La disciplina significa instruir a una persona o animal a
tener un determinado código de conducta u orden. En el campo del desarrollo del niño, la disciplina se refiere a los métodos de formación del carácter y de la enseñanza de auto-control y de un comportamiento aceptable, por ejemplo, enseñar a un niño a lavarse sus manos antes de las comidas. Aquí, lavarse las manos antes de las comidas es un patrón particular de comportamiento, y el niño está siendo disciplinado para adoptar ese patrón. Para la disciplina también da lugar a la palabra disciplinador, lo que denota una persona que impone orden. Sin embargo, por lo general el término «disciplina» tiene una connotación negativa. Esto se debe a la necesidad de mantener el orden —es decir, que las instrucciones de garantizarlo se lleven a cabo—. El orden es a menudo regulado a través del castigo. Ser disciplinado es entonces, sujeto al contexto, ya sea una virtud (la capacidad de seguir instrucciones en forma correcta) o un eufemismo para el castigo (que también puede ser denominado como «procedimiento disciplinario»). Como sustantivo concreto, la disciplina se refiere a un instrumento de castigo, por ejemplo, en la mortificación de la carne (ver también: FLAGELACION). Este instrumento también se puede aplicar a uno mismo, por ejemplo, en penitencia por no ser lo suficientemente disciplinados. Una disciplina académica se refiere a un cuerpo de conocimiento que se está dando a —o ha recibido— un discípulo. Entonces, el término puede denotar una «esfera de los conocimientos» en la cual la persona decidió especializarse. En un instituto de enseñanza superior, el término disciplina es a menudo sinónimo de facultad. LA HONESTIDAD Honestidad (del latín honestĭtas) u honradez es la virtud, que se podría definir en decir verdad, ser decente, recatado, razonable y justo. Desde un punto de vista filosófico, la honestidad es una cualidad humana que consiste en actuar de acuerdo como se piensa y se siente (coherencia). Se refiere a la cualidad con la cual se designa a aquella persona que se muestra, tanto en su obrar como en su manera de pensar, como justa, recta e íntegra. Quien obra con honradez se caracterizará por la rectitud de ánimo, integridad con la cual procede en todo en lo que actúa, respetando por sobre todas las cosas las normas que se consideran como correctas y adecuadas en la comunidad en la cual vive. En su sentido más evidente, la honestidad puede entenderse como el simple respeto a la verdad en relación con el mundo exterior, los hechos y las personas; en otros sentidos la honestidad también implica la relación entre el sujeto y los demás, y del sujeto consigo mismo. Honestidad y honradez, términos originariamente distintos, se han aproximado con el lapso del tiempo y la influencia del idioma inglés; de tal modo que se está produciendo una suerte de refundición de ambos para aludir a la definición de honradez, siendo ésta sólo una de las acepciones del vocablo "honestidad".