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VICERECTORADO ACADÉMICO

ESCUELA DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS


BARQUISIMETO ESTADO LARA

ENSAYO CRÍTICO-
ARGUMENTATIVO

Yesenis Gómez
C.I 13.144.227

Junio, 2019
Dentro de este contexto se trata de analizar la aplicación de lo dispuesto en el Art.
249 Código Procedimiento Civil para llevar a cabo la Experticia complementaria
del fallo. Ahora bien, en toda sentencia que se condena a pagar frutos, intereses
o daños, se determinara la cantidad de ellos con la salvedad que en aquellos
casos en que el juez no pudiera estimarla según las pruebas evacuadas durante el
proceso, dispondrá que esta estimación sea realizada por los peritos, con arreglo
a lo establecido para el justiprecio de bienes en el Art 249 Código Procedimiento
Civil, cabe destacar en este particular que los peritos no pueden actuar como
jueces y decidir los fundamentos o bases del daño a pagar, solo deben
circunscribirse a una cuantificación monetaria de la condena, que deben estar
enmarcados o limitados en la decisión misma, para que no se produzcan
extralimitaciones en la experticia, ni se generen derechos nuevos no consagrados
en la sentencia. Es claro, que el sentenciador debe determinar con exactitud los
límites que sujetan la actividad del perito, quien se convierte solo en un ejecutor
de la orden judicial impartida, con el único propósito de aplicar sus conocimientos
técnicos y calcular la respectiva estimación. Entre las indicaciones necesarias
encontramos precisamente los lineamientos que servirían de base a los expertos
para realizar tales cálculos inherentes a la experticia complementaria del fallo.

Dentro de un marco legal la figura de la Experticia complementaria del fallo se


encuentra establecida dentro de las disposiciones contenidas en el Código
Procedimiento Civil específicamente en su Art. 249:

En la sentencia en que se condene a pagar frutos, intereses o daños, se


determinará la cantidad de ellos, y si el Juez no pudiere estimarla según las
pruebas, dispondrá que esta estimación la hagan peritos, con arreglo a lo
establecido para el justiprecio de bienes en el Título sobre ejecuciones del
presente Código. Lo mismo se hará cuando la sentencia ordene restitución de
frutos o indemnización de cualquier especie, si no pudiere hacer el Juez la
estimación o liquidación, con arreglo a lo que hayan justificado las partes en el
pleito.
En todo caso de condenatoria, según este artículo, se determinará en la sentencia
de modo preciso, en qué consisten los perjuicios probados que deban estimarse y
los diversos puntos que deban servir de base a los expertos. En estos casos la
experticia se tendrá como complemento del fallo ejecutoriado; pero si alguna de
las partes reclamare contra la decisión de los expertos, alegando que está fuera
de los límites del fallo, o que es inaceptable la estimación por excesiva o por
mínima, el Tribunal oirá a los asociados que hubieren concurrido a dictar la
sentencia en primera instancia, si tal hubiere sido el caso, y en su defecto, a otros
dos peritos de su elección, para decidir sobre lo reclamado, con facultad de fijar
definitivamente la estimación y de lo determinado se admitirá apelación
libremente.

En el mismo orden de ideas la Experticia complementaria del fallo representa un


elemento dentro de la sentencia definitiva que va a cuantificar el valor de la misma
ante la imposibilidad del juez de estimar la cuantía de los frutos, daños o
indemnizaciones, puesto que los medios probatorios no fueron suficientes para
valorarlos, siéndolos expertos quienes se encarguen de determinarlos.

Por su parte y en analogía con el art. 250 Código Procedimiento Civil esta
experticia complementaria no es aplicable a la reparación del daño moral cuya
indemnización puede acordarlo el juez de manera autónoma de acuerdo a lo
dispuesto en el art. 1.196 del Código Civil

Dicho lo anterior, cabe mencionar que la experticia complementaria del fallo tiene
lugar en la sentencia aplicada por el Juez el cual puede ordenar en la sentencia
definitiva de condena la verificación de una experticia con la finalidad de
determinar la cuantía de los frutos, daños o indemnizaciones ocasionado en virtud
de la facultad concedida en el art 249 del Código Procedimiento Civil. Por tal
motivo, este proceso es de carácter imperativo, puesto que los expertos si pueden
obtener los elementos necesarios para realizar la estimación que por su parte el
juez no pudo realizar de acuerdo a las pruebas aportadas por las partes en el
proceso.

En cuanto a la utilización de la Experticia complementaria del fallo, la misma


obedece al momento de ajustar una indemnización como consecuencia de los
efectos inflacionarios, donde en el caso particular de nuestro país es innegable el
vertiginoso crecimiento en este aspecto, y por ende eminente la pérdida de valor
adquisitivo de nuestra moneda circulante. Es por ello que los cálculos para estimar
la indemnización son más justos en cuanto más próximo sea el ajuste en el
momento de la ejecución del fallo, es decir, a la fecha del pago.

En relación a la función de la Experticia complementaria del fallo dentro del


proceso como otro punto bajo análisis procede en casos de sentencias definitivas
de condena. Es un proceso que no tiene una regulación propia, puesto que si el
artículo 249 del Código Procedimiento Civil hace la remisión a lo establecido para
el justiprecio en el titulo sobre
ejecuciones del mismo código, también cabe destacar que los artículos 556 y 562
respectivamente no son aplicables a todas las sentencias de índole
indemnizatorio, ante lo cual tendrá que apelarse supletoriamente a las normas de
la experticia ordinaria.

En tal sentido de acuerdo a las disposiciones del artículo del 527 Código
Procedimiento Civil imperante de nuestra legislación, la experticia es acordada
en concordancia a los lineamientos establecidos en el presente artículo en
aquellos casos en que la deuda condenada a pagar no este liquida, es decir,
determinada su cuantía, el juez puede ordenar lo pertinente según el artículo 249
del presente Código, que consagra la experticia complementaria del fallo. Todo
esto con el objeto de verificar la liquidación, procediéndose bajo esta condición
solo al embargo de los bienes.

En consideración a estas consideraciones, el tribunal supremo de justicia en sala


constitucional en sentencia de fecha 20 de Marzo 2006, número 576, expediente
05-2216, expone en síntesis que la fase ejecutiva no se encuentra abierta
indefinidamente para que dentro de ella se vayan articulando cobros fijando el
monto a pagar el cual se contiene en el decreto de ejecución.

En virtud de los argumentos antes expuestos, es importante destacar que la


experticia no es propiamente un medio de prueba sino un procedimiento especial
para traer al proceso un conocimiento especial de un hecho.

Referencias Bibliográficas

Código Procedimiento Civil

http://virtual.urbe.edu/tesispub/0094508/cap02.pdf

TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA. SALA CONSTITUCIONAL. Sentencia de


fecha 20 de Marzo 2006, número 576, expediente 05-2216.

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