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Resumen
El presente estudio, tiene por objetivo greso, abordando su génesis en la reunión
analizar el contexto sociohistórico, políti- de 1913. Dicha reunión dio lugar a la formal
co y religioso que dio origen e impulso el organización al Comité de Cooperación
Congreso relacionado al Trabajo Misione- para Latinoamérica (CCLA, por sus siglas
ro. Que se realizó en Panamá del 10 al 20 en inglés) organismo dirigido por Robert
de febrero de 1916, en el cual se enfatizó E. Speer, Presbiteriano, y figura importante
acerca del impacto de la evangelización en el movimiento misionero protestante
protestante, la educación y los aspectos estadounidense. Se determinaron las eta-
socio-religiosos para América Latina. La pas de la planeación, desarrollo y proyec-
metodología que se empleada para este ción del Congreso. Así mismo, se evaluó
estudio fue de tipo cualitativa, desde una la identidad teológica de los organizadores
perspectiva documental, la técnica de re- y los impactos en el tema de misiones en
colección de datos que se utilizó fue, por Latinoamérica. Se realizó un esfuerzo por
medio de diversas fuentes como libros de reflexionar sobre los impactos del Con-
textos, informes, artículos de revistas de la greso en la evangelización, educación, y
época, diccionarios especializados, videos, paradigma misionológico. En conclusión,
escritos inéditos, entre otros. Se reconstru- el Congreso estableció las bases para un
yeron los antecedentes históricos del Con- trabajo unido entre las diversas denomi-
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naciones, estimulando la fraternidad y la Palabras Clave Comité de Coope-
• Reimaginando el contexto socio-histórico, político y religioso del congreso misionero de panamá de 1916 •
tolerancia entre todos, logrando así, por ración para Latinoamérica (CCLA); Trabajo
primera y única vez la delimitación de los Cristiano en América Latina; Evangelización;
campos misioneros, permitiendo el trabajo Panamericanismo Religioso; El Salvador.
sin roces ni celos denominacionales.
Metodología
Mediante el enfoque cualitativo de Todo esto implicó que, por medio de la
tipo histórico-documental, se realizó la recolección de datos y aplicando una her-
investigación del Congreso sobre el Tra- menéutica a las fuentes: libros de textos,
bajo Cristiano en América Latina de Pa- informes, artículos de revistas de la época,
namá, 1916, vinculando al conocimiento diccionarios especializados, videos, escritos
de las distintas etapas del Congreso en inéditos, entre otros, traduciendo algunos
su sucesión cronológica; para conocer la escritos que están disponibles solamente
evolución y desarrollo de dicho evento, en el idioma inglés, se analizaron de forma
se hace necesario revelar su historia, las diacrónica los impactos del Congreso en
etapas principales de su desenvolvimiento la evangelización, educación y posteriores
y las conexiones históricas fundamentales. modelos de misionología.
Introducción
La llegada de los protestantes al conti- tantes británicos y europeos insistieran en
nente latinoamericano marcó un hito en la que sólo el trabajo misionero entre los
historia de las misiones, sin embargo, antes nativos de América del Sur fuera incluido
del siglo XX hubo pocos esfuerzos para un en la agenda de la conferencia. Los nortea-
trabajo en conjunto y organizado entre las mericanos protestaron, pero fueron derro-
diferentes empresas misioneras. El presen- tados. Cuando Robert E. Speer se enteró
te trabajo de investigación, de tipo históri- de esta decisión, estaba convencido de que
co-documental, se ha realizado con el fin tendría que asumir el liderazgo en la lu-
de interpretar los informes del Congreso cha por conseguir una audiencia en Edim-
Misionero, los cuales presentan la planea- burgo para establecer la legitimidad de las
ción, organización, desarrollo, evaluación y misiones protestantes en América Latina.
proyección, con la finalidad de la discusión Detrás de las escenas en Edimburgo, Ro-
formal del trabajo de las organizaciones mi- bert E. Speer trabajó con John R. Mott, que
sioneras en los países de América Latina. De presidió el Comité de Continuación de
esta manera, acercarse al contexto sociopo- la conferencia, para asegurarse de que la
lítico y religioso de la época para analizar el conferencia regional de seguimiento, des-
impacto del Congreso en la región. pués de Edimburgo incluyera una confe-
rencia sobre América Latina.
El comité de planificación de la Con-
ferencia Misionera Mundial de 1910 que Speer destaca la génesis del Comité de
se celebró en Edimburgo se reunió en Cooperación para Latinoamérica (CCLA)
Oxford en el verano de 1908. No era de en la 23° Asamblea de la Conferencia de
extrañar que la mayoría de los represen- Misiones Extranjeras de Norteamérica ce-
• Reimaginando el contexto socio-histórico, político y religioso del congreso misionero de panamá de 1916 •
miento primero del CCLA fue de la reunión Estrategias de sociedades misioneras, más
que en 1913 había convocado el Comité de que iniciativas individuales como había sido
Referencia y el Consejo de las Misiones Ex- lo usual en el pasado, sería lo que en adelante
tranjeras de Norteamérica. En esa reunión privaría en el trabajo protestante.
se nombró un comité que más tarde vino a
ser conocido oficialmente con este nombre Un tema central del congreso fue, na-
del CCLA. Este encuentro formal que dio a turalmente, la cooperación cristiana y el
luz el nacimiento del CCLA se celebró en fomento de la unidad de las iglesias, que
la ciudad de Nueva York en la fecha 12 y 13 se trató en la octava ponencia principal, así
de marzo de 1913, siendo asistida principal- como la repartición del territorio en las di-
mente por representantes de aquellas jun- ferentes confesiones o misiones estableci-
tas misioneras protestantes que ya tenían das en el territorio latinoamericano. Hubo
obreros en América Latina. En septiembre especiales dificultades a causa de la defec-
22 de 1914, el CCLA estaba convocando tuosa comprensión entre las misiones de
su primera reunión en la que estuvieron las iglesias establecidas y las misiones no
representantes de quince Juntas misioneras. denominacionales. Esto implica un impacto
Fue precisamente en esta reunión donde en la evangelización protestante de la épo-
se acordó la celebración del Congreso de ca en toda la región, y llevando también, un
Panamá. Se propusieron varias localidades: interés político a través del panamericanis-
Panamá, Río de Janeiro y Buenos Aires. Pa- mo eclesiástico. Las relaciones comerciales
namá rápidamente ganó aceptación debido apoyaron en gran medida a los dirigentes
a su ubicación central y la reciente apertura del CCLA respecto a las entidades guber-
del Canal de Panamá en 1914, que garanti- namentales que veían ahora con buenos
zó instalaciones sanitarias y controles sani- ojos a Estados Unidos, principal proveedor
tarios desarrollados durante la construcción de fondos para Latinoamérica.
del canal. En América Latina muy poco o nada
La reunión se llevó a cabo en la zona se le ha dado importancia a la investigación
del Canal de Panamá, del 10 al 20 de febrero histórica-religiosa, sobre todo a este Con-
de 1916. Se contó con la asistencia de 481 greso Misionero, trayendo a consideración
personas, incluyendo 230 delegados, de los que los centros de estudios teológicos han
cuales solamente 9 eran latinoamericanos realizado investigaciones partiendo de lo
de nacimiento. El presidente fue el uruguayo ya planteado por otros autores no consi-
Eduardo Monteverde, y los misioneros John derando así las perspectivas de las fuen-
R. Mott y Robert E. Speer fueron vicepresi- tes principales o primarias. Por tanto, esta
dentes, Samuel Guy Inman fue secretario eje- investigación aporta a los esfuerzos en la
cutivo. La agenda fue desarrollada por ocho planificación de la agenda investigativa por
comisiones de trabajo, las cuales cubrían parte del Departamento de Teología de la
temas muy variados, desde exploración y Universidad Evangélica de El Salvador, gene-
métodos hasta cooperación y trabajo feme- rar en los estudiantes el interés por conocer
nino. La presencia protestante, después del e indagar sobre la identidad protestante y
Congreso de Panamá, comenzó un proceso evangélica, su desarrollo y proyección de-
ascendente en lo que respecta al reconoci- jando huella en la historia.
Panamá 1916
A partir del siglo XVI, en el espíritu Conferencia Misionera previa a
de la modernidad, se gestó en Europa un Panamá 1916
nuevo paradigma dentro del cristianis- Transcurría el verano de 1908, cuando
mo, creando ruptura, y cambios en favor el comité de planificación de la Conferen-
del progreso. Parte de ese proceso fue cia Misionera Mundial se reunió en Oxford,
la Reforma Protestante, caracterizándose Conferencia que se celebraría en 1910 en
por un contexto proselitista y misionero. Edimburgo. Primera reunión ecuménica de
Como todo movimiento, con el correr de gran realce para el trabajo misionero. No
los siglos, se fue organizando e instaurando era de extrañar que la mayoría de los re-
en diferentes entidades como Sociedades presentantes británicos y europeos (angli-
Bíblicas, Agencias misioneras, congresos, canos, luteranos y otros) insistieran en que
entre otros; siendo el centro de planifica- sólo el trabajo misionero entre los nativos
ción e impulso Europa y Estados Unidos. de América del Sur fuera incluido en la
Sin embargo, este centro de atención cam- agenda de la conferencia, resolviendo abs-
biaría con el desarrollo de la Conferen- tenerse de abrir obras misioneras en los
cia Mundial de Misiones, celebrado en la países evangelizados, considerando a Amé-
ciudad escocesa de Edimburgo en 1910, rica Latina como cristiana y, todo esfuerzo
donde un grupo de participantes estadou- misionero en la región concluyeron que
nidenses sobresalen con la apertura hacia era anticatólico. (Deiros, 1992, pág. 717)
el trabajo misionero en América Latina,
siendo este continente puesto fuera de la Para Braga (1917) cuando el Dr. Ro-
agenda de discusión en dicha Conferencia, bert Elliot Speer – Presbiteriano, y figura
al considerársele territorio ya evangelizado importante en el movimiento misionero
por la Iglesia Católica romana. protestante estadounidense – se enteró
de esta decisión, estaba convencido que
El libro de Lucy Guinness y E. C. Mi- tendría que asumir el liderazgo en la lucha
llard, “Sur América. El Continente descui- por conseguir una audiencia en Edimburgo
dado” (1894)1, difundió el concepto del para establecer la legitimidad de las misio-
“Continente descuidado”. Los autores afir- nes protestantes en América Latina. Priva-
maron que no había razón para limitar el damente en Edimburgo, Robert E. Speer
trabajo misionero sólo a Asia y África. Así y otros norteamericanos trabajaron con
también, que el paganismo de las culturas el Dr. John Raleigh Mott, quien presidió el
orientales que habían movilizado en misión Comité de Continuación de la conferen-
a los cristianos protestantes de Occidente cia, para asegurarse de que la conferencia
también estaba presente en América Lati- regional de seguimiento después de Edim-
na. Sin embargo, no lograron convencer a burgo incluyera una conferencia sobre
muchos en sus divisiones británicas de la América Latina.
necesidad de apoyar las misiones extran-
jeras en América Latina (Guinness, 1894,
pág. 13).
• Reimaginando el contexto socio-histórico, político y religioso del congreso misionero de panamá de 1916 •
Latina págs. 150-178)
Robert Speer sabía que la conferencia
Speer completó su informe sobre un
sería el momento para lanzar un enfoque
vapor de río en el Río Magdalena, Colom-
cooperativo misionero hacia América La-
bia, en octubre de 1909. Con cierta reserva
tina. Con este objetivo en mente, el joven
dio su permiso para que su informe fuera
Speer salió en mayo de 1909 en un viaje
publicado por la Junta de Misiones Extran-
de seis meses a través de siete países de
jeras, pero sólo como su informe privado.
América del Sur. (Speer, 1909, pág. 7) Fiel
Las duras críticas de ciertas declaraciones
a su estilo disciplinado, Speer quiso estar
de Speer sobre las condiciones morales en
bien preparado para presentar el caso de
la Iglesia Católica Romana pronto apare-
las misiones protestantes en América Lati-
cieron en su escritorio cuando el informe
na en la conferencia de Edimburgo. Dado
se convirtió en un documento público. Fue
que se había decidido que el tema no de-
circulado intencionadamente en los círcu-
bía figurar en la agenda formal, Speer se
los misioneros justo antes de la Conferen-
aseguraría de que sería en la “agenda infor-
cia Misionera Mundial convocada en mayo
mal”. (Sinclair J., 1999, pág. 3)
de 1910.
Speer escribe un libro con motivo de
El capítulo final, “Deberían excluir-
este viaje por América del Sur el cual tituló
se las iglesias evangélicas de América del
“Missions in South America”. El líder estadou-
Sur” contenía la esencia del argumento de
nidense describe que en América del Sur
Speer. Sostuvo que la condición moral de
en 1909 tenía cuarenta millones de habitan-
Sudamérica requería que la religión evan-
tes, sólo el veinte por ciento eran indígenas.
gélica o protestante estuviera presente.
Speer quedó impresionado por la propia
Además, el continente necesitaba el “estí-
gente: “la gente de América del Sur es cá-
mulo a la educación” que proporcionaría
lida, cortés, amable, amable con los niños
el protestantismo. Speer sintió que el ca-
respetuosos de las cosas religiosas” (Speer,
tolicismo romano no estaba satisfaciendo
1909, págs. 5-6). Se reunió con líderes polí-
estas necesidades. Su sacerdocio era defi-
ticos, intelectuales y religiosos en todos los
ciente, alentaba una religión “opuesta a la
países que visitó. Viajó a través del estrecho
libertad política y a las instituciones demo-
de Magallanes desde Argentina a Chile en
cráticas”, y escondía la Biblia del pueblo. Tal
compañía del veterano colportor bíblico
“sistema religioso estaba condenado y era
Francisco Penzotti y líderes de misiones
ya una reliquia” (Speer, 1909, pág. 178). En
como Harriet Taylor del personal de campo
un último párrafo, Speer resumió su argu-
de la YWCA. Speer había leído mucho so-
mento: “Si la religión no tiene nada que ver
bre las condiciones religiosas y morales del
con la moralidad, entonces todo está bien,
continente, pero este viaje le dio contacto
podemos salir de América del Sur. Pero
directo con la cultura sudamericana y la
si creemos que la religión no es más que
oportunidad de experimentar la hegemo-
una moral viva..., No somos cristianos si no
nía de la Iglesia Católica Romana sobre esa
llevamos esa religión a América del Sur... “
cultura. A su regreso Speer estaba aún más
(Speer, 1909, pág. 178)
convencido de la necesidad urgente de un
testimonio evangélico en medio del cato-
• Reimaginando el contexto socio-histórico, político y religioso del congreso misionero de panamá de 1916 •
nombró oficialmente el comité, eligiéndose bería ser el propósito de la Confe-
al Dr. Robert Speer como presidente, al Dr. rencia de Panamá de reconocer to-
William F. Oldham como vicepresidente, y dos los elementos de bien y verdad
al Dr. Lemuel C. Barnes como secretario. Y en cualquier forma de la fe religiosa.
fue precisamente en esta reunión donde Nuestro enfoque a la gente no debe
se acordó la celebración del Congreso de ser crítico ni antagónico, pero inspi-
Panamá. (Christian Work in Latin America rado por las enseñanzas y el ejemplo
I, 1917, págs. 11-12) de Cristo y por la caridad que ni se
regocija en la iniquidad, sino se rego-
El informe detalla previamente y de
cija en la verdad. En el caso de ser-
cara al congreso, se sostuvo otra reunión
vicio cristiano, daremos la bienvenida
importante celebrada en Caldwell los días
a la cooperación de quienes están
9 y 10 de junio de 1915, en la cual estuvie-
dispuestos a cooperar en cualquier
ron presentes los presidentes de las comi-
parte del programa cristiano. No de-
siones, los miembros del comité ejecutivo,
bemos demandar unión con noso-
entre otros más (Christian Work in Latin
tros en todo nuestro trabajo como
America I, 1917, pág. 16). Previamente, des-
la condición de aceptar alianzas por
cribe el informe, los organizadores habían
cualquier parte de él”. (Christian
enviado cuestionarios a distintas partes de
Work in Latin America I, 1917, pág.
América Latina, con el fin de conocer el
16)
estado y situación de diferentes áreas en la
región, como educación, económico, social, Aún en 1915, entre más se aproxima-
entre otros. (Christian Work in Latin Ame- ba el evento, todavía no se tenía claro la
rica I, 1917, pág. 16) definición de la naturaleza del Congreso
y sus objetivos, teniendo la certeza que
Dicha reunión tuvo una producción
debían proponerlo para mostrar la im-
llamada “Resolución Caldwell”, siendo la
portancia de dicho Congreso. Ante tal ex-
definición del carácter que se esperaba,
pectación los organizadores proponen la
permeara el Congreso de Panamá. La re-
siguiente declaración:
solución rezaba de la siguiente manera:
“Consciente de la interdependencia
“Resuelto que esta Conferencia re-
cada vez mayor de las civilizaciones
comienda que aquellos que están
del mundo, y especialmente los de
haciendo arreglos para a Conferen-
América Latina y del Norte, así como
cia de Panamá, así como todos los
de aquellos de ambos continentes de
escritores y oradores en la Confe-
Europa, el Congreso de Panamá ha
rencia, teniendo en cuenta que, si
sido llamado para: Primero, obtener
los mejores resultados a obtenerse,
un conocimiento mutuo más preciso
mientras enfrentando condiciones
de la historia, los recursos, logros e
morales y espirituales que llaman al
ideales de los pueblos asociados en
trabajo misionero en Latinoamérica,
sus negocios y vida social. Segundo,
y mientras se presente el evangelio
revelar el hecho que estos países de-
que nosotros tenemos como la única
ben servirse mutuamente entre ellos
solución adecuada de los problemas
vilizaciones y a la vida de los demás. del Canal de Panamá en 1914, que garan-
Tercero, descubrir y diseñar medios tizaría instalaciones y controles sanitarios
para corregir tales defectos y debi- desarrollados durante la construcción del
lidades en carácter como puede ser canal. (Speer, 1916, pág. 4).
impedimento al crecimiento de esas
naciones. Cuarto, Unir en un propó- El informe manifiesta que la fecha
sito común para fortalecer la moral, de la conferencia fue fijada para el 10-20
social, y fuerzas religiosas que están de febrero, 1916. La elección de Panamá
ahora trabajando para la mejora de como sede del Congreso tuvo también
estos países, y para crear el deseo una connotación geoestratégica dentro
por estas cosas donde falte. Quinto, del marco de la política exterior estadou-
Descubrir los principios sobre el cual nidense hacia América Latina. En varias
la verdadera prosperidad y estabili- reuniones preparatorias se consideró la
dad nacional dependen, y conside- importancia de otorgarles un carácter de
rar caminos y medios por los cuales participación a las iglesias protestantes jó-
estos principios pueden ser puestos venes establecidas en Latinoamérica y a su
en acción y ser efectivos” (Christian vez impulsar una mayor participación de
Work in Latin America I, 1917, págs. los misioneros de campo. (Christian Work
18-19) in Latin America I, 1917, pág. 3). Del mis-
mo modo, se buscaba mostrar un ambien-
Funcionalmente la apertura de los te político favorable para continuar con la
organizadores se observa a través de es- causa protestante en la región, así lo deja
tas declaraciones y/o resoluciones, confir- ver la presentación que hace el Comité so-
mando la amplitud del evento en términos bre la elección del lugar:
doctrinarios como requisitos para la parti-
cipación del Congreso. La inauguración del Canal de Pana-
má en 1914 concentró como nunca
“Todas las comuniones u organizacio- antes la atención de todo el mundo
nes que aceptan a Jesucristo como sobre Latino-América. La aparición
Salvador y Señor, y a las Sagradas posterior de un número de estudios
escrituras del Nuevo y Antiguo Tes- importantes de la historia latinoa-
tamento como las palabras revela- mericana, el desarrollo y la vida hizo
das por Dios, y quienes tienen como este interés mucho más definido y
propósito prevalecer la voluntad de retó al mundo religioso a un estudio
Cristo en Latino-américa, están cor- científico similar a la historia espiri-
dialmente invitados a participar en el tual de Latinoamérica. Las relacio-
Congreso de Panamá, serán cordial- nes políticas más cercanas que han
mente bienvenidos.” (Christian Work surgido entre algunos estados de
in Latin America I, 1917, pág. 19) Latino-américa y los Estados Unidos
tienden a desarrollar y consolidar
Panamá como sede del Congreso
una relación de amistad de gran im-
Se propusieron varias localidades: Pa-
portancia. El aumento de las reunio-
namá, Río de Janeiro y Buenos Aires. Pana-
nes sobre asuntos de interés común,
má rápidamente ganó aceptación debido a
• Reimaginando el contexto socio-histórico, político y religioso del congreso misionero de panamá de 1916 •
Pacífico, el Congreso Científico, Pa- el Obispo Arthur S. Lloyd y el Rev. Samuel
namericana, y las visitas mutuas de Guy Inman. (Christian Work in Latin Ame-
diplomáticos y financieros sirvió para rica I, 1917, pág. 16)
considerar en gran medida las barre-
ras de reserva establecidas, los malos El comité organizador encomendó al
entendidos y desacuerdos que, en el Reverendo Samuel Guy Inman, un misio-
pasado, han afectado profundamen- nero Discípulo de Cristo de México, como
te el comercio de Latino-américa y secretario organizador. No era la mejor
otras partes del mundo civilizado. La opción, ya que era más “liberal” que la ma-
hora parecía oportuna para celebrar, yoría de los misioneros de su generación
bajo la colaboración impresionante y menos tolerante con los conservadores.
de unas cincuenta organizaciones Inman viajó durante cinco meses por todo
confesionales e interconfesionales, el continente durante 1914 tratando de
de un congreso para el profundo, dejar claro que la conferencia debía tener
científico aún simpático estudio de la una reunión de misioneros y líderes nacio-
vida religiosa y las necesidades de las nales, no una consulta de los consejos de
repúblicas Latinoamericanas. (Chris- misión. Este concepto no fue fácil de co-
tian Work in Latin America I, 1917, municar a los latinoamericanos. La mayoría
pág. 3) de ellos probablemente viajaron a Panamá
para una conferencia que parecía ser un
La celebración del Congreso de Mi- montaje para los consejos de misión. (Sin-
siones en Panamá muestra el aprovecha- clair J., 1999, pág. 9)
miento amigable de Estados Unidos hacia
América Latina. Para 1914, las obras del Para la realización del Congreso los
Canal de Panamá habrían finalizado al mis- organizadores dividieron el cónclave en
mo tiempo que se iniciaría una adminis- ocho ejes temáticos, nombrando un pre-
tración autónoma de los Estados Unidos sidente coordinador y un grupo de misio-
sobre el canal en una zona de ocho kiló- neros y líderes latinoamericanos para su
metros conocido como la Zona del Canal. propio análisis y discusión. Las comisiones
(Diego, 2010, pág. 47). Como bien se pue- recibieron informes de los misioneros por
de observar en el fragmento anterior, los países y por ejes específicos.
miembros del CCLA no eran ajenos a esta Reacción por parte de la Misión a Cen-
situación política al escoger a la ciudad de troamérica. (CAM)
Panamá como sede del Congreso. La historiadora de la Misión a Cen-
El anuncio público del Congreso se troamérica (CAM, por sus siglas en in-
hizo en la reunión de la Conferencia de glés), Dorothy Martin, en su libro 100.
Misiones Extranjeras en 1915. Un grupo And counting. The Story of CAM’s First
de personas que luego van a jugar un pa- Century, refiriéndose al Congreso de Pa-
pel protagónico en el evento discutieron namá, menciona que el evento estaba
allí sobre sus planes y aspiraciones con programado a realizarse en la ciudad de
respecto a América Latina. Entre ellos des- Guatemala con la Misión como anfitriona,
tacan el Dr. Robert Speer, el Dr. William pero el CAM tuvo que retirar su oferta
cuando el Congreso definió que su pro-
grupos Protestantes pudieran trabajar con rican Bulletin, 1915, págs. 5-6)
la Iglesia Católica Romana “a causa de la
gran influencia espiritual que esta ejercía El artículo manifiesta el rechazo a la
en toda la América Latina” (Martin, 1990, afiliación de todo trabajo con Roma:
pág. 35). Los representantes de la Misión “Ahora este Comité de Continua-
durante el Congreso, objetaron vigorosa- ción ha llamado a una especie de
mente tal cooperación y establecieron cla- Congreso Misionero en Panamá
ramente que: “Nadie puede ir a la América para febrero del próximo año y
Central a predicar el Evangelio de la Gracia otro en ciudad de Guatemala. Nues-
de Dios sin ver los terribles resultados de tro secretario, Dr. C.I. Scofield había
la enseñanza y de las prácticas de la Iglesia sido designado como miembro del
Católica”. Como resultado, los grupos pro- comité local, sin conocimiento de
testantes reunidos en el Congreso, conde- que eso significaba la afiliación con
naron a CAM por su “espíritu divisionista”. Roma, tal a como lo indican clara-
(Martin, 1990, pág. 36) mente todos los documentos. En
La incomodidad de la Misión respecto una carta muy reciente desde su le-
al Congreso venía de meses antes. En el bo- cho de enfermo, el Dr. Scofield dice
letín de octubre de 1915 se alude al asun- que ha resignado de ese comité y
to señalando que la Conferencia Misionera que no quiere tener nada que ver
Mundial de Edimburgo (1910) había sido con ese asunto”. (The Central Ame-
convocada a causa de la propagación de las rican Bulletin, 1915, pág. 6)
misiones en todos los territorios, pero que Para el articulista, no es ajeno que los
su primera acción fue la rígida exclusión misioneros tendrán la misma posición de
de las misiones que trabajaban en países repudio cuando Roma se entere de las in-
católico-romanos “incluyendo aun el obs- tenciones de las mencionadas conferencias
curo continente de Sur América, México y de Panamá y Guatemala, y expresa a ma-
la América Central”. Cita más adelante el nera de justificación:
artículo al Rev. G. Campbell Morgan quien,
en una reunión en Londres con el Comité “Cómo podríamos haber tomado
de Seguimiento, dos años atrás, había re- otro camino, cuando entendemos
portado que “se declaraba fuera de esfera que este acercamiento con Roma es
el trabajo en los países católico-romanos”, un empecinamiento que nunca ter-
a lo que el Dr. Morgan añadió: mina de alianza con el más amargo
enemigo del Evangelio de Cristo. En
“Si Sur América está fuera de su esfe- los lugares donde esta iglesia ha in-
ra, no significa que nosotros estemos vadido con sus grotescas supersticio-
también fuera.Yo veo en esto una se- nes las filas de los pobres Indios de
ria amenaza, un compromiso con el la América Central, los ha converti-
espíritu de Roma, lo cual podría cau- do en diez veces más hijos del dia-
sar alguna reacción en nuestro país y blo, que aquellos a los que nunca ha
sobre todo con el trabajo misionero alcanzado”. (The Central American
Bulletin, 1915, págs. 6-7)
• Reimaginando el contexto socio-histórico, político y religioso del congreso misionero de panamá de 1916 •
presentación de CAM en el ya citado Con-
greso de Panamá.
Informes del desarrollo del Congreso de Panamá y el trabajo
misionero para América Latina
De la planificación podemos retomar, puso al habla con la Unión Pan-americana
la idea de reunir un congreso misione- de Wáshington, con los diplomáticos lati-
ro para estudiar el asunto de la América no-americanos allí acreditados, y recibió el
latina, promovió en marzo de 1913, una apoyo moral del entonces Secretario de
conferencia en Nueva York, en ella se or- Estado del Gobierno Americano, Hon. W.
ganizó una comisión formada por repre- J. Bryan, del Sr. John Barrett, Director de
sentantes de varias juntas misioneras que la Unión Pan-americana, y de varios mi-
operaban en América Latina. En febrero nistros plenipotenciarios de gobiernos la-
de 1914, la comisión mandó una circular a tino-americanos. (Christian Work in Latin
los misioneros, exponiéndoles el plan ge- America I, 1917, pág. 7)
neral del congreso, determinando que la
fecha de su reunión debería ser 1916, el El Congreso tuvo la particularidad de
Congreso debía reunirse en territorio la- ser guiado a lo largo de los diez días por
tino, y que el punto más conveniente sería hombres cuya gran experiencia, adquirida
la ciudad de Panamá. en muchas reuniones similares, se le dio al
Congreso sin dificultad, ya que se enfrenta-
En Junio de 191 5, la Comisión Eje- ba a muchos de los problemas más delica-
cutiva, juntamente con la Organizadora, dos y difíciles que implicaban la unificación
tuvieron una reunión en Caldwell, esta- de un cristiano común Servicio en América
do de Nueva Jersey, y se resolvió que la Latina, pueblos de una herencia y entrena-
conferencia recibiría el nombre de “Con- miento tan diversos que se reunieron en
greso de Trabajo Cristiano en la América Panamá de las muchas naciones diferentes.
Latina” (Congress on Christian Work in El Comité de Negocios permanecía sen-
Latin America) y fueron organizados las tado durante largos periodos diarios. Se
ocho secciones de la Conferencia para el dedicó mucho tiempo a la preparación de
estudio de los asuntos, los cuales son: (1) la agenda de los informes de las misiones,
Estudio del Campo y de su Ocupación; (2) a fin de asegurar la discusión por el Con-
Mensaje y Método; (3) Educación; (4) Lite- greso de las cuestiones más vitales. Las se-
ratura; (5) Trabajo Femenino; (6) La Iglesia siones de la comisión estaban abiertas a
en el Campo Misionero; (7) Base de Ope- otros más que a los miembros, y cuando
raciones de las Iglesias Madres; (8) Coo- se debatieron cuestiones importantes, se
peración y Unión. (Christian Work in Latin invitó a los miembros de su membresía, es-
America I, 1917, pág. 6) pecialmente interesados, a estar presentes
ya expresar sus opiniones. El trabajo más
Los que fueron nombrados presiden-
significativo del Comité de Negociación
tes de las distintas comisiones eran espe-
fue el de redactar una resolución, a la que
cialistas de mucha práctica y preparación.
se hará referencia posteriormente, Comi-
Para esto, la Comisión Organizadora se
• Reimaginando el contexto socio-histórico, político y religioso del congreso misionero de panamá de 1916 •
nes de las diversas Comisiones a la luz de de la situación latinoamericana.
las deliberaciones del Congreso, en la me-
dida en que la cooperación de los organis- El fuerte énfasis puesto en Ancón a la
mos misioneros de los Estados Unidos y educación protestante pone de manifiesto
Canadá está preocupado. la creciente competencia entre dos siste-
mas educativos extranjeros: el católico de
VII. Que la cuestión de los medios de las órdenes religiosa francesas e italianas y
acción común entre las Secciones Ameri- el estadounidense, atractivo para las élites
cana y europea se elaborará después de liberales. A fines del siglo XIX había surgi-
que se haya organizado la Sección Euro- do la lucha en competencia por las élites
pea. latinoamericanas. Sobre ella ya en la terce-
ra conferencia del congreso se afirmó que
VIII. Que los miembros ex-oficio que
las escuelas protestantes cuyo fin principal
representen a los comités latinoamerica-
era el proselitismo, en América latina no
nos sean considerados elegibles para asistir
tenían éxito, porque copiaban los méto-
a las reuniones de las Secciones Americana
dos del campo de misión asiático, donde
y europea.
había una situación totalmente diferente;
Cooperación protestante ecuménica en cambio, las escuelas que se proponían
La medida en n qué medida repugna- elevar el nivel general educativo, sí 1o te-
ba a la Iglesia católica los contactos ecu- nían. Si hasta entonces las denominacio-
ménicos con los protestantes en el con- nes tradicionales se habían dirigido sobre
tinente americano, lo pone de manifiesto todo a la clase media baja, en Ancón se
su reacción al Congress on Christian Work subrayó que en el futuro también había
in Latín América (1916). El Comité de que dedicar mayores esfuerzos a las élites.
Cooperación en Latino América (CCLA), Las Faith Missions, que en realidad no con-
creado en 1913, había invitado a obser- taban con gente del nivel de un Mott o
vadores católicos al congreso, quienes no de un Speer, se concentraron en adelante
comparecieron. El obispo local de Panamá en la clase baja. Sus representantes inter-
prohibió con amenazas de excomunión vinieron relativamente poco en el congre-
la celebración del congreso en la ciudad, so; los de las iglesias pentecostales no se
de manera que éste tuvo que emigrar a hicieron presentes, lo mismo que los de
la zona estadounidense del canal, en An- las iglesias de inmigración. Aunque estos
cón (Hotel Tívoli). Mientras que el obispo últimos habían sido invitados, por su falta
de Panamá calificaba de pecado mortal la de interés en la misión de los latinos decli-
participación en el congreso, poco antes naron su asistencia. Visto en la perspectiva
un obispo chileno había dado la bienveni- del tiempo, hay que considerar como una
da a un misionero protestante, arguyendo decisión errónea la dedicación intensifica-
que la Iglesia católica no se bastaba sola da de las denominaciones tradicionales a
para el trabajo (Beach, 1916, pág. 181).2 la clase media y a las élites. Sin saberlo, el
protestantismo entraba en alianza con la
En cierta manera el Congreso de Pa- oligarquía mercantil ascendente. El congre-
namá constituye la réplica protestante del so tuvo fundamentalmente ante sí al indi-
Concilio plenario de Roma (1899), aunque viduo a convertir a quien le predicaba un
• Reimaginando el contexto socio-histórico, político y religioso del congreso misionero de panamá de 1916 •
“el encuentro de los cristianos en la mi- las lecturas y comprensiones bíblicas con
sión” y no aceptan las implicaciones más profundidad exegética y hermenéutica, y
amplias del término “ecumenismo”. Cual- afirmaban que ese tipo de entendimiento
quiera que sea la terminología utilizada, amplio y profundo de la Biblia se relaciona
todos consideran que ese acontecimiento con el estudio sobrio y serio de sus entor-
singular de 1916 fue definitivo al establecer nos históricos, literarios, políticos, sociales y
la agenda de la cooperación protestante teológicos. Para el Congreso Misionero en
en América Latina durante las últimas ocho Panamá de 1916, en una muy larga tradi-
décadas. Los acontecimientos antes, duran- ción protestante y Reformada, la Biblia era
te y después de la conferencia de 1916 se un documento muy importante; en efec-
centraron en las relaciones entre católicos to, reconocían que era el documento más
romanos y protestantes y entre las deno- importante de las iglesias. (Sinclair J., 1999,
minaciones protestantes más conservado- pág. 10)
ras y más liberales. (Sinclair J., 1999, pág. 5).
Las referencias y alusiones a las Escri-
Además, en 1916, al igual que había turas judías y cristianas en el Congreso no
administradores y ejecutivos denomina- son pocas. En este sentido, es importante
cionales, había en Panamá académicos, recordar que el Congreso fue un evento
profesores de seminarios y universidades, misionero y de afirmación evangelística, y
misioneros y misioneras4, personas laicas, en este tipo de programa religioso, la Biblia
y pastores y pastoras, que estaban muy tradicionalmente juega un papel protagó-
conscientes de la importancia de la Biblia nico (Pagán, 2016, pág. 8). Esa importan-
en la vida de las iglesias y los creyentes cia se nota con claridad en las continuas
(Christian Work in Latin America I, 1917, referencias a los textos sagrados, no solo
págs. 10-11). Entendían a cabalidad que esa en el programa mismo del Congreso, sino
importancia misionera no se fundamenta- a los comentarios de los participantes y
ba en una percepción ingenua o ideal de también en las discusiones de los informes.
• Reimaginando el contexto socio-histórico, político y religioso del congreso misionero de panamá de 1916 •
como había sido lo usual en el pasado, se- que gozaba de una expresión cristiana me-
ría lo que en adelante privaría en el trabajo diada por la Iglesia Católica.
protestante.
Para el ideario misionero una evan-
La celebración del Congreso de Misio- gelización protestante podría provocar las
nes en Panamá marcaría una nueva etapa condiciones necesarias para una reforma
en la historia de las misiones protestantes religiosa con efectos sociales y políticos, ya
en América Latina y una pauta misionoló- que al entrar en competencia con la Iglesia
gica para las futuras acciones misioneras institucionalizada ésta se renovaría para no
protestantes, evangélicas y pentecostales. perder su posición privilegiada en la so-
El Congreso logró articular un movimiento ciedad. Con todo esto, los resultados no
de coordinación y cooperación misione- fueron los esperados sobre todo en países
ra en el subcontinente sustentado en una donde el vínculo entre la Iglesia y el Estado
ciencia de las misiones, al mismo tiempo estaban consagrados temporal y espiritual-
logró legitimar desde cualquier punto de mente bajo la forma de concordato
vista entre sus conciudadanos la causa pro-
• Reimaginando el contexto socio-histórico, político y religioso del congreso misionero de panamá de 1916 •
norteamericanos. Los latinoamericanos asuntos sociales. Incluso el “servicio social”
desconfiaban desde el principio del “pana- era un término sospechoso. Algunos de-
mericanismo eclesiástico” (Sinclair J., 1999, legados consideraron que todo el énfasis
pág. 3). Esta actitud surgió del modelo de debía estar en la evangelización de Améri-
intervención y control norteamericano ca Latina, pero otros respondieron que un
de los asuntos políticos de muchos países evangelio divorciado de la vida moral del
latinoamericanos. Los líderes de la iglesia pueblo era inaceptable (Christian Work in
temían que se ejercitara el mismo tipo de Latin America I, 1917, pág. 294). El congre-
control sobre su autodeterminación den- so estuvo de acuerdo en una declaración
tro de la iglesia, como lo hicieron a través sobre el servicio social, pero dijo poco so-
de la Unión Panamericana y otras agencias bre el testimonio profético de las iglesias
interamericanas. ante las graves injusticias sociales. La de-
claración final del congreso decía: “El ser-
El obispo metodista Oldham fue sen-
vicio social... no es una proclamación del
sible a esas preocupaciones: Señalando que
cristianismo, pero es una demostración de
“Estarían obligados a tomar nota... de los
él... Esta interpretación del cristianismo se
sentimientos de los vecinos del Sur, de su
ajusta a las necesidades peculiares de nues-
intensa aversión por ser de alguna manera
tro tiempo, ya que el océano se adapta a la
patrocinados por los Estados Unidos...” Sin
costa...” (Christian Work in Latin America I,
embargo, los sentimientos permanecieron
1917, págs. 299-300)
latentes en el comité organizador y con-
tinuó reapareciendo durante el congreso. Los consejos de misión ultraconserva-
Speer y los organizadores del Congreso dores querían exigir la conformidad doc-
de Panamá fueron criticados por algunos trinal de los participantes. Estas demandas
delegados por ser “alto mando” en su con- casi desbarataron los planes preparatorios.
trol sobre la agenda (Fox, 1916, pág. 572). Las Juntas Misioneras de la Casa Bautista
Speer quería organizar “una conferencia del Sur (que tenían bajo su supervisión a
como Edimburgo” y duplicar el detallado Centroamérica y el Caribe) se preocupa-
proceso de recolección de información ron por todo el evento y finalmente envia-
que había precedido a esa conferencia. Sin ron sólo tres delegados que eran residen-
embargo, los sucesos posteriores demos- tes de la Zona del Canal. La mayor parte
traron que esto sería muy difícil a pesar de las “misiones de fe” se suspendieron
de que se enviaron remesas de material porque los organizadores no necesitarían
de antecedentes a los delegados antes del la ortodoxia doctrinal como requisito para
congreso. La mayor parte del material es- la participación. En el otro extremo, los
taba en inglés. episcopales casi se retiraron en el último
minuto por miedo a ofender a los católicos
En la reunión de planificación inicial de
romanos. Sin embargo, los Adventistas del
1913, se acordó que habría una sección de
Séptimo Día fueron invitados y enviaron
la conferencia dedicada a “las Iglesias Evan-
a seis delegados (Christian Work in Latin
gélicas y el Evangelio Social”. Pero Speer
America III, 1917, pág. 454).
no había entendido las fuertes corrientes
de oposición en los consejos de misión
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Notas (Endnotes)
1 Las fuentes de información en su do fue a Chile: “Me alegro de dar-
mayoría están en inglés, como el le la bienvenida a este país. No nos
caso de este libro, el cual su título bastamos. Además, hemos perdido la
original es “South America. The Ne- autoridad sobre la población. Si us-
glected Continent”, y cada uno de ted puede traer inspiración a nuestro
los informes del congreso, por igual pueblo, seré el primero en alegrarme
están en idioma inglés, por lo que se de que haya intervenido en nuestro
esfuerza por hacer una traducción a trabajo”. En Chile por entonces ha-
través de la experiencia o consultando bía, para una población total de unos
traductores en línea. cuatro millones de habitantes, unos
2 Harlan P. Beach cita al doctor 700 sacerdotes, de los que 300 esta-
Browing: “… un obispo de esa Iglesia ban dedicados a la enseñanza.”
dijo a un misionero evangélico cuan-