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Señala también que el contenido del derecho de petición por lo general suele ser muy
diverso, así sirve para trasladar desde una petición muy puntual hasta una pretensión
seno el derecho que reconoce la libertad con que contamos todas las personas de participar
en aquella. Así, en la evolución de la vida en sociedad, las personas han ido desarrollando
garantizar el papel protagónico que estos han de asumir en el devenir de su propia historia en
la obtención del bien común. Este ideal es lo que en el siglo XVIII llevó al eminente filósofo
francés JeanJacques Rousseau a publicar su obra maestra Del contrato social o Principios de
que se ha ido afianzando, es el derecho de petición; el cual, como todos los demás derechos
de los que goza la persona, es inherente a su ser. Empero, este derecho presenta una
característica particular, tal es la naturaleza de constituirse como un derecho que solo tiene
fundamento razón de ser si es que se ejerce en sociedad, siendo pues, de esta forma,
modo alguno, accionarlo si se piensa en la persona como ser aislado de toda interrelación con
humano vislumbró la existencia del derecho de petición –tarea de por sí difícil–; sin embargo,
este derecho –con sus respectivos y particulares matices– en el Imperio incaico, tiempo en el
que las peticiones las realizaban los indios cargando un costal de papas pesado, a fin de
presentarse inclinado ante el inca2 . En otras latitudes y tiempo, encontramos el Bill of Rights
declarando ilegal toda prisión o procesamiento de aquellos. En esta misma línea, también es
Estados Unidos de 1787, por la cual se impedía al congreso la aprobación de toda ley que
coarte el derecho del pueblo a solicitar la reparación de todo agravio. Ahora bien, de unos
años acá, se ha podido apreciar, cada vez con mayor frecuencia, el interés de las personas en
participar en los asuntos públicos, por lo que resultó necesario constitucionalizar el derecho
y hasta contrario a las bases y principios que inspiran un ordenamiento jurídico, el no realizar
esta acción3 . Así, dado su desarrollo e importancia, no solo resultó suficiente tener al
reglamentos4
EL DERECHO DE PETICIÓN
ciudadana.
Precisamente sobre este último concepto, debemos señalar que el legislador nacional ha
decidido no solo protegerlo, sino, además, fomentarlo, al emitir la Ley N° 26300 - Ley de los
inciso 20, de la Constitución Política, al expresar que toda persona tiene derecho a: “Formular
peticiones, individual o colectivamente, por escrito, ante la autoridad competente, la que está
obligada a dar al interesado una respuesta, también por escrito dentro del plazo legal, bajo
consagrado como el derecho fundamental que goza todo ciudadano, sea nacional o
extranjero, de formular por escrito petición a una autoridad pública que esté investida de
poder al servicio del Estado. Así, nuestra constitución ha optado, a bien, considerar que toda
persona por su propia calidad de ser humano, goza de tal derecho. Esto último a diferencia
de algunos otros ordenamientos jurídicos, como es el caso del ordenamiento español que
restringe el referido derecho solo a favor de sus nacionales, o los casos de las constituciones
de Guatemala y México las que regulan una forma ecléctica que distingue las peticiones de
carácter privado de las peticiones políticas, reconociendo a todos los ciudadanos el derecho
de formular las primeras, y solo a sus nacionales las segundas6 . Como se ha dicho, nuestro
y no limitarlo por cuestiones de índole alguno (tal como nacionalidad). Es presupuesto que
el ejercicio del derecho de petición se exterioriza a través de una solicitud presentada por
encarga de desarrolla en su artículo 106 el cauce a través del cual se exterioriza este derecho.
el artículo 2 inciso 20) de la Constitución Política del Estado. 106.2 El derecho de petición
solicitudes de gracia. 106.3 Este derecho implica la obligación de dar al interesado una
respuesta por escrito dentro del plazo legal”. En consonancia con lo señalado en el párrafo
se establece el artículo 21 de su Constitución Política del año de 1991, “toda persona tiene
derecho a presentar solicitudes respetuosas, verbal o escrita, ante las autoridades o ante
ciertos particulares por motivos de interés general o particular y obtener de ellos pronta
solución sobre lo solicitado”. Con relación a la indicación de ciertos particulares debe
entender respecto a aquellos que presten un servicio público o actúen o deban actuar en
desarrollo de pensiones públicas, lo que en nuestro ordenamiento vendría ser las “entidades”
a las que se hace referencia en el numeral 8 del artículo I del Título Preliminar de la LPAG7
. Cabe resaltar que, cuando la solicitud se formule de manera verbal, la decisión podrá
tomarse y comunicarse en la misma forma al interesado. Ahora bien, se debe entender que el
derecho de petición está conformado por dos aspectos consustanciales y recíprocos, lo cuales
plazo que la ley señale, y además tener la obligación de motivar su respuesta, reafirma el
sentido de la existencia de este derecho; otro modo llevaría a alegar que el ejercicio del
derecho de petición concluye con su sola presentación ante la autoridad, lo cual implicaría
Por la referida obligación, la respuesta a la que se hace acreedor quien ejerce el derecho de
petición ante autoridad administrativa, deberá involucrar una argumentación del por qué se
decide por tal o cual respuesta, esto es, una motivación de los hechos y derechos. Es más, el
los medios para que el administrado ejercite el derecho sin trabas absurdas o innecesarias.
derecho que se invoca o solicita reconocer o declarar en la petición. Decimos, entonces, que
obtener respuesta favorable a lo solicitado. Es así que de esta forma se muestra gráficamente
estrecha relación entre ambos, estos no dejan de ser autónomos en su naturaleza. El derecho
20, de nuestra Carta Magna, mientras que lo invocado a través de este puede o no obedecer
referidos a derechos para cuyo ejercicio es necesario o posible ejercer el derecho de petición,
petición en el Perú también es un derecho sui géneris y de amplio espectro, con naturaleza
funciones del poder, siendo por tanto un elemento del ordenamiento jurídico, lo
suficientemente fuerte y básico como para impulsar contenidos nuevos a la relación entre las
personas y la autoridad, así como para apoyar o complementar el ejercicio de otros derechos
de las personas en sus relaciones con la autoridad8 . Por último, cabe anotar que en el Derecho
pública. En esa perspectiva, dicho derecho se agota por su solo ejercicio, estando la autoridad
estatal competente obligada únicamente a acusar recibo y dar respuesta de las solicitudes9
de una acción de amparo interpuesta por el Sindicato Único de Trabajadores Municipales del
Rímac en contra de la Municipalidad Distrital del Rímac con el objeto de que se declare
Derecho Público, de modo que la recurrente alega que se están vulnerando sus derechos
que corresponde al tema del presente estudio, solo se analizará respecto de la alegada
mencionar que “tanto el derecho de petición como aquellos otros derechos fundamentales
orden jurídico objetivo, puesto que son la expresión jurídica de un sistema de valores que por
acto seguido, el Tribunal Constitucional explica que la Ley N° 27444 (Ley del Procedimiento
Administrativo General), desarrolla los alcances del inciso 20 del artículo 2 de la
Constitucional que en la LPAG se pueden encontrar hasta cinco ámbitos de operatividad del
b) la petición subjetiva, aquella solicitud individual o colectiva que tiene por objeto el
en un derecho de naturaleza mixta, toda vez que la petición puede ser de naturaleza pública
o privada, según sea utilizada en el caso de la defensa de los derechos o intereses del
sujeto activo del ejercicio del derecho de petición puede ser cualquier persona natural o
jurídica, nacional o extranjera; mientras que, respecto al sujeto pasivo del derecho de
petición, señala que puede ser cualquier órgano u organismo estatal. Sobre el contenido
la autoridad de otorgar respuesta al peticionante, la que deberá ser necesariamente por escrito,
motivada y emitida en el plazo que la ley establezca. Por lo que, de no observar estos
jurídico claro e inexcusable. Por último, el Tribunal Constitucional ha creído preciso destacar
diferencia radica en que este último vislumbra algo más que el propio derecho con que cuenta
toda persona de ejercer el derecho de petición, siendo que, además, de este cuenta con una
norma legal específica que le otorga concreta y cabalmente el goce y ejercicio de un derecho,
independiente del derecho que se solicita reconocer y/o declarar en la petición. Por tanto, se
dice que, puede bien constituirse un interés legítimo al procedimiento y a la observación del
permite que de forma gráfica se perciba al derecho de petición respecto del derecho
presencia del segundo, empero, no obstante, la estrecha relación entre ambos, estos no dejan
derecho fundamental reconocido en el artículo 2, inciso 20, de nuestra Carta Magna, mientras
el derecho de petición, así, el rol de esta es fundamental para lograr el fin de la existencia del
derecho, en este sentido, la autoridad a la que está dirigida el derecho de petición; sin
embargo, si bien se dispone tiene la obligación de dar respuesta en el plazo que señala la ley,
conveniencia; por considerar que hay un interés público y social predominante; por carecer
general suele ser muy diverso, así sirve para trasladar desde una petición muy puntual hasta
una pretensión dirigida a la elaboración de una norma, por lo que resulta de importancia para
todas las personas conocer esta institución, ya que a través de esta podrán participar
«El derecho de petición, que tiene una historia no menos antigua y no menos gloriosa que
todas las otras garantías constitucionales, ha venido tomando en los últimos tiempos una
figura secundaria. Algunos escritores de cosas políticas lo consideran como una institución
destinada a desaparecer: los mismos Parlamentos que han reglamentado el ejercicio de este
derecho, no muestran demasiada prisa, ni toman siempre en seria consideración las peticiones
que por este medio se les hacen» \ Ciertamente parece existir acuerdo en considerar hoy al
derecho de petición como una auténtica reliquia histórica ^, el más inofensivo de los derechos
', tan vacío como el derecho de escribir cartas o el de entonar canciones ". No es extraño
encontrar autores que lo califican como un derecho perfectamente inútil ^ y que se configura
válvula que se abre a arbitristas y como expansión de extravagantes» ^. Por ello, son
numerosos los autores que se «olvidan» de mencionarlo en las clasificaciones, más o menos
exhaustivas, de los derechos y libertades ^ No parece, pues, que el panorama sea muy
alentador para escribir hoy sobre el derecho de petición. Pero lo cierto es que en la actualidad
está reconocido en casi todas las Constituciones del mundo, tanto en las de los países de
Su origen Existe una gran confusión y oscuridad respecto a la época, el lugar y la forma de
escribía a mediados del pasado siglo: «El derecho de petición existe en todas partes, lo mismo
bajo el despotismo oriental, que bajo las instituciones representativas de Europa» ".
Posteriormente insistió en la misma idea M. HAURIOU: «Se trata de un antiguo derecho que
existía ya, en forma de placel, bajo las monarquías más absolutas y bajo las tiranías de tipo
asiático» ^^ En realidad es de suponer que peticiones a los gobernantes han existido siempre
y en todo lugar, lo que sucede es que en Europa y desde la Edad Media, encontramos un
cauce institucional privilegiado y relativamente regulado por normas jurídicas, que permite
a los gobernados dirigirse primero al Monarca y después al Parlamento, al Gobierno o a otras
su expansión por todo el mundo, se encuentra hoy reconocida como un derecho fundamental
dato a tener presente al indagar sobre el origen histórico de este derecho es de tipo filológico;
en efecto, el término con que se le designa en los diversos idiomas es siempre de raíz latina
(droit de pétition, diritto di petizione, ríght of petition, Petitionsrecht, etc.) ^^, lo que induce
a pensar que pueda proceder del Derecho Romano o del Canónico. En segundo lugar, es
la cual era costumbre normal en los diversos reinos cristianos que los subditos se dirigieran
al monarca en petición de gracias o reparación de agravios ^''. Sabemos que tal práctica era
seguida,ya a mediados del siglo xiii al menos en Castilla, Aragón, Francia e Inglaterra; ahora
bien, ¿cuándo y dónde se originó? ¿Procede de un único lugar desde el cual se extendió por
toda Europa, o surgió espontáneamente en los diversos reinos medievales? Con frecuencia
posteriormente al Continente europeo '^. Es éste un error causado probablemente por cierto
precepto de la Magna Charla que indirectamente parece reconocer tal derecho ^^, sin
considerar que lo único claramente deducible de ese artículo es que en 1215 era ya práctica
habitual en Inglaterra ejercer el derecho de petición ante el rey "; y sin embargo hay
existencia de esta misma práctica en Francia, por ejemplo ^°. Por tanto debió aparecer antes
de esa época. Lo más probable, a nuestro juicio, es que el derecho de petición apareciese en
Europa poco después del asentamiento de los pueblos germánicos en los territorios del
Imperio Romano. Vemos cómo pudo suceder esto. El derecho de petición tal como se
solicitud de gracias de toda índole, se originó por la confluencia de dos elementos: el carácter
de instancia judicial suprema que correspondía al rey desde antiguo y el deber moral y
1. Es conocido el hecho de que en toda monarquía antigua las dos funciones principales
del rey eran la dirección de la guerra y el impartir justicia. Aparte del conocido
existía tal función en la primitiva Monarquía romana (753-510 a. de C.) ^°. En todo
o por delegación ^'. De hecho los gobernadores provinciales juzgaban en nombre del
Emperador ^^ y éste podía siempre avocar ante sí el proceso (cognitío caesaris) ^^.
Puesto que en los juicios civiles las partes podían elegir juez, en algunas ocasiones
proceso. Así pudo surgir, de forma indirecta y por analogía, el derecho de los
ciudadanos romanos a apelar al César en los procesos criminales ^''. Por otro lado, es
democráticas (si bien es cierto que carecían de todo derecho los siervos y que la
aptitud para la guerra constituía el supuesto previo de la capacidad jurídica plena ^^).
Se considera que no existió allí un monarca verdaderamente absoluto, antes bien, «la
era aceptado que «sólo crea verdadero Derecho el mandato del monarca que está en
armonía con la libre convicción del pueblo» ^''. Pues bien, en la mayoría de estas
tribus y pueblos existía una asamblea (Ding, Landesding o Consilium) formada por
todos los hombres libres —en definitiva los guerreros— que, reunida al aire libre las
declaración de guerra, firma de la paz, elección del rey, etc. Y entre otras funciones,
esta asamblea ejercía la de órgano judicial superior. A su vez, el rey no sólo era jefe
del ejército y sumo sacerdote, sino juez presidente de tal asamblea ^°. Pero,
probablemente por influencia romana, poco después del asentamiento de los bárbaros
cristiana; y así se fue introduciendo la imagen del rey concebido ante todo «como una
figura de significación ética (...) como un rey virtuoso (...) caracterizado por reunir
las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad) así como las cardinales (prudencia,
Luis Rey de Francia como paradigma de rey cristiano ^^, no cabe duda que se dejó
sentir ya desde los siglos vi a l VIII. Probablemente, el mejor testimonio que puede
alegarse en defensa de esta tesis es, en el ámbito del Reino visigodo, nuestro Fuero
Juzgo:
«... así como el sacerdote ye dicho de sacrificar, así el re ye dicho de regnar piadosamente;
mes aquel non regna piadosamente, quien non a misericordia. Doñeas faciendo derecho
el rey, debe aver nomne de rey; et faciendo torto, pierde nomne de rey (...) Onde el re
debe aver duas virtudes en si, mayormente iusticia et verdat. Mes mais ye loado el rey
por piedat, que por cada una destas...» ". Y más adelante se recomienda a los reyes «...
seer en el iulcio muy mansos et muy piadosos» Incluso se les manda «... que ayan los
corazones mucho entendudos de ben regnar con temor de Dios, et en facer bonas obras,
et con mansidumpre, et en iulgando iuicio derecho, et que sean aparellados por aver
mercet... con mansldumne et con derecho» ^°. Y en fin, el rey ha de ser tal «... que toda
la universidad de la yente lo ayan por padre, é cada uno lo aya por sennor, é así lo amen
los grandes, é lo teman los menores en tal manera, que ninguno non y aya dubda del
servir, é todos se metan aventura de muerte por su amor» ^'. Fácilmente se comprende
justicia regia pudiera pronto surgir ese derecho de todos los subditos a dirigirse al rey en
significado, de modo que, por ejemplo, en la literatura política castellana de unos siglos
Consideramos pues como muy probable que fuera entre los siglos vi y vil cuando
comenzó a practicarse ante los reyes el después llamado derecho de petición. Por
supuesto que en esta primera etapa no existía un reconocimiento expreso de tal derecho,
puesto que en realidad se trataba de una praxis de naturaleza moral más que jurídica, pero
no debe olvidarse que la concepción medieval del mundo no hacía una distinción
fundamental entre moralidad, costumbre y derecho, y por tanto cualquier obligación del
rey de tipo moral (o de Derecho natural) lo era también de Derecho positivo ^^. Por lo
demás, no hay que olvidar que en el Derecho Canónico venía ejerciéndose el derecho de
presentadas por los fieles o por autoridades eclesiásticas"". Pero volviendo a la cuestión
desde mediados del siglo vii. Después de recomendar con insistencia a los reyes que
busquen el bien de la comunidad y no el suyo propio, dice así este Código (Libro II,
«... deve [el rey] mas aguardar la salud de tod el pueblo, que no de un omne solamientre.
Onde que el principe non semeie que ama la salud del pueblo solamientre por la palabra,
é non por el fecho, más deve catar lo quel ruega tod el pueblo, que estonze aya el provecho
del pueblo, quando entendieren que los oye, de lo quel demandan, é que ge lo otorga».
existían ya entonces peticiones sobre intereses colectivos. Este último aspecto, mucho
más trascendente desde el punto de vista político, resulta bastante difícil de demostrar por
leyes, conocidas precisamente como Petitiores '^\ fueron posteriomente ampliadas a otras
siete nuevas, concedidas quizá también por el propio Carlomagno *^. El origen de estas
un órgano político-administrativo, los missi o enviados del emperador, que recorrían los
con que se la designa en toda Europa y también que apareciese poco más o menos a la
EN FRANCIA
del rey. Ya Hugo Capeto (987-996) afirmaba que su función era «de rendre justice á tous
et par tous les moyens» '^, por lo que va institucionalizándose la práctica de los reyes de
recibir ciertos días señalados las quejas de sus subditos. Hacia el 1190, al marcharse el
Arzobispo de Reims, dedicar tres veces al año, en París, todo el día a oír las peticiones
(literalmente los clamores) de los subditos y darles satisfacción «por el honor de Dios y
flexibilidad y amplitud con que se entendía entonces dicha justicia. 2. La aparición de los
Estados Generales (en 1302) no supuso en modo alguno la decadencia de las peticiones
individuales ni colectivas, sino que continuaron ejerciéndose ante el rey tanto por los
aunque sí lo son las consecuencias políticas y constitucionales que trajo consigo. También
regia era competencia en cada condado del sfter/ff designado al efecto, constituyendo el
utilizar esta vía para presentar peticiones graciables ante los reyes por individuos o
xiii: «For God's sake» (por amor de Dios) y «irte King's grace» (por la gracia del rey)
El primer dato interesante que nos aporta la experiencia inglesa en esta materia es la
asunción por parte del Parlamento desde sus orígenes del derecho de presentar peticiones
al rey. Las peticiones presentadas por el Parlamento requerían con frecuencia medidas
modificarlo ^.
O. En España el derecho de petición evolucionó de forma semejante a lo sucedido en
como en Aragón y Navarra, ya desde épocas remotas, cuenta el monarca entre sus
principales cometidos el de actuar como rey-juez °'', teniendo tal función «un origen
divino, por lo que se dice que es Dios el que entrega al rey el cetro de la justicia, estando
por ello obligado el nnonarca a ejecutar su justicia de acuerdo con el modelo divino» ^.
Es decir, esa «justicia» que debe aplicar el rey no es la justicia estricta, sino más bien la
atemperada por la misericordia y generosidad del monarca. Por eso los reyes asumen el
papel de protectores de su pueblo, ejerciendo una función tutelar por la que son
reconocidos como «padre» por sus vasallos. De este modo corresponde al rey otorgar
presentaron los miembros del Tercer Estado y el estamento eclesiástico al Rey Luis XVI
cuando éste convocó los Estados Generales en 1789. La negativa del monarca francés a
Asamble a Nacional y puso en marcha así la Revolución Francesa *'. Sin embargo, con
Europa Continental. Las causas que se han señalado son múltiples: el desarrollo de la
empresa y los partidos políticos, los medios de control otorgados a los parlamentarios
el derecho de petición tiene, por su propia naturaleza, una tortísima componente moral
PÉREZ SERRANO lo describe así: «El derecho de petición comprende dos cosas
distintas: el requerimiento individual, para fines personales, acaso egoístas (ya sea
a in- tereses generales, de que se hace portavoz la parte peticionaria. Sin dificultad se
este derecho, su carácter político resulta indudable» ''°\ Creemos que esta distinción no
consideraba como un deber de los monarcas. Atender esas peticiones y otorgarlas cuando
separarse las súplicas individuales de aquellas que afectaban a colectividades del reino.
recibir idéntica calificación jurídica ambas formas del derecho de petición. Ahora bien,
cada petición concreta. Así, por ejemplo, una petición individual al Parlamento
solicitando la concesión de un subsidio por alguien que legalmente carece del derecho a
Petición y acción Cierto sector doctrinal ha defendido desde antiguo que el derecho a la
acción —procesal— no es otra cosa que una expresión o manifestación del más genérico
teoría Víctor FAIRÉN, según el cual: «Una vez admitido el poder de hacer peticiones a
especies de derechos; el de accionar (ante los tribunales) es uno de ellos. Las leyes
la acción como manifestación del derecho de petición es que se proponga ante órganos
del poder jurisdiccional, los cuales han de actuar conforme a las normas características
de dicha actividad»
"'.
CONCLUSION
ruego que los súbditos dirigían a los monarcas, sin derecho alguno a obtener respuesta,
4.2. El contenido del Derecho de Petición comprende la facultad de toda persona que no
organismos, órganos y personas-órgano que ejercen funciones del Poder, sobre materias
naturaleza sui génesis y de amplio espectro, pues, formando parte del núcleo de la
relación entre la autoridad y las personas, su vinculación con otros derechos de similar
cual le confiere naturaleza propia y especial. 4.4. El Derecho de Petición está en la base
probablemente siga siendo la base del surgimiento de otros derechos; lo cual, lejos de
incoa el ejercicio de todas las funciones del Poder, indistintamente. Es algo así como un
básico como para impulsar contenidos nuevos a la relación entre las personas y la
autoridad, así como para apoyar o complementar el ejercicio de otros derechos de las
y la obligación de ésta de dar respuesta al interesado, también por escrito, dentro de plazo
legal. Sin embargo, el concepto sólo considera, respecto de las Fuerzas Armadas y
características propias de la organización interna del país. 4.6. El núcleo del Derecho de
Petición en el Perú implica, por un lado, el ejercicio individual o colectivo del derecho,
con el límite de que los miembros de las Fuerzas Armadas y Policiales sólo pueden
ejercerlo individualmente; y, por otro, la obligación de la autoridad competente de dar al
también es un derecho sui génesis y de amplio espectro, con naturaleza propia y especial;
Poder, siendo por tanto un elemento del ordenamiento jurídico, lo suficientemente fuerte
y básico como para impulsar contenidos nuevos a la relación entre las personas y la
autoridad, así como para apoyar o complementar el ejercicio de otros derechos de las
Petición en la actual Constitución Política, la misma que entró en vigencia en 1993. Sin
embargo, para efectos de comprender con mayor detalle su contenido sobre la materia,
haremos una referencia THEMIS39 193 a las dos Constituciones anteriores, es decir la
protegidos por la norma máxima, de modo que su violación implicaría, a su vez, una
transgresión constitucional. Cabe comentar que la ubicación del artículo citado dentro de
separación entre lo que en realidad constituyen Derechos de la Persona y los medios para
percibe claramente que lo que se consagró fue un derecho subjetivo denominado Derecho
de Petición. Como puede notarse del texto del artículo mencionado, la Constitución
emisión de una ley de desarrollo sobre la materia; lo cual llevaba a apoyarse en la doctrina
para la determinación de su contenido. Conforme lo señalaba la referida disposición, el
pública en beneficio de todos sus integrantes. Debe entenderse, a nuestro criterio que el
las peticiones formuladas por una persona pero que, por el contenido de la petición, el
pronunciamiento de la autoridad podría favorecer a una colectividad, así como que tal
Derecho de Petición podía ser ejercido también por las personas jurídicas. Por otro lado,
podía ser ejercido por las Fuerzas Armadas. El único fundamento que explicaría tal
marcadas. Este argumento, sin embargo, nos parece absolutamente relativo, pues, por un
tanto al interior de las Fuerzas Armadas, como en la relación de los militares (y policías)
considerados como conjunto de individuos, con las autoridades. Por otro, que desde los
orígenes de las Fuerzas Armadas al interior suyo existen reglados mecanismos para
policías) a sus superiores. Se descarta, por ser jurídicamente imposible, que el Derecho
de Petición sea ejercido por las fuerzas armadas consideradas como organismos, pues
implicaría peticiones ejercidas por organismos estatales ante autoridades públicas, lo cual
no acepta la doctrina como posibilidad en la naturaleza y concepto del Derecho de
texto es el siguiente: "Artículo 2. - Toda persona tiene derecho: ( ... ) 18.- A formular
está obligada a dar al interesado una respuesta también escrita dentro del plazo legal.
denegada. Las Fuerzas Armadas y las Fuerzas Policiales no pueden ejercer el derecho de
Constitución de 1979 incorpora elementos del contenido mínimo del derecho, así como
colectivamente, establece la formalidad pertinente, disponiendo que debe ser por escrito.
Sobre esto último, consideramos que el requisito de la forma escrita es restrictivo, por
efectuar utilizando formalidades diferentes a la escrita, sin que por ello se diluyan la
son, a nuestro criterio, las razones fundamentales por las que se estableció como
exigencia la formalidad escrita. Asimismo, el artículo citado identifica al destinatario o
sujeto pasivo del ejercicio del Derecho de Petición, señalando que es "la autoridad
competente", siendo ello concordante con un elemento esencial del mencionado derecho,
quedando excluido del concepto de Derecho de Petición los pedidos dirigidos por las
contenido del Derecho de Petición, estableciendo que la autoridad "está obligada a dar al
interesado una respuesta también escrita dentro del plazo legal", agregando, como una
sin que ésta se haya producido, "el interesado puede proceder como si la petición hubiere
sido denegada". En tal sentido, conforme a la norma citada, el derecho sólo era
reconocible y, por tanto, se podía considerar respetado, si una vez ejercido, la autoridad
interesado, quien podía optar por considerar denegada su petición o - lo cual se deduce
"Fuerza Armada". Nos remitimos a nuestro comentario contrario sobre esta prohibición
lo siguiente: "Artículo 2.- Toda persona tiene derecho: ( ... ) 20. A formular peticiones
individual o colectivamente, por escrito ante la autoridad competente, la que está obligada
a dar al interesado una respuesta también por escrito dentro del plazo legal, bajo
elementos esenciales del texto establecido por la Constitución de 1979, pero presenta, a
pueda ser ejercido individual o colectivamente; debiendo ser formulado por escrito y
y 1979, cabe agregar que, en atención a la experiencia nacional y extranjera del ejercicio
de tal derecho, pudo precisarse de mejor manera el alcance de la petición cuando se ejerce
segundo, sólo se refiere a intereses de la colectividad que ejerce el derecho, sino que
cubre otras posibilidades, como la petición formulada por una sola persona, pero cuya
respuesta puede implicar beneficio para una colectividad. Asimismo, consideramos que,
efectuarse por escrito, sino también bajo otra modalidad pertinente, siempre que permita
Constitución de 1993 mantiene los elementos esenciales del mismo, estableciendo que la
autoridad "está obligada a dar al interesado una respuesta también por escrito dentro del
plazo legal", con lo cual se considera respetado el derecho si, una vez ejercido, la
responsabilidad para la autoridad que no conteste dentro del plazo legal, lo cual confiere
certeza acerca del efecto de la inacción de la autoridad que recibe la petición. En segundo
negativo como posible de ser invocado por el peticionante en el supuesto que la autoridad
positivo ni silencio negativo. La razón que explicaría ello es que a la fecha de aprobación
prudencia se debió en buena medida a que no se disponía de los criterios suficientes para
distinguir entre el Derecho de Petición - el mismo que no implica el ejercicio de derechos
que aquélla abre la posibilidad de que los miembros de las Fuerzas Armadas y de la
mantiene la prohibición para el ejercicio colectivo del Derecho de Petición por parte de
militares y policías. Percibimos que la razón fundamental de esta decisión es que, siendo
ellos quienes tienen casi por excelencia las armas, esta circunstancia implicaría un factor
de presión potencial o ¡;(ecfiva para las autoridades que tienen que decidir si se atiende
o no la petición. Como ejemplos aislados, aunque indicativos de ello, pueden citarse los
casos de las peticiones efectuadas por la Policía en la década del 70 y a fines de la década
del Ejército para debelar lo que se consideró un motín. Tras ello, la instancia máxima del
Gobierno decidió homologar las remuneraciones de los policías con las de los miembros
del Ejército, Marina y Aviación, con lo que la petición fue finalmente atendida. En el
segundo caso, como medio de presión, un sector de la policía efectuó una marcha hacia
dicho cuerpo efectuó un tiro al aire como muestra de presión respecto de la petición
policial. Ello llevó a una situación crítica que terminó en la disolución inmediata de dicho
cuartel por orden presidencial. En este segundo caso la petición ho fue atendida. Es
probable que los hechos señalados, así como la representación mental de lo que podría
1993 a inclinarse por la prohibición de que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional
puedan efectuar peticiones colectivas. En nuestra opinión, si bien debemos tender a que
racional uso de la fuerza por parte de los miembros de los institutos armados. 2.2.
en los textos constitucionales peruanos pone de manifiesto la relevancia que tiene dentro
de nuestro ordenamiento jurídico. La ubicación específica del mencionado derecho en los
acerca de los Derechos de la Persona. Es así, por ejemplo que, mientras en la Constitución
de 1933, estaba considerado dentro del Capítulo de Garantías Individuales (Capítulo 11)
del Título sobre Garantías Constitucionales (Título 11), tras las precisiones doctrinarias
derecho en el Capítulo De la Persona (Capítulo 1), del Título de los Derechos y Deberes
Este criterio es continuado por la Constitución de 1993 que ubica al Derecho de Petición
dentro del Capítulo sobre Derechos Fundamentales de la Persona (Capítulo 1), del Título
Ejercicio individual o colectivo del derecho. Como límite de este elemento del núcleo del
derecho de petición, los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional sólo
interesado una respuesta, dentro del plazo legal, bajo responsabilidad. En calidad de
requisito formal para el ejercicio del Derecho de Petición, se exige que la petición se
formule por escrito. Y como requisito formal de la respuesta de la autoridad, ésta debe
efectuarla también por escrito. Considerando que, en general, un derecho está vigente
escapa a esta máxima. Por ello, sólo se puede considerar que en el Perú está siendo
respetado este derecho si se manifiestan todos los elementos que constituyen el núcleo
del mismo, antes señalados, sin perjuicio del cumplimiento ineludible de los requisitos
actos que sean necesarios para la evaluación material del contenido de la petición recibida
elementos implica, por tanto, una afectación almencionado derecho, 10 cual genera la
específica para las acciones de Hábeas Corpus (garantía ante hecho u omisión, por parte
individual o los derechos constitucionales conexos), Hábeas Data (garantía ante hecho u
omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza
de Amparo (la misma que, de conformidad con artículo 200, inciso 2 de la Constitución
Política vigente, procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad,
funcionario o persoTHEMIS39 197 na, que vulnera o amenaza los demás derechos
concuerda con el criterio señalado en el párrafo anterior, cabe precisar que la Ley 23506
puede ser protegido vía Acción de Amparo o si también es posible protejerlo por otro
sucedió con el Hábeas Corpus respecto de derechos que hoy tienen como vía la Acción
método que nos parece más apropiado es el de relacionarlo con los demás derechos
consagrados en la Constitución Política, visión sistemática ésta que nos permitirá captar
han surgido como consecuencia del ejercicio del Derecho de Petición. Tales son los casos
(inciso 4); acceso a la información ante las entidades públicas (inciso 5); de reunión
(inciso 12); de asociación (inciso 13); de participación ciudadana (inciso 17, aunque este
derecho tiene elementos importantes de evolución propia), entre los expresamente
naturaleza de éste. Por otro lado, de la vinculación sistemática del Derecho de Petición
se pueden identificar claramente diversos derechos que, por no existir legislación especial
que viabilice su ejercicio o, de modo complementario a las vías establecidas, cuando éstas
existen, cabe ejercer respecto de ellos Derecho de Petición para conseguir una respuesta
que refleja situaciones claras de lo señalado, pero con naturaleza sólo ilustrativa, pues,
una interpretación más detallada del texto constitucional nos permite prever que la
contenido total o parcial, comprende derechos para cuyo ejercicio es necesario o posible
6, 7, 8, 9, 10, 11, 13, 14, 15,16,19,23,24,27,28 Y 29. 1.3 En el Capítulo IV, De la Función
Pública: artículos 39, 40 Y 41. 2.- En el Título U, Del Estado y la Nación: 2.1 En el
Capítulo 1, Del Estado, la Nación y el Territorio: artículos 44, 45, 50 Y 51. 3.- En el
Título III, Del Régimen Económico: 3.1 En el Capítulo 1, Principios Generales: artículos
58, 59, 60, 61, 63 Y 65. 3.2 En el Capítulo U, Del Ambiente y los Recursos Naturales:
artículos 67, 68 Y 69. 3.3 En el Capítulo III, De la Propiedad: artículo 70. 3.4 En el
Capítulo IV, Del Régimen Tributario y Presupuestal: artículos 74, 77, 79 Y 82. 3.5 En el
Capítulo VI, Del Régimen Agrario y De las Comunidades Campesinas y Nativas: artículo
88. 4.- En el Título IV, De la Estructura del Estado: 4.1 En el Capítulo 1, sobre el Poder
Legislativo: artículos 96, 97, 99 Y 102. 4.2 En el Capítulo IV, sobre el Poder Ejecutivo:
Capítulo V, Del Consejo de Ministros: artículos 119 y 125 (especialmente los incisos 1,
2 Y 3). 4.4 En el Capítulo VII, sobre Régimen de Excepción: Artículo 137. 4.5 En el
Capítulo VIII, sobre el Poder Judicial: artículos 138, 139 (especialmente los incisos
2,5,7,13,14,17, 21y 22),146 (especialmente el inciso 4) y 149. 4.6 En el Capítulo IX, Del
Consejo Nacional de la Magistratura: artículos 152 y 154 (especialmente el inciso 3). 4.7
7). 4.8 En el Capítulo XI, De la Defensoría del Pueblo: artículo 162. 4.9 En el Capítulo
XII, De la Seguridad y De la Defensa Nacional: artículos 163, 165, 166, 171 Y 173. 4.10
En el Capítulo XIII, Del Sistema Electoral: artículos 178 (especialmente los incisos 1 y
3), 181, 182, 184 Y 185. 4.11 En el Capítulo XIV, De la Descentralización, las Regiones
y las Municipalidades: artículos 189, 190, 191, 192, 194, 195 Y 197. 5.- En el Título V,
De las Garantías Constitucionales: 5.1 Artículo 203. 6.- En el Título VI, De la Reforma
proximidad conceptual que existe entre el Derecho de Petición y varios de los derechos
señalados en dicho artículo, entre los cuales cabe mencionar los establecidos en los
incisos 3,4, 5, 8,13,17,19 Y 22. El Derecho de Petición también está ubicado dentro del
mencionado artículo (inciso 18), compartiendo con los otros la calidad de Derecho
De los Deberes, perteneciente al Título 1, De la Persona y la Sociedad; así como con los
espectro pues, formando parte del núcleo de la relación entre la autoridad y las personas,
no puede ser absorbido por la naturaleza de algún derecho como los de participación
Perú no podemos considerarlo como derecho meramente residual y debilitado, sino como
suficientemente fuerte y básico como para impulsar contenidos nuevos a la relación entre
las personas y la autoridad, así como para apoyar o complementar el ejercicio de otros
file:///C:/Users/punoluz/Downloads/El_derecho_de_peticion_y_su_interpretaci.pdf
de León
BARTOMEU COLOM, Pastor. "El Derecho de Petición". Madrid: Marcial Pon s, 1997.
https://www.usmp.edu.pe/derecho/instituto/revista/articulos/El_Derecho_de_la_Peticion.pd
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ElDerechoDePeticionYLaAdministracionPublicaEnElPer-5110174.pdf