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ESTÁNDARES DE CALIDAD
BPM, BPA, , POS, POES, ETC.
Las Buenas Prácticas de Manufactura son una serie de prácticas y procedimientos que
se encuentran incluidos en el Código Alimentos Argentino por lo que son obligatorias para
los establecimientos que comercializan sus productos alimenticios.
De acuerdo al Codex Alimentarius, los principios esenciales de higiene de los alimentos
identificados son aplicables a lo largo de toda la cadena alimentaria (desde la producción
primaria hasta el consumidor final). A fin de lograr el objetivo de que los alimentos sean
inocuos y aptos para el consumo humano se recomienda la aplicación de criterios
basados en el sistema de HACCP para elevar el nivel de inocuidad alimentaria; se debe
indicar cómo fomentar la aplicación de esos principios y se debe facilitar orientación para
procesos específicos que puedan necesitarse para los sectores de la cadena alimentaria,
los procesos o los productos básicos, con objeto de ampliar los requisitos de higiene
específicos para esos sectores. Los principios generales establecen una base sólida para
asegurar la higiene de los alimentos, y deberían aplicarse junto con las prácticas
específicas de higiene para cada tipo de producto cuando sea apropiado
POS
Primero en entrar, primero en salir o FIFO (first in, first out en inglés) significa que las
existencias que primero entran al inventario son las primeras en salir del mismo, y
aplicando esta idea en un almacén de alimentos significaría que los primeros productos
terminados en ingresar deben ser los primeros en ser despachados.
la metodología PEPS para evitar que por alcanzar la fecha de vencimiento del producto y
se eche a perder. Es más, resulta adecuado para recordar que los alimentos tienen un
limitado tiempo de vida.
Facilita el control, disminúye los costos al minimizar las mermas y coadyuva a mantener la
calidad
El manejo físico de los productos no tiene que coincidir con la forma en la que se le
asigna su costo para lograr esto bajo la fórmula PEPS deben de establecerse y controlar
las fases del inventario según la fecha de adquisición.
UEPS (último en entrar, primero en salir) o LIFO (last in, last out en inglés) este método tiene
como base que la última existencia en entrar es la primera en salir.
Como resultado algo obvio, lo más recomendable en alimentos es seguir la metodología PEPS para
evitar que por alcanzar la fecha de vencimiento del producto y se eche a perder. Es más, resulta
adecuado recordar que PEPS se puede interpretar como “primero en expirar, primero en salir”
para recordar que los alimentos tienen un limitado tiempo de vida.
Al ser un método que no trabaja con fecha de caducidad, se debe tener en cuenta otros puntos de
importancia como:
Cantidad: cantidad de productos que va a ingresar al inventario, los cuales van a ser los
primeros en ser vendidos.
Precio: el precio total de la factura y el precio unitario de cada uno determinara el precio
final de venta. Ese precio se les establecerá a todos los productos existentes.
Tipo: el tipo del producto determinará el tiempo en que debe ser vendido e influenciará
en el precio final de venta de acuerdo a la demanda que este tenga en la actualidad.
Las zonas de temperatura de peligro. Entre 5ºC y 65ºC, se cumplen las condiciones favorables para
que se desarrollen virus, bacterias y hongos en alimentos. Si un producto que debe mantenerse
caliente (menos a 65ºC ) no se somete a la temperatura adecuada o uno frío (menos de 5ºC)
carece de la temperatura de refrigeración necesaria y pasa cuatro horas o más en la zona de
peligro, aumenta el riesgo de intoxicación alimentaria. Fuera de esta zona, la capacidad
reproductora de patógenos se reduce: a partir de 65ºC, las bacterias empiezan a morir y, por
debajo de 5ºC, su crecimiento es más lento.
Estas horas son acumulativas, de forma que, si un plato caliente desciende por debajo de la
temperatura de calor durante dos horas, se recalienta y, más tarde, pasa otras dos horas en la
zona de peligro, ya no será seguro. Estas condiciones no son aplicables a todos los alimentos. No
es necesario en productos como manzanas, pero sí en lácteos, verduras, carne y pescado y para
alimentos enlatados o envasados, como salsa de tomate o mantequilla, una vez que se han
abierto.