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Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

Informe Nacional de Desarrollo Humano Colombia — 2003

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El conflicto, callejón con salida
Capítulo 11

Para no ir a la guerra:
prevención del
reclutamiento

261
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
Informe Nacional de Desarrollo Humano Colombia — 2003

Agradecimientos

Colaboración: Gonzalo Agudelo, Amalia Erazo, Mauricio


Perfetti y María Eugenia Ramírez.

Página anterior: Foto 11.1 Menor en las filas de la guerrilla • Foto: Édgar Domínguez.
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El conflicto, callejón con salida

A demás de desmovilizar combatientes, que fue


el tema del capítulo anterior, hay otro modo de quitarle gente
a la guerra, y es evitar que las organizaciones armadas sigan
reclutando jóvenes en los campos y ciudades de Colombia.
delincuente que entender porqué delinque, o en parte tal
vez se deba a la invisibilidad del campesinado para la prensa
y para la academia. Como quiera que sea, apenas si tenemos
“pistas” dispersas y más o menos confiables, sobre las cuales
La mejor manera de hacer esto es ofrecerle opciones atrac- dibujar un retrato de los individuos más expuestos al riesgo
tivas a las personas “reclutables”, vale decir, garantizar el de ser reclutados por una fuerza armada al margen de la ley.
desarrollo humano de los grupos en riesgo. A partir de las fuentes disponibles —en especial, de la
En este capítulo se desarrolla la idea anterior en cuatro Coalición contra la Vinculación de Niños, Niñas y Jóvenes
secciones concatenadas. La sección A se refiere a los “facto- al Conflicto Armado en Colombia— podríamos hablar en-
res de riesgo”, o circunstancias que aumentan la probabili- tonces de unos once vectores de riesgo, a saber:
dad de que un individuo se vincule a un grupo armado; una 1. Trayectoria personal. En primer lugar parecerían desta-
estrategia “racional”, como se describió en el Capítulo 6, carse las historias de vida marcadas por maltrato intrafami-
debería concentrarse sobre esos factores. La sección B se liar, abuso sexual, adicción al alcohol o sustancias sicoactivas
ocupa de una subpoblación especialmente vulnerable al re- y retardos mentales leves (Aguirre, 2002; Defensoría, 2002).
clutamiento, que es la de las víctimas de la violencia domés- Otros factores de carácter sicosocial son el vínculo amoro-
tica o de la violencia política. La sección C se refiere a las so establecido con un guerrillero o un paramilitar, el miedo
alternativas u opciones educativas, productivas y recreati- que paradójicamente lleva a buscar refugio en el grupo arma-
vas que hoy ofrece el Estado colombiano a los jóvenes en do, la ilusión de poder o estatus, el “no futuro” o ausencia
riesgo, y a sus mejorías posibles. En la sección D se amplía percibida de oportunidades, y la necesidad de reconoci-
el horizonte, para aludir a la política de niñez y juventud en miento personal.
su conjunto. 2. Edad. La población de más alto riesgo es menor de 25
años. El rango de más probable reclutamiento está entre los
A. Las poblaciones en riesgo 7 y los 14 años para la guerrilla, y entre los 14 y los 17 años
para las autodefensas.
Aunque “cualquiera” puede ingresar a una organización gue- 3. Entorno familiar. Las familias numerosas, disfunciona-
rrillera o a un grupo de autodefensas, cualquiera sabe que les, con ausencia de alguno de los padres y carencias afectivas
no todas las personas tienen la misma probabilidad de ha- tienden a expulsar hijos hacia el conflicto. Los niños con no
cerlo. Una política seria de prevención o de “limitación del infancia —a quienes se les niega la opción de vivir como
daño” comenzaría pues por indagar cuáles son las variables niños— son más proclives al reclutamiento, al igual que los
o factores que aumentan la propensión a tomar las armas. niños huérfanos. Como dijera algún observador, “el niño
Y sin embargo, después de 39 años de desangre, es sor- hace toda la carrera; en la casa es el fuete, en la escuela es la
prendentemente poco lo que en rigor se sabe acerca de quié- regla y, de ahí, al fusil con los armados”
nes tienden a ingresar en las guerrillas o en las autodefensas. 4. Hijos de la guerra. Niños y adolescentes cuyas fami-
Esta ignorancia quizá se deba a que es más fácil condenar al lias están vinculadas de diversas maneras a los armados. Esta 263
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situación es frecuente en las llamadas zonas históricas, ocu- 11. Ideología. Otro tipo de vinculación se da entre los jóve-
padas y controladas por organizaciones guerrilleras. nes universitarios con aspiraciones de cambio social y con
5. Zonas de resonancia cultural. Los reclutas con frecuen- tendencias políticas de izquierda. En el caso de las Farc, el
cia provienen de zonas de colonización o expansión de la joven podría ingresar a las milicias populares o a las boli-
frontera agrícola. Regiones con escasa presencia estatal y varianas; “la principal diferencia entre ambas reside en el
control prolongado por parte de los alzados en armas, quie- grado de compromiso que asumen. Las milicias bolivarianas
nes han adoptado “culturas de resistencia y oposición” (re- tienen una mayor formación política y militar y por tiempos
cuérdese del Capítulo 2) que sirven de referente a los ado- comparten la vida guerrillera, en tanto las milicias popula-
lescentes y los jóvenes. res tienen un carácter más temporal” (Ferro, 2002: 55).
6. Zonas de cultivos ilícitos. Aunque el estimativo es muy
crudo, podría haber unos 200 mil jóvenes y niños vincula- Cuadro 11.1 Zonas de reclutamiento
dos a la siembra, procesamiento y mercadeo de narcóticos. procedencia de los niños(as) por departamentos
El amparo que los grupos armados le brindan a esta indus-
tria —la sombrilla de ilegalidad, como dirá el Capítulo 13— Departamentos Número de niños/as
desvinculados (muestra) %
permite pasar fácilmente de “raspachín” a militante de la
organización armada. No contestan 2 2,33
7. Origen geográfico. Cerca del 90% de los reclutamien- Caquetá 3 3,49
tos tiene lugar en zonas rurales. Los municipios cercados o Tolima 9 10,47
aislados por el conflicto reportan mayores índices de reclu-
Arauca 4 4,65
tamiento; más específicamente, “el reclutamiento de niños,
Putumayo 11 12,76
niñas y jóvenes se efectúa en cerca de sesenta municipios y
veredas ubicadas en su mayoría en la zona rural, pertene- Antioquia 2 2,33
cientes a veinte departamentos del país, en especial Meta, Meta 19 22,09
Putumayo y Tolima” (Defensoría del Pueblo–Unicef, 2002). Santander 1 1,16
8. Marginalidad social. Existen coincidencias significa-
Guaviare 5 5,81
tivas entre las zonas de mayor índice de reclutamiento y si-
Cauca 7 8,14
tuaciones socioeconómicas precarias. Necesidades básicas
insatisfechas, condiciones de pobreza, desempleo y acceso Cesar 3 3,49
restringido al sistema educativo son típicas de los munici- Cundinamarca 3 3,49
pios con más alto riesgo (Cuadro 11.1). Guainía 1 1,16
9. Servicio militar. Los hombres recién egresados del ser-
Norte de Santander 5 5,81
vicio militar presentan muy alto riesgo porque no hay que
Nariño 5 5,81
invertir en su entrenamiento, suelen carecer de empleo u
oportunidades, y a veces conservan odios hacia un bando. Vichada 1 1,16
Esto facilita su ingreso a los grupos armados (principalmente Quindío 1 1,16
a las autodefensas) donde esperan hallar seguridad, ingre- Magdalena 1 1,16
sos o reconocimiento.
Bolívar 1 1,16
10. Especificidad de lo urbano. Todo lo anterior se pre-
Huila 1 1,16
senta tanto en el medio rural como en ambientes urbanos.
Sin embargo, en las ciudades se agrega la mezcla del con- Valle 1 1,16
flicto armado con la violencia ordinaria. Adolescentes o ni- Total 86 100
ños agrupados en pandillas, bandas y milicias que operan
en territorios definidos se conectan con los alzados en ar- Fuente: Defensoría del Pueblo–Unicef, 2002.

264 mas y les ofrecen servicios criminales.


El conflicto, callejón con salida

El anterior “mapa de riesgo” es, como se dijo, bastante Recuadro 11.1.


tentativo. Hace falta identificar otros muchos factores que qui-
zá resultarían relevantes, desarrollar los instrumentos de me- Testimonio de una niña desvinculada del
dición correspondientes, recolectar las cifras, sistematizarlas conflicto
y estimar modelos probabilísticos que permitan adoptar una Guillermo González Uribe*
estrategia de prevención mucho más refinada y ejecutar pro-
gramas mejor focalizados. Así, la primera recomendación que Teníamos dificultades porque mi papá era un borrachín.
debe formular este capítulo es tan sencilla como ponerse a Él se iba a donde una amante que tenía, pero volvía a la
estudiar de veras el problema: diagnósticos exactos e inter- casa. Un día trató de abusar de mí, y yo me estuve callada
vención precisa ya nos habrían ahorrado muchos de los porque no podía decir nada. Llega a tocar la puerta y todos
horrendos costos de la guerra. teníamos que irnos de la casa; un día yo me fui y casi me
mata, me dio patadas y arrancó los cables de la luz para
B. Víctimas de la violencia y políticas darme con ellos.
de prevención Otro hermano me dijo que me fuera para su casa, que él
me ayudaba. Yo me convencí y me fui. Él metía perica. Un
1. Perfil de las víctimas día, drogado, se metió a mi cuarto; él era enseñado, porque
ya había estado con mis hermanas, y decía que prefería es-
La investigación científica y la experiencia internacional tar con las hermanas antes que con cualquier otro. Ese día
coinciden en mostrar que haber sido víctima de la violencia entró a mi cuarto y quiso abusar de mí, pero salí corriendo
es uno de los mejores “predictores” de conductas violentas y al otro día me fui del todo. Le conté a mi mamá, porque a
(Castro, 1997, 2002). Este patrón de “víctima convertida en quién más le iba a contar, pero mi mamá no me creyó; me
victimario” puede afectar tanto a quienes padecieron la vio- dijo que yo era una mentirosa, que estaba inventando chis-
lencia doméstica como a quienes sufren la violencia política. mes que eso era imposible, y me echó de la casa.
• Tocante al primer grupo de víctimas, el Instituto de Por esos días un primo y unos amigos me invitaron a
Medicina Legal y Ciencias Forenses reportó 9.500 casos de una presentación de Las Diosas del Vallenato. Yo fui, y ellos
violencia física y 9.300 casos de abuso sexual contra meno- me dieron alguna bebida, me llevaron a su residencia y abu-
res de edad en el 2001. La violencia intrafamiliar registró un saron de mí. Terminaron mis sueños de casarme niña, de
aumento del 33% entre 1996 y 2000. Las cifras son alarman- blanco. Dañaron mis ilusiones, me quitaron el tesoro más
tes y sin embargo muestran sólo la punta del iceberg, pues grande porque era como decir: es la mujer intocable, que no
se trata de un crimen silenciado (y quizá más silenciado aún había sido tocada por nadie. Ya después de sentir todo eso
en las zonas rurales). fue horrible. Llegué a la disco y no pude trabajar me puse
A juzgar por el testimonio de los niños y jóvenes des- enfermísima. Luego me dio rabia, entonces le dije a otro pri-
vinculados del conflicto, también aquí la violencia engen- mo: ¿sabe qué? Yo ando buscando a los guerrilleros.
dra más violencia: los antecedentes de violencia intrafamiliar,
incluido el abuso sexual, son comunes a muchos de quie- * “Testimonio de niña desvinculada de las Farc”, en Los niños de la
nes optaron por las armas (González, 2002; Páez, 2001; He- guerra, Bogotá, Editorial Planeta, 2002.
rrera, 2002). Para el menor victimizado o abusado, unirse a
la guerrilla o a las autodefensas es una forma de escape y,
eventualmente, de regresar armado para tomar venganza (Re-
cuadro 11.1). llamados “códigos de convivencia” impuestos por el ocu-
• Entre las víctimas del conflicto armado se cuentan aque- pante, aquellas que fueron despojadas o abandonaron sus
llas que han sufrido o incluso han presenciado la muerte de bienes por obra de la fuerza o del temor. Este hervidero de
seres queridos, aquellas que han padecido amenazas o aten- odios es el caldo donde por décadas se ha estado y se sigue
tados, aquellas que han sido sometidas a la barbarie de los cocinando la mal llamada “guerra” de Colombia. 265
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2. Política y programas existentes 3. Recomendaciones

La ley 294 de 1996 tipifica la violencia intrafamiliar como • En cuanto a víctimas de la violencia doméstica, lo pri-
delito, y la ley 360 de 1997 amplía “el espectro de posibilida- mero es romper el silencio. Las mujeres, los niños y la co-
des de intervención en casos de abuso sexual”. Estas normas munidad necesitan entender que el maltrato físico o sicológico
son herramientas idóneas —aunque poco utilizadas en la prác- y el abuso sexual son violaciones de derechos básicos que
tica— para proteger y restaurar los derechos de las víctimas. deben ser denunciadas, y que las autoridades tienen el deber
El gobierno Pastrana formuló la Política Nacional para de castigarlas o evitarlas. El sistema educativo, las guarderías,
la Construcción de Paz y Convivencia Familiar Haz Paz los centros comunales, las asociaciones cívicas y los medios
(Conpes 3077, junio de 2002) con un enfoque novedoso en de comunicación masiva o comunitaria deben usarse para
la materia. Según indican los cuadros 11.2 y 11.3, se trata de enseñar los derechos y las normas, estimular el necesario cam-
cambiar la actitud de agentes y agencias del Estado y de la bio de actitudes y valores, y ayudar a replicar experiencias
sociedad frente al fenómeno de la violencia intrafamiliar, me- como aquella que describe el Recuadro 11.2.
diante varias líneas de acción y varios mecanismos. Los colegios y escuelas, en particular, deben incluir en
su currículo el tema de la violencia doméstica y cómo preve-
Cuadro 11.2 Haz paz: un nuevo enfoque de política nirla; los docentes y directivos deben aprender a identificar
las víctimas e iniciar los correctivos necesarios; los estudian-
De A
tes deben conocer sus derechos y aprender a defenderlos,
Enunciados éticos Compromisos vinculantes con instrucciones claras sobre cuándo, cómo y dónde in-
Necesidades básicas Derechos terponer las denuncias pertinentes.
Verticalismo Horizontalidad Haz Paz debe retomar su enfoque genuinamente multi-
Políticas gubernamentales Políticas públicas sectorial, con el icbf, los ministerios de educación y de pro-
Sociedad civil como opción Sociedad civil y esfera privada como instan- tección social, los consejos territoriales de política social y
cias constitutivas de las relaciones sociales los subcomités de infancia en un papel mucho más activo.
Asistencialismo Inversión en instituciones y prácticas Y aunque el programa quedó incluido en el Plan de Desa-
culturales para el desarrollo rrollo 2002-2006, necesita ser destacado como una verda-
Centralismo Descentralización dera prioridad y asignarle recursos más cuantiosos.
Enfoque sectorial Intersectorial • En cuanto a víctimas de la violencia política, en reali-
Individuos Familias dad tendríamos que repetir aquí las recomendaciones to-
Representación Participación das del presente Informe: para acabar con aquel “semille-
Programas desde la oferta Programas desde la demanda ro de odios” habría que extinguir el virus que lo alimenta.
Pero así y todo es útil destacar el punto de que las perso-
Fuente: Unicef, Evaluación democrática. Documento de trabajo nas desplazadas por una organización armada son espe-
n° 3, mayo de 1998. Manual de operaciones de la Política Nacional de Cons-
cialmente vulnerables a los intentos de reclutamiento por
trucción de Paz y Convivencia Familiar Haz Paz.
parte del grupo opuesto; por tanto los programas para esta
Haz Paz empezó a operar en 2002 y a través de más de población deben incluir capacitación de los funcionarios
quince agencias estatales de orden nacional, con el concur- y sistemas de alerta temprana que permitan frustrar esos
so de las entidades territoriales. Su intención multisectorial intentos.
se debe a que “las metas no dependen de acciones sectoria-
les sino de esfuerzos intersectoriales en pos de resultados C. Más oportunidades para los reclutas en potencia
integrales y comunes” (Consejería Presidencial para la Po-
lítica Social, 2002: 7) En la práctica, sin embargo, la gestión En una frase simple podría decirse que para no ir a la guerra
se ha concentrado en el icbf, con eco insuficiente entre los hay que tener escuela, oficio y entretenimiento. O, en pala-
266 entes sectoriales y las autoridades regionales. bras menos simples, que las opciones de desarrollo huma-
El conflicto, callejón con salida

Cuadro 11. 3 Líneas y mecanismos de la política Haz paz

Líneas Mecanismos

Prevenir los factores que originan y mantienen la respuesta Desencadenar procesos de cambio cultural e institucional
violenta en la familia y espacios cotidianos en pro de la resolución pacífica de conflictos

Afianzar y reforzar patrones no sustentados en la fuerza


y supremacía, sino en el afecto y la responsabilidad

Prevenir la presencia de factores conexos a la violencia intrafamiliar


como el consumo de alcohol y sustancias sicotrópicas

Realizar un proceso de difusión de la política

Propiciar a través del arte y la cultura espacios de reflexión frente a los


efectos del uso de la violencia como forma de resolución de los conflictos
familiares

Vigilar y realizar detección temprana del uso de la violencia como forma Identificar casos de violencia intrafamiliar en las instituciones estatales que
de relación y de resolución de conflictos en el hogar prestan servicios con el fin de estudiarlos y orientar la acción estatal en tér-
minos de prevención, detección temprana y atención

Definir, diseñar, reglamentar, desarrollar y administrar un modelo de vigi-


lancia de la violencia intrafamiliar

Construir un modelo de identificación temprana de esta situación en asocio


con el Ministerio de Educación

Fortalecer las redes locales de buen trato y los sistemas de información


territorial

Atender a las personas y familias con episodios de violencia y maltrato Desarrollar protocolos de atención clínica, sicosocial y legal para víctimas
infantil, así como a los agresores en violencia doméstica, maltrato Evitar los efectos sociales del trauma
y abuso sexual infantil Adecuar, cualificar y articular la oferta de servicios para la atención de víctimas

Atender a agresores como imperativo ético y mecanismo de control a la


reincidencia

Fuente: Unicef. Evaluación Democrática Documento de Trabajo n° 3 de mayo de 1998.


Manual de Operaciones de la Política Nacional de Construcción de Paz y Convivencia Familiar Haz Paz.

no más aptas para impedir que personas “en edad militar” aquel cometido y que pueden agruparse bajo cinco rubros:
sean reclutadas por los grupos en armas son las oportunida- i) cobertura y permanencia; ii) calidad y pertinencia; iii) la
des educativas, económicas y recreativas. En lo que sigue se escuela como productora de violencia; iv) la escuela como
hará un balance de los programas y un conjunto de sugeren- teatro de guerra, y v) la situación del maestro rural.
cias tocantes a cada una de estas tres opciones.
• Cobertura y permanencia
1. Oportunidades educativas Existen grandes asimetrías entre la educación urbana y la
rural. “En 2002, 1,8 millones de niños entre 5 y 17 años (16%
a. Situación actual del total) estaban por fuera del sistema escolar; de estos,
970 mil eran de zonas urbanas (12%) y 889 mil de zonas
Es indudable que quien va a la escuela tiene menos tenta- rurales (25%)” (Presidencia de la República–Departamen-
ción de ir a la guerra. Sin embargo, la educación colombia- to Nacional de Planeación, 2002: 122). La tasa de inasistencia
na, especialmente la rural, tiene deficiencias que afectan es entonces casi tres veces mayor en el campo que en la ciu- 267
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Recuadro 11.2

Víctimas de abuso sexual: espacios de silencio*

La urgencia de atender aquellas historias ocultas de violencia El proyecto se adelantó en los municipios de Santander de
condujo al Proyecto de atención integral para víctimas de abuso Quilichao y Popayán (Cauca), Montería (Córdoba), Sincelejo
sexual. Buscaba hacer visible un fenómeno del que nadie ha- (Sucre) y en la localidad de Kennedy (Bogotá). Estas zonas
bla y donde 95 de cada cien víctimas no denuncian la vulne- fueron seleccionadas por el alto índice de delitos sexuales,
ración de sus derechos sexuales y reproductivos. acompañados de prácticas incestuosas como la que con fre-
El proyecto articula el conocimiento y las motivaciones de cuencia se presentan en Montería, donde el padre “inaugura a
las personas, la cultura, las normas y el ser sujetos de dere- su primera hija”.
chos. Varias instituciones participan en este empeño**. Su El proceso se desarrolló en seis fases interactivas: diagnós-
enfoque es de género, de detección temprana, de atención y tico, diseño, validación, evaluación y ajuste del modelo, y de-
de seguimiento. Sus ejes fundamentales son: sarrollo de normas y estándares para las entidades vinculadas.
• Concepción sistemática de la cultura. Se destacan los siguientes componentes:
• Visión afirmativa de la sexualidad y de la salud sexual y • Conceptualización de la violencia y el delito sexual.
reproductiva. • Instrumentos jurídicos nacionales e internacionales ra-
• Ética fundada en los derechos humanos sexuales y repro- tificados por Colombia.
ductivos. • Protocolos institucionales como descripción de proceso
• Evaluación y ajuste de la calidad de la atención. y procedimiento, guías de atención, flujogramas y registros;
• Esfuerzo conjunto orientado al fortalecimiento insti- pautas de intervención, y líneas de coordinación entre institu-
tucional. ciones y sectores para el manejo de casos.
• Perfiles de los proveedores de servicio por institución y
sector.
* Se trata del Proyecto diseño y aplicación de modelos de atención • Sistema regionalizado de información epidemiológica
integral a víctimas de delitos sexuales, adelantado por el UNFPA y la • Protocolos de valoración de riesgos de la víctima y de
Consejería Presidencial para la Política Social. La información fue adaptada estudios de caso.
de la entrevista a Mercedes Borrero y Esmeralda Ruiz y del informe de • Guías y códigos de práctica profesional.
“Sistematización, proceso para desarrollar propuestas de atención integral a • Sistemas de seguimiento y evaluación.
víctimas de violencia sexual”. • Actividades de formación, información, educación y co-
**
En el proyecto participaron: ICBF, Instituto de Medicina Legal y Cien- municación dirigidas a los proveedores de los servicios y a los
cias Forenses, Fiscalía General de la Nación, Defensoría del Pueblo, usuarios.
Procuraduría Delegada para la Defensa del Menor y la Familia, defensores La propuesta se ha convertido en una poderosa herramienta
de familia, comisarías de familia, personerías municipales, policía nacional y de freno a la trágica conversión de la víctima en victimario: es
secretarías de salud, amén de organizaciones comunitarias, de la sociedad una ruta para prevenir la vinculación al conflicto armado de
civil y la configuración de una red de voluntarios. los menores abusados.

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dad1. Según la Encuesta Nacional de Hogares (2001), 57% padres no le ven utilidad a lo aprendido; ii) la distancia a la
de los jóvenes campesinos entre 16 y 17 años no asisten a la escuela, la jornada escolar y la metodología de enseñanza
escuela; un porcentaje y rango de edad que preocupan, pues hacen difícil que el joven o la joven realicen sus tareas tradi-
combinan dos factores críticos para el reclutamiento. cionales dentro del hogar, y iii) los valores que transmite la
Para el conjunto del sistema escolar, la tasa de deserción escuela no concuerdan muy bien con la cultura campesina.
en primer grado es 18%, pero el guarismo es mayor en los
planteles públicos y en las zonas rurales; en estas últimas, la • La escuela, productora de violencia
deserción antes de tercer grado llega a 35%. Ahora bien: los La escuela no escapa a la espiral de violencia. En ciertas zo-
departamentos con más alto índice de abandono escolar son nas actúa como productora y reproductora del conflicto.
también aquellos con más altos índices de reclutamiento; Maestros y alumnos practican e internalizan patrones de
más aún: 62% de los menores desvinculados del conflicto conducta como negar al otro, hacer justicia por mano pro-
habían desertado del sistema educativo2. pia o usar la fuerza para dirimir conflictos. En muchos ca-
Pese a que 28% de nuestros jóve-
nes viven en el campo, 95% de las La escuela no escapa de la espiral de violencia. En ciertas
escuelas secundarias se encuentran zonas actúa como productora y reproductora del conflicto.
en la ciudad. De acuerdo con el Sis- Maestros y alumnos practican patrones de conducta como
tema de indicadores sociodemográ- negar al otro, hacer justicia por mano propia o usar la fuer-
ficos (Sisd) para Colombia, la po- za para dirimir conflictos.
blación rural entre 14 y 17 años que
no hace nada —es decir, que no está en el sistema educativo sos se mantiene la idea de que “la letra con sangre entra”; se
ni en el mercado laboral— aumentó en 19% entre 1996 y perpetúan las relaciones autoritarias, se maltrata al alumno
1999 (Sisd, 19993). y se le castra el anhelo de ser diferente.
El atraso rural en la secundaria es grave. Obedece a la
escasez de cupos y a factores como el aislamiento, la falta de • La escuela, teatro de la guerra
vías y medios de transporte, la pobreza de las familias, la En muchas zonas rurales, tanto como en ciertas comunas o
necesidad de generar ingresos por parte de los jóvenes y la barrios urbanos, la escuela no está blindada contra los ar-
dinámica del conflicto. mados. Las aulas sirven de retaguardia, zona de descanso, o
de almacenamiento de municiones; los intervalos entre cla-
• Calidad y pertinencia se y clase se usan para entrenar o para reclutar; maestros y
La calidad de los planteles públicos deja mucho que de- estudiantes son vigilados de continuo, y se promueve el
sear: en 1999, 56% de ellos fue calificado por el Icfes como enfrentamiento entre compañeros enlistados por distintos
de bajo rendimiento (Galiano, 2000). El currículo no se bandos. La escuela es un escenario más dentro de aquella
adecua bien a las necesidades o expectativas del usuario: lógica de territorialización por el terror que describió el
36% de los estudiantes rurales que abandonan la escuela Capítulo 3.
atribuyen su decisión a la falta de interés en el estudio y a la
necesidad de trabajar (Galiano, 2000: 22). Existe una rup- Situación del maestro rural
tura entre la escuela y su entorno campesino, que Perfetti Los docentes participan en el conflicto de cuatro modos
(2001) explica en función de tres factores: i) el currículo no principales. El primero, cuando reproducen patrones de
se adapta a las necesidades del campo, y así el niño y sus conducta violenta o autoritaria. El segundo, cuando reclutan

1. Dane, Encuesta Nacional de Calidad de Vida, 2001.


2. Cálculo del Informe sobre la base de datos de la Defensoría del Pueblo-Unicef (2002) y PNUD (2003).
3. www.dnp.gov.co/01—cont/indicado/sisd.htm 269
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alumnos para las organizaciones armadas. El tercero cuan- cobertura, elevar la calidad y ganar eficiencia, con énfasis
do son apáticos, porque la docencia no era su opción profe- sobre la formación de redes y circuitos que mejoren la ofer-
sional, o porque la plaza rural no fue una escogencia sino ta y vía los Proyectos institucionales de educación rural
una orden y a veces un castigo. El cuarto —y el único enco- (Peir). Donde no sea posible lograr la integración, habría
miable— cuando intenta impedir la injerencia de los arma- que reforzar aquellos subprogramas que más portan a cober-
dos en el aula, pero entonces se ve abocado a amenazas, a la tura y calidad, tales como Escuela Nueva, Posprimaria Ru-
huida o a la muerte. ral y el Sistema de atención tutorial (sat).
Después de tantas décadas en conflicto, la maestra o En regiones homogéneas pero repartidas entre dos o más
maestro rural no recibe información ni adiestramiento al- departamentos adyacentes, habría que adoptar y poner en
guno que le ayude a vivir y ayudar a sus alumnos a vivir en marcha programas de integración ad hoc; la nación debería
medio de esta “guerra”. El sistema educativo lo abandona a estimular, acompañar y supervisar estos programas.
sus propios medios y ni siquiera le brinda compensaciones El reto no se reduce a sumar cupos sino a lograr que las
o estímulos para cumplir mejor una tarea ingrata. cohortes de estudiantes se gradúen a tiempo y con pocas
deserciones. Para las áreas rurales esto implica repensar el
b. Alternativas modelo pedagógico, la jornada escolar y el monto de los
subsidios para transporte y alimentación; implica currículos
La educación por supuesto necesita mejorar en todo el país, adaptados al universo rural, e implica tecnologías de ense-
pero por razón del conflicto debe darse prioridad a las zo- ñanza más funcionales, aprovechando el repertorio de ex-
nas con mayor riesgo de reclutamiento por parte de los ac- periencias creativas que en este campo abundan en Colom-
tores armados. Los siguientes son programas y recomenda- bia y en otras latitudes (Gómez, 1998).
ciones en relación con los cinco problemas mencionados.
• Calidad y pertinencia
• Cobertura y permanencia El sat, Escuela Nueva, Posprimaria Rural y Aceleración del
El Plan de Desarrollo 2002-2006 aspira a crear 1,5 millones Aprendizaje son modelos que avanzan en la calidad de la
de cupos en educación básica, de los cuales 60 mil serían ru- educación y en su pertinencia para el mundo campesino
rales. Esta cifra representa apenas 4,5% de la meta y no dis- (Recuadro 11.3). Existen evaluaciones positivas que sin
minuye sino que ahonda la brecha entre la educación urbana embargo necesitan completarse (Perfetti, 2001); dicha eva-
y la rural. Se requiere pues de un esfuerzo adicional y un au- luación debe comprometer a los planteles, las entidades te-
mento significativo en el número de cupos, quizás con cargo rritoriales, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural,
al Fondo Nacional de Regalías (fnr) y quizá apelando a la el Sena, las Umata, el Sistema Nacional de Ciencia y Tecno-
reasignación prevista en el proyecto de referendo en curso, logía, el programa presidencial Colombia Joven, Coeducar
para atender primeramente el déficit de secundaria rural en y Fundaec, entre otras.
las zonas que reportan altos índices de reclutamiento. Urge actualizar los materiales educativos sobre desarro-
De otro lado, el Proyecto de educación para el sector rural llo rural y prevención del conflicto. Se debe convocar a las
—Plan estratégico del Ministerio de Educación Nacional Umatas, asociaciones campesinas, secretarías de educación
(men)— tiene como meta ampliar la cobertura en 176 mil y agricultura, casas de la cultura y sectores interesados de la
cupos de preescolar y básica en 94 municipios de diez de- sociedad para desarrollar currículos especiales que atien-
partamentos. Se recomienda cruzar tales zonas con las de dan las condiciones de cada región. La nación y las entida-
mayor reclutamiento para asignar los fondos prioritarios. des territoriales deberán apoyar la actualización, garantizan-
El gobierno nacional debe apoyar el proyecto, particular- do los recursos necesarios.
mente en el departamento de Putumayo y la región del ma- Al programa “mejorar la calidad de la educación preesco-
cizo colombiano, por ser áreas de alto reclutamiento. lar, básica y media” del Plan de Desarrollo debería otorgarse
Deben continuar los esfuerzos departamentales de reor- más alta prioridad. Éste incluye tres líneas de acción. Res-
270 ganización del sector educativo que buscan aumentar la pecto de la primera, sugerimos añadir la evaluación del sat
El conflicto, callejón con salida

Recuadro 11.3

Escuela nueva: niños en pos del café


Mauricio Perfetti y Pablo Jaramillo*

Además de los teoremas de Pitágoras, las hazañas de Bolívar Ese esfuerzo se ha actualizado desde hace cinco años con
y la majestuosidad de las pirámides de Egipto, cerca de ocho el Proyecto escuela y café del Crece para que los niños y ni-
mil niños y niñas del campo caldense aprenden sobre la con- ñas de las parcelas cafeteras conozcan como parte del currí-
versión del precio del café de dólares y de libras esterlinas a culo escolar sobre las actividades relacionadas con la base de
pesos colombianos, cómo hacer buenos almácigos, medir el su sustento y el de sus familias: el cultivo del café. Se trata de
nivel de infestación de la broca, las bondades de las diferentes que analicen su realidad económica, conozcan la información
variedades y llevar los ingresos y egresos de sus negocios pues- sobre su negocio, precisen las debilidades, amenazas, fortale-
to que serán los herederos de los predios cafeteros que por zas y oportunidades de su cultivo, adquieran el manejo de la
generaciones han pertenecido a sus familias. tecnología para aumentar la productividad, disminuir los cos-
La tentación de sucumbir a los atractivos que ofrecen las tos, proteger el suelo y combatir las plagas y enfermedades.
urbes ha quedado atrás ante la posibilidad de un futuro pro- El estudio de impacto realizado por Crece en  con-
misorio en sus cafetales. Son los portadores del cambio. Se- cluye que:
rán los futuros productores rurales modernos. • Los padres y alumnos comparten el programa por lo
Gracias al Programa de educación rural del Comité de útil, benéfico y de fácil aplicación para adecuar y mejorar sus
Cafeteros de Caldas en alianza con la gobernación y los alcal- fincas.
des municipales desde hace  años se han hecho ingentes • Los padres consideran que sus hijos están mejor prepa-
esfuerzos para mejorar la educación rural, iniciativa que ha rados para enfrentar el futuro.
sobrevivido a las crisis externas e internas del grano. • Cerca del % de los alumnos son niñas, las que ahora
Con el programa se ha logrado mejorar la calidad de la se involucran, conocen y toman decisiones en el negocio fa-
educación primaria rural comparada con la urbana tradicio- miliar.
nal, gracias a la metodología de Escuela nueva; aumento de la • Los niños y niñas apoyan más a sus padres con labores
cobertura en secundaria rural en zonas cafeteras, al pasar del intelectuales como cálculos, firma de contratos, compra de ma-
 al % de  al ; mejor educación en básica secun- teriales, ayudas tecnológicas y cuentas.
daria, en los grados  y ; y, finalmente, resultados favorables • Se ha generado confianza en los estudiantes para desem-
en términos de género y comportamientos democráticos. peñarse en el futuro. El % de ellos considera que hoy están
más preparados que antes para manejar sus fincas. ¡Saben
que tienen futuro!
* Del Centro de Estudios Regionales Cafeteros y Empresariales (Crece).

en función de las competencias que adquiera el estudiante. contenidos universales del saber con las peculiaridades del
Dentro de la segunda, convendría propiciar el intercambio entorno rural; ii) proyectos productivos de carácter demos-
de prácticas educativas exitosas en medio del conflicto, y con- trativo; iii) producción de guías y materiales didácticos, y iv)
formar una red de apoyo para maestros de las zonas afectadas actualización continua de los agentes educativos.
por el mismo. Dentro de la tercera, habría que actualizar los Para todos los modelos de educación rural es conveniente
modelos de educación rural y difundir materiales pedagógi- introducir nuevas áreas formativas y reforzar las producti-
cos, lo cual incluiría: i) estudios de campo para conectar los vas. Sería preciso incorporar temas referentes a prestación de 271
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
Informe Nacional de Desarrollo Humano Colombia — 2003

© Fernando Cuevas Ulitzsch

Foto 11.2 La participación de niños en el conflicto puede disminuir ampliando la cobertura y la calidad educativa en zonas con alto índice de reclutamiento.
272
El conflicto, callejón con salida

servicios verdes, ecoturismo, agricultura orgánica, activida- tivo, a los docentes y alumnos, a los accesos y a los suminis-
des forestales y similares, tanto como integrar la enseñanza tros.
con la práctica laboral mediante proyectos demostrativos. El Ministerio y las secretarías de educación deberían con-
No menos importante, los modelos pedagógicos debe- tar con equipos altamente calificados de educadores,
rían ocuparse de estrategias y herramientas de resistencia sicólogos y administradores escolares para intervenir en mu-
civil ante los grupos armados, opciones para resguardar las nicipios rurales o en comunas urbanas donde tuviera que
aulas del conflicto, y formación de competencias cívicas, declararse la emergencia educativa por razones asociadas
democráticas y ciudadanas. con el conflicto armado. La figura de emergencia permitiría
reubicar maestros, hacer traslados presupuestales, modificar
• La escuela, productora de violencia las exigencias académicas, alterar las jornadas, cambiar los
Transformar pedagogías no es cosa fácil, menos aún cuan- métodos de enseñanza y otras medidas idóneas para ate-
do están ancladas en relaciones autoritarias; se trata de ha- nuar el impacto del conflicto sobre la prestación del servi-
cer democracia en el aula y desde el aula, para lo cual hay cio educativo.
que cambiar actitudes y enseñar los derechos, los deberes y
los medios que tiene cada cual en el proceso de construir • Situación del maestro rural
nación y Estado. La escuela debe enseñar a convivir siendo La mayoría de los maestros del campo son egresados de
distintos (Recuadro 18.2) y la educación para la paz debe una escuela normal. Por eso merece ampliarse la labor que
entenderse como una estrategia de prevención y reconcilia- hoy adelanta el Peir del Ministerio con cuarenta normales.
ción (el Capítulo 18 ahondará sobre este asunto). Las experiencias del Centro Universitario de Bienestar Ru-
El Ministerio de Educación, la Defensoría del Pueblo y ral y de la Universidad de Pamplona deben ser evaluadas,
las personerías deben establecer un sistema de alertas tem- ajustadas y replicadas en diferentes regiones para la forma-
pranas para detectar prácticas pedagógicas basadas en aque- ción continuada de los docentes en zonas de conflicto.
llo de que “la letra con sangre entra”. Las evaluaciones del De otra parte, es necesario promover el reconocimiento
docente que prevé la ley 715 deberían incluir competencias social y económico del trabajo docente. Debería estudiarse
democráticas y ciudadanas. Cuando existan indicios de que la posibilidad de adoptar un sistema de incentivos para quie-
el maestro vulnera los derechos de sus alumnos, hay que nes impartan educación en áreas de conflicto. Estos incen-
adelantar la investigación e imponer sanciones ejemplari- tivos estarían articulados con el régimen especial de muni-
zantes. cipios —al cual alude el Capítulo 14— y a un plan maestro
La ley general de educación contempla dos figuras de de construcción de zonas de paz.
participación democrática: el gobierno escolar y el manual
de convivencia. Ambas tendrían que ser estimuladas. El go- 2. Oportunidades productivas
bierno escolar, como un espacio de deliberación y desarro-
llo de autonomías. Los manuales de convivencia deben ser a. Situación actual
elaborados entre alumnos, docentes y comunidad; este pro-
ceso, para zonas en conflicto, puede hacer que la escuela se El empleo rural permanece prácticamente estancado: 5 mi-
convierta en constructora de paz, y su papel por eso debe llones 886 mil ocupados en 1991 y 5 millones 888 mil en
reforzarse dentro de la estrategia “fortalecimiento de la con- 1999 (Galiano, 2000). La población desempleada en edades
vivencia y los valores” del Plan de Desarrollo. de 12 a 24 años saltó de 9,7% en 1996 a 29,6% en el 2000.
“En 2002, el desempleo rural se situó en 11,5% cifra casi tres
• La escuela, teatro del conflicto veces superior a la registrada en 1991. Sin duda, la pérdida
Proteger las escuelas urbanas y rurales de la intromisión de de actividad económica, reflejada en una disminución de
los grupos armados es parte de la ampliación del campo 800 mil hectáreas sembradas en la última década, redujo las
humanitario examinada en el Capítulo 8. Precisemos ahora oportunidades de empleo y provocó la migración de mano
que los actos o acuerdos deberían cobijar al plantel educa- de obra no calificada hacia zonas de cultivos ilícitos, cen- 273
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
Informe Nacional de Desarrollo Humano Colombia — 2003

tros urbanos, e incluso hacia las filas de los grupos armados cursos para que lleguen a los más necesitados”. Pues bien:
ilegales...” (Presidencia de la República–Departamento si la “seguridad democrática” es el primer objetivo del Plan,
Nacional de Planeación, 2002: 155). los reclutas potenciales habrían de figurar cerca de la cabe-
En efecto, los adolescentes y jóvenes campesinos que za en la lista de los “más necesitados”.
logran conseguir trabajo reciben menos de la mitad del sa- La estrategia de “desarrollo a zonas deprimidas” propo-
lario mínimo legal; en estas circunstancias, los grupos ar- ne alternativas económicas y ambientalmente sostenibles
mados que ofrecen entre 300 mil y 500 mil pesos mensuales para las zonas en conflicto, con una perspectiva regional que
son para muchos una alternativa casi irresistible. supere el enfoque asistencial y de emergencia. En la defini-
Y mientras tanto, las políticas de los últimos gobiernos ción de “zonas deprimidas” se recomienda incluir aquellas
han hecho caso omiso del desempleo rural, puesto que se que presentan altos índices de reclutamiento de niños y de
concentran en el frente urbano. La industria de la construc- jóvenes.
ción ha sido y vuelve a ser el centro de interés, siendo así También convendría establecer una cuota mínima para
que apenas 2% de los jóvenes campesinos se desempeñan atender a jóvenes en riesgo dentro de los “proyectos inte-
en esta actividad (Sisd, 1999). grales” de la estrategia. Tales cupos serían financiados con
cargo al incentivo de capitalización rural (icr), al certifica-
b. Alternativas para el sector rural do de incentivo forestal (cif) y a los aportes voluntarios que
el sector privado hiciera para este propósito. La iniciativa
Conviene fortalecer y coordinar las varias iniciativas existen- podría quedar a cargo del programa Por un Campo Joven.
tes y en especial: i) la estrategia de manejo social del campo Por otra parte sería preciso cruzar las “zonas deprimidas”
del Plan de Desarrollo, ii) el programa Jóvenes en Acción del con el mapa de municipios que adelantan los programas sat,
Plan Colombia, y iii) los programas del Ministerio de Escuela Nueva y Posprimaria Rural, de manera tal que los
“proyectos integrales” sean som-
Urge actualizar los materiales educativos sobre desarrollo brilla que ampare y, a la vez, se ali-
rural y prevención del conflicto. Se debe convocar a las aso- mente de los proyectos demostra-
ciaciones campesinas, secretarías de educación y demás sec- tivos de estos modelos educativos.
tores interesados para desarrollar currículos de acuerdo con Finalmente, en la estrategia de
las condiciones de cada región. política de relaciones exteriores y
cooperación internacional debe
Agricultura, comenzando por el programa Por un Campo añadirse una línea de acción, con componentes de investi-
Joven. gación, prevención e intervención, para atender la situación
Estos programas deben tener en cuenta la diversidad de de los niños y jóvenes en alto riesgo de reclutamiento.
situaciones en términos de acceso al mercado, modo de pro- El segundo objetivo del Plan es “impulsar el crecimiento
ducción, tradición cultural, género y edad de los usuarios económico sostenible y la generación de empleo”. Uno de
potenciales; también deben actuar sobre la base de propo- sus programas es la generación de ingresos y empleo verde,
ner soluciones duraderas y autosostenidas, y no de paliati- con proyectos que promuevan y consoliden las cadenas pro-
vos ocasionales. Más específicamente, hay méritos que su- ductivas de guadua, plantas medicinales y agricultura eco-
brayar y correcciones que efectuar en cada una de las tres lógica. De nuevo habría que darle prioridad a las regiones
iniciativas mencionadas, así: con altos índices de reclutamiento, siempre que lo permi-
tan sus condiciones agroecológicas.
• Plan Nacional de Desarrollo La población en riesgo debe ser incluida en los programas
El Plan está organizado en torno a cuatro “objetivos”, con de ecoturismo y turismo rural. La capacitación del caso po-
sus “estrategias” y “programas” respectivos. dría ofrecerse mediante Jóvenes en Acción y las cajas de com-
En materia de política social el Plan admite tres desafíos, pensación familiar. Colombia Joven y el dnp deben ser espa-
274 el primero de los cuales es “mejorar la focalización de re- cios de encuentro y coordinación para estos programas.
El conflicto, callejón con salida

Cuadro 11.4 Focalización de Jóvenes en Acción

Departamento Municipio
Antioquia Medellín, Caldas, La Estrella, Sabaneta, Itagui, Envigado, Bello, Giradota, Capacabana y Barbosa
Atlántico Barranquilla, Soledad y Malambo
Bolívar Cartagena
Caldas Manizales y Villamaría
Cundinamarca Bogotá y Soacha
Santander Bucaramanga, Floridablanca, Girón y Piedecuesta
Valle del Cauca Cali y Yumbo

Fuente: Programa Presidencial Colombia Joven, Jóvenes en Acción.

El tercer objetivo del Plan contiene la estrategia de “ma- del Ministerio de Agricultura, en particular con el de por
nejo social del campo”. También aquí los jóvenes en riesgo un Campo Joven.
deberían tener prelación en los programas de: i) minicadenas
productivas con nichos especializados, ii) acceso a los fac- • Los programas del Ministerio de Agricultura,
tores productivos y financieros, y iii) microempresas ru- en particular el de Por un Campo Joven
rales. El programa Por un Campo Joven contiene los lineamientos
El cuarto objetivo del Plan contiene el programa “con- de política para los jóvenes rurales. Desarrolló acciones entre
solidación de un sistema de información territorial” sobre el 2000 y el 2002. Se recomienda mantenerlo, fortalecerlo y
temas económicos, sociales, financieros, ambientales y geo- dirigirlo de manera prioritaria hacia nuestra población ob-
gráficos. Se recomienda incorporar a este Sistema un com- jetivo.
ponente sobre los territorios en conflicto, su dinámica y, en El programa busca consolidar proyectos socio empresa-
especial, los factores de riesgo de reclutamiento y estimativo riales para jóvenes, que aumenten la productividad y compe-
de esta práctica, diferenciada por rangos de edad. titividad del sector rural. Para lograrlo propone un “fondo
rotatorio para capital semilla y para el fortalecimiento de
• Plan Colombia — Jóvenes en Acción empresas individuales y asociativas de jóvenes rurales, dada
La población objetivo del programa Jóvenes en Acción son su poca capacidad de endeudamiento e imposibilidad de
aquellos entre 18 y 25 años de los estratos 1 y 2. El programa garantías para acceder al crédito” (2000: 42). Los recursos
se adelanta en 24 municipios de siete departamentos (Cua- saldrían del Plan Colombia y de la reglamentación de las
dro 11.4). Jóvenes en Acción brinda formación vocacional líneas de crédito previstas en la ley de juventud (375 de 1997).
en oficios semicalificados. Promueve la diversificación y me- Este programa también proyecta acciones económicas
joría de la oferta de capacitación, y el acercamiento al entor- para la juventud vinculada a los cultivos ilícitos. Por tanto,
no empresarial. Realiza alianzas con empresas e indaga sus debería armonizarse con la iniciativa sobre guardabosques
tendencias ocupacionales, disponibilidad de cupos para que contempla el Plan Colombia y se examina algo más en
prácticas laborales y ofertas de empleo. el Capítulo 13 de este Informe.
Se recomienda incluir las zonas de alto riesgo de recluta- Los jóvenes campesinos deben ser parte de los proyec-
miento dentro de la cobertura del programa. Revisar las áreas tos de cadenas, mini cadenas productivas y empresas asocia-
de formación ocupacional y ampliar la oferta de capacita- tivas que patrocine el Ministerio, con atención redoblada a
ción en actividades rurales. Así mismo, aunar los esfuerzos los aspectos de capacitación y transferencia tecnológica, y a
de Jóvenes en Acción con los programas de capacitación subsectores como la acuicultura y la pesca artesanal. 275
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
Informe Nacional de Desarrollo Humano Colombia — 2003

c. Cinco alternativas para la ciudad


Recuadro 11.4

• En primer lugar, las administraciones municipales de-


En Medellín ben y pueden prestar más atención al riesgo de reclutamien-
Empresarios comprometidos con oportunidades to, fortaleciendo en consecuencia los programas producti-
para jóvenes desvinculados* vos para jóvenes de sectores marginales. Se recomienda
adecuar y replicar experiencias como la de Misión Bogotá,
La pobreza y los bajos niveles de escolaridad en algunas
una de cuyas acciones es formar como “guardianes cívicos”
comunas de Medellín son caldo de cultivo para el recluta-
a habitantes de la calle y en la calle.
miento de jóvenes por parte de los grupos armados ilega-
Los municipios también pueden crear fondos de capital
les. Es por ello que un grupo de empresarios se empeñó en
semilla y de capital riesgo, con ventanillas que atiendan las
ofrecer a varios de esos jóvenes alternativas diferentes de
microempresas constituidas por jóvenes en riesgo; las cá-
vida, que rompan con la frustración cotidiana y con la des-
maras de comercio y el Fomipyme podrían aportar recur-
esperanza.
sos y asistencia técnica.
En el marco del Programa de jóvenes desvinculados del
No menos, podría explorarse la viabilidad jurídica de
conflicto armado de la oim, icbf y con recursos de la aid,
“acuerdos municipales”, mediante los cuales las empresas de
estos líderes han abierto la puerta de sus empresas a 25 jó-
prestación de servicios conformadas por jóvenes en alto ries-
venes considerados como población en alto riesgo de ser
go tengan un trato preferencial en la contratación pública
reclutada por las organizaciones armadas.
—distrital, municipal o local— por un determinado tiempo.
Los empresarios proveen capacitación y desarrollo de
• En segundo lugar es posible enfocar los programas de
competencias generales y específicas para atender los re-
orden nacional hacia las localidades o comunas que repor-
querimientos del sector de ferias y eventos. Ellos mismos
tan un mayor reclutamiento. La capacitación que brinda
seleccionaron a los jóvenes, los están formando y han em-
Jóvenes en Acción, las pasantías de trabajo en empresas pri-
pezado a emplearlos en prácticas laborales. Se basan en el
vadas y el apoyo a microempresas podrían entonces dirigir-
principio de cooperar con la competencia en la búsqueda
se más específicamente hacia esos barrios o comunas.
de un objetivo común: en este caso la construcción de fu-
• En tercer lugar se recomienda que Colombia Joven pro-
turo para la juventud antioqueña.
picie un espacio de encuentro e intercambio de experien-
cias productivas y exitosas entre jóvenes en alto riesgo de
* Empresarios antioqueños y el programa de jóvenes desvinculados
reclutamiento. Escenarios como Expocamello deben trans-
del conflicto armado de la OIM, ICBF, AID.
formarse en ferias laborales policlasistas y multimodales.
• En cuarto lugar habría que sensibilizar al mundo em-
presarial respecto del problema y del papel que le cabe en
darle solución, al hacer del empleo de jóvenes en riesgo una
En el marco del programa de agricultura orgánica o
cuestión prioritaria (Recuadro 11.4).
ecológica, debe fijarse un cupo para los jóvenes en alto ries-
• Por último, podría integrarse una mesa de trabajo per-
go de ser reclutados. Tras garantizar este espacio es preciso
manente entre el Estado y la empresa privada para abrir fuen-
emprender esfuerzos con el Ministerio de Desarrollo y Co-
tes de empleo e ingreso a los jóvenes en riesgo; la vincula-
mercio Exterior y con Proexport para asegurar mercados,
ción de supertiendas, cadenas de mercado e industrias que
como un compromiso de la comunidad internacional con
demandan gran cantidad de insumos es un tipo de expe-
la paz en Colombia. Se debe agenciar la idea de que tras el
riencia ya probado en diversos países y contextos.
producto existe un joven productor que siembra alimentos
y no minas antipersonales, que ara el campo en vez de em-
puñar el fusil. Una suerte de sello de paz.
276
El conflicto, callejón con salida

Recuadro 11.5

La música: semillero de paz*

Cerca de dos mil jóvenes de veinte barrios populares** de las cultivar desde adentro la semilla del respeto y la templanza
comunas de Medellín son protagonistas de una propuesta de del carácter a través de la sensibilización del espíritu.
educación musical que ha revolucionado sus vidas y que da De igual modo aspira a contribuir con el proceso de re-
señales a la capital antioqueña de cómo superar tantos dolo- construcción del tejido social y a generar un ambiente de con-
res y espantos que la azotan. Quizá por lo esperanzador de su vivencia entre las diferentes zonas de la ciudad, a través de la
presencia y por la calidad de lo que interpretan han sido aplau- música, con base en una metodología social y una pedagogía
didos hasta el cansancio como héroes en sus numerosas pre- especializada.
sentaciones nacionales e internacionales. El programa mantiene una relación de intercambio y ase-
La Red de escuelas y bandas de música de Medellín, fun- soría con la Fundación del Estado para Orquestas Infantiles y
dada en  y por iniciativa de Amadeus Real Musical de Juveniles de Venezuela, que funciona desde hace más de vein-
Colombia, busca una formación seria y generar un movimien- te años.
to en torno a ella, desde el público y desde el estudiante, en su En Colombia existen otras experiencias de educación mu-
propio entorno y con proyección a la comunidad. Se trata de sical como la de Ginebra (Valle), donde 425 niños de siete cole-
gios reciben clases de gramática, expresión corporal y folclor.
Allí el énfasis es la música colombiana.
Los muchachos de Medellín asisten en promedio ocho
horas semanales a los cursos de lenguaje musical, práctica co-
* Experiencia de la Red de escuelas y bandas de Medellín. Adaptado ral y ejecución de instrumentos. De ahí conforman su propia
de: Banco Mundial y Gobernación de Antioquia, Educar en medio del con- orquesta de cuerdas o banda de vientos en cada escuela y así
flicto. Experiencias y testimonios. Retos de esperanza, memorias del Segundo empieza la primera experiencia orquestal.
seminario de educación para la paz y la convivencia, Medellín, junio de Y es así como los niños y jóvenes de las barriadas de Mede-
2002. llín, considerados hasta  como potenciales ladrones y sica-
** Las escuelas están situadas en: Aranjuez, Alfonso López, Belén, El rios, han pasado a ser reconocidos como seres humanos. “Ni
Poblado, El Limonar, Manrique, Las Nieves, La Milagrosa, Las Playas, San los milicianos ni los muchachos de las bandas malucas se me-
Javier, Santa Fe, Villa Hermosa. Y las bandas en: Belén Rincón, Doce de ten con uno, porque saben que lo de nosotros es la música”,
Octubre, Estadio, Manrique, Miraflores, las Granjas, La Independencia, San comenta con orgullo Edison Castaño, uno de los alumnos de
Antonio de Prado, San Cristóbal, Santa Helena y Trinidad. las orquestas.

3. Oportunidades lúdicas, deportivas mento de la expresión artística de los niños, adolescentes y


y para la expresión artística jóvenes podrían contarse con los dedos de las manos.
La falta de oportunidades para el buen uso del tiempo
Existen municipios sin deportistas pero con grandes esce- libre, las horas que los niños y jóvenes dedican a recorrer el
narios deportivos. Son escasos los centros de formación pueblo o a deambular por el barrio sin vigilancia ninguna,
deportiva para niños y jóvenes en situación de marginalidad, son ocasión propicia para que los seduzcan los actores ar-
y más escasos aún son los tiempos y espacios reservados a mados. En ciertos ambientes académicos y políticos, el tema
la lúdica. Los esfuerzos territoriales o nacionales para el fo- se considera de muy poca monta, y sin embargo la recrea- 277
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
Informe Nacional de Desarrollo Humano Colombia — 2003

ción, el deporte y el arte son opciones esenciales para el Finalmente, se recomienda reforzar experiencias como
genuino desarrollo humano. Al ofrecer más y mejores opor- Opción Colombia e iniciativas como Agroamigos. En am-
tunidades para el esparcimiento, la competencia limpia y el bos casos se trata de intercambiar saberes y experiencias, y
goce estético, el juego, el deporte y el arte alejan a la gente ambas tienen un componente de voluntariado para los jó-
de las armas, robustecen el tejido social y enseñan que la venes que han disfrutado de más oportunidades. En este
vida puede ser más bella. contexto y dentro del programa nacional que describirá el
Las entidades territoriales, de la mano de la nación, por Capítulo 19, los estudiantes universitarios podrían acom-
eso deben dedicar más atención y más recursos a la construc- pañar eventos y proyectos de carácter lúdico, deportivo o
ción, dotación, mantenimiento y operación de escenarios y artístico para niños y jóvenes en riesgo.
eventos lúdicos, deportivos y artísticos donde los niños y El subprograma de recreación, deporte y arte debería
jóvenes ocupen su tiempo libre, empezando por aquellos aprovechar el activo existente en Agroamigos. Éste, no obs-
en más riesgo de unirse a los armados. Tales proyectos de- tante, debe avanzar en la formación de grupos y la amplia-
ben tener en cuenta las preferencias y aptitudes, las posibi- ción a más zonas geográficas. Deben participar los ministe-
lidades socioeconómicas, la disponibilidad de tiempo, los rios de Cultura, de Educación y de Agricultura, en asocio
rangos de edad, la composición por sexos y los recursos com- con el programa presidencial Colombia Joven y las admi-
plementarios para garantizar una cobertura adecuada —sub- nistraciones locales. Habría que definir la gerencia del pro-
sidios de transporte, por ejemplo. grama y su marketing entre las instituciones de educación
El Plan de Desarrollo contempla un sistema nacional de superior, pactar convenios e iniciar las prácticas.
convivencia. Se recomienda que sus componentes de uso y
disfrute del tiempo libre se hagan extensivos a la población D. Política de niñez y juventud
de alto riesgo, en forma paralela al fortalecimiento de la cul-
tura de convivencia. Así mismo se sugiere que el Plan Na- Esta sección se ocupa de la presencia de niños, adolescen-
cional de Música para la Convivencia dé prioridad a los mu- tes y jóvenes en la formulación de políticas y los espacios de
participación. En los primeros pá-
Las entidades territoriales, de la mano de la nación, deben de- rrafos se argumenta que existe una
dicar más atención y recursos a la construcción, dotación, “falla de reconocimiento” de la po-
mantenimiento y operación de escenarios y eventos lúdicos, blación joven —y en especial del
deportivos y artísticos donde los niños ocupen su tiempo libre. joven campesino— al formular las
políticas del país. En los párrafos
nicipios con altos índices de reclutamiento (Recuadro 11.5). subsiguientes se esbozan algunas ideas que ayudarían a co-
La inversión del Estado en recreación y deporte debe rregir esta ceguera.
aumentar en cuantía sustancial. Sería útil efectuar conve- La Constitución de 1991 consagró los derechos de los
nios con la empresa privada para que patrocine semilleros menores de manera bien explícita. El artículo 44 establece
deportivos, o bien un programa de “adopción” de jóvenes que tales derechos “prevalecen” sobre los de otros sectores,
en riesgo por parte de sectores privilegiados de la sociedad. y el artículo 45 garantiza la participación de los jóvenes en
Los clubes juveniles del icbf deben ser fortalecidos. Hay aquellos organismos que tengan a su cargo la protección, edu-
que aclarar sus objetivos y sus condiciones de operación, cación y progreso de la juventud. El artículo 103 añade que
ampliar su cobertura hacia las áreas rurales e incluir estrate- las asociaciones juveniles pueden hacer presencia en las ins-
gias lúdicas y pedagógicas para la prevención del recluta- tancias de participación, concertación, control y vigilancia de
miento. Los recursos para los clubes deben garantizarse a la gestión pública.
través del Sistema Nacional de Convivencia. El Instituto y A la fecha, sin embargo, no se ha expedido una ley gene-
las entidades territoriales deben coordinar mejor sus accio- ral de infancia que recoja los postulados de la Carta y se
nes en esta materia, siguiendo patrones como el descrito ponga a tono con los más recientes acuerdos internaciona-
278 por el Recuadro 11.6. les. En cuanto a la juventud, la ley 375 de 1997 se ocupó de
El conflicto, callejón con salida

Recuadro 11.6

Reconstrucción del tejido social*

La Coalición contra la Vinculación de Niños, Niñas y Jóvenes Los jóvenes que participan en los talleres tienen un espa-
al Conflicto Armado en Colombia ha estado en constante con- cio de reflexión para reconocer las prácticas tradicionales de
tacto con menores en situación de riesgo en regiones donde el sus raíces y valorar nuevamente la riqueza de sus culturas. Este
conflicto y el reclutamiento son de alta intensidad, como en espacio les ha permitido fortalecer su sentido de pertenencia
Cundinamarca, Putumayo, Cauca y Barrancabermeja. Estos y su adhesión a los valores tradicionales, con lo cual se alejan
contactos han contado con la participación de jóvenes urba- cada vez más de las presiones o invitaciones de los grupos ar-
nos y rurales, mestizos, indígenas y afrocolombianos, lo cual mados en conflicto:
ha permitido mirar el conflicto desde la diversidad étnica y “Soñamos con la paz y no sabíamos cómo trabajar por ella.
cultural y abrir caminos a la comprensión diferenciada del Ahora somos gestores de paz y sabemos que para lograr ese
mismo. sueño es necesario rescatar nuestra riqueza e identidad como
El conflicto armado ha producido, entre otras, la pérdida de cultura afro, por que si tú conoces tu historia y cuidas tu cul-
los espacios de socialización tradicionales en las comunidades, tura, tu territorio, vas a encontrar tu identidad, tu forma de
su desintegración y la pérdida de la identidad cultural, elemen- pensar y no te vas a dejar influenciar por los grupos armados
tos que anteriormente permitían proteger a los niños y fomen- que quieren sacarte de tu cultura para meterte en el conflic-
tar la cohesión de individuos y familias. to”, según el testimonio de una joven afrocolombiana.
Frente a ello la coalición busca, a través de talleres con jó- “Nuestra percepción es que con todo este proceso que se
venes y líderes, potenciar las herramientas de protección exis- ha venido construyendo con la Coalición, los jóvenes hemos
tentes en las regiones. Las actividades se basan en un análisis ido fortaleciendo las luchas que nuestros mayores han ido hi-
de la situación de la niñez en su contexto específico, lo cual no lando. Nosotros venimos de la madre tierra, y ahora tenemos
sólo permite comprender los problemas y necesidades de la claro que si no seguimos en lo que estamos haciendo con nues-
comunidad, sino también de sus recursos, enfoques y habili- tro pueblo, pues esto se nos va abajo, ya que los actores exter-
dades para hacer frente a esas dificultades. nos nos están haciendo mucho daño, sin escuchar el llamado
que nuestros mayores hacen hacia la reconciliación. Nosotros
los jóvenes nos comprometemos a escuchar el llamado de nues-
tros mayores, para mantenernos fuera del influjo de los acto-
res externos que nos presionan y para lograr el equilibrio que
* Experiencia de la Coalición contra la Vinculación de Niños, Niñas y necesita nuestra madre tierra”, de acuerdo con el testimonio
Jóvenes al Conflicto Armado en Colombia. de un joven indígena.

establecer el marco institucional y de señalar algunas direc- El hecho de que buena parte de las responsabilidades
trices de política para la población entre 14 y 25 años de recayera sobre el Viceministerio de la Juventud, y que éste
edad. La ley declara que el Estado garantizará el derecho de desapareciera a poco andar, dejó en el aire la aplicación de
los jóvenes a aprovechar creativamente el tiempo libre, a la la ley. Otro inconveniente es la completa ausencia de obli-
educación, a la cultura y al desarrollo autónomo de su per- gatoriedad que tiene la opinión de los jóvenes en el momento
sonalidad. Establece garantías para su participación y re- de adoptar las decisiones.
presentación, fija responsabilidades institucionales y seña- En síntesis, podría decirse que a la política de juventud
la fuentes de financiamiento. se la trata como a un menor de edad: subordinada, sin po- 279
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
Informe Nacional de Desarrollo Humano Colombia — 2003

der de transformación sobre su vida, limitada a eventos efí- recibir un puntaje especial, por tratarse de un rango crítico
meros y de poca consecuencia en el mundo de lo público, de reclutamiento y de una población que suele ser olvidada
integrada al gobierno pero incapaz de gobernar, a la espera por otros programas.
de que llegue la edad adulta. En cuanto hace a las ciudades mayores, las oficinas de
Colombia está pues en mora de adoptar una política só- paz y convivencia deberían coordinar programas concerta-
lida sobre niñez y juventud. Se trataría de una ley que desa- dos de atención a los jóvenes en riesgo. También habría que
rrolle los artículos 44, 45 y 103 de la Constitución, así como insistir en los programas de desarme, reincorporación de
los instrumentos internacionales referentes a los niños y los milicianos y promoción de mecanismos alternativos para la
jóvenes. También conviene crear la jurisdicción de infancia resolución de conflictos.
y un ente rector de la política de niñez y juventud. De otra parte, conviene revivir y actualizar la segunda
La Comisión Intersectorial de Política, integrada por el estrategia del documento Conpes 2794 de 1995, que busca
icbf, la Consejería Presidencial de Política Social, la Procu- democratizar los espacios donde transcurre la vida de los
raduría General de la Nación y la Defensoría del Pueblo, jóvenes y abrirles escenarios de participación social y polí-
con el concurso de la academia, la sociedad civil organizada tica. Otro aspecto para revivir es la iniciativa del servicio
y el programa presidencial Colombia Joven, deberían ela- ambiental obligatorio como alternativa al servicio militar
borar el proyecto del texto legislativo. obligatorio.
Al suscribir la declaración de Naciones Unidas titulada Finalmente, es necesario fortalecer el sistema nacional
“Un mundo apropiado para los niños”, de mayo de 2002, el de juventud, que deberá diseñar los mecanismos de partici-
Estado colombiano de hecho quedó comprometido a adop- pación y representación de los jóvenes en diferentes instan-
tar dicha política. La declaración subraya el carácter priori- cias. Conviene avanzar en la creación y funcionamiento de
tario de la atención a la infancia, dispone de un aumento de los consejos juveniles locales y municipales. Para ello se
la inversión pública en su beneficio, manda aumentar las deben superar las barreras informativas, incentivar a las agru-
oportunidades educativas y defender a los niños de la vio- paciones juveniles y propiciar su reconocimiento.
lencia, la guerra y la explotación. Las administraciones territoriales deben garantizar la re-
Los municipios que destinen recursos a la protección presentación proporcional de los jóvenes en los consejos y
efectiva de los grupos en riesgo deberían ser premiados con la toma de decisiones que les competen, particularmente de
fondos adicionales por parte de la nación. El  elaboraría quienes están en alto riesgo. Para ello los consejos juveniles
los indicadores y haría el seguimiento de logros. Las accio- deben articularse con otras instancias de participación mu-
nes dirigidas a la franja de entre 7 y 14 años quizá podrían nicipales.

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El conflicto, callejón con salida

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