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CONTENIDO
Presentación.................................................................................................................................................2
Cadencia Andaluza, Cadencia Española, Cadencia Frigia..........................................................................3
Modo Frigio Español. Frigio Tonal.............................................................................................................4
Estructura funcional del frigio español....................................................................................................................................5
Tónica mayor del Frigio Tf ....................................................................................................................................................5
Dominante en la cadencia frigia..............................................................................................................................................6
Esfera de Subdominante: IV, VI y II.......................................................................................................................................6
Tensores o Guías frigios..........................................................................................................................................................7
Sistema (mixto) Mayor-menor....................................................................................................................8
Sistema tonal Mayor-menor-frigio..............................................................................................................8
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Armando Pérez Mántaras
Presentación
A finales del siglo pasado me fue encargado, por parte de una editorial de música, la realización de
un análisis estilístico de cada una de las piezas que componen la Suite Iberia de I. Albéniz, con la
intención de ser complemento a una nueva edición de la partitura. El encargo fue realizado, aunque la
idea finalmente, no se llevó a al término proyectado y aquel análisis nunca vio la luz. Veinte años
después este humilde profesor dedicado más a la práctica de la composición que a la teoría, empieza
ahora a resolver los muchos problemas informáticos y de otra índole que han venido impidiendo una
autoedición de aquellos escritos1.
En su momento, los trabajos de análisis de la Iberia de otros autores que tuve al alcance para
consultar me dieron la impresión, en lo referente a la armonía y la forma, de no lograr dar una visión
suficientemente orgánica del pensamiento musical de Albéniz, y ello por un motivo que entendí que es
clave: un enfoque teórico sobre la armonía que no incorporaba los procedimientos armónicos que el
propio Albéniz, desde su hacer creativo estaba contribuyendo formular. La concepción clásico-
romántica de la tonalidad bimodal, ciertamente puede describir con coherencia suficiente las relaciones
entre acordes y tonalidades en esta música de Albéniz y seguramente cualquier música española hasta
aquellas fechas. Sin embargo, ese marco resulta ya, a partir de entonces, demasiado estrecho, pues
precisamente la exploración de las relaciones funcionales en modos distintos del mayor y el menor
clásicos era interés principal de las corrientes nacionalistas que surgían en todo occidente. Y en el caso
de la música española, es obvio que un primer paso en esa exploración debía ser hacia el modo frigio en
su peculiar fórmula derivada del modo menor, cuya cadencia característica, aunque inseparable de este,
era reconocida clara y distintamente con apelativos como cadencia andaluza, cadencia española, o
cadencia frigia. Este último, aunque muy extendido, resulta ser el menos riguroso pues proviene de una
formulación monódica y solo por convenio se acepta para aludir un hecho que es eminentemente
armónico (modo menor armónico), pero por otro lado, es claro que no puede ni debe entenderse como
exclusivo de la música española.
Me pareció entonces imprescindible ampliar el marco teórico y reconocer desde la teoría la
presencia indiscutible en la música de Albéniz, de configuraciones de centros tonales regidos por
gramáticas funcionales distintas a las de los modos mayor y menor e independientes de estos durante
extensas secciones de la forma, e incluso con el rol de tonalidad principal, tal como acontece en tantas
especies populares de la música hispana. Se trata pues de algo bien simple: reconocer, allá donde
proceda, como acorde de tónica al acorde mayor que en el sistema bimodal de tonalidad solo cumple
función de dominante del modo menor.
A diferencia tal vez, de otros sistemas modales que en aquellos años los nacionalistas rescataban de
la práctica popular, el sistema que aquí surge no produce antagonismo ninguno con la tradicional
funcionalidad paralela mayor-menor, sino que, al contrario, participa plenamente de ellas a la vez que
enriquece la lógica tonal conformando un sistema trimodal sólido y coherente.
Se hizo entonces necesaria una descripción detallada del funcionamiento de esta variedad armónica
del frigio como modo independiente. No encontré en textos técnicos o académicos tal cosa, mas allá de
meras descripciones elementales de la llamada escala española, a veces, modo español. Decidí entonces
asumir la tarea de realizarla, basándome en mi propia experiencia académica y práctica, y del
conocimiento que el contacto directo con el universo musical español que yo he vivido me haya
aportado. Como resultado obtuve una herramienta obviamente crucial para el análisis, no solo armónico,
sino formal y estilístico, de la música de Albéniz. Y dado que el destinatario último de aquel mi trabajo
1- En este momento (Junio 2019) están editados y a disposición, los análisis de cuatro de las piezas de la Suite.
Enlace: La Suite Iberia de Albéniz: Análisis formal, armónico y estilístico
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es el interprete antes que el teórico estudioso, era obligado aportar un glosario de términos técnicos que
facilitara la correcta comprensión del análisis.
Así, en ese glosario, junto a términos y conceptos comúnmente conocidos, unos más que otros, se
encuentran las dos entradas que reproduzco a continuación en este documento, con el deseo de que sirva
al mejor entendimiento de la música en este lenguaje característico y de utilidad para una
sistematización rigurosa.
Textos extraídos del glosario apéndice de “La Suite Iberia de Albéniz: Análisis formal, armónico
y estilístico”:
Esta progresión, en cualquiera de sus múltiples armonizaciones, implica una inversión del
sentido de movimiento funcional rector en los modos mayor y menor armónico:
Como es sabido, el VII grado conlleva signo de dominante, y el VI de subdominante. Cualquier armonización del giro
melódico I-VII-VI-V, implicará en mayor o menor grado (según sean funciones mixtas o puras) el giro armónico t-d-s-D.
En la música española, esta fórmula cadencial es un signo característico, y hasta finales del
SXIX, la música culta mantuvo sin problemas este punto de vista analítico bajo el cual se trata siempre
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de una semicadencia. Pero desde Albéniz y sus contemporáneos, la práctica armónica impone una
ampliación de los sistemas bimodal y mixto Mayor-menor hacia una integración con otros sistemas
modales, y en primer lugar, el modo frigio nacido de considerar el acorde de dominante mayor del modo
menor (armónico) como una tónica de pleno derecho, da pié a una especial formulación de un frigio con
tónica mayor, que en el presente análisis de la Iberia de Albéniz llamamos “frigio español” (ver en este
apéndice). Su integración en el sistema tonal tiene como resultado un “sistema trimodal” Mayor,
menor y frigio relativos, perfectamente asumible desde el punto de vista analítico para toda la música
española desde los tiempos antiguos, y de acuerdo con las tendencias posrománticas de ampliación de la
tonalidad, también formará un sistema mixto Mayor-menor-frigio, operativo en los contextos de
armonía disonante con tónicas complejas, que a partir de entonces conoció el SXX, incluyendo la actual
música popular. Ambos aspectos se encuentran representados ampliamente en la suite Iberia, y puede
decirse que son el objeto central de exploración en el lenguaje armónico de Albéniz a lo largo de la obra.
Nota-- La siguiente descripción se desarrolla aquí sin conocimiento hasta la fecha, por parte del autor, de ninguna
otra acerca de este concepto que coincida con su punto de vista, el cual, por ello, suponemos inédito.
Agradeceremos sea comunicado si el lector supiera de la existencia de algún planteamiento teórico similar.
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Las variantes 1, 3 y 5 se producen sólo mientras esté presente la armonía de tónica, cuyo acorde
mayor exige elevar el tercer grado. Las tres son básicamente variantes armónicas que admiten
melódicamente la alteración ascendente del 2º grado para evitar la 2ª aumentada.
La alteración del VI en las variantes fr2 y fr3 son frecuentes en la música popular, pero solo a
nivel melódico, y mayormente como floreos. Autores clásicos las incorporaron en estructuras
armónicas y modales (por ejemplo Falla en la “Danza del fuego” o en “Noches en los jardines de
España”). En la música actual encontraremos aún mayor número de variantes (algunas de 8 y 9
notas), incluso en estilos populares de cante y toque de guitarra, que han incorporado con naturalidad
infinidad de procedimientos e influencias procedentes de otras corrientes tanto populares como
académicas.
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Su especial condición de acorde mayor que altera la diatónica, le hace único en su esfera, ya que los
posibles acordes emparentados VI5# (con 5ª aumentada) y #III (con 5ª disminuida) son inestables y por
tanto sin posibilidad de asumir funciones de tónica. Como acorde final, Tf es, si se le aplicó la cadencia
frigia óptima, absolutamente estable incluso en contextos de armonía disonante. Es posible encontrarlo
en forma de 7ª de dominante (I<7) manteniendo su función de tónica, y es frecuente en el toque flamenco
con la 9ª como nota añadida (el II), llevando así incorporado el color del modo por sí mismo, sin
necesidad de ser escuchada la cadencia.
Observemos que todas las notas del acorde construido sobre la sensible principal, son sensibles
del acorde Tf. El acorde de II es por ello, la triada de mayor carga de tensión sobre la tónica. Su
resolución lleva función de Df a pesar de que por su sentido descendente, el movimiento tenga un
“sabor” plagal.
Aún mas carga de tensión lleva la cuatriada de VII, es decir VII7, por llevar esas tres sensibles y
una disonancia (la 7ª). Todavía mas tensión se acumula en la cuatriada #VII7 que añade una sensible
inferior de la tónica, y que en la práctica se dispone en su 1ª inversión, ya que el movimiento de la
sensible principal en la parte de bajo producirá mayor poder conclusivo. En nuestro análisis de la Iberia
lo anotamos siempre como II6+ (en fr4), por su equivalencia con el acorde clásico de 6ª aumentada de
los modos mayor y menor. (Excepto en éste caso, las anotaciones no indican inversión de los acordes si
no es de interés especial)
Algunos ejemplos de acordes Df
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plagal, IV—I<, pero no es característica y resultará ambigua. Su mejor definición como subdominantes
se encuentra en la cadencia frigia semicompleta S-Df -Tf resolviendo sobre alguna Df , o sobre uno de
los acordes que llamaremos tensores o guías, como en el modelo completo de cadencia.
El II lleva función de S, cuando resuelve sobre alguna de las otras dos Df , V o VII.
No hay espacio aquí para describir una teoría completa. Sirva la siguiente observación cómo
objeto de reflexión sobre el movimiento sonoro y la aparente polaridad invertida o contraria que domina
las relaciones funcionales dentro del frigio español: la construcción de la escala del modo frigio es la
misma que la del modo mayor, pero invertida:
Hasta aquí el funcionamiento del modo frigio a nivel básico. Un desarrollo apasionante de las
técnicas armónicas sobre esta base podrá seguirlo el lector a través de éste análisis en la música de
Albéniz. Con su sistema de variantes, el modo frigio español constituyó un espacio perfecto de
experiencia con la armonía disonante sin perder su funcionalidad peculiar. En última instancia, el
movimiento funcional Df -Tf se define claramente con el simple cambio de diatónica, es decir, de
espacio diatónico de variante par (0, 2 o 4) a variante impar (1, 3 o 5). fr0 fr1 es el ejemplo mas simple.
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Así, técnicas armónicas avanzadas como Tónica compleja, tonalidad disonante, espacio
diatónico disonante, conceptos teóricos que se fraguaban algo mas tarde (con autores como Stravinsky o
Debussy), resultaban naturales en el sistema frigio español (especialmente en la música flamenca), y
Albéniz y después Falla o Turina los practicaron y desarrollaron en este marco de búsqueda de la
esencia de la música española.
Sistema armónico tonal, basado en la conjunción en una misma tonalidad, de las formas y
relaciones funcionales propias de ambos modos, mayor y menor, bien sea a través de la inclusión en un
modo mayor de las armonías y tipos melódicos de su homónimo menor, así como de su relativo menor
(sistema mayor-menor), o viceversa (sistema menor-mayor). Así, por ejemplo, puede contemplarse un
acorde como III en una tonalidad mayor, sin implicar los conceptos de inflexión o de modulación. El
desarrollo de este sistema, puede decirse que ha ido siempre paralelo con el del concepto de "tonalidad",
desde los finales en tónica mayor de una pieza en menor, practica frecuente en los siglos XVII y XVIII,
pasando por los contrastes modales de la escuela clásica de Viena, a la amplitud tonal del último
romanticismo.
Es decir, la tonalidad ampliada del sistema Mayor-menor a la que se le suman las relaciones
funcionales específicas del modo frigio (español), con sus particulares formas de dominante y
subdominante, como subsistema susceptible de ser aplicado a cualquier grado de la tonalidad