siguiente manera a través de su Revista Resistencia N° 6:

“Revista Resitencia N° 36 de octubre de 2006.

“El acuerdo de Ralito, pacto de las tinieblas entre Uribe y sus paramilitares, es una olla

podrida, que a medio destapar, ya ha invadido con su fetidez el ámbito de Colombia.

Contrariando la naturaleza histórico-jurídica y aferrado a una subjetividad arbitraria, el

presidente resolvió elevar al altar sagrado del delito político el accionar criminal del

paramilitarismo. Uribe se ha arrogado hasta el don de la trastocación de lo jurídico. Todo el

mundo sabe que el delito político se refiere al cuestionamiento del ejercicio del poder del

Estado, y también que las motosierras, los machetes y las ráfagas de los paramilitares,

nunca se accionaron para interferir las leyes institucionales. Por obra y gracia de esa

arbitrariedad y abuso de poder, asesinos como Jorge 40, Mancuso, Castaño, Isaza, Don

Berna, Macaco, Vanoy, Báez…, aparecen ahora como mansas palomas. Con esa distorsión,

masacres de horror como las de Mapiripán, El Aro, La Granja, Chengue, Bahía Portete,

Alto Naya, San Onofre, Mingueo…, fueron absueltas y bendecidas sin más ni más por el
468

señor Uribe. Mucho se ha hablado de la abominable Ley de Justicia y Paz. Pero en realidad

es una amnistía disfrazada concebida por el gobierno, refrendada por el uribismo del

Congreso y avalada por las mayorías sumisas de la Corte Constitucional. No es secreto que

los siniestros cabecillas de Ralito constituyen hoy el más poderoso cartel de las drogas en el

mundo surgido de las cenizas de los carteles de Cali y MedeLos paramilitares del

Presidente. Pero a pesar de ello aparecen muy orondos y sonrientes embutidos en el

uniforme camuflado del delito político que les ha facilitado Uribe. El capo de todos esos

capos es Jorge 40. El mismo que la policía de Barranquilla le devolviera cuatro toneladas

de cocaína incautadas por una extraña equivocación, y que recientemente fuera

amablemente conducido por los presidentes de Senado y Cámara, por encargo de Palacio, a

las instalaciones de la policía de Valledupar, que maneja con el dedo meñique. Sin duda es

el hombre de Uribe. El Ministerio de Relaciones Exteriores es cuota suya. Y no hay que

hacer mucho esfuerzo para comprobar que quien maneja los negocios de "Jorge 40", Sergio

Araújo, es hermano de la ministra, quien a su vez asesoraba en asuntos económicos a

Sergio. Sobre el lavado de activos se hace mucha bulla en Colombia, pero ligado a los

"paracos" dicho tema es innombrable. Los paramilitares convirtieron a Panamá en su

paraíso; están bien infiltrados en los negocios y en la banca. La isla de Contadora

prácticamente es de ellos. Y Mancuso ahí…, haciéndose el inocente. Y los otros también.

Como en los tiempos de la Catedral de "cinco estrellas" que Gaviria concediera a Pablo

Escobar, ahora Uribe los "priva" de la libertad, pero en las instalaciones de un exclusivo

club campestre en La Ceja, Antioquia. Mientras Hernán Giraldo veranea allí, sus

escuadrones paramilitares prosiguen intactos en Guachaca y en las alturas de la Nevada, al

igual que los matones de otros huéspedes del club. Nada de esto ve Uribe porque sigue

absorto en el asunto de los "delitos conexos", buscando cómo aplicarlos al sui generis
469

"delito político" -por él inventado-, para favorecer a sus consentidos. Casi nadie habla de

reparación. Los paramilitares no han devuelto aún la primera finca despojada. El campo

sigue abandonado y los desplazados suman más de 4 millones. Sólo se han destapado las

fosas de Mingueo y San Onofre. Los desparecidos no aparecen. Todavía ronronean las

motosierras y deambulan por la geografía y la memoria decenas de pueblos humeantes. No

cursa investigación alguna por el robo al erario, ni el cobro de porcentajes por contratos, ni

el fraude electoral de Jorge "DAS" y Jorge 40 a favor de Uribe. No se investiga a los

asesinos de dirigentes sindicales y sociales. Nadie habla de la responsabilidad del gobierno.

Ningún general de la República, con la excepción de Uscátegui, ha sido llamado a

responder por tanto crimen de lesa humanidad cometido a nombre del paramilitarismo. En

el banquillo de los acusados debe responder el Estado, como protagonista principal de ese

terrorismo. ¿Hasta cuándo la gente de Colombia tendrá que soportarle tanta carajada a

Uribe, polichinela del gobierno de Washington? Algo tendremos qué hacer entre todos. Los

sectores democráticos y patrióticos de la nación debemos continuar los esfuerzos hacia la

construcción de una alternativa antifascista y antineoliberal, buscando la paz con justicia

social, con la mira de acabar la guerra para siempre. De izquierda a derecha: Carlos

Castaño, Vicente Castaño, el presidente de los “paracos”, Jorge 40 y Salvatore Mancuso

Los “positivos” de la infamia

En ejecución de la nueva doctrina gringa de la "seguridad democrática" el gobierno

Uribe está causando irreparables destrozos a Colombia, a sus perspectivas como

colectividad. Ya no es sólo la represión brutal y la adopción de leyes draconianas para

humillar o disuadir la inconformidad social a favor de la política neoliberal; ahora las

manos del Estado explotan bombas contra objetivos civiles y militares con la pérfida
470

intención de inculpar a la insurgencia apuntando a su deslegitimación, y de mostrar

resultados en busca de oxígeno para la desprestigiada seguridad democrática

gubernamental. La mentira y el engaño son consustanciales a esa política de lesa

humanidad y lesa patria. Con falso dolor de corazón el comandante del ejército reconoce

que un coronel, un mayor y un capitán del B-2 del ejército están detrás de los atentados

dinamiteros en Bogotá, y el Presidente, consecuente con su torcida política, parece

exculparlos ante la opinión. No se puede olvidar que fue el mismo Uribe en persona quien

incitó a los militares. Les exigió partes positivos y resultados en litros de sangre. Por eso la

captura de más de 120 mil ciudadanos bajo la falsa imputación de guerrilleros. Por eso

tantas muertes de inocentes. Esa indignante estratagema de asesinar civiles para luego

uniformarlos y presentarlos en la televisión y en la prensa como "guerrilleros muertos en

combate" no es una práctica aislada de la IV Brigada del ejército en Antioquia, sino la

práctica cotidiana generalizada en todas las Brigadas militares de Colombia. Los estímulos

y recompensas económicas corren por cuenta de Uribe. ¿Quién alborotó los sapos en este

país con ofertas de dinero? El mismo que incentivó esa emulación criminal de los

"positivos". Varios generales y coroneles fueron echados de la institución por no presentar

resultados. Para evitar ese albur, algunos se dedicaron a montar carros bombas y a

desactivarlos, para ganarse un "positivo". Y "platica", como diría el Führer de Palacio. No

importa que de vez en cuando estalle uno de ellos y mueran transeúntes y soldados. Este es

el gobierno de la mentira. Y para ello tiene al diario El Tiempo de los Santos en el bolsillo,

con Vicepresidente y Ministro de Defensa. Simón Trinidad, vocero de paz de las FARC,

fue extraditado a los Estados Unidos con montajes y argucias para burlar la expresa

prohibición constitucional de extraditar nacionales por razones políticas.


471

“A Sonia, la guerrillera, se la llevaron estampándole su huella digital a la cédula de

identidad de una narcotraficante. Montaje y farsa fue la "desmovilización" de 70 supuestos

guerrilleros en el Tolima, orquestada por el señor Montoya, actual comandante del ejército.

Montaje noticioso es el desmantelamiento de laboratorios de cocaína propagandizados

torpemente por algunos generales, como "pertenecientes a la guerrilla". Lo raro, dice la

gente, es que no aparezcan ni siquiera un soldado herido o un Black Hawk derribado.

Mentira fue la muerte de 10 policías "por fuego amigo" en Jamundí, cuando en realidad fue

una masacre perpetrada sin piedad por unos militares al servicio del narcotráfico. Nos

sumamos a la indignación del país y de los buenos soldados de la patria por tanta

desinformación y estafa a la opinión proveniente del Estado y del gobierno, y por los

crímenes y desafueros de los montajes y "positivos" de la infamia. La alternativa

antifascista clama concreción en Colombia.

“Este es el gobierno de la mentira. Y para ello tiene con Vicepresidente y Ministro de

Defensa al diario El Tiempo de los Santos en el bolsillo, Policías acribillados por unidades

del ejército en Jamundí Campesinos asesinados por el ejército presentados ante los medios

como “guerrilleros muertos en combate” Carro bomba activado a nombre de las FARC por

agentes del B-2 del ejército contra un transporte militar en Bogotá Comerciantes asesinados

por el Gaula ejército en Barranquilla, presentados como guerrilleros. E n el mundo moral,

como en el físico, no hay nada más que una ley que proteja la existencia de los seres, y es

aquella que los hace propender a mejorar de suerte cuan-do se hallan en una situación

violenta o mala. Esto nos enseña Bolívar recalcando un juicio que se ha ido constituyendo

en legítima conducta de manera universal, para aquellos pueblos que padecen “penosa

existencia”.
472

“El libertador considera el planteamiento como una de las leyes primitivas de la

naturaleza que “ninguna institución humana tiene derecho a contradecir”, y apunta que “el

hombre social puede conspirar contra toda ley positiva que tenga encorvada su cervíz”, y da

“el nombre de insurrección a toda conjuración que tenga por objeto mejorar el hombre, la

patria y el universo”. Estas reflexiones las hace el Padre de América en un preclaro

documento publicado en el Correo del Orinoco No. 92, de enero 20 de 1821 y el No. 93 del

27 del mismo mes y año, al que tituló Dogma Filosófico de la Insurrección.

“De manera brillante, luego de definir el concepto de insurrección y otorgárselo al

levantamiento americano para significar Cuando el poder es opresor la virtud tiene derecho

para anonadarlo la justeza y legitimidad del mismo, Bolívar establece la diferencia con los

“golpes violentos dados a las leyes de un país por los facciosos”. En palabras que no dan

lugar a equívocos expresa que existe una delimitación entre la resistencia contra la

autoridad soberana legítimamente establecida y la resistencia contra los crímenes del trono

y de la inquisición. No se puede confundir “a los hombres generosos que se han creado una

patria con los facciosos que pretenden darle muerte”, dice textualmente Bolívar, y para

diferenciar a unos de otros, explica que “una barrera eterna separa la insurrección generosa

del crimen de la rebeldía”.

“En nuestros días las acepciones de cada palabra se asemejan y el concepto de rebeldía

no entraña la acción del faccioso, entendido como el individuo que se rebela para imponer

el despotismo de sus pasiones. De ahí que el rebelde sea asumido con la misma dimensión

altruista que el insurrecto, y que en el lenguaje de los revolucionarios insurrección y

rebelión se enmarquen en el sentido general de la resistencia a las injusticias del régimen.

Indica el Libertador que “en el delirio del despotismo, en el exceso de la opresión, en


473

ausencia o durante el sueño de las leyes…, el hombre virtuoso se levanta contra la

autoridad opresora e inaguantable para sustituirle… por otra respetada y amable”. Este

pensamiento que tiene plena vigencia en el mundo y la Colombia de hoy, debería llamar la

atención de aquellos que desatendiendo las enseñanzas que dejan los pueblos en su devenir

histórico, enarbolando “doctrinas” necias que engavetan en el mismo oscuro cajón del

terrorismo, aquellas acciones que bien Bolívar clasificaría entre las que se desenvuelven

“con el espíritu de paz”.

“Los legisladores y gobernantes, el Estado en nombre de las clases poderosas, se han

empeñado en eliminar la rebelión como delito político, han acabado con la categoría misma

de delito político asemejando todo alzamiento, protesta o desacuerdo con el Estado, a

terrorismo, desestimando que – como explica el autor de El Dogma Filosófico de la

Insurrección-, “además de la palanca del poder había otra para mover al mundo social, es

decir la de la razón”. Así, los déspotas del régimen fascista en nuestra patria, para evitar

que los hombres animosos, indignados por las cadenas, se sigan tomando la libertad de

oponerse en resistencia, levantándose en armas contra los juguetes estúpidos o sanguinarios

de su imaginación, hacen intervenir ya no al cielo, sino el omnímodo sujeto militarista

yanqui, declarando que su gesta que evoca a Dios no tiene otro propósito que el de “la

defensa de la democracia”.

“El Estado colombiano encierra “un poder esencialmente perverso” que ha declarado

la guerra al pueblo no dejando otra opción que la resistencia y la insurrección, así nos

consideren terroristas; pues está claro que tal estigma aplicado a la insurgencia no es sino

otro artificio de los tiranos que buscan sostener códigos y poderes "que no soportan la

mirada de la razón e insultan la naturaleza humana”. Frente al poder tiránico que nos
474

condena a la miseria, al deshonor y a la muerte “es pues, la insurrección por su naturaleza

un acto legitimo”, porque“cuando el poder es opresor, la virtud tiene derecho para

anonadarlo”. La insurrección es un derecho, la insurrección es un deber, es un digno y

legítimo comportamiento que engrandece al hombre” (op. cit).

La situación en vísperas de la promulgación de la Ley 975 de 2005, la relatan así Perez

Salazar (2007):

“En julio de 2004 se instaló la zona de ubicación en Santa fé de Ralito, donde se

concentraron los diez comandantes integrantes del llamado “estado mayor negociador”, en

representación de 35 jefes paramilitares de todo el país. La seguridad directa de los

concentrados quedó bajo la responsabilidad de aproximadamente 400 hombres de las filas

paramilitares. El inicio de las negociaciones se vio entorpecido por los violentos choques

entre el Bloque Centauros de Arroyabe y las ACC de Martin Llanos y la zozobra entre la

población afectada en la zona de guerra, no solo por los desplazamientos forzados que esta

situación generó, sino también por los intensos reclutamientos de jóvenes y extorsiones que

tuvieron lugar colateralmente.

“Finalmente, luego de un ultimatun del gobierno para la desmovilización inmediata de

las ACC y el Bloque Centauros, en agosto cesaron las hostilidades entre estos grupos. En

ese momento se habló de la posibilidad de crear zonas provisionales de ubicación para la

concentración de las ACC, el Bloque Centauros y el Bloque Vencedores de Arauca, idea

que no fructificó.

“Mientras tanto, en Santafé de Ralito los negociadores de las AUC urgían avanzar en la

definición de un marco de alternatividad penal para regular jurídicamente su


475

desmovilización. En estas circunstancias, en septiembre de 2004, ocurrió el triple asesinato

de los dirigentes políticos del Meta, Euser Rondón, Carlos Savogal y Nubia Sanchez. Las

investigaciones iniciales le atribuyeron el asesinato a grupos liderados por Miguel

Arroyabe, quien una semana después también fue asesinado en el Meta.(……)

“A principios de 2005, se desmovilizó una facción del Bloque Centauros integrada por

1135 efectivos al mando de Vicente Castaño, en la finca Corinto en el municipio de

Telodirán, a media hora de Yopal, capital del departamento de Casanare. En su

intervención durante la ceremonia formal de entrega de armas, Castaño Gil invitó a las

demás facciones del Bloque Centauros al mando de “Jorge Pirata” (denominada Heroes del

Llano) y Didier o Cuchillo ( al mando dela facción denominada Héroes del Guaviare) al

igual que las ACC al mando de Martín Llanos, a unirse al proceso de negociación y

desmovilización que adelantaban las AUC con el gobierno.(….)

“Pero lo que habría resultado ser una negociación satisfactoria para las unidades

paramilitares que se desarmaron en la costa caribe, Antioquia y el Magdalena Medio, así

como para aquellas ubicadas en el suroccidente del país, aparentemetne no lo fue para las

que permanecen armadas y activas en Cundinamarca, Meta, Vichada,Guavaire y sectores

de Casanare. El espacio cedido por los 147 hombres desmovilizados con El Aguila, en el

noroccidente de Cundinamarca en 2004, fue copado casi de inmediato por cerca de 300

combatientes que permanecen activos bajo el mando de Carlos Hernan Hernandez, alias “El

Pájaro”.(op. cit. pag.70 y ss).

La decisión judicial se produjo con el fin de facilitar la llegada al Capitolio Nacional de

los voceros de las autodefensas campesinas, a propósito de las negociaciones de paz que
476

adelantan con el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez, gesto político que les

otorgaba “legitimación”.

En 1990, en Yarumal, se fundó un grupo armado paramilitar, organizado, financiado y

dirigido por Santiago Uribe Velez, hermano de Alvaro Uribe Velez, el cual fue bautizado

por la prensa como “El Clan de los doce apóstoles”, porque era integrado, entre otros, por

el sacerdote católico Gonzalo Javier Palacio Palacio, sacerdote católico, quien desde el

púlpito de su iglesia de la Basílica de Nuestra Señora de las Mercedes predicaba a sus

feligreses sobre el asesinato de liberales, sindicalistas y socialistas.

El grupo paramilitar Los Doce Apóstoles, funcionaba confeccionando listados de

personas señaladas por cualquiera de ser auxiliadores o miembros de la guerrilla; había un

frente urbano y otro rural, encargados de ejecutar los asesinatos generalmente en la misma

hacienda La Carolina de propiedad de Santiago Uribe Vélez o en el mismo pueblo o en

alguna vereda vecina, el grupo era financiado por los ganaderos y comerciantes de Yarumal

que aportaban sumas mensuales de dinero que entregaban al comandante de la policía con

el pretexto de colaborar con los gastos de papelería, gasolina, aseo, etc. el grupo contaba

con el conocimiento y complicidad total tanto de la policía como del ejercito de Yarumal y

su región circunvecina, autoridades que eran avisadas por el grupo de que iban a cometer

alguna ejecución y su misión era sencillamente no actuar, no hacer presencia en el lugar del

asesinato para garantizar la realización del crimen y la fuga de los sicarios y aparecer

momentos después, cuando ya no había nada que hacer, prevenir ni menos detener a nadie.

Se realizaban operativos conjuntos entre el ejército, la policía y el grupo paramilitar para

cometer asesinatos selectivos e incluso masacres como las de Campamento y El Aro en que

se masacro a docenas de personas civiles con complacencia de policía y ejército con pleno
477

conocimiento de la gobernación de Antioquia en cabeza del gobernador de ese entonces,

Álvaro Uribe Vélez.

Del sacerdote Gonzalo Palacio, miembro activo y agitador del grupo paramilitar Los

Doce Apóstoles, señala Olga Behar en su libro (pag.129): “La libertad de la que goza el

cura Palacio le permite continuar con sus actividades eclesiásticas en la parroquia de San

Joaquín , al occidente de Medellín. A sus setenta y siete años, tiene una vida tranquila,

aunque siempre lo perseguirá la sombra de los doce apóstoles”.

Los sucesos ocurridos entre 1992 y 1997 en el norte de Antioquia fueron

denunciados por Juan Carlos Meneses, teniente de la policía nacional, comandante de la

policía de Yarumal, en 1992, quien en su condición de comandante de policía del lugar

participo activamente en los múltiples crímenes que cometió este grupo armado organizado

al margen de la ley, entre ellos, por vía de ejemplo, el asesinato de los hermanos Quintero

Olarte, supuestos extorsionistas del pueblo.

Según la organización no gubernamental Proyecto Colombia Nuca Mas Crímenes de

Lesa Humanidad, citada por Olga Behar en su libro (pag.29,30):

“Se trataba de las Autodefensas del Norte Lechero, conformadas en marzo de 1993

como un organismo local de la fuerza pública llamado Sección de Orden Ciudadano, SOC,

y que fuera creado para llevar a cabo labores de la mal llamada limpieza social. El grupo

paramilitar, que contó con el auspicio de la Asociación de comerciantes de Yarumal,

ASOCOYA, así como con el respaldo del cura párroco de la localidad, sacerdote Gonzalo

Palacio, fue integrado y promovido por miembros del Ejército y la Policía adscritos al
478

Batallón Pedro Nel Ospina, a la Base Militar Marconi , a la estación de policía y la sub sijin

del distrito de policía N° 7 de la misma población.”

En La Carolina fue asesinado Vicente Varela, señalado de ser extorsionista

suministrándose la versión de que murió en un enfrentamiento con la guerrilla que había

atacado la hacienda, crimen así relatado por Behar (2012):

“el coronel Benavides, desde La Carolina, amarró el cuerpo del muchacho Varela al

bumper de un carro que era de la SIJIN y le puse un letrero, “Muerto por extorsionista”. Se

lo llevó en la defensa de ese vehículo y lo paseo por todo Yarumal, todos los habitantes del

pueblo lo vieron. Al coronel Benavides le adelantaron una investigación pero a lo último lo

exoneraron”

“El 18 de abril de 1990 se cometió una masacre en Puerto Valdivia, un pueblo ubicado

al norte de Yarumal. Hasta la finca La Esperanza llegó una patrulla del Batallón de

Infantería N° 10, de la IV Brigada del Ejército. De allí sacaron a cinco campesinos que

fueron detenidos bajo la acusación de ser auxiliadores de la guerrilla. Pero no los

entregaron a ninguna autoridad de justicia. Luego de sufrir torturas, fueron asesinados a

sangre fría y enterrados en una fosa común. El hecho se presentó como un “positivo”

contra las Farc” (op. cit. pag.49-50)

El 5 de junio de 1990, un grupo integrado por uniformados del Ejército y la Policía y

algunos otros de civil, llegó hasta la casa campesina de Marta María López y su esposo

Francisco y allí los asesino junto con otras cuatro personas, entre ellas dos niños.

El 6 de noviembre de 1994, asesinaron al teniente de la policía, Víctor Hugo Méndez,

sub comandante de la SIJIN en Antioquia.


479

El capitán de la policía Pedro Manuel Benavides Rivera llego a Yarumal en 1993 y

desde entonces colaboro con el grupo paramilitar los doce apóstoles.

Algunos miembros del grupo Los Doce Apóstoles, responsables de cientos de

asesinatos fueron:

Santiago Uribe Vélez, jefe del grupo

Leónidas Pemberthy

Henry de Jesús Muñera, el enano o pitufo

José Paul Martínez Sánchez

Alexander Amaya, agente de policía

El cabo Rodríguez de la policía

Álvaro Vásquez Arroyabe, era el financista

Gonzalo Javier Palacio Palacio, sacerdote católico.

Oscar de Jesús Arango Palacio.

La red urbana estaba al mando de alias Rodrigo y la rural de alias Pelo de chonta.

Hernán Darío Zapata, alias Pelo de chonta, jefe de la red rural.

Estos sujetos participaron en la famosa Masacre de Segovia el 11 de noviembre de

1988, cuando asesinos motorizados masacraron a cuarenta y tres habitantes de Segovia y

dejaron otros tantos heridos ante la presencia e indiferencia de las autoridades del lugar…

Señala el relato de Juan Carlos Meneses a Olga Behar (pag. 158):

“La realidad de Colombia en esa época era que el Ejército, cuando tenía enfrentamientos

con la guerrilla, era porque la guerrilla los hostigaba. No más. La guerrilla operaba en todo
480

el país, atacaba y el ejército contra atacaba. Los Paras tenían algo y es que ellos si actuaban;

claro, vilmente. Y sabían quién era quién. Cuando ellos llegaban a un pueblo, tenían la

información de quién era guerrillero y prumm, le echaban mano, lo apretaban, lo torturaban

y así lograban sacarle información. Si les decía: “los guerrilleros son tales, o están en tal

parte y usted se puede meter por aquí, que no lo detectan”, entraban, los asesinaban y detrás

llegaba el ejército. Los que debilitaron aquí a las Farc fueron los paramilitares y ellos sí

tuvieron la libertad de hacerlo (……) usted debe tener algo bien claro, a la guerrilla aquí en

Colombia no la desplazó el Ejército ni la Policía; a la guerrilla la menguaron fueron los

paras, eso es bien claro, no nos digamos mentiras. Ya incluso en 2001, 2002, el Ejército no

me acompañaba cuando había una toma guerrillera, el Ejército siempre iba detrás, a recoger

los muertos (pag.175)”

Sobre la masacre de El Aro, señala la citada obra (pag. 194 y ss):

“Pero tal vez, la más despiadada de sus acciones fue la participación en la masacre de

El Aro, localidad del municipio de Ituango, Antioquia. Según el blog creado por

sobrevivientes y ciudadanos de Ituango, para conservar la memoria histórica sobre lo

sucedido el 25 de octubre de 1997, unos doscientos hombres enviados por Mancuso y

Castaño llegaron al corregimiento y, con apoyo del Ejército de Colombia, asesinaron y

torturaron a quince personas, violaron a las mujeres, se robaron el ganado y forzaron el

desplazamiento de todo un pueblo, más de novecientas personas.

“Según los aterradores testimonios de los sobrevivientes, a uno de los campesinos

asesinados lo mataron a golpes y luego le extrajeron el corazón. Para que el pueblo viera y

escarmentara, para que no siguieran colaborándole a la guerrilla. Por eso no les importó que
481

el 26, al día siguiente de su llegada, fuera día de elecciones. Los paras obligaron a los

pobladores- que estaban escondidos y aterrorizados en sus casas- a salir para ver los

muertos tirados en el parque del pueblo. No sólo los asesinaron a sangre fría, además,

amenazaron a los familiares: prohibido llorar, no podían llorar a sus muertos. Lo que vino

a saberse con el tiempo es que contaron con la colaboración de varios miembros del

Ejército. Algunos de ellos, incluso arrearon grupos de las ochocientas reses que fueron

robadas. Después de seis días de desmanes, los asesinos incendiaron lo que quedaba del

corregimiento y se fueron. (……) miembros del Ejército habían ayudado a cometer la

masacre.

En dicho libro se denuncia (pag. 196) que Marco Aurelio Areiza Osorio, de sesenta y

cuatro años de edad, lo amarraron a un árbol y sin matarlo previamente, le sacaron vivo el

corazón, los ojos y los testículos. También se alude al asesinato de Jesús María Valle,

defensor de derechos humanos, cometido el 27 de febrero de 1998 en su propia oficina del

Edificio Colón de Medellín.

En la página 198 del citado libro se lee:

“Más de una década después de las masacres, las confesiones le dieron la razón a Jesús

María Valle y al paramilitar Francisco Villalta. En sus confesiones, Salvatore Mancuso

reconoció que él y Carlos Castaño, con apoyo del entonces comandante de la IV Brigada

del Ejército, general Alfonso Manosalva, quien entregó información y mapas, ordenaron la

masacre de El Aro. Se trataba, explicó, de arrancar de raíz el mal de la subversión, pues los

integrantes de la lista que resultaron muertos eran guerrilleros disfrazados de campesinos

(….) Relató además algo que se confirmaría más tarde: que un helicóptero de la
482

Gobernación sobrevoló El Aro, mientras la masacre se escenificaba. Y para rematar sus

revelaciones, aseguró que la vinculación de Santiago Uribe con todos estos sucesos se

debía a que el hermano del gobernador era el “dueño” de un grupo paramilitar llamado Los

Doce Apóstoles” (pag.199).

Sobre la financiación del grupo señala el citado libro (pag. 246):

“Además, y por primera vez, Juan Carlos Meneses reconoció públicamente que el grupo

de Los Doce Apóstoles le dio dinero para garantizar su participación en toda esta estrategia

criminal: “Santiago, en esa época, mensualmente me daba una bonificación. Yo tenía que ir

a La Carolina, él me desembolsaba una cantidad de dinero, en esa época muy buena, para

que su grupo y su gente pudieran actuar sin el problema de que de pronto tuvieran el

tropiezo que ya hemos hablado (….) El jefe real de Los Doce Apóstoles es el hermano de

Álvaro Uribe, es Santiago (pag.258).

Con el tiempo y con el propósito de silenciar para siempre la verdad, todos los

miembros o relacionados con el grupo paramilitar de Los Doce Apóstoles, terminaron

asesinados por órdenes del mismo jefe Santiago Uribe: Alexander Amaya Vargas; Hernán

Darío Zapata, alias Pelo de chonta; el agente de policía, Norbey de Jesús Arroyabe Arias,

alias El Ruso; el cabo segundo de la policía, Jairo Rodríguez Vanegas; el teniente Téllez

Arévalo; el capitán del ejército, Rafael Henry González Pérez. Al parecer el coronel

retirado Pedro Manuel Benavides continua impune en plena libertad.

Haciendo otro paréntesis en la narración cronológica, Vale la pena aquí recordar – para

no olvidar- sólo dieciocho (18) de las miles y miles de masacres cometidas por el

Moderno Paramilitarismo en Colombia trascritas de las mismas Sentencias judiciales


483

proferidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos y por la misma Corte

Suprema de Justicia aquí en Colombia, sentencias de las que extracto solo el acápite

correspondiente a los Hechos y que corresponden no solo a los paramilitares de las AUC

sino también a los realizados por miembros de las Fuerzas Armadas del Estado en lo que se

ha llamado “Falsos Positivos”.

Es importante el conocimiento de estos crímenes, porque se trata de hechos Reales, que

sucedieron verdaderamente, investigados, juzgados y condenados por la justicia y

sobretodo: que no deben olvidarse nunca……………..

UNO. Los hechos suceden bajo el gobierno de Virgilio Barco Vargas.

Corte Interamericana de Derechos Humanos

Caso de los 19 Comerciantes Vs. Colombia. Sentencia de 12 de junio de 2002.

El presente caso fue sometido a la Corte por la Comisión Interamericana de Derechos

Humanos (en adelante “la Comisión” o “la Comisión Interamericana”) el 24 de enero de

2001. La demanda de la Comisión tiene su origen en la denuncia No. 11.603, recibida en

su Secretaría el 6 de marzo de 1996.

Hechos Expuestos en la Demanda

La Comisión Interamericana expuso en su demanda que alrededor de las once horas del

6 de octubre de 1987 los comerciantes Alvaro Lobo Pacheco, Gerson Rodríguez, Israel

Pundor, Angel Barrera, Antonio Flores Ochoa, Carlos Arturo Riatiga, Victor Ayala, Alirio

Chaparro, Huber Pérez, Alvaro Camargo, Rubén Pineda, Gilberto Ortiz, Reinaldo Corso

Vargas, Hernán Jáuregui, Juan Bautista, Alberto Gómez y Luis Sauza fueron requisados

por el Ejército cuando pasaron por el caserío de Puerto Araujo. Esta requisa constituye la
484

última indicación oficial sobre su paradero, antes de que ingresaran al Municipio de Boyacá

(sic) y a la finca El Diamante, zona que supuestamente se encontraba en ese momento bajo

el control total de un grupo paramilitar. Hacia el anochecer de ese mismo día los

comerciantes fueron retenidos por un grupo paramilitar que operaba en el Municipio de

Boyacá (sic), y fueron ejecutados esa misma noche o al día siguiente. La detención,

desaparición y posterior ejecución de los comerciantes fue planeada conjuntamente por el

grupo paramilitar que operaba en la zona y miembros de la V Brigada del Ejército.

Posteriormente, el 18 de octubre de 1987 Juan Montero y Ferney Fernández, quienes se

encontraban recorriendo la zona en busca de los 17 comerciantes desaparecidos, fueron

detenidos y asesinados por el grupo paramilitar que operaba en la zona. Con posterioridad

a la ejecución de las presuntas víctimas, sus cuerpos fueron destruidos de manera brutal con

el objeto de impedir su identificación.

Asimismo, la Comisión señaló que “la actividad judicial emprendida por los órganos

del Estado, concretamente las jurisdicciones ordinaria y militar, durante más de una

década[,] no satisface los estándares establecidos en la Convención Americana en materia

de protección judicial”. A la luz de lo anterior, la Comisión hizo notar que “[e]l

juzgamiento de los oficiales del Ejército, presuntos autores intelectuales de la masacre, ante

la justicia militar […] culminó con la cesación de procedimiento”, y que “el juzgamiento de

los civiles responsables por la autoría material de los hechos aun se encuentra pendiente”.

A raíz de lo anterior, la Comisión presentó este caso con el objeto de que la Corte

decida si el Estado violó los artículos 4 (Derecho a la Vida) y 7 (Derecho a la Libertad

Personal) de la Convención Americana por la detención, desaparición y ejecución de los

comerciantes Alvaro Lobo Pacheco, Gerson Rodríguez, Israel Pundor, Angel Barrera,

Antonio Flores Ochoa, Carlos Arturo Riatiga, Victor Ayala, Alirio Chaparro, Huber Pérez,
485

Alvaro Camargo, Rubén Pineda, Gilberto Ortiz, Reinaldo Corso Vargas, Hernán Jáuregui,

Juan Bautista, Alberto Gómez y Luis Sauza, el 6 de octubre de 1987, y de Juan Montero y

Ferney Fernández, el 18 de octubre de 1987, en el municipio de Puerto Boyacá,

departamento de Boyacá, región del Magdalena Medio (sic). Asimismo, la Comisión

solicitó al Tribunal que decida si el Estado es responsable por la violación de los artículos 5

(Derecho a la Integridad Personal), 8.1 (Garantías Judiciales) y 25 (Protección Judicial) de

la Convención Americana, en perjuicio de las mencionadas presuntas víctimas y sus

familiares; así como por el incumplimiento de las disposiciones del artículo 1.1 (Obligación

de Respetar los Derechos) de dicho tratado.

a) Testimonio de la señora Carmen Rosa Barrera Sánchez, hermana de la presunta víctima

Angel María Barrera Sánchez:

La testigo tenía 25 años al momento de la desaparición de su hermano Angel María.

Vivía en Ocaña con sus padres, Delfina Sánchez y Ramón Barrera, con sus dos hermanos,

Jesús Barrera y Angel María Barrera Sánchez y con su primo, José Erasmo Barrera.

Angel María Barrera Sánchez tenía 26 años al momento de su desaparición y trabajaba

como comerciante. Era propietario de un camión conjuntamente con el señor Alvaro Lobo

Pacheco, transportaba electrodomésticos a Medellín y los comercializaba. Era una persona

generosa, muy trabajadora y con aspiraciones. Desde sus 17 años se hizo cargo de la

familia, ya que su padre padecía de cáncer en los huesos, lo que le imposibilitaba trabajar.

La presunta víctima se encargaba del sustento de la casa, la ropa, los alimentos, los gastos

diarios, los estudios de su hermano y las medicinas de sus padres. Consecuentemente, la

testigo supone que él ganaba alrededor de “un millón de pesos mensuales” al tipo de

cambio actual, porque mantenía la casa con abundancia.


486

Alrededor de doce días después de desaparecido Angel María, su primo José Erasmo

fue con familiares de las otras presuntas víctimas a buscarlas, pero no les fue proporcionada

ninguna información al respecto. No reanudaron la búsqueda porque les dijeron que era

muy peligroso, además de que no tenían dinero para pagar por los gastos de esa búsqueda.

Fue por ello que solicitaron ayuda a la Asociación de Familiares de Detenidos

Desaparecidos (en adelante “ASFADDES”).

La desaparición de Angel María afectó profundamente a toda la familia en todos los

aspectos de sus vidas. Desde dicho momento, se vieron sometidos a restricciones muy

grandes.

Desde la desaparición de Angel María, su padre comenzó a fumar mucho más que

antes. Todas las noches salía a esperarlo, lo cual duró mucho tiempo, prácticamente hasta

que debido al cáncer que padecía ya no pudo hacerlo. Su familia no pudo pagar sus

consultas médicas, lo que lo obligó a tomar “remedios naturales”, los cuales la testigo cree

que llevaron a que se deteriorara rápidamente su salud. El señor Ramón Barrera falleció el

5 de julio de 1995.

Su madre tuvo “ataques”, desmayos repentinos, se volvió distraída, a veces hablaba

incoherencias, lloraba todas las tardes, perdió el apetito y tuvo una cirrosis hepática

producida por desnutrición; incluso tuvo que acudir a un psicólogo. Esas crisis duraron

entre tres y cuatro años. Su familia tampoco pudo pagar sus consultas médicas, por lo que

la señora Sánchez también debió tomar “remedios naturales”. La señora Delfina Sánchez

falleció el 29 de junio de 1998.

Su hermano Jesús se desmotivó completamente, decía que no valía la pena vivir y tuvo

que suspender los estudios por dos años, ya que debió trabajar para asumir la

responsabilidad que antes tenía Ángel María. Jesús estuvo deprimido mucho tiempo, ya
487

que era el más cercano a Angel María.

La testigo pasó por momentos muy difíciles porque dependía totalmente de su hermano,

quien era para ella y su familia “como el papá”, un referente de respeto y autoridad. Para

ella y sus familiares fue muy difícil asumir la “desaparición” de su hermano. Aún no la han

aceptado. La circunstancia de que los hechos no se hayan esclarecido y que los

responsables no hayan sido juzgados y sancionados produce a la testigo y a su familia

indignación e impotencia.

Su primo José Erasmo, que siempre fue como su hermano, también se vio muy

afectado por los hechos, ya que Ángel María le ayudaba económicamente, e incluso tuvo

que suspender un “curso de conducción” que él le pagaba.

Lo que la testigo y su familia piden a la Corte para tener un poco de tranquilidad es que

se castigue a los responsables del hecho, ya que “la impunidad lo[s] mantiene […] con un

dolor y una impotencia que no le[s] permite superar la pena”; que se les diga dónde están

los restos de las presuntas víctimas para hacerles un “mural, cruces” o alguna identificación

en el lugar en que se encuentren los cuerpos, o bien que les entreguen sus restos para darles

cristiana sepultura.

La testigo tuvo miedo de declarar por temor de que surjan represalias contra ella o

contra su familia.

b)Testimonio de la señora Lina Noralba Navarro Flórez, sobrina de la presunta víctima

Antonio Flórez Contreras

La testigo tenía 13 años al momento de la desaparición de su tío Antonio. Vivía en

Ocaña con su madre, Margoth del Carmen Contreras, con su abuela, Librada Contreras y
488

con su tía, Torcoroma Flórez Contreras.

Antonio Flórez Contreras, su tío, quedó al frente de la casa después que murió su

abuelo. Antonio era muy trabajador y ayudaba con los gastos y necesidades de la casa.

Aunque la presunta víctima vivía con su compañera e hijos, siempre estuvo pendiente de su

familia. Antonio era muy cariñoso. Era como un padre para la testigo y también lo fue para

su madre.

Alrededor de diez días después de “desaparecido” Antonio, los tíos de la testigo,

Salomón y Jorge Flórez Contreras, fueron a buscarlo y una señora les dijo que “los había

visto pasar”; también les dijeron que tenían “dos horas para devolverse” o que de lo

contrario “no quedaban rastros de [ellos] por [ahí]”. Ellos se devolvieron y el caso se

reactivó nuevamente por medio de ASFADDES.

Desde la “desaparición” de su tío todo cambió, la familia ya no tuvo apoyo afectivo y

económico. Pasaron muchas necesidades. La madre de la testigo tuvo que trabajar para

pagar los estudios de ésta y las necesidades de su abuela, Librada Contreras. Margoth del

Carmen, madre de la testigo, se volvió seria, ya que vivía con dolor, tristeza y

resentimiento, lo que contribuyó a su muerte a una edad tan temprana; ella tenía una muy

buena relación con Antonio. La señora Margoth del Carmen Contreras murió el 17 de

agosto de 1995 a los 39 años de edad.

La abuela de la testigo espera a Antonio todo el tiempo en la puerta. Dejó de salir de su

casa y mantiene un estado de zozobra y ansiedad, ya que no tiene noticias de su hijo.

Pregunta a las personas si tienen noticias de él y cuando le dicen que acepte que está

muerto, ella pregunta que dónde están sus restos. Habla cosas incoherentes, se desvela con
489

frecuencia y perdió el apetito.

Su tía, Torcoroma Flórez, se vio muy afectada por los hechos porque era la persona

que atendía a la presunta víctima y dependía de él económica y afectivamente. Ella se

sentía muy respaldada por él en el plano económico. Como no ha podido superar la

desprotección causada por la “desaparición” de su hermano, siente que cada día “se

consume más”.

La testigo piensa que si su tío no hubiera sido “desaparecido”, ella habría podido

estudiar una carrera universitaria, ya que él la apoyaba en sus estudios. La aspiración de la

presunta víctima era que sus hijos estudiaran, así como dejarles “una casa bien arreglada”.

La testigo pide a la Corte que se haga justicia, que se esclarezcan los hechos, que los

mismos no queden impunes y que se devuelvan los restos de la presunta víctima para darle

sepultura. La testigo cree que eso le daría tranquilidad a toda la familia.

La testigo tuvo miedo de declarar por temor de que surjan represalias contra ella o su

familia.

c) Testimonio de la señora Luz Marina Pérez Quintero, compañera permanente de la

presunta víctima Antonio Flórez Contreras

La testigo vivió con el señor Antonio Flórez Contreras desde 1980 hasta su

“desaparición”. Tuvieron cuatro hijos: Alejandro, Angélica Librada, Nixon Andrés y

Magreth Karina. Además, al momento de comenzar su convivencia con el señor Antonio

Flórez Contreras la testigo tenía un hijo, Luis Antonio Villamizar Pérez, a quien la presunta

víctima “adoptó como su propio hijo”. Al momento de la desaparición del señor Flórez
490

Contreras, la testigo tenía ocho meses de embarazo.

Antonio Flórez Contreras tenía 35 años al momento de los hechos. Era conductor de

una camioneta azul, la cual tenía en sociedad con Álvaro Lobo Pacheco. Transportaban

mercancías que compraban en Venezuela para vender en Medellín. Antonio era una

persona responsable, cariñosa, dedicada al hogar y tenía una relación muy buena con la

testigo. Todo lo que ganaba, que para entonces eran aproximadamente cuarenta mil pesos

mensuales, eran destinados al mantenimiento y gastos de la casa y a los estudios de sus

hijos. Antes de iniciar su último viaje, Antonio manifestó a la testigo que llevaba

mercancías por la cantidad de setenta y dos millones de pesos. Asimismo, señaló a la

testigo que ese sería el último viaje que haría porque en el viaje anterior había tenido

inconvenientes con los carros, además de que una persona le había dicho que ese trayecto

era muy peligroso debido a la presencia de “actores armados”. Antonio le explicó a la

testigo que ese era un territorio controlado, por un lado, por las “autodefensas” o

“paramilitares” en unión con la Policía y el Ejército y, por otro lado, por la guerrilla.

Antes de la “desaparición” de la presunta víctima, la testigo trabajaba como profesora,

pero destinaba sus ingresos a hacerse cargo de las necesidades de sus padres y de tres

hermanas que eran epilépticas.

Cuando Antonio “desapareció” la testigo realizó varios viajes a Bogotá con el propósito

de averiguar en la Fiscalía sobre su paradero, en donde le dijeron que “estaban vivos”.

Después de la “desaparición” de Antonio, la testigo habló con el Juez 16 de Instrucción

Criminal de San Gil y él le mostró un documento emitido por la Policía de Puerto Araujo

que decía “Yo Antonio Flórez Contreras fui detenido en el puesto de policía manifiesto que

recibí buen trato”. Sin embargo, la testigo alegó que la firma que contenía el escrito no era
491

la de su esposo, sino que “estaba firmada por el Comandante del puesto de policía de

Puerto Araujo”. Anteriormente la presunta víctima le había contado que esa persona

siempre les “ponía problema”.

La testigo mantuvo contacto con el Juez de San Gil, quien le dijo que la investigación

iba por buen camino, que ya tenían indicios de los responsables y que “estaban

involucrados miembros de la Policía y el ejército de Puerto Boyacá o Puerto Araujo”. El

Juez advirtió a la testigo que “no le contara a nadie porque corría peligro la vida de

[ambos]”.

La repentina “desaparición” de la presunta víctima acabó con la armonía del hogar. Su

nivel de vida bajó totalmente. Comenzaron a faltar alimentos, la testigo debió empeñar sus

cosas y vender la casa para pagar deudas y los estudios de sus hijos. Mientras trabajaba

como maestra, la testigo tuvo que dejar a sus hijos más pequeños en guarderías, en las

cuales recibieron malos tratos.

En 1989 aceptó convivir con una persona mucho mayor que ella, Cristóbal Navarro, por

necesidad, a cambio de un respaldo económico, mas no afectivo. En 1994 el señor Navarro

sufrió un atentado y quedó parapléjico de por vida, lo cual profundizó la crisis emocional y

económica que vivían.

A raíz de la “desaparición” de Antonio, la testigo comenzó a trabajar en 1989 en

ASFADDES. Desde entonces comenzó a sufrir amenazas por parte de un grupo llamado

“Mano Negra”. Además, entró a trabajar en el equipo coordinador para la defensa y

promoción de los derechos humanos MINGA y en 1990 sufrieron un atentado “en la

residencia”. Supo luego que la persona que había ejecutado el atentado formaba parte de las
492

“autodefensas”, quienes “mantenían estrecha relación con la Policía”. A raíz de las

amenazas recibidas por parte de este grupo, la testigo debió desplazarse a la ciudad de

Cúcuta y luego a la ciudad de Bogotá.

Las consecuencias personales para la testigo son un cambio profundo e irreversible en

su personalidad y sus esperanzas. Siente una gran amargura, impotencia y tristeza. Ni sus

hijos ni ella pudieron reponerse nunca de lo sucedido. Sus hijos sufrieron mucho por lo

ocurrido a su padre. Lloraban, lo llamaban, lo esperaban, luego se volvieron rebeldes, se

fueron convirtiendo en personas tristes, amargadas y tuvieron que madurar

prematuramente.

La testigo espera que se haga justicia, que se dé con los responsables de los hechos

ocurridos en este caso, que les entreguen los restos de la presunta víctima para sepultarlo y

que se limpie su nombre, ya que han intentado ligarlo con la guerrilla.

f)Testimonio de la señora Suney Dinora Jauregui Jaimes, hermana de la presunta

víctima Luis Hernando Jauregui Jaimes

La testigo tenía 13 años al momento de la “desaparición” de su hermano Luis

Hernando. Vivía en Pamplona en casa de sus padres, Luis María Jauregui Jauregui y

Teresa de Jesús Jaimes Cruz, junto con sus hermanos, Juan Antonio, Carlos Alberto, Edith

Stella, Nubia Esperanza, José Francisco, Lorena del Pilar y Marcela Elizabeth.

Luis Hernando Jáuregui Jaimes tenía alrededor de 32 años al momento de su

desaparición y vivía solo en Cúcuta desde hacía alrededor de un año, cuando se separó de

su esposa, Marleny Angarita. Luis Hernando viajaba constantemente a Pamplona a la casa

de sus padres. Trabajaba “en lo que le saliera”, un tiempo en la venta de pollos, después en
493

la venta de cerdos y posteriormente en la comercialización de electrodomésticos que traía

de San Antonio para su posterior venta en Medellín. Luis Hernando era “el pilar de la

casa”, un ejemplo a seguir, una persona trabajadora, alegre y sin vicios. Siempre estaba

pendiente de la familia, ayudaba económicamente a pagar los gastos de la casa, los estudios

de sus hermanos y los gastos médicos de sus padres.

Después de la “desaparición” de Luis Hernando su padre comenzó a beber todos los

días, peleaba con su esposa, se volvió irascible, abandonó el hogar alrededor de un año

después de la referida “desaparición” y se desentendió de su familia. Luis Hernando y su

padre eran muy amigos. El señor Luis María Jauregui Jauregui falleció en 1996.

La madre de Luis Hernando, al tomar conocimiento de los hechos, lloraba, gritaba, le

subió mucho el nivel de azúcar y consecuentemente tuvo complicaciones y enfermedades.

Luego de los hechos se enfermó del corazón, entró en una depresión y debió ser

hospitalizada, ya que sufrió un preinfarto. Al ser abandonada por su marido debió enfrentar

la situación solo con el apoyo de su hijo Juan Antonio, ya que su marido se desentendió de

la familia. La señora Teresa de Jesús Jaimes Cruz falleció el 13 de febrero de 2002.

La testigo fue una de las últimas personas en enterarse de la “desaparición” de la

presunta víctima, a quien veía como un padre. Luis Hernando siempre estaba pendiente de

las necesidades de la testigo.

La familia entró en una tristeza absoluta, impotencia, frustración y ansiedad de esperar

que apareciera Luis Hernando. En la casa se vivía un ambiente muy tenso y nadie podía

hablar del tema porque era reavivar el dolor. Toda su familia pasó por una situación

económica difícil y piensa que, de no haberse dado los hechos del caso, ella habría podido

estudiar alguna carrera universitaria, sus padres no se habrían separado y no habrían muerto
494

prematuramente. Sus padres nunca pudieron aceptar lo sucedido a Luis Hernando. La

frustración por la “desaparición” de Luis Hernando fue muy grande, sobre todo por la

imposibilidad de poder hacer algo para buscarlo. La familia tenía miedo de preguntar lo

que había sucedido y no tenían recursos para pagar por ayuda.

La testigo solicita a la Corte que se haga justicia, que se sancione a todos los

responsables, que les devuelvan los restos de Luis Hernando para darle sepultura, que el

nombre de su hermano se limpie, ya que lo han querido ligar con la guerrilla, que se

divulgue que él era un comerciante honesto, una persona de bien. Cree que esto último se

podría lograr a través de un documental en el cual se relate lo sucedido, y que se divulgue a

nivel internacional.

La testigo tuvo miedo de declarar por temor de que surjan represalias contra ella o

contra su familia. (……….)

h)Testimonio de la señora Rosalbina Suárez de Sauza, madre de la presunta víctima

Luis Domingo Sauza Suárez

La testigo tenía aproximadamente 67 años al momento de la desaparición de su hijo

Luis Domingo. Su esposo murió en 1999.

Luis Domingo Sauza Suárez tenía 34 años al momento de su “desaparición”. A partir de

junio de 1987 vivía con su esposa, Marina Cáceres, y sus tres hijos en Cúcuta, en donde

compró una casa y comenzó a trabajar en la venta de mercancías. En octubre de ese mismo

año lo “desaparecieron”. Luis Domingo era una persona noble, muy cariñosa, trabajadora,

buen esposo y buen padre.

La testigo no ha dejado de llorar, rezar y soñar con su hijo desde que se enteró de su
495

desaparición. Se encuentra enferma de diabetes y de tensión alta.

La testigo pide que se castigue a los responsables de los hechos y que le devuelvan los

restos de su hijo.

La testigo tuvo miedo de declarar por temor de que surjan represalias contra ella o

contra su familia.-

DOS. Hechos ocurridos durante el gobierno de Ernesto Samper Pizano.

Corte Interamericana de Derechos Humanos

Caso de las Masacres de Ituango Vs. Colombia. Sentencia de 1 de julio de 2006

“En el caso de lasMasacres de Ituango,

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la Corte”, “la Corte

Interamericana” o “el Tribunal”), integrada por los siguientes jueces*: (……..)

“INTRODUCCIÓN DE LA CAUSA

1. El 30 de julio de 2004, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 50 y 61 de

la Convención Americana, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en adelante

“la Comisión” o “la Comisión Interamericana”) sometió ante la Corte una demanda contra

el Estado de Colombia (en adelante “el Estado” o “Colombia”), la cual se originó en las

denuncias número 12.050 (La Granja) y 12.266 (El Aro), respecto del Municipio de

Ituango, recibidas en la Secretaría de la Comisión el 14 de julio de 1998 y el 3 de marzo de

*
El Juez Oliver Jackman y el Juez ad hoc Jaime Enrique Granados Peña (infra párrs. 53 y 54),
informaron al Tribunal que, por motivos de fuerza mayor, no podían estar presentes en la deliberación de la
presente Sentencia.
496

2000, respectivamente. El 11 de marzo de 2004 la Comisión dispuso la acumulación de los

casos (infra párr. 10).

En su demanda, la Comisión se refirió a los hechos ocurridos en junio de 1996 y a partir

de octubre de 1997 en los corregimientos de La Granja y El Aro, respectivamente, ambos

ubicados en el Municipio de Ituango, Departamento de Antioquia, Colombia. La Comisión

alegó que la “responsabilidad del […] Estado […] se deriva[ba] de los [presuntos] actos de

omisión, aquiescencia y colaboración por parte de miembros de la Fuerza Pública

apostados en el Municipio de Ituango con grupos paramilitares pertenecientes a las

Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que [presuntamente] perpetraron sucesivas

incursiones armadas en ese Municipio asesinando a su paso a civiles en estado de

indefensión, despojando a otros de sus bienes y generando terror y desplazamiento”.

Asimismo, la Comisión señaló que “[t]ranscurridos más de ocho años desde la incursión en

el corregimiento de La Granja y más de seis años desde la incursión armada en el

corregimiento de El Aro, el Estado colombiano no ha[bía] cumplido a[ú]n en forma

sustancial con su obligación de esclarecer los hechos, juzgar a todos los responsables en

forma efectiva y reparar adecuadamente a las [presuntas] víctimas y sus familiares”.

La Comisión presentó la demanda con el fin de que la Corte decida si el Estado es

responsable por la supuesta violación de los siguientes derechos establecidos en los

siguientes artículos de la Convención Americana, en conexión con el artículo 1.1

(Obligación de Respetar los Derechos) de la misma:

a. (Derecho a la Vida), en perjuicio de las siguientes diecinueve (19) personas: los

señores William Villa García, Graciela Arboleda, Héctor Hernán Correa García, Jairo

Sepúlveda, Arnulfo Sánchez, José Darío Martínez, Olcris Fail Díaz, Wilmar de Jesús
497

Restrepo Torres, Omar de Jesús Ortiz Carmona, Fabio Antonio Zuleta Zabala, Otoniel de

Jesús Tejada Jaramillo, Omar Iván Gutiérrez Nohavá, Guillermo Andrés Mendoza Posso,

Nelson de Jesús Palacio Cárdenas, Luis Modesto Múnera, Dora Luz Areiza, Alberto

Correa, Marco Aurelio Areiza Osorio y Rosa Areiza Barrera;

a) 19 (Derechos del Niño), en perjuicio del menor Wilmar de Jesús Restrepo

Torres;

b) 7 (Derecho a la Libertad Personal), en perjuicio de las siguientes tres (3)

personas: los señores Jairo Sepúlveda, Marco Aurelio Areiza Osorio y Rosa Areiza

Barrera;

c) 5 (Derecho a la Integridad Personal), en perjuicio de las siguientes dos (2)

personas: los señores Marco Aurelio Areiza y Rosa Areiza Barrera;

d) 21 (Derecho a la Propiedad Privada), en perjuicio de las siguientes seis (6)

personas: los señores Luis Humberto Mendoza, Libardo Mendoza, Francisco Osvaldo

Pino Posada, Omar Alfredo Torres Jaramillo, Ricardo Alfredo Builes Echeverry y

Bernardo María Jiménez Lopera; y

e) 8 (Garantías Judiciales) y 25 (Protección Judicial), en perjuicio “de todas las

[presuntas] víctimas y sus familiares”.

La Comisión presentó las declaraciones testimoniales de seis personas, incluyendo a

residentes, comerciantes y autoridades civiles de El Aro al momento de los hechos, quienes

señalaron, inter alia, lo que se resume a continuación.

El Aro era un pueblo donde la gente se dedicaba al campo, al criado de ganado y donde

habitaban entre trescientas (300) a quinientas (500) personas. En mula una persona puede

durar seis horas para llegar a El Aro desde Puerto Escondido u ocho horas desde Puerto
498

Valdivia. El Aro se consideraba una zona de influencia guerrillera, debido a que el “Nudo

de Paramillo”queda ahí, que es la unión de tres cordilleras desde donde se puede desplazar

a diferentes lugares. La zona es un punto estratégico de tránsito de cuatro grupos: el

Ejército, la policía, los paramilitares y la guerrilla. Los paramilitares comenzaron a llegar

“años antes” de que ocurrieran los hechos en El Aro en 1997. En 1996 hubo una incursión

que llegó hasta Santa Rita. Aproximadamente dos meses antes de la masacre, llegaron al

sector “la Esmeralda” pero no llegaron hasta la cabecera urbana de El Aro.Los

paramilitares entraban a El Aro por Puerto Valdivia. Antes del año 1994 no había en Puerto

Valdivia ni Ejército ni autoridad de ley.

Los paramilitares llevaban mapas de todos los corregimientos y municipios y marcaban

con una equis roja aquellos que pensaban destruir. El Aro estaba marcado con una equis

roja en uno de eso mapas, lo cual fue debidamente notificado al Alcalde de Ituango y otros

Concejales. Ante esta situación, “como dos meses antes de la toma”, la Junta de Acción

Comunal de El Aro pidió protección a la Gobernación del Estado, la cual no fue otorgada.

Las autoridades locales comenzaron a llamar “a toda parte, a la cuarta brigada, al batallón

Girardot, hasta la fiscalía en Yarumal”. Les respondieron que “no ha[bía] tropa disponible”

porque todas habían sido repartidas con propósito de las elecciones que se estaban llevando

a cabo en esos días.

En octubre de 1997, antes de la masacre, los paramilitares se reunían diariamente con

miembros del Ejército en la zona de Cachirimé y Tarazá. Muchas familias “decían que

fueron los paramilitares con el Ejército que se metieron a El Aro”. Entre los soldados

identificados se encontraban los conocidos como “piña”, “el burro” y el cabo Alzate, a

quien le decían “Rambo” o “Kamiski”. Incluso se comentaba que el encargado del Ejército

en Puerto Valdivia, se había convertido en paramilitar.


499

Los paramilitares entraron a El Aro el 25 de octubre de 1997. Las elecciones estaban

programadas para llevarse a cabo el domingo 26 de octubre de 1997. El sábado 25 de

octubre se escucharon “ráfagas de fusil [y] muchas explosiones”. En la mañana de ese

sábado “llegó un helicóptero blanco” que “hizo unas ráfagas de tiros” y “cogió rumbo al

Cauca arriba”. Al llegar unos hombres armados, estos dijeron: “nosotros somos las Auto

Defensas Campesinas y necesitamos que nos vengan a acompañar un poco al parque”. Los

hombres armados acusaban a los residentes de El Aro de ser guerrilleros. Estos hombres

agarrraron a varias personas del pueblo y los llevaron al centro de la plaza, los insultaron e

hicieron poner boca abajo, en donde procedieron a matar a varias personas.

Entre las personas muertas en esta incursión paramilitar se encontraban las

siguientes:Wilmar Restrepo Torres, Mario Torres, Mario Iván, Dora Luz Areiza, Aurelio

Areiza, Arnulfo Sánchez, Luis Modesto Múnera, Nelson Palacio, Alberto Correa, y

Guillermo Andrés Mendoza.

El domingo 26 de octubre los paramilitares dieron permiso de enterrar a los muertos. La

gente que murió en El Aro era “gente honesta y trabajadora, que […] no tenía vinculo ni

con la guerrilla ni con los paramilitares. Eran finqueros”.

La noche del robo de ganado en El Aro andaban con los soldados dos personas “de

apariencia muy extraña, los cuales no portaban el uniforme del Ejército adecuado”, vestidos

en “uniforme camuflado, iban fuertemente armados, y su corte de pelo y apariencia no [era]

militar”. El Teniente Bolaños ordenó que cerraran todos los establecimientos del

corregimiento de El Aro. Las dos personas acompañaron al Ejército a cerrar todos los

negocios del área que se llama El Retén. A las cuatro de la mañana, bajaron el ganado de la

finca “La María” a la finca “El Pescado.” El ganado provenía de las fincas entre Puerto

Valdivia y El Aro, las cuales quedaron sin ningún animal. El ganado fue montado en
500

camiones y trasladado para Caucasia. Miembros del Ejército iban arreando el ganado.

Varios residentes de El Aro fueron obligados a arrear el ganado. Cuando a los 15 días

fueron a ver si les pagaban, les dijeron que los iban a matar.

El Gobernador de Antioquia envió un telegrama al Inspector de Puerto Valdivia

solicitándole a éste que se comunicara con el Secretario de Gobierno, quien, a su vez, le

solicitó que se comunicara con el comandante del Ejército del área y solicitara ayuda para

recoger los ganados. Posteriormente el oficial llamó al Teniente Bolaños, quien le

respondió que eran “unos guerrilleros, que ese ganado era de la guerrilla, que eso ya se lo

habían llevado”.

El martes o miércoles posteriores a la incursión paramilitar, un oficial civil que fue

testigo de los hechos informó lo sucedido al doctor Amado Muñoz, Jefe de Gobierno local,

quien le solicitó que “no comentara nada” y que no hiciera ningún informe al respecto.

A raíz de estos hechos se desplazaron aproximadamente trescientas (300) personas

hacia Puerto Valdivia. Al pasar sobre el río Cauca, los desplazados vieron soldados del

Ejército en un lado del puente y a paramilitares en el otro lado. Los paramilitares les dieron

la orden a los desplazados de no decir nada sobre lo sucedido en El Aro. En Puerto

Valdivia los desplazados debían inscribirse en el colegio, en donde “se les prestó ayuda”.

Sin embargo, todos ellos “quedaron muy mal, porque a mucha gente le quitaron el ganado,

las mulas”. “Todos quedaron pobres”. Mucha gente nunca regresó a El Aro. Algunos aún

no vuelven por no tener garantías de seguridad. Los paramilitares continúan llevándose las

bestias del área.


501

En la oficina de inspección en Puerto Escondido, un grupo de paramilitares había usado

y tirado “registros civiles, de nacimiento, de matrimonio […] como si fuera papel

higiénico”.

La situación de los paramilitares y otros grupos, el miedo de otra masacre y la

desaparición de su trabajo y forma de vida hacen que los desplazados no quieran regresar

permanente a El Aro. Algunos regresaron a El Aro, otros se quedaron en Puerto Valdivia y

unos fueron a Medellín.

TRES. Los hechos ocurren bajo el gobierno de Ernesto Samper Pizano.

Corte Interamericana de Derechos Humanos

Caso Valle Jaramillo y otros Vs. Colombia.Sentencia de 27 de noviembre de 2008

En el Caso Valle Jaramillo y otros,

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la Corte”, “la Corte

Interamericana” o “el Tribunal”), integrada por los siguientes jueces: (………)

…..de conformidad con los artículos 62.3 y 63.1 de la Convención Americana sobre

Derechos Humanos (en adelante “la Convención” o “la Convención Americana”) y con los

artículos 29, 31, 53.2, 55, 56 y 58 del Reglamento de la Corte (en adelante “el

Reglamento”), dicta la presente Sentencia.

En la demanda la Comisión alegó que el27 de febrero de 1998 […] dos hombres

armados ingresaron al despacho de Jesús María Valle Jaramillo en […] Medellín [donde

también se encontraban Carlos Fernando Jaramillo Correa y] Nelly Valle [Jaramillo],

hermana de Jesús María Valle […]. [Posteriormente entró una mujer, quien, junto con dos
502

hombres, procedió a] amarrar e inmobilizar a los rehenes […]. Jesús María Valle fue

asesinado mediante dos disparos a la cabeza [y] falleció instantáneamente. […] Tras la

ejecución extrajudicial, la señora Valle y el señor Jaramillo Correa fueron arrastrados desde

el despacho hasta la sala de la oficina. Allí fueron amenazados con armas de fuego […].

[L]os perpetradores abandonaron el despacho. […] Carlos Fernando Jaramillo […] debió

exiliarse por temor a las amenazas recibidas. […] Los elementos de juicio disponibles

indican que el móvil del asesinato fue el de acallar las denuncias del defensor de derechos

humanos Jesús María Valle sobre los crímenes perpetrados en el Municipio de Ituango por

paramilitares en connivencia con miembros de la Fuerza Pública […]. [T]ranscurridos casi

nueve años […], se ha condenado a tres civiles, en ausencia, y no existen investigaciones

judiciales orientadas a la determinación de responsabilidad alguna de agentes del Estado.

Por todo lo anterior, la Comisión alegó que el Estado es responsable por la [supuesta]

ejecución extrajudicial del defensor de derechos humanos Jesús María Valle Jaramillo; la

[presunta] detención y tratos crueles, inhumanos y degradantes que le precedieron, en

perjuicio del señor Valle Jaramillo, su hermana Nelly Valle Jaramillo y el señor Carlos

Fernando Jaramillo Correa […]; la [supuesta] falta de investigación y sanción de los

responsables de tal hecho; la [alegada] falta de reparación adecuada en favor de las

[presuntas] víctimas y sus familiares; y el [supuesto] desplazamiento forzado al que se vio

obligado el señor Jaramillo Correa con posterioridad a los hechos.

66. Según la Comisión y los representantes, “la ejecución de Jesús María Valle no

surgió de la nada, no es un caso aislado, ocurrió en un contexto específico como parte de

una cadena de homicidios, persecuciones, señalamientos y ataques contra personas y

organizaciones sociales dedicados a la defensa de los derechos humanos, y sus

consecuencias se han extendido en el tiempo debido a la inoperancia de la administración


503

de justicia en casos como el presente”. Como fundamento para tales alegatos la Comisión

señaló, inter alia, que “[l]as propias autoridades [estatales] declararon que la grave

situación de desprotección que padecían los defensores de derechos humanos en Colombia

generaba un deber reforzado de protección por parte del Estado […]. Para el caso concreto

era razonable pensar que el riesgo que padecía Jesús María Valle Jaramillo ameritaba que el

Estado adoptara medidas conforme a ese deber reforzado de protección”. Además, la

Comisión señaló que “las autoridades conocían de este riesgo y adoptaron medidas para

enfrentarlo. Sin embargo, dichas medidas no resultaron suficientes”.

CUATRO. Los hechos suceden bajo el gobierno de Cesar Gaviria T.

Corte Interamericana de Derechos Humanos

Caso Las Palmeras Vs. Colombia.Sentencia de 4 de febrero de 2000

“En el caso Las Palmeras

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la Corte” o “la Corte

Interamericana”), integrada de la siguiente manera:* (……..) de acuerdo con el artículo 36.6

de su Reglamento (en adelante “el Reglamento”), dicta la siguiente sentencia sobre las

excepciones preliminares interpuestas por la República de Colombia (en adelante “el

Estado” o “Colombia”).

INTRODUCCIÓN A LA CAUSA

*
El Juez Carlos Vicente de Roux Rengifo, de nacionalidad colombiana, se excusó de conocer en el
presente caso.
504

1. El presente caso fue sometido a la Corte por la Comisión Interamericana de

Derechos Humanos (en adelante “la Comisión” o “la Comisión Interamericana”) el 6 de

julio de 1998. La demanda de la Comisión tiene su origen en una denuncia (No. 11.237)

recibida en su Secretaría y fechada en Bogotá el 27 de enero de 1994.

HECHOS EXPUESTOS EN LA DEMANDA

2. La Comisión Interamericana expuso en su demanda los hechos en que funda su

reclamación.

El 23 de enero de 1991 el Comandante Departamental de la Policía de Putumayo habría

ordenado a miembros de la Policía Nacional llevar a cabo una operación armada en la

localidad de Las Palmeras, Municipio de Mocoa, Departamento de Putumayo. La Policía

Nacional estaría apoyada por efectivos del Ejército.

En la mañana de ese mismo día, se encontrarían en la escuela rural de Las Palmeras unos

niños que esperaban el comienzo de las clases y dos trabajadores que reparaban un tanque.

Estos serían Julio Milcíades Cerón Gómez y Artemio Pantoja. En un terreno lindero se

hallarían los hermanos William y Edebraiz Cerón ordeñando una vaca. El maestro Hernán

Javier Cuarán Muchavisoy estaría por llegar a la escuela.

Las fuerzas del Ejército habrían abierto fuego desde un helicóptero y habrían herido al

niño Enio Quinayas Molina, de seis años, que se dirigía a la escuela.

La Policía habría detenido en la escuela y en sus alrededores al maestro Cuarán

Muchavisoy, a los trabajadores Cerón Gómez y Pantoja, a los hermanos William y

Edebraiz Cerón y a otra persona no identificada que podría ser Moisés Ojeda o Hernán

Lizcano Jacanamejoy. La Policía Nacional habría ejecutado extrajudicialmente por lo

menos a seis de estas personas.


505

Los miembros de la Policía Nacional y del Ejército habrían realizado numerosos

esfuerzos para justificar su conducta. En este orden de ideas, se habría vestido con

uniformes militares los cadáveres de algunas de las personas ejecutadas, se habría quemado

sus ropas y se habría amedrentado a los testigos del caso. Igualmente, la Policía Nacional

habría presentado siete cadáveres como pertenecientes a subversivos muertos en un

presunto enfrentamiento. Entre esos cadáveres se encontrarían seis cuerpos de las personas

detenidas por la Policía y un séptimo, cuyas circunstancias de muerte no habrían sido

esclarecidas.

Como consecuencia de los hechos descritos, se habrían iniciado procesos de carácter

disciplinario, administrativo y penal. El proceso disciplinario realizado por el Comandante

de la Policía Nacional de Putumayo se habría fallado en cinco días y se habría absuelto a

todos los que participaron en los hechos de la localidad de Las Palmeras. Asimismo, se

habrían iniciado dos procesos administrativos en los que se habría reconocido

expresamente que las víctimas del operativo armado no pertenecían a ningún grupo armado

y que el día de los hechos estaban realizando sus tareas habituales. Esos procesos habrían

permitido comprobar que la Policía Nacional habría ejecutado extrajudicialmente a las

víctimas cuando estaban en estado de indefensión. En cuanto al proceso penal militar,

después de siete años aún se encontraría en la etapa de investigación y todavía no se habría

acusado formalmente a ninguno de los responsables de los hechos.

43. c) La muerte de Hernán Lizcano Jacanamejoy es la única en este

episodio que no fue objeto de una acusación penal por parte de la justicia colombiana. La

Fiscalía General de la Nación llegó a la conclusión de que esta persona había muerto en

combate con miembros de la policía. Se funda para ello, entre otras pruebas, en las

declaraciones indagatorias del capitán Antonio Alonso Martínez, de los tenientes Jaime
506

Alberto Peña Casas y Rafael Ordóñez Merjech y de los agentes Elías Sandoval Reyes y

Wilson Botina Papamija, en la declaración del ex agente policial Pablo Lugo Herrera, en las

declaraciones de los campesinos Clodomiro Burgos Acosta y Leonardo Alvarado, y en los

testimonios de Isidoro Cuarán Muchavisoy y de una hermana de la víctima, María Córdula

Mora Jacanamejoy. Así lo expuso el señor Pedro Elías Díaz Romero en la audiencia

pública, quien fue coordinador de la Unidad de Derechos Humanos de esa Fiscalía.

La Comisión Interamericana, por el contrario, sostiene que Hernán Lizcano

Jacanamejoy fue ejecutado por las fuerzas colombianas. Esta trató de objetar las pruebas

producidas por el Estado. En este sentido, argumentó que los testimonios de los agentes de

la policía que participaron en el operativo no son creíbles. Manifestó también que las

autoridades estatales no habían recogido casquillos ni balas en el lugar donde se dio muerte

a Lizcano Jacanamejoy, que no se habían tomado muestras de pólvora en las manos de la

víctima para saber si disparó un arma y que se habían omitido otras diligencias importantes.

CINCO. Los hechos suceden bajo el gobierno de Virgilio Barco Vargas.

Corte Interamericana de Derechos Humanos

Caso de la Masacre de La Rochela Vs. Colombia.SENTENCIA DE 11 DE MAYO DE 2007

En el caso de la masacre de La Rochela,

la Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la Corte Interamericana”, “la Corte” o

“el Tribunal”), integrada por los siguientes jueces:(……..)

de acuerdo con los artículos 62.3 y 63.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos

(en adelante “la Convención Americana” o “la Convención”) y con los artículos 29, 31, 53.2, 56 y

58 del Reglamento de la Corte (en adelante “el Reglamento”), dicta la presente Sentencia.
507

Introducción de la Causa y Objeto de la Controversia

2. La demanda se refiere a que “[supuestamente] el 18 de enero de 1989 un grupo paramilitar

con la cooperación y aquiescencia de agentes estatales ejecutó extrajudicialmente a Mariela

Morales Caro, Pablo Antonio Beltrán Palomino, Virgilio Hernández Serrano, Carlos Fernando

Castillo Zapata, Luis Orlando Hernández Muñoz, Yul Germán Monroy Ramírez, Gabriel Enrique

Vesga Fonseca, Benhur Iván Guasca Castro, Orlando Morales Cárdenas, César Augusto Morales

Cepeda, Arnulfo Mejía Duarte y Samuel Vargas Páez y lesionó la integridad personal de Arturo

Salgado Garzón, Wilson Humberto Mantilla Castilla y Manuel Libardo Díaz Navas […] mientras

cumplían una diligencia probatoria en su carácter de funcionarios de la administración de justicia

en el corregimiento de `La Rochela´, en el Bajo Simacota, Departamento de Santander, Colombia”.

La Comisión alega que “el caso permanece en parcial impunidad y la mayoría de los autores

materiales e intelectuales, civiles y militares, no han sido investigados y sancionados penalmente”.

Además, se afirma que “el esclarecimiento judicial de la Masacre de `La Rochela´ posee un

especial significado para la sociedad colombiana en tanto se refiere al asesinato de funcionarios

judiciales mientras cumplían con su deber de investigar entre otros hechos de violencia, la

responsabilidad de civiles y militares en la Masacre de los 19 Comerciantes”, así como otros

hechos de violencia perpetrados en la zona del Magdalena Medio.

1.La Comisión solicitó a la Corte que concluya y declare que el Estado es responsable por

la violación del derecho consagrado en el artículo 4 (Derecho a la Vida) de la Convención

Americana en relación con el artículo 1.1 (Obligación de Respetar los Derechos) de la misma, en

perjuicio de las doce presuntas víctimas fallecidas. A su vez, la Comisión solicitó que la Corte

declare que el Estado es responsable por la violación del artículo 5 (Derecho a la Integridad

Personal) de la Convención Americana en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de


508

las presuntas víctimas y sus familiares. Asimismo, la Comisión solicitó al Tribunal que declare

que el Estado es responsable por la violación de los artículos 8 (Garantías Judiciales) y 25

(Protección Judicial) de la Convención Americana en relación con el artículo 1.1 de la misma, en

perjuicio de las presuntas víctimas y sus familiares. Como consecuencia de lo anterior, la

Comisión solicitó a la Corte que ordene al Estado determinadas medidas de reparación.

11. En la contestación de la demanda, el Estado señaló que “no entrará a debatir sobre los

hechos reseñados en la demanda que tienen relación directa con la ocurrencia de la masacre

(párrafos 47 a 68 [de la demanda de la Comisión]) pero se aparta de las apreciaciones sobre el

contexto”. Al precisar el objeto de la contestación de la demanda, el Estado indicó que:

“reconoce los hechos ocurridos el 18 de enero de 1989 respecto de Mariela Morales

Caro, Pablo Antonio Beltrán Palomino, Virgilio Hernández Serrano, Carlos Fernando

Castillo Zapata, Luis Orlando Hernández Muñoz, Yul Germán Monroy Ramírez, Gabriel

Enrique Vesga Fonseca, Benhur Iván Guasca Castro, Orlando Morales Cárdenas, César

Augusto Morales Cepeda, Arnulfo Media Duarte, Samuel Vargas Páez, Arturo Salgado

Garzón, Wilson Humberto Mantilla Castilla y Manuel Libardo Díaz Navas.

Si bien el reconocimiento de responsabilidad se hace tanto por la omisión del Estado de

su deber de garantía, como por la acción aislada de algunos de sus agentes (aquiescencia y

colaboración), los hechos que el Estado reconoce son solamente aqué́ llos que tienen que ver

específicamente con el caso de la masacre de “La Rochela”, esto es, los acaecidos en el mes

de enero de 1989.

107. Una vez que todos los funcionarios de la Comisión Judicial se encontraban en La

Rochela y se estaba terminando de recibir la declaración de los testigos, se presentó un grupo de


509

aproximadamente cuarenta hombres armados, quienes se identificaron e hicieron pasar como

miembros del referido frente de las FARC (supra párr. 106). Según indicó la Comisión en la

demanda, el mismo comandante que estaba al mando se dirigió a los miembros de la Comisión

Judicial y les propuso que le entregaran los revólveres de dotación oficial, aduciendo que era con el

fin de evitar confusiones al momento de que se encontraran en su desplazamiento con miembros

del Ejército. Al respecto, la víctima sobreviviente Arturo Salgado Garzón declaró en la audiencia

pública ante la Corte que los tipos armados que los “emboscaron” les indicaron que necesitaban

dialogar con ellos, pero que para ello tenían que desarmarse y entonces tuvieron que hacerlo18.

Media hora después varios hombres fuertemente armados y vestidos de civil llegaron al lugar, y

uno de ellos se presentó como el máximo comandante del Frente XXIII de las FARC.

108. Se encuentra probado que ese hombre que se hizo pasar como máximo líder del

referido frente de las FARC era en realidad Alonso de Jesús Baquero Agudelo, uno de los líderes

del grupo paramilitar “Los Masetos” (supra párr. 74). También ha sido reconocido y probado que

esos hombres armados que se hicieron pasar por miembros de las FARC pertenecían a dicho grupo

paramilitar.

109. Es de notar que las referidas circunstancias de engaño y desigualdad numérica con

respecto a los paramilitares, así como la diferencia en cuanto a la cantidad y alcance del

armamento que portaban, hacían imposible que los miembros de la Comisión Judicial opusieran

resistencia.

110. Seguidamente los miembros del grupo paramilitar “Los Masetos” mantuvieron

encerrados y custodiados a los miembros de la Comisión Judicial en un cuarto de

18
Cfr. declaración testimonial rendida por Arturo Salgado Garzón en la audiencia pública ante la Corte
Interamericana celebrada los días 31 de enero y 1 de febrero de 2007.
510

aproximadamente doce metros alrededor de dos horas y media19. Respecto de estas circunstancias

que tuvieron que enfrentar las 15 víctimas durante las horas que precedieron a la masacre, la

víctima sobreviviente Arturo Salgado Garzón declaró ante la Corte20 que durante el tiempo que

estuvieron detenidos “estaban todos como herméticos, nadie hablaba nada”, así como también

resaltó la cantidad de hombres armados que los “emboscaron” y custodiaron y el armamento que

llevaban. Además, declaró que el referido líder del grupo paramilitar les preguntó que ¿cómo iba el

caso de los 19 Comerciantes de Ocaña?. Ese era efectivamente uno de los casos que la Comisión

Judicial se encontraba investigando.

111. Los dos hombres que se hacían pasar por comandantes de las FARC se reunieron

con los funcionarios judiciales y les manifestaron que, en virtud de que se estaban verificando

ciertos movimientos militares en la zona, resultaba necesario buscar un sitio seguro para que la

Comisión Judicial continuara con las diligencias. Seguidamente, los comandantes convencieron a

los miembros de la Comisión Judicial de la conveniencia de que se dejaran amarrar para

trasladarlos, a fin de poder simular una situación de secuestro por las FARC en caso de que se

hiciera presente el Ejército.

112. Aproximadamente a las 12:00 horas los 15 miembros de la Comisión Judicial fueron

atados con las manos por atrás de la espalda y obligados a subirse a los dos automóviles. En otros

dos automóviles iban los paramilitares. Los miembros de la Comisión Judicial fueron llevados sin

saber su destino durante aproximadamente unos tres kilómetros hacia Barrancabermeja, hasta que

19
Cfr. declaración testimonial rendida por Arturo Salgado Garzón en la audiencia pública ante la Corte
Interamericana celebrada los días 31 de enero y 1 de febrero de 2007; y declaración rendida el 19 de enero de 1989 por
Arturo Salgado Garzón ante el Juez Cuarto de Orden Público (expediente de anexos al escrito de solicitudes y
argumentos, Tomo V, folio 3366).
20
Cfr. declaración testimonial rendida por Arturo Salgado Garzón en la audiencia pública ante la Corte
Interamericana celebrada los días 31 de enero y 1 de febrero de 2007.
511

llegaron al sitio conocido como “La Laguna”. Cuando los automóviles se detuvieron, salieron de

ellos los hombres armados. El señor Manuel Libardo Díaz Navas, víctima sobreviviente, declaró

en el ámbito interno que tenían mucho miedo, estaban muy nerviosos y “sent[ían] que algo malo

[le]s iba a suceder”21. Los hombres armados se formaron a una distancia aproximada de diez

metros de los automóviles y, después de señas que hizo uno de ellos, empezaron a disparar de

forma indiscriminada y continua contra los miembros de la Comisión Judicial, durante varios

minutos22.

113. Seguidamente, los paramilitares les empezaron a dar el “tiro de gracia” a las

víctimas. Esto duró aproximadamente un minuto y medio 23 . Según declaró la víctima

sobreviviente Arturo Salgado Garzón, él se salvó del “tiro de gracia” porque la bala le pasó

rozando por un lado de la cabeza; sin embargo, manifestó que “pens[ó] que [s]e había muerto”.

También recibió un impacto de bala en un glúteo. Posteriormente, los paramilitares movieron el

automóvil en el cual se encontraba el señor Arturo Salgado, tratando de voltearlo. Del otro bajaron

a algunas víctimas y los tiraron unos encima de otros24.

114. En cuanto a las otras dos víctimas sobrevivientes, Manuel Libardo Díaz Navas,

quien había recibido varios impactos de bala y tenía su cuerpo cubierto con sangre, fue bajado del

automóvil por los paramilitares, quienes lo tiraron en el piso boca abajo y le cortaron las cuerdas

que ataban sus manos. Aguantó la respiración por un tiempo, mientras escuchaba como terminaban

21
Cfr. declaración rendida por Manuel Libardo Díaz navas el 21 de enero de 1989 ante el Juzgado Cuarto de
Orden Público de Bogotá (expediente de anexos a la demanda, anexo A2).
22
Cfr. declaración testimonial rendida por Arturo Salgado Garzón en la audiencia pública ante la Corte
Interamericana celebrada los días 31 de enero y 1 de febrero de 2007.
23
Cfr.supra nota 97.
24
Cfr.supra nota 97.
512

de ejecutar a aquellos que “de cualquier manera daban muestras de vida”25. Por su parte, Wilson

Humberto Mantilla Castilla sobrevivió porque los paramilitares creyeron que él estaba muerto,

pues la masa encefálica de uno de sus compañeros cayó sobre su cabeza26.

115. Antes de irse, los paramilitares pintaron en la superficie exterior de los vehículos

“Fuera el MAS, fuera los paramilitares”, a fin de asegurar que la autoría de la masacre fuera

atribuida a los grupos guerrilleros. Antes de emprender la retirada se apropiaron de veintitrés de los

veinticinco expedientes que portaba la Comisión Judicial.

116. Solamente tres miembros de la Comisión Judicial sobrevivieron a dicha masacre,

“[p]or circunstancias imprevisibles, por el azar”27. En medio de enormes tribulaciones por el

momento superado mientras sus compañeros habían sucumbido, además de los sufrimientos físicos

por las heridas sufridas, los tres sobrevivientes lograron encender uno de los vehículos y

desplazarse de la zona de la masacre, hasta que el vehículo dejó de funcionar cuando habían

recorrido aproximadamente tres kilómetros hacia Barrancabermeja. Los sobrevivientes Manuel

Libardo Díaz Navas y Wilson Humberto Mantilla Castilla lograron escapar alcanzando a pedir

ayuda a personas que pasaron en un camión repartidor de gaseosas cerca de la zona donde dejó de

funcionar el vehículo. Sin embargo, el sobreviviente Arturo Salgado Garzón, quien se encontraba

herido de bala en un glúteo y en la cabeza, se quedó en dicha zona esperando ayuda28.

25
Cfr. declaración rendida por Manuel Libardo Díaz Navas el 21 de enero de 1989 ante el Juzgado Cuarto de
Orden Público de Bogotá (expediente de anexos a la demanda, Tomo I, anexo A2, folios 37 y 38).
26
Cfr. supra nota 97.
27
Cfr. sentencia emitida el 14 de noviembre de 1990 por el Tribunal Superior de Orden Público (expediente de
anexos a la demanda, Tomo I, anexo A32, folio 451).
28
Cfr. declaración testimonial rendida por Arturo Salgado Garzón en la audiencia pública ante la Corte
Interamericana celebrada los días 31 de enero y 1 de febrero de 2007.
513

SEIS. Los hechos ocurren bajo el gobierno de Virgilio Barco V.

Proceso Nº 14851

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA.SALA DE CASACION PENA

Magistrado Ponente:Dr. Carlos Augusto Gálvez

Bogotá, D. C., marzo ocho (8) de dos mil uno. (2001).

HECHOS Y ACTUACION PROCESAL :

Estos tuvieron ocurrencia hacia las diez y media de la noche del 14 de enero de 1.990,

cuando un grupo conformado por 56 sujetos pertenecientes a la organización paramilitar

creada por Fidel Castaño Gil, llegó hasta el corregimiento de Pueblo Bello, en el Municipio

de Turbo (Ant.), aprehendiendo a 43 de sus habitantes, todos hombres, a quienes, luego de

amarrarlos y amordazarlos, y una vez incendiaron dos inmuebles, uno de ellos destinado al

comercio, procedieron a transportarlos en dos camiones hasta las fincas “Las Tangas” y

“Jaraguay”, donde en la madrugada y parte del día siguiente, luego de interrogarlas y

torturarlas, les dieron muerte violenta, enterrando en predios de las mismas sus cadáveres,

de los cuales solo se lograron desenterrar 24 e identificar a 6 de ellos.

Estos atroces acontecimientos se encontraban en la impunidad, hasta cuando el individuo

Rogelio de Jesús Escobar Mejía (a. relámpago), quien manifestó haber pertenecido a dicha

organización paramilitar, habiéndose retirado por las amenazas de muerte de que había sido

víctima, se hizo presente en las instalaciones del D.A.S. de esta ciudad, con el fin de poner

en conocimiento de las autoridades, al igual que lo hizo en sus diferentes intervenciones en

este proceso, algunos de los hechos que habían cometido por órdenes del referido Castaño

Gil, señalando los cuadros jerárquicos del grupo subversivo, a quienes identificó por sus
514

nombres y apodos, precisando, entre otras de las acciones delictivas que ejecutaron, la que

terminó con los secuestros y muertes de los 43 moradores de Pueblo Bello.

Fue gracias a él que se estableció quiénes fueron los autores de la masacre, contribuyendo a

la captura de varios de ellos, entre los cuales se cuenta PEDRO HERNAN OGAZZA

PANTOJA, a quien señaló como la persona encargada de informar sobre las personas que

podían considerarse como colaboradores de la guerrilla y que debían ser víctimas de la

organización paramilitar. Este “se desempeñaba –dijo textualmente- como jefe de

inteligencia, alias cinco, participó en lo de Pueblo Bello, ayudó en el secuestro, no en la

ejecución, al menos no me consta, yo lo conocí como Hernán Villamil Ogaza”. Para el

momento de la toma –agregó-: “íbamos de civil, cada cual a su manera de vestir, nos

distinguíamos entre el grupo por un trapo rojo y otro rosado que nos lo colgábamos en el

cuello y que nos lo entregó Fidel Castaño” (fl. 389 vto. y 390, cdno. 3).

SIETE. Los hechos ocurren bajo el gobierno de Virgilio Barco Vargas.

Proceso N° 18499

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA.SALA DE CASACIÓN PENAL

Magistrado ponente:Nilson Pinilla Pinilla

Aprobado Acta N° 165

Bogotá, D. C., veinticinco (25) de octubre de dos mil uno (2001).

HECHOS

Según se consignó en las decisiones de instancia, en los últimos meses de 1988 vino a

manifestarse una posición de beligerancia de miembros de la fuerza pública destacados en

Segovia (Antioquia), hacia la administración de ese municipio, particularmente la alcaldesa


515

y concejales pertenecientes al partido político denominado Unión Patriótica (U. P.), que

empezó a crear un clima de zozobra frente a la deteriorada situación de orden público de la

zona, recordándose las masacres cometidas en la finca “Honduras” (3 de marzo de 1988),

“La Negra” (el mismo día) y “La Mejor Esquina” (3 de abril de 1988), que hicieron intuir a

esas autoridades locales que correrían igual suerte, provocando misivas de los concejales al

entonces Procurador General de la Nación, la segunda de ellas fechada el 29 de octubre de

tal año, luego del paro nacional celebrado el 27 de ese mes, denunciando hostigamientos a

la alcaldesa, a los concejales de la UP y del PCC, al igual que a la población civil, de parte

del Ejército y el grupo que se denominaba “M. R. N.” (“Muerte a Revolucionarios del

Nordeste”), a través de boletines amenazantes (f. 46 cd. Trib).

En similar sentido y en la misma fecha, la Inspectora de Policía de Segovia también

dirigió comunicación al Procurador, destacando que “el ambiente de amenazas, el boleteo

en sufragios, en boletines que circulan amenazando a toda la administración de Segovia y

Remedios, deja ver a las claras, que elementos terroristas están sembrando el caos aquí, y

que los encargados de preservar el orden, la vida, bienes y honra ciudadana, hacen todo lo

contrario” (f. 82 cd. anexo 1).

También fueron allegados al expediente panfletos que llevan títulos de “Guerra Sucia”,

“Carta Abierta”, “Muerte a Revolucionarios del Nordeste, M. R. N.” y “Los Reales”, que se

dice fueron editados y repartidos con intervención de militares, quienes días antes de

noviembre de 1988, se habían dedicado a amedrentar a la población efectuando disparos al

aire, escribiendo avisos murales amenazantes contra la población de Segovia, tales como

“SEGOVIA TE PACIFICAREMOS... UP ASESINOS... AYER MRN, HOY REALISTAS,

PORQUE DIOS AMO A SEGOVIA OS HA ENVIADO EL MRN” (f. 3 cd. 14).


516

A pesar de las prevenciones sobre la participación en el paro nacional del 27 de

octubre de 1988, éste se llevó a cabo y en su desarrollo habitantes de Segovia fueron

retenidos por patrullas del Ejército y de la Policía, que luego de interrogarlos los dejaban en

libertad, advirtiéndoles que serían “levantados a plomo” de sus casas muy pronto; el 30 de

octubre, cuando se realizaba un acto cultural en el Parque de los Próceres, celebrando el día

de los niños, se presentaron integrantes del Batallón Bomboná haciendo disparos al aire,

dando lugar a la terminación de esa celebración, situación que se repitió esa misma noche,

aduciendo que habían sido atacados, pero los pobladores no vieron a nadie distinto a

miembros de la fuerza pública.

Todo ese hostigamiento se recrudeció con el ingreso al casco urbano de Segovia,

aproximadamente a las 6:30 de la tarde del viernes 11 de noviembre de 1988, día de pago

en la empresa “Frontino Gold Mines”, de un grupo de facinerosos en varios vehículos,

quienes se dedicaron a disparar de manera indiscriminada contra personas, vehículos, casas,

bares, etc., ocasionando la muerte de cuarenta y tres seres humanos, entre hombres, mujeres

y niños, y lesionando a muchos otros, en número indeterminado.

Se acreditó que durante casi una hora, mientras los malhechores permanecieron en

Segovia, ningún miembro del Ejército o de la Policía, que debían prestar servicio a la

población, acudió a tratar de impedir o repeler, como era su deber, la masiva agresión, y

sólo aparecieron cuando aquéllos se habían ido de la cabecera municipal.

Por estos hechos fueron vinculados a la investigación los miembros de la fuerza

pública ALEJANDRO LONDOÑO TAMAYO, MARCO HERNANDO BÁEZ GARZÓN,

HUGO ALBERTO VALENCIA VIVAS, HENRY BERNAL FERNÁNDEZ, JORGE

ELIÉCER CHACÓN LASSO y EDGARDO ALFONSO HERNÁNDEZ NAVARRO y los

civiles CARLOS MARIO RUIZ VILLA, MARCOS ANTONIO RUIZ VILLA,


517

FRANCISCO ANTONIO DE JESÚS MONSALVE MONSALVE y JOSÉ OTONIEL

URIBE CASTAÑO.

OCHO. Los hechos suceden bajo el gobierno de Cesar Gaviria T.

Proceso No 13608

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SALA DE CASACION PENAL

Magistrado Ponente:

Dr. CARLOS E. MEJÍA ESCOBAR. Aprobado Acta No. 17

Santafé de Bogotá D.C., catorce (14) de febrero de dos mil dos (2002).

HECHOS Y ACTUACION PROCESAL

Aquellos tuvieron ocurrencia el 16 de diciembre de 1991 en las horas de la noche,

cuando en la Hacienda el Nilo, corregimiento El Palo, Municipio de Caloto (Cauca), hizo

presencia un grupo de hombres fuertemente armados quienes, luego de incendiar las

humildes viviendas, procedieron de manera indiscriminada a dar muerte a veinte (20)

indígenas de la comunidad Guataba, acción que también intentaron contra otro aborigen

que logró huir.

Los entonces Juzgados Octavo, Séptimo y Veinte de Instrucción Criminal, fueron

comisionados para adelantar la correspondiente investigación, la cual declararon abierta el

26 de diciembre de 1992. A lo largo de esa etapa procesal se escucharon en declaración a

las diversas personas que allí se citan, se dispuso librar orden de captura contra Gilberto

Marques Henao y posteriormente contra LUIS ALBERTO BERNAL SEIJAS, CARLOS

ALBERTO FLOREZ ALARCON, NEIMBERG MARIN ZULUAGA y CARLOS


518

ARTURO VAHOS MEJIA, de quienes se supo la forma como intervinieron en la masacre,

gracias a la declaración de un testigo con reserva de identidad.

Fue así como los sujetos FLOREZ ALARCON y MARIN ZULUAGA lograron ser

aprehendidos y vinculados a la investigación mediante indagatoria, luego de lo cual se les

resolvió su situación jurídica con medida de aseguramiento de detención preventiva por los

delitos de homicidio, lesiones personales, daño en bien ajeno y porte ilegal de armas de uso

privativo de la Fuerza Pública, mediante proveídos del 6 de febrero y 13 de marzo de 1992,

respectivamente.

En cuanto LUIS ALBERTO BERNAL SEIJAS y CARLOS ARTURO VAHOS

MEJIA, debieron ser declarados personas ausentes e igualmente se les cobijó con medida

de aseguramiento de detención preventiva, por los mismos ilícitos.

NUEVE. Los hechos ocurren bajo el gobierno de Cesar Gaviria Trujillo.

Proceso No 17550

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA.SALA DE CASACIÓN PENAL

Magistrado Ponente:Dr. YESID RAMÍREZ BASTIDAS

Aprobado Acta No. 30

Bogotá D.C., seis (6) de marzo de dos mil tres (2003).

HECHOS:

Ocurrieron a partir de las 5 de la mañana del 5 de octubre de 1993 en la vereda El

Bosque del corregimiento Portugal de Piedras de la comprensión municipal de Riofrío

(Valle), a donde llegó un grupo de hombres armados, algunos de los cuales vestían prendas

de la Fuerza Pública y ocultaban su rostro mediante el uso de una capucha, quienes

ingresaron violentamente a los domicilios de las familias Ladino Ramírez y Molina Solarte,
519

de donde sacaron a Celso Mario Molina Suaza (45 años), Zenaida Ladino Ramírez (38

años), Lucely Colorado Bonilla (35 años), Frederman Molina Solarte (25 años), Hugo

Cedeño Lozano (33 años), Edilia Rita Solarte (40 años), Julio César Ladino Ramírez (29

años), Edelcy Tusarma Salazar (16 años), Dora Estela Gaviria Ladino, Carmen Emilia

Ladino Ramírez (34 años), Miguel Ladino (73 años), Ricardo Molina Solarte (25 años) y a

Miguel Antonio Ladino Ramírez (47 años) para concentrarlos en la casa de la familia

Ladino, donde fueron sometidos a torturas y algunos obligados a vestir prendas militares,

para posteriormente asesinarlos, retirándose del lugar aproximadamente a las 11 de la

mañana.

A esa misma hora arribó a las estribaciones de la meseta en la que está ubicada la casa,

un pelotón del Ejército Nacional, adscrito al Batallón Palacé de Buga (Valle), al mando de

EDUARDO DELGADO CARRILLO quien para la época ostentaba el grado de Mayor, e

integrado también por el entonces Teniente Alfonso Vega Garzón, el Cabo Primero

Leopoldo Moreno Rincón, el Cabo Segundo Alexánder Cañizales Núñez y 30 soldados

regulares, quienes, simulando ser objeto de ataque, abrieron fuego desde su posición,

inferior y sin visibilidad, en contra de la casa donde había ocurrido la masacre,

“tomándose” posteriormente el inmueble.

El entonces Mayor DELGADO CARRILLO, rindió informe en el que dio cuenta de un

enfrentamiento con miembros de una columna del grupo guerrillero E.L.N, con el resultado

de 13 bajas de esa organización, el decomiso de abundante material de guerra y la absoluta

ausencia de novedades en sus propias filas, afirmando que había llegado al lugar

cumpliendo órdenes de su superior, el Comandante del batallón, quien a las 8 de la mañana

de ese día le había ordenado recoger en el centro de Buga a “un informante” que indicó la
520

presencia de la “columna guerrillera” en el sitio reseñado, razón para que se diseñara la

operación, partiendo del batallón a las 10:30 de la mañana.

DIEZ. Los hechos ocurren bajo el gobierno de Ernesto Samper Pizano.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA.SALA DE CASACIÓN PENAL

MAGISTRADO PONENTE: ÁLVARO ORLANDO PÉREZ PINZÓN

Aprobado: Acta No. 49

Bogotá, D. C., dos (02) de mayo del dos mil tres (2003).

HECHOS

Aproximadamente a las 8 de la noche del 22 de abril de 1996, un grupo de hombres

armados hizo presencia en el municipio de Segovia (Antioquia) y en forma indiscriminada

disparó contra la población, causando la muerte de 14 personas y lesiones a otras tantas. El

capitán Rodrigo Cañas Forero, comandante del Batallón del Ejército acantonado en el

lugar, fue señalado como quien horas previas a los hechos, recibió a los agresores y les

facilitó un vehículo para su transporte.

ONCE. Los hechos ocurren bajo el gobierno de Virgilio Barco Vargas.

Proceso No 13813

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA.SALA DE CASACIÓN PENAL

Magistrados Ponentes Dra. MARINA PULIDO DE BARÓN. Dr. EDGAR LOMBANA

TRUJILLO

Aprobado Acta No. 046

Bogotá D. C., dos (2) de junio de dos mil cuatro (2004)


521

HECHOS

Fueron resumidos del siguiente modo en la sentencia de segunda instancia:

“Sucedidos entre el 29 de diciembre de 1989 y el 2 de enero de 1990. Cuando el Capitán

para esa época en servicio activo NELSON RAFAEL COTES CORVACHO, al mando de

tropa perteneciente al Batallón de infantería No. 10 “GIRARDOT”, orgánico de la Cuarta

Brigada del Ejército Nacional, siendo algunos de sus miembros los suboficiales CP. JUAN

CARLOS PINILLOS SEÑIOR, CS. FERNANDO HUMBERTO GARCÍA SÁNCHEZ y

los soldados LUIS ALBERTO CASTRO BALSÁN y RICARDO BAHAMÓN DÁVILA,

retuvieron en la población de Juntas de Uramita, Vereda Santo Domingo, en una verbena de

fin de año a los señores JOAQUÍN GUILLERMO VARELA LÓPEZ, CONRADO

EMILIO VARELA LÓPEZ, ANÍBAL DURANGO HIGUITA y OCTAVIO DE JESÚS

NAVALES HIGUITA, sindicados por uno de los guías que lo acompañaban como

integrantes del Ejército de Liberación Nacional –EPL- civiles éstos que a la postre

aparecieron muertos en el paraje “La Llorona”, comprensión municipal de Dabeiba –

Antioquia, el 2 de enero de 1990.”

DOCE. Los hechos ocurren bajo el gobierno de Ernesto Samper Pizano.

Proceso No 17667

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SALA DE CASACIÓN PENAL

Magistrado Ponente:Dr. ALFREDO GÓMEZ QUINTERO

Aprobado Acta No. 72

Bogotá, D.C., veinticinco (25) de agosto de dos mil cuatro (2.004).

HECHOS Y ACTUACIÓN PROCESAL:


522

En horas de la noche del 12 de agosto de 1.995, en el Municipio de Chingorodó

(Antioquia), hizo presencia en la discoteca El Aracatazo un grupo de hombres armados que

anunciándose como exterminadores de la subversión dieron muerte a Héctor Tascón

Duque, Luis Alberto Guisao, Antonio Moreno, Julio Alfonso Ríos, Willinton Tascón,

Misleida Pérez, Jorge González, Julio Oviedo, Libia Úsuga Barrientos, Luis Aurelio

Sánchez, Manuel Ballesta, Francisco Panesso, Rodolfo Ramos, Pedro Úsuga, Leonardo

Mosquera, Jorge Julio Cárdenas, Mérida Jiménez y Jorge Zúñiga e hirieron gravemente a

José Luis Ciro Galeano, algunos de los cuales pertenecían al Sindicato Nacional de

Trabajadores de la Industria Agropecuaria, Sintrainagro o al Partido Comunista

Colombiano.

TRECE.El Caso de Mapiripan. Los hechos suceden bajo el gobierno de Ernesto

Samper Pizano.

Proceso No 25889

Corte Interamericana de Derechos Humanos

Caso de la “Masacre de Mapiripán” Vs. Colombia

Sentencia de 15 septiembre de 2005

En el caso de la “Masacre de Mapiripán”,


523

la Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la Corte Interamericana”,

“la Corte” o “el Tribunal”), integrada por los siguientes jueces :………………………….. ∗

74. Con fundamento en lo anterior, la Corte procederá a examinar y valorar los

elementos que conforman el acervo probatorio del presente caso.

A) PRUEBA DOCUMENTAL

75. Como parte de la prueba documental presentada por las partes, los representantes

remitieron las declaraciones de familiares de las presuntas víctimasy del señor Luis

Guillermo Pérez, así como los dictámenes de las peritos Robin Kirk y Ana Deutsch, en

respuesta a lo requerido en la Resolución emitida por el Presidente el 28 de enero de 2005

(supra párr. 25). A continuación la Corte resume dichas declaraciones.

a) María Teresa Pinzón López, hermana de Luis Eduardo, Enrique, José Alberto y Jorge

Pinzón López

Su madre vivía en Mapiripán con sus hermanos, su hermana Luz Mery, la hija y el

marido de ésta. Ella, aunque se llevaba muy bien con sus hermanos, “no iba a visitarlos

porque [le] daba miedo”. No recuerda muy bien el día que se enteró de lo sucedido a sus

hermanos. Es terrible acordarse de lo ocurrido y trata de no pensar, ya que “perder un

hermano es muy duro, pero perderlos a todos es tremendo”. Su madre, la señora Teresa

López de Pinzón, “se enfermó [de] un derrame cerebral [y] se le paró medio cuerpo.

También enfermó del corazón [y] le dio un infarto.” Perder a sus cuatro hijos “fue lo que

mató a [su] mamá[, quien] lloraba como un niño”. Luz Mery, su hermana mayor, quien


La Jueza Cecilia Medina Quiroga informó al Tribunal que por motivos de fuerza mayor no podía estar presente en el LXVIII
Período Ordinario de Sesiones de la Corte, por lo que no participó en la deliberación, decisión y firma de la presente
Sentencia.Asimismo, por razones de fuerza mayor, el Juez Diego García-Sayán no participó en la deliberación, decisión y firma de la
presente Sentencia.
524

también perdió a su compañero, “estaba muy nerviosa [y] psicológicamente mal, eso la

acabó [y ahora] esta muy decaída”; su aspecto personal cambió mucho, ya que ella vio

todo, y eso la ha “deteriorado y terminado”. En la familia ya nada es lo mismo y viven

lejos. Le da miedo preguntar si los responsables de los hechos fueron castigados, “porque

[…] en Villavicencio siempre hay paracos”, piensa que es peligroso y no quiere comentar

ni preguntar nada porque teme por sus hijos.

b) Esther Pinzón López, hermana de Luis Eduardo, Enrique, José Alberto y Jorge

Pinzón López

Cuando su madre llegó de Mapiripán estaba muy triste y le contó que el día de la

masacre llegaron unas personas encapuchadas a llevarse a sus hermanos y no los vieron

más. Posteriormente, su madre se empezó a enfermar: “llegó como ida, como en shock, le

dolía el pecho, fue al médico pero no le contó los hechos por miedo, le agarraban dolores

en el pecho, ataques[. L]e daba miedo cuando llovía y tenía pesadillas”. Así, su madre “fue

decayendo” y murió a causa de la masacre.

Por su parte, cuando se enteró que sus hermanos habían desaparecido sintió “dolor,

depresión [y se sintió] sola, ya que ellos estaban muy pendientes de [ellas y les] daban

cosas muy importantes. [Por ello, su] dolor más grande es en lo moral, [ ya que sus]

hermanos eran [su] apoyo [y les] daban alegría”. Además, su madre “sufrió mucho [y] le

afectaba muchísimo las fiestas de diciembre, los cumpleaños y todas las fiestas en que la

familia se une”. Sus hermanos eran muy cariñosos con su madre y con todas las hermanas.

Siempre se reunían en las fechas más importantes, pero ahora “trat[a] de no acordarse de

esto ya que es muy feo”.


525

Sus hermanos eran “el principal sustento” y ayudaban a la madre y a las hermanas

desde que sus padres se separaron. Además, su hermana Luz Mery tenía una casa, y

animales de granja, pero tuvo que “dejar todo eso tirado y perd[erlo] todo”. Después de la

desaparición de sus hermanos se les dificultó la economía, pasaron bastante hambre y ella

se retrasó en sus estudios. Además, su madre gastó dinero para buscar a sus hijos.

Le da miedo sufrir algún atentado, no por ella sino por sus hijos, quienes se quedarían

solos ya que su padre murió.

No sabe si sus hermanos están vivos, pero “si están muertos, aunque [les] sea duro

aceptarlo, sería un descanso [para sus hermanas y para ella] encontrar los cuerpos de los

cinco, enterrarlos y darles una despedida.” Pidió que se encuentre a las personas

responsables y “que […] no pidan perdón [por]que ellos no se merecen perdón”.

Asimismo, pidió que el Gobierno haga algo, no sólo para las presuntas víctimas de este

caso, sino para todo el país, pues “no pueden seguir existiendo estas masacres.”

c) Sara Paola Pinzón López, hermana de Luis Eduardo, Enrique, José Alberto y Jorge

Pinzón López

Tenía una buena relación con sus hermanos. Nunca ha estado en Mapiripán, pero le

contaron de la masacre y que había “gente sin cabeza, picados en pedazos, que en la finca

de [su] hermana se llevaron a su esposo y a sus hermanos”. Después de lo sucedido su

hermana, su madre y la hija de su hermana salieron para Villavicencio, donde se

encontraron con ella; este “encuentro fue horrible”. Posteriormente, se fueron para Bogotá

y vivieron un proceso tremendo con su madre, a quien, a consecuencia de los hechos, le dio

trombosis, tuvo parálisis facial y la mitad del cuerpo le quedó inválida. Su madre quedó
526

con una secuela y se la pasaba a la defensiva, nerviosa y “se ahogaba” en llanto, pues es

terrible perder de esa forma a los familiares; murió “lentamente por [lo sucedido a sus

hijos]”, con la esperanza de que aparecieran para volverlos a ver.

[La testigo, su madre y sus hermanas] dependían económicamente de sus hermanos. Si

sus hermanos estuvieran vivos su vida sería distinta y vivirían un poco mejor. Ella hubiera

seguido estudiando.

Por su parte, a ella le quedan secuelas, ya que se pasa imaginando cosas sobre torturas e

imagina que les hicieron todas esas cosas a sus hermanos. La navidad eran un suplicio

después de lo ocurrido. Además, no ha contado a nadie lo sucedido a sus hermanos porque

tiene miedo de que el ejército esté vinculado con los paramilitares. Villavicencio, en donde

vive, es peligroso, ya que “no se sabe con quién se […] habla[…] y hay gran desconfianza

de la gente”. Por ello, dice que sus hermanos están de viaje o que son primos. Ella sacó el

SISBEN (Sistema de Identificación y Clasificación de Potenciales Beneficiarios para los

Programas Sociales) para desplazados y le dieron ayuda en salud. Al ejército y a la policía

“no le convienen los desplazados[. P]ara ellos mejor que ningún desplazado estuviera vivo,

porque nadie abriría la boca ni diría nada”. Ni siquiera ha podido ver a un psicólogo a

causa del mismo miedo.

Su hermana Luz Mery “perdió todo, a ella le gustaba el campo, ella tenía sus cosas, sus

bienes en el campo, […] perdió el esposo, perdió a sus hermanos, y económicamente se

quedó casi nula”. Posteriormente, su hermana se volvió más callada y su relación con la

gente se volvió lejana.


527

La testigo desea saber la razón por la cual se llevaron a sus hermanos y saber lo que les

hicieron; saber si los mataron y, aunque sea, tener sus restos, ya que sus hermanas y ella

descansarían mucho. Sin embargo, tienen “la esperanza de volverlos a ver”.

d) Yur Mary Herrera Contreras, hermana de Hugo Fernando Martínez Contreras y

Diego Armando Martínez Contreras e hijastra de Gustavo Caicedo Rodríguez

Su padrastro, el señor Gustavo Caicedo Contreras, “ [l]os apoyaba en muchas cosas,

[les] daba muchos consejos[, era] muy buen padrastro, no [l]os maltrataba, era muy lindo[.

E]lla] siempre le [va] a estar muy agradecid[a].” Además, cuando ella se fue a Bogotá su

padrastro le seguía ayudando económicamente, aun cuando su primer esposo falleció y la

dejó sola con dos niños. Cuando su hermana le comunicó que habían matado a su padrastro

y a sus dos hermanos, no lo pudo creer y perdió comunicación por tres años, pues “tenía

miedo de que le pasara algo a la familia”. Después de ese lapso su madre y sus hermanos

llegaron a Bogotá sin su padrastro.

La incertidumbre afectó su vida familiar, el cuidado de sus hijos y la relación con su

pareja, al grado que se separó, pues peleaban porque ella vivía pendiente de su madre. Su

familia ha cambiado mucho después de los hechos: su madre no sale pues le da miedo y

teme que la estén siguiendo o que la estén mirando; sus hermanos ya no son los mismos

niños de antes y ahora son más callados y más tristes; y ella, aunque trata de estar tranquila

por sus hijos, sufre de insomnio y se niega a creer que sus hermanos estén muertos; a veces

ve niños en la calle parecidos a ellos y se pregunta si estarán vivos, ya que se “nieg[a] a

creer que estén muertos.” El “dolor que sient[e] es inexplicable, como un pedacito de vida

que se le va yendo a uno [de] golpe”.


528

Después de lo que pasó la situación económica estuvo más difícil y no les alcanzaba

para el arriendo. Algunos de los hermanos sobrevivientes y su madre tuvieron que irse a

vivir a una casa de latas, aguantaron hambre y frío, y ella trataba de colaborar

económicamente pero a veces no tenía ni para ella y sus hijos. Su madre siempre tuvo qué

comer antes de la masacre; por eso es muy duro y cruel no tener nada. No recibieron

mucho apoyo económico en la Red de Solidaridad, sólo en dos ocasiones le ayudaron a

pagar el arriendo.

Su madre está enferma del corazón y del estómago y le intentó dar trombosis; dichas

enfermedades tienen mucho que ver con lo que le pasó. Además, no la atendían porque no

tenía un carnet de desplazada.

El Estado es responsable de lo que pasó por haber abandonado la región; por ello, debe

responder, brindar apoyo económico y reparar a su madre y a ella por “la inestabilidad

moral y económica que les causó”. Justicia para ella sería que hicieran pagar a la gente que

hizo eso, que el Estado responda por los errores y que lo reconozca públicamente. “En vez

de haber justicia [para] los paramilitares los están cobijando y no se ayuda a las víctimas, y

eso da rabia y da impotencia”. Es importante saber la verdad y saber por qué lo hicieron y

qué beneficio sacaron de ello. Solicitó que “si los paramilitares […] tienen reclutados [a

sus hermanos,] que los dejen libres, que los hagan volver a casa, y si están muertos que los

responsables paguen por eso.”

f) Zuli Herrera Contreras, hermana de Hugo Fernando Martínez Contreras y de Diego

Armando Martínez Contreras e hijastra de Gustavo Caicedo Rodríguez .


529

La finca de Mapiripán tenía comodidades, era espaciosa, estaba equipada y tenía

animales. Su marido y su padrastro trabajaban y cultivaban la tierra y derribaban árboles.

Siempre había para comer. Siempre tuvo una muy buena relación con su padrastro y con

sus hermanos.

Antes del masacre ella se fue a Bogotá para dar a luz a su tercer hijo y cuando supo de

la masacre no pudo comunicarse con su familia. Sus familiares le decían que su familia

estaba toda muerta y que no podía ir para allá porque era peligroso. Para ella “fue una

desesperación muy grande saber eso.” Cuando habló con su madre y le contó lo sucedido

“fue muy doloroso”.

Al reunirse con el resto de su familia encontró a su madre “destrozada[, ya que] en un

momento perdió todo [lo que tenía], los niños más pequeños lloraban por el papá de ellos,

por sus hermanos y preguntaban todo el tiempo por ellos”. Su madre quedó muy mal y

enferma; siempre tiene mal genio y está triste. A sus hermanos “les dio muy duro”, porque

aunque estaban muy pequeños recuerdan todo y que no pueden olvidar.

Su vida cambió bastante, pues cuando regresó al campo tuvo que vivir separada de su

esposo y de su madre e inscribir a sus hijos en un internado. Después de la masacre,

trabajó como cocinera en una finca, pero a veces le tocaba pedir yuca o plátano para no

tener hambre. Cuando regresó a Bogotá hizo las gestiones de los desplazados y les tocó

aguantar mucha hambre; recibieron ayuda de la Red de Solidaridad y de la Cruz Roja,

aunque tardaron más de un año para que los apoyaran para el arriendo. Vivían en un rancho

con lata y plástico, ni su esposo ni ella tenían trabajo y “fue muy duro que los hijos [les

pidieran] de comer y no tener qué darles.”


530

Vive con miedo de que puedan volver a pasar esas cosas, no sabe en quién confiar, no

cree ni en la policía ni en el ejército. Además, “las autoridades no han investigado que pasó

con [sus] hermanos y [su] padrastro.”

Es muy importante que los responsables sean sancionados y que se haga justicia para

que eso no pase nunca más. El Estado no puede compensar todo el daño causado y tiene la

culpa de que hayan sido desplazados. Desea que Colombia reconozca su responsabilidad y

que ayude más a la gente de campo, a quienes cree paramilitares o guerrilleros, con vías,

escuelas y salud. Le gustaría que la Corte Interamericana “haga que se vea bien cómo son

las cosas [y] que hagan saber que si la gente colabora con la guerrilla es porque […]

amenazan [con] matarle a un hijo.”

f) Gustavo Caicedo Contreras, hermano de Hugo Fernando Martínez Contreras y de

Diego Armando Martínez Contreras e hijo de Gustavo Caicedo Rodríguez

Tiene 15 años de edad y tiene muchos recuerdos de su vida con su familia en

Mapiripán, cuando salían mucho a pasear con su padre y jugaba con sus hermanos. El día

que tomaron a su padre y a sus hermanos él estaba enfermo y su madre se puso a llorar.

Ese día su hermana, su madre y él lloraban mucho y querían buscar a su padre y hermanos,

pero otras personas les decían que no los buscaran porque los iban a matar. “A ellos no les

importaban si eran niños o bebés, se los llevaban por el sólo hecho de preguntar por el

familiar que ellos tenían.” Posteriormente, la familia salió para Anzuelo, para Bogotá –

donde pasaron hambre y frío– y para el Rincón de la India, donde se quedaron. Cuando en

2002 llegaron la guerrilla, los paramilitares y el ejército otra vez a Mapiripán, sentía mucho
531

miedo “porque estaba estudiando como internado en una escuela. […] Era muy inseguro,

había bombas, combates”.

Extraña a sus hermanos y no cree volverlos a ver. Llora cuando piensa en ellos. Le da

rabia lo que pasó. No se concentra en el estudio, pues piensa en su madre que está sola sin

nadie que la acompañe. Pierde evaluaciones por estar pensando en esas cosas o en que le

pueda pasar algo a su madre. Vive con miedo “porque a veces la gente dice que vienen los

paramilitares. El gobierno piensa que por […] estar viviendo allá es guerrillero”. Se ha

sentido rechazado por su condición de desplazado, “porque cuando estaba en Bogotá la

gente lo miraba […] medio raro por ser desplazado”. Ahora se siente mal porque donde

vive “no t[iene] a nadie”.

Piensa que estarían mejor con su padre y que no les faltaría nada, pues ahora no sabe

cómo van a hacer con los libros y con la pensión.

Quiere recuperar todo lo que tenían en la finca y que le ayuden “con lo de la escuela

para seguir estudiando”.

g) Maryuri Caicedo Contreras, hermana de Hugo Fernando Martínez Contreras y de

Diego Armando Martínez Contreras e hija de Gustavo Caicedo Rodríguez

Tiene 14 años de edad. Su padre era “muy buena gente” y los cuidaba mucho. La

familia paseaba y la pasaban muy bien. Se sentía protegida por su padre y por sus

hermanos; su madre los cuidaba porque no tenía que trabajar. El día que tomaron a su

padre y a sus hermanos, la testigo, junto con tres de sus hermanos y sus padres, se dirigían

de la finca al pueblo a buscar servicios de salud para su hermano Gustavo. Cuando

voltearon a ver, ya los habían tomado. Vio gente llorando y diciéndoles que no volvieran a
532

buscarlos porque los matarían. Sin embargo, “los busca[ron] por todos lados y no los

encontra[ron]”. Vio “gente tirada en el río[ y a] unas personas que sólo tenían el cuerpo,

pero no tenían ni manos, […] ni cabezas”. Su madre y hermana lloraban mucho y [ella]

sentía mucho miedo de que los fueran a matar. Cuando recuerda todo eso siente ganas de

llorar.

Su padre les daba todo lo que necesitaban y les pagaba el estudio. Al salir de

Mapiripán perdieron todo, aguantaron hambre y ella no pudo estudiar por dos años.

Después vivieron en un rancho de lata en Bogotá, en donde ella se enfermó por el frío que

pasaban, y aunque los doctores le daban medicina no le servía. Siente dolores muy fuertes

de cabeza y no puede ver bien. Además, tuvo problemas de apendicitis y problemas con su

menstruación; el médico le dijo que eran síntomas de trombosis. Ha tenido y continúa

teniendo problemas para estudiar y entender lo que los profesores le decían por estar

pensando en su padre y sus hermanos. Los profesores de su escuela en Bogotá la miraban

mal por no llevar uniforme, pero no tenía plata para comprarlo. Antes de salir de

Mapiripán tenían muchas cosas y ahora no tienen nada.

Sigue pensando mucho en su padre y hermanos. Sus hermanos le hacen mucha falta.

Llora mucho, duerme mal a veces y tiene pesadillas en las que recuerda cómo mataban a la

gente de Mapiripán. Su padre le iba a festejar sus quince años y le había prometido

comprarle una moto; no recibirá el regalo prometido. Le gustaría volver a tener las mismas

comodidades que tenían antes y le parece importante que los responsables sean castigados.

h) Nadia Mariana Valencia Sanmiguel, hija de José Rolan Valencia


533

Su padre era empleado de la alcaldía y trabajaba como despachador del aeropuerto.

Describió la llegada de los paramilitares a su pueblo, la manera en que cambió el ambiente

por completo y los comentarios que se hacían de que estaban matando gente.

El día que se llevaron a su padre de la casa “[t]odos [su]s hermanos estaban afuera

llorando y [su] mamá también estaba llorando con su niño enfermo”. En el momento de la

captura, su padre rogaba a los paramilitares que no lo mataran porque tenía 5 hijos, un hijo

enfermo y su esposa. Su hermana menor, Yinda, lloraba todo el tiempo. Al día siguiente, el

inspector y el alcalde llegaron a avisarles que los paramilitares habían matado a su padre y

que su cuerpo estaba en el aeropuerto. Su hermana Yinda agarraba fuertemente la fotografía

de su papá y su madre suplicaba. Nunca vieron muerto a su padre, pero la gente les contó

que “lo habían degollado, habían jugado fútbol con la cabeza […], y que su cabeza estaba a

diez metros del cuerpo.[…] No dejaban recoger los cuerpos, el que los fuera a recoger […]

lo mataban los paramilitares. […] El inspector le hizo un permiso a [su] mamá para que

recogiera a [su] papá[, a quien] envolvieron en una sábana y lo enterraron en una tumba en

el cementerio, ahí le acomodaron la cabeza. [Ella] sólo vi[ó] una pierna de [su] papá

cuando él iba pasando en una camioneta.” Nunca pudo ver la tumba de su padre y el día

que lo enterraron su hermana estaba muy alterada y triste.

Al enterarse de que habían matado a su padre lloró mucho, sintió mucha rabia, mucho

dolor y no sabía qué sería de [su madre, sus hermanos y ella] sin él, porque eran muy

pequeños. Posteriormente, su familia y ella se fueron para Villavicencio y vivieron en casa

de unos amigos de su padre durante un mes; recibían comida y ayuda de la pastoral social y

de los amigos, nada del gobierno. Tampoco en ese momento pudieron estudiar. A su madre

le tocó trabajar en casas de familia. Su padre les proveía los alimentos y les daba todo.
534

Después de su muerte han tenido que vivir muchas privaciones, ya que su madre

escasamente les podía conseguir la comida.

Tuvo que irse a un internado para poder volver a estudiar, aunque hubiera querido estar

con su madre. Extrañaba mucho a su familia y duró dos años sin querer estudiar pues

“psicológicamente estaba mal, no podía dormir bien, [tenía] pesadillas […] con personas

que perseguían a [su] padre y [a sus] hermanos. [Se] volvió agresiva. [C]reía que todo el

mundo era su enemigo”. Su vida cambió muchísimo desde que murió su padre, pues

siempre había vivido en un pueblo con sus dos padres y en su vida actual ya no es así. Le

gustaría volver de visita a Mapiripán, pero no para quedarse pues le trae malos recuerdos.

No había declarado antes y le da miedo hacer la presente declaración, ya que siempre

siente desconfianza. Justicia, para ella, sería que todos los que tuvieran que ver con lo

sucedido a su padre pagaran por el mal que les causaron.

i) Roland Andrés Valencia Sanmiguel, hijo de José Rolan Valencia

Tiene 11 años de edad y nació en Mapiripán. No recuerda bien cómo era su padre, pero

sabe que está muerto. Le hace falta tener un padre. Antes él vivía con su padre, madre y

hermanos, y ahora vive en una casa pequeña en Villavicencio. Mientras su madre trabaja,

su hermana lo cuida. Cuando sea grande, quiere ser policía “porque la policía ayuda a

[otr]as personas”.

j) Yinda Adriana Valencia Sanmiguel, hija de José Rolan Valencia

Cuando ella tenía 9 años, en 1997, en Mapiripán “se vivía bien, la gente vivía

tranquila”. Cuando estaban en Mapiripán a ella, a su madre y a sus hermanos no les faltaba
535

nada, tenían comida, techo, ropa y lo que necesitaban. Su padre trabajaba como

despachador en la pista durante el día, y algún tiempo fue dueño de un cinema.

Relató los hechos que sucedieron cuando llegaron los paramilitares a su casa, tiraron al

suelo a su padre y le amarraron sus manos hacia atrás. Ella se sintió muy mal al saber que

él nunca iba a regresar porque todos los que se habían llevado nunca regresaron. En ese

momento su madre rezaba mucho y sus hermanos lloraban desconsolados. Al día siguiente

vio los pies de su padre cuando lo transportaban al cementerio, se sintió mal y lloró mucho.

El día del entierro ella y su familia salieron de su casa para siempre y pasaron la noche en

la clínica del pueblo con miedo de que los mataran. Ella sabe que su padre murió

degollado. Posteriormente, estuvo internada por cuatro años en un colegio que no cobraba,

otros niños hablaban sobre la masacre y decían que la habían hecho los paramilitares, que

habían matado a muchas personas y que habían tirado los cuerpos al río.

Después de los hechos su vida cambió mucho. Al salir del pueblo, llegaron a la casa de

unos amigos de su padre que les brindaron comida y lugar para dormir. Sus hermanos

menores se quedaban solos, debido a que su madre debía trabajar en varios oficios, en casas

de familias y en restaurantes. A ella le tocó trabajar en un supermercado y en casas de

familia para pagar lo necesario para el estudio y para ayudar a su familia. Sin embargo,

pasaron hambre muchas veces y cuando querían algo no lo podían tener.

Extraña mucho a su padre, piensa mucho en él y en lo bien que lo pasaba, ya que su

relación con era “muy cercana y especial”. Cada mes visita a su madre. Justicia para ella

sería que encontraran a los responsables de la masacre y que el Estado les ayudara con el

estudio.
536

k) Johanna Marina Valencia Sanmiguel, hija de José Rolan Valencia

Tiene 16 años de edad y describió como sucedieron los hechos de julio de 1997. Vió

cómo se llevaban a su padre. Su hermana Yinda lloraba y pedía que no se lo llevaran. La

testigo, su madre y sus hermanos también lloraban. “Pensaba que si se lo llevaban lo iban a

matar, porque ya había habido hartos muertos”. Al día siguiente que se llevaron a su padre

les dijeron que había muerto y que lo habían decapitado. Ese mismo día ella, su madre y

sus hermanos se tuvieron que ir para otro lado y quedarse en una clínica por miedo a que

también los mataran.

Después de la masacre sufrieron mucho y la vida se volvió más difícil. Se fueron a

Villavicencio y vivían en casa de unos amigos de su padre. Después “aguant[aron] hambre

y [su] madre tuvo que trabajar para conseguir la comida. [Ella] tuv[o] que empezar a cuidar

a [sus] hermanos desde los ocho años. [Tiene] un hermano con necesidades especiales y

tuv[o] que darle tetero y limpiarlo. También tuv[o] que cocinar[. A] veces t[ienen] que

pedir comida a los vecinos”.

Su vida sería mucho mejor si su padre estuviera vivo. Aunque sabe que no es posible,

quiere que le devuelvan a su padre. Es importante que los responsables sean castigados.

l) Carmen Johanna Jaramillo Giraldo, hijastra de Sinaí Blanco Santamaría

Cuando llegó a vivir a Mapiripán empezó a querer mucho a su padrastro, quien le

empezó a pagar los estudios y era “una persona muy amplia”.

Antes de que llegaran los paramilitares, la situación de seguridad estaba bien. Describió

el ambiente de terror vivido en el pueblo con la llegada de los paramilitares y que la gente
537

escuchaba que venían con una lista. Tuvo contacto con algunos de los paramilitares y vio a

muchos de ellos, incluso al “Mochacabezas”, quien mataba a la gente. Había rumores

sobre gente descuartizada y echada al río en pedazos. “Desde que ellos llegaran, ese pueblo

parecía fantasma. Cada ratico se escuchaba que se llevaban gente. Los paramilitares eran

desalmados [y] no tenían piedad del dolor de la gente.” Hubo muchos muertos y

desaparecidos en Mapiripán, incluida una familia entera desaparecida con un niño de meses

de nacido.

Un día después de que los paramilitares se llevaron a su padrastro, su madre y ella –

quien tenía 16 años en ese entonces– salieron a buscarlo y encontraron su cuerpo en el

puesto de policía. “Cuando [se] acerc[ó] […] lo conoci[ó], […] era [su] papá. [Ella se

sentó] a su lado y perdi[ó] noción de todo, casi [se vuelve] loca, lo iban a tapar, [ella]

decía[: N]o lo tapen que él se va a despertar. [Se agachó] a su lado y levant[ó] su cabeza en

[sus] piernas, y tenía la garganta cortada. [Su] papá tenía cortaduras en la carita, lo habían

amarrado con un nylon negro[. Ella dijo: ¿P]or qué lo amarraron si él no era malo? [Se

quedó] con él llorando por tres horas hasta que [la] sacaron del lugar.”

Además del cuerpo de su padrastro vio otros cadáveres y a una señora jalando el cuerpo

de su esposo con la cabeza en la otra mano para unirla. Eso le provocaba sentimientos de

rabia e impotencia por no poder hacer nada. Su madre llamó al alcalde y al inspector de

policía para que hicieran el levantamiento del cuerpo pero dijeron que no podían. “Los

paramilitares decían que donde matan una persona ahí se queda. [Su] papá fue la única

persona que sacaron del pueblo [pues] la familia de [él] en San Martín mandó una avioneta

para sacarlo. [Lo] enterra[ron] en San Martín”.


538

Salieron para Villavicencio y allá no dormía, pero tuvo apoyo de su novio, quien la

ayudó a salir de eso “porque si no [se] muer[e]”. Después su madre y ella se fueron para

Acacias porque les dijeron que las andaban buscando para matarlas. Cuando regresó a

Mapiripán un año después fue muy duro para ella volver y pasar por donde mataron a su

padrastro. Luego se fue a Villavicencio a tener a su hijo y no ha vuelto a Mapiripán por

miedo. A veces no puede dormir por la tristeza. Quiere cambiarse su apellido por el de su

padrastro, pero no se lo han permitido.

Su vida después de la masacre cambió mucho y tuvo que abandonar sus estudios. Ella y

sus hermanos recibían de su padrastro todo lo que necesitaban. Su padrastro le había

ofrecido pagarle la universidad; por tanto, ella hubiera sido profesional, y quería estudiar

idiomas y viajar. Sin embargo, a ella y a su madre les tocó aguantar hambre y vender cosas

en la calle. Su madre cosía todo el día para ganar dinero. Su madre casi muere, ya que no se

alimenta y, además, sufrió un preinfarto.

Es importante que los responsables sean castigados y que paguen por lo que hicieron.

El Estado tiene responsabilidad por lo que pasó en Mapiripán.

m) Luis Guillermo Pérez, abogado de derechos humanos

Asumió la posición de abogado de la parte civil en la representación en el proceso penal

por la masacre de Mapiripán, asignado a la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía

General de la Nación. Al respecto, denunció irregularidades en cuanto al vínculo entre los

paramilitares y el ejército, así como la impunidad de la justicia penal militar. Además,

presentó denuncias que lo hicieron tener que presentarse a declarar ante la Fiscalía, como

posible responsable de supuestas amenazas sufridas por miembros del ejército, que estaban
539

recluidos por otros hechos. Aunado a lo anterior, la tutela por él interpuesta ocasionó que

el proceso regresara a la justicia penal ordinaria. Por otro lado, se inició persecución en su

contra. Existían rumores de que su asesinato ya había sido ordenado y su trabajo como

defensor de derechos humanos fue infiltrado. Al recibir información que le confirmó que

los preparativos de su asesinato ya estaban en curso, abandonó Colombia, donde ha

regresado solamente por días, pero ha tenido que radicarse definitivamente en el extranjero.

Por otro lado, el señor Morales Marín manifestó que la Fiscalía había escogido el caso

de Mapiripán como uno de los casos a investigar por violación de derechos humanos.

b) Luz Mery Pinzón López, compañera de Jaime Riaño Colorado y hermana de

Enrique, Jorge, Luis Eduardo y José Alberto Pinzón López

En julio de 1997 vivía en vereda de la Cristalina con su compañero, con sus hermanos

Enrique, Jorge, Luis Eduardo y José Alberto Pinzón López, con su hija Esperanza Pinzón y

con su madre. Trabajaba en la Cristalina con Marco Tulio Bustos.

Después de la masacre salió de la Cristalina a buscar refugio. Pasó por la Cooperativa,

donde vio brazos y piernas tirados en el suelo. Pasó una noche en Mapiripán antes de irse

para Villavicencio con su madre, su hermana, su hija y sus hijos pequeños, pues temía que

“también [la] llevaran[ y la] desaparecieran como se llevaron a [su] esposo [y] hermanos.”

Ella y sus hermanos mantenían a su madre. Además, sus hermanos mantenían a sus

hermanas que estudiaban. Después de que ellos desaparecieron “fue terrible […]; ya no era

lo mismo, ya no hubo estudio, ya no hubo nada, todo se acabó. [Tuvieron que] aguantar

hambre, desnudez, quedar […] en la calle.”


540

Jaime Riaño Colorado, su compañero por siete años, era un hombre muy bueno y

siempre la pasaban bien. A ella le afectó “terriblemente” su desaparición, pues no tenía

quien le ayudara a ella y a sus hijos. Si él viviera, sus hijos y ella estarían en otras

condiciones sin que les faltara nada.

Su madre se vio muy afectada por los hechos y murió “de ver que [su]s hermanos se

desaparecieron [y también su] esposo”. También fue terrible para sus hijos ver que se

llevaban a sus tíos y a Jaime Riaño Colorado. En ocasiones su madre la culpaba por haber

llevado a trabajar a sus hermanos a la Cristalina.

Fue obligada a desplazarse. Lo que tenía antes de la masacre –la finca y los animales–

“se perdió o se acabó.” Sin embargo, la Red de Solidaridad y el Instituto Nacional de

Vivienda de Interés Social y Reforma Urbana (INURBE) le dieron una casa a su nombre y

al de sus hijos. Después de la masacre fue amenazada en Acacías por la misma gente que

se llevó a su esposo y a sus hermanos.

No ha visto que el Estado haga algo para averiguar el paradero de sus hermanos y de su

compañero. Ella no denunció lo ocurrido pues le “dio miedo” y vive nerviosa de que le

pase algo. Le da miedo rendir esta declaración porque “no s[abe] cómo será su llegada a

Colombia”.

Le gustaría ver el cuerpo de sus hermanos y compañero. Sin embargo, le gustaría verlos

vivos y guarda “la esperanza siempre [de que] vuelvan”. A veces también piensa que están

muertos.
541

Le gustaría que castigaran a los responsables, ya que “duele mucho [que] hagan esas

cosas sin uno saber porqué”. Le gustaría que les ayudaran económicamente para el estudio

de sus hijos y que les dieran todo lo que tenían antes.

c) Mariela Contreras Cruz, madre de Diego Armando y Hugo Fernando Martínez

Contreras y esposa de Gustavo Caicedo Contreras

Vivía a hora y media de Mapiripán con su esposo y sus 7 hijos. Su casa era de madera;

tenía electrodomésticos, ganado, gallinas, cerdos y chivos.

Cuando estaban en Mapiripán sus hijos se escaparon y le contaron que habían visto

pedazos de cuerpos. Al salir de Mapiripán anduvieron a pie “de finca en finca” por un mes

hasta que llegaron a El Anzuelo. Ya no tenían comodidades y los “niños perdieron tiempo

en el estudio”. Posteriormente, tuvieron que salir de ahí porque los paramilitares

“encendieron” el pueblo y los amenazaron. Como ella “estaba […] traumatizada con lo que

había pasado”, se fue con sus hijos para Villavicencio pero, como el Estado no les brindó

mucho apoyo, se fue a Bogotá, donde la apoyaron con un “mercado” hasta cinco meses

después.

En Bogotá estuvo un tiempo en casa de su hija, quien tuvo problemas con su marido

pues ella estaba enferma y él tenía que trabajar para mantenerlos. A ella le “tocó hasta

pedir limosna”. Después, la testigo y sus hijos menores se mudaron a “una casa encerrada

en latas […] y plásticos” que era de su hermano. Sus hijos lloraban de hambre, pues ella no

conseguía trabajo. Nunca ha regresado a su casa porque “piensa [que la] pueden matar […]

también, con [su]s hijos.”


542

Como no vio muertos a sus hijos y esposo se “ha[ce] la idea que ellos están vivos”. Sin

embargo, cree que nunca verá los cadáveres. Siente tristeza y soledad, ya que no tiene

“nada y moralmente est[á] destrozada por la falta de [su]s hijos y [su] esposo”. Sus demás

hijos están muy traumatizados y lloran mucho. Ella no puede dormir tranquila y sueña

“cosas tremendas” de sus hijos y su compañero.

Desde la desaparición de su esposo y sus dos hijos se ha sentido muy enferma. Dos

años despúes le dio hepatitis y tiene cirrosis. También sufrió de paludismo cerebral y ha

estado en cama sin nadie que la apoye.

Ha conversado con cerca de veinte personas desplazadas de Mapiripán, quienes le han

contado que perdieron a familiares durante los hechos. Les comentó del presente caso y le

dijeron que “ni muertos decían nada, porque ellos sabían que corrían peligro y [l]e dijeron

[…] que no lo siguiera haciendo porque tenía el lazo al cuello.” Ella siente “bastante

temor” por haber declarado, sobre todo cuando regrese a Colombia.

Quiere que se haga justicia “porque ha[y] muchos que est[án] sufriendo”. La justicia es

necesaria “para que no sigan masacrando la gente”. Solicitó “que se acuerden que [ellos

tienen] la vida en un hilo [y que] recuerden que […] también so[n] Colombia y t[ienen]

derecho a la vida. [Asimismo, solicitó] que [les] den la oportunidad de criar [a sus] hijos y

seguir adelante”.

d) Nory Giraldo de Jaramillo, compañera de Sinaí Blanco Santamaría

El día de los hechos se llevaron a su esposo por la noche y al día siguiente en la mañana

ella y su hija encontraron su cuerpo degollado y “amarrado con una piola en los brazos

hacia atrás”. Después lo sacaron en una avioneta y lo sepultaron en San Martín.


543

Ella trabajaba con su esposo en un negocio; vivían cómodamente y todo lo que tenían

era propio. Sin embargo, “todo se perdió cuando [ella] sali[ó] de allá”.

Fue obligada a desplazarse de Mapiripán, porque cuando mataron “a [su] esposo era la

lógica que [ella] tenía que salir de allá”. Su vida cambió “totalmente [pues] la vida para un

desplazado es muy dura porque [se] siente miedo de todo, no [hay] forma de trabajar, no

[se] tiene forma de sustento, [se] tiene que acudir hasta a mendigar una caridad de cualquier

persona que se la quiera dar”.

La muerte de su compañero afectó la vida familiar “muchísimo, moralmente,

económicamente, todo, en todas formas”. Ella jamás volvió a ser la misma y cada vez que

recuerda “el dolor es terrible”. Siente “dolor, desespero, rabia, por todo el daño que [le han

hecho]”. Siente miedo por sus hijos.

Justicia, para la testigo, “significa un bienestar para [ella] y [sus] hijos y que castiguen a

los culpables”.

e) Marina Sanmiguel Duarte, esposa de José Rolan Valencia

El día de los hechos su esposo fue sacado de su casa delante de ella y de sus hijos por

un grupo paramilitar, quienes lo “amarraron con las manos atrás y se lo llevaron de la

casa”. Al día siguiente lo encontró “por el lado de la pista y la carretera, el cuerpo estaba

hacia un lado y la cabeza de él estaba al otro lado”.

Se vio obligada a desplazarse de Mapiripán porque “pens[ó] que ellos volvían, porque

ellos sí lo habían dicho de que ellos volvían otra vez”. Como desplazada se siente

rechazada por la gente y no es fácil conseguir trabajo en ninguna parte.


544

La muerte de su esposo y padre de sus hijos ha afectado “el rendimiento académico [de

éstos] y [su] ánimo […] no es igual[. Además,] les ha tocado prácticamente criarse solos

en la casa porque [ella] no h[a] podido estar con ellos”. Siente miedo por su declaración

rendida ante la Corte por “su llegada al sitio donde viv[e], porque hay mucha gente de esa y

no sab[e] qué pueda pasar”.

Piensa que el Estado puede hacer “algo para que [sus] hijos sigan estudiando y para

poder darle un buen tratamiento a [su] hijo […] enfermo y para poder sobrevivir un poco

mejor, tener una vida mejor”. Para ella justicia significa que “todas las personas que están

involucradas en esta masacre paguen […] por todo lo que hicieron y que no se vuelva a

repetir en ninguna parte”.

f) Viviana Barrera, hija de Antonio María Barrera

Vivía en Villavicencio cuando ocurrieron los hechos y visitaba a su padre cada tres o

cuatro meses. Al enterarse de lo ocurrido se trasladó a Mapiripán, donde le informaron que

habían matado a su padre. Ella pidió ver el cadáver pero le dijeron que no era posible pues

“había sido destrozado”.

Su padre deseaba lo mejor para ella y sus hijos; él les compró una casa en Mapiripán –

donde vive ahora– y “trató de dar[les] todo lo que necesita[ban].” Su padre le mandaba el

dinero para el arriendo de su casa en Villavicencio y mantenía a la testigo y a sus cinco

hijos, incluyendo el estudio.

Después de los hechos su vida cambió mucho; tuvo que trabajar y que cambiarse de

casa a otra “menos costosa y humilde”. Desde entonces le han faltado muchas cosas
545

económicamente. Además, le falta apoyo moral y siente “un vacío inmenso y una tristeza

muy grande”.

El hecho de vivir actualmente en Mapiripán le produce “un gran temor porque hace un

año [l]e tocó sacar [a Medellín] a [su] hijo mayor porque los paramilitares lo amenazaron”.

Para ella, justicia “es que los que hicieron eso […] pag[uen] de alguna manera […] sea

quien sea [para] que nada de esto v[uelva] a suceder así y que no […] queden impunes

tantas cosas”. Además, solicitó “que hagan algo realmente productivo por [Mapiripán] ”.

“Respecto del contexto histórico de Mapiripán y la ocurrencia de la masacre

96.21 El Municipio de Mapiripán es un territorio de 11.400 km2, ubicado en el

extremo sureste del Departamento del Meta a 530 km de distancia del Municipio de

Villavicencio. Actualmente, para llegar a Mapiripán vía terrestre se requieren

aproximadamente nueve horas desde Villavicencio y un día y medio desde San José del

Guaviare, capital del Departamento del Guaviare. Por vía aérea, se requiere

aproximadamente media hora desde este último lugar29.

96.22 El departamento del Meta es considerado como un importante productor de

coca y amapola, así como un lugar de ganadería y agricultura30.

96.23 Al inicio de la década de los años noventa, grupos paramilitares, varias

organizaciones de narcotraficantes y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (en

29
Cfr.informe elaborado por la Fiscalía General de la Nación el 6 de abril de 2005 (expediente de anexos a los alegatos finales
presentados por el Estado, folio 4990).
30
Cfr. resolución de acusación de 7 de abril de 1999 emitida por la Fiscalía de la Unidad Nacional de Derechos Humanos
(expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 27, folio 3207 bis); declaración del señor Leonardo Iván Cortés
Novoa, rendida ante la Fiscalía General de la Nación el 21 de agosto de 1997 (expediente de anexos al escrito de solicitudes y
argumentos, anexo 30, folios 3400 y 3401), y declaración jurada rendida por la perito Robin Kirk el 15 de febrero del 2005 (expediente
sobre declaraciones rendidas o autenticadasante fedatario público, folio 4623).
546

adelante “las FARC”) intentaban controlar la zona donde se encuentra el municipio de

Mapiripán31. Asimismo, dada la importancia estratégica del área, el grupo paramilitar de las

AUC lanzó una campaña armada para aumentar su control sobre el territorio32.

96.24 En el año 1997 el municipio de Mapiripán se encontraba bajo la jurisdicción

del Batallón “Joaquín París” de San José del Guaviare, el cual estaba adscrito a la VII

Brigada del Ejército Nacional de Colombia, con sede en Villavicencio33. Existía una tropa

denominada Brigada Móvil II que estaba adscrita al Comando de Operaciones Especiales

de Contraguerrilla. En julio de 1997 la VII Brigada del Ejército estaba bajo el mando del

General Jaime Humberto Uscátegui Ramírez, la Brigada Móvil II se encontraba al mando

del TenienteCoronel Lino Hernando Sánchez Prado y el Batallón Joaquín París de San José

del Guaviare estaba al mando del Coronel Carlos Eduardo Ávila Beltrán. No obstante, del

8 al 19 de julio del 1997 el entonces MayorHernán Orozco Castro estaba al mando del

Batallón “Joaquín París” de San José del Guaviare, ya que suplía al Coronel Carlos

Eduardo Ávila Beltrán, quien se encontraba de vacaciones34.

96.25 En el sitio conocido como “El Barrancón”, cercano a los municipios de

Charras y Mapiripán, se encontraba apostada la Infantería de Marina. La presencia de la

Fuerza Pública se extendía al aeropuerto de San José del Guaviare, controlada por el

31
Cfr. resolución de acusación de 7 de abril de 1999 emitida por la Fiscalía de la Unidad Nacional de Derechos Humanos
(expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 27, folio 3207 bis), y declaración del señor José Luis Parra Vásquez,
rendida ante la Fiscalía General de la Nación el 23 de junio de 1998 (expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo
17, folio 3097).
32
Cfr. resolución de acusación de 7 de abril de 1999 emitida por la Fiscalía de la Unidad Nacional de Derechos Humanos
(expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 27, folio 3207 bis), y resolución de acusación de 16 de noviembre de
1999 emitida por la Fiscalía General de la Nación (expediente de anexos a la demanda, anexo 1, folios 42 y 43).
33
Cfr. resolución de 21 de junio del 1999 emitida por la Unidad Nacional de Derechos Humanos (expediente de anexos a la
demanda, anexo 20, folio 320).
34
Cfr. sentencia de 15 de febrero de 2005 emitida por la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá
(expediente de prueba presentada por el Estado, folios 4746 a 4749); resolución de 21 de junio del 1999 emitida por la Unidad Nacional
de Derechos Humanos (expediente de anexos a la demanda, anexo 20, folio 320); fallo disciplinario de 24 de abril de 2001 emitido por la
Viceprocuraduría de la Nación (expediente de anexos a la demanda, anexo 61, folio 1108), y declaración jurada rendida por la perito
Robin Kirk el 15 de febrero del 2005 (expediente sobre declaraciones rendidas o autenticadasante fedatario público, folio 4625).
547

Ejército y la Policía Antinarcóticos. El Batallón “Joaquín París” se encontraba a cargodel

aeropuerto35.

96.26 Durante julio de 1997 la Brigada Móvil II se dedicó a labores de

entrenamiento en “El Barrancón”, sitio cercano a los municipios de Charras y Mapiripán36.

96.27 A principios de 1997 las AUC llevaron a cabo varias reuniones con el fin de

organizar su incursión en la zona de Mapiripán y los habitantes de dicho municipio fueron

declarados objetivo militar por el jefeparamilitar Carlos Castaño Gil, porque, “según él, allí

operaba un frente consolidado de la subversión, con el dominio absoluto de un territorio

apropiado para el ciclo completo en materia de narcotráfico, cultivo, procesamiento y

comercialización”37.

96.28 Cuando las autodefensas llegaron al Municipio de Mapiripán, durante los

hechos de julio de 1997, no estaban en el pueblo ni el Alcalde ni los funcionarios de la

alcaldía38.

Los hechos de julio de 1997:

96.29 Los párrafos 96.30 a 96.47 contenidos en esta sección son los hechos que

este Tribunal tiene por establecidos con base en el reconocimiento de responsabilidad

efectuado por el Estado, que comprende “los hechos señalados en el literal B del Capítulo

35
Cfr. sentencia de 15 de febrero de 2005 emitida por la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá
(expediente de prueba presentada por el Estado, folios 4741, 4742, 4738, 4745, 4748 y 4749).
36
Cfr. sentencia de 15 de febrero de 2005 emitida por la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá
(expediente de prueba presentada por el Estado, folios 4746 a 4749).
37
Cfr. resolución de 21 de junio del 1999 emitida por la Unidad Nacional de Derechos Humanos (expediente de anexos a la
demanda, anexo 20, folio 320); declaración jurada rendida por la perito Robin Kirk el 15 de febrero del 2005 (expediente sobre
declaraciones rendidas o autenticadas ante fedatario público, folio 4623), y resolución de acusación de 16 de noviembre de 1999 emitida
por la Fiscalía General de la Nación (expediente de anexos a la demanda, anexo 1, folio 42).
38
Cfr. declaración de testigo bajo reserva, rendida ante la Fiscalía General de la Nación el 24 de julio de 1997 (expediente de
anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 29, folio 3389), y declaración jurada rendida por la perito Robin Kirk el 15 de
febrero del 2005 (expediente sobre declaraciones rendidas o autenticadasante fedatario público, folio 4623).
548

VI ‘Los hechos de julio de 1997’ de la demanda presentada por la Comisión

Interamericana” (supra párr. 34).

96.30 El 12 de julio de 1997 aproximadamente un centenar de miembrosde las

AUC aterrizaron en el aeropuerto de San José de Guaviare en vuelos irregulares

procedentes de Neclocí y Apartadó y fueron recogidos por miembros del Ejército sin que

éstos últimos practicaran ningún tipo de control.

96.31 Según la Fiscalía General de la Nación, el Ejército colombiano permitió el

aterrizaje de las aeronavesque transportaban a dichos paramilitares, sin practicar ningún

tipo de registro o anotación en los libros, y que abordaran libremente los camiones que allí

esperaban al grupo, “como si se tratara de una operación militar, exceptuada habitualmente

de este control”.

96.32 El Ejército colombiano facilitó el transporte de los paramilitares hasta

Mapiripán. Los paramilitares fueron transportados desde el aeropuerto en dos camiones

tipo “reo” de los que usualmente utiliza el Ejército, los cuales fueron autorizados para

acceder a la pista ante una llamada efectuada por una persona que se identificó como oficial

del Batallón “Joaquín París”. Los camiones se dirigieron a un paraje cercano a la llamada

“Trocha Ganadera” que conduce al llano y selva adentro. En la carretera, se les unieron

paramilitares de Casanare y Meta y desde allí, por vía fluvial, pasando por “El Barrancón”

–donde se encontraban la Brigada Móvil II y la Infantería de Marina– continuaron su

recorrido sin inconvenientes hasta Charras, en la orilla opuesta al río Guaviare, frente a

Mapiripán. Durante el recorrido de San José del Guaviare a Mapiripánlos miembros del
549

grupo paramilitar transitaron sin ser detenidos por áreas de entrenamiento de las tropas de

la Brigada Móvil II, esta última bajo el mando del Coronel Lino Hernando Sánchez Prado.

96.33 El 14 de julio de 1997 las AUC irrumpieron en el poblado de Charras,

reunieron a los habitantes en la plaza principal y les repartieron la revista “Colombia

Libre”, con un inserto titulado “Al Pueblo de Guaviare”, firmado por el “Frente Guaviare”

de las AUC, que amenazaba de muerte a todo aquel que “pagara impuestos” a las FARC.

96.34 Al amanecer del 15 de julio de 1997, más de100 hombres armados rodearon

Mapiripán por vía terrestre y fluvial. Los hombres que conformaban el grupo paramilitar

vestían prendas de uso privativo de las Fuerzas Militares, portaban armas de corto y largo

alcance, cuyo uso era monopolio del Estado, y utilizaban radios de alta frecuencia.

96.35 Al llegar a Mapiripán, los paramilitares tomaron control del pueblo, de las

comunicaciones y de las oficinas públicas y procedieron a intimidar a sus habitantes, y a

secuestrar y producir la muerte de otros. Las declaraciones del señor Edison Londoño Niño,

miembro de la Brigada Móvil II, sobre la colaboración entre los miembros del Ejército y las

AUC, revelan que ésta no se limitó a abstenersede impedir su llegada a Mapiripán, sino que

también involucró el suministro de pertrechos y comunicaciones.

96.36 El señor Leandro Iván Cortés Novoa, en ese entonces Juez Promiscuo

municipal de Mapiripán, alarmado por la incursión de las AUC, se comunicó con la

Procuraduría Delegada para Derechos Humanos y con el Tribunal Superior del Distrito

Judicial del Meta, el cual se abstuvo de realizar actuaciones investigativas. Asimismo, el

señor Cortés Novoa reportó la situación y la presencia de Carlos Castaño Gil al Coronel

Hernán Orozco Castro, comandante del Batallón “Joaquín París”. Una declaración del
550

señor Leonardo Iván Cortes Novoa rendida bajo reserva de identidad ante la Fiscalía

General de la Nación indica que:

El 14 de julio de 1997, a las cuatro y media de la mañana, llegaron

aproximadamente 120 sujetos armados, quienes informaron que venían [...] del

Urabá Antioqueño, eran de las autodefensas del Urabá y Córdoba de Carlos Castaño

Gil, y habían llegado de San José del Guaviare en un avión Hércules de las Fuerzas

Armadas.

Esos sujetos todos los días, a eso de las 7:30pm mediante órdenes de imperativo

cumplimiento, hacían apagar la planta generadora de energía eléctrica y todas las

noches, por unas rendijas, yo miraba pasar gente secuestrada, con las manos

amarradas atrás y amordazadas en la boca, para ser cruelmente asesinadas en el

matadero de Mapiripán. Escuchábamos todas las noches gritos de personas que

estaban siendo torturadas y asesinadas, pidiendo auxilio[...]

……asesinaron varias personas conocidas del pueblo; Don Sinaí Blanco, un

comerciante de gasolina que cobraba un impuesto que lo obligaba las FARC;

Ronald Valencia, empleado de la alcaldía, […] lo torturaron, lo asesinaron y lo

degollaron, y dejaron su cabeza en la mitad de la calle que va para el colegio, y

dejaron el cuerpo cerca de la pista; y el señor Anselmo Trigos, por (colaborar con)

la guerrilla39.

96.37 El 15 de julio de 1997 el General Jaime Humberto Uscátegui Ramírez tuvo

conocimiento de la presencia de las AUC en Mapiripán y del inminente atentado contra la

39
Cfr. declaración del señor Leonardo Iván Cortés Novoa, rendida ante la Fiscalía General de la Nación el 21 de agosto de 1997
(expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 30, folios 3400 y 3401)
551

vida de sus habitantes. En efecto, el Mayor Hernán Orozco Castro envió al señor Brigadier

General Jaime Humberto Uscátegui, Comandante de la VII Brigada, un memorando de

información urgente donde informaba sobre la incursión y pronosticaba la violación de

derechos fundamentales de la población de Mapiripán.

96.38 La Fiscalía General de la Nación concluyó que el Brigadier General Jaime

Humberto Uscátegui Ramírez, Comandante de la Brigada VII, y el Coronel Lino Hernando

Sánchez Prado, Comandante de la Brigada Móvil II, exhibieron completa inactividad

funcional y operativa a pesar de tener conocimiento sobre la masacre. Más aún, dicha

Fiscalía determinó que ante el arribo de las AUC, se dispuso la movilización de las tropas

del Batallón Joaquín París desde San José de Guaviare hacia otras localidades, dejando

desprotegidas a las poblaciones de dicho lugar y de Mapiripán. El Teniente Orozco Castro

declaró que cuando se hizo necesario enviar fuerzas militares a Mapiripán, éstas estaban

desplegadas en otras localidades tales como Puerto Concordia, el Retorno y Calamar. A su

vez, el 15 de julio de 1997 se dispuso la movilización de las últimas compañías del Batallón

Joaquín París hacia Calamar, a pesar de que no existía confirmación sobre incidentes de

perturbación del orden público en este lugar. La movilización de las tropas del Ejército fue

injustificada y se basó en conjeturas o simples contingencias.

96.39 Los testimonios de los sobrevivientes indican que el 15 de julio de 1997 las

AUC separaron a 27 personas identificadas en una lista como presuntos auxiliares,

colaboradores o simpatizantes de las FARC y que estas personas fueron torturadas y

descuartizadas por un miembro de las AUC conocido como “Mochacabezas”. Los

paramilitares permanecieron en Mapiripán desde el 15 hasta el 20 de julio de 1997, lapso

durante el cual impidieron la libre circulación a los habitantes de dicho municipio, y


552

torturaron, desmembraron, desvisceraron y degollaron aproximadamente a 49 personas y

arrojaron sus restos al río Guaviare. Además, una vez concluida la operación, las AUC

destruyeron gran parte de la evidencia física, con el fin de obstruir la recolección de la

prueba.

96.40 Los testimonios dan cuenta de que José Rolan Valencia, despachador del

aeropuerto, fue degollado; Sinaí Blanco Santamaría golpeado y asesinado a disparos;

Antonio María Barrera, alias “Catumare”, torturado durante varias horas y luego

descuartizado. Gustavo Caicedo Rodríguez y los hermanos Hugo Fernando Martínez

Contreras y Diego Armando Martínez Contreras, de 15 y 16 años respectivamente, fueron

asesinados junto al afrodescendiente conocido como “Nelson”, además de José Alberto

Pinzón López, Luis Eduardo Pinzón López, Jorge Pinzón López y Enrique Pinzón López.

Además de dichas personas, un auto de 12 de abril de 2000 de la Fiscalía Delegada ante el

Tribunal Superior del Distrito Judicial señala que “desafortunadamente al parecer fueron

muchos más los desaparecidos sobre quienes no se tienen datos” y en el sitio denominado

la Cooperativa [resultaron muertos] Álvaro Tovar Morales, Jaime Pinzón y Raúl Morales.

A su vez, la resolución de la Procuraduría General de la Nación de 24 de abril de 2001

(infra párr. 96.134), mediante la cual se destituye del cargo al Brigadier General Uscátegui,

indica que entre el 15 y 20 de julio de 1997 se dio muerte en el municipio de Mapiripán a

un N.N. de sexo masculino y Pacho N.N., y que en la inspección de la Cooperativa fueron

asesinados N.N. Morales de sexo masculino y Teresa N.N. y añade “[...] y un número

indeterminado de personas.”

96.41 Como consecuencia del modus operandi empleado para aterrorizar a la

población, perpetrar la masacre y destruir y desechar los cuerpos de las víctimas, no resultó
553

posible para las autoridades identificarlas plenamente. Como ejemplo, los paramilitares

impidieron que el Juzgado de Mapiripán realizara el levantamiento de un cadáver que había

flotado hacia el puerto de “El Matadero”.

96.42 La fuerza pública llegó a Mapiripán el 22de julio de 1997, después de

concluida la masacre y con posterioridad a la llegada de los medios de comunicación,

cuando los paramilitares ya habían destruido mucha de la evidencia física.

96.43 La incursión de los paramilitares en Mapiripán fue un acto minuciosamente

planeado desde varios meses antes de la masacre, ejecutado con previsiones logísticas y con

la colaboración, aquiescencia y omisión de miembros del Ejército. La participación de

agentes del Estado en la masacre no se limitó solamente a facilitar el ingreso de las AUC a

la región, ya que las autoridades tuvieron conocimiento del ataque perpetrado contra la

población civil en Mapiripán y omitieron adoptar las medidas necesarias para proteger a los

miembros de la comunidad.

96.44 Las omisiones de la VII Brigada no se equiparaban aun simple

incumplimiento de su deber legal de controlar la zona, sino que, según la Fiscalía General

de la Nación, involucró “abstenciones en necesaria connivencia con la agrupación armada

ilegal, así como en actitudes positivas eficaces tendientes a que los paramilitares lograran

su propósito, pues indudablemente sin ese concurso no hubieran logrado actuar”.

96.45 El Brigadier General Jaime Humberto Uscátegui Ramírez habría adoptado

medidas tendientes a encubrir la omisión. Por ejemplo, habría ordenado al Teniente

Coronel Orozco Castro modificar el contenido del Oficio 2919 de 15 de julio de 1997 que
554

informaba sobre los hechos que estaban ocurriendo en Mapiripán. En este sentido, el

Teniente Orozco Castro declaró que transcurrido un mes de enviado el oficio original:

[…] empezaron las presiones, las insinuaciones para que cambiara el oficio. [El]

General Jaime Humberto Uscátegui [lo] llamaba a diario preocupado por ese oficio

original[. El Teniente Orozco Castro tenía en su] poder el original y [se] vi[ó] en la

obligación de cambiarlo por salvar el prestigio de un General, por evitar un

escándalo, en fin estaba supremamente asustado, recib[ió] amenazas indirectas y no

encontr[ó] otra opción para [su] tranquilidad que la de cambiar ese oficio.

96.46 Las omisiones de la VII Brigada se extendieron a la falta de colaboración

con las autoridades judiciales que intentaron llegar al lugar de los hechos. En este sentido,

el señor José Luis Parra Vásquez, Fiscal Doce Delegado ante Jueces Regionales, adscrito a

la investigación, declaró que:

Pese a que se encontraban cuatro o cinco helicópteros […] estacionados en el

Batallón Joaquín París, no se [les] prestó ninguno para desplazar[se] con el

delegado de la Presidencia hasta Mapiripán, puesto que estaban a órdenes del

General Harold Bedoya y del General Manuel José Bonet, quienes se encontraban

en […] el Barrancón en el departamento de Guaviare, a unos cinco minutos de

vuelo de San José. […] El desplazamiento finalmente se logró 24 hrs. después en un

avión de la Policía Antinarcóticos […].

En consecuencia, la Fiscalía, junto con miembros dela Fuerza Pública y un delegado de

la Presidencia de la República lograron ingresar a Mapiripán hasta el 23 de julio de 1997.


555

96.47 La metodología empleada en la ejecución de la masacre y la destrucción de

los cuerpos de las víctimas, sumados al terror sembrado entre los habitantes sobrevivientes

de Mapiripán para causar su desplazamiento, han obstaculizadola plena identificación de

las víctimas de la masacre, a pesar del hecho que existe certeza sobre el elevado número de

personas torturadas y asesinadas durante esos días de julio de 1997.

Respecto de las personas ejecutadas y desaparecidas

96.48 Si bien no se ha determinado con exactitud el número de personas retenidas,

torturadas, ejecutadas y/o desaparecidas en la masacre de Mapiripán, se ha aceptado que

fueron aproximadamente 49. Es posible que algunas de las personas desaparecidas o

ejecutadas fueran parte de la población flotante del municipio40.

96.49 Al respecto, la propia Unidad Nacional de Derechos Humanos de la Fiscalía

General de la Nación manifestó que

[…] una vez consumada la masacre de Mapiripán [fue] el mismo Carlos

Castaño Gil quien ante los medios de comunicación y como “parte de victoria”

indic[ó] que fueron 49 las personas dadas de baja en la incursión paramilitar en

Mapiripán, lo que permite establecer en forma tentativa un número estimado de

víctimas, afirmación que apoyada en la del doctor Leonardo Iván Cortés Novoa al

destacar éste que fueron aproximadamente 26 las personas asesinadas y

desaparecidas, y que sumados a los informes de inteligencia realizados por

40
Cfr. resolución de medidas de aseguramiento de 20 de mayo del 1999, emitida por la Fiscalía de la Unidad Nacional de
Derechos Humanos (expediente de anexos a la demanda, anexo 35, folio 497); resolución de acusación de 7 de abril de 1999 emitida por
la Fiscalía de la Unidad Nacional de Derechos Humanos (expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 27, folio
3207 bis); resolución de 12 de abril de 2000, emitida por la Fiscalía Delegada ante el Tribunal Superior de Distrito Judicial de Santafé de
Bogotá (expediente de anexos a la demanda, anexo 2, folios 65 y 66), y declaración del señor Leonardo Iván Cortés Novoa, rendida ante
la Fiscalía General de la Nación el 21 de agosto de 1997 (expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 30, folio
3399 y 3400).
556

miembros de la fuerza pública que se encontraban desarrollando labores encubierta

en la zona, señalan que fueron 30 aproximadamente, además de lo sostenido por el

mismo confeso paramilitar José Pastor Gaitán Ávila que refiere haber contado 23

personas asesinadas. Lo expresado permite así advertir que las víctimas fueron en

gran número, que no pudo ser menos de veinte. […]41

96.50 Por su parte, Carlos Castaño Gil, jefe del grupo paramilitar, manifestó a los

medios de comunicación que lo acontecido en Mapiripán “fue el combate más grande que

han tenido las autodefensas en su historia. Nunca habíamos dado de baja a 49 miembros de

las FARC ni recuperado 47 fusiles[. …] Va a haber muchos más Mapiripanes […]”42.

96.51 De las personas ejecutadas o desaparecidas se ha establecido la identidad de

los señores José Rolan Valencia, Sinaí Blanco Santamaría, Antonio María Barrera Calle,

alias “Catumare”, Álvaro Tovar Muñoz, alias “el tomate”, Gustavo Caicedo Rodríguez,

Jaime Riaño Colorado, los hermanos Enrique, Luis Eduardo, Jorge y José AlbertoPinzón

López, así como de los menores de edad Hugo Fernando Martínez Contreras y Diego

Armando Martínez Contreras43.

41
Cfr. resolución de acusación de 10 de marzo del 2003, emitida por la Unidad Nacional de Derechos Humanos (expediente de
anexos a la demanda, anexo 42, folio 707).
42
Cfr. resolución de acusación de 7 de abril de 1999 emitida por la Fiscalía de la Unidad Nacional de Derechos Humanos
(expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 27, folio 3207 bis).
43
Cfr. protocolo de necropsia del señor José Rolan Valencia (expediente de anexos a la demanda, anexo 32, folio 414);
resolución de 12 de abril de 2000, emitida por la Fiscalía Delegada ante el Tribunal Superior de Distrito Judicial de Santafé de Bogotá
(expediente de anexos a la demanda, anexo 2, folios 65 y 66); resolución de 30 de julio de 2003, emitida por la Unidad de Fiscalías
Delegadas ante el Tribunal Superior de Bogotá (expediente de anexos a la demanda, anexo 39, folio 554); informe elaborado por la
Fiscalía General de la Nación el 6 de abril de 2005 (expediente de anexos a los alegatos finales presentados por el Estado, folios 4979 y
4980); certificado de defunción del señor Sinaí Blanco Santamaría (expediente de prueba para mejor resolver aportada por los
representantes); resolución de acusación de 10 de marzo del 2003, emitida por la Unidad Nacional de Derechos Humanos (expediente de
anexos a la demanda, anexo 42, folio 693); sentencia condenatoria de 18 de junio de 2003, emitida por el Juzgado Segundo Penal del
Circuito Especializado de Bogotá (expediente de anexos a la demanda, anexo 4, folio 116 b); testimonio de la señora Luz Mery Pinzón
rendido ante la Corte Interamericana durante la audiencia pública celebrada el día 7 de marzo de 2005, y declaraciones testimoniales
rendidas ante fedatario público (affidavit) por las señoras María Teresa, Esther y Sara Paola Pinzón López el 4 de febrero del 2005
(expediente sobre declaraciones rendidas o autenticadasante fedatario público, folios 4514, 4515, 4517, 4518, 4520 y 4522).
557

96.52 Según información aportada por el Estado en su escrito de alegatos finales y

en un documento de 6 de abril de 2005 suscrito por la Fiscalía General de la Nación, consta

que en el proceso penal en curso se ha individualizado a Jaime Pinzón, Raúl Morales,

Edwin Morales, Manuel Arévalo, Omar Patiño Vaca, Eliécer Martínez Vaca, Uriel Garzón

y Ana Beiba Ramírez, y se ha señalado a Agustín N.N., al “presidente de la Acción

comunal de Caño Danta”, a Pacho N.N., a Teresa N.N o Teresa “la muerte”, a N.N. “la

arepa”, a un hombre de raza negra denominado N.N. Nelson (hombre de raza negra), a

N.N. Morales, a un cadáver identificado como N.N, a un N.N. de sexo masculino, a una

mujer del corregimiento de Charras y a un hombre de La Cooperativa N.N., como víctimas

de los hechos de Mapiripán44. A su vez, surge del expediente ante la Corte, que hay

personas que habrían sido ejecutadas o desaparecidas en los hechos ocurridos en Mapiripán

y han sido señaladas como: un hijo de un señor llamado Marco Tulio Bustos; un bebé N.N.

y una mujer N.N. presuntamente hijo y compañera, respectivamente, de N.N. Nelson45.

96.53 Se encontraron los cuerpos de los señores Sinaí Blanco Santamaría, José

Rolan Valencia y de una persona denominada “N.N.”; de los dos últimos se realizaron

necropsias46.

44
Cfr. resolución de acusación de 10 de marzo del 2003, emitida por la Unidad Nacional de Derechos Humanos (expediente de
anexos a la demanda, anexo 42, folio 693); resolución de 12 de abril de 2000, emitida por la Fiscalía Delegada ante el Tribunal Superior
de Distrito Judicial de Santafé de Bogotá (expediente de anexos a la demanda, anexo 2, folios 65 y 66); sentencia condenatoria de 18 de
junio de 2003, emitida por el Juzgado Segundo Penal del Circuito Especializado de Bogotá (expediente de anexos a la demanda, anexo 4,
folio 116b); informe elaborado por la Fiscalía General de la Nación el 6 de abril de 2005 (expediente de anexos a los alegatos finales
presentados por el Estado, folio 4984); demanda interpuesta el 24 de octubre de 1998 por la señora Beatriz Rojas Vargas y otros, ante el
Tribunal Contencioso – Administrativo del Meta (expediente de anexos a la demanda, anexo 62, folio 1200); informe elaborado por la
Fiscalía General de la Nación el 6 de abril de 2005 (expediente de anexos a los alegatos finales presentados por el Estado, folio 4984);
resolución de 30 de julio de 2003, emitida por la Unidad de Fiscalías Delegadas ante el Tribunal Superior de Bogotá (expediente de
anexos a la demanda, anexo 39, folios 554 y 555); y informe elaborado por la Fiscalía General de la Nación el 6 de abril de 2005
(expediente de anexos a los alegatos finales presentados por el Estado, folio 4995), y escrito de alegatos finales presentados por el Estado
(expediente de fondo, tomo IV, folio 984).
45
Cfr. testimonio de la señora Luz Mery Pinzón rendido ante la Corte Interamericana durante la audiencia pública celebrada el
día 7 de marzo de 2005; declaración del señor Leonardo Iván Cortés Novoa rendida ante la Fiscalía General de la Nación el 21 de agosto
de 1997 (expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 30, folio 3399).
46
Cfr. protocolos de necropsia de José Rolan Valencia y de una persona denominada N.N. (expediente de anexos a la demanda,
anexo 32, folios 414 a 416).
558

96.54 El señor José Rolan Valencia fue decapitado. Su esposa, la señora Marina

Sanmiguel Duarte, “arrastr[ó] su cuerpo y con la otra mano arrastr[ó] la cabeza para

unirla”. El señor José Ronal Valencia fue sepultado en Mapiripán47.

96.55 Los señores Sinaí Blanco Santamaría y N.N. fueron degollados. La señora

Nory Giraldo, compañera de Sinaí Blanco Santamaría, y su hija, Carmen Johanna Jaramillo

Giraldo, encontraron el cuerpo de éste degollado en el puesto de policía. El cuerpo del

señor Sinaí Blanco fue sacado de Mapiripán por la señora Nory Giraldo, para ser enterrado

en San Martín48.

96.56 A la fecha de la emisión de la presente Sentencia, han transcurrido más de

ocho años de ocurridos los hechos sin que los restos de otras víctimas hayan sido

localizados o identificados.

El desplazamiento interno en Colombia y sus consecuencias en el caso de Mapiripan

260. En el caso de los familiares de las víctimas, acreedores de las

indemnizaciones que se establecen en la presente Sentencia, que hubieren fallecido, que

fallezcan antes de que les sea entregada la indemnización respectiva o que se identifiquen

posteriormente, se aplicarán los mismos criterios de distribución de la indemnización

indicados en el párrafo anterior.

47
Cfr. protocolo de necropsia de José Rolan Valencia (expediente de anexos a la demanda, anexo 32, folio 415); declaraciones
testimoniales rendidas ante fedatario público (affidavit) por las señoras Carmen Johanna Jaramillo Giraldo y Nadia Mariana Valencia
Sanmiguel el 4 de febrero del 2005 (expediente sobre declaraciones rendidas o autenticadas ante fedatario público, folios 4540 y 4536);
licencia de inhumanción de 20 de julio de 1997, emitida por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (expediente de
anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 55, folio 4077a), y declaración jurada rendida por la testigo Yinda Adriana Valencia
Sanmiguel el 16 de febrero del 2005 (expediente sobre declaraciones rendidas o autenticadas ante fedatario público, folio 4573).
48
Cfr. protocolos de necropsia de José Rolan Valencia y de una persona denominada N.N. (expediente de anexos a la demanda,
anexo 32, folio 416) (expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 47, folios 3862 y 3863); declaración testimonial
rendida ante fedatario público (affidavit) por la señora Carmen Johanna Jaramillo Giraldo el 4 de febrero del 2005 (expediente sobre
declaraciones rendidas o autenticadasante fedatario público, folio 4540), y testimonio de la señora Luz Mery Pinzón rendido ante la Corte
Interamericana durante la audiencia pública celebrada el día 7 de marzo de 2005.
559

261. De conformidad con las anteriores consideraciones, los nombres y

calidades de las víctimas y sus familiares individualizados en este proceso son los que se

indican en el siguiente cuadro:

1 José Rolan Valencia (víctima)


2 Marina Sanmiguel Duarte (esposa)
3 Nadia Marina Valencia Sanmiguel (hija)
4 Yinda Adriana Valencia Sanmiguel (hija)
5 Johanna Marina Valencia Sanmiguel (hija)
6 Roland Andrés Valencia Sanmiguel (hijo)
7 Ronald Mayiber Valencia Sanmiguel (hijo)
8 Sinaí Blanco Santamaría (víctima)
9 Blanca Lilia Ardila Castañeda (esposa)

10 Nory Giraldo de Jaramillo (compañera)

11 Yudi Sirley Blanco Ardila (hija)

12 Arbey Blanco Ardila (hijo)

13 María Isabel Blanco (hija)

14 Carmen Johanna Jaramillo Giraldo (hijastra)


15 Antonio María Barrera (víctima)
16 Viviana Barrera Cruz (hija)
17 Gustavo Caicedo Rodríguez (víctima)
18 Diego Armando Martínez Contreras (víctima)
19 Hugo Fernando Martínez Contreras (víctima)
20 Mariela Contreras Cruz (esposa-madre)
22 Yur Mary Herrera Contreras (hijastra-
23 Maryuri Caicedo Contreras (hija-hermana)
24 hermana)
Gustavo Caicedo Contreras (hijo-hermano)
25 Rusbel Asdrúbal Martínez Contreras (hijastro-
26 Zuli Herrera Contreras (hijastra- hermana)
hermano)

27 Enrique Pinzón López (víctima)


28 Luis Eduardo Pinzón López (víctima)
29 José Alberto Pinzón López (víctima)
30 Jorge Pinzón López (víctima)
560

31 Teresa López Triana de Pinzón (madre)


32 María Teresa Pinzón López (hermana)
33 Sara Paola Pinzón López (hermana)
34 Esther Pinzón López (hermana)
35 Luz Mery Pinzón López (hermana de Enrique,

36 José
JaimeAlberto, Luis Eduardo
Riaño Colorado y Jorge Pinzón
(víctima)
López y, además, compañera de Jaime Riaño
Álvaro Tovar Muñoz, alias “el Tomate”
Colorado)
37 (víctima)

38 Beatriz Rojas Vargas (esposa)

39 Julieth Lorena Tovar Rojas (hija)

40 Ernesto Tovar Loaiza (padre)

41 María Teresa Pérez Carrillo (madre adoptiva)

42 Ernesto Tovar Muñoz (hermano)

43 Fatty Tovar Muñoz (hermana)

44 Ligia Tovar Muñoz de Ossa (hermana)

45 Sandra Milena Tovar Pérez (hermana)

46 Adriana Tovar Pérez (hermana)

47 Edelmira Tovar Muñoz (hermana)

48 Jaime Pinzón (víctima)


561

49 Edwin Morales (víctima)

50 Omar Patiño Vaca (víctima)

51 Eliécer Martínez Vaca (víctima)

52 Uriel Garzón (víctima)

53 Ana Beiba Ramírez (víctima)

54 Manuel Arévalo (víctima)

55 Raúl Morales (víctima)

6. Esta Sentencia constituye per se una forma de reparación.

b) Identificación de las víctimas de la masacre de Mapiripán y sus familiares

305. La Corte considera indispensable que, para efectos de las reparaciones, el

Estado individualice e identifique las víctimas ejecutadas y desaparecidas, así como sus

familiares. El Tribunal ha valorado las acciones emprendidas por el Estado para recuperar

los restos de las personas ejecutadas en Mapiripán que fueron arrojados al río Guaviare. El

Estado deberá completar dichas labores, así como cualquier otra que resulte necesaria, para

lo cual deberá emplear todos los medios técnicos y científicos posibles, tomando en cuenta

las normas pertinentes en la materia, tales como las establecidas en el Manual de Naciones

Unidas sobre la Prevención e Investigación Efectiva de Ejecuciones Extrajudiciales,

Arbitrarias y Sumarias. Esta obligación incluye el deber de identificar a las víctimas

individualizadas con primer nombre, con nombre y apodo, con sólo apodo o con cargo, a

saber, un hombre de raza negra denominado N.N. Nelson (hombre de raza negra), Teresa
562

‘la Muerte’, ‘la Arepa’ y el ‘Presidente de la Asociación Danta”, Agustín N.N., el Pacho

N.N., Teresa N.N o Teresa “la muerte”, N.N. “la arepa”, N.N. Morales, a un cadáver

identificado como N.N, a un N.N. de sexo masculino, a una mujer del corregimiento de

Charras y a un hombre de La Cooperativa N.N. (supra párr. 96.52), así como aquéllas que

vayan siendo individualizadas con posterioridad a la notificación de la presente Sentencia.

306. Para hacer efectiva y viable la individualización, el Estado deberá publicar

en un medio de radiodifusión, un medio de televisión y un medio de prensa escrita, todos

ellos de cobertura nacional, un anuncio mediante el cual se indique que se está intentando

identificar a las víctimas ejecutadas y desaparecidas de la masacre de Mapiripán, así como

a sus familiares, con el propósito de recuperar los restos de aquéllos y entregarlos a éstos

junto con las reparaciones pertinentes. Lo pertinente deberá hacer para identificar a los

familiares de Jaime Pinzón, Raúl Morales, Edwin Morales, Manuel Arévalo, Omar Patiño

Vaca, Eliécer Martínez Vaca, Uriel Garzón y Ana Beiba Ramírez, con el fin de entregarles

las reparaciones pertinentes. En el caso de dichas víctimas individualizadas con nombre y

apellido, así como de aquellas que lo están con un solo nombre, nombre y apodo o sólo

apodo (supra párr. 96.52), el Estado deberá hacer referencia expresa a ellas en dicha

publicación. Es preciso que en dichas publicaciones el Estado especifique que se trata de

las personas que fueron torturadas y ejecutadas entre el 15 y el 20 de julio de 1997 en

Mapiripán.

307. Dichas publicaciones deberán efectuarse al menos en tres días no

consecutivos y en el término de seis meses siguientes a la notificación de la presente

Sentencia. Asimismo, cada vez que las autoridades individualicen de alguna forma a

alguna de las víctimas fatales, deberán, en un plazo de tres meses, realizar las mismas
563

diligencias anteriores. Las grabaciones o, en su caso, las copias de dichos anuncios, así

como la indicación exacta de los medios y fechas en que éstos fueron publicados, deberán

ser presentadas a la Corte para que sean consideradas dentro de la supervisión del

cumplimiento de esta Sentencia.

308. Asimismo, el Estado deberá crear un sistema de información genética que

permita la determinación y esclarecimiento de la filiación de las víctimas y su

identificación.

Y DECIDE,por unanimidad, que:

7. El Estado debe realizar inmediatamentelas debidas diligencias para activar y

completar eficazmente, en un plazo razonable,la investigación para determinar la

responsabilidad intelectual y material de los autores de la masacre, así como de las personas

cuya colaboración y aquiescencia hizo posible la comisión de la misma, en los términos de

los párrafos 295 a 304 y 326 de esta Sentencia.

8. El Estado debe realizar inmediatamente las debidas diligencias para individualizar e

identificar, en un plazo razonable,a las víctimas ejecutadas y desaparecidas, así como sus

familiares, en los términos de los párrafos 305 a 310, 311 y 326 de esta Sentencia.

9. El Estado debe designar, dentro del plazo de seis meses, contado a partir de la

notificación de esta Sentencia, un mecanismo oficial que operará durante dos años, en el

cual tengan participación las víctimas del presente caso o los representantes que ellas

designen, para cumplir con las funciones señaladas en el párrafo 311 de esta Sentencia.

10. El Estado debe proveer a todos los familiares de las víctimas ejecutadas o

desparecidas, previa manifestación de su consentimiento para estos efectos, a partir de la


564

notificación de la presente Sentencia a quienes ya están identificados, y a partir del

momento en que realice su identificación en el caso de quienes no lo están actualmente, por

el tiempo que sea necesario, sin cargo alguno y por medio de los servicios nacionales de

salud, un tratamiento adecuado, incluida la provisión de medicamentos, en los términos del

párrafo 312 de esta Sentencia.

11. El Estado deberá realizar las acciones necesarias para garantizar las condiciones de

seguridad para que los familiares de las víctimas, así como otros expobladores de

Mapiripán, que se hayan visto desplazados, puedan regresar a Mapiripán, en caso de que así

lo deseen, en los términos de los párrafos 311 y 313 de esta Sentencia.

12. El Estado debe construir,en el plazo de un año, contado a partir de la notificación de

esta Sentencia, un monumento apropiado y digno para recordar los hechos de la masacre de

Mapiripán, en los términos de los párrafos 315 y 326 de esta Sentencia.

13. El Estado debe implementar, en un plazo razonable, programas de educación

en derechos humanos y Derecho Internacional Humanitario permanentes dentro de las

fuerzas armadas colombianas, en todos los niveles jerárquicos, en los términos de los

párrafos 316 y 317 de esta Sentencia.

14. El Estado debe publicar, dentro del plazo de seis meses, contado a partir de la

notificación de la presente Sentencia, por una vez, en el Diario Oficial y en otro diario de

circulación nacional, la Sección de esta Sentencia denominada Hechos Probados, sin las

notas al pie de página correspondientes, los párrafos 101 a 123 de la Sección denominada
565

Responsabilidad Internacional del Estado,así como la parte resolutiva de la misma, en los

términos del párrafo 318 de esta Sentencia.

15. El Estado debe pagar las cantidades fijadas en el párrafo 274 y 278 de la presente

Sentencia, a favor de familiares de las víctimas, por concepto de daño material, en los

términos de los párrafos 257, 259, 260, 311, 326, 327, 329 a 333 de la misma.

16. El Estado debe pagar las cantidades fijadas en los párrafos 288 y 290 de la presente

Sentencia, a favor de los familiares de las víctimas, por concepto de daño inmaterial, en los

términos de los párrafos 257, 259, 260, 289, 311, 326, 327, 329 a 333 de la misma.

17. El Estado debe pagar las cantidades fijadas en el párrafo 325 de la presente

Sentencia, por concepto de costas y gastos, en los términos de los párrafos 326, 328 a 333

de la misma.

18. Supervisará el cumplimiento íntegro de esta Sentencia y dará por concluido el

presente caso una vez que el Estado haya dado cabal cumplimiento a lo dispuesto en la

misma. Dentro del plazo de un año, contado a partir de la notificación de esta Sentencia, el

Estado deberá rendir a la Corte un informe sobre las medidas adoptadas para darle

cumplimiento, en los términos del párrafo 334 de la misma.

Comuníquese y ejecútese, Sergio García Ramírez.

CATORCE. 14. Los hechos suceden bajo el gobierno de Virgilio Barco Vargas.

Corte Interamericana de Derechos Humanos

Caso Caballero Delgado y Santana Vs. Colombia. Sentencia de 21 enero de 1994.


566

En el caso Caballero Delgado y Santana,la Corte Interamericana de Derechos Humanos,

integrada por los siguientes jueces: (…….) de acuerdo con el artículo 31.6 del Reglamento

de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “el Reglamento”), dicta la

siguiente sentencia sobre las excepciones preliminares interpuestas por el Gobierno de la

República de Colombia (en adelante “el Gobierno” o “Colombia”).

1. Este caso fue sometido a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (en

adelante “la Corte”) por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la

Comisión”) el 24 de diciembre de 1992. Se originó el 4 de abril de 1989 por medio de una

“solicitud de acción urgente” enviada en esa fecha a la Comisión y en una denuncia (Nº

10.319) contra Colombia recibida en la Secretaría de la Comisión el 5 de abril de 1989.

(……….)

10. Según la denuncia el día 7 de febrero de 1989, en el lugar conocido como Guaduas,

jurisdicción del Municipio de San Alberto, Departamento del Cesar, Colombia, Isidro

Caballero Delgado y María del Carmen Santana fueron retenidos por una patrulla militar

conformada por unidades del Ejército de Colombia acantonado en la base militar del

Líbano (jurisdicción de San Alberto) adscrita a la Quinta Brigada con sede en Bucaramanga

11. De acuerdo con la demanda la detención se habría producido por la activa

participación del señor Isidro Caballero como dirigente sindical del magisterio

santandereano desde hacía 11 años. Con anterioridad y por las mismas razones, había

estado detenido en la Cárcel Modelo de Bucaramanga, acusado de pertenecer al

Movimiento 19 de Abril, y se le concedió la libertad en 1986; sin embargo desde esa fecha

era permanentemente hostigado y amenazado. María del Carmen Santana, “de quien la
567

Comisión posee muy poca información, [también] pertenecía al Movimiento 19 de Abril

(M-19)” y colaboraba con Isidro Caballero promoviendo la participación del pueblo para la

realización del “Encuentro por la Convivencia y la Normalización” que se realizaría el 16

de febrero de 1989 en el Municipio de San Alberto. Esta era una actividad organizada por

el “Comité Regional de Diálogo”, cuyo objetivo era “procurar una salida política al

conflicto armado, propiciando encuentros, foros y debates en diferentes regiones”.

12. Según la demanda, el 7 de febrero de 1989, Elida González, una campesina que

transitaba por el mismo lugar en que fueron capturadas las víctimas, fue retenida por la

misma patrulla del Ejército y dejada en libertad. Ella pudo observar a Isidro Caballero con

un uniforme militar camuflado y a una mujer que iba con ellos. Javier Páez, habitante de

esa región que les sirvió de guía, fue retenido por el Ejército, torturado y dejado en libertad

posteriormente. Por los interrogatorios a que fue sometido y por las comunicaciones de

radio de la patrulla militar que lo retuvo, supo de la captura de Isidro Caballero Delgado y

María del Carmen Santana y, una vez puesto en libertad, dio aviso a las organizaciones

sindicales y políticas a las que ellos pertenecían, las cuales a su vez, informaron a sus

familiares.

13. Agrega la demanda que la familia de Isidro Caballero y varios organismos

sindicales y de derechos humanos iniciaron la búsqueda de los detenidos en las

instalaciones militares en donde se negó que Isidro Caballero y María del Carmen Santana

hubieran sido aprehendidos. Se entablaron acciones judiciales y administrativas para

ubicar el paradero de los desaparecidos y sancionar a los responsables directos pero no

obtuvieron resultados positivos. Tampoco se obtuvo reparación de los perjuicios

causados………….”
568

QUINCE. Los hechos suceden bajo el gobierno de Andres Pastrana Arango.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SALA DE CASACIÓN PENAL

Proceso No23898

Magistrado Ponente:JULIO ENRIQUE SOCHA SALAMANCA

Aprobado Acta No.13

Bogotá, D. C., treinta (30) de enero de dos mil ocho (2008).

VISTOS

El Tribunal Superior de Armenia mediante sentencia de segunda instancia dictada el 17

de junio de 2004, resolvió el recurso de apelación interpuesto contra la emitida por el

Juzgado Penal del Circuito Especializado de la misma ciudad, confirmando la condena

irrogada a CAMILO GRAJALES FLOREZ de 32 años y 6 meses de prisión, como coautor

de los delitos de secuestro extorsivo agravado y porte ilegal de armas de fuego de defensa

personal en concurso heterogéneo de hechos punibles y autor de hurto calificado.

Así mismo confirmó la condena dispuesta respecto de MILCIADES CORREA

SALAZAR, JOSÉ FERNANDO GRAJALES GÁLVIS, GIOVANNY MUÑOZ RENDÓN,

ROLANDO ALFREDO RUBIANO CAMACHO y EDGAR DE JESÚS SOTO RENDÓN

en condición de coautores del concurso de delitos de secuestro extorsivo agravado y porte

ilegal de armas de fuego de defensa personal, pues, en relación con éstos, revocó la que el

a quo les impuso por el ilícito de hurto calificado disminuyendo la pena impuesta a estos a

31 años y 6 meses de prisión.


569

Contra la sentencia del Tribunal los defensores de GIOVANNY MUÑOZ RENDÓN,

ROLANDO ALFREDO RUBIANO CAMACHO, JOSÉ FERNANDO GRAJALES

GÁLVIS y CAMILO GRAJALES FLÓREZ oportunamente interpusieron y sustentaron el

recurso extraordinario de casación que ahora es objeto de decisión por parte de la Sala.

HECHOS Y ACTUACIÓN PROCESAL

1.) El Tribunal efectuó la reseña fáctica así:

“EL veintitrés (23) de mayo de dos mil dos (2002), lo señores Giovanny Muñoz

Rendón y Rolando Alfredo Rubiano Camacho, quienes laboran en esa fecha como

integrantes del cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía General de la Nación

(C.T.I.), se desplazaron, en compañía del particular Jaime Alberto Gómez Valencia,

desde Manizales hasta Armenia, a donde llegaron hacia el medio día.

En Armenia, se hicieron presentes en la calle 14, número 15-28, donde preguntaron

por el señor Raúl Darío Rivera Barajas. Como éste no se encontraba decidieron llamarlo

a su teléfono celular. Cuando Darío acudió al sitio, los hombres le hicieron conocer que

laboraban como investigadores del mencionado organismo y que necesitaban trasladarlo

para adelantar averiguaciones por un hurto. Rivera los acompañó.

El vehículo particular en el que se transportaban los visitantes tomó rumbo a

Manizales. En el trayecto entre Chinchiná y la capital caldense, en el sitio conocido

como La Violeta, se detuvo el automotor. Allí subió al mismo el señor Camilo Grajales

Flórez y descendieron los miembros del CTI. Los investigadores continuaron su viaje

hacia Manizales, en transporte público, y los ocupantes del automotor particular se

dirigieron hacia la finca Piamonte, vereda La Esmeralda, de Chinchiná. Allí el señor


570

Rivera fue custodiado durante varias horas por Edgar de Jesús Soto Rendón, apodado

“Chapulín”. En el mismo sitio, Jaime Gómez y Camilo Grajales despojaron al cautivo

de varias de sus pertenencias.

Más tarde, hasta ese predio llegaron Milciades Correa Salazar y otros individuos,

quienes reclamaron a don Raúl Darío dinero por que supuestamente éste había

participado en el hurto de un ganado. En esa misma fecha, Rivera fue trasladado a la

finca Sinaí, ubicada en la vereda Los Arrayanes del municipio de san José (Caldas),

donde estuvo encadenado durante varios días.

El cinco (5) de junio de dos mil dos (2002) fue llevado el cautivo hasta la finca Las

Colinas, de propiedad de Milciades Correa Salazar, fundo localizado en la vereda La

Cabaña, del municipio de Manizales, donde estuvo encadenado a una cama y

custodiado por José Fernando Grajales Gálvis. Al día siguiente, el grupo GAULA de

Caldas logró el rescate del secuestrado.Durante el tiempo de cautiverio, la víctima

estuvo vigilada por hombres quienes usaban armas de fuego”.

Por razón de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal,

administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley,

RESUELVE: NO CASAR el fallo impugnado.

Cópiese, notifíquese, cúmplase y devuélvase la actuación a su lugar de origen.

DIECISEIS. Los hechos suceden bajo el gobierno de Alvaro Uribe Velez.

Proceso No 24587
571

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SALA DE CASACIÓN PENAL

Magistrado Ponente: JAVIER ZAPATA ORTIZ

Aprobado Acta No. 162

Bogotá, D.C., seis (6) de septiembre de dos mil siete (2007).

DECISIÓN

Procede la Sala a resolver de fondo el recurso extraordinario de casación, interpuesto

contra el fallo emitido por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Armenia, el 19 de

julio de 2005, que confirmó la sentencia del Juzgado Penal del CircuitoEspecializado de la

misma ciudad, del 12 de mayo de 2005, en el proceso iniciado contra ALVEIRO TORO

HERNÁNDEZ.

HECHOS

El 9 de febrero de 2004, en las instalaciones de la Estación de Policía del Barrio

Santander ubicado en Armenia (Quindío), en el Tercer Turno de Vigilancia del Centro de

Atención Inmediata (CAI), fue encargado de la custodia de los reclusos el uniformado

ALVEIRO TORO HERNÁNDEZ; gendarme que le comunicó a los internos “que de allí

en adelante se las irían a pagar todos aquellos que se la debían”.

En el CAI se encontraba GERMÁM GUZMÁN SANTANDER, interno que insultó,

maltrató, le pegó e hizo que fuera golpeado por los otros reclusos, además le ordenó:

“practicar el sexo oral con varios de los pares de celda y permitir que los genitales de

ellos tuvieran contacto con partes íntimas de la humanidad de la víctima, todo ello con la

concupiscencia del procesado quien deleitaba su lascivia observando atento y jactancioso


572

en la puerta de la macabra celda número cinco y sin que importaran los gritos de auxilio

que lanzaba el atribulado recluso”.

El mismo día, arribó al Cai ROBINSON CUESTA MARÍN, persona que no fue del

agrado del referido policial, “por lo que le ordenó quitarse la ropa e ingresar en

pantaloneta a la celda número cinco, en donde se repitió la obscenidad llevada a cabo con

Guzmán”; coincidiendo los dos en el mismo lugar, bajo las órdenes del procesado quien

“envilecido azuzaba la golpiza y los pervertidos actos”, contra ellos.

Con fundamento en lo expuesto, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de

Justicia, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley,

RESUELVE

Primero: No casar la sentencia de fecha, origen y contenido referidos en el cuerpo de

este pronunciamiento, por el cargo formulado en la demanda.

Segundo: Contra la presente decisión no procede recurso alguno.

Cópiese, notifíquese, cúmplase y devuélvase al Tribunal de origen.

DIECISIETE. Los hechos suceden bajo el gobierno de Alvaro Uribe Velez.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SALA DE CASACIÓN PENAL

Proceso No 25630

Magistrado Ponente:Dr. SIGIFREDO ESPINOSA PÉREZ

Aprobado Acta No. 49


573

Bogotá, D.C., once de abril de dos mil siete.

VISTOS

Examina la Corte en sede de casación, la sentencia de segunda instancia proferida por

el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Yopal –Casanare-, el 9 de febrero de 2006,

confirmatoria en su integridad de la dictada por el Juzgado Promiscuo del Circuito de

Monterrey, el 24 de octubre de 2005, por medio de la cual se condenó a FREDDY

CHAPARRO MONROY, a la pena principal de veintiséis años de prisión, la accesoria de

inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas, por un lapso de veinte

años, y el equivalente a cincuenta salarios mínimos legales mensuales, a favor de “cada una

de las familias que resulten ser beneficiarios legítimos”, por concepto de perjuicios

morales, al hallarlo penalmente responsable del doble delito de Homicidio simple, en los

cuales perdieran la vida Germán Bedoya Marín y Andrés Cortés Vargas. En la misma

decisión se negaron al encartado los subrogados de la suspensión condicional de la

ejecución de la pena y prisión domiciliaria.

HECHOS

Las sentencias de las instancias los narraron de la siguiente manera:

“Como a las 10:30 a.m. del 3 de junio de 2003 varios soldados que se encontraban

temporalmente en Villanueva (Casanare) se evadieron del sitio de concentración para

ingerir cerveza y escuchar música en una tienda cercana, más al percatarse los comandantes

de su irregular alejamiento dispusieron ubicarlos, lográndose este cometido

aproximadamente a la 1.30 p.m.; hora para la cual FREDDY CHAPARRO MONROY,

quien era uno de los ausentes, ya había regresado con el propósito de acostarse.
574

“Sin embargo, al ordenar un cabo que formaran CHAPARRO se presentó con su

armamento y luego de admitir que había tomado cerveza, el suboficial le dijo que pasara a

la fila.

“Una vez formados, el comandante del Pelotón, Subteniente GERMÁN ALBERTO

BEDOYA MARÍN, dispuso que todos le soplaran en la cara para reconocer los bebedores y

cuando apenas faltaban pocos turnos para examinar a CHAPARRO, éste abandonó la fila,

se paró frente al superior, le dijo que iba a darle muerte y disparó su fusil en ráfaga hasta

derribarlo; pero como el soldado JORGE ANDRÉS CORTÉS VARGAS quiso proteger de

alguna forma a BEDOYA también recibió varios impactos mortales e igualmente resultaron

con lesiones graves NICASIO COMAYÁN FERNÁNDEZ y JOSÉ COLINA

ALBARRACÍN al ser alcanzados por las balas que disparó CHAPARRO contra el oficial

caído y moribundo.”

En mérito de lo expuesto, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de

Justicia, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley,

RESUELVE

1- CASAR la sentencia impugnada, proferida por el Tribunal Superior del Distrito

Judicial de Yopal, en relación con el cargo único propuesto a favor del procesado FREDDY

CHAPARRO MONROY.

En consecuencia, declarar la nulidad de lo actuado en contra de éste, a partir, inclusive,

de la resolución que decretó el cierre de la instrucción, para efectos de que se rehaga la

actuación dentro de los lineamientos de respeto a derechos y garantías fundamentales,

señalados en la parte motiva de esta decisión.


575

2-ORDENAR la libertad provisional del encartado FREDDY CHAPARRO

MONROY, conforme lo dispuesto en el artículo 365-4, del C. de P.P.

DIECIOCHO. Los hechos suceden bajo el gobierno de Ernesto Samper Pizano.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SALA DE CASACIÓN PENAL

Proceso No 26077

Magistrado Ponente: Dr. SIGIFREDO ESPINOSA PÉREZ

Aprobado Acta Nº 217

Bogotá, D.C., primero de noviembre de dos mil siete.

La Sala se pronuncia de fondo sobre la demanda de revisión presentada por el

Procurador 7° Judicial Penal II de Bogotá, en contra de la sentencia proferida por el

Tribunal Superior Militar el 15 de mayo de 2001, la que por vía de consulta, confirmó la

emitida por el Comandante del Departamento de Policía Bacatá el 6 de julio de 2000, por

medio de la cual absolvió al patrullero JUAN BERNARDO TULCÁN VALLEJOS del

cargo de homicidio culposo, causado en la persona de la menor Leydi Dayán Sánchez

Tamayo.

HECHOS

Aproximadamente a las diez y media de la noche del sábado 21 de marzo de 1998, los

jóvenes Nelson Javier González Macana, Miguel Ángel León y Jorge Luis y Leydi Dayán

Sánchez Tamayo, se encontraban departiendo en una esquina del sector Patio Bonito,

concretamente en la Calle 42G con Carrera 113b-42 en el sur de la ciudad de Bogotá,


576

cuando se percataron de la llegada de varios vehículos, situación que les hizo colegir que se

trataba de las “milicias” –grupos armados ilegales operantes en la zona- y por ello

emprendieron veloz carrera, con el fin de ocultarse en un callejón, los dos primeros, y en su

casa, ubicada cerca de allí, los hermanos Sánchez Tamayo.

A diferencia de su consanguíneo, la menor Leydi Dayán Sánchez Tamayo no pudo

llegar a su destino, ya que fue alcanzada por el proyectil de un arma de fuego, que le causó

graves lesiones en el cerebro, provocándole la muerte horas más tarde en un centro

asistencial.

Se pudo establecer que en realidad los vehículos que alertaron a los jóvenes

mencionados, correspondían a la motocicleta en que se desplazaban los patrulleros José

Libardo Cuspián Chávez –conductor-y JUAN BERNARDO TULCÁN VALLEJOS –

parrillero-, y la camioneta en que se movilizaban los agentes de policía Israel Sierra Florián

y Luis Arturo Sánchez Romero, quienes acudieron al sitio por indicación de la central de

radio, con el objeto de contrarrestar la supuesta acción de una pandilla juvenil armada,

denunciada telefónicamente a las autoridades por una persona que no se identificó.

Lo cierto del asunto es que primero arribó al sitio la motocicleta, de la cual descendió el

patrullero TULCÁN VALLEJOS, quien desenfundó su revólver de dotación y accionó

contra los jóvenes que corrían, según explicó, para responder a varios disparos que

provenían de la oscuridad.

A TULCÁN VALLEJOS, precisamente, se le imputa la muerte de la menor Leydi

Dayán Sánchez Tamayo, quien para esa fecha contaba 14 años de edad. (………………..)
577

Hasta acá la trascripción textual de los hechos correspondientes a algunas pocas (18) de

las millares de masacres cometidas impunemente por el Moderno Paramilitarismo en

Colombia, siempre con la indiferencia del estado. Pido disculpas a las víctimas de masacres

tan monstruosas como las de El Salado, con más de 90 muertos y Trujillo, con más de 300

victimas, porque en aras de la brevedad del presente trabajo las debí omitir.

Retornando al relato cronológico original, lo cierto es que el gobierno colombiano

comenzó un proceso de negociación con las AUC en 2002, asunto que culminó el 25 julio

de 2005 con la aprobación por el Congreso, de la Ley 975 de 2005, la cual se

denominó“Ley de Justicia y Paz”, un procedimiento penal especial basado en incentivos

para los victimarios, adoquinado con promesas inciertas de reparación para las víctimas.

Frente a los procesos de paz que han existido en Colombia, bien podríamos comenzar, para

no ir más lejos, a recordar el tratado de paz de Neerlandia del 30 de mayo de 1902, firmado

por Rafael Uribe Uribe y el celebrado a bordo del buque Winsconsin, el 12 de noviembre

de 1902, firmado por Benjamín Herrera y el presidente Marroquín, que puso fin a la

llamada “Guerra de los mil días” entre liberales y conservadores, que trajo como

consecuencia la consolidación del régimen burgués conservador, pero que como lo

demostró la historia, no constituyo la conquista de la paz en Colombia.

Podría creerse que tal reminiscencia no viene al tema de estelibro, pero en materia de

Historia es bueno REPETIR PARA RECORDAR Y REPETIR PARA NO OLVIDAR: lo

cierto es que desde entonces ningún tratado de paz ha fructificado en Colombia,

subsistiendo el conflicto que como se señaló en capítulos precedentes lleva más de 200

años de permanencia sin solución efectiva.


578

Como siempre, la paz se obtendría a través de dos alternativas: la amnistía o la

liquidación. En otras palabras: rendición o muerte, pero sin la solución efectiva a las causas

de la violencia, esto es, sin la redistribución del poder ni la riqueza, sin la justicia social y

sin igualdad de oportunidades.

El Gobierno del doctor Belisario Betancourt - 1982 a 1986, se inicia con otra amnistía,

concedida por ley 35 de 198549, con la novedad de ensayar nuevos métodos para la

consecución de la paz a través de la tregua y el diálogo nacional con los sectores

insurgentes. Un cese al fuego se inició el 28 de marzo de 1984 con la firma de una tregua

entre la Comisión de Paz y el grupo guerrillero de las FARC. El 24 de agosto del mismo

año, los grupos insurgentes M-19 y EPL firman la paz en Corinto:

Se pacta el cese al fuego sin la condición de entregar las armas por parte de la

insurgencia y la consideración de ésta como fuerza política y no como bandoleros. El

último ensayo de paz naufraga con el asalto al Palacio de Justicia por parte del M-19 el 6 y

7 de noviembre de 1985 y la conocida contra-toma por parte de las fuerzas armadas.

Dentro de ese marco de negociación se dio el nacimiento de un partido político, el cual se

denominó La Unión Patriótica, en donde aparecía como candidato en las elecciones de

1986, JAIME PARDO LEAL alcanzando un porcentaje inferior al cinco por ciento (5%) y

ocupando un tercer puesto en las elecciones presidenciales.

Como respuesta a tal situación, el paramilitarismo desato una guerra cruel e inhumana en

contra de los miembros de la (U.P.), en donde fallecieron: Leonardo Posada, Jaime Pardo

Leal, Bernardo Jaramillo Ossa, Manuel Cepeda Vargas, Pedro Luis Valencia, Alejandro

49
Ley 35 de 1982, Noviembre 19 de 1982.
579

Cárdenas Villa, Gabriel Jaime Santamaría, Elkin Martínez, Carlos Rojo Uribe, Henry

Montenegro, entre otros.

Al respecto, María Teresa Ronderos denunció en su citado libro (pag.53):

“Leonardo Posada, dirigente de Barrancabermeja, representante a la Cámara por Santander,

elegido en 1986, fue el primer político nacional de la UP en ser asesinado. Después de él,

cerca de 3000 más de sus militantes cayeron abaleados”. (op. cit).

También, como se indicó atrás, se firmó el Acuerdo de la Uribe (Marzo – 1984): en donde

las FARC EP, se comprometieron a cese al fuego, condenaron la práctica del secuestro, la

extorsión y el terrorismo. Respecto de la indemnización de las víctimas del conflicto, la

citada ley en su art. 2 manifestó que no habría ningún tipo de indemnización y señaló que el

Estado no asumiría ninguna responsabilidad.

Una vez más el fracaso del proceso de paz fue el resultado de tal intento, pues como se

indicó con antelación, la toma del Palacio de Justicia, la intensificación de la violencia

paramilitar y el exterminio de la Unión Patriótica, hicieron posible la continuación del

conflicto armado en Colombia.

En el Gobierno del Presidente Virgilio Barco(1986-1990), se firmó el Acuerdo político el

día nueve (9) de marzo de 1990,50 entre el gobierno nacional, los partidos políticos, el M-

19, y la iglesia católica en calidad de tutora moral y espiritual del proceso, en donde se

llegó a negociar respecto a unos temas como fueron: la realización de una reforma

constitucional, plebiscito, referéndum o asamblea constituyente, que contemplara una

circunscripción especial de paz, reforma electoral, estableciendo la tarjeta electoral y el

voto reservado, ampliando la representación parlamentaria, la dejación de las armas, plan

de desmovilización, reinserción social y acompañado de la institución jurídica del indulto.

50
PACTO Político por la Paz y la Democracia, suscrito el 2 de noviembre de 1989. 9 de Marzo de 1990.
580

Se nombró una Comisión de Seguimiento para concretar y posibilitar los compromisos

adquiridos, lo que permitió dar seguridad y protección a los desmovilizados. Lo anterior,

tampoco concluyó en nada.

El Gobierno de Cesar Gaviria Trujillo (1990 – 1994), realizo un acuerdo político el 25

de enero 1991 en el municipio de Ovejas, departamento de Sucre, celebrado con el Partido

Revolucionario de los Trabajadores (PRT), entre cuyos logros es posible señalar la

participación en una Asamblea Constituyente y el otorgamiento de garantías políticas. En el

marco del proceso se posibilitaron los instrumentos jurídicos y administrativos para que

dicho grupo ingresara a la legalidad, que finalmente se logró al convertirse en partido

político. Se aplicó igualmente la figura del indulto para los desmovilizados que cobijó

también a las personas de esa agrupación que se encontraban privados de la libertad;

adicionalmente varias prebendas que llevaron a una adecuada desmovilización y

reinserción a la vida civil de los miembros de esta agrupación como lo fueron un subsidio

de salud, educación, capacitación, realización de proyectos productivos y planes regionales

en otros.

Posteriormente se llevó a cabo el Acuerdo final Gobierno Nacional-Ejército Popular de

Liberación: “En la Ciudad de Bogotá, a los quince días del mes de febrero de 1991, como

producto de las negociaciones directas de Paz iniciadas el 24 de mayo de 1990 entre la

comisión negociadora del Ejército Popular de Liberación y la Consejería para la

Reconciliación, Normalización y Rehabilitación en nombre del Gobierno Nacional,

entendiendo que la Asamblea Nacional Constituyente es un escenario histórico singular

para la solución política del conflicto armado y el logro de la paz entre los colombianos,

con el objeto de señalar ante la nación la importancia política de este proceso y de enfatizar
581

sus conveniencias para nuestra democracia, como de destacar las razones que movieron a

dicha organización guerrillera a la adopción del diálogo como procedimiento para

participar del proceso de reformas y modernización democrática que vive el país, y para

culminar los diferentes acuerdos previos suscritos entre la comisión negociadora bilateral

del EPL y la Consejería para la Reconciliación, Normalización y Rehabilitación, en

relación con los temas que han sido materia de discusión..” (op. cit9.

Entre los logros obtenidos en este acuerdo se encuentran los siguientes: garantías

Jurídicas, como la extinción de la acción penal y de las penas previstas para los delitos

políticos o que guardaran conexidad con ellos; obtuvieron la legalización como partido

político; la reincorporación de sus miembros a la vida pública, económica y social del país

y tuvieron representación en la Asamblea Nacional Constituyente que expidió la nueva

Constitución.

Se logró también el Acuerdo Entre el Gobierno Nacional y el Movimiento Armado

Quintin Lame, en el Campamento de Pueblo Nuevo Caldono - Cauca el 27 de Mayo de

1991.

Este acuerdo político estableció varias obligaciones como la entrega de las armas y el

Gobierno por su parte ofreció la extinción de la acción penal. Asimismo, en lo que respecta

a la protección general de los desmovilizados, se concedió la protección de los derechos, la

seguridad e integridad de los desmovilizados, se logró una veeduría nacional donde

participaron las iglesias evangélicas y una veeduría internacional en la que participaron

delegados de los Gobiernos del Canadá y España durante las conversaciones.


582

El 9 de abril de 1994 se realizó un acuerdo con la agrupación denominada Corriente de

Renovación Socialista (CRS) en Flor del Monte,51 donde se acordó la realización del

progreso de la región, implementando un programa de inversión, vivienda y adjudicación

de tierras. En lo que se refiere a la desmovilización, solicitaron un programa de atención en

salud y tratamiento, educación y apoyo psicosocial, subsidios y créditos para vivienda y

una curul en la Cámara de Representantes.

Otro acuerdo político por señalar fue el realizado con el Frente Francisco Garnica de la

Coordinadora Guerrillera, en Cañaveral, en junio 30 de 1994.

En dicho acuerdo se lograron beneficios jurídicos como el indulto y seguridad para las

vidas de los integrantes de la agrupación, para lo cual se les facilitó vehículos y escoltas,

entre otros privilegios.

Bajo el gobierno de Ernesto Samper Pizano (1994-1998).Se llevó a cabo un acuerdo

con el Movimiento Independiente Revolucionario – Comandos Armados (MIC-COAR). El

cual se realizó en la ciudad de Medellín, el día veintinueve (29) de Julio de 1998, en donde

se desmovilizaron doscientos (200) hombres. El compromiso fue desarme y

reincorporación a la vida civil; también estaba incluido el indulto, la cesación de

procedimiento, preclusión de la investigación y resolución inhibitoria.52

Sobra recordar que todos esos acuerdos de paz, terminaron con el sistematico asesinato

de los excombatientes desarmados y desmovilizados, sucedidos en la clandestinidad, sin

que nadie se diera cuenta del genocidio permanente.

51
ACUERDO Político con la agrupación denominada corriente de Renovación Socialista (CRS) en Flor del Monte. El día 9
de abril de 1994.
52
ACUERDO Político celebrado entre el Gobierno Nacional y el movimiento Independiente Revolucionario – Comandos
Armados (mir-coar). Realizado el 29 de Julio de 1998. En la ciudad de Medellín.
583

Más adelante, elGobierno de Andrés Pastrana Arango (1998-2002),Intentó buscar la

paz por medio del dialogo, concediendo una “zona de distensión”, en donde se dieron

ciertas garantías a los insurgentes, encaminadas a la negociación, siendo el lugar escogido

el Municipio de San Vicente de Cagúan, La Uribe, Mesetas y La Macarena, con un área de

42.000 kilómetros cuadrados.

Este proceso no fructificó, porque al parecer ni el gobierno ni las fuerzas insurgentes

tuvieron verdadera voluntad política para llevarlo adelante, sobreponiendo otros intereses

de parte y parte. Muy difícil resultaba dialogar bajo fuego, de modo que de un lado los

paramilitares intensificaron sus acciones contra la guerrilla y también las FARC hicieron lo

propio exagerando sus ofensivas que atacaron incluso a la población civil, vulnerando de

lado y lado claras normas del Derecho internacional humanitario y del Derecho

Internacional de los Derechos Humanos, consumiéndose tal intento en una demagogia sin

final, hasta que el Alto Comisionado para la Paz, el Dr. Camilo Gómez anuncia el fin del

proceso de paz el día 9 de enero de 2002.

Como se ha visto, recordado y repetido en este trabajo, en Colombia han sido muchas

las amnistías, indultos o procesos de paz que se han llevado a cabo, pero los historiadores

ni los politólogos tradicionales burgueses han tratado de explicar las causas por las cuales

dichas amnistías, indultos o procesos de paz han fracasado una tras otra, comenzando por

las capitulaciones que hizo el Virrey Antonio Amar y Borbon con los Comuneros en

Zipaquira.

¿Cuáles son las causas de los fracasos de esos procesos de paz en Colombia?

La primera y la más simple de todas es que la clase dirigente burguesa, entronizada en

el poder desde 1819, no ha tenido nunca voluntad de paz.


584

La segunda, porque en todas las amnistías, indultos y procesos de paz, la clase

dirigente burguesa ha traicionado los acuerdos pactados con los insurgentes y siempre ha

terminado asesinando por mano propia o ajena tanto a los líderes como a los militantes de

la insurgencia.

La tercera, porque nunca ha llevado a cabo los cambios de tipo socio- económico que

favoreciendo a las clases marginadas, explotadas y desposeídas del país, garanticen la no

repetición de la conflagración civil.

La cuarta, porque jamás ha legislado en beneficio de la paz, a través de proyectos,

leyes, actos legislativos, por medio de los cuales se desarrolle, de un lado una justicia

transicional y de otro, se adelanten los cambios socio- económicos requeridos para el

progreso y la equidad que exige una nación en paz.

Toda solución de paz definitiva en cualquier parte del mundo y de conflicto, requiere

necesariamente la presencia positiva de los anteriores puntos: 1) la simple voluntad de paz

de ambas partes en conflicto; 2) el cabal cumplimiento de los acuerdos pactados y el

respeto por la vida y libertad de todos los insurgentes; 3) llevar a cabo las trasformaciones

de tipo socio económico que hagan posible la desaparición de las causas materiales de la

guerra: si se luchaba por tierra, trabajo, educación, salud, libertad, garantías, etc., satisfacer

esas necesidades en la insurgencia y en el pueblo y 4) promulgar las leyes suficientes y

necesarias para legalizar la desmovilización de la insurgencia, la realización de una justicia

transicional y la garantía de libre participación política pacifica de la insurgencia en la vida

política nacional.

Otra respuesta que los historiadores y políticos de Colombia han ocultado al pueblo

acerca de porque ha sido posible la entronización y perpetuación del paramilitarismo en el


585

marco de la más completa impunidad a lo largo de siglos enteros, es que jurídicamente el

paramilitarismo no constituye delito en Colombia.

La filosofía burguesa del derecho sostiene que éste es “el sistema de normas (…) para

procurar la convivencia social, el bien común y la realización de la justicia y la libertad”

(Cifuentes Bejarano,1989).

La Ley la inventaron los gobernantes para defender al estado y la forma de hacerlo es

castigando a quien se opone o atenta contra la existencia o seguridad de éste.

La misma ley dice que “El carácter general de la ley es mandar, prohibir, permitir o

castigar”, según el artículo 4° del Código Civil Colombiano. No es nada difícil de entender:

la ley manda: “haga esto”. Prohíbe: “no haga aquello”. Permite: lo que no está mandado o

prohibido, está permitido.Castiga:impone una pena a quien la infringe.

Para que una conducta constituya delito debe ser típica, esto es, encontrarse descrita

claramente en la ley penal; lesionar o poner en peligro un bien jurídicamente tutelado y ser

realizada con culpabilidad.

La ley se hizo para defender al estado, quien la infringe, sufre un castigo.

Quien se rebela contra el estado, comete un delito llamado Rebelión.

El Código Penal Colombiano, Ley 599 de 2000, tipifica en su artículo 467. Rebelión.

Los que mediante el empleo de las armas pretendan derrocar al gobierno nacional o

suprimir o modificar el régimen constitucional o legal vigente, incurrirán en prisión de

noventa y seis (96) a ciento sesenta y dos (162) meses y multa de ciento treinta y tres punto

treinta y tres (133.33) a trescientos (300) salarios mínimos legales mensuales vigentes”.

Los insurgentes incurren en este delito, pues mediante el empleo de las armas

pretenden derrocar al gobierno nacional y suprimir el régimen legal vigente: ese delito lo

pagan con cárcel o con su propia vida.


586

Por su parte, la Constitución Política de Colombia dice en su artículo 217:”La nación

tendrá para su defensa unas fuerzas militares permanentes constituidas por el Ejército, la

Armada y la Fuerza Aérea. Las fuerzas militares tendrán como finalidad primordial la

defensa de la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y del orden

constitucional”.

Lo anterior significa que el estado puede reunir, organizar y armar a un grupo de

personas nacionales para que cumplan dicha finalidad: la defensa legítima del orden

constitucional, encontrándose legitimadas para hacer uso de la fuerza y de las armas en

dicha defensa, pudiendo por tanto dar muerte a aquella persona que infringa el artículo 467

del código penal. Es por eso que un soldado puede dar muerte a un guerrillero sin que tal

conducta implique la comisión de ningún delito, mientras que el insurgente no puede dar

muerte al soldado, porque ello si constituye un grave delito.

Pérez (1956) enseña claramente:

“Cualquiera fuere el concepto que se tenga sobre el Estado y la opinión sobre sus fines,

la existencia del mismo ha sido forzosa para conservar las relaciones impuestas a los

pueblos en las distintas etapas de desenvolvimiento histórico. Para mantener el sistema

esclavista en la antigüedad, para preservar el feudalismo en períodos siguientes, así como

para prolongar la forma capitalista de explotación, ha sido necesaria la autoridad

estatal.(…)

“Siendo un organismo surgido de la división de la sociedad en clases, cuando

aparecieron esclavistas y esclavos, se convirtió después,, a medida que se consolidaba la

escisión, en supremo sujeto de derecho y aún más: en dispensador de todos los derechos

(….)
587

“La palabra rebelión tiene su origen en la locución latina rebellio, onis, que se empleó

para designar dos acciones: a) el levantamiento o la sublevación de varias personas contra

el régimen político constituido; b) el empleo de la violencia para impedir la ejecución de

órdenes dictadas por la autoridad (….)

“Alzamiento en armas significa “levantamiento colectivo, público, más o menos

tumultuoso, pero con ciertos rudimentos de organización impuesta, sobre todo por la

finalidad común y armado”. Sin embargo, no siempre las rebeliones militares cumplen el

requisito de la publicidad, pues su característica es la preparación sigilosa o bien el estallido

dentro de los cuarteles o casas de gobierno. De allí que el requisito de la publicidad no sea

de la esencia del delito (….)” (op. cit).

Pero obsérvese que en la ley penal no existe ningún artículo que diga: Los que mediante

el empleo de las armas pretendan defender al gobierno nacional o al régimen constitucional

legal vigente, incurrirán en prisión de tantos meses o años y multas de tanto dinero, etc.

Como se acaba de explicar hasta la saciedad, la ley manda, permite, prohíbe o castiga.

Lo que la ley manda, hay que cumplirlo; lo que permite, se puede hacer; lo que prohíbe, no

se puede hacer so pena del castigo. Lo que la ley no prohíbe o manda por escrito (tipicidad)

está permitido: todo lo que no esté claramente mandado o prohibido es permitido sin

castigo.

Como la ley no dice que los que mediante el empleo de las armas pretendan defender al

gobierno nacional o régimen constitucional vigente, incurrirán en prisión, entonces es claro

que tal conducta ESTA PERMITIDA, no es delito y no tiene castigo.

Dicho en otros términos más coloquiales: una persona puede mediante el empleo de las

armas, dedicarse a DEFENDER al gobierno y su régimen constitucional vigente, ninguna

ley dice que tal conducta sea delito ni esté prohibida, de modo que puede hacerse. Juan
588

puede empuñar un fusil e irse a asesinar a todo aquel que considere se opone al gobierno

legítimo: ninguna ley dice que ello sea delito, luego quienes lo hacen no están fuera de la

ley ni menos contra ella: al contrario, están a favor y en defensa de la ley.

Ahí está la clave secreta: los industriales, ganaderos, banqueros y comerciantes

reunieron, organizaron y armaron ejércitos completos de compatriotas pobres y les pagaron

sueldo para dedicarse a dar muerte a los insurgentes en “legítima defensa” del gobierno y

su régimen constitucional vigente o en términos mas reales: en legítima defensa de las

propiedades y privilegios de quienes les financiaban, esto es, los ricos.

Es por eso que siempre y bajo diversas formas, modelos y nombres, se formaron

grupos armados organizados en defensa del régimen y los propietarios capitalistas:

absolutamente legal. Se repite hasta la saciedad: ninguna ley lo prohíbe ni castiga, luego es

legal:

El Paramilitarismo siempre fue y sigue siendo legal en Colombia. Por eso los

propietarios pudieron y pueden organizar, armar y pagar ejércitos enteros (desde 1980 de

miles de combatientes) contando con la colaboración del Estado que en su favor –como

acaba de verse- siempre legisló en beneficio recíproco de sus actividades.

¿Quiénes fueron los gobernantes responsables y cómplices del paramilitarismo que

asoló al país desde 1980 hasta el nuevo siglo, año 2000?

Son responsables, porque pudiendo evitarlo no lo hicieron y son cómplices, porque lo

tipifica su propia ley en el artículo 30 de su código penal: “Partícipes. Son partícipes el

determinador y el cómplice. Quien determine a otro a realizar la conducta antijurídica

incurrirá en la pena prevista para la infracción. Quien contribuya a la realización de la

conducta antijurídica o preste una ayuda posterior, por concierto previo o concomitante a la
589

misma, incurrirá en la pena prevista para la correspondiente infracción disminuida de

unasexta parte a la mitad”.

Ah, pero a ellos no se les aplicó el código penal en su canon 30…..

Los responsables por omisión y cómplices por ayuda posterior y concierto previo o

concomitante, impunes hoy y siempre fueron:

Julio Cesar Turbay Ayala, presidente período 1978-1982.

Belisario Betancuort Cuartas, presidente período 1982-1986.

Virgilio Barco Vargas, presidente período 1986-1990.

Cesar Gaviria Trujillo, presidente período 1990-1994.

Ernesto Samper Pizano, presidente período 1994-1998

Andrés Pastrana Arango, presidente período 1998-2002.

Los primeros tres ya murieron en plena impunidad; los últimos tres viven en completa

impunidad y tranquilidad.

¿Los absolverá la historia?


590

La Guerra Civil en el nuevo Siglo XXI.

En Colombia comenzó el siglo XIX con una guerra civil (1811-1812); terminó ese

siglo y comenzó el XX con la misma guerra civil (1899-1903); llegó otro siglo, el XXI

(2000) y la misma guerra civil ha continuado bajo otros nombres, formas, modelos,

métodos y resultados, pero en el fondo: los mismos con las mismas.

La situación del paramilitarismo en Colombia al comienzo del siglo XXI (año 2000) la

describe así María Teresa Ronderos en su obra, “Guerras Recicladas”:

“Fredy Rendon, Miguel Arroyave y los hermanos Castaño ocuparon el campo libre que les

dejaba un estado frágil, cuyas instituciones no funcionaban ni para proteger a la gente ni

para resolverles sus problemas. Políticos locales, cuyo poder dependía del clientelismo y la

corrupción, fueron fácilmente comprables o eliminables si no les colaboraban; oficiales de

la fuerza pública, apegados a la ideología de la Guerra Fría, desueta desde hacía una

década, también eran vulnerables a la corrupción y los políticos nacionales apoyados en

estos dos para gobernar tenían una capacidad limitada para establecer un estado legítimo,

reconocido por el pueblo chocoano o llanero y una voluntad mucho menor para defender lo

público. Bajo el gobierno de Samper, la debilidad de los mandatarios centrales frente a la

fuerza pública se hizo todavía más evidente y por eso, siendo el presidente un gobernante

de ideas liberales, preocupado por los derechos humanos, terminó dejando que generales

aliados con fichas de su gobierno volvieran a imponer el esquema de armar a los civiles

para que pelearan la guerra sucia que los militares no estaban ganando.
591

“Ni Fredy Rendón ni Arroyave ni Vicente Castaño se conformaron con ser ricos y

poderosos y darse la gran vida –aunque se la daban-. Querían hacer política: acabar con el

comunismo que amenazaba con quitarles las propiedades a las clases medias, pero también

suplantar a la oligarquía tradicional local a la que despreciaban por corrupta e inoperante.

El dinero a rodos que acumularon con el narcotráfico, la extorsión, la importación de

precursores para los laboratorios de procesamiento de pasta de coca, el tráfico de armas, los

peajes ilegales, los aportes clandestinos de empresas legales y con los demás negocios que

pudieron desarrollar impunemente, los hizo sentirse capaces de erigir por su cuenta un

Estado Paralelo, que impulsara la libertad económica de las clases medias (una de las

organizaciones de los paramilitares de los llanos se llamó así, Libertad Económica para

Colombia); y además que reconstruyera la representación política de nuevo, desde la base,

como lo imaginó “El Alemán” con su organización “Urabá, grande, unido y en paz”. ¿Por

qué no, si eran comandantes todo poderosos, que decidián sobre la vida y la muerte de la

gente y con un dedo movían a las tropas del estado a su favor?.

“No les salió bien. Muchos políticos se les arrodillaron y ellos creyeron que los

mandaban; demasiados respetables empresarios los adularon como indispensables y ellos

recibieron los aplausos y, aunque suene contradictorio, todos les pervirtieron sus fines. La

máquina de horror que inventaron perdió control, porque la muerte de miles de inocentes,

maraca con sevicia, les trasformó las mentes y los corazones a sus hombres y como le

sucedió a la guerrilla, se devolvió en su contra y les quitó el poco o mucho apoyo social que

habían conseguido.

“El poder desmedido que consiguieron estos jóvenes pueblerinos de escasa educación,

nacidos en Amalfi, no se le puede atribuir entonces solo al narcotráfico, ni tampoco solo a


592

la ideología, ni menos a sus carencias éticas personales. Su poder floreció en el terreno

abonado por un Estado inoperante, que es peor que uno ausente; del sentimiento rebelde de

empoderar a una clase popular ascendente a la que la dirigencia la mantiene al margen de la

gran economía; y de desmotar una maquinaria política que no los representa ni vela por sus

intereses. El dinero fácil del narcotráfico y de los otros negocios ilegales los hizo sentir que

eran capaces de montar ese Estado, uno más eficaz, más cercano a la gente y por supuesto,

viniendo de las organizaciones criminales de dónde venían, donde la muerte era la solución

cotidiana a los problemas y el control se mantenía a plomo. Este Para-Estado sólo podía ser

tiránico, uno que eliminaba a cualquiera que se atravesara en su diseño. Carlos Castaño dijo

alguna vez la frase que de alguna manera recoge el sentimiento que uno a estos campesinos

amalfitanos que se volvieron malos: “En este país las autoridades están hechas para

proteger a los ricos, a la alta clase social; la guerrilla protege a los de abajo, a la clase baja;

y nosotros, los paras, protegemos a la clase media”.- (op. cit)

AÑO 2004.

A partir de este momento, para mayor objetividad de la narración historiográfica,

resulta conveniente trascribir año por año los resúmenes que sobre el tema de la violencia

hace la Revista SEMANA en sus números especiales de fin de año. Así, en el N°1181 del

20 de diciembre de 2004, la citada publicación lo resume de este modo:

“¿El principio del fin?. La desmovilización masiva de bloques paramilitares es el hecho de

paz más relevante este año. Habrá que ver si conduce a la paz.

“En los últimos meses, el Bloque bananero, del sur del magdalena e isla de San

Fernando; las AUC de cundinamarca, el Bloque Catatumbo y el bloque calima –unos 2600
593

autodefensas- dejaron las armas, incluido el jefe de las AUC, Salvatore Mancuso. Y en los

próximos días se desmovilizarán las autodefensas de Corboba.

“Haber conseguido que por primera vez en muchos años disminuya el número de

hombres armados es un gran logro del gobierno de Alvaro Uribe y particularmente de su

comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo. Y lo es aún más porque estos hombres y

mujeres han dejado las armas a pesar de que todavía no hay claridad sobre que pasará ni

con sus bienes ni con su libertad, y a pesar de que la guerrilla aún no sido derrotada.

“Los paramilitares tampoco están derrotados pero carecen de futuro. El proyecto

paramilitar no es viable por razones internacionales, locales y de la misma organización.

(……..)

“Como organización, la confederación de las autodefensas demostró su precariedad.

Los asesinatos a manos de otros paramilitares estr año de “doble cero”, comandante del

Bloque Metro; de Miguel Arroyabe, del Centauros y la desaparición -¿muerte?- de Carlos

Castaño demostraron las profundas pugnas internas y que si no se desmovilizan pronto, en

muy poco tiempo no serán más que señores de la guerra dedicados exclusivamente al

narcotráfico. (…..)

“Desmovilizar combatientes no conduce automáticamente a desmontar el poder

paramilitar, como quedó claro en Medellín. Allí, a pesar de la desmovilización del Bloque

Cacique Nutibara, a fines de 2003, los paramilitares siguen usando su poder de

intimidación para extorsionar, como lo reveló la encuesta de seguridad del Dane y para

cobrar deudas.(…….).

“Hasta el momento ese marco legal que blinde la negociación y que refleje un gran

acuerdo social sobre qué perdonar y cómo reparar a las víctimas sigue en veremos.(……)

La desmovilización de tantos bloques abre una oportunidad sin precedentes para desmontar
594

el paramilitarismo, cada vez más enquistado en la política regional. Pero sólo si se hace

bien.

“Desmovilizar los bloques paramililtares sin respetar los derechos de las víctimas a la

verdad, la justicia y la reparación, según los estándares de los tratados internacionales de

derechos humanos firmados por Colombia, podría acarrearle al Estado millonarias

demandas en el futuro y a la postre echar por la borda todo el esfuerzo del

comisionado.”.(op. cit).

El libro “Colombia: El espejismo de la justicia y de la paz”, de la Comisión

Colombiana de Juristas, Bogotá 2008, descubre otra realidad:

“Entre julio de 2002 y junio de 2007 la CCJ ha registrado que los paramilitares han

asesinado o desaparecido forzosamente por fuera de combate de 834 personas cada año, en

promedio. Es decir, dichos grupos, en este periodo han cometido por lo menos 4.174

violaciones al derecho a la vida. En el mismo periódo, por lo menos 344 personas han

recibido tratos crueles, inhumanos o degradantes o han sido víctimas de torturas y por lo

menos 4.426 personas han sido víctimas de amenazas cometidas por grupos

paramilitares…..”

Y agrega la citada obra:

“Mientras el paramilitarismo no sea efectivamente desmantelado, seguirán siendo

asesinadas numerosas personas por estos grupos y la cantidad de víctimas puede volver a

aumentar. Por otra parte, es particularmente preocupante que, mientras se registra esta

reducción, se ha registrado igualmente un aumento casi del doble de muertes y

desapariciones causadas directamente por agentes estatales por fuera de combate. En

efecto, en el año 2002-2003 se registraron 187 víctimas de violaciones al derecho a la vida


595

atribuidas directamente a agentes estatales,, mientras que en el año 2006-2007 se

registraron 287 víctimas (op. cit).

Tras repetir para recordar y repetir para no olvidar, volvemos al año 2005 y la nueva

Ley 975 de julio de 2005, llamada “Ley de Justicia y Paz”, promulgada bajo el gobierno de

Alvaro Uribe Velez. Obsérvese cómo este mandatario si cumplió con los paramilitares en

su proceso de pacificación, pues cumplió los pactos celebrados con ellos y respetó sus

vidas y libertades y además, legisló efectivamente en su beneficio, solo que en ese acuerdo

no había necesidad de hacer cambios en el aspecto socio económico.

De acuerdo con el libro “Anotaciones sobre la ley de justicia y paz” de la Comisión

Colombiana de Juristas, Bogotá, marzo de 2007, la Ley 975 de 2005, es un procedimiento

penal muy particular, estructurado sobre la oferta de incentivos para los victimarios, un

procedimiento de aplicación limitada, restringida particularmente a los paramilitares

desmovilizados colectivamente.

Esta ley en el fondo se hizo para garantizar la impunidad de todos los crímenes

cometidos por los paramilitares, legalizar los bienes que arrebataron a los campesinos y

trabajadores y legalizar la participación legal de los paramilitares en la política, la sociedad

y la economía nacional. Anótese cómo cuando se adelantó el proceso de desmovilización

de las autodefensas AUC y se promulgó la citada ley, nadie en la opinión pública se opuso

ni critico tal proceso, como si sucedería años más tarde frente al proceso de paz con a

insurgencia.

Bajo el amparo de esta Ley, se inició una falsa desmovilización del paramilitarismo,

así comentada por María Teresa Ronceros en su citada obra:


596

“Desde afuera, muchos observadores, en efecto, sentían que una negociación entre

Estado y paramilitarismo no era realmente una negociación entre enemigos, sino un

acuerdo de conveniencia entre Amigos. “Existe el temor de que algunos sectores del

gobierno y de las AUC no se consideren realmente adversarios: se piensa que, así como

ciertos elementos de las estructuras de poder tradicionales del país quizá hayan auspiciado

el surgimiento de los paramilitares, también ahora quieran utilizar las conversaciones de

paz para exonerarlos políticamente y por ende, legitimar su riqueza y su poder”, escribieron

los analistas del Internacional Crisis Grupo, un centro de pensamiento con base en

Bruselas, especializado en los conflictos internos de los países, un año más tarde en una

revisión crítica del proceso con el paramilitarismo (…..) Con el panorama jurídico

despejado, pues la Ley de Justicia y Paz, como fue aprobada, no los obligaba a confesar

toda la verdad ni a entregar todos sus bienes para obtener penal alternativas, los

paramilitares retomaron las desmovilizaciones y 3975 hombres de cinco bloques dejaron

las armas entre junio y agosto de 2005”.(op. cit).

Se estructuro esta ley sobre principios de representación de las víctimas, de verdad,

justicia y reparación para las mismas.

El marco teórico de la citada ley se fundamenta en que los paramilitares se

desmovilizan, individual o colectivamente, entregan las armas, son privados de su libertad

y se acogen a un proceso en el cual deben decir la verdad sobre los crímenes cometidos, se

comprometen a reparar a las víctimas con sus patrimonios y a cambio, por todos sus delitos

solo reciben una pena máxima de ocho años.

Cabe comparar como en el código penal colombiano, Ley 599 de 2000, según su

artículo 103, “El que matare a otro, incurrirá en prisión de doscientos ocho (208) a
597

cuatrocientos cincuenta (450) meses”, esto es, entre 17 y 37 años de prisión. Ello por UN

SOLO homicidio. Si el homicidio fuere agravado, según el artículo 104 ibídem, la pena va

de 33 a 50 años de prisión.

De acuerdo con la Ley de Justicia y Paz los paramilitares no por uno solo, sino por

quinientos, mil o tres mil homicidios no pagaran ni un día más de ocho años de prisión.

Nadie criticó que eso era impunidad.

De acuerdo con el artículo 135 del código Penal Colombiano, quien cometiere un

homicidio contra persona protegida (uno solo) pagara entre cuatrocientos ochenta (480) y

seiscientos (600) meses de prisión, o sea, entre 40 y 50 años de prisión.

Según el Código Penal, artículo 101, “El que con el propósito de destruir total o

parcialmente un grupo nacional, étnico, religioso o político por razón de su pertenencia al

mismo, ocasionare la muerte de sus miembros, incurrirá en prisión de cuatrocientos ochenta

(480) a seiscientos (600) meses de prisión…”, esto es, entre 40 y 50 años de prisión: Pero

los paramilitares por el delito de genocidio no pagaran ni un día más de ocho años de

prisión.

Por ninguno de los delitos contemplados en el Título II del C. P., los paramilitares

pagarán ni un día más de ocho años de prisión. Por desaparición forzada (art.165 C.P.),

secuestro (art.168 C.P.), desplazamiento forzado (art. 180 C.P.), ni un día más de ocho

años de prisión y así mismo en los delitos contemplados en el Título IV del C.P.

Como documento jurídico e histórico, conviene transcribir el texto de la Ley 975 de 2005,

el adefesio jurídico más descarado para legalizar y garantizar la plena impunidad del

paramilitarismo en Colombia:

Establece el artículo 1 de la Ley 975 de 2005 :


598

“La presente ley tiene por objeto facilitar los procesos de paz y la reincorporación

individual o colectiva a la vida civil de miembros de grupos armados al margen de la ley,

garantizando los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación.

Se entiende por grupo armado organizado al margen de la ley, el grupo de guerrilla o de

autodefensas, o una parte significativa e integral de los mismos como bloques, frentes u

otras modalidades de esas mismas organizaciones, de las que trate la ley 782 de 2002.”

“Artículo 2. Ambito de la ley, interpretación y aplicación normativa. La presente ley

regula lo concerniente a la investigación, procesamiento, sanción y beneficios judiciales de

las personas vinculadas a grupos armados organizados al margen de la ley, como autores o

participes de hechos delictivos cometidos durante y con ocasión de la pertenencia a esos

grupos, que hubieren decidido desmovilizarse y contribuir decisivamente a la

reconciliación nacional.

“La interpretación y aplicación de las disposiciones previstas en esta ley deberán

realizarse de conformidad con las normas constitucionales y los tratados internacionales

ratificados por Colombia. La incorporación de algunas disposiciones internacionales en la

presente ley, no debe entenderse como la negación de otras normas internacionales que

regulan esta misma materia.

“La reinserción a la vida civil de las personas que puedan ser favorecidas con amnistía,

indulto o cualquier otro beneficio establecido en la Ley 782 de 2002, se regirá por lo

dispuesto en dicha ley.

Artículo 3. Alternatividad. Alternatividad es un beneficio consistente en suspender la

ejecución de la pena determinada en la respectiva sentencia, reemplazándola por una pena

alternativa que se concede por la contribución del beneficiario a la consecución de la paz

nacional, la colaboración con la justicia, la reparación a las víctimas y su adecuada


599

resocialización. La concesión del beneficio se otorga según las condiciones establecidas en

la presente ley.

En su artículo 4 se establece:

“El proceso de reconciliación nacional al que dé lugar la presente ley, deberá promover

en todo caso, el derecho de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación y respetar el

derecho al debido proceso y las garantías judiciales de los procesados.”

“Artículo 5. Definición de Victima. Para los efectos de la presente ley se entiende por

víctima la persona que individual o colectivamente haya sufrido daños directos tales como

lesiones transitorias o permanentes que ocasionen algún tipo de discapacidad física o

psíquica y/o sensorial (visual o auditiva), sufrimiento emocional, pérdida financiera o

menoscabo de sus derechos fundamentales. Los daños deberán ser consecuencia de

acciones que hayan transgredido la legislación penal, realizadas por grupos armados

organizados al margen de la ley.

“También se tendrá por víctima al cónyuge, compañero o compañera permanente y

familiar en primer grado de consanguinidad, primero civil de la víctima directa, cuando a

esta se le hubiere dado muerte o estuviere desaparecida.

“La condición de víctima se adquiere con independencia de que se identifique,

aprehenda, procese o condena al autor de la conducta punible y sin consideración a la

relación familiar existente entre el autor y la víctima.

“Igualmente se considerarán como víctimas a los miembros de la fuerza pública que

hayan sufrido lesiones transitorias o permanentes que ocasionen algún tipo de discapacidad

física, psíquica y/o sensorial o menos cabo de sus derechos fundamentales, como

consecuencia de las acciones de algún integrante o miembros de los grupos armados

organizados al margen de la ley. Asimismo se tendrán como víctimas al cónyuge,


600

compañero o compañera permanente y familiares en primer grado de consanguinidad, de

los miembros de la fuerza pública que hayan perdido la vida en desarrollo de actos del

servicio, en relación con el mismo, o fuera de él, como consecuencia de los actos

ejecutados por algún integrante o miembro de los grupos organizados al margen de la ley.

“Artículo 6. Derecho a la Justicia. De acuerdo con las disposiciones legales vigentes, el

estado tiene el deber de realizar una investigación efectiva que conduzca a la identificación,

captura y sanción de las personas responsables por delitos cometidos por los miembros de

grupos armados al margen de la ley; asegurar a las víctimas de esas conductas el acceso a

recursos eficaces que reparen el daño infligido y tomar todas las medidas destinadas a

evitar la repetición de tales violaciones.Las autoridades públicas que intervengan en los

procesos que se tramiten con fundamento en la presente ley deberán atender

prioritariamente, el deber de que trata este artículo.

“Artículo 7. Derecho a la verdad. La sociedad y en especial las víctimas, tienen el

derecho inalienable, pleno y efectivo de conocer la verdad sobre los delitos cometidos por

grupos armados organizados al margen de la ley y sobre el paradero de las víctimas de

secuestro y desaparición forzada. Las investigaciones y procesos judiciales a los que se

aplique la presente ley deben promover la investigación de lo sucedido a las víctimas de

esas conductas, e informar a sus familiares lo pertinente. Los procesos judiciales que se

adelanten a partir de la vigencia de la presente ley no impedirán que en el futuro puedan

aplicarse otros mecanismos no judiciales de reconstrucción de la verdad.

El artículo 8 señala :

“El Derecho de las víctimas a la reparación comprende las acciones que propendan por

la restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción; y las garantías de no repetición

de las conductas.
601

“Restitución es la realización de las acciones que propendan por regresar a la víctima a

la situación anterior a la comisión del delito.

“La indemnización consiste en compensar los perjuicios causados por el delito.

La rehabilitación consiste en realizar las acciones tendientes a la recuperación de las

víctimas que sufren traumas físicos y sicológicos como consecuencia del delito.

La satisfacción o compensación moral consiste en realizar las acciones tendientes a

restablecer la dignidad de la víctima y difundir la verdad sobre lo sucedido.

Las garantías de no repetición comprenden, entre otras, la desmovilización y el

desmantelamiento de los grupos armados al margen de la ley.

“Se entiende por reparación simbólica toda prestación realizada a favor de las víctimas

o de la comunidad en general que tienda a asegurar la preservación de la memoria histórica,

la no repetición de los hechos victimizantes, la aceptación pública de los hechos, el perdón

público y el restablecimiento de la dignidad de las víctimas.

“La reparación colectiva debe orientarse a la reconstrucción sico-social de las

poblaciones afectadas por la violencia. Este mecanismo se prevee de manera especial para

las comunidades afectadas por la ocurrencia de hechos de violencia sistemática. Las

autoridades judiciales competentes fijarán las reparaciones individuales, colectivas o

simbólicas que sean del caso, en los términos de esta ley.“

“Artículo 9. Desmovilización. Se entiende por desmovilización el acto individual o

colectivo de dejar las armas y abandonar el grupo armado organizado al margen de la ley,

realizado ante autoridad competente. La desmovilización del grupo armado organizado al

margen de la ley se realizará de acuerdo con lo establecido en la ley 782 de 2002.


602

Según dicha ley, el derecho de las víctimas a su reparación comprende las figuras de la

restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción, garantías de no repetición y

reparación simbólica.

“Artículo 10. Requisitos de elegibilidad para la desmovilización colectiva. Podrán

acceder a los beneficios que establece la presente ley los miembros de un grupo armado

organizado al margen de la ley que hayan sido o puedan ser imputados, acusados o

condenados como autores o participes de hechos delictivos cometidos durante y con

ocasión de la pertenencia a esos grupos, cuando no puedan ser beneficiarios de algunos de

los mecanismos establecidos en la ley 782 de 2002, siempre que se encuentren en el listado

que el gobierno nacional remita a la Fiscalia General de la Nación y reúnan, además, las

siguientes condiciones:

“1. Que el grupo armado orgnizado de que se trata se haya desmovilizado y

desmantelado en cumplimiento de acuerdo con el gobierno nacional.

2.Que se entreguen los bienes producto de la actividad ilegal.

3.Que el grupo ponga a disposición del Instituto Colombianoa de Bienestar Familiar la

totalidad de los menores de edad reclutados.

4.Que el grupo cese toda interferencia al libre ejercicio de los derechos políticos y

libertades públicas y cualquiera otra actividad ilícita.

5.Que el grupo no se haya organizado para el tráfico de estupefacientes o el

enriquecimiento ilícito.

6.Que se liberen las personas secuestradas que se hallen en su poder.

“Parágrafo. Los miembros del grupo armado organizado al margen de la ley que se

encuentren privados de la libertad, podrán acceder a los beneficios contenidos en la


603

presente ley y a los establecidos en la ley 782 de 2002, siempre que en las providencias

judiciales correspondientes se determine su pertenencia al respectivo grupo.

“Artículo 11. Requisitos de elegibilidad para desmovilización individual. Los miembros

de los grupos armados organizados al margen de la ley que se hayan desmovilizado

individualmente y que contribuyan a la consecución de la paz nacional, podrán acceder a

los beneficios que establece la presente ley, siempre que reúnan los siguientes requisitos:

1.Que entregue información o colabore con el desmaltelamiento del grupo al que

pertenecía.

2.Que haya suscrito un acta de compromiso con el gobierno nacional.

3.Que se haya desmovilizado y dejado las armas en los términos establecidos por el

gobierno nacional para tal efecto.

4.Que cese toda actividad ilícita.

5.Que entregue los bienes producto de la actividad ilegal, para que se repare a la

víctima.

6.Que su actividad no haya tenido como finalidad el tráfico de estupefacientes o el

enriquecimiento ilícito.

“Solamente podrán acceder a los beneficios previstos en esta ley, las personas cuyos

nombres e identidades presente el gobierno nacional ante la fiscalía general de la nación.”

“Artículo 12. Oralidad. La actuación procesal será oral y en su realización se utilizarán

los medios técnicos idóneos que garanticen su reproducción fidedigna. La conservación de

los registros correspoderá al secretario de la Unidad Nacional de Fiscalia para la Justicia y

la Paz, creada por la presente ley y al de la sala del tribunal superior de distrito judicial que

conozca del juzgamiento, según corresponda.


604

“Artículo 13. Celeridad. Los asuntos que se debatan en audiencia serán resueltos dentro

de la misma. Las decisiones se entenderán notificadas en estrados. Las audiencias

preliminares se realizarán ante el magistrado de control de garantías que designe el tribunal

respectivo. En audiencia preliminar se tramitarán los siguientes asuntos:

“1.La practica de una prueba anticipada que por motivos fundados y de extrema

necesidad se requiera para evitar la pérdida o alteración del medio probatorio.

2.La adopción de medidas para la protección de víctimas y testigos.

3.La solicitud y la decisión de imponer medida de aseguramiento.

4.La solicitud y la decisión de imponer medidas cautelares sobre bienes.

5.La formulación de la imputación.

6.La formulación de cargos.

7.Las que resuelvan asuntos similares a los anteriores.

“Las decisiones que resuelvan asuntos sustanciales y las sentencias deberán

fundamentarse fáctica, probatoria y jurídicamente e indicar los motivos de estimación o de

desestimación de las pretensiones de las partes. El reparto de los asuntos a que se refiere la

presente ley, deberá hacerse el mismo día en que se reciba la actuación en el

correspondiente despacho.

“Artículo 14. Defensa. La defensa estará a cargo del defensor de confianza que

libremente designe el imputado o acusado o en su defecto, del asignado por el sistema

nacional de defensoría pública.

“Artículo 15. Esclarecimiento de la verdad. Dentro del procedimiento que establece la

presente ley los servidores públicos dispondrán lo necesario para que se asegure el

esclarecimiento de la verdad sobre los hechos objeto de investigación y se garantice la

defensa de los procesados. La unidad nacional de fiscalía para la justicia y la paz creada por
605

esta ley, deberá investigar, por conducto del fiscal delegado para el caso, con el apoyo del

grupo especializado de policía judicial, las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que

se realizaron las conductas punibles; las condiciones de vida, sociales, familiares e

individuales del imputado o acusado y su conducta anterior; los antecedentes judiciales y de

policía y los daños que individual o colectivamente haya causado de manera directa a las

víctimas, tales como lesiones físicas o sicológicas, sufrimiento emocional, pérdida

financiera o menoscabo sustancial de derechos fundamentales.

“Con la colaboración de los desmovilizados, la policía judicial investigará el paradero

de personas secuestradas o desaparecidas e informará oportunamente a los familiares sobre

los resultados obtenidos.

“La fiscalía general de la nación velará por la protección de las víctimas, los testigos y

los peritos que pretenda presentar en el juicio. La protección de los testigos y los peritos

que pretenda presentar la defensa estará a cargo de la defensoria del pueblo. La protección

de los magistrados de los tribunales superiores de distrito judicial que deban conocer del

juzgamiento será responsabilidad del consejo superior de la judicatura.

“Artículo 16. Competencia. Recibido por la unidad nacional de fiscalía para la justicia

y la paz, el o los nombres de los miembros de grupos armados organizados al margen de la

ley dispuestos a contribuir de manera efectiva a la consecución de la paz nacional, el fiscal

delegado que corresponda, asumirá de manera inmediata la competencia para:

16.1. Conocer de las investigaciones de los hechos delictivos cometidos durante y con

ocasión de la pertenencia al grupo armado organizado al margen de la ley.

16.2. Conocer de las investigaciones que cursen en contra de sus miembros.

16.3. Conocer de las investigaciones que deban iniciarse y de las que se tenga

conocimiento en el momento o con posterioridad a la desmovilización.


606

“EL tribunal superior de distrito judicial que determine el CSJ, mediante acuerdo que

expida antes de que se inicie cualquier trámite, será competente para conocer del

juzgamiento de las conductas punibles a que se refiere la presente ley. No podrá haber

conflicto o colisión de competencia entre los tribunales superiores de distrito judicial que

conozcan de los casos a que se refiere la presente ley y cualquier otra autoridad judicial”.

De acuerdo con la Ley 975 de 2005, luego de cumplidos los requisitos de elegibilidad

para la desmovilización colectiva e individual (art.10 y 11),el proceso se inicia con una

versión libre (art. 17) en la Fiscalía, en la cual, los paramilitares ahora llamados Señores

Postulados por su libre voluntad declaran los hechos que a bien tengan, los que ellos

quieran y las víctimas que se encuentran en un recinto aparte pueden hacerles alguna

pregunta por intermedio del fiscal y los señores postulados están en libertad de contestarla

o no. Cada una de estas versiones tardan meses enteros.

“Artículo 17. Versión libre y confesión. Los miembros del grupo armado organizado al

margen de la ley, cuyos nombres someta el gobierno nacional a consideración de la fiscalía

general de la nación, que se acojan en forma expresa al procedimiento y beneficios de la

presente ley, rendirán versión libre ante el fiscal delegado asignado para el proceso de

desmovilización, quien los interrogará sobre todos los hechos de que tenga conocimiento.

“En presencia de su defensor, manifestarán las circunstancias de tiempo, modo y lugar

en que hayan participado en los hechos delictivos cometidos con ocasión de su pertenencia

a estos grupos, que sean anteriores a su desmovilización y por los cuales se acogen a la

presente ley. En la misma diligencia indicarán los bienes que se entregan para la reparación

de las víctimas y la fecha de su ingreso al grupo.

“La versión rendida por el desmovilizado y las demás actuaciones adelantadas en el

proceso de desmovilización, se pondrán en forma inmediata a disposición de la unidad


607

nacional de fiscalías de justicia y paz con el fin de que el fiscal delegado y la policía

judicial asignados al caso elaboren y desarrollen el programa metodológico para iniciar la

investigación, comprobar la veracidad de la información suministrada y esclarecer esos

hechos y todos aquellos de los cuales tenga conocimiento dentro del ámbito de su

competencia.

“El desmovilizado se dejará inmediatamente a disposición del magistrado que ejerza la

función de control de garantías, quien dentro de las treinta y seis horas siguientes señalará y

realizará audiencia de formulación de imputación, previa solicitud del fiscal que conozca

del caso.

La Audiencia de formulación de imputación se desarrolla ante Magistrados del Tribunal

Superior de Bogotá (art.18) y en ella, la Fiscalía comienza por hacer un extenso recuento de

la vida de cada uno de los señores postulados y de la historia del frente o bloque al cual

pertenece; a continuación se enuncian uno por uno los delitos confesados libre y

voluntariamente por los postulados en la versión libre y el Magistrado les pregunta si es su

libre voluntad aceptar estos hechos y si los postulados quieren los aceptan o no.

“Artículo 18. Formulación de imputación. Cuando de los elementos materiales

probatorios, evidencia física, información legalmente obtenida o de la versión libre pueda

inferirse razonablemente que el desmovilizado es autor o participe de uno o varios delitos

que se investigan, el fiscal delegado para el caso solicitará al magistrado que ejerza la

función de control de garantías la programación de una audiencia preliminar para la

formulación de la imputación.

“En esta audiencia, el fiscal hará la imputación fáctica de los cargos investigados y

solicitará al magistrado disponer la detención preventiva del imputado en el centro de

reclusión que corresponda, según lo dispuesto en la presente ley. Igualmente solicitará la


608

adopción de las medidas cautelares sobre los bienes para efectos de la reparación a las

víctimas.

“A partir de esta audiencia y dentro de los sesenta días siguientes, la unidad nacional de

fiscalía para la justicia y la paz, con el apoyo de su grupo de policía judicial, adelantará las

labores de investigación y verificación de los hechos admitidos por el imputado y todos

aquellos de los cuales tenga conocimiento dentro del ámbito de su competencia. Finalizado

el término o antes si fuere posible, el fiscal del caso solicitará al magistrado que ejerza la

función de control de garantías la programación de una audiencia de formulación de cargos,

dentro de los diez días siguientes a la solicitud, si a ello hubiere lugar. Con la formulación

de la imputación se interrumpe la prescripción de la acción penal.

Viene luego la audiencia de aceptación de cargos (art.19) en la cual se repite el mismo

procedimiento con la diferencia de que en ésta la Fiscalía enuncia otra vez cada uno de los

delitos antes imputados al postulado y la Magistratura les vuelve a preguntar si es su libre

voluntad aceptar o no estos cargos, diligencia que suele tardar meses enteros.

“Artículo 19. Aceptación de cargos. En la audiencia de formulación de cargos el

imputado podrá aceptar los presentados por la fiscalía, como consecuencia de la versión

libre o de las investigaciones en curso al momento de la desmovilización.

“Para su validez tendrá que hacerlo de manera libre, voluntaria, espontánea y asistido

por su defensor. En este evento el magistrado que ejerza la función de control de garantías

enviará inmediatamente lo actuado a la secretaria de la sala del tribunal superior de distrito

judicial a la que corresponda su conocimiento.

“Recibida la actuación, la sala correspondiente convocará a audiencia pública dentro de

los diez días siguientes para examinar si la aceptación de cargos ha sido libre, voluntaria,
609

espontánea y asistida por su defensor. De hallarla conforme a derecho, dentro de los diez

días siguientes citará a audiencia de sentencia e individualización de pena.

“Parágrafo primero. Si en esta audiencia el imputado no acepta los cargos o se retracta

de los admitidos en la versión libre, la unidad nacional de fiscalía para la justicia y la paz

remitirá la actuación al funcionario competente conforme con la ley vigente al momento de

la comisión de las conductas investigadas.

“Paragrafo segundo. Cuando exista solicitud de reparación integral, previamente se dará

cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 23 de la presente ley.

“Artículo 20. Acumulación de procesos y penas. Para los efectos procesales de la

presente ley, se acumularán los procesos que se hallen en curso por hechos delictivos

cometidos durante y con ocasión de la pertenencia del desmovilizado a un grupo armado

organizado al margen de la ley. En ningún caso procederá la acumulación por conductas

cometidas con anterioridad a la pertenencia del desmovilizado al grupo armado organizado

al margen de la ley. Cuando el desmovilizado haya sido previamente condenado por hechos

delictivos cometidos durante y con ocasión de su pertenencia a un grupo armado

organizado al margen de la ley, se tendrá en cuenta lo dispuesto en el código penal sobre

acumulación jurídica de penas.

“Artículo 21. Ruptura de la unidad procesal. Si el imputado o acusado acepta

parcialmente los cargos se romperá la unidad procesal respecto de los no admitidos. En este

caso la investigación y el juzgamiento de los cargos no aceptados se tramitarán por las

autoridades competentes y las leyes procedimentales vigentes al momento de su comisión.

Respecto de los cargos aceptados se otorgarán los beneficios de que trata la presente ley.

“Artículo 22. Investigaciones y acusaciones anteriores a la desmovilización. Si para el

momento en que el desmovilizado se acoja a la presente ley, la fiscalía adelanta


610

investigaciones o formuló acusación en su contra, el imputado o acusado, asistido por su

defensor, podrá oralmente o por escrito aceptar los cargos consignados en la resolución que

le impuso medida de aseguramiento, o en la formulación de imputación, o en la resolución

o escrito de acusación, según el caso. Dicha aceptación deberá hacerla el magistrado que

cumpla la función de control de garantías en las condiciones previstas en la presente ley”.

A tenor del artículo 23 se inicia un incidente de reparación integral ante el Tribunal

Superior de Bogotá, en el cual el representante de cada una de las víctimas, expresa la

forma de reparación que pretende, debiendo probar cada una de ellas. Para ello el defensor

debe presentar prueba de que su representada si existe y está viva y de que su víctima si

murió, a través de certificados de nacimiento y defunción, de matrimonio, de parententesco,

presentara documentos de toda clase así con el peritazgo relativo a la cuantía de los daños

materiales y morales ocasionados con el hecho concreto. Esta audiencia se prolonga por

meses enteros. Luego vienen recursos, intervención del Ministerio Público y la famosa

pena alternativa del artículo 29 ibídem.

“Artículo 23. Incidente de reparación integral. En la misma audiencia en la que la sala

del tribunal superior de distrito judicial correspondiente declare la legalidad de la

aceptación de cargos, previa solicitud expresa de la víctima o del fiscal del caso, o del

ministerio público a instancia de ella, el magistrado ponente abrirá inmediatamente el

incidente de reparación integral de los daños causados con la conducta criminal y

convocará a audiencia pública dentro de los cinco días siguientes.

“Dicha audiencia se iniciará con la intervención de la víctima o de sus representante

legal o abogado de oficio, para que exprese de manera concreta la forma de reparación que

pretende e indique las pruebas que hará valer para fundamentar sus pretensiones.
611

“La sala examinará la pretensión y la rechazará si quien la promueve no es víctima o

está acreditado el pago efectivo de los prejuicios y éste fuere la única pretensión formulada,

decisión que podrá ser objeto de impugnación en los términos de esta ley.

“Admitida la pretensión, la sala pondrá en conocimiento del imputado que ha aceptado

los cargos y a continuación invitará a los intervinientes a conciliar. Si hubiere acuerdo su

contenido lo incorporará a la decisión que falla el incidente; en caso contrario dispondrá la

práctica de la prueba ofrecida por las partes, oirá el fundamento de sus respectivas

pretensiones y en el mismo acto fallará el incidente. La decisión en uno u otro sentido se

incorporará a la sentencia condenatoria.

“Parágrafo primero. Exclusivamente para efectos de la conciliación prevista en este

artículo, la víctima, el imputado o su defensor, el fiscal que haya conocido del caso o el

ministerio público, podrán solicitar la citación del director de la red de solidaridad social en

su condición de ordenador del gasto del fondo para la reparación de las víctimas.

“Parágrafo segundo. No podrá negarse la concesión de la pena alternativa en el evento

de que la víctima no ejerza su derecho en el incidente de reparación integral”.

“Artículo 24. Contenido de la sentencia. De acuerdo con los criterios establecidos en la

ley, en la sentencia condenatoria se fijarán la pena principal y las accesorias.

Adicionalmente se incluirán la pena alternativa prevista en la presente ley, los compromisos

de comportamiento por el término que disponga el tribunal, las obligaciones de reparación

moral y económica a las víctimas y la extinción del dominio de los bienes que se destinarán

a la reparación. La sala correspondiente se ocupará de evaluar el cumplimiento de los

requisitos previstos en esta ley para acceder a la pena alternativa”.

“Artículo 25. Hechos conocidos con posterioridad a la sentencia o al indulto. Si los

miembros de los grupos armados organizados al margen de la ley que recibieron los
612

beneficios de la ley 782 de 2002 o que se beneficiaron con la pena alternativa de

conformidad con la presente ley, con posterioridad se les llegare a imputar delitos

cometidos durante y con ocasión de la pertenencia a esos grupos y antes de su

desmovilización, estas conductas serán investigadas y juzgadas por las autoridades

competentes y las leyes vigentes al momento de la comisión de esas conductas, sin

perjuicio del otorgamiento de la pena alternativa, en el evento que colabore eficazmente en

el esclarecimiento o acepte, oralmente o por escrito, de manera libre, voluntaria, expresa y

espontánea, debidamente informado por su defensor, haber participado en su realización y

siempre que la omisión no haya sido intencional. En éste evento, el condenado podrá ser

beneficiario de la pena alternativa. Se procederá a la acumulación jurídica de las penas

alternativas sin exceder los máximos establecidos en la presente ley”.

“Artículo 26. Recursos. Salvo la sentencia, la reposición procede para todas las

decisiones y se sustenta y resuelve de manera oral e inmediata en la respectiva audiencia.

La apelación procede contra los autos que resuelvan asuntos de fondo, adoptados durante el

desarrollo de las audiencias y contra las sentencias. Se interpone en la misma audiencia en

que se profiera la decisión y se condede en el efecto suspensivo ante la sala penal de la

corte suprema de justicia.

“El magistrado ponente citará a las partes e intervinientes a audiencia de argumentación

oral que se celebrará dentro de los diez días siguientes al recibo de la actuación en la

secretaria de la sala de casación penal. Sustentado el recurso por el apelante y oídas los

demás partes e intervinientes, la sala podrá decretar un receso hasta por dos horas para

emitir la decisión que corresponda. Si el recurrente no concurriere o no sustentare el

recurso, se declarará desierto.


613

“Parágrafo primero. El trámite de los recursos de apelación de que trata la presente ley,

tendrá prelación sobre los demás asuntos de competencia de la sala penal de la corte

suprema de justicia, excepto lo relacionado con acciones de tutela.

“Parágrafo segundo. De la acción extraordinaria de revisión conocerá la sala plena de la

corte suprema de justicia, en los términos previstos en el código de procedimiento penal

vigente.

“Paragrafo tercero. Contra la decisión de segunda instancia no procede recurso de

casación”.

“Artículo 27. Archivo de las diligencias. Si en relación con los hechos admitidos o no

admitidos por el desmovilizado en su versión libre o en posterior actuación, según el caso,

antes de la audiencia de imputación, el fiscal delegado llegare a constatar que no existen

motivos o circunstancias fácticas que permitan su caracterización como delito o que

indiquen la posible existencia, dispondrá de inmediato el archivo de la actuación. Sin

embargo, si surgieren nuevos elementos probatorios se reanudará la averiguación conforme

con el procedimiento establecido en la presente ley, mientras no se haya extinguido la

acción penal”.

“Artículo 28. Intervención del ministerio público. En los términos del artículo 277 de la

constitución política, el ministerio público intervendrá cuando sea necesario, en defensa del

orden jurídico, del patrimonio público o de los derechos y garantías fundamentales”.

“Artículo 29. La Sala competente del Tribunal Superior de Distrito Judicial determinará

la pena que corresponda por los delitos cometidos, de acuerdo con las reglas del Código

Penal.
614

“En caso de que el condenado haya cumplido las condiciones previstas en esta ley, la

Sala le impondrá una pena alternativa que consiste en privación de la libertad por un

periodo mínimo de cinco (5) años y no superior a ocho (8) años, tasada de acuerdo con la

gravedad de los delitos y su colaboración efectiva en el esclarecimiento de los mismos.

Para tener derecho a la pena alternativa se requerirá que el beneficiario se comprometa a

contribuir con su resocialización a través del trabajo, estudio o enseñanza durante el tiempo

que permanezca privado de la libertad y a promover actividades orientadas a la

desmovilización del grupo armado al margen de la ley al cual perteneció.

“Cumplida la pena alternativa y las condiciones impuestas en la sentencia se le

concederá la libertad a prueba por un término igual a la mitad de la pena alternativa

impuesta, periodo durante el cual el beneficiario se compromete a no reincidir en delitos, a

presentarse periódicamente ante el Tribunal Superior del Distrito Judicial que corresponda

y a informar cualquier cambio de residencia. Cumplidas estas obligaciones y transcurrido el

periodo de prueba, se declarará extinguida la pena principal. En caso contrario, se revocará

la libertad a prueba y se deberá cumplir la pena inicialmente determinada, sin perjuicio de

los subrogados previstos en el código penal que correspondan.”

“Parágrafo. En ningún caso se aplicarán subrogados penales, beneficios adicionales o

rebajas complementarias a la pena alternativa”.

“Artículo 30. Establecimiento de reclusión. El gobierno nacional determinará el

establecimiento de reclusión donde debe cumplirse la pena efectiva. Los establecimientos

de reclusión deben reunir condiciones de seguridad y auteridad propios de los

establecimientos administrados por el Inpec. La pena podrá cumplirse en el exterior.

“Artículo 31. Inexequible. Sentencia c-370 de 2006.


615

“Artículo 32. Competencias de los tribunales superiores de distrito judicial en materia

de justicia y paz. Además de las competencias establecidas en otras leyes, los tribunales

superiores de distrito judicial designados por el consejo superior de la judicatura serán

competentes para adelantar la etapa de juzgamiento de los procesos de los que trata la

presente ley, vigilar el cumplimiento de las penas y las obligaciones impuestas a los

condenados.

“Corresponde a la secretaria del respectivo tribunal organizar, sistematizar y conservar

los archivos de los hechos y circunstancias relacionadas con las conductas de las personas

objeto de cualquiera de las medidas de que trata la presente ley, con el fin de garantizar los

derechos de las víctimas a la verdad y preservar del olvido la memoria colectiva. También

deberá garantizar el acceso público a los registros de casos ejecutoriados, y contar con una

oficina de comunicaciones para divulgar la verdad de lo acontecido”.

“Artículo 33. Unidad nacional de fiscalía para la justicia y la paz.Créase la Unidad

nacional de fiscalía para la justicia y la paz, delegada ante los Tribunales superiores de

distrito judicial, con competencia nacional e integrada en la forma que se señala en la

presente ley. Esta unidad será responsable de adelantar las diligencias que por razón de su

competencia le corresponden a la Fiscalia General de la Nación, en los procedimientos

establecidos en la presente ley.

“La Unidad nacional de fiscalía para la justicia y la paz tendrá el apoyo permanente de

una unidad especial de policía judicial, conformada por miembros de las autoridades que

corresponda, con dedicación exclusiva, permanente y con competencia en todo el territorio

nacional.
616

“Adicionar a la planta de cargos de la fiscalía general de la nación, para el año 2005

establecida en al artículo transitorio 1 de la ley 938 de 2004, los siguienes cargos: (Sigue la

lista de cargos y empleos correspondiente)”.

“Artículo 34. Defensoria Pública. El estado garantizará a imputados, acusados y

condenados el ejercicio del derecho de defensa, mediante los mecanismos de la Defensoría

Pública y en los términos señalados en la ley. La Defensoría del Pueblo asistirá a las

víctimas en el ejercicio de sus derechos y en el marco de la presente ley”.

“Artículo 35. Procuraduria Judicial para justicia y paz. El procurador general de la

nación creará para los efectos de la presente ley, una Procuraduría Judicial para la justicia y

la paz, con competencia nacional. Con tal fin, la procuraduría judicial apra la justicia y la

paz, podrá participar en las actuaciones judiciales y administrativas que se adelanten”.

“Artículo 36. Participación de las organizaciones sociales de asistencia a las víctimas.

Para el cumplimiento de lo previsto en la presente ley, la procuraduría general de la nación,

impulsará mecanismos para la participación de las organizaciones sociales para la

asistencia a las víctimas”.

El artículo 37 define los derechos de las victimas a lo largo y ancho de nueve

numerales.

“Derechos de las víctimas. El estado garantizará el acceso de las víctimas a la

administración de justicia. En desarrollo de lo anterior, las víctimas tendrán derecho:

“1. Recibir durante todo el procedimiento un trato humano digno.

1. A la protección de su intimidad y garantía de su seguridad, la de sus familiares y

testigos a favor, cuando quiera que resulten amenazadas.

2. A una pronta e integral reparación de los daños sufridos a cargo del autor o participe

del delito.
617

3. A ser oídas y que se les facilite el aporte de pruebas.

4. A recibir desde el primer contacto con las autoridades y en los términos establecidos en

el código de procedimiento penal, información pertinente apra la protección de sus

intereses; y conocer la verdad de los hechos que conforman las circunstancias del delito

del cual han sido víctimas.

5. A ser informadas sobre la decisión definitiva relativa a la persecución penal y a

interponer los recursos cuando a ello hubiere lugar.

6. A ser asistidas durante el juicio por un abogado de confianza o por la procuraduría

judicial de que trata la presente ley.

7. A recibir asistencia integral para su recuperación.

8. A ser asistidas gratuitamente por un traductor o interprete, en el evento de no conocer

el idioma o de no poder percibir el lenguaje por los órganos de los sentidos”.

“Artículo 38. Protección a víctimas y testigos. Los funcionarios a los que se refiere esta

ley adoptarán las medidas adecuadas y todas las acciones pertinentes para proteger la

seguridad, el bienestar físico y sicológico, la dignidad y la vida privada de las víctimas y

los testigos, así como la de las demás partes del proceso.

“Para ello se tendrán en cuenta todos los factores pertinentes, incluidos la edad, el

género y la salud, asi como la índole del delito, en particular cuando este entrañe violencia

sexual, irrespeto a la dignidad de género o violencia contra niños y niñas. Se dará

capacitación especial a los funcionarios que trabajan con este tipo de víctimas. Estas

medidas no podrán redundar en perjuicio de los derechos del acusado o de un juicio justo e

imparcial, ni serán incompatibles con estos.

“Artículo 39. Excepcion a la publicidad en el juicio. Como excepción al principio del

carácter público de las audiencias de juzgamiento, el Tribunal superior de distrito judicial, a


618

fin de proteger a las víctimas, los testigos, o a un acusado, podrá ordenar que una parte del

juicio se celebre a puerta cerrada. Podrá ordenar la práctica de testimonio a través del

sistema de audio video para permitir su contradicción y confrontación por las parte. En

particular, se aplicarán estas medidas respecto de víctimas de agresión sexual o de niños,

niñas y adolecentes que sean víctimas o testigos”.

“Artículo 40. Otras medidas de protección durante el proceso. Cuando la publicidad de

elementos materiales probatorios, evidencia física o información legalmente obtenida

entrañe peligro grave para la seguridad de un testigo o de su familia, el fiscal deberá

abstenerse de presentarlos en cualquier diligencia anterior al juicio. En su reemplazo hará

un resumen de dichos elementos de conocimiento. En ningún caso, esas medidas podrán

redundar en perjuicio de los derechos del acusado o de un juicio justo e imparcial, ni serán

incompatibles con estos”.

“Artículo 41. Atención a necesidades especiales. Tanto los órganos judiciales como las

entidades de apoyo técnico y la procuraduría judicial para la justicia y la paz, tendrán en

cuenta las necesidades especiales de las mujeres, de las niñas, niños, personas mayores de

edad o con discapacidad que participen en el proceso”.

“Artículo 42. Deber general de reparar. Los miembros de los grupos armados que

resulten beneficiados con las disposiciones previstas en esta ley tienen el deber de reparar a

las víctimas de aquellas conductas punibles por las que fueren condenados mediante

sentencia judicial. Igualmente, cuando no se haya logrado individualizar al sujeto activo

pero se compruebe el daño y el nexo causal con las actividades del grupo armado ilegal

beneficiario por las disposiciones de la presente ley, el tribunal directamente o por remisión

de la unidad de fiscalía, ordenará la reparación a cargo del Fondo de Reparación”.

Sobre la reparación a las víctimas prescribe esta Ley 975 de 2005:


619

“Artículo 43. Reparación. El tribunal superior de distrito judicial al proferir sentencia,

ordenará la reparación a las víctimas y fijará las medidas pertinentes.

“Artículo 44. Actos de reparación. La reparación de las víctimas de la que trata la

presente ley comporta los deberes de restitución, indemnización, rehabilitación y

satisfacción. Para tener derecho a gozar del beneficio de la libertad a prueba, el condenado

deberá proveer al Fondo para la Reparación de las víctimas los bienes destinados para tal

fin; realizar satisfactoriamente los actos de reparación que se le hayan impuesto; colaborar

con el Comité Nacional de reparación y reconciliación o suscribir un acuerdo con el

Tribunal superior de distrito judicial que asegure el cumplimiento de sus obligaciones de

reparación.

“Son actos de reparación integral los siguientes:

“45.1. La entrega al estado de bienes obtenidos ilícitamente para la reparación de las

víctimas.

45.2. La declaración pública que restablezca la dignidad de la víctima y de las personas

más vinculadas con ella.

45.3. El reconocimiento público de haber causado daños a las victimas, la declaración

pública de arrepentimiento, la solicitud de perdón dirigida a las víctimas y la promesa de no

repetir tales conductas punibles.

45.4. La colaboración eficaz para la localización de personas secuestradas o

desparecidas y la localización de los cadáveres de las víctimas.

45.5. La búsqueda de los desaparecidos y de los restos de personas muertas, y la ayuda

para identificarlos y volverlos a inhumar según las tradiciones familiares y comunitarias.”

“Artículo 45. Solicitud de reparación. Las víctimas de los grupos armados al margen de

la ley pueden obtener reparación acudiendo al Tribunal superior de distrito judicial, en


620

relación con los hechos que sean de su conocimiento. Nadie podrá recibir dos veces

reparación por el mismo concepto”.

“Artículo 46. Restitución. La restitución implica la realización de los actos que

propendan por la devolución a la víctima a la situación anterior a la violación de sus

derechos. Incluye el restablecimiento de la libertad, el retorno a su lugar de residencia y la

devolución de sus propiedades”.

“Artículo 47. Rehabilitación. La rehabilitación deberá incluir la atención médica y

sicológica para las víctimas o sus parientes en primer grado de consanguinidad de

conformidad con el presupuesto del fondo para la reparación de las víctimas. Los servicios

sociales brindados por el gobierno a las víctimas, de conformidad con las normas y leyes

vigentes, hacen parte de la reparación y de la rehabilitación”.

“Artículo 48. Medidas de satisfacción y garantías de no repetición. Las medidas de

satisfacción y las garantías de no repetición, adoptadas por las distintas autoridades

directamente comprometidas en el proceso de reconciliación nacional, deberán incluir:

“1. La verificación de los hechos y la difusión pública y completa de la verdad judicial,

en la medida en que no provoque daños innecesarios a la víctima, los testigos u otras

personas, ni cree un peligro para su seguridad.

2.La búsqueda de los desaparecidos o de las personas muertas y la ayuda para

identificarlas y volverlas a inhumar según las tradiciones familiares y comunitarias. Esta

tarea se encuentra principalmente a cargo de la unidad nacional de fiscalías para la justicia

y la paz.

3.La decisión judicial que restablezca la dignidad, reputación y derechos de la víctima y

las de sus parientes en primer grado de consanguinidad.


621

4. La disculpa, que incluya el reconocimiento público de los hechos y la aceptación de

responsabilidades.

5. La aplicación de sanciones a los responsables de las violaciones, todo lo cual está a

cargo de los órganos judiciales que intervengan en los procesos de que trata la presente ley.

6. La sala competente del tribunal superior de distrito judicial podrá ordenar

conmemoraciones, homenajes y reconocimiento a las víctimas de los grupos armados al

margen de la ley. Adicionalmente, la comisión nacional de reconciliación y reparación

podrá recomendar a los órganos políticos o de gobierno de los distintos niveles, la adopción

de este tipo de medidas.

7.La prevención de violaciones de derechos humanos.

8.La asistencia a cursos de capacitación en materia de derechos humanos a los

responsables de las violaciones. Esta medida podrá ser impuesta a los condenados por la

sala competente del tribunal superior de distrito judicial”.

“Artículo 49. Programas de reparación colectiva. El gobierno, siguiendo las

recomendaciones de la comisión nacional de reconciliación y reparaciones, deberá

implementar un programa institucional de reparación colectiva que comprenda acciones

directamente orientadas a recuperar la institucionalidad propia del estado social de derecho

particularmente en las zonas más afectadas por la violencia, a recuperar y promover los

derechos de los ciudadanos afectados por hechos de violencia y reconocer y dignificar a las

víctimas de la violencia”.

“Artículo 50. Comisión nacional de reparación u reconciliación. Créase la Comisión

Nacional de Reparacion y Reconciliación, integrada por el vicepresidente de la república o

su delegado, quien la presidirá; el procurador general de la nación o su delegado; el

ministro del interior y de justicia o su delegado; y ministro de hacienda y crédito público o


622

su delegado; defensor del pueblo, dos representantes de organizaciones de víctimas y el

director de la red de solidaridad social, quien desempeñará la secretaria técnica. El

presidente de la república designará como integrantes de esta comisión a cinco

personalidades, dos de las cuales la menos deben ser mujeres. Esta comisión tendrá una

vigencia de 8 años”.

“Artículo 51. Funciones de la comisión nacional de reparación. La comisión nacional

de reparación y reconciliación cumplirá las siguientes funciones:

“1. Garantizar a las víctimas su participación en procesos de esclarecimiento judicial y

la realización de sus derechos.

2. Presentar un informe público sobre las razones para el surgimiento y evolución de los

grupos armados ilegales.

3. Hacer seguimiento y verificación a los procesos de reincorporación y a la labor de

las autoridades locales a fin de garantizar la desmovilización plena de los miembros de

grupos armados organizados al margen de la ley y el cabal funcionamiento de las

instituciones en esos territorios. Para estos efectos la comisión nacional de reparación podrá

invitar a participar a organismos o personalidades extranjeras.

4. Hacer seguimiento y evaluación periódica de la reparación de que trata la presente

ley y señalar recomendaciones para su adecuada ejecución.

5. Presentar, dentro del término de dos años, contados a partir de la vigencia de la

presente ley, ante el gobierno nacional y las comisiones de paz de senado y cámara de

representantes, un informe acerca del proceso de reparación a las víctimas de los grupos

armados al margen de la ley.

6. Recomendar los criterios para las reparaciones de que trata la presente ley, con cargo

al fondo de reparación a las víctimas.


623

7.Coordinar la actividad de las comisiones regionales para la restitución de bienes.

8. Adelantar acciones nacionales de reconciliación que busquen impedir la reaparición

de nuevos hechos de violencia que perturben la paz nacional.

9. Darse su reglamento”.

“Artículo 52. Comisiones regionales para la restitución de bienes. Las comisiones

regionales serán las responsables de propiciar los trámites relacionados con las

reclamaciones sobre propiedad y tenencia de bienes en el marco del proceso establecido en

la presente ley”.

“Artículo 53. Composición. Las comisiones regionales estarán integradas por un

representante de la comisión nacional de reparación y reconciliación, quien la presidirá; un

delegado de la procuraduría para la justicia y la paz; un delegado de la personería municipal

o distrital; un delegado del defensor del pueblo; y un delegado del ministerio del interior y

de justicia. El gobierno nacional tendrá la facultad de designar un representante de las

comunidades religiosas y determinará de acuerdo con las necesidades del proceso, el

funcionamiento y distribución territorial de las comisiones.

“Artículo 54. Fondo para la reparación de las víctimas. Créase el Fondo para la

Reparación de las Víctimas, como una cuenta especial sin personería jurídica, cuyo

ordenador del gasto será el director de la red de solidaridad social. Los recursos del fondo

se ejecutarán conforme a las reglas del derecho privado.

“El fondo estará integrado por todos los bienes o recursos que a cualquier título se

entreguen por las personas o grupos armados organizados ilegales a que se refiere la

presente ley, por recursos provenientes del presupuesto nacional y donaciones en dinero o

en especie, nacionales o extranjeras.


624

“Los recursos administrados por este fondo estarán bajo la vigilancia de la contraloría

general de la república.

“Parágrafo. Los bienes a que hacen referencia los artículos 10 y 11, se entregarán

directamente al fondo para la reparación de las víctimas creado por ésta ley. Igual

procedimiento se observará respecto de los bienes vinculados a investigaciones penales y

acciones de extinción del derecho de dominio en curso al momento de la desmovilización,

siempre que la conducta se haya realizado con ocasión de su pertenencia al grupo

organizado al margen de la ley y con anterioridad a la vigencia de la presente ley. El

gobierno reglamentará el funcionamiento de este fondo y en particular, lo concerniente a la

reclamación y entrega de bienes respecto de terceros de buena fe”.

“Artículo 55. Funciones de la red de solidaridad social. La Red de Solidaridad Social, a

través del fondo de que trata la presente ley, tendrá a su cargo, de acuerdo con el

presupuesto asignado para el fondo las siguientes funciones:

1.Liquidar y pagar las indemnizaciones judiciales de que trata la presente ley.

2. Administrar el fondo para la reparación de víctimas.

3. Adelantar otras acciones de reparación cuando a ello haya lugar.

4. Las demás que señale el reglamento.

Importante, por lo menos en la teoría, es el artículo 56 que impone el deber de memoria:

“Artículo 56. El conocimiento de la historia de las causas, desarrollos y consecuencias

de la acción de los grupos armados al margen de la ley deberá ser mantenido mediante

procedimientos adecuados, en cumplimiento del deber a la preservación de la memoria

histórica que corresponde al estado.”

En cumplimiento de este artículo 56 se redacta este resumido trabajo.


625

“Artículo 57. Medidas de preservación de los archivos. El derecho a la verdad implica

que sean preservados los archivos. Para ello los órganos judiciales que los tengan a su

cargo, así como la procuraduría general de la nación, deberán adoptar las medidas para

impedir la sustracción, la destrucción o la falsificación de los archivos, que pretendan

imponer la impunidad. Lo anterior sin perjuicio de la aplicación de las normas penales

pertinentes.

“Artículo 58. El acceso a los archivos debe ser facilitado en el interés de las víctimas y

de sus parientes para hacer valer sus derechos. Cuando el acceso se solicite en interés de la

investigación histórica, las formalidades de autorización sólo tendrán la finalidad del

control de acceso, custodia y adecuado mantenimiento del material y no con fines de

censura. En todo caso se deberán adoptar las medidas necesarias para resguardar el derecho

a la intimidad de las víctimas de violencia sexual y de las niñas, niños y adolescentes

víctimas de los grupos armados al margen de la ley y para no provocar más daños

innecesarios a la víctima, los testigos u otras personas, ni crear un peligro para su

seguridad”.

“Artículo 59. Es obligación del gobierno garantizar el derecho a la paz conforme a los

artículos 2, 22, 93 y 189 de la constitución política, habida consideración de la situación de

orden público que vive el país y la amenaza contra la población civil y las instituciones

legítimamente constituidas.

“Artículo 60. Para el cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 60 de la presente ley,

el presidente de la república podrá autorizar a sus representantes o voceros, para adelantar

contactos que permitan llegar a acuerdos humanitarios con los grupos armados organizados

al margen de la ley.
626

“Artículo 61. El presidente de la república tendrá la facultad de solicitar a la autoridad

competente, paralos efectos y en los términos de la presente ley, la suspensión condicional

de la pena y el beneficio de la pena alternativa a favor de los miembros de los grupos

armados organizados al margen de la ley con los cuales se llegue a acuerdos

humanitarios.El gobierno nacional podrá exigir las condiciones que estime pertinentes para

que estas decisiones contribuyan efectivamente a la búsqueda y logro de la paz”.

Este solo artículo garantiza la plena IMPUNIDAD para todos los miembros de grupos

armados organizados al margen de la ley, o sea, de los paramilitares, entendiéndose que una

vez culminado el teatral proceso, el presidente de la república puede solicitar a la autoridad

competente, para los efectos y en los términos de la presente ley, la suspensión condicional

de la pena y el beneficio de la pena alternativa a favor de los miembros de los grupos

armados organizados al margen de la ley, con lo cual no se harían efectivas las penas de un

máximo de ocho años de prisión por todos los delitos cometidos por el paramilitarismo:

aquí va implícito el indulto para el paramilitarismo. Entonces, ¿Qué objeto tenia esta ley?.

“Artículo 62. Complementariedad. Para todo lo no dispuesto en la presente ley se

aplicará la ley 782 de 2002 y el código de procedimiento penal.

“Artículo 63. Ley futura más favorable. Si con posterioridad a la promulgación de la

presente ley, se expiden leyes que concedan a miembros de grupos armados al margen de la

ley beneficios mas favorables que los establecidos en ésta, las personas que hayan sido

sujetos del mecanismo alternativo, podrán acogerse a las condiciones que se establezcan en

esas leyes posteriores”.

Esto hace preveer que en cualquier momento futuro el gobierno puede expedir otra ley

mucho mas favorable para garantizar la impunidad del paramilitarismo a la cual se

acogerían los aquí beneficiados, con lo cual resulta inútil la ley 975 de 2005.
627

“Artículo 64. Entrega de menores. La entrega de menores por parte de miembros de

grupos armados al margen de la ley no serán causa de la perdida de los beneficios a que se

refieren la presente ley y la ley 782 de 2002.

“Artículo 65. El gobierno nacional, el consejo superior de la judicatura y la fiscalía

general de la nación apropiarán los recursos suficientes indispensables para la debida y

oportuna aplicación de la ley de extinción de dominio”.

“Artículo 66. De acuerdo con el programa de reincorporación a la vida civil el gobierno

nacional procurará la vinculación de los desmovilizados a proyectos productivos o a

programas de capacitación o educación que les facilite acceder a empleos productivos.

“Simultáneamente y de acuerdo con el mismo programa, procurará su apoyo para

ingresar a programas de asistencia sicológica adeucados que faciliten su reinserción social y

adopción a la normal vida cuotidiana”.

Nótese cómo las víctimas del paramilitarismo no tienen esos mismos beneficios.

“Artículo 67, Los magistrados de los tribunales superiores de distrito judicial, que se

creen en virtud de la presente ley, serán elegidos por la sala plena de la corte suprema de

justicia, de listas enviadas por la sala administrativa del consejo superior de la judicatura.

Los requisitos exigidos para ser magistrados de estos tribunales, serán los mismos exigidos

para desempeñarse como magistrado de los actuales tribunales superiores de distrito

judicial.

“La sala administrativa del consejo superior de la judicatura, podrá conformar los

grupos de apoyo administrativo y social para estos tribunales. La nominación de los

empleados, estará a cargo de los magistrados de los tribunales creados por la presente ley”.

Lo anterior significa que para ser nombrado magistrado de tribunal superior de justicia

y paz, se requiere “ser amigo”, tener “palanca”, en el consejo superior de la judicatura: en


628

ningún momento concurso de méritos ni carrera judicial y obviamente los empleados

necesitan ser “amigos” del magistrado para su nombramiento en su cargo.

“Artículo 68. Los recursos de que trata la presente ley y cuyo trámite corresponde a la

corte suprema de justicia, tendrán prelación sobre los demás asuntos de competencia de la

corporación y deberán ser resueltos dentro del término de treinta días”.

“Artículo 69. Las personas que se hayan desmovilizado dentro del marco de la ley 782

de 2002 y que hayan sido certificadas por el gobierno nacional, podrán ser beneficiarias de

resolución inhibitoria, preclusión de la instrucción o cesación de procedimiento, según el

caso, por los delitos de concierto para delinquir en los términos del inciso primero del

artículo 340 del código penal; utilización ilegal de uniformes e insignias; instigación a

delinquir en los términos del inciso primero del artículo 348 del código penal; fabricación,

tráfico y porte de armas y municiones. Las personas condenadas por los mismos delitos y

que reúnan las condiciones establecidas en el presente artículo, también podrán acceder a

los beneficios jurídicos que para ellas consagra la ley 782 de 2002”.

Obsérvese cómo “el que manda, manda, aunque mande mal”: este artículo garantiza

plena impunidad para todos los paramilitares que se acogieron a la ley 782 de 2002, todos

los que no se desmovilizaron en ningún momento.

Los artículos 70 y 71 no se trascriben pues fueron declarados inexequibles por

sentencia C-370 de 2006.

“Artículo 72. Vigencia y derogatorias. La presente ley deroga todas las disposiciones

que le resulten contrarias. Se aplicará únicamente a hechos ocurridos con anterioridad a su

vigencia y rige a partir de la fecha de su promulgación”.

La fecha de promulgación fue el 25 de julio de 2005: por tanto, rige para hechos

cometidos con anterioridad al 25 de julio de 2005 y no ocurridos después de dicha fecha.


629

Esta Ley 975 de 2005, se complementa con un amplio número de decretos y leyes

posteriores como el Decreto 4760 de 2005 sobre conductas delictivas; el Decreto 690 de

2006, reglamentando parcialmente la ley 975; el Decreto 2816 de 2006 sobre programa de

protección de derechos humanos; el Decreto 2898 de 2006, definiendo que es un grupo

armado organizado al margen de la ley; el Decreto 3391 de 2006, reglamentando

parcialmente la ley 975; el Decreto 4436 de 2006 sobre beneficios a los paramilitares; la

Ley 1106 de 2006, por medio de la cual se prorroga la vigencia de la ley 418 de 1997; el

Decreto 315 de 2007 sobre intervención de las víctimas; el Decreto 423 de 2007 sobre

certificación en las desmovilizaciones colectivas; Decreto 551 de 2007 sobre criterios de

reparación a las víctimas; el Decreto 3570 de 2007 sobre protección para las víctimas y

testigos; el Decreto 176 de 2008 sobre objeto de las comisiones regionales para la

restitución de bienes; el Decreto 880 de 2008 por medio del cual se reglamenta el artículo

61 de la ley 975; el Decreto 1059 de 2008 sobre desmovilización individual de miembros

de grupos de guerrilla privados de la libertad; el Decreto 1290 de 2008 sobre programa de

reparación individual por vía administrativa para las victimas de los grupos armados

organizados al margen de la ley, por medio del cual se comienza a sacar a las victimas de la

ley 975 y su reparación judicial para pasarlas a un programa de reparación administrativa,

que crea un Comité de Reparaciones Administrativas que es el que decide quien es victima

y a quien repara o no, ya sin necesidad de proceso y por tanto sin valoración de verdad ni

de justicia; el Decreto 1364 de 2008 por medio del cual se adiciona el artículo 3 del decreto

reglamentario 4760 de 2005; el Decreto 614 de 2009 por medio del cual se reglamenta

parcialmente el artículo 61 de la ley 975 de 2005 y, a partir del año 2009 se siguen dictando

innumerables decretos y más decretos en el marco de un inútil proceso que llegado el año
630

2014 no ha tenido ningún otro resultado que no sea la impunidad del paramilitarismo y la

burla a las victimas de la guerra.

Cabe resaltar aquí el texto completo del Decreto 2898 de 2006, por el cual se

reglamenta la ley 975 de 2005:

“Artículo 1. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 17 de la ley 975 de 2005,

los miembros del grupo armado organizado al margen de la ley cuyos nombres haya sido

sometido o someta el gobierno nacional a consideración de la fiscalía general de la nación,

al iniciar la diligencia de versión libre serán interrogados por el fiscal delegado respectivo

de la unidad de justicia y paz de la fiscalia general de la nación, acerca de su voluntad

expresa de acogerse al procedimiento y beneficios de esta ley, requiriéndose tal

manifestación para que la versión libre pueda ser recibida y se surtan las demás etapas del

proceso judicial allí establecido.

“Las actuaciones preliminares a la recepción de la versión libre de que trata el artículo 4

del Decreto 4760 de 2005 serán realizadas por el fiscal delegado competente asignado de

la unidad de justicia y paz durante el plazo razonable que se requiera para el efecto.

“Artículo 2. El presente decreto rige a partir de su publicación y deroga las

disposiciones que le sean contrarias”.

Por lo anterior es que se suele decir que “Colombia es un país de Leyes” : porque se

dictan leyes y leyes y decretos y decretos que en la práctica no se aplican ni sirven para

nada: eso es lo que llaman los juristas, “un estado de derecho”.

Según un Manual que la Defensoría del Pueblo utiliza para la orientación de los

defensores públicos que actúan en representación de las víctimas en este proceso,

“Representación Judicial de las Víctimas en Justicia y Paz”, editado por Defensoría del

Pueblo, mayo 2009:


631

“El representante judicial de víctimas está llamado a propender por la efectiva

protección de los derechos de las víctimas bajo el principio de colaboración armónica

establecido en el artículo 113 de la Constitución y en armonía con los dispuesto por el

artículo 37 de la ley 975 de 2005, en cuanto a que el acceso de las víctimas a la

administración de justicia es un derecho que se reclama del Estado en su conjunto.” (pag.

39).

Agrega, además (pag.50) :

“A las víctimas y a los perjudicados no les asiste únicamente un interés patrimonial sino

que gozan de una concepción más amplia, fundada en los derechos a la verdad, a la justicia

y a la reparación integral, todo ello sobre la base de un tratamiento en condiciones de

dignidad.(sentencia C-228, corte constitucional).

“La definición de víctima contempla una noción más amplia que la enunciada en el

texto de la ley por cuanto todos los familiares de las personas que han sufrido violaciones

de sus derechos están facultadas para reclamar ante las autoridades previa demostración del

daño, real, concreto y específico (sentencia C-370 de 2006 corte constitucional).”

“El derecho a la verdad es un derecho autónomo e inalienable, estrechamente vinculado

a la obligación y el deber del Estado de proteger y garantizar los derechos humanos. Tiene

una dimensión colectiva cuyo fin es preservar del olvido a la memoria colectiva y una

dimensión individual cuya efectividad se realiza fundamentalmente en el ámbito judicial, a

través del derecho de las víctimas a un recurso judicial efectivo.” (op. cit. pag.65)

“El derecho a la justicia implica el deber que le compete al Estado de realizar una

investigación efectiva encaminada a identificar, capturar y sancionar a los responsables de

los crímenes, la obligación del Estado de asegurar que las Víctimas del delito puedan
632

acceder a recursos eficaces que les reparen el daño sufrido de generar las condiciones

necesarias para que no se vuelvan a repetir esas violaciones.” (op. Cit. Pag. 68).

Se repite una y otra vez en defensa de las víctimas:

“Las víctimas tienen derecho, de forma apropiada y proporcional a la gravedad de la

violación, a una reparación plena y efectiva en las formas de: restitución, indemnización,

rehabilitación, satisfacción y garantías de no repetición” (op. Cit. Pag. 70).

Los defensores públicos que en nombre de la Defensoría del Pueblo atienden a las

victimas del paramilitarismo dentro del proceso de justicia y paz, son abogados que tienen

otros casos particulares y no tienen tiempo ni les interesa la defensa de las victimas del

conflicto, por lo que no las atienden como es debido ni presionan a fiscales ni magistrados

para que se aplique la ley 975, sencillamente porque no les interesa y eso lo puedo afirmar

yo personalmente, como Defensor Público que fui, asignado al proceso de justicia y paz

entre los años 2006 y 2013. La actuación de la Defensoria del Pueblo ha sido indiferente e

ineficaz en la defensa de las victimas.

Luego de interminables versiones libres en las que los honorables señores postulados

aceptan o no los casos que a bien tengan, viene la audiencia de imputación ante el tribunal

superior de Bogota, audiencia así explicada en el texto de la Defensoria del Pueblo,

“Representación judicial de las víctimas en justicia y paz” (pag.120):

“La imputación es un acto de comunicación formal de que se investigan determinadas

conductas punibles y que está sujeta a dos controles de legalidad por parte del magistrado

que cumple esa función: juicio de legalidad formal (cumplimiento de los requisitos de

elegibilidad) y juicio de legalidad material (relacionado con los motivos fundados que

permiten inferir, razonablemente, la posible autoría o participación del versionado en los

hechos imputados). (….) En las audiencias de imputación, el representante judicial debe


633

tener clara la forma cómo ocurrieron los hechos (circunstancias de tiempo, modo y lugar;

quiénes participaron y presuntos responsables), ya que la manera como la fiscalía los

presente tiene importancia frente a la congruencia fáctica con el escrito de acusación

(formulación de cargos) y la sentencia”.

Sobre el incidente de reparación integral enseña el citado manual de la Defensoría del

Pueblo (pag. 138) :

“El incidente de reparación comienza con la intervención directa de la víctima, o por

conducto de su abogado defensor, según el artículo 32 de la ley 975, expresando de forma

concreta la formula de reparación que pretende y las pruebas que posee para la sustentación

de su solicitud.”

Aquí la carga de la prueba está en la misma víctima. Ya el honorable señor postulado

acepto y reconoció un homicidio –por ejemplo- en la versión libre y en la imputación y

volvió a hacerlo en la formulación de acusación. Por vía de ejemplo, se encontró el cadáver

en una fosa común; fuera de eso, para reclamar, la viuda y sus hijos tienen que PROBAR,

que si fue n.n. quien lo ultimó, cuando, como, donde lo hizo y por que lo hizo

(generalmente para salvar la democracia y la libertad de Colombia) y para eso tiene que

probar que ella era la esposa o compañera, o que era el hijo o el hermano; llevar sus

registros de nacimiento, defunción, acta de matrimonio, certificado de residencia,

constancia del alcalde o inspector de policía; y PROBAR el daño: que la muerte de su

esposo causo un daño a la vida de relación, al proyecto de vida, a sus esperanzas, que se

derrumbó su estabilidad económica: entonces tiene que probar que su esposo por ejemplo

era jornalero de finca, donde laboraba, cuanto ganaba, llevar testigos de que si trabajaba y

cuanto ganaba y presentar peritazgos de ingresos pasados y futuros y asi el incidente de


634

reparación integral se convierte en todo un proceso probatorio en contra de la victima y

solo cuando ésta logre probar más allá de toda duda razonable ante el magistrado su caso,

éste determinará el monto de su reparación económica.

Siendo esto así, ¿No fue ese un proceso en Contra de las Víctimas?.

Explica además este Manual de la Defensoría del Pueblo que:

“Para la validez de la aceptación de cargos, ésta tendrá que hacerse de manera libre,

voluntaria, espontánea y asistida por el defensor (legalidad formal); se verifican los

requisitos de elegibilidad del desmovilizado, que los cargos formulados correspondan a

hechos ocurridos con ocasión y durante la militancia en el grupo armado, se constata el

reconocimiento y la representación legal de las víctimas y se indaga sobre cuáles de ellas

requerirán de medidas de protección (legalidad material)…(pag.133)”

El libro de la Comisión Colombiana de Juristas expone además, que las medidas de

reparación restaurativa no son apropiadas en el actual contexto:

“Respecto de las graves violaciones mencionadas, la reparación, entendida como la

aplicación de medidas restaurativas, supone espacios de impunidad inaceptables. Implica,

además, beneficios desproporcionados para los agresores y victimiza nuevamente a las

víctimas al imponerles cargas injustificables. De un lado, porque promueve que la justicia a

que se tiene derecho es de aquellas en las que se pueden obviar los procesos de

investigación, la adjudicación de responsabilidad y el cumplimiento de la pena aplicable. Y,

de otro lado, porque presupone una voluntad automática y pronta de las víctimas para

vincularse a procesos de reconciliación ignorando que se trata de circunstancias que no se

pueden imponer o forzar….”

Frente a las justificaciones de los señores postulados frente a sus crímenes, expresa la

citada obra:
635

“En las versiones libres, muchos postulados se han dedicado a justificar sus crímenes

aduciendo que sus acciones se dirigían exclusivamente contra miembros de la guerrilla, y

que, en consecuencia, las muertes que ocasionaban, en su mayoría, correspondían a

guerrilleros. Los postulados en varios casos han señalado como guerrilleras a víctimas con

nombre propio que fueron ejecutadas o desaparecidas por los paramilitares. Es decir, están

aceptando ciertos crímenes, pero a renglón seguido, pretenden justificarlos argumentando

que se trata de una muerte “legitima” por tratarse de guerrilleros que eran, según ellos, su

único objetivo. Ejemplo de lo anterior son las acusaciones de Salvatore Mancuso contra

víctimas de las masacres cometidas por el grupo paramilitar de las Autodefensas de

Córdoba y Uraba y contra un reconocido líder indígena……”

Reitera la obra de la Comisión Colombiana de Juristas, ya citada, que los protagonistas

del proceso de la ley de justicia y paz son los paramilitares, quienes no están

comprometidos con el proceso, pues la mayoría de ellos no están realizando confesiones

completas ni veraces, porque las confesiones relacionadas con poderes políticos,

económicos y vínculos con la fuerza pública, en su mayoría, no han sido investigadas.

Aunque dentro del proceso de justicia y paz se propugna por la aplicación de las normas

del Derecho Internacional Humanitario y el Derecho Internacional de los Derechos

Humanos, la aplicación del Estatuto de Roma, etc., la verdad es que fiscales, procuradores,

magistrados, aplican son las normas del Derecho Colombiano Interno, especialmente las

consagradas en el Título II, Delitos contra personas y bienes protegidos por el derecho

internacional humanitario.

La Verdad de este proceso es que constituye un extenso e incansable aparato de

demagogia y distracción jurídica que se ahoga en inútiles debates jurídicos entre las partes,

se eterniza en audiencias de horas, días y meses de tramitología y no ha terminado con la


636

realización efectiva de la verdad, justicia y reparación que tanto promulgó, siendo así que

las víctimas no han recibido ni verdad, ni justicia ni mucho menos reparación. La realidad

demostró la eficacia del proceso para garantizar la impunidad de los señores postulados, la

legalización de los bienes de que se apoderaron en la guerra y la garantía de su futura

participación legal en la vida civil, social, política y económica de la nación: una ley de

impunidad.

Frente a todo lo antedicho, “Colombia: el espejismo de la justicia y la paz” concluye

entre otras cosas:

“Los grupos paramilitares han incumplido de manera sistemática el prometido cese de

hostilidades y han continuado sus ataques a la población civil. El Gobierno no ha hecho

esfuerzos para hacer cumplir dicha promesa.

“Son evidentes las inconsistencias entre el número de paramilitares que supuestamente

participaron en las ceremonias de desmovilización y los estimativos anteriores sobre el

número de miembros de los grupos paramilitares. En las ceremonias de desmovilización se

presentaron varias irregularidades que fueron constatadas incluso por la Comisión

Interamericana de Derechos Humanos.

“La intención de los grupos paramilitares de desmovilizarse es poco creíble, entre otras

razones porque continúa el reclutamiento forzado de niños, niñas y jóvenes por parte de

estos grupos en varios departamentos del país.

“A diferencia de lo que sostienen las entidades gubernamentales, los paramilitares que

efectivamente se desmovilizaron son sólo un reducto de tales estructuras, siendo la regla

general la permanencia de las mismas y la continuidad de las acciones violatorias de los

derechos humanos.
637

“El gobierno colombiano se ha empeñado en promover la vinculación de los

“desmovilizados” en actividades propias de las fuerzas militares y de “protección y

vigilancia” de la ciudadanía. Tales actividades, lejos de apoyar el proceso de

reincorporación a la vida civil, refuerzan los aprendizajes derivados de la pertenencia al

grupo armado, dan continuidad al control ejercido por los grupos paramilitares y fortalecen

las posibilidades de mantener los nexos entre agentes del Estado y paramilitares.

“El Estado no ha cumplido con su obligación de sancionar a los responsables de

crímenes atroces. Por el contrario, les ha facilitado condiciones que más parecen un premio

por sus crímenes cometidos. Esta situación ha propiciado que comandantes paramailitares

abandonen el proceso a su antojo y que continúen delinquiendo. También se ha permitido

que muchos paramilitares salgan libres sin que se haya investigad su pasado criminal…”

Los vínculos entre la Fuerza Pública y los grupos paramilitares continúan vigentes. Más

allá de eso, se ha constatado también el acceso a cargos de elección popular de personas

vinculadas al paramilitarismo, esto ha producido enormes grietas en las estructuras

democráticas del país. (……)”

“La situación de derechos humanos y derecho humanitario sigue siendo muy grave por

las persistentes violaciones al derecho a la vida, a la integridad personal y a la libertad,

cometidas por los grupos paramilitares. Entre diciembre de 2002 y junio de 2007 no

transcurrió más de una semana sin que se registraran violaciones a los derechos humanos

cometidos por paramilitares. Además se ha registrado un aumento caso del doblo de

muertes y desapariciones causadas directamente por agentes estatales por fuera de combate,

entre 2002 y 2006. Continuaron también registrándose infracciones al derecho humanitario

por parte de los grupos guerrilleros, en contra del derecho a la vida de la población.
638

“La impunidad reina en lo que respecta a las violaciones al derecho a la vida cometidas

por los grupos paramilitares después de haber prometido el cese de hostilidades (diciembre

de 2002). Mientras la justicia deja estos crímenes sin resolver, los perpetradores continúan

accediendo a todos los privilegios que les ha concedido el Estado, supuestamente en aras de

la paz……”

Por eso mismo, la ONU, Comisión de Derechos Humanos, 61 periodo de sesiones,

Informe de Diane Orentlicher, experta independiente encargada de actualizar el conjunto de

principios para la lucha contra la impunidad, señaló en Principios internacionales sobre

impunidad y reparaciones, ONU, enero de 2007, página 223, lo siguiente:

“Los grupos armados paraestatales o no oficiales serán desmovilizados y

desmantelados. Su posición en las instituciones del Estado o sus vínculos con ellas, en

particular las fuerzas armadas, la policía, las fuerzas de inteligencia y de seguridad, debe

investigarse a fondo y publicarse la información así adquirida. Los Estados deben

establecer un plan de reconversión para garantizar la reintegración social de todos los

miembros de tales grupos…..”

Cabe preguntarse:

¿Cuál es la obligación del Estado frente a las víctimas de violaciones de los derechos

humanos o de infracciones al derecho internacional humanitario? El Estado Responsable,

por acción u omisión, de violar una norma del Derecho Internacional de los Derechos

Humanos o del Derecho Internacional Humanitario, está jurídicamente obligado a reparar el

daño causado y a hacer cesar las consecuencias de la violación. Así se desprende de

numerosos tratados y convenios internacionales, de la jurisprudencia y doctrina

internacionales, de las normas consuetudinarias y de los principios generales del derecho

aplicable a las relaciones entre los Estados.


639

Por lo menos hasta el año 2014 la Ley de Justicia y paz no ha servido para imponer la

Paz ni la desmovilización de los grupos paramilitares ni para hacer cesar la violencia en

Colombia. Simplemente las Leyes no sirven para conseguir la Paz, la cual solo se obtiene

cuando cesen las causas de la violencia, cuando un reducido grupo de familias no sean las

que concentren la riqueza y el poder en un país, cuando la situación económica y de

oportunidades entre la población sea de mayor igualdad, cuando los ricos puedan seguir

siendo ricos, pero los pobres por lo menos dejen de ser tan pobres, cuando haya educación,

salud, trabajo, vivienda y trasporte para los más necesitados, cuando el aparato de la justicia

no esté parcializado hacia los privilegiados, cuando sencillamente haya más igualdad,

justicia, derechos y garantías para todos.

En Colombia los legisladores no han aprendido la lección histórica: la Paz no se hace

ni se impone con Leyes: sino con Hechos de Justicia.

La Paz no se hace con balas ni con leyes: sino con PAN.

Por lo menos la Ley de Justicia y Paz sirvió para conocer múltiples aspectos de la feroz

violencia paramilitar que desde 1980 ha venido azotando al pueblo colombiano, a través de

las propias confesiones de los Honorables Señores Postulados o sea, los paramilitares que

día a día presentan interminables versiones y audiencias ante los tribunales, resultando

oportuno no cerrar este capítulo sin trascribir un solo botón de muestra de estas

confesiones:

El siguiente es el texto original, tomado directamente de la Formulación de imputación,

Audiencia Preliminar del paramilitar Francisco Antonio Arias, formulada por la Fiscalía 5

de Justicia y paz ante el Tribunal Superior de Bogotá, dentro del proceso de justicia y paz
640

de la Ley 975/2005, calendada el 27 de abril de 2009, radicado N°

110016000253200680055, relacionado con el paramilitarismo en los llanos de Colombia :

“1. Génesis. De los Bloques CENTAUROS Y HEROES DEL LLANO, grupos

organizados al margen de la ley, ubicados dentro de las estructuras de autodefensas, cuyos

integrantes ahora se hallan desmovilizados y en los que durante y con ocasión a su

pertenencia el señor FRANCISCO ANTONIO ARIAS delinquió.

1.1.Bloque Centauros.

En Abril de 1989, Manuel de Jesús Piraban, alias Jorge Pirata, se vincula a las

autodefensas del Magdalena Medio al mando de Henry Pérez. Es enviado desde la

localidad de Pacho Cundinamarca, al municipio de Vista Hermosa y San Martin, Meta, a

organizar los grupos y establecerse en los llanos orientales con el propósito también de

proteger las propiedades que algunos de los mandos de la época poseían en los Llanos

Orientales. El fue incorporado por alias ANIBAL, mano derecha de Gonzalo Rodríguez

Gacha.

Para los años 1993 a 1997, se había organizado otro grupo independiente llamado

Bloque Caliza, con injerencia en el municipio del Dorado, Meta, al mando de Eucer

Rondón, Esequiel Liberato, quienes al parecer custodiaban las minas de cal de propiedad de

Víctor Carranza.

Surge en igual tiempo en la zona de Yopal, Pore y Paz de Ariporo,Mani, Trinidad en el

Casanare, otro grupo de autodefensas el cual utilizaba de fachada una convivir denominada

RENACER, cuyo representante legal era Orlando Mesa Melo, alias Diego, persona que se

encuentra desmovilizada.
641

Surgen tres periodos fundamentales que divide la historia de los grupos de autodefensa

que delinquían en los llanos orientales:

Primer Periodo de junio del año 1997 a febrero de 2002.

En el mes de julio de 1997 se presenta la primera incursión en el municipio de

MAPIRIPAN, Meta, de un grupo de 90 hombres enviado desde el Uraba antioqueño,

perteneciente a las ACCU. Masacran a 43 personas y varias más desaparecen-

Ahora bien, en su afán de expansión territorial las ACCU perteneciente a la casa

Castaño, incrementan su pie de fuerza en 200 hombres y amplían las zonas de injerencia

absorbiendo los pequeños grupos de autodefensa existentes en el departamento del Meta,

con excepción de las autodefensas campesinas del Casanare ACC de la familia Buitrago-

Martin Llanos y el Bloque Meta y Vichada bajo el mando de alias José Baldomero Linares,

alias Guillermo Torres, a quienes se les conocía como los Caranceros.

A finales del año 1998 es enviado por la Casa Castaño el comandante José Efraín

Pérez Cardona, alias Eduardo 400, con el fin de asumir el mando militar de las ACCU en

los llanos orientales.

En compañía del hasta el momento segundo comandante militar Manuel de Jesús

Piraban, alias Jorge Pirata, Eduardo 400 nombra al grupo de las ACCU en el llano como

Bloque Centauros, tomando como referente la sexta estrofa del Himno Nacional de

Colombia. La agrupación contaba ya en el período 1999 a 2002 con cerca de 500

hombres.

Segundo Período, febrero de 2002 al 18 de septiembre de 2004.


642

El Bloque Centauros, cambia su línea de mando de la Casa Castaño al dominio de los

comandantes José Miguel Arroyabe Ruiz, alias Arcángel y Daniel Rendón Herrera, alias

Don Mario, como comandantes militar fungía Manuel de Jesús Piraban, Diego Alberto

Ruiz Arroyabe, alias El Primo como financiero y Teodosio Pabón Contreras, alias El Profe,

como jefe político.

Se incrementa notoriamente el número de miembros de la estructura del Centauros

estableciéndose ocho frentes, con alrededor de 4000 hombres. Personalmente Miguel

Arroyabe organiza un grupo que denomina Las Especiales estableciéndolas en

Villavicencio, como comando dedicado a los homicidios selectivos.

José Miguel Arroyabe Ruiz durante el segundo trimestre del 2003 declara la guerra a

Héctor Buitrago comandante de las Autodefensas Campesinas del Casanare, que genera

cerca de 2000 víctimas de bando y bando entre homicidios y desapariciones forzadas.

Período tercero del 19 de septiembre hasta la desmovilización-

Luego del asesinato de José Miguel Arroyabe Ruiz, se fractura la organización

conocida como Centauros y nace del anterior el Bloque Héroes de los Llanos y Guaviare,

con algunos de los miembros que anteriormente pertenecían a centauros. Los primeros

desmovilizan 1135 hombres y los segundos 1765 para un total de 2900 ex integrantes.

1.2.Bloque Héroes de los Llanos.

Con la muerte el 19 de septiembre de 2004 del entonces Comandante General del

Bloque Centauros, José Miguel Arroyabe Ruiz, alias el Señor de las Aguas o Arcángel, en

manos de algunos de sus subalternos e integrantes de la organización como Luis Arlex


643

Arango Cárdenas, alias Chatarro, Erlin Pino Duarte, alias Fercho y Leonardo Escobar

Londoño, alias Pájaro, entre otros; acontece la ruptura de la estructura del Bloque

Centauros y emerge en consecuencia un nuevo bloque denominado Héroes de los llanos y

del Guaviare, bajo el mando de Manuel de Jesús Piraban, alias Don Jorge, antiguo

comandante militar del Centauros, quien a su vez divide este, en los Frentes Meta, que

continúa comandando Don Jorge y el Frente Guaviare al mando de Pedro Olivero Guerrero

Castillo, alias Didier o Cuchillo-

Autodefensas Campesinas del Casanare-

A mediados de 1978 inicia el grupo de delincuencia organizada denominado

Autodefensas Campesinas del sur del Casanare, toman como centro de acopio el municipio

de Villanueva y Monterrey (Casanare), bajo la dirección del sujeto Víctor Feliciano Parra,

quien para el 28 de febrero de 2000 es asesinado por su socio Héctor Buitrago Rodríguez

(alias Tripas). En ese entonces alias tripas se desempeñaba como segundo cabecilla.

Héctor Buitrago incrementa el número de hombres, expande su área de influencia u

hace conocer el grupo de autodefensas bajo su mando como Autodefensas Campesinas del

Casanare, ACC, con zona de influencia en los municipios de Yopal, Monterrey, Aguaazul,

Tauramena y Villanueva en el departamento de Meta, en Villavicencio, Puerto López y

Mapiripan, municipios de Silvania y Fusagasuga, Cundinamarca y San Luis de Gaceno en

Boyacá-

Héctor Buitrago, alias Tripas y sus hijos, Héctor Germán Buitrago, conocido como

Martin Llanos y Nelson Buitrago conocido como Caballo, forman parte del estado mayor

de la agrupación ilegal.
644

Durante los años 90 ambas estructuras de autodefensas conviven y delinquen juntas, se

dividen el territorio y se comprometen a respetarlo; no obstante para el año 2003 se rompe

el pacto y se inicia una guerra que culmina con centenares de muertos de lado y lado.

GEOREFERENCIACION-

De los bloques centauros y Héroes del llano y referencia de las Autodefensas

Campesinas del Casanare, grupo armado organizado al margen de la ley que no

desmovilizado.

Bloque Centauros.

Las autodefensas del meta en sus inicios tienen como zona de influencia desde el

municipio de Vistahermosa, alto la bodega, pica piedra, jamuco, hasta el municipio de San

Juan de Arama, Granada, San Martin, hasta fuente de oro.

Para mediados del año 1997, luego de la incursión conocida como la masacre de

Mapiripan.

A partir del año 1998 hasta el año 2004 dicho bloque dividía sus estructuras militares en

7 frentes y las estructuras de las especiales de Villavicencio: Frente Héroes de San

Fernando, que delinquía en el norte del departamento del Casanare, al mando de Orlando

Melo, alias Diego: Frente Pedro (falta una página)

ESTRUCTURA.

De los bloques Centauros y Héroes del llano durante y con ocasión de la pertenencia del

señor Francisco Antonio Arias a las autodefensas.


645

Proceso de vinculación del señor Francisco Antonio Arias a los Bloques Centauros y

Proceso de vinculación del señor Francisco Antonio Arias a los Bloques Centauros y

Héroes del llano, desmovilización del postulado y su grupo armado al margen de la ley.

Francisco Antonio Arias, identificado con la c.c. 7.827.451 de Castilla la Nueva, Meta,

nacido en Sevilla, Valle, el 3 de mayo de 1971. El postulado ingresa a las autodefensas del

Bloque Centauros en el mes de julio del 2002, siendo reclutado por alias el Paisa William,

de nombre William Duran Arias, llega directamente a ocupar el rango de segundo

comandante del grupo denominado las especiales, cuyos integrantes se ubican en los cascos

urbanos dedicados exclusivamente a la comisión de delitos de homicidio, en el caso

particular en la ciudad de Villavicencio, en ese entonces bajo el mando de José Enrique

Osorio Ramírez alias Carracas y luego al mando de Wilson ww en el mes de septiembre de

2004 después de la muerte de Miguel Arroyabe, se desplaza a la ciudad de Armenia,

Quindío y regresa a finales del mes de enero de 2005, presentándose en San Martin, Meta,

ante la jefatura del Bloque Héroes del llano, de allí es enviado como comandante del Grupo

de urbanos del municipio de Vistahermosa, Meta, hasta el día de la desmovilización del

bloque, en abril 11 de 2006.

Entonces el postulado se desmoviliza colectivamente en el bloque Héroes del llano y

Guaviare, ante el Alto Comisionado de paz, el 11 de abril de 2006 en Casibare, Meta,

siendo reconocido por el miembro representante del Bloque Hedores del llano, Manuel de

Jesús Piraban, tal y como consta en el número 104 del acta de desmovilización presentada a

la Fiscalía por la oficina del alto comisionado, no obstante su ingreso lo realiza en el

Bloque Centauros. (……………)” (op. cit).


646

Se realizaron 34 audiencias de versión libre en donde confiesa el señor Francisco

Antonio Arias, 116 casos que corresponden a 406 conductas punibles entre ellas 132

homicidios, 3 desapariciones, 22 tentativas de homicidio, 16 lesiones, 116 delitos de

concierto para delinquir, 115 porte ilegal de armas de uso personal y privativo, 1 hurto, 1

tortura que afectaron a 173 víctimas directas, de estas 132 víctimas por delitos de

homicidios en persona protegida, 22 de homicidio en persona protegida bajo el dispositivo

amplificador del tipo de la tentativa, 16 lesiones personales en persona protegida y 3

desapariciones…” (op. cit).

Hasta acá la trascripción del citado documento jurídico.

AÑO 2005. (retornando al relato cronológico de esta historia).

¿En el año 2005 se inició con el proceso de justicia y paz y la desmovilización

paramilitar un verdadero proceso de paz en Colombia?.

En su resumen de hechos del año 2005, la Revista SEMANA N°1233 del 19 de diciembre

de 2005, puede responder a esa pregunta en los siguientes términos:

“¿Cuántos gobiernos de seguridad democrática se requieren para tener un país en paz, sin

guerrilla ni paramilitares?, se preguntaba la periodista Patricia Janiot en las páginas de

SEMANA. Y es que a pesar de los éxitos que en esta materia ha tenido Alvaro Uribe a lo

largo de su gobierno, este año muchos de sus indicadores se estabilizaron. La política de

seguridad democrática fue exitosa para bajar las cifras de violencia que durante el período

1998-2002 habían alcanzado picos históricos y para neutralizar la sensación de colapso que

había en el país. Pero ello no quiere decir que estemos cerca del fin de la guerra. Mas bien

el país volvió este año a un estado que el profesor Francisco Gutierrez llama “38 de fiebre”,

el mismo estatuo quo de guerra de guerrillas, profundamente rural, que ha mantenido


647

Colombia durante los últimos 25 años: lejos de una solución militar, lejos de una solución

política.

“Durante los años recientes, las fuerzas militares han mantenido la iniciativa de

combate. Una tendencia que se inició en 1999 y que tuvo su pico en 2003. Coparon todo el

territorio nacional con policía, soldados campesinos y se iniciaron campañas como la

operación en el sur del país que llevó a las tropas a los sitios estratégicos de la guerrilla, se

logró una mayor protección de los centros urbanos y las principales carreteras y en

consecuencia, los planes ofensivos de las Farc se tuvieron que aplazar.

“En 2005, aunque la iniciativa sigue siendo de la fuerza pública, los resultados de las

operaciones han descendido. En particular, en el sur del país. La guerrilla se dispersó hacia

otras zonas en pequeños grupos, llevó las tropas a una guerra de desgaste y guardó muchas

de sus energías para el final del gobierno de Uribe, o sea, ahora.

“Las Farc aprovecharon los flancos débiles de las fuerzas militares para atacar en masa,

como pasó en Iscuandé, Nariño y en Mutatá, Antioquia, en febrero. Muchos ataques y

emboscadas similares se hicieron a lo largo del año. En junio dieron el golpe más duro en

Teteyé, Putumayo. Sus blancos no fueron sólo militares. A mediados del año la guerrilla se

ensañó contra Toribio con un hostigamiento sistemático durante dos semanas que, aunque

no tuvo la contundencia que los guerrilleros esperaban, dejó en evidencia que en el norte

del Cauca el control estatal es aún muy precario. Posteriormente, las Farc le dieron una

bofetada a la fuerza pública cuando en una acción comando en Puerto Rico, Caquetá,

masacraron a los concejales de ese municipio, a 20 pasos de la garita de la policía. Como si

fuera poco, las Farc paralizaron en octubre a Arauca, cuando decretaron un paro armado.

(….)
648

¿Significa todo esto que fracasó la seguridad democrática?. Sería más preciso decir que

la estrategia cumplió algunos de sus más importantes objetivos, pero se ha quedado corta

para nuevas realidades….”. (op. cit).

Frente a la situación nacional en este año 2005, se pronunció de la siguiente manera el

Partido comunista colombiano (marxista-leninista), en comunicado clandestino que se

trascribe con su redacción y puntuación original a continuación a fin de que se conozca la

ideología y posición de la insurgencia nacional:

Manifiesto del EPL de 2005, de fecha 2005-10-20, firmado por el Partido Comunista

de Colombia (marxista-leninista) y Ejército Popular de Liberación (EPL)

Colombianos: Luchemos contra la reelección de Uribe, contra los yanquis y oligarcas,

por el-gobierno-y-el-poder-para-el-pueblo:

Redoblemos la ofensiva contra el tirano Álvaro Uribe que, con su fujimorazo a la Corte

Constitucional y la venia yanqui, pretende reelegirse para imponer el autoritarismo

hitleriano desde arriba y posicionar más a la oligarquía financiera y narco-paramilitar,

avivando la polarización política y el antagonismo de clases entre oligarcas-imperialismo y

el pueblo.

Con este llamado los marxistas-leninistas reafirmamos el juramento de hace 40 años:

combatir hasta vencer a los explotadores nacionales e imperialistas, para lograr la

liberación social y nacional. Seguimos en la brega para ver a Colombia libre de las causas

estructurales que la sumen en el atraso y a los obreros, campesinos y demás sectores del

pueblo oprimido, los lanzan a la miseria. El futuro socialista es posible y necesario.

Hace cuatro décadas, el 17 de julio del 65, un núcleo de marxistas-leninistas de

Colombia, liderados por el camarada Pedro Vásquez Rendón; con intrepidez y valentía,

muy ligados al proletariado y al pueblo, con gran apoyo internacionalista; reestructuraron el


649

destacamento internacionalista del proletariado colombiano, para organizar y dirigir la

revolución.

El X Congreso, definió una línea política correcta en lo fundamental, confrontando a

fondo el derechismo del revisionismo impulsado por la cúpula del Partido Comunista de

Colombia, inspirada en las ideas y dictados de los jruschovistas que asaltaron la dirección

del partido comunista de la URSS y la dirección del Estado Soviético, a finales de los años

cincuenta.

Esta visión internacionalista nos ha llevado a rechazar el revisionismo de Jruschov y de

Mao Tse-Tung, causa principal de las dos más grandes derrotas experimentadas por la clase

obrera a través de la historia, la pérdida del poder en la URSS y la China Popular. Esa

vocación internacionalista, también nos mueve a tomar como propios los triunfos

revolucionarios y democráticos de todos los pueblos del mundo a lo largo de la historia.

Aprendemos de la revolución vietnamita y la nicaragüense, respaldamos la revolución

cubana y los avances democráticos y antiimperialistas en Venezuela, admiramos las

victorias de los pueblos africanos y del medio oriente frente al colonialismo imperialista.

Tampoco olvidamos las gestas libertarias de los pueblos americanos frente al colonialismo

español; la resistencia indígena; la gesta de Galán El Comunero y de los ejércitos

comandados por Bolívar y otros patriotas del continente; las huelgas bananeras, petroleras,

ferrocarrileras y de los demás obreros son lecciones actuales que nos inspiran para

acumular fuerzas.

La fundamentación marxista-leninista da bases al Partido para hacer frente a las

ofensivas liquidacionistas del imperialismo y la reacción; resalta la valentía del Partido y el

EPL ante la gran traición al pueblo de los derechistas de “esperanza, paz y libertad”. Los

traidores no lograron destruirlos ni sacarlos de la lucha de clases al lado del proletariado y


650

el pueblo.

Esta tenaz lucha durante 40 años ha costado sudor y sangre. Las balas del régimen han

asesinado grandes líderes como Pedro Vázquez Rendón (1968) y Pedro León Arboleda

(1975), primeros secretarios del Partido; Francisco Garnica, Libardo Mora Toro, Jesús

María Alzate, Aldemar Londoño, Carlos Alberto Morales y Bernardo Ferreira Grandet,

dirigentes muy destacados en la tarea de reestructuración del Partido; Oscar William Calvo,

Vocero público del Partido y el EPL en el Diálogo Nacional (1985); Ernesto Rojas,

Comandante del EPL (1986); Guillermo Marín (1994) y Pedro Movilla, miembros de la

dirección central del Partido. Rendimos honores a decenas de líderes comunistas obreros y

populares, de todas las formas de organización y lucha, acribillados o desaparecidos por el

Estado terrorista.

El Partido ha sufrido una persecución sin tregua pero no se rendirá jamás. Sus

dirigentes y militantes afrontan el peligro, la tortura y la cárcel con la dignidad y la moral

revolucionaria demostrada por el camarada Francisco Caraballo, Vocero del Partido y el

EPL, al igual que otros tantos presos políticos y prisioneros de guerra de un EPL que no

deja de combatir.

El proletariado y el pueblo han visto la militancia eme-ele trabajar, sin desmayo y con

coraje, por la unidad popular para el combate contra los enemigos de Colombia y el pueblo.

En la década del 70, enfrentando sin pausa a los vende obreros de las centrales sindicales

UTC y CTC y las inconsistencias de la CSTC, participamos del contingente obrero que con

claridad de su rol histórico fundó el Sindicalismo Independiente y Clasista. Luego, de

nuevo, abonamos alta cuota a la unidad de los trabajadores impulsando la Central Unitaria

de Trabajadores, CUT, en 1986. Hoy, apoyamos la unidad de acción de varias corrientes

sindicales contra la conciliación de clases que predomina en la dirección de la CUT.


651

Desde los años 70 los campesinos sienten la mano amiga y el puño combativo del

Partido M-L en las batallas por la tierra para el que la trabaja, libradas por la ANUC.

También lo reconocieron muchos miles de estudiantes y demás jóvenes que apoyaron la

formación de su organización política, la Juventud Revolucionaria y siguen llegando al

Partido las nuevas generaciones. Las mujeres del pueblo conocen nuestro decidido apoyo a

sus derechos, y el interés de hacer efectiva su organización política y social contra el

sistema capitalista que las discrimina y excluye.

Las luchas de negros e indígenas por su identidad y territorio son nuestras. Muchos

artistas e intelectuales progresistas y de izquierda, dan sus luces favoreciendo la

consolidación de nuestra visión científica del país y del mundo. Somos un Partido nacido

de los obreros y el pueblo, que lucha por los obreros y con el pueblo.

En las gestas por la libertad política, el PC de C (m-l) sigue marcando hechos políticos

audaces y de avanzada, como la propuesta de apertura democrática con la exigencia de

convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, en 1984; en dirección a la cual

conquistó, en unidad de acción con el M-19, el acuerdo de Cese al Fuego y Diálogo

Nacional, firmado con el gobierno de Belisario Betancur por el EPL y el Partido M-L.

Como parte de la cruenta e incruenta lucha contra el proceso de fascistización iniciado

en los años ochentas, por la unidad popular antifascista y antiimperialista, la libertad

política, la soberanía de Colombia y el bienestar popular, el Partido apoyó la creación del

Frente Social y Político y la realización de la Cumbre Política y Social del 2004, que

potenció la gran convergencia en la Gran Coalición Democrática, integrada por las fuerzas

de masas que derrotaron el referendo y ganaron varios gobiernos locales oponiéndose al

sátrapa Uribe.
652

El EPL, guiado por el Partido, desde su fundación en diciembre del 67, propuso a

mediados de los ochentas la cumbre insurgente creadora de la Coordinadora Nacional

Guerrilla; que depurada del nefasto grupo “Franco” y fortalecida con las FARC-EP, se

denominó Coordinadora Guerrillera “Simón Bolívar”. Paralelamente, se puso la mayor

voluntad para construir un partido revolucionario único, en discusiones con el ELN, el PCC

y las FARC-EP; porque el PC de C (m-l) sigue convencido de trabajar para que todos los

marxistas-leninistas estemos en un sólo partido. Estas banderas de unidad no las

arriaremos.

Hoy, aplicamos energías para que avance la oposición al régimen con la campaña

política y electoral; luchando contra la reelección de Uribe; trabajando por un candidato

presidencial único, alternativo, con quienes proclamaron la candidatura de Carlos Gaviria;

batallando para que el proceso unitario del nuevo Polo Alternativo no se quede en lo

electoral y se proyecte hacia las posiciones de izquierda. Para que sea útil en la derrota de la

conciliación de clases de jefes de inspiración reformista, triunfo necesario para consolidar

las fuerzas del cambio.

Al mismo tiempo, pugnamos porque la nueva convergencia política asuma la decisión

de ser gobierno, como parte del proceso de disputa del poder a la oligarquía; poder que sólo

ha de llegar con el triunfo de la insurrección popular armada. Poder que definirá un

gobierno popular, cambios democrático-populares y antiimperialistas, que sentará las bases

para avanzar hacia la sociedad sin clases explotadas, sin oprimidos ni opresores, al

socialismo.

Estamos afianzados en la idea de que son las masas trabajadoras quienes hacen la

historia, eso nos mantiene firmes confiando en el futuro de victoria. Las tomas de tierra de

los indígenas del Cauca y la jornada del 12 de Octubre, las huelgas en Francia, la
653

resistencia del pueblo iraquí, que entre otros combates de clases confirman nuestra visión y

convicción.

Somos revolucionarios consecuentes y comunistas convencidos, sabemos que la

combinación de todas las formas de acción y organización popular, coordinadas por un

Frente Revolucionario, pueden más que las palabras; ellas, las masas organizadas y

movilizadas por el poder, inevitablemente derrotarán la demagogia y la represión de los

enemigos de clase, de los oligarcas y el imperialismo. Derrotarán a Uribe Vélez y su clase.

Los espacios de convergencia democrática y de izquierda, los luchadores populares, son

arietes del proletariado y el pueblo en su empuje para conquistar derechos. Ningún

marxista-leninista permanecerá quieto. La herencia de los valores de 40 años de

internacionalismo militante, de lucha por la libertad, el cambio social, la liberación nacional

y el poder popular, confiando en el futuro socialista, son garantía de que el PC de C (m-l)

luchará hasta vencer.

¡Por libertad política, bienestar popular y soberanía! ¡Abajo la reelección de Uribe!

¡Por un Gobierno Democrático, Patriótico y Popular! ¡Unidad organización y lucha!

¡Viva la revolución democrática, antiimperialista, en marcha al socialismo!

¡Vivan 40 años de combate por el poder popular y el socialismo!

¡Viva la Conferencia Internacional de Partido y Organizaciones Marxistas-Leninistas!

¡Combatiendo Unidos Venceremos!.

Comité Central, Partido Comunista de Colombia (Marxista-Leninista). (op. cit)

¿Qué sucedió en materia de guerra y paz en el año 2006?.

Continuó el escándalo periodístico de la para-política librado en la prensa, pero no en

los tribunales. El proceso de justicia y paz, ley 975 de 2005 continuó interminablemente
654

con sus versiones, imputaciones y formulación de acusaciones, sin pasar hasta ahora de allí.

Se siguió hablando de acuerdo humanitario para el canje de prisioneros en manos de las

Farc y la Revista SEMANA en su N°1285 del 18 de diciembre de 2006 resumió así la

situación de orden público en ese año:

“El año que está por terminar ha sido uno de los más complicados que ha vivido el

ejército en su historia. Durante gran parte de 2006 esa institución estuvo en el ojo del

huracán por cuenta de varios graves episodios que pusieron en la picota a una de las

instituciones más respetadas por los colombianos.(…….)

“….el 22 de mayo, ocurrió el que es considerado el hecho más grave de todos. Militares

adscritos al batallón de alta montaña aniquilaron a un grupo élite de 10 policias cerca del

municipio de Jamundí, Valle. “Fue un mandato del narcotráfico”, dijo el fiscal general,

Mario Iguarán, al calificar la acción de los uniformados. A comienzos de junio se conoció

que militares adscritos a la IV Brigada estaban siendo investigados por su supuesta

responsabilidad en el asesinato de civiles que fueron presentados como guerrilleros caídos

en combate. En los primeros días de septiembre estalló un nuevo escándalo, cuando se

reveló que por lo menos dos oficiales del ejército estarían involucrados en la realización de

presuntos montajes de carros bomba en Bogota. El caso fue conocido públicamente como

los falsos positivos. Por los mismos días se descubrió que miembros del Gaula del ejército

en Atlántico estaban involucrados en los asesinatos de seis personas que habián sido

presentadas como secuestradores.

“Todos esos episodios, entre otros, no solo golpearon fuertemente la imagen del

ejército, sino que empezaron a plantear que lo que estaba ocurriendo no era un simple

problema de casos aislados y algunas manzanas podridas, son que el ejército atravesaba una

crisis estructural que necesitaba urgentemente profundas reformas.


655

“Paradójicamente, parte de los problemas que sacudieron al ejercito ha sido en gran

medida la consecuencia del acelerado crecimiento que han tenido las fuerzas militares y en

particular el ejército, en los últimos cuatro años. Para cumplir los objetivos de la estrategia

de seguridad democrática y de los desafíos que planteó el presidente desde su primer

mandato. Uribe incrementó el pie de fuerza en más de 100.000 hombres en un lapso

relativamente corto. Este año se crearon nuevos batallones y brigadas móviles, entre otros.

Sin embargo, ese crecimiento rápido fue desordenado. Muchos batallones entraron en

operación con un dramático déficit de oficiales, lo que ocasionó consecuencias directas

sobre la calidad de algunas unidades….” (op. cit).

AÑO 2007.

El 20 de febrero del año 2007 se reunió el XVI Congreso del Partido Comunista de

Colombia (marxista-leninista). Para conocimiento y estudio de su ideología y posición

política ante la situación nacional, se trascribe con fidelidad a su redacción, ortografía y

puntuación la declaración clandestina que se promulgó desde algún lugar de Colombia:

Declaración Política

XVI Congreso del Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista)

Colombia,-febrero-20-de-2007.

Los hechos políticos internacionales muestran crecientes dificultades del imperialismo,

en especial de los yanquis y su gobierno genocida.

Fracasan cumbres económicas del Fondo Monetario Internacional y de la Organización

Mundial de Comercio. Se acercan más las caídas de las bolsas de valores revelando nuevos
656

signos recesivos del capitalismo mundial en su fase de internacionalización del capital o

globalización. El neoliberalismo deja ver más sus fracasos para librar de los efectos de la

crisis al imperialismo y el sistema capitalista. Aún así, la ofensiva burguesa con esas

políticas continúa y causa graves daños a los pueblos.

Crecen los conflictos del cercano oriente, los pueblos de Irak, Afganistán, Líbano y

Palestina enfrentan con éxitos destacados las agresiones yanquis y sionistas. También se

multiplican las tensiones y los choques entre países imperialistas que rivalizan por la

hegemonía mundial, asunto evidente en casos como la península de Corea e Irán.

Los imperialistas y sus socios locales acompañan las decisiones económicas con

medidas represivas de distinto carácter que hacen más antidemocráticos los regímenes

políticos de los países; se ratifican pactos agresivos como la Organización Tratado

Atlántico Norte, OTAN, y los yanquis ejecutan acciones militares como el Plan Colombia y

la Iniciativa Regional Andina, sustentados en los pretextos de la lucha “antiterrorista” y

“antidrogas” que, incluso, ha tenido rechazos en la opinión norteamericana.

Estas rivalidades y dificultades propias de la irreversible crisis general del imperialismo son

atizadas y aprovechadas con la lucha popular en Europa, nuestra América y el Caribe, en

los propios Estados Unidos y otros lugares del mundo.

Los triunfos de las luchas obreras y populares en Ecuador y Bolivia, los avances

democráticos en la República Bolivariana de Venezuela, nos recuerdan la existencia de un

eslabón débil de la cadena imperialista en la equina suramericana formada por Venezuela,

Ecuador y Colombia.

Cuba sigue firme en su lucha antiimperialista, en la construcción revolucionaria de la

sociedad y en la solidaridad hemisférica y global contra la opresión de los pueblos y las


657

naciones que incluye el impulso de propuestas democráticas de integración como la

Alternativa Bolivariana para los pueblos de Nuestra América, ALBA, diseñada con el

gobierno venezolano.

Desde Latinoamérica se irradia al mundo una corriente ideológica y política de

izquierda que aún no está coordinada, un positivo debate ha sido lanzado desde Caracas por

el Presidente Hugo Chávez con su propuesta denominada “Socialismo del Siglo XXI”. Ella

vuelve a colocar en la escena política la construcción del socialismo como alternativa al

capitalismo, facilitando la participación en el debate en defensa del socialismo científico de

Marx,-Engels,-Lenin-y-Stalin.

Son evidentes los progresos de la lucha antifascista y antiimperialista del pueblo, de las

fuerzas progresistas, democráticas y revolucionarias que asumimos sin la tentación

triunfalista. La tendencia política y de masas potencia la acumulación favorable a las luchas

por la liberación social y nacional, por el poder popular y el socialismo.

En ese contexto continental y mundial, las dificultades del gobierno de Colombia se

incrementan. Importantes manifestaciones de inconformidad como el reciente

levantamiento obrero-popular del 10 de febrero en la Jagua de Ibirico (departamento del

Cesar), contra los atropellos del gobierno y las multinacionales Glencore y Drummond que

proyectan el más ambicioso complejo carbonífero a cielo abierto en esta latitud. Estas

acciones locales y sectoriales, junto a las jornadas nacionales de protesta muestran una

tendencia a desatarse nuevas-fuerzas.

A más de confirmarse la energía revolucionaria del campesinado pobre y medio, muy

ligado a la lucha insurgente, amplios sectores de la capa media urbana expresan mayor

actividad política y social por fuera del dictado de los partidos de la oligarquía, creando

mejores condiciones para trabajar la alianza obrero-campesina-popular. En medio de la


658

lucha por superar la crisis del movimiento sindical se da una limitada presencia de sectores

de masas del proletariado que se van recuperando gracias a su energía clasista y al esfuerzo

de los comunistas y demás revolucionarios.

Uribe, con su “Estado Comunitario” de corte fascista y la aplicación a ultranza del

neoliberalismo, mantiene una ofensiva reaccionaria y despiadada para arrasar conquistas

económicas, sociales y políticas que aún NO equivalen a la imposición del fascismo o a que

se materialice la derrota del movimiento obrero y popular, por ello continúa el esfuerzo por

acentuar la exclusión de los sectores populares, el autoritarismo, el presidencialismo y el

militarismo.

La alianza de gobierno plasma los intereses de lo más reaccionario y criminal de la

oligarquía monopolista, incluyendo los narcoparamilitares emergentes de El Ralito. De allí

se deriva la necesidad de tener muy presente que ser “anti-uribista” NO equivale a ser

antifascista y antiimperialista, ni implica estar contra el modelo neoliberal. Uribe NO

beneficia a los sectores burgueses no-monopolistas y, mucho menos, a las capas medias y

los sectores obreros que aún no se desengañan y piden "ajustes económicos y sociales" o

esperan soluciones del “sindicalismo empresarial” o mal llamado “capitalismo popular”,

cuando justo vendrá más y peor de lo mismo.

Los intereses de clase de la alianza que gobierna hacen que Uribe esté plagado de

fragilidades como lo evidencia su crisis larvada desde 2005 y enconada desde finales de

2006, aunque para imponer el fascismo desde arriba ha decidido intensificar la utilización

de la demagogia populista, la cooptación o neutralización de los vacilantes y un cambio de

imagen para disimular su autoritarismo. Con estas maniobras logra algunos éxitos pero

afronta serias dificultades para consolidarlos.

El mayor destape de las múltiples relaciones del gobierno y del Presidente con el
659

terrorismo de Estado y su figura paramilitar incluye los llamados “falsos positivos” de las

FF.MM como otra clave de las criminales provocaciones fascistas, los que se suman a la

“parapolítica” que poco a poco va entorpeciendo el funcionamiento de instituciones del

Estado y perjudicando a la oligarquía.

Las mejorías en la economía son para un reducido grupo de monopolistas nacionales y

el capital transnacional mientras crecen la miseria y el desempleo. El crecimiento del 6.4%

en 2006 es inconsistente e insostenible debido a las situaciones estructurales del país, a las

dificultades de la economía estadounidense y de todo el mundo capitalista, así como por el

efecto transitorio del ingreso de las fortunas de los narcoparamilitares.

Estas realidades están asociadas a contradicciones internas entre los explotadores,

agudizadas con la firma del TLC; los cambios en la política imperialista yanqui con el

triunfo demócrata en el Congreso; los resultados políticos favorables a la lucha popular en

países fronterizos como Ecuador, Venezuela y Brasil; el favorecimiento al

narcoparamilitarismo en megaproyectos y otros negocios de los que desplazan a viejos

grupos de capitalistas, así como a las consecuencias de los choques con países fronterizos

por la aplicación sumisa de las tesis económicas, antiterroristas y de combate al

narcotráfico del imperialismo yanqui.

Especialmente, a Uribe le ha resultado costosa, nacional e internacionalmente, su

oposición al canje humanitario y la petición a los gobiernos de respaldo a su militarismo.

La crisis del gobierno ilegal, ilegítimo y criminal de Uribe es un hecho, aumentan las

grietas del Estado y el disenso burgués, la exigencia de renuncia crecerá. Se trata de

movilizar a los trabajadores, los jóvenes, las mujeres, los campesinos, indígenas y afro

descendientes, llamar a todos los sectores populares a batallar en las calles y veredas para

conquistar un gobierno de amplia convergencia, de esencia democrática y antiimperialista,


660

sin caer en la ilusión de que Uribe caerá por sí sólo, fácilmente o de inmediato.

El movimiento de oposición al régimen tiende a crecer a partir del amplio rechazo a

Uribe con formas de organización, acción y visiones disímiles que manan de la diversidad

social y la pluralidad de partidos y movimientos políticos que representan esos intereses de

clase.

La construcción de la unidad popular avanza por la base y al calor de la lucha contra el

régimen en el plano político y de masas, como lo demuestran la convergencia opositora de

la Gran Coalición Democrática y la conformación del PDA como movimiento político

masivo de gran significación histórica que expresa un nivel de alianza obrero-campesina-

popular. Son logros que demandan habilidad para combatir las posiciones anti unitarias, la

conciliación de clases y las propuestas de pactos con Uribe que rechazamos rotundamente.

El reto de enfrentar con más fuerzas políticas y sociales la ofensiva burgués-

imperialista es muy grande, máxime cuando estamos de cara a debilidades del trabajo de

masas de los revolucionarios, así como ante un notable peso y papel negativo de corrientes

socialdemócratas y otras posiciones derechistas que pugnan por la conciliación de los

antagonismos de clase al interior del movimiento político de masas y de las organizaciones

sindicales y populares.

La lucha por cambios a favor del pueblo con la convocatoria de una Asamblea

Constituyente al servicio del pueblo y los esfuerzos desde el campo popular por ser

gobierno y ser poder irán ganando más fuerza.

El permanente accionar de las organizaciones insurgentes fortalece la moral de la

oposición al régimen golpeó la moral del ejército y obligó al cambio de planes militares

gubernamentales. Al Plan Patriota lo reemplazó en 2006 el Plan Victoria como emblema

triunfalista de la “seguridad democrática” de Uribe pero ya empezó con derrotas en el


661

campo de batalla con las FARC, el ELN y nuestro EPL que persiste en asestar duros golpes

al enemigo, así como lo hizo contra fuerzas combinadas ejército-DAS en Hacarí (N.

Santander) hace un año.

El EPL, guiado por nuestro Partido, seguirá luchando por la unidad de acción del

movimiento insurgente, como lo hicimos en la Coordinadora Guerrillera “Simón Bolívar”.

Abogamos por que las diferencias políticas entre las fuerzas insurgentes se resuelvan con la

discusión fraternal y jamás con acciones militares que dejan víctimas entre revolucionarios

y el pueblo, de lo cual gobierno, oligarcas e imperialistas sacan ventaja de diferentes

maneras

La recomposición organizativa e ideológica del llamado "mapa político" o de los

partidos es una realidad que tiene el hecho más destacado en el surgimiento del PDA con

2'700.000 votos por su candidato presidencial, Carlos Gaviria Díaz, y el inesperado apoyo

de más de medio millón de afiliados. Son guarismos que dan cuenta de un fenómeno

político de masas que representa lo nuevo y más notable en el avance de la correlación de

fuerzas del campo popular.

El Polo es un avance ideológico y político de amplios sectores del pueblo que miran

hacia la izquierda. Son cientos de miles de colombianos y colombianas que con su instinto

de lucha contra el sistema adhirieron a lo positivo de sus realizaciones en búsqueda de un

instrumento de lucha por transformaciones económicas, sociales y políticas.

El PDA es una organización política amplia que representa un salto en el agrupamiento

de fuerzas sociales interesadas en la oposición al régimen, es una resultante del trabajo

político de masas en el marco democrático de lucha contra el gobierno de Uribe creó el

estado de ánimo favorable a la lucha política amplia y unitaria del pueblo. El Polo no es un

efecto de la “reforma política” derechista, ni es la suma de las influencias de las


662

organizaciones y personalidades que integran el PDA, es un espacio nuevo ganado por la

oposición que incluye a las fuerzas revolucionarias en las distintas formas de lucha, aunque

no todos los revolucionarios hagan parte del Polo.

Los partidos oligárquicos están en la mayor crisis de su historia porque de la mano del

imperialismo han implementado el proceso de fascistización y la aplicación del modelo

neoliberal que les ha traído un creciente alejamiento del pueblo. Los oligarcas se vieron

obligados a maniobrar con la figura de “los candidatos independientes” y creando nuevos

partidos que van más allá de las tradicionales disidencias tácticas vividas antaño por el

bipartidismo liberal-conservador, como ocurre con el partido de la “U” que sucedió al

fracasado “Nuevo Partido”.

El liberalismo "oficialista" trata de diferenciarse y recomponerse para aparecer como

alternativa ante el pueblo y cerrar el paso a las fuerzas progresistas, democráticas, de

izquierda y revolucionarias. La decisión liberal oficialista de hacer “oposición constructiva”

a Uribe, expresa coincidencias políticas de fondo con la política imperante que ha

contribuido a construir y los mantiene cerca del pacto abierto con Uribe.

Entre tanto, el conservatismo parasita en la coalición de Uribe, cada día más carente de

dirigentes y fuerza para asumir el control político de las principales concentraciones de

población.

El redibujo en la esfera de las organizaciones políticas se liga con la mayor

polarización clasista. Los partidos no están por encima ni al margen de la realidad de las

clases y sus intereses de todo tipo. Algunos sectores políticos y de opinión, erróneamente,

suavizan la profunda implicación de estos cambios políticos con expresiones como: “es un

avance de la izquierda democrática”.

Intensificaremos nuestro esfuerzo internacionalista impulsando el frente antifascista y


663

antiimperialista en América Latina y el trabajo en esa dirección que se adelanta en otras

latitudes, impulsando la solidaridad con las luchas por la soberanía nacional y la liberación

social, difundiendo los logros populares y justipreciando el papel de los gobiernos y

liderazgos progresistas, democráticos y revolucionarios.

En medio de este movimiento político amplio y revolucionario seguiremos

contribuyendo a la consolidación de la Conferencia Internacional de Partidos y

Organizaciones Marxista-Leninistas, así como a la conformación de Partidos

Revolucionarios de clase que garanticen el rumbo revolucionario de los procesos de cada

país.

El Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista) se guía por la teoría científica

del proletariado, el marxismo leninismo. A partir de ella, del conocimiento e interpretación

de la realidad nacional e internacional y de su compromiso práctico con los intereses del

proletariado, construye su línea política, su táctica, su estrategia y su concepción

organizativa, a fin de trabajar por la toma del poder.

Nuestro Partido proclama su carácter de clase proletario, en tanto representa y defiende

los objetivos de la clase más avanzada de la época, en los distintos momentos de la lucha

revolucionaria, así como los de las demás clases y sectores interesados en la

revolución. Como destacamento político organizado de la clase obrera, trabaja por dirigir

el proceso revolucionario y por que éste tenga su vanguardia marxista leninista.

La existencia misma y el carácter proletario del Partido están íntimamente ligados a los

propósitos estratégicos de construcción socialista e implantación de la dictadura del

proletariado.(……).

Nuestro Partido enarbola la lucha contra todo tipo de imperialismo, contra el


664

colonialismo, el fascismo, el racismo, el peligro de guerra reaccionaria, contra la

explotación y opresión sobre la clase obrera y los pueblos. En tal sentido promueve la

más amplia unidad en el campo internacional.

El Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista) trabaja por la toma del poder,

lo que en nuestras condiciones implica la destrucción del Estado burgués proimperialista y

de su pilar central, el ejército reaccionario, la implantación de un Estado de democracia

popular y de un programa estratégico que integra en un proceso ininterrumpido las tareas

de liberación nacional, democráticas y socialistas” (op. cit).

La Revista SEMANA, N°1337 del 17 de diciembre de 2007, resumió así los hechos de

violencia dentro del conflicto interno colombiano:

“Durante los últimos cinco años el país se ha movido en dos extremos. Quienes

piensan, desde la derecha, que la guerrilla se puede derrotar militarmente, y quienes

piensan, desde la izquierda, que el único camino posible es la negociación con los

insurgentes. Pero en medio de estas dos posiciones ideológicas, está la realidad de la

guerra. Este año, en particular, era definitivo para la política de seguridad, pues si Alvaro

Uribe fue elegido en 2002 con la promesa de derrotar a las Farc, el año pasado fue

reelegido sin que se renovaran sus lineamientos sobre el tema. La sensación que había era

de que si bien los militares habían ganado control territorial, tanto con la presencia de

policía, como con el incremento de pie de fuerza y operaciones sostenidas en lo rural, el

riesgo de empantanarse en la selva era muy alto.

“Sin embargo, 2007 deja un balance interesante. Las fuerzas armadas empezaron a dar

algunos virajes necesarios para mantener la iniciativa. En el terreno netamente operativo,

los dos avances más importantes se hicieron en inteligencia y en las operaciones. Con estos
665

dos factores combinados, las tropas pudieron llegar por sorpresa a los campamentos de

importantes mandos medios revestidos de una aura de invencibilidad, como el “negro

acacio”, Carlos Antonio Lozada y Martín Caballero. Y pudieron dar de baja en una acción

combinada a Milton Sierra, conocido por su alias de J. J.

“Estos golpes demostraron que si es posible llegar al corazón de las Farc y debilitar su

estructura de mando, lo cual es muy importante en el mediano plazo. Para ese salto

cualitativo contribuyeron varios aspectos. El primero, una inteligencia que combina la

tecnología, especialmente aparatos aptos para interceptar comunicaciones y localizadores

satelitales aportados por Estados Unidos y Gran Bretaña, con la inteligencia humana, capaz

de infiltrarse y penetrar en la guerrilla.

“En segundo lugar, se ha dado un salto en planeación de operaciones. Objetivos más

claros, grupos élite altamente entrenados y mayor confidencialidad han hecho posible los

resultados de este año. Con operaciones mejor planeadas y sobre todo coordinadas entre las

distintas fuerzas, se ha aprovechado mejor la capacidad de fuego de las fuerzas armadas,

que debe ser, sin duda, una de sus grandes ventajas frente a la guerrilla.(……)

“Por eso es preocupante que las denuncias de ejecuciones extra judiciales por parte de

las fuerzas armadas estén creciendo en Meta, donde se libran los peores combates contra la

guerrilla. El general Alejandro Navas, comandante de la fuerza tarea Omega, ha dicho en

varias ocasiones que “Esta será la primera guerra que se gane respetando los derechos

humanos” y aunque son innegables los esfuerzos que se están haciendo en ese sentido

desde el ministerio de defensa, como haber nombrado a una civil en la dirección de la

justicia penal militar, todavía este es un tema que inquieta a muchas personas.

“Las circunstancias para las fuerzas armadas no podrián ser mejores. Tienen por

segunda vez una inyección de recursos con el impuesto al patrimonio; han empezado a
666

mostrar resultados de valor estratégico y a juzgar por el incremento de las

desmovilizaciones y por la información que están recibiendo. Todo ello, acompañado de

una estrategia mejor pensada que pone en la legitimidad del estado como un activo de gran

valor democrático…..” (op. cit)

AÑO 2008.

Este año se produjo el fallecimiento por muerte natural de Manuel Marulanda Velez,

máximo dirigente de las Farc, durante 45 años, siendo sustituido por Alfonso Cano, hecho

así reseñado por la Revista SEMANA en su número del 15 de diciembre de 2008:

“Aunque Manuel Marulanda Velez murió como un villano para los colombianos, las

Farc sintieron su pérdida como la de un venerado padre. Huérfanos, los insurgentes

recompusieron su nueva dirección en cabeza de Alfonso Cano, quien era el lógico sucesor.

En los meses que ha estado como uno del grupo guerrillero, Cano no ha hecho sentir

todavía su estilo. Se sabe, sin embargo, que es un hombre inflexible y que su apuesta es por

construir un gran movimiento político clandestino, armado, que alimente una futura

insurrección urbana. También llegaron al secretariado Joaquín Gómez y Pablo Catatumbo y

continúan en él Ivan Márquez, el momo jojoy y Timochenko.” (op. cit).

Los múltiples falsos positivos del ejército continuaron produciendo escándalo de

prensa, pero total impunidad frente a la justicia colombiana, destacándose el caso de los 19

jóvenes de Soacha.

La Revista SEMANA en su N°1389 del 15 de diciembre de 2008 resumió así este año:

“El 2008 pasará a la historia como uno de los años más dramáticos en Colombia y en el

mundo. Si para un periodista el año 2008 fue de los más apasionantes, para un historiador

será de los más importantes. Pocas veces, y en tan corto tiempo, se ha conjugado tal
667

cantidad de fenómenos, tragedias, éxitos protestas y escándalos, en un país que se ha

acostumbrado a que cada año es más sorprendente que el anterior. Este año se sintieron

todas las expresiones de un país en movimiento que se bate como un león herido frente a

sus propias contradicciones, a sus injusticias, a sus ilusiones y a sus luchas que, finalmente,

empiezan a dar frutos.

“Un año en que cada colombiano, en cada rincón del territorio, vivió, sintió, lloró y

gritó. Con el bombardeo quirúrgico a Raúl Reyes, el pulso con Ecuador que casi nos lleva a

un conflicto internacional. La muerte natural de “Tirofijo” después de 45 años de guerra en

la selva, el rescate espectacular de la Operación Jaque, el regreso a la libertad de Ingrid y

los demás secuestrados, la increíble fuga de Oscar Tulio Lizcano y su carcelero mientras

eran perseguidos por las Farc, la mano de Ivan Ríos, las protestas indígenas, los millones de

colombianos que salieron a marchar por la paz de Colombia, el escándalo de los falsos

positivos, el colapso de las pirámides, DMG, la crisis financiera mundial, Obama

presidente de los Estados Unidos.

“Un año que nos marcó a todos y que marcó la historia de Colombia y del mundo. Un

año que deja en evidencia que todas las transiciones son traumáticas: la de Colombia, que

sigue avanzando en su guerra interna pero que no ha resuelto sus problemas estructurales.

Y la del mundo, que replantea el capitalismo financiero y redefine la hegemonía de los

Estados Unidos. Un año que ha tenido una enorme carga sicológica y emocional. La rabia

contenida que se expresó en las marchas blancas por la libertad, la perplejidad de quedar en

la ruina por las pirámides, la frustración de perder el empleo, la emoción de ver a Ingrid y

a Lizcano llorando de regreso a la libertad, la ilusión de ver y oír a Obama en su discurso de

medianoche, la indignación de los falsos positivos.” (op. cit).


668

AÑO 2009.

En cuanto a la ley de justicia y paz, las investigaciones contra más de diez mil

paramilitares o Honorables Señores Postulados, como se les debe llamar, quedaron en

tablas: muchas versiones e imputaciones, pero el proceso no mostro un solo paramilitar

condenado.

La Revista SEMANA N° 1442 del 21 de diciembre de 2009 lo reseñó así:

“Este año la corte le dio dos revolcones a justicia y paz. El 19 de agosto anuló la única

sentencia que un tribunal de justicia y paz dictó contra un paramilitar desmovilizado, la de

Wilson Salazar Carrascal, alias “El Loro”. Y en septiembre invalidó la formulación de

cargos contra Gian Carlo Gutiérrez del Bloque Calia. Dos personajes poco conocidos por la

opinión, pero dos acciones de la justicia trascendentales para este proceso.

“En sus fallos la corte determinó que los fiscales no pueden hacer imputaciones

parciales, sino que tendrán que describir sus dimensiones políticas, militares, económicas y

sociales y demostrar de qué manera los crímenes de los paras eran sistemáticos. La Corte,

además, le recuerda a la fiscalía que la versión de las víctimas es predominante y que el

proceso de justicia y paz tiene que establecer una verdad histórica.

“Para atender tamaña exigencia, la Unidad de justicia y paz de la Fiscalía pidió consejo

al Tribunal de Cundinamarca y, entre otras muchas cosas, este respondió que recomendaba

incluir los antecedentes de la totalidad de los miembros de un bloque, hasta de los que no se

hayan desmovilizado; el número de armas entregadas en la desmovilización, donde hay que

identificar los números seriales y las casas fabricantes, y solicitar a las casas fabricantes que

informen a quiénes les fueron vendidas las armas; la cantidad de botas, uniformes y

equipos de campaña usados por el Bloque y hasta cruzar datos con ONG. Y quedó la
669

interpretación de que mientras esto no se cumpla, no se condenará a uno solo de los

desmovilizados.

“Hasta agosto de 2008 los desmovilizados habían confesado 8154 homicidios, 1095

desapariciones forzadas y otros 6000 delitos de diversa índole que afectaron a 31.014

víctimas. Además, la fiscalía ha identificado los cuerpos de miles de desaparecidos; ha

develado, como nunca antes, los tentáculos de este fenómeno armado; he incluso ha

conseguido que se profieran varias condenas desde la justicia ordinaria con la información

recabada por los fiscales de justicia y paz.

“Sin embargo, justicia y paz no puede mostrar hoy un solo condenado, y la

preocupación es que con las nuevas exigencias de la corte, la probabilidad de empezar a

cerrar casos, realizar audiencias de reparación a las víctimas y dictar sentencias

condenatorias sea cada vez menor.

“Un fiscal se preguntaba hace poco cómo van a entender las víctimas que pasen años

antes de que haya plena justicia, si la información sobre los crímenes que los afectaron ya

está disponible…..” (op. cit).

Frente al conflicto armado la Revista SEMANA del 21 de diciembre de 2009 lo resumió

así:

“Si alguien pensaba que en Colombia no había peor escenario que un conflicto interno

de medio siglo, que ha producido una crisis humanitaria de dimensiones bíblicas, y unos

grupos de mafias criminales, que crecen como la hiedra, era porque no se había abierto la

posibilidad de un tercer frente de hostilidades: el internacional. Aunque muchos creen que

la hipótesis de un enfrentamiento con Venezuela es descabellada y que no se trata mas que

de la retorica de un caudillo en apuros, lo cierto es que en 2009 Chávez y Uribe pasaron de


670

ser adversarios ideológicos y políticos a configurarse, por lo menos en el discurso, en

enemigos.” (op. cit).

AÑO 2010.

Es abatido Victor Julio Suárez, “el Mono Jojoy”, uno de los máximos dirigentes de las

FARC. El Ejército utilizó 30 aviones, 27 helicópteros, 30 toneladas de bombas contra un

solo combatiente armado con un fusil. Otra vez, nadie dijo que fue un crimen de lesa

humanidad ni un crimen de guerra ni un magnicidio: sencillamente, fue un “peligroso

bandolero dado de baja”. Con su muerte “se salvó” la “democracia colombiana”……

Sobre el tema así lo recordó la Revista SEMANA en su número 1494 de resumen del año

2010:

“En septiembre, cuando una tormenta de plomo cayó sobre el bunker del Mono Jojoy y

la foto de su cadáver inflado y renegrido le dio la vuelta al mundo, se cerró un ciclo para las

Farc y en consecuencia, para el conflicto colombiano. La Operación Sodoma es el

bombardeo más intenso que se haya visto en la historia del país: 30 aviones, 27

helicópteros y por lo menos 30 toneladas de explosivos se usaron para matar al hombre más

temido del país.

“Víctor Julio Suárez, un campesino de Sumapaz que ingresó siendo un niño a las filas

insurgentes, se convirtió en un mito de la guerra que despertaba admiración y respeto entre

sus filas y temor y repudio entre los colombianos. Fue Jojoy el que humilló a las Fuerzas

Armadas con tomas a bases militares donde murieron centenares de soldados y policías y

fueron tomados como prisioneros más de 500. Fue Jojoy el que construyó una tenaza de

violencia sobre Bogotá y se atrevió a usar como nunca antes en la historia del conflicto el

terrorismo….”
671

“Fue él quien elevó de manera dramática la escala de secuestros y extorsiones en el país

y quien utilizó armas letales, como las pipetas de gas, en las tomas de pueblos. Fue Jojoy el

que con burdo histrionismo se regodeaba en los campos de concentración que construyó

para sus rehenes y el que se propuso destruír cualquier manifestación del estado en sus

territorios. Jojoy entendía que necesitaba mucho dinero y metío a sus frentees de lleno al

narcotráfico. Y se propuso la construcción de un ejército masivo y bien armado para llevar

a las Farc de la guerra de guerrillas a la guerra de movimientos. Y a finales de los 90,

parecía estarlo logrando.(……..).

“En muchos países la caída de un líder guerrillero ha significado la debacle de la

insurgencia. Ocurrió cuando Abimael Guzmán fue capturado en Perú y Sendero Luminoso

se desmoronó. También recientemente, cuando el gran líder de los Tígres Tamiles en Sri

Lanka murió abatido y la guerrilla se rindió. En Colombia, la muerte de Jojoy no ha tenido

ese impacto, pero en el mediano plazo sí tendrá consecuencias más cruciales que la de Raúl

Reyes o Tirofijo.

“Primero, porque se amplía el margen de maniobra de Alfonso Cano, que parece estar

retomando las banderas más políticas de las Farc, apabulladas durante años por el

militarismo que encarnaba Jojoy. Había quienes dudaban de que Cano lograra mantener

unida a una guerrilla cuyo mariscal de campo acababa de ser literalmente aplastado. Pero

en perspectiva, a Cano le ha ido mejor: ha logrado sobrevivir, preservar su fuerza en la

cordillera occidental y llevar prácticamente al fracaso la política de seguridad democrática

en sus zonas de influencia. Eso le ha dado, al parecer, el liderazgo indiscutible de sus

tropas. (……)

“El punto de inflexión del conflicto ya está dado. Las Farc difícilmente volverán a ser

lo que fueron de la mano del Mono Jojoy: una guerrilla que puso en jaque al país. Pero, así
672

mismo, muerto el mito del hombre que era una máquina de guerra, queda planteado el

desafío de cómo ponerle verdadero punto final a este conflicto. Por eso hoy el gobierno no

afronta tanto el dilema sobre si negociar o no, sino sobre qué y cómo negociar con una

guerrilla que ya solo representa el poder que emana de la punta del fusil.” (op. cit)..

AÑO 2011.

Guillermo León Sáenz Vargas, alias 'Alfonso Cano', fue abatido el 4 de noviembre del

año 2011, cuando fue alcanzado por un bombardeo de la Fuerza Aérea, del que resultó

herido, para horas después ser ejecutado fuera de combate por un comando especial del

Ejército.

'Cano', quien se convirtió en el máximo jefe de las Farc en 2008 tras la muerte de Pedro

Antonio Marín, 'Manuel Marulanda Vélez' o 'Tirofijo', fue perseguido por cuatro

departamentos del centro y sur del país antes de ser dado de baja. El jefe de las Farc se

encontraba en la cordillera Oriental, en la vereda El Chirriadero. Allí vivía en una casa de

madera con techo de zinc, que fue identificada por las autoridades como la número 14.

Los grupos paramilitares que simularon desmovilizarse en el año 2005 para acogerse a

la Ley de Justicia y Paz, la Ley 975 de 2005, cambian su nombre de Autodefensas unidas

de Colombia, AUC, a Los Urabeños y Los Rastrojos, La Oficina de Envigado y el estado

los llama “Bandas Criminales”, Bacrim, continuando la ola de violencia paramilitar en todo

el país.

Ante la ineficacia de la Ley de Justicia y Paz, el gobierno del Dr. Juan Manuel Santos

promulga otra ley, llamada Ley de Victimas, la 1448 del 10 de junio de 2011, “Por la cual

se dictan medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto

armado interno y se dictan otras disposiciones”, a través de la cual, se indemnizará a todas


673

las víctimas del conflicto armado desde el año 1985 por medio de un procedimiento

administrativo – no judicial- en el cual las víctimas presentan una documentación mínima

ante la Personería, la Procuraduría, sin intermediación de abogados y al cabo de 18 meses

recibirán una cantidad de dinero como reparación por sus deudos.

Así el artículo 1 define el objeto de la Ley 1448 de 2011:

“La presente ley tiene por objeto establecer un conjunto de medidas judiciales,

administrativas, sociales y económicas, individuales y colectivas, en beneficio de las

víctimas de las violaciones contempladas en el artículo 3 de la presente ley, dentro de un

marco de justicia transicional, que posibiliten hacer efectivo el goce de sus derechos a la

verdad, la justicia y la reparación con garantía de no repetición, de modo que se reconozca

su condición de víctimas y se dignifique a través de la materialización de sus derechos

constitucionales.”

“Artículo 2. Ambito de aplicación. La presente ley regula lo concerniente a ayuda

humanitaria, atención, asistencia y reparación de las víctimas de que trata el artículo 3 de la

presente ley, ofreciendo herramientas para que estas reinvindiquen su dignidad y asuman su

plena ciudadanía.

“Las medidas de atención, asistencia y reparación para los pueblos indígenas y

comunidades afrocolombianas, harán parte de normas especificas para cada uno de estos

grupos étnicos, las cuales serán consultadas previamente a fin de respetar sus usos y

costumbres, asi como sus derechos colectivos, de conformidad con lo establecido en el

artículo 205 de la presente ley.”

Llama la atención como las dos leyes que pretenden acabar el conflicto armado en

Colombia hablan del derecho y garantía de “no repetición” de los punibles cometidos: ¿será

que alguna ley puede garantizar que no se repitan los crímenes?


674

¿Quiénes son las víctimas del conflicto armado en Colombia?

Lo define el artículo 3 de la Ley 1448 de 2011 así:

“Se consideran víctimas, para los efectos de esta ley, aquellas personas que individual o

colectivamente hayan sufrido un daño por hechos ocurridos a partir del 1° de enero de

1985, como consecuencia de infracciones al Derecho Internacional Humanitario o de

violaciones graves y manifiestas a las normas internacionales de Derechos Humanos,

ocurridas con ocasión del conflicto armado interno.

“También son víctimas el cónyuge, compañero o compañera permanente, parejas del

mismo sexo y familiar en primer grado de consanguinidad, primero civil de la víctima

directa, cuando a ésta se le hubiere dado muerte o estuviere desaparecida. A falta de éstas,

lo serán los que se encuentren en el segundo grado de consanguinidad ascendente.

“De la misma forma, se consideran víctimas las personas que hayan sufrido un daño al

intervenir para asistir a la víctima en peligro o para prevenir la victimización…..”

En su parágrafo 4 aclara:

“Las personas que hayan sido victimas por hechos ocurridos antes del 1 de enero de

1985 tienen derecho a la verdad, medidas de reparación símbolica y a las garantías de no

repetición, previstas en la presente ley, como parte del conglomerado social y sin necesidad

de que sean individualizadas.”

Estas victimas ya no tiene derecho a indemnización económica, lo cual vulnera el

derecho constitucional a la igualdad.

En los artículos siguientes se teoriza sobre los principios generales de dignidad, buena

fe, igualdad, garantía del debido proceso, etc.

Como ahora está de moda el término “Justicia Transicional”, el artículo 8 de la ley 1448

de 2011 lo define así:


675

“Artículo 8. Entiéndase por Justicia Transicional los diferentes procesos y mecanismos

judiciales o extrajudiciales asociados con los intentos de la sociedad por garantizar que los

responsables de las violaciones contempladas en el artículo 3 de la presente ley, rindan

cuentas de sus actos, se satisfagan los derechos a la justicia, la verdad y la reparación

integral a las victimas, se lleven a cabo las reformas institucionales necesarias para la no

repetición de los hechos y la desarticulación de las estructuras armadas ilegales, con el fin

último de lograr la reconciliación nacional y la paz duradera y sostenible.”

¿Será que el Estado si será capaz de cumplir esta ley?.

“Artículo 9. Carácter de las medidas transicionales. El Estado reconoce que todo

individuo que sea considerado víctima en los términos de la presente ley, tiene derecho a la

verdad, justicia, reparación y a que las violaciones de que trata el artículo 3° de la presente

ley, no se vuelvan a repetir, con independencia de quién sea el responsable de los delitos.

“Las medidas de atención, asistencia y reparación adoptadas por el estado, tendrán la

finalidad de contribuir a que las víctimas sobrelleven su sufrimiento y, en la medida de lo

posible, al restablecimiento de los derechos que les han sido vulnerados. Estas medidas se

entenderán como herramientas transitorias para responder y superar las violaciones

contempladas en el artículo 3° de la presente ley.

“Por lo tanto, las medidas de atención, asistencia y reparación contenidas en la presente

ley, así como todas aquellas que han sido o que serán implementadas por el Estado con el

objetivo de reconocer los derechos de las víctimas a la verdad, justicia y reparación, no

implican reconocimiento ni podrán presumiré o interpretarse como reconocimiento de la

responsabilidad del Estado, derivada del daño antijurídico imputable a este en los términos
676

del artículo 90 de la constitución nacional, como tampoco ningún otro tipo de

responsabilidad para el Estado o sus agentes”.

Un momento: según esta ley 1448 de 2011, los “agentes del estado”, o sea, ejército,

policía, armada, aviación, CTI, están exentos de responder por sus crímenes, pues así se

entiende del inciso 4 de su artículo 9 que dice:

“El hecho de que el Estado reconozca la calidad de víctima en los términos de la

presente ley, no podrá ser tenido en cuenta por ninguna autoridad judicial o disciplinaria

como prueba de la responsabilidad del Estado o de sus Agentes. Tal reconocimiento no

revivirá los términos de caducidad de la acción de reparación directa.”

El Estado ni sus Agentes son responsables de las atrocidades cometidas contra el pueblo

dentro de la Guerra Civil Colombiana, ¿O no se entiende así tal parámetro del articulo 9 de

la ley 1448 de 2011?.

Y dice el artículo 10:

“Las condenas judiciales que ordenen al Estado reparar económicamente y de forma

subsidiaria a una víctima debido a la insolvencia, imposibilidad de pago o falta de recursos

o bienes del victimario o del grupo armado organizado al margen de la ley al cual éste

perteneció, NO IMPLICAN RECONOCIMIENTO ni podrán presumirse o interpretarse

como reconocimiento DE LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO O DE SUS

AGENTES” (mayúsculas propias).

“Artículo 11. Coherencia Externa. Lo dispuesto en esta ley procura complementar y

armonizar los distintos esfuerzos del estado para garantizar los derechos a la verdad,

justicia y reparación de las víctimas y allanar el camino hacia la paz y la reconciliación

nacional.
677

“Artículo 12. Coherencia Interna. Lo dispuesto en esta ley procura complementar y

armonizar las medidas de restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción y

garantías de no repetición, con miras a allanar el camino hacia la paz y la reconciliación

nacional”.

Los siguientes artículos teorizan sobre enfoque diferencial (13); participación conjunta

(14); respeto mutuo (15); obligación de sancionar a los responsables (16); progresividad

(17); gradualidad (18); sostenibilidad (19); principio de prohibición de doble reparación

(20); principio de complementaridad (21); acción de repetición y sobrogación (22); derecho

a la verdad (23); derecho a la justicia(24).

En cuanto al derecho a la reparación integral define el artículo 25:

“Las víctimas tienen derecho a ser reparadas de manera adecuada, diferenciada,

trasformadora y efectiva por el daño que han sufrido como consecuencia de las violaciones

de que trate el artículo 3 de la presente ley.

“La reparación comprende las medidas de restitución, indemnización, rehabilitación,

satisfacción y garantías de no repetición, en sus dimensiones individual, colectiva, material,

moral y simbólica. Cada una de estas medidas será implementada a favor de la víctima

dependiendo de la vulneración en sus derechos y las características del hecho

victimizante….”

“Artículo 26. Colaboración armónica. Las entidades del estado deberán trabajar de

manera armónica y articulada para el cumplimiento de los fines previstos en la presente ley,

sin perjuicio de su autonomía”.

El artículo 28 habla de doce clases de derechos que tienen las víctimas:


678

“Artículo 28. Las víctimas de las violaciones contempladas en el artículo 3 de la

presente ley, tendrán entre otros los siguientes derechos en el marco de la normatividad

vigente:

1.Derecho a la verdad, justicia y reparación.

2.Derecho a acudir a escenarios de diálogo institucional y comunitario.

3.Derecho a ser beneficiario de las acciones afirmativas adelantadas por el estado para

proeger y garantizar el derecho a la vida en condiciones de dignidad.

4.Derecho a solicitar y recibir atención humanitaria.

5.derecho a participar en la formulación, implementación y seguimiento de la política

pública de prevención, atención y reparación integral.

6.Derecho a que la política pública de que trata la presente ley, tenga enfoque

diferencial.

7.Derecho a la reunificación familiar cuando por razón de su tipo de victimización se

haya dividido el núcleo familiar.

8.Derecho a retornar a su lugar de origen o reubicarse en condiciones de voluntariedad,

seguridad y dignidad, en el marco de la política de seguridad nacional.

9.Derecho a la restitución de la tierra si hubiere sido despojado de ella en los términos

establecidos en la presente ley.

10. Derecho a la información sobre las rutas y los medios de acceso a las medidas que se

establecen en la presente ley.

11.Derecho a conocer el estado de procesos judiciales y administrativos que se estén

adelantando, en los que tengan un interés como parte o intervinientes.

12. Derecho de las mujeres a vivir libres de violencia.”

El artículo 31 trata sobre medidas especiales de protección:


679

“Las autoridades competentes deberán adoptar medidas de protección integral a las

víctimas, testigos y a los funcionarios públicos que intervengan en los procedimientos

administrativos y judiciales de reparación y en especial de restitución de tierras, a través de

los cuales las víctimas reclaman sus derechos, cuando ello sea necesario según el nivel de

riesgo evaluado para cada caso particular y en la medida en que exista amenaza contra sus

derechos fundamentales a la vida, la integridad física, la libertad y la seguridad personal,

atendiendo a la jurisprudencia y normatividad existente sobre la materia.

“Las medidas podrán extenderse al núcleo familiar, siempre que ello sea necesario

según el nivel de riesgo evaluado para cada caso particular, exista amenaza contra los

derechos fundamentales a la vida, la integridad física, la libertad y la seguridad personal del

núcleo familiar y se demuestre parentesco con la víctima. El estudio técnico de nivel de

riesgo gozará de carácter reservado y confidencialidad.

“Cuando las autoridades judiciales, administrativas o del ministerio público tengan

conocimiento de situaciones de riesgo señaladas en el presente artículo, remitirán de

inmediato tal información a la autoridad competente designada de acuerdo a los programas

de protección, para que inicien el procedimiento urgente conducente a la protección de la

víctima, de acuerdo a la evaluación de riesgo a la que se refiere el presente artículo.(…..)”.

Así mismo, todo el Título II, con doce artículos habla de los derechos de las víctimas

dentro de los procesos judiciales, entre ellos, asesoría y apoyo (art.35), garantía de

comunicación a las víctimas (art.36), audición y presentación de pruebas,(art.37), principios

de la prueba en caso de violencia sexual(art.38), declaración a puerta cerrada (art. 39),

testimonio por medio de audio o video, (art.40), modalidad especial de testimonio (art.41),

presencia de personal especializado, (art.42), asistencia judicial, (art. 43); gastos de la

víctima en relación con los procesos judiciales (art.44), etc.


680

El Titulo III trata de ayuda humanitaria, atención y asistencia, hablando de ayuda

humanitaria, asistencia funeraria, medidas en materia de educación, medidas en materia de

salud, atención de emergencia en salud, pólizas de salud, servicios de asistencia en salud,

polizas de salud, asistencia por los mismos hechos, atención humanitaria de emergencia y

de transición, retornos y reubicaciones, cesación de la condición de vulnerabilidad y

debilidad manifiesta, etc.

El título IV trata de la reparación de las víctimas, medidas de reparación, abordando

especialmente el tema de restitución de tierras (art.71 y ss); despojo y abandono forzado de

tierras; registro de tierras despojadas y abandonadas; presunciones de despojo; requisitos

para la solicitud de la restitución (art.82); información para la restitución; compensaciones

en especie y reubicación (art.97); pago de compensaciones; entrega del predio restituido;

(art. 100); protección de la restitución; (art. 101);se crea la Unidad Administrativa Especial

de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas, (art. 103); se crea el Fondo de la Unidad

Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas; entrega de

predios (art. 116); restitución de vivienda (art.123); medidas en materia de crédito (art.

128); etc.

En el capítulo VII del Título IV se habla de la indemnización por vía administrativa; al

respecto (artículo 132, parágrafo 3 se define que “La indemnización administrativa para la

población en situación de desplazamiento (….) será , “el monto de los 40 salarios mínimos

legales vigentes del año de ocurrencia del hecho…”. Se crea el Sistema Nacional de

Atención y Reparación Integral a las Víctimas.”; se habla de rehabilitación (art.135-9); de

múltiples medidas de satisfacción (art. 139); de reparación símbolica (art.141); del deber de

memoria del estado (art. 143); se habla de múltiples acciones en materia de memoría
681

histórica (art.145); de crear un Centro de Memoria Histórica (art.146); de garantías de no

repetición (art.149); etc.

El artículo 149 trata sobre las garantías de no repetición de los hechos violentos: ¿Será

que por medio de esta ley y de este artículo automáticamente no volverán a repetirse en

Colombia hechos de violencia estatal y para militar?.

“Artículo 149. El Estado Colombiano adoptará, entre otras, las siguientes garantías de

no repetición:

a). La desmovilización y el desmantelamiento de los grupos armados al margen de la

ley;

b). La verificación de los hechos y la difusión pública y completa de la verdad, en la

medida en que no provoque más daños innecesarios a la víctima, los testigos u otras

personas, ni cree un peligro para su seguridad;

c).La aplicación de sanciones a los responsables de las violaciones de que trata el

artículo 3° de la presente ley;

d). La prevención de violaciones contempladas en el artículo 3° de la presente ley, para

lo cual, ofrecerá especiales medidas de prevención a los grupos expuestos a mayor riesgo

como mujeres, niños, niñas y adolescentes, adultos mayores, lideres sociales, miembros de

organizaciones sindicales, defensores de derechos humanos y víctimas de desplazamiento

forzado, que propendan superar estereotipos que favorecen la discriminación, en especial

contra la mujer y la violencia contra ella en el marco del conflicto armado;

e). La creación de una pedagogía social que promueva los valores constitucionales que

fundan la reconciliación, en relación con los hechos acaecidos en la verdad histórica;


682

f). Fortalecimiento técnico de los criterios de asignación de las labores de desminado

humanitario, el cual estará en cabeza del programa para la atención integral contra minas

antipersonal;

g). Diseño e implementación de una estrategia general de comunicaciones en derechos

humanos y derecho internacional humanitario, la cual debe incluir un enfoque diferencial;

h). Diseño de una estrategia única de capacitación y pedagogía en materia de respeto de

los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, que incluya un enfoque

diferencial, dirigido a los funcionarios públicos encargados de hacer cumplir la ley, así

como a los miembros de la fuerza pública. La estrategia incluirá una política de tolerancia

cero a la violencia sexual en las entidades del estado;

i). Fortalecimiento de la participación efectiva de las poblaciones vulneradas y/o

vulnerables, en sus escenarios comunitarios, sociales y políticos, para contribuir al ejercicio

y goce efectivo de sus derechos culturales;

j). Difusión de la información sobre los derechos de las víctimas radicadas en el

exterior;

k). El fortalecimiento del sistema de alertas tempranas;

l). La reintegración de niños, niñas y adolescentes que hayan participado en los grupos

armados al margen de la ley;

m). Diseño e implementación de estrategias, proyectos y políticas de reconciliación de

acuerdo a lo dispuesto en la Ley 975, tanto a nivel social como en el plano individual;

n). El ejercicio de un control efectivo por las autoridades civiles sobre la fuerza pública;

o). La declaración de insubsistencia y/o terminación del contrato de los funcionarios

públicos condenados en violaciones contempladas en el artículo 3° de la presente ley;


683

p).La promoción de mecanismos destinados a prevenir y resolver los conflictos

sociales;

q). Diseño e implementación de estrategias de pedagogía en empoderamiento legal para

las víctimas;

r). La derogatoria de normas o cualquier acto administrativo que haya permitido o

permita la ocurrencia de las violaciones contempladas en el artículo 3° de la presente ley,

de conformidad con los procedimientos contencioso- administrativos respectivos;

s). Formulación de campañas nacionales de prevención y reprobación de la violencia

contra la mujer, niños, niñas y adolescentes, por los hechos ocurridos en el marco de las

violaciones contempladas en el artículo 3° de la presente ley”.

¿Cómo, cuándo y dónde el estado colombiano ha dado aplicación a estas garantías a las

víctimas de la guerra civil?: frente al literal a), por ejemplo, ¿Qué hizo para garantizar la

desmovilización y el desmantelamiento de los grupos armados al margen de la ley?; ¿Qué

hizo para garantizar la verificación de los hechos y la difusión pública y completa de la

verdad?; ¿acaso ha difundido esos hechos y esa verdad a través de los medios de

comunicación?; ¿Ha aplicado alguna sanción a los responsables de las violaciones de que

trata el artículo 3° de la presente ley?; ¿ Ha creado una pedagogía social que promueva los

valores constitucionales que fundan la reconciliación, en relación con los hechos acaecidos

en la verdad histórica?; ¿Ha ejercido un control efectivo por las autoridades civiles sobre la

fuerza pública?; ¿Ha derogado las normas o cualquier acto administrativo que haya

permitido o permita la ocurrencia de las violaciones contempladas en el artículo 3° de la

presente ley?, y así se puede seguir cuestionando cada uno de los literales del susodicho

artículo que sólo quedó escrito en la hoja de papel de la ley…..

El artículo 150 sobre desmantelamiento de las estructuras económicas y políticas, dice:


684

“El Estado Colombiano adoptará las medidas conducentes a lograr el desmantelamiento

de las estructuras económicas y políticas que se han beneficiado y que han dado sustento a

los grupos armados al margen de la ley, con el fin de asegurar la realización de las garantías

de no repetición de las que trata el artículo anterior”.

¿Este artículo 150 también se ha cumplido?; ¿Será que esta Ley se ha aplicado?.

Se habla de hacer un registro único de víctimas (art.154); de crear un Sistema Nacional

de Atención y Reparación Integral a las Víctimas (art.159); también habrá un Plan Nacional

de atención y reparación integral a las víctimas (art. 175); derecho a la indemnización

(art.184); reclutamiento de menores (art. 190); participación de las victimas (art.192 a195);

de mecanismos de monitoreo y seguimiento al cumplimiento de la ley (art. 201); de

desarrollo rural (art.206), etc y etc.

“Artículo 208. Vigencia y derogatorias. La presente ley rige a partir de su promulgación

y tendrá una vigencia de diez (10) años y deroga todas las disposiciones que le sean

contrarias, en particular los artículos 50,51,52 y 53 de la ley 975 de 2005”.

¿Cómo estaremos en la realidad del año 2021?:

Esta ley 1448 de 2011 comprende un total de 208 artículos, es todo un código, pero

hasta el año 2016 no ha tenido ningún cumplimiento real. En Colombia, las Leyes

generalmente quedan ESCRITAS…….(se acata, pero no se cumple)……

La situación del conflicto armado fue resumida de la siguiente manera en la Revista

SEMANA N° 1546 del 19 de diciembre de 2011:

“Este fue un año negro para las Farc, que lo terminan militar, política y moralmente en

la peor situación de su historia. Por primera vez, las fuerzas armadas lograron dar muerte a

su máximo comandante, Alfonso Cano, el quinto miembro del secretariado que cae en los

últimos tres años y medio. Y si bien reemplazaron muy pronto a Cano por Timochenko,
685

poco despúes las propias Farc se encargaron de acentuar su bancarrota política y

moral.(……).

“Para quienes, como su nuevo jefe, llevan 30 años en la guerrilla, no puede ser más

evidente que las Farc nunca habían llegado a tal grado de debilidad militar y desprestigio

popular. La ventaja del estado sobre una insurgencia a la que ya casi nadie le cree nunca

había sido tan grande ni, como todo lo indica, tan irreversible. Algunos analistas hablan

incluso, de que las Farc están derrotadas. Lo están, claramente, desde el punto de vista

estratégico, arrinconadas por una ofensiva oficial de una década a los márgenes del país y

las zonas más agrestes de las montañas, con cerca de un tercio de los efectivos que tenían

hace un lustro y drásticamente reducida su presencia miliciana en zonas urbanas.

“Pueden organizar ataques “avispa” como los que protagonizaron a lo largo del año

contra poblados del Cauca, sacudidos por cilindros y chivas bomba; hacer emboscadas

ocasionales a la fuerza pública; mantener su control en zonas cocaleras como el nudo de

paramillo o el pie de monte nariñense, donde se alían con las bandas criminales (bacrin)

sucesoras de los paramilitares, en torno a los intereses del flujo del negocio del tráfico de

cocaína; sembrar minas antipersona en las que caen por igual soldados y niños, y volar

torres de energía e instalaciones petroleras o incendiar una tractomula en la panamericana o

la troncal de Medellín a la costa. Pero nunca habían estado tan menguadas territorialmente

ni tan faltas de base social. El flujo del dinero de la droga y una presencia persistente en

zonas inhóspitas de frontera, de la Guajira a Arauca, de Nariño a Putumayo y,

marginalmente, en la de Panamá, les mantienen sus líneas de abastecimiento. Pero, al lado

de sus desmanes contra campesinos e indígenas en sus zonas de influencia y de sus alianzas

cambiantes con las llamadas bandas criminales, el discurso político de cartas como la que
686

diriguío Timochenko al presidente –“Así no, Santos, así no” – ya no convence ni a los

mismos guerrilleros, que siguen desmovilizándose nutridamente.

“En estas condiciones, la pregunta obvia es, ¿ Por qué no se acaba esto?. Y la

respuesta, también obvia es: porque no es tan fácil. La ecuación de la guerra en Colombia

está alcanzando lo que en matemáticas se denomina una asíntota, una línea que se acerca

cada vez más a tocar el límite, pero sin alcanzarlo nunca. ¿Cuántos miembros más del

secretariado tendrá el gobierno que matar para alcanzar es límite?. ¿Implotarán, en el

transcurso, las Farc entre grupos que mantengan una componente política y corrientes cada

vez más en el campo del bacrimismo-leninismo, que culminen en una negociación inane de

una parte y en la bandolerización del resto?. Estas son las preguntas que plantea la

situación.

“El “fin del fin”, esa teoría dada por el general Fredy Padilla, lleva ya varios años. Cada

vez están más debilitadas las Farc, pero su derrota final o una negociación que culmine en

su desmovilización siguen tan lejanas como siempre….” (op. cit).

AÑO 2012.

Siguiendo la última tendencia de acudir a una fuente directa periodística para ver cómo

observan los medios burgueses el problema de la violencia en Colombia, se transcriben

apartes del resumen que del conflicto interno hizo la Revista SEMANA en su número del

17 de diciembre de 2012:

“Pase lo que pase, 2012 será visto en perspectiva como un año clave en el conflicto

armado de medio siglo que padece el país. Si el audaz intento de La Habana resulta, pasará

a la historia como el año en que se fraguó la paz. Si fracasa, quedará como el año en que se

perdió la última oportunidad, en esta generación, de parar el conflicto armado.


687

“El día clave del año fue, sin duda, el 27 de agosto, cuando se hicieron públicas las

conversaciones secretas que adelantaban el gobierno y las Farc en Cuba, que culminaron en

una agenda de negociación para poner fin al conflicto. Lo que nadie creyó posible durante

una década ocurrió y la agenda nacional dio un vuelco. Juan Manuel Santos puso en la

balanza su presidencia y probablemente su eventual reelección, aunque insiste en que no

vacilará en pararse de la mesa si el proceso no resulta. Si se llega a un acuerdo, al que él

mismo le puso como plazo noviembre de 2013, pasará a la historia como el presidente de

la paz; si no, como uno más en la lista de los que fracasaron en el intento.

“Salvo la fugaz instalación en Oslo, el 18 de octubre, el año se cierra sin mayores

avances en este frente. Hubo tres meses muertos entre el anuncio formal de la negociación

y su inicio, el 19 de noviembre. Y aún no está claro, probablemente ni para los

negociadores, si el proceso adquirirá la dinámica que necesita para sostenerse en medio de

una opinión pública que, después de un arranque de entusiasmo inicial , ve lo que pasa en

La Habana con creciente escepticismo.

“El año fue tan contradictorio como las voces que se oyen desde el gobierno respecto a

las Farc. En Cuba el equipo negociador del gobierno, encabezado por Humberto de la Calle

Lombana, las legitima como interlocutor al hablar con Iván Márquez y sus colegas. Pero

en Colombia el ministro de defensa, Juan Carlos Pinzón, adelanta contra ellas, además de la

ofensiva militar, toda una guerra verbal que las descalifica. Así fue el año: se habló de paz,

en secreto y en público, y simultáneamente se hizo la guerra.

“Al tiempo con el comienzo de las conversaciones secretas con las Farc, en febrero, se

anunció una nueva estrategia militar, el plan Espada de Honor, que desplegó diez fuerzas de

tarea conjunta para atacar a esta guerrilla en las áreas históricas a las que se ha replegado.

En marzo, sendos bombardeos en Arauca y Meta, que cobraron la vida de 33 y 35


688

guerrilleros, entre ellos seis jefes de frente del Bloque Oriental, anunciaron lo que sería el

año. En el más reciente de estos ataques de la fuerza pública, en diciembre, en Ricaurte,

Nariño, murieron 20 guerrilleros. En el año cayeron, según mindefensa, 24 jefes de primera

y segunda línea de las Farc. (……)

“La ecuación militar no ha cambiado. Pese a que proclaman lo contrario en sus

múltiples pronunciamientos públicos desde que empezó la negociación, las Farc de Cuba

son una sombra de las del Cagúan. La abrumadora superioridad numérica y el dominio del

cielo han dado a los militares una ventaja estratégica prácticamente irreversible. Y la nueva

estrategia adecuó, aunque tardíamente, la respuesta militr del Estado a los cambios en el

accionar de la guerrilla.

“Un ELN aún más disminuido que las Farc intenta emprender también una negociación

con el gobierno y se cree que ambos están conversando discretamente. Sin embargo, las

consecuencias de la confrontación para la población civil siguen siendo dramáticas. Aunque

lejos de los niveles de los peores años del conflicto, las cifras son tristemente elocuentes. A

diciembre hubo 32 masacres con casi 150 muertos, varias de ellas protagonizadas por

grupos sucesores de los paramilitares, las llamadas Bacrim, que cada día afectan más

civiles. (….)La Onic denunció, entre enero y julio, el homicidio de 54 indígenas, entre ellos

19 niños y cinco mujeres y 24 desplazamientos masivos que llevaron a la huida de 9000

indígenas. A junio, la base de datos Noche y Niebla del Cinep, registró más de 600

infracciones graves al DIH por parte de los actores armados. Para ese mismo mes, el

programa Somos Defensores contaba 29 defensores de derechos humanos asesinados y tres

desaparecidos; Fecolper, tres periodistas de radios comunitarias asesinados; y a agosto, la

Central Unitaria de Trabajadores, 13 homicidios de sindicalistas.


689

“Entre los combatientes la guerra también hace estragos. Más de 350 guerrilleros fueron

reportados como muertos en combate por el ministerio de defensa. Casi otro tanto de

miembros de la fuerza pública murió en acción y cerca de 2000 fueron heridos, el número

más alto en los últimos años.

“La guerra es cada día más marginal y poco se siente en las zonas urbanas, pero estas

cifras hablan del impacto que sigue teniendo sobre la Colombia rural y olvidada. De allí, la

obvia importancia de lo que pase en La Habana…..” (op. cit)

El 26 de agosto de 2012, se Firma el ‘Acuerdo general para la terminación del

conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”, en La Habana, Cuba, cuyo texto

resumido fue el siguiente:

“Los delegados del Gobierno de la República de Colombia (Gobierno Nacional) y las

Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP);

Como resultado del Encuentro Exploratorio que tuvo como sede La Habana, Cuba,

entre febrero 23 y agosto 26 de 2012, que contó con la participación del Gobierno de la

República de Cuba y del Gobierno de Noruega como garantes, y con el apoyo del Gobierno

de la República Bolivariana de Venezuela como facilitador de logística y acompañante;

Con la decisión mutua de poner fin al conflicto como condición esencial para la

construcción de la paz estable y duradera;

Atendiendo el clamor de la población por la paz, y reconociendo que:


690

La construcción de la paz es asunto de la sociedad en su conjunto que requiere de la

participación de todos, sin distinción, incluidas otras organizaciones guerrilleras a las que

invitamos a unirse a este propósito;

El respeto de los derechos humanos en todos los confines del territorio nacional, es un

fin del Estado que debe promoverse;

El desarrollo económico con justicia social y en armonía con el medio ambiente, es

garantía de paz y progreso;

El desarrollo social con equidad y bienestar, incluyendo las grandes mayorías, permite

crecer como país;

Una Colombia en paz jugará un papel activo y soberano en la paz y el desarrollo

regional y mundial;

Es importante ampliar la democracia como condición para lograr bases sólidas de la

paz;

Con la disposición total del Gobierno Nacional y de las FARC-EP de llegar a un

acuerdo, y la invitación a toda la sociedad colombiana, así como a los organismos de

integración regional y a la comunidad internacional, a acompañar este proceso;

Hemos acordado:

I. Iniciar conversaciones directas e ininterrumpidas sobre los puntos de la Agenda aquí

establecida, con el fin de alcanzar un Acuerdo Final para la terminación del conflicto que

contribuya a la construcción de la paz estable y duradera.

II. Establecer una Mesa de Conversaciones que se instalará públicamente en Oslo,

Noruega, dentro de los primeros 15 días del mes de octubre de 2012, y cuya sede principal

será La Habana, Cuba. La Mesa podrá hacer reuniones en otros países.


691

III. Garantizar la efectividad del proceso y concluir el trabajo sobre los puntos de la

Agenda de manera expedita y en el menor tiempo posible, para cumplir con las

expectativas de la sociedad sobre un pronto acuerdo. En todo caso, la duración estará sujeta

a evaluaciones periódicas de los avances.

IV. Desarrollar las conversaciones con el apoyo de los gobiernos de Cuba y Noruega

como garantes, y los gobiernos de Venezuela y Chile como acompañantes. De acuerdo con

las necesidades del proceso, se podrá de común acuerdo invitar a otros.

V. La siguiente Agenda:

1. Política de desarrollo agrario integral

El desarrollo agrario integral es determinante para impulsar la integración de las

regiones y el desarrollo social y económico equitativo del país.

1. Acceso y uso de la tierra. Tierras improductivas. Formalización de la propiedad.

Frontera agrícola y protección de zonas de reserva.

2. Programas de desarrollo con enfoque territorial.

3. Infraestructura y adecuación de tierras.

4. Desarrollo social: Salud, educación, vivienda, erradicación de la pobreza.

5. Estímulo a la producción agropecuaria y a la economía solidaria y cooperativa.

Asistencia técnica. Subsidios. Crédito. Generación de ingresos. Mercadeo. Formalización

laboral.

6. Sistema de seguridad alimentaria.


692

2. Participación Política

1. Derechos y garantías para el ejercicio de la Oposición política en general, y en

particular para los nuevos movimientos que surjan luego de la firma del Acuerdo Final.

Acceso a medios de comunicación.

2. Mecanismos democráticos de participación ciudadana, incluidos los de participación

directa, en los diferentes niveles y diversos temas.

3. Medidas efectivas para promover mayor participación en la política nacional,

regional y local de todos los sectores, incluyendo la población más vulnerable, en igualdad

de condiciones y con garantías de seguridad.

3. Fin del conflicto

Proceso integral y simultáneo que implica:

1. Cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo.

2. Dejación de las armas. Reincorporación de las FARC-EP a la vida civil - en lo

económico, lo social y lo político, de acuerdo con sus intereses.

3. El Gobierno Nacional coordinará la revisión de la situación de las personas privadas

de la libertad, procesadas o condenadas, por pertenecer o colaborar con las FARC-EP.

4. En forma paralela el Gobierno Nacional intensificará el combate para acabar con las

organizaciones criminales y sus redes de apoyo, incluyendo la lucha contra la corrupción y

la impunidad, en particular contra cualquier organización responsable de homicidios y

masacres o que atente contra defensores de derechos humanos, movimientos sociales o

movimientos políticos.

5. El Gobierno Nacional revisará y hará las reformas y los ajustes institucionales

necesarios para hacer frente a los retos de la construcción de la paz.

6. Garantías de seguridad.
693

7. En el marco de lo establecido en el Punto 5 (Víctimas) de este acuerdo se esclarecerá,

entre otros, el fenómeno del paramilitarismo.

La firma del Acuerdo Final inicia este proceso, el cual debe desarrollarse en un tiempo

prudencial acordado por las partes.

4. Solución al problema de las drogas ilícitas

1. Programas de sustitución de cultivos de uso ilícito. Planes integrales de desarrollo

con participación de las comunidades en el diseño, ejecución y evaluación de los programas

de sustitución y recuperación ambiental de las áreas afectadas por dichos cultivos.

2. Programas de prevención del consumo y salud pública.

3. Solución del fenómeno de producción y comercialización de narcóticos.

5. Víctimas

Resarcir a las víctimas está en el centro del acuerdo Gobierno Nacional - FARC-EP.

En ese sentido se tratarán:

1. Derechos humanos de las víctimas.

2. Verdad.

6. Implementación, verificación y refrendación

La firma del Acuerdo Final da inicio a la implementación de todos los puntos

acordados.

1. Mecanismos de implementación y verificación.

a. Sistema de implementación, dándole especial importancia a las regiones.

b. Comisiones de seguimiento y verificación.

c. Mecanismos de resolución de diferencias.


694

Estos mecanismos tendrán capacidad y poder de ejecución y estarán conformados por

representantes de las partes y de la sociedad según el caso.

2. Acompañamiento internacional.

3. Cronograma.

4. Presupuesto.

5. Herramientas de difusión y comunicación.

6. Mecanismo de refrendación de los acuerdos.

VI. Las siguientes reglas de funcionamiento:

1. En las sesiones de la Mesa participarán hasta 10 personas por delegación, de los

cuales hasta 5 serán plenipotenciarios quienes llevarán la vocería respectiva. Cada

delegación estará compuesta hasta por 30 representantes.

2. Con el fin n de contribuir al desarrollo del proceso se podrán realizar consultas a

expertos sobre los temas de la Agenda, una vez surtido el trámite correspondiente.

3. Para garantizar la transparencia del proceso, la Mesa elaborará informes periódicos.

4. Se establecerá un mecanismo para dar a conocer conjuntamente los avances de la

Mesa. Las discusiones de la Mesa no se harán públicas.

5. Se implementará una estrategia de difusión eficaz.

6. Para garantizar la más amplia participación posible, se establecerá un mecanismo de

recepción de propuestas sobre los puntos de la agenda de ciudadanos y organizaciones, por

medios físicos o electrónicos. De común acuerdo y en un tiempo determinado, la Mesa

podrá hacer consultas directas y recibir propuestas sobre dichos puntos, o delegar en un

tercero la organización de espacios de participación.

7. El Gobierno Nacional garantizará los recursos necesarios para el funcionamiento de

la Mesa, que serán administrados de manera eficaz y transparente.


695

8. La Mesa contará con la tecnología necesaria para adelantar el proceso.

9. Las conversaciones iniciarán con el punto Política de desarrollo agrario integral y se

seguirá con el orden que la Mesa acuerde.

10. Las conversaciones se darán bajo el principio que nada está acordado hasta que todo

esté acordado.

Firmado a los 26 días del mes de agosto de 2012 en La Habana, Cuba”.

El 4 de septiembre: El presidente Juan Manuel Santos, confirma que las negociaciones

con las Farc comenzarán en octubre de ese año en Oslo, Noruega.

El 18 de octubre: Gobierno y Farc dan a conocer los nombres de los primeros

negociadores de la mesa.

Por el Gobierno: El ex vicepresidente Humberto de la Calle; el alto Comisionado para

la Paz, Sergio Jaramillo; el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi),

Luis Carlos Villegas; y los generales retirados Jorge Enrique Mora Rángel (Ejército) y

Óscar Naranjo (Policía).

Por las Farc: Luciano Marín Arango, alias ‘Iván Márquez’; Rodrigo Téllez, alias

‘Ricardo Téllez’; Jesús Emilio Carvajalino, alias ‘Andrés París’; y Luis Alberto Albán,

alias ‘Marco León Calarcá’. Las Farc piden que Ricardo Palmera, alias ‘Simón Trinidad’,

preso en Estados Unidos, forme parte de su equipo negociador.

El 6 de noviembre: Delgados del Gobierno y las Farc se reúnen en La Habana para

definir detalles logísticos para el inicio del proceso.


696

El 15 de noviembre: instalación formal de la mesa de diálogo entre el Gobierno de

Colombia y la guerrilla de las Farc.

El 19 de noviembre: Las Farc declaran un alto al fuego unilateral entre el 20 de

noviembre y el 20 de enero.

El 20 de noviembre: El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, anuncia que la Fuerza

Pública continuará con sus operaciones a pesar del alto al fuego de la guerrilla.

El 26 de noviembre: Las comisiones negociadores anuncian un foro en Bogotá para que

la sociedad civil exprese sus puntos de vista sobre la negociación.

El 17 a 19 de diciembre: Se realiza en Bogotá, con el auspicio de la Universidad

Nacional y las Naciones Unidas, el ‘Foro de Política de Desarrollo Agrario Integral en

Bogotá’, se recogen propuestas de la sociedad civil y se envían a la mesa de diálogo en

Cuba.

AÑO 2013.

En cuanto al proceso de paz con la insurgencia de las Farc, este se desarrollo asi:

El 21 de enero: Se inicia segundo ciclo de negociaciones entre las partes. Termina el

cese del fuego unilateral de las Farc.

El 23 de febrero: El presidente Juan Manuel Santos amenaza con levantarse de la mesa

si el proceso no avanza.
697

El 7 de abril: Las Farc agregan a su equipo negociador a Judith Simanca Herrera alias

‘Victoria Sandino Palmera’, y dos guerrilleros más conocidos con los alias de ‘Freddy

González’ y ‘Lucas Carvajal’. Pocos días después después se suman a ellos Jorge Torres

Victoria, alias ‘Pablo Catatumbo’.

El 9 de abril: Primera gran ‘Marcha Nacional en apoyo al Proceso de Paz’. Participan el

presidente Santos y varios movimientos sociales y campesinos.

El 23 de abril: Se reinician los diálogos de paz. Las partes, en comunicado, celebran la

marcha del 9 de abril.

El 28 de abril: La Universidad Nacional y las Naciones Unidas organizan el ‘Foro de

participación política con la población civil’, en Bogotá.

El 26 de mayo: Seis meses después de iniciar los diálogos, las Partes anuncian que se

llegó a un primer acuerdo sobre el primer punto de la agenda: política de desarrollo

agrario.

El 11 de junio: Comienza la discusión del segundo punto de la agenda: participación

política.

El 5 de Agosto: Las Farc plantean crear una ‘Comisión de la Verdad’ para establecer

responsabilidades por los crímenes de lesa humanidad cometidos a lo largo del conflicto.

El 20 de agosto: Por primera vez las Farc aceptan que a lo largo del conflicto han

dejado víctimas.
698

El 9 de septiembre: Los equipos negociadores les piden a la Universidad Nacional y a

las Naciones Unidas que organicen un nuevo foro, esta vez sobre el problema de las drogas

ilícitas, que corresponde al cuarto punto de la agenda.

El 24 a 26 de septiembre: Se realiza en Bogotá el ‘Foro solución al problema de las

drogas ilícitas’.

El 25, 26 y 27 de septiembre: Las Farc, a través de su máximo jefe alias ‘Timochenko’,

amenazan con romper la confidencialidad del proceso y revelar detalles de la mesa de

discusión.

El 1 de Octubre de 2013: En San José del Guaviare (Guaviare) se realiza otra versión

del ‘Foro solución al problema de las drogas ilícitas’.

El 8 de octubre: El presidente Juan Manuel Santos propone suspender los diálogos de

paz durante la temporada electoral de 2014. Las Farc dicen que el tema no se ha planteado

en la mesa.

El 6 de noviembre: Las partes anuncian que se llega a un acuerdo sobre el segundo

punto de la agenda: la participación en política de miembros de las Farc.

Para el año 2013, dos años después de la promulgación de la Ley 1448 de 2011, los

resultados prácticos tampoco se han visto en cuanto las víctimas – que suman millones en

todo el país- no han recibido aún la módica suma de 40 salarios mínimos legales

mensuales vigentes para la fecha de los hechos como indemnización por haber perdido a

sus padres, sus hermanos, sus hijos, sus parientes a manos del paramilitarismo, pero por lo
699

menos se resalta la buena intención del gobierno en reconocer, favorecer, proteger y aún

indemnizar a los millones de víctimas del conflicto armado en Colombia.

Otra vez: con Leyes no se acaban las guerras…………

Por eso, quien firma como Carcabed (2011) señala:

“A pesar de la desmovilización de todos los bloques que hacían parte de las AUC junto

con sus máximos líderes o comandantes como se hacían llamar en el año 2001 como se

mencionó anteriormente al hablar de la Ley de Justicia y Paz, el fenómeno del

paramilitarismo sigue rampante y campante a lo largo y ancho del país pero nuevamente ha

mutado y cambiado de nombre hoy llamados “Bacrim” (Bandas de Criminales) o también

“Narco paramilitares” ya que dejaron la lucha antisubversiva para convertirse en

verdaderos ejércitos al servicio de los narcotraficantes cuidando sus sembrados de coca y

amapola lo mismo que los laboratorios donde procesan estos alcaloides y que están

ubicados en la selva.

“Los grupos narco paramilitares aún cuentan en Colombia con al menos seis mil

combatientes armados que se han reagrupado después de que concluyó en el año 2006 la

desmovilización de las AUC, de acuerdo con el estudio del Instituto de Estudios para el

Desarrollo y la Paz INDEPAZ, durante el primer semestre del 2010, se ha reportado

presencia de dichos grupos en al menos 314 municipios de 27 de los 32 departamentos.

“Estos grupos emergentes con mayor injerencia en el país son: Los Rastrojos es el

grupo de más presencia nacional con actividad en 16 departamentos y 162 municipios;

luego está el de Los Urabeños, presente en 13 departamentos y 150 municipios y en tercer

lugar se sitúan Las Águilas Negras, quienes actúan en 18 regiones y 78 municipios; en los

siguientes lugares están Los Paisas, el Ejército Revolucionario Popular Antisubversivo de


700

Colombia, ERPAC; la Oficina de Envigado, las Autodefensas Unidas del Casanare, las

Autodefensas Unidas de Nariño, las Autodefensas del Llano, Cacique Pinintá, Renacer y

Nueva Generación.

“En las regiones donde hacen presencia estos grupos armados se han incrementado

fuertemente la violencia y las víctimas de las acciones de estos grupos al margen de la Ley

han aparecido despedazados con hachas y machete tal como ha sido el modus operandi de

los paramilitares…….”(op. cit. pag. 35 y ss):

Aparte de lo anterior las Fuerzas Armadas oficiales (ejército, policía, armada, aviación,

CTI), también han incrementado su actividad en la guerra, tal como lo señala el citado autor

en el libro de la referencia (pag, 78,79):

“…..nuestro ejército nacional es considerado en estos momentos la fuerza militar mejor

entrenada del mundo en lucha antiguerrillera ejemplo de ello es la FUDRA (Fuerza de

DespliegueRápido); el 7 de diciembre de 1998 el entonces presidente de Colombia Andrés

Pastrana Arango activó en una imponente parada militar en las instalaciones del Batallón de

helicópteros con sede en la base militar de Tolemaida, los que a partir de ese momento se

llamaría la FUDRA, la Máquina de Guerra del Ejército Colombiano.(……). Además de la

FUDRA el Ejército creó la Fuerza de tarea OMEGA, que la componen 15.000 hombres del

Ejército, Armada y Fuerza Aérea quienes se internaron en la selva para asegurar que el plan

estratégico de las FARC que buscaba la toma del poder fracasara…………” (op.cit).

Bajo el gobierno de Juan Manuel Santos (2011-2014) en el año 2013 se da inicio a las

llamadas Conversaciones de Paz entre las FARC y el gobierno nacional en La Habana,

Cuba, las cuales de acuerdo a un calendario establecido se han tardado todo el año. Debe

resaltarse que la intención del gobierno nacional parece ser sincera y desear llegar

realmente a un acuerdo que ponga fin al conflicto, mientras de parte de las FARC parece
701

imponerse una posición demagógica tendiente a la dilación de las negociaciones, mientras

amplios sectores reaccionarios de la derecha se oponen decididamente a que se llegue a un

acuerdo de paz entre las partes.

Sin embargo, llegado el año 2013: ¿ha terminado la violencia en Colombia?.

Para responder esta pregunta vale la pena trascribir en su totalidad un artículo publicado

en la revista SEMANA, N°1650 del 16 de diciembre de 2013, número especial dedicado al

resumen de “Colombia y el Mundo 2013” (pag.66) que sobre el orden público en el año

2013 señala:

“LA BATALLA CONTRA EL NUEVO ENEMIGO.

“El 2013 se caracterizó por ser el año de quiebre en la guerra contra las bandas

criminales que se trasformaron en el principal desafío estratégico de seguridad.

“Desde hace unos pocos años el término bacrim (Bandas Criminales) dejó de ser

extraño para la mayoría de los colombianos. Tras finalizar la desmovilización de los grupos

paramilitares en 2007 y la posterior extradición de los principales jefes de las autodefensas

a Estados Unidos, un año despúes, el país sufrió la atomización y multiplicación de

numerosas estructuras conformadas por exintegrantes de las autodefensas. Estas invadieron

prácticamente todos los departamentos del país usando una diversidad de nombres como las

Aguilas Negras, Los Paisas, Los Rastrojos o Los Urabeños, entre muchos otros.

“Para comienzos de 2009, en el territorio nacional estaba documentada la existencia de

33 grupos ilegales con un poco más de 5.000 hombres. Las Bacrin terminaron creciendo

rápidamente alimentadas gracias a una macabra alianza que se gestó paradójicamente,

gracias al éxito de la policía y el Estado en la lucha contra los grandes capos y carteles. La

mayoría de los narcos importantes fueron capturados, extraditados o muertos, y sus

organizaciones desarticuladas, como ocurrió con el cartel del Norte del Valle o la Oficina
702

de envigado. Los sobrevivientes buscaron y encontraron refugio en aliarse con las nacientes

bacrim. Ese nuevo monstruo se caracterizó por acudir a las extorsiones masivas

indiscriminadas, los secuestros y el narcotráfico, algunas en sociedad con frentes de las

Farc. El microtráfico y el control de las llamadas ollas en las ciudades se trasformaron en

una importante fuente de ingresos.

“El gobierno por medio de unidades claves de la policía como la Dipol, la Dijin, la

Dirección antinarcóticos y el Gaula redefinieron la estrategia para enfrentar ese nuevo

enemigo. Empezaron a atacar organizaciones criminales y a capturar desde los líderes hasta

los integrantes más rasos. En los últimos cuatro años arrestaron más de 3000 integrantes y

de 33 bacrim quedaron sólo tres en 2013. El año cerró con algunos reductos de Los

Rastrojos en el Valle y disidencias del Erpac en el Meta. La única bacrim relevante es Los

Urabeños.

“No obstante, esto no quiere decir que no sea un peligro latente para la seguridad. Por

el contrario. Aunque durante este año 1438 de sus integrantes fueron capturados y se les

incautaron 14 toneladas de droga, Los Urabeños son un desafío y una tarea aún pendiente.

Comandados por Dairo Usuga, alias Otoniel, desde las selvas de Uraba, son unos 2600

hombres con presencia en 99 municipios de 11 departamentos. Anualmente exportan 117

toneladas de cocaína, lo que los ha trasformado en la mayor estructura traficante de droga

en la actualidad. Para sostener esa amplia presencia han acudido a viejas tácticas usadas por

los mafiosos. Por las buenas o por las malas, dinero o balas, han comprado grupos enteros

de delincuentes comunes en Meta, Nariño, Valle o el Eje Cafetero, los cuales trabajan para

ellos bajo franquicias de Urabeños.

“Detrás de esa estrategia de alianzas mafiosas también hay una compleja táctica política

que busca eludir la persecución en su contra y tratar de hacerse pasar como un grupo
703

contra-insurgente con la intención de conseguir eventuales beneficios. Mediante una

estrategia jurídica y mediática, de la cual hace parte uno de sus jefes capturados, Henry de

Jesus López, alias “Mi Sangre”, detenido en Argentina desde octubre de 2012, los

Urabeños han distribuido miles de panfletos en los que se autodenominan “Autodefensas

Gaitanistas de Colombia (AGC).

“Con ellos buscan emular las desaparecidas AUC. Han creado estatutos políticos y en

algunas apariciones ante los medios simulan ser una organización con líneas de mando

definidas y estructuras militares y políticas. Algo que solo existe en el papel.

“El objetivo es buscar algún beneficio en el marco del proceso de paz de La Habana y

la razón para esta artimaña tiene que ver en que toda la fuerza del Estado se ha volcado

contra los Urabeños y es poco probable que resistan este embate. De hecho, al cierre de esta

edición se completaba una semana del más grande despliegue de hombres que se ha hecho

desde la persecución contra el cartel de Cali. Más de 2000 policías fueron enviados a

diferentes zonas de Uraba y Antioquia en una ofensiva de varias semanas cuyo objetivo es

acabar o por lo menos dejar heridos de muerte a Otoniel y Los Urabeños, las grandes

amenazas con las que termina el año 2013”. (op. cit).

Que tristeza tan grande que estos criminales paramilitares acudan al sagrado nombre de

Jorge Eliecer Gaitan, para autodenominarse, cuando obviamente no tienen ni siquiera

conocimiento mínimo de lo que representaba, por que luchaba y quién fue Gaitán, para

manchar su nombre y su memoria con la absurda utilización de su nombre.

De otro lado, lástima que el periodista que redacto esta columna de la Revista

SEMANA del 16 de diciembre de 2013, habla de “el más grande despliegue de hombres

que se ha hecho..”, refiriéndose a la suma de dos mil policías, contra las bacrim:

seguramente no sabe o no recuerda que hace cuarenta y nueve (49) años, en 1964, el
704

Estado colombiano desplegó no dos mil policías, sino dieciseismil (16.000) soldados

apoyados por docenas de aviones bombarderos norteamericanos y helicópteros contra

cuarenta y nueve ex guerrilleros liberales que trabajaban desarmados en Marquetalia.

Lo cierto es que estas bandas criminales, hoy comandadas por Dairo Usuga, constituyen

una enorme fuerza paramilitar montada- como las AUC- para la defensa de la clase

burguesa dirigente y de la conservación del Estado y el orden de cosas existente desde antes

de 1819, que cuentan con el respaldo de esa clase dirigente a quienes defienden:

Por eso, la Profecía se siguió cumpliendo y repitiendo: Y Ríos de Sangre inundarán el suelo

colombiano…..

AÑO 2014.

El año comienza con la continuación de la Guerra Civil que enfrenta a los ejércitos

defensores unos de la clase dirigente y otros de la población marginada, igual que ha

venido sucediendo desde 1930 y desde antes.

Ocho soldados del Batallón Magdalena en Pitalito afrontan juicio por falsos positivos.

Al efecto se trascribe la noticia publicada por el diario “La Nación” de Neiva del día 13 de

enero de 2014:

“Militares a Juicio por Falso Positivo.

“Ocho soldados afrontan desde hoy en juicio oral en su contra, por el asesinato de dos

jóvenes habitantes de la calle en Neiva y que presentaron como “extorsionistas dados de

baja” en zona rural del municipio de Suaza, en febrero de 2008.

“El testimonio de dos campesinos, uno de ellos una supuesta víctima de extorsión,

serían escuchados como testigos de la Fiscal 58 de Derechos Humanos y Derecho


705

Internacional Humanitario en el juicio que presidirá el Juez Segundo Penal Especializado

de Neiva con funciones de conocimiento.

“La fiscal en la audiencia preparatoria manifestó que con los elementos probatorios

demostrará la responsabilidad de los uniformados Jairo Alonso Carvajal, Felipe Andres

Calderón, Henry Lozano, José Aníbal Trujillo Hernandez, Julio Cesar Ramos Zapata, José

Fidel Orjuela López, Juan José González y Oscar Cárdenas Sánchez, en los hechos

investigados. El grupo de militares del entonces pelotón Azteca Dos del Batallón

Magdalena con sede en Pitalito, fueron acusados del delito de homicidio en persona

protegida en concurso homogéneo, tras la muerte de Juan Perdomo Claros y Albert

Augusto Lizcano Cedeño, quienes eran habitantes de la calle en la capital huilense.

“El crimen de los dos jóvenes ocurrió en un aparente combate contra bandas de

extorsionistas en la vereda La Palma en el municipio de Suaza, el 15 de febrero de 2008.

La unidad militar reportó que junto con los supuestos extorsionistas fueron encontrados un

revólver calibre 38 y una pistola Prieto Bareta.

“Sin embargo la fiscalía señaló que con la investigación adelantada se puede inferir

razonablemente que Claros y Lizcano Cedeño no fueron dados de baja en combate “sino

que fueron ejecutados en forma extrajudicial o ajusticiados y el caso corresponde a un falso

positivo”. Una de las pruebas claves del ente acusador anunciadas ayer es el testimonio de

la supuesta víctima a la que los dos jóvenes le estaban exigiendo dinero a cambio de no

atentar contra su vida. El testigo dará fe de que no se dio ninguna extorsión, dijo la

delegada del ente acusador. La presunta víctima confesó a los investigadores de la fiscalía

que “miembros del Ejército le pagaron la suma de 500 mil pesos para que en su declaración

rendida ante el Juzgado Penal Militar dijera que estaba siendo víctima de extorsión por

parte de ellos, Juan y Albert.


706

“La fiscal anunció además que otro campesino de la región donde fueron asesinados

Claros y Lizcano Cedeño, el día de los hechos no se presentaron enfrentamientos. La

delegada del ente acusador también llevará a juicio oral el testimonio del administrador de

la casa de paso del habitante de la calle en Neiva “ hablará de la calidad de habitante de la

calle de Albert Augusto”. Mientras que el Juan Perdomo reyes, padre de Juan José

Perdomo Reyes en el juicio confesará que su hijo era drogadicto y no pertenecía a ningún

grupo armado al margen de la ley, sostuvo la fiscal.” (op. cit)

¿Y dónde están los oficiales que dieron las órdenes a los soldados de asesinar a estos

dos jóvenes? . Porque los soldados rasos no obran por cuenta propia……

El año 2014 comienza con una dura arremetida represiva del ejército contra las Farc en

todo el país, que hasta el 24 de enero deja más de 32 guerrilleros muertos, por lo que el

“Diario del Huila” del 21 de enero de 2014, tituló, “Sangrientos Combates en Arauca” :

“De acuerdo con el comando general, en los primeros 20 días de 2014 han muerto en

acción 14 guerrilleros de las Farc y del ELN y otros tres han sido detenidos, mientras que

en todo el país han fallecido 18 y 40 fueron capturados”.

El 23 de enero de 2014 el “Diario del Huila” presenta la siguiente información:

“Cayó cabecilla de la columna Héroes de Marquetalia”:

“El flaco Arlex, comandante de la estructura Héroes de Marquetalia de las Farc, fue uno

de los guerrilleros caídos en la operación realizada en el municipio de Planadas, Tolima.

Según fuentes oficiales, esta célula insurgente afectaba a la población de la zona a través de

extorsiones y secuestros.

“La acción militar que dejó siete bajas, cinco heridos y dos mujeres entre ellas una

menor de edad, se realizó a las tres de la madrugada del pasado lunes. Dos horas después,

en las labores de inspección fueron encontrados diecisiete fusiles, seis lanzagranadas,


707

municiones de guerra y abundante material logístico entre víveres y morrales. Las

aeronaves de bombardeo partieron desde la terminal de Palanquero en Puerto Salgar

(Cundinamarca) y los helicópteros de Ibague. 60 integrandes de las fuerzas armadas

participaron de la operación que usó bombas de doscientos kilos. El campamento destruido

tenía capacidad para cuarenta personas aproximadamente. Por otra parte en vista Hermosa,

Metas, trece guerrilleros quedaron fuera de combate en diligencias militares adelantadas

ayer.” (op. cit).

El día 23 de febrero, en Arauca, grupos paramilitares cometen un atentado criminal

contra la vida de la candidata presidencial de la Unión Patriótica, UP., Aida Abella, cuyos

vehículos reciben 14 disparos de fusil. Ante el hecho, la gran prensa escasamente lo registra

sin darle mayor importancia y el ejército culpa a las Farc del atentado. El hecho queda en la

impunidad y el olvido de la prensa que se ocupa de las noticias de la campaña electoral

2014.

Mientras tanto, las elecciones legislativas del 9 de marzo de 2014 muestran con sus

resultados, en los que triunfó ampliamente la Derecha sectaria y guerrerista, que el país

sigue en manos de Los mismos con las mismas y que como vamos, pasara quien sabe

cuánto tiempo para que termine la Guerra Civil Colombiana y mientras tanto,

Ríos de Sangre continuarán inundando el suelo colombiano……

Las elecciones presidenciales en Colombia –desde siempre- no han tenido ninguna

consecuencia en cuanto influyan o no en la guerra civil que ha azotado de siempre al país,

porque sea quien sea el presidente de la república, la guerra ha continuado en tanto todos

los presidentes pertenecen a la burguesía dominante y representan la continuidad del

sistema capitalista, la represión y negación de los derechos del pueblo marginado.


708

Pero las elecciones del 15 de junio de 2014, entre los candidatos burgueses Juan

Manuel Santos y Oscar Ivan Zuluaga, asumen una importancia diferente, por cuanto en

ellas el pueblo ha tenido la oportunidad de escoger entre dos opciones claras: continuar con

el proceso de paz con las Farc y el ELN con la esperanza de alcanzar el fin de la centenaria

Guerra Civil, con el consecuente final de la ola de violencia fratricida, aunque no importa

que el sistema siga siendo el mismo y la burguesía gobernante la misma y no importa que el

pueblo continúe sumido en la pobreza y la marginalidad, explotado y oprimido: la Vida está

primero. Opción pacifista representada por el presidente Juan Manuel Santos.

Siendo la otra opción – la de Oscar Ivan Zuluaga- la de cancelar los diálogos de paz con la

guerrilla, emprender un baño de sangre con el despliegue de una ofensiva militar contra las

Farc, el ELN y el pueblo en general, el rencauche del para militarismo, la puesta de los

servicios de ejército, policía, armada, CTI a la defensa del estado, el aumento de la

represión y el desconocimiento de todos los derechos del pueblo bajo la demencial

inspiración del ex presidente Alvaro Uribe Velez.

Los resultados de las elecciones del 15 de junio de 2014 fueron estos:

Juan Manuel Santos…………………….7.816.986 votos.

Oscar Iván Zuluaga …………………….6.905.001 votos.

Juan Manuel Santos fue reelegido presidente de Colombia, refrendando estas elecciones

su compromiso con la Paz del país.

Eso significa que casi SIETE MILLONES (6.905.001 votos) de personas Votaron POR

LA CONTINUACION DE LA GUERRA Y EN CONTRA DE LA PAZ: Es absolutamente

increíble que en un país azotado por una guerra civil de dos siglos, SIETE MILLONES DE

COLOMBIANOS sean partidarios de la Guerra, oponiéndose a la Paz. Sencillamente,

increíble…….
709

Como la prensa constituye una fuente directa de la historia, se transcribe parte del

editorial del periódico “La Nación” de Neiva, del 16 de junio de 2014 :

“Los colombianos toman la decisión democrática de reelegir a Juan Manuel Santos

Calderón como presidente para el período 2014-2018. No hay objeción frente a esa

voluntad expresada en las urnas y lo que queda, de hoy en adelante, es deponer los odios,

las rencillas, las controversias y las incidencias tan lamentables ocurridas durante el debate

electoral, que han ubicado este proceso como uno de los más sucios en la historia reciente

del país. Atrás deben quedar esos aspectos que ensombrecieron, en gran medida, lo que

debía ser no más que rivalidad de ideas, propuestas y personalidades; buena parte de ello

quedó opacado por graves acusaciones mutuas que desviaron el interés real de loque

significa escoger la jefe del estado.

“Al presidente reelecto le queda ese primer reto desde hoy: hacer un llamado a la

concordia, al diálogo civilizado y a la unidad del país en torno a los asuntos fundamentales;

en los demás, como corresponde a los postulados de la democracia, vendrá la natural

relación Gobierno-oposición. Y en segundo lugar, continuar con un proceso de paz que ya

ha expuesto acuerdos serios, que tiene documentos esenciales para intentar que se llegue a

una firma final del llamado “Acuerdo general para la terminación del conflicto y la

construcción de una paz estable y duradera”. En este campo, el presidente recibió un claro

mandato para la paz.

“Y el tercer frente es el de seguir conduciendo al país hacia la senda del progreso, del

desarrollo, del crecimiento económico – eso si, con equidad y reduciendo los altos niveles

de desequilibrio social- y generando muros de contención para evitar que la globalización

del comercio, a la que hemos entrado con todo a través de los TLC, destruya áreas sensibles

como los sectores agropecuarios.(……)”.(op. cit).


710

Vencedora la opción pacifista, la historia nos dirá mañana que sucedió, pero mientras

llega el juicio de ésta, María Teresa Ronderos, nos relata así la continuación de la violencia

paramilitar en su tantas veces citado libro “Guerras Recicladas”:

“En efecto, algunas de las bandas que tomaron al principio diversos nombres como

Aguilas Negras, Paisas, Organización de Nueva Generación, Rastrojos, entre otras, fueron

lideradas por jefes paramilitares que se habían salido temporalmente del proceso o habían

conseguido huir, cuando vieron que el gobierno no les iba a cumplir el cielo prometido.

También las hubo creadas por sus lugartenientes que nunca se desmovilizaron; otras por

narcotraficantes y demás negociantes de lo ilícito que fueron sus financiadores; y aun otras,

por cómplices que querían afianzar su cosecha de la guerra: grandes extensiones de tierra

usurpada a los campesinos, contratos de servicios públicos sonsacados a para-funcionarios

o poder político local. Así, por ejemplo, “Los Nevados”, una banda que quiso quedarse con

los negocios clandestinos de la Costa Caribe que dejó sueltos Mancuso cuando se

desmovilizó, estaba comandada por los mellizos Mejía Múnera, jefes del Bloque

Vencedores de Arauca, que se salío del proceso. Hasta tanto el gobierno no capturó a uno y

mató al otro en abril de 2008, su grupo alcanzó a causar una gran violencia en el Caribe y

en Arauca. También Daniel Rendón, alias “Don Mario”, había montado un grupo llamado

“Los Urabeños”, en el norte de Antioquia. Según él confesó después, tenía la orden de

Vicente Castaño de revivir el paramilitarismo. Aunque Rendón fue capturado en abril de

2009, este grupo siguió creciendo y ensanchándose y en 2012 ya contaba con casi 2000

hombres y estaba presente en 337 municipios, la tercera parte del país.

“Según informe de la Corporación Nuevo Arco Iris, que dio estos datos, las pequeñas

bandas que quedaron después de la desmovilización paramilitar “pasaron a formar parte de


711

los brazos criminales de “Rastrojos” y “Urabeños”, montando un complejo poder

delincuencial”. Con el agravante de que estas alianzas de bandas, sobre todo los

“Urabeños”, no solo estaban inmersas en el narcotráfico, sino que su poder de intimidación

sobre la gente se probó todavía demasiado fuerte (……)

María Teresa Ronderos, en el citado libro, “Guerras Recicladas”, señala que estas

bandas de criminales al servicio del estado burgués se definieron desde el 25 de septiembre

de 2013 como “una organización político-militar de resistencia civil en armas, de carácter

social, transitoriamente en la ilegalidad” (pag. 377)”.-

La Violencia ha cambiado de nombres, pero no de víctimas: ya no se llaman liberales y

conservadores, ni chulavitas, ni pajaros, ni bandoleros ni guerrilleros, ni autodefensas ni

paramilitares: ahora se llaman “Bacrim”, “Rastrojos” , “Aguilas Negras”, “Oficina de

Envigado”, Ejército, Policía, Armada, Aviación, CTI, pero las víctimas si siguen siendo los

mismos de siempre: los que cometen el grave delito de pensar por sí mismos, de reclamar

algún derecho, de denunciar algún crimen o corrupción, quien es diferente, quien disiente,

el negro, el afro, el indio, el que tenga una orientación o instinto sexual diferente (LGTB),

el obrero, el sindicalista, el campesino.

Al paso que vamos llegaremos al año 2116 y seguiremos en los mismos con las mismas

y ampliando esta roja historia de horror e injusticia sin fin.

Uno de los hechos más importantes del año 2014 fue el fallo proferido por la Corta

Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), condenando al Estado Colombiano por la

masacre del Palacio de Justicia, cometida por el gobierno de Belisario Betancourt, el 6 y 7


712

de noviembre de 1985, por la desaparición, tortura y asesinato de cientos de personas

civiles a manos del ejército comandado por el mayor Alfonso Plazas Vega.

Por su importancia, se trascribe el artículo publicado por la Revista Semana N° 1702

del 14 de diciembre de 2014 sobre el tema:

“En un minucioso y extenso fallo de 232 páginas, la Corte Interamericana de Derechos

Humanos (CIDH) decidió esta semana declarar culpable al Estado colombiano por la

desaparición forzada, la ejecución extrajudicial o por las torturas que sufrieron 17 personas

en la toma y retoma del Palacio de Justicia durante el 6 y 7 de noviembre de 1985.

“Al examinar y fallar uno a uno los casos, la Corte determinó que el Estado es

responsable por la desaparición forzada de 11 personas, entre los que se encontraban siete

empleados de la cafetería, dos visitantes, la guerrillera del M-19 Irma Franco Pineda y el

magistrado auxiliar del Consejo de Estado, Carlos Horacio Urán Rojas, quien según la corte

salió con vida del Palacio y fue asesinado.

“Si bien la Corte no fue más allá de lo que durante años se ha ido tejiendo a través de

investigaciones periodísticas, de las denuncias de los familiares y abogados, de fallos

judiciales de las cortes colombianas o del mismo informe de la Comisión de la Verad

promovido por la Corte Suprema en 2006, el hecho de que la justicia internacional

decidiera actuar contra el Estado, no sólo para reparar a las víctimas sino para obligarlo a

seguir con las investigaciones y contar la verdad de lo que allí ocurrió, llega a un momento

complejo para el país y amenaza con convertirse en una bomba de tiempo.

“Por una parte, la Corte Suprema de Justicia se dispone a estudiar una ponencia del

magistrado Luis Guillermo Salazar en la que solicita absolver y darle libertad al coronel
713

Alfonso Plazas Vega, quien comandó la retoma del Palacio, porque no existen pruebas

contundentes que demuestren la responsabilidad del alto oficial en la desaparición de

personas. Este caso se ha convertido en un punto de honor de los militares, de la derecha y

del Centro Democrático, que sienten que mientras que en La Habana se les va a dar perdón

y olvido a los comandantes de las Farc por todos sus crímenes, a los uniformados se les

castiga con cárcel por cumplir su misión constitucional.

“El fallo es un baldado de agua fría para la defensa de Plazas, pues tal y como lo dijo a

la prensa el abogado Jorge Molano, quien representa a las familias de varios de los

desaparecidos, la justicia colombiana no puede ir en contravía del fallo de la Corte, en el

que queda claro que 11 personas fueron desaparecidas, otras asesinadas y cinco torturadas,

entre otros delitos.

“De todas las pruebas, testimonios y documentos recogidos por la Corte quedó claro

que los agentes del Estado determinaron como hipótesis, que desde la cafetería del Palacio

se debieron surtir las armas y provisiones para los guerrilleros del M-19 y que por lo tanto,

quienes estaban en ese sitio eran un objetivo para ser interrogados. Por eso, al salir con vida

del Palacio, los empleados de la cafetería y demás sospechosos fueron llevados a la Casa

del Florero.

“Todo indica que posteriormente estas personas fueron llevadas al Cantón Norte y al

Batallón de Inteligencia Charry Solano en donde fueron interrogados, torturados y muy

seguramente asesinados, pues para la corte es claro que “existió un modus operandi

tendiente a la desaparición forzada de personas consideradas sospechosas de participar en la

toma del Palacio de Justicia o colaborar con el M-19”.


714

“Además de condenar al Estado por estas desapariciones, la Corte también lo hizo

responsable de las detenciones arbitrarias e ilegales, así como de las torturas y tratos crueles

a los que fueron sometidos los estudiantes de la Universidad Externado, Yolanda

Santodomingo y Eduardo Matson Ospina, así como los de Orlando Quijano y José Vicente

Rubiano Galvis, quienes fueron considerados sospechosos de colaborar con el M-19.

“Los dos estudiantes del Externado, que estaban en el Palacio haciendo una tarea,

fueron llevados al segundo piso de la Casa del Florero donde fueron sometidos a largos

interrogatorios, golpeados y vejados. Ellos no fueron incluidos en la lista de sobrevivientes

y fueron llevados a la Dijin para hacerles la prueba del guantelete. De allí, los trasladaron al

Batallón Charry Solano donde, vendados y esposados, fueron sometidos a nuevos

interrogatorios y agresiones físicas.

“No se sabe si estos dos jóvenes se salvaron por las presiones del entonces rector de la

Universidad Externado, Fernando Hinestroza; o del tío del joven, quien era el gobernador

de Bolívar. “Los dos iban en camino de ser desaparecidos, tal y como ocurrió con los otros

pero por las presiones fueron liberados, pidiéndoles disculpas y diciéndoles que todo era un

error”, dijo el ex magistrado Nilson Pinilla, quien también hizo parte de la Comisión de la

Verdad creada por la Corte Suprema en 2005, cuyo informe fue fundamental para el fallo

de la Corte Interamericana.

“El tribunal obliga al Estado a publicar el resumen de la sentencia en el Diario Oficial

y en un diario de amplia circulación nacional, publicitarlo en una emisora radial y un medio

televisivo de cobertura nacional. También tiene que realizar un documental audiovisual

“sobre los hechos y victimas del caso y la búsqueda de justicia de sus familiares, con
715

fundamento en los hechos establecidos en esta sentencia, teniendo en cuenta para ello la

opinión de las víctimas y sus representantes”, que deberá emitirse en un canal de televisión

de difusión nacional.

“El ministro del interior, Juan Fernando Cristo, declaró que “el gobierno cumplirá

estrictamente la decisión y la justicia colombiana seguirá con la búsqueda de los

responsables”. Además, informó que ya se contaba con los recursos necesarios para las

indemnizaciones.

“Dentro de la sentencia, la Corte le hizo un llamado al Estado para que haga una

versión de lo que ocurrió en el Palacio de Justicia. Y eso es lo que muchos han evitado en

los últimos 29 años. Según la Corte, los familiares y defensores de las víctimas que trataron

de averiguar por la suerte de sus familiares o denunciaron su desaparición, fueron

sistemáticamente amenazados o intimidados. A esto se suma, según el expediente de la

Corte Constitucional Nilson Pinilla, “después de la toma y retoma del Palacio se hizo un

pacto al más alto nivel para que todo quedara en silencio. Por eso, durante 29 años hay

algunos culpables ante la historia y pocos ante la justicia”.

“Ahora la Corte le exige al gobierno acelerar las investigaciones, encontrar los cuerpos

de los desaparecidos, buscar a los culpables de las desapariciones y demás delitos y contar

la verdad, se va a abrir de nuevo una de las heridas más grandes de la historia moderna del

país.

“Alejandra Rodríguez, vocera de los familiares desaparecidos, dijo a Semana.com que

el fallo es dignificante, “nos renueva la esperanza de seguir adelante, a la espera que la

justicia dentro del país actué, porque más allá de la reparación económica, lo que queremos
716

es que haya verdad, que sepamos qué pasó con nuestros seres queridos y que el Estado le

dé celeridad a los procesos para determinar los responsables. Por ejemplo, el expresidente

Belisario Betancourt dijo públicamente que él asumía toda la responsabilidad, pero nada ha

pasado”.

“El fallo advierte que frente al expresidente, “la corte no es un tribunal penal que

analiza la responsabilidad de los individuos, por lo que el objeto del presente caso no se

refiere a la inocencia o culpabilidad de las distintas autoridades estatales que presuntamente

participaron de los hechos del caso, sino a la conformidad de los actos estatales con la

Convención Americana. Por tanto, en el presente caso la Corte no se pronunciará sobre la

alegada responsabilidad penal de Betancurt ni de cualquier otra persona, ya que esto es

materia de la jurisdicción interna colombiana”

“Jorge Molano, uno de los abogados que representa a los familiares de las víctimas,

señaló que con el fallo de la Corte van a promover acciones legales contra Belisario

Betancurt y los miembros del consejo de ministros de ese entonces, “para que ya que no

han dicho la verdad, por lo menos paguen de sus bolsillos las indemnizaciones de los 138

familiares de las víctimas del Palacio y así la plata no tenga que salir del erario público”.

“Por su parte, el general retirado Jaime Ruiz, director de Acore, dijo que, “El fallo es

nefasto. No sólo va contra el honor de las Fuerzas Armadas, sino de los colombianos que

deben pagar de sus bolsillos la indemnización. Al final los que defendieron legal y

constitucionalmente al Estado, terminaron en la cárcel y los guerrilleros que se tomaron el

Palacio están libres y ejerciendo cargos”.(…..)


717

“Aunque el desenlace de la semana pasada de este triste y largo episodio deja una

sensación de justicia, la verdad es que es una justicia incompleta. El Estado cometió

excesos imperdonables el día del holocausto y está bien que se le llame a rendir cuentas.”.

Que no se olviden nunca los nombres de los civiles desaparecidos, torturados y

asesinados por el ejército al mando del mayor Alfonso Plazas Vega, el 6 y 7 de noviembre

de 1985 en el Palacio de Justicia: Carlos Horacio Urán Rojas; Carlos Augusto Rodríguez

Vera; Cristina del Pilar Guarin; David Suspes Celis; Rosa Castilblanco; Héctor Jaime

Beltrán Fuentes; Bernardo Beltrán Hernández; Gloria Stella Lizarazo Figueroa; Luz Mary

Portela León; Irma Franco; Gloria Anzola de Lanao; Lucy Amparo Oviedo Bonilla; Norma

Constanza Esguerra Forero y otros cientos anónimos …..

El libro “Guerras Recicladas”, de María Teresa Ronderos, termina con la siguiente

página que vale la pena transcribir como documento histórico necesario:

“La reflexión que queda del largo gobierno de Álvaro Uribe Vélez, a pesar de los éxitos

en seguridad aparentes, es que el conflicto armado colombiano no se puede superar sólo

con la “mano firme”, como intentó con las Farc, ni tampoco con el “corazón grande”, que

ensayó con el paramilitarismo. Como se ha visto a lo largo de este libro, se necesita

cambiar el modelo mismo de cómo la dirigencia nacional ha concebido y organizado la

gobernabilidad política y el monopolio de la fuerza en las regiones. Se necesita contar con

las gentes de los territorios aislados para protegerlos de las violencias, no entregárselos a

grupos de justicia privada que terminen pensando, como lo hicieron Carlos y Vicente

Castaño, que ellos eran los aliados del Estado en este trabajo y que una vez este pudiera

controlarlos, con su propia fuerza pública ellos se los “devolverían”. Y lo más


718

impresionante era que el gobierno a veces parecía compartir con ellos esa idea. Por eso la

gente, aguda siempre en sus comentarios sarcásticos, hablaba de la “donbernabilidad” en

Medellín: la gobernabilidad temporal que le dio a los mandatarios el hecho de que “Don

Berna” hubiera conseguido, con ayuda de la fuerza pública o al revés, el control de la

segunda ciudad de Colombia. Por supuesto no era una seguridad sostenible y pronto se

percataron de ello. Afortunadamente algunos alcaldes de Medellín aprovecharon esa paz

temporal para avanzar una forma de gobernar diferente, esa si sentando bases más

duraderas que, de continuarse, darán sus frutos en unos años.

“La paz que el gobierno Santos está ahora negociando con las Farc puede ser otro

ejercicio de desmovilización y entrega de armas, quizás más transparente y mejor diseñado

que la caótica negociación con las AUC y los demás grupos paramilitares. Pero si se queda

ahí y no consigue desarrollar lo que el comisionado actual, Sergio Jaramillo, ha llamado la

“paz territorial”, no tardarán en formarse las nuevas guerrillas. Esa paz implica cambiar la

forma como la dirigencia nacional se relaciona política y administrativamente en las

regiones e inclusive también la tarea de la fuerza pública.

“Asimismo, si las autoridades siguen desestimando estas bandas de “gaitanistas” o

“Urabeños” y otras, como simples criminales intentando disfrazarse de políticos y

pensando que se acabarán solamente cortando sus cabezas, pueden equivocarse. Hay el

riesgo real de que estas consigan desatar otra ola de paramilitarismo en unos años, así como

erigieron una después de que quedaran desarticuladas a comienzos de los años noventa.

Todo depende de los cambios que seamos capaces de hacer en la política”. (op. cit).
719

El año 2014 transcurrió bajo la esperanza del Proceso de Paz entre el gobierno y las

guerrillas de las Farc, pero la triste verdad es que en Colombia NO habrá paz, simple y

sencillamente porque en el país existen siete millones de colombianos que se oponen a la

paz: 6.905.001 personas que votaron en las elecciones por Oscar Iván Zuluaga en contra de

la paz; en Colombia NO habrá paz mientras existan personas como Alvaro Uribe Velez,

José Obdulio Gaviria, Francisco Santos, Paloma Valencia, Maria Fernanda Cabal o

Alejandro Ordoñez Maldonado; en Colombia NO habrá paz mientras exista un partido

fascista de extrema derecha como el llamado “Centro Democrático”, que no dudará en

organizar bandas armadas de paramilitares para proseguir el baño de sangre contra los

mismos colombianos!

En Colombia NO habrá paz, mientras existan dueños del país, quienes desde sus

posiciones de “presidentes” de las asociaciones, sociedades, federaciones, cámaras que

agrupan a los grandes explotadores y ladrones del pueblo trabajador, son precisamente,

LOS LADRONES DEL PUEBLO, los que se siguen enriqueciendo explotando a los

trabajadores:

Bruce Mac Master, presidente de la ANDI y del Consejo Gremial; Javier Díaz,

presidente de ANALDEX; Rafael Mejia, presidente de la SAC; Jorge Humberto Botero,

presidente de FASECOLDA; Guillermo Botero, presidente de FENALCO; Sandra Forero,

presidenta de CAMACOL; Juan Martín Caicedo Ferrer, presidente de CCI; Santiago

Montenegro, presidente de ASOFONDOS.

AÑO 2015.
720

Por eso, en febrero de este año (2015) se pronunció así, el Partido Comunista

Colombiano (m-l) en un comunicado clandestino que como documento político útil para

entender y conocer la ideología y posición política de la insurgencia se trascribe a

continuación con su propia redacción, puntuación y ortografía:

Comunicado de prensa.

Realizado el IV pleno de la dirección del Partido comunista de Colombia (marxista-

leninista):

Colombia, Febrero 14 de 2015.- En el pasado mes de enero se desarrolló la reunión del

Comité Central de los comunistas colombianos en el marco de la celebración de los

cincuenta años de la reestructuración del Partido en el marxismo-leninismo con la

realización del X Congreso, certamen histórico que ratificó el indeclinable compromiso con

la lucha libertaria, la revolución y el socialismo que pisoteó el revisionismo.

En el IV Pleno del Comité Central participaron como invitados destacados cuadros

nacionales y sus trabajos y conclusiones son un homenaje a los militantes y combatientes

caídos en combate. El evento saludó las luchas de los obreros, campesinos y demás sectores

populares en la declaración política que adjuntamos.

Con visión internacionalista el Comité Central realzó los esfuerzos y logros de

Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxistas Leninistas y la de todos

los luchadores antiimperialistas y anticapitalistas que abrazan la causa obrera y popular en

el mundo.

¡Combatiendo Unidos Venceremos!

Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista)


721

El anterior comunicado demuestra que a pesar de la sangrienta represión oficial, el

Partido Comunista marxista-leninista de Colombia continuaba existiendo y luchando por el

pueblo explotado y oprimido.

El día 31 de mayo de 2015, el diario “La Nación” de Neiva, publica una entrevista con el

dirigente insurgente Joaquin Gómez, de las FARC, titulado, “No seremos estúpidos de

entregar las armas para que nos maten”, cuyo texto completo considero necesario trascribir

aquí en su totalidad por constituir un documento histórico conveniente para analizar y

comprender la situación de violencia del país y su proceso de paz en pleno año 2015:

“Lo encuentro en el Palacio de Convenciones, a 15 minutos del centro de La Habana,

Cuba. Joaquín Gómez, con más de treinta años en la guerrilla, uno de los integrantes del

secretariado de las Farc, me espera sentado, con un bolso negro, un bolígrafo y una agenda en

el primer piso de un hotel.

“Apunta con tinta negra y letra cursiva detalles de sus encuentros, citas, horas exactas y

números de teléfono. Los años le “pesan” físicamente. Sin camuflado y sin arma se ve

distinto al guerrillero recio que aparecía frecuentemente en la negociación de paz en el

Cagúan, pero que desapareció del escenario público años después.

“No obstante, Gómez- quien me dice que alcanza los 67 años- está lucido, firme en su

posición. Durante más de dos horas habló con LA NACION de la situación de sus hombres,

de su vida, del Huila, del por qué se atacó al departamento.

“Don Joaquín, mucho tiempo sin saber de usted…


722

“No me diga don, un pobre con don, no me parece. Llámeme “joaco” o Joaquín, uno tiene

que ser sencillo como la palabra pan.

“¿Cómo está?.

“Afortunadamente estoy bien, de salud y anímicamente. No me duele ni una muela. Soy

el mismo, con la diferencia de que acá en La Habana estoy sin fusil, pero disparando ideas,

mirando a ver cómo se soluciona este conflicto que ha sido tan costoso para el país, sobre

todo para las clases menos favorecidas, las que ponen los muertos.

“¿Hace cuanto salió de la selva?.

“El 28 de diciembre, llevo cinco meses. Desde que llegué a la ciudad me está siendo falta

el monte. Estoy acostumbrado a mi medio, a mis muchachos, al ambiente. A mí nada de las

ciudades me impresiona. Inclusive, voy a contarle una cuestión: en Bogotá, cuando el

gobierno de Belisario Betancurt, me quedé en Teusaquillo en un hotel muy bueno. Me quedé

ahí y esa noche no puede dormir. Era un colchón demasiado grande, demasiado alto y

excesivamente blando. Y cuando regresé al campamento dormí en una cama hecha de

chontas, con helechos por encima y eso duerme uno como oso blanco en invierto, feliz.

“¿Y en La Habana ha dormido bien?.

“No, tuve un problema con el tiempo, no podía dormir, me acostaba a asl 7:30 u 8 p.m.,

después de los titulares de prensa y siempre, en el monte me despertaba a las 2 am., y me

ponía a estudiar. Y acá uno se acuesta a las 10 o 12 de la noche y a las 2 de la mañana me

despierto. Ya me estoy adaptando, al principio fue difícil.

“Le mataron 26 guerrilleros recientemente, ¿ qué sentimiento le produce?.


723

“El mismo sentimiento que me embarga cuando mueren los soldados, este es un conflicto

donde los muertos los está poniendo el pueblo. Y tanto el soldado como el guerrillero son de

familias humildes, por eso, se siente tanto la muerte y es necesario que pongamos fin a esto.

El problema es que hay sectores que se han beneficiado del conflicto y por eso le tienen

pánico a la paz.

“¿Esto afectó la mesa de negociación?

“Dejamos claro que las conversaciones continúan, pero aun precio supremamente costoso.

Hay gente que respira pólvora, sería bueno que los periodistas hicieran una encuesta con esa

gente enemiga de la paz a ver dónde tienen sus hijos. Seguramente la conclusión es la que

todos sabemos: que están en las mejores universidades del país y del exterior. Por esto, es tan

fácil pedir guerra cuando los muertos no son de uno.

“Usted habla de un precio supremamente costoso, ¿a que se refiere?

“Si no hay cese bilateral al fuego los choques armados continuarán. Y es lógico, una vez

morirán soldados, otra, guerrilleros.

Se afectó la mesa de diálogo- como usted dice- por la muerte de los guerrilleros, creo que

también se lesionó cuando ustedes mataron a los militares en Cauca.

“Si, se afecta en que la misma opinión pública va perdiendo credibilidad, confianza en el

proceso. Y Santos no ha querido entender esto, quieren imponer una lógica militar pensando

que si se golpea a las estructuras guerrilleras debilitarán nuestros propósitos y conviciones y

es equivocado.

“A propósito de los once soldados muertos en Cauca, ¿qué pasó, según ustedes?.
724

“Nosotros hicimos la denuncia insistentemente a través de cinco comunicados, donde

planteábamos que los nuestros acogieron religiosamente la orden que dimos de cesar el fuego

unilateral, pero dentro de las Fuerzas Armadas aprovecharon ese gesto humanitario nuestro

para desatar acciones militares, ofensivas, asaltar campamentos, comisiones; nosotros hicimos

muchas denuncias y no se les prestó atención. Y sucedió lo que todos saben. Esta unidad

militar sí tenía varios días de estar por ahí. Que uno se defienda no tiene que verse como una

cuestión ofensiva, sino defensiva. Uno tiene que evitar que lo maten.

“Pero ustedes violaron el cese unilateral que habían propuesto.

“Depende de cómo se vea. Para muchos nosotros fuimos los que violamos el cese

unilateral que habíamos ordenado, pero si profundiza más se da cuenta que no, en todo el país

se han desatado ofensivas militares contra nuestras unidades.

“Concretamente, ¿cómo avanzan las negociaciones en Cuba?.

“Avanzan con las dificultades propias de un proceso tan complejo como este de más de

50 años. Lo que se está discutiendo en la mesa es por lo mismo que llevamos más de medio

siglo matándonos.

“¿Es optimista?.

“Si, pero un optimismo que se ha ido disminuyendo. El optimismo hay que estarlo

alimentando, pero hasta ahora no hemos encontrado reciprocidad por parte del gobierno.

Tenemos más de quince gestos unilaterales de paz y de parte del gobierno, ninguno.

“Como están las cosas, ¿alcanza Santos a firmar la paz antes de irse del gobierno?.
725

“Esa pregunta si está bien compleja. La paz no es el silencio de los fusiles, la paz es haya

cambios. Y hasta el momento lo que hemos observado es que el gobierno de Santos no por lo

que ha dicho, sino por lo que está haciendo está en contravía de lo mismo que se está

acordando en la agenda. Ejemplo: el Plan de Desarrollo de Santos no es otra cosa que la

entrega de las tierras a las transnacionales y esto está en contravía de lo que se acordó.

“Yo veo complicado el panorama, tenso en cada lado, ustedes piden unas cosas quea él le

queda difícil cumplir….

“El tema es bastante complejo. Lo que pasa es que históricamente la clase política

dominante en Colombia está acostumbrada a una paz barata. Con los otros movimientos lo

que han hecho es meterlos a un costal como si fueran unos micos. No ha habido cambio.

Nada. Todo sigue igual. Ellos solo hacen énfasis en la entrega de armas y, ¿los cambios?, ¿las

garantías?.....

¿Usted no teme que se le acabe el cuarto de hora de Santos y llegue otro presidente que

acabe con lo que hay?.

“Eso lo sabemos porque esto no es una política de Estado, sino de un mandatario. Y por

experiencia sé que llega un nuevo mandatario y coge una escoba de barrer patio y barre todo

lo que hizo el otro. Lo único que puede darle solidez a esto es una Asamblea Nacional

Constituyente que refrende todos los acuerdos y que haya una nueva Constitución acorde con

los intereses de los distintos sectores sociales.

“Pero Santos ya dijo que no le jala a eso.


726

“Santos puede decir misa sin quien se la escuche. Otra cosa es que el pueblo le exija. El

deseo de nosotros es que Santos fuera el firmante de la paz, pero eso no depende de la

voluntad de nosotros, depende de hechos concretos que se den y que impliquen cambios. De

resto, no. Y si llega Germán Vargas Lleras u otros pues continuará el conflicto y si uno va

quedando en el camino habrá otra gente con sentido de dignidad que se va sumando y la

guerra continúa.

“Lo veo resignado. O la paz o retornan a las selvas y sigue el conflicto.

“No, es que estamos en conflicto. No se ha terminado. Le quiero decir algo, las armas uno

no las coge por capricho, la vía que se escoge es la que le impone la clase dominante.

“ El talón de Aquiles es la negociación: las armas, ¿las entregarán?.

“Es que las armas para las Farc no son un fetiche, son simplemente un medio, si se da la

garantía política, si se dan los cambios, ¿para que sirven las armas?.“¿O sea que si las

entregarían?.

“Si, siempre y cuando se superen los escollos que hay, entre ellos, el paramilitarismo.

Están aumentando en el país porque esos que le llaman Bacrim son los mismos paramilitares

de antes, pero con distinta denominación. Su modalidad es igual a la de los paramilitares.

“¿Es decir, entregan las armas si se acaba el paramilitarismo?.

“Es que esa es una de las condiciones de la negociación porque uno no puede ser tan

estúpido de entregar las armas para que lo maten en la calle después desarmado.

“Pero Santos no va a poder acabar con el paramilitarismo en lo que le resta del

mandato…..
727

“Es que eso no es problema mio, ni de nosotros. Es de él y de su clase dominante. ¿O

usted quiere ayudarle a Santos?.

“No lo defiendo, pero es lógico, él podrá proponer atacarlos gradualmente, pero no de

tajo.Tienen que terminar con el paramilitarismo, toda esa cantidad de muertos y no hay un

solo detenido. Eso nos demuestra que ese es el futuro que nos están reservando a

nosotros.Pero los colombianos creen que se deben entregar las armas como parte de

confianza. Es que los colombianos no pueden decir que hay que entregar las armas porque

precisamente por el bienestar de los colombianos fue que nos levantamos en armas.

“Ahí se enreda el tema….

“Posiblemente, si, Francisco.

“Conclusión: falta mucho por negociar.

“Faltan unos puntos bastante espinosos. Solo con voluntad política se solucionan las

cosas. Hay mucha retórica por parte del gobierno, pero de hechos, nada.

“Si se firma el proceso, ¿usted qué hará?.

“No he pensado. Me quedaría en Colombia porque para dónde me voy a ir. Antes de

ponerme a andar por las calles debo mirar qué garantías hay…si me van a matar qué voy a

andar por las vías. Póngase en el lugar nuestro.

“¿A usted le gusta la política?.


728

“El ser humano, después de tener cierto nivel cultural y de conciencia, le gusta la política

porque es el manejo de la cosa pública. Ser senados no es un privilegio, salvo algunos casos,

pero el Congreso está contaminado de chanchullos, paramiltares, de todo, es un antro.

“¿Cómo están hoy las Farc?.

“Están bien, el problema no es cantidad, sino calidad y la moral que se tenga. Usted puede

tener 500 hombres sin moral y 50 con moral y los más pocos se sobreponen a los de la

mayoría.

“Es decir, usted reconoce una reducción de hombres….

“Hemos recibido golpes duros. Y también los hemos dado, ese es el problema del

conflicto, como dice el italiano “dando y recibiendo”. No se puede pensar que se va a una

guerra y se aniquila sin que lo aniquilen. O al contrario, sería estúpido.

“Están todos los guerrilleros alineados o divididos?

“Si hay algo que las Farc tienen es la cohesión interna entre sus hombres. Al interior

nuestro no hay ningún tipo de fisura, sino que los medios, uno por ignorancia, otros por

ingenuidad y otros malintencionadamente propagan la inteligencia militar. Al principio decían

que yo era enemigo del proceso, que yo no quería venir. En las Farc no cabe alguien que no

esté de acuerdo con las directrices superiores.

“¿Ni siquiera “el paisa”, dicen que él es una rueda suelta en las Farc?.

“Si hay alguien subordinado es “el paisa”. Aquí no hay ni ha habido disidencia. No hay

fisuras, es una cuestión monolítica, como un solo hombre.


729

“Hablemos del Huila, ¿Por qué las Farc lo golpeó tan fuerte?. Secuestraron, masacraron,

hasta hicieron aterrizar improvisadamente a un avión….

“Ese es el problema del conflicto. El Huila tiene una gente muy prestante, pero dentro del

conflicto suceden muchos casos de esos y solo se pueden explicar dentro del mismo contexto

en que suceden y dentro del mismo conflicto. Inclusive, usted puede ser muy pacifico, pero de

manera colateral puede ser injustamente víctima de un hecho. Eso pasó allí.

“Algo que nos dolio: la masacre de los concejales de Rivera….

“Fue un hecho lamentable que nosotros también lo lamentamos. Por ejemplo: hay que

coger a X o Y, persona para ejercer cierta presión y de pronto se presenta una situación allá

que se le sale a uno de las manos, que alguien dispara, otro también lo hace y se forma un 9 de

abril pequeño. Y después vienen los lamentos, tragedias innecesarias que pudieron haberse

implicado.

“Y hay un concejal implicado…

“No estoy al tanto, sé lo que hubo, pero del implicado no se.

“Por que mientras negocian, siguen extorsionando. En el Huila tienen azotados a los

empresarios….

“Precisamente estamos tomando medidas, pero hay que tener en cuenta que en Colombia

hay mucha delincuencia común que se toma el nombre de las Farc para extorsionar. No estoy

diciendo que los nuestros no lo hagan, sino que se hacen pasar por nosotros y matan dos

pajaros con un solo disparo, se hacen una platica y nos desprestigian. Tambien hay muchos

desertores.
730

“Cuando usted dice que está tomando medidas, ¿a que se refiere?.

“Pero con nuestros hombres. Nosotros, lógico, necesitamos que se nos contribuya, pero

nosotros para eso primero tenemos la justificación política, es decir, explicamos el por que. Y

lo otro, que sea una cuestión voluntaria, no imponemos. No es que usted debe darme tanto y

ya. No, cada uno da de acuerdo a sus posibilidades y de manera espontánea, sin necesidad de

ninguna presión.

“¿Y si no dan?

“El que no quiso dar, no dio.

“¿Y no le pasa nada?, ¿seguro?.

“Hay que tener en cuenta una cosa: hay muchos empresarios que no nos dan a nosotros,

pero sí están financiando la guerra. Entonces, ¿cómo hacemos ahí?. Si financian allá pues que

financien aca. Allá para que siga el conflicto y acá para que se termine.

“Conozco empresarios del centro de Neiva con negocios muy pequeños y cerrarán sus

puertas. Las Farc los desesperó pidiéndoles vacuna. ¿qué decirles?.

“¿Pero es gente nuestra la que está pidiendo?.

“Claro, no solo se identifican como Farc sino que los citan en Algeciras, Las Morras,

Caqueta, territorio fariano.

“Esos que dicen que es territorio nuestro, aparentemente si, pero uno no tiene ningún

control. Unos impostores pueden citar a San Vicente haciéndose pasar como Farc y pueda que

no sean nuestros.
731

“Se lo cuento porque me preocupa. Les piden dinero que ni producen, es absurdo.

“Si yo se, me han contado la situación de Neiva, por eso le digo que nosotros estamos

tomando medidas con la gente nuestra para que ese tipo de modalidad se termine porque

nosotros no podemos responder cuando lo están haciendo personas ajenas a nuestro

movimiento.

“Ustedes ya no secuestran y si no vuelven a extrosionar, ¿de qué subsisten?. Tener

hombres en la salva vale.

“Si, eso vale, pero también hay mucha contribución de la gente. Lo que pasa es que hay

dos colombias: la de las grandes ciudades y la zona rural. Lo más difícil es el sostenimiento,

pero hay plátano, yuca, y nosotros cuando hay tiempo y espacio sembramos. Tenemos una

base alimenticia.

“Alicia Andrade es amiga, es de Neiva y le manda preguntar por José Arbelay Losada. Lo

secuestraron hace más de siete años entre Caquetá y Meta. ¿Qué pasó con él?, con Losada

iban los hermanos Cordón Herrera…

“Mire, nunca he escuchado el nombre de ellos, es difícil especificarle qué pasó con ellos.

“Pero fue hace más de ocho años, no creo que ustedes tengan secuestrados de ocho años.

Y lo raro, por ellos no pidieron plata….

“Tienen que estar muertos, quién va a tener esa gente ocho años y dónde van a estar. A

esa gente los han matado. Nosotros ya dijimos que no tenemos secuestrados y pedimos una

comisión para que visiten nuestros frentes.

“Cambiemos de tema, ¿pagarán cárcel?.


732

“No y hemos sido muy explícitos en eso. ¿Quién va a salir del monte después de un

proceso de paz a pagar cárcel? Eso es inaudito. Además, nosotros hicimos uso del derecho

universal a la rebelión, de levantarse en armas cuando los mandatarios y la clase dominante

no dejan muchos espacios.

“Treinta años en las Farc, ¿no cree que es hora de estar en su casa, en La Guajira?.

“Esa es una cuestión mezquina estar en la casa con la familia cuando medio mundo se

está muriendo de hambre, cuando los niños desnutridos se mueren como mosquitos. Eso es

ser egoísta cuando se piensa solo en su yo. No tengo esa óptica.

“Pero usted es ser humano, siente, tiene familia que debe quererlo, que sufre…

“Eso es muy distinto, yo también quisiera andar con mi familia pero son simplemente

deseos porque uno tiene que ser muy objetivo en la vida. Y conseguir una cosa implica perder

otra. Si uno escoge esta lucha pues sabe que es asumir un precio costoso y hay que pagarlo.

“Por último, ¿cómo está vivo después de treinta años de guerra?“Con disciplina, con unas

normas de comportamiento a las que me rijo. Si las violo fracaso. Eso lo tengo claro”.

Hasta acá, el texto completo de la citada entrevista del 31 de mayo de 2015 con el

dirigente guerrillero Joaquín Gómez, de cuya interpretación deben tenerse claros los

siguientes puntos de las Farc en el marco del proceso de paz:

1).No habrá entrega de armas hasta tanto no se desmovilice y desarme al paramilitarismo

que subsiste bajo el nombre de Aguilas Negras, Urabeños, Oficina de envigado, Centro

Democrático, etc. 2) Ningún revolucionario del mundo se va a entregar, desmovilizar y

desarmar para ir a parar a la cárcel por el delito de luchar por la justicia; 3)Los
733

revolucionarios dejan la guerra y acatan la paz para proseguir la lucha por sus ideales por vías

pacíficas y electorales, y si no hay garantías para éstas, absurdo sería entregar la paz; 4) sin

cambios socio-económicos y políticos refrendados por una Asamblea Nacional Constituyente,

no hay paz verdadera y duradera.

Un Proceso de Paz –en cualquier lugar del mundo- consiste en que un grupo insurgente

deja las armas y cesa la lucha armada a cambio de proseguir su lucha por medios pacíficos,

electorales y democráticos: no en hacer la paz a cambio de ser asesinados desarmados y de

civil; no para ir a parar a la cárcel; no para aceptar que la situación por cuyo cambio luchó

siga igual y peor.

En Colombia, la reacción fascista sostiene que los insurgentes deben ir a la cárcel

negándoles el derecho de las vías electorales por medio de las cuales lleguen a las

corporaciones públicas democráticas: piden que los guerrilleros se entreguen a cambio de su

muerte a manos del paramilitarismo.

Alvaro Uribe Velez, por ejemplo, propone que los guerrilleros desarmados sean

internados en un campo de concentración, ¿Para qué?: precisamente para ser exterminados

indefensos, tal como hizo Adolfo Hitler con los judíos y disidentes en sus campos de

exterminio: los reunió a todos desarmados e inermes en campos de concentración y los

exterminó en hornos crematorios: esa es la solución que propone el neo-fascismo colombiano

para la solución del conflicto………….

El 23 de septiembre de 2015, se produce el más importante Acuerdo entre el gobierno de

Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc-Ep,

constituyéndose el momento más valioso dentro del proceso de paz colombiano.


734

Por su indiscutible relevancia histórica, dicho documento se transcribe en su totalidad a

continuación:

“1. El Gobierno de la República de Colombia y las Farc reafirman su compromiso con los

acuerdos logrados hasta la fecha: Hacia un Nuevo Campo Colombiano: Reforma rural

integral; Participación política; Apertura democrática para construir la paz y solución al

problema de las drogas ilícitas.

“2. A la vez, reafirman su compromiso con una fórmula de justicia que satisfaga los

derechos de las víctimas y contribuya a la construcción de una paz estable y duradera. Con ese

propósito estamos construyendo un Sistema Integral de Verdad, Justicia y Reparación y No-

repetición. En ese marco hemos acordado que se creará una Comisión para el

Esclarecimiento de la verdad, la convivencia y la No repetición y hemos logrado acuerdos

importantes en materia de reparación de las víctimas.

“3. En cuanto al componente de Justicia, hemos acordado crear una Jurisdicción Especial

para la Paz, que contará con Salas de Justicia y con un Tribunal para la Paz. Las Salas y el

Tribunal estarán integrados principalmente por magistrados colombianos y contarán con una

participación minoritaria de extranjeros que cumplan los más altos requisitos. La función

especial de las Salas y del Tribunal para la Paz es acabar con la impunidad, obtener verdad,

contribuir a la reparación de las víctimas e imponer sanciones a los responsables de los graves

delitos cometidos durante el conflicto armado, particularmente los más graves y

representativos garantizando la no repetición.

“4. El componente de justicia prevé que a la terminación de las hostilidades, de acuerdo

con el DIH, el Estado colombiano otorgará la amnistía más amplia posible por delitos
735

políticos y conexos. Una ley de amnistía precisará el alcance de la conexidad. En todo caso no

serán objeto de amnistía o indulto las conductas tipificadas en la legislación nacional que se

correspondan con los delitos de lesa humanidad, el genocidio y los graves crímenes de guerra,

entre otros delitos graves como la toma de rehenes u otra privación grave de la libertad, la

tortura, el desplazamiento forzado, la desaparición forzada, las ejecuciones extrajudiciales y la

violencia sexual. Estos delitos serán objeto de investigación y juzgamiento por parte de la

Jurisdicción Especial para la Paz.

“5. La Jurisdicción Especial para la Paz tendrá competencia respecto de todos los que de

manera directa o indirecta hayan participado en el conflicto armado interno, incluyendo a las

Farc-EP y a los agentes del Estado, por los delitos cometidos en el contexto y en razón del

conflicto, en especial respecto de los casos más graves y representativos.

“6. La Jurisdicción Especial para la Paz contempla dos tipos de procedimientos: uno para

quienes reconocen verdad y responsabilidad y otro para quienes no lo hacen o lo hacen

tardíamente. A los primeros se les impondrá una sentencia, fundada en las conductas

reconocidas después de haber sido contrastadas las investigaciones de la Fiscalía General de

la Nación, las sanciones impuestas por otros órganos del Estado, las sentencias judiciales

existentes, así como la información que provean las organizaciones de víctimas y de derechos

humanos. Los segundos enfrentarán un juicio contradictorio ante el Tribunal.

“7. Las sanciones que imponga el Tribunal tendrán como finalidad esencial satisfacer los

derechos de las víctimas y consolidar la paz y deberán tener la mayor función restaurativa y

reparadora del daño causado. Para todos aquellos que reconozcan responsabilidades por los

delitos competencia del sistema, la sanción tendrá un componente de restricción de libertades


736

y derechos que garantice el cumplimiento de las funciones reparadoras y restauradoras de las

mismas mediante la realización de trabajos, obras y actividades y en general la satisfacción de

los derechos de las víctimas. Las sanciones para quienes reconozcan delitos muy graves

tendrán un mínimo de duración de cumplimiento de cinco (5) años y un máximo de ocho (8)

de restricción de la libertad, en condiciones especiales. Las personas que hagan dicho

reconocimiento de manera tardía ante el Tribuna serán sancionadas con pena de prisión de

cinco a ocho años en condiciones ordinarias. Para tener derecho a la pena alternativa, se

requerirá que el beneficiario se comprometa a contribuir con su resocialización a través del

trabajo, capacitación o estudio durante el tiempo que permanezca privado de la libertad. Las

personas que se nieguen a reconocer su responsabilidad por tales delitos y resulten culpables

serán condenadas a pena de prisión hasta de veinte (20) años, en condiciones ordinarias.

“8. Para acceder a cualquier tratamiento especial dentro de la Jurisdicción Especial para

la Paz, es necesario aportar verdad plena, reparar a las víctimas y garantizar la no repetición.

“9. En el caso de las Farc-Ep, la participación en el sistema integral estará sujeta a la

dejación de armas, que deberá comenzar a más tardar a los sesenta días luego de la firma del

Acuerdo Final.

“10. La trasformación de las Farc-ep en un movimiento político legal es un objetivo

compartido, que contará con todo el apoyo del Gobierno en los términos que se acuerden”. –

La creación de una Jurisdicción Especial para la Paz, requerirá posteriormente de una

reforma constitucional y de la promulgación de una ley de amnistía e indulto. Se acordó,

además, que ambas partes se comprometen a terminar los diálogos de paz en un término

máximo de seis meses, contados a partir del 23 de septiembre de 2015 y que dos meses más
737

tarde se producirá la dejación de armas por parte del movimiento insurgente que iniciará su

organización y legalización como partido político legal que luchará por sus ideales y

derechos.

AÑO 2016.

Los presidentes responsables y cómplices de la continuación de la guerra civil, de la

injusticia y sobre todo del paramilitarismo impune fueron en los primeros quince años del

nuevo siglo:

Alvaro Uribe Velez, presidente período 2002-2010.

Juan Manuel Santos Calderon, presidente período 2011-2018.

Estos dos mandatarios cumplen dieciséis (16) años en el poder (2002-2016), lo mismo que

duro el famoso Frente Nacional.

En los primeros tres lustros del nuevo siglo, la situación política nacional muestra un

panorama en el cual la burguesía dominante se encuentra sectareamente dividida en dos

bandos antagónicos: una extrema derecha neo-fascista, encabezada por Uribe Velez y un

sector moderado al frente de Juan Manuel Santos.

Durante el mandato de Alvaro Uribe Velez (2002-2010) se vivio un intenso periódo de

represión y persecución contra la insurgencia, contra los sectores progresistas y en general

contra todo aquel que no comulgara con las ideas y actos del gobierno. Se hizo reelegir este

presidente por medio del cohecho, la amenaza, la promesa, la remuneración y especialmente,

utilizando la ley, la constitución misma en su favor. Como se vio atrás, desarrolló una política
738

de desmovilización del paramilitarismo, amparada en una legislación hecha para garantizar su

impunidad y su garantía de seguridad, estrategia que no fue más que una cortina de humo,

pues en realidad de verdad el paramilitarismo continúo vivo y actuante en todo el territorio

nacional, obrando con conocimiento y apoyo de las fuerzas militares del estado.

Instalado en la mas férrea oposición sectarea contra el gobierno de Juan Manuel Santos,

desarrolla una radical y agresiva política en contra del proceso de paz entre el gobierno y las

Farc, basada en toda clase de mentiras y exageraciones, como denunciar sin fundamento

alguno, que el gobierno de Santos negocia en La Habana, el modelo económico capitalista del

estado, la estabilidad y seguridad de las fuerzas militares, la propiedad privada, la libre

empresa, la “democracia” misma, en una paz con plena impunidad, pues sostiene que los

guerrilleros deben rendirse incondicionalmente, desarmados y manos arriba, ser

inmediatamente internados en campos especiales (entiéndase Campos de exterminio), sitios

donde estarían concentrados, desarmados, indefensos para que los paramilitares lleguen y los

masacren impunemente.

De otro lado, Juan Manuel Santos ha sido un presidente moderado y decente hasta en su

comportamiento, dedicado a sacar adelante un proceso de paz con la insurgencia de las Farc y

abierto al ELN, en el cual se garantice la seguridad de los guerrilleros, pero dentro del marco

de una justicia transicional en la cual, los combatientes estarían sometidos a penas de prisión

o restricción de la libertad cuyos limites aún no se han definido.

Alrededor de estos dos lideres de la burguesía dominante se ha polarizado el país político,

unos absurdamente en contra de la paz, que desean la perpetuación de la guerra civil y la


739

matanza entre colombianos y otros –al parecer minoritarios- partidarios de que haya paz y los

insurgentes sean readmitidos y rehabilitados dentro de la sociedad civil.

Dentro de la misma clase burguesa dirigente, desde ya se perfilan los delfines o hijos,

nietos o familiares de expresidentes, que serán los mandatarios del resto del medio siglo: ahí

están, por via de ejemplo, Simón Gaviria, hijo de Cesar Gaviria; los hijos de Luis Carlos

Galan Sarmiento; Germán Vargas Lleras, nieto de Carlos Lleras Restrepo; el hijo de Horacio

Serpa Uribe y otros tantos.

La situación social y económica del país sigue siendo la misma y peor que lo fue en el

pasado siglo: una minoría acaparando el 90% de la riqueza, propietaria de los bancos, las

fabricas, los comercios, los trasportes, las comunicaciones, los medios de producción; un

sector que llaman “clase media”, dependiendo de vender su fuerza de trabajo para subsistir

con módicos salarios que escasamente cubren las necesidades de su subsistencia; un

proletariado y un campesinado hundidos en la miseria y la falta de oportunidades; un amplio

sector sin empleo ni pensión ni actividad alguna. Una sociedad que se hundió aún más en el

narcotráfico, la delincuencia, la drogadicción, la corrupción a todos los niveles, la pérdida

total de valores morales y éticos.

La guerra civil se ha frenado un poco con el cese unilateral al fuego, practicado por las

Farc y medianamente respetado por el gobierno, mientras el ELN continua combatiendo,

porque el gobierno ha sido claro en señalar que dialogara con este grupo pero en medio de la

guerra y en tal situación, campea impune como siempre el paramilitarismo fascista,

asesinando campesinos, trabajadores, sindicalistas, defensores de derechos humanos,

estudiantes, mujeres, ancianos y niños, motivo por el cual se pronunciaron las Farc en
740

comunicado del 11 de marzo de 2016 que se trascribe fielmente a continuación como

documento histórico:

Fecha: 2016 03 11

Grupo: Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-

EP)

Categoria : Comunicado

La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, marzo 11 de 2016, año de la paz

NO MÁS GUERRA SUCIA CONTRA DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS

Preocupante, muy preocupante la racha de asesinatos de defensores y defensoras de

Derechos Humanos y de activistas políticos que está estremeciendo a Colombia en los

últimos días.

Desde La Habana, nuestra solidaridad y condolencia a los familiares y amigos de

MARISELA TOMBE, KLAUS ZAPATA, WILLIAM CASTILLO, ALEXANDRE OIME

y MILTON ESCOBAR, las víctimas más recientes de la intolerancia y el paramilitarismo,

que se pavonea desafiante e impune contra la buena marcha del proceso de paz. Si el

Establecimiento no combate resueltamente el fenómeno paramilitar, estaría contribuyendo

con su indiferencia a configurar la guerra sucia del post-conflicto, principal amenaza a

nuestra reconciliación.

No puede proclamarse como Estado Social de Derecho un régimen que sigue tolerando

el accionar criminal del paramilitarismo y la permanencia de la concepción

contrainsurgente del enemigo interno. En lo que va corrido del mandato de este Gobierno,

según el programa SOMOS DEFENSORES han sido agredidos 2.244 defensores y

defensoras de Derechos Humanos, de los cuales 1.687 recibieron amenazas, al menos 346
741

fueron asesinados, 206 fueron víctimas de atentados, 131 detenidos arbitrariamente, 29

judicializados y 16 desaparecidos.

Preguntamos: ¿Cómo puede ocurrir esto en medio de un proceso de paz que avanza

hacia la firma del Acuerdo Final?. Exigimos una respuesta precisa y coherente, no

declaraciones vagas. No se pueden dar más largas al desmonte del fenómeno del

paramilitarismo, si realmente queremos el fin de la guerra y la NO REPETICIÓN.

Solicitamos a la oficina del alto comisionado para la defensa de los Derechos Humanos de

Naciones Unidas en Colombia, tomar atenta nota de estos hechos y ponerlos en

conocimiento del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

La Mesa debe abrir a las organizaciones sociales y populares sus puertas para que

aporten fórmulas que en el marco de la discusión el Fin del Conflicto, contribuyan al

desmantelamiento de la impunidad y el paramilitarismo.

DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FARC EP.”.

346 defensores de derechos humanos asesinados a manos del paramilitarismo en

defensa del estado burgues. Por eso, las Farc-ep se pronunciaron así contra este fenómeno

habitual en Colombia en comunicado clandestino que se trascribe para su conocimiento y

estudio:

“Con paramilitarismo no habrá paz.

Fecha: 2016 04 06

Grupo: Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-

EP)

Categoria : Comunicado
742

La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, abril 6 de 2016

El paramilitarismo no es ningún fantasma invocado por la insurgencia. Ni una elucubración

dilatoria para postergar la paz.

Es una realidad fehaciente que acaba de lanzar el guante al rostro del pueblo de

Colombia con el propósito de atravesarse en el logro de un Acuerdo Final de Paz. Su

mensaje es claro: intimidar a los amigos de la solución política, mostrarles el país que

pretenden una vez desaparezca la insurgencia armada.

Es la expresión armada de un pensamiento y una corriente política que ha hecho de la

guerra y el terror, su principal medio de enriquecimiento. Y que considera llegado el

momento de pasar a la ofensiva, a fin de impedir que la reacción de un poderoso

movimiento nacional en formación, lo arrincone y destruya.

El reciente paro forzado en varios departamentos demostró una vez más la capacidad

intimidatoria de esas fuerzas en amplias zonas del territorio nacional, poniendo en

evidencia su repugnante vínculo con sectores políticos, económicos, militares y de

gobierno, todo ello en medio del negacionismo de la Administración Nacional.

Nadie en Colombia se traga el cuento de una casual coincidencia entre el paro

paramilitar y el llamado de la ultraderecha a una marcha nacional contra el proceso de paz,

sazonado además por el rechazo a la restitución de tierras. La comunidad internacional

también ha sido testiga de la descarada amenaza criminal.

346 colombianos, integrantes de organizaciones sociales y populares, han sido asesinados

durante el gobierno de Santos, contándose entre ellos 112 del Movimiento Político y Social

Marcha Patriótica. Son miles los amenazados. A semejante horror se suma ahora el

relanzamiento oficial de la horda paramilitar.

Según el informe oficial Basta Ya, entre 2003 y 2012, cuando supuestamente ya no
743

existía este flagelo, 2.7 millones de colombianas y colombianos fueron desplazados y

expropiados de sus tierras. En todos esos casos brilló la ausencia de acciones efectivas por

parte de autoridades, militares, civiles y judiciales.

Es claro que los mismos intereses económicos y políticos que engendraron el monstruo

paramilitar, continúan actuando hoy libre e impunemente. Sus arietes políticos y de la gran

prensa pretenden crear un clima de intolerancia, odio e incitación que sirva de próximo

escenario al esperado exterminio político.

Nadie que esté por la paz y la democratización real del país puede permanecer

indiferente o inmóvil a lo que sucede ante las miradas de todos. No puede ser que mientras

por un lado se anuncia la inminente firma de una Acuerdo Final de Paz, por otro, fuerzas

políticas ultramontanas y sus grupos criminales de choque preparen y festejen de antemano

un nuevo baño de sangre para Colombia.

Una afrenta de tal tamaño no puede ser aceptada de manera pasiva por ninguna persona

decente que habite en el territorio nacional. Los millones de compatriotas que han soñado,

creído y luchado por la paz para nuestra patria, la gente que ha empezado a mirar el futuro

de nuestro país con esperanza, no puede guardar silencio ni permanecer de brazos cruzados.

Es el momento de actuar decididamente; de expresar masivamente el más abierto

rechazo a los propósitos de los pregoneros de la muerte. De conformar un auténtico

movimiento en defensa de la vida y la dignidad de los colombianos. No más silencio, no

más miedo, basta ya de crímenes en este país.

Que se oigan las voces del pueblo, del comercio extorsionado en toda Colombia, de las

comunidades rurales y urbanas sometidas al terror paramilitar y al cinismo de quienes

infaman la memoria de Jorge Eliécer Gaitán invocándolo como su apóstol.

La respuesta de la gente buena de la patria tiene que estremecer las cuatro esquinas del
744

país. Tienen que exigir del Gobierno Nacional y sus Fuerzas Armadas acciones reales y

efectivas que cierren definitivamente el camino a las voces y las armas de los asesinos. Que

el Estado y sus instituciones demuestren con hechos que son de verdad ajenos a la furia

criminal que ronda a Colombia. Sólo eso puede hacer realidad la paz.

Es hora de que el Presidente Santos, su Gobierno y los demás poderes públicos

asuman su responsabilidad con el futuro de las nuevas generaciones. Que muevan cuanto

esté a su alcance para ratificar su vocación por la paz y la solución política.

Ha llegado el momento para que la comunidad internacional prosiga decididamente su

apoyo al proceso de paz. Que se escuchen las voces de las Naciones Unidas, del gobierno

de los Estados Unidos, de la Unión Europea, la CELAC, UNASUR, El Vaticano y las

Iglesias. Nunca como antes se ha requerido su acción.

No puede postergarse más en la Mesa de La Habana el acuerdo sobre Paramilitarismo

y Garantías de Seguridad. El mensaje ha de ser claro ante el país y el mundo. Con grupos

paramilitares, con crímenes y atentados, con amenazas y terror no puede materializarse la

paz. No se trata de tácticas dilatorias como aseguró el Ministro de Defensa, se trata de

construir por fin un país distinto, democrático y justo.DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS

FARC-EP”

El 30 de marzo, el gobierno de Santos firma el primer acuerdo con el Ejército de

Liberación Nacional (ELN), para iniciar con esta insurgencia, diálogos de paz. Mientras

tanto, el 27 del mismo mes y año, el ELN publica en un periódico de Cali, El País, un

comunicado que se trascribe para conocer y estudiar la posición de este grupo en este

momento de la historia:

“Diario El País, de Cali, 27 de marzo de 2016.


745

Comunicado del ELN

“Mujeres y hombres en armas desde nuestros puestos de combate en las ciudades,

selvas y montañas de Colombia, extendemos a los pueblos del mundo y al país un caluroso

saludo de año nuevo, con nuestros corazones llenos de futuro y esperanza por la justicia y

la vida planetaria, unidos en un abrazo pleno de humanidad.

Enviamos nuestra fuerza a todos los pueblos y naciones que padecen la guerra

imperialista. Es tiempo ya de reconocer a Palestina como Estado libre y soberano y respetar

a Siria en su derecho a la autodeterminación.

El 7 de enero de 1965, en la victoriosa Toma de Simacota, se fundieron el dolor y la

dignidad del pueblo colombiano para continuar las gestas libertarias de hondo calado

revolucionario y democrático, que habían quedado sin respuesta a tanta sangre derramada

desde las huelgas de los trabajadores petroleros y de las bananeras, los guerrilleros liberales

y la inolvidable voz de Gaitán clamando por una Nueva Colombia.

50 años después seguimos en pie, alimentados por las luchas de los pueblos

latinoamericanos y los combates que día a día libran en nuestra Colombia, campesinos,

indígenas, estudiantes, obreros, afrodescendientes y comunidades urbanas.

Por eso nos sentimos parte de los cambios que vive Nuestra América y nos llena de

esperanza la continuidad de esfuerzos democratizadores, renovados con los triunfos de

Rafael Correa, Daniel Ortega, Michelle Bachelet, Salvador Sánchez Cerén, Evo Morales,
746

Dilma Rousseff y Tabaré Vásquez; al tiempo que acompañamos la heroica resistencia de

Cuba, Venezuela y Argentina contra la agresión imperialista.

El impetuoso viento del cambio que recorre el continente sigue refrescando los caminos

de revolución y nos convoca a un mayor compromiso para lograr la unidad popular e

insurgente.

Ya no tenemos excusas para andar dispersos, los tiempos nos reclaman a los

revolucionarios unir idearios, experiencias y fuerza para empujar al país a nuevos destinos.

La disputa por la democracia y la paz que se libra en campos y ciudades requiere poner al

centro lo que nos une, para construir una Colombia nueva y soberana.

El ELN sigue empeñado en lograr la paz para Colombia con transformaciones que den

justicia, democracia, equidad y felicidad.

Hace 50 años en el Manifiesto de Simacota, cuando la nación y el mundo conocieron de

nuestra existencia, explicamos las razones de nuestra lucha:“La educación se encuentra en

manos de negociantes que se enriquecen con la ignorancia en que mantienen a nuestro

pueblo; la tierra es explotada por campesinos que no tienen donde caer muertos y que

acaban sus energías y la de sus familias en beneficio de las oligarquías que viven en las

ciudades como reyes; los obreros trabajan por jornales de hambre sometidos a la miseria y

humillación de los grandes empresarios extranjeros y nacionales; los profesionales e

intelectuales jóvenes demócratas se ven cercados y están en el dilema de entregarse a la

clase dominante o perecer; los pequeños y medianos productores tanto del campo como de

la ciudad ven arruinadas sus economías ante la cruel competencia y acaparamiento por
747

parte del capital extranjero y de sus secuaces vende-patria; las riquezas de todo el pueblo

colombiano son saqueadas por los imperialistas norteamericanos”.

Las cosas siguen igual.

Hace más de 50 años nos alzamos en armas porque entendimos que las vías legales

estaban cerradas para las luchas del pueblo; hoy así lo seguimos considerando. El gobierno

ha planteado su disposición a poner fin al conflicto armado y para ello ha convocado a la

insurgencia.

Asistimos a este diálogo para examinar la voluntad real del gobierno y del Estado

colombiano; si en este examen concluimos que no son necesarias las armas, tendríamos la

disposición de considerar si dejamos de usarlas.

El gobierno de Santos tiene la disyuntiva de persistir en su política de guerra y

pacificación o atreverse a un verdadero camino de paz deseado por todos los colombianos”.

El 30 de marzo de 2016 se firmó el siguiente Acuerdo entre el gobierno y el ELN:

Comunicado Acuerdos de diálogos de paz con el estado. ELN.

Fecha: 2016 03 30

Grupo: Ejército de Liberación Nacional (ELN

Categoria : Comunicado

Título: Acuerdo de diálogos para la paz de Colombia entre el gobierno nacional y el

Ejército de Liberación Nacional


748

Organización: Ejército de Liberación Nacional (EN)

Autor: Gobierno de Colombia; ELN

Tipo: documento público

Contenido:

i. Agenda

1. Participación de la sociedad en la construcción de paz

2. Democracia para la paz

3. Transformaciones para la paz

4. Víctimas

5. Fin del conflicto armado

6. Implementación

ii. Fase pública

1. Información objetiva al país sobre el curso del debate y los avances de la mesa

2. La pedagogía de la paz

3. Funcionamiento de la mesa

4. Financiación

Fecha: Venezuela, 30 de marzo de 2016.

Fuente: Presidencia de la República de Colombia”.

El 11 de abril de 2016 el ELN se pronuncia de la siguiente manera en un comunicado

clandestino que se trascribe para conocimiento y estudio:


749

Fecha: 2016 04 11

Grupo: Ejército de Liberación Nacional (ELN)

Categoria : Comunicado

LA ENCRUCIJADA ACTUAL*

En su Congreso Nacional número cinco, que finalizó en diciembre de 2014, el Ejército

de Liberación Nacional definió por consenso, continuar desarrollando el proceso de diálogo

exploratorio, que se traía con el gobierno del presidente Santos; es decir, que la Delegación

de diálogo definida en este Congreso cuenta con el respaldo de todos los Elenos.

Si bien del lado del lado nuestro, existe consenso sobre cómo enfrentar el desafío de buscar

la paz; del lado de la clase gobernante colombiana, la situación es completamente distinta,

porque hay a su interior un grave fraccionamiento al respecto.

Mientras el presidente Santos jalona la búsqueda de la paz, más a su derecha se encuentra el

ex presidente Uribe, oponiéndose y torpedeando este proceso de manera activa y peligrosa,

porque para cierto accionar se sale de los parámetros legales, saltándose las reglas del

juego.

Esto coloca el proceso de paz en una delicada encrucijada, porque Colombia y buena

parte de la comunidad internacional conocen, que el ex presidente Uribe está gravemente

comprometido con el paramilitarismo, desde antes de ser presidente y en su contra existen

muchas denuncias con evidencias fehacientes que lo comprometen.

La situación es muy delicada si se tiene en cuenta el actual repunte paramilitar y de

guerra sucia, que ya deja una alta cantidad de asesinatos de líderes de izquierda, dirigentes

populares, reclamantes de tierra y defensores de los derechos humanos.


750

El reciente paro armado desarrollado por los paramilitares denominados Urabeños,

desde días antes que Uribe convocara una marcha contra el proceso de paz, muestra un

avance de la extrema derecha, con sus dos expresiones tradicionales, la legal y la ilegal, que

deja en evidencia las trancas que tiene el proceso de paz y exhibe claramente la carencia de

garantías, para adelantar la lucha social y política legal.

¿Cómo avanzar en la superación de esta realidad, que está torpedeando el proceso de

paz? ¿El problema se resolvería con sólo enfrentar a los Urabeños?

Frente a esta tozuda realidad, no podemos olvidar otra dificultad enorme que enfrenta

este proceso de solución política del conflicto, representada en las grandes diferencias

existentes entre las Partes, respecto a cuál es el objetivo de la paz. El gobierno ha sido claro

en que no está en cuestión el modelo económico y político del país, ni su doctrina militar;

mientas para la insurgencia la paz sólo es posible si se resuelven los problemas que

originaron el conflicto; como son la exclusión política violenta y el empobrecimiento

acelerado que ocurre en Colombia, el país más desigual del continente; lo que ha hecho

imposible luchar por el poder desde-la-legalidad.

Lo que debe cambiarse es este régimen violento de derecha, que reproduce a diario la

anti democracia; y hasta ahora lo que se observa es la poca voluntad política para cambiar,

que poseen las elites dominantes; que la ocultan con la propaganda derechista, que sostiene

que a la insurgencia nos falta voluntad de paz.

La encrucijada en que está la paz de Colombia, sólo se pueden resolver con una masiva

y protagónica participación de la sociedad excluida del poder; quien con verdadera

creatividad, debe asumir estas realidades.

Esperamos que la capacidad de las Partes, incorpore de verdad, el torrente social


751

colombiano y se desaten los nudos existentes de la paz real, que nos permita avanzar por el

camino abierto, entre todas y todos con mucha flexibilidad y creatividad”.

Como se ve, continua la ardua batalla en el seno mismo de la burguesía dominante

entre los polos partidario uno del proceso de paz y otro de continuar la guerra civil a toda

costa, teniendo claro que en esta contienda no son ellos ni sus allegados los que ponen los

muertos, éstos los pone el pueblo y sólo el pueblo.

El 12 de mayo de 2016 se firma el más importante acuerdo entre el gobierno nacional

y la insurgencia de las Farc-ep, “para brindar seguridad y estabilidad jurídica al Acuerdo

Final; para asegurar su introducción al ordenamiento jurídico colombiano y para dar

garantías de cumplimiento de dicho Acuerdo Final”, el cual se trascribe en su totalidad

como documento histórico y político vital para el conocimiento de la historia de Colombia

y su guerra eterna:

“La Habana, Cuba, jueves, 12 de mayo de 2016.

“Comunicado Conjunto número 69

“En el día de hoy las delegaciones del Gobierno de Colombia y de las FARC-EP

queremos anunciar que hemos llegado a un acuerdo para brindar seguridad y estabilidad

jurídica al Acuerdo Final; para asegurar su introducción al ordenamiento jurídico

colombiano y para dar garantías de cumplimiento de dicho Acuerdo Final, tanto conforme

al derecho interno colombiano como conforme al derecho internacional.


752

Se trata de una serie de mecanismos institucionales y democráticos complementarios,

que en su conjunto constituyen una ruta expedita y segura para cumplir con los objetivos

enunciados en el párrafo anterior.El texto del acuerdo adoptado es el siguiente:

I.- El Gobierno Nacional y las FARC EP, acuerdan que el Gobierno Nacional

introducirá, antes del 18 de mayo de 2016, el siguiente texto en la tramitación del Acto

Legislativo nº 04/2015 Senado, 157/2015 Cámara:

“Artículo xxx: La Constitución Política tendrá un nuevo artículo transitorio, el cual

quedará así:

Artículo Transitorio: En desarrollo del derecho a la paz, el Acuerdo Final para la

terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera constituye un

Acuerdo Especial en los términos del artículo 3 común a los Convenios de Ginebra de

1949. Con el fin de ofrecer garantías de cumplimiento del Acuerdo Final, una vez éste haya

sido firmado y entrado en vigor, el anterior ingresará en estricto sentido al bloque de

constitucionalidad para ser tenido en cuenta durante el periodo de implementación del

mismo como parámetro de interpretación y referente de desarrollo y validez de las Normas

y las Leyes de Implementación y desarrollo del Acuerdo Final.

En desarrollo del Derecho a la paz, el procedimiento legislativo especial para la

aprobación del Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una

paz estable y duradera, incluirá un “procedimiento de ley aprobatoria del Acuerdo

Especial” con los siguientes criterios procedimentales especiales: envío al Congreso para

su incorporación al derecho interno por medio de una ley; tramitación como ley ordinaria:
753

radicación del proyecto ante la secretaria del Senado y publicación, debate en

comisiones constitucionales conjuntas del Senado y Cámara, votación, debate en plenario

del senado; y debate en plenario de la Cámara. El tránsito del proyecto entre una y otra

cámara será de 8 días, las votaciones serán únicamente de aprobación o improbación de

todo el texto, por mayoría calificada; control de constitucionalidad de la ley aprobatoria

del Acuerdo Especial; sanción presidencial y publicación en diario oficial; el Gobierno se

obligará a presentar esta ley aprobatoria inmediatamente sea firmado y aprobado el

Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y

duradera, y entrado en vigor el presente Acto Legislativo.

El procedimiento legislativo de aprobación de leyes o actos legislativos para la

implementación o desarrollo del Acuerdo Final, será el Procedimiento legislativo especial

para la paz establecido en el artículo transitorio contemplado en el artículo primero de

este Acto Legislativo, y estará en vigencia para la aprobación de normas de

implementación y desarrollo del Acuerdo Final durante el tiempo establecido en el artículo

El control constitucional relacionado con la aprobación de La ley aprobatoria del Acuerdo

Especial, será único y automático. El control constitucional relacionado con la

implementación del Acuerdo Final mediante Leyes ordinarias o leyes estatutarias, será

único y automático.

II.- El Gobierno Nacional y las FARC EP, acuerdan que el Gobierno Nacional, antes

del 18 de mayo de 2016, añadirá en el parágrafo j) del artículo 1 del PROYECTO DE

ACTO LEGISLATIVO NÚMERO 04 DE 2015 SENADO, 157 DE 2015 CÁMARA, la

palabra “único” en el siguiente párrafo:


754

“j) Los proyectos de Acto Legislativo tramitados mediante el Procedimiento

Legislativo Especial para la Paz tendrán control automático de constitucionalidad (….)”

quedando así dicho texto:

“j) Los proyectos de Acto Legislativo tramitados mediante el Procedimiento

Legislativo Especial para la Paz tendrán control automático y único de

constitucionalidad (….)”

III.- El Gobierno Nacional y las FARC EP, acuerdan que el Gobierno Nacional, antes

del 18 de mayo de 2016, retirará de la tramitación del Acto Legislativo nº 04/2015 Senado,

157/2015 Cámara la proposición aditiva “artículo transitorio. Jurisdicción Especial para la

paz”

IV.- Una vez aprobado en el Congreso el Acuerdo Final firmado como Acuerdo

Especial del artículo 3 común de las Convenciones de Ginebra, el Gobierno Nacional,

mediante el procedimiento legislativo especial para la paz, impulsará inmediatamente un

Acto Legislativo en el que se incorporará íntegramente a la Constitución Política el

Acuerdo Final en un artículo transitorio, en el que tendrá que constar expresamente el

Acuerdo de la Jurisdicción Especial para la Paz de 15 de diciembre de 2015. Dicho artículo

transitorio entrará en vigor una vez entre en vigor el Acuerdo Final.

V.- El Gobierno Nacional y las FARC EP, acuerdan que el Acuerdo Final para la

terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera firmado como

Acuerdo Especial en los términos del artículo 3 común a los Convenios de Ginebra de

1949, se depositará, inmediatamente tras su firma, ante el Consejo Federal Suizo en Berna
755

o ante el organismo que lo sustituya en el futuro como depositario de las Convenciones de

Ginebra.

VI.- Igualmente, el Gobierno Nacional y las FARC EP acuerdan que una vez aprobado

el Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y

duradera, se efectuará una declaración presidencial con forma de declaración unilateral del

Estado colombiano ante el Secretario General de las Naciones Unidas, citando la resolución

del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del 25 de enero de 2016, pidiendo al

Secretario General que se dé la bienvenida al Acuerdo Final y lo relacione con la

Resolución 2261 del Consejo de Seguridad del 25 de enero, generando un documento

oficial del Consejo de Seguridad, y anexando a dicha Resolución 2261 el texto completo

del Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y

duradera”.-

En forma inmediata los sectores mas reaccionarios de la derecha burgusa se lanzaron

rabiosamente contra el citado acuerdo para obstaculizar la consecución de la paz y llamar al

pueblo a una lucha de resistencia y desobediencia civil en contra de la paz y desorientando

a la opinión pública, encabezados por Uribe Velez y el procurador Alejandro Ordoñez.

El 24 de agosto de 2016 se firmo el Acuerdo Final para la terminación del conflicto

entre el gobierno nacional y la insurgencia de las Farc-ep., cuyo texto se trascribe dado su

valor histórico:
756

“Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción

de una paz estable y duradera

Los delegados del Gobierno de la República de Colombia (Gobierno Nacional) y las

Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP);

Como resultado del Encuentro Exploratorio que tuvo como sede La Habana, Cuba,

entre febrero 23 y agosto 26 de 2012, que contó con la participación del Gobierno de la

República de Cuba y del Gobierno de Noruega como garantes, y con el apoyo del Gobierno

de la República Bolivariana de Venezuela como facilitador de logística y acompañante;

Con la decisión mutua de poner fin al conflicto como condición esencial para la

construcción de la paz estable y duradera;

Atendiendo el clamor de la población por la paz, y reconociendo que:

La construcción de la paz es asunto de la sociedad en su conjunto que requiere de la

participación de todos, sin distinción, incluidas otras organizaciones guerrilleras a las que

invitamos a unirse a este propósito;

El respeto de los derechos humanos en todos los confines del territorio nacional, es un

fin del Estado que debe promoverse;

El desarrollo económico con justicia social y en armonía con el medio ambiente, es

garantía de paz y progreso;

El desarrollo social con equidad y bienestar, incluyendo las grandes mayorías, permite

crecer como país;

Una Colombia en paz jugará un papel activo y soberano en la paz y el desarrollo

regional y mundial;
757

Es importante ampliar la democracia como condición para lograr bases sólidas de la

paz;

Con la disposición total del Gobierno Nacional y de las FARC-EP de llegar a un

acuerdo, y la invitación a toda la sociedad colombiana, así como a los organismos de

integración regional y a la comunidad internacional, a acompañar este proceso;

Hemos acordado:

I. Iniciar conversaciones directas e ininterrumpidas sobre los puntos de la Agenda aquí

establecida, con el fin de alcanzar un Acuerdo Final para la terminación del conflicto que

contribuya a la construcción de la paz estable y duradera.

II. Establecer una Mesa de Conversaciones que se instalará públicamente en Oslo,

Noruega, dentro de los primeros 15 días del mes de octubre de 2012, y cuya sede principal

será La Habana, Cuba. La Mesa podrá hacer reuniones en otros países.

III. Garantizar la efectividad del proceso y concluir el trabajo sobre los puntos de la

Agenda de manera expedita y en el menor tiempo posible, para cumplir con las

expectativas de la sociedad sobre un pronto acuerdo. En todo caso, la duración estará sujeta

a evaluaciones periódicas de los avances.

IV. Desarrollar las conversaciones con el apoyo de los gobiernos de Cuba y Noruega

como garantes, y los gobiernos de Venezuela y Chile como acompañantes. De acuerdo con

las necesidades del proceso, se podrá de común acuerdo invitar a otros.

V. La siguiente Agenda:

1. Política de desarrollo agrario integral

El desarrollo agrario integral es determinante para impulsar la integración de las

regiones y el desarrollo social y económico equitativo del país.


758

1. Acceso y uso de la tierra. Tierras improductivas. Formalización de la propiedad.

Frontera agrícola y protección de zonas de reserva.

2. Programas de desarrollo con enfoque territorial.

3. Infraestructura y adecuación de tierras.

4. Desarrollo social: Salud, educación, vivienda, erradicación de la pobreza.

5. Estímulo a la producción agropecuaria y a la economía solidaria y cooperativa.

Asistencia técnica. Subsidios. Crédito. Generación de ingresos. Mercadeo. Formalización

laboral.

6. Sistema de seguridad alimentaria.

2. Participación Política

1. Derechos y garantías para el ejercicio de la Oposición política en general, y en

particular para los nuevos movimientos que surjan luego de la firma del Acuerdo Final.

Acceso a medios de comunicación.

2. Mecanismos democráticos de participación ciudadana, incluidos los de participación

directa, en los diferentes niveles y diversos temas.

3. Medidas efectivas para promover mayor participación en la política nacional,

regional y local de todos los sectores, incluyendo la población más vulnerable, en igualdad

de condiciones y con garantías de seguridad.

3. Fin del conflicto

Proceso integral y simultáneo que implica:

1. Cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo.

2. Dejación de las armas. Reincorporación de las FARC-EP a la vida civil - en lo

económico, lo social y lo político, de acuerdo con sus intereses.


759

3. El Gobierno Nacional coordinará la revisión de la situación de las personas privadas

de la libertad, procesadas o condenadas, por pertenecer o colaborar con las FARC-EP.

4. En forma paralela el Gobierno Nacional intensificará el combate para acabar con las

organizaciones criminales y sus redes de apoyo, incluyendo la lucha contra la corrupción y

la impunidad, en particular contra cualquier organización responsable de homicidios y

masacres o que atente contra defensores de derechos humanos, movimientos sociales o

movimientos políticos.

5. El Gobierno Nacional revisará y hará las reformas y los ajustes institucionales

necesarios para hacer frente a los retos de la construcción de la paz.

6. Garantías de seguridad.

7. En el marco de lo establecido en el Punto 5 (Víctimas) de este acuerdo se esclarecerá,

entre otros, el fenómeno del paramilitarismo.

La firma del Acuerdo Final inicia este proceso, el cual debe desarrollarse en un tiempo

prudencial acordado por las partes.

4. Solución al problema de las drogas ilícitas

1. Programas de sustitución de cultivos de uso ilícito. Planes integrales de desarrollo

con participación de las comunidades en el diseño, ejecución y evaluación de los programas

de sustitución y recuperación ambiental de las áreas afectadas por dichos cultivos.

2. Programas de prevención del consumo y salud pública.

3. Solución del fenómeno de producción y comercialización de narcóticos.

5. Víctimas

Resarcir a las víctimas está en el centro del acuerdo Gobierno Nacional - FARC-EP.

En ese sentido se tratarán:


760

1. Derechos humanos de las víctimas.

2. Verdad.

6. Implementación, verificación y refrendación

La firma del Acuerdo Final da inicio a la implementación de todos los puntos

acordados.

1. Mecanismos de implementación y verificación.

a. Sistema de implementación, dándole especial importancia a las regiones.

b. Comisiones de seguimiento y verificación.

c. Mecanismos de resolución de diferencias.

Estos mecanismos tendrán capacidad y poder de ejecución y estarán conformados por

representantes de las partes y de la sociedad según el caso.

2. Acompañamiento internacional.

3. Cronograma.

4. Presupuesto.

5. Herramientas de difusión y comunicación.

6. Mecanismo de refrendación de los acuerdos.

VI. Las siguientes reglas de funcionamiento:

1. En las sesiones de la Mesa participarán hasta 10 personas por delegación, de los

cuales hasta 5 serán plenipotenciarios quienes llevarán la vocería respectiva. Cada

delegación estará compuesta hasta por 30 representantes.

2. Con el fin n de contribuir al desarrollo del proceso se podrán realizar consultas a

expertos sobre los temas de la Agenda, una vez surtido el trámite correspondiente.

3. Para garantizar la transparencia del proceso, la Mesa elaborará informes periódicos.


761

4. Se establecerá un mecanismo para dar a conocer conjuntamente los avances de la

Mesa. Las discusiones de la Mesa no se harán públicas.

5. Se implementará una estrategia de difusión eficaz.

6. Para garantizar la más amplia participación posible, se establecerá un mecanismo de

recepción de propuestas sobre los puntos de la agenda de ciudadanos y organizaciones, por

medios físicos o electrónicos. De común acuerdo y en un tiempo determinado, la Mesa

podrá hacer consultas directas y recibir propuestas sobre dichos puntos, o delegar en un

tercero la organización de espacios de participación.

7. El Gobierno Nacional garantizará los recursos necesarios para el funcionamiento de

la Mesa, que serán administrados de manera eficaz y transparente.

8. La Mesa contará con la tecnología necesaria para adelantar el proceso.

9. Las conversaciones iniciarán con el punto Política de desarrollo agrario integral y se

seguirá con el orden que la Mesa acuerde.

10. Las conversaciones se darán bajo el principio que nada está acordado hasta que todo

esté acordado.

Firmado a los 24 días del mes de agosto de 2016 en La Habana, Cuba.”.

El acuerdo se concretò el 24 de agosto de 2016. El texto final del acuerdo es todo un

libro de 297 paginas, como nunca antes en la historia del país se había logrado con ningún

grupo armado disidente, lo que demuestra su seriedad y compromiso con la paz y con el

futuro del país.

Por su innegable valor histórico, se trascribe en su totalidad su preámbulo y su

introducción, que resume estrictamente el acuerdo:


762

“Acuerdo Final 24.08.2016. Página 1 de 297.

ACUERDO FINAL PARA LA TERMINACIÓN DEL CONFLICTO Y LA

CONSTRUCCIÓN DE UNA PAZ ESTABLE Y DURADERA.

PREÁMBULO.

Recordando que los diálogos de La Habana entre delegados y delegadas del Gobierno

Nacional, presidido por el Presidente Juan Manuel Santos y delegados y delegadas de las

Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, con la decisión mutua

de poner fin al conflicto armado nacional, tuvieron origen como resultado del Encuentro

Exploratorio sucedido en la capital de la República de Cuba entre el día 23 de febrero y el

día 26 de agosto de 2012; Teniendo presente que como resultado de los diálogos

exploratorios referidos se produjo un Acuerdo General para la Terminación del Conflicto y

la Construcción de una Paz Estable y Duradera, firmado en la fecha última citada ante

testigos nacionales y ante delegados de la República de Cuba y del Reino de Noruega que

sirvieron igualmente como testigos, y que, desde entonces, asienten el proceso como países

garantes; Poniendo de presente que la República Bolivariana de Venezuela y la República

de Chile se han aprestado en todo momento a sus buenos oficios como países

acompañantes; Recordando que en desarrollo de la agenda aprobada en el Acuerdo en

mención se dio inicio a la Mesa de Conversaciones el día 18 de octubre de 2012 en la

ciudad de Oslo, capital del Reino de Noruega, para luego continuar en la capital cubana sin

solución de continuidad hasta el día de hoy que se firma el Acuerdo Final para la

Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera; Subrayando

que el Acuerdo Final que se suscribe en la fecha corresponde a la libre manifestación de la


763

voluntad del Gobierno Nacional y de las FARC-EP, al haber obrado de buena fe y con la

plena intención de cumplir lo acordado; Teniendo presente que el Artículo 22 de la

Constitución Política de la República de Colombia impone la paz como un derecho y un

deber de obligatorio cumplimiento; que el Artículo 95 afirma que la calidad de colombiano

enaltece a todos los miembros de la comunidad nacional por lo que es deber de todos

engrandecerla y dignificarla; que el ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en la

Constitución implica responsabilidades, entre ellas, propender al logro y mantenimiento de

la paz; Subrayando que la paz ha venido siendo calificada universalmente como un derecho

humano, y requisito necesario para el ejercicio de todos los demás derechos y deberes de

las personas y la ciudadanía; Poniendo de presente que el Acuerdo Final recoge todos y

cada uno de los acuerdos alcanzados sobre la Agenda del Acuerdo General suscrito en La

Habana en agosto de 2012; y que para alcanzarlo el Gobierno Nacional y las FARC-EP

siempre y en cada momento nos ceñimos al espíritu y respeto de la Constitución Nacional,

de los principios del Derecho Internacional, del Derecho Internacional de los Derechos

Humanos, del Derecho Internacional Humanitario (Convenios y Protocolos), de lo

mandado por el Estatuto de Roma (Derecho Internacional Penal), de los fallos proferidos

por la Corte Interamericana de Derechos Humanos relativos a los conflictos y su

terminación, y demás sentencias de competencias reconocidas universalmente y

pronunciamientos de autoridad relativos a los temas suscritos;

Recordando que el Artículo 94 manifiesta que “la enunciación de los derechos y

garantías contenidos en la Constitución y en los convenios internacionales vigentes, no

debe entenderse como negación de otros que, siendo inherentes a la persona humana, no

figuren expresamente en ellos”, que los tratados sobre derechos humanos, aprobados por el
764

Congreso, y que no pueden ser suspendidos ni siquiera durante los estados de excepción,

prevalecen en el orden interno; Poniendo en consideración que la suma de los acuerdos que

conforman el Acuerdo Final contribuyen a la satisfacción de derechos fundamentales como

son los derechos políticos, sociales, económicos y culturales, y los derechos de las víctimas

del conflicto a la verdad, la justicia y la reparación, el derecho de los niños, niñas y

adolescentes, el derecho fundamental de la seguridad jurídica individual o colectiva y la

seguridad física, y el derecho fundamental de cada individuo en particular y de la sociedad

sin distingos en general, a la no repetición de la tragedia del conflicto armado interno que

con el presente Acuerdo se propone superar; Subrayando que el Acuerdo Final presta

especial atención a los derechos fundamentales de las mujeres, los de los grupos sociales

vulnerables como son los pueblos indígenas, las niñas, niños y adolescentes, las

comunidades afrodescendientes y otros grupos étnicamente diferenciados; los derechos

fundamentales de los campesinos y campesinas, los derechos esenciales de las personas en

condición de discapacidad y de los desplazados por razones del conflicto; los derechos

fundamentales de las personas adultas mayores y de la población LGBTI; Considerando

que a juicio del Gobierno Nacional las transformaciones que conlleva la implementación

del presente Acuerdo deben contribuir a reversar los efectos del conflicto y a cambiar las

condiciones que han facilitado la persistencia de la violencia en el territorio; y que a juicio

de las FARC-EP dichas transformaciones deben contribuir a solucionar las causas

históricas del conflicto, como la cuestión no resuelta de la propiedad sobre la tierra y

particularmente su concentración, la exclusión del campesinado y el atraso de las

comunidades rurales, que afecta especialmente a las mujeres, niñas y niños. Valorando y

exaltando que el eje central de la paz es impulsar la presencia y la acción eficaz del Estado

en todo el territorio nacional, en especial en múltiples regiones doblegadas hoy por el


765

abandono, por la carencia de una función pública eficaz, y por los efectos del mismo

conflicto armado interno; que es meta esencial de la reconciliación nacional la construcción

de un nuevo paradigma de desarrollo y bienestar territorial para beneficio de amplios

sectores de la población hasta ahora víctima de la exclusión y la desesperanza;

Reconociendo los derechos de la sociedad a una seguridad humana integral con

participación de las autoridades civiles; Exaltando y consagrando la justicia prospectiva en

tanto reconoce derechos fundamentales esenciales para las nuevas y futuras generaciones

como son el derecho a una tierra preservada, el derecho a la preservación de la especie

humana, el derecho a conocer sus orígenes y su identidad, el derecho a la exención de

responsabilidades por las acciones cometidas por las generaciones precedentes, el derecho a

la preservación de la libertad de opción, y otros derechos, sin perjuicio de los derechos de

las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación; Recordando que el pasado 23 de junio

del año en curso, las Delegaciones del Gobierno Nacional y de las FARC-EP suscribieron

en la capital cubana los acuerdos de Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo

y Dejación de las Armas y Garantías de Seguridad, en presencia del Presidente de los

Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, del Secretario General de

Naciones Unidas, del Presidente de la Asamblea General de la ONU, del Presidente del

Consejo de Seguridad de la misma organización, del Ministro de Relaciones Exteriores del

Reino de Noruega, de los Jefes de Estado de los países acompañantes, de Jefes de Gobierno

de países de la región, del Enviado Especial de los Estados Unidos de América y del

Representante Especial de la Unión Europea; Aceptando que las normas de derecho

internacional consuetudinario continuarán rigiendo las cuestiones relacionadas con

derechos fundamentales no mencionados en el Acuerdo Final, incluyendo el mandato

imperativo que ordena que “en los casos no previstos por el derecho vigente, la persona
766

humana queda bajo la salvaguardia de los principios de humanidad y de la exigencias de la

conciencia pública”; Reconociendo el mandato constitucional que afirma que corresponde

al Presidente de la República como Jefe de Estado, Jefe del Gobierno y Suprema Autoridad

Administrativa convenir y ratificar acuerdos de paz; El Gobierno de la República de

Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, hemos

acordado: Suscribir el presente Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la

Construcción de una Paz Estable y Duradera, cuya ejecución pondrá fin de manera

definitiva a un conflicto armado de más de cincuenta años y que a continuación se

consigna. El presente Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de

una paz estable y duradera se suscribe por el Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas

Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo (FARC-EP), como Acuerdo Especial en

los términos del artículo 3 común a los Convenios de Ginebra de 1949. El Gobierno

Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo

(FARC-EP), firman siete originales incluidos sus anexos, uno para cada una de las partes,

uno para cada uno de los países garantes y uno para cada uno de los países acompañantes.

El séptimo ejemplar original se depositará inmediatamente tras su firma, ante el Consejo

Federal Suizo en Berna o ante el organismo que lo sustituya en el futuro como depositario

de las Convenciones de Ginebra.

“INTRODUCCIÓN.

Luego de un enfrentamiento de más de medio siglo de duración, el Gobierno Nacional

y las FARC-EP hemos acordado poner fin de manera definitiva al conflicto armado interno.

La terminación de la confrontación armada significará, en primer lugar, el fin del enorme

sufrimiento que ha causado el conflicto. Son millones los colombianos y colombianas


767

víctimas de desplazamiento forzado, cientos de miles los muertos, decenas de miles los

desaparecidos de toda índole, sin olvidar el amplio número de poblaciones que han sido

afectadas de una u otra manera a lo largo y ancho del territorio, incluyendo mujeres, niños,

niñas y adolescentes, comunidades campesinas, indígenas, afrocolombianas, negras,

palenqueras, raizales y rom, partidos políticos, movimientos sociales y sindicales, gremios

económicos, entre otros. No queremos que haya una víctima más en Colombia. En segundo

lugar, el fin del conflicto supondrá la apertura de un nuevo capítulo de nuestra historia. Se

trata de dar inicio a una fase de transición que contribuya a una mayor integración de

nuestros territorios, una mayor inclusión social -en especial de quienes han vivido al

margen del desarrollo y han padecido el conflicto- y a fortalecer nuestra democracia para

que se despliegue en todo el territorio nacional y asegure que los conflictos sociales se

tramiten por las vías institucionales, con plenas garantías para quienes participen en

política. Se trata de construir una paz estable y duradera, con la participación de todos los

colombianos y colombianas. Con ese propósito, el de poner fin de una vez y para siempre a

los ciclos históricos de violencia y sentar las bases de la paz, acordamos los puntos de la

Agenda del Acuerdo General de agosto de 2012, que desarrolla el presente Acuerdo. El

Acuerdo está compuesto de una serie de acuerdos, que sin embargo constituyen un todo

indisoluble, porque están permeados por un mismo enfoque de derechos, para que las

medidas aquí acordadas contribuyan a la materialización de los derechos constitucionales

de los colombianos; por un mismo enfoque diferencial y de género, para asegurar que la

implementación se haga teniendo en cuenta la diversidad de género, étnica y cultural, y que

se adopten medidas para las poblaciones y los colectivos más humildes y más vulnerables,

en especial los niños y las niñas, las mujeres, las personas en condición de discapacidad y

las víctimas; y en especial por un mismo enfoque territorial. El enfoque territorial del
768

Acuerdo supone reconocer y tener en cuenta las necesidades, características y

particularidades económicas, culturales y sociales de los territorios y las comunidades,

garantizando la sostenibilidad socio-ambiental; y procurar implementar las diferentes

medidas de manera integral y coordinada, con la participación activa de la ciudadanía. La

implementación se hará desde las regiones y territorios y con la participación de las

autoridades territoriales y los diferentes sectores de la sociedad. La participación ciudadana

es el fundamento de todos los acuerdos que constituyen el Acuerdo Final. Participación en

general de la sociedad en la construcción de la paz y participación en particular en la

planeación, la ejecución y el seguimiento a los planes y programas en los territorios, que es

además una garantía de transparencia.

Además, la participación y el diálogo entre los diferentes sectores de la sociedad

contribuyen a la construcción de confianza y a la promoción de una cultura de tolerancia,

respeto y convivencia en general, que es un objetivo de todos los acuerdos. Décadas de

conflicto han abierto brechas de desconfianza al interior de la sociedad, en especial en los

territorios más afectados por el conflicto. Para romper esas barreras se requiere abrir

espacios para la participación ciudadana más variada y espacios que promuevan el

reconocimiento de las víctimas, el reconocimiento y establecimiento de responsabilidades,

y en general, el reconocimiento por parte de toda la sociedad de lo ocurrido y de la

necesidad de aprovechar la oportunidad de la paz. Por lo anterior, el Gobierno de Colombia

y las FARC-EP, con el ánimo de consolidar aún más las bases sobre las que edificará la paz

y la reconciliación nacional, una vez realizado el plebiscito, convocarán a todos los

partidos, movimientos políticos y sociales, y a todas las fuerzas vivas del país a concertar

un gran ACUERDO POLÍTICO NACIONAL encaminado a definir las reformas y ajustes


769

institucionales necesarios para atender los retos que la paz demande, poniendo en marcha

un nuevo marco de convivencia política y social. * El Acuerdo Final contiene los siguientes

puntos, con sus correspondientes acuerdos, que pretenden contribuir a las transformaciones

necesarias para sentar las bases de una paz estable y duradera. El Punto 1 contiene el

acuerdo “Reforma Rural Integral”, que contribuirá a la transformación estructural del

campo, cerrando las brechas entre el campo y la ciudad y creando condiciones de bienestar

y buen vivir para la población rural. La “Reforma Rural Integral” debe integrar las

regiones, contribuir a erradicar la pobreza, promover la igualdad y asegurar el pleno

disfrute de los derechos de la ciudadanía. El Punto 2 contiene el acuerdo “Participación

política: Apertura democrática para construir la paz”. La construcción y consolidación de la

paz, en el marco del fin del conflicto, requiere de una ampliación democrática que permita

que surjan nuevas fuerzas en el escenario político para enriquecer el debate y la

deliberación alrededor de los grandes problemas nacionales y, de esa manera, fortalecer el

pluralismo y por tanto la representación de las diferentes visiones e intereses de la sociedad,

con las debidas garantías para la participación y la inclusión política. En especial, la

implementación del Acuerdo Final contribuirá a la ampliación y profundización de la

democracia en cuanto implicará la dejación de las armas y la proscripción de la violencia

como método de acción política para todas y todos los colombianos a fin de transitar a un

escenario en el que impere la democracia, con garantías plenas para quienes participen en

política, y de esa manera abrirá nuevos espacios para la participación. El Punto 3 contiene

el acuerdo “Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y la Dejación de las

Armas”, que tiene como objetivo la terminación definitiva de las acciones ofensivas entre

la Fuerza Pública y las FARC-EP, y en general de las hostilidades y cualquier acción

prevista en las reglas que rigen el Cese, incluyendo la afectación a la población, y de esa
770

manera crear las condiciones para el inicio de la implementación del Acuerdo Final y la

dejación de las armas y preparar la institucionalidad y al país para la reincorporación de las

FARC-EP a la vida civil. Contiene también el acuerdo “Reincorporación de las FARC-EP a

la vida civil –en lo económico, lo social y lo político- de acuerdo con sus intereses”. Sentar

las bases para la construcción de una paz estable y duradera requiere de la reincorporación

efectiva de las FARC-EP a la vida social, económica y política del país. La reincorporación

ratifica el compromiso de las FARC-EP de cerrar el capítulo del conflicto interno,

convertirse en actor válido dentro de la democracia y contribuir decididamente a la

consolidación de la convivencia pacífica, a la no repetición y a transformar las condiciones

que han facilitado la persistencia de la violencia en el territorio. El Punto 3 también incluye

el acuerdo sobre “Garantías de seguridad y lucha contra las organizaciones criminales

responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores y defensoras de

derechos humanos, movimientos sociales o movimientos políticos, incluyendo las

organizaciones criminales que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo

y sus redes de apoyo, y la persecución de las conductas criminales que amenacen la

implementación de los acuerdos y la construcción de la paz”. Para cumplir con este fin, el

acuerdo incluye medidas como el Pacto Político Nacional; la Comisión Nacional de

Garantías de Seguridad; la Unidad Especial de Investigación; el Cuerpo Élite en la Policía

Nacional; el Sistema Integral de Seguridad para el Ejercicio de la Política; el Programa

Integral de Seguridad y Protección para las Comunidades y Organizaciones en los

Territorios; y las Medidas de Prevención y Lucha contra la Corrupción. El Punto 4 contiene

el acuerdo “Solución al Problema de las Drogas Ilícitas”. Para construir la paz es necesario

encontrar una solución definitiva al problema de las drogas ilícitas, incluyendo los cultivos

de uso ilícito y la producción y comercialización de drogas ilícitas. Para lo cual se


771

promueve una nueva visión que dé un tratamiento distinto y diferenciado al fenómeno del

consumo, al problema de los cultivos de uso ilícito, y a la criminalidad organizada asociada

al narcotráfico, asegurando un enfoque general de derechos humanos y salud pública,

diferenciado y de género. El Punto 5 contiene el acuerdo “Víctimas”. Desde el Encuentro

Exploratorio de 2012, acordamos que el resarcimiento de las víctimas debería estar en el

centro de cualquier acuerdo. El acuerdo crea el Sistema Integral de Verdad, Justicia,

Reparación y No Repetición, que contribuye a la lucha contra la impunidad combinando

mecanismos judiciales que permiten la investigación y sanción de las graves violaciones a

los derechos humanos y las graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario, con

mecanismos extrajudiciales complementarios que contribuyan al esclarecimiento de la

verdad de lo ocurrido, la búsqueda de los seres queridos desaparecidos y la reparación del

daño causado a personas, a colectivos y a territorios enteros. El Sistema Integral está

compuesto por la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No

Repetición; la Unidad Especial para la Búsqueda de Personas dadas por desaparecidas en el

contexto y en razón del conflicto armado; la Jurisdicción Especial para la Paz; las Medidas

de reparación integral para la construcción de la paz; y las Garantías de No Repetición. El

Punto 6 contiene el acuerdo “Mecanismos de implementación y verificación” en el que se

crea una “Comisión de implementación, seguimiento y verificación del Acuerdo Final de

Paz y de resolución de diferencias”, integrada por representantes del Gobierno Nacional y

de las FARC-EP con el fin, entre otros, de hacer seguimiento a los componentes del

Acuerdo y verificar su cumplimiento, servir de instancia para la resolución de diferencias, y

el impulso y seguimiento a la implementación legislativa. Adicionalmente crea un

mecanismo de acompañamiento para que la comunidad internacional contribuya de

distintas maneras a garantizar la implementación del Acuerdo Final y en materia de


772

verificación se pone en marcha un modelo con un componente internacional integrado por

los países que durante el proceso han tenido el papel de garantes y acompañantes y dos

vocerías internacionales, todo ello soportado en la capacidad técnica del Proyecto del

Instituto Kroc de Estudios Internacionales de Paz de la Universidad de Notre Dame de los

Estados Unidos. * Las delegaciones del Gobierno Nacional y de las FARC-EP reiteramos

nuestro profundo agradecimiento a todas las víctimas, las organizaciones sociales y de

Derechos Humanos, las comunidades incluyendo los grupos étnicos, a las organizaciones

de mujeres, a los campesinos y campesinas, a los jóvenes, la academia, los empresarios, la

Iglesia y comunidades de fe, y en general a los ciudadanos y ciudadanas que participaron

activamente y que a través de sus propuestas contribuyeron al Acuerdo Final. Con su

participación lograremos la construcción de una paz estable y duradera”.-

Pero concretamente, mas alla de toda palabrería y discurso formalista, el acuerdo de

paz entre la insurgencia y el estado colombiano se resume y sintetiza en términos

parminideos, (“Lo que es, es”) sencillamente asi:

1. Las Farc-ep se desmovilizan y se desarman en su totalidad, entregándose y

sometiéndose al estado y la legalidad nacional;

2. Las Farc-ep entregan a todos los menores y secuestrados que tuvieren en su poder;

3. Las Farc-ep se comprometen a dejar de financiarse con el narcotrafico y se

comprometen con el estado colombiano a retirar cualquier apoyo o ayuda a los

narcotraficantes.

4. Las Farc-ep se comprometen a convertirse en un movimiento político pacifico

desarmado, que reconoce la legalidad y la via electoral en la lucha política.


773

Consecuencia de ello reconocen y aceptan el sistema capitalista en lo político,

económico y social, comprometiéndose a acatarlo.

5. El estado colombiano reconoce legalidad al movimiento político que organice la

insurgencia desmovilizada y desarmada;

6. El estado colombiano instaurara un sistema de justicia transicional, a través del cual

investigara y juzgara las conductas de todos los miembros de la insurgencia de las

Farc-ep, con supervisión de las Naciones Unidas;

7. El estado colombiano promulgara una reforma constitucional que permita brindar

los acuerdos y garantice la paz a futuro, para que cualquier otro gobierno venidero

no pueda echarlos atrás;

8. El estado colombiano promulgara una amplia ley de amnistía e indulto para los ex

combatientes que no hayan incurrido en conductas de lesa humanidad o crímenes de

guerra durante su permanencia en el conflicto armado interno;

9. El estado colombiano adelantara todas las acciones necesarias para lograr el

cumplimiento de los acuerdos en materia de cambios y reformas socio económicas,

en cuanto a políticas de desarrollo agrario integral, participación política, fin del

conflicto, solución al problema de las drogas ilícitas, victimas, implementación,

verificación y refrendación.

En otras palabras, las Farc-ep se desmovilizan, desarman, abandonan la lucha

armada sostenida durante 52 años (desde 1964), se convierten en un movimiento político

legal, pacifico y electorero, cuya finalidad futura será participar en las elecciones

democráticas del capitalismo para representar al pueblo y procurar desde aquellos puestos

burocraticos las reformas socio económicas que convengan al pueblo en desarrollo de una
774

economía de bienestar, siendo su contraprestación principal (o secundaria, como se quiera

ver), que el estado les perdona la vida y la cárcel……

Esto es positivo para la insurgencia, desde el punto de vista de que obteniendo la paz,

cesa una guerra desigual en la que enfrentando fusiles con aviones contra una fuerza militar

y paramilitar por lo menos cien veces superior (en proporción 1 a 500) y careciendo del

apoyo del pueblo (porque es la verdad), no ha tenido ni tiene verdadera ni real posibilidad

de vencer y tomar el poder por lo menos en varias décadas mas, por lo que se hace sensato

acordar la paz e intentar el camino pacifico y legal…

Pero es claro que con lo anterior no se solucionaran los problemas del pueblo por lo

menos de un dia para otro: no cesaran el hambre y la miseria, la explotación, la opresión, el

desempleo, la falta de salud, de educación, de trabajo, de trasporte, de cultura, de deporte,

de vivienda; no se hara la reforma agraria integral; ni la reforma educativa; obviamente que

no se expropiara la propiedad privada ni los medios de producción ni se nacionalizaran los

recursos naurales del país, ni se cerrara la brecha entre ricos y pobres:

Sencillamente, habrá una tregua en la revolución. Pero, como esta la situación

actualmente en Colombia (año 2016), esto es preferible a continuar la monstruosa masacre

y matanza que padece el pueblo a manos del estado burgues: por lo menos, dejenos

VIVIR…..

Frente a esta posibilidad de un acuerdo de paz entre el gobierno de Colombia y el

grupo insurgente Farc-ep., hay –como se ha repetido- dos posiciones contrarias: de un lado

la del sector mas reaccionario de la derecha burguesa, que sostiene que el presidente Santos

le ha entregado el país a los narco- terroristas de las Farc y pretende imponer un régimen
775

“castro-chavista” y otro sector de la izquierda revolucionaria colombiana, que interpreta el

asunto de otro modo y precisamente para difundir esta posición, se trascribe a continuación

en su totalidad un comunicado del Partido comunista de colombia (marxista-leninista):

“Comunicado del Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista)

Comité Ejecutivo Central del 02 de septiembre de 2016.

“¡ABAJO EL PLEBISCITO DE SANTOS!

¡EXIGIMOS LA CONVOCATORIA DE LA CONSTITUYENTE POPULAR!

“Firmado el texto definitivo del Acuerdo entre la FARC-EP y el gobierno de Juan Manual Santos y

convocado el Plebiscito para el 02 de octubre de este año, los marxistas-leninistas colombianos participamos del

debate político conscientes de que en los diferentes rincones del país predomina la exclusión y estigmatización de

las posiciones de quienes hemos sido críticos de un proceso en el que la participación ciudadana y la paz brillan

de forma notable por su ausencia.

“Desde el inicio la participación ciudadana fue limitada al llamamiento y consulta, en tanto el gobierno

como las FARC-EP fueron siempre enfáticos en señalar como inconveniente para sus conversaciones el desarrollo

de un amplio debate político nacional que recogiera las diversas alternativas y propuestas frente al conflicto

económico, social, político y armado que vive el país.

“La paz en igual manera apareció sin esencia pues predominó lo mediático y el concepto de que las causas

del conflicto habían desaparecido acuñándose la tesis de la ausencia de normas o la degradación de las mismas y

de la necesidad del orden para fortalecer la democracia establecida. En esa vía mientras el gobierno insistía en

sacar adelante su política de sometimiento, las FARC-EP subrayaban que no estaban derrotadas para mostrar su

decisión de cohabitar o coexistir en un orden que los reconociera como fuerza política. En contravía a la anhelada
776

paz con justicia social el enfoque de paz que desarrolló la negociación y con ellas los acuerdos firmados

comprenden, en el mejor de los casos, declaraciones de buenas intenciones combinadas con la negativa a los

cambios estructurales, la ampliación de las libertades y el bienestar de las amplias masas trabajadoras del campo y

la ciudad.

“Los llamados insistentes del pueblo y sus organizaciones al gobierno a dar un alto a la aplicación de las

políticas neoliberales que tanta exclusión y malestar social han generado en el país nunca fueron tenidos en

cuenta; tampoco los pliegos que solicitaban aumento de salarios, un pare en la entrega de nuestros recursos

naturales a los grandes monopolios, la tercerización, la privatización, así como soluciones reales a los problemas

de empleo, salud y educación para el pueblo colombiano. Igual sucede con los bombardeos indiscriminados, el

desalojo y desplazamiento, la criminalización de la protesta social, las desapariciones, asesinatos y violaciones a

los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, el desconocimiento de los derechos y demás

expresiones del conflicto que continúan desarrollándose pese las denuncias reiteradas de las organizaciones

populares.

“Respecto a los Acuerdos firmados numerosas son las críticas de las organizaciones populares y tal como lo

hemos expresado en variados espacios, estos Acuerdos no llenan las expectativas de un pueblo que lucha por la

paz con justicia social y una apertura democrática en la que de manera real y sin esguinces se reconozca al pueblo

sus derechos y soberanía en la definición de los destinos de la nación entera. Compartimos el análisis que realizan

otras organizaciones y fuerzas políticas que señalan que unos acuerdos como los de La Habana donde se

mantienen incólumes los cimientos del actual orden jurídico, económico y político distan mucho de su propósito y

por el contrario al excluir la participación popular y el tratamiento político a toda la insurgencia se oponen a la

terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera.

“ De las incongruencias del Acuerdo suscrito por el gobierno y las FARC-EP destacamos entre muchas otras

las siguientes:
777

“El espejismo de la Reforma Agraria Integral

“La reforma rural integral que se propone para la transformación estructural del campo destaca como

medidas la titulación de 7 millones de hectáreas, la entrega de 3 millones de hectáreas por parte del Fondo de

Tierras, la constitución de varias zonas de reserva campesina, así como el desarrollo de programas y planes de

desarrollo con enfoque territorial que permitan según el acuerdo superar la pobreza, lograr el bienestar del campo

y asegurar la producción agropecuaria. Gran imaginación y locuacidad caracteriza esta parte de los Acuerdos que

desconocen que el carácter y contenido de las medidas que se proponen dependen en grado sumo de quien

aprueba y define el conjunto de la política económica y social del gobierno, así como el presupuesto para su

implementación. La reforma rural integral en esos términos comprende un conjunto de recomendaciones al

Presidente de la República y su equipo de gobierno que sólo podrán materializarse si el Estado colombiano

modifica sustancialmente su política económica y social y especialmente su política agropecuaria de sujetar el

campo a los parámetros de la inversión financiera y monopólica, así como a la globalización económica.

“La reforma rural integral pactada olvida además los graves problemas de la concentración y expropiación

de la tierra, la ausencia de soberanía alimentaria, la dependencia tecnológica, las definiciones internacionales en

materia de precios e insumos agrícolas, así como los Tratados Económicos suscritos por el Estado colombiano que

delinean en buena medida la legislación y la política agropecuaria en Colombia. Criticando el espejismo de la

Reforma Rural Integral reiteramos nuestro apoyo a la lucha de masas por una reforma agraria democrática, así

como la defensa del pliego petitorio presentado por la Cumbre Agraria al gobierno, y señalamos que la

transformación del campo, el buen vivir y la eliminación de la pobreza definidas como ejes centrales de este

Acuerdo seguirán siendo frases vacías mientras no se ataque verdaderamente la crisis, las causas de la violencia y

los problemas estructurales del campo.

“Los subterfugios de la participación política

“Los Acuerdos en materia de participación política comprenden un tema bastante controversial si tenemos
778

en cuenta el alinderamiento y polarización que se tiene en el escenario político nacional. El gobierno y las FARC-

EP sin embargo han decido terminar su conflicto uniendo sus voces en un llamamiento a ampliar y profundizar la

democracia establecida.

“Junto a muchos otros colombianos compartimos la esperanza de ampliar el régimen de derechos y libertades

en el país pero consideramos que el llamamiento que nos hacen tanto el gobierno como las FARC-EP no deja de

ser artificioso, además confunde y solicita defender las bases de un ordenamiento político hecho en beneficio de

una clase dominante que históricamente ha utilizado miles de subterfugios para engañar al pueblo haciéndole

creer que su democracia es una democracia de y para todos.

“ Participación política sin una Constitución que reconozca el poder soberano del pueblo como constituyente

primario no sólo es una falacia, significa atar el pueblo a la defensa del modelo de democracia participativa de la

Constitución del 91 en la que el pueblo sólo posa de legitimador de las políticas públicas. Plausible el

reconocimiento de los partidos y fuerzas políticas, así como las garantías para la oposición pero poco creíble

mientras predomine el régimen de partidos imperante, el umbral y la cifra repartidora y demás ventajismos anti

populares del antidemocrático sistema electoral colombiano.

“La defensa de un modelo de democracia restringida al que se inclina el Acuerdo convierte la apertura

democrática, que estrepitosamente dice defender, en un instrumento re-legitimador del sistema y los partidos

políticos burgueses, opuesto en todas sus dimensiones a la definición por parte del pueblo de una nueva

Constitución, así como a la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente.

“La justicia transicional en contravía al delito político y el derecho de rebelión

“En el Acuerdo sobre víctimas y justicia llama la atención lo acordado en materia de justicia transicional con

la creación de la Jurisdicción Especial de Paz.

“Esta jurisdicción trae tres tipos de penas: una para quienes admiten su responsabilidad, otra para quienes lo

hacen tardíamente y la última para quienes no lo hacen. Para los primeros habrá “restricción de libertades y
779

derechos” de cinco a ocho años y además deberán realizar “trabajos, obras y actividades”. Penas privativas de la

libertad de 5 a 8 años para los segundos. Y para los terceros habrá “pena de prisión hasta de 20 años, en

condiciones ordinarias”.

“El Acuerdo subraya que los rebeldes que pertenezcan a organizaciones que hayan suscrito un acuerdo final

de paz, así como a aquellas personas que hayan sido acusadas o condenadas por delitos políticos o conexos

mediante providencias proferidas por la justicia, se otorgará la más amplia amnistía posible. No serán objeto de

amnistía ni indulto ni de beneficios equivalentes los delitos de lesa humanidad, el genocidio, los graves crímenes

de guerra, la toma de rehenes u otra privación grave de la libertad, la tortura, las ejecuciones extrajudiciales, la

desaparición forzada, el acceso carnal violento y otras formas de violencia sexual, la sustracción de menores, el

desplazamiento forzado, el reclutamiento de menores conforme a lo establecido en el Estatuto de Roma. Tampoco

serán amnistíales o indultadles los delitos comunes que carecen de relación con la rebelión, conforme se

determine por una ley de amnistía aprobada por el Congreso de la República.

“Vistos los términos y reglas de la Jurisdicción Especial de Paz las críticas salen a la vista: Primero, porque

el derecho de rebelión y el reconocimiento de la guerrilla como fuerza beligerante queda en veremos cuando bajo

y con este acuerdo de connivencia se aceptan las competencias y el marco jurídico establecido por las leyes

colombianas, el Estatuto de Roma y la Corte Penal Internacional. Segundo, La Jurisdicción Especial vista como

un mecanismo de justicia transicional difícilmente se podrá aplicar a los detentadores del poder y con fuero

especial, responsables de graves violaciones a los derechos humanos, el paramilitarismo y el terrorismo de Estado.

Tercero: El marco jurídico de la Jurisdicción Especial acordada no establece deslindes claros con la legislación y

la jurisprudencia defendida por años por la Corte Constitucional en la que se niega sustancialmente el delito

político. Cuarto: El diseño de la Jurisdicción Especial que se acuerda se asienta en el perdón y olvido a los

criminales de guerra, militares, paramilitares, financiadores de la guerra, responsables de falsos positivos,

desplazamiento y expropiación de tierras. Quinto: La amnistía y el indulto serán definidos por el Congreso de la
780

República y estarán limitados a la desmovilización y entrega de las armas.

“Y respecto de la desmovilización y entrega de la armas queda evidente que las FARC-EP asumiendo la

defensa y embellecimiento de un modelo político como el colombiano que no deslinda con el fascistización han

pasado al campo burgués declarando la lucha contra el crimen organizado, proscribiendo el uso de la violencia

política contra el sistema antidemocrático e injusto que nos gobierna, condenando la rebeldía y la

autodeterminación de un pueblo que lucha por su libertad. Las FARC-EP se han desmovilizado para engrosar las

filas de los defensores del sistema político imperante y se disponen a entregar las armas para defender un Acuerdo

–léase negociado- que sólo beneficia a los jefes políticos y no a esa base guerrillera que resiste y en múltiples

campos demostró no haber sido derrotada en medio de la ofensiva aniquiladora y fascista del enemigo de clase.

“La refrendación e implementación del Acuerdo Final

“Sin señalar los detalles se ha acordado un cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo, un

mecanismo verificador de la dejación de armas, la concentración de las FARC-EP en las 23 zonas verdales y 8

campamentos hasta la culminación del proceso de dejación de armas que será como máximo de 180 días después

de la firma formal del Acuerdo Final.

“El Congreso de la República en igual manera ha aprobado el Acto Legislativo 01 de 2016 que otorga al

Presidente Santos facultades extraordinarias para implementar los acuerdos firmados con las FARC-EP, así como

la ley que convoca el Plebiscito. Hechos que no descansaremos en repudiar pues acentúan al buen estilo fascista

las facultades del Ejecutivo entregando a éste un cheque en blanco que le permite a su antojo modificar el orden

institucional del país. Alertamos llamando la atención de todas las fuerzas democráticas y progresistas a

desenmascarar la configuración de un nuevo “FRENTE NACIONAL” hoy en marcha que además de boicotear la

propuesta de Constituyente Popular busca desde arriba blindar el actual modelo económico, satanizar la lucha por

los cambios democráticos y profundizar la fascistización del país.

“El Presidente de la República así mismo ya ha dado a conocer la ambigua pregunta que por espacio de un
781

mes será un referente de las diferentes campañas y sobre la cual las diversas fuerzas políticas nos pronunciaremos.

“En nuestro caso animaremos una importante campaña política de rechazo al Plebiscito llamando a las

masas trabajadoras y al pueblo en general a la abstención activa, todo por cuanto los acuerdos firmados entre el

gobierno y las FARC-EP no comprenden un paso adelante en la búsqueda de una paz estable y duradera. Además

el plebiscito que se ha convocado con todas las mañas que se le han colgado no representa más que la

refrendación de una política de sometimiento opuesta a la paz con justicia social por la cual luchan millones de

colombianos.

“Rechazando el plebiscito santista seguiremos llamando al pueblo colombiano a fortalecer la unidad de

acción para la movilización y la lucha por la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente donde el

pueblo de manera soberana defina una nueva Constitución que abra las compuertas a la apertura democrática y la

paz con justicia social que hoy reclaman las grandes mayorías en el país.

“La lucha por un Gobierno auténticamente democrático, comprometido con la causa y las aspiraciones

populares seguirá perfilando la unidad de las organizaciones populares y de todas las fuerzas progresistas y

revolucionarias. Los pasos que ese sentido se vertebren y que no descansaremos en promover y apoyar

contribuirán de forma plena a la conquista de una Patria Nueva, Democrática y Soberana.

“¡VIVA LA LUCHA DEL PUEBLO COLOMBIANO… VIVA, VIVA, VIVA!

¡ABAJO EL PLEBISCITO DE SANTOS… ABAJO, ABAJO, ABAJO!

¡EXIGIMOS LA CONVOCATORIA DE LA CONSTITUYENTE POPULAR!

Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista)

Comité Ejecutivo Central. Septiembre 02 de 2016”.-


782

El 23 de junio de 2016 se firmo el acuerdo de cese bilateral y definitivo al fuego entre

el gobierno y la insurgencia de las Farc, paso decisivo para la futura paz en Colombia.

En los primeros días de septiembre de 2016 se celebro la X Conferencia de las Farc-ep,

en la cual la insurgencia acogió el acuerdo de paz de La Habana y decide oficialmente

iniciar la lucha política pacifica como partido político. A continuación se trascribe el

comunicado oficial de esta conferencia, como documento histórico:

“X Conferencia Nacional Guerrillera de las FARC-EP

Estado Mayor Central

“¡Se acabó la guerra, vamos todos y todas a construir la paz!

“Los guerrilleros y guerrilleras delegados de todas las estructuras de las FARC-EP a lo

largo y ancho del territorio nacional y venidos desde la Colombia profunda, reunidos en la

X Conferencia que se llevó a cabo desde el 17 hasta el 23 de septiembre del presente año en

Brisas del Diamante en las sabanas del Yarí, enviamos al pueblo colombiano y a la

sociedad en general nuestro más fraterno y caluroso saludo de compatriotas. Al mismo

tiempo declaramos que:

Hemos realizado una hermosa y trascendental Conferencia en medio de la más amplia

participación democrática y camaradería, en la que se ha reafirmado la coherencia y unidad

interna de nuestra organización. Destacamos la nutrida y activa participación de nuestras

guerrilleras y cuadros políticos jóvenes.

Luego de una muy juiciosa discusión sobre los Acuerdos de La Habana, Cuba,

Territorio de Paz, celebrado entre las FARC-EP y el Gobierno de Colombia, para la


783

terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera, la Conferencia,

nuestra máxima instancia de decisión, ha determinado aprobarlo en su totalidad e instruir a

todas las estructuras de bloques y de frentes, a nuestros mandos, guerrillerada, milicianos y

a toda nuestra militancia fariana, que éste sea acogido y respetado. Hemos refrendado así

nuestro compromiso irrestricto con el cumplimiento de todo lo que se ha convenido.

Asimismo, esperamos que el Gobierno actúe con la debida correspondencia.

Tenemos el convencimiento de que el Acuerdo Final contiene un gran potencial para la

apertura de una transición política hacia la transformación de la sociedad colombiana, por

su real democratización y la materialización de sus derechos, y especialmente para el buen

vivir y el bienestar de las mujeres y los hombres humildes en campos y ciudades, de la

clase trabajadora, de los pueblos étnicos, indígenas y afrodescendientes, de la población

LGTBI, y sobre todo para los jóvenes y nuestras futuras generaciones. A ellas y ellos los

llamamos a abrazar y proteger los acuerdos, a hacerlos suyos, a acompañar yexigir su

implementación. Juntando esfuerzos lograremos los propósitos comunes de consolidar la

perspectiva de una paz con justicia social, la reconciliación nacional yla democracia

avanzada para la nueva Colombia.

El Acuerdo Final celebrado en La Habana, Cuba, contiene los mínimos necesarios para

dar continuidad por la vía política a nuestras aspiraciones históricas por la transformación

del orden social vigente. Por tal razón, hemos decidido surtir todos los aprestamientos

necesarios para el tránsito de nuestra estructura político-militar hacia un nuevo partido

político cuyo congreso fundacional se llevará a cabo a más tardar en mayo de 2017, si se

implementan los acuerdos, tal y como está convenido. Será función del Partido dar

continuidad a nuestros propósitos políticos de carácter estratégico por la construcción social


784

de poder para el pueblo. La Conferencia faculta a la dirección Nacional de las FARC-EP

para que convoque a un pleno del Estado Mayor Central y defina la ampliación de la nueva

dirección que tendrá a cargo la preparación del congreso, del programa político, del estatuto

yde la línea política, así como de las condiciones organizativas y de funcionamiento.

Nos comprometemos a ofrecer toda nuestra fuerza y energía por la unidad de los sectores

progresistas, democráticos y revolucionarios del país, de los movimientos políticos y

sociales, de las múltiples organizaciones sectoriales y reivindicativas en el nivel nacional,

regional y local. Queremos hacer parte de una Gran Convergencia nacional, que abarque el

espectro de las luchas sociales y populares, propugne por la real democratización política,

económica, social y cultural del país, y cuya plataforma, fundamentos organizativos y de

coordinación deberán ser el resultado de una elaboración colectiva. La Gran Convergencia

deberá tener la capacidad de construir poder social, político y popular desde abajo, y al

mismo tiempo de disputar el poder del Estado en los espacios institucionales de elección y

representación.

Trabajaremos por un nuevo Gobierno de construcción de paz y reconciliación nacional

a partir de la definición de un programa mínimo, que además de comprometerse con la

implementación del Acuerdo Final, recoja las aspiraciones sociales más sentidas en lo

inmediato por la población.

“Convocamos a hacer realidad el llamado “a todos los partidos, movimientos políticos y

sociales y a todas las fuerzas vivas del país a concertar un gran acuerdo político nacional

encaminado a definir las reformas y ajustes institucionales necesarios para atender los retos

que la paz demande, poniendo en marcha un nuevo marco de convivencia política y social”,
785

tal y como se estableció en el Acuerdo Final. Las condiciones propicias para ese propósito

se encuentran en el impulso a un proceso constituyente abierto que conduzca a la

convocatoria y realización de una Asamblea Nacional Constituyente.

¡Se acabó la guerra, vamos todos y todas a construir la paz!

“Brisas del Diamante, sabanas del Yarí”. -

El 26 de septiembre de 2016 se firma formalmente el acuerdo de paz entre el gobierno

de Juan Manuel Santos y la insurgencia de las Farc-ep, contenido en todo un libro de 297

paginas, el cual quedo sometido a la aprobación del pueblo a través de un plebiscito en el

que se decidirá si los colombianos quieren la paz o prefieren continuar en la guerra.

….aqui voy …………..


786

La Profecia.

La Historia relata, analiza y critica el pasado y máxime llega hasta el presente, pero no

puede predecir el futuro. Sin embargo, basándose en el pasado y presente de Colombia,

resulta fácil adivinar el futuro.

La profecía de Gonzalo Arango (1974), se seguirá cumpliendo:

“¿No habrá manera de que Colombia, en vez de matar a sus hijos, los haga dignos de

vivir?: Si Colombia no puede responder a esta pregunta, entonces profetizo una desgracia:

Desquite resucitará y la tierra se volverá a regar de sangre, dolor y lágrimas”.

(op. cit.. Pag.48 ).

Por eso, no se necesita ser Profeta ni Mago para pre-decir que en Colombia llegará el

año 2070 y el año 2116y todavía se estará padeciendo su eterna Guerra Civil: porque el

Odio, la Venganza, la Ambición, la Codicia y el Rencor se han apoderado de la burguesía;

porque la riqueza y el poder siguen concentradas en 50 familias que gobiernan desde

1819, mientras el 99 % de la población permanece en la miseria y el olvido: por eso, a

Colombia le esperan,Cien Años más de Violencia,de guerra civil entre el pueblo y el

estado, entre los ricos y los pobres, porque en Colombia hay mucha, pero mucha gente que

quiere que la guerra civil continue, por eso, Ríos de Sangre seguirán inundando su

suelo….
787

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