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En la línea expresivo motriz se encuentran los estudios de Topkins, Izard y Plutchik que
han elaborado sus investigaciones partiendo de la expresión facial como sistema
comunicativo.
La teoría de Izard1 propone que la expresión facial es una parte del proceso de la
emoción. Son tres componentes que interactúan para dar lugar a la expresión
emocional.
La actividad neural del cerebro y del sistema nervioso autónomo, se conjuga con la
musculatura estriada y a la posición músculo facial y su retroalimentación en el cerebro.
Posteriormente, la experiencia subjetiva de la emoción aparece.
Plantea que las emociones son las que organizan y motivan los procesos mentales y sus
efectos influencias aspectos cognitivos y la acción. Así la emoción tiene tres funciones:
1IZARD, Carroll E. The Psichology of Emotions. University of Delaware, Newark, of Delaware. Ed.
Plenum Press. New York and London. 1985.
• Social: la conducta expresiva asociada con la emoción constituye una
importante señal para el sistema comunicativo del hombre.
La teoría psicoevolutiva de Plutchik plantea que las emociones tienen una función
biológicamente adaptativa. La emoción ayuda al organismo para prepararlo para la
supervivencia.
El autor describe diez postulados. En los cuatro primeros plantea que la emoción, la
evolución y la conducta están intrínsecamente conectadas.
Los postulados evolutivos dicen que el concepto de emoción puede aplicarse tanto a
animales como al hombre.
Además, esboza que las emociones han tenido una historia evolutiva y diversas formas
de expresión en diferentes especies, han servido como un rol adaptativo para ayudar a la
supervivencia.
Plutchik sostiene que existen ocho emociones básicas: miedo, ira, alegría, tristeza,
aprobación, disgusto, anticipación y sorpresa; cada una de ellas posee una secuencia que
combina el lenguaje subjetivo, la conducta y la funcionalidad.
LENGUAJE
SUBJETIVO CONDUCTA FUNCIONALIDAD
Miedo, terror Retirada, escape Protección
Ira, rabia Ataque Destrucción
Alegría, éxtasis Apareamiento, posesión Reproducción
Tristeza, dolor Llorar por ayuda Reintegración
Aprobación, confianza Noviazgo, pareja Incorporación o afiliación
Disgusto, odio Vómito, defecación Rechazo
Expectativa, anticipación Exploración, mapeo Exploración
Sorpresa, asombro Parada, inmovilización Orientación
Emociones Primarias.
Según la clasificación realizada por Izard, las emociones primarias son miedo, apego,
tristeza, ira, sorpresa, desagrado, anticipación y aprobación. No obstante, en este
apartado se describirán las emociones que hacen parte de la investigación, por ser las
más estudiadas en la actualidad.
Ira: Esta emoción se considera adaptativa puesto que facilita el alejamiento del
estímulo que representa peligro, bajo una respuesta activa por parte de la persona.
Las emociones antes descritas no son de todo controlables por la persona, sólo pueden
haber sido moduladas, hiperdesarrollas o suprimidas en el proceso del apego.
Emociones Secundarias
Las emociones secundarias al ser producto del aprendizaje, contienen contenidos
cognitivos que las facilitan, en este apartado se describen las formas patológicas de las
emociones primarias, pero no se establece el contenido cognitivo, por ser altamente
subjetivo y dependiente de la historia evolutiva de la persona.
Ansiedad: Esta emoción secundaria se caracteriza por ser disfuncional y aunque desde
la respuesta emocional se asemeja al miedo, la relación con el estímulo evocador es
diferente y la funcionalidad se pierde.
En la siguiente tabla se describe brevemente el funcionamiento de esta emoción y se
hacen observaciones al respecto.
ESTÍMULO RESPUESTA OBSERVACIONES
EVOCADOR EMOCIONAL SOBRE LA
FUNCIONALIDAD
Un evento que sea Activación fisiológica La funcionalidad se pierde,
interpretado como aguda debido a que la persona
peligroso, pero que en la Pensamientos está dando una respuesta
realidad no sea anticipatorios de peligro frente a eventos que no
potencialmente generador Sentimientos de no representan peligrosidad y
de daños a la integridad predicción y no control por ende el gasto de
física. Respuestas de evitación energía para el sistema
Alteración del cognitivo y físico no es
funcionamiento global de conveniente, además si la
la persona ansiedad es crónica puede
ser precursora de
enfermedades y otros
trastornos psicológicos.
Depresión: Esta emoción secundaria se caracteriza por ser disfuncional y aunque desde
la respuesta emocional se asemeja a la de apego, la relación con el estímulo evocador es
diferente y la funcionalidad se pierde.
Agresión: Esta emoción secundaria se caracteriza por ser disfuncional y aunque desde
la respuesta emocional se asemeja a la ira, la relación con el estímulo evocador es
diferente y la funcionalidad se pierde.
Como se dijo en los modelos filogenéticos, las emociones primarias, pueden convertirse
en secundarias o terciarias. A continuación se realizará la diferenciación entre estas
emociones y en el próximo apartado se describirán cada una de ellas.
Las emociones primarias o básicas son innatas, funcionales y aparecen cuando existe
una situación real que amerita su activación, una vez activadas, las emociones
contribuyen a que el individuo restablezca su nivel de funcionamiento anterior y las
estrategias adaptativas estén al servicio de la persona.
Las emociones terciarias o instrumentales, son aquellas que las personas utilizan
deliberadamente para la obtención de ganancias primarias o secundarias. En los
trastornos facticios o de la simulación, las emociones de este tipo son las que
predominan, puesto que las personas que la utilizan pueden anticipar las reacciones de
los demás cuando la tristeza o la angustia aparecen.
La teoría del apego plantea la tendencia a establecer lazos emocionales íntimos con
personas específicas como algo importante dentro de la naturaleza humana, que se
manifiesta desde la infancia hasta la vejez. En los primeros años de vida, los lazos se
erigen con los padres (o padres sustitutos) que representan proximidad, protección,
consuelo y apoyo.
Esta conducta temprana se explica desde las posturas etológicas, y se considera como
una adaptación gradual al entorno.3 Los bebés humanos son relativamente indefensos al
nacer y durante años permanecen incapaces de sobrevivir por su propia cuenta, por
tanto, los bebés y las madres cuentan con conductas innatas diseñadas para asegurar la
supervivencia del bebé.
La conducta de apego se refleja por medio de varias respuestas en los primeros meses
de vida, pero la pauta organizadora se desarrolla hasta la segunda mitad del primer año.
Bowlby citado por Vasta plantea que hay tres fases en el desarrollo del apego: En la
fase I, desde que el niño nace hasta los dos meses, el bebé muestra una sensibilidad
social indiscriminada, y no reconoce a su figura de apego, pero paulatinamente, el olor y
la maduración de la visión y audición, permiten una mayor discriminación.
En la Fase III, de los 6 a los 8 meses, el bebé es cauteloso con los desconocidos,
protesta por la separación y utiliza a la madre como una base segura. Aparece el miedo
como una emoción relevante y va madurando la psicomotricidad.
Según estudios realizados por Bowlby, cada pauta de apego, una vez se encuentra
desarrollada tiende a persistir debido a la respuesta complementaria repetitiva de las
figuras de apego. Otro motivo, es que cada pauta tiende a mantenerse así misma. De
este modo, es probable que un niño seguro sea un niño más feliz y resulte más agradable
cuidarlo. Un niño ansioso ambivalente es propenso a las quejas y al aferramiento,
mientras que un niño ansioso elusivo mantiene las distancias y es propenso a tiranizar a
los otros niños. En estos dos últimos casos, es probable que la conducta del niño genere
una respuesta poco favorable por parte del padre, lo cual genera un círculo interpersonal
disfuncional.
Los que mostraban una pauta ansiosa elusiva, probablemente serán descritos como
niños emocionalmente aislados, hostiles y antisociales, y paradójicamente, como niños
que buscan de un modo excesivo la atención de los demás.
Los que mostraban una pauta ansiosa resistente, también son descritos como niños que
buscan excesivamente la atención, tensos, impulsivos y fácilmente frustrados, o, como
pasivos e incapaces.
A partir de estos datos, puede decirse que la pauta de apego evaluada a los doce meses,
también puede predecir en gran medida las pautas de interacción con la madre cinco
años más tarde.
Las estructuras cognitivas que se adquieren, están basadas en la experiencia del niño
con las interacciones cotidianas con sus padres. Luego, el modelo de sí mismo que
construye el niño, refleja las imágenes que sus padres tienen de él; imágenes que están
comunicadas por la forma en que cada uno lo trata y lo que cada uno le dice. Estas
estructuras tienen que ver en cómo se siente el niño con cada progenitor y con respecto
a él mismo, cómo espera que ellos lo traten para la planificación de su conducta
intrafamiliar. Las pruebas demuestran, que una vez instaurados estos modelos de un
padre y un sí mismo en interacción, tienden a persistir y continuar su influencia de
forma tácita.
A medida de que el niño con un apego seguro se desarrolla, y sus padres lo tratan de un
modo diferente, se produce una actualización gradual de los modelos. Esto significa
que, aunque siempre exista un intervalo de tiempo, sus modelos operativos comunes
siguen realizando operaciones adecuadas. Por el contrario, en el caso de un niño
apegado ansiosamente, esta actualización gradual de los modelos está en cierto grado
obstruida por la exclusión defensiva de la experiencia y de la información discrepante.
Esto significa que las pautas de interacción a las que conducen los modelos, una vez que
se han vuelto habituales, generalizados y en gran medida tácitos, persisten en un estado
invariable, incluso cuando el individuo, en años posteriores, se relaciona con personas
que lo traten de manera totalmente diferente a las adoptadas por sus padres cuando él
era un niño.
Una característica de la madre cuyo bebé se desarrolla de forma segura, es que ella está
controlando continuamente el estado de su bebé y cuando él le señala que necesita
atención, ella registra las señales y actúa de acuerdo con éstas. En contraste, la madre de
un bebé que más tarde presenta un apego ansioso resistente, probablemente controla el
estado de su bebé sólo de manera esporádica y cuando percibe las señales, responde
tarde y/o inadecuadamente. Además, en el momento en que el bebé cumple el primer
año, estas diferencias en la libertad de comunicación se hacen claramente evidentes