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Se trata, además, de explicar la casi uniforme distribución del prestigio que se verifica
entre los principales tipos de posiciones en diversas sociedades. Desde el momento,
sin embargo, en que entre una sociedad y la otra existen fuertes diferencias con
respecto al grado y al tipo de estratificación, se analizan también las diversas formas
de la desigualdad social, y las variables que les dan origen. Esta tarea requiere
claramente dos líneas diferentes de análisis:
Naturalmente estas dos líneas se integran y son indispensables la una de la otra. Será
necesario tener presente que la discusión se refiere al sistema de posiciones, no a los
individuos que ocupan las posiciones mismas.
Las mejores recompensas, el rango más elevado, se dan en las posiciones que
Toda vez que existen diferencias entre dos sistemas de estratificación, se las atribuye
a factores que influyen sobre las dos determinantes de la remuneración diferencial, la
importancia funcional y la escasez personal. Cada sistema de estratificación particular
puede ser entendido como un producto de las condiciones especiales que influyen
sobre dos tipos de remuneración arriba mencionados
Las actividades religiosas tienen a estar bajo el control de los individuos particulares
que gozan de remuneraciones mayores que las de los miembros comunes de la
sociedad. Existe una característica relación entre los deberes de la clase sacerdotal y
los privilegios especiales de los que goza. Si el mundo sobrenatural gobierna el destino
de los hombres, su representante terreno, debe ser un individuo poderoso. El
conserva la tradición sagrada, es un ejecutor capacitado del ritual y un intérprete de la
doctrina y del mito. Está en contando tan estrecho con los dioses que se le considera
en posesión de algunas de sus características. El factor de la escasez personal no obra
en sentido técnico. Los requisitos técnicos de la profesión son en su mayor parte,
casuales. El sacerdote nunca puede estar liberado de la competencia, desde el
momento en que los criterios acerca del real contacto de un individuo con lo
sobrenatural nuca son del todo claros. Esta es la razón por la cual el prestigio de los
sacerdotes es altísimo en las sociedades en las que la pertenencia al grupo profesional
esta rígidamente controlada por la misma casta sacerdotal. A menos que esté
protegido por una clase profesional, la identificación del sacerdote con lo sobrenatural
tiende a impedir su adquisición de abundantes bienes terrenales
La posición más elevada obtenida por los sacerdotes correspondió al tipo de orden
medieval. En este existe una ‘producción económica suficiente, la población es iletrada
y por lo tanto crédula en alto grado. Si la sociedad es tan pobre, la separación del
estado sacerdotal con respecto a las otras raras veces es lo suficientemente borrosa
como para conferir un alto significado al prestigio sacerdotal
También en una sociedad secularizada debe existir algún sistema para la integración
de los valores últimos y para su expresión ritual, y para el reequilibrio emotivo
requerido por las desilusiones, la muerte, las calamidades
La organización política
Diversos elementos obran en la práctica para impedir al poder político que se vuelva
absoluto. En primer lugar, el hecho de que los que detentan el efectivo poder político,
y sobre todo los que desarrollan las selectas políticas fundamentales, son poco
numerosos confrontados contra el total de la población. En segundo, el hecho de que
los gobernantes representan el interés del grupo más bien que el propio, o sea que su
comportamiento está condicionado por reglas y normas
Conocimiento técnico
Es fácil encontrar la explicación en el hecho de que las posiciones que requieren una
gran habilidad técnica reciben recompensas más bien elevadas.
Una extremada división del trabajo tiende a crear muchos especialistas sin un
prestigio elevado, porque el adiestramiento es breve y la capacidad innata necesaria
es relativamente pequeña. Por otro lado, tiende también a acentuar la posición
elevada de los verdaderos expertos. En la medida en que la estructura social es
realmente especializada, también el prestigio técnico debe estar circunscrito
Modalidades de variación:
a) alto grado de especialización: tipos polares: especializado-no especializado
e) el grado de oportunidad
Condiciones externas
Tipos compuestos
Si la precedente argumentación tiene alguna validez, esta indica que existe cierta
gama de variación entre los diferentes sistemas y que cada es un compuesto de las
condiciones de la sociedad con respecto a todas las modalidades de variación.
Engels
El objetivo del libro es poder explicar científicamente el pasaje de un tipo social a otro.
El titulo implica un pasaje de un socialismo a otro.
El socialismo utópico trasciende en una época determinada, en la cual es capitalismo
mostraba contradicciones, y no había ningún tipo de acción política independiente.
El capitalismo poseía las bases para su propia autodestrucción, la cual está en manos
del proletariado.
Los socialistas científicos profundizan las ideas de los utópicos, marcando sus errores
y fantasías. Los científicos valoran lo que los utópicos lograron, y la posibilidad de
poder resolver algunos problemas sociales.
Engels establece que el socialismo científico tiene que ver con mostrar que, el
socialismo es el resultado necesario en el momento histórico en donde surge la lucha
de clases.
El socialismo científico muestra que el proletariado tiene una misión histórica, la cual
se basa en construir una sociedad nueva. Se da el pasaje.
Los socialistas utópicos se van a quedar a mitad de camino, es decir, solo se quedan en
el plano de las ideas y no logran descubrir la realidad social. No tiene en cuenta la
historia misma.
Para que el socialismo sea científico tiene que estar basado en la realidad de la
historia concreta.
Los socialistas utópicos para Engels son: San Simón, Owen y Fourier. La característica
de ambos es que ninguno puede actuar como representante de los intereses del
proletariado. Las teorías no hacen otra cosa que mostrar el estado insipiente, es decir
naciente, de la producción capitalista.
Estos autores sacan de sus razonamientos la solución a los problemas sociales.
Apuestan al uso de la razón y pierden de vista las condiciones reales de existencia.
Otro acierto de San Simón, es que intuye la plena absorción que hace eco por sobre la
política. Aquí aparece que la situación económica es la base de las instituciones
políticas.
El acierto de Fourier para Engels, es que se pregunta acerca del papel de la mujer, y
logra entrever cual es la miseria material y moral del mundo burgués, el cual posee
intensiones materiales.
También pone en evidencia cuales son las equivocaciones de los ideólogos burgueses.
Otro acierto, es el de analizar la historia. Para Fourier hay cuatro etapas históricas,
salvajismo, barbarie, patriarcado y civilización.
La civilización está asociada por cumplir a la sociedad burguesa. Estas cuatro fases
presentan unidas un círculo vicioso.
Engels, retoma la idea de la historia como proceso y pone en evidencia cuales con los
problemas que empiezan a surgir en la sociedad: uno de los problemas es la
prolongación abusiva del trabajo, es decir la carga horaria.
Para Engels, los aciertos de Owen es la condición de los obreros, ye que percibe la
mala condición y decide poder mejorar esas condiciones. Intenta una reconstrucción
social partiendo de los sufrimientos de la clase obrera.
También percibe cual es la forma de organización social para que los obreros puedan
vivir dignamente. Le da mucha importancia al papel de la educación.
El acierto de Owen fue su carácter práctico, pensar al socialismo como una mentalidad
totalmente práctica.
Engels dice que estos no llegan a ver los límites propios de su época.
Engels muestra que todos los aciertos de los utópicos están basado en un dato de la
realidad: la explotación del hombre por el hombre.
Por ser el sector más bajo de los complejos de viviendas públicas de la nación, haber
sufrido decadencia material y demográfica y haber recibido una afluencia de familias
extranjeras, las cites de la periferia urbana francesa padecen una imagen pública
negativa asociada a la delincuencia, la inmigración y la inseguridad.
Vivir en una urbanización del cinturón rojo significa estar confinado en un espacio
marcado a fuego. Los medios y los propios residentes se refieren a las Quatre Mille
como un “vaciadero”
Las Quatre Mille no existen como tales en las percepciones de sus residentes. Lo que
desde afuera parece un conjunto monolítico es visto por sus miembros como un
cumulo sutilmente diferenciado de “micro-localidades”.
Los moradores de las cites tienen una vivida conciencia de estar exiliados en un
espacio degradado que los descalifica colectivamente.
La violencia verbal de los jóvenes, así como el vandalismo, deben entenderse como
una respuesta a la violencia socioeconómica y simbólica a la que se sienten sometidos
por estar relegados de ese modo en un lugar denigrado.
Entre ellos hay gran desconfianza y amargura con respecto a la capacidad de las
instituciones políticas y la disposición de los dirigentes.
Para los residentes de la cite resulta muy poco probable pasar por alto el desaprecio
de que son objeto, ya que su lugar de residencia ha llegado a asociarse con la pobreza,
el delito y la degradación moral, afecta todos los ámbitos de la existencia.
Los residentes de las Quatre Mille se apresuran a atribuir los males de su vida al hecho
de haberse quedado “pegados” a un complejo habitacional.
En Estados Unidos, el gueto negro tiene una posición similar y su deterioro acelerado
desde los levantamientos raciales de mediados de la década de 1960 se considera la
prueba incontrovertible de la disolución moral, la depravación cultural y las
deficiencias de conducta de sus habitantes.
Los informes periodísticos y las teorías para explicar el presunto surgimiento de una
llama infra clase en medio del gueto no hicieron más que acelerar la demonización del
proletariado negro urbano al apartarlo de la clase obrera “meritoria”
Los niños y las mujeres que residen en viviendas públicas de las áreas céntricas
deprimidas tienen dificultades para establecer lazos personales con la gente de afuera.
Vivir en un barrio del gueto entraña un riesgo físico significativo y altos niveles de
estrés psíquico que tienden a “arrastrar hacia abajo”.
La carga de la experiencia de estigmatización territorial pesa más sobre los residentes
de la banlieue francesa que sobre sus pares del gueto estadounidense.
Los residentes del cinturón negro norteamericano no pueden darse el lujo de este
“contexto de conciencia” dual. El gueto es una formación racial que produce una red
de asociaciones materiales y simbólicas entre color, lugar y una multitud de
propiedades sociales de valoración negativa.
1. Evitación mutua
Esto se refleja en la conciencia de casta y los cortes que estructuran la vida en el gueto,
donde la división entre negros y blancos es omniabarcativa.
Los afroamericanos han forjado una rica cultura expresiva que les proporciona un
conjunto distintivo de prácticas, modismos y signos por los cuales se construyen a sí
mismos y dan sentido al mundo que los rodeo.
Estados Unidos goza de singularidad por tener lo que Patterson llama “sistema racial
clasificatorio” en el que “cualquiera que no sea completamente blanco y tenga la
mínima huella de ascendencia negra, es negro”
En el gueto, la raza está inscripta en todas partes. La conciencia del color es tan ubicua
y difundida en el cinturón negro que ni siquiera hacer falta mencionarla, puede pasar
inadvertida. Schütz lo llama “actitud natural”
En el cinturón negro, las categorías raciales tienen una inmediatez y una generalidad.
El prisma racial a través del cual los residentes del gueto ven el mundo es tan
poderoso, que quienes se las ingenian para trepar en la estructura de clases y dejar el
cinturón negro, son percibidos como si tratan de “volverse blancos” y se los considera
“traidores”
Las mismas diferencias de clase entre los negros se expresan en el idioma de la raza.
Mientras persistan las estructuras residenciales e interacciónales del “apartheid
norteamericano” no habrá razón para que la oposición existente entre blancos y
negros no se reproduzca en la conciencia.
Analiza las modalidades con que han surgido y se están difundiendo nuevas formas de
desigualdad y marginalidad urbanas.
En segundo lugar, aborda la cuestión que orienta los debates europeos sobre el
resurgimiento de la indigencia, la división y la tensión en las metrópolis.
Hay una nueva división internación del trabajo y se desarrollan nuevas industrias
basadas en revolucionarias tecnologías de la información, que han producido la
modernización de la miseria.
Antes la pobreza era en gran medida residual o cíclica, en cambio, hoy en día parece
más largo plazo o permanente y establecida en barrios relegados de mala fama en los
que el aislamiento y la alienación sociales se alimentan uno al otro.
En EEUU y el Reino Unido, ha sido facilitada por la política de achicamiento total del
Estado llevada adelanto por partidos conservadores y liberales y por la creciente
separación espacial y social de personas blancas y de color. En otras naciones, esa
política ha sido atenuada y se complicó con el conflictivo tema de la integración de los
inmigrantes y refugiados del Tercer Mundo.
Las elites estatales y los expertos en políticas públicas están preocupados por impedir
o contener los “Desordenes” que se preparan dentro y en torno de los enclaves de
declinación y abandono urbanos.
Cuatro lógicas estructurales alimentan la nueva marginalidad
Se difunde en una era de caprichoso pero resuelto crecimiento que provoco una
espectacular mejora material para los miembros más privilegiados de las sociedades.
Segundo, el carácter mismo de la relación salarial cambio en las dos últimas décadas,
ya no otorga una protección a toda prueba contra la amenaza de pobreza. Con la
expansión del trabajo temporario, la erosión de la protección sindical, escalas
remunerativas de dos niveles, resurgimiento de talleres negreros, salarios de hambre
y privatización de bienes sociales, el contrato salarial se ha convertido en una fuente
de fragmentación y precariedad.
Los estados son grandes motores de estratificación por propio derecho. Proporcionan
o impiden el acceso a una escolarización y formación laboral adecuadas, fijan
condiciones para ingresar al mercado laboral, distribuyen bienes básicos de
subsistencia, apoyan u obstaculizan ordenamientos familiares y hogareños.
Este debilitamiento de los lazos comunitarios con base territorial alimenta una
retirada a la esfera del consumo privatizado y las estrategias de distanciamiento.
Debe destacarse que esos barrios de relegación son criaturas de las políticas estatales
en materia de vivienda, urbanismo y planificación regional. Su surgimiento,
consolidación y dispersión final son una cuestión política.
Apple Michael
El título del capítulo obedece a una experiencia del autor de una visita a un país
asiático (que no quiere mencionar para no comprometer a los educadores que le han
invitado) en el cual el gobierno de esa nación decidió que para su supervivencia
económica era fundamental la entrada de capital extranjero. Para potenciarlo, el
gobierno, dominado por el ejército, ideó que sería positivo dar entrada a grupos
agroalimentarios. Ofreció grandes extensiones de terreno a muy bajo coste a una
empresa norteamericana para que cultivara patatas para el consumo de una cadena
de comida rápida, que acompañaba con patatas fritas. Bajos salarios, exención de
impuestos, maquinaria experimental que sustituía a muchos trabajadores, carencia de
preocupación por el medio ambiente, fueron las ventajas con las que contó la empresa
americana. Los agricultores que ocupaban la zona desde tiempo inmemorial, pero que
no contaban con "papeles" que pudiera demostrar propiedad alguna, fueron
desalojados de sus tierras y emprendieron el éxodo a una ciudad que les rechazaba.
Trabajos infravalorados e infra pagados en fábricas, lugares inhóspitos para vivir,
desarraigo, fue lo que obtuvieron los antiguos campesinos. Pero ¿Qué tiene que ver
esto con la educación? Al no cobrar impuestos a las compañías extranjeras, el
gobierno no tenía dinero para invertir en servicios sociales, en educación, en atención
sanitaria, vivienda. No había escuelas para los que habían llegado a la ciudad. Hasta las
estadísticas se amañaron para decir que no se necesitaban. El autor nos cuenta esta
historia para demostrar que la educación no se puede ver nunca desconectada de las
relaciones de dominación y de la sociedad en general, y que no se puede actuar como
si el capitalismo hubiera desaparecido, ni podemos actuar como si no importasen las
relaciones de clase. El trabajo educativo que no esté conectado de modo fundamental
con una comprensión profunda de la realidad sufrida por miles de seres humanos
corre el riesgo de perder su alma. La relación entre educación y las cuestiones
generales de la economía y de la política no se limita a la nación, sino que implica a
grupos más amplios. Son políticas de derechas que ocupan en la actualidad el centro
de la educación y de casi todo y suponen una tensión entre el énfasis neoliberal en los
"valores del mercado" por una parte y el apego neoconservador a los "valores
tradicionales", por otra. Para los primeros lo mejor es el debilitamiento del Estado,
pero para los segundos el Estado es el que tiene que transmitir los conocimientos,
normas y valores correctos. La educación es una de las esferas en las que la derecha
ha ido ganando terreno. El objetivo socialdemócrata de la expansión de la igualdad de
oportunidades ha perdido su fuerza política y su capacidad para movilizar a las
personas. Se produce además un ataque -más o menos velado- contra los profesores y
contra los sindicatos de los profesores. La crítica económica del sistema es anti
empresarial, derrochador y que las escuelas no consigue producir una mano de obra
cualificada. Los educadores y alumnos deben saber que en el sistema hay ganadores y
perdedores (se citan las "leyes de pobres" del s. XIX, que estuvieron vigentes en
Inglaterra y en diversas partes de EEUU, Canadá y Australia y distinguen entre los
pobres por propia voluntad o por las circunstancias). La alianza de derechas ha creado
las condiciones que le dan un poder hegemónico creciente sobre las políticas, la
economía, el bienestar social y la educación. Combina dos clases de lenguaje: el de los
niños como "futuros trabajadores", la privatización y la elección de mercado de los
"consumidores", las necesidades de las empresas y la rendición de cuentas y el control
más rígido por una parte, y por la otra el lenguaje de los valores "cristianos", la
tradición occidental, la familia tradicional y el retorno de los "contenidos escolares
básicos". La unión de estos dos tipos de lenguaje, como hace la coalición de derechas,
les otorga un poder inmenso. Para poder pensar con seriedad en la política cultural de
la educación no podemos dejar de lado ninguno de los elementos vistos (raza, género,
clase social, política cultural).
El estado benefactor
Distribución primaria: refiere a la denominada “remuneración de los factores de
producción”; esto es, los ingresos generados en el proceso de producción y apropiado
para diferentes sectores sociales.
Las nuevas clases altas rechazan ahora la idea de protección e impulsan la noción de
responsabilidad personal (self-reliance). En base a estas nuevas orientaciones, la
política estatal hacia la fuerza de trabajo comienza a enfatizar la creación de un
mercado de trabajo asalariado que explica que la “protección social” se concentre en
instituciones de malas condiciones, a las que van los que no logran insertarse en el
mercado de trabajo.
A las necesidades de legitimación y apoyo político introducidos desde fines del siglo
pasado en virtud de la extensión del sufragio y de la competencia política.
En el continente, el desarrollo de esa clase fue menos significativo. Es por eso que,
como la burguesía no era fuerte, fue la intervención estatal en Francia y Alemania la
que ayudó a fomentar el capitalismo industrial para hacer frente a Inglaterra. Sólo
cuando las burguesías se consolidaron, pudo “alejarse” el Estado del terreno
económico.
Pero a finales del siglo XIX y comienzos del actual se experimentaron las
consecuencias de un sistema socioeconómico que funcionaba sobre los automatismos
del mercado: la fluctuación abrupta de los ciclos y sus efectos sobre la producción y el
empleo; y el crecimiento del conflicto social. Esta etapa del liberalismo económico
culminó en la Gran Depresión y creó una respuesta keynesiana y una nueva
intervención estatal.
Causa del nacimiento del EK: La necesidad de regularizar el ciclo económico y evitar
así fluctuaciones dramáticas en el proceso de acumulación de capital (las instituciones
del EB, en cambio, nacieron por determinantes políticos).
Para este autor el aumento de la influencia estatal en el manejo del sistema económico
y la introducción de la planificación de largo plazo fueron los elementos claves para
entender el buen desempeño de los países capitalistas en este período.
Institución central del EK: el pleno empleo que responde fundamentalmente a una
lógica de producción y rentabilidad económica y en consecuencia es incorrecto
considerarlo como parte del EB. Está concebido como mecanismo que asegura un
óptimo de producción y de ganancia más que un instrumento de redistribución
progresiva del ingreso, aun cuando ciertas formas de empleo público tendieran a este
fin.
Un EB determinado por el proceso general de democratización social y un EK
originado por la necesidad de suavizar el ciclo económico responden entonces a
lógicas diferentes. Pero es cierto sin duda, que el crecimiento del EB fue potenciado
por una etapa del desarrollo económico (la keynesiana).
Así, las instituciones del EB y el EK produjeron la etapa más exitosa del capitalismo
tanto en materia de producción y productividad como en mejoría de las condiciones
materiales de vida de la población.
2. Acerca de la crisis
Algunos autores presentan la crisis que se inicia a mediados de los setenta como de
acumulación, que obedecería a una suerte de debilidad del proceso de inversión o
acumulación.
Otras hipótesis poseen un carácter sociológico. Una de ellas afirma que la crisis de
acumulación se debió a un proceso de redistribución del capital al trabajo operado en
la posguerra; se produjo una reducción del excedente disponible en manos de los
capitalistas que se tradujo en menores recursos para la inversión.
Las características del Estado democrático hicieron que los trabajadores encontraran
más fácil promover sus demandas en el terreno político que en la negociación privada.
De esta forma el denominado salario social fue ocupando progresivamente una cuota
mayor del consumo de los asalariados.
Esta hipótesis es más sólida que al anterior. Efectivamente, es poco probable que haya
existido un proceso redistributivo progresivo sostenido. La inflación fue el
instrumento utilizado para imponer límites a la redistribución progresiva, ya sea
encarada por los trabajadores o por el propio Estado.
En 1943, Kalecki había advertido que el pleno empleo podía ser a mediano o largo
plazo un obstáculo para un crecimiento estable, dado que la pérdida del efecto
disciplinador del miedo al desempleo y el consiguiente fortalecimiento del poder de
negociación de los asalariados erosionarían la inclinación a invertir.
Y esto sería preciso porque la inflación dejó de ser un mecanismo efectivo para
modelar la lucha distributiva.
Una vez que el aprendizaje del “juego” inflacionario se difunde, los asalariados
presionan por mecanismos compensatorios que a su vez realimenta el crecimiento del
nivel de precios.
Para volver las cosas por su lugar, la estrategia conservadora debe atacar la
institución del pleno empleo, y sólo es necesario tocar aquellos elementos del EB que
refuerzan la posición de los trabajadores en el mercado (por ejemplo, la legislación
laboral de protección al despido).
De este modo, la resolución de la crisis pasa en primer lugar por el ataque frontal al
estado keynesiano y sus instrumentos. El desempleo, la reducción salarial y demás,
impulsarán la de pérdida de poder sindical y de capacidad estatal para regularizar el
ciclo económico.
Parece que el ajuste puede realizarse sobre el salario directo de los trabajadores o vía
inflación o recesión.
Operar a través de la inflación suele ser menos costoso, menos visible que la de
eliminar o reducir servicios como los de educación o salud. Cuando se opera vía
recesión no es de extrañar que el EB se convierta, en una herramienta indispensable
para compensar las heridas de legitimación que el ataque al keynesianismo produce
en el cuerpo social.
Es decir, siempre existe la posibilidad de recortar otros gastos del Estado o reducir los
gastos sociales al ritmo del conjunto del gasto estatal.