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Copernicus es un proyecto que nació para observar los cambios que se

producen en la Tierra e intentar entender y buscar soluciones a las


consecuencias del cambio climático. Específicamente, mediante diversas
tecnologías que van desde satélites hasta sistemas in situ (sensores locales),
pretende contribuir a la protección del medio ambiente, la salud y seguridad
de los ciudadanos.

Qué está sucediendo en nuestro planeta

El cambio climático es uno de los asuntos ambientales que más se mencionan


en los últimos años. Sin embargo, no es el único tema que preocupa en relación
con la salud de nuestro planeta y de los que habitamos en él. Los recursos
naturales son necesarios para nuestra supervivencia, pero son finitos y ya
hay pruebas de que cada año se agota con mayor anticipación el “presupuesto
ecológico anual”. Es decir, se consumen los recursos naturales que el planeta
puede regenerar en todo el año antes de que éste finalice.

De igual manera, las presiones siguen aumentando y es cada vez mayor


la necesidad de espacios seguros para vivir, agua dulce y aire
limpio. Algunas preguntas que nacen de esta preocupación son cómo gestionar
mejor el consumo y uso de recursos naturales de la Tierra y cómo mejorar la
compresión de las causas y consecuencias del cambio climático. Asimismo,
cómo preparar medidas de mitigación y adaptación adecuadas.

Copernicus, una iniciativa europea

En este contexto se crea Copernicus, un proyecto conjunto de la Comisión


Europea y de la Agencia Espacial Europea. Existen tres pilares que
construyen este sistema autónomo de observación de la tierra. Ellos son:

 Observación espacial mediante una red de satélites


 Observación in situ mediante redes de estaciones de medida en tierra
y medios aerotransportados
 Generación de servicios de información

El programa Copernicus provee de datos operacionales y servicios de


información, gracias a una variedad de tecnologías, en diferentes áreas de
aplicación: desde satélites a sistemas de medición en tierra, mar y aire.

Como ejemplo de los servicios operativos que ofrece Copernicus, puede citarse
la monitorización del hielo marino del Ártico, la respuesta a emergencias, la
detección de vertidos de petróleo o el seguimiento de la expansión urbana.
Se enfatiza en la seguridad: entre los servicios Copernicus se incluyen:

– la vigilancia del cambio climático


– el desarrollo sostenible
– el transporte y la movilidad
– la planificación regional y local
– la vigilancia marítima
– la agricultura
– la salud

Cómo funciona

Copernicus procesa y analiza los datos obtenidos de satélite e in situ. Además,


las integra con otras fuentes y valida con resultados. De esta
manera, transforma esos datos en información de valor.

Cabe destacar que las series de datos pertenecientes a años y décadas atrás se
pueden consultar y comparar. Así, se garantiza un seguimiento y detección
de cambios en las tendencias.

Por último, se producen mapas a partir de imágenes satelitales, se identifican los


aspectos característicos y los anómalos, y se extrae la información estadística.

Qué pasó en enero de 2018 con la temperatura

El Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S) publica mensualmente


mapas que ilustran la temperatura del aire en superficie.
El C3S arrojó que la temperatura del aire superficial en enero de 2018 fue

más cálida que el


promedio de 1981-2010 en casi toda Europa. Lo mismo ocurrió a escala
global.

En la Web oficial del proyecto puede consultarse con más detalles los datos
obtenidos, así como también un análisis mediante gráficos.

Para finalizar, destacar que Copernicus pone a disposición de ciudadanos,


autoridades públicas, responsables políticos, científicos, emprendedores y
empresas, un “extenso mundo de información y conocimiento sobre nuestro
planeta, de manera completa, abierta y gratuita”.

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