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3° Entrega
Confecciona un modelo de autorización de venta con exclusividad a tu nombre.
Por medio de la presente, autorizo en forma irrevocable y en exclusividad1, a TRUST-
División Inmobiliaria, y en su nombre a Vanina Andrea Otero2, Martillero y Corredor
Público Nacional, Col. Dol. Nº 908 Libro III Fº 1593, con domicilio en calle Cavassa
4076, Caseros, Partido de Tres de Febrero, Provincia de Buenos Aires, a realizar la venta
de seis departamentos de mi propiedad ubicados en calle Sarmiento 2509 de esta
localidad, y cuya Nomenclatura Catastral es 19.272636948372.ABDCJED4.
El precio convenido para la presente venta asciende a la suma de Pesos Novecientos
Cincuenta Mil cada departamento ($ 950.000 C/U), que recibiré de la siguiente manera.
En el acto de la firma del boleto de compra-venta, el 30 %5 y el saldo se abonará en el
acto de la firma de la escritura traslativa de dominio y posesión, dentro de los 30 días
hábiles posteriores a la firma del boleto aproximadamente. Por la gestión de venta abonaré
a TRUST- División Inmobiliaria el 3 %6 del monto total de la operación, en concepto
de honorarios, abonándose la misma en el acto de la firma del boleto. Autorizo
expresamente a TRUST- División Inmobiliaria a recibir la seña en mi nombre en los
términos establecidos en el presente, así como a publicitar la venta por el/los medios que
considere necesarios.
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El escribano interviniente, será el que designe el Vendedor , siendo los gatos que la
misma demande abonado por las partes de acuerdo a la ley y práctica notarial.
1
“¿Por qué es más conveniente para el cliente otorgar a la inmobiliaria una “Autorización de venta
exclusiva”? Cuando una inmobiliaria obtiene de parte de un cliente una Autorización exclusiva de venta
pone toda la fuerza del equipo de ventas dirigida a la venta de su inmueble. Al obtener el control absoluto
de la operación inmobiliaria, se realiza la correcta y adecuada inversión en publicidad y promoción,
lográndose un trato más personalizado. El propietario se ve favorecido frente al potencial comprador puesto
que éste intentará negociar con las otras inmobiliarias que también ofrecen la propiedad honorarios y precio,
resultando el primero siempre en desventaja. Por otra parte, cuando varias inmobiliarias venden en conjunto
un inmueble en general demuestran realizar menores esfuerzos para la venta ya que saben que deberán
compartir los honorarios con otros. La experiencia ha enseñado que con varios colegas “autorizados”
muchas veces se crean desagradables conflictos. Son conocidos los famosos listados de inmuebles que
poseen muchas inmobiliarias que se encuentran desactualizados y a veces cuando un interesado consulta
por una propiedad no saben si fue vendida por otros colegas o no recuerdan el valor ni las características
de la misma.” http://adrianadato.com/clientes/ Fecha de acceso: 7 de octubre de 2016.
2
Ley 10.973, TITULO III - De los Colegiados, CAPÍTULO III – Prohibiciones, Artículo 53º (Según Ley
14.085): “l) Actuar bajo otra denominación que no corresponda al nombre y apellido de los Colegiados,
salvo en los casos de Sociedades legalmente constituidas en un todo de acuerdo a lo normado en la Ley
Nacional 20.266 y sus modificatorias, donde se consignará en toda publicación el nombre, apellido y datos
profesionales de al menos un Colegiado en actividad que la integra.”
3
Datos proporcionados a modo de ejemplo.
4
Datos extraídos de la Materia Seminario de Práctica Profesional, Módulo 2, Entrega 3.
5
http://www.soloduenos.com/CanalLegales/Faq.asp Fecha de acceso: 7 de octubre de 2016.
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“Honorarios Venta de inmuebles: a) Destinados a vivienda, del tres por ciento (3 %) al cuatro por ciento
(4%).” En este caso se fijará en un mínimo de 3%, ya que El Sr. Roberto Carlos ofrece a TRUST la
comercialización de SEIS departamentos. http://colegioinmobiliario.org.ar/noticia/910/honorarios-
profesionales.asp Fecha de acceso: 7 de octubre de 2016.
7
“En principio usualmente el escribano lo designa el comprador al momento de firmarse el Boleto de
Compra Venta. Existen excepciones, por ejemplo, si la compra es con saldo de precio, es decir que el
vendedor la financia, en esos casos al escribano suele designarlo la parte vendedora. También ocurre lo
mismo cuando se trata de una “primera venta”, es decir un edificio “a estrenar”, en ese caso el escribano es
elegido por el vendedor.” http://consultas.migliorisi.com.ar/?p=43 Fecha de acceso: 7 de octubre de 2016.
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Vanina Andrea Otero Legajo: TMCI10296 Seminario de Práctica
En la Ciudad de Caseros, con fecha veinte de octubre de 2016, el Sr. Carlos, Roberto,
D.N.I.: 22.222.222, con domicilio en la calle Av. Córdoba 444- Dpto-4- J, de la localidad
de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en adelante denominado el "VENDEDOR" por
una parte, y por la otra el Sr/a. XXXXXXXXXXXXXXX, D.N.I.: XXXXXXX, con
domicilio en la calle XXXXXXXXXXXXX, de la localidad de
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX, en adelante denominado el "COMPRADOR",
celebran el presente Contrato de Compraventa Inmobiliaria sujeto a las siguientes
cláusulas y condiciones:
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“En general, se pacta un plazo de autorización de venta de 90 días , aunque en estos tiempos en que el
mercado de compraventa de inmuebles se halla deprimido a causa de la crisis global, suele extenderse a
seis meses o más, en acuerdo con el cliente. El requerimiento se fundamenta en la necesidad de tener un
ámbito de negociación no acotado por el tiempo y que permita accionar a la inmobiliaria desplegando
diferentes estrategias de publicidad y ventas adecuadas al inmueble en cuestión.
¿Qué pasa cuando se vence la autorización? Dentro de la autorización se deja establecido que si con una
anticipación no inferior a los quince (15) días previos al vencimiento de la presente, no se manifiesta
fehacientemente la intención de no prorrogar por un nuevo período la autorización, la misma queda
automáticamente renovada en idénticas condiciones y plazo.” http://adrianadato.com/clientes/ Fecha de
acceso: 7 de octubre de 2016.
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Supuesto domicilio de TRUST.
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Extraído y modificado de http://files.cjcordoba.webnode.com.ar/200000034-
d96e6da689/Boleto%20de%20compra%20venta%20de%20inmueble.htm Fecha de acceso: 7 de octubre
de 2016.
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Datos a modo de ejemplo, en base a la supuesta venta de uno de los departamentos a comercializar.
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Vanina Andrea Otero Legajo: TMCI10296 Seminario de Práctica
comodidades del inmueble son las siguientes: Amenities (Salón de Usos Multiples (SUM)
pileta, gimnasio, sauna y lavadero), a una cuadra de la plaza principal de Caseros 12. La
parte COMPRADORA ha tenido a la vista la documentación y características antes
descriptas, manifestando su total conformidad con ello. La propiedad se entregará con
todo lo edificado, plantado, clavado y adherido al suelo y en el estado actual que la parte
COMPRADORA conoce y acepta por haberla visitado antes de ahora.
SEGUNDA. PRECIO. FORMA DE PAGO: El precio total y convenido para esta ventase
fija en la suma de NOVECIENTOS CINCUENTA MIL PESOS ($ 950.000) que serán
abonados por el comprador de la siguiente forma: A) un anticipo de DOSCIENTOS
OCHENTA Y CINCO MIL PESOS ($ 285.000) que son abonados en éste acto en
concepto de seña, a cuenta de precio y como principio de ejecución del contrato, sirviendo
el presente de suficiente recibo y carta de pago en forma. B) El saldo, o sea la suma de
SEICIENTOS SESENTA Y CINCO MIL PESOS ($ 665.000) se pagarán contra escritura
y posesión.
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Datos extraídos de la Materia Seminario de Práctica Profesional, Módulo 2, Entrega 3.
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“El art. 1140 establece que la cosa debe entregarse con sus accesorios, libre de toda relación de poder y
de oposición de tercero. Al mencionar “libre de toda relación de poder” incluye tanto a poseedores como a
tenedores.” http://www.esderecho.com.ar/el-contrato-de-compraventa-en-el-nuevo-codigo-civil-
unificado/ Fecha de acceso: 7 de octubre de 2016.
14
“El plazo es fijado entre las partes, de común acuerdo. Generalmente se establece un plazo de
no menos de 30 días corridos.” http://acij.org.ar/wp-content/uploads/Claves_para_la_compra-
venta_de_inmuebles_en_Argentina.PDF Fecha de acceso: 7 de octubre de 2016.
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Escribano propuesto por el vendedor Roberto Carlos, ya que es una “primera venta”.
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“Entrega de la cosa: Se establecen disposiciones separadas para las cosas muebles e inmuebles. Para las
cosas muebles se establece que debe hacerse dentro de las 24 horas de celebrado el contrato (art. 1147), y
para los bienes inmuebles se establece que deben entregarse inmediatamente luego de la escrituración (art.
1139), en ambos casos, salvo pacto en contrario.” http://www.esderecho.com.ar/el-contrato-de-
compraventa-en-el-nuevo-codigo-civil-unificado/ Fecha de acceso: 7 de octubre de 2016.
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Artículo 1083, Código Civil y Comercial de la Nación: “Resolución total o parcial. Una parte tiene la
facultad de resolver total o parcialmente el contrato si la otra parte lo incumple. Pero los derechos de
declarar la resolución total o la resolución parcial son excluyentes, por lo cual, habiendo optado por uno de
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no diere cumplimiento, dará derecho a la otra, a su sola opción, a: A) Dejar sin efecto la
presente operación, con pérdida para la parte COMPRADORA de los importes
entregados, si ésta fuera la remisa; y si fuere la parte VENDEDORA, deber reintegrar los
importes percibidos más otro tanto; B) Exigir el cumplimiento de ésta operación, en cuyo
caso la parte remisa deberá abonar a la otra una multa de mil pesos ($ 1.000) diarios18,
por cada día de demora. En ambos casos la mora se producirá de pleno derecho, sin
necesidad de interpelación judicial o extra-judicial alguna, subsistiendo ambas opciones
mientras no se haya optado por alguna de ellas.
ellos, no puede ejercer luego el otro. Si el deudor ha ejecutado una prestación parcial, el acreedor sólo puede
resolver íntegramente el contrato si no tiene ningún interés en la prestación parcial.”
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Ver Anexo 1.
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Según “Dos Santos Propiedades”, las familias que buscan dormitorios amplios con pileta
y espacio recreativo prefieren tener su lugar de esparcimiento y relax propio, y es por este
motivo que eligen comprar una casa en lugar de un departamento. Este grupo da prioridad
a las posibilidades que tienen de diseñar, agrandar, tener privacidad y las mascotas que
gusten, así como también evitar problemas con los ruidos molestos de los vecinos.
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Los tres ejemplares consultados fueron: Revista Zona Inmobiliaria, Edición N° 124, Octubre de 2016.
Diario Zona Inmobiliaria, Edición N° 515, Septiembre de 2016. Revista Nova Casas Prop, Edición N° 128,
Octubre de 2016.
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Una vez considerado, dentro de la generalidad, todas las posibilidades para la futura
gestión, se procederá a la organización interna. Se comenzará a orientar los recursos
humanos para el conocimiento de las posibilidades del adquisición del consumidor; se
estudiarán estrategias de negociación conforme a las condiciones fijadas por el comitente;
se asistirá al negocio para informar formas de pago y posibles entidades para la
financiación; y se gestionará obtener toda la información posible sobre la propiedad, entre
otros.
Por lo anterior, TRUST organizará su oficina en áreas de trabajo (conforme a los recursos
humanos), tales como:
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Lectura 2, Presentación del Caso, Seminario de Práctica, Universidad Empresarial Siglo 21, páginas 2-4.
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Administración y Gestión Inmobiliaria, Lectura 1, páginas 4-5.
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Se procede a reducir la cláusula penal pactada por las partes en el boleto de compraventa
cuando la desproporción de la misma aparece manifiesta frente a un resultado económico
disvalioso entre las partes.
Sumario:
1.-Si bien en principio la cláusula penal es inmutable, esa inmutabilidad es relativa cuando
por resultar desproporcionada ofende la moral y las buenas costumbres en los términos
del art. 953 del Código Civil. Por tanto, cuando su monto es desproporcionado con la
gravedad de la falta que se sanciona teniendo en cuenta el valor de las prestaciones,
corresponde proceder a su reducción a fin de guardar cierto equilibrio entre la pena
estipulada y el reproche que suscita la conducta del deudor.
2.-En materia de reducción de la clausula penal establecida por las partes, es menester
estar a una razonable proporcionalidad entre el valor de la cláusula penal con el grado y
las consecuencias del incumplimiento, que tenga en cuenta, ciertamente, la función
esencialmente compulsiva de la pena, pero que no quede desvinculada del particular
interés de cumplimiento del compromiso.
4.-La facultad jurisdiccional de reducir la cláusula penal establecida por las partes es
excepcional y debe ejercerse con suma prudencia y criterio restrictivo, toda vez que si la
potestad de modificación que se efectuara fuese ejercida de un modo amplísimo, la
cláusula penal perdería su razón y finalidad.
5.-Corresponde reducir la cláusula penal pactada por las partes cuando la desproporción
de la misma aparece manifiesta, frente, justamente, a un resultado económico disvalioso.
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https://aldiaargentina.microjuris.com/2014/07/01/reduccion-de-la-clausula-penal-pactada-en-el-boleto-
de-compraventa-cuando-la-desproporcion-de-la-misma-aparece-manifiesta/ Fecha de acceso: 7 de octubre
de 2016.
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6.-No puede mantenerse la cláusula penal que representa una fuente de enriquecimiento
exorbitante para una parte en desmedro de la otra, en cuanto configura un medio de
absorción patrimonial del deudor por el acreedor
8.-Aun cuando se trate de daños derivados de la misma conducta o que hayan producido
el perjuicio previsto en la cláusula, la acumulación de pena y daño será posible cuando
media estipulación contractual expresa sobre el particular. En tal sentido, se ha dicho que
en el orden civil nada obsta para que se estipule una doble posibilidad por el mismo hecho,
tales como la cláusula penal y el pago de daños y perjuicios . Desde luego, la cláusula
debe ser suficientemente analizada al efecto, pues si sus términos no son claros, debe
interpretarse que solo pueden peticionarse las diferencias entre la multa y el efectivo daño.
Es decir, el derecho a la acumulación debe surgir de términos inequívocos.
9.-Esta Sala ha destacado en varias ocasiones que la aplicación de la multa civil del
artículo 52 de la ley 24240 tiene carácter verdaderamente excepcional y está reservada
para casos de particular gravedad, en los que el sujeto hubiera actuado, precisamente, con
dolo -directo o eventual- o culpa grave -grosera negligencia-, no siendo suficiente el mero
incumplimiento de las obligaciones legales o contractuales con el consumidor,
mencionadas por el precepto, sino una particular subjetividad, representada por serias
transgresiones o grave indiferencia respecto de los derechos ajenos, que obviamente debe
ser claramente acreditada por quien pretende la imposición de la multa civil de que se
trata (art. 377 del Código Procesal).
10.-El quantum de la sanción prevista por el art. 52 bis de la ley 24.240, no puede ser sino
prudencial y fundarse, como lo expresa esa norma, en una graduación que tenga en cuenta
…la gravedad del hecho y demás circunstancias del caso, independientemente de otras
indemnizaciones que correspondan… , esto es, sin establecerse relación alguna con el
monto de las reparaciones pecuniarias concedidas al consumidor.
11.-A los fines de la determinación de la multa civil prevista por el artículo 52 bis de la
ley 24240, debe tenerse en consideración no sólo los hechos que justificaron la demanda,
sino también aspectos tales como el tipo de producto o servicio implicado; la naturaleza
de la alteración sufrida; la reprochabilidad de la conducta y la situación económica del
sujeto multado; la indiferencia de este último frente a los reclamos del consumidor; si se
trata o no de hechos reiterados; la ganancia obtenida por el responsable; etc.; todo ello
apreciado con un criterio severo a fin de que la multa de que se trata no sea la vía para
provocar un enriquecimiento injusto del consumidor. N.R.: Sumarios elaborados por
Ricardo A. Nissen.
Fallo:
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Los demandantes expresaron agravios a fs. 394/397, que fueron resistidos por su contraria
a fs. 399/402.
De su lado, Argerich 4880 S.R.L. presentó el memorial de fs. 384/391, cuyo traslado fue
resistido por los actores a fs. 405/414.
2°) Por razones de buen orden expositivo, corresponde comenzar por el examen de la
apelación de la demandada, no sin antes observar que me referiré al “boleto de
compraventa” suscripto por las partes dejando de lado, por ser innecesaria, toda definición
acerca de si la operación pactada entre ellas, referente a la adquisición de un inmueble a
construir, fue una compraventa de cosa futura, una locación de obra o bien un contrato
mixto (sobre el tema, véanse las distintas posiciones doctrinarias y jurisprudenciales
reseñadas por Moreira, L., Contratos sobre departamentos en construcción, Buenos Aires,
1985, t. 1, ps. 127 y ss.).
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penal, planteada por primera vez ante esta alzada, podría obtener una respuesta formal en
el texto del art. 277 del Código Procesal.
Empero, por encima de esa respuesta formal, corresponde observar que esta Sala -en su
actual integración- tiene admitida la posibilidad de una actuación de oficio a fin de
analizar la eventual exorbitancia de cláusulas penales y, en su caso, proceder a una
reducción a sus justos límites (causa n° 4805/2008 “Yacoplast S.A. c/ Molinos Río de la
Plata S.A. s/ ordinario”, sentencia del 21/6/08, voto del suscripto; en igual sentido:
CNCom.Sala A, 14/12/89, “Productos Farmacéuticos Dr. Gray S.A. c/ Esterilización
Longhi Hnos. SA.”, LL 1990-C, p. 365; íd. Sala A, 22/12/89, “Ermar S.A. c/ Seidman y
Bonder SCA”), criterio que es el que prevalece en la doctrina y en la jurisprudencia como
lo ha destacado una distinguida autora (conf. Kemelmajer de Carlucci, A. en la obra de
Bueres, A. y Highton, E., Código Civil y normas complementarias – análisis doctrinal y
jurisprudencial, Buenos Aires, 2006, t. 2-A, p. 564), y el que, valga observarlo, también
ha aceptado implícitamente la Corte Suprema de Justicia de la Nación en un fallo en el
que rechazó la existencia de un exceso en el ejercicio de la jurisdicción por parte de una
cámara de apelaciones que trató lo atinente a la desmesura de una cláusula penal invocada
en el memorial de agravios (conf. CSJN, 18/12/90, “Lucchini, Alberto c/ Macrosa
Crothers Maquinarias S.A.”, Fallos 313:1461, considerando 8° y LL 1991-D, p. 97 con
nota de Monti, E.J., Perfil de la Corte Suprema y la cláusula penal excesiva).
Desde tal perspectiva, estimo pertinente examinar el planteo con el alcance que sigue.
De tal suerte, para apreciar la exorbitancia de una cláusula penal corresponde estar al
grado de desproporción del valor de las prestaciones, entendido por tal no solo el
económico sino también el de afección perjudicado por el incumplimiento (conf.
CNCom. Sala B, 8/11/88, “Sassone Osvaldo José c/ Di Salvo Octavio y otros s/
ejecutivo”), debiendo el juez ubicarse, al efecto, en la época de su decisión y juzgar su
aplicabilidad hic et nunc (conf. CNCom. Sala C, 6/7/93, “Wattman S.A. c/ Lirola y Asoc.
S.A. y otro”; íd. Sala C, 31/5/95, “Siemens SA c/ Goldman y Cía. S.A.”; íd. Sala C,
9/2/99, “Siemens S.A. c/ Clínica Privada del Norte S.A.”), lo cual surge implícitamente
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del propio art. 656, segunda parte, del Código Civil (conf. CNCom. Sala A, 26/12/06,
“Reuters c/ Pavlovsky, Sergio s/ ord.”; íd. Sala A, 13/12/07, “Gelman, Miguel c/ Círculo
General Urquiza s/ ordinario”).
Cabe observar, a todo evento, que la facultad jurisdiccional de que se trata es excepcional
y debe ejercerse con suma prudencia y criterio restrictivo, toda vez que si la potestad de
modificación que se efectuara fuese ejercida de un modo amplísimo, la cláusula penal
perdería su razón y finalidad (conf. CNCom. Sala A, 16/12/93, “Varela, Jorge c/ Carro,
Carlos s/ cobro de pesos”; id. Sala A, 18/4/01, “Busco Bayón, María Lía c/ Szmulewicz,
Eduardo y otro s/ sumario”; íd.Sala A, 9/9/04, “González, Antonio c/ Aguaysol, Francisco
s/ cobro de pesos”).
Pues bien, en el caso las partes acordaron una multa diaria de dólares estadounidenses
treinta (U$S 30) por cada día de retraso en el cumplimiento de las obligaciones (fs. 4,
cláusula 7a). Quiere ello decir que si se contabilizase el curso de la cláusula penal desde
la fecha de mora -tal como lo resolvió el juez a quo y a la que aludiré más adelante- hasta,
por ejemplo, la fecha de dictado de la sentencia de primera instancia (1/10/13), la parte
actora recibiría por tal concepto aproximadamente veintinueve mil dólares (U$S 29.000),
cantidad que es equivalente a casi la mitad del precio de venta del inmueble de cuya
escrituración y posesión se trata en autos (U$S 60.000, fs. 2, cláusula 2a). Obviamente,
la magnitud se incrementa si se realizan los cálculos hasta la actualidad.
Así las cosas, no pudiendo mantenerse la cláusula penal que representa una fuente de
enriquecimiento exorbitante para una parte en desmedro de la otra, en cuanto configura
un medio de absorción patrimonial del deudor por el acreedor (conf. CNCom. Sala C,
30/12/83, “Fiori, Norberto c/ Emilio Villarroel S.R.L.”), propondré el Acuerdo la
reducción de la pena pactada en la cláusula 7a del boleto de compraventa de fs. 2/4 a la
de diez dólares estadounidenses diarios (U$S 10), cifra que estimo adecuada para
responder a la finalidad que los litigantes tuvieron en mira al establecerla (arts.656,
segunda parte, y 953 del Código Civil).
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Vanina Andrea Otero Legajo: TMCI10296 Seminario de Práctica
Sobre el particular, sostiene la recurrente que en el boleto se pactó una fecha “estimada”
de iniciación de la obra (marzo de 2009) y una fecha también “estimada” de finalización
a los veinte meses de su inicio (cit. cláusula 4a), pero que la primera no fue tal pues, en
rigor, el citado documento se firmó tres meses después de ella (el 2/6/2009) por lo que,
en consecuencia, ya no podía ser “estimada”. Refiere que, en realidad, la obra comenzó
en el mes de la firma del boleto y que, por esa razón, la obra debió ser finalizada dentro
de los veinte meses siguientes, lo que llevaría la mora al mes de febrero de 2011, lo que
así pide se fije (fs.388).
Admitiré el agravio, pero no por las razones expresadas por la demandada.
Según surge de las constancias de autos, el día 1/10/2010, o sea, un mes antes de la fecha
de mora fijada por la sentencia recurrida (1/11/2010), las partes suscribieron un “Acta
Compromiso – Acuerdo” en la que ambas hicieron referencia a la existencia de una
suspensión en la ejecución de la obra, por consecuencia de la cual la parte actora quedaba
habilitada para interrumpir los pagos comprometidos en la operación hasta tanto tal
suspensión fuese levantada y la obra pudiera ser reiniciada (véase el documento de fs.
57/58).
A mi modo de ver, la suscripción de ese documento por los litigantes, tuvo la virtualidad
de impedir la caída en mora de la demandada hasta tanto la suspensión de la ejecución de
la obra quedara sin efecto. La parte actora, en efecto, aceptó la suspensión de las
obligaciones pendientes de su contraria y, como contrapartida, interrumpió el
cumplimiento de las prestaciones pecuniarias propias. No es del caso indagar por qué la
parte actora se avino a lo anterior (a fs. 140 y 411 vta. brinda su explicación e
interpretación sobre el particular), pero sí advertir que si el 1/10/2010 dicha parte prestó
aquiescencia a la suspensión de las obligaciones de su contraria interrumpiendo el
cumplimiento de las propias, tal suspensión impedía la mora que, por hipótesis, habría de
ocurrir un mes después, toda vez que el aceptado aplazamiento de las prestaciones a cargo
de la demandada afectaba la exigibilidad de ellas y, por tanto, una de las condiciones
esenciales para la configuración de la situación jurídica de mora (conf. Wayar, E., Tratado
de la mora, Buenos Aires, 1981, p.272, n° 44 y ss.).
En ese marco, juzgo que los efectos de la referida suspensión en relación con la
constitución en mora de la demandada, solamente podían ser revertidos por la parte actora
intimando el cumplimiento de su contraria luego de haber cesado las razones que la
motivaron (art. 509, segundo párrafo, del Código Civil).
Ypuesto que la parte actora intimó a su contraria, por primera vez, recién el 23/3/2012
(carta documento de fs. 28), forzoso es concluir que esta última sería la fecha de mora a
considerar.
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Vanina Andrea Otero Legajo: TMCI10296 Seminario de Práctica
(ci)El siguiente agravio de la parte demandada, no puede ser tenido por tal (pto. 3.4 del
memorial).
Más allá de observar que, desde la perspectiva contractual de que se trata, el incremento
del valor inmobiliario referido por la recurrente, aparte de no estar acreditado en autos,
no podría ser calificado como un lucro para los actores fuera del marco de una acción de
revisión del precio fundada en la excesiva onerosidad sobreviniente de los costos de
construcción, corresponde señalar que el agravio aquí considerado no puede prosperar
porque la reducción de cualquier cláusula penal se decide en función de elementos de
juicio específicos que han sido determinados por la ley (y así fue hecho más arriba), entre
los cuales no cuenta ninguna compensatio lucri cum damno como la referida.
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Vanina Andrea Otero Legajo: TMCI10296 Seminario de Práctica
Por lo que toca al presente caso, cabe observar que a renglón seguido de la cláusula penal
pactada, las partes acordaron lo siguiente: “.Asimismo, cualquiera fuera el supuesto,
ambas partes se reservan la satisfacción que por los daños y perjuicios pudiera
corresponder.” (fs. 4).
La letra de tal estipulación no deja lugar a dudas: los ahora litigantes, de común acuerdo,
dejaron a salvo el derecho de cada uno para reclamar ampliamente daños y perjuicios, y
no solamente diferencias entre la multa y el efectivo daño. La voluntad contractual luce,
en este aspecto, inequívoca y a ella corresponde estar (arts. 1197 y 1198 del Código Civil).
Corresponde recordar que el fallo apelado fijó a favor de los actores la suma de $ 10.000
en concepto de multa civil prevista por el art. 52 bis de la ley 24.240, texto según ley
26.361 (fs. 357 vta./358).
Esta Sala ha destacado en varias ocasiones (causas “Castañon Alfredo José c/ Caja de
Seguros S.A. s/ ordinario”, sentencia del 9/4/2012; “Errico, Néstor Omar y otro c/ Galeno
S.A. s/ ordinario”, sentencia del 28/6/12; “Liberatore, Lydia c/ Banco Saenz S.A. s/
ordinario”, sentencia del 31/8/2012; “Quiroga Lavie, Humberto c/ Standard Bank
Argentina S.A. s/ ordinario”, sentencia del 4/2/13; etc.) que la aplicación de la multa civil
de que se trata tiene carácter verdaderamente excepcional y está reservada para casos de
particular gravedad (conf. CNCom. Sala A, 9/11/10, “Emagny S.A.c/ Got SRL y otro s/
ordinario”; Stiglitz, R. y Pizarro, R., Reformas a la ley de defensa del consumidor, LL
2009-B, p. 949; Nallar, F., Improcedencia de los daños punitivos en un fallo que los
declara procedentes, LL 2009-D, p. 96; Brun, C., Los llamados daños punitivos en la
nueva Ley de Defensa del Consumidor, DJ 2008-II, p. 369; Furlotti, S., Los daños
punitivos: sentido y alcance del art. 52 de la ley 24.240, LL Gran Cuyo 2010, octubre, p.
819), en los que el sujeto hubiera actuado, precisamente, con dolo -directo o eventual- o
culpa grave -grosera negligencia-, no siendo suficiente el mero incumplimiento de las
obligaciones “legales o contractuales con el consumidor” mencionadas por el precepto,
sino una particular subjetividad, representada por serias transgresiones o grave
indiferencia respecto de los derechos ajenos (conf. Trigo Represas F., La responsabilidad
civil en la nueva ley de defensa del consumidor, LL del 3/5/2010; Colombres, F., Los
daños punitivos en la ley de defensa del consumidor, LL 2008-E, p. 1159; Rua, A., El
daño punitivo en la reforma de la ley de defensa del consumidor, LL 31/7/2009; Elías,
A., Daño punitivo: derecho y economía en la defensa del consumidor, en la obra de Ariza,
A. [coordinador], “La reforma del régimen de defensa del consumidor por la ley 26.631”,
Buenos Aires, 2009, p. 141, espec. p. 153; Picasso S. y Vázquez Ferreyra R., Ley de
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defensa del consumidor, comentada y anotada, Buenos Aires, 2009, t. I, p. 625 y sus
citas), que obviamente debe ser claramente acreditada por quien pretende la imposición
de la multa civil de que se trata (art. 377 del Código Procesal).
En esas condiciones, el quantum de la sanción prevista por el art.52 bis de la ley 24.240,
no puede ser sino prudencial y fundarse, como lo expresa esa norma, en una graduación
que tenga en cuenta “.la gravedad del hecho y demás circunstancias del caso,
independientemente de otras indemnizaciones que correspondan.”, esto es, sin
establecerse relación alguna con el monto de las reparaciones pecuniarias concedidas al
consumidor.
En ese orden de ideas, debe tenerse en consideración no sólo los hechos que justificaron
la demanda, sino también aspectos tales como el tipo de producto o servicio implicado;
la naturaleza de la alteración sufrida; la reprochabilidad de la conducta y la situación
económica del sujeto multado; la indiferencia de este último frente a los reclamos del
consumidor; si se trata o no de hechos reiterados; la ganancia obtenida por el responsable;
etc. (conf. Molina Sandoval, C. y Pizarro, R., Los daños punitivos en el derecho argentino,
DCCyE, año 1, n° 1, setiembre 2010, p. 65, cap. VI; Picasso, S. y
Vázquez Ferreyra, R., ob. cit., t. I, p. 627; Tinti, G. y Roitman, H., Daño punitivo, RDPC,
t. 2012-1 [Eficacia de los derechos de los consumidores], ps. 218/219; Ghersi, C. y
Weingarten, C., Tratado Jurisprudencial y Doctrinario – Defensa del Consumidor,
Buenos Aires, 2011, t. I, p. 638); todo ello apreciado con un criterio severo a fin de que
la multa de que se trata no sea la vía para provocar un enriquecimiento injusto del
consumidor (conf. Elías, A., ob. cit., p. 154).
Pues bien, desde la perspectiva de lo expuesto, considero que la cuantía de la multa
impuesta en la instancia anterior fue adecuada, por lo que propondré su confirmación (art.
165, tercer párrafo, del Código Procesal).
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La Buenos Aires Seguros y otro s/ ordinario” /; íd. 2/7/10, “CSN S.A. c/ Unisys
Sudamericana S.A. s/ ordinario”).
En suma, lo solicitado por los demandantes en este aspecto no puede ser admitido.
5°) Las modificaciones propiciadas en el considerando 3°, apartados “a” y “b” no
conducen, a mi modo de ver, a una alteración -en los términos del art. 279 del Código
Procesal- de la imposición de costas decidida en la sentencia apelada, pues la demandada
fue sustancialmente vencida en la instancia anterior, sujetándose la cuestión a la previsión
del art. 60 in fine de dicho cuerpo legal.
En cuanto a las costas de alzada, atento el resultado obtenido, propondré que en el recurso
de la demandada se distribuyan en el orden causado; y que en el de la parte actora se siga
igual solución, habida cuenta que lo atinente a la fijación del monto del daño punitivo se
encuentra librado a la prudente discrecionalidad judicial (art. 68, segunda parte, del
Código Procesal).
6°) Por las razones expuestas, propongo al acuerdo modificar la sentencia de primera
instancia con los alcances que surgen del considerando 2°, apartados “a” y “b”,
confirmándola en lo demás que fue materia de apelación.Las costas de la instancia de
revisión habrán de correr del modo indicado en el considerando 5°.
Tal mi voto.
Los señores Jueces de Cámara, doctores Dieuzeide y Vassallo adhieren al voto que
antecede.
Concluida la deliberación los señores Jueces de Cámara acuerdan:
(c)Modificar la sentencia de primera instancia con los alcances que surgen del
considerando 2°, apartados “a” y “b”, confirmándola en lo demás que fue materia de
apelación.
Notifíquese y una vez vencido el plazo del art. 257 del Código Procesal, devuélvase la
causa al Juzgado de origen.
Cúmplase con la comunicación ordenada por la Excma. Corte Suprema de Justicia de la
Nación (Ley 26.856 y Acordadas 15/13 y 24/13).
Pablo D. Heredia
Gerardo G. Vassallo
Juan José Dieuzeide
Julio Federico Passarón – Secretario de Cámara
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