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Paz, Gustavo “Reordenando la campaña: la restauración del orden en Salta y Jujuy, 1822-1825” en

Fradkin, Raúl (comp) ¿Y el pueblo dónde está?: contribuciones para una historia popular de la revolución
de independencia en el Río de la Plata. Buenos Aires, Prometeo, 2008

Reordenando la campaña:
la restauración del orden en
Salta y Jujuy, 1822-1825
Gustavo L. Paz *

Introducción
Nadie ignora que este caudillo, apoyándose exclusiva-
mente en la plebe y gauchos de la campaña, se había hecho
enemigas las otras clases superiores de la sociedad.2

Esta breve descripción del 'sistema de Güemes', como se llamaba en


la época a la administración que entre 1815 y su muerte en 1821 ejerció
en la provincia de Salta Martín Miguel de Güemes, resume el dilema en
que se encontraba sumida la élite provincial (nucleada en las ciudades
de Salta y Jujuy): el desafío a su poder proveniente de una movilización
popular que ella no controlaban y que se transformó en un arma política
poderosa en manos del jefe militar y gobernador.
Güemes construyó su poder mediante la extensión de la protección y
la compensación material a los habitantes de la campaña movilizados, los
gauchos. La movilización de amplios sectores rurales terminó quebrando
relaciones sociales establecidas en el periodo colonial entre la élite y la

* Profesor de las Universidades de Buenos Aires y Nacional de Tres de Febrero, Investigador


del Conicet. Agradezco los comentarios de Susan Socolow, Lyman Johnson, Peter Bakewell
y Ariel de la Fuente a una versión anterior. El trabajo fue presentado como ponencia en las
X Jornadas Intersecuelas/Departamentos de Historia en Rosario en septiembre de 2005.
Estoy agradecido a Tulio Halperin Donghi por sus valiosas sugerencias en esa oportunidad.
La investigación fue parcialmente financiada por la Fundación Antorchas.
2
Paz, 2000,1: 339.

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GUSTAVO L. PAZ Reordenando la campaña: la restauración del orden en Salta y Jujuy,

población rural basadas en el arrendamiento, el peonaje, la provisión de Dávila, militar de la independencia en la Quebrada de Humahuaca y
crédito y la administración de justicia por parte del cabildo. La guerra opositor al régimen depuesto.
desató tensiones sociales y étnicas que habían estado contenidas desde la Pero la situación política de la provincia estaba lejos de haberse cal-
colonia. Las élites de Salta y Jujuy toleraban dificultosamente el "sistema mado. Por el contrario, en los tres años siguientes Salta experimentaría la
de Güemes' sólo porque las urgencias de la guerra lo hacían necesario y situación más caótica de su corta historia autónoma. Dos partidos dentro
lo legitimaban. El régimen de Güemes contaba además con el apoyo del de la élite competían por el legado político de Güemes, que había dejado
Directorio y el Congreso pues el gobernador y jefe militar salteño actuaba un vacío difícil de llenar. Por un lado, sus tradicionales opositores, la ma-
como una sólida barrera contra las invasiones españolas en las provincias yoría de los miembros de las élites urbanas de Salta y Jujuy, con algunos
del norte. apoyos de milicias rurales comandadas por Cornejo, y por el otro los
Las medidas de Güemes que más irritaban a la élite eran la excención bravos y temidos gauchos organizados en escuadrones algunos de ellos
del pago de arriendos otorgada a los gauchos a manera de compensación liderados por miembros de esas élites que seguían a Güemes en la causa
por sus servicios militares y la extensión del fuero militar que los sustraía por la independencia. Entre ellos se encontraba el coronel José Ignacio
de la jurisdicción civil. La movilización campesina en milicias que gozaban Gorriti, su principal lugarteniente durante la guerra.
de fuero militar y eran recompensadas por medio de la excención del pago En 1822, después de que la plebe y milicias lideradas por Pablo de la
de arriendo desafiaban abiertamente por primera vez la autoridad de la Torre (antiguo oficial de Güemes) saquearan nuevamente la ciudad, una
"gente decente' de Salta y Jujuy. Este desafío a la autoridad de las élites se sitiada Legislatura acordó designar a Gorriti como gobernador en reem-
basaba en una ideología republicana que moldeaba un concepto de "patria' plazo de Cornejo, muy impopular entre los sectores populares e incapaz
vagamente definida, pero que incluía los conceptos de igualdad ante la de restablecer el orden. Por su cercanía con Güemes Gorriti era muy poco
ley y la abolición de las diferencias étnicas. 3 confiable para la Legislatura, pero con esa designación desesperada de un
Hacia 1821 era evidente que a medida que las invasiones españolas guerrero popular entre los gauchos, cercano a Güemes y miembro promi-
eran menos frecuentes e iban cediendo a periodos más largos de paz, la nente de la élite local (era hermano del canónigo Juan Ignacio Gorriti) los
legitimidad de Güemes sobre las élites locales se deterioraba rápidamente. representantes confiaban en contener la presión popular. 4
La caída del Directorio y del Congreso en 1820 colaboró a erosionar esa Los años siguientes verían el desesperado intento de las élites por volver
legitimidad. Las élites locales recibieron la inesperada muerte de Güemes a domar a esos inmanejables y desafiantes gauchos. ¿Cómo hicieron las
a mediados de 1821 con una sensación de alivio. En Salta el cabildo, que élites de Salta y Jujuy para desmovilizar a los gauchos que habían desafiado
ya se había declarado en rebeldía destituyendo al gobernador (lo que su poder (y en ocasiones amenazado sus fortunas y sus vidas) desde los
desencadenó la ira de Güemes y un prolijo saqueo de las propiedades comienzos de la Guerra de independencia? En los primeros años de la
de sus enemigos en mayo de ese año) se convirtió en Legislatura con década de 1820 los gobernadores de Salta que reemplazaron a Güemes
amplios poderes legales y constitucionales, e invitó al cabildo de Jujuy se esforzaron en reimplantar trabajosamente el orden en las áreas rurales
a enviar representantes. La nueva Sala de Representantes designó como mediante la reimposición del pago del arriendo, la reorganización de las
gobernador a Antonino Fernández Cornejo, uno de los más conspicuos milicias rurales, la reducción de los alcances del fuero militar y la extensión
enemigos políticos de Güemes. En Jujuy el cabildo derrocó al teniente de del conchabo. Hacia mediados de esa década el poder de las milicias de
Gobernador, Bartolomé de la Corte, e impuso en su reemplazo a Agustín gauchos había declinado notablemente.

3
La cuestión de los arrendamientos
Esta interpretación del régimen de Güemes proviene de mi tesis doctoral (Paz, 1999), en
particular del capítulo IV' Social War: Caudillo, Gauchos and the Élite (1815-1825)'. La Desde su asunción como gobernador, Gorriti debió lidiar con la cues-
bibliografía sobre el régimen de Güemes es muy extensa. Entre las obras más importantes tión más urgente: la excención del pago de arriendos a los gauchos.En
se encuentran las de Frías, 1972, Cornejo, 1945, Haigh, 1964 y 1968, y más recientemente
Mata de López, 1999, 2002 y 2004. 4
El mejor relato de estos sucesos sigue siendo Frías, 1972, Vol. 6.

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1822 varios terratenientes de Salta yjujuy solicitaron al gobernador que Todos los comandantes que respondieron afirmativamente conside-
obligara a los gauchos arrendatarios (llamados comunmente arrenderos) raban que la excención de arriendos constituía una justa retribución al
a pagar nuevamente los arriendos, de los que habían sido excentuados servicio militar de los gauchos durante la guerra. El comandante Juan
durante los seis años anteriores. 5 Manuel Quirós, jefe de milicias muy cercano a Guemes, quien llamaba
Por esos meses la Legislatura recibió también una nota del teniente de a los gauchos los brazos de la Revolución y de la guerra' preguntaba de
gobernador de Jujuy consultándola sobre manera enfática
si mandará pagar á los propietarios de las tierras que ocupan muchos de los ¿Y de qué brazos nos hemos valido para ejecutar tales operaciones?
Gauchos de aquella jurisdicción, quienes se resisten por la escusascíón que Qualquiera que no falte a los deveres de gratitud, confesará que de los Gau-
disfrutan del anterior Gobierno (de Guemes). chos, que han tenido parte muy activa en las glorias y triunfos de América
La Legislatura le respondió que aún se hallaba pendiente el tratamiento ... siendo pobres de dineros, ó facultades, son muy ricos de méritos.
del tema 'entre los propietarios y el Gauchaje de esta campaña'. 6 Consultados acerca de la conveniencia de abolir la excención de los
Desde ese momento y por los siguientes dos años el gobernador y la arriendos, todos los que atestiguaron de su extensión en época de Gue-
Legislatura disputaron acremente sobre los arrendamientos. Los represen- mes rechazaron esa opción de manera muy vehemente y afirmaban que
tantes insirieron en varias ocasiones al gobernador que los gauchos debían tal medida conduciría sólo a una rebelión. Como opinaba el comandante
volver a pagar arriendos a los propietarios de tierras ya que la excención Franciso Velarde, "si se los obliga al pago de los arrendamientos destrosa
de los mismos había correspondido a una circunstancia excepcional de de una gracia que ellos la tienen por de indisputable justicia '/
guerra que ya había finalizado. A los persistentes pedidos de prudencia a La línea a recorrer por el gobernador Gorriti era muy delgada: trataba
los representantes, estos respondían persistiendo en sus demandas. Go- de balancear los derechos de propiedad de los terratenientes, que no cues-
rriti finalmente les advirtió que el restablecimiento del pago de arriendos tionaba, con las justas demandas de compensación a los gauchos por sus
causaría una protesta generalizada de las milicias gauchas y el retorno servicios durante la guerra. Como explicaba en una nota a la Legislatura,
del desorden. esta disputa ponía en colisión dos legitimidades,
Como el gobernador seguía recibiendo quejas de terratenientes ordenó despertando un derecho natural [propiedad] como adormecido tiempo hace,
recabar información sobre el tema de los arriendos por medio de a una y reconocido anteriormente con la explicada satisfacción [arriendo]; y por
encuesta levantada entre los comandantes de milicias. Se los consultó otra parte, la resistencia del Gaucho arrendatario afianzado en otro derecho
no menos natural, cual es la remuneración de sus servicios con riesgo de sus
para determinar si Gúemes había efectivamente extendido la excención de
vidas y avandono de sus familias y cortos haberes ... por salvar los intereses
arriendos a los gauchos. De los diez comandantes que respondieron, todos del propietario.8
menos dos (enemigos jurados de Guemes, entre ellos el ex-gobernador
Antonino Fernánde Cornejo) respondieron por la afirmativa. Algunos Independiente de las actuaciones y reparos del gobernador, el 22 de
sostenían que Guemes había otorgado la excención del pago de arriendos julio la Legislatura dio un paso importante en la reafirmación de los de-
a los gauchos sólo cuando estaban movilizados; otros, por el contrario, rechos de los terratenientes al disponer que el derecho de propiedad se
decían que la excención abarcaba a todos los gauchos en todo momento. mantenía intacto y debía ser respetado y honrado. Como no existía nin-
Dos de ellos agregaban lúcidamente que esa distinción era superflua ya guna ley anterior que revocara o limitara ese derecho, los arrendamientos
que los gauchos estaban en servicio todo el año debido a las frecuentes debían ser pagados puntualmente. Pero la misma Legislatura reconocía
escaramuzas con los españoles. limitaciones temporarias al derecho de propiedad: mientras que durara
la guerra de independencia el gobierno podía otorgar la excepción del
pago de arriendos a los gauchos movilizados mediante una cédula que
5
Archivo Histórico y Biblioteca de Salta (en adelante AHBS), 'Arrendamiento de los 7
AHBS, 'Arrendamiento de los Gauchos', passim.
Gauchos', 1822. 8
6 Nota del Gobernador Gorriti a la Legislatura, 1 de junio de 1822, en AHBS,
AHBS, Actas de Legislatura (en adelante AL), 506, 23 de Julio de 1822, 1. Arrendamiento'.

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GUSTAVO L.PAZ Reordenando la campaña: la restauración del orden en Salta y Jujuy, 1822

atestiguara sus servicios. Los demás gauchos serían considerados "simples Esta era la misma posición del gobernador Gorriti quien trataba de
paysanos' y excluidos de ese privilegio. La resolución preveía además que balancear los derechos de propiedad de los terratenientes con la compen-
la Tesorería indemnizara a los propietarios como reconocimiento de su sación a los gauchos por sus servicios de guerra. En ese espíritu, en julio
derecho de propiedad. Por medio de esa ley los representantes recordaban de 1823 Gorriti estableció por decreto la limitación de los alcances de la
una vez más al gobernador que su deber era compelir a los gauchos al excención de arriendos. En los fundamentos de la medida Gorriti retoma
reconocimiento de los derechos de los propietarios. 9 la lógica del balance entre derechos y compensaciones,
La resolución de la Legislatura no fue aplicada por el Poder Ejecutivo
Quando este Govno. decretó la eximición de los vehementes Gauchos de la
provincial. Conciente de la precaria situación política de Salta, el goberna-
Provincia del cargo de pagar arrendamientos a los propietarios de los terrenos
dor aplicó una aproximación mucho más flexible al problema de los arrien- que ocupan, no desconocía que el derecho de propiedad es uno de los mas
dos que la exigida por los representantes. Gorriti conocía por experiencia sagrados que la sociedad conoce, pero al mismo tiempo se persuadió que en el
personal (había sido comandante de milicias durante la guerra) que revocar balance entre la justicia y la política eran de mas peso los grandes, continuos,
la excención del pago de arriendos hubiera desencadenado una rebelión y desinteresados servicios que prestan los citados Gauchos...
inmediata de los gauchos. A lo largo de 1822 el gobernador desestimó las Por el momento los gauchos mantendrían intacta la eximición del
solicitudes de la Legislatura para obligar a los gauchos a pagar y ordenó a pago, pero cesaría en el momento en que la guerra de independencia fuera
los comandantes de milicias no innovar sobre el tema. Para evitar cualquier oficialmente terminada. Gorriti ordenó a los comandantes de milicia que
malestar entre los gauchos, los comandantes distribuyeron las órdenes del hicieran circular el decreto ampliamente entre sus tropas.(12)
gobernador entre sus tropas. Como informaba el comandante de Iruya, Frente a las dilaciones del gobernador, la Legislatura decidió discutir
José Gabriel Ontiveros, al teniente de gobernador de Jujuy el tema de la excención de arriendos una vez más. Los representantes
Les he comunicado [su orden] al Capitán y demás oficiales subalternos de mi conocían los riesgos de una restauración completa del pago de arriendos,
escuadrón haciéndoles entender que están sujetos solamente a la jurisdicción que los gauchos consideraban un derecho. Por lo tanto la discusión se
militar y por lo tanto no obligados a pagar arriendos ... Haré que esta orden centraba en cómo restaurarlo sin poner en riesgo la estabilidad política
sea cumplida y no alterada. 10
de la provincia.
La situación se volvió más tensa en 1823 cuando los mismos propieta- Durante septiembre de 1823 se presentaron dos proyectos al respecto.
rios comenzaron a exigir el pago de arriendos a sus gauchos arrenderos. En Juan Ignacio Gorriti, hermano y enemigo político del gobernador, puso
julio el teniente de gobernador de Jujuy informaba al gobernador Gorriti a consideración de la Legislatura un proyecto de ley que reduciría el
que algunos propietarios de su jurisdicción habían comenzado a demandar número de personas excentas. Sólo aquellos gauchos que probaran ser
no sólo el pago de los arriendos sino también la satisfacción de las obliga- "beneméritos, de probada aptitud, entuciasmo y amor a la libertad, que con
ciones laborales por parte de los arrenderos. Ante esta emergencia Quirós sus servicios se han distinguido en la guerra actual por la independencia'
consultó con Gorriti acerca de la posición a tomar ya que, como decía merecían ser incluidos en ese privilegio. El gobierno les daría prueba de
Se que la justicia está de ambos lados ... Mientras que los propietarios gozan
su condición mediante unas cédulas o boletas, les otorgaría la excención,
de un inviolable derecho, los gauchos merecen consideración por sus distin- llevaría cuenta de la suma de arriendo condonado y compensaría a los
guidos y continuos servicios, habiendo derramado su sangre y arriesgado su propietarios el monto del arriendo no percibido. El representante Herme-
propia existencia por el bien de la Patria... " negildo González de Hoyos presentó un proyecto alternativo al de Gorriti
donde proponía levantar una moderada contribución directa sobre todos
9
los habitantes de la provincia para pagar a los gauchos quienes a su vez la
AHBS, AL, 506, 22 de julio de 1822, 3v-4. Los representantes reiteraron su pedido el 9
emplearían para abonar sus arriendos a los propietarios.
de agosto, AL, 506, 8.
10
Archivo Histórico de la Provincia de Jujuy (en adelante AHPJ), Comandante José Gabriel
Ontiveros al teniente de Gobernador Juan Manuel Quirós, Iruya, 5 de agosto de 1822. 12
AHPJ, 'Circular del gobernador Gorriti a los Comandantes de Milicias', 18 de julio de
1
11. AHPJ, Quirós al gobernador, 12 de julio de 1823. 1823.

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/ GUSTAVO L. PAZ Reordenando la campaña: la restauración del orden en Salta y Jujuy, 1822-1825

Los representantes rechazaron ambos proyectos. Era evidente que por Junto con la Legislatura el nuevo gobernador estaba decidido a dar
el primero el fisco provincial debería hacer frente a los pagos a los gauchos solución al problema de las milicias gauchas. Su plan de reorganización
'meritorios', y por el segundo la imposición de una contribución hubiera constaba de tres partes: la reducción en cantidad y número de efectivos de
sido sumamente difícil de recaudar. Finalmente, los legisladores concluyeron los escuadrones de milicia, la reducción de los privilegios concedidos por
que la clave para resolver el problema de los arriendos era reducir la cantidad Güemes a los gauchos (la excención de los arriendos y el fuero militar), y
de efectivos de las milicias y requerir al gobernador la confección de listas el cumplimiento del conchabo como manera de controlar a la población
de revista detalladas que debían ser remitidas al Legislativo. 13 rural. La pieza clave del plan del gobernador Arenales para reorganizar
A comienzos de 1824 la Legislatura aprobó dos leyes destinadas a la milicia fue el Reglamento de Milicias puesto en vigencia en 1824. Esta
reordenar la campaña salteña. En enero recomendaba al Poder Ejecutivo fue la primera reglamentación provincial al efecto en Salta y reemplazaba
que hiciera cumplir la ley sancionada el 22 de julio de 1822 (que nunca al Reglamento colonial de 1801 y las modificaciones introducidas a éste
había sido revocada) que ordenaba el pago de los arriendos por parte de en 1815 y 1817. 17
los gauchos. Como los representantes conocían las dificultades de hacer El principal objetivo del Reglamento era la reducción del tamaño de la
cumplir una ley tan impopular solicitaban a los propietarios que usaran milicia provincial, como la Legislatura había sugerido al gobernador Gorriti
la moderación en el cobro de los arriendos. La ley exceptuaba del pago a en 1823. Según Arenales las reorganización haría 'que estos cuerpos sean
los gauchos enlistados y también a aquellos que perdieran sus cosechas en su fuerza numérica y efectiva muy moderados'. Como remarcaba en
en caso de una 'invasión enemiga'. 14 el 'Prefacio' al Reglamento, hasta ese momento la milicia
En marzo de ese mismo año la Legislatura sancionó una ley instituyen-
ha consistido en el número de hombres de toda la campaña ydemas lugares
do el 'conchabo'. Destinado a controlar las acciones de la población ruial rurales, sin una sustancial organización, regla, disciplina, gobierno, ni régimen
ligándolo a una propiedad, esta ley obligaba a toda persona que no poseyera en ningún respecto; y su denominación ha sido indistintamente escuadrón
tierras o no ejerciera un oficio a trabajar para un patrón o patrona' quien de gauchos, desde hace ocho años á esta parte, en que se les atribuyó un
lo contrataría por un jornal. El empleador proveería al empleado de un fuero sin límite arbitrario, aunque sin declaración de su instituto, ni de su
'papel firmado como prueba de empleo' donde se detallaba la fecha en que forma, monstruoso en todos sentidos. 18
había sido contratado, la duración de sus tareas y el salario. Las personas El Reglamento reducía significativamente el grupo de hombres elegibles
que no contaran con esta cédula serían consideradas por las autoridades para ser soldados. Bajo las nuevas regulaciones sólo aquellos habitantes
como 'gente ociosa, vaga, viciosa y mal entretenida'. Ambas justicias, civil de la campaña nacidos en jurisdicción de la provincia, que contaran con
y militar, tenían jurisdicción para hacer cumplir esta medida. 13 residencia conocida y tuvieran menos de cincuenta años podían conver-
tirse en miembros de las milicias. El Reglamento limitaba el número de
El Reglamento de Milicias de 1824 y la limitación del fuero milicianos de cada distrito rural, no más de 220 en total, que debían estar
militar formalmente registrados en 'listas de revista'.
Además los soldados no podían cambiar de lugar de residencia sin la
En 1824 la Legislatura de Salta eligió al general José Antonio Alvarez de autorización escrita de sus comandantes de escuadrón. En este aspecto el
Arenales como sucesor de José Ignacio Gorriti a la gobernación. Veterano Reglamento complementaba otra de las medidas tomadas por la Legislatura,
de las campañas del Perú, compañero del general San Martín, Arenales la papeleta de conchabo. En efecto, el Reglamento estipulaba que aquellos
gozaba de gran prestigio militar y contaba con fuertes conexiones fami- milicianos que no poseyeran tierras (que eran la gran mayoría) debían
liares en Salta.16
17
13 Reglamento de organización, gobierno, régimen y disciplina de la Milicia de Campañay
AHBS, AL 506, 25 de septiembre de 1823, 180-181.
14 de todo lo rural de la comprensión de la Provincia de Salta, Buenos Aires, Imprenta de la
AHBS, AL 416, 22 de enero de 1824, 64-66.
15 Independencia, 1824.
AHPJ, Ley del 11 de marzo de 1824. 18
'Observaciones sobre la clase y estado de la milicia de la heroica Provincia de Salta', en
16
Arenales estaba emparentado por matrimonio con la familia González de Hoyos. Reglamento, 3.

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asegurarse un empleo como peones o arrendatarios en una finca y atesti- gente que por las causas y reformas propuestas no sea comprehendida en los
guarlo mediante un documento escrito especialmente por el propietario dichos alistamientos debe quedar sujeta á la jurisdicción ordinaria. 2I
o su administrador (19). Con estas medidas el gobierno quería asegurarse
Arenales sabía que la completa abolición del fuero hubiera provocado
que un menor número de milicianos estuvieran más controlados por los
una inmediata rebelión de los gauchos. Por lo tanto diseñó una vía indirecta
dueños de las tierras donde servían.
para limitar sus alcances. El Reglamento extendía automáticamente la esfera
El Reglamento contenía otras provisiones dirigidas a reducir la auto-
de la jurisdicción civil sobre los gauchos; si estos cometían una ofensa civil
nomía de acción los gauchos. Primero, les prohibía conservar armas que
cuando no estaban en servicio serían juzgados por la justicia civil.22
pertenecieran al estado; segundo, penaba severamente todos cualquier
El 2 de noviembre de 1824 la Legislatura finalmente sancionó una ley
ataque a la propiedad privada. Esta medida era muy demandada por los
complementaria de los artículos del Reglamento que limitaba aún más la
terratenientes quienes tenían frescos sus recuerdos de los saqueos de gana-
extensión del fuero militar. Después de un largo y cuidadoso debate, los
do vacuno y caballar de sus haciendas por los gauchos. Las disposiciones
representantes decidieron abolir la jurisdicción militar para los milicianos
del Reglamento permitían requisar animales de las haciendas sólo en caso
regulares (enlistados oficialmente) en casos civiles. Los legisladores eran
de guerra y a cambio del otorgamiento de un recibo al propietario donde
concientes de que ir más allá -es decir la abolición total que incluyera
constara el valor de lo requisado. 20
también casos criminales— era sumamente riesgoso y hubiera alienado el
Limitar la extensión del fuero militar resultó ser una tarea mucho
apoyo de los comandantes de la milicia regular y puesto a la provincia
más delicada. Arenales quería abolirlo, pero sabía que una medida en tal
en alto riesgo político. Era evidente que, de acuerdo con los lineamientos
sentido traería la inmediata reacción de los gauchos que consideraban
expuestos por el gobernador Arenales, la mayoría de los representantes
al fuero como un derecho inalienable. En el prefacio al Reglamento, el
favoreció una reducción gradual del fuero a la abolición lisa y llana. Como
gobernador remarcaba que al contrario de las milicias provinciales (o
reflexionaba el diputado Marcos Salomé Zorrilla, la abolición gradual del
milicias regulares), que gozaban de fuero militar comprensivo (en casos
fuero permitía
civiles y criminales), las milicias de gauchos no debían hacerlo. Arenales
consideraba a las milicias gauchas como "milicias urbanas', a sabiendas Acostumbrar algún tiempo a los militares a la obediencia, sumisión y respeto
de las Justicias Ordinarias con el conocimiento que se les de en las causas
que en las reglamentaciones anteriores este tipo de milicias no gozaban
civiles ... y partiendo por medias el privilegio.23
de fuero militar. Esta consideración deshacía buena parte de la herencia
de Güemes con respecto a las milicias ya que en 1815, ante la declaración El gobernador podía enorgullecerse de haber limitado los alcances
del cabildo de Jujuy de las milicias reclutadas en su jurisdicción como del fuero militar y consecuentemente de la autonomía de acción de los
urbanas para no otorgarles el fuero, Güemes se apresuró a categorizarlas gauchos vis a vis las autoridades provinciales. En su mensaje inaugurando
como "provinciales' incluyéndolas de este modo bajo la justicia militar. las sesiones de la Legislatura de 1826 expresaba ante los representantes,
El siguiente paso fue la limitación de los alcances del fuero militar con tono algo exagerado,
para las milicias gauchas. El gobernador fue muy cauto ya que, como Ya está reducido a práctica entre nosotros el principio conservador de que el
afirmaba, poder militar no debe ser independiente del poder civil: es común el fuero
y todos son iguales ante la ley.21
en nuestro caso, las circunstancias, la política y la prudencia parece que
aconsejan'se debe dejar a los gauchos en la posesión en que han estado [del No es fácil determinar la manera en que los gauchos percibieron estas
fuero], aunque no legítimamente autorizada, desde que la arbitrariedad se lo
medidas, sobre todo la abolición parcial del fuero. Un caso muy revelador
atribuyó, o consintió; y si acaso conviene, ó interesa alguna alteración, que
no exceda de modificación racional y suave al menos por lo pronto: pero la
21
Observaciones', en Reglamento, 9.
22
Reglamento, Artículos 8, 24, 30.
19. Reglamento, Artículos 1, 2, 6, 9, 11. 23
Citado en Cornejo, 1947: 28.
20. Reglamento, Artículos 13, 22, 23. 24
Mensaje de Arenales a la Legislatura, 26 de abril de 1826, citado en Carrillo, 1877:420.

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ocurrido en Jujuy muestra que, al menos, los gauchos estaban perfectamente Comentarios finales
al corriente del significado de la medida. En diciembre de 1824 -sólo pocos
meses desde la puesta en práctica del Reglamento y un mes después de la La reforma del sistema de milicias creado por Güemes hacia 1815
sanción de la ley reduciendo el fuero- el Capitán Miguel Puch se quejaba parecía en 1825 ser un éxito. Las medidas tomadas por la Legislatura y el
al teniente de gobernador de Jujuy que algunos gauchos de su escuadrón gobernador -el Reglamento, la obligatoriedad del pago de arriendos, el
lo habían desobedecido. Un grupo de cinco gauchos pertenecientes a la Ia conchabo y la reducción de los alcances del fuero militar- habían logrado
Compañía al mando de Puch -Tiburcio Quispe, sus hijos Tiburcio y Cons- un paso muy importante para la élite: controlar el desafío de los gauchos a
tancio, Cipriano Heredia y Fernando Arroyo, todos ellos arrenderos en tierras su autoridad. El orden así establecido parece haber subsistido en el tiempo.
de Puch- habían atacaron la vivienda del gaucho José Donaire porque quería En las décadas de 1830 y 1840 no hubo importantes alzamientos rurales
casarse con la hija de Quispe a pesar de la oposición del padre. Donaire era en las provincias de Salta y Jujuy que puedan compararase a la profunda
un peón en tierras de Puch y contaba con el consentimiento del propietario movilización rural de la época de Güemes. Sin embargo las élites provin-
para realizar ese matrimonio. Notificado del ataque, Puch decidió castigar ciales prolongaron el recurso a la excención del pago del arriendo en esas
a Quispe y sus seguidores. Al conocerlo, Quispe solicitó la protección del décadas de luchas civiles. Ambas facciones políticas, federales y unitarios,
lacalde civil de Jujuy para él y sus seguidores, un acto totalmente inusual emplearon esta medida como incentivo a la movilización rural y como
desde que Güemes había extendido el fuero militar a los gauchos a mediados compensación a las milicias reclutadas y movilizadas durante las guerras
de la década de 1810. civiles, continuando esta práctica inaugurada en época de Güemes.26
Parece claro que estos gauchos conocían la abolición parcial del fuero La guerra de la independencia había ayudado a crear una milicia
sancionada por la Legislatura poco tiempo antes y, a pesar de la confusión rural que compartían un lazo muy estrecho con su jefe, Güemes. Por
de causas (su ofensa era criminal y no civil) de todos modos decidieron cerca de diez años las élites de Salta y Jujuy se vieron amenazadas en su
acudir a la justicia ordinaria para frenar las acciones de su inmediato jefe preeminencia social y política al derrumbarse las relaciones de deferencia
militar y evitar el castigo. Como el Capitán Puch explicaba en carta al establecidas entre propietarios y población rural desde la colonia debido
teniente de gobernador, a la masiva movilización rural.
Hacia 1825 la guerra había llegado a su fin, Teodoro Sánchez de Busta-
Como estos malbados maliciosamente trataron de no obedecerme balidos
como ignorantes del artículo 2° sancionado en la ley provincial de 29 de Oc-
mante, ministro general del gobernador Arenales, saludaba ese fin en una
tubre del año presente en la Onorable Junta, la que io ignoraba, se resistieron arenga a las tropas celebrando la clausura del periodo de guerra,
diciendo que ia yo no era su juez.... 25 ¡Soldados! ¡Antiguos defensores de la Patria, hijos queridos de la Libertad!
Habéis cumplido vuestro deber, vuestra comportación os há adquirido un
No pudiendo castigarlos de otra manera, Puch ordenó el desalojo de
nuevo titulo de gratitud de vuestros Conciudadanos. El Gobierno da las
los gauchos de sus tierras, pero el juez civil les otorgó una extensión de gracias en nombre de la Provincia... Soldados: la campaña está concluida:
veinte días a fin de que pudieran recojer sus cosechas. volved a vuestras casas, y sed tan virtuosos en la paz, como habéis sido
Además de la astucia y conocimiento de las últimas medidas políticas temibles en la Guerra. 27
por parte de los gauchos, este episodio también revela la rápida disolución
de los vínculos forjados durante la guerra entre oficiales y soldados. Los
de Puch, pariente de Güemes por vía de su mujer, con sus gauchos no 26
La excención al pago de arriendos como como compensación fue empleada en Salta por
sobrevivieron a un altercado menor: fueron los gauchos quienes apelando los gobernadores unitarios Juan Ignacio Gorriti er, 1830 y Rudecindo Alvarado en 1831
a la justicia civil recientemente restaurada quienes escojieron romperlos. y 1832, y por el gobernador federal Evaristo Uriburu en 1838'(véase Cornejo, 1947: 15).
En Jujuy la excención fue ampliamente invocada por el gobernador federal Pablo Alemán
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en 1837 y 1838 y por el unitario Roque Alvarado en 1840, Archivo de la Legislatira de
AHPJ, Capitán Miguel Puch al Teniente de Gobernador, 14 de diciembre de 1824. La Jujuy, II, 61, 65, 67.
ley citada es la del 2 de noviembre, y no 29 de octubre, de 1824 que limitaba el alcance 27
AGN, Sala VII, Archivo Teodoro Sánchez de Bustamante, II, 88, Salta, 15 de abril de
del fuero militar. 1825.

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GUSTAVO L. PAZ

Después de diez años de constante asedio a su poder la élite podía


enorgullecerse de haber domado a los gauchos y restaurado el orden. La
movilización de las milicias no era ya una necesidad, la guerra había ter-
minado. Los soldados, menos en número que en el apogeo güemesiano,
debían volver al ámbito doméstico rural donde los esperaban, restable-
cidas y reforzadas por la ley, las viejas relaciones sociales basadas en el
arrendamiento y el peonaje.

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