Sei sulla pagina 1di 8

ICONOS 13

Revista de FLACSO-Ecuador
No 13. marzo, 2002
ISSN 13901249

Los artículos que se publican


en la revista son de exclusiva
responsabilidad de sus autores,
no reflejan necesariamente el
pensamiento de ICONOS

Director de Flacso-Ecuador
Fernando Carrión

Consejo editorial
Felipe Burbano de Lara (Editor)
Edison Hurtado (Co-editor)
Franklin Ramírez
Alicia Torres
Mauro Cerbino
Eduardo Kingman

Producción:
FLACSO-Ecuador

Diseño
Antonio Mena

Ilustraciones
Gonzalo Vargas
Alexandra García
Antonio Mena

Impresión:
Edimpres S.A.

FLACSO-Ecuador
Ulpiano Páez N 19-26 y Av. Patria
Teléfonos: 2232-029/ 030 /031
Fax: 2566-139

E-mail: fburbano@flacso.org.ec
ehurtado@flacso.org.ec
Indice
Coyuntura

6
Argentina:
cuando el uno a uno no es empate
Gustavo Gamallo

14
Entre la dolarización y la devaluación:
la crisis de la convertibilidad en Argentina
Eduardo Basualdo

21
La debacle neoliberal
Protesta social y crisis política en Argentina
José Seoane

Dossier

32
Figuras del sujeto
Daniel Gutiérrez V.

48
Lacán y la filosofía
Carlos Tutivén Román

56
Psicoanálisis y ciencias sociales:
apuntes para una reflexión
Mauro Cerbino

62
Lacan,
psicoanálisis y lalengua en las ciencias sociales
Antonio Aguirre

66
Adolescencia:
entre lo posible y lo imposible
Piedad Ortega
Debate

72
“El desarrollo no es sólo crecimiento del PIB”
Conferencia de Joseph Stiglitz

Díalogo

88
Los usos de la cultura política
Diálogo con María Luz Morán
Felipe Burbano, Edison Hurtado y Franklin Ramírez

Temas

102
Sobre bonanzas y dependencia
Petróleo y enfermedad holandesa en el Ecuador
Guillaume Fontaine

111
Partidocracia y democracia plebiscitaria
El ascenso de un “nuevo régimen” en Venezuela
Alfredo Ramos Jiménez

Frontera

124
Geopolítica del conflicto:
el mundo después del 11 de septiembre
Joaquín Hernández Alvarado

129
Ciudad, Estado y sistema internacional:
el mundo árabe en el sistema occidental
Mark Atila

138
Reseñas

148
Sugerencias bibliográficas

154
Conenido ICONOS 12
Adolescencia:
entre lo posible y
lo imposible
Piedad Ortega* venes con sus conductas más o menos espectacu-
lares y provocativas de ruptura y conflictos con el
mundo social, escolar y familiar, no son más que
Efectos de la modernidad en niños
modos de respuesta a su mundo actual. Un mun-
y adolescentes
do caracterizado por, al menos, los siguientes pro-
cesos:
Hace algunos meses en una revista de Guayaquil
Globalización: donde las particularidades de
apareció una entrevista a la directora de un colegio
cada uno y las de su grupo étnico o social desapa-
de la localidad, quien al preguntarle si los jóvenes
recen frente a un modo tipo de ser y de producir,
de hoy eran iguales a los de hace 25 años respon-
donde la tecnología ha intervenido en la modela-
dió que los tiempos habían cambiado y que ellos
ción de nuevos códigos, formas de relación con el
eran “diferentes”. ¿Qué es lo que ha cambiado?
conocimiento, tiempos de afectividad e incluso
Empezaré planteando los cambios suscitados en
formas de nacer o de morir y así ha redefinido la
las familias de hoy. Señalaré algunos aspectos que
experiencia social y cultural de los sujetos y, en par-
me han parecido llamativos en mi función de en-
ticular, la de los sujetos de la educación. Frente a
trevistar a padres dentro de una institución educa-
los cambios vertiginosos, la educación parece insta-
tiva y dentro del marco de curas psicoanalíticas: a)
larse en un tiempo más lento, un tiempo que -po-
un número importante de niños y jóvenes no vi-
dría plantearse- es más histórico que tecnológico.
ven con su padre y madre por razones de divorcio
Ruptura de ideales: sabemos que los ideales
o trabajo (migraciones); b) los que viven con sus
son fuente de cohesión entre las personas, permi-
padres no necesariamente pasan tiempo en común
ten crear identidades grupales que se constituyen
en razón de las distintas ocupaciones de cada cual;
en redes de apoyo social y emocional a través del
c) a los padres les resulta difícil utilizar los pocos
tiempo. Desde el psicoanálisis, la función del ideal
momentos en común para hacer algún seguimien-
está estrechamente vinculada al tránsito entre lo
to de la vida de sus hijos; d) en los padres se ob-
individual y lo colectivo social, función encarna-
serva una tendencia a querer ser “amigos” de sus
da en y facilitada por los padres. Pero para poder
hijos, dejando de lado la figura paterna.
encarnar esa función, es necesario la existencia de
En consecuencia, los niños y adolescentes pa-
un padre -o sustituto- que pueda demostrar cómo
san mucho tiempo solos, sin mayores oportunida-
saber-hacer con la vida, con el trabajo, con los
des para establecer intercambios simbólicos con
placeres, con las pareja; es decir, un padre que tie-
los mayores, intercambios que les permitan soste-
ne posibilidades de “hacer su vida”, pero que tam-
nerse cuando afrontan dilemas en sus existencias.
bién es sensible a los deseos y necesidades de los
Podemos decir que lo que manifiestan hoy los jó-
otros a quienes responde con su afecto y respon-
sabilidad. La declinación de esta función paterna
* Psicoanalista. está vinculada estrechamente a otros hechos que

66 ICONOS
son también característicos de la era actual. Adolescentes, escolaridad
Ausencia de respeto: los adolescentes de hoy y autoridad
claman porque se los respete, aún cuando ellos
tienen dificultar para cumplir con ello. Si existe Otra expectativa importante es la generada por la
una crisis de autoridad en la etapa de la adolescen- prolongada etapa de escolaridad que mantiene a la
cia, no es solamente por la declinación de la fun- generación actual como económicamente impro-
ción paterna, sino también debido a los cambios ductiva por muchos años. Los costos de la educa-
corporales y emocionales tan drásticos en esta eta- ción se convierten en una inversión considerable,
pa: el adolescente es un extraño para sí mismo, se de tal forma que la retribución que se espera de
confronta con una diferencia de gran envergadu- los jóvenes es aún mayor. Y si a esto se une el he-
ra dentro de sí, una diferencia que la maneja con cho de que las familias actuales son más cortas, la
gran dificultad y que le es difícil respetarla puesto percepción de que menos hijos tengan que reali-
que no puede hacerla coincidir con ningún saber zar el futuro de sus padres es más grande. Cuando
que lo ha tenido de antemano (los de su infancia) las familias son más numerosas la dispersión de
y tiene que inventar algo nuevo para responder a los vínculos entre los miembros es más amplia, de
cómo ser varón, cómo ser mujer, cómo saber-ha- tal forma que los conflictos entre los miembros no
cer para elegir una pareja, cómo elegir un futuro se cristalizan tanto. Así, asistimos hoy a un hecho
que conjugue el placer lúdico de la diversión con muy singular: la población joven se convierte ca-
la responsabilidad. Preguntas desconcertantes pa- da vez más en un “bien escaso y caro”, que se pre-
ra algunos, y aterradoras para otros. tende que brinde todo tipo de satisfacciones.
Es llamativo observar prácticas de un lenguaje Estas características comunes en los núcleos
con modismos propios, ropaje un tanto extrava- familiares de hoy son productoras de una serie de
gante, tatuajes y piercing, cuyo objetivo se encuen- síntomas en niños y adolescentes enfrentados a
tra vinculado a la posibilidad de crearse una iden- responder sobre lo que a cada cual le resulta im-
tidad propia que marque límites precisos, en una posible de tolerar. Por el lado de los padres, ante
edad caracterizada por lo inconmensurable. Ri- las dificultades de asumir las funciones de guía y
tuales y modismos acompañan al adolescente con de autoridad, desde muy temprano demandan
más fuerza cuando la apertura de los otros, los madurez, independencia y responsabilidad a los
adultos, fracasa, cuando no valoran estos hechos niños y adolescentes. Así, es común escuchar de-
para ofrecer posibilidades creativas y promisorias cir a padres de niños de 11 años, al entrar a la se-
de un porvenir. cundaria, que deben manejarse solos porque ya
Así, el adolescente, a falta de espacio humani- están grandes. El resto es asunto del colegio. Vea-
zado donde alojar su pregunta y su ser, donde po- mos el relato decidor de Jorge, un joven que está
dría verse a sí mismo como digno de ser amado, furioso porque su papá lo ha castigado. Jorge
puede encontrar la salida en la identificación con cuenta que un día su padre, al llegar del trabajo
una banda: ante la dificultad de encontrar un es- muy por la tarde, le ha dicho: “¿por qué no te has
pacio de inclusión dentro de lo social, ante la fal- bañado? ¡No has hecho el deber! ¿Y me quedas
ta de lugares y modelos basados en el respecto y la mirando con esa cara? ¡Estás castigado!”... “No
diferencia, aparece la exclusión, la segregación y la me dio tiempo para decirle que nos habían corta-
ruptura como respuestas fallidas para la construc- do el agua y que se le había olvidado de comprar-
ción de un modo alternativo de existencia. me el libro y que no pude recordárselo, porque el
Crear un espacio para la conversación entre teléfono estaba cortado”.
adultos y jóvenes, retomando su cultura y sus mo- El caso muestra cómo se confunde la indepen-
dos de expresión, permite re-introducirlos en el dencia física con la independencia emocional, y
circuito de la palabra para que, paulatinamente, desaparece así el referente simbólico que permite
puedan ir construyendo una respuesta sobre quié- estructurar la vida de un niño -que empieza a en-
nes son y plantearse un porvenir. carar los enigmas de la sexualidad y los de inscrip-
ción social-. Un púber o un adolescente depende

ICONOS 67
dossier
de un adulto, no para sobrevivir, sino en cuanto a escenario que invita al ejercicio ingenioso, creati-
la escucha, el respeto, las normas y el afecto que vo y responsable que este más acorde con los inte-
permitan una forma de transmisión en el contex- reses de cada cual (Lacadeé 2000).
to de lo humano. Como se ve, autoridad y responsabilidad son
He hablado de la función de guía del adulto dos caras de una misma moneda, y juntas son la
en la vida de un adolescente. Cabe ahora pregun- única manera de incorporar al joven para gestio-
tarse sobre la función de autoridad en el ámbito narse en la cultura.
de la educación, puesto que a las instituciones Usualmente se piensa que los problemas esco-
educativas les toca recibir a estos niños y jóvenes lares son productos de sistemas didácticos inade-
advenidos en estas nuevas modalidades de rela- cuados. Se crean nuevas formas de enseñar, apare-
ción. Los maestros manifiestan sus dificultades cen adelantos tecnológicos, todo para responder a
para dar una instrucción adecuada, allí donde en la preocupación por el inmenso índice de fracaso
frecuentes ocasiones hace falta inscribir un uni- escolar. Incluso la medicina se une al intento: des-
verso de normas y respetos esenciales en el acto de la genética y la farmacología se afronta el pro-
docente. La utilidad del saber escolar para los jó- blema de una “infancia insana”. El maestro, aba-
venes está esencialmente vinculada al hecho de rrotado de actividades y de imperativos sociales,
que ellos comprendan que esto constituirá un ins- puede fácilmente rechazar su función; las institu-
trumento para sus vidas, y no una acumulación de ciones educativas pueden no admitir a estos niños
saberes sin ninguna relación con su mundo actual y adolescentes que presentan dificultades, porque
o para el porvenir. se alejan de los perfiles ideales de habilidades y
En consecuencia, la existencia de una autori- destrezas. Las consecuencias no se hacen esperar:
dad es esencial para la construcción de los jóvenes. largas filas de niños y jóvenes con problemas de
Sin embargo, conviene distinguir los distintos aprendizaje, ADD, problemas de conducta, etc.,
ejercicio donde esta práctica se efectúa: la autori- son enviados donde los “Psi” para su reeducación,
dad natural se encuentra vinculada a la responsa- y aquellos obturan la posibilidad de esclarecer lo
bilidad inherente a quien toma esa función. Así, que no marcha en sus existencias.
un maestro tiene que estar implicado en su que- Curiosa paradoja: a mayor adelanto de los sis-
hacer en tanto no es un dispensador de conoci- temas pedagógicos, mayor número de niños y
mientos, sino un productor de un saber a la me- adolescentes que engrosan las filas de los inadap-
dida de los jóvenes que son sus alumnos. Los jó- tados. Ante los limitados referentes simbólicos pa-
venes perciben con facilidad los cambios de áni- ra los niños y adolescentes de hoy, se les delega
mo de sus maestros, sus posibilidades, sus falen- una libertad y una responsabilidad sin que hayan
cias, muchas veces más pronto que ellos con res- hecho un ejercicio de ellas. Estos referentes se
pecto a sus alumnos. construyen cuando en los actos de sus vidas han
La autoridad “autoritaria” es aquella que, to- recibido el apoyo de adultos que, habiéndoles per-
mando el nombre de la ley, de la norma o del pro- mitido ciertos riesgos, estuvieron listos a dar una
grama, es ejecutada sin tomar en cuenta el interés acogida a los interrogantes que dichas acciones
o las particularidades de aquellos que se preten- puedan generar. Así se crean tanto sistemas de va-
den educar. Para los jóvenes, la autoridad “autén- lores como leyes de intercambio social, estable-
tica” proviene de aquellos maestros que son capa- ciéndose límites comunes en la sociedad, formas
ces de decirles cosas que tienen un valor para la vi- de iniciar pactos que hacen susceptibles los proce-
da, para sus vidas, y que entonces dan la impre- sos del aprendizaje; así el compromiso con sus
sión de que “el profesor sabe un montón de cosas aprendizajes se produce de otra manera: es un
sobre el tema”. Ese estilo de transmisión, que per- pacto de generación de ideas y conceptos en don-
mite una mayor libertad para formas de abordaje de los lugares entre maestro y alumno son distin-
de la cuestión educativa, hace que niños y jóvenes tos, pero la relación con el saber es igual al por
se orienten hacia ese “saber-hacer”; un escenario qué se hace posible una construcción conjunta.
donde la función del maestro tiene que variar, un

68 ICONOS
Lo inédito de la pubertad no es asunto de la biología, aun cuando ella exis-
te: acceder a una posición femenina o masculina
Luego de establecer algunas características de es un proceso que esta marcado por un sinnúme-
los jóvenes, unas nuevas y otras “reediciones mo- ro de avatares que van desde la definición de un
dernas” de antiguos fenómenos, intentaré abordar lugar sexual hasta la pregunta sobre cómo respon-
desde la clínica psicoanalítica el tema de la puber- der al otro desde cada lugar, lugar que ya no es so-
tad para poder plantear aquello que es del orden lo el plano sexual sino también el social, con inci-
de los fenómenos y discriminarlos de los hechos dencias sobre la estruc-
de estructura. tura misma, y que en
ocasiones puede verifi-
Si el sujeto se construye en
En 1905, en sus Tres ensayos de teoría sexual,
Freud plantea que después de la infancia se pre- carse en una eventual torno a una dialéctica con
senta cierto número de elecciones que no son de- orientación a la perver- el otro, caracterizada por un
finitivas y que son reactualizadas en la pubertad. sión.
proceso de alineación referido
Aquí, lo fundamental es que se realiza una rectifi- Hasta aquí pode-
cación retroactiva de lo que en el tiempo-lógica de mos plantear la adoles- a la inscripción del sujeto en el
la infancia se construyó. cencia como modos de lenguaje y de separación
Jacques Lacan planteará, posteriormente, que respuesta que los púbe- del otro como objeto a, la
el sujeto humano se construye en torno a una dia- res intentan formular
frente a algo, algo que
adolescencia puede plantearse
léctica con el otro, caracterizada por un proceso
de alineación referido a la inscripción del sujeto irrumpe de forma tal como momento de creación e
en el lenguaje, y de separación del otro, como ob- que las palabras fallan. invención de respuestas de los
jeto a, que llevará al sujeto, en su búsqueda resti- Éstas se quedan cortas
púberes frente a algo.
tutiva, a marcar todas las sustituciones posibles, para nombrar y orde-
en donde el deseo encuentra su razón de existir. nar un surgimiento de
Desde el punto de vista del psicoanálisis, esta ope- algo totalmente nuevo,
ración hace posible la emergencia del sujeto hu- allí mismo donde no
mano, sujeto del inconsciente, sujeto del deseo. existe una repuesta
¿Podría plantearse que ese proceso de verifica- preexistente ¿Acaso la
ción pondría al púber en la posibilidad de volver “originalidad” de los
a elegir en todos los aspectos y, por lo tanto, cons- jóvenes podría dar
tituirse en un momento de “todo lo posible” co- cuenta de esto?
mo a veces quisieran creer los jóvenes en esos mo- ¿Qué es lo nuevo que surge? A nivel de la ima-
mentos de euforia que a menudo podemos pre- gen, los caracteres secundarios marcados por el
senciar? ¿Por qué junto a dicho momento encon- discurso hacen aparecer al niño como distinto que
tramos que los jóvenes se “deprimen” tanto, al antes y, a su vez, diferente a los otros, surgiendo
punto de plantearse la muerte como una alterna- así un rompimiento con aquella primera imagen y
tiva posible? obligándolo a producir ajustes o transformacio-
El psicoanálisis plantea que lo uno no desdice nes. El cuerpo se vuelve un extraño para sí como
a lo otro. Por el lado de lo posible, se presenta el también para los adultos tutelares, replanteándo-
sinnúmero de respuestas que los púberes inventan se, en el mejor de los casos, las formas de relación
para responder a un imposible, que es la restitu- desde lo simbólico, que en lo sucesivo estarán
ción de ese “objeto a” perdido. Así, frente a la elec- marcados por una separación de la figura de sus
ción del objeto de amor, ésta puede ser heterose- padres.
xual u homosexual, y aun cuando haya indicios de Las nuevas formas de relación del adolescente
dicha elección de antemano, el púber debe decidir tomarán rasgo de otras personas y generalmente
en este momento su elección para la vida. no serán por simple identificaciones sino por pro-
El adolescente también tendrá que elegir sobre cesos bastante complejos donde esto pondrá en
su posición sexuada: ser varón o ser mujer. Esto duda una buena parte de todo aquello que le vie-

ICONOS 69
dossier
ne de los adultos tutelares. “Los adolescentes son inventar y crear. ¿Podría haber entonces titulado
cuestionadores” frase comúnmente escuchada, da este artículo “adolescentes e invención”?
cuentas de estos procesos.
Sin embargo, la necesidad de que efectivamen- Bibliografía
te existan algunas personas que puedan tomar esa
función de sostén y respeto frente a lo nuevo que Boureneu Mariane, Beauvais Anne–Marie y
surge en los púberes es lo que haría posible ese otros, 2001, “Laboratorio: la apuesta de la conver-
proceso de búsqueda de respuestas frente a lo in- sación”, en Memorias de la Jornada del Centro In-
nombrable. De lo contrario, conductas como el terdisciplinario de estudios sobre el niño (CIEN),
alcohol, drogas y hasta el suicidio puedan surgir Buenos Aires.
como modo de respuesta frente a lo innombrable Cottet, Serge, 1991, “Pubertad Catástrofe”,
de la pubertad. en Logogrifo, agosto, Caracas.
¿Qué sería lo innombrable? Jacques Lacan di- Freud, Sigmund, 1981 (1905), Tres ensayos so-
rá que lo innombrable es lo real entendido como bre la sexualidad, The Hogarth Press and the Ins-
la no-relación sexual. No se trata de decir que no titute of Psycho–analisis, London, England.
existe la copula, sino de que no hay un saber ins- Lacan, Jacques, 1992, Seminario 17, El rever-
tituido entre un hombre y una mujer: no hay un so del psicoanálisis, Paidós, Argentina.
saber sobre como hacer frente a los enigmas del Lacan, Jacques, 1981, Seminario 20, Aun, Pai-
otro sexo, por más revistas, tratados o compendio dós, España.
que intenten dar una respuesta. Cada sujeto ten- Stevens, Alexandre, 1998, “La adolescencia
drá que inventar su propia respuesta y deberá síntoma de la pubertad”, en Actualidad de la prác-
aceptar que, después de todo, ella siempre será un tica psicoanalítica, psicoanálisis con niños y púberes,
tanto fallida, de tal forma que siempre tendrá que Ediciones Labrador, Argentina.

70 ICONOS

Potrebbero piacerti anche