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HABIA UNA VEZ UN REMERO

Refieren las crónicas que, en 1994, se celebró una competencia de remo entre Japón y un país
latinoamericano. Los remeros japoneses se destacaron desde el comienzo y llegaron a la meta
una hora antes que el equipo latinoamericano.

De regreso al país, el comité ejecutivo de deportes se reunió para analizar las causas de tan
desconcertante e imprevisto resultado. Las conclusiones fueron:

1.-En el equipo japonés había un jefe de equipo y diez remeros.


2.-En el equipo latinoamericano había un remero y diez jefes de equipo.

Con la idea de mejorar tan pobres resultados, iniciaron una planificación estratégica que
propuso una profunda reestructuración para el año siguiente. Sin embargo, los resultados de la
competencia fueron todavía más lamentables: el equipo latinoamericano llegó con dos horas
de retraso. El nuevo análisis del Comité Ejecutivo arrojó los siguientes resultados:

1.-En el equipo japonés había un jefe de equipo y 10 remeros.


2.-En el equipo latinoamericano, luego de los cambios introducidos por el departamento de
Planificación Estratégica, la composición era la siguiente:

A. Un jefe de equipo
B. Dos asistentes del jefe de equipo
C. Siete jefes de unidad
D. Un remero.

La conclusión del comité fue unánime y lapidaria: “El remero es un incompetente”. Un año más
tarde se le presentó una nueva oportunidad al equipo latinoamericano. El departamento de
Nuevas Tecnologías y Negocios había puesto en marcha un plan para mejorar la productividad,
introduciendo novedosas modificaciones en la organización que generarían, sin lugar a dudas,
incrementos sustanciales de efectividad, eficiencia y eficacia. Serían la llave del éxito. El
resultado fue catastrófico. El equipo latinoamericano llegó tres horas más tarde que el japonés.
Las conclusiones revelaron datos escalofriantes:

1.-Para desconcertar, el equipo japonés optó por la alineación tradicional: un jefe de equipo y
diez remeros.
2.-El equipo latinoamericano utilizó una novedosa formación integrada por:

A. Un jefe de equipo
B. Dos auditores de calidad total
C. Un asesor de “empowerment”
D. Un supervisor de “downsizing”
E. Un analista de procedimientos
F. Un tecnólogo
G. Un contralor
H. Un jefe de unidad
I. Un apuntador de tiempos
J. Un remero

Luego de varios días de agotadoras reuniones y profundo análisis, el comité decidió castigar al
remero quitándole todos los bonos e incentivos por el fracaso alcanzado y decidieron contratar
otro remero. Todos los miembros del comité dieron los nombres de algún amigo o familiar
“realmente bueno”.

El clientelismo y la burocracia nos están matando. Es urgente que cultivemos la cultura del
esfuerzo, la responsabilidad, el trabajo, la productividad, y superemos de una vez por todas la
cultura rentista que se fue fraguando en nuestras mentes y corazones a orillas del chorro
petrolero.

El pensar que somos un país rico es lo que más nos impide levantarnos de la pobreza. Por eso,
todo el mundo, por considerarse rico, está esperando que le den lo que piensa que le
pertenece, sin poner como contraparte su esfuerzo y su producción.

Hemos desarrollado una gran cultura de lo que creemos que nos deben dar, de nuestros
supuestos derechos, pero rehuimos cumplir con seriedad con nuestros deberes. Si vivimos en
un país rico y hay pobres, es porque los corruptos se quedan con lo que nos pertenece a todos.

Así, con este simplismo, seguimos rodando por el despeñadero esperando salir de abajo por un
golpe de suerte o mediante un gobierno mesiánico que ahora sí va a acabar con los corruptos y
terminar con todos nuestros problemas. Así, exorcizamos la corrupción pues los corruptos son
siempre los otros y sigue intocada nuestra cultura clientelar, pasiva, burocrática, irresponsable,
arribista, en la que se esconden las raíces de toda corrupción.

¿Cómo vamos a considerarnos ricos con el 55% de mexicanos en pobreza, con casi el 20% de
desempleo absoluto, y el 50% en la economía informal, con los hospitales sin suministros, con
las escuelas destrozadas y prácticamente todos los servicios colapsados?

¿Como permitimos que un puñado de seres nefastamente ignorantes y corrupos gobiernen un


país de más de 100 millones de mexicanos?

México es un pobre país, potencialmente muy rico, lleno de posibilidades que para convertirlas
en realidades, va a requerir del esfuerzo y el trabajo de todos y, en consecuencia, de una
educación que cultive la colaboración, la disciplina y el trabajo como basamentos del progreso
y que, en consecuencia, considere una verdadera tragedia cualquier pérdida de tiempo.

No olvidemos que el tiempo no sólo se pierde cuando no hay clases, sino que también se
pierde cuando los alumnos están dentro del salón sin hacer nada odedicados a copiar del
pizarrón o a cualquier actividad intranscendente, para pasar el tiempo, o que nolleva a ningún
aprendizaje significativo.

Si cualquier razón es buena para suspender clases y el tiempo escolar se pierde por cualquier
motivo o se dedica a hechos intranscendentes e improductivos, los alumnos van aprendiendo
el valor de la irresponsabilidad, la improductividad y la flojera. Detrás de cadamilagro
económico, llámese milagro alemán, japonés, español..., aparecen siempre dos constantes:
unpueblo que ha creído en sí mismo y que ha emprendido su propia superación mediante un
trabajo bienhecho, asumido con seriedad y responsabilidad. Mientras no incluyamos la calidad
como valor en todolo que hacemos, y transformemos nuestras aulas y centros educativos en
lugares de producción (deaprendizajes, valores, formas de vida y de convivencia...), nunca
saldremos de abajo y seguiremosañorando un idílico país inexistente que se nos fue de las
manos
.

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