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LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA TIENE LA PALABRA

Diversos colectivos que realizamos denuncias penales por delitos de lesa humanidad
ocurridos durante el período del terrorismo de estado, queremos hacer llegar a
ustedes la información que nos fue proporcionada, a nuestra solicitud, por la Fiscalía
General acerca del estado actual de las causas judiciales que nos comprenden y están
en su jurisdicción. También realizamos el pedido de información a la Suprema Corte
de Justicia, pero aún no hemos recibido respuesta.
Del informe de la Fiscalía se desprende que en este momento existen 187 causas
activas que se discriminan de la siguiente manera:
1) 14 en etapa de ejecución (existe condena de los responsables)
2) 3 en etapa de sumario (existe procesamiento, pero no condena)
3) 170 en etapa de presumario, de éstas:
- 17 con solicitud de procesamiento pendiente a 52 acusados
- 153 en etapa de investigación
De estas 187 solamente 3 causas son posteriores a 2011
La mayoría fueron iniciadas en el año 2011, pero las hay también de los años 1984,
1985, 1986 y también 2008, 2010 y 2012.
A modo de ejemplo y con el propósito de posibilitar visualizar el volumen de
denunciantes, denunciados, implicados y procesados que involucra una causa,
referimos la denuncia realizada por 26 mujeres por torturas y abusos sexuales:
incrimina a 108 denunciados identificables de algún modo, más todos quienes
prestaron funciones en los centros de detención involucrados que suman 18 en todo
el país -para esta causa-, durante el período que comprende la detención de las
denunciantes: 1968-1983.
A la fecha hubo UN procesado, Ascencio Lucero, cuyo auto de procesamiento fue
“Reiteradas privaciones ilegítimas de la libertad”.
En el mes de mayo nuestro país recibió la visita de la Comisión Interamericana de
DDHH (CIDH), trataron todos los aspectos relacionados con las normas de DDHH en
Uruguay, se destaca que:
¨[...] Uruguay continúa siendo uno de los países más sólidos en materia de institucionalidad
de derechos humanos en la región. En este sentido, la Comisión reconoce los avances
emprendidos por el Estado mediante la creación de la Institución Nacional de Derechos
Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH); conformación de la Comisión por Verdad y
Justicia, la instalación de la Fiscalía Especializada en Delitos de Lesa Humanidad; y la creación
de espacios de memoria. Asimismo, valora la sanción de leyes de protección y
reconocimiento de derechos de adultos mayores y personas LGBTI.
[...]
Por otra parte, en materia de memoria, verdad y justicia, la CIDH observa con suma
preocupación que, pese a los esfuerzos realizados por el Estado, subsistan interpretaciones
judiciales en procesos penales que niegan la imprescriptibilidad de las graves violaciones de
derechos humanos en el periodo de la dictadura cívico-militar. Dichas interpretaciones
resultan en la impunidad a los perpetradores de los crímenes de lesa humanidad y niegan
justicia y reparación a las víctimas. Al respecto, la Comisión recuerda al Estado su obligación
de dar cabal cumplimiento a la sentencia de la Corte Interamericana en el caso Gelman vs.
Uruguay, la cual estableció que “no son admisibles las disposiciones de amnistía, las
disposiciones de prescripción y el establecimiento de excluyentes de responsabilidad que
pretendan impedir la investigación y sanción de los responsables de las violaciones graves de
los derechos humanos tales como la tortura, las ejecuciones sumarias, extralegales o
arbitrarias y las desapariciones forzadas, todas ellas prohibidas por contravenir derechos
inderogables reconocidos por el Derecho Internacional de los Derechos Humanos”. Por
consiguiente, la Comisión llama al Estado, especialmente al Poder Judicial, a cumplir con su
deber de aplicación del control de convencionalidad en el marco de su obligación de respetar
y garantizar los derechos humanos previstos en las decisiones de la Corte Interamericana y
de la Convención Americana. La Comisión subraya que subsiste una deuda del Estado con
todas las víctimas de las violaciones de derechos humanos en materia de justicia y verdad
[...] ”.

Creemos firmemente que para profundizar el proceso de consolidación democrática


de nuestro país el sistema de administración de justicia debe continuar
fortaleciéndose y el organismo máximo que la imparte, nuestra Suprema Corte de
Justicia debe honrar los compromisos internacionales asumidos y sus sentencias en
consecuencia, así como tomar en cuenta las recomendaciones que se le realizan.
No sabemos cuál es la situación de las causas nuestras que se encuentran allí, sí
sabemos que se han presentado sistemáticamente dilatorias por parte de los
acusados aduciendo inconstitucionalidad respecto de la Ley 18.831 en la que se
restableció la pretensión punitiva del Estado cuando se trate de delitos de lesa
humanidad y todos estos recursos se han recibido como válidos. También sabemos
que una de las integrantes del cuerpo ha sido cuestionada y tiene 50 recusaciones de
los acusados por expresar públicamente las opiniones vertidas en un expediente
judicial.
Los denunciados son torturadores sádicos, violadores de mujeres; capaces de infligir
dolor y lesiones hasta el borde de la muerte; asesinos de gente indefensa; ladrones
de bebés; secuestradores que pidieron rescate por sus víctimas y cuando no lo
obtuvieron procedieron a asesinarlas.
Fueron organizaciones mafiosas que se dedicaron al saqueo y que estaban regidas
por la ley del silencio, la omertá.
Y hay que recordar que esos denunciados continúan delinquiendo hasta el día de hoy
porque desaparecieron a muchos uruguayos y perpetúan, con su silencio, ese delito.
La inmensa mayoría de los pedidos de procesamiento están paralizados desde hace
demasiados años, estas demoras hacen posible que se perpetúe la impunidad de los
delitos de lesa humanidad ocurridos en nuestro país en el pasado reciente.
Seguiremos en el camino de contribuir a dejar un país a nuestros nietos con las
garantías de no repetición de las barbaridades sufridas por nuestra sociedad, durante
el período del terrorismo de estado.
Llevaremos nuestras denuncias a las instancias internacionales que nos habilita la
CIDH, fuimos y somos luchadores por una sociedad más justa, cueste los años y los
esfuerzos que cueste, por los que han quedado en el camino y por los que vendrán.

#NoHayDerecho
Denunciantes de violaciones a los Derechos Humanos durante el
periodo del Terrorismo de Estado.
junio 2019

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