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Mi Biografía

Mi nombre es Farid. Nací un 22 de setiembre del año 1997 en la ciudad de Ayacucho. Tras
unos cuantos años de nacido, estuve viviendo en una zona llamada “Maravillas” que es una
zona bien conocida de la ciudad de Ayacucho. En mi etapa infantil, estuve en un jardín llamado
“Jardin 102”. Tengo pocos recuerdos de aquel jardín, pero buenos recuerdos al fin y al cabo;
recuerdo que tenía amigos y que hacíamos muchas travesuras. Cuando ya comencé mi
primaria en el “Colegio Parroquial San Antonio de Huamanga” ya estaba viviendo en otro
lugar: esta vez vivía cerca de la plaza mayor. Mi hogar en ese entonces era del tipo familiar, ya
que yo, mi hermano y mis padres vivíamos en el último piso; mis tíos de igual forma; y mis
primos en el segundo piso. El espacio que teníamos era muy reducido, por lo que tanto la sala
como la cocina estaban juntos. A unos pocos metros, había un solo lugar en el que dormíamos
todos: era un solo cuarto con camas para cada uno. Estuve viviendo en aquella casa alrededor
de 4 años. Recuerdo parte de mi estancia en la primaria con mucho cariño. Tenía muchos
amigos y era despreocupado sobre lo que pasara a mi alrededor. No tuve problemas en la
primaria porque era responsable y estudioso, hasta que llegué a 6to de primaria. Aquel año
reprobé una materia: matemáticas. No me resultaban fáciles las matemáticas porque no le
había puesta la atención debida. En general, los anteriores años antes de llegar a 6to de
primaria, había pasado el curso de matemáticas tan solo cumpliendo tareas y con memorismo
en algunas fórmulas y el desarrollo de ciertos ejercicios. Sin embargo, desarrollar ejercicios
sabiendo qué hacer y habiendo estudiado la formula sin mecanizaciones era algo que no lo
había desarrollado en esos años. Me había acostumbrado a cumplir tareas y resolver ejercicios
repetitivos y que eran posibles de resolver tan solo memorizando el desarrollo. Entonces,
había aprobado matemáticas indebidamente. En 6to de primaria, las matemáticas ya estaban
avanzadas y lo que me había funcionado en los anteriores años, ya no era suficiente, requería
algo más, requería tener base en matemáticas, saber qué hacer y cómo llegar a la respuesta
para resolver los ejercicios nuevos: algo que no tenía en esos años. Entonces tuve que llevar el
cursos desaprobado en verano y no tuve complicaciones en aprobar ya que básicamente era
entregar tareas muy fáciles.

Entrada la secundaria, el salón ya tenía sus grupos de amigos. Si uno entraba al salón podía ver
un grupo de chicos en una esquina, otro grupo de chicas en otra y un grupo mixto en otra
parte del salón. Fue un mundo nuevo la transición de la primaria a la secundaria, así de nuevo
fue también mi experiencia de mudanza a varias casas hasta que me establecí en un solo lugar
que vendría ser nuestra propia casa, la de mis padres, mi hermano y yo. Sin embargo, estaba
arrastrando un error: seguía con la misma didáctica de primaria en estudiar matemática. Mis
padres contrataron un profesor de matemáticas para que me ayude en los todos los cursos
que corresponden al curso de matemáticas (Aritmética, Álgebra, Trigonometría, Geometría y
Razonamiento Matemático). En general aprobar matemáticas en la secundaria en mi colegio se
basaba en cumplir tareas, resolver ejercicios de la clase y memorizar el desarrollo de ejercicios
difíciles. En las prácticas se repetían preguntas de los libros que se desarrollaban en clase. Así
que, para aprobar una práctica o examen, tan solo teníamos que copiar y pegar lo que estaba
en el cuaderno o lo que el profesor, que mis padres contrataron, resolvía por mí. Sin embargo,
lo tedioso y aburrido, en toda mi estancia de secundaria, venía en el momento de afrontar
ejercicios nuevos y que requerían pensar y analizar con profundidad. Para mí, que me seguía
acostumbrando mal, sin saberlo, era complicado sin una base adecuada en matemáticas y
saber los fundamentos básicos. Es tal vez por eso que cuando pienso en matemáticas de aquel
tiempo, no me viene un recuerdo tan agradable.
Por otro lado, en cuanto a los cursos de letras en secundaria como Persona Familia y
Relaciones Humanas, Historia, Formación cívica y ciudadana, etc, me atraían de alguna forma
en contraposición de los cursos de matemáticas. Historia era mi curso preferido, ya que se
hacía un recuento de los hechos por medio de imágenes proyectadas por el proyector; había
videos de hechos históricos. Prácticamente se sentía como si alguien te contaba un cuento
interesante, algo parecido sucedía con el resto de cursos de letras de secundaria. Estudiar
algunos de esos cursos de letras lo hacía con cierto gusto porque algunos resultaban
interesantes. Computación, curso también de la secundaria, en cierta parte también me
llamaba algo la atención. En toda la secundaria no tuve problemas para pasar los cursos:
seguía siendo responsable y estudioso. En cuanto a mi personalidad en la secundaria, fui un
chico tímido, nervioso ante la mirada de los demás, tanto en la calle como en el colegio, así
también cuando había exposiciones o canto al himno en el patio del colegio. De cierta manera
me daba cuenta de ello, pero no hacía nada por revertirlo algo que me perjudicaría muchos
años después. Tuve un gato que vivió del 2007 al 2011. Era, en parte, muy especial para mí. No
me hablaba mucho con mis amigos del colegio ni con mi hermano en la casa, pero sentía un
lazo muy fuerte con mi mascota. Sentía compañía de parte de él en la casa cuando mis padres
se iban. Es por eso que talvez en esos años no sentí soledad. Cuando murió significo una
pérdida muy grande para mí. A partir de ahí supongo que me volví frío y me aislé poco a poco
en el transcurso de los años. En la secundaria no era un chico de ir a fiestas, ni tomar y fumar.
Mi socialización con mi grupo de amigos era muy poca. No éramos chicos que saliéramos a
tomar e ir a fiestas. Tan solo era reuniones entre nosotros para trabajo o clase, jugar juegos en
computadora o jugar fútbol. En el último año de secundaria nuestra promoción se llamó “Luca
Paccioli” y en ese año,en cuanto a relaciones con los demás,no fue muy buena. Mi propio
grupo de amigos hacían chistes sobre mí o burlas. En ese instante no quería que nadie me
agarrara con aquellas burlas, pero no hacía nada al respecto para pararlo. Supongo que, como
los grupos de amigos en el aula estaban muy formados, migrar de un grupo a otro para evitar
las burlas, inconscientemente, no era posible dado mi poco desarrollo de socialización y mi
timidez. Avisar a mis padres o algún tutor de ella era vergonzoso porque en ese instante
pensaba que vendrían más burlas. Me enfadaba por dentro y sentía a veces rencor hacia ellos.
Me guardaba esas emociones para mí y no hablaba de ello con mis padres ni con una persona
cercana.

Salí del colegio sin una idea clara de qué quería estudiar. Mi papa era ingeniero civil y mi mamá
era docente. Inconscientemente postulaba a las universidades como carrera a la ingeniería
civil, porque sentía que de esa manera orgullecería a mis padres estudiando una carrera
“Difícil” y en una buena universidad. En el 2015 viajé a Lima para prepararme para entrar a la
universidad católica (PUCP) como ingeniero civil. Elegí que entraría por vía CEPRE, la brindaba
la propia PUCP. Decidí que cambiaría mi método de estudiar la parte de matemáticas, ya que
hasta ese momento era muy mecanizadora. Creí factible estudiar la base desde 0 y no tener
problemas, estudiar sabiendo la teoría y porqué sale determinada fórmula. Aunque resulte
increíble, cuando adquirí la base y supe cómo resolver un ejercicio correctamente, sentía
placer. Tal vez fue lo único que me gusto en cuanto a las matemáticas porque logré saber
cómo aprenderla tras tantos años de estar sumido en la mecanización. Tras un año y medio
preparándome logré entrar a la universidad a mediados del 2016. Sin embargo, había
descuidado algo muy importante: mi desarrollo de socialización y mis emociones. Por muchos
años desde el 2010 me había vuelto muy tímido ante la gente y muy poco sociable. Ello
sumado la fea experiencia que tuve el último año de secundaria con las burlas de mis amigos
hacia mí. Me guardaba mucho mis emociones y no lo comentaba a nadie. Todo eso hizo que a
principios de 2016 mi cabeza no soportara más y expulsara todo eso de una forma horrible:
estrés sin saber por qué. Creí que era estrés por el estudio, pero no lo era. Acudí a hacerme
una resonancia magnética para saber qué era: no hubo nada. Empecé el inicio de mi
universidad con aquel problema tedioso. No sabía qué era y estaba desesperadamente de
tratar de solucionarlo por mí mismo (guardar las cosas para uno mismo se había trasladado a
no buscar ayuda).Aquel estrés sin saber por qué no te dejaba estudiar para nada porque
estabas todo el tiempo preocupado por algo que no sabes a qué se debe. Todo el ciclo (mi
primer ciclo) fue un desastre: de los 6 cursos logré aprobar 2 cursos. Aquellos dos cursos eran
cursos de letras: Filosofía, Comunicación y Redacción. La causa principal de aquel desastroso
ciclo fue mi preocupación latente por tratar de solucionar ese estrés que no sabía por qué me
pasaba. Después de saber los resultados y comentarles a mis padres (los resultados) les dije
que tenía un problema y que debía buscar ayuda. Fue así que busqué ayuda en diciembre del
2016 a una psicóloga especialista en temas parecidos al mío. Algo que no mencioné al principio
es que desde el 2010 hasta el 2015 tuve TOC (transtorno obsesivo compulsivo) esto lo sabría
en una de mis sesiones con la psicóloga. Estuve todo el 2017 con la psicóloga recibiendo
tratamiento y tomando pastillas del psiquiatra para calmar la ansiedad. Me fui recuperando
poco a poco. En las clases de la universidad no me iba para nada bien las clases de
matemáticas. Comprendía la teoría y la resolución de ejercicios, pero a la hora de estudiar,
estudiaba poco. Inconscientemente, no me llamaba la atención, sentía algo de aburrimiento
cuando empezaban las clases de matemáticas. A principios de 2018 empecé a cuestionarme si
la carrera que estaba estudiando (Ingeniería Civil) era la correcta. Es así que para este
semestre del Agosto-Diciembre me cambíe a la carrera de letras de Gestion y Alta Dirección.
Actualmente estoy en mi primer ciclo en Estudios Generales Letras de la PUCP.

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