Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
De acuerdo con el estudio, los futbolistas que llevan jugando más de diez años experimentan un crecimiento irregular del
hueso de la tibia o del talón. Esto es lo que se conoce como “pie de futbolista”, una deformación causada por las
zapatillas con suelas y contrafuertes demasiado flexibles.
Si una zapatilla es demasiado rígida, dificulta el movimiento. Si es demasiado flexible, incrementa el riesgo de lesiones y
torceduras. Una buena zapatilla deportiva debe cumplir cuatro requisitos:
En primer lugar, debe proporcionar protección contra factores externos: resistir los impactos de la pelota o de otro
jugador, defender de las irregularidades del terreno y mantener el pie caliente y seco, incluso con lluvia y frío intenso.
Debe afirmar el pie y en especial la articulación del tobillo, para evitar torce- duras, hinchazón y otros problemas que
pueden incluso afectar la rodilla.
También debe proporcionar una buena estabilidad a los jugadores, de modo que no resbalen sobre suelo mojado o no
tropiecen en superficies demasiado secas.
Finalmente, debe amortiguar los golpes, especialmente los que sufren los jugado- res de vóleibol y básquetbol que
continuamente están saltando.
Pies secos
Para evitar molestias menores, pero dolorosas, como ampollas, partiduras o “pie de atleta” (infección por hongos), la
zapatilla debe permitir la evaporación de la transpiración y evitar que penetre la humedad exterior. El material ideal para
esto es el cuero, que puede ser impermeabilizado para evitar que se empape cuando llueve.
26. Según el artículo, ¿por qué las zapatillas a. Que la calidad de muchas zapatillas deportivas ha
deportivas no deberían ser demasiado rígidas? mejorado mucho.
a. Para que sean más baratas. b. Que es mejor no jugar fútbol si eres menor de 12
b. Porque ya no se hacen zapatillas así. años.
c. Para no dificultar el movimiento. c. Que los jóvenes sufren cada vez más lesiones debido
d. Para que te impida caminar o correr a su mal estado físico.
cómodamente.
e. Incrementa el riesgo de lesiones. d. . Que es muy importante para los deportistas jóvenes
usar buenas zapatillas deportivas.
27. ¿Qué intenta demostrar el autor del texto?
e. La zapatilla debe permitir la evaporación de la a. Protegerte, afirmar el pie, que dé estabilidad,
transpiración y evitar que penetre la humedad exterior. que amortigüe golpes.
28. Observa la afirmación que aparece casi al final del b. Un pie cómodo, que sean grandes y de
artículo. Aquí se presenta dividida en dos partes: colores, defender las irregularidades del
“Para evitar molestias menores, pero dolorosas, terreno.
como ampollas, partiduras o “pie de atleta” c. Debe proporcionar protección contra factores
(infección por hongos)...” externos, resistir los impactos, defender las
irregularidades del terreno y mantener el pie
“...el calzado debe permitir la evaporación de la
caliente.
transpiración y evitar que penetre la humedad
d. Amortiguar golpes, dar estabilidad, que no
exterior”.
afecten las rodillas y resistir los impactos de
¿Cuál es la relación entre la primera y la segunda la pelota.
parte de la afirmación? La segunda parte de la e. Que no sea demasiado rígida, ser muy
afirmación... flexible, debe afirmar el pie y protegerte de
golpes.
a. contradice la primera parte. 30. En el siguiente fragmento el sinónimo de la
b. repite la primera parte. palabra destacada es:
c. describe el problema planteado en la primera El material ideal para esto es el cuero, que puede ser
parte. impermeabilizado para evitar que se empape
d. da la solución al problema planteado en la cuando llueve.
primera parte. a. Mojado.
e. Causa- efecto b. Aislado.
29. En una parte del artículo se dice: “Una buena c. Descubierto.
zapatilla deportiva debe cumplir cuatro requisitos”. d. Sensibilizado.
¿Cuáles son estos requisitos? e. Impregnado.
TEXTO 2
EL ECLIPSE
Cuando fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo. La selva poderosa de Guatemala
lo había apresado, implacable y definitiva. Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte.
Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la España distante, particularmente en el
convento de los Abrojos, donde Carlos Quinto condescendiera una vez a bajar de su trono para decirle que confiaba en
el celo religioso de su labor redentora.
Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponía a sacrificarlo ante un
altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de sí
mismo.
Tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de las lenguas nativas. Intentó algo. Dijo algunas palabras
que fueron comprendidas.
Entonces floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de
Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso, en lo más íntimo, valerse de aquel
conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida.
—Si me matáis —les dijo— puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura.
Los indígenas lo miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que se produjo un pequeño
consejo, y esperó confiado, no sin cierto desdén.
Dos horas después el corazón de fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los
sacrificios (brillante bajo la opaca luz de un sol eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión
de voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos
de la comunidad maya habían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles.
31. ¿Con qué rey tuvo ocasión de hablar Bartolomé “Un altar que a Bartolomé le pareció como el
Arrazola? lecho en que descansaría, al fin, de sus temores,
a. Con Quinto de su destino, de sí mismo”
b. Con Carlomagno A partir del fragmento, ¿qué se puede decir
c. Aristóteles acerca de la vida que fray Bartolomé había
d. Con los indígenas tenido hasta ese momento?
e. Con Carlos a. Que fue una vida estresante y llena de
presiones.
32. Lee el siguiente fragmento: b. Que fue una vida aventurera y temeraria.
c. Que fue una vida muy religiosa y espiritual. e. América.
d. Que fue una vida mística e interesada en el 35. ¿Por qué razón crees que Bartolomé se encontraba
destino. en la selva? Utiliza el texto para sustentar tu
e. Que fue una vida tranquila, talentosa y respuesta?
esperanzadora. a. Paseando.
b. Evangelizando.
33. ¿Qué esperaba fray Bartolomé que pasara después c. Aprendiendo idiomas.
de que amenazó a los indígenas con oscurecer el d. Conociendo culturas.
sol? e. Visitando la selva.
a. Que lo maten. 36. ¿Cuál es el mensaje del último párrafo del relato?
b. Que le pregunten cómo lo haría. a. Que los mayas ya conocían muchas cosas que
c. Que lo soltaran. ahora conocemos.
d. Que no le perdonen la vida. b. Que los mayas eran grandes astrónomos y
e. Que no lo liberen. predecían eclipses.
34. ¿En qué país había vivido fray Bartolomé Arrazola? c. Que Aristóteles era un pensador muy importante
a. España. en todas las culturas.
b. Guatemala. d. Que predecir eclipses es algo muy fácil de hacer
c. Abrojos. para cualquiera.
d. Perú. e. Que los mayas eran muy crueles.
TEXTO 3
LOS MERENGUES
Apenas su mamá cerró la puerta, Perico saltó del colchón y escuchó con el oído pegado a la madera, los pasos que se
iban alejando por el largo corredor. Cuando se hubieron definitivamente perdido, se abalanzó hacia la cocina de
kerosene y hurgó en una de las hornillas malogradas. ¡Allí estaba! Extrayendo la bolsita de cuero, contó una por una las
monedas –había aprendido a contar jugando a las bolitas– y constató, asombrado, que había cuarenta soles. Se echó
veinte al bolsillo y guardó el resto en su lugar. No en vano, por la noche, había simulado dormir para espiar a su mamá.
Ahora tenía lo suficiente para realizar su hermoso proyecto. Ajustándose los zapatos, salió desalado hacia la calle.
En el camino fue pensando si invertiría todo su capital o sólo parte de él. Y el recuerdo de los merengues –blancos,
puros, vaporosos– lo decidieron por el gasto total. ¿Cuánto tiempo hacía que los observaba por la vidriera hasta sentir
una salivación amarga en la garganta? Hacía ya varios meses que concurría a la pastelería de la esquina y sólo se
contentaba con mirar. El dependiente ya lo conocía y siempre que lo veía entrar, lo consentía un momento para darle
luego un coscorrón y decirle:
– ¡Quita de acá, muchacho, que molestas a los clientes!
Y los clientes, que eran hombres gordos con tirantes o mujeres viejas con bolsas, lo aplastaban, lo pisaban y
desmantelaban bulliciosamente la tienda.
Él recordaba, sin embargo, algunas escenas amables. Un señor, al percatarse un día de la ansiedad de su mirada, le
preguntó su nombre, su edad, si estaba en el colegio, si tenía papá y por último le obsequió una rosquita. Él hubiera
preferido un merengue pero intuía que en los favores estaba prohibido elegir. Igual se alegró. También, un día, la hija del
pastelero le regaló un pan de yema que estaba un poco duro.
– ¡Empara!– dijo, aventándolo por encima del mostrador. Él tuvo que hacer un gran esfuerzo a pesar de lo cual cayó el
pan al suelo y, al recogerlo, se acordó súbitamente de su lindo perrito, a quien él tiraba carnes masticadas divirtiéndose
cuando de un salto las emparaba en sus colmillos.
Pero no era el pan de yema ni los alfajores ni los piononos lo que le atraía: él sólo amaba los merengues. A pesar de no
haberlos probado nunca, conservaba viva la imagen de varios chicos que se los llevaban a la boca, como si fueran copos
de nieve. Desde aquel día, los merengues constituían su obsesión.
Cuando llegó a la pastelería, había muchos clientes ocupando todo el mostrador. Ahora no sentía vergüenza alguna y el
dinero que empuñaba lo revestía de cierta autoridad y le daba derecho a codearse con los hombres de tirantes. Después
de mucho esfuerzo, su cabeza apareció en primer plano, ante el asombro del dependiente.
– ¿Ya estás aquí? ¡Vamos saliendo de la tienda!
Perico, lejos de obedecer, se irguió y con una expresión de triunfo reclamó: ¡veinte soles de merengues! Su voz
estridente dominó en el bullicio de la pastelería y se hizo un silencio curioso. Algunos lo miraban, intrigados, pues era
hasta cierto punto sorprendente ver a un rapaz de esa calaña comprar tan empalagosa golosina en tamaña proporción.
El dueño no le hizo caso. Perico quedó algo desconcertado, pero estimulado por un sentimiento de poder repitió, en tono
imperativo: ¡Veinte soles de merengues!
El dependiente lo observó indiferente y continuó despachando a los otros clientes.
– ¿No ha oído? – Insistió Perico excitándose- ¡Quiero veinte soles de merengues!
El empleado se acercó esta vez y lo tiró de la oreja.
– ¿Estás bromeando, palomilla? – Perico se agazapó – ¡A ver, enséñame la plata!
Con orgullo, echó en el mostrador todas las monedas. El dependiente contó el dinero.
– ¿Y quieres que te dé todo esto en merengues?
– Sí –replicó Perico con una convicción que despertó la risa de algunos circunstantes.
– Buen empacho te vas a dar – comentó alguien.
Perico se sintió abochornado. Como el pastelero lo olvidaba, repitió:
– Deme los merengues– esta vez su voz había perdido vitalidad y Perico comprendió que, por razones que no
alcanzaba a explicarse, estaba pidiendo casi un favor.
– ¿Quién te ha encargado que compres esto?
– Mi mamá.
– Debes haber oído mal. ¿Veinte soles? Anda a preguntarle y que te lo escriba en un papelito.
Perico quedó un momento pensativo. Extendió la mano hacia el dinero y lo fue retirando lentamente. Pero al ver los
merengues a través de la vidriería, renació su deseo, y ya no exigió sino que rogó con una voz quejumbrosa: ¡Deme,
pues, veinte soles de merengues! ¡Aunque sea diez soles, nada más!
El empleado, entonces, se inclinó por encima del mostrador y le dio el cocacho acostumbrado, pero a Perico le pareció
que esta vez llevaba una fuerza definitiva.
– ¡Quita de acá! ¿Estás loco? ¡Anda a hacer bromas a otro lugar!
Perico salió furioso de la pastelería. Con el dinero apretado entre los dedos y los ojos húmedos, vagabundeó por los
alrededores. Pronto llegó a los barrancos. Sentándose en lo alto del acantilado, contempló la playa. Le pareció en ese
momento difícil restituir el dinero sin ser descubierto y maquinalmente fue arrojando las monedas una a una, haciéndolas
tintinear sobre las piedras. Los pelícanos graznaban indiferentes a su alrededor.
“Cuentos de circunstancias” de Julio Ramón Ribeyro. Adaptación.
TEXTO 4
Los beneficios del sacha inchi
Los peruanos somos afortunados, pues nuestro país cuenta con una inmensa variedad de alimentos sumamente
nutritivos, que muchas veces no conocemos o no consumimos.
Uno de estos alimentos está cobrando mucha popularidad por sus numerosas propiedades para la salud. Se trata del
sacha inchi, también conocido como “el maní incaico”, una semilla oriunda de la selva amazónica, que ha sido cultivada
durante cientos de años por nuestros ancestros.
Esta semilla se caracteriza por ser rica en nutrientes; contiene proteínas, vitamina E y minerales; pero lo que más
destaca en su composición nutricional es su alto contenido de ácidos grasos esenciales, como el omega 3, el omega 6 y
el omega 9.
Los ácidos grasos antes mencionados son necesarios para el buen funcionamiento del organismo. Por ejemplo, son muy
importantes para proteger al corazón, pues su consumo disminuye las grasas nocivas en la sangre y, por lo tanto, el
riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, como los infartos al corazón.
Además, el omega 3 es indispensable para el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso. Durante el embarazo,
este ácido graso también resulta vital para la formación y desarrollo del bebé. Asimismo, en los adultos ayuda a prevenir
la artritis y protege las articulaciones.
El sacha inchi, ya sea como semilla o en aceite, ha tenido éxito en los mercados locales e internacionales, pues además
se ha demostrado que su consumo refuerza el sistema inmunológico (sistema responsable de defender al organismo de
infecciones y enfermedades).
Por lo tanto, el consumo habitual de semillas como el sacha inchi, junto con la práctica de hábitos saludables (tener una
alimentación balanceada, practicar actividad física de forma regular, etc.), es una valiosa herramienta para cuidar nuestra
salud.
Composición nutricional
del sacha inchi
Composición nutricional
del sacha inchi