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ÁRBOL DE LAS CUATRO RAÍCES

El llamado árbol de las cuatro raíces recoge el pensamiento ideológico y


de acción de los cuatro referentes históricos más importantes, no solo de la
educación latinoamericana, sino también del pensamiento político
latinoamericano y caribeño Simón Bolívar (El líder), el pedagógico Simón
Rodríguez (El maestro) y el soberano y popular Ezequiel Zamora (El general
del pueblo) y Hugo Chávez Frías.

En un principio este árbol solo estaba representado por 3 raíces Simón


Rodríguez, Simón Bolívar, Ezequiel Zamora, esta teoría fue desarrollada por un
grupo de militares venezolanos que crearon en los años ochenta un
movimiento clandestino revolucionario y bolivariano, con el objetivo de liberar al
pueblo venezolano de la desigualdad, la pobreza y la dominación oligárquica.

Años después en el III Congreso Socialista del Partido Socialista Unido


de Venezuela (PSUV), se reivindica el “Árbol de las 3 Raíces “al reconocer al
Comandante Supremo, Hugo Chávez, como la 4ta raíz de la Revolución
Bolivariana. Durante la plenaria del III Congreso Socialista, el presidente del
PSUV, Nicolás Maduro, propuso la incorporación de una cuarta raíz al expresar
que “hoy tenemos que referirnos necesariamente a una cuarta raíz, y esa raíz
se llama Hugo Chávez, quien estableció las bases fundamentales de nuestro
Socialismo”.

PRIMERA RAÍZ: SIMÓN RODRÍGUEZ, RAÍZ ROBINSONIANA

Utilizó a menudo el seudónimo de Samuel Robinson, por lo que su


sistema de pensamiento es conocido como robinsoniano. Fue un gran
pensador venezolano, latinoamericano y universal, el objetivo de toda su
actividad intelectual fue servir a la liberación de los pueblos sometidos por el
yugo del imperio español y a su integración en hermandad. A través de sus
métodos para una educación liberadora, propugnó la emergencia del nuevo
hombre americano y la creación de Repúblicas de hombres y mujeres libres. El
pensamiento innovador y la acción ejemplarizante de Simón Rodríguez brillaron
especialmente en el campo de la educación. Para él, la finalidad de la

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educación no era formar aristócratas, sino hacer de todos los habitantes
verdaderos ciudadanos al servicio de la República. Las herramientas para
lograrlo son una educación liberadora, el trabajo dignificante y la participación
activa en los procesos de transformación política.

 Pensamiento Robinsoniano.

Simón Rodríguez el Sócrates de Caracas con sus ideales y propuestas


sobre sistemas de gobierno, política y educación nos enseña el valor de
interesarnos por nuestro pueblo y sobre todo en la educación que es campo
que nos compete. Como educadores cada día se pretende alcanzar la
excelencia, aprender de los errores y reformar lo establecido en las leyes.
Simón Rodríguez intentaba en esa época colonial mejorar la estructura política,
que el hombre se incorporara a la sociedad logrando ser competente, educado
con valores bien fundados para impulsar al cambio de un país y convertirlo en
una República libre e independiente, una educación popular libre de prejuicios
y centrada en nuestras propias necesidades, sin copiar los sistemas de
gobierno del Norte ni Europa, solo buscando nuestro bienestar e intereses ya
que nuestra cultura y costumbre son distintas a otros países.

Simón Rodríguez en su comentario sobre “Estado Actual de la Escuela y


Nuevo Establecimiento de Ella”, escrito en 1791, presenta detalles acerca de la
organización de una Escuela de Primeras Letras para la ciudad de Caracas.
Hay algunas ideas en esa propuesta que considero interesantes, una está
relacionada con el tamaño de la escuela y su distribución en la ciudad. El
propone que se creen cuatro escuelas, una en cada feligresía, atendida cada
una por un maestro y tres pasantes, su idea de dividir una Escuela en cuatro
escuelas pequeñas (de una sola aula), distribuidas en diferentes partes de la
ciudad es apoyada parcialmente por investigaciones recientes acerca de las
ventajas de las escuelas pequeñas.

Otra idea revolucionaria tiene que ver con la organización de la labor


docente, los cuatro maestros y los doce auxiliares se reunirían el último día de
todos los meses en la escuela principal bajo la coordinación del Director. En
esa reunión mensual se discutirían asuntos relacionados con el funcionamiento
de las escuelas y se acordarían los planes de acción para el mes siguiente. Se

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llevaría un libro de actas de estas reuniones, el cual se titularía “La Nueva
Construcción, Régimen y Método de las Escuelas”.

Rodríguez por ser un excelente maestro conocía a fondo como dirigir


correctamente una escuela y nadie mejor que él podía presentar un discurso
sobre la educación, era de esperar que su propuesta recibiera todo el apoyo de
sus colegas.

Actualmente se tiene mucho que aprender de Simón Rodríguez para el


diseño de políticas y prácticas revolucionarias en educación. Para lograr este
aprendizaje se requiere de una lectura radical de sus escritos, es por eso que
debemos ahondar en las ideas y pensamientos de nuestro maestro Simón
Rodríguez.
Los venezolanos deben ser sus discípulos, continuar con sus pasos y
apoyar sus propuestas para crear una educación óptima y fuerte con buenos
cimientos, cuando se busca ser un país desarrollado e independiente, donde la
tecnología, la ciencia, y todo lo moderno impulsa a conseguir un futuro mejor y
más sólido para las futuras generaciones.

 Revolución Bolivariana en la educación

Las ideas de Simón Rodríguez son la principal fuente filosófica de la


Revolución Bolivariana en la educación. Sus planteamientos sobre una
educación inclusiva y una formación republicana crítica, se encuentran
ampliamente recogidos en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela. A su vez, las políticas públicas se nutren de sus ideas. El conjunto
de misiones educativas, con la Misión Robinson a la cabeza, se inspira en sus
ideales de ciudadanía plena, al orientarse a garantizar que ni un solo
venezolano o venezolana quede al margen de los procesos educativos. En las
escuelas y liceos bolivarianos.

“Utopía Concreta” porque es la parte del sueño que puede ser traído a
la realidad, alcanzable a la vista de las leyes de la transformación situacional. Y
“Robinsoniana”, porque ya era vislumbrada por el maestro Simón Rodríguez en
sus escritos de mediados del siglo pasado: “No es sueño ni de lirio, sino

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filosofía..., ni el lugar donde esto se haga será imaginario, como el que se
figuró el canciller Tomás Moro: su utopía será, en realidad la América”.

 La Utopía Robinsoniana

La Utopía Concreta Robinsoniana está enmarcada de un tipo de


sociedad solidaria, donde el ser humano sea el elemento fundamental, en la
trascendencia social. Profundamente el pensamiento del maestro intentamos
señalar un nivel más allá de la situación objetivo del “Proyecto Nacional Simón
Bolívar”, un nivel donde se encuentra la razón del proceso. Un estadio superior
de sociedad, donde los seres humanos puedan “consultarse sobre los medios
de satisfacer sus deseos” y evitar el padecimiento individual o social.

El fin supremo de la sociedad es “satisfacer los deseos” de los hombres,


pero con el condicionante de la consulta previa y general sobre los medios de
lograr tal fin. Profundizando en el concepto, tenemos que la acción de
satisfacer implica “Pagar enteramente lo que debe ser” y el deseo viene dado
por un “movimiento enérgico de la voluntad hacia el conocimiento, posesión o
disfrute de una cosa”. Y la voluntad radica en la potencia del alma, que mueve
hacer o no hacer una cosa”. Es decir, la sociedad existe para abrir a los
hombres el cauce hacia la liberación de sus fuerzas internas, de manera tal que
vaya más allá de lo meramente individual, para potenciar su capacidad de
pensar, de inventar y de crear sus propios modos de existir, en interacción
constante y solidaria con sus semejantes.

El desarrollo de su capacidad creadora le permitirá, en este estado


futuro de sociedad, comprenderse a sí mismo y dinamizar su propia cultura,
con lo cual se asienta en los terrenos de la racionalidad en búsqueda del fin
existencial. La Utopía Concreta Robinsoniana constituye el escenario más
alejado en la perspectiva de la trayectoria estratégica de transformación. Por tal
razón, sus contornos, sus componentes situacionales apenas pueden ser
vislumbrados, alargando la proyección más allá del horizonte.

A medida que el proyecto avance hacia la situación-objetivo y los planes


se vayan transformando en historia, la Utopía Concreta será definida con

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claridad creciente, producto de la visión de los actores y la eficacia de las
acciones. En la actual situación, La Utopía Concreta Robinsoniana, permite a
los venezolanos tomar el azimut histórico, definir el rumbo y comenzar la larga
jornada que le corresponderá conducir hacia destinos superiores.

 Pedagogía Crítica

La pedagogía crítica es la doctrina de la educación en Venezuela. "No


queremos personas que repitan frases sin saber qué están repitiendo,
queremos personas que piensen, que reflexionen y que reconozcan la
diversidad de la población.

La intención de trabajar con este tipo de pedagogía, es que todo el


aprendizaje se adquiera desde el punto de vista del análisis crítico,
acompañado además de una serie de valores similares a los que ofrecía Simón
Rodríguez.

Para algunos estudiantes universitarios, formarse bajo el concepto


Robinsoneano ha sido todo un descubrimiento, mientras que para otros
representa la continuidad de un aprendizaje que han venido adquiriendo desde
la educación básica, pero todas y todos están dispuestos a continuar con esa
doctrina porque se sienten identificados con ella.

SEGUNDA RAÍZ: SIMÓN BOLÍVAR

“Trescientos años de calma no bastan...pongamos sin temor la piedra


fundamental de la libertad americana. Vacilar es perderse.”

Simón Bolívar es la raíz principal del árbol de las tres raíces. Sus gestas
de revolucionario visionario y sus conquistas políticas constituyen uno de los
grandes legados de la historia latinoamericana y universal. En él se conjugan
todas las virtudes del auténtico revolucionario: el gran militar y estratega, el
líder inigualable, el pensador social y el estadista.

Además de ser el gran líder de la independencia, Bolívar lega su


poderoso pensamiento revolucionario, que ha sido la base ideológica

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fundamental del movimiento. Hoy, adaptado a las circunstancias actuales, guía
al pueblo venezolano en la senda de la revolución bolivariana. A su vez, su
ideario convoca también a los pueblos de América Latina a luchar juntos por
nuestra segunda independencia y por una integración solidaria, para hacer
realidad sus sueños, que son también los nuestros.

 Bolívar y la integración latinoamericana

“Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande
Nación del Mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y
gloria”.

 Bolívar revolucionario

“El sistema de gobierno más perfecto es el que produce la mayor suma


de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de
estabilidad política”

 Simón Bolívar

Además de ser el padre de la independencia y de la integración


latinoamericana, Bolívar es el precursor del pensamiento social revolucionario
en nuestro continente. En su proyecto, la victoria militar no era más que el
comienzo de una verdadera revolución social, que debía permitir eliminar los
groseros privilegios de las minorías y “la odiosa diferencia de clases”, elevando
a todos los y las habitantes al rango de ciudadanos.

Finalizada la guerra, trató de aplicar en la Gran Colombia sus ideas


libertarias. Entre otras cosas, decretó la libertad de los esclavos y esclavas, así
como también la devolución de sus tierras a los pueblos indígenas; instituyó la
educación gratuita y creó hospitales. Sin embargo, sus ideas chocaron con los
intereses de las clases oligárquicas y la nueva aristocracia militar y
terrateniente, que se oponían a cambios de fondo en las estructuras heredadas
del imperio español.

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Sus enemigos le llamaban el “caudillo de los descamisados”, “monstruo
del género huma- no”, “tirano libertador de esclavos”. Mientras tanto, defendían
un modelo parlamentario excluyente que chocaba frontalmente con el proyecto
revolucionario del Libertador y con el sueño de libertad e igualdad de las
mayorías oprimidas.

Cuando regresa del Perú, después de cinco años de victorias y tras


haber expulsado definitivamente al imperio español de tierras sudamericanas,
Bolívar se indigna ante el espectáculo de miseria que todavía ofrece el pueblo
oprimido. Le escribe a Santander: “No sé cómo todavía no se levantaron todos
estos pueblos y soldados al concluir que sus males no vienen de la guerra, sino
de leyes absurdas”. Santander, que era vicepresidente de Colombia, lo acusa
de querer provocar

Una guerra interior en que ganen los que nada tienen, que siempre son
muchos, y que perdamos los que tenemos, que somos pocos”. Queda así
sellada la naturaleza del conflicto. El Bolívar libertario, en defensa de la justicia
y la igual- dad, se enfrenta a los generales que defienden los intereses de las
oligarquías.

TERCERA RAÍZ: EZEQUIEL ZAMORA “TIERRA Y HOMBRES LIBRES”

“Sólo el pueblo quiere su bien y es dueño de su suerte... desde hoy en


adelante, Venezuela no será más el patrimonio de ninguna familia ni persona”

Ezequiel Zamora retomó la bandera de Bolívar treinta años después de


la muerte del Libertador, enfrentándose con la oligarquía que truncó el sueño
bolivariano. Conocido como el general del pueblo soberano, su pensamiento y
acción represen- tan la última raíz del árbol de las tres raíces.

La principal bandera de lucha de Ezequiel Zamora fue la redistribución


de la tierra y la dignificación de los campesinos. Las luchas que lideró, bajo la
consigna de Tierras y Hombres Libres, encontraron un apoyo masivo en los
habitantes del campo, que para ese entonces eran la mayoría del pueblo

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venezolano. A su vez, fue un acérrimo enemigo de las oligarquías. Su defensa
de la dignidad de los campesinos y su arroje libertario hacen de él una fuente
permanente de inspiración revolucionaria.

“Cuando Dios hizo el mundo repartió en común el agua, el sol, la tierra, ¿por-
qué entonces los godos se han apoderado de las mejores tierras, bosques y
aguas, que son propiedad del pueblo?”

Treinta años después de alcanzada la independencia, la República


seguía viviendo bajo un sistema semifeudal. La inmensa mayoría del pueblo,
los trabaja- dores y trabajadoras, los esclavos y esclavas, los campesinos y
campesinas, los artesanos y artesanas y los marginalizados y marginalizadas
de la ciudad y el campo, se debatían en la mayor miseria y hambre. El
latifundio, lejos de eliminarse, se había extendido bajo el amparo del gobierno.
Tras la abolición de la esclavitud, decretada en 1854, los 40.000 esclavos
liberados se encontraron sin tierras y sin condiciones para ganarse un sustento.

Bajo la consigna de “La Federación es el gobierno de los libres”, los


federales convocaron en 1959 al pueblo a “sacar la patria de la salvaje y brutal
dominación en que la tienen los oligarcas”. Tanto el pueblo campesino,
desposeído y explotado, como la nueva masa de desempleados, se
incorporaron masivamente a la lucha.

Gracias a su carisma y su conexión con el pueblo campesino, Ezequiel


Zamora logró organizar un ejército popular de milicias, con el que libró batallas
decisivas. La más famosa es la Batalla de Santa Inés (Barinas), el 10 de
diciembre de 1859. En ella, Ezequiel Zamora demostró su genio estratégico, al
conducir a las tropas del gobierno por sucesivas líneas de defensa, para
asestarles la victoria en el terreno donde mejor podía sacar provecho de sus
milicias. Sin embargo, el 10 de enero de 1860 una bala de origen desconocido
trunca su vida, durante el asalto a San Carlos (Cojedes). A partir de entonces,
la guerra se transformó en un gran movimiento de guerrillas. Finalmente, en
1963 los ideales de Zamora fueron traicionados, y con ellos los ideales de
Bolívar.

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Cuarta RAÍZ: HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRÍAS

El discurso de Chávez adquirió múltiples planos, que con su


desaparición física se convirtieron en la base de su herencia histórica. Un
primer elemento, el más significativo para entender al chavismo, es su carácter
insurgente y subversivo. Chávez, se opuso a las formas de dominación
histórica de la sociedad capitalista, por su propia experiencia de vida. Chávez
es un zambo, mezcla de indígena y afrodescendiente, que tradicionalmente
han sido los sujetos invisibilizados y sometidos en la historia de Nuestra
América. Esa condición de zambo, le permitió definirse en su derecho a
emanciparse de la coacción, de la violencia institucional ejercida por siglos y
siglos de tradiciones históricas neocoloniales.

 Un segundo elemento

Es que desde la filosofía política y el discurso político, Chávez por su


condición de sujeto subalternizado en el sentido planteado por Antonio
Gramsci, logró expresar a viva voz los anhelos de quienes por siglos fueron
silenciados. Las posiciones anti-sistema de Chávez, no eran posturas
populistas. Eran puntos de vistas surgidos de su propia praxis histórica. Por
eso, su fácil identificación con los colectivos sometidos y explotados, no solo en
Venezuela, sino en el mundo.

 Tercer elemento

De los legados de Chávez, es el referido al papel que su propia figura


como militar representa en la historia de Nuestra América. Tradicionalmente, la
intervención de los militares en política en el Subcontinente, significó el uso de
la violencia y la interrupción de los procesos de libertades políticas y sociales.
La irrupción de Chávez en 1992, introdujo una discusión sobre la relación entre
poder civil y militar, que se ahondó a partir de la circunstancia que ante la
ausencia de una fuerza política cohesionada y fuerte, Chávez recurriera al
apoyo de militares para acciones de gobierno. Ese hecho, quebró con la
perspectiva que la intervención de militares en política significaba la
interrupción del juego democrático.
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 Cuarto Elemento

Es el conformado por la puesta en vigencia de la discusión ideológica


acerca de la construcción de una alternativa socialista al sistema capitalista. De
muchas maneras, Chávez por su condición de zambo, rescato el planteamiento
de Mariateguí y martí sobre un Socialismo Indiano- Nuestro Americano. La
propuesta de Socialismo del Siglo XXI, inacabada es una fuente de debate
importante en el campo de la historia de las ideas y la filosofía política.

 Sexto elemento

Es la perspectiva geopolítica de las democracias revolucionarias.


Chávez introdujo una discusión sobre la diferencia entre las democracias
representativas y las democracias populares revolucionarias, que iban más allá
de la consulta electoral e incluían momentos de participación pre y post
convocatoria de elecciones. Las democracias revolucionarias debían no solo
fortalecer el denominado poder constituyente, basado en el principio de la
“ocasio jurís” (ocasión jurídica del cambio), sino articularse en un sentido
trascendente y prospectivo ampliamente anti-capitalista.

 Séptimo Elemento

Es la introducción de un debate prospectivo sobre la urgencia de la


defensa nacionalista de los recursos naturales de las democracias insurgentes
y revolucionarias, ante las apetencias consumistas y depredadoras del
capitalismo post-financiero.

Estos elementos, se conjugan en su discurso, pero al mismo tiempo


dejan abierto un debate acerca del carácter democrático y participativo de las
democracias socialistas, entrando en contradicción con el accionar y el
desempeño dogmático que caracterizó al socialismo real del siglo XX. Esta es
una herencia que debe ser tomada en cuenta en las especiales circunstancias
de apremio que experimenta la sociedad venezolana. Chávez insistió en la
urgencia de la conformación de un Bloque Histórico Nuestro Americano, con
una nueva formulación geopolítica de la vieja tesis de Juan Domingo Perón, de
la conjunción ABC (Argentina, Brasil, Chile). Chávez la pensó como ABV

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(Argentina, Brasil y Venezuela) como un eje articulador norte-sur en el
subcontinente y a la sumatoria de proyectos complementarios.

A dos años de su siembra, la continuidad del proyecto bolivariano y lo


que representa para Nuestra América es sustancial para un futuro de la región.
Los peligros del dogmatismo, amenazan los avances alcanzados y con ello, la
posibilidad de multiplicar los efectos de integración socio-política y de ofensiva
histórica, como alternativa única a la preeminencia destructiva del capitalismo
liberal. La muerte de Chávez, desató las apetencias intervencionistas de los
EEUU, que pensó aprovechar su ausencia física para arremeter de nuevo,
contra las fuerzas insurgentes que se oponen a la dominación. La posibilidad
de resistir e imponerse, depende de la profundización de un Bloque Histórico
en la región, defendiendo la profundización democrática del socialismo
bolivariano.

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REFERENCIAS CONSULTADAS

Académico U.E Carabobo. (2012). “El Árbol de las Tres Raíces como
fundamento ideológico de los Círculos Bolivarianos” [En línea]
Disponible en: https://www.conelmazodando.com.ve/el-arbol-de-las-
tres-raices-como- fundamento-ideológico-de-los-círculos-bolivarianos

Anónimo. (2015). “El Árbol de las Tres Raíces como fundamento ideológico de
los Círculos Bolivarianos” [En línea] Disponible en:
https://www.conelmazodando.com.ve/el-arbol-de-las-tres-raices-como-
fundamento-ideológico-de-los-círculos-bolivarianos

Romero, Juan E. (2015) “Chávez, sus legados y el futuro del Proyecto


Bolivariano” [En línea]. Disponible en:
https://www.aporrea.org/tiburon/a203765.html

González, Lenin. (2014). “El árbol de las cuatro raíces” [En línea] Disponible en:
https://www.aporrea.org/educacion/a193581.html

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