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AJEDREZ MAGISTRAL
1
ESCAQUES
7
,
Indice
Símbolos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1O
Glosario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
9
SÍMBOLOS
+ jaque
+ ventaja decisiva de las blancas
-+ ventaja decisiva de las negras
igualdad
0-0 enroque corto (flanco de rey)
0-0-0 enroque largo (flanco de dama)
buena jugada
" jugada excelente
? mala jugada
?? error craso
!? jugada interesante (merece atención); invita a complicaciones
?! jugada dudosa
mate
1-0 las blancas ganan
0-1 las negras ganan
tablas
10
INTRODUCCIÓN
NUESTRO PROPÓSITO
Y SUGERENCIAS METODOLÓGICAS
DANNY KOPEC, M. l.
11
Todos los libros de ajedrez que he leído tienen en común el enfocar o ilus
trar la enseñanza mediante ejemplos -combinaciones en una posición deter
minada o partidas completas-, y en este sentido nuestra obra no es diferente.
Mas los buenos libros cuyas ilustraciones quedan mejor grabadas en la memo
ria son aquellos que han sabido poner buenas «etiquetas» a los buenos ejem
plos. Así, «La embriaguez del éxito», encabezamiento de una de las secciones
del libro de KotovPiense como un gran maestro, dice mucho en muy pocas pa
labras y se explica de por sí; da cuenta del derrumbamiento de una vana e igno
rante seguridad en el propio juego mejor que muchas descripciones detalladas.
En el mismo caso se encuentra la terminología de Kmoch en E/ poder de los
peones en ajedrez, cuando habla del «despeje-tapón» (The Sweeper-Sea/er
Twist);** cada término de esta expresión tiene un sentido preciso con vistas a
la memorización. Otro tanto hemos querido hacer aquí nosotros al utilizar defi
ciones bien escogidas y concisas, así como ejemplos de muchos términos y
conceptos ajedrecísticos más o menos conocidos.
Se estima que un maestro de ajedrez es capaz de almacenar en su memoria
unos 50.000 modelos de posición. Nadie hasta la fecha ha intentado averiguar
en qué consisten exactamente tales «modelos», quizá por lo inadecuado de
nuestro saber actual sobre la cognición humana en lo referente a percepción,
memoria y reconocimiento de pautas o «tipos». ¡No hay por qué preocuparse!
Eso está bien lejos del objetivo que aquí perseguimos, aun cuando pueda un día
llegar a ser factible a medida que vaya progresando el estudio de la inteligencia
artificial.
Nuestro propósito es procurarle al estudiante serio de ajedrez, de fuerza
mediana, los elementos esenciales, los componentes del arsenal básico para un
juego bueno y sólido. Con estos fines corre parejas la intención de suministrar,
en un libro de aproximadamente 165 páginas, el bagaje que juzgamos necesa-
rio para todo buen jugador «culto» .
Durante el desarrollo de su habilidad ajedrecística, muchos jugadores se
sorprenden a sí mismos con lagunas y hasta una clara ignorancia de esta o
aquella fase de la partida. Para la mayoría de los ajedrecistas de fuerza inferior
a la de maestro, la fase más débil suele ser el final. Con todo, no pocos jugado
res se quejan también de su incapacidad para hallar el plan apropiado a lo que
evalúan como una buena posición, y todavía son más numerosos los que se
sienten muy incómodos cuando la apertura no discurre por caminos bien cono
cidos y «teóricos», que ellos han estudiado o memorizado. Tal es, obviamen
te, la clara explicación y justificación de cada una de las cinco principales sec
ciones de este libro. Todas ocupan su lugar lógico, y esperamos que la presen
tación del material les parezca a los lectores fácil de entender y generalizar, a
diferencia, por ejemplo, del típico libro sobre una específica variante de apertu
ra, que tiende a abrumar al lector hasta el punto de resultarle contraprodu
cente.
He aquí, pues, la cuestión clave: A partir del material presentado ¿será ca
paz el estudiante de encontrar, por inducción, jugadas originales y correctas en
las posiciones que surjan durante sus partidas? Esto significa que, si un motivo
12
se aplica a cierta posición con definidas características y a otras treinta posi
ciones con idénticos rasgos, tal vez se aplique también (modificado o no) a to
das las posiciones del mismo tipo. En otros empeños intelectuales, este proce
so podría igualmente llamarse generalización; pero ello no basta en ajedrez,
donde hay que estar siempre alerta para reconocer las cualidades o caracterís
ticas únicas de cada posición y sus requerimientos propios. El hallazgo de un
plan adecuado, como doblar torres en una columna abierta, es sólo una peque
ña parte de la completa y correcta conducción de una partida de ajedrez, que
puede exigir toda una secuencia de buenos planes. El enfoque inductivo es dis
tinto y diametralmente opuesto al que también ofrece ejemplos (la tipica mono
grafía de una apertura, etc.), pero requiere que el lector desarrolle sus propias
ideas por «deducción» (procediendo hacia atrás) a partir de los mismos.
La lección complementaria, que lleva por titulo «Indicaciones y consejos
prácticos para el juego de torneo», pretende brindar unas cuantas orientacio
nes prácticas con vistas a un éxito efectivo «sobre el terreno». Nunca se insisti
rá lo bastante en la importancia deform u lar preguntas (las pertinentes, espe
rémoslo) y aprender de las propias de"otas.
Cabe aquí todavía una breve advertencia. El ajedrez es unjuego arduo. No
hay en él soluciones fáciles. Exige una buena dosis de trabajo duro, perseve
rancia y determinación, sin que ello garantice la excelencia o el éxito. Esto se
debe a su carácter único, por ser a la vez ciencia, deporte y arte. No basta un
mero conocimiento del modo de proceder, ni la puesta en práctica de lo que se
sabe, ni el simple hallazgo de jugadas con atractivo estético o artistico. Cual
quiera de estas facetas, aisladamente considerada, puede llevar a un deprimen
te fracaso. Al estudiante que recorra con cuidado nuestras cinco secciones
principales, las asimile bien y las complete con la panoplia de «Ejercicios» y de
«Indicaciones y consejos prácticos para el juego de torneo», ni siquiera pode
mos prometerle nada, por desgracia, en cuanto a resultados.
No existe ningún sustantivo de la experiencia de los factores dinámicos del
ajedrez adquirida «sobre el tablero». Podrá uno saberlo todo sobre las ideas y
principios que rigen la apertura, sobre táctica y combinaciones, análisis, plani
ficación y hasta finales, y aun así, en el momento de hacer la mejorjugada (o
una buena), no la hará.
Aquí es donde la comprensión se distingue de la información o «conoci
mientos». La experiencia puede en esto desempeñar un gran papel. Lo demás
depende de ti, lector.
13
Lecciones 1-4
TÁCTICA Y COMBINACIONES
GEOFF CHANDLER
15
a) no entra en sus planes emprender diantes, definiré los términos «tácti
un ataque con sacrificio a menos ca» y «combinación».
de contar con un 1 10% de proba
bilidades de éxito;
b) le encanta, sí, ganarle piezas a su T•etica
adversario, pero jamás intenta pro Llámase así la lucha cuerpo a
fundizar en las posiciones que re cuerpo que tiene lugar sobre el table
quieren jugadas sutiles. ro cuando las piezas de ambos ban
dos entran en contacto directo unas
con otras, por ejemplo atacando y de
LECCIÓN 1 fendiéndose. En esencia, una jugada
táctica entraña una amenaza o serie
Estas lecciones van destinadas a de amenazas a las que el adversario
todos los «Pedros» que frecuentan ha de responder inmediatamente. De
las salas de torneo. ordinario se trata de una secuencia
Antes de empezar a poner gotas forzada, por lo que el número de ré
de veneno a las flechas de los estu- plicas posibles suele ser limitado.
Tabla l. «Árbol táctico» con una lista de motivos tácticos en las combinaciones
Ganancia de
Ataque de mate material Posicional De tablas
16
Combinación nancia de material o combinación de
mate.
La combinación es una serie de Las combinaciones de tablas ha
jugadas tácticas que se hacen para blan por sí mismas y le brindan alju
obtener una ventaja (o para dismi gador táctico la posibilidad de salvar
nuir o neutralizar una desventaja). El se «por pelos» en posiciones perdi
número de movimientos es muy va das, anulando la partida.
riable: podrán ser dos, cinco o quin
ce...
Hay cuatro principales tipos de Términos tácticos
combinación:
La mayoría de los términos tácti
1. Ataque de mate. cos se explican por sí solos, v. g. obs
2. Combinación para ganar ma trucción, despeje de líneas, despeje
terial. de casillas, atracción, etc. En el Dia
3. Combinación posicional. grama l las blancas utilizan estos
4. Combinación de tablas. cuatro temas para lograr el mate.
l . Td4
En cada una de estas clasificacio
nes existen muchos «trucos del ofi La torre se sacrifica para obstruir
cio», que constituyen el grueso del ar la defensa negra de la casilla h4.
senal de todo ajedrecista. Para ayu
dar al estudiante, le ofrecemos aquí,
en forma de tabla, un «árbol táctico»
con una lista de los principales moti l
vos tácticos que se discutirán a conti
nuación. Cualquier buena jugada de
ajedrez entra en una de estas tres ca
tegorías:
17
te a las blancas ganar un tiempo vi Ahora ponemos más piezas en el
tal. tablero y nos situamos unas pocas ju
gadas antes.
3 . .•. R X h8
4. Dhl + Rg8
8 3
Nótese que, si las blancas no hu
bieran jugado previamente l . Td4, 7
ahora el negro podría defenderse me 6
diante 4 .... , Dh4.
5
S. Dh7 mate 4
Ataque de mate
Así como un cocinero puede ima Esto impide que la dama negra
ginar la versión acabada de una comi siga protegiendo al caballo de f6, a la
da que está preparando, así también vez que despeja la diagonal bl-h7.
el ajedrecista debe visualizar, antes
de iniciar un ataque, la posición final l. d X c6
de mate o el mate típico que aparece 2. C X ffi+ Rh8
rá en el tablero como resultado de su 3. D X h7 mate.
ofensiva. Veamos, para empezar, un
tipo sencillo y común de mate con Mirando así las cosas, el estu
dama y caballo. diante podrá apreciar lo paradójico
de las combinaciones de mate, cuya
idea surge a menudo... idando mar
8 2 cha atrás!
En primer lugar, conocíamos un
7 mate típico y pudimos visualizarlo en
6 la posición dada. Sólo el caballo de f6
lo impedía. Por ello nos fijamos en
5 este caballo, encontramos una mane
4 ra de quitarlo de en medio, bloquean
do su pieza defensora, y ya no nos
3
quedaba sino asestar el golpe final.
2 Pese a la sencillez de este ejem
plo, no cabe duda que hasta las más
difíciles combinaciones de mate pue
a d e g h den dividirse en componentes sim-
18
ples. La analogía con la cocina viene Al estudiante le es posible, lo re
aqw a cuento. Vemos primero en petimos, desg]osar eJ proceso mental
nuestra mente el pastel que quere del que brota la combinación. El ju
Jll()s confeccionar (el mate típico), gador experimentado resolverá posi
poseemos los ingredientes (dama y ciones similares casi sin pensarlo, ya
caballo) y la receta (el orden correc que tales procesos han quedado fijos
to de jugadas). en su memoria y se han convertido
El diagrama que sigue nos mues para él en una segunda naturaleza.
tra otro mate típico, con torre y caba «La dama podría tomar el peón h,
llo esta vez. luego la torre iría a esa columna y da
ría jaque, sin que nada se le inter
ponga: jes mate!» Vista así la cosa,
8 4 resulta tan fácil como... hacer un
pastel.
5
Modelos de mate
4
3
(Véanse los diagramas de la página
z siguiente)
19
A 8 e D E
F G H J
K L
~
M N o
p Q
-�
R s T
u V w X y
20
LECCIÓN 2. 2. De8+ T X d8
ATAQUES DE MATE 3. en mate.
Ejemplos prácticos
Sacrificio clásico del alfil
Algunos de los ejemplos que ofre
cemos provienen de mis propias par La oportunidad de realizar este
tidas o de encuentros entre jugadores sacrificio se da con relativa frecuen
de fuerza media. Ello obedece a dos cia entre jugadores poco experimen
razones: tados. El ataque se dirige aquí contra
el enroque corto privado de un caba
1. Tales partidas tienen lugar en llo defensor en f6. Las blancas sacri
tre ajedrecistas del mismo ni fican el alfil en h7 y luego dan jaque
vel que el de aquellos a quie en g5 con el caballo. Esto despeja la
nes se dirige este libro, y en diagonal d l-h5 para que la dama pue
ellas no siempre se han hecho da dar el golpe de gracia.
las mejores jugadas de defen
sa. Esto puede resultar muy
7
instructivo.
2. Reproducir todas las joyas clá
sicas del pasado podría asus
tar al estudiante, llevándole a
pensar que sólo los maestros
son capaces de producir esas
combinaciones.
Mate ahogado
(a)
2. Rg8
3. Dh5 Te8
4. D X r7+ Rh8
S. DhS+ Rg8
b e d e h 6. Dh7+ Rf8
o g
7. Dh8+ Re7
Aitkens-Jacobs 1 91 5 8. D X g7 mate.
21
4. C X e6+ Rh7 l . Ae2
S. D X g7 mate.
Ofreciendo a las negras un cebo
(e) en el que pican alegremente.
2. Rg6
3. h4 Th8 l. e X f3?
4. hS+ T X hS 2. e X b7 A X b7
S. Dd3+ fS 3. AbS jaque doble y mate.
6. e X tli+ R X tli
7. Df3+ Re7
8. Df7+ Rd6 Jaque a la descubierta
9. D X hS
y las blancas ganan. Es también un arma potente. La
posición del Diagrama 9 surgió de
(el) una variante poco usual de la Apertu
3 • ... CdXe5 ra Española.
4. d x es C X eS
S. hS+ Rf6 8 9
6. Ch7+ Re7
7. Aa3+ 7
Las blancas ganan. 6
Jaque doble a b e d e g h
7 l. C X c6+ Ae7
6 2. C X e7 C X di
3. Cg6+! De7 (forzada)
5 4. C X e7 RfB
4 S. C X c8 y las blancas que
dan con una pieza de más.
3
2
Mate del «pasillo»
22
na vez este mate en su primera fila. 3. Aa3+ Rg8
iYo mismo lo recibí en cierta oca
sión, y a lajugada siguiente, después El rey negro es empujado detrás
de pasarme 1 O minutos reflexionan de sus peones.
do en una posición cómoda!
El primer ejemplo viene de una 4. Tc8+ A X c8
liga entre escolares. Estamos a pun
to de presenciar un error muy co Las blancas explotan la sobrecar
mún: jugar lo que salta a la vista. ga de una pieza enemiga, desviándo
la de la protección de e8.
8 10 5. Te8 mate.
7 11
8
6
5
4
5
4
3
2
a b e d e g h
a b e d e g h
Las blancas continuaron 1 . T X
e5 y depusieron las armas tras l. .. , .
23
ga» un doble sacrificio de torre en la ciones previas, mencionadas por Tar
posición del Diagrama 12. takover, para que una combinación
de este género sea correcta:
«El rey atacado debe estar ex
12
puesto y sus piezas poco disponi
bles para la defensa. La torre del
atacante ha de perseguir un doble
objetivo: impedir que el rey ene
migo huya al otro flanco y tomar
parte en el asalto final sin pérdida
de tiempo.»
o b e d e g h
13
Craddock-Mieses
l. Tb81
2. Ce4 AcS
3. C X ffi+ D X ffi
4. A X c6+ b X c6 b e d e h
o g
S. D X b8+
24
dar un típico mate. La falta de defen Por esta razón losjugadores débi
sores en el flanco de rey constituye la les desaprovechan no pocas veces la
base de éste y otros asaltos violen oportunidad que se les presenta de
tos, incluido el del ejemplo siguiente. dar caza al monarca enemigo, al fal
tarles la audacia necesaria para sacri
ficar material si no han podido anali
Ropajes reales zar completamente la posición. Un
jugador más fuerte no se molestará
Las blancas tienen dama, torre, siempre en analizar todas las posi
alfiles y caballo a «tiro de piedra» del bles variantes, pues le basta con sa
rey negro. Con semejante fuerza de ber que un rey que sale «de paseo»,
ataque pueden permitirse el lujo de exponiéndose al fuego abierto de las
sacrificar un par de piezas y disponer tropas enemigas, raramente sobre
todavía de suficiente ventaja de mate vive.
rial en el ala de rey. El remate es tan
directo como brutal:
14 15
a b e d e g h a b e d e g h
Shestoparov-Serzhanov,
URSS 1955 Mullen-Weedon, Edimburgo 1 980
l. T X dSI A X dS
2. A X h71 R X h7
3. Cffi+ con mate inevitable. 1. en Rxn
2. D X h7+ Rffi
(3 . ... , g X f6; 4. DhS+, Rg7; 5 . 3. Ad4+ RgS
Dh6+, Rg8; 6. A X f6.)
Hasta aquí había llegado el cálcu
lo de las blancas. Ahora emplearon
Persecución del rey 5 minutos para dar con la continua
ción decisiva:
Aquí el rey es invitado o forzado a
salir a campo descubierto, donde se le 4. g3
da mate. Muy a menudo es imposi
ble calcular hasta el fin una combina Las negras no pueden parar la
ción de esta clase, y el atacante ha de amenaza 5. Dh4 seguido de 6. Df4
confiar en su «instinto» para prever el mate, sino a costa de ruinosas pér
desenlace. didas.
25
Combinaciones contra 8. DXd8 Ab4+
el «punto naco» 9. Dd2 AXdl+
Alekhine-Marshall
l. d4 Cf6
2. c4 e6
3. Cf3 Ce4
4. Cfd2 Ab4
• = punto flaco
«Celada típica de Marshall»
Las combinaciones contra f7 son (Alekhine).
muy raras en las partidas entre maes
tros, pero existe una línea del Gambi Alekhine continuó 5. Dc2 y ganó
to Danés donde las negras inducen a más tarde la partida convincentemen
su adversario a que las ataque en ese te. Si hubiera escogido la jugada «de
punto, con la intención paradójica de café» 5. a3?, que parece natural, se
aminorar su fuerza ofensiva: habría encontrado súbitamente per
dido tras 5 ... , Df6.
.
26
McNab-Mullen sas, los reyes enrocados suelen gozar
de vida más larga que los que se que
dan en el centro; g7 es más difícil de
8
atacar que f7.
7 Una acumulación de tropas con
tra g7 es con frecuencia el principio
6
del fin.
5
4 8
17
2 6
5
a d e g 4
3
l. Ag4?
27
tales combinaciones. Entonces le será servir de estimulo al estudiante, le di
también más fácil jugar partidas de remos que la habilidad táctica se me
ataque y encontrar las casillas más jora considerablemente con el estu
agresivas para sus piezas. dio. Citemos de nuevo a Réti:
¡Una combinación de mate es de
ordinario la más sencilla de jugar, «Es un error creer que combi
comparada con las otras tres princi nar depende únicamente del talen
pales categorías! Hasta el más sim to y no puede adquirirse. Los mis
ple de los ordenadores puede produ mos elementos, como ataques do
cir un dificil mate en seis jugadas si bles, clavadas, obstrucciones, etc.,
toda la secuencia de movimientos es se repiten una y otra vez en aso
forzada. Con el jaque mate se acaba ciaciones más o menos complica
la partida. El estudiante no necesita ir das. Cuanto más los ve uno, más
más allá en sus cálculos (aunque qui fácil le resulta concebir y llevar a
zá tenga que anticipar alguna trampa cabo esas combinaciones.»
de su adversario). Pero al jugar una
combinación de ganancia de material,
posicional o de tablas, ha de ser ca
paz de evaluar correctamente la posi Posiciones prácticas
ción que surgirá después.
En todas las posiciones que si
«El conocimiento de las com guen (Diagramas 1 8-29), el bando a
binaciones es la base del juego po quien toca jugar tiene un mate forza
sicional. Esta regla se ha manteni do. Algunas soluciones son un poco
do firme a lo largo de la historia largas, lo que ha de convencer al estu
del ajedrez, y siempre será poco diante de que la dificultad de una
cuanto hagamos por inculcársela combinación no tiene gran cosa que
al joven jugador» (Réti). ver con el número de jugadas de que
consta. Hallar la mejor jugada en una
Llamarse a sí mismo «jugador po- posición compleja puede llegar a ser
sicional» y evitar como la peste las si casi un imposible aun para el más bri
tuaciones tácticas por miedo a no te llante de los maestros, pero descu
ner suficiente habilidad para afron brir un mate forzado en nueve juga
tarlas es puro engaño. Si ello puede das resulta relativamente fácil si se
18 8
19
o b e d e 9 h o b e d e 9 h
28
20 21
a b e d e f g h
Blancas 3 Blancas 3
22 23
g h a b c d e f g h
Blancas 4 Blancas 5
24 25
8 8
7 7
6 6
5 5
4 4
3 3
2 2
a g h a b e d e f g h
Blancas 5 Blancas 5
29
27
a b c d e f g h a b c d e f g h
Blancas 6 Blancas 6
29
8
a b e d e f g h a b c d e f g h
Blancas 5 Negras9
conocen los temas típicos y se posee I 8b. 1 . Th8+, R X h8; 2. Dh7 mate.
la voluntad de calcular. 1 9a. l . D X c6+, b X c6; 2. Aa6
Algunas de estas posiciones es mate.
tán tomadas del excelente libro de I 9b. l. Tf8+, C X f8; 2. Affi+, Rg8;
Locock (ya hace mucho agotado) 3. Ch6 mate.
Imagination in Chess. Locock opi 20. l. Th7+, R X h7; 2. Cfti+, Rh6;
naba que Ja imaginación en ajedrez 3. Th7 mate.
21. l. Ce7+, T X e7; 2, Df8+,
no es un talento innato, sino que púC
R X f8; 3. Th8 mate.
de enseñarse, y probaba su tesis pte
22. l . Cffi+, g X ffi; 2. Df8+, R X f8;
sentando a sus alumnos posiciones
3. Ah6+. IU8: 4. Te8 mate.
como éstas. 23. l . T >< g7+, R X g7; 2. DgS+,
Rh8; 3. Df6+, Rg8; 4. Tgl+,
Dg4; 5. T X g4 mate.
Soluciones 24. l. Ctl>+, e X ffi; 2, A X h7+,
Rh8; 3. Ag6+, Rg8; 4. Dh7+,
1 8a. l . D X a7+, D X a7; 2. C X c1 Rf8; 5. D X f7 mate.
mate. 25. l. Tf8+, D X f8; 2 . Th2+, Rg8;
30
3. Th8+, R X h8; 4. Dhl +, Rg8; temente inocuas; el negro, creyendo
5. Dh7 mate. que su adversario rehúye la lucha
26. l. Td8+, TXd8(1.. .. ,AXd8;2. abierta, le arrebata un peón. El resto
Dn+, Rh8; 3. Df8 mate); 2. es historia. He aquí las primeras ju
Da2+, Rh8; 3. en+, Rg8; 4. gadas:
Ch6+, Rh8; 5. Dg8+, T X g8; 6.
en mate. l. e4 eS
27. l. D X f6, g X f6; 2. A X f6+, 2. Cfl d6
Rg8; 3. Tgl+, Rf8; 4. Cd7+, 3. c3 Cf6
Re8; 5. Tg8+, R X d7; 6. Td8 4. Ae2 C X e4?
mate.
S. Da4+
28. l. Dd8+, Rg7; 2. T X g5+,
hX g5; 3. h6+, R Xh6; 4. Dh8+,
Th7; 5. O X h7 mate. y las blancas ganan el caballo de e4.
29. l. ... , T X bl+; 2. RXbl, Tal+;
3. R X al, Da4+; 4. Rbl, Da2+;
5. Rcl, Dal+; 6. Rd2, D X b2+; Amenaza inadvertida
7. Rd3, Oc2+; 8. Rd4, Dc4+; 9.
Re5, Dd5 mate. «¿Qué trama mi adversario?» Tal
es la pregunta que todo ajedrecista
debe hacerse después de cada jugada,
LECCIÓN 3. aun en medio de una secuencia de
COMBINACIONES PARA movimientos forzados. Examinando
GANAR MATERIAL cuidadosamente las posiciones don
de se han cometido errores, el estu
Pieza «en prise» diante desarrollará en sí mismo un
sistema automático de alarma. Sona
Sólo los más novatos entre los afi rán timbres, se encenderán luces ro
cionados a nuestro noble juego dejan jas y las células de la memoria empe
piezas sin defensa en casillas ataca zarán a agitarse. (Mucho podría tam
das. Esta sección trata de las piezas bién decirse en pro de una buena no
que «cuelgan» en posiciones plausi che de sueño antes de una partida im
bles. portante.)
30 31
5 5
a b e d e g h o g h
31
Tendiendo una diabólica celada. ganaba un peón y abría la posición
del rey blanco. Yo había profundiza
2. AXcS'l AX cS do más y encontrado un ataque do
3. C X c5 Cd4 ble que forzaba a las negras a abando
nar inmediatamente.
Descubre una ataque sobre el ca
ballo blanco y amenaza 4 ..., C X
. l. Das+ b6
f3+ seguido de mate en h2. 2. oxrs T X g2+
3. R X g2 O X c2+
4. g3 C X c2 4. Afl D X dl
5. C X b7?f ...
Todo, hasta aquí, de acuerdo con
Este desesperado caballo no llega el plan de mi adversario.
a tanto como su contrincante negro.
S. Td4 1-0
S. ... C X al
Las negras reciben mate o pier-
0-1. den la dama.
8
33
2
o b e d e g h
o b e d e g h
Chandler-Austin, Edimburgo 1977
Girvan-Chand/er, Edimburgo 1980
En esta posición llevaba yo la ca
lidad de ventaja y buscaba un modo
decisivo de rematar la partida. Veía Las blancas habían jugado su
una amenaza distante, por parte del peón a a3 para prevenir posibles ja
negro, basada en la torre de g6 que te ques del alfil negro en b4 y, con est a
nía enfilado a mi rey. Le permití, idea en el subconsciente, prosiguie
pues, jugar una «combinación» que ron.
32
l. C X d4?? .•• Las blancas crean amenazas de
mate en la última fila. La dama negra
Debo confesar que me sentí aquí protege a un tiempo esta fila y el alfil.
como un pescador que no recuerda
dónde ha colocado sus nasas. De al (a)
guna manera estaba seguro de que l. .. .
D X es
ese peón no podía tomarse... Por fin 2. Td8+ Df8
lo vi claro: 3. T X f8 mate.
l. C X d4 (b)
2. D X d4 l. e2
2. Td8+ D X d8
Y ahora viene el ataque a la des 3. D X eS seguido de mate.
cubierta contra la dama.
(c)
2. Ab4+ l. De8
3. Dd2 A X d2+ 2. D X eS+ D X es
3. Td8+ seguido de mate.
Pieza sobrecargada
Pieza «desesperada»
Las piezas de ajedrez son perezo
sas; odian sus deberes de defensa, Trátase de una pieza a punto de
pero los toleran por necesidad. Con ser capturada, pero que, mientras
todo, si uno asigna demasiadas obli está viva, vende su pellejo lo más ca
gaciones de ese tipo a una sola pieza, ro posible. En la sección dedicada a
ésta dejará oír por todo el tablero sus los «puntos flacos» vimos ya una
quejas de insuficiente paga. Hemos «dama desesperada» en el Gambito
visto ya un perfecto ejemplo de pieza Danés. Las blancas jugaron 9. Dd2,
sobrecargada en el Diagrama 11. cambiándola por el alfil y restable
(Véase p. 23.) El tema es siempre el ciendo así la igualdad de material. El
mismo: ninguna pieza puede estar en diagrama siguiente es deA.RB. Tho
dos sitios a la vez. mas.
8 34
8 3S
7 7
6 6
5 5
3 3
2 2
o e g h o b e d e g h
33
l . C X f8 A X fi 3. D X f6+ R X f6
2. e x h7 A X g2 4. CdS+
1-0
El alfil trata de emular el alarde
de tendencias suicidas del caballo.
Clavadas
3. Cf6+ Rn
Esta posición se dio en un cam
Si 3 . ... , g X f6, 4. R X g2 y las peonato de liga jugado en Edimbur
blancas ganan el final. go. No recuerdo los nombres de los
adversarios, pero presencié lo si
4. Cd7 Ae4 guiente:
S. C X b6
«Horquilla» de caballo
o e g h
36
l. AaS b6??
2. Ac3
l . T X el T X c3
2. Dd4+ Df6 «Pinchos»
34
liosa, permitiendo la captura de la El diagrama anterior (39) es un
otra pieza de menor (o igual) valor. famoso final de Stamma.
Al «pincho» suele también llamárse Las negras amenazan simultá
le ataque de «rayos X». El rey es, de neamente l . ... , R X c4 y l . . . . , Th l
ordinario, su primer objetivo. mate.
8 38 l. Th4!
l. T X h4
5
2. Ta3+ R juega
4 3. Ta4 ganando.
3 La torre de h4 está «pinchada».
2
Coronaciones
o promociones de peón
o b c d e g h
Las combinaciones de este tipo
Las blancas ponen a su adv�rsa están siempre en el aire cuando un
rio ante una desagradable alternativa: peón llega a la 6.• o 7 .• filas. El estu
dejarse clavar la dama o ser víctima diante debe hacerse con un reperto
de un «pincho». rio de «trucos» relacionados con las
coronaciones de peón, para usarlos
l . D X d7+ ! D X d7 en el futuro. Los tres que siguen cons
2. e6+ tituyen una buena base.
39
o b e d e g h
l. T X f8
2. g X h7 ganando.
35
de las piezas propias. La necesidad
41
de llevarla a cabo surge de ordinario
cuando el jugador disfruta de ciertas
ventajas que no pueden ya ser man
tenidas. Supongamos, por ejemplo,
que un jugador lleva ventaja de desa
rrollo y espacio, pero no encuentra el
modo de montar un ataque de mate
(debido, tal vez, a un cambio previo
de damas y al de un par de piezas me
nores). Cualquier otra estrategia o
línea de pensamiento basada en la
a b e d e g h búsqueda de una combinación para
ganar material puede también ser in
l. Td8+ Te8 fructuosa si el adversario no ha deja
do puntos débiles que sirvan de blan
Esta defensa suele ser suficiente cos de ataque.
en casos similares, pero no aquí. Las ventajas de desarrollo y espa
cio tienden a disiparse si no se apro
2. T X e8+ T X e8 vechan de inmediato, por lo que el ju
3. Ad8 ganando. gador debe buscar algún otro medio
de conservar Ja iniciativa y no dar tre
El Diagrama 42 es un ejemplo de gua a su rival.
subpromoción victoriosa, entre otros
muchos.
8 43
8 42 7
7 6
6 5
4
5
4 3
3 2
a b e d e g h
a d e g h
En este ejemplo las blancas true
l. Tf8+ T X f8 can su ventaja de espacio y desarro
2. Dh7+ R X h7 llo por un par de torres activas. ( Las
3. g X f8=C+ ganando. torres activas redundan por lo general
en ventajas permanentes.)
Combinación posicional l. C X d7 A X d7
2. Ah7+ R X h7
Una pura combinación posicio 3. T X d7
nal sirve no para ganar material, sino
para incrementar el radio de acción Ahora podría seguir
36
3. Tac8 no para salvarse es la llamada «mal
4. Tel dición del torpe» : el rey ahogado.
jTodo el mundo ha experimentado al
Con la idea de 5. Tee7 , que daría guna vez, estoy seguro, la horrible
gran superioridad al blanco. sensación que resulta de echar por la
ventana una partida ganada al permi
tir las tablas por ahogado!
44
8 45
7
o b e d e g h
o b c d e g h
Aquí las blancas simplifican el
juego por medio de cambios para
transformar su ventaja principal, una Aunque se trata de un final com
mayoría de peones en el flanco de puesto, tenemos aquí un maravilloso
rey, en victoria. ejemplo de las posibilidades de salva
ción que a menudo se le escapan al ju
l. T X d7+ C X d7 gador inexperimentado en una posi
2. T X d7+ R X d7 ción que parece inevitablemente per
3. Cb6+ Rd8 (o Rc7) dida. Las negras juegan:
4. C X c8 R X c8
5. g5 ganando. l. Tdl +
2 . Rg2 T X hl
V. g.: 5 • •••, h X g5; 6. hS! y ganan. 3. R X hl Rb6
S , Rd8; 6. g X h6 y ganan.
• •••
S• , h5; 6. g6 y ganan.
••• Y ahora el blanco no puede sino
contemplar desolado cómo el rey
contrario se dirige a la casilla a4 para
Combinación de tablas encerrarse allí mediante a5 y quedar
ahogado. iEI juego es tablas!
Como el nombre mismo lo indi Otros recursos que permiten lle
ca, se trata de una combinación para gar a un final de tablas y que el estu
intentar salvar un juego perdido. Las diante debe conocer son, por ejem
leyes del ajedrez prevén algunos re plo, los alfiles de distinto color, el alfil
cursos que ayudan, en posiciones malo con el peón de torre y los dos ca
muy críticas, a evitar lo peor. Uno de ballos contra el rey.
ellos es el jaque perpetuo, caso espe El Diagrama 46, otro final com
cial de repetición de movimientos en puesto, es una bella ilustración del ar
el que ninguno de ambos rivales te de salvar un juego perdido.
puede hacer progresos. Entonces la
partida se declara tablas. Otro cami- l. Tal Rg2
37
46 2. A X f1 Rf2
3. A X a6?
3 . ... Tg2+
5
47
4
o b e d e g h
38
Y aunque las blancas poseen el l. B X c6
«buen» alfil respecto a su peón de to 2. T X a7 mate.
rre, el rey negro llega a b8 y no puede
ser forzado a abandonar el rincón. 1. a6
Tablas. 2. Cc7 mate.
o b e d e g h
o b e d e g
Chand/er-Austin, 1 980
39
17. .•. Ag4! De acuerdo, podemos perdonár
selo. Todo el mundo tiene descuidos
no sólo salvaban la partida, sino que como éste. Pero...
ganaban en muchas variantes, por
ejemplo: 52
1 8. T X b7+ R X h7
19. Tbl + AhS
20. g4(?) TO+ ganando.
o b e d e O
iNo bagas como Lipschuetz!
Lipschuetz-Lasker
En otras palabras, no dejes que se
empolven tus derrotas y descuidos Otra vez se les pasa a las blancas
tácticos. Es buena idea dedicar algún el mismo tipo de combinación. Te
tiempo a estudiar los propios errores. nían que haber jugado:
A quien, partida tras partida, sigan
pasándosele por alto las combinacio l. Th4 D huye de la
nes tácticas, no le vendrá mal tomar amenaza
se un buen «descanso» para afilar sus 2. Th8+ R X h8
armas. 3. Dh3+ Rg8
El ejemplo siguiente muestra otro 4. Dh7+ y mate a la siguiente
caso de victoria fallida, por parte de jugada.
las blancas.
No hay nada peor que ir por la
l. Db8+ R X b8 sala de análisis buscando la conmise
2. Tt'8 mate. ración de los demás sobre una parti
da que «podía haberse ganado». ¡A
nadie le interesa!
8 51
Previsión táctica
6
Un cálculo correcto es necesario
5
para cualquier clase de combina
4 ción. Lo principal, no obstante, es ser
capaz de evaluar con acierto la posi
ción que surgirá cuando la combina
ción se haya jugado. A veces ronda
entre bastidores alguna funesta con
tracombinación que nadie ve hasta
o b e d e O que la posición se aclara. En otras
ocasiones puede haber un «truco»
Lipschuetz-Zukertort que nos pille por sorpresa. El Diagra-
40
cálculos, aunque sea un solo movi
S3
miento ...
Jugada rutinaria
En el Diagrama 1 6 vimos ya un
caso de jugada rutinaria ( 1 .. , Ag4?).
. .
o b e d e S4
ma 5 3 constituye un perfecto ejemplo
de lo que decimos. La posición viene
de una variante de cierta partida mía.
Parece, en efecto, como si las
blancas dispusieran de una «horqui
lla» potencial en c7. Podrían atraer la
dama negra a a8 y destruir el defen
sor de la casilla crítica (el caballo de
e6). Todo esto es cosa fácif. Sófo que
da por comprobar si el caballo y rey
blancos podrán después detener el
avance de los peones enemigos del
flanco de rey. Una vez más, no pare
ce que haya problemas. E l peón e de Ratc/iff-Chand/er, Edimburgo 1979
las negras estará doblado, el caballo
blanco capturará el peón c vía b6 y l. ... e X d4
luego bloqueará la columna e. Por su
parte, el rey blanco no tendrá dificul Ataque a la descubierta contra el
tades en llegar a tiempo para apode alfil blanco.
rarse del eventual peón pasado en la
columna h. El juego prosigue: 2. A X t7+
l. T X a8 D X a8 Pieza desesperada.
2. D X e6 d X e6
3. ec7+ Rd7 2. ... T X t7
4. exa8 3. exd4 Dc7
4. Ab2 eS
Y se acabó la «combinación» . S. ee2 Td8
Las blancas pueden mirar a l futuro
con optimismo, ¿no es así? Amenazando un ataque a la des
cubierta contra la dama.
4. ... Rc6!
6. Tdl
iAaay! El caballo blanco está
condenado y las negras ganan fácil Clavando el alfil.
mente el final. Tratemos siempre de ir
«un poquito más allá» en nuestros 6. ... Tft'8
41
Mitigando la clavada y renovan que caían en mis manos.) Sin este
do la anterior amenaza. fundamento táctico se me habrían
ciertamente escapado numerosas po
7. DdS+ Rh8 sibilidades de sacrificio en las parti
8. Dd6?? das que he jugado después.
42
Chandler-Gil/ain, Edimburgo 1981 10. c3 Ce7
Cuatro Caballos 1 1. D X f6! g X f6
12. C X f6+ Rf8
l. e4 eS 13. Ah6 mate.
2. Cf3 Cc6
3. Cc3 AcS(?) ¿Suerte? ¡Sí! Pero aposté por su
deseo de desclavar el caballo. La ju
Las blancas pueden aquí lograr gada 10. . .. , 0-0 perdía tras 1 1 .
una pequeña ventaja posicional me C X f6+. La de las blancas 10. c 3 in
diante el «truco de la horquilla» , 4. vitaba a una respuesta que parecía
C X e5, pero acepté el riesgo de espe natural. Me gustaria poder decir que
rar a que se me ofreciera la oportuni yo hubiera encontrado 1 1 . D X f6!
dad de algo mejor. Ésta llegó, y por sin previo conocimiento ni recuerdo
poco me quedo con un juego perdido de ejemplos similares, mas esto sería
por no lanzarme inmediatamente con falta de honradez por mi parte.
tra las negras. En el ejemplo siguiente, hablare
mos, más que de lo que sucedió, de lo
4. AbS d6 que pudo haber sucedido. Las blan
s. 0-0 Ag4 cas dejan pasar una victoria de la que
6. d3 Cf6 cualquiera se habría sentido orgullo
7. AgS A X f3? so. El caso es que cualquiera, con un
poco de bagaje táctico, la tenía a su
Hasta ahora las blancas habían alcance.
estado haciendo jugadas rutinarias,
pero el negro, con este cambio no pro Johnson-Hayman, Edimburgo 1981
vocado, les permite obtener ventaja. Apenura Escocesa
Era mejor 7. ... , h6.
l. e4 es
8. D X f3 a6 2. Cf3 Cc6
9. CdS!? a X bS 3. d4 e X d4
4. e x d4 C X d4?
Aquí yo intentaba seguir 10. S. D X d4 d6
C X f6+ , g X f6; 1 1. A X f6 captu 6. Ac4 c6
rando la torre. De pronto sonaron los 7. Cc3 Ce7
timbres de alarma y me percaté de
que las negras podían replicar 1 1. ... , El juego de las negras en la aper
Cd4! a mi captura de torre. Los juga tura deja mucho que desear, pero lo
dores medios tienden a no ver las que a nosotros nos interesa es la tácti
amenazas de su contrincante, pero ca que sigue.
descubrenjugadas como 1 1. ... , Cd4!
cuando están «con el agua al cue 8. AgS Db6
llo». Al estudiante no puede menos
de serle útil conocer cómo reacciona Estaba yo mirando esta partida
el jugador débil y superficial en situa (de un campeonato de liga) e hice un
ciones tácticas. En el caso que nos gesto de lástima con la cabeza cuan
ocupa, ¡mi única esperanza era darle do las blancas continuaron 9. D X b6.
una jugada de respiro para no forzar Tras un largo final, acabaron por per
le a encontrar la mejor continuación! der. «¿Por qué no haber tomado el
Entonces, como eco lejano del pasa peón de d6?», pregunté.
do, me vino a la mente el modelo de
mate típico con alfil y caballo. 9. D X d6
43
«Me preocupaba 9 ... , D X b2»,
. El defensor debiera haber conside
fue la respuesta. rado un contrasacrificio, para obte
ner luego una victoria «técnica» con
9. ... D X b2 su pieza de más.
A medida que el juego progresa,
Aquí se había terminado el análi el defensor coge miedo y trata de huir
sis de las blancas, y no les gustaba lo con su rey al otro flanco. Por su parte
que veían. Sin embargo, quienquiera las blancas, sin perder la sangre fría,
que se haya tomado el trabajo (unas realizan un sacrificio de dama bas
cuantas tardes agradablemente ocu tante sencillo, ¡pese a sus tres piezas
padas) de repasar las «viejas glo de menos! Y de pronto se acaba la
rias» o estudiar celadas de apertura partida. Moraleja: cuando se tiene
sabe muy bien que las negras no pue ventaja de material hay que conside
den malgastar tanto tiempo en los pri rar el modo más agresivo de devol
meros movimientos, como es el caso verlo. Lograr una posición «ganada»
en esta partida. Atando algunos ca puede ser muy fácil, pero ganar la
bos, mostré la siguiente línea de jue partida... ies harina de otro costal!
go. (El puesto de las negras lo ocupó
el jugador que llevaba las blancas en G. Chandler-Dr. Ratcliff,
la partida original.) Edimburgo 1983
Gambito Evans
10. Tdl D X c3+
1 1. Ad2 D X c4 l. e4 eS
12. Dd8+ R X d8 2. Cf3 Cc6
13. AaS+ Re8 3. Ac4 Aes
14. Td8 mate. 4. b4 Bb6
S. bS CaS
Dejar escapar tan hermosas oca 6. A X t7+?! •..
44
atacar sin tregua, sea como sea. posiciones, uno empieza a perder el
tiempo tratando de resolver otras di
14. A X bl rectamente a partir de los diagramas.
15. Ta X bl d5 Para el principiante de ajedrez, este
16. Acl Re8? ejercicio es pura inutilidad.
Los jugadores fuertes pueden a
Era mucho mejor 1 6 . ... , d4!, dan veces, con sólo mirar a los diagra
do más espacio a sus piezas. mas, encontrar las soluciones en cues
tión de segundos. Algunos, como
17. d4 Cc4 Bronstein, incluso prefieren analizar
18. f5 Ag5? las posiciones viéndolas en el tablero
mural. No obstante, cuando esos aje
El método seguido por las negras drecistas eran todavía novatos, se
de cambiar piezas llevando ventaja tomaban la molestia de poner y qui
de material suele ser bueno, pero tar posición tras posición en un table
aquí, después de mi réplica, su posi ro ordinario. ¿Cómo se les puede
ción se vuelve crítica. pedir a las células de la memoria e
imaginación que construyan una red
1 9. f6! A X el de mate o efectúen una maniobra sutil
20. r x g7 Ae3+ si nunca la han visto antes?
2 1 . D X e3! Al ajedrez no se juega en tableros
del tamaño de diagramas, lo que no es
Las blancas, con tres piezas de óbice para que muchos estudiantes se
menos, sacrifican la dama. Si ahora pasen una hora o más desentrañando
2 1 . ... , C X e3, seguiría 22. Tf8+ , R las posiciones de un libro o revista sin
juega; 23. T X d8 y 24. g X h8. ayuda o utilización apropiada de un
auténtico tablero y piezas. Así, al lle
21. De7 garles el momento de poner en prácti
22. g X h8=D C X e3 ca sus habilidades, se encuentran con
23. D X g8+ Rd7 la mente bloqueada en algunas posi
24. e6+ ciones y han de trabajar muy duro
para aplicar métodos elementales de
Despejando el terreno antes de ataque. iDéseles esa misma posición
cometer algún otro error garrafal. representada en un diagrama y halla
rán hasta las jugadas más difíciles!
24. D X e6 Para favorecer el cálculo, las po
25. D X e6+ R X e6 siciones deberán colocarse en un ta
26. Tbel blero de medias reglamentarias, lo
1 -0 que permitirá que se impriman en la
mente ciertas estructuras típicas. La
vista se acostumbrará también a co
Motivación para el estudio rrer a lo largo de diagonales y colum
nas, en vez de quedarse fija en un cua
Nada hay más tedioso que poner drado de 3 o 4 centímetros.
y quitar una y otra vez diferentes A mí mismo me dio este consejo
posiciones en el tablero. A los 1 O mi hace bastantes años un fuerte jugador,
nutos de haber estudiado todas las tri cuando le pregunté cómo podía mejo
quiñuelas tácticas de una posición, rar mi análisis. Le debo muchísimo.
hay que destruirla y molestarse en Todo ajedrecista progresará sensi
colocar otra. blemente si estudia las posiciones sir
Al cabo de tres o cuatro de esas viéndose del arma con la que ha de
45
combatir: un juego de tamaño regla las veces su adversario maniobra con
mentario. mayor destreza y no tarda en alcan
Conozco bien el «síndrome del zarle con el fuego de sus baterías.
diagrama». Teniendo que efectuar en Tanto los jugadores flojos como los
cierta ocasión un viaje desde Glas de categoría media tienden a quedar
gow, me proveí de una revista de aje extraviados en aguas desconocidas
drez a fin de matar el tiempo. De las (aperturas poco familiares). ¡Me
seis «combinaciones ganadoras» que pararé en el jugador mediano, de lo
intenté hallar isólo acerté una! Rara contrario voy a empezar a hablar
mente estudio o trato de resolver pro de Tal comparándolo con el capitán
blemas sin utilizar piezas y tablero, Cook!
pero aquella vez no los tenía a mano. Como ya he dicho, existe una ba
La misma noche desempolvé algu tería bastante buena, pero los artille
nas de las viejísimas revistas que ros, faltos aún de suficiente entrena
guardaba y me puse a solucionar, con miento, dejan a veces de disparar y
ayuda de un verdadero juego, más po piden ayuda a la tripulación (juego
siciones como las del tren. Resulta posicional). Los cañones quedan en
do: i 1 8 aciertos sobre 1 8! tonces descuidados (la habilidad tác
tica comienza a «oxidarse») y, aun
que el jugador se vea ya capaz de dis
Sumario cutir con cierta competencia de cosas
como peones doblados o aislados,
Hace tiempo leí lo siguiente en un puntos débiles, etc., subsiste la difi
antiguo libro de ajedrez: «Ambos cultad de acabar rápidamente con las
contendientes podrían compararse a pequeñas fragatas (¡principiantes de
dos avezados capitanes de galeón que afiladas uñas!).
maniobran con sus gigantescos na ¡Entrénese primero a los artille
víos para poder abrir fuego contra el ros, pues sin ellos el navío es inofen
enemigo.» Todos los jugadores de sivo! Y una vez logrado el nivel su
ajedrez se asemejan, en efecto, a esos ficiente de maestria táctica, no hay
viejos capitanes al mando de sus que pensar que va a mantenerse
naves de guerra. por sí solo en condiciones óptimas.
Existe el principiante absoluto jLa pólvora ha de estar siempre
que de ordinario es hundido antes de bien seca!
abandonar el puerto (entrar en el me
dio juego) o, si lo hace, no tarda en en
callar. Un hecho histórico
Al jugador débil se le acaban
pronto las municiones (ideas) y va Durante las guerras napoleóni
con facilidad a la deriva, dirigiéndo cas, las flotas británica y francesa se
se peligrosamente hacia los escollos enfrentaron a menudo. La estrategia
(el mate sin haber opuesto resis de los franceses consistía en apuntar
tencia). a las jarcias de los navíos británícos
Viene luego el jugador mediano, para privarles de su capacidad de ma
con una dotación bastante buena de niobra (juego posicional).
cañones {habilidad táctica) pero muy A su vez los británícos apuntaban
mala de tripulantes (sentido posicio con sus cañones a las baterías y dota
nal), por lo que no consigue adoptar ción francesas (juego táctico).
una posición que le permita apuntar Entre 1 793 y 1 8 1 5 , los franceses
bien al enemigo. En ocasiones ha capturaron o hundieron 1 7 barcos
hundido algún navío, pero las más de británicos. Los británicos, por su par-
46
te, echaron a pique o capturaron 229 ces se ocultan tras la superficie de una
naves francesas. posición. E stos ejercicios son el ver
No se puede argüir con semejan dadero «meollo» de las lecciones, ya
tes matemáticas... iHay que ir a ma que es muy fácil no aprender nada
tar! viendo por encima una enorme canti
dad de ejemplos, por bien anotados
que estén, mientras que, de acuerdo
Táctica y combinaciones: con una ley psicológica, se harán ma
Posiciones prácticas yores esfuerzos por lograr un objetivo
si hay obstáculos en el camino. Ade
Las siguientes posiciones (Dia más el ajedrez es unjuego, y resolver
gramas 55-90) ilustran o desarrollan estas posiciones puede resultar diver
muchos de los temas estudiados aquí. tido.
Su grado de dificultad varía, yendo de Como posdata humorística añadi
lo bastante sencillo a lo muy difícil, ré que Bill Hartston escribió en cier
pero no hay ningún orden preestable ta ocasión una brillante reseña sobre
cido. La mayoría de las soluciones un famoso libro de táctica, con la úni
son muy «netas», con una réplica ca crítica de que, a su modo de ver, la
bien definida que hay que hallar. habilidad táctica dependía mayor
Sugerimos al estudiante que colo mente de la experiencia, por lo que
que cada posición en un tablero y había que preguntarse si los tratados
haga un serio esfuerzo por encontrar didácticos al respecto ... iservian para
la mejor respuesta o línea forzada de algo!
juego. Si al cabo de algunos minutos Tal vez tuviera razón, en cuyo
se ve completamente imposibilitado caso esperamos que el lector lo pase
para descubrirla, consulte las solu bien resolviendo estos problemas y
ciones y caerá en la cuenta de las ex acepte como una «prima» a su esfuer
traordinarias posibilidades que a ve- zo lo que de ellos aprenda.
47
8 61 8 62
7 7
6 6
5 5
4 4
3 3
2 2
o b e d e g h o b e d e g h
Blancas Negras
8 63 8 64
7 7
6 6
5 5
4 4
3 3
2 2
o b e d e g h o b e d e g h
Blancas Blancas
8 65 8 66
7 7
6 6
5 5
4 4
3 3
2 2
o b e d e g h o b e d e g h
Negras Negras
49
67 68
5 5
o b e d e g h ó e t g 'n
Negras Blancas
8 69 70
7
4 4
2 2
o b e d e g h o b e d e g h
Blancas Blancas
8 71 8 72
7
5 5
4 4
o b e d e g h o b e d e g h
Blancas Blancas
50
8 73 74
7
a b e d e f g h a b e d e g h
Blancas Negras
8 75 76
5 5
2 2
o b e d e f g h a b e d e f g h
Blancas Blancas
8 77 8 78
7 7
3 3
2 2
a b e d e g h o b e d e f g h
Blancas Negras
51
8 79 80
7 7
5 5
4 4
3 3
2 2
o b e d e f g h o b e d e f g h
Blancas Blancas
8 81 8 82
5 5
4 4
3 3
2 2
o b e d e f g h a b e d e f g h
Negras Blancas
83 8 84
7 7
5 5
4 4
3 3
o b e d e f g h o b e d e f g h
Blancas Blancas
52
85 86
7
5 5
o b e d e f g h o b e d e f g h
Blancas Blancas
87 8 88
7
4 4
3 3
d e f g h o b e d e f g h
Negras Negras
8 89 90
7 7
6 6
5 5
4 4
3 3
o b e d e f g h o b e d e f g h
Blancas Blancas
53
Lecciones 5-8
54
Posición inicial
o Juegan las blancas
• Juegan las negras
55
Partida 1 E l negro manifiesta claramente
su voluntad de defender el peón e y no
(Apertura Sokolski)* l . b4, eS; 2. intentar refutar de inmediato la aper
Ab2, d6; 3. c4, Cf6; 4. e3, Ae7; S. tura de las blancas. Puesto que viene
CB, 0-0; 6. Ae2, AfS; 7. 0-0, h6; 8. al caso, ¿qué otras jugadas sólidas
d4, e4; 9. Cfd2, c6; 10. Cc3, dS; 1 1 . había aquí? 2 . ... , Cc6? provoca 3 . b5,
e X dS, e X dS; 12. bS, Cbd7; 1 3. Cd4; 4. e3 y el blanco gana un peón;
a4, Te8; 1 4. Db3, CfS; 1 5. B, e X B; 2 . . . , Ad6 infringe uno de los princi
1 6. C X B, Ad6; 17. CeS, Ae6; 1 8. pios básicos; 2 . ... , De7 es un movi
AB, AX eS; 1 9. d X es, d4; 20. miento excéntrico; sólo 2 . . . , f6!?,
.
Da3, d X c3; 21. AX c3, Cg4; las con la idea de bloquear el alfil de
blancas abandonan. dama enemigo con una muralla de
peones, era una opción seria.
Procederemos ahora a explicar
los principales acontecimientos de 3. c4
esta «miniatura» que acaba en una
pronta rendición de las blancas. La Esta jugada está en consonancia
partida es lo suficientemente breve con el estilo hipermodemo de la aper
como para poder comentarla jugada tura de las blancas.
por jugada.
3. ... Cf6
l . b4
Las negras se desarrollan modes
tamente. Más ambiciosas eran las
Aunque este movimiento inicial
continuaciones 3 . ... , f5 y 3 . . . . , a5.
es jugable y con toda probabilidad no
Esta última no parece muy conforme
malo, resulta dificil afirmar que sea lo
a los sanos principios: ¿por qué abrir
mejor para las blancas o les conserve
el flanco donde el adversario dis
tan siquiera la iniciativa de que dispo
pone de más espacio, a menos de
nen por derecho propio al abrir eljue
go. poderle probar que ahí está débil?
l. ... es 4. e3
56
vez más, 6 . ... , Cc6 provocaría 7. b5 ; 11. c X d5
y después de 6 . ... , Cbd7 este caballo 12. b5
no tendría mucho porvenir.
La motivación de este movimien
7. 0-0 h6 to es correcta ( c.mntrajuego en el flan
co de dama), pero era más preciso (y
No es una jugada importante, más rápido) 12. Db3, ya que impide
aunque a menudo resulta útil para 1 2 . .. . , Cbd7.
proporcionar un refugio en h7 al alfil
de dama en caso de necesidad. Aquí 1 2. ... Cbd7
no sería eficaz 7 . . . ., e4?!; 8. Cd4, 1 3. a4?1
Ag6, ya que las blancas pueden con
tinuar 9. d3, 9. f3 o 9. f4. De nuevo era mejor 1 3. Db3, y
tras 1 3 . . . . , Ae6; 1 4. f3! En luczar de
8. d4?1 esto, las blancas no hacen si: 1 pasar
de un plan a otro. Ahora parece que
Posiblemente el primer error de la intentan 1 4. Aa.3, para cambiar su al
partida. Más cauto y lógico era 8. d3, fil malo.
disputándole al contrincante la casi
lla e4. Ahora las negras pueden adop 1 3. . .
. Te8
tar una buena configuración «fran 14. Dbll ?
cesa», con los colores invertidos, sin
ningún problema especial. Aquí era coherente 14. Aa3, pero
tampoco es mala la jugada del texto.
8. e4
9. Cfd2 c61 14. ... Ct'B
15. f3!
Disuadiendo de 10. d5 y prepa
rándose a apoyar su propio peón e. Las blancas deciden mantener la
presión sobre el peón negro d, pero
10. Ccl d5 entonces ¿para qué se han hecho las
jugadas 1 2. b5 y 1 3 . a4?
Las negras siguen estando ansio
sas de impedir d5 por parte de su ri 1 5 . ... e X f3
val. No obstante, podían tener un
poco más de paciencia y conservar la No hay otra opción.
tensión por medio de 10 . ... , Te8; 1 1 .
b5 , c5; ( 1 1 . . . . , c X b5 ; 1 2. C X b5! 1 6. C X f31
con ventaja del blanco); 1 2. f3!?
Pero ¿a qué viene ahora esto? Se
11. e X d5? imponía 16. A X f3 para forzar 1 6 .
... , Ae6. Las negras pueden, a conti
Un claro error. Las blancas rela nuación, matar clos pájaros de un tiro.
jan la tensión. Normal y correcto era (Véase Diagrama 91 .)
1 1 . b5 , y después de 1 1 . . . . , c X b5 ;
1 2. C X d5 (o bien 1 2. C X b5!, pero 16. ... Ad61
no 1 2. c X d5?, b4 y las negras ganan
un peón) 1 2. ... , C X d5 ; 1 3 . c X d5, He aquí los dos logros:
D X d5; 1 4. a4! el blanco tiene inte 1 . El peón e blanco queda ex
resantes posibilidades de contrajue puesto a un ataque frontal.
go a cambio de un peón. 2. El alfil de rey negro consigue
57
91 1 9 . d X eS d4
8 20. Da3 d X c3
7 21. A X c3 Cg4
Las blancas abandonan.
6
58
8 92 Ejemplo 2
En la posición siguiente, de una
partida Samuelian (2268)-Burnham
( 1 920), New Hampshire Open (USA,
5 1 98 1 ), las blancas, después de 23
4 movimientos, deciden terminar el jue
go por procedimientos directamente
3
tácticos, atacando en el flanco de rey
2 mediante 24. Dh4?! Lo correcto era
24. a5, condenando a muerte el peón
a de las negras y conservando el suyo
a b e d e g h propio en posición superior.
59
Esto deja el juego igualado (v. g., 32.
8 94
C X e5 , Dal + recuperando la pie
za), mas no sin algunos coletazos fi 7
nales: 32. De7, Dd6; 33. D X f7,
6
D X d5; 34. Cg5, Ddl + ; 3 5 . Rg2,
Cf4+!; 36. g X f4, Dg4+; 37. Rfl , 5
Dd l + ; 38. Rg2, Dg4+ ; 39. Rfl ,
Dd l + ; 40. Rg2, tablas.
Examinemos ahora otra partida 3
jugada en la Olimpiada de Malta, 2
1 980, entre dos fuertes maestros,
Ghinda ( Rumania) y Sax (Hungría).
o b e d e f g h
Partida 2 Blancas
60
tarse de una jugada clave «interme admiración si Sax hubiera visto lo su
dia», jaque u otro movimiento de sor ficientemente antes este movimiento
presa, capaz de alterar por completo y sus ramificaciones. Algo más ade
el resultado de la partida. Así, en la lante, el súbito golpe 1 6 . .. ., Db6!
línea principal que estamos exami revela los ominosos designios de las
nando, las blancas, en lugar de 1 6. negras, cuya honda concepción tácti
C X g6+ , pueden intentar 1 6 . T X e5 ca culmina en 1 8 . .. ., R X g7! Ghin
(amenazando 1 7. Af6 mate), pero en da se ve desbordado por las amena
tonces la sencilla réplica 1 7. . . ., f6 zas acumuladas sobre c2 después de
volvería a hacemos dudar de la soli 1 9 . .. ., Af5, pues si 2 1 . A X b6,
dez de la combinación del blanco: v. T X c2+ las negras ganaban una
g., 1 8. Cd X c6, De8 ( 1 8 . .. ., pieza. Ante la inminencia de nuevas
A X c6?; 1 9. T X d8, Te X d8; 20. pérdidas materiales tras 2 1 . .. ., Df6,
C X c6, Td6 con posición poco clara; las blancas tienen que abandonar.
1 8 . .. ., Dc7!?); 1 9. C X c8, f X e5; La lección aqui consiste en que
20. Cd6, De6; 2 1 . Cd8, Dg4 y las ne uno debe siempre preguntarse por
gras dominan ya la situación. qué se ha perdido una partida, en es
Por lo tanto, es justo preguntarse pecial si ésta ha sido breve. Al hacer
por qué tanta generosidad ( 1 4. lo, será posible determinar los mo
C X d5!??) cuando podia haberse he mentos críticos.
cho una jugada como 1 4. Dg3, ... Sí, Incluso grandes maestros de fama
pero en este último caso había que bien establecida caen a veces en ese
considerar la respuesta 1 5 . C X c3, y error, tan corriente, de no considerar
si entonces 1 5 . D X c3, c5! ganando las eventuales amenazas,jaques, cla
las negras, o si 1 5 . A X e7, Db6! vadas, horquillas, etc., aunque entre
asimismo con ventaja del negro. De ellos suele darse en forma más refi
ahi que, después de 1 2 . .. ., 0-0, ten nada.
gamos que revisar de nuevo las opcio
nes del blanco, pues es clara la ame
naza 1 3 . .. ., Cd5. Evidentemente la Partida 3
dama blanca debe moverse; la cues
tión es: ¿adónde? 1 3. Dc5 parece lo La posición del diagrama 96 se
más emprendedor, aunque 1 3 . Dg3 y consiguió en la partida Korchnoi
1 3 . De3 son con toda probabilidad Tarjan (Lone Pine 1 9 8 1 ) después de
continuaciones más sólidas. Sólo aho las siguientes jugadas en la defensa
ra tras todo este análisis, podemos sa Nimzo-India (vía India de Dama).
car las siguientes conclusiones:
l. d4, Cffi; 2. c4, e6; 3. Cf3, b6;
1 . 1 1 . e5 era una seria opción 4. Cc3, Ab7; 5. Af4, Ab4; 6. Db3,
para las blancas. a5; 7. e3, d6; 8. Ae2, Ce4; 9. 0-0,
2. En tal caso, no obstante, las A X c3; 10. b X c3.
negras, después de 1 1 . . .. ,
d X e5; 1 2. D X e5, 0-0, ha El negro podía haber obtenido un
brian amenazado 1 3 . . . ., Cd5, sólido juego con 10 . . ., 0-0, o 10 . ... ,
.
61
96 97
o b d e g h o b e d e g h
Negras Blancas
62
debía ganar: v.g., 30 . . . . , Db6; 3 1 . 32. •.• Ah7?
T X e4, DaS; 32. c X b3, Da3 + ; 3 3 . 33. Tf3?1
Rc2, Da2+; 3 4 . Rd3 ! Pero vacilé,
reacio a embarcarme en semejantes 33. Af3 ganaba inmediatamente
complicaciones tras haber logrado una pieza.
poco antes una «pura» ventaja; y en
efecto, después de 28. Cb3!!?, A X t2; 33 . ••• Ah4
29. CaS, DbS ; 30. A X c4, T X c4; 34. T X ti Ad8
3 1 . D X t2, la posición sería aún 35. Af3 Dc7
menos clara, v.g., 3 1 . . . . , D X a4; 32. 36. AtB Ag6
C X c4, C X f4; 33. Cd6! y las blan 37. Ad6 A X ti
cas tienen todavía compensación por 38. Dd4?1
su pieza de menos.
En lugar de todo eso, y hallándo
8
nos ambos apurados de tiempo, aca
bé por jugar 7
6
28. A X h6??1 ..•
5
La partida continuó: 4
28 • .. . A X d4
29. Ag7
Ahora las blancas tienen juego Tras una hora de análisis durante
por la pieza sacrificada. el aplazamiento, todavía cometí este
63
error, aun a sabiendas de que lo era.
McKay podía ahora haber logrado 99
ventaja mediante 42. ... , e5!, pues si
43. D X e5, Tt'2 ganan las negras, y si
43. T X e5, Af6 también ganan; por
último, a 43. De3 podía seguir 43 . . . . ,
e4. Sin embargo McKay comete a su
vez, increíblemente, una falta de gra
vísimas consecuencias:
42. Af6??
43 . O X b6+ Abandonan.
a b e d e g
No es ésta una partida de la que
Roddy o yo podamos estar orgullo Blancas
sos pero resulta instructiva y entrete
nida... ¡sobre todo por sus errores! sometieron primero el psicólogo y
maestro de ajedrez Adrian de Groot
( 1 96 5 ) y luego Newell y Simon
LECCIÓN 7. ¿CUÁLES SON ( 1 972).
LOS RASGOS ESENCIALES He aquí los comentarios iniciales
DE UNA POSICIÓN? de De Groot:
64
Newell y Simon dedican unas 40 conclusión de que 1 .
apretadas páginas al estudio del com A X d5 ha de ser la pri
portamiento de un solo sujeto (S2), mera jugada.
unjoven jugador medio de aproxima Escena 6: (735 seg.) Explora una
damente 1 600 puntos ELO de fuer vez más l. A X d5 . Des
za, en el análisis de la posición que cubre que a l . .. ., A X d5
nos ocupa. No cabe aquí reproducir puede contestarse 2. Ca4
por menudo la investigación de Ne con ventaja de las blan
well y Simon, pero podemos resumir cas. Examina entonces 1 .
con brevedad las etapas del compor .. . , e X d5 y ve que tam
tamiento de S2. Éste analiza la posi bién da ventaja a las blan
ción durante 1 7 minutos, divididos en cas, por quedar aislado el
unos 25 «episodios» que han sido peón negro. Finalmente
agrupados en 7 «escenas». Estas es se percata de que l. .. .,
cenas consisten en lo siguiente (con C X d5; 2. C X d5 hace
indicación del tiempo acumulado): perder a las negras, esti
mando por tanto necesa
Escena 1: (O seg.) Orientación, exa rio l . . ., e X d5.
.
65
grandes maestros no reside en su débiles se les puede fácilmente esca
habilidad para calcular todas las po par es 3. Tce 1 . Esto amenaza de nue
sibilidades que les brinda el árbol de vo 4. Cg4, v.g., 4 . . . ., C X g4; 5 .
variantes. Lo típico en ellos es exami A X e7 ganando. Una vez más, no
nar de 30 a 50 «nodos» (posiciones sirve 4 . . . ., Rg7, por lo que las únicas
futuras en el tablero), llegando como jugadas que han de considerarse son
máximo a un centenar. Son especial las capaces de parar la amenaza ( o
mente hábiles en identificar con rapi amenazas):
dez los rasgos esenciales de una posi
ción. Su enfoque es similar al expre
sado humorísticamente por Réti, se 1 00
gún se cuenta, cuando en cierta oca
sión le preguntaron cuántas jugadas
solia prever a partir de una determi
nada posición. «Sólo una -respon
dió el gran maestro-, la mejor.»
En su análisis de la posición del
Diagrama 99, el sujeto pasa por alto
un importante tema que aparece re
petidas veces: la horquilla que las
blancas tienen en d7 ( Cd7), con ga
nancia de la calidad en unas cuan
tas variantes.
Por ejemplo, en la línea l . A X d5, Negras
A X d5 ; 2. C X d5 , C X d� ve que el
punto e7 queda defendido, pero nun
ca menciona que después de 3 . (A) 3 . . . ., Te8 permite a las blancas
A X e 7 , C X e 7 ; 4. Cd7 las blancas ganar un peón tras 4. C X c6,
ganan la calidad (si bien es esencial T X c6 (4 . . . ., b X c6; 5 . T X e7
para el blanco comprobar que tras 4. seguido de 6. A X f6+ - ) ; 5 .
. . . , T X c l ; 5. T X c l , D X b2; 6 . A X f6, A X f6 ( 5 . . . . , T X f6; 6 .
Tb l todavía gana). Más adelante el D X d5); 6. T X e8+, D X e8;
sujeto llega a la acertada conclusión 7 . D X d5 .
de que l . . . . , A X d5 pierde, pero ( B ) 3 . . . . , Ce4 (jugada simplificado
basándose en un motivo erróneo. ra que es importante tener en
Prevé la continuación 2. Ca4 en vez cuenta) 4. A X e7 , D X e7 ; 5 .
de lo que acabamos de explicar. De C X c6, b X c6 (5 . . . . , T X c6;
ahí que, también por falsas razones, 6 . C X d5); 6 . C X e4 y las blan
concluya que no hay más remedio cas ganan limpiamente un peón.
que seguir l . . . . , e X d5. En ningún (C) 3 . . . . , h5 ; 4. C X c6, T X c6 (de
momento se percata de la fuerza de 2. nuevo, a 4. . . ., b X c6 sigue 5 .
Df3! ( aunque lo considera como pri T X e7); 5 . T X e7! Aquí está la
mer movimiento de las blancas). Aho clave: si anteriormente 3. Tfe l ,
ra las negras han de continuar 2 . . . . , que parecía más lógico, ahora
Dd8 (si 2 . . . ., Rg7; 3. Cg4! amena las negras podrían seguir 5 . . . . ,
zando el caballo de ffi y 3. Ah6+ ga D X e7; 6. C X d5, T X e l +
nando, ya que 3. . . . , C X g4; 4. ganando. Si e n este momento,
A X e7, Tfe8; 5 . Ac5 resulta decisi de haber jugado 3. Tfe l , las
vo; y si 4 . . . ., e X h2?; 5. A X f8+, blancas se decidieran por 5 .
etc.). Después de 2 . . . . , Dd8, la fuer A X fü , A X f6 ; 6 . C X d5 ,
te continuación que a los jugadores T X el (no 6 . . . . , A X d4; 7 .
66
T X c6 seguido de 8. Ce7+); 7 .
101
T X e l , A X d4, tendrían que
considerar muy seriamente las
consecuencias de 8. Tc8!??, ya
que después de 8 . . . ., D X c8; 9.
Ce7+, Rg7; 1 0 . C X c8, T X c8
la posición no es nada clara. Por
eso lo mejor para el blanco era
probablemente 8. Tc7.
(D) 3 . . . ., Tc7. Tras el análisis que
precede, es ya fácil darse cuenta
de que 4. C X c6, T X c6 (o 4 .
. . . , b X c6); 5 . T X e7 seguido a b e d e f g h
de 8. C X dS gana.
67
línea, disponen de una opción
102
clave: 24 . . . . , Ta4, que deja la
posición igualada.
68
103
Ejemplo 8
8
o b e d e g h
1 04
Negras
que se les lanzaba y continuaron 1 3 .
... , Ce X e5?!, a raíz de lo cual, tras
14. C X e5, C X e5; 1 5 . Af4, no qui
sieron afrontar las dificultades deri
vadas de 1 5 . ... , f6 ( 1 5 . ... , Da5; 1 6 .
Cd2!); 1 6. A X e5 , f X e5; 1 7 . Dg4
con ventaja del blanco debido a su
puesto avanzado en e4 y a pesar de
tener un peón de menos. Así pues, de a b e d e g h
cidieron rápidamente sacrificar la ca
lidad mediante 1 5 . ... , C X c4!?; 1 6 . Negras
A X b8, D X b8; 1 7. d X c4. Ahora
las negras debían tratar de conectar Las blancas han recobrado los
sus peones centrales jugando 1 7. . .. , dos peones que habían sacrificado en
f6 o 1 7 .... , e5 . La continuación de la apertura, situando una torre en d6 y
Wells, 1 7 . ... , f5, fue un grave error el caballo en e7. Ahora parece que el
posicional, ya que después de 1 8. caballo negro de e5 corre grave peli
Cd2, Af6; 1 9. Cf3 seguido de 20. gro. ¿Puede realmente quedar atrapa
Ce5, no pudo ya jugar ... , e5 . do en la casilla activa que ocupa en
Nuevamente se desprende aquí la medio del tablero?
lección de que el juego ha de evaluar Como le llevaba a mi adversario
se y llevarse a cabo conforme a las ne más de una hora de ventaja, me puse a
cesidades de la posición. Después de examinar detenidamente la posición.
1 2 . ... , Tb8 era ilógico proseguir 1 3. Cualquier jugada de caballo hace
... , Ce X e5, provocando la incómo perder por lo menos un peón, v. g. 1 9.
da clavada 1 5. Af4. Otro error de las ... , Cc6, y otro tanto puede decirse del
negras fue que, una vez embarcadas contraataque dirigido contra el caba
en esta aventura, no sopesaron su llo blanco casi atrapado en e?: 1 9. ...,
ficientemente los pros y contras del Dg5 ; 20. A X e5 , D X e7; 2 1 . Ac4!
interesante sacrificio de calidad 1 5 . (2 1 . A X g7+, R X g7; 22. De5+,
... , C X c4. Df6 no es claro).
69
¿Qué jugar entonces? Consideré por mí hace unos 1 2 años, teniendo
1 9 . . . . , a6, pero las blancas queda yo entonces un ELO de 2032. Me en
ban mucho mejor continuando sim frentaba con J oshua Fluk ( 1 650), re
plemente 20. A X eS, a X bS; 2 1 . cién llegado de Israel, en el Campeo
D X b5. Incluso llegó a ocurrírseme nato Interescolar de Nueva York,
el contragolpe 1 9 . . . . , C X f3+ con la 1 969- 70. Aunque íbamos empata
idea de que, tras 20. g X f3, DcS+ , dos a 4/4, se me consideraba el
caería o l a torre d e d 6 o e l alfil de b5 favorito, dada mi gran ventaja de
(después de 2 1 . Df2). Pero, claro ELO. No obstante, habiendo ya visto
está, el alfil de g3 defiende la torre unas cuantas partidas de Fluk, sabía
después de 1 9 . .. . , C X f3+ . La acu yo que tenía delante a un buen juga
mulación de todos estos datos, rasgos dor intuitivo y que no debía subes
posicionales y motivos tácticos me timarlo.
llevó a encontrar Ja siguiente «mini De hecho, me dio una lección que
combinación» , que decidió Ja parti no olvidaré jamás. En aquella oca
da a mi favor: sión, cada jugada de Fluk hasta el
1 9 . . . . C X f3 +!!; 20. g X f3 , sorprendente y decisivo golpe 3 3 . . . .,
DgS! De pronto los «cabos sueltos» C X g4 me pareció responder a una
de la posición blanca se ponen ple lógica fría y perfecta, como la de un
namente de manifiesto. No es posible verdadero campeón.
2 1 . Aes ( iilegal!), ni tampoco 2 1 .
T X e6, f X e6; 22. D X e6, por que Partida 4: Kopec-Fluk
dar colgado el alfil de bS . Es pues evi
dente que las negras recobran ahora (Defensa Nimzoindia) 1. d4, Cf6;
su caballo, al haber quedado el de las 2. c4, e6; 3. Cc3, Ab4; 4. e3, b6; S.
blancas sin salida (la casilla dS está Cf3, Ab7; 6. Ad3, Ce4; 7. Del, fS; 8.
cubierta), y ello con intereses, puesto 0-0, A X c3; 9. b X c3, 0-0.
que Ja estructura de peones blancos
del ala de rey se ha deteriorado sin re Una apertura según los cánones,
medio. donde las negras tratan de mantener
su dominío de e4 y bloquear la posi
ción lo más posible, en especial los
LECCIÓN 8. INCAPACIDAD peones blancos (e) doblados. Las
DE APROVECHARSE DE blancas, por su parte, han de intentar
ANTERIORES EXPERIENCIAS abrir el juego al máximo para hacer
PARA ELABORAR UN PLAN valer su par de alfiles y la masa de
peones centrales.
Siempre sostuve que las partidas
de las que más he aprendido son las 10. a4
acabadas en derrota o tablas . Tales
partidas son las que han quedado más Aunque esto no es malo, con la
penosa y vivamente impresas en mi idea de abrir la posición mediante
memoria ajedrecística, y por ende Aa3 y cS , son más comunes 10. Cd2
constituyen el medio más valioso y 1 0. Ce l .
para juzgar de los progresos hechos o
no hechos. Pero, por otro lado, es for 10. ... d6
zoso reconocer que no hay nada que
desanime tanto como perder o anular Aquí renuncié a la idea de 1 1 .
una partida sin poder extraer una Aa3 seguido eventualmente de cS ,
moralej a o aprender una lección. por no poder forzar esta jugada, y
La partida siguiente fue jugada volví a la continuación usual 1 1 . Cd2.
70
1 1 . Cd2 C X d2 En relación con el ejemplo que
12. A X d2 es acabamos de ver, considérese ahora
13. dS la siguiente partida donde las blancas
son incapaces de aprovecharse de ex
Por aquel entonces ya sabía que periencias anteriores para afrontar
en este tipo de posiciones es esencial satisfactoriamente las necesidades de
para las blancas abrir el centro. Con la posición y los problemas plantea
tal intención jugué 1 3 . d5?!, pero dos por el negro. No es que haganju
resultó ineficaz. Mucho mejor hubie gadas francamente malas, sino que
ra sido 1 3 . f4! (seguido de 1 4. e4) o no hay en ellas energía ni propósito
directamente 1 3 . e4!?, aunque re definido.
chacé esto último cegado por mi afán
de ganar, v.g. 1 3 . e4!?, f4; 1 4. e5, g6; Partida 5: Dauber ( 1 775)-Kopec
1 5 . A X g6, h X g6; 1 6 . D X g6+=. (2430)
XIl.° Congreso de Manchester,
13. ... g61 1981, s.a ronda
71
Las blancas luchan correctanien
te por el dominio de la casilla e4, y, IOS
como el lector sabrá ya por la Partida
que precede, 1 3 . f4 está en el aire; de
ahí la continuación de las negras.
Pero entonces ¿para qué servía 10.
Tadl? E sta torre estarla ahora mejor
situada en e l .
12. eS
13. Dc2 Tfe8
14. Tfel h6
o b e d e f p h
Las negras se disponen a manio
brar con el caballo pasan<to por h7. Blancas
IS. b3?!
caballo que, evidentemente, no pue
El plan del blanco, coniiistente en de aceptarse.
avanzar a3 y b4 abriendo el flanco de
dama donde tiene más espacio, ea co 22. dS
rrecto, pero 1 5 . Cfl con la idea de
Cg3-f5 era aquí más pertinente. Tratando de cerrarle al alfil ene
migo la gran diagonal y, a la vez, abrir
IS. •.. Ch7 paso a las propias fuerzas. Pero esto
16. Afi e4 permite a las negras movilizar su «pe
lotón» de reserva.
Las negras ocupan el mayor espa
cio posible en el centro. Cierto que 22 . •. . CdeS
con esta jugada obstruyen la diago 23. A X eS C X eS
nal de su alfil de dama, pero esperan 24. f3?
hacer de este peón un trampolín para
el ataque planeado en el flanco de En busca de contrajuego, las blan
rey. cas acaban por cometer un grave
error que ha de acarrearles la derro
17. a3 CgS ta. Lo correcto era 24. Dc2 (presio
18. Db2 Dffi nando sobre el peón e y clavándolo)
19. Ae2 Dg6 seguido eventualmente de f3 o f4.
20. Rhl DfS
24. •.. e X f3
Las últimas jugadas del blanco, 2S. C X f3?
en especial 1 8 . Db2 y 1 9. Ae2, no
responden a ningún plan determina La falta de experiencia de las
do, por lo que las negras siguen ade blancas se deja sentir. Su peón e re
lante con el suyo en el flanco de rey. trasado es de mal agüero. Sólo 25.
Lo indicado hubiera sido 1 8 . b4. g X f3 les brindaba algunas posibili
dades dinámicas.
21. Tfi Cf3 2S • ••• O.e4
26. e x es T X eS
Las negras «atornillan» el ala de 27. Tf3 Tae8
rey de su adversario ofreciendo este 28. Ad3 Dh4
72
El resto de la partida es ya lo que El resultado de este jugar «al gato
suele 11amarse «cuestión de técni y al ratón» entre las piezas blancas y
ca». Las negras acumulan fuerzas la dama negra es que el primer bando
contra el peón de rey blanco, cuyo queda con más debilidades que su ad
bando intenta contraatacar por la co versario. Las negras han afianzado su
lumna f y el flanco de rey en general. posición, mientras el peón de rey
Pero esto último no puede menos de blanco sigue sin posibilidad alguna
fracasar, dada la mediocre estructu de salvarse.
ra de peones y el poco espacio de ma
niobra de que disponen las blancas. 36. h5 g5
37. T X fS
29. Dd2 Ac8
Desesperación. Si 37. Tf3, las ne
Con esta jugada se incrementa gras pueden continuar tranquilamen
considerablemente el alcance del alfil. te 37 . ... , Rg7! y p. ej., 38. A X f5 ,
A X f5 ; 39. T X f5 , T X f5 ; 40.
30. Tf4 Dg5 D X f5, D X f5; 4 1 . T X f5, T X e3;
3 1 . Tdfi f5 1 42. Tf3, T X f3 ganando el final de
rey y peones; en otras variantes, el
blanco se queda pronto sin jugadas
8 106 viables.
37 • ••. A X fS
6 38. A X fS Ttll
5 39. Ah7+?
4
Un último error; mucha más re
3 sistencia ofrecía 39. g4.
2
39. Rg7
40. D X ffi+ T X ffi
a d e g h
4 1 . T X ffi R X ffi
Blancas 42. e4 Te8
Las blancas abandonan.
73
Ejemplo 9 ¡Ya ves, lector, que te tenía bien
presente en Manchester!
He aquí otro ejemplo del XII.0
«Greater Manchester Open» ( 1 . • ron El siguiente y último ejemplo se lo
da). E n esta partida me enfrentaba debo al maestro brasileño Silvio Men
con Hutchinson (21 20), que en un des. En 1 979, un muchacho de 1 6
minuto jugó sus 1 1 primeros movi años llamado Arnílcar jugó esta parti
mientos «preparados». da contra el famoso gran maestro ar
gentino Miguel Quinteros:
l. e4, Cc6; 2. Cf3, d5; 3. e X d5,
D X d5; 4. Cc3, Da5; 5. d4, Ag4; 6.
Ab5, 0-0-0; 7. A X c6, b X c6; 8. h3,
Dh5; 9. Dd3, A X f3; 10. g X f3, Ejemplo 10
Td6; 1 1 . Ce4, Te6; Amílcar-Quinteros,
Río de Janeiro 1 9 79
Yo iba tomándome el tiempo nor
mal, considerando las amenazas, op (Defensa Siciliana, variante
ciones y problemas de la posición (ya Najdorf/Polugayevski) l . e4, c5; 2.
que nunca había jugado esta varian Cf3, d6; 3. d4, c X d4; 4. C X d4,
te). Aquí continué: Cffi; 5. Cc3, a6; 6. Ag5, e6; 7. f4, b5;
8. e5, d X e5; 9. f X e5, Dc7; 10.
12. Rfl De2, Cfd7; 1 1 . 0-0-0, Ab7; 12. Cf5,
e X f5; 1 3. e6, Cffi; 14. A X ffi,
Las negras se pusieron por fin a g X ffi; 15. Dh5, Ag7 (lo mejor es
reflexionar y, al cabo de 40 minutos, 15 . ..., Ab4); 1 6. e X ti+, D X ti;
prosiguieron: 17. A X b5+ ! , a X b5; 18. Thel +,
Ae4; 19. C X e4? (la jugada gana·
12. Tg6 dora es 19. Td8+, a lo que sigue 19.
13. Af4 e6 ..., Re7; 20. Cd5+, Re6; 21. Td6+,
14. Da6+ Rd7 R X d6; 22. D X ti, A X d5; 23.
Td l, etc.); 19 . ... , D X h5??, 20.
Me costaba trabajo creer que un Cg5+, abandonan.
buen jugador podía sentirse a gusto
en esta posición con las negras, y así,
después de examinar a fondo sus con Un año antes, Arnílcar había ga
secuencias, me decidí por la ruptura nado una partida en cierto torneo bra
temática sileño continuando 1 9. Td8+! en la
posición que surge tras 1 8 . ... , Ae4.
15. d5! Pero, después de consultar el Infor
mator, desechó esa línea y jugó 1 9.
La partida prosiguió: C X e4? conforme a lo allí sugerido.
Quinteros, especialista de la variante
15 . ..., e X d5; 16. D X a7, Najdorf, no recordaba bien los deta
D X f3; 17. D X c7+, Re8; 1 8. lles de este ataque y elaboraba sus
Dc8+, Re7; 19. Db7+, Re8; 20. respuestas sobre el tablero. Con todo,
Db8+, Rd7; 2 1 . Cc5+, A X c5; 22. su omisión de 1 9 . ... , 0-0, que era la
Dc7+, Re8; 23. Tel +, Te6; 24. continuación lógica, necesaria y ga
D X c6+, Re7; 25. D X c5+, Rd7; nadora, no tiene excusa, pese a ir
26. Dc7+, Re8; 27. T X e6+, apurado de tiempo. Así pues, come
r x e6; 28. Tgl , D x h3+; 29. Rel tió un craso error que permitió 20.
y las blancas no tardaron en ganar. Cg5+ con mate inmediato.
74
Referencias V. Hort y V. Jansa, The Best Move (R.
H. M. Press).
A. de Groot, Thought and Choice in A. Livshitz, Test Your Chess /. Q. ( Per
Chess (Mouton Press). gamon Press).
A. Newell y H. A. Simon, Human Pro C. Pritchett y D. Kopec, Best Games of
blem Solving (Prentice-Hall). the Young Grandmasters (Bell &
A. Kotov, Piense como un gran maes Hyman).
tro ( Aguilera).
75
Lecciones 9- 1 2
76
alguna partida donde las casillas dé tes tácticas o realizar un estudio ex
biles del enemigo facilitaron el ata haustivo del ajedrez posicional. Me
que, o cualquier otro tipo de informa contentaré con examinar unos cuan
ción útil. El grado en que los jugado tos temas y conceptos fundamenta
res saben reconocer los factores vita les, remitiendo a otros campos de es
les de una posición depende del desa tudio y fuentes de material al lector
rrollo de su «intuición» ajedrecística. interesado en perfeccionarse.
Mas no hay que creer que esta intui
ción es algo o innato o imposible de
adquirir; es, al contrario, una cuali LECCIÓN 9
dad que puede ejercitarse y desarro
llarse. Estructuras básicas de peones
En esta etapa conviene resumir
en líneas generales el proceso mental El ajedrez es un juego de equipo
que lleva a un maestro a decidirse por en el sentido de que, si las piezas de
un plan y efectuar su próxima jugada. un bando no colaboran entre sí para
l . Juicio critico de la posición . constituir una fuerza bien desplega
Se tiene en cuenta los principales fac da y coordinada, todos los conatos de
tores posicionales: estructura de peo victoria están abocados al fracaso.
nes, columnas y diagonales abiertas, Habiendo descubierto rápidamente
casillas fuertes y débiles, etc. que los ataques prematuros -con
2. Determinación de un objeti una o dos piezas- no suelen tener
vo. Basándose en el juicio preceden éxito, el jugador aprende a colocar
te, el maestro decide, por ejemplo, dos peones en e4 y q4, desarrollar las
presionar sobre una debilidad, apo piezas menores, enrocarse y centrali
derarse de una columna abierta, sim zar las torres antes de acometer nue
plificar con vistas a un final venta vas acciones. E sto es muy loable,
joso, etc. pero pronto se da uno cuenta de que
3. Concepción de un plan. Por no basta con de� mollar las piezas a
ejemplo, « doblaré las torres en la ciegas para obtener un buen juego,
columna c, trataré de desviar ese ca sino que es preciso situarlas en bue
ballo de su defensa de c7 y ocuparé la nas casillas. Como la estructura de
7.• fila con las torres»; o bien, «in peones adoptada desempeña un pa
tentaré cambiar los alfiles de casillas pel de primer orden para determinar
negras para debilitar los puntos que los puestos en que las piezas estarán
rodean al peón aislado del enemigo». activamente colocadas y bien coordi
4. Ejecución del plan. Se anali nadas, puede ya establecerse un prin
zan las variantes concretas hasta en cipio general: «Trátese de conseguir
contrar la manera de llevar a efecto el una estructura de peones que permi
plan trazado. Puede ocurrir que el ta la máxima libertad de movimien
plan «ideal» falle desde el punto de to y estabilidad a laspiezaspropias,
vista táctico, en cuyo caso habrá que privando simultáneamente de estos
sustituirlo por otro factible. beneficios a las del adversario .»
E ste importante punto ha de te
Las lecciones siguientes senta nerse siempre presente, a saber, que
rán algunas bases para el juicio po la superioridad de la estructura de
sicional y la determinación de objeti peones de un bando es la medida de la
vos, pues un plan no es más que el mé inferioridad de la estructura de peo
todo de lograr esto último fundándo nes del otro.
se en lo primero. Queda fuera de mi El Diagrama 107 ilustra lo que se
intención entrar en complejas varian- conoce por el nombre de formación
77
107 centro y situarán sus piezas en casi
8
llas activas y agresivas. Las negras,
7 por su parte, establecerán un fuerte
punto central en e5, ocupado por un
6
peón, y se desarrollarán defensiva
5 mente, conservando una posición só
4
lida, aunque restringida, sin debilida
des concretas.
3 El Diagrama 1 0 8 es un ejemplo
2
de Ja situación derivada de tal estra
tegia.
A esta posición se llegó tras las
a d e g h jugadas l . e4, e5; 2. Cf3, Cc6; 3.
Ac4, Ae7; 4. d4, d6; 5 . Cc3, Cf6; 6.
h3 (para mantener a las negras cons
«clásica» de peones, que lleva en vi treñidas, negándoles el acceso a g4);
gor más de 500 años. 6 . . . , 0-0; 7. 0-0, h6; 8. Te l , Te8; 9.
.
78
Aquí las blancas tienen una enor
8 109 me ventaja en espacio y perspectivas
7 de actividad en ambos flancos. Ob
viamente podrán trasladar sus pie
6
zas de un ala a otra con mucha más
5 rapidez que el negro, cuyas fuenas se
4
encuentran atascadas en las dos pri
meras filas. Sin embargo, en el cam
po de las negras no se observan debi
2
lidades concretas, mientras que exis
te una posibilidad de ataque a los
peones blancos demasiado expues
a b e d e g h tos. Antoshin sigue avanzándolos a la
vez en los dos flancos, extendiéndose
en exceso, y de pronto, tras sólo 8 ju
gadas más, se ve al borde del abismo.
8 l lO La partida siguió: 1 0. g4, g6; 1 1 .
7 Ah6, Cg7; 1 2 . b4?!, b6; 1 3 . Dd2,
Cf6; 1 4. Re2, Rh8; 1 5 . Tag l , Ad7;
6
1 6 . Tg3, Dc7; 1 7. Thg l , b5!
5 Acaba de surgir una nueva posi
ción en la que vemos cómo de repen
4
te se derrumba el flanco de dama de
las blancas. Éstas no pueden captu
rar dos veces en b5, so pena de dejar
colgado el peón e4; por otra parte, el
flanco de dama está a punto de abrir
a b c d e g h
se completamente, con la subsiguien
te aparición de numerosas debilida
des en las líneas del blanco. Desespe
Cada vez que un peón se mueve, la rado, Antoshin intentó 1 8. h4, pero
posición queda definitivamente mo no tardó en sufrir una espantosa de
dificada, mejorando o empeorando rrota: 1 8 . .. ., b X c4; 1 9. Ac2 (no 1 9 .
según los casos. Por eso los peones A X c4??, e X b4 y las negras ganan
no deben adelantarse a lo loco, sin una pieza); 1 9. ..., e X b4; 20. a X b4,
pensar en las consecuencias de tales Tab8; 2 1 . h5, T X b4; 22. h X g6,
avances. Un peor desarrollo de pie f X g6; 23. Thl , Tb2; 24. Rdl , Da5 ;
zas o una presión por parte de las 25. Cg5, C X g4; 26. A X g7+ ,
fuenas enemigas son desventajas me R X g7; 27. T X ht+ , Rg8; 28. De l ,
ramente temporales, pero los defec A X g5 ; 29. D X g5, Dal + ; 30.
tos de estructura, como peones y Abandonan. ¡Un dramático ejemplo
casillas débiles, plantean problemas de los riesgos del excesivo adelanta
permanentes que raras veces se re miento de peones!
suelven de modo satisfactorio. Un La definición más corriente de un
adelantamiento exagerado de peo «peón débil» es: «el que no puede ser
nes se dio, por ejemplo, en una parti defendido por otro peón.» La debili
da Antoshin-Ivkov, donde tras la 9.• dad de tales peones se debe a que ( 1 )
jugada del negro surgió la posición dependen de las piezas para su pro
del Diagrama 1 09; poco más tarde, tección y por ello se pierden con fa
después de la 1 7. •jugada, apareció la cilidad; (2) al quedar las piezas ata
posición del Diagrama 1 1 0. das a su defensa, éstas dejan abando-
79
nados y vulnerables a la agresión ene fuerzas como el adversario para ata
miga otros puntos del tablero; (3) di carlo, no hay nada que temer. Por
chos peones tienden a estar rodea desgracia, resulta dificil en la prácti
dos de casillas débiles, que facilitan ca parar al mismo tiempo las amena
al adversario puestos avanzados para zas que sobrevienen contra otros pun
sus piezas o debilitan en general las tos, sin descuidar la defensa del peón
casillas de un determinado color. De aislado.
estos conceptos se tratará especial El maestro ruso Kan nos propor
mente en la lección 1 0. Terminaré cionó, en una de sus partidas, un ex
aquí con algunos ejemplos de tipos celente ejemplo del modo de proce
comunes de peones débiles. der contra un adversario cuya posi
ción adolecía de un defecto estructu
Peón aislado ral de este tipo, llevándole hasta el lí
mite de sus recursos defensivos.
Llámase peón aislado al que no
dispone para su defensa de otro peón
del mismo color en una columna ad 8 1 12
yacente. Esta clase de peones brinda 7
a veces posibilidades dinámicas en el
medio juego, pero a largo plazo repre 6
senta una debilidad estructural que se 5
dejará especialmente sentir en el final
4
de partida.
3
111 2
a b e d e g h
80
Cc5 (la clave). La irrupción de las caballo en la casilla d5, desesperada
blancas en el flanco de dama consti mente débil. Añádase un caballo blan
tuye el golpe de gracia, al acarrear la co en d5, sitúense los respectivos
pérdida irremisible del peón b. Aun peones a en aS y a6, y no hace falta
que la ganancia de material se debió ser un genio posicional para darse
en último término a una escaramuza cuenta de que las negras llevan la
táctica, las negras, en esta partida, se peor parte.
vieron en todo momento desborda
das por las hábiles maniobras de Peón doblado
Kan.
A diferencía de los peones aisla
Peón retrasado dos y retrasados, que casi siempre re
presentan una permanente falla es
tructural, los peones doblados son
1 13 sólo ordinariamente malos. Desde
luego, monstruosidades estructura
les como peones a la vez doblados y
aislados son terribles y constituyen
fáciles objetivos de ataque en el final
de partida. Los peones doblados que
disfrutan del apoyo de un peón adya
cente pueden, en cambio, poseer una
notable fuerza defensiva, ya que cu
bren numerosas casillas. El proble
ma es que, en caso de tenerlos que
utilizar activamente, no son tan ma
nejables como un sólo peón, salvo en
raras ocasiones, pues se estorban
Como lo ilustra la posición del unos a otros.
diagrama, un «peón retrasado» es el Considérense los diagramas si
que ha perdido el apoyo de sus veci guientes:
nos al quedarse atrás, y por ello es dé
bil. Si los lectores añaden un par de
1 14
torres dobladas en la columna d y vi
sualizan un caballo que llega a b5, se
percatarán del tipo de presión direc
ta a que estará sometido el peón ne
gro d. Nótese que la amenaza Cb5 en
tales posiciones fuerza a menudo ... ,
a6, debilitando las casillas negras del
segundo bando, en especial b6. En la
práctica, el negro puede de ordinario
defender su peón retrasado d contra
un ataque directo basándose en la no
ción del «equilibrio entre fuerzas o b � d e g h
opuestas», pero las blancas explota
rán la vinculación de las piezas ene La posición del Diagrama 114
migas a la defensa del punto débil surge de una línea de la Apertura del
ejerciendo gran presión en el centro y Alfil de Rey, favorita de Larsen, en la
el flanco de dama, con frecuencia gra cual el complejo de peones con dos de
cias a la colocación de un dominante ellos doblados es, de hecho, ventajo-
81
so para las blancas. Las piezas de complejo de peones doblados c3/c4.
este bando encajan perfectamente en Tales peones doblados, y de hecho
dicha estructura, el alfil enemigo que aislados, son de ordinario directa
da restringido y la base del complejo, mente vulnerables, pero en esta posi
en c2, es muy firme. Por añadidura, ción resultan aún más débiles porque
casi puede decirse que las blancas tie ahogan el juego de las blancas, qui
nen un peón de más en el centro, pues tándoles toda esperanza de actividad
uno de los peones c suele a menudo y manteniendo enteramente pasivos a
cambiarse por el peón contrario d. los alfiles. La partida acabó de mane
ra dramática: 27. Dc2?? (era forzado
27. Db l , con lo que las blancas po
8 115 dían seguir luchando)27....,A X a4;
28. Abandonan (a 28. D X a4, segui
7 ría 28...., D X e4 ganando instantá
6 neamente). Semejantes partidas ilus
tran el modo en que un jugador debe
5
apreciar los factores vitales en una
posición particular.
3
2 116
a b e d e g. h
4
El Diagrama 115 proviene de una
famosa victoria de Fischer contra
Spasski en su encuentro de 1972. La
posición es estructuralmente intere
sante, ya que las negras tienen clara
ventaja a pesar de su peón b retrasa a b e d e g h
do en una columna semiabierta, del
peón e aislado y de los dos peones g
doblados, y pese también a que las La del Diagrama 116 procede de
blancas poseen el par de alfiles, ade un antiguo tratamiento de la Varian
más de un peón pasado y protegido. te del Cambio en la Apertura Espa
Para comprender esto hay que tener ñola. Los peones doblados del negro
en cuenta que ni el peón b ni el peón e no son débiles de por sí. La ventaja
de las negras pueden ser atacados con estructural de las blancas radica en
facilidad, que el peón blanco d está que la formación negra no podrá, lle
restringido en su avance y que su gado el final, forzar la creación de un
compañero a es débil. Además, las peón pasado en el flanco de dama,
negras tienen un caballo eficazmen mientras la «explotable» mayoría
te instalado en f4, que es un impor blanca de cuatro peones contra tres
tante «punto fuerte», ya que para de en el ala de rey estará en condiciones
salojar esa pieza las blancas han de de hacerlo. La posición, no obstante,
jugar g3, debilitando sin remedio las es por lo menos igual, ya que el par de
casillas de su propio color en el flan alfiles negros puede revelarse muy
co de rey. Con todo, la clave de los poderoso, junto con la presión que
problemas del blanco reside en su eventualmente lleguen a ejercer las
82
torres centralizadas. Así pues, hay peón d será obligado a avanzar en una
suficiente compensación dinámica situación en que el peón pasado que
por la deficiencia estructural de las así surja quede aislado y débil.
negras. Una regla general aplicable a los
peones colgantes es la siguiente: « Si
Peones colgantes pueden mantenerse el uno junto al
otro o adelantarse en las condiciones
impuestas por su posesor, serán fuer
1 17 tes, pero si el adversario puede for
zar su avance o liquidar uno de ellos,
serán probablemente débiles».
LECCIÓN 10
Islas de peones
a b e d e g h
En el transcurso de una partida,
los peones, que al principio formaban
Las negras tienen aquí peones una cadena de ocho, suelen quedar
colgantes en cS y dS. Es claro que es separados y divididos en pequeñas
tos peones constituyen una fuerza po cadenas; los huecos entre éstas se de
derosa mientras logren mantenerse el ben al cambio de algunos peones. Un
uno junto al otro en la misma fila, do importante principio, de especial apli
minando muchas casillas importan cación para el final, es que el jugador
tes. En ciertos casos, el peón d puede que posee menos «islas de peones»
avanzar y convertirse en un fuerte (nombre dado por Capablanca a esas
peón pasado. De hecho, en posicio pequeñas cadenas) goza de una ven
nes con más piezas menores, el avan taja estructural. A menudo el bando
ce . . . , d4, atacando una pieza con ga con más islas adolece de claras debi
nancia de tiempo, seguido de ... , c4, lidades, como peones aislados, etc.
también con ganancia de tiempo, y de Consideremos el siguiente diagrama:
... , d3, estableciendo un peón pasado
y protegido, ha causado ya no pocos
estragos en numerosas partidas. Para 1 18
eludir tales peligros, las blancas de
ben mantener dichos peones bien a
raya, limitándoles los movimientos.
Los peones colgantes representarán
una desventaja si las blancas, por
ejemplo, consiguen cambiar su peón
e por el peón negro d, dejando al ban
do contrario con un peón e aislado y
débil. Otras veces podrá forzarse el
adelantamiento del peón c y quedará
entonces un peón d retrasado en una
columna semiabierta. O finalmente el
83
Cada bando tiene seis peones,
119
ninguno de los cuales está retrasado o
aislado, pero los peones blancos cons
tituyen dos islas de tres peones cada
una, mientras los negros se agrupan
en tres islas de dos peones respectiva
mente. De aquí se sigue una ventaja
posicional para las blancas, al tener
tres objetivos de ataque (b7, e7 y h7,
o sea la base de cada cadena); en
cambio las negras sólo tienes dos.
Este ejemplo es muy sencillo, pero
la práctica confinna su validez. Se a b c d e g h
gún mi propia experiencia, el número
relativo de islas de peones es siem combine algunos de estos factores o
pre un factor importante, cuando no todos ellos.
decisivo, en el final de la partida. Los La estructura de peones aquí re
estudiantes podrán comprobarlo exa presentada, que proviene de una De
minando atentamente algunos finales fensa India Antigua donde las blan
de maestros donde hay desequilibrio cas han jugado erróneamente c4, les
de «islas». De momento aconsejo al proporciona a las negras dos útiles
lector que tenga en cuenta este con puestos avanzados: las casillas c5 y
cepto al elaborar planes en el medio d4, que no pueden ser atacados por
juego, pues durante esta etapa de la peones blancos. Si los lectores se
partida se decide con frecuencia la es imaginan sendos caballos (el caballo
tructura de peones que queda para el es la pieza ideal para la ocupación de
final. un puesto avanzado) instalados en
dichas casillas, no les costará traba
Puestos avanzados jo ver que dominan el tablero. El flan
co de dama de las blancas sufrirá una
Al hablar de los peones aislados y presión directa que puede incremen
retrasados, hemos hecho ya hincapié tarse mediante avances de peones,
en las casillas débiles que tienen mientras el centro estará dominado
delante, indicando que tales puestos por las negras, que podrán también
avanzados le plantean al bando infe ejercer presión sobre el ala de rey si lo
rior un problema tan grave, al menos, estiman necesario. Las blancas, por
como la debilidad del peón mismo. su parte, no disponen de tales casillas
Un puesto avanzado puede definirse para sus piezas, quedando condena
como «casilla útil para instalar pie das a un arduo y trabajoso juego de
zas que no puedan ser atacadas por fensivo. Para mantener su dominio
peones enemigos» . Los dos puntos posicional, las negras deben evitar
esenciales de esta definición son: (1 ) que un peón de cualquier color llegue
que la casilla sólo está expuesta al a establecerse en cS. La jugada ... , cS
ataque de las piezas contrarias; (2) significaria que cada bando tendría a
que es útil, por encontrarse en el cen su disposición una buena casilla ( d4
tro o muy adentrada en las líneas del para las negras y dS para las blancas).
enemigo. Debe hallarse situada de tal Pennitirle al blanco jugar c5 sería to
suerte que sirva de platafonna de ata davía peor, ya que entonces las casi
que, de eje de coordinación para las llas b6, c4 y d6 se convertirian en va
fuerzas del atacante o de disgrega liosos puestos avanzados para el pri
ción para las del defensor, o que mer bando, mientras las negras no
84
dominarían más que d4. La lección no tardaría en revelarse decisivo.Nó
que se desprende de todo esto es: tese de paso que A X f4, en cual
«Consérvense cuidadosamente las quier momento, m erecería do1> sig
ventajas estructurales». nos de interrogación, ya que después
La utilidad de los puestos avanza de ..., e X f4 las negras tendrían acce
dos es también un factor clave, toda so a las magníficas casillas d4 y e S);
vez que su dominio favorece la causa 17. ..., C X h3; 18. T X h3, Cf8; 19.
del bando superior en los demás pun Tdhl, Cg6; 20. Cdl, Tc8; 21. Ce3,
tos del tablero. Tc7; 22. Cf5 (jexcelente ejemplo de
utilísimo puesto avanzado para caba
llo dominante!) 22 ...., Tf8; 23. Ddl ,
8 1 20 f6 (las negras no pueden sostenerse
en esta posición a la larga, pero su úl
tima jugada permite un rápido rema
6 te táctico); 24. f4!, e X f4; 25. DhS,
5 Ces (si 25.... , fX g3; 26. D X g6 se
guido de 27. Th8+ y mate ) 26 .
4 Dh7+, abandonan (26. .. ., Rf7; 27.
3 D X g7+, Re8; 28. D X f8+ segui
do de 29. Th8+ y 30. T X d8 con
2 efectos fatales).
Aparte de la importancia de la uti
lidad de los puestos avanzados, es
o d e \1 h decir, de su calidad más que de la
cantidad, otra enseñanza que se des
prende de \a partida que acabamos de
La posición del diagrama surgió ver es qu e, si el defensor renuncia a
e,n una partida Benkó-Najdorf, Los piezas capaces de disputll-\ eventual
Angeles 1963, después de la 14.• ju mente la posesión de uno de tales
gada de las blancas. Éstas tienen puestos. no hace sino tentar el desti�
po tencialmente un fuerte pue'S\o avan no. Só\o es posio
' \e atacar un pue1>to
zado en f5, pero las negras multipli avanzado por medio de piezas; de
can ahora sus problemas cometiendo donde se sigue que el modo de luchar
el grave error posicional 14. ..., contra su ocupación por las fuerzas
A X f3? (debían haber jugado 14. ... , rivales es cubrirlo al rnenos con el
Ca6, pero probablernente temían 15. mismo número de piezas que !as que
Ch2). Su intención era afianzar el ca utiliza el adversario para el logro de
ballo en su actual puesto avanzado sus fines. Y si la ocupación tiene lu
f4, mas no cayeron en la cuenta de gar, entonces una serie de cambios
que, si el blanco se enroca por el flan forzará al poseedor de la casilla a
co de dama, ese caballo dará palos de capturar finalmente con un peón, im
ciego. Además, al abandonar su alfil pidiéndole ya todo acceso a la misma.
de casillas blancas, el bando negro re En la posición del Diagrama 121,
nuncia a sus propias posibilidades de las blancas disponen de un excelente
disputarle al adversario el dominio de puesto avanzado en d5, pero el ne
f5. La partida continuó: 15. g X f3, gro, por hábiles medios tácticos, con
Cd7; 16. 0-0-0(naturalmente) 16...., sigue forzar su ocupación por un
Te8; 17. Ah3! (las blancas amena peón. El juego continuó: l . .. ., Cb6;
zan simplemente 18. Af5, doblando 2. Ab3, Ag4; 3. Cel, 'fc8; 4. Dd3,
en seguida las torres en la columna h Ae6; 5 . .A X f6 (forzado) 5. . ..,
y llevando su caballo a e3, plan que A X f6; 6. CdS (forzado) 6. ...,
85
po definido de casillas negras. En se
121
mejantes situaciones, al bando que
posee lo que llamamos un «complejo
débil de casillas de un color», le resul
tará muchas veces difícil resistir a un
ataque de fuerzas enemigas que in
tenten pt"netrar o infiltrarse por esas
casillas débiles. El problema de la de
fensa será todavía mayor si el alfil
que discurre por tales casillas ha sido
cambiado, pues la tarea de proteger
los huecos existentes en la estructura
d e g h
de peones se vuelve entonces mucho
más ardua.
Ilustremos esta teoría con un dia
C X d5; 7. e X d5 y e l puesto avanza grama.
do ha dejado de existir. Si este tipo de
defensa resulta imposible, el método
característico de combate consiste en 8 1 22
cambiar las piezas ocupantes más po 7
derosas, y si aun esto no puede lo
grarse, hay que buscar contrajuego
activo en otra parte. 5
Por último, llamaré la atención de 4
los lectores sobre la posibilidad de
«crearse» puestos avanzados en sus 3
partidas, ya forzando debilidades en 2
la posición enemiga, ya adelantando
los peones para apoyar las propias
piezas. Tales adelantamientos de a b e d e g h
ben sopesarse con cuidado, compa
rando los riesgos con los beneficios
potenciales, pero es un hecho que la Las negras tienen un fianchetto
creación de puestos avanzados pro normal en el flanco de rey, y es claro
porciona a menudo un plan cuando que, aunque los peones no defienden
uno se encuentra a la deriva. Por eso las casillas de su color f5, g5 y h6, el
ha de tenerse siempre presente este alfil se encarga de hacerlo, posibili
aspecto estratégico. tando en caso de necesidad jugadas
como . . . , f6 o ... , h6. Imaginemos aho
Casillas blancas y negras: ra que se han cambiado los alfiles de
complejos de un solo color casillas negras y hagamos desapare
cer el alfil de g7. Súbitamente las ca
Los lectores habrán oído ya la ex sillas negras del flanco de rey que
presión de que un jugador está débil dan expuestas; si añadimos un peón
en las casillas blancas o negras. Esto blanco en e5 y suponemos que las
puede significar, por ejemplo, que la piezas blancas impiden ... , h6, es fácil
estructura de peones en un sector del prever que la� tropas de este bando
tablero, pongamos por caso el flanco irrumpirán en el campo enemigo por
de rey, es tal que dichos peones, por f6 y h6. De ahí que una etapa casi
hallarse situados en casillas blancas, obligada del ataque al fianchetto con
no defienden adecuadamente un gru- sista en el cambio previo del alfil que
86
defiende las casillas potencialmente negras iban ganando con facilidad,
débiles. pero permitieron que sus peones que
Es evidente que la adición de un daran poco a poco fijados en casillas
alfil negro de casillas blancas en el del propio color (jy del color de las de
ejemplo que precede no sirve de nada su alfil!), con el resultado de que el
en Jo relativo a la protección de las rey blanco se fuera infiltrando por los
debilidades, lo que introduce el con escaques no protegidos c4 y b5 hasta
cepto de «alfil malo». Cuando un alcanzar la posición dominante (en
bando tiene numerosos peones en c6) que ahora ocupa. En este momen
casillas de un solo color, el alfil del to sería inútil 49 ...., Ad8 a causa de
color opuesto, como el del diagrama, 50. Rd7. Por eso las negras continua
es «bueno». Dispone de gran liber ron 49. . , g2; 50. a X g2+, R X g2,
..
tad de acción y cubre las casillas no quedando con una pieza de más. Lo
protegidas por los peones. Al contra cual no impidió que el blanco ganara
rio, si el jugador con un solo alfil co cómodamente tras 51. R X c7, Rf3;
mete el típico «error de principian 52. R X b6, Ad8+; 53. Rc6, Re4;
te» de colocar sus peones en casillas 54. R X d6, Rd3; 55. Rc5, Rc2; 56.
del mismo color que las del alfil, cre b4, Rb3; 57. Rb5, R X c3; 58. b X a5,
yendo falsamente que así estarán abandonan.
bien defendidas y seguras, se verá Puesto que en el final de partida
pronto en dificultades debido a la los reyes pueden moverse libremen
poca libertad de movimientos del al te por casillas de ambos colores, una
fil. Además no tardará en percatarse buena pauta para evaluar las debili
de que, al no estar protegidas las casi dades derivadas del complejo de casi
llas del color opuesto ni por peones ni llas de un color es la facilidad o di
por el alfil, el enemigo se infiltrará a ficultad con que el rey enemigo pue
través de ellas. Estos síndromes de infiltrarse a través de las mismas.
-«alfil malo/casilla débil»- son Si la penetración es fácil, hay que to
particularmente fatales en el final de mar medidas inmediatas para reme
partida. diar este estado de cosas. Los caba
llos, como los reyes, juegan por casi
1 23 llas de ambos colores; conviene, pues,
8
tener en cuenta la posibilidad de lle
7 gar, mediante cambios, a un final de
«buen caballo contra alfil malo». En
6
estos finales el bando inferior suele
5 quedarse con un alfil entorpecido en
sus movimientos por una deficiente
estructura de peones (en casillas de
3 su mismo color), mientras el propio
rey ha de hacer frente por sí solo al
2
rey y caballo enemigos. En tales si
tuaciones, el «buen caballo» sale vic
o b e d e g h
torioso contra el alfil, combinando
unos cuantos ataques de diversión
con las maniobras de su monarca.
McNab-Sowray, Londres 1 982 Hasta aquí he tratado de los com
plejos débiles de casillas de un color
La posición representada en el en el contexto del final de partida,
diagrama es el punto culminante de donde efectivamente quedan mejor
un «embaucamiento» gradual. Las ilustrados Jos problemas que se plan-
87
tean. Pero hay que saber que tales de Af6, Tg8; 18. A X f5, e X f5; 19.
bilidades pueden ser mortales tam De2, Db6; 20. c3, Ac5; 21. b4,
bién en el medio juego. Las partidas A X d4 (inútil, pero las negras están
de maestros abundan en ejemplos de ya completamente perdidas: o con
estrategias de ataque basadas en la sienten una ruptura decisiva apoya
noción de «casillas de un color>> . da por el dominante caballo de las
Para concluir esta lección, veamos un blancas o las invaden por las casillas
ejemplo drástico de estrategia por ca de su color a raíz del cambio de este
sillas negras, tomado precisamente alfil, como de hecho sucede); 22.
del jugador que profundizó por pri c X d4, Ae6 (tratando de bloquear el
mera vez en este concepto: Aron centro); 23. Tc5! (estrechando el cer
Nimzovich. co por las casillas negras) 23.... ,
En una partida Nimzovich-Srta. Rd7; 24. Df3, D X b4 (desespera
Menchik, Carlsbad 1929, se llegó a ción); 25. T X d5+, Re8; 26.Tc l ,
la posición del siguiente diagrama A X d5; 27. D X d5, Db6; 28. Df3,
después de la 9.• jugada de las ne g X h5; 29. Da3, De6; 30. Tc7,
gras. abandonan.Las negras reciben mate
en una casilla de su propio color:
124
1 25
88
LECCIÓN ll e X c3+ seguido de 32. ..., CfdS y
hecatombe en b2); 31. Cdl, Cd7; 32.
Líneas abiertas (Parte 1) Tc4, T X c4; 33. D X c4, C X e3;
34. C X e3. A X b2; 35. Db3, Ag7;
Las líneas abiertas suelen ser de 36. T X d7, 0 X d7; 37. D X b8,
tres clases: diagonales, columnas Dd3+; 38. Rcl (si 38. Cc2, Dd l ma
abiertas y columnas semiabiertas. te) 38 ... . , D X e3+; 39.Abandonan.
La mayoría de los lectores habrán
Diagonales ya jugado o visto partidas donde una
batería de alfiles, por ejemplo en d3 y
La diagonal abierta puede llegar a e3, apunta al flanco de rey enemigo.
convertirse en un arma poderosa y Pueden citarse aperturas, como la
constituye un elemento esencial de Defensa Moderna ( 1. e4, g6; 2. d4,
muchas aperturas, como lo ilustra Ag7), en que uno de los jugadores no
el fianchetto del alfil negro en la Va hace esfuerzo alguno por ocupar el
riante del Dragón de la Defensa Sici centro, esperando atacarlo más tar
liana y la energía latente del mismo de mediante avances de peones apo
fianchetto en algunas variantes de la yados desde lejos por uno o ambos al
Defensa India de Rey.Este alfil entra files. Una buena regla general es co
en juego con efectos devastadores sí locar los alfiles en diagonales abier
se abre la diagonal h8-al. tas para ampliar al máximo su radio de
acción. El rendimiento de los alfiles
se aprecia sobre todo en posiciones
126 despejadas, por lo que ha de tenerse
siempre en cuenta la posibilidad de
abrir lineas para ellos.
Mientras un alfil que apunta a las
debilidades enemigas en una diago
nal abierta puede llegar a ser una po
tente arma en colaboración con otras
piezas, la penetración, generalmente
de las torres, por una colurnna abierta
suele resultar decisiva ell sí misma,
debido a la capacidad de Ja torre para
a b e d e g h atacar y destruir los puntos débiles
del adversario, especialmente peo
nes. Esto nos lleva a tratar del segun
NN.-Kotov do tipo de líneas abiertas, a saber, Ja
columna abierta.
En esta posición, Kotov, habien
do ya abierto la columna b, tomado Columnas abiertas
posesión de la misma y minado el
centro de las blancas, activó sus res Para empezar con una definición
tantes piezas -en especial el alfil de sencilla, una columna abierta es la
casillas negras- mediante la apertu que no está ocupada por peones de
ra de la gran diagonal. Su continua ningún color. Tales columnas son
ción fue 28. ... , d5!, y después de 29. como vías de doble dirección que
e X dS (29. AcS ofrece más posibili conducen a ambos campos , y así la
dades) 29 ...., e4! el alfil salió a la pa lucha por su control puede llegar a te
lestra. La partida siguió: 30. De2, ner gran importancia. En esto se basa
Ce X d5 (amenazando 31. . ., . Ja regla elemental de «colocar las to-
89
rres en columnas abiertas». En efec den penetrar en el campo enemigo
to, la torre es una pieza sumamente por c2. Entonces, ¿por qué están
destructora cuando interviene en un mejor las blancas? La respuesta a
ataque penetrando por una columna esta pregunta es la clave de la concep
abierta, ya que posibilita muchos pla ción moderna de las columnas abier
nes de mortal eficacia. tas y da origen a una importantísima
Antes de entrar en temas tan regla cuyo sentido es esencial captar:
importantes como el «dominio», la «Una columna abiena no tiene im
«penetración», los «objetivos» y la ponancia por sí misma, sino sólo si
«fuerza desorganizadora», examine puede utilizarse con algún fin estra
mos un ejemplo clásico de irrupción tégico. » Karpov se da cuenta de que
de las torres por una columna abier la columna e es la más valiosa, por
ta, seguida, en este caso, de su dobla que ( 1) alcanzará e7 antes de que las
miento en la 7. • fila con efectos arro negras lleguen a c2; (2) doblará las
lladores. torres en la 7.• fila, restringiendo al
propio tiempo el contrajuego de su
adversario merced a una amenaza la
127 tente de mate «del pasillo» que le per
mitirá ganar un tiempo; (3) tendrá en
tonces en f7 un objetivo de ataque
cuya caída acarreará amenazas de
mate; (4) las negras serán incapaces
de adoptar una defensa pasiva, dado
que el blanco les desalojará las pie
zas mediante avances de peones,
mientras las torres, que ocuparán una
posición dominante en la 7.• fila, ha
rán imposible cualquier coordinación
defensiva eficaz; (5) si las negras in
tentan jugar activamente y contraata
car, no dispondrán de objetivos lo
Karpov-Uhlmann, Madrid 1 9 73 bastante importantes y quedarán ex
puestas, con resultados fatales.
La posición del diagrama surgió Observemos ahora cómo Karpov
en una Defensa Francesa, después de hizo valer su ventaja: 25. f3 (despe
la 24.• jugada de las negras. Karpov jando el camino hacia la 7.• fila) 25.
acababa de forzar una liquidación de ..., Ag6; 26. Te? (atacando b7 con
piezas para llegar a un final ventajo ganancia de tiempo) 26 . ... , b6; 27.
so. Las columnas c y e están abier Tae l! (ganando otro tiempo, pues si
tas, y el dominio blanco de la colum 27. .. ., Tc2; 28. Te8+ seguido de
na e queda garantizado por el alfil , mate) 27. ..., h6; 28. Tb7, Td6 (las
muy bien colocado en b5 desde don negras hacen lo que pueden por de
de controla la casilla e8 e impide así a fenderse; el contraataque 28. ..., Tc2
las negras disputar dicha CC>lumna. también fracasaría, al quedar el rey
Este alfil podrá trasladarse más tar mortalmente expuesto, v.g. 29. T l e7,
de a e8 para colaborar en el ataque a T X b2; 30. Ae8, Tc8; 31. A X f7+,
f7, en contraste con su rival negro que A X f7; 32. T X f7, T8c2; 33.
se verá obligado a ir pasivamente a g6 T X g7+, Rf8; 34. Rh2! y ahora el
y ni siquiera logrará mantener esa po rey blanco escapa, pero el negro si
sición defensiva. Por otro lado, las gue en situación desesperada, por
negras dominan la columna e y pue- ejemplo: 34 . ..., T X g2+; 35. Rh3,
90
Th2+; 36. Rg3, Thg2+; 37. Rf4, a5, c5; 3 . a X b6, a X b6; 4. Ta6 el
Tb4; 38. Th7, Rg8; 39. Thd7 y las flanco de dama negro se viene abajo);
blancas ganan); 29. T l e7, h5; 30. 2. Ab6, Td7; 3. Tadl , T8e7 (3 . . . . ,
g X h5, A X h5; 3 1 . g4, Ag6; 32. f4! Tde7; 4. Ad8! seguido de 5 . Td7 ga
(el plan de Karpov continúa; ahora nando); 4. Ac5 , T X d l ; S. T X d l ,
las blancas se disponen a desalojar al Te8 (5 . . . . , Tc7?; 6. Td8+, Rh7; 7 .
alfil negro, apartándolo de la defensa Ad6 plantea graves problemas); 6 .
de f7) 32 . . . . , Tc l +; 3 3 . Rf2 , Tc2+; Td7 gana con facilidad. E ste ejem
34. Re3, Ae4 (f7 no podía ya prote plo ilustra sencillamente cómo es
gerse); 3 5 . T X f7, Tg6; 36. g5 (pre también preciso poder penetrar por
parando el derrumbamiento del últi una columna abierta. Las negras no
mo baluarte, g7) 36 . . . . , Rh7; 3 7 . han sido capaces de hacerlo, pues el
Tfe7, T X b2; 38. Ae8, Tb3+; 39. rey blanco estaba bien situado para
Re2, Tb2+; 40. Re l , Td6; 4 1 . impedírselo; por el contrario, al cam
T X g7+ , Rh8; 42. Tge7 , abando biar la columna de dueño (tema de la
nan. (Cuando a las negras se les ago «vía de doble dirección»), las blan
ten los jaques, no tendrán defensa cas han podido efectuar una penetra
contra las amenazas del blanco, v.g. ción decisiva por d7 .
Tb8 seguido de mate al retirarse el al La lucha por el dominio de una o
fil, o si . . . , Td8, simplemente g6 más columnas abiertas es una fase vi
ganando.) tal en muchas partidas, donde los ju
Los ejemplos perfectos como éste gadores las ocupan doblando las to
tienden a crear una ilusión de simpli rres y aun triplicándolas con la dama.
cidad en los jugadores poco avisa Las piezas menores pueden asumir
dos. Muchos creerán que, si logran si aquí un importante papel controlan
tuar una torre en una columna abier do casillas críticas (véase Karpov
ta, ya tienen la victoria en sus manos; Uhlmann) o llevando a cabo ataques
pero la cuestión es bastante más com de diversión como en el segundo
pleja. Consideremos la posición del ejemplo. La decisión de disputar una
diagrama siguiente: columna abierta puede revestir un ca
rácter defensivo, cuando el jugador
trata de proteger puntos débiles, o
128 agresivo, cuando ataca los del adver
sario. Con todo, antes de emprender
tales operaciones, es esencial valo
rar la utilidad de la columna o la im
5 portancia relativa de las distintas co
4
lumnas en el contexto de la posición.
Para ello han de tenerse en cuen
3 ta los siguientes factores:
2
l . Dominio. Esto equivale a sa
ber cuál de los dos bandos logrará, en
definitiva, acumular más armamen
a b e d e g h to en la columna. Aunque su control
dependerá muchas veces de quién lle
gue a ella primero, ya hemos visto
Las negras acaban de jugar .. . , cómo puede pasar de unas manos a
Tad8, «ocupando» la columna abier otras, cuando el ocupante inicial no
ta d, pero iestán perdidas! El blanco consigue mantener allí su presencia.
prosigue 1 . Ae3, atacando el peón a, 2. Penetración. Suponiendo que
y después de 1 . . .. , a6 ( si 1 . ... , b6; 2. uno esté en condiciones de apode-
91
rarse de la columna, hay que compro parte del tablero. Un excelente ejem
bar si existe en ella algún punto por plo de esta penetración paralizante
donde sea posiblepenetrar en laposi por una columna abierta nos lo brinda
ción enemiga. Esa <<casilla de entra la partida Stahlberg-Taimanov, Zu
da» estará de ordinario en la 7 . ª fila, a rich 1 953, del Torneo deCandidatos.
veces en la 6.• u 8 .•, y no podrá ser La posición que vemos en el Dia
protegida por peones enemigos. A grama 129 surgió a raiz de la 1 O. ajuga
menudo la defenderán piezas y existi da de las blancas. Taimanov asumió la
rá la posibilidad de cambiar estas úl iniciativa mediante I O... ., b5! (forzan
timas o desviarlas. Si, a pesar de do la apertura de la columna e, que las
todo, cada uno de los eventuales pun negras dominarán después de cambiar
tos de penetración tiene asegurada las mejores piezas del blanco y sem
una buena defensa, el valor de la co brar la confusión entre las restantes;
lumna abierta disminuye considera mientras tanto el segundo jugador irá
blemente. situando sus tropas en buenas casillas,
3. Objetivos. Caso de poder pe creando así una fuerza poderosa y
netrar por la columna abierta, ¿hay bien coordinada). La partida con
objetivos de ataque en el campo ene tinuó: 1 1 . e X b5 , e X b5 ; 1 2. Ddl ,
migo? Objetivos tipicos son peones b4; 1 3. Cbl , Cc6; 1 4. C X c6, D X c6
«sueltos» o mal protegidos que pue (las negras amenazan ya con dominar
den ser atacados por un costado o por la columna e, y la hermosa casilla de
detrás. Con mucha frecuencia la co penetración c2 se perfila en lontanan
lumna abierta permitirá la instalación za); 1 5 . Cd2, Db6; 1 6. e3, Tac8; 1 7.
de una o las dos torres en la 7 .• fila, Afl, Tc6; 1 8. A X a6, D X a6; 1 9.
las cuales, combinadas con otras pie Cf3, Tfc8; 20. Db3,Ce4; 2 l .Cd2 (de
zas, pueden apuntar directamente a lo contrario f2 quedará fatalmente
piezas enemigas y aun al rey. débil después de ... , Tc2. Ahora las
4. Fuerza desorganizadora. Esto negras podían ganar dos piezas por
guarda relación con la idea de los ob torre prosiguiendo 2 1 . ... , T X el,
jetivos, pero es más sutil, por cuanto pero decidieron que era más eficaz
la columna abierta no redunda nece mantener la parálisis de la posición
sariamente en una ganancia de mate blanca) 2 1 . ... , Tc2!; 22. C X e4,
rial o un ataque directo. A veces el d X e4; 23. a3, h5! (magnifico: el
adversario puede quedar paralizado blanco apenas puede moverse, lo que
hasta el punto de que el golpe decisi permite a su rival desencadenar un
vo le sobrevenga en cualquier otra ataque en el flanco de rey basándose
en la debilidad de las casillas blan
cas de esta ala y en la imposibilidad
129 de que las piezas enemigas lleguen a
8
defenderlas sin hacer concesiones fu
7 nestas en otra parte); 24. d5 (las blan
6
cas comienzan a desesperarse) 24 . ... ,
T8c4! (suprimiendo toda perspecti
5 va de simplificación. Si aquí 25.
d X e6, seguiría 25 . ..., D X e6 ame
nazando 26 . ... , T X c l ; 27. Ta X e l ,
T X c l ; 28. D X e6, T X e l +, sin
contar las amenazas de mate en el
flanco de rey, y dejando a las blancas
sin ningún recurso); 25. Tdl , e X d5;
o e g h 26.Ad2, Df6; 27. Tab l , h4; 28. Da4,
92
Df5; 29. D X a7, Af8(?) ( 29 . ... , Ag5 gido, ya desde la tercera jugada, dos
hubiera proporcionado a las negras columnas semiabiertas. Se trata de la
un ataque de mate; ahora las blancas columna e, que dominarán las blan
lograron cambiar las damas, aun cas, y de la columna e, que será con
cuando les quedó un final muy infe trolada por las negras. Después de e3
rior que Taimanov no tardó en ganar). y . . . , e6, ambos bandos estarán listos
El tema de las líneas abiertas con para atacar por «su» respectiva co
tinuará en la lección 1 2, que trata de lumna. Tal es la piedra angular de la
las columnas semiabiertas. estrategia del blanco en esta varian
te, si bien, por razones que expondre
mos más tarde, el contrajuego de las
LECCIÓN 1 2 negras no tiende a basarse en la pre
sión sobre e3. Varias observaciones
Líneas abiertas (Parte 11) se imponen en esta etapa. Primera
mente, una columna semiabierta pue
Columnas semiabiertas de ser dominada por el bando que no
tiene peones en la misma, sin que
En la lección anterior hemos vis exista en la práctica ninguna posibili
to cómo una columna abierta se ase dad de que la columna cambie de
meja a una avenida por la que el juga manos o llegue a ser disputada con
dor que consigue dominarla puede eficacia. Si, en la posición que esta
trasladar piezas, introducirse en el mos examinando, el peón e de las ne
campo enemigo e invadirlo. Se impo gras se mueve a c6 y el lector imagi
nía considerar, entre otros factores, si na una torre blanca instalada en el,
era posible su control, si la penetra es obvio que el segundo jugador ten
ción podía tener lugar y si existían drá que hacer verdaderos equilibrios
eventuales objetivos de ataque. En el para oponerse directamente a ella co
caso de la columna semiabierta, las locando una de sus propias torres en
consideraciones son básicamente dis c4. Por otra parte, cuando uno ataca
tintas y van ligadas a su definición por una columna semiabierta tiene ya
misma como «columna en la que sólo al otro extremo un objetivo de ata
hay peones de un color». que «servido en bandeja».
Todo esto suena muy bien, pero
8 130 hay un reverso de la medalla. Mien
tras en el caso de la columna abierta
7 era necesario penetrar en el campo
6 enemigo por una casilla desocupada,
ahora el ataque se dirige contra un
5 peón enemigo. Ello puede resultar
4 bastante fácil si el peón es débil, por
ejemplo un peón aislado o retrasado,
3
pero, si está defendido por otro peón,
2 el ataque se estrellará las más de las
veces contra un muro de granito. Ha
brá que considerar entonces algún sa
crificio de pieza, si se ataca al rey, o
bien, si la finalidad del ataque es for
zar debilidades, emprender la opera
En la posición del diagrama, que ción de socava conocida por el nom
procede del Gambito de Dama Rehu bre de « ataque de minorías» , de la
sado (Variante del Cambio), han sur- que hablaremos en seguida.
93
En la lección sobre los peones dé des en las casillas oscuras del flanco
biles vimos algunos ejemplos de cómo de dama. Aparte de los méritos posi
lo son especialmente Jos peones re cionales de 9. d4, esta jugada ilustra
trasados o aislados si se encuentran bien el concepto de «excepción de Ja
en una columna semiabierta. Tales regla», en el presente caso la que dice
peones están expuestos a ataques di que las piezas (y aquí también los
rectos, lo que significa que las piezas peones) no deben moverse más de
de su bando han de quedar atadas a su una vez en la apertura. Tocante a las
defensa. Por eso el jugador debe man negras, el blanco se había comprome
tenerse al acecho de las posibilidades tido a un juego cerrado y su plan de
de abrir una columna y dejar al descu fensivo se basaba en este supuesto.
bierto esos puntos débiles. La moraleja de Jo que acabamos de
La posición del diagrama que si ver es, pues, la siguiente: «Hay que
gue surgió tras el 8.0 movimiento de pensar con flexibilidad».
una partida Morrison-Povah del Cam En la partida, las negras se nega
peonato Británico de l 978. ron a permitir la apertura de la colum
na d y prosiguieron 9. ... , b6, pero,
131 después de 10. Dd2, 0-0; 11. Tad l ,
8
Aa6; 12. Tfel, no tuvieron más re
medio que jugar 12. ... , c X d4, en
6 vista de la ruptura central amenaza
da por el blanco. No obstante, tras
5 13. C X d4, la superior coordina
4 ción de las blancas junto con su pre
sión en la columna d procuró al pri
3
mer jugador una ventaja decisiva: 13 .
2 ... , Ce5; 14. b3, Cg4; 15. Ag5, Tg8;
16. h3, Cf6; l7. Cdb5, Ce8; 18. e5!
(temático y definitivo) ganando en
a b c d e g h pocas jugadas.
Si el peón al que se apunta está
Las blancas, pese a l tiempo gasta defendido por otro peón, entonces es
do en la jugada 5. d3, continuaron posible un ataque de minorías. Di
aquí 9. d4!. El significado posicional cho en términos más concretos, cuan
de este avance estriba en que, si el ne do tienen enfrente los peones a, b y c
gro captura en d4, se encontrará con del otro bando, el objetivo será elimi
un peón retrasado en la recién abier nar todos los peones rivales menos el
ta columna d. Mientras un peón en d6 c, que a raíz de los cambios quedará
no suele constituir una debilidad en Ja indefenso y débil.
Defensa Siciliana, aquí lo es, pues las Una ilustración típica del poder
negras han jugado ..., e6 y desarrolla de este plan, a falta de otro contrajue
do en fianchetto el alfil de rey. Así, go eficaz, se dio en la partida van
con la columna d abierta, se verán en den Berg-Kramer, 1950, donde des
dificultades para defender el peón d6. pués de las jugadas iniciales l. d4,
Por ejemplo, después de 9. ..., c X d4; Cf6; 2. c4, e6; 3. Cc3, dS; 4. Ag5,
10. C X d4, a6 (de lo contrario 11. Ae7; 5. Cf3, 0-0; 6. Dc2, Cbd7; 7.
Cbd5 sería arrollador) las negras es c X d5, e X d5; 8. e3, c6; 9. Ad3,
tán claramente peor, con un peón d Te8; 10. 0-0, Cf8; 11. Tab l surgió la
retrasado y expuesto y con debilida- posición siguiente:
94
uno o dos peones débiles en la posi
132
ción blanca. Con todo, las negras dis
ponen de suficiente contrajuego de
piezas en el flanco de rey, sin tener
que recurrir a un ataque de minorías.
Además de la Varíante del Cam
bio del Gambito de Dama Rehusa
do, existen otras aperturas en las que
aparecen columnas semiabiertas, con
una estructura de peones que se pres
ta al ataque de minorías. Tal sucede
en varias líneas de la Apertura Ingle
sa, pero el ejemplo más importante se
encuentra quizá en la Defensa Sici
liana. Observemos los dos siguientes
Las negras continuaron 11. ..., g6 diagramas:
(iniciando un plan consistente en cam
biar los alfiles de casillas blancas,
pero esto es demasiado lento; era me
8 133
jor 11. ..., Ce4!); 12. b4, a6; 13. a4,
Ce6; 14. Ah4, Cg7; 15. b5, a X b5; 7
16. a X b5, Af5; 17. b X c6, b X c6 6
(la estrategia del blanco ha dado fru
to, y ahora las negras tienen un peón 5
retrasado y débil en c6, al haber desa 4
parecido los peones que lo apoya
ban); 18. Ce5 (atacando inmediata 3
95
miabierta (c), una mayoría central de apertura enteramente orientado a esta
peones y la posibilidad de emprender estrategia es el Gambito del Volga,*
un ataque de minorías que dejaría al donde, después de 1. d4, Cf6; 2. c4,
blanco con un peón c débil. De mo c5; 3. d5, las negras sacrifican un
mento, sin embargo, las blancas tie peón mediante 3...., b5; 4. c X b5,
nen ventaja de desarrollo y más liber a6; 5. b X a6, A X a6. Ahora una po
tad de acción para atacar, lo que sig sible continuación sería 6. Cc3, d6; 7.
nifica que muchas Defensas Sicilia Cf3, g6; 8. g3, Ag7; 9. Ag2, 0-0; 1 0.
nas discurren por senderos explosi 0-0, Cbd7.
vos, con frecuentes sacrificios de pie
zas, y que el resultado de la partida
depende del éxito o fracaso de la ofen 135
siva de las blancas en el flanco de rey.
Con todo, la justificación posicional
de la Defensa Siciliana reside en la
superioridad estructural de las negras
a la larga. Por eso es importante que
los jugadores no se limiten a retener
prolijas variantes aprendidas de los
libros, sino se imbuyan a fondo de los
temas esenciales de la apertura.
En el Diagrama 134, Andersson,
a quien agradan las ventajas «a largo
plazo», ha logrado un final muy favo
rable, en una Defensa Siciliana. Los
problemas del blanco en la columna Las negras tienen un peón de me
c, amén de su peón débil en f4, re nos, pero presionarán con las torres y
dundan en clara ventaja de las negras. la dama en las columnas a y b, y con
Después de 24. b3, Tc6; 25. a4, b4; el alfil en la diagonal a l -h8. También
26. Ce2, Tac8, las blancas se vieron lo harán con los caballos, instalándo
reducidas a 27.c4, y tras 27.... , los en una u otra de las casillas e5, a4
b X c3; 28. T X c3, Cd5 sus debili y d3 (cuando se haya movido el peón
dades en b3 y f4 se revelaron fatales. e blanco). A menudo son posibles los
Al lanzarse a un ataque contra el sacrificios en b2. Por su parte las
rey enemigo, los jugadores sacrifican blancas aspiran a liquidar esa pre
a menudo peones para abrir colum sión, conservando el peón de venta
nas y diagonales. Saben también que ja. Esto dicho, conviene añadir que la
quizá tengan que sacrificar piezas mera liquidación de material no basta
para destruir la barrera de peones que para resolver los problemas del blan
protege al rey contrario, mas la posi co, ya que muchos finales, sobre todo
bilidad de darle mate justifica la «in de piezas mayores, seguirán siendo
versión>1. Esto es fácil de entender, favorables a las negras debido a la
pero no es menos cierto que, aun persistente presión de estas últimas
cuando no haya un ataque directo por la diagonal a l-h8.
contra el rey, puede muchas veces sa Un clásico ejemplo de la efica
crificarse un peón para abrir líneas, cia del juego por líneas semiabiertas a
presumiendo correctamente que el raíz de un sacrificio de peón es la par-
juego activo de piezas así obtenido
permitirá recobrar con creces el ma • Llamado también, sobre todo en
terial entregado. los países anglosajones, Gambito Ben
Un buen ejemplo de sistema de ko. (N. del T.)
96
tida de Capablanca (negras) contra 22. Tfdl , Teb8; 23. De3, Tb4 (las
Nimzovich en el torneo de San Pe negras pueden recobrar su peón me
tersburgo, 1914. diante 23 . ..., A X c3, pero conside
ran más valiosa la presión que ejer
cen); 24. Dg5. Ad4+; 25. Rh l , Tab8
8 136 (la amenaza 25. ... , A X c3 es decisi
va). Aquí las blancas intentaron 26.
7
T X d4, pero perdieron en seguida.
6 ¡Una típica exhibición de Capablan
5
ca, tan «pulida» como enérgica!
Es de esperar que toda esta discu
4
sión sobre las líneas abiertas haya
3 contribuido a despertar en los lecto
res el sentido de los principios posi
cionales más importantes y les ayude
a valorar tales líneas, decidir en pro o
en contra de las mismas y determinar
a b e d e g h
cuáles de ellas deben disputarse o
cuáles son meros callejones sin sa
Nimzovich-Capablanca, lida.
San Petersburgo 1 914
97
Lecciones 13-16
PRINCIPIOS E IDEAS DE APERTURA
NIGEL DA VIES, M. l.
5
LECCIÓN 13. EL CENTRO 4
3
Por «centro» del tablero se en-
tienden generalmente las casillas d4,
d5, e4 y e5. La importancia de las
mismas queda ilustrada en los dos
diagramas siguientes: o b e d e g h
98
Comparando el número de esca blanco y negro. Este «diferencial de
ques dominados por cada pieza, nos poder» brinda posibilidades de ata
percatamos de que las piezas centra que a las blancas. En la presente oca
lizadas tienen mucho mayor poder. sión, el ataque se prolonga hasta la
De aquí, naturalmente, la importan fase final de la partida.
cia que reviste el dominio del centro,
cuyas casillas son el blanco apeteci 8. Tbl
do de todas las buenas aperturas.
En otro tiempo, el ideal de la pri El objetivo estratégico de las ne
mera etapa de la partida consistía en gras es ejercer presión sobre el cen
ocupar directamente el centro con tro blanco, por medio del alfil en fian
peones. En efecto, un centro de peo chetto, que domina la diagonal a l -h8,
nes bien apoyado por piezas puede y con jugadas como ... , c5 , . . . , Cc6 y
llegar a constituir una fuerza podero .. ., Ag4.
sa, tanto más si esos peones se van Para contrarrestar esta presión,
luego adelantando para expulsar a las las blancas a menudo quitan la torre
piezas enemigas de sus buenos pues de a l , facilitando así el eventual
tos y obligarlas a instalarse en malas avance d4-d5 . Recientemente, el
casillas (descentralizadas). modo más común de realizar este
Con todo, entre los jugadores mo plan ha sido 8. Ae3 y 9. Te l , secuen
dernos reina también otra filosofía: cia que veremos en la siguiente parti
presión sobre el centro con piezas. da. El movimiento de Kasparov, 8.
Estas dos ideas entran en conflic Tb 1, está todavía poco explorado.
to en muchas variantes modernas de
apertura, una de las cuales es la De 8. 0-0
fensa Grünfeld (Variante del Cam 9. Ae2 Cc6
bio).
Entre los muchos adeptos a un Tambien es posible 9 . . . . , Da5,
centro blanco de peones figura el aunque 10. Tb5, D X c3+; 1 1 . Ad2,
joven talento soviético y nuevo cam Da3; 1 2. T X c5, D X a2; 1 3 . 0-0
peón del mundo Gari Kasparov. proporciona a las blancas una fuerza
poderosamente centralizada a cam
bio del peón sacrificado.
Kasparov-Natis,
Olimpiada de Malta 1980
10. dS I A X c3+
1 1 . Ad2 A X d2+
l. d4 Cf6
1 2. D X d2 Cd4
2. c4 g6
3. Cc3 dS
4. e X dS C X dS Un interesante y crucial momen
S. e4 e x c3 to. Después de 1 2 . . . . , Cb8, las ne
6. b X c3 Ag7 gras conservarían su mal adquirido
7. Cf3 cS botín a expensas de un gran «dife
rencial de poder». Al blanco se le
Tras siete jugadas, las blancas ofrecerían excelentes posibilidades
han logrado el clásico centro «ideal» de ataques tras 1 3. h4!, con amena
de peones en d4 y e4. Adelantando zas peligrosas. Por eso el segundo ju
más tarde estos peones, esperan obli gador opta por la «seguridad» de un
gar a las fuerzas enemigas a batirse en final, aunque aquí también el dominio
retirada y crear así un gran «diferen central de las blancas se dejará sentir
cial de poder» entre los ejércitos significativamente.
99
13. ex d4 c X d4 futada» y rehabilitada muchas veces
14. D X d4 Das+ desde que la introdujo en Viena el
15. Dd2 D X d2+ gran maestro austríaco Emst Grün
16. R X d2 Td8 feld, en 1 922.
17. Re3 b6 En la siguiente partida, las blan
18. Tbcl cas juegan la última «refutación» ,
con la que el negro ha tenido bastan
tes dificultades recientemente. Refor
139 zando aún más el peón de d4 (por me
dio de 8. Ae3) y alejando su torre de
la diagonal a l -h8 (9. Tc l ), el primer
jugador trata de neutralizar la fuerza
del alfil negro en fianchetto. Según la
teoría, las negras serán entonces in
capaces de generar suficiente contra
juego en el centro y quedarán arrolla
das por el avance de los peones cen
trales del blanco.
Sin embargo, muchos especialis
tas de la Defensa Grünfeld siguen
a b e d e g h creyendo en la energía latente de la
posición negra y buscan con diligen
18. ••• e6 cia nuevos métodos de contrajuego.
19. Ac4 es Entre estos expertos figuran los gran
des maestros Timman, Ftacnik, Smej
También después de 19 . ... , Rf8; kal, J ansa, Sax, Uhlmann, Adorjan
20. Thd l , Re7; 21. e5! el dominio y ... Shamkovich.
blanco del centro plantea dificiles
problemas a las negras. Fedorowicz-Shamkovich,
Nueva York 1 980
20. Ab3 Ad7
21. Tc1 aS 1. d4 Cf6
22. d6 bS? 2. Ct'3 g6
3. c4 Ag7
Esto acaba con la resistencia de 4. Cc3 dS
las negras. Debía impedirse 2 3 . f4 S. e X dS C X dS
mediante 22. ... , g5, y si entonces 23. 6. e4 C X c3
g3, podía seguir 23 . ... , g4. 7. b X c3 cS
8. Ae3 Ag4
23. f4f e X r4+ 9. Tcl Das
24. R X f4 Ta6 10. Dd2 A X t'3
25. eS a4 11. g X f3 Cd7
26. AdS a3 12. dS bS f
21. Tfi Ta4+
28. Re3 Ae6 Las blancas han conseguido el
29. A X e6 r x e6 par de alfiles y ocupado el centro con
30. Tff7 Tb4 peones. A pesar de esto, un cuidado
3 1 . Tg7+ Rh8 so examen de la posición revela que
1 00
rie especialmente destinada a pertur nueva fase. Tras su brillante desplie
bar el ritmo natural del desarrollo gue de tropas en la apertura, Shamko
blanco. Con 10. ..., A X f3 han he vich pasa al ataque directo contra el
cho ya mella en la estructura de peo monarca enemigo (ver diagrama).
nes de las blancas, cuyo rey no en
contrará fácilmente un refugio segu
20. ... T X d5 f !
ro. El último movimiento de las ne
gras ( 1 2. ..., b5!) disuade al blanco de ¡Ahora son las piezas negras las
reforzar su centro mediante 13. c4, que ocupan el centro!
ya que la réplica 13. ..., b4 amenaza
'ia 14. ... , Ac3. 2 1 . e X dS Da6+
A lo largo de unas cuantas juga- 22. R X el Dd3+
1as más, las negras atacan con ener 23. Rf4 f6
gía el centro enemigo, y la balanza del
poder empieza a inclinarse en su Amenazando mate con 24. ...,
favor. Df3.
LECCIÓN 14.
EL DESARROLLO
101
to sus tropas a puntos desde donde (impidiendo 8. Ag5 ). Ahora tras 5 .
puedan ejercer mayor influencia. Este . . . , c X d4; 6. D X d4, e5; 7 . Dd3 , h6
proceso recibe el nombre de desa el blanco puede continuar 8. c4! res
rrollo. tringiendo a las negras en el centro.
A menudo sucede que, mientras
un bando centraliza sus piezas con s. . .. ex e4
suma rapidez, el otro lo hace sin ma
yores prisas y ... es derrotado, de ordi Arrebatando un peón a expensas
nario por métodos violentos. Para im del desarrollo. Pese a los riesgos que
pedir las «matanzas» que suelen te implica, esta captura es a veces posi
ner lugar en estos casos, se han for ble. En la agudísima variante sicilia
mulado ciertos principios destinados na del Peón Envenenado, dentro del
a orientar al jugador en lo tocante a un Sistema Najdorf ( l . e4, c5; 2. Cf3,
buen desarrollo: d6; 3. d4, c X d4; 4. e X d4, Cf6; 5 .
Cc3, a6; 6 . Ag5, e6; 7 . f4, Db6; 8 .
1 . Despliéguense las piezas lo Dd2, D X b2), la captura del peón se
antes posible. justifica por el daño infligido al flan
2. Efectúese pronto el enroque, co de dama de las blancas. En la par
evitando así que el rey quede tida que estamos viendo, se trata de
expuesto en el centro. un importante peón central.
3. No se capture material a ex
pensas del desarrollo. 6. De2 Cf6
4. No se mueva la misma pieza
dos veces. El precio del peón. Las negras
5. No se saque la dama demasia han movido ya este caballo tres ve
do pronto, para que las piezas ces (4 . . . . , Cf6, 5 . . . . , C X f4 y 6 . . . . ,
enemigas de menor valor, ata Cf6).
cándola repetidamente, no la
obliguen a perder tiempo reti 7. d X c5 d X c5
rándose. 8. Tdl e6
6. No se hagan demasiadas juga 9. Ag5 h6
das de peón a costa del desa 1 0. Ah4 Db6?
rrollo de las piezas.
Violación de un principio. Las ne
Las siguientes partidas ilustran gras se liberan de la clavada en la co
estos principios. lumna d y en la diagonal h4-d8, pero
al hacerlo sacan la dama demasiado
Davies-Baljon, Londres 1980 pronto . . . mientras descuidan el desa
(Defensa Siciliana) rrollo del flanco de rey y dejan al mo
narca en el centro.
l. e4 c5 En lugar de la jugada del texto, se
2. Cf3 d6 imponía la tranquila 1 O . . , Ae7!!, ya
. .
1 02
ver dos veces una misma pieza ( 1 1 . (b) 1 4 . . . . , Ac6; 1 5 . C X f7!!,
Ce5 ), sino concentrarse en el rápido R X f7 ( 1 5 . . . . , A X f3; 16. D X f3,
desarrollo y proseguir 1 1 . Cc3. R X f7; 1 7. Td7+ seguido de 1 8 .
T X b7 ganando la dama negra); 1 6 .
1 1 . Ca3 Ce5 +, Rg8; 1 7 . A X f6, g X f6; 1 8 .
Dg4+, Ag7; 1 9 . D X e6+ , Rh7; 20.
Amenazando con ganar tiempo C X c6, b X c6; 2 1 . Td7 y ahora:
gracias a la prematura excursión de la (i) 2 1 . . . . , Db6; 22. Df5 + , Rg8;
dama negra, mediante 1 2. Cc4 ( 1 2. 23. Tad l (amenazando 24. T X g7+)
. . . , D X b5; 1 3. Cd6+). 23 . ... , Tf8 (a 23 . . . . , Th7 sigue 24.
De6+, Rh8; 25 . De7 con la amena
l l . ..
. a6 za mortal 26. Td8; o si 23 . . . . , Ta?,
1 2. A X d7+ A X d7 24. T X a7, D X a7; 25. Td8+, Af8;
13. Cc4 Da7 26. Td7); 24. T X g7+ , R X g7; 25.
Dg4+ seguido de mate.
Si 1 3 . . . . , Dc7, 1 4 . Ag3 resulta (ii) 2 1 . . . . , Db8; 22. Df5+, Rg8;
muy desagradable para las negras. 2 3 . Tad l (amenazando 24. T X g7+ )
23 . ... , D f8 ( si 23 . . . . , De8, sigue 24.
14. Cce5 T X g7+ , R X g7; 25. Td7+, ganan
do; si 23 . . . . , De5, 24. Dg6; o si 23 . . . . ,
Th7, 24. De6+, Rh8; 25. De7, Dg8;
141 26. Td8, Af8; 27. D X f6+ ganan
do); 24. De6+, Rh7; 2 5 . Tf7, De8;
7
26. T X g7+, R X g7; 27. Td7+,
6 D X d7 ; 28. D X d7+ y las negras
tienen demasiados peones débiles
5
como para poder oponer mucha resis
4 tencia en el final.
Después de la jugada del texto,
1 4 . ... , Ac8, el camino de la victoria
es más sencillo. . .
15. C X ti ! ! R X f7
a b c d e t g h 16. Ces+ Rg8
1 03
La partida siguiente muestra En vez de lo normal, 10 . . . . , Ae7,
cómo aun los grandes maestros, en un Portisch efectúa unajugada que, ade
mal día, pueden descuidar el desarro más de perder tiempo, debilita las ca
llo, con efectos igualmente desas sillas d6 y c5 . De resultas de la mis
trosos. ma, el rey negro quedará atascado en
el centro.
Andersson-Portisch,
Olimpiada de Skopje 1 9 72 1 1 . Ca3 Ag7
(Defensa Siciliana) 1 2. d X c5 d X c5
1 3. Cc4
l. e4 c5
2. Cf3 d6 Las negras están ya en apuros.
3. AbS+ Cc6
4. 0-0 Ad7
5. Tel Cf6
6. c3 a6
7. Afl
1 04
Después de 1 5 . ... , 0-0, el blanco traste entre las dos siguientes par
ganaría material merced a 1 6. b5 se tidas.
guido de 1 7. Aa3.
Capablanca-Janowsky,
16. Cd6+ Re7 San Petersburgo 1914
1 7 . Aa3 Ce8
l. e4 e5
Tampoco hay esperanza para las 2. Cf3 Cc6
negras tras 1 7 . ... , D X d6; 1 8. b5 , 3. AbS a6
Cb4; 1 9. D X d6+ . 4. A X c6 d X c6
5. Cc3 Ac5
1 8. C X b7 ! D X b7
19. bS+ Rf6 J anowsky pone el alfil en su casi
20. b X c6 Dc7 lla «más agresiva». A 6. C X e5 no
seguiría 6 . ... , A X f2+; 7 . R X f2,
O bien 20. . .. , D X c6; 2 1 . Dd4+ ; 8. Re l , D X e5; 9. d4, sino 6.
C X e5!, R X e5; 22. f4+ , R X f4 ... , Dd4; 7. Cd3, Aa7 y las blancas
(22 . ... , Rf6; 2 3 . Dd4 mate); 23. e5 (o quedarían bastante atadas.
23. Df3+, etc.) ganando.
6. d3 Ag4
2 1 . C X eS l Abandonan.
Ahora también el otro alfil adop
Ni 2 1 . ... , D X e5 ; 22. Df3+ , ta una posición agresiva.
Af5 ; 2 3 . e X f5, D X f5; 24. Ae7
mate, ni 2 1 . ... , R X e5 ; 22. f4+ , 7. Ae3 A X e3
R X f4; 23. e 5 eran para e l negro po 8. r x e3 De7
sibilidades muy atractivas. 9. 0-0 0-0-0
10. Del Ch6
1 05
rey negro, casilla por casilla. Todo abandonado virtualmente esta línea
comentario ulterior es superfluo. de juego.
La idea de Romanovskí es distin
1 1 . Thl !, ffi; 1 2. b4, en; 1 3 . ta. Al mantener cerrada la posición,
a4, A X f3; 1 4 . T X f3, b6; 1 5. b5 1 pretende restringir la actividad de los
alfiles negros. Eventualmente, según
lo permitan las circunstancias, efec
8 143 tuará una ruptura central mediante f4
o d4.
7
El juego de Botvinnik, por otra
6 parte, contrasta de manera fascinan
5
te con el de Janowsky en el ejemplo
anterior.Primero de todo, las negras
4
erigen un fuerte bastión en el centro
3 (5 . ..., f6! y 7. ... , c5!), y luego, desa
rrollando armoniosamente sus pie
2
zas, impiden la realización de ambos
planes de su rival (d4 y f4). Por últi
mo se preparan ellas mismas para ju
a d e g h
gar ... , f5, primer paso en la libera
ción de su par de alfiles.
15 . . ., e X b5; 1 6. a X b5, a5;
.
1 06
Adelantar este peón una casilla pación por las blancas se compen
más hubiera sido desastroso tras 1 5 . sa ampliamente con la apertura de
... , e X f4; 1 6 . A X f4, A X f4; 1 7 . la columna f y la posición más li
T X f4. Ce5! bre de las negras.»
1 07
La constitución de un repertorio 0-0, c5; 8. Te l , b6; 9. e4 con presión
de aperturas se asemeja a la compra de las blancas.
de un traje nuevo. Lo ideal es que esté
hecho a medida y se adapte perfecta
mente al estilo de cada uno. Mas, por 145
desgracia, apenas existen sastres de
ajedrez fuera de la Unión Soviética, y
no hay más remedio que trabajar por
sí mismo.
La primera etapa de este proce
so, y tal vez la más dificil, consiste en
seleccionarse las aperturas más ap
tas. Un jugador con instinto de ata
que deberá elegir aperturas que le den
la iniciativa aun a costa de concesio
nes posicionales o materiales, mien a b e d e g h
tras el partidario de estrategias a lar
go plazo enfocará el juego de una ma
nera más sólida. Defensa Chigorin
Al hacer esta selección, hay que ( l . d4, dS; 2. c4, Cc6)
tener en cuenta el aspecto práctico
del tiempo. Muchos aficionados dis Inventada el siglo pasado por el
ponen de poco tiempo para el aje gran maestro ruso Mikhaíl lvánovich
drez, y por ello han de pensárselo dos Chigorin, esta defensa es el antepasa
veces antes de escoger variantes agu do espiritual de la Nimzoindia y la
das y superanalizadas que requieren Grünfeld. Tanto Smyslov como
meses de trabajo detallado. Bronstein se han sentido atraídos por
Les recomiendo, por el contrario, las posibilidades que ofrece con vis
la adopción de aperturas menos en tas a un juego activo de piezas.
boga que, al no estar sometidas a Algunas de estas posibilidades,
constantes revisiones teóricas, com para las negras, quedan ilustradas por
prenden menos variantes y exigen, en la variante l . d4, d5 ; 2. c4, Cc6; 3.
consecuencia, menos estudio. Las si Cf3, Ag4; 4. c X d5 , A X f3; 5 .
guientes aperturas son ricas en posi g X f3, D X d5 ; 6. e 3 , e5; 7 . Cc3,
bilidades interesantes. Ab4; 8. Ad2 A X c3; 9. b X c3, Dd6.
Las blancas tienen un fuerte centro y
1 08
el par de alfiles, pero su rey se verá en 6. Cbd2, Dd7; 7. a3, Cge7; 8. Cb3,
dificultades para encontrar un abrigo Cg6; 9. Cb X d4, 0-0-0 con posición
seguro contra las activas piezas del aguda y poco clara.
negro.
5 6
4 -5
3 4
2 3
a b c d e g h
a b e d e
1 09
1 50 pronto como esto se convierte en ruti
na, lleva poquísimo tiempo y puede
reportar sustanciosos dividendos.
Por último, quisiera decir algo so
bre la compra de libros de aperturas.
Los volúmenes como Modern Chess
Openíngs o la Teoría moderna en
ajedrez, de Pachman, son útiles por
cuanto ofrecen un buen panorama ge
neral, pero las obras especializadas
en una sola variante son cosa entera
mente distinta.
Los autores de tales monografias
pueden o no ser expertos en la varian
te sobre la que escriben. En este se
La Variante del Cambio Diferido gundo caso, lo que digan no será de
es una excelente opción para estrate mucho interés, y si son auténticos es
gas sólidos. Una versión más refina pecialistas no querrán probablemen
da se da tras l . e4, e5; 2. Cf3, Cc6; 3 . te decir l o que saben.
Ab5 , a6; 4. Aa4, Cf6 ; 5 . O-O, Ae7; 6 . Mi consejo es que se siga el
A X c 6 , donde el alfil negro s e ata ejemplo de los maestros y grandes
prematuramente a la casilla e7. maestros, quienes en general limitan
Una vez constituido el repertorio, sus adquisiciones a una selección de
el siguiente paso consiste en adquirir tomos del Informator (particularmen
un conocimiento vasto y profundo de te importante), revistas de ajedrez y
los sistemas seleccionados. El repe boletines de torneos. Archivando, a
tirlos en partidas tanto serias como partir de estas fuentes, las partidas
amistosas no viene mal, pero yo reco que le interesan, el estudiante dispon
mendaría un enfoque más metódico. drá de un acervo personal, amplísi
E l mio es anotar y archivar toda parti mo y actualizado de referencias sin
da, mia o de otros maestros , cuya comparación con las que pueda brin
apertura entra en mí repertorio. Tan darle ningún otro libro.
1 10
Lecciones 1 7 -20
FINALES
lAN D. MULLEN
111
con el juego de peones en general. 152
8
«Los peones son el alma del aje
drez.» Sí, pero hay que empezar por 7
los puros huesos: 6
4
ISI
3
a b e d e g h
ISia
1 12
1 53 etc., como antes) o ... ;infligirse a sí
mismas el ahogado! ( 1 . Rh8, Rf8; 2.
h6, Rf7; 3. h7, Rf8=). Lo que debe re
tenerse es que, si el bando defensor
consigue llegar con el rey a la casilla
del rincón, a f7 o a f8 (en el Diagra
ma l 54b; c7 o c8 en el Diagrama
1 5 4a, etc.), la partida es tablas. Una
total comprensión de estos «senci
llos» finale� de rey y peón contra rey
es la clave de todo lo que sigue en esta
sección.
a b e d e f g h
Ejemplos de oposición
Las blancas ganan
En esta posición, las blancas ga 1 55a 1 55b
nan les toque o no jugar. 8
(a) l . ... , Rf8; 2. Rd7 seguido de
3. e6, 4. e7 , 5 . e8=D, etc. 7
(b) 1 . Rf6, Rf8; 2. e6, Re8; 3 . e7,
Rd7; 4. Rf7+-. Lo mismo sucede
ría tras 1 . Rd6. Esto es válido tanto si 5
a b c d e f g h
En el Diagrama 1 5 5 a, el juego es
a b e d e g h
tablas. Si les toca mover a las blan
Tablas cas pueden ganar e: peón enemigo,
La posición del Diagrama 1 54a pero entonces las negras toman fa
lleva a tablas por ahogado ( 1. Rb6, oposición gracias a una hábil manio
Rb8; 2. a6, Ra8; 3. a7=). En el Dia bra táctica: l . Rc7, Ra8; 2. Rb6, a5!;
grama l 54b, pueden elegir entre aho 3. R X a5 (3. b X a5 deja un final de
gar al rey negro ( l . h6, Rf8; 2. Rg6, rey y peón de torre contra rey en una
1 13
posición teórica de tablas) 3 . . . . , Ra7 esto bien presente en relación con el
y el negro mantiene la oposición. Ta Diagrama 1 5 7b, donde las blancas
blas. pueden ganar mediante l . e5 ! , Rg6; 2.
En el ejemplo 1 5 5 b, las blancas Rc6, Rg5 ; 3. Rd7! (3 Rd6?? pierde) 3.
ganan fácilmente, con tal que estén ... , Rf5; 4. Rd6+ - . ¡Una danza deli
atentas a la posibilidad de ahogar al cada!
rey negro y la eviten: l . g7, Rg7; 2. Si las blancas permiten la defen
g8=D+! , R X g8; 3 . Rg6! +-. sa 1 . . .. , e5 !, las negras harán tablas
La llamada oposición distante se respondiendo a la captura eventual
da cuando los reyes están separados R X e5 con .. , Re7, tomando la opo
.
1 14
da lo mismo yendo por d7 como en lí
1 59
nea recta. Esto da lugar a algunas bri
llantes ideas basadas en Ja aptitud del
monarca para operar simultáneamen
6
te en dos direcciones, v.g.:
1 6 1 . Técnica. Las blancas pue
den ganar adelantando el rey y a Ja
vez aproximándolo al peón: 1 . Re6! ,
Rc3!; 2. RdS !!+- (en l a partida real,
las blancas jugaron 2. Rd6? y el ne
gro hizo tablas llegando con su rey a
c7 vía 2 . ... , Rd4!!).
a d e g h 1 62 . Ilusión óptica . Juegan las
negras. ¿Qué rey está más cerca del
RfS ; 2. Rc4, Re6; 3. RcS, Rd7; 4. Rb6 , peón negro? ¡Evidentemente el de c6,
Rc8 ( l a casilla vital, cf. Diagrama por hallarse dentro del cuadro del
1 54b) y hacen tablas. peón!
El rey de Einstein 1 62
1 60
a b e d e t g h
Schlage-Ahues, Berlín 1921 a b e d e g h
1 15
Rb8!, Rb5 ; 3. Rb7!, R X a5; 4. Rc6! I 64. El peón pasado y distante
( =) y el rey blanco ha entrado mila (P.P.D.) gana. En igualdad de otros
grosamente en el cuadro del peón factores, esto supone unagran venta
enemigo. ja posicional en un final de peones.
Sigue 1 . a4, y puede verse que el rey
negro ha de abandonar el centro para
Temas posicionales detener el P.P.D. Las blancas cam
bian entonces su peón a por el peón
negro c y, con su rey mejor colocado,
1 64 capturan los demás peones enemi
gos. iPruébelo el lector y verá! Esta
idea es de .frecuentísima aplicación
en la práctica y contribuye a demos
trar el valor de la tan traída y llevada
«mayoría de peones en el flanco de
dama» (es decir, distante).
165. El peón pasado y protegido
(P.P.P.) gana. É ste es aún másfuer
te que el P.P.D. Las blancas ganan
muy fácilmente en la posición del dia
grama. El rey negro está atado al cua
a b e d e g h
dro del P .P.P. y, por ello, jamás podrá
capturar el peón que lo defiende. En
1 65 cambio el rey blanco es libre de vagar
8
por todo el tablero, pudiendo captu
7 rar el peón h y ganar así sin dificul
6
tad.
1 66. Tablas. Los peones pasa
5 dos del blanco se defienden mutua
mente, y las negras tienen un P.P.P.
Ambos reyes están atados a los res
3 pectivos peones enemigos ( l . . .. , Rc5;
2 2. a5!).
l 6 1 a. Ruptura depeón. Las blan
cas pueden romper la barrera enemi
a b c d e g h ga de peones mediante un doble sacri
ficio y coronar un peón antes que los
1 67a
1 66
a b e d e g h
a b e d e g h
1 16
del adversario lleguen a hacer algo
8 169
útil: l . b6!! , a X b6 ( l . .. . , c X b6; 2.
a6!); 2. c6!, b X c6; 3 . a6+ - . 7
¿Cómo procederán las blancas 6
para crear un peón pasado en la
posición del Diagrama 1 6 7b? El mo 5
vimiento posicionalmente correcto es
l . f4! , adelantando el candidato (a
convertirse en peón pasado). l . g4? 3
1 17
dad del rey blanco es un factor deci 1 72. Final compuesto de Botvi
sivo: l . fl, h2; 2. f8=D, h l =D; 3 . nnik. La posibilidad de crear un
Df3+, Rgl ; 4. De3+, Rfl ; 5 . Dc l + , P.P.D. da la victoria a las blancas,
Rg2; 6. Dd2+, Rfl ; 7 . Ddl +, Rg2; pese a la buena situación del rey ne
8. De2+ , Rgl ; 9. Rg3! y las negras gro: l . Rf2, Rf5; 2. Rf3, Re5 ; 3. g4,
deben entregar la dama para evitar h X g4+; 4. R X g4, Re4; 5. h5, f5 + ;
temporalmente el mate. 6. Rh3! ( l a fineza; 6 . Rg3 permitiría a
las negras avanzar con jaque); 6 . . . . ,
171 f4; 7. h6, f3; 8 . h7, f2; 9. Rg2!+-.
173
o b e d e f g h
Dedrle 1921
o b e d e g
118
LECCIÓN 1 8. FINALES
1 74
DE PIEZAS MENORES
8 1 76
7
4
o b e d e g h
Bouaziz-Pomar, Siegen 1 9 70 3
1 19
ralmente tablas, y ambaspiezas son b4, R X h4; 2 1 . Rd3, Rg4; 22. Re4,
por igual eficaces para explotar la h4; 23. Cc6, AfS+; 24. Rd5 , f3!
ventaja de un peón de más. No obs (ahora el peón h no puede ser deteni
tante, donde haya una superioridad do); 25. b5, h3; 26. C X a7, h2; 27.
posicional o peones pasados en am b6, h l =D; 28. Cc6, Dbl ; 29. Rc5,
bos flancos, el alfil será ordinaria Ae4; 30. Abandonan.
mente más útil para explotar estos Nótese que, después de 6. . . . ,
factores. Aa6+, las blancas no podían impe
dir que el rey negro penetrara por uno
u otro flanco.
Ejemplos prácticos El alfil es la única pieza limitada a
casillas de un solo color, lo que expli
ca por qué su fuerza está tan estre
177
chamente relacionada con la estruc
tura de peones. Un alfil «malo», res
tringido por sus propios peones, pier
de muchísimo de su valor. En el dia
grama siguiente, el papel de héroe lo
asume el caballo, actuando en su ca
rácter natural de bloqueador y supe
rando así al alfil «malo». Las negras
jugadas viables: 5 . . . . , Rf6; 6. g4, Re6;
prácticamente de nada en la con
tinuación que veremos:
a b e d e f g h
1 20
Cd3, Ad7; 1 0. a4, Ae8; 1 1 . b4 y el
peón a, pasado y distante, gana); 2. 1 79
fX g5, Ac8; 3. Rf4, a5; 4. Re5, Aa6;
5. Rf6, Ad3; 6. Re7! (6. Ce6+ segui
do de 7. Cf8 no sirve, porque enton
ces queda libre el peón negro d); 6 . ... ,
Abl ; 7. a3, Ae4; 8. Ce6+, Rb7; 9. 4
Rd6, Ac2; 1 0. Cd4, Abl ; 1 1 .
C X c6+-.
Adviértase cómo el blanco ha do 2
minado por completo las casillas ne
gras en la posición estudiada. Nóte
se también la armonía existente entre o b e d e h
el rey, el caballo y los peones.
Pese a todas las discusiones teóri Lasker 1 932
cas entre los méritos respectivos del
alfil y el caballo, no puede negarse Ad6; 2. Re3, Rf7; 3. Re4, Re6; 4. b4,
que el factor decisivo en las dos posi Ac7; 5. b5 y las negras se quedan sin
ciones anteriores ha sido la posibili jugadas viables: 5 . ... , Rf6; 6. g4, Re6;
dad, para el bando ganador, de/orzar 7. g5, g6; 8. Ab2, Ad6; 9. b6, Ab8 (o
la penetración de su rey en el campo 9. ... , Ac5; 10. b7, Ad6; 1 1 . Aa3,
contrario. iEI rey es con mucho la Ab8; 1 2. Ac5, Rd7; 1 3. Rd5, e4; 1 4.
pieza máspoderosa en /osfinales de Ae3! con inminente cambio de alfi
piezas menores! El método para ga les); 10. Aa3, Rd7; 1 1 . Af8! , Re6;
nar suele consistir en crearse un peón 1 2 . Ag7, Ad6; 1 3. Af6!, Ab8; 1 4.
pasado, lo que en general se logra Ad8 y las blancas fuerzan el cambio
capturando uno o dos peones del ad de alfiles.
versario. Las blancas poseen el P.P.D. y
disponen del punto débil e5 para po
derlo atacar; resulta sorprendente que
Alfil contra alfil del mismo color esto baste para lograr la victoria. El
final de peones está ganado y, por
En igualdad de otras condicio tanto, también la partida.
nes, una ventaja material es aquí a
menudo suficiente para ganar. Basta-
rá generalmente un peón de más (su- 8 1 80
poniendo que queden otros peones en 7
el tablero), e incluso una pequeña 6
ventaja posicional puede brindar bue-
nas posibilidades de triunfo. Debido 5
a la amenaza de cambio, el bando dé- 4
bil se ve con frecuencia reducido a
una gradual y penosa retirada. 3
2
«Tendrá ventaja el jugador que
pueda asaltar puntos importantes
sin que el adversario se atreva a a b e d e f g h
proponerle un cambio. » ( Lasker)
Fine 1941
Las blancas juegan y ganan utili- Obsérvese con qué facilidad gana
zando el mínimo de medios. 1 . Ac3, aquí el blanco. El juego se desarrolla
121
en tres etapas lógicas: ( l ) centraliza nes para alcanzar la victoria consis
ción; (2) creación de un peón pasa ten en crear un par de peones pasa
do; ( 3 ) sacrificio de un peón como ce dos y ligados móviles o dos peones
bo para ganar en el flanco de rey. pasados muy separados, que obliga
Exactamente la estrategia que se apli rán al defensor a sacrificar su alfil.
caría en el correspondiente final de
peones. 8 181
l . . . , g6; 2. Rfl , Rf8; 3 . Re2, Re7;
.
1 22
R X e4, b3; 4. a6, b2 coronando el que frena por sí solo el avance del
peón con jaque. peón pasado. Su particular habilidad
para producir «horquillas» salva la
situación en el Diagrama 1 84a: l .
Caballo contra caballo Rc7, Ca7; 2. Rb7, CbS; 3 . Rb6 ,
Cd6!; 4 . a 7 , Cc8+ (=).
De nuevo, en este caso, un peón Asimismo las negras están segu
de más bastará normalmente para ras en el Diagrama l 84b, pues el ca
ganar. No obstante, el caballo es un ballo ocupa la casilla de coronación.
animal un poco loco y su inclinación
por tácticas imprevisibles hace que
1 85
estos finales sean con frecuencia difí
ciles de conducir.
1 83
a b e d e f g h
1 86
a b c d e f g h
Especialista en horquillas. Aquí a b c d e f g h
el caballo impresiona por el modo en Bonner-Medina, Haifa 1980
1 23
La táctica es aquí soberana. Las diatamente, pero tampoco era válido
negras, a quienes correspondía ha 1 2 . .. ., Re7; 1 3 . a5 , b X a5+; 1 4 .
cer la jugada secreta, seleccionaron R X a5, Rd7; 1 5 . b4, Rc8; 1 6.
la brillante y decisiva 1 . .. ., Cc3!!, Rb6+-); 1 3. Cb5+ , C X b5 ; 1 4.
permitiendo al peón «a» darse un R X b5, Re5 ; 1 5 . b4, d4; 1 6 Rc4.
«paseo triunfal» (2. b X c3, a4; 3. ( l -0).
e X d4, c X d4!; 4. Cb2, a3-+).
1 24
columna la sitúa muy por encima de guir la victoria medíante l . Tgl +!
las piezas menores, tanto en lo relati (ganando un tiempo); l . . . , RfS (la
.
190
Situaciones básicas
1 25
mejor posiciones más complicadas.
191 El final básico es de ordinario tablas
si el rey defensor logra bloquear el
peón u ocupar su casilla de corona
ción . En todos los casos, las blancas
(el bando atacante) tratan de cortar el
paso al rey enemigo. Una fórmula útil
en este sentido, descubierta por Phili
dor, es que el bando defensor debe
colocar la torre en la tercerafila para
impedir el avance del rey blanco.
Cuando el peón llega a la sextafila, la
a b e d e g h torre negra va a la octava, a fin de
amenazar al rey enemigo con jaques
Alekhine-Bogolyubov, reiterados a distancia prudencial. El
Campeonato del Mundo 1929 peón de torre es, como de costum
bre, propenso a tablas. Luchando
Un ejemplo de cómo pueden sur contra un peón de caballo, las negras
gir estas posiciones. Bogolyubov no no deben permitir el alejamiento de
logró encontrar la continuación sal su rey. Si combaten contra los peones
vadora y jugó: c, d, e, f, el rey puede dirigirse al lado
l . . . . , Rg4?; 2. b7, f5 ; 3. b8=D, corto del tablero y allí todavía hacer
T X b8; 4. T X b8, f4; 5. Rd5, f3; 6. tablas. Como en todas las reglas,
Re4, f2; 7. Tf8+ - . también en éstas hay excepciones,
Las negras, sin embargo, podían pero no por ello dejan de ser guías úti
haber hecho tablas utilizando el rey les y prácticas.
para ir adelantando su peón y tam He aquí algunos ejemplos:
bién impedir que se le acercara el rey
blanco, v.g., l . . . ., Re4!; 2. b7, f5; 3 . 8 192
b8=D, T X b8; 4 . T X b8, f4; 5 .
Te8+, Rd4! ; 6. Tf8, Re3; 7 . Rd5 , f3 7
(=). 6
Debido precisamente a la relati
va dificultad de transformar una pe 5
1 26
pueden rehuir losjaques a costa del Th6+; 8. Rb5 , Rb7; 9. Tg8, Rc7; 1 0.
peón. Tg7+, Rc8 llegando a la posición de
Si las blancasjuegan, pueden crear Philidor ( ) Las blancas podían
= .
193
o b e d e g h
l . ... , Tgl ! ; 2 Rb6, Tcl ! ; 3. Rc6, Desde el punto de vista del defen
Rb8 (las negras se dirigen al lado más sor, debe evitarse lo siguiente: ( 1 ) la
corto, de modo que la torre disponga pasividad de la torre (excepto en el
de más espacio en el lado largo para caso del peón de caballo); (2) el aleja
dar jaques); 4. Th8+, Ra7; 5 . Tc8 (a miento innecesario del rey; ( 3) diri
5 . Td8 sigue 5 . . . . , Tc2 esperando girse al lado erróneo cuando hay que
acontecimientos, y si S. Rd6, Rb7); alejarse. El defensor ha de saber tam
5 . . . . , Th l ; 6. Rd7, Th7+; 7 . Rc6, bién cuándo es correcto atacar el
1 27
peón desde atrás y cuándo debe utili
8 196
zar la torre para dar jaque desde los
flancos.
6
5
195
4
a b e d e g h
La posición Lucena
1 28
Cortar el paso al rey Tbl +; 3. Ra7, Re7; 4. Tb8, Tal ; 5 .
Rb7, Tbl +; 6 . Ra8, Tal ; 7 . a7, Rd7;
No es dificil ver ahora la jugada 8. Rb7, Tbl + ; 9. Ra6, Tal + ; 1 0.
ganadora para las blancas: l . Tel ! Rb6, Thl +; 1 1 . Res + - .
cortando el paso al rey enemigo. Las
blancas pueden ya apuntarse mental
mente un tanto ( l . . . . , Th8; 2. Rc6!, El <<pincho»
Tc8+; 3 . Rd7+-).
Si juegan las negras, hacen tablas l . a7? (=), Re7?; 2. Th8!+- (2.
mediante l . . . . , Re7. ... , T X a7; 3. Th7+). Lo que hay que
notar después de l . a7 es que el rey
Un refugio de reserva negro debe permanecer o en g7 o en
h7 (evitando Th8 o un jaque de torre
En el Diagrama 1 98 las blancas no seguido de a8=D).
deben jugar precipitadamente l . a7??,
pues esta casilla se necesita para pro El séptimo cielo
teger al rey de los jaques enemigos.
Obviamente las blancas tienen
en el Diagrama 200 ventaja, ya que la
198
torre ha encontrado su puesto natural
200
a b c d e g h
1 29
8 201 203
7
o b e d e g h o b e d e g h
1 30
las torres estuvieran invertidas, ga juego de las negras reside en el peón
narían las blancas, por supuesto. E l pasado f, donde se concentran todas
blanco tiene posibilidades en posicio sus energías); 3. T X h4, Rt7; 4. Th6,
nes como ésta cuando los peones ne f4!; 5 . T X c6, f3; 6. Tc4, f2; 1 . Tf4+ ,
gros están demasiado adelantados Re6; 8. Ra2, Re5; 9. Tf8, Re4; 10. a4,
(v.g. f5 , g4, h5), dejando a su rey ex Re3 (amenazando .. ., Tg3, . . ., Tf3);
puesto, o son débiles y fáciles de cap 1 1 . Te8+, Rd3; 1 2. Td8+, Re3; 1 3 .
turar. El sentido común nos hace ver, Te8+ y tablas po r repetición de juga
por otra parte, que las posibilidades das.
de las blancas son mucho mayores si
el peón pasado es de caballo, pues el 205
rey se ahorra dos jugadas en su viaje
de regreso desde el flanco de dama.
Continuaciones de partidas
a b c d e g h
a b e d e f g h Capablanca-Tartakover,
Van de Hoek-Euwe Nueva York 1 924
131
l . . . . , Te6; 2. Tel , Tf6; 3. Te2, 207
Re6; 4. Rc2, Re5; 5 . c4, Re4; 6. b4,
g5; 7. Rc3 , g4; 8. c5, h4; 9. Tg2, Tg6; 1
1 0. Rc4, gJ; 1 1 . h X gJ, h X gJ; 1 2.
Rb5, b X c5; 1 3 . b X c5, Rf3; 14.
Tgl , a6+! (0- 1 ). Después de 1 5 .
Rc4, g2; 1 6 . RdS, Rf2 l a victoria es
fácil.
La séptima absoluta
1 32
208 Dejaremos al lector con esta ati
nada cita, sobre la que merece la pena
reflexionar. Esperamos que esta bre
ve introducción le haya ayudado a
asimilar algunas de las ideas pura
mente técnicas que deben digerirse
antes de que la imaginación pueda
asumir con libertad su papel. Pues la
imaginación tiene siempre algo que
decir... aun en los finales.
1 33
EJERCICIOS I
Lecciones 5-8 : Cómo analizar una posición
8 209
a b e d e g h
7
4
21 1
a b e d e g h
1 34
212 8 214
7
a b e d e g h a b e d e g h
213 8 2 1 4a
a b e d e 9 h
Cómo analizar una posición Aquí a las blancas les gustaría ju
gar g4-g5 para abrir el flanco de rey y
209. Kopec-Lectores del «Sunday penetrar por él. Pero, si ahora mismo
Standard», 1982 27. g4, seguiría 27 . ... , Rg8! con sufi
ciente contrajuego de las negras con
He aquí la posición crucial de una tra el peón f como para lograr igual
partida jugada al ritmo de un movi dad: v.g. 28. T X e6, T X e6; 29.
miento por semana. Algo antes, la es D X e6+, D X e6; 30. T X e6,
tructura de peones era: blancas: a2, T X f4; 3 1 . T X b6, T X g4 y el ne
b2, c2, c3, f4, g3, h4; negras: a4, b6, gro no está ni mucho menos peor en el
c5, d7, e6, g7, h7. Para anular la pre final resultante de torre y peón; o si
sión ejercida sobre el peón d retrasa 28. Tfl , para mantener el statu quo
do, las negras jugaron . . . , d5 , pero con presión, sigue 28 . . . . , Df7, for
entonces les quedó retrasado el peón zando los acontecimientos. Así pues,
e. El blanco cambió en seguida de ob las blancas tienen que impedir . .. ,
jetiHJ y presionó sobre este último Rg8 si quierenjugar g4 seguido inme
peón triplicando su artillería en la diatamente de g5.
columna e. En el momento oportuno La única continuación que logra
efectuó el avance c4!, desorganizan este fin es 27. Dh7!, pero entraña
do el grupo de 5 peones negros del ciertos riesgos, al quedar la dama
flanco de dama y llegando así a la po blanca muy descentralizada. Las ne
sición ilustrada en el diagrama. gras podrían responder 27 . ... , Dc6
1 35
amenazando ... , Df3. Si aquí 28. g4, las negras nada positivo, pero con su
T X f4; 29. g5, la apetecida ruptura propia dama curiosamente «ahoga
se llevaría a cabo con efectos decisi da» y no siendo g5 una amenaza,
vos. Las negras, no obstante, siguen tampoco ellas mismas tienen nada
teniendo 28 . ... , Df3!, y si 29, g5?, positivo.
D X f4+ ; o si 29. f5 , D X g4; 30. Así, una nueva evaluación de la
T X e6 ( 30. fX e6+, Re7); 30. ... , posición del diagrama lleva a con
T X e6; 3 l . f X e6+, Re7 con mejor cluir que si el blanco juega 27. a3!! las
juego del negro. negras están prácticamente en zugz
Después de 27. Dh7, Dc6, las wang. Sus peones no pueden mover
blancas disponen de la buena conti se, salvo por l . ... , g6 que debilita mu
nuación 28. T 1 e4!, que prepara el ca cho el campo negro. Las torres tam
mino para el avance inmediato g4-g5, poco pueden hacerlo, como es parti
aunque la ruta hacia Roma es larga y cularmente el caso de la torre de f8,
escabrosa. A 28 . ... , Dc8, amenazan que debe quedarse donde está para
do con atrapar la dama blanca me responder a 28. g4 con ... , Rg8. El rey
diante 29 . ... , Th8, seguiría 29. f5! y la dama negros deben guardar e6, y
irrumpiendo decisivamente en la po a 28 . ... , Dc8 vuelven a replicar deci
sición enemiga, pues la dama negra sivamente 29. f5! Sólo 27 . ... , Dd6
ya no cubre la casilla g6. Si ahora 29. merece ulterior reflexión. La jugada
... , e X f5; 30. Te7+; o 29 . ... , T X f5 ; 27. a3!!, además de pasarles a las ne
30. T X rs+, e X f5 ; 3 l . Dg6+, Rg8; gras la «responsabilidad» de mover,
32. Te7; 0 29. ... , Te8; 30. Tg4!, Tg8; despeja una importante casilla de
3 1 . f X e6+, T X e6; 32. Df5+, Re7; escape para el rey blanco. De ahí que,
33. T X e6+ , D X e6; 34. Te4; o fi tras 27 . ... , Dd6; 28. Rb l !, las negras
nalmente, en esta última línea, 32 . ... , se encuentran en apuros para conti
Tf6; 33. T X g7+!! nuar, ya que las variantes dadas más
Con todo, en la línea principal, arriba que entrañan un jaque en h l
después de 27. Dh7, Dc6; 28. T1 e4, con la dama negra pierden su senti
los coautores Chandler y Mullen des do. Si aquí 28 . ... , Th8, las blancas
cubrieron la interesante mejora 28. ganan sencillamente por medio de
... , Da8!, con lo que las negras siguen 29. g4 y 30. g5. Si 28 . ... , Dd7, el
amenazando a la dama blanca ( ... , blanco procede según la idea ante
Th8), mientras la dama negra no deja rior de 29. Dh7, v.g. 29 . ... , Dc6; 30.
de «vigilar» h l para un eventual con T l e4, Da8; 3 1 . f5 , Te8; 32. Tg4 ga
trajuego. Ahora, tras 29. f5 , Te8 (si nando con facilidad.
29. ... , Th8; 30. fX e6+ gana), si 30. Cierto que todas estas ramifica
Tg4, las negras disponen de 30 . ... , ciones de 27. Dh7 habrían sido di
Dhl + ; 3 1 . Rd2, Dg2+; 32. Te2, ficiles de analizar sobre el tablero. El
D X e2+!!; 33. R X e2, e X f5+, etc., juego siguió: 27. Dh7, Tb8?; 28. g4,
con más que igualdad. Y si las blan T X f4; 29. g5, h X g5 ; 30. h6, Tg8;
cas juegan 30. f X e6+ , Te X e6; 3 l . 3 1 . T X e6, abandonan.
T X e6, T X e6; 32. T X e6 (32. Resumen. Habiéndose percata
Df5+, Tf6; 33. Dd7+, Rf8 es poco do de que la amenaza g4-g5 era deci
convincente); 32 . ... , Dhl + (impor siva y las negras no disponían de con
tante jugada intermedia, posible gra traamenazas, el blanco debía encon
cias a 28 . ... , Da8+); 3 3 . Rd2, trar una manera sólida de llevarla a
R X e6, haciendo fácilmente tablas efecto. La idea 27. Dh7 era correcta,
en el final de damas. Las blancas po pero prematura a causa de la réplica
dian aguardar el momento propicio salvadora 28 . ... , Da8! No obstante,
mediante 30. g4, al no poder realizar tras la jugada tranquila 27. a3!!, en
1 36
seguida se da uno cuenta de que las puesta); 42 . . . ., Te7; 4 3 . T X e7! (no
negras están virtualmente en zugz 43. AcS+??, R X cS ; 44. T X e7,
wang, y entonces el blanco puede lle D X e7; 4S. h8=D, ya que las ne
var implacablemente a cabo su ame gras disponen de 4S. . .. , Del +
naza mediante 28. Rbl ! seguido de 4 6. . . . , DeS+ ganando el
alfil); 43 . . . . , R X e7; 44. AcS+ , Rf7
2 1 0. Kopec-C. McNab, (el rey negro se ve ahora un tanto de
Congreso de Edimburgo 1981 sesperado, pues quiere ayudar a dete
ner los dos peones pasados del blan
A esta posición, donde las blan co, pero está cogido entre ambos y no
cas tienen momentáneamente la dama logra detener a ninguno. Si 44 . . . . ,
de menos a cambio de un alfil y dos Rd8 o 44 . . . . , Re8, después de 4S. d6
peones, se llegó después de lajugada este peón avanzará con jaque); 4S.
3 8 de las negras (Td6 X d7). El blan d6, Dh6; 46. d7, De l + ; 47. Rh2,
co podía simplemente jugar 39. Df4+ ; 48. Rhl , Dh4+; 49. Ah3, fS ;
A X fS y quedarse con el par de alfi SO. h8=D, D X h8; S l . Ab6,
les y dos peones por la dama, como D X b2; S2. d8=D. Las blancas co
ocurría ya desde hacía unos 20 movi ronan por segunda vez y ahora la da
mientos. He aquí una posible conti ma se queda definitivamente. Aquí el
nuación: 39 . . . . , D X dS; 40. A X f6+, negro debió abandonar, pero no lo
Rc7; 4 1 . Tcl + (no 4 1 . h7?, Des+ ; hizo hasta después de siete jugadas.
4 2 . Rhl , T X h7+ ; 4 3 . A X h7, Moraleja: No se desaproveche
Dh5+, etc.) y aunque las blancas nunca unjaque, sobre todo siformo
conservan posibilidades de triunfo, parte de una secuencia/orzada. Si se
las cosas no resultan muy claras. ve una buena jugada, búsquese otra
Sin embargo, con una precisa mejor que lleve a posiciones donde
serie de jaques intermedios y golpes uno sienta que es más fácil desenvol
mortales puede forzarse la desorgani verse o incluso ganar.
zación de las piezas negras en sólo
cuatro jugadas: 39. Ab6+!! (no hay 2 1 1 . Najdorj-Reshevsky,
que perderse nunca un buen jaque, encuentro 1 952.
pero no sería correcto 39. A X f6+ ,
Rc7 [39. . . . , C e 7 pierde tras 40 . h 7 , y (Juegan las negras.)
39 . . . . , Te7 tras 40. A X fS] ; 40. La continuación victoriosa a par
A X fS, D X dS pasando a la nota tir de la posición del diagrama es muy
dada más arriba); 39 . . . . , Re7 (si 39. sencilla, breve y directa. . . ¡si uno lle
... , Rc8, es aplastante 40. A X fS); ga a verla! No obstante, resulta curio
40. h7! (aprovechándose de que el so que, con motivo de cierta expe
rey negro obstaculiza la defensa de riencia, sólo una de 3 S personas con
h7 por la torre para incrementar la un ELO entre 1 600 y 2400, lograra
fuerza de este peón); 40 . . . . , Dg7 (a descubrirla (el M.I. Craig Pritchett).
40 . . . . , D X g6 seguiría 4 1 . h8=D y Se sugirieron toda clase de continua
las blancas ganarían fácilmente gra ciones razonables e interesantes,
cias a su nueva dama y a la posición como l . . . . , dS!?, l . . . . , Tfd8, l . ... ,
abierta del rey negro); 4 1 . Tel + ! , Tfe8, l . . . . , ChS, l . . . . , CeS! ? y l . ... ,
Rd6 ( ahora el rey negro entorpece el eS!? Tales jugadas entran en la cate
ataque de su torre al peón d); 42. goría de las típicas líneas estratégi
A X f5 (sólo en este momento captu cas que suelen emplearse en esta
ran las blancas el caballo, atacando a clase de posiciones, pero la verdade
la vez la torre enemiga y amenazan ra solución es l . ... , A X e4!; 2 .
do Te8, lo que fuerza la siguiente res- A X e4, D X c4; 3 . D X c4, T X c4
1 37
y las negras recobran Ja pieza que b) Una línea más brutal es 3.
dando por lo menos con un claro peón A X d5!?, e X d5 ( 3 . ... , Tb8;
de ventaja. La combinación se basa 4. Ah6, e X d5 ; 5. D X g7+ ,
en la sobrecarga de la dama blanca y Re8; 6 . e X d5 con fuerte ata
la situación del caballo «colgado» en que); 4. Tfl + , Af6 (si 4 . . . . ,
a4. Nótese que el cambio de orden en Re8; 5. D X g7 con amena
Jos movimientos no funciona ( l . ... , zas decisivas); 5 . e5!, d X e5;
C X e4?). Es lástima que, después de 6. D X d5 ganando, pues las
jugar esta combinación, Reshevsky negras no tienen defensa con
se equivocara más adelante y sólo hi tra 7. AcS+ con amenazas
ciera tablas. mortales, v.g. 6 . ... , Ta7; 7 .
¿Cuántos de Jos lectores se ha Rhl , etc.
brán tirado de Jos pelos al ver Jo sen
cillo de Ja solución? Que se consue Para los que prefieren métodos
len, pues hasta un antiguo campeón menos violentos, el joven Mark Con
del mundo (en 1 9 5 2) sugirió la provo die, de dieciséis años, propuso tam
cadora continuación l . . . . , e5!? bién la fuerte continuación 1 . a4!
Resumen. Se necesita cierta dosis
2 1 2. Rogolowicz-Jarecz de cultura ajedrecística ( experien
cia) para jugar el típico «sacrificio si
Esta posición pone a prueba la ciliano» 1 . Cd5 sin prever todas sus
experiencia del jugador en cuanto a
ramificaciones; 1 . a4 es otra buena
Jos sacrificios propios de la Siciliana. opción, de carácter posicional.
Lo indicado aquí es l . Cd5! El análi
sis podría seguir: 1 . Cd5, C X d5 (si 2 1 3. Pritchett-Gheorghiu,
l . ... , e X d5; 2. A X dS+ , etc.); 2.
Lloyd's Bank Masters,
T X f8+ ( importante jugada interme
Londres 1 980
dia que mejora la línea del lnformator
[ 1 8, solución ej. n.0 24], donde tras 2. Las blancas han sacrificado un
A X d5, Tb8; 3 . Da7, las negras po
peón por el par de alfiles y posibilida
drían responder 3 . ... , Ad8! [movi des de ataque en el flanco de rey. No
miento hallado por M. Condiel sin
hay tiempo que perder, pues el negro
resultado decisivo); 2 . ... , R X f8 podría organizar su defensa median
(a X f8 seguiria 3 . A X d5, Tb8; 4. te ... , e5, y sus peones pasados y liga
Da7+-); ahora existen dos con dos en el flanco de dama no tardarian
tinuaciones interesantes para las en ser muy peligrosos. Pritchett con
blancas: tinuó: 23. e5, Cd5 ; 24. Dh5, Cf8 (las
(a) 3. e X d5!, e5; 4. De4, Rg8 dos últimas jugadas de las negras son
(si 4 . ... , h6; 5 . A X h6! segui prácticamente forzadas); 25 . f5! (las
do de 6. Dg6 ganando; o 4 . . . . , blancas utilizan su propia baza, una
g6!?; 5. Tfl+, Rg7; 6. Df3, mayoría de peones en el flanco de rey,
Ab7; 7. Df7+, Rh8; 8. Ah6, para echar más leña al fuego); 25 . . . . ,
Tg8; 9. Rhl ! con gran pre e X f5 ; 26. O X f5 , Dc7; 27. Cc5!
sión, ya que las negras ape (aprovechando que Ja dama negra
nas pueden moverse, mientras está atada a la defensa de f7 y crean
el blanco mejora su posición do numerosas amenazas, entre otras
mediante c3, Ac2-e4); 5 . 28. Ac4); 27 . . . . , Ac8; 28. Df3 (el ca
D X e5!!, d X e 5 ; 6. d6+, ballo y el peón e blancos siguen sien
Dc4; 7. A X c4+, b X c4; 8. do fruto prohibido, mientras aumen
d X e7 y las blancas deben tan la presión de su bando merced al
ganar. ataque del caballo que «cuelga» en
1 38
d5); 28 . . . . , Cb6; 29. e6! (con nuevas to más débil de la posición negra); 22 .
amenazas, ya que el peón avanza sin ... , T X d5 (véase el Diagrama 2 1 4a).
poder ser capturado, v.g. 29 . . . . ,
A X e6; 30. D X f8+!, T X f8; 3 1 . 2 1 4a. Kopec-Ocipoff
T X f8+, R X f8 ; 32. C X e6+ ga (después de 22. . . . , T X dS;
nando; o 29 . ... , C X e6; 30. A X h7+! 23. h X g6+, JX g6)
ganando); 29 . . . . , Td8; 30. Ag5 ,
abandonan. El juego requiere aquí tanta preci
El empuje del ataque blanco inicia sión como para merecer un nuevo
do con 23. e5 y seguido de una serie diagrama. Sólo existe una continua
de golpes contundentes no ha durado ción convincente y ganadora. Tanto
más que 7 jugadas, pero jcon qué 24. A X g6+?!, C X g6; 25 . D X d5 ,
efecto! D X h4 como 24. C X g6?, T X d2;
Moraleja: Cuando la posición 25 . C X f8+, Rg8, etc., resultan ina
pide atacar, hágase con vigor, preci decuadas. Se impone 24. D X d5! !
sión y sin componendas, explotando obliF-ando al caballo negro a apartar
al máximo el poder de cada pieza. se de la defensa de g6. Siguió: 24. . . . ,
C X d5 ; 25. C X g6 (con las amena
zas 26. C X f8+ y 26. T X d5, entre
2 1 4. Kopec-N. OcipojJ. otras); 25 . . . . , Ab7 (tal vez fuera me
Pan-American Intercollegiate, jor el intento 25 . . . . , Da8); 26.
Louisville, Kentucky, 1 9 74 C X f8+, Rg8; 27. Ce6, Df6; 28.
(Dartmouth College-City College C X g7, R X g7; 29. Ae4, Df7 ( si 29.
New York) ... , C X e3; 30. Td7+ seguido de 3 1 .
T X b7+-); 30. A X d5 , A X d5;
Si el lector busca una conclusión 3 1 . Tc3 (las negras no tienen ningu
inmediata gracias al sacrificio de na defensa aceptable contra esta ma
dama 2 1 . d X c6, T X d2; 22. T X d2· niobra para doblar las torres); 3 1 . . . . ,
etc., va por buen camino, aunque el Db7; 32. Tdc l , Da6; 3 3 . Tc7+ , Rg6;
proceder es algo prematuro. Es mejor 34. Td7, Dd3; 35. Td6+, Rf5 ; 36.
abrir primero líneas de ataque contra T X h6, a5; 37. Tc8, Db l + ; 38.
el rey negro mediante una táctica de Rh2, D X a2; 39. T X b6, De2; 40.
«guerrillas» iniciada por 2 1 . h5. La Th8, Dfl ; 4 1 . f3, e4; 42. g4+ (42.
partida continuó: 2 1 . . . . , Ce7 (ata Th5 era mate, pero ambos bandos
cando el peón d y protegiendo g6); tenían apuros de tiempo); 42 . .. . , Re5;
22. Ch4! (la única jugada coherente, 43. Th5 mate.
pues 22. d6, Cf5; 23. A X f5 , g X f5 Moraleja: Una vez adoptado el
debilitaría el peón blanco d sin nin tema estratégico (aquí 2 1 . h5 y el de
gún contrajuego. Como en cualquier bilitamiento de g6), llévese a su con
caso ha de caer este peón, las blan clusión lógica con la táctica necesa
cas aumentan la presión sobre el pun- ria para lograrlo.
1 39
EJERCICIOS II
Lecciones 9- 1 2: Cómo formular un plan
217
8 215
7
o b e d e f g h
a b e d e f g h
Juegan las negras Juegan las negras
1 40
su enseñanza. Téngase en cuenta que
8 218 algunos grandes maestros entre los
7 más fuertes han reflexionado larga
mente sobre varias de estas posicio
6
nes, por lo que no hay que desanimar
5 se si uno no ve todos sus detalles y
4
matices.
21 S. Penrose-Keene,
o d e g h Campeonato Británico,
Blackpool 1 9 71
Juegan las blancas
( 1 . e4, g6; 2. d4, Ag7; 3. Cc3, d6;
4. f4, Cf6; 5. Cf3, 0-0; 6. Ad3, Cc6;
7. h3, Cb4; 8 . Ae3 , b6; 9. a3,
e X d3+; 1 0. c X d3, c5; 1 1 . Dd2,
219 Aa6; 1 2. Rf2?, Tc8; 1 3. Thc l , Cd7;
1 4. d5, e6; 1 5 . d X e6, f X e6; 1 6 .
Te l ?, Cf6; 1 7 . Tad l ?).
141
d X e4; 2 1 . Ce5 , g5! (probando esta da no es nueva, ni mucho menos, y
vez que el puesto avanzado e5, orgu con toda seguridad Penrose cono
llo de las blancas, es sólo transitorio, cía partidas «clásicas» con este mis
ya que se les priva de su soporte); 22. mo tema. Es de esperar que el lector
Rgl , g X f4; 23. A X f4, D X d4+ ; tenga pronto una buena reserva de
24. D X d4, c X d4; 25. g 3 (a 2 5 . estas ideas para poderlas aplicar a
T X e 4 seguiría 25 . . . . , T X f4; 26 . sus propias partidas.
T X f4, A X e5 ganando); 25 . . . . ,
Tfe8; 26. T X e4, Tc5; 27. Tde l , d3 2 1 7. McNab-Sowray,
y la conjunción del peón pasado d, el Phillip & Drew <<Knights»,
fuego cruzado del par de alfiles y las Londres 1 982
bien situadas torres de las negras de
jaron al blanco completamente per El caballo de las negras está ata
dido. cado y la tarea inmediata del segun
La partida terminó así: 28. Cf3, do jugador es decidir adónde mover
T X e4; 29. T X e4, Ab7; 30. Te3, lo. 10 . ... , Ce7 es obvio y razonable
d2; 3 1 . c X d2, Ad4; 32. Rfl ' Aa6+; pero el negro desea explotar el hecho
33. Rg2, A X e3; 34. A X e3, Tc2; de que las blancas, al haber captura
3 5 . b3, Ab7+; 36. Rfl , Ad5; 37. do up.a pieza en f3 con su peón g para
Rel , A X b3!; 38. Abandonan. (Si abrir columnas con vistas a un ata
38. C X b3, Tc3 ganando.) que, habían debilitado seriamente la
casilla f4.
2 1 6. Penrose-Tal, Leipzig 1 960 Por eso ofrecieron un sacrificio de
peón continuando 1 0 . .. . , Cd4!, lo que
Las blancas tienen una poderosa también es una idea comúnmente vis
posición de ataque y han de encon ta en tales posiciones. Las blancas
trar ahora el mejor modo de hacer va aceptaron el regalo y la partida si
ler su ventaja. Se impone una ofensi guió 1 1 . A X d4, e X d4; 1 2. D X d4,
va directa, pero la jugada inmediata Ch5 . Ahora el plan de las negras está
1 9. f5 dejaría disponible para el ca bien claro. No sólo su caballo llegará
ballo negro la hermosa casilla e5, a f4, donde ocupará un puesto agresi
permitiendo así a este bando liberar vo, sino que además dominan con el
sus constreñidas piezas. alfil y la dama todos los escaques cen
Penrose jugó 1 9. e5!, d X e5; 20. trales de su propio color. Casillas
f5! , tapiando e5 con el sacrificio de como e5 , g5, h4 y h6 pueden utilizar
peón y a la vez despejando e4 para los se para desplegar las piezas citadas y
caballos blancos, lo que le facilitó la acentuar el dominio de las negras.
ejecución del ataque por la columna f. Durante la lucha que sigue, las pie
La casilla e4 es un «puesto avanzado zas blancas se ven entorpecidas por
eficaw, ya que no les es posible a los sus peones inmóviles.
peones enemigos minarlo. ¡Cierta El juego continuó: 1 3 . Dc4, Cf4;
mente pasa con éxito la prueba de uti 1 4. Afl , a6; 1 5 . Db3, Dg5 ; 1 6 . Ce2,
lidad! Ah6 (obsérvese cómo el rey blanco
La partida continuó: 20 . ... , Ab7; queda ahora en el centro, precisa
2 1 . Tad l , Aa8; 22. Cce4, Ca4; 23. mente en la columna semiabierta e
A X a4, b X a4; 24. fX g6, f X g6; que puede llegar a ser peligrosa, por
25. Df7+, Rh8; 26. Cc5, Da7; 27. no mencionar sino uno de sus varios
D X d7, D X d7; 28. C X d7, T X b2; problemas); 1 7 . Tgl , De5; 1 8. Dc3,
29. Cb6, Tb3; 30. C X c4 y las blan De7; 1 9. Tg4, C X e2; 20. A X e2,
cas no tardaron en ganar. Tae8; 2 1 . Dd3, De5; 22. c3, Dh2;
La idea del blanco en esta parti- 23. Rd l , f5; 24. e X f5 , D h l +; 25 .
1 42
Afl , T X fS ; 26. Tg3, Tef8; 27. Rc2, veremos en seguida); 1 9 . . . . , Te8; 20.
T X f3; 28. T X f3, D X f3 ; 29. Tdd l , Tf8 (las negras están completa
D X f3 , T X f3; 30. Rb3, T X f2 y las mente atadas; no pueden mover nin
negras estaban ganando. guna de sus dos piezas menores a d7 a
La partida, sin embargo, fue en causa de Tc7); 2 1 . a3, Rg7; 22. b3,
definitiva ganada. . . jpor las blancas! Rg8; 23. a4, Td8; 24. DcS! (ila cla
(después de S8 jugadas). El alfil ne ve! En cuanto las negras traten de dis
gro se convirtió en la pieza «mala» putar la columna d, el blanco forzará
que vimos en el final del Diagrama una limpia victoria táctica, por ejem
1 23 . iA los lectores sádicos les en plo:
cantará refrescar su memoria!
(a) 24 . ... , D X cS ; 2S . T X d8+ ;
2 1 8. Kasparov-Petrosian, Df8; 26. T X f8 + , R X f8 ;
Bugojno 1982 2 7 . Tc7 con l a doble y asola
dora amenaza 28. T X f7+ y
Es evidente que las blancas tie 28. as atrapando el caballo.
nen neta ventaja, debido a sus torres (b) 24 . ... , Df8; 2S. D X f8+,
bien situadas en sendas columnas T X f8; 26. aS .
abiertas, a su poderoso alfil dominan (c) 24 . . . . , De8; 2S. Cg4.)
do la diagonal h l -a8, a su dama acti
va y al caballo excelentemente colo ¡Las negras abandonaron!
cado que sólo puede expulsarse me Un bonito ejemplo de cómo ex
diante la jugada debilitadora . . . , f6. plotar una ventaja sin dejarle al ad
Las negras, por su parte, van muy re versario posibilidad alguna de resis
trasadas en el desarrollo y habrán de tencia. Si el lector no lo ha visto todo,
luchar para encontrar una manera de no se desespere. iEl propio Kasparov
poner en juego el alfil y coordinar lue afirmó por aquel entonces que esta
go las torres. Además, hanjugado . . . , partida era la mejor que había jugado
g6, debilitando las casillas negras del en su vida!
flanco de rey. El objetivo de las blan
cas debe ser impedir que el enemigo 2 1 9. Tarrasch-Teichmann,
se libere de sus actuales ataduras, San Sebastián 1912
mientras buscan el modo de penetrar
en su campo por las columnas abier Una vez más las blancas están
tas y lograr ventajas más tangibles. claramente mejor, siendo la excelen
La única pieza bien colocada de te colocación de su rey el rasgo más
Petrosian es el caballo de dS , que llamativo de la posición. El monarca
guarda la casilla de entrada c7 y a la blanco ata una torre negra a la colum
vez bloquea la columna d. Por tanto na c, ya que de otro modo continuaría
Kasparov lo desaloja, mas no por el la penetración del primer jugador;
método que salta a la vista, 1 8. ello significa también que las negras
A X dS?, e X dS ; 1 9. D X dS, Ae6, han de impedir una liquidación exce
que daría algún contrajuego a las ne siva, pues esto las dejaría casi cierta
gras. Su continuación fue 1 8. e4! (re mente con un final perdido. Además,
nunciando de momento a la gran dia la estructura de los peones negros es
gonal para mantener su presión e la más constreñida y su alfil «malo»
invadir el campo adverso por las tiene poco alcance, mientras las pie
columnas abiertas); 1 8 . . . . , Cb6 (im zas blancas disfrutan de gran movili
pidiendo también así el acceso a c7); dad debido a la buena comunicación
1 9. Afl ! Uugada sutil, que reactiva el entre los dos flancos y el centro del ta
alfil y prepara el combate táctico que blero.
1 43
Con todo, las negras no están dis este último, aislados y doblados, dan
puestas a cruzarse de brazos y dejar mala impresión. Por otra parte, las
se matar sin más ni más, por lo que el negras acaban de capturar una torre
blanco debe encontrar un plan que en d5 y lajugada «estructuralmente»
fuerce lo antes posible la victoria. automática del blanco sería aquí 2 1 .
Tarrasch lo consiguió desencadenan c X d5 , creando un peón pasado y
do en el ala de rey un ataque que abrió protegido. Lo importante en este caso,
nuevas líneas y permitió la invasión sin embargo, no son sólo los peones,
del campo enemigo por las casillas sino las piezas blancas: la dama acti
debilitadas; las piezas negras fueron va y centralizada, lo mismo que la
incapaces de colmar todas las bre torre y el alfil, permiten a las blancas
chas. La partida continuó: 26. g4, conducir un juego dinámico y explo
Ac8; 27. h4. Esto amenaza 28. g5 , tar las líneas abiertas.
h5; 29. g6 y el peón negro h está con Botvinnik se abstuvo de 2 1 . c X d5
denado. Las negras se ven, pues, obli debido a 2 1 . ... , Dd6 que bloquearía
gadas a efectuar nuevos avances de el peón pasado y dificultaría todo
peón en el flanco de rey, lamentando progreso ulterior. Jugó en cambio 2 1 .
sin duda el haber jugado anterior T X d5!! manteniendo su dominio de
mente 22 . . .. , h6, que debilitó sus peo la columna d ( 2 1 . ... , Td8 pierde tras
nes y ahora facilita la apertura de co 22. T X e5, C X c4; 23. Te8+,
lumnas por las blancas. Nos halla T X e8; 24. D X e8+, Rh7; 25.
mos ante un ejemplo típico de por qué De4+ ganando el caballo). El resto
deben evitarse los adelantamientos de la partida es instructivo por el im
innecesarios de peón, que provocan presionante despliegue de temas tác
debilidades y facilitan más tarde el ticos y posicionales utilizados por
ataque del enemigo. Botvinnik para apoderarse de la sép
El juego acabó así: 27 . ... , g6; 28. tima fila y mantener un férreo domi
Th l , Rg7; 29. h5 , Th8; 30. Tth2, nio de la posición.
Ad7; 3 1 . g5 (forzando la apertura de Siguió: 2 1 . ... , De7; 22. Ag4!,
líneas); 3 1 . ... , h X g5; 32. f X g5, Db7; 23. Af5, Db8; 24. Td7, Td8;
g X h5 ; 3 3 . T X h5, T X h5; 34. 25. D X e5!, C X c4; 26. D X b8,
T X h5, Rf8 ; 35. Th8+, Re7; 36. g6, T X b8; 27. Ae4! (las blancas recha
f X g6; 37. A X g6, b4; 38. Th7+, zan 27. T X a7, prefiriendo aumen
Rd8; 39. Ad3, Tc3; 40. a3, a5 ; 4 1 . tar su presión posicional); 27. . . . ,
Th8+, Re7; 42. Ta8, abandonan. La Ca3; 28. Ad5, Tf8; 29. e4, a5; 30. c4,
invasión del campo de las negras es b5 ; 3 1 . c X b5 , C X b5 ; 32. e5, a4;
total y sus peones del flanco de dama 33. f4! (con vistas a la creación de un
están perdidos. poderoso peón pasado); 33 . ... , Cd4;
34. Rf2, g5 ; 35. g3, g X f4; 36. g X f4,
220. Botvinnik-Chekhover, Ce6; 37. Re3, c4; 38. f5, Cc5 ; 39.
Leningrado 1938 Tc7, Cd3; 40. e6, fX e6; 41. f X e6,
abandonan.
A menudo hay que considerar va Para ganar una partida de aje
rios factores al evaluar una posición. drez, a menudo es preciso pensar con
En la del diagrama las negras tienen flexibilidad, tratando de reconocer
sólo dos islas de peones contra tres los temas cruciales en una posición
del blanco; además, los peones c de particular.
1 44
EJERCICIOS III
Lecciones 13-16: Principios e ideas de apertura
221 223
o b e d e f g h o b c d e f g h
222 224
5 5
4 4
3 3
2 2
e f g h o b e d e f g h
1 45
8 22S 8
6 6
5 5
4 4
3 3
2 2
o b e d e g h o b e d e g h
Juegan las blancas. ¿Cómo deben ¿Es 6 . . , Cd4 una buena jugada
..
8 226 8 229
7
6 6
5 5
4 4
2 2
o b e d e g h o b e d e g h
Juegan las negras. ¿Cuál es su ¿Por qué hicieron aquí las blan
máxima prioridad? cas la extraña jugada 1 2. Ch2?
8 227 8 230
7 7
6 6
5 5
4 4
3 3
2 2
o e g h o b e d e � h
1 46
AcS con excelente desarrollo y un
23 1
poderoso y central puesto avanzado
P.n d4.
223. Ante todo las negras han de
parar la espeluznante amenaza 6 .
Cd6 mate. 5 . ... , Cdf6 e s u n modo
sencíllo de hacer que la dama blanca
parezca un tanto ridícula en e2.
224. ¡Desde luego que no! 7 . . . . ,
dS! es a la vez temático y fuerte, ya
que 8. e X f6, d X c4; 9. Te l + , Ae6
proporciona a las negras un excelen
a b e d e f g h te juego.
225. Esta posición surge tras las
Juegan las blancas. ¿Qué han de jugadas 1 . e4, c6; 2. Cc3, d5; 3. Cf3,
hacer para que el negro no tenga d X e4; 4. C X e4, Af5?; 5 . Cg3,
tiempo de completar su desarrollo? Ag6; 6 . h4, h6 e ilustra un instruc
tivo error de apertura. 4. . . . , AfS ; 5 .
Cg3, Ag6 sería bueno después de 1 .
232 e4, c6; 2. d4, d5; 3 . Cc3, d X e4; 4.
C X e4, pero no aqui. Las blancas
7 disponen de la vigorosa centraliza
6 ción 7. CeS! Una partida Alekhine
Bruce, Plymouth 1 938, continuó 7.
5 ... , Ah7; 8. Dh5!, g6; 9 . Ac4!, e6; 10.
4 De2, Cf6; 1 1 . C X fl , R X fl ; 1 2 .
D X e6+, 1 -0. En otra partida Alek
3
hine-Navarro, Madrid 1 940, se hizo
7 . . . . , Cd7; 8. C X g6, f X g6; 9. d4,
eS; 1 0. Dg4, Df6; 1 1 . Ae3 , Ce7; 1 2.
Ce4, 1 -0.
o b e d e g h 226. El primer objetivo debe ser
deshacerse del caballo blanco fuerte
De las jugadas 1 3 . Cd2 y 1 3 . mente centralizado y, con este fin, la
Dc2, ¿cuál es la mejor y por qué? retirada 7 . ... , Cd7! resulta del todo
lógica. Antes que se descubriera esta
continuación, las negras solían sufrir
no pocos reveses en la variante 7 . . . . ,
Af5; 8. g4, Ae4; 9. f3, Ag6; 1 0. h4!
Por otro lado, 7 . . . . Ae6 las dejaba en
Principios e ideas de apertura situación muy pasiva en líneas como
8. Ae2, g6; 9. 0-0, Ag7; 1 0. c4, 0-0;
22 1 . ¡De ninguna manera! Des 1 1 . Ae3 .
pués de 5 . ... , R X fl; 6. C X e4, dS , 22 7. La posición procede d e una
el fuerte centro de las negras y su fácil partida Fish-Abrahams, Liverpool
desarrollo compensan sobradamen 1 929, y surgió después de 1 . d4, Cf6;
te la ligera molestia inflingida a su 2. c4, e6; 3 . Cf3, dS ; 4. AgS, h6;
rey. 5. A X f6, D X f6; 6. Cc3, Ab4; 7 .
222. Pueden, pero no deben ha Db3, Cc6; 8 . a 3 , AaS; 9. e 3 , 0-0; 1 0 .
cerlo. Después de 4. d X c6, C X c6, Ad3. Abrahams explotó l a situación
las negras podrían jugar ... , eS y ... , del rey blanco no enrocado mediante
1 47
el ingenioso golpe 1 0. .. ., e5! La sor d X e5 ; 1 9 . d X e5 , Cg7; 20. Cfl ,
prendente continuación fue: 1 1 . Tfd8; 2 1 . Af2, Ch5; 22. Ag3, De8;
c X d5 , e X d4; 1 2 . e X d4, Te8+; 23. Ce3, Da4; 24. Da2, C X g3; 25 .
1 3 . Rfl , D X f3!!; 14. g X f3, Ah3+; h X g3 , h5 ; 26. Ae2, Rf7; 27. Rf2 ,
1 5 . Rgl , C X d4; 1 6 . Ddl , Te l +! ; Db3; 28. D X b3, C X b3; 29. Ad3,
1 7 . D X e l , C X f3 mate. Re7 ; 30. Re2, Ca5 ; 3 1 . Td2, Tc7; 32.
228. No. Juega una pieza dos g4, Tcd7; 3 3 . g X f5 , g X f5; 34.
veces en la apertura y constituye un Ted l , h4; 3 5 . Re l , Cb3; 36. Cd5 + ,
intento prematuro de asumir la inicia e X d5 ; 37. A X f5 , C X d2; 3 8 .
tiva. Rossolimo-Romanenko, Salz T X d2, d X c4; 39. A X d 7 , T X d7;
burgo 1 948. La partida continuó: 6. 40. Tf2, Re6; 4 1 . Tf3 , Td3; 42. Re2,
.. . , Cd4? (es mejor 6 . . . ., 0-0); 7 . e5!, 0- 1 .
Cg8 (a 7 . .. ., C X b5? sigue 8. e X f6, 23 1 . La posición del diagrama
e X c3; 9. fX g7+-); 8. d3, e X b5; viene de una partida Rossolimo
9. C X b5 , a6; 1 0. Cd6+!!, e X d6; O'Kelly, Oldenburgo 1 949 y surgió
1 1 . Ag5!, Da5; 1 2 . e X d6+, Rf8; tras las jugadas 1 . e4, c5; 2. Cf3, Cc6;
1 3 . Te8+! ! , R X e8; 1 4. De2+, Rf8; 3. Ab5, g6; 4. 0-0, Ag7; 5. c3, e6?
1 5 . Ae7+ , Re8; 1 6 . Ad8+!!, R X d8; (5 . . . Cf6!); 6. d4, e X d4; 7. c X d4,
1 7 . Cg5, 1 -0. Db6?; 8. Ca3, C X d4; 9. Cc4!,
229. E sta posición proviene de C X f3+ ; 1 0. D X f3, Dc7; 1 1 . Af4,
una partida Keene-Lígterink, Londres e5. Rossolimo se destapó aquí con el
1 98 1 . El caballo de Keene se pone en brillante golpe 1 2. C X e5!!, y la par
camino hacia la casilla d5 , vía h2, f1 tida continuó: 1 2 . . . . , A X e5; 1 3 .
y e3. Después de 1 2. Ch2!, b6; 1 3 . Tac l , Db8; 1 4 . T X c8+ !, D X c8;
Cfl , Aa6; 1 4. Ce3, 0-0-0; 1 5 . Cd5, 1 5 . A X e5, f6; 16. A X f6, C X f6; 1 7.
este caballo se ha convertido en un D X f6, Tf8; 1 8. De5+ ( 1 8. De6+!,
auténtico monstruo. Rd8; 1 9. Tdl +-) 18 . . . . , Rd8; 1 9.
230. Posición de una partida Bot Dg5+, Re8; 20. Tcl , Dd8; 2 1 . De5+,
vinnik-Reshevsky, torneo para el De7; 22. A X d7+, Rf7; 23. Ae6+,
Campeonato del Mundo 1 948. La Re8; 24. Tc7, 1 -0.
jugada obvia 9 . . . ., h6 es dudosa, 232. Esta posición se dio en una
porque debilita el flanco del rey de las famosa partida Nimzovich-Salwe,
negras. Reshevsky continuó 9. .. ., Karlsbad 1 9 1 1 , que se inició así: l .
Ce8!, movimiento en apariencia re e4, e6; 2 . d4, d5; 3 . e5, c5; 4. c3, Cc6;
trógrado, pero que encierra varias 5. Cf3, Db6; 6 . Ad3, Ad7; 7. d X c5,
ideas sutiles: A X c5; 8 . 0-0, f6; 9. b4, Ae7; 1 0.
Af4, f X e5; 1 1 . C X e5, C X e5 ; 1 2 .
(a) Se impide la clavada 1 0. Ag5 . A X e5 , Cf6.
(b) f4 de las blancas puede neu La continuación aparentemente
tralizarse mediante .. ., f5 . fuerte 1 3 . Dc2 no se ajusta a los
(c) Este caballo negro podría requerimientos básicos de dominar
eventualmente ir a d6 y con las casillas centrales d4 y e5. Las
tribuir así a presionar sobre el negras podrían sacrificar un peón por
peón blanco de c4. medio de 1 3 . .. ., 0-0; 1 4. A X f6,
A X f6; 1 5 . A X h7+, Rh8, y sus
La continuación de la partida Bot peones centrales se volverían móviles
vínnik-Reshevsky es sumamente ins y peligrosos. Nimzovich no se dejó
tructiva: 10. 0-0, Aa6; 1 1 . Ae3, d6; por ello apartar de sus planes y jugó
1 2 . Cg3, Ca5; 1 3. De2, De7; 1 4 . f4? una partida hermosamente temática:
( 1 4. e5!) 1 4 . .. ., f5; 1 5, Tae l , g6; 1 6 . 1 3 . Cd2!, 0-0; 1 4. Cf3, Ad6; 1 5 .
Tdl , Df7; 1 7 . e5 , Tc8; 1 8 . Tfe l , De2!, Tac8; 1 6 . Ad4, Dc7; 1 7. Ce5 ,
1 48
Ae8; 1 8. Tae l , A X e5 ; 1 9. A X e5, T X c3; 29. T X c3, d X c3; 30.
Dc6; 20. Ad4, Ad7; 2 1 . Dc2, Tt7; D X c3, Rg8; 3 1 . a3, Rf8; 32. Ah4,
22. Te3, b6; 23. Tg3, Rh8; 24. Ae8; 3 3 . Af5 , Dd4; 34. D X d4,
A X h7!, e5 (idemasiado poco y de e X d4; 35. T X e7, R X e7; 36. Ad3,
masiado tarde¡); 25. Ag6, Te7; 26, Rd6; 3 7 . A X f6, g X f6; 38. h4,
Te l , Dd6; 27. Ae3, d4; 28. Ag5, 1 -0.
1 49
EJERCICIOS IV
Lecciones 1 7-20: Finales
8 233 8 234
7 7
6 6
5 5
4 4
3 3
2 2
a b e d e g h a b e d e g h
8 235 8 236
7 7
6 6
5 5
4 4
3 3
2 2
a b e d e f g h a b e d e g h
Las blancas juegan. ¿Con qué
resultado? Las blancas juegan y hacen tablas.
1 50
8 237 8 240
7
5 5
a d e g h a b e d e g h
241
a b e d e f g h
a b e d e g h
fue un grave error. ¿Por qué? ¿Cuál Las blancas juegan y ganan.
es en este caso el plan ganador de las
blancas?
151
8 243 8 246
7 7
6 6
5 5
4 4
3 3
2 2
a b e d e g h a b e d e g h
Las blancas (Fischer) hacen una Las negras tienen dos peones de
buena jugada. ventaja, pero con alfiles de distinto
color la victoria parece lejana. Las
negras juegan y ganan.
244
8 247
2
a b e d e g h
8 245 248
8
7
7
6
6
5
5
4
3
3
2
2
a d e g h
a b e d e g h
Final compuesto de Rinck. Las
blancas juegan y ganan de manera Final compuesto de Lolli. Las
:nuy instructiva. blancas juegan y ganan.
152
8 249 8 252
a b c d e g h a b e d e f g h
8 250
8 253
6
7
5
6
4
5
3
4
2
3
2
a e g h
8 25 1
7
8 254
6 7
6
5
4 5
4
3
a e g h
a b c d e g h
La excepción que confirma la re
gla y prueba que «un poco» de cien
cia puede ser algo peligroso. Las Rinck otra vez. Las blancas jue
blancas juegan y hacen tablas. gan y ganan con estilo.
153
8 255 8 257
7 7
6 6
5 5
4 4
3 3
2 2
o e 11 o d e g h
8 256 8 258
7 7
6 6
5 5
4 4
3
3
2 2
a b d e h a e ll
e 11
154
R X h6; 6. Rd6, Rg7; 7. Rc6, Rf7; 8. 249. l . Tal !!, R X a l ; 2. Rc2
Rb5, Re7; 9. R X a5 , Rd7; 10. Rb6, ( 1-0).
Rc8 y las negras hacen tablas por pe 250. l . Rg4?, Tc4+; 2. Rg5 ,
los. Contar simplemente las jugadas Th4!!; 3. R X h4, g5+ ! (0- 1 ).
puede tener importancia en los fina 25 1 . Difícil. Las blancas jugaron
les de rey y peón. Por desgracia las 1 . Tf7+? y perdieron tras 1 . . . . , Re3;
negras no previeron correctamente 2. Rfl , Tal + ; 3 . Rg2, Rd3; 4. Td7+,
los acontecimientos y abandonaron Re2; 5. Tb7, e3; 6. Tb8, Rd2. La idea
antes de tiempo. (de ir al «lado más corto») era correc
236. l . c4! ta, pero la máxima prioridad aquí es
237. l . e6!!, f X e6; 2. e5! detener el avance del peón. Hacía ta
238. l . . . . , g5! y el rey blanco no blas l . Rd2! ( l . . . . , Ta2+; 2. Re l ,
tiene modo de penetrar en el campo Re3; 3 . Rfl !, Rd3; 4. Te8!, T a l + ; 5 .
enemigo. Rf2).
239. l . ... , g5? permitió a las blan 252. 1 . Te4! (Lucena).
cas crear un P.P.D. después de 2. 25 3 . l . Te5! cortando el paso al
f X g5, h X g5; 3. Rf3 , Rg6; 4. Rg4, rey enemigo y ganando tras l . . . . ,
f5 +; 5. e X f6, R X f6; 6. g3!, a5; 7. Rd6; 2. Te8, Rd7; 3. Te l , Tc8; 4. f4,
a4, e5; 8. h4 y ganan. Tg8+; 5 . Rf5, Tf8+; 6. Rg5 ( 1 -0). A
240. l . h4!! seguido de la ruptura 6 . .. ., Tg8+ sigue 7. Rh6, Tf8; 8.
2. g4 es decisivo ( 1-0). Te4!, Rd6; 9. Rg7, Tf5; 1 0. Rg6, Tf8;
24 1 . l . Ah7! mantiene al rey ne 1 1 . f5 y la posición Lucena es inmi
gro alejado del rincón y gana ( l . . . . , nente.
Rf6; 2. Rf4). 254. 1 . f6, T X e2; 2. Th5+, Rb6;
242. l . Cb6+!! (peón en 5.• con 3. Tf5!! ( 1 -0).
tra peón en 6.•). 255. l . b6!, e X b6; 2. a7, T X a7;
243. l . Ae5! arrinconando el ca 3. Tg7+ ( 1 -0).
ballo negro. Siguió 1 . . . . , Rh5; 2. Rd3, 256. Quien haya escogido 1 . . . . ,
g4; 3 . b4, a6; 4. a4, g X f3; 5 . g X f3, Tc2 o, mejor todavía, l . . . . , Te 1 + ha
Rh4; 6. b5 , a X b5; 7. a5!, Rh3; 8. c6! brá dado con la idea correcta. 1 . . . . ,
( 1 -0). Ta8? es una continuación innecesa
244. l . ... , Ce3! (0-1 ). riamente pasiva y corre el riesgo de
245 . 1 . a5 , Ah7(!); 2. A X h7, g6; acarrear la derrota tras 2. h4!, Rg6; 3 .
3. Ag8, Re5; 4. a6, h2; 5. Ad5!!, Rh2, Ta7; 4. Rh3, Rh5; 5 . h X g5,
R X d5; 6. a7, hl =D; 7. a8=D+ es h X g5; 6. g3!, f X g3; 7. f4. En prin
una secuencia de gran belleza. cipio las negras deben mantener acti
246. l . . . . , g4! (para crear otro va su torre; por ejemplo 1 . . . . , Tcl + ;
peón pasado) es la única idea viable. 2. Rh2, Tal ; 3 . T X a5 , Rg6; 4. h4,
Las negras ganaron después de 2. g X h4; 5. Rh3, h5 !; 6. Rh2, h3!; 7.
h X g4 (2. fX g4, f3!), 2 . ... , h3!; 3. g X h3, Ta2+ haciendo tablas con
g X h3, R X f3 ; 4 . g5 , Rg3; 5 . g6, facilidad.
Ad4; 6. h4, f3!; 7. h5, Ag7 llegando 25 7 . l . Dgl + , Rd2; 2. Del +,
finalmente con el rey a d2. Rd3; 3. Dc3 es un bonito ejemplo del
247. l . . . . , Ca3+!; 2. C X a3, mate «de las charreteras».
Re2 (0- 1 ). 25 8 . iNo! Las negras tienen un
248. l . Tb5!, R X b5 ; 2. b7 modo típico de ganar que ya hemos
( 1 -0). mostrado anteriormente.
155
LECCIÓN 2 1
INDICACIONES Y CONSEJOS PRÁCTICOS
PARA EL JUEGO DE TORNEO
IAN D. MULLEN Y OTROS
1 56
(a) La indecisión del jugador 30 a 40 en la planilla antes del co
cuando se le presentan varias mienzo de la partida, ihay que estar
opciones igualmente plausi preparado! Muchos jugadores subra
bles y no sabe qué escoger. yan la jugada 40 (o la correspondien
(b) Su insistencia en comprobar te al control de tiempo) al principio de
una y otra vez las consecuen la partida... por si acaso. El mejor
cias de una jugada por la cual consejo que podemos brindar al lec
ya se ha decidido. tor cuyo rival no dispone más que de
( c) El soñar despierto (o quizá el un minuto para hacer 1 O jugadas es
nerviosismo ante su decisión). que prescinda de ello por completo.
El adversario puede estar nervioso en
Si uno abriga escrúpulos sobre la una buena posición o desesperado en
continuación que ha de adoptar, decí una mala. En ambos casos uno pue
dase por algo racional, pero no pier de dejarle con sus problemas y rela
da tiempo por motivos de perfeccio jar sus propios nervios «dándose un
nismo. Si no sabe qué hacer, haga paseo» . Si la propia posición es casi
algo y deje que el adversario calcule desesperada, convendrá entonces pro
las consecuencias. El aficionado a bar la técnica de las «rápidas»: jugar
soñar despierto o a las emociones con la mayor velocidad posible y con
fuertes en relación con los apuros de fiar en que el contrincante «meta la
reloj, disfrute con ello lo que quiera, pata».
pero no se queje cuando caiga la ban Los remates de este tipo son para
derita. Kótov sugiere utilizar el tiem algunos una verdadera pesadilla. Las
po del adversario para examinar la «partidas rápidas» se menosprecian
propia posición desde su punto de vis en ciertos ambientes, pero pueden
ta, mientras a él le toca jugar; asi servir de útil preparación para esas si
mismo, las posibilidades estratégicas tuaciones de tensión nerviosa. Con
y a largo plazo de la posición. Mu frecuencia es psicológicamente dificil
chos jugadores desperdician sin más adaptarse de•pronto a jugar de prisa
el tiempo ajeno. después de una lucha dura y prolon
Es buena idea tratar de reconocer gada. Esto ha sido no pocas veces la
la inminencia del momento crítico o perdición de más de un jugador bue
punto culminante de la partida. Peor no, pero lento. Lo único que podemos
que la pérdida de tiempo es a veces ju recomendarle es que se deje llevar
gar demasiado de prisa, cuando lapo por los acontecimientos y trate esa
sición que uno tiene delante exige re fase rápida como cualquier partida
flexión profunda. Si uno siente que «de cinco minutos» (teniendo en cuen
«está ocurriendo algo», confíe en su ta las diferencias de reglamento, «pie
instinto e intente saber qué es. A me za tocada», etc.).
nudo se ve a un jugador meditar 20 (2) Nervios
minutos o más para decidirse por una
jugada crítica y, cuando la posición se «En ningún caso debe uno po
aclara, hacer con facilidad los si nerse nervioso, pues el nerviosis
guientes movimientos. Quien juegue mo consume energía. Hay que re
rápida y superficialmente en una si cordar constantemente que todo
tuación complicada (como es el caso ello no es tan importante y que el
de muchos ajedrecistas sin experien resultado de un torneo de ajedrez
cia) de seguro omitirá algo de lo que no es cuestión de vida o muerte.»
después habrá de arrepentirse. Dicho
sea de paso, si el adversario insiste en Excelente consejo el que nos da
rodear de un circulito los números de Nimzovich, aunque hemos de admitir
157
que procede del mismísimo hombre te» o cosa parecida. Un conocido ju
que, según se cuenta, saltaba de fu gador escocés llevó esta idea un poco
ror por las mesas dejuego tras una de más lejos e inventó el sistema de es
rrota inesperada y gritaba: «iCómo cribir garabatos indescifrables en la
he podido perder con ese idiota!» planilla antes de mover, mientras se
Karpov, en especial, ha puesto de dirigía a sí mismo mentalmente (y
relieve la importancia de unos ner aun físicamente) una serie de pregun
vios resistentes para tener éxito en tas: «¿tiene mi rival algún jaque?»;
ajedrez, y si alguien puede decirlo es « ¿me puede hacer alguna horquilla?»;
él. Torlo ajedrecista ha de superar dos «¿se me ha pasado algunajugada-sor
miedos fundamentales: el miedo de presa?»; etc. ¡El sistema funcionaba!
perder y, lo que a menudo es peor, el (Aunque esto es estrictamente ilegal,
miedo... irle ganar! A este propósito, ya que no está permitido tomar nin
Nimzovich preconizaba el uso de lo guna nota durante la partida de aje
que hoy llamaríamos la meditación: drez, salvo el apunto de los movi
por ejemplo, vaciar de vez en cuando mientos.) La característica principal
la mente de todo pensamiento y rela del jugador con un ELO de 2200 no
jarse; ialgo difícil de conseguir, pero es tanto la brillantez de su juego como
que vale la pena probar! Este método la admirable ausencia en él de erro
y otros similares pueden también uti res no forzados.
lizarse con provecho para calmar los (4) ¿Quéjugada escoger? Danny
nervios antes de una partida impor Kopec ha tocado ya este tema en su
tante. Otras sugerencias evidentes sección, pero merece la pena insistir
son descargar la adrenalina y be en algunos puntos. Piense como un
berse de un trago una taza de café (li gran maestro es uno de los libros de
gero) o, quizá (como hace Miles), de ajedrez que más influjo ha tenido en
leche. su tiempo, todavía reciente. Su au
Una sana descarga de adrenalina tor, Kotov, daba a los lectores el va
es útil en la mayoría de las situacio lioso consejo que sigue sobre el modo
nes competitivas y, si uno es lo bas sistemático y eficaz de tomar una de
tante prudente para no tomar el juego cisión al tener que mover. En el pro
demasiado en serio, no tendrá proble ceso de seleccionar una jugada entre
mas en este sentido. Recuerde, con varias, dice, examínense cuidadosa
todo, que sin tensión no hay partida mente los «candidatos» (todos los
digna de tal nombre. movimientos potencialmente buenos
(3) Ganar, en ajedrez, tiene mu que uno vea en la posición dada). Re
cho que ver con hacer buenas juga córranse uno por uno, analizando lo
das, pero todavía más con no hacer más detalladamente posible sus dis
malas. Si uno realiza 10 jugadas ex tintos aspectos; y luego hágase la
celentes, 1 0 normales y, al cabo de elección. Quien tenga alguna con
todas ellas, una mala, es más que pro fianza en su capacidad analítica no
bable que el adversario acabe por ga necesita verificar una y otra vez las
nar aunque haya jugado peor el 90% variantes. Cualquier método de refle
de la partida. Una condición básica xión semiorganizada es generalmente
para mejorar el propio juego es evitar más eficaz que el místico tanteo en
los errores, sobre todo graves. Para busca de una inspiración del cielo. He
ello es bueno y fiable el método que aquí algo de lo que pasa en la mente
consiste en anotar la jugada antes de de un jugador de ajedrez en plena ac
hacerla y, una vez anotada, compro ción:
bar rápidamente si a uno no se le ha
pasado por alto un «mate a la siguien- «iHombre!, ahora puedo ju-
158
gar e5, que parece buena. Mmm..., le» su repertorio de aperturas, pene
quizá h3, quitando primero de en trar en sus ideas y, en general, tratar
medio ese caballo. ¿Qué otra de convertinne en un «mini-Fulano»,
cosa?; ¿hay más jugadas? Te l , quienquiera que fuese. He aquí una
Cc3. ¿Desarrollar simplemente? idea inteligente (si no original) y un
Tal vez. ¿Algo más? No... jOjo! modo de ahorrarse trabajo inútil; un
iQué tal b4, para divertirse? No, estilo personal «hecho a medida».
no parece bueno. Conque queda Pero... ¿conocemos nuestro propio
esto. estilo?
e5, h3, Tel, Cc3. A ver, prime (6) Conócete a ti mismo y trata
ro e5. de identificar tus puntos fuertes y dé
Bien, e5; él contesta d5 , o qui biles. Cada uno ha de escoger el tipo
zá d6. Así que e5, d5, Juego yo ha de apertura que mejor se adapte a su
go esto y él esto otro, entonces yo temperamento y tender a posiciones
esto, etc.» en donde se encuentre a gusto. Una
posición «igualada» que a un jugador
Esta idea tan maravillosa como le gusta y al otro no jes una posición
sencilla de tratar de poner algún or muy desigual! No hay que tener mie
den en el proceso mental ordina do de hacer una jugada que no esté en
riamente caótico del ajedrecista, es los libros; de todos modos, mucho de
uno de los mejores consejos que ja lo que está en los libros es erróneo. Ni
más he leído en un libro de ajedrez. tampoco debe uno dejarse intimidar
Bien aplicado, practicado y perfec demasiado por el ELO del adversa
cionado, jes apto para disipar las ha rio. Si nos emparejan con un jugador
bituales tinieblas y elevarle a uno mucho más fuerte que nosotros (so
hasta algo que se parece a Ja claridad bre el papel), a nadie le vamos a mo
de pensamiento! lestar por mantener nuestras piezas
(5) Desarrollo de un estilo. Cada en nuestra mitad del tablero y jugar a
cual tiene sus preferencias en cuanto tablas. En tales casos Jo único prác
a Jos tipos de posiciones que le gusta tico es dejarse de inhibiciones y «echar
jugar, y también es parcial en la desig una cana al aire». Quizá no ganemos,
nación de sus «héroes» ajedrecísti pero nos habremos divertido. Tocan
cos, distinguiendo bien entre «bue te a las propias piezas, «en la duda,
nos» y «malos». Para algunos, Petro sáquense al campo de batalla». Re
sian es un nombre que les evoca visio cuérdese también que <<la amenaza es
nes de alfiles en fianchetto, manio más fuerte que su ejecución» (Nimzo
bras exasperantes y tablas, tablas, ta vich), es decir, resulta más fácil co
blas ... Para otros, en cambio, su jue meter errores cuando hay muchas
go es como un ensueño. En cierta opciones posibles que cuando las
ocasión pregunté a Jon Speelman qué amenazas del adversario nos obligan
había que hacer para mejorar en aje a hacer jugadas buenas. «Dale cuer
drez, y su respuesta más tangible fue da suficiente y se colgará él mismo»:
que me escogiera un modelo, algún tal es la filosofía que a menudo apli
jugador famoso cuyas partidas me can los jugadores fuertes cuando se
gustaran y cuyo estilo me hiciera vi enfrentan con alguien «del montón».
brar. Mencioné a Fischer, y me repli No pocos ajedrecistas varían sus aper
có (algo enigmáticamente): «iAh!, turas en función de tal o cual contrin
Fischer tiene un estilo muy complica cante particular, y la batalla psicoló
do». A continuación me sugirió optar gica que entonces tiene lugar al prin
por una meta más accesible y basar cipio de la partida es de suma impor
en ella mi juego, es decir, «robar- tancia. En contra de la opinión popu-
159
lar, muchos grandes jugadores no son ta darse una «comilona» antes de una
archivos o enciclopedias ambulan partida importante, asegurando que
tes, ni algunos de ellos saben tanta ello le apacigua una mente de por sí
teoría de aperturas como suele creer superactiva). No es preciso llegar al
se; pero lo que saben lo saben bien, y extremo de hacer malabarismos con
saben igualmente cómo ponerlo en balones medicinales, pero hay que re
práctica (cf. lección 1 5 , «Principios e conocer que una sesión de cinco ho
ideas de apertura» ). ras ininterrumpidas de juego resulta
(7) Salud. Al preguntársele cuál agotadora si no se está bien prepara
era, a su juicio, el factor más impor do para ello.
tante para tener éxito en ajedrez, Fis (8) Análisis posteriores. Uno
cher respondió que a la cabeza de su aprende más de sus derrotas que de
lista personal figuraba la salud. Bot sus victorias. Téngase por norma
vinnik no perdonaba jamás su paseo analizar las partidas jugadas y notar
diario de una hora durante un torneo. cuidadosamente los errores, en espe
Todo jugador de ajedrez debe pres cial los más típicos y los que uno co
tar alguna atención a su forma fisica y mete con frecuencia. Para esto es
estado general de salud, para que el bueno contar con la ayuda de un juga
cerebro le funcione lo mejor posible dor más fuerte, y no hay que vacilar
cuando esté ante el tablero. Veamos en pedirle explicaciones e informa
también el reverso de la medalla. ción sobre aperturas o puntos oscu
Cuenta Timman que una vez se pre ros de análisis que uno no entiende.
paró para un importante torneo reti La mayor parte de los ajedrecistas no
rándose al campo, vigilando escrupu guardan sus secretos tan celosamen
losamente su régimen y permane te como se supone (si bien algunos
ciendo fidelísimo a sus sesiones dia tienen dificultad en explicar bien lo
rias dejogging. Más tarde se lamen que hacen y por qué lo hacen) y, en
tó de que, durante el juego, su pecho, general, les encanta aprovechar cual
ya para entonces abombado y rebo quier ocasión para poner a prueba o
sante de energía, le impedía concen mostrar sus habilidades. El simple
trarse y le hizo cometer errores. Pru hecho de asistir a la reconstrucción
dentemente, Timman recomienda ate de una partida por dos buenos juga
nerse en estas ocasiones a lo normal, dores en la sala de análisis es ya un
o sea a la rutina propia de cada uno. excelente medio de perfeccionarse.
Pero hay que tener presente que él es (9) Libros de ajedrez. Es cosa
un profesional y que para la mayoría bien sabida que existen más libros pu
de los ajedrecistas no es «rutina» ju blicados sobre el ajedrez que sobre
gar tres duras partidas de ajedrez en todos los demás deportes y juegos en
el solo espacio de tres dias (un torneo conjunto. Nuevamente sugerimos que
de fin de semana) sin experimentar conviene, también en este punto, pe
algún tipo de fatiga. Pasear es un cal dir consejo a unjugador experimenta
mante natural, con tal de hacerlo sin do para que nos oriente en medio de
agotarse. Una vueltecilla a paso lige toda esta maraña y nos diga lo que se
ro antes de una partida no puede de debe o no se debe comprar. Muchos
jar de ser beneficiosa tanto para el jugadores jóvenes se precipitan a ad
cuerpo como para el cerebro. No es quirir, invirtiendo a veces bastante di
sensato ir a jugar una partida des nero, la última edición de los análisis
pués de una comida demasiado abun del « Sistema X», con todo lujo de va
dante o pesada, por razones bastante riantes y subvariantes, para descu
obvias (aunque, como caso curioso, brir más adelante que tal libro les re
hemos oído decir que a Larsen le gus- sulta inútil en orden a lo que preten-
1 60
dían. Si se compran libros de apertu otras muchas cosas de orden más
ras, algunos de los cuales son necesa «humano» o personal. Hay jugado
rios, hay que concentrarse en los que res aquejados de la enfermedad del
dedican cierto espacio a la palabra «compongo», otros parecen cócteles
escrita y la explicación de las ideas vivientes que no paran quietos en su
que se encierran tras los distintos sis silla, otros golpean el tablero con las
temas de apertura. Varios de los más piezas como para descargar una furia
jóvenes autores británicos son bue contenida, etc. A quien interese este
nos en esto; Hartston, Pritchett, Stean, aspecto «paradeportivo» (cuando no
Nunn y Keene (especialmente en sus sórdido) del ajedrez, le recomenda
primeras obras), entre otros, mere mos el humorístico e instructivo estu
cen atención. En cambio, muchos li dio de Hartston, How to Cheat at
bros teóricos sin comentario escrito Chess («Cómo hacer trampas en aje
no sirven más que para hacer perder drez»), esperando que tales cosas no
el tiempo a los jugadores de fuerza in les ocurran a nuestros lectores. Los
ferior a la de maestro. También hay modales de cada uno y el modo de
autores que es mejor evitar. reaccionar ante los del adversario son
( 1 0) Deportividad. Fischer solía asunto muy personal. Y con estas pa
decir que le gustaba «aplastar el ego labras finales nos despedimos, queri
de su contrincante» y daba pasto a la do lector. Te deseamos mucha suerte,
prensa mundial tanto por sus excen pero nos quitamos de encima toda
tricidades fuera del ajedrez como por responsabilidad diciendo:
su brillante juego. A veces la lucha
ajedrecística no se ciñe a las jugadas
que se hacen sobre el tablero, sino a ¡El resto depende de ti!
161
SOLUCIONES DE LOS EJERCICIOS
Lecciones 1-4: Táctica y combinaciones
(Diagramas 55-90)
1 62
2. Thgl +, Rf7; 3. Dg7+ y 4. 2. D X h7+ ¡Tablas por ahogado!
D X e7 mate); 2. Df8+ (o 2. Lo correcto es l . ... , Tf7 y las ne
D X h7+); 2. . .. , T X f8; 3. gras tienen una victoria fácil.
T X h7+ y 4. Thl mate. 82. l . T X f7+!, R X f7; 2. Dd7+,
77. l . Tg4+!, f X g4; 2. Dg5+, Rh8; 3. Rf6; 3. Dd8+, Rg7; 4. Dd7+, Rg8;
Dh6 y la doble amenaza de mate 5. Dc8+!, Rh7; 6. D X b7+, Dg7;
(4. D X f8 y 4. D X h7) es deci 7. D X g7+, tablas.
siva. 83. l . Ch6+, Rf8; 2. Cf5!, e/g X f5; 3.
78. l . ... , Th8!! Esta misteriosajugada T X h7 seguido de mate.
de torre viene de una partida de 84. l . C X f5 , T X f5 ; 2. A X c7+!,
Pachrnan. Las blancas no tienen R X c7; 3. g4 ganando Ja calidad.
respuesta válida contra la amena 85. l . Dg7+!, R X g7; 2. Cf5+, Rg8;
za 2 . ... , g6; 3. D X h6+, Rg8 ga 3. Ce7 mate.
nando la dama. 86. l . Ta?+!, R X a7; 2. Cc6+, Ra8;
79. l . Cf5 +!, g X f5 ; 2. g X f5+ ' Rh7; 3. D X b8+, D X b8; 4. T X b8
3. Rf2!! permitiendo a la torre de f1 mate.
el acceso a la columna g para parti 87. l . ... , Te3!! Las blancas no pueden
cipar en el ataque. 3 . ... , Tg7 la me hacer nada contra 2 . ... , Ch3 y 3 . ... ,
jor manera de defenderse contra Dgl mate.
Tg6. 4. D X h6+!, R X h6; 5. 88. l . ... , Tbl !; 2. D X b l , C X e3+;
Th3+, Rg5; 6. Tgl +, Rf4; 7. 3. Rgl , D X f3 con mate.
Th4+ seguido de mate. 89. l . D X h6+!, g X h6; 2. Tg7+,
80. l . De8+!, T X e8; 2. Cf7+, Rh8; 3. Ag8!.
C X f7; 3 . T X e8 mate. 90. 1. Ae4! variación sobre el tema de
81. l . ... , T X g2?? intentando contes la interferencia. l . ... , T X e4; 2.
tar a 2. D X f8+ con la bonitajuga h3+ , Rg3; 3. Tf3 mate. O l . . . . ,
da 2 . ... , T X g8+ seguido de 3 . ... , A X e4; 2. h3+, Rg3; 3 . Ae l mate.
T X f8; pero las blancas prosiguen
163
GLOSARIO
1 64
vas. Es lo que los seres humanos suelen 3. Diferencial de poder. Diferen
hacer antes de decidirse por una ju cia de actividad entre las piezas blan
gada. cas y negras en una posición determi
6. Amenaza . Movimiento táctico nada.
que entraña un peligro inminente para el 4. Fianchetto. Desarrollo de un al
adversario, en forma de captura, clava fil por b2 o g2 (blancas) o por b7 o g7
da, horquilla, ataque doble, etc. (negras).
5. Par (o pareja) de alfiles. Es el
caso de 1 + 1 = 2 y un poquito más,
3. Cómo formular un plan pues queda eliminada la desventaja, in
herente al alfil, de no dominar más ca
l . Columna abierta. Una columna sillas que las del color por donde discu
no ocupada por peones. rre. En posiciones abiertas, la posesión
2. Columna semiabierta. Una co del par de alfiles contra alfil y caballo o
lumna ocupada únicamente por peones contra dos caballos redunda ordinaria
de un color. mente en cierta superioridad posicio
3. Peón aislado. El no acompaña nal.
do por peones adyacentes de su propio
bando.
4. Peones colgantes. Dos peones
situados en la misma fila y en columnas S. Finales
adyacentes, sin que haya otros de su co
lor a ambos lados, es decir, en las co l . Final. Es la fasedela partida que
lumnas vecinas. se caracteriza por la escasez de ma
5. Peón retrasado. El que no pue terial en el tablero, así como por la au
de ser defendido por otro peón, no pue sencia, en general, de las complicacio
de avanzar sin peligro de ser capturado nes típicas de la apertura o el medio
por un peón enemigo y está expuesto a juego.
ser atacado por una columna semi 2. P.P.P. Abreviatura de peón pa
abierta. sado y protegido.
6. Peón doblado. Se trata de dos 3. P.P.D. Abreviatura de peón pa
peones del mismo color situados en una sado y distante.
misma columna. Suelen constituir una 4. Zugzwang. Palabra alemana
debilidad, ya que no pueden defenderse cuyo significado literal es «obligación
mutuamente y que un solo peón enemi de mover». La necesidad de hacer una
go basta para bloquearlos. jugada no es siempre una ventaja, y aquí
7. Complejo de casillas de un co este término se utiliza en el sentido de
lor. Grupo de casillas de un solo color que el tener que jugar acarrea la pérdi
no defendidas y surgidas de la estruc da de la partida.
tura de peones. 5 . Alfil erróneo (no se confunda
con «alfil malo»). En relación con el fi
nal de rey, alfil y peón de torre contra
4. Principios e ideas de apertura rey, llámase así al alfil incapaz de domi
nar la casilla donde ha de coronarse su
l . Apertura. Fase inicial del juego propio peón. Si el rey enemigo logra
en que las piezas se movilizan. ocupar esta casilla, la partida es tablas,
2. Centralización. Movimiento de ya que no se le puede forzar a abando
una pieza hacia el centro. nar el rincón.
1 65
ESCAQUES
Libros de ajedrez
Garri
l{MPAROV
campeón del mundo