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Pérez 2018
PROFESORADO DE EDUCACIÓN
SECUNDARIA – TÉCNICO PROFESIONAL
CUADERNILLO DE TRABAJO
Año: 2018
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Ortografía y gramática: caja de herramientas – Lic. Alejandra R. Pérez 2018
PROPUESTA DE ACTIVIDAD
―Se aprende a hablar hablando; se aprende a escribir, escribiendo‖. Esta idea es recuperada por
la especialista en Didáctica de la Lengua, Graciela Alisedo, en una de sus obras, en el
apartado, cuyo nombre es más que significativo: Corregir, no es un producto terminal, es un proceso
permanente1. A esta propuesta también la sostienen especialistas como Delia Lerner, para
quien ―producir un texto es un largo proceso que requiere muchos borradores y reiteradas
revisiones…‖2. Sostiene, además, que los estudiantes deben aprender a autocorregirse,
conquistando progresivamente autonomía3. Por su parte, Jolibert y Sraiki, proponen
enmarcar el proceso de escritura en el contexto de un proyecto concreto en el que los
estudiantes, luego de una serie de escrituras y reescrituras, además de realizar una reflexión
metalingüística, culminen su trabajo con una publicación o con la entrega al destinatario de
los escritos, lo cual reviste de sentido su tarea.4 Estos procesos, si es que se han dado en el
nivel secundario, en la Universidad deberían continuarse y profundizarse. Pero, como
señala la especialista en lingüística, Elvira Arnoux:
1 Alisedo, Graciela y otras. Didáctica de las Ciencias del Lenguaje. Buenos Aires, Paidós, 1994. Págs. 157 a 158.
2 Lerner, Delia. Leer y escribir en la escuela: lo real, lo posible y lo necesario. México, Fondo de Cultura Económica,
2001. Pág. 89.
3 Ib. Pág. 32 y 33.
4 Para profundizar sobre esta cuestión veáse: Jolibert, Josette y Sraiki, Christine. Niños que construyen su poder de
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Ortografía y gramática: caja de herramientas – Lic. Alejandra R. Pérez 2018
―…pueda escribir un texto autónomo, con una apertura y un cierre, con oraciones
y párrafos bien armados, sostenido en un plan textual claro, que exponga datos
pertinentes a la problemática tratada y a los objetivos del escrito, siguiendo una
orientación argumentativa definida y atendiendo a los rasgos genéricos.‖6
En este sentido, son interesantes las reflexiones que realiza la psicóloga especialista en
redacción académica, Carlino Paula, respecto al modo en que se relacionan la lectura y la
escritura con el aprendizaje. La investigadora sostiene que, en el esquema tradicional de
enseñanza universitaria, preponderantemente de tipo expositiva7, quien más aprende en el
ámbito de una clase académica, es el docente. En efecto, es quien realiza la mayor cantidad
de actividades cognitivas (investigar, seleccionar el material, organizar la clase, etc.),
actividades a la que los estudiantes no están obligados a emprender. A pesar de esta
preparación, en esa planificación no hay garantías de que todos aprendan con un nivel
similar de profundidad:
―En este esquema, sólo el alumno que por su cuenta está ya capacitado y
motivado para emprender una serie de acciones similares –vinculadas a estudiar, poner
en relación y reelaborar la información obtenida– es el que verdaderamente aprende;
quien no sabe o no está movido internamente a hacerlo apenas se instruirá en forma
superficial para intentar salir airoso de los exámenes.‖8
De acuerdo a su opinión, este modelo descuida, también, enseñar los procesos y las
prácticas discursivas. Es decir que las propuestas didácticas no se estructuran de forma tal
de orientar a los alumnos en los trabajos de indagación, de apropiación y creación de
conocimiento, mediante el uso de la lectura y de la escritura.
Sin embargo, dentro de estas actividades, las prácticas de lectura y escritura deben
ocupar un lugar fundamental cuando los estudiantes encaran la tarea de ―reconstruir el sistema
de nociones y métodos de un campo de estudio…”9 En este sentido, la filóloga Irene Klein explica
que leer forma una parte esencial del proceso de escritura, es decir que, para ser ―un buen
escritor‖ se debe ser ―un buen lector‖. El acto de lectura supone procesar la información –
integrándola con los conocimientos previos–, activar la comprensión lectora, reconocer en
el texto los recursos de la lengua, reflexionar acerca de su función y eficacia con el fin de
constituirlos en su propio escrito, reconocer la postura ideológica del autor –sus
argumentos y el diálogo que establece con otros textos–, ubicar la enunciación del otro en
6 Narvaja de Arnoux, Elvira, Prólogo, en: Pipkin, Mabel y Reynoso, Marcela, Prácticas de lectura y escritura
académicas, Córdoba, Comunicarte, 2010. Pág. 14.
7 Es decir, donde el docente se erige como el transmisor de conocimientos y el estudiante el receptor.
8 Carlino, Paula, Escribir, Leer y aprender en la universidad. Una introducción a la alfabetización académica, Buenos
Aires, Fondo de Cultura Económica, Selección de textos tomados de la Introducción, Comité Editorial de
Uni-Pluri/Versidad, 2005. Pág. 2.
9 Carlino, Paula, Ib.
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al contexto discursivo, etc.10 Es por esta razón, que se afirma que la lectura es un proceso,
puesto que en ella están implicadas una serie de actividades cognitivas de suma complejidad
pero que contribuyen a mejorar la construcción escrituraria. Entre ellas, se encuentra la de
desarrollar estrategias de lecturas –en las que se interactúa con la propuesta de organización
textual–; la de activar los saberes previos del lector con relación al tema; identificar las ideas
globales, los propósitos del autor, los objetivos del discurso11, etc.
A su vez, escribir implica toda otra serie de actos, como inscribir el texto en una
situación comunicativa, conocer las reglas del género seleccionado, informarse sobre el
tema a desarrollar, conocer los recursos de coherencia y cohesión, dominar los mecanismos
de autocorreción y las herramientas de edición, etc. Es decir que, la escritura, como la
lectura, también es un trabajo que implica una serie de procesos en los que se despliegan
diversas estrategias: confeccionar esquemas, realizar correcciones en los sucesivos
borradores para detectar incoherencias o errores en la información y, además, divisar y
corregir problemas de cohesión textual, observar el nivel de adecuación, organizar la
bibliografía, etc. La edición final del texto supone, además, la realización de una portada, la
selección del formato (tipo de hoja, márgenes, fuente y tamaño de la letra, estilo, etc.) y
una nueva instancia de control de lo escrito.
Por su parte, Maite Alvarado, cita a Raymond Williams, para referirse a la escritura.
De acuerdo al sociólogo, es ―un medio de producción cultural que utiliza, como recursos,
materiales y herramientas externos al cuerpo humano. A los medios de producción que se
valen de recursos externos, los denomina "tecnologías". Y, como cualquier tecnología,
requiere de un aprendizaje, tanto para producirlo como para interpretarlo, a partir de ―un
entrenamiento largo y costoso‖. Esto significa una desventaja para la escritura, si la
comparamos con otras tecnologías de la comunicación, como las audiovisuales, cuya
interpretación requiere menor esfuerzo.12
De todos modos, los problemas lecto-escriturales y de desempeño académicos, que
se visualizan principalmente en el ciclo inicial de las carreras de grado, se vienen estudiando
en los ámbitos universitarios. A nivel local, podemos citar trabajos realizados en este
10 Klein, Irene, El taller del escritor universitario, Buenos Aires, Prometeo Libros, 2007.
11 Ib.
12 En este sentido, es interesante el rescate que hacen Alvardo y Yeannoteguy respecto a Walter Ong, quien
define la ―escritura como una tecnología de la palabra‖. ―Nosotros pertenecemos a una cultura que ha
incorporado y automatizado la escritura hasta casi naturalizarla; pero, en realidad, como afirma Ong, la
escritura es la más artificial de las tecnologías de la palabra, simplemente porque fue la primera. Lo que luego
hicieron la imprenta, la máquina de escribir o la computadora, no fue más que amplificar lo que ya estaba en
la escritura.‖ Alvarado, Maite y Yeannoteguy, Alicia, La escritura y sus formas discursivas, Buenos Aires,
Eudeba, 1999. Pág. 2.
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sentido. Podemos mencionar, por ejemplo, en la Universidad Nacional de Entre Ríos
(UNER), el Proyecto del Ciclo Introductorio de Lectura y Escritura Académica, llevado a cabo en
2003; la realización de Seminarios de Posgrados en 2004 y 2005, capacitando a los
docentes; la implementación del Proyecto de Articulación de la Escuela Media y la Universidad;
esfuerzos que se plasmaron en la publicación del libro Prácticas de Lectura y Escritura
Académica, de Mabel Pipkin y Marcela Reynoso.13 En la Universidad Autónoma de Entre
Ríos (UADER), Marta Zamero y Marcela Cicarelli han capacitado a los docentes a cargo
del Propedéutico, en alfabetización académica.
Estos estudios han derivado en la producción de bibliografía didáctica tendientes a
renovar, tanto el formato de las clases, como las estrategias pedagógicas de lecto-escritura,
que apuntan la alfabetización académica14, considerada como un proceso siempre abierto.
Estos trabajos, que parten principalmente de una perspectiva contructivista15 y del
interaccionismo social, consideran la lectura una actividad cognitiva que supone una relación de
construcción ―en la que interactúan el texto y el lector‖. Este construye ―una
representación mental del texto‖ que constituye una de sus representaciones posibles.16
Esto implica que el significado de un texto se constituye por un de tipo de lector
interactivo, es decir, ―activo, variable, para quien la lectura tiene objetivos y que la realiza
con propósitos determinados‖.17 En este contexto, la lectura es:
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También debemos mencionar la ponencia presentada por docentes asesores pedagógicos de la Facultad de
Trabajo Social (UNER), en el III Encuentro Nacional sobre Ingreso Universitario, Los desafíos de pensar inter-
institucionalmente. Acerca de vallas, puentes y atajos en la relación la escuela media y la universidad. María del
Rosario Badano, María Gracia Benedetti, María Alfonsina Angelino, Ruth Lemos y Valeria Rodrigo.
14 Ib.
15 Ib.
16 Pipkin, Op. Cit. Pág. 20
17 Pipkin, Op. Cit. Pág. 27.
18 Ib. Pág. 21.
19 Ib.
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Ortografía y gramática: caja de herramientas – Lic. Alejandra R. Pérez 2018
Esto último significa que forma parte necesaria de la vida social de las personas y es,
por esta razón, que las instituciones educativas se dedican a enseñarla. Igual que otros
aprendizajes, se desarrolla a partir de la interacción social discursiva, en su relación con el
otro, como lo demostró Voloshinov.20
Por su parte, la Dra. Carlino considera que la enseñanza de la lectura y de la escritura
en la universidad debe ser transversal. Para esto, se apoya en dos argumentos: el primero,
que lo retoma con Bogel y Hjortshoj:
―Una disciplina es un espacio discursivo y retórico tanto como conceptual‖. (1984, P. 14)
―Leer y escribir son instrumentos claves para adueñarse de las nociones de un campo
de estudio: para acceder a ellas en toda su complejidad, para pensarlas poniéndolas en
relación con los conocimientos previos y para repensarlas estableciendo vínculos entre
sí; en síntesis, para elaborarlas, comprenderlas y hacerlas propias. (…)‖21
3) REFLEXIÓN METALINGÜÍSTICA
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Ortografía y gramática: caja de herramientas – Lic. Alejandra R. Pérez 2018
Esta sección del cuadernillo pretende ser una “caja de herramientas” donde el
estudiante podrá recurrir para despejar sus dudas a la hora de escribir o corregir sus
textos. Contienen tanto normas de gramática como de ortografía básica. Esta sección
pretende ser una guía complementaria a la bibliografía, confeccionada con el fin de que
el estudiante pueda encontrar la información de consulta en forma rápida. Es por esto
que los conceptos aparecen sumamente simplificados a través, principalmente de
cuadros de forma tal de que se haga accesible dicha información.
1. Acentuación
La sílaba acentuada o
tónica es aquella que se
pronuncia con mayor intensidad
–más allá de que lleven o no
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Ortografía y gramática: caja de herramientas – Lic. Alejandra R. Pérez 2018
tilde– y se clasifican en agudas, graves, esdrújulas y sobresdrújulas.
Los monosílabos, por regla general, no llevan tilde, salvo para efectuar diferencias
de significado (acentuación diacrítica). Ej.: da, fue, fe, pie. Ver cuadro de excepciones.
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Ortografía y gramática: caja de herramientas – Lic. Alejandra R. Pérez 2018
DEMOSTRATIVOS
Este, ese, aquel, esta, esa y aquella solo llevan tilde cuando cumplen una función
sustantiva. Cuando actúan como determinantes (acompañando el sustantivo), nunca se
acentúan (este árbol), al igual que las formas neutras (esto, eso, estos, esos).
Que, cual, cuando, quien, como, cuanto, donde llevan tilde cuando funcionan
como interrogativos y exclamativos, tanto en estilo directo como indirecto. Ej.
¿Qué dijo? / Yo no sé qué le dijo. /¡Qué mal! /¿Cuál de estas te gusta? / No sé quién fue. /
¿Cómo le fue? / No sé cómo le fue. / ¡Quién sabe cuánto tiempo demorará!
en los títulos de los después de los signos en las cifras que indican si son breves las
libros, artículos, de interrogación y de años, en la numeración diversas entradas
capítulos cuando exclamación. de las páginas, ni en los de una
aparecen aislados. números de decretos, enumeración,
leyes o artículos, ni en cuando están
las cifras que indican precedidas de
notaciones técnico- letras, números o
científicas. guiones.
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EJEMPLOS
a.1. Te hice el almuerzo: sopa y milanesa.
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LA COMA
Casos de uso:
En el vocativo. En una En frases o períodos Cuando se invierte el orden
enumeración. incidentales donde se normal en una cláusula,
interrumpe la adelantando lo que tendría
oración. que ir después. Se coloca al
final de la frase que se
anticipa.
Hijo, cerrá bien la Trajo lápices, No por mucho madrugar, La playa más cerca, a varias
puerta antes de irte. goma, hojas y amanece más temprano. cuadras queda.
¡Vení acá, Sultán! lapicera.
Abreviaciones
Símbolos Abreviaturas Acrónimos Siglas
Letras o Representan las Palabras Combinaciones de letras iniciales de varias
conjuntos palabras con una o formadas por palabras, que constituyen un sintagma. Ej.:
de letras varias de sus letras. una o varias AFIP
que No hay normas fijas sílabas, tanto Normas:
representar para su formación, sí, iniciales
No pueden dividirse al final del renglón.
términos para su como finales,
Se escriben con mayúscula.
científicos y funcionamiento: extraídas de
No aceptan las formas plurales.
técnicos. Van seguidas de las diversas
El género y el número de las siglas se
No llevan punto, aún cuando le palabras que
extraen de la primera palabra que se
punto final sigan otros signos de contienen el
abrevia.
ni tilde. No puntuación. Ej.: etc., nombre del
aceptan las Si la palabra lleva organismo o Diferencias con otros tipos de abreviación:
formas tilde, debe institución. Se utiliza con los nombres propios
plurales. conservarse en la La letra colectivos, a diferencia de las iniciales, de
Algunos se abreviatura. Ej.: pág.; inicial se los símbolos y de las abreviaturas.
escriben Se escriben con escribe con Funda una palabra nueva, que se lee en
con minúscula, salvo en mayúscula y forma independiente. Se puede deletrear o
mayúsculas; las fórmulas de las otras, con silabear o reponer los elementos elididos.
otros, con tratamiento. Ej.; Sra.; minúsculas. Ej. J.C.
minúsculas. Prof.; Ej. Unasul Siempre, la primera vez que se nombra, se
Ej. s Las iniciales de debe colocar el nombre de la institución
(segundo- nombres y apellidos completa y, entre paréntesis, la sigla. Ej.
segundos); en las firmas de Organización Mundial de la Salud (OMS).
SO artículos periodísticos Los plurales se representan duplicando las
(suroeste), y sólo cuando la letras. Ej. Ferrocarriles Argentinos, FFCC
Arg (plata). fórmula es habitual El uso ha llevado a sustantivar algunas
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Ortografía y gramática: caja de herramientas – Lic. Alejandra R. Pérez 2018
Actividad
el olor especial el gran rumor de la gente las luces siempre tristes tenian para mi un gran
encanto ya que envolvia todas mis impresiones en la maravilla de haber llegado por fin a una ciudad
grande adorada en mis ensueños por desconocida […]
[…] no se como pude llegar a dormir aquella noche en la habitacion que me habian destinado
se veia un gran piano con las teclas al descubierto numerosas cornucopias —algunas de gran va-
lor— en las paredes un escritorio chino cuadros muebles abigarrados parecía la buhardilla de un
palacio abandonado y era según supe el salón de la casa […]
[…] no se que me impulsó a contestar:
—no necesito nada gracias roman... se quedo medio sonriente confuso
—bueno te daré cigarrillos tengo algunos estupendos... parecía que queria decir algo mas se detuvo
cuando se marchaba […]
—hay cosas en ti que no me gustan andrea te avergüenzas de tu familia... y sin embargo roman
es un hombre tan original y tan artista como hay pocos... si yo te presentara a mis tios podras
buscar con un candil que no encontrarias la menor chispa de espiritu mi padre mismo es un
hombre vulgar sin la menor sensibilidad... lo cual no quiere decir que no sea bueno y ademas es
guapo ya le conoces pero yo hubiera comprendido mucho mejor que mi madre se hubiera casado
con roman o con alguien que se le pareciese... esto es un ejemplo como otro cualquiera... tu tio es
una personalidad solo con la manera de mirar sabe decir lo que quiere entender... parece algo
trastornado a veces pero tu también andrea lo pareces por eso precisamente quise ser tu amiga en
la universidad […]
Salvio Martín Menéndez explica que la Gramática Textual se define por su objeto 23
y por su unidad de análisis, que son los textos. A su vez, define al texto como “una
22
Laforet, Carmen, Nada, Destino, Barcelona, 2010.
23
―…se define no solamente por el nombre de una unidad de análisis, sino y fundamentalmente por la
perspectiva que esa unidad de análisis impone.
[…] Esta perspectiva no piensa en términos de forma lingüística exclusivamente; lo que no quiere decir
que destierren la forma lingüística; la forma siempre está presente, y es imprescindible que esté. […] Aquí
postulamos que el lenguaje ya no es un sistema de formas, sino como un sistema de significados.‖ Fragmento
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Ortografía y gramática: caja de herramientas – Lic. Alejandra R. Pérez 2018
unidad gramatical del lenguaje en uso caracterizado por ser coherente.” 24 La
constitución de este uso depende de la situación comunicativa en la que los
participantes, como usuarios de la lengua, interactúan entre sí, con un fin específico y
dentro de una comunidad particular.
La palabra ―texto‖ deriva del latín textum que significa ―tejido‖. Es decir que el texto
se configura como una trama, cuyos elementos se encuentran conectados, formando un
―todo‖ coherente y cohesivo. La coherencia es la propiedad que expresa la relación
interna de las ideas que plantea un texto escrito, para otorgarle unidad y sentido global.
Esta se logra a través de la adecuada organización y ordenación de los datos sobre una
determinada cuestión, permitiendo su comprensión.
La cohesión es la propiedad textual que instaura los mecanismos de vínculos léxicos
y gramaticales entre términos, los procedimientos que relacionan oraciones, frases y
palabras. Es decir que, el texto posee elementos que entrelazan sus oraciones, posibilitando
su comprensión. En otras palabras, se constituye a partir de un conjunto de procedimientos
lingüísticos que señalan relaciones entre los elementos de un texto: anáforas, elipsis,
conectores, relaciones semánticas, etc.
En este contexto, el campo semántico se refiere al conjunto de palabras que se
relacionan entre sí por su significado, lo cual hace a la cohesión lexical. Esto es que las
palabras utilizadas pertenecen a una misma esfera temática. Por ejemplo, si el tema es la
escuela, seguramente vamos a encontrar palabras como docentes, estudiantes,
establecimientos educativos, libros, tizas, etc.
A continuación, por medio de un cuadro conceptual, se sintetizarán los demás
elementos que constituyen la cohesión textual.
Otros conceptos significativos
Los antónimos son palabras que tienen significado opuesto respecto de un eje de sentido. Se
debe tener cuidado ya que algunas palabras tienen varios significados y el antónimo correspondiente
a cada uno de ellos es diferente.
Los parónimos son palabras que suenan igual (homófonas) pero se escriben de manera
de la Fundamentación del Programa de la Cátedra Gramática Textual, a cargo del profesor Salvio Martín
Menéndez, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, año 2011.
24
Menéndez, Salvio Martín, Ib., Pág. 25.
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diferente (no homógrafas), por lo tanto tienen significado distinto. En nuestro idioma existen letras
diferentes que representan el mismo fonema, lo que suele generar errores de ortografía. Ej.:
1.1. REFERENCIA
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PRONOMBRES
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:
B. Los adverbios
Son, por lo general, modificadores
del verbo, pero también se utilizan para
ampliar, precisar o matizar el significado
de un adjetivo u otro adverbio. Se
clasifican en adverbios de lugar, modo, tiempo, cantidad, compañía, afirmación y negación.
Subimos una escalera alfombrada (olía a naftalina), precedidas por la sirvienta, que nos
hizo pasar al dormitorio de la señora Cornelia Catalpina, cuyo nombre fue un martirio para
mi memoria. El dormitorio era todo rojo, con cortinajes blancos y había espejos con
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marcos dorados. Durante un siglo esperamos que la señora llegara del cuarto contiguo,
donde la oíamos hacer gárgaras y discutir con voces diferentes. Entró su perfume y después
de unos instantes, ella con otro perfume. Quejándose, nos saludó:
Actividad
1) Identifica en el siguiente párrafo los pronombres y adjetivos posesivos, si
los hubiere, e indica cuáles son sus referentes con una flecha.
2) Señala las palabras repetidas. Soluciona este problema de redundancia
utilizando los recursos de cohesión.
Durante algunos segundos Casilda trató inútilmente de bajar la falda, para que resbalara sobre
las caderas de la señora. Yo la ayudaba lo mejor que podía. Finalmente consiguió ponerle el vestido.
Durante unos instantes la señora descansó extenuada, sobre el sillón; luego se puso de pie para
mirarse en el espejo. ¡El vestido era precioso y complicado! Un dragón bordado de lentejuelas
negras brillaba sobre el lado izquierdo de la bata. Casilda se arrodilló, mirándola en el espejo, y le
redondeó el ruedo de la falda. Luego se puso de pie y comenzó a colocar alfileres en los dobleces de
la bata, en el cuello, en las mangas. Yo tocaba el terciopelo: era áspero cuando pasaba la mano para
un lado y suave cuando la pasaba para el otro. El contacto de la felpa hacía rechinar mis dientes.
Los alfileres caían sobre el piso de madera y yo los recogía religiosamente uno por uno. ¡Qué risa!
Actividad:
A las once y cuarto, en otro paraje, el Hotel Planeta, Ernesto, el botones, golpea con los
nudillos de los dedos en el cuarto número 1, ocupado por Doménico Salvato. Ernesto lleva un
telegrama para el señor Doménico. Ernesto ha visto entrar al señor Doménico en compañía de un
hombre con los dientes de oro. Ernesto abre la puerta y cae desmayado.
A las once y media, un grupo de funcionarios y de curiosos se codean en el pasillo del hotel,
donde estallan los fogonazos de magnesio de los repórters policiales. Frente a la puerta del cuarto
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número 1 está de guardia el agente número 1539. El agente número 1539, con las manos apoyadas
en el cinturón de su corregie, abre la puerta respetuosamente cada vez que llega un alto funcionario.
(...)
El asesino Lauro Spronzini, sentado en un sillón de mimbre de un café del boulevard, lee los
periódicos frente a su vaso de cerveza. Pero ni Hugo ni Hermán ni Ernesto, podrían reconocer en
este pálido rostro pensativo, sin lentes, ni dientes de oro, al verdugo que ha ejecutado a Doménico
Salvato. En el fondo de la atmósfera luminosa que se filtra bajo el toldo de rayas amarillas, Lauro
Spronzini tiene la apariencia de un empleado de comercio en vacaciones.
Lauro Spronzini deja de leer los periódicos y sonríe, abstraído, mirando al vacío. Una
muchacha que pasa detiene los ojos en él.
Fragmento de La pista de los dientes de oro de Roberto Arlt
1.3. LOS CONECTORES
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2.1. Dequeísmo y queísmo
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PERSPECTIVA
RETROSPECCIÓN T.B. PROSPECCIÓN
MUNDO P.P. Simple Presente Futuro o perífrasis de
COMENTADO P.P. Compuesto futuro
(1)*
MUNDO P. Pluscuamperfecto P.P. Simple Condicional
NARRADO (2)* P. Imperfecto
Ejemplos: 1* Ayer estuve en casa de Fulano, charlando; tengo una noticia bomba que
dejará mudo a más de uno.
2* Me dijo que la semana pasada lo había visitado Mengano. Y él le aseguró
que no volvería a dirigirle la palabra.
Verbos en modo subjuntivo
Cuando los verbos están conjugados en modo subjuntivo también deben respetar la
correlación:
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CÓDIGO DE AUTOCORRECCIÓN
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
Alisedo, G. y otras, Didáctica de las Ciencias del Lenguaje, Buenos Aires, Paidós,
1994.
Bajtin, M., El problema de los géneros discursivos. En: Estética de la creación verbal,
México, Siglo Veintiuno, 1985.
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Beaugrande, R. y Dresssler, W., Introducción a la lingüística del texto, Barcelona,
Ariel, 1997.
Petit, M., Construir lectores, en Del espacio íntimo al espacio público. México. Fondo
de Cultura Económica, 2001.
Van Dijk, T., Estructuras y funciones del discurso, México, Siglo XXI, 1980.
Van Dijk, T., La ciencia del texto. Capítulo 5. Superestructuras, Barcelona, Paidós,
1983.
Zamora, B., I. Los géneros académicos, en: Manual de Estilo para Estudiantes de
Ciencias Sociales, Estudios Políticos y Relaciones Sociales, Guatemala, UFM, 2012.
Págs. 9 a 11.
Zamudio, B. y Atorressi, A., El texto explicativo, Buenos Aires, Color Box, 1998.
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