Siempre que un empleado sufra de una calamidad doméstica, la empresa tiene la
obligación de otorgarle una licencia para que el trabajador pueda apersonarse de la situación que lo afecta. Respecto a las licencias por calamidad doméstica, estas están contempladas en el código sustantivo del trabajo, artículo 57, numeral 6: «En caso de grave calamidad doméstica debidamente comprobada»
¿Qué es la calamidad doméstica?
Se entiende por calamidad domestica las tragedias o emergencias familiares que
requieren de la presencia del trabajador, tales como la muerte o enfermedad grave de un familiar, catástrofe natural como inundación o incendio de la vivienda, etc. La ley laboral, así como no especifica de forma suficiente qué es una calamidad doméstica, tampoco específica a cuantos días de licencia tiene derecho un trabajador que se acoge a la figura de la calamidad doméstica, por lo que corresponderá al empleador fijar el número de días, basado en cada situación particular y con un sentido justo y razonable con las circunstancias del hecho. Estas licencias deben ser remuneradas, y no se puede exigir al empleado que compense o reponga los días de licencia concedidos, puesto que la norma que lo permitía fue declarada inconstitucional (Licencia por calamidad doméstica no se puede descontar al trabajador). Las empresas deben estipular en su respectivo reglamento de trabajo las condiciones en las que se deben conceder las licencias por calamidad doméstica, lo que quiere decir que es el reglamento interno de trabajo el que establece los días de licencia según el tipo de calamidad, y por consiguiente es posible que cada empresa tenga un tratamiento diferente, siempre que esté enmarcado dentro de la ley, la racionalidad y la lógica. Téngase presente que la licencia por calamidad doméstica es incompatible con la licencia por luto, por tanto si se solicita una no se puede solicitar la otra, de suerte que el empleado debe decidir cuál de la dos le es más conveniente. Además, se debe tener claro que la licencia por luto es más limitadas que la licencia por calamidad doméstica, puesto que la primera procede únicamente por la muerte de determinados familiares, en tanto la licencia por calamidad doméstica es abierta por lo que permite cubrir más eventualidades.