Cuando hablamos de la experticia complementaria del fallo, tenemos que la
mayoría de las doctrinas establecen que es una orden que establece el Juez, para que previo el procedimiento establecido para el justiprecio de bienes, se determine el monto de la condena, y por ende, es parte complementaria de la sentencia que haya adquirido el carácter de cosa juzgada. Ahora bien, en las acciones de condena que produce sentencias de condena tenemos como ejemplo un cobro de bolívares por concepto de capital y ordena cancelar los intereses vencidos hasta esa fecha de sentencia con una experticia complementaria del fallo, establece el art. 249 C.P.C “Cuando se ordene cancelar frutos, intereses o daños y perjuicios y el juez no pudiere estimar su cuantía, dispondrá la realización de una experticia complementaria del fallo conforme se realiza en el justiprecio en la fase de ejecución de sentencia” cada parte nombre un perito, es decir, un perito es nombrado por el demandante, otro por el demandado y otro por el juez y estos realizaran el cálculo de la cuantía a través de este mecanismo por ejemplo indexarlos, hacer ajustes por inflación o practicarle la corrección monetaria de la manera en que establece la ley en el art. 249 C.P.C con unos peritos, y en este caso con unos expertos contables. Ahora bien, de acuerdo con el art. 250 C.P.C esta experticia complementaria no se aplica a la reparación del daño moral cuya indemnización puede acordarlo el juez de manera autónoma de acuerdo a lo dispuesto en el art. 1.196 del Código Civil “El juez puede, acordar una indemnización a la víctima en caso de lesión corporal, de atentado a su honor, a su reputación, o los de su familia, a su libertad personal, como también en el caso de su violación a su domicilio o de un secreto concerniente a la parte lesionada. El juez puede igualmente conceder una indemnización a los parientes, a fines o cónyuge como reparación del dolor sufrido en caso de muerte de la víctima. A lo anteriormente expuesto, la experticia complementaria del fallo tiene lugar en la sentencia aplicada por el Juez el cual puede ordenar en la sentencia definitiva de condena la verificación de una experticia, con la finalidad de determinar la cuantía de la indemnización, daño o perjuicio ocasionado en virtud de la facultad concedida en el artículo 259 del Código de Procedimiento Civil. Dicha experticia es utilizada al momento de ajustar una indemnización cuando los efectos de la inflación lo ameritan. Es necesario mencionar que Venezuela es uno de los países con uno de los procesos de inflación más elevada, en consecuencia se obtiene la pérdida de valor adquisitivo de la moneda. Uno de los ejemplos que nos brinda Otis (1995) es que, según los índices inflacionarios que da el Banco Central de Venezuela en el año 2011 se cerró con una inflación del 27.6%, en dicho caso el actor de la demanda perdería un promedio aproximado de 2.3% del valor de la contraprestación por cada mes que transcurra desde la fecha en que se estimó el valor y la fecha de pago. Dado esto los cálculos para estimar una indemnización son más justos mientras más próximo sea el ajuste al momento de la ejecución del fallo. La función de la experticia complementaria del fallo procede en sentencias definitivas de condena. Este proceso no tiene una regulación propia, puesto que si el artículo 249 del Código de Procedimiento Civil hace la remisión a lo establecido para el justiprecio en el titulo sobre ejecuciones del mismo código, también cabe destacar que los artículos 556 y 562 no son aplicables a todas las sentencias de carácter indemnizatorio, de tal manera que tendrá que apelarse supletoriamente a las normas de la experticia ordinaria. Según el Código Procesal Civil esta experticia es acordada guiándose en el artículo 527 el cual establece que en los casos en la deuda condenada a pagar no esté liquida, es decir, determinada su cuantía, el juez puede ordenar lo pertinente según el artículo 249, que consagra la experticia complementaria del fallo. Todo esto con el objeto de verificar la liquidación y solo entonces se procede al embargo de los bienes. Atendiendo a estas consideraciones, el tribunal supremo de justicia en sala Constitucional en sentencia de fecha 20 de Marzo 2006, número 576, expediente 05-2216, expone en síntesis que la fase ejecutiva no se encuentra abierta indefinidamente para que dentro de ella se vayan articulando cobros fijando el monto a pagar el cual se contiene en el decreto de ejecución. En conclusión, se pudo observar que al hablar de experticia es aquella que no es propiamente un medio de prueba sino un procedimiento especial para traer al proceso un conocimiento especial de un hecho, se concluyó que la prueba tiene una función cognoscitiva cuando se trata de fijar el razonamiento probatorio se parte de la eficacia de la prueba; en este sentido, debe expresar que un método racional de valoración de la prueba supone un conjunto de instrumentos que confieren validez al conocimiento científico.